Pandemiaal Sur
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Pandemia al Sur
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PANDEMIA AL SUR
PANDEMIA AL SUR
Olver Quijano Valencia y Carlos Corredor Jiménez
(compiladores)
PANDEMIA AL SUR
ISBN: 978-987-8331-65-2
Presentación....................................................................................7
Olver Quijano Valencia
El día después................................................................................55
Gustavo Esteva
7
Pandemia al sur
8
Presentación
9
Pandemia al sur
10
Coronavirus: todos somos mortales.
Del significante vacío a la naturaleza
abierta de la historia1
1
Agradezco a mi hija Jocelina Laura de Carvalho Segato las incontables horas de
conversación sobre los errores cognitivos y epistemológicos del especismo.
2
Escritora, antropóloga y activista feminista argentina residente en Brasilia.
11
Rita Segato
llamó “irrupción de lo real” –el imaginario que atrapa nuestra visión del
mundo o grilla, a través de la cual filtramos las entidades que formarán
parte de nuestra percepción, es una fina tela que nos envuelve–. Más allá
de ella se encuentra lo “real”, para usar el término de Lacan: la naturaleza
tal cual sea, incluyendo nuestra propia naturaleza.
El virus no es otra cosa que, justamente, un evento del desdoblamiento
de este otro plano, la historia natural, la marcha azarosa de la naturaleza,
sus desdoblamientos contingentes, su deriva. Organismos se consolidan,
duran y desaparecen. Nuestra especie seguirá ese destino incierto también
o, con suerte improbable, tendrá la longevidad de la cucaracha –aunque
será difícil, porque la cucaracha se caracteriza por necesitar de poco–.
Es importante acatar la idea de que, aun si este virus fuese un resultado
de la manipulación humana en laboratorio o, como ciertamente es, una
consecuencia de la forma abusiva en que la especie ha tratado su medio
ambiente, igualmente y de todas formas se trataría de un evento de la
naturaleza. ¿Por qué? Porque nosotros somos parte de esa misma natura-
leza y, aun cuando capaces, como especie, de manipular microorganismos
y provocar el advenimiento de una nueva era como es el Antropoceno,
tenemos allí nuestro lugar, somos parte de esa escena que llamamos “na-
turaleza”. Nuestra interacción bioquímica pertenece y juega un rol en
una escena toda ella interior al gran nido que habitamos, aun cuando el
pensamiento occidental haya presionado para retirarnos de esa posición
contenida, interdependiente y dependiente. Pensarlo así no nos resulta
fácil, porque estamos dentro de la lógica cartesiana de sujeto-objeto, de
cabeza-cuerpo, de mente-res extensa. La cosificación y externalización de
la vida es nuestro mal.
Al hacer esa maniobra, el pensamiento occidental cancelaba dos
molestias. Una de ellas es la temporalidad de la vida, con su inherente des-
control y el límite que interpone al intento de administrarlo. El tiempo,
que no es otra cosa que el tiempo de los organismos, de la propia Tierra
como gran organismo, y de la propia especie como parte de ese gran útero
terrestre, desafía la omnipotencia de Occidente, su obsesión por admi-
nistrar los eventos, lo que he llamado en otra parte su neurosis de control.
La otra obsesión del pensamiento colonial-moderno, occidental, es la de
colocarnos, como especie, en la posición de omnipotencia de quien sabe
y puede manipular la vida, la maniobra cartesiana de formular la res-ex-
tensa, la vida cosa, y catapultarnos hacia fuera de ella. Por eso, frente a
esta pandemia, tenemos la oportunidad de salvarnos cognitivamente de
esta trampa y conseguir entender que, aun cuando sea el efecto de nuestra
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Coronavirus: todos somos mortales
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Rita Segato
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Coronavirus: todos somos mortales
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Coronavirus: todos somos mortales
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El mañana no está a la venta1
Ailton Krenak2
1
Texto elaborado a partir de tres entrevistas con Ailton Krenak realizadas en abril de
2020: Maakaroun, Bertha (2020, 3 de abril). “O modo de funcionamento da humanidade
entrou em crise”, Estado de Minas; Helal Filho, William (2020, 6 de abril). “Voltar ao
normal seria como se converter ao negacionismo e aceitar que a Terra é plana”, O Globo; y
Martins, Christiana (2020, 7 de abril). “Não sou um pregador do apocalipse. Contra essa
pandemia é preciso ter cuidado e depois coragem”, Expresso, Lisboa. Traducción: Rodrigo
Álvarez.
2
Líder indígena brasileño, ecologista y escritor.
23
Ailton Krenak
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El mañana no está a la venta
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Ailton Krenak
26
El mañana no está a la venta
Desde hace mucho tiempo, mi comunión con todo lo que llaman na-
turaleza es una experiencia que no veo que sea valorada por mucha gente
que vive en la ciudad. Ya vi personas burlándose: “él habla con el árbol,
abraza al árbol, conversa con el río, contempla la montaña”, como si esto
fuera una especie de alienación. Esa es mi experiencia de vida. Si es una
alienación, soy alienado. Hace mucho tiempo que no programo activida-
des para “después”. Tenemos que dejar de estar convencidos. No sabemos
si estaremos vivos mañana. Tenemos que dejar de vender el mañana.
Pienso en esos versos de Carlos Drummond de Andrade: “Stop. / ¿La
vida se detuvo / o fue el automóvil?”. Esta es una paralización de verdad.
El ritmo de hoy no es el de la semana pasada ni el del año nuevo, del ve-
rano, de enero o febrero. El mundo está ahora en una suspensión. Y no sé
si vamos a salir de esta experiencia de la misma manera que entramos. Es
como un anzuelo tironeándonos hacia la consciencia. Un sacudón para
que veamos lo que realmente importa.
Hay mucha gente que suspendió proyectos y actividades. Las personas
creen que basta con cambiar el calendario. Quienes están postergando
compromisos, como si todo fuera a volver a la normalidad, están viviendo
en el pasado. El futuro es aquí y ahora, puede no haber año que viene.
Nadie se escapa, ni esas personas saliendo en autos importados para man-
dar a sus empleados a que vuelvan al trabajo, como si fueran esclavos.
Si los agarra el virus, pueden morir, igual que todos nosotros. Con o sin
Land Rover.
Las ciudades son succionadores de energía: si falta electricidad, las
personas mueren encerradas en sus departamentos, sin lograr bajar.
No tuvimos capacidad crítica para pensar las consecuencias de una cri-
sis sanitaria en los grandes centros urbanos, y debo confesar que siento
compasión por quienes viven en esas metrópolis. Muchas personas viven
solas en esos centros urbanos, dejamos de ser sociales porque estamos en
un lugar con más de dos millones de personas.
En un artículo que leí sobre la pandemia, el sociólogo italiano
Domenico De Masi cita la profética obra La peste, de Albert Camus: la
peste puede llegar y marcharse sin que cambie el corazón de los hombres.
Él cita un fragmento entero de la novela en que el personaje dice algo así:
el bacilo que trajo aquella mortandad, que parece haber sido dominado,
podía continuar oculto en algún pliegue, alguna baranda, ventana, sillón,
solo esperando el día en que, para desdicha y enseñanza de los hombres,
la peste despertará a sus ratas y las enviará a morir en alguna ciudad feliz.
27
Ailton Krenak
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Como náufragos. De la serie #40rentenagrafica.
Adolfo Albán Achinte. Técnica lapicero sobre libreta de apuntes.
El pensamiento en tiempos de pospandemia1
Arturo Escobar2
1
Quiero agradecer a amigxs y colaboradores con quienes he estado en comunicación
más asidua sobre estas temáticas, particularmente Gustavo Esteva, Elba Mercedes Palacios
Córdoba, María Campo, Patricia Botero, Lina Álvarez, Xochitl Leyva, Rita Segato, Marilyn
Machado Mosquera, Vilma Almendra, Manuel Rozental, Mario Blaser, Alfredo Gutiérrez,
Alberto Acosta y Eduardo Gudynas; al grupo adhoc de correo electrónico de los últimos
dos meses sobre temáticas relacionadas, especialmente Kenny Bailey <https://www.ds4si.
org/>, Clive Dilnot, Michal Osterweil, Kriti Sharma, Silvia Austerlic, Ezio Manzini, y Tony
Fry; a los integrantes del Tejido Global de Alternativas (TGA); y a mi compañera Magda
Corredor, por conversaciones cotidianas, siempre clarificadoras, sobre los múltiples
aspectos de la llamada pandemia. Este artículo tiene su origen en el conversatorio virtual
“Coronavirus y disputas por lo público y lo común en América Latina”, organizado por
CLACSO, ALAS e ISA, realizado el 15 de abril de 2020. Gracias a Pablo Vommaro, Breno
Bringel y Geoffrey Players por la invitación a participar en este foro, así como al grupo
de expositorxs. Mis agradecimientos especiales a Olver Quijano por invitarme a escribir
un texto basado en esta presentación; sin su invitación y apoyo, el texto simplemente no
existiría.
2
Intelectual colombiano, profesor en la Universidad Carolina del Norte en Chapel Hill,
investigador asociado al Grupo de Investigación Nación-Cultura-Memoria (Universidad
del Valle, Cali) y al Grupo de Estudios Culturales (Universidad Javeriana, Bogotá).
Durante los últimos treinta años ha colaborado con organizaciones étnico-territoriales
afro-colombianas en las regiones del Pacífico y norte del Cauca de Colombia.
3
Roy, Arundhati (2020, 3 de abril). “La pandemia es un portal”, Financial Times.
Disponible en: <https://www.ft.com/content/10d8f5e8-74eb-11ea-95fe-fcd274e920ca>.
31
Arturo Escobar
¿Qué hacer para seguir deconstruyendo este patriarcado que nos asesi-
na física y espiritualmente? [...] Los slogans “quédate en casa y lávate las
manos” son falacias. “Las desigualdades, las inequidades y las injusticias de
este sistema capitalista son la pandemia”, gritamos por ahí.4
Por eso, luchar por la tierra no es un problema ni un deber solamente de
los indígenas, sino un mandato ancestral de todos los pueblos, de todos los
hombres y mujeres que defienden la vida. Porque solo en la lucha para poner
en libertad a nuestra madre recuperamos la dignidad, alcanzamos la justicia
y la equidad, y caminamos la palabra que defiende la vida. Seguiremos coor-
dinando, haciendo las alianzas estratégicas y llamando desde las palabras
convertidas en acción en el espíritu de la comunidad a despertar las concien-
cias y a recuperar la Madre Tierra para ser libres.5
La pandemia constituye sin duda un llamado de alerta. Permite ver mu-
chos aspectos del horror que habíamos llegado a considerar “normal”.6
4
María Campo, otras negras… y feministas!, Cali, a propósito del aumento de feminicidios
sobre mujeres negras racializadas y el impacto de las medidas contra la pandemia sobre
las poblaciones afrodescendientes empobrecidas en la ciudad de Cali (mensaje de correo
electrónico, 22 de abril de 2020).
5
Pueblo nasa, “Nuestra lucha”. En Proceso de Liberación de la Madre Tierra. Disponible
en: <https://liberaciondelamadretierra.org/nuestra-lucha/>.
6
Gustavo Esteva, en este volumen.
32
El pensamiento en tiempos de pospandemia
33
Arturo Escobar
Para Akomolafe, más que un evento, el cambio climático –o, más pro-
piamente, el colapso climático– es un advenimiento, entendido como un
proceso emergente con muy pocos precedentes (entre ellos, el surgimien-
to de la vida). Requiere por tanto de una suspensión del pensamiento,
un sometimiento creativo a dimensiones desconocidas de la vida, que
podrían señalarse en alguna medida como espirituales. El intelectual ni-
geriano habla de un “pos-activismo” que sepa escuchar los mundos que
pudieran estar naciendo, algunos de ellos desde tiempos muy antiguos
–“sub/alter-natividades”–,7 otros, más recientes, así como una verdadera
7
Expresión acuñada por los colectivos de Unitierra-Editorial Color Tierra de Manizales.
El término surge de colectivos de varias bioregiones del suroccidente colombiano. Denota
el surgimiento de nuevos mundos a partir de mundos antiguos y ancestrales (indígenas,
afrodescendientes y campesinos), así como de mundos nuevos desde la reexistencia
de grupos de jóvenes, mujeres y ambientalistas en campo y ciudad. “Natividades”
señala nuevos nacimientos que afirman la vida desde prácticas autónomas, libres de
subordinaciones. Ver: <http://unitierra.com/>.
34
El pensamiento en tiempos de pospandemia
8
“Hackear la pandemia: estrategias narrativas en tiempos de COVID-19” (en este
libro, disponible también en: <https://hackeocultural.org/wp-content/uploads/2020/04/
HackearLaPandemia-1.1-HackeoCultural.pdf>).
9
Tratándose este volumen de textos de emergencia y no académicos, obviaré la mayoría
de las referencias bibliográficas (hay una bibliografía extensa en Escobar, 2016 y 2018).
35
Arturo Escobar
36
El pensamiento en tiempos de pospandemia
10
Ver a este respecto el excelente texto de Riechmann, Almazán y otros, “Contra la
doctrina del shock digital. La necesidad de luchar contra un mundo ‘virtual’. Manifiesto”
(en este libro). Disponible también en: <https://ctxt.es/es/20200501/Firmas/32143/
riechmann-yayo-herrero-digitalizacion-coronavirus-teletrabajo-brecha-digital-covid-
trazado-contactos.htm>. (Agradezco a Raquel Gutiérrez Aguilar el haberme enviado este
texto).
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Arturo Escobar
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El pensamiento en tiempos de pospandemia
11
Acosta, Alberto (2020). “Reencuentro con la madre tierra, tarea urgente para enfrentar
las pandemias”. Revista Novamerica, 166, 24-33. Disponible en: <http://www.novamerica.
org.br/ong/?p=1521>.
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Arturo Escobar
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El pensamiento en tiempos de pospandemia
12
“La biología del amor, la manera de vivir con los otros [humanos y no humanos] en las
prácticas o comportamientos a través de los cuales el otro/a surge como otro/a legitimo
en coexistencia con uno mismo, y en la que nosotros, los seres humanos, asumimos la
responsabilidad total de nuestras emociones y de nuestros hechos racionales, no es una
coexistencia en la apropiación, el control o el mando. […] El patriarcado interfiere con la
biología del amor a través de la desconfianza y el control, a través de la manipulación y la
apropiación, a través de la dominación y la sumisión, alejando a los humanos del ámbito de
la colaboración y el respeto mutuo y llevándolos hacia el dominio de las alianzas políticas,
la manipulación mutua y el abuso mutuo. […] Y a medida que la biología del amor es
interferida nuestra vida social llega a su fin” (Maturana y Verden-Zöller, 2008: 118,119; las
cursivas pertenecen al original). Humberto Maturana ha mantenido un original y activo
proyecto de investigación y acción sobre las culturas matrísticas y la biología del amor con
su colaboradora, Ximena Dávila, en Santiago de Chile durante muchas décadas. Véase la
“escuela matríztica” en: <http://blog.matriztica.cl/blog/>.
41
Arturo Escobar
encuentro útil, y que cada lector o lectora podrá reprocesar desde su ubi-
cación física, cultural, existencial y política particular. Debo anotar que
estos ejes se me han ido apareciendo del encuentro con tres vertientes del
pensamiento: discursos de transición, en muchas partes del mundo; sen-
tipensactuares de colectivxs y movimientos; y ciertos debates académicos
(Escobar, 2016 y 2018). Tomadas como un todo, en estas vertientes y en
las covid-narrativas vislumbro cinco énfasis, principios o ejes para la ac-
ción a tener en cuenta en toda estrategia para las transiciones (cada punto
requeriría de un complejo tratamiento, aquí trazo lo más sobresaliente).
42
El pensamiento en tiempos de pospandemia
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Arturo Escobar
13
Los autores ya citados proponen una estrategia activa y radical para “frenar la escalada”
de lo virtual, no solamente por todos sus efectos nocivos para la salud y la socialidad,
sino porque “la vida digital no puede ser un sustituto permanente de la vida real, y los
sucedáneos de debate que hoy se realizan por internet no podrán nunca reemplazar la
presencia en carne y hueso y el diálogo de viva voz”. Ver Riechmann, Almazán y otros en
este libro.
44
El pensamiento en tiempos de pospandemia
La despatriarcalización, desracialización
y descolonización de las relaciones
Mundos, ontologías y proyectos civilizatorios tan antiguos parecerían
casi inmunes a los intentos de desmantelamiento. Sus entramados de
poder están profundamente consolidados, pues se han ido naturalizando
en nuestras subjetivadas y deseos, en los diseños concretos de los mundos
que habitamos y que nos atrapan. Hay que pasar por ellos necesariamente
–día a día– para salir a la vida por otros lados, habitar de otras mane-
ras. Nos lo recuerdan todas las compañeras y compañeres feministas del
continente: no hay descolonización sin despatriarcalización ni desraciali-
zación de las relaciones sociales. Despatriarcalizar y desracializar requiere
reparar el daño causado por la ontología heteropatriarcal blanco-capi-
talista, practicando políticas en femenino centradas en la reapropiación
El desafío es inmenso: “La economía (“the economy”) está allí donde no está la vida
14
45
Arturo Escobar
Hay que hacer la política del día a día por fuera del Estado: retejer el
tejido comunitario, derrumbar los muros que encapsulan los espacios
15
Ver también Lozano, 2019.
16
Contrariamente a lo que se piensa, los entramados comunitarios indígenas no son
homogéneos, sino plurales; tampoco suprimen las expresiones personales. “Lo comunal
no limita lo individual, lo potencia […] Las tramas comunales dan un piso donde se
sostiene la vida íntima, personal” (Tzul Tzul, 2018: 57), así la organización de la vida, del
trabajo, de la política se haga colectivamente, y todas las familias y personas tenga que
pasar por estas prácticas.
46
El pensamiento en tiempos de pospandemia
Esta lucha es desde el norte del Cauca, no del norte del Cauca. Desde el
pueblo nasa, no del pueblo nasa. Porque es la vida la que está en riesgo con
la explotación de la Tierra al modo capitalista que desequilibró el clima, los
ecosistemas, todo.
17
El destacado me pertenece.
47
Arturo Escobar
18
Hay ya un extenso archivo nasa sobre la Liberación de la Madre Tierra; ver: “Libertad
para la Madre Tierra”, disponible en: <https://liberaciondelamadretierra.org/libertad-para-
la-madre-tierra/>; “El desafío que no da espera”, 28 de mayo de 2010, disponible en:
<http://anterior.nasaacin.org/index.php/category/seccion-impotante/el-desafio-no-da-
espera/>; “Lo que vamos aprendiendo con la liberación de Uma Kiwe”, 19 de enero de
2016, disponible en: <http://pueblosencamino.org/?p=2176>; y Almendra, Vilma (2012,
2 de agosto). “La paz de la Mama Kiwe en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios”,
disponible en: <http://pueblosencamino.org/?p=150>. Ver también: “Libertad y alegría con
Uma Kiwe: Palabra del proceso de liberación de la Madre Tierra”, disponible en: <https://
www.cric-colombia.org/portal/libertad-y-alegria-con-uma-kiwe-palabra-del-proceso-de-
liberacion-de-la-madre-tierra/>.
19
Sobre los eventos más recientes, ver: <https://liberaciondelamadretierra.org/>; escuchar
Vamos al Corte, programa radial del Proceso de Liberación de la Madre Tierra, disponible
en: <https://www.radioteca.net/audio/vamos-al-corte-27-de-abril-de-2020/>.
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El pensamiento en tiempos de pospandemia
Ver: <https://pueblosencamino.org/>.
20
A este respecto, ver el Tejido Global de Alternativas propiciado por varios entramados
21
de colectivos autónomos, entre ellos, Crianza Mutua (Oaxaca), disponible en: <https://
globaltapestryofalternatives.org/es:introduction>.
49
Arturo Escobar
22
Consideremos este elocuente enunciado de Rivera Cusicanqui: “La micropolítica es
un escapar permanente a los mecanismos de la política. Es constituir espacios por fuera
del estado, mantener en ellos un modo de vida alternativo, en acción, sin proyecciones
teleológicas ni aspiraciones al ‘cambio de estructuras’. En este sentido es, nada más ni
nada menos, que una política de subsistencia. Pero también es un ejercicio permanente
y solapado de abrir brechas, de agrietar las esferas molares del capital y del estado. Una
reproducción ampliada, de lo micro a lo macro, que no traicione la autonomía molecular
de estas redes-de-espacios pero que pueda afectar y transformar estructuras más vastas,
sin sumirse a su lógica, es aún una posibilidad no verificada, y por lo tanto un riesgo”
(2018: 142).
23
Expresión utilizada por el arquitecto caleño Harold Martínez en una de las reuniones
del grupo de trabajo sobre diseño de transiciones para el valle geográfico del Río Cauca,
Cali (2019).
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El pensamiento en tiempos de pospandemia
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Arturo Escobar
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El pensamiento en tiempos de pospandemia
Referencias
Leff, Enrique (2014). La apuesta por la vida. México, D. F.: Siglo XXI.
53
Arturo Escobar
Segato, Rita Laura (2016). La guerra contra las mujeres. Madrid: Trafican-
tes de Sueños.
Vaneigem, Raoul (1994). The Movement of the Free Spirit. New York: Zone
Books.
54
El día después1
Gustavo Esteva2
Sin futuro
Perdimos piso bajo los pies.
Nuestro mundo era razonablemente previsible. De pronto, de un día
para otro, desaparecieron las tendencias profundas que nos permitían anti-
cipar el rumbo general y probable de acontecimientos y comportamientos.
No podemos ya prever qué pasará. Estamos ante la incertidumbre radical.
Hay inercias, obsesiones, propensiones y manías. Podemos suponer
con fundamento que una variedad de actores y sectores de la sociedad
persistirán en las líneas de comportamiento que los caracterizan. Pero no
podemos saber cuál será el resultado de sus acciones en lo que sin duda
será una nueva correlación de fuerzas, bajo circunstancias radicalmente
novedosas.
El mundo que experimentaremos después de la pandemia no habrá
cambiado tanto por ella como por condiciones críticas que la precedieron.
Casi nada sabemos del clima que está surgiendo tras el colapso climático.
Menos aún sabemos qué quedará de las instituciones tras el colapso so-
ciopolítico. La pandemia solo acentuó los desafíos de la encrucijada a la
que ya habíamos llegado.
1
Una primera versión de este artículo en Ibero. Revista de la Universidad Iberoamericana,
año XII, núm. 68, junio-julio de 2020.
2
Activista social e intelectual público desprofesionalizado. Columnista en La Jornada,
ha publicado más de cuarenta libros y cientos de ensayos. Colabora en la Universidad de
la Tierra en Oaxaca y en el Centro de Encuentros y Diálogos Interculturales. Vive en un
pequeño pueblo zapoteco en Oaxaca.
55
Gustavo Esteva
Hace ya unos años, Giorgio Agamben nos había advertido que el futuro
ya no tiene futuro. Se lo robaron. El poder financiero habría secuestra-
do “toda la fe y todo el futuro, todo el tiempo y todas las esperanzas”.
Agamben pensaba que la nuestra, una época de poca fe o de mala fe, de
fe sostenida a la fuerza y sin convicción, “es una época sin futuro y sin
esperanza, o de futuros vacíos y falsas esperanzas”.3
La incertidumbre puede ser angustiosa, particularmente para quienes
se han acostumbrado a colgar su vida de algún futuro prometido y pocas
veces se arraigan en el presente. Pero puede ser la oportunidad de regresar
a la realidad y reconocerla. El finado subcomandante Marcos tenía razón
cuando, hace una década, nos advirtió que estábamos en un peculiar mo-
mento histórico en el cual, para poder olfatear el futuro, debíamos lanzar
una mirada al pasado. “La lucha por la liberación –subrayan quienes en
Chile mantienen viva la movilización– saca su fuerza no de la visión del
futuro, sino de la visión del pasado”.4
Muy criticado por sus escritos recientes sobre el coronavirus, que
muchos consideraron un franco despropósito,5 Agamben tiene razón.
Necesitamos arrancar nuestro futuro de las manos de “estos tétricos y
desacreditados seudosacerdotes, banqueros, profesores y funcionarios”.
E insiste:
3
Agamben, Giorgio (2012, 16 de febrero). “Si la feroz religión del dinero devora el
futuro”. La Repubblica. Disponible en: <https://ricerca.repubblica.it/repubblica/archivio/
repubblica/2012/02/16/se-la-feroce-religione-del-denaro-divora.html?refresh_ce>.
4
Evade Chile (2020, 19 de marzo). “Coronavirus: Reporte de Chile”. Comunizar.
Disponible en: <http://comunizar.com.ar/coronavirus-reporte-chile/>.
5
Ver, en particular: “Giorgio Agamben y el nuevo estado de excepción gracias al
coronavirus”. Disponible en: <https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/giorgio-agamben
-nuevo-excepcion-gracias-coronavirus_0_PudxE2ilo.html>; “El derrape de Giorgio
Agamben sobre el coronavirus”. Disponible en: <http://comunizar.com.ar/derrape-gior-
gio-agamben-coronavirus/>.
56
El día después
Riesgo y oportunidad
Como subraya el símbolo chino de crisis, en esta hay riesgo y
oportunidad.
De una parte, se observa ya que las fuerzas más oscuras de la sociedad,
en el mundo entero, utilizan todas sus capacidades y recursos para esta-
blecer un régimen ferozmente autoritario en una “sociedad de control”.
Con los medios electrónicos que se pusieron a prueba con la pandemia
y otros recursos que se han estado experimentando en estos años en
muchas partes del mundo, se creará la posibilidad técnica de someter
a control pensamientos y comportamientos de individuos que han sido
homogeneizados a través de esos mismos medios. Se implementarán ex-
perimentos que los gobiernos no se habían atrevido a poner a prueba:
cerrar universidades y escuelas para que solo haya enseñanza en línea,
por ejemplo, y que “las máquinas sustituyan todo contacto –todo conta-
gio– entre los seres humanos”.7 Ni siquiera Orwell fue capaz de imaginar
6
Evade Chile, óp. cit.
7
“Giorgio Agamben: ‘La epidemia muestra que el estado de excepción se ha convertido en
la condición normal’”. Disponible en: <https://www.lemonde.fr/idees/article/2020/03/24/
giorgio-agamben-l-epidemie-montre-clairement-que-l-etat-d-exception-est-devenu-la-
condition-normale_6034245_3232.html>.
57
Gustavo Esteva
8
Agamben, Giorgio (2020, 7 de abril). “Distanciamiento social”. Artillería Inmanente.
Disponible en: <https://artilleriainmanente.noblogs.org/?p=1399>.
9
Berardi, Franco “Bifo” (2020, 16 de marzo). “Crónica de la psicodeflación”. En Nuestro
Mundo. Disponible en: <http://mundonuestro.mx/index.php/autores/item/2303-franco-
berardi-bifo-cronica-de-la-psicodeflacion>.
58
El día después
59
Gustavo Esteva
El despertar
Hace tiempo lo sabíamos. Acechaban toda suerte de pandemias y
amenazas mucho más graves. Las peores formas del patriarcado se mani-
festaban en sus formas más violentas. El despojo sustituía ya a un modo
de producción que llegaba a su término, y la acumulación sin precedente
de riqueza, en cada vez menos manos, iba paralela al aumento y generali-
zación sin precedente de miseria.
La repentina constatación de las incapacidades y distorsiones del ré-
gimen dominante, de su profunda inmoralidad, ha llegado a las élites.
Un inesperado editorial del diario británico Financial Times exige refor-
mas radicales “que inviertan la dirección política predominante en las
últimas décadas”, porque se trata de “forjar una sociedad que funcione
para todos”. El editorial plantea que “los gobiernos tendrán que aceptar
un papel más activo en la economía”, pero con otro sentido, porque los
apoyos gubernamentales que se han estado dando empeorarán la situa-
ción. “La redistribución tendrá que volver a la agenda”, y salir de ella el
privilegio de los ricos.11 Uno de sus más sólidos defensores entierra así,
con elegancia, el evangelio neoliberal.
Para muchas personas comunes suena cada vez más como lenguaje
vacío esa repentina conciencia de las consecuencias de la trampa neoli-
beral y de la necesidad de escapar de ella con remedios que hasta hace
poco tiempo resultaban anatema, como los keynesianos, lo mismo que
la incansable repetición de dogmas de quienes siguen creyendo que todo
puede volver a ser como antes si se toman las medidas apropiadas. Puesto
que la circunstancia exige a la mayoría recuperar el sentido y los senti-
dos como condición de supervivencia, empieza a cuartearse la mentalidad
que convirtió a las abstracciones en una nueva religión que les atribuía el
carácter de la realidad “real de verdad”.
La nueva mentalidad no llegó a contaminar a todas las personas de
la misma manera, pero empezó a constituir una experiencia común que
transformó a los usuarios de herramientas en meros subsistemas de sis-
temas –al pasar de la máquina de escribir a Word, por ejemplo–. Paso
a paso, se llegó a la aceptación sin reservas de una “conciencia” en que
todas y todos seríamos átomos homogéneos de una “realidad” global.
Perfil (2020, 4 de abril). “Para el Financial Times, ʻse requieren reformas radicales
11
para forjar una sociedad que funcione para todosʼ”. Disponible en: <https://www.perfil.
com/noticias/economia/financial-times-se-requieren-reformas-radicales-para-forjar-una-
sociedad-que-funcione-para-todos.phtml>.
60
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61
Gustavo Esteva
Berry, Wendell (1991, febrero). “Out of Your Car, Off Your Horse. Twenty-seven
12
propositions about global thinking and the sustainability of cities”. The Atlantic.
Disponible en: <https://www.theatlantic.com/magazine/archive/1991/02/out-your-car-
your-horse/309159/>.
62
El día después
63
Gustavo Esteva
La ruptura
La pandemia constituye sin duda un llamado de alerta. Permite ver
muchos aspectos del horror que habíamos llegado a considerar “normal”.
Sin embargo, hasta en las propuestas que parecen más radicales y “progre-
sistas” se mantiene un lenguaje obsoleto y una mirada fuera de lugar. Un
grupo de prominentes intelectuales españoles, por ejemplo, criticó con
sobradas razones la “Carta al G20” firmada por un grupo destacado de “lí-
deres mundiales para dar una respuesta global a la crisis del coronavirus”.
En su pronunciamiento, “¿Carta al G20? Más de lo mismo, no”, recha-
zan que se propongan de nuevo recetas como las de 2008, cuando hace
falta algo enteramente diferente. Sin embargo, formulan su planteamiento
“diferente” con múltiples lugares comunes, usando todos los términos
que denunció Illich, y terminan invocando un fantasma: una “conciencia
global de la ciudadanía mundial”, que podrá “presencialmente o en el
ciberespacio, manifestarse sin cortapisas” para imponer “la fuerza de la
razón y no la razón de la fuerza”.14 No parecen darse cuenta del universa-
lismo colonial desde el cual formulan sus prescripciones.
13
David Cayley es un analista y periodista canadiense que, a lo largo de los últimos treinta
años, ha consagrado su vida a estudiar el pensamiento de Iván Illich y compartirlo. Ha
publicado dos libros sobre sus conversaciones con él y pronto publicará su biografía. Acaba
de publicar un texto peculiar: “Questions about the current pandemic from the point of
view of Ivan Illich”, que resulta muy útil para este análisis. Disponible en: <https://www.
quodlibet.it/david-cayley-questions-about-the-current-pandemic-from-the-point>.
14
Mayor Zaragoza, Federico (2020, 10 de abril). “Carta al G20: más de lo mismo,
no”. eldiario.es. Disponible en: <https://www.eldiario.es/tribunaabierta/Carta-G20-
mismo_6_1015308473.html>.
64
El día después
65
Gustavo Esteva
en: <https://hackeocultural.org/wp-content/uploads/2020/04/HackearLaPandemia-1.1-
HackeoCultural.pdf>.
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El día después
Referencias
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Hackear la pandemia. Estrategias
narrativas en tiempos de COVID-191
Hackeo Cultural
1
Este documento, desarrollado por un conjunto de narradores, cuentacuentos, artistas,
comunicadores, radialistas, periodistas, hackers culturales, es parte de un ejercicio de
síntesis y sistematización de las narrativas dominantes que se han reproducido en tiempos
de pandemia, pero también de las reflexiones, discusiones y alternativas que se han
desarrollado para contrarrestar los mensajes impuestos por la narrativa hegemónica.
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Hackeo Cultural
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Hackear la pandemia
La narrativa hegemónica
1. Invisibiliza las razones estructurales de la crisis. Promueve la idea de
que este virus “no discrimina”, “es una amenaza para todas las perso-
nas” del planeta y “es la causa” del sufrimiento que estamos por vivir.
Invisibiliza que los impactos económicos y demográficos dependen de vul-
nerabilidades preexistentes del sistema: el “desarrollo del primer mundo”
a partir de la explotación colonial, cuarenta años de políticas neoliberales,
cincuenta años en donde la expansión del capital ha extinguido el 60 %
de la biodiversidad en el planeta, el desmantelamiento de los sistemas de
salud y seguridad social, la sobrecarga de los cuidados de los enfermos en
las mujeres, las enfermedades crónicas debido a un modelo industrial de
alimentación, el envenenamiento del agua y el aire, la privatización del
agua que tiene al 40 % de la población mundial sin posibilidad siquiera de
beber o lavarse las manos. En enero de este año, 2153 ricos concentran la
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Hackeo Cultural
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Hackear la pandemia
planeta. Este “enemigo invisible” es una metáfora que sirve para forta-
lecer los discursos nacionalistas-totalitarios, cierre de fronteras para las
personas, promueve la economía de guerra en donde se generan fondos
billonarios para “hacer frente a las consecuencias” de la pandemia.
5. Justifica la militarización. En algunos territorios en donde la milita-
rización viene sucediendo desde hace años, la narrativa de la pandemia
ha justificado el despliegue de tropas en comunidades con conflictos his-
tóricos de tierras, megaproyectos, extractivismo, privatización. En otros
países, fortalece el poder político-económico de las estructuras militares
que administran o “resguardan” las instituciones. Pero no hay que perder
de vista que no es exclusivo del sur global, en Europa se han desplegado
decenas de miles de soldados –entre ellos, estadounidenses–. Conforme
van pasando las semanas y los Estados nación occidentales demuestran
su inoperancia, comienzan a crecer las inconformidades, los llamados a
desobediencia, el enojo que posiblemente desemboque en movilización
social masiva alrededor del mundo. Y la historia demuestra que los ejérci-
tos no son para proteger al pueblo.
6. Impera un discurso economicista. En un sistema donde el imperativo
es el crecimiento económico por encima de la vida, una de las narrativas
más presentes son los “efectos” de la pandemia sobre las economías na-
cionales y globales. Por un lado, empresas y gobiernos que han decidido
priorizar la salud de la economía por encima de la salud de las personas,
también el anuncio de la recesión global y una serie de medidas de res-
cate económico drásticas que implican exenciones fiscales, el rescate de
bancos, transnacionales y empresas privadas “por el bien de todos”. La
metáfora de la economía convaleciente invisibiliza que el sistema econó-
mico es la enfermedad: el crecimiento infinito en un planeta finito.
7. Promueve un distanciamiento individualista. Ha recaído la responsa-
bilidad de la expansión de la pandemia en el individuo, la narrativa de
“quédate en casa” y la “sana distancia” corre el riesgo de transformar a
toda persona en un posible contagioso y todo contacto humano en un
posible riesgo. Esto exacerba el individualismo y fortalece la otredad. El
efecto de esta narrativa en lo inmediato es ensanchar las diferencias socia-
les: aquellos que no tienen el privilegio de aislarse serán culpados cuando
enfermen, aquellos que se enfermaron serán estigmatizados. Cada vez
más, esos otros serán quienes ya están en circunstancias de desigualdad.
Elegir entre las vidas de los abuelos o las nuestras, elegir entre nuestra
vida o la del vecino. La pandemia cierra la vida cotidiana, intensificando
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Hackeo Cultural
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Hackear la pandemia
Hackeo cultural2
1. La desigualdad es la pandemia - hackear los sistemas de opresión. Los
sistemas de opresión –patriarcado, colonialismo, capitalismo, racismo–
son causas de los efectos de la pandemia. En la narrativa hegemónica se
produce un monocultivo de historias sobre el “blanco del norte global”
o del “clasemediero urbano”. Hacemos un llamado a crear narrativas que
no invisibilicen, victimicen y precaricen más a la diversidad de personas
y territorios: se puede narrar desde la dignidad. Convocamos a mostrar
las constelaciones de historias en medio de la pandemia. Es importante
hacer visibles los sistemas de opresión, pero, sobre todo, las alternativas
que florecen en medio de la emergencia.
Los movimientos de mujeres organizadas tejen redes de solidaridad y
cuidado mutuo, narrativas rebeldes que rompen las estructuras de des-
igualdad en un momento donde el confinamiento exacerba las violencias
machistas. Comunidades indígenas comparten medicinas, prácticas agrí-
colas y cuidados de la tierra, narrativas de resiliencia y capacidad sanadora
para un planeta herido.
2. La comunidad es territorio de lucha - hackear el hogar. Otra estrategia
narrativa es reflexionar y accionar desde espacios que resuenen con la
localidad, con la vida cotidiana, que reafirmen que los saberes locales
son legítimos. Sabemos que tanto la pandemia como la recesión tendrán
efectos en el día a día: enfermedad, escasez de agua, hambre, aumento de
canasta básica, endeudamiento, aumento en costos de transporte, cortes
de servicios, desempleo. En esta crisis, el hogar se ha convertido en el
primer territorio a defender (es allí también donde muchas violencias del
patriarcado y el capital se hacen evidentes).
2
Hackeo cultural: hacer de lo radical un sentido común. Narrativas insurrectas de código
abierto. Defender la vida y el territorio; desarticular los sistemas de opresión un meme a
la vez. Viva la cultura libre.
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Hackear la pandemia
• Alternativas de salud
• Alternativas de vivienda
• Alternativas de gestión y distribución del agua
• Alternativas de producción y distribución de alimentos
• Alternativas de soberanía energética y energías renovables de gestión
comunitaria
• Sistemas económicos basados en solidaridad
• Sistemas de autogobierno y autonomías locales
• Luchas en defensa de la vida y los territorios
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Hackear la pandemia
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Hackeo Cultural
como hacia otros humanos. El mundo fue creado alrededor de él, la mujer
de su costilla; por lo tanto, todo existe para su beneficio. Qué pasa cuando
a esta metáfora le aplicamos las preguntas ¿es bueno para la persona?, ¿es
bueno para la comunidad?, ¿es bueno para el planeta?
El hecho de que el antropocentrismo sea una narrativa dominante no
quiere decir que sea la única: existen otras formas de ser y existir, otros
mundos, otras epistemologías. Sin romantizar ni homogeneizar las me-
táforas de otras culturas, vemos que diversos pueblos –que Occidente
nombró como “indios”– han existido y coexistido con sus territorios por
miles de años. No es casualidad que el 80 % de la biodiversidad del plane-
ta se encuentre resguardado en territorios “indígenas”.
La cosmología del pueblo k’iche’, uno de los pueblos mayas que habi-
tan en Mesoamérica, entiende al universo como un cuerpo vivo: en lo ejes
cardinales están el sol, el agua, la tierra y el aire; en el centro no está el
hombre, están el corazón del cielo y el corazón de la tierra. En el territorio
llamado Guatemala, el pueblo de Totonicapán cumple doscientos años de
haber recuperado sus bosques de la corona española; el cuidado comuni-
tario de su territorio permite el nacimiento del agua que irriga gran parte
del país. Como este, existen miles de pueblos con metáforas en donde las
personas son parte de un sistema vivo e interdependiente. Son los pueblos
que durante la pandemia siguen defendiendo la vida. ¿Qué nos dice eso
sobre su forma de entender el mundo, sobre su forma de organizar y re-
producir la vida? ¿Qué podemos aprender de aquelles que pueden existir
sin destruir? ¿Qué responsabilidades podemos asumir con elles?
10. Futuros ancestrales - hackear el fin del mundo. Los pueblos “indíge-
nas” son quienes han vivido bajo asedio y bajo las violencias más terribles
en los últimos quinientos años, muchos fueron erradicados con epide-
mias inducidas por los colonizadores; su vida, lengua, formas de ser y
existir han intentado ser desaparecidas por la cultura dominante que hoy
está colapsando.
Parte de los aprendizajes que nos legaron las culturas que nos prece-
dieron y que siguen aquí (quizás seguirán existiendo cuando todo esto “se
acabe”) es que han aprendido las lecciones de otros finales de los mun-
dos, anteriores a este. Esos saberes informan la relación presente entre las
personas, los territorios y el tiempo. Hay cosmovisiones que no conciben
un presente sin pasado ni futuro, en donde los que ya transitaron estas
tierras, los que las habitan y las generaciones que están por venir son en
un mismo tiempo, un tiempo que no está fragmentado: un tiempo cíclico.
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Hackear la pandemia
La pandemia reproduce una de las lógicas más terribles: nos dicen que
llegará un momento en el que tengamos que elegir entre los viejos y los
jóvenes. ¿Qué sería de un mundo así? Hoy más que nunca es necesario
crear espacios de intercambio entre las abuelas, abuelos y aquelles que
vamos a heredar sus saberes. Parte de las estrategias más efectivas para
dislocar la narrativa del fin del mundo es quitar el velo de miedo que
nos impide ver otros horizontes. ¿Cuánto tiempo más vamos a mantener
a este sistema antivida? ¿Después del mundo como lo conocemos, qué
sigue? ¿Cómo hacemos puentes entre los saberes ancestrales y las espe-
ranzas del futuro por venir?
Pie de página
Las historias le dan forma al mundo. Creemos que el trabajo de tejer
relatos puede ayudar a crear los nuevos sentidos comunes que emergen
en estos momentos de crisis, donde se disputa la lógica de la vida cotidia-
na pero también los significados de nuestra existencia misma.
La intención de estas reflexiones es que se puedan compartir con aque-
lles que lo encuentren útil en su trabajo como narradores, no intentan
ser verdades ni adoctrinar a nadie. Tomen lo que les sirva y cuestionen
lo que no resuene. Hay datos y referencias textuales que hemos decidido
no citar, puedes usar buscadores en línea –de preferencia, que no minen
tus datos– para ubicarlos fácilmente. Ninguna idea es nuestra; pueden
compartirlas libremente, copypastearlas, malinterpretarlas, remezclarlas o
proponernos cambios o adiciones.
81
Constelación emplumada. De la serie #40rentenagrafica.
Adolfo Albán Achinte. Técnica lapicero sobre libreta de apuntes.
Pandemia, miedos y esperanzas. Pensar por
fuera de la normalidad (de la crisis)
1
Profesor titular de la Universidad del Cauca, Colombia. Investigador asociado y par
evaluador de Minciencias, Colombia. E-mail: [email protected]; olverquijano@
gmail.com; http://olverquijanov.jimdo.com/
85
Olver Quijano Valencia
2
Baschet, Jérôme (2020, 31 de marzo). “COVID-19: el siglo XXI empieza ahora”. Revista
Herramienta. Disponible en: <https://herramienta.com.ar/articulo.php?id=3180>.
3
Ibídem.
86
Pandemia, miedos y esperanzas
87
Olver Quijano Valencia
4
Zibechi, Raúl, “Luchas populares y crisis”. Conversatorio Territorios del Saber. Maestría
en Estudios Interdisciplinarios del Desarrollo, Universidad del Cauca. 24 de abril de 2020.
88
Pandemia, miedos y esperanzas
5
García Canclini, Nestor (2020, 10 de abril). “Políticas de la pandemia. ¿Llegará el
coronavirus a aplastar las demás luchas en curso?”. Revista Ñ. Disponible en: <https://
www.clarin.com/revista-enie/-revolucion-mundial-_0_4pX-ZaJL7.html>.
89
Olver Quijano Valencia
en las calles, pero sobre todo se dará en las cocinas, donde están el fuego
y los dones de la tierra, el agua y la conversación, el afecto y la memoria”.6
El pánico se ha apoderado del sistema financiero global y de muchos
gobiernos que, en defensa del capital, aplazan o suspenden las medidas
frente a la pandemia, y que exponen no solo a sus ciudadanos, sino al
mundo, a una mayor profundización del contagio y a la muerte. La defen-
sa de los mercados y la subvaloración de la vida muestran la mezquindad
y el cinismo de Estados, gobiernos hegemónicos y sectores empresariales
en un acto de torpeza y ceguera muy cercano a la imbecilidad.
Varias décadas de innumerables, agresivas e inconvenientes priva-
tizaciones de sectores estratégicos estatales y públicos, de una fe ciega
en el mercado, en la economía hegemónica y su “sistema de creencias”
dan cuenta del estruendoso fracaso de esta apuesta por desmantelar el
Estado y debilitar políticas sociales, redistribucionistas y hasta asistencia-
les. Empresarios, industriales, mercaderes, comerciantes, especuladores,
financieros, agiotistas bancarios, gremios económicos, etc., insolidarios
tal vez por naturaleza y desconfiados de las fuerzas del mercado y del
espíritu santo económico –la mano invisible–, en este contexto excepcio-
nal, dejan ver su incapacidad o tal vez su mezquindad, reclamando, ahora
sí, robustas y contundentes intervenciones estatales y gubernamentales
para salvar no tanto la vida, sino las dinámicas del capital, los negocios,
la banca, las inversiones y hasta las prácticas corporativas extractivas e
invasivas, pues “en crisis, es el Estado el que salva, no el mercado”.7 Este
cinismo y esta doble moral, tanto del sistema neoliberal como de capita-
listas posicionados y de capitalistas sin capital, continúan moviéndose
en medio de los negocios pandémicos, de la usurpación empresarial de
recursos estatales y de sus complicidades con la corrupción institucio-
nal, del empoderamiento de gigantes del mercado mundial, como Google,
Amazon, Apple y Facebook, entre otros.
Este corporativismo neoliberal antipúblico y antiestatal, amigo siem-
pre de la flexibilización laboral y de la naturalización de la precariedad,
sigue en esta coyuntura jugando su mejor carta: despidos, adelanto de
vacaciones, suspensión y terminación de contratos, reducción de salarios,
cesación de pagos, entre otras medidas. No obstante, apela al Estado para
6
Ospina, William (2017, 18 de noviembre). “Pedir lo imposible”. El Espectador. Disponible
en: <https://www.elespectador.com/opinion/pedir-lo-imposible-columna-723821>.
7
Ramonet, Ignacio (2020, 29 de abril). “Coronavirus: La pandemia y el sistema-mundo”.
Página 12. Disponible en: <https://www.pagina12.com.ar/262989-coronavirus-la-
pandemia-y-el-sistema-mundo>.
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Pandemia, miedos y esperanzas
8
Ospina, William (2020, 14 de marzo). “Coronavirus: del miedo a la esperanza”. El
Espectador. Disponible en: <https://www.elespectador.com/coronavirus/coronavirus-del-
miedo-la-esperanza-por-william-ospina-articulo-909303>.
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93
Olver Quijano Valencia
Ibídem.
10
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Pandemia, miedos y esperanzas
estables, dignos, formales y con salarios justos tendrá que formar parte de
la agenda pos-COVID, con el propósito de que el trapo rojo, hoy presente
a modo de auxilio en las casas de quienes padecen hambre por el confi-
namiento, no se convierta en la nueva bandera nacional de países como
Colombia.
Hemos regresado a casa quienes tenemos tal posibilidad; cada día de
confinamiento nos va dejando las más grandes y mejores lecciones. Por
ejemplo, vamos verificando la inutilidad de muchas cosas y, sobre todo,
de lo suntuoso. Vamos reivindicando el valor de la familia como reserva y
gran patrimonio; la solidaridad y el cariño de quienes nos acompañan; la
generosidad de los más jodidos y la avaricia y el egoísmo de los podero-
sos; la alegría e inteligencia de nuestros niños; la maravilla de la comida
en casa, siempre caliente y cargada de cariño; el valor de la agricultu-
ra y la inutilidad de la minería; la pertinencia de una llamada y de un
mensaje crudo pero esperanzador; así como las enormes contribuciones
de la agricultura y la intrascendencia de los futbolistas. También vamos
extrañando las buenas conversaciones, los abrazos, los afectos, las ca-
minadas y los buenos cafés. Ya vamos distinguiendo lo que realmente
era y es importante, así como el carácter accesorial de casi todo lo que
hasta ayer era indispensable. Hemos constatado cómo en esta coyuntura
los saberes no rentables son los más indispensables. Vamos desnudando
igualmente la perversidad del sistema económico, la mezquindad del sec-
tor privado –que hasta hoy solo muestra su irresponsabilidad social–, la
frivolidad del mundo del espectáculo y su inutilidad, el “encierro” como
negocio corporativo, así como la incapacidad, torpeza e imbecilidad de
muchos gobernantes. Es evidente también la insensibilidad y la falta de
imaginación de autoridades y gobiernos en el afán por continuar con la
actividad educativa, lo que demuestra una vez más que la escuela fracasó
y que tanto la incompetencia como la insensibilidad institucional siguen
ganando la batalla. En tiempos de crisis, también imaginar, crear, leer
el contexto y la coyuntura, y, sobre todo, estrenar el cerebro son tareas
inevitables.
A pesar del predominio de la narrativa y la práctica individualista y
poco relacional, del paulatino desmoronamiento de la dimensión social,
de la creciente pandemia de la insolidaridad en esta neoliberalización de
la vida, son múltiples e innumerables las manifestaciones de generosidad
y fraternidad en todos los rincones del planeta, que alimentan la espe-
ranza de una sociedad pos-COVID distinta. La reactivación de trueques
rurales y urbanos; los mercados locales solidarios antiespeculación y
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96
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12
Baptiste, Brigitte (2020, 15 de abril). “Hay que aplanar la curva de nosotros como
plaga”. Revista Semana. Entrevista disponible en: <https://www.semana.com/semana-tv/
semana-en-vivo/articulo/hay-que-aplanar-la-curva-de-nosotros-como-plaga-brigitte-
baptiste/663768>.
13
Hildebrandt, César (2020, 27 de abril). “El lado Bueno del coronavirus”. Reina de la
Selva. Disponible en: <https://www.reinadelaselva.pe/noticias/9417/el-lado-bueno-del-
coronavirus>.
97
Olver Quijano Valencia
Referencias
98
Aprendiendo de saberes y haceres.
Los Nadies en tiempo de pandemia
Catalina Toro Pérez1
1
Profesora en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de
Colombia. Coordinadora del Grupo de Trabajo Ecología(s) Política(s) desde el Sur/
Abya-Yala, CLACSO.
99
Catalina Toro Pérez
2
Sisbén 1 y 2 es el puntaje que califica al nivel más bajo de ingresos de la población
colombiana en el área urbana y rural, con el fin de focalizar subsidios.
100
Aprendiendo de saberes y haceres
3
Boff, Leonardo (2020, 19 de abril). “El cuidado es parte de la naturaleza del ser
humano”. Pressenza. Disponible en: <https://www.pressenza.com/es/2020/04/leonardo-
boff-el-cuidado-es-parte-de-la-naturaleza-del-ser-humano/>.
4
Expresión del filósofo Jean Paul Sartre.
101
Catalina Toro Pérez
sabroso y en armonía / con todos los seres de la vida; / nuestra lucha por un
planeta / donde quepan todos los seres.5
5
Proceso de Liberación de la Madre Tierra (2020, 24 de abril). “Tercera Marcha de la
Comida: tres toneladas de afecto para comunidades de Agua Blanca en Cali”. Disponible
en: <https://liberaciondelamadretierra.org/tercera-marcha-de-la-comida-tres-toneladas-
de-afecto-para-comunidades-de-agua-blanca-en-cali/>.
6
Valbuena, Juan Francisco (2020, 24 de abril). “En San Andrés, la pandemia nos ha
golpeado mucho en lo económico”. El Tiempo. Disponible en: <https://www.eltiempo.
com/politica/congreso/coronavirus-en-colombia-la-dificil-situacion-que-enfrenta-san-
andres-en-medio-de-la-pandemia-487506>.
7
Semana Sostenible (2020, 18 de marzo). “‘Coronavirus no debe nombrarse más’: el
llamado de las indígenas de la Sierra Nevada”. Disponible en: <https://sostenibilidad.
semana.com/impacto/articulo/coronavirus-no-debe-nombrarse-mas-el-llamado-de-los-
indigenas-de-la-sierra-nevada/49019>.
102
Aprendiendo de saberes y haceres
8
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (2020, 5 de mayo). “Convocatoria por el derecho
a la alimentación”. Disponible en: <https://www.justiciaypazcolombia.com/convocatoria-
la-alimentacion-de-todos-los-colombianos-y-colombianas-esta-en-las-manos-de-los-
campesinos-y-campesinas-de-colombia/>.
103
Catalina Toro Pérez
9
Proceso de liberación de la Madre Tierra, óp. cit.
10
Pancarta que llevan las chivas de los indígenas nasa que llevan comida para
los barrios populares en Cali, el 23 de marzo de 2020. Disponible en: <https://
liberaciondelamadretierra.org/como-nos-fue-en-la-marcha-de-la-comida/>.
104
Aprendiendo de saberes y haceres
105
Catalina Toro Pérez
106
Aprendiendo de saberes y haceres
107
Catalina Toro Pérez
108
Aprendiendo de saberes y haceres
109
Catalina Toro Pérez
110
Aprendiendo de saberes y haceres
Roberto Juarroz
111
Catalina Toro Pérez
Referencias
Fuentes secundarias
De Sousa Santos, Boaventura (2011). “Epistemologías del Sur”. Utopía y
Praxis Latinoamericana, vol. 16, núm. 54, 17-39.
112
Aprendiendo de saberes y haceres
Fuentes primarias
Boff, Leonardo (2020, 19 de abril). “El cuidado es parte de la naturaleza
del ser humano”. PRESSENZA - Agencia Internacional de Noticias.
Disponible en: https://www.pressenza.com/es/2020/04/leonardo-bo-
ff-el-cuidado-es-parte-de-la-naturaleza-del-ser-humano/
113
Premonición vespertina. De la serie #40rentenagrafica.
Adolfo Albán Achinte. Técnica lapicero sobre libreta de apuntes.
A cada quien su virus. La pregunta por la
vida y el porvenir de una democracia viral1
Enrique Leff
1
La versión original del presente ensayo fue publicada en HALAC - Historia Ambiental
Latinoamericana y Caribeña, revista de la Sociedad Latinoamericana y Caribeña de
Historia Ambiental (SOLCHA), el 22 de abril de 2020.
117
Enrique Leff
118
A cada quien su virus
119
Enrique Leff
la vida invadida por la ley férrea del mercado; estas leyes que deciden los
destinos de la vida, pero que no están al alcance de la mano, que son in-
visibles a la mirada del ser humano, aun cuando tenga una visión 20/20.
En eso estábamos cuando despertó de su largo sueño el COVID-19 y co-
menzó a invadir los cuerpos humanos. Si a simple vista no alcanzamos a
ver al virus de dimensiones submicroscópicas, la mirada prospectiva de la
ciencia, las funciones preventivas de los organismos internacionales y las
políticas públicas de los gobiernos nacionales fueron incapaces de prepa-
rar condiciones precautorias, a pesar de que un acontecimiento de esta
“naturaleza” fuera previsto por el presidente Bush allá en el 2005, luego
de la epidemia de SARS del 2003; y de que el magnate Bill Gates tratara
de poner en guardia al mundo luego del MERS del 2015. Ante la mirada
cegada de la humanidad, un minúsculo organismo precelular ha venido a
desquiciar al mundo, a poner en jaque mate a la vida humana.
La visión desde la razón instaurada no solo es miope: su estrabismo
nace de su dificultad de distinguir la vida cuando su mirada está enfocada
hacia la economía, cuando tiene en la mira la ganancia como la razón
de fuerza mayor de su existencia. La ecuación entre la economía y la
vida no la resuelve algoritmo alguno, tampoco los mecanismos ciegos
del mercado. Contamos con la vida y cantamos a la vida. Si la pulsión
de vida es desmesura, la vida no se deja acotar por medida alguna. Más
allá de resolverse las contradicciones entre la economía y la vida como el
anverso y reverso de la existencia humana empalmadas en una banda de
Moebius, el mundo se ahoga y ahorca en un nudo gordiano del logos y el
inconsciente; se pierde en los callejones sin salida de los laberintos de la
vida, en el que se ha extraviado la razón y se ha alienado la vida. El virus
ha penetrado el cuerpo humano por los ojos con los que vemos, la nariz
por la que respiramos y la boca por la que nos alimentamos, hasta ahogar
nuestros pulmones. Pero no podemos culpar a la naturaleza por haberle
abierto el acceso al virus a la vida humana. Como en Ensayo sobre la ce-
guera de Saramago, la mejor metáfora de la historia de las pandemias que
amenazan la vida, el COVID-19 declara que la naturaleza no es culpable.
Habrá que cuestionar a la psique humana por su ceguera de la vida.
En la historia reciente de las epidemias y pandemias, la reacción de la
humanidad ha sido detener su expansión, generar anticuerpos, inventar
una vacuna que inmunice a la población, y resolver así la inmediatez de
la crisis sanitaria. Pero nos hemos preguntado ¿qué es un virus? ¿Cómo
es que, siendo parte de la evolución de la vida, se convierte en un agente
mortífero que ataca y destruye la vida humana? ¿Cuál es su función en la
120
A cada quien su virus
2
Hasta 2014 se habían descubierto 2827 especies de virus, estimando que aún quedan 320
mil por descubrir. Hacia noviembre de 2017, el National Health Institute había publicado
las secuencias genómicas completas de 7454 virus diferentes.
3
“El problema principal es que nunca se han detectado fósiles de virus. De manera
que es difícil especular sus orígenes exactos. Estas partículas son demasiado pequeñas
y demasiado frágiles para el proceso de fosilización, o incluso para la preservación de las
secuencias de ácidos nucleicos en tejidos de hojas o insectos en ámbar” (Mandal, Ananya,
“Virus origins”. Disponible en: <https://www.news-medical.net/health/Virus-Origins.
aspx>).
4
“El origen de los virus en la historia evolutiva de la vida no es claro: algunos pueden haber
evolucionado de plásmidos –piezas de ADN que se mueven entre las células–, mientras que
otros pueden haber evolucionado de bacterias. Los virus pueden ser medios importantes
de la transferencia genética horizontal, que incrementa la diversidad genética de manera
análoga a la reproducción sexual. Los virus son considerados por algunos biólogos como
formas de vida, ya que acarrean material genético, se reproducen y evolucionan a través de
selección natural, aunque carecen de características esenciales, como la estructura celular
que generalmente es considerada necesaria para contar como vida. Ya que no cuentan con
todas esas cualidades, los virus han sido descritos como “organismos al borde de la vida”
y como replicadores de la vida. Las secuencias celulares ayudan a entender la evolución
de los virus a lo largo de los siglos. Por ejemplo, los geminivirus son un grupo diverso de
121
Enrique Leff
Hasta el día de hoy, no existe una clara explicación sobre los orígenes
de los virus. Los virus pueden haber surgido de elementos genéticos mó-
viles que adquirieron la habilidad de moverse entre las células. Pueden ser
descendientes de organismos vivos previos que adaptaron una estrategia de
replicación parasitaria. Quizá los virus existían desde antes, y llevaron a la
evolución de la vida celular. (Wessner, 2010)
virus, y cada subtipo tiene diferentes genes y componentes genómicos. Sin embargo, las
diferencias pueden rastrearse hacia un origen común cuando se considera la diversidad
geográfica y la divergencia genética de los agentes o huéspedes portadores de los virus”
(Ibídem).
5
Mandal, Ananya, ibídem.
6
El primer virus sintético fue creado en 2002. Aunque, en realidad, lo que se sintetiza
no es el virus, sino el genoma de su ADN (en el caso de virus de DNA) o una copia de
su genoma (en el caso de virus ARN). Para muchas familias de virus, el DNA o RNA
sintéticos, una vez convertidos enzimáticamente de la copia sintética cDNA, es infeccioso
al introducirse a una célula. Es decir que contiene toda la información necesaria para
producir nuevos virus. Esta tecnología está siendo usada para investigar nuevas vacunas.
Para noviembre de 2017, fueron ya publicadas las secuencias genómicas completas de
7454 diferentes virus, en la base de datos del National Institutes of Health.
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124
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7
En un nuevo estudio publicado en el último número de la revista Nature Communications.
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8
“Los virus de la influenza cambian constantemente; de hecho, todos los virus de la
influenza sufren cambios genéticos con el tiempo. El genoma de un virus de la influenza
consta de todos los genes que conforman el virus. La secuenciación de genomas revela la
secuencia de los nucleótidos en un gen, al igual que las letras del alfabeto en las palabras.
Los nucleótidos son moléculas orgánicas que forman el bloque estructural de los ácidos
nucleicos, como ARN o ADN. Todos los virus de la influenza constan del ARN de cadena
simple, a diferencia del ADN de cadena doble. Los genes del ARN de los virus de la influenza
están constituidos por cadenas de nucleótidos que están unidas entre sí y cifradas por las
letras A, C, G y U (adenina, citosina, guanina y uracilo, respectivamente). La comparación
de la composición de nucleótidos en el gen de un virus con el orden de los nucleótidos de
otro gen puede demostrar ciertas variaciones entre los dos virus. Las variaciones genéticas
son importantes porque pueden incidir en la estructura de las proteínas superficiales del
virus de la influenza. Las proteínas están formadas por secuencias de aminoácidos. La
sustitución de un aminoácido por otro puede afectar las características de un virus, como,
por ejemplo, cuán bien se propaga un virus entre las personas y cuán susceptible es el
virus a los medicamentos antivirales o a las vacunas actuales. Los virus de la influenza
A y B, los principales virus de la influenza que infectan a las personas, son virus del tipo
RNA que cuentan con ocho segmentos de genes. Estos genes contienen ‘instrucciones’
para fabricar virus nuevos; un virus de la influenza utiliza estas instrucciones después de
infectar una célula humana para engañarla, de modo que comience a fabricar más virus
de la influenza y así diseminar la infección. La secuenciación de genomas es un proceso
que determina el orden o la secuencia de los nucleótidos (por ejemplo, A, C, G y U) en
cada uno de los genes presentes en el genoma del virus. La secuenciación completa del
genoma puede revelar la secuencia de alrededor de 13 500 letras de todos los genes del
genoma del virus. Cada año, los CDC realizan la secuenciación completa del genoma de
alrededor de 7000 virus de la influenza de muestras clínicas originales tomadas a través de
la vigilancia virológica. Un genoma del virus de influenza A o B contiene ocho segmentos
de genes que codifican, es decir, determinan la estructura y las características de las 12
proteínas del virus, incluidas las dos proteínas superficiales principales: la hemaglutinina
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10
Observatorio de la Crisis (2020, 5 de abril). “Entrevista a John Bellamy Foster: ‘El
capitalismo ha fracasado. La disyuntiva es la ruina o la revolución’”. Kaosenlared.
Disponible en: <https://kaosenlared.net/entrevista-a-bellamy-foster-el-capitalismo-ha-
fracasado-la-disyuntiva-es-la-ruina-o-la-revolucion/>.
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11
Maristella Svampa y Enrique Viale están proponiendo un green new deal fundado en
los cinco ejes de un pacto ecosocial y económico: un ingreso universal ciudadano, una
reforma tributaria progresiva, la suspensión del pago de la deuda externa, un sistema
nacional de cuidados y una apuesta radical a la transición socioecológica (“Nuestro Green
New Deal” en Anfibia online). Disponible en: <http://revistaanfibia.com/ensayo/green-
new-deal/>.
12
Para reducir este dilema, ante la incertidumbre económica y la erradicación del virus,
se propone establecer un sistema robusto de pruebas de diagnóstico, para poder vigilar
y actuar prontamente en caso de que la epidemia regrese una vez abierta la economía.
Otra alternativa, aunque de menor probabilidad, es que se encuentre alguna medicina que
reduzca o elimine la mortalidad, con lo cual la confianza del consumidor podría revertirse
abruptamente.
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13
La plaga de Atenas emergió durante la guerra del Peloponeso hacia el año 430 a. C.
Fue posiblemente el virus de la fiebre tifoidea el que mató a la cuarta parte de las tropas
atenienses y a una cuarta parte de la población a lo largo de cuatro años. Pericles pereció
a causa del virus. Aristóteles lo sobrevivió y pensó su consecuencia en la forma lógica de
la premisa del silogismo “Todos los hombres son mortales”.
131
Enrique Leff
Se traduce como “perorar” lo que Lacan escribe en el texto original como “laïusser”,
14
derivado de laïus, “discurso” (en la jerga de las escuelas), y que remite a Layo, padre de
Edipo. El tiempo de “perorar” sería el tiempo de analizar su impulso edípico y su acto
parricida.
132
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“Hackear la pandemia. Estrategias narrativas en tiempos del COVID-19” (en este libro).
15
133
Enrique Leff
¿De qué manera los virus, como portadores de la muerte, pero también
como agentes de la voluntad divina ante los excesos de la humanidad ante
la naturaleza y de libertad de un pueblo ante el sojuzgamiento de la tira-
nía del poder soberano, desde los tiempos ancestrales de la civilización
humana, podrían hoy, en la manifestación global y letal del COVID-19,
más allá de ser emisarios de una fatalidad, anunciar los nuevos tiempos
por venir? La crisis sistémica llama a recomprender la vida, trascendiendo
los paradigmas de la razón económica, científica e instrumental. Estos
enigmas y dilemas de la vida se manifiestan en la dificultad para esta-
blecer un código de justicia epidemiológica y ambiental que no esté ya
contaminado por una razón que dicte el juicio y la medida justa del de-
recho a la vida.
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16
El triaje es hoy un protocolo de intervención y método de selección y clasificación de
pacientes, empleado en la medicina de emergencia y desastres. Evalúa las prioridades de
atención, privilegiando la posibilidad de supervivencia de acuerdo con las necesidades
terapéuticas y los recursos disponibles.
17
La peste negra se extendió hasta el Mediterráneo y Europa occidental hacia 1348,
posiblemente llevada por mercaderes italianos que huían de la guerra de Crimea. Mató
a 20 millones de europeos en seis años, una cuarta parte de la población total y hasta la
mitad en las zonas urbanas más afectadas. Fue una nueva irrupción de la peste bubónica,
cuya primera manifestación registrada fue la llamada plaga de Justiniano en el año 541,
que inició en Egipto y llegó a Constantinopla, matando a diez mil personas por día en
sus momentos más activos, según relata Procopio de Cesárea en su Historia de las guerras
persas, y quizá a un 40 % de los habitantes de la ciudad, diezmando a la cuarta parte de
135
Enrique Leff
los habitantes del Mediterráneo oriental. La peste negra asoló otra vez Europa en 1664,
llevada por marinos que desembarcaban sus mercaderías de Turquía en Holanda, y luego
se expandió por todo el continente. Hoy se sabe que la peste negra es el bacilo llamado
Yersinia, por su descubridor Alexander Yersin. La gripe española, que transcurrió entre
1918 y 1919, fue una pandemia de categoría 5 provocada por un virus de la gripe A
inusualmente grave y mortal. Muchas víctimas eran adultos jóvenes sanos: los soldados
que fueron a la Primera Guerra Mundial. La enfermedad fue reportada por primera vez el
4 de marzo de 1918, en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos, aunque en el otoño de 1917
ya se había producido una primera “oleada heraldo” en al menos catorce campamentos
militares. Se reporta que, en algún momento del verano de 1918, el virus sufrió una
mutación o grupo de mutaciones que lo transformó en un agente infeccioso letal. El
primer caso confirmado de la mutación se dio el 22 de agosto de 1918 en Brest, el puerto
francés por el que entraba la mitad de las tropas estadounidenses aliadas en la Primera
Guerra Mundial. Las primeras estimaciones calcularon el número de víctimas entre 40
y 50 millones de personas, mientras que las más recientes sugieren que podrían haber
muerto hasta 100 millones de personas, un 5 % de la población mundial en 1918.
136
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18
Cf. Manifiesto por la Vida. Por una ética para la sustentabilidad. Disponible en: <https://
www.scielo.br/pdf/asoc/n10/16893.pdf>.
19
En palabras de Thomas Jefferson: “(la justicia) es ‘igual y exacta…’ basada en el respeto
al principio de equivalencia” (Bookchin, 1990: 96-98).
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20
La historia de las pandemias ha quedado registrada en varias obras literarias. El Poema
de Atrahasis, escrito y firmado por un tal Kasap-aya en tiempos de Ammi-Saduqa, que
reinó en Babilonia desde 1646 a. C. hasta 1626 a. C., abarca desde el origen del mundo
hasta la creación del hombre. Comprende la narración del “Génesis” y toda la historia
primitiva de la humanidad, desde su creación hasta el final del diluvio y el inicio del
“tiempo histórico”. Relata cuando Enlil, dios acadio de los cielos y la tierra, cansado
del “ruido” de los seres humanos, intentó exterminarlos mediante una peste. “Con la
prosperidad vuelve a comenzar el ruido. No habían pasado mil doscientos años / Y el
territorio se había ampliado / Y la población multiplicado. / El país, como un toro, alzaba
tanto la voz / Que el ruido molestó al dios soberano. En esta ocasión, Enlil les envía la
sequía y la hambruna” hasta que fueran capaces de “vigilar la tierra, aquí abajo, para
liberar a los hombres, soltando sus cadenas y permitiéndoles una rica producción”. De
esta manera se inauguran los relatos sobre la peste como significante de los excesos –del
ruido–, del estrépito de la prosperidad de los humanos en su ambición de dominio sobre
la Tierra. La peste de Atenas fue llevada a la escena literaria por Sófocles en la tragedia de
Edipo Rey. Pero fue Tucídides (460/455-399/396 a. C.) quien, en su Historia de la Guerra
del Peloponeso, narró los estragos de esa enfermedad, que él mismo contrajo. Siguiendo la
doctrina de Hipócrates, describió detalladamente los síntomas de modo que “si volviese
a sobrevenir, teniendo una idea previa, mejor se podría diagnosticar”. Su relato incorpora
las consecuencias morales de la epidemia: “Todas las costumbres que antes se observaban
en los entierros fueron trastornadas, […] recurrían a modos de entierro indecorosos, […]
depositaban sus muertos sobre piras que no eran suyas […]. La plaga introdujo otros
desórdenes más graves. La gente buscaba […] placeres que antes se ocultaba, porque
veían tan bruscos los cambios en los ricos que morían súbitamente, y de los que antes
no tenían nada y que de repente adquirían los bienes de los muertos. Y así, considerando
igualmente efímeras la vida y la riqueza, creían que se habían de aprovechar rápidamente
con afán […]. El placer inmediato y todos los medios que a él conduce, se constituyó en
lo bello y lo útil. Ni el temor a los dioses, ni a la ley humana les retenía, porque al ver que
todos morían indistintamente, creían que era igual honrar a los dioses como no hacerlo, y
por otra parte, nadie esperaba vivir hasta que se hiciese justicia y recibir el castigo de sus
delitos. Más grave era la sentencia dictada que pendía ya sobre sus cabezas, y antes que
cayese era natural sacasen algún provecho de la vida”. Más tarde, Lucrecio relata la peste
de Atenas en su poema De rerum natura. Giovanni Villani relata en las Crónicas Florentinas
los avatares de la peste negra de la Edad Media, más difundida a través del Decamerón
de Bocaccio. Poco después, Geoffrey Chaucer relata la vida de Londres afectada por la
epidemia en sus Cuentos de Canterbury. Más adelante, Daniel Defoe, en su novela Diario
del año de la peste, describe en 1722 los acontecimientos de la fiebre bubónica que azotó a
Europa en 1664. Alessandro Manzoni (a quien Verdi dedicara su Misa de Réquiem), relata
en su obra I Promessi Sposi, publicada en 1827, los avatares de su relación atravesada por
la llegada de la peste a Milán. Alberto Moravia escribe en 1957 La campesina, haciendo
jugar las equivalencias entre peste y guerra. Más sintónico con los dilemas actuales de la
crisis, Albert Camus describe en La peste, publicada en 1947, la historia de unos doctores
que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria en la ciudad de Orán,
Argelia, al ser azotada por una plaga, inspirada posiblemente en la epidemia de cólera
141
Enrique Leff
que sufrió dicha ciudad durante 1849 tras la colonización francesa. Camus plantea ya
el dilema de la limitación de las libertades impuesta por un gobierno autoritario en aras
del cuidado de las vidas humanas. Finalmente, en Ensayo sobre la ceguera, José Saramago
realiza en su novela la mejor metáfora de la ceguera humana ante el virus.
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las hipótesis de una conspiración viral que hoy inundan las redes sociales
y el internet sobre una supuesta estrategia planeada de una guerra viral
para dominar el mundo, es razonable comprender que la destrucción de
la biodiversidad producida por la agroindustria de monocultivos transgé-
nicos, así como por el negocio de los grandes establos de ganado vacuno
y porcino y de las grandes granjas de aves, además de los efectos nocivos
y mortales de los biocidas empleados, propician el salto de los virus hacia
los animales, y mediante el consumo, el comercio, el transporte y el tu-
rismo a escala global, su transmisión hacia los humanos. ¿Es demasiado
especulativo pensar que la tecnología de fracking, además del alto consu-
mo de agua, esté causando mayores fracturas de las capas geológicas que
en algún momento provoquen o magnifiquen movimientos telúricos? ¿O
que el calentamiento global sea un factor que incida en la “liberación” de
los virus de la biosfera y su mayor diseminación y transmisión a través de
fenómenos meteorológicos de la atmósfera?
Sabemos que el COVID-19, viajando en avión y en barco, ha llegado
a todos los confines del planeta. Su presencia es tan completa como la
representación de los delegados de sus países en la Asamblea General de
las Naciones Unidas. Hoy, la alerta generalizada está apuntalando la im-
plementación de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para
Epidemias (CEPI), financiada por Bill Gates. Su objetivo es acelerar el
proceso de prueba de vacunas y financiar nuevas y rápidas maneras de de-
sarrollar inmunizaciones, por si un nuevo virus llegara a propagarse por
el mundo.21 Hoy se cuestiona esta estrategia del gran capital para conte-
ner la letalidad de los próximos acontecimientos epidemiológicos y para
responder al desafío que plantea como síntoma de la crisis civilizatoria de
la humanidad. Más allá de los dilemas bioéticos, la presente pandemia ha
puesto al descubierto –y ha abierto el debate político– los riesgos mismos
de la biotecnología al intervenir en la naturaleza. Las hipótesis “conspi-
racionistas” sobre una guerra viral deliberada apuntan hacia la necesaria
21
Bill Gates ha anunciado que “la CEPI ya está trabajando como mínimo en ocho posibles
vacunas para la COVID-19, y los investigadores confían en tener al menos una en los
próximos 18 meses […]. Todavía no estamos seguros de qué vacunas resultarán más
eficaces; cada una de ellas requiere una tecnología específica. Esto significa que los países
tienen que invertir en plantas de producción muy diferentes sabiendo que algunas nunca
se utilizarán. De no ser así, cuando un laboratorio haya desarrollado una inmunización,
perderemos meses esperando a que el fabricante adecuado la produzca a gran escala
[…]. La vacuna contra la COVID-19 deberá ser considerada “bien público mundial” y
ser asequible y accesible para todos. La Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización
(GAVI) tiene un largo historial de ayuda a los países de medios y bajos ingresos para que
accedan a inmunizaciones fundamentales”.
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Enrique Leff
22
Se ha “viralizado” ya en las redes sociales el libro Plage of Corruption: Restoring Faith in
the Promise of Science, en el que sus autores, Kent Heckenlively y Judy Mivovits, denuncian
las prácticas de corrupción en las pruebas a humanos y la mercantilización de las vacunas
antivirales por parte de las empresas farmacéuticas.
23
La “ganancia de función” se refiere a cuando una mutación produce una nueva “función”
al gen, generando un nuevo fenotipo. Si ese gen mantiene la función original, o si se trata
de un gen duplicado, puede dar lugar a un primer paso en la evolución. Mas, como me
aclara el ecólogo, microbiólogo y activista ambiental mexicano Ignacio Chapela (quien,
en el artículo que publicara con David Quist en 2001, “Transgenic DNA introgressed
into traditional maize landraces in Oaxaca, Mexico”, hizo una intervención crítica para
evitar la propagación del maíz transgénico en México), en el caso de la investigación
viral no solo estamos “hablando de mutaciones (que son cambios puntuales), sino de
reconstrucción del genoma entero de los virus, a través de la quimerización entre especies
de virus diferentes: una transgenia de los virus. Este es el sitio al que se fueron a refugiar
los biólogos moleculares después de que sus intentos fallaran en las plantas y animales
(por muchas razones, pero sobre todo por su incapacidad por entender lo que están
haciendo). Lo llamaron “Biología Sintética” (Synthetic Biology) para tratar de evitar ser
reconocidos como los mismos que nos trajeron los OGM transgénicos” (comunicación
personal).
24
Deigin, Yuri (2020, 22 de abril). “Lab-Made? SARS-CoV-2 Genealogy Through the
Lens of Gain-of-Function Research”. Medium. Disponible en: <https://medium.com/@
yurideigin/lab-made-cov2-genealogy-through-the-lens-of-gain-of-function-research-
f96dd7413748>.
146
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25
Si bien autores como Spinden (1928) han sostenido la teoría según la cual la aparición
de la fiebre amarilla pudo haber sido una de las causas del colapso de la civilización
maya, otros estudiosos, como Morley, afirman que esta enfermedad, al igual que la sífilis
y una serie de otros males infectocontagiosos, llegaron a América durante la conquista
española. Por su parte, Shimkin (1973) abona a la hipótesis de Spinden al encontrar que
el mono aullador de los bosques centroamericanos es portador de la fiebre amarilla, que
le es transmitida por un mosquito y por los murciélagos. Empero, esta no parece ser la
causa predominante.
26
Dan testimonio de ello los huni kuin del estado de Acre en Brasil y de la selva amazónica
peruana, que, como tantos otros pueblos indígenas de la región, comparten un saber de
vida instaurado en sus rituales y prácticas de coexistencia con los otros organismos vivos
de su entorno. Els Lagrou, profesora de la Universidad Federal de Río de Janeiro, propone,
a través de la filosofía amerindia de los huni kuin, una original lectura cosmopolítica
del nuevo coronavirus, que atribuye la mayor parte de las enfermedades al hecho de
comer animales. Los huni kuin afirman que las personas enferman “porque la caza y
los peces, así como algunas plantas que consumimos y otros seres que agredimos o con
los cuales interaccionamos, se vengan y mandan su nisun, dolor de cabeza y mareos que
pueden resultar en enfermedad y muerte […]. El universo de la selva es habitado por una
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Enrique Leff
Los huni kuin saben bien lo que puede un virus, pues los virus im-
portados en el pasado, como la influenza y la viruela, les causaron más
muertes que las guerras que enfrentaron contra ellos en la época de la
invasión de sus tierras. Así como las células de los organismos vivos de
los ecosistemas portan desde siempre virus benignos para sus procesos
evolutivos, los pueblos de la Tierra son portadores de saberes milenarios
para convivir con los organismos de los ecosistemas que habitan. El saber
antropológico de sus mitos y rituales es estratégico y vital para aprender
a convivir con la naturaleza.27 Para esos pueblos, la defensa de sus terri-
torios de vida es la mejor estrategia de contención del nisun y el yuxin, de
esos espíritus malignos que entran en acción con la liberación de los virus
que viven de manera armónica y estable en la biosfera. Imaginemos lo que
podría ocasionar la quema de la Amazonía en cuanto a la liberación de di-
ferentes virus y el genocidio viral que podría ocasionar en las poblaciones
amazónicas, que han vivido en armonía con sus virus hospedados en las
células de su riqueza florística y faunística.
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A cada quien su virus
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“En estos días llegan noticias alarmantes de garimpeiros portadores del virus que
habrían ya infectado a una población en la tierra indígena yanomami, en el estado de
Roraima, Amazonía de Brasil. La región abarca cerca de 9,6 millones de hectáreas en
la parte brasileira, donde habitan más de 26 mil indígenas de los pueblos yanomami y
ye’kwana, dispersos en 320 aldeas”. En Colón, Marcos (2020, 1 de mayo). “Não havia
ninguém lá: Yanomami podem ter o mesmo destino do povo de Macunaíma”. Público.
Disponible en: <https://www.publico.pt/2020/05/01/mundo/noticia/nao-ninguem-la-
yanomami-podem-destino-povo-macunaima-1914716>.
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La naturaleza es vida.
El ser humano es un viviente.
Soy naturaleza.
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Referencias
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Volver a casa: la diversidad económica
en tiempos de confinamiento
1
Profesor del Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad del Cauca.
Coordinador de la Maestría en Estudios Interdisciplinarios del Desarrollo. E-mail:
[email protected]; [email protected]
2
Huertos urbanos agroecológicos: sembrando conciencia y cosechando vida en las ciudades.
Disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=Jfx0pyIqu30>.
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Carlos Corredor Jiménez
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3
Se retoma aquí el emblemático programa de televisión Negociando con tiburones (Shark
Tank), una serie estadounidense de telerrealidad que se estrenó el 9 de agosto de 2009,
en la cadena ABC. El programa es una franquicia del formato internacional Dragons’
Den (La guarida del dragón), el cual se originó en Japón en 2001. Shark Tank muestra
concursantes aspirantes a emprendedores realizando presentaciones de negocios a un
panel de inversionistas, cada uno de ellos denominado “tiburón”, quienes luego decidirán
invertir en los aspirantes o no.
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Carlos Corredor Jiménez
4
Han, Byung-Chul (2020, 22 de marzo). “La emergencia viral y el mundo de mañana.
Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano que piensa desde Berlín”. El País. Disponible
en: <https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-
byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html>.
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Carlos Corredor Jiménez
catastrófico, pero es claro que estamos ante una crisis sistémica. Lo que
surja de allí será concluyente para el futuro de la humanidad en el planeta.
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Carlos Corredor Jiménez
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Volver a casa: la diversidad económica en tiempos de confinamiento
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Carlos Corredor Jiménez
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Volver a casa: la diversidad económica en tiempos de confinamiento
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Carlos Corredor Jiménez
Referencias
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Volver a casa: la diversidad económica en tiempos de confinamiento
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Disponibles, despreciables... desechables. De la serie #40rentenagrafica.
Adolfo Albán Achinte. Técnica lapicero sobre libreta de apuntes.
Al Sur de la cuarentena1
Boaventura de Sousa Santos2
Las mujeres
La cuarentena será particularmente difícil para las mujeres y, en al-
gunos casos, incluso puede ser peligrosa. Las mujeres son consideradas
“las cuidadoras del mundo”, predominan en el ámbito de la prestación
1
Traducción: Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.
2
Doctor en Sociología del Derecho, director emérito del Centro de Estudios Sociales de
la Universidad de Coimbra (Portugal).
179
Boaventura de Sousa Santos
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Al Sur de la cuarentena
181
Boaventura de Sousa Santos
182
Al Sur de la cuarentena
Los ancianos
Este grupo, que es particularmente numeroso en el norte global, es
generalmente uno de los grupos más vulnerables, pero la vulnerabilidad
no es indiscriminada. De hecho, la pandemia requiere que seamos más
precisos sobre los conceptos que usamos. Después de todo, ¿quién es an-
ciano? Según La Poderosa, la diferencia en la esperanza de vida entre dos
barrios de Buenos Aires (el barrio pobre de Zavaleta y el barrio exclusivo
de Recoleta) es de unos veinte años. No es casual que los líderes comu-
nitarios sean considerados de “edad madura” por la comunidad propia y
“jóvenes líderes” por la sociedad en general.
Las condiciones de vida prevalecientes en el norte global han llevado
a que una gran parte de los ancianos se depositen (la palabra es dura,
pero es lo que es) en hogares, casas de reposo, asilos. Dependiendo de
183
Boaventura de Sousa Santos
184
Al Sur de la cuarentena
Los discapacitados
Han sido víctimas de otra forma de dominación, además del capita-
lismo, el colonialismo y el patriarcado: el capacitismo. Se trata de cómo
la sociedad los discrimina, no reconoce sus necesidades especiales, no
les facilita el acceso a la movilidad ni las condiciones que les permitirían
disfrutar de la sociedad como cualquier otra persona. De alguna manera,
las limitaciones que la sociedad les impone hacen que se sientan viviendo
en cuarentena permanente. ¿Cómo vivirán la nueva cuarentena, especial-
mente cuando dependen de quien tiene que romper la cuarentena para
darles alguna ayuda? Como se han acostumbrado desde hace mucho
tiempo a vivir en condiciones de cierto encierro, ¿ahora se sentirán más
libres que los “no discapacitados” o más iguales en relación con ellos?
¿Verán tristemente alguna justicia social en la nueva cuarentena?
***
La lista de los que están al Sur de la cuarentena está lejos de ser exhaus-
tiva. Basta pensar en los prisioneros y en las personas con problemas de
salud mental. Pero la lista seleccionada muestra que, al contrario de lo que
transmiten los medios y las organizaciones internacionales, la cuarentena
no solo hace más visible, sino que refuerza la injusticia, la discriminación,
la exclusión social y el sufrimiento injusto. Resulta que tales asimetrías se
vuelven más invisibles frente al pánico que afecta ahora a gran parte de la
sociedad. A la luz de las experiencias de estos grupos sociales durante la
cuarentena, se hace particularmente evidente la necesidad de imaginar y
concretar alternativas a los modos de vivir, de producir, de consumir y de
convivir en estos primeros años del siglo XXI. De hecho, la pandemia y la
cuarentena revelan cruelmente que las alternativas son posibles y que las
sociedades se adaptan a las nuevas formas de vida cuando esto es necesa-
rio y sentido como correspondiente al bien común.
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Pueblos en movimiento
enfrentando la pandemia
Raúl Zibechi1
1
Periodista, escritor y militante de movimientos sociales.
187
Raúl Zibechi
188
Pueblos en movimiento enfrentando la pandemia
2
Comunicado firmado por varias organizaciones (2019, 11 de octubre). “Mujeres contra
el paquetazo, sobre la represión en el Ecuador”. Ecuador Today. Disponible en: <https://
ecuadortoday.media/2019/10/06/mujeres-contra-el-paquetazo-sobre-la-represion-en-el-
ecuador/>.
189
Raúl Zibechi
3
El Telégrafo (2019, 10 de octubre). “Policías retenidos por manifestantes indígenas
fueron liberados”. Disponible en: <https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politica/3/
indigenas-policias-asamblea>.
190
Pueblos en movimiento enfrentando la pandemia
191
Raúl Zibechi
modelo económico que asegure el sumak kawsay (buen vivir)”.4 Por par-
lamento entienden una minga colectiva para buscar soluciones al país,
integrada por todos los sectores sociales afectados por el capitalismo. Esta
diversidad fue la nota dominante en la primera sesión. Estudiantes de me-
lenas verdes, campesinos, agricultores, sindicalistas, artesanos, feministas,
colectivos LGBT, además de cañeros y floricultores y hasta periodistas or-
ganizados, componen una diversidad imposible de homogeneizar. Todas y
todos expresaban los agravios que sufrían.
El estallido en Chile
Comprender el estallido chileno implica abordar tres actores decisi-
vos: el persistente activismo mapuche, los movimientos de estudiantes
secundarios desde comienzos del siglo y el movimiento de mujeres, que
en 2018 ocupó el centro del escenario político.
El activismo mapuche
La irrupción de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) en la década
de 1990 representa un parteaguas en la larga resistencia del pueblo mapu-
che. Más allá del destino final del levantamiento promovido por la CAM,
debe reconocerse el papel que tuvo en el viraje de larga duración de un
pueblo que encarna cinco siglos de luchas.
4
CONAIE (2019, 23 de octubre). “Resoluciones consejo ampliado de la CONAIE”.
Disponible en: <https://conaie.org/2019/10/24/resoluciones-consejo-ampliado-conaie-23-
octubre-2019/>.
192
Pueblos en movimiento enfrentando la pandemia
5
Colectivo Mapuexpress (2018, 13 de diciembre). “La ruta digna tras el asesinato del
lamngen Camilo Catrillanca. Editorial de Mapuexpress”. Disponible en: <https://www.
mapuexpress.org/2018/12/13/la-ruta-digna-tras-el-asesinato-del-lamngen-camilo-
catrillanca-editorial-de-mapuexpress/>.
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Raúl Zibechi
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Pueblos en movimiento enfrentando la pandemia
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Raúl Zibechi
El movimiento de mujeres
La tercera corriente que desemboca en 2019 es el movimiento de mu-
jeres, que tuvo en 2018 su expresión más notable. Entre abril y julio se
produjo la toma y movilización de 32 facultades y varios liceos. Las femi-
nistas y mujeres antipatriarcales (como se definen las mapuches) dieron
un paso decisivo: pasaron de la denuncia contra el patriarcado en general
a las denuncias concretas contra patriarcas que ejercían violencias, abusos
y acosos en espacios bajo su control. Este paso de lo general a lo parti-
cular hizo tambalear sólidos prestigios académicos, pero además mostró
que ninguna autoridad, ninguna estructura, queda al margen de la cólera
de las mujeres.
Creo que la profundidad del movimiento se evidencia en el paso de las
masivas manifestaciones callejeras (que nunca se abandonaron) al cues-
tionamiento en los oscuros espacios del poder patriarcal. Cayeron varios
docentes y se crearon comisiones para abordar los casos de acoso, abuso
y violación, y para promover formación docente en feminismo, educación
no sexista y garantías para las estudiantes.
Mi impresión es que el movimiento, en su fase actual, ha conseguido
atravesar todos los estratos sociales y culturales de la población chilena.
Nada ha quedado en su lugar. Han cuestionado el papel de los varones
(sobre todo los “progres”), sobre el que debemos reflexionar para modi-
ficar a fondo nuestras actitudes. Las grandes revoluciones de la historia
no cuestionaron el patriarcado, aunque algunas mejoraron la situación
de las mujeres. Gracias al feminismo, hoy sabemos que la reproducción
del patriarcado a través del Estado y del partido fue una de las causas del
colapso de las revoluciones.
En Chile, el movimiento feminista se manifiesta en la multiplicación
de organizaciones de todo tipo, en todo lugar, tanto en Wallmapu como en
las grandes ciudades. La Coordinadora de Organizaciones de Estudiantes
Mapuche (COEM), en Santiago, formada en 2014, reúne agrupaciones de
casi todas las universidades y ha creado una escuela de mujeres indígenas
que defienden un feminismo mapuche en el que se denominan “mujeres
antipatriarcales”.
Una de las consecuencias más interesantes es que están contribuyen-
do a crear sujetos heterogéneos, ya que la homogeneidad reproduce el
sistema. Tanto la COEM como el colectivo de información Mapuexpress
son espacios de mapuches y blancos, que integran personas de grupos
feministas, ambientalistas y estudiantiles. Estos espacios mixtos, así
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Raúl Zibechi
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Raúl Zibechi
Referencias
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Pueblos en movimiento enfrentando la pandemia
201
Saltimbanqui del universo. De la serie #40rentenagrafica.
Adolfo Albán Achinte. Técnica lapicero sobre libreta de apuntes.
Repensando nuestros sentidos de
lugar en tiempos de pandemia
1
Profesor del Departamento de Geografía, Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de
la Universidad del Cauca, Colombia. E-mail: [email protected]
205
Tulio Andrés Clavijo Gallego
206
Repensando nuestros sentidos de lugar en tiempos de pandemia
Exposición y ocultamiento
Si bien el tema mereció algunas manifestaciones en el inicio de 2020,
se seguía creyendo que este era un problema localizado en China. Fue
solo hasta mediados de febrero, con el “brote italiano”, que se desataron
fuertes reacciones y se empezaron a sentir drásticas alteraciones, entre
otras, en las bolsas de valores, con tal magnitud que para mediados de
marzo se había alcanzado “una devaluación neta de casi el 30 % en los
mercados de todo el mundo” (Harvey, 2020: 86). El desalentador pa-
norama italiano fue quizá el detonante que nos llevó a dimensionar la
inevitable y contundente expansión del virus. Con el paso de los días,
no solo aumentaba el penoso número de contagios y decesos, sino que
a la vez quedaban expuestas las capacidades reales que los países tenían
para asumir la emergencia sanitaria. Pudimos con ello dilucidar que no
solo se trataba de contar con los saberes especializados y con los recursos
técnicos –insuficientes por demás en un gran número de países–, sino
también de la velocidad, asertividad y rigurosidad con la que se tomaron
las medidas. A pesar de tener el privilegio de las telecomunicaciones y de
poder estar informados en tiempo real de lo que sucedía en el continente
europeo, las decisiones que vinieron a encaminarse en el resto del globo
no fueron siempre ni las más oportunas ni las más acertadas en tiempos
de inicio y ejecución.
Poco a poco, y a pesar de los intentos de presentar solo una parte de lo
que acontecía en cada país, el COVID-19 se fue encargando de exponer
tanto las fortalezas como las deficiencias de los aparatos gubernamen-
tales para asumir la crisis. Así como hoy entendemos que la cuarentena
preventiva obligatoria tiene como objetivo principal “comprar tiempo”
para tratar de fortalecer y compensar los sistemas hospitalarios y así evi-
tar su colapso; la crisis también le compró tiempo a algunos gobiernos o
mandatarios que venían de capa caída y que ahora, ante la urgencia de
esta situación, encontrarían, en el peor de los casos, un efecto distractor
frente a problemáticas como la compra de elecciones, el pago de coimas,
el desvío de recursos o simplemente la evidente incapacidad de asumir
con suficiencia el cargo para el que fueron “elegidos”. Aunado a lo ante-
rior, era evidente también una profunda desconfianza frente a las cifras
oficiales, a la veracidad de las pruebas y a la efectividad de las medidas
que en cada situación han acompañado las etapas que los gobiernos han
direccionado para hacer frente a la pandemia. En esta medida, es posible
intuir que, como en muchas otras situaciones, existe un ocultamiento
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Tulio Andrés Clavijo Gallego
2
Si bien Ojeda se refiere a “efectos despolitizantes” en contextos de procesos de despojo,
que de manera violenta reconfiguran las dinámicas socioespaciales y ambientales,
limitando las capacidades de elección y decisión de las comunidades sobre sus medios
de sustento y de sus formas de vida, nos sirve para recordar también que las formas de
corrupción no solo nos despojan de lo que había, “sino [de] los anhelos y planes para el
futuro: lo que los hijos no van a conocer, lo que ya no se puede hacer, adonde ya no se
puede volver, lo que ya no se va a ser” (Ojeda, 2016: 33-34).
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Repensando nuestros sentidos de lugar en tiempos de pandemia
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Repensando nuestros sentidos de lugar en tiempos de pandemia
alimentos, sin importar cuáles sean las condiciones que los trabajadores
del campo deben sortear para que esto sea posible. Sin pretender aquí
idealizar o romantizar situaciones en particular, son en buena parte nues-
tros campesinos, comunidades indígenas y afrodescendientes los que nos
recuerdan la importancia de las prácticas de colaboración y de solida-
ridad. Es en estos momentos cuando podemos percibir más de cerca lo
importantes y necesarias que estas resultan y lo bastante limitantes que
son a veces nuestras discusiones académicas para enfrentar situaciones
que precisan otro tipo de habilidades, que seguramente todos tenemos
o podemos desarrollar, pero que han ido quedando rezagadas ante la de-
manda de otros oficios y ocupaciones. Al respecto, la alcaldesa de Bogotá,
Claudia López, comentaba hace un par de días que salir adelante en esta
situación de crisis dependerá en buena medida de nuestra capacidad de
solidaridad, de pensar un poco más allá de los intereses y condiciones
individuales. Creo que todos, de maneras diversas, tenemos posibilidades
concretas de colaborar y de ser solidarios con otros. Más importante aún
es que estas prácticas se sostengan en el tiempo y no se marchiten una vez
superada la emergencia. Es decir, podemos generar prácticas lugarizadas
e interconectadas de solidaridad.
Después de una prolongada cuarentena, los efectos comienzan a re-
percutir en la ruralidad colombiana, no precisamente con el aumento en
el número de contagios, sino, por ejemplo, con la ausencia y movilidad
de trabajadores para recolectar las cosechas, las dificultades para sacar los
productos a los centros de acopio, la súbita caída de los precios en algu-
nos lugares y las prácticas de acaparamiento y especulación –sobre todo
en los niveles de intermediación–, a las que se suman las deudas que se
acumulan en bancos y la imposibilidad de acceder de manera concreta y
real a los beneficios y alivios ofrecidos por el Estado. Ante este delicado
panorama, las prácticas de solidaridad han soportado parte de la situa-
ción, manifestándose incluso con la entrega gratuita de sus productos
a comunidades que los requieren para su alimentación. Sin embargo, la
capacidad de resistencia empieza a disminuir, por lo que urge, entre otras,
la entrega efectiva de algunos de los alivios estatales para el sector –mis-
mos que ya empiezan a ser cuestionados por malos manejos y prácticas
de corrupción–, pero también de alivios reales en el sector financiero y
no simplemente de aplazamientos en los tiempos de pagos, que al final
solo agravarán la crisis del sector. Desde nuestros lugares de habitación
valdría la pena preguntarnos también cómo están nuestras relaciones con
el sector rural, a quiénes les compramos, dónde compramos, e incluso si
211
Tulio Andrés Clavijo Gallego
3
Dicho efecto de ilusión es asertivamente señalado por Segato cuando nos recuerda que
“los bienes que se ‘globalizan’ no fluyen aleatoriamente, y se encuentran concentrados en
proporciones extremadamente desiguales, siendo su concentración masivamente mayor
en los países que hegemonizan los procesos de circulación […] Esto se acentuó en las
últimas décadas, a pesar de las apariencias y de las modas académicas que conducen
nuestra atención en otras direcciones” (Segato, 2007: 45).
212
Repensando nuestros sentidos de lugar en tiempos de pandemia
Hace ya más de un mes que se nos notificó sobre el cese de las acti-
vidades presenciales en las universidades y las instituciones educativas
de todo el país, lo que días después se concretaría con las disposiciones
de cuarentena obligatoria por disposición presidencial. Aunque los días
que siguieron estuvieron cargados de un alto nivel de incertidumbre y
con la idea de que tal vez las medidas se levantarían en pocos días, la
complejidad de la crisis mostró rápidamente que, si se quería en verdad
ser efectivos con la estrategia, esta tendría que ser de larga duración. Con
este panorama, los medios virtuales fueron la opción a la que se volcó el
sector educativo. Decía antes que una de las características del virus es
exponer las capacidades y debilidades con las que contaban los gobiernos
para asumir en todos los aspectos la crisis; en el ámbito de las universi-
dades, empezamos a dimensionar que, pese a las buenas voluntades, las
plataformas y la puesta en línea de muchos trámites y procesos estaban
aún en pañales. Sumado a lo anterior, y este es quizá el tema más sensible,
volvimos nuestra atención hacia las condiciones y alcances concretos con
los que contaban nuestros estudiantes para engranarse en los escenarios
de las metodologías virtuales. El panorama no era para nada alentador.
Ante el anuncio de cuarentena obligatoria, un buen número de estudian-
tes volvió a sus poblados, muchos de ellos ubicados en el sector rural,
donde las condiciones de cobertura de internet y de posibilidad de co-
nexión son en buena medida insuficientes. Más allá de los eslóganes que
muestran el mapa de Colombia totalmente interconectado, la realidad no
solo es bastante distante, sino que se complejiza y comienza a ser deve-
lada en tiempos de crisis. Aun suponiendo que la cobertura del servicio
fuera total, el acceso es diferencial, por ejemplo, por la tenencia o no de
un computador o un teléfono inteligente, la posibilidad de contar con
un plan de datos suficiente para la visualización de contenidos, la carga
y descarga de archivos; además, la ubicación geográfica obligaría a salir
a muchos estudiantes de sus casas para conseguir un punto de señal.
Como vemos, es un panorama con múltiples variables para analizar y con
muchos matices por resolver. El error inicial sobre el que quiero llamar
la atención, entonces, es la suposición errónea de que todos o la mayoría
de nuestros estudiantes cuentan con estas posibilidades o con mecanis-
mos que les permiten una rápida solución. Son muchas las voces en el
país que nos recuerdan los matices más agudos de este panorama, lo que
en consecuencia nos obliga a redimensionar las alternativas planteadas,
entendiendo, claro, las particularidades de cada universidad dentro de su
contexto.
213
Tulio Andrés Clavijo Gallego
Esta, entonces, puede ser una alerta temprana para las universidades
y para todas las instituciones educativas del país, y un llamado para que
las instancias de dirección superior, como el Ministerio de Educación,
redireccionen políticas y recursos de manera eficaz para atender las de-
bilidades develadas por la crisis. Sin embargo, los manejos y recortes
históricos sobre el sector no brindan muchas luces, y menos aún pueden
concretarse como nuestra única alternativa. Como he señalado en otros
apartes del texto, las soluciones pueden y deben pasar primero por una
revisión de nuestras prácticas, lo que a la postre exigirá también una rein-
vención de las mismas. Por ejemplo, estimo que un error inicial, en el que
como profesores podemos caer, está en pretender que nuestras clases ten-
drán la misma estructura que las presenciales, solo que ahora mediadas
por una interface de conexión virtual. Tanto el diseño de nuestros cur-
sos como los recursos metodológicos deben reestructurarse y adaptarse a
los nuevos entornos. Para ello, son necesarias jornadas de capacitación y
actualización en manejo de plataformas virtuales y recursos complemen-
tarios, pero la situación precisa, ante todo, una gran capacidad creativa de
nuestra parte para motivar, cautivar y despertar un espíritu proactivo de
permanente indagación en nuestros estudiantes. La tarea puede empezar
entonces por revisar minuciosamente la estructura y contenido de nues-
tros cursos, para encontrar cuál o cuáles serían las rutas y órdenes lógicos
más adecuados, la búsqueda de materiales complementarios que apoyen
de manera decidida el trabajo de los estudiantes, el diseño de contenidos
de soporte; pero, además, trabajar hasta donde nos sea posible para que
estos contenidos estén disponibles de manera asincrónica, previendo que
no todos los estudiantes podrán estar conectados de manera simultánea
cuando se programen las clases en línea. Lo anterior puede apoyarse en
medios complementarios que incluso nos son más familiares, como los
grupos de WhatsApp o el uso de cuentas de correo electrónico, simple-
mente que ahora procuraremos un giro de especificidad en su uso.
Cuando los encuentros de pocas personas vuelvan a ser una opción,
tendremos la posibilidad de articularnos en grupos de trabajo, y aquellos
estudiantes que compartan cercanía o vecindad con otros podrán compar-
tir también el acceso a una red de conexión, a la descarga de materiales
y, tal vez lo más importante, a discusiones conjuntas que les permitan
abordar de manera más cercana las problemáticas y sus respectivos análi-
sis en marcos académicos. Estas son, en el fondo, pequeñas prácticas de
solidaridad y necesarias estrategias de cambio que nos podrían permitir
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Tulio Andrés Clavijo Gallego
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Repensando nuestros sentidos de lugar en tiempos de pandemia
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Tulio Andrés Clavijo Gallego
Referencias
218
Distancia física y armonía comunal/
social:1 reflexiones sobre una situación
global y nacional sin precedentes2
Walter Mignolo3
I
La situación que estamos experimentando en el planeta es inédita.
Hubo, sin duda, pandemias y crisis financieras en el pasado. Esta es la
primera vez que pandemia y crisis financiera ocurren juntas, la segunda
motivada por la primera. Las relaciones entre ambas son difusas. Una
pregunta es en qué medida una desmedida economía de crecimiento creó
las condiciones para que se originara la pandemia. La otra pregunta la
motiva el hecho de que, hasta el momento, la mayor cantidad de personas
infectadas haya ocurrido en los países industrializados de Occidente. En
China (pero también en Corea del Sur, Taiwán, Singapur) las estadísticas
son menores y el control de la propagación es más efectivo.
1
Lo “social” remite a asociaciones de seres humanos. Lo “comunal” lo aprendimos del
pensamiento y praxis de vida de los pueblos originarios, en alusión a la vincularidad con
todo lo viviente y con el cosmos, de lo cual los humanos somos una parte ínfima. Para más
claridad, remitirse a: <http://www.turbulence.org.uk/index.html@p=391.html>.
2
Una primera versión fue publicada en El futuro después del COVID-19 (2020), editado por
Alejandro Grimson, titular de Argentina Futura, Gobierno Nacional Argentino. Colaboran
una treintena de intelectuales argentinos. Disponible en <https://www.argentina.gob.
ar/sites/default/files/el_futuro_despues_del_covid-19_0.pdf>. Mi agradecimiento a Rita
Segato por intercambios y conversaciones de larga data, y, sobre todo, por su atenta lectura
y sus agudas observaciones a este ensayo.
3
Investigador, docente en la Universidad de Duke y uno de los fundadores del Grupo de
Pensamiento Decolonial.
219
Walter Mignolo
II
El primer momento está marcado por la situación sin precedentes.
Nunca en la historia de la humanidad pandemia y crisis financiera ocurrie-
ron simultánea y globalmente. En una rápida mirada a estas dos historias
encontramos lo siguiente. El siglo XVI marca un hito muy especial en
los registros de fenómenos pandémicos en distintos lugares y épocas. Es
la primera pandemia provocada por la incipiente globalización maríti-
ma, transoceánica. Desde el siglo XVI hasta el presente se registran varias
pandemias (Lepan, 2020) que afectaron a más de un continente. Las más
devastadoras fueron las ocurridas durante la colonización de las Américas
y la llamada gripe española. En cuanto a las crisis financieras a partir
del siglo XVI, comprobamos que la primera ocurrió en el siglo XVII; la
segunda, en el XVIII; y la tercera, en el XIX. Cinco crisis ocurrieron en
siglo XX y tres en lo que va del siglo XXI. Un total de ocho en un siglo con
relación a tres en tres siglos. Todas ellas son crisis ocurridas en el orden
mundial moderno/colonial. Son distintas a las ocurridas con anterioridad,
cuando el planeta no estaba todavía interconectado, y en ningún caso
ocurrieron simultáneamente y en todo el planeta.
El segundo momento lo definen la guerra de las imágenes entre
Estados Unidos y China, y sus consecuencias, presentes y futuras, en el
orden político y económico global. La guerra de las imágenes se asien-
ta sobre el diferencial de poder moderno/colonial en la esfera mediática,
como así también en la historia de las relaciones interestatales. En la
esfera mediática, tanto la lengua inglesa como la industria de la infor-
mación manejada por Estados Unidos llevan ventaja sobre el mandarín y
la industria informática china. Estadísticamente, el número de hablantes
nativos en mandarín es tres veces mayor al número de hablantes nativos
en inglés. No obstante, la difusión internacional desde China no puede
220
Distancia física y armonía comunal/social
221
Walter Mignolo
III
El futuro de Argentina dependerá de las respuestas y orientaciones
que el gobierno otorgue y promueva en el concierto de un orden global
222
Distancia física y armonía comunal/social
debatido en los G7, los G20 y las Naciones Unidas. Reflexionar sobre
estas mutaciones y sus consecuencias, con o sin virus, contribuye para
los proyectos Argentina Futura. La filosofía de los pueblos originarios nos
enseña que, contrario a los conceptos de progreso y desarrollo, el presente
y el pasado están frente a nosotros: lo sentimos, lo vivimos, lo “vemos”.
El futuro está detrás. No lo sentimos, no lo vivimos ni lo vemos. El orden
global multipolar (político, económico, mediático, militar) es paralelo a
las mutaciones de la esfera del conocimiento. En consecuencia, ya no es
necesario partir del canon occidental de conocimiento basado en seis len-
guas modernas europeas (principalmente inglés, alemán y francés, y en
menor medida italiano, español y portugués), todas ancladas en el griego
y el latín, para orientar el presente hacia el futuro. Aunque el castellano es
la lengua oficial de Argentina, nuestra historia y la de América deben ser
el punto de partida de nuestras reflexiones. La referencia a la filosofía de
los pueblos originarios tiene todo el peso de un proceso de desenganche
epistémico y afectivo.
Hagamos un breve recuento de las dos primeras décadas del siglo XXI
partiendo de nuestras historias locales, para luego reflexionar sobre el
panorama global. Muchas de las cosas que diré son sabidas; no es por la
información que las digo, sino para la reflexión.
La década de1990 fue la década del triunfalismo neoliberal, motivado
por la desintegración de la Unión Soviética y la algarabía del fin de la
historia, respaldado por el boom tecnológico en Wall Street. En América
del Sur, el proyecto neoliberal había ya comenzado en Chile, en 1973;
continuó con Jorge Rafael Videla en Argentina y con Gonzalo Sánchez
de Lozada en Bolivia. Esas memorias fueron marginadas por el triunfalis-
mo financiero de Domingo Cavallo y los entretelones de Carlos Menen;
triunfalismo interrumpido por las respectivas bombas en la Embajada de
Israel y en la AMIA. En el 2000, el castillo de naipes montado en los 90
se derrumbó en el orden global y también en Argentina. En el orden glo-
bal, la destrucción de las Torres Gemelas (9/11) fue utilizada en la guerra
de las imágenes para salir de la crisis. La intervención de Rusia en Siria
y en Ucrania desbarató el proyecto. A pesar del fracaso político en Irak,
la invasión del 2003 permitió legitimar la guerra permanente contra un
enemigo fabricado y justificaba la renovación de la política de “seguridad
nacional”. La Unión Soviética ya no existía y era necesario inventar un
nuevo enemigo.
Hacia el 2006 sentimos un giro a la izquierda en América Latina.
Queda el recuerdo, para quienes lo vivimos, de la euforia que comenzó
223
Walter Mignolo
224
Distancia física y armonía comunal/social
IV
La presidencia de Alberto Fernández, inaugurada en diciembre del
2019, fue, sin lugar a duda, un momento propicio a la vez que difícil
para que la oposición reconociera públicamente el fracaso de una polí-
tica orientada por la creencia de que la sociedad debe estar supeditada
a la economía, y no la economía al servicio de la sociedad. Además, los
cuatro meses del nuevo gobierno han marcado una fuerte reorientación
de las políticas públicas, de la imagen y la función de la forma Estado
nacional. Todo lo cual generó un convincente voto de confianza de la
gente. Sintieron, sentimos aún desde el extranjero, que el presidente y su
equipo son estadistas al servicio de la nación. Las tempranas críticas a los
abusos del Estado por restringir libertades personales ya no se escuchan.
Pero vale marcar dos puntos al respecto: una cosa son los controles esta-
tales como los vividos en Argentina entre 1976 y 1983, y en Chile entre
1973 y 1989; y otra son los controles para evitar la propagación del virus
y el malestar social. El otro punto se refiere al mito de la “libertad”. La
libertad de las personas es paralela a la libertad de las corporaciones y los
bancos. Por eso la política neoliberal reduce la función del Estado para
expandir la libertad de los mercados. Ya vimos, en el pasado reciente, los
resultados de políticas que reducen las funciones estatales. En relación a
lo que vengo argumentando, subrayo tres instancias en el decir y hacer de
Alberto Fernández en las que percibo tal reorientación.
IV. 1
El presidente fue aconsejado, y tengo entendido que uno de los con-
sejeros fue Mauricio Macri, no olvidar la economía. Supongo que ese
consejo aprobaba, sin decirlo, la gestión presidencial ante la pandemia, al
mismo tiempo que aprovechaba para dar un consejo sobre la economía.
Alberto Fernández, sin desconocer o rechazar el consejo (y esta actitud
es muy importante), subrayó que las economías se recuperan, mientras
225
Walter Mignolo
que la vida de las personas no. Un pequeño signo que puede llegar a
expandirse (y esperemos que así sea), que reorienta la prioridad de lo
económico y pone la salud, la vida y la gente en primer lugar. Rita Segato
lanzó un enunciado provocativo para destacar la reorientación del Estado
patriarcal (porque toda forma de Estado conocida en el mundo, en los
últimos veinte siglos, son Estados patriarcales, incluida la democracia en
la antigua Grecia) en Estado materno. Podemos discutir si “materno” es
o no el adjetivo adecuado. No nos perdamos en escaramuzas nomina-
les. Entiendo que Segato percibió una función del Estado que no está
en los manuales de teoría política, desde Aristóteles y Platón hasta Carl
Schmitt y Eric Voegelin. Fue en la gestión de Alberto Fernández y no en
los manuales que Segato percibió una orientación inusitada del Estado.
Un Estado materno, sea liderado por mujeres u hombres, es un Estado al
servicio del cuidado de la gente, al cuidado de la armonía sociocomunal.
Un Estado patriarcal puede estar o bien al servicio de las corporaciones
y del crecimiento del PIB o bien en contra de injerencias foráneas. En
ambos casos, la confrontación se da en la esfera de Estados patriarcales,
que son hoy la mayoría. Quizás el desorden global actual esté relacionado
con el espíritu patriarcal de los Estados nacionales. Concebir y gestionar
un Estado materno es ya una inversión radical: significa poner la econo-
mía al servicio de la gente y no la gente al servicio de la economía, a la vez
que crear sectores dispensables de la población, porque no tienen lugar en
la economía como trabajadores, y menos como consumidores.
IV. 2
En la misma vena, el presidente y su ministro de economía, Martín
Guzmán, dijeron y repitieron de distintas maneras lo siguiente: vamos
a pagar la deuda, pero no lo haremos a costa de la nación. Lo cual sig-
nifica de nuevo invertir los términos: el Estado debe estar al servicio de
la nación y no la nación al servicio del Estado. La política de respeto a
las obligaciones contraídas, aunque fuera de la administración, es una
actitud ética a la vez que política. El canje de la deuda, propuesto para
negociación a mediados de abril, es otro gesto de una política responsable
que no sucumbe ante presiones motivadas por otros intereses.
226
Distancia física y armonía comunal/social
IV. 3
Percibo dos consecuencias que se desprenden de la actual gestión gu-
bernamental. Una incumbe a la política doméstica, y otra, a la política
internacional.
La gestión gubernamental, ante una situación que no tiene precedentes
históricos ni teóricos, puso en práctica y en relieve la necesaria restitu-
ción política que devuelva a la economía su función social, en vez de
mantener la sociedad al servicio de la economía. Para ello fue necesario,
por un lado, actualizar un principio básico de la política: la diplomacia y
no la confrontación (la colaboración en la administración de la polis); y
por otro, guiarse por el sentido común de convivialidad en vez de hacer-
lo por principios económicos abstractos, como el desarrollo, o políticos,
como la democracia.
Todas las teorías políticas y económicas existentes fueron construidas
sobre la base de experiencias imperiales. Lo que necesitamos hoy son teo-
rías políticas y económicas que confronten la colonialidad, no teorías que
celebren la modernidad. Afortunadamente no hay que empezar de cero.
Es suficiente con mirar en el pasado y revalorar lo que aún tenemos y que
olvidamos esperando que nos lleguen “novedades” que nos guíen.
Reducir la economía a su justa medida y supeditarla a la armonía co-
munal es imprescindible. Para ello es necesario desacoplar economía de
capitalismo. Capitalismo y economía son dos cosas distintas. De modo
que la inversión del razonamiento que pone la economía al servicio de
lo comunal (ni el bien común liberal ni el común marxista) presupone
alterar y desengancharnos de la economía de acumulación, capitalista,
y pensar en economías sostenibles. No me refiero a desarrollo sosteni-
ble, puesto que desarrollo está acoplado a capitalismo. Desacoplar la
economía del capitalismo requiere un vuelco del razonar y del sentir, y
un horizonte de vida que no es el crecimiento y el desarrollo, sino el
equilibrio y la armonía. Mucho se ha dicho ya sobre el “buen vivir” o
“bien vivir” (sumak kawsay en la lengua kichwa de Ecuador, suma qamaña
en la lengua aymara de Bolivia). En la filosofía náhuatl y también en la
griega, la economía era una dimensión necesaria del vivir, era la adminis-
tración de la escasez. En ninguna de estas dos civilizaciones encontramos
tratados de economía. La naturalización de la creencia que identifica capi-
talismo con economía impide pensar que mientras el trabajo es necesario
para vivir (economía), no lo es el vivir para trabajar (capitalismo). El
primer tratado de economía –el de Adam Smith, La riqueza de las naciones
227
Walter Mignolo
(1776)– es, por un lado, un tratado de ética económica y, por otro, fue
una respuesta a la creciente relevancia de la economía provocada por la
expansión colonial de Europa. La invitación de Alberto Fernández –en el
orden doméstico– a los empresarios a pensar que “ganar menos” puede
contribuir a vivir con menos conflictos y mayor respeto mutuo es paralela
a la propuesta del canje de la deuda: pagaremos, pero no lo haremos de la
manera en que ustedes quieren que lo hagamos, sino de la manera en que
nosotros lo podemos hacer. Punto. La afirmación no es un tratado de eco-
nomía sostenible, pero sí es un punto de inflexión ante las regulaciones
económicas que operan sobre el diferencial de poder.
El último punto de mi argumento atañe a la política de Alberto
Fernández en las relaciones internacionales. Podemos percibir ya una
continuidad y, al mismo tiempo, una discontinuidad con el “giro a la iz-
quierda” en América del Sur en la primera década y mitad de la segunda
del siglo XXI. La continuidad ya tuvo signos inequívocos en dos sentidos.
Por un lado, no titubeó en respetar la legitimidad electoral del gobierno
de Nicolás Maduro aduciendo que, según los principios democráticos, es
un gobierno elegido por votación. Sus palabras no fueron una defensa de
Maduro, sino una afirmación de legitimidad legal frente a la ilegalidad de
la autoproclamación de Juan Guadió, apoyado por Estados Unidos. De
igual manera, no titubeó en arreglar el exilio de Evo Morales a México
primero y darle asilo en Argentina luego. Tales actitudes y declaraciones
no son del agrado ni de la Embajada de Estados Unidos en Argentina ni de
la Casa Blanca. Sin embargo, no son declaraciones antiestadounidenses.
Tampoco se pronunció anti-FMI. En ambos casos, afirmó su posición sin
respaldarla con enunciados antagónicos. Este gesto marcó la discontinui-
dad con el “giro a la izquierda”, reconociendo quizás que, en el emergente
orden multipolar, las posiciones políticas ya no pueden tomarse acep-
tando la fórmula de George W. Bush: o estás conmigo o estás con mis
enemigos. La política internacional que se vislumbra en estos meses es la
siguiente: no estoy ni contigo ni con tus enemigos. Es decir, una tercera y
novedosa posición que implica el acogimiento del orden global multipo-
lar y la afirmación de una política local en esa nueva escena.
228
Distancia física y armonía comunal/social
V
La confluencia entrelazada de pandemia y crisis económica/financiera
global y local, su dimensión e impacto ponen en evidencia (recordando
un dicho de Albert Einstein en otro contexto) que los problemas con los
que nos enfrentamos hoy no pueden ser resueltos con la misma menta-
lidad que los ha creado en el pasado. No obstante, sabemos que viejos
hábitos tardan en morir. Lo cual no implica que esperemos su muerte
para pensar qué vendrá después. Pensar y visionar la Argentina Futura
requiere la doble tarea de pensarla en el orden global desde el momento
de su inserción y dependencia económica, financiera, política y cultural
en 1852. Lo cual requiere pensar y analizar el orden global en el cual se
insertó y los avatares hasta hoy. La principal alteración de este período
es la apertura reciente hacia el orden global multipolar. Desde 1852, en
lo que concierne a Argentina, hasta principios del siglo XXI, las reglas
del juego fueron dictadas y transformadas por los Estados imperiales oc-
cidentales. La irrupción de la Unión Soviética consolidó el dominio de
Occidente repartido en capitalismo liberal y comunismo estatal. La corta
irrupción de Japón en el siglo XX convirtió al país de enemigo de Estados
Unidos a principal aliado en el Este Asiático, paralelo al papel de Israel
en el Oriente Medio. El orden global multipolar abre la posibilidad de re-
laciones internacionales multipolares sin crear antagonismos. De lo cual
el gobierno de Alberto Fernández dio muestras en lo doméstico y en lo
internacional.
La inversión de las relaciones salud-economía en lo doméstico pone
la economía al servicio de la salud. Esta inversión presupone elaborar
una de mayor escala: la inversión de las relaciones economía-sociedad.
Poner la economía al servicio de la salud presupone hacer de la economía
un servicio social y ya no un sistema de crecimiento y enriquecimiento.
El tema está relacionado con debates actuales que enfrentan desarrollo
insostenible con desarrollo sostenible. El asunto aquí no es hacer el de-
sarrollo sostenible, sino dejar de pensar en términos de desarrollo. Lo
cual nos lleva a la necesidad de cuestionar el proyecto de economías
sostenibles. El problema es el desarrollo y no el hecho de que sea o no sos-
tenible. Claro, la segunda posibilidad es preferible, pero es una solución
de la misma mentalidad que creó el problema que tratan de solucionar.
Al hacer estas afirmaciones no espero que las Naciones Unidas adopten
la idea. Como dije, viejos hábitos tardan en morir. Lo cual no implica
que, mientras tanto, vayamos explorando en paralelo las economías
229
Walter Mignolo
230
Distancia física y armonía comunal/social
Referencias
Schmitt, Carl (2006). The Nomos of the Earth in the International Law of
Jus Publicum Europaeum. London: Telos Press Publishing.
231
Equilibrio. De la serie #40rentenagrafica.
Adolfo Albán Achinte. Técnica lapicero sobre libreta de apuntes.
Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
Yuri F. Tórrez1
Cuando la cuarentena había aplacado las protestas sociales contra una gestión
que privilegiaba a los patrones de las grandes plantaciones, Aureliano Buendía
detuvo su carruaje y se fotografió en la plaza icónica de la protesta social. Mefis-
tófeles sonrió.
1
Boliviano. Doctorado en Estudios Culturales. Magíster en Ciencias Políticas. Sociólogo
y Comunicador. Investigador social. Docente universitario en pregrado y posgrado. Tiene
varios artículos publicados en revistas bolivianas y extranjeras. Becario de investigación
dos veces por el Centro Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Autor de varios
libros. Columnista de La Razón. Sitio web: <https://hurgandoelavispero1.wordpress.com/
author/yuriftorrez/>.
235
Yuri F. Tórrez
2
Molina, Fernando (2020, 23 de abril). “Bolivia intensifica las acciones contra el
partido de Evo Morales durante la cuarentena”. El País. Disponible en: <https://elpais.
com/internacional/2020-04-24/bolivia-intensifica-las-acciones-contra-el-partido-de-evo-
morales-durante-la-cuarentena.html>.
236
Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
sus hijos,3 la arrestaron y durmió dos noches frías de otoño en las celdas
policiales; luego, un juez le concedió prisión domiciliaria. Este acto fue
considerado, en el curso de la cuarentena, parte de la intensificación de la
persecución política y jurídica del gobierno de Áñez en contra del partido
político de Evo Morales.
Si en Troya los griegos, más que por la guerra, se morían por la peste;
hoy, en Bolivia, muere mucha gente porque, entre otras cosas, el gobier-
no transitorio de Áñez está preocupado por su propia guerra: perseguir
política y jurídicamente a sus enemigos internos; además de ocupar sus
territorios. Se trata, pues, del rasgo autoritario adoptado por este gobier-
no para el manejo biopolítico de la crisis sanitaria, amén de la presencia,
desde el pasado mes de marzo, de la pandemia en Bolivia.
3
Comunicado de prensa de la CIDH: “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) adoptó el 25 de diciembre de 2019 la Resolución 68/2019, mediante la cual otorgó
medidas cautelares a favor de Maria Patricia Arce Guzmán y sus hijos en Bolivia, tras
considerar que se encuentran en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño
irreparable a sus derechos. Al tomar su decisión, la Comisión valoró que, de acuerdo con la
solicitud, el 6 de noviembre de 2019 la señora Arce fue interceptada y retenida por horas a
manos de terceras personas, tras haberse atacado, destrozado y quemado dependencias de
la Alcaldía que ella preside. La solicitud indicó que las terceras personas habrían agredido
verbal y físicamente la señora Arce durante el trayecto que estuvo retenida por ellos,
hasta que pudo ser rescata por la policía y trasladada a un hospital para su valoración y
atención médica. Asimismo, el Estado informó que abrió de oficio una investigación fiscal
por los sucesos, realizando las diligencias correspondientes y requiriendo que se active
un programa de protección. El Estado indicó también que la señora Arce continuaría en
funciones como alcaldesa”.
Disponible en: <http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2019/339.asp>.
4
Flores Olea, Víctor (2020, 20 de enero). “El litio y el golpe de Estado en Bolivia”. La
Jornada. Disponible en: <https://www.jornada.com.mx/2020/01/20/opinion/016a1pol>;
Pedregal, Alejandro (2019, 25 de noviembre). “El golpe de Bolivia huele a litio”.
TeleSur. Disponible en: <https://www.telesurtv.net/opinion/El-golpe-de-Bolivia-huele-a-
litio-20191125-0036.html>; Moldiz, Hugo (2020). Golpe de Estado en Bolivia. La soledad
de Evo Morales. Ocean Sur. Disponible en: <http://oceansur.com/uploads/libro/2020/04/01/
237
Yuri F. Tórrez
golpe-de-estado-en-bolivia-os.pdf>.
238
Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
5
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dependiente de la OEA,
condenó el “uso desproporcionado de la fuerza policial y militar” en la masacre de Sacaba,
Cochabamba, donde fueron asesinados cinco trabajadores cocaleros y decenas quedaron
con heridas graves, tras ser reprimidos con gases lacrimógenos y balas de plomo. La CIDH
recordó al gobierno autoproclamado de Jeanine Áñez que el Estado tiene la “obligación
de asegurar el derecho a la vida e integridad física de quienes protestan pacíficamente”.
Comunicado de prensa de la CIDH, 10 de diciembre de 2019. Disponible en: <https://
www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2019/321.asp>.
239
Yuri F. Tórrez
6
El spot elaborado por el Ministerio de Comunicación de Bolivia, ambientado con una
música de terror de fondo, tenía una voz en off en la que el coronavirus decía: “Hola.
¿Cómo estás? Aunque no me puedas ver, yo sí existo. Nací en el otro lado del mundo.
No tengo piernas, pero tardé mucho en llegar aqui. Por suerte cuento con la ayuda de
gente irresponsable que me lleva a todos lados. He dejado a nietos sin abuelos, hijos
sin madres, en un par de semanas he matado a gente de todas las clases, de todos los
géneros y de todas las edades. Y ahora te estoy buscando a ti, sí, a ti. El que no se lava las
manos, el que sigue saliendo a las calles como si yo no existiera. Pero, sobre todo, te estoy
buscando a ti que no me tienes miedo. Soy el coronavirus y ya llegué a Bolivia y te voy a
encontrar” (Min. Comunicación, 2020). Disponible en: <https://twitter.com/vicemincom/
status/1245757590988107777>.
240
Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
241
Yuri F. Tórrez
... es aquel conflicto social en el que dos o más grupos humanos relativa-
mente masivos –principalmente tribus, sociedades o naciones– se enfrentan
de manera violenta, preferiblemente, mediante el uso de armas de toda ín-
dole, a menudo con resultado de muerte –individual o colectiva– y daños
materiales de una entidad considerable. (Sánchez, 2004: 3)
7
Ver: <https://twitter.com/ottosonnenh/status/1241477860138848260>.
8
Ver: <https://twitter.com/JeanineAnez/status/1242153489628889088>.
9
El Deber (2020, 28 de abril). “Jeanine Áñez levanta polémica por invocar al ayuno
y oración en medio de la pandemia”. Disponible en: <https://eldeber.com.bo/176860_
jeanine-anez-levanta-polemica-por-invocar-al-ayuno-y-oracion-en-medio-de-la-
pandemia>.
242
Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
10
Caparrós, Martín (2020, 10 de abril). “Los poderes de un virus”. The New York Times.
Disponible en: <https://www.nytimes.com/es/2020/04/10/espanol/opinion/coronavirus-
crisis-soluciones.html>.
11
Según Maristella Svampa, “… la proliferación de metáforas bélicas y el recuerdo de la
Segunda Guerra Mundial atraviesan desde los discursos de Macron, Merkel hasta Trump
y Xi Jinping” (2020: 25).
12
Hasta la fecha de culminación de este artículo, el 30 de abril del 2020, el departamento
de Santa Cruz presentaba los datos más elevados de contagiados (615), es decir, más del
50 % del país, y 29 fallecidos, exactamente la mitad de Bolivia, a raíz del COVID-19.
243
Yuri F. Tórrez
13
Montero, Baldwin (2020, 10 de abril). “Santa Cruz será militarizada para contener el
COVID-19”. La Razón. Disponible en: <https://www.la-razon.com/nacional/2020/04/10/
bolivia-coronavirus-santa-cruz-militarizacion/>.
14
Programa Diálogos de Radio Panamericana, 4 de abril de 2020.
15
Tórrez, Yuri (2020, 28 de abril). “El virus en la guerra”. La Razón. Disponible en:
<https://www.la-razon.com/voces/2020/04/28/el-virus-en-la-guerra/>.
16
La Razón (2020, 17 de abril). “Guerra virtual”. Disponible en: <https://m.la-razon.com/
voces/2020/04/17/guerra-virtual/>.
244
Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
17
La misma editorial mencionada anteriormente, con respecto a este tema, decía:
“Sorprendió la noticia difundida por el titular de Gobierno en sentido de que fueron
aprehendidos 67 ‘actores políticosʼ que, vía ‘patrullaje cibernético’, habrían sido
sorprendidos haciendo guerra virtual. Más todavía: que 37 de ellos ya tienen condena,
al parecer en procesos abreviados y secretos. No se sabe quiénes son estos ciudadanos ni
cuáles los delitos por los que fueron detenidos ‘con las manos en la masaʼ (sic). En esto,
como en cuestiones sanitarias, prima la subinformación oficial”.
18
Tórrez, Yuri, óp. cit.
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Yuri F. Tórrez
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Bolivia: el autoritarismo en los días del virus
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Yuri F. Tórrez
ministro del área amenaza con encapsular ese territorio. Mientras tanto,
el coronavirus está haciendo estragos en otros territorios, inclusive en
aquellos que ellos –el gobierno– consideran propios.20
Entonces, la presencia intempestiva del COVID-19 en un contexto de
polarización muestra una de sus aristas más importantes: la disputa por
nichos territoriales. En efecto, a raíz de la indignación provocada por las
muertes en las masacres, tanto en Sacaba como en El Alto, los sectores
sociales se organizaron en redes para resistir el golpe de Estado y para
participar activamente en el proceso electoral apoyando al partido de Evo
Morales. Cuando las fuerzas populares estaban en plena acción política,
vino la pandemia. En el curso de la crisis sanitaria, el gobierno, como
se dijo anteriormente, buscaba desactivar este apronte popular con las
medidas de excepción. Estas medidas posibilitaron, entre otras cosas,
militarizar esos espacios territoriales de la resistencia popular, es decir,
ocupar esos territorios. Con esta ocupación territorial solo provocó la
resistencia de los sectores populares. Eso ocurrió al sur de la ciudad de
Cochabamba, donde viven emigrantes pobres. El gobierno, en nombre de
la salud pública, intentó apropiarse de la Villa Olímpica enclavada en el
lugar para convertirla en un espacio de refugio para la gente que venía de
Chile. Esta Villa, que se construyó en el gobierno de Morales, en los días
del golpe de Estado fue asediada por la policía y grupos de motoqueros
–que operaban como grupos paramilitares de los golpistas– para tomarla
e incendiarla, como acto simbólico de la caída de Evo Morales del poder.
En el curso de la crisis sanitaria, los vecinos del lugar protegieron a esta
Villa, y denunciaron que el gobierno, con fines políticos, pretendía tomar-
la por la fuerza bruta. Esta Villa, además, no era apta para ser un espacio
sanitario y de albergue para la gente que volvía de Chile; por lo tanto, los
vecinos, a través de un comunicado público de la Coordinadora Popular
de Defensa de la Democracia y la Vida, denunciaron que la toma de esta
Villa iba a significar para el gobierno de Áñez “un trofeo de guerra”.
Por otra parte, las redes de solidaridad social y popular posibilita-
ron que esas energías destinadas a la resistencia al golpe de Estado se
transformaran en actos de solidaridad, que sirvieron, entre otras cosas,
para reocupar esos territorios, aunque sea simbólicamente. El gobierno
transitorio de Áñez, al dimensionar sobre los efectos políticos de estos
actos solidarios, los cuales emergieron desde lo nacional-popular y en
plena cuarentena, empezó con una persecución ceñuda, particularmente,
contra los dirigentes de estas organizaciones sociales, sobre todo por sus
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Yuri F. Tórrez
Referencias
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Manifiesto
Contra la doctrina del shock digital
La necesidad de luchar contra
un mundo “virtual”1
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
1
Manifiesto producto de la iniciativa del colectivo francés Écran Total y del Grupo de
Investigación Transdisciplinar sobre Transiciones Socioecológicas (GinTRANS2). Una
primera versión fue publicada en la revista digital CTXT. Disponible en: <https://ctxt.
es/es/20200501/Firmas/32143/riechmann-yayo-herrero-digitalizacion-coronavirus-
teletrabajo-brecha-digital-covid-trazado-contactos.htm>.
253
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
Mucha gente habla del “día después”, de todo lo que hará falta hacer
y conseguir después del coronavirus. Pero más allá de las enfermedades y
duelos personales, ¿en qué estado colectivo nos dejará todo esto? ¿En qué
estado psicológico? ¿En qué Estado político? ¿Con qué hábitos relaciona-
les? En este texto, iniciativa del colectivo francés Écran Total y del Grupo
de Investigación Transdisciplinar sobre Transiciones Socioecológicas
(GinTRANS2), se señala el riesgo de que una parte de los buenos pro-
pósitos para el día después estén siendo ya de facto neutralizados por la
aceleración en curso de los procesos de informatización. Por ello, propo-
ne un boicot masivo y explícito a las diferentes aplicaciones móviles que,
bajo la premisa de la lucha contra la COVID-19, van a suponer la instala-
ción efectiva de un seguimiento generalizado de la población. En el texto
se muestra cómo este tipo de aplicaciones son el ejemplo paradigmático
de nuestra fascinación ante la tecnología y nuestra dependencia total de
ella. Fascinación y dependencia que garantizan la perpetuación del orden
político existente, del experimento masivo con la salud de la población,
sin garantía sanitaria alguna, que implica el incesante aumento de las
254
Manifiesto
255
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
2
Referencia a la obra de Sherry Turkle, no traducida al español, Alone Together: Why We
Expect More from Technology and Less from Each Other, publicado por Basic Books en 2012.
256
Manifiesto
257
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
3
Extracto de la entrevista a Daniel Cohen en Le Monde del 3 de abril de 2020. Disponible en:
<https://www.lemonde.fr/idees/article/2020/04/02/daniel-cohen-la-crise-du-coronavirus
-signale-l-acceleration-d-un-nouveau-capitalisme-le-capitalisme-numerique_6035238_
3232.html>. Que lo citemos aquí no implica en ningún caso que estemos en sintonía
con el tipo de categorías que Cohen utiliza: en realidad, lo digital no es más que una
profundización del carácter industrial del capitalismo, y la sociedad posindustrial de la
que él habla, simplemente, no existe.
4
Referencia a la fórmula y la obra de Naomi Klein, La doctrina del shock, que se tradujo
en España en el año 2007 y fue publicada por la editorial Paidós. En el libro, este término
se ejemplificaba con las oportunidades que el huracán Katrina, que impactó Luisiana en
2005, ofreció a las clases empresariales norteamericanas.
258
Manifiesto
5
Para profundizar en esta cuestión, acúdase al capítulo 2 de la traducción del libro del
Grupo MARCUSE La libertad en coma: contra la informatización del mundo, Madrid 2019,
Ediciones El Salmón.
259
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
Sin embargo, basta con leer la parte de las memorias de Edward Snowden
donde este habla de la vigilancia virtual para darse cuenta de que nadie
puede garantizar algo así.6 Es más, un vistazo a la historia reciente de la
tecnología muestra que los dispositivos liberticidas que se introducen en
tiempo de crisis casi nunca desaparecen: si se extienden a gran escala, y
bajo la égida del Estado, las aplicaciones de seguimiento se quedarán y
será muy difícil impedir que se extiendan al conjunto de la población.
Basta con pensar en la identificación a través del ADN, que en Francia
se instaló a finales de la década de1990 como reacción frente a una serie
de crímenes sexuales, y de la que los ministros de la época afirmaban
que siempre se mantendría limitada a criminales de alto nivel. Hoy, en
Francia, cuando a uno lo arrestan por quedarse más de lo debido en una
manifestación, la identificación a través del ADN es casi automática. Es
más, quizá bastaría con reflexionar sobre un punto básico: no tenemos la
menor idea de cuánto durará este episodio pandémico en el que llevamos
sumidos desde comienzos de marzo, ¿seis meses, tres años, más aún?
Sea como fuere, esta crisis ha venido atravesada por la idea de que para
encontrar modelos realmente eficaces en la lucha contra el coronavirus
es necesario dirigir la atención hacia Asia en general, y hacia China en
particular. En Francia, los medios de comunicación y los políticos hacen
sobre todo referencia a Corea del Sur, Taiwán o Singapur, donde la hi-
permodernidad tecnológica no se asocia (con o sin razón) al despotismo
político. En España, sin embargo, el estallido de la crisis sanitaria fue
testigo de cómo algunos de los principales periódicos del país se pregun-
taban abiertamente si la “democracia” no era un lastre que condenaba a
una lucha ineficaz contra el virus. Al mismo tiempo, algunos “camisas
viejas” del liberalismo hacían expresa su admiración por el autoritarismo
chino high tech y su efectividad: geolocalización de teléfonos móviles, sis-
temas de calificación social alimentados por los datos que los ciudadanos
vuelcan constantemente en internet, reconocimiento facial, uso de dro-
nes teledirigidos para vigilar y sancionar a la población. Este cambio de
mirada es uno de los elementos clave del cambio de rumbo que estamos
quizá viviendo: durante décadas nos hemos acostumbrado a leer nuestro
6
Snowden, Edward (2019). Vigilancia permanente. Madrid: Planeta. Siendo más precisos,
en lo que Snowden insiste es en la imposibilidad de hacer desaparecer por completo los
datos que se registran. En lo relativo a la imposibilidad de anonimizar, recomendamos el
análisis de Luc Rocher que se reseña en el artículo “No existe el anonimato, gracias a tus
datos pueden rastrearte y encontrarte”, publicado el 31 de julio de 2019 en el periódico
ABC. Disponible en: <https://www.abc.es/tecnologia/informatica/software/abci-no-existe-
anonimato-gracias-datos-pueden-rastrearte-y-encontrarte-201907290226_noticia.html>.
260
Manifiesto
futuro con las lentes que nos ofrecían los cambios en la sociedad nortea-
mericana. Hoy, de manera súbita, parece que es la China posmaoísta la
que define nuestro destino, ella que ha sido capaz de hacer un uso sin
complejos de las innovaciones de Sillicon Valley.
7
Recomendamos revisar el análisis a ese respecto que ha realizado la asociación La
Quadrature du Net, publicado en su página web el 14 de abril. Disponible en: <https://
www.laquadrature.net/2020/04/14/nos-arguments-pour-rejeter-stopcovid/>. Este artículo,
entre otras cosas, llama la atención sobre la poca fiabilidad de la tecnología Bluetooth,
su escasa precisión a la hora de indicar contactos entre personas diagnosticadas como
“positivas”, en particular en zonas muy pobladas, y la dificultad de activarla o utilizarla
para mucha gente.
261
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
8
Ver los estudios de Alfonso Balmori.
9
Se puede revisar, entre otros materiales, la síntesis de Cécile Diguet y Fanny Lopez,
L’impact spatial et énergétique des data centers sur les territoires. Disponible en: <https://
www.institutparisregion.fr/fileadmin/NewEtudes/Etude_1780/Synthese_ENERNUM-
1mars2019.pdf>.
262
Manifiesto
Toxicología de Estados Unidos: Evidencia clara entre las ondas de los teléfonos móviles
y los tumores en animales”. Disponible en: <https://www.priartem.fr/Ondes-et-tumeurs-
Des-preuves.html?var_recherche=ntp>.
263
Jorge Riechmann, Adrián Almazán y 300 firmas más
Frenar la escalada
Si quisiéramos resumir la situación podríamos decir que los tecnócratas
de todo el mundo pretenden protegernos del coronavirus hoy acelerando
un sistema de producción que ya compromete nuestra supervivencia en el
futuro presente. Es absurdo, además de estar destinado al fracaso.
Lo que hace falta no son tecnologías que nos hagan más irresponsables,
decidiendo por nosotros dónde podemos ir y qué podemos hacer. Lo que
necesitamos es ejercer nuestra responsabilidad personal y colectiva para
luchar contra las flaquezas y el cinismo de los dirigentes. Necesitamos
construir desde la base, y con ayuda de epidemiólogos, médicos y sanita-
rios, reglas de prudencia colectiva razonables y sostenibles a largo plazo.
Y para que estas inevitables restricciones tengan sentido, no solo necesi-
tamos saber en tiempo real el estado de las urgencias. Necesitamos una
reflexión colectiva y consecuente sobre nuestra salud, sobre los medios
necesarios para protegernos de las muchas patologías ligadas a nuestra
forma de vivir: los futuros virus, pero también los factores de “comorbi-
lidad” como el asma, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la
diabetes y, por supuesto, el cáncer.11
Lo que esta crisis saca de nuevo a la luz es el problema de la dependen-
cia de un sistema de aprovisionamiento industrial que saquea el mundo
y debilita nuestra capacidad de oponernos de manera material y concreta
a las injusticias sociales. Desde nuestro punto de vista, el único modo de
garantizar nuestra capacidad de alimentarnos, cuidarnos y cubrir nuestras
necesidades básicas en las crisis que están por venir es hacernos colectiva-
mente cargo de nuestras necesidades materiales, desde la base y en alianza
con muchos de los y las profesionales hoy responsables de dichas tareas.
11
No está de más recordar que, según un estudio publicado en la revista científica The
Lancet en 2017, la contaminación del agua, el aire y el suelo mata a 9 millones de personas
al año. Ver: <https://www.efeverde.com/noticias/nueve-millones-muertes-contaminacion-
2015-the-lancet/>.
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Manifiesto
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Manifiesto
7. Por último, todo apunta a que en los próximos meses nos va a tocar de-
fender maneras de poder encontrarnos físicamente, inventar o retomar
espacios de discusión pública en estos tiempos difíciles en los que se
darán muchas batallas decisivas. Sin duda, todo lo anterior tendrá que
hacerse con la idea en mente de minimizar los riesgos de contagio. Pero
la vida digital no puede ser un sustituto permanente de la vida real, y los
sucedáneos de debate que hoy se realizan por internet no podrán nunca
reemplazar la presencia en carne y hueso y el diálogo de viva voz. Cada
cual debe reflexionar desde este momento sobre el modo de defender
el derecho de reunión (reuniones de vecinos, asambleas populares, ma-
nifestaciones), sin el cual los derechos políticos son imposibles y sin el
cual es imposible construir una posición de fuerza, imprescindible para
dar existencia a cualquier tipo de lucha.
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Expediciones pedagógicas en tiempos
pandémicos: retorno a las hogueras,
crisis y alternativas al capitalismo
desde una kuración kósmica
Palabras de apertura
El espacio-tiempo en nuestra Cuna-Casa Tierra se ha transformado: la
Nueva Era está llegando. Se nos presenta desde el caos como principio que
agencia la vida, se manifiesta con gran fuerza, como lo ha hecho antes en
la historia de la Humanidad-Naturaleza. Hoy el coronavirus/SARS-CoV2/
COVID-19 nos despierta; de cierta forma, nos conecta con la vibración
1
Tomado de: <https://leonardoboff.org/2020/03/27/coronavirus-autodefensa-de-la-
propia-tierra/>.
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
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Pandemia al sur
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
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Manifiesto
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Pandemia al sur
Ángela Pusha
Todas las mañanas tomo sol o hablo con mi Canelo (árbol sagrado
mapuche), mi guía y cuidador personal. Empecé mi producción de tie-
rra de hoja hecha del álamo que desprende sus regalos con cada viento
otoñal, iniciando mi gran sueño-decisión de armar una huerta casera. Mi
ruka está siempre olorosa por humitos y vaporizaciones medicinales. He
creado cantos, brebajes, meditaciones y danzas que circulan por medios
virtuales para la sanacielo, vibraamor, kuratierra. Rezo, me veo chamana,
soy el poder dentro de mí. He sido puente de conexión para llevar alimen-
tos a migrantes y medicina mapuche. Hablo y veo a diario a padre, madre
e hija, hermanos, sobris y hermanas elegidas; nos tejemos, nos contene-
mos, nos reinventamos una dimensión del amor cósmico. Mi Gineth sale
a cumplir su misión como matrona; mi admiración y rezo con ella. Voy
adentrándome en mis pendientes interiores e intento acogerlos uno a uno
con dulzura.
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
Rocío
“La vida aflora mientras el hombre se guarda”. Mientras allá afuera la
naturaleza respira y la vida se contempla en otras criaturas vivientes que
aclaman su espacio; hija, madre y padre se cobijan de nuevo en el seno, al
calor de la vida que los une, en el disfrute de la armonía, de la meditación,
en el amarse y consentirse, en la fortuna de no ganarle al tiempo. Es la
recuperación del sueño perdido, es el disfrute del gato. Sin pensar en el
nombre del día, sin pensar en el transcurrir de las horas, nos abrimos cada
día a la vida; con un sorbo de agua para sanar y limpiar, con batidos y ejer-
cicios, activamos el cuerpo y la mente. Al calor del fogón, compartimos
la preparación de los alimentos en un ritual de goce acompañado de una
plegaria de agradecimiento, que se ha fortalecido en la sanidad. Luego le
damos paso al día, que transcurre entre juegos infantiles, bailes, escucha
de tonadas musicales, lecturas, escritos, programas, tareas compartidas,
corte de cabello, el cuidado del anturio, llamadas, conexiones virtuales, y
la tensión de mil mensajes, calificación de actividades, pausas activas con
la toma del tinto y haciendo mil maromas para extender el día, para luego
caer rendidos y terminar en un arrunchis de tres en el lecho.
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Pandemia al sur
Cynthia
Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mismo jardín.
Séneca
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
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Pandemia al sur
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
William
Sintiendo mi expedición en mi hoguera, mi útera, mi ruka caqueteña,
que me ha permitido reencontrarme con mi familia desde hace aproxi-
madamente seis meses, respiro profundo y doy gracias al todopoderoso
porque nos ha complejizado el tiempo y el espacio. Porque gracias a una
reconfiguración de las moléculas, de los átomos del universo, nuestras
energías interiorizadas en nuestras corporeidades danzaron alternada-
mente en forma de onda y partícula, se conectaron para que el sueño sea
toda una realidad: la de estar juntos en unidad para cocrear vida. Nos
sentimos muy bendecidos por la madre tierra por permitirnos kurar de la
pandemia en unicidad familiar, en el amor, en el respeto, en la compren-
sión, en la solidaridad, en la reciprocidad, en la ecoespiritualidad, en la
expansión de conciencia. Uno a uno, tejiendo, hilando, vamos constru-
yendo nuestro canasto familiar como herramienta de kuración ecozoica
para contemplar en la diversidad al COVID-19. Al mismo tiempo, este
período de aislamiento ha permitido descubrir cómo una videollamada
acerca distancias, facilita la interacción, el amor, la kuración, rompiendo
nuestras ondas de las creencias que transitan por el tejido cuántico del
universo para llegar a nuestras vidas, para darnos cuenta de que no es
necesaria la presencialidad para expresar lo que sentimos o lo que anhe-
lamos en nuestros seres queridos.
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Pandemia al sur
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
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Pandemia al sur
Come cáa tutino come ci: la vida de una persona está en el corazón
Ka: acariciar
Na: totalidad
Najeri: todo
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
Ocuira: orden
Okade: volar
Uneide: eyacular
Uri: tranquilamente
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Pandemia al sur
Referencias
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Expediciones pedagógicas en tiempos pandémicos
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Diversos análisis desde el sur global, en tanto proyecto so-
cietal, principio de inteligibilidad y lugar de la esperanza,
integran el presente libro, el cual es posible gracias al auspi-
cio del programa de Maestría en Estudios Interdisciplinarios
del Desarrollo en la Universidad del Cauca, Colombia, y
a la generosidad y entusiasmo de colectivos, académicos e
intelectuales de distintas latitudes, como muestra de que
también en tiempos de confinamiento, a pesar de estar lejos,
es posible seguir juntos.
Las reflexiones –no tanto sobre la actual pandemia global,
sino acerca del carácter pandémico del capitalismo neoli-
beral, la crisis de los cuidados y la necesidad de habitar el
mundo de otras maneras– proporcionan análisis de emer-
gencia, compromisos con un pensamiento crítico no van-
guardista y salidas transicionales ante el colapso civilizatorio
y la ausencia de inmunidad humana. Juntarnos para diseñar
las ideas, pensar disruptivamente y seguir haciendo de las
calles el epicentro de la protesta, la propuesta y la fiesta, es
parte del propósito de este singular libro.
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