El Dilema de Pilato
El Dilema de Pilato
El Dilema de Pilato
Objetivo:
Cuestionar a la audiencia acerca de la respuesta a esta pregunta tan directa e inevitable: ¿Qué haré
pues, con Jesús? Contrastar las posibles respuestas y sus efectos para inclinar la respuesta favor de
Cristo. Demandar una respuesta integral (de palabra y obra), que resulte a favor de nuestra
salvación.
INTRODUCCIÓN:
Lo que es aun más triste, es ver a un hombre con el poder de dejarlo libre, doblar las manos ante la
insistencia de la multitud cuando él bien sabía que no había razón para condenarlo a morir.
Es muy fácil para nosotros ahora ver esa escena y pensar que nosotros hubiéramos actuado de una
manera muy diferente.
Pero, ¿sabía usted que aun tiene la oportunidad que contestar en una manera diferente a la
pregunta, "¿qué, pues, haré de Jesús?"
A. Es una pregunta que nadie más podrá contestar por usted. (2 Cor. 5:10).
a. Pilato quería dejar en libertad a Jesús, pero su error fue dejar que los Judíos contestaran
por él.
b. Nunca dejaríamos a nadie más contestar por nosotros en las grandes decisiones de nuestra
vida (como en el matrimonio, o cuando se compra una casa.)
c. Pero, ¿porqué es que muchos, cuando se trata de la decisión más importante que
cualquier otra, la vida eterna, sí lo permiten? (Rom. 6:17; Rom. 10:9-10).
a. Nuestra salvación depende de NOSOTROS servir a Jesús. (Juan 14:6; Efe. 1:3; Efe.
1:7).
b. Para obtener estas bendiciones, USTED como individuo debe de responder al llamado de
Dios.
c. Es por esta razón que el apóstol Pablo dice en: Rom. 8:1
b. Pero ¿sabía usted que hoy en día muchos lo venden por mucho, mucho menos que
eso? (Mateo 16:26).
c. ¿Qué tanto puede ganar, que pueda valer más que su alma?
b. Si usted cree que hubiera contestado diferente a la pregunta de Pilatos, ¿de qué manera
la contesta hoy en día?
b. Pero, ¿sabía usted que él no confesarle es lo mismo que negarle? (Mateo 10:33; 2
Timoteo 2:12).
a. ¡Qué peligroso es hacer esto! Cuantas personas durante años han tenido la intención de
obedecer el evangelio, y nunca lo hacen. (Hebreos 3:12-15).
b. Recuerden que no existe ninguna garantía de que habrá un mañana. (Santiago 4:13-14).
c. Quizás lo que está usted esperando es a que usted este económicamente más seguro,
pero escuche lo que el Señor dice al respecto. (Lucas 12:16-21).
d. Puede que quizás más tarde, usted no esté dispuesto a aceptar la salvación de Dios. (2
Cor. 6:2; Isa. 55:6-7).
a. No existe tal lugar en lo espiritual, estas, ya sea frío o caliente, no existe el tibio.
1. Muchos discípulos siguieron al Señor por un tiempo, pero después ya no. (Juan
6:66).
d. Es por eso que debemos contar el costo del discipulado. (Lucas 9:57-62).
1. Nuestra actitud debe de ser siempre de querer adorar a Dios porque queremos, y no
por lo que nos pueda dar. (Rom. 12:1-2).
III. ¿Qué, pues, haré de Jesús?” Para ayudarnos a contestar esta pregunta, considere otra
cuestión…
1. De una vida abundante, llenada con la paz verdadera – (Jn 10:10; 16:33).
2. De encontrar la salvación – (Lc. 19:10).
3. De disfrutar la limpieza de los pecados por medio de Su Sangre – (1 Jn 1:7).
B. Notemos él último ejemplo en esta lección, un ejemplo que todos debemos de seguir, el de
aquellos en el día de Pentecostés, obedecieron. (Hechos 2:37-41).
CONCLUSIÓN:
La pregunta nuevamente es para usted, ¿qué hará usted con Jesús? ¿Lo obedecerá? Si usted no
sabe que es lo que debe hacer, esto es lo que dice la Escritura: