Grupo 6
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RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
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Editado por Dr. C. Videla
XV Jornadas Chilenas del Hormigón – 2005 Ogaz, O., et al.
2. PROGRAMA EXPERIMENTAL
2250
3630
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Valor
Dimensión / Propiedad Unidad
experimental
Largo Mm 392
Ancho Mm 140
Altura Mm 189
Área bruta mm2 54880
Área neta mm2 35343
Huecos* % 35,6
Peso seco N 134
Peso saturado N 143
Absorción fría (24 Horas) % 6,9
Resistencia a la compresión
MPa 9,8
(promedio)
* Se determinó sobre el volumen bruto = área bruta x altura
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Marco de confinamiento
de hormigón armado ESC.
4,2 mm
ESC.
4,2 mm
Viga de fundación
de hormigón armado
4φ10 4φ10
Eφ6@15 Eφ6@15
Corte transversal
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Desplazamiento lateral (mm) 0,5 1,2 1,5 2,0 3,0 5,0 7,0 10,0 14,0 18,0 22,0 28,0
Distorsión angular ∆/h (‰) 0,2 0,6 0,7 0,9 1,4 2,3 3,3 4,7 6,5 8,4 10,2 13,0
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DEFORMACIÓN LATERAL
GUÍAS GUÍAS
DEFORMACIÓN DIAGONAL
ROTACIÓN
LOCAL
DESLIZAMIENTO
E O
Deformación lateral
Deformación
Rotación diagonal
E Deslizamiento O
3. RESULTADOS
3.1 Comportamiento cualitativo de los muros
Para ambos tipos de refuerzo, la fisuración de los muros se observó desde los
primeros ciclos de carga y correspondió a fisuras horizontales en la base del paño de albañilería.
En el caso de los muros de albañilería confinada, estas fisuras comprometían a los pilares de
confinamiento.
Posteriormente, se produjo el inicio del agrietamiento diagonal del muro, el cual se
propaga principalmente por las juntas de mortero. Este estado de daños presenta grietas de anchos
entre 0,2 a 0,4 mm para ambas modalidades de refuerzo y se genera para distorsiones angulares
del orden de un 0,2 ‰ para los muros de albañilería confinada y de un 1,0 ‰ para los muros de
albañilería armada.
La evolución de este agrietamiento dependió de la modalidad de refuerzo, en el caso
de la albañilería armada, la propagación del agrietamiento se ve interrumpida por la presencia de
los refuerzos lo que controla el ancho de la grieta, de modo que cuando se forma el patrón de
agrietamiento los anchos de grietas no superan a 1,0 mm. Este agrietamiento evoluciona en forma
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importante cuando las escalerillas se cortan, alcanzándose anchos de grietas superiores a 7,0 mm
para distorsiones angulares de 5,5 ‰ (posterior a la carga máxima) lo que produce el colapso
nominal del sistema.
En los muros de albañilería confinada el agrietamiento diagonal se desarrolla
completamente para una distorsión angular del orden de 0,6 ‰, presentando anchos de fisuras
entre 0,2 y 0,5 mm, los cuales se mantienen hasta niveles de distorsión angular de un 2,4 ‰.
En la Figuras 9 y 10 se muestran los ciclos o lazos de histéresis de cada uno de los
muros ensayos, mientras que en la Figura 11 se ha dibujado la envolvente de las ramas positivas
y negativas del primer ciclo de cada muro. En estas tres figuras se puede apreciar que la carga
máximas alcanzada por ambas modalidades de refuerzo son similares. Sin embargo, se aprecia
fragilidad en el comportamiento de los muros de albañilería armada debido a la pérdida de la
capacidad resistente una vez que se alcanza la carga máxima, producto del corte de las
escalerillas y del daño que se produce en la cabeza de compresión. En cambio, en los muros de
albañilería confinada, la presencia de los pilares permite mantener el nivel de carga máxima hasta
altos niveles de deformación, mientras el agrietamiento diagonal no penetre en los pilares de
confinamiento. Cabe destacar que los muros de albañilería confinada alcanzan el nivel de carga
máxima para distorsiones o deformaciones laterales menores que en el caso de los muros de
albañilería armada.
La principal diferencia entre las curvas de histéresis de ambas modalidades de
refuerzo radica en la capacidad de recuperación de la deformación, lo que produce ciclos con
estrangulamiento en torno al origen cuando las grietas se cierran, como ocurre en los muros de
albañilería confinada pero no así en el caso de los muros de albañilería armada.
Por otro lado, los anchos remanentes de grieta que presentan los muros de albañilería
confinada una vez finalizado el ensayo, distorsiones angulares del orden de 13‰, son
notablemente menores a los producidos en los muros de albañilería armada. En efecto, en estos
últimos los anchos remanentes de las grietas principales se encuentran entre 9,0 y 15 mm, en
cambio, para los muros de albañilería confinada estos anchos son menores que 7,0 mm. En la
Figura 9, se puede apreciar el estado final de los muros de albañilería confinada y armada.
Otra diferencia entre ambas modalidades de refuerzo, es la capacidad de deformación.
En los muros de albañilería armada la capacidad de deformación máxima se produce una vez que
se alcanza la carga máxima, es decir para distorsiones angulares del orden de 5,5 y 8,0 ‰, en
cambio en los muros de albañilería confinada se pueden alcanzar altas distorsiones angulares sin
un deterioro importante de la capacidad resistente y manteniendo la integridad del paño de
albañilería (ver figura 8)
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Muro albañilería confinada (distorsión =13,2‰) Muro de albañilería armada (distorsión =6,5‰)
Curva Carga Horizontal - Deformación Lateral Curva Carga Horizontal - Deformación Lateral
Albañileria Confinada - Muro 1 Albañileria Confinada - Muro 2
180 180
140 140
100 100
60 60
Carga Horizontal [kN]
20 20
-32 -28 -24 -20 -16 -12 -8 -4 -20 0 4 8 12 16 20 24 28 32 -32 -28 -24 -20 -16 -12 -8 -4 -20 0 4 8 12 16 20 24 28 32
-60 -60
-100 -100
-140 -140
-180 -180
Deformación Lateral [mm] Deformación Lateral [mm]
140 140
100 100
60 60
Carga Horizontal [kN]
Carga Horizontal [kN]
20 20
-32 -28 -24 -20 -16 -12 -8 -4 0 4 8 12 16 20 24 28 32 -32 -28 -24 -20 -16 -12 -8 -4 -20 0 4 8 12 16 20 24 28 32
-20
-60 -60
-100 -100
-140 -140
1
-180 -180
Deformación Lateral [mm] Deformación Lateral [mm]
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180
160
140
120
100
80
60
40
Carga [kN]
20
0
-14 -12 -10 -8 -6 -4 -2 -20 0 2 4 6 8 10 12 14
-40
-60
-80
-100 Muro 1 - Albañileria Confinada
-120 Muro2 - Albañileria Confinada
-140 Muro 1 - Albañileria Armada
-160
Muro 2 - Albañileria Armada
-180
Distorsión angular [‰]
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Rigidez no agrietada
Modalidad de refuerzo Muro 1 Muro 2
[kN/mm] [kN/mm]
Albañilería Confinada 142 123
Albañilería Armada 77 85
Para cuantificar el deterioro que se produce en la rigidez en los muros una vez que se
inicia el agrietamiento, en la Figura 12 se ha graficado como varia la rigidez de ciclo con la
distorsión angular. La rigidez de ciclo se define como la pendiente de la recta secante que une los
puntos de máxima y mínima deformación (puntos extremos) de un ciclo determinado. En este
grafico la rigidez de ciclo ha sido normalizada respecto de la rigidez elástica de cada uno de los
muros y se representan a partir del segundo nivel de deformación aplicado.
1.0
Muro 1 - Albañileria Confinada
0.9 Muro 2 - Albañileria Confinada
Muro 1 - Albañileria Armada
0.8 Muro 2 - Albañileria Armada
0.7
Rigidez de ciclo / Ke
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0
0.0 0.4 0.8 1.2 1.6 2.0 2.4 2.8 3.2 3.6 4.0 4.4 4.8 5.2 5.6 6.0
En las curvas se puede apreciar que la rigidez de ciclo se degrada rápidamente una vez
que se producen los primeros estados de daños en el muro (primer agrietamiento e inicio del
agrietamiento diagonal). Además se aprecia que para los muros de albañilería confinada la caída
de rigidez (pérdida del 50 % de la rigidez elástica) es mucho mayor que en los muros de
albañilería armada (pérdida del 30 % de la rigidez elástica), debido a que el estado de
agrietamiento diagonal se presenta para bajas distorsiones angulares.
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- Primer daño visible en el paño (PDV): Corresponde a la aparición de las primeras fisuras
visibles a simple vista en el paño del muro.
- Inicio del agrietamiento inclinado (IAI): Corresponde a la formación de la primera grieta
inclinada en la albañilería que abarca por lo menos tres hiladas.
- Formación del patrón de agrietamiento (FPA): Corresponde al estado en que se visualiza el
patrón de agrietamiento que se mantendrá hasta el final del ensayo y que define el
mecanismo de falla del muro.
- Carga máxima (CM): Corresponde al estado cuando el muro alcanza la carga máxima
- Estado último de deformación (EUD): corresponde al estado de daños en el muro en el
instante en que se manifiesta una pérdida considerable de su capacidad resistente, de modo
que en el siguiente ciclo, la carga máxima registrada es menor a un 70% de resistencia
máxima alcanzada en ese sentido de carga
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FPA (ciclo 11, distorsión =2,3‰) FPA (ciclo 13, distorsión = 3,3‰)
EUD (ciclo 23, distorsión =13,0‰) EUD (ciclo 18, distorsión = 6,5‰)
Albañilería Confinada – Muro 1 Albañilería Armada – Muro 2
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12000
10000
Energia disipada acumulada [kN·mm]
8000
6000
4000
De la Figura 14 se puede apreciar que para un mismo nivel de distorsión angular los
muros de albañilería armada disipan mayor energía (para la misma secuencia de ensayo) que los
muros de albañilería confinada y que estos últimos necesitan alcanzar deformaciones
prácticamente tres veces mayores para disipar la misma cantidad de energía. Sin embargo, se
podría considerar que para el estado último de deformación (pérdida de la capacidad resistente
mayor a un 30%) ambos modalidades de refuerzo disipan cantidades similares de energía pero
con un daño mucho menor los muros de albañilería confinada.
4. CONCLUSIONES
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Los muros de albañilería confinada resultan más rígidos que los muros de albañilería
armada, debido principalmente a la presencia de los pilares de confinamiento. Sin embargo una
vez que se producen los primeros daños en la albañilería la rigidez cae fuertemente, llegando a
ser un 50% y un 30% de la rigidez elástica en el caso de los muros de albañilería confinada y
armada respectivamente.
La capacidad de deformación se ve favorecida por la presencia de los pilares de
confinamiento de hormigón armado. La presencia de estos elementos permite alcanzar altas
distorsiones angulares sin un deterioro importante de la capacidad resistente, manteniéndose la
integridad del paño de albañilería, lo que se traduce menores anchos de grietas.
Una vez que se produce el inicio del daño, la capacidad de disipación de energía es
mayor en los muros de albañilería armada para un mismo nivel de deformación pero a costa de
sufrir un daño mucho mayor. Desde el punto de vista de la máxima energía disipada, se pudo
observar que su valor es similar para ambas modalidades de refuerzo pero el estado que presenta
el muro de albañilería armada corresponde a un nivel de daño grave, prácticamente imposible de
reparar, producto del corte de las armaduras horizontales. Esta situación no se presenta en los
muros de albañilería confinada.
Teniendo en cuenta estos resultados experimentales, es recomendable no usar muros
de la albañilería armada con cuantías de refuerzo reducidas cuando las demandas de
desplazamiento produzcan distorsiones angulares en los muros mayores que un 4,0‰, ya que se
producirán grandes espesores de grietas debido al corte de las escalerillas. Esta situación se ha
podido comprobar que ocurre en viviendas de 2 pisos con densidad de muros menores que un
0,8% por unidad de piso, ejemplo de ello son los daños observados en la ciudad de Ovalle
durante el terremoto de Punitaqui de 1997 y en Pozo Almonte en el terremoto de Tarapacá del
2005.
5. AGRADECIMIENTOS
6. REFERENCIAS
[1] INN, Norma Chilena Oficial NCh1928.Of1993 (1993), Albañilería armada – Requisitos
para el diseño y cálculo, Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile.
[2] INN, Norma Chilena Oficial NCh2123.Of1997 (1997), Albañilería confinada – Requisitos
de diseño y cálculo, Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile.
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[4] Ogaz, O., “Estudio experimental de muros de albañilería con aberturas y cuantía reducida
de refuerzo sujetos a carga lateral alternada”, Memoria para optar al título de Ingeniero
Civil, Universidad de Chile, Santiago, Chile.
[5] INN, Norma Chilena Oficial NCh181 (1965), Bloques Huecos de Hormigón de Cemento,
Instituto Nacional de Normalización, Santiago, Chile, 1965.
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