Evaluar y Dar Feedback
Evaluar y Dar Feedback
Evaluar y Dar Feedback
com
[2011]
Evaluar y dar feedback: transparencia y compromiso, por Carolina
Sciarrotta (*)
La calidad del trabajo de la gente tiene una influencia directa con los resultados de un
sector. Sin embargo, se observa en numerosos casos que las personas están
desaprovechadas o que no realizan el trabajo como se espera que lo hagan. Puede
haber numerosas causas. Por ejemplo hay quienes realizan sus tareas en una forma
rutinaria o mecánica, sin reflexionar o sin tener ganas de hacerla mejor. Hay otras
personas que ni siquiera son capaces de reconocer sus errores. Otro motivo es cuando
creen que un cambio traer aparejado más esfuerzo y no tienen intención de dedicárselo
a sus trabajos.
Nuestro desafío como líderes es lograr que nuestros colaboradores rindan su máximo
potencial pero con menos esfuerzos y obteniendo ellos a su vez beneficios por el valor
agregado que le dedican a la tarea. En estas condiciones, los resultados serían
provechosos para todos. ¿Pero cómo lograrlo? En primer lugar cómo conductores
debemos reflexionar sobre cómo realizamos la distribución de trabajo y la asignación y
coordinación de tareas. Para asegurarnos que es un método adecuado debemos realizar
un diagnóstico de situación e implementar mejoras si hiciera falta. Esto implica conocer
las capacidades, dificultades e intereses de cada uno de nuestros colaboradores y
diseñar un mecanismo de trabajo adecuado para los objetivos del sector con la mejor
asignación de tareas que podemos. Para esto es útil involucrar a los mismos
colaboradores y solicitarles su opinión, ya que nos permitirá corroborar que el sistema
es aprobado y están comprometidos a trabajar en este sentido. El nivel de participación
que le demos a la gente en los cambios dependerá de la confianza y vínculo con ellos,
así como el grado de madurez e interés de ellos.
Es importante que usted pueda realizar un diagnóstico preciso e imparcial sobre cómo
está trabajando cada colaborador y además que pueda conversar con ellos sobre sus
capacidades, expectativas y acciones de mejora a futuro. Este proceso es un
compromiso con el sector, con uno mismo y sobre todo con el futuro laboral del
colaborador. Implica considerar las situaciones particulares de cada persona y no
considerarla un recurso. La transparencia en las conversaciones será un requisito
importante para lograrlo. Por supuesto que este proceso se torna más delicado y
trabajoso con los empleados con los que hay dificultades, aunque por cierto, es dónde
también es más crítico e imprescindible.
Sirve para detectar brechas entre el desempeño real de cada colaborador y lo que usted
espera de él. Sobre este diagnóstico el objetivo principal, recordemos, es diseñar un
plan de desarrollo con acciones de mejora que sea adecuado a las expectativas suyas
como jefe de sector y de su colaborador. El feedback, a través de conversaciones
transparentes y en un contexto de confianza, es el mecanismo de lograr entendimiento
de la situación actual y del acuerdo a futuro.
Dar feedback implica que, como líder, es importante mantener reuniones periódicas con
cada uno de los integrantes de su equipo. No para criticar, sino para ayudar a entender
mejor su trabajo en cuanto a su contribución al objetivo común. Tenga en cuenta que
cada individuo es distinto y piensa en forma diferente. Para poder hacer un aporte
significativo a su gente, deberá estar en conocimiento del día a día de su equipo y cada
uno de sus miembros para identificar si alguno está por encima o por fuera del sistema.
Si mira resultados globales, no apreciará diferencias personales. Si sólo ve
circunstancias ocasionales no serán representativas.
Si alguien destaca por encima del sistema deberá buscar la causa para que, en su
caso, sirva de ejemplo a los demás. Si alguien está fuera del sistema por debajo deberá
mejorar su apoyo y formación para esta persona. Si a pesar de ello no es posible
deberá buscar otra actividad más acorde a sus actividades
Dialogar sobre los resultados del esfuerzo y la dedicación de los colaboradores, debe ser
un momento que genere beneficios para ambas partes.
¿Qué se evalúa?
Si bien la evaluación por objetivos es una práctica habitual y hay numerosas teorías que
la apoyan, mi experiencia es que no siempre contribuye al liderazgo. Por el contrario,
cuando la gente no tiene incorporado este método en un marco compartido con la
cultura organizacional y/o cuando la instrumentación de dicho proceso no es
sumamente cuidadosa, genera conflictos y opaca el propósito real de la evaluación y el
feedback.
El éxito paradigmático de la dirección por objetivos tiene una de sus bases en que
permite “dirigir” a cualquiera sin conocimientos ni sobre las personas ni sobre su forma
de trabajar. Obedece más a una función de control ajeno. Es más fácil fijarse solo en los
“números”, aunque estos no sean correctamente utilizados ni interpretados. Objetivos e
indicadores sirven si se utilizan para identificar oportunidades de mejora en el sistema,
formular hipótesis o contrastar experimentos. Nunca para evaluar a las personas. “
Por lo tanto a la persona debería evaluársela por cómo hace su trabajo con
individualidad y con una medición de resultados que contemple efectos externos. Esto
implica evaluar las tareas o las competencias, siendo este último un modelo completo
que permite percibir mejor el desempeño global.
El enfoque de rasgos define las características (rasgos subyacentes) que deben tener
las personas para ocupar un puesto determinado. Sus principales inconvenientes son la
subjetividad en la definición y asignación de valor. Por ejemplo, conductas que unos
consideran como asertivas, para otros pueden ser agresivas, o señal de tozudez o de
valentía…. Los rasgos no predicen el comportamiento en el trabajo, ya que se basan en
Miguel García Sáiz Director del "Master en Programas para la Mejora de Habilidades y
Competencias" (Facultad de Psicología UCM, España) hace una muy buena descripción:
“La acepción hoy por hoy más coherente es la que considera a las competencias como
un conjunto de comportamientos observables relacionados causalmente con un
desempeño bueno o excelente en un trabajo y organización dados o en una situación
personal/social determinada que requiere la presencia y conjunción de los siguientes
elementos:
· Saber Estar: Conjunto de actitudes acordes con las principales características del
entorno organizacional y/o social (cultura, normas, etc.). En un sentido amplio, se trata
de tener en cuenta nuestros valores, creencias y actitudes en tanto elementos que
favorecen o dificultan determinados comportamientos en un contexto dado.
Así también este mismo autor hace algunas apreciaciones negativas al modelo:
“El enfoque de competencias no sólo resulta de gran utilidad, sino que se caracteriza
por su elevado potencial: su desarrollo dibuja un panorama brillante y alentador de cara
a las posibilidades de mejora personal y profesional de los individuos. Al analizar, no
obstante, el modo en que se viene poniendo en práctica, se observa una serie de
problemas que impiden precisamente extraer todo lo que de sí pueda dar. Estos
problemas son de carácter tanto teórico o conceptual, como práctico o metodológico.
Entre los más frecuentes destacan:
Todo ello hace pensar que, en ocasiones, se está produciendo un fenómeno "moda" en
el más superficial de los sentidos: se adopta la nueva terminología pero no se asumen o
no se aplican los principios básicos en profundidad.”
Por lo tanto, si bien la definición es clara y muy útil, los modelos de competencias en
ocasiones resultan complejos para ser utilizado por las personas que no pertenecen a
RRHH. Cuando la organización define competencias que aplican a todos los integrantes
y otras específicas para las familias de puestos similares, vemos que cada persona debe
adaptar estas competencias a su realidad laboral. Esta transferencia de algo abstracto y
genérico en algo concreto, no es siempre sencilla. Por el contrario, habitualmente
resulta muy complejo y la gente percibe el modelo como ajeno, poco realista y por ende
inútil.
Reflexionemos sobre ¿Para qué está este puesto en la organización? ¿Qué tareas debe
hacer para cumplir con lo que se espera de él? ¿Cómo debe hacerlo? ¿Qué tipo de
actitud y comportamiento es el más indicado y por qué?
¿Cómo se evalúa?
1. Definir 2. Observar el
parámetros y comportamiento y
acordar detectar desvíos
expectativas
3. Dar feedback y
acordar plan de
mejora
3) ¿Qué observar?
• Observar comportamientos y actitudes recurrentes
• Compararlos con los esperados. Pensar ejemplos concretos para fundamentar la
decisión
• Analizar causas de desvíos con lo esperado si los hubiera:
Conocimientos (saber qué hacer)
Habilidades (poder hacerlo)
Actitudes (querer hacerlo)
• Pensar próximos pasos y acciones de mejora de acuerdo a las fortalezas y los
tipos de motivos en los desvíos
Así también desde el otro punto de vista, el feedback negativo suele percibirse como
amenazante y por ende tiende originalmente a desmotivarnos y no siempre queremos
escucharlo. Sin embargo el feedback negativo es fundamental para que podamos
superarnos y mejorar.
Dar feedback negativo no es decir lo que pensamos en forma negativa, sino transmitir
una percepción negativa que tenemos sobre otra persona, pero hacer en forma
asertiva, constructiva y positiva. El modo en que se da y se recibe el feedback
contribuye al proceso de aprendizaje. Las informaciones imprecisas, sentenciosas,
inoportunas o inutilizables no son tan valiosas como las que son específicas,
descriptivas, oportunas y prácticas. Del mismo modo, aunque recibir críticas no suele
ser agradable, estar abierto a opiniones bien intencionadas y elaboradas sólo puede
favorecer el progreso profesional
El feedback, en cambio, es un acto mucho más completo y con alto valor agregado,
principalmente porque el centro de entrega es el otro. Claro que quien decide dar un
feedback asume un grado de responsabilidad no menor y debe:
• dedicarle más tiempo,
• procesar la información,
• aumentar el conocimiento del otro
• interiorizarse del tema en cuestión,
• elegir el momento adecuado,
• ser buen comunicador,
• es decir, debe prepararse, y esto no es cosa común en nuestra cultura latina.
Por definición, el feedback no es un reto, una crítica, una censura o una opinión. Es una
forma de hacer que la persona mejore a partir del entendimiento de su performance,
observada desde afuera.
Estas son las palabras un administrativo contable sobre el feedback negativo que
recibió: “Mi superior me decía que percibía que yo tenía problemas de Comunicación
con algunas personas de la empresa! Y eso que yo pensaba que la comunicación era
una de mis fortalezas! Eso me desmoronó durante unos días. Recuerdo que mi primer
Es muy común en nuestra cultura que muchos no se atrevan a dar feedback a alguien
por temor a ofenderlo, y por lo tanto es necesario siempre preguntar si el receptor lo
quiere. En algunos casos se debe motivar a que la persona lo reciba, porque es bueno
para él. Ya aprendimos después de muchas capacitaciones que las personas aprenden
de sus propios errores, y que verse los errores uno mismo es muy difícil. Entonces,
¿cómo vamos a aprender si nadie nos da feedback?”
• Es bueno realizar una introducción donde usted aclare que tiene que decirle algo
que tal vez suene a crítica, pero que en realidad es un consejo para ayudarlo a
que no se repita.
• Dé ejemplos concretos, no emita juicios sin fundamentar. Por ejemplo, decir: “Es
incorrecto manejar al cliente como lo hacés”, es una generalización que puede
ser cierta o no dependiendo del caso. Sin embargo, decir: “El cliente no estaba
al tanto de las promociones y se pudo sentir forzado a cerrar un trato sin que
disponga de toda la información”, puede servir para que la persona se dé cuenta
de aspectos a mejorar sin sentirse atacado
• Debe ser descriptivo y no evaluativo. Por ejemplo, decir “usted es muy lento
para esta tarea” implica que la persona ES de esa forma y no sirve. Plantearle en
cambio: “noto que realizar esa tarea le lleva a veces más tiempo del esperado”,
permite pensar las causas y posibles soluciones a las demoras.
• Escuchar: Una vez que hayas dicho lo que tenías que decir deja que la otra
persona hable. Dale la oportunidad de responder o refutar lo que estás diciendo.
Escucha lo que tienen para decir.
• Dar el asunto por terminado: Una vez que hayas dado el feedback negativo,
continuar normalmente con el trabajo. No se quede con una mala disposición
hacia la otra persona ni lo siga culpando por haber cometido un error. Claro,
después de lo complejo que resulta dar feedback y la responsabilidad que
conlleva, es entendible que nadie tenga siempre intención de darlo. Pero el
feedback es parte de la acción de liderazgo que asumen sólo algunas personas.
• Hablar en impersonal. “la organización cree que tenés dificultades para controlar
tu carácter”, “consideramos que te dispersas y hacés actividades que no son
adecuadas en el horario laboral” ¿quién es la organización? ¿Quiénes
consideramos? Si nosotros damos feedback, debemos asumir nuestra opinión y
responsabilidad y decir “creo, considero” si esta percepción es compartida,
podemos agregar “creo y otros jefes también; “Con el Gerente estuvimos
conversando y consideramos”
Veamos sólo una síntesis de lo que él opina sobre el desempeño de dos de los
integrantes de su equipo:
Empelado 1: El Sr. Joviele, 24 años de edad y 13 meses de antigüedad
• Es mi técnico de emergencias. Siempre está predispuesto a resolver los
problemas que surjan y no tiene nunca inconvenientes de acercarse a los lugares
de filmación (independientemente de cuan remotos o en horarios insólitos sean)
• Suele tener dificultades para las reparaciones de equipos y suele solicitar ayuda
a sus compañeros. Muy pocas veces ha recibido reclamos de sus clientes, y fue
principalmente por la demora en la reparación
Empelado 2: El Sr. Aragón, 49 años de edad es el técnico más antiguo con 12 años en
la empresa
• Es valioso para la empresa ya que es casi el técnico personal de los 2 clientes
más importantes de la empresa que lo solicitan personalmente.
• No siempre está disponible para esos clientes debido a prioridades familiares
(tiene 5 hijos) lo que hace que otros tengan que ir en su lugar y hay que darle
explicaciones a los clientes que “sólo confían en él”
• Es un excelente técnico y tiene “mano” para las reparaciones.
• La decisión de adquirir cámaras HD no le pareció apropiada. “esos son juguetes
para amateurs, no es serio”, fueron sus palabras. Aún no ha reparado ninguna
de estas cámaras nuevas y tampoco asistió a la capacitación provista por los
fabricantes.
• Nunca le interesó el procedimiento de registro de casos en el sistema y, cómo
siempre trabaja con los mismos clientes, él dice que recuerda todo (y es cierto),
que con sólo preguntarle informa lo que haga falta. No va a perder tiempo en
temas “burocráticos”
• Por su cercanía con el cliente, las facturas muchas veces se atrasan y las
presenta todas juntas a fin de mes, generando dificultades financieras
• Es admirado por los colegas por su trayectoria y experiencia
Sí, el más arduo de tratar es el Sr Aragón. Si bien es quien tiene los mejores
resultados, sus dificultades están en su actitud, aspecto muy complicado para
modificar. En cambio el Sr Joviele tiene una excelente predisposición y sólo es cuestión
de tiempo invertido en capacitación y entrenamiento; tareas sumamente más sencillas
que modificar una actitud negativa.
Como hemos visto, este proceso requiere análisis y tiempo. Además provocará algunas
situaciones de conversaciones difíciles. No se deje desmotivar por esto. Las ventajas de
llevar adelante este proceso le serán provechosas.
Este proceso de evaluación le dará a usted una comprensión de cómo trabaja su equipo
y dónde están las fortalezas y debilidades de su gente. Le permitirá motivar y renovar
energías a partir de aciertos y explicitar aspectos que requieren cambios sin confrontar.
Fredy Kofman recomienda algunos aspectos para enfrentar las conversaciones difíciles
que resultan prácticos a la hora de pensar en la utilidad del proceso
Evaluar y dar feedback es como una inversión que le ahorrará disgustos por resultados
no logrados o por conflictos latentes no resueltos a tiempo. Le brindará también la
posibilidad de entenderse y crear bases sólidas de diálogo y colaboración con sus
colaboradores.