Proceso de Extradicion
Proceso de Extradicion
Proceso de Extradicion
TRATADO DE
EXTRADICIÓN
SERIE DEBATES
PLENO
MÉXICO 2000
Primera Edición 2000.
ISBN-968-5153-71-X
Impreso en México.
Printed in Mexico.
D.R. © Suprema Corte de Justicia de la Nación.
TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRATADO DE
EXTRADICIÓN
SERIE DEBATES
PLENO
MÉXICO, 2000
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PRIMERA SALA
SEGUNDA SALA
IX
X TRATADO DE EXTRADICIÓN
Página
Ministro Humberto Román Palacios 20, 33, 42, 45 y 50
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN XI
Página
DEBATE REALIZADO EN SESIÓN PÚBLICA DEL
CUATRO DE MARZO DE MIL NOVECIENTOS NO-
VENTA Y NUEVE, RELATIVO A LOS AMPAROS
EN REVISION 792/98 Y 962/98 83
Presidente Genaro David Góngora Pimentel 83
VOTACIÓN 84 y 87
DECLARATORIA 86 y 88
ÍNDICE
P resentación
Esta edición está integrada con las opiniones vertidas en sesión por los
Ministros —una vez revisadas—, la votación del asunto, la declaratoria, la
sentencia, los votos particulares o minoritarios que en su caso se formularon,
y las tesis que se generaron. Lo novedoso de esta publicación es que
contiene los elementos necesarios para realizar un estudio totalizador de
un tema importante.
XIII
XIV TRATADO DE EXTRADICIÓN
Por todo ello, bien puedo asegurar que el lector tiene en sus manos una
obra interesante, completa y, por tanto, meritoria de difundirse.
TRIBUNAL EN PLENO
S
S íntesis
XV
XVI TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
D ebate Realizado
en Sesión Privada
Estas son las inquietudes y las dudas que me surgen sobre el particular.
Pienso que sería preferible estudiar los agravios y considerarlos infun-
dados para confirmar, en su caso, el sobreseimiento.
Por otra lado, veo agravios interesantes que tendrán que contestarse, en
todo caso, si es que se decide penetrar al estudio y resolución de la revi-
sión, y no a la desestimación por ausencia de interés jurídico. Creo que hay
interés jurídico, desde el momento y hora en que se reclaman los actos
de autoridades mexicanas que sí inciden en la esfera de libertad de una
persona, aunque esta última se encuentre en el extranjero.
En este sentido, se desarrolla toda esta nota para llegar a concluir lo que
hemos manifestado, esto es, la formulación de la solicitud constituye, en
sí misma, una resolución en el marco jurídico interno que tendrá, por
consecuencia, si es que la autoridad emisora cumplió con su obligación
de requisitar debidamente la petición, que el país requerido cumpla con la
solicitud emitida, so pena de responsabilidad internacional por el incum-
plimiento del tratado internacional, es decir, la petición no es una mera
petición, sino que la misma concluye, trae todo un antecedente y va a
sustentar un tratado internacional, donde no hay alternativa de si se
cumple o no se cumple, por lo que esta solicitud le genera el interés jurí-
dico al quejoso.
Para hacer efectivas las fianzas, la ley correspondiente dispone, por ejem-
plo, que las tesorerías de los Estados que no tienen imperio sobre las
compañías afianzadoras, harán la solicitud, la declaración de que se han
dado los supuestos de efectividad de una fianza otorgada por compañía
constituida, y transmitirán esta solicitud a la Tesorería de la Federación
que es la que va a determinar que se haga efectiva la fianza; cuando
tuvimos este caso en la Segunda Sala, sobreseímos el asunto y no
entramos al estudio de la constitucionalidad de la ley, sobre la base
de que la solicitud que en estos casos hace la tesorería, no es un acto
que incida de manera directa sobre la compañía afianzadora, sino que lo
está triangulando a través de otra autoridad que es la que finalmente
tendrá o no la potestad.
Esto me lleva a pensar en algo que puede ser un poco heterodoxo pero
que creo debemos meditar: ¿No será una excepción a la regla general
el que el agravio debe de ser personal y directo?
En los casos que tan brillantemente expuso el señor Ministro Ortiz Maya-
goitia, no se cuestionó la ley que así lo dispone, es decir, no se cuestiona
la ley sino el acto concreto. En el presente caso se cuestiona la ley en
Considero que los ejemplos que nos han expuesto son muy interesantes
pero no se cuestiona la ley, porque la ley se da por supuesta, por lo tanto,
pienso que sí se trata de una afectación directa y sí procede el ampa-
ro para el efecto de examinar si el tratado internacional es contrario a la
Constitución o se encuentra apegado a ésta, ¿por qué?, porque el tratado
internacional fue la razón, fue el fundamento que invocó la autoridad
mexicana para hacer su petición. Gracias.
Quisiera que el Pleno decidiera esta cuestión porque, por lo general, los
proyectos no aparecen en el expediente como sucede en este asunto.
Menciono esto para que lo piensen y no se quede sin resolver, sino que
quede como una cuestión relacionada con los trámites y constancias de
autos, tanto del Pleno como de las Salas.
pero no es más que una consulta que tiene el valor de una hoja de trabajo
con efectos internos y que no tiene por qué trascender como pieza proce-
sal. La pieza procesal será el proyecto definitivo que podrá ser votado, a
favor o en contra, los demás son los esclarecidos propios de un proyecto
de consulta a evacuar.
Creo que una forma clara de saber si algo afecta o no el interés jurídico,
es colocarse en la hipótesis de que se otorgue el amparo contra ese acto.
¿Qué sucede? Si no sucede nada, quiere decir que no se afecta el interés
jurídico. Si sucede algo, pues, al menos, es un indicador de que sí se
pudo haber afectado el interés jurídico. En este punto hay un elemento
que destacó el señor Ministro Ortiz Mayagoitia y que es "la detención".
En el caso, lo que en realidad afecta al sujeto, de acuerdo con sus plan-
teamientos, es su detención.
El sujeto puede exclamar: "El que nadie pueda decir nada respecto de mí
es algo que personalmente me molesta.", pero en dónde lo respaldaríamos
si éste exclama: "Hay un interés legítimamente protegido del que no se
puede solicitar la extradición de donde yo esté.". Ahí habría que encontrar
el fundamento.
No comparto la postura de que basta con que se cumpla con ciertos requi-
sitos formales para que, de manera fatal y necesaria, el Estado extranjero
tenga que extraditar. Simplemente, me remito al hecho notorio de que
hay muchos casos en que el país extranjero estima no extraditar a los
sujetos, y tan es así, que el señor Ministro Román Palacios reconoció que
se participa como coadyuvantes para convencer al país extranjero de
que sí lo haga, de modo tal, que la petición que hace el Estado nacional
para que alguien sea extraditado, por sí misma no da como consecuencia
la detención. La petición tiene que combinarse con un acto que no está
sujeto al juicio de amparo, porque es un acto de autoridad extranjera, y
por lo mismo, el primer acto por sí sólo no afecta la libertad del sujeto que
solicite el amparo.
Puede ser que en sesenta días México no aporte nada, ¿qué es lo que
sucederá en el país extranjero?, pues pondrán a la persona en libertad;
entonces, ¿esto queda firme?, no, se puede volver a hacer otra petición
de extradición. Puede suceder que se pida la extradición de la persona,
pero ésta ya se encuentra detenida allá por una razón totalmente distin-
ta, por lo que para este caso la extradición no se pedirá para los efectos
de detención.
Todo esto lo digo porque quise nada más que quedara bien claro que el
procedimiento de extradición es un poco más complicado de como se está
viendo concretamente.
TRIBUNAL EN PLENO
Recordé más tesis que en la anterior ocasión no traje, pero ahora sí las
traigo, y las que al parecer, si bien es cierto, están enfocadas al proce-
dimiento de extradición pasivo, no lo están al procedimiento de extradición
activo, que es el caso, sin embargo, creo yo que son aplicables en las
mismas condiciones.
Dentro del mismo asunto se derivó una tesis diversa, en la cual se reiteran
las cuestiones relativas de que se admitió a trámite la petición formal de
extradición, en donde se había emitido la resolución que puso fin al pro-
cedimiento por parte del Estado, y en donde es claro que dicha orden
provisional de detención había dejado de surtir sus efectos y consecuencias
jurídicas, por lo que las violaciones que, en su caso, se hubieren cometido
al ejecutarla, quedaron irreparablemente extinguidas, pues los efectos
de tal acto reclamado habían cesado.
Ahora, si bien es cierto que estas tesis son de la Primera Sala, dictadas
el 4 de agosto de mil novecientos noventa y cinco, las mismas fueron
acogidas por este Tribunal Pleno en la resolución que se pronunció el
veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y ocho, en un proyecto
bajo la ponencia del señor Ministro Díaz Romero, y en el que se resolvió
por unanimidad de votos la misma idea exactamente.
Creo que es el caso de aplicar esta tesis porque esta persona incluso
está sujeta a un auto de formal prisión, si es que no se ha pronunciado la
sentencia en este asunto. Tal vez, a lo mejor, la sentencia ya se pronunció,
y de acuerdo con esto, independientemente de que estimo que sí tiene
interés jurídico para impugnar la Ley de Extradición Internacional por las
razones que se apuntaron en la sesión anterior, más lo que hoy se ha
reiterado, creo que es el caso de confirmar el sobreseimiento, precisa-
mente, con base en las argumentaciones que están contenidas en las
tesis que me he permitido darles lectura.
Entiendo que hubo otro asunto de la ponencia del señor Ministro Castro
y Castro, pero no me fue posible localizarlo, sin embargo, en él también
se reiteró este mismo criterio.
No hay que perder de vista que una de las funciones importantes que
debe cumplir especialmente el Pleno de la Suprema Corte de la Nación,
es orientar a Jueces de Distrito, Magistrados de Circuito y, sobre todo, a
las autoridades y a las partes potenciales en los juicios de amparo.
Es muy difícil que se entienda, hasta para el sentido común, que aun
cuando se haya detenido al individuo, esto no le causa perjuicio. ¡Claro que
sí le causa perjuicio! Lo privaron de la libertad y eso, antes de la petición
formal de extradición. No se le puede decir al detenido: "Mira es cierto
que estás detenido, pero no te preocupes, el perjuicio que se te causa no
es directo.", es difícil llegar a esta conclusión, máxime si tenemos en con-
sideración, como ya dije antes, que lo que se impugna es el tratado
mismo; éste es el que desencadena el perjuicio a través del primer acto
de aplicación que es la petición de detención, previa a la petición for-
mal de extradición. Si esto sucede, si hubo aplicación, y a mi entender
aplicación en su perjuicio, es claro que sí se afecta el interés jurídico de
una manera, a mi modo de ver, clara.
Creo que el proyecto del señor Ministro Azuela Güitrón más que falta de
interés jurídico se refiere a la falta de legitimación procesal activa para
impugnar la ley en el momento en que el Gobierno Mexicano solamen-
te hace una solicitud de detención provisional para efectos de extradición.
Por otra parte, el señor Ministro Román Palacios nos ilustró, en su inter-
vención anterior, cómo se hace necesario que el Gobierno Mexicano, en
estos casos, mande abogados a apoyar la solicitud de extradición para
hacerla eficaz frente a una potestad extranjera. Decía el señor Ministro
Román Palacios: "Tienen que ir a litigar.", y me recordó el caso de Mario
Ruiz Massieu en donde se pidió la extradición por determinados hechos,
los cuales los analizó un gobierno extranjero y, finalmente, éste último
rechazó la petición de extradición. Con todo lo pertinente que sea una
petición, existe la posibilidad de que una decisión autónoma de otra
soberanía la rechace, y esa es la que determina la situación jurídica del
quejoso.
Por otra parte, hace un momento, el señor Ministro Gudiño Pelayo subrayó
"soberanamente", porque no es tan "soberanamente" que el tratado sea
vinculatorio para los dos Estados, sin embargo, el tratado de extradición
es un pacto o contrato entre sujetos soberanos en el que su incum-
plimiento no confiere una potestad de exigencia directa que pueda hacer
un país respecto del otro, en este caso México, si el país requerido no
atiende a dicho tratado de extradición. Si abiertamente el país extranjero
lo viola y no lo cumple, México no tiene una potestad directa de exigen-
cia, ni puede imponerse por encima de la decisión del otro país. Esto
mismo lo vimos con el caso Álvarez Marchain en donde se denunció la
violación del tratado de extradición de otro gobierno y se realizaron actos
para nosotros ilegales. Un ciudadano nacional, en un procedimiento previo
de extradición, es llevado ante otra soberanía en donde fue juzgado, exis-
tieron protestas, opiniones jurídicas de que se violó el tratado de extradición
y la opinión del otro país fue que no había tal violación al decir: "Esta es
nuestra costumbre desde mil ochocientos y tantos, así lo hemos hecho,
así lo vamos a seguir haciendo.", entonces, ciertamente en el procedimien-
to de extradición hay afectación del interés jurídico.
No obstante ello, la petición que hace México y que es el acto que aquí
se reclama como de aplicación del tratado de extradición, esa petición
puede ser una simple exhortación, la cual no legitima al quejoso para
promover el amparo.
Ahora bien, creo que no podemos desvincular los actos, en forma tal,
para el efecto de decir: "Como la detención la efectúan las autoridades
extranjeras, entonces a ti no te afecta en nada, porque te vas a defender
conforme a las leyes y los recursos extranjeros.", bueno, nada más que
la autoridad extranjera no lo detuvo por sí y ante sí, esta autoridad por sí
misma no lo hubiese detenido nunca. Pero, ¿por qué lo detuvo la autoridad
extranjera?, pues porque hay una solicitud de detención provisional o
una solicitud de formal petición de extradición, cualquiera de las dos
y, entonces, por ese motivo lo detuvo, así como porque tiene celebrado un
tratado, el cual fue aplicado, precisamente, a través de la solicitud que
se deriva de la orden de aprehensión. Creo que no podemos desvincular
los actos.
acto que dio origen a todo ello y, que en último extremo, es la orden de
aprehensión, la cual recibe la Procuraduría y por la cual la Secretaría
de Relaciones Exteriores hace la solicitud formal de extradición y en el
momento de solicitar la extradición se aplica el tratado que es lo que se
impugna, de acuerdo a los diversos conceptos de violación expuestos
por el quejoso. Este acto se señala como acto reclamado y se señalan
como autoridades responsables a las expedidoras, precisamente, del
tratado, luego entonces, ese tratado y la detención provisional son apli-
cables en su perjuicio, con independencia de que la materialidad de la
detención sea realizada por una autoridad extranjera.
Sería tanto como llegar a decir que no procede la detención que realice
la policía judicial del Estado de Nayarit, porque el amparo concedido fue
contra la orden de aprehensión librada por las autoridades judiciales del
Distrito Federal y como fue la persona detenida por las autoridades
de Nayarit, entonces que se vayan a Nayarit, aunque en cierta manera
sí sería así, porque en último extremo, si la detención fue allá, a lo mejor
pensaríamos que es una cuestión de competencia, pero eso no quiere
decir que exista la improcedencia del juicio de garantías; la circunstan-
cia de que sea una autoridad extranjera la que lo detenga, no implica que
no se aplique el tratado, por el contrario, implica precisamente que se
está aplicando, pues esa detención da origen al interés jurídico de la
persona para el efecto de promover el amparo.
Por otra parte, el señor Ministro Díaz Romero planteaba una cuestión a la
cual me permitiría agregar, tal vez, un dato más a su exposición. Él men-
cionaba que si se concedía el amparo en México con motivo del tratado
de extradición, quiero suponer que fue porque efectivamente el tra-
tado de extradición no debió haber sido firmado por el secretario de Relacio-
nes Exteriores, sino por el presidente de la República, —ya dijimos que
no es cierto, pero quiero suponer que fuese a la inversa— y dijéramos
que efectivamente ese tratado es inconstitucional, ¿qué es lo que proce-
de?, en cumplimiento de la resolución que se pronunciara y como consecuen-
cia de ella, México tendría que dejar sin efecto la petición formal de
extradición porque: ¡Cómo es posible que México pida que detengan a
una persona con base en un tratado que fue declarado inconstitucional!,
entonces, la orden de aprehensión seguirá vigente y si esta persona
regresa a México, aquí lo detendrán, o si va a otro país, podrá pedirse la
extradición en ese otro país, es decir, tal vez en otras situaciones, si es
que ya no se trata del tratado, sino de uno diverso, y no del que se está
impugnando. En fin, pueden suceder muchas cosas, pero lo cierto es
que la detención tiene su origen, en último extremo, en la orden de aprehen-
sión y está de por medio la aplicación del tratado.
Las que se han pronunciado en contra del proyecto, sustentan una tesis
novedosísima y revolucionaria que consiste en sostener que cuando un
tratado es aplicado por un país extranjero, es procedente el amparo, o
sea, que un acto de una autoridad que no está bajo la jurisdicción de las
autoridades mexicanas se habilita para reclamar un tratado que por sí
mismo no podría aplicarse.
detención de referencia, puesto que ese término sólo opera para la pre-
sentación de la multicitada solicitud, pero no como conclusión de la deten-
ción decretada, sino de la solicitud de extradición, por tanto, parece que
en la especie no se actualiza la causa de improcedencia que aplicó el
Juez respecto del acto consistente en la solicitud de detención preventiva
del quejoso.
Creo que sí vale la pena que nos hayamos detenido para poner de mani-
fiesto, aprovechando la sapiencia de todos los que han hecho uso de la
palabra, un punto de vista notablemente distinto al que utilizan muchos
otros, puesto que ello se presta a muchos malos entendidos.
Por ello, me pronuncio por la posición del señor Ministro Ortiz Mayagoitia,
en el entendido de que las otras argumentaciones tienen lo suyo y en
verdad que son de mucha reflexión. Lo único que me gustaría aclarar es, si
se sostiene tal y como está el proyecto del señor Ministro Azuela Güitrón,
o si se hace alguna modificación respecto a lo que propuso el señor
Ministro Ortiz Mayagoitia. Así yo estaría en mejores condiciones de votar.
Ello así, reitero mi posición de que sí tiene interés jurídico el hoy quejoso,
pero es improcedente el juicio por alguna de las causas, ya sea la del
señor Ministro Góngora Pimentel o la del señor Ministro Román Palacios.
En fin, quisiera oír más opiniones y confieso que estoy dispuesto a acep-
tarlas si son convincentes.
El señor Ministro Gudiño Pelayo dice que para este caso la legitimación
procesal activa y el interés jurídico, son lo mismo. Yo no desconozco el
interés jurídico que tiene alguien a quien se le aplica el tratado inter-
nacional, lo único que se dice en el proyecto es: "No ha nacido tu opor-
tunidad para promover el amparo, porque este acto que realizó la autoridad
mexicana es de simple gestión.", a esto le pueden hacer caso o a lo mejor
decimos como el señor Ministro Silva Meza: "Seguramente le van a hacer
caso.", pero hay que ver que el acto, por sí solo, no produce esta afec-
tación, requiere de una complementación por parte de otra autoridad.
Conforme a las tesis que nos leyó el señor Ministro Azuela Güitrón, la
petición que hace la tesorería del Estado para que se haga efectiva una
Hasta donde llegué fue que el último acto de la autoridad mexicana está
en la solicitud, en la petición, sin embargo, no es una mera petición sino
una petición que trae atrás toda una actuación de la autoridad mexicana,
por lo que ésta última dice: "Te excito, te requiero a que le des cum-
plimiento a lo que ya quedamos, en las prescripciones de lo que acordamos
y en las que tú debes acceder a una detención provisional —por ejemplo,
para fines de extradición—. Yo tengo un término para acreditarte que los
extremos de lo que tú y yo acordamos, están cumplidos, como el que
sea un delito para ambos países, que exista una orden, etcétera, por lo
que si eso está cumplido, ¿para qué convenimos y para qué son los tra-
tados?, pues para cumplirse; a ti no te queda otra, so pena de respon-
sabilidad internacional por incumplimiento de los tratados como el que tú
y yo ya convenimos.". Así las cosas, si en el caso está de por medio
la libertad, necesariamente, el interés jurídico está presente, esa es la
situación para los efectos de interés jurídico.
Desde luego, no solicito retirar el asunto ni aplazarlo, pues eso sería desa-
provechar todo lo que en dos sesiones hemos comentado. Estamos ante
uno de esos casos en que lo procedente es votar, votar ordenadamen-
te, porque este voto ordenado puede dar como resultado que, finalmente,
se haga el engrose en los términos que estime la mayoría.
Del mismo modo, estimo que hay cuestiones que resultan importantes
como un "criterio orientador" cuando se logra una clara mayoría, pero
cuando más bien hay una gran división en torno a un problema, quizás lo
mejor sea soslayarlo, y por lo pronto, no entrar al examen de esa cuestión.
De manera tal que, si se advierte que la mayoría está de acuerdo en
sobreseer estos juicios, más bien habría que ver en dónde está la opinión
de la mayoría en cuanto a la fracción aplicable.
Si la mayoría piensa que fue correcto lo que dijo el Juez, pues simple-
mente debemos confirmar por la fracción que él estimó adecuada. Si se
estima que es otra fracción la aplicable, debemos irnos por esa y, des-
de luego, dejarlo para efectos del engrose en donde ya se tendría una de-
cisión. El mismo estaría sujeto a lo que finalmente el propio Pleno
señalara en cuanto a si realmente reflejamos lo que dijo la mayoría, y
por supuesto, yo asumiría la responsabilidad de hacer estos engroses.
TRIBUNAL EN PLENO 53
54 TRATADO DE EXTRADICIÓN
Por su parte, en las notas que les acabo de repartir, expongo las razo-
nes fundamentales por las que considero que ni la fracción X, ni la
fracción V, del artículo 73, de la Ley de Amparo pueden fundar el sobre-
seimiento del asunto.
"Por otra parte, esta Segunda Sala advierte que en la especie se actua-
liza la improcedencia del juicio por las causas que más adelante se pre-
cisan, respecto del Tratado de Extradición y Asistencia Mutua en Materia
Penal celebrado entre los Estados Unidos Mexicanos y el Reino de
España y su aplicación cuyo examen oficioso es procedente realizar
con fundamento en el último párrafo del citado artículo 73, así como la
tesis jurisprudencial 30/97, sustentada por este propio órgano Cole-
giado visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo VI, correspondiente a julio de 1997, página 137, que a la letra
dice: ‘REVISIÓN. ESTUDIO OFICIOSO DE LAS CAUSALES DE IMPRO-
CEDENCIA NO EXAMINADAS POR EL JUZGADOR DE PRIMER GRA-
DO.— Si se trata de una causal de improcedencia diferente a las ya
estudiadas y declaradas inoperantes por el juzgador de primer grado,
no existe obstáculo alguno para su estudio de oficio en la revisión, ya
que en relación con ella sigue vigente el principio de que siendo la impro-
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Cantú Díaz, contra actos del Juzgado de lo Penal del Cuarto Distrito
Judicial del Estado (ahora Juzgado Primero de lo Penal del Cuarto Dis-
trito Judicial del Estado y otras autoridades). Como lo refiere el Juez
responsable, anexo a su oficio remitió copia certificada del auto de veinti-
siete de septiembre de 1998, correspondiente a la causa penal 290/96
cuyos puntos resolutivos primero y segundo a la letra refieren: <<Pri-
mero.- Quedaron demostrados en autos los elementos que integran el
tipo penal de los delitos de evasión de presos, abuso de autoridad,
coalición y cometidos en la administración de justicia, así como la proba-
ble responsabilidad que en su comisión resultó a David Héctor Cantú
Díaz en consecuencia... Segundo.- Siendo las dieciocho cuarenta horas
del día, mes y año anotados en el … de esta determinación, se decreta
auto de formal prisión contra David Héctor Cantú Díaz por su probable
responsabilidad en la comisión de los delitos de evasión de presos,
abuso de autoridad, coalición, quedando, en consecuencia, bien y formal-
mente preso por lo que a esos ilícitos se refiere. Asimismo, se decreta
en su contra auto de sujeción a proceso, su probable responsabilidad en
la comisión del ilícito denominado <delitos cometidos en la administra-
ción de justicia>, quedando formalmente sujeto a proceso por lo que a
ese ilícito se refiere.>>.’.
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 61
ción con los delitos que se le imputan, por lo que procede decretar el
sobreseimiento del juicio, con fundamento en lo dispuesto por los artícu-
los 73, fracción XVI, en relación con el 74, fracción III, de la Ley de
Amparo.
Por eso, apoyo todo el memorial que nos entregó el señor Ministro Díaz
Romero respecto de la inoperancia por cesación de efectos. No nos queda
más que determinar la procedencia del amparo contra un acto de ges-
tión; más, no hay. Se puede pedir que lo maten y lo fusilen allá, eso
no afecta a un derecho legalmente protegido como acaba de exponerlo el
señor Ministro Aguinaco Alemán, porque en el pedir, no hay una afec-
tación concreta. Si el pedir es excesivo, o contrario a derecho, la otra
potestad soberana dirá: "Esto que quieres, no te lo doy.", y la solicitud
así de aberrante como la planteo, estaría fuera de nuestro control.
SEÑOR MINISTRO GUDIÑO PELAYO: Nada más creo que aquí se olvida
que el quejoso pide el amparo contra la ley, con base en la cual el Gobierno
Mexicano pidió su detención. Por ejemplo, ¿qué sucede si para el caso
de la consignación se pide el amparo contra ley que establece esa consig-
nación?, pues no hay acto de aplicación, nunca lo va haber y aquella
ley se va a mantener, pero creo que éste no es el caso exactamente.
Si fuera el acto de aplicación, yo estaría de acuerdo, sin embargo, lo
que se cuestiona es la ley que establece todo el sistema y la deten-
ción forma parte de ese sistema; seguramente, si no hubiera tratado
de extradición, la petición no se hubiera obsequiado en esos términos, en
consecuencia, se impugnaría el sistema. Ello así, considero que en este
caso sí hay interés jurídico.
En este caso, en el fondo se admite que cabe el amparo contra una ley
aunque el acto de aplicación resulte intrascendente. ¿Qué es lo que
incluso sucedería?, bueno, si se sobresee respecto del acto de apli-
aquí una confusión, puesto que el acto de aplicación derivado del tratado
y realizado por un gobierno extranjero no es otro que la detención y ella
no constituye un acto reclamado. En sentido opuesto, las solicitudes sí
son actos reclamados, además de haber sido expedidas por autoridades
mexicanas.
Creo que no puede admitirse que de un caso tan concreto como este
se obtenga una regla totalmente abstracta. Si se quiere aprovechar la
ocasión, para pronunciarse respecto de un tema que no está bien defi-
nido, pues ello no puede hacerse al margen del contenido del caso a
estudio. Por eso, para mí, si alguna regla puede extraerse de este
caso, es la que consiste en que hay interés jurídico cuando se impugna
la solicitud formal de prisión y la persona ya está detenida. Gracias.
Por ello, pienso que la posición contraria llevaría a todas estas conse-
cuencias, que vuelvo a decir, como lo alude el documento leído por el
señor Ministro Góngora Pimentel, sería un precedente muy peculiar.
Claro está que como ha predominado la posición de que se sobresea en
el juicio, pues, simplemente, esto no sucedería, pero imagínense que
no se sobreseea en el juicio porque mientras discutimos la causa del
sobreseimiento, esto parece que no tiene trascendencia. Implícitamen-
te, cuando se rechaza la posición de falta de interés jurídico, se admite
que, potencialmente, si no se dieran todas las situaciones que en
estos dos casos nos llevan a que se consumaron irreparablemente
los actos, se producirían todas las consecuencias que poco estamos
vislumbrando. Esto es admisible, en consideración a que estamos en
presencia de derecho internacional.
Creo que estamos, realmente, idealizando todo esto. Está muy claro que
el problema no va a ser lo que yo pida sino lo que aquél otorgue, y en
este caso, para hacerlo similar, yo tendría que señalar al Gobierno Mexica-
no como el que pide la extradición y como parte ejecutora a las autori-
dades españolas que están allá; por supuesto, tendríamos que seguir
todo el procedimiento.
Por una parte, en relación a lo que señala el señor Ministro Aguirre Anguia-
no, no debemos perder de vista que estamos enfrente a normas de dere-
cho internacional, así como enfrente a la naturaleza jurídica de un
tratado internacional. Por otra parte , en atención a ello, no debemos
calificar a la petición como una mera petición o simple petición como tal,
sino como la culminación formal de todo un procedimiento en su fase
nacional para acudir ante otro Estado con el cual se convino, contrac-
tualmente, y en donde hay obligaciones que se han aceptado, siendo
una de esas, precisamente, acceder a la extradición si se cumplen con
ciertas condiciones.
Ahora bien, ¿por qué no han traído al señor Ruiz Massieu?, bueno, porque
hay Estados que se consideran Jueces y no policías, pero eso es una
actividad personal y del resorte de ellos.
Dice el señor Ministro Silva Meza: "Culmina toda una fase de un pro-
cedimiento previo.", esto es cierto en el caso de la averiguación previa, el
oficio consignatorio culmina toda una fase de un procedimiento previo,
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SENTENCIA
100 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 101
SENTENCIA
102 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 103
SENTENCIA
104 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
106 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 107
SENTENCIA
108 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
110 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
112 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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CONSIDERANDO:
SENTENCIA
114 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
116 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
118 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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120 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
122 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
124 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
126 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 127
Ello es así, porque el Pleno de este Alto Tribunal ha sostenido que para
conocer el acto efectivamente reclamado en el juicio de amparo debe
hacerse un examen integral de la demanda, en virtud de que dicho do-
cumento debe contemplarse como un todo. La jurisprudencia y tesis
que establecen este criterio se encuentran publicadas en el Semanario
Judicial de la Federación, Séptima Epoca, Tomo 193-198, Primera Parte,
Pleno, página 177, y Octava Epoca, Tomo II, Primera Parte, página 167,
que respectivamente dicen:
SENTENCIA
128 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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"19.-
SENTENCIA
130 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"21.-
"22.-
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 131
"3. La entrega podrá igualmente ser diferida cuando, por las condiciones
de salud del reclamado, el traslado pueda poner en peligro su vida o
agravar su estado.
SENTENCIA
132 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 133
rarse para tal fin, pues la extralimitación de los efectos de dicha solicitud
suprime los efectos de la decisión que otorga la extradición, descono-
ciendo su carácter soberano.
Esa conclusión sostenida por este Tribunal Pleno lleva implícitas estas
afirmaciones:
SENTENCIA
134 TRATADO DE EXTRADICIÓN
En el segundo caso, o sea, que los efectos del amparo que se llegara a
otorgar contra cualquiera de esos actos, no implicaría someter a las
autoridades extranjeras al imperio de la jurisdicción constitucional
mexicana y, por ende, violar la soberanía de su Estado, se arriba a esa
conclusión por lo siguiente.
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 135
Por tanto, si el estado mexicano celebró un tratado con otro país extran-
jero, en el que se diseña un procedimiento al que ambas naciones deben
someterse para lograr la recíproca extradición de personas que se ubi-
quen en los supuestos allí establecidos y, según se apuntó en conside-
SENTENCIA
136 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 137
"Interpol Madrid."
"Se hace entrega a los funcionarios mexicanos señores.: José Luis Cer-
vantes Martínez y Rodolfo de la Guardia García, para su traslado por la
vía aérea en vuelo AM455 de Aeroméxico, con salida prevista a las
13,00 horas del día de la fecha.
"Señor.: De la Guardia."
"Primero.— Con esta fecha y siendo las diecisiete horas, se decreta auto
de formal prisión, en contra de Ricardo Javier Armas Arroyo, como pro-
bable responsable en la comisión del delito previsto y sancionado por el
artículo 113, fracción I, de la Ley de Instituciones de Crédito, precisado
SENTENCIA
138 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 139
SENTENCIA
140 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 141
SENTENCIA
S entencia
VISTOS Y
RESULTANDO:
143
144 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
146 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
148 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
150 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 151
bre de 1996.— Tesis: IV. 1o. 2P.— Página: 517. ‘DELITOS COMETIDOS
EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. CARÁCTER DE FUNCIONA-
RIO, EMPLEADO O AUXILIAR DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUS-
TICIA.— No se puede considerar a un subjefe divisional (coordinador) de
la policía judicial del Estado como funcionario, empleado o auxiliar de la
administración de justicia, en tanto que esta calidad significa que el suje-
to activo precisamente con la impartición de justicia, propia de los inte-
grantes del Poder Judicial, Local o Federal, o de auxilio de la propia
función, y el quejoso se hallaba, en el caso, en indagaciones sobre el
delito, lo que apenas forma parte, en su inicio de la procuración de jus-
ticia, lo que es técnica, legal y claramente una cuestión distinta a las
hipótesis de comisión del delito de cuenta, sobre todo, porque la fun-
ción en uno y otro caso, corre a cargo de autoridades de naturaleza
completamente distinta. Además, el delito está contenido con el Código
Penal del Estado, en el título octavo, <<Delitos cometidos en la adminis-
tración de justicia>>, capítulo único, y como tal, el bien jurídico tutelado
es todo lo relacionado con la impartición de justicia, sus órganos judi-
ciales, procedimientos y demás aspectos, ya que así lo revela el artículo
224, fracciones de la I a la IX, básicamente la fracción VII, que se refiere
a ejecutar actos o incurrir en omisiones que produzcan un daño o conce-
dan a alguien una ventaja indebida, y teniendo en cuenta todos los demás
casos a que se refieren las demás fracciones, esos actos u omisiones
deben darse dentro del proceso propiamente dicho, ante el Juez del
propio proceso, esto es, en el periodo de administración de justicia, por
lo cual tampoco tiene aplicación, en el caso, el artículo 3o., fracción X,
de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, en el que se dice
que son auxiliares de la administración de justicia <<los jefes y agen-
tes de la policía estatal municipal>>, ya que, independientemente de
que no se habla con precisión de la policía judicial, es evidente que
el auxilio a que se refiere el precepto acabado de citar, se da de acuerdo
con las fases del procedimiento y, como se ha dicho, no se puede hablar
de altas de auxilio a la administración de justicia, cuando el hecho u
omisión ha ocurrido, apenas, en la fase de averiguación previa, o sea,
en el periodo de investigación y procuración de justicia.— Primer Tribu-
nal Colegiado del Cuarto Circuito.— Amparo en revisión 168/96.— Mario
Humberto Benavides Caballero.— 12 de agosto de 1996.— Unanimidad
de votos.— Ponente: Arturo Sánchez Fitta.— Secretaria: Alma Rosa
Torres García.’
SENTENCIA
152 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"‘Jurisprudencia 210 (Quinta Época), página 441, Volúmen 1a. Sala, Segun-
da Parte, Apéndice 1917-1975; anterior Apéndice 1917-1965. Jurispruden-
cia 201, Página 400; en el Apéndice de fallos 1917-1954. Jurisprudencia
726, página 1339 (En nuestra actualización y penal, tesis 1354, pá-
gina 562).’".
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154 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
156 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 157
Unidos Mexicanos, que señala que todos los tratados que estén de
acuerdo con la Constitución, celebrados y que se celebren por el pre-
sidente de la República con aprobación del Senado, serán la Ley
Suprema de toda la Unión. Como se ve, esta última disposición consti-
tucional no deja dudas al respecto, de que los tratados deben ser cele-
brados directamente por el presidente de la República, sin que dicha
norma establezca posibilidad alguna de delegación de la referida facul-
tad presidencial en los secretarios del despacho, o específicamente en
el de Relaciones Exteriores. Por tanto, si un tratado no aparece cele-
brado por el presidente de la República ello significa que no está de
acuerdo con los artículos 89, fracción X, y 133, de la Constitución, y al
haber desacuerdo resultaría no ser Ley Suprema y por tanto comba-
tible a través del juicio de amparo.— No pasa desapercibida la circuns-
tancia de que en algunos ordenamientos legales secundarios se den
facultades al secretario de Relaciones Exteriores para que intervenga
en las negociaciones previas a la celebración de toda clase de tratados,
pero una cosa es intervenir en la preparación de los tratados acordando
los términos en que se celebrará, la materia u objeto del mismo, la nor-
matividad a que quedará sujeto, su duración, etcétera, y otra muy dis-
tinta es celebrarlos y firmarlos directamente con el país extranjero, ya
que esto debe hacerlo quien constitucionalmente está facultado para
ello, en este caso el presidente de la República.— Si bien, es cierto
que el artículo 28, fracción I, de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal, en lo que aquí importa, establece que a la Secretaría
de Relaciones Exteriores corresponde conducir la política exterior, para
lo cual intervendrá en toda clase de tratados, acuerdos y convenciones
en los que el país sea parte, asimismo el artículo 2o., fracción VI, de la
Ley Sobre la Celebración de Tratados, dispone que para los efectos
de esa ley se entenderá ‘VI. Plenos Poderes: el documento mediante el
cual se designa a una o varias personas para representar a los Estados
Unidos Mexicanos en cualquier acto relativo a la celebración de trata-
dos’. Sin embargo, ninguna de esas disposiciones faculta al secretario
de Relaciones Exteriores para celebrar tratados, máxime que, se repite,
los artículos 89, fracción X, y 133, constitucionales son muy claros al
respecto, al señalar que corresponde al presidente de la República dicha
facultad, la cual es, además, indelegable.— Por otro lado, aun y cuando
se alegue por el secretario de Relaciones Exteriores al rendir su informe
justificado en su carácter de representación del presidente de la Repú-
blica, que en la celebración del tratado, la intervención del secretario de
Relaciones Exteriores de aquél entonces consistió, entre otras activi-
dades, en firmar el documento conjuntamente con su homólogo, el
ministro de Asuntos Exteriores de España, que la emisión de este acto
SENTENCIA
158 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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160 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SENTENCIA
162 TRATADO DE EXTRADICIÓN
anterior a Rómulo Flores, y éste les dijo que lo detuvieran que también
tenía orden de aprehensión, que una vez detenidos, le informaron a
Flores Aldape y éste les dijo que los aguantaran, que se dirigieran a un
super ubicado sobre la avenida Gómez Morín, rumbo a Chipinque y que
estuvieran pendientes hasta nuevo aviso, pasando el tiempo y le seguían
hablando a Rómulo Flores y éste les decía que aguantaran, que para
esto hablaban de una frecuencia privada, de la cual no se escucha ni la
central ni ninguna unidad de radio, que los tuvieron detenidos por varias
horas sin poder precisar cuánto tiempo, hasta que les dio instrucciones
Rómulo Flores Aldape, diciéndoles que se retiraran del lugar y los pusie-
ran en libertad, preguntándole en repetidas ocasiones que si estaba
seguro de la orden, contestándoles en tono molesto que si no sabían
acatar las órdenes de un superior, y después de volverle a hacerle mención
de su inconformidad, les dijo ‘Ya cálmense muchachos, no hay bronca, ya
los afectados llegaron a un acuerdo y con esto se elimina la orden’,
volviéndole a preguntar que si estaba seguro, porque no querían pro-
blemas, a lo cual les contestó ‘Cumplan con la orden, retírense del
lugar, no hay problema, yo soy abogado aparte está de por medio el pro-
curador’, por lo que procedieron a llevar a las personas a su domicilio,
disculpándose con las mismas por la acción que se había llevado a
cabo, a lo que les contestó la señora ‘No se preocupen oficiales uste-
des cumplieron con su trabajo y con las órdenes que les dieron’, agrade-
ciéndoles el trato que les habían dado, que de lo anterior, no se le dio
conocimiento a nadie, ni se hizo ningún informe, ya que esas fueron las
órdenes que les dio el comandante Rómulo Flores Aldape, y a éste el
procurador.— Sin embargo, de lo anterior y contrario a lo aducido por
el Juez responsable, el suscrito considera, que dichas declaraciones y
medios de prueba no son suficientes para establecer que David Héctor
Cantú Díaz sea presunto responsable del delito de evasión de presos,
abuso de autoridad, coalición, y delitos cometidos en la administración
de justicia, a que se refieren los artículos 166, 209, fracción VIII, 213, y
224, fracción VII, del Código Penal para el Estado de Nuevo León,
pues por principio y por lo que hace al delito de evasión de presos que
se le imputa al inculpado, hoy quejoso, no existe elemento de convic-
ción en la averiguación de la cual deriva el acto reclamado para esta-
blecer que David Héctor Cantú Díaz, haya favorecido la fuga de Daniel
Morales Kuhne, Victoria Alejandra Morales y Guillermo Delgado Salazar,
que fueron detenidos con motivo de una orden de aprehensión girada
en su contra por el Juez de lo Penal del Cuarto Distrito Judicial en el
Estado por el delito de fraude dentro del proceso número 710/95, que
se les instruyó, la cual fuera ejecutada por elementos de la policía judi-
cial del Estado el día veintinueve de noviembre de mil novecientos noven-
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164 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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168 TRATADO DE EXTRADICIÓN
CONSIDERANDO:
Por otra parte, este Tribunal Pleno, con fundamento en lo dispuesto por
el artículo 84, fracción III, de la Ley de Amparo, decide ejercer la facul-
tad de atracción para conocer y resolver respecto del acto reclamado
del Juez de lo Penal del Cuarto Distrito Judicial en el Estado de Nuevo
León, consistente en la orden de aprehensión dictada en contra del
quejoso dentro de la causa penal 290/96-C, por los delitos de evasión
de presos, abuso de autoridad, coalición y delitos cometidos en la admi-
nistración de justicia, por las razones que a continuación se expresan.
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174 TRATADO DE EXTRADICIÓN
unas con las otras, ni tienen superioridad entre ellas mismas, por lo
cual la sentencia que se impugna debe ser revocada por ese tribunal de
alzada, quien debe ordenar se dicte otra negando el amparo reclamado
por el señor David Héctor Cantú Díaz.
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c) Del Juez de lo Penal del Cuarto Distrito Judicial del Estado de Nuevo
León, con residencia en Garza García:
SENTENCIA
184 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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186 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 187
cuanto tiempo, hasta que les dio instrucciones Rómulo Flores Al-
dape, diciéndoles que se retiraran del lugar y los pusieran en liber-
tad, preguntándoles en repetidas ocasiones que si estaba seguro de la
orden, contestándoles que si no sabían acatar las órdenes de un
superior, y después de volverle a hacerle mención de su inconformi-
dad, les dijo ‘Ya cálmense muchachos, no hay bronca, ya los afectados
llegaron a un acuerdo y con esto se elimina la orden’, volviéndole a
preguntar que si estaba seguro, porque no querían problemas, a lo cual
les contestó ‘Cumplan con la orden, retírense del lugar, no hay pro-
blema, yo soy abogado aparte esta de por medio el procurador’ por lo
que procedieron a llevar a las personas a su domicilio, disculpándose
con las mismas por la acción que se había llevado a cabo, a lo que
les contestó la señora, ‘No se preocupen oficiales ustedes cumplieron
con su trabajo y con las órdenes que les dieron’, agradeciéndoles el
trato que les habían dado, que de lo anterior, no se le dio conocimiento
a nadie, ni se hizo ningún informe, ya que esas fueron las órdenes que
les dio el comandante Rómulo Flores Aldape, y a éste, el procurador;
agregando el Juez Federal que tales declaraciones, no eran suficientes
para establecer que David Héctor Cantú Díaz hubiese favorecido la fuga
de Daniel Morales Khune; Victoria Alejandra Morales y Guillermo Mora-
les Salazar, quienes fueron detenidos con motivo de una orden de
aprehensión girada en su contra por el Juez de lo Penal del Cuarto
Distrito Judicial del Estado, por los delitos de fraude dentro del proceso
número 710/95, que se les instruyó, orden que fuera ejecutada por
elementos de la policía judicial del Estado el día veintinueve de noviembre
de mil novecientos noventa y cinco, pues de las declaraciones de Oscar
Morales Castillo, Sergio García Elizondo y Erasmo Gabriel Elizondo Her-
nández, que son las únicas que relacionan al hoy quejoso en su supuesta
participación de los hechos, no se desprende que hayan recibido orden
alguna por conducto del entonces procurador David Héctor Cantú Díaz,
para que pusieran en libertad a las personas aprehendidas, ni tampoco
se establece que el comandante Rómulo Flores Aldape les haya dicho
que pusieran en libertad a los detenidos por orden del procurador gene-
ral de Justicia del Estado, pues del hecho de que hubieran escuchado
que este último le decía al entonces comandante Flores Aldape que le
encargaba mucho ese asunto porque eran personas muy importantes,
no puede deducirse ni comprobarse que Cantú Díaz fue persona que
ordenara la libertad de los sujetos que fueron aprehendidos y por tanto
no puede deducirse que haya colaborado o favorecido en su fuga, porque
las declaraciones supuestamente de cargo, no se encuentran robus-
tecidas con otro elemento de convicción para establecer tan siquiera
que el quejoso haya tenido participación intelectual o directamente en
SENTENCIA
188 TRATADO DE EXTRADICIÓN
las órdenes que les diera Rómulo Flores Aldape para liberar a diversas
personas, por lo que no existen indicios para demostrar tan siquiera
presuntivamente la responsabilidad de David Héctor Cantú Díaz en el
delito de evasión de presos.— Criterio al anterior del cual disiente este
tribunal, al considerar que le causaba agravios pues no es resultado
de la valoración adecuada de los elementos de prueba que obran en el
sumario, ya que lejos de considerar correcta la presunción del Juez
amparista, esta autoridad estima que los datos de información que obran
en el sumario sí son suficientes para establecer hasta este estudio pro-
cesal, a manera de probable responsabilidad, el lazo necesario entre el
comportamiento seguido por David Héctor Cantú Díaz y la consumación
del ilícito de evasión de presos que se le reprocha, toda vez que es
incorrecta la apreciación del Juez Federal al considerar que no existen
datos que robustezcan las declaraciones de Oscar Morales Castillo,
Sergio García Elizondo y Erasmo Gabriel Elizondo Hernández, pues
pasó por alto el juzgador que tales declaraciones se encuentran vincu-
ladas entre sí y se encuentran corroboradas unas con otras, por haber
presenciado sus emisores los hechos personalmente, pues como ellos
lo admiten, el día veintinueve de noviembre de mil novecientos noventa
y cinco, llegaron al restaurante ‘Garabatos’, lugar donde se entrevis-
taron Rómulo Flores Aldape y David Cantú Díaz, quien se encontraba
al tanto de la orden de aprehensión existente contra la familia Morales
Mega; refiriendo además que por estar sentados en la mesa contigua a
en la cual se encontraban ellos sentados, lograron escuchar la conver-
sación sostenida entre los multirreferidos Cantú Díaz y Flores Aldape,
estos testimonios, fueron correctamente valorados por este tribunal en
tanto que como ya se dijo, se trata de testigos presenciales, que por
su edad, capacidad e instrucción tienen el criterio necesario para juz-
gar el acto; ello según lo establecido por el artículo 323 del Código de
Procedimientos Penales.— Agravia igualmente a este tribunal, el hecho
de que el juzgador haya pasado por alto que en Código Penal del Es-
tado, el problema de la responsabilidad que es la participación del
individuo hacia la realización de un hecho descrito legalmente como
delito, se contempla y resuelve por el artículo 39 de ese cuerpo legal
que establece que responderán por la comisión delictiva quien o quie-
nes pongan culpablemente una condición de la lesión jurídica, enten-
diéndose por tal, un comportamiento físico o psíquico que trasciende
al delito y que de no haberse producido o no haber existido, tampoco se
hubiera dado la comisión delictiva. Por ello es que para estar en aptitud
de determinar cual es el alcance de responsabilidad de un sujeto en la
comisión de un delito, es necesario descubrir si su comportamiento
ya físico, ya psíquico, trascendió al delito de tal manera que al no pro-
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190 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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196 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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204 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 205
dición por las autoridades españolas, quien como ya se señaló, son las
que determinarán si se concede su extradición o no.— 5.— La senten-
cia de referencia en la parte relativa de su considerando quinto expre-
sa: ‘Quinto.— No habiendo más causales de improcedencia hechas
valer, lo que procede es entrar al estudio de los conceptos de violación…
…El quejoso reclama de inconstitucional el Tratado de Extradición y
Asistencia Mutua en Materia Penal celebrado entre los Estados Unidos
Mexicanos y el Reino de España de fecha veintiuno de noviembre de
mil novecientos setenta y ocho y publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintiuno de mayo de mil novecientos ochenta, así como
las consecuencias y efectos que deriven del mismo…— …En las rela-
cionadas consideraciones al advertirse que el tratado reclamado no fue
celebrado por el presidente de la República pues aparece firmado en
fecha veintiuno de noviembre de mil novecientos setenta y ocho, sólo
por el secretario de Relaciones Exteriores aun y cuando haya sido facul-
tado plenipotenciariamente por el entonces presidente de la Repú-
blica José López Portillo, es manifiesto que sin su firma pasó al Senado
de la República y en fecha veintisiete de septiembre de mil novecientos
setenta y nueve fue aprobado por dicha Cámara del Congreso de la
Unión, ratificando luego, en fecha quince de noviembre de mil nove-
cientos setenta y nueve el presidente de la República dicho tratado
(foja 601), entonces, es violatorio de garantías por no estar ajustado a
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos…— …pues
tal es el orden que establecen los tres preceptos constitucionales men-
cionados, de manera que lo procedente es conceder el amparo solicita-
do en su contra, haciéndose extensiva la protección federal contra los
actos de aplicación del mismo consistentes en la detención del quejoso
David Héctor Cantú Díaz, en la ciudad de Madrid, España, así como
todo el procedimiento de extradición llevado en su contra por las autori-
dades señaladas como responsables en la demanda de garantías’.—
El Juez de amparo viola los artículos 77 y 78 de la ley de la materia, ya
que no tomó en cuenta ni hizo el estudio de las causales de impro-
cedencia invocadas en el informe justificado rendido por el procurador
General de la República, y sólo se limita a aseverar que no se hicieron
valer las causales, sin entrar al estudio de la fracción IX, del artículo 73,
de la Ley de Amparo, toda vez que los actos realizados por el procurador
General de la República, consistentes en la solicitud de detención preven-
tiva con fines de extradición internacional y la petición formal con fines
de extradición internacional del quejoso, son actos consumados, desde
que fueron formuladas al Gobierno del Reino de España, como se
señala en el informe con justificación rendido por el procurador General
de la República.— Tampoco entra al estudio de la causal de improceden-
SENTENCIA
206 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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208 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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210 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 211
Los elementos que han sido reseñados permiten advertir que la orden
de aprehensión reclamada en el juicio de amparo 829/96-I y la des-
crita en el resultando primero del presente fallo son la misma, pues se
refieren a la misma causa penal, autoridad responsable y delitos por los
cuales se le consideró al quejoso como probable responsable de su
comisión.
SENTENCIA
212 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"Artículo 89.- Las facultades y obligaciones del presidente son las si-
guientes:
"...
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 213
SENTENCIA
214 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"...
"VII. Conducir las relaciones del Poder Ejecutivo con los otros Pode-
res de la Unión, con los Gobiernos de los Estados y con las autoridades
municipales; ante estos dos últimos, impulsar y orientar la creación y
el funcionamiento de las juntas de mejoramiento moral, cívico y material."
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 215
SENTENCIA
216 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"1. Para la adopción o la autenticación del texto del tratado o para mani-
festar el consentimiento del Estado en obligarse por un tratado, se con-
sidera que una persona representa a un Estado ...
"2. En virtud de sus funciones, y sin tener que presentar plenos poderes,
se considerará que representa a su Estado;
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 217
Así las cosas, es inconcuso que la firma del Tratado de Extradición y Asis-
tencia Mutua en Materia Penal entre los Estados Unidos Mexicanos y
el Reino de España, en la Ciudad de México, el veintiuno de noviem-
bre de mil novecientos setenta y ocho (fojas 583 a 600), por el secretario
de Relaciones Exteriores y el ministro de Asuntos Exteriores, respectiva-
mente, no constituye propiamente su celebración, si se toma en cuenta
que el objeto de la firma lo constituye la manifestación de voluntad por
parte del Estado en cuanto a la celebración del acto, la cual quedó plena-
mente expresada por el Presidente de la República al haber ratificado el
multirreferido tratado internacional el quince de noviembre de mil nove-
cientos setenta y nueve.
Por otro lado, cabe destacar que la firma del tratado es un acto prepa-
ratorio a su aprobación, según deriva de lo dispuesto en el artículo 133
de la Constitución Federal antes transcrito, de lo que se sigue que la
sola firma del tratado constituye sólo una de las fases del procedimiento
para la celebración de los tratados internacionales, de tal manera que
resulta inexacto afirmar que el tratado de extradición que se reclama en
el presente juicio de garantías fue celebrado por el secretario de Rela-
ciones Exteriores, puesto que como ya se indicó, se sujetó a la autori-
zación del presidente y para su validez fue necesaria la aprobación del
Senado de la República.
SENTENCIA
218 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 219
SEXTO.— Por otra parte, este Tribunal Pleno advierte que en la espe-
cie se actualiza la improcedencia del juicio por las razones que más
adelante se precisan, en lo referente al Tratado de Extradición y Asis-
tencia Mutua en Materia Penal celebrado entre los Estados Unidos Mexi-
canos y el Reino de España y su aplicación, cuyo examen oficioso es
procedente realizar con fundamento en el último párrafo del citado artícu-
lo 73, así como en la tesis jurisprudencial 30/97, sustentada por este
propio órgano colegiado, visible en el Semanario Judicial de la Federa-
ción y su Gaceta, Tomo VI, correspondiente a julio de 1997, página 137,
que a la letra dice:
SENTENCIA
220 TRATADO DE EXTRADICIÓN
Ello es así, porque el Pleno de este Alto Tribunal ha sostenido que para
conocer el acto efectivamente reclamado en el juicio de amparo debe
hacerse un examen integral de la demanda, en virtud de que dicho
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SENTENCIA
222 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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"19.-
SENTENCIA
224 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"21.-
"22.-
"3. La entrega podrá igualmente ser diferida cuando, por las condiciones
de salud del reclamado, el traslado pueda poner en peligro su vida o
agravar su estado."
TRIBUNAL EN PLENO
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SENTENCIA
226 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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Esa conclusión sostenida por este Tribunal Pleno lleva implícitas estas
afirmaciones:
SENTENCIA
228 TRATADO DE EXTRADICIÓN
En el segundo caso, o sea, que los efectos del amparo que se llegara a
otorgar contra cualquiera de esos actos, no implicaría someter a las
autoridades extranjeras al imperio de la jurisdicción constitucional mexi-
cana y, por ende, violar la soberanía de su Estado, se arriba a esa conclu-
sión por lo siguiente.
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 229
Por tanto, si el Estado Mexicano celebró un tratado con otro país extran-
jero, en el que se diseña un procedimiento al que ambas naciones deben
someterse para lograr la recíproca extradición de personas que se ubi-
quen en los supuestos allí establecidos y, según se apuntó en considera-
ciones previas, ese procedimiento consta fundamentalmente de dos
etapas, una a cargo del país requirente y otra que debe ser agotada por
el país requerido, es claro que, en observancia de ese tratado en el ámbito
nacional, deben reconocerse todos los efectos que trae consigo la actua-
ción de la autoridad extranjera, y no por el hecho mismo de que provenga
de autoridades aunque se trate de extranjeras, cual si se reconociese
imperio en nuestro ámbito nacional, sino porque se trata de un acto que
se ha efectuado a virtud de un tratado que en nuestro ámbito nacio-
nal, de acuerdo con el artículo 133 de la Constitución General de la
República, tiene el carácter de ley.
SENTENCIA
230 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 231
del Estado (ahora Juzgado Primero de lo Penal del Cuarto Distrito Judi-
cial del Estado) y otras autoridades."
"Segundo.— Siendo las 18:40 horas del día, mes y año anotados en el
proemio de esta determinación, se decreta auto de formal prisión con-
tra David Héctor Cantú Díaz, por su probable responsabilidad en la
comisión de los delitos de evasión de presos, abuso de autoridad, coali-
ción, quedando en consecuencia bien y formalmente preso por lo que a
esos ilícitos se refiere. Asimismo, se decreta en su contra auto de suje-
ción a proceso, por su probable responsabilidad en la comisión del
ilícito denominado delitos cometidos en la administración de justicia,
quedando formalmente sujeto a proceso por lo que a ese ilícito se
refiere."
SENTENCIA
232 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 233
SENTENCIA
V oto Minoritario
VOTO MINORITARIO QUE FORMULAN LOS MINISTROS MARIANO
AZUELA GÜITRÓN, JUVENTINO V. CASTRO Y CASTRO, JOSÉ VICEN-
TE AGUINACO ALEMÁN Y GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA, EN EL
AMPARO EN REVISIÓN 792/98, PROMOVIDO POR RICARDO JAVIER
ARMAS ARROYO.
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236 TRATADO DE EXTRADICIÓN
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"…
"V. Contra actos que no afecten los intereses jurídicos del quejoso."
VOTO MINORITARIO
238 TRATADO DE EXTRADICIÓN
Del mismo modo, debe tenerse presente que si bien de conformidad con
el artículo 133 de la Constitución, los tratados internacionales celebrados
por el presidente de la República y ratificados por el senado se incorporan
como derecho interno a nuestro sistema jurídico, tales documentos, a su
vez, también forman parte de la ley nacional del Estado con quien se han
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VOTO MINORITARIO
240 TRATADO DE EXTRADICIÓN
aplicadas las normas del ámbito jurídico nacional, sin que proceda para
impugnar determinaciones tomadas por gobiernos extranjeros dentro de
su jurisdicción territorial y conforme a las leyes internas que los rigen.
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V oto Minoritario
VOTO MINORITARIO QUE FORMULAN LOS MINISTROS SERGIO
SALVADOR AGUIRRE ANGUIANO Y JUAN DÍAZ ROMERO, EN EL AM-
PARO EN REVISIÓN 962/98, PROMOVIDO POR DAVID HÉCTOR CANTÚ
DÍAZ.
241
242 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"Artículo 19.-
TRIBUNAL EN PLENO
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VOTO MINORITARIO
244 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
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VOTO MINORITARIO
246 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 247
Cabe agregar que tampoco resultaría exacto sostener que por haber
concluido el procedimiento extraditorio, en el caso a estudio, proceda
VOTO MINORITARIO
248 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
V oto Minoritario
VOTO MINORITARIO QUE FORMULAN LOS MINISTROS MARIANO
AZUELA GüITRÓN, JUVENTINO V. CASTRO Y CASTRO, JOSE VI-
CENTE AGUINACO ALEMÁN Y GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA,
EN EL AMPARO EN REVISIÓN 962/98, PROMOVIDO POR DAVID
HÉCTOR CANTÚ DÍAZ.
249
250 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
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VOTO MINORITARIO
252 TRATADO DE EXTRADICIÓN
Los elementos que han sido reseñados permiten advertir que la orden
de aprehensión reclamada en el juicio de amparo 829/96-I y la des-
crita en el resultando primero del presente fallo son la misma, pues se
refieren a la misma causa penal, autoridad responsable y delitos por los
cuales se le consideró al quejoso como probable responsable de su
comisión.
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VOTO MINORITARIO
254 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"Artículo 89.- Las facultades y obligaciones del presidente son las si-
guientes:
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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 255
"… VII. Conducir las relaciones del Poder Ejecutivo con los otros Po-
deres de la Unión, con los Gobiernos de los Estados y con las autori-
dades municipales; ante estos dos últimos, impulsar y orientar la creación
y el funcionamiento de las Juntas de Mejoramiento Moral, Cívico y Ma-
terial."
VOTO MINORITARIO
256 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 257
VOTO MINORITARIO
258 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"2. En virtud de sus funciones, y sin tener que presentar plenos poderes,
se considerará que representa a su Estado;
TRIBUNAL EN PLENO
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 259
zado, dándole plena validez, con base en las facultades que le otorga la
fracción X del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Por otro lado, cabe destacar que la firma del tratado es un acto prepara-
torio a su aprobación, según deriva de lo dispuesto en el artículo 133 de
la Constitución Federal antes transcrito, de lo que se sigue que la sola
firma del tratado constituye sólo una de las fases del procedimiento
para la celebración de los tratados internacionales, de tal manera que
resulta inexacto afirmar que el tratado de extradición que se reclama
en el presente juicio de garantías fue celebrado por el secretario de Rela-
ciones Exteriores, puesto que como ya se indicó, se sujetó a la auto-
rización del presidente y para su validez fue necesaria la aprobación del
Senado de la República.
VOTO MINORITARIO
260 TRATADO DE EXTRADICIÓN
SEXTO.— Por otra parte, este Tribunal Pleno advierte que en la espe-
cie se actualiza la improcedencia del juicio por las causas que más
adelante se precisan, respecto del Tratado de Extradición y Asistencia
Mutua en Materia Penal celebrado entre los Estados Unidos Mexicanos
y el Reino de España y su aplicación, cuyo examen oficioso es proce-
dente realizar con fundamento en el último párrafo del citado artículo 73,
así como en la tesis jurisprudencial 30/97, sustentada por la Segunda
Sala de este Alto Tribunal, visible en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Tomo VI, correspondiente a julio de 1997, pági-
na 137, que a la letra dice:
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VOTO MINORITARIO
262 TRATADO DE EXTRADICIÓN
Ello es así, porque el Pleno de este Alto Tribunal ha sostenido que para
conocer el acto efectivamente reclamado en el juicio de amparo debe
hacerse un examen integral de la demanda, en virtud de que dicho
documento debe contemplarse como un todo. La jurisprudencia y tesis
que establecen este criterio se encuentran publicadas en el Semanario
Judicial de la Federación, Tomo 193-198, Pleno, página 177 y Tomo II,
Primera Parte, página 167, que respectivamente dicen:
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264 TRATADO DE EXTRADICIÓN
"II. La prueba que acredite los elementos del tipo del delito y la probable
responsabilidad del reclamado. Cuando el individuo haya sido conde-
nado por los tribunales del Estado solicitante, bastará acompañar copia
auténtica de la sentencia ejecutoriada;
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VOTO MINORITARIO
266 TRATADO DE EXTRADICIÓN
TRIBUNAL EN PLENO
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