Bakemonogatari Vol. 02 (Shinsengumi Translations)

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Bakemonogatari Vol.

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El nombre Suruga Kanbaru pertenece a una celebridad conocida en toda


la escuela, lo cual por supuesto significa que yo también he escuchado ese
nombre una buena cantidad de veces. Mis compañeras de clase, Tsubasa
Hanekawa y Hitagi Senjougahara, pueden ser igual de famosas, pero eso es
estrictamente entre los estudiantes de tercer año. Sí, a pesar de estar en un
año menor que yo, que Tsubasa Hanekawa, y que Hitagi Senjougahara, y
por lo tanto a pesar de ser una estudiante de segundo año, el renombre de
Suruga Kanbaru es tan extraordinario que alcanza los oídos de alguien
como yo quien se encuentra alejado de ese tipo de rumores. Eso
normalmente no debería ocurrir. Puedes actuar como un grande1 y reír
mientras dices que ella es realmente impresionante pese a ser alguien tan
joven, pero en su caso, esa declaración estaría incómodamente cerca de la
verdad.

Quizás entenderías mejor quién es Suruga Kanbaru si usara la palabra


“estrella” en lugar de “celebridad”. Aunque Tsubasa Hanekawa y Hitagi
Senjougahara son vistas (a pesar de la verdadera naturaleza de la segunda
chica) como estudiantes modelo, pupilas diligentes con buenas notas y
excelente conducta, ese no es el caso aquí en lo absoluto—Sin embargo, a
pesar de ser una “estrella”, no es como si ella fuese conocida como la
agresiva cabecilla de una pandilla. En contraste con Tsubasa Hanekawa y
Hitagi Senjougahara y su dominancia académica, la maestría de esta chica
se encuentra en el reino de los deportes. Suruga Kanbaru es la “As” del
equipo de basquetbol de nuestra escuela. Luego de unirse al club durante
su primer año, ella se convirtió en titular en poco tiempo, pero sí de solo
eso se tratara, podrías razonar que este desconocido, y siempre siendo
eliminado en la primera ronda, equipo de basquetbol femenino era en todo
caso no más que un chiste. Pero sería extraño tratarla como algo diferente
a una “estrella” cuando esta chica terminó construyendo una monstruosa
leyenda al llevar al desconocido, y siempre siendo eliminado en la primera
ronda, equipo de basquetbol femenino, el cual en todo caso no era más que
un chiste, al torneo nacional. No hay mejor manera de describirlo que
“terminó construyendo” puesto que te hacía querer regañarla y preguntarle

1
El “grande” aquí es un título otorgado a los rangos más altos de la nobleza.

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qué creía que estaba haciendo, la leyenda fue así de abrupta. El equipo de
basquetbol femenino de nuestra escuela detonó y se elevó a un verdadero
equipo invencible contra el cual equipos masculinos de todas las
preparatorias vecinas pedían, en verdad y no a modo de burla, jugar a modo
de práctica—todo gracias a una sola chica.

No se trata de que sea inusualmente alta o algo así.

Su complexión es aquella de una chica promedio de preparatoria.

Si tuviera algo que mencionar es que ella es un poco pequeña y delgada.

El término “delicada” le quedaría como anillo al dedo.

Pero Suruga Kanbaru—sí que puede saltar.

Solo una vez, hace un año, por alguna razón, tuve la oportunidad de
darle un corto vistazo a un partido donde Suruga Kanbaru participaba—y
ella era tan rápida y ágil que no solo evitaba a la defensa enemiga sino que
los burlaba por completo, y tal como en un manga de deporte que una vez
barrió por todo Japón, anotó con una clavada limpia—clavada tras clavada,
docenas de clavadas, como si se tratara de la actividad más placentera
existente, con comodidad, con facilidad, sin que la sonrisa refrescante de
una chica atlética dejara jamás su rostro. Puesto que los equipos femeninos
de basquetbol hacen la mayoría de tiros usando ambas manos, ¿Cuántas
chicas de preparatoria podrían esperar presenciar una clavada? Desde mi
posición entre la multitud, más que sentirme abrumado por su juego, me
sentí horrible por los jugadores del equipo contrario pues visiblemente
habían perdido la voluntad de jugar, abrumados por la chica, ya no pude
ver más, era demasiado doloroso, y tuve que irme. Lo recuerdo como si
hubiera sido ayer.

En todo caso, aunque mi preparatoria es una preparatoria orientada al


sistema académico, sigue siendo sin embargo una preparatoria llena de
sensibles jóvenes a la mitad de su adolescencia, por lo cual, que héroes
deportivos fuesen bañados en atención más que evidentes estudiantes
modelo quienes solamente destacaban en sus estudios era un resultado
natural—y Suruga Kanbaru haciendo esto o aquello en respuesta a tal y tal
cosa, cada detalle de su comportamiento que difícilmente parecía importar
y difícilmente importaba, se convertía en rumores y cursaba a través de la
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escuela. Tendría suficiente para un libro si recolectara todo. Incluso si no


me interesa y activamente intento evitarla, información acerca de Suruga
Kanbaru me alcana de todos modos. Si vas a nuestra escuela, sin importar
el año, ya sea que ella esté en un año mayor o menor al tuyo, cualquiera que
quisiese saberlo puede descubrir, dado el día, qué ordenó ella en la
cafetería. Es fácil, solo tienes que preguntarle a alguien que se encuentre
cerca de ti.

Pero los rumores no son más que rumores.

Verdades a medias.

No son necesariamente verdad.

De hecho, muchos de los rumores que se abren paso hasta llegar a mi


carecen de credibilidad y son difíciles de tomar en serio—o, mejor dicho,
no es extraño que dos perfectamente opuestos rumores hagan sus rondas al
mismo tiempo. Ella es irritable, no, es amable; se preocupa por sus amigos,
no, ella es indiferente; es una chica modesta, no, es arrogante; salta de un
romance salvaje a otro, no, ella jamás ha salido con un chico antes—
cualquiera que en verdad satisficiera todas esas condiciones sería una
persona rota. Alguien como yo quien la ha visto pero que jamás le ha
hablado, quien probablemente jamás se ha acercado a menos de quince pies
de ella, debe dejarlo todo a la imaginación en cuanto a esos puntos. Pero en
la práctica, no hay ninguna necesidad para mí de ejercitar mi imaginación,
ninguna necesidad en lo absoluto—después de todo, estamos en años
diferentes, y no hay manera alguna en que una estrella del deporte y “As”
del basquetbol (ya que las actividades de club son solo para estudiantes de
primer y segundo año aquí en mi escuela, siento que puedo al menos confiar
en el rumor de que ahora es capitana del equipo) vaya a tener algo que ver
con un fracasado estudiante de tercer año como yo.

No tenemos nada qué ver el uno con el otro.

Naturalmente, ella no debe tener ni la más mínima idea de quién soy.

No debe existir razón para que ella lo sepa.

Así es como yo lo veía.


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Esa era mi suposición

Aprendí que me equivocaba cuando mayo se acercaba a su fin, cuando


íbamos a cambiarnos a nuestro uniforme de verano llegado junio. Para
entonces, mi cabello había crecido al punto de casi ocultar los dos pequeños
agujeros abiertos en la base de mi cuello, y me sentí tan aliviado de que
usar un curita por un par de semanas iba a ser suficiente… Más o menos
diez días habían pasado desde que Hitagi Senjougahara y yo comenzamos
a vernos el uno al otro, como dicen, luego de un encuentro oportuno.

Ya en ese punto, cuando Suruga Kanbaru se aproximó a mí con pasos


resonantes y me habló, su mano izquierda estaba envuelta fuertemente con
vendajes blancos—

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“Ah… Ah-ah-ah-gi-san.”

“Me llamo Araragi.”

“Lo siento. Me mordí la lengua.”

Mientras montaba mi bicicleta por una pendiente de camino a casa


desde la escuela un viernes, delante de mí vi a una niña con coletas
cargando una mochila, específicamente, vi a Mayoi Hachikuji, así que
apreté los frenos, me detuve a su izquierda, y le hablé, a lo cual ella
parpadeó y actuó sorprendida y pronunció mal mi nombre como
siempre.

Aunque una pequeña parte de mi estaba conmovida ante la variedad


de formas en que mi nombre podía cambiar, yo, meticulosamente
como siempre, la corregí.

“No me conviertas en ‘el ayudante del héroe cuyo nombre viene


dado por lo despistado que es’.”

“Yo pienso que suena lindo.”

“Suena como si fuera un total perdedor.”

“Hmm. Bueno, creo que eso podría ser sorpresivamente adecuado


para ti.”

La niña de quinto año de primaria dejo salir palabras hirientes de


su boca.

“En todo caso, me alegra ver que te va bien, Araragi-san. Estoy


encantada de haber podido encontrarme contigo de esta forma.
¿Cómo has estado? ¿Algo en particular ha pasado desde la última vez
que nos vimos?”

“¿Eh? Oh, no, en realidad no. Ese tipo de cosas no son nada común.
He estado viviendo en paz. Paz, o quizás tranquilidad. Oh, pero se
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acerca el examen de habilidades, y en cuanto a eso no ha habido


mucha paz o tranquilidad.”

Alrededor de dos semanas antes—Mayo catorce, el Día de la


Madre.

La conocí, a Mayoi Hachikuji, en un parque, y como resultado me


vi envuelto en cierto caso… Bueno, lo que sucedió no fue tan concreto
como para ser llamado un caso, ni suficientemente general como para
recalcarlo o destacarlo, pero en todo caso, me vi envuelto en una
experiencia no exactamente normal.

Cuando digo que no fue normal, hablo en serio, no fue normal.

Pero fuimos capaces de resolverlo todo gracias a la ayuda de un


desagradable sujeto, específicamente Oshino, y Senjougahara—y
todo resultó bien, pero si lo que sucedió el catorce de mayo fue el
destino y no pura suerte, entonces pasar cada día de las siguientes dos
semanas en paz y tranquilidad también debe haber sido el destino y
no pura suerte.

Hasta donde podía ver, Hachikuji se encontraba bien—lo cual


parecía significar que el incidente del Día de la Madre había llegado
a un amigable final. Esto era raro puesto que la experiencia no fue una
normal. En cuanto a eso, para mí—y para Hanekawa—y para
Senjougahara—lo que vino después de nuestras no muy normal
experiencias, las consecuencias, fueron en realidad más difíciles de
tratar—o mucho más crueles. Más miserables me atrevería a decir.

Mayoi Hachikuji.

En ese aspecto, la envidiaba.

“Oh, ¿pasa algo? Que indecente, Araragi-san, verme con esos ojos
llenos de pasión.”

“¿…Pasión?” ¿Indecente? Que poca pasión tienen mis ojos


entonces.

“Mírame así un segundo más y harás que comience a hacer hic.”


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“¿Le pasa algo a tu diafragma?”

Si hiciera Eek, quizás la entendería.

Bueno, considerando sus circunstancias, no siento que sea correcto


sentir envidia por ella…porque en cierta manera fue Hachikuji quien
pasó por las mayores dificultades y crueldades, no yo ni Hanekawa o
Senjougahara. Estoy seguro que muchas personas lo verían de esa
manera.

Mientras pensaba, dos estudiantes de preparatoria pasaron a la


izquierda de mi bicicleta. Ambas chicas. Usaban uniformes de una
escuela diferente a la mía. El par veía a Hachikuji y a mí con claras
sospechas, cada una diciéndole a la otra que guardara silencio de
manera para nada sutil, susurrando a la vez que pasaban, con una
extremadamente insoportable demostración… Supongo que el
estudiante de preparatoria Koyomi Araragi, teniendo una seria
conversación con la estudiante de primaria de quinto grado Mayoi
Hachikuji, parecía sospechoso para sensibilidades ordinarias.

Bien por mí.

La fría mirada de la sociedad no me molesta.

No había ‘abordado’ a Hachikuji sin la determinación necesaria.


Todo lo que realmente importaba era que ella y yo entendíamos la
verdad. Prejuicios superficiales no tenían poder sobre la amistad que
ella y yo habíamos forjado.

“Oh cielos, Araragi-san, parece que esas dos piensan que eres un
pedófilo. Mis más sinceras condolencias.”

“¡No digas eso!”

“No hay necesidad de sentirse avergonzado. Que te gusten las niñas


pequeñas no está, en sí, contra la ley. Tus preferencias y
predilecciones son solo tuyas y de nadie más. Es solo que no debes
practicar tu anormal filosofía.”

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“Sabes, ¡incluso si me gustaran las niñas pequeñas, a ti te odiaría!”

No habíamos forjado ningún tipo de amistad al parecer.

Parece que me encuentro rodeado por personas como ella.

Volteé a ver a mis espaldas.

Ahora estamos solos.

Por ahora.

“…Eres una aterradoramente prometedora niña, ¿sabes? Pero


Hachikuji, ¿qué estás haciendo aquí a esta hora? ¿Te perdiste de
nuevo de camino a algún lugar?”

“Esa es una forma bastante grosera de decirlo, Araragi-san. Ni una


sola vez me he perdido desde que nací.”

“Que memoria tan sorprendente la que tienes.”

“Tus elogios me van a hacer sonrojar.”

“No, realmente es impresionante. Ser capaz de olvidar todas las


cosas tontas e inconvenientes.”

“Oh, en lo absoluto. En todo caso, ¿podrías repetirme quién eres?”

“¡Ya me olvidaron!”

Fue una réplica bastante buena.

Esta niña tiene buen gusto.

“…Aun así, incluso si fue una broma, ser olvidado por alguien es
deprimente, Hachikuji.”

“Es que olvido a todas las personas inconvenientes y tontas.”

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“¡Oye, no soy tan tonto como para poder decirme tonto a la cara!
¡Y dije cosas, no personas!”

“Es que olvido todas las…cosas…inconvenientes y tontas.”

“Bien, eso está…no, ¡no está mejor! ¡En lo absoluto! ¡No deberías
decirles ‘cosas’ a la gente!”

“Pero si tú mismo lo dijiste.”

“Silencio. No me cambies el tema.”

“Eres una persona bastante egocéntrica, ¿no es así, Araragi-san?


Muy bien. Seré considerada y lo diré de otro modo.”

“Bien, dilo…”

“Personas convenientes y tontas.”

“………”

Fue una conversación divertida.

Para ser honesto, tenía mis dudas acerca de que este chico de
preparatoria, Koyomi Araragi, y una niña de quinto de primaria
hablaran como si fuesen amigos, pero se sentía similar a hablar con
mis hermanas, quienes están en secundaria, así que… Y además,
quizás debido a la diferencia entre primaria y secundaria, Hachikuji
no era extrañamente delicada ni raramente cínica, y la fluidez de
nuestra conversación era mejor que cuando hablaba con mis
hermanitas.

“Haa…”

Con un suspiro, me bajé de mi bicicleta.

Empujando el timón, comencé a caminar hacia adelante.

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Hablar con Hachikuji era divertido, pero quedarme ahí por mucho
tiempo tendría efectos adversos en mis planes futuros. No es que me
preocupara mucho la hora, pero sin embargo decidí empujar mi
bicicleta a la vez que hablábamos. Es mejor caminar y hablar que
quedarnos ahí parados para hablar. Hachikuji debe haber estado
caminando sin un destino específico en mente puesto que comenzó a
caminar al lado de mi bicicleta sin mediar palabra o gesto alguno.
Apuesto a que no tiene nada mejor que hacer.

Había otra razón por la cual escogí seguir caminando—volteé a


ver tras de mí de nuevo, pero tal parece que no debo preocuparme por
eso al menos por ahora.

“¿A dónde vas, Araragi-san?”

“Mm. A casa, por ahora.”

“¿Por ahora? ¿Entonces planeas salir después de eso?”

“Sí, supongo— ¿recuerdas lo que te dije sobre que ya se acercaba


el examen de habilidades?”

“¿Entonces tus habilidades, es decir, lo que vales, se verán


enfrentadas a un momento decisivo?”

“No es algo tan llamativo… Ese momento decisivo del que hablas
es solo ver si me graduaré o no.”

“Ya veo. El momento decisivo sobre si no te graduarás o sí.”

“………”

Ambas formas de decirlo daban a entender lo mismo, pero el matiz


era demasiado diferente.

Es bastante difícil, esta cosa a la que llamamos lenguaje.

“Araragi-san, después de todo, sí eres una persona conveniente,


mentalmente.”

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“Me haría más feliz si dijeras que soy estúpido y ya.”

“No, nunca haría algo así. Hay algunas cosas que son mejor darlas
por hecho.”

“¡Pues otras son mejor ni decirlas!”

“Oh, um, no te preocupes. Yo tampoco soy la mejor de mi clase,


así que estamos en el mismo bote, el mismo bote, ¿entiendes?”

“……”

Una niña de primaria me estaba consolando.

Estoy en el mismo bote que ella, una estudiante de primaria.

No solo eso, cuando hablamos de ella, ella no es estúpida,


simplemente no es “la mejor de la clase”. Mayoi Hachikuji era
astutamente engañosa.

“Bueno, en realidad creo que lo que dijiste podría tener algo de


verdad,” dije. “Realmente estaré en problemas si me va mal en este
examen de habilidades.”

“¿Te van a expulsar?”

“No importar cómo sea una escuela, no me van a expulsar por una
nota baja. Digo, una escuela en donde sí sería expulsado suena como
un mal chiste. Lo peor que puede pasar es que tenga que repetir año,
pero… Pero quiero evitar eso.”

De ser posible.

No, no de ser posible. Tengo que hacerlo posible.

“Hm. En ese caso, Araragi-san, ¿realmente estas en posición de


salir de tu casa hoy? Deberías encerrarte para estudiar.”

“Un consejo sorpresivamente sólido, Hachikuji.”

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“¿’consejo solido’? ¡Esas son dos palabras de más!”

“¡¿Entonces ‘sorpresivamente’ está bien?!”

Ella era una artista nata para estas cosas.

“Bueno, no hay nada qué temer, Hachikuji, si tuviera que decir algo
diría que diste justo en el clavo. No necesito que me lo repitas. Mira,
puede que vaya a salir otra vez, pero no para jugar o ir de compras.
Voy a salir a estudiar.”

“¿Hrm?” Hachikuji inclinó su cabeza como si fuera una adulta.


“¿Entonces irás a estudiar a la biblioteca o algo así? Hmm. Creo
personalmente que el mejor ambiente en el que puedes estudiar es uno
familiar en donde puedas relajarte, como tu habitación… Oh, no me
digas, ¿irás a una escuela de clases particulares?”

“Bueno, si tuviera que elegir, diría que una escuela de clases


particulares es casi la respuesta correcta”, respondí. “Recuerdas a
Senjougahara, ¿verdad? Bueno, ella es de las mejores en todo nuestro
grado, y me prometió ayudarme en su casa.”

“Senjougahara-san…”

Hachikuji se cruzó de brazos y bajó su cabeza.

Espera, ¿la olvidó? No debido a que fuera inconveniente, ¿sino por


el miedo que le causó?

“Su nombre completo es Hitagi Senjougahara”, intenté recordarle.


“Ya sabes, la señorita con coleta que estaba con nosotros el otro día,
la que ayudó—”

“Oh, ¿aquella Tsundere?”

“………”

Ella la recordaba.

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Parecía que Senjougahara se había ganado el título de “T—e” en


todo el pueblo… ¿Esa chica estaba de acuerdo con ese título?
Necesitaba preguntar cómo la hacía sentir eso, solo para yo saber
cómo reaccionar por mi parte.

“Era una mujer bastante tolerante, o eso recuerdo. Me cargó en su


espalda todo el camino hasta llegar a mi destino.”

“¡¿No crees que estas embelleciendo demasiado la historia?!”

Senjougahara era como un trauma para Hachikuji. Considerando


las circunstancias de cada una, casi tenía sentido que así fuese…

“Hmm”, murmuró Hachikuji, sus brazos aun cruzados. “Oh,


pero…si mal no recuerdo, tú y Senjougahara-san—bueno, um, ¿cómo
decirlo…?”

Hachikuji parecía escoger sus palabras cuidadosamente. Tenía una


buena idea de cuál era su pregunta, pero también tenia la impresión
de que ella no quería decirlo de manera directa y buscaba una
expresión más sutil. Aunque no era exactamente curiosidad, de algún
modo estaba interesado en el proceso de selección de vocabulario por
el cual una niña de quinto de primaria pasaría, así que me quedé
parado viéndola, sin ayudarla en lo absoluto.

Finalmente dijo, “Ambos están atados por un contrato entre


amantes, ¿correcto?”

“¡No pudiste haberlo dicho peor!”

Para sorpresa de nadie, volví a gritarle a la niña.

Otra interacción normal entre nosotros.

“¿Eh?? ¿Dije algo extraño, Araragi-san?”

“Hablando en términos superficiales, no usaste palabras extrañas,


pero pocas personas fallarían en evitar pensar mal por las palabras que
usaste…”

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“Si la palabra ‘contrato’ es el problema…entonces ¿qué tal


‘transacción?’ Una transacción entre amantes.”

“¡Eso es todavía peor! ¡Habla como una persona normal!”

“Hmph. Muy bien, si eso quieres. Hablaré normal. Hablar normal


es de lo más fácil cuando quiero hacerlo. Aquí voy, ¿listo? Si no me
equivoco, eres el compañero sentimental de Senjougahara-san.”

“…Um, eso creo.”

Ahora esta niña estaba usando una locución demasiado extraña.

¿Esa era su idea de ‘normal’?

“Así que eso que dices sobre que estudiarás no es más que un
pretexto, y terminarán intercambiando caricias, ¿no?”

Otra expresión bastante extraña.

Había definitivamente algo extraño acerca de su vocabulario.

“Araragi-san, si me permites, el visitar a tu amante antes de un


examen de habilidades, el cual decidirá si podrás repetir un año o no,
es un suicidio seguro.”

“El examen decidirá si me graduó o no”. Ella parece pensar que


soy un grandísimo idiota. Pobre cosita, me compadecí de mí mismo.
“Y no lo llames ‘suicidio seguro’.”

“Bien, entiendo. No parece más que un suicidio entonces.”

Una niña de primaria me estaba molestando. Pobre cosita, me


compadecí de mi miso. “Cuidado”, le advertí, “O terminaré
ensuciándome las manos contigo, tarde o temprano…”

“¿ensuciarte las manos? ¿Hablas de mi cuerpo? ¿Qué crees poder


conseguir de mi cuerpo de primaria?”

“Cállate. No te pases de lista cuando ni siquiera eres tan lista.”


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Golpeé a Hachikuji en la cabeza.

A cambio, Hachikuji pateó mi espinilla.

Empate declarado por respeto mutuo.

“Bueno como sea, Hachikuji, no hay de qué temer en cuanto a


eso… Senjougahara es ridículamente estricta.”

“¿Estricta con sus estudios? Suena difícil. Ah, ahora que lo


mencionas, no parece llevarse bien con gente menos inteligente que
ella.”

“Sí. Ella misma lo dijo.”

Es por eso que los niños le parecen insufribles.

Incluyendo a Hachikuji.

Quizás yo también le parezco insufrible a ella.

Aunque, por supuesto, no hablaba solo de ‘estudiar’ cuando


describí a Senjougahara como ‘estricta’… Bueno, digamos que es una
estudiante modelo total.

“Entonces es como el Sargento de Artillería Sincero”, dijo


Hachikuji.

“Quien sea esa persona, suena como el suboficial de marina más


amigable que existe.”

“Um, si no me equivoco, la casa de Senjougahara-san está cerca


del parque—”

“No, creo que te lo dije antes, pero se mudó hace algún tiempo—
Ya he estado en su casa antes, un poco antes de conocerte, y está
bastante lejos. Si voy a casa, cambio de bicicleta, y regreso… Ugh,
ahora que pienso en el tiempo, creo que necesito apresurarme.”

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“Si tienes tanta prisa, no seré tan grosera como para tenerte aquí
perdiendo tiempo.”

“No, no es que esté entre la espada y la pared, todavía.”

Puede que me estuviera dirigiendo hacia el hogar de Senjougahara,


pero sin embargo era para estudiar, y para ser honesto no estoy de
humor… aunque no quiero ni imaginarme los insultos que
Senjougahara lanzaría hacia mi si le dijera eso.

Oh cielos.

Hitagi Senjougahara.

Era verdad en cuanto a Hachikuji también, pero Senjougahara


ciertamente—

“Oye, Hachikuji… tú—”

Y entonces.

A media oración, escuché un sonido tras de mí.

Un sonido.

El sonido que hacen los pasos.

Un fuerte y animado ritmo, más que zancadas, estos eran brincos,


saltos, tup, tup, tup, tup, tup, tup—tal era la naturaleza de los pasos.

No había necesidad de voltear para confirmar.

Sí, eso supuse…

En términos de no ser capaz de disfrutar mi paz y tranquilidad,


cargaba con otra nefasta amenaza además del examen de
habilidades…

Y eso que pensé que había logrado librarme.

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Tup, tup, tup, tup, tup, tup.

No había necesidad de confirmar, pero sin embargo—


No pude evitarlo.

¡Tupp!

Justo cuando completé mi reacio y renuente giro—ella saltó.

Ella, Suruga Kanbaru, saltó por los aires.

Saltó frente a mí a más de lo que llamarías ‘varios pies’ de


distancia, como si realizara un salto largo, a mitad del aire con una
posición y trayectoria ideales, tanto así que parecía ignorar la ley de
la gravitación universal—pasando a mi derecha aun en medio del aire,
casi al nivel de mi vista—
Ella aterrizó.

Su cabello flotante regresó a su posición natural.

Un uniforme escolar.

Esta vez, aunque no hay necesidad de decirlo, era el uniforme de


mi escuela.

Su pañuelo era de color amarillo, el color de segundo año.

Por cierto, haber saltado con su uniforme puesto significaba que su


falda, modificada para ser más corta debido a la moda de estos días,
se había levantado también, pero ya que tenía puestos unos shorts de
ciclismo que llegaban hasta sus rodillas—el placer no pudo alcanzar
mi vista.

Su falda, también, regresó a su posición natural un momento


después.

Repentinamente, sentí un olor que me recordaba a goma quemada.

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La fuente parecía ser la fricción intensa entre el asfalto y las plantas de


sus, inconfundiblemente caros, tenis… ¿Qué tan atlética podía llegar a ser
esta chica?

Y entonces nuestra ‘As’ del basquetbol, Suruga Kanbaru—se giró.

Aunque no como la de un adulto, su expresión era tranquila e imponente


de una manera que los estudiantes de tercer año fallaban en alcanzar, y su
atractiva mirada—me veía directo a mí.

Colocó su mano sobre su pecho como si estuviera a punto de realizar una


plegaria.

Y entonces dejó entrever una pequeña sonrisa.

“Hola, Araragi-senpai. Que coincidencia.”

“¡Nunca había escuchado de una coincidencia tan forzada!”

Obviamente esta chica había corrido en mi dirección.

Cuando volteé a ver tras de mí, Hachikuji se había ido. A pesar de ser
franca y brusca conmigo, Mayoi Hachikuji era sorpresivamente tímida, y
así ella había ejercido un rápido juicio, siguiendo dicho juicio al pie de la
letra. Por supuesto, cualquiera saldría corriendo si una mujer extraña
viniera corriendo hacia ti con una velocidad tan inimaginable (Debe haber
parecido como si Kanbaru se hubiera dirigido directo a ella por el lugar en
donde se encontraba parada).

Sin embargo, esa niña no era tan amiga mía como me lo imaginaba, ¿no
es así…?

Bien, bien.

Cuando volteé a ver a Kanbaru, ella estaba asintiendo una y otra vez
como si estuviera completa y profundamente encantada y conmovida por
alguna extraña razón.

“¿…Qué te pasa?”

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“No, es solo que pensaba en tus palabras, para así grabarlas profundo en
mi corazón. “Jamás había escuchado de una coincidencia tan forzada”…
La línea perfecta para la ocasión, el tipo de frase que todos desean poder
decir pero que no todos logran. A eso es lo que llamo una mente ágil.”

“………”

“Sí, tienes razón”, dijo Kanbaru. “Vine siguiéndote.”

“…Um, sí. Lo sé.”

“Ah, entonces lo sabías. Cualquier cosa que una principiante como yo


intente hacer es transparente para alguien de tu calibre, entiendo. Esto es
incómodo, y no podría sentirme más avergonzada, pero estoy debidamente
impresionada.”

“………”

¿Qué se supone que deba responder a eso?

Quién sabe qué tipo de expresión mi rostro tenía pegada en ese momento,
pero Suruga Kanbaru, sin prestarle atención, blandió su vivida sonrisa
contra mí.

Tres días antes.

Mientras caminaba por el pasillo, la mismísima Suruga Kanbaru se


aproximó a mí con pasos resonantes y comenzó a hablarme como si fuera
lo más normal del mundo. Tanto así que terminé respondiéndole de manera
normal, pero esta era la estrella de segundo año, una celebridad conocida
por toda la escuela, una celebridad de quien incluso yo, un estudiante de
tercer año alejado de rumores así, había escuchado—pero quien, sin
embargo, jamás habría soñado con involucrarse con ella—así que estaba
sumamente sorprendido.

Pero lo que realmente me causó sorpresa fue su personalidad. Bueno, no


sé cómo decirlo, pero sé que era algo bizarro… Suruga Kanbaru poseía una
disposición, un carácter con el cual nunca me había topado en toda mi vida.

Y.
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Desde entonces, significando eso desde hace tres días hasta este día y
momento exacto—había sido seguido por ella a todos lados. Sin importar
cuando, sin importar donde, sin importar quién estuviera viéndonos, tup,
tup, tup, tup, tup, tup, Kanbaru corría hacia mí.
“Dejando de lado los periodos libres”, le pregunté, “¿No tienes practica
después de la escuela? ¿Tienes tiempo para siquiera estar aquí?”

“A-ha. Que astuto, no esperaría menos de ti. Eres como el héroe de una
historia detectivesca que nota siempre hasta la más pequeña discrepancia.
Harías pasar vergüenza hasta a Philip Marlowe, vergüenza total.”

“Una jugadora de basquetbol tan buena como tú no debería estar aquí a


esta hora, es raro, así que detén esos halagos.”

Si todo lo que tomaba para enviar al héroe de una novela detectivesca


llorando con su mamá era esto, entonces no querría ni leer ese libro.

Kanbaru sonreía de oreja a oreja. “Que modestas palabras de reprimenda,


jamás fallas en valuar la humildad como lo segundo más importante luego
de tu propia vida… Suelo subestimarme mucho así que debo aprender de
ti, comenzando ahora. Ha ha, dicen que una manzana podrida arruina las
demás del barril, pero puedo sentir cómo crezco como persona con el solo
hecho de estar contigo. Ahora entiendo lo que ‘emular’ significa.”

No había rastro alguno de malicia en su sonrisa.

…Durante toda mi vida hasta este punto había asociado la imagen de


‘una buena persona’ con alguien como Hanekawa, pero me pregunto si
quizás el espécimen definitivo con el cual asociar la palabra es alguien
como Kanbaru.

En otras palabras, ella era peor que Hanekawa.

Más molesta que nuestra presidenta de clase.

“Pero mira, mi mano esta así”, dijo Kanbaru, estirando su brazo


izquierdo.

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Bakemonogatari Vol. 02

Su brazo izquierdo estaba cubierto con vendajes blancos. Cada pulgada,


desde la punta de sus cinco dedos hasta su muñeca. Las mangas largas de
su uniforme escolar ocultaban el resto de su brazo, pero las vendas
probablemente se extendían hasta su codo. Había escuchado que hace un
tiempo ella se había lastimado durante sus entrenamientos y terminó con
un esguince severo, o algo así—bueno, eso que escuché fue un rumor, un
rumor de antes de que Kanbaru hablara conmigo.

Los rumores no son más que rumores.

Suruga Kanbaru, aun con su poderío atlético y flexibilidad, lastimándose,


ya sea durante practica o no, era difícil de tomar enserio—pero ya que su
brazo estaba vendado, supuse que era la verdad. Todos cometen errores,
errar es humano, incluso los monos caen de los árboles.

“Ya que no puedo jugar, solo estorbaría a los demás en el gimnasio. Es


por eso que estoy evitando ir a prácticas ahora.”

“Pero aun así, ¿no eres la capitana? Incluso con ese brazo, la moral del
equipo caerá si no te tienen ahí.”

“Me decepciona que pienses que yo soy la que cargo con todo el equipo
a mis espaldas. Mi equipo no es tan inútil como para dejar que su moral
baje solo porque no estoy con ellas”, dijo Kanbaru con un tono severo. “El
basquetbol es un deporte difícil. No puedes contar con que una sola persona
gane el juego. Claro, dada la posición y rol que juego destaco bastante, pero
eso es sin embargo gracias a todas las demás. Los elogios que me llueven
deberían ser para todo el equipo.”

“…Uh, creo que tienes razón.”

¿Cómo se le llamaba a las personas como ella?

¿Decente? ¿Virtuosa?

¿Qué palabra era?

Parece que, no solo ahora sino en general, Kanbaru era increíblemente


sensible a la hora de escuchar personas insultando a sus compañeros de
equipo (no es que esa fuera mi intención). Cuando ella estaba en primer año
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lanzó una mesa por los aires durante una entrevista del periódico escolar
luego de que ellos dijeron algo grosero sobre una de sus camaradas
mayores—o así decían los rumores (si tienes curiosidad, el rumor terminó
siendo falso, pero algo similar ocurrió en serio).

Heheh, una risa escapó de los labios de Kanbaru. “Lo sé. Ponías a prueba
mi aptitud como capitana, ¿no?”

“………”

¿Qué demonios me estaba contando esta chica con esa cara triunfal y
petulante?

Aleja esa cara de mí.

“Senpai, cuando llegue la hora de redactar tus palabras para las futuras
generaciones, será mejor que el escritor subraye y ponga en negrilla todo
para que la impresión dada sea impartida también a los lectores. El peso
que pones en cada palabra es abrumador. ‘No importa lo que digas, sino
quién lo diga’—a menudo lo dicen de modo negativo, pero tú eres el único
que puede volverlo algo positivo. Por favor, relájate. No pretendo
abandonar mis responsabilidades como capitana; no soy tan egocéntrica
como para ser negligente. Estoy al tanto de que tengo que vivir a las
expectativas como la ‘As’ y asegurarme de emitir rutinas de entrenamiento.
En todo caso, deben estar concentrándose en la práctica con mucha más
facilidad gracias a mi ausencia. Cuando el demonio no está los ratones
hacen fiesta.”

“El demonio… Bueno, me alegra escuchar eso de todos modos.”

“Deporte o no, es solo un club. Además, la nuestra es una escuela


preparatoria. Al final del día, algo extracurricular solo es una manera para
que hagamos algunos recuerdos. Diversión, libertad y amistad. Incluso así,
la mayoría de mis Senpai ni siquiera se molestarían en relacionarse
conmigo, pero tú no solo piensas en mis relaciones sino que incluso piensas
en mis compañeras de equipo. Me siento mal por preocuparte tanto. Un
carácter tan profundo expande mi horizonte—y pensar que incluso llegarías
a actuar como el villano por el bien del equipo de basquetbol. Solo alguien
que de verdad se preocupe por sus kouhai podría llegar tan lejos. Jamás
había conocido a una persona como tú.”
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“Yo tampoco había conocido a una persona como tu…”

Ella estaba llegando a nuevos horizontes…

Una ‘asesina con amabilidad’ natural…

“Ya veo”, dijo ella. “No existe honor más grande que escuchar eso de ti.
Heheh, ¿esto que siento es inspiración? Es como si ser elogiada por alguien
tan refinado como tú hubiera abierto un nuevo tanque de valor en mí. Siento
que puedo hacer lo que sea. Desde este día en adelante, cuando me sienta
desanimada, vendré contigo. Unas pocas palabras de mi mentor harán que
me sienta mucho mejor, lo sé.”

La sonrisa de Kanbaru se rehusaba a dejar su rostro.

Su expresión casi se veía espontánea—pero no lo era, debido a una


innegable fuerza que residía en su núcleo.

Solo alguien con una confianza absoluta en si misma podía poner una
sonrisa así.

Pertenecíamos a mundos diferentes.

Pertenecíamos a categorías diferentes.

Bueno, era algo evidente— Sin contar nuestras personalidades, que la


chica atlética Kanbaru, la estrella de la escuela, y Koyomi Araragi
pertenecieran a mundos diferentes, a categorías diferentes, era evidente, por
lo que la pregunta era por qué alguien como Suruga Kanbaru había
escogido hablar conmigo.

No solo escogido. Por qué continuaba haciéndolo.

Por qué corrió hacia mí—y continuó hablándome.

No podía ser que, en sus propias palabras, vino a mí porque se sentía


desanimada y necesitaba animarse. No tengo ese tipo de poder. Si lo
tuviera, lo usaría en mí.

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Perdí la cuenta de cuántas veces me hice esa pregunta durante los últimos
tres días, pero volví a preguntar. “Bien, Kanbaru. ¿Qué quieres de mí?”

“Ah, sí…” Había estado dándome rápidas y elocuentes respuestas hasta


ahora, pero por primera vez parecía estar buscando las palabras adecuadas.
Pero solo le tomó un segundo antes de que sus mejillas se iluminaran con
una sonrisa y abriera su boca. “Supongo que leíste la sección internacional
del periódico de hoy, ¿no? Quería escuchar tu opinión acerca de la situación
política de Rusia.”

“¡¿Temas de actualidad?!”

No me esperaba ese tipo de tema. A duras penas sabía algo de política


japonesa, ¿y ahora cruzamos el mar para hablar de Rusia?

“Oh, ¿o quizás preferirías hablar de la India?”, ofreció ella. “Pero como


puedes adivinar, lamentablemente soy una atleta, una persona de exteriores,
alguien débil ante temas sobre Tecnologías de la Información. Creo que
entiendo mejor los problemas de Rusia.”

“No leí el periódico de esta mañana”, le di una excusa tan descarada que
yo mismo no podía restarle importancia. En realidad sí leo el periódico,
pero no puedo pensar en suficientes cosas acerca del tema como para
volverlo una discusión…

Y sin embargo, Kanbaru no hizo más que responder “Oh”, mientras sus
ojos tomaban un aspecto más amable. “Bueno, eres un hombre ocupado.
Me imagino que no tienes tiempo para leer el periódico por las mañanas.
Me disculpo, debería haber pensado antes de hablar. En ese caso, podemos
dejar el tema para mañana si te parece bien.”

“Claro…”

“Eres una persona muy generosa. No esperaba que me disculparas tan


fácilmente. Simplemente no hay manera en que alguien con tu dignidad no
encontrara mi comentario anterior superficial, pero lo dejaste pasar sin
siquiera mostrar tu disgusto. A eso le llamo ser diplomático. Jamás me
imaginé que llegarías a gustarme incluso más.”

“Bueno, gracias…”
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“No necesitas darme las gracias. Tan solo te digo cómo me siento.”

“……”

Sin embargo, ella parecía bastante inteligente.

Ser tanto inteligente como atlética era hacer trampa… No es como si


Hanekawa y Senjougahara fueran malas en los deportes, pero no podían ni
compararse con esta chica de segundo año. Claro, Senjougahara puede
haber sido la estrella del equipo de atletismo de la escuela secundaria, pero
la diferencia en su comportamiento después de comenzar la preparatoria no
era insignificante—más si le agregabas sus circunstancias especiales.

Bueno, claro está, realmente no pensaba que Kanbaru quisiera debatir


sobre la situación política de Rusia— Eso era claramente un pretexto. Sin
importar cuantas veces le preguntara qué era lo que quería, ella siempre
actuaba de esta manera y no me daba una respuesta definitiva.

Ella debía de tener algún objetivo, pero yo no llegaba a comprenderla.

¿Por qué razón me seguiría a todos lados, y por qué tan de repente? Ella,
la estrella de la escuela, y yo, un fracasado estudiante de tercer año, no
teníamos nada en común.

Yo debería ser un completo extraño para ella.

“Por cierto, ¿no te pasó algo extraño hoy?” preguntó ella.

“¿Ehn? No realmente… Todo normal”. Aparte de ella. Bueno, estaba


comenzando a acostumbrarme a ella también. “Si tuviera que mencionar
algo, tengo dolores de cabeza gracias al examen de habilidades próximo.”

“Oh, el examen de habilidades. Hm, sí. También me ha estado dando


dolores de cabeza. Como alguien envuelta en actividades extracurriculares,
es una gran molestia ese examen. Nuestra escuela prohíbe cualquier tipo de
práctica durante la semana previa al examen, así que tu única alternativa es
entrenar a solas.”

“Eh.”
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Conque así es como funcionaba. Tenía problemas entendiendo su lógica


de que si la escuela lo prohibía, ella tenía que entrenar por su cuenta en
lugar de descansar. Pero estábamos en mundos diferentes.

“Pero Kanbaru, ¿no es algo bueno, al menos desde tu perspectiva? Tu


esguince debería curarse en ese tiempo.”

“¿Hm? Oh… cierto”. Ella bajó su mirada hacia su mano. “Impresionante,


ves las cosas de una manera completamente diferente. Siempre intentando
descubrir cómo hacer a todos a tu alrededor felices. Eres el amo del
pensamiento positivo.”

“Oye, podría pensar positivo por más de mil años y ni así alcanzaría tu
nivel, Kanbaru…”

¿Qué tipo de crianza daba como resultado personas como ella?

Me dejó desconcertado.

“Sé que es cliché”, concedió ella, “pero el trabajo de un estudiante es


estudiar. Aunque molestos, los exámenes de habilidades son exámenes de
habilidades, y no voy a tomarlos a la ligera.”

“Fue bueno que no lastimaras tu mano derecha.”

“Bueno, en realidad soy zurda”, Kanbaru dijo. “Ser zurda significa un


montón de inconveniencias en el día a día, pero una de sus ventajas está en
los deportes competitivos. Valoro mi herencia.”

“Eh, ¿en serio es ventajoso?”

“Mm. Es de conocimiento común para cualquiera que practique


deportes. En Japón, los padres aun tienden a corregir la mano dominante de
sus hijos zurdos, así que solo uno de cada diez atletas, como máximo, es
surdo. ¿Y qué crees que significa ese ratio en el basquetbol? Es un juego de
cinco contra cinco, así que en promedio solo habrá un zurdo en la cancha.
Y esa sería yo. Esa es una de las razones por las que me logré volver la
‘As’.

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“Eh…” me sentí convencido, pero de qué, no estaba seguro.

“Aun así, cuando algo como esto ocurre, ya sea como resultado de mi
propio descuido, lo único que me quedan son todos los inconvenientes.”

“Zurda, eh… Realmente no lo entiendo ya que no practico deporte, pero


ser zurdo parece genial.”

Esos eran mis pensamientos honestos.

Bueno, era más una preconcepción, incluso podrías llamarlo prejuicio,


pero de alguna manera cada pequeña cosa que los zurdos hacían parecía
más elegante.

“Dices eso, pero tú no eres zurdo también? Heheh, me di cuenta de


inmediato porque usas tu reloj en la muñeca derecha. Los zurdos son
rápidos para encontrar a otros zurdos.”

“……”

Uso mi reloj en mi muñeca derecha solo porque me gusta, pero ahora no


me atrevía a decírselo… ¿Ahora tendré que escribir y usar los palillos con
mi mano izquierda en su presencia? Los zurdos me parecían más elegantes,
pero no a tal punto como para querer corregir mi propia mano dominante…

“Entonces”, dije, “tomar el examen será un nuevo reto para ti. Con tu
mano dominante en ese estado, el examen de Japonés será una tortura.”

“Es verdad, pero como este es un examen de habilidades, no tenemos


que escribir ensayos en ningún tema, y uno que otro caracter extraño no
debería ser un problema. Además, estoy segura que los profesores tomarán
en cuenta mi situación. Disculpa, parece que te causé algunas
preocupaciones innecesarias. Aunque tengo que decir de nuevo, realmente
cuidas de tus kouhai. Estar relajado, y por ello poder preocuparte por
alguien como yo. Esa no es una hazaña simple.”

“…Uh, no diría que estoy relajado”. Lejos de ello. Dejando de lado si me


preocuparía por mis kouhai al estar relajado, estaba lo opuesto a relajado.
“De hecho, estoy a punto de ir a una sesión de estudio.”

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“¿Sesión de estudio?” la confusión de Kanbaru era aparente. Lo que


decía no tenía sentido para ella.

“Um, supongo que una manera simple de ponerlo sería que mis notas
hasta ahora no han sido las mejores… además, mi record de asistencias fue
bastante malo durante mi primer y segundo año de preparatoria, así que…”

¿Por qué tenía que explicárselo?

Estrella o no, ella estaba en un año menor al mío, era mi Kouhai.

“En resumen, este examen de habilidades es mi oportunidad para


redimirme”, me encontré a mí mismo haciéndolo parecer algo bueno. Me
sentía insignificante.

“Hmm. Ya veo.” Asintió Kanbaru. “Realmente no lo entiendo ya que no


soy el tipo de persona que se ajetrea cuando se trata de prepararse para un
examen, pero ahora que lo mencionas, mis compañeros de clase se reúnen
en la casa de alguno de ellos antes de los exámenes…creo.”

“Sí, eso es básicamente lo que hago.”

“Bien. Entonces te diriges a la casa de un amigo. Pero”, dijo Kanbaru un


poco dudosa, “a diferencia de los deportes, no veo cómo trabajar juntos
puede ayudar…”

“No te preocupes. Dije que era una sesión de estudio, pero solo será un
uno-contra-uno donde alguien me va a estar enseñando, eso es todo. Es
como ir con un tutor. Hay alguien en mi clase con notas ridículamente
buenas que va a ayudarme.”

“Eh… Ohh.” Como si acabara de recordar, Kanbaru añadió, “Estas


hablando sobre Senjougahara-senpai.”

“¿…Qué? ¿La conoces?”

“¿Quién más sería si hablas de alguien con buenas notas en tu clase? He


escuchado rumores acerca de ella.”

“Eh… Bueno, sí.”


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Después de todo, Senjougahara era famosa. Quizás no era de sorprender


que una estudiante de segundo año supiera sobre ella.

¿Hm?

Pero esperen. En cuanto a ser famoso por tus buenas notas se refiere, la
primera persona que debería llegar a la mente de cualquiera tendría que ser
la más famosa Hanekawa, quien ni una vez ha cedido su lugar como la
primera de nuestro año. Al menos, no tenía sentido decir ‘Quién más sería’.
Además, si alguien mencionara una sesión de estudio, ¿no sería normal
asumir que sería algo entre personas del mismo sexo y decir el nombre de
un chico y no el de una chica?

¿Por qué ella estaba hablando de Senjougahara?

“Bueno, no debería quitarte más tiempo”, dijo Kanbaru. “Creo que me


retiraré por hoy.”

“Bien.”

Era propio de Suruga Kanbaru decir “por hoy” al mismo tiempo que
demostraba no querer retenerme por mucho tiempo.

Hizo una sentadilla y estiró sus piernas.


Ejercicios de calentamiento.
Se tomó su tiempo estirando su tendón de Aquiles, y entonces—
“Que la fortuna te sonría.”

Tan pronto como dijo eso, salió corriendo por donde vino, sus pasos
sonando tup, tup, tup, tup, tup, tup. Ella tenía piernas fuertes—no solo era
rápida, también era anormalmente rápida en alcanzar su velocidad máxima.
Aunque dudo que su tiempo en carreras de cien o doscientos metros sea
espectacular, ella debe ser muy buena incluso contra miembros del equipo
de atletismo en carreras de ultra corta distancia como treinta y cincuenta
pies. Ahí es donde Suruga Kanbaru, una atleta especializada en basquetbol,
un deporte donde corres en todas direcciones en un espacio limitado, brilla
más… Y entonces, antes de que lo supiera, ella estaba fuera de vista. Su
corta falda volaba por sus vigorosos movimientos, pero eso no molestaba a

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Kanbaru, quien usaba shorts de ciclismo suficientemente largos como para


poder verlos sobresalir de su falda.

…Sin embargo, pensé, seguramente usa pants cuando entrena. De esa


manera evitaría que mirones como yo subiéramos nuestras viles
expectativas.

Aunque santo cielo.


Siento como si un gran peso hubiera sido levantado de mis hombros.

Este encuentro había sido relativamente corto, pero…si no se apresura a


revelarme el por qué me sigue, no podré descansar tranquilo, dado que esta
situación podría seguir prolongándose. Claro, en realidad no me causaba
ningún tipo de daño, y por eso dejarla ser era técnicamente una opción, pero
la personalidad de Kanbaru no hacía más que cansar a las personas como
yo. No, ¿siquiera existía alguna persona que no se fuera a cansar de hablar
con ella? Si existía una persona así—

Sí. Quizás Senjougahara era la única persona existente.

“Rararagi-san.”

“…Estas asintomáticamente cerca a la pronunciación correcta


comparándola con la última vez que me hablaste, pero Hachikuji, no digas
mi nombre como si fueras un perro de alguna caricatura. Mi nombre es
Araragi.”

“Lo siento. Me mordí la lengua.”

“No, fue a propósito…”

“Me roí la lengua.”

“¡¿O quizás no fue a propósito?!”

“Me perdí la lengua.”

“¡¿En dónde?!”

Hachikuji repentinamente regresó a estar a mi lado.


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Debe haber regresado luego de notar que Kanbaru se había ido. No podía
estar seguro, puesto que era Hachikuji con quien tratábamos, pero dada la
rapidez con la que había regresado, quizás sentía cierta culpa por haber
escapado dejándome por mi cuenta. Quizás esta vez, ella en realidad había
dicho mal mi nombre a propósito para ocultar su vergüenza.

“¿Qué le ocurría a esa persona?” preguntó ella.

“¿No te diste cuenta con solo vernos?”

“Hmm. Como te dijo senpai, y si me permites ponerme mi sombrero de


detective, ¿es ella tu kouhai de la escuela?”

“…Tu sombrero de detective es sorprendente.”

Si yo fuera Kanbaru, aquí es donde mencionaría a Marlowe o algún otro


detective clásico para elogiar a Hachikuji a más no poder, pero no—por un
momento pensé que podría intentar hacerlo, pero mi corazón se rehusaba a
dejarme…

“Pero, Araragi-san. Aunque yo era toda oídos para la conversación, fue


difícil entender a lo que esa persona quería llegar. Hasta el final no pude
entender nada de su conversación. ¿Ella te había seguido para charlar de
cosas sin importancia?”

“Um… Bueno, Hachikuji, ni me veas porque yo tampoco sé.”

“¿No sabes? No puedo evitar sentirme estática.”

“¿Entonces te volviste una estatua mientras no te veía?”

Supongo que quiso decir escéptica.

Decidí decirle a Hachikuji exactamente lo que ocurría. “Esa chica a


estado acosándome sin mediar palabra del por qué.”

“¿mediar? ¿Cómo lo que las mujeres usan en sus piernas?”

“Esas son medias.”


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“¿Seguro?”

“¿En serio no conoces la palabra? Me ha estado siguiendo hasta por la


falda de la montaña.”

“¿Falda? ¿Cómo lo que las mujeres usan en sus partes inferiores?”

“¿Cómo es que llegaste a convertir a Araragi-san en alguien obsesionado


con lo que las mujeres usan debajo de sus caderas?”

Pensé un poco para ver si podía pensar en una palabra que Hachikuji
pudiera confundir con shorts de ciclismo. Desafortunadamente, mi
vocabulario no estaba en un nivel tan alto, así que me rendí y proseguí con
la conversación.

“No entiendo por qué, pero por tres días ya, ella ha estado siguiéndome
descaradamente para luego acercárseme y comenzar una conversación. Una
conversación unilateral, y como dijiste, no sé a qué es lo que quiere llegar…
No sé si podrías llamarlo charlar, y honestamente no tengo idea de cuál
puede ser su meta.”

Su meta—bueno, ella debía de tener alguna.

Pero no tenía idea alguna de cuál podía ser.

Pero era verdad también que ella desviaba mis intentos de descubrir cuál
podía ser.

El campo de atletismo es el único lugar en donde estudiantes de tercer y


segundo año pueden verse, lo cual significa que casi nunca nos vemos por
coincidencia—en otras palabras, Kanbaru estaba usando sus descansos de
la manera más eficiente para buscarme… Eso pude descubrir, pero nada
más.

“Hmm. Sabes, Araragi-san, ¿la respuesta no es una muy obvia? ¿Y si tú


le gustas?”

“¿Qué?”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Creo que dijo algo así durante su conversación.”

“…Oh, creo que sí. Nah, nada de eso. Solo fue una forma de hablar. No
soy el protagonista de un simulador de citas, no es como si un día fuera a
despertarme solo para tener a un montón de chicas siguiéndome.”

“Tienes razón. Si fueras protagonista de un simulador de citas, yo sería


una de las heroínas, y eso jamás en la vida pasará.”

“……”

¿Los niños de primaria ahora saben de simuladores de citas?

Aunque no es como si yo alguna vez hubiera jugado alguno.

“Pero si lo fueras”, continuó Hachikuji, “estoy seguro que yo sería la más


difícil de conseguir.”

“No, se me hace que serías la más fácil…”

Si no fuera por su timidez, todo pasaría bastante rápido… En un juego


con seis heroínas, ella sería la cuarta en caer.

Por supuesto, si tomabas en cuenta su edad, ella sin duda sería un


personaje con dificultad endemoniada.

“Kanbaru no es”, objeté, “ese tipo de… Ah, ahora que lo mencionas,
supongo que había rumores sobre que saltaba de un romance salvaje a otro.
Sin embargo, ella y yo literalmente no nos conocíamos hasta ahora, ¿bien?
A diferencia de ellos… a diferencia de Kanbaru y los demás, yo no soy una
celebridad escolar.”

Pero al pensarlo mejor, me di cuenta que ella ya conocía mi nombre y


clase la primera vez que me habló.

¿Por qué?

¿Podría ser que…le preguntó a alguien?

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“Quizás te vio recogiendo a un gatito abandonado de la calle”, dijo


Hachikuji.

“Jamás he hecho algo así.”

De hecho, ni una vez en mi vida me he topado con un gatito abandonado.


En primer lugar, ¿de verdad un gato se quedaría en una caja de cartón que
diga “por favor adóptame”?

Ese sería un gato muy bien entrenado.

“¿Entonces quizás te vio recogiendo basura de la calle?”

“Espera, ¿acabas de decir que los gatos y la basura son lo mismo?”

“Solo fue, como tú dijiste, una forma de hablar, así que deja de buscar
razones para criticarme. Ese es un pasamiento muy vulgar, Araragi-san, ese
pasatiempo de disfrutar castigar niñas pequeñas por cosas que jamás
dijeron.”

“Discúlpate con los gatos. Los gatos dan miedo, ¿sabes?”

“En todo caso, el amor a primer vista existe. Incluso dicen que las
relaciones en general están basadas en primeras impresiones. Al menos,
verlo de esa manera explica por qué te sigue a todos lados, ¿no?” Hachikuji
estaba hablando alegremente. “Estoy segura, la mujer en mi interior me dice
que estoy en lo correcto. ¿Qué vas a hacer al respecto, Araragi-san? Puede
que por ahora solo esté probando terreno, pero pronto podría confesar sus
sentimientos por ti. ¿Qué harás, qué harás, qué harás?”

“Escucha. No me gusta cómo la gente intenta ver todo en términos


románticos. ¿Has escuchado del ‘poder del amor’ de esas películas
extranjeras? Imagina lo pacifico que sería el mundo si eso pudiera resolver
todo. De ninguna forma, bajo ninguna circunstancia. Tener metas realistas,
simples, y a corto plazo tiene mucho más sentido.

“Y en todo caso”, dije. “Ya terminé la ruta de la heroína más difícil de


este simulador de citas.”

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Bakemonogatari Vol. 02

003

“Siento como si alguien acabara de decir algo desagradable sobre


mí”, Hitagi Senjougahara murmuró de repente.

El comentario fue tan abrupto e inesperado que, debido a la


sorpresa, el lápiz en mi mano se congeló en su lugar sobre mi libreta.

Sin embargo parecía que murmuraba solo para ella misma ya que
cambió el tema.

“Enseñar es difícil.”

Después de lo ocurrido anteriormente, caminé hacia casa mientras


hablaba con Hachikuji sobre diferentes cosas, incluyendo sobre
Kanbaru, y me separé de ella al llegar. La niña iba de un lugar a otro
todo el tiempo, así que estaba seguro de que la encontraría de nuevo
en algún punto. Entonces, después de quitarme la mochila, cambiar
mi ropa, y meter mis libros de texto, notas, y guías de estudio en una
Boston Bag, pasé de mi vieja bicicleta que uso para ir a la escuela a
mi bicicleta de montaña y me dirigí al hogar de Senjougahara. Mis
hermanitas ya habían regresado y casi termino siendo interrogado,
pero afortunadamente me las arreglé para escapar.

Como le había mencionado antes a Hachikuji, la casa de


Senjougahara estaba un poco lejos de la mía, a una distancia que
normalmente no recorrería en bicicleta. Pero tomar el autobús
significaba tener que caminar más, así que ir en bicicleta se sentía más
rápido—
Pero esto era subjetivo, y ya que esta era apenas mi segunda vez
visitando el hogar de Senjougahara, y siendo también la primera vez
que voy hacia allá directo desde mi casa, no podía estar seguro.

Apartamentos Tamikura—un edificio de madera de dos pisos.

Habitación 201.

Más o menos cien pies cuadrados, un pequeño fregadero.

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Bakemonogatari Vol. 02

Era tan pequeño que dos estudiantes de preparatoria de complexión


promedio viéndose el uno al otro a través de una mesa pequeña con
sus materiales de estudio esparcidos a su alrededor, llenaba el espacio.
Esta familia era lo que llamarías una familia de padre soltero, y
Senjougahara era lo que llamarías una hija única, y su padre era lo que
llamarías el que siempre se queda hasta tarde en el trabajo, así que
nosotros estábamos, por supuesto, a solas.

Koyomi Araragi y Hitagi Senjougahara.

Dos adolescentes sanos a solas en una pequeña habitación.

Un hombre y una mujer.

Quienes, además, están oficialmente en una relación.

Novio y novia.

Y sin embargo.

“…Por qué estoy estudiando”, dije.

“¿Hm? ¿Porque eres estúpido?”

“¡Que forma tan grosera de decirlo!”

Ella tenía toda la razón. Pero.

No sería malo si las cosas aquí no estuvieran tan tranquilas.

Comenzamos a salir el mismo día que nos vimos envueltos con


Mayoi Hachikuji, el Día de la Madre, el catorce de mayo. Han pasado
alrededor de dos semanas desde entonces, pero no sería una
exageración decir que absolutamente nada sexual ha ocurrido entre
nosotros durante ese periodo de tiempo.

………

Espera, ni siquiera hemos tenido una cita todavía.

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Bakemonogatari Vol. 02

Ahora que lo pienso.

Nos encontramos durante las mañanas en la escuela, hablamos


durante los descansos…almorzamos juntos…luego regresamos a casa
juntos hasta cierto punto…y nos decimos ‘te veo mañana’. Eso era
todo. Era el tipo de cosa que los chicos populares hacían sin importar
el género cuando estaban con amigos…

No digo que ansíe en particular un giro sexual de eventos, pero un


poco de desarrollo normal entre parejas habría sido bueno.

“En mi vida hasta este punto, Araragi, jamás había batallado con
nada que envolviera la palabra ‘estudio’, así que no tengo ni la más
ligera idea de qué es lo que te da tantos problemas ni entiendo en qué
estas atascado… No entiendo qué es lo que tú no entiendes.”

“Ya veo…”

Ella realmente sabía qué decir para deprimirme.

¿Cuán grande era la brecha entre sus habilidades académicas y las


mías? ¿Se trataba acaso de un cañón tan vasto que no podías llegar a
ver el otro lado?

“¿No estarás actuando como si no entendieras”, preguntó


Sejougahara, “solo para hacerme reír?”

“Nunca llegaría tan lejos… Pero no es como si tú hubieras


nacido inteligente, ¿verdad, Senjougahara? ¿No es a través de sangre,
sudor y lágrimas que logras mantener tu lugar casi en la cima de la
clase?”

“¿Tú crees que ese es el tipo de cosa por las que se preocupa
alguien que trabaja duro?”

“…Entiendo.”

“Oh, pero no me malentiendas. Hay personas cuyos esfuerzos


jamás rinden frutos, quienes ni siquiera saben cómo comenzar a
esforzarse, como tú, y me compadezco de ellos.”
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“¡No te compadezcas de nosotros!”

“Por ti hasta me desespero.”

“¡G-Gah! ¡¿Acaso es regla que cada vez que hago un chiste, tú me


respondes aún más grosero?! ¡Incluso rogar por piedad es algo
arriesgado!”

Que juego tan bizarro el que jugábamos.

“No existe ningún tipo de planta que sea llamada específicamente


‘mala hierba’,” dijo ella, “pero ‘renacuajo’ es en realidad una especie
de pez…”

“¡Ese no es un pez!”

“No existe ningún tipo de planta que sea llamada específicamente


‘mala hierba’, pero hay personas que sí…”

“¡Solo si otras personas los llaman así!”

“Como sea, me siento motivada ya que ayudarte a pasar este


examen de habilidades me hará crecer como persona.”

“No trates mis notas como un rito… Y hay otras cosas que debes
hacer si lo que quieres es crecer como persona.”

“Oh, cállate. Te he estrangulado hasta la muerte.”

“¿¡Lo dijiste en presente perfecto?! ¡¿Eso quiere decir que ya estoy


muerto?!”

Haber logrado que ella me enseñara puede haber sido un error…


Hmm, ¿quizás debí pedírselo a Hanekawa?

Sin embargo.

A pesar de mis protestas hacia Hachikuji, debo admitir, siendo mi


motivo tan lindo que sería vergonzoso llamarlo ‘motivo oculto’, que
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Bakemonogatari Vol. 02

pensé que algo podría pasar si me quedara a solas con Senjougahara


en su casa…

Levante mi vista desde mis notas hacia ella.

Se veía desinteresada como siempre.

Si expresión realmente nunca cambiaba.

Ella no iba a revelarme un lado diferente suyo que nadie más


conoce solo porque estamos saliendo… En ese sentido, ella no era
tsundere en lo absoluto.

Su actitud tampoco cambió en lo absoluto.

Hmm.

¿O es que yo esperaba demasiado, como siempre? Vagamente


imaginaba que las conversaciones se volvían más especiales cuando
comenzabas a salir con alguien, pero, ¿quizás lo que discutes con otra
persona no cambia tanto sin importar el tipo de relación? ¿Mis
pensamientos acerca de charlas de enamorados entre nosotros no
fueron más que una fantasía?

“………”

Con toda probabilidad.

Considerando las experiencias de Senjougahara, los eventos que


convirtieron a Hitagi Senjougahara en Hitagi Senjougahara—
Ella ciertamente tenía sus nociones acerca de la castidad y esas
cosas, pero aparte de eso, con toda probabilidad ella estaba satisfecha
con el estado actual de nuestra relación.

Ella me dijo que no disfrutaba de una relación tácita.

Ya que ella misma lo había dicho, probablemente era verdad.

…No.

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Bakemonogatari Vol. 02

Incluso así…

Era difícil imaginar que Senjougahara no sintiera nada en esta


situación. De hecho, esto se había desarrollado de una manera mucho
más sexual que la última vez que visité los Apartamentos Tamikura…

No es como si ella fuera tan inocente como para no saber lo que


significaba invitar a su aparente novio a su casa sin un guardián
presente… Y cuando lo veía de esa manera, Senjougahara
efectivamente parecía haberse esforzado en el atuendo que vestía al
otro lado de la mesa, pero la horriblemente larga falda llegó a mi
mente. Sus piernas sin medias estaban a la vista, pero difícilmente
podía verlas gracias a esa larga falda. Se sentía como un método de
precaución puesto en su atuendo, sin duda.

Phew.

¿O quizás era mi rol como hombre mostrar un poco de iniciativa?


Por supuesto, jamás había salido con una chica antes, así que
difícilmente sabía lo que ‘iniciativa’ significaba.

“¿Qué sucede, Araragi? Tus manos dejaron de moverse.”

“No es nada… Tan solo pensaba sobre la dificultad de este


problema.”

“Pero si no es tan difícil. ¿Por qué eres así?”

Sin mostrar interés en descubrir mis pensamientos, Senjougahara


simplemente me dirigió una mirada completamente horrorizada. Sus
ojos parecían acostumbrados a dispersar condescendencia.

Entonces ella murmuró, melancólicamente, “Supongo que eso es


todo.”

“¿Eh? Espera, Senjougahara, estas dejando tu portaminas a un lado


como si estuvieras harta y emanas un aire de cansancio, ¿pero
abandonarme realmente es una opción?”

“No diré que no lo es”, declaró.


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“60-40…no, 70-30, ¿quizás?”

“Sin importar qué signifique ese setenta, es un proporción


horriblemente realista…”

Habría sido mejor si me hubiera dicho 90-10.

En serio, ¿qué significaba el setenta?

“Me siento en conflicto. Intentar y fallar lastimaría más mi orgullo


que no intentar y fallar.”

“Por favor no te rindas…”

Si ella lo hiciera, tendría que pedirle ayuda a Hanekawa.

Al final del día, eso no era algo que quisiera hacer.

Volverme tutorado de la presidenta de clase, quien pensaba por


completo que era de sentido común ‘te ira bien en la escuela si lo
intentas’, estaba fuera de discusión…

“Bueno, si vas a ir tan lejos, entonces no me rendiré.”

“Sería de gran ayuda.”

“En lo absoluto. Acepto todo lo que venga a mí y no dejaré que


nada se me escape.”

“¡Que filosofía tan aterradora!”

“No te preocupes. Si haré esto, estoy dispuesta a morir haciéndolo.”

“¡No tienes que morir! ¡Quizás tan solo cansarte un poco! ¡¿Qué
demonios crees que soy?!”

“…Y ahora, Araragi. Al menos eres bueno en matemática, ¿no?”

“¿Eh? Oh, sí.”


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¿Cómo lo supo?

Antes de poder lanzarle esa pregunta, Senjougahara dijo,


“Hanekawa me contó.”

Eso tenía sentido. Hanekawa conocía mis notas mejor que nadie
más.

“Eh”, gruñí. “No pensé que Hanekawa fuera el tipo de chica que
fuera por ahí diciendo las notas de otras personas.”

“Oh, quizás no me di a entender. Escuché en secreto cuando tú y


Hanekawa hablaban el otro día.”

“…Ciertamente no te diste a entender.”

Escuchar de casualidad ya era malo, pero ahora entramos en


territorio de escuchar en secreto.

“¿Tú crees?” respondió Senjougahara.

Ella era bastante problemática.

“Me va bien en matemática porque no se trata solo de memorizar


cosas”, expliqué. “¿No crees que las formulas y ecuaciones son como
movimientos especiales? Un Ultra Beam o un Kamehameha o algo
por el estilo. Si tan solo otras clases tuvieran cosas así…”

“Si las cosas fueran tan convenientes, nadie sufriría. Pero dejando
de lado aprender de verdad acerca de los temas, hay técnicas
comprobadas, o movimientos especiales, cuando se trata de estudiar
para exámenes”. Senjougahara tomó su portaminas de nuevo. “Una
de ellas es intentar adivinar qué vendrá en el examen, pero no querrás
volverlo un hábito porque es como apostar. Aunque generalmente no
lo recomiendo, medidas temporales pueden ser nuestra única opción
en este punto. Si vamos al grano, solo necesitas evitar reprobar. Si
ponemos el límite en la mitad de la nota promedio…”

Ella garabateó números en su libreta.


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El punteo promedio esperado, y un número que sea la mitad de eso.

Debo decir, cuando ella lo dijo de ese modo, pareció algo


asequible— hablando de mi nota perfecta.

“En temas que requieran bastante memorización, los profesores


tienen ‘preguntas que deben preguntar’, así que debemos
concentrarnos en esas. En otras palabras, tomaremos un acercamiento
más enfocado en ciertas cosas en lugar de intentar adivinar. No
querrás enredarte con preguntas que no puedes responder y perder la
oportunidad de responder las que puedes. ¿Entiendes lo que he dicho
hasta ahora, Araragi?”

“…Claro, lo entiendo.”

Aun así, las personas inteligentes realmente ven los exámenes de


manera muy diferente… La mentalidad del profesor a la hora de
prepararlos era algo a lo que jamás le había dado importancia. En
realidad, no, quizás si lo hice en secundaria, cuando aún lograba notas
decentes… Pero eso se siente como una mentira.

En la secundaria.

No extraño esos días en lo absoluto.

“Entonces”, Senjougahara dijo, “comencemos con un tema fácil.


Historia Mundial.”

“¿Historia Mundial es un tema fácil?”

“Lo es. Todo lo que tienes que hacer es memorizar todos los
términos importantes.”

“……”

“Pero como dije antes, no voy a esperar que hagas siquiera eso. Sin
embargo, Araragi. Probablemente pasarás este examen de habilidades
si comienzas a estudiar justo ahora con mi ayuda, pero, ¿qué piensas
hacer luego de eso?”
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“¿Luego?”

“Después de que te gradúes”, respondió Senjougahara, dirigiendo


la punta de su portaminas hacia mí.

“Después de graduarme… Esto es algo repentino.”

“Estas al final de tu segundo mes de tu último año de preparatoria.


Debes haberlo pensado al menos un poco. Sé que dijiste algo sobre
solo importarte llegar hasta la graduación, ¿pero eso significa que vas
a buscar un trabajo después? ¿Tienes algún tipo de plan concreto?
¿Una conexión o algo así en alguna compañía?”

“Umm…”

“¿Va a ser algo temporal primero? ¿O quizás te volverás un NEET?


Realmente no me gusta usar ese tipo de terminología porque
simplifica demasiado el problema real, pero por supuesto, tu propio
punto de vista y deseos son primero. Oh, pero supongo que siempre
podrías aprender algún oficio en una escuela vocacional, ¿no?”

“¿Qué te crees, mi madre?”

Ella estaba entrando en demasiados detalles.

Acribillarme con todas estas preguntas no me iba a sacar una


respuesta…

¿Senjougahara no se daba cuenta que ya me encontraba abrumado


por el examen de habilidades?

“¿Tu madre? ¿De qué hablas? Soy tu novia.”

“……”

Una respuesta directa.

Su movimiento especial.

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De una forma, era incluso más mortal que su lengua acida.

Para mí, al menos.

“Después de que me gradúe… Hmm. Tienes razón, necesito decidir


pronto. Bueno, ¿qué hay de ti, Senjougahara?”

“Universidad. Probablemente por recomendación y beca.”

“…Ya veo.”

“¿Tal vez decir ’probablemente’ fue demasiado modesto de mi


parte?”

“Para tus estándares.”

“Como sea, Universidad.”

“Ya veo, Universidad.”

Ella lo dijo como si fuera natural.

Quizás, para ella, lo era.

Y en cuanto a lo que dijo antes, probablemente será un misterio por


el resto de mi vida si no logro descubrirlo ahora, pero me preguntaba
cómo se sentía el ser una persona inteligente para una persona
inteligente.

Ella añadió, “El tema de la colegiatura ciertamente me cierra


puertas. Decir ‘afortunadamente’ podría sonar demasiado autocritico,
pero no es como si hubiera algo en particular que quisiera hacer, así
que supongo que dejaré que ese camino me guíe.”

“Bueno, no importa a donde vayas, tu personalidad no cambiará,


de eso estoy seguro.”

“Cierto. Pero”, dijo Senjougahara, “Me gustaría caminar por el


mismo camino que tú, de ser posible.”

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“Er…eso es un poco…”

Honestamente me hacía feliz escuchar eso de ella, pero las leyes de


la física prácticamente eliminaban esa posibilidad…

Cierto, Senjougahara asintió. “La ignorancia es un crimen, pero la


estupidez no. Y ya que no es un crimen, es el castigo. Si tan solo
hubieras sido más virtuoso en tu vida pasada como yo, pobre Araragi,
entonces esto no habría pasado. Ahora entiendo cómo se sentía
exactamente la hormiga mientras veía al saltamontes congelarse hasta
la muerte. Y por cierto, hacer que me identifique con un insecto no es
una tarea fácil.”

“……”

Aguántalo…

Una respuesta solo haría que el cuchillo se hundiera más…

“¿Qué tal si ya abandonas y te mueres?” Senjougahara continuó.


“Incluso un saltamontes se vuelve útil como cadáver cuando la
hormiga se digna a alimentarse de sus nutrientes.”

“¡La próxima vez que nos veamos, será en la corte!”

No pude aguantarlo.

Me faltaba la fortaleza mental necesaria.

“Dices eso, Senjougahara, pero hacer diferentes cosas después de


graduarse no tiene que significar no caminar por el mismo camino,
¿verdad?”

“Cierto. Tienes toda la razón. Pero si de repente mis sentimientos


cambian en la universidad por ir a citas grupales todo el tiempo, ¿qué
harías?”

“Lista para sacarle todo el jugo a tu vida universitaria, ¡¿verdad?!”

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“En ese caso, ¿Qué tal si vivimos juntos después de graduarnos?”


ella sugirió de forma demasiado casual. “De esa manera, incluso si
hacemos diferentes cosas, podríamos pasar incluso más tiempo juntos
que ahora.”

“Bueno…no es una mala idea.”

“¿No es una mala idea? No me gusta el tono con que lo dices.”

“…Sí, me gustaría. Por favor, hagamos eso.”

“Ya veo.”

Con eso, ella regresó su mirada a su libro de texto de la manera más


modesta posible. Ella actuaba tranquila, y el momento de su respuesta
lo había hecho sonar casi frívolo, pero incluso alguien tan poco
observador como yo veía que ella no era el tipo de persona que
bromearía en este momento.

Era Hitagi Senjougahara de quien hablábamos.

…Como sea, ella parecía pensar dos pasos por delante.

O en lugar de verlo de ese modo— quizás debería recibirlo como


un signo del honesto interés de Senjougahara en nuestra relación. No
muchas parejas de estudiantes de prepa se tomaban ‘Salir’ de una
manera tan seria como ella.

Salir. ¿Qué significaba eso?

Era una promesa verbal sin base alguna.

*Suspiro*

Esto no está bien. Jamás había salido con una chica, así que no solo
no sabía cómo tomar la iniciativa, no tenía ni idea de cómo reaccionar
en mi situación tampoco.

Ni la más mínima idea.

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Ojala hubiera jugado algunos simuladores de citas.

Al menos me habrían servido como referencia.

Pero una vez más, terminar el juego era una cosa, pero no puedes
‘ganar’ la realidad.

“Estas suspirando bastante, Araragi. ¿No sabías que pequeños


trozos de felicidad se escapan cada vez que suspiras?”

“Si eso es verdad, tendría que medir mi perdida en Ks…”

“Cuantas veces hayas dejado escapar suspiros no es de mi


incumbencia, pero desearía que no lo hicieras a mi alrededor. Me
enferma.”

“Eres horrible.”

“Me enferma, pero de amor.”

“…Er, como la persona seria de la conversación, no sé cómo


responder a eso.”

Incluso me estaba sintiendo un poco feliz.

Una trampa bastante ingeniosa para el chico serio de la


conversación.

“Por cierto, Araragi”, dijo Senjougahara, “Nunca antes he


terminado mi relación con un chico.”

“………”

No, este es un ejemplo del por qué la forma de decir las cosas
importa.

Ella lo hizo sonar como si fuera una chica con varios pretendientes,
pero, ¿no estaba simplemente anunciando que no tenía experiencia
previa en lo absoluto con los hombres?

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“Y por eso”, ella continuó, “No pretendo romper contigo tampoco.”

Su expresión se mantuvo placida. Ni siquiera cambió un poco, ni


siquiera una ceja se movió. Me hacía preguntarme si ella tenía
emociones siquiera. Pero—ella aun debía estar pensando acerca de
aquello.

Dos años.

Desde su tiempo entre la secundaria y la preparatoria, cuando ella


no era ni estudiante de secundaria ni de preparatoria y cuando ni
siquiera eran vacaciones, Hitagi Senjougahara se había recluido de
todo contacto con otras personas. Si se hubiera olvidado cómo
interactuar con otros seres humanos, si se hubiera vuelto
extraordinariamente pasiva o innecesariamente tímida—no podrías
culparla. Era como tratar con un gato callejero muy precavido—
aunque en cuanto a gatos, eso le quedaba como anillo al dedo a
Hanekawa.
Quizás ninguno de los dos sabíamos cómo tomar la iniciativa.

“…Oye, Senjougahara?”

“Qué pasa.”

“¿Aun sigues llevando contigo engrapadoras y esas cosas?”

“Ahora que lo mencionas…no últimamente.”

“Ah.”

“Debo haberme vuelto descuidada.”

“Descuidada…”

Bueno—aun podías llamarle a eso progreso.

No era un cambio tan grande como para convertirla en tsundere,


pero si esa era su personalidad—

…Hm, por cierto. Hablando de Senjougahara hace dos años—


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“Oye, ¿no eras la estrella del equipo de atletismo cuando estabas


en secundaria?” pregunté.

“Correcto.”

“¿Ya no haces ese tipo de cosas?”

“Correcto. Porque no tengo una razón para hacerlo”, ella respondió


casi instantáneamente. “No tengo deseo de regresar a esa vida.”

“Hmph…”

Aparentemente, Senjougahara había sido una persona agradable y


sociable, amable con todos, una ardua trabajadora, para nada
engreída, la respetable estrella del equipo de atletismo de la
secundaria—alegre y llena de energía. No era más que un rumor, pero
lo encontraba bastante creíble.

Todo eso cambió justo antes de la preparatoria.

Entonces, dos años después.

Lo que había cambiado regresó a la normalidad para ella.

Había regresado—pero, por supuesto, no todo.

Ciertamente no había regresado todo si su deseo por regresar a


aquellos tiempos no existía.

“No veo la necesidad, y por sobre todo, no veo el bien que me haría
llegados a este punto, Araragi—hay muchas cosas más con las que
debo cargar ahora. Ya estoy en tercer año de todos modos. Pero, ¿por
qué la pregunta?”

“Oh, tan solo me interesaba cómo eras cuando practicabas


deporte… Y sí, dado el tiempo que te detuviste, veo por qué ya no
querrías molestarte con ello.”

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Así como gato significaba Tsubasa Hanekawa, deporte era ahora


sinónimo con Suruga Kanbaru para mí, y había preguntado con ella
en mente, pero…eso es lo que llamabas una respuesta brusca.

Podrías decir que Senjougahara ahora veía hacia delante—pero.

¿Rehusarte a ver hacia atrás era lo mismo que ver hacia adelante?

Senjougahara, comencé a pensar, era aún…

“No te preocupes”, dijo ella. “No necesito practicar deporte para


mantener mi figura.”

“...Oye, no es por eso que preguntaba.”

“Te viste atraído a estas ágiles extremidades que requieren de poco


cuidado que no han conocido fractura alguna, ¿no es así?”

“¡Deja de asumir que estoy tras tu cuerpo!”

Y esa frase de “que requieren poco cuidado”…

Fue demasiado.

“Oh. ¿Entonces no es mi cuerpo?” ella dijo inocentemente.


“Supongo que eso significa que puedes esperar un poco.”

¿Eso es lo que ella quería decir?

Si es así, era demasiado rebuscado—y horriblemente retorcido,


muy diferente a sus acercamientos directos de siempre.

Castidad…

Pero tenía que haber algo más además de eso.

“Araragi, sé que no eres un bastardo sin vergüenza y tacaño que


paga un buffet de todo lo que puedas comer solo para preguntarte si
‘ya comiste lo que valió el dinero’ y te apuras para ‘probar más cosas

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para no haber desperdiciado el dinero’ cuando al final será el mismo


precio.”

“……”

No estaba seguro de lo que su analogía intentaba implicar, pero


tenía que ser algún tipo de movimiento asesino…

Ella era tímida con las personas.

Prudente en su relación conmigo.

Bueno, estaba dispuesto a aceptarle eso.

Aun no entiendo lo que ‘salir’ con ella significa, pero si eso es lo


que hago, entonces aceptaría todo de ella.

“…Oh, cierto”, recordé—y decidí que necesitaba decirle a


Senjougahara sobre Suruga Kanbaru. Había guardado silencio no
porque Senjougahara podría preocuparse por nada, sino para evitar
molestarla, pero interpretando los motivos de Suruga Kanbaru en luz
del eminente entendimiento de primaria de Hachikuji y con la remota
posibilidad de que ella estuviera en lo correcto, no se sentía justo,
dada mi posición, ocultar el hecho de mi (aparente) novia.

Y justo hace unos momentos tenia a Kanbaru en mi mente.

Había algo sobre lo cual sentía curiosidad.

“Oye, Sejougahara.”

“Qué pasa.”

“¿Conoces a Suruga Kanbaru?”

“………”

Ella respondió con silencio.

O debería decir, no dio respuesta alguna.


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En términos de qué era y qué no era justo, mi pregunta en sí


probablemente no era justa en lo absoluto— Digo, ¿quién no sabía
sobre la celebridad escolar, Suruga Kanbaru? El hecho de que ella me
estaba siguiendo a todos lados circularía como un rumor para el
comienzo de la próxima semana como máximo, si es que ya se habia
esparcido. Podía descansar tranquilo sabiendo que sería tratado como
un rumor falso—pero ese era precisamente el por qué mi pregunta
tomó un significado extraño. Sufría el silencio que yo mismo me
había ganado y que me frenaba de continuar, cuando—

“Sí”, dijo Senjougahara, “Suruga Kanbaru. Ese nombre me trae


recuerdos.”

“…Oh.”

Entonces—ellas se conocían después de todo.

Pensé que ese podía ser el caso.

Cuando mencioné mi sesión de estudio, Kanbaru había


inmediatamente nombrado a Senjougahara y no a Hanekawa, quien
tenía las mejores notas de nuestro año—y eso no fue todo. Había
llegado a la misma conclusión por varios comentarios que ella había
hecho. La posibilidad que Hachikuji mencionó me había eludido
gracias a mi vaga, no, clara sensación de que Kanbaru no iba tras de
mí, sino tras alguna otra cosa—

“¿Es por eso que me preguntaste sobre la secundaria?” agregó


Senjougahara. “Sí, ella solía ser mi kouhai, en la secundaria.”

“Bueno, aún lo es. Van a la misma escuela, ¿no es así? O espera,


¿te refieres a que esa chica estaba en el equipo de atletismo de la
secundaria?”

“No, ella estaba en el equipo de basquetbol cuando estaba en


secundaria. ‘Esa chica’… Suenas muy cercano a ella.”

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En un instante, la mirada en los ojos de Senjougahara se volvió


hostil. Normalmente libres de emociones, ahora esos ojos relucían
con peligro.

Sin esperar siquiera un segundo para ver si ofrecería algún tipo de


explicación, ella tomó el portaminas en su mano derecha y lo empujó
hacia adelante, la punta dirigiéndose a mi ojo izquierdo a alarmante
velocidad. Mi primer instinto fue salir de su camino, pero incluso
mientras movía su mano derecha, ella subió sobre la mesa con sus
rodillas, indiferente ante todas las notas que ella había mandado a
volar durante el proceso, y usó su mano izquierda para tomar la parte
trasera de mi cabeza, previniendo mi escape.

La punta del portaminas—estaba tan cerca de mi globo ocular que


parecía absurdo decir que se detuvo a corta distancia. Estaba tan cerca
que no podía parpadear, congelándome así en mi lugar. De hecho, me
debía de preguntar si su mano izquierda sosteniendo mi cabeza era un
gesto de consideración para prevenir movimientos externos de mi
parte que pudieran afectar su precisión, así de perfectamente
orquestados estaban sus movimientos.

…H-Hitagi Senjougahara.

Puede que no estés cargando una engrapadora, ¡pero no has


cambiado en lo absoluto!

“¿Por qué mencionaste a esa niña, Araragi?”

“¡………!”

¡Espera!

¡¿Estaba así de celosa?!

Casi era gracioso lo comprometida que se sentía ella… ¿Y de qué


forma lo que dije sonó a que éramos cercanos? Me había referido a
una kouhai como “esa chica”, nada más. ¿Este era mi castigo por
siquiera conocer a otra chica sin el conocimiento de Senjougahara?
¿Qué demonios pensaba hacerme ella si de verdad la engañaba con
otra?
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Aunque me encontraba en una situación horrible, también me


sentía aliviado por haber decidido contarle tan pronto.

Gracias al cielo— ¡Logré conocer este lado de Senjougahara


durante un caso en donde tenía un montón de excusas para decir!

“Tus heridas se curan rápido, ¿verdad? Entonces un solo globo


ocular no puede ser tan malo, ¿no es así?”

“¡Detente, no! ¡No, un globo ocular todavía sería malo! ¡No hay
nada por lo que yo deba sentirme culpable, no me veo a mí y a esa
chica como cercanos, tú eres la única chica para mí, Senjougahara!”

“Oh, ¿lo soy? Me gusta cómo me hacen sentir esas palabras.”

Y entonces—ella retiró el portaminas. Lo hizo girar un par de veces


en su palma, lo colocó sobre la mesa, y ordenó las notas y libros de
texto regados. Intenté calmar mi corazón acelerado mientras la veía.

“Puede que me haya emocionado demasiado. ¿Te sorprendí,


Araragi?”

“…Vas a terminar matando a alguien uno de estos días.”

“Y cuando lo haga, me aseguraré de que seas tú. Tú serás mi


primero. No elegiré a nadie más. Lo prometo.”

“¡No digas cosas aterradoras como si fueran palabras dulces!


¡Escucha, te amo, pero no lo suficiente como para dejarme matar!”

“Amar hasta la muerte, ser asesinado por aquel a quien amas.


¿Existe una mejor manera de morir?”

“¡Prefiero alejarme de ese tipo de amor retorcido!”

“¿En serio? Que mal. Y no puedo creer lo que dices. Si fuera a tus
manos, Araragi, yo—”

“¿No te importaría que te matara?”


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“¿…Hm? Oh, uh, bueno, supongo.”

“¡Que respuesta tan ambigua!”

“Bueno, um, ¿supongo que sí?”

“¡Seguida de una negación igual de ambigua!”

“¿Cuál es el problema? Acéptalo como es. Si fuera a matarte,


Araragi, yo sería la persona que estaría a tu lado durante tus últimos
momentos. ¿No es eso romántico?”

“No. Si voy a ser asesinado, tú serías la última a la que elegiría


como asesina. Sin importar quién me mate y de qué manera lo haga,
para mí, es mejor que ser asesinado por ti.”

“¿Qué? No aceptaré eso. Si alguien te mata, Araragi, voy a matar


al culpable. Las promesas fueron hechas para romperse, ¿no?”

“……”

Su amor ya era bastante retorcido.

Y sin embargo, me hacía sentir amado…

“En todo caso, hablábamos sobre Kanbaru”, Senjougahara hizo a


un lado nuestra aterradora discusión y regresó la conversación de
nuevo al tema original con su aplomo usual. “Aunque practicábamos
deportes diferentes, yo era la estrella del equipo de atletismo mientras
ella era la estrella del equipo de basquetbol. A pesar de que no
estábamos en el mismo año, nos asociamos—y además.”

“¿Y además?”

“Bueno, realmente no vale la pena mencionarlo ahora, pero en


nuestras vidas privadas lejos de los deportes, podrías decir que le
terminé causando algunos problemas, o quizás podrías decir que tuve
algunos conflictos con ella… Espera, Araragi.” Senjougahara cambió
el objeto del tema hacia mí. “De lo que deberíamos estar hablando
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ahora es por qué mencionaste a esa chica. Si no eres culpable de nada,


no debería importarte explicar.”

“C-Claro.”

“Por supuesto, si fueras culpable, de igual modo haría que lo


explicaras.”

“………”

Senjougahara podría matarme en verdad si intentaba guardarle


secretos, y por eso le dije que Suruga Kanbaru había estado
siguiéndome a todos lados por los últimos tres días. Una chica de
segundo año que corría hacia mí con rápidos y rítmicos tup, tup, tup,
tup, tup, tup, quien divagaba por un rato, y quien desaparecía sin dejar
pistas sobre su objetivo en lo absoluto—Suruga Kanbaru. Ella debía
tener un objetivo, pero yo no sabía cuál podría ser.

Mientras explicaba esto, comencé a pensar.

Kanbaru estaba probablemente escogiendo momentos en que


Senjougahara no estaba a la vista para ir a mí. Con excepción a hoy,
cuando corrió hacia mí a pesar de que me encontraba con Hachikuji,
ella estaba básicamente esperando a que me encontrara a solas. En
otras palabras, no era casualidad que Senjougahara no supiera sobre
la chica siguiéndome a todos lados hasta ahora.

Y hubo algo más que comencé a pensar.

¿No era Senjougahara quien se refería a Kanbaru en tono familiar?


Llamarla “esa niña” incluso si ella estaba un año atrás en la secundaria
sonaba un poco—no, quizás solo era una forma de expresarse.

Así como las emociones no se mostraban en el rostro de


Senjougahara, tampoco se filtraban en su voz. Sin importar lo que ella
dijera, casi todo estaba en el mismo tono. Te hacía temblar el intentar
comprender la fuerza de voluntad que ella ejercía para poder
controlarse.

Pero—esa niña.
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“Ya veo”, Senjougahara finalmente asintió después de escuchar la


mayor parte de la historia. Y sí, ella aun tenía la misma expresión y
tono plano. “Um, ¿Araragi?”

“Qué pasa.”

“¿Qué está inundado hasta arriba y en llamas por abajo?”

“…”

¿Por qué un acertijo tan de repente?

Preguntándome cuándo fue que ella se convirtió en el tipo de


personaje que decía acertijos, decidí seguirle la corriente.
Afortunadamente, sabía la respuesta a esa pregunta.

“Una caldera, ¿verdad?”

“Bzzt. La respuesta correcta es”, Senjougahara me iluminó con el


mismo tono monótono, “La casa de Kanbaru Suruga.”

“¡¿Qué planeas hacerle a la casa de la estrella del basquetbol de


nuestra escuela?!”

¡Ahora realmente estaba asustado!

¡Sus ojos estaban demasiado fijos!

“Dejando de lado las bromas,” dijo ella.

“Tus bromas no parecen bromas, ¿sabes? Y menos cuando de


verdad podrías llevarlas a cabo.”

“¿En serio? Pero ya que insistes, Araragi, mantendré mis bromas


solo en mi cabeza.”

“Eso es lo normal…”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Kanbaru descubrió mi secreto un año antes que tú”, Senjougahara


me lo dijo como si no fuera nada especial—con su tono usual, un poco
más irritado. “Acababa de entrar a segundo año, así que fue justo
después de que Kanbaru entrara a la Prepa Naoetsu. Considerando su
ubicación, ya había previsto que una kouhai que me conocía vendría
a nuestra escuela, así que pensé en qué hacer al respecto—pero con
Kanbaru, supongo que bajé un poco mi guardia.”

“Eh.”

Hitagi Senjougahara.

El secreto con el que había cargado—

Yo lo había descubierto al atraparla luego de que resbalara por las


escaleras—para decirlo de otro modo, de casualidad. Pero por otro
lado, podías decir que su secreto era tan precario que simple
casualidad fue suficiente para exponerlo. De hecho, Sejougahara me
había dicho que yo no era el primero en descubrirlo— Entonces
Kanbaru…

Conociendo la personalidad de Kanbaru.

“Apuesto a que esa chi… que Kanbaru probablemente intentó


salvarte o algo así, ¿no es así?”

“Sí, exacto. Aunque me rehusé”, Senjougahara respondió con


calma, como si usar esas dos frases fuera una construcción estándar,
como si fuera gramática básica. “Traté con ella de la misma forma
que traté contigo. Pero de todos modos tú intentaste relacionarte
conmigo, Araragi. Kanbaru nunca regresó. Así de vacía fue nuestra
relación.”

“…Ella nunca regresó.”

Entonces eso fue hace un año.

Su rechazo—debe haber sido absoluto. Debe haber sido


incalculablemente más intenso que en mi caso dado que Kanbaru
sabía muy bien sobre el pasado de Senjougahara como la estrella de
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Bakemonogatari Vol. 02

atletismo de la secundaria. De otro modo—Kanbaru, dada su


personalidad, no se habría rendido sin dar pelea. Recordé que de
acuerdo a Senjougahara, en el escenario que fue el ocho de mayo,
cuando descubrí su secreto—la única persona que sabía sobre ello en
ese momento aparte de mi era Harukami, la profesora de salud.

En ese momento

En otras palabras, Suruga Kanbaru había descubierto su secreto en


el pasado, pero Senjougahara la había forzado a olvidar. Una de las
pobres victimas…no, de las pobres bajas— ¿pero se había Kanbaru,
de todas las personas, realmente olvidado de Senjougahara?

“…Eran amigas, ¿no es así?”

“Sí, en la secundaria”, Senjougahara admitió. “Ahora es diferente.


Somos completas extrañas.”

“Pero tu…situación ha cambiado comparada a hace un año. Digo,


nos deshicimos de ese secreto tuyo, así que—”

“¿No te lo acabo de decir, Araragi?” ella me paró en seco. “No


tengo la intención de regresar a nada de eso.”

“……”

Así es como he decidido vivir mi vida.”

“Oh…”

Bueno.

Si esa era su decisión sobre su propia vida, no parecía ser un lugar


en el que pudiera meter mis narices—al menos, así es como sería
lógicamente. Y Senjougahara no era tan simplista como para hacer las
paces con alguien a quien rechazó tan duramente solo porque su
condición se había vuelto una cosa del pasado.

“Sin embargo…” dije. “Entiendo tu relación con Kanbaru, pero eso


no explica por qué me ha estado siguiendo, ¿no?”
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Bakemonogatari Vol. 02

“Ella debe haber descubierto que estamos saliendo. Comenzamos


nuestra relación hace dos semanas, y ella te comenzó a seguir hace
tres días, así que el tiempo parece encajar.”

“¿Qué? ¿Te refieres a que tiene curiosidad de qué tipo de sujeto es


el novio de Hitagi Senjougahara…y por eso me ha estado hablando?”

“Creo que es algo como eso. Disculpa por el problema, Araragi. No


haré excusas. Es mi culpa por no haber sido capaz de liquidar mis
relaciones.”

“Liquidar…”

Me sorprende que haya usado esa palabra.

Conociéndola, la palabra no parecía ser figurativa.

“No te preocupes”, me aseguró. “Tomaré la responsabilidad de—”

“¡No! ¡No tomes la responsabilidad! ¡Ni Dios sabe a qué te


referirás con eso! ¡Esto no es nada, es mi problema y yo me haré
cargo!”

“¿Por qué tan tímido? No seas tan poco amigable.”

“Simplemente temo que vuelvas esto más que solo ‘poco


amigable’…”

Hrrm.

En todo caso, o incluso así, no tenía sentido para mí.

“Alejaste a Kanbaru de una manera muy poco amable, ¿verdad? ¿Y


desde entonces ha sido igual? ¿Crees que aún le importaría si
consigues un novio?”

“Si esto fuera un caso común de un Senpai distante consiguiendo


novia, entonces tendrías razón—pero esto es diferente, ¿no es así?

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Bakemonogatari Vol. 02

Araragi. Hiciste algo que ella no pudo, así que no me sorprende en


realidad. A como ella lo ve, tú tuviste éxito en donde ella fracasó.”

“Ah…lo entiendo.”

Ella descubrió el secreto de Hitagi Senjougahara…pero fue


apartada, rechazada, duramente y sin piedad. Un poco de
razonamiento era todo lo que tomaba para llegar a la asunción de que
yo, como el novio, no podría no saber el secreto, y viéndome a mí al
lado de Senjougahara a pesar de saber su secreto seguramente debe
haberle dado a Kanbaru muchas cosas en qué pensar.

Al mismo tiempo.

Kanbaru probablemente no se había dado cuenta que el secreto en


sí se había resuelto. Puesto que si su razonamiento fuera tan bueno,
ella habría hablado con Sejougahara y no conmigo, o eso asumí.

“Hitagi Senjougahara era alguien a quien Kanbaru admiraba, aun


si lo digo yo misma”, Senjougahara divulgó, apartando su mirada de
mí. “Sabía que me encontraba en esa posición, e intenté actuar lo
mejor posible. ¿Qué más podía hacer? Pienso que no había nada más
qué hacer. Así que al rechazarla, fui muy cuidadosa de dejar las cosas
claras—sí. Pero supongo que esa niña no me ha olvidado después de
todo.”

“…No deberías decirlo como si ella fuera molesta. No lo hace de


mala fe, ¿verdad? Y como sea, que las personas te olviden es muy
deprimente—”

“Ella es molesta”, declaró Senjougahara sin dudar. “La presencia o


ausencia de mala fe no es el problema.”

“Vamos, no seas así… Si ella te admiraba, y ella aún sigue


preocupada por ti…bueno, puede que suene raro llamarlo ‘hacer las
paces’, ¿pero no crees tener un poquito de espacio para ella en tu
corazón?”

“No. Ya ha pasado un año, fue en secundaria que éramos amigas,


y sí, sería raro llamarlo ‘hacer las paces’. Te dije que no iba a regresar
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a esas cosas. ¿O dices que debería ir con ella después de todo este
tiempo y disculparme por hacerla esperar tanto tiempo? Eso sería
idiotez en su máxima expresión.”

Luego, como si fuera para cerrar la puerta de esta conversación, y


también como si hubiese pensado en algo, Senjougahara cambió de
tema. Ella fue, como siempre, hábil al hacerlo.

“Oh, cierto. Por cierto, Araragi, ¿tienes planes de encontrarte con


Oshino-san en algún momento pronto?”

“¿Oshino? Bueno, supongo que podría decirse que si…”

Quizás no con Oshino—pero necesitaba dejar a Shinobu beber mi


sangre, y ya iba siendo hora de que me dirigiera a esa abandonada
escuela de clases particulares. Era viernes, así que haría un poco de
espacio mañana, y quizás el día después de mañana…

“Bien. En ese caso.”

Senjougahra en silencio se levantó, tomó un sobre de encima de su


tocador, regresó a mí, y me lo mostró. El sobre tenía un sello de la
oficina postal impreso.

“¿Podrías entregarle esto a Oshino-san por mí?”

“Qué es… Ohhh.”

Me di cuenta tan pronto pregunté.

Mémé Oshino—

El pago por los servicios prestados por ese frívolo bastardo de


camisa hawaiiana.

Aquello que el requirió para remover el secreto de Senjougahara,


para remover la calamidad que había caído sobre ella—la
remuneración que buscó él, o para ponerlo simple, su pago.

Cien mil yenes, si mal no recuerdo.


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Revisé el interior para asegurarme, y sin dudas, diez billetes de diez


mil estaban dentro. Exactamente diez billetes, probablemente recién
salidos del banco.

“Wow… reuniste la cantidad más rápido de lo que imaginé. Lo


hiciste sonar como si fuera a tomarte un tiempo. ¿No dijiste que ibas
a trabajar a tiempo parcial o algo así?”

“Eso hice”, Senjougahara dijo despreocupadamente. “Logré que mi


padre me dejara ayudarlo con su trabajo. Bueno, supongo que sería
más acertado decir que lo forcé a dejarme, pero así es como gané el
dinero.”

“Eh.”

El padre de Senjougahara trabajaba en algún tipo de compañía


extranjera— ¿y quizás esa fuera la elección correcta para ella?
Trabajos regulares a tiempo parcial no parecían encajar con su
personalidad, y nuestra escuela prohibía, en primer lugar, tener ese
tipo de trabajos.

“Estaba reacia a hacerlo ya que tener ayuda de mi padre se sentía


como hacer trampa, pero como alguien que creció en una familia
ahogada en deudas, ser responsable con el dinero es una obligación.
Me sobró un poco, así que te compraré el almuerzo en la cafetería uno
de estos días. La comida de nuestra escuela es bastante buena y tiene
un precio razonable, así que ya sabes, ordena lo que quieras.”

“…Gracias.”

Aun así, era la cafetería escolar.

Un almuerzo de un día entre semana.

¿Acaso ella pretendía jamás salir en una cita conmigo?

“Pero en ese caso”, pregunté, “¿por qué no vas tú a entregarle el


dinero?”

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“Nop. Odio a Oshino-san.”

“Entendido…”

Ella era muy directa en cuanto a su salvador.

Aunque aquello que hacía madura a Senjougahara era que aún


sentía gratitud hacia él.

Por supuesto, no era como si a mí me agradara Oshino tampoco.

“Si me lo permites”, dijo ella, “Jamás querría verlo de nuevo, y no


quiero tener que verme envuelta en nada que tenga que ver con él en
un futuro. No con alguien como él, que actúa como si viera a través
de las personas.”

“Sí, creo que tienes la razón en que tú y Oshino son incompatibles.


Él tiene una actitud frívola y burlona, y eso entra en conflicto con tu
personalidad”, dije, colocando el sobre a un lado de mi cojín. Le di
una palmada al sobre y asentí hacia Senjougahara. “Bien, lo entiendo.
Si así son las cosas, no diré otra palabra. Me haré cargo de esto, y me
aseguraré de dárselo a Oshino la próxima vez que lo vea.”

“Lo apreciaría mucho.”

“Sep.”

Entonces pensé—

Compatibilidad.

Actitud.

Personalidad.

¿No era el carácter de la estudiante de segundo año Suruga Kanbaru


fuera de la cancha—exactamente lo opuesto a Senjougahara? En
términos de compatibilidad, actitud, y personalidad, y todo lo demás.

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Senjougahara había sido la estrella del equipo de atletismo de la


secundaria.

Es más, ella era admirada. Las miradas de admiración que atraía—


no podían haber sido solo las de Kanbaru. En esa posición,
Senjougahara había tenido cierta personalidad—debe haber tenido
una personalidad opuesta a su actual verbalmente abusivo y acido ser.

Abuso y adulación.

Lengua acida, lengua reconfortante.

Polos opuestos.

El otro lado de la moneda.

Lo cual significa.

“Entonces, Araragi”. Los ojos de Senjougahara estaban faltos de


emoción. “Regresemos a estudiar. ¿Te suena la famosa observación
de Thomas Edison? Él dijo que el genio es uno por ciento de
inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración. Una
gran frase, digna de un genio. Pero apuesto a que él pensó que ese uno
por ciento era más importante. ¿No dicen por ahí que eso es todo lo
que separa los genes humanos de los de un mono?”

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004

Fueron dos años para Senjougahara—y dos semanas para mí.

Desde el comienzo hasta el final de la Golden Week para


Hanekawa.

Para Hachikuji, quién sabe. No sé exactamente cuánto tiempo.

Hablo de los periodos en donde tuvimos contacto con


excentricidades—la cantidad de tiempo que nuestras anormales
experiencias duraron. Fue durante esos periodos, durante esos lapsos,
que nuestras improbables y aterradoras experiencias, que fueron de
todo menos normales, ocurrieron.

Tomemos a Koyomi Araragi.

Mi caso.

En este día y era, a mitad de nuestra civilización del siglo veintiuno,


es tan vergonzoso que me hace querer buscar un agujero y meterme
dentro, pero caí víctima de un venerable y antiguo vampiro—
Un espeluznantemente aterrador espanto, un tradicional y
legendario vampiro, chupó hasta la última gota de sangre de mi
cuerpo.

Ella me dejó seco.

Y me convertí en un vampiro.

Le tenía miedo al sol, odiaba las cruces, evitaba el ajo, y mantenía


mi distancia del agua bendita, y a cambio, gané habilidades físicas
decenas, cientos, miles de veces mejores que las de un humano, pero
una vez más a cambio, sentía una absoluta hambre por sangre
humana—como aquella de los caminantes nocturnos tan populares
ahora en mangas, animes y películas. Realmente, se sintió injusto
haberme convertido en un vampiro tan genérico. A los de estos días
no les importa caminar en la luz del día, usar cruces como accesorios,

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comer pan de ajo y bañarse con agua bendita, pero sin embargo aún
tienen habilidades físicas absurdas— ¿no era eso lo normal ahora?

Y sin embargo.

Un vampiro teniendo que chupar sangre humana parece ser una


constante.

Después de todo, son demonios chupasangre.

Al final, fue un sujeto que pasaba por ahí, no un cazador de


vampiros, no un equipo especial Cristiano, ni un vampiro que cace a
los de su misma especie, sino un sujeto que pasaba por ahí, un frívolo
bastardo con camisa hawaiiana llamado Meme Oshino, quien me
salvó de ese infierno—pero eso no hizo nada para borrar el hecho de
que esas dos semanas habían ocurrido.

Un demonio.

Un gato.

Un cangrejo

Un caracol.

Aun así, no podía permitirme olvidar que hubo una diferencia


decisiva entre yo y los otros tres casos. Una diferencia especialmente
grande, en particular, entre el caso de Hitagi Senjougahara y Koyomi
Araragi.

No me refiero al lapso de tiempo, sino a la profundidad de nuestra


perdida.

Ella no pretendía regresar a su vida anterior— O al menos eso dijo.

Pero a pesar de su charla sobre no tener la necesidad, ¿no quiso


decir ella que no podía regresar a ese tiempo sin importar cuanto lo
desease?

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Y digo esto porque…durante dos años, ella había rechazado todo


lo que pudiese ser llamado contacto social. Hitagi Senjougahra había
pasado dos años sin asociarse con nadie en clase—y ahora que esos
dos años habían acabado, nada había cambiado.

Además de mí, nada había cambiado.

Koyomi Araragi era meramente una excepción para Senjougahara,


y ella no había cambiado en lo absoluto en los demás aspectos.

No había diferencia entre el antes y el después.

Ella simplemente dejó de ir a la enfermería de la escuela.

Ella simplemente comenzó a participar en la clase de Educación


Fisica.

Ella se sentaba en una esquina del salón—y en silencio leía. Como


si leer un libro, en nuestro salón, fuera una manera de construir
paredes robustas en contra de sus compañeros de clase—

Ella ahora me hablaba, pero realmente eso era todo.

Ella ahora almorzaba conmigo, y eso era todo.

Una estudiante modelo tranquila propensa a enfermarse—esa era


todavía la posición que ella ocupaba en nuestra clase. Todo lo que
nuestros compañeros pensaban era que su condición debió haber
mejorado de alguna manera, hasta algún punto.

Hanekawa, nuestra presidenta de clase, sin embargo,


inocentemente recibió esto como un gran cambio—pero yo no podía
compartir ese optimismo simple de ella hacia la nueva Senjougahara.

Quizás Senjougahara no había perdido nada

Quizás ella se había deshecho de todo.

Pero igual terminabas con el mismo resultado.

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No busco sonar como un sabelotodo, y probablemente no sepa la


verdad sin importar cuanto me vea reflejado en ella de ahora en
adelante—y apuesto a que no debería estar criticándola.

Interferir, entrometerme, todo eso no parece lo correcto.

Pero no puedo evitar preguntarme.

Qué tal si.

Si el hecho de que Senjougahara ya no cargue una engrapadora


consigo es un progreso… Si ese es su cambio, ¿entonces puede no
existir un además?

No solo en relación conmigo.

Sino también sobre las demás cosas, si—

“¿Hola?”

“Sí, gracias por esperar. Habla Hanekawa.”

“……”

Sí, esa era una manera muy formal de responder una llamada, ¿pero
no era un poco extraño decirlo así por celular?

Tsubasa Hanekawa.

La presidenta de clase—una estudiante modelo de último nivel.

Una mujer que parecía haber nacido como presidenta de clase.

Una presidenta de clase entre las presidentas de clase electa por los
dioses mismos—al principio lo decía como una broma, pero después
de pasar dos meses trabajando a su lado como vicepresidente de clase,
llegué a ver qué tan seriamente adecuada era esa descripción. Todo el
conocimiento debe ser preciado para los seres humanos, pero desearía
no haber obtenido este en particular.

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“¿Qué sucede? No es normal que me llames, Araragi.”

“No es nada, en serio—Es solo que, tenía una pregunta.”

“¿Una pregunta? Claro, por mi está bien. Oh, ¿es sobre lo que
nuestra clase hará para el festival cultural? Pienso que sería mejor si
no lo pensaras mucho sino hasta después del examen de habilidades—
tú no vas muy bien que digamos, ¿verdad? Por supuesto, yo puedo
encargarme de todo el trabajo. ¿O quizás querías repensar lo que
haremos? Eso sería difícil puesto que ya entregamos el papeleo. Oh,
¿o hay algún problema y no tenemos otra opción? En ese caso
necesitamos encargarnos de inmediato.”

“…Ni siquiera me diste tiempo para asentir con la cabeza.”

Hanekawa realmente avanzaba en la conversación por cuenta


propia.

No solo era rápida con sus conjeturas, sino también era una
habladora rápida.

Era un arduo trabajo encontrar una abertura.

Ocho de la noche.

Estaba de camino de regreso desde los Apartamentos Tamikura, el


hogar de Senjougahara, y empujaba mi bicicleta por el camino de
asfalto en lugar de montarla. No era porque Hachikuji estuviese a mi
lado, ni porque Kanbaru me hubiese visto y corrido hacia mí, no
empujaba mi bicicleta en lugar de pedalear por esas razones. Es solo
que necesitaba pensar un poco.

Terminé estudiando hasta las ocho de la noche.

A pesar de las ingenuas esperanzas de que quizás tendría la


oportunidad de comer la comida de Senjougahara para la cena, ella ni
siquiera dio pistas al respecto. Cuando casualmente dije que me sentía
hambriento, incapaz de soportarlo más, ella me envió nada más que
un, “Ya veo. Entonces terminemos aquí. Estoy seguro que recuerdas,

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pero no hay muchas farolas por esta área así que ten cuidado de
regreso a casa. Te veo después, aligátor.”

Hitagi Senjougahra esencialmente vivía sola puesto que su padre a


menudo trabajaba hasta tarde en la noche, así que ella debía saber
cómo cocinar, pero…

Ella era una chica muy difícil.

Por supuesto, ya no era posible para mí ‘estar demasiado


hambriento’, así que mi queja fue en su mayor parte una mentira.

En todo caso.

Necesitaba pensar, pero este era yo de quien hablábamos, alguien


cuya tutora, Senjougahara, no creía que fuese capaz de llegar a un
punteo promedio, así que esto no iba a ser particularmente productivo.
Era en su mayor parte para mi propia satisfacción. Ahora, la auto-
satisfacción funcionaba para ciertas cosas en el mundo, pero no para
otras, y esto era lo segundo.

Entonces.

Empujando mi bicicleta con mi mano derecha y caminando, llamé


a Hanekawa a su celular. Eran las ocho y media de la noche—si esta
es o no una hora apropiada para llamar a una chica de la que no eres
tan cercano es una pregunta que no puedo responder, pero la reacción
de Hanekawa sugería que aun entraba en los límites del
comportamiento humano aceptable.

La encarnación de la seriedad, un ejemplo de moralidad, si yo


estuviese actuando de mala forma ella me lo haría saber.

“Um, Hanekawa. Esto podría tardar un poco, ¿tienes algo de


tiempo?”

“¿Hm? Está bien. Solo estaba haciendo un poco de estudio ligero.”

“……”

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Diciendo eso sin una pizca de sarcasmo era lo que la convertía en


la presidenta de clase entre presidentas de clase electa por los dioses
mismos.

‘Ligero’ ¿…qué tipo de estudio podrá ser ese?

“Bueno, está bien”, dije, “Intentaré que sea lo más rápido posible…
Tú fuiste a la misma secundaria que Senjougahara, ¿verdad? Cómo se
llamaba—oh, ¿Secundaria Publica Kiyokaze?”

“Si, esa es.”

“Entonces debes conocer a una chica un año menor que tú llamada


Suruga Kanbaru.”

“Bueno, sí, por supuesto. Digo, ¿hay alguien que no la conozca?


Incluso tú sabes quién es ella, ¿no es así? Ella es la capitana del equipo
de basquetbol, una celebridad escolar. He ido con mis amigas a
animarla desde las gradas en algunos partidos.”

“No, escucha. No me refiero a eso— Quería preguntarte sobre la


Kanbaru de secundaria.”

“¿Hmm? ¿Sí? ¿Por qué?”

“¿Por qué no?”

“Eh… Bueno, era más o menos igual en la secundaria. Ella era la


estrella del equipo de basquetbol y todos la conocían. Parece que se
volvió la capitana ahí también al comenzar la segunda mitad de su
segundo año. ¿Por qué la pregunta?”

“Oh, um—”

No pude decirle.

No pude decir las palabras.

No podría convencerla.

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No podría convencerla de que, de todas las cosas, esa estrella


estaba, para ponerlo cruelmente, siguiéndome a todos lados, a mí, de
todas las personas posibles.

A como estaban las cosas, qué tanto de esto debería estar diciendo
era un problema, pero una vez más, hablábamos de Hanekawa, así que
quizás estaba bien compartir un poco de mi predicamento. Por
supuesto falsearía ciertos aspectos que fueran necesarios.

“Escuché que ella y Senjougahara eran amigas en secundaria— ¿lo


eran?”

“¿Hmm? No, creo que te lo dije antes pero, no es como si


Senjougahara y yo hubiésemos tenido algún tipo de contacto físico
solo por haber asistido a la misma secundaria. Ella era una celebridad,
así que solo la conocía unilateralmente—”

“Como siempre, me conmueve tu modestia, pero si pudiéramos


dejar de lado nuestras conversaciones de siempre solo por hoy—”

“El Dúo Valhala.”

“¿Qué?”

“Acabo de recordarlo. Así es como eran llamadas, el Dúo Valhala.


Senjougahara del equipo de atletismo y Kanbaru del equipo de
basquetbol.”

“¿El Dúo Valhala? Qué era lo que significaba esa palabra, siento
como si la hubiera escuchado en algún otro lado. Y por qué eran
llamadas así…”

“El ‘Baru’ de Kanbaru y el ‘hara’ de Senjougahara forman


‘Baruhara’. Y el Valhala, de la mitología nórdica, es el salón celestial
donde Odin, la deidad suprema, reside y da la bienvenida a los
espíritus de los héroes muertos en batalla. Es como el campo santo
para el dios de la guerra, así que—”

“…Ah, el nombre de Kanbaru comienza con el carácter para ‘dios’


y el de Senjougahara con el de ‘campo de batalla’.”
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“Y por eso el Dúo Valhala.”

“Vaya…”

No podías pedir un nombre más acertado.

Cómo es que algunas personas podían utilizar tanto su ingenio para


pensar en un simple apodo… Si fuera a ser quisquilloso, sonaba
demasiado lindo, no podías evitar suspirar y sentirte sorprendido, pero
esa es solo la seriedad tomándome de las riendas.

“Ya que eran llamadas un Dúo”, Hanekawa hizo notar, “asumo que
su relación, como mínimo, no era mala u hostil. Senjougahara estuvo
en el equipo de atletismo hasta justo antes de la graduación, así que
como mínimo deben haber salido juntas como compañeras atletas.”

“Realmente lo sabes todo.”

“No lo sé todo. Solo sé lo que sé.”

La misma conversación de siempre.

En todo caso…había confirmado el trasfondo.

Y ahora que tenía eso— ¿qué sigue?

¿Cómo me aproximo al primer plano?

“Sé que te he preguntado esto antes”, dije, “pero cuando


Senjougahara estaba en la secundaria… ella no era para nada como lo
es ahora, ¿verdad?”

“Cierto, ella no era igual. Senjougahara parece estar cambiando


poco a poco últimamente, pero todavía no es quien solía ser.”

“Oh…”

Ella estaba cambiando.

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Pero solo después de haber venido a mí.

Entonces—ella no es como solía ser.

“Supongo que debe haber sido popular con sus kouhai.”

“Sí, tanto chicos como chicas. Y no solo kouhai, sabes. Sus senpai
la adoraron durante los años en que ella aún los tenía, y era respetada
por estudiantes de su mismo año—”

“Amada por todos—tanto por jóvenes como adultos, hombres o


mujeres.”

“La secundaria no dura más de tres años, así que ‘tanto por jóvenes
como adultos’ es una exageración. Pero si tuviera que escoger un
grupo específico, entonces diría que ella puede haber sido más
popular con chicas que fueran sus kouhai. Eso es lo que intentabas
preguntar, ¿o no?”

“…Me alegra que seas tan observadora.”

Aunque me parecía que ella era demasiado observadora.

Ella no era Oshino, pero se sentía como si viera a través de mí.

“Pero, Araragi, te gusta la Senjougahara de ahora, sin importar


como fuera ella en el pasado, ¿verdad?”

“………”

Espero que esta chica sepa que está actuando como una estudiante
de quinto año de primaria.

Por cierto, a pesar de que no habíamos particularmente expresado


el hecho a nadie en lo absoluto, todos sabían que Senjougahara y yo
éramos pareja. No recibíamos burlas abiertamente ni nos molestaban
en exceso al respecto. Senjougahara era considerada por nuestra clase
como una respetable estudiante modelo, así que el no recibir burlas ni
molestias era normal, y por mi parte yo no era el tipo de estudiante

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que atraía ese tipo de comportamientos. Pero incluso así, la situación


entera era de conocimiento común, una comprensión tacita.

Los rumores eran cosas aterradoras.

Debe haberle tomado un poco de tiempo al rumor, como mínimo,


para saltar paredes entre estudiantes de segundo y tercer año y
alcanzar a Kanbaru… Bueno, cuando considerabas que Senjougahara
era una celebridad junto con el hecho de que ella aún se encontraba
en la mente de Kanbaru, había tomado bastante tiempo, pero así es
como son las cosas entre diferentes años.

“Araragi, sé que te lo he dicho una y otra vez pero, mantén tu


relación correcta y platónica. Cuídate de no crear rumores indecentes.
Pero Senjougahara parece ser una chica seria, así que dudo que su
relación se vuelva de mal gusto.”

“Seria, eh…”

Ahora que lo pienso, Hanekawa todavía no conocía a la


Senjougahara real… Nuestros compañeros de clase eran una cosa,
pero engañar a la Sorprendente Presidenta de Clase Hanekawa, quien
sabía que íbamos a comenzar a salir antes de que en realidad lo
hiciéramos— Senjougahara, también, era una contrincante
formidable. En ese aspecto, podría decirse que ella me estaba
mostrando un lado suyo que no le mostraba a nadie más… Hmm, pero
eso no me hacía particularmente feliz. Así no es como ser una
‘Excepción única’ se supone que funcione.

Pero en serio, ese era más o menos el estado de nuestra relación.


Ella ni siquiera cocinaría para mí, ¿cómo iba nuestra relación a
convertirse en sórdida así?

……

Oh.

Si ella fue repelida—entonces sin importar cómo haya sido en la


secundaria, Kanbaru conocía la verdadera naturaleza de Senjougahara

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también. Si ella aun así estaba dispuesta a hablarme de todos modos,


entonces—

“Senjougahara es una chica difícil, ¿bien?” Hanekawa dijo


repentinamente.

Cuando lo dijo—recordé que ella me había dicho algo parecido en


el pasado. Por supuesto, estas eran las palabras de Hanekawa, así que
no podría haberse referido al nivel de dificultad de la ruta de Hitagi
Senjougahara.

“No es que sea una experta”, continuó Hanekawa, “pero ella creó
un campo de fuerza impenetrable a su alrededor como si de un juego
se tratase.”

“………”

“Y tú eres alguien más con un campo de fuerza, Araragi. Todos


tienen uno a su alrededor, dejando de lado qué tan fuerte sea—llámalo
un sentido de privacidad—pero tú y Senjougahara han construido
fortalezas donde se han encerrado. Personas así encuentran la
interacción humana molesta en general. Te suena, ¿no es así?”

“¿Hablas de mí? ¿O de Senjougahara?”

“De ambos.”

“Bueno, entonces sí.”

Por supuesto.

Pero en ese caso.

“Aun así, Araragi, que no te guste tratar con las personas y no


gustarte las personas son dos cosas diferentes.”

“¿Qué? ¿No son lo mismo?”

“’La molestia viene / en formas no más grandes que / Aquella del


visitante’…” recitó Hanekawa con una voz calma y leve, “ ‘Pero por
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supuesto no hablo / De ti, mi estimado amigo’…No me importa qué


tan malo seas en literatura, Araragi, debes entender lo que el poema
dice, ¿verdad? Y lo que estoy tratando de decir, ¿no?”

“…Lo entiendo.”

No podía responder de otra forma.

Pero aun así resentía el ser tratado como un niño.

Incluso así—todo lo que pude hacer fue agradecerle.

“Gracias. Disculpa por haberte hecho perder tu tiempo con estas


tonterías.”

“No son tonterías. Es normal querer saber más sobre esa persona
especial.”

Hanekawa de verdad dijo esas palabras.

Ella no pensaba dos veces en decir cosas vergonzosas.

Una presidenta de clase entre las presidentas de clase, sin duda


alguna.

“Pero”, ella añadió, “No creo que sea bueno escarbar en el pasado
de tu amada. No dejes que se convierta en una actividad frívola.
Quédate siempre dentro de los limites.”

Habiendo dejado un último punto claro, ella adjuntó un “Nos


vemos”, y guardó silencio.

Me dejó desconcertado el por qué ella dijo ‘Nos vemos’ pero no


colgó, hasta que recordé cómo ella me había enseñado durante las
vacaciones de primavera que la etiqueta era que la persona quien
llamó colgara.

Oh, qué aterradoramente correcta chica…

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Pensando eso, le dije, “Adiós, te veo mañana en la escuela”, y


presioné el botón para acabar la llamada. Doblé mi teléfono y lo puse
de regreso en mi bolsillo trasero.

Entonces, ahora qué.

Como alguien que una vez estuvo en la misma posición y quien


pasó por el mismo tipo de experiencia que Senjougahara, por supuesto
que entendía sus palabras y obras hasta cierto punto—pero encontré
mi simpatía yaciendo al lado de Kanbaru.

Si fuera posible—pensé.

Si tan solo.

Sería una intervención innecesaria, una rotura de los limites, un


favor no solicitado— Senjougahara me había revelado su filosofía
excéntrica en la cual la generosidad era tratada como un acto de
agresión, y esto ni siquiera llegaba a ser generosidad.

Después de todo, parte de esto eran mis propios cálculos turbios.


Un motivo tan presuntuoso que rechazaba pensar en él, mucho menos
expresarlo.

Pero no pude evitar pensar—

Quería que Senjougahara recuperara lo que había perdido.

Quería que Senjougahara recuperara las cosas de las que se había


deshecho.

¿Por qué?

Porque esas son cosas que yo jamás podré hacer—

“Preguntarle a Oshino acerca de esto no me hará ningún bien… A


ese alegre idiota probablemente no le importan los ‘cuidados post-
tratamiento’ o darle seguimiento a sus ‘pacientes’. Aunque no soy
quien para hablar… Espera un momento.”

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Importantes pero olvidados detalles a menudo regresan de un


momento a otro por ninguna razón en particular, y eso fue
exactamente lo que pasó. Abrí el zipper de mi Boston Bag colgando
de mi hombro y revisé su interior. No necesitaba revisar para poder
descubrirlo, pero esperaba poder equivocarme. Y por supuesto—el
sobre que recibí de Senjougahara no se encontraba dentro.

El sobre conteniendo la tarifa por los servicios de Oshino.

“Lo dejé en aquel cojín a mi lado… Ugh, ¿ahora qué hago?”

Esta era una cuestión monetaria, así que lo mejor era encargarse de
ella lo más pronto posible, pero no había necesidad de apresurarme
tanto, podía recibirlo de Senjougahara cuando la viera en la escuela al
día siguiente, pero… ¿qué debería hacer? Aunque lo dudaba, no podía
deshacerme por completo de la posibilidad de haberlo puesto en uno
de mis bolsillos y haberlo dejado caer sin darme cuenta mientras
caminaba hablando por teléfono con Hanekawa, por eso quizás
debería llamar a Senjougahara para asegurarme, solo en caso… No.

Empujaba mi bicicleta a mi lado mientras caminaba, así que no


pude haber cubierto una distancia muy grande. Si condujera de
regreso a los Apartamentos Tamikura, llegaría en poco tiempo. En ese
caso, el correcto curso de acción era regresar de inmediato. Existía el
riesgo de terminar teniendo que conocer al padre de Senjougahara
considerando lo tarde que era, pero esa probabilidad parecía
insignificante dado lo que había escuchado acerca de lo duro que
trabajaba.

Claro, una llamada telefónica terminaría con el problema de igual


forma, pero quería ver a Senjougahara tan a menudo como fuera
posible.

Aunque no es como si yo supiera cómo tomar la iniciativa.

Al menos actuar un poco como su novio podría serme perdonado.

“Bien.”

Subí al asiento de mi bicicleta, me di la vuelta—


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Y me pregunté si había comenzado a llover.

No porque una gota de agua hubiera golpeado mi mejilla o algo así,


sino por lo que vi frente a mí al girar mi bicicleta— Una figura
humana, justo frente a mí como si hubiese estado siguiéndome todo
este tiempo, entró en mi visión.

Una figura humana.

Usando un impermeable que la cubría de pies a cabeza.

La capucha ocultaba su rostro.

Botas de goma negras…y un par de guantes de goma.

Si estuviese lloviendo, ese atuendo proveería de la protección


perfecta contra el clima…pero a pesar de abrir la palma de mi mano,
no sentí ni una sola gota de agua.

Las estrellas estaban en el cielo.

Estábamos en un pueblo rural alejado de una ciudad provincial—


así que aparte de unos pocos trozos de nubes, nada en el cielo
nocturno era tan grosero como para desafiar el brillo de las estrellas.

“…Um.”

Oh…

Lo sabía… Sabía qué era lo que ocurría… Lo sabía bien, muy bien.
Era lo que se había desarrollado durante las vacaciones de primavera,
algo que había experimentado más que suficiente…

Y sin embargo no podía quitar la sonrisa de satisfacción, una


completamente inapropiada expresión dada la ocasión, de mi rostro.
La sensación era tan familiar que casi sentí nostalgia, fue raro.
Recordé también mi experiencia con Hanekawa durante la Golden
Week.

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Si tuviera que mencionar un problema aquí…sería que a diferencia


de las vacaciones de primavera, mi cuerpo ya no era inmortal y yo ya
no era un vampiro.

No era momento de mantenerme calmado…pero calmado era


exactamente lo que necesitaba estar para percibir a esa cosa y a su
naturaleza. Podrías decir que durante los pasados meses, me había
acostumbrado un poco, me había habituado un poco—

A tratar con excentricidades.

…Esperaba que fuera una excentricidad físicamente inocua como


la del Día de la Madre, el caracol de Hachikuji…pero mis instintos
me decían que debía escapar. No, no mis instintos, sino los instintos
vestigiales de un vampiro legendario que seguramente yacían en
algún lugar de mi cuerpo—

Intenté girar mi bicicleta—pero en el calor del momento, decidí


bajarme y caí al suelo.

Fue la decisión correcta—a cambio, sin embargo, perdí mi tan


preciada bicicleta de montaña para siempre. El impermeable saltó en
mi dirección demasiado rápido como para que mis ojos lo vieran y
golpeó, con su puño izquierdo, el centro del manubrio de mi bicicleta
de montaña justo al mismo tiempo que salté fuera de su camino—
aplastando y dentando mi bicicleta y enviándola a volar como un
pedazo de papel ingrávido atrapado por un embravecido tornado. Para
cuando la bicicleta golpeó un poste telefónico y cayó al suelo, el
objeto antiguamente conocido como bicicleta de montaña había
perdido todo rastro de su forma original.

Si no hubiese esquivado—ese habría sido yo.

Creo.

La presión del viento generado por el puño fue suficiente para


romper mis ropas. Las correas de mi Boston Bag también se
rompieron, y esta cayó desde mi hombro con un golpe seco a mis pies.

“…E-Esa cosa está a un nivel muy diferente.”


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Incluso mi sonrisa de satisfacción—se desvaneció de mi rostro.

Tan solo había estado en la periferia de su ataque, y no podía creer


su intimidante presencia… Puede no haber rivalizado a un legendario
vampiro pero era suficientemente impresionante como para tener
cierta comparación…una excentricidad que traía consigo terror
corporal.

Olvídense del Día de la Madre.

Esto era, sin duda alguna, como las vacaciones de primavera.

Perdí mi bicicleta.

¿Todavía podía escapar, a pie?

Al menos por lo que vi de los movimientos del


Impermeable…Bueno, en realidad no los vi, pero juzgando por sus
invisibles rápidos movimientos, escapar a pie era imposible.

Además.

Incluso si fuera a escapar, no quería darle la espalda a esta


excentricidad—nada se sentía más aterrador que darle la espalda al
Impermeable, que quitarle mis ojos de encima. Mi miedo era
irrevocable, era primordial.

Así que retiro lo dicho anteriormente.

Jamás te acostumbras a tal sensación.

No te habitúas sin importar cuantas veces pases por tal experiencia.

Ni siquiera quieres recordarlo.

El Impermeable giró hacia mí. Su cara encapuchada me hacia


difícil leer su expresión—de hecho, más que una expresión, lo que
había ahí era parecido a un agujero profundo. Era oscuro—tan oscuro
que no podía ver nada.
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Como si hubiese sido cortado de este mundo.

Como si hubiese sido excluido de este mundo.

Entonces, el Impermeable caminó hacia mí.

Su puño izquierdo.

Vino tan rápido que mis reflejos no pudieron evitarlo—pero el


ataque describió una línea perfectamente recta como el golpe que
había destruido mi bicicleta de montaña, así que estuve preparado
para reaccionar a la más mínima señal de movimiento y fui capaz de
evadirlo, por un poco—y el puño izquierdo que evadí penetró la pared
de concreto tras de mi como si fuera normal. Casi como el ataque de
una catapulta.

Aunque estupefacto ante su hilarante potencial destructivo, pensé


que sería capaz de usar el desfase para recuperar mi postura mientras
el Impermeable sacaba su mano izquierda de la pared, ya que era
como un mono con su mano cerrada atrapada dentro de un jarrón, pero
no, por supuesto que no, las cosas no iban a ser tan convenientes, y el
Impermeable no iba a darme unos segundos. Como si una presa
estuviera colapsando alrededor de una filtración, una docenas de pies
de la pared de concreto se desmoronaron y cayeron con un tremendo
retumbo.

Eso me trajo recuerdos.

No hubo desfase.

El impermeable pareció girar su cuerpo entero mientras su puño


izquierdo iba en mi dirección—esta vez no hubo señal, no hubo
movimiento inicial, solo un intento determinado de golpearme desde
su posición actual.

Una catapulta.

Olvídense de evadirlo, no pude siquiera defenderme.

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Ni siquiera supe en dónde me golpeó.

Un momento después, mi mundo comenzó a girar, luego otra vez,


tres veces, cuatro, y como si mis procesos mentales estuvieran siendo
revueltos, fuerzas G intensas me asaltaron por todos lados, arriba y
abajo, izquierda y derecha, y el mundo comenzó a deformarse y
doblarse antes de golpear boca abajo el asfalto.

Aprendí cómo se sentiría si todo mi cuerpo estuviera metido en una


máquina de rallar.

Me sentí como un bloque de queso siendo convertido en trozos


rizados.

Si—duele.

Y si duele, aún estaba vivo.

Mi cuerpo dolía de cabeza a pies, pero mi abdomen era lo peor—


debo haber sido golpeado en el estómago. Intenté levantarme con
pánico, pero mis piernas temblaban y se sacudían tanto que todo lo
que pude hacer fue pasar de estar boca abajo a estar de espaldas.

El Impermeable se encontraba horriblemente lejos. Así se veía.


Pensé que era algún tipo de ilusión óptica—pero no, realmente estaba
lejos. Ese único golpe pareció haberme enviado a volar una distancia
increíble. Verdaderamente fue una catapulta.

Mis tripas—se sentían asquerosas.

El dolor que sentía…lo había sentido antes.

No eran mis huesos.

Un número de órganos se habían rasgado.

Aunque pueden haber sido destruidos, la forma de mi cuerpo


estaba, podría decirse, bien. Sí, las bicicletas y los humanos estaban
hechos diferentes, así que incluso si recibían el mismo golpe, uno de

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los dos no se volvería un pedazo de papel arrugado. Buena esa,


articulaciones. Viva Músculos.

Habiendo dicho eso…

No podía moverme gracias al daño recibido.

Y el Impermeable se estaba acercando a mí—esta vez a un ritmo


relajado, suficientemente lento como para verlo claramente y para que
su figura se quemara en mi cerebro. Quizás un golpe más, y si no, dos
o tres más y todo se acabaría—en otras palabras, no había necesidad
de que esa cosa sintiera apuro o impaciencia.

Eso tenía sentido. Era una decisión razonable.

Pero… ¿qué estaba pasando?

Esta excentricidad prácticamente le quitaba la emoción a las


cosas… Era claro ahora que, sin importar cuan humanoide su forma,
no era ‘humano’ dado su poder para aplastar bicicletas y atravesar
paredes de concreto—pero, ¿por qué me atacaba?

Para cada excentricidad, hay una razón.

No una razón críptica.

Sino razones racionales— Razones fundamentadas.

Eso era la cosa más valiosa que aprendí de Oshino, y de mi tiempo


con la hermosa vampiresa—por lo tanto, la conclusión lógica era que
había una razón para esta excentricidad también, y sin embargo no se
me ocurría ninguna—

¿Cuál era la causa?

Pensé en los eventos del día.

Pensé en quienes había visto.

Mayoi Hachikuji
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Hitagi Senjougahara.

Tsubasa Hanekawa—

Mis dos hermanitas, mi profesor encargado, mis compañeros de


clase cuyos rostros no podía recordar, y…

Mientras pensaba en nombres sin un orden particular—

Recordé el nombre Suruga Kanbaru al final.

“¡………!”

Justo entonces—el Impermeable se giró.

Su cuerpo humanoide giró 180 grados perfectos.

Tan pronto como lo hizo, comenzó a correr—

Y se desvaneció.

Fue tan repentino que me quedé sin palabras.

“¿Q…Qué?”

¿Por qué haría algo así tan de repente?

Volteé a ver al cielo mientras el dolor que reinaba sobre mi cuerpo


pasaba de apagado a agudo—y el cielo estrellado seguía siendo
hermoso. Era tal vista discordante dado el leve olor a sangre flotando
en el aire saliendo de todo mi cuerpo.

Mi boca estaba llena con el fuerte sabor a sangre.

Sí, mis órganos definitivamente fueron lastimados. Mis entrañas


habían sido vigorosamente batidas. Pero no debería ser suficiente para
matarme… Y ni siquiera necesitaría ir al hospital. Aunque mi cuerpo
puede ya no ser inmortal, aún conserva un mínimo de habilidades
regenerativas. Una noche de descanso debería tenerme de nuevo en
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pie. Así que me las había arreglado para escapar con mi vida a penas
intacta…

Pero…

Repentinamente, y sin una razón en particular, recordé el momento


antes de ser golpeado. El puño izquierdo del Impermeable iba dirigido
en mi dirección— Tuve un flashback enfocado en ese puño, y en ese
puño solamente. Quizás fue cuando golpeó mi bicicleta, o quizás
cuando su puño atravesó la pared, pero la fricción del golpe debe
haber destruido el guante de goma, abriendo una línea de cuatro
agujeros en la base de sus dedos—y justo como el interior de la
capucha del Impermeable, parecían cortados de algún modo, parecían
excluidos, vacíos, pero.

Los contenidos de ese puño enguantado.

Pertenecían a algún tipo de bestia—

“Araragi”, escuché una voz llamarme de por arriba.

Una voz plana, tan fría que era más que congelante.

Cuando vi hacia la voz, encontré una igualmente fría, y sin


emociones, mirada—Era Hitagi Senjougahara.

“…Oye, tiempo sin vernos”, dije.

“Sí, ha pasado un tiempo.”

Había pasado menos de una hora.

“Estoy aquí para darte algo que olvidaste”. Con esas palabras, ella
puso el sobre en su mano derecha frente a mis ojos. Ella no tenía que
acercarlo tanto, podía ver que era el sobre conteniendo los cien mil
yenes que iba a pagarle a Oshino. “Olvidar desvergonzadamente algo
que te entregué es un crimen capital, Araragi”, me regañó.

“Sí… Lo siento.”

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“Discúlpate todo lo que quieras, no voy a perdonarte. Vine hasta


acá para poder intimidarte cuanto quisiera, pero parece que tú mismo
ya te has castigado. Una admirable muestra de lealtad, Araragi.”

“Escucha, no soy de esos sujetos a los que les gusta castigarse a sí


mismos…”

“No tienes que ocultarlo. En vista de tu lealtad, te medio


disculparé.”

“……”

Ella disminuyó mi sentencia pero no me absolvió.

La Corte Senjougahara parecía ser dura al tratar con crímenes.

“Bromas de lado”, dijo ella, “¿Qué pasó, fuiste golpeado por un


auto? Veo esa preciada cosa que llamaste antes tu bicicleta por allá, y
parece que ha sido dañada severamente. O mejor dicho, está
sobresaliendo de un poste telefónico. Un convoy tendría que haberte
pasado por encima para que terminara así.”

“Umm…”

“Recuerdas el número de placa, ¿o no? Iré a vengarte. Comenzaré


convirtiendo el auto en chatarra, y entonces haré pasar al conductor
tanto dolor que me rogará que acabe con su miseria atropellándolo
una y otra vez con una bicicleta.”

Hitagi Senjougahara jamás dudaba en decir las cosas más


alarmantes.

Estaba aliviado de que ella era la misma de siempre. Aunque debía


admitirlo, se sentía raro y gracioso que la lengua acida de
Senjougahara me hiciera sentir vivo…

“…No, es solo que me caí. Tengo que tener cuidado de ver por
dónde voy… Pedaleaba mi bicicleta mientras estaba en el teléfono…y
golpeé el poste telefónico…”

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“Ya veo. Bien, ¿te gustaría que al menos destruyera ese poste?”

Ella simplemente quería ventilar su enojo.

No era ni siquiera un resentimiento descabellado.

“Por favor no. Estoy seguro que los vecinos se enojarían si lo


hicieras…”

“Bien… Pero sabes, Araragi, debes tener un cuerpo muy flexible si


fuiste capaz de golpear esa pared de concreto tan fuerte como para
romperla y salir solo con unos pocos cortes y raspones. Me
sorprendes. Quizás algún día serás capaz de hacer buen uso de esa
flexibilidad. Oh, podría llamar a una ambulancia, pero… ¿Supongo
que no la necesitas?”

“Nah…”

¿Senjougahara había pasado por el problema de traerme el sobre


porque, como yo, quería que nos viéramos tan a menudo como fuera
posible? Quizás iba a tomar el autobús para llevarme el sobre a mi
casa. Si fuera así, no sería suficiente para hacerla una tsundere real,
pero podría casi sentirme eufórico…

Además, ella me salvó.

Aunque inesperadamente.

Puesto que el Impermeable debe haber notado a Senjougahara—y


debe haberse desvanecido como resultado.

“Si descanso un poco más”, dije, “seré capaz de moverme.”

“Oh. Bien, te recompensaré con algo muy especial.”

Pisar—

Senjougahara puso un pie sobre y a través de mi cabeza volteada


hacia arriba. Me gustaría reiterar, su atuendo ese día consistía de una
falda larga. Sus delgadas, suaves y desnudas piernas no tenían
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medias—y ahora, desde donde me encontraba, el largo de su falda no


importaba mucho.

“Disfrútalo hasta que puedas moverte de nuevo.”

“……”

Para ser honesto, podría haberme levantado ya—pero decidí tomar


la oportunidad para pensar algunas cosas. No es como si pensar fuera
una actividad productiva para mi…pero al menos por ahora.

Al menos por ahora, pensé en Senjougahara.

Y sobre mañana.

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005

El hogar de Suruga Kanbaru se encontraba a treinta minutos en


bicicleta desde las puertas frontales de nuestra escuela. También se
encontraba a treinta minutos a pie si corrías todo el camino. Al
principio intenté decirle a Kanbaru que subiera a mi bicicleta para
poder ir juntos, pero ella objetó. Me dijo que era peligroso que dos
personas montaran una bicicleta y que, para comenzar, eso estaba en
contra de la ley. Bueno, no pude argumentar nada en contra, y quizás
ella estaba reacia ya que montar en la parte trasera significaba
agarrarse a mí todo el camino. En ese caso, pensé, podía empujar mi
bicicleta y caminar a su lado o dejar mi bicicleta en la escuela, pero
Kanbaru me dijo que no debía preocuparme por ella y que usara mi
bicicleta. Entonces qué va a hacer ella, me pregunté, hasta que me
dijo, como si fuera lo más natural del mundo, “Bien, déjame mostrarte
el camino”, y comenzó a correr con sus dos piernas. Ya fuera ahora o
cuando me seguía, para Suruga Kanbaru, “correr” parecía ser un
modo de transporte igual que “a pie, en bicicleta, en auto, o en tren”.
Esto me parecía inusual, incluso tratándose de atletas. Tup, tup, tup,
tup, tup, tup, el ritmo agudo y animado de Kanbaru continuaba al
mismo tiempo que guiaba mi bicicleta—con sus vendajes blancos en
su mano izquierda. Cuando llegamos a nuestro destino, su respiración
por completo impasible, ella de algún modo había terminado con no
más que unas cuantas gotas de sudor.

El lugar se trataba de una impresionante casa japonesa.

Prácticamente podía sentir su historia en el aire.

Supe que de su casa se trataba por la placa que se leía “Kanbaru”


en la puerta, pero las premisas tenían un aire que, sin embargo, me
hicieron dudar.

Aun así, iba a entrar.

Entré en las premisas con el mismo sentimiento indescriptible que


me abruma cuando visito un santuario o templo en algún viaje escolar,
y después de que ambos camináramos por un pasillo frente a un patio
tradicional, con una fuente de bambú y todo eso, se me fue mostrada
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la habitación de Kanbaru más allá de una puerta corrediza de paneles


de papel.

…Mientras veía alrededor, me pregunté cómo ella podía haberle


permitido a un senpai a quien ni siquiera conocía del todo bien entrar.

Su futon no había sido doblado; sus ropas estaban desparramadas


por el suelo (incluyendo su ropa interior): muchos libros, ya fuesen
libros de texto, novelas, o mangas, yacían abiertos boca abajo en el
piso; una montaña de cajas de cartón que deberían de estar en una
bodega se paraban en una esquina; y lo peor de todo, su basura no se
asentaba dentro de un basurero sino que se encontraba
descuidadamente por sobre los tatamis, metida en bolsas plásticas del
supermercado local o simplemente tirada. De hecho, la habitación
parecía carecer de cualquier tipo de contenedor con la evocadora
noción de agrupar basura.

Debería haberse sentido espacioso, con más de doscientos pies


cuadrados.

Pero no había ni un lugar en donde poder dar el primer paso.

“Me disculpo por el desorden.”

Suruga Kanbaru dijo esto energéticamente con una sonrisa inocente


en el rostro, su mano derecha puesta en su pecho. Quizás las palabras
eran adecuadas para la ocasión, pero hasta este punto yo siempre
había pensado de esas palabras como un modesto descargo de
responsabilidad dicho al invitar a alguien a una habitación que estaba,
como mínimo, un poco ordenada.

¿Qué está inundado hasta arriba y en llamas por abajo?

Y que lo digas.

Oh dios…

Habían incluso productos de higiene personal…

Por reflejo bajé la mirada hacia mis pies.


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De no haberlo hecho, podría haber encontrado muchas cosas más


que habrían sido aún peor de ver. Tener confianza en ti misma es algo
bueno, pero no tener vergüenza es un tema aparte, Suruga Kanbaru…

Oh.

Eso también aplica a Senjougahara, ¿no es así…?

Cierto, no había ni una sola mota de polvo en la habitación de


Senjougahara… Sin embargo, ella había sido una mayor influencia en
Kanbaru durante la secundaria no solo en cuanto a personalidad, y eso
parece haber arruinado el carácter de Kanbaru.

“No hay por qué ser modesto”, mi anfitriona dijo. “Dudas en entrar
a la habitación de una chica que no conoces del todo bien, lo cual
habla bien de tu delicadeza, la cual encuentro encantadora hasta cierto
punto, pero no creo que sea hora de eso.”

“…Kanbaru.”

“¿Sí?”

“Estoy muy al tanto del hecho de que no es hora para esto,


pero…por favor, tengo algo que pedirte.”

“Claro. Lo que sea. No estoy en posición de rechazar nada de ti.”

“Solo quiero que me des una hora, no, treinta minutos…


Simplemente dame algo de tiempo para limpiar esta habitación.
Además, tráeme una bolsa grande para basura.”

No me veía a mí mismo como un obseso de la limpieza…y no es


como si mi propia habitación estuviera impecable en particular, pero
esto era simplemente horrible…cruel incluso. Kanbaru parecía
confundida, como si no tuviera idea de lo que hablaba yo, pero eso
también debe haber significado que ella no tenía una razón real para
rechazar mi petición. Con un “Está bien”, fue por una bolsa para
basura.

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Avance rápido.

Bien, en realidad.

El desastre que era la habitación de Kanbaru no era, por supuesto,


algo que podía ser rectificado en treinta cortos minutos, sin mencionar
que al fin y al cabo, esta era la habitación de una chica a la que no
conocía del todo bien, lo cual significaba que a pesar de poder recoger
ciertas cosas, habían otras que no podía tocar por razones tanto éticas
como morales. Así que todo lo que hice fue reunir la basura tirada y
ordenar sus libros y revistas (o eso digo, pero sin estantes en la
habitación de Kanbaru, simplemente los amontoné acorde al tamaño).
Fue un trabajo poco entusiasta, como barrer en círculos en una
habitación cuadrada, pero incluso así, una vez doblado su futon y
guardado en su closet y dobladas sus ropas y puestas en una esquina
(ella no tenía perchas, mucho menos tocador), la vista mejoró, o al
menos, hubo espacio suficiente para que Kanbaru y yo nos sentáramos
el uno frente al otro a hablar.

“Increíble, Araragi-senpai. Ahora puedo ver el color de los tatamis.


Me pregunto cuántos años habrán pasado desde la última vez que lo
vi.”

“Estas hablando en años…”

“Te lo agradezco.”

“…Una vez terminemos con esto, usemos un día… no, incluso


aceptaría quedarme múltiples días para limpiar este lugar. La próxima
vez traeré un set completo de artículos de limpieza, como limpiador
líquido y removedor de manchas, ¿bien?”

“Disculpa por hacerte armar tanto escándalo por mí. El basquetbol


es lo único en lo que soy buena, y limpiar u ordenar o acabar o como
sea que se le diga no es mi fuerte.”

“……”

Ella tenía una sonrisa tan grande y confiada que me dejó sin
palabras… Durante esos treinta minutos, ella se había quedado quieta
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y distraída en el pasillo y no había mostrado señal alguna de querer


ayudar. No pensé que fuera una holgazana ni una descuidada,
simplemente pensé que era una inepta en cuanto a ordenar su
habitación se trataba, pero sin embargo, aunque no era de mi
incumbencia, la vista anterior había sido una que se debería ocultar a
todo costo, una que se debería ocultar absolutamente, de los ojos de
los estudiantes de nuestra escuela quienes consideraban a esta chica
su estrella. Ella no ha invitado a sus compañeros de clase a este lugar,
¿no es así? Dejando de lado los amigos, si ella invitara a una de sus
kouhai del club, corría el riesgo de traumatizarla. Entre las muchas
cosas que había metido en la bolsa para basura habían latas de soda
aplastadas, envolturas de caramelos, y copas de fideos instantáneos…
¿Por qué una atleta de nivel nacional comería y bebería esas cosas?

Sabía que una peculiaridad o dos podían en realidad causar que una
celebridad fuera agradable, pero sin importar como lo vieras, esto iba
muy lejos. Sin importar cuanto lo intentes, no podrías llegar a
considerar a tal personaje adorable…

“Bien, entonces—”

Era mañana

En otras palabras, el día después del viernes.

Sábado.

Aunque la mayor parte de la sociedad daba por sentado sus fines


de semana de dos días, la Prepa Naoetsu, la escuela privada a la que
asistimos, con regularidad tiene clases incluso los sábados. Incluso
después de que el mañana se convirtiera en hoy, no habiendo llegado
a ningún tipo de conclusión, usé el descanso entre el primer y segundo
periodo para dirigirme al edificio de los estudiantes de segundo año.
Mi intención era hablar con una famosa celebridad, así que no era
necesario que preguntara en qué clase estaba. Clase 2-2. Aunque los
demás chicos estaban emocionados de que alguien de tercero los
visitara (un sentimiento familiar y sin embargo refrescante para
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alguien como yo sin Senpais), Kanbaru—Suruga Kanbaru—caminó


hacia mí con andares majestuosos mientras yo esperaba en el pasillo.

“Hola, Araragi-senpai.”

“Oh, Kanbaru. Hay algo de lo que necesito hablarte.”

“Ya veo. En ese caso,” contestó Kanbaru, sin hacer preguntas,


como si todo hubiera sido preparado de antemano, “por favor ven
conmigo a mi casa después de la escuela.”

Y—

Aquí estaba yo en su casa, en la mansión japonesa.

No habia necesidad de venir hasta acá si todo lo que íbamos a hacer


era hablar. Pudimos haberlo hecho en un salón vacío, en el tejado, en
el campo de atletismo, o incluso en un restaurante de comida rápida
cercano si fuera necesario hacerlo fuera del campus, y eso mismo le
había dicho, pero Kanbaru parecía querer hacerlo en su casa por algún
motivo.

Si ella tenía un motivo, yo la complacería.

No iba a hacer preguntas.

“Entonces”, dijo ella, “¿por dónde comenzamos? Por supuesto,


como puedes ver, no soy una gran conversadora así que no estoy
segura de qué hacer, pero primero lo primero.” Kanbaru cruzó de
nuevo sus piernas y bajó su cabeza. “Me gustaría disculparme por lo
ocurrido la noche pasada.”

“Sí…” me había recuperado en un solo día—aunque aún siento un


persistente dolor en mi estómago, el cual toqué por un momento antes
de asentir. “Ya veo, entonces sí fuiste tú.”

El Impermeable.

Guantes de goma, botas de goma.

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De más está decir.

Eso había estado—entre las ropas que había acabado de poner a un


lado.

“‘sí fuiste tú’. Eh…”, Kanbaru me repitió. “A veces no sé cómo


sentirme cuando te escucho hablar. Eres muy modesto. Viste a través
de todo, ¿no es así? De otro modo, no habrías venido a mí.”

“No en realidad… tan solo adiviné. Basándome en tu complexión,


descripción, silueta, y esas cosas. Agregué algunos filtros, como por
ejemplo quiénes estaban al tanto de que me encontraba visitando a
Senjougahara para una sesión de estudio, e hice la búsqueda… Y si
venía contigo y me equivocaba, tan solo estaría equivocado. No es
como si fuera a causar un problema.”

“Hmm, ya veo. Que astuto.” Kanbaru sonaba genuinamente


impresionada. “He escuchado que hay chicos que pueden identificar
chicas por la forma de sus caderas. ¿Fue algo así?”

“¡Ni de cerca!”
¡¿Cómo podría haber hecho eso si estabas usando un
impermeable?!

“Me disculpo. No quise hacerlo.”

Kanbaru inclinó su cabeza de nuevo.

Para mí—ella sonó sincera.

Pero si lo ocurrido no había sido a propósito…entonces ¿cuál fue


su intención? Fue claramente un atentado en mi contra… ¿O quizás
ese tampoco es el caso?

“Bueno”, dije, “las disculpas están bien y todo, pero lo que quería
escuchar era tu motivo. En realidad—podemos olvidarnos del
motivo.”

Su motivo.

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No es que no tuviera idea alguna sobre él.

No iba a molestarme en decirlo ahora, pero fue ese detalle, fue esa
pista la que apuntó al Impermeable siendo Kanbaru

Pero—

“En todo caso, ese poder, ese poder anormal—”

Poder anormal.

Excentricidad.

Esa cosa arrugó mi bicicleta como una hoja de papel.

Demolió una pared de concreto de un solo golpe.

Esa cosa tomó a un humano y—

“De eso quiero hablarte”, continué. “Qué, exactamente, hiciste…”

“Hrmm. Me preguntaba por dónde comenzar, pero supongo que


por ahí empezaremos. Bien… Pero primero, me gustaría preguntarte
si eres el tipo de persona que puede aceptar lo absurdo.”

“¿Absurdo?”

Eso debe haber significado—oh, cierto. Por supuesto.

Kanbaru no sabía sobre mi cuerpo. Sobre mi una-vez-inmortal


cuerpo— aunque ella me había infligido daño significante la noche
pasada, yo no me curo tan rápido como para poder ser observado, así
que era normal que ella no supiera. Y de ahí su prefacio—pero espera,
no.

Incluso si Kanbaru no sabía sobre mí, ella sabía sobre


Senjougahara, ya que descubrió su absurdo secreto antes que yo. Y—
en la mente de Kanbaru yo, como el novio, debía de conocer ese
absurdo secreto también— en otras palabras, quizás estaba
sondeándome en este mismo momento.
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“¿No pudiste entender lo que dije?” me preguntó. “Mi pregunta es


si eres capaz de creer lo que ven tus ojos o no.”

“Solo creo lo que ven mis ojos. Y es por eso que creo en todo lo
que he visto. Naturalmente, eso también aplica para Senjougahara.”

“…Oh, entonces incluso descubriste eso.” Sin una pizca de culpa o


vergüenza por mi comentario, Kanbaru continuó, “Pero. No quiero
que te hagas la idea equivocada. No es como si estuviera siguiéndote
porque quisiera aprender más sobre ella.”

“¿Eh? ¿No es eso?”

Yo había estado—completamente convencido de que ese era el


caso.

Ella intentaba confirmar el rumor de que Koyomi Araragi y Hitagi


Senjougahara eran pareja— ¿verdad? Y entonces, cuando ella
escuchó que yo me dirigía a una sesión de estudio a la casa de
Senjougahara, sus pensamientos se volvieron un hecho—¿no es así?

Bueno, yo probablemente estaba en lo correcto acerca de eso.

Mi entendimiento no estaba equivocado, pero—¿hubo una razón


separada para haberme seguido a todos lados?

“Tú y Senjougahara eran llamadas el Dúo Valhala formado por la


estrella del basquetbol y la de atletismo, o eso he llegado a entender.”

“Sí, exactamente. Me impresiona que sepas tanto, te subestime. Te


elogié tanto como pude antes, pero parece que igual me quedé corta.
Jamás podría medir tu grandeza con mis míseros valores. Mientras
más te conozco, más alejada de ti me siento.”

“…Alguien me lo contó, eso es todo.”

A pesar de sus floridos elogios, ella no me parecía una aduladora o


lamebotas, lo cual en cierta manera la volvía una obra de arte.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Y también supe de dónde salió el nombre”, agregué. “es un apodo


muy bien pensado.”

“¿verdad que sí? Se me ocurrió a mí.”

Kanbaru infló su pecho con orgullo.

…Ella misma lo había pensado.

Llevaba tiempo sin sentirme tan descorazonado como ahora…

“Lo pensé bastante antes de llegar a ese nombre. Por cierto,


también pensé en un apodo personal para mí, ‘La Pequeña Suruga
Todo-lo-Puede’, pero ese no pegó, desafortunadamente.”

“También yo me siento decepcionado.”

“Oh, ¿entonces me entiendes?”

Sí. Entiendo tu pobre sensibilidad.

“Eres un sepnai muy misericordioso. Por supuesto, ahora que lo


dije en voz alta, era un apodo un poquito largo. Ya veo por qué no
pegó.”

“Si vamos a seguir hablando de esto, ese fue el menor de tus


errores.”

Kanbaru pareció haber estado rodeada de personas maravillosas


durante la secundaria.

Incluyendo a la Senjougahara de esos días…

“En todo caso, sí”, dijo ella. “Dejando de lado el Dúo Valhala,
quizás te moleste que yo lo diga dado lo perceptivo que eres, pero la
Senjougahara de secundaria y yo éramos—no, antes de que entre en
detalles, hay algo que quiero mostrarte. Es por eso que pedí un poco
de tu tiempo para que viajaras hasta acá.”

Mono Suruga Página 109


Bakemonogatari Vol. 02

“¿Quieres mostrarme algo? Oh, entiendo. Ese algo estaba en casa,


y por eso no podíamos hablarlo en la escuela ni en ningún otro lugar.”

“No, no es eso. Llamaríamos mucho la atención en la escuela, o


quizás deberías decir que temía que las personas nos vieran…
Preferiría que nadie nos viera.”

Y con esas palabras—Kanbaru comenzó a desenrollar la venda


blanca en su mano izquierda. Abrió el broche que la mantenía atada a
su brazo, y metódicamente, comenzando con sus dedos—

Algo regresó a mi mente.

La noche anterior.

Aquello había destruido mi bicicleta, aplastado una pared de


concreto, rasgado mis órganos—

Todo eso había sido obra de una mano izquierda empuñada.

“Para ser honesta, realmente no quiero que las personas vean esto.
Después de todo, sigo siendo una chica.”

Ella desenrolló todo el vendaje—y subió la manga de su uniforme.


Lo que vi ahí fue el femenino, delgado, y de apariencia suave, brazo
de Kanbaru, y conectado a él desde el codo hacia abajo—una
escuálida mano izquierda cubierta en grueso pelaje negro que
esperarías ver en una bestia salvaje.

Había sobresalido de los agujeros del guante de goma.

La esencia—de una bestia.

“Bueno, así son las cosas.”

“………”

Un extraño guante o una marioneta de mano—no, claramente no


era eso. Era demasiado largo y delgado—y en todo caso, aparte de su

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Bakemonogatari Vol. 02

apariencia, yo había presenciado algo similar aunque no igual durante


la Golden Week—así que lo sabía.

Esto no era más que una excentricidad.

Una excentricidad.

Lo llamé bestia salvaje—pero sería complicado decir de qué tipo.


Sentía que podía ser de cualquier animal, pero también sentía que no
era de ningún animal existente. Aunque se veía como todo, no parecía
pertenecer a nada. Pero si tuviera que mencionar algo, dados los cinco
razonablemente largos dedos y la forma de las uñas extendiéndose
desde los mismos, solo si tuviera que mencionar algo—

Aunque no creo que sea una forma apropiada para describir una
extremidad femenina.

“Una pata de mono.”

Esas fueron mis palabras.

“Se ve como—una pata de mono.”

Un simio—el término general para describir primates no humanos.

“Eh.”

Por alguna razón—Kanbaru me veía con admiración.

Entonces, golpeó su rodilla y dijo, “Lo sabía. Es imposible, después


de todo, medir cuan perceptivos son esos ojos tuyos. Estoy
sorprendida, es como si funcionaran de una manera completamente
diferente. Fuiste capaz de decir qué es esto con un solo vistazo. Estoy
asombrada. No hay comparación alguna entre el conocimiento que
posees y los recursos de una mente plebeya como la mía—y eso
también debe significar que no hay necesidad de más explicaciones.”

“¡O-Oye, no pongas palabras en mi boca!”

De ninguna manera podía dejar que detuviera su explicación.


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Ella igual y podría haberme dejado colgado.

Le dije, “No sé nada, solo dije lo primero que se me vino a la


cabeza.”

“¿En serio? Tus palabras fueron el título de una historia corta de


William Wymark Jacobs—‘La pata de mono’. El tema de la pata de
mono ha sido usado tantas veces en todo tipo de medios que ha
tomado un sinfín de diferentes patrones—”

“Jamás había escuchado de eso,” confesé.

Oh, Kanbaru dijo. “Que hables la verdad sin siquiera saberlo me


hace preguntar si gozas de algún tipo de bendición de un ser celestial.
¡Intuir la esencia, sin necesitar lógica!”

“…Bueno, mi intuición goza de cierta reputación.”

“Lo sabía. Y ahora estoy orgullosa de mi misma. No estoy a tu


nivel, por supuesto, pero a cabida de lo que esperarías de mí, mi
intuición fue correcta.”

“Oh, ya veo…”

Si me lo preguntas, no podía estar más alejada de la verdad.

Um, dije, viendo la mano izquierda de Kanbaru una vez más. La


mano de una bestia—la pata de un mono. “¿P-Puedo tocarla?”

“Sip. Por ahora puedes.”

“O-Oh…”

Con su permiso, llevé mi mano cerca de su muñeca—y la toqué


gentilmente.

Tímidamente, con miedo.

La textura, la carne…el calor, el pulso.


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Estaba viva.

Entonces esta excentricidad—era una excentricidad viva.

…Entonces incluso Suruga Kanbaru, quien no vio problema en


dejarme ver su habitación en aquel estado, se preocupaba por dejar
que las personas vieran su brazo…

Lo que había dicho acerca de haber tenido un esguince mientras


entrenaba no era más que palabrería. El vendaje no era para proteger
su herida sino una manera de ocultar su brazo… Y sí, había pensado
que era un poco extraño que ella no sintiera aversión a su lado
izquierdo a pesar de su esguince…pero supongo que no es muy
convincente decirlo después del hecho.

Y una vez más.

Tenía sentido que ella no fuera capaz de jugar basquetbol con esa
mano izquierda.

Sin pensarlo.

*Apretar*—apreté mi mano alrededor de su muñeca.

“Mm, ahh, no,” gimió.

“¡Deja de usar esa voz!”

Sin pensarlo, la solté.

“Pero me estabas tocando de forma rara”, objetó.

“No estaba tocándote de forma rara.”

“Siento cosquillas fácilmente.”

“Bien, pero esa no es razón para que gimas de una manera que
contradice a tu personaje hasta ahora...”

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Ahora que lo pienso, Senjougahara había hecho la misma broma


unas cuantas veces. Entonces, aunque de una manera diametralmente
opuesta a su usual ser, ya que Kanbaru lo había hecho también, el
repertorio de Senjougahara incluía la broma desde la secundaria…

“Kanbaru, solo en caso de que lo hayas olvidado, esta es tu casa y


tu habitación, ¿bien? ¿Qué crees que va a pasarme si tus padres te
escuchan gimiendo así?”

“Oh, no importa”, me respondió jovialmente. “No necesitas


preocuparte por ellos.”

“…Bien.”

¿Eh?

¿Por qué lo dijo como si no quisiera continuar con el tema, como


si abiertamente se rehusara a continuar esta conversación? Aunque su
tono era alegre como siempre, realmente pareció fuera de carácter.

Entonces, en todo caso, Kanbaru nos reencaminó al tema, abriendo


y cerrando su mano izquierda. “Como puedes ver, se mueve como
quiero ahora mismo—pero hay veces en que no es así. No, supongo
que hay veces que se mueve de la forma que no quiero—”

“¿De la forma que no quieres?”

“Querer, o esperar—hmm, es difícil saber cuál es la palabra


correcta. Supongo que es normal no saber al intentar explicar algo que
yo misma no entiendo… Sin embargo. Fui yo quien te atacó la noche
pasada, definitivamente fui yo—y sin embargo, no recuerdo nada. Fue
como un sueño, o quizás una fantasía—no es como si no recordase
nada en lo absoluto, pero se sintió como si estuviera viendo algo en
televisión, como si no pudiera formar parte de ello—”

“Trance”, interrumpí su explicación. “Estabas en trance—así es


como es llamado. Lo sé… Las excentricidades que poseen humanos
hacen lo que quieren con tu cuerpo y mente.”

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Bakemonogatari Vol. 02

Ese no fue el caso conmigo—pero fue el caso con Hanekawa, la


ocurrencia con el gato de Tsubasa Hanekawa. Es por eso que ella
prácticamente no recordaba nada de lo ocurrido durante la Golden
Week, el tiempo en que entró en contacto con una excentricidad.
Como caso, este parecía uno cerrado—también hubo un fenómeno
similar en donde el cuerpo de Hanekawa se transformó—

“Sabes mucho”, Kanbaru admitió. “Así que esto es llamado una


excentricidad—”

“No estoy tan bien informado. Es solo que he tenido muchas


experiencias con ellas últimamente por alguna razón, y hay alguien
que sí está muy bien informado—”

Oshino.

Esto—era justo trabajo para él.

Era dominio de Oshino.

“—y que conozco.”

“Bien. Bueno, soy afortunada de que seas tan de mente abierta. No


habríamos sido capaces de hablar si hubieras escapado al momento
de mostrarte este brazo. Y eso me habría lastimado. Lastimado más
que solo un poco.”

“Por suerte estoy acostumbrado a tratar con cosas absurdas, no te


preocupes. Y absurdo…también aplica a Senjougahara—por
supuesto.”

A este paso, deberé de decirle cómo me vi envuelto yo también con


una excentricidad y cómo temporalmente me convertí en un
vampiro… Desde un punto de vista de responsabilidad, quizás
necesitaba decirle ahora, pero aun habían demasiada poca
información sobre la excentricidad que era la mano izquierda de
Kanbaru.

“Aun así, me sorprendió”, le compartí. “Como diría mi amiga de


primaria, me hiciste hacer hic. Pero ya que comenzaste con la parte
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más impresionante, tengo confianza de que nada más que me digas


me sorprenderá.”

“Ah. Por supuesto, es por eso que hice que vieras mi brazo primero.
Hemos acabado con el problema más difícil desde el inicio. Muy bien,
ahora pongámonos serios.”

Con una sonrisa Kanbaru prosiguió.

“Soy lesbiana.”

“……”

Me caí por la sorpresa.

Como en un comic de Fujiko Fujio.

“Oh, ya veo”, Kanbaru murmuró ante mi reacción. “Ya que eres un


hombre, quizás fui demasiado franca. Umm…” Ella inclinó su cabeza
a un lado. “Permíteme corregirme. Me atraen las mujeres.”

“¡Es lo mismo!”

Había gritado, en un intento de seguir anclado a la realidad.

¿Eh? ¿Qué? Entonces, ¿esto qué quiere decir?

¿Es por eso que ella y Senjougahara eran el Dúo Valhala en la


secundaria? Tenían un año de diferencia, ¿no es así? Senjougahara la
llamó ‘Esa niña’, ¿verdad? ¿Hunh? ¿A eso se refería cuando dijo que
jamás había terminado con un chico?

“Oh, no es eso. Ella me gustaba, nada más. Para mí, ella era
perfecta, una senpai a la que admirar. Para mí era suficiente disfrutar
de su presencia.”

“Suficiente disfrutar de su presencia…”

Eso sonaba bien.

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Eso sonaba realmente bien. Pero.

Ella me había hablado, de un amor no correspondido…

Hachikuji, pensé, la mujer dentro de ti te llevó en la dirección


completamente opuesta… No, necesito calmarme. No debería
rechazar cosas por simples prejuicios… Cierto… Quizás así son las
chicas de estos días. Quizás mi visión del mundo era anticuada.
Quizás necesitaba ser menos serio y más liberal.

“Ya veo, te atraen las mujeres… Muy bien.”

“Sí, ellas me atraen.”

Kanbaru se veía feliz por alguna razón.

Sea como fuere…

Ya fuesen vampiros, gatos, cangrejos, o caracoles, presidentas de


clase, chicas siempre-enfermas, o niñas de primaria, orejas de gato o
tsunderes o niñas perdidas, o incluso chicas atraídas por otras chicas,
el mundo estaba, cómo decirlo, lleno de nuevos desafíos, o quizás el
mundo era insaciable.

Era un campo de batalla.

¿Senjougahara sabia sobre ella? Probablemente no, dada la manera


en que Kanbaru se había expresado. Pero ya fuese que lo supiera o no,
dudaba que le molestara a la Senjougahara de secundaria.

La estrella del equipo de atletismo y la estrella del equipo de


basquetbol.

El Dúo Valhala.

“Ella era popular con todos”, relató Kanbaru, “pero estoy muy
segura que mis sentimientos por ella iban más lejos que eso. Es un
hecho, mejor dicho. Incluso estaba preparada para morir por su bien.
Sí, podrías decir que la quería, viva, muerta, o enamorada.”

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“……”

Uh… ¿qué?

No estoy seguro si eso fue ingenioso o no.

“Mm”, tarareó. “Eso salió mejor de lo esperado. Muy acertado que


haya jugado con eso de ‘lo quiero vivo o muerto’, aun si soy yo quien
lo dice. ¿No estás de acuerdo?”

“Uh huh. Al principio no estaba seguro, pero ahora que me lo has


explicado, ya me decidí.”

Fue una mala broma.

En todo caso.

Le dije a Kanbaru que prosiguiera.

“¿Proseguir? No lo sé, no es como si estuviéramos discutiendo el


pasado. Para continuar, debo mencionar una parte del presente.
Escogí la Prepa Naoetsu para poder seguirla.”

“Sí… Eso asumí tras oír tu historia. Ahora todo tiene más sentido.”

Corría el riesgo de insultar a los compañeros de equipo de Kanbaru


dependiendo de cómo se tomara ella mis palabras, pero una estrella
del basquetbol de secundaria debería haber sido capaz de jugar en un
ambiente mejor a través de una recomendación o algo así. Sin
embargo, por alguna razón, Kanbaru había decidido asistir a la Prepa
Naoetsu, una escuela que pone básicamente cero importancia en
actividades extracurriculares, basquetbol incluido. ¿Por qué? ¿Cuál
podría haber sido su motivación?

Su devoción.

Bueno, incluso así, era demasiado directo.

“Estaba tan encantada con ella que habría lamido cualquier dulce
que cayera de su boca.”
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“……”

¿Era esa una imagen que ella debería estar poniendo en palabras
frente a otras personas?

“Mi tercer año”, se lamentó, “todo el año tras su graduación, fue


gris.”

“Gris.”

“Sí. Una gris existencia atraída hacia las mujeres.”

“……”

A ella realmente le gustaba decirlo así.

Si eso es lo que le gustaba, está bien.

“La gris existencia de mi materia gris atraída hacia las mujeres”,


dijo.

“Eso ya no es ingenioso.”

Ella intentaba demasiado meter bromas en nuestra conversación.

Esto debería ser un poco más serio.

“Que estricto”, se quejó. “Pones la barra demasiado alta con tus


duros estándares. Aunque es extraño. A sabiendas que lo haces por mi
bien, hace que lo acepte más fácilmente.”

“Uhh… Y entonces, ¿qué le pasó a tu gris existencia atraída hacia


las mujeres?”

“Sí. Ese año me hizo notar cuán importante había sido ella para mí.
El año que estuvimos separadas pesó más que los dos años que
estuvimos juntas. Es por eso que mi plan era decirle cómo me sentía
si lograba entrar a la Prepa Naoetsu y lograba verla de nuevo. Con eso

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en mente, pasé todo mi tiempo estudiando para los exámenes de


ingreso.”

Eso dijo Kanbaru.

Estaba tan llena de confianza como siempre, pero parecía que sus
mejillas estaban un poco rojas. Debe haber estado avergonzada,
simple y llanamente. Uh oh… Era un poco lindo. Tenía las manos
llenas con estar confundido y sorprendido cuando ella me seguía a
todos lados, pero ahora por primera vez estaba comenzando a
sentirme afectuoso hacia Suruga Kanbaru, mi kouhai. Dios, un nuevo
horizonte moé de chicas atraídas por otras chicas se abría ante mí…

Dejó de importarme casi por completo su bestial mano izquierda…


pero no, yo sabía que el punto de esta historia yacía ahí…

“Olvida lo del dulce. Goma de mascar”, ella afirmó. “Estaba tan


encantada con ella que habría masticado la goma de mascar que
cayera de su boca.”

“Tus estándares son todo un misterio…”

Debería haber una imagen más agradable en algún lado.

“Pero”, Kanbaru dijo, su tono hundiéndose exageradamente, “ella


había cambiado.”

“Ah…”

“Ella había cambiado por completo.”

Un cangrejo.

Hitagi Senjougahara se había encontrado con—un cangrejo. Ella


perdió muchas cosas, se deshizo de muchas cosas, y se encargó de
varias otras—y ella rechazó todo. Debe haber sido como si Hitagi
Senjougahara se hubiera transformado en una persona diferente para
aquellos que la conocieron durante la secundaria, como Hanekawa. Y
para Kanbaru, quien la adoraba—la transformación debe haber sido
muy difícil de sobrellevar.
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Tanto así que la hizo dudar de lo que sus propios ojos veían.

“Había escuchado que ella se había enfermado seriamente después


de entrar a preparatoria—y que había dejado de correr por lo
extendido que era. Sabía eso al llegar. Pero jamás me imaginé que ella
podría haber cambiado—tanto. Pensé que no eran más que unos feos
rumores.”

Seriamente enferma, eh…

Bueno, no estaba mal verlo de esa forma… Al fin y al cabo,


Senjougahara tenía una condición crónica persistente.

“Pero—Me equivoqué. Esos rumores estaban tan equivocados que


ni siquiera rascaban la superficie. Algo mucho peor le había ocurrido
a su cuerpo. Lo noté—y pensé que debía hacer algo. Debía salvar a
mi senpai. ¿Y cómo podría no hacerlo? Ella fue realmente buena
conmigo durante la secundaria, y hasta ahora no lo he olvidado. Puede
que estuviéramos en años diferentes y en equipos diferentes, pero ella
fue extremadamente generosa.”

“Esa generosidad…”

Esa generosidad— ¿qué había significado para Senjougahara? Pero


este no era momento de hablar o preguntar sobre ello, ¿verdad?

“Y es por eso que traté de salvarla—quería salvarla. Pero ni


siquiera pude comenzar a acercarme. Ella me rechazó.”

“Ah…”

Parece que sería demasiado esperar que me explicara cómo la


rechazaron exactamente. Probablemente no quiera hablar de lo que
hizo Senjougahara… Kanbaru jamás diría algo malo sobre ella, sin
importar qué.

Sí, no era difícil adivinar que a ella le había ocurrido algo igual de
malo, si no es que peor, que a mi… Francamente hablando, no me
importaba saber o no saber.
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Por mi bien, y por el de Kanbaru.

Por el bien de Senjougahara, también.

Engrapadora.

“Pensé que podía hacer algo”. A pesar de su aire de disgusto, de su


aire de lamentarlo desde el fono de su corazón—Kanbaru se forzaba
a sonar calmada y tranquila. “Pensé que podía hacer algo acerca del
peso que tenía ella sobre sus hombros. Incluso si no podía encargarme
de la causa, incluso si no podía aliviar sus síntomas, podía estar a su
lado—y curar su corazón.”

“……”

“Que mala broma. Fui una tonta. Pensando acerca de lo ocurrido,


incluso fue cómico.”

Porque Senjougahara no quería nada como eso—

Dijo Kanbaru, con ojos desconsolados.

“Ella me dijo, ‘no pienso en ti como una amiga ni tampoco como


mi kouhai—no ahora, ni nunca.’ a la cara.”

“Bueno…”

Eso parece algo que ella diría en aquel entonces. Si había un arma
más letal que sus herramientas de papelería, era su lengua acida y
abuso amargo.

“Al principio pensé que quiso decir que me veía como una amante,
pero ese tampoco fue el caso.”

“Que positivo de tu parte.”

“Sí. Así que fue más franca la siguiente vez. Ser amiga de una
talentosa kouhai como yo mejoraría su reputación, y esa fue la única

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razón para ser buena conmigo, la única razón por la que actuó como
una senpai afectuosa—o eso me dijo.”

“…Eso es horrible.”

La meta de Senjougahara era lastimarla—


Su meta era hacerla alejarse, y por eso—

Sin embargo, apenas ayer, Senjougahara había llamado a Kanbaru


“esa niña” y ‘su kouhai de la secundaria’, Y confirmó que aunque ya
no era verdad, fueron amigas en aquel entonces. Quizás yo estaba
interpretando sus palabras para escuchar solo lo que quería oír—pero
aun así.

“Me hizo feliz que me llamara una talentosa kouhai.”

Que positivo.

Demasiado.

“Pero—ahí fue cuando aprendí lo incapaz que era. Yo creía


egoístamente que podía curarla con mi presencia. En todo caso—ella
ni siquiera quería a nadie cerca.”

Hay algunas personas en este mundo—que no se sienten solitarias


cuando están solas.

No era difícil identificar a Senjougahara como una de ellas—por lo


menos, ella probablemente jamás había apreciado el moverse en
manada por su propio bien. Incluso siendo su sociable ser de
secundaria, ella debe haber pensado así—pero.

No sentirte solitario cuando estas solo.

Eso es diferente de querer estar solo.

Al igual que el no gustarte tratar con las personas no es lo mismo


que no gustarte las personas.

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“Es por eso que jamás volví a abordar a Senjougahara después de


ese día. Después de todo, eso era lo único que ella quería de mí. Por
supuesto, jamás pude olvidarla—pero si alejarme y no hacer nada, si
no estar a su lado podía salvarla—podía estar de acuerdo con eso.”

“…Kanbaru.”

No sabía qué decir. No fue simplemente la galante actitud la que


me conmovió, sino su elección de palabras: su decisión no fue inútil
o inevitable, sino una con la que pudo estar de acuerdo. De acuerdo a
Senjougahara, Kanbaru jamás regresó—pero no fue así. Kanbaru se
había alejado por voluntad propia.

Ella era—muy seria.

En cuanto a Senjougahara.

Desde la secundaria hasta hace un año, los sentimientos de Kanbaru


por ella no hicieron sino aumentar—y.

Incluso ahora.

“Fui cuidadosa de no toparme con ella. Me aseguré que mis


actividades no se sobrepusieran con las de ella, cosas como
encontrarla por accidente en el pasillo, o verla en las asambleas
matutinas, o cruzar camino en la cafetería. Hice arreglos, no solo para
no tener que preocuparme, sino también para que ella no tuviese que
preocuparse por mí. Por supuesto, no pude evitar que las personas
hablaran de mi dado lo bien que me iba en los partidos de basquetbol,
así que manipulé los rumores yo misma para asegurarme que fueran
una mezcla de hechos y mentiras.”

“…Y es por eso que los chismes sobre ti son un desastre, pareciera
que tienes desorden de personalidad.”

Ya lo entiendo.

Pero ir tan lejos… como para no acosar, sino…¿acosar en reversa?

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Me las arreglé para hacer eso un año. No fue una gris existencia
atraída por las chicas, fue negra. Difícil es decir si todo eso siendo
dirigido y convertido en más entusiasmo por el basquetbol fue algo
bueno o malo… Pero entonces, un año después—supe sobre ti.”

“……”

Considerando cuanto ella se preocupaba por Senjougahara, uno


pensaría que lo descubriría pronto, pero quizás simplemente no fue
así porque estábamos en años diferentes— ¿no fue así porque
Kanbaru evitaba escuchar sobre Senjougahara?

Y sin embargo.

Ella terminó aprendiendo sobre Koyomi Araragi.

“No pude suprimirlo más—por primera vez en más de un año,


conscientemente…la visité. O eso intenté. Por supuesto, hubo algunos
cuantos errores durante ese lapso de un año, pero esta era mi primera
vez viéndola intencionalmente. Y ella—estaba en su salón esa
mañana, charlando contigo. Había una sonrisa feliz en su rostro, una
sonrisa que jamás me había mostrado en la secundaria.”

“……”

¿Qué tipo de participar pila de abusos Senjougahara debe haberme


estado apilando en ese momento? Solo cuando hace eso es cuando
una sonrisa aparece en su de-otro-modo-inexpresivo rostro.

“¿Entiendes?” Kanbaru me vio directo a los ojos. “Algo que quería


hacer tanto, algo que quería hacer tanto pero con lo cual tuve que
rendirme, tú lo hiciste como si fuera la cosa más natural del mundo.”

“Kanbaru… No, sobre eso—”

“Al principio sentí celos”, dijo Kanbaru, enfatizando cada palabra.


“Intenté no sentirlos”, prosiguió, su voz reprimiendo un torrente de
emociones. “Y llegados al final, seguí sintiendo celos”, concluyó.

“……”
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“Me preguntaba por qué no pude ser yo. Sentía celos de ti, y me
sentía decepcionada por ella. Me preguntaba si ella me hubiese
aceptado de ser hombre. Me preguntaba si el problema fue que yo era
mujer. Ella no necesitaba amigos o kouhais, ¿pero no le importaba
tener novio? En ese caso…”

En ese caso—Kanbaru me vio con furia en sus ojos con una mirada
acusadora por primera vez.

“En ese caso, ¿por qué no pude ser yo?”

Sabía que ella era mi kouhai, una chica menor que yo, y que no era
el tipo de chica que me pondría las manos encima en un frenesí—pero
sus ojos estaban llenos de tanta furia que pensé que lo haría.

“Estaba celosa de ti y decepcionada de ella. Y—horrorizada de mi


misma. ¿Iba a curar su corazón? ¿Iba a alejarme de ella? Fue una
mentira, todo fue una mentira. Fue todo mi ego hablando. Significaba
que no me importaba siempre y cuando yo fuera feliz. ¿Acaso
esperaba que ella me elogiara? Ridículo. No se puede ser más
hipócrita. Pero incluso así—quería que las cosas fuesen como antes.
Quería que ella fuera amable conmigo. Incluso si era egoísta, quería
estar a su lado—y es por eso que.”

Entonces.

Con su mano derecha—tocó su mano izquierda.

Tocó su bestial mano izquierda.

“Y es por eso que le deseé a esta mano.”

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Bakemonogatari Vol. 02

006

Estoy seguro que no hay necesidad de dar una sinopsis acerca de la


‘Pata de Mono’ de William Wymark Jacobs—pero, sin conocer la
historia antes, pensé, qué historia de horror tan bien armada. Un
cuento terrorífico de manual— Sin duda alguna, una vez lo escuché,
sentí como si lo hubiese escuchado en algún otro lugar.

En otras palabras, era un clásico.

De acuerdo a Kanbaru, la pata de mono es un objeto muy bien


conocido, aunque no se comparaba a los vampiros, y era usada una y
otra vez en un sinfín de diferentes medios en un sinfín de maneras
distintas, separándose en una nueva versión cada vez como si de un
árbol evolutivo se tratara, pero con un factor compartido subyacente
en toda versión, el más grande factor que convierte la pata de mono
en La Pata de Mono—

La Pata de Mono concede los deseos de su portador, o eso cuenta


la historia.

Pero no de la manera en que su portador lo desea, o eso cuenta la


historia—

Esos dos elementos.

Este era el tipo de objeto que describías adjuntando siempre “o eso


cuenta la historia”.

Digamos que deseaste riqueza. Puede que despiertes al próximo día


y descubras que tu familia ha muerto y que recibirás todos sus seguros
de vida. Digamos que deseaste un ascenso en el trabajo. Puede que
despiertes al próximo día y descubras que la compañía ha dado un
giro para peor, que uno de los altos mandos ha sido despedido, y que
serás promovido dentro de una compañía cayéndose en pedazos.

Ese tipo de cosas.

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Bakemonogatari Vol. 02

Tal parece que la Pata de Mono fue un objeto creado en la India por
un antiguo místico para enseñarles a las personas que han de vivir
acorde a su destino y que terribles desastres les aguardan a quienes
osen desafiarlo. Reputación de poder conceder tres deseos para tres
personas, por ejemplo, acompaña su aparición en la historia.

La primera cosa en la que pienso al escuchar sobre tres deseos


siendo concedidos es la lámpara mágica en Aladino pero, ¿cómo
acabó esa historia? Cuentos similares pueden ser encontrados
alrededor del mundo. Considerando cuan propensos los humanos son
a deseos infinitos e insaciables, narrativas en las cuales algún tipo de
ser capaz de conceder cualquier deseo se presenta puede ser una forma
fundamental de contar historias. La mejor conocida de dichas
narrativas entre las historias de fantasmas parece ser “La Pata de
Mono”—

“Entonces— ¿cómo se llamaba el sujeto, Oshino Meme? ¿Escuché


bien el nombre?”

“Sí, pero no es lindo como su nombre te haría pensar. Ya te he


dicho esto antes, pero se trata de un sujeto viejo al que le gustan las
camisas Hawaiianas. No quiero que subas tus expectativas por nada.
Digamos que no se ve como debería, así que quiero que te prepares
para ello.”

“No… No me refiero a eso. Su nombre es simplemente llamativo,


o quizás simbólico… Pero no importa. Sin embargo, ‘Meme’ sería
difícil de convertir en un apodo…”

“Eh, sí… Hace que me pregunte cómo lo llamaban cuando era niño.
Debo admitirlo, me intriga… En realidad, no puedo ni siquiera
imaginar cómo era él de niño.”

Oshino residía en una escuela de clases particulares de cuatro pisos


abandonada un poco alejada de cualquier tipo de área residencial—
Puesto simple, eran ruinas. Unas ruinas a las que los niños no se
atrevían a entrar, unas ruinas que las personas viviendo en las
inmediaciones ni siquiera registrarían como un edificio—estas ruinas
existían como parte del paisaje. Eran tan antiguas que un terremoto
de gran magnitud podría probablemente demoler todo el lugar—
Mono Suruga Página 128
Bakemonogatari Vol. 02

bueno, digo antiguas, pero la escuela de clases particulares quebró


apenas unos cuantos años atrás cuando una gran cadena de escuelas
abrió una de sus ramas justo frente a la estación. El sitio era como un
cadáver usado para enseñarnos en cuan horrible estado los edificios
terminaban luego de unos pocos años de desuso. Entonces aunque
diga que Oshino residía ahí, de ningún modo era algo oficial, y
podrías llamarlo un gran caso de ocupación ilegal. Él ha estado
viviendo ahí durante ya dos meses desde las vacaciones de primavera,
rodeado de señales que leían “Propiedad Privada, No Entrar”. Los
escritorios abandonados fungiendo como su cama, él se la pasaba todo
el día vagueando por el pueblo.

Vagueando.

Sí, exactamente. No es como si él se quedara siempre en un lugar.

Por eso, podía ir a verlo, así como ahora mismo— Pero lograr
encontrarlo era cosa de probabilidades. Él no tenía un teléfono celular,
ni siquiera un PHS2, y para ser honesto, la suerte jugaba un papel muy
importante a la hora de ir a verlo.

Tomó poco más de una hora llegar en bicicleta desde la mansión


japonesa de Kanbaru.

También tomó poco más de una hora corriendo, por supuesto, solo
si eras Kanbaru.

Ambos elevamos la vista a la escuela de clases particulares


abandonada.

“Por cierto”, ella me preguntó, “dijiste que fuiste atacado por un


vampiro, pero— ¿ese fue tu primer encuentro con una
excentricidad… o como sea que las llames?”

“Sí, probablemente.”

2
PHS: sistema telefónico usado en un principio en Japón por la compañía NTT
DoCoMo con la finalidad de tener un estándar enfocado más a la transferencia de
datos que el resto de los estándares 2G.

Mono Suruga Página 129


Bakemonogatari Vol. 02

Quizás simplemente no haya notado encuentros anteriores.

Fue el primer caso del que tuve pleno conocimiento.

“Las vacaciones de primavera para ti, y luego ella, y ahora yo…


Parece sugerir algo, ¿no crees? No hubo nada antes, y ahora hubieron
tres casos en corta sucesión.”

“Sep”. En realidad eran cinco si contabas a Hanekawa y a


Hachikuji, pero decidí ser algo ambiguo y ocultar ese hecho por
respeto a sus privacidades. “Una vez lo experimentas, eres más
propenso a experimentarlo de nuevo—aparentemente. Así que quizás
de ahora en adelante así será para mí.”

“Suena difícil.”

“En realidad no… No es tan difícil. Experimentar una


excentricidad significa tener una experiencia fuera de lo normal, y
probablemente termines habiendo descubierto y ganado nuevas
cosas.”

Aunque dijera eso, sonó como si estuviera ocultando mis pisadas


para evitar decirle cómo me sentía en realidad. Tan solo recordar mi
experiencia de las vacaciones de primavera me decía que estaba
andándome con rodeos al decir que no era algo ‘tan difícil’.
Parcialmente fuera de incomodidad, mis ojos se dirigieron a la mano
izquierda de Kanbaru—y a los rebobinados vendajes blancos. No
podías saber lo que ocultaban a simple vista, pero una vez sabiéndolo,
podías notar que había algo ligeramente extraño con la longitud y
forma de su brazo. Incluso si se esforzaba en hacer difícil de notarlo
al enrollar algunas áreas múltiples veces…

“Araragi-senpai, ella y tú han estado en la misma clase por tres años


seguidos a pesar de que nuestra clase revuelve salones cada año.
Asumí que ustedes dos eran un poco cercanos desde antes—pero por
lo que he escuchado, le hablaste por primera vez hace tres semanas.”

“No sé si podría ser llamado ‘la primera vez’, pero… De no ser


porque ella resbaló, no habría descubierto su secreto, y probablemente
Mono Suruga Página 130
Bakemonogatari Vol. 02

no habríamos comenzado a salir. Y—de no haber conocido a Oshino,


dudo que hubiese podido ayudarla… En ese sentido, fue pura suerte.
Supongo que fue algo conveniente… ¿o quizás fue gracias a que yo
pasé por inconvenientes antes? Tú te encontraste con la Pata de Mono,
Kanbaru, y yo me encontré con un vampiro. Eso es todo.”

Luego de que ella descubriera el secreto de Senjougahara hace un


año— Kanbaru fue capaz de creer en estas cosas tan rápido, supongo,
gracias a ya haberse encontrado con el mono, así como yo ya había
experimentado al demonio y al gato para ese punto. Lo cual
significaba que la única diferencia era que yo conocía a Oshino, una
forma para contraatacar.

Es por eso que no pude evitar pensar.

¿Qué tal si Kanbaru hubiese conocido a Oshino—No, no


necesariamente a él, pero sí a algún tipo de tecnócrata espiritual que
pudiese ayudar a Senjougahara—y hubiese resuelto su secreto hace
un año? ¿No sería Kanbaru quien se encontraría ahora—en mi
posición? Dejando de lado diferencias en edad y género—

Pura suerte.

Puedes llamarlo un encuentro predestinado—pero fue pura suerte.

“Aprecio tu consideración”, Kanbaru me agradeció, “pero desearía


que no dijeras esas cosas. Ella no es ese tipo de persona. Ella no
confundiría gratitud con amor. Esa gratitud simplemente fue el
desencadenante”. Las palabras de Kanbaru estaban pintadas con
pálida desolación. “Y por eso es tan frustrante. Cuando ella me
rechazó, yo me alejé. Pero tú la seguiste. Si algo hizo la diferencia, no
fueron vampiros o monos, ni haber conocido a Oshino, sino eso.”

“……”

Estoy segura de que fue eso, murmuró.

Hablar con ella de esta forma me hizo notar lo sorpresivamente


introspectiva que era ella… lo opuesto que esperarías por su imagen

Mono Suruga Página 131


Bakemonogatari Vol. 02

de chica atlética llena de energía y vigor. Pero si lo que ella sentía era
remordimiento, yo me sentía igual.

¿Por qué?

Esta emoción parecida a remordimiento que sentía al charlar con


Kanbaru, como si hubiera tachuelas siendo presionadas contra mi
corazón— Sabía que no había necesidad, pero terminaba
constantemente intentando ocultar cosas de ella.

Y eso me hacía sentir aún más remordimiento.

“Sí… pero”, dijo Kanbaru, “Honestamente me alegra que su


problema haya desaparecido. Puede ser extraño que te agradezca, pero
me gustaría hacerlo, desde el fondo de mi corazón.”

“Bueno, como te dije, no fui yo, el crédito se lo lleva Oshino—en


realidad, no, tampoco fue él. Senjougahara fue salvada gracias a
Senjougahara. Ella simplemente se salvó a sí misma por cuenta
propia.”

Así fueron las cosas.

Oshino y yo apenas si hicimos algo.

No había nada oculto ahí, así fueron las cosas en realidad—

“Ah…quizás tienes razón. ¿Puedo preguntarte algo más?”

“¿Qué sucede?”

“Entiendo por qué se enamoró de ti. Eso pone mis celos y


decepción en vergüenza… Sí, creo que lo entiendo. Pero, ¿qué hizo
que tú te enamoraras de ella? Dijiste que ella no fue más que otra
compañera de clases durante dos años, una compañera con la que
nunca hablaste.”

“Bueno…”

Mono Suruga Página 132


Bakemonogatari Vol. 02

Era difícil responder cuando lo ponía de esa manera. Parte de mí se


sentía avergonzado, pero el problema más grande era tener que dar
una razón en específico… Tan solo es que, en aquel parque aquel día,
en el Día de la Madre—

Oh, por supuesto.

Tenía sentido.

Esa era la fuente de mi remordimiento.

“¿..Por qué preguntas, Kanbaru?”

“Bueno. Lo que intento decir es que si es solo su cuerpo lo que


buscas, creo que yo podría tomar su lugar.”

“…………”

Una propuesta increíble.

Con su mano derecha y su vendada mano izquierda, Kanbaru tocó


sus pechos y los apretó una y otra vez. Ella aun tenia puesto su
uniforme, y mejorada por esta inmodesta disparidad, su seductora
pose emanaba una casi antinatural seducción.

“Creo que soy bastante linda.”

Si tú lo dices.

“Creo que me vería más femenina si me dejara crecer el cabello, y


no soy indiferente con el cuidado de mi piel. Además, gracias a
practicar deporte, mi cuerpo esta tonificado, con el tipo perfecto de
cintura. Me han dicho que tengo el tipo de figura que los hombres
disfrutan.”

“Tráeme a quien te dijo eso, lo voy a matar.”

“Fue el consejero del equipo de basquetbol.”

“¡Este mundo ya no merece existir!”


Mono Suruga Página 133
Bakemonogatari Vol. 02

“No puedes matarlo. Nos suspenderían los partidos.”

Entonces, qué te parece, preguntó Kanbaru una segunda vez.

Ella no parecía bromear de ninguna forma, hablaba absolutamente


en serio, y me presionaba para darle una de dos respuestas: sí o no.

“Solo para que sepas, estoy más que lista. Solo tienes que pedirlo,
a cualquier hora en cualquier lugar, y seré el ‘pasivo’ de tu ‘activo’.”

“¡¿Pasivo?! ¡¿Seme?! ¡¿Por qué pediría eso?!”

“¿Hm? Oh, ya veo. No sabes mucho de BL. Que sorpresa.”

“¡No quiero hablar de BL con una chica!”

“¿Hm? Pero BL es solo Boys’ Love.”

“¡Ya lo sé! ¡No es como si me hubiera equivocado!”

Sí, me había dado cuenta.

Cuando limpié su habitación, ¡allí había un montón de libros con


ese tipo de portadas!

¡Había hecho un esfuerzo en evitar el tema!

¡Pretendí no haber visto nada!

“Oh, entonces no te confundías. A juzgar por tu reacción de antes,


supuse que sí te habías confundido. Entonces, ¿qué es lo que te
molesta? No quise ofenderte ni nada con mis palabras. ¿O acaso eres
un ‘Pasivo’?”

“¡Ni una palabra más!”

Mono Suruga Página 134


Bakemonogatari Vol. 02

“Pero yo soy más una sub3, así que no creo poder ser un ‘Activo’.”

“Espera… Um, ya me perdí.”

¿Una sub-qué?

¿Acaso ya entramos en territorio prohibido?

Sentía como si nuestra conversación se encontrara sobre una fina


capa de hielo.

“Y como sea, Kanbaru, ¿por qué un chico y una chica tendrían que
hablar en términos de BL? No hay necesidad.”

“Es que mira, quiero preservar mi virginidad para ella—”

“¡No necesito que me lo cuentes!”

La fina capa de hielo se rompió. ¡Esta conversación ya está


ahogándose!

Senjougahara Hitagi y Kanbaru Suruga, ¡¿acaso están conspirando


para hacer pedazos toda ilusión que tengo sobre las mujeres?! ¡Esto
lo confirma, la parte de mi cerebro que controla las crisis me lo dice,
sin duda alguna, ustedes dos se conocen, ustedes dos son el Dúo
Valhala!

Ya sea escabulléndose de puntillas, o corriendo a toda velocidad,


mis oportunidades de ser feliz me estaban abandonando de a montón.
Podía sentirlo con todo mi cuerpo y dejé salir un suspiro como
respuesta.

Ahh… Estaban haciendo pedazos mi cordura con toda esta charla


sobre “ir tras su cuerpo” y sobre “extremidades flexibles y de poco

3
ser un ‘sub’ se refiere a ser la parte dominada en una relación homosexual (no
necesariamente ser el ‘pasivo’), los subs normalmente se muestran con una actitud de respeto
hacia los deseos de la parte dominante de la relación, siendo esto en algunos casos referente a
la cama y en otros a la relación que muestran al mundo. En resumen, ser sub significa inclinarse
más a ser el ‘pasivo’ y no tener deseos de volverse el ‘activo’.

Mono Suruga Página 135


Bakemonogatari Vol. 02

cuidado, el tipo de figura que los hombres disfrutan”… Aunque


precoz en cierta forma, hablar con Hachikuji ayer fue divertido porque
en ningún momento sonó tan raramente insensible— o eso recordaba
cariñosamente de mi conversación con una niña de primaria.

Yo mismo ya era un caso terminal.

“Disculpa, pero si me permites ser intrusiva”, me advirtió Kanbaru,


“No creo que seas capaz de llegar lejos en tu vida adulta si no eres
capaz de hablar obscenidades con chicas más jóvenes que tú. Tira por
la borda tus preciadas nociones sobre feminidad tan pronto como
puedas.”

“Si hubiera algo por lo que no quisiera que una chica más joven
que yo me regañara, sería exactamente por eso.”

Y su elección de palabras, “hablar obscenidades”…

Aunque no es como si decirlo de otro modo lo hiciese sonar mejor.

“Pero aun así”, insistió, “no quiero seguir insistiendo, pero esperar
que yo sea inmaculada gracias a esas endebles ilusiones tuyas
presenta problemas reales que comienzan desde el primer momento
que cruzamos miradas. No me culpes, a las chicas también les interesa
hablar de cosas sucias.”

“Uh huh…”

Aun así, este mismo episodio era propenso a fomentar otro cierto
grupo de ilusiones sobre las mujeres… ¿Acaso me equivocaba al
pensar que con Senjougahara o con ella, el contexto era diferente?

“Muy bien,” dijo Kanbaru, “regresemos al tema sobre si usas


calzoncillos o boxers.”

“¡Que yo recuerde no hablábamos de eso!”

“¿Eh? ¿O era sobre si uso o no uso bragas bajo mis shorts de


ciclista?”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Disculpe señorita Kanbaru, ¡¿Usted no usa nada debajo?!” fue


tanta la sorpresa que terminé hablando de manera formal. “¡E-
Entonces, bajo esos shorts…!”

“Incluso si ese fuera el caso, ¿por qué te sorprende? Los shorts de


ciclista originalmente fueron diseñados como un tipo de ropa
interior.”

“¡Entonces con más razón! ¡Eso significa que andas con tu ropa
interior a plena vista!”

¡Además…esa falda suya se mueve en todas direcciones menos


hacia abajo cada vez que corre o salta!

“Hmph. Sí, supongo que podría decirse así, pero piensa en ello
como la moda de las deportistas de ahora.”

“¡No! ¡Ese es el comportamiento pervertido de una exhibicionista!”

“Oh, ya recuerdo, tampoco estábamos hablando de eso.


Hablábamos sobre si puedo ser el remplazo de—”

“Espera, ¡no cambies de tema y dejes esa otra pregunta al aire!


¡Dime si estas o no usando algo debajo!”

“¿Podríamos por favor dejar eso de lado? Es algo trivial.”

“No es trivial, es un punto de inflexión— ¡¿Mi kouhai es una


deportista o una exhibicionista?!”

Obscenidades de lado, no estábamos hablando de nada en


particular.

“Bien,” concedió Kanbaru, “Míralo de este modo. Soy una


deportista Y una exhibicionista. Para aquellos que me ven como una
deportista, eso soy; para aquellos que me ven como una
exhibicionista, eso soy también.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“¡Ya deja de decir esas cosas! ¡Ese tipo de línea deja de sonar bien
cuando ya no eres de escuela secundaria! ¡¿Qué te crees, mi
hermanita?!”

Nuestra conversación sobre nada en particular había alcanzado su


punto máximo.

Ahora definitivamente había dejado de ser ‘sobre nada en


particular’.

“…Pero escucha, Kanbaru. En serio, sin importar cuanto lo


intentes, no podrás reemplazar a Senjougahara.”

“……”

Ella no iba a reemplazarla.

Mis palabras significaban algo más que una respuesta a lo que ella
había dicho.

“Tú no eres Senjougahara. Nadie puede tomar el lugar de otra


persona, y nadie puede volverse otra persona. Senjougahara es
Senjougahara Hitagi, y tú eres Kanbaru Suruga. Eso no cambiará, sin
importar cuanto amor sientas por ella, sin importar cuanto la idolatres,
sin importar cuantas cosas más hagas.”

“…Tienes razón.” Kanbaru asintió después de una corta pausa.


“Tienes toda la razón.”

“Sí. Dejemos de perder tiempo charlando, y entremos. Además,


¿podrías dejar de hacer esa pose? Me has convertido en alguien quien
tuvo una conversación extensa con una chica de prepa que se está
manoseando sus propios pechos. Es demasiado surreal para mí.”

“Guh. No me había dado cuenta.”

“Pues date cuenta.” Eso iba dirigido a otras cosas también. “El sol
se esconderá si no nos apresuramos— será malo si se oculta, ¿verdad?
Hablando de tu mano izquierda.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Sí. También significa que todo estará bien siempre y cuando sea
de día. Estaré completamente bien por alrededor de otras cuantas
horas como mínimo.”

“Oh… Ser activo solo durante la noche de alguna manera me hace


recordar a los vampiros…”

Kanbaru y yo caminamos junto a la valla metálica que rodeaba el


edificio hasta encontrar un gran agujero. Tres semanas antes,
Senjougahara había pasado por aquí conmigo—y esta vez yo estaba
con su kouhai, Kanbaru.

Jamás pensé que me vería envuelto con ella.

Las redes que tejemos.

Lazos que nos atan.

“Mira donde pisas.”

“Sí. Gracias.”

Pasé a través de la muralla de hierba alta, intentando hacer un


camino para Kanbaru que me seguía por detrás. Preguntándome cómo
sería este lugar en verano si ya se encontraba en este estado ahora,
entré a la casi demolida, o podrías decir ya demolida, escuela de clases
particulares.

Aún era un desastre por dentro.

Los fragmentos de concreto, latas vacías, señalizaciones, pedazos


de vidrio, y quién sabe qué más formaban aun un desastre, un desastre
de magnitudes épicas. Ya que no contaba con energía eléctrica, el
edificio ya se encontraba oscuro por la tarde, haciéndolo parecer aún
más decadente. Pensé, Oshino podría al menos ordenar un poco el
edificio si es que tiene tanto tiempo libre como dice. ¿Vivir en un
lugar como este no lo deprime?

Supongo que es un poco mejor que la habitación de Kanbaru…

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Bakemonogatari Vol. 02

Senjougahara puso mala cara ante el decadente estado del edificio


y ante la indiferencia de Oshino, pero no tendría que preocuparme de
eso con Kanbaru…

“Está sucio,” dijo. “No puedo creerlo. Si ese tal Oshino vive aquí,
debería limpiar un poco.”

“……”

Supongo que ella era más dura con las demás personas acerca de
ciertas cosas.

O quizás ella ni siquiera era consiente de sí misma… Pensaba que


su actitud desvergonzada era gracias a su confianza, pero quizás haya
un lado diferente a eso.

Eso era algo que las diferenciaba a ella y a Senjougahara.

Senjougahara era anormalmente consiente de sí misma.

Oshino se posaba en el cuarto piso normalmente.

Caminé—en la oscuridad.

Mientras más nos adentrábamos, más crecía la oscuridad— Que


descuido de mi parte. Había estado en este edificio tantas veces,
podría haber al menos traído una linterna. Había traído el sobre
conteniendo cien mil yenes que Senjougahara me había confiado—
en otras palabras, planeaba venir aquí sin importar cómo terminara mi
platica con Kanbaru. Podría haberlo pensado un poco mejor.

Pero bueno.

Dependía de la hora y lugar, pero en su mayor parte, no me afectaba


la oscuridad… es por es que terminé olvidándome de cosas tan obvias
como una linterna.

Mementos de mi tiempo como vampiro.

“……”
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Bakemonogatari Vol. 02

Me giré cuando alcanzamos las escaleras solo para notar que los
pasos de Kanbaru eran increíblemente tímidos e inseguros. No debe
de gustarle la oscuridad, pensé. Cuando considerabas que ella era una
deportista sin miedo, sus andares parecían mucho más precarios e
inseguros. En su estado, subir escaleras sería un calvario. Sin importar
lo que ocurriera con su brazo izquierdo, también sería un gran
problema si se lastimara sus piernas… Recordé cómo había
conducido a Senjougahara con mi mano cuando vinimos juntos…

Esa fue la primera vez que la tomé de la mano.

Hmmm. ¿qué hago? Kanbaru debe haberse negado a montar en mi


bicicleta por consideración, y ahora que lo pienso, apenas ayer había
descubierto lo estricta que era Senjougahara con temas de
infidelidad…

“Oye, Kanbaru-kouhai.”

“¿Qué sucede, Araragi-senpai?”

“Estira tu mano derecha.”

“¿Así?”

“Muy bien. Hora de jugar a la conga.”

Halé su mano hacia mí e hice que se aferrara al cinturón que usaba


en mi pantalón de vestir de la escuela.

“Estamos a punto de subir escaleras, así que no te caigas. Me


aseguraré de caminar lento, así que ten cuidado.”

“……”

Sin importar lo estricta que fuera Senjougahara, este grado de


contacto físico no contaría como infidelidad, posiblemente. Era una
idea brillante. Parecía sofistería, lo admito, pero al menos así tendré
una buena excusa preparada para Senjougahara.

Mono Suruga Página 141


Bakemonogatari Vol. 02

“Que amable,” dijo Kanbaru, tirando de mi cinturón como si


probara su fuerza. “Deben decírtelo a menudo. Que eres una buena
persona.”

“¿Quién quería que le dijeran a menudo el tipo de cosa que le dices


a alguien sin personalidad?”

“Incluso si se trata de guiarme a través de la oscuridad, te preocupas


tanto por mi como por ella, y eso me alegra desde el fondo de mi
corazón. Me duele tu consideración. Siento envidia de tu discreción.”

“¿…Mis pensamientos fueron tan fáciles de entender?”

Ella era de pensamiento agudo.

Usualmente no entenderías mis pensamientos.

Pero ya que lo hizo, ¿para qué decirlo yo mismo en voz alta? Me


sentía tan incómodo. Mi respuesta en forma de broma había
empeorado el ambiente aún más.

“Senpai, hay algo que quiero preguntarte.”

“¿Qué? Pregunta lo que quieras, siempre y cuando no sea sobre


‘Pasivos’ y ‘Activos’.”

“Oh, entonces dejaré eso para después.”

“¡¿Ibas a preguntar también sobre eso?!”

“Igual sobre bragas y exhibicionismo.”

“¡Ya hablamos de eso!”

“Para ser franca, solo me interesa hablar de obscenidades.”

“¡No quiero tener nada que ver con un personaje así! ¡Ya dime tu
pregunta!”

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“A juzgar por todo lo que has dicho… Parece que no le has hablado
a ella sobre mí en lo absoluto.”

“¿Eh? No, sí le he hablado sobre ti. Por eso supe que ustedes eran
llamadas Dúo Valhala.”

Para ser exactos, eso lo había escuchado de Hanekawa, pero no


había entendido la relación de Senjougahara y Kanbaru hasta
preguntarle a Senjougahara. Pude haberlo adivinado, pero no habría
sido más que una conclusión adivinada. No habría ni pensado en
preguntarle a Hanekawa.

“No me refiero a eso,” dijo Kanbaru. “Sobre mi mano izquierda. Y


sobre mi mano izquierda atacándote…”

“Oh, eso. Sí, no he tenido la oportunidad… No me encontraba en


condiciones anoche, y de todas formas no sabía la verdad del asunto,
ni tampoco sabía que tu mano izquierda estaba en ese estado. Ni
siquiera tenía por seguro que tú fuiste la perpetradora del ataque en
primer lugar. Solo era especulación. Hasta donde ella sabe, choqué
con un poste telefónico con mi bicicleta.”

“¿Eso la convencerá, con todo el daño colateral causado?”

“Bueno, no puedo ir a hospitales o con la policía gracias a mi


antiguo cuerpo de vampiro. Si las cosas se hacen públicas, será algo
molesto para mí. Por supuesto, no planeo mantener lo ocurrido como
un secreto con Senjougahara por siempre, pero… Pensaba que esto
era algo que tú deberías decirle, no yo.”

“¿Decirle yo?”

“Mira, no soy una persona amable ni una buena persona.


Simplemente tengo mis motivos—”

Mis cálculos turbios.

Mi deshonesta persistencia.

Algo que yo mismo jamás podría—


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“¿…Hm? Santo cielo.”

Shinobu se encontraba en el rellano entre el tercer y cuarto piso.

Shinobu Oshino.

Una chica rubia que se veía de alrededor de ocho años de edad, su


piel tan blanca que parecía traslucida, con un casco y un par de
goggles—ella estaba allí en el rellano sentada directamente en el piso,
piernas contraídas, brazos alrededor de sus rodillas. Podrías haberla
confundido con el espirito de un niño del folklor japonés si no fuera
por su dorado cabello.

Grité con sorpresa.

Shinobu me vio a mí y a Kanbaru intensamente mientras subíamos.


Era una mirada cargada de odio y seriedad, de palabras tácitas y
deseos insatisfechos.

“……”

La ignoré.

La ignoré, desvié mi mirada, caminé a su lado, rehusándome a


notarla, procediendo hacia el cuarto piso… ¿Pero por qué se
encontraba ella sentada en el rellano? ¿Se habrá metido en una pelea
con Oshino?

“O-Oye, ¿quién era esa niña?” preguntó Kanbaru con una voz
ligeramente inconstante y agitada al llegar al cuarto piso. Habría sido
raro no haber notado a una chica como Shinobu sentada
misteriosamente en el suelo de unas ruinas… Bueno, parte del cuerpo
de Kanbaru se había vuelto una excentricidad.

¿Podrá ser que ella sintió algo en Shinobu?

“¡Era endemoniadamente linda!”

“¡Esa es la sonrisa más grande que me has dejado ver hoy!”


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“Quiero cargarla… No, ¡quiero que ella me cargue!”

“Cualquier cosa está bien para ti, ¡¿no es así?!” pensé que en su
corazón había solo una chica. Además, hablábamos de una niña justo
ahora. “No digas esas cosas en voz alta…”

“Pero no quiero tener secretos contigo.”

“Pero igual no necesitas dejar la verdad al desnudo.”

“¿Desnudo?”

“¡No reacciones solo a esa palabra! ¿Ahora tengo que cuidar cada
frase que diga? ¡Jamás había conocido a alguien con quien fuera tan
difícil hablar!”

Ella realmente estaba en ‘esa edad’, o mejor dicho, ella no era


sáfica solo con respecto a Senjougahara… Cada una de mis ilusiones,
y no solo aquellas sobre mujeres, estaba siendo hecha pedazos como
si fuera un bombardeo masivo. Jurándome a mí mismo que jamás
dejaría que ella y Hachikuji se vieran, de forma deprimente entregué
una advertencia.

“…Bueno, deberías mantenerte alejada de—eso.”

Un vampiro.

—La cascara de uno.

Un vampiro.

—Los residuos de uno.

Eso es lo que Oshino Shinobu, la niña rubia, era.

Cuando el demonio no está cerca—los ratones.

“Hm. Ya veo… Que mal,” Kanbaru se lamentó.

Mono Suruga Página 145


Bakemonogatari Vol. 02

“Y ahora que he visto la cara más triste que me has dejado ver en
todo el día, hemos llegado. Hora de descubrir si Oshino está en casa
o no… Aunque no podemos dejar esto para mañana si es que no está.
Mi vida corre peligro.”

“…Lo siento.”

“No intento ser malo ni nada. No te preocupes.”

“Bueno, me preocupo. Siento que necesito pagártelo de algún


modo. Ah, cierto, ¿cuál es tu color favorito?”

“¿Eh? ¿Mi color favorito? ¿Me vas a regalar algo? No sé si tenga


uno favorito, pero si he de elegir, supongo que el azul aqua.”

“Buen, entiendo.” Asintió Kanbaru. “Entonces prometo que desde


ahora en adelante, cada vez que te vea, me esforzaré por estar usando
ropa interior color azul aqua.”

“¡No me metas en tus obscenidades ni hagas parecer que soy la


razón de ellas! ¡Todo es culpa tuya y de tu frustración sexual!”

Había tres salones de clase en el cuarto piso. Las puertas de todos


estaban rotas. Si Oshino estuviera en el edificio, estaría en uno de los
tres, pero—

El primer salón estaba vacío.

Revisamos el segundo—y ahí estaba.

“Llegas tarde, Araragi. Estuve esperando tanto que casi caigo


dormido.”

Oshino Meme—yacía en el piso de linóleo tan roto que si


caminaras descalzo no solo te caerías, sino que terminarías con
profundos cortes, un pedazo de una caja de cartón tan descolorida que
debía estar pudriéndose fungiendo como su cama. Y sin levantarse,
nos saludó con aquellas palabras en su usual tono de sabelotodo, a
pesar de no saber nada sobre nuestra situación.

Mono Suruga Página 146


Bakemonogatari Vol. 02

Su arrugada y psicodélica camisa Hawaiiana, su desalineado


cabello, su generalmente sucia apariencia. Palabras como “limpio” o
“refrescante” existían en un plano separado de este hombre. Podrías
decir que era una apariencia apropiada dada las ruinas en las que vivía,
pero su apariencia antes de venir a ellas estaba más allá del alcance
de mi imaginación.

Oshino rascó su cabeza como si incluso eso fuera una molestia.

Entonces, y solo entonces—notó a Kanbaru, quien, por ansiedad o


alarmada ante el muy cuestionable Oshino, intentaba ocultarse tras de
mi apretando mi cinturón con su mano derecha a pesar de ya haber
llegado hasta acá.

“Oh. Has traído a otra chica contigo hoy, Araragi. Cada vez que
nos vemos te veo con una diferente— Bien por ti.”

“Cállate. No repitas lo mismo cada vez que nos vemos.”

“Aunque digas eso, ¿qué se supone que diga cuando se repite la


misma situación? Mi repertorio es limitado. ¿Hm? Y vaya, es otra
chica con flequillo recto. A juzgar por su uniforme, ¿ustedes dos son
compañeros de clase? ¿Tu preparatoria regula también los peinados?
Interesante, es un sistema bastante anticuado.”

“No, no tenemos reglas así.”

Solo fue coincidencia.

O mejor dicho, aunque Kanbaru tenía cabello corto, probablemente


intentaba imitar el de Senjougahara y por eso sus estilos eran
similares. No tenía idea sobre la razón de ser del estilo de cabello de
Senjougahara, pero en cuanto a Hanekawa, bueno, ¿un símbolo de su
seriedad? Era eso más o menos.

“Entonces eso es lo que te gusta,” afirmó Oshino. “Hmph. En ese


caso, cortaré el cabello de la pequeña Shinobu también para tu
próxima visita. Ella se lo deja crecer sin más, y ya va siendo hora de

Mono Suruga Página 147


Bakemonogatari Vol. 02

cortárselo. A cambio, ¿crees poder traer una chica de cabello recto4 la


próxima vez? Puede que solo esté gastando saliva, pero de todos
modos lo dejo en tus manos.”

“…Vi a Shinobu mientras subíamos. ¿Qué está haciendo ella allá?”

“Oh, está enojada porque me comí una más de las que debería de
sus Mister Donuts. Ha estado así desde ayer.”

“……”

¿Qué tipo de vampiro hace eso?

¿Y qué tipo de sujeto hace eso?

“Y eso que yo entre lágrimas le entregué la Pon de Ring*, es una


niña de mente muy cerrada. Creo que debo enseñarle la frase, ‘calidad
antes que cantidad’.”

Nota: un tipo de dona.

“No me importa… No podría importarme menos. Además, Oshino,


una corrección. Ella no es mi compañera de clases. Mírala de cerca,
su pañuelo no es del mismo color que el de Senjougahara o el de
Hanekawa, ¿verdad? Es un año menor a mí, y su nombre es Kanbaru
Suruga. Kanbaru como en ‘dios’ y ‘llanura’. Y Suruga como en…
umm.”

Oops.

Sabía cómo escribirlo, pero era difícil de explicar…

4
este estilo de cabello no pude encontrarlo en español, en inglés se le conoce como one-lenght
haircut, a continuación una pequeña descripción: este estilo se logra al cortar el cabello usando
el perímetro de su caída natural. La caída natural se refiere a la posición natural del cabello. Un
corte de este tipo se crea al peinar hacia abajo el cabello desde su caída natural y cortándolo
en una línea recta, sin elevaciones ni cambios de dirección. En resumen, es el corte de princesa
tradicional visto en ciertos animes.

Mono Suruga Página 148


Bakemonogatari Vol. 02

El apenas alfabetizado Araragi Koyomi estaba mostrando su


verdadera naturaleza.

“Suruga como en ‘Suruga-toi’,” Kanbaru intervino amablemente.

Gracias al cielo…pero espera, ¿qué es eso exactamente?

Jamás había escuchado esa palabra antes. ¿Usaba toi en el sentido


de “pregunta”? ¿Cómo en algunos famosos exámenes? ¿Un acertijo
como aquel con las Esfinges?

“Ah, ‘Suruga-toi’. Entiendo, por supuesto.” Oshino asintió con


clara comprensión.

Ugh, si él no hubiese sabido, me lo habrían explicado sin tener que


hablar… Chasqueé mi lengua, pero odiaba quedarme con la duda, así
que le pregunté a Kanbaru, “¿Qué es eso de ‘Suruga-toi’?”

“Es un famoso método de tortura del periodo Edo. Te atan las


piernas y manos tras la espalda, te cuelgan del techo, te colocan una
roca pesada en la espalda, y te dan vueltas.”

“¡No uses métodos de tortura para explicar tu nombre!”

“Me gustaría que me lo hicieran en algún punto de mi vida.”

“¡………!”

Entonces era una chica atraída por chicas, una fan del BL, una sub,
una ‘Pasiva, una pedófila, ¡¿y una masoquista?!

Cómo una persona podía ser todo eso…

La estrella de nuestra escuela no necesitaba esparcir rumores


conflictivos sobre sí misma. Ella ya tenía desorden de personalidad.

Me quedé sin palabras.

“En todo caso, soy Kanbaru Suruga.”

Mono Suruga Página 149


Bakemonogatari Vol. 02

El intercambio de palabras pareció haberla relajado, y finalmente


dejó ir mi cinturón, Suruga salió de su escondite— Y en su usual tono
orgulloso, confiado, y decidido, dijo su nombre, colocando su mano
derecha frente a su pecho.

“Soy la kouhai de Araragi. Gusto en conocerlo.”

“Gusto en conocerte, señorita. Soy Oshino Meme.”

Suruga sonreía—

Y Oshino dejaba salir una sonrisita.

Escrito, “sonrisa” y “sonrisita” se veían similares, cuestión de solo


unas letras, pero al ver sus expresiones de cerca, recibí impresiones
muy diferentes, diametralmente opuestas. Esto probaba, a un grado
doloroso, que verse alegre no lo es todo. Sí, Oshino también era
alegre, pero tanta era su alegría que se sentía incomoda. Ese hombre
estaba simplemente esculpido de modo que parecía falso.

“…Hmph. SI eres su kouhai, eso te convierte en la kouhai de la


señorita Tsundere también.”

Al mismo tiempo que decía eso, los ojos de Oshino se desenfocaron


y volvieron distantes como si estuviera viendo algo a espaldas de
Kanbaru— y el hecho de que yo y Senjougahara fuéramos de tercer
año y que, por lo tanto, Kanbaru también fuera la kouhai de
Senjougahara no parecía ser todo a lo que se refería.

Pero quizás yo simplemente lo estaba pensando demasiado.

“Oshino— como sea, debo comenzar dándote esto. Es de la


mismísima señorita Tsundere, Senjougahara.”

“¿Hm? ¿Un sobre? Oh, dinero. Dinero, dinero. Perfecto, justo


comenzaba a sentir que ya no me alcanzaba. Esto debería alcanzarme
hasta la temporada de lluvias. Una vez empezara esa temporada, no
moriría de sed, pero pensé que mientras tanto igual estaría dándole al
mal tiempo buena cara.”

Mono Suruga Página 150


Bakemonogatari Vol. 02

“Vaya cosas le dices a un par adolescentes.”

Fue a mitad de tales apuros que habían peleado por las donas de
Mister Donuts… Era de esperarse que Shinobu se enojara. Vampiro
o no, ella venia de una línea de sangre noble. Cohabitar en estas ruinas
con un anciano sucio era como caer hasta lo más bajo… Y ya que yo
tenía parte de la culpa, no sabía qué pensar…

Oshino revisó los contenidos del sobre.

“Sep, cien mil yenes exactos. Esto deja balanceadas las cosas entre
la señorita Tsundere y yo. Sabes, esa chica me acaba de dejar una
buena impresión, ya que te dio esto en lugar de venir ella misma a
entregarlo. Parece versada en cómo funciona el mundo.”

“¿Eh? ¿No debería ser lo contrario? Dártelo en persona me parece


sería una muestra de buena fe, o de buena voluntad—”

“Da lo mismo si haces gestos así. Pero no pretendo discutir eso


contigo, Araragi, ya que sería inútil. Entonces— ¿qué le pasa a esta
señorita?” Oshino preguntó casualmente, empujando su barbilla en
dirección a Kanbaru mientras metía el sobre (esos billetes nuevos,
todo para nada) en el bolsillo de su camisa Hawaiiana. “Estoy seguro
que no la trajiste solo para poderme presentar a tu kouhai. ¿O en
realidad solo viniste a presumirla? Si ese es el caso, subestimé el tipo
de chico que eres, Araragi… Ha hah, pero eso no puede ser.
Entonces— hm, ¿tiene que ver con esos vendajes? Ah…”

“Oshino-san. Yo—” Kanbaru comenzó a decir algo.

Él lentamente movió su mano como si intentara hacer que ella


guardara silencio. “Comencemos desde el principio. No parece una
historia muy agradable. En mi experiencia, las historias sobre brazos
nunca son agradables. Especialmente si es sobre un brazo izquierdo.”

Mono Suruga Página 151


Bakemonogatari Vol. 02

007

Mezclado entre las latas de soda aplastadas, envolturas de


caramelos, y copas vacías de fideos instantáneos encontré, mientras
limpiaba la habitación de Kanbaru, un solo objeto que me hizo pausar,
una larga y delgada caja de paulownia*. Podía sentir su edad por el
color, y aunque estaba cubierta de rasguños, probablemente debido a
cómo la había tratado Kanbaru, la caja parecía gruesa y fuerte. Asumí
que contenía algún tipo de suvenir—quizás una vasija. Su presencia,
o el hecho de que pudiera contener tal objeto, no parecía extraño dada
la impresionante casa japonesa en la que me encontraba.

Nota: un tipo de árbol.

Pero.

La caja estaba vacía.

Eso por supuesto no fue suficiente para clasificarla como basura,


así que la coloqué sobre algunas cajas de cartón, pero alrededor del
momento cuando comenzamos a hablar en serio, Kanbaru fue por ella,
la tomó, y la colocó entre nosotros. Entonces me preguntó qué
pensaba yo que había estado dentro. Una vasija o algo así, contesté
cándidamente.

“Entonces incluso tú puedes equivocarte… Puede que suene


grosera, pero eso me alivia. Me ayuda. Siento que me has dejado ver
parte de tu humanidad.”

“¿…Y que había adentro entonces?”

“Una momia,” me contestó. “Dentro había—una mano izquierda


momificada.”.
“………”

Una mano izquierda momificada, dentro de una caja de paulownia.

Mono Suruga Página 152


Bakemonogatari Vol. 02

De acuerdo a Kanbaru, ella la usó por primera vez—en primaria.


Su madre se la había dado hace ocho años cuando Kanbaru aún estaba
en tercero de primaria.

Fue aparentemente esa la última vez que vio a su madre.

Unos cuantos días después de entregada la caja, ambos padres


murieron en un accidente de tráfico— el momento fue tan oportuno
que era como si su madre hubiese sabido lo que iba a ocurrir. Kanbaru
dijo que todo ocurrió cuando ella estaba en clase de matemática en la
escuela. Sus padres murieron al instante en un apilamiento múltiple
de autos en una carretera lejana. Su auto prendió en llamas, y los
restos fueron dejados en horribles condiciones.

Kanbaru fue llevada por sus abuelos a casa de su padre.

Llevada—a la casa japonesa donde nos encontrábamos.

Ella dijo que hasta el momento había vivido en un apartamento con


sus padres, únicamente los tres juntos— Ya que sus padres se habían
fugado para poder casarse. Su boda no significó bendiciones o
felicitaciones. Su padre venia de una familia historiada y tradicional,
mientras que su madre estaba muy lejos de eso…o eso me contó
Kanbaru. Me hizo preguntarme si ese tipo de cosas todavía ocurrían
en esta era, pero ella dijo que ocurrían todo el tiempo.

“Mi madre sufrió por ello. Mi padre—se rebeló contra las


costumbres de la familia, pero no fue suficiente. Su familia
básicamente cortó lazos con él. De hecho, no conocía a mis abuelos
hasta llegado el día del funeral de mis padres. Ni siquiera sabía sus
nombres—y ellos no sabían el mío tampoco. Esa fue la primera cosa
que me preguntaron, cuál era mi nombre.”

“Eh…”

Inundada hasta ‘arriba’ y en llamas por ‘abajo’.

No hay necesidad de que te preocupes por ello.

Ese tipo de cosas—ocurren todo el tiempo.


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Bakemonogatari Vol. 02

Pero a pesar del conflicto en el que intervino su padre con su madre,


Kanbaru era la única hija de su hijo—ella era su nieta. Acogerla era
lo natural, y así Kanbaru dejó el pueblo en el que había vivido toda su
vida, por supuesto, transfiriéndose de escuela en el proceso.

Ella no fue capaz de encajar.

“La manera en la que hablaba era diferente. Puede que ahora hable
de este modo, pero cuando aún vivía con mis padres, estábamos hasta
la parte más alejada de Kyushu, probablemente para alejarse lo más
posible de esta casa. Ellos hablan con un acento muy marcado allá, y
bueno…no lo llamaría acoso, pero se burlaban de mí, y no tenía
amigos en mi nueva escuela.”

“Um… ¿entonces no estuviste en la misma primaria que


Senjougahara?”

“Correcto. La conocí en secundaria.”

“Entiendo.”

Tenía sentido, tomando en cuenta dónde vivía.

Ella probablemente tampoco estuvo junto a Hanekawa tampoco.

“Cuando lo pienso, estaba desequilibrando el balance de mi nuevo


ambiente, y no estaba completamente libre de culpa. Ahora es obvio,
pero la muerte de mis padres me afectó bastante, y cerré mi corazón.
No puedes esperar que las personas te traten amablemente con un
corazón cerrado. Pero, y solo soy capaz de decirlo por todo el tiempo
que ha pasado— En aquel entonces, estaba profundamente enredada
en la muerte de mis padres. Aunque no es como si podiese sentarme
a rememorar a mis padres. Ni siquiera podía hundirme en mis
recuerdos sobre ellos. Eso porque mi abuelo y abuela desecharon cada
una de las posesiones de mi padre y madre. Fue como si quisiesen
criarme como alguien sin nada que ver con mis padres.”

Pero solo para que sepas, dijo Kanbaru.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Mi abuelo y abuela son ambos personas de carácter— Los respeto,


y estoy verdaderamente agradecida de que me hayan cuidado todo
este tiempo. Es solo que su relación con mis padres escapa de mi
alcance.”

Tenía sentido.

Demasiado tiempo había pasado como para que fuera meramente


un conflicto pasado.

Y es por eso que los únicos mementos que tenia de sus padres eran
los recuerdos que aun poseía, junto con, exacto, la caja de paulownia
que su madre le había dado.

Puede que la caja haya estado sellada.

Pero nadie le había dicho que no la abriera.

Y así, ella lo hizo.

La mano izquierda momificada.

Pero en aquellos días— la mano momificada solo llegaba hasta la


muñeca. También había una carta de su madre dentro de la caja.
Bueno, no tanto una carta, dado lo que estaba escrito en ella— sino
un simple manual de uso para la mano izquierda.

Decía que era una herramienta para hacer deseos realidad.

Haría cualquier deseo realidad.

Haría tres y solo tres deseos realidad.

Era un objeto de esa naturaleza.

Ella había pasado de año y entrado a cuarto grado y tenía entre


nueve y diez años— sin importar qué edad tuviese, ya sea que
creyeras ese tipo de historia fantástica o no, a esa edad, era cuestión
de lanzar una moneda al aire. Tal vez creía, tal vez no. Probablemente
estuvo en el grupo de edades en donde la proporción de quienes creen
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Bakemonogatari Vol. 02

en Santa Claus o no es de cincuenta-cincuenta. O quizás esa es solo


una ilusión que las personas de mi generación y anteriores tienen…
Al menos, no creo que yo haya creído en Santa Claus cuando estaba
en cuarto grado, pero quizás algunos de esos artefactos futuristas de
las caricaturas eran algo creíble para mí.

Kanbaru—iba por ese camino.

En otras palabras, ella creía y a la vez dudaba de que el objeto


funcionara, y del mismo modo que probaría un hechizo de alguna
revista de chicas, con una actitud realmente casual, ella le deseó a la
mano momificada.

No importaba cual fuera el primer deseo.

Era como uno de esos hechizos.

Ella simplemente estaba probándolo.

“Aunque ya sabía cuál sería mi segundo deseo si el primero


funcionaba,” Kanbaru dijo.

Por supuesto que sabía cuál sería su deseo.

Yo ya lo sabía— Debía ser un deseo sobre sus padres, ¿verdad?

Algo acerca de ellos estando vivos.

Quiero correr más rápido

Tal fue el deseo que la Kanbaru Suruga de cuarto grado le pidió—


a la cosa momificada. Aparentemente ella era notoriamente lenta en
aquel entonces… y eso, al igual que su acento, contribuyó a ella
siendo molestada. Desde la perspectiva de un preparatoriano, parecía,
al igual que el acento, una razón ridícula para burlarse de alguien,
pero ser un corredor lento, en todo caso, es una causa seria de estrés
para los niños de primaria. Sucede que el festival deportivo de su
escuela se acercaba— y ella hizo su deseo pensando que todos la
verían de forma diferente si podía ganar la carrera.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Era fatalmente poco atlética en aquel entonces. No hablo sobre


tener reflejos lentos o algo así, sino tropezarme con el aire
simplemente al caminar.”

“Eh… Pero ahora.”

Nuestra ‘As’ del equipo de basquetbol.

Una estrella.

“…Espera, entonces eso significa—”

“Si tan solo hubiera funcionado,” dijo Kanbaru. Pero. “Tuve un


sueño esa noche. Un sueño en donde niños eran atacados—por un
monstruo usando un impermeable. Una pesadilla—en donde ellos se
encontraban en cama y la mano izquierda del monstruo los atacaba
sin piedad.”

“……”

“Estoy segura que alguien con tu intuición ya se habría dado cuenta


cómo termina esta historia. Cuando desperté al día siguiente y me
dirigí a la escuela—cuatro estudiantes estaban ausentes. Y los cuatro
se suponía correrían en la misma carreara que yo en el festival.”

La Pata de Mono.

La Pata de Mono concede los deseos de su portador, o eso cuenta


la historia.

Pero no de la manera en que su portador lo desea, o eso cuenta la


historia—

“Estaba aterrorizada. Fui a la biblioteca en pánico para descubrir


qué era en realidad esa cosa momificada—y en poco tiempo me
encontré con ‘La Pata de Mono’ de Jacobs. Mis hombros temblaron
con miedo… Si hubiera pedido mi segundo deseo primero, qué habría
pasado, me pregunté. A como estaban las cosas, mis cuatro
compañeros podrían haber muerto fácilmente… Afortunadamente, no
fue tan serio, pero podría haber terminado mal.”
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Kanbaru regresó la cosa a su caja, selló la misma incluso más fuerte


que antes, y la metió en las profundidades de su closet. No habría
segundo o tercer deseo, por supuesto que no habría— Ella quería
pretender que nada de esto había ocurrido. Ella quería olvidarlo todo.

Pero.

No pudo.

Sin importar cuanto intentara olvidarlo, ella descubrió que no


podía. Porque aún quedaba tiempo antes del festival—y durante la
practica al día siguiente, se decidió colocar a Kanbaru en otro grupo.

Habían otras cinco personas más en su grupo.

Ella correría contra—cinco personas más.

“¿Qué crees que hice?”

“……”

“¿Qué crees que debería haber hecho?”

Sin importar lo que yo dijera, si ella se quedaba de brazos


cruzados—bueno, las consecuencias serían claras como el agua. Lo
mismo volvería a ocurrir…y se repetiría sin cesar. Normalmente, la
única manera de resolver la situación sería pedir otro deseo a la pata—
pedirle cancelar el primer deseo. Pero Kanbaru tenía miedo de
hacerlo. Ahora que sabía sobre la pata, ella tenía miedo. Concedía
deseos, pero no de la manera en que el portador lo deseaba—y ella no
tenía idea de cómo funcionaría la revocación de un deseo.

Y por eso Kanbaru corrió.

Corrió, corrió y corrió.

Ella era lenta—

Y por eso trabajó duro para volverse rápida.


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“Mi única opción era cumplir mi propio deseo. Ya que si lo hiciese,


entonces no habría razón por la cual la pata atacase a mis compañeros.
Y afortunadamente, comencé a mejorar tan pronto como comencé—
no había ningún problema físico que fuera la causa de mi lentitud,
como ser pesada o tener una pierna lastimada, y aunque no me volví
atlética de un día para otro, mejoré en cuanto a correr. Me las arreglé
para terminar primera en el festival… Gracias a ello, comencé a
volverme amiga de mis compañeros de clase. Aunque esto último, por
supuesto, tomó algo de tiempo.”

Habiendo logrado hacer realidad su propio deseo—ella en ningún


momento se detuvo, ni siquiera después de acabado el festival. Decir
que ella era talentosa desde el principio sería quizás cruel. Sus
continuos esfuerzos continuaron floreciendo, hasta el punto en que
comenzó a escuchar acerca de equipos de atletismo de secundarias no
mucho después de entrar a sexto grado.

Tup, tup, tup, tup, tup, tup.


Pero Kanbaru no pudo unirse a un equipo de atletismo. Ella no
podía ponerse en sitios donde las personas podrían ser más rápidas
que ella—puesto que no tenía conocimiento del alcance de su primer
deseo. Quizás expiró cuando ella ganó el primer lugar en el festival—
o quizás el deseo duraría por siempre. No había forma de saberlo. Y
ya que no había forma, la segunda posibilidad era, por supuesto, algo
de temer.

Para Kanbaru.

Ella ya sabía que no estaba hecha para ser una corredora de grandes
distancias—pequeños maratones en primaria fueron una cosa, pero
ella no pudo aguantar en secundaria y preparatoria. Si alguien fuese
incluso un poco más rápida que ella, todos sus esfuerzos habrían sido
en vano, fin de la historia.

Probablemente fue por eso que decidió unirse al equipo de


basquetbol en la secundaria—si su campo de juego se extendía solo
hasta donde las canchas llegaban, nadie podría alcanzarla.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Olvidarse de los clubs y deportes puede haber sido mejor opción,


pero no solo necesitaba, por si acaso, estar en forma, sino que los
deportes eran más o menos un refugio obligatorio para mí en aquel
entonces. Si no hacía algo— sentí que sería aplastada. Las personas
me llamaban deportista, pero no sé si lo soy en realidad. Simplemente
me motivaba el miedo.”

Pero.

Jugar basquetbol resultó ser divertido.

Ella terminó tomándole gusto.

Su velocidad, la cual había sido un refugio obligatorio—ahora


podía darle un uso positivo. Ella pensaba de sus piernas como una
mera forma de escapar de la pata, pero ella podía usarlas de forma
constructiva—podía usarlas para llegar a una meta real.

Además.

Al volverse la estrella del equipo—

Ella terminó conociendo a Senjougahara Hitagi.

“Ella era la estrella del equipo de atletismo…y como yo tenía


reputación de ser rápida, ella llegó a verme. Puede que ella me haya
olvidado ya…e incluso si aún recuerda, puede que no lo vea como
algo de importancia, pero ella fue quien llegó a verme primero.”

“Eh…”

Eso fue un poco inesperado.

Incluso si era la Senjougahara de secundaria y no la de estos días,


aún era algo inesperado.

“Me pidió correr una carrera de cien metros contra ella, diciéndome
que no sería nada oficial. Me mataba por dentro el haber tenido que
rechazarla. Ella era una encantadora persona de un año mayor a mí.
Puede no haber sido amor a primera vista, pero para el tercer día de
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Bakemonogatari Vol. 02

hablar con ella yo ya me había enamorado. Comencé a querer estar


cerca de ella. Estar a su lado era terapéutico.

Terapéutico.

Esa palabra estaba tan alejada de la Senjougahara de ahora como


Plutón está del Sol—pero realmente parece que haberla conocido le
permitió a Kanbaru sacarse de la cabeza la momia que había recibido
de su madre, la caja de paulownia metida en su closet.

Aquello le permitió olvidar.

Aquello le permitió olvidar—lo que ella quería olvidar.

Pero.

“Aún seguía en una esquina de mi mente, en mi subconsciente, y


más de una vez luego de aquel día, se apoderó de mí un impulso
repentino de usar la pata. Se habían apoderado de mí las ansias de
confiar en la pata. Como por ejemplo, la vez que nos enfrentamos a
un equipo de basquetbol realmente fuerte. O cuando me metí en una
horrible pelea con una amiga. O cuando quise entrar a la Prepa
Naoetsu en donde Senjougahara-senpai se encontraba… O cuando
ella me rechazó.”

Cada vez—ella se resistió.

Cada vez, se las arregló para conceder sus propios deseos.

O, cada vez, logró rendirse con sus deseos.

Para entonces, ella entendió por qué su madre le había dado la


caja—había sido una forma para expresar el deseo de que Kanbaru se
volviese alguien capaz de manejar sus problemas por cuenta propia.
A diferencia de la moraleja de “La Pata de Mono”, que te enseñaba a
aceptar tu destino, la lección de su madre debe haber sido el tener que
alterar tu destino con tus propias manos. La pata había sido pasada de
generación en generación—su madre la había recibido de su propia
madre, y la madre de su madre la había recibido de su propia madre,
y la madre de su madre de su madre la había recibido de su propia
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Bakemonogatari Vol. 02

madre, etc. La lección pasada por generaciones debía ser que tú


mismo debes cumplir tus propios deseos. Fue gracias a sí misma que
Kanbaru se volvió rápida e inteligente.

Ella—no había nacido así.

Fue resultado del trabajo duro, de la sangre, sudor y lágrimas


derramadas.

Ella siempre se mantuvo con eso en mente.

Y por lo tanto.

Ella podría haber sido capaz de resolver el secreto de Senjougahara,


resolver ese problema, al pedirle un deseo a la pata, pero no lo hizo.

En silencio.

Ella se alejó.

De estar al lado de Senjougahara—ella se rindió.

Apretando sus puños y mordiendo su labio—ella se rindió.

Ella no tenía problema con morir por el bien de Senjougahara.

Kanbaru Suruga me había dicho eso—de forma clara.

Kanbaru sofocó sus propios sentimientos por el bien de


Senjougahara.

Vio cómo su corazón moría sin poder hacer nada.

Aquello que ella no quería olvidar.

Aquello que no podía permitirse olvidar—ella lo olvidó.

“Pero un año después…te descubrí a ti. Terminé descubriendo


acerca de ti y ella. Terminé viéndola a ella a tu lado.”

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Bakemonogatari Vol. 02

Ella no pudo aguantarlo más.

Ella no pudo.

Ella no pudo rendirse.

Ella no recordaba cuando fue que abrió el closet, o cuándo saco la


caja de paulownia, o cuándo la abrió, o cuándo pidió un deseo a la
pata—ella no se detuvo a pensar incluso cuando la pata que solo
llegaba a la muñeca se extendió hasta formar un codo—y para
cuando se dio cuenta.

Su mano izquierda—se había vuelto una excentricidad.

Su brazo se había vuelto la pata de una bestia.

Kanbaru—

Se sintió aterrorizada por primera vez en siete años.

“…Y entonces comenzaste a hablarme luego de eso. Ahora que lo


pienso, cada vez que nos veíamos, me preguntabas si no me había
ocurrido algo extraño.”

Entonces—era esto a lo que se refería.

Ella no intentaba sacar conversación.

Ella no intentaba espiar a Senjougahara… Siendo incapaz de


practicar el deporte que tanto amaba con su brazo en ese estado,
Kanbaru debe haber querido evitar salir en público, pero ella llegó tan
lejos como para vendarlo y ocultarlo—¿Por qué estaba preocupada
por mi seguridad?

Pero entonces, cuatro días después de haberme comenzado a


hablar.

La noche del cuarto día.

Ahí fue cuando—ocurrió.


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Kanbaru dijo que tuvo un sueño—

Un sueño donde un monstruo en un impermeable me atacó.

Y fue por eso que se veía tan calmada desde el momento en que
entré a la Clase 2-2.

Ella ya había notado lo ocurrido—

Ella sabía todo lo ocurrido.

Este trasfondo era bastante diferente de lo que mi análisis me había


dicho.

Yo asumí que había una excentricidad envuelta en el caso, pero


Kanbaru en realidad no tuvo la intención de causar el fenómeno…
Todo fue cosa de la pata.

La Pata de Mono concede los deseos de su portador, o eso cuenta


la historia.

Pero no de la manera en que su portador lo desea, o eso cuenta la


historia—

La manera más simple de estar al lado de Senjougahara es eliminar


a su novio actual, a Araragi Koyomi—pensó la pata.

Probablemente.

Y temiendo lo peor, Kanbaru comenzó a seguirme—

Pero su premonición fue correcta.

En verdad, si no fuera por quién soy… si Araragi Koyomi no fuese


Araragi Koyomi, el antiguo humano inmortal con la experiencia de
ser un vampiro, ciertamente yo habría muerto en aquel punto. No
habría sido capaz de esquivar los primeros dos golpes, e incluso si lo
hubiera hecho, el tercer golpe habría sido letal. Tal era su absurdo
potencial y capacidad destructiva. Mi suposición es que aquellos
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Bakemonogatari Vol. 02

cuatro niños de primaria habían sobrevivido gracias a que el cuerpo


de Kanbaru era el de una niña de cuarto grado y además era poco
atlética—pero ahora ella estaba a otro nivel. Irónicamente, el cuerpo
que había forjado para escapar de su primer deseo estaba haciendo
que su segundo deseo infligiera mucho más daño. Solo su brazo
izquierdo me había atacado, pero la increíble velocidad que mis ojos
no pudieron ni registrar—esa capacidad física pertenecía a Kanbaru
Suruga. Era un modelo renovado de la misma persona.

Capacidad—capacidad destructiva.

Capacidad para hacer uso de la violencia.

Y.

Estaba lejos de acabar—ya que yo había sobrevivido, esto estaba


muy lejos de acabar. Una vez el sol se ponga y llegue la noche, el
monstruo en impermeable me atacará, una y otra vez—Kanbaru
continuará teniendo sueños sobre ese demonio asaltándome.

Una y otra vez, hasta el momento de mi muerte.

Hasta que su sueño se haga realidad.

Hasta que su deseo sea concedido.

Hasta que el segundo deseo de Kanbaru sea concedido.

Ella quería estar al lado de Senjougahara Hitagi.

Eso es todo lo que ella había deseado—

“’Las molestias vienen / En formas no más grandes que aquella /


Del visitante / Pero por supuesto no hablo / De ti, mi estimado
amigo—‘“

“¿Eh?” Kanbaru abrió sus ojos con incredulidad cuando recité el


poema. “¿Qué fue eso?”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Nada… Simplemente me preguntaba si la persona a la que


visitaremos nos dará la bienvenida—”

Y entonces.

Sin cambiarnos de ropas o comer el almuerzo, fuimos directo a la


remota y abandonada escuela de clases particulares en donde Oshino
Meme y Oshino Shinobu residían, yo montando mi bicicleta y
Kanbaru corriendo con sus propias piernas.

Y eso—finalmente nos trae al ahora.

Al momento presente.

Kanbaru y yo veíamos a Oshino en el cuarto piso. A pesar de


haberlo contado todo, él no mostró nada parecido a una reacción,
simplemente veía las luces fluorescentes colgando (solo colgando,
por supuesto, ya que no había electricidad) del no tan alto techo.
Contoneó su cigarro apagado que tenía metido en su boca durante la
explicación—pero no habló. Yo había dicho todo lo que había que
decir, incluyendo sobre Senjougahara, y no tenía más cartas que jugar.

Una ambigua incomodidad se movía en el aire.

Normalmente Oshino Meme hablaba más de lo que debería como


si hubiera nacido literalmente de una lengua humana, pero a veces se
hundía en profundos silencios, esto haciéndolo realmente difícil de
manejar… Él era alegre y despreocupado en la superficie, pero en
momentos así, me hacía preguntarme si en realidad no era un tipo
horriblemente sombrío en el fondo.

“El vendaje,” dijo Oshino—por fin. “¿Podrías hacerme el favor de


quitártelo?”

“Oh, bien—”

Kanbaru volteó a verme suplicante. Para evitarle la incomodidad,


le dije, todo estará bien. Como respuesta, ella comenzó a deshacer el
vendaje usando su mano derecha. Quitar quitar.

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Bakemonogatari Vol. 02

Y entonces—la bestial mano apareció.

Sin pedírselo, ella subió su manga—hasta llegar a la parte superior


del brazo. Ella entonces dobló su codo, como si tratara de indicar en
qué punto estaban conectados el brazo del monstruo y el brazo
humano.

Dando un paso hacia adelante, ella le preguntó a Oshino, “¿Así?”

“…Sí, así está bien. Ya veo. Justo lo que pensé.”

“¿Justo lo que pensaste?” intervine. “¿Y qué fue lo que pensaste,


Oshino? Maldito seas, eres tan indescifrable como siempre—siempre
dejas a las personas en duda con tus palabras. Pretender ser
omnisciente no puede ser tan divertido como parece, ¿o sí?”

“No me apresures. Se te ve animado, Araragi. ¿Pasó algo bueno?”


Escupiendo el cigarrillo de su boca sin siquiera haberlo encendido—
bueno, en realidad jamás he visto a Oshino fumar—él dirigió su
frívola sonrisita de siempre en mi dirección. “Araragi, y tú también
señorita. Comenzando con una corrección—esa no es la Pata de
Mono.”

“¿Qué?”

Oshino, de la nada, había anulado toda la premisa—y eso me dejó


sorprendido. Kanbaru se veía como si hubiese sido atrapada con la
guardia baja también.

“Desde la de Jacobs, ha habido un sinfín de versiones diferentes y


es difícil saber cuál es la verdadera sin ver una pata tú mismo—pero
de lo poco que sé, nunca había escuchado sobre la Pata de Mono
combinándose con el brazo de su portador. Un cangrejo para la
señorita Tsundere y un mono para la señorita de aquí, sería como
aquel viejo cuento japonés y eso sería genial, pero el mundo no es tan
complaciente. Tú también investigaste por tu cuenta, ¿verdad,
señorita? Y no encontraste nada, ¿cierto? Ninguna historia sobre la
Pata de Mono uniéndose a su portador. Si hubiera alguna, eso
significaría que este vejestorio sin educación de aquí tiene un gran
agujero en sus conocimientos.”
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Bakemonogatari Vol. 02

“…Investigué, pero en aquel entonces aún estaba en primaria.”

“Justo lo que pensé. ¿Entonces cómo te metiste en la cabeza que


era la Pata de Mono? Tu madre absolutamente no debe habértelo
dicho… Pero supongo que, en general, las condiciones coincidían.”

“¿Condiciones?” pregunté. “¿A qué te refieres?”

“Hay un par de condiciones según lo que cuenta la historia,


Araragi. La Pata de Mono es un objeto con una historia atada a él.
Concede los deseos de su portador, o eso cuenta la historia. Pero no
de la manera en que su portador lo desea, o eso cuenta la historia—
¿verdad?”

Heh, Oshino resopló, una desagradable sonrisa en su rostro.

Era la sonrisa de alguien con horrenda personalidad.

O debería decir, de alguien podrido hasta el alma.

“Supongo que fue una interpretación conveniente de tu parte,


señorita— ¿o quizás fue una interpretación reconfortante? No importa
en realidad. Aunque lo que sí es seguro es que no es la Pata de
Mono— Originalmente estaba momificada, ¿verdad? Y recuperó la
vida al unirse a ti. Entonces—mi suposición es que se trata de un
Rainy Devil.”

“¿Rainy…?” dejé escapar cuando él menciono ese nombre, pero


sin permitirme preguntar, y sin esperar ni un momento, Oshino
prosiguió.

“Bien, Araragi. ¿Has leído Fausto?”

“¿Eh?”

“Gracias por la reacción. Se nota que no lo has hecho. De hecho,


parece que ni siquiera sabes de lo que hablo. Pero no me sorprende,
al menos ya no más. He decidido acostumbrarme a esas reacciones
tuyas. ¿Y qué hay de ti, señorita? ¿Has leído Fausto?”
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Bakemonogatari Vol. 02

“Ah, umm,” Kanbaru sonaba sorprendida de ser colocada bajo el


reflector pero respondió, como si de un reflejo se tratara, “No, no he
leído tantas cosas en mi vida, así que no. Por supuesto, la trama y el
esquema general de la historia me son conocidos.”

“Ya veo. No, es normal. Sep, sep. Normalmente una chica de


preparatoria sabría al menos eso. Uh oh, que vergonzoso, Araragi.”

“¡No te burles de él! ¡Simplemente él no lo conocía, eso es todo!


¡Para comenzar, él no es alguien a quien puedas encasillar en marcos
existentes como ‘leer’!”

Repentinamente enfurecida por las palabras de Oshino, Kanbaru


había elevado su voz y regañado. Desconcertado por esa incompatible
reacción, Oshino giró sus ojos hacia mi buscando una explicación.

No pude armarme de fuerzas para verlo de regreso.

…Kanbaru.

Apreciaba el hecho de que se hubiese enojado por mi bien… Jamás


imaginé que alguien enojándose por tu bien sería tan alentador, pero
gritarle a Oshino en este momento era casi lo mismo que aceptar que
soy estúpido…

“Kanbaru,” dije. “¿Podrías dejar esas cosas por ahora? Es divertido,


cierto, pero si lo haces cada vez que Oshino se burla de mí, jamás
llegaremos a ningún lado…”

“Hm. Ya veo. Palabras profundas, adecuadas para ti, quién acepta


a cualquier persona con los brazos abiertos. Honestamente, se me
hace difícil aceptar tu sabiduría, dada mi falta de virtud y la rapidez
con que nace mi enojo, pero si tú lo dices, me contendré y
perseveraré.” Kanbaru asintió y bajó su cabeza en reverencia a
Oshino. “Lo siento.”

Ella era una chica que podía pedir disculpas.

Era una buena chica.


Mono Suruga Página 169
Bakemonogatari Vol. 02

“…No, no te preocupes,” se excusó Oshino. “Y fue divertido. Pero


considerando que uno de tus brazos esta en ese estado, se te ve
bastante animada. ¿Te ocurrió algo bueno? Bien, en todo caso—
Fausto. Johann Wolfgang von Goethe fue un autor destacado del
movimiento literario Tormenta e Ímpetu, también conocido como
Sturm und Drang, y su mayor logro fue el drama Fausto. Es sobre—
¿podrías contarle, señorita? Puedes decirle lo que sea que sepas.”

“Um, claro.”

Kanbaru volteó a verme con vacilación.

Se veía casi arrepentida.

Igual a la vez que me dio el esquema general de “La Pata de Mono”


de Jacobs. La personalidad de Kanbaru Suruga era tal que no podía
instruir a sus mayores sobre ningún tema sin sentirse insolente.

“Como Oshino-san dijo, es la obra maestra de Goethe, y…bueno,


si he de mencionar una característica simple, sería que la historia está
dividida en dos pates. Las obras ‘Urfausto’ y ‘Fausto, un fragmento’
llevaron a ‘Fausto, Parte uno’ y a ‘Fausto, Parte Dos’. Fue un logro
masivo que le llevó sesenta años para completar. No puedo evitar
sentir respeto hacia él. Goethe también es famoso por Las Penas del
Joven Werther y Las Afinidades Electivas, pero si fuéramos a escoger
un solo trabajo en el que puso todo su cuerpo y alma, la respuesta
unánime seria Fausto. El protagonista, el Doctor Fausto, le vende su
alma a un demonio, a Mefistófeles, para ganar todo el conocimiento
existente—y eso es lo que puedo decirte para una introducción. No
entraré en detalles porque arruinaría la experiencia, pero Parte Uno
es sobre su romance con la plebeya Gretchen, y Parte Dos cuenta el
establecimiento de una nación ideal. Generalmente se lee como un
tipo de filosofía o, debería decir, una narrativa sobre la búsqueda del
conocimiento. Estoy segura que ya lo sabes, pero la historia dio
nacimiento a la expresión ‘Impulso Faustico’, el cual describe una
urgencia, un deseo intelectual de saber y experimentarlo todo.”

“……”

Mono Suruga Página 170


Bakemonogatari Vol. 02

¿Por qué diablos esta kouhai mía piensa que su senpai que no ha
leído Fausto sabe sobre “Impulsos Fáusticos”?

Oshino tomó las riendas de la conversación en este punto. “El


corazón del a historia es que él le vende su alma a un demonio—El
Doctor Fausto intenta consumar su impulso al hacer su deseo realidad
de esa forma… Por supuesto, si quieres saber lo que pasa al final,
Araragi, te recomiendo te dirijas a tu biblioteca más cercana. Pero sí,
así son las cosas. La explicación de la señorita sería lo que
considerarías conocimiento general, así que si sabes al menos eso, mi
trabajo es más fácil. Me impresiona que ella haya sido capaz de dar
un discurso tan elocuente sobre el libro a pesar de no haberlo leído. Si
hay algo que debería agregar, sería algo que sorprendentemente pocas
personas saben— esto lo encontrarías en cualquier crónica sobre
Goethe, por supuesto, pero las personas de estos días no leen clásicos.
No hablo sobre ti, señorita, pero las personas creen que no hay razón
para leer de verdad una famosa historia que sienten que ya han leído.
Así que sí, no puedes culpar a las personas por no saberlo, pero la
historia Fausto está basada en una persona real.”

“¿Qué? ¿En serio?” Kanbaru sonaba sorprendida.

Como su senpai ignorante de todo lo relacionado a Fausto, yo ni


siquiera sabía por qué eso debería de ser algo para sorprenderse.

“Johann Fausto. Se dice que vivió durante la época del


Renacimiento… Aunque diga que fue alguien real, hay diferentes
teorías acerca del tema, pero las historias sobre él terminaron
volviéndose folklore. Un médico errante o mago quien, sí, vendió su
alma al demonio Mefistófeles, y a cambio de todo tipo de
conocimientos y experiencia, promete actuar como el enemigo de los
cristianos, durante veinticuatro años vive de acuerdo a sus ‘Impulsos
Fáusticos’—y cuando el contrato expira, encuentra su triste final.
Investígalo tú mismo, puedes encontrar los detalles en Doctor
Faustus.”

“Eh… No lo sabía.”

Kanbaru sonaba impresionada ante la trivia de Oshino. Dejando de


lado Fausto, la historia se relacionaba con el folklore, es decir, con su
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Bakemonogatari Vol. 02

campo de experiencia, así que su nivel de erudición no era nada


nuevo, pero, ¿a este paso ella no iba a comenzar a alagarlo a él
también? De hecho, yo mismo no entendía los estándares de Kanbaru
cuando se trataba de halagar. No era como si ella indiscriminadamente
bombardeara a todos los que conocía con elogios…

“Estaba convencida de que Goethe lo había inventado todo”, dijo,


“Pero veo que basó todo en leyendas locales.”

“Bueno, él cambió bastante de la historia a su conveniencia, así que


al final, es una edición de Doctor Fausto creada por Goethe. Es similar
al ‘¡Corre, Melos!’ de Dazai, o el ‘Rashomon’ de Akutagawa. La
fábula medieval y la versión de Akutagawa se sienten muy diferentes,
¿no es así? Pues es lo mismo con esto. La leyenda de Fausto ha sido
convertida en historias por muchas otras personas también. Un
ejemplo famoso sería el autor inglés Marlowe. ¿Conoces a Marlowe?
No el Phillip Marlowe de Raymond Chandler. Hablo de Christopher
Marlowe. A menudo se habla de él como predecesor de Shakespeare,
él escribió Doctor Faustus.”

“Es algo interesante que Fausto haya sido el doctor,” hizo notar
Kanbaru, un poco de vergüenza entremezclada en su voz.

Eh, Oshino inclinó su cabeza con desconcierto, y yo podía ver que


la razón de la vergüenza de Kanbaru se había perdido en cuanto a
Oshino respecta.

“Pero…Oshino,” intenté meterme en su conversación, por miedo a


estarnos desviando del tema principal, aunque aún no sabía mucho
acerca de este Fausto. “¿Y eso qué? No me importa que seas tan
frustrantemente hablador como siempre, pero no veo cómo esto tiene
algo que ver con el predicamento de Kanbaru. Creo que nos
desviamos y estamos yéndonos por las ramas. Sí, la parte donde el
demonio concede deseos a cambio de tu alma recuerda a la Pata de
Mono, pero no es como si el brazo de Kanbaru fuera el brazo del
Mefistófeles de Fausto, ¿verdad? Entonces no sería una Pata de Mono
sino la mano de un demonio—”

“Bueno, es exactamente eso, Araragi. Hoy tuviste la razón.”

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Bakemonogatari Vol. 02

Oshino—

Apuntó su dedo hacia mí pretenciosamente.

“La mano del demonio de la señorita de aquí, cuyo nombre


comienza con el carácter para ‘dios’, parece alinearse con demasiada
perfección, pero no es tan malo como una pelea entre un cangrejo y
un mono o lo que sucedió con la chica perdida del otro día. Esta vez
la mano es una simple pista. Mefistófeles no es particularmente
aterrador, en cuanto a demonios—él es uno vulgar. Uno de rango
bajo, o quizás ni siquiera forma parte de los rangos, es simplemente
un familiar*. Eso normalmente haría extremadamente difícil
identificar su categoría exacta, pero un demonio en impermeable con
un brazo de mono reduce la lista de sospechosos, por supuesto—y si
se une a su portador, entonces es un Rainy Devil.”

Nota: se refiere a familiar hablando de sirvientes de un ente mayor.

Rainy Devil.

“No es una Pata de Mono, es una Mano de Demonio. Ha hah, es


mucho más simple si lo piensas así, ¿no te parece? Digo, ¿por qué un
simio concedería deseos humanos sin pedir nada a cambio? Se dice
que la Pata de Mono concede deseos porque un ascético indio imbuyó
el objeto con poder mágico, pero no necesitas explicaciones o
reputaciones si se trata de un demonio. Es normal que conceda deseos,
ya que obtiene un alma a cambio.”

“Un alma—”

“¿Qué tipo de demonio no concedería tres deseos a cambio de un


alma?” Oshino sofocó una risa a través de su nariz. Había entrado en
su modo burlón. “Como sea, la Pata de Mono es una mano derecha,
no izquierda.”

“¿…En serio?”

“Es un objeto que sostienes en tu mano derecha al usarlo, así que


asumo que es una mano derecha en sí misma. Pero la Mano de un
Demonio. Puede no ser un demonio, taxonómicamente hablando,
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pero sigue sorprendiéndome. Puede que ya no te suelas sorprender


estos días, Araragi, ya que te has encontrado con un vampiro…pero
es increíble encontrar tal demonio en Japón. Es un descubrimiento
notable. Aunque, por supuesto, hay un sinfín de youkai japoneses que
conceden deseos también. No lo sé, qué demonios pasa con la señorita
presidenta de clase, la señorita tsundere y la chiquilla perdida… este
es un pueblo extraño. En serio. ¿Qué va a pasar al final, alguien va a
invocar al mismísimo mandamás del infierno? …Señorita, dijiste que
tu madre te entregó esa mano izquierda, ¿verdad? Kanbaru debe ser
el apellido de tu padre. ¿Sabes el apellido de tu madre antes de que se
casara?”

“De hecho—um, es un apellido un tanto extraño.” Kanbaru habló


lentamente como si intentara recordar. “Creo que era ‘Gaen’. Ga
como en la frase ‘infierno o marea alta’ y en como en ‘pantalla de
humo’. Gaen Toé era su nombre completo.”

“…Eh. Oh, bien. Y Toé debe ser escrito con los caracteres de ‘lejos’
y el de ‘río’ usado en Yangtze. De la misma forma que escribes
Totomi, el nombre de una antigua provincia japonesa. Entonces de
ahí viene tu nombre. Ha hah, que bien pensado.”

“Por supuesto, después de casarse, se convirtió en Kanbaru Toé.


Pero, ¿por qué importa esto, Oshino-san?

“¿Por qué importa? ¿En serio me preguntas eso? Oh, no, no importa
en lo absoluto. Intentaba ganar algo de tiempo, no tiene nada que ver
con tu situación. A nadie le importa ese tipo de trasfondo en este caso.
Entonces, Araragi, y tú también, señorita. Ahora lo saben todo. Ya sea
que esa mano sea una Pata de Mono o una Mano de Demonio puede
no hacerles mucha diferencia, pero al haber venido a verme, ¿cuál es
su plan ahora?”

“A qué te refieres—”

“Mira, Araragi, soy lo que llamarías un especialista en este campo.


Una semi-pasable excusa de autoridad, y en situaciones como esta, no
me opongo a ayudar.”

“Tú—” Kanbaru se inclinó hacia adelante. “¿Me salvarás?”


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“No haré tal cosa. Solo ayudaré. Tú te salvarás a ti misma, señorita.


Has venido al lugar equivocado si lo que buscas es salvación, y yo no
tendría cabida en ese caso. Pero considerando la situación—Araragi,
¿qué debería hacer?” Oshino me preguntó con un tono mal
intencionado—pero entonces guardó silencio, como si no lo hubiese
dicho de manera retórica y realmente estuviera esperando una
respuesta. ¿Por qué? Qué debería hacer él… ¿No era obvio?

“Oye, Oshino…”

“Me pregunto cómo exactamente debería ayudar, Araragi.


¿Debería ayudar a que el segundo deseo de la señorita se vuelva
realidad? ¿O debería ayudar a anular este último? ¿Debería ayudar a
regresar su brazo izquierdo a la normalidad? ¿O todo lo anterior
junto? Eso podría ser demasiado codicioso—pero de lo que estoy
seguro es que nada será fácil.”

“Bueno…um.”

Si dijera ‘todo lo anterior junto’— ¿llegaría a lograrse?

Pero.

“Hay dos maneras fáciles de resolver este fenómeno por ahora,”


dijo Oshino. “La primera es que seas asesinado una noche por el
monstruo en impermeable—el Rainy Devil. Eso regresaría el brazo
de la señorita a la normalidad y probablemente concedería su deseo.
La otra es tomar ese bestial brazo izquierdo convertido en una
excentricidad y cortarlo.”

“¿C-Cortarlo?” comencé a preocuparme ante la alarmante


propuesta de Oshino. “¿…Puedes cortar solo la parte que le pertenece
al mono—al demonio? ¿Su antiguo brazo volverá a crecer?”

“No hablamos de la cola de un lagarto, no va a ser tan conveniente.


Sin embargo, un brazo es un pequeño precio a pagar por toda esta
situación,” dijo casualmente—pero no era una broma.

Obtienes lo que pagaste, con venganza…


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Bakemonogatari Vol. 02

Además, sería malo para todos, pero incluso peor para Kanbaru. Si
hiciéramos lo sugerido, ella jamás podría volver a jugar basquetbol.
Dada la forma en que el deporte la había salvado, y cómo seguía
sustentándola hasta el día de hoy, la propuesta realmente no tenía
cabida aquí.

“A-Ah,” Kanbaru habló. “Eso, no creo que—”

“Intentaste matar a otro ser humano, ¿entiendes? Sería lo justo,”


Oshino lanzó esas duras palabras al momento que ella se opuso a la
idea—él no tenía piedad en momentos como estos. Él había actuado
de la misma forma con Hanekawa y Senjougahara—

“Pero bueno,” dijo él, “matar a Araragi es fácil y rápido en cuanto


a soluciones se refiere.”

“O-Oye, Oshino, entiendo tu punto, pero aguanta. Ella intentó


matar a otro ser humano… Hablas de mí, ¿verdad? Pero eso no fue lo
que deseó. Ella solo quería estar al lado de Senjougahara—”

“¿Solo estar a su lado? Qué tontería,” Oshino prosiguió con su duro


tono. “Eres demasiado amable, Araragi. Eres una persona buena y
amable—y qué persona tan buena y amable. Me enfermas, en serio.
¿A cuántas personas más pretendes herir con esa amabilidad hasta
estar satisfecho? Fue lo mismo con la pequeña Shinobu. ¿Solo estar a
su lado? ¿Creíste en esas empalagosas palabras que salieron de la boca
de la señorita?”

“¿…Me estás diciendo que no fueron verdad?” pregunté a Oshino


y volteé a ver a Kanbaru. Ella guardaba silencio. “Oye, Kanbaru—”

“Por ejemplo, Araragi. ¿No crees que es raro? La historia de su


primer deseo cuando estaba en primaria. ¿Por qué crees que la mano
izquierda simplemente no la hizo más rápida y en cambio agredió a
las personas?”

“Bueno—eso es porque la Pata de Mono concede los deseos de su


portador de una manera inintencionada—”

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“Pero esta no es una Pata de Mono,” declaró Oshino. “Esto fue a


cambio de un alma. El deseo debería de ser concedido exactamente
como se quiere. El Rainy Devil puede ser un demonio de bajo nivel,
y puede tener el horrible hábito de recurrir rápidamente a la violencia,
pero un contrato es un contrato. Un trato es un trato. Si deseaste ser
más rápido, eso es normalmente lo que ocurriría. ¿En qué forma
violentar a sus compañeros la hizo más rápida? ¿No parece esa una
rara casualidad? Es obvio que golpearlos simplemente haría que la
pusieran a ella en otro grupo.”

“……” No podía argumentar en su contra si lo ponía de esa forma.


“¿Entonces por qué? ¿Por qué el monstruo en impermeable fue con
sus compañeros de clase y—?”

“Porque ella quería golpearlos, por supuesto. Incapaz de encajar en


su nueva escuela, la señorita fue constantemente molestada. Ella dice
que no fue lo que llamarías intimidación, pero eso es lo que los chicos
a los que intimidan dicen. Si tus padres murieran y luego fueras
molestada en la escuela, querer venganza sería algo normal. Lo
anormal sería no quererla.”

“Yo…” Kanbaru dijo—y guardó silencio.

¿Cómo habría querido excusarse?

¿Por qué decidió no hacerlo?

¿Qué fue lo que notó?

Oshino prosiguió. “Estoy seguro que no fue una decisión


consciente. Pienso que fue dentro del reino del subconsciente, ¿bien?
De haber sido intencional, ella lo sabría. Estoy seguro de que de la
forma en que ella lo vio, ella pidió volverse más rápida. En la
superficie, sí, pero no en el fondo. Detrás de su deseo existía otro
deseo más oscuro de vengarse de sus compañeros de clase—de
golpear a sus compañeros de clase. Eso es lo que la señorita deseó,
incluso si fue subconscientemente. El demonio vio a través de su
deseo. Leyó lo que se encontraba detrás. Pero en el fondo, la señorita
debe haberlo sabido, ¿entiendes? Puede haber sido
subconscientemente, pero esos también eran sus verdaderos
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sentimientos. Y no queriendo aceptarlos, ella buscó una interpretación


diferente para el fenómeno…y llegó a la Pata de Mono. No aquello
sobre conceder deseos, sino desafiar la voluntad del portador—esa
fue la parte axial, ¿verdad? Una excusa psicológica que dictaba que
no fue su intención atacar a sus compañeros. Bueno, ese tipo de cosa
es importante.”

Una excusa psicológica.

Una cuestión de interpretación.

“No es solo la Pata de Mono, la mayoría de casos que envuelven


excentricidades que conceden deseos terminan horriblemente mal
para el protagonista—y en ese sentido, cuando la señorita investigó
las cosas en primaria, ella fácilmente pudo haberse topado con algo
diferente. Fue casualidad encontrarse con ‘La Pata de Mono’ de
Jacobs. ¿Pero qué dirías tú? ¿Las cosas terminaron horriblemente para
la señorita? ¿Ella está deprimida porque su deseo se volvió realidad?
Araragi, ¿realmente crees que ella se sentiría deprimida porque
aquellos compañeros que la molestaban terminaron sufriendo? ¿La
respuesta normal no habría sido ‘se lo merecen’?”

“La respuesta normal… Pero Oshino—”

“Ha hah, Araragi, ¿acaso preguntas qué evidencia tengo? Bueno,


es obvio si realmente escuchas su historia. Claro como el día. Ese
brazo suyo… en la primaria, ¿Cómo era?”
“………”

Ahora que lo menciona.

La mano momificada que solo llegaba a la muñeca en esos


tiempos—
¿Cómo era en ese entonces?

“No escuché nada sobre vendajes—” dijo Oshino, “y hasta llegar a


clases al día siguiente y descubrir que esos cuatro compañeros estaban
ausentes, ella no notó lo ocurrido, ¿verdad? Si su mano izquierda se
hubiese quedado convertida, ella seguramente lo habría notado. ¿Qué
quiere decir eso? Mira, cuando sus compañeros de clase fueron
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golpeados esa noche, su deseo se volvió realidad. La excentricidad se


unió al brazo izquierdo de la señorita durante la noche sin que se diera
cuenta, y del mismo modo se separó durante la noche. Se separó
quedándose con un poco de su alma equivalente a su deseo—y creció
desde la muñeca izquierda hasta el antebrazo. Apostaría mi alma por
ello.”

“…Espera, Oshino, eso significaría—”

Tenía sentido.

Pero su argumento sugería…

“Tu pensamiento inicial fue correcto, Araragi. Llegaste a la


respuesta correcta por primera vez. ¿No te lo dije? Hoy tuviste la
razón. No había necesidad de complicarse la vida, simplemente
debías hacer uso de tu sentido común y pensar. Eres demasiado tonto
por creer las excusas de tu asaltante. Jamás llegarías a un jurado,
Araragi. Tú le robaste a su idol. Difícilmente sería raro que ella se
sintiera celosa hasta el punto de querer asesinarte. No hay manera en
que las propias intenciones de la señorita no tuvieran cabida en esto,
todo fue exactamente su intención. Después de todo, las manos
izquierdas no tienen intenciones.”

Dijo Oshino.

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Bakemonogatari Vol. 02

008

El Rainy Devil es aparentemente un demonio muy violento—no


hay nada que ame más que la malicia humana y la hostilidad,
venganza y disgusto, celos y envidia, emociones negativas en general.
Ve la oscuridad de las personas, las provoca, las hace salir a la luz, y
las hace reales. Escucha los deseos de las personas por rencor y los
concede por rencor. El contrato en sí mismo—envuelve conceder tres
deseos a cambio de un alma humana. Se dice que una vez los tres
deseos sean concedidos—se queda con la vida de la persona y su
cuerpo. En otras palabras, él o ella se convierten en el demonio al
final. Esa era su naturaleza. Así que si Kanbaru hubiera pedido el
deseo de resolver el secreto de Senjougahara al descubrirlo hace
alrededor de un año, probablemente no habría sido concedido. El
Rainy Devil solo puede conceder deseos violentos y negativos.

El demonio lee la otra cara del deseo.

Siempre hay algo—detrás.

Ella quería volverse más rápida porque odiaba a sus compañeros.

Ella quería estar al lado de Senjougahara—porque odiaba a Araragi


Koyomi.

Sí, lee el trasfondo.

Sí, ve el trasfondo.

El demonio ve nuestros deseos inconscientes.

El demonio—ve a través de nosotros.

Ella puede no haber lamentado alejarse—pero resentía a cualquiera


que se atreviera a meterse en esa posición. Si alguien pudo, ¿por qué
ella no?

Por qué no pude ser yo.

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Bakemonogatari Vol. 02

El Rainy Devil.

Un demonio del cual se cuenta en Europa desde hace mucho


tiempo.

A menudo se describe como un mono usando un impermeable.

En ese sentido, puede ser correcto llamar a aquella mano izquierda


una pata de mono—pero en ambos casos, su primer y segundo deseo
habían sido deseos del subconsciente de Kanbaru, claros pero ocultos.

Contra sus compañeros de clase que la molestaban.

Y contra mí.

Sus compañeros en primaria habían terminado solo lastimados,


mientras que yo fui casi asesinado… ¿Fue eso por la diferencia en sus
sentimientos, por el volumen de sus emociones negativas? Lo que yo
había propuesto sobre la maduración de Kanbaru como atleta debe
haber tenido algo que ver también, pero había un gran factor
psicológico además.

Bueno, como sea. Oshino tenía razón.

Quizás no lo pensé lo suficiente.

Si Kanbaru realmente le había deseado al Rainy Devil el estar al


lado de Senjougahara, no tenía sentido que ella se preocupara tanto
por mi seguridad—dado su episodio en la primaria, su violenta mano
izquierda intentaría eliminar a Araragi Koyomi, pero ¿cómo podría
haber sabido Kanbaru, desde su posición, eso con seguridad?
Precisamente cómo su mano izquierda concedería su deseo, en qué
manera inintencionada lo concedería, debería ser opaco para ella.

Pero inconscientemente supo lo que inconscientemente deseó.

Ella sabía que yo estaba en peligro.


Si el monstruo en impermeable no aparecía ante mi tan pronto
como la excentricidad se mezclaba con su mano izquierda, era porque

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Bakemonogatari Vol. 02

Kanbaru intentaba controlar el impulso, eso de acuerdo a Oshino. Ella


estaba al filo, en conflicto, luchando.

“Esforzaste para volverte más rápida es como la excusa definitiva.


La pata no hacía nada porque ella hizo su propio deseo realidad—que
obviamente ridícula idea. La señorita misma debe haberlo creído,
debe haberlo querido creer, y eso no estuvo mal, pero el deseo que el
Rainy Devil violentamente cumplió fue el reverso y no el anverso. Sin
embargo, su actitud de siempre haber podido arreglárselas por su
cuenta tuvo un buen efecto esta vez…y aunque la excentricidad se
unió a su brazo, ella fue capaz de suprimirla. Cuando lo vez de esa
forma, las excentricidades como esta son realmente como objetos. La
actitud del portador es un factor…pero hablando de manera realista,
en este caso no es más que un brazo, así que el Rainy Devil debe haber
sido incapaz de ejercer mucho de su poder, sin importar que fuera un
demonio. No pudo sonsacarle a ella una subconsciencia
sufrientemente fuerte para sobrepasar su consciencia. En otras
palabras, su mano izquierda no se activaba mientras ella se preocupara
por tu bienestar. Todas las veces que te siguió desde hace cuatro días
tuvieron exactamente el efecto deseado, aunque puede no haber sido
intención de la señorita, ya que todo esto ocurrió en un estado
subconsciente. Pero—ayer, ¿verdad? Ella supo que tú y la querida
señorita tsundere se encontrarían los dos solos para una sesión de
estudio. Hasta entonces, ustedes dos saliendo solo era un rumor,
puede haber sido mentira, pero ahí fue cuando, que pena, la señorita
descubrió la verdad. Y—no pudo aguantarlo más. Es exactamente
como supusiste, Araragi.”

El demonio encontró una abertura y se metió en su corazón.

Oshino no lo dijo de esa forma, por supuesto.

Él absolutamente odiaba ese tipo de debilidad malcriada.

Pero—

Fueron celos, desde principio a fin—y Kanbaru había estado


diciéndolo.

Ella había estado diciéndolo.


Mono Suruga Página 182
Bakemonogatari Vol. 02

“Mm, eso debería ser suficiente,” le dije a Shinobu.

Había hecho que ella chupara mi sangre hasta casi el límite,


teniéndola apretada en mis brazos, y ahora toqué dos veces su
pequeño cuello. Shinobu gentilmente removió sus colmillos de los
dos agujeros en mi cuello—y lamió las pocas gotas de sangre que
salieron en el proceso. Quizás necesitaba comenzar a preguntarme si
yo abrazando a Shinobu caía dentro de la definición de infidelidad de
Senjougahara, pero ya que esta era la única manera en que esta tarea
podía ser llevada a cabo, tendría que rogarle dejarlo pasar. A
diferencia de las vacaciones de primavera, la figura de Shinobu era
ahora diminuta e indefensa, y abrazarla se sentía como abrazar niebla,
había muy poco en mis manos.

“…Oops.”

Me levanté de mi posición en el suelo—y me sentí un poco


mareado. Era natural, por supuesto, casi siempre me sentía anémico
justo después de que me chuparan la sangre—y esta vez,
especialmente, le había dado un montón.

Casi cinco veces más de lo normal.

Salté un poco.

Mis sentidos y sensación corporal no se sentían muy diferentes a lo


usual… Todas mis estadísticas habían aumentado de golpe, así que
no era fácil discernir exactamente cómo se comparaba el yo de ahora
con el yo en ‘mi estado normal’.

Shinobu ya se encontraba de nuevo sentada en el piso.

Sentada allí…con ambos brazos alrededor de sus piernas como si


intentase confirmar su propia presencia.

Ella ni siquiera volteó en mi dirección.

“……”

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Bakemonogatari Vol. 02

Una buena y amable persona, eh…

Podía insistir que yo no era ni una ni la otra todo lo que quisiera,


pero cuando se hablaba en serio, la victima primordial era aún esta
vampiresa rubia… Supongo que no puedo culpar a Oshino por sus
cortantes comentarios.

Olvídense de mí. En cuanto a Shinobu…

Toqué su casco con goggles y moví su cabeza de derecha a


izquierda. Por un rato ella me ignoró y no mostró reacción alguna,
pero debe haberse vuelto legítimamente molesto ya que quitó mi
mano por la fuerza.

Sí.

Satisfecho por ahora, hice como Oshino había propuesto y dejé el


lugar sin mediar palabras, girándome y usando las escaleras para bajar
al tercer piso desde el rellano. La próxima vez le traeré un regalo,
quizás donas o algo así. Pensé mientras pasaba el tercer piso y me
dirigía al segundo.

Frente a mí, frente a la puerta del lado opuesto del pasillo—


esperaba Oshino Meme, sus brazos cruzados, espalda contra la pared,
casualmente colgando uno de sus pies en el aire.

“Oye. Me dejaste esperando bastante tiempo, Araragi. Parece que


te llevó más de lo esperado.”

“Sep. Fue difícil saber cuándo detenerme. Puede no haber sido


suficiente…pero es mejor que dejarla exagerar. Mejor tanto para mí
como para Shinobu.”

“Hmm. Supongo que eso es verdad, pero no necesitas ser tan atento
con la pequeña Shinobu. Ya que su existencia está atada a mi nombre,
nada extremo ocurrirá. Nombrar es equivalente a Domar. Me
preocupa más que muera de hambre. Vas a luchar contra un demonio
en unos momentos, Araragi, no puedes permitirte tales
preocupaciones, ¿no crees? No querrás terminar siendo el bufón de la
historia. Perder los estribos tampoco te dará las de ganar en este
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Bakemonogatari Vol. 02

enfrentamiento, ¿entiendes? Incluso si tu oponente no es más que un


brazo izquierdo.”

…Nuestra contramedida para el Rainy Devil.

Un auténtico exorcismo es un tema serio que toma mucho tiempo


y dedicación, y a pesar del bajo rango del Rainy Devil, no sería pan
comido ni siquiera para Oshino. Puesto que esas fueron sus palabras,
me hizo dudar un poco—pero estaba convencido de que, por lo
menos, él no pretendía meterse en el caso esta vez.

A diferencia del caso de Senjougahara.

Podría decirse que el cangrejo de Senjougahara fue otro tipo de


excentricidad que concedía deseos—pero ese fue un dios, y este un
demonio. Incluso un amateur como yo podía sentir que no sería algo
tan simple esa vez.

Kanbaru, con “dios” en su nombre, y un demonio.

Más que una pista, era ironía pura y dura.

Pero—no teníamos tiempo o esfuerzos de sobra.

Si no nos apresurábamos, mi vida podría llegar a su fin esa misma


noche. Yo siendo asesinado, o el brazo izquierdo de Kanbaru siendo
cortado—desafortunadamente, no estaba tan harto de la vida como
para aceptar la primera solución a la historia. Pero cortar el brazo
izquierdo de Kanbaru estaba fuera de discusión.

Lo que nos dejó con la opción tres.

“El contrato…” dije. “Bueno, espero que eso sea todo lo necesario
para que el demonio regrese a su mundo demoniaco o espiritual o lo
que sea.”

“El demoniaco y el espiritual no son mundos diferentes, ambos se


refieren a ‘aquí’—pero hablar de cosas complicadas se sentirá como
una discusión que ya tuvimos antes, así que quizás para la próxima.
Funcionará, eso al menos puedo garantizar, Araragi. Si el contrato no
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Bakemonogatari Vol. 02

puede ser cumplido—se anula. No lo llamaré un ‘periodo de


enfriamiento’, pero el deseo de la señorita también será propiamente
invalidado. El pobrecillo e incompetente demonio que no pudo
mantener su palabra se escabullirá fuera de aquí.”

El demonio se escabullirá fuera de aquí.

Si no puede cumplir el contrato.

“En otras palabras—Si el demonio no puede matarme.”

“Hyup.” Oshino rio. “Haberle dado a Shinobu tanta sangre como


fuese posible no hará gran diferencia… Suponiendo que tengas una
décima parte del poder que manifestaste durante las vacaciones de
primavera, cuando de verdad eras un vampiro, aun estarías
sobreestimando tus capacidades.”

“…Esa es una fracción muy desalentadora.”

“Pero estarás enfrentando solo la mano izquierda del Rainy


Devil—no tendrías oportunidad contra el demonio entero, pero con el
‘peso muerto’ de un ser humano, diría que tienes diez o doce o catorce
a una oportunidad de ganar,” Oshino aseguró de manera ambigua.

El Rainy Devil es un tipo completamente diferente de excentricidad


comparado a la Pata de Mono—la única característica que ambos
tienen en común es que conceden deseos, y el demonio, como pueden
ver por su asociación al impermeable, tiene un grupo completo de
partes corporales (como definas ‘cuerpo’ es relevante, pero dejemos
eso de lado). Sin embargo, solo enfrentaría su mano izquierda—y
había estado momificada, probablemente gracias a un confiable sello,
de acuerdo a Oshino.

“El linaje de la madre de la señorita parece haber sido el


problema— ¿quizás también fue por eso que sus padres terminaron
fugándose? Bueno, no planeo exponer o meter mis narices en la
situación familiar de un extraño con nada más que una suposición
improvisada. Un demonio momificado es en realidad un gran logro,
aunque he escuchado también de sirenas momificadas y demás. Hm,

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Bakemonogatari Vol. 02

personalmente, si cuando la señorita obtuvo la mano esta solo llegaba


a la muñeca, me da curiosidad lo que ocurrió con las partes restantes.”

Madre…

Senjougahara Hitagi, Hachikuji Mayoi.

Ambas excentricidades—se relacionaban a sus madres.

Kanbaru Suruga continuaba con esa moda, entonces.

Aparentemente, así como su padre, su madre fue desheredada por


sus padres luego de fugarse y Kanbaru estaba completamente
separada de ese lado de su familia, así que no parecía haber esperanza
de descubrir más cosas…

“Por cierto,” pregunté, “¿qué tal si ese Rainy Devil tuviera todas
sus partes corporales? ¿Podría esa cosa ganarle a Shinobu en su mejor
condición?”

“Ni de lejos. Es un enemigo de bajo nivel al fin y al cabo, no es una


amenaza para un vampiro real. Ni siquiera tratamos con el mismísimo
Mefistófeles, así que no tomaría más de un par de segundos. Ella
pulverizaría cada una de sus extremidades, chuparía cada uno de sus
fluidos corporales, y eso sería todo. ¿Has olvidado que nuestra
pequeña Shinobu solía ser una terrorífica y legendaria vampiresa? Por
supuesto que el demonio no sería un peligro para ella. Dado el rango
del Rainy Devil, diría que incluso el gato lujurioso de nuestra querida
señorita presidenta de clase era más fuerte que el demonio. Oh, pero
no intentes hacer ayudar a Shinobu, ¿bien? Eso podría llevarnos a
derrotar a la cosa, pero de verdad tendríamos que cortarle el brazo a
la señorita. Tú, que tú mismo la derrotes—ese es el punto de esto.”

“El Rainy Devil posee el cuerpo de la persona al conceder sus


deseos, ¿verdad? Cada vez que concede uno, te vuelves más cercano
al demonio… La mano momificada debe haber crecido de la muñeca
al codo porque concedió el primer deseo de Kanbaru, ¿pero entonces
qué, Oshino? Si su segundo deseo, su odio asesino por mí, y algún
tercer deseo fueran concedidos, ¿qué le pasaría a ella? A este paso,

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Bakemonogatari Vol. 02

¿quedarse con su cuerpo no significaría solo crecer hasta su hombro


o cerca de ahí?”

“Solo puedo responder a tu pregunta como un burócrata: no hay


precedentes a los cuales referirse. Pero considerando el ratio de
crecimiento, parece razonable presumir que, como tú dijiste, solo
llegará a su hombro incluso si se queda con su cuerpo. Aun así,
Araragi, eso no cambia nada. Usurpar hasta tu hombro es lo mismo
que usurpar todo. Es como una compañía negociada públicamente a
la que le quitan el treinta por ciento de acciones.”

“…Supongo.”

“Su alma seria extraída en todo caso, y ella sería un cascaron vacío.
Oh, yo te guardaré cualquier cosa de valor que tengas y tu maletín,
Araragi. Sería difícil maniobrar cargando esas cosas.”

“Oh, sí… Gracias. Te las encargo entonces”

Saqué mi teléfono celular y llaves de casa de mi bolsillo trasero y


del bolsillo de mi chaqueta, los lancé dentro de mi maletín, y se lo
entregué a Oshino. Bien, dijo él, lanzándolo por sobre su nombro.

“Pero Araragi— ¿puedo preguntarte algo?”

“¿Qué pasa?”

“¿Por qué ayudar a alguien que intentó matarte? Puede haber sido
subconscientemente, el otro lado de su deseo—pero la señorita te
odiaba. Ella te veía como su odiado rival amoroso.” Sus burlas de
siempre—no parecían ser. “Para comenzar, ¿por qué decidiste
escuchar a la señorita cuando supiste que ella era la del impermeable?
Normalmente a ese punto, no habría necesidad de preguntas o
respuestas—debiste haberte saltado todo y venido directo a mí.”

“…Todos tienen a alguien a quien odian. Es parte de vivir. No me


interesa ser asesinado, pero si Kanbaru hacia esto porque extrañaba a
Senjougahara—”

Para cada excentricidad, existe una razón.


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Si esta era su razón—

“—Puedo perdonarla.”

Si como dijo Oshino yo tenía la razón desde el principio, entonces


nada había cambiado. Simplemente yo había regresado al principio, y
Patas de Mono o Rainy Devils no tenían nada que ver. Cierto, no me
había imaginado que ella me veía como su rival amoroso, pero incluso
así.

Cálculos turbios.

Persistencia Deshonesta.

Quizás yo era una buena y amable persona, pero no era


exactamente una persona pura y virtuosa como Hanekawa.

Hanekawa Tsubasa.

La chica con el par de alas disparejas.

…Si de alguien sentía celos, era de ella.

Yo realmente—sentía envidia.

“Oh. Bueno, si eso es lo que has decidido, Araragi, bien por mí. Por
mi parte está bien y no es de mi incumbencia. En ese caso, ve allá y
ayuda a la señorita. Deberé advertirte, una vez entres, no habrá vuelta
atrás hasta que se acabe todo. La puerta no se abrirá desde adentro
bajo ninguna circunstancia. Prepárate porque escapar no es una
opción. Piensa bien sobre las vacaciones de primavera y sus
situaciones donde no hubo vuelta atrás, y prepárate, ¿entendido? …Y
por supuesto, sin importar lo que pase, ni la pequeña Shinobu ni yo
iremos a tu rescate. No olvides que soy un exorbitante pacifista e
inoportuno humanitario. Regresaré a dormir al cuarto piso una vez
que te vea entrar al salón, así que el resto queda en tus manos. No
necesitas despedirte cuando te vayas, ni tu ni la señorita. La pequeña
Shinobu también estará dormida para entonces, así que váyanse
cuando terminen.”
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“…Disculpa por las molestias.”

“Ni lo menciones.”

Oshino se movió de su lugar en la pared y abrió la puerta.

Entré sin dudarlo.

Tan pronto como lo hice, Oshino cerró la puerta.

No puedo irme ahora.

Un salón localizado en la parte trasera del segundo piso—estaba


construido exactamente del mismo modo que el salón del cuarto piso
pero este era el único en todas las ruinas cuyas ventanas estaban
selladas. Eso no quiere decir que no había trozos de vidrio por todo el
piso aquí también. Numerosas placas de madera gruesa estaban
clavadas en las ventanas vacías como solían hacer las personas
cuando llegaban los huracanes. Tantas tablas que te hacia preguntarte
por qué. Una vez se cerró la puerta, ni un rayo de luz brilló dentro—
ya era media noche, pero ni siquiera la luz de las estrellas podía verse.

Estaba oscuro por completo.

Pero yo—podía ver.

Gracias a haberle dado bastante sangre a Shinobu, podía ver en la


oscuridad. De hecho, en mi estado actual, podía ver mejor si estaba
en la oscuridad—y lentamente vi mis alrededores.

Lo encontré en poco tiempo.

Estaba ahí, parado en el no tan grande salón—

El Impermeable.

“…Oye.” Llamé, pero no hubo respuesta.

Parecía que ella ya estaba—en trance.


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El cuerpo era de Kanbaru Suruga—pero su brazo izquierdo, y por


ahora también su alma, eran del Rainy Devil… Si te preguntas por el
impermeable, Kanbaru corrió a comprar uno de la tienda general más
cercana mientras yo hacía que Shinobu chupara mi sangre. Podrías
decir que el impermeable no era una necesidad, o que al menos era
opcional, un accesorio no-esencial, pero servía un propósito
ceremonial para crear el ambiente y escena.

Los escritorios y sillas en el salón eran una molestia y habían sido


removidos—así que solo Kanbaru se paraba ahí. El brazo izquierdo
del Rainy Devil y una inhumana burla de vampiro.

Dos seres que por poco y no lo eran. Parecía una pelea justa.

No—en realidad, no podía dejar que esto se volviera una pelea


justa.

Tenía que abrumar al demonio.

De igual modo que anoche, bajo la capucha del impermeable


acechaba una profunda fosa, y no podía distinguir lo que había ahí,
mucho menos distinguir expresión alguna—

“………”

La contramedida más estándar para una excentricidad que concede


deseos, como el Rainy Devil o la Pata de Mono, es desear algo que no
pueda conceder.

Un deseo demasiado grande.

O un deseo contradictorio.

Un deseo que sea completamente imposible.

Un deseo que dejaría al objeto sin escapatoria, entre la espada y la


pared.

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Como una cubeta sin fondo, como Oshino dijo. Eso te permite
espantar a la excentricidad, ver más allá de la excentricidad—o al
menos eso dijo él.

Pero Kanbaru ya había hecho su deseo en este caso—


Ella quería estar al lado de Senjougahara. Y para eso—Araragi
Koyomi era un estorbo. Ella odiaba a Araragi Koyomi, y quería matar
a Araragi Koyomi, ella terminó deseando inconscientemente.

El Rainy Devil intentaba responder a ese deseo.

Un deseo no puede ser cancelado.

Dado que ella lo había pensado, siquiera por un segundo, ya era


muy tarde.

En cual caso, la lógica necesitaba ponerse de cabeza.

El deseo debe volverse imposible.

Araragi Koyomi deberá ser una entidad que no pueda ser


asesinada por un Rainy Devil—

“Supongo que este es uno de esos casos de resolver tus problemas


jugando con las palabras— supongo que esto se inclina un poco al
lado sofistico, como si estuviéramos moldeando las reglas a nuestro
antojo, pero bueno, si funciona entonces… ¡Oops!”

No sé cuál fue el detonante—pero el Impermeable repentinamente


saltó en mi dirección. El golpe de Kanbaru Suruga al saltar—
amplificado por la intensidad de su odio. Normalmente, la velocidad
habría desafiado a mis ojos como anoche—pero ahora las cosas eran
diferentes.

Podía ver bien.

Y también reaccionar—

“Espera, ¡c-cielos!”

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Bakemonogatari Vol. 02

Con un movimiento centrifugo de mi torso, esquivé el puño


izquierdo del Impermeable— Eso estuvo demasiado cerca.
Completando el giro, me alejé— Fue lamentable, pero necesitaba
recuperar mi postura.

¿Qué estaba pasando?

Su velocidad era aún mayor que la noche pasada—no, mis ojos


aún se estaban ajustando, eso era todo. Como sea, si evadía los ataques
de la mano izquierda del Impermeable y esperaba por una abertura, y
entonces me dirigía al “peso muerto” que era el cuerpo de Kanbaru,
lo atrapaba, y lo sometía—

“¡………Kk!”

Esa cosa ya estaba—frente a mí.

Ridículo, no esperaba poder abrumar en velocidad al Impermeable,


pero al menos la mía debería de estar aumentada comparada a la de
anoche gracias a Shinobu, y sin embargo, así de fácil—el
Impermeable blandió su puño izquierdo en mi dirección. No podía
esquivar hacia la izquierda, necesitaba ponerme a su lado derecho de
alguna forma, fuera de su—

El descubierto, oscuro y peludo brazo rozó mi mejilla y falló su


objetivo. Sentí como si las ráfagas de viento creadas estuvieran
haciendo pedazos mi cuerpo—pero aun así pateé el flanco descubierto
del Impermeable.

¡…Lo siento, Kanbaru!

Me disculpé en mi mente.

Como era de esperarse, aparte de su mano izquierda el


Impermeable era más o menos normal— Su cuerpo voló en línea recta
en la dirección descrita por mi patada, perdió su balance, y cayó sobre
el piso de linóleo a cuatro patas.

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Bakemonogatari Vol. 02

Sin duda, controlar solo el brazo izquierdo era una desventaja para
el Impermeable. Estaba horriblemente desbalanceado y era obvio que
el resto del ‘paquete’ no estaba a la altura.

Pero entonces, ¿qué fue esa velocidad? ¿El Impermeable se había


contenido la noche pasada? ¿Se volvió más rápido en respuesta a la
mejora de mis habilidades? Pero, ¿qué necesidad había para que una
excentricidad se contuviera?

No lo entendía.

Seguía sin entenderlo—mientras el Impermeable se levantaba.

Hmm… Incluso ignorando el hecho de que el cuerpo era el de


Kanbaru, no pude forzarme patear a un oponente que ya estaba en el
suelo…

Sabía que debía hacerlo, pero dudaba, a pesar de que no podía


permitirme dudar en este caso.

Una buena y amable persona.

Ugh, odiaba esa etiqueta.

Que agradable que tu falta de personalidad este desapareciendo.

En línea recta, el puño izquierdo del Impermeable golpeó contra mi


hombro derecho—esa catapulta me golpeó. Debe haber apuntado a
mi línea media, pero fui capaz de esquivar eso…pero no por
completo. No pude lograrlo por completo—Fue demasiado rápido.
Me precipité alrededor de diez pies… Con mi sentido del equilibro,
di una vuelta en el aire y caí sobre mis pies. La mano izquierda del
Impermeable había vuelto mi bicicleta un pedazo de papel arrugado y
había demolido una pared de concreto, pero a diferencia de ayer, mi
cuerpo no voló una absurda distancia ni fue destrozado. Sufrí algo de
daño, por supuesto, pero no al punto de no poder moverme. Mi
hombro se dislocó y probablemente fracturó, pero no era nada que mi
regeneración vampírica no pudiera curar de inmediato. El agudo dolor
se fue en un instante. Si algo se sentía nostálgico, era esto. Oh, no

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puedo esperar para que salga el sol… ¿Qué tan mal iba a quemarme
cuando saliera?

Pero no tenía tiempo para estar pensando en eso. Porque el


Impermeable continuó desde donde caí—siguió continuando. El
Impermeable no conocía duda. Si puño izquierdo ahora fue por mi
cabeza. El puño me atrapó directo en la cara con los ojos aun tratando
de ajustarse. Pude escuchar mi nariz romperse. Eso fue en mi estado
actual, lo cual significaba que una cabeza humana normal habría
volado en pedazos; la fuerza destructiva era aterradora de imaginar.
Patéticamente me arrastré para poner algo de distancia entre el
Impermeable y yo, y mientras lo hacia mi nariz rota se curó. Odiaba
la sensación. Era como si me hubiese vuelto una ameba o algo así. Y
esto era solo un décimo—mis vacaciones de primavera habían sido
un infierno.

Fui capaz de esquivar su siguiente ataque.

Pero el siguiente me cortó.

“¡……Maldición!”

¿Por qué?

¿Por qué no pude esquivar ambos?

A pesar de que los golpes en sí mismos describían eficientes líneas


rectas, el movimiento general de ataque del Impermeable, meramente
lanzar su puño izquierdo con tal fuerza bruta que casi me hacía esperar
que se desprendiera de su hombro como el ataque de puño cohete de
algún robot de anime, era crudo—no telegrafiaba sus movimientos,
pero eso era todo, y yo debería haber sido capaz de verlos venir,
¿entonces por qué no pude? ¿Por qué no pude esquivar? Claramente
esa cosa era más rápida que la noche pasada. No tanto en cuanto a su
poder… podía aguantarle uno o dos, no, unas cuentas docenas de
golpes limpios y aun ser capaz de continuar con mi complexión
actual, ¿entonces por qué solo su velocidad era tan abrumadora?

Algo no era igual a ayer…

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Bakemonogatari Vol. 02

El Impermeable…

Su descubierto brazo izquierdo, su bestial mano.

…Su brazo derecho también estaba descubierto, pero del mismo


modo que lo que sea que estuviera bajo la capucha, tenía aires de fosa
profunda que podías ver y al mismo tiempo no podías—espera, no.
Eso era lo que había cambiado. El Impermeable había estado usando
guantes de goma ayer—ninguno de sus brazos estaba expuesto. ¿Y
eso qué? Usar guantes de goma no debería haberle mermado la
velocidad.

Y entonces me di cuenta.

Noté mi error.

No eran los guantos de goma— ¡eran las botas de goma!

Kanbaru había solo comprado un impermeable de la tienda


general… Ella no había traído guantes ni botas de goma—no porque
decidimos que el ambiente no requería de todo el vestuario, sino
simplemente no se nos ocurrió. No sé cómo es descrito el Rainy Devil
original, pero el impermeable había sido suficiente pista para Oshino.
Si simplemente un impermeable era suficiente para expresar a la
excentricidad y su carácter, entonces Kanbaru y yo no nos habíamos
equivocado exactamente.

Pero—Si el impermeable no tenía botas de goma, entonces eso


significaba que tenía puestos tenis. Una mirada fue lo único que
necesité para confirmar ese hecho. Sus pies no estaban descalzos solo
porque sus manos lo estaban. El Impermeable aun tenía puestos los
zapatos que Kanbaru traía.

Los inequívocamente caros tenis.

Comparados a botas de goma—los tenis permitían moverse a una


definición diferente de velocidad.

Especialmente si eras una atleta del calibre de Kanbaru Suruga.

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“…Cielo santo.”

Poner grilletes o atar los pies de Kanbaru o pegarle cualquier tipo


de peso extra a su cuerpo habría estado fuera de discusión dada
nuestra estrategia, dado nuestro objetivo—pero un simple par de botas
de goma eran ciertamente una desventaja factible… ¿Por qué
habíamos creado condiciones en donde el Impermeable podía hacer
uso de su fuerza completa sin restricciones? El cuerpo de Kanbaru
Suruga se supone serviría como peso muerto, serviría para retrasar no
sus pies sino su mano izquierda, ¡pero en su lugar ella actuaba solo
como un ligero agregado a ese brazo!

Urk…

No podía creer lo malo que se me daba cerrar este caso…

Solamente evadir ya no era una opción. Ya que mi cuerpo no iba a


acumular daño, no terminaría picoteado hasta la muerte como en un
juego de peleas siempre y cuando me las arreglara para esquivar la
mayoría de sus ataques, pero eso no completaría la tarea de lograr una
victoria abrumadora. No parecía ser problema de mis ojos
ajustándose a la oscuridad. Necesitaba enfrentar los ataques del
Impermeable incluso si ambos terminábamos en el suelo como
resultado. Bajé mis caderas y estiré mis manos hacia adelante como
un portero preparándose para un penal— ¿o quizás la analogía
apropiada sería que me veía como un defensa de basquetbol marcando
a un contrincante?

Sin embargo, otro golpe como una catapulta, una clara violación de
las reglas del basquetbol (¿cómo se le llamaría a esa violación?), se
disparó hacia la base de mi cuello, e intenté detenerlo con ambas
manos, mi mano derecha tocando el puño del Impermeable, mi mano
izquierda tomando su muñeca, y el resto de mi cuerpo enrollándose
alrededor de su brazo izquierdo—pero no lo hice a tiempo. No, de
hecho, mi mano derecha e izquierda llegaron a tiempo, pero no pude
detener la catapulta. Sentí los huesos de mis dedos romperse, luego el
puño izquierdo golpeando mi clavícula. Mi cuerpo dio tumbos hacia
atrás, pero de alguna manera me puse firme dando un paso atrás— No
había detenido el golpe pero al menos reduje su fuerza antes de que
alcanzara mi torso.
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Antes de que el Impermeable pudiera retraer su puño, usé ambas


manos, sus dedos ya curados, para tomar su brazo izquierdo—
finalmente logrando mi meta inicial de detener sus movimientos. Al
menos, había logrado agarrar al Impermeable. Muy bien, y ahora—

“¡Lo siento, Kanbaru!”

Disculpándome en voz alta esta vez, y sujetando su brazo izquierdo


con ambas manos al mismo tiempo que el Impermeable luchaba para
liberarse, ataqué sus piernas, estomago, y pecho con tres patadas
sucesivas. Era un ataque imposible para cualquier humano normal
dada la forma en que estamos construidos. A diferencia del
Impermeable, quien solo podía atacar con su puño izquierdo, yo podía
usar mis cuatro extremidades y tenía que hacer uso completo de mi
ventaja.

El brazo izquierdo del Impermeable se agitaba como loco.

Estaba vulnerable.

Oshino tenía razón, yo probablemente no tuviera oportunidad


contra un Rainy Devil completo en mi estado, pero podía abrumarlo
si le negaba el uso de su brazo izquierdo—si podía negarle el daño de
su puño, podía curarme instantáneamente siempre y cuando no
recibiera múltiples golpes seguidos, lo cual significaba que la mayor
amenaza era la fuerza aumentada en las piernas de Kanbaru, y aquello
de los tenis fue sin duda inesperado, pero habiéndolo atrapado así—
todo lo que debía hacer era patear al Rainy Devil hasta someterlo. Si
esa cosa no iba a gritar me rindo, entonces lo haría hasta que perdiera
el conocimiento. Era casi como una tortura, el justo equivalente de
Suruga-toi, así que no se sentía bien, pero no íbamos a arrancar el
brazo izquierdo de Kanbaru, y ciertamente no íbamos a acabar con su
vida, así que mi única elección era continuar atacando e infligiendo
dolor hasta que el demonio dejara su cuerpo—

Las piernas del Impermeable cedieron.

Mis constantes patadas bajas finalmente estaban dando sus


frutos—o eso pensé, pero no fue el caso. La pierna que yo—no, que
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esa cosa tiró fuera de balance formó un arco hacia mi quijada usando
la ruta más corta y rápida posible. No su brazo izquierdo, sino su
pierna izquierda—la larga pierna de Kanbaru continuo su camino
pasando el resto de mi cuerpo y terminando en una patada circular
directo a mi sien. La fuerza del golpe fue por supuesto nada
comparada a la de su brazo izquierdo, pero era aún la fuerza explosiva
de Kanbaru convertida en un ataque, además que me había tomado
con la guardia hasta abajo.

Mi cerebro fue sacudido y mi visión se oscureció por un momento.


Dañar los órganos sensoriales de un vampiro (de a mentiras) era
definitivamente efectivo—esa era una lección importante que había
aprendido durante las vacaciones de primavera.

Debía dejar ir el brazo izquierdo del Impermeable.

Para defenderme contra la patada que seguía.

Puse mis manos como una cruz frente a mi y tomé el golpe; y


aunque inferior a la catapulta de mano izquierda—el impacto revolvió
mis pensamientos debido a lo inexplicable del mismo.

¿Esa cosa podía usar más que su brazo izquierdo?

¿Oshino no lo había llamado “peso muerto”?

“¿…Acaso esto significa lo que creo que significa?”

Solo podía pensar en una posible respuesta.

Si la fuente de energía del Rainy Devil era la negatividad humana,


entonces esa cosa se estaba alimentando de los celos que Kanbaru
Suruga sentía hacia mí— Si su puño izquierdo era una catapulta,
entonces el cuerpo de Kanbaru era un portaaviones completo. Sus
intensas pasiones, sus inflamadas emociones crearon el flujo de gran
presión concentrado en sus músculos. Es por eso que su cuerpo no
retrasaba al brazo izquierdo como si fuera peso muerto—bueno,
quizás así sería bajo circunstancias normales pero, ¿no tendría que
estar ella poco dispuesta a montar defensa cuando el Rainy Devil
estuviera en problemas?
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No, eso era sofistería.

Si mis palabras fueron que perdonaba a Kanbaru, no debo recurrir


a argumentos que evadan la verdad—no era justo describirlo como
algún tipo de reflejo, como algún tipo de corriente eléctrica
sacudiendo la pata de una rana.

En otras palabras.

La pierna de Kanbaru se movió por voluntad propia.

La voluntad de Kanbaru Suruga formaba parte de esto.

Inconscientemente, Kanbaru—se rehusaba.

A perder su brazo izquierdo de Rainy Devil

A dejar ir su segundo deseo sin ser cumplido.

A dejarme vivir.

Ella no iba a rendirse—con Senjougahara.

“…Persistencia deshonesta.”

Entiendo cómo te sientes.

Tanto así que duele

Tanto así que me duele.

Porque—yo también perdí algo, también me deshice de algo.

Porque jamás seré capaz de recuperarlo.

Por alguna razón, el Impermeable se quedó quieto. Habiendo


estado enviando su puño tras de mí tan tenazmente en líneas rectas,
justo como un imán siendo atraído hacia un metal, ahora se paraba
quieto—casi como si estuviera desconcertado por algo.
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O quizás.

Como si dudara.

Los movimientos sin dudas del Impermeable—se habían detenido.

…Kanbaru Suruga.

La kouhai de Senjougahara Hitagi.

La estrella del basquetbol.

Por favor, córtalo—había dicho ella.

Justo después de que Oshino revelara la verdad, la verdad de que


su brazo izquierdo no era una Pata de Mono sino una Mano de
Demonio, la verdad de que sus deseos habían sido cumplidos justo
como ella lo había deseado, después de que la horrible verdad que no
necesitaba ser expuesta hubiese sido expuesta…ella había bajado la
mirada unos segundos, la había levantado con valentía, y vio a Oshino
y a mí al decirlo.

“No necesito esta mano izquierda.”

Por primera vez, su sonrisa desapareció.

En un tono plano, simple y sin emociones—extrañamente, con la


misma personalidad que la senpai que tanto adoraba tenía en esta
época.

“Por favor, córtalo. Quiero que lo cortes. Te lo ruego. Sé que es una


molestia, pero te lo ruego. No puedo cortarme mi propio brazo…”

“D-Detente.”

Me apresuré para empujar su brazo estirado de regreso a su cuerpo.


El pelo se sentía asqueroso al tacto. Era espeluznante.

Era aterrador.
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Bakemonogatari Vol. 02

“Deja de decir ridiculeces—Jamás podría hacer algo así. ¿Qué hay


del basquetbol?” pregunté.

“Es justo como Oshino-san dijo. Intenté matar a otro ser humano.
Creo que es justo.”

“N-No—en serio, Kanbaru, a mí ya no me importa—”

Ridículo, burlesco.

¿Cuán lejos del punto podía alejarme?

No se trataba sobre si a mí me importaba o no.

Es más, si yo la perdonara o no, no tenía nada que ver—la pregunta


era si Kanbaru Suruga podía perdonar a Kanbaru Suruga.

La chica que no quería lastimar a sus compañeros de clase y que


por eso continuó corriendo.

Quien suprimió y abrumó todas sus emociones negativas.

Ella que había sellado sus emociones.

Esa fuerza de voluntad—también la ataba.

La castigaba.

“C-Como sea,” dije, “de ningún modo vamos a cortarlo. No seas


ridícula ¿qué crees que piensas? Eres una idiota, una verdadera idiota.
Piensas las cosas de forma demasiado simple. ¿Cómo puedes tomarte
tal idea en serio?”

“Ah. Tienes razón, cortar mi propio brazo no es algo que imponerle


a otras personas. No es un favor que puedas cumplir solo porque
alguien te lo pidió, ¿no es así? Está bien, pensaré en algo yo misma.
Estoy segura que puedo lograrlo con la ayuda de un auto o un tren.”

“Eso—”
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¿Un auto o un tren?

Eso era casi un suicidio.

No era casi un suicidio—era un claro suicidio.

“Si ella quiere cortarlo, hay una buena manera, ¿no crees?”
interrumpió Oshino con un recordatorio. “¿Por qué no le dices,
Araragi? Que poco considerado de tu parte aun viéndola tan afligida.
Simplemente tienes que hacer que la pequeña Shinobu coopere. Un
corazón (Heart) bajo (Under) su espada (Blade)—con esa preciada
espada suya, seriamos capaces de cortar ese brazo izquierdo en tan
poco tiempo que la señorita no sentiría dolor. La espada de la pequeña
Shinobu puede no tener el filo que una vez tuvo, pero cortar un
delgado brazo sería pan comido, o como quitarle un dulce a un ni—”

“¡Cállate, Oshino! ¡Oye, Kanbaru! ¡Deja de atormentarte por esto!


No deberías sentirte culpable, ni un poco— ¡¿no es eso obvio?! Esto
es culpa de la Pata de Mono…digo, de la excentricidad llamada Rainy
Devil—”

“La excentricidad simplemente concedió su deseo, ¿no es así?”

Oshino no se callaba.

Elocuentemente, locuazmente, airó sus palabras.

“Solo le dio lo que quería, ¿no? ¿No pasó lo mismo con la señorita
tsundere? No es como lo que te ocurrió durante las vacaciones de
primavera, Araragi. No es como el caso de la pequeña Shinobu—
Araragi, tú no le pediste ningún deseo a la excentricidad.”

“……”

“Y por eso—tú no entiendes como se siente ella. No entiendes su


remordimiento, ni sus lamentos. Ni en lo más mínimo,” me dijo. “Por
cierto, en ‘La Pata de Mono’ original, después de que su primer y
segundo deseo fueran cumplidos, el tercer deseo de la primer persona

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Bakemonogatari Vol. 02

fue morir. No pienso que necesite explicar el significado de eso,


¿verdad?”

“Oshino—”

Lo que dijo era cierto.

Pero, Oshino, te equivocas.

Viendo al Impermeable—inmóvil como si estuviéramos en tiempo


muerto, me tomé mi tiempo recordando.

Porque en realidad lo entiendo.

Tanto que duele, tanto que mi herido corazón duele.

Los sentimientos de Senjougahara Hitagi.

Y también los de Kanbaru Suruga, ¿bien?

No, quizás no lo entiendo después de todo.

Quizás no sea más que una noción engreída y equivocada.

Pero—

Todos cargamos el mismo dolor.

Lo compartimos.

¿Quién dice que no usarás un objeto concede deseos que se


presente ante ti? Como en mis vacaciones de primavera, aunque puede
que aquello no haya sido premeditado. Incluso la pura y virtuosa
Hanekawa fue embrujada por un gato debido a una mínima discordia
y torsión—

En su base, mi relación con Shinobu no era diferente de la relación


de Senjougahara con el cangrejo, o de Kanbaru con el demonio.

“No me importa, Araragi,” dijo ella.


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“Bueno, a mi sí— ¿cómo podría no importarme? ¿Qué crees que


dices? ¿Y qué hay de Senjougahara? Quería que tú y ella—”

“Ya no más. Y sobre ella también, ya no más.” Sus palabras deben


haber literalmente dolido. “Está bien. Me rendiré.”

De ninguna manera.

Rendirse no está bien.

Has que tus propios deseos se vuelvan realidad—es por eso que tu
madre te dio ese demonio momificado. No puede haber sido porque
ella quería que te rindieras con tus sueños—

Así que por favor no pongas esa cara.

Deja de verte como una fosa profunda y has que tu rostro normal
regrese.

No es posible que te quieras rendir teniendo ese rostro al borde de


las lágrimas.

Un ‘demonio lluvioso’—y un ‘demonio lloroso’.

Se dice que su origen viene de un niño que escapó de casa luego de


una pelea con sus padres un día lluvioso. Se perdió en las montañas y
fue asesinado y devorado por un grupo de simios salvajes.
Misteriosamente, nadie de su familia o del asentamiento podía
recordar el nombre del niño—

“¡…Bastardo!”

Mentalmente incapaz de aguantar nuestro tiempo muerto—


Incapaz de soportar el teatro de sombras de mis pensamientos que me
asediaban, cargué contra el Impermeable. Incluyendo la noche
anterior, esta era la primera vez que iba a la ofensiva en lugar de
simplemente reaccionar a sus ataques. Podías decir que la presión de
mantener una postura interceptora era demasiada.

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Bakemonogatari Vol. 02

Quedarme parado no mejoraría nada. Incluso si atrapaba su brazo


izquierdo, una patada seguiría sin falta. Necesitaba ir tras el
Impermeable teniendo en mente inmovilizarlo como si esto fuera judo
o lucha libre—

Abrí mis brazos como si quisiera apretar al Impermeable, pero no


pude atraparlo—de haberse movido a la izquierda o derecha, yo
podría haber respondido, pero eso no fue lo que esa cosa hizo. Y sin
embargo no retrocedió tampoco—en ese caso, yo solo habría
necesitado dar unos pasos más.

El Impermeable había saltado.

Saltó—y con ambos pies clavados en el techo del salón—se quedó


arriba y corrió. Tup, tup, tup, tup, tup, tup, desafió la gravedad—y
corrió en el techo, ignorando la ley universal.

Entonces bajó—y cayó en el suelo.

Y saltó a un lado.

Y aterrizó en un tambaleante pizarrón—y saltó de nuevo—y


aterrizó en las gruesas placas sellando las ventanas—y saltó de
nuevo—y de nuevo estaba en el techo.

Siguió repitiéndolo, agregando algunos sitios más para aterrizar.

Con velocidad desconcertante—el Impermeable saltó.

Como una rueda pirotécnica, fue de pared a pared, de pared a techo,


de techo al suelo, del suelo a la pared—saltando con sus dos piernas.
El Impermeable estaba saltando con las entrenadas piernas de
Kanbaru Suruga.

Como una pelota lanzada a gran velocidad.

Un estridente baile de ángulos reflejados.

Rebotando una y otra vez.

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Bakemonogatari Vol. 02

Mis ojos no podían seguirle el paso.

Se movía más rápido que mis globos oculares.

Aceleraba como un cuerpo en caída libre y aceleraba todavía más,


gradualmente, sumando velocidad con valentía a cada salto—la
diferencia entre botas de goma y tenis eran un singular detalle,
gradualmente y con valentía e inequívocamente esa cosa jugaba con
mi visión.

El simple hecho de pasar de dos a tres dimensiones tenia tal gran


efecto—el salón se había vuelto una frontera de mano de Oshino para
evitar daños y asegurar un resultado decisivo…y también por cálculo
de que un campo pequeño ofrecía ventajas por sobre uno grande a la
hora de luchar contra el ágil y rápido Impermeable—pero fue lo
opuesto. Nos salió el tiro por la culata.

Nos salió por la culata.

¿Cómo pudimos no haberlo visto venir?

La razón por la cual Kanbaru se había unido al equipo de


basquetbol y no al de atletismo— ¡era porque sus piernas brillaban,
como un arma que la hacía la más rápida, en campos pequeños como
la cancha de basquetbol! A pesar de su altura y complexión, Kanbaru
Suruga tenía la habilidad de salto para clavar la pelota con facilidad,
¡¿y eso qué significaba en un espacio restringido con techo bajo?!

Nos salió por la culata, todo.

No pude haberme equivocado más. ¿Acaso soy tan estúpido?

Nunca dejaba pasar una buena oportunidad para equivocarme.

Mientras el Impermeable saltaba burlándose de mi toma de


decisiones, mis pies parecían clavados al suelo y no podía dar un solo
paso. En particular, los movimientos verticales del suelo al techo, y
del techo al suelo, me confundían—era un problema de diseño en
donde el ojo humano era físicamente capaz de manejar movimientos

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Bakemonogatari Vol. 02

laterales pero no estaba preparado para verticales. Mi visión no podía


seguir los movimientos del Impermeable.

Rápidamente poniéndose detrás de donde yo me paraba—

El Impermeable saltó desde el techo hacia mí. Girando su cuerpo


en medio del aire, dando vueltas como en un remate giratorio en
Sepak Takraw*, dirigió la punta de su pie a mi coronilla con el
impulso ganado—sentí mi cráneo colapsar. Mientras me sacudía
hacia adelante por la fuerza del ataque, el Impermeable, habiendo
aterrizado ya, se encontró con mi quijada usando un rodillazo Muay
Thai. Los golpes consecutivos, el combo Sepak Takraw-Muay Thai,
fueron casi simultáneos, y tras el impacto de estar en medio de un,
virtualmente, ataque de pinza, algo que excedía el dolor me asaltó. Mi
cerebro se sentía abollado junto con mi cabeza, y perdí la consciencia
por un momento—repentinamente entrando en estado comatoso.

Nota: un deporte parecido al voleibol pero en donde se utilizan los


pies para devolver la pelota al otro lado de la red.

Pero no morí.

Mis heridas se curaron de inmediato.

Esto era el infierno.

Sañjīva, el infierno Budista del renacimiento.

Convertido en polvo, luego sanado y restaurado por una ráfaga de


viento, aplastado de nuevo, sanado de nuevo, aplastado,
repetidamente, hasta el polvo, aplastado por toda la eternidad, uno de
los ocho grandes infiernos—fue exactamente como mis vacaciones de
primavera.

“Tsk…”

Extendí mi brazo—y el Impermeable me evadió. Entonces inclinó


su puño hacia adelante, y yo reaccioné—no, no lo hice yo, mis reflejos
lo hicieron. Me había enfocado en aquel brazo izquierdo por tanto
tiempo que ya era ultrasensible a su movimiento. Lo que debería
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Bakemonogatari Vol. 02

tomar más en cuenta era el ataque anterior del Impermeable, patadas


consecutivas hechas a propósito a pesar de que su brazo izquierdo
estaba libre. O lo que el abrupto comienzo de su desconcertante
movimiento acelerado disruptivo en tres dimensiones a alta
velocidad, ese terrorífico movimiento, significaba. El significado del
uso de no solo el brazo izquierdo de Rainy Devil sino sus cuatro
extremidades para maniobrar.

Juega con el demonio y conviértete en el demonio.

Olvídense de lo que se haya vuelto realidad, vender tu alma,


posesiones, y todo eso—

Deséale algo al demonio y conviértete en el demonio.

Su brazo izquierdo era una finta.

Solo habiendo lanzado ataques lineales al principio—ahora el


Impermeable finalmente empleaba ‘juegos de pies’*, combos, fintas,
es decir, técnicas de combate.

Nota: se refiere a diferentes combinaciones e iteraciones de


movimientos con los pies, normalmente usado en artes marciales.

No, no era una finta.

Era una falsedad, eso es lo más acertado. Porque la táctica no habría


funcionado sin la cooperación de Kanbaru Suruga—

Preparándome para el puño izquierdo fatalmente expuse mi flanco


opuesto, y la punta de los dedos del pie del Impermeable conectó, tres
veces esta vez, y en el mismo preciso lugar—y mientras mi cuerpo se
doblaba en forma de una V acostada gracias a un ataque que
contradecía la teoría de la relatividad y golpeaba las mismas
coordenadas tres veces seguidas simultáneamente, la planta del otro
pie del Impermeable dio en mi pecho.

Como una catapulta.

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Vencido, caí hacia atrás, pero colocando mis manos en el suelo


como si fuera a dar una vuelta en el suelo, me levanté y puse algo de
distancia entre yo y esa cosa—el Impermeable de inmediato acortó
esa distancia.

La patada había golpeado uno de mis pulmones.

Probablemente había colapsado.

Dolía respirar.

Maldita sea, no se estaba curando de inmediato— ¿eso significaba


que las patadas del Impermeable tenían ahora más poder, más
potencial destructivo que su puño izquierdo?

¿Los pensamientos de Kanbaru superaron al demonio?

Celos

Odio

Todas sus emociones negativas.

Por qué no pude ser yo.

“…Porque tú,” dije—aun con mi pulmón colapsado. “¡porque tú


no serías suficiente, Kanbaru Suruga—!”

Nadie puede remplazar a otra persona, y nadie puede volverse otra


persona. Senjougahara es Senjougahara Hitagi, y Kanbaru es Kanbaru
Suruga.

Y Araragi Koyomi es Araragi Koyomi.

La diferencia entre yo y Kanbaru.

Ya sea que hubiésemos conocido a Oshino o no.

Ya sea que nos hubiésemos alejado o no.

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Ya sea que fuera un demonio o un mono.

Encuentros aleatorios, casualidad.

Dieron lugar a sentimientos de remordimiento.

Yo sentía remordimiento, hacia Kanbaru y hacia Senjougahara.


Pero cuando se trataba de ‘si pudiera te daría mi lugar’, no me sentía
con ganas de hacerlo—No tenía deseos de ceder mi posición.

Cierto.

Si soy tu odiado rival amoroso—entonces tú eres la mía, y habría


sido mejor odiarte, Kanbaru.

Quizás mi remordimiento también nació de ahí.

No consideraba a Kanbaru mi igual.

Había sido condescendiente.

Me había burlado de ella.

Dignándome a mediar entre Kanbaru y Senjougahara para


reconciliarlas, mientras descasaba en una percha absolutamente
segura con facilidad consumada— ¿cuán repulsiva acción era esa?
Una buena y amable persona. Una mala y cruel persona.

Si un deseo.

Si un deseo es algo que cumples por cuenta propia, entonces—

Rendirte por tu cuenta debería de estar bien.

Rendirte, siempre y cuando no lo olvidaras—debería estar bien.

“¡…! ¡…! ¡…!”

Ataques implacables salpicaban por todo mi cuerpo, cada impacto


tan intenso que, en serio, me remodelaba—No era capaz de esquivar
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ni siquiera uno de cada cuatro. Mi cuerpo se reparaba y regeneraba,


parte destruida por parte destruida, pero el asalto del Impermeable
superaba ese proceso.

Antes de que lo supiera, estaba atrapado en una esquina del salón.


Como si hilos invisibles me tuvieran atado, no podía moverme hacia
atrás o hacia los lados. El Impermeable ya no se molestaba con
‘juegos de pies’—si esto fuera boxeo, dirías que está luchando en el
interior, piernas plantadas en el suelo, y sin recibir oposición alguna.
Sin importar que tan buenos fueran los tenis, la fricción de la
aceleración impráctica y mantenida acabaría con las suelas de goma,
vagamente esperaba eso basándome en nada en particular, pero
incluso mi proyección optimista había caído en bancarrota. Cada
permutación de puños, codos, espinillas, pies, y talones atormentaban
todo mi cuerpo en rápida sucesión. Ni siquiera se me era permitido un
momento para gritar de dolor, era el combo definitivo.

Ya no caía bajo la categoría de golpes.

Era presión pura.

No eran solo mis huesos rompiéndose, los lugares donde era


golpeado estaban rasgándose, mi piel y músculos arrancándose y
desgarrándose. La postura del Impermeable estaba mucho más
arraigada y con su peso hacia adelante que antes y eso parecía
aumentar el poder destructivo de su puño izquierdo.

Aun así—

No al nivel de las piernas de Kanbaru Suruga pero…

“Mi Uni…forme.”

Mi cuerpo puede haber sido inmortal, pero mis ropas no.

Estas últimas habían sido hechas pedazos a este punto.

Ugh. Había arruinado un uniforme más.

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Mi chaqueta de cuello alto, y justo cuando quedaban solo pocos


días hasta el cambio al uniforme de verano…

¿Qué excusa le voy a decir a mis hermanitas esta vez?

“Guh…kk.”

A esta distancia…

Al menos, a esta distancia, si el Impermeable me ofreciera la más


mínima oportunidad, podría inmovilizarlo al abrazar el cuerpo de
Kanbaru…y tirarlo al suelo usando uñas y dientes y darle la vuelta a
la pelea.

Aún quedaba un camino hacia la victoria.

Incluso ahora, mientras me encontraba atrapado en una esquina en


términos de posición, no estaba en realidad acorralado—sin importar
los ataques del Impermeable, no tenía nada qué temer siempre y
cuando mis habilidades regenerativas siguieran funcionando.

Simplemente era doloroso.

Como el corazón de Kanbaru, simplemente sentía dolor—

Sentir dolor significaba estar vivo.

“Te odio.”

Escuché una voz.

“Te odio te odio te odio te odio te odio te odio.”

Esa voz—era de Kanbaru Suruga.

Desde la fosa profunda en la capucha del impermeable, como si se


dirigiera directo a mi psique, la voz resonó—y yo escuché:

“Te odio te odio te odio te odio te odio te odio te odio te odio te


odio te odio te odio te odio.”
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“………”

Odio—más odio del que cualquier persona podría aguantar.

Malicia, hostilidad.

Las emociones negativas de una kouhai positiva.

Parecían arremolinarse—hasta el tope de lo que el Impermeable


podía soportar.

La tensión superficial llevada hasta el límite.

“Como te atreves como te atreves como te atreves como te atreves.”

Junto con los golpes, la voz continuó.

La voz de odio continuó.

“No te aguanto no te aguanto no te aguanto no te aguanto no te


aguanto no te aguanto no te aguanto no te aguanto—”

“…Kanbaru, lo siento.”

De nuevo, en voz alta.

Me disculpé con Kanbaru.

“Yo, yo no tengo problemas con aguantarte.”

A pesar de ser rivales en el amor.

Tú y yo podríamos no encajar para nada—pero, sabes.

¿No podríamos ser amigos?

“¡…■ ■ ■ ■ ■ ■!”

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Una suerte de grito perforador vino desde la fosa profunda—y la


patada del Impermeable penetró mi abdomen. Penetró. No solo rasgó
mis órganos, sino que ignoró perfectamente mis articulaciones y
músculos, aplastando mis costillas y espina dorsal, literalmente y no-
figuradamente penetró limpiamente mi vientre haciendo que su talón
alcanzara la pared tras de mí. Fui empalado.

El daño—superó por mucho mis habilidades regenerativas.

Esa cosa…

Zlrp, la pierna salió.

Sentí como si mi tracto digestivo estuviera siendo jalado.

Todo ese desastre que era mi interior.

Sacado—y ahora mi cuerpo era la fosa profunda.

No había nada dentro de la fosa.

“Kanbaru—”

Uh oh.

Con un gran agujero en mi abdomen—no podía mantenerme de pie,


y mover mi cuerpo siquiera un poco amenazaba con partirme a la
mitad. Lo cual significaba que no podía hacer más movimientos
descuidados. Aún estaba consciente, pero un golpe más en mi
estado—marcaría mi fin. Fui yo quien fue abrumado. Que patético. A
este paso, el segundo deseo de Kanbaru se volvería realidad. Esa era
la única cosa que debía evitar a toda costa…

¿O quizás era una opción?

Solo era su segundo deseo.

Si Kanbaru podía…aguantar sin pedir un tercero— ¿las cosas no


estarían bien? Su brazo regresaría a la normalidad, y ya que su deseo

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seguía siendo un deseo, ella estaría al lado de Senjougahara—porque


dejando de lado los medios, los deseos se volvían realidad.

No estaba listo para ceder.

No estaba listo para ceder.

Pero estaba listo para perdonar.

Se supone que debí haber muerto durante las vacaciones de


primavera…así que como dijo Oshino, era fácil y rápido en cuanto a
soluciones.

Sí, sentía cariño hacia mi vida.

Pero no es como si me inquietara el pensamiento de morir.

“Aa—ah, uh,” gemí.

Sin ningún motivo, gemí.

Eran como gritos de agonía.

No habría una próxima vez para arruinar mi uniforme.

“Kanbaru, Suruga—”

Ahí fue cuando.

Los combos del Impermeable, los cuales habían continuado por


docenas de minutos ya, cesaron.

Abruptamente, cesaron.

Esta era—la oportunidad que esperaba.

Pero no podía llevar a cabo mi plan de inmovilizar al Impermeable.


Por supuesto existía el hecho de que el daño del gran agujero de mi
abdomen parecía inestimablemente lejos de curarse, y también el
hecho de que mi consciencia, la cual necesitaba para ejecutar mi
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Bakemonogatari Vol. 02

movimiento, ya estaba desvaneciéndose, pero más que eso—yo,


también, estaba congelado en mi lugar.

Probablemente por la misma razón que el Impermeable.

Terminé congelado.

“…Parecen divertirse.”

La puerta del salón se abrió.

La puerta que bajo ninguna circunstancia se habría abierto desde


dentro, lo hizo desde afuera.

Permitiendo que alguien entrara.

Senjougahara Hitagi, en sus ropas particulares.

“Pareces estar divirtiéndote sin mí, Araragi. Que desagradable.”

Su expresión sin emociones—su plana voz.

Confrontando este horrible espectáculo, ella meramente entrecerró


los ojos un poco.

Ella siempre—aparecía sin avisar.

Usando un par de jeans sin cinturón, una camiseta del mismo color,
y una más bien grande sudadera con capucha, su cabello atado sin
apretar mucho tras de ella, como si hubiese acabado de salir de su
habitación sin cambiarse, Senjougahara Hitagi se paraba ahí con sus
ropas particulares.

“S-Senjougahara…”

No podía hablar bien con el agujero que había sido abierto en mi


abdomen—me había quedado sin voz alguna, y era difícil siquiera
decir su nombre.

¿Por qué estás aquí?


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Quería preguntar.

Pero ya sabía la respuesta sin necesidad de preguntar. Oshino la


había llamado, por supuesto— ¿qué otra explicación habría? Pero,
¿cómo? Él no tenía ninguna forma para contactarla—ya quisiera él
que Senjougahara Hitagi le diera su número de teléfono a Oshino
Meme, una persona que le disgustaba. Y tampoco habría habido
ninguna oportunidad para hacerlo.

¿Un celular?

Oh, claro.

Ese idiota—sin importarle nada la santidad de la información


personal de las personas, había usado mi celular en completa
violación de mi privacidad. Sí, ese celular en el maletín que le había
dado a Oshino antes de entrar al salón… No es como si tuviera
contraseña, y no importa cuán mal se le diera la tecnología a Oshino,
dado el suficiente tiempo seguramente encontraría la lista de
contactos o el historial de llamadas. Además, Senjoughara debe
haberle dado un curso rápido de cómo usar un celular aquella vez que
se vieron el Día de la Madre—

Pero, ¿por qué?

Con qué propósito invocó Oshino a Senjougahara a este lugar de


todos los existentes, a esta situación de entre todas las situaciones
existentes—

En un destello.

El Impermeable saltó hacia atrás, y a través de unas cuantas paradas


en el techo y paredes, se movió desde una esquina del salón a la otra,
diagonalmente y alejandose de mí.

¿Por qué haría algo así?

Un golpe más y la pelea acabaría.

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El deseo cumplido.

¿La consciencia de Kanbaru Suruga había temporalmente


suprimido la inconsciencia que ella le había provisto al Impermeable?
¿Fue gracias a la entrada de Senjougahara, y de ser así, ese había sido
el objetivo de Oshino? ¿Pero cómo iba eso a funcionar como algo más
que una medida temporal? El Rainy Devil se alimentaba de las
emociones negativas de la persona, y hasta que esa persona se
deshiciera de esas emociones, nada cambiaría. Esta no era una
película extranjera, y el poder del amor no iba a resolver nada. ¡¿Por
qué invocar a Senjougahara cuando podrías haber entrado tú, Oshino
Meme?!

Sin embargo, como si no pudieran importarle menos las payasadas


del Impermeable, Senjougahara volteo a verme con fríos ojos
mientras yo me encontraba a meros pasos de la muerte. Eran los ojos
de un ave de caza tirando a matar.

“Me mentiste, Araragi.”

“¿…Qué?”

“Me engañase diciendo que chocaste con un poste telefónico y


también mantuviste estas cosas sobre Kanbaru en secreto. ¿No lo
prometimos al comenzar a salir? Dijimos que no haríamos este tipo
de cosas. Al menos sobre excentricidades, no mantendríamos secretos
el uno del otro.”

“Ah, bueno…”

Eso—era verdad.

No había olvidado eso ni nada así.

“Mereces morirte mil veces.” Una fría sonrisa apareció en el rostro


de Senjougahara.

Una enorme masa de miedo como nunca antes sentí, incluso


cuando el Impermeable estaba golpeándome sin cesar, atravesó mi
cuerpo como un rayo. Aterradora… maldición, ella era aterradora.
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¿Acaso se creía Medusa? ¿Cómo podía usar tal mirada…contra su


novio? Y espera, ¿en serio? ¿Ella me estaba diciendo eso, en esta
situación, y conmigo en este estado? ¡Qué bien sabes leer el ambiente,
Senjougahara!

“…Pero, Araragi, supongo que ya moriste mil veces.” Con la


puerta aún abierta—Senjougahara movió una pierna hacia el rincón
en donde yo me acurrucaba. “Puede que te deje ir esta vez…”

Bueno.

Mil veces era probablemente una exageración

El Impermeable de inmediato reaccionó al avance de


Senjougahara—y de igual modo comenzó a correr hacia mí. De la
nada, Senjougahara Hitagi y Kanbaru Suruga estaban teniendo la
carrera que jamás pudieron tener en secundaria. En línea recta, el
Impermeable estaba el doble de lejos de mí que Senjougahara,
matemáticamente hablando, pero la antigua estrella del equipo de
atletismo tenía un agujero de más de dos años en su currículo,
mientras que el Impermeable ahora tenía la fuerza de las piernas de
Kanbaru—no, era la fuerza del demonio. La primera en llegar a mi
inmóvil cuerpo fue, por supuesto, Kanbaru.

El Impermeable tomó la oportunidad para usar su puño izquierdo,


listo para entregar el golpe final—pero Senjougahara llegó atrasada
para pararse entre esa cosa y yo.

Cuidado.

Pero ni siquiera se me permitió un intervalo para pensar eso.

Un momento antes del impacto—el Impermeable fue enviado a


volar. ¿Enviado a volar? ¿Quién podría hacer eso, con el Impermeable
en ese estado? No yo, y menos Senjougahara. Entonces el lado
razonable era que, en lugar de ser enviado a volar, el Impermeable
había saltado hacia atrás por cuenta propia. Incluso si tontamente
terminó de espaldas al suelo en el proceso.

Estaba perplejo.
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Ese movimiento— ¿qué fue ese movimiento antinatural, como si el


Impermeable temiera que Senjougahara se viera envuelta en esto,
como si evitara lastimarla por sobre todas las cosas?

La consciencia de Kanbaru Suruga debe haber—no.

Eso sería demasiado conveniente.

Las excentricidades son consistentes.

Son racionales hasta el amargo final.

Es solo que su racionalidad no siempre tiene sentido para los


humanos.

Pero en este caso—

“Araragi. Conociéndote, apuesto a que como el idiota que eres


pensaste que tu muerte resolvería todo.” Senjougahara continuó
hablándome—su espalda aun hacia mí, sus ojos no puestos en mí,
pero tampoco prestándole atención al Impermeable. Mi horrible
condición, cubierto en sangre y heridas—no era la razón por la que
no me miraba, de eso estaba seguro. “No te engañes. Tu débil auto
sacrificio es totalmente innecesario. Si murieras, ¿cómo quieres que
no vaya a hacer todo lo posible para matar a Kanbaru? Te dije eso
antes ¿no es así? ¿Intentas convertirme en una asesina?”

…Ella había visto a través de mí.

Oh cielos, que mujer tan devota.

Ni siquiera podía morir feliz.

Un amor, de todo corazón—retorcido.

“Lo que más me molesta es que te habrías lanzado de cabeza en


esto incluso si tu cuerpo no fuera así. Si estabas actuando de manera
tan estúpida solo porque podías contar con tu cuerpo inmortal para
salir de esta, entonces bien podría haberte dicho que hicieses lo que
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quisieras, pero seguiste la corriente como si no hubiera elección y


terminaste en este estado—No sé qué decir.”

“……”

“Pero viniendo de ti, supongo que no me importan los favores no


solicitados y las intervenciones innecesarias y la interferencia contra
productiva—”

Sin darme ni una sola mirada más hasta el final, Senjougahara dio
un paso hacia la figura colapsada del Impermeable. Aun en el suelo,
el Impermeable comenzó a arrastrarse como si estuviera aterrorizado
de ella.

Como si estuviera aterrorizado…

Como si estuviera aterrorizado… ¿por qué?

Ahora que lo pienso—viéndolo ahora, esto era igual a anoche. El


Impermeable me había golpeado y repentinamente desapareció. Eso
fue porque Senjougahara había aparecido con el sobre que yo había
olvidado… ¿Pero por qué su entrada llevaba a la retirada del
Impermeable? Parecía muy antinatural cuando lo pensabas. Un
asesino humano o asesino por emoción lo haría—pero una
excentricidad no podría preocuparse menos de los testigos. Y en todo
caso, Senjougahara no podría haber presentado un obstáculo para el
Impermeable dado su todopoderoso brazo izquierdo.

¿Entonces por qué corrió?

¿Porque la persona que entró en escena era Senjougahara?

¿Qué significaba eso?

¿Realmente era el poder del amor?

¿Los sentimientos de Kanbaru Suruga por Senjougahara,


convenientemente, superaron al demonio? ¿Podían los pensamientos
serios acabar con excentricidades, con el mundo mismo, y abrir un
circuito hacia los cielos? No.
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No.

No era así… Cierto. El pensamiento.

Incluso después de que Kanbaru hiciera su segundo deseo a la


mano izquierda del Rainy Devil, convirtiendo el suyo en el brazo de
una bestia—aun tomó cuatro días para que se activase. Eso fue porque
ella a duras penas se las arregló para suprimir sus pensamientos de
odio hacia mí. Su posición de que tú debías cumplir tus deseos por
cuenta propia suprimió la violencia del demonio. Su filosofía que se
había arraigado a ella durante siete años desde su deseo—Oshino se
había burlado y la había llamado obviamente ridícula, pero no en el
sentido convencional de la palabra.

Ella no se equivocaba—él también había dicho eso.

Sus pensamientos.

Pensamientos—el deseo de Kanbaru Suruga.

El Rainy Devil ve a través de nosotros para descubrir nuestras más


oscuras emociones—ve y lee lo que está ‘detrás’. Ve el lado opuesto
de nuestros deseos. Quieres correr más rápido porque odias a tus
compañeros de clase. Deseas estar al lado de Senjougahara—porque
odias a Araragi Koyomi.

Pero ese era solo el lado opuesto.

Así como el frente tiene un lado trasero.

El lado trasero—tiene un frente.

Si el Rainy Devil lastima a Senjougahara Hitagi—entonces ya sea


que pueda o no matar al objetivo de su odio, Araragi Koyomi, el deseo
frontal de Kanbaru ya no podía ser cumplido… Cierto, esto no era
nada conmovedor o sensible como el poder del amor sino una cuestión
más primitiva y sobria.

Un contrato.
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Bakemonogatari Vol. 02

Un trato.

El Rainy Devil solo podía cumplir el lado reverso de los deseos,


pero eso no significaba que podía ser negligente con el lado anverso.
De hecho, incluso cuando Kanbaru estaba en primaria—cumplió el
reverso de su deseo al tomar venganza de sus compañeros de clase,
pero al final, su deseo anverso de querer volverse más rápida también
se volvió realidad. Se volvió realidad dejando de lado toda la
causalidad. Lo que era obviamente ridículo era que esto era lo que el
Rainy Devil pretendía—simplemente interpretaba el frente basándose
en la parte trasera, pero no sacaba el segundo de la nada. El lado
reverso no podía existir sin un anverso. No, según lo que dijo Oshino,
las manos izquierdas no tienen intenciones. Todo era parte de la mente
inconsciente de Kanbaru Suruga—su mente estableció una causalidad
entre un lado anverso y reverso que jamás se intersectaban, una
contradicción.

Un contrato con un demonio.

A cambio de tu alma.

Un periodo de enfriamiento

Desear una imposibilidad.

Estar en un punto muerto—entre la espada y la pared.

Entre el anverso y el reverso.

Es por eso que—era precisamente por qué el Rainy Devil no podía


levantar ni una mano contra Senjougahara. Ese era el contrato, ese era
el trato. Siempre y cuando Senjougahara me defendiera—esa cosa no
podía levantar ni un dedo incluso contra mí, el odiado, el objetivo
odiado.

No podía levantar su mano izquierda contra nosotros.

Si un método era que abrumara al demonio e hiciera imposible que


el lado reverso del deseo fuera cumplido—entonces también existía
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otro método, el cual era hacer imposible que el lado anverso del deseo
fuera cumplido.

Y ahora, Senjougahara incluso proclamaba frente al demonio que


mataría a Kanbaru si yo moría. Fingir ignorancia no era una opción.
La situación del Rainy Devil ya estaba decidida.

Siempre actuando como si viera a través de todo…

Como si viera a través de todo incluso más que cualquier demonio.

Oshino, tú… ¡tu maldad y crueldad me hacían palidecer en


comparación—!

“Ha pasado un buen tiempo, Kanbaru. Me alegra verte bien,” dijo


Senjougahara.

Entonces, ella fue hacia el Impermeable, quien intentó arrastrarse


con su espalda—no, se acercó a su vieja conocida Kanbaru Suruga—
y lentamente cubrió ese cuerpo con el suyo, inmovilizándola.

Incluso después de quedar en este horrible estado—

Yo no había podido hacer eso.

Pero finalmente ella hizo lo que yo jamás pude hacer.

Tomar ese bestial brazo izquierdo.

Y el humano brazo derecho, y sostenerlos, dulcemente.

La engrapadora de Sennjougahara—

Ya no la traía consigo.

“…Senjougahara-senpai.”

Un murmullo desde debajo de la capucha.

La voz resonando, rogando.


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Lo que yacía bajo la capucha no era una fosa profunda. Lo que


yacía ahí no era un rostro a punto de llorar. No a punto— el rostro
estaba llorando. Reflejado claramente en mis ojos estaba el rostro con
lágrimas, llorando, y riendo al mismo tiempo de una chica.

Yo—quebrándose con sollozos, ella dio voz a sus pensamientos.

“Te amo.”

Ella dio voz a su deseo.

“Oh. Yo por mi lado no mucho.” Directa, sin filtro, el mismo tono


de siempre. Senjougahara dijo planamente. “¿Pero te quedarás a mi
lado aun así?”

Lo siento por hacerte esterar tanto tiempo, ella dijo, igual de


planamente.

…Que tonto.

¡Fui el mayor tonto!

Cielos—Tendría suerte si solo terminaran llamándome bufón de la


historia.

Soy un maestro a la hora de actuar como el bufón de la historia, aun


si lo digo yo mismo, y ya estoy acostumbrado. Mi inutilidad era casi
ejemplar.

Una buena chica que puede pedir disculpas.

Pensé que conocía muy bien cuan codiciosa es Senjougahara


Hitagi. Pensé que sabía muy bien cuan difícil era que ella se rindiera.

Si realmente le importaba.

Senjougahara jamás se rendiría.


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Favores no solicitados, intervenciones innecesarias.

Interferencias contra productivas.

Incluso así… No sé, pero todas estas personas a mi alrededor


realmente son retorcidas—

Tienen dos lados.

Y el anverso y reverso son iguales, como una cinta de Möbius.

Bueno, supongo que el poder del amor es una interpretación valida.

Después de todo, es deprimente ser olvidado.

Pensando tales cosas, esperando que el gran agujero de mi


estómago se cerrara, decidí ver, sin decir ocurrencias graciosas, el
espectáculo sáfico ante mis ojos. Si fuera Oshino, me habría dado
aires de nihilista y como si fuera propio de mí, quizás habría metido
un cigarrillo apagado en mi boca, y preguntado a las dos si algo bueno
les había pasado, pero desafortunadamente, era menor de edad.

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009

El epilogo, o quizás, el remate de esta historia.

Al día siguiente, fui despertado como siempre por mis hermanitas


Karen y Tsukihi, y frotando mis agotados ojos, me preparé para
dirigirme a la casa de Senjougahara para una sesión de estudio
completa de domingo como prometí, animado, aferrándome a la
esperanza de que este era el día que finalmente podría comer algo de
su comida casera, pero justo mientras empujaba mi bicicleta
suburbana, la única que quedaba en mi posesión, y abría la puerta y
dejaba mi casa, me encontré con una chica que parecía cansada de
esperar que se estiraba frente a un poste telefónico por alguna extraña
razón. Estaba usando ropas particulares, pero la combinación de falda
corta plegada y shorts de ciclista saliendo de ella la hacían ver casi
igual que usando su uniforme escolar—era la estrella de la Prepa
Naoetsu, mi kouhai Kanbaru Suruga.

“Buenos días, Araragi-senpai.”

“…Buenos días, Señorita Kanbaru.”

“¿Hm? Oh, no merezco un trato tan formal. Comienzas todos los


días con buenos modales, que gran calidad de hombre. ¿Tus heridas
ya se han curado?”

“Sí… Ahora solo el sol es la parte mala de esto, pero no es tan malo
como pensé. Eso y mi daño curado tampoco estuvieron tan mal.
Ahora, Kanbaru, ¿cómo sabias donde vivo?”

“Aw, no actúes como si no tuvieras ni idea. ¿Acaso estás armando


la escena solo para mí? Solía seguirte a todos lados. Por supuesto que
sé tu dirección.”

“……”

Su risa alegre no hizo nada para desaparecer mi asombro.

“¿y hay algo que necesites?” le pregunté.


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“Sí. Recibí una llamada de ella esta mañana, y me dijo que viniera
por ti. Oh, déjame cargar tu bolsa.” Casi tan pronto como las palabras
salieron de su boca, ella tomó mi maletín de la canasta frontal de mi
bicicleta y la tomó en su mano izquierda. Ella me vio con una radiante
sonrisa inocente. “Le eché aceite a la cadena de tu bicicleta también.
Si hay algo más que necesites, no dudes en pedírmelo.”

Ella había pasado el punto de ser amiga de Senjougahara y ahora


era su chica de los mandados.

Aunque no tenía interés de tener a la estrella de la escuela como mi


lacaya, si la patológicamente celosa Senjougahara había asignado tal
tarea a Kanbaru, entonces ¿su relación ya estaba reparada, y el Dúo
Valhala había regresado a las andadas, o estaba pensándolo
demasiado? Probablemente estaba pensándolo demasiado.

“¿Qué tal un masaje antes de irnos? Aunque me digas que estas


bien, has de estar cansado. Solo para que sepas, soy muy buena con
las manos.”

“¿…Y qué hay de tu equipo? Tienes practicas los domingos, ¿no


es así? Con los exámenes acercándose, necesitas aprovechar mientras
puedas.”

“No, ya no puedo jugar basquetbol.”

“¿Eh?”

“Puede parecer prematuro, pero me retiro.”

Aun sosteniendo mi maletín, Kanbaru me mostró su mano


izquierda. Su brazo izquierdo—estaba enrollado por un largo vendaje
blanco hasta el codo. Podías ver, sin embargo, que había algo
ligeramente extraño en su forma y tamaño.

“Todo terminó a medias. El demonio se fue, pero al final mi brazo


no regresó a la normalidad. No hay manera en que pueda seguir
jugando basquetbol. Sin embargo, el brazo es poderoso, a su modo, y
en realidad se siente bastante útil.”
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“…Regrésame mi maletín. Ahora.”

Qué podía decir.

Aunque fuera solo a medias, su deseo había sido cumplido.

Entonces este resultado era justo, al perecer.

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001

Sengoku Nadeko era la compañera de clase de mi hermana. Tengo


dos hermanitas, y Sengoku Nadeko era amiga de la más pequeña. Al
contrario del patético estado de mis recientes relaciones personales,
yo solía ser un niño normal en la primaria, tomando en cuenta la
cantidad de amigos que tenía, pero incluso en ese entonces, se podría
decir que aunque me gustaba jugar con todos, nunca disfrute de jugar
con alguien en específico. Así que seguro que me divertí con mis
compañeros durante el receso, pero raramente me juntaba con ellos
después de clases. Que niño tan desagradable. Desagradable hablar de
él, desagradable pensar en él. De hecho, preferiría no hacer ninguna
mención de él. Aun así, perro viejo no aprende truco nuevo, o tal vez
sea lo contrario, de cualquier forma, lo que quiero decir es que yo
siempre he sido así. Lo cual es la razón de que siempre regresara a
casa cuanto antes después de la escuela, a pesar de no recibir lecciones
extracurriculares de ningún tipo, y al llegar, a veces encontraba a
Sengoku Nadeko jugando ahí. Mis dos hermanas ahora están más
unidas que nunca, lado a lado no importa cuando, donde, que o
porque, hasta el punto que estoy más asustado que preocupado, pero
en la primaria cada una estaba por su cuenta. La grande era más de
salir a la calle, mientras que la pequeña prefería quedarse en casa, y
cada tres días más o menos, ella traía a alguna amiga de la escuela a
nuestra casa. Sengoku Nadeko no era precisamente la mejor amiga de
mi hermanita, era solo una amiga más de tantas que traía, supongo.
Califico esa frase con un incierto “supongo” al final ya que
sinceramente no recuerdo muy bien esa parte de mi vida, pero cuando
lo intento, de los amigos que mi hermanita traía a casa, al menos
recuerdo a Sengoku Nadeko. Eso debido a que, llegando a casa sin
haber jugado con mis amigos, terminaba jugando con mis hermanitas
(Mis hermanas y yo solíamos compartir cuarto, mis padres no me
dieron uno propio hasta que entre a secundaria) más que nada para
avivar las cosas llenando un espacio vacío en algún juego de mesa o
algo parecido, pero me llamaban con una frecuencia ridícula si
Sengoku Nadeko era la única con la que mi hermanita estaba jugando.
En otras palabras, mi hermanita tenía muchos amigos (Esto se puede
decir de ambas hermanas ya que las dos eran increíblemente

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Bakemonogatari Vol. 02

talentosas cuando se trata de ser el centro de atención, y yo como su


hermano mayor, no podría estar más celoso) pero de todas las
compañeras que trajo a casa, Sengoku Nadeko era la única que le
gustaba hacer cosas por su cuenta. Siendo franco, todas las amigas
que ella trajo se me hacían lo mismo, pero obviamente recordaría el
nombre de aquella chica siempre estaba sola, al menos.
Aunque lo único que recordaba era su nombre.

Sí, después de todo, no recordaba mucho de esos días.


Y por eso tendré que disculparme por agregar otra descripción
incierta, pero Sengoku Nadeko era una chica reservada de pocas
palabras, alguien que miraba al suelo constantemente— o eso pensaba.
Eso era lo que pensaba, pero, bueno, no sé. Tal vez estoy describiendo
a otra amiga de mi hermanita, o tal vez alguna de mis amigas de esos
tiempos. Cuando estaba en la escuela primaria, siempre encontré
molesto e irritante que mi hermanita invitara amigas a casa. Y
agrégale que estaba obligado a jugar con ellas, y claro, yo dejaba una
mala impresión. Ahora que lo pienso, tuvo que ser más molesto para
esas chicas tener que jugar con el hermano mayor de su amiga, pero
en cualquier caso eso quedo en el pasado, así que entiendan la
sensibilidad de un estudiante de primaria. Para cuando entré a
secundaria, mi hermana más pequeña dejó de invitar amigas tan
seguido, e incluso cuando lo hacía, me dejó de invitar a jugar con
ellas. También estaba el hecho de que ahora nuestros cuartos estaban
separados, pero debió de haber alguna otra mayor razón. Así es como
son las cosas. La mayoría de sus relaciones se debieron de haber
esfumado cuando se graduaron ya que ambas hermanas entraron a una
escuela privada. Sengoku Nadeko era la compañera de clase de mi
hermana en la primaria, pero ya no, porque ahora ambas iban a
diferentes escuelas. Así que han pasado dos años desde la última vez
que la vi de acuerdo a la estimación más favorable, aunque en verdad
han pasado probablemente más de seis.
Seis años.
Más que suficiente para cambiar a una persona.

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Al menos, pensaba que yo había cambiado por completo. Aunque


dijera que siempre fui igual, ‘en aquel entonces’ y ‘ahora’ son cosas
distintas. Echarle un ojo al álbum de fotos de mi graduación de la
primaria es simplemente doloroso. Sé que acabo de decir algo sobre
“la sensibilidad de un estudiante de primaria” pero comparando mi yo
de ahora con mi yo de esos días, no me atrevería a afirmar que ahora
soy mejor o superior. Solemos ver al pasado con lentes color de rosa,
sí, pero lo que realmente avergüenza aquí no es mi yo del pasado, si
no la persona que soy ahora desde el punto de vista de mi yo de
primaria. No, suficientemente vergonzoso como para que incluso si
nos topáramos por la calle, no seriamos capaces de reconocernos
como la misma persona.
No sé si eso es algo bueno o no.
No ser capaz de alardear de mí mismo a mi yo del pasado.
Pero a veces así son las cosas.
Tal vez todos somos así.
Lo cual es la razón de que al encontrarme con Sengoku Nadeko, no
me di cuenta de que era ella a primera vista–me tomó un rato recordar.
Si tan solo lo hubiera recordado inmediatamente, o al menos un poco
más rápido–si hubiera notado que ella estaba entrelaza con una
serpiente, tal vez esta historia no hubiera terminado de esta manera.
Un pensamiento conmovedor, pero no es como si mi arrepentimiento
significara algo para ella o la excentricidad. Para empezar esta historia
con su conclusión, parece que Sengoku Nadeko, una amiga de mi
hermanita a la cual apenas recordaba, término siendo una persona
única a la que nunca olvidaré.

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002

“Lamento haberte hecho esperar, Araragi-senpai.”


El onceavo día de junio, un domingo.
No estoy seguro si “atlética” es la mejor forma de describirlo, pero
a las 10:55 a.m., exactamente 5 minutos antes de la hora acordada
para encontrarnos en enfrente de la entrada principal de nuestra
escuela, la preparatoria Naoetsu, Kanbaru Suruga, la súper estrella del
equipo de basquetbol y mi kouhai por un año, llegó corriendo, e
imposible de detener, dio un salto, pasó sobre mi cabeza, aterrizó,
volteó, y pronunció esas palabras con una sonrisa fresca en su rostro
y su brazo derecho posado sobre su pecho…. Sabía que yo no era
precisamente alto para ser un estudiante de preparatoria, pero nunca
pensé que mi altura sería un obstáculo que una chica más baja que yo
pudiera superar con un salto de tijera. Al perecer tengo cosas que
reconsiderar.
“No, acabo de llegar, no estuve esperando”
“Vaya… Ser tan transparentemente considerado solo para evitarme
tanto estrés mental es prueba de tu buena naturaleza. Simplemente
naciste bondadoso. A aquellos como yo solamente nos queda dar tres
pasos hacia atrás para poder verte en todo tu esplendor. Estoy
genuinamente sorprendida de que me hayas podido conmover con tu
grandeza tan solo viéndote un par de segundos. Parece que no tengo
más opción que reunir todo el respeto que pudiera juntar en mi vida y
dártelo solamente a ti. Cielos, creo que casi te resiento por eso.”
“………..”
Ella era la misma de siempre.
Y oye, no vayas por ahí llamando a la gente transparente.
La mejor respuesta para la amabilidad casual es fingir ignorancia,
¿Bien?
“No, en serio acabo de llegar” Le aseguré. “Y en cualquier caso, tú
también llegaste temprano. No tienes por qué disculparte”
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“No aceptare nada eso. No importa lo que digas, el hecho de que


no haya estado aquí antes que mi senpai es razón suficiente para
disculparme. Creo que hacerle perder el tiempo a alguien superior a
mí es un pecado imperdonable”
“No soy superior a ti”
“Estas un año más adelantado que yo, así que lo eres”
“Cierto, pero…”
Eso solo era cuestión de edad.
O qué tan altos seamos, supongo (físicamente hablando, yo era
superior).
Aunque no es como si ella no pudiera saltar fácilmente por sobre
mí.
Kanbaru Suruga–una chica de segundo en la preparatoria Naoetsu.
Ella era nuestra mejor jugadora de basquetbol hasta hace un mes
atrás, y su nombre era conocido en toda la escuela como la mayor
celebridad y estrella. Lo quiera admitir o no, fue ella quien llevo
nuestra débil organización de deportes de preparatoria al torneo
nacional el mismo año que se unió. Ella era una kouhai de temer, y un
idiota fracasado de tercer año como yo normalmente sería incapaz de
hablarle, o siquiera pisar su sombra. Apenas el otro día cedió su
puesto de capitana a una de sus kouhai debido a una lesión en el brazo
izquierdo, después se salió del equipo de basquetbol y aún perdura en
mi mente la manera en que la escuela se estremeció por el impacto de
las noticias. Dudo que ese recuerdo se llegue a desvanecer algún día.
El brazo izquierdo de Kanbaru.
Todavía estaba envuelto con una larga venda blanca.
“Si” Kanbaru empezó a decir en voz baja, “Como puedes ver, me
he retirado. La única cosa en la que era buena era en el basquetbol, y
ahora no tengo nada que ofrecerle a la escuela. Así que debes lidiar
conmigo acordemente.”

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“¿A qué te refieres con ‘lidiar conmigo’? Aun con toda esa
confianza que pareces tener, tu autoestima puede ser
sorprendentemente baja. Lo que hiciste por el equipo de baloncesto
no se ira solo porque decidiste retirarte antes de tiempo.”
Culpa por su retiro–no era exactamente lo que ella sentía, pero por
otro lado, parece imposible esperar que siga exactamente igual
después de todo lo que paso con ella. Personalmente, desearía que
Kanbaru no fuera tan dura consigo misma.
“Gracias” me dijo. “No podría apreciar más tu preocupación, con
gusto tomaré esos sentimientos en consideración”
“También toma las palabras en consideración. Bien, ¿qué te parece
si nos vamos?”
“Sip” dijo antes de escabullirse a mi lado y juntar mi desocupada
mano izquierda con su mano derecha en lo que únicamente se podría
describir como un movimiento natural. Ella no “tomó mi mano” más
bien entrelazó sus dedos con los míos. De ahí, empujó su cuerpo
contra mi brazo, acercándose como si fuera a embestirme. Su pecho
estaba rodeando mi codo debido a nuestra diferencia de altura, y la
delicada área densa en nervios de mi cuerpo estaba siendo acosada
por una sensación como de puré de patatas.
“No” me corrigió Kanbaru, “Creo que la comparación habitual es
que se sienten como malvaviscos.”
“Espera, ¡¿Qué?! ¡¿Acaso acabo de decir ese estúpido monologo
en voz alta?!”
“Ah. No. No lo hiciste, no te preocupes, solo te escuché
telepáticamente.”
“¡Eso lo hace un problema aun mayor! ¡Entonces todos alrededor
lo debieron de haber oído!”
“Heheheh, bueno, en ese caso, tendremos que mostrarles. No es
como si yo fuera alguien que se preocupa por armar un escandalo.”

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“¡Deja de sonreír y de decir lo que una novia diría, tu solo eres mi


kouhai! ¡Sabes que no es contigo con quien estoy saliendo, sino con
tu senpai a la cual respetas mucho!”
Senjougahara Hitagi.
Mi compañera de clases.
Y mi novia.
Y—la senpai que Kanbaru Suruga admiraba.
Ella, Senjougahara, fue la que conectó a la mayor celebridad y
estrella con el estudiante común e irrelevante que soy. Kanbaru y
Senjougahara han sido kouhai y senpai desde la secundaria, y
mientras esto, lo otro, y lo otro pasó entre el antes y el ahora, las dos
seguían siendo amigas, conocidas como el Dúo Valhala. Por un
tiempo fui acosado por Kanbaru Surga, debido a que yo era aquel que
estaba saliendo con su querida senpai.
Le dije, “No es como que alguna vez te hayan preocupado los
escándalos. Ahora suéltame.”’

“No, leí que se supone que debes de tomar mi mano si estamos en


una cita.”
“¡¿Una cita?! ¡¿Cuándo acordamos que esto era una cita?!”
“¿Hmm?” Kanbaru inclinó su cabeza como si fuera lo último que
esperaba oír. “Ahora que lo mencionas, tal vez nunca lo hiciste, estaba
tan emocionada cuando me llamaste, que ni siquiera escuche lo que
estabas diciendo”
“Oh… supongo que no estabas pensando en tus respuestas
entonces…”
“Aun así, no sé si estaría bien, soy de mente abierta cuando se trata
de sexo, y me gustaría satisfacer tus deseos en la medida de lo posible,
¿pero quieres hacerlo directamente sin haber salido antes? Me
preocupa tu futuro”

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“¡No vamos a hacer nada, así que deja de preocuparte! ¡¡Y una
chica de segundo año de preparatoria no debería hablar sobre qué tan
abierta es al sexo!!”
“Como decía, ya hemos ido demasiado lejos. Este crucero del
placer ya ha zarpado”
“¡Entonces si lo estas disfrutando!”
Le eché un ojo a la vestimenta de Kanbaru.
Jeans y una playera, con una camisa de manga larga encima, unos
tenis aparentemente caros. En su cabeza usaba una gorra de beisbol,
tal vez debido al creciente sol. Le quedaba perfecto a su estilo
deportista, pero dejando eso de lado por el momento.
“Técnicamente estas usando pantalones y manga larga como te
dije…”
Pero.
Sus jeans estaban un poco rasgados por acá y por allá, mientras que
su camisa era lo suficientemente corta como para que sus curvas se
dejen ver a través de su abdomen expuesto, tal vez demasiado…
Obviamente la gente es libre de vestirse como quiera los domingos,
pero aun así…
“…Realmente no estabas escuchando nada de lo que dije, ¿No es
así?”
“¿A qué te refieres?”
“Vamos a subir a las montañas”
“¿Las montañas? ¿Vamos a hacer ´eso´ en las montañas?”
“No haremos nada de eso”
“Hm, que salvaje. Me gusta. Es bastante varonil de tu parte. Me
gusta que de vez en cuando me traten con rudeza.”

“¡Dije que no íbamos a hacer ‘eso’! ¡Escucha lo que digo!”

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Estaba seguro que le dije que usara mangas largas y pantalones


largos para protegerse de los insectos, serpientes, y esas cosas en las
montañas, y sin embargo ella apareció con ropas llenas de aberturas…
No parecía que le fueran a hacer ningún bien…

“Bien,” dijo. “Sin importar a donde vayas, mi intención es seguirte.


Incluso si intentas decirme que no lo haga. Ni la lluvia ni la nieve ni
el calor ni cielos nublados podrán detenerme.”

“Cielos nublados no me parecen muy impeditivos…”

De hecho, me gustarían algunas nubes con todo este sol que hay.

Pero incluso el día antes, cuando llamé a casa de Kanbaru, ella no


escuchó ni una palabra de lo que dije y dio el mismo tipo de respuestas
distraídas (“Ni siquiera necesitas decirme a dónde vamos. La aguja de
mi compás siempre apunta a la dirección hacia la que tú te diriges”, y
esas cosas)… Era en realidad impresionante en cierto modo cuan
propensa era ella a hacer suposiciones. Ella iba en una dirección
diferente a Hanekawa, como si tuviera visión de túnel y solo pudiese
ver hacia adelante.

“En todo caso, esto no es una cita,” clarifiqué.

“Oh, entonces no lo es… Estaba segura que lo era. Me había


emocionado.”

“¿Emocionado?”

“Sip. Digo, esta es mi primera cita heterosexual de mi vida.”

Decidí no comentar sobre la parte de “heterosexual”.

No tenía la confianza de poder dar una respuesta graciosa a ello.

“Estaba tan emocionada,” continuó, “que rompí mi solemne


juramento que hice conmigo misma y compré un teléfono celular solo
para hoy, el primero que he tenido durante mis diecisiete años de
vida.”
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“……”

¡…Por favor mantengamos las cosas ‘ligeras’!

“Sería horrible si me separara de ti y no pudiera contactarte”,


explicó ella. “Vivimos en una era donde las casetas telefónicas casi
han desaparecido, así que un celular es una herramienta de citas
esencial.”

“B-Bueno…tienes razón. Heh, heheh. Pero aún hay un buen


número de casetas telefónicas aquí en el campo…”

“Y eso no es todo. Incluso desperté a las cuatro para hacernos un


almuerzo. Uno para mí y uno para ti. Ya que nos íbamos a encontrar
a las once, supuse que podría almorzar contigo.”

Mientras decía esto, Kanbaru me presentó un paquete que su


vendado brazo izquierdo sostenía… Sí, lo vi desde el principio, pero
a juzgar por su forma rectangular grande, era una de esas cajas de
almuerzo múltiples…

Por favor, ¿podemos mantener esto ‘ligero’?

Ahora lo digo literalmente…

Ciertamente sabía que almorzaríamos juntos, así que mi plan era


llevarla a un establecimiento de comida rápida una vez termináramos
el asunto, como un buen senpai. Pero parecía que esta kouhai mía
operaba en un plano aún más letal.

Entonces ese sería su movimiento. Almuerzos hechos en casa…

Fue un ataque sorpresa.

“Estaba tan feliz y emocionada por lograr tener una cita con mi
venerado senpai que apenas pude dormir y desperté temprano, así que
hacerlos fue una buena distracción.”

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“Ya veo, una distracción. Pero, ¿todo eso es para el almuerzo? Es


bastante comida… Debo advertirte que no puedo comer mucho.”

“Lo hice para que lo separáramos mitad y mitad, pero puedo


comerme lo que sea que tú no termines. Odio desperdiciar comida, así
que tomé eso en cuenta.”

“Entiendo…”

Le di un vistazo al expuesto ombligo de Kanbaru.

Como máximo, ¿un diez por ciento de grasa corporal?

Ella básicamente tenía una figura de reloj de arena.

La figura de reloj de arena de Suruga.

Casi sonaba como un palíndromo…

Pero no era uno.

“Espera, Kanbaru. No me digas, ¿eres de esas personas que no


engordan sin importar cuanto comen?”

“Uhm, es más como si fuera de esas personas que pierden toneladas


de peso si no comen como locas.”

“¡¿Existen personas así?!” Eso haría que las chicas le tuvieran


envidia… De hecho, ¡incluso yo como hombre le tenía envidia!
“¿Cómo exactamente consigues un cuerpo como ese?”

“Simple. Primero, comienzo corriendo dos vueltas de diez


kilómetros cada mañana.”

“Está bien, fue tonto preguntar.”

Entonces eso era.

Lo que ella consideraba una cantidad normal de ejercicio estaba a


un nivel diferente.

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Parecía que Kanbaru Suruga aún se aseguraba de entrenar cada día,


incluso después de su retiro del equipo de basquetbol. Impresionante.
Pero era normal. Ella puede haber dicho que dejaba el equipo por una
lesión en su brazo izquierdo, pero la verdad yacía en otro lado.

“Ah…” ella dejó salir un suspiro exagerado. “Pero parece que todo
fue para nada… Entonces esto no era una cita después de todo.
Realmente estaba esperando este día con ansias. Me siento como una
idiota por haberme emocionado por nada. La vergüenza me tiene roja.
Mis sueños fueron demasiado para la realidad. Parece obvio que un
noble senpai como tú jamás se molestaría en tener una cita con una
tonta como yo. No pude haber sido más engreída… Lo siento por
haberte molestado con mis suposiciones. Bueno, este celular y cajas
de almuerzo ahora son inútiles. Nos van a retrasar, así que los tiraré
en algún lado. Espera un minuto, me pondré un chándal rápidamente.”

“¡Espera, en realidad si es una cita!”

Perdí.

Que hombre más débil…

“¡Hoy es una cita, Kanbaru! ¡Sí, justo acabo de recordar que yo,
um, también esperaba este día con ansias! ¡Hurra, finalmente puedo
tener una cita con Kanbaru-san! ¿Bien? ¡Así que no tires tu teléfono
y esos almuerzos! ¡Tampoco necesitas cambiarte de ropa!”

“¿En serio?” la expresión de Kanbaru comenzó a brillar.

Uh oh. Ella se veía súper linda.

“Me alegra. Eres muy amable”, dijo ella.

“Sí…aunque tengo el presentimiento que mi amabilidad será mi


perdición uno de estos días…”

………

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Bakemonogatari Vol. 02

Estaba en una cita con Kanbaru, la kouhai de Senjougahara, antes


de siquiera tener una cita con la mismísima Senjougahara, mi novia.
Dudaba que ella tomara esto como infidelidad, dado lo permisiva que
usualmente es esa tsundere con Kanbaru, pero aun así era prueba
innegable de lo débil de voluntad que yo era…

Además, estuvimos tomados de la mano todo el tiempo que


tuvimos esta conversación, nuestros dedos aun entrelazados. Con un
astuto movimiento intenté desenredarlos, pero estábamos
entrelazados con tanta fuerza que era como si nuestras manos
estuvieran en un melé de rugby. Se sentía como si mi mano fuera una
pieza en un rompecabezas de alambre o víctima de un agarre de
sumisión.

Como si una serpiente se hubiese enrollado en mi mano.

“Pero aun así, Kanbaru. Abotónate esa camisa tuya. Deberás estar
de acuerdo con que dejar ver tu ombligo es una mala idea cuando nos
dirigimos hacia las montañas. Y en cuanto a esos jeans gastados—
bueno, supongo que estarás bien siempre y cuando tengas cuidado.”

“Hmm. Bien, como desees.”

Kanbaru siguió mis instrucciones y abotonó su camisa de manga


larga, ocultando la curva de su cintura de la vista. He de admitir que
una pequeña parte de mi lo lamentaba, pero yo sabía que no debería
tener tales pensamientos retorcidos sobre la kouhai de mi novia.

“Ahora sí, vamos”, dije.

“Oh, ahora que lo mencionas. ¿Vamos a caminar?”

“Sí. Nos dirigimos a una montaña. No sabía si sería capaz de


estacionar mi bicicleta, y además no puedo permitir que se la roben”.
La bicicleta de montaña que usaba para mis viajes había sido
aplastada, gracias al brazo izquierdo de alguien. No es que haya dicho
eso en voz alta ya que no sonaría sino sarcástico. “No es que sea un

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Bakemonogatari Vol. 02

viaje largo. Mira, incluso puedes ver a donde nos dirigimos desde
aquí. Esa montaña de allá…”

Mientras decía esto, repentinamente recordé algo. Cuando


comencé a hablar con Kanbaru hace un mes, ella estaba bastante
reacia a tocar el cuerpo del chico que salía con su idol Senjougahara
que incluso declinó montar en el asiento trasero de mi bicicleta,
optando, contra todo sentido común, por correr a mi lado mientras yo
pedaleaba… Y ahora esa misma chica estaba sosteniendo mi mano,
enrollando sus dedos entre los míos, y empujando su pecho contra mi
cuerpo…

“Heheheh”, Kanbaru tenía una sonrisa inocente y tímida y casi


daba saltitos mientras caminábamos. “Araragi-senpai, Araragi-
senpai, Araragi-senpai, Araragi-senpai~~~”

“………”

¡No puedo creer que se me haya encariñado tanto!

¡Incluso está tarareando!

“Por cierto, Kanbaru… Siempre he querido decirte esto pero,


¿podrías dejar de llamarme senpai?”

“¿Eh?” ella parecía confundida, como si no esperara escuchar esas


palabras. “¿Por qué? Te llamo senpai porque eres mi senpai. No
podría imaginarme llamando a mi senpai de otra forma sino mi
senpai.”

“Bueno, hay un sinfín de otras formas para llamarme.”

“¿Como Kesennuma-senpai?”

“No cambies mi nombre.”

No, cambia la otra parte.

Además, “Kesennuma” era el nombre de un lugar.


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Bakemonogatari Vol. 02

“Hablo de la parte de ‘senpai’. Suena muy formal.”

“Por favor no digas eso. Formal es justo como quiero sonar.”

“Está…bien. Bueno, seguro, supongo que soy tu senpai, pero suena


demasiado serio. Y ‘Araragi-senpai’ es demasiado largo, casi como
mi nombre completo.”

Mi nombre completo es Araragi Koyomi.

Siete silabas.

Casi lo mismo que “Araragi-senpai.”

“Hmm. ¿Qué tal si te llamo ‘Araragi-san’ entonces?”

“Supongo que es una solución. Pero solo soy un año mayor, así que
no creo que necesites sonar tan formal y estirada conmigo. Y siento
raro que me llamen ‘-san’ en primer lugar. Hay una niña de primaria
que conozco que siempre me dice así, pero en su caso, ella habla de
una manera formal muy rara.”

Pero la personalidad de esa niña no podría ser peor.

Eso me recordaba. No había visto a Hachikuji últimamente.

……

Eso me hacía sentir un poco solitario.

“Kanbaru, sé que muchas cosas pasaron entre nosotros gracias a


Senjougahara, pero me gustaría que nos tratáramos como iguales.”

“Ya veo. Me alegra escuchar eso.”

“Pero por otro lado, no estoy seguro de que pueda medirme a la


más grande estrella de nuestra escuela.”

“Oh, no seas ridículo. Nada podría hacerme más feliz que estar
contigo de esta forma. Llegarte a conocer casi me hace tan feliz como

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Bakemonogatari Vol. 02

reconciliarme con mi otra querida Senjougahara-senpai. Si hay algo


sobre ti que encuentro poco satisfactorio, es que no logré conocerte
más pronto en mi vida.”

“…Uh huh.”

Ella realmente tenia baja autoestima.

Aunque no podía entender por qué, considerando lo que aprendí


hace un mes.

Ella también estaba pasando por muchas cosas.

“Entonces”, ella confirmó, “¿entiendo que estaría bien que me


refiriera a ti de manera más íntima que ‘senpai’?”

“Sí. Llámame como quieras.”

“Muy bien, Koyomi.”

“………”

……

¡Solo mi familia me dice así!

“Y Koyomi, tú puedes decirme Suruga.”

“¡Vuelves a hablar como si fuéramos pareja! ¡¿Y por qué sigo


logrando estas metas con la kouhai de mi novia?! Incluso
Senjougahara todavía me llama ‘Araragi’! ¡¿Tienes idea de cuán
grande fue el salto que diste tú?!”

“Por favor no te enojes. Se supone que era una broma, Koyomi.”

“¡¿Entonces por qué sigues diciéndome así, Suruga?!”

“El ‘Elegante Caballero del Rayo’ Koyomi.”

“¿Y ahora por qué le agregas un raro eslogan a mi nombre? ¡Mi


abuelo me dio mi nombre, deja de cambiarlo! ¡No hay nada elegante
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o relacionado a rayos en mí, y tampoco soy un caballero! ¡Y en todo


caso, eso es como el doble del tamaño de mi nombre completo! ¡Estás
perdiendo de vista la meta inicial!”

“El ‘Ultimo Héroe de Nuestro Siglo’ Koyomi.”

“¡¿El ultimo de este siglo?! ¡¿No es eso un poco prematuro?!”

“Bueno, en todo caso, no puedo llamar a mi senpai tan casualmente.


Así que ‘Koyomi’ queda fuera. No me siento a gusto no usando un
honorifico. Pero si un eslogan es demasiado, ¿Qué tal un apodo?”

“Un apodo…” Su sensibilidad puede que esté un poco lejos de lo


normal…o más como lejos del objetivo normal. No podía
imaginármela poniéndome un buen apodo, pero por otro lado, uno
nunca sabe. “Bueno, entonces intenta pensar en un apodo”, le dije.

“Sip”. Kanbaru cerró sus ojos un poco como si estuviera


deliberando. Unos segundos después, su cabeza saltó. “Se me ocurrió
uno”, dijo.

“Vaya, que rápida. Dilo.”

“Ragi.”

“¡Eso suena más genial de lo que me imaginé! ¡De hecho,


demasiado genial!”

Como si ella estuviera usando a propósito un apodo demasiado


genial para mí solo para burlarse… Sonaba demasiado innovador para
ser un apodo de un chico de preparatoria japonesa…

“Usé la parte final de ‘Araragi’ para el apodo.”

“Eso supuse… ¿Pero no se supone que los apodos sean más simples
y encantadores?”

“Buen punto. En ese caso, podemos sacar un poco de ‘Araragi’ y


un poco de ‘Koyomi’ para…”
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“¿Para?”

“Ragiko.”

“¡Ahora es obvio que te estas burlando de mí!”

“No seas tímido, pequeño Ragiko.”

“¡Regrésate a casa! ¡Pensándolo bien, ya no te necesito aquí!”

“Ragiko me está tratando mal… Pero en realidad no me disgusta,


heheheh…”

“¡Agh! ¡Lo olvidé, gritar no funciona con masoquistas! No me


digas, ¡¿eres el enemigo más fuerte que he enfrentado hasta ahora?!”

Me estaba divirtiendo hablando con ella.

Quizás me divertía demasiado.

Casi perdía de vista lo que estábamos a punto de hacer.

“Sé que probablemente es inapropiado decir esto, sin


embargo…Kanbaru. No es por aprovecharme de lo que dijiste antes,
pero si te hubiese conocido antes de empezar a salir con
Senjougahara, quizás estaríamos saliendo nosotros dos…”

“Sí. En realidad estaba pensando lo mismo. Qué tal si te hubiese


conocido antes de verme atraída hacia ella. Es raro que me sienta de
esta manera hacia alguien del sexo opuesto.”

Suspiré.

Por supuesto, no habría conocido a Kanbaru si no fuera por


Senjougahara, y lo mismo aplicaba para Kanbaru, haciendo que ese
escenario hipotético no fuese más que eso.

“¿Qué te parece si,” ofreció ella, “los dos matamos y enterramos a


esa mujer tan molesta?”

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“¡Me das miedo!”

¡Hemos hablado suficiente, pero aún no puedo entender tu


personaje! ¡No puedo comprender tu profundidad! ¡¿Cuántas facetas
tienes, Kanbaru Suruga?!

“Sé que respetas a Senjougahara como tu senpai, pero…eres


sorpresivamente retorcida de mente.”

“No me hagas tantos cumplidos. Harás que me sonroje.”

“Ese no fue un cumplido.”

“Soy feliz con lo que sea que me digas.”

“No puedo creerlo, pequeña masoquista…”

“Ooh, pequeña masoquista. Me gusta. Continua.”

“……”

Aunque albergaba miedos de que Kanbaru podría no saber cómo


responder después de entrar en contacto con la verdadera naturaleza
de su idol de secundaria Senjougahara, parecía que gracias a tal
proclividad suya no tenia de qué preocuparme.

En todo caso, sobre Kanbaru Suruga.

Ella era en realidad lesbiana.

Como podrían haber entendido por nuestra conversación hasta este


punto, ella no solo idolatraba a Senjougahara Hitagi como senpai sino
también la amaba desde el fondo de su corazón. Incluso podrías decir
que sí, Kanbaru y yo éramos rivales en el amor—y sin embargo
estábamos caminando tomados de los brazos. Era difícil saber qué
estaba ocurriendo. Pero por otro lado, ella probablemente se sentía en
deuda conmigo por lo sucedido al final del mes pasado, o quizás se
sentía agradecida, o algo por el estilo…

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No se sentía mal que una de mis kouhais se encariñara conmigo,


pero no se sentía bien que esa atracción fuera gracias a un
malentendido.

Usando una frase de Oshino—al igual que en el caso de


Senjougahara.

Kanbaru simplemente se había salvado por su cuenta—

“………”

Pero sí, no podía negarlo.

Ya sea por estar en deuda o un malentendido o lo que sea, parecía


necesario que yo hiciera algo como mínimo para ajustar la imagen
exagerada que Kanbaru tiene de mí. O quizás debería destruir mi
imagen… Si su impresión de mí se quedaba demasiado positiva, ella
estaría mucho más decepcionada cuando todo se fuese al diablo.

Y por eso di nacimiento a la Operación Arruinar la Imagen de


Araragi Koyomi.

Parte Uno.

Un hombre irresponsable con el dinero.

“Kanbaru, olvidé mi billetera. ¿Puedes prestarme algo de dinero?


Prometo devolvértelo de inmediato.”

“Claro. ¿Treinta mil yenes son suficientes?”

¡Ella era rica!

Hmm…alguien que es irresponsable con el tiempo de otras


personas…no sería muy convincente luego de que yo mismo llegara
antes que ella a nuestra reunión de hoy…

Operación Arruinar la Imagen de Araragi Koyomi, Parte Dos.

Un pervertido irremediable.
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“Kanbaru, ¿sabes qué cosa me tiene interesado últimamente? Ropa


interior femenina.”

“Oh, que coincidencia. A mí también. Considero la ropa interior


femenina una obra de arte. Jamás pensé que estaríamos de acuerdo.”

¡Ella estuvo de acuerdo!

Cierto, no podía esperar ser rival para Kanbaru cuando se trataba


de obscenidades… ¡Esperen, no! Perversiones normales puede que
estén fuera de discusión, pero quizás tenga oportunidad si me voy en
una dirección extraña…

“En particular, me interesa”, proclamé, “¡la ropa interior de niñas


de primaria!”

“¡No podría estar más de acuerdo! Asombroso, siempre supe que


tú no eras el tipo de persona atada por los límites de la sociedad. ¡Sí
que sabes cómo vivir!”

“¡¿Acaba de subir mi valor?!”

¿Por qué?

Hmm. Bien, entonces era hora para la Operación Arruinar la


Imagen de Araragi Koyomi, Parte Tres (me estaba divirtiendo tanto
con esto que ya había perdido de vista mi meta original).

Un megalomaniaco que solo habla de sus sueños.

“¡Kanbaru, estás hablando con un hombre que será grande un día!”

“No necesitas decirme eso. De hecho, creo que ya eres enorme. No


sé si quedará espacio a tu lado si te vuelves aún más grande.”

“¡Nkk…!”

¡No, esto era de esperarse!

¡Necesitaba continuar!
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Bakemonogatari Vol. 02

“¡Voy a volverme un músico!”

“¿Oh? Entonces creo que yo seré tu instrumento.”

“¡Ni siquiera sé qué quisiste decir, pero que frase tan genial!”

Su valor había subido en mi registro de acciones.

¿Por qué?

“¿Por qué mencionas todas esas cosas?” Kanbaru me preguntó.


“No necesitas decirme esas cosas porque no es posible que te ame y
respete más de lo que ya lo hago.”

“Sí, es inútil…” Así como ella era feliz con lo que sea que le
dijeran, ella iba a seguir adorándome sin importar qué tipo de persona
yo fuera. “Pero sabes, no lo entiendo. ¿Por qué me sobreestimas
tanto?”

“Oh, escúchate”. Kanbaru rio. “Hasta hace poco pensaba que no


existía tal cosa como una pregunta tonta, pero he de corregirme.”

“………”

Me sonó como una frase genial por un corto momento, pero


entonces lo pensé bien y me di cuenta que alguien aquí era
simplemente idiota.

“Hice un juramento de dedicar mi vida a ti,” agregó ella. “No


porque me ayudaste a mediar entre ella y yo, sino porque creo que
eres merecedor de ese tipo de juramento.”

“Un juramento…”

“Sí. Pensé en hacer mi juramento al sol, el cual nunca deja de brillar


y brindarnos sus bendiciones, pero el juramento se me ocurrió durante
la noche, así que escogí la farola más cercana en su lugar.”

“¡Esa es la cosa más arbitraria que jamás he escuchado!”

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“Pero las farolas brillan y nos brindan bendiciones también, ¿no es


así? La vida sería difícil sin ellas.”

“Es verdad, pero…”

Al menos hazle tu juramento a la luna.

Quizás estaba nublado.

“Pero tal vez,” Kanbaru concedió, “Yo misma no soy merecedora


de hacer un juramento de pasar mi vida halargando tus cualidades.”

“No sé ni por donde comenzar, pero ese error ortográfico…”

Urkk.

¡La Operación Arruinar la Imagen de Araragi Koyomi se


encontraba en un callejón sin salida!

“…Hmph.”

Araragi Koyomi

Kanbaru Suruga.

Ahora que lo pienso, hay una cosa además de Senjougahara que


ambos tenemos en común.

Ninguno de nosotros es humano.

Bueno, en realidad, los dos somos en su mayor parte humanos.


Pero—

La sangre de Araragi Koyomi.

El brazo izquierdo de Kanbaru Suruga.

Cada una de esas cosas es diferente a humano.

La mayor parte de mi sangre es la de un demonio—y el brazo


izquierdo completo de Kanbaru es el de un mono. Así como yo dejé

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Bakemonogatari Vol. 02

crecer mi cabello para ocultar las marcas de colmillos en mi cuello


que el vampiro dejó, Kanbaru ocultó su brazo izquierdo de mono
envolviéndolo en un largo vendaje. Esa es la razón real por la cual la
una vez brillante estrella fue forzada a retirarse del equipo antes de
tiempo. ¿Qué más podía hacer ella? No podía jugar basquetbol con el
brazo de un mono.

Ambos Kanbaru y yo nos habíamos visto envueltos con


excentricidades.

…Y hablando de excentricidades, Senjougahara Hitagi, mi novia y


senpai de Kanbaru, también se había topado con una.

Para mí, un demonio.

Para Kanbaru, un mono.

Para Senjougahara, fue un cangrejo.

Pero Kanbaru y yo éramos diferentes de ella de una manera


decisiva—porque Senjougahara se enfrentó con su excentricidad
todos los días por más de dos años, pero finalmente fue exorcizada y
regresó a ser humana de nuevo. Kanbaru y yo nos deshicimos de
nuestras excentricidades—pero partes de nuestros cuerpos eran aun
inhumanas. Podría decirse que éramos como excentricidades, nos
vimos envueltas con ellas y nos convertimos en ellas.

Esta era—

Una cosa triste para tener en común.

“¿Hm? ¿Qué pasa?” me preguntó.

“Oh… Em, nada.”

“Vas a arruinar esta cita con esa expresión triste que tienes.”

“Cita… bien, no importa.”

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“Por cierto. Quería preguntártelo antes pero, ¿qué haremos cuando


lleguemos a la montaña? ¿Hay algo qué hacer allá arriba además de
‘eso’?”

“Si hablas en serio, por favor aléjate de cualquier club


Wandervogel5… Pero supongo que no conoces las montañas.”

“Mi equipo corría por las montañas a veces como parte de nuestro
entrenamiento en la secundaria, algo así como carreras a campo
traviesa. Pero tuvimos que cancelarlas luego de que algunos
estudiantes comenzaran a lesionarse.”

“Ya veo.”

Entonces para ella, incluso las montañas no eran más que un lugar
para entrenar.

Pero por otro lado, no fue su técnica en sí la que la convirtió en


nuestra As del basquetbol, sino su abrumadora fuerza en las piernas
que fácilmente la hacía saltar por sobre mi altura.

“¿Eso quiere decir que tú te sientes como en casa en las montañas?”


me preguntó.

“No, no en particular…”

“¿Pero no los chicos buscan escarabajos rinoceronte y ciervos


volantes cuando son pequeños?”

“Ciervos volantes…”

“Sí. Tienen tanto valor como el moho negro…”

5
Nombre adoptado por un movimiento popular de grupos de jóvenes alemanes desde 1896
hasta 1933 quienes protestaban en contra de la industrialización al escalar montañas y pasar
tiempo con la naturaleza. Básicamente un club Wandervogel sería un club de escalar
montañas.
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“Entonces no me parece que tengan tanto valor…”

Pero, ¿por qué habría de ir a las montañas por ellos?

A eso se le llama tirado ilegal de basura.

“Supongo que no es exactamente un lugar para tener una cita—


especialmente considerando la razón para venir,” admití. “Estoy muy
seguro que te lo expliqué bien ayer, pero ya sabes, es un trabajo de
parte de Oshino.”

“¿Oshino? Oh, Oshino-san.”

La expresión de Kanbaru se tornó ambivalente tan pronto como


escuchó el nombre. La reacción fue poco común viniendo de ella, pero
me parecía normal.

Oshino Meme.

Yo, Kanbaru, Senjougahara—el hombre que nos salvó a los tres.


No, él jamás estaría de acuerdo con esa elección de palabras. Nosotros
nos habíamos salvado por nuestra cuenta, esa era la única manera de
ponerlo.

Un experto en excentricidades, y un trotamundos y vagabundo.

Un hombre despreocupado vistiendo una camisa hawaiana de mal


gusto.

Él no era bajo ninguna circunstancia un adulto respetable, pero era


la inmutable verdad que le estábamos agradecidos.

“Sí”, dije. “Aparentemente hay un pequeño santuario en las


montañas que ya no se usa, y él me dijo que pegara este talismán en
el salón principal—ese fue el trabajo que me confió.”

“¿…Y eso para qué?” Kanbaru sonaba mistificada. “La parte del
talismán no tiene sentido, pero en primer lugar, ¿no puede Oshino-san
hacerlo él mismo? Tiene todo el tiempo del mundo, ¿no es así?”
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“Cierto, pero es nuestro trabajo. Terminé con una gran deuda a


pagar cuando él me ayudó… ¿No fue igual para ti, Kanbaru?”

“¿Eh?”

“Sé que en tu caso puede ser difícil de ver, pero él es un profesional,


a pesar de su apariencia y ser. Él no es el tipo de persona que te daría
una mano sin cobrar. Estas en deuda con él, y necesitas trabajar para
pagar.”

“Ohh, ya veo…” Kanbaru asintió, aparentemente convencida.

“Sip”, continué desde donde nos quedamos, “por eso es que te pedí
venir. Oshino nos pidió hacer esto ayer cuando fui a dejar que Shinobu
bebiera mi sangre. Me dijo que me asegurara de traerte.”

“Ahora que lo mencionas, Oshino-san insistió que me estaba dando


una mano… Eh, ya veo, eso significaba que terminaría debiéndole.”

“Exacto.”

“Muy bien. No puedo quejarme si ese es el caso.”

Kanbaru apretó mi brazo con incluso más fuerza. Parecía haber un


significado complicado tras el acto que no podía esperar comprender,
pero en todo caso, parecía que ella se había decidido. Ciertamente ella
parece el tipo de persona honrada que haría honor a su parte del trato.

“Aun así,” dijo ella, “he estado cerca de las montañas unas cuantas
veces pero jamás supe que había un santuario.”

“Yo tampoco… Incluso si cayó en desuso, al menos esperarías


escuchar de él. ¿Por qué Oshino conoce lugares que ni siquiera
lugareños como nosotros conocemos? Supongo que lo mismo va para
esa escuela de clases particulares abandonada en donde está
viviendo.”

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Quizás él en realidad sabía más sobre ruinas que sobre


excentricidades. Al mismo tiempo, como nuestras casetas telefónicas,
realmente es la marca de un pueblo rural que un santuario y escuela
de clases particulares abandonados no se llenen de gente rara… Pero
por otro lado, eso no aplicaba por completo a la escuela de clases
particulares ya que Oshino y Shinobu vivían ahí…

“Pero—si lo vas a poner de esa forma”, se preguntó Kanbaru, “¿por


qué mi otra querida senpai no vino con nosotros? Ambos le deben a
Oshino-san—”

“Senjougahara es astuta, así que ya pagó su deuda. ¿Recuerdas que


le di a Oshino cien mil yenes cuando estabas allí? Era eso.”

“Ah, ahora que lo mencionas, ustedes dos discutieron algo por el


estilo. Ya veo, entonces eso era… Hm, como esperaba de mi senpai.”

“En su caso, no se trató de ser honrada, sino que es como si ella


odiara deberle a las personas. Ella es el tipo de persona que soportaría
una vida de soledad.”

“¿Ella no te dijo algo sobre hoy?”

“¿Hmm? No, no en realidad. Ni siquiera un ‘ten cuidado’.”

Ella en serio no me había dicho nada.

Ya que técnicamente estaba trayendo a “su” kouhai conmigo, me


aseguré de hablarle al respecto antes de llamar a Kanbaru, pero la
reacción de Senjougahara había sido anodina, como si no debiera
molestarla con tales asuntos triviales. Me encontré a mí mismo
queriendo quejarme que era gracias a esa actitud que terminé teniendo
una cita con su kouhai antes de una con ella, convenientemente
haciéndome de la vista gorda acerca de mi débil voluntad.

“¿No te dijo algo ti, Kanbaru?”

“Mm. Me dijo que tenías que consentirme.”

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“………”

Ella realmente consentía a Kanbaru.

Cielos, una tsundere se supone que muestre su lado dulce a su


novio, no a su kouhai.

“Ella me dijo algo más. ‘Si Araragi intenta ponerte un dedo encima,
no lo ocultes y repórtamelo de inmediato. Él podrá elegir entre ser
enterrado en las montañas o convertirse en comida para peces, lo que
menos le guste.’”

“¡¿Lo que menos me guste?!”

Ella no tenía piedad.

Pero, bueno.

Parecía que Senjougahara Hitagi iba en buen camino. Ella se


encontró una excentricidad antes de entrar a preparatoria, y
aparentemente se había deshecho de todo, se había rendido con
todo—así que esto significaba que ella estaba regresando a donde
solía estar. Para alguien que había soportado una vida de soledad—
aprender cómo interactuar con otros no podía ser algo malo.

En realidad me alegraba que fuera así.

Ya que ella era humana—eso era bueno.

“Oh, cierto, Kanbaru. Hablar sobre Senjougahara me recordó algo.


Su cumpleaños se acerca, ¿no es así?”

“Sí. El siete de julio.”

“…Parece que no necesitas revisar tu calendario para recordar esa


fecha.”

“Claro, hablamos de la persona a la que amo.”

“Bueno, tengo una petición al respecto.”


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“Pídeme lo que quieras. En primer lugar, este cuerpo ya te


pertenece. No hay necesidad de que confirmes conmigo todo lo que
hagas, úsame como quieras.”

“No, no es nada de eso, es solo que ese es un día especial y pensé


que podríamos celebrarlo. El único problema es que me he separado
más o menos de ese tipo de eventos por un buen tiempo, y no sé cómo
llevarlos a cabo. Es por eso que esperaba que me ayudaras, Kanbaru.”

“Ya veo. ¿Quieres que me desnude?”

“¡Incluso yo sé que los cumpleaños no son ese tipo de eventos!


¡¿En qué tipo de ocasión intentas convertir el día especial de mi
novia?!”

“Ah, me adelanté a la luz verde.”

“Pues esa luz roja nunca se iba a convertir en verde. Regresa a


calentar la banca. Por el resto de tu vida. Bueno, en realidad,
apreciaría si pudieras ayudarme con la planeación y el equipo. Sé que
hay una grieta en su relación, pero probablemente tú sabes más sobre
Senjougahara que yo. Eso es todo.”

“Hmm. No sé, este es su primer cumpleaños desde que ustedes dos


comenzaron a salir así que, ¿no crees que deberían pasar el día juntos?
Siento que si yo ayudo solo seré una molestia.”

“¿Molestia?”

“Sí. Mostrar amabilidad sin que te lo pidan puede ser molesto,


simple y llanamente un problema.”

“Ahh. Consideré eso, pero pensé que una celebración más animada
puede ser buena para nuestro primer cumpleaños juntos. Pensaba en
invitar a Oshino y a Shinobu, y quizás a cierta niña de primaria que
conozco, y tener una bonita fiesta de cumpleaños.”

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La idea tenía ciertos fallos en cuanto a que a Senjougahara le


disgustaba Oshino, Shinobu, y Hachikuji, pero eso era algo con lo que
debería esforzarme. Debía esforzarme para crear una situación en
donde ella no pudiese expresar su disgusto.

“Bueno—si a ti te parece bien, a mí también”, Kanbaru consintió.

“¿En serio? Eso suena algo evasivo.”

“Bueno, si no te importa que diga esto, aunque tengo mucho


respeto por tus intenciones, ella podría querer pasar el día a solas
contigo.”

“¿Crees que ella es así de santurrona cuando se trata de nuestra


relación?”

Ella ni siquiera había tenido una cita conmigo.

Y eso que se lo pedí claramente.

Por supuesto, no había sido un buen momento, dados los problemas


con Kanbaru y el examen de habilidades que le siguió.

Sus defensas eran simplemente demasiado fuertes.

“Como sea,” hice notar, “me parece que te preocupas por mí y


Senjougahara de una forma muy normal a pesar de que se supone que
somos rivales peleando por su amor.”

“Bueno, es verdad… Pero justo ahora, es como si estuviera


enamorada de ella a pesar de que sale contigo… Y te amo a ti, su
novio, casi tanto como la amo a ella.”

“……”

¿Se me acaba de confesar?

Uh oh, mi pulso estaba acelerando.

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Puede que ella incluso sienta mis latidos a través de nuestros


brazos.

Que persona tan simple era yo.

“…Sabes, estas dejando que Senjougahara te influencie


demasiado”, la regañé. “Ya fuese el sol o la farola o lo que sea a lo
que le hiciste un juramento, no tienes que verme de una forma tan
positiva solo porque soy el novio de Senjougahara. No necesitas
gustar de alguien solo porque a ella le gusta esa persona—”

“No. No es eso”, dijo Kanbaru abruptamente.

Me sentí un poco intimidado por su contundente mirada.

Si algo necesitaba ser dicho, ella lo decía, sin importar que fuera a
un kouhai o senpai.

“Entonces”, le pregunté, “¿aún cargas con ‘equipaje’ del mes


pasado? En realidad no es que me moleste aún lo ocurrido… Ya sabes
lo que dicen, odia al pecado, no al pescador—”

“No—tampoco es eso”, declaró Kanbaru, aparentemente


ignorando mi embarazoso error gramatical. “Me siento afortunada de
que tú seas capaz de olvidar y olvidar, pero no es eso de lo que se
trata.”

“Olvidar y olvidar…”

Ella me hizo sonar como un tonto.

Aunque por alguna razón sentía que no se equivocaba.

Y ciertamente, olvidar es más fácil.

“Por favor, escúchame”, dijo, “Estaba siguiéndote a todos lados,


estaba acosándote, ¿entiendes?”

“……”

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Tremenda cosa para decirme tan descaradamente a la cara.

Como si yo fuera quien necesitaba un sermón.

“Por eso—” ella continuó, “pienso que tengo una buena idea del
tipo de persona que eres. Realmente no creo que merezcas menos que
esto. Incluso si no fueras su novio, incluso si el mes pasado no hubiese
ocurrido, sin importar cómo nos conociéramos—te habría visto como
alguien merecedor de mi respeto. Lo juro, por mis piernas.”

“…Oh.”

Bueno, en ese caso.

Era tonto el incluso contemplar escenarios en donde Kanbaru y yo


no nos conociéramos…

Sin embargo.

“Bueno, no puedo decir nada más—ya que lo juraste por tus


piernas.”

“Sí… Te respeto tanto que incluso si me traes a una solitaria


montaña con el pretexto de que es un trabajo de Oshino-san, solo para
dejar salir cada uno de tus lujuriosos deseos en tu corazón sobre mí,
puedo perdonarte con una sonrisa en mi rostro.”

“¡No quiero ese tipo de respeto!”

Y, ¿‘pretexto’?

¡Ella no confiaba en mí en lo absoluto!

“¿Eh? Espera”, dijo ella. “¿Realmente no vamos a hacer ‘eso’?”

“¡No actúes como si fuera una sorpresa!”

“Espera, ¿entonces quieres que la chica haga el primer


movimiento? A-ha… Tu plan es insistirle a tu novia que no fue
infidelidad porque fuiste tentado.”
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“Ahora lo entiendo, Kanbaru, ¡eso es lo que intentas hacer!


¡Planeas romper mi relación con Senjougahara haciendo esto! ¡Y ni
más ni menos, usando tu cuerpo!”

“Oops…”

“¡No me muestres tu lengua en señal de disculpa! ¡Te ves


demasiado adorable, idiota!”

Que tortuosa.

Bueno, por supuesto sabía que esto era una broma.

…Era una broma, ¿verdad?

“Pero hablando de cumpleaños”, dijo ella, “me pareció un poco


sugerente cuando escuché que un cangrejo la había poseído.”

“No sé si ‘poseído’ es la palabra correcta pero… ¿disculpa?


¿Sugerente? ¿Qué parte de un cangrejo te parece sugerir algo sobre
ella? ¿Y qué tiene que ver eso con su cumpleaños?”

“Bueno, ella es signo Cáncer, ¿no es así?”

“¿Eh?” Siete de julio, ¿verdad? “¿De qué estás hablando? El siete


de julio la volvería Géminis.”

“¿Eh? No…um, no creo que eso sea correcto.”

“¿En serio? ¿Yo soy el que me equivoqué? Cuando escuché que


nació el siete de julio, asumí que sus signo era Géminis…” lo
recordaba bien porque pensé que si Senjougahara tuviese una gemela
idéntica con la misma personalidad apestaría a más no poder. “Bueno,
no es como si conociera las fechas exactas de los zodiacos o algo así…
No, espera. ¿Cáncer no comienza el veintitrés de julio?”

“Oh”. Kanbaru parecía por fin haber notado algo. “…Pregunta de


examen rápida.”

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“¿Por qué?”

“¿Qué signo es alguien nacido el primero de diciembre?”

“¿Eh?” oh vamos, eso no cuenta como pregunta de examen. “Esa


respuesta la sé. Ofiuco, ¿verdad?”

“¡Pfft!” Kanbaru Suruga estalló en risas. “¡Ha…haha, ahaha!”

Parecía haberle hecho tanta gracia que sus rodillas temblaban y no


podía continuar de pie, e incluso estaba colgándose de mi brazo. Ella
pasó de empujar su pecho contra mi codo a atrapar mi brazo en su
escote, pero su irritante risa hacia extremadamente difícil registrar mi
buena fortuna.

“Q-Qué es tan gracioso… ¿Tan malo fue mi error?”

“O-Ofiuco… Pff, ¡pffahaha! Ofiuco… Ahaha, en este día y era, e-


estas usando el zodiaco de trece signos…”

“……….”

Oh.

Ya veo.

Cierto, ahora lo entiendo. El siete de julio era Cáncer en el zodiaco


de doce signos…

“Ah, que buena risa. Suficiente para cinco años.”

Kanbaru finalmente levantó su cabeza. Había lágrimas en sus ojos.


Entendí por qué le había parecido gracioso, pero se había reído
demasiado.

“Bueno, continuemos, pequeño Ragiko.”

“¡Ahora me estas tratando aun peor! ¡Todo ese respeto que tenías
por mí se ha ido! ¡Y en realidad sí duele!”

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Bakemonogatari Vol. 02

“O-Oh. Disculpa, querido Araragi-senpai.”

“Explícame, como agradecimiento por haberte hecho reír tanto.”

“¿Explicar? ¿Cómo? Luego de que sonaras tan seguro al respecto.


Para empezar, ¿por qué siquiera usas el zodiaco de trece signos?”

“Bueno, ¿qué puedo decir? ¿No cambiamos del zodiaco de doce al


de trece signos hace un tiempo?”

“Se intentó, pero no se esparció y las personas se rindieron. ¿Cómo


pudo mi estimado Araragi-senpai no saber eso?”

“Hmm…quizás fue cuando me dejó de interesar la astrología…”

Ya veo…

Conque no se volvió famoso ese zodiaco…

“Supongo que lo mismo pasa con las excentricidades”, reflexioné.


“Puedes tener al monstruo o fantasma más terrorífico imaginable,
pero si no se vuelve famoso entonces nunca existió.”

“No, no creo que sea nada tan profundo…”

“En todo caso, me pregunto qué será Ofiuco.”

“Es una constelación de verano con la estrella alfa Ras Alhague. Es


conocido por contener la Estrella de Barnard, la cual es la estrella con
el mayor movimiento aparente conocido.”

“No, no hablo sobre las estrellas… Me pregunto por qué tiene ese
nombre. ¿Tiene que ver con serpientes o algo así?”

“Quiero decir, representa al médico supremo Asclepios de la


mitología griega. Él está rodeado por una serpiente en la constelación,
y es por eso que se le conoce como Ofiuco, o ‘portador de la
serpiente’.”

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“Eh.” Asentí. No tenía ni idea. “Kanbaru, me sorprende que sepas


todo eso, sobre las estrellas y sobre constelaciones. No me digas,
¿sabes bastante de este tipo de cosas o algo así?”

“¿Crees que no es propio de mí?”

“Para ser honesto, sí.”

“Hm. Bueno, no iría tan lejos como para decir que sé mucho, pero
me gusta ver el cielo nocturno. Es simple, pero también tengo mi
propio telescopio. Dos veces al año, voy a un evento para ver las
estrellas en un observatorio de otra prefectura.”

“Eh. Entonces no solo vas a planetarios. Experiencia por sobre


conocimientos, ¿no?”

“También me gustan los planetarios, pero esos lugares no tienen


estrellas fugaces, ¿verdad? Las estrellas fijas y las constelaciones son
buenas, pero prefiero las efímeras estrellas fugaces.”

“Ya veo. Que romántico.”

“Sí. Espero que algún día, la Tierra se convierta en una estrella


fugaz también.”

“¡¿La humanidad va a estar bien?!”

No podía creer sus palabras.

¿En dónde quedaba el romance?

Eso era una película de desastres naturales.

“…Y parece que llegamos luego de toda esa charla”, le dije.


“Deben haber escaleras por aquí, de acuerdo a Oshino—oh, ahí
están… Bueno, son más como un sendero de animales…”

Una montaña a un lado del camino.

No conocía su nombre.
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Oshino tampoco.

El camino había sido pavimentado para atravesar la montaña, pero


separándose de la banqueta, dirigiéndose hacia la cima, había unas
escaleras—o al menos rastros de escalones. Bueno, en realidad, aun
podías llamarlos escalones. Escuché que nuestros equipos atléticos
venían a trotar hasta acá, como Kanbaru mencionó, pero dudaba de
que alguno hubiese usado estas escaleras. Estaban llenas de follaje, y
de no haber sabido de antemano de su existencia, probablemente no
las habría notado o reconocido como escaleras.

Un sendero de animales.

Mm, no, vi señales de grama aplastada cuando vi más de cerca.


Pisadas. Entonces las escaleras no estaban en total desuso, pero
entonces, ¿de quién podrían ser las huellas? Si recordaba
correctamente, Oshino no se había ni siquiera acercado al santuario,
así que no podían ser suyas. Él también dijo que el santuario estaba
en desuso, así que no podían ser de nadie que trabajara allí.

¿Acaso el lugar estaba lleno de gente rara?

Probablemente no.

“…….”

Volteé a ver a la chica sujetada a mi brazo izquierdo.

Su guarda siempre estaba baja, como ahora, pero era bastante


linda… ¿Ella estará bien? Si hay gente rara, de ese tipo de gente rara
genérica, allá arriba…no podría protegerla. Un poco de sangre
vampírica aun corría por mis venas, pero eso meramente mejoraba mi
metabolismo y curación.

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“Barukan6-kouhai.”

“¿Qué pasa, Ragiko?”

“Tu brazo izquierdo— ¿Cómo se siente?”

“¿Eh? ¿A qué te refieres?”

“Bueno, me estaba preguntando si sentías algo raro.”

“No en particular.”

No en particular—dijo ella.

Es cierto, ella había estado sosteniendo un paquete pesado en su


mano izquierda sin cambiar de mano todo este tiempo, como si no
fuera nada…

Si tener el poder de ese brazo izquierdo de mono además de su


resistencia base era la nueva ‘normalidad’ para Kanbaru…quizás no
había necesidad de preocuparse…

“Sip,” me aseguró, “aún es suficientemente fuerte que podría


lanzarte a la cama solo con mi brazo izquierdo.”

“Realmente no entiendo por qué me tirarías a una cama.”

“Entonces, suficientemente fuerte que podría cargarte como


princesa con solo mi brazo izquierdo.”

“No me cargarías como princesa si es solo con una mano, sería más
como un bandido secuestrando a una chica… Pero supongo que me
parece bien.”

“Heheheh”, Kanbaru dejó salir una levemente obscena risa en


respuesta. Ella parecía estar disfrutando esto. “Realmente eres

6
baruKan= Kanbaru, solo reordenó las silabas para volverlo un apodo.
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amable…por preocuparte tanto por alguien como yo. Ahh, si te


confiara mi cuerpo y alma podría sentirme segura…”

“¿Por qué te estas sonrojando y diciendo eso como si estuvieras


conmovida? ¿Qué eres, una lectora de mentes? Deja de sacar a luz
todo lo que pienso o tendré que sacar mi sombrerito de papel
aluminio.”

“Puede que no me vea así ahora, pero fui la As del equipo de


basquetbol. Puedo saber lo que la mayoría de personas piensa con solo
ver sus ojos. ¡Y aquí hablamos de los pensamientos del senpai que
tanto respeto! Como tu leal subordinada, prácticamente te tengo
bailando en la palma de mi mano.”

“Entonces deja de hacerme bailar. ¿Qué eres, una femme fatale?


Hmph… ¿Solo necesitas ver a las personas a los ojos? Vaya. Digo,
eso realmente suena como telepatía… Bien, Kanbaru, ¿en qué estoy
pensando?”

“Probablemente en algo como, ‘¿esta mujer se quitaría su sostén si


se lo pidiera?’”

“¡¿Así es como me ves, Kanbaru?!”

“¿Quieres que me lo quite?”

“Um, nkk… ¡No, por supuesto que no!”

Dudé por un momento.

Kanbaru simplemente asintió rápidamente y continuó con un “Oh,


bueno”, y continuó colgándose a mi brazo… Su completa falta de
reacción a mi duda parecía ser una muestra de tolerancia, casi
maternal, hacia los motivos ocultos que tenemos los hombres, y
honestamente me molestaba…

Ella era quien había comenzado.

¿Por qué actuaba ella como si yo fuera el joven esposo?


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“Vamos”, urgí, “Ni siquiera hemos escalado la montaña y ya estoy


cansado…”

“Mm.”

“Cuida donde pisas. Además de picaduras de insectos, parece que


hay serpientes por aquí.”

“¿’Serpientes’?”

Pfft, rio Kanbaru.

Debo haberle recordado de nuestra conversación anterior sobre


Ofiuco.

Continué, sin mostrar reacción, “Bueno, aparentemente no son


venenosas. Pero tienen colmillos, y no querrás que te muerdan en un
lugar así.”

“...Tu mordida está en el cuello, ¿verdad?”

“Sí. Pero es de un demonio, no de una serpiente.”

Hablamos mientras subíamos los escalones. Nuestras coordinadas


no habían cambiado mucho, pero la humedad pareció dispararse al
momento de entrar a la montaña, y era sofocante. Los escalones nos
dirigían a un santuario de acuerdo a Oshino, pero no le había
preguntado cuán alto estaba dicho santuario. No me imaginaba que
estuviera hasta la cima, pero…eso estaría bien. No era tan alta la
montaña.

“Mi brazo izquierdo”, dijo Kanbaru. “Oshino-san me dijo que se


debería curar para cuando cumpliera veinte.”

“¿Qué? ¿En serio?”

“Sí. Bueno, solo si no lo hago de nuevo.”

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“Es bueno escucharlo. Eso significa que podrás volver a jugar


basquetbol después de cumplir veinte.”

“Sí. Por supuesto, esa pequeña esperanza será aplastada si


comienzo a holgazanear, así que necesito entrenar por mi cuenta”.
Después de decir eso, ella me preguntó, “¿Qué hay de ti?”

“¿Eh? ¿Yo?”

“¿Vas a ser un vampiro—por el resto de tu vida?”

“…Yo.”

El resto de mi vida.

Un vampiro—por el resto de mi vida.

Un humano falso.

Algo diferente a un humano.

“No me importaría. En todo caso, a diferencia de tu brazo


izquierdo, lo mío no es tan problemático. Sol, cruces, ajo, y todas esas
cosas no me molestan en lo absoluto. Ha ha—y me curo de inmediato
cuando me lastimo, así que me parece justo, ¿sabes?”

“No quiero que actúes fuerte. Lo que Oshino-san me dijo—es que


te resignaste a ser un vampiro para salvar a esa niña Shinobu.”

Shinobu.

Así es como la vampira que me atacó se llamaba ahora.

Esa vampira rubia.

Ella estaba ahora—viviendo en las ruinas de la escuela de clases


particulares abandonada junto a Oshino.

“……”

Ese bastardo realmente no se quedaba callado.


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Esperaba que no le haya dicho a Senjougahara. Asumí que fue


debido al brazo izquierdo que él le proveyó un ejemplo a Kanbaru que
pudiese ser usado de referencia, así que probablemente no debía
preocuparme…

“Eso no es verdad”, mantuve. “Son solo efectos residuales. Y en


cuanto a Shinobu—bueno, ella es mi responsabilidad. No iría tan lejos
como para llamarlo ‘salvarla’. Llegamos a un acuerdo, y estoy
apegándome a dicho acuerdo. Está bien… No soy una estrella del
basquetbol así que no puedo saberlo solo con verte a los ojos, pero
estas preocupada por mí, ¿no es así, Kanbaru?”

“…Bueno.”

“Estoy bien. Tus preocupaciones no han de recaer en mi—ni


tampoco ‘eso’ que mencionas a cada rato.”

Terminé el tema con una pequeña broma. Kanbaru parecía querer


decir más, pero probablemente notando que era mejor no decirlo,
guardó silencio. Si algo necesitaba ser dicho, ella lo decía—pero si
solo ella quería decirlo, podía mantener su lengua controlada. Ella era
una mujer demasiado buena como para tenerla envuelta en mi brazo
izquierdo.

“Ah.”

“Oh.”

Justo mientras nuestra conversación acababa, alguien bajó los


escalones. Un momento perfecto. La persona estaba trotando en estos
traicioneros escalones como si nada.

Una chica, probablemente de secundaria.

Estaba protegida vistiendo mangas largas y pantalones largos.

Había una bolsa en su cintura.

Un sombrero, inclinando sobre su cabeza.


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Estaba muy inseguro de si ella podía ver hacia el frente, e incluso


si pudiera, ella estaba bajando los escalones corriendo viendo solo
hacia sus pies, así que un par de movimientos en falso y podría chocar
con nosotros. Fue bueno que Kanbaru y yo hayamos llegado a una
pausa en nuestra conversación; la notamos más rápido de lo que lo
habríamos hecho normalmente y nos movimos a un lado para evitarla.

Al momento en que ella pasó.

Nos vio a ambos—y pareciendo notarnos por primera vez, mostró


una expresión de sorpresa, e igual de rápido, comenzó a descender las
escaleras a un paso aún más rápido. Su figura estaba fuera de vista
antes de que lo supiéramos. Ella había acelerado tanto que yo
esperaba que tropezara y callera al menos dos veces antes de llegar a
la calle.

“¿……..?”

¿Hmm?

Había algo acerca de e esa chica…

Era como si la hubiese visto en algún lugar antes, o quizás no.

“¿Qué pasa?” preguntó Kanbaru.

“Oh, no es nada…”

“Bueno, no esperaba toparme con alguien en este camino de


montaña. No quería decirlo frente a ti, pero estaba convencida que nos
dirigíamos a una muerte segura. Además, esa chica era bastante linda.
Dijiste que el santuario ya no es usado pero, ¿quizás algunas personas
aún lo visitan?”

“¿Una chica así visitando el santuario?”

“La fe no conoce edad.”

“Claro, pero igual…”


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“Así como el amor no conoce edad.”

“No necesitabas agregar eso, ¿no crees?”

Incluso mientras hablábamos, intenté recordar dónde había visto a


esa chica antes, pero no pude. Pero por otro lado, pensé, quizás en
primer lugar ni siquiera la conocía. Llegué a la conclusión de que
puede haber sido un simple caso de déja vu.

“Bueno, sigamos subiendo”, le dije a Kanbaru. “Si alguien vino de


allá arriba, eso significa que ahí debe haber algo. Me estuve
preguntando todo este tiempo si Oshino no nos estaba jugando una
broma, pero eso queda descartado ahora.”

“Sep. También descarta la posibilidad de que me estés engañando.”

“¿Entonces además de existir esa posibilidad, hasta ahora no había


sido descartada?”

“Te perdonaré con una sonrisa en mi rostro.”

“Ni una palabra más sobre lo sexualmente frustrada que estas,


¿entendido?”

“No importa, podría decirse que fue mi error. No pretendo seguir


molestándote.”

“Pues ya me estás molestando.”

“Oh. En ese caso, ¿qué te parece esto? Alivia mi frustración, y


probablemente deje de molestarte. Esa es la manera más fácil y rápida
de calmar a una perra en celo.”

“Bueno, es la primera vez que escucho eso, primera vez que


escucho a una mujer refiriéndose a sí misma como perra…”

“Solo es vergonzoso al principio. Apurémonos y saquemos ‘eso’


del camino para que hayan menos problemas luego.”

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“Seguiré sin ti.”

“Excitarse a base de abandonar a alguien, ya veo.”

“¡Y tu puedes irte a casa!”

“Que frio eres… ¿No te gustan las mujeres que toman la iniciativa?
Supongo que entonces necesito actuar como si en realidad no quisiera
hacerlo.”

“Lo que sea, no me importa.”

“Solo imagina. Estamos tomados de la mano en contra de mi


voluntad… No me dejaste elección, me amenazaste, y me lo
ordenaste. Y yo con indecisión te pregunto, ‘¿A-Así?’”

“Uh…si pensaste que eso me excitaría, en realidad— ¡no, maldita


sea!”

Nop.

Para nada.

“Hmph. Que mojigato. Más indiferente que el frio mismo. Ser


tratada como aire me hace perder confianza en mis encantos
femeninos. ¿Acaso no te importo?”

“No, no es eso. Pero tengo novia, y su nombre es Senjougahara. Si


no me comporto con indiferencia, eso sería un problema, ¿no?”

“Pero ustedes dos parecen tener una relación platónica. Estoy


segura que necesitas un espacio donde poder liberar tus deseos
sexuales acumulados.”

“¡No, para nada! ¡Y no pidas ser parte de ese espacio!”

“Ella puede encargarse de tus necesidades emocionales mientras yo


apoyo tus necesidades físicas. Contempla, un triángulo dorado.”

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“¡No, tú contempla, un triángulo amoroso de porquería! ¡¿Por qué


querría ser arrastrado a ese tipo de miseria triple?!”

“Aunque dijo eso, Araragi pareció incapaz de quitar sus ojos de mis
pechos. Y al fin y al cabo, no pudo resistir sus instintos.”

“¡¿Por qué un monologo?!”

“Esta es una side story, así que yo soy la narradora.”

“¡¿De qué estás hablando?!”

Y como sea.

Side Story o no, ella jamás podría volverse la narradora.

Necesitaríamos sellar con plástico los libros antes de poder


venderlos.

“Hmph. Esto no va tan bien como pensé”, Kanbaru se lamentó.


“Con un cuerpo como el mío, esperaba que personas como tú se
volvieran mi juguete de inmediato.”

“¡¿Eso es lo que realmente piensas de mí?!”

Una relación platónica…

Esa era una forma de describir a una novia fría que ni siquiera
tendría una cita. Como sea, parecía que otros podían saberlo cuando
las cosas eran así. Siempre me burlé de los mangas donde parejas que
se suponen que están saliendo se distancian y se reconcilian una y otra
vez y seguía diciendo en mi mente que deberían poner manos a la obra
de una buena vez, pero ahora que tenía una novia, sabía cómo
realmente se sentía.

Uh-uh.

No puedes poner manos a la obra tan fácilmente.

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“Si vas a llamarme mojigato, ¿entonces qué hay de ella?” dije.


“Ella es totalmente inmaculada.”

“¿Y por qué no lo sería? Es lo normal cuando consideras su pasado,


y la hace mucho más moe si piensas en ella como una novia tímida e
inocente.”

“Tímida… No lo sé, siento que una vez comienzas a identificar esa


característica como moe, comienza a sentirme menos moe y más
como un punto de venta.”

“Bueno, si ella va a vender, no veo por qué estaría mal aceptar su


oferta.”

“Tienes razón.”

Subimos los escalones.

La hierba aplastada que noté más abajo debe haber sido obra de esa
chica, pensé, y llegamos al santuario alrededor de cinco minutos
después… Como las escaleras, este estaba en tal estado de abandono
que no lo habría reconocido como tal si no se me hubiese dicho que
era un santuario de antemano. Mis preocupaciones sobre gente rara
estando por estos lugares fueron completamente inútiles. Viviésemos
en el campo o no, gente rara o no, ninguna persona escogería estar
aquí por un solo segundo. Supe, apenas, que este era un santuario
debido al torii en la entrada, pero no estaba claro cuál estructura era
el salón principal. Tendría que descubrirlo basándome en el terreno.

¿La chica de antes estuvo aquí también?

¿Para qué?

Claramente no hay dioses en este santuario.

Incluso dios habría escapado de este lugar.

Para decirlo como lo diría Oshino, los dioses están en todos lados—
pero incluso así, no se sentía como si estuvieran aquí. No
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importa…terminaré mi trabajo ya. Todo lo que tenía que hacer era


colocar el talismán, el cual era uno de los trabajos más fáciles que
Oshino me había pedido hasta ahora. Tomé el talismán que recibí de
él y lo saqué de mi bolsillo.

Pero entonces.

“Ungh.”

Kanbaru—se alejó de mi brazo.

Esa agradable sensación que me había acompañado por tanto


tiempo desapareció de mi codo.

“¿Qué pasa, Kanbaru?”

“…Creo que estoy algo cansada.”

“¿Cansada?”

¿De qué?

¿Subir las escaleras?

Sí, fueron una cantidad decente de escalones, pero no me parecía


suficiente para que una atleta como Kanbaru se cansara. Incluso yo
solo estaba respirando un poco más pesado de lo usual.

Pero Kanbaru realmente parecía cansada, y su rostro se veía pálido.


Era la primera vez que la veía en tal estado.

“Hunh… ¿Quieres descansar?” le ofrecí. “Um…supongo que el


único lugar donde podrías sentarte…sería sobre una roca… Pero
siento que sentarse en la roca equivocada en un santuario podría
terminar maldiciéndote…”

Dejando de lado si había o no dioses en este santuario quienes


pudiesen maldecirnos—algo igualmente se sentía mal al respecto.

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Sabía por experiencia que cuando mis instintos me advertían cosas


así, era mejor detener lo que estaba haciendo.

Entonces, ¿qué hacer en este caso?

Mientras me preocupaba por esa pregunta, Kanbaru propuso,


“¿Qué tal si almorzamos?”

“¿Almorzar?”

“Sí. Puede sonar un poco grosero y contra las reglas de etiqueta que
una kouhai sugiera comer, pero cuando no me siento bien, usualmente
mejoro si como.”

“……..”

Ella era como un personaje de algún manga.

Que kouhai tan graciosa, graciosa incluso cuando no se sentía bien.

“Oshino me dijo que no comiéramos hasta después de colocar el


talismán… Algo sobre mantener nuestros cuerpos puros o cosas así.
Bien, entonces qué tal si vas a buscar un lugar donde poder sacar los
almuerzos? No soy fan de almorzar en un santuario desierto, pero
supongo que tiene su encanto. Iré a dar una vuelta y colocar este
talismán mientras tanto.”

“Mm. Sí, hagamos eso. Lo siento, pero tendré que dejar el trabajo
en tus manos.”

“Nos vemos.”

Dándole la espalda a Kanbaru, me abrí paso por la hierba hacia las


estructuras. Oshino había dicho que colocáramos el talismán en el
salón principal, pero no estaba seguro dónde exactamente… Dentro,
¿o podía simplemente ponerlo en la puerta? Diría que la falta de
direcciones de Oshino era la culpable de mi ignorancia, pero por otro
lado, sus direcciones nunca estaban completas. Quizás él intentaba
que pensara por mi cuenta.
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Como sea, decidí darle un vistazo a los edificios, y mientras lo


hacía, pensé una vez más sobre la chica a la que pasamos antes. No
sabía por qué, pero algo de ella me molestaba… No, no era eso.

Era como si la hubiese visto antes

Como si la conociera de antes.

Pero más inmediatamente—sentí algo en ella.

No es que supiera qué era ese algo.

“Pero aun así siento que la conozco de antes… ¿Dónde habrá sido?
No es como si me volviera amigo de chicas de secundaria tan a
menudo…”

Mis hermanitas eran caso aparte, pero…

¿Mis hermanitas?

“Hm…tal vez.”

Terminé colocando el talismán en la puerta de un edifico que me


pareció ser el principal. En realidad, sentí que podría colapsar si abría
la puerta, así que podría decirse que no tuve elección.

Gentilmente me alejé y regresé a la entrada del lugar. Kanbaru no


había regresado. Pensé sobre usar mi celular…pero me di cuenta que
ella no me había dado su número. Y ahora que lo pensaba, yo tampoco
le había dado el mío.

Ese celular suyo fue inútil al fin y al cabo.

“¡Kanbaruuuuu—!”

Y así terminé gritando en voz alta.

Pero no hubo respuesta.

“¡Kanbaru!”

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Intenté gritar aún más fuerte—pero el resultado fue el mismo.

Repentinamente comencé a sentir ansiedad.

Ella no podría no escuchar mi voz si estuviera cerca. Aunque


Senjougahara podría, Kanbaru de entre todas las personas jamás me
dejaría y se iría a casa sin mediar palabra. Perder de vista a alguien en
un lugar como este solo podía significar—

“¡Kanbaru!”

Comencé a correr, confundido.

Ella dijo que no se estaba sintiendo bien. Quizás colapsó mientras


buscaba dónde comer… ¿Era eso? Los peores escenarios pasaron por
mi mente. ¿Cómo confrontaría la situación entonces—cuál sería el
curso correcto de acción? Si algo le sucediera, no sería capaz de ver a
Senjougahara a los ojos de nuevo.

Pero afortunadamente, ningún escenario de peor caso sucedió.


Corriendo por los terrenos del santuario, finalmente la encontré,
parada espaldas a mí.

Las cajas de almuerzo estaban en el suelo a su lado.

Ella se veía atontada—y se encontraba quieta por completo.

“¡Kanbaru! Le dije, colocando mi mano en su hombro.

“¡Hyeek!” dio un pequeño salto, y se giró. “O-Oh… Solo eres tú.”

“Que bonito saludo.”

“Ah…lo siento. Es impensable que haya dicho algo así a alguien a


quien le debo tanto. Es solo que fue una sorpresa… Después de todo,
tocaste mi carne de repente.”

“¿’carne’? Oh, vamos.”

Solo fue su hombro.


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“Permíteme compensarte por mi metida de pata con mi cuerpo”,


dijo ella. “Puedo pretender resistirme un poco, pero todo es un acto
para hacer la escena más emocionante, ¿bien?”

“Bien, pareces estar bien si eres capaz de parlotear esas cosas. Me


alegra. Sí, estoy al tanto de que estás haciendo sonar eso ridículo a
propósito. Así que es suficiente. Realmente gritaste de forma linda,
¿sabes?”

Su rostro—aún estaba pálido.

De hecho, se veía peor.

No parecía buen momento para burlarme de ella por su inesperado


grito.

“¿Qué pasa, estas bien? Si te sientes tan mal—sí, si limpio un poco,


podrías recostarte en el porche del santuario. Hagamos eso, te llevaré
en mi espalda. Si estas preocupada por la higiene del lugar, podría
poner mi chaqueta—”

“No…no es eso”. Kanbaru apuntó—hacia adelante. “Mira eso…”

“¿Eh?”

Hice lo que dijo y vi a la dirección en la cual apuntaba.

Al bosque pasando un poco los terrenos del santuario.

Ella apuntaba a un solo árbol grueso.

En la base de ese árbol—había una serpiente cortada en pedazos.

Una serpiente, asesinada, cortada en cinco pedazos—su largo,


serpenteante, y retorcido cuerpo, cortado.

En cinco pedazos.

Asesinada.

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Pero su cabeza aun parecía viva.

Su lengua moviéndose y su boca abierta.

Era un gemido de agonía.

O eso me parecía.

“¡……..!”

Guardé silencio ante tal vista—

Y repentinamente recordé el nombre de la niña.

La chica a la que habíamos pasado.

Sí.

El nombre de esa chica—era Sengoku Nadeko.

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003

“Este, y luego este, supongo. Oh, ese libro no podría ser muy útil.
Mis disculpas a quien lo escribió, pero todo lo que realmente hace es
decirte que memorices las cosas. Este libro debería ser mejor si lo que
quieres es eficiencia”, dijo Tsubasa Hanekawa, sacando un libro tras
otro de los estantes y entregándolos.
Uno, dos, tres, cuatro y cinco.
La ubicación—una librería departamental no muy lejos de la Prepa
Naoetsu.
Lunes, 12 de junio.
Después de la escuela.
Hanekawa, la presidenta de clase, y yo, el vicepresidente de clase,
nos dirigimos juntos a una librería de camino a casa luego de
reunirnos y preparar el festival cultural, el cual se avecinaba más tarde
esa semana el viernes y sábado. Bueno, fue más como si le hubiese
pedido a Hanekawa que me acompañara y ella hubiese accedido.
Trenzas, anteojos.
Una presidenta de clase entre las presidentas de clase.
Hanekawa Tsubasa, la estudiante modelo definitiva.
“Lo siento, Hanekawa…pero estoy a punto de rebasar mi
presupuesto”.
“¿Eh? ¿Cuál es tu presupuesto?”
“Diez mil yenes. Tengo un poco más en casa, pero eso es todo lo
que tengo en mi billetera”.
“Oh. Si, las guías de estudio son bastante caras. Aunque por
supuesto, no puedes quejarte cuando consideras lo que traen dentro.
Bien, entonces tomaré la rentabilidad en consideración además de los
puntos positivos y negativos. Así que vamos a devolver este libro y
cambiarlo por…este otro.”
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Hanekawa Tsubasa—
Otra persona que se había involucrado con una excentricidad. Pero
tal vez ella necesitaba ser puesta en una categoría diferente a la mía,
a la de Kanbaru e incluso a la de Senjougahara‒‒siendo la razón que
ella no recordaba su envolvimiento con dicha excentricidad. Ella
había olvidado hasta el último detalle de esa pesadillezca Golden
Week que rivalizaba incluso con mi infierno personal de vacaciones
de primavera.
Pero yo sí recordaba.
Para mí, un demonio.
Para Kanbaru, un mono.
Para Senjougahara, un cangrejo.
Y para Hanekawa—un gato.
“Pero”, Hanekawa dijo abruptamente, “me hace un poco feliz”.
“¿…Qué cosa?”
“Que me pidas que te ayude a elegir guías de estudio. Es como si
todos mis esfuerzos no fueran a desperdiciarse ya que vas a tomarte
la escuela enserio”.
“………..”
No.
Sus esfuerzos no tenían mucho que ver.
Ella me forzó a convertirme en vicepresidente de clase en un
intento de rehabilitación, habiéndome confundido con un
delincuente…
Ella estuvo equivocada, o más bien estuvo como un tren
descarrilado.
“Em, no estoy seguro si me estoy tomando la escuela enserio”, la
desengañe. “Es sólo que debería empezar ya a pensar en qué hacer
después de la graduación”.

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Bakemonogatari Vol. 02

“¿Después de la graduación?”.
“¿Tal vez la universidad?, Senjougahara y yo estábamos hablando
de ello el otro día. Y escuche en que universidad estaba tratando ella
de entrar…”
“Ah. Senjougahara quería entrar en la Universidad nacional local,
¿verdad? Sera admitida por recomendación”.
“Lo sabes todo, ¿no?”.
“No todo. Solo sé lo que sé”.
Era el mismo intercambio de palabras de siempre.
En realidad, Hanekawa se había interesado en Senjougahara antes
que yo, así que tal vez, como presidenta de clase, era natural que ella
supiera tanto. Pensándolo bien, Senjougahara no parecía odiar
demasiado a Hanekawa por su excesivo alboroto causado. Invitar a
Hanekawa a la fiesta de cumpleaños que estaba planeando para
Senjougahara probablemente no provocaría su ira.
Pero, tener una novia que podría enojarse porque planee una fiesta
de cumpleaños para ella…
“Así que, Araragi. ¿Realmente estas tratando de entrar en la misma
universidad que ella?”
“No se lo digas todavía, ¿de acuerdo? No quiero hacerle ilusiones
de alguna manera extraña”. Oculté mi vergüenza—o eso intenté, pero
aun así giré mi atención a una guía de estudio aleatoria a mi alcance.
“En realidad, siendo que ella me diría algo poco amigable”.
“Brutal… ¿no son ustedes dos novio y novia?”.
“Bueno, sí, pero. Es como si ella creyera que ‘las buenas vallas
hacen buenos extraños’...”
“¿Eh? Oh, ya entiendo. ¿Una broma basada en el dicho de ‘buenas
vallas hacen buenos vecinos’? Ahaha, eres gracioso, Araragi”.
“¡No expliques los chistes de las personas!”
Y no lo llames broma.
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Bakemonogatari Vol. 02

Y no me llames gracioso.
“¡Ahaha, Araragi! ¡Debiste haber estado pensando en esa broma
desde el momento en que dijiste: 'Siento que ella me diría algo poco
amigable'! Sería fácil prever que yo respondería: '¿No son ustedes dos
novios?' ¡Oh, a veces eres bastante elaborado!”
“¡Por favor deja de desmontar parte por parte la forma en que
hablo!
Me sentía desnudo.
Nos regresé al tema principal.
“No es que tenga un objetivo específico, pero me fue mejor de lo
que esperaba en la prueba de habilidades del otro día. Solo estaba
tratando de evitar una mala calificación…por supuesto soy mediocre
a comparación de ti o Senjougahara, pero me fue bastante bien gracias
a haber estudiado en serio por primera vez en un buen tiempo.”
“Lo había olvidado, ¿ella te ayudó a estudiar?”.
“Si”.
Por si se lo preguntan, Senjougahara obtuvo la séptima mejor
puntuación general sin esfuerzo mientras supervisaba a este
fracasado. Fue impresionante, o tal vez brillante. Ella estaba en el
nivel donde mi única reacción posible era la admiración.
Un hecho más, por si se lo preguntaban. Hanekawa Tsubasa obtuvo
la mejor puntuación general.
No hacía falta decirlo.
Ella obtuvo el primer lugar en cada tema.
Obtuvo casi una puntuación perfecta, aparentemente.
Dejando eso a un lado, aunque mis calificaciones no eran dignas de
ser publicadas y clasificadas en cualquier materia aparte de
matemática, todavía habían mejorado dramáticamente en
comparación con todas las pruebas de habilidades que había tomado
hasta ese momento.

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Bakemonogatari Vol. 02

Habían mejorado hasta el punto de que yo estaba empezando a


concebir cierto sueño.
Ahora era junio.
Entonces si me atrincheraba y estudiaba durante el próximo medio
año—
Mis notas fueron suficiente para hacerme pensar en cosas así.
“Con Senjougahara haciendo de tutora, sentí que por primera vez
entendí como estudiar… Me hizo recordar cómo me sentía en la
secundaria. Me había dado por vencido en ese tipo de cosas en algún
momento durante mi primer año aquí”.
“Eh... Creo que eso es algo bueno. Pienso que querer ir a la misma
universidad que tu novia es un poco impura en cuanto a motivos, pero
las puertas a becas siempre están abiertas. Sí, en ese caso, creo que
voy a hacer todo lo posible para ayudarte.”
“……..”
Ser educado por Senjougahara era aterrador, pero recibir educación
por parte de Hanekawa también era una idea bastante aterradora……
Aunque no es como si se lo fuera a decir.
De hecho, no importa cómo lo viera, necesitaba la ayuda de
Hanekawa Tsubasa si quería entrar a la universidad.
“Así que”, le pregunté a ella, “si puedo tener una buena idea de
dónde me encuentro, podría empezar a ir a una escuela de preparación
para los exámenes de ingreso a partir de las vacaciones de verano.
¿Sabes de alguna buena?”
“Hmm. No puedo decir que sí. Nunca he ido a una escuela de clases
particulares ni nada así.”
“Ya veo...”
Maldita genio.
“Pero le preguntaré a mis amigos”.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Realmente sabes cómo cuidar de la gente, ¿sabes? Te lo


agradezco. Por supuesto, aunque no pueda entrar este año, si planeo
mis estudios con la idea de que me tomare un año libre después de la
preparatoria, creo que puedo lograrlo.”
“¿Por qué estas poniendo tu visión tan baja antes de siquiera haber
empezado? Si vas a hacer esto, intenta entrar al primer intento… ¿y
cuando estás pensando en decírselo a Senjougahara?”
“Repito, una vez que tenga una buena idea de dónde me
encuentro... supongo. Sé que también necesitaré su ayuda. Parece que
la universidad nacional a la que Senjougahara está intentando entrar
ofrece diferentes tipos de exámenes de ingreso, así que si escojo un
grupo que se centre tanto como sea posible en matemática…”
“Tiene sentido.” Hanekawa me entregó otra guía de estudio. “Bien.
Con eso son diez mil yenes exactos.”
“¿…Que? No es posible. ¿Encontraste una combinación que cuesta
exactamente eso? ¿Realmente puedes hacer un truco como ese?”.
“Es solo adición, ya sabes”.
“………”
Fue solo adición, seguro…pero estábamos hablando de en su
mayoría números de cuatro dígitos, en su cabeza, mientras tenía una
conversación… Pensé que las matemáticas eran mi fuerte… Parecía
que no podía esperar compararme con Hanekawa incluso cuando se
trataba de aritmética.
El pensamiento afectó un poco mi motivación, o tal vez me puso
una abolladura…
Ya me estaba comenzando a desanimar antes de empezar.
En otras palabras, tendría que pasar medio año partiéndome el
trasero estudiando y en medio de un complejo de inferioridad
inconmensurable hacia Senjougahara Hitagi y Hanekawa Tsubasa…
Bien.
Simplemente tendré que matarme estudiando.
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Bakemonogatari Vol. 02

“Incidentalmente, Araragi”.
“¿Por qué tan formal de repente?”
“Cuéntame más sobre lo que dijiste antes. Encontraste el cadáver
de una serpiente cortada en cinco pedazos en las ruinas descuidadas
de un santuario, ¿qué pasó entonces?”
“¿Eh? Oh, eso.”
Se lo había contado después de la escuela mientras nos preparamos
para el festival de cultural. Mi intención era solo actualizarle la
información sobre Oshino, pero eso había sucedido justo ayer. No
pude evitar contarle dado lo fresco que estaba en mis recuerdos. No
entré en detalles porque escuchar sobre muertes de animales pequeños
sería incomodo, pero el hecho parece haber llamado la atención de
Hanekawa.
“Nada, en realidad. Kanbaru y yo como mínimo hicimos un agujero
para enterrar a la serpiente... pero cuando deambulamos por la zona
después de eso, había serpientes muertas por todo el lugar”.
“Muertas—¿por todas partes?”
“Sí. Serpientes picadas por todas partes.”
Varias de ellas.
Y luego dejé de contar.
Y también me rendí—en intentar enterrarlas.
Kanbaru se había visto realmente enferma.
“Así que terminamos bajando de la montaña... Y luego comimos el
almuerzo que Kanbaru hizo en un parque cercano. Me sorprendió lo
bueno que estaba, pero cuando le pregunte, me dijo que su abuela la
ayudo a prepararlo. En realidad, al revés. Era más como si ella ayudó
a su abuela a prepararlo. Cuando le pregunté qué hizo exactamente,
fue ‘preparé los cuchillos’ y ‘herví un poco de agua’ y ‘supervisé que
la olla con el agua no hirviera de más, pero sí hirvió de más’. Querer
ser una buena cocinera a pesar de ya ser tan atlética es ser codiciosa,
¿no crees?”.
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“Eso podría ser cierto. Pero es una pena lo de Kanbaru. Estaría en


medio de un torneo ahora mismo si no fuera por su lesión en su
brazo”.
“…….”
Oh, cierto.
Mantenía esa parte en secreto.
Casi lo olvidaba y se lo decía.
Las únicas personas en el instituto Naoetsu que sabían la verdad
detrás del retiro de Kanbaru Suruga éramos Senjougahara y yo. Nadie
se añadiría a esa lista, y eso parecía perfectamente bien.
Lo curioso es que una vez que comimos, Kanbaru realmente se
sintió mejor de nuevo. De la forma típica de un atleta, su cuerpo
parecía ser inusualmente eficiente en la absorción de energía.
“Bueno, Araragi... Eso debe haber sido difícil.”
“Sí. Matar serpientes de esa manera parecía un ritual o algo así y
me hizo pensar. Me dio escalofríos, es algo muy desagradable de
hacer. Además, el lugar es un santuario abandonado, ¿sabes? Oh, por
cierto, ¿sabías que había un santuario allí?”.
“Sí.” Hanekawa asintió enérgicamente, como para decir, por
supuesto que lo sabía. “Santuario Kita-Shirahebi, ¿verdad?”
“¿Kita-Shirahebi?” Santuario de La Serpiente Blanca del Norte—
“Sí, supongo que deben haber adorado a un dios serpiente allí. Pero
no estoy tan familiarizada con eso. Resulta que lo sé solo por ser
lugareña.”
“Siento que es precisamente el tipo de lugar que no conoces solo
por ser lugareña… Además, ya pareces muy familiarizado con ese
lugar, pero… matar serpientes en un lugar donde alguna vez fueron
adoradas… Realmente me parece una especie de ritual. ¿Tal vez
debería…informar a Oshino?”.
Una excentricidad.

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Bakemonogatari Vol. 02

Esperaba que simplemente le estuviera dando demasiadas vueltas.


Pero—también estaba el asunto con Sengoku.
Sengoku Nadeko.
“………”
… No quería que la conversación fuera en esta dirección.
Hanekawa había olvidado su implicación con una excentricidad.
Ella recuerda haber sido ayudada por Oshino, al menos, pero la parte
de ser ‘encantada’ por un gato y todo lo que siguió—ella no tenía
recuerdos de ello. Esa no es la única razón, pero no quiero que
Hanekawa tenga mucho que ver con las excentricidades. No necesita
saber sobre lo que pasó con Senjougahara, o Kanbaru, o Hachikuji—
ni ahora, ni después.
Así es como lo veo.
Porque ella es una persona genial.
Aunque mis preocupaciones resultaban ser extrañas en esta
situación.
“Pero ya sabes, Araragi, eso no es de lo que quería hablar. Me
refería a que tratar con Kanbaru debe haber sido difícil”.
“………..”
Si acaso.
Parecía que necesitaba preocuparme más por mí mismo.
“Tratar. Con. Kanbaru.”, enfatizo sus palabras. “Debe haber sido
difícil, estoy preguntando.”
Ella estaba sonriendo.
Su rostro sonriente era lo más aterrador del mundo...
“O-Oh... Sí, ella de repente empezó a sentirse mal. Me preguntaba
qué podría ser, pero... no fue nada, afortunadamente”.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Eso no es de lo que estoy hablando”, dijo Hanekawa en un tono


serio. Bueno, ella decía casi todo en un tono serio, pero especialmente
esta vez. “¿No crees que es un problema ser demasiado amigable con
la kouhai de tu novia? Creo que está bien que seas un poco amigable
con ella ya que fuiste tú quien las ayudó a hacer las paces, pero no
deberían tomarse de los brazos, ¿verdad?
“¿Qué se suponía que debía hacer? Es una chica amigable.”
“¿Crees que eso pasa como una excusa?”
“Bueno...”
No, ¿verdad?
Sin importar desde qué ángulo lo vieras.
“Una parte de mí puede entender”, dijo ella. “Supongo que esta
debe ser la primera vez que tienes un kouhai que te admira. Tampoco
tenías actividades extracurriculares en la secundaria y te ibas directo
a casa, ¿verdad? Es bueno tener una linda kouhai. ¿O podría haber
sido simplemente que disfrutabas de cómo se sentían los pechos de
Kanbaru? Pervertido.”
“Ngkk…”
Me resultó difícil argumentar algo en contra.
Ella estaba equivocada, pero incluso si le dijera eso, no había
manera de evitar que sonara como una mentira.
Hanekawa continuó: “Estoy segura de que Kanbaru se siente
insegura hasta cierto punto debido a su retiro, pero, ¿no es ahí donde
deberías saltar y dejar las cosas claras?”
“Uhhm... “
“¿No sería una pena que el Dúo Valhalla se separara por ti cuando
tú ayudaste a reunirlas?”
“Sí, eso es cierto.”
Débil de voluntad

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Bakemonogatari Vol. 02

Soy débil.
“Pero en ese sentido”, observó Hanekawa, “supongo que Kanbaru
no tiene mucha experiencia con hombres. Es una manera extraña de
decirlo, pero tal vez ser tratada como una estrella durante tanto tiempo
la privó de ese tipo de oportunidades”.
“Probablemente.”
Además, era lesbiana.
Además, estaba enamorada de Senjougahara.
Esos también eran secretos.
“Y tampoco pareces muy bueno para comunicarte sobre estas
cosas”, continuó la presidenta de clase. “Aunque a veces esa es una
excusa válida, no siempre lo es”.
“No sé. Senjougahara sigue diciéndome que cuide bien de
Kanbaru. ‘No pasaré por alto ninguna grosería hacia mi kouhai’, y ese
tipo de cosas. Me hace preguntarme quién tiene realmente el poder
aquí. Si esto es un triángulo amoroso, es un infernal isósceles. Incluso
parece que Senjougahara le dijo a Kanbaru que yo debía mimar a esta
última.”
Correcto.
Lo que no tenía sentido aquí era la psicología de Senjougahara.
¿En qué diablos estaba pensando ella?
“Bueno, está bien. ¿Qué te parece esto?”, Hanekawa estiró
suavemente ambas manos hacia mi cabeza. La apretaron y se
quedaron allí. Mis manos ya estaban llenas cargando la pila de guías
de estudio así que no pude alejarla.
“¿Eh? Espera, ¿qué?”
“Bien, adelante.”
Hanekawa usó sus manos para ajustar el ángulo de mi cabeza y lo
apuntó directamente hacia su propia cara elevada en mi dirección,
nuestros ojos se encontraron. O eso pensé, pero los de Hanekawa
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Bakemonogatari Vol. 02

estaban cerrados. Detrás de sus anteojos estaban dos ojos cerrados, y


sus pestañas parecían estar temblando. Sus labios, sellados también,
naturalmente parecían transmitir un mensaje: “¿Eh? ¿Eh? ¿Eh?”
¿Q-Qué estaba pasando aquí?
O, mejor dicho, ¿adónde iba esto?
Hanekawa era la presidenta de clase y alguien con quien estaba en
deuda, como, no, incluso más de lo que estaba en deuda con Oshino—
¿P-Pero tenía que hacer algo aquí?
Ella me dijo ‘adelante’...
Esos anteojos se interponían un poco en el camino, pero... espera.
¡¿No era el movimiento correcto el no hacer nada en esta
situación?!
“...Así, supongo”
Sus ojos parpadearon.
Hanekawa me dejó ir.
Una sonrisa traviesa se extendió por su rostro.
“Araragi, ¿estabas a punto de hacer algo, verdad?”
“N-No... ¿Qué estás diciendo?”
Admito que mi voz obviamente se estaba quebrando.
¿Qué estaba diciendo yo?
“Mira. Eres débil, débil de voluntad.”
“……….”
Viniendo de otra persona, esas palabras realmente me
impresionaron.
No sólo eso, no podía negarlo.

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Bakemonogatari Vol. 02

No diría que ‘estuve a punto’, pero era la verdad innegable que


había vacilado.
“Eres amable con todo el mundo, ¿verdad, Araragi? Creo que
cuando Senjougahara ve ese lado de ti, la pone bastante insegura. Eres
el único para ella, pero para llevarlo a un extremo, es como si
estuvieras bien con cualquiera”.
“¿...Insegura?”
¿Era ella una persona tan sentimental?
Por otra parte, fue para ayudar a deshacerse de esa parte de ella que
yo había actuado como mediador entre ella y Kanbaru. Entonces,
¿Senjougahara, a su vez, intentaba ayudar a deshacerse de esa parte
de mí? No, no tenía sentido. No vi como eso posiblemente podría
continuar.
“Eres rápido en seguir la corriente y no quieres lastimar a las
personas. Ser amable suele ser algo bueno, por supuesto, pero no
siempre es bueno para quienes te rodean. Senjougahara no podría
querer que seas demasiado amigable con Kanbaru, ¿sabes? Pero ella
nunca podría decirte que no te hagas amigo de ella e incluso podría
terminar diciendo lo contrario—¿me equivoco? Algo así como si a
ella no le importara que ustedes fusen amigos, de hecho, ella quiere
que sean amigos, pero quiere que tracen un límite claro... Tal vez
Senjougahara quiere que la elijas después de haberla comparado con
Kanbaru”.
“¿Qué demonios? no tiene ningún sentido”.
“¿No crees que Senjougahara está en un dilema? Eres muy
importante para ella como su novio, y Kanbaru es muy importante
como su kouhai”.
“Uhh.”
Además, Kanbaru era lesbiana.
Y Senjougahara ya lo sabía.
Nuestras relaciones eran bastante complicadas cuando tomas eso
en cuenta.
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“Y Senjougahara es tsundere”, dijo Hanekawa como para terminar


la conversación. “No creo que debas tratar de entender sus acciones
de una manera simple. Tienes que estar siempre buscando las razones
detrás de sus acciones. Si Senjougahara es importante para ti, no creo
que debas dejar que tu corazón vacile por una pequeña tentación.
Realmente es un poco irresponsable ser amable con todos”.
“Sí... No te preocupes, eso ya lo entendí bien”.
Su ejercicio en tiempo real había funcionado.
Sentí que ahora sabía con seguridad lo endeble que era yo.
...Aunque no sabía que pensar acerca de concluir nuestra
conversación con “Y ella es tsundere”... Espera, así que Hanekawa
sabía lo que esa palabra significaba...
Ella realmente lo sabía todo.
Tal vez incluso estaba empezando a ver a través de las tretas felinas
de Senjougahara.
Después de todo, los gatos eran la especialidad de Hanekawa.
“Hablando de eso”, le pregunté, “¿Dónde planeas ir a la
universidad? ¿Tokio, supongo? ¿o acaso los estudiantes que obtienen
los mejores puntajes a nivel nacional en las pruebas de práctica como
tu terminaran yendo al extranjero?”
“¿Eh? No voy a ir a la universidad, ¿de acuerdo?”
“¿……Que?”
¿De dónde salió esa bomba?
Ella honestamente me había tomado por sorpresa.
“No vas a.… ir a la universidad?
“Nop.”
“¿Es un problema de dinero? Pero estamos hablando de ti, estoy
seguro de que puedes conseguir una beca...

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Bakemonogatari Vol. 02

Las escuelas estarían luchando para obtenerla.


Incluso podía imaginar que le pagarían por ir a la escuela.
“No es así. No hay nada que me gustaría estudiar en la universidad,
de todos modos... Sí, supongo que podría decírtelo, Araragi. Voy a
hacer un pequeño viaje después de graduarme”.
“¿Un-Un viaje?”.
“Quiero pasar dos años más o menos viendo el mundo. Hay muchos
lugares de interés del Patrimonio Mundial que necesitas visitar ahora,
o podrían desaparecer. Hay momentos en los que me encuentro
confiando en nada más que mi conocimiento, así que creo que debería
salir y experimentar más cosas. Y si quiero ir a la universidad, puedo
después, y no será demasiado tarde”.
“……”
Era el tipo de idea que flota en tu cabeza cuando estás soñando
despierto.
Pero ese no parecía ser el caso…
Hanekawa no tenía las calificaciones de un estudiante que
necesitara escapar de la dura realidad de su lucha para entrar a una
buena escuela. Podrías decirle que los exámenes de ingreso eran
mañana y no importaría, ella tenía las habilidades para manejarlo sin
pretensiones. Podrías ponerle los exámenes en ese mismo instante ella
probablemente se abriría paso sin problemas para entrar a cualquier
escuela que mencionaras. Ese era el tipo de persona con quien trataba,
lo cual significaba que estos planes de viaje suyos deben haber sido
pensados a tal punto que no era posible cambiarlos…
“Mantenlo en secreto por ahora de nuestros maestros y demás, ¿de
acuerdo? Creo que podrían sorprenderse si lo escuchan”.
“Sí... no lo dudo.”
“Mi plan es esperar el momento adecuado para mencionarlo”.
“Ya veo... Bueno, tengo la sensación de que no importa cuando lo
digas, va a haber más que una pequeña conmoción.”
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Bakemonogatari Vol. 02

Sería un caos total, estaba seguro.


Si el mejor estudiante de una escuela preparatoria tomase ese tipo
de decisión, dejando así un precedente, incluso podría afectar el
legado de la institución. Y esta era Hanekawa, alguien de quien tenían
las mayores expectativas. Ella tenía que estar en pleno conocimiento
de las consecuencias...
“Por favor, no lo digas”, ella me lo pidió. “A cambio, esta vez,
mantendré todo sobre Kanbaru como secreto para Senjougahara.”
“Oye, no siento que haya hecho algo particularmente
cuestionable... “
“Y yo tampoco. Pero, ¿me entiendes?”
“Sí. Lo entiendo.”
Hmph
¿Podría Oshino haberla—influenciado?
Hanekawa trataba a ese trotamundos con el mayor respeto posible.
Como minimo, no podías dejar fuera su influencia en ella. Si ese fuera
el caso, sentía que Oshino tendría un montón de sangre en sus
manos… Que bastardo tan entrometido.
Así que... así fue. Estaba convencido de que Hanekawa seguiría
siendo una especie de presidenta de clase incluso después de
graduarse de la preparatoria, que los dioses habían decidido que su
destino era ser una presidenta de clase, pero ella no sería una
presidenta de clase ni nada si se iba de viaje por su cuenta.
Tenía ganas de suspirar.
Las cosas nunca salían bien.
Yo, un fracasado, estaba decidiendo tan tarde en el juego tratar de
ir a la universidad.
Hanekawa Tsubasa, una estudiante modelo, aspiraba a convertirse
en una persona ajena al estudio.

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Bakemonogatari Vol. 02

Kanbaru Suruga se había retirado del equipo de baloncesto antes


de tiempo.
Hachikuji Mayoi tampoco podía volver a cómo eran las cosas
antes.
La única persona que pudo regresar fue—
Hitagi Senjougahara.
“¡…Ow!”
Entonces
Hanekawa de repente colocó su mano derecha contra su cabeza.
Como para apoyarla.
“¿Hmm? ¿Qué pasa?” Pregunté.
“No, es sólo que tengo—dolor de cabeza.”
“¿Dolor de cabeza?”
Recordé cómo Kanbaru de repente había comenzado a sentirse mal
el día anterior en el santuario, y al instante comencé a preocuparme.
Pero Hanekawa pronto levantó la cabeza.
“Oh, estoy bien, estoy bien. Vienen de vez en cuando, empecé a
tenerlos hace poco. Me empieza a doler la cabeza de la nada”.
“Cielos, espera... Eso no suena bien en lo absoluto.”
“Hmm. Pero se pone mejor de inmediato. Sin embargo, no sé qué
lo causa... Tal vez sea porque he estado tan ocupada preparándome
para el festival cultural últimamente que he dejado mis estudios de
lado.”
“¿Tienes dolores de cabeza cuando te saltas tus estudios?”
¿Cómo funcionaba exactamente su cuerpo?
¿Llevaba un anillo en la cabeza como el Mono en Viaje al Oeste?
Ella merecía estar en el salón de la diligencia de la fama.

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Bakemonogatari Vol. 02

Hasta su médula.
“¿Quieres que te acompañe a casa?” Me ofrecí.
“No, está bien. Mi casa—”
“Oh...cierto”.
Un error.
No debí haber dicho eso.
“Lo siento, voy a volver”, anunció. “Tú quédate aquí un poco más
y elije guías de estudio. Las que te di son mis sugerencias, pero las
preferencias personales terminan jugando un papel importante en este
tipo de cosas”.
“Bien. Nos vemos...”
“Síp.”
Con eso, Hanekawa dejó la librería como si estuviera huyendo.
Tal vez debería haberla acompañado hasta que estuviera en el área
general de su casa, al fin y al cabo—pero ella era bastante testaruda,
o mejor dicho, no le gustaba la idea de mostrar debilidad a los demás.
Ya que dijo que estaba bien, yo no debería ser un hombre entrometido.
Pero.
Dolor de cabeza...
Me hizo pensar un poco.
Para Hanekawa, un dolor de cabeza significaba...
“………..”
Hanekawa no sabía nada sobre el cangrejo de Senjougahara, el
caracol de Hachikuji, el mono de Kanbaru, ni nada sobre su propio
gato, en este punto—
Pero sí sabía de mi demonio.
No es que eso signifique nada.

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Bakemonogatari Vol. 02

Pero nada podría cambiar el hecho de que debía una deuda de


gratitud a Hanekawa. No fue simplemente por sobre mi
excentricidad—no podía ni comenzar a mencionar cuanto sus
palabras me habían salvado.
Como hoy.
Por eso siempre quería ayudarla de alguna manera...
Suspiro.
Me hubiera encantado ser un hombre entrometido.
“...Supongo que puedo ir a revisar otras secciones ya que estoy
aquí.”
Aunque hice caso al consejo de Hanekawa y seguí repasando las
guías de estudio, no estaba acostumbrado, y todas me parecían
iguales. Decidí comprar los que ella había escogido (terminaron
siendo seis libros en total. Me tomé el tiempo para sumar los precios,
salieron a diez mil yenes exactos. Wow) y salí de la sección de guías
de estudio. Estaba exactamente en mi presupuesto, así que no podía
comprar nada más, pero lo mejor de los libros es que no cuesta nada
leerlos detenidamente sin comprarlos. Me vería estúpido echando un
vistazo a los mangas más recientes con las manos llenas de guías de
estudio, pero, por otro lado, me sentía más inteligente por el simple
hecho de cargarlas de un lado a otro, así que tal vez pasar algún tiempo
aquí no era una mala idea... En realidad, ya estaba pensando en
estupideces...
“¿…Hm?”
Si bien aún no tenía un destino en mente, decidí comenzar a
moverme, cuando me congelé. Habiendo visto algo imposible, no
pude evitarlo. Casi dejé caer todas las guías de estudio que llevaba.
No.
No fue exactamente algo imposible.
Las probabilidades de que dos personas que viven en el mismo
pueblo se encuentren en la librería más grande de dicho pueblo no
podían ser particularmente bajas, y al menos, era mucho más probable
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Bakemonogatari Vol. 02

que pasar al lado de la otra persona en un camino que fácilmente


podrías obviar, pasando por las escaleras que dirigían a un santuario
abandonado.
E incluso la probabilidad de eso no era cero.
Por lo tanto—si ambas cosas ocurrían en días consecutivos.
No era un misterio.
“... Sengoku.”
Allí, frente a los estantes de hechicería y ocultismo, situados justo
al lado de la sección de guías para estudio, y leyendo un libro grueso,
estaba Sengoku Nadeko—la vieja amiga de mi hermanita, Sengoku
Nadeko.
Ella estaba totalmente enfocada en leer el libro, así que no se había
fijado en mí. No es como si pudiera pasar directamente delante de
ella, así que sólo podía verla de perfil, pero... me di cuenta que era
ella. Sengoku, quien había venido a mi casa para jugar cuando ella
estaba en la escuela primaria...o mejor dicho quien había sido traída a
mi casa para jugar. Era un nombre inusual, Sengoku Nadeko, así que
lo recordaba en su totalidad. Especialmente el nombre “Nadeko”.
Cualquier otra persona cuyo nombre sea escrito con esos caracteres
se llamaría “Nadeshiko”, e incluso cuando era un chico de primaria,
me preguntaba a dónde había ido esa sílaba faltante...
Ella tenía la misma edad que mi hermana menor.
Eso significaba que ahora estaba en segundo año de secundaria.
No podía saberlo porque no llevaba su uniforme, pero ella
probablemente asistía a la escuela secundaria pública de la que me
gradué. Pocos niños que vivián por donde yo vivía decidían asistir a
una escuela privada como lo hicieron mis hermanitas.
“……….”
Recordaba a Sengoku.
¿Pero ella me recordaba?

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Bakemonogatari Vol. 02

Parecía sorprendida cuando nos pasamos el uno al otro el día


anterior, pero eso podría haber sido debido a ver a otras personas
escalando esa montaña además de ella. El hermano mayor de tu amiga
no es normalmente el tipo de persona que recuerdas...lo que haría que
decirle algo fuera extraño.
Pero.
Serpientes.
Sí, serpientes—
Mientras estaba pensando, Sengoku devolvió el libro que estaba
leyendo a su estante y comenzó a caminar. Rápidamente me escondí
para no ser visto. No había ninguna razón en particular por la cual me
debiera esconder y sólo lo había hecho por reflejo, pero por esto perdí
cualquier posibilidad de poder hablarle. Tomé un desvío, usando las
estanterías como paredes, me aseguré de que se hubiera ido, y me
acerqué al lugar donde ella había estado parada hasta momentos antes.
Quería saber qué libro había estado leyendo.
Miré el título.
“Espera... Esto es—”
El libro— era uno de tapa dura con un precio de doce mil yenes.
No es un libro que una estudiante de secundaria pudiera comprar.
Incluso un chico de preparatoria como yo no podía comprarlo con el
efectivo que tenía a la mano. No podría comprar ninguna de las guías
de estudio en ese caso.
Debe haber sido por eso que ella se conformó con leerlo en los
pasillos.
Pero, más que eso.
El problema era el título del libro.
Dejé la sección en la parte de atrás de la tienda para buscar a
Sengoku, pero ella ya no estaba en ninguna parte. Tal vez se estaba

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Bakemonogatari Vol. 02

escondiendo en algún lugar de otra sección, pero parecía más probable


que hubiera salido de la tienda. Y esa ropa que llevaba puesta...
Mangas largas, pantalones largos.
Un sombrero inclinado hacia abajo, y una bolsa alrededor de su
cintura.
Si mi intuición era correcta... entonces sí.
“Maldita sea... Dame un respiro.”
Decidí ir a la caja registradora y pagar, por ahora. Había una larga
fila de compradores esperando, pero lo aguante. Nada bueno saldría
de estar nervioso y afanado. Necesitaba empezar por calmarme. Aun
inseguro de qué hacer, puse un billete de diez mil yenes en la bandeja
del cajero. El encargado parecía sorprendido de que mi total salió de
diez mil yenes exactos, pero, ¿y eso qué? El honor no me pertenecía.
Hmm.
Ella era una vieja conocida... pero yo solo podría no lograrlo.
Hay un límite a lo que puedes hacer solo.
Tenía que buscar la ayuda de alguien... y las circunstancias me
llevaron a una sola persona. Alguien que podría ser particularmente
adecuado para este caso. Hanekawa me lo había advertido, pero no
pude evitarlo.
Con una bolsa llena de guías de estudio en mi mano izquierda,
saqué mi teléfono celular tan pronto como salí de la tienda y llamé al
número que había obtenido después de reunimos el día anterior. Esto
me hizo recordar de nuevo el nerviosismo que sentía al llamar a un
nuevo número por primera vez, como hace dos días cuando llamé a
su casa.
El teléfono sonó unas cinco veces.
“Al habla Kanbaru Suruga.”
Tan pronto como conectó, ella respondió con su nombre completo.
El acto extrañamente poco común me sorprendió un poco.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Kanbaru Suruga. Mi movimiento especial es el doble salto”.


“Mentirosa. Ningún humano puede hacer eso”.
“¿Hm? A juzgar por esa voz y la broma, diría que es mi querido
Araragi-senpai”.
“Tienes razón, pero... “
¿Esa voz y la broma? ¿Así es como lo descubrió?
Yo también le había dado mi número el día anterior. ¿No lo había
puesto en su lista de contactos? Eso era triste... Bueno, no importa,
ella no había dominado el uso de un teléfono celular. Ella no parecía
ser buena tratando con tecnología.
“Si tienes tiempo, Kanbaru, había algo con lo que quería que me
ayudaras... ¿Qué estás haciendo ahora?”
“Heheh” Kanbaru se rio atrevidamente por alguna razón. “Si tengo
tiempo o no, voy a ir a donde me pidas, no importa lo lejos. Ni siquiera
necesito una razón, sólo dame tu ubicación y estaré allí de inmediato”.
“No, dejando todo eso a un lado... Si no estas libre, no necesitas
forzarte. Te arrastré conmigo ayer, así que ya me siento mal. ¿Dónde
estás ahora mismo, y qué estás haciendo?”
“Um... si tú has de saberlo, bueno...”
“Esa es una respuesta bastante a medias. ¿Así que estás ocupada?
En ese caso—”
“No, uh... Sí”, dijo Kanbaru como si hubiera tomado una decisión.
“No puedo guardarte ningún secreto. Estoy en mi habitación en mi
casa ahora mismo leyendo libros sucios y disfrutando de fantasías
sucias”.
“………”
No debí haber sido tan insistente.
Me sentía como un acosador sexual.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Oh, pero no me malinterpretes”, advirtió. “Pueden ser libros


sucios, pero todo es Boys’ Love.”
“Por favor, ¡¿por qué no podías al menos dejarme malinterpretar
esa parte?!”
“Los nuevos lanzamientos salieron hoy, ya ves, e incluyendo los
que no pude comprar por estar en medio de exámenes, conseguí
alrededor de veinte”.
“Eh... ¿Y no había nadie que te ayudara a ‘emparejar’ mejor tu
selección de libros?”
“Tsk. Debes saber que amo cada emparejamiento existente.”
“¡Oh, cállate!”
Así que Kanbaru había estado en esa misma librería después de la
escuela... Probablemente era la única en el vecindario lo
suficientemente grande como para tener una sección dedicado al
Boys’ Love. Pero eso significaba que nuestro pueblo era realmente
pequeño... Si mi vida fuera un simulador de citas, aparecieran nuevas
rutas todo el tiempo.
“En otras palabras, no estás ocupada.”
“Supongo que no podría discutir si lo dices de esa manera. Pensar
en que tan buena química tienes tú y Oshino-san no es estar
exactamente ocupada.”
“¡¿A eso te referías con 'fantasías sucias'?!”
“Entonces, ¿adónde necesitas que vaya?”
“No cambies el tema, no, espera, ¡no nos pongas de nuevo en el
tema original! Será mejor que me digas, Kanbaru, ¡¿quién es el activo
y quién el pasivo?! ¡Jamás te perdonaré si dices que soy el pasivo!”
Era una conversación estúpida.
Hablar con ella siempre era así.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Santo cielo, Kanbaru. Sería bueno tener una conversación


inteligente contigo algún día. Se supone que eres muy inteligente,
¿verdad?”
“Sí. Mis calificaciones son definitivamente buenas.”
“Pero por la forma en que lo acabas de deletrear…”
De todos modos, dije.
Incluso mientras llevábamos a cabo nuestra conversación idiota,
Sengoku se alejaba más y más de la tienda... Bueno, ella podía llegar
tan lejos como quisiera—yo sabía dónde terminaría.
Llevaba ropa de calle.
Su sentido de la moda no era refinado, pero ese no era el punto.
El punto eran sus mangas largas y pantalones largos.
Como si estuviera a punto de dirigirse a las montañas.
“El santuario al que fuimos ayer”, le dije. “Nos encontraremos en
la acera cerca de las escaleras que conducen hasta allí. Um, en cuanto
a la ubicación, debes estar más cerca, pero ya que ando en bicicleta
debería llegar más pronto. Te esperaré allí.”
“¿En serio? ¿Crees que voy a hacer que me esperes dos días
seguidos? Tu fe en mí debe haber tocado fondo. Tengo mi orgullo, y
no voy a dejar que un comentario como ese quede sin respuesta.
Aprovecharé esta oportunidad para limpiar mi nombre y restaurar mi
honor. Absolutamente voy a llegar allí primero”.
“Ni siquiera sé cómo responder a tu extraño sentido del orgullo...
pero, de cualquier manera, llega allí tan pronto como sea posible. Oh,
y no lo olvides. Mangas largas y pantalones largos.”
Estaba de regreso de la escuela, así que todavía estaba en mi
uniforme. Acabamos de cambiarnos a nuestro uniforme de verano, lo
que significaba que llevaba una camisa de manga corta, pero no había
nada que pudiera hacer al respecto ahora. Llevaba pantalones
holgados, así que eso era suficiente. Una picadura de insecto o

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Bakemonogatari Vol. 02

serpiente no sería un gran problema para mí de todos modos debido


a, una vez más—esos ‘efectos residuales’ vampíricos.
“Bien. Tus deseos son mis órdenes.”
“Muy bien, nos vemos”, le dije y colgué, dando vuelta hacia la parte
trasera de la librería hacia el estacionamiento de bicicletas y
desencadenando mi bicicleta. Habían pasado más de diez minutos
desde que Sengoku dejó la tienda... No sabía cómo llegaría allí, pero
el día anterior, no había visto ninguna bicicleta que pudiera ser suya
cerca de donde empezaban esas escaleras. Lo más probable es que
caminara... Bueno, de cualquier manera, si ella se dirigía a ese
santuario, yo no la alcanzaría.
Ahora que lo pienso, Kanbaru realmente no me preguntó por qué
la estaba convocando...
Qué terriblemente leal.
Senjougahara era obviamente mi superior en la cadena de mando
de Kanbaru, pero ser servido tan asiduamente por alguien de tal gran
estatus como Kanbaru Suruga me hizo sentir, para ser honesto, más
asustado que feliz...
Sin embargo, no parecía haber ninguna manera de arruinar su
imagen de mí, lo cual en realidad me hizo querer empezar a actuar
como el senpai ideal a su alrededor y no traicionar sus expectativas
exageradas.
Bueno, no parecía algo malo.
“Me pregunto cómo era Senjougahara.”
En la secundaria, durante la fase de luna de miel del Dúo Valhalla,
¿cómo habia sido su relación?
Mientras pensaba eso, llegué a mi destino.
La entrada al santuario en la montaña sin nombre.
Llegué rápido. Como se esperaría de usar una bicicleta.
O eso pensé, pero Kanbaru ya estaba allí.

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Bakemonogatari Vol. 02

“............”
¿Había ruedas en sus pies o algo así?
Había un límite para ‘ser de pies ligeros’... Ella puede que no tenga
problemas para pasar a cualquier scooter promedio y dejarlo en el
polvo. Dudaba de que el automóvil hubiera sido inventado si toda la
humanidad pudiera correr tan rápido como ella. Si ella se hubiera
preparado para salir justo después de que colgué... Bueno, no, ella se
había cambiado a mangas largas y pantalones largos como le había
dicho (además, habiendo aprendido del día anterior, ella llevaba
pantalones no-rotos y no mostraba su ombligo) ...
“Uh-uh”, dijo, “no me llevó mucho tiempo ponerme esta ropa. En
el verano, siempre estoy en ropa interior en casa”.
“Kanbaru... Lo digo por pura preocupación por ti, pero sabes que
no puedo darte ninguna garantía sobre tu castidad si sigues avivando
las llamas de mis deseos terrenales”.
“Estoy preparada para eso.”
“¡Bueno, yo no, ¿de acuerdo?!”
“Confío en tu sentido de la razón.”
“¡Ni yo mismo confío en él!”
“¿En serio? Me sorprende oír eso, ¿pienas que chicas que sólo usan
ropa interior cuando están en casa son moe?”
“¡Ni aunque tuvieras puestas orejas de gato y un traje de maid
pensaría que eres moe!”
“Ya veo. Así que, si le damos la vuelta a eso, siempre y cuando no
sea yo, ¿orejas de gato y un traje de maid funcionan para ti?”.
“¡Agh, fue una pregunta trampa!”
Decidí proseguir y aparcar mi bicicleta al menos.
Si bien me sentía un poco culpable por estacionar ilegalmente, no
sería por mucho tiempo. Pedía el perdón de la ley. Si la confiscaran,
me resignaría a mi destino. Los mendigos no podían elegir.
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“Incluso teniendo eso en cuenta”, comenté, “realmente eres


rápida... Probablemente podrías llegar a los Juegos Olímpicos o algo
así si realmente lo intentas.
“No puedes ir a los Juegos Olímpicos sólo porque eres rápido... Y
no estoy hecha para competiciones de atletismo, de todos modos.”
“Oh, supongo que no.”
Senjougahara estaba en el equipo de atletismo en la secundaria, y
ellas se conocieron cuando Senjougahara se enteró de que la As del
baloncesto era rápida y fue a ver a Kanbaru, o algo así.
“Desde mi punto de vista”, le dije, “tu velocidad ni siquiera parece
humana”.
“Hm. Si no es humana, ¿eso me haría... un anfibio? “
“¡Intenta nombrar a un anfibio que corra rapido!”
“Imposible, me atrapaste con esa pregunta.”
“Quiero decir, ¿qué puedes ganar comparándote con un anfibio?”
“No se trata de ganancia. Si me llamaras así, me presentaría como
tal con gran alegría.”
“Uh oh, ¿’gran alegría’?”
“¡Date prisa y por favor llámame tu ‘sucia y humilde mascota’!”
“En realidad hay dos cosas igualmente importantes que tengo que
decir a eso, y aunque normalmente las ignoraría porque sería difícil
sin tropezar con mis palabras mientras las digo, me gustas tanto,
Kanbaru, ¡qué voy a proseguir y señalar ambas cosas de todos modos!
En primer lugar, yo no mantendría un anfibio como mascota, y, en
segundo lugar, ¡esa ‘gran alegría’ tuya ya ni siquiera tiene que ver con
anfibios!”
Si tienes curiosidad, pensé en un guepardo.
Por supuesto, tampoco son animales que mantendrías como
mascotas.

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Bakemonogatari Vol. 02

Agh, e incluso le admití que me gustaba mucho.


Oh si, el sentimiento era mutuo.
“Por favor, no seas tan frío, dilo”, suplicó Kanbaru. “‘¡sucia y
humilde mascota!’ Tienes que probar hacerlo una sola vez. Estoy
segura de que entenderás si lo haces”.
“¡¿Por qué estás actuando tan desesperada?!”
“Urk... ¿Por qué nadie lo entiende? Ella también me dijo que no...”
“¡¿Incluso Senjougahara no quiso?!”
Bueno, en realidad.
Claro que no querría.
Decirlo era una cosa pero, ¿hacer que Kanbaru sintiera ‘gran
alegría’?
“Entonces, ¿qué tengo que hacer?”, me preguntó.
“Oh, cierto. No es momento de divertirnos con una pequeña
charla”.
“¿Necesitas que me desnude?”
“¡¿Por qué tan ansiosa por quitarte la ropa?!”
“Si tú quieres quitármela, tampoco me importaría.”
“¡No estamos hablando de quién debe realizar la acción! ¿Qué eres,
la encarnación de mis fantasías de la secundaria?”
“Soy alguien que trata de tener una personalidad sexy y alegre.”
“No me importa tu credo...”
“Bien, entonces déjame decirlo de esta manera. Soy un hada que
trata de tener una personalidad erótica y alegre”.
“¡Oh, Dios mío! ¡Todo lo que hiciste fue cambiar ‘sexy’ a ‘erótico’
y ‘alguien’ a ‘hada’ y has convertido lo que estabas diciendo en algo
sublime... o eso quisieras!”

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Bakemonogatari Vol. 02

¿Qué se necesitaba para enseñarle a esta mujer que los hombres


también podrían ser acosados sexualmente? Parecía un problema que
necesitaba abordar.
“Entonces, ¿qué quieres que haga?”, se quejó. “Sólo dilo, no te
contengas. No soy una persona refinada, así que la sutileza no
funciona conmigo. Cada vez que la gente habla con rodeos, sólo me
esaxp... Esapxer... Esapxer…”
“¿¡Tienes alguna idea de lo exasperante que estás siendo en este
momento?!”
“Lo siento, estoy empezando a confundirme.”
“¡Sí, y me estás confundiendo a mi también!”
“Entonces, ¿para qué me necesitabas?”
“Oh, bueno, estoy bastante seguro de que allá arriba”, señalé a las
escaleras, “esta alguien que solía conocer”.
“¿Hm?”
“¿Recuerdas a esa chica que pasó a nuestro lado mientras
estábamos escalando ayer?”
“Sí. Era pequeña y linda.”
“No puedo creer que la recuerdes de esa manera...”
“Para decirlo como lo dirías tú, era una chica con 'bonitas' caderas.”
“¡Yo no diría eso!”
Bueno, lo que sea.
Después de todo, ella era lesbiana.
Esto volvía la conversación más fácil que si ella en cambio no la
recordara en lo absoluto.
“Pensé que la había visto en algún lugar antes... pero la recordé
hasta más tarde. Aunque no estaba cien por ciento seguro ayer,

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Bakemonogatari Vol. 02

después de volver a verla hoy en la librería, lo supe con seguridad.


Ella es una vieja amiga de mi hermanita”.
“¿En serio?” Kanbaru parecía desconcertada. “Qué coincidencia...
Estoy conmocionada.”
“Mm-hm. Yo también me sorprendí.”
“Mm-hm. No he estado así de sorprendida desde que me desperté
esta mañana y vi que mi despertador se había detenido”.
“¡Eso es muy reciente! ¡Y eso no es una gran sorpresa en lo
absoluto! ¡Es demasiado común!”
“Hmm. De acuerdo, entonces permíteme corregirme a mí misma.
No me he sorprendido tanto desde la Explosión Cámbrica.
“¡Ahora has ido demasiado atrás, y esto no es tan increíble! ¡No
hables del mayor evento en la historia de la Tierra comparándolo con
una coincidencia como encontrar a un viejo conocido en un pueblo
pequeño! ¡Incluso empiezo a sentir que no fue una gran sorpresa
después de todo ahora que realmente lo pienso!”
“A veces eres bastante exigente. Entonces, ¿estás diciendo que esa
chica está aquí de nuevo hoy?”
“Sí. Probablemente”.
A juzgar por su reacción, ni siquiera los pies rápidos de Kanbaru
habían conseguido llevarla a las escaleras antes que Sengoku. Por
supuesto, aunque estaba de algun modo seguro que Sengoku habia
venido hacia acá directamente después de dejar la librería, al fin y al
cabo solo era una suposición mía. Si ella no estaba aquí, no estaba
aquí, y ese sería el mejor de los casos.
Pero—el libro que Sengoku estaba leyendo en la librería.
Ese era el problema.
“¿El libro que estaba leyendo?”, preguntó Kanbaru.
“Sí. Bueno, puedo contarte sobre eso más tarde. De todos modos,
sobre lo que quería preguntarte, puede que haya conocido a esa chica

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Bakemonogatari Vol. 02

en el pasado, pero todavía es incómodo para mí hablar con ella. En


realidad, ni siquiera sé si ella me recuerda, y podría parecer que
estuviera usando un movimiento raro de coqueteo con ella, los
instintos defensivos de una chica recién pubescente pueden ser algo
aterrador”.
“Lo dices como si tuvieras experiencia.”
“Bueno, no voy a negarlo.”
Todo tipo de gente me ha dicho que soy amable con todo el mundo,
pero había un precio a pagar: había pasado por algunas malas
experiencias debido a ello. No es como si mis esfuerzos fueron en
vano, pero no se sentía bien terminar no pudiendo ayudar a alguien a
quien podría haber ayudado realmente.
“Hablando del tema, Kanbaru. Debes ser buena con chicas más
jóvenes que tú. Eres la estrella más grande de nuestra escuela, después
de todo.”
“Eso ya no es cierto, y no siento que alguna vez lo fuera, pero ya
veo a qué te refieres. Eres excelente para juzgar a las personas. En
realidad si soy buena para tratar con chicas más jóvenes que yo.”
“Me lo imaginé. Sabía que eras la persona indicada para llamar”.
Aunque no estaba en el nivel de Hanekawa, Kanbaru parecía cuidar
de otros.
Ella había sido capitana de su equipo tanto en la secundaria como
en la preparatoria.
En cuanto a eso, ella era todo lo contrario de la forma en que
Senjougahara se comportaba ahora... o tal vez debería decir que
Kanbaru venció a la Senjougahara de secundaria.
“Para ser específico, cuenta conmigo”, se jactó Kanbaru, “para
seducir a cualquier chica más joven que yo en diez segundos,
máximo”.
“¡Traerte aquí fue el mayor error de mi vida!”
¡No necesitaba ese tipo de bondad!
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Bakemonogatari Vol. 02

¡No estaba aquí para arruinar la vida de una chica!


“No me digas que veias tu equipo de baloncesto como nada más
que un harem personal...”
“Yo no iría tan lejos.”
“¡¿Y cuán lejos irías?!”
“Yo quitaría el 'nada más que.”
“¡Eso no cambia nada!”
“¿Hm? Entonces es la amiga de tu hermanita... Lo que significa que
tienes una hermanita... De hecho, dos o más...”
“¡…….!”.
¡Oh no!
¡La lesbiana ahora sabía de mis hermanitas!
“Heheheh... Ya veo, tus hermanitas... Heh heh heh, heh heh heh.
¿Son parecidas a ti—?”
“No te hagas esas ilusiones raras... y cielos, ¡¿qué pasa con esa
sonrisa horrible que dudo haber visto antes?! ¿Es una sonrisa que
deberías estar señalando a mí, el objeto de esa devoción desinteresada
de la que te enorgulleces?”
Si tienes curiosidad.
Se parecen a mí. Las dos.
“Oh, por favor”, se rio Kanbaru. “Nunca pondría un dedo sobre tus
hermanitas. Sí, seducir a una chica más joven o a dos podría ser más
fácil que respirar, pero no hay razón para que haga algo así, siempre
y cuando tú y yo seamos amigos.”
“Maldita sea, esa una amenaza oculta...”
“¿Una amenaza? Vaya, qué acusación tan irritante. Esas palabras
impactantes de un senpai venerado pueden causar pánico a una
persona nerviosa como yo y, bueno, ¿quién sabe lo que podría hacer?

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Bakemonogatari Vol. 02

¿No crees que hay algo más que deberías estar diciendome en este
momento?
“G-Gah...”
Estaba sucediendo...
¡Estaba siendo absolutamente influenciada por la actual
Senjougahara!
La definición misma de una mala influencia.
“Ah, creo que mi pecho se siente un poco rígido por correr hasta
aquí. Me pregunto si podría encontrar a alguien que me dé un masaje”.
“¡Yo saldría ganando en ese trato!”
“Dejando las bromas a un lado” dijo Kanbaru, cambiando a un tono
serio. “Por supuesto que no dudaría en ayudar ya que me lo pides,
pero estás teniendo en cuenta lo que pasó ayer, ¿no?”
“Bueno—sí.”
“Así que—de eso se trata esto.”
“…Sí.”
“Cielos.” Kanbaru se encogió de hombros, como si no tuviera otra
opción. Levantó su brazo izquierdo vendado para rascarse la cabeza,
antes de detenerse y hacerlo con la mano derecha en su lugar. “Eres
amable con todos, eso es lo que ella me dijo, y parece que es verdad.
Claro, lo aprendí lo suficientemente bien mientras te seguía a todos
lados antes, pero tengo una impresión diferente ahora que veo las
cosas en persona”.
“Kanbaru... “
“Se siente tan inútil estar en deuda contigo—así es como ella lo
dijo.”
“…….”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Está bien. Estoy hablando conmigo misma. No, estoy hablando


fuera de lugar. Bien, vámonos. Si no nos apuramos, esa chica podría
terminar sus asuntos.”
Sus asuntos.
Sus asuntos en un santuario desierto.
“Sí... tienes razón”.
Uno al lado del otro, los dos subimos el primer mismo escalon del
día anterior.

Hoy—Kanbaru no me sostenía de la mano.


“Oye, Kanbaru.”
“¿Qué pasa?”
“Algún plan para después de la graduación?”
“Para después de la graduación… Antes de que mi brazo terminara
así, pensé en ir a la universidad con una beca deportiva, pero eso ya
no pasará. Mi plan es tomar los examenes de ingreso y entrar en una
escuela como se debe.”
“Ya veo.”
Aunque su brazo izquierdo se curaría, eso no pasaría hasta que
cumpliera veinte. Con ahora diecisiete, esos tres años debían parecer
largos y grises para Kanbaru.
“No he decidido una escuela específica”, dijo, “pero me gustaría ir
a una con un programa de baloncesto fuerte, así que supongo que una
escuela de educación física”.
“¿No estás pensando en ir a la misma universidad que
Senjougahara?”
“¿Qué, es eso lo que tú estás planeando?”
“En realidad, sí.”

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Bakemonogatari Vol. 02

Pero mantenlo en secreto de Senjougahara, dije.


Sí, Kanbaru asintió.
Cuando se trataba de escuchar mis deseos, ella era mi linda kouhai.
Odiaba admitirlo, pero Hanekawa tenía razón sobre esto... El simple
hecho de tener una linda kouhai me hacía feliz.
“Con tus calificaciones”, le pregunté, “¿no podrías tratar de
perseguir a Senjougahara?”
“No estoy segura. Soy ambiciosa, lo cual también significa que mis
calificaciones actuales ya son las mejores que puedo obtener”.
“Ah, cierto. Pero—”
“Además”, añadió Kanbaru, “¿qué bien me haría pasar todo mi
tiempo siguiendo sus pasos?”
“……”
Eso parecía—un cambio real en su mentalidad.
No era propio de Kanbaru decir algo así…o quizás la habia
malinterpretado y subestimado en cuanto a ese punto. Aun así, ¿no
era la mujer que conocí hace un mes alguien dedicada a seguir los
pasos de Senjougahara?
¿Cambió algo?
¿Gracias a la excentricidad?
Las excentricidades—no eran todas malignas.
Para empezar, no era cuestión de benignas o malignas.
“Bueno, yo digo eso”, continuó Kanbaru, “pero no importa qué
camino elija, me gustaría seguir involucrada contigo y con ella incluso
después de graduarnos. Sería bueno que los tres pudiéramos reunirnos
y tomar una foto conmemorativa para el episodio final”.
“Episodio final...”

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Bakemonogatari Vol. 02

“O tal vez ver hacia el cielo crepuscular y verlos a ambos reflejados


ahí para el episodio final…”
“¿Acabas de matarnos a mí y a Senjougahara?”
Qué final tan horrible.
Final horrible para lo que sonaba como una historia horrible.
“Sabes, hay una chica llamada Hanekawa en mi clase.”
“Hm.”
“¿La conoces?”
“No—no estoy al tanto de ella.”
“Supongo que es porque estan en años diferentes... Pero es famosa
entre nosotros. Ella tiene las mejores notas de todos los estudiantes de
tercer año. No ha renunciado a su asiento en la cima desde que
comenzó en nuestra escuela y es la viva imagen de una estudiante
modelo. Suena como un personaje estereotipado o algo así, ¿no?
Escuché el otro día que a ella no solo le iba bien aquí sino que también
le fue genial en el examen de practica nacional una vez. Estoy seguro
que ella fue a la misma secundaria que tú y Senjougahara.”
“Ya veo. Hay algunas personas increíbles por ahí...”
“Pero esa persona increíble dice que no va a ir la universidad.”
“...Ya veo”
“Ella quiere salir de viaje porque hay un montón de cosas que
quiere ver. No sé ni siquiera qué decir a eso, pero me hizo pensar,
¿sabes? Oh, y supongo que esto también debe ser un secreto. Sería un
gran problema si la escuela lo descubriera.”
“Entiendo... Pero sí, te hace pensar. Se podría decir que la Prepa
Naoetsu, siendo lo que es, ni siquiera ofrece caminos aparte de la
universidad, por lo que dirigirse hacia un camino desconocido sin
reparos es sorprendente.”
“Sin reparos, o con ellos, no lo sé. Pero me parecío que ella ya se
había decidido por completo.”
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Bakemonogatari Vol. 02

Probablemente fue porque ya conocíamos el camino, habiéndolo


tomado una vez, pero Kanbaru y yo subimos las escaleras y llegamos
al santuario más pronto que el día de ayer.
No hace falta decirlo, pero el santuario estaba tan desolado como
ayer.
En la distancia, pude ver el talismán que había colocado en la sala
principal del santuario. Mi vista mejoró después de dejar que Shinobu
bebiera mi sangre el sábado, y pude ver todo hasta los caracteres
individuales escritos con un pincel rojo.
Mi vista era la única diferencia con respecto a ayer.
“………”
Volteé a verla—y Kanbaru estaba pálida. Ella no lo estaba hace
unos momentos, habíamos tenido una conversación regular, pero
ahora ella estaba visiblemente cansada.
Eso también era lo mismo que ayer.
No—se veía peor.
No fue—por subir las escaleras.
Ella no se sentía enferma.
Sucedió en el momento en que entramos en el recinto—en el
momento en que pasamos por la puerta.
“...Oye, Kanbaru.”
“Estoy bien. Pero—démonos prisa.”
A pesar de su estado, Kanbaru respondió con firmeza, animándome
a seguir adelante y no permanecer inactivo. Obviamente se estaba
forzando a seguir adelante. Empecé a decir algo, pero terminé
haciendo lo que ella dijo. En este momento, nuestra máxima prioridad
era atender los asuntos que teníamos
Este santuario.
Tenía algo.

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Bakemonogatari Vol. 02

Algo que se metió con el cuerpo de Kanbaru.


Originalmente—era un trabajo de Oshino.
Y Oshino—nunca nos daría un trabajo simple.
“¡…Sengoku!”
Tan pronto como vi a una chica—mangas largas, pantalones largos,
sombrero inclinado hacia abajo, bolso alrededor de su cintura—
agachada frente a una gran roca en el suelo, mi reacción fue gritar su
nombre. No sé ni para qué traje a Kanbaru.
Pero no pude evitar gritar.
En la mano izquierda de Sengoku, sus dedos apretados alrededor
del cuello, había una serpiente.
En la mano derecha de Sengoku, un cincel.
Presionada contra la roca—
La serpiente todavía estaba viva.
Sin embargo—estaba a punto de ser asesinada en cualquier
momento.
“¡Basta, Sengoku!”
“Ah...”
Sengoku—me miró.
Usando el cincel para empujar el borde de su gorra, inclinada
cubriendo sus ojos, hacia arriba.
Sengoku Nadeko—me miró lentamente.
“Koyomi-oniichan...”
Tú.
Todavía me llamas así—
El pensamiento corrió a través de mi cabeza como si yo fuera algún
tipo de antihéroe quien una vez caminó por el camino del bien pero
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Bakemonogatari Vol. 02

un fallo de juicio lo descarriló, quien, después de batallar a través de


pruebas y adversidades que harían que cualquiera soltara lágrimas,
ahora se encontraba entre los niveles más altos de una organización
sombría y cometía un sinfín de inenarrables, y que te harían cubrir tus
ojos, atrocidades, cuando de repente un camarada de días pasados de
cuando él aun se encontraba en el lado de la justicia aparece y dice su
nombre, llamándolo por su antiguo alias.

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Bakemonogatari Vol. 02

004

“Un Jagirinawa”
Después de meditar por un tiempo, así comenzó Oshino, con una
voz terriblemente pesada, casi como si detestara el nombre. Él tendía
a hablar de una manera insensible, o incluso sarcástica, y este no era
un tono que a menudo lo escuchabas tomar.”
“Lo único que podría ser es un Jagirinawa. Eso es todo lo que
podría ser, y puedo decir eso con seguridad. Aunque a veces se llama
jakiri, janawa, hebikiri-nawa—cortador de serpientes, cuerda
serpiente, cuerda corta-serpientes—o incluso simplemente kuchi-
nawa.”
“ ‘cuerda con boca’? Entonces es solo otra forma de decir
‘serpiente’?”
“Sí. Serpiente,” Oshino repitió.
Serpiente.
El término general para reptiles en la Clase Reptilia, Orden
Squamata, suborden Serpentes.
Destacadas por sus cuerpos largos, delgados y cilíndricos cubiertos
de escamas.
Tienen cientos de vértebras y son capaces de retorcerse libremente.
Así que ahora la lista era demonio, gato, cangrejo, caracol, mono—
y ahora serpiente.
Dejando a un lado al demonio como un caso especial—las
serpientes se sentía que tenían la peor reputación del grupo. Se sentían
como un símbolo sinuoso. Los gatos, los cangrejos, los caracoles y
los monos no tenían nada en ellos cuando se trataba de espeluznante.
Ha hah, Oshino rio como siempre en su forma falsamente
despreocupada, obligándose a abandonar el tono sombrío.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Bueno, no te equivocas al tener esa impresión, Araragi. Desde


hace mucho tiempo, las serpientes han sido vistas como ese tipo de
cosas. Después de todo, hay una buena cantidad de excentricidades
relacionadas a las serpientes. Son carnívoras, supongo, y tenemos
dichos como 'una serpiente en la hierba'. Además, algunas de ellas
poseen venenos letales... así que supongo que no puedes culpar a la
gente por sentirte así. En el camino de las serpientes venenosas, aquí
en Japón tenemos víboras de foso, serpiente tigre de dorso quillado,
habús. Pero, por otro lado, algunos ven a las serpientes como santas,
o al menos hay una tradición de adorar dioses serpiente—y es común
en a casi todas las regiones del mundo. Un símbolo santo e
retorcido—esa es la serpiente.”
“Y ese santuario—era también para adorar a un dios serpiente,
¿no?”
“¿Eh? Espera, ¿por qué sabes eso? Lo mantuve en secreto de ti. Oh,
ya veo. La señorita presidenta de clase te dijo.”
“¿…Cómo llegaste a esa conclusión?”
“Bueno, ella es la única a tu alrededor que lo sabría—ha hah, ¿tal
vez debería haberle dado el trabajo del talismán a ella? Te las arreglas
para meterte en problemas sin importar a dónde vas. La señorita
presidenta de clase parece que tiene una mejor cabeza sobre sus
hombros.
“Ella—ya terminó de pagarte, ¿recuerdas?”
“¿En seiro?” Oshino se hizo el tonto. Era el tipo de reacción que
esperaba de él.
“Aun así”, dije, “las serpientes simplemente me parecen malvadas.
Realmente no entiendo por qué las personas adorarían a un dios
serpiente. La única serpiente que puedo pensar que no parece malvada
es quizás el tsuchinoko.”
“Ah, sí. Eso me trae recuerdos. Una vez hice todo lo que pude para
encontrar una de esas malditas cosas con la esperanza de cobrar una
recompensa. Pero nunca logré atrapar ninguna.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“No sé qué decir de un especialista haciendo eso. Además, ni


siquiera encontraste una… Oh, ¿y qué tal aquella otra, no es una
excentricidad? El ouroboros o como se llame. La circular que se come
su propia cola…”
“Oh, esa. Si vas a mencionar eso, no es una serpiente comiéndose
su propia cola, sino unas serpientes comiéndose a otras serpientes. ¿El
rey cobra, creo? Es todo un espectáculo ver fotos de una serpiente
tragándose a su propia especie.
“Eh… Bueno, personalmente, las serpientes me parecen
aterradoras, no a un nivel racional sino al nivel de instintos. Tan solo
ver una hace que pare en seco.”
“Supongo que criaturas terrestres con esa forma son raras. Es como
ver un pez nadar en la tierra. Eso ciertamente califica como único, así
que supongo que es natural que a las personas les parezcan bizarras.
Es algo así como el respeto que sientes de la primera persona que se
atrevió a comer un pepino de mar en la historia, ¿no crees? Ha hah. Y
además, las serpientes tienen vitalidad extraordinaria. Podrías
intentarlo y seguir intentándolo, pero toma bastante esfuerzo matar
una—¿sabes? A veces mencionan serpientes ‘medio-muertas’, pero
eso no hace sino demostrarte cuanto de HP tienen esas cosas. Para
algo de ese tamaño, su nivel de HP está por los cielos, ¿no te parece?
Es importante saber que las serpientes no son consideradas pestes para
los humanos. Debes haber escuchado del vino de serpiente, ¿verdad?”
“Sí, pero nunca lo he probado.”
“¿Y qué tal comerte una? He comido serpiente marina con vino de
serpiente en Okinawa. Dicen que comer serpiente es bueno para la
longevidad.”
“Realmente no puedo imaginarme comiendo serpiente… Pero
supongo que no parece tan malo como los pepinos de mar.”
“Eres de mente tan estrecha. O, mejor dicho, eres tan cobarde, le
retrocedes a una simple serpiente. En el continente hay quienes comen
de esas cosas que ladran, ¿sabes?”

Serpiente Nadeko Página 329


Bakemonogatari Vol. 02

“No tengo ninguna intención de repudiar la cultura alimenticia de


nadie, pero ¿podrías al menos no decir ‘cosas que ladran’ cuando
hablas de cosas para comer?
Otra de estas conversaciones con Oshino.
Era eso, sí.
Sin embargo, su expresión todavía era vagamente oscura, o eso me
parecía. Tal vez fue sólo mi imaginación.
Las ruinas abandonadas de la abandonada escuela de clases
particulares.
El cuarto piso.
Allí me encontraba con un hombre excéntrico con un cigarrillo sin
encender en su boca, un bastardo despreocupado con camisa
hawaiana a quien le debía mi gratitud—Oshino Meme.
Yo estaba solo.
Le había pedido a Kanbaru Suruga y a Sengoku Nadeko que
esperaran y si se preguntan dónde, estaban en la casa de la familia
Araragi, sentadas en mi habitación. Dejando a un lado a mis padres,
mis dos hermanitas estaban definitivamente inclinadas a entrar en mi
habitación sin preguntar, pero con la puerta cerrada, lo más probable
es que estuviera bien por unas
pocas horas... Tenía que admitir que una parte de mí sentía que era
peligroso dejar a Kanbaru Suruga, con su personalidad, sin mencionar
su inclinación lésbica, bajo el mismo techo que Sengoku y mis
hermanitas sin ninguna supervisión, pero bueno, sólo me quedaba
confiar en mi kouhai.
Y.
Por sobre todo—Tenía una razón para evitar traer a Kanbaru y
Sengoku aquí. Una razón por la que no quería traerlas para hablar con
Oshino—
Después.

Serpiente Nadeko Página 330


Bakemonogatari Vol. 02

Kanbaru y yo llevamos a Sengoku con nosotros—y nos dirigimos


a mi hogar. Hice que Sengoku se sentara en el asiento trasero de mi
bicicleta. Kanbaru corrió a nuestro lado sin sudar. Como (casi)
esperaba, el estado de Kanbaru volvió a la normalidad tan pronto
como bajamos la montaña. Esa parte del día anterior sobre ella
sintiéndose mejor después de almorzar parecía ser un malentendido
de mi parte.
Por suerte, nadie estaba en casa.
Mis dos hermanas parecían estar fuera (había señales de que habían
vuelto a casa en algún punto). Ya que engañar sus ojos habría sido la
parte más difícil de entrar a mi casa, para lo cual no había ideado
ningún plan concreto mientras regresara, mi reacción fue una de alivio
honesto. Mi hermana más joven, en particular... Si no recordaba a su
amiga de la escuela primaria, verla en persona la haría recordar. Mi
hermana se preguntaría qué estaba pasando si su hermano volviera a
casa con una vieja amiga suya.
Fuimos directo a mi habitación.
“Koyomi-oniichan...” murmuró Sengoku con una voz desvanecida.
Su rostro estaba inclinado hacia abajo, y apenas la oí. “Tú...cambiaste
de habitación.”
“Sí. Ahora estoy en mi propia habitación. Aunque, mis dos
hermanitas todavía están en esa otra habitación... Creo que volverán
después de un tiempo. ¿Quieres verlas?”
No, Sengoku negó con la cabeza.
Su voz estaba silenciada—al igual que sus reacciones.
Eso hacía que su cuerpo pareciera de alguna manera más pequeño.
Ella debería haber pasado por seis años de crecimiento y desarrollo,
sin embargo, parecía mucho más pequeña que cuando habíamos
jugado antes, relativamente hablando, por supuesto. Quizás era
porque yo también había pasado por seis años de crecimiento—
Por alguna razón, me quedé en silencio.
Entonces—
Serpiente Nadeko Página 331
Bakemonogatari Vol. 02

“Eh. Así que esta es la habitación de mi senpai”, dijo Kanbaru con


su intrépida voz, rompiendo el ambiente antes de que este pudiese
llegar a ser incómodo. Ella echó un vistazo alrededor. “Esta mucho
más ordenada de lo que esperaba.”
“Claro, en comparación con tu habitación...”
“Heheheh. Esta es mi primera vez estando en la habitación de un
hombre.”
“Oh…”
Me di cuenta en cuanto ella lo dijo.
Ahora que lo pienso, también fue mi primera vez teniendo a una
chica que no era de la familia en mi habitación. Incluso Senjougahara
aún no había visitado mi casa. Torpemente invitar a una chica a tu
habitación era un rito de iniciación estándar para un adolescente, pero
yo habia dejado entrar a la novia de mi novia antes que a mi novia...
¿Eso estaba bien? Primero una cita, y ahora esto... Pero bien, la vieja
amiga de mi hermanita estaba con nosotros también—y esta era una
emergencia.
Sengoku nos lo había dicho en el santuario.
Con su pequeña voz.
Te diré por qué—así que llévame a algún lugar en el interior donde
la gente no nos vea.
¿Por qué?
¿Por qué qué?
¿Por qué—ella mató a esas serpientes?
¿Por qué ella las cortó?
El primer lugar que vino a mi mente fue la casa de Kanbaru, pero
derribé la idea internamente antes de que ella pudiera sugerirla.
Debido a que la habitación de Kanbaru estaba tan desordenada que
podría decirle terreno sin ley, como pudieron adivinar antes—no, le
diría incluso zona de guerra. No podía mostrarle tal habitación a una

Serpiente Nadeko Página 332


Bakemonogatari Vol. 02

inocente chica de secundaria. Eso dejó como única opción mi casa. Y


en todo caso, Sengoku probablemente se setiría ansiosa si la
llevaramos a algun lugar completamente desconocido. Mi hogar era
el lugar donde ella jugó más de unas pocas veces en el pasado.
“Bien entonces, ¿por qué no buscamos algunos libros sucios?”
“Eso es lo que los chicos hacen cuando van a las habitaciones de
sus amigos varones! ¡Sientense ahí!”
“Me parece que vale la pena conocer tus gustos.”
“¡No sólo no me parece que valga la pena, me parece activamente
perjudicial!”
“Ah, entonces admites ser dueño de libros perjudiciales para los
menores...”
“¡Dijo el libro perjudicial con patas! ¡Elige, Kanbaru, siéntate o
salta por esa ventana!”
“Estoy bromeando, por supuesto. Investigué tus gustos hace mucho
tiempo, cuando todavía te estaba siguiendo a todos lados. Conozco
todos los libros sucios que has comprado últimamente.”
“¡¿Qué?! ¡No es posible! ¡Estaba seguro de que no había nadie más
en la tienda! ¡Me aseguré!”
“Tienes gustos bastante amplios, ¿no crees?”
“¡Solo te queda una opción, salta por esa ventana!”
“Estoy segura de que la mayoría de las chicas, frente a ese tipo de
fetiches, lo harían. Heh, pero eso es como un juego de niños para mí,
yo podría soportarlo”.
“¡Ella está orgullosa de poder hacerlo!”
Cuando miré.
Sengoku se reía, pero trataba de ocultarlo.
Parecía que nuestra conversación le parecía graciosa..

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Bakemonogatari Vol. 02

Guh. Estaba avergonzado.


Me había estado preguntando todo el tiempo en el camino de
regreso: ¿qué tan amigable debería actuar con mi vieja conocido?
Sin mencionar que—Sengoku era callada.
Ella rara vez hablaba, y cuando lo hacía era de forma timida.
Ya qye Shinobu, Oshino, Hanekawa, Senjougahara, Hachikuji y
Kanbaru eran todos volubles y habladores a pesar de sus diversas
inclinaciones (Shinobu: arrogancia rampante, Oshino: sarcasmo
despreocupado, Hanekawa: instrucción moralizadora, Senjougahara:
abuso desenfrenado, Hachikuji: cortesía de dos caras, Kanbaru:
cumplidos aduladores), tratar con este nuevo personaje silencioso era
refrescante. Por supuesto, Shinobu había aumentado su silencio
después de convertirse en una niña...
¿Sengoku era tan callada como cuando eral nila? Sí, se sentía como
si ella siempre hubiera tenido su cabeza inclinada, pero honestamente,
no podía recordar los detalles vívidamente.
No podía recordarlo.
Ella era introvertida, hablaba poco, y siempre miraba hacia abajo—
Pero.
Parecía haberme recordado.
Koyomi-oniichan.
Sí, Sengoku Nadeko—se refería a mí de esa manera. En cuanto a
cómo yo la llamaba—bueno, lo olvidé. Quizás Nadeko, quizás
Nadeshiko. De todas formas, ya no podía llamarla así.
Sengoku—era Sengoku.
“Oniichan...y Kanbaru-san”, dijo Sengoku por fin, en voz baja, por
supuesto. “¿Podrían... por favor, darse la vuelta por un momento?”
“……”
Hicimos en silencio lo que ella dijo.

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Bakemonogatari Vol. 02

Le dimos la espalda a Sengoku y miramos la pared.


Aunque le dije a Kanbaru que saltara por la ventana, me sentía
aliviado de que ella estuviera conmigo después de todo. De hecho,
después de hablarle a Sengoku en el santuario, me quedé parado sin
hablar mientras ella se quedó rigida en su lugar, y fue Kanbaru quien
a solas llevó a cabo la hazaña de hacer que ella hablara. Seducir a
cualquier chica menor que ella en menos de diez secundos no habia
sido presunsión sin fundamentos. He de admitir que Koyomi-oniichan
por sí solo habría sido un inuitl. Me habría preocupado
miserablemente y hasta ahí habría llegado. Recordandolo, Sengoku
no solo se habia quedado congelada en su lugar—sus hombros
desplomados como si el mundo hubiera llegado a su fin, ella se había
quedado en blanco. Hacer que regresara en sí habría sido casi
imposible con mis habilidades.
“Senpai”, Kanbaru susurró mientras miramos la misma pared.
Parecía estar silenciando su voz para que Sengoku no escuchara, y yo
respondí de la misma manera.
“¿Qué pasa?”
“Puede que no te parezca buena idea, pero mi plan es comenzar a
animar las cosas.”
“¿Eh? ¿Qué se supone que significa eso?”
“Creo que ya te has dado cuenta, pero esa chica, Sengoku, parece
ser muy inestable emocionalmente. He visto a muchas chicas como
ella, tanto mayores como más jóvenes que yo. Ella es un caso serio.
El más mínimo choque podría llevarla a autolesionarse”.
“Autolesiones...”
Esos cinceles.
Me había olvidado—de quitarselos.
Estaban dentro de la bolsa alrededor de su cintura.
Todo, desde un cuchillo triangular hasta una cuchilla, un conjunto
completo de cinco.

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Bakemonogatari Vol. 02

No sonaba exagerado.
En realidad.
Si Kanbaru no hubiera intervenido exactamente cuándo lo hizo
después de gritar el nombre de Sengoku, eso podría haber pasado.
Hasta yo lo sabía.
“Eres una persona amable”, murmuró Kanbaru, “así que podría ser
dificil para ti actuar feliz cuando alguien se siente deprimido, pero
sincronizarte con su estado deprimido solo haría las cosas peores. No
diría que es como con el demonio de Maxwell, pero es necesario que
levante el espíritu de Sengoku justo ahora.”
“...Eh.”
¿Esa fue la razón de la charla anterior sobre libros sucios? Saben,
parecía que había subestimado a Kanbaru. Me habia preguntado si
ella era simplemente obtusa cuando habia comenzado a hablar, pero
mi juicio habia sido demasiado superficial. Kanbaru Suruga pensaba
sus acciones más de lo que creía.
“Está bien, entonces”, dije. “Si así es como es, adelante. Te
seguiré”
“Sí. Podría dejarme llevar y agredirte, pero me gustaría que tu
generosidad también se extendiera a esa posibilidad.”
“¡No puedo ser 'generoso' sobre eso! ¿Cómo planeabas animar las
cosas exactamente?” Me las arreglé para llevar a cabo la
impresionante hazaña de gritar en un susurro. “Ack, ahora estoy
empezando a sentirme deprimido también... El más mínimo shock
podría llevarme a autolesionarme.”
“No temas. Ya sabes lo que dicen. Aunque puede ser invierno, la
edad de hielo no está muy atrás, y la noche siempre es seguida por un
siglo de oscuridad”.
“¡Nadie dice eso! ¡¿Qué significarían esos dichos?!”
“No importa lo mal que puedan parecer las cosas ahora, su
dificultad no cambiará.”
Serpiente Nadeko Página 336
Bakemonogatari Vol. 02

“¡Qué mensaje aparentemente positivo, pero horriblemente


pesimista!”
“No hay lluvia que no se convierta en una inundación.”
“¡Sí, la hay! ¡Llueve sin convertirse en una inundación todo el
tiempo!”
“Heheheh. ¿Ves? Ahora suenas positivo otra vez.”
“Agh! ¡Me engañaste!”
De repente oí una risa sofocada detrás de mí.
Como si alguien estuviera luchando por mantenerse en silencio.
Fue Sengoku.
Parecía que nos oía.
Si ese fue el plan de Kanbaru todo este tiempo—
Ella era realmente asombrosa.
“Está bien ahora. Por favor, dense la vuelta”, dijo Sengoku.
Cuando lo hice, vi a Sengoku Nadeko completamente desnuda—
de pie sobre la cama mientras miraba hacia abajo con vergüenza.
No, ella no estaba completamente desnuda.
Se había quitado el sombrero, naturalmente, e incluso sus calcetas,
pero llevaba shorts de voleibol. Aparte de eso—no quedaba ni un hilo
en su cuerpo. Aunque usó las palmas de sus manos para ocultar sus
modestos pechos.
“... Espera, ¿shorts de voleibol?”
¿Eh?
Tal como había adivinado, Sengoku asistía a la misma escuela
secundaria de la que me gradué pero, ¿no habían retirado los shorts
de voleibol e introducido shorts deportivos para cuando empecé a
asistir yo?

Serpiente Nadeko Página 337


Bakemonogatari Vol. 02

“Ah, bueno”, dijo Kanbaru, “Sucede que ‘por casualidad’ cargaba


un par de esos shorts y se los presté.”
“Ya veo. Simplemente 'por casualidad' cargabas shorts de
voleibol”.
“Son una parte simple y de buen gusto de la vida de una jovencita.”
“No, eso sería una trama enferma y retorcida en la vida de una
joven.”
“Los tenía listos en caso de que algo así sucediera.”
¿Qué creías que iba a pasar? ¿Qué creías que quería cuando te llamé
hoy? Me estás haciendo dudar de mi propia credibilidad. Y, ¿dónde
conseguiste un par de esas cosas, si esto fuera un manga de antaño,
ese es el tipo de objeto que causaría frases como ‘¡Imposible! ¡Esa
tribu se supone que desapareció hace mucho tiempo!’”
“Síp. Aunque no lo parezca, tengo una excelente previsión. Vi que
la cultura algún día sería eliminada y decidí conservar ciento
cincuenta pares de ellos de antemano”.
“¿No es eso cazar en exceso, en lugar de conservar?”
Para ser honestos, ¿ella no había causado su extinción?
“………”
Un chico de preparatoria y una chica de preparatoria teniendo una
animada y jovial discusión sobre shorts de voleibol mientras una chica
de secundaria desnuda se paraba en la cama. Cualquier tercer podría
verlo como un caso serio de acoso escolar.
El flequillo de Sengoku, oculto antes por su sombrero, era más
largo de lo que esperaba, cubriendo sus ojos. O quizás ella lo hacía a
propósito por la vergüenza. Las cutículas de su lustrosocabelo negro
brillaron. Parecía que ocultó sus ropas bajo mi edredón luego de
quitárselas. El hecho de que ella estaba usando esos shorts gracias a
la asistencia de Kanbaru y que se habia quitado incluso su sostén
sugería que mostrar su ropa interior era incluso más vergonozo que
mostrar su piel. Ella sin dudas se veía más provocativa de lo que

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Bakemonogatari Vol. 02

esperaría, al estar usando solo shorts de voleibol, pero yo no entendía


las sensibilidades de las chicas de secundaria
Pero.
Desafortunadamente—¿supongo que es desafortunado?
No habia atractivo sexual en esta situación.
“Que es… eso?”
Me había llevado un tiempo, pero esas palabras sorprendidas se
me salieron de la boca—cuando vi la piel de Sengoku Nadeko.
Su piel—estaba cubierta de rastros de escamas.
Desde los dedos de sus dos pies hasta sus clavículas
Rastros claros de escamas—en cada centímetro de su cuerpo.
Por un momento me pregunté si las escamas habían crecido
directamente en su cuerpo, pero miré más de cerca para darme cuenta
de que ese no era el caso. Las escamas estaban impresas en su cuerpo,
como una impresión xilográfica—presionada sobre su piel por así
decirlo.
“Me recuerda a las marcas que deja el bondage con cuerdas”, dijo
Kanbaru.
Sin duda, parecía haber signos de sangrado interno aquí y allá en
su cuerpo, y las dolorosas marcas hacían parecer que había sido atada.
Pregutarle a Kanbaru por qué tenia tales conocimientos de marcas por
bondage con cuerdas solo complicaría las cosas, así que decidí dejarlo
pasar por ahora.
No—no se veian tanto como marcas por bondage con cuerdas sino
como…
Algo yendo desde sus pies, pasando por sus piernas, llegando hasta
su torso—
Era como si algo estuviera apretándola.
Algo que no podíamos ver.

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Bakemonogatari Vol. 02

Rastros de escamas, en cada parte de su cuerpo.


Sujetas a ella.
Sujetas—como si la poseyeran.
Las únicas partes de su cuerpo sin esas marcas eran sus brazos, así
como su cabeza desde el cuello hacia arriba. No había necesidad de
pasarnos y hacer que nos mostrara sus caderas y abdomen bajo, ahora
ocultos por esos shorts de voleibol.
Escamas.
Entonces si eran escalas—¿un pez?
No, no eran escamas de peces, sino de reptil—
Una serpiente.
Serpiente... Serpiente.
“¿Oniichan?” Sengoku dijo.
Su voz aun pequeña.
Su voz temblaba.
“Ya eres un adulto... así que no estás teniendo pensamientos sucios
viéndome desnuda, ¿verdad?”
“¿Eh? O-Oh. Para nada. ¿Cierto, Kanbaru?”
“¿Sí? umm... yo... ¿supongo?
“¡Oye, sigue la corriente! ¡¿Adónde fue toda esa lealtad tuya?!”
“Sengoku, puede que te haga bien de ahora en adelante saber que
algunas personas tienen pensamientos sucios cuando ven niñas
desnudas precisamente porque son personas adultas.”
“¡Me has traicionado! ¡Y nos habíamos llevado tan bien hasta
ahora!

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Bakemonogatari Vol. 02

“Pero no sé. Creo que en este caso, te vuelve más sospechoso el


hecho de no mostrar nada de interés al verla desnuda, o quizás, ¿sería
grosero para ella no mostrar interés?
Kanbaru parecía solemne mientras me decía esto.
Pensandolo bien, debía admitir que ella tenía razón.
Aunque la situación no era nada más que sexual, y aunque habían
escamas de serpiente impresas en todo su cuerpo, aun se sentía
grosero ver a una chica desnuda y no sentir nada. Recordé a
Senjougahara decir que proveer comentarios era parte de tener buenos
modales.
Me giré para ver a Sengoku.
Hablé con la voz más sería que podía hacer salir.
“Dejame corregirme. Tengo unos cuantos pensamientos sucios al
verte desnuda, Sengoku.”
“……urr.” Los hombros de Sengoku comenzaron a sacudirse,
como si intentara reprimir su angustia. “Uh, urrr…uurk.”
Lagrimas comenzaron a caer de sus ojos—y comenzó a llorar.
“¡Oye, Kanbaru! ¡Hice llorar a una chica de secundaria porque
seguí tu consejo! ¡Una chica de secundaria! ¿Entiendes? ¡Se acabó!
¡¿Cómo vas a mejorar esta situación?!”
“Nadie podría haberse imaginado que lo dirías tan directamente…”
Kanbaru me estaba viendo, horrorizada.
Parecía que ella no habia estado intentando engañarme.
“Yo,” dijo Sengoku, agachándose en mi cama—su cabeza
inclinada, murmurando algo tan bajo que apenas era audible—
Y sin embargo.
Las palabras me sonaban claras.
“Odio tener—este cuerpo.”

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“... Sengoku.”
“Lo odio... Sálvame, Koyomi-oniichan”, dijo—con voz llorosa.

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005

Y luego—
Una hora más tarde.
Estaba visitando un edificio abandonado habitado por Oshino y
Shinobu que una vez albergo una escuela de clases particulares con
sólo un día separándome de mi última visita el sábado.
“Llegas tarde. He estado esperando”, Oshino me saludó con su tono
arrogante y de sabelotodo.
Oshino Meme
Un experto en el tema de las excentricidades.
Un especialista, una autoridad.
El hombre que me levantó del velo de la oscuridad bajo el cual me
encontré durante las vacaciones de primavera después de ser atacado
por un vampiro y convertirme en uno aún en este día y época—mi
salvador.
Un tipo de camisa hawaiana, edad desconocida.
Un horrible modelo a seguir sin dirección fija que se la pasaba
viajando.
Hanekawa Tsubasa, cuando fue poseída por un gato.
Senjougahara Hitagi, cuando se encontró con un cangrejo.
Hachikuji Mayoi, cuando se perdió con un caracol.
Kanbaru Suruga, cuando le pidió un deseo a un mono.
Todas ellas—recibieron ayuda de Oshino. No sé si alguna vez le
pagaré el favor, pero para ser franco, si no fuera mi salvador, no
querría ni acercármele. Bajo ninguna circunstancia.
Él tenía una personalidad horrible. No era fuente de buena
voluntad. Era como un avatar del capricho. Aunque lo conocía desde
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Bakemonogatari Vol. 02

las vacaciones de primavera, todavía no podía entender grandes


extensiones de su personalidad.
Se sentaba con las piernas cruzadas encima de una cama
improvisada que había creado atando juntos, con una cuerda de
plástico, una serie de escritorios que los niños deben haber utilizado
para estudiar. Después de haber explicado todo lo anterior, Oshino
dijo con voz atormentada casi como si detestara el nombre—
“Un Jagirinawa”.
“Un Jagirinawa, eh... No había oído hablar de él.”
“Es bastante famoso. Creo que es una forma de chamanismo con
serpientes. “
“¿Chaman de serpientes? ¿No portador de serpientes?”
“Los portadores de serpientes son de la mitología griega. El
chamanismo serpiente es doméstico. Ya sabes, como los médiums de
dioses serpiente... Supongo que no tiene mucho sentido hablarte de
eso. Aun así, un Jagirinawa... Hmm. ¿Esta chica de la que hablamos
es…tu kouhai?
“Realmente no se siente así por cuan joven es. Entonces—ella es la
amiga de mi hermanita.”
“A-ha. Entonces es como una hermanita para ti.”
“No le asignes posiciones a mis conocidos así de la nada.”
“Ella te llama onii-chan.”
“………”
Le había dicho demasiado.
Qué tonto más honesto.
Era como si yo no pudiera decir una mentira.
No, yo simplemente era malo ocultando cosas.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Y ese 'Oniichan' de los días pasados”, agregó Oshino, “ahora es


‘el pequeño Ragiko'... El tiempo realmente vuela como una flecha”.
“¡No me llaman así! ¡Esa solo fue una broma de Kanbaru!”
“Creo que te queda bien.”
“¡Olvídate de eso!”
“Sabes, he estado llamando a esas chicas 'señorita' tsundere y
'señorita' presidenta de clase todo este tiempo, mientras que tú eres
simplemente Araragi, y empiezo a sentir que es un prejuicio. De ahora
en adelante, seré más imparcial y te llamaré pequeño Ragiko.”
“¡Por favor, no! ¡Te lo suplico!”
“Se siente como si se fuera a volver un clasico.”
Después de ese intercambio de palabras, Oshino regresó al tema
principal.
“En todo caso. Te las arreglaste para terminar tu trabajo a tiempo.
Buen trabajo, Araragi.”
“Oh... Sí, supongo.” Nunca esperaba que Oshino me diera las
gracias.
Estaba tan sorprendido que mi reacción debió parecer un poco
extraña.
“He de decir, yo nunca podría haberlo hecho por mí mismo. Dale
las gracias a esa señorita también. Er, uh-”
Oshino empezó a pensar.
Debe haber querido decir Kanbaru, pero... Ah, no estaba seguro de
cómo llamarla. Eso me hizo darme cuenta de que aún no habia
pensado en una etiqueta para ella. Hanekawa era señorita presidenta
de clase, Senjougahara era señorita tsundere, y Hachikuji era pequeña
chica perdida... ¿Así que Kanbaru sería, digamos, una señorita
deportiva?
“Esta señorita pervertida.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“………”
Parecía que Oshino veía a Kanbaru más como un personaje
pervertido que como atleta.
No es como si no lo entendiera.
Yo mismo creía que él habia dado justo en el clavo.
“¿No podrías al menos trazar la línea en algo como señorita
lesbiana? Ella es, a pesar de todo, una chica...”
“¿Eh? ¿Eso crees? De acuerdo, estaría bien con eso. De todos
modos, tanto tú como ella están a mano conmigo. Hazle saber eso”.
“¿A mano? Entonces, ¿no te debemos nada más?”
“Correcto.”
“Hay algo que quería preguntarte sólo para estar seguro, Oshino,
¿puedo?”
“¿Qué cosa?”
“Me pareció que en el momento en que entramos en los terrenos
del santuario, Kanbaru de repente comenzó a sentirse enferma... ¿Es
eso relevante?”
Había hecho que Kanbaru esperara en casa porque quería hacerle a
Oshino la pregunta cuando ella no estuviera cerca.
Hmm, Oshino dijo con una mirada de reojo.
“Araragi, ¿qué hay de ti?”
“¿Eh?”
“¿Cómo te sentiste? ¿Te pusiste enfermo o algo así?”
“No, estuve bien.”
“Ya veo. Bueno, le habías dado tu sangre a la pequeña Shinobu el
día anterior—así que supongo que tiene sentido. Significa que tuviste
suerte”.

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Bakemonogatari Vol. 02

“¿Suerte?”
“¿Recuerdas lo que te acabo de decir? No es algo que yo podría
haber hecho. Ese santuario solía estar en el centro de este pueblo.”
“¿El centro? ¿Realmente? Si acaso, diría que está colocado en—”
“No en términos de ubicación. Bueno, dejó de usarse hace mucho
tiempo. No debería haber nada en el lugar hoy en día, viendo cómo
todo el mundo se ha olvidado de él, pero—Shinobu”.
“¿Shinobu? ¿Ella qué?”
“Ya sabes que ella deambuló por este pueblo—ella, una legendaria
vampira de sangre noble. Un vampiro, el rey de las excentricidades.
Supongo que podrías decir que su influencia activó ese sitio. Cosas
malas—comenzaron a reunirse en ese lugar.
“¿En ese lugar? ¿Quieres decir—en ese santuario?”
Ese santuario—que incluso los dioses parecían no visitar.
Cosas malas.
“Sep. Podrías decir que se ha vuelto como un agujero, o quizás un
tipo de punto de reunión—lugar así existen, centros. Parte del por qué
me quedé en este lugar incluso después de que el caso de Shinobu
acabara fue para encontrar ese punto de reunión—aunque mi meta
principal, por supuesto, era recolectar excentricidades. Ha hah, logré
conocer a la señorita presidenta de clase y a la señoritta tsundere
gracias a ello, así que diría que me divertí.”
“Cuando dices cosas malas, ¿qué quieres decir exactamente?”
“Varias cosas. No es algo que pueda poner de forma concisa…o
mejor dicho, estas cosas aun no tienen nombres. En este punto no
podrías ni llamarlas excentricidades.
Un lugar frecuentado por lo bizarro.
En eso se ha convertido.
Lo que se reúne ahí—no eran humanos.

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Bakemonogatari Vol. 02

Sino literalmente cosas bizarras.


“Y Kanbaru comenzó a sentirse enferma, ¿por eso?” Le pregunté
“Así es. El brazo izquierdo de la señorita lesbiana es aun el de un
mono—así que es más fácil que se vea afectada por cosas malas. Es
igual para ti, pero como excentricidades, hay una abrumadora
diferencia en rango entre su mono y Shinobu. Eso significa que
aunque ella perdió su resistencia contra ese tipo de fenómeno, tú has
obtenido una decente resistencia contra cosas malas.”
“¿...Lo supiste todo el tiempo, Oshino? ¿Que Kanbaru se sentiría
así?”
“No me mires así. Siempre estás tan animado, Araragi, ¿te pasó
algo bueno? No es como si la señorita lesbiana haya sufrido algo en
particular. Y—E}ella me debía. No me lo pagaría a menos que pasara
por algunas dificultades. Ella, especialmente. ¿No estás de acuerdo?”
“……”
Él—puede que tenga razón.
Fue solo que yo no pude verlo de esa forma tan estricta. Quizás ese
sufrimiento era algo que Kanbaru necesitaba experimentar. Al menos,
no podía imaginármela quejándose con Oshino incluso si lo
descubriera. Ese era el tipo de persona que ella era.
“Bueno, el resto depende de ella ahora,” dijo Oshino. “El destino
de ese brazo izquierdo es su problema. Si ella puede llegar a los veinte
sin incidentes—ella será liberada de toda excentricidad.”
“Eso sería bueno.”
“Hm. Eres una buena persona, Araragi. Como de costumbre...”
“¿Qué se supone que significa eso? Parece que estás tratando de
insinuar algo”.
“En realidad no. Simplemente me preguntaba si no estabas un poco
celoso de que ella volviera de ser un no humano a un humano de
nuevo.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“... La verdad es que no. Ya he hecho las paces conmigo mismo


cuando se trata de mi cuerpo. Todo está ordenado y resuelto, así que—
deja de tratar de causar problemas diciendo ese tipo de cosas. No le
digas nada innecesario a Kanbaru, tampoco. No quiero que sienta que
me debe algo.”
“Tienes razón, lo siento. Pusiste el talismán en la puerta de la sala
principal, ¿verdad? Es un trabajo un poco perezoso, pero está bien.
Debería dispersar esas cosas malas hasta cierto punto”.
“¿Hasta cierto punto?”
“Un talismán colocado por un amateur no va a cambiar las cosas
dramáticamente. De hecho, sería un problema si lo hiciese. Sólo
necesitamos darle un empujón al flujo natural de las cosas—o de lo
contrario quién sabe lo que podría suceder. En ese sentido, la elección
de hacer un trabajo a medias colocándolo en la puerta podría no haber
sido una mala elección en lo absoluto.”
“¿…Por qué no pudiste hacerlo tú? Ya sean excentricidades o
cualquier cosa mala que las preceda—ese es tu campo de
especialización, ¿no? ¿O es este un caso de forzarte a pensar en un
trabajo para que Kanbaru pueda pagar su deuda?”
“No voy a decir que ese no fue un factor, pero realmente habría
sido difícil para mí. Mírame, soy tan delgado y débil como parezco.
No tengo la resistencia para subir una montaña”.
“Esa no es la línea de un vagabundo que va de viaje en viaje.”
“Ha hah. ¿Estaba siendo tan transparente? Bueno, sí, eso fue una
broma. La resistencia física no es el problema, es más bien una cosa
mental. Al igual que lo que te pasó a ti y a la señorita lesbiana porque
ambos son excentricidades—yo estimulo esas cosas malas
innecesariamente porque soy un experto. No tendría más remedio que
hacer algo si decidieran atacarme, y en ese caso, acabaría convirtiendo
ese lugar de reunión en un vacío perfecto. No se sabe qué podría entrar
después—en el peor caso, tendríamos otra Shinobu.”
“Realmente no lo entiendo...pero, ¿es así como los humanos que no
deberían afectar el balance del mundo natural solo para hacer las cosas

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Bakemonogatari Vol. 02

más convenientes? ¿Enviar a alguien como yo o Kanbaru en lugar del


todopoderoso Oshino ayudó a mantener esas cosas calmadas?”
“Sí, algo así”, él se sacudió mis palabras..
La verdad debe haber sido un poco más complicada—o tal vez era
algo completamente diferente—pero no parecía haber punto alguno
en indagar al respecto.
Kanbaru y Oshino estaban a mano ahora.
Siempre y cuando eso estuviera claro.
“No sólo ella, sabes”, dijo Oshino con calma. “Tus deudas conmigo
ya han sido pagadas también.”
“¿…Eh?”, No pude ocultar mi sorpresa. Esas no parecían palabras
que él diría. “Té debía... cinco millones de yenes.”
“En términos monetarios, sí. Pero así de valioso fue tu trabajo esta
vez. Esencialmente te las arreglaste para prevenir una Gran Guerra
Youkai.”
“¿E-Era tan grande el problema?”
Desearía que me lo hubiera dicho antes.
Pero cuando lo pensé mejor, el trabajo fue suficientemente grande
para instantáneamente saldar las deudas de Kanbaru a pesar de lo
difícil de su caso—así que debería haber esperado que él dedujera una
cantidad razonable de mis deudas también. No tomarte en cuenta a ti
mismo sonaba bien, pero en realidad solo te hacía sentir como
idiota…
“Estamos todos a mano”, aseguró Oshino, “pero casi siento que te
debo un poco de cambio. Lo que sea. Hablemos de esa chica—la
señorita que es como tu hermanita. Después de todo, lo estás haciendo
sonar como un asunto bastante urgente.”
“¿En serio?”
“Sólo sus brazos, cuello y cabeza no se ven afectados, ¿verdad?
Ouch. Una vez que el Jagirinawa se le acerca a la cara, eso es todo.

Serpiente Nadeko Página 350


Bakemonogatari Vol. 02

Araragi. El Jagirinawa es una excentricidad que mata a la gente.


Necesito que entiendas eso—Este caso es bastante serio”.
“……….”
Pensé que ese podría ser el caso. Esas marcas de escamas tenían un
aire siniestro. Pero se sentía mucho más grave viniendo de la boca de
un experto.
No era una excentricidad mortal
Era una—excentricidad asesina.
“El veneno de serpiente puede matar humanos, dicen.
Neurotoxinas, hemotoxinas, cardiotoxinas, toda la gama. Si no tienes
suero a la mano, puede que termines metido tu también en el
problema. Las serpientes son problemáticas, sabes.”
Aunque, sorprendentemente, las venenosas suelen saber mejor—
agregó Oshino.
“Oshino... ¿Qué clase de excentricidad es exactamente el
Jagirinawa?”
“Antes de que te lo diga, dime el título del libro que la señorita
estaba leyendo en el pasillo de la librería. Le dijiste a la señorita
lesbiana que se lo dirías más tarde, pero nunca lo hiciste, ¿verdad?
¿Qué libro era? Mirarlo te hizo sentir seguro de que había algo raro
en esa chica.”
“Oh... Bueno, es exactamente lo que esperarías. Un libro de tapa
dura de doce mil yenes llamado Colección Completa de Maldiciones
de Serpientes.”
“…El título hace que suene como un libro reciente. No de antes de
la guerra o el período Edo.”
“Sí. La portada parecía nueva, también.”
Pero ese título—fue más que suficiente para hacerme pensar en las
serpientes muertas, cortadas en cinco, que había visto el día anterior.
Por supuesto, tan pronto como presencié los cadáveres el domingo,
sospeché vagamente de Sengoku, a quien habíamos pasado por las
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Bakemonogatari Vol. 02

escaleras... pero fue cuando vi el título del libro que mi sospecha se


convirtió en certeza.
Mangas largas, pantalones largos.
Pero sus pantalones largos—puede que no hayan sido para entrar
en las montañas, sino una manera de ocultar las marcas de escamas
impresas en sus piernas.
De hecho, tenía que ser eso.
Este cuerpo.
Odio tener este cuerpo—ella había dicho.
Kanbaru debe haber entendido cómo se sentía Sengoku. El vendaje
envuelto alrededor de su brazo izquierdo estaba allí para ocultar su
brazo de mono. Cuando lo pensaba bien, eso estaba en un nivel
diferente de yo dejando creciendo mi cabello por detrás para ocultar
mis marcas de mordida. Y ahora que lo pienso,, cuando Kanbaru
quería mostrarme lo que estaba bajo las vendas, me había invitado a
su casa, sin querer que nadie más lo viera.
En ese sentido, esas dos se enfrentaron a circunstancias similares.
Esas dos.
¿De qué podrían estar hablando ahora mismo?
……
Lesbiana-san, será mejor que no la seduzcas.
Confío en ti… Confío en ti, ¿de acuerdo?
“Mi limitado conocimiento no cubre qué tipo de libro será ese,”
admitió Oshino, “pero ha de contener información sobre el
Jagirinawa. El chamanismo con serpientes es básicamente sinónimo
de maldiciones con serpientes…”
“¿Entonces los chamanes serpiente son como doctores brujos o
algo así?”

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“Bueno, sí. Estas no son excentricidades naturales—ellas son


comandadas por la malicia explicita de alguein más… Bueno, no
necesariamente debe ser malicia, pero tirarte encima al Jagirinawa no
me parece sino malicia.
“Oh… Eso también lo escuché.”

“¿Hm? ¿En serio?”


“Bueno, sí.”
Sengoku no me dio un nombre.
Fue en parte mi culpa porque no tenía ganas de presionar a una
introvertida como ella—pero Sengoku se negó obstinadamente a decir
un nombre.
El nombre del culpable.

Pero—ella me dijo que era alguien de su clase.


Un amigo—de su clase.
Habiendole colocado una maldición a ella, pensé que “ex amigo”
era más apropiado.
Le dije a Oshino: “Es la idea de un estudiante de secundaria de un
encanto—algún tipo de moda, aparentemente. Estos encantos se
adentran un poco en lo oculto. La mayoría son tonteras, por supuesto,
pero supongo que se podría decir que Sengoku es la desafortunada
excepción”.
“Desafortunada, ¿eh?” Oshino repitió sugestivamente. “Encantos y
maldiciones. Supongo que los dos son similares. Pero Araragi, por lo
que estás diciendo, el perpetrador es un amateur, un estudiante de
secundaria... El Jagirinawa no se supone que sea el tipo de
excentricidad que un principiante pueda manejar.
“Como un reloj roto teniendo la hora correcta, ¿no podría haber
sido una casualidad?”

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Bakemonogatari Vol. 02

“¿Casualidad? Hmm. Para empezar, ¿por qué esta compañera de


clases que mencionas querría maldecir a la señorita?”
“De acuerdo con lo poco que pude sacarle, en realidad fue un
problema amoroso. Un asunto de alguien estando perdidamente
enamorado. Esta amiga tenía un chico que le gustaba y ese chico le
dijo a Sengoku que la amaba, pero sin saber nada de esto, Sengoku lo
rechazó—ganándose el resentimiento de la amiga.”
“Hm. Tipico.”
“Bueno, hablamos de un romance de secundaria”. Aunque no es
como si el punto de vista de alguien que jamás ha salido con una chica
incluso durante su tercer año de preparatoria contara.
“Si ella hubiera comenzado a salir con él sin saber nada, eso sería
una cosa,” comentó Oshino, “pero uno pensaría que haberlo
rechazado no sería la gran cosa.”
“Se trata de sentimientos, supongo. ¿Tal vez cuando Sengoku lo
rechazó, la otra chica sintió como si algo preciado para ella fuera
insultado?” Lo hice sonar como mi interpretación, pero fue la opinión
de Kanbaru. ¿Cómo podría yo esperar entender la mentalidad de una
chica de secundaria? Si Kanbaru lo creía, sólo podía suponer que tenía
razón.
“Eh. Bueno, a quién le importa la razón. La gente no necesita
razones para odiarse entre sí. Así que las cosas se agriaron—y
terminaron con una maldición. Ah, qué cosa tan fugaz es la amistad.
Por eso no hago amigos”.
“...Ya veo” Quería responderle de forma graciosa, pero si intentara
bromar sobre todo lo que Oshino dijera, nuestra conversación duraría
toda la noche, y continuaría al día siguiente… Necesitaba
controlarme. No podía dejar a esas dos esperando por siempre.
“Sengoku dijo que estaba leyendo Colección Completa de
Maldiciones de Serpientes porque quería averiguar cómo deshacerse
de la suya. Hoy no era la primera vez que leía ese libro. Ella había
estado volviendo al libro una y otra vez por un tiempo, casi todos los
días, leyendo, luego leyendo un poco más, y consultándolo—para

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probar cada eliminador de maldiciones, purificación ritual,


exorcismo, y similares por sí misma.”
Eso es lo que eran.
Las serpientes en rodajas.
No era como un ritual—un ritual era precisamente lo que era. El
uso de un cincel me pareció grotesco al principio, pero parecía que
esos eran los únicos objetos con cuchillas que Sengoku poseía. Tal
vez las más accesibles herramientas filosas para una chica de
secundaria eran de hecho los sets de cinceles.
“Eliminar una maldición de serpiente matando serpientes, la idea
me parece sospechosa”, continué. “Y en realidad, dijo que su
condición comenzó a empeorar cuando empezó a matar serpientes—

“No, Araragi. Repeler un Jagirinawa cortando serpientes no está
mal. En realidad, es lo correcto y apropiado de hacer. El método
probablemente fue listado en la sección Jagirinawa de la llamada
Colección Completa... Pero es una joven muy valiente, ¿no? Atrapar
serpientes por su cuenta y matarlas. Es maravilloso. Sigues
describiéndola como dócil y tranquila, pero me resulta difícil de
creer.”
“Bueno, este es el campo al fin y al cabo. No puedes dejarte
sorprender por una chica que recoge serpientes con sus manos
desnudas”.
“Eso es difícil de aceptar para mí, como un chico de ciudad.”
“¿Qué parte de ti te convierte en un chico de ciudad, exactamente?”
Bien.
Se podría decir que Sengoku había sido empujada hasta ese punto
por la maldición—por el Jagirinawa.
Ella había llorado.
No había nada valiente en ella.

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Si acaso, era delicada. Demasiado delicada.


“No es que matar serpientes elimine una maldición de serpiente,
Araragi, lo que es importante aquí es el corte de serpientes. Aquí, las
serpientes son una metáfora para cuerda. Jagirinawa—nawa, cuerda.
No importa lo apretado que estés atado, corta la cuerda y serás libre”.
“Atado... “
Marcas de bondage con cuerdas.
Ella estaba siendo—atada por una serpiente.
Una cuerda, ya veo.
Oshino continuó. “Hay un dicho que dice que una vez que te
muerde una serpiente, saltarás a la vista de cualquier cuerda, y en este
caso, la serpiente es igual a una cuerda. Lo que hace que una cuerda
sea una cuerda es que se puede cortar”.
“... Pero eso no parece tener sentido. Sengoku dijo que ya ha
matado a más de diez serpientes en ese santuario. Pero en vez de
desaparecer...”
La maldición sólo estaba empeorando.
Cuantas más serpientes matara, más rápido subían las escamas
desde sus pies—o eso es lo que ella me dijo. Era prueba de que la
maldición progresaba
“Bueno, como siempre digo”, recordó Oshino, “cuando se trata de
estas cosas—el proceso importa. Esta señorita que es como tu
hermanita es una amateur, ¿verdad? En general, es más difícil
eliminar una maldición que colocar una, así que, por supuesto, su
condición va a empeorar si usa su conocimiento a medias. Si matas
serpientes mientras una serpiente te posee, por supuesto que lo harás
enojar. Tienes razón en cuanto a eso, Araragi”.
“……”
“Pero esta conversación me está ayudando a ver por qué una
maldición colocada por otro completo amateur a una chica de
secundaria ha tenido tanto éxito. Mi suposición inicial era que ni el
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infierno tiene tanta furia como una mujer enojada, pero supongo que
me equivoqué. Fue mala suerte.”

“¿Qué quieres decir?”


“La señorita probablemente se enteró de que una maldición había
sido colocada sobre ella antes de que esta comenzara a funcionar. A
juzgar por el hecho de que ella sabe exactamente quién fue, debe
haberlo oído directamente de la chica. ‘Maldita seas, ¡te puse una
maldición!’, o algo así. La señorita entró en pánico, fue a la librería
para averiguar cómo deshacerse de ella, y subió una montaña que es
conocida por tener un montón de serpientes—para que pudiera
cortarlas. ¿Supongo que encontró el santuario por accidente? Bueno,
tal vez ella lo sabía de antemano. Entonces, ella se puso ocupada
matando a esas serpientes”.
“¿Qué parte de eso es 'mala suerte'?”
“El lugar. ¿Recuerdas lo que dije? Un agujero, un lugar de
reunión—”
“Oh.”
Un lugar donde las cosas malas—se reunían..
Esas cosas malas que la presencia de Shinobu había activado.
“Y eso— ¿fortaleció la maldición?” Pregunté.
“No la fortaleció, lo más probable es que no habría funcionado en
lo absoluto si no fuera por ese lugar. A diferencia de ti y de la señorita
lesbiana, su cuerpo debe ser el de un humano nromal, así que, aunque
probablemente no se sentía mal, las cosas malas la afectaron en forma
de Jagirinawa”.
Ella no tenía forma de defenderse—no tenia resistencia.
Una amateur
“Entonces fue como si abriera aún más sus heridas”, dije.

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Bakemonogatari Vol. 02

“Es como si se hubiera herido a sí misma. Aunque es una forma


cruel de decirlo, no habría pasado nada si ella no hubiera hecho nada.
En realidad, la descripción en esta Colección Completa de
Maldiciones de Serpientes podría estar a medias. Intento abstenerme
de hablar mal de libros que no he leído, pero es una gran posibilidad.
Y además, llevas a cabo un ritual de edición amateur para remover la
maldición en un lugar como ese. Esas cosas malas deben haber
trabajado en una mala forma.”
“Qué embrollo.”
“Un buen embrollo, sin dudas”
Tu mala suerte— ¿podría llegar a ser tan mala?
Supongo que lo único rescatable fue que ella termino reuniéndose
contigo justo cuando las cosas estaban poniéndose peor, planeas hacer
algo por la chica, ¿verdad?”
“¿…Acaso no debería?”
“No, no necesariamente. Como dicen, no busques ni evites las
batallas. Pero me es algo dificil de entender. Entiendo sentir lastima
por ella pero, ¿por qué ir tan lejos? ¿Por qué es la vieja amiga de tu
hermanita? ¿O porque su apellido te recuerda al de tu novia?”
“¿Eh? Oh, ¿porque Sengoku significa ‘mil koku’ que es como
solían valorar territorios, y Senjougahara significa ‘campo de
batalla’? En realidad, eso no lo habia considerado hasta ahora. Esta es
la primera vez que lo noto, en realidad. Bueno, no—digo, ella está tan
afligida. ¿No es normal—querer hacer algo?”
“Qué buena persona”, dijo Oshino.
Lo hizo sonar como algo desagradable.
“Hay un libro llamado Compilación de Maldiciones de Serpientes
que se armó a mediados del periodo Edo—es un tomo extraño
conteniendo no más que excentricidades del tipo serpiente. Ahí es
donde el Jagirinawa aparece por primera vez en algo impreso. Y
además, ilustrado.”
“¿Una ilustración? ¿Cómo se ve?”
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“Representa a un hombre siendo apretado por una serpiente


gigante. El diseño de la cola parece una cuerda de paja, mientras que
la cabeza de la serpiente está—dentro de la boca del hombre. Su
mandibula está tan abierta como es oposible, casi como si él fuera una
serpiente—esa es la imagen. Después de todo, las serpientes pueden
tragarse animales tan grandes como gallinas de un solo bocado.”
“Apretado—”
“Sujetado. Poseído.”
“……”
“En otras palabras, Araragi. El cuerpo de la señorita está—en las
garras de una serpiente gigante mientras hablamos. Una serpiente la
está sujetando y poseyendo y apretando. Con firmeza—y
despiadadamente.”
“Pero... ella dijo que no duele.”
“Eso es mentira, por supuesto que duele. Ella está tratando de
soportar el dolor. ¿No sigo diciéndote que la confianza es clave? Estás
tratando con una chica tranquila, tienes que tratar de leer lo que hay
en su corazón—mirándole a los ojos”.
“Mirar—a sus ojos.”
Eso me recordó, cuando Sengoku dijo que no dolía, Kanbaru
parecía querer decir algo... ¿Así que eso es lo que era? Decía cosas
que tenían que decirse—pero mantenía la boca cerrada si eran cosas
que solo ella quería decir. Eso ciertamente habría sido muy Kanbaru.
“Envolver el cuerpo de su presa y pulverizar sus huesos para que
sea más fácil comer antes de tragarla es un comportamiento típico de
las serpientes. No es fácil conseguir que una serpiente te libere una
vez que te tiene en sus garras”.
“Ya veo... Correcto, es una excentricidad, así que puede ignorar su
ropa”.
Esas marcas sólo estaban en su piel, y ella parecía ser capaz de
quitarse y ponerse la ropa libremente, shorts de voleibol dejados de
lado. Eso me había impedido pensar que una excentricidad podría
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tener el cuerpo de Sengoku en sus garras, pero miren nada más lo que
yo sabía—simplemente no podía verlo
“Una cuerda, ¿verdad?” Le pregunté a Oshino. “¿Y atada? Así que
esas marcas de escamas en su cuerpo no son rastros—sino que en este
mismo momento, una serpiente invisible está manifestándose
alrededor de ella”.
Esta serpiente gigante, la Jagirinawa, era invisible a mis ojos, a los
de Kanbaru, y por supuesto a los de Sengoku, así que simplemente
veíamos el efecto que la excentricidad tenía en la piel de Sengoku.
“Incluso entonces”, explicó Oshino, “Creo que es sólo porque tú y
la señorita lesbiana son esencialmente mitad humana, mitad criatura
que pueden ver esas marcas. Lo mismo ocurre con la señorita, que
está en sus garras. Me imagino que cualquier persona que no sean
ustedes tres—la señorita tsundere o la señorita presidente de la clase,
por ejemplo—ni siquiera verían las marcas. Sin embargo, podrían ser
capaces de ver el sangrado interno.”
No había necesidad de que ocultara las marcas con pantalones
largos.
No hay razón para avergonzarse de su cuerpo.
Eso es lo que dijo Oshino.
Pero eso no me parecía el problema. Sí, ese podría ser el caso,
lógicamente hablando—y tal vez fue otro caso de la mala suerte de
Sengoku que Kanbaru y yo fueran los que vieron su cuerpo—pero,
¿no califica como más que un problema si ella se veía a sí misma de
esa forma?
“Tal vez”, admitió Oshino. “Sí, podrías tener razón.”
“Lo admitiste bastante rapido.”
“Incluso yo puedo ser honesto y sincero a veces. No tengo nada
mejor que hacer en este momento”
“¿No puedes ser honesto y sincero si no te estás relajando?”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Ahora que lo pienso, entiendo que ella use mangas largas y


pantalones largos cuando sale pero, ¿qué ha estado haciendo en
cuanto a la escuela? ¿Las chicas de tu antigua secundaria no usan
faldas como parte de su uniforme?”
“En realidad no, son más como vestidos. ¿Una especie de todo-en-
uno? ¿Los has visto en tus carreras de investigación?”
“Ah, sí. Así que esa es tu alma mater. Esos son lindos pero. ¿no
seguirían con sus piernas expuestas?”
“Es por eso que Sengoku ha estado faltando a la escuela desde que
esas marcas se volvieron visibles, aunque se las arreegló cuando
todavía podía ocultarlas con sus calcetas—bueno, bien, Oshino, ¿qué
hay de esto? ¿Hay alguna forma de hacer el cuerpo del Jagirinawa
visible? ¿Tú serás capaz de verlo?”
“De ninguna manera, sólo soy un humano.”
Al señor Experto no parecía importarle en lo absoluto no poder.
Prácticamente eludía sus deberes con esa frase.
“Y no sólo yo”, dijo. “En este tipo de caso, es básicamente difícil
para otros ver lo que los poseídos no pueden ver por sí mismos. No
importa cuánto de un antiguo vampiro seas. Como nota aparte, no es
la persona en el agarre del Jagirinawa, sino la que lanzó la serpiente
quien puede verla, y este es un caso accidental, así que dudo que
incluso ella pueda. Esta amiga probablemente ni siquiera se ha dado
cuenta de que la maldición funcionó. De lo contrario, sería un gran
problema en su clase… Bueno, no, tal vez esa amiga está guardando
silencio al respecto. Eso sería realmente malicia en toda regla... pero
no creo que eso sea lo que es. La señorita ya estaría muerta si así fuera.
Pero no tiene sentido hablar de todas estas posibilidades.Puras
conjeturas. Oh, pero una cosa, aunque es posible que no puedas verla,
Araragi, podrías ser capaz de tocarla”.
“Hm... ¿así como lo hiciste tú aquella vez?”
“Uhhh, ¿de qué estás hablando?”, aunque bastante inútil en mi
opinión, Oshino se estaba haciendo el tonto. “Si puedes tocarla,
deberías ser capaz de arrancarla... pero tal vez no quieras. Las
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serpientes son animales salvajes. Hazlo y estoy seguro de que el


Jagirinawa te atacará. E incluso si de alguna manera escapas de ella,
buscará a la compañera de clase que lanzó la maldición.”
“La maldición regresando al lanzador de esta misma.”
“Sabes lo que dicen—cuando uno es maldecido, se cavan dos
agujeros.” Esta chica no debe haber querido matar a la señorita y
probablemente ni siquiera cree en las maldiciones. Creo que
honestamente ella solo tenía la intención de decir: '¡Maldita seas, te
puse una maldición!' por despecho. Hmm. Aunque no me gusta que
ella haya decidido envolver cosas de ocultismo en esto por algo tan
tonto… ¿Cómo se supone que alguien ajeno se gane la vida así? Este
negocio es dificil.”
“No sé si dijiste algo mal ahí o no.”
“Ha hah. Bueno, supongo que está bien”.
Con esas palabras, Oshino se bajó de su cama improvisada. Luego
se alejó y trató de salir de la habitación, así que me apresuré a
llamarlo.
“Oye, ¿adónde vas?”
“Eh. Espera aquí un segundo.”
Eso fue todo lo que dijo antes de salir del aula en serio.
Él era una persona voluble. En realidad, sólo estaba siendo egoísta.
Y ahora qué... Si tuviera tiempo, quería ver cómo le iba a Shinobu,
pero si yo no estaba cuando Oshino regresara, eso sería estúpido...
¿En qué aula estaba Shinobu? Era raro que ella y Oshino estuvieran
en diferentes lugares. ¿Se había metido en otra pelea con Oshino por
donas de Mister Donuts?
Bien, simplemente presentaría un informe de estado.
Saqué mi teléfono celular y traté de llamar a Kanbaru—Sengoku,
por cierto, todavía no tenía uno, tipico para un estudiante de
secundaria rural. Pero pensadolo de otro modo, incluso si mis padres
las encontraban, este era Kanbaru de quien hablábamos así que estaría
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Bakemonogatari Vol. 02

bien... Mientras no descubrieran que era una completa pervertida y


una verdadera lesbiana, Kanbaru era una joven ejemplar que
sobresalía tanto en lo académico como en el apartado atlético.
Pero en el momento en que intenté abrir mi lista de contactos,
“Gracias por esperar,”
Oshino regresó.
Eso fue rápido.
Tan rápido que me preguntaba si él sabía lo que yo estaba a punto
de hacer.
Realmente actuó como lo vio todo.
“Hm? ¿Y ese aparato conveniente moderno que tienes ahí?
¿Estabas a punto de llamar a alguien?”
“Bueno... Sólo pensaba contactar a Kanbaru y Sengoku. Parece que
esto tomará más tiempo de lo que pensé”.
“No hay necesidad de llamar en ese caso. Ya terminé de decir lo
que tenía que decir. Llevate esto.”
Desde su posición en la entrada, Oshino me tiró directamente a mí
lo que sostenía en su mano derecha. El proyectil repentino me
desequilibró, pero de alguna manera pude atrapar el objeto sin
soltarlo.
Era un amuleto tradicional.
Tenía la forma de un amuleto estándar—pero la bolsa no decía
nada.
No habían palabras indicando si era para, digamos, seguridad
vehicular o fertilidad.
Un diseño en blanco.
“¿Qué es esto?”
“Puedes purificarlo con eso. El Jagirinawa.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“……”
“Hay un talismán dentro de la bolsa. Podríamos llamarlo un
amuleto protector. Es diferente del que te hice colocar... y la bolsa en
la que está no es nada, sólo una ‘vaina’. El talismán es un poco
poderoso, por lo que se requieren medidas de seguridad. Medidas de
seguridad, o tal vez un limitador. Pero no te equivoques, no es como
si todo lo que vas a tener que hacer es colocar ese talismán en su frente
como si ella fuera un jiangshi o algo así. De hecho, nunca saques ese
talismán de su bolsa. Como dije, es una medida de seguridad, un
limitador. No se sabe lo que pueda pasar si lo sacas. Te voy a decir el
método correcto para esto, así que haz todo lo posible para recordarlo
más tarde. Podría salir yo mismo, pero probablemente sea mejor si no
lo hago, en cuanto a construir una relación de confianza con la joven,
tú y la señorita lesbiana ya están listos. Esa afirmación de poder
seducir a las chicas más jóvenes que ella en diez segundos tampoco
suena a publicidad falsa. Estoy tan impresionado. Estoy tan celoso.
Ha hah, y aunque parece que lo has olvidado, parece que los recuerdos
que tiene la señorita de ti son buenos, ¿no? O de otro modo ella no
habría podido desnudarse en la habitación de un hombre. Koyomi-
oniichan.”
“……”
No estaba seguro de eso, para ser honesto.
Cuando se trataba de personas que jamás dejan de hablar como
Senjougahara, Kanbaru, Hanekawa, o Hachikuji, podía de alguna
forma adivinar cómo se sentían—sin importar si sus palabras eran
francas o no—pero era dificil tratar con alguien que hablaba tan poco.
Alguien con una personalidad tímida. Quien cedía a la presión y
bajaba su mirada ante la más minima provocación—
Cuando pensaba en la situación, me sorprendía que esa misma
chica habia rechazado a un chico. Alguien con su personalidad parecía
el tipo de chica que no podría decir no y sería arrastrada a ser la novia
de alguien… Pero, pensándolo de otro modo, no tenía derecho de
hablar sobre temas amorosos.
“Creo que es como no sentir vergüenza de desnudarse frente a un
doctor,” Oshino dijo. “Eso es una relación de confianza. Oh, ¿no era
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Bakemonogatari Vol. 02

Asclepios de la constelación Ofiuco el santo patrón de la medicina?


Otra pista, tal vez.”
“Pero, Oshino... ¿Está realmente bien?”
“¿Qué está bien?”
“Que me muestres…una forma tan rápida y simple de purificarla.
Normalmente actuas más pretencioso, ¿sabes? Entras en detalles, o
no eres realmente cooperativo. Y siento también que dijiste pocos
datos curiosos esta vez. No me digas que no te estas tomando esto en
serio ahora que no te debo nada.”
“Oh, Araragi. Te encanta molestarme, ¿no es así? Tu y yo sabemos
muy bien que te quejarías si mencionara toda una pila de datos
curiosos. Estoy comenzando a pensar que el tsundere aquí eres tú, y
no la señorita tsundere. Que animado, ¿te paso algo bueno? No dije
todas esas cosas antes para ser malo o algo así. Fue lo mismo con la
señorita presidenta de clase, señorita tsundere, la pequeña niña
perdida, la señorita lesbiana, y especialmente tú, Araragi. Cada uno
de ustedes se metió con una excentricidad a voluntad, ¿no es así?”
“Bueno, eso es…”
Eso es…
“Si me permites”, continuó Oshino, “todos ustedes fueron
perpetradores. Ya fuese que así lo quisieran o no, fueron cómplices
de sus excentricidades. Para las personas que se ensucian las manos
al lavarse sus pies, cierto proceso se vuelve necesario. Pero es
diferente en este caso, ¿no? Sengoku Nadeko no es más que una pobre
víctima. No ha hecho nada malo. Incluso la razón por la que el
Jagirinawa fue puesto sobre ella es débil. Para cada excentricidad,
hay una razón, pero ninguna de esas razones aquí fueron acciones de
la señorita. Diez serpientes, ¿verdad? Puede que las haya matado, pero
incluso eso fue ella intentando defenderse. Tuvo mala suerte, no era
su día, eso es todo. No soy tan irrazonable para responsabilizar a la
víctima de la malicia de alguien. Lo que la gente como esa necesita es
ser salvada.”
“………”

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Bakemonogatari Vol. 02

Entonces fue por eso.


Lo siento, Oshino, pensé que estabas actuando de esa manera con
la intención de ser malo...
Tenía sentido ahora... Por eso su tono sonaba tan grave desde el
momento en que nombró al Jagirinawa. No tenía nada que ver con el
Jagirinawa en sí. Eso fue puramente Oshino pensando en la víctima,
Sengoku Nadeko.
“Los crímenes necesitan ser expiados, pero no puedes permitir que
alguien sea juzgado por un crimen que no cometió. Las personas en
problemas necesitan ser salvadas, ¿verdad? Sí, puede que yo no sea el
tipo más amable, pero incluso yo tengo algo de bondad en mi corazón.
Aunque eso no quiere decir que haga esto completamente como
trabajo voluntario—este es mi trabajo”.
“Sí, me lo imaginé.”
“Pero está bien. Este puede ser el cambio que te debía por el trabajo
que tú y la señorita lesbiana hicieron por mi. La señorita que es como
tu hermanita no necesita hacer nada para pagarme.”
“... Ya veo”.
Sí, puede haber existido ese problema de perpetrador y victima
Pero incluso entonces, sentía que él tenía favoritismo.
Tal vez le gustaban las chicas de secundaria.
“Pero, Araragi. Permíteme darte una advertencia—cuando uno es
maldecido, se cavan dos agujeros. Sé que solo lo estoy repitiendo,
pero quiero que mantengas esas palabras en mente, y quiero que
pienses bien sobre ellas.”
“Oh... Bueno, eso no será difícil, no es un consejo inaudito. No
necesitas hacer nada especial para aprender eso. He tenido muchas
oportunidades para saber lo que significa eso sin tener que
relacionarme con excentricidades.”
“Estoy seguro que sí has tenido esas oportunidades—pero, Araragi.
No sé cómo ves esto, pero no es como si yo fuera a vivir aquí para
Serpiente Nadeko Página 366
Bakemonogatari Vol. 02

siempre,” dijo Oshino, su tono igual de despreocupado.


“Eventualmente terminaré de recolectar e investigar. Despues de
todo, tú y la señorita lesbiana han resuelto una de mis principales
preocupaciones, o mejor dicho, logrado una de mis principales metas.
Dejaré este pueblo un día. Y cuando lo haga, no serás capaz de venir
a pedirme consejos, ¿sabes?”
Nuestras deudas—habían sido saldadas.
Oshino continuó.
“Ha pasado un tiempo desde que empecé a vagar de un lugar a otro,
pero esta es la primera vez que he hablado tanto con otra persona.
Existe el hecho de que te has involucrado con una excentricidad tras
otra—pero lo que es un poco extraño en ti es que tratas de lidiar con
cada una de ellas. Una vez que hayas experimentado una
excentricidad, es más probable que las atraigas en un futuro, eso es
cierto, pero la mayoría de personas que han encontrado
excentricidades las evitan luego a toda costa.”
“……”
“Así es como las cosas se equilibran. Esto se relaciona con lo que
dije de ser un tsundere, pero tú dices todo tipo de cosas sobre chicas,
¿no es así? Que son entrometidas, o que son buenas cuidando de otros.
Peo todas esas características aplican a ti también, Araragi—aunque
no es que eso sea malo. Envidio tanto tu personalidad que sigo y sigo
diciéndote cosas feas, pero pienso que estás bien de la forma en que
eres. Pero— ¿qué planeas hacer cuando yo me vaya?”
“Em—bueno.”
Bueno—nunca había pensado en eso.
No hace falta decir que Oshino no residiría en mi pueblo por el
resto de su vida, era algo dado por sentado—pero la pregunta de lo
que haría una vez se fuera no era una que pudiese responder de
inmediato.
¿Teníamos que hablar de esto ahora mismo?

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Bakemonogatari Vol. 02

Oshino continuó. “Las excentricidades existen como si fuera


natural que estuvieran allí—no son algo que debas buscar. Hazlo y tú
podrías terminar como el perpetrador. Creo que te preocupas
demasiado, Araragi. Eres sobreprotector. Tiendes a intentar hacer
algo—incluso en los casos que podrías ignorar.”
“Pero...” Pero aun así. “Cuando lo descubro— ¿qué se supone que
haga? Sé sobre estas cosas quiera o no—así que no puedo desviar la
mirada o pretender no saber.”
“Ha hah, ¿entonces habría sido mejor si hubieses olvidado todo,
como la señorita presidenta de clase? Ese podría ser el mejor resultado
para personas como tú, Araragi. Olvidar todo—la pequeña Shinobu
incluída.”
“Cómo podría olvidar...”
¿Algo así?
Por supuesto que no era posible.
Nunca iba a resultar como lo había hecho para Hanekawa.
“Así es”, dijo Oshino, “La pequeña Shinobu incluída—sí, eso.
Tendrás que cuidar de ella por tu cuenta cuando me vaya. Esa fue tu
elección—aunque también eres libre de abandonarla.”
“Vamos, Oshino.”
“Siempre tienes que tener presente ese hecho. Porque Shinobu no
es humano. No puedes permitirte sentir empatía. Ella es una vampira.
Puede verse así ahora, pero eso no cambia ese hecho, ¿entendido?”
“……”
“Lo siento, ¿dije algo malo? Pero no hay necesidad de preocuparse,
ya nos hemos conocido bastante bien. No voy a desaparecer de
repente sin siquiera despedirme. Soy un adulto. Tengo modales. Pero
si estas pensando en qué hacer después de graduarte de la
secundaria—pienso que no dolería pensar sobre esto también
mientras estas en ello.”

Serpiente Nadeko Página 368


Bakemonogatari Vol. 02

“¿Entonces lo que intentas decir es que es irresponsable de mi parte


intentar salvar a todos los que se me crucen enfrente? Que es
irresponsable ser amable con todos—Hanekawa también me lo dijo
una vez. Pero, Oshino, no puedo volverme alguien como tú. Como
dijiste, soy una décima de vampiro—una excentricidad real. No
puedo ponerme del lado de los humanos y empezar a desaparecer
excentricidades.”
Si lo hiciera, el primero a quien debería desparecer sería a mí
mismo.
Luego a Shinobu.
Y eso—no sucedería.
No era algo que pudiera hacer.
“Yo no diría que no podrías,” Oshino me djo. “Este trabajo es puro
conocimiento general y de métodos, al fin y al cabo. Un medio
humano, medio criatura que caza espiritus? Suena genial, como un
personaje de manga.”
“Bueno... tal vez sea posible, ya que incluso hay un especialista de
camisa hawaiana... “
“Y”, Oshino me recordó, “Si alguna vez en tu vida así lo deseas,
Araragi…puedes abandonar a Shinobu y regresar a ser un humano
común y corriente—espero que tampoco olvides eso.”

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006

Estábamos en los restos del santuario.

Ese santuario abandonado en lo alto de la montaña.

Era media noche, después de habernos estado preparando por


bastante tiempo.

Consideré esperar hasta el día siguiente, pero si esperáramos un día


más, esas marcas de escamas, el agarre del Jagirinawa, podrían
alcanzar su cuello (ella no podría ocultarlo si eso sucediera ya que no
podía andar con una bufanda en esta temporada—incluso si la gente
normal no podía ver esas marcas). Fuera mitad de la noche o no,
decidimos luchar por cada minuto y segundo y hacer esto tan pronto
como pudiésemos. Mi familia no solía pedirme muchas explicaciones,
igual que con Kanbaru. Un pequeño problema surgió acerca del toque
de queda de Sengoku, siendo una estudiante de secundaria, pero ella
le pidió a una de sus amigas que pensara en una coartada (una fiesta
de pijamas o algo así). Parece obvio, pero Sengoku aparentemente
tenía más amigas además de la que la había maldecido.

Tener muchos amigos.

Es algo bueno, pensé.

Aunque yo estaba más que un poco preocupado al principio por


hacer esto en las ruinas del santuario donde todo comenzó, Oshino
nos dio su sello de aprobación, diciéndonos que estaba bien. Pensé
que lo había dicho porque ya habíamos colocado el talismán en la sala
principal, pero era en realidad cuestión de un proceso. Incluso si
estábamos lidiando con cosas malas, todo lo que teníamos que hacer
era ponerlas de nuestro lado, según él. La existencia del Jagirinawa
sería más evidente precisamente por el lugar—sería más fácil hacer
contacto—o algo así.

No lo entendí, para ser honesto.

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Pero, supuse, era el consejo de un experto. Confío en él.

Shinobu estaba en un cuarto del tercer piso así que le di un saludo


casual (Ella realmente se había peleado con Oshino por donas de
Mister Donuts. Él se había comido sus favoritas de nuevo. Oshino
Meme, no eres inmaduro, eres infantil) antes de dejar la escuela de
clases particulares abandonada y dirigirme de regreso a casa. Y al
final, Kanbaru no había puesto ni un solo dedo sobre Sengoku a pesar
de estar compartiendo una habitación con ella todo este tiempo, ni
tampoco había ido tras mis hermanitas, ambas quienes ya estaban en
casa.

“¡Buen trabajo aguantando, Kanbaru!”

“Sí... y al escuchar la seriedad en esas palabras de halago, por


primera vez me pregunto si habré bromeado demasiado en tu
presencia, y ahora lo lamento…”

Kanbaru parecía deprimida.

No sólo no había intentado seducir a Sengoku, sino que habían


estado charlando.

“Kanbaru-san fue amable conmigo, Oniichan”, saltó la introvertida


Sengoku para defenderla. “Y además me prestó sus shorts de
voleibol.”

“Eso no cuenta como amabilidad.” interpreté al hombre serio de la


conversación para Sengoku, siendo su primera vez.

Este era un día para recordar.

En todo caso, hablar con ella era difícil porque nuestros


intercambios de palabras no estaban llenos de bromas como con el
resto de chicas. Gracias a esas tipas, ya no podía tener una
conversación normal. Lamentablemente para Sengoku, ella tendría
que aguantar nuestro estilo.

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Bakemonogatari Vol. 02

Hice que ella y Kanbaru se escabulleran fuera de mi casa mientras


yo mantenía a mis dos hermanitas ocupadas, y entonces yo también
salí, ni siquiera dando una excusa. Mis hermanitas parecían sospechar
(especialmente mi hermanita más joven, una chica perceptiva), pero
las logré alejar al final y procedí a dirigirme al punto de reunión con
las chicas. Fuimos a la tienda (y no de conveniencia) departamental
que estaba abierta hasta tarde para compras las herramientas
necesarias (ni Kanbaru ni Sengoku tenían tanto dinero con ellas dado
lo repentino del asunto, así que yo pagué todo) antes de dirigirnos a
las montañas. Todos caminamos hacia allá.

“Sengoku.”

“Uh, ¿qué pasa…Onii-chan?”

Ella se había sobresaltado.

Quizás pensó que iba a gritarle.

Tan delicada, como si estuviera hecha de vidrio.

“Esas marcas—escuché que en realidad duelen. ¿Estás bien?”

“Ah…” todo el color dejó su rostro. “U-Um… Por favor no te


enojes.”

“No, no intento culparte por nada.”

Ella probablemente pensó que estaba a punto de regañarla por


mentir. No sabía si ella era tímida, o era demasiado rápida para verse
a sí misma como la victima… Cada vez que un personaje como ella
aparecía en mangas, me preguntaba cuan irritante sería una persona
así en la vida real, pero en realidad no era tan malo… Simplemente
sentía la necesidad de protegerla, sin importar si yo fuera o no fuera
una buena persona. Por supuesto, el hecho de que ella era menor que
yo ayudaba también.

“Tan solo me preguntaba si estabas bien.”

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Bakemonogatari Vol. 02

“B-Bueno,” Sengoku inclinó su sombrero sobre su rostro. Como si


quisiera ocultarlo. Como si no quisiera ser vista. “Duele, como si algo
apretara mi cuerpo, pero…puedo aguantarlo.”

Pulverizar los huesos—para hacerlas más fáciles de comer.

Comportamiento de serpientes.

“…Tener que aguantarlo es malo. Si algo duele—está bien


decirlo.”

“Él tiene razón”, Kanbaru se metió. “Ser atada es una cosa, pero
quedarse atada es sorpresivamente difícil para el cuerpo. Ya sea una
serpiente o cuerdas.”

“Kanbaru, el hecho de que hayas hablado de ser atada, y más


sutilmente, la dificultad emocional que conlleva, me deja sin
palabras.”

Esta mujer no lamentaba nada.

Sengoku sofocó una risa gracias a nuestra conversación.

A pesar de su timidez, quizás era fácil hacerla reír. En ese caso,


hablar sobre el zodiaco de trece signos, el cual incluso hizo reír a
Kanbaru, estaba absolutamente fuera de los límites con Sengoku
cerca. Ella podría reír hasta la muerte.

Nos rociamos unos a otros con un repelente de insectos de la tienda


departamental antes de subir la montaña. Era media noche, lo cual
significaba que debíamos preguntarnos más de los insectos que de las
excentricidades. Aunque estábamos bien protegidos usando mangas
largas y pantalones largos, era una medida de seguridad adicional para
Kanbaru y para mí y podría serle de ayuda a Sengoku después.

Una vez que terminamos, comenzamos a caminar.

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Bakemonogatari Vol. 02

Estaba completamente oscuro, por supuesto.

Mientras subíamos las escaleras, los tres iluminábamos el camino


con linternas que habíamos comprado en la tienda departamental. Los
animales salvajes e insectos eran horriblemente ruidosos. No era así
en la tarde, y me sentía como si fuéramos exploradores en una
expedición. Casi era engañado para pensar que me encontraba perdido
en la jungla.

“Sabes, Sengoku”, dije.

“¿Sí?”

“Me preguntaba algo. ¿Por qué rechazaste a ese chico? No tenías


ni idea de que tu amiga tenía sentimientos por él, ¿verdad? Así que no
había ninguna razón para que dijeras que no”.

“Bueno...”

Ella se quedó en silencio.

Alguien con tan poca fortaleza mental, quien se quedó callado tras
esa simple pregunta, rechazando una confesión de amor era aún más
desconcertante…

“L-Lo siento”, se disculpó. Sin razón.

“Um, no es algo por lo que necesites disculparte.”

“Ah, s-sí, tienes razón. L-Lo siento. Yo... Bueno. Lo siento.”

Se había disculpado dos veces entre un solo par de comillas.

Tres veces en total.

Se estaba disculpando demasiado.

“No, Sengoku—”

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Bakemonogatari Vol. 02

Kanbaru habló. “Esa fue una pregunta bastante insensible. No


esperaba eso de ti. Sé más considerado.”

“Oh… ¿en serio?”

“Sí, en serio. Hay un montón de razones para decir que no. De


hecho, ¿por qué salir con alguien a quien no amas en particular?”

“Hmm...”

Era un buen punto.

También me di cuenta de que Kanbaru llegando a un buen punto


era una sorpresa para mí.

“Tómame a mí, por ejemplo”, dijo. “Es porque te amo que—”

“¡No estamos saliendo!”

“Eh... ¿no lo están?”, Preguntó Sengoku, perpleja. “¿No estás


saliendo con Kanbaru-san?”

“¡No!”’

“O-Oh... Ustedes parecían llevarse tan bien que...estaba segura que


salían.”

“Admito que nos llevamos bien.”

Tan bien como me llevaba con Hachikuji.

Por otra parte, a diferencia de Hachikuji, al menos Kanbaru nunca


hablaba mal de mí... En ese sentido, tal vez me llevaba un poco mejor
con ella.

... En cuanto a la chica con la que en realidad estaba saliendo, ella


siempre hablaba mal de mí...

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Bakemonogatari Vol. 02

“Kanbaru. Respáldame y dile que no estamos saliendo.”

“Mm. Él tiene razón, no estamos saliendo.” Ella le dijo a Sengoku


en un tono explicativo, “Él y yo simplemente nos divertimos—
jugueteamos.”

“¡Eso está muy abierto a malinterpretaciones, ¿no te parece?!”

“Somos tan buenos amigos que podríamos tomar cualquier cosa


como un accidente.”

“¡¿No estas siendo ahora completamente maligna?! ¡Te odio!”

“Oye. Eso dolió.”

“Ack… Em, lo siento. Te amo.”

¿Que ella no iba a recibir todo lo que dijera con gran alegría? Que
chica tan difícil.

En realidad, yo era el débil aquí por disculparme.

Incluso mientras Kanbaru y yo discutíamos, Sengoku murmuró,


“Oh…entonces no están saliendo,” sonando aliviada por alguna
razón.

“Lo rechacé porque hay alguien más que me gusta,” nos dijo. Su
aparente vergüenza era dulce. “Pero…esa amiga parece haberme
malentendido…y ahora esto pasó…M-Me pregunto si fue mi
culpa…”

“No lo fue. Pero pensándolo de otro modo, no se suponía que las


cosas acabaran así de mal—Es culpa de ese santuario.”

Por ese santuario.

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“Oh, sí, Kanbaru. Probablemente vas a empezar a sentirte mal otra


vez... El efecto de un talismán no es inmediato, o eso me han dicho.”

“Bien por mí. Además, puedo prepararme si sé que sucederá.”

“Ya veo.”

Qué deportista.

Solo se necesitaban agallas, ¿no?

Normalmente lo refutaría como algo poco científico, pero terminé


creyéndolo porque esta era Kanbaru. Ella era, después de todo, una
mujer formidable que había pasado de ser una chica torpe a una
jugadora de baloncesto de nivel nacional gracias a nada más que
agallas y esfuerzo.

“Koyomi-oniichan, ¿cuánto recuerdas de antes?”

“Uh... bueno, no mucho, para ser honesto. No tengo muy buena


memoria”.

“Oh...”

Sengoku estaba visiblemente decepcionada.

“Tú, por otro lado”, rápidamente cambié el tema a ella, “me


recordaste. Me impresiona porque solo jugamos unas cuentas veces
cuando eras pequeña. Y yo era el hermano mayor de tu amiga.
Normalmente me olvidarías.”

“No solía jugar mucho con otras personas,” dijo Sengoku titubeando.
“En aquel entonces, la única amiga que jugaba conmigo después de
la escuela era Rara…”

Rara debe haber sido mi hermana más joven. Cierto, las amigas que
llevaba a casa solían llamarla así. Su apodo de primaria, Rara, era un
extracto de nuestro apellido, Araragi. Pero, ahora, ella y mi otro

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Bakemonogatari Vol. 02

hermanita juntas eran las “Fire Sisters” de la Segunda Secundaria


Tsuganoki…

Vaya que las cosas cambiaban.

Por supuesto que las personas cambian.

Pero si vamos a hablar de esos días, en ese entonces me enojaba


que mis hermanitas llevaran amigas a casa y me hicieran jugar con
ellas…

Me sentía tímido en cuanto al tema de jugar con chicas.

Así era yo a esa edad.

“Aunque Rara y yo no vamos a la misma secundaria... todas las


veces jugué con ella, y contigo, son mis preciados recuerdos.”

“Ya veo.”

Eso—me hizo sentir mejor.

Por cierto, no le había dicho a Sengoku sobre las excentricidades


que Kanbaru y yo cargábamos, habiéndole dado solo unas ideas del
hecho que ambos nos habíamos relacionados con ellas. Ciertamente
pude haberle contado, y quizás era necesario en términos de construir
una relación de confianza, pero después de platicarlo con Kanbaru,
presté atención a la posibilidad de que eso podría acelerar su colapso
mental. Así que Sengoku probablemente no entendía por qué alguien
se sentiría mal al entrar a un santuario, y quizás pensó que Kanbaru
era espiritualmente sensible, o algo por el estilo. Pensándolo de otro
modo, no era una suposición completamente incorrecta.

“Soy hija única”, dijo Sengoku. “Estaba celosa—que ella tuviera


un hermano mayor.”

“………”

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Sonaba como un caso de querer lo que no puedes tener.

Como alguien sin una hermanita queriendo una hermanita.

A veces deseaba tener un hermano o hermana mayor, o un hermano


menor—y envidiaba a quienes los tuvieran. Pero tal vez era diferente
para alguien como yo, que tenía hermanas pequeñas, y para Sengoku,
quien era hija única.

Así que—era hija única.

“Oye, ¿qué hay de ti, Kanbaru? No tienes hermanos, ¿verdad?”

“Nop. Yo también soy hija única”.

“Ya veo.”

Y también Senjougahara. Y Hachikuji, y Hanekawa.

Eh, entonces todos eran hijas únicas.

¿Y—Shinobu?

¿Los vampiros tenían hermanos?

“Bien, llegamos.”

Yo estaba liderando el camino, así que fui, por supuesto, el primero


en llegar.

Las ruinas de un santuario.

Una vista desolada y estéril.

El talismán estaba todavía—pegado a la puerta.

“¿Te sientes bien, Kanbaru?”

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“Sí. Mejor de lo que pensaba”.

“Intenta decir algo estúpido.”

“Me gusta leer libros en la carretera y terminar mareada.”

“Intenta decir algo gracioso.”

“¡No pude evitarlo! ¡Amenazó con no pagarme si no lo hacía!”

“Intenta decir algo pervertido.”

“Justo cuando pensé que la chica que me gustaba era virgen, resultó
ser virgo.”

“Bien.”

El último fue un poco raro, pero parecía estar bien.

A mi lado, Sengoku se abrazaba y temblaba. La habíamos hecho


reír bastante.

Realmente era fácil hacerla reír.

Parece que a ella le divertía más mi interacción con Kanbaru que el


contenido de la conversación, pero de hecho esa era una buena
reacción, no podía quejarme.

“Bien”, dije, “hora de comenzar con… Preparémonos.”

Kanbaru preguntó, “¿Por qué cambiaste la forma en que ibas a


decirlo?”

Encontramos un lugar apropiado…es decir, un lugar sin tanta


vegetación, luego colocamos cuatro linternas, las tres que
sosteníamos y otra más en mi bolsa, en cada esquina. Formaban un
cuadrado e iluminaban el centro.

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El suelo era de tierra.

Dibujamos líneas en él usando una rama cercana y pusimos las


linternas ahora literalmente formando un cuadrado, esta era—una
barrera espiritual. Era una improvisada pero funcionaría, de acuerdo
a Oshino, porque el simple hecho de que estaba delimitada era lo que
más importaba en estas barreras. Pusimos una sábana de plástico en
el suelo para cubrir el cuadrado. Naturalmente, otra compra hecha en
la tienda departamental.

Y luego—Sengoku entró en el cuadrado.

Sola.

En traje de baño escolar.

“………”

El traje de baño no era de la tienda departamental (no los venden


en las tiendas departamentales). Al igual que los shorts de voleibol,
Kanbaru “de casualidad” lo tenía preparado.

Le dije, “No tenías ni el dinero para comprar una linterna así que,
¿qué haces llevando shorts de voleibol y trajes de baño escolares
contigo?”

“Hay algunas cosas en este mundo que el dinero no puede


comprar.”

“Estoy completamente de acuerdo, pero shorts de voleibol y trajes


de baño escolares no entran en esa categoría.”

“Estaba tratando de ajustarme a tus gustos

“Bueno, no lo intentes.”

“¿No negarás que esos son tus gustos?”

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Bakemonogatari Vol. 02

Revisé y vi que Sengoku estaba riendo dentro de la barrera... Fue


por pura broma que ella estaba usando un traje de baño escolar a mitad
de un santuario decrepito pero, ¿a ella también le parecía gracioso?

En todo caso.

Para ver cómo avanzaba la purificación, necesitábamos darle


seguimiento a las marcas de escamas en su piel, y las instrucciones de
Oshino fueron que ella no debía quedarse con mangas largas y
pantalones largos, pero no podíamos dejarla estar en solo shorts de
voleibol al aire libre. Mientras nos mostraba las marcas del Jagirinawa
en mi habitación, Sengoku había quitado sus manos cubriendo sus
pechos, causando que volviera a llorar—un accidente que incluso un
chico honesto como yo no compartió con Oshino—así que esto era
particularmente necesario.

Y por eso, un traje de baño escolar.

En lugar de cambiarse en el santuario, lo había usado bajo sus


mangas largas y pantalones largos como lo haría una niña de primaria.
Aunque podíamos ver las marcas de escamas en sus piernas, el traje
de baño escondía su torso, lo cual dificultaba medir el alcance de su
aflicción—y tal vez sólo lo estaba imaginando, pero parecían haber
subido hasta alrededor de su cuello. ¿El agarre de esa cosa había
aumentado desde la tarde?

Si es así, necesitábamos darnos prisa.

Simplemente no lo veíamos.

Pero el cuerpo de Sengoku—todavía estaba en las garras de una


serpiente gigante.

Le entregué el amuleto que Oshino me había dado.

“Ahora, siéntate en el centro... en la sábana. Sostén el amuleto lo


más fuerte que puedas, cierra los ojos, calma tu respiración—y todo
lo que necesitas hacer es orar.”

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“¿Orar... a qué?”, Preguntó Sengoku.

“A algo. En este caso, probablemente a—”

La serpiente.

El dios serpiente

El Jagirinawa.

“Muy bien... Haré lo mejor que pueda.”

“Muy bien.”

“Koyomi-oniichan... ¿vas a cuidar de mí?”

“Lo haré.”

“Tienes que cuidar de mí.”

“... Sí, lo haré.”

En cualquier caso—eso era lo único que podía hacer.

Honestamente, todo quedaba en manos de Sengoku desde aquí.

Sin importar—lo que pasara.

Las personas que se salvan se salvan por su cuenta.

Salí de la barrera, y junto con Kanbaru, que acababa de encender


un espiral anti-mosquitos, dimos la vuelta para terminar parados
frente a Sengoku.

“Bien…”

Los ojos de Sengoku estaban cerrados.

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Sus dos manos—apretadas con fuerza frente a su pecho.

El ritual había comenzado.

Ni siquiera Oshino sabía cuánto tiempo tomaría, había dicho que


estuviéramos preparados para quedarnos aquí toda la noche en el peor
de los casos. Kanbaru y yo éramos una cosa, pero no sabía si la psique
de Sengoku podría aguantar tanto tiempo. Tendríamos que intentarlo.
Esto no se podía ensayar.

El resplandor de las linternas.

La iluminaron suavemente, desde cuatro esquinas.

“Oye”, me habló Kanbaru.

Su voz era tan pequeña que podría haberla no escuchado, a pesar


de que se encontraba justo a mi lado. Debe haber sido su forma de ser
considerada con Sengoku, quien se concentraba dentro de la barrera,
pero en ese caso, ¿no era mejor no hablar en lo absoluto?

“¿Qué pasa?” dije. “No más bromas de aquí en adelante.”

No podíamos permitirnos que Sengoku se riera durante el ritual.

Entonces todo sería para nada.

“Sí, lo sé… Pero hay algo que me preguntaba, ahora que estamos
aquí.”

“¿Qué?”

“El asesinato de serpientes que ella llevó a cabo con firmeza por su
cuenta. ¿Qué hay de todo eso?”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Esa es una manera horrible de decirlo...pero sí. Te refieres a lo de


cortar serpientes.”

“Sí. ¿No era hacer eso, de la manera apropiada, la medida correcta


en lugar de esta pesada ceremonia?”

“Bueno, sí…y yo también había dicho lo mismo, pero parece que


eso habría tomado más tiempo. O al menos, de acuerdo a Oshino.
Aparentemente, cuando se trata de cortar serpientes, lo importante es
la localización.”

“Localización… Y como cosas malas se reunían aquí…”

“Bueno, este lugar es el peor, pero eso no significa que cualquier


otro lugar funcionaría. No tuve tiempo de pedirle detalles, pero él
habló sobre que no sería muy efectivo a menos que usaras serpientes
de Tohoku, o algo así.”

“¿Diferencias regionales?”

“Diferencias regionales. Importante cuando se trata de


excentricidades.”

Tenían que tomarse en cuenta y todo eso.

Sengoku había elegido esta montaña porque había oído que podía
encontrar serpientes aquí, pero necesitaba hacer un mejor trabajo
escogiendo su montaña y sus serpientes para un ritual—
supuestamente. Por supuesto, en cuanto a todo esto, habría sido mejor
si Sengoku Nadeko no hubiera hecho nada.

Eligió este lugar de reunión, de entre todos los lugares.

Este lugar donde se juntaban cosas malas.

Pero ahora, irónicamente—necesitábamos poner esas cosas malas


de nuestro lado para ayudar a purificar a Sengoku de su excentricidad.

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“Entiendo, tiene sentido,” dijo Kanbaru, “Oshino-san tiene cosas


bastante convenientes a mano, ¿no crees? Un amuleto que puedes usar
para exorcizar excentricidades.”

“Cuando le dije lo mismo, me dijo que no es un objeto tan


conveniente. Es inútil a menos que sean casos como estos.”

Solo funcionó porque la excentricidad había sido enviada por otro


humano.

Y solo porque era una serpiente.

“Así que estamos combatiendo el juego sucio con juego sucio”,


comentó Kanbaru.

“Él lo describió como una heterodoxia contra otra.”

“Supongo que está bien si salva a Sengoku... Aun así, realmente


tratas de ayudar a cada persona que te encuentras, ¿no?”

Amable con todos.

Irresponsablemente—amable con todo el mundo.

“No diría que ayudo a todos, pero hago lo que puedo,” respondí.

“Especialmente si es alguien que conozco.”

“Creo que eso es parte de lo que mi senpai ama de ti, y yo, también,
pienso que es parte de tu encanto. Yo—en este punto, me alegro de
que ella salga con alguien como tú. Pero espero—”

Kanbaru pausó antes de continuar.

“Sí—el día llega cuando solo puedas elegir a una persona, espero
que la escojas a ella sin pensártelo dos veces.”

“……”

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Bakemonogatari Vol. 02

“Eres libre de sacrificarte tanto como quieras, pero por favor cuida
de ella… Aunque no es como si yo tuviera derecho de decirte estas
cosas.”

El brazo izquierdo de Kanbaru.

Una vez trató de matarme.

No porque alguien lo usara.

Sino con una firme voluntad propia, como excentricidad.

“Kanbaru…pienso que en realidad sí tienes el derecho a decir esas


cosas. De hecho—pienso que estas especialmente calificada para
decirlas.”

“…Es bueno saberlo.”

“Me alegra que tú seas la kouhai de Senjougahara tanto como me


alegra ser yo su novio.”

“Escuchar eso de ti—realmente ayuda. Oh…”

Mira, Kanbaru apuntó hacia adelante.

Hacia Sengoku, quien estaba rezando con todo su corazón y alma.

Y cuando la vi.

Las marcas de escamas en las partes de su cuerpo que no estaban


cubiertas por el traje de baño escolar—esas claras marcas por sobre
cada centímetro de su piel—estaban gradualmente desvaneciéndose.
Oshino había dicho que estuviésemos preparados para pasar aquí la
noche, pero ni siquiera diez minutos habían pasado.

Ese amuleto—era poderoso.

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Bakemonogatari Vol. 02

Todo estaba yendo bien.

Las marcas de escamas en su cuello—desaparecieron.

Las marcas de escalas alrededor de sus clavículas—


desaparecieron.

El Jagirinawa estaba dejando a Sengoku.

“Parece que todo está saliendo—sin ningún problema.”

“Sí”, Kanbaru asintió.

“Que bien.”

Dada mi propia presencia, la cual tendía a ‘echarle la sal’ a todo,


esta situación, para ser honestos, calificaba como inesperada. Bueno,
gracias al cielo. Ahora Sengoku necesitaba quedarse concentrada
durante un poco más—

“Aun así,” dije, “no es como si todo vaya a resolverse una vez nos
encarguemos de la serpiente,” para evitar debilitar la motivación de
Sengoku, por supuesto, no le había contado esto. “Como mínimo, su
relación con esa vieja amiga será irreparablemente destruida.”

“Bueno…puede que tengas razón.” Kanbaru asintió. “No hay


muchas personas que podrían perdonar tales cosas. Nop… No creo
que Sengoku quiera remendar su amistad, y la otra persona tampoco.”

“Entonces un colapso—de su relación.”

Los humanos eran más aterradores que las excentricidades.

Sin embargo, no hay necesidad de dar voz a algo tan cliché.

“Los enredos románticos son tan aterradores”, le dije. “Pero me


pregunto, ¿de quién estará enamorada Sengoku? Me pone algo celoso
saber que alguien allá afuera es el objeto de afecto de esta linda chica.”

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Bakemonogatari Vol. 02

Si esto fuera un manga de comedia romántica, el interés amoroso


terminaría siendo yo, pero dudaba de que ese fuera el caso. Yo era su
“onii-chan” y nada más.

Hermano y hermana—

Aunque digo que estoy celoso, yo ya tenía novia, así que por
supuesto, si Sengoku tuviera sentimientos por mí, no sería más que
un dolor de cabeza… Pero usar esta oportunidad para reavivar
nuestros lazos podría no ser tan malo. Sería bueno, y ella era tan frágil
que alguien necesitaba cuidar de ella, aunque no tenía ni idea de lo
que mis hermanitas dirían al respecto…

“Ella es una chica, después de todo. ¿Tiene catorce años? Heheh”,


se rio Kanbaru. “Yo incluida, no todas las chicas de su edad desean
un príncipe en bata blanca que venga por ellas.”

“Bueno, sí, estoy seguro...”

Porque, por un lado, sería un príncipe en un caballo blanco.

Cielos, bata blanca... ¿Como un doctor?

Ofiuco.

“Vamos, Kanbaru, ¿no te dije que no hablaras cosas así ahora? Aún
no hemos terminado, así que no podemos arriesgarnos a romper su
concen—”

“¡Mira!” Kanbaru gritó de repente.

Mi concentración fue la que fue rota. Sin cuidado—había quitado


mis ojos de encima de Sengoku. Cuando regresé mi mirada—
Sengoku Nadeko había colapsado de frente sobre la sabana plástica
que habíamos puesto en el suelo—y estaba retorciéndose de forma
rara, de forma violenta.

Serpiente Nadeko Página 389


Bakemonogatari Vol. 02

Su boca.

Estaba abierta de par en par.

Su mandíbula estaba estirada al máximo.

Como una serpiente—tragando un huevo.

Como si incluso pudiera haber—una cabeza de serpiente dentro.

“¡¿Q-Qué pasó?!”

“N-No lo sé—ella de repente…”

Las marcas de escamas en el cuerpo de Sengoku—estaban


desapareciendo.

Habían desaparecido casi la mitad.

Pero—quedaba la otra mitad.

No habían desaparecido.

Y.

Incluso estaban en el cuello de Sengoku, donde no parecían estar


hace unos momentos. La serpiente—el Jagirinawa la tenía en sus
garras.

¿Qué pasó… qué salió mal?

¿En dónde nos equivocamos?

La ilustración del Jagirinawa que Oshino había dicho que estaba en


la Compilación de Maldiciones de Serpientes—de un hombre siendo
apretado por una serpiente que entraba en su cuerpo a través de la
boca—no era de una mortal sino de una asesina, de una excentricidad
asesina.

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Bakemonogatari Vol. 02

Un dios serpiente

Posesión por un dios serpiente.

“¿Falló?”, Gritó Kanbaru. “¡¿Es eso?! Falló, y el ritual de


purificación se descontroló, se salió de—”

“No—este ritual no se supone que sea arriesgado... No es una gran


hazaña. Por eso es heterodoxo. No debería estar pasándole esto a ella,
no hay razón para que ocurra. Porque se supone que esto es como una
negociación con la excentricidad—”

Pregúntale.

Tienes que preguntarle—Oshino había dicho.

Humíllate ante él.

Y sin embargo... ¿Sengoku se dejó distraer, como en el caso de


Senjougahara? Incluso en ese caso…que la excentricidad
repentinamente llegue a este punto es…

¡Iba tan bien hasta que llegamos a medio camino!

“¿…Medio camino?”

Mierda, me di cuenta con demora.

Sengoku estaba retorciéndose en la sábana de plástico.

Sus piernas, aun necesitadas de ganar algo de peso, que salían de


su traje de baño escolar—las marcas en ellas habían desaparecido
hasta la mitad.

Hasta la mitad—de la manera más cruda posible.

Serpiente Nadeko Página 391


Bakemonogatari Vol. 02

Las marcas habían desaparecido por completo de su pierna


derecha—pero aún quedaban en cada centímetro de su pierna
izquierda, desde sus pies hasta su entrepierna.

Ni una sola había desaparecido.

No sabía de su torso, pero era igual en su cuello y clavículas, tan


claro como el día una vez lo notabas—

“Kanbaru…me equivoqué. Si tan solo pudiéramos ver, lo


habríamos entendido—”

“¡¿A qué te refieres?!”

“El Jagirinawa—no era solo uno. Habían dos.”

“¡……….kk!”

Aun así—

Hubo pistas que podríamos haber captado.

Las marcas cubrían cada centímetro de su piel menos sus brazos y


cuello para arriba. Sus pies, espinillas, pantorrillas—y ella tenía dos
piernas. Que una serpiente se enredara alrededor de cada centímetro
de ambas piernas era estructuralmente imposible. Si solo hubiese una
serpiente, no podría haber marcas en la parte interior de sus muslos.

Desde la punta de los pies de cada pierna.

Un Jagirinawa tenía sus garras en ella—uno por cada pierna.

Como si apretaran el cuerpo de Sengoku.

Dos serpientes.

“¡…Maldita sea!”

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Bakemonogatari Vol. 02

Una de ellas—había sido removida con el poder del amuleto de


Oshino.

El Jagirinawa se había ido.

Se había ido en ciertas partes.

Pero entonces el poder del amuleto acabó.

No había dicho suficiente, de haber notado que había dos


Jagirinawa, Oshino habría pensado en un plan apropiado. A diferencia
de las demás veces, no había limite a cuánto nos ayudaría él. Sengoku
Nadeko era la víctima, y él iba a detener todo lo que le estuviese
ocurriendo. Pero ya que basamos nuestra discusión en un solo
Jagirinawa, él había preparado una estrategia solo para uno—

Y es por eso que el otro—estaba descontrolándose. Era normal—


ya que la otra serpiente gigante que había compartido el agarre en el
cuerpo de Sengoku había sido exorcizada.

“¡Kanbaru! ¡Quédate ahí—no, vete!”

“¿No deberíamos contactar a Oshino-san—?”

“¡Él no tiene teléfono!”

No por principio—sino porque era malo con la tecnología.

Entonces—nuestra única elección era un acercamiento firme.

Corrí hacia la barrera improvisada—entrando al cuadrado


iluminado por las linternas. Tomé el cuerpo de Sengoku y la senté—
su cuerpo estaba caliente. Podías decir que estaba ardiendo. Era tan
fuerte el calor que pensé que mi mano podría quemarse—

Las marcas de escamas en la base de su cuello.

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Bakemonogatari Vol. 02

Ahora estaban metiéndose tanto en su piel que llamarlas marcas


sería ridículo. Estaban presionándose hasta el punto de alterar su
silueta—mordiéndola como si quisieran pulverizar sus huesos y
rasgar su carne.

Como si quisieran cortarla

Consumirla.

Casi podía oír su cuerpo—gemir y crujir.

“Sengoku...”

Sus ojos se habían volteado—ella había perdido la conciencia.

Tragada entera—

“¡Nkk...!”

Puse su cuerpo, el cual estaba sosteniendo, sobre la sabana de


plástico de nuevo. Luego, lentamente estiré mis manos hacia ella.

No, no hacia ella.

Hacia el Jagirinawa.

“Incluso si no puedo verlo—debería ser capaz de tocarlo.”

Él me había dicho eso.

Desde las vacaciones de primavera—sangre vampírica corría por


mis venas Sangre. Podía decirse que yo era una excentricidad—y una
excentricidad debería ser capaz de tocar a otra excentricidad.

Si podía tocarla, podía arrancarla.

Correcto.

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Bakemonogatari Vol. 02

La clave era imaginarlo. Visualizar al Jagirinawa a través de las


marcas que sus escamas dejaban en el cuerpo de Sengoku—y
descubrir la forma en que la tenía atrapada. No podía equivocarme.
Maldición… Como la menor de mis dos hermanitas, y a diferencia de
la mayor, yo nunca fui extrovertido…así que esta era mi primera vez
tocando una serpiente. La primera que iba a tocar era una
excentricidad…

Ten valor, yo.

Incluso Sengoku, que solía jugar con la menor de mis hermanitas,


atrapó más de diez serpientes por su cuenta— ¿Qué tipo de onii-chan
temía hacer lo mismo?

“¡Agh...hkk!”

Reptar—

Una sensación desagradable en mis dos manos.

Una sensación como meter mis manos en mucosidad.

Una sensación como escamas espigadas punzando.

Era asqueroso.

Lo que lo hacía repugnante era que estaba tocando algo que no


podía ver, nunca había pensado que hacer algo así sería tan
verdaderamente repulsivo. Había reunido una voluntad tan fuerte para
tocarlo—pero ahora quería quitar mis manos de la excentricidad tan
pronto como pudiera.

Traté de usar su viscosidad a mi favor deslizando mis manos para


poder ponerlas en la posición adecuada. Tomando su cuerpo
cilíndrico, del tamaño del muslo de una persona musculosa—jalé con
todas mis fuerzas.

No es como si yo tuviera los poderes físicos de un vampiro.

Serpiente Nadeko Página 395


Bakemonogatari Vol. 02

Además—esta cosa era resbaladiza.

Ya que estaba jalando en la misma dirección que sus escamas, mi


fuerza no funcionaba casi nada. Cambié mi acercamiento y hundí mis
uñas en el cuerpo de la serpiente gigante (tan suave que sentí como si
mis dedos se hundieran también) antes de volver a jalar—

¡Y arrancarla—!

“¡G... aaaaaagh!”

Un dolor inimaginable—corrió a través de mi brazo derecho.

Miré de dónde vino el dolor solo para ver sangre—saltando a todas


partes. Mi brazo estaba aplanado como si una prensa hidráulica se
hubiera apoderado de todo, desde mi muñeca hasta mi codo, y dos
agujeros profundos habían parecido en esa zona aplanada.

“¡¿—Y-Ya?!”

La cabeza de la serpiente ya se había salido de la boca de


Sengoku—mis dedos enterrándose en su torso deben haber sido
entendidos como un ataque, y había salido del cuerpo de ella para
atacarme. No me di cuenta hasta que me mordió porque no podía
verla—

“¡Oww …wwwww!”

El dolor abrumador me hizo saltar y alejarme confundido—


mientras tanto, el cuerpo de Sengoku parecía aletear sobre la sabana
plástica en el cuadrado, lo más probable como resultado del
Jagirinawa deshaciendo su agarre. Era una suposición nada más ya
que no podía verlo, pero ese debe haber sido el caso, dada la situación.

Lo cual significaba— ¡que venía a sujetarme y poseerme a mi


ahora!

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Bakemonogatari Vol. 02

Antes de dejarle intentarlo, golpeé mi brazo derecho aplanado en


el suelo. Un dolor aun mayor me atacó—pero al momento antes de
que mi brazo golpeara el suelo, pude sentir colmillos enterrados—sin
duda, los del Jagirinawa—saliendo. Dándose cuenta que mi plan era
atrapar su cabeza entre mi brazo y el suelo, esa cosa se me había
adelantado. Y como resultado, todo lo que logré hacer fue golpear mi
brazo lastimado contra la tierra.

Casi sentí como si mi brazo hubiera sido arrancado.

Un momento después, fue mi pierna.

Mi tobillo izquierdo.

Scrush—un sonido de aplanamiento

Al igual que mi brazo—parecía que esta serpiente podía aplastar un


cuerpo humano con solo una mordida… Que monstruosa fuerza.
Bueno, literalmente era la fuerza de un monstruo, pero de todos
modos—

Estimando dónde se encontraría la cabeza del Jagirinawa


basándome en las marcas de colmillos atravesando mi tobillo, metí
mis dedos entre su boca y mi pie e hice palanca, aunque estaba
mordiéndome con una absurda cantidad de fuerza, usé la pequeña
abertura que creé para sacar mi pierna. Estaba dañada, hasta el hueso,
pero los nervios aun parecían intactos. Estaba bien, aun se movía.

Habría sido bueno si hubiese podido atrapar la boca de la serpiente,


pero por reflejo la solté cuando sentí un golpe en mi mano (la larga y
dividida lengua de la serpiente debe haberme lamido).

“¡Nkk!”

Aun así, la ciega y aleatoria patada que envié en dirección del


Jagirinawa con mi otra pierna pareció golpearlo, o al menos así se
sintió. Fue la misma sensación que golpear una pelota de goma, así

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Bakemonogatari Vol. 02

que dudé de haber causado daño. Entonces giré hacia atrás, dos veces,
tres veces, para poner distancia entre mí y el Jagirinawa.

Fue justo el día de ayer en que le di mi sangre a Shinobu.

Eso significaba que mi cuerpo debe haber sido capaz de curarse


más rápido de lo normal—pero mi aplanado brazo derecho y tobillo
izquierdo no se estaban recuperando tan fácilmente. No mostraban
signos de siquiera comenzar a sanarse. El dolor no se iba tampoco…
Esperen… ¿el Jagirinawa era una serpiente venenosa?

Incluso los vampiros son susceptibles al veneno. Más aun teniendo


en cuenta lo mínimamente vampírico que era yo. Shinobu en su mejor
estado no habría ni sentido tal herida—

Me puse de pie con una sola pierna. Mi brazo derecho colgaba


inútilmente a mi lado… Dolía incluso levantarlo.

No es como si no hubiera ganado experiencia batallando con


excentricidades, y esas cosas, durante los últimos meses. De hecho,
podrías decir que gané bastante experiencia dado el poco tiempo.
Pero—jamás luché con una excentricidad que no podía ver. Siempre
pensé en cosas como el hombre invisible como conceptos ridículos en
este día y era, ni siquiera me parecían una buena broma. ¡Jamás me
imaginé que un enemigo invisible podría ser tan aterrador!

Me enfrentaba contra una serpiente.

Recordé que las serpientes tienen tejidos llamados cavidades termo


receptoras que les permiten sentir radiación infrarroja y encontrar a
su presa a través del calor—lo cual significaba que la diferencia en la
altura que veían nuestros ojos probablemente no funcionaba a mi
favor. Era aún peor que poder ser visto por tu enemigo sin que tú
puedas verlo.

Ssszzzssss...

Podía oír un sonido.

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Bakemonogatari Vol. 02

De algo arrastrándose, arrastrándose hacia mí.

“¡……Kk! ¡A-Ahh!”

Aunque era capaz de pararme con mi pierna izquierda, no podía


usarla para mucho más. Mi movimiento ahora era demasiado
ineficiente pero—el Jagirinawa había probablemente intentado atacar
la parte superior de mi cuerpo, y me atrevo a decir que lo esquivé.

Girándome, intenté adivinar dónde cayó.

El punto de aterrizaje del Jagirinawa—

Era claro.

“P-Puede que logre hacerlo.”

Podría—ser capaz de hacerlo.

Me puse en guardia para confirmar mi suposición.

Esperé un segundo ataque, mis ojos pegados—pegados a la


posición actual del Jagirinawa. Para saber lo que tu oponente piensa—
mira sus ojos. Aunque no es que supiera si debía ver a los ojos de la
serpiente o a sus cavidades termo receptoras, para empezar, no es
como si el Jagirinawa fuera visible—

¡Se movió!

Saldé a un lado y lo esquivé.

¡Clamp! Vino un sonido justo a mi lado, como si una trampa para


osos hubiera sido activada—sin duda alguna era el sonido de la boca
del Jagirinawa cerrándose y fallando. Me dio escalofríos—si esa cosa
lograra atrapar mi cabeza, sería un Game Over inmediato. Mi cabeza
sería arrancada.

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Bakemonogatari Vol. 02

Pero…

Vi una manera de ganar.

Esta arena—estaba de mi lado.

Un terreno de tierra.

Cubierto de hierba.

Y las serpientes—eran criaturas que se arrastraban por el suelo.

Eso era cierto incluso si la criatura era una excentricidad.

Podré no ver al Jagirinawa en sí, pero aun así deja un sendero


claro—justo como las marcas de escamas en el cuerpo de Sengoku.

El suelo agitado levantó polvo.

La hierba se separó como si estuviera en el camino de algo.

Sobre asfalto o concreto, no tendría tanta suerte. Si el exorcismo de


la serpiente estuviera teniendo lugar en la escuela de clases
particulares abandonada donde vivía Oshino, como en el caso de
Senjougahara o Kanbaru—ya estaría muerto. Pero espera.

Tal vez esta ‘dirección de escena’ fue cortesía de Oshino.

Cierto, pensándolo bien, esta excentricidad podía ignorar la ropa.


Tenía sentido que fuera capaz de hacer lo mismo con la tierra o la
hierba. Incluso su reptante sszss y el sonido de su boca cerrándose no
deberían haber sido audibles. Si el Jagirinawa no podía ignorar la
cualidad física del campo—eso era gracias a esta ‘arena’. En este
lugar, la serpiente, meramente invisible, existía.

Porque era una excentricidad.

Como Kanbaru y yo.

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Bakemonogatari Vol. 02

Como una maldición falsa funcionando.

Un agujero—un lugar de reunión.

Donde las cosas malas—se reunían

Oshino había dicho que volviera aliadas a esas cosas malas—lo


que significaba que esto debía haber sido parte de su plan. La
estrategia básica se basaba en la creación de una barrera, pero la
escuela de clases particulares abandonada no había sido designada
como el escenario, solo en caso de que algo inesperado como esto
sucediera—y tal vez fue gracias a este ‘campo mejorado’ que pude
escuchar y tocar a la excentricidad.

Oshino Meme.

Dolía sentirme tan inútil.

La conclusión era que tanto para Senjougahara como para Kanbaru,


le había tirado todo a Oshino—dependí de él de principio a fin. Él no
iba a estar en nuestro pueblo por siempre, y sin embargo, en cada uno
de los casos hice lo mismo— ¡Y esta vez también!

Quizás yo era quien no lamentaba nada.

No había aprendido nada después del tiempo pasado con Oshino.

Yo no veía—nada.

“Nkk...”

Me las arreglé para esquivar el siguiente ataque del Jagirinawa.

Aun así…sentí que no iba a llegar a ningún lado. Si me concentraba


en esquivar sus ataques, entonces gracias al poder de las cosas malas
reunidas en las premisas, podría estimar la posición y movimientos
del Jagirinawa con algo de seguridad por los movimientos de la tierra

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Bakemonogatari Vol. 02

y la hierba—pero regresar los ataques era demasiado difícil. Atacar


requeriría suposiciones salvajes, y mi brazo derecho y pierna
izquierda estaban fuera de juego. ¿Cómo se suponía que lograra un
ataque decente?

Era como si mi cuerpo—no estuviera sanando en lo absoluto.

El dolor sólo estaba empeorando.

Podría haber sido mi imaginación, pero parecía estar


extendiéndose.

¿Podría haber sido realmente—veneno?

Neurotoxinas, hemotoxinas, cardiotoxinas.

Un antídoto—era indispensable.

En primer lugar, ¿mis ataques funcionarían en una excentricidad?


Incluso las serpientes normales tenían tal vitalidad que parecían
rehusarse a morir. ¿Podría algo como yo, un humano con un poco de
vampirismo residual, oponérsele? No parecía completamente algo
inútil, dado que el Jagirinawa comenzó a atacarme al momento de
hundir mis dedos en su cuerpo—pero a este paso, ¿acaso todo lo que
podría hacer era mantenerlo enfocado en mí?

¿Qué contaría como derrotar esta excentricidad?

No.

Había una pregunta más fundamental... ¿Estaba bien derrotar—a


esta excentricidad? Si la derrotara, ¿ese sería el final? ¿Sería la
solución más conveniente—como lo diría Oshino Meme?

Demonios, gatos, cangrejos, caracoles, monos—

Serpientes.

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Bakemonogatari Vol. 02

Algunos veían a las serpientes como santas—

“¡Araragi-senpai!”

Era Kanbaru

Kanbaru Suruga—se precipitaba hacia mí.

A toda velocidad.

Como si estuviera usando sus piernas que no parecían ser las de


una chica de preparatoria—para actuar de kamikaze.

Idiota, le dije que se alejara, ¡no, espera!

“¡……!”

¡Bien... tal vez Kanbaru podría!

El brazo izquierdo de Kanbaru, la pata de mono, el brazo de


mono—tenía el aterrador poder de ataque que necesitábamos para
contrarrestar al Jagirinawa! Dentro de su brazo izquierdo—residía
una catapulta que podía atravesar bloques de concreto sin mayor
ayuda. El Jagirinawa podrá tener un cuerpo de acero y aun así sería
inútil contra la desenfrenada fuerza de Kanbaru.

Pero, si había un problema, era que, a diferencia de mí, Kanbaru no


tenía ninguna habilidad curativa. Si el Jagirinawa esquivaba su ataque
y contrarrestaba con un mordisco, no habría manera de hacer
desaparecer el daño. Este sería irreparable e irreversible—y si tenía
razón y el Jagirinawa era venenoso, su vida correría peligro inmediato
incluso en los escenarios más optimistas. Que irónico. Yo tenía la
habilidad para recuperarme de cualquier ataque pero no podía causar
daño, mientras que lo opuesto actuaba para ella. Otro factor que
necesitaba mantener en mente era la afinidad. Este campo era una
pesadilla para Kanbaru. Incluso ahora, ella debe sentirse enferma—

De hecho.

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Bakemonogatari Vol. 02

Sin embargo

“— ¡Perdóname!”

El ataque de Kanbaru fue dirigido—a mí.

No al Jagirinawa. A mí.

Con ese brazo izquierdo, me agarró con fuerza por la base del
cuello y, aprovechando su impulso, usó sus elogiosas piernas
prácticamente saltar—y me empujó. Yo, con solo una pierna en buen
estado, no podía esperar mantenerme firme. Como una mota de polvo
en una tormenta de arena—fui mandado a volar. Su brazo izquierdo,
aun plantado en mi cuello, no me soltaba. No me soltó. Me sostuvo.
Volamos alrededor de quince pies en el aire—

Antes de golpear el suelo.

Puede haber sido una superficie suave de tierra envuelta por follaje.

Pero el impacto fue tan imponente que no pude respirar por un


momento.

Kanbaru había hecho honor a su palabra y me lanzó a mis pies con


solo su brazo izquierdo—aunque no me lanzó a una cama.

Grité “¡Qu-Qué fue eso, Kanbaru!”

Ella en silencio yacía sobre mí, en una montura completa en


términos de lucha, usando no sólo su brazo izquierdo, sino todo su
cuerpo para contenerme. No pude ni resistirme dado el estado de mi
brazo derecho y pierna—no.

Ni siquiera si mi cuerpo estuviera en perfectas condiciones.

Ni siquiera si el brazo de Kanbaru no fuera un brazo de mono.

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Bakemonogatari Vol. 02

Si ella realmente intentaba inmovilizarme, no había nada que


pudiera hacer al respecto. Una deportista a nivel nacional contra un
fracasado cuya única actividad extracurricular era andar en bicicleta
a casa. Ser un año mayor o un hombre no importaba ni un poco. A
pesar de intentar luchar, no pude ni moverme. Mi cuerpo estaba
pegado al suelo, y aunque Kanbaru no podía ser tan pesada, sentía que
me estaba aplastando.

“Kanbaru...tú—”

“¡Quédate quieto! ¡Cálmate!”

“¿Calmarme?”

“¡El veneno se va a esparcir a través de su sangre si no lo haces!”

Kanbaru estaba tan cerca de mí—que nuestras caras prácticamente


se estaban tocando, pero ella gritó tan fuerte que pensé que perforaría
mis tímpanos.

“Las serpientes son criaturas salvajes pero tímidas, ¡no harán


nada si no te acercas y las atacas! ¡No la provoques! ¡Quédate
quieto, y la serpiente se irá!”

“.............kk.”

Comportamiento—de serpiente.

Era el mismo—incluso siendo una excentricidad.

Ya sea sujetando a su presa o usando sus cavidades termo-


receptoras.

Lo cual significaba—

Kanbaru tenía toda la razón.

Incluso yo—sabía eso.

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Bakemonogatari Vol. 02

Si me quedara quieto—el Jagirinawa se iría.

Ya se la había arrancado a Sengoku.

La serpiente—se retiraría.

“¡P-Pero, Kanbaru! Eso—”

Simplemente se retiraría.

No desaparecería.

Volvería.

Volvería al lanzador de la maldición—

Cuando uno es maldecido—se cavan dos agujeros.

Como una serpiente perforando la piel—se cavan dos agujeros.

“Te lo ruego—” dijo Kanbaru con voz dolorida. Como si me


estuviera suplicando. “No confundas a quién deberías estar salvando.”

Ssszzzsss.

Ssszzzssss.

Ssszzzssss.

Lo oí.

El sonido del Jagirinawa arrastrándose en el suelo—no podía ver el


polvo levantándose o la hierba separándose desde mi ángulo. Pero—
sabía que el sonido se alejaba a paso continuo. El Jagirinawa—
intentaba alejarse. Quizás me había perdido de vista después de que
el brazo de Kanbaru me hubiera transportado quince pies. O quizás—
yo no le importaba para nada al Jagirinawa.

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Bakemonogatari Vol. 02

La serpiente—estaba retirándose.

Regresando a quien la había lanzado.

Regresando—con su maldición.

“………”

Desplomarse—pude sentir mi fuerza dejándome. No lo lograría a


tiempo. Podía intentar seguirla, ¿pero qué esperanza tenia de seguir
una serpiente invisible? Su sonido y presencia desaparecería una vez
dejara el lugar. Y, para comenzar, no podía ni salir de debajo de
Kanbaru.

Incluso si pudiera—yo mismo no podía ni imaginarme haciéndolo.

“Araragi-senpai…”

Kanbaru debe haber sentido cómo me desplomé indefensamente—


había preocupación en su voz.

“Lo siento,” me disculpé. No podía pensar en nada más que decir.


“Lo siento por haberte forzado a hacer eso.”

“Por favor, no te disculpes…no sabría cómo responder.”

“Sí… lo siento.”

“Araragi-senpai.”

“Lo siento, Kanbaru…realmente lo siento…”

Lo siento—era todo lo que podía decirle.

Sentía que siempre me disculpaba con Kanbaru en momentos así.


Realmente me sentía mal. Hacerla cargar con esto…por ser un senpai
tan patético realmente—me hacía sentir mal.

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Bakemonogatari Vol. 02

La decisión de Kanbaru fue la correcta. No se podía negar. Podría


haber continuado, pero no tenía oportunidad de derrotar al Jagirinawa.
¿Cómo podría yo, una burla para las excentricidades, querer manejar
a una verdadera excentricidad? Frenéticamente esquivar las mordidas
de la serpiente y colapsar por el veneno corriendo a través de mi
cuerpo como resultado era el mejor final que se me ocurría.

Pero—no había sido capaz de rendirme.

Fue como si estuviera haciendo un berrinche.

Es por eso que me dolía tanto.

El dolor en mi brazo derecho, el dolor en mi pierna izquierda—

No eran nada comparados a este otro dolor.

Yo era endeble.

Era débil.

Era—inútil.

“Koyomi-oniichan…”

La serpiente habiéndose ido—

Sengoku se acercó a Kanbaru y a mí con pasos tambaleantes,


habiendo recobrado la consciencia. La barrera era inútil ahora que la
excentricidad se había marchado—y las marcas de escamas
metiéndose en su piel habían desaparecido de cada centímetro visible
de si piel en su cuerpo cubierto por el traje de baño.

No se había ido la mitad.

Se habían ido por completo.

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Bakemonogatari Vol. 02

Su piel era clara, suave, hermosa.

Ella ya no sufría.

Ella ya no estaba lastimada.

Ella no tendría que volver a llorar—

“Koyomi-oniichan. Gracias por salvarme.”

Detente.

Sengoku.

Por favor…no digas palabras como “gracias”, no puedo aguantar


escucharlas. No tengo derecho a que me agradezcas. Porque de todo
lo que pude haber hecho—yo intentaba salvar incluso a la persona que
te maldijo.

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007

El epilogo, o quizás, el remate de esta historia.

Fui despertado al día siguiente como siempre por mis hermanitas


Karen y Tsukihi y comencé a prepararme para ir a la escuela. Jueves,
junio trece, un día entre semana. Mi brazo derecho y pierna izquierda
parecían haberse curado a tal punto que tareas diarias no causaban
problemas. Con Kanbaru y Sengoku apoyándome desde ambos lados,
patéticamente, había ido a la escuela de clases particulares
abandonada después para hacer que Shinobu bebiera un poco de mi
sangre para aumentar las capacidades curativas de mi cuerpo. Sin
importar que mis padres no pidieran explicaciones, no podía llegar a
casa con un brazo y pierna aplastado. Como siempre, Shinobu no me
habló. Quizás estaba sorprendida, quizás ni siquiera pensaba en nada.
Como sea, ella no desperdiciaría una oportunidad sorpresa para beber
más de mi sangre y debe haberse encontrado en uno de sus más
buenos humores. Como parte de un procedimiento adecuado, le di un
reporte simple de los eventos a Oshino, pero él tampoco dijo mucho.
Quizás estaba sorprendido—quizás ni siquiera pensaba en nada.

Después de eso, pasé la noche con todos en uno de los salones de


la escuela de clases particulares abandonada. Sengoku les había
mentido a sus padres y dijo que estaba en una fiesta de pijama con
una amiga, así que debía quedarse en otro lugar esa noche. Sin otros
lugares a la mano disponibles, dormimos los tres en las ruinas.
Estábamos emocionados como niños en su primera excursión, pero
los tres debíamos estar cansados y caímos dormidos en poco tiempo.

Si es invierno, entonces la primavera no está lejos.

A la noche le sigue siempre el día.

Kanbaru y yo llevamos a Sengoku a casa, prometiéndole verla de


nuevo, y entonces nos separamos. Después de preparar un poco
algunos planes para la fiesta de cumpleaños de Senjougahara, me
separé de Kanbaru en un cruce. Luego, una vez finalmente llegué a

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Bakemonogatari Vol. 02

casa y logré caer dormido en mi propia cama, fui despertado por mis
hermanitas. Sin ninguna razón en particular, le pregunté a Tsukihi.
“¿Recuerdas a Sengoku?”

Ella respondió con un sí.

¿Oh, te refieres a Sen?

Cuando escuché eso, recordé—que así como ella me llamaba


Koyomi-oniichan, yo la llamaba Sen.

Incluso así—

Ya no podía llamarla así.

Cambiándome a mi uniforme escolar, comencé a pensar.

Sobre por qué habían dos Jagirinawa.

Por qué dos serpientes—poseyeron a Sengoku.

Estaba esa chica, su amiga, con su odio descabellado—ella resentía


cómo el chico que se confesó a Sengoku terminó rechazado. La chica
usó encantamientos, una moda en su escuela, y fue una maldición de
alto nivel. Era su forma de ventilarse, y ella no debe haber pensado
que funcionaría…

Ese incidente por si solo ofrecía una persona más—otro personaje


que podría resentir a Sengoku. Sí, el chico a quien Sengoku había
rechazado. Como ocurrido con la amiga de Sengoku, no sabía su
nombre—pero no me sorprendería si él también tuviera odio
descabellado hacia ella. Incluso podrías decirle razonable,
psicológicamente hablando. Un caso simple—de enredos románticos.
De estar perdidamente enamorado. Las chicas no tenían la patente de
esos encantamientos que eran la moda en su escuela. Era enteramente
posible que alguien intentara una maldición sin informar al objetivo
como un honesto tonto. Colocar una maldición en serio—también era
una posibilidad.

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Cuando uno es maldecido, se cavan dos agujeros.

Bueno, esa es solo mi conjetura. No tengo evidencia, e incluso si


tengo razón, a quien regresó el Jagirinawa, el chico o la chica, y cómo
funcionaba una maldición devuelta es algo que no puedo esperar
descubrir.

Sengoku tampoco necesita saber.

Sin importar como lo vieras, decirle sería inútil, tan inútil como
ponerle zapatos a una serpiente.

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