DEMENCIA

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL CARMEN

Licenciatura en Medicina
“Por la Grandeza de México”

PROFESOR TITULAR: Dra. Pamela del Jesús Jimenez Vallejo CURSO: Geriatría
ALUMNO: Luciano Magaña Jimenez MATRICULA: 161003

FECHA: 03/Octubre/2021

DEMENCIA
DEFINICIÓN.
Demencia es la pérdida progresiva de la cognición (memoria, comportamiento y capacidad para realizar las
actividades de la vida diaria), es generalmente y con frecuencia está asociada a la edad.
EPIDEMIOLOGÍA.
La prevalencia mundial de la dependencia en las personas adultas mayores es del 13%. Esta cifra refleja la
transformación de los requerimientos mundiales para su cuidado debido al acelerado envejecimiento de la
población. Se estima que entre los años 2010 y 2050, el número total de personas dependientes a nivel mundial
casi se duplicará, pasando de 349 millones a 613 millones, y más de un tercio de estas personas (de 101 a 277
millones) serán personas adultas mayores. El incremento del número de personas adultas mayores dependientes
es desproporcionadamente mayor en países emergentes y en vías de desarrollo.
En México, el trabajo no remunerado en salud (TNS) es un rubro que representa el 19% del PIB de salud según
el reporte de la cuenta nacional de salud del 2011. Este TNS refleja la carga económica de los cuidados en
nuestro país
CLASIFICACIÓN.
Se caracteriza por la alteración de múltiples defectos cognitivos: Pérdida progresiva de la memoria, del lenguaje
(afasia), de la capacidad de realizar tareas previamente aprendidas (apraxia), de la capacidad de reconocer lo
previamente aprendido (agnosia), alteraciones ejecutivas (planeación, organización, secuenciación y abstracción).
Los pacientes suelen mostrar imposibilidad para funcionar laboral y socialmente. Para considerar ya como
definido el diagnóstico de demencia, las alteraciones mencionadas no deben ocurrir solamente durante un episodio
de delirium.
Parece ser normal perder memoria con la edad (por epidemiología). Longevidad suele tener una relación
directamente proporcional a la demencia (es la regla, no la excepción), sin embargo, podemos encontrar longevos
con una cognición normal y enfrentamos en medicina por desgracia, la situación de enfermos jóvenes que tienen
demencia.
Entre las causas de pérdida de memoria con la edad están la depresión, el abuso de sustancias, la toma de
medicamentos (algunos muy populares deberían de ser proscritos, como la cinarizina o la flunarizina e incluso
algunos procinéticos que favorecen deterioro intelectual), la hipoxia y desde luego el envejecimiento (que de
manera natural nos lleva a la apoptosis neuronal) y recientemente ha cobrado gran importancia el conocer más
acerca de la neurodegeneración que está relacionada a las enfermedades ocasionadas por depósitos anormales
de proteínas plegadas, formando cuerpos de inclusión (Alzheimer, Parkinson, Esclerosis Lateral Amiotrófica,
demencia Fronto-Temporal).
FISIOPATOLOGÍA.
Con la edad sufrimos cambios neuroendócrinos que afectan tanto al diencéfalo, como a la glándula endócrina
central por excelencia: la hipófisis.
El HIPOTÁLAMO: se hace menos sensible a las variaciones en la glucosa, a cambios en niveles de estrógenos,
tiene menos capacidad de retroalimentación a glucocorticoides (pérdida de receptores). Mientras que la
HIPÓFISIS: padece de una fibrosis intersticial progresiva que nos lleva a la reducción de la hormona del
crecimiento en el sueño especialmente en el anciano. En la mujer la caída de la prolactina y de los niveles de
estrógenos provocan cambios de envejecimiento. El eje hipotálamo-hipófisis- tiroideo tiene una reducción del
50%, sin constituir un estado de hipotiroidismo necesariamente. En el eje hipotálamo-adrenal suele haber un
decremento del cortisol en un en el anciano (25 %), reducción en angiotensina y la respuesta adrenocortical. Hay
un Incremento en los niveles de norepinefrina (acción compensatoria cardiovascular), en el eje hipotálamo-
hipófisis-ovario se suele ver un incremento en el nivel de la hormona folículo-estimulante y de las gonadotropias
posterior a la menopausia, con caída dramática veinte años después. En los hombres el eje hipotálamo-hipófisis-
testícular mantiene función reproductiva. Los niveles de testosterona declinan después de los 50 años. Por tanto,
la función neuroendócrina declina con la edad con disminución de la capacidad adaptativa y por tanto mayor
facilidad a la enfermedad. Hay en general en la edad geriátrica caída en la producción de neuropéptidos y
neurotransmisores, caída de la actividad mental.
CUADRO CLÍNICO.
Cambios cognitivos y sensoriales: • Sabor metálico en la boca, disminución del
sentido del olfato
•Pérdidas de memoria, generalmente notadas
• Agnosia
por los seres queridos más cercanos
• Dificultad en la comunicación, Cambios psicológicos:
especialmente a la hora de encontrar las
palabras adecuadas para comunicarse • Cambios en la personalidad y el
comportamiento
• Capacidad reducida para organizar,
planificar, razonar o resolver problemas • Depresión
• Dificultad para realizar tareas complejas • Ansiedad
• Confusión y desorientación • Alucinaciones
• Dificultad con la coordinación y las • Cambios de humor
funciones motoras • Agitación
• Pérdida o reducción de la percepción visual • Apatía
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
Para hacer el diagnóstico de demencia tenemos que hacer una evaluación clínica en donde además de la historia
médica, debemos hacer una exploración física completa, en la esfera neurológica es especialmente importante
evaluar la cognición, en ello podemos apoyarnos con pruebas bien establecidas y reconocidas en su capacidad de
muestreo en demencia como son el Mini-mental status de Folstein (MMSE), el dibujo del reloj, la prueba
canadiense de Montreal para la cognición (MOCA). La prueba de MMSE es un excelente biomarcador y en mi
percepción debe ser parte de la exploración física. Nos podría ayudar a determinar la presentación del problema
desde que la sospechamos y que puede aun no ser franca hasta cuando ya existe una clara presentación de la
demencia. En términos generales se subdivide la posibilidad de deterioro cognoscitivo en tres etapas de
presentación:
• Preclínica
• Deterioro cognitivo mínimo (MCI)
• Demencia
Evidencia por historia clínica, examen físico y por exámenes paraclínicos (biomarcadores) de que se trata de una
condición médica persistente y que puede tener múltiples etiologías. Aunque muchas funciones se van perdiendo
con la edad, hay una gran variabilidad interindividual respecto a la cognición y otras funciones. Entre los factores
que pueden estar involucrados se encuentran el género, el estado de salud, educación y cultura que tienen una
relación importante, en el estado de normalidad o pérdida de esta.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
En un afán de facilitarle al médico el acercarse más adecuadamente y en forma más precisa al diagnóstico de la
demencia, sugiero utilizar una técnica para recordar siempre que la Enfermedad de Alzheimer es la demencia
frecuente, pero no es la única causa de demencia, propongo la NEMOTECNIA: DEVASTADORA:
(Degenerativas, Vasculares, Sistémicas, Toxicas, Autoinmunes, Depresión, Oncológicas, Relacionada al
tratamiento Rp (iatrogénicas), y la más frecuente la enfermedad de Alzheimer).
TRATAMIENTO
Algunas demencias se pueden revertir. En ese caso, el tratamiento irá enfocado a curar la enfermedad o eliminar
el problema que ha causado la demencia, como ocurre con el abuso de alcohol, un tumor cerebral, un trastorno
metabólico. Sin embargo, en aquellos casos en los que se trate de un proceso degenerativo e irreversible, el
objetivo del tratamiento será aliviar los síntomas de la enfermedad, y debe ser personalizado dependiendo del tipo
de demencia y de los síntomas que manifieste el paciente.
El tratamiento de otras afecciones, asociadas o no a la demencia, como la anemia, la depresión, las deficiencias
nutricionales, los trastornos tiroideos o las infecciones, también pueden mejorar o reducir los síntomas propios de
la enfermedad.
En general, para tratar la demencia se suelen emplear algunos medicamentos para controlar los problemas de
conducta derivados de la pérdida de las capacidades cognitivas del sujeto, que tienen como fin reducir la
confusión, la impulsividad, la ansiedad, e incluso la agresividad de los pacientes, como:
• Antipsicóticos (haloperidol).
• Antidepresivos (fluoxetina, citalopram, paroxetina).
• Sedantes o neurolépticos (risperidona, olanzapina).
• Medicamentos que actúan sobre la serotonina (trazodona).
• Ansiolíticos (alprazolam, diazepam).
• Benzodiacepinas, para aliviar los trastornos del sueño (lorazepam, triazolam).
• Inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezil, galantamina, rivastigmina). Especialmente útiles en la
demencia Alzheimer.
• Memantina. Es un medicamento con efecto neuroprotector que se indica en casos de alzhéimer leve,
mejorando en algunos estudios su puntaje en las escalas diagnósticas.
• Vitamina E. Algunos trabajos científicos han probado beneficios en algunos tipos de demencia, aunque
su uso no está recomendado universalmente.
La psicoterapia no resulta efectiva para estos pacientes, ya que les puede generar ansiedad y mayor confusión.
PRONÓSTICO
El pronóstico de la demencia depende fundamentalmente de la causa que la genera, aunque puede variar en cada
persona a tenor de la edad y su estado general de salud. Tanto es así que la esperanza de vida puede oscilar entre
unos meses o 20 años.
La demencia de peor pronóstico es aquella causada por enfermedades neurodegenerativas, como es el caso de la
Enfermedad de Alzheimer, los cuerpos de Lewy o la Enfermedad de Pick. Evolucionan lentamente, incapacitan
totalmente a la persona que la sufre y llevan invariablemente al fallecimiento del paciente. En la enfermedad de
Alzheimer el tratamiento farmacológico puede permitir que la progresión sea más lenta, pero no curarla. En las
otras dos, no hay tratamiento específico.
En el caso de la demencia vascular, el pronóstico dependerá de la intensidad del ictus y de que no se produzcan
nuevos accidentes cerebrovasculares. La pérdida de memoria, las alteraciones del lenguaje y la parálisis lateral
pueden llegar a revertirse, pero pueden durar mucho tiempo e incluso no recuperarse del todo.
En otros casos, como la demencia causada por déficit de vitamina B12, el tratamiento temprano puede llevar a
la recuperación total de la memoria.
Pero en términos generales, el pronóstico de las demencias que no son degenerativas dependerá de la gravedad
de las lesiones cerebrales que se hayan producido.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA.
María de Lourdes R. Carrizales; Francisco J. López Esqueda; Marco Vinicio G. Rubio; Gonzalo R. González G;
(2014); Demencias Una visión panorámica. Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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