El Método de Leonardo Da Vinci
El Método de Leonardo Da Vinci
El Método de Leonardo Da Vinci
La metódica de la observación
Las leyes (si la naturaleza tiene unas leyes, él también tiene las
suyas) de Leonardo se encuentran sólidamente establecidas y
presupuestadas en la observación. Pero es de indicar claramente
que esta observación tiene como elemento fundante la selección.
Decimos, no es una observación que se mueva entre las cosas, que
se lance hacia la nada sin contención y sin equilibrio, desordenada y
caóticamente, no, es una observación que selecciona lo que quiere
ver, lo que le interesa y hacia dónde está orientada, para obtener y
alcanzar lo más importante en la Naturaleza y en el intelecto.
Dice Leonardo: “El pintor debe estar solo y reflexionar sobre las
cosas que ve, tratando de ellas consigo mismo para seleccionar lo
mejor de lo que ve. Él debe actuar como un espejo que se convierte
en tantos otros colores como los de los objetos que tiene delante. Él,
de esta forma, dará la impresión de ser una segunda Naturaleza.”
He aquí cómo el mismo Leonardo nos dice que tanto práctica como
experiencia, se necesitan y se requieren para alcanzar los resultados
que se buscan, pero, a la vez, también aduce que la no se puede
obtener nada sin la práctica, sí la podemos llamar así, basada en las
leyes de la perspectiva. Hay que aplicar al método la perspectiva,
para poder seleccionar, para poder memorizar, para poder entender
lo que se observa, porque sí para Leonardo las potencias son:
Memoria, entendimiento, apetito y conscupiscencia, estas deben
estar íntimamente relacionadas con la capacidad y la facultad de la
observación, por la razón y por los sentidos.
La pintura y la poesía
El pintor hace ver y hace visible las cosas, mientras que el poeta no.
El poeta se vale del oído para participarnos de sus visiones, de sus
fantasías y de sus ensoñaciones, mientras que el pintor tiene como
soporte a la naturaleza y en la naturaleza todo es perfecto. Leonardo
admira y se asombra ante la perfección misteriosa e indescifrable de
la naturaleza. “(…) si el poeta -dice Leonardo- con sus
conocimientos por medio del oído, el pintor lo hace por medio de la
vista, sentido éste más noble (…)”. Y si el poeta es el inspirado, el
pintor no, el pintor es racional, ordenado y sistemático en lo que
hace. No hay musa para el pintor, podría decir Leonardo, hay
disciplina y método.
BIBLIOGRAFÍA: