Fundamentos Teóricos Radiación Térmica
Fundamentos Teóricos Radiación Térmica
Fundamentos Teóricos Radiación Térmica
Calderón Cristian, Caballero Alexandra, Díaz Carolina, Barroso María, Ascencio Joharis.
Física II, Facultad de Ingeniería, Universidad del Atlántico.
La temperatura de un cuerpo que está más caliente que su entorno tiende a decrecer con el
tiempo, lo que equivale a decir que el cuerpo está desprendiendo energía. Esta pérdida de
energía por parte del cuerpo se puede producir mediante los mecanismos de conducción y de
convección, en los que la magnitud del intercambio energético es proporcional a la diferencia
de temperatura entre el cuerpo y el entorno. Además, estas modalidades de transmisión
necesitan de la presencia de algún medio que se encuentre en contacto con el cuerpo que se
considera. No obstante, si aislamos completamente un cuerpo caliente de cualquier medio que
pueda estar en contacto con él (es decir, hacemos el vacío) podemos comprobar que la
temperatura también disminuye con el tiempo y que el cuerpo pierde energía. El tipo de
transmisión de energía registrado en este caso es completamente distinto al de los dos
anteriores y se conoce con el nombre de "radiación térmica". Para que un cuerpo pierda energía
por radiación no es necesario que esté caliente. La radiación térmica forma parte de un
fenómeno más general, conocido con el nombre de energía radiante. (Çengel, 2011)
Çengel (2001) define la radiación como “la energía emitida por la materia en forma de ondas
electromagnéticas (o fotones), como resultado de los cambios en las configuraciones
electrónicas de los átomos o moléculas”; así pues, la transferencia de calor por radiación no
requiere la presencia de un medio interventor. También especifica que la radiación térmica, es
la forma de radiación emitida por los cuerpos debido a su temperatura y esta es diferente de
las otras formas de radiación, como los rayos X, los rayos gamma, las microondas, las ondas de
radio y de televisión, que no están relacionadas con la temperatura. Todos los cuerpos a una
temperatura arriba del cero absoluto emiten radiación térmica.
La radiación es un fenómeno volumétrico y todos los sólidos, líquidos y gases emiten, absorben
o transmiten radiación en diversos grados. Sin embargo, la radiación suele considerarse como
un fenómeno superficial para los sólidos que son opacos a la radiación térmica, como los
metales, la madera y las rocas, ya que las radiaciones emitidas por las regiones interiores de un
material de ese tipo nunca pueden llegar a la superficie, y la radiación incidente sobre esos
cuerpos, suele absorberse en unas cuantas micras hacia adentro de dichos sólidos. La razón
máxima de la radiación que se puede emitir desde una superficie a una temperatura
termodinámica Ts es expresada por la ley de Stefan-Boltzmann como:
̇ = σAs Ts4
Q rad (1)
σ es la constante de Boltzmann y tiene un valor de 5,67x10-8 W/m2-K4, y Ts corresponden a los
valores de área y temperatura de superficie de contacto, respectivamente.
A la anterior ecuación se le debe considerar la emisividad, que es una medida de cuán próxima
está una superficie de ser un cuerpo negro; esta definición se le acuña a un objeto teórico que
absorbe toda la luz y toda la energía radiante que incide sobre él. Debido a que la radiación
emitida por todas las superficies reales debe ser menor que la emitida por un cuerpo negro a la
misma temperatura, así pues, el valor de emisividad debe encontrarse entre cero y uno,
entonces la ecuación 1 se expresa finalmente como:
̇ = εσAs Ts4
Q rad (2)
A una temperatura y una longitud de onda específica, ninguna superficie puede emitir más
energía que un cuerpo negro. Un cuerpo negro absorbe toda la radiación incidente, sin importar
la longitud de onda ni la radiación. Asimismo, emite energía de radiación de manera uniforme
en todas direcciones, por unidad de área normal a la dirección de emisión.
En el estudio de Díaz (2021), todo se remonta con Gustav Kirchoff que fijó su mirada en las
investigaciones de los espectros atómicos de absorción y emisión, considerando que un objeto
ideal que absorbiera o emitiera toda la radiación llamado cuerpo negro le hiciera preguntarse
cómo era la relación de la energía radiada por este entre su frecuencia y temperatura. Podemos
plantear en general, que la emisividad y la absortividad son iguales en equilibrio térmico y que
la emisividad es menor que uno debido a las leyes de conservación de la energía.
Figura 2. Procesos de emisión y absorción de radiación sobre la superficie de un cuerpo cualquiera (izquierda). Procesos de emisión y
absorción de radiación sobre la superficie de un cuerpo negro (derecha). Tomada y editado de:
https://www.lpi.tel.uva.es/~nacho/docencia/EMC/trabajos_02_03/RADIOASTRONOMIA/web/Indice/R_n/I_r_n/2_a/C_n egro_C.htm
Así pues, luego de una serie de datos los cuales fueron tomados empíricamente, se deduce que
la Ley de Kirchhoff conduce a una consecuencia interesante. Los cuerpos que intercambian
calor reciben para una longitud de onda y temperatura dados, ondas de radiación con una
misma intensidad que son independiente al material que los constituye y de sus propiedades
individuales. A partir de esto se pudo determinar una intensidad de la radiación absorbida por
un cuerpo válida para todos los cuerpos en la naturaleza, en función a la temperatura que
caracteriza el proceso del intercambio calorífico y de la longitud de onda de la radiación. En
base a lo anterior, Kirchhoff demostró matemáticamente, desde el punto de vista de la física
clásica, que el rango y la intensidad de la radicación en el interior del recipiente solo dependía
de su temperatura (figura 3). La tarea que impuso consistía en dar con una fórmula que
produjese la distribución espectral de la radiación del cuerpo negro a cada temperatura y esto
Figura 3. Distribución espectral de energía radiada por un “cuerpo negro”. Tomada de http://www.quimicafisica.com/radiacion-
cuerpo-negro-hipotesis-planck.html
Entre 1879 y 1884, con Steffan y Boltzmann y de acuerdo a la figura 3, un cuerpo que se
encuentre a una temperatura constante cualquiera, la intensidad de energía radiada aumenta a
medida que la longitud de onda aumenta hasta llegar a un máximo que es cuando comienza a
disminuir, aún cuando la longitud de onda sigue creciendo y tiende a cero para valores
infinitamente grandes de landa. De modo que, con la integral bajo la curva, esto da como
resultado una energía emitida. Como se había mencionado antes, fue de donde se guíaron
Steffan y Boltzman para establecer empíricamente su ley, la cual dice que un cuerpo negro
absorbe o emite una densidad potencial de radiación térmica proporcional a la cuarta potencia
de su temperatura absoluta. Dicha definición partía de experimentos preliminares y mostraba
una buena correlación con los resultados obtenidos para un amplio intervalo de temperaturas.
El físico austriaco, Ludwig Edward Boltzmann, le otorgó una fórmula matemática (de la cual se
planteará mejor más adelante) a la ley de Stefan con base en el segundo principio de la
termodinámica (“Todo el trabajo mecánico puede transformarse en calor, no todo el calor
puede transformarse en trabajo mecánico” Fernández, s. f.) y en la teoría electromagnética de
la luz de Maxwell. Dicha ley obtenida por Stefan es conocida como ley de Stefan-Boltzmann. Así
pues, para una mejor visualización de lo explicado anteriormente se tiene una gráfica más
ajustada a lo experimental, al menos en la región de bajas frecuencias donde se muestra que la
ley de Stefan-Boltzmann es precisa para longitudes de onda grandes (poca energía) y va siendo
menos precisa tendiendo al infinito conforme disminuye la longitud de onda (aumento de la
energía) de la radiación emitida. Todo esto con el fin de corroborar o proseguir con las
investigaciones que había dejado Gustav Kirchhoff.
Por consiguiente, para el año 1893, el físico alemán Wilhelm Wien, si bien no desarrolló una nueva
formulación para el problema de cuerpo negro, sí encontró una relación que describía el efecto del
cambio de temperatura en el espectro de la radiación emitida para el cuerpo negro. En la figura 3
también se observa que la máxima intensidad alcanzada está relacionada con una longitud de onda y
usando esta información se puede establecer la ley de desplazamiento de Wien que relaciona la
longitud de onda máxima con su temperatura.
Con C1 una constante. La ley de desplazamiento de Wien fue una de las primeras que logró estar
de acuerdo parcialmente con las mediciones experimentales en la zona que corresponde al
espectro de longitudes de onda cortas.
Wien, en un principio empleó “experimentos mentales” pero, al igual que Kirchhoff, notó que la
mera teoría no aportaba información suficiente y utilizó algunos métodos y conceptos
estadísticos. Esto último fue muy importante pues las herramientas usuales en la época se
comenzaban a tornar insuficientes. Al incluir los métodos estadísticos para solucionar un
problema que tiene que ver con la emisión de radiación y distribución de energía en el espacio,
se empezó a perfilar los métodos de la mecánica cuántica que llegó poco tiempo después. Wein
observó que conforme el cuerpo negro se va calentando, el máximo del espectro de la
distribución se desplaza hacía longitudes de onda más cortas. Esto significa que no importaba
el tipo de emisor y su temperatura, la distribución del espectro emitido tiene la misma forma
de campana. Wein determinó que la longitud de onda del máximo de radiación multiplicada por
la temperatura es siempre una constante. Quiere decir, que una vez calculada la constante
numérica midiendo la longitud de onda del pico de emisión a una determinada temperatura, es
posible calcular la longitud de onda máxima para cualquier otra temperatura. Es decir, una vez
conocida la distribución es posible hallar la temperatura. Todas estas distribuciones por lo
menos intentaron acercar a los científicos a la compresión sobre la radiación de cuerpo negro.
Más tarde los físicos Rayleigh y Jeans dedujeron una ley usando el teorema de equipartición
analizando los osciladores dentro de una cavidad negra con una temperatura en equilibrio y
emplearon un procedimiento distinto al de Stefan-Boltzmann para su tratamiento teórico y
llegaron a una nueva expresión de la ley de StephanBotlzmann, sin embargo, la ley no cumplía
la conservación de la energía por lo que se creaba otra dificultad para la explicación del cuerpo
negro, dado que cuando la longitud de onda era muy pequeña (ultravioleta) la energía tendía a
De acuerdo con la teoría cuántica, los cuerpos a una temperatura determinada emiten una
radiación con un valor máximo para una longitud de onda dada. Cuando se aumenta la
temperatura de un cuerpo negro, la cantidad de energía que emite también aumenta.
2𝜋ℎ𝑣 3
𝑅𝑣 = ℎ𝑣 𝐸𝑐. 11
𝑐 2 (𝑒 𝐾𝑇 − 1)
Y es esta expresión la que explica todas las características de la radiación de cuerpo negro, hasta
la ley de Stefan-Boltzmann.
Si bien es cierto, no todas las superficies emiten o absorben la misma cantidad de energía
radiante cuando se calientan a la misma temperatura. Un cuerpo negro es aquel que absorbe o
emite a una temperatura determinada, la máxima cantidad de energía posible. Este no puede
ser perfecto, no existe, es más un ente ideal que se utiliza como referencia respecto a otros
cuerpos radiantes, pero sí existen numerosas superficies negras que son casi perfectas. La
siguiente figura presenta el potencial de emisión en función de la longitud de onda para
diferentes potencias emisivas:
Figura 8, potencia emisiva en función de la lo9ngitud de onda para diferentes potencias emisivas.
Ahora bien, existen varias cosas a puntualizar en cuanto a las leyes y sus excepciones. Para la
Ley de desplazamiento de Wien, que se obtiene a partir de los principios de la física clásica, solo
coincide con los resultados experimentales en la zona de las ondas cortas, por lo que para la
zona de las ondas largas no coincidían los resultados experimentales. Esto hizo parte de los
obstáculos de la física cuántica y su desarrollo, por lo que fue denominada “Catástrofe
ultravioleta”, e hizo parte de la crisis de la física en ese tiempo, la cual fue resulta gracias a la
fórmula de Planck (Ec. 11) la cual sí coincidía con los resultados experimentales obtenidos en
la radiación térmica para todos los rangos de longitud de onda, y es que si la energía no se
Bibliografía