Apunte Definiciones y Efectos Del Abuso Sexual Infantil

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LIBRO: PROTEGER, REPARAR, PENALIZAR

Evaluación de las sospechas de abuso sexual infantil.


Año 2011
AUTORA: IRENE V. INTEBI

CAPÍTULO I
DEFINICIONES Y EFECTOS DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL
(para uso exclusivo de la cátedra)
La Organización Mundial de la Salud (OMS)- octubre 2001, define el abuso sexual infantil:
“…abuso sexual infantil se considera involucrar a un niño en actividades sexuales que no
llega a comprender totalmente, a las cuales no está en condiciones de dar su consentimiento
informado, o para las cuales está evolutivamente inmaduro y tampoco puede dar
consentimiento, o en actividades sexuales que transgreden las leyes o las restricciones
sociales.
El abuso sexual infantil se manifiesta en actividades entre un niño y un adulto, o entre un
niño y otra persona que, por su edad o por su desarrollo, se encuentra en posición de
responsabilidad, confianza o poder. Estas actividades, cuyo fin es gratificar o satisfacer las
necesidades de la otra persona, abarcan, pero no se limitan a la inducción a que un niño se
involucre en cualquier tipo de actividad sexual ilegal, la explotación de niños a través de la
prostitución o de otras formas de prácticas sexuales ilegales y la explotación de niños en la
producción de materiales y exhibiciones pornográficas.”
No es sencillo evaluar sospechas de abuso sexual. Además de la complejidad del tema se
agregan confusiones que se generan por la diversidad de marcos teóricos con los que se
interviene.

a) Definición con la perspectiva de la protección de los niños


La instancia de protección se pone en marcha cuando se detectan indicadores de
riesgo y de necesidades básicas insatisfechas y no se identifican factores de
protección o estos son muy limitados.
El objetivo de esta intervención es proteger a las víctimas, impidiendo por un lado
que sigan ocurriendo los episodios de violencia a la vez que se asegura, la puesta en
marcha de recursos de reparación al niño y en el contexto familiar, escolar y social.
Los profesionales que intervienen necesitan contar con definiciones claras y con
protocolos que los orienten en la detección, la notificación, y la investigación de
abuso sexual infantil contemplándolo como forma de maltrato o desprotección.
Se considera conducta abusiva cuando existe:
- Diferencias de poder que conlleven la posibilidad de controlar a a la víctima,
física o emocionalmente.
- Diferencias de conocimientos que implique que la víctima no pueda comprender
cabalmente el significado y las consecuencias potenciales de la actividad sexual
- Diferencias en las necesidades satisfechas: el agresor busca satisfacer sus
propios impulsos sexuales.

b) Definición con la perspectiva de la penalización y el castigo al agresor (Justicia


penal)
En todos los países y culturas existen comportamientos sexuales que están
prohibidos.
Si bien no hay dudas que es inadecuado tener contactos sexuales con una niña
de 7 años, los límites se desdibujan cuando la/el joven tiene 14 o 17 años. Por
este motivo cada país, según sus valores culturales, plantea variaciones en
relación a la edad de consentimiento, que puede o no coincidir con la mayoría
de edad.
Cuando alguien presta su consentimiento para mantener contactos sexuales, se
sobreentiende que esta persona tiene conocimiento sobre el tipo de
comportamiento en los que va a participar y sobre cuáles pueden ser las
consecuencias. Para ello tiene que haber alcanzado cierta etapa en su desarrollo
madurativo que le permita estar de acuerdo con las actividades propuestas sin
tener que aceptarlas por estar sometida a coerciones.

c) Definición con la perspectiva de la reparación

La definición clínica está centrada en el impacto traumático de las experiencias sexuales en


el niño.
David Finkelhor, clasifica las consecuencias del trauma del abuso en cuatro grupos de
secuelas psicológicas y comportamentales:
- La sexualización traumática: con manifestaciones emocionales tales como
sentimientos de rechazo hacia el sexo, sobreestimación de lo sexual y los
problemas de identidad sexual, conductas sexualizadas, involucrarse en
experiencias sexuales negativas.
- La estigmatización: la niña/o víctima de abuso se siente dañada para siempre.
Secuelas de la estigmatización son también los sentimientos de culpa y la
creencia de las víctimas que fueron responsables del abuso. Conductas
autodestructivas, consumo de drogas y alcohol, implicarse en situaciones de
riesgo, autolesiones, etc.
- La traición: representa una falla en la confianza depositada en las personas que
debían protegerlos. Produce ira y desconfianza generalizada en los vínculos,
conductas de evitación de vínculos más profundos, manipulación, impulsividad,
etc.
- El desvalidamiento: los niños/as se sientes vulnerables e indefensos frente a la
victimización. Estos aspectos se manifiestan con conductas evitativas,
disociación y fugas, y en comportamientos ligados a trastornos de ansiedad,
fobias, trastornos del sueño, trastornos en la alimentación, etc.

Diferencias entre comportamientos sexuales abusivos y no abusivos


Tres elementos que caracterizan el comportamiento abusivo:
1- Las diferencias de poder: el agresor controla a la víctima, no hay planificación
conjunta ni consenso para el encuentro sexual. Este desequilibrio se puede deber a
relaciones de parentesco, vínculos jerárquicos o de autoridad, diferencia de estatura,
tamaño corporal, fuerza física, que permite la manipulación e intimidación de la
víctima.
2- Las diferencias de conocimientos: puede ser mayor de edad, la víctima puede
presentar un retraso madurativo o minusvalía física o mental.
3- Las diferencias de las necesidades satisfechas: el agresor busca su propia
satisfacción sexual.

Tipos de comportamientos sexuales que constituyen abuso sexual de niños, niñas y


adolescentes.
- Comportamientos sexuales sin contacto físico: comentarios sexualizados al
niño, exhibicionismo, masturbación, exhibición de pornografía, etc.
- Penetración digital o con objetos
- Sexo oral
- Penetración peneana

Contexto en el que ocurre el abuso sexual infantil


- Abusos sexuales en contextos diádicos
- Sexo grupal
- Rondas de sexo
- Explotación sexual de niños
- Pornografía infantil
- Prostitución infantil
- Abuso ritual

Síndrome de acomodación al abuso sexual infantil


A veces los abusos comienzan de manera brusca, aunque lo más frecuente es que exista un
proceso de “seducción”, cuando el agresor se acerca a la víctima y gana su confianza.
Este proceso planeado por el agresor de acercamiento, seducción y sexualización, tiene por
finalidad lograr la cooperación de la víctima y mantener el secreto.
1- El secreto
Ningún niño está preparado para mantener contactos sexuales con adultos. El niño
percibe esa experiencia como algo peligroso y malo. Por este motivo tienen miedo a
que se los culpe de lo sucedido, o que se venguen de él y7o su familia.

2- La desprotección
El hecho de que con frecuencia el agresor pertenece al círculo de confianza y se
encuentre en una posición afectuosa, incrementa el desequilibrio de poder y el
grado de desprotección en que se encuentra la víctima.

3- El atrapamiento y la acomodación
Un niño sano, normal, y emocionalmente flexible aprenderá a acomodarse a la
realidad del abuso sexual continuado afrontando el desafío de acomodarse a los
requerimientos sexuales intrusivos, a la vez que toma conciencia de la traición y de
haberse convertido en objeto para una persona, en el caso del abuso intrafamiliar,
suele estar idealizada como figura protectora, altruista y afectuosa.

4- La revelación tardía y poco convincente


Cuando el factor desencadenante del develamiento es un conflicto familiar, el
abuso ha ocurrido durante años. En la adolescencia, las víctimas empiezan a
reclamar una vida más independiente y a desafiar la autoridad parental.
Los jóvenes suelen revelar el secreto en una crisi después de alguna discusión
familiar especialmente punitiva.
Otros niños y adolescentes que revelan situaciones de abuso sexuales pueden no
estar enfurecidos. Hay niños que tienen rendimiento escolar llamativamente bueno
y son más apreciados por sus profesores y compañeros.

5- La retracción
Un niño es capaz de desdecir cualquier afirmación que haya hecho sobre el abuso
sexual. Debajo de la ira que motoriza la revelación impulsiva, persiste la
ambivalencia que se origina en la culpa, y en el caso de abusos intrafamiliares, es la
martirizante obligación de preservar a la familia.
A menos que se brinde especial apoyo y se produzca una intervención inmediata
para obtener la responsabilidad por parte de los agresores, las víctimas se
retractarán.
Ante esta retractación no debe invalidarse lo que el niño o adolescente ha revelado.

CAPÍTULO II

LA COMPLEJIDAD DEL DIAGNÓSTICO


Validar un diagnóstico de abuso sexual es una cuestión complicada y delicada a la vez por
las implicancias legales a corto y mediano plazo, y por las consecuencias emocionales que
puedan sufrir las víctimas y sus familiares a largo plazo.
La precisión del diagnóstico será mayor en la medida que los profesionales intervinientes
puedan reconocer la presencia de signos y síntomas, físicos, conductuales y emocionales,
que corroboren la sospecha.

Creencias erróneas
Abuso sexual infantil no es sinónimo de violación
Raramente el agresor utiliza la fuerza física para concretar la agresión. Suele establecer o
preexistir un vínculo de confianza, de autoridad o de poder del cual se abusa. La
victimización consiste en un proceso gradual de sexualización de los vínculos preexistentes
que comienzan sin previo aviso. Ocurre de manera crónica, repetida, a través de la gradual
intromisión en la intimidad de la víctima, siguiendo pautas de planificación previa del
agresor.

Abuso sexual infantil no es sinónimo de incesto


Existen abusos perpetrados por miembros de la familia (intrafamiliares) y por personas
ajenas a ella (extra familiares).

Abuso sexual infantil no es sinónimo de penetración genital


El abuso sexual engloba una amplia gama de actividades sexuales con y sin contacto físico:
- Comportamientos sexuales sin contacto físico: comentarios sexualizados hacia
la víctima, exhibicionismo, voyerismo, exhibición de material pornográfico.
- Comportamientos con contacto sexual: tocamientos, frotamientos, estimulación
de genitales, sexo oral, masturbación del adulto, penetración digital o con
objetos, etc.

Abuso sexual infantil no ocurre únicamente entre un niño o adolescente y un adulto

Abuso sexual no es algo que cometan solo los varones


Los casos de agresiones sexuales perpetradas por mujeres a niños oscilan entre un 10 y
15%. En estos casos resulta más difícil develar el abuso por estereotipos de género, a las
víctimas les suele dar más vergüenza revelarlos, y las mujeres tienen más permisividad en
el contacto físico y cuidado del niño.

Notificar lo sucedido, e incluso contar con pruebas de que ha ocurrido un abuso


sexual infantil, no garantiza que las autoridades consideren que la notificación es
veraz o que el responsable reciba el castigo que corresponda según la ley
Más allá de los argumentos jurídico-penales, puede suceder que haya indicadores clínicos
en las víctimas que pongan en evidencia los efectos traumáticos de las agresiones sexuales
pero que, por diversas razones, no puedan ser considerados pruebas suficientes en un
proceso penal

Los indicadores
Indicadores físicos específicos
La presencia de indicadores certifica que los abusos sexuales han ocurrido; sin embargo,
hay que recordar que pueden estar ausentes y eso no descarta el abuso sexual.
Se consideran indicadores físicos específicos:
- Lesiones en zona anal y/o genital
- Desarreglos recientes o cicatrízales del himen
- Diámetro del himen mayor de 1 cm
- Desgarro de mucosa vaginal
- Dilación anal y esfínter anal hipotónico
- Sangrado de vagina/ano
- Inflamaciones, enrojecimientos y lesiones por rascado
- Infecciones genitales o de transmisión sexual
- Embarazo
Indicadores físicos inespecíficos
- Ciertos trastornos psicosomáticos como dolores abdominales recurrentes, dolor
de cabeza sin causa orgánica
- Trastornos de la alimentación (bulimia y anorexia nerviosa)
- Fenómenos regresivos como enuresis
- Infecciones urinarias repetidas sin causa orgánica
- Inflamaciones, enrojecimiento y lesiones por rascado genital
- Es importante señalar que el flujo vaginal no es normal en nenas, sobre todo en
la etapa puberal.

Indicadores conductuales
Compatibles con probable abuso:
- Conductas hipersexualizadas
- Masturbación compulsiva
- Conductas sexualmente inapropiadas para su edad
- Variantes peculiares de juegos de “médicos” o “novios “o “el papá y la mamá”.
- Utilización de la fuerza física para que otros niños participen de juegos sexuales
- Sexualización precoz
- Acercamientos peculiares a adultos
- Pedir que le introduzcan o introducir la lengua al besar
- Promiscuidad sexual, prostitución
- Muestra conocimientos inusuales para su edad.
Indicadores conductuales inespecíficos:
-infancia temprana (3 años): retraimiento social, alteraciones en el nivel de actividad junto
con conductas agresivas o regresivas, temores inexplicables ante personas o situaciones
determinadas, alteraciones en el ritmo de sueño.
- preescolares: síndrome de estrés postraumático, hiperactividad, conductas regresivas,
trastornos del sueño, fobias o temores intensos, fenómenos disociativos.
- escolares y pre adolescentes: dificultades de aprendizaje o alteraciones en el
rendimiento, fugas del hogar, retraimiento llamativo, hostilidad, agresividad exacerbada en
el hogar, o con amigos y compañeros de estudio, sobreadaptación, conflictos con figuras de
autoridad, sentimientos de desesperanza y tristeza, tendencia a permanecer en la escuela
fuera del horario habitual.
- adolescentes: conductas violentas de riesgo y par su integridad física, retraimiento, fugas
del hogar, sobreadaptación, consumo de drogas, delincuencia, automutilaciones conductas
agresivas, intentos de suicidio, trastornos disociativos, trastornos alimenticios 8anorexia,
bulimia).

Indicadores contradictorios…solo en apariencia


La aparente contradicción revela las diferentes modalidades de reacción de las víctimas en
su intento de defenderse y adaptarse a la traumatización crónica. Ej: conductas retraídas
junto con agresividad, excesiva inhibición con promiscuidad sexual, etc.

Fracaso escolar
El fracaso escolar debería resultar sospechoso de una situación de abuso si se instala de
manera inesperada en un niño o adolescente que anteriormente tenía un rendimiento
aceptable, y cuando no es posible encontrar un factor desencadenante.

Actitud de los padres


Cuando llevan al hijo a la revisación médica hay que tomar en cuenta:
- Aun cuando el abuso haya sido extra familiar los padres están conmocionados,
atravesando una crisis, rabia y deseos de venganza, con marcados sentimientos
de culpa.
- El cuadro se complica cuando el abuso en intrafamiliar. Esto hace que el adulto
no agresor por más que lo lleve a la consulta quiera mantener el secreto.
- No hay que olvidar que los abusos sexuales, como otros maltratos ocurren en
familias con trastornos crónicos de funcionamiento.
- Los casos más difíciles son aquellos en que el adulto no agresor, no le cree a la
víctima.
Actitud de las víctimas
- Se debe informar al niño o adolecente que una persona de su confianza lo puede
acompañar
- Hay que tener en cuenta que a veces llegan a la consulta médica después de un
tiempo que han ocultado el abuso
- Los niños y adolescentes tienen sus propios miedos. Temen presentar
diferencias físicas con sus iguales o haber quedado “dañados” o “enfermos”
Temores habituales
Las víctimas tienen temor de las amenazas que sufren de manera implícita o explícita:
- Ser castigados por lo que contaron
- Que no se les crea
- Que se los responsabilice por haber provocado el abuso
- Que sus madres, hermanos o ellas mismas estén en riesgo de ser lastimados por
el agresor al ser descubiertas.
La gran responsabilidad
Hay que tener siempre en cuenta que aun los niños y adolescentes del mejor nivel
sociocultural pueden encontrarse en situaciones de desprotección que los hace vulnerables a
los abusos sexuales.
A estos antecedentes se le suma el recibir presiones físicas y psicológicas por haber
revelado lo que sucedía. Por este motivo es fundamental velar por la seguridad física y
psicológica de las víctimas.

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