Manifiesto Onanista

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MANIFIESTO ONANISTA

El acontecer inmediato de hoy, la promiscuidad de la información, y la fatiga que genera el


pensar, nos involucran en la actualidad de falsas apariencias y experiencias superficiales,
de moralidades mixtas justas o solo justificadas, y naturalezas aceptadas pero
tergiversables.
Cuestionar el existir se hace en algunos casos inevitable, generalmente los existentes
buscamos relacionarnos con fundamentos ya planteados y simplemente re-encontrarnos de
acuerdo con alguno. Pocos piensan desde el principio, y desde el porqué.
Ratificando pues la pereza del pensar desde el origen, pero cuestionando los principios,
partimos de premisas previamente establecidas, previamente pensadas, y las ubicamos en
una situación temporal ajena a la de su concepción.

EL POR QUE
¿El que tenga miedo de morir que no nazca? No. No es decisión nacer.
El existir es condición. Si nacemos estamos obligados a estar en el mundo, estamos
obligados a existir. Y el estar conscientes de que existimos nos hace ser. Ahora bien, ya
que somos, ¿para qué seguir siendo?
Asumir las condiciones inmutables, es necesario, pero, la búsqueda de la existencia plena
es una decisión. Podemos hablar del florecimiento humano, el bienestar, las buenas
acciones, o la llamada eudaimonía. Entendiendo esta última como una condición
permanente y no momentánea, introducimos el placer como única justificación del fin
último.

¿El que tenga miedo de morir que no nazca? No. Nacemos para morir.
La existencia nos ha sido impuesta. Y decidimos ser. Solo los seres vivos mueren; pero el
homo sapiens es el único ser consciente de su temporalidad, de su mortalidad. Nacemos
para morir en cuanto que somos. Entonces, ¿por qué temerle a lo ineludible? Le tememos
a la muerte porque es lo único seguro.

¿El que tenga miedo de morir que no nazca? Si. El miedo limita el placer.
Partiendo ahora del porqué lógico de la frase, el miedo no sirve, el miedo nos cohíbe.
Somos actualmente existencias limitadas. El hedonista moderno es superficial, reduce la
vida a una sucesión de satisfacciones efímeras, que por supuesto dan paso a las
experiencias insensibles, y le quitan valor a lo placentero. El propósito ya no es alcanzar
un estado de satisfacción duradero, sin preocupaciones o sufrimiento. No buscamos
alcanzar la “ataraxia” la imperturbabilidad del alma, ni despojarnos del temor.
HEDONISTA CONTEMPORÁNEO

Somos en el ahora, consumistas incansables. Ansiosos de placer momentáneo, nacer,


ganar, gastar, morir. Somos modernos, hedonistas contemporáneos, y si bien el placer es el
fin, no lo es de la manera adecuada, nos falta sophrosine, buscamos el placer por el placer,
comer por comer, comprar por comprar. Ahora somos seres visuales, seres de impresiones
y satisfacciones pasajeras. Somos onanistas del comprar y nos excita la publicidad.

Del onanismo.

Entendamos masturbar como ejercicio de liberación individual. Como camino para llegar a
la ataraxia, estado de calma y satisfacción. Como una búsqueda de los placeres del alma
masturbable, que siente y se excita. El acto del onanista, puede llegar a involucrar una
intimidad reflexiva, traer a colación los pensamientos más recónditos de la experiencia
humana, no necesariamente excitantes. La experiencia del onanismo es una experiencia
honesta, la más natural y sincera del autoconocimiento, del saber darse, del saber sentir y
saber sentirse. Es una acto propio de expresión, de intimidad, es fornicar con la mano,
como pintando.

Del onanismo y el arte.

La masturbación, como el arte…. complace, inspira, conmueve, y se vale del poder mental
para imaginar y visualizar. Ahora bien el arte como una experiencia en la vida, de la vida,
y para la vida, nos permite también apropiarnos de nosotros mismos, de nuestra esencia y
nuestro interior, vemos pues el acto del arte y el onanismo como posibilidades de
encuentro con nosotros mismos y caminos válidos para adquirir la potestad sobre nuestro
existir.

No podemos fingir el placer en la masturbación, no lo necesitamos, es un acto satisfactorio


individual. Así mismo la expresión artística debe ser propia, no imitada ni simulada. El
arte ahora como antes, necesita gritar liberación, sacarnos del consumismo innecesario, de
la saturación mediática, y la información aturdidora. Pueden ser espontáneos o rebuscados,
el arte y el onanismo son expresiones del interior, a veces fluidas, y a veces necesarias.
Pero nunca imitaciones, nunca dos veces lo mismo.

La metamorfosis del imaginario, del pensamiento y la idea en estos casos, nos generaría la
experiencia de lo sensible. El arte parte de supuestos, de situaciones mentales e
intangibles, para transmitir una idea o una sensación. El arte en todas sus manifestaciones
hoy es netamente comercial, y sin objeto, ha perdido su naturaleza crítica, y como parte
del hedonismo contemporáneo existe por existir.
Ahora bien se suponen los siguientes, abandonando todo concepto, y pensando en un arte
del hoy, sin miedo pero con significado.

 El arte como ratificación del ser, para adueñarnos de la vida y sus experiencias.

 La vida si onanista, va en busca del placer, el arte es entonces el orgasmo del


repensar, y entendemos su manifestación física como el origen, la vida misma.

 Dejar de lado lo comercial y mercantil, el arte es una expresión humana, innata del
ser, es el arquetipo, no un estereotipo subastable.

 Ignorar el arte que tiene como función única el entretenimiento, buscar el valor y
la esencia en lo representado.

 Pensar el arte en el espacio y el tiempo, permitir la multi-materialidad en el


representar, garantizar la diversidad del hoy en los trazos y el desvanecimiento del
mundo en la prosa.

 El acto artístico, disfrutable, y placentero. Hedonista.

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