EPICURO
EPICURO
EPICURO
BIOGRAFÍA
CANÓNICA
Se encuentra muy ligada a la física y puede ser entendida como una propedéutica que enseña
las bases elementales del proceso mediante el cual se accede a lo real y se distingue lo
verdadero de lo falso.
Considerando el alma como un agregado de átomos diluido por todo el cuerpo, Epicuro unifica
y simplifica el mecanismo de la sensación y del conocimiento. Así, distingue tres criterios de
verdad:
I. Aquellas que se desprenden o son emanaciones de los objetos. Los objetos están
formados por átomos sutilísimos, los cuales alcanzan la sensibilidad del sujeto
cognoscible como una especie de efluvio. Los sentidos recogen estas imágenes y así,
surgen los datos de los sentidos.
II. Aquellos que no proceden de los objetos reales, sino que se forman autónomamente
por amontonamiento de átomos físicos2. Estos, penetran por los poros (no por los
órganos de los sentidos) y llegan al lugar en el que se produce el pensamiento, siendo
inmediatamente percibidos por el espíritu.
1
Epicuro entiende que de los objetos se desprenden imágenes, constituidas por átomos ínfimos, que
alcanzan la sensibilidad del sujeto cognoscible.
2
Son huecos en su interior y gracias a ello, se mueven con gran velocidad.
2. Las afecciones (Pathé). Las afecciones son las respuestas inmediatas (placer o dolor) del
sujeto ante las sensaciones. Es decir, no informan sobre la naturaleza del mundo exterior, sino
que sugieren qué acciones realizar (las que proporcionan placer) y cuáles evitar (las que causan
dolor). Son criterio en cuanto que lo placentero es verdadero (natural) y lo doloroso falso
(antinatural)
Son la fijación una imagen mental o un concepto general (memorístico) producido por el
recuerdo de impresiones sensibles repetidas (experiencia) de un determinado objeto. Es decir,
el conjunto material por el que organizamos e interpretamos las sensaciones. Así, aunque
proceda de experiencias pasadas, luego resulta previo a otros actos de reconocimiento.
El error o la falsedad surgen al referir una preconcepción a una apariencia sensible inadecuada,
o bien al emplear una imagen que no se corresponde con el objeto designado, dando lugar a
un falso predicado. Es por ello, por lo que Epicuro recomienda prestar gran atención al uso de
las palabras en su acepción primaria. Así, Epicuro distinguía dos tipos de investigaciones: (1)
las que se refieren a las cosas (2)las de la dicción (pudiendo desentenderse de estas)
4. Junto a estos, los epicúreos, añadieron una cuarta: las proyecciones imaginativas del
conocimiento. Estas últimas surgen para explicar la existencia de los átomos y el vacío.
Suponen la última etapa del proceso cognoscitivo, mediante el cual la inteligencia puede
proyectar la existencia de algo no atestiguado por las sensaciones, como es la existencia de
átomos y vacío.
ÁTOMOS Y VACÍO
3
Las opiniones pueden ser verdaderas o falsas, las preconcepciones no, pues son criterio de verdad.
La física de Epicuro es esencialmente democriteana, aunque introduce modificaciones con el
objeto de defender al atomismo de las críticas que había recibido (principalmente de
Aristóteles) y para integrarlo en su propia concepción filosófica.
Nada surge de lo no existente (en caso contrario, cualquier cosa puede generarse de forma
autónoma) y nada se destruye en el no-ser (ya que tampoco existe aquello en lo que se
disuelven las cosas que ya han dejado de ser). Así, se concluye que todo fue siempre y será tal
y como es ahora.
El todo está formado por cuerpos (así lo atestiguan los sentidos) y es infinito, pues los del todo
no se percibe nada. Si el Todo es infinito, también lo son sus principios constitutivos: átomos y
vacío.
Por su parte, para Epicuro, los átomos tienen 3 características estructurales4: (1) tamaño, (2)
forma y (3) peso:
2. Tienen distinta forma para facilitar su combinación (no en sentido cualitativo, pues todos
son de la misma naturaleza)
Al tener tamaño y forma, pueden distinguirse partes lógicas (los mínimos espaciales) pero
son inseparables ontológicamente.
3. Peso: les impulsa a caer y a moverse hacia abajo. Incluso mantienen vibración dentro de los
compuestos. Esto se produce gracias al vacío, que posibilita el movimiento.
Por su parte, Epicuro explica las características del vacío por antítesis a las de los átomos:
4
Aquí se aparta de la doctrina de Demócrito.
A partir de estos elementos estructurales5 explica el nacimiento del cosmos como el resultado
de un choque de átomos. Aunque los átomos caen hacia abajo en líneas verticales (por su
propio peso), en ocasiones, se producen desviaciones espontáneas que provocan que
entrechoquen entre sí y así, se produjo la vorágine que dio lugar al cosmos. En este proceso,
no interviene ni divinidad ni necesidad, sino que es producto de azar 6.
En este sentido, la teoría de la parénclesis o desviación espontánea tiene una importancia vital,
pues Epicuro estaba más preocupado por el hombre que por la naturaleza: deseaba preservar
una libertad dentro del rígido determinismo del atomismo antiguo.
ESENCIALISMO E INSTRUMENTALISMO
Esencialismo las teorías verdaderamente científicas son aquellas que describen las
esenciales o naturalezas esenciales de las cosas, las escondidas por detrás de las
apariencias
Instrumentalismo Parte de un convencionalismo. Las teorías no son verdaderas ni
falsas, sino herramientas más o menos útiles, en relación al fin perseguido.
A. Reflexión encaminada hacia la naturaleza y las causas: Haría referencia a la ciencia física,
que investiga con precisión la causa de los fenómenos más importantes.
- una única respuesta, ``lo que es o sucede de un único modo´´ perspectiva esencialista
-Tiene valor por sí misma y además, establecen condiciones que permiten una explicación más
natural de las investigaciones de los fenómenos (que no tienen valor por sí mismas )
5
Átomos y vacío.
6
Cicerón objetó que el desvío fortuito significaría el fin de la ciencia física, cuya obligación es determinar
la causa de todos los fenómenos.
- No tienen valor por sí mismas, sino en cuanto que contribuyen a alcanzar la ataraxia, esto es,
la tranquilidad e imperturbabilidad. En este sentido, se relativiza el carácter verdadero de la
explicación, puesto que son instrumentos para alcanzar la verdad.
LOS PLACERES
La ética de Epicuro es hedonista, entiendo por hedonismo aquella doctrina ética que afirma:
Estas tesis, criticadas por Platón y Aristóteles, ya habían sido defendidas por Aristipo de Cirene
y Eudoxo de Cnido pero en Epicuro, encontramos desviaciones o matizaciones ( Diógenes
Laercio, II)
No podemos decir nada sobre las cosas, pero sí sobre cómo somos
afectados(fenomenalismo) por ellas (Pathé). Es absolutamente evidente que unas
cosas provocan placer y otro dolor son criterios epistemológicos de verdad las
únicas pautas para nuestro obrar y no obrar
Solo hay dos afecciones o sentimientos básicos: placer y dolor. Se niegan placeres neutros
o mixtos (Cicerón, De Finibus)
Por otro lado, distingue entre placeres del cuerpo y del alma, pues el agregado de
átomos que forma el alma y el del cuerpo son distintos.
- Epicuro considera más graves los dolores del alma que los del cuerpo por las
siguientes razones:
Al hablar de los átomos que componen el cuerpo y el alma y de que la superioridad del
alma no es solo cuantitativa, sino también cualitativa, estaría atentando contra su
afirmación ontológica básica de que los átomos solo se diferencian cuantitativamente.
Así, para superar el hedonismo cirenaico, se ve obligado a traicionar sus propios
fundamentos.
-El deseo de eternidad es absurdo y no hay que temer los castigos de ultratumba, pues
el alma es corporal y material y no sobrevive a la muerte (la muerte entendida como la
disolución del compuesto atómica del cuerpo y el alma).
- El temor a los dioses nace de una falsa opinión acerca de ellos. Si el hombre puede
alcanzar la felicidad, también pueden los dioses. Así, la felicidad de los dioses reside en
lo mismo que la de los hombres: la ausencia de turbación en el alma. De esta manera,
es absurdo pensar que las divinidades se molesten en gobernar el mundo o en
intervenir en los asuntos humanos, pues ello sería contrario a la perfecta serenidad
que constituye el fondo de su beatitud (Carta a Heródoto).
**Respecto a este asunto, Lucrecio, incluye una interesante matización. Un suceso solo puede
ser bueno o malo para alguien si en el momento en el que acontece, ese alguien existe como
sujeto de posible experiencia. De esta manera, cuando alguien muere, ya no existe como sujeto
de posible experiencia. En base a ello, la condición de estar muerto no es mala para una
persona. Siendo irracional temer a un suceso futuro a menos que sea malo, es irracional temer
a la muerte.
SOBRE LA POLÍTICA.
No hay nada justo al margen de los intereses concreto y utilitarios de los elementos
individuales. Ni la sociedad ni las leyes que la rigen son naturales, sino que tienen origen en un
pacto, antes del cual los hombres vivían en un estado de salvajismo absoluto. Por miedo a la
agresión mutua, empezaron a unirse en amistad, deseosos de no sufrir ni hacerse mutuamente
violencia. El fundamento del pacto social sería la mutua conveniencia, que es la raíz de
nuestra preconcepción de la justicia. Esta preconcepción se obtiene a partir de la experiencia
y no es innata ni previa al pacto. La justifica es convencional y relativa social e históricamente.
Antes del pacto no hay justicia en sentido estricto.
Consecuencias: El hombre no es social por naturaleza, sino por conveniencia. La polis es una
realidad artificial y relativa. El sabio no acata a ley por deber o respecto, sino en función de la
conveniencia general. El sabio epicúreo no desea intervenir en política pues supondría
arriesgarse a perder la ataraxia.
La reflexión política clásica pretendía ir más allá de las propuestas morales, ya que entendía
que era imposible moralizar sin crear a la vez instituciones adecuadas para encauzar las
propuestas morales. Es decir, es decir, no hay teoría moral sin praxis de la justicia.
Epicuro se da cuenta de que las teorías de sus antecesores estaban llenas de restos mitológicos
y nostalgias idílicas y se sitúa radicalmente en el más acá, donde solo hay cuerpos que gozan o
sufriendo.