La confirmación fortalece a los confirmados con los dones del Espíritu Santo, completando la obra del bautismo. Los efectos de la confirmación son: 1) nos une más íntimamente con Dios y Cristo; 2) nos otorga los siete dones del Espíritu Santo como la sabiduría y la fortaleza; 3) nos une a la Iglesia como lo hicieron los apóstoles en Pentecostés; y 4) nos da el poder para defender públicamente nuestra fe en Cristo.
La confirmación fortalece a los confirmados con los dones del Espíritu Santo, completando la obra del bautismo. Los efectos de la confirmación son: 1) nos une más íntimamente con Dios y Cristo; 2) nos otorga los siete dones del Espíritu Santo como la sabiduría y la fortaleza; 3) nos une a la Iglesia como lo hicieron los apóstoles en Pentecostés; y 4) nos da el poder para defender públicamente nuestra fe en Cristo.
La confirmación fortalece a los confirmados con los dones del Espíritu Santo, completando la obra del bautismo. Los efectos de la confirmación son: 1) nos une más íntimamente con Dios y Cristo; 2) nos otorga los siete dones del Espíritu Santo como la sabiduría y la fortaleza; 3) nos une a la Iglesia como lo hicieron los apóstoles en Pentecostés; y 4) nos da el poder para defender públicamente nuestra fe en Cristo.
La confirmación fortalece a los confirmados con los dones del Espíritu Santo, completando la obra del bautismo. Los efectos de la confirmación son: 1) nos une más íntimamente con Dios y Cristo; 2) nos otorga los siete dones del Espíritu Santo como la sabiduría y la fortaleza; 3) nos une a la Iglesia como lo hicieron los apóstoles en Pentecostés; y 4) nos da el poder para defender públicamente nuestra fe en Cristo.
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EFECTOS DE LA CONFIRMACION
¿Cuáles son los efectos de la confirmación?
R.- Tiene por finalidad que el confirmado sea fortalecido con los dones del Espíritu Santo, completándose la obra del bautismo, la palabra “Confirmación” significa “unción”. De esta forma, el sacramento de la Confirmación permite a la persona que lo recibe acoger al Espíritu Santo en el corazón y recibir sus siete dones: la sabiduría, la inteligencia, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios. Los 5 efectos de la confirmación son:
HIJOS DE DIOS MAS CERCA DE CRISTO DONES DEL ESPIRITU SANTO NOS UNE A LA IGLESIA DEFENDER LA FE
1. HIJOS DE DIOS: Hijo de Dios es un concepto teológico utilizado en las
religiones judía y cristiana para designar a una persona que tiene una relación directa e íntima con una divinidad. Sin embargo, las características e implicaciones de la expresión son muy diferentes en ambas tradiciones religiosas, por lo cual recibimos una fuerza especial del Espíritu Santo, tal como la recibieron los apóstoles el día de Pentecostés, que nos permite defender y difundir nuestra fe con mayor fuerza y ser verdaderos testigos de Cristo. 2. MÁS CERCA DE CRISTO: Nos une profundamente con Dios y con Cristo. Cada Sagrada Comunión nos une más íntimamente con Cristo, nos convierte en un miembro vivo de su Cuerpo, nos renueva las gracias que hemos recibido en el bautismo y en la confirmación, y nos fortalece en la lucha contra el pecado. 3. DONES DEL ESPIRITU SANTO: Los dones del Espíritu Santo son medios imperecederos proporcionados por el Espíritu Santo, tercera persona de la Santísima Trinidad, de los cuales el creyente obtiene de Dios las gracias y carismas necesarios para sobrellevar la vida terrena con santidad. Estos dones son permanentes y ayudan al hombre a ser más dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo y ayudan a conseguir la perfección de las virtudes de las personas que los reciben o, al menos, a dirigirse, hacia ella. estos dones son: Sabiduría: que nos comunica el gusto por las cosas de Dios, por medio de él vamos gustando de todo lo relacionado con Dios. Inteligencia: que nos comunica el conocimiento profundo de las verdades de fe, es decir, la capacidad para entender las cosas de Dios. Ciencia: que nos enseña la recta apreciación de las cosas terrenales, entender las cosas de la tierra tal y cómo son. Consejo: nos ayuda para formar un juicio sensato, acerca de las cosas prácticas de la vida cristiana. Fortaleza: nos da fuerzas para trabajar con alegría por Cristo, haciendo siempre el bien a los demás, tal como Él lo hizo. Piedad: que nos relaciona con Dios como Padre, ya que Él es el ser más perfecto que existe en el universo y es nuestro Creador y nos ayuda a aceptar la autoridad que tienen algunos sobre nosotros. Temor de Dios: nos lleva a tener miedo de ofender a Dios, por amor a Él y por lo tanto, a tratar de no pecar para no alejarnos de Él.
4. NOS UNE A LA IGLESIA: De la celebración se deduce que el efecto del
sacramento es la efusión especial del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los Apóstoles el día de Pentecostés. Finalmente llegamos a entender cuál es el secreto de la unidad, el secreto del Espíritu. El secreto de la unidad en la Iglesia, el secreto del Espíritu es el don. Porque Él es el don, vive donándose a sí mismo y de esta manera nos mantiene unidos, haciéndonos partícipes del mismo don. Es importante creer que Dios es don, que no actúa tomando, sino dando. ¿Por qué es importante? Porque nuestra forma de ser creyentes depende de cómo entendemos a Dios. Si tenemos en mente a un Dios que arrebata, que se impone, también nosotros quisiéramos arrebatar e imponernos: ocupando espacios, reclamando relevancia, buscando poder. Pero si tenemos en el corazón a un Dios que es don, todo cambia. Si nos damos cuenta de que lo que somos es un don suyo, gratuito e inmerecido, entonces también a nosotros nos gustaría hacer de la misma vida un don. Y así, amando humildemente, sirviendo gratuitamente y con alegría, daremos al mundo la verdadera imagen de Dios. El Espíritu, memoria viviente de la iglesia, nos recuerda que nacimos de un don y que crecemos dándonos; no preservándonos, sino entregándonos sin reservas. 5. DEFENDER LA FE: El "carácter" perfecciona el sacerdocio común de los fieles, recibido en el Bautismo, y "el confirmado recibe el poder de confesar la fe de Cristo públicamente, y como en virtud de un cargo. Dios Padre te ha marcado con su signo, Cristo Señor te ha confirmado y ha puesto en tu corazón la prenda del Espíritu.