Cómo Funciona La Psicoterapia de Grupo......

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¿CÓMO FUNCIONA LA PSICOTERAPIA DE GRUPO?

La psicoterapia de grupo emplea factores terapéuticos específicos.

Yalom ha desarrollado un inventario de base empírica, constituido por once factores, de los meca-
mismos terapéuticos que operan en la psicoterapia de grupo:

1. Infundir esperanza. , 2. Universalidad. 3 Transmitir información. 4 Altruismo. 5. Desarrollo


de técnicas de socialización. 6, Comportamiento imitativo. 7 Catarsis. 8. Recapitulación
correctiva del grupo familiar primario. 9. Factores existenciales. 10. Cohesión del grupo.
11. Aprendizaje interpersonal.

Infundir esperanza
La fe en una modalidad de tratamiento es en sí terapéuticamente eficaz, tanto cuando el paciente
tiene altas expectativas de ayuda como cuando el terapeuta cree en la eficacia del tratamiento.
En todo grupo de terapia hay pacientes que mejoran, así como miembros que permanecen igual.
Los pacientes suelen comentar al final de la terapia que haber presenciado la mejoría
experimentada por los demás les ha infundido gran esperanza respecto de su propia mejoría.
Ejemplo: Los miembros de Alcohólicos anónimos.

Universalidad
Muchos pacientes sienten una abrumadora sensación de aislamiento. Están convencidos de que su
soledad o desdicha son únicas, de que sólo ellos tienen ciertos problemas o impulsos inaceptables.
Están a menudo socialmente aisladas y gozan de pocas oportunidades de intercambio social
franco y sincero. En un grupo de terapia, especialmente en las primeras fases, los pacientes
experimentan una fuerte sensación de alivio cuando se dan cuenta de que no se encuentran solos
con sus problemas.

Ejemplo: pacientes bulímicos experimentan, un gran alivio cuando descubren que no están solos,
que sus problemas son universales y los comparten otros miembros del grupo.

Transmitir información

La transmisión de información tiene lugar en el seno de un grupo siempre que un terapeuta


instruye didácticamente a los pacientes sobre el funcionamiento mental o físico o siempre que el
líder u otros miembros del grupo dan consejos u orientación directa sobre problemas vitales.

Instrucción didáctica

Se utiliza un texto, se invita a los expertos a dirigirse al grupo, y se anima insistentemente a los
miembros a intercambiar información. Los grupos especializados dirigidos a pacientes que sufren
un trastorno médico o psicológico específico o que se enfrentan a una crisis vital (por ejemplo,
individuos obesos, víctimas de una violación, epilépticos, pacientes que sufren dolor crónico)
incorporan un componente didáctico, es decir, los líderes ofrecen instrucción explícita sobre la
naturaleza de la enfermedad o sobre la situación vital del individuo.
Ejemplo: grupos de autoayuda -tales como Alcohólicos Anónimos, Recovery Inc., Make Today
Count (para enfermos de cáncer).

Dar consejos

Los consejos directos de los miembros se producen sin excepción en cualquier clase de grupo de
terapia. Los grupos que no tienen un foco interactivo hacen uso explícito y eficaz de las
sugerencias y de la orientación directa que ofrecen tanto el líder como el resto de los miembros.
En un grupo para pacientes que van a ser dados de alta se puede hablar sobre los
acontecimientos que tienen lugar cuando un paciente realiza una visita de prueba a su casa y
ofrecen sugerencias de comportamientos alternativos, mientras que Alcohólicos Anónimos y
Recovery Inc. utilizan lemas de orientación y directrices.

En los grupos interactivos y dinámicos de terapia, ofrecer consejos forma invariablemente parte
de la existencia inicial del grupo, aunque sólo tenga un valor limitado para los miembros.
Posteriormente, cuando el grupo en su totalidad ha superado la fase de resolución de problemas
y empieza a dedicarse al trabajo interactivo, la reaparición de la consulta o del ofrecimiento de
consejos acerca de una cuestión concreta indica que el grupo evita el trabajo terapéutico.

Altruismo

En todo grupo de terapia, los pacientes se ayudan mucho entre sí. Comparten problemas
similares, se ofrecen mutuamente ayuda, sugerencias e insights, y se tranquilizan unos a otros.
Para un paciente que inicia la terapia, que se siente desmoralizado y cree que no puede ofrecer
nada de valor a nadie, la experiencia de ser útil a otros miembros del grupo puede resultar
sorprendentemente gratificante, y es una de las razones por las cuales la terapia de grupo
incrementa con tanta frecuencia la autoestima.

El factor terapéutico del altruismo es exclusivo de la terapia de grupo. El acto altruista no sólo
potencia la autoestima, sino que también distrae a los pacientes que malgastan gran parte de
su energía psíquica inmersos en una obsesiva concentración en sí mismos.

Desarrollo de las técnicas de socialización

El aprendizaje social es un factor terapéutico que opera en todos los grupos de psicoterapia,
aunque la naturaleza de las habilidades que se enseñan y el carácter explícito del proceso varían
ampliamente dependiendo del tipo de grupo.
Con frecuencia, se utilizan las técnicas del juego de rol para preparar a los pacientes para
entrevistas de trabajo, o para enseñar a los chicos adolescentes cómo invitar a bailar a una chica.
En los grupos de mayor orientación interactiva, los pacientes profundizan en su comportamiento
social inadaptativo a partir del sincero feedhack que se ofrecen unos a otros. Un paciente puede,
por ejemplo, enterarse de que tiene la desconcertante tendencia de evitar el contacto ocular
durante la conversación, o del efecto que tiene sobre los demás su voz susurrante y sus brazos
constantemente cruzados, o de una gran cantidad de hábitos que, sin saberlo él, han estado
minando sus relaciones sociales

El comportamiento imitativo

Durante la terapia de grupo, los miembros se benefician de la observación de la terapia de otro


paciente que tiene problemas similares. Fenómeno que se denomina aprendizaje vicario. Una
participante reprimida y tímida del grupo, por ejemplo, que observa cómo otra mujer del grupo
experimenta con un comportamiento más extra-vertido y con un aspecto más atractivo, puede
entonces experimentar a su vez cíe forma similar con nuevas maneras de arreglarse y de
autopresentarse. O un miembro solitario y emocionalmente limitado puede empezar a imitar a
otro hombre del grupo, que, al expresarse abierta y francamente, recibe un feedhack positivo de
las mujeres del grupo.

Catarsis

Es un factor terapéutico complejo que está asociado con otros procesos grupales, especialmente
con la universalidad y la cohesión. El puro acto de dar rienda suelta a las sensaciones, en sí
mismo, raramente promueve un cambio duradero en el paciente, aunque vaya acompañado de
una sensación de alivio emocional.
Es primordial compartir con los demás el propio mundo interior con el fin de ser aceptado en el
grupo. La psicoterapia es, al mismo tiempo, una experiencia emocional y correctiva. Con el fin de
que se produzca el cambio, el paciente, primero, tiene que experimentar algo con intensidad en el
escenario grupal, y sufrir la sensación de catarsis que acompaña a dicha intensa experiencia
emocional. Entonces, el paciente debe proceder a integrar el suceso catártico a través de la
comprensión de su significado, primero, en el contexto del grupo, y segundo, en el contexto de su
vida exterior.

Recapitulación correctiva del grupo familiar primario

Muchos pacientes inician la terapia de grupo con una historia de experiencias sumamente
insatisfactorias en el seno de su primero y más importante grupo: la familia primaria. Los pacientes
pueden empezar a interactuar con los líderes o con otros miembros, tal como interactuaron en su
día con sus padres y hermanos.

Un paciente excesivamente dependiente puede imbuir al líder de un saber y poder que no se


corresponden con la realidad. Un individuo rebelde y desafiante puede considerar que el
terapeuta es alguien que bloquea la autonomía del grupo o que despoja a los miembros de su
individualidad. El paciente primitivo o caótico puede intentar escondir a los coterapeutas o
incluso a todo el grupo provocando amargos desacuerdos. El paciente competitivo competirá
con otros por conseguir la atención del terapeuta, o tal vez buscará aliados en un intento de
enfrentarse a los terapeutas. Y un individuo retraído puede descuidar sus propios intereses en el
intento aparentemente desinteresado de calmar a otros miembros o de asegurar el bienestar de
éstos. Todos estos patrones de comportamiento pueden representar la recapitulación de
experiencias familiares tempranas

La importancia en la psicoterapia de grupo interactivo no es sólo que estas formas de conflictos


familiares tempranos vuelvan a interpretarse, sino que se recapitulen de forma correctiva. El
líder del grupo no debe permitir que estas relaciones que inhiben el crecimiento se congelen en
el sistema rígido e impenetrable que caracteriza a muchas estructuras familiares. En su lugar, el
líder debe examinar y cuestionar los roles fijos existentes en el grupo y alentar continuamente a
los miembros para que prueben nuevos comportamientos.

Los factores existenciales

Uno de los enfoques existenciales para comprender los problemas de los pacientes postula que
la lucha primordial del ser humano es aquella que tiene lugar contra los hechos dados de la
existencia: la muerte, el aislamiento, la libertad y la carencia de sentido. En ciertas clases de
grupos de psicoterapia, especialmente en aquellos que giran en torno a los enfermos de cáncer o
a pacientes que sufren enfermedades médicas crónicas que ponen sus vidas en peligro o en los
grupos de duelo, tales hechos existenciales desempeñan un papel central en la terapia.

Los grupos de terapia estándar se ocupan considerablemente de las preocupaciones existenciales


si el líder del grupo está bien informado y es sensible a estas cuestiones. Los miembros empiezan a
darse cuenta de que la orientación y el apoyo que pueden recibir de los demás tienen un límite. Se
dan cuenta de que es en ellos en quienes recae la responsabilidad final de la autonomía del grupo
y de la forma en que deben vivir su vida. Aprenden que, aunque se pueda estar cerca de los
demás, existe, una inevitable soledad, propia de la existencia. A medida que van aceptando estas
cuestiones, aprenden a enfrentarse a sus limitaciones con mayor franqueza y valor. En la
psicoterapia de grupo, la relación tiene un valor intrínseco, ya que proporciona una presencia y
un «estar con» frente a las duras realidades existenciales.

Cohesión

La cohesión grupal se refiere al atractivo que los participantes ejercen sobre el grupo y sobre el
resto de los miembros. Los miembros de un grupo cohesivo se aceptan y se apoyan mutuamente y
tienden a formar relaciones significativas en el seno del grupo. Ofrece condiciones de aceptación y
de comprensión. En condiciones de cohesión, los pacientes tienden a expresarse y examinarse a
sí mismos, a tomar conciencia de aspectos de su propia persona que hasta entonces les
resultaban inaceptables y a integrarlos, y a identificarse de una forma más profunda con los
demás. La cohesión en un grupo favorece la autorrevelación, el riesgo y la expresión
constructiva del enfrenta-miento y del conflicto, todos ellos fenómenos que facilitan una
psicoterapia exitosa. Los grupos muy cohesivos son grupos estables que disfrutan de mayor
asistencia, compromiso y participación activos por parte de los pacientes, así como una
renovación mínima de los miembros. Algunos encuadres grupales, como aquellos que se
especializan en un problema o trastorno particular (un grupo de apoyo para enfermos de cáncer,
un grupo para estudiantes femeninas de derecho en el seno de un centro de salud universitario)
desarrollará inmediatamente, debido a los problemas compartidos de sus miembros, una gran
cohesión.

EL APRENDIZAJE INTERPERSONAL: UN FACTOR TERAPÉUTICO COMPLEJO Y PODEROSO

En la psicoterapia de grupo se proporciona a cada miembro un conjunto único de interacciones


interpersonales que debe explorar.

La importancia de las relaciones interpersonales


contribuye al desarrollo de la personalidad, y también a la génesis de la psicopalología. Por tanto,
las interacciones interpersonales pueden utilizarse en la terapia tanto para comprender como para
tratar los trastornos psicológicos.

Las relaciones interpersonales y el desarrollo de la psicopatología


Dado el prolongado período de indefensión de la infancia, la necesidad de aceptación
interpersonal y de seguridad es tan crucial para la supervivencia del niño en desarrollo como
cualquier necesidad biológica básica. Para asegurar y promover tal aceptación interpersonal, el
niño acentúa, en la fase de desarrollo, aquellos aspectos de su comportamiento que son
aprobados o que logran los fines deseados, y suprime aquellos otros que engendran castigo o
desaprobación. La niña que crece en un hogar rígido en el que no se alienta la expresión de las
emociones, por ejemplo, aprende pronto a reprimir sus sentimientos espontáneos en favor de un
comportamiento más distante. La psicopatología surge cuando las interacciones con otras
personas significativas provocan distorsiones fijas que persisten más allá del período de la
conformación original: distorsiones en la forma de percibir a los demás, y en la comprensión de las
propias necesidades y de las necesidades de los demás, en la forma de reaccionar ante diversas
interacciones interpersonales. «Parece que no existe un agente más eficaz que otra persona para
dar vida a un mundo propio, o para marchitar la realidad en la que uno habita mediante una
mirada, un gesto o un comentario.»

Las relaciones interpersonales y los síntomas presentes


los pacientes no son conscientes de la importancia que las cuestiones interpersonales tienen en
su enfermedad clínica. Se someten a tratamiento para aliviar diversos síntomas perturbadores,
como la ansiedad o la depresión. La primera tarea del psicoterapeuta consiste en concentrarse en
la patología interpersonal que subyace a un complejo concreto de síntomas. El terapeuta traduce
síntomas psicológicos o psiquiátricos a un idioma interpersonal. Una vez detectados estos temas
interpersonales inadaptativos, el terapeuta aborda cuestiones más tangibles.

Experiencias emocionales correctivas


La terapia es una experiencia emocional y correctiva. Los pacientes deben experimentar algo
intensamente, pero deben asimismo entender las consecuencias de dicha experiencia emocional.
El trabajo terapéutico consiste en una secuencia alterna de, en primer lugar, experimentación y
expresión del afecto, y en segundo lugar, de análisis y comprensión de dicho afecto. Franz
Alexander introdujo el concepto de «experiencia emocional correctiva» en 1946: « el paciente
debe sufrir una experiencia emocional correctiva adecuada a la reparación de la influencia
traumática de experiencias previas». La importancia de una experiencia emocional intensa y el
descubrimiento por parte del paciente de que sus reacciones son inapropiadas son igualmente
decisivos para la psicoterapia de grupo.

Para que las interacciones inherentes a un escenario grupal se traduzcan en experiencias


emocionales correctivas, son necesarias dos condiciones fundamentales:
1. Los miembros deben considerar al grupo lo suficientemente seguro y capaz de prestarles apoyo
como para estar dispuestos a expresar las diferencias y tensiones básicas.
2. Debe existir el feedback y la franqueza expresiva suficientes como para enfrentarse eficazmente
a la realidad.

El grupo como microcosmos social


Una experiencia emocional correctiva se puede producir en el seno de un grupo cuando se
permite que afloren las tensiones y modalidades de relación básicas en un entorno seguro y
sincero. Lo que convierte a la psicoterapia de grupo en el ámbito idóneo para esta clase de
aprendizaje interpersonal es el hecho de que los miembros individuales del grupo crean sus
tensiones interactivas características y llevan a cabo sus modalidades inadaptativas de relación
directamente en el encuadre grupal. El grupo de terapia deviene un microcosmos social para
cada uno de sus miembros, un microcosmos en el cual cada miembro puede, entonces, sufrir
experiencias emocionales correctivas.

Desarrollo del microcosmos social


Tarde o temprano empiezan a aflorar las tensiones y distorsiones interpersonales subyacentes de
cada uno de los miembros. Cada persona del grupo empieza a interactuar con otros miembros de
la misma manera en que lo hace con otras personas fuera de él. Los pacientes crean dentro del
grupo el mismo tipo de mundo interpersonal que habitan en el exterior. Salen a la luz la
competencia por atraer la atención, la lucha por conseguir la dominación y el status y las
tensiones sexuales, así como las distorsiones estereotipadas sobre la extracción social y los
valores.
El grupo se convierte en un experimento de laboratorio en el que la fortaleza y la debilidad
interpersonales se despliegan en miniatura. la patología interpersonal de cada individuo se
exhibe ante el resto de los miembros del grupo. La arrogancia, la impaciencia, el narcisismo, el
orgullo, la sexualidad; todos estos rasgos acaban por salir a la superficie y se representar!
dentro de los límites del grupo.
En un grupo al que se alienta a desarrollarse libremente de un modo seguro y orientado hacia la
interacción, casi no hay necesidad de que los miembros describan su pasado o informen sobre
las dificultades actuales a las que se enfrentan en las relaciones que mantienen en la vida fuera
del grupo.

Aprender de la conducta en el microcosmos social


Debido a la amplia gama de experiencias emocionales correctivas que ofrece el escenario grupal,
el proceso de psicoterapia de grupo proporciona al terapeuta un instrumento extremadamente
poderoso para efectuar cambios: el aprendizaje interpersonal. Proceso en el que la psicopatología
emerge de las interacciones interpersonales distorsionadas y se encarna en ellas; en el que el
grupo deviene un microcosmos social a medida que cada uno de los miembros exhibe su patología
interpersonal; y en el que el feedback permite a cada uno de los miembros experimentar, detectar
y modificar su comportamiento interpersonal inadaptado.

1. La psicopatología y la sintomatología surgen a partir de relaciones interpersonales inadaptadas


y se perpetúan en ellas. Muchas de estas relaciones interpersonales inadaptadas se basan en
distorsiones que surgen a raíz de experiencias más tempranas del desarrollo.

2. Dados el suficiente tiempo, libertad y sensación de seguridad, el grupo de terapia se convierte


en un microcosmos social, en una representación minia-turizada del universo social de cada uno
de los miembros.

3. Se produce una secuencia interpersonal regular:

 Exhibición de la patología: los miembros exhiben su conducta inadaptada característica a


medida que surgen las tensiones y las interacciones interpersonales en el grupo.
 Feedback y autoobsenación: los miembros comparten las observaciones que realizan al
examinarse unos a otros y descubren algunos de sus puntos débiles y distorsiones
interpersonales.
 Compartir reacciones: los miembros del grupo señalan los puntos débiles de cada uno de
los participantes y comparten las respuestas y los sentimientos mostrados al reaccionar
ante el comportamiento interpersonal de cada uno.
 Resultado del hecho de compartir reacciones: cada uno de los miembros empieza a tener
una imagen más objetiva de su propio comportamiento y del impacto que éste tiene sobre
los demás. Se clarifican las distorsiones interpersonales.
 La propia opinión del -yo- cada uno de los miembros toma conciencia del modo en que su
comportamiento influye en las opiniones de los demás y, por tanto, en su propia
autoestima.
 Sentido de la responsabilidad: como resultado de comprender cómo influye el
comportamiento interpersonal en la propia sensación de valía personal, los miembros
toman mayor conciencia de su responsabilidad de corregir las distorsiones interpersonales
y de establecer una vida interpersonal más sana.
 Darse cuenta del propio poder de efectuar cambios: al aceptar la responsabilidad de los
dilemas interpersonales vitales, cada uno de los miembros empieza a darse cuenta de que
uno puede cambiar lo que ha creado.
 Grado de afecto: cuanta mayor carga afectiva posean los acontecimientos presentes en
esta secuencia, tanto mayor será el potencial de cambio. Cuanto más se produzcan los
diferentes pasos del aprendizaje interpersonal a modo de experiencia emocional
correctiva, tanto más perdurable será ésta.
LAS FUERZAS QUE MODIFICAN LOS FACTORES TERAPÉUTICOS

El tipo de grupo
Las diferentes clases de grupos utilizan distintos factores terapéuticos.
Cuando los investigadores piden a los miembros de los grupos interactivos de larga duración para
pacientes externos que identifiquen los factores terapéuticos más importantes de su tratamiento,
éstos seleccionan sistemáticamente una constelación de tres factores: el aprendizaje
interpersonal, la catarsis y la auto comprensión. Los pacientes internos identifican otros
mecanismos: infundir esperanza, por ejemplo, así como el factor existencial de asunción de
responsabilidad.
Los grupos de pacientes internos: cambian con mayor frecuencia de miembros, y su composición
clínica es bastante heterogénea; pacientes con una entereza, motivación, objetivos y
psicopatología muy divergentes, se encuentran en el mismo grupo durante períodos temporales
variables.
Los pacientes externos a largo plazo y de rendimiento más alto, son más estables y están más
motivados para trabajar sobre cuestiones más sutiles y complejas del funcionamiento
interpersonal y del autoconocimiento.
Los grupos que están organizados en tomo a conceptos de autoayuda poseen una agenda clara y
definida.

La fase de terapia

Las necesidades y los objetivos de los pacientes cambian durante el curso de la psicoterapia y
también lo hacen los factores terapéuticos que les son más útiles. En las primeras fases, un grupo
de pacientes externos se preocupa de establecer los límites y de mantener sus miembros,
dominando factores tales como infundir esperanza, la orientación y la universalidad. Otros
factores, como el altruismo y la cohesión del grupo, destacan en los grupos de pacientes externos
durante toda la duración de la terapia. Sin embargo, su naturaleza y el modo en que se
manifiestan cambian notablemente según la fase en que se encuentre el grupo. Consideremos,
por ejemplo, el altruismo. Durante las sesiones iniciales del grupo, los pacientes se manifiestan
altruistas al ofrecerse sugerencias mutuamente, al plantear las preguntas apropiadas y al
demostrar interés y atención. Más adelante, pueden ser capaces de expresar que comparten la
emoción de manera más profunda y de una forma más sincera.

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