Werther

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P.o.gorm .

1987
Pongam
1987 m
ได้ : 244wA44ใน3
6
!
WERTHER ,
TRADUCIDO

DEL ALEMAN DE GOËTH E.

Gustavi paulolùm mellis , et ecce


morior. SAMUEL , liy , I , 9. 43.

EN LA IMPRENTA DE GUILLEMINIT.

EN PARIS ,
SE HALLA EN CASA DE F. LOUIS , CALLE
DE SABOYA , Nº 12 .
M. D. CCCIII.
4
NOTICIA

TOCANTE

AL AUTOR DE WERTHER

JUAN WOLFGANGO DE GOETHE ,


ministro del Duque de Saxonia - Wey
mar , nacido en Francfort- sur - le
Mein , á 28 de agosto de 1749 , se
dió á conocer desde muy joven en la li
teratura . Su drama historico de Goetz
di Berlichingen , que publicó el ano
de 1773 , y las Desdichas del joven
Werther , publicadas el de 1774, esta
blecieron su reputacion del modo mas
brillante . Se ha distinguido por otras mu
chas obras , siendo las principales : Yfi
genia en Tauride , tragedia , en que
siguió enteramente á Euripides , la qual
#j NOTICIA. inquoponowa
fue tradudida y muy bien acogida en
Ynglaterra ; su poema épico de Herman
y Dorotéa ; la novela de Meister ;;.
у enfin muchos dramas que,
desde largo
tiempo , han merecido tener en Alemania
la mas constante aceptacion.
24
Wilhem . Meister , ó los Anos de Aprendizage..
1

Tii

Coil e
+

L is, we

1
PROLOGO

DEL AUTO R ..

erco

HÉ aqui todo quanto he podido


recoger tocante al desdichado WER
THER : y sin dudamelo agradecereis.
Seria posible que dexarais de admi
rar su genio , de amar su corazón Y
llorar su triste destino ?

O tu , alma sensible y atormen


tada por las mismas penas , ojalá:
escarmientes con sus desdichas; y que
venga á ser tu amigo este librito , si,
viij PROLOGO .

por el influxo de la suerte , 6 por


la propia culpa , carecieres de otro
mituspoolu
mejor !

1
WER THE R.

PRIMERA PARTE .

CARTA PRIMER A.

4 de mayo 1770.

QuUANTO
as me alegro de mi viaje ' ! O tu ,
el mejor de los amigos ! que es pues el co
razon del hombre? Dejarte , á ti á quien fryou
yo amo , á ti , de quien yo era inseparable,
dejarte , y estar contento ! Pero yo se bien ,
que tu me perdonas. Mis otras amistades ,
me parece que la suerte me las ha hecho
formar para inquietar , y . atormentar un
corazon como el mio. Pobre Leonor ! Y
sio embargo , yo estaba inocente. Pero era
culpa mia , si en tanto que yo no pensaba
mas que en ocuparme de las gracias de su
hermana, se encendía la pasion del amor en
su desgraciado pecho ? Mas no obstante ,
soy yo enteramente inocente ? No he ali
mentado yo mismo su pasion ? No me he
divertido muchas veces, con sus expresiones

2 WERTHER .

señaladas con el sello de la naturalidad y


de la verdad , y las que nos han hecho reir Cerefore
tantasveces, aunque nada tenian de risible ?
No hé. ... Que es , pues , el hombre y
como se atreve á lamentarse ? .Si, amigo
mio , yo me corregiré , te lo prometo , no
quiero saborear á cada instante esta ligera
amargura que la suerte mezcla en la copa
de la vida.Gozaré del tiempo presente , y
el pasado , havrá realmente pasado para mi.
Cierto , tu tienes razon , querido amigo : la lisbrige
dosis de tristeza seria menor entre los hom
bres ( y Dios sabe porque los ha formado
asi ) si exaltasen menos su imaginacion, para
1
acordarse de sus males pasados , en lugar de
soportar los presentes, con sangre fria.
Di á mi madre que cumpliré lo mejor que
me sea posible con su comision , y que haré
por darla algunas noticias lo mas antes. He
hablado á mi tia, y no he hallado en ella lafinestone
barpia que me havian anunciado : es una
muger de una viveza arrebatada , pero de ingay na iting
muy buen corazon . La he hecho presente las
quejas de mi madre sobre la herencia que
Replicy acaba de tener. Me ha mostrado sus titulos ,
sus razones, y las condiciones baxo las quales
esta pronta á volvernos áun mas de lo que
pedimos.... Pero , bastante he dicho. Di á
WERTHER. 3

mi madre que todo ira bien . Amigo , he


visto en este pequeño asunto que la frialdad ,
y el mal entender, causan mas desordenes
en el mundo , que la astucía y la maldad :
á lo menos estas dos ultimas circunstancias
son mas raras .

- Por otro lado , yo me hallo aqui muy bien.


La soledad de estos parajes celestes , es un
balsamo para mi alma que se réanima y se
inflama con los plazeres de la estacion. No
hay un arbol , no hay una planta que no sea
un ramillete de flores : y uno querria po
derse convertir en mariposa , para bañarse
en este mar de perfumes , y poder sacar de
alli , todo su alimento.
La ciudad es desagradable . Pero en cam
bio , se ve la naturaleza brillar en sus alre
dedores con todo su esplendor. Por esta razon
el difunto conde de M *** hizó plantar un
jardin sobre una de las muchas colinas, donde
la naturaleza extiende sus tesoros con una
profusion y una variedad increyble , for
mando los valles mas deliciosos. El jardin
es sencillo , y desde la entrada se advierte
que el que ha formado el plan , era áun
mas un hombre sensible que queria gozar
de si mismo , que un jardinero esclavo de las
reglas. Ya he honrado yo su memoria con
4 WERTHER .
tiernas y abundantes lagrimas, en el gabinete,
que se va arruinando, donde el havia formado
su retiro favorito, y donde yo hallaré el mio.
Bien pronto seré yo dueño del jardin. En
los pocos dias que hace que estoy aqui , he
ganado la amistad del jardinero , el qual en
nada tendrá que arrepentirse de cuydar de
mis intereses,

segunda »
CARTA I I.

10 de mayo.

REYNA en mi alma una admirable calma,


semejante á las suaves mañanas de la pri
mavera , que elevan mi corazon con sus
bellezas. Estoy solo , y la vida me pareze
delicioza , en un sitio hecho expresamente
para almas como la mia . Soy tan feliz ,
amigo mio , estoy tan abismado en la idea
de mi tranquila existencia , que aban

Joiekwow dono mi arte. No puedo dibujar , ni dar una


sola pinzelada ; y no obstante jamas he sido
mayor pintor que ahora. Quando el valle
que tanto me agrada , se cubre de un vapor
espeso : que el sol que nace , luze sobre mi .
bosquecillo , cuya obscuridad no puede pe , 1
WERT HER. 5

netrar : que algunos rayos , de los que se


escabullen por entre las ojas , llegan hasta el
fondo de mi santuario : que estoy hechado
al pie de la cascada , en la hierba que se
eleva sobre mi , y que mi vista , acercandose
de este modo á la tierra , descubre mil pe
queñas yerbas de todas especies : quando
contemplo mas de cerca este pequeáo mundo
que hormiguea entre las espigas , las inu
merables formas, y la inperceptible variedad
de gusanillos y de insectos ; y que siento en
mi la presencia del ente todo-poderoso que
nos ha formado á su imagen , y cuyo aliento
nos sostiene , nos arrebata al seno de esta
fuente eterna de placeres : amigo quando
tengo la vista fixa en estos objetos , y que
este grande y vasto universo va á gravarse
en mi alma , como la imagen de una esposa
querida : entonces siento que mis deseos se
inflaman , y me digo á mi mismo. Porque
no te es dado , expresar lo que sientes con
tanta fuerza ! Exhalar sobre el papel lo que
tanto te penetra , tanto te anima , y hacerlo
de este modo el spejo del ente eterno !
Amigo .... Pero yo conozco que cedo á la
grandeza de tan sublimes y magestuosas
imagenes.
WERTHER .

tercera
CARTA II I.

12 de mayo .

No sé si algunos espiritus vagan en estas


regiones , ó si la imaginacion celestial se ha
apoderado de mi corazon , para dar un ayre
magnhas de gloria ,á quanto me rodea . Cerca de aqui
hay una fuente donde yo estoy encantado
como Melusina 1 con sus hermanas. Bajas
una pequeña colina , y te hallas delante de
una gruta profunda de cerca de veynte esca
lones , en cuyo fondo , una agua pura , se
escurre gota á gota (por entre el marmol.
La pequeña muralla que rodea esta gruta ,
los arboles elevados que la cubren , la fres
çura del sitio , todo inspira un cierto espiritu
de veneracion y de horror. No hay dia al
guno que yo no pase una hora entera. Las

1
Muger de la familia de los Lusinanes, sobre la
qual se han inventado varias fabulas, Se dice que
esta Hada mitad muger , mitad serpiente , edificó el
castillo de Lusinan , que pasaba por inexpugnable ;
y que acostunbraba a aparecerse en la torre principal ,
quando alguno de la casa devia morir. Vease el dic
cionario de Moréri, articulo Lusinan.
WERTHER . 7
doncellas del pueblo , vienen aqui por agua :
exercicio bajo y penoso , pero util , y que
en otro tiempo las 'hijas mismas de los
reyes no se avergonzaban de hacer. Quando
estoy sentado en este sitio , renaze en mi
la idea de la vida patriarchâl : me parece
que veo aquellos ancianos que forman sus
amistades en la fuente', y se piden mutua
mente sus hijas para casarlas con sus hijos :
Creo ver , aquellos genios beneficos que vagan
al rededor de los pozos y de las fuentes. El
que no siente esto como yo lo siento , no
há reposado jamas junto a la corriente de
una onda pura , despues de un dia de marcha,
en los ardientes calores del estío .

quarta
CARTA I V.

13 de mayo .
ispone inolta
Me preguntas, si quiero que me embies
mis libros ? Por Dios, amigo , que me dexes
respirar. No quiero ser conducido,excitado ,
aguijoneado. Mi corazon es un torrente que
se arroja con demasiada fuerza. Necesilo
canciones que mitiguen su vehemencia; las
hé hallado , con la mayor abundancia , en
8 WERTHER .
Homero . Quantas veces , no me sucede re
currir á sus versos, para apagar el ardor de
mi sangre ! Porque jamas havras tu visto
cosa tan desigual , tan inquieta como mi
corazon . Necesitaré yo decirlo á ti que has
tenido tantas veces el disgusto de verme
pasar de repente de la tristeza á la alegria
mas arrebatada , y de una dulce melancolia
á una pasion funesla ? Trato à mi corazon
como á un niño enfermo ; le concedo , quanto
pide. No lo digas á nadie ; por que hay per
sopas que me lo acusarian como un crimen.

quinta
CARTA V.
15 de mayo .

Me he dado ya á conocer aqui á varias


personas que me aman mucho , y sobre todo
á los muchachos. He hecho una triste obser
vacion . Quando comenzé á mezclarme con
ellos , y ápreguntarles con cariño una ú otra
cosa , algunos de ellos me respondian con
enfado creyendo que yo queria burlarme de
ellos. No por esto me desanimaba : pero se
me representaba con la mayor viveza , lo
que tantas veces hé observado. Las personas
WERTHER . 9
de un cierto rango se mantendran siempre
friamente alejados de la clase inferior del
pueblo , como sí temiesen perder algo , acer
candose á ella : hay ademas de eso , ciertos
troneras , ciertos bufones , que solo parecen
acercarse al pueblo , para poderle oprimir
mejor con el peso de su fatuidad .
Se muy bien , que ni todos somos iguales,
ni tampoco podremos serlo ; pero me parece
que el que cree tener necesitad de mante
nerse á una cierta distancia, de lo que se
llama pueblo , para hacerse respetar , lo
equivoca tanto como el cobarde que se es
conde de su contrario por que teme ser
vencido.
Poco ha estubé en la fuente , y hallé una
criadita joven , que havia puesto su cantaro
sobre el ultimo escalon. Miraba á todos lados
por si veia alguna amiga que la ayudase á
ponerlo sobre su cabeza; yo bajé , y despues
de haverla contemplado un ligero instante :
- Amiguita, la dixé, quieres que te ayude ?...
- Oh ! señor , respondió avergonzada ....
- Vamos, sin ceremonia . Entonces yo la
ayudé á poner el cantaro sobre su cabeza ;
diome gracias , y se fué.
WERTHER .

sexta
CARTA V I.

17 de mayo .

He hecho conocimientos de todos generos,


pero ahun no he formado ninguna sociedad.
Yo devo tener algun atractivo para los hom
bres segun la apresuracion con que buscan
mi amistad . Estan por decirlo asi , colgados
de mis labios ; y yo siento realmente quando
el camino no nos permite ir mucho tiempo
juntos. Si me preguntas como son aqui los
hombres, te diré que son como en todas las
mucherudemas partes. La especie es uniforme. La
mayor parte trabajan una buena parte del
dia para ganar su vida ; y la poca libertad
Claith que les queda , les atormenta en terminos
que buscan todos los medios posiblesde per
derla . Oh suerte de los humanos !
Por lo demas , son muy buenas gentes.
Quando algunas veces me abandono , por
descuydo , á los placeres que aun quedan lois
á los hombres , como es el divertirse cor
dialmente al rededor de una mesa bien ser
vida , disponer un paseo en carruage , un
bayle , ó cosa semejante , esto produce en
WERTHER. It

mi un efecto muy agradable : pero es ne


cesario que no se me ocurra entonces á la
idea que hay en mi tantas otras facultades,
cuyos resortes se entorpecen por no exerci.
tarse , y los que devo ocultar con el mayor
cuydado. Ah ! quan propio es esto para
ahogar el corazon ! Y sin embargo la suerte
de uno de nosotros es el ser mal juzgados.
Ah ! porque la amiga de mi juventud
no existe ya ? Porque la he conocido ? Me
diré : Ynsensato ! tu buscas lo que no se
halla aqui bajo. Pero yo lo he hallado : pero
yo he experimentado aquel corazon , aquella
alma noble , en cuya presencia yo parecia á
mis ojos mas de lo que yo era , porque yo
era quanto podia ser. Dios sensible ! tenia
yo una facultad sola que no estubiese em
pleada ? No podia yo desplegar en su pre
sencia este maravilloso tacto , por cuyo medio
mi corazon abraza la naturaleza entera ?
Nuestro trato no era un texido continuo de
las mas finas sensaciones , del espiritu mas
sutil , cuyas modificaciones >, hasta.... Todas
tenian el sello del talento ! Y ahora ....
Ah ! algunos años que ella tenian mas que
yo , la han conducido antes que yo al se
pulcro. Jamas olbidaré , jamas olbidaré
aquella firmeza de alma, y aquel animo
12 WERTHER .

mas que humano con que sabía sufrir.


Hace algunos dias que he hallado á un
cierto V .... Es un joven muy franco , y
de una fisonomia muy feliz . Sale del cole
gio : y ahun que no se creé un sabio , se
creé no obstante , mas instruido que muchos
otros. He visto despues de algunas observa
ciones , que es un joven bastante aplicado:
en una palabra , tiene algunas luzes. De que
ha llegado a entender , que yo dibujo , y
que sé el griego , dos fenomenos raros en
este pays , se ha unido mas conmigo , y ha
hecho ostentacion de mucha erudicion ,
contandodesdeBatteux hasta Wood ,desde Bio
Piles hasta Winkelmann ; y ahun me ha ring
asegurado que havia leydo toda la primera
parte de la teoria de Sulzer , y que poseía
un manuscrito de Heyne sobre el estudio de
la antigüedad. Yo le dejaba hablar. fort
Tambien he hecho amistad con un hom .
bre muy digno de ser estimado, el bally ;
hombre franco y léal. Dicen que es cosa
muy tierna , el verle en medio de sus nueve
hijos. Sobre todo , hablan mucho de su hija
mayor. Me ha suplicado que pase á verle ,
y uno de estos dias devo hacerle mi primera
visita : vive á una legua y media de aqui ,
en una casa destinada para la del príncipe , en
WERTHER . 13
donde , despues de la muerte de su muger ,
ha obtenido el permiso de retirarse , pues
no podia soportar el vivir en la ciudad , y
sobre todo en una casa , que á cada instante
le hacia acordar de la perdida que ha sufrido.
He hallado , tambien , aqui muchos ca
racteres originales y raros, que son entera
mente insoportables , y cuyas protestas de
amistad abruman .
A Dios , esta carta te agradará ; es toda
historica.

reptima
CARTA VII.
!

22 de mayo.

OTROS han dicho antes que yo , que la


vida no es mas que un sueño , y esta idea
me persigue en todas partes . Quando consi
dero los estrechos límites que encierran las
facultades activas y especulativas del hom
bre ; quando veo que toda nuestra actividad
no se dirije mas que á satisfacer nuestras
necesidades , las que , á su turno , no tienen
mas objeto que el de prolongar nuestra
triste existencia , y que toda nuestra tran
quilidad , sobre ciertos puntos de nuestras
14 WERTHER.
investigaciones, no es mas que una resigna
cion fantastica , en la que nos formamos
mil imagenes caprichosas, y los puntos de
vista mas interesantes , sobre las murallas ,
en las que estamos encerrados ; todo esto ,
amigo Guillermo , me hace volver mudo .
Entro en mi mismo , y 'hallo un mundo ;
pero semejante al mundo exterior , se mani .
fiesta áun menos por la realidad , que por
un presentimiento vago , un deseo , que no
puedo explicar . Bien pronto se desvanecen
estas quimeras de mi imaginaciou ; me sonrio ,
y continúo mi primer sueño .
Todos los pedantes convienen en que los
niños no conocen los motivos de su volun
tad ; pero el que los hombres formados se
arrastren , titubeando , sobre el globo , como
los niños ; que ignoren como ellos de donde
vienen , y donde van ; que no tengan un
fin nas cierto en sus acciones , y que como
á ellos , se le govierne con golosinas , con
juguetes, y con azoles , esto tal vez no lo
creéran muchos ; y sin embargo no hay cosa
mas palpable.
Te confieso , sin pena alguna , porque sé
quanto sobre esto tú podras decirme , que
son mas felices aquellos que como los niños ,
solo viven para el tiempo presente, paséan ,
WERTHER . 15
visten , desnudan su muñeca , dan vueltas
al rededor del armario donde madre en
cierra sus dulces , y quando han logrado lo
que deséan , lo devoran con ansia , y gritan
por mas ! No hay duda en que estas son una
criaturas muy felices ! Felices tambien aquel
los que decoran sus futiles ocupaciones , ô
tal vez sus pasiones, de titulos pomposos ,
y pretenden que el genero humano se las
deve agradecer, como unos esfuerzos gigan
tescos , hechos para su salud y su beneficio.
Feliz el que puede pensar de este modo !
Pero aquel , que en la humildad de su co
razon ve á donde para todo esto : que ve
como el ciudadano que esta contento , adorna
su jardinito que es , para el , un paraïso , y
con que teson el infeliz trabajador encor
bado bajo el peso de su miseria , prosigue
su carrera , quasi sin aliento : que ve , digo ,
que todos tienen igual interes en contemplar
un minuto mas , la luz del sol : si , este
esta tranquilo ; forma un nuevo mundo , en
si mismo, y es tambien feliz , porque es
hombre. Por muy sugeto que se halle ,
siempre conserva en el fondo de su corazon
la dulce idea de la libertad , y que podrá
salir de esta prision, quando quiera.
16 WERTHER .

octava
CARTA VIII.

26 de mayo .

Mucho tiempo ha que conoces mi modo


de alojarme : sabes que escojo los parajes
solitarios , en donde pueda pasar mis ing
tantes enteramente aislado. He hallado aqui
un paraje pequeño en verdad , pero que ha
llamado mi atencion.
Como á una legua de la ciudad , hay un
sitio que se llama Wahleim . Su situacion
cerca de una colina le hace muy intere
sante : y quando se sale de la aldea por una
sendita , se descubre de una ojeada , todo el
valle. Una buena muger muy agradable , y
de bastante viveza para su edad , vende vino ,
cerveza , y café : pero lo que me agrada
áun mas , son dos tilos , cuyas extendidas
ramas cubren la plazetuela que hay delante
de la yglesia , y la qual esta toda cercada de
cavañas , y de alquerias. No ha dejado de
costarme trabajo el hallar un paraje tan
solitario y tan retirado : he hecho llevar á
el , de casa de mi huespeda , mi mesita con
mi silla , y alli tomo el café , y leo á Ho
WERTHER. 17
mero . La primera vez que la casualidad
me condujó bajo de estos tilos , era la siesta
de un hermoso dia ; los aldéanos estaban en
el campo ; y la plaza se hallaba enteramente
desierta. Solo hallé un muchachito , de unos
quatro años de edad, que estaba sentado sobre
el suelo : tenia en sus brazos un niño de seis
meses , el qual estaba sentado entre sus pier
nas , y apoyado en su pecho , de modo que
le servia como de un asiento : y á pesar de
la viveza con que sus negros ojos miraban
á su rededor , parecia en todo bastante tran
quilo. Agradóme este espectaculo. Senteme
sobre un arado , que estaba cerca, y dibujé
esta actitud fraternal , con la mayor satis
faccion ; añadi algunos matorrales ó cer
cados, la puerta de una alqueria , algunos
trozos de ruedad de carreta , todo en el
mismo desorden en que realmente se hal
laba : de modo , que á el cabo de una hora ,
vi que havia hecho una composicion agra
dable é interesante , sin haver añadido nada
de mi propia invencion . Esto me ha con
firmado en mi resolucion de no consultar
desde hoy en adelante , mas que la natura
leza. Ella es por si sola de una riqueza ina
gotable , y ella sola puede formar los grandes
artistas. Muchas cosas se pueden decir en
18 WERTHER .
favor de las reglas ; y quasi lo mismo que
se puede sostener en favor de la sociedad
civil . Un hombre que se forme segun las
reglas, no producirá jamas nada que sea
absolutamente malo ; del mismo modo que
el que se modele seguo las leyes y la buena
crianza , no puede ser jamas un vecino in
soportable , ni un gran bribon. Pero digan
lo que digan , las reglas no sirven mas que
para destruir los verdaderos sentimientos ,
y las expresiones de la naturaleza. No , nada
añado , que deva parecer demas : las reglas
no hacen mas que ahogar , apagar , etc.
Querido amigo , permiteme hacer una
comparacion . Sucede en esto , lo que en el
amor. Un corazon nuevo se enamora de una
joven , pasa todas las horas del dia a su lado ,
la prodiga todas sus fuerzas , y todos sus
bienes para probarla á cada iustante que se
da á ella sin reserva alguna. Que un seño .
rito , empleado ,venga á decir á este amante :
« Escucha joven el amar es de hombres ,
« y deves amar por humanidad. Divide tu
á tiempo , dedica una parte al trabajo , y
« concede solo á tu querida , los instantes
« de recreo. Cuenta contigo mismo ; y si
« despues de tus gastos precisos , te queda
« algo, yo no te prohibo el que la hagas un
WERTHER. 19
« regalito , con tal que no sea muy á menudo,
« y si solo el dia de su santo , de su fiesta, elc. »
Si el joven sigue estos sabios consejos no hay
duda en que sera un sujeto muy util, y áun
yo aconsejaria á su soberano , que lo colo
case en un colegio ; pero , acabóse el amor ;
y si es un artista perdío tambien su talento .
O amigos mios ! porque el río del ingenio
se sale de madre , tan pocas veces ? Porque
tan pocas veces le veis elevar sus impetuosas,
olas , y commover vuestras almas llenas de
admiracion ? Queridos amigos, las personas
flematicas habitan en las dos orillas : sa
ben que sus inundaciones destruirian sus
caserios , sus jardines, y sus huertas ; á
fuerza de séparar su corriente, y de oponerle
diques, previenen de anternano , el peligro
que les amenaza .

nona "

CARTA IX .

27 de mayo .

He caydo , á lo que veo , en el entusiasmo ,


en las comparaciones, culme danlamaciones,
y esto me ha hecho olbidar el decirte , lo
20 WERTHER .
que fue de los dos muchachos. Permanecí
sentado unas dos horas sobre el arado , dis
traydo en las ideas pintorescas que te dije
en un estilo tan desaliñado , en mi carta de
hayer. Una joven , vinó por la tarde á ver los
muchachos los que en todo aquel tiempo no
se havian movido de su puesto. La joven
tenia una cestita en el brazo. « Felipe , dijó
gritando desde lejos , enverdad que eres un
buen muchacho. » Saludóme : volvila el
saludo , me levanté , me acerqué á ella , y
la prégunté si era la madre de aquellas cria
turas. Me dijo que si : y despues de haver
dado medio panecillo á el mayor, tomó el
otro en sus brazos, y le besó con toda la
ternura maternal . « He dado , me dijó , el
« niño pequeño, á Felipe para que me lo
cuyde ; y yo he estado en la ciudad con
« el mayor , á comprar pan blanco , azucar ,
« yo uno olla de barro. » ( Todo esto se veia
en su canastillo , cuya tapa se habia caido. )
« Esta noche quiero dar de cenar á Juanito
« nombre del niño pequeño ). El mayor
« es un picarillo que me rompió hayer la
« olla , peleandose con el pobre Felipe por
« arrebañarla. » Pregunté que adonde estaba
el mayor : y apanao ta wuger mehavia res
pondido, que estaba en el llano , corriendo
WERTHER. 21

de tras de dos patos , quando vinó hacia


nosotros saltando , y brincando , y trajó al
Felipe una varilla . Siguio hablando con la
muger, y supé de ella que era hija de un
maestro de escuela , y que su marido havia
ido à la Suiza para recojer una herencia .
Querian , añadió la muger , privarle de
« ella : no daban respuesta alguna á sus
& cartas , y por esta razon ha querido pasar
« el mismo en persona. Con tal que no le
haya sucedido nada de cuydado ! Es ver
« dad , que aun no he tenido noticia alguna
« de el. » Mucho me costó el separarme de
esta muger. Di algunas monedas á cada uno
de los muchachos : y á la madre , para el
niño pequeño , diciendola que le comprase ,
quando fuese á la ciudad , una tortita , de
mi parle : y luego nos separamos , bavien
donos saludado mutuamente .
Te confieso , mi querido amigo , que
quando mis sentidos quieren dominarme,
apago su vehemencia con solo la vista de una
criatura como esta , la que en su feliz dejadez ,
recorre el circulo estrecho de su existencia ,
vive con sosiego , sin inquietarse de lo que
será mañana , y ve caer las hojas delos arbo
les sin pensar sino queel invierno se acerca .
Desde este dia , he ido muchas veces ab
22 WERTHER .
aquel paraje. Los niños se han acostum
brado á verme. De que tomo café , les doy
azucar , y por la tarde ellos parten conmigo
su manteca , y su quajada. Todos los domin
gos les hago indefectiblemente un regalito ,
y si yo no estoy en casa , mi ama de govierpo ,
cuyda de que no les falte.
Gastan mucha familiaridad conmigo , y
me cuentan de todo genero de cuentos. Lo
que mas particularmente me divierte , es el
contemplar sus pasiones , y la sencillez con
que, quando muchos muchachos de la aldea
se juntan , descubren sus deseos. Mucho tra
bajo me ha costado el hacer que la madre
pierda la inquietud con que á cada instante
dize : « Podran incomodar al señor. »

Recima )
CARTA X.

16 de junio.

En que consiste no te escribo ? Tume


que
haces esta pregunta , tu que te cuentas en la
clase de los sabios ! Deves presumir que me
hallo muy bien : y áun .... En dos pala
bras , he hecho una amistad que interesa
WERTHER .
bien de cerca á mi corazon . Yo hé .... no se .
Mucho trabajo me costará el decirte con
metodo , como hé conocido á la mas amable
criatura . Estoy contento , soy feliz , y me
tengo realmente por un mal historiador.
Un angel ! Va ! Todos dicen lo mismo
de su dama ; y no obstante , yo no puedo
decirte quan perfecta es , y porque es per
fecta : basta que sepas que ha esclavizado
todos mis sentimientos .
Tanta sencillez , con tanto talento ! Tanta
bondad con tanta firmeza ! Y el sosiego del
alma en el seno de la vida réal , de la vida
activa .....
Quanto digo de ella , nos es mas que una
habladuria tonta , una abstraccion fria , que
no puede darte la mas minima idea . Otra
vez .... No , es menester que te lo cuente
en seguida. Si lo dejo , no lo haré nunca :
porque para nosotros sea dicho , desde que
hé comenzado esta carta , tres veces he te
-nido intencion de dejar la pluma , hacer
ensíllar mi caballo , y marcharme ; y sin
embargo esta mañana he jurado no salir en
todo el dia. A cada instante yo me asomo
á la ventana , para ver la altura á que se
halla el sol.
Ne he podido vencerme ; he estado á ha
24 WERTHER .

cerla una visita.... Vedme ya de vuelta ;


querido Guillermo. Quiero hacer una cena
campestre , y escribirte al mismo tiempo.
Que alegria para mi alma , el verla en medio
de ocho muchachos, todos hermanos ó her
manas suyas !
Si sigo en este estilo , sábras tanto al fin
como al principio : escuchame, procurare
sosegarme, y hacerte una menuda relacion
de todo .
Te dixé ultimamente como havia hecho
amistad con el bally S ..... Y como me
havia convidado á pasar á verle en su her
mitita , ó por mejor decir en su reyno. Havia
olbidado de hacer esta visita , y tal vez no
la havria hecho nunca , si la casualidad no
me huviese hecho descubrir el tesoro que
oculta este parage solitario.
La gente joven havia dispuesto un bayle
en una casa de campo ; á el que conviné en
asistir . Tomé por compañera á una seño
rita de la ciudad , hermosa y de buen genio ,
pero de un trato indiferente : convínimos
en que yo tomaria un coche, y que condu
ciria á mi pareja , y á su tia que la acom
pañaba , á la sala de bayle ; y que de ca
mino, tomariamos con nosotros , á Carlota S...
Quando por un camino ancho y hermoso ,
WERTHER . 25

atravesabamos el bosque , y nos acercabamos


à la casa , mi compañera me dixó : « Vaís
« á hacer conocimiento con una muy her
« mosa persona. Cuidado con enamorarse ,
« añadio la tia. - Y porque cuydado, dixe
äiyo ! Porque ya esta prometida a un
a joven de mucho merito, el que aviendo
* perdido a su padre, ha tenido necesidad
« de hacer un viaje para arreglar sus inte
* reses , y solicitar algun empleo decente .
& Yo escuché toda esta relacion con bastante
& indiferencia . »
El sol estaba ya cerca de los montes que
terminar el horizonte , é iba á ocultarse en
teramente á nuestra vista , quando el coche
se detubó á la puerta de la casa. Hacia un
calor insufrible , y las señoras demostraban
alguna inquietud temiendo una tempestad
que comenzaba á formarse entre las opacas
y cenicientas nubes que cercaban el hori
zonte . Aunque el corazon me decia que se
águaria nuestra fiesta , sin embargo disipė
toda la inquietud de mis damas , fingiendo
tener un profundo conocimiento en el tiempo.
Ya habia yo bajado del coche , quando
una criada de la casa vinó á decirnos que
hiciesemos el favor de aguardar un instante,
que su ama iba á venir. Atravesé el patio ,
2
26 WERTHER .
para dirigirme á las habitaciones : subi la
escalera , y al entrar en la primera sala , se
ofrecío á mi vista el mas bello espectaculo
que jamas he gozado. Seis niños , desde dos
hasta onze años de edad , rodeaban á upą
joven doncella de hermosa y mediapa esta
turâ , vestida con una tunica blanca guar
necida de lazos color de rosa . Tenia en la
mano un pan moreno , del que cortaba á
cada uno de los muchachos un pedazo pro
porcionado á su edad y á su apetito ; partie
el pan con la mayor gracia , y ellos se lo
agradecian , y estendian la mano áun antes
de que les llegase su turno. En fin contentos
con su merienda se iban los unos saltando ,
los otros con mas sosiego , segun que su
genio era mas ó menos vívo , dirigiendose
todos , á la puerta del patio para ver á los
señores, y el coche que devia llevarse á su
querida Carlota , « Me perdopareís , me dixo
« esta al saludarme , de haveros liecho tomar
« la pena de subir , y de haver hecho aguar ,
a dar á esas señoras, Distraida en vestirme ,
« y en dar las disposiciones domesticas , que
« exige mi ausencia , habia olbidado dar de
« merendar á los muchachos , y estos na
« quieren que nadie , sino yo les corte el
« pan, » La respondi con un cumplimiento
WERTHER.
que nada significaba. Mi alma estaba abs
traida en contemplar su talle , su rostro , su
voz , sus modales ; y no pudé volver en mi ,
hasta que ella se fue corriendo á otro quarto
para tomar los guantes y el abanico. Los
muchachos me miraban de medio ojo, y á
una cierta distancia, yo me acerqué á el mas
joven , el qual tenia una fisonomia mrs in
teresante. El se retiraba huyendo de mi
quando Carlola que salía ya por la puerta ,
le dixó : « Luis, de la mano á tu primo.
Diomela entonces con la inayor franqueza ;
y aunque tenia las narices llenas de mocos
no pudé contenerme en abrazarle con la
mayor cordialidad. « Primo ? dixé a Carlota
presentandola el brazo , creeis que yo sea
& digno de la dicha de lograr vuestra alían . '
eza ? 0 , me respondió con una sonrisa ,
« maligna , nuestro parentesco es muy re
a moto , y sentiria en el alma que fueseís el
kmenos bueno de la familia. » Al salir, en
cargó á Sofia , níña de unos onze años y la
mayor de las hermanas que quedaban en la
casa , que tubíese buen cuidado de los niños., '
y saludase á su padre quando volviese de
paseo. Al mismo tiempo mandó a los mu
chachos , que obedecięsen á Sofia , coinbá
ella misma, lo que muchos prometieron
28 WERTHER :

expresamente; pero una rubilla algo pica


rilla , y que podia tener unos seis años , la
dixo. « Pero no es mi querida Carlota ; y
e nosotros querriamos mejor que fueses tu. >>
Los dos hermanos mayores havian trepado
detras del coche : y Carlota les permitió por
mi intercesion , que nos acompañasen hasta
la salida del bosque , haviendolos hecho
prometer antes que se tendrian bien firmes ,
y que no se pelearian el uno con el otro.
Apenas haviamos tenido tiempo de tomar
nuestros asientos las damas de hacerse los
cumplimientos de estilo , y de comunicarse
sus observaciones sobre los trages , y prin
cipalmente sobre sus sombrerillos , y enfin
de pasar en revista todas las personas que
devian componer el bayle, quando Carlota
mandó al cochero que parase é hizó baxar
á sus hermanos, los que la pidieron nueva
mente que les diese la mano á besar. El
primero se la besó con toda la ternura de un
joven de quinze años : y el otro lo hizo
con tanta viveza como alolondramiento . Leg
encargó otra vez que saludasen á los niños
que quedaban en la casa ; y luego seguimos
el camino .
« Haveis acabado , la dixó la tia , el libro
a que os presté ultimamente ? No , vi
WERTHER . 29
fanpoco me gusta , por lo que os lo volveré :
a el anterior no valia mucho mas. » Me
causó admiracion , quando haviendola pre
guntado que libros eran : me dixó que eran ....
Hallaba yo en quanto ella me hablaba un
gran talento ; nuevas gracias en cada palabra :
cada faccion de su rostro parecía lanzar, por
decirlo así , nuevos rayos de inteligencia ;
y yo fui observando insensiblemente que
ella se explicaba con tanto mas gusto , quanto
que veia bien que havia hallado en mi quien
la entendiese .
Quando yo era mas joven , dixó , nada
« gustaba mas que las novelas. Dios sabé
me
« quanto gusto tenía yo quando podía reti
« rarme el domingo , á algun rinconcito ,
« para participar con todo mi corazon de la
« dicha ó de la desgracia de alguna miss Jen
k ny. No digo por esto que este genero de
se literatura , no tenga áun algun atractivo
« para mi ;; pero , pues que pocas veces me
u sucede el poderme ocupar de la lectura de
a un libro , quiero á lo menos que sea de
u mi gusto. El autor que prefiero a los de
u mas , es aquel en quien hallo mi mundo ,
u mis niños , y cuyos pasages me parecen tan
« interesantes como los de mi vida domes
« lica , que no diré que sea un paraiso , pero
30 WERTHER .

« si una fuente de una dicha inexplicable


« para mi , »
Procuré ocultar la comocion que me cair
saban estas palabras : pero no pudé lograrlo
por mucho tiempo , pues quando la oi ha
blar , como de paso , y con tanta razon del
vicario de Wakefield y de muchas otras
novelas , entonces no pudé contenerme , y
dixé quanto era devido : solo , adverti algun
tiempo despues, quando Carlota dirigio la
palabra á las demas personas, que havian
estado estas con la boca abierta , sin tomar
parte en la conversacion. La tia me'miró
algunas veces con una sonrisa burlona, que
yo desprecié, mostrandó indiferencia.
Hablóse entonces sobre la diversion del
bayle. « Si esta pasion es un defecto , dixo
Carlota , confieso de buena fé , que no co
« nozco cosa que la sea superior. Quando
« tengo mi cabeza inquieta con algun nego
« ció , me acerco al clave , y aunque esté
destemplado , loco una contradanza y en
« tonces todo va bien. »
Con que complacencia , mientras ella ha
blaba , yo fixaba mi visla en sus dos hermo
sos y negros ojos ; con que encanto arreba
taban mi alma sus labios de rosa , SUS frescas
mexillas ! Enteramente distraido en coutem
WERTHER . 31

plar lo noble, lo magestuoso de su discurso,


me sucedía , a veces , no oir las palabras con
que se explicaba : tu puedes formarte una
idea cierta de todo esto , pues que me co
noces bien . Enfin , quando el coche paró de
lante de la casa del bayle, yo sali de el ,
todo distraido ; y en efecto estaba tan arre
batado en esta especie de mundo fantastico ,
que mi imaginacion formaba á mi rededor ,
eptire apenas hicé alto de la musica que salia
de la sala iluminada , y cuya harmonia se
extendia hasta bien lejos.frous
Los dos Audran , y un cierto .... ( pero
quien ha de poder retener todos los nombres )
que eran las parejas de la tia y de Carlota ,
nos recibieron a la puerta ; acompañaron á
sus damas , y yo subí con la mia .
Baylamos muchos minuetes ; yo baylé con
varias damas , y las mas torpes eran preci
samente las que tardaban mas en dar la mano ,
y acabar. Carlota y su cavallero comenzaron
una contradanza inglesa ; y figurate qual
seria mi alegria , quando la tocó el hacer la
figura conmigo. Es preciso verla baylar.
Bayla con todo su corazon , con toda su alma :
todo su cuerpo esta en una per fecta harmo
nia ; y se abandona de tal modo que nada
piensa , nada siente mas que el bayle , que
52 WERTHER .
es todo su objecto : y no hay duda en que los
demas deven desvanecerse á sus ojos.
Pedila para la segunda contradanza ; pero,
solo aceptó para la tercera , asegurandome
con la mas amable franqueza , que tendria
mucho gusto en ba ylar la alemanda , « Es
aqui costumbre, añadió , el que los caval,
« leros , no baylen la alemanda si no con su
u pareja : el mio la bayla muy mal, y me
# lo agradece quando le dispenso de esta
« obligacion : vuestra compañera , tampoco
« la sabe , ni se cuída de ello : y yo hé ob
& servado quando bay laban la ynglesa , que
& volteais muy bien. Si quereis, pues, bay
'« lar conmigo la alemanda , id á pedirme á
« mi cavallero , mientras que yo hablo á ,
« vuestra dama . » Acepté : y conveni en
que mientras que nosotros baylabamos jun
tos su cavallero haría la conversacion con
mi dama .
Se comenzó , y al principio nos entretu
bimos en juguetear haciendo diferentes pa
sos, y figuras. Que gracia , que agilidad , en
todos sus movimientos ! Quando llegamos
á la valze, y que comenzamos á dar vueltas,
los unos al rededor de los otros , coino si
fueramos unas esferas, huvó al principio
alguna confusion , porque la mayor, parle
WERTHER. 33

baylaba mal : pero nosotros fuimos pruden


tes , dexamos pasar todo el primer impelu ,
у desde que los que eran menos habiles liu
vieron abandonado el puesto , comenzamos
de nuevo, y continuamos con el mayor ar
dor , seguidos de otra pareja , que era Au
dran y su baylarina. Jamas he haylado con
mayor ligereza , y facilidad . Yo era mas
que hombre . Tener en mis brazos esta ama
ble criatura , volar con ella como una exha
lacion ; desaparecerse todo lo que me ro
deaba , de mi vista ; y .... Guillermo , para
hablarte con ingenuidad , juré en mi inle
rior , que jamas sufríria que una muger á
quien yo amase , y sobre la que yo tubiese
algun derecho , baylase este bayle con otro
que conmigo; y mas que yo huviese de morir
mil veces .... Ya me entiendes.
Dimos algunas vueltas en la sala para
tomar aliento ; y despues ella se sentó. Parti
los limones que yo mismo havia separado ,
quando se hacia el punch , y eran los unicos
qne quedaban : se los presente para que se
refrescase , y vi con gusto , que liavian pro
ducido un
muy buen efecto :: pero olra dama
que se hallaba alli cerca tomaba alguna vez
del plato , y aunque yo me veia obligado
por atencion , á presentarselo , me sentía
34 WERTHER .

atravesar el corazon con una puñal cada vez


que ella tomaba un pedazo.
En la tercera contradanza ynglesa , nos
tocó el estar en la segunda pareja. Quando
baxabamos haciendo la vuelta , y que trans
portado de alegria, yo parecia unicamente
animado por el movimiento de sus brazos
y de sus ojos , donde yo veia la expresion
del mas puro , del mas sensible placer , nos
hallamos delante de una muger , que aun
que ya no era joven , me havia llamado la
atencion por un cierto aire de ainabilad que
brillaba en todo su rostro. Miró á Carlota
riendo , la hizó una señal de amenaza , y
pronunció al paso el nombre de Alberto , en
tono de misterio. « Puedo sin ser temerario ,
* dixé á Carlota, preguntaros quien es Al
berto ? » Yba á responderme, pero huvi
mos de separarnos para formar la cadena
grande ; y quando llegamos á cruzarnos, me
parecío que estaba pensativa, « No hay mo
tivo de ocultarlo , me dixó tomandome la
mano para hacer el paseo : « Alberto es un
gracioso joven , á quien yo estoy prome
« tida . » Aunque esta noticia no era nueva
para mi , pues que las damas me lo havian
prevenido en el camino ; sin embargo me
hizó entonces el mismo efecto que si lo
WERTHER . 35

fuese , porque enteramente ocupado en un


objeto que en tan poco tiempo me havia
agradado tanto , no havia vuelto a pensar en
ello. En una palabra , yo me turbé , me
aluciné ,'erre la figura y trastorné el bayle.
Fue necesaria toda la presencia de espiritu
de Carlota , para coordinar nuevamente la
contradanza.
Aun 'no se havia acabado el bayle, quando
Jos relampagos , que havia tiempo veiamos
brillar sobre el horizonte , y que siempre
yo havia sostenido que eran rafagas de ca
lor, comenzaron á hacerse mas fuertes , y
el estampido del trueno á apagar el ruido de
la musica . Tres señoras abandonaron la con
tradanza : siguieronlas sus cavalleros ; la
confusion se hizó general, y la musica cesố
de todo punto . Es cosa muy natural que
quando una desgracia , ó un suceso espan
tòso 'nos sorprende en medio de los place
res , que haga en nosotros una impresion
mas fuerte , que en qualquiera otra circuns
tancia ; sea por el contraste que resulta , sea
áun mas , porque nuestros sentidos, que en
tonces estan abiertos, por decirlo asi , á la
sensibilidad , estan tambien mas prontos á
recivir todas la vivas y repentinas sensacio
Des. A esta causa atribuyo yo , los extraños
56 WER THER ,
gestos , qué vi hacer entonces á la niyor
parte de las señoras. La mas prudente se
escondío en un rincon , con las espaldas,
vueltas acia la ventana , y las orejas tapadas :
otra se arrodilló delante de ella , y cubrió
su cara en su regazo : la tercera se metió
entre las dos, y abrazaba , á sus hermanas ,
llorando . Algunas otras señoras querian re
tirarse : pero otras que no sabian lo que se
bacian , no havian siquiera conservado la
presencia de espiritù necesaria para reprimir
la audacia de los ansiosos jovenes , que se
mostraban ocupados en robar de los labios
de las bellas afligidas, las suplicas que diri .
gian al cielo . Algunos señores de la compa
ñia havian ido á una sala baja á fumar la
pípa , y las demas personas de la sociedad ,
no se havian áun alexado mucho , quando
por fortuna, se le ocurrió á el ama de la
casa , el enseñarnos una pieza cuyas ventanas
tenian postigos y cortinas. Apenas haviamos
Centrado en esta nueva sala , quando Carlota
comenzó á colocar sillas al rededor ; hizo
sentar a la compañia , y propusó un juego.
Todos se preparaban á un juego de pren
das , ó de risa , y los vi morderse los labios ,
y estirarse, para estar prontos. Jugaremos
á contar , dixó Carlota. Escuchad bien,« Yo
WERTHER, 37
« daré vueltas al circo yendo de derecha á
«
izquierda , mientras que vosotros contareis
K desde uno hasta mil , nombrando cada uno
a el numero que le corresponde : pero deve
« de ir muy de priesa ; y el que titubée ó
a se equivoque, recivira up bofeton. » La
cosa fue realmente chistosa . Comenzó a dar
vueltas con el brazo extendido. El primero
por quien ella comenzó , contó uno , el se
gundo , dos, el otro tres , y así los demas :
pero ella iba cada vez dando la vuelta mas
de priesa. Uno se equivoca : pafl un bofe
ton . Su vecino , comienza á reir : pall otroz
y Carlota corriendo siempre. Yo recibí dos
bofetones , y creí , con el mayor gusto , ha
ver advertido que me los aplicaba mas fuer
tes que a los demas. Una carcajada general
dió fin al juego , antes de que se huviese
acabado de contar hasta mil. Las personas,
que tenian mas intimidad se retiraron , á
hacer una conversacion particular. La lem ,
pestad havia cesado ya , y yo segni á Car
Jota que pasó á la otra sala , y me dixó de
camino. « Los bofetones les han hecho olbí
« dar la tempestad , y todo lo demas. » No
pudé responderla nada . « Yo era , añadió ,
« una de las mas inedrosas : pero como tenia
« .que fingir animo, para darlo á los demas ,
33 WERTHER .
« me volvi mas atrevida . » Nos acercamos
á la ventana ; los truenos resonaban á lo le
jos ; una abundante lluvia se deshacia en
arroyos sobre los campos , formando un
agradable murmullo : la tierra exhalaba un
perfume vivificante, que el ayre, enrarecido
con el calor, nos lo embiaba á ráfagas. Car
lota estaba apoyada sobre sus codos : sus
miradas penetraban todo aquel recinto : le
vantó los ojos al cielo , y luego los dexó caer
sobre mi cubiertos de lagrimas : pusó una
mano sobre la mia , diciendo : « Klopstock !
Sentimè abismado en las innuinerables sen
saciones que ella produxó eniıni, con solo
pronunciar ëste'nombre. Sin poderme resistir
me dejé caer sobre su mano , derramando
lagrimas tiernas de placer. Levanté mis ojos
para mirar los suyos.... O sublime autor ,
esta sola mirada , que tu devias haver visto ,
hace tu apothéosis ! Pueda yo mismo no
volver á oir pronunciar tu nombre tantas
veces profanado.
WERTHER . 39

indcrima )
CARTA X I.

19 de junio .

No me acuerdo á donde quedé ultima


mente con mi relacion : lo que yo sé es que
ya eran las dos de la noche , quando me
acosté , y que si en lugar de escribirte , hu
viese podido hablarte , tal vez te huviera en
tretenido hasta el amanecer .
No te hé contado áun lo que pasó de
que volvimos del bayle , ni tampoco lo haré
ahora , porque hoy no me siento dispuesto
para ello .
Hacia la mas bella mañana del universo ;;
el agua caia gota á gota de los arboles , toda
la naturaleza parecia revivir , á nuestro re
dedor. Las damas comeuza ban á dormirse.
Carlota me dixó « que si yo queria hacer
a lo mismo 110 lo dexase por ella . Mientras
« yo vea , ( la respondimirandola fixamente )
« esos ojos abiertos , no hay miedo en que
« yo me duerma .. » En efecto , los dos resis
timos muy bien al sueño hasta llegar á su
puerta . La criada abrió con el mayor tiento ;
preguntó Carlota al instante por su padre y
40 WERTHÉR .

hermanos, y la respondío que dormian con


el mayor sosiego. Despedime de ella , y la
aseguré que en aquel mismo dia volveria á
verla. Asi "lo hé hecho : y desde este ins
tante el sol, la luna , y las estrellas pueden
recorrer tranquilamente sus orbitas , sin que
yo sepa si es de dia ú es de noche : todo
el mundo se desvanece á mis ojos.

Geodecima:
CARTA XII.

21 de junio.

Paso unos dias 'tan felices como los que


Dios reserva á sus escogidos : y sucedame
lo que me suceda , no podré decir que no
he gozado de los placeres, si , de los pla
ceres mas puros de la vida . Tu conoces mi
soledad de Wahlheim : en ella me hé fixado
enteramente , desde alli no tengo que andar
mas que media legua para pasar á la casa
Carlota ; donde gozo de toda mi existencia
de toda la felicitad , que el hombre puede
gozar.
Huvierá yo podido imaginarme que el
retiro de Wahlheim que yo havia escogido
por límites de mi paseo , estubiese situado
WERTHER.
lan cerca del cielo ! Quulas veces en mis
largos paseos , ya á la cima de la montaña ,
ya á lo hondo del valle , quando extendia
mis miradas mas allá del río , no hé consi
derado, esta caseria , que forma ahora el
centro de todos mis deseos !
Miamado Guillermo , yo he hecho todas
las reflexiones posibles sobre el deseo del
hombre de extenderse fuera de sí mismo ,
de hacer nuevos descubrimientos, de trans
portarse á donde no se halla ; y por otro
lado sobre esta inclinacion exterior á dexarse
voluntariamente prescribir de limites , á se
guir maquinalmente la rutina , sin cuidar de
lo que pasa á derecha ó á izquierda.
Es cosa que realmente me causa admira
cion , el acordarme que quando viué aqui ,
y que desde la colina contemplaba ese her
moso valle , me sentia atraido por todas
partes. Allí , el bosque : porque no me es
dado mezclar mị sombra con la suya ! Mas
allá la cima del monte ; ó ! porque no me
es posible descubrir desde allí toda la vasta
extension del pays ! Por otra parte , una
cordillera de colinas, se paradas entre sí , con
solitarios valles : que gozo , el poderme ex
tender por ellos ? Yba volando : me volvia
atras , sin haver hallado lo que esperaba.
42 WERTHER.
Ab ! lo mismo sucede con lo que está lejos
que con el tiempo venidero.
de nosotrosi, que
Un gran todo vago y tenebroso reposa dex
lante de nuestra alıne : la idea viela , y se
extravia como nuestra vista : ardemos en
deseos de trasladar allí lodo nuestro ser ,
para que se embriague en las delicias de una
sola sensacion grande y magnifica. Pero ah !
despres que hemos hecho los mayores es
fuerzos para llegar,desde que el tiempo ve?
nidéro se liace presente', todo es como era
antes ; permanecemos en nuestra miseria ;
estamos encerrados en el mismo circulo , y
en vano nuestra alma suspira por la dicha
que acaba de escaparsela. 1

Del mismo modo , tal vez , el hombre


inquieto y vagamundo suspira enfin , por su
patria , y hallá en sus hogares, á el lado de
su esposa , en medio de sus hijos , y de los
cuidados que exige su conservacion , este
dulce contentamiento del alma, que en vano
buscó por toda la tierra .
Quando al salir el sol , yo me pongo en
camino para ir á miamada soledad de Wah
lheim , y que en llegando al jardin de mi
huespeda , me entretengo en cogermis gui-Kowale
santes, y me siento para quitarles los hilos ,
mientras leo á Homero ; quando tomo una
WERTHER . 43
Benim
olla en la cocina , corlo la manleca , pongo
mis guisantes al fuego , los tapo , y megüIuritou
siento al lado para menearlos de quando en
quando, entonces me represento con la mayor
viveza , como los feroces y orgullosos aman
tes de Penelope podián ocuparse ellos mis
mos en matar , desquartizar , y asar los
bue yes y los cerdos. No hay cosa alguna
que me llene de ideas mas tranquilas , y
mas verdaderas , que estos rasgos de la vida
patriarcal, los que gracias al cielo , puedes
mezclar sín afectacion , en mí melodo de
vida .
Quan contento estoy en tener un corazon
capaz de gozar de la inocente y sensible
alegria del hombre que sirve á su mesa la
col que el mismo ha cultivado , y que no
solamente goza del placer de comer su col ,
si tambien de acordarse en aquel instante
de los hermosos dias que ha pasado en cul
tivarla , la bella mañanita en que la planto ,
Jas suaves tardes en que la regó , y en que
tubo la satisfaccion de observar como me
draba haciendose cada vez mayor.
WERTHER .

Decima) tercia
CARTA XIII,

29 de junio.

ELmedico de la ciudad vinó antes deayer ,


á casa del bally , y me hallo hechado en el
suelo enmedio de los niños de Carlota , de
los quales , los unos marchaban en quatro
pies sobre mi , los otros me pellizcaban , y
yo les hacia cosquillas , formando de este
modo todos juntos un gran ruido. El doctor,
especie de manequin dogmatico ; y el qual
mientras hablaba , arreglaba sus vuelos y su
guírindola , halló que este juguete degradaba
la dignidad de un hombre sabio . Conocilo
en su gesto. Sin trastornarme en nada , le
dexé decir las cosas mas juiciosas, ocupan .
dome mientras tanto en componer un castil
lejo de naypes que los muchachos acababan
de derrivar : el doctor no dexó de ir a charlar
por la ciudad , que Werther acababa de he-.
char á perder á los hijos del bally que es
taban ya bastante mal criados .
Si , querido Guillermo, los niños son de
todo lo que hay sobre la tierra , lo que mas
interesa á mi corazon. Quando los contem
WERTHER . 45
plo , y que veo en estos pequeños entes la
semilla de todas las virtudes , de todas las
fuerzas que algun dia les seran necesarias :
quando veo en su terquedad , su constancia
futura , y la firmeza de su caracter ; en su
petulancia, la alegria de corazon , el atolon
dramiento con que despues se escabulliran
por entre todos los peligros de este mundo :
quando veo , vuelvo á repetir , todas estas
semillas tan interas, tan libres de corrupcion ,
repito sin cesar estas palabras del gran maes
tro de los hombres : Si no os haceis seme
jantes á uno de ellos. Y sin embargo , no
sotros tratamos como esclavos, á estos niños
que son puestos semejantes , y que deveria
mos tomar por modelos. No deven tener
yoluntad propia . Pero nosotros no tenemos
una ? Y qual es nuestra prerrogativa ? Poré
que somos de mas edad y mas sabios ? : 0
Dios eterno ! tu ves niños viejos , niños jo
yenes, y nada mas : y tu hijo nos ha hecho
conocer muy bien , quienes son aquellos que
tu prefieres. Pero , ah! ellos creen en el,
yino le escuchian :esta es tambien una vere
dad . bien antigua. Modelan sus hijos, sobre
sí mismo, yli. Adios Guillermo, no quiero
extenderme mas en este materia .
HER
46 WERT .

rad
3 recione quiserta
CARTA XIV.
1 de julio.
7

Mi corazon , que sufre mas que aquel que


se consume sobre su lecho , devorado por
una ardiente sed , conoce quau util deveser
Carlota para un enfermo.
Esta va ahora á pasar algunos dias á la
ciudad , á asistir á una señora , que segun el
fallo de los medicos, toca ya al termino de
su carrera ,y la que quiere tener á su lado
á Carlota para que la asista en sus ultimos
instantes. La semana pasada estubimos á
visitar aloura de S ,... pueblo pequeño ,
situado entre las montañas,) á una media.
legua delaqui.Serián las quatroquando lle
gamos: Carlota traía consigo á ! su hermana
segunda.! Al . entrar en el patio de la casa ;
a quieti bacian sombra dos grandes nogales,
hallamos al buen auciano sentado en un
escaſo , delante de su puerta . Parecio reani
marse á la vista de Carlotaz olbida su blasba
lon , y se arriesgó lá salirá recibirla. Carlotà
fue corriendo acia ebideuobligó á sentarse ,
tomando ella asiento á su lado. Saludóle de
Beledy
WERTHER . 47
Priser
parte de su padre , y besó á su muñeco de
hijo , niño mimado , y muy cochino. Si hu
vieras visto como ella divertía al buen hom
bre , como ella levantaba su voz para que
aquel hombre que estaba medio sordo pu
diese oirla ; como ella le hablaba de varios
jovenes robustos que havian muerto de re
pente, de la excelencia de Carlesbad ; como
ella aprovaba su resolucion de ir para el
yeranodelañosiguiente : y enfin.como ella
advertia que tenía uu rostro mas fresco , y
un ayre mas vivo que la ultiina vez que se
havian visto. Mientras tanto yo havia cum ,
plimentado a la muger del cura . El anciano
comenzaba á alegrarse ; y cong bo pudé
çontenermeen alabar los dos hermosos no ,
gales que hacian , con su ojarasca, una som
bra tan agradable emprendió saunque con
algun trabajo, el contarnos su historia.k., No,
o sabemos quien laa, planlado ese masviejos
« upos dicen que este cura, otrosque el otro.
ų Pero este mas joven es de la edad de mi
« muger , á el octubre que viele , tendrá
« cinquenta años. Su padre lo plantó por la
4 manaſią , y ella nació en la noche de aquel,
u mismodia . Fué mi predecesor ed este cum
ự ralo , y no podré pinlaros quanto queria di
« este árbol.No le quiero yo menos : hące
48 WERTHER .
« veinte y siete años que yo viné aqui por la
« primera vez , quando no era áun mas que
a un pobre estudiante ; la que ahora es mi
& muger estaba entonces haciendo punto ',
« sentada sobre un madero debajo del nogal. »
Carlota le preguntó, que adonde estaba su
hija. La dixó que lravia ido con M. Schmidt
al llano á ver los trabajadores ; y luego , si
guió su discurso , diciendonos como su an
tecesor y su hija , le havian-tomado amistad ,
comohavia sido primero su teniente , y deg
pues su sucesor. Apenas havia acabado su
discurso quando vimos venirporenmedio del
jardin á su hija, acompañada de M. Schmidt:
recibió a Carlotacon el cariñomas tierno ; zard
y devo confesar que no me desagradó su
figura . Es pues de un morenito alegre, bien
hecha , y que podria haver gustar de la vida
del campo , á qualquiera joven . Su amante
( pues como tal se presentó a primera vista
M. Schmidt ) és un joven de buen exterior,
pero taciturno , y el qual no quisó tomar
parte en la conversacion aunque Carlota no
cesaba de incitarle á ello . Lo que mas me
enfadó fue que advertí en su tono , que no
era por falta de talento que dexaba de co
municarse , sino por capricho , y mal humor.
Por desgracia tubé bien pronto ocasion de
WERT HER . 49
asegurarme; pues como la señorita Federica
acompañaba á Carlota , al paseo , y de con
siguiente se hallaba algunas veces a mi lado ,
la cara del buen señor que era naturalmente
morena , se puso enteramente tectrica , y
tanto que ya era tiempo de que Carlota
me tirase de la manga , y me hiciese señas
de ser menos galan con Federica. No hay
cosa que me cause mas pena que el ver á los
hombres atormentarse unos á otros ; y sobre
todo quando los jovenes en la flor de su
edad , entonces que su corazon podria abrirse
facilmente á todas las impresiones del pla
cer , pierden en tonterias los rpocos dias bue- Ofenfait
nos de que tienen que goza , sin adver tir
hasta muy tarde que esta prodigalidad es
irreparable. Esta idea me atormentaba : y
quando á la noche volvimos á la casa , y
nos sentamos á cenar un poco de leche á
una mesa , y que la conversacion cayó sobre
las penas y los placeres de este mundo , no
pudé menos de aprovecharme de la ocasion ,
y de hablar , de abundancia de corazon
contra el mal humor. Nosotros los hombres ,
dixé yo , nos quejamos de que hay tan po
cos dias buenos , contra tantos malos ; y me
parece que las mas de la veces nos queja- ,
mos sin razon , Si nuestro corazon estubiera
3
-50 WERTHER .
siempre dispuesto á gozar el bien que Dios
nos prepara para cada dia , tendriamos tam
bien bastante fuerza para soportar el mal,
quando se presenta. Nuestro corazon ne
depende enteramente de nosotros, dixó la
muger del cura : quantas cosas que no de
penden del cuerpo ! Todo nos causa fastidio , 1

quando no estamos bien. Convengo en ello ,


repliqué yo ; pero devemos mirar el mal
humor como una enfermedad , y ver si no
havrá algun remedio para curarla . No
a es mal pensado eso , dixó Carlota : yo
« creo que nosotros podemos mucho, y lo sé
« por mi misma. Quando alguna cosa me
« inquieta y comienza á ponerme triste, doi
Oprunge un brinco , me paseo de un lado al otro
« del jardin , cantando un par de contra
« danza , y á dios la pena. - Esto queria
« yo decir , añadí al instante. Sucede con el
« mal humor , lo que con la pereza. Hay
« una suerte de pereza á la qual es muy
« propensa nuestra naturaleza ; pero si lle
agamos enfin á animarnos á nosotros mis
a mos , trabajamos con el mayor animo , y
hallamos un placer verdadero en la acti
« vidad. Federica estaba muy atenta ; y el
joven Scmidi replicó , que no eramos
ce siempre dueños de nosotros , y que no era
WERTHER . 51

« facil el mandar á sus pasiones. Se trata


« aqui , dixó yo , de una sensacion desagra
« dable de la qual todos procuran librarse :
у nadie conoce la extension de sus fuer
« zas si no las ha experimentado. Es cosa
a cierta que un enfermo buscará por todas
e partes á los medicos ; que les escuchará
« con la mayor resignacion , y no se rehu
& sará á tomar las medicinas mas amargas ,
* para recobrar la salud que desea. Adverti
ce que el buen anciano aplicaba el oido, pro
« curando participar de nuestra conversa
« cion , y entonces levanté la voz , y conti
« nué diciendo. Se predica contra muchos
« vicios, pero jamas he oido predicar con
& tra el mal humor. Pero esto solo devery
« hacerlo , replicó el cura , los parrocos de
« las ciudades ; pues los aldeanos no tienen
« jamas mal humor. Sin embargo , estos
« sermones no seriar aqui enteramente inu
te tiles : á lo menos seria una buena leccion
« para su muger , y para el bally. » Todos
reimos de esta expresion , y el tambien rió
de todas veras , y tanto que le dió una tos
que interronpio la conversacion por algunos
ininutos : y despues el joven replicó en
estos terminos . « Quando haveis llamado á
« el mal humor , un vicio ; me parece que
52 WERTHER .

u haveis exagerado. Nada de eso , 'respondi


w.yo , si se deve dar este nombre á todo lo
CG
que daña á nuestro proximo , y á nosotros
a mismos. No basta con que estemos en la
imposibilidad de hacernos mutuamente
« felices ? Es tambien preciso que nos qui
a temos , unos á otros el placer que cada
a corazon puede procurarse áun á si propio ?
« Nombradme un hombre atrabilario que
« tenga bastante animo para ocultar su mal
« humor , y soportarlo solo , para no turbar
« la alegria que le cerca. No es mas bien ,
« un despecho interior de nuestra propia inu
k tilidad, un descontento de nosotros mismos,
« á el qual se juntä siempre un poco de en
« vidia excitada por una sin
« .Vemos hombres felices ,
vanidadnosotros
tonta ?dfisrigt
que
« les hagamos tales ; y esto es insoportable
u para nuestro amor propio, » Carlota me
miró riendose de la vehemencia con que yo
hablaba ; y algunas lagrimas que observé en
los ojos de Federica me animaron á conti
nuar. « Ynfelices de aquellos que abusan
« del poder que tienen sobre un corazon ,
« para robarle los placeres sencillos que mindre
« brotan en el ! Todos los dones , todas las
&
complacencias posibles no nos recompen
« san de un instante de placer , de que hu
WERTHER . 53

« vieramos gozado en nosotros mismos, y


« el que la envidia y la fantastica conducta
* de nuestro tirano , han llenado de amar -oüdsüti
« gura, » Mi corazon estaba lleno de pasion
en este instante : mil ideas se apresuraban (:-broris
en mialma, mis ojos se cubrian de lagrimas.
« Quien es aquel que se dirá cada dia :
« Tu no tienes mas poder sobre tus amigos
* que el de dexarlos su alegria ‫و‬, y de aumen
« tar su felicidad , dividiendola con ellos.
Quando su alma se halla despedazada por
« una pasion que la aflige, atormentada por
u el dolor, puedes procurarla el mas minimo
# consuelo ? efnedite
« Y quando la ultima , la espantosa en
« fermedad destruye á esa criatura á quien
a tu has mortificado tanto en el seno de sus
« dias felices ; quando recostada en su lecho ,
« se ve en el mas triste abatimiento , que
« levanta á el cielo , suis ojos quasi privados
« de sensacion , que el sudor de la muerte
« parece y desparece alternativamente sobre
« su rostro , y que tu , que estas enpie cerca
« de su lecho te despedazas , y sientes con
« lamayor pena que nada puedes, con todo
< tu poder , que tu alma se ahoga , y se sich
« atormenta , que todo lo darias por poder
« fortificar á esta criatura que toca ya á su .
54 WERTHER .
« fin , ó inspirarla una chispa de valor....
Estas palabras me hicieron acordar con la
mayor fuerza de un suceso en todo seme
jante y á el qual yo havia estado presente.
Cubri mis ojos con el pañuelo , me retiré
de la compañia , y solo volví en mi, quando
oi la voz de Carlota , que me decía que nos
marchasemos. Como ella me regaſio por el
camino sobre el interes demasiado vivo ,
que yo tomaba en todo , y del qual deciá ,
que yo seria la victima, por lo que deviá
retenerme. O angel del cielo ! es menester
que yo viva , porque que tu lo quieres.

Jecimaquinta
CARTA X V.

6 de julio,

CARLOTA esta siempre al lado de su


moribunda amiga, siempre la misma, siem ,
pre esta criatura afable y benefica , cuyas
miradas á qualquiera parte que se extieu
dan , dulcifican el dolor , y hacen felices á
las personas. Ayer tarde fué á paseo con
Mariana , y la pequeñita Amelia. Yo lo
sabía , procuré encontrarla , y fuimos juntos.
Depues de haver andado como una hora
WERTHER . 55

y media , volvimos , acia el pueblo , y fui


mos á la fuente , que sabes que me gusta
tanto , y que me ha gustado áun mas quando
he visto á Carlota sentarse sobre el pequeño
muro . Miré á mi rededor , me acordé del snyrting
tiempo en què mi corazon se hallaba ente
ramente solo. « Fuente querida , dixe yo ,
« quanto tiempo ha que no vengo a descan
« sar á tu orilla , y á gozar de tu frescura ;
si paso de priesa á lu lado , y muchas veces
« me sucede et no' mirarte siquiera. » Miré
acia baxo , y vi á Amelia que subia con
filo mucha apresuracion con un vaso de agua en
la mano. Miré á Carlota , y me serepresentó
quanto poseía yo con ella . Ameua llegó
en esto , con su vaso. Mariana queria qui
tarselo . « No , exclamó esta niña con la mas
zündlag « tierna expresion, mi querida Carlota, tu
« has de beber la primera. » Arrebatome
tanto la viveza , la bondad de esta exclama
cion , que yo no hallé otro medio de expre
sarla mi transporte, que tomandola en mis
brazos y besandola con la mayor viveza ,
por lo que ella comenzó a llorar y á gritar.
« Es muy mal hecho , » me dixó Carlota .
Yo estaba sobre cogido. « Ven , añadió ella
tomandola de la mano , y haciendola baxar
las escaleras; « lavate pronto en esa agua
56 WERTHER .

« fresca, pronto , y no te sucederá nada. )


Con que atencion miré yo a la pobre cria
tura frotarse las megillas, con sus manecitasbirch
mojadas , en la firme creencia que esta mi.
lagrosa fuente lavaba toda mancha , y la
quitaba la afrenta de haver sido tocada por
una barba impura ! Como Carlota la decia :
* Basta ! » y como ella seguia lavandose de
priesa , como si valiese mejor hacerlo mas
que menos veces ! . Te lo diré , Guillermo?
jamas he asistido á un bautismo con mas
respeto ; y quando Carlota subió , me havria
prosternado de buena gana á sus pies , como
á los de un profeta que viene á expiar las
iniquidades de un pueblo.
Por la noche no pudé menos , en la ale
gria de mi corazon , de contar esta aventura
á uno que yo suponia tendria talento porque
tenia viveza de espiritu : pero quan equi-imone
vocado estaba yo I Me dixó que Carlota ha
via hecho mal ; que no se devia hacer creer
nadą á los muchachos ; pues esto daba lugar
á una infinidad de errores , y supersticiones ;
que era menester acostumbrar á los niños
desde el principio , á precaverse contra las
preocupaciones. Acordemé entonces que solo
hacia ocho dias que el havia. hecho bauti
zar á uno de sus hijos, y no insisli mas :
WERTHER . 57
pero yo permanecí fiel á esta verdad , en el
fondo de mi corazon . Devemos obrar con
los niſios , como Dios obra con nosotros :
hace consistir nuestra mayor felicidad en
dexarnos vagar titubeando en opiniones li
songeras.

Decina sexta
CARTA X V I.

8 de julio.

QuUAN niños somos ! Porque el suspirar


con tanto ardor por una mirada ? Haviamos
ido á Wahlheim : las señoras salieron en
coche : y mientras nuestro paseo , yo crei
ver en los ojos negros de Carlota .... Soy
un loco : perdonamelo . Devias haver visto
estos ojos ! Seré corto , porque mis parpa -
dos estan cargados de sueño. Las señoras
entraron en el coche , á cuyo lado estabamos
W ... , Selstad , Audran , y yo. Hablaron
por la portezuela con todos estos señores ,
que son bastante ligeros y atolondrados. Yo
buscaba los ojos de Carlola , que miraban
ya á un lado , ya á otro. Pero á mi , á mi
que estaba enteramente ocupado de ella , á
mi , no me miraban ! Pasó el coche, y vi
3*
58 WERTHER .

las lagrimas correr. Seguila con los ojos : vi


su peynado que se distinguia por la porte
zuela : y ella volvió á mirar , ah ! diré á
mi ? Amigo mio , floto , vago en esta incer
tidumbre. Esto me consuela . Tal vez se
volvió para verme. Tal vez .... Buenas no
ches. Oh ! quan niño soy !

Decima) septima
CARTA XVII.
1o de julio .
alberw
QUERRIA que vieses la tonta figura que
yo hago , quando se llega á hablar de ella
en la sociedad , y sobre todo quando me
preguntan si me gusta .... Me gusta ! Esta
palabra me desagrada de muerte. Quien será
el hombre que no gustará de Carlota , que
multicell no se llenará sus sentidos , sus facultades de
la idea de este muger !.Gusta !Uno me pre
guntaba ultimamente si Ossian me gustaba.

7
WERTHER . 59

Perima octava
CARTA XVIII.

II de julio.

La señora M .... esta muy mala. Deseo


que viva , porque padezco con Carlota. Rara
vez la veo en casa de miamiga ; y ella me
ha contado hoy mismo una aventura que
sorprende. El señor M.... es un viejo ro
ñoso que ha atormentado muy bien á su
muger , cortandola las alas bien á raiz. Sin
embargo , esta ha sabido siempre ingeniarse.
Haviendola dias ha declarado elmedico que
no podía salir de esta enfermedad , hizó
venir á su marido , y le habló en estos ter
minos delante de Carlota. « Es necesario
a que te confiese una cosa que despues de
« mi muerte podria ser un motivo de in
quietud y de pena. Hasta ahora lié gover
« nado la casa con todo el orden'y económia
« que me ha sido posible pero te devo pedir
« perdon ', pues que te he engañado treinta
« años seguidos. Desde el principio de tu
« casamiento - tu no fixastes mas" que una
Aufen « suma muy corta , para los gastos de mesa
y demas de la casa . Nuestros gastos se
co WERTHER .
* han aumentado , y jamas he podido lograr
CC
contigo , que aumentasés la suma que me
« dabas para cada semana de modo, que en
u el tiempo de nuestras mayores gastos , exi
gias que no pasasen de un florin diario.
« He obedecido sin replicar ; pero ha sido
« tomando cada semana lo que faltaba para
« cubrir mis gastos del cofre de la moneda ,
a bien cierta en que jamas se sospecharia
« que una muger robase á su marido. Nada
« he malgastado ; y sobre esto huviera pa
« sado sin escrupulo alguno á la eternidad ,
« Si te lo declaro es solo porque aquella
« que nie suceda en el govierno de la casa ,
« no podra sostener seguramente el gasto
« con lo poco que tu das , y yo no quiero
« que tu te veas obligado á hecharla conti
« nuamente en cara , que tu primera muger
« se contentaba con ello. »
Carlota y yo hemos reflexionado sobre
esta increyble ceguedad , que hace que un
hombre no sospeche manejo alguno en una
,muger que hace cara á todos los gastos con
seis florines , quando ve por tres veces mas
de gasto. Sin embargo , yo he conocido al
gunas personas que os havrian sostenido , sin
causarles admiracion , que poseían el ina
gotable cantaro de azeyte del profeta.
WERTHER. 61

Cecina nona

CARTA XIX.
13 de julio.

No , yo no me engaño . Leo en sus ojos el


interes que toma por mi persona , y por mi
suerte. Si conozco , y en esto yo devo fiar
me á mi corazon , que ella.... Meatreveré sodorisaya
á proferir esta palabra que es para mi de
Glüet una dicha celestial ? Conozco que ella me
ama .

Es una temeridad , ó un sentimiento in


timo de la realidad ? No conozco hombre
alguno de quien pueda temer que me robe
el corazon de Carlota ; y sin embargo , quando
ella habla de su futuro esposo con todo el
calor , todo el amor posible , me hallo en la
situacion de un hombre á quien degradan de
la nobleza , despojan de sus empleos , y
obligan á entregar su espada .
62 WERTHER

vigesina
CARTA X X.

16 de julio .

A. ! que sensacion tan deliciosa corre por


todos mis venas , quando mi dedo toca , por
casualidad al suyo , quando nuestros pies se
tropiezan por debaxo de la mesa ! Los aparto
como si fuera de un fuego , y una fuerza
secreta me acerca á pesar mio , tal es el gran
delirio que se apodera de todos mis sentidos !
Ah ! su inocencia , la libertad de su alma ,
>

no la permiten imaginar siquiera los tor


mentos que estas ligeras familiaridades, me
causan , sobre todo quando en la conversa
cion , pone su mano sobre la mia , y que en
el interes que toma en ella , se acerca tanto
á mi, que el celestial aliento de su boca ,
llega hastà mis labios. Me parece que voy
á ser anonadado , como un hombre herido
del rayo. Y Guillermo , esta felicidad ce
leste , esta confianza , si alguna vez yo me
rentreifh atrevo . Tu me entiendes. No , mi cora
zon no es tan corrompido. El debil , bastante
debil .... Pero , no es esto ser corrompido ?
Ella es sagrada para mi. Todos los deseos
WERTHER . 63

se desvanecen en su presencia. Jamas se en


que estadome hallo , quando estoy á su lado ;
es lo mismo que si mi alma se deshiciese
en todos mis nervios. Hay una tocata que
ella executa con el clave con toda la energia
main fores de un angel :és tan sencilla, tan llena de
expresion ! Es su tocata favorita ;y con solo
que ella execute la primera nota , disipa
todas mis penas , todas mis aflicciones , todas
mis inquietudes.
Me penetra de tal modo , esta sencilla to .
cata, que no me parece contrario á la vero
similitud nada de quando nos refieren acerca
de la musica de los antiguos. Como ella sabe
executarla en aquellos instantes en que yo
seria capaz de rompermela caveza ! Enton
ces se disipa la turbacion , las tinieblas de
mi alma, y respiro con mas libertad.

vigesima) primera
CARTA X X I.

18 de julio .

GUILLERMO , sin el amor , que es el


mundo para nuestro corazon ? Lo que una lin
terna magica sin luz. Apenas introduces la luz,
quaudo las imagines que ella representa , com
64 WERTHER .
mienzan á pintarse sobre la pared. Y aunque
en el amor no haya mas que estas fantasmas,
que pasan rapidamente , hacen sin embargo
nuestra dicha , quando estamos delante como
unos niños , y que nos sentimos arrebatados, iu yropiga
transportados a la vista de estas maravillosas
ilusiones. Hoy no he podido ir á casa de
Carlota , unas personas, á las que no he
podido rehusarme , me lo han impedido.
Que haria pues ? He embiado á mi criado
solo par tener conmigo , alguno que huviese
estado hoy á su lado. Con quanta impacien
cia le he aguardado ! Con que alegria le he
vuelto á ver ! De buena gana , lehuvierátu
cogido la cara y besadola , si la verguenza
no me huvierá retenido .
Cuentan que la piedra de Bononia , quando
la dexan al sol , atrahe acia si sus rayos , y
puede luego alumbrar parte de la poche ; lo
mismo me sucedia á mi con aquel joven :
la idea de que los ojos de Carlota se havrian
detenido á mirar su cara ,sus megillas, los pechou
botones , y el cuello de su casaca hacia todo
esto tan sagrado , tan precioso para mi , que
en aquel instante no huviera yo dado el
criado , por mil escudos. Me alegraba tanto
de estar con el ! ... Dios te guarde de reir !
Guillermo puede llamar á todas estas cosas
WERTHER . 65
förift.
locas ilusiones , quando yo experimento
tanta alegria ?

vigesima segunda
CARTA X XII .

19 de julio .

Yo la veré ! exclamé por la mañana, quando


al dispertarme con toda la serenidad de mi
alma, extendí mis miradas acia el sol : yo
la veré ! Y no me queda mas deseo que
este para todo lo restante del dia. Todo se
confunde en esta perspectiva .

viges ma tercera
CARTA XXII I.

20 de julio .

Tu opinion de que devo marchar con el


embajador de ***, no es áun la mia . Yo no
gusto depender de nadie : y todos sabemos
que este hombre es bastante desagradable.
Dices que mi madre querria verme em
pleado : esto nie hace reir . No tengo ya
bastante ocupacion ? Y en la realidad , no
es lo mismo que yo cuente guisantes , que
66 WERTHER .
lentejas ? Todas las cosas de este mundo
vienen a parar en niñerias ; y el que por dar
gusto á los demas , y no por seguir su pro
pia inclinacion , se inquieta por el dinero ,
por los honores , ó por qualquiera otra cosa ,
es siempre un loco.
Wor recond
vigesima quarta
CARTA XXIV.

24 de julio.

Pues que tomas tanto interés en que no


descuide el dibujo , será mejor que calle que
decirte que de mucho tiempo á esta parte
no hago nada de provecho.
Jamas he sido mas feliz ; jamas me he
sentido más intima, mas fuertemente pene
trado del espectaculo de la naturaleza ; hasta
un guijarro , una yerbecita , y sin embargo....
No se como explicarme : mi imaginacion
está tan debilitada ! Todo vaga y se agita
delante de mi alma , de modo que no puedo
coger un solo contorno : me parece , no
obstante, que si yo tubiese barro ó cera ,Prifere
modelaria muy bien , quanto concíbo. Si esto
dura asi , tomaré barro comun , y modelare
algo aunqueno haga mas que muñecos .
Puzer
WERTHER . 67
Tres veces he comenzado el retrato de
Carlota , y tres veces he tenido la verguenza
de equivocarlo : lo qual me enfada con tanto purthalu
mas motivo quanto que poco tiempo hace ,
que yo cogia mny bien su semejanza : de
consiguiente he hecho su retrato de perfil ,
y esto me bastárá .

vigesima quinta
CARTA XX V.

26 de julio.

MUCHAS veces me he prometido de no


verla tan amevudo ; pero quien podrá cum
plirlo ? Todos los dias caygo en la tentacion
al mismo tiempo que prometo inviolable
mente , de no ir á la mañana siguiente , y
de que esta llega, balto áuu una razon irre
sistible ; y antes de reflexionarlo , me hallo
en su casa : ó ella me hayrá dicho por la
noche, mañana nos veremos ? O si no , el
dia esta bueno : voi á Wahlheim ; y quan
do , me hallo en el , no queda mas que una
media legua hasta su casa ! Estoy demasiado
envuelto en su atmosfera ; ý vedme alli en
un instante ! Mi abuelo sabia cierto cuento
de la montaña de iman : los baxeles que se
68 WERTHER .
acercaban demasiado perdian en un minuto
todo su herrage ; los clavos se iban volando
acia la montaña , y los infelices marineros
se sumergian entre las tablas que se arrui
paban unas sobre otras. risstürzen

vigesina sexta
CARTA X X V I.
30 de jalio .

ALBERTO ha llegado : yo me marcharé.


Aunque fuese el mas excelente , el mas noble
de todos los hombres , áun quando yo con
viniese en que le era inferior de todos mo
dos , me seria imposible el verle poseer en
mi presencia , tantas perfecciones. Poseer !...
Basta , Guillermo , el novio ha llegado. Es
un joven bueno y honrado , que nadie puede
aborrecer . Por fortuna yo no estube presente
á su entrada ! Me huvíera despedazado el
corazon . Ademas de esto , es tan honrado
que ni una sola vez se ha atrevido áun á
abrazar á Carlota en mi presencia. Dios se
lo pague ! Quanto le agradezco el respeto
que la tiene ! Me demuestra mucha estima
cion , pero yo creo que esto proviene áun
mas de Carlota , que de un efecto de su
WERT'HER. 69
propia inclina cion ; porque las mugere s son
muy delicadas en este punto , y tienen 'ra
zon : quando pueden hacer que dos hom
bres vivan en buena inteligencia , aunque
esto no es muy frequente , lo hacen , y el
provecho es seguramente para ellas.
Sin embargo , no puedo rehusar mi esti
macion á Alberto : su exterior tranquilo
contrasta tan perfectamente bien , con mi
caracter turbulento , que me es imposible
el ocultarlo . Es muy sensible , y conoce
quanto posee con Carlota. Me parece que no
padecerá de mal humor ; y tu sabes que es
el pecado que mas aborrezco en los hombres.
Me mira como hombre de talento ; y, mi
amistad con Carlota , y el vivo interes que
tomo en todas sus acciones , aumenta su
triunfo ; y hace que la ame áun más. No
me meto en averiguar si no la atormenta á
solas ' , con algunos ligeros movimientos de
zelos ; si yo estubierá en sn lugar no me
mantendria muy tranquilo , y temeriá á cada
instante que el diablo me diese algun chasco.
Sea como sea ,
la alegria que yo tenia en
hallarme con Carlota , ha desaparecido. Diré
que es locura , ó céguedad ? Pero que im
porta el nombre ? La cosa es bien clara de
explicar. Antes de la llegada de Alberto ,
70 WERTHER .

sabia quanto se hoy en dia : no ignoraba


que no devia formar sobre ella , pretension
alguna , y tampoco la havia formado....
Bien entendido , si es posible dejar de sentir
deseo alguno , al lado de tanto merito. Ape
nas llega el otro , y se alza con la dama ,
quando ved aqui , al bobo que se queda
abriendo tanto ojo , y con el aire mas estu
pido.
Rechino los dientes de despecho de mi
infelicidad : y de otro modo me enojaré con
elque me diga , que debo tomar mi par
tido , y que, como esto no podia suceder de
otro modo .... Vayan al diablo , todos los
razonadores . Me extravio en los bosques ;
y quando me acerco á Carlota , y veo &
Alberto sentado á su lado baxo la bobeda
del jardinito , y que yo no puedo ir mas
lejos me entra una alegria , que parece una
verdadera locura , y les hago mil gestos y
mil monadas. « En nombre de Dios os pido,
« meha dicho hoy Carlota , que no hagais
lo que
yrkore blijs« do ayer noche : estais espantoso, quan
estais tan alegre. » Pero aqui para no
sotros dos , yo acecho el instante en que el
}
tiene que hacer; de un brinco me planto en
su casa , y siempre que logro hallarla sola,
estoy contento ,
WERTHER. 71
sa
vigesima Jeptina
CARTA X X V II.
8 de agosto .

Por favor te pido , querido Guillermo,


que creas que quando yo escribía , no hacia
alusion á ti. Vayan al diablo todos los ra
zonadores ! Yo no pensaba entonces que tu
serias de la misma opinion . Tu tienes razon ,
en quanto al fondo de la cosa. Pero escu
chame una palabra sola . Amigo mio , en
este mundo es muy raro poderse libertar
de un negocio , con solo dilemas : hay tantas
graduaciones entre las opiniones , y el modo
de obrar , como entre una nariz chata , y
una nariz aguileña.
No creo que tomaras á mal , si concediena
dote tu argumento enteramente , procuro
salvarme tambien , por entre las alternativas.
O tienes alguna esperanza de Carlota , di
ces tu , ó no tienes ninguna. Muy bien ! En
el primer caso procura verificarlas, procura
valerte da todos los medios que pueden ser
virte á lograr tus deseos. En el segundo caso ,
reanima tu valor, y haz por libertarte de
una pásion funesta que solo puede servir á
consumir tus fuerzas, Amigo querido , todo
WERTHEK .
esto esta muy bien hablado , y .... pronta
mente hablado .
Puedes exigir de un infeliz que, oprimido
por una enfermedad de languidez , ve con
sumirse su vida insensiblemente : puedes
exigir de el , que termine en un instante sus
tormentos , con un puñal ? y el mal que
destruye sus fuerzas, no le quita al mismo
tiempo el valor de libertarse de el ?
Es verdad que puedes responderme con
una comparacion analoga á la mia , y decir :
Qual el hombre que no querra mejor dexarse
cortar un brazo , que arriesgarse á perder la
vida entre la duda y el temor ? No lo sé ;
pero no creo que querras que nos dispute
mos á comparaciones. En pocas palabras. Si ,
Guillermo , algunas veces tengo instantes, en
que me acometen estos arrebatos de valor , kuzeyRiva
para librarme de mis males ; y si supiese ,
adonde ir , yo me iria con gusto.
piqesina actava
CARTA XXVIII.
20. )
1

" Sel ; ' '1.6 * 1 '. À 10 de agosto .

Si yo no fuese un loco , podria pasarme la


vida mas dulce y mas feliz . No es facit hal
lar reunidas circunstancias tan favorables
WERTHER . 73
para alegrar el corazon de un hombre , como
aquellas en que actualmente me hallo. Es
pues cierto , que nuestra felicidad depende
unicamente de nuestro corazon. Ser un miem
bro de esta amable familia , amado de los
padres como un hijo , de los niños como un
padre , de Carlota.... Y este honrado Al
berto que no turba mi felicidad con zelos ó
mal humor ; que me abraza, con la mas
cordial amistad , y para el qual yo soy
despues de Carlota , lo que el estima mas
en este mundo .... Guillermo , es un gozo
el oirnos quando vamos á paseo , y que ha
blamos de Carlota : jamas se ha imaginado
cosa tan chistosa como nuestra situacion ; y
sin embargo , algunas veces me hace venir
las lagrimas á los ojos.
Quando me habla de su respetable madre ,
y me cuenta como estando á la muerte en
cargó á Carlota su casa , y sus hijos , y
Carlota á el mismo : como desde este tiempo
ella 'se siente animada de un espiritu dife
rente ; como se ha vuelto una verdadera
madre , por el cuidado que tiene de la eco
nomia domestica '; como no se pasa un solo
instante sin que añada nuebas pruebas de su
amistad , ó presente alguna produccion de su
trabajo ; y como , á pesar de todo esto , ella
4
74 WERTHER .

ha sabido conservar toda su natural viveza,


y alegria. Yo camino á su lado : cojo las
flores que se encuentran de paso; las reuno
con el mayor cuidado , formo algunos ra
milletes y despues .... los arrojo alrio , que
corre al lado, y me paro á verlas sumergirse
insensiblemente . No se si he escrito que
Alberto permanecerá aqui , y que alcanzará
de la corte , donde es muy querido , un
muy bonito empleo. He visto pocas perso
nas que le igualen en el orden , y en la apli
cacion á los negocios.

vigesima nona
CARTA XXI X.
12 de agoslo .

ALBERTO , es seguramente , el mejor


hombre de la tierra : ayer me pasó con el ,
un lanze bien singular. Havia yo ido á sú
casa para despedirme ; porque me se havia
antojado , solo por variar , de pasearme á
cavallo sobre los montes , desde donde te
escribo ahora. Yendo y viniendo por su
quarto , vi sus pistolas. « Prestamelas , le
« dixe , para mi viaje.-Con mucho gusto ,
« si quieres tomarle la pena de cargarlas ,
WERTHER . 73
< porque yo solo las he colgado aqui de
perspectiva. » Yo tomé una , Alberto con
tinuó. « Desde el chasco que me ha sucedido
« por mi demasiada precaucion , no quiero
« nada con esas armas . » Entróme la curio
sidad de saber esta historia. « Haviendo ido
« á pasar, dijó el, upos seis meses en el campo,
« casa de un amigo , yo tenia un par de pis
* tolas sin cargar, lo que no me impedia el
« dormir con el mayor sosiego. No se por
« que razon , una tarde despues de comer ,
« que hacia muy buen tiempo , y que yo
« estaba bastante ocupado, me vino á la idea
que podriamos .... Pero tu conoces esto.
« Diselas al criado , para que las limpiase y
« las cargase. El criado se puso á jugar , que
e riendo hacer miedo á la criada. No se
« porque casualidad , se pone fuego al oido
« de la pistola , sale la baqueta que estaba
« en el cañon , y rompe un dedo á la criada.
« La cosa no tubo mas resultas malas para
« mi , que la pesadumbre que me causó , y
« los gastos del cirujano que tube que pagar :
« pero desde este tiempo yo dexo mis armas
« descargadas. — Amigo mio que es la pre
« vision ? Es imposible profundizar el peli
« gro. Y no obstante .... » Tu deves saber
quanto quiero á este hombre , hasta sus no
76 WERT HER .
obstantes. Y en efecto no se dexa entender
de si mismo que toda regla general tiene sus
excepciones ? Pero el es tan justo , tan leal,
que quando cree haver dicho alguna cosa
dudosa , demasiado general, ó arriesgada ,
no cesa de limitar, modificar , añadir , qui
tar hasta que enfin nada queda de la pro
posicion. La ocasion era muy buena : se
intrincó tanto en el mismo texto , que yo ya
no le escuchaba nada , pues havia caido en
una especie de distraccion profunda 3. de
modo que me levanté , como saltando y
apoyé la pistola sobre mi frente mas arriba
del ojo derecho. « Qaita de ahi, » dijo Al
berto , tomandome la pistola , « que es lo
« que vas a hacer ? , No esta cargada.
« Y que importa ? Pero que est esto ? re
* plicó el , en el tono de la mayor impa
« ciencia . No puedo figurarme como un
« hombre puede ser tan loco que se mate á si
CC propio. Solo el pensarlo , me causa horror.
1
« O hombres ! exclamé yo , no podreis
hablar de nada sin decir : 'es una locura ,
« es una cosa sabia ; esto es bueno , aquello
a es malo ? Que significan estas palabras ?
Para decirlas, habeis examinado los moti
« vos secretos de uua accion ? Podreis dis
tinguir con precision , las causas porque
WERTHER . 77
« ha sido hecha y porque debiá hacerse ? Si
'He lo supieseis, no juzgariais con tanta preci
« pitacion. »
« Tu me concederas, dixo Alberto , que
hay ciertas acciones que son sempre vicio.
& sas, sea qual sea el motivo que las produzca. »
Convengo , respondi yo , encogiendome de
hombros. « Sin embargo , es menester con
« fesar , amigo mio , que esta regla tiene sus
'« excepciones. Es verdad que el robo es un
« vicio ; pero un hombre que por libertarse
« á si y á su familia de la horrible necesidad
* de morir de hambre , sale á robar algunos
« viveres , es digno de lastima ó de castigo ?
' « Quien se atreverá á coger la primera pie
« dra contra un esposo , que en el transporte
« de una justa colera , mata á su infiel esposa ,
á su infame seductor ? Contra la joven
* doncella que en un instante de un volup
« tuoso delirio , se descarria en los ardientes
placeres del amor ? Nuestras mismas leyes ,
« y esos pedantes insensibles, se sienten cou
« movidos , y detienen la espada de la jus
« ticia . »
« Es una cosa diferente , replicó Alberto ,
* porque un hombre arrebatado por sus pa
« siones pierde enteramente el uso de la razon,
« y se le mira como á un hombre ebrio ó á
HER
78 WERT .
K un loco. O hombres de juicio ! exclamé
« yo , lanzando un profundo suspiro , pasion ,
Kembriaguez , frenesí todo lo mirais con la
* misma indiferencia , sin interes alguno. Per
« sonas de buenas costumbres, vosotros acu
* sais al borracho , mirais al insensato con
« horror , pasais adelante como el sacerdote ,
« dais gracias a Dios , como el fariseo , de
*« que no os ha hecho como uno de ellos.
« Mas de una vez me he visto ebrio , у mis
« pasiones no han estado nunca muy lejos
* del frenesí ; y no me arrepiento, pues que
« dentro de mi esfera , he aprendido á cono
a cer, porque razon se ha desacreditado siem
* pre con el nombre de ebrio , ó frenetico , á
is todo hombre extraordinario que executaba
« alguna cosa grande, ó que parecia imposible.
« Es insoportable , igualmente , el oir decir
« en la vida privada , de un hombre que hace
« una acción medianamente honesta , noble ,
« ó no esperada , este hombre es un loco 6
« un borracho. O hombres , que no sois ni
« locos ni borrachos , avergonzaos ! - Esta
« es una de tus muchas extravagancias, dixo
« Alberto ; tu lo exageras todo. Alomenos es
« seguro que tu no tienes razon de comparar
* aqui con las grandes acciones , el suicidio
« de que estamos hablando , y el qual deve
WERTHER: 79

a mirarse como una debilidad del hombre ;


CC
porque enfin es mas facil el morir , que el
u soportar con constancia una vida llena de
Kamargura . »
En poco estube de cortar la conversacion ,
pues no hay cosa que me arrebate mas , que
el ver á un hombre openerme una razon
muy comun , quando yo hablo en la abun
dancia de mi corazon . Contubéme; porque
no era la primera vez que yo havia oydo
hablar de este modo , y que yo me habia
llenado de indignacion. « Pero puedes tu
« mirar esto , como una debilidad ? » Le re
pliqué con un poco de viveza. « No te dexes
« seducir por las apariencias. Supon un pue
« blo que gime baxo el yugo insoportable de
« un tirano , si los espiritus principian á fer
« mentar , si la multitud se subleva y rompe
« las cadenas que la sugetan puedes tu llamar
« á esto una debilidad ? Un hombreque viendo
« que se quema su casa ,siente en el instante
« de su espanto , renovarse y extenderse sus
' « fuerzas, y carga facilmente con un peso ,
« que tal vez no huvierá podido mover en
« la calma y sosiego de sus sentidos ; igual
« mente aquel hombre que furioso de verse
u insultado , acomete á seis contrarios , y los
« venze ; estos dos exemplos pueden presen
80 WERT HER .

« tarse como de debilidad y cobardia ? Si el


« que puede montar un arco es fuerte , por
« que el que lo rompe merecera el nombre
« contrario ? » Alberto me miró fixamente ,
y añadio : « Me permitiras que te diga los
« exemplos que tu traes , no convienen aqui.
Puede ser muy bien : mas de una vez
« me han acusado de que mi logica no es
« mas que una charlataneria. Veamos si será
« posible representarnos de un otro modo 7

quales deven ser las ideas de un hombre


« que se determina á deshacerse del peso de
« la vida , tan agradable de llevar en qual
« quiera otra ocasion ; porque solo podremos
« raciocinar bien sobre una cosa , quando
« experime.lamos ó sentimos la cosa misma.
« La naturaleza humana , prosegui yo ,
« tiene sus limites ; solo puede soportar la
alegria , el dolor, la tristeza hasta cierto
grado : si pasa mas alla , cede y se acaba .
« Ya no tratamos de saber, si un hombre
« es fuerte ó es debil ; pero solo de si puede
« soportar el cumulo de sus males sean fisi
« cos ó morales ; y me parece que es igual
« mente ridiculo el decir que este hombre
« es un cobarde porque se priva de la vida ,
« como el dar el mismo nombre al que muere
& consumido de una fiebre maligna.
WERTHER . 81
« Paradoxa , y muy grande, exclamó Al
« berto . - No tanto como crees . Convendras
« en que llamamos mortal toda enfermedad
« en la que la naturaleza se halla acometida
« en tales terminos , que haviendosela ago
« tado todas sus fuerzas , y perdido toda su
« actividad , no puede ayudarse á si propia ,
« ni producir ninguna feliz revolucion para
& restablecer el curso ordinario de la vida. »
Hagamos pues la misma aplicacion a las
de enfermedades del alma . Mira á ese hom
« bre , en sus estrechos limites , como las
impresiones obran en el , como las ideas se
« fixan en su alma', hasta que se eleva en su
k corazon una pasion cuyos progresos le pri
« van de la sana razon , y acaban por tras.
se tornarle .
« En vano un hombre razonable y de san
« gre fria contempla la situacion del infeliz,
u en vano procura inspirarle valor , es se
á mejante al hombre sano que esta cerca del
« lecho de un enfermo, sin poderle dar la mas
« minima parte de sus fuerzas, »
Álberto halló que yo generalizabadema
siado las ideas. Le hice acordar de una don
cellita, que pocos dias antes se havia hallado
muerta en el agua , y le conté su historia,
Una joven é inocente criatura , que no tenia
4*
82 WERTHER .
« mas gusto que el adornarse algunas veces ,
« los domingos , con las ropitas que se hacia ,
« con lo poco que ahorraba para pasearse
« con sus compañeras al rededor de la villa ,
« ó baylar una sola vez en cada fiesta , y que
« pasaba algunas horas charlando con una
« vecina sobre una disputa , ó un chisme; á
« la que un temperamento robusto hace sentir
u enfin mas fuertes necesidades, aumentadas
« con las lisonjas de la gente joven , y llegan
« á parecerle insipidos sus primeros placeres :
« bien pronto , halla un hombre , acia el que
« se siente atrahida por un movimiento ocul .
« to : olbida todo el mundo : nada oye , nada
« ve mas que el; á el solo aspira. Como áun
u no está corrompida por los placeres de la
« inconstancia , sus deseos van derechos á su
« fin ; quiere ser su esposa : quiere hallar en
« una union eterna la felicidad que la falta ;
* quiere gozar de todos los placeres reunidos ,
« que con tanto ardor desea : promesas reite
“ radas que parecen poner el sello á sus espe
« ranzas , caricias atrevidas que aumentan el
« ardor de su pasion , combaten por todos
clados su alma ; ella nada , por valerme de
< esta expresion , en la idea anticipada de
* todos los placeres : la turbacion de sus sen
« tidos ha llegado a su cumulo , y ella ex
WERTHER. 85

K tiende enfin los brazos , para recibir en


« ellos , el objeto de todos sus deseos. Su
« amante la abandona . Se halla á la orilla .
« del precipicid traspasada de dolor , y de
« desconsuelo : quanto la rodea no ofrece mas
« que obscuras tinieblas ; no hay esperanza ,
« no hay consuelo , no hay idea favorable :
« el unico ente que la hacia amar la exis
« tencia la ha abandonado. Ella no vé el in
« menso universo que esta delante de sus
ojos : no ve mil otras personas que podrian
« hacerla olbidar lo que ha perdido. No ve
« mas que á ella sola , á ella sola abandonada
« del universo entero. Alucinada , acongojada
« por el horrible estado de su corazon , se
(C
precipita , para apagar sus tormentos , en
« el seno de la muerte. Alberto , en esta pin
« turą tienes la historia de mas de un infeliz .
« Y bien ! no es este el mismo caso que el
u de una enfermedad ? La naturaleza no halla
u medio alguno para salir del laberinto de
« las multiplicadas fuerzas que obran contra
< ella , y entonces es necesario que el hombre
* muera .

« Ynfeliz del que diga : Yņsensata ! Si


« huviese aguardado , si huviese dexado ha
<< cer al tiempo , su desesperacion se huviera
« apagado, y bien pronto huviera hallado un
« hombre capaz de consolarla .
84 WERTHER .

« Es lo mismo que decir : Ynsensata !


« muere de una fiebre ! Si huviera aguardado
a que sus fuerzas se restableciesen , á que se
& dulcificasen sus humores , se apagase el ara
« dor de su sangre, todo abria ido bien , y ,
« áun viviriá. »
Alberto , que no creyó que la comparacion
fuese exacta , alegó áun muchas cosas ; entre
otras , que yo no havía hablado mas que de
una doncellita medio inocente , pero que no
comprendia como se podia 'excusar á un
hombre de talento , que no era tan limitado
de luces , y que de una ojeada devia ver
muchas y muy convincentes razones. « Ami
« go mio !'exclamé yo , elhombrees hombre,
CC
у nopuede contar sobresusescasasluces, bowy
« quando una pasion causa el mayor trastorno ,
« y que uno se halla encerrado en los estre
« chos limites que le puso naturaleza . Aun
a mas .... » Pero hablaremos de esto otra
vez , le dixe , tomando misombrero. Mi co
razon , ah ! estaba tan agitado ! Nos separa
mos sin habernos podido entender el uno al
otro , como muy freqüentemente sucede en
este mundo ,
WERTHER .
cara
Frigtsima
( CARTA X X X.

15 de agosto .

Es muy cierto que nada hace al hombre


mas necesaria la ayuda y compañía de otro
hombre , que el amor. Conozco que Carlota
tendria mucha pena en perdeme : y los mu
chachos no piensan en otra cosa si no en que
yo volveré al otro dia . Esta manaña fui á
templar el clave de Carlota , y no me ha
sido posible el verificarlo : los muchachos
me han perseguido porque les cuente un
cuento de encantadores : y Carlota misma
ha querido que yo les contente . Yo les he
repartido la merienda , la que reciben actual
mente de mis manos con tanto gusto como
de las de Carlota ; y les he contado el primer
capitulo de la princesa servida por los enanos.
En todas estas relaciones yo aprendo mucho ,
y me sorprende la impresion que les hace
á los muchachos. Quando debo acordarme
de algun incidente que he olbidado en la
segunda vez , ellos me dicen : « La otra vez ,
k no era lo mismo: » Asi pues yo me he
acostumbrado ahora á contar mis historias,
86 WERT HER .
de un modo invariable , afectando ciertas
caidas en cadencia , y en seguida. De este
modo he comprendido como un autor que
da una segunda edicion de su historia con
algunasvariantes,aunque sea mejor en quanto
á la poesia , daña necesariamente á su obra .
Nos prestamos, debuena gana , á la prim era Proging
primera
impresion , y parece que el hombre es for
mado de modo que se le pueden persuadir
las cosas mas extraordinarias ; y de tal modo
se fixan en su alma , que infeliz de aquel que
emprenda el destruirlas o el borrarlas.

trigesima primera
CARTA X X X I.
18 de agosto.

Era preciso que esto fuese asi ? que lo que


constituye la felicidad del hombre , pueda
llegar a ser la fuente de su miseria ? Esta
sensibilidad tan viva , tan expansiva de mi
corazon por la naturaleza apimada , que me
inundaba como un torrente de placeres, y
que convertia el mundo en un paraiso con
tinuado , se ha convertido en un verdugo
cruel , en un espiritu que me atormenta , y
me persigue por todas partes,
WERTHÉR . 87
Quando en otro tiempo , yo extendia mis
miradas desde las elevadas rocas , hasta mas
allá del rio , para contemplar las colinas y
los fertiles valles : todo quanto yo veia á
mi rededor brotaba y florecia : todos los
montes cubiertos desde los pies hasta sus
cimas de altos y coposos arboles, todos los
valles adornados , en sus desiguales hendi
duras , con risueñas florestas mientras que
el rio coriá tranquilamente y con un dulce
murmullo , por entre los cañizares, y re
flexaba en sus cristalinas ondas la matizadas
nubes , que un dulce zefiro impelia y mecia
en los ayres ; quando escuchaba á los paxa
ros dar vida á los bosques con sus gorgeos ;
mientras que millares de mariposas jugue
teaban á porfia , en las centellas de purpu
rina luz que producen los ultimos rayos del
sol , y que á su ultimo aspecto , la abispa que
su presencia habia tenido oculta debaxo de
las yerbas , tomaba vuelo , y se elevaba su
surrando : quando , digo pues , que esta
vegetacion universal fixaba mi atencion so
bre el suelo , y que el muzgo que arranca
su alimento á la dura roca , los cardos las
demas yerbas , que las aridas arenas produ
cen á lo largo de la colina , me descubrian
esta fuente sagrada, este ardiente foco de
88 WERTHER .
vida , oculto en el seno de la naturaleza :
con que transporte mi corazon recogia , abraç
zaba todos estos objetos ! Yo me confundia
en su infinita multitud , y las formas mages
tuosas de este immenso universo parecian
vivir , y moverse en mi alma. Me rodeaban
las espantosas montañas; delante de mi te
nia abismos , donde veia torrentes que se
precipitaban ; los rios corian á mis pies , :
y
escuchaba á los montes y á los bosques que
resonaban : veia todas estas fuerzas impe
netrables obrar las unas sobre las otras , y
formarlo todo en las profundidades de la
tierra. Sobre esta tierra , y baxo del cielo ,2
hormiguean todas las especies de criaturas ,
y todo , todo se multiplica baxo de mil for
mas diferentes. Y los hombres ! Se encierran
en casas pequeñas : se arreglan en ellas , y
reynan en su imaginacion sobre todo el uni
verso . Tu eres un pobre insensato eu me
dirlo todo segun tu propia pequeñez ! Desde
la montaña inaccesible , hasta el desierto
que ningun pie ha pisado áun , hasta las
ultimas orillas del Occeano desconocido , el
espiritu aquel que creado de tota eternidad ,
lo anima todo con su aliento , y ve con com
placencia cada grano de tierra que le concibe
y vive. Ab ! quantas veces no he deseado
WERTHER . 89
yo con el mayor ardor el atravesar sobre
las alas de la grulla que volaba sobre mi
cabeza , la immensidad del espacio , para
beber en la espumosa copa del eterno , ese
nectar siempre nuevo de la vida , y saborear
por un solo instante , y en quanto las fuerzas
limitadas de mi corazon podrian permitir
melo , una gota de la felicidad de este ente
que todo lo produce en el , y por el .
Querido amigo solo el acordarme de estos
instantes me causa el mayor gozo ; la com
placencia que experimento en pensar en estos
transportes de mi imaginacion , en estas sen
saciones que yo no puedo pintarte , eleva mi
alma sobre ella misma, y me hace sentir
con doble pena el angustioso estado en que
me hallo .
Se ha levantado un velo delanle de mi
alma, y el espectaculo de la eternidad se
aparece y desaparece alternativamente á mis
ojos , en el abismo siempre abierto del se
pulcro. Puedes decir , esto es , quando todo
pasa y rueda con la rapidez del relánpago
y que cada ente llega tan rara vez al fin de
la carrera , que sus fuerzas parecen permi
tirle gozar,arrastrado , ah ! por la corriente ,
y sumergido y despedazado en los escollos ?
No hay un solo instante que no te consuma
90 WERTHER .
é ti y á los tuyos ; un solo instante en que
no seas , en que no debas ser un destructor.
Tu mas corto paseo cuesta la vida á millares
de insectos ; un paso destruye las celdillas
que cuestan tantas penas á las infelices hor
migas , y arruina un pequeño mundo que
sumerge indignamente en el sepulcro. Ah !
no son las grandes y no muy freqüentes re
voluciones del universo , esos temblores de
tierra que abisman vuestras ciudades , y
asolan yuestras aldeas ; no es esto lo que me
conmueve : lo que corroe mi corazon , es
esta fuerza de consuncion oculta en el gran
todo de la naturaleza , que nada ha formado,
que no se destruya á si propio , y á quanto
le rodea. De este modo titubeó en medio de
mis inquietudes. Cielo , tierra , fuerzas diver
sas , que se mueven á mi rededor , pada veo
si no un monstruo eterno que se ocupa en
Iragar y en rumear !

Figesimasegunda
CARTA XXXII.

20 de agosto.

Envano al rayar del alba , quando comienzo


á dispertarme despues de sueños siniestros ,
alargo los brazos acia ella ; en vano la busco
WERTHER. 91
por la noche en mi cama, quando , alucinado
por un sueño feliz é inocente , creo estar
sentado á su lado sobre el prado , tener agar
rada su mano , llenarla de mil besos. Ah !
quando áun medio aturdido del sueño , ando
á tientas por cogerla , y que me dispierto....
Ah ! la opresion de mi corazon hace correr
de mis ojos un torrente de lagrimas, y gimo
desesperado en pensar en el tiempo venidero ,
que no me ofrece mas que tinieblas .

Trigesima tercera
CARTA XXXII I.

22 de agosto.

Ess cosa fatal, Guillermo ! Todas mis fa


cultades activas estan destinadas á una ociosa
inquietud ; no sé estar ocioso , y nada puedo
hacer. La naturaleza no conmueve en nada
mi imaginacion ni mi sensibilidad , y todos
los libros me fastidian. Todo nos falta, quando
nos faltamos á nosotros mismos. Te lo juro
en verdad , deseo mas de mil veces ser un
jornalero , para tener al dispertarme por la
inanaña una perspectiva , un atractivo , una
esperanza para el dia siguiente. Muchas ve
ces embidio la suerte de Alberto , que esta
92 WERTHER .

encerrado en papeles hasta las cejas , y me


imagino que yo seria feliz en su empleo:
Esta idea se me representa con tanta fuerza ,
que muchas veces he querido escribir á el
ministro y á ti , para pedir el empleo de la
embajada , que segun aseguras , me conce
deran al instante . Creo en verdad que hace
tiempo que el ministro me estima : mucho
ha que me dijo que yo deberia tomar un
empleo , y hay instantes en que lo haria con
el mayor gusto , pero quando despues re
flexîono , y me acuerdo de la fabula del cal
vallo que cansado de su libertad , se dexa
poner la silla , el freno, y por ultinio mon
tar .... no se lo que debo hacer. Pero
amigo mio ! este movimiento interior que
me arrastra á mudar de situacion no será en
mi una impaciencia insoportable que me
perseguirá por todas partes ?

trigesima quarta
CARTA X X XIV.

28 de agosto.

CONFIESO que estas gentes harian todo


aquello , que pudiese curar mi mal . Hoy es
el dia de mi cumple-años, y esta manava
WERTHER .
93
muy temprano he recibido un paquetito de
parte de Alberto . La primera cosa que ha
fixado mi atencion , al abrirle ha sido uno
de los lazos de color de rosa que llevaba
Carlota quando la vi por la primera vez , y
el qual yo se lo havia pedido muchas veces.
Habia tambien dos libritos en 12 ; el Homero
de la impresion de Westein , que yo habia
deseado tanto , por no ir al paseo cargado
con el de Ernesti. Por esto puedes colegir
como previenen mis deseos , y procuran de
mostrarme estas pequeñas complacencias de
la amistad , mas preciosa mil veces que esos
magnificos regalos , con los quales nos hu
milla la vanidad del que los hace. Mil veces
he besado este lazo : y á cada vez que sus
piro , bebo la memoria de la beatitud que
me han dado en cumulo esos pocos dias ,
esos dias felices que ya no pueden volver.
Guillermo , es una verdad , y no me quejo
de ello : las flores de la vida no son mas
que vanas apariencias : quantas se desvanecen
sin dexar el mas mininio rastro ! quan pocas
an fruto! y quan pocos de estos frutos lle
gan á madurez ! Y sin embargo áun hay
bastantes , y .... O hermano mio ! podremos
descuidar los frutos ya maduros, despreciar
los, no gozarlos , dexarlos corromperse ?
WERTHER .
Adios. El verano es magnifico : algunas +

veces trepo á los frutales del jardin de Car


lota ; derribo las peras mas altas ; ella está
debaxo y las recibe á medida que yo las
dexo caer .

trigesimoquita
CARTA XXX V.
30 de agosto .

YNFELIZ ! no eres un loco ? no te engañas


á ti propio ? Adonde te conducirá esta fogosa
é interminable pasion ? A ella sola dirijo
todos mis votos ; mi imaginacion no se re
presenta ninguna otra figura sino la suya :
y quanto me rodea en este mundo , no lo
veo si no con relacion á ella. Y esto me
procura algunas horas de felicidad. Hasta el
instante en que me es preciso arrancarme
de su presencia , ah ! Guillermo , á donde
me arrebata á veces mi corazon ! Quando
he permanecido sentado, dos , tres horas á
su lado , para saciar mis ojos y mis oydos
con sus gracias , con su tono , y con la ex
presion celeste de sus palabras; que mis sen
lidos se extienden insensiblemente , que mi
vista se obscurece , que apenas oygo ; que
WERTHER. 95
mi garganta se aprieta como si me asaltase
algun asesino ; entonces mi corazon bate de
un modo extraño para refrescar con ayre
nuevo á mis sentidos sofocados , y no hace
mas que aumentar el desorden . Guillermo,
muchas veces no sé si estoy en el mundo ;
yssi no me siento enteramente oprimido , 6
si Carlota no me concede el triste consuelo
de aliviar mi angustiado corazon dexando
bañar su mano en mis lagrimas , yonecesito
salir : yo necesito alejarme; y yo corro por
los campos como un vagamundo. Entonces
mis gustos consisten en trepar por una mone
taña escarpada , en abrirme un camino pot
entre un bosque impenetrable , por entre los
matorrales que me hieren , y las espinas que
me despedazan. Entonces me hallo un poco
mejor , un poco ! y quando cediendo al can
sancio y á la sed , me quedo en el camino ,
á veces en medio de una noche profunda ,
quando la luna llena , brilla sobre mi cabeza ,
que en lo mas hondo de un solitario bosque
me siento sobre un arbol para procurar, al
menos , algun alivio á las plantas de mis
pies enteramente desolladas , y que en un
reposo inquieto , yo sueño á la luz del cre
púsculo .... O Guillermo ! el solitario al
bergue de una celda , un vestido de sayal ,
R
THE
WER .
96
y un cilicio , son los unicos consuelos á que
mi alma aspira. Adios. No veo mas fin para
todas estas miserias, que el sepulcro .

trigesima sexta
CARTA XXX V I.
3 de septiembre.

Es preciso que yo me marche . Te doy


gracias, ó Guillermo, por haver fixado mi
incertidumbre. Ya hace quinze dias que
medito el proyecto de dexarla . Es preciso .
Otra vez ha ido á la ciudad , á casa de su
amigo . Y Alberto ! ... Ab .... Es preciso,
que yo marche.

1 7

FIN DE LA PRIMERA PARTE ,

&
WER THE R.

PARTE SEGUNDA .

toegesimaeseptime
CARTA X X X V II.
18 de septiembre

Que noche ! Guillermo, ahora ya lo puedo


vencer todo. No la volveré á ver mas. Que
no pudierá yo ir volando á arrojarme á tus
brazos , y expresarte con el mayor transporte,
derramando un torrente de lagrimas, to
das las penas que asaltan á mi corazon ! Es
toy sentado aqui, para tomar aliento ; pro
curo sosegarme ; aguardo que amanezca ,
porque he mandado que esten prontos los
caballos, para asi que salga el sol.
Ah ! ella duerme en sosegado sueño , y no
piensa en que no me volverá á ver. Me he
arrancado de ella : y he tenido bastante
fuerza,, para no descubrir misecreto , en una
larga conversacion de dos horas. Y , ah ! Dios
mio ! que conversacion !
Alberto mae habia prometido que vendrik
5
R
THE
98 WER .
al jardin con Carlota , despues de cenar. Yo
estaba de pie sobre la esplanada en medio
de los elevados castaños , y miraba al sol , que
por la ult ma vez veia ocultarse unas allá del
risueño valle , y del rio que corre mansa
mente . Me habia hallado tantas veces con
ella ! habiamos tantas veces contemplado
juntos este magnifico espectaculo ! y.... yo
iba у venia en esta alameda que yo amaba
tanto ! Un atractivo simpático y secreto me
havia relenido tantas veces , áun antes de
conocer á Carlota ! Y que placer , quando
al principio de nuestra amistad , nos descu
brimos reciprocamente nuestra mutua incli
nacion a este parage, que es verdaderamente
una de las mas bellas y seductoras producio
nes del arte , de quantas yo he visto !
Descubres al traves de los castaños , la
vasta perspectiva. ... Ah ! yo me acuerdo :
me parece que te he escrito bastante de el ;
te he dicho como las elevadas hayas forman
una alameda que se obscurece insensible
mente a medida que se acerca á un bosque
hasta que todo
cillo donde va á terminarse ,
junto se confunde en un corto recinto , en
donde se goza de la mas profunda soledad.
Aun siento aquella especie de conmocion
que experimenté, quando, entré en ella por
WERTHER . 99
la primera vez , en el instante en que el sol
se hallaba en lo mas alto de su carrera . Tubé
un presentimiento vago y confuso de la feli
cidad y del dolor que devia experimentar en
este paraje.
Hacía una media hora que yo me entre
tenia con estos dulces y crueles pensamientos
de la despedida , del volvernos á ver, quando
les oi subir por la explanada . Salí á su en
cuentró : les cogí las manos con el mayor
transporte , y se las besé. Estabamos en lo
mas alto , quando la luna apareció por detras
de las malezas que cubrian las colinas . Ha
blabamos de cosas varias , y nos acercabamos
insensiblemente á el gabinete obscuro. Car
lota entró , y se sentó. Alberto se pusó á su
lado , y yo tambien ; pero mi inquietud na
tural no me permitió permanecer por mucho
tiempo , en un mismo parage. Me levanté ;
fui por delante de Carlota , dí algunos paseos ,
y volví á sentarme: me hallaba en un estado
violento . Carlota nos hizo observar el bello
efecto de la luna , que desde la punta de las
hayas alumbraba toda la explanada : vista
soberbia , y otro tanto mas bella para noso
tros , quanto que nos hallabamos rodeados de
una obscuridad profunda . Guardamos silen
cio por algun rato ; y Carlota nos sacó de el,
100 , WERTHER .
hablando en estos terminos, « Jamas , no ,
a jamas me paseo à la claridad de la luna ,
sin acordarme de mis parientes difuntos ,
« sin sentirme conmovida con la idea de la
« muerte , y del tiempo que esta por venir. »
« Seremos.... »> continuó ella , con una vez
voz que expresaba la mas viva sensacion :
« pero Werther , nos encontraremos ? nos
« reconoceremos ? Que creeis ? Que decis ? »
Carlota, la dixé extendiendo la mano acia
ella , y con los ojos eclipsados en lagrimas,
« si , nos veremos ! En esta vida , y en la otra
« nos volveremos á ver !... » No pudédecir
mas .... Guillermo, era necesario que me
hiciese esta pregunta , en el mismo instante
en que yo tenia el corazon lleno de la idea
de esta separacion cruel ?
« Esos caros amigos que hemos perdido,
« continuó Carlota , saben algo de nosotros !
« tienen idea del placer que experimentamos,
« quando , llenos del amor que les profesa
« mos , les traemos á la memoria ? Ah ! la
imagen de mi madre está siempre delante
& de mi vista. Quando estoy , por la noche,
« sentada tranquilamente en medio de sus
hijos , que son como mios , y que se reunen
/
« á mi rededor , como se reunian al suyo ,
« quando levantó al cielo mis ojos bañados
WERTHER . 101

a en lagrimas de deseo , y que querria que


« ella pudiese mirar desde alli , aunque solo
* fuese por un momento , como la cumplo la
a palabra que la di en su ultimo instante, de
« ser la madre de sus hijos ; exclamo mil y
« mil veces. Perdoname, madre querida , si
« yo no soy para con ellos , lo
que tu fuistes.
« Ahlyo lago quanto puedo : estan vestidos,
« y alimentados; y sobre todo cuidados , y
« queridos. Alma querida , alma bienaven
« turada , porque no te es'dado el ver nuestra
u union ! Darías las mas vivas acciones de
K
gracias á Dios , á quien tu pides, dérra
« mando las mas amargas lagrimas , por el
« bien estar de tus hijos. Dixó esto , ó
Guillermo ! Pero quien será capaz de repetir
lo que dixo ? Como unas almas frias é ina
sensibles podran repetir estos pasages celese '
tes, estasflorespreciosas del talento ? Alberto
la interrumpió con el mayor sosiego. « Que
a rida Carlota , esto te hace una muy grande
a impresion : veo que tu alma se aficiona
« demasiado á estas ideas ; pero te pido.. . '
« O Alberto ! interrumpió ella , yo se que
« tu no has olbidado aquellas noches , en que
« estabamos sentados a la mesita redonda ,
« quando papá estaba en el campo , y em
« biabamos á los muchachos á acostar. Res
102 WERTHER .
>

gularmente tenias tu un buen libro , pero


« myy pocas veces te sucedia el leernos algo:
« porque , la conversacion de esta bella cria
« tura no era preferible à todo ? Que muger !
« hermosa , dulce , viva , y siempre ocupada !
« Dios sabe las lagrimas que yo derramaba
« muchas veces en mi cama , humillandome
a en su presencia , y pidiendole que me hi
« ciese semejante à ella..
« Carlota , exclamé yo arrojandome á sus
pies , y cogiendola la mano que bañaba en
« mis lagrimas. Carlota , la bendicion del
« cielo y el espiritu de tu madre reposen
K sobre ti. « Si la huvieses conocido ! »
« me dixo apretandome la mano. Era digna
de que la conocieses. » Crei que iba á ano
nadarme : jamas se ha pronunciado en mi
elogio , una palabra mas grande , mas gloriosa .
Carlota prosiguió : « Y esta muger ha visto
« á la muerte arrebatarla en la flor de su
« edad , quando su hijo mas pequeño apenas
« tenia seis meses . Su emfermedad no fue
a larga : estaba tranquila y sosegada ; la unica za wines
« pena que sentia era por sus hijos , y prin
* cipalmente por el pequeño . Quando llegaba
« ya á sus ultinios instantes , me dixo : Trae- smegase
« melos. Los llevé á su quarto . Los mas jo-,
« venes no conocian aun la perdida que ihan
WERTHER : 103

« á experimentar; los otros estaban sin sen-Tlmany


« tido. Aun los veo al lado de su lecho :
« como ella levantó las manos al cielo , y
« pidió por ellos ! como los besó uno despues
« de otro , los despidio , y me dixo. Tu seras
« su madre ! asi se lo prometí. Mucho me
« prometes hija mia , me dixo entonces : el Irenerels
« corazon de una madre ! et cuydado de una
« madre ! Tu conoces toda la excelencia ; y
« las lagrimas de agradecimiento que te he
« visto derramar tantas veces , me aseguran .
« Ten uno y otro con tus hermanos у her
« manas : y con tu padre la fé у la obedien
« cia de una esposa, Seras su consuelo. Pidió .
« que entrase mi padre ; pero habia salido
« para ocultarnos el dolor insoportable que
« sufria : el infeliz se sentia despedazado.
Alberto , tu estabas en el quarto ! Ella
« oió alguien que paseaba : preguntó quien
« era , y te hizo acercar. Como nos miró fixa
« mente á uno у á otro , con la idea consola
dora de que seriamos felices , felices en
« nuestra union. » Alberto se arrojó á sus
brazos , y la abrazó , exclamando. « Lo so
« mos ! lo seremos ! » El flematico Alberto
estaba fuera de si , y yo no me conociá á mi
mismo ,
« Werther , replicó ella , esta muger no
104 WERTHER .
« existe ya. O Dios ! quando pienso como
(
perdemos lo que tenemos de mas estima
« ble en la vida ! Y nadie lo siente con tanta
* viveza como los niñoslos que mucho tiempo
despues se quejaban de que los hombres
u neg os se habian llevado a mamá, ,
Carlota se levantó entonces. Yo estaba tur
bado , y conmovido ; permanecia sentado y
tenia su mano agarrada, « Es menester vole
« ver á casa ; ya es hora, » Queria apartar wogging
su mano , yo la retubé con mayor fuerza .
« Nos volveremos á ver ! exclamé yo , nos
w hallaremos ! sea qual sea nuestra forma, 2

« nos reconoceremos !... Os dexó , continué


* yo , os dexo pues ; pero si creyese que ha
« bia de ser para siempre no podria soportar
« esta idea . Adios , Carlota ; adios , Alberto,
« Nos volveremos á ver. » Creo que ma
ñana , dixo ella chanceando. Esta palabra de
mañana , traspasó mi corazon . Ah ! ella no.
sabia , quando apartaba su mano de la mia....
Baxaron por la alameda : me levanté, los
segui con la vista , á la luz de la luna , me
arrojé al suelo , y acabé de dexar correr mis
lagrimas. Mevolviá levantar , fui corriendo
acia la explanada : mire acia abaxo , y vi
áun acia la puerta del jardin sus blancas
ropas que brillaban en la sombra de los
WERT HER . 105

altos tilos ; extendi los brazos acia ella , pero


se desapareció.

trigesima octave
CARTA X X X VIII.
20 de octubre .
4 *****
LLEGAMOS ayer : el embaxador está algo
indispuesto , de modo que nos detendremos
aqui algunos dias : si á lo menos fuera un
hombre de buen trato , todo iría bien. Lo
veo , lo veo , la suerte me prepara las prue
bas mas duras. Pero , animo ! un espiritu
facil y alegre todo lo soporta . Rio de ver
como esta palabra ha venido á plantarse, por
decirlo asi , á la punta de la pluma. Ah ! si
yo tubierá la sangre mas ligera , seria el
hombre mas feliz de la tierra. Pero que !
Alli , donde otros de pocas fuerzas y de
menos saber , se envanecen delante de mi ,
yo desespero de mis fuerzas y de mis ta
lentos ! O Dios mio ! que me has dado todos
estos bienes , porque no me has retenido una
parte , para darme , en su lugar ‫ܪ‬, la confianza ,
y la satisfaccion de mi mismo !
Paciencia , y paciencia , esto ira mucho
mejor ; porque, amigo mio, yo confieso que
5.
106 WERTHER .

tu tienes razon : desde que me veo arrastrado


todos los dias entre la multitud , y que veo
lo que los demas son , y del modo como se
portan , estoy mas contento de mi mismo. Y
deverdad , puesque somos formados de este
modo , que todo lo comparamos á nosotros
mismos , y nosotros mismos á todo , se sigue
de aqui que la fortuna ó la desgracia está ·
en los objectos , á que nos unimos ; y de
consiguiente no hay cosa mas dañosa que la
soledad. Nuestra imaginacion , que por su
naturaleza es propensa á exaltarse , y la que
se alimenta con las fantasticas imagenes de
Ja poesia , se forja un'orden de cosas, en er Gitteru
que nosotros ocupamos el grado mas baxo :
quanto , está fuera de nosotros nos parece
magnifico : las demas personas nos parecen
mas perfectas que nosotros mismos. Y es na
tural, porque continuamente estamos viendo
que nos faltan tantas cosas ! Y lo que nos
falta , nos parece las mas veces , que otro lo
posee ! Le atribuimos todo quanto nosotros
tenemos , y ademas un cierto estoycismo
ideal. Asi pues este hombre es perfectamente
feliz , pues que es obra de nuestra imagina
cion. Pero si al contrario , quando con toda
nuestra debilidad y nuestro teson , continua brf-aligot
mos nuestro trabajo sin distraernos, veremos
WERTHER . 107

que las mas veces andamos mas camino cos


tèando , que los otros navegando á vela y
remo. Y .... no es tener una idea cierta de
nuestro proprio merito , el marchár á el igual
de los demas , o tal vez el adelantarse.

Frigerima nona
CARTA XXXI X.
10 de noyiembre.

PRINCIPIO , en cierto modo á estar bien :


lo mejor de todo es que no me falta el tra
bajo , y que este gran numero de personas ,
y de rostros nuevos de toda especie , ofrece
á mi alma un espectaculo agradable , por su
variedad . He hecho amistad con el conde de
C .... á quien de dia en dia profeso mayor
respeto y estimacion. Es un hombre de mu
cho talento , y que nada tiene de frio , pues.Erid
que de una sola ojeada abraza gran numero
So frify de objetos.Su trato inohacever quan sen
sible es á los placeres de la amistad y del
amor. Comenzó á hacer amistad conmigo ,
un dia en el que cumpliendo yo con un ne
gocio que tenia con el , vio desde las primeras
palabras que nos entendiamos , y que podia
bablar conmigo de un modo diferente que
108 WERTHER .
con los demas . Asi pues , no tengo palabras
bastantes para alabar la franqueza con que
-me trata. No hay cosa en el mundo que pro
duzca una alegria mas viva y mas verdadera ,
que el ver que un alma grande se franquea
á uno .

quadragesima
CAR TA X L.

24 de diciembre.

El embasador me mortifica mucho , y


esto ya lo habia yo previsto. Es el tonto 7fum
mas quixote que yo he visto. Paso a paso ,
y ridiculamente escrupuloso hasta en las mas
pequeñas menudencias. Es un hombre que
jamas está contento de si mismo, y á quien ,
por lo consiguiente , nadie puede dar gusto .
Trabajo yo , como tu sabes, con bastante
facilidad , y no me gusta retocar lo escrito .
Pero el , es hombre capaz de volverme una
minuta , y de decirme : « Está buena, pero
« volvedla á repasar : se halla siempre una
« palabra mejor , una oracion mas propia. D

Entonces yo me daria á todos los demonios.


No se puede omitir una sola y , ni la mas
pequeña conjuncion ; y es enemigo morial
-

WERTHER . 109
de toda inovacion la qual se me escapa al
guna vez . Si una frase no es bastante hin
chada , ó no forma la cadencia de moda ,
no entiende nada . Realmente es un tormento
el tener que hacer algo con un hombre de
esta especie.
Lo unico que me consuela es la amistad
del conde de C .... No hace muchos dias
que me dixó con la mayor franqueza, quanto
le enfadaba la lentitud y la escrupulosa cir
cunspeccion de miembaxador. Estas personas
son insoportables á si mismos, y á los de
mas. « Y sin embargo , dice mi amigo , es
a necesario tomar su partido como un viajero
a que se ve obligado á pasar por una mon
«-taña. No hay duda en que si la montaña
« no estubiese alli, el camino seriá mas facil ,
« y mas corto ; pero pues que la montaña
a está alli no hay mas que pasarla .
El viejo conoce bien la preferencia que
el conde me da respecto á el , y esto le pone
muy de mal humor : busca todas las oca
ciones de hablar mal del conde delante de .

mi. Yo tomo su partido como es regular ,


pero nada adelanto por esto. Ayer me hizó
Lanyarikenfadar enteramente,porque tambientiraba
contra mi ; dixó pues. « El conde conoce
• bastante bien los negocios del mundo, tiene
IIO WERTHER .
« facilidad en el trabajo , y escribemuy bien ;
« pero como a todos los literatos, le falta
« una erudicion profunda. » Con muy buena
gana me habria batido con el , porque no se
1 puede responder de otro modo á estas gen
tes ; pero como no era posible el hacer esto ,
le respondi con bastante viveza , que el conde
merecia la mayor consideracion tanto por su
caracter , como por su talento é instruccion .
« No conozco nadie , añadi yo,, que haya
« logrado mejor que el , el extender la esfera
« de su talento , aplicarlo á un numero infi
a nito de objetos , y conservar á un mismo
CC
tiempo toda la actividad necesaria para la
« vida comun . » Pero para el todo esto era
como castillos en el ayre. Yo me despedi de
el para n' o enfadarme mas .
Y contra quien debo pegar es contra ti ,
que me has encaxado ' aqui, contra ti que
tanto me has predicado la actividad. Acti
vidad ! Yo quiero sufrir áun diez años en
este maldito presidio en el que estoy enca
denado , si un hombre que no tiene mas
ocupacion que la de plantar patatas , y la de
ir á vender sus granos á la ciudad , no hace
mas que yo !
Y es la brillante miseria y el fastidio que
reyna entre estas groseras gentes !Esta manía .
WERT HER. III

de clases , que es causa de que se acechen y


fiscalizen unos á otros , para lograr la prefe
rencia en un paso ; pasiones infelices, y mi
serables que ni áun siquiera estan disfraza
das .... Pondré por exemplo , una muger
que hay aqui , la qual no habla á todos , de
otra cosa que de su nobleza y de sus estados ;
de modo que no hay extrangero alguno que
no deba decir en su interior, « Esta es una
atonta que se forja mil maravillas de su pe
« queña nobleza , de la fama de su pays... »
Pero no es esto lo peor : esta muger no es
mas que la muger de un escribano de un al
calde de estas cercanias. Mira tu , yo no
puedo figurarme el genero humano , que es
tan poco razonable que se prostituya con
tanta baxeza .
Cada dia observo de mas en mas , quan
tonto es uno en querersemedir con los otros ;
y porque yo tengo que hacer tanto conmigo
mismo , y porque mi corazon , mi imagi
nacion estan tan turbadas .... Ah ! yo dexo
á cada uno andar por su camino , si quisiesen
dexarme tambien andar por el mio..
Pero lo que mas me irrita , son las dife
rentes clases que forjan todas estas pobres
gentes . Sé tan bien como los demas quan
necesaria es la distincion de clases , quantas
II2 WERTHER.

ventajas me procura á mi mismo ; pero no


querria que me estorbase el camino que
puede conducirme á algunos placeres , y
hacerme gozar de algun rayo de felicidad ,
He hecho amistad ultimamente en el paseo ,
con una señorita de B ... criatura realmente
amable , que en medio del lono vanidoso de
las personas con quienes vive , ha conser
vado bastante naturalidad . Nos agradó mua
tuamente la conversacion , y de que nos se
paramos , la pedi permiso para volverla á
ver. Me lo concedió con tanta franqueza, que
apenas podia yo aguardar la hora conveniente
para ir á verla. No es de aqui , y vive con
una tia suya . La fisonomia de la vieja no me
agradó. La trate con la mayor atencion , di
rigiendola quasi siempre la palabra ; y en
menos de media hora adiviné lo que la so
brina me ha confesado despues ; que su que
rida tia , á su edad , carece de todo , de for
tuna y de talento , y no tiene mas apoyo que
la nobleza de sus abuelos , mas defensa que
su clase en la que se fortifica como en una
ciudadela , ni mas recreo que el de burlarse
desde su solio , de la miserable plebe. Habia
sido bonita en su juventud. Ha pasado toda
su vida en bagatelas, y en atormentar á mu
chos jóvenes , con sus caprichos ; y en una
WERTHER . 113

edad ya más avanzada , ha recibido humil


demente el yugo de un oficial ya anciano, el
que por este precio , y el de una rente bas
tante decente , pasó con ella el siglo de
bronze , у murió : pero ahora se ve sola en
el siglo de hierro , en el que ni áun gozaria
de una sola mirada , si su sobrina no fuera
tan amable , como es.

quadragesina primera
CARTA XL I.
8 de enero 1775.

Que especie de hombres son estos ! toda


su alma se ocupa en el ceremonial , pasan
todo el año en imaginar, en hallar un modo
de poderse escurrir en la mesa á un puesto ,
á una silla mas arriba . No porque no tengan
otras ocupaciones ; al contrario , se multipli
can los negocios, porque estas pequeñasmor
tificaciones les impiden el terminar los ne
gocios de importancia . Esto fue lo que , pre
cisamente , sucedió la semana pasada en el
paseo de los trineos , pues se turbó toda la
fiesta .
Los locos ! que no ven que el puesto nada
hace , y que es muy raro que el que ocupa
el primero , haga realmente el primer papel.
114 WERTHER :
Quantos reyes que son gobernados por sus
ministros , y sus ministros que son goberna
dos por sus secretarios ! Y quien es pues el
primero ? A mi entender, el que tiene mas
talento que los demas , y bastante poder y
maña para hacer servir sus fuerzas y sus pa
siones á la execucion de sus planes..

quad ragesina) segunda


CARTA X LI I.

20 de enero .

NECESITO escribir , querida Carlota , aqui,


en el quarto de un rustico meson , donde me
he refugiado huyendo de una terrible tem
pestad . Mientras que he permanecido en el
triste albergue de D ... en medio de gentes
extrañas , si , y muy extrañas á mi corazon ,
no he hallado ningun instante , ninguno , en
que este corazon me haya mandado esribi
ros. Pero vos habeis sido mi primera idea
asi que me he hallado en esta cabaña , en
esta estrecha soledad , en que la nieve y el
yelo combaten contra mi ventanita . Asi que
he entrado , la idea de vuestra persona , ó
Carlota , esta idea tan santa y tan viva se ha
presentado á mi imaginacion. Dios todo po
WERTHER . 115
deroso ! Esta es la primera memoria de un
instante feliz !
Si me vieseis , querida mia , en medio de
este torrente de distracciones ! como se secan ,
por decirlo asi , todos mis sentidos ! ni un
solo instante de abundancia de corazon , ni
una hora sola para aquellas lagrimas tan de
liciosas. Nada ! nada ! Estoy de pie derecho ,
como delante de una curiosidad : veo pasar
y volver a pasar delante de mi hombrecillos
y caballos pequeños ; y muchas veces me
pregunto á mi mismo , si no es una ilusion
de optica . Juego con los demas, ó por mejor
decir , me hacen jugar como una muñeca :
voy á agarrar á mi vecino por la mano , y
me aparto horrorizado, creyendo que es de
madera .
No he hallado aqui mas que una muger ,
una criatura amable , la señorita de B ....
Ella se os parece , si alguna persona puede
compararse con vos. « Ah ! direis , ahora se
« le antoja hacer cumplimientos . » Esto no
es enteramente falso . Haze algun tiempo que
me he vuelto muy galan , porque áun no
puedo hacer otra cosa ; tengo mucha gracia ,
y las mugeres dicen que nadie podra hacer
un elogio mejor que yo. ( Ni mentir, podeis
añadir ; porque una cosa no puede ir sin
116 WERTHER .
otra . ) Queria hablaros de la señorita de B...
Tiene mucha alma , que brilla en sus ojos
azules. Su estado la desagrada , porque en
nada satisface los deseos de su corazon . Desea
verse lejos del tumulto del mundo ; y algu
nas veces pasamos horas enteras imaginan
donos 'una felicidad pura en el sosiego de los
campos. No os olbidamos en estas conver
saciones. Ah !quantas veces no se ve obligada
á tributaros sus elogios ! Que digo obligada !
Lo hace voluntariamente ; porque tiene tanto
gusto en oir hablar de vos ! Os ama .
Ah ! porque no estoy yo sentado á vues
tros pies , en aquel agradable gabinete , mien
tras que nuestros amiguitos jugarian dando
vueltas á nuestro arrededor ! De que os
pareceria que hacian demasiado ruydo , yo
los haria estar quedos á mi lado , contandoles
algun cuento espantoso de brujas. El sol se
oculta magestuosamente , y se aleja de esta
tierra que resplandece con la nieve. La tem
pestad se ha calmado. Y yo ... es menester
que me vuelva á mi jaula. Adios ! Alberto
está á vuestro lado ? Y como? Dios me per
done esta pregunta .
WERTHER . 717

quadragesima tercera
CARTA XLIII .

17 de febrero.

Timo que el embaxador y yo no estare


mos mucho tiempo de acuerdo. Este hombre
es absolutamente insoportable : su modo de
trabajar y de gobernar los negocios es tan
ridiculo , que no puedo menos de contrade
cirlo , y de hacer muchas veces , á mi capri
cho y á mi modo, cosas que jamas le parecen
bien . Se ha quejado ultimamente a la corte ,
y el ministro me ha dado una reprension :
suave, á la verdad , pero enfin , una repren
sion : iba ya á pedir mi retiro, quando re
cibi una carta particular suya , una carta que
me hizó poner de rodillas para adorar el
modo sublime, noble , y entendido con el
que rectifica mi excesiva sensibilidad , y al
mismo tiempo que alaba mis ideas exâgera
das de la actividad , de la influencia sobre
los demas , de la penetracion en los negocios ,
como que nacen de un animo muy digno de
elogio en un joven : procura despues , no el
destruirlo enteramente , sino el moderarlo ,
el dirigirlo acia un fin , en donde pueda em
118 WERTHER :

plearlo ultimente ,' y producir muy buenos


efectos. Asi pues vedme ya animado por
ocho dias , y reconciliado conmigo mismo.
Amigo mio , es una cosa excelente , el so
siego del alma , y la alegria , quan bella y
preciosa es , sino fuese tan fragil !

qulforagesima quarta
CARTA XLIV .
20 de febrero .

Dios os bendiga , mis queridos amigos ,


y os de todos los buenos dias que me quita.
Te doy gracias , Alberto mio , de haberme
engañado. Aguardaba la noticia del dia de
vuestro casamiento ; y me habia propuesto
de descolgar de la pared el retrato de Car
lota , y de enterrarlo entre los demas pape
les. Ya estais unidos , y áun se halla aqui su
retrato : aqui permanecerá. Y porque no ?
Yo se que tambien estoy en vuestra casa.
Estoy sin hacerte daño , en el corazon de
Carlota. Ocupo , si , ocupo el segundo lugar
despues de ti ; y quiero y debo conservarla .
Ah ! me pondria furioso , si ella pudiese
olbidar ! .... Alberto , todas las furias del
infierno no igualan á esta idea. Alberto ,
WERTHER. 119
á dios. A dios , angel del cielo , á dios ,
Carlota..

quadragesina quinta
CARTA X L V.

15 de marzo ,

He sufrido una mortificacion , que me he


chará de aqui : rechino los dientes. Esto es
hecho : y debo quejarme de vos , de vos que
me habeis ahijoneado, instado , atormentado
para hacerme entrar en un puesto que no
quadraba con mi modo de pensar. Estoy en
el, tu has logrado tu fin. Y para que no
digas que yo lo echo todo á perder con mis
ideas exageradas , voy , querido amigo , á
exponerte el suceso con toda la exactitud de
un cronita .
El conde de C .... me quiere , me trata
con distincion , ya lo sabes, puesque te lo
he dicho mas da veynte veces. Ayer me
quedé á comer en su casa : precisamente es
el dia , en que se junta por la noche una
sociedad de personas distinguidas de los dos
sexôs ; sociedad , de la que jamas me he
acordado ; y sobre todo jamas mehapåsado
por la imaginacion que nosotros los subal
120 WERTHER .

ternos no debemos hallarnos alli. Muy bien,


Como pues en casa del conde, y despues de
comer nos paseamos á uno y otro lado , en
el salon. Hablo con el , y con el coronel B ....
que vinó en este interim ; é insensiblemente
llega la hora de la junta. Dio me es testigo
que no pienso en nada. Entonces entra la
muy venerable señora de S ... con su señor
esposo , y la pava de su hija con su pecho
liso como una tabla , y su cuerpo afilado, y
tirado á cordon . Me hacen al pasar la pe
queña reverencia que acostumbran los gran
des señores. Çomo yo detesto de todo cora
zon á toda esta raza de gentes , iba a des
pedirme , y para ello aguardaba solo á que el
conde se viese libre de su torpe habladuria :
....., y como
en esto entra la señorita B ..
siempre que la veo , mi corazon se conmueve
un poco , me quedé , y fui á colocarme de
tras de su asiento : solo advertí despues de
algun tiempo , que me hablaba con menos
franqueza que la acostumbrada , y con una
especie de encogimiento , Me sorprendi . « Es
« tambien coino todas estas gentes , me dixé
« en mi interior ? Que el diablo la llevé ! »
Estaba realmente picado : queria retirarme :
sin embargo me quedaba , por la curiosi
dad de aclarar mas el asunto. Entanto se iba
WERTHER . I 21

Henando el salon . El baron F .... cubierlo


de todo el equipage de en tiempo de Car
los V , el consejero R .... que toma aqui el
titulo de un excelencia , con su mnuger que
es sorda , y sin olbidar el ridiculo J .... en
cuyo trage se ve la moda mas gotica y mas
vieja , mezclada con la mas nueva : todas
estas personas llegaron , mientras yo hablaba
con algunas otras conocidas , las que me pa
recieron muy laconicas. Pensaba.... y solo
atendia á B .... No adverti que las señoras
se chucheaban á el oido , á una punta de la
sala ; que tambien los hombres comenzaban
á hacer lo mismo : que el señor de S ....
hallaba con el conde ( la señorita B .... me
ha dicho todo esto despues ) hasta que enfin
el conde se vinó para mi , y me llevó acia
una ventana. « Ya conoceis , me dixó , nues
« tras costumbres particulares. He observado
« que todos notan el veros aqui : no querria
« por todo el mundo.... Señor, le dixé ,
a interrunpiendole , os pido mil perdones ;
« debia yo haber caydo antes en ello. Espero
« que me perdonareis esta -falta de reflexion.
« Ya iba yo á retirarme. Yo no se que mal
« genio me ha detenido , » añadi riendo , y
haciendole una cortesia . El conde me tomó
de la mano , y me la apretó de un modo que
6
122 WERTHER.
daba á entender, quanto podia decir. Saludé
á la sublime compañia , sali, y tome mi
cabriolé, y fui á M ..., para ver , desde lo
allo de la montaña , el ponerse del sol , y
leer al misıno tiempo el sublime pasage de
Homero en que cuenta como el porquero
alojó á Ulises. Todo esto va bien .
A la noche vine á casa á cenar. No habia
áun mas que algunas personas que jugaban
á los dados en una punta de la mesa , para
lo que habian levantado un poco los manle .
les. Vi entrar á el buen A .... Se pusó su
sombrero , se vino acia mi , y me dixo en
voz baxa : « Estas enfadado ? Yo . ? EL
« conde te ha dado á entender que salieses
« de la sala . Que el diablo se la lleve :
yo sali por tomar el ayre . Haces bien
u en tomar las cosas, por un buen lado : lo
« que yo siento es que ya se ha hecho pu
« blico. » Entonces fue quando realmente
me senti picado. Todos los que venian á po
nerse á la mesa , y que me miraban con .
alguna atencion , me parecia que pensaban
en mi aventura , lo que comenzó á ponerme
de mal humor.
Y quando ahora me dicen en todas las
casas á donde voy , que me tienen lastiina ,
quando llego á saler que todos mis riyaleg
WERTHER. 123
triumfan , y dicen que asi se ve , lo que su
cede á los presuntuosos que se deslumbran
con sus talentos, y que creen poderse elevar
sobre todas las consideraciones , y otras mil
tonterias semejantes; entonces se daria uno
de buena gana una puñalada en el corazon .
Digan lo que digan de la moderacion ; yo
querria saber quien es el que puede sufrir
que se murmure de el de este modo. Quando
estas palabras no tienen fundamento alguno,
se pueden seguramente despreciar.

quadragesima
sexta
CARTA X LV I.

16 de marzo

Todo conspira contra mi. He encontrado


hoy á la señorita B .... en el paseo. Yo no
he podido detenerme en hablarla ; y de
quc
nos hallamos un poco distante de la coi n
pañia , la di á entender quan sensible me
era la conducta extraordinaria que ella habia
tenido conmigo el otro dia. « O Werther !
« me dixó en el tono de la mayor ternura
« habeis podido conociendo mi corazon , in
« terpretar mi turbacion de ese modo ? Quan
« to no he sufrido por vos desde el instante
124 WERTHER .
« que entré en el salou ? Todo lo prevei :'
u cien veces tubé la boca abierta para de
« ciroslo . Yo sabia que la de S .... y la de
« T .... se pelearian antes con susmaridos,
« que de quedarse en compañia con vos :
.

« tambien sabia yo que el sonde no se atrebe


« á romper con ellas ; y despues todo aquel
alboroto ! Como! señorita ! la dixé yo
disimulando toda mi inquietud ; porque me
acordaba de lo que Adelino me habia dicho
el dia antes , y la sangre me herbia en las
venas . Quanto me ha costado todo esto ! »
dixó aquella bella criatura con los ojos ba
ſados en lagrimas. No era yo ya dueño de
mi mismo , y iba á arrojarme á sus pies.
Explicaros, » dixe yo. Sus lagrimas baña
ron sus mexillas : yo estaba fuera de mi.
Ella las limpiaba , sin cuidarse de ocultar
melas.« Mi tia , que ya conoceis, me dixó;
a estaba presente , y ella ha visto , ah ! con
« que ojos ella ha visto esta escena ! Wer
« ther , yo lie tenido que sufrir ayer tarde,
« y áụn hoy mismo un sermon sobre el tralo
« que con vos tengo algunas veces; y me ha
« sido forzoso oir como os abatian, humil
« laban , sin poder , sin atrevermeá defende
k ros mas que á medias. »
Cada palabra que ella proſería era una
WERTHER . 125

estocada para mi corazon . No conocia que


hubiera sido un acto de piedad , el ocultarme
todas estas cosas. Seguia añadiendo ademas ,
quanto dirian áun , y quan gran triunfo se
ría para las gentes mas dignas de desprecio ;
las que por todas partes extenderian que mi
orgullo y el poco caso que yo hacia de los
demas , y que tanto tiempo hace me hecha
ban en cara , habiau sido enſin castigados y
abatidos.
Oir todo esto de su bora , y con una vez
tan lastimera , tan compadecida ! Estaba aba
tirlo , y la rabia arde áun en mi corazon.
Querria que se le antojase á alguno el ha
blarme , para atravesarle de parte á parte
con mi espada. Me sosegaria , si viese correr
la sangre. Ah ! mas de cien veces he cogido
un cuchillo para acabar con la opresion de
mi corazon . Se habla de una noble raza de
caballos , que quando estan calurosos se abren
ellos mismos una vena para desahogarse.
Muchas veces me hallo yo en el mismo caso : .
querria abrirme una vena que me procuraso
una libertad elerna .
126 WERTHER .

quadragesima )septiina
CARTA XL VI I.

24 de marzo .

He pedido mi demision á la corle , y creo


que la lograré : y vos me perdonareis si no,
os lie pedido antes permiso para ello. Tarde
ó temprano hubierá sido forzoso hacerlo, yo
se quanto hubierais podido decirme para
persuadirme á quedar :asi pues .... os pido
que procureis hacer tragar la pildora á mi
padre. Como yo no puedo favorecerme en
nada, no tiene que extrañar si tampoco puedo
favorecerla . Sin duda que esto la dará mu
cha pena. Ver á su hijo detenerse de repente
en la brillante carrera que le conducia dere
chamente á los grados de consejero de es
tado , y de embaxador, y abandonarla ver
gonzosamente ! Haced quanto querais , com
bivad todos los casos posibles en que yo debia
haberme quedado. Pero basta , yo me voy.
Y para que sepais donde, os diré que el
principe.... gusta mucho de mi compañia :
quando la oido hablar de mi intento , me
ha pedido que le acompañe á sus estados ,
para pasar con el , toda la bella estacion de
WERTHER . 127
la primavera . Tendré una libertad entera de
skisponer de mi : asi me lo ha prometido :
y como nos ballamos de acuerdo quasi en
todo , quiero arriesgarme , y marchar con el .

APOSTILLA.
29 de abril.

ΤΕE agradezco tus dos carlas. No he res


pondido, porque he retardado el embiar esta,
hasta recibir ini demision de la corte , pues
temia que mi madre estorbarse mis proyec
tos escribiendo al ministro. Pero el negocio
está concluido pues que ya ha llegado la de
mision. Es inutil deciros la repugnancia con
que me la han dado , y lo que me ha escrito
el ministro : seria haceros redoblar vuestras
quejas . El principe hereditario me ha dado
una gratificacion de veynte y cinco ducados
diciendome palabras tan afectuosas que me
han enternecido hasta hacerme derramar la
grimas. Asi pues es inutil el que mi inadre
me embie el dinero que la pedia en mi ul
tima carta .
128 WERTHER .

quadragesima) octava
CARTA XLVIII .

15 de mayo.

MAÑANA marcho de aqui : y como el


lugar en que nacino-dista mas que seis millas
de mi camino , quiero volverlo á ver , y
traér á la memoria los antiguos dias de mi
felicidad , dias que no son 'mas que una ca
deva continuada de sueños. Quiero entrar
por la misma puerta , por la que mi madre
salió en coche conmigo , quando despues de
la muerte de mi padre , salió de aquel pa
rage solitario , de aquel parage tranquilo
para encerrarse en su insoportable ciudad .
Adios , Guillermo : tu oiras hablar de mi
caravalla .

quadragesima nona
CARTA XL I X.

16 de mayo .

He hecho mi romeria á mi pays natal con


toda la devocion de un verdadero peregrino ,
y he tenido inil ideas nuevas y no aguar
WERTHER . 129
dadas. Hizé parar mi coche junto á el gran
tilo que se halla una media legua antes del
pueblo , despues de S.... me apeé , y mandé
al postillon que fuese delante por poder ca -
minar yo mismo á pie, y gozar con loda la
sensibilidad de mi corazon , toda la novedad ,
toda la viveza de cada una de las cosas , de
que me fuese acordando . Me detube debaxo
del tilo que en mi niñez habia sido el ter
mino y fin de mis paseos. Que diferencia !
Entonces estaba yo en una feliz ignorancia ,
me arrojaba , con el deseo , en este mundo
que me era desconocido , en donde esperaba
hallar para mi corazon todo el alimento ,
todo el gozo deque tantas vezes sentia verme
privado . Pero ahora volvia yo ya de este
mundo .... Ah ! amigo mio , quantas espe
ranzas trastornadas , quantos planes destrui
dos ! ... Tenia delante de los ojos la cordil
lera de montañas. que tantas veces habián
sido el objeto de mis deseos. Podia yo ahora
quedarme alli sentado horas enteras : me
transportaba en la imaginacion áun mas allá :
mi alma parecia vagar , y como perderse en
aquellos bosques, en aquellos valles cuyo
aspecto risueño se ofrecia á mi vista en los
lejanos vapores... Pero quando era preciso
retirarme á la hora' señalada , con quanta
6*
150 WERTHER .
repngnancia no dexaba yo estos deliciosos
parajes ! Yomeacercaba áun mas al pueblo ,
saludaba á los jardines y á las casas que re
conocia de nuevo . Las que se habian edifi
cado despues de mi venida, no me agradaron,
ni las inovaciones que se proyectaban en
las demas. Llegué á la puerta ", y entonces
si que me reconoci enteramente . Aniigo mio ,
no entraré en ningun detalle : por muy
grande que haya sido el placer que yo expe )

rimenté , seria pesado y uniforme en una


relacion. Habia dispuesto alojarme en la
plaza , precisamente al lado de ' mi casa an
tigua. Observé de paso que la escuela en que
una buena vieja nos reunia quando niños , se
liabia mudado en una tienda. Me acordé de
la inquietud , de las lagrimas , de la melan
colia , у de la afliccion de corazou que yo
liabia sufrido en aquella especie de agujero.
No daba un paso que no mereciese contem
placion : un peregrino que va á la tierra
santa halla menos parages que interesen su
devocion , y tal vez su alma no goza de tan
santos alecios.... En una palabra , baxé por
la orilla del rio adelante hasta una alqueria
en donde en otro tiempo. y ba yo muy á
menudo, parage reducido en donde los mu
chachos nos divertiamos en tirar piedras so
WERTHER . 131

bre, el agua , á quien mas la podia hacer


ringlar. Me acuerdo muy buen como yo me
detenia algunas veces , á ver correr el agua :
como yo seguia su corriente , formando las
mas particulares conjeturas : las maravil
losas ideas que yo me formaba de las regiones
á donde ella iria á parar : como mi imagi
nacion se hallaba delenida bien pronto aun
que yo comprendia muy bien que aquella
agua debia ir mas lejos, y aun mas lejos ,
hasta que enfin yo me perdia en la contem
placion de una distancia inaccesible á la
vista ! Considera , amigo mio , que esta es
la idea de los antiguos. Quando Ulises habla
de los inmensos mares , de la tierra infinila ,
esto no es mas verdadero , mas proporcio
nado á el hombre , mas sensible , que quando
un estudiante , de estos tiempos, se cree un
prodigio de sabiduria, si puede llegar à re
petir que es redonda ?
Estoy actualmente en la cazeria del prin
cipe. Realmente , se puede vivir con este
hombré : es la verdad , la sencillez misma.
Lo que algunas veces me incomoda es que
habla bien á menudo de cosas que solo CO
noce por haber oido hablar de ellas , ó por
haberlo leido , y del mismo modo , y en los
mismos terminos que se lo han dicho .
152 / WERTHER .

Auu inas , y es que hace mas caso de mi


talento , y de mis luces , que de este corazon
que forma el unico motivo de mi vanidad ,
y que es por si solo la fuente de todo , de
toda mi fuerza , de toda ini felicidad , de
toda mi miseria . Ah ! lo que yo sé , qual
quiera lo puede saber.... Mi corazon , yo
solo lo tenjo .

quinquagesima
CARTA L.

25 de mayo .
1

Tenia alguna cosa en mi idea , de la que


nada queria hablarle hasta que se hubiese
verificado ; pero como he visto que no resul
tará nada , puedo decirtelo ahora. Queria ir
á la guerra . Este proyecto me ha interesado
por mucho tiempo. Ha sido seguramente el
motivo priucipal que me ha movido á seguir
al principe , que es general en los exercitos
de .... Le he descubierto mi designio en el
paseo : pero me ha disuadido : y hubiera
sido en mi áun mas pasion que capricho el
no ceder á sus razones .
WERTHER . 133

quinquagesima primera
CAR TALI.

11 de junio .

DIME quanto quieras, pero yo no puedo


permanecer áun mas tiempo aqui. Que haré ?
yo me fastidio . El principe me trata como
si fuese igual suyo. Muy bien ! pero yo es
toy fuera de mi elemento . Y realmente ,
nada hay de igual ni de semejante entre
nosotros dos. Es un hombre de talento , pero
de un talento comun ; su conversacion no me
causa mayor plazer que un libro bien escrito .
Permaneceré áun unos ocho dias, y despues
comenzaré á vagamundear. Todo lo mejor
que yo he hecho aqui , ha sido el dibujar.
El principe conoce un poco , y conoceria
áun mas , si no se encerrase tanto en la tir

minologia. Muchas veces rechino los dientes


de rabia , quando , en el momento en que
me hallo con la imaginacion exaltada , le
paseo por los dominios de la naturaleza y
del arte , y el cree entonces que hace uva
gran maravilla, si puedeinterrumpirme,mal
á proposito , para encaxar en la conversacion
algun termino tecnico.
134 WERTHER .

quinquagesima segunda
CARTAL I I.

18 de junio.

Donde quiero yo ir ? Te lo diré en con


fianza. Necesito pasar áun aqui'unos quinze
dias. Me he dicho á mi mismo que queria
ir despues á ver las minas de *** ; pero en
la realidad no hay nada de esto : lo que yo
quiero es el acercarme á Carlota , y este es
todo el asunto . Me rio de mi propio cora
zon .... y hago quanto el quiere.

quinquagerina Tercera
CARTA . LIII.

29 de julio.

No , todo va bueno ! todo va bueno ! Yo ,


su esposo ! O Dios que me hasdado el ser ,
si me hubieses concedido esta dicha , toda
mi vida huviera sido una adoracion continua !
No quiero quejarme. Perdoname mis lagri
mas , perdoname mis inutiles deseos..
Ella ! mi esposa ! Si hubiera yo podido ce
ñirme en tiernos abrazos con la mas amable
WERTHER . 135

criatura, que hay debaxo del cielo ... Guil


lermo , quando Alberto abraza su ligero y
eleganle talle , todo mi cuerpo se estremeze.
Y no obstante .... pero te lo diré?... Y
porque no ? Guillermo , ella habria sido mas
feliz conmigo que con el ? No , no es el , el
hombre capaz de llenar todos los deseos de
su corazon ; un cierto defecto de sensibilidad ,
un defecto .... Tomalo como quieras , su
corazon no simpatiza .... oh ! .... con un
paso de un excelente libro en el qual mi
corazon y el de Carlota eslan de acuerdo.
En mil otras ocasiones en que es necesario
que la sensibilidad haga oir sus acentos en
nuestros corazones sobre la accion de qual
quiera otra persona , ó Guillermo !.... Es
verdad que el la ama con toda su alma, y
que no merece este amor ?
Un hombre bien insoportable ha venido
á interrumpirme : mis lagrimas se han se
cado : me se ha disipado mi tierna afliccion.
Adios, amigo querido.
156 WERTHER .

quinquagesima quarta
CARTA LI V.

4 de agosto.

No
o soy yo solo , el que es digno de lasti
ma . Todos los hombres se hallan frustrados
en sus esperanzas, engañados en lo que aguar
dan . Acabo de visitar á la buena muger de
los tilos. El hijo mayor salió corriendo á
recibirme : un grito que dio de alegria hizo
venir tambien á la madre que me parecio
muy abatida . Las primeras palabras que dixo
fueron : « Mi buen señor , ah ! mi Juan ha
« muerto. » Era el niño inas pequeño . Yo
callaba. « Mi marido , continuó , ha vuelto
« de la Suiza , y no ha traydo nada : y se
« hubiera visto obligado á pedir una limosna,
« si no hubiera sido por algunas buenas al
« mas . En el camino habia tenido unas ca
« lenturas. » No pude decirla nada : di al
guna cosa a los niños : ella me pidió que
recibiese unas manzanas, hize lo asi , y me
separé de un parage de lan triste memoria.
WERT HER . 137

quinquagesima quinta
CARTA L V.
19 de agosto.

De un golpe se muda todo conmigo. Al


gunas veces yra chispa de vida viene á ofre
cerme su triste y consoladora luz : pero ah !
por solo un instante ! Quando de este modo
yo me conſundo entre sueños , no puedo
desechar de mi esta idea. Que! si Alberto
Hegase á morir, tu podrias .... si , ella po
dria .... Corro en pos de este sombra vaga ,
que me arrastra á abismos , á cuya orilla yo
me detengo , para huir , lleno de temor.
De que salgo por la puerta que da á el
camino que yo andubé la primera vez en
coche para llevar á Carlota al bayle , que
diferencia ! todo , todo se ha pasado. Ni una
sola señal en la naturaleza , ni un solo latido
de mi corazon que me haga acordar de las
sensaciones que entonces yo experimentaba.
Soy como la sombra de un principe que
vuelve á un palacio que edificó en otro tiem
po quando estaba en toda su opulencia , y
que decoró con todo luxo y magnificencia ,
dexandolo á un hijo en quien tevia la mayor
138 WERTHER .
esperanza , y lo halla abrasado y todo des
truido .

quinquagesima sexta
CARTA L V I.

3 de septiembre.

A veces no puedo comprender comootro


hombre puede amarla , se atreve á amarla ,
quando yo la amo tan unica , tan perfecta
mente ; quando yo no conozco nada , no poseo
nada sino ella .

quing . vertina
CA R T A L VII.
6 de septiembre.

MUCHA pena me ha costado el resolverme


á quitarme el frac azuł que tenia quando
baylé la primera vez con Carlota : pero ya
estaba muy raido ;: me he hecho hacer otro
enteramente semejante á el primero , con el
collarin y las vueltas iguales : del mismo
modo , la chupa y calzones amarillos , como
los primeros .
Pero esto no me contenta áun enteramente .
WERTHER . 139
No -sé... Creo que con el tiempo llegaré
á quererlo aun mas.

quinqu . actava
CAR TAL VIII .

15 de septiembre.

Es
s cosa de darse uno á quatro mil deino
nios , quando ve los perros que Dios sufre
en el mundo , y que no muestran ningun
genero de sensibilidad con las pocas cosas
que áun valen algo. Tu te acuerdas, sin duda
alguna , de los nogales debaxo de los quales
me senté yo con Carlota en casa del cura de
S.... aquellos soberbios nogales que llena
ban mi alma del plazer mas puro y mas vivo.
Quanto no hermoseabau el patio de aquella
casa ! Quan frescas, quan magnificas eran
sus ramas ! Y hasta la memoria de los bue- '
nos curas que los habian plantado tantos años
habia ! El maestro de escuela nos ha dicho
muchas veces el nombre de uno de ellos que
lo sabia por haberlo oido decir á su abuelo .
Debe haber sido un hombre excelente, y su
memoria me era siempre sagrada quando
yo estaba debaxo de aquellos arboles. Si , el
maestro de escuela Ioraba ayer quando ha
140 WERTHER .

blabamos de que los habian arrancado ....


..
Arrancado !... yo rabio , y creo que mata
ria al perro que ha dado el primer hachazo ...
Yo que seria capaz de ponerme luto , si te
piéndo dos arboles como estos en mi patio ,
viese morir uno de viejez : menester que
que yo sea tesligo de estas cosas ? Querido
amigo , áun otra palabra. Que es pues la
humanidad ? Toda la aldea se queja, y la
muger del cura verá , por su manteca , sus
huebos , y por la confianza , el daño que ella
misma se ha hecho. Porque es la muger del
cura nuevo la ha hecho este daño ; pues
que
tambien ha muerto nuestro buen anciano .
Es un esqueleto que está siempre enfermo ,
y que tiene razon en no hacer caso del mun
do , pues nadie hace caso de ella . Una tonta
que quiere pasar por sabia, que quiere exá
minar los canones , que trabaja en la nueva
reforma critica y moral del Cristianismo, y
la que , enfin se encoge de hombros , quando
la hablan de las opiniones de Lavater ; que
tiene una salud muy destruida , y á la que ,
de consiguiente no queda plazer alguno en
la tierra. Asi pues , solo una criatura seme
jante podia hacer derribarmis arboles. Aini .
go mio , no puedo volver en mi. Yinaginate
que las hojas ensucian el patio quando se
WERTHER . 141
caen , y le humedecen ; las ojas le quitan la
luz ; quando las nueces estan maduras , los
niños tiran piedras para derrivarlas ; y esto
la causa conmocion de nervios la turba
en sus profundas meditaciones , quando pesa
y compara entresi á Kennikot , Semler , y
Micaelis. Quando vi á las gentes de la aldea
tan descontentas, y especialmente a los ni
jos , los dixe : « Porque lo habeis sufrido ? ,
Ellos me respondieron : « Quando el juez
« lo quiere , que se ha de hacer ? » Pero hay
una cosa en todo esto que me ha gustado
mucho, y és que el juez y el cura que que
rian sacar partido de los caprichos de su
muger , la qual no le suele hacer el mejor
caldo en la olla , se habian convenido de
partir entre ellos el producto de los arboles :
pero la oficina de rentas reales interviene en
el asunto , y dize : Despacito, señores mios :
y vende los arboles en almoneda. Estan der
ribados! Oh ! si yo fuera principe ! haria á
la muger del cura , al juez , y á la oficina....
Principe !... si , si yo fuese principe , que me
harian los arboles de mi pays ?

1
142 WERTHER .

quinquagesimanona
CARTAL I X.

10 de octubre .

Solo con ver sus ojos negros , me contento .


Ah ! lo que me enfada es que Alberto no
parece tan feliz como... esperaba ... como
yo ... , creya .... Si .... No es lo que mas
me gusta el interrumpir mis frases ; pero yo
no puedo explicarme aqui de otro modo....
Y me parece que hablo bastante claro,

sexagesima
CARTA L X.
12 de octubre.
Rorzug
Mi corazon da ahora la ventaja á Ossian
sobre Homero. Que mundo , aquel donde me
conduce este sublime autor ! Vagar en los
vallesque resuenan de todas partes con el
ruydo de los tempestuosos vientos , que con
ducen sobre las nubes , y al debil resplandor
de la luna , los espiritus de sus padres ! Oir
desde la montaña los debiles gemidos que
lanzan los espiritus desde lo hondo de sus
aubstoß
WERTHER . 145
cavernas, gemidos que se confunden con los
rugidos del torrente : y las lameutaciones que
la joven donzella , muerta de pena , haze al
lado de quatro piedras cubiertas de muzgo ,
monumento del glorioso fin de su amante !
Quando encuentro á el Bardo cubierto de
canas , que vaga errante por la espaciosa lla,
nura , buscando las huellas de sus antepasa
dos , y halla , ahí , las piedras que cubren su
sepulcro ; quando lamando suspiros , vuelve
sù vista acia la estrella vespertina , que se
esconde en las inquietas olas del mar, y que
el alma del heroe siente renacer la idea de
aquel tiempo en que sus propicios rayos
alumbraban á los valientes guerreros en sus
peligrosas empresas , y quando la luna ilu
ininaba con su luz á su baxel decorado con
las palmas de la victoria : quando leo en su
rostro su dolor profundo : quando veo á este
heroe , el ultimo de su linage, acercarse tem
blando , y caer abatido sobre el sepulcro :
como la debil presencia de los sombras de sus
antepasados es para el una fuente en donde
bebe continuamente la mas dolorosa , la mas
tierna alegria ! como mira fixamente á la
tierra , y á la yerba que la cubre, y exclama :
El viagero que me lia conocido en ni bel
« leza , vendra, vendra , y preguntará á donde
144 WERTHER.
« está el cantor , digno de Fingal ! Sus pies
« huellan mi sepultura , y en vano me busca ,
< y pregunta pormiá toda la tierra . » O ami- '
go mio ! seria yo capaz de arrancar la espada
del lado de un noble guerrero , y libertar de
un golpe á mi principe del tormento de una /

vida que no es mas que una muerte lenta ,


y luego hacer volar tambien á mi alma en
pos de aquel semi- dios puesto en libertad .

vexagesima primera
CARTA L XI .
19 de octubre,

An ! este vacio , este vacio espantoso que


hallo en mi pecho ! muchas veces pienso :
Si tų pudieras una sola vez, una sola vez
apretarla en tus brazos ! se llenaria todo este
vacio.

rexages, segunda
CARTA L XI1.
26 de octobre.

Sí , amigo mio , cada vez me confimo mas


y mas en la idea de que la existencia de una
criatura es bien poca cosa , bien poca cosa .
WERTHER . 145
Una amiga de Carlota ha venido á verla :
yo pasé á una pieza inmediata para tomar
un libro : y como no podia leer , tomé la
pluma. Oí que hablaban en voz baxa : se
contaban una á otra cosas indiferenles , y
noticias del pueblo : como esta se liabia ca
sado , la otra estaba enferma , muy enferma.
« Tiene una toz seca , decia una , los ojos
« hundidos , y la dau unos desmayos : no
« daria dos quartos por su vida. — El señor
« N. N. yo está menos de peligro. » decia
Carlota . - Se ha hinchado , » replicaba la
Otra. Y mi viva imaginacioni me trasladaba
al instante á los pies de la cama de aquellos
infelices ; veia con la repugnancia que vol
vian las espaldas á la vida , como.... Guil
lermo , mis buenas señoras hablaban de todo
esto como regularmente se habla de la muerte
de uw extraño .... Quando estiendomivista
por todos lados, que recorro el quarto , y
que por todas partes veo las ropas de Car
lota, aqui sobre una mesa sus pendientes ;
alli los papeles de Alberto , y los muebles
con los quales me he familiarizado ya ente
camente , -y que me digo en mi interior :
Mira lo que eres en esta casa ! Todo , en
« todo. Honrado de tus amigos , formas las
« mas veces toda su complacencia ; y tu co
7
146 WERTHER .
« razon se persuade que no podria existir sin
« ellos : sin embargo.... si lemarchases, si
« te alejases de este centro , conocerian ellos
« bien el vacio que tú perdida causaria en
a su estado ? Quanto tiempo ?... » Ah ! el
hombre es tan perecedero , que áun alli mis
mo donde propiamente tiene la certidumbre
de su existencia, alli donde puede dejarla sola
impresion verdadera de su presencia , en la
memoria , en el alma de sus amigos , debe
borrarse , y desaparecer; y esto... lan pronto.

sexagesima tercera
CARTA LXIII.

27 , de octubre.

Me despedazaria el pecho , me abrasaria


Jos sesos , quando veo quau pocos recursos
hallan los hombres los unos enlos otros. Ab !
ninguna persona me dará jamas el amor, la
alegria, el fuego , la voluptuosidad que no
tengo por mi mismo : y del mismo modo
con un corazon lleno de felicidad , no podré
yo hacer feliz , á un hombre que se halla pri
yado de todo consuelo .
WERTHER . 147

sexages.quarte
CARTA LXIV.
.
30 de octabre.

C1BN veces he estado por arrojarme á sus


brazos. ... Dios solo sabe lo que cuesta el
ver tantas gracias pasar y volver à pasar de
lante de uno , sin que uno se pueda atrever
átocarlas. Y sin embargo nuestra inclinacion
natural nos mueve á tomar. Los niños no
procuran hechar la mano á quanto ven ? Y
yo ....

rexages . Guirille
CARTA LX V.

3 de noviembros

Solo Dios sabe quantas veces me meto en


la cama con el deseo , que digo ? con la es
peranza de no volverme á dispertar ; y por
la mañana abro los ojos, vuelvo ver el sol,
y soy miserable. Ah ! porque no soy luna
tico ! porque no puedo quejarme de el tiem
po , de una otra persona , de una empresa
desgraciada ! Entonces el peso de la pena que
WERTHER .

me oprime , no caeria sobre mi, si no á me


dias. Ynfeliz de mi ! demasiado conozco que.
toda la falta depende de mi solo. —No la
falta ! Basta que yo‘lleve oculta en mi seno
la fuente de todas mis miserias , como en
otro tiempo llevaba la fuente de todas las
felicidades. No soy yo ya el mismo hombre
que nadaba en otro tiempo en un mar de
alegria , que a cada paso veia nacer un pa
raiso , y que tenia un corazon capaz de abra
zar en su amor , un mundo entero ?-Y ahora :
la muerto este corazon : no siente ya alegria
alguna ; mis ojos se han secado; y mis sen
tidos, privados del desahogo de las lagrimas ,,
cubren mi rostro con las tristes señales del
dolor. Sufro mucho , porque he perdido la
unica cosa que me causaba alegria , la dicha
de mi vida , la divina y vivificante fuerza
con la qual yo solia crear nuevos mundos en .

mi imaginacion .... Ya pasó .... Quando


desde mi ventana miro la colina á lolejos; mulformand
que veo como el sol rompiendo la nieblain. 3

la dora con sus rayosiy alumbra los sosega


dps valles , mientras que el rioccorre acia
ini, retorciendose por entre los sauces que
ya se han despojado de sus hojas o quando
veo á esta grande y magnifica naturaleza na
ofrecerme:ya mas que, una imagen fria yo
WERTHER . 149
grosera de si misma : que toda mi imagina
cion no puede sacar de mi corazon una sola
gota de felicidad : y que estoy delante de
mi Dioscomo unafuenle que se ha agotado,war/föght
que se ha secado interamente ! Quantas ve
ces no me he prosternado hasta el suelo ,
para pedir á Dios que me conceda el derra
mar lagrimas , como un labrador pide la
lluvia , quando llevanta los ojos , y ve por
todaspartes el cielosereno y despejado, y la force
tierra ardiendo en sed !
Pero , ah ! yo lo conozco bien , Dios no
concede la lluvia y el buen tiempo á nues
tras importunas súplicas. Y aquellos tiempos
cuya memoria me atormenta ; porque eran
tan felices , sino porque yo aguardaba su es
pirilu con paciencia , y que la alegria con
que me colmaba yo la recibia con un corazon
lleno delmasvivo agradecimiento ?

sexagesima sexta
CARTA L X V I.
3 de noviembre.

CARLOTA me ha reprendido mis excesos,


pero ah !en un tono tan suave ! mis excesos ,
- porque desde un vaso de vino me dexo al
350
WEREHER.
gunas veces arrastrar á beber una botella .
« Evitad esto , medice ella : pensad en Car
« lota ! - Pensar ! Teneis necesidad de man
« dermelo ? Pienso ! no , nada pienso ...
« Estais siempre presente á mi imaginacion.
« Hoy estaba yo sentado enel parage mismoPlatz
« en que 'ultimamente os apeasteis del co
a che. » Comenzó á hablar de otra cosa ,
para impedir el que yo no penetrase dema
siado en la materia . Amigo querido , yo no
soy ya dueño de mi mismo. Hace de mi
quanto quiere.

sexagesima)septina
| CAR T A L XVII.

15 de noviembre

Te doy gracias, Guillermo querido , del


fonetilcariñoso interes que tomas, de la buena iny
tencion que se descubre en tus consejos,
le pido que vivas sosegado. Dexame sufrir viking
todo mi mal : á pesar de lo abatido que me
hallo , aun tengo fuerzas bastantes para ir
hasta á el fin. Tu sabes que yo respeto la rea
ligion : sé que es un apoyo para el infeliz
que cae abatido de cansancio , un refresco Arifo
para el que se abrasa de sed. Solo ...puede
Borgefon Furs
WERTHER. 151

ser , debe ser la misma, en todas partes ?


Considera este vasto universo : tu ves mil
lares de hombres que no la conocen , otros
que no la conoceran nuuca , sea que se les
haya anunciado , ó no : es menester que yo
la conozca ? El hijo de Dios no dice elmismo :
« Los que mi padre me ha dado estaran con
migo. » Pero si yo no le he sido dado : si
el padre quiere reservarme para si , como
mi corazon me lo dice ! Hazme el favor de
no dar á esta proposicion una falsa interpre
tacion , ni liallar un sentido ironico eu estas
palabras inocentes : yo no hago mas que des
cubrirte mi alma enteramente. Pues de otra
forma, yo querria mejor callar , que hablar azywring
Noft á elayre sobreunasuntoenelquenadieesta
i mas instruido que yo. Y no es la suerte del
hombre el seguir la carrera de sus males, y
beber el caliz enteramente ? Pero si el Dios
del cielo habiendo arrimado el caliz á sus
labios , lo halló demasiado amargo , porque
fingiré yo mas animo, y haré parecer que
es dulce ? Y porque tendré vergüenza en el
terrible instante en que todo yo me estre
mezco entre la existencia y la nada; en donde
el tiempo pasado brilla como el relampago
sobre el sombrio abismo del tiempo veni
dero ; en donde todo lo que me rodea ,
152 WERTHER .
arruina : en donde , el mundo perece con
migo ? No es esta la voz de la criatura opri
mida , desfallecida , abismandose sin recurso
alguno , en medio de los vanos esfuerzos que
hace para expresar su desesperacion ? ....
Dios mio ! Dios mio ! porque me habeis
abandonado ? Podré yo avergonzarme de
esta expresion ? Podré yo temer este ultimo
instante quando aquel , cuya mano hace mo
ver los cielos , no ha podido evitarlo ?

sexagesimaloftara
CARTA LXVIII.
21 de noviembre .

ELLA no ve, ni conoce que prepara el ve


neno que nos matará á los dos : y yo bebo.
con el plazer mas perfecto la copa en que
ella me presenta la muerte . Que quiere decir
este tono de bondad con el que me mira á
menudo ? ( á menudo ! no , pero algunas ve
ces ) el agrado con que recibe una expresion
nacida de un afecto que no puedo moderar ?
la compasion de mis desgracias, que tan bien
se pinta en su rostro ?
Ayer quando yo me retiraba , me presentó
la mano,y me dijo: « Adios, querido Wera
WERTHET . 155
' ther. » Querido Werther ! Es la primera
vez que me ha dado el nombre de querido :
y la alegria que me causó penetró hasta mis
Kuvafow huesos.Me lo repeti cien veces : y á la no
che , quando fui á acostarme , hablaba yo
solo , y de repente me digo : « Buenas noches ,
querido Werther. » Y no pudé menos de
reir de mi misino .

sexages . nona
CARTA L XIX .
24 de noviembre.

ELLA conoce quanto yo sufro . Susmiradas


me han penetrado hoy hasta lo mas profundo
de mi corazon. La he hallado sola . Ya no
veia en ella la interesante hermosura , la
brillantez de su talento : todo esto se habia
disipado para mis ojos. Una mirada mas po
derosa , obraba sobre mi , mirada llena de
expresion del interes mas tierno , de la mas
dulce compasion. Porque no me he alrevidorxböfend
work áarrojarmeá suspies? Porqueno me he
atrevido á abrazarla , y responderla con mil
besos ? Ella recurrió á su clave, y se acom
pañó con la mas harmoniosa musica , que
cantó en voz baxa , pero con tanta dulzura y
7*
134 WERTHER .

suavidad ! Jamas sus labios me han parecido


mas divinos : se diria que se abrian para re
cibir los melodiosos sonidos que salian del
instrumento , y que su divina boca era solo
su eco . Ah ! si pudiera yo decirle todo esto
como lo sentia ! No he podido resistir mas
tiempo : me he inclinado , y he dicho con
juramento : « Jamas me arriesgaré á darte
« beso , ó labios , en los que reposan los es
a piritus celestiales ! ... » Y sin embargo.i .
yo quiero .... Ah ! es como una muralla de
separacion que se ha levantado delante de
mi alma .... Esta beatitud . ... Y despues
quando uno ha muerto purgar sus pecados ...
Pecados !....

septuagesima
CAR TA LX X.
30 de noviembre .

No , jamas, jamas volveré en mi : á qual


quiera parte que vaya me se aparece algo
que me saca de juicio .Hoy mismo , o,suerte !
ó humanidad !
A cosa del medio dia yo mepaseaba por
la orilla del agua : no tenia yo gana de comer.
Todo estaba desierto y abandonado : un
WERT HER . 155

vtento de oeste , humedo y frio soplaba de


la montaña , y el valle se cubria de nubes
cenicientas y lluviosas. Descubrí á lejos un
hombre vestido con una mala chupa verde ,
que andaba encorbado por eutre las piedras ,
y parecia ocupado en buscar algunas yerbas.
Acerqueme á el ; y como volvio la cara , á
el ruido que yo hicé al acercarme , vi en el
una fisonomia enteramente interesante , en
la que se advertia mas principalmente, una
tristeza profunda , pero en la que se descu
bria , no obstante un alma recta y honrada.
Sus cabellos estaban recogidos los unos sobre
la cabeza , formando dos bucles , sostenidos
con alfileres ; los otros formaban una frenza
muy recia , que le caya sobre las espaldas.
Como todo este equipage anunciaba un hom
bre comuu , me pareció , que no se enfa
daria de que yo mirase lo que hacia , y de
consiguiente le pregunté que era lo que
buscaba. « Busco flores, respondió lanzando
« un profundo suspiro , y no las hallo. -
« Tampoco es tiempo , le respondi yo riendo .
Hay tantas flores ! replicó baxandose
« acia mi. En mi jardin hay rosas y madre
selvas de dos especies. Mi padre me djó
« una de ellas : crecia como la zizaña :hace
* ya dos dias que las busco y no puedo hata
156 WERTHER .
« larlas. Y áun aqui fuera hay siempre flores ,
« amarillas, azules , encarnadas ; y la cen
* taura tiene una flor muy bonita aunque
* pequeñia. No puedo hallar ninguna. » Ad
vertí en su rostro alguna cosa como de furioso
ó espantado ; y tomando un rodeo , le pre
gunté que era lo que queria hacer de aquel
las flores. Su cara se encogió entonces ente
ramente con una sonrisa singular y convul
siva. « Si me guardarais secreto , » dixo
** poniendose un dedo en la boca , os contaria
á que he prometido un ramillele á mi dama.
- Muy bien hecho.-Oh ! ella tiene mu
achas otras cosas. Es rica. — Y sin embargo
a hace mucho caso de vuestro ramillete ?
Oh ! tiene muchas alajas , y una corona . -
« Como se llama ? - Si los estados generales
quisieran pagarme, seria yo enteramente
- diferente de lo que soy ! Si , hubó un tiempo
en que yo estaba tan contento ! Pero en el
dia todo se acabó para mi; y soy ... » Lo
demas lo explicó con una mirada de enter
necimiento que hechó acia el cielo. « Erais ,
• pues , feliz ? - Ah ! aun querria serlo del
« mismo modo ! Estaba yo entonces tan ale
* gre , tan contento , tan ligero como los pè
• zes en el agua. Henrique, gritó una
• buena vieja que venia acia nosotros : Hen
1

WERTHER. 157
rique , donde te has escondido ? Por todas
* partes te hemos buscado. Ven á comer.
« Es este vuestro hijo ? la pregunté acercan
.dome á ella . Si, señor , es mi pobre hijo ,
K
respondió. » Dios me ha dado una cruz
« bien pesada. Quanto tiempo hace que
K se halla de este mudo ? Haze solos seis
s meses que está sosegado. Doy gracias á
* Dios de que el mal no ha sido mayor.
« Poco anles tubó un frenesí que duró un
« año entero ; y entonces estubó á la cadena
« en el hospital de los locos. Ahora no hace
« mal á nadie , y solo se ocupa en asuntos de
« reyes y emperadores. Era un joven de un
« caracter suave y sosegado que me ayudaba
« á ganar la vida , pues tenia muy buena forma
de letra. Pero de repente se volvio triste y
* pensativo , cayó malo de una calentura
* ardiente , y luego en el delirio , segun lo
« veis ahora. Si se os hubiese de contar , se
« ñor... Detubé entonces el torrente de sy
narracion , preguntandola qual era el tiempo
de que tanto hablaba , y en el que estaba
tan feliz, y tan contento . « Pobre insensato !
. me dijó la vieja con una sonrisa de com
* pasion , quiere hablar del tiempo en que
a estaba fuera de juicio; y á el que siempre
e está alabando. Es el tiempo que ha pasado
158 WERTHER:
a encerrado en las gabias , quando estaba ent
« teramente fuera de si. » Estas palabras pro
dujeron en mi el mismo efecto que un rayo ;
dila algunas monedas , y me alejé de alli á
paso apresurado.
« Donde eras feliz ! me decía yo, mar
« chando de priesa acia el pueblo , donde
« estabas contento como el pez en el agua !
« Dios del cielo ! has dispuesto la suerte de
« los hombres de modo que no puedan ser
« felices, sino antes de llegar a la edad de
« la razon , ó despues de que la han perdido ?
« Ynfeliz ! Y mientras que yo embidio la
« loeura , el desorden de sentidos en que te
« consumes, tu sales , lleno de esperanza para º
« coger flores para tu reyna ! ... en medio
« del invierno ! ... y tu te afliges porque no
« las encuentras ! y no sabes, porque no las
« hallas! Y yo... y yo , salgo sin esperanza ,
« sin fin alguno , y vuelvo á mi casa como
« salí .... Tu te figuras lo que serias, si los
« estados generales te pagasen ! Feliz cria
« tura que puedes atribuir la privacion de tu
« felicidad á un obstaculo terrestre ! Tu no
« conoces ! tu no conoces que tu miseria pace
« de la turbacion de tus sentidos , del desor
a den de tu cabeza, del qual no podran libero
& lærte los reyes de la tierra.
WERTHER . 55g
Que muera desesperado aquel que se rie
de un enfermo que hace un viage largo para
ir á buscar aguas minerales que estan inuy
distantes , y cayo efecto será el de aumentar
su enfermedad , у de hacer mas doloroso el
fin de su vida ! que critica á el hombre cuyo
corazon está lleno de remordimientos , y el
qual, por libertarse , y por poner fin á los
tormentos de su alma, emprende el viage
á el Santo Sepulcro. Cada paso queda en el
camino es un rayo de consuelo para su alma
oprimida, y cada dia se acuesta sintiendose
aliviado de una parte del peso que le opri
me.... Y vosotros llamais á esto sueños ó
Jocuras , vosotros habladores , que estais
blandamente acostados sobre ricos almoa
dones ! Locuras ! .... O Dios ! tu ves mis
lagriinas.... Era necesario , despues de ha
ber formado á el hombre tan pobre , darle
hermanos que le roban áun en medio de su
pobreza , y le quitan la confianza que tiene
en ti , en ti que amas todas las eriaturas ? En
efecto , su confianza en una raiz saludable ,
en las lagrimas de la viña , que otra cosa es ,
sino la confianza en ti , que has puesto en
todo lo que nos rodea la curacion y el alivio
que á cada instante necesitamos ? O padre
que no conozco , padre que en otro tiempo
160 WERT HER .
Ilenaba mi alma toda eptera , y que ahora
has apartado tu rostro de mi! llamame acia
ti ! no guardes, por mas tiempo ,el silencio ;
mi alma sedienta no podrá sostenerle ....
Y un hombre , un padre podrá enfadarse de
que su hijo , á quien no aguardaba , se ar
roje á sus brazos , exclamando : « Vedme
** ya de vuelta , padre mio : no os enfadeis
« si interrumpo un viage que yo debia so
* portar mucho mas tiempo áun , para obe
< deceros . El inundo es por todas partes el
* mismo : por todas partes penas y trabajos ,
* recompesa , y placeres : pero que me im
* porta todo esto ? No estoy bien , sino donde
** vos estais; quiero sufrir y gozar en vuestra
presencia ... » Y tu , padre celeste ,podras
alejar de ti, á tu hijo ?

ureptuagesima primera
CART A LXX I.
3 de diciembre,

GUILLERMO , el hombre de quien te he


hablado , el veuturoso infeliz , era secretario
del padre de Carlota ; y una pasion desgra
ciada que sintió por ella , que conservó se
cretamente hasta que no pudo menos de
WERTHER . 161
descubrirla , lo qual fue causa de que lo he
chasen de la casa , le ha vuelto loco . Siente ,
si puedes , siente por estas palabras llenas de
indiferencia , el furor que habrá producido
en ini esta historia, quando Alberto me la
ha contado con la misma indiferencia , que
tu tal vez la estaras leyendo.

Septuages . Segunda
CARTA LXXI .
4 de diciembre.

Te pido amigo mio.... yo me hallo redu


cido á la mayor extremidad .No puedo sufrir
mas tiempo. Yo estaba sentado á su lado ;
quando ella tocaba diversas sonatas en el
clave con la mayor expresion ! Todo, todo....
que diré ? Su hermanita componia su mu
Poignee secasobre mis rodillas.Mis ojos se arrosaron Ruins
en lagrimas. Baxéme un poco , y vísu anillo
de novia ; entonces mis lagrimas no se pue
dieron detener... De repente pasó á aquella
sonata antigua , cuya dulce melodia tiene
algo de celestial; y de repente sentí mi alma
penetrada de un sentimiento de consuelo , y
de la memoria de todo lo pasado , de todos
ļos instantes melancolicos llenos de dolor , de
162 WERTHER .
todas mis esperanzas desvanecidas; y enton
ces.... Yo iba y venia por el quarto : todo
era un peso que ahogaba mi corazon, « En
k pombre de Dios ! la dixé con la mas viva
« expresion ; en nombre de Dios, os pidlo
« que lo dexeis . » Dexó de tocar ,y me miró
con la mayor atencion. « Werther, me dixó
« con una sonrisa que me penetró el alma ;
« Werther, estais muy malo ; vuestros man
jares favoritos os repugnan . Ydos, os pido
« que ossosegueis. » Mearranqué, por de- trijos
cirlo asi , de su lado , y.... 0 Dios mio !
'tu ves mi miseria , y tu pondras fin á ella.

septuagesima Tercera
CARTA LXXIII .
6 de diciembro.

Como me persigue esta imagen ! Sea que


yo esté dispierto ,sea quo yo esté dormido,
ella llena todos mis sentidos. Aqui , quando
cierro los ojos': alli , en mi frente doude se
reune la fuerza visual, hallo sus ojos negros;
alli ... no puedo explicartelo. No tengo que
hacer mas que cerrar mis ojos, para ver los
suyos ; reposan como un mar , como un
abismo delante de mi , en mi; llegan todas
las potencias de mi alma.
WERTHER . P63
Que cosa es el hombre , ese semi-dios tan
Gavriyow alabado ? Sus mismas fuerzas nn le aban
donan , quando mas las necesita ? Y quando
toma el vaelo en la alegria , 6 que se sepulta
en la tristeza , no se siente detevido en sus
extremos ? No se ve atraydo á la fria y dura
idea de su existencia , quando desearia per
derse en el oceano del infinito ?

septuages. quarta
CARTA LX XIV.
8 de diciembre .

QUERIDO Guillermo, yo me hallo en el


mismo estado en que debian hallarse aquels
los infelices que se creian agitados por un
espiritu maligno. Esto me sucede muy {
menudo. No es unaagonia , no es un deseo :
es un furor desconocido que me agita inte
riormente , que amenaza de despedazarme
Perüchow' elpecho, que me aprietala garganta.Yo-Zurls
feliz de mi! Ynfeliz de mi ! Me escarrio en
mediodelas nocturnasy espantosas escenas Sharbing
que ofrece esta estacion enemiga de los
hombres.
Ayer noche me fue necesario salir. Habia
yo oido decir por la tarde que el rio y todos
WE .
164 Lol RT
HE
R madre , y que
los arroyos habian salido de
todo mi querido valle , desde Wahlheim ;
estabą inundado. Ver las ramblas arenosas
despeñar sus aguas , á la claridad de la luna
desde lo alto de las rocas , sobre los campos ,
los prados , los cercados , y todo : el valle
cubierto , de un lado á otro , de un mar 'agi
tado por el borrascoso aliento de los vientos;
y quando la luna aparecia , reposandose so
bre las negras nubes , y que los torrentes
corrian con ruido reflexando su imagen ter
ribile y magestuosa , entonces,yo me sentia
lleno de horror : despues bien pronto un
deseo .... Ah ! yo estaba de pie , los brazos
extendidos delante del abismo, y yo respi
raba mirando abaxo abaxo ; y yo me perdia
en la deliciosa idea que habria tenido de
precipitarme para terminar mis penas , y
arrojarme á correr bramando con las olas... Malo
Pero , ah ! tu no tubistes animo para levan
tar los pies , y acabar con todos tus males...a
Pero al ! no es llegada mihora.... Lo co
nozco ! ó Guillermo ! ..con quanto gusto no
me habria despojado de mi dignidad de
hombre , para poder , como los impetuosos
vientos desgarrarlas nubes, y coger Lasuper-Græcift
ficie de las olas ! Ah ! no lograremos jamas
nosotros los prisioneros, este genero de pla
cer ?
WERTHER 165
Y como miré tristemente abaxo , acia un
parage pequeño en donde yo me habia re
posado bajo de un sauce con Carlota , des
pues de una calor muy grande , vi que tam
bien estaba inundado ; y apenas pudé reco
nocer el sauce , Guillermo. « Y esos prados,
« decia yo en mi mismo, y todos los atre
« dedores de la cageria , como el torrente:
- « debe haberlos arrancado, y nuestras bo - Alberufaid
ebedas ! » La luz del tiempo pasado brilló
on mi alına ..... como el prisionero que
Sarilemeña ganados; prados,empleos,yo estaba ..
No me acuso á mi mismo , porque yo tengo
animo para morir... Yo tendria... Estoy
sentado , como una vieja que recoge algunos
pedazos de leña , alrededor de las cercas ,
yquepide limosna de puerta enpuerta , para
prolongar áut uninstante , y aliviar su triste
desfallecida existencia ; " tha

septuagesima quinta
CARITA L XXVI
17 de diciembre.

QuUB es esto , mi queridoamigo ? Estoy)


mafeferhespantado de mi mismo. El amor que la
lengo 10 es el amor mas santo , mas puros,
166 WERTHER .
mas fraternal? He sentido yo jamas en mi
alma un deseo culpable ? ... No quiero ju
rar . ... Ahora.c .. Sueños ! Oh ! quan bien
pensaban los que atribuyan sus efectos opues
tos y contrarios, á causas extrañas ! Esta
poche .... tiemblo en decirtelo .... yo la
tepia en mis brazos , fuertemente apretada
á mi pecho, y yo cubria su hermosa boca ,
su boca balbuciente , de un millon de besos.
Mis ojos nadaban en la embriaguez de los
suyos. Dios mio ! será un crimen el placer
que siento áun en acordarme con toda la
sensibilidad posible, de estos vivos y ardien .
tes placeres ? Carlota ! Carlota ! todo se ha
purw acabado para mi ! ... mis sentidos se turban ,
mis ojos se llenan de lagrimas. En ninguna
parte me hallo bien , y en todas partes me
ballo, Nada quiero, nada deseo. Seria mucho
mejor que yo me fuese.

EL EDITOR AL LECTOR

PARA continuar la historia de los ultimos


dias de nuestro amigo , me veo obligado á
interrumpir sus,cartas , con una relacion
cuyos materiales me vienen de la boca mis
WERTHER. 167
ma de Carlota , de Alberto , de su criado , y
de otros testigos.
La pasion de Werther habia turbado poco
á poco la paz entre Alberto y su esposa.
Alberto la amaba con la tranquila fidelidad
de un hombre honrado ; y el dulce y amis
toso trato en que vivia con ella , se fue su
bordinando insensiblemente á sus negocios.
Es verdad que el no quiera confesarse la
grande diferencia que habia entre los dias
presentes, y los que habian precedido á su
casamiento : no obstante sentia en si mismo
un cierto descontento de las atenciones de
Werther con su esposa : atenciones que de
bian parecerle en efecto un atentado contra
sus derechos , y una especie de acusacion
tacita . Esto aumentaba el mal humor que le
causaba muchas veces la multitud y la con
fusion.de sus negocios, como tambien el poco
fruto que sacaba de ellos ; la situacion en
que Werther se hallaba , ( pues las penas de
su corazon havian agotadolas pocas fuerzasralförgift
de su espiritu , su viveza , y su penetracion )
hacian de el un compañero bastante triste.
Carlota sufria igualmente el mismo mal :
cayó en una especie de melancolia en la qual
Alberto creyó descubrir el principio de una
pasion por Werther, y este un dolor pro
R.
168 WERTHE

fundo de la inudanza que advertia en la


conducla de su marido. La desconfianza que
reynaba entre los dos amigos , les hacia su
presencia mutuamente incomoda. Alberto
esitaba de entrar en el quarto de su muger ,
quando Werther estaba con ella : y conto
este lo habia advertido , despues de haber
hecho mil inutiles esfuerzos por ausentarse
enteramente , se aprovechaba de la ocasion
de verla en las lioris en que su marido se
hallaba ocupado en sus negocios. De consi
guiente , nuevos notivos de descontento ; los
aniinos se exasperaron de mas en mas , hasta
que enfin Alberto dixó- á su muger , en ter
minos bastante secos , que por evitar la nota'
deberia tratar de un modo diferente con
Werther, y pedirle que suprimiese sus vi
sitas que comenzabau á hacerse demasiado
freqüentes.
Por este tiempo , la resolucion de salir de
este mundo se habia grabado mas profun
damente en el alma del infeliz joven : era
la idea favorita en quesiempre se habia oco
pado, sobre todo desde que habia venido á
vivir nuevamente cerca de Carlota .
Pero esla accion no debia ser inconside
rada y precipitada : era un paso que queria
dar movido por una fuerte é intima per
WERTHER . 169
suasion , y por una resolucion tranquila .
Sus dudas , sus luchas consigo mismo se
ven en un billele que es verosimilmente el
principio de una carta á Guillermo que se
ha hallado , entre sus papeles , sin fecha al
guna .
< Las ultimas lagrimas de mis ojos ex
« presan áun su presencia , su suerte , el in
* teres que toma en mi.
« Levantar la cortina , y pasar por detras ,
« ved aqui todo lo que hay. Porque dudar ?
porque temblar ? Es porque no se sabe lo
« que hay detras ? ... porque no se vuelve
á mas ? .... es tal la naturaleza de nuestra
kalma que se figure tinieblas y confusion
« donde nada sabe de cierto ? »
* No podia olbidar la mortificacion que han
bia sufrido en la embaxada. Aunque hablaba
pocas veces de ello , se observaba quando
le sucedia , aunque fuese del modo mas
indirecto , que miraba este lanze , como la
mancha mas indeleble para su honor , y que
este accidente le habia inspirado la mayor
aversion á todos los negocios y ocupaciones
politicas. Deaqui nació , el que se abandonó
enterainente á el modo tan singular de pen
sar que vemos en sus cartas , y 'á una pasion
sin fin , que acabó de destruir las pocas fuer ,
8
170 WERTHER .
Enimmi
zas y la actividad que le quedaba . El trato
siempre uniforme , siempre triste que man
tenia con la amable y amada criatura cuyo
reposo turbaba , la agitacion tumultuosa de
sus potencias, sin fin , y sin objecto le con
duxeron enfin á la horrible accion que va-,
mos á ver. , *

CAR T A L X X V I. ·
20 de diciembre.

Muchas gracias,Guillermo,á quamis


tad . por el sentido que ha dado,á, mis ex.
presiones, Si , tu tienes razon seria mucho,
« mejor que yo me marchase. No me agrada
« la propuesta que mehaces de volver á mi
« casa ; á lo menos querria dar áun algunas
« vueltas, principalmente por los continuos
a yelos , y el buen camino que podemos
« aguardar. Tambien me gusta mucho, tu
« proyecto de venir á verme. Concedeme
« áun quinze dias , espera una carta mia
« con las disposiciones posteriores. No se
« debe coger el fruto hasta que esté maduro ,
k y quinze dias de mas o de menos hacen
4 mucho, En, quanto á mi madre dila que
WER THER . 1
pida á Dios por su hijo , y que yo la pido
-« perdon de quantas penas la he causado. Mi*
« destino ha sido el de producir penas , á
quienes debia causar alegria . Adios , mi
« querido amigo . Que el cielo te colme de
« todas sus bendiciones ! Adios . »
Este mismo dia que era el domingo de
Navidad , fué á ver á Carlota por la noche ,
y la halló sola. Se ocupaba en arreglar va
rios jugetes que destinaba para sus hermanos
y hermanas , para regalo de aguinaldo. Ha
bló Werther del plazer que tendrian los mu
chachos, y de aquellos tiempos en que el
abrirse , sin aguardarlo , una puerta ', y el
aparecerse un arbol decorado de velitas , de
dulces y de frutas causa la mayor compla
cencia. « Tambien tendreis vos vuestro re
«a galo , » le dixó Carlota procurando ocultar
su inquietud baxo una sonrisa agradable,
« Tendreis si os portais con juicio , una bugía
« muy bonita , y áun alguna otra cosa mas .
Que entendeis por portarse con juicio ?

1
Hay en Alemania la costumbre de encerrar la
vispera de Navidad , un arbol cargado de velitas, de
dulces , etc. en un armario oculto que se abre en el
instante en que menos se aguarda para causar a los
miños el placer de la sorpresa .
172 WERT HER .
& dixó el : como debo yo hacer ? Como
« tengo de ser , amable Carlota ? - El jue
#ves , respondió , es la noche buena ; los
niños у mi padre vendran , y cada uno
« tendrá el suyo . Tambien vendreis vos , pero
« no antes, » Werther quedó sorprendido.
« Os lo pido , continuó ella , es un negocio
« résuelto : os lo pido por mi sosiego mismo :
« esto no puede durar de este modo. » Wer
ther volvió los ojos á otro lado , y comenzó
á andar por la sala murmurando entre dien
tes': « Esto no puede durar asi! » Carlota
que conoció la terrible pena que le habian
causado sus ultimas palabras , se 'esforzó en
distraer sus ideas con mil preguntas diferen
tes . « No , Carlota , no os volveré á ver mas !
Y porque Werther ? Podeis , y áun
« debeis volvernos á ver ; solo oś pido que
« os sosegueis. Ah ! porque habeis nacido
« con esa vehemencia , esa pasión que os fixa
« invenciblemente en todo lo que estimais ?
« Por favor, os pido , siguió ella , cogien
« dole la mano , que os modereis . Quantos
a y quan diversos placeres no os ofrecen
« vuestro ingenio , vuestra instruccion , y
« vuestro talento ! Sed hombre : librados de
a esa funesta inclinacion á una muger que :
u nada puedehacer sino el teneros lastiina.
WERTHER . 173
Rechinó los dientes mirandola con un ayre
espantoso. Ella le tenia áun agarrado de la
mano. « Un instante de sangre fria , le dixó
« ella. No conoceis que os engañais , que os
perdeis voluntariamente ? Porque querer
« me á mi, Werther ? á mi á quien otro
« posee ! Y precisamente es esto . Temo , te
« mo que esta imposibilidad de poseerme ,
« sea la que da tanta fuerza á este deseo. »
A partó su mano de la de Carlota mirandola
con un ayre fixo y descontento.. « Juicio ,
* dixó , mucho juicio. Que bueno seria que
k Alberto hubiese hecho esta advertencia ?
« Politico , muy politico. Qualquiera puede
hacerla , respondió ella . Y no habrá en el
« mundo qualquiera otra persona capaz de
« llenar los deseos de vuestro corazon ? Pent
a sad en esto , buscadla , y, Asyaseguro que la
« hallareis. Seguramente que me da pena
« por vos mismo el ver la soledad en que
« de algun tiempo á esta parte , os habeis
á encerrado. Vencedos : un viage os disipará ,
« y es preciso que lo hagais. Buscad , hallad
« un objeto digno de toda vuestra ternura ,
« y volved despues : y gozemos juntos de la
« dicha de una amistad verdadera.
« Se podria imprimir quanto acabais de
decir, dixó Werther con una sonrisa fria ,
WERTHER .
« y encargarlo a todos los pedagogos. Que
« rida Carlota , dejadme áun sosegar un po
« co , y todo se arreglará. Pero conceded .
,« me upa sola cosa , y es el no venir antes.
« de la noche -buena. » Yba á responder ,
quando entró Alberto. Se dieron las buenas
nochies con la mayor frialdad, y.comenzaron
á pasearse el uno al lado del otro , con la
mayor turbacion . Werther comenzó una
conversacion que no significaba 'nada , y la
dexó bien pronto . Alberto preguntó á su
muger por varios encargos que la habia he
cho, y como ella respondió que aun no los
habia evacuado , la encajó algunas palabras
bastante picantes , que atravesaron elcorazon
á Werther. Queria marcharse , y no se atre
via :: estubó en esta incertidumbre hasta las
ocho ; y en todo este tiempo la tristeza y el
mal humor en que estaban el uno contra el
otro se aumentaron mas y mas. Enfin los.
criados pusieron la mesa , Werther tomó su
baston y su sombrero , y Alberto le acom
pañó hasta la puerta , donde le preguntó en .
un tono frio si queria quedarse á cenar.
Werther se fué á su casa , donde tomó la
luz de manos de su criado que queria alum
brarle ,entró solo en su quarto , lloró , gimió ,
se habló á si mismo con grande arrebato , se
WERTHER . 175
paseo por mucho tiempo , á pasos largos , y
acabó por arrojarse vestido sobre su cama ,
donde le lialló su criado que entró á las onze
para preguntarle si queria que le quitase las
botas. Consintio en ello , pero le dixó que
· no volviese á entrar en el quarlo , sino le
llamaba.
El lunes por la mañana , veynte y uno de
diciembre , escribio á Carlota la carta si
guiente , que se halló , despues de su muerte
cerrada , sobre la mesa , y la qual se entregó
á Carlola : yo la daré aqui dividida en pír
rafus , segun el orden ó las circunstancias
parecen indicar que ha sido compuesta :
« Es cosà resuelta , Carlota , yo quiero
* morir : y te lo escribo de sangre fria sin
« desarme llevar de un furor romanesco , la
* mañana del dia mismo en que te veré por
« la ultima vez. En el instante en que tu
« leerás esto , querida mia , la fria losa cu
« brira el yerto cadaver de un infeliz que
« en suis ultimos instantes no conoce mas
* placer que el de hablar contigo. O noche
u espantosa ! ó noche benefica , la que yo he
« pasado ! Esta noche lia fixado mis dudas ,
« y me ha confirmado en mi resolucion ;
quiero morir. Quando ayer yo ine arran
qué de tu lado , quan alligido estaba mi
176 VERTHER,
« corazou ! como senti correr en mis venas
« un frio mortal pensando en los tristes ins
a tantes que paso cerca de ti sin esperanza
« alguna ! A penas tubé fuerzas para llegar
« á mi quarto : me arrojé al suelo de rodil
« las, enteramente fuera de mi . Oh ! Dios ,
« tu me concedistes por ultimo consuelo las
« mas amargas lagrimas : mil intentos , mil
« proyectos furiosos combatieron mi alma,
« y se terminaron enfin , en esta sola y ul
« tima idea ; yo quiero morir !.... No es
desesperacion , es la certidumbre de que
« he acabado mi carrera , y de que me sa
a crifico por ti . Si , Carlota , porque te lo
« he de negar ? es preciso que uno de noso
« tros. tres muera , y yo quiero que sea yo.
« O querida mia ! una idea furiosa ha pene
« trado en mi despedazado corazon , inuchas
« veces.... matar á tu esposo !...á ti .....
« á mi ... Sea pues esto ultimo ... Quando
« en las, anocheceres de un hermoso dia de
« veruno tu subiras por la montaña , piensa
« entonces en mi, y acuerdate quantas veces
« yo he paseado por el valle : mira desde
Kalli cimenterio » y que tus ojos vean co
« mo el viento mece la lozana yerba que
a rodea mi sepulcro , iluminado, con los ul
« timos rayos del sol .... Al principio de la
WERTHER .
« carta yó estaba soșegado, y ahora estas
« ideas me afectan en tales terminos y con
a tal fuerza que lloro como uu piño. »
A las diez , Werther llamó á su criado ;
y estandose vistiendo le dixó , que iba
hacer un viage de algunos dias ; y que lim.
piase sus vestidos , y lo arreglase todo para
llenar las maletas. Le mandó tambien que
buscase todos sus libros de cuenta , que re
cogiese las obras que habia prestado , y que
pagase dos meses adelantados á varios po
bres á los que acostumbraba dar alguna li
mosna todas las semanas.
Mandó traer la comida á su quarto ; y
despues de haber comido , pasó á casa del
balli, á el que no halló en ella. Se paseó
en el jardin , muy pensativo : parecia qne
queria reuoir de tropel todas las ideas capa
zes de aumentar su tristeza .
Los niños no le dejaron mucho tiempo eu
sosiego. Fueron corriendo acia el , y le dixe
rou que quando mañana, y pasado mañana
y el otro llegarian , Carlota les daria el agui
naldo : y sobre esto hablaron de quantas ma
ravillas les prometia su imaginacion. « Ma;
* ñana ! dixó , y pasado mañana , y áun otro
« dia . » Los besó á todos con la mayor ler
é iba á separarse de ellos quando el
178 WERTHER .

mas pequeſio se acercó á su oido , y le dixó


en confianza , que los hermanos mayores
habían escrito muy buenos billetes para dar
los dias del año nuevo : que habia uno para
el padre , otro para Alberto y Carlota , y
tambien uno para Werther el qual querian
presentarsele la mañana deldia de año nuevo .
Todo esto le enterneció mucho : les dio á
todos alguna friolera , les encargó que diesen
memorias , montó á caballo , y se marchó:
Horando .
Volvió á las cinco á casa, y encargó á la
criada que cuidase la lumbre hasta la noche.
Dixó al criado que pusiese en el suelo de
su cofre algunos libros , y un poco de ropa
blanca , y que cosiese los vestidos. Es vero
simil que entonces fue quando escribio et
párrafo siguiente de su ultima carta á Car
Lota .
! « Tuno meaguardas. Crees que te obede
« ceré , y que no iré á verte hasta la noche
#buena. O Carlota ! hoy , ó nunca ! La vis
« pera de Navidad tu tendras en tu mano
* este papel , tu temblaras , y tu le bañaras
er eu tus lagrimas ; yo lo quiero , es menester
are que asi sea. Ah ! quan contento estoy de
& haberme resuelto ! »
A las seis y medias pasó á casa de Alberto ,
WERTHER. 179
ý halló á Carlota soła la que se atsustó mu
cho con su visita . Haciendo conversacion cop
su marido le habia dicho que Werther no
vendria antes de la noche buena : en esta
inteligencia Alberto habia hecho ensillar sa
caballo , al instante , y al despedirse de ella ,
la dixó que iba á casa de un vecino con el
que tenia que concluir un negocio ; y habia
marchado no obstante el mal tiempo. Car
lota que sabia que hacia mucho tiempo que
detenia este negocio , porque tenia que estar
una noche fuera , comprendió muy bien el
motivo de esta tardanza , y se llenó de una
mayor afliccion. Estaba sentada en su triste
soledad , su corazon traspasado de penas,
Miraba á el tiempo pasado ; se acordaba de
todo su merito , de todo el amor que tenia a
su esposo , el qual en lugar de la felicidad
que le habia prometido comenzaba a hacerla
jofeliz . Acordabase de Werther. Le acusaba
y no podia aborrecerle. Una inclinacion se
creta habia aumentado de mas eu mas su
cariño desde el principio de su conocimiento :
las situaciones en que habian vividos juntos,
la impresion que habia hecho en su corazon
no podia borrarse de el. Enfiu su oprimido
corazon se desabogó en lagrimas, y pasó á
el estado de una tranquilamelapcolía , en la
180 WERTHER .
que ella profundizaba mas y mas. Pero qual
fue la agitación de su corazon quando oyó á
Werther subir la escalera , y preguntar por
elia ! Ya no era tiempo de advertir que di
xesen que no estaba en casa , y apenas habia
vuelto de su turbacion quando yaestaba en
su quarto. La priinera cosa que le dixó fue :
« No me habeis cumplido la palabra. » Su
respuesta fue que nada habia prometido.
- A lo menos debiais habermeconcedida
ce lo que os habia pedido : yo lo habia dicho
« por nuestro sosiego comun. » Mientras de.
cia esto habia resuelto en su interior , de
embiar á buscar algunas vecinas para que la
tubiešen compañia. De este modo las hacia
como testigos de su conversación con Wer
ther, y esperaba que por la noche se podria
hallar libre de su visila, pues se veria obli
gado á acompañarlas á sus casas. Werther
la traxó algunos libros , y ella le pidió otros
de nuevo. Procuraba sostener la conversa
cion en un tono general hasta que llegasen
algunas amigas , pero la criada volvió di
ciendo que las dos que habia embiado á
buscar se escusaban , la una , porque tenia
una visita importante de unas parientas , y
la Otra porque hacia: mal tiempo , y no ques
xia yestirse , ni salir .
WERTHER . 181

Se mantubó pensativa algunos minutos ,


hasta que la idea de su inocencia se elevó
en su alma con un noble orgullo. Se propusó
despreciar las sospechas de Alberto ; y la
pureza de su corazon la dió tanta confianza ,
que no quisó llamar á la criada, como lo
babia pensado al principio : pero despues de
haber tocado, algunos minueles en el clave ,
para volver en si , se sentó con el mayor
sosiego en su canapé al lado de Werther.
No teneis nada que leer ? le dixó.
« Nada. - Alli tengo en una gaveta vuestra
a traduccion de algunos canticos de Ossian ;
« áun no la he leydo porque he aguardado
* siempre el oyrosla leer : pero hace algun
« tiempo que no soys util para nada. , Se
sonrió , fué á tomar los papeles , y sintió
un temblor involuntario al tomarlos en la
mano. Sus ojos se arroșaron en lagrimas al
abrir el quaderno ‫ ;ز‬volviosé á sentar , y leyó.
: « Estrella compañera de la noche , cuya
frente, sale brillante de entre las nubes de
poniente , y que estampas tus magestuosos
pasos sobre el firmamento azulado , que mi,
ras en la llanura ? Callan los tempestuosos
vientos del dia ; parece alejarse el 1uido del
torrente ; las olas se amansan y bañan blana
182 WERTHER .
damente los pies de la roca : las moscas
nocturnas conducidas por sus ligeras alas ,
llenan con su susurro el silencio de los ayreś..
Estrella brillante que miras tu en la llanura ?
Pero yo te veo baxar sonriendo sobre la
orilla del horizonte. Las olas se reunen go
zosas á tu arrededor , y bañan tus refulgentes
cabellos. Adios, estrella silenciosa ; que el
fuego que me anima brille en tu lugar..
« Conozco que renaze con toda su fuerza ,
su luz me hace ver á mis antiguos amigos
reunidos sobre la colina de Lora : veo á
Fingal en medio de sus heroes. Vuelvo á
ver á los bardos mis rivales , al venerable
Ullin , al magestuoso Ryno , á Alpin , el de
la voz melodiosa , y á la tierna y acongojada
Minona. O amigos mios ! quan trocados es
tais desde los dias , en que, en las fiestas de
Selma , disputabamos el premio del canto ,
semejantes á los zefiros de la primavera que
vuelan sobre la colina , y vienen unos des
pues de otros , con un dulce murmullo di
mezer blandamente la nacieute yerba.
« En una de estas fiestas fué en la que se
vió á la tierna Minona , presentarse con 10
das las gracias que la adornan. Sus abatidos
ojos se cubrieron de lagrimas : las almas de
dos herbes -se enternecieron asi que ella.elesó
WERTHER . 183

su melodiosa voz , Habian ellos visto muchas


veces el sepulcro de Salgar , y la obscura
habitacion de la desgraciada Colma : Colma ,
á quien Salgar habia prometido que vendrik
á el fin del dia : pero la noche la rodea : se
vé abandonada sobre la colina, y sola con su
voz . Escuchemos sus tristes quejas.
Colma.

« Es ya noche : estoy abandonada sobre


esta colina donde reunen las teinpestades.
Oygo bramar á los vientos en las cavernas
de la montaña , el torrenle hinchado con la
lluvia ruge chocando contra las rocas. No
hallo asilo alguno para guarecerme. Ah ! yo
estoy sola y abandonada.
« O tu luna levantate , sal del seno de las
montañas. Aparecete , estrella de la noche.
Alguna luz benefica no me guiará á los pa
Tages en que ahora se halle mi amante ?
Sin duda , que reposa en algun parage soli
tario , de las fatigas de la caza , su arco ex
tendido a su lado , y sus perros jadeando á
su arrededor . Ah ! será pues preciso que
pase la noche abandonada en esta colina !
Redubla de nuevo el ruido de los torrentes
y de los vientos, y aun no puedo oyr la voz
de mi amante.
184 WERT HER .

« Porque mi fiel Salgar tarda tanto tiempo


a pesar de su promesa ? Ved aqui la roca ,
el arbol, y el arroyo en que tu me habias
prometido volver antes de la noche. Ah !
mi querido Salgar , donde estas ? Yo he
dejado por ti á mi hermano : yo laé huydo
por ti de mi padre. Mucho tiempo hace que
nuestras dos familias son enemigas : pero
nosotros , ó mi querido Salgar ! nosotros no
somos enemigos !
« Vientos, cesad un instante. Torrentes
amansaos para que iniamante oyga mi voz :
Salgar , Salgar , yo soy la que te llamo :
Salgar , aqui está el arbol , aqui está la roca ,
aqui te aguarda Colma : porque tardas ?
« Ah ! la luna sale ya : veo las olas que
brillan en el valle : se descubre la cenicienta
frente de las rocas , y yo no le veo en sus
cimas. No veo á sus perros que van delanle
de el , y anuncian su venida á su amaite.
Ynfeliz de mi ! es pues preciso que yo me
quede aqui sola !
« Pero quienes son los que veo hechados
re la maleza ? Seran mi hermano y mi
amante ? O anigos mios ! habladme. No
me responden : mi alma se llena de terror.
Ah ! estan muertos; sus espadas estan leſi..
das en sangre. Ah ! hermano mio , ah ! ber
WERTHER . 185

mano mio , porque las muerto á mi querido


Salgar ? 0.Salgar ! porque has muerto á mi
hermano ? Yo os amaba á los dos ! Que diré
en vuestro elogio ? Salgar , tu eras el mas
hermoso de quantos habitan la colina . Her
mano mio , tu eras terrible en el combate,
O amigos mias , habladme , escuchad mi
voz. Pero ah ! callan , callan para siempre :
sus corazones estan elados , y no palpitan ,
« Sombras queridas , respondedme desde
lo allo de vuestras rocas , desde lo alto de
vuestras montañas ; no temais el asustarme.
Donde habeis ido á descansar ? En que
gruta os hallaré ? No oygo su voz en medio
de los vientos : no los oygo en el intervalo
de silencio que dejan las tempestades.
« Me siento sola con mi dolor , y voy á
aguardar llorando el que venga la mañana,
Amigos de los muertos , elevadlos un se
pulcro , pero no lo cerreis hasta que Colma
entre en el . Mi vida se desvanece como un
sueño. Porque me quedaré yo detras de el
los ? Quiero descansar con las personas que
son el objeto de mi ternura , cerca del maç
nantial que cae de la roca. Quando la noche
subirá sobre la colina , yo vendré sobre las
alas de los vientos, á Horar en estos parages
la muerte de mis amigos : el cazador me
186 WERTHER .

vyrá desde su humilde cabaña , se asustará


y gustará de mi voz : porque mis acentos
seran dulces y tiernos quando yo lloraré dos
heroes tan amados de mi corazon .
« Asi cantaba Mirona , y su rostro se cu
bria del mas amable encarnado. Nuestros
corazones se afligian , y nuestras lagrimas
corrian por Colina.
« Ullin se adelantó con su harpa , y nos
repitió los canticos de Alpin. La voz de Al
pin era deliciosa , el alma de Ryno toda de
fuego : pero entonces ya habian descendido
al sepulcro , y su voz no resonaba ya en
Selma. Ullin oyó sus canticos un dia , que
volviá de la caza : lloraban la muerte de
Morar , el primero de los mortales. Tenia
el alma de Fingal, su espada era terrible
como la espada de Oscar : pero murió . Lllo
rolé su padre, su hermana derramó torrentes
de lagrimas .... Esta infeliz hermana era la
misma Minona. De que oyó cantar á Ullin
se alejó semejante á la luna que prevé la
tempestad , y oculta su frente hermosa en
una nube. Yo toqué la harpa junto con Ul .
lin , y coinenzó el cantico'de dolor.
Ryno.
« Los vientos y la llubia ban cesado , el
WERTHER . 187
medio dia es sereno. Las nubes vuelan des
parramadas por los ayres. La inconstante luz
del sol huye sobre las verdes colinas : el tor
rente de la montaña precipita sus roxas aguas.
por entre los guijarros del valle. Tu mur
mullo me agrada , ó torrente : pero aun es
mas suave la voz que yo oygo . Es la voz de
Alpin que llora por los muertos. Los años
agobian su cabeza : sus ojos encarnados se
Henan de lagrimas. Hijo de los conciertos ,
Alpin ,; porque estas de este modo solo sobre
la silenciosa colina ? Porque gimes como el
viento en la floresta : ó como las olas en las
solitarias riberas ?

Alpin.

« Mis lagrimas , 6 Ryno , son por los


muertos : mi voz por los habitantes del se
pulcro. Tu estas ahora derecho ; ó joven ! y
en lu magestuosa altura tu eres el mas her
moso de los hijos del valle. Pero tu caeras
como el ilustre Morar : el extrangero sen
sible vendrá á sentarse y á llorar sobre tu
sepulcro . Tus colinas no te conoceran , y
tu cerco permanecerá floxoen tu habitacion .
« O Morar ! tu eras ligero como el ciervo
de la colina , terrible como el metéoro ia.
188 WERTHER .
flamado. La tempestad era menos temible
que tu , en tu furor. El relampago no bril
Jaba tanto en la llanura , como tu espada en
los combates . Tu voz era como el ruido del
torrente despues de la lluvia , ó del trueno
que reşuena á lo lejos. Muchos heroes caye
ron heridos de tus golpes , y los fuegos de
fu colera devoraban á los guerreros . Pero
quando volviasdelcombate , quan sosegado ,
quan sereno estaba tu rostro ! Te parecias
al sol despues de la tempestad , á la luna en
el silencio de la noche : tu alma estaba sose
gada como el seno de un lago quando los
vientos enmudecen en los agres. :
« Pero ahora quan estrecha y sombria es tu
habitacion. O tu que fuistes tan grande, yo
mido con tres pasos, el espacio que te con
tiene : quatro piedras, cubiertas de muzgo
forman el unico monumento que conserva
tu memoria : un arbol que no tiene mas que
una hoja , un césped cuyas ramitas son mo
vidas porel soplo de los vientos, indican á
los ojos del cazador el sepulcro del poderoso
Morar. O joven Morar ! es verdad que tu no
existes ya ! Tu no has dejado ni madre , ni
dama que te llore . La que te habia dado la
vida ha muerto , y ya no existe la hija de
Morglan,
WERTHER. 189
« Quien es el anciano que viene acia noso
tros apoyado sobre un baston ? La edad ha
encanecido sus cabellos : sus hojos estan en
cendidos de las lagrimas que han derramado :
titubea á cada paso que da. Es tu padre , ó
Morar ! tu padre , que no tiene mas hijo que
ta : ha oydo hablar de tu fama en los com
bates, y de la fuga de tus enemigos. Porque
no ha sabido tambien tu herida ? Llora , pa
dre desgraciado, llora : pero tu hijo no te
oye : su sueño es profundo en el sepulcro ,
y la almohada en que reposa , esta muy me
tida en la tierra, Morar no te oyra : ya no se
levantará á la voz de su padre. Quando la
luz de la mañana entrará en el sepulcro ?
Quando vendrá á finalizar el largo sueño de
Morar ?
« Adios para siempre el mas valiente de
los hombres, intrepido conquistador ; el
campo de batalla no te ' volverá á ver : el
resplandor de tu armadura no brillará ya en
la sombra de los bosques : tu no has dejado
ningun hijo que conserve tu memoria. Pero
los canticos de Alpin salvaran tu nombre
del olbido , los siglos venideros sabran tu
gloria , y oyran hablar de Morar.
« Los canticos de Alpin avivaron el dolor
en nuestras almas 3 pero el suspiro mas pro
T
ngo WERTHER .

fundo salío del pecho de Armin. Se repre


senta en su idea la imagen de su hijo que
murió en la flor de su edad . Carmor estaba
cerca del anciano. Armin , le dijo , porque
ese, suspiro tan profundo ? Estos canticos
deben entristecerte ? La dulce melodia de
los canticos- enlernece y agrada á las almas ?
Son como el vapor que se eleva del seno de
un lago , y se estiende por los silenciosos,
valles : las flores se llenan de rocio : pero
el sol sale, y los ligeros vapores se desvane
cen. Porque esta sombria tristeza , ó gefe de.
la isla de Gorma ?

Armin ,

« Si , yo estoy triste , y la causa de mi


tristeza no es ligera. Carmor , tu no has per
dida tu hijo , tu no has perdido tu hija. El
valiente: Colgar, y la hermosa Anyra , vi-.
ven en tu presencia. Tu ves: florecer los re
nuevos detu familia : pero Armin es el ul
timo de su casta. Que el lecho en que tu
reposas , es sombrio , ó Daura ! ô hija mia !
que tu sueño es profundo en el sepulcro !
Quando te dispertáras para que tu padre
oyga tus dulces canticos ? O noche cruel.....
Levantaos vientos del otoño , levantaos , y
WERTHER.. 19 %
soplad sobre los negros matorrales : torrentes
de los montes enrogeceos , y vosotras lem
pestades bramad en la cima de las encinas.
O luna , rueda, sobre las desechas nubes !
muestra de quando en quando tu faz palida
y melancolia. Haz acordar á mi alma la cruel
noche en que perdi mis hijos , en la que mu
rió el valeroso Arindal , en que se apagó là
vida de mi hija la bella Daura .
« O hija mia ! tu eres hermosa como la
la luna sobre las colinas, de Fura : tu blan
cura era superior á la de la nieve ; y, tu voz
era suave comoel aliento del zefiro. O hijo
mio ! nada igualaba á. la fuerza de tu arco ,
y á la rapidez de tu lanza en los conubates :
tu mirada parecia al sombrio vapor que se
eleva sobre las olas , y, tu escudo á la nube
que conduce el rayo.
Armar , famoso guerrero , vinó á mi
morada, y: procuró hacerse amar de Daura :
no sufrió larga contradiccion. Los amigos de
los dos amantes formaban lisongeras espe
ranzas de su union .
« El hijo de Odgal, Erath , furioso de que
Armar hubiese muerto á,su hermano , de
sembarca en la playa disfrazado de marinero
viejo. Dexa su barca en la orilla : parecia
que la edad hubiese encanecido sus cabellos :
192 WERTHER.

su mirada era seria y sosegada. « O tu la


« mas hermosa de las mugeres , dixó , amable
hija de Armin , no lejos de aqui se eleva
K en el mar una roca encima de la que se
« vé un arbol lleno de rubias frutas. Allí
« aguarda Armar á su querida Daura . Yo
« he venido para conducirle su dama'al tra
o ves de las olas. »
« La crédula Daura le sigue : llama á
Armar : pero nadie responde á sus gritos,
sino eco de la roca. « ' Armar , Armar ,
« amante mio , porque me dexas en estos
« parages muriendo de espanto ? Escucha
« Armar, escucha, Daura es la que te llama. »
: « El perfido Erath corre acia la playa ,
riendo del engaño. Ella levanta la voz , lama
á su hermano , a su padre ,'« Arindal , Ar
« min , que !no hay nadie que socorra á vues
K tra Daura ? »
« Su voz llega hasta la orilla. Arindal
baxaba de la colina cubierto de los despojos
de la caza : sus flechas resonaban á'su lado
su arco estaba en su mano : cinco dogos ne
gros seguian sus pasos. Vé al perfido Erath
sobre la playa , le alcanza , le coge, y le ata
á una encina : sus miembros son encadenados
con robustos lazos ; el viento resuena con sus
ahullidos.
WERTHER. 195
« Arindal se arroja al barco , y domina
las olas para conducir á Daura á la orilla.
Armar llega por otro lado , y le equivoca
con el robador : transportado de rabia lanza
su flecha : vuela , y se clava en tu corazon ,
ó hijo mio ! tu mueres en lugar del perfido
Erath . El remo queda inmovil. Mi hijo cae
sobre la roca , lucha , y muere. Qual fue tu
dolor , ó Daura , quando vistes correr á tus
pies la sangre de lu hermano ?
« Las olas rompen el barco contra las ro
cas. Armar se arroja á nado , resuelto á so
correr á Daura , ó á morir. Un torbellino
de ayre cae de repente de lo alto de la colina
sobre las olas. Armar se sumerge , y no
vuelve á aparecer .
« Mi hija estaba sola sobre la roca que el
mar rodea , y hacia resonar el ayre con sus
quejas. Su padre oia sus redoblados gritos ,
y no podia socorrerla. Toda la noche per
manecí sobre la playa. Yo entreveïa á mi
hija á la debil claridad de la luna : toda la
noche estubé oyendo sus gritos. El viento
soplaba con furor , y la tempestuosa llubia
batia los flancos de la montaña . Antes de
que saliese la aurora , su voz se comenzó
á debilitar , y se apagó como el murmullo
del zefiro que expira entre las ramas de los
9
194 WERTHER .
arboles : el dolor habia agotado sus fuerzas :
expiró : te dexó solo , infeliz Armin . Has
perdido el hijo que hacia tu fuerza en los
combates. Has perdido la hija , que hacia tu
orgullo en medio de sus compañeras. 2

« Desde esta horrible noche, siempre que


la tempestad baxa de la montaña , siempre
que el viento del norte levanta las olas, voy
a sentarme sobre la orilla , y mis miradas
se fixan en la fatal roca . Muchas veces ,
quando la luna luze en su ocaso , entreveo
las sombras de mis hijos : hablan tristemente
juntos. »

C Un torrente de lagrimas que corrió de los


ojos de Carlota , y alivió su oprimido cora
zon , detubó el cántico de Werther ; arrojó
el papel, cogióla una mano , y derramó las
mas amargas lagrimas. Carlota estaba apoya.
da sobre la otra mano , y se cubeja los ojos
con su pañuelo : era terrible la agitacion del
uno y del otro. Sentían sus desgracias pro
pias en la fatal suerte de aquellos heroes :
las sentian juntos, y sus lagrimas se mezela
ban . Los labios y los ojos de Werther se
encendian como un fuego en los brazos de
Carlota. Ella se asustó : quisó, apartarle : y
el exceso del dolor , el tierno interes que
WERTHER . 195
tornaba en esta situacion , la agobiaba como
un gran peso. Respiró algunos instantes para
volver en si , y le pidió suspirando que con
tinuase en su lectura ; se lo pidió con una
voz celestial. Werther temblaba : pareceria
que su corazon queria abrirse un paso : re
cogió el quaderno, y continuó con una voz
tremula y vacilante.
1. « Porque me dispiertas , zefiro de la pri
#mavera ? Tu me acaricias, y dices , estoy
« cargado del rocio del cielo. Pero se llega
*« el tiempo en que me debo marchitar : la
« tempestad que debe abatir mis ojas no
« esta lejos. Mañana vendrá el viagero , el
K
viagero que me ha visto en toda mi her
« mosura : sus ojos me buscaran por todas
« partes en los campos, y no mehallaran . »
? El infeliz sentió toda la fuerza de estas
palabras se dejó caer delante de Carlota lleno
de desesperacion . La cogió las manos , que
apretó contra sus ojos , contra su frente. Le
parecia á Carlota que le pasaba en el alma
un présentimiento del horrible intento que
habia formado. Se turbaron sus sentidos : le
apretó la mano , y se la apretó contra su seno :
se inclinó acia el toda enternecida , y sus
ardientes mégillas se tocaron . El universo
se anopado para ellos ; la cogió en sus brazos,
196 WERTHER .
la apretó contra su corazon , y cubrió sus
tremulos y balbucientes labios con furiosos
besos. « Werther ! » exclamó ella con voz
apagada : al mismo tiempo que procuraba
desasirse : « Werther ! » y le apartaba de
su , se o empujandole blandamente con su
mano : « Werther ! » le dijó en un tono que
expresaba la mayor nobleza de sentimientos,
Werther no pudo resistirse : la dexó escapar
de sus brazos , y se arrojó á tierra como un
furioso . Ella se arrancó de el ; y turbada
tremula entre el amor y la colera , le dijó :
« Esta es la ultima vez , Werther ! no me
« veras mas . »Despues hechó una mirada
de amor sobre aquel infeliz , y se fué á en
cerrar en el quarto mas cercano. Werther
extendia los brazos , pero no tenia animo
para detenerla. Estaba tendido en tierra , la
cabeza apoyada sobre el canapé , y perma
neció en esta postura mas de media hora ,
hasta que un ruido que oyó le hizó volver
en si. Era la criada que venia á poner la
mesa. Yba y venia por quarto ; y de que
se vió solo , se acercó á la puerta del gabi
nete , y dijó en voz baxa : « Carlota , Car
« lota ! una palabra sola , un adios. » Calló,
aguardó , suplicó , volvió á aguardar : enfin
se arrancó dealli gritando ; « Adios Carlota ,
a adios para siempre ! >>
WERTHER. 197

Marchosé á la puerta de la ciudad. La


guardia que estaba acostumbrada á verle ,
le dexó pasar sin decir nada . Cala nieve
desecha. Quando volvió a la casa , el criado
observó que estaba sin sombrero : no se atre
vió á decirselo . Al tiempo de desnudarle ,
observó tambien que estaba mojado. Hal
losé despues su sombrero sobre una roca
situada en la pendiente de la montaña que
domina el valle. Parece imposible que en
una noche tan humeda y tan obscura hubiese
podido trepar á la roca sin despeñarse.
Se acostó y durmió mucho tiempo. Por
la mañana quando el criado le entró el café,
le halló escribiendo , lo que se sigue de la
carta á Carlota .
« Es pues por la ultima vez , por la ultima
a vez que yo abro los ojos : no deben volver
« á ver la luz : los cubre un dia sombrio у
« nebuloso. Cubrete de luto , ó naturaleza !
« Tu hijo , tu amigo , tu querido se acerca
« á su fin . Carlota , es una idea á la que nin
« guna otra se asemeja , y que sin embargo
a es la que mas se acerca al vacio , al vapor
« incierto de un sueño , quando uno se dice :
« Esta mañana es la ultima , la ultima , Car
« lota ! Noexísto yo ahora en toda mi fuerza ?
« y mañana acostado , tendido , dormido so .
198 WERTHER .
< bre la tierra ! Morir ! que significa esto ?
« Mira tụ , nosotros soñamos quando habla
« mos de la muerte. Yo he visto morir á
u muchas personas , pero nuestro entendi
u miento es tan limitado, que no tiene idea
alguna ni del principio ni del fin de la
« existencia. Actualmente áun , todo á mi ,
« á ți , á tis mi querida ! y un instante des
« pueş.... separados, desunidos... tal vez ,
" para siempre ! No , Carlota , no ! Como
« puedo yo ser destruido enteramente ? No.
K solros somos , si .... destruirse ... que
« significa esto ? Es otra palabra , otro sonido
« vago que no produce ningun movimiento
« de sensibilidad en mi corazon.... Muerte ,
a Carlota , sepultado en un rincon de tierra
fria , tan estrecho , lan obscuro ! Tubé una
a amiga que se habia dedicado enteramente
« á mi , en el abandono de mi juventud.
« Murió : acompañe la pompa funebre , y
« me mantubé al lado de la sepultura. Como
baxaron el atahud ! como rechinaban las
a cuerdas á medida que las dexaban caer , y
« las apartaban ! Como la primera azadonada,
u de tierra caía terron á terrou sobre el fue
u nebre atahud que formaba un ruido sordo ,
u

« despues mas sordo, y aun mas sordo , hasta


« que enfin quedó cubierto enteramente ?
WERTHER. 190
* Me dexé caer al lado de la sepultura , agi
* tado, sobrecogido , oprimido ; mis entra
« ñias todas despedazadas : pero yo no sabia
* ni lo que era , ni lo que seria . Morir ! se
K
pulcro ! yo no entiendo eştas palabras."
« Ah ! perdoname , perdoname ! Ayer !...
« este instante debria haber sido el ultimo
« de mi vida . O angel ! ayer fué la primera
i« vez , si , la primera vez de mivida que una
alegria sin limites penetró enteramente ,y
sin ninguna mezcla deduda, en mi alma.
« Me ama ! me ama ! Mis labios ardien áun
« en el fuego sagrado en que los tuyos les
« habian inundado ; una nueva alegria con
« sumemicorazon . Perdoname ! perdoname!
« Ah ! yo lo sabia bien , que yo era ama
* do ! Me lo declararon , tus primeras mi
K radas , aquellas miradas llenas de alma, la
primera vez que me apretastes la mano :
« y no obstante , quando yo me separaba de
a ti, ó quando veia á Alberto á tu lado , yo
« volvió a caer en las dudas que me roían el
« alma ,
« Te acuerdas de las flores que me distes
« en aquella fatal sociedad en la que ni uni
& sola palabra pudistes decirme, ni presen
& tarme la mano ? Ah ! permanecí la mitad
de la noche de rodillas delante de aquellas
200 WERTHER .

« flores , y fueron para mi el sello de tu


m amor . Pero ah ! se ha borrado , como se
« ve borrar insensiblemente en el corazon
« de un Cristiano la gracia de Dios, que el
« cielo le ofreció cop profusion baxo de se
* ñales sagradas y manifiestas.
« Tudo esto es perecedero : pero toda la
« eternidad no podrá destruir la ardiente vida
« de que gozé ayer en tus labios, y que áun
a siento en mi mismo. Me ama ! Estos bra
Kzos la han tocado ! Estos labios han tem
a blado sobre sus labios ! Esta boca ha bal
a buceado sobre la suya ! Es mia ! Tu eres
a mia ! Si Carlota , para siempre !
« Que importa que Alberto sea tu marido !
« Marido ! ... este titulo seria solo para este
« mundo .... y para este mundo el pecado
a que cometo con amarte , con desear , el
« arrancarte , si me fuese posible , de sus
« brazos á los mios ? Pecado ! Sea. Y bien !
« Yo me castigo. Lo he saboreado , á este
« pecado , en el transporte de la mas dul
a ce voluptuosidad he chupado el balsamo
« de la vida , y derramado la fuerza en mi
« corazon . Desde este instante tu eres mia ,
« mia , 6 Carlota ! Marcho delante. Voy á
« juntarme con mi padre , con tu padre : me
« quejaré á el : me consolará hasta que tu
WERTHER. 201

« llegues : entonces salgo volando á recibirte,


« te tomo en mis brazos , y permanezco
« unido á ti en presencia del Eterno , en abra
K Zos que nunca acabaran. →

« Ni sueño , di deliro . La cercania del se


« pulcro ha sido una nueva luz para mi.
« Seremos , nos volveremos á ver ! Veremos
7
« á tu madre ! la veré , la hallaré , ah ! y la
« expondré todo micorazon. Tu madre ...
« tu perfecta imagen . »
A las onze de la noche Werther preguntó
á su criado si Alberto habia vuelto. Le dijo
que si , que habia visto pasar su caballo.
Entonces Werther le dió un billete cerrado
que contenia estas palabras.
* Querras prestarme lus pistolas para un
« viage que pienso hacer. Pasálo bien. »
Carlota habia dormido poco aquella no
che : su pulso estaba agitado , y su corazon
conmovido con mil diversas ideas. Sentia, á
su pesar , en el fondo de su corazon el fuego
de los abrazos de Werther : y á el mismo
tiempo se le representaban baxo los mas
bellos colores los dias de su tranquila ino
cencia , de aquella confianza exenta de lodo
cuidado , La parecia ver ya las miradas de
su marido : le pía hacerla preguntas en un
tono medio triste , medio ironico , en el
9*
202 WERTHER .

instante en que supiesę la visita de Werther.


Ella no habia disimulado jamas , ni menli «
do : y por la primera vez se veia obligada
á hacerlo . La repugnancia , la turbacion que
experimentaba , agravaban su falta á sus
propios ojos : y sin embargo no podia ni
aborrecer al que era la causa , ni prometerse
el que no le volveria á ver. Lloró hasta por
la mañana , en que cayó en un ligero des
mayo , producido por la fatiga de la noche.
Apenas se habia dispertado y vestido, quan
do llegó su marido. Su presencia la pareció
insoportable por la primera vez ; porque
miedo de que descubriese en sus ojos y en
su tono que habia velado y llorado , aumen
taba áun su turbacion . Le recibió con un
abrazo tan arrebatado que demostraba áun
mas su agitacion y su arrepentimiento , que
un transporte de alegria. Alberto no dexo
de observarlo. Despues de haber quitado el
sobre á muchas cartas , y abierto algunos
paquetes , la preguntó en el tono mas' seco
si no habia ninguna otra cosa , y si no habia
venido alguien . “ Werther , le respondió ti
a tubeando, vinó ayer , y pasó aqui una
« hora . » - Muy bien tomasu tiempo , dijo
Alberto ; el que al instante se retiró á sit
quarto. Carlota se quedó sola cosa de un
WERTHER . 203

gåarto de hora . La presencia de un esposo


que ella amaba , y á quien tanla estimacion
tenia, habia hecho en su corazon una nueva
impresion. Se traía á la memoria su bondad ,
sus nobles sentimientos , y su amor : y se
acusaba de haberlo recompensado tan mal.
Una voz secreta la anireaba á seguir á su
marido . Tomó su labor , como muchas vec
ces lo habia hecho , entró en el quarto , y
de preguntó si necesitaba algo. La respondió
que no , se pusó á su mesa á escribir , y ella
se sentó á hacer punto. De este modo pasa
Ton una media hora . Como Alberto se leer .
vantaba de -quando en quando para ir y venir
por el quarto , volviendose luego a la mesa
sin responder , 6 respondiendo muy pocas
palabras á lo que Carlota le preguntaba
esta cayó en una tristeza tanto masprofunda ,
quanto que procuraba ocultarla y retener sub
lagrimas.
La repentina llegada del criado de Wer
ther la causó una nueva inquietud . Presentó
el billete - á Alberto , el qual dixó con la
mayor frialdad á sa muger : « Dale las pis
* tolas.... Le deseo un buen viage , » dijó
al criado. Estas palabras fueron mas terri
bles para Carlota que el estampido de un
trueno.. Se levantó teda temblando , y sia
204 WERTHER .
saber donde estaba . Se acercó con pasos tre 1

mulos á la pared , y las cogió temblando :


las quitaba el polvo , dudaba si las daria , y
hubiera dilatado el hacerlo , si Alberto no
la hubierá dado priesa ; diciendola en un
tono expresivo : « Que aguardas ? » Dió las
funestas armas al criado sin atreverse á pro
ferir una sola palabra : y quando se fue el
criado volvio á tomar su labor, y se retiró
: sufriendo las mas amargas penas. Su cora
zon - la anunciaba las mas funestas resultás.
Unas veces se inclinaba á echarse á los pies
de su marido , descubrirle todo , la historia
de la noche anterior, su culpa , y el triste
presentimiento que ahora tenia . Poco des
pues no comprendia que resultas favorables
pudiese teper semejante resolucion. Podia
esperar el persuadir á su marido que fuese
á detener á Werther. Los criados pusieron
la mesa : y una vecina que solo habia venido
á pedir alguna friolera , y á la qual Carlota
hizó quedar á comer , alegró un poco la con
versacion. Se disimuló , se habló , se conta
ron algunos sucesos, y se olbidó el de Wer
ther.
El criado llegó entanto á su casa con las
pistolas. Las tomó Werther con el mayor
transporte quando su criado le dijo que Car ,
WERTHER . 205

lola las liabia dado. Mandó traer pan y vino ,


dixó al criado que se fuese á comer , y se
pusó á escribir.
« Han pasado por tus manos , las has qui
& tado el polvo , yo las beso mil y mil veces :
a tu las has tocado. Espiritu celestial , tu
« favoreces mi resolucion ! Y tu , Carlota ,
« tu me présentas el instrumento , tu , de
« cuyas manos yo deseaba recibir la muerte ,
« y la recibo en efecto. Oh ! yo he pregun
« tado á mi criado : tu temblabas quando se
& las dabas : tu no le has encargado si quiera
« de que me dixese adios .... Desgracia !
« desgracia ... Ningun adios. ... Mehabrás
* tu cerrado tu corazon por aquel instante
« que me ha unido á ti para siempre ? Car
« lota , un siglo de siglos no podrá borrar
aquella impresion ; y yo conozco que tu no
podras aborrecer á el que lanto te ama. »
Despues de comer , mandó al criado que
acabase los paquetes : rajó diversos papeles,
salió , y arregló áun varios asuntillos. Vol
vió otra vez á la casa , salió luego a la puerta ,
y aunque estaba lloviendo se adelantó hasta
el jardin del Conde. Se paseó vagamente por
los alrededores , y volvió a su casa al ano
checer, y escribió .
« Guillermo, he visto por la ultima vez
206 WERTHER ,

« los campos, la floresta , y el cielo. Adios


« madre querida ! perdoname. Consuelala ,
« Guillermo. Que Dios os bendiga... Todos
« mis negocios quedan arreglados. Adios.
« Nos volveremos á ver , y muy contentos.
« Te he correspondido muy mal , Alberto,
« y tu me lo perdonas. He turbado la paz
de tu casa : he producido la desconfianza
é entre vosotros dos. Adios : yo quiero po
« per fin á estas cosas. Oh ! oxalá que mi
« muerte os haga felices. Alberto ! Alberto !
« has que ese angel sea feliz ; y cayga la
« bendicion del cielo sobre ti. »
Por la noche se entretubó áuu en recorrer
muchos otros papeles que rajó , y echó á :
la lumbre , y en cerrar algunos paquetes que
destinaba para Guillermo : contenían algu
nas memorias, algunos pensamientos sueltos
que he leydo en parle : á las diez mando
que encendiesen la estufa , y le trajesen me.
dia botella de vino , y dijó al criado que se
fuese á acostar : el quarto de este, y todos
los demas donde se acostaban las gentes de
la casa estaban muy retirados , y á las espal
das de los de Werther. El lacayo se acostó
vestido por estar pronto bien temprano, pues
su amo le habia dicho que los caballos de
posta estarian a las seis de la mañana á la
puerta
WERTHER . 207

CARTA LXXVII.

A las 11 dadas,

Todo está sosegado á mi rededor : y


« mi alma tambien esta tan tranquila ! Te
* doy gracias, ó Dios mio , de concederme
k este fuego , esta fuerza en mis ultimos ins
* tantes .
« Me acerco á la ventana , querida mia ,
* y aun veo algunas estrellas en el eterno
« cielo , brillar aisladas al través de las tem ,
* pestuosas nubes que huyen por encima de
kmi. No, no os caereis , el Eterno oslleva ,
* como á mi , en su seno. He visto las escom
K trellas que forman el timon del carro , la
s mas belta de todas las constelaciones :
Quando me separé de ti por la noche ,
quando salí por la puerta , estaba alli en
a frente. Con que gozo la he contemplado !
« Quantas veces no he fevantado yo mis +

* manos.acia esta constelacion , у he hecho


« la señal, el monumento sagrado de mi
felicidad actual ! у áun .... O Carlota I
« que cosa hay que no me haga acordar de
« ti ? No estoy rodeado de ti ? y del mismo
208 WERTHER .
1
« modo que un niño no te he robado mil
bagatelas inutiles de toda especie , que tus
« sagradas manos han tocado ?
« Retrato querido ! Carlota te hago de el
a un legado , y te pido que lo honres. He
« estampado en el , mil y mil besos : mil
« veces lo han saludado mis ojos quando sa
« lia ó entraba en mi quarto .
« En un billete que escribo á tu padre le
* pido que cuide de mi cuerpo. En lo -mas
« retirado del cimenterio en el rincon del
« lado del campo , hay dos tilos : alli deseo
a que repose mi cuerpo . Creo que hará esto
« por su amigo pues que puede hacerlo , Pi.
« deselo tu tambien . Yo no quiero exîgir de
« los buenos cristianos que se entierren á el
« lado de un pobre infeliz. Ah ! yo querria
a que me enlarreseis en el camino , ó en el
• solitario valle ; que el sacerdote y el levita
« pasasen ,y se persignasen viendo las piedras
« que indicarian el parage donde yo estaba
« enterrado , y que el samaritano derramase
K
algunas lagrimas .
«O Carlota ! con mano firme y segura
« tomo el frio y espantoso caliz en que debo
se beber el vértigo de la muerte. Tu me lo
« presentas , y yo lo recibo sin temor. Se han
llenado todos mis deseos, todas mis espc . +
WERTHER .
209
a ranzas . Llamar con esta sangre fria , con
a este adormecimiento a la puerta de bronze
« de la muerte ? Porque no he podido lo
« grar , ó Carlota , el morir por ti : moriria
la con el mayor animo, moriria contento , si
pudierá darte el reposo , y la felicidad de
e tu vida . Pero ah ! no ha sido dado sino á
algunos heroes el derramar su sangre por
« los suyos , y el dar á sus amigos con su
« muerte una vida nueva y multiplicada.
« Carlota , quiero que se me entierre con
o este mismo vestido . Tu le has tocado y
« santificado. Tambien pido este fapör á tu
« padre. Mi alma vuela sobre el atahud. No
« quiero que nadie registre mis bolsillos.
« Ese lazo decinta color de rosa , que tu te
« nias la primera vez que te ví en medio de
« tus niños ..... Oh ! besalo mil veces , y
« cuentalos la suerte de su infeliz amigo.
K
Queridos niños ! Se apresuran á mi rede
« dor ! Ah ! como yo mehabia unido á ti !
« Desde el primer instante me fue imposible
el separarme de ti ! Quiero que èse lazo
« de cintas se entierre conmigo. Me lo re- ,
« galaste el dia de mi cumpleaños. Como
a yo guardaba todo esto !.... Ah ! .yo no
« creia que este camino me guiaria , á donde
« ahora me hallo ... No te inquietes , yo te lo
pido, no te inquietes....
210 WERTHER .

« Estan cargadas ... Las doze suenan ....


« Asi sea ... Carlota , Carlota ... Adios ...
* Adios.... )
Un vecino vio el fuego de la polvora , y
oyó el tiro : pero como despues no oyó nin
gun otro ruido , se quedó sosegado.
A las seis de la mañana el criado entró en
el quarto con luz : halló á su amo caido en
el suelo , cubierto de sangre , y la pistola á
un lado. Le llama , no responde : le toma
en sus brazos, y observa que áun palpitaba.
Va corriendo á casa del medico , y á la de
Alberto. Carlota oye sonar la campanilla :
un temblor frio sobrecoge sus miembros :
dispierta á su marido , se levantan : el criado
le cuenta el suceso titubeando y todo des
consolado : Carlota cae desmayada á los pies
de Alberto.
· De que llegó el medico , halló á Werther
áun en el suelo y en un estado que no daba
esperanza alguna : los pulsos batian : todos
sus miembros estaban en la mas violenta
contraccion . Se habia tirado sobre el ojo
derecho : habian saltado los sesos. Le san
graron del brazo : corrió la sangre : áun rés
piraba.
Segun el rastro de sangre que habia sobre
la silla se podia inferir que se habia tirado
WERTHER . LIT

el golpe estando sentado delante de su mesa


de escribir : desde alli se habia escurrido
hasta el suelo , y rodado al rededor de su
silla agitado por movimientos convulsivos ;
y de que se habian agotado sus fuerzas, ha
bia quedado al lado de la ventana. Estaba
vestido de su frac azul , de su chupa ama
rilla , y tenia puestaslas botas.
Todas las gentes de la casa , del vecinda
rio , gran parte del pueblo acudió apresura
damente. Alberto entró. Habian puesto á
Werther sobre la cama : tenia la frente ben
dada : la imagen de la muerte estaba pin
tada en su rostro : no movia ningun miem
bro : sus pulmones palpitaban áun de un
modo espantoso , unas veces, desp io , otras
con mas fuerzas : de un instante á otro se
aguardaba que expirase.
Solo habia bebido un vaso de vino. La
pieza dramatica de Emilia Galotti ' estaba
abierta sobre la mesa.
Permitidme que pase en silencio la tur
bacion de Alberto , y el desconsuelo de Car
lota ,
Apenas el Bally supó el suceso quando
vinó corriendo , y besó al moribundo , der
1

Tragedia alemana de Lessing, muy estimada.


21-2 WERTHER .

Tamando copiosas lagrimas. Sus hijos mayo.


res vinieron poco despues. Se arrojaron junto
al lecho , expresando el mas vivo dolor : le
besaban las manos y la boca : y el mayor,
que habia sido siempre su mayor amigo , se
quedó como pegado á sus labios hasta que
expiró , y fue vecesario emplear la mayor
violencia para arrancarle de alli . Murió á el
medio dia . La presencia y las ordenes del
Bally impidieron todo alboroto , A las onze
de aquella misma noche le mandó enterrar
en el mismo parage que el habia mandad
El buen anciano siguió la pompa funebre
acompañado de sus hijos . Alberto no tubo
animo para tanto . Se temia que Carlota ex
pirase de dolor . Quatro trabajadores lleva
ron su atahud . Ningun eclesiastico le acom
pañó

FIN .
10 .
-

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