Este documento describe la historia de los primeros pobladores en México desde hace 20,000 años hasta el desarrollo de grandes civilizaciones como los olmecas, teotihuacanos, mayas y aztecas. Brevemente describe aspectos del derecho de estas culturas, incluyendo el derecho de familia maya y azteca, así como la organización de los tribunales aztecas y texcocanos. Finalmente, introduce el sistema jurídico hispánico que se encontró con las leyes indígenas en el siglo XVI.
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Este documento describe la historia de los primeros pobladores en México desde hace 20,000 años hasta el desarrollo de grandes civilizaciones como los olmecas, teotihuacanos, mayas y aztecas. Brevemente describe aspectos del derecho de estas culturas, incluyendo el derecho de familia maya y azteca, así como la organización de los tribunales aztecas y texcocanos. Finalmente, introduce el sistema jurídico hispánico que se encontró con las leyes indígenas en el siglo XVI.
Este documento describe la historia de los primeros pobladores en México desde hace 20,000 años hasta el desarrollo de grandes civilizaciones como los olmecas, teotihuacanos, mayas y aztecas. Brevemente describe aspectos del derecho de estas culturas, incluyendo el derecho de familia maya y azteca, así como la organización de los tribunales aztecas y texcocanos. Finalmente, introduce el sistema jurídico hispánico que se encontró con las leyes indígenas en el siglo XVI.
Este documento describe la historia de los primeros pobladores en México desde hace 20,000 años hasta el desarrollo de grandes civilizaciones como los olmecas, teotihuacanos, mayas y aztecas. Brevemente describe aspectos del derecho de estas culturas, incluyendo el derecho de familia maya y azteca, así como la organización de los tribunales aztecas y texcocanos. Finalmente, introduce el sistema jurídico hispánico que se encontró con las leyes indígenas en el siglo XVI.
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El Derecho Precortesiano
Fondo histórico general
Posibles pobladores en “México” (20,000 o 15,000) años. 10,000-8000 años a.C., condiciones óptimas para que se desarrollara la vida animal y vegetal propia de esa época (mamut, bisonte, antílope y el hombre de Tepexpán). 7,000-5,000 años a.C. (habitantes del altiplano cambiaron su economía de cazadores por una mezcla de agricultura con cacería). 3,000 años a.C. (domesticación de animales). 2,000 años a.C., aparece el maíz. Grandes civilizaciones se desarrollaron en el hoy territorio mexicano y Centroamericano: Olmeca, cuyo florecimiento ocupa los últimos siglos anteriores a la era cristiana. Teotihuacana y Antiguo Imperio Maya siglo III A.C. Tolteca (Tula), da origen, en Yucatán, al Nuevo Imperio Maya. Azteca, ramificación de la chichimeca, con absorciones toltecas y en íntima convivencia con Ia texcocana. Desde el punto de vista jurídico describiremos solo las siguientes Culturas: El derecho olmeca. La mujer no gozaba de un estatus importante. Las grandes tareas públicas motivaron la existencia de esclavos. Contaron con dos clases, de origen étnico distinto: conquistadores y conquistados. EL DERECHO MAYA. La casi totalidad de los documentos mayas precortesianos fueron destruidos, sin embargo, son importantes, para nuestro estudio el Libro de Chilam Balam de Chumayel, y la Crónica de Calkini. Obras de historiadores como Diego de Landa, Bernardo de Lizana, entre otros. También la Apologética historia de las Indias, de Bartolomé de las Casas, contiene datos sobre el derecho maya. EL DERECHO MAYA DE FAMILIA Hubo ritos de pubertad, después de los cuales los adolescentes tenían que vivir hasta su matrimonio o hasta los 18 años en casas comunales. El matrimonio era monogámico, pero con tal facilidad de repudio que con frecuencia se presentaba una especie de poligamia sucesiva. Dos personas del mismo apellido no debían casarse. "precio de Ia novia". El novio entregaba a la familia de la novia ciertos regalos. La herencia se repartía entre la descendencia masculina, fungiendo la madre o el padre como tutor, en caso de minoría de un heredero. Sabemos que cada familia recibía, con intervención de los sacerdotes, una parcela de 20 por 20 pies (alrededor de 37 m2), para su use personal (parece que, fuera de esta parcela, la tierra se cultivó bajo un sistema colectivo). Aunque los apellidos eran dobles (lo cual tenía importancia en relación con los tabúes exogámicos), el papel de la mujer en la familia y en Ia vida comunal no era prominente: en Ia civilización maya no hallamos rasgo alguno del matriarcado, salvo, quizá la función de profetisa que correspondía a algunas mujeres, y Ia existencia de órdenes de vírgenes con funciones sacrales. Por lo demás, Ia mujer ni siquiera podía entrar en el templo o participar en los ritos religiosos. Derecho penal maya (severo) El marido ofendido podía dar el perdón o pedir la pena capital del ofensor (la mujer infiel era repudiada). Para la violación y el estupro existía Ia pena capital (lapidación). En caso de homicidio intencional se aplicaba la pena del talión, salvo si el culpable era un menor, en cuyo caso Ia pena era Ia de esclavitud. Se sancionaba el robo (grabándose en Ia cara de los ladrones los símbolos de su delito). Se diferenciaba entre dolo (pena de muerte) e imprudencia (indemnización) en materia de incendio y homicidio. En algunos casos Ia pena capital fue ejecutada por ahogamiento en el cenote sagrado. No había apelación. El juez local, (batab), decidía en forma definitiva, y los tupiles, (policías-verdugos), ejecutaban la sentencia inmediatamente, a no ser que el castigo fuera la lapidación por la comunidad entera. Derecho azteca De las aproximadamente 80 leyes que se le atribuyen a Netzahualcóyotl, 32 han Ilegado hasta nosotros en forma más o menos fehaciente. Por lo demás, el derecho se manifestó en costumbres, a menudo íntimamente ligadas a la religión, tan conocidas de todos que no había necesidad de ponerlas por escrito. Descripciones de españoles conquistadores (como Cortés, Bernal Díaz del Castillo, etcétera), funcionarios (el oidor Alonso Zurita, quien era jurista), o personas ligadas a Ia Iglesia, como los frayes Bernardino de Sahagún, Juan de Torquemada, Bartolomé de las Casas ,entre otros. Por desgracia, en general, ni los historiadores indígenas, ni estos frailes eran juristas, y a menudo sus descripciones del derecho indígena se fijan demasiado en ciertos aspectos pintorescos. El sistema azteca de familia El matrimonio fue polígamo (en Texcoco y Tacuba solo tratándose de nobles), pero una esposa (y sus hijos) tenía la preferencia, en caso de repartición de la sucesión del padre. Hubo una costumbre de casarse con la viuda del hermano. La celebración del matrimonio era un acto formal; (hubo matrimonios por rapto o venta). El divorcio era posible, que en caso de comprobarse alguna de las siguientes causas (incompatibilidad, sevicia, incumplimiento económico, es- terilidad, pereza de la mujer). Solían autorizar, de mala gana, la disolución del vínculo, perdiendo el culpable la mitad de sus bienes. Los hijos se quedaban con el padre, y las hijas con la madre. La mujer divorciada o viuda tenía que observar un plazo de espera antes de volver a casarse. Existía el sistema de bienes separados, combinado en ocasiones con la necesidad de pagar un precio por la novia y, a veces, en cambio, recibir dote que la esposa traía al nuevo hogar. La patria potestad (que implicaba el derecho de vender como esclavo) terminaba con el matrimonio del hijo o hija, para el cual, el consentimiento de los padres era necesario. Respecto a la sucesión, la línea masculina excluía Ia femenina. La vía legítima se podía modificar por decisión del de cujus, basada en la conducta irrespetuosa, cobarde, etcétera. Entre los nobles existían sistemas sucesorio especial, al estilo del mayorazgo europeo. La organización forense de los aztecas y texcocanos Hubo una jerarquía de tribunales aztecas comunes: el teuctli, juez de elección popular, anual, competente para asuntos menores, tribunal de tres jueces vitalicios, para asuntos más importantes, nombrados por el cihuacoatl, tribunal del monarca, sistema de apelación, que se reunía cada 24 días. Parece que la finura cultural de Texcoco indujo en algún tiempo la práctica de que los casos no militares de Tacuba y Tenochtitlan recibieran su decisión final en Texcoco. Paralelamente a la justicia azteca común encontramos la justicia especial: para sacerdotes, para asuntos mercantiles, surgidos del tianguis; asuntos de familia, delitos de Índole militar, asuntos tributarios o litigios relacionados con artes y ciencias. En Texcoco Ia situación era distinta. Allí, el palacio del rey contenía tres salas con un total de doce jueces, designados por el rey, para asuntos civiles, penales y militares de cierta importancia (con apelación ante el rey con dos o tres nobles). hubo un número de jueces menores, distribuidos sobre todo el territorio, hubo tribunales de comercio en los mercados. Los casos muy graves fueron reservados para juntas de los doce jueces del palacio, con el rey, cada doce días. El procedimiento azteca El procedimiento era oral, levantándose a veces un protocolo mediante jeroglíficos. Las principales sentencias fueron registradas en pictografías, y luego conservadas en archivos oficiales. El proceso no podía durar más de ochenta días, y es posible que los tepantlatoanis, no intervenían, correspondían grosso modo al actual abogado. Las pruebas eran: testimonial, confesional, presuncional, careos, a veces la documental (hubo mapas con linderos) y posiblemente el juramento liberatorio. En los delitos más graves el juicio era precisamente más sumario, con menos facultades para la defensa. El derecho hispánico Observaciones generales Desde el comienzo del siglo XVI, dos grandes corrientes se encontraron en México, y se amalgamaron con fuerte influencia de la más adelantada. La primera era una civilización neolítica, en su aspecto jurídico de carácter predominantemente azteca. La segunda, la civilización hispánica, quien fusionó en su derecho restos de postulados romanos, germánicos, normas canónicas, mucha reglamentación monárquica y rasgos arábigos (cuando menos en la terminología). Debemos ahora describir el sistema jurídico hispánico en tiempo de la conquista. Lo expondremos como producto de su historia, para ello, tomaremos en cuenta los elementos que han dejado sentir su influencia en la Nueva España. Por depender el imperio ultramarino de la Corona de Castilla, solo el derecho casteIlano ha sido derecho subsidiario para la América Latina. Varias influencias prerromanas habían coexistido en la península española: celtas, iberos, fenicios y griegos. Los autóctonos continuaban practicando sus costumbres, en regiones remotas. La creciente influencia de Roma en la península, desde la derrota de la colonia fenicia, (Cartago), trajo consigo una romanización cultural extendiéndose al derecho, y que recibió un estímulo más cuando Roma concedió la ciudadanía a los españoles libres. Así, en las ciudades comenzaba a aplicarse un derecho romano muy sofisticado, más bien vulgar, mientras que en las zonas rurales continuaban los diversos derechos consuetudinarios prerromanos. Un nuevo elemento cultural se presentaba en España, la religión cristiana, la cual se convirtió en religión oficial. Su influencia en materia de familia está fuera de duda. Luego los visigodos tomaron el poder y, Ilevaron consigo sus propias costumbres jurídicas. Este primitivo derecho visigótico fue pronto codificado en el Código de Euriciano. Como los monarcas visigóticos no podían impedir Ia aplicación del superior derecho romano a los pobladores ya romanizados, se codifico el derecho romano en el Breviario de Alarico, también Ilamado Lex Romana Visigothorum. La nueva nación hispánica comenzaba a formarse con los elementos germánicos y romanizados. Con un idioma propio; un propio sentimiento de solidaridad, y con una frontera natural bastante buena: los Pirineos. Desde la capital visigótica, Toledo, y con fuerte influencia eclesiástica, en varios concilios se elaboró un derecho español territorial sustituyendo el Breviario del Codex Euricianus. El resultado de esta acción fue el Fuero Juzgo. Encontramos rasgos germánicos: relaciones de enemistad oficial, que nacieron de ciertos delitos; dando pie al derecho a la venganza de la sangre, a no ser que se llegará a una reconciliación (composición). Más rasgos germánicos fueron: Los "conjuradores"; ñññññññññ Las ordalías; La prenda extrajudicial, tomada por una persona que considerara violados sus derechos, para obligar al violador a que compareciera ante la justicia Figuras del derecho sucesorio (como las mejoras) y relativas al aspecto patrimonial del matrimonio (las arras), La donación morganática, el día después de Ia boda, como indemnización por la virginidad perdida), El compadrazgo, o hermandad artificial (con efectos sucesorios), y Formalismos en la celebración de los contratos como la palmata, (entrega a un tercero de un objeto simbólico que este debe devolver después de comprobar que el entregante cumplió con cierto deber contraído). Hubo cierta recepción de figuras musulmanas donde sí se nota claramente el impacto islámico, en el derecho hispánico antiguo y aun moderno, es en múltiples términos administrativos y comerciales, por ejemplo: aduana, tarifa, alhóndiga, almacén, alcalde, alcaide, albacea, alcabala, alguacil, etcétera. A la expulsión de los moros de la península española, un primer producto jurídico de la reconquista es el Fuero viejo de Castilla, obra favorable a los nuevos influyentes: los guerreros, que tuvieron oportunidad de alcanzar nobleza. La reconquista no contribuyó a una unificación del derecho de los cristianos en España. Los nuevos territorios políticos insistían en la conservación del derecho que se había desarrollado allí bajo la dominación islámica, o en caso de repoblarse las innumerables zonas desiertas, los nuevos distritos o ciudades trataron de subrayar su relativa independencia, reclamando del poder central un derecho de su propia elección. Así surgió el sistema de los diversos derechos forales (cartas pueblas y fueros municipales). Estos sistemas jurídicos eran, producto de una concesión del rey, o del señor municipal. Muchos derechos forales fueron copiadas de otros fueros; incluso hubo casos de recepción total de algún fuero ya existente, de modo que se distingue entre fueros-tipos y fueros-filiales, formándose así "familias" de derechos forales (Fuero real, elaborado bajo Alfonso X, Fuero de Soria y el Fuero Juzgo como principales fuentes de inspiración).