Alicia en El País de La Conciencia

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Alicia en el país de la conciencia.

" AMIRA VALLE:


"EL DR. GRINBERG CAMBIÓ NUESTRA VIDA."
Por Manuel Carballal

-Lo primero que llama la atención de vuestro libro es que está redactado como una carta
al Dr. Jacobo Grinberg. Durante las 240 páginas de vuestra obra en todo momento os
referías a Grinberg en segunda persona del singular, como si estuvieseis hablando con
él. Supongo que queréis pensar que sigue vivo… Pero ¿cómo es posible 22 años después
de su desaparición…? Supongo que de todas las teorías cada uno de vosotros tiene una
teoría predilecta. ¿Cuál es la tuya?

-En efecto, el libro en su mayoría está escrito en segunda persona. Tras la desaparición de
Jacobo, quedaron tantas palabras por decir, tantos diálogos inconclusos, tantas dudas,
tantas ideas… Una profunda frustración y tristeza nos embargó ante nuestra repentina
orfandad académica. Muchas emociones quedaron atrapadas en nuestro interior sin poder
ser expresadas. El objetivo primario de este libro fue poder plasmar en papel todo aquello
que queríamos decirle a Jacobo como un medio de sanar todo aquello que si no salía solo
nos seguiría lastimado. A lo largo del tiempo que tardamos en escribir este libro pudimos ir
dando forma a lo que llevábamos guardado. Menciono en el libro que fue como el
“pensadero de Dumbledore”, donde vertíamos nuestros recuerdos, nuestras emociones,
para poder verlos desde fuera y así sanarlos. Escribirle a Jacobo como si aún estuviera aquí
fue un proceso catártico y muy sanador.
Por supuesto es difícil pensar que Jacobo pudiera estar aquí, físicamente con nosotros,
después de tantos años de ausencia. Sin embargo, sus ideas y su espíritu indómito nunca
morirán mientras permanezcan sus libros, sus artículos. Jacobo ha pasado a ser una figura
legendaria, como Pedro Infante en su momento. Una vida demasiado brillante, como una
estrella fugaz.
En la película “Blade Runner” uno de los diálogos hace alusión al Tao Te Chin de Lao Tzu
y dice “Te Light that Burns twice as bright burns half as long, and you have burned so
very, very brightly…” Yo no podría hablar de la vida Jacobo con mayor exactitud.

No me gusta la idea de pensar en una teoría favorita sobre su desaparición. Cualquier


teoría es triste, terrible. Solo sé que desearía que ninguna fuera cierta, que algún día de
pronto nos enteráramos que él decidió retirarse para practicar meditación de manera
intensiva o para escribir o para seguir investigando… Lo que sí sé es que, hacia el final, su
batalla frontal con los científicos más ortodoxos, quienes menospreciaban su trabajo por no
compartir su objeto de estudio, lo había desgastado muchísimo. Eso, sumado a sus pleitos
continuos con su esposa Teresa, habían cobrado un alto precio. Los últimos meses, Jacobo
llegaba con frecuencia muy alterado al Laboratorio. Sus pleitos con Teresa eran cada vez
más fuertes y esto le afectaba muchísimo. Puedo imaginar que él deseara alejarse y dejar de
pelear batallas en tantos frentes. Lo único que no me cuadra con la idea de que hubiera sido
una decisión personal es el hecho de que adoraba a su hija Estusha más que a nada. Ella era
la razón de su vida, su gran amor.
Una de las razones por la cual Jacobo se inclinó por las neurociencias fue el trauma que la
enfermedad de su madre había dejado en él. Años después de su desaparición, su hija
Estusha también padecería una grave enfermedad. Yo pienso que él jamás se habría
mantenido alejado de quien más amaba en momentos difíciles. Debido a esto, creo que
todas las teorías relacionadas con haberse retirado del mundo para irse voluntariamente a
trabajar ya sean con Castaneda o con la CIA o con la NASA o para irse a otra dimensión,
todas ellas carecen de sustento. Queriendo a su hija como la quiso, nunca se habría
mantenido alejado de ella cuando estuvo enferma.
Esto me orilla a pensar que las teorías relacionadas con algo violento tienen más sustento,
lo cual me entristece profundamente. Sin embargo, creo que él intuía algo. El último día
que lo vi en el laboratorio, un día antes de que fuéramos a nadar con los delfines, me llamó
a su oficina para darme artículos, libros y documentos que yo necesitaría en el experimento
de Potencial Transferido que estábamos planeando llevar a cabo entre México y la India y
me dijo “Amira, de todo lo que he escrito, esto es lo más importante. Estúdialo muy bien y
guárdalo muy bien”. Así lo hice, lo estudié, lo guardé. Todavía tengo todo. Los contratos
entre la UNAM y el Instituto Vivekananda Kendra, sus comunicaciones personales, sus
artículos…
Por último, otro hecho que me llama la atención al recordarlo es que el 11 de diciembre,
cuando fuimos a nadar con los delfines con los que haríamos el experimento de Potencial
Transferido entre delfines y niños con problemas de autismo, último día en que lo vimos,
entramos Jacobo, Leah, Ruth, Teresa y yo al agua. Uno de los delfines atacó a Teresa, y ella
salió muy molesta del agua. Todos nos quedamos con un extraño sabor de boca ante este
suceso. Ahora pienso ¿no sería que el delfín percibió algo en Teresa que nosotros no
pudimos ver?
Resumiendo, y tomando en cuenta todas las consideraciones anteriores, me parece que la
conclusión a la que llegó el Comandante Padilla, que Teresa hubiera perdido la razón en un
pleito y lo hubiera atacado, es la más acertada. Me parece tristísimo pensar que la luz de
uno de los seres más brillantes que he conocido se hubiera extinguido de una forma tan
dolorosa y repentina.
Pero, en fin, todo esto son especulaciones. El hecho es que Jacobo no está más con nosotros
y que el vacío que nos dejó su desaparición nunca podrá ser llenado.

-Como recuerdas tu primera visita al laboratorio de Comunicación Humana, del Dr.


Grinberg, fundado en 1987 en la UNAM. ¿Qué era lo que esperabais encontrar?

-El laboratorio era pequeño, sencillo, pero cada centímetro estaba ocupado con equipo que
en aquella época era sumamente sofisticado. En ese estrecho cubículo laboraban alrededor
de 10 estudiantes, además, Jacobo y Martha Pérez, la experta en cómputo. Había una
cámara de Faraday se realizaban los experimentos de Potencial Transferido. No tenía nada
que ver con los laboratorios que estamos acostumbrados a ver en las películas americanas
pero ese cubículo que era como el agujero de Alicia, una puerta a otros mundos.
En mi primera visita iba nerviosa por supuesto, no sabía qué era lo que iba a encontrar. En
un principio Jacobo fue seco y cortante pero ya que empezamos a platicar, cada vez se
entusiasmaba más. Cuando se enteró de que, además de ser científica, yo llevaba años de
ser amiga y discípula de Tony Karam, se alegró muchísimo porque precisamente tenía
pensado registrar la actividad electroencefalográfica de lamas tibetanos. Esta idea la
compartía con Francisco Varela, el gran neurofisiólogo chileno, fundador del Mind and Life
Institute.
Para mí, entrar al laboratorio fue como llegar a la Tierra Prometida. Todos los estudiantes
que trabajaban con él eran brillantísimos, apasionados por los mismos temas que yo
encontraba fascinantes. Escuchar hablar a Jacobo, compartir ideas, idear experimentos,
cuestionarnos y especular explicaciones sobre la naturaleza de la consciencia, era realmente
una experiencia indescriptible. Era todo lo que yo había buscado por muchos años. Al fin
todos mis cuestionamientos más profundos encontraban respuestas, mis ideas encontraban
cabida.
Las pláticas en el laboratorio eran de un nivel de sofisticación increíble. Éramos los
exploradores de los tiempos modernos. Explorábamos temas nunca antes estudiados, nos
aventurábamos por tierras incógnitas. Como diría Serrat, hacíamos camino al andar. Todo
ello era realmente fascinante.

-A medida que pasaban los años y vosotros, el equipo del Dr. Grinberg publicaba
nuevos trabajos, comenzasteis a recibir la visita de importantes personalidades, como el
Dr. Amit Goswami. Imagino que esas visitas alentaban la idea de que estabais en el
camino correcto con vuestras investigaciones…

-Los científicos que visitaban a Jacobo compartían la nueva visión de la ciencia, se atrevían
a retar el paradigma imperante en el que ésta se fundamentaba, el que la conciencia es un
epifenómeno de la materia. Proponer e intentar demostrar un nuevo paradigma era tan
revolucionario como en su tiempo lo fueron las ideas de Galileo.
Por supuesto que estas visitas nos alentaban. Es muy difícil ir contracorriente. Era
maravilloso encontrar amigos que dedicaban sus esfuerzos a proponer y sustentar esta
nueva visión, mucho más acorde con las verdades fundamentales de las grandes
tradiciones contemplativas ancestrales. Una visión mucho más esperanzadora para la
humanidad…

-Probablemente la aportación más notable del Dr. Grinberg a la investigación científica


de las anomalías sea la Paradoja EPR y la Teoría Sintérgica, publicadas en el Journal of
Mind and Behavior (1994). ¿Cómo explicarías esa teoría a los profanos para que
entiendan la relevancia de vuestra investigación?

-En 1935 tres renombrados físicos, Einstein, Podolsky y Rosen, publicaron un artículo en el
cual criticaban la teoría de la mecánica cuántica, aseverando que si ésta fuera un modelo
completo de la realidad, las interacciones no locales entre partículas tendrían que existir.
Como esto no se consideraba posible en ese entonces, entonces consideraron que la
mecánica cuántica o estaba equivocada o era incompleta. A esta crítica se le conoce como la
Paradoja EPR. No fue sino medio siglo después que en 1982 Aspect y sus colaboradores
verificaron experimentalmente que las influencias no locales entre partículas sí existían una
vez que estas partículas habían interactuado. Esto significa que cuando dos partículas
subatómicas interactúan entre sí y luego se separan, al modificar el spin de una de las
partículas, se modifica el spin de la otra.
El objetivo del experimento del Potencial Transferido, diseñado por Jacobo Grinberg, era
demostrar la existencia de un sistema cuántico macroscópico en el cerebro humano
mediante la demostración de una correlación no local EPR entre cerebros.
En este experimento, se les colocaba gorras electrocap con 32 electrodos a dos sujetos y se
les pedía que interactuaran entre sí de una manera empática y no verbal, es decir,
sintiéndose en silencio el uno al otro (casi siempre meditando), en el interior de una cámara
de Faraday (una cámara de Faraday es un cubículo el cual ha sido aislado
electromagnéticamente, de tal manera que ninguna señal puede entrar o salir de ella).
Después de 20 minutos de interacción, uno de los sujetos era llevado a otra cámara de
Faraday que se encontraba separada varios metros de distancia. Se registraba la actividad
electroencefalográfica de ambos sujetos al mismo tiempo. A uno de los sujetos se le
presentaba un estímulo (un flash), el cual provocaba un pico de potencial en el EEG del
sujeto estimulado, al que llamamos Potencial Evocado. El descubrimiento trascendental de
este experimento es que en el cerebro del sujeto no estimulado se presentaba un pico de
potencial en su actividad electroencefalográfica de la misma morfología y exactamente en
el mismo milisegundo que el del potencial evocado en el sujeto estimulado. A este pico en
la actividad eléctrica del sujeto no estimulado, se le llamó Potencial Transferido ya que
ningún estímulo lo había ocasionado.
El hecho de que ambos picos de potencial, tanto el Potencial Evocado como el Potencial
Transferido se den exactamente al mismo tiempo, indica que la transferencia del potencial
tiene que ser de naturaleza no-local, ya que no hay manera de que la señal hubiera viajado
en el espacio. Estos resultados no pueden ser explicados debido a interacciones sensoriales
entre los sujetos ya que los sujetos se encontraban separados durante el experimento en dos
cámaras de Faraday separadas a más de 15 metros de distancia. Esto significa que no puede
haber comunicación ni sensorial ni electromagnética.
Los resultados de este experimento indican que el cerebro humano es capaz de establecer
relaciones cercanas con otros cerebros, cuando ha interactuado previamente de manera
apropiada, y puede sostener dicha interacción aún a distancia. La interacción que
correlaciona a los sujetos estudiados es completamente una interacción no local de la
conciencia y no es el resultado de una transmisión de señales de un cerebro a otro.. Esto
indica que la conciencia está involucrada en el proceso de correlación y por lo tanto, este
experimento sustenta la interpretación idealista de que la conciencia colapsa la función de
onda cuántica que está siendo medida.
El nuevo paradigma de la conciencia, propuesto entre otros por el Dr. Amit Goswami,
postula que es la materia la que surge de la materia en oposición al paradigma imperante
en la ciencia de que la conciencia surge a partir de la materia. Este nuevo paradigma
explicaría muchas de las paradojas que se han encontrado al tratar de explicar la conciencia
y también explicaría los hallazgos de Jacobo Grinberg cuando estudió a los chamanes de
México, entre muchos otros fenómenos.
Personalmente, considero este experimento de una importancia trascendental por muchos
aspectos.
1) Sustenta un nuevo paradigma de la naturaleza de la conciencia. El que la conciencia
tenga una naturaleza cuántica no local.
2) Pone en evidencia el hecho de que estamos interconectados, el que una vez que
interactuamos, lo que le ocurre a un cerebro le afecta al otro cerebro.
Este hecho nos da un sentido de Responsabilidad Universal, ya que yo no soy solamente
responsable de la calidad de mi propia actividad, sino que también soy responsable de la
calidad de la conciencia colectiva.

-En vuestro libro mencionáis que durante la estancia de Jacobo en el Brain Research
Laboratory de la escuela de medicina de la Universidad de New York, no solo compartió
estudios con personalidades como el Dr. Richard Davidson, sino que recibieron la visita
de agentes de la CIA (pag. 37)… En los archivos de la CIA digitalizados en enero de 2017
he encontrado varias referencias a los vuestros estudios en la UNAM, que demuestran el
interés de los servicios de inteligencia norteamericanos por el mundo paranormal…
¿Nunca tuvisteis ningún contacto con el CISEN o con otros servicios de inteligencia?

En realidad, no creo que Jacobo hubiera coincidido en el tiempo con Richard Davidson,
pero ambos estudiaron con el Dr. Roy John, supongo que con algunos años de diferencia.
Las visitas de Karl Pribram eran precisamente a este laboratorio y también las de la CIA.
Roy John fue un pilar de las neurociencias pero sus ideas políticas y su amistad con Cuba lo
hacían ser sospechoso ante el gobierno norteamericano. Es Jacobo mismo quien nos relata
sus tiempos en Nueva York en su libro “La Batalla por el Templo”.
Yo no he tenido oportunidad de ver estos archivos de la CIA que mencionas, pero ¡me
encantaría verlos! La CIA siempre ha estado interesada en todo lo que pueda constituir un
arma estratégica y es sabido que durante la Guerra Fría hubo un enorme interés en
desarrollar cualidades consideradas “paranormales” con este fin a ambos lados de la
Cortina de Hierro.
En México, Jacobo era mucho más notable por haber incursionado en un campo que
también era tabú, el estudio de los chamanes mexicanos. Su trabajo con Pachita había sido
uno de los detonadores que le hizo formular la Teoría Sintérgica.
No recuerdo a Jacobo como un individuo político. Su mente estaba continuamente
explorando las fronteras de la ciencia con el objetivo de entender el qué y por qué de la
conciencia, de la formación de la experiencia consciente. No recuerdo haber tenido nunca
una visita del CISEN en el laboratorio. Sinceramente no creo que en México el gobierno
estuviera interesado en armas psíquicas…

Vuestra crónica del cierre del laboratorio, tras la desaparición de Jacobo, nos envuelve en
una profunda tristeza… Teníais todavía tanto por hacer… Comentáis que Ruth Cerezo
recibió la llamada de Teresa, su esposa, diciendo que no volvería ese diciembre (Pag. 82)
y como los otros académicos, de otros departamentos, se hicieron con vuestros aparatos,
libros, apuntes, como buitres… ¿Cómo recuerdas ese día, el día F.?

Después de que Jacobo desapareció, nosotros no teníamos idea de lo que había ocurrido,
suponíamos que estaba de viaje, probablemente en un retiro en Nepal. Todos seguimos
trabajando en nuestros proyectos y así pasaron los meses. Un día, cuando llegamos al
laboratorio, encontramos cintas amarillas impidiéndonos el paso. La policía había tomado
cartas en el asunto. Todos éramos sospechosos, todo nuestro material de trabajo era
evidencia… No volvimos a tener acceso a ningún equipo, el equipo que con tantísimo
trabajo había ido consiguiendo Jacobo y que era la envidia de los demás. Por supuesto,
todo este equipo fue a dar a los laboratorios de otros investigadores. En ese entonces
estábamos muy molestos. Quizá si Leah se hubiera titulado unos meses antes, ella se habría
podido quedar a cargo del Laboratorio, ella era la sucesora natural, quien conocía mejor
que nadie el trabajo de Jacobo. Sin embargo, la UNAM se apanicó con la desaparición y
tuvieron pavor de verse involucrados. Por ello fue más fácil cerrar el laboratorio, repartir el
equipo y olvidar que todos esos experimentos se habían llevado a cabo en la máxima casa
de estudios de nuestro país. Para nosotros y para nuestra línea de investigación, esta
decisión significó una sentencia de muerte, académicamente hablando.

-Yo conocí personalmente a Carlos Castaneda precisamente en 1994. Toni Karam le


presentó a Jacobo a Carlos Castaneda, y algunos compañeros vuestros en el laboratorio,
como Rafael Aluni o Manuel de la Flor reconocen haber conocido a Castaneda a través
de Jacobo o se refieren a él como el Nahual Carlos Castaneda (pág. 79, 81). Se ha
publicado que la pista de Castaneda fue una de las líneas policiales de investigación…
¿Tu llegaste a conocerlo? ¿En qué consistía la relación de Jacobo con Castaneda?

Sí conocí personalmente a Castaneda. Como te digo, yo soy alumna regular de Casa Tíbet
desde 1990. Castaneda fue a darnos charlas a Casa Tíbet en varias ocasiones. Lo recuerdo
bien. No muy alto, moreno, magro. Lo recuerdo con un traje color café… acompañado de
las brujas, Taisha Abelar, Florinda Donner, Kylie Lundahi...Tomamos un curso de ejercicios
que él denominaba “Tensegridad”. Tony lo apreciaba mucho y lo reconocía como un
individuo con auténticos logros en el desarrollo de las habilidades de la conciencia y como
un gran ensoñador. El aprecio de Tony por el nahual es para mí garantía de que era un
hombre de poder.
Jacobo y Teresa habían visitado y convivido con Castaneda, habían estado con su
comunidad. En un principio, Jacobo lo admiraba muchísimo. Le llevó de regalo algunos de
sus libros, iba muy ilusionado. Creo que fue un encuentro de dos grandes egos. Tuvieron
un desencuentro porque, con su peculiar forma de enseñar, Castaneda se había reído del
valor que Jacobo le daba a su obra y Jacobo se había ofendido mucho. Los métodos de
Castaneda eran así, directos y brutales y tenían el fin de acabar con el ego y la importancia
personal. Supongo que Jacobo no resistió el embate de Castaneda ya que, a pesar de ser un
genio, tenía un gran ego. En realidad, nunca supe a ciencia cierta qué ocurrió en ese viaje,
pero cuando regresó, Jacobo se sentía muy desengañado y hasta resentido con Castaneda.
No quiso volver a hablar de él. Sin embargo, seguía apareciendo en las conversaciones, era
imposible evitarlo.
Sé que, regresando de ese viaje, Teresa quedó muy impresionada y quería volver. Sin
embargo, Jacobo había quedado muy desilusionado y por supuesto, no quería volver a
tener tratos de Castaneda. Desconozco en qué radicaban sus conflictos de pareja, pero
imagino que éste era uno de los grandes puntos de discordia. El hecho de que unirse al
grupo de Castaneda implicaba romper cualquier lazo con el pasado y con la identidad
personal ha dado pie a que se considere como factible la hipótesis de que tanto Jacobo
como Teresa se hubieran unido a este grupo. Yo lo considero imposible, al menos por parte
de Jacobo, ya que no quiso volver a saber de él después del encuentro en el que Castaneda
lo había lastimado tanto.

-Algo que no entiendo… Don Lucio Campos, de los Graniceros de Morelos, Don
Rosendo, María Sabina, Doña Bárbara Guerrero “Pachita”, Rach Pech… ¿Cómo es
posible que Jacobo Grinberg, tras recorrer durante años todo México conociendo a
infinidad de brujos y chamanes, no hubiese conocido a Don Juan Matus, ni a Don
Genaro, ni a Silvio Manuel, ni a absolutamente ninguno de las docenas de shamanes
mexicanos del linaje que menciona Carlos Castaneda en sus libros?

Cronológicamente, no creo que hayan coincidido. “Las Enseñanzas de Don Juan” fue
publicado en 1968. Es aquí donde por primera vez habla Castaneda de Don Juan Matus,
pero para la fecha en que fue publicado este libro, ya habían pasado muchos años de los
sucesos que en él describe. Se dice que Don Juan trascendió en 1972. Este libro fue su tesis
de Antropología de UCLA, siempre ha habido una enorme controversia respecto a la
veracidad de lo que Castaneda escribe ahí, ya que muchos lo ven más como un plagio de
múltiples fuentes bellamente contado. Igualmente, ha habido una gran controversia
respecto a la persona de Don Juan Matus, ya que también se dice que es al menos, un
pseudónimo para proteger la identidad real de su maestro. La obra tardía de Castaneda
ocurre toda en el reino del ensueño, una realidad aparte, por lo cual no hay forma de saber
sobre cuáles de sus personajes pertenecían efectivamente a nuestra realidad. El secreto y la
alteración de datos verificables con el objeto de borrar la historia personal, hacen casi
imposible rastrear la verdadera identidad o la autenticidad de los personajes descritos en
sus libros. Sé que Doña Soledad y Pablito sí existieron y eran auténticos brujos de poder. Lo
sé porque Tony me contó que los conoció. Por otra parte, si Jacobo había caído de la gracia
de Castaneda, éste no habría hecho nada por contactarlo con los brujos de su linaje.
Jacobo conoció a Pachita durante el gobierno de López Portillo, años después de que Don
Juan hubiera fallecido/trascendido/alcanzado las emanaciones del águila. Su estudio de
“Los Chamanes de México”, patrocinado por el CONACYT, fue realizado después de esto,
en los años 80’s. Para este entonces Don Juan Matus ya habría desaparecido y supongo que
el resto de los chamanes mencionados en su obra eran imposibles de rastrear.
Sencillamente no quisieron contactar con Jacobo.

-La teoría de la red lattice, ¿en qué consiste? ¿Puede considerarse precursora de la teoría
de la Resonancia Mórfica de Rupert Sheldrake tan conocida ahora?

-Jacobo postulaba que la Lattice Consiste en una matriz de capacidad vibracional colosal y
de múltiples dimensiones en la cual la información de su totalidad converge en cada uno
de sus puntos, es decir, es holográfica. La Lattice ocupa todo el espacio sin zonas de
discontinuidad.
El concepto de la lattice tiene algunas diferencias con la teoría de la Resonancia Mórfica ya
que Jacobo nunca relacionó la información contenida en la lattice con alguna especie. Uno
de los proyectos que estábamos a punto de iniciar antes de su desaparición era
precisamente el Potencial Transferido entre delfines y niños autistas. De haberse llevado a
cabo y de haber encontrado potencial transferido entre ambas especies, habríamos hecho
un descubrimiento revolucionario, pero desafortunadamente nunca pudimos concluir este
proyecto.
De cualquier modo, aun cuando no hubiéramos podido realizar estos experimentos, hay
gran similitud entre ambas teorías, ya que en ambas se considera que la información se
encuentra contenida en el espacio, en esta matriz de información espacio energética, a la
cual podemos accesar, conectarnos, obtener información de ella y también podemos
modificarla a través de nuestro comportamiento o de cambios en nuestra actividad
cerebral.
La Teoría Sintérgica de Jacobo postulaba que nuestro campo neuronal, es decir el campo
producido por la suma de la actividad eléctrica de todas las neuronas, producía una
distorsión en esta lattice y que a su vez, esta distorsión colapsaba una posibilidad del
campo de posibilidades de la lattice. Este colapso entre el campo neuronal y la lattice es
percibido por el cerebro, comparado contra todos los patrones que tiene almacenados y
finalmente interpretado como la realidad.

-Por favor, alguna de vosotros participó en experimentos de visión extraocular con


Altamirano? Yo tuve la oportunidad de trabajar con él en 1988 y con algunas de sus
alumnas en 1994, y tengo mucho interés por conocer vuestra opinión.

-Yo no participé en los experimentos de visión extraocular pero sí sabía de ellos. Sé que
David, su hermano menor, fue entrenado en esta técnica y también he oído de una gran
cantidad de niños que tuvieron grandes logros en la visión extraocular.
Recientemente Richard Davidson ha realizado registros de Resonancia Magnética del
cerebro, en particular de la corteza visual, antes y después de un experimento consistente
en impedir que los sujetos puedan ver, mediante vendarles los ojos, por un periodo
prolongado. Después de este periodo de absoluta ausencia de estímulos visuales, encontró
que el área de el cerebro destinada a la visión fue sustituida por otro tipo de actividad,
primordialmente por la conciencia auditiva. Este experimento es narrado en el libro “The
Emotional Life of Your Brain” y es uno de las demostraciones de la neuroplasticidad. Yo
considero que esto, aunado a la concepción de la naturaleza cuántica y no dual de la
conciencia, puede explicar los sorprendentes resultados obtenidos por medio de la técnica
de la visión extraocular.

-Amira, tú te licenciaste en químicas. Solo pudiste estar un año con Jacobo, pero tu
primera investigación fue el estudio cerebral del Don Rodolfo, el chamán de Jalapa,
utilizando la electroencefalogría, y programas como Neuroscan o Topcor en dos
sesiones, con 60 días de diferencia… ¿En que consistieron los experimentos y que
conclusiones sacasteis?

Don Rodolfo era un chamán mexicano de la escuela espiritualista quien además de ser
reconocido por su comunidad por sus dotes como curandero, era un hombre recto, afable y
tenía un gran interés por la ciencia. Era buen amigo de Jacobo y debido a su interés por la
ciencia, quiso colaborar con las investigaciones que realizábamos en el laboratorio. Era el
primer chamán que acudía a un laboratorio a que se registrara su actividad
electroencefalográfica. El resto de las investigaciones que había realizado Jacobo sobre los
chamanes de México habían sido trabajos de campo. Don Rodolfo acudió al Laboratorio en
dos ocasiones. En ambas, se le colocó una “gorra” llamada neuro-cap, que tenía insertados
32 electrodos.
La situación de los electrodos está relacionada con las diferentes áreas de la corteza
cerebral. Este registro es enviado directamente a los amplificadores de la computadora.
Una vez colocada la gorra, Don Rodolfo se relajó durante un período determinado de
tiempo en el interior de una cámara aislada electromagnéticamente —Cámara de Faraday
— en la que se tomó el registro de su actividad cerebral en estado de relajación.
Posteriormente, Don Rodolfo entró en un estado alterado de consciencia —que él mismo
denominaba “estado de éxtasis”— en el cual realizaba sus curaciones. Una vez que Don
Rodolfo nos indicó que había alcanzado este estado, nuevamente se le tomó un registro de
la actividad cerebral, ahora en “estado de éxtasis”. Después de tomado el registro en ambos
estados de atención, procedimos a interpretarlo aplicando los dos programas de cómputo
que, en su momento, eran los más avanzados en el área de las Neurociencias de su época.
El programa Neuroscan permitía generar mapas bidimensionales —planos— del cerebro
en los cuales podía registrarse la actividad en cada área de la corteza cerebral, así como
analizar diferentes relaciones entre estas áreas. La correlación más importante en el caso de
esta investigación se denominaba “coherencia” y nos indicaba cuánta semejanza existía en
la actividad de una zona con respecto a otra, es decir, si diferentes áreas estaban
funcionando en sintonía, como cuando dos cuerdas de un instrumento musical vibran al
unísono al tocar la misma nota.
El programa Topcor, realizado por Mark Pflieger específicamente para el Laboratorio de
Comunicación Humana de la UNAM, era una herramienta estadística que nos ayudaba a
determinar con precisión en qué topogramas la semejanza es mayor a una cifra
determinada. Cuando dos topogramas —mapas cerebrales bidimensionales— son
idénticos, su correlación es 1. Cuando son totalmente distintos su correlación es 0.
Los resultados mostraron claramente la gran diferencia en el funcionamiento del cerebro
entre un chamán y un sujeto normal. Pudimos observar cómo, en primer lugar, la
frecuencia en la que se presentaba la mayor área de coherencia en el chamán en estado de
relajación era muy alta en comparación con el resto de los sujetos, cuyas áreas máximas de
coherencia se presentaban en bajas frecuencias.
Lo más sorprendente es el análisis de las frecuencias del cerebro del chaman: cuando éste
se encuentra en estado de éxtasis son de una alta coherencia, es decir, son muy similares
entre sí, presentaban una coherencia de 0.9 cuando (1.0 significa que son idénticas). Este
comportamiento cerebral es algo totalmente diferente al funcionamiento normal, y no
puede explicarse con el paradigma de la ciencia convencional. Sin embargo, la Teoría
Sintérgica nos trae una explicación radicalmente diferente del funcionamiento de la
consciencia, puesto que, justamente, predice este comportamiento.
Encontramos también que en el cerebro del chamán existen más rutas o nexos de unión
entre las diferentes áreas del cerebro. Este hallazgo es algo que hoy en día ha sido la
revolución de las neurociencias, es decir, la neuroplasticidad. Richard Davidson y Bárbara
Friedrickson entre otros, han encontrado que las prácticas meditativas crean e incrementan
los circuitos neuronales que conectan diferentes áreas del cerebro entre sí. Bárba
Friedrickson ha encontrado que estos circuitos neuronales se incrementan cuando se lleva a
cabo una práctica denominada “meta” o gran compasión, la cual consiste en entrenar a la
mente a desear sistemáticamente aliviar el sufrimiento de los demás. Estos resultados los
ha reportado en artículos arbitrados y en su libro “Positivity”. Yo pienso que el trabajo de
Don Rodolfo, el cual consistía en aliviar precisamente el sufrimiento de los demás, era una
forma activa de compasión, y los hallazgos que tuvimos en el laboratorio hace ya 23 años,
son consistentes con los modernos hallazgos realizados por la Dra. Friedrickson. Se ha
encontrado que la práctica de la compasión es la que más modifica nuestra actividad
cerebral, creando circuitos neuronales que nos predisponen a la positividad y al amor
compasivo. Es como si al meditar cambiáramos nuestro software de tal forma que la
positividad y el amor compasivo pasaran a formar parte de nuestro hardware, a ser
nuestro piloto automático. Yo considero que éste es uno de los hallazgos más
revolucionarios que tuvimos en el laboratorio de Jacobo Grinberg y creo que en aquella
época no logramos darnos cuenta de su importancia y trascendencia. Es el tiempo el que ha
dado relevancia a estos resultados.
Además de generar los topogramas de coherencia, el programa Topcor nos ayudó en el
cálculo de lo que denominamos “nanoestados” o intervalos de tiempo en los cuales la
actividad cerebral es muy similar, milisegundo a milisegundo. Estos intervalos de tiempo
de actividad muy semejante nos indicaban “unidades de pensamiento” que, como las letras
del alfabeto que forman palabras, forman los pensamientos o los contenidos conceptuales.
Pudimos determinar cómo la duración de estas unidades de pensamiento o “nanoestados”
fue diferente en cada sujeto. El tiempo de duración de cada “nanoestado” en el cerebro del
chamán fue más grande que en el de los otros sujetos. También calculamos la correlación
inter-hemisférica del chamán mostraba que ésta era mayor a 0.90, en todos los pares de
electrodos considerados. En contraste, la correlación inter-hemisférica promedio del sujeto
normal era de tan sólo 0.60.
Los resultados obtenidos en este experimento parecen sustentar los postulados y las
predicciones de la Teoría Sintérgica ya que sabemos de antemano que, por un lado, Don
Rodolfo era un chamán reconocido por la eficacia de sus métodos en la comunidad en la
que se desempeñaba, y por otro, los resultados más contundentes y acordes con la Teoría
Sintérgica los obtuvimos cuando este chamán se encontraba en un estado alterado, más
refinado de atención, que él mismo denominaba “estado de éxtasis”, y al cual podía llegar
de manera voluntaria.
De esta forma pudimos explicar cómo, al entrar Don Rodolfo en este estado de éxtasis, su
“campo neuronal” podía interactuar con los aspectos más sutiles de la “matriz pre-
espacial”, generando una cualidad de experiencia altamente refinada, prácticamente
incomprensible para los que no podemos acceder fácilmente a estos estados de consciencia,
pero no por ello menos real, de manera semejante al silbato utilizado para entrenar perros,
de frecuencias tan altas que el oído humano no las puede percibir, pero perfectamente
audibles para los canes; o como la banda del espectro de luz correspondiente al
ultravioleta, de frecuencia tan alta que la vista no la puede interpretar como un color y no
se da cuenta de que existe.
Lo que sí podemos es percibir estos fenómenos de alta frecuencia con instrumentos más
sofisticados de medición, pero no a través de nuestros sentidos. Podemos saber que existen,
que forman parte del espacio y nos afectan, aunque no los percibamos.
De la misma manera, el cerebro de los chamanes y de los grandes meditadores —
individuos excepcionales que han logrado refinar de manera relevante el funcionamiento y
la calidad de sus estados de atención— es para nosotros como un sofisticado instrumento
de medición que nos permite detectar aspectos de la realidad que nuestros sentidos no
pueden percibir, pero no por ello menos reales.
Para quienes participamos en el experimento, los resultados obtenidos nos permitieron
observar —a pesar de que para el individuo convencional muchos de los fenómenos
reportados por sujetos excepcionales pudieron parecer irreales— que en realidad
deberíamos llamarlos “incomprensibles”, pero que debemos generar la determinación de
cultivar estos estados de atención para lograr enriquecer la cualidad de nuestra experiencia
de la realidad y penetrar en niveles cada vez más sutiles, avanzando hacia la evolución de
la consciencia individual y colectiva.

-Comentas que cuando Jacobo desapareció acudisteis a Veracruz para pedir ayuda a Don
Rodolfo, y que este falleció unos días después de decirte que “entraría a buscarlo” …
¿Qué pasó?

-Así es. Don Rodolfo estaba sumamente interesado en saber si ya se habían publicado los
estudios que habíamos realizado sobre su actividad cerebral. Antes de su desaparición,
Jacobo le había platicado con muchísimo entusiasmo de lo sorprendidos y contentos que
estábamos con los resultados, ya que sustentaban los postulados básicos de la Teoría
Sintérgica. Cuando le contamos a Don Rodolfo que Jacobo había desaparecido, nos dijo que
no nos preocupáramos, que él entraría (¿en otra dimensión?) a buscarlo. Poco tiempo
después fui a ver a Don Rodolfo, quien ya era un gran amigo consejero mío y de mi familia,
a Jalapa. Nos abrió la puerta Doña María Luisa, su esposa y nos dijo que Don Rodolfo
había fallecido, que no había regresado de un viaje. La incredulidad nos dejó pasmados.
No podía ser que en tan poco tiempo mis dos grandes guías, amigos entrañables, se
hubieran ido de una forma tan misteriosa. El dolor y la incertidumbre se hicieron más
grandes y sin saber qué más hacer, tomé distancia y me dediqué a la Química.

-Dices que tu maestro fue Marco Antonio Karam, director de la Casa del Tíbet en
México. Karam, junto con Don Rodolfo, acompañaron a Jacobo en uno de sus viajes a
España. De la mano de Toni Karam conoció al Dalai Lama, pero también a Carlos
Castaneda. Karam se distanció de Castaneda cuando este sugirió que podía ser el nuevo
Nahual… ¿Afectó esto a su relación con Jacobo?
-En efecto, Tony se distanció de Castaneda, pero no solo porque hubiera sugerido que
podía ser el nuevo Nahual. A pesar de que Castaneda tenía grandes logros meditativos,
especialmente sus cualidades como ensoñador y un gran poder personal, en opinión de
Tony, el mundo de Castaneda y sus metodologías estaban basadas en la manipulación y
mentira y en estrategias sectarias, por lo cual no eran conducentes al genuino desarrollo
espiritual y cualidades humanas auténticas. Esta es la razón por la cual se distanciaron
Tony Karam y Castaneda. Todo esto se encuentra también descrito en el libro “A
Sourcerer’s Aprentice” de Amy Wallace, la hija de Irving Wallace.
La relación entre Jacobo y Tony nunca se afectó por esto. Fueron amigos hasta el día en que
desapareció Jacobo. Recuerdo perfectamente el día en el que obtuvimos los resultados de la
Actividad Cerebral de Don Rodolfo, los cuales sustentaban los postulados más importantes
de la Teoría Sintérgica. Jacobo estaba tan feliz que lo primero que se le ocurrió fue que
fuéramos a celebrar a casa de Tony. Fuimos Jacobo, Don Rodolfo y yo. Si no fueran amigos,
por supuesto que no se le habría ocurrido ir a celebrar a su casa. Sé por Tony que fueron
buenos amigos hasta el final e incluso Jacobo le contó a Tony que tenía miedo de Teresa, su
esposa.
Una de las principales razones por las que yo pude entrar a trabajar al laboratorio era
porque yo era alumna de Casa Tíbet y amiga de Tony. Cuando Jacobo se enteró de eso,
inmediatamente me abrió las puertas. Me consta que ambos se querían, se respetaban y se
admiraban mutuamente.

Amira Valle es licenciada en química por la UNAM y fundadora del Elephant Wise, LLC, A
Journey to a Mindful Life. Acaba de publicar, junto con Leah Bella, “Alicia en el país de la
conciencia”.

Fuente: El Ojo Crítico

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