Arte Cultura y Estetica 01ro2s
Arte Cultura y Estetica 01ro2s
Arte Cultura y Estetica 01ro2s
I.- ARTE
La noción de arte continúa hoy día sujeta a profundas disputas, dado que su definición está abierta a
múltiples interpretaciones, que varían según la cultura, la época, el movimiento, o la sociedad para la
cual el término tiene un determinado sentido.
El vocablo ‘arte’ tiene una extensa acepción, pudiendo designar cualquier actividad humana hecha
con esmero y dedicación, o cualquier conjunto de reglas necesarias para desarrollar de forma óptima
una actividad: se habla así de “arte culinario”, “arte médico”, “artes marciales”, “artes de arrastre” en la
pesca, etc. En ese sentido, arte es sinónimo de capacidad, habilidad, talento, experiencia. Sin embargo,
más comúnmente se suele considerar al arte como una actividad creadora del ser humano, por la cual
produce una serie de objetos (obras de arte) que son singulares, y cuya finalidad es principalmente
estética.
En ese contexto, arte sería la generalización de un concepto expresado desde antaño como “bellas
artes”, actualmente algo en desuso y reducido a ámbitos académicos y administrativos.
De igual forma, el empleo de la palabra arte para designar la realización de otras actividades ha venido
siendo sustituido por términos como ‘técnica’ u ‘oficio’.; arte entendido como un medio de expresión
humano de carácter creativo.
Definiciones Propuestas:
La definición de arte es abierta, subjetiva, discutible; no existe un acuerdo unánime entre historiadores,
filósofos o artistas, a lo largo del tiempo se han dado numerosas definiciones de arte, entre ellas:
-Hasta el Renacimiento, arte sólo se consideraban las artes liberales; la arquitectura, la escultura y la
pintura eran “manualidades”. El arte ha sido desde siempre uno de los principales medios de expresión
del ser humano, a través del cual manifiesta sus ideas y sentimientos, la forma como se relaciona con el
mundo. Su función puede variar desde la más práctica hasta la ornamental, puede tener un contenido
religioso o simplemente estético, puede ser duradero o efímero.
-En el siglo XX se pierde incluso el sustrato material: decía Beuys que la vida es un medio de expresión
artística, destacando el aspecto vital, la acción. Así, todo el mundo es capaz de ser artista.
En la actualidad, es difícil encontrar que ambos términos (arte y técnica) se confundan o utilicen como
sinónimos.
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En definitiva, cualquier habilidad sujeta a reglas, a preceptos específicos que la hacen objeto de
aprendizaje y de evolución y perfeccionamiento técnico. En cambio, la poesía, que venía de la
inspiración, no estaba catalogada como arte.
ARISTÓTELES, por ejemplo, definió el arte como aquella «permanente disposición a producir cosas de
un modo racional»,
QUINTILIANO estableció que era aquello «que está basado en un método y un orden» (via et ordine).
PLATÓN, en el Protágoras, habló del arte, opinando que es la capacidad de hacer cosas por medio de
la inteligencia, a través de un aprendizaje. Para Platón, el arte tiene un sentido general, es la capacidad
creadora del ser humano.
CASIODORO destacó en el arte su aspecto productivo, conforme a reglas, señalando tres objetivos
principales del arte: enseñar, conmover y complacer.
Durante el Renacimiento se empezó a gestar un cambio de mentalidad, separando los oficios y las
ciencias de las artes, donde se incluyó por primera vez a la poesía, considerada hasta entonces un tipo
de filosofía o incluso de profecía.
En este cambio intervino considerablemente la progresiva mejora en la situación social del artista,
debida al interés que los nobles y ricos prohombres italianos empezaron a mostrar por la belleza. Los
productos del artista adquirieron un nuevo estatus de objetos destinados al consumo estético y, por ello,
el arte se convirtió en un medio de promoción social, incrementándose el mecenazgo artístico y
fomentando el coleccionismo.
Con el Manierismo comenzó el arte moderno: las cosas ya no se representan tal como son, sino tal
como las ve el artista. La belleza se relativiza, se pasa de la belleza única renacentista, basada en la
ciencia, a las múltiples bellezas del manierismo, derivadas de la naturaleza; apareció en el arte un nuevo
componente de imaginación, reflejando tanto lo fantástico como lo grotesco.
Giordano Bruno fue uno de los primeros pensadores que prefiguró las ideas modernas: decía que la
creación es infinita, no hay centro ni límites –ni Dios ni hombre–, todo es movimiento, dinamismo. Para
Bruno, hay tantos artes como artistas, introduciendo la idea de originalidad del artista. El arte no tiene
normas, no se aprende, sino que viene de la inspiración.
Los siguientes avances se hicieron en el siglo XVIII con la Ilustración, donde comenzó a producirse
cierta autonomía del hecho artístico:
el arte se alejó de la religión y de la representación del poder para ser fiel reflejo de la voluntad
del artista, centrándose más en las cualidades sensibles de la obra que no en su significado,
abrió el camino hacia la relatividad del gusto, razonando que la estética no viene dada por la
razón, sino por los sentimientos.
Así, para Dubos el arte conmueve, llega al espíritu de una forma más directa e inmediata que el
conocimiento racional. Dubos hizo posible la democratización del gusto, oponiéndose a la
reglamentación académica, e introdujo la figura del ‘genio’, como atributo dado por la naturaleza, que
está más allá de las reglas.
En el ROMANTICISMO, surgido en Alemania a finales del siglo XVIII, triunfó la idea de un arte que
surge espontáneamente del individuo, desarrollando la noción de genio –el arte es la expresión de las
emociones del artista–, que comienza a ser mitificado.
A finales del siglo XIX surgió el ESTETICISMO, que fue una reacción al utilitarismo imperante en la
época y a la fealdad y el materialismo de la era industrial. Frente a ello, surgió una tendencia que
otorgaba al arte y a la belleza una autonomía propia, sintetizada en la fórmula de Théophile Gautier “el
arte por el arte”
Por otro lado, Charles Baudelaire fue uno de los primeros autores que analizaron la relación del arte
con la recién surgida era industrial, prefigurando la noción de “belleza moderna”: no existe la belleza
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eterna y absoluta, sino que cada concepto de lo bello tiene algo de eterno y algo de transitorio, algo de
absoluto y algo de particular. La belleza viene de la pasión y, al tener cada individuo su pasión
particular, también tiene su propio concepto de belleza.
En su relación con el arte, la belleza expresa por un lado una idea “eternamente subsistente”, que sería
el “alma del arte”, y por otro un componente relativo y circunstancial, que es el “cuerpo del arte”. Así, la
dualidad del arte es expresión de la dualidad del hombre, de su aspiración a una felicidad ideal
enfrentada a las pasiones que le mueven hacia ella.
En esa época se empezó a abordar el estudio del arte desde el terreno de la psicología:
SIGMUND FREUD aplicó el psicoanálisis al arte defendiendo que el arte sería una de las maneras de
representar un deseo, una pulsión reprimida, de forma sublimada.
Opinaba que el artista es una figura narcisista, cercana al niño, que refleja en el arte sus deseos, y
afirmó que las obras artísticas pueden ser estudiadas como los sueños y las enfermedades mentales,
con el psicoanálisis. Su método era semiótico, estudiando los símbolos, y opinaba que una obra de arte
es un símbolo. Pero como el símbolo representa un determinado concepto simbolizado, hay que estudiar
la obra de arte para llegar al origen creativo de la obra.
Igualmente, CARL GUSTAV JUNG relacionó la psicología con diversas disciplinas como la filosofía, la
sociología, la religión, la mitología, la literatura y el arte.
WILHELM DILTHEY, desde la estética cultural, formuló una teoría acerca de la unidad entre arte y vida,
prefigurando el arte de vanguardia; Dilthey ya vislumbraba a finales del siglo XIX cómo el arte se
alejaba de las reglas académicas, y cómo cobraba cada vez mayor importancia la función del público,
que tiene el poder de ignorar o ensalzar la obra de un artista determinado. Encontró en todo ello una
“anarquía del gusto”, que achacó a un cambio social de interpretación de la realidad, pero que percibió
como transitorio, siendo necesario hallar «una relación sana entre el pensamiento estético y el arte».
Así, ofreció como salvación del arte las “ciencias del espíritu”, especialmente la psicología.
VISIÓN ACTUAL.
El siglo XX ha supuesto una radical transformación del concepto de arte: la superación de las ideas
racionalistas de la Ilustración y el paso a conceptos más subjetivos e individuales.
Las nuevas tecnologías hacen que el arte cambie de función, debido a que la fotografía y el cine ya se
encargan de plasmar la realidad. Todos estos factores producen la génesis del arte abstracto, el artista
ya no intenta reflejar la realidad, sino su mundo interior, expresar sus sentimientos.
El arte actual tiene oscilaciones continuas del gusto, cambia simultáneamente junto a éste: así como el
arte clásico se sustentaba sobre una metafísica de ideas inmutables, el actual, de raíz kantiana,
encuentra gusto en la conciencia social de placer (cultura de masas).
También hay que valorar la progresiva disminución del analfabetismo, puesto que antiguamente, al no
saber leer gran parte de la población, el arte gráfico era el mejor medio para la transmisión del
conocimiento –sobre todo religioso–, función que ya no es necesaria en el siglo XX.
Una de las primeras formulaciones fue la del marxismo: de la obra de Marx se desprendía que el arte
es una “superestructura” cultural determinada por las condiciones sociales y económicas del ser
humano. Para los marxistas, el arte es reflejo de la realidad social, si bien el propio Marx no veía una
correspondencia directa entre una sociedad determinada y el arte que produce.
- Georgi Plejánov, en Arte y vida social (1912), formuló una estética materialista que rechazaba el “arte
por el arte”, así como la individualidad del artista ajeno a la sociedad que lo envuelve.
-Walter Benjamin incidió de nuevo en el arte de vanguardia, que para él es «la culminación de la
dialéctica de la modernidad», el final del intento totalizador del arte como expresión del mundo
circundante.
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Intentó dilucidar el papel del arte en la sociedad moderna, realizando un análisis semiótico en el que el
arte se explica a través de signos que el hombre intenta descifrar sin un resultado aparentemente
satisfactorio.
El pragmatismo, John Dewey, en Arte como experiencia (1934), definió el arte como “culminación de
la naturaleza”, defendiendo que la base de la estética es la experiencia sensorial. La actividad artística
es una consecuencia más de la actividad natural del ser humano, cuya forma organizativa depende de
los condicionamientos ambientales en que se desenvuelve. Así, el arte es “expresión”, donde fines y
medios se fusionan en una experiencia agradable. Para Dewey, el arte, como cualquier actividad
humana, implica iniciativa y creatividad, así como una interacción entre sujeto y objeto, entre el hombre y
las condiciones materiales en las que desarrolla su labor.
José Ortega y Gasset analizó el arte de vanguardia desde el concepto de “sociedad de masas”, donde
el carácter minoritario del arte vanguardista produce una elitización del público consumidor de arte.
Ortega aprecia en el arte una “deshumanización” debida a la pérdida de perspectiva histórica, es decir,
de no poder analizar con suficiente distancia crítica el sustrato socio-cultural que conlleva el arte de
vanguardia.
El cómic ha sido una de las últimas incorporaciones a la categoría de bellas artes. En la imagen Little
Nemo in Slumberland, el primer gran clásico del cómic publicado en 1905.
El arte postmoderno vuelve sin pudor al sustrato material tradicional, a la obra de arte-objeto, al “arte por
el arte”, sin pretender hacer ninguna revolución, ninguna ruptura.
CLASIFICACIÓN:
La clasificación del arte, o distintas facetas o categorías que pueden considerarse artísticas, ha tenido
una evolución paralela al concepto mismo de arte:
Durante la antigüedad clásica se consideraba arte todo tipo de habilidad manual y destreza, de tipo
racional y sujeta a reglas; así, entraban en esa denominación tanto las actuales bellas artes como la
artesanía y las ciencias, mientras que quedaban excluidas la música y la poesía.
QUINTILIANO dividió el arte en tres esferas: “artes teóricas”, basadas en el estudio (principalmente,
las ciencias); “artes prácticas”, basadas en una actividad, pero sin producir nada (como la danza); y
“artes poéticas.
CICERÓN catalogó las artes según su importancia: “artes mayores” (política y estrategia militar), “artes
medianas” (ciencias, poesía y retórica) y “artes menores” (pintura, escultura, música, interpretación y
atletismo).
PLOTINO clasificó las artes en cinco grupos: a) las que producen objetos físicos (arquitectura), b) las
que ayudan a la naturaleza (medicina y agricultura), c) las que imitan a la naturaleza (pintura), d) las que
mejoran la acción humana (política y retórica); y, e) las intelectuales (geometría).
BATTEUX incluyó en las bellas artes pintura, escultura, música, poesía y danza, mientras que mantuvo
el término artes mecánicas para el resto de actividades artísticas, y señaló como actividades entre
ambas categorías la arquitectura y la retórica.
Clasificación actual
Actualmente se suele considerar la siguiente lista de bellas artes:
El primero es la arquitectura.
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El segundo es la danza.
El tercero es la escultura.
El cuarto es la música.
El quinto es la pintura.
El sexto es la poesía (y literatura en general).
El séptimo es la cinematografía.
El octavo es la fotografía.
El noveno es la historieta.
Ciertos críticos e historiadores consideran otras artes en la lista, com:
la gastronomía,
la perfumería,
la televisión,
el teatro, la moda,
la publicidad,
la animación y
los videojuegos.
En la actualidad existe aún cierta discrepancia sobre cuál sería el “décimo arte”.
Artista: se denomina artista a aquella persona que, o bien practica un arte, o bien destaca en él. Por
definición, un artista es quien elabora una obra de arte; así pues, y en paralelo a la evolución del
concepto de arte que hemos visto anteriormente, en épocas pasadas un artista era cualquier persona
que trabajase en las artes liberales o vulgares, desde un gramático, un astrónomo o un músico, hasta un
albañil, un alfarero o un ebanista. Sin embargo, hoy día se entiende por artista a alguien que practica las
bellas artes. Aún así, el término artista puede tener diversas acepciones, desde el artista como creador,
hasta el artista como el que tiene en la práctica de un arte su profesión. Así, a menudo llamamos artistas
a actores o músicos que sólo interpretan obras creadas por otros autores.
Obra de arte: una obra es una realización material, que tiene una existencia objetiva y que es
perceptible sensiblemente. El término proviene del latín opera, que deriva de opus (‘trabajo’), por lo que
equivale a trabajo como objeto, es decir, como resultado de un trabajo. Una obra de arte puede ser tanto
el objeto material en sí –una pintura, una escultura, un grabado– como una producción intelectual donde
la artisticidad se encuentra en el momento de su ejecución o captación por medio de los sentidos: así,
en la literatura, el arte se encuentra más en la lectura de la obra que no en el lenguaje escrito que le
sirve de vehículo de comunicación, o en el medio material (libro, revista) que le sirva de soporte; en
música, el arte se encuentra en su percepción auditiva, no en la partitura en que se ve reflejada.
Público: un factor cada vez más determinante en el mundo del arte es el del público, la gente que acude
a museos o exposiciones y que manifiesta cada vez más un sentido crítico y apreciativo del arte,
pudiendo influir en las modas y los gustos artísticos. En siglos anteriores, el arte era un círculo cerrado al
que sólo tenían acceso las clases más favorecidas, que eran las que encargaban y adquirían obras de
arte. Sin embargo, desde la apertura de los primeros museos públicos en el siglo XVIII, la participación
del público en general en la apreciación del arte ha sido cada vez mayor, favorecida sobre todo por el
aumento de medios de comunicación de masas (prensa, libros, revistas y, más recientemente, medios
digitales e Internet). Asimismo, las nuevas corrientes artísticas, sobre todo desde pasada la Segunda
Guerra Mundial, han favorecido la participación del público en la propia génesis del hecho artístico, a
través de acciones artísticas.
Percepción: la percepción del arte es un fenómeno subjetivo, motivado no sólo por el hecho sensorial
sino por el aspecto de mentalidad inherente, que depende de la cultura, la educación, etc. La percepción
es un proceso activo y selectivo, el ser humano tiende a seleccionar la percepción más sencilla, así
como a ver las cosas globalmente –por ejemplo, tendemos a ver las cosas simétricas aunque no lo
sean–. De la percepción sensorial dependen factores como la textura, la forma y el color, así como la
geometría, la proporción y el ritmo.
Materia y técnica: el proceso artístico comienza con la elaboración mental de la obra por parte del
artista, pero ésta se ha de plasmar en materia, proceso que se realiza a través de la técnica. La materia
tiene una noción constitutiva, creadora, siendo parte esencial de la creación artística. También puede
aportar diferentes concepciones estéticas, como el uso del hierro y el vidrio en la arquitectura
contemporánea. A su vez, la técnica es la manera cómo el artista da forma a la obra de arte, cómo
moldea la materia para conseguir expresar aquello que desea crear. Los materiales y la técnica van
evolucionando con el tiempo, y pueden ser definitorios de un determinado lenguaje o estilo artístico.
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Función del arte: el arte puede cumplir diversas funciones, según la voluntad del propio artista o según
la interpretación que de la obra haga el público:
Práctica: el arte puede tener una utilidad práctica siempre y cuando cumpla diversas premisas de
satisfacer necesidades o de tener una finalidad destinada a su uso o disfrute, como es el caso de la
arquitectura, o bien de la artesanía y las artes aplicadas, decorativas e industriales.
Estética: el arte está estrechamente vinculado a una finalidad estética, es decir, de provocar
sentimientos o emociones, o bien suscitar belleza y admiración en todo aquél que contempla la
obra de arte.
Simbólica: el arte puede estar revestido de una función simbólica cuando pretende trascender su simple
materialidad para ser un símbolo, una forma de expresión o comunicación, un lenguaje por el cual se
expresa una idea que debe ser descifrable para el público al cual va dirigida.
Económica: el arte, como producto elaborado por el hombre, no deja de ser un objeto que puede estar
motivado con fines económicos, bien en su concepción o bien en su posterior mercantilización.
Comunicativa: el arte es un medio de comunicación, por el cual se expresan ideas o conceptos, o bien
se recrean estados de ánimo. En este sentido, puede ser tanto crítico como propagandístico del mensaje
que desea transmitir.
Imitativa: el arte ha pretendido históricamente ser fiel reflejo de la realidad, al menos hasta la aparición
de la fotografía y el cine en el siglo XX. Así, el arte ha sido un medio ideal para plasmar el mundo, la
forma de vida de las diversas culturas y civilizaciones que se han sucedido a lo largo del tiempo.
Crítica: el arte puede tener una voluntad crítica, bien de tipo político, religioso o social, haciéndose eco
de las reivindicaciones sociales de cada periodo histórico.
Museos: son instituciones dedicadas al estudio, conservación y exposición de obras de arte. El origen
de los museos está en el coleccionismo, donde a la obra de arte se le añade un valor histórico o cultural,
o bien de admiración o singularidad.
Existen dos disciplinas vinculadas al estudio de los museos: la museografía estudia la vertiente técnica y
estructural de los museos (arquitectura, equipamiento, medios de exposición); y la museología analiza el
museo desde una perspectiva histórica, social y cultural.
Academias de arte: son instituciones encargadas de preservar el arte como fenómeno cultural, de
reglamentar su estudio y su conservación, y de promocionarlo mediante exposiciones y concursos;
originalmente, servían también como centros de formación de artistas, aunque con el tiempo perdieron
esta función, traspasada a instituciones privadas.
Fundaciones de arte: conocidas como el “tercer sector”, ya que son privadas pero no persiguen fines
lucrativos, por lo que se sitúan entre los museos y las galerías de arte, las fundaciones son instituciones
de ámbito privado y filantrópico encargadas de difundir y fomentar el arte.
Mercado artístico: la valoración de la obra de arte como mercancía susceptible de ser adquirida por
una contraprestación económica comienza con la toma de conciencia de la singularidad del arte, de su
valor como obra única e irrepetible, unido a aspectos como su antigüedad, su calidad, su autenticidad,
etc. En el siglo XIX el mercado del arte cobró una gran difusión, en paralelo a la apertura de los museos
públicos y a la realización de exposiciones internacionales donde se exhibían los mejores productos,
tanto artísticos como industriales, de todos los países.
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Ferias: uno de los principales medios de comercialización del arte son las ferias, donde los artistas dan
a conocer sus obras, mientras que el público puede apreciarlas y estar al corriente de las diversas
novedades que se van sucediendo en el tiempo. Las ferias han ido adquiriendo cada vez mayor
relevancia, existiendo un circuito donde a lo largo del año diversas ciudades de todo el mundo acogen
ferias de diversa índole. Actualmente, su cometido no es sólo comercial, sino también cultural e
institucional, ya que suponen una fuente de difusión del arte.
Exposiciones: uno de los factores clave en la difusión del arte, sobre todo actualmente, es la
organización de exposiciones, públicas o privadas, de arte antiguo o contemporáneo, individuales o
colectivas, temáticas o antológicas. Las primeras exposiciones surgieron en Gran Bretaña a finales del
siglo XVIII, propiciadas por el exilio de artistas provocado por la Revolución francesa. En el siglo XIX
surgieron las exposiciones universales, primeros fenómenos de masas donde se exponían las
principales novedades tanto del mundo del arte como de la ciencia, la industria y cualquier otra actividad
humana.
DISCIPLINAS ARTÍSTICAS
Las artes creativas a menudo son divididas en categorías más específicas, como las artes decorativas,
las artes plásticas, las artes escénicas o la literatura. Así, la pintura es una forma de arte visual, y la
poesía es una forma de literatura. Algunos ejemplos son:
ARTES VISUALES
Arquitectura: es el arte de proyectar y construir edificios. Denominada a veces como el “arte del
espacio”, la arquitectura es un proceso técnico y de diseño que procura mediante diversos materiales la
construcción de estructuras que organizan el espacio para su utilización por el ser humano. Inicialmente
destinada a la construcción de viviendas, con el tiempo se ha ido diversificando en distintas tipologías
con fines muy diversos, desde espacios de culto religioso hasta instalaciones militares, pasando por
edificios públicos (ayuntamientos, escuelas, universidades, hospitales, bibliotecas, museos, etc.),
fábricas, instalaciones deportivas, obras de ingeniería (puentes, carreteras), estaciones de transporte
(ferrocarriles, puertos, aeropuertos), etc. Igualmente, la arquitectura ha asumido con el tiempo diversas
competencias, como el urbanismo, el paisajismo, obras de salud pública (alcantarillado, canalizaciones),
etc.
Arte corporal: es el que utiliza el cuerpo humano como soporte. Incluye actividades como el maquillaje,
el vestuario, la peluquería, el tatuaje, el piercing, etc.
Arte digital: es el realizado por medios digitales, como el vídeo o la informática, vinculado a menudo a
las instalaciones, o que utiliza diversos soportes, como Internet.
Arte efímero: es el que tiene una duración determinada en el tiempo, ya que en la génesis de su
concepción estriba ya el hecho de que sea perecedero. Incluye diversas formas de arte conceptual y de
acción, como el happening y la performance. También engloba diversas actividades como la
gastronomía, la perfumería, la pirotecnia, etc. Un punto esencial de este tipo de actividades es la
participación del público.
ARTES DECORATIVAS O APLICADAS: término aplicado preferentemente a las artes industriales, así
como a la pintura y la escultura, cuando su objetivo no es el de generar una obra única y diferenciada,
sino que buscan una finalidad decorativa y ornamental.
Artes gráficas: son las que se realizan por medio de un proceso de impresión; así, son artes gráficas
tanto el grabado como la fotografía, el cartelismo o el cómic, o cualquier actividad artística que utilice un
medio impreso. En su realización intervienen, por un lado, la creación de un diseño y, por otro, su
traslado a un determinado sustrato –como el papel–. Las artes gráficas aparecieron con la invención de
la imprenta por Johannes Gutenberg hacia 1450, agrupando todos los oficios que se relacionaban con la
impresión tipográfica. Más tarde, la necesidad de generar impresiones de mejor calidad propició la
aparición de la preprensa o fotomecánica.
Artes industriales: son las desarrolladas con una elaboración industrial o artesanal pero persiguiendo
una cierta finalidad estética, sobre todo en la elaboración de determinados objetos como vestidos,
viviendas y utensilios, así como diversos elementos de decoración. Muchas artes decorativas son
también industriales.
Artes y oficios: son las que comportan un trabajo manual, que puede tener un carácter artesanal o
industrial. Engloba diversas actividades como la cerámica, la corioplastia, la ebanistería, la forja, la
jardinería, la joyería, el mosaico, la orfebrería, la tapicería, la vidriería, etc.
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montaje, que permitían rodar escenas y ordenarlas de forma que presentase una historia coherente. Con
la incorporación de elementos tomados del teatro –proceso iniciado por Méliès–, el cine alcanzó un
grado de auténtica artisticidad, siendo bautizado como el “séptimo arte”, término propuesto por Ricciotto
Canudo en 1911.
Dibujo: representación gráfica realizada por medio de líneas, trazos y sombras, elaborados mediante
lápiz, pluma u objetos similares. El dibujo está en la base de casi cualquier obra artística, pues la
mayoría de obras pictóricas se realizan sobre un esbozo dibujado sobre el lienzo, sobre el que
posteriormente se pinta; igualmente, muchas esculturas son diseñadas primero en dibujo, e incluso la
arquitectura se basa en planos dibujados. Aparte de esto, el dibujo tiene una indudable autonomía
artística, siendo innumerables los dibujos realizados por la mayoría de grandes artistas a lo largo de la
Historia.
Diseño: es la traza o delineación de cualquier elemento relacionado con el ser humano, sea un edificio,
un vestido, un peinado, etc. Utilizado habitualmente en el contexto de las artes aplicadas, ingeniería,
arquitectura y otras disciplinas creativas, el diseño se define como el proceso previo de configuración
mental de una obra, mediante esbozos, dibujos, bocetos o esquemas trazados en cualquier soporte. El
diseño tiene un componente funcional y otro estético, ha de satisfacer necesidades pero ha de agradar a
los sentidos. Comprende multitud de disciplinas y oficios dependiendo del objeto a diseñar y de la
participación en el proceso de una o varias personas o especialidades.
Escultura: es el arte de moldear figuras en volumen, mediante diversos materiales como el barro, la
piedra, la madera, el metal, etc. Es un arte espacial, donde el autor se expresa mediante volúmenes y
formas dimensionales. En la escultura se incluyen todas las artes de talla y cincel, junto con las de
fundición y moldeado, y a veces el arte de la alfarería. Puede ser en talla exenta –también llamada de
bulto redondo– o en relieve sobre diversas superficies.
Fotografía: es una técnica que permite capturar imágenes del mundo sensible y fijarlas en un soporte
material –una película sensible a la luz–. Se basa en el principio de la cámara oscura, con la cual se
consigue proyectar una imagen captada por un pequeño agujero sobre una superficie, de tal forma que
el tamaño de la imagen queda reducido y aumentada su nitidez.
Grabado: el grabado es una técnica de elaboración de estampas artísticas mediante una plancha de
madera o metal trabajada según diversos procedimientos: aguafuerte, aguatinta, calcografía, grabado al
buril, grabado a media tinta, grabado a punta seca, linograbado, litografía, serigrafía, xilografía, etc.
Historieta: la historieta o cómic es una representación gráfica mediante la cual se narra una historia a
través de una sucesión de viñetas, en las que mediante dibujos –en color o blanco y negro– y textos
enmarcados en unos recuadros llamados “bocadillos” se va presentando la acción narrada, en un
sentido lineal. Derivada de la caricatura, la historieta se desarrolló a partir del siglo XIX sobre todo en
medios periodísticos, en tiras insertadas generalmente en las secciones de entretenimiento de los
periódicos, aunque pronto adquirieron autonomía propia y empezaron a ser editadas en forma de
álbumes. Aunque comenzó dentro del género humorístico, posteriormente aparecieron historietas de
todos los géneros, alcanzando gran éxito a nivel popular durante el siglo XX.
Pintura: es el arte y técnica de crear imágenes a través de la aplicación de pigmentos de color sobre
una superficie, sea papel, tela, madera, pared, etc. Se suele dividir en pintura mural (fresco, temple) o de
caballete (temple, óleo, pastel), e igualmente puede clasificarse según su género (retrato, paisaje,
bodegón, etc). La pintura ha sido durante siglos el principal medio para documentar la realidad, el mundo
circundante, reflejando en sus imágenes el devenir histórico de las distintas culturas que han sucedido a
lo largo del tiempo, así como sus costumbres y condiciones materiales.
ARTES ESCÉNICAS
Danza: la danza es una forma de expresión del cuerpo humano, que consiste en una serie de
movimientos rítmicos al compás de una música –aunque esta última no es del todo imprescindible–.
Entre sus modalidades figura el ballet o danza clásica, aunque existen innumerables tipos de danzas
rituales y folklóricas entre las diversas culturas y sociedades humanas, así como infinitud de bailes
populares. Las técnicas de danza requieren una gran concentración para dominar todo el cuerpo, con
especial hincapié en la flexibilidad, la coordinación y el ritmo.
Teatro: es un arte escénico que tiene por objetivo la representación de un drama literario, a través de
unos actores que representan unos papeles establecidos, combinado con una serie de factores como
son la escenografía, la música, el espectáculo, los efectos especiales, el maquillaje, el vestuario, los
objetos de atrezzo, etc. Se realiza sobre un escenario, siendo parte esencial de la obra el dirigirse a un
público. El teatro puede incluir, en exclusiva o de forma combinada, diversos tipos de modalidades
escénicas, como la ópera, el ballet y la pantomima.
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ARTES MUSICALES
Canto coral: es el realizado por un grupo de voces, bien masculinas o femeninas, o mixtas, que
interpretan una canción o melodía de forma conjunta, aunando sus voces para ofrecer una sola voz
musical. Entre las diversas formas de canto coral figura el canto gregoriano.
Música sinfónica: la música es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente
de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo. En su
vertiente sinfónica, se considera que es la música instrumental interpretada por una orquesta formada
por los principales instrumentos de viento (madera y metal), cuerda y percusión.
Ópera: es un arte donde se combina la música con el canto, sobre la base de un guion ( libreto)
interpretado según los principios de las artes escénicas. La interpretación es realizada por cantantes de
diversos registros vocales: bajo, barítono, tenor, contralto, mezzosoprano y soprano.
ARTES LITERARIAS
Narrativa: es el arte de escribir en prosa, recreando en palabras sucesos reales o ficticios, que el
escritor dispone de forma adecuada para su correcta comprensión por el lector, con finalidades
informativas o recreativas, expresadas con un lenguaje que puede variar desde un aspecto descriptivo
hasta otro imaginario o de diversa índole. Entre las diversas formas de narrativa se encuentran la novela
y el cuento.
Poesía: es una composición literaria basada en la métrica y el ritmo, dispuesta a través de una
estructura de versos y estrofas que pueden tener diversas formas de rima, aunque también pueden ser
de verso libre. Su contenido puede ser igualmente realista o ficticio, aunque por lo general la poesía
siempre suele tener un aspecto evocador e intimista, siendo el principal vehículo de expresión del
componente más emotivo del ser humano.
Drama: es una forma de escritura basada en el diálogo de diversos personajes, que van contando una
historia a través de la sucesión cronológica y argumental de diversas escenas donde se va
desarrollando la acción. Aunque tiene un carácter literario autónomo, generalmente está concebido para
ser representado de forma teatral, por lo que el drama está íntimamente ligado a las artes escénicas.
ESTILOS ARTÍSTICOS
Cada periodo histórico ha tenido unas características concretas y definibles, comunes a otras regiones y
culturas, o bien únicas y diferenciadas, que han ido evolucionando con el devenir de los tiempos. De ahí
surgen los estilos artísticos, que pueden tener un origen geográfico o temporal, o incluso reducirse a la
obra de un artista en concreto, siempre y cuando se produzcan unas formas artísticas claramente
definitorias.
El concepto de estilo surgió en literatura, pero pronto se extendió al resto de artes, especialmente
música y danza. Actualmente se emplea este término en su sentido metonímico, es decir, como aquella
cualidad que identifica la forma de trabajar, de expresarse o de concebir una obra de arte por parte del
artista, o bien, en sentido más genérico, de un conjunto de artistas u obras que tienen diversos puntos
en común, agrupados geográfica o cronológicamente.
Así, el estilo puede ser tanto un conjunto de caracteres formales, bien individuales –la forma de escribir,
de componer o de elaborar una obra de arte por parte de un artista–, o bien colectivos –de un grupo, una
época o un lugar geográfico–, como un sistema orgánico de formas, en que sería la conjunción de
determinados factores la que generaría la forma de trabajar del grupo, como en el arte románico, gótico,
barroco, etc.
Según Focillon, un estilo es «un conjunto coherente de formas unidas por una conveniencia
recíproca, sumisas a una lógica interna que las organiza».
El estilo estudia al artista y a la obra de arte como materialización de una idea, plasmada en la materia a
través de la técnica, lo que constituye un lenguaje formal susceptible de análisis y de catalogación y
periodificación.
GENEROS ARTÍSTICOS
Un género artístico es una especialización temática en que se suelen dividir las diversas artes.
Antiguamente se denominaba “pintores de género” a los que se ocupaban de un sólo tema: retratos,
paisajes, pinturas de flores, animales, etc. Géneros pictóricos: se suelen clasificar en cuanto a su
contenido temático: retrato y autorretrato, desnudo, bodegón y vanidades, paisaje y marina, pintura de
mitología, pintura de historia, pintura religiosa, pintura de género, etc.
Géneros literarios: los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar
las obras literarias atendiendo a su contenido. La retórica clásica los ha clasificado en tres grupos
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importantes: lírico, épico y dramático. A éstos algunos suelen añadir el didáctico (oratoria, ensayo,
biografía, crónica).
Géneros musicales: se basan en criterios como el ritmo, la instrumentación, las características
armónicas o melódicas o la estructura. La música clásica, académica o música culta es uno de los tres
grandes géneros en los que se puede dividir la música en general, junto con la música popular y la
música tradicional o folklórica.
Géneros cinematográficos: primero se clasificaron en dos grandes grupos: comedia y tragedia
MÚSICA
Armonía: es la ciencia que enseña a constituir los acordes (conjuntos de sonidos) y que sugiere la
manera de combinarlos en la manera más equilibrada, consiguiendo así sensaciones de relajación
(armonía consonante) o de tensión (armonía disonante). Establece un estilo de composición
esencialmente vertical, entre notas que se tocan al unísono.
Contrapunto: es la técnica que se utiliza para componer música polifónica mediante el enlace de dos o
más melodías (también voces o líneas) independientes que se escuchan simultáneamente. De mayor
complejidad que la armonía, da un mayor énfasis al desarrollo horizontal de la composición, que se
establece mediante las relaciones interválicas entre sucesivas notas.
Homofonía y Monodia: es una textura musical donde dos o más partes musicales se mueven
simultáneamente desde el punto de vista armónico, y cuya relación forma acordes. Se contrapone a la
polifonía ya que en ésta las partes tienen independencia rítmica y melódica y donde no hay
predominancia de ninguna parte.
Polifonía: se reconoce como un conjunto de sonidos simultáneos, en que cada uno expresa su idea
musical, conservando su independencia, formando así con los demás un todo armónico.
Adornos musicales: son recursos que pueden ser utilizados en las composiciones con el objeto de
imprimirles a éstas expresión, ornamento, variedad, gracia o vivacidad. Incluyen los trinos, los
mordentes, las florituras,...
DIBUJO
Carboncillo: es uno de los materiales más antiguos para el dibujo, empleado desde la prehistoria. Es
ideal para bocetos y estudios preparatorios, ya que es friable y fácil de borrar.
Lápiz: es un grafito insertado en un tubo de madera o metal, de color negro, afilable y fácil de borrar,
ideal para el dibujo. Se difundió desde Italia en el siglo XV.
Pincel: apto para dibujo y pintura, está compuesto de un soporte de madera y pelos de diferentes
animales, preferentemente cerdo, marta cibelina, ardilla, etc. Se emplea con tinta, líquido elaborado con
negro de carbón procedente de cáscaras de nueces quemadas, con agua, goma arábiga, gelatinas y
odorizantes como el alcanfor o el almizcle. Es ideal para remarcar volúmenes y destacar brillos y zonas
luminosas.
Pluma: uno de los medios más antiguos e ideales para el dibujo, así como la escritura y cualquier tipo de
expresión gráfica, es la pluma, bien de bastoncillos de caña, a los que se saca punta, o bien de plumas
de animales, preferentemente la oca. Se aplica con tinta, sobre papel o pergamino.
Puntas metálicas (stilum): la punta de metal (plomo, estaño, plata) se usa desde época romana, aplicada
sobre papel, pergamino o madera.
Sanguina: es un tipo de lápiz de color rojizo, obtenido de arcilla ferruginosa, que hace un tipo de dibujo
de color rojizo muy característico, de moda en la Italia del Renacimiento.
Tiza: es sulfato de calcio bihidratado, empleado desde el Renacimiento para material de dibujo o como
pigmento para la pintura al temple. Tallada en barritas, existe la tiza blanca (calcita), la gris (arcilla cruda
de ladrillos) y la negra (carbón de fósil) y, ya en era moderna, las tizas de colores, de compuestos
artificiales.
Paleta de pintor, pinceles y tubos de pintura (óleos).
PINTURA
La pintura, como elemento bidimensional, necesita un soporte (muro, madera, lienzo, cristal, metal,
papel, etc.); sobre este soporte se pone el pigmento (colorante + aglutinante). Es el aglutinante el que
clasifica los distintos procedimientos pictóricos:
Acrílico: técnica pictórica donde al colorante se le añade un aglutinante plástico.
Acuarela: técnica realizada con pigmentos transparentes diluidos en agua, con aglutinantes como la
goma arábiga o la miel, usando como blanco el del propio papel. Técnica conocida desde el antiguo
Egipto, ha sido usada todas las épocas, aunque con más intensidad durante los siglos XVIII y XIX.
Aguada o gouache: técnica similar a la acuarela, con colores más espesos y diluidos en agua o cola
mezclada con miel. A diferencia de la acuarela, contiene el color blanco.
Encáustica: técnica donde los colores se diluyen en cera fundida, cola y lejía, pintando en caliente. Es
una pintura densa y cremosa, resistente a la luz y al agua. Una vez aplicado el pigmento, debe
procederse al pulido, con trapos de lino.
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Fresco: la pintura al fresco se realiza sobre un muro revocado de cal húmeda y con colores diluidos en
agua de cal. El fresco se debe ejecutar muy deprisa, ya que la cal absorbe rápidamente el color,
habiendo de retocarse posteriormente al temple en caso de ser necesario. Conocido desde la
antigüedad, se practicó frecuentemente durante la Edad Media y el Renacimiento.
Laca: el colorante se aglutina con laca –producto de unos pulgones japoneses–, disuelta con alcohol o
acetona.
Miniatura: es la decoración de manuscritos con láminas de oro y plata, y pigmentos de colores
aglutinados con cola, huevo o goma arábiga. La palabra viene de la utilización del rojo minio en la
rotulación de las iniciales del manuscrito.
Óleo: técnica que consiste en disolver los colores en un aglutinante de tipo oleoso (aceite de linaza,
nuez, almendra o avellana; aceites animales), añadiendo aguarrás para que seque mejor.
Pastel: el pastel es un lápiz de pigmento de diversos colores minerales, con aglutinantes (caolín, yeso,
goma arábiga, látex de higo, cola de pescado, azúcar candi, etc.), amasado con cera y jabón de
Marsella y cortado en forma de barritas. El color se debe extender con un “difumino” –cilindro de piel o
papel que se usa para difuminar los trazos de color, los contornos, etc.–, lo que le da un aspecto suave y
aterciopelado, ideal para retratos. Sin embargo, es poco persistente, por lo que necesita de algún fijador
(agua, y cola o leche). Surgió en Francia en el siglo XVI.
temple: pintura realizada con colores diluidos en agua temperada o engrosada con aglutinantes con
base de cola (yema de huevo, caseína, cola de higuera, cerezo o ciruelo). Se utiliza sobre tabla o muro
y, a diferencia del fresco, puede retocarse en seco.64
Técnicas mixtas:
Collage: técnica consistente en aplicar sobre una superficie diversos materiales (papel, tela, chapa,
periódicos, fotografías, etc.), elaborados de forma diversa (rotos, cortados, rasgados), de tal forma que
compongan una composición de signo artístico, bien de forma individual o mezclados con otras técnicas
pictóricas.
Dripping: técnica proveniente del action painting, consiste en chorrear (dripping = ‘chorreando’) la pintura
sobre el lienzo, que mediante el movimiento del artista sobre la tela adquiere diferentes formas y
espesores.
Ensamblaje (assemblage): técnica consistente en la utilización de objetos reales provenientes de la vida
cotidiana, que son pegados o ensamblados a un soporte y sometidos posteriormente a otras
actuaciones pictóricas o de cualquier otra técnica mixta.
frottage: técnica ideada por Max Ernst en 1925, consiste en frotar un lápiz sobre una hoja colocada
sobre un objeto, consiguiendo una impresión de la forma y textura de ese objeto. Se puede hacer
también con lápices de colores, o pintar sobre el primer esbozo.
Grattage: deriva del frottage, elaborando la imagen como un esgrafiado, esparciendo el color en apliques
densos, que después se rascan con espátula o con redes metálicas de diversas texturas.
ESCULTURA
Según el material, se puede trabajar en tres sistemas: “aditivo”, modelando y añadiendo materia,
generalmente en materias blandas (cera, plastilina, barro); “sustractivo”, eliminando materia hasta
descubrir la figura, generalmente en materiales duros (piedra, mármol, madera, bronce, hierro); y
“mixto”, añadiendo y quitando. También se puede hacer por fundición, a través de un molde. Hecha la
escultura, se puede dejar al natural o policromarla, con colorantes vegetales o minerales o en encausto,
al temple o al óleo, en dorado o estofado (imitación de oro).
Escultura en marfil: proveniente de colmillos de diversos animales (elefante, hipopótamo, morsa, jabalí
africano), el marfil es un material empleado en escultura y orfebrería. Es fácil de tallar, aunque tiene el
impedimento de su escasa longitud y su curvatura. Se trabaja con escoplos y taladros. En combinación
con el oro, produce la llamada técnica crisoelefantina.
Escultura en metal: se realiza con cobre, bronce, oro o plata, trabajado directamente con martillo y
cincel, generalmente en láminas de metal sobre placas de madera. El metal se vuelve rígido al ir
golpeándolo, por lo que hay que ir calentándolo para seguir trabajando, proceso conocido como
“recocido”. También se puede trabajar en “repujado”, practicando el bajorrelieve con martillo y punzón.
Otra técnica es a la “cera perdida”, sobre un modelo de arcilla o yeso, sobre el que se aplica una
aleación de bronce o latón.
Escultura en piedra: es una de las más frecuentes, realizada por sustracción. Generalmente se emplean
piedras como la caliza, el mármol, el basalto, el granito, el pórfido, el alabastro, etc. Se trabaja con
taladro, escoplo, martillo y cincel.
Estuco: formado por cal, polvo de mármol, arena lavada y cola de caseína, el estuco se emplea desde
la antigüedad en escultura o como elemento decorativo en la arquitectura. Fácilmente moldeable, se
puede dejar al natural o policromarlo.
Talla: la talla en madera es una de las técnicas escultóricas más antiguas, fácil de ejecutar y de
múltiples cualidades plásticas. Su carácter irregular le da un aire expresivo, inacabado, que puede ser
ideal para determinados estilos artísticos pero que es rechazado por otros de corte más clásico y
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perfeccionista. Una vez realizada la talla, se puede policromar, aplicarle diversos tratamientos con ceras
o lacas, láminas metálicas, tejidos o incrustaciones de piedras preciosas u otros elementos.
Terracota: escultura realizada con arcilla cocida, fue el primer material utilizado para modelar figuras. Se
trabaja sobre un caballete, con estiques o espátulas, o bien con un molde de yeso. Una vez modelada y
dejada secar, se cuece a 750-950º. Una vez terminada, se puede dejar al natural, decorarla con pintura
o esmaltarla (forma esta última ideada en el siglo XV por Luca della Robbia).
Técnicas mixtas: como en pintura, en escultura se puede dar la utilización de diversos elementos para
formar la figura, procedimiento diversificado en el siglo XX con la utilización de materiales considerados
no artísticos, procedentes incluso de elementos detríticos o de desecho, o añadiendo diversos objetos
naturales o artificiales, como en los denominados ready-made.
GRABADO
Calcografía: grabado sobre cobre realizado en hueco, en diversas técnicas:
Aguafuerte: técnica de grabado consistente en tratar las partes de la plancha de metal no protegidas
por un barniz con “agua fuerte” (ácido nítrico diluido en agua).
Aguatinta: técnica proveniente de una plancha de metal cubierta con resina, que una vez calentada se
adhiere a la superficie de la plancha, dibujando posteriormente sobre esta superficie con un tipo de tinta
especial, llamada aguatinta. Proveniente del aguafuerte, produce efectos parecidos a la acuarela. Surgió
en el siglo XVIII.
Grabado a buril: se realiza sobre plancha de cobre, con un buril, instrumento formado por un mango
redondo y una barra de acero, de sección cuadrada tallada en forma de rombo. Con esta herramienta se
perfila el dibujo, rellenando los surcos con tinta.
Grabado a punta seca: en esta técnica la plancha se trabaja directamente con una punta de acero,
diamante o rubí, sin recurrir a barnices ni ácidos, obteniendo unas líneas ásperas llamadas “rebabas”,
diferentes según la presión y el ángulo de incisión. A diferencia del buril, no corta el metal, sino que lo
araña.
Grabado a media tinta (mezzotinto): también llamado grabado en negro o al humo, se trabaja la
plancha con un rascador de varias puntas (rocker o berceau), obteniendo un graneado uniforme por
entrecruzamiento de líneas, distinguiendo así tonos claros y oscuros.
Linograbado: técnica de grabado en relieve similar a la xilografía, pero utilizando linóleo en vez de
madera.
Litografía: es un grabado sobre piedra caliza, tratando la superficie con un lápiz de materia grasa para
delimitar el dibujo y realizando el grabado según dos procedimientos: bañando con ácido, para corroer la
parte no engrasada y dejar el dibujo en relieve; o aplicando dos clases de tinta acuosa y grasa, fijándose
la primera en el fondo y cubriendo la segunda las líneas dibujadas a lápiz. Fue inventado por Aloys
Senefelder en 1778.
Serigrafía: técnica por la cual se obtienen impresiones filtrando los colores por una trama de seda –o,
actualmente, nailon–, recubriendo con cola las partes que no deben filtrarse para impermeabilizarlas.
Fue inventado en China.
Xilografía: grabado en madera (generalmente cerezo o boj), realizado sobre un boceto calcado sobre la
plancha de madera y tallado con cuchillo, gubia, formón o buril, vaciando de madera los blancos y
dejando en relieve los negros; a continuación, se entinta con un rodillo y se estampa, bien a mano o bien
con el tórculo. Fue muy utilizado en la Edad Media, sobre todo en Alemania.66
Mosaico
Lithóstroton: término griego que designa al mosaico colocado a modo de pavimento. El revestimiento
es aplicado sobre cal, arena u otros materiales como piedras, guijarros, losas de mármol, etc. Existen
varios tipos: opus lapilli, pequeños guijarros de colores naturales, que por sí mismos componen el dibujo;
opus tessellatum, formado por teselas, piezas de forma cuadrada de dos centímetros, con las que se
elabora la composición, generalmente de tipo geométrico; opus vermiculatum, igualmente elaborado con
teselas, pero de diferentes contornos, pudiendo formar así diversos trazados; opus sectile, formado por
losas de mármol de forma irregular.
Mosaico: también llamado opus musivum, es la misma técnica que el lithóstroton, pero aplicada a la
decoración mural, en vez de la pavimental. Se realiza con teselas de pasta vítrea, aplicadas sobre la
pared preparada con varias capas de mortero, elaborando figuras y dibujos.
Taracea: técnica similar a las anteriores, puede ser pavimental o parietal, o incluso se puede aplicar a
muebles u otros objetos. Consiste en incrustar sobre una superficie compacta finas losas de piedra y
mármol de color, cortadas y encajadas formando imágenes o composiciones diversas. También puede
realizarse en madera (“intarsia”), siendo una técnica frecuente en ebanistería.
VIDRIO
Existen diversos tipos de vidrio: “vidrio sódico” (el más básico, a partir de sílice), cristal (sílice y óxido de
plomo o potasio), “vidrio calcedonio” (sílice y óxidos metálicos) y “vidrio lácteo” (sílice, bióxido de
manganeso y óxido de estaño). La principal técnica para trabajarlo es el soplado, donde se le puede dar
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cualquier forma y espesor. En cuanto a la decoración, puede ser pintada, esgrafiada, tallada, con pinzas,
a filigrana, etc.
Vidriera: se realiza sobre cristales engarzados en madera, yeso, oro o plomo, los cuales se van
encajando con láminas de plomo, estañándolos, con una capa de masilla (blanco pintor con aceite de
linaza). Las vidrieras antiguas tienen grisallas, óxido férrico líquido, aplicado para dibujar con precisión
detalles pequeños; hacia 1340 se sustituyó por el óxido de plata y, a partir de aquí, ya no se hacen
cristales de colores, sino que se colorea sobre cristal blanco.
Esmalte: es una pasta de vidrio (sílice, cal, potasa, plomo y minio), sobre soporte de metal, trabajado
según diversas técnicas: cloisonné, pequeños filamentos de oro o cobre, con los que se dibuja la figura
sobre el soporte, para separar el esmalte en tabiques; champlevé, rebajando el soporte en alvéolos,
ahuecando el material en concavidades, rellenadas con el esmalte; ajougé, superficie de oro donde se
recortan las formas con sierras o limas, rellenando con esmalte la parte eliminada.
CERÁMICA
Se realiza con arcilla, en cuatro clases: barro cocido poroso rojo-amarillento (alfarería, terracota,
bizcocho); barro cocido poroso blanco (loza); barro cocido no poroso gris, pardo o marrón (gres); barro
cocido compacto no poroso blanco medio transparente (porcelana). Se puede elaborar de forma manual
o mecánica –con torno–, después se cuece en el horno –a temperaturas entre 400º y 1300 º, según el
tipo–, y se decora con esmalte o pintura.
ORFEBRERÍA
Es el arte de confeccionar objetos decorativos con metales nobles o piedras preciosas, como el oro,
plata, diamante, perla, ámbar, coral, etc.
Camafeo: es el tallado de figuras en relieve sobre piedras duras estratificadas, como el ágata, la
sardónica, el coral y la concha, que por lo general poseen capas de diversos colores, lo que proporciona
unos intensos contrastes cromáticos.
Cincelado: consiste en trabajar el metal precioso con un cincel, realizando decoraciones ahuecadas o
trabajos de acabado, con cinceles de distintas formas y grosores.
Damasquinado (o “ataujía”): sobre un soporte metálico se traza el dibujo con punta fina, luego se hace
una incisión con buriles y escalpelos, y por último se aplica una filigrana de metales de diverso color.
Filigrana: se practica con hilos de metal precioso, con los que se elabora la pieza trenzando o
enroscando los hilos, hasta obtener la forma deseada.
Fusión: son los trabajos ejecutados a molde, elaborados de dos formas: “fusión permanente”, realizada
con un molde bivalvo, con la forma ya trabajada, de piedra o terracota; “a la cera perdida”, donde se
modela el objeto en cera, al que se aplica un embudo con respiraderos, cubriéndose de creta, que una
vez seca se calienta hasta que expulse la cera, llenándose luego del metal fundido.
Granulado: es un procedimiento por el que se obtienen minúsculas esferas de oro con las que se
elaboran dibujos o decoraciones geométricas.
Nielado: consiste en grabar un dibujo sobre una lámina de metal –generalmente plata–, rellenando los
surcos con el “nielado”, aleación de plata, cobre y plomo, con azufre y bórax, que produce una mezcla
negra y brillante.
Opus interrasile: técnica de origen romano que consiste en realizar pequeñas incisiones en las láminas
de metal precioso, realizando una función de calado que da a la obra un aspecto de encaje.
Repujado: es la decoración en relieve realizada sobre planchas de oro, plata o cobre, trabajando el
revés de la plancha con martillo y cincel.
Forja
Se hace con hierro (limonita, pirita o magnetita), reduciéndolo con calor, saliendo una pasta al rojo con la
que se hacen lingotes. Hay tres clases: “colado”, con mucho carbono, sílice, azufre y manganeso, no
sirve para forjar, sólo para fundir en molde; “hierro dulce o forjado”, con menos carbono, es más
maleable y dúctil, se puede forjar, pero es blando y desafilable; “acero”, con manganeso, tungsteno,
cobalto y wolframio, es más duro, para instrumentos cortantes. El modelado se realiza sin añadir ni
quitar material, sino que existen diversas técnicas alternativas: estirar, ensanchar, hendir, curvar,
recalcar, etc.
RESTAURACIÓN
La restauración de obras de arte es una actividad que tiene por objeto la reparación o actuación
preventiva de cualquier obra que, debido a su antigüedad o estado de conservación, sea susceptible de
ser intervenida para preservar su integridad física, así como sus valores artísticos, respetando al máximo
la esencia original de la obra.
La restauración debe dirigirse al restablecimiento de la unidad potencial de la obra de arte, siempre que
esto sea posible sin cometer una falsificación artística o una falsificación histórica, y sin borrar huella
alguna del transcurso de la obra de arte a través del tiempo.
En arquitectura, la restauración suele ser de tipo funcional, para preservar la estructura y unidad
del edificio, o reparar grietas o pequeños defectos que puedan surgir en los materiales
constructivos. Hasta el siglo XVIII, las restauraciones arquitectónicas sólo preservaban las obras
de culto religioso, dado su carácter litúrgico y simbólico, reconstruyendo otro tipo de edificios
sin respetar siquiera el estilo original.
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Sin embargo, desde el auge de la arqueología a finales del siglo XVIII, especialmente con las
excavaciones de Pompeya y Herculano, se tendió a preservar en la medida de lo posible cualquier
estructura del pasado, siempre y cuando tuviese un valor artístico y cultural. En la actualidad, se tiende a
preservar al máximo la integridad de los edificios históricos.
II.- CULTURA
La cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a
través de los cuales una sociedad se manifiesta. Como tal incluye lenguaje, costumbres, prácticas,
códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento
y sistemas de creencias.
Desde otro punto de vista se puede decir que: La cultura es toda la información y habilidades que
posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del
estudio de la sociedad, en especial para la psicología, la antropología y la sociología.
Jean Jacques Rousseau, La cultura es el conjunto de los conocimientos y saberes acumulados por la
humanidad a lo largo de sus milenios de historia. En tanto una característica universal, el lenguaje se
emplea en número singular, puesto que se encuentra en todas las sociedades sin distinción de etnias,
ubicación geográfica o momento histórico.
Cultura y Civilización
También es en el contexto de la Ilustración cuando surge otra de las clásicas oposiciones en que se
involucra a la cultura, esta vez, como sinónimo de la civilización.
La cultura, también es un proceso universal que incluye a todos los pueblos, incluso a los más atrasados
en la línea de la evolución social. Desde luego, los parámetros con los que se medía si una sociedad era
más civilizada o más salvaje eran los de su propia sociedad.
Por ejemplo, Immanuel Kant apuntaba que "nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos
civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales"
En el proceso de crítica social, el acento en la dicotomía cultura/civilización se traslada de las diferencias
entre estratos sociales a las diferencias nacionales. Mientras Francia era el escenario de una de las
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revoluciones burguesas más importantes de la historia, Alemania estaba fragmentada en múltiples
Estados. Por ello, una de las tareas que se habían propuesto los pensadores alemanes era la unificación
política. La unidad nacional pasaba también por la reivindicación de las especificidades nacionales, que
el universalismo de los pensadores franceses pretendía borrar en nombre de la civilización.
Por ello, el orgullo nacional radicaba en la cultura, a través de la que cada pueblo debía cumplir un
destino específico. La cultura, como la entendía Herder, era la expresión de la humanidad diversa, y no
excluía la posibilidad de comunicación entre los pueblos.
Definición funcionalista-estructural
La característica más peculiar del concepto funcionalista de cultura se refiere precisamente a la función
social de la misma. El supuesto básico es que todos los elementos de una sociedad (entre los que la
cultura es uno más) existen porque son necesarios. En la categoría de cultura incluía artefactos, bienes,
procesos técnicos, ideas, hábitos y valores heredados.
Definiciones simbólicas
Los orígenes de las concepciones simbólicas de cultura se remontan a Leslie White, antropólogo
estadounidense formado en la tradición culturalista de Boas. Cultura es «el nombre de un tipo preciso o
clase de fenómenos, es decir, las cosas y los sucesos que dependen del ejercicio de una habilidad
mental, exclusiva de la especie humana, que hemos llamado 'simbolizante'
Definición estructuralista
En la perspectiva estructuralista, el papel de la historia en la conformación de la cultura de una sociedad
no es tan importante. Lo fundamental es llegar a dilucidar las reglas que subyacen en la articulación de
los símbolos en una cultura, y observar la manera en que éstos dotan de sentido la actuación de una
sociedad.
Definiciones marxistas
Tal como se señaló anteriormente, Karl Marx a pesar de la opinión generalizada, puso atención en el
análisis de las cuestiones culturales, específicamente en su relación con el resto de la estructura social.
Según la propuesta teórica de Marx, el dominio de lo cultural (constituido sobre todo por la
ideología) es un reflejo de las relaciones sociales de producción, es decir, de la organización que
adoptan los seres humanos frente a la actividad económica. La gran aportación del marxismo en el
análisis de la cultura es que ésta es entendida como el producto de las relaciones de producción, como
un fenómeno que no está desligado del modo de producción de una sociedad.
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entre animales de la misma especie. Como tal, se contrapone a la naturaleza, es decir, a la
información transmitida genéticamente. Si los memes son las unidades o trozos elementales de
información adquirida, la cultura actual de un individuo en un momento determinado sería el conjunto de
los memes presentes en el cerebro de ese individuo en ese momento.
Industria cultural
Es la cultura que está, como un mercado, sujeta a las leyes de la oferta y la demanda de la economía
capitalista.
Socialización de la cultura
La importante aportación de la psicología humanista de, por ejemplo, Erik Erikson con una teoría
psicosocial para explicar los componentes socioculturales del desarrollo personal.
•Cada miembro de la especie podría acceder a ella desde una fuente común, sin limitarse, ejemplo de
ello: el conocimiento transmitido por los padres.
•Debe poder ser incrementada en las ulteriores generaciones.
•Ha de resultar universalmente compartible por todos aquellos que poseen un lenguaje racional y
significativo.
CLASIFICACIÓN
La cultura se clasifica, respecto a sus definiciones, de la siguiente manera:
•Tópica: La cultura consiste en una lista de tópicos o categorías, tales como organización social, religión
o economía.
•Histórica: La cultura es la herencia social, es la manera que los seres humanos solucionan problemas
de adaptación al ambiente o a la vida en común.
•Mental: La cultura es un complejo de ideas, o los hábitos aprendidos, que inhiben impulsos y distinguen
a las personas de los demás.
•Estructural: La cultura consiste en ideas, símbolos o comportamientos, modelados o pautados e inter-
relacionados.
•Simbólica: La cultura se basa en los significados arbitrariamente asignados que son compartidos por
una sociedad.
La cultura puede también ser clasificada del siguiente modo:
Según su extensión
•Universal: cuando es tomada desde el punto de vista de una abstracción a partir de los rasgos que son
comunes en las sociedades del mundo. Por ej., el saludo.
•Total: conformada por la suma de todos los rasgos particulares a una misma sociedad.
•Particular: igual a la subcultura; conjunto de pautas compartidas por un grupo que se integra a la
cultura general y que a su vez se diferencia de ellas. Ej.: las diferentes culturas en un mismo país.
Según su desarrollo
•Primitiva: aquella cultura que mantiene rasgos precarios de desarrollo técnico y que por ser
conservadora no tiende a la innovación.
•Civilizada: cultura que se actualiza produciendo nuevos elementos que le permitan el desarrollo a la
sociedad.
Analfabeta o pre-alfabeta: se maneja con lenguaje oral y no ha incorporado la escritura ni siquiera
parcialmente.
Alfabeta: cultura que ya ha incorporado el lenguaje tanto escrito como oral.
Según su carácter dominante
Sensista: cultura que se manifiesta exclusivamente por los sentidos y es conocida a partir de los
mismos.
-Racional: cultura donde impera la razón y es conocido a través de sus productos tangibles.
-Ideal: se construye por la combinación de la sensista y la racional
Según su dirección
-Posfigurativa: aquella cultura que mira al pasado para repetirlo en el presente. Cultura tomada de
nuestros mayores sin variaciones. Es generacional y se da particularmente en pueblos primitivos.
-Configurativa: la cultura cuyo modelo no es el pasado, sino la conducta de los contemporáneos. Los
individuos imitan modos de comportamiento de sus pares y recrean los propios.
-Prefigurativa: aquella cultura innovadora que se proyecta con pautas y comportamientos nuevos y que
son válidos para una nueva generación y que no toman como guía el modelo de los padres a seguir pero
si como referentes.
Elementos de la cultura
La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un modelo de vida. Los elementos de la
cultura se dividen en:
-Concretos o materiales: fiestas, alimentos, ropa (moda), arte plasmado, construcciones
arquitectónicas, instrumentos de trabajo (herramientas), monumentos representativos históricos.
-Simbólicos o espirituales: creencias (filosofía, espiritualidad/religión), valores (criterio de juicio moral
y/o ética), actos humanitarios, normas y sanciones (jurídicas, morales, convencionalismos sociales),
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organización social y sistemas políticos, símbolos (representaciones de creencias y valores), arte
(apreciación), lenguaje (un sistema de comunicación simbólica), tecnología y ciencia.
-Políticos y sociales. Según su contexto se reconocen elementos constituvos de una cultura en
términos "vivos" como lo son Memoria, Cosmogonía, Identidad, Utopía, Acción y Expresión. Son también
concebidos por los defensores de estas tesis como "campos de trabajo" en las culturas vivas.
Dentro de toda cultura hay dos elementos a tener en cuenta:
-Rasgos culturales: porción más pequeña y significativa de la cultura, que da el perfil de una sociedad.
Todos los rasgos se transmiten siempre al interior del grupo y cobran fuerza para luego ser
exteriorizados.
-Complejos culturales: contienen en si los rasgos culturales en la sociedad.
Cambios culturales
Los cambios culturales: son los cambios a lo largo del tiempo de todos o algunos de los elementos
culturales de una sociedad (o una parte de la misma).
-Enculturación: es el proceso en el que el individuo se culturiza, es decir, el proceso en el que el ser
humano, desde que es niño o niña, se culturiza. Este proceso es parte de la cultura, y como la cultura
cambia constantemente, también lo hacen la forma y los medios con los que se culturaliza.
-Aculturación: se da normalmente en momento de conquista o de invasión. Es normalmente de manera
forzosa e impuesta, como la conquista de América, la invasión de Iraq. Ejemplos de resultados de este
fenómeno: comida (potaje, pozole), huipil. El fenómeno contrario recibe el nombre de deculturación, y
consiste en la pérdida de características culturales propias a causa de la incorporación de otras
foráneas.
-Transculturación: La transculturación es un fenómeno que ocurre cuando un grupo social recibe y
adopta las formas culturales que provienen de otro grupo.
-Inculturación: se da cuando la persona se integra a otras culturas, las acepta y dialoga con la gente de
esa determinada cultura.
La cultura esta basada en todos nosotros
Notas
- Hecho que llevó incluso a proponer la superioridad de la cultura alemana, que en ciertas malas
interpretaciones, dio origen al nazismo.
- La estructura social está constituida por las relaciones entre los agentes sociales. Dichas relaciones
son de subordinación o de reciprocidad, y en la perspectiva estructuralista de las ciencias sociales, son
la base de la sociedad.
III.- ESTETICA
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La estética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la manera cómo el
razonamiento del ser humano interpreta los estímulos sensoriales que recibe del mundo
circundante.
Se podría decir, así como la lógica estudia el conocimiento racional, que la estética es la ciencia que
estudia el conocimiento sensible, el que adquirimos a través de los sentidos.
Entre los diversos objetos de estudio de la estética figuran la belleza o los juicios de gusto, así
como las distintas maneras de interpretarlos por parte del ser humano.
La estética está íntimamente ligada al arte, analizando los diversos estilos y periodos artísticos conforme
a los diversos componentes estéticos que en ellos se encuentran; a menudo se suele denominar la
estética como una “filosofía del arte”:
“La estética es una reflexión filosófica que se hace sobre objetos artísticos y naturales, y que
produce un “juicio estético”. La percepción sensorial, una vez analizada por la inteligencia
humana, produce ideas, que son abstracciones de la mente, y que pueden ser objetivas o
subjetivas. Las ideas provocan juicios, al relacionar elementos sensoriales; a su vez, la relación
de juicios es razonamiento.
El objetivo de la estética es analizar los razonamientos producidos por dichas relaciones de juicios.
La Historia de la estética, comenzaría con Baumgarten en el siglo XVIII, sobre todo con la
sistematización de esta disciplina realizada por Immanuel Kant.
Según ARNOLD HAUSER, las «obras de arte son provocaciones con las cuales polemizamos», pero
que no nos explicamos. Las interpretamos de acuerdo con nuestras propias finalidades y aspiraciones,
les trasladamos un sentido cuyo origen está en nuestras formas de vida y hábitos mentales.
El arte es también un juego con las apariencias sensibles, los colores, las formas, los volúmenes, los
sonidos, etc. Es un juego gratuito donde se crea de la nada o de poco más que la nada una apariencia
que no pretende otra cosa que engañarnos. Es un juego placentero que satisface nuestras necesidades
eternas de simetría, de ritmo o de sorpresa.
CRÍTICA DE ARTE
Denis Diderot, considerado el padre de la crítica de arte.
La crítica de arte es un género, entre literario y académico, que hace una valoración sobre las obras de
arte, artistas o exposiciones, en principio de forma personal y subjetiva, pero basándose en la Historia
del arte y sus múltiples disciplinas, valorando el arte según su contexto o evolución. Es a la vez
valorativa, informativa y comparativa, redactada de forma concisa y amena, sin pretender ser un estudio
académico pero aportando datos empíricos y contrastables.
En la génesis de la crítica de arte hay que valorar, por un lado, el acceso del público a las exposiciones
artísticas, que unido a la proliferación de los medios de comunicación de masas desde el siglo XVIII
produjo una vía de comunicación directa entre el crítico y el público al que se dirige.
Por otro lado, el auge de la burguesía como clase social que invirtió en el arte como objeto de
ostentación, y el crecimiento del mercado artístico que llevó consigo, propiciaron el ambiente social
necesario para la consolidación de la crítica artística.
La crítica de arte ha estado generalmente vinculada al periodismo, ejerciendo una labor de portavoces
del gusto artístico que, por una parte, les ha conferido un gran poder, al ser capaces de hundir o
encumbrar la obra de un artista, pero por otra les ha hecho objeto de feroces ataques y controversias.
Otra faceta a remarcar es el carácter de actualidad de la crítica de arte, ya que se centra en el contexto
histórico y geográfico en el que el crítico desarrolla su labor, inmersa en un fenómeno cada vez más
dinámico como es el de las corrientes de moda. Así, la falta de historicidad para emitir un juicio sobre
bases consolidadas, lleva a la crítica de arte a estar frecuentemente sustentada en la intuición del crítico,
con el factor de riesgo que ello conlleva. Sin embargo, como disciplina sujeta a su tiempo y a la
evolución cultural de la sociedad, la crítica de arte siempre revela un componente de pensamiento social
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en el que se ve inmersa, existiendo así diversas corrientes de crítica de arte: romántica, positivista,
fenomenológica, semiológica, etc.
Arte griego: en Grecia se desarrollaron las principales manifestaciones artísticas que han marcado la
evolución del arte occidental. Tras unos inicios donde destacaron las culturas minoica y micénica, el arte
griego se desarrolló en tres periodos: arcaico, clásico y helenístico. En arquitectura destacaron los
templos, donde se sucedieron tres órdenes constructivos: dórico, jónico y corintio. Destaca
especialmente el conjunto de la Acrópolis. En escultura predominó la representación del cuerpo humano,
con una evolución desde formas rígidas y esquemáticas, pasando por el naturalismo del periodo clásico
–con la obra de Mirón, Fidias y Policleto–, hasta el recargamiento y sinuosidad del periodo helenístico.
Arte romano: con un claro precedente en el arte etrusco, el arte romano recibió una gran influencia del
arte griego. Gracias a la expansión del Imperio romano, el arte clásico grecorromano llegó a casi todos
los rincones de Europa, norte de África y Próximo Oriente, sentando las bases del arte occidental.
Grandes ingenieros y constructores, destacaron en arquitectura civil, con la construcción de carreteras,
puentes, acueductos y obras urbanísticas, así como templos, palacios, teatros, anfiteatros, circos,
termas, arcos de triunfo, etc. La escultura, inspirada en la griega, se centra igualmente en la figura
humana, aunque con más realismo, no les importaba mostrar defectos que eran ignorados por la
idealizada escultura griega. La pintura es conocida sobre todo por los restos hallados en Pompeya, y
destacó especialmente el mosaico.
Arte románico: representa el primer estilo de carácter internacional de la cultura europea occidental,
con una identidad plenamente consolidada tras el paso del latín a las lenguas vernáculas. De carácter
eminentemente religioso, casi todo el arte románico está dirigido a la exaltación y divulgación del
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cristianismo. La arquitectura destaca por el uso de bóvedas de cañón y arcos de medio punto,
iniciándose la construcción de grandes catedrales, que seguirá durante el gótico. La escultura se
desarrolló principalmente en el marco arquitectónico, de carácter religioso, con figuras esquematizadas,
sin realismo, de signo simbólico. La pintura es preferentemente mural, de signo religioso y figuras
esquemáticas al igual que la escultura.
Arte gótico: desarrollado entre los siglos XII y XVI, fue una época de desarrollo económico y cultural. La
arquitectura sufrió una profunda transformación, con formas más ligeras, más dinámicas, con un mejor
análisis estructural que permitió hacer edificios más estilizados, con más aberturas y, por tanto, mejor
iluminación. Aparecieron nuevas tipologías como el arco apuntado y la bóveda de crucería, y la
utilización de contrafuertes y arbotantes para sostener la estructura del edificio, permitiendo interiores
más amplios y decorados con vitrales y rosetones. La escultura continuó enmarcada en la obra
arquitectónica, aunque comenzó a desarrollarse la escultura exenta, con formas más realistas,
inspiradas en la naturaleza. La pintura dejó de ser mural para pasar a retablos situados en los altares de
las iglesias, y empezó a desarrollarse la pintura en lienzo, al temple o al óleo. Se sucedieron cuatro
estilos pictóricos: el gótico lineal o franco-gótico, el gótico itálico o trecentista (Cimabue, Giotto, Duccio),
el gótico internacional (Stefan Lochner, Bernat Martorell) y el gótico flamenco (Jan Van Eyck,
La escultura tiene un aire grácil, refinado, como en la obra de Jean-Antoine Houdon o los hermanos
Asam (Cosmas Damian y Egid Quirin). La pintura se mueve entre la exaltación religiosa o el paisajismo
vedutista en Italia, y las escenas cortesanas de Watteau y Fragonard en Francia, pasando por el
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retratismo inglés de Reynolds y Gainsborough. Figura aparte es el inclasificable pintor español Francisco
de Goya, que evolucionó desde un sello más o menos rococó hasta un cierto prerromanticismo, pero
con una obra personal y expresiva de fuerte tono intimista.
Neoclasicismo: el auge de la burguesía tras la Revolución francesa favoreció el resurgimiento de las
formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a los excesos ornamentales del barroco y
rococó, identificados con la aristocracia. La arquitectura neoclásica es más racional, de signo funcional y
un cierto aire utópico, como vemos en los postulados de Claude-Nicolas Ledoux y Étienne-Louis
Boullée. La escultura, de lógico referente grecorromano, tuvo como principales figuras a Antonio Canova
y Bertel Thorvaldsen. La pintura mantuvo un sello austero y equilibrado, influido por la escultura
grecorromana o figuras como Rafael y Poussin, destacando Jacques-Louis David, J.A.D. Ingres, José de
Madrazo, etc.
Arte no occidental
Arte precolombino: las primeras grandes civilizaciones surgieron en México: los olmecas realizaban
esculturas de piedra de gran naturalismo (Luchador, hallado en Santa María Uxpanapán), así como
colosales cabezas monolíticas de hasta 3,5 metros de altura; los zapotecas construyeron el magnífico
conjunto de la Ciudad de los Templos, en el Monte Albán. Posteriormente, los mayas desarrollaron un
arte de signo religioso, donde destacaban los templos, de forma piramidal (Tikal, Uxmal, Templo de
Kukulcán en Chichén Itzá). Los toltecas construyeron el Templo del Dios de la Estrella Matutina en Tula,
y nos han dejado una de las mejores muestras de escultura precolombina: el Chac Mool. Los aztecas
consagraron el arte a la expresión del poder, destacando su capital, Tenochtitlán. En Perú la primera
cultura de relevancia fue la de Chavín de Huántar (900 a.C.), complejo religioso donde destaca el
templo, edificado sobre tres pisos de galerías. Otras culturas remarcables de la región fueron la de
Paracas, la moche y la nazca –con sus enigmáticas líneas de Nazca–.
Más adelante, los incas crearon una cultura muy desarrollada, con una notable arquitectura e
ingeniería civil, destacando la ciudad de Machu Picchu.
Arte africano: su principal peculiaridad ha sido siempre su carácter mágico-religioso, con obras de
madera, piedra o marfil, en máscaras y figuras exentas de carácter más o menos antropomórfico. La
primera producción de cierta relevancia fue la cultura Nok, en el primer milenio a.C., situada en el norte
de la actual Nigeria. En Sudán se desarrollaron las culturas kerma y meroe, caracterizadas por sus
monumentales construcciones en barro, sus armas y su cerámica. En Etiopía destacó la ciudad de
Aksum, siendo de remarcar sus estelas en forma de pilares monolíticos, de carácter funerario, de hasta
20 metros de altura. En Zimbabue floreció la cultura Monomotapa (siglos XI-XV), cuya capital, Gran
Zimbabue, fue una de las ciudades más grandes de toda África. En Ifé (Nigeria), de cultura yoruba,
surgió en los siglos XII-XIII una notable escuela de figuras en terracota, de gran naturalismo. De esta
época datan también las iglesias talladas en la roca de Lalibela, en Etiopía. En Malí destacaron las
construcciones en adobe, como la Gran Mezquita de Djenné, datada inicialmente del siglo XIII pero
reconstruida varias veces.
Arte indio: tiene un carácter principalmente religioso, sirviendo como vehículo de transmisión de las
distintas religiones que han jalonado la India: hinduismo, budismo, islamismo, etc. La primera gran
civilización se produjo en la ciudad de Mohenjo-Dāro, que muestra un planificado urbanismo, con
edificios públicos construidos en barro cocido y ladrillo. Entre los siglos III y II a.C. se desarrolló el arte
maurya, de signo budista, destacando como monumento característico la stūpa, túmulo funerario de
carácter conmemorativo, generalmente recubierto de relieves con escenas de la vida de Buda, como la
Stūpa de Sānchi. Otras muestras de arte budista fueron: el arte de Gandhāra, con influencia helenística
y sasánida; el de Mathurā, que mezclaba elementos tradicionales indios con motivos grecorromanos; y
el de Amarāvatī, igualmente de influencia grecorromana, destacando la gran stūpa de Amarāvati, de 50
metros de altura. Entre los siglos IV y VIII se desarrolló el arte gupta, donde destacan los grandes
santuarios rupestres o vihara (Ajantā, Ellorā, Elephanta). El arte hindú tuvo su apogeo entre los siglos
VIII y XII, con un tipo de santuario característico denominado śikhara, como el de Udaipur. Entre los
siglos X y XI se produjo el arte de Khajurāhō, máxima expresión del arte indoario por la elegancia formal
y estética de sus templos, así como de la escultura que los adorna. Por último, tras la invasión
musulmana se produjo el arte mogol, de formas islámicas, destacando el Taj Mahal (siglo XVII).
Arte chino: como la mayoría del arte oriental tiene un fuerte sello religioso –principalmente taoísmo,
confucianismo y budismo–. Se suele estudiar por etapas, que coinciden con las dinastías reinantes: la
Dinastía Shang (1600-1046 a.C.) destacó por sus objetos y esculturas en bronce, especialmente vasijas
decoradas en relieve y máscaras y estatuas antropomórficas, como las halladas en la zona de Chengdu.
La Dinastía Zhou (1045-256 a.C.) creó un estilo decorativo y ornamentado, de figuras estilizadas y
dinámicas, continuando el trabajo en cobre. La Dinastía Qin (221-206 a.C.) destacó por la construcción
de la Gran Muralla, así como el hallazgo arqueológico del Ejército de terracota de Xian. La Dinastía Han
(206 a.C.-220 d.C.) vio la introducción del budismo, destacando por la pintura y los relieves en
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santuarios y cámaras de ofrendas. Durante el Periodo de las Seis dinastías (220-618) se difundió más
ampliamente el budismo, construyéndose grandes santuarios con estatuas colosales de Buda (Yungang,
Longmen). La Dinastía Tang (618-907) fue uno de los periodos más florecientes del arte chino,
destacando por su escultura y sus célebres figuras de cerámica, mientras que en arquitectura la
tipología principal fue la pagoda (Hua-yen, Hsiangchi), y en pintura apareció el paisaje. En la Dinastía
Song (960-1279) se alcanzó un nivel de elevada cultura que sería recordado con gran admiración en
posteriores etapas, destacando igualmente la cerámica y la pintura de paisaje. Durante la Dinastía Yuan
(1280-1368) se desarrollaron especialmente las artes decorativas, principalmente alfombras, cerámica y
obras de metalistería, y en pintura proliferaron los temas religiosos. En la Dinastía Ming (1368-1644) se
construyó el Palacio Imperial (la Ciudad Prohibida), y la pintura era tradicional, de signo naturalista y
cierta opulencia; también destacó la porcelana. Por último, la Dinastía Qing (1644-1911) supuso la
continuidad de las formas tradicionales: la pintura era bastante ecléctica, dedicada a temas florales (Yun
Shouping), religiosos (Wu Li), paisajes (Gai Qi), etc.; continuó la tradición en las artes aplicadas,
especialmente ebanistería, porcelana, tejidos de seda, lacas, esmalte, jade, etc.
Arte japonés: también cabe estudiarlo por períodos: el Período Jōmon (5000 a.C.-200 a.C.) estuvo
marcado por la producción de cerámica, la más antigua producida por el ser humano, decorada con
incisiones o impresiones de cuerda. Durante el Período Yayoi (200 a.C.-200 d.C.) se difundió un tipo de
sepulturas de gran tamaño con cámara y túmulo ornamentado con cilindros de terracota. En el Período
Kofun (200-600) destacan las grandes sepulturas llamadas kofun, así como unas figuras de terracota
llamadas haniwa; en arquitectura destaca el santuario de Ise. En el Período Asuka (552-646) se
introdujo el budismo, destacando el templo de Hōryū-ji (607) y las estatuas de Buda. En el Período Nara
(646-794) tuvo su apogeo el arte budista, plasmado igualmente en arquitectura (Pagoda del Este de
Yakushi-ji, templo de Tōdai-ji) y escultura (Buda de Tachibana, Bodhisattva Gakko). El Período Heian
(794-1185) fue el más clásico del arte japonés: monasterio de Byōdō-in, escuela pictórica de yamato-e.
En el Período Kamakura (1185-1333) se introdujo la secta zen, que influyó poderosamente en el arte
figurativo: en escultura destacó Unkei, en arquitectura el conjunto de cinco grandes templos de
Sanjūsangen-dō (1266), y en pintura el retrato y el paisaje. En el Período Muromachi (1333-1573)
floreció notablemente la pintura, enmarcada dentro de la estética zen, apareciendo el estilo sumi-e,
representado fundamentalmente por Sesshū; también se desarrolló el arte de la jardinería, y cobraron
importancia los objetos de laca y metal. Durante el Período Momoyama (1573-1615) el arte se alejó de
la estética budista, remarcando los valores tradicionales japoneses: se construyeron grandes castillos,
como el de Himeji y el de Fushimi-Momoyama; en pintura continuó la tradición épica japonesa, la
cerámica alcanzó un momento de gran apogeo, y en laca destacó Honami Kōetsu. En el Período Edo
(1615-1868) Japón se cerró a todo contacto exterior, aunque fue una época de gran prosperidad: se
desarrolló notablemente la pintura, que adquirió gran vitalidad, destacando Tawaraya Sōtatsu y Ogata
Kōrin, así como la escuela de ukiyo-e, que destacó por la representación de tipos y escenas populares (
Kitagawa Utamaro, Katsushika Hokusai, Utagawa Hiroshige).
Arte oceánico: está marcado por la multiplicidad de territorios insulares que jalonan el Océano Pacífico,
destacando las islas de Australia y Nueva Zelanda, y tres principales áreas de islas y archipiélagos:
Polinesia, Melanesia y Micronesia.
La primera cultura desarrollada en la zona fue la lapita (1.500-500 a.C.), que se caracteriza por su
cerámica decorada con motivos dentados hechos con peines o púas, así como objetos de obsidiana y
conchas.
En Australia destacan las pinturas rupestres, que son bastante esquemáticas, llegando a la
simplificación geométrica. Más adelante continuó la expansión hacia la periferia oceánica,
produciéndose una gran diversificación cultural. La mayoría de manifestaciones artísticas eran de
carácter ritual, relacionadas con danzas y ceremonias de tipo religioso: en Micronesia se produjeron
elaborados complejos arquitectónicos con esculturas de piedra y megalitos; en Guam y las islas
Marianas destacan las casas sobre columnas de piedra (latte); en Hawai se construyeron grandes
templos (heiau), con esculturas de madera de hasta tres metros que representaban a sus dioses; en
Nueva Zelanda, los maoríes desarrollaron un tipo de talla de madera con figuras de líderes políticos y
religiosos; en la isla de Pascua se construyeron las famosas cabezas monolíticas (moái) entre el año
900 y el 1600; en Melanesia destacan las grandes casas de reunión o «casas de los espíritus»,
dedicadas a ceremonias relacionadas con el culto a los antepasados; las máscaras fueron
características de Nueva Guinea (mai), Nueva Irlanda (malanggan) y Nueva Caledonia (apuema); los
asmat de Irian Jaya (Nueva Guinea) construían unos postes conmemorativos (bisj) de entre 5 y 10
metros de altura, tallados con figuras antropomórficas; en las islas Salomón se dieron estatuas de
madera (indalo) de figuras humanas o animales, con incrustaciones de conchas.
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Arte en la Edad contemporánea (1800-Actualidad)
Arte contemporáneo
Siglo XIX
Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX se sentaron las bases de la sociedad contemporánea,
marcada en el terreno político por el fin del absolutismo y la instauración de gobiernos democráticos –
impulso iniciado con la Revolución francesa–; y, en lo económico, por la Revolución industrial y el
afianzamiento del capitalismo, que tendrá respuesta en el marxismo y la lucha de clases.
En el terreno del arte, comienza una dinámica evolutiva de estilos que se suceden cronológicamente
cada vez con mayor celeridad, que culminará en el siglo XX con una atomización de estilos y corrientes
que conviven y se contraponen, se influyen y se enfrentan.
Arquitectura del siglo XIX: la arquitectura sufrió una gran evolución debido a los avances técnicos que
comportó la Revolución industrial, con la incorporación de nuevos materiales como el hierro y el
hormigón, que permitieron la construcción de estructuras más sólidas y diáfanas.
Estilísticamente, la primera mitad de siglo vio un cierto eclecticismo de las formas, así como un revival
de estilos anteriores reinterpretados según conceptos modernos: es el llamado historicismo, que produjo
movimientos como el neorrománico, el neogótico, el neobarroco, etc.
A finales de siglo surgió el modernismo, que supuso una gran revolución en terreno del diseño, con
nombres como Victor Horta, Otto Wagner, Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i
Cadafalch, etc.
Romanticismo: movimiento de profunda renovación en todos los géneros artísticos, los románticos
pusieron especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación, la fantasía, el
sentimiento, la evocación ensoñadora. En pintura, después de una fase prerromántica donde podríamos
citar a William Blake y Johann Heinrich Füssli, destacaron Eugène Delacroix, Théodore Géricault, John
Constable, Joseph Mallord William Turner, etc.
Una derivación del romanticismo fue el movimiento alemán de los Nazarenos.
Realismo: desde mediados de siglo surgió una tendencia que puso énfasis en la realidad, la descripción
del mundo circundante, especialmente de obreros y campesinos en el nuevo marco de la era industrial,
con un cierto componente de denuncia social, ligado a movimientos políticos como el socialismo utópico.
En pintura destacan Camille Corot, Gustave Courbet, Jean-François Millet, Honoré Daumier y Marià
Fortuny. En Gran Bretaña surgió la escuela de los prerrafaelitas, que se inspiraban –como su nombre
indica– en los pintores italianos anteriores a Rafael, así como en la recién surgida fotografía. En
escultura, destacó Constantin Meunier.
Impresionismo: fue un movimiento profundamente innovador, que supuso una ruptura con el arte
académico y una transformación del lenguaje artístico, iniciando el camino hacia los movimientos de
vanguardia. Se inspiraban en la naturaleza, de la que pretendían captar una ‘impresión’ visual, la
plasmación de un instante en el lienzo –por influjo de la fotografía–, con una técnica de pincelada suelta
y tonos claros y luminosos. Cabe mencionar como principales representantes a Édouard Manet –
considerado un precursor–, Claude Monet, Camille Pissarro, Pierre-Auguste Renoir y Edgar Degas. Igual
de renovador fue en el terreno de la escultura el papel de Auguste Rodin, que sentó las bases de la
escultura del siglo XX.
Postimpresionismo: son artistas que, partiendo de los nuevos hallazgos técnicos efectuados por los
impresionistas, los reinterpretan de manera personal, abriendo distintas vías de desarrollo de suma
importancia para la evolución del arte en el siglo XX: Henri de Toulouse-Lautrec, Paul Gauguin, Paul
Cézanne, Vincent Van Gogh, Joaquín Sorolla, etc.
Simbolismo: corriente de corte fantástico y onírico, surgió como reacción al naturalismo de la corriente
realista e impresionista, poniendo especial énfasis en el mundo de los sueños, así como en aspectos
satánicos y terroríficos, el sexo y la perversión. Destacaron Gustave Moreau, Odilon Redon, Pierre Puvis
de Chavannes y Gustav Klimt.
El arte del siglo XX padece una profunda transformación: en una sociedad más materialista, más
consumista, el arte se dirige a los sentidos, no al intelecto. Igualmente, cobra especial relevancia el
concepto de moda, una combinación entre la rapidez de las comunicaciones y el aspecto consumista de
la civilización actual. Surgen así los movimientos de vanguardia, que pretenden integrar el arte en la
sociedad, buscando una mayor interrelación artista-espectador, ya que es este último el que interpreta la
obra, pudiendo descubrir significados que el artista ni conocía. Las últimas tendencias artísticas pierden
incluso el interés por el objeto artístico: el arte tradicional era un arte de objeto, el actual de concepto.
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Hay una revalorización del arte activo, de la acción, de la manifestación espontánea, efímera, del arte no
comercial (arte conceptual, happening, environment).
Arquitectura del siglo XX: la arquitectura ha sufrido una profunda transformación desde las formas
tradicionales hasta las movimientos de vanguardia, que han supuesto un nuevo concepto constructivo
basado en una concepción más racional del espacio, estructurado de forma más depurada y funcional,
con especial atención a las nuevas tecnologías y a su ubicación medioambiental. La principal tendencia
artística ha sido el racionalismo, representado fundamentalmente por la Escuela de la Bauhaus. Entre
los nombres de los más destacados arquitectos del siglo XX sobresalen Walter Gropius, Frank Lloyd
Wright, Ludwig Mies van der Rohe, Le Corbusier, José Luis Sert, Oscar Niemeyer, Alvar Aalto, Pier Luigi
Nervi, Luis Barragán, Rafael Moneo, Richard Rogers, Robert Venturi, Frank Gehry, Norman Foster,
James Stirling, Santiago Calatrava, etc.
Vanguardismo (1905-1945):
Fovismo: primer movimiento vanguardista del siglo XX, el fovismo supuso una experimentación en el
terreno del color, que es concebido de modo subjetivo y personal, aplicándole valores emotivos y
expresivos. Destacan Henri Matisse, Albert Marquet, Raoul Dufy, André Derain y Maurice de Vlaminck.
Expresionismo: surgido como reacción al impresionismo, los expresionistas defendían un arte más
personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista –la ‘expresión’– frente a la
plasmación de la realidad –la ‘impresión’–, reflejando en sus obras una temática personal e intimista con
gusto por lo fantástico, deformando la realidad para acentuar el carácter expresivo de la obra. Con
precedentes en las figuras de Edvard Munch y James Ensor, se formó principalmente en torno a dos
grupos: Die Brücke (Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff, Emil Nolde), y Der Blaue
Reiter (Vasili Kandinski, Franz Marc, August Macke, Paul Klee), destacando igualmente Egon Schiele,
Oskar Kokoschka, Amedeo Modigliani, Marc Chagall, etc.
Futurismo: movimiento italiano que exaltó los valores del progreso técnico e industrial del siglo XX,
destacando aspectos de la realidad como el movimiento, la velocidad y la simultaneidad de la acción.
Destacan en pintura Giacomo Balla y Gino Severini, y Umberto Boccioni en escultura.
Surrealismo: con un claro precedente en la pintura metafísica (Giorgio de Chirico, Carlo Carrà), el
surrealismo puso especial énfasis en la imaginación, la fantasía, el mundo de los sueños, con una fuerte
influencia del psicoanálisis, como se percibe en su concepto de “escritura automática”, por la que
intentan expresarse liberando su mente de cualquier atadura racional, mostrar la pureza del
inconsciente. La pintura surrealista se movió entre la figuración (Salvador Dalí, Paul Delvaux, René
Magritte, Max Ernst) y la abstracción (Joan Miró, André Masson, Yves Tanguy). En escultura destacan
Henry Moore, Constantin Brâncuşi, Alberto Giacometti y Alexander Calder.
Arte abstracto: cuestionado el concepto de realidad por las nuevas teorías científicas, y con el
surgimiento de nuevas tecnologías como la fotografía y el cine, que ya se encargan de plasmar la
realidad, se produce la génesis del arte abstracto: el artista ya no intenta reflejar la realidad, sino su
mundo interior, expresar sus sentimientos. El arte pierde todo aspecto real y de imitación de la
naturaleza para centrarse en la simple expresividad del artista, en formas y colores que carecen de
cualquier componente referencial. Iniciado por Vasili Kandinski, fue desarrollado por el movimiento
neoplasticista (De Stijl), con figuras como Piet Mondrian y Theo Van Doesburg.
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de obras de estilo abstracto, con tendencia a la geometrización. Destacan Vladímir Tatlin, Lissitzky,
Anton Pevsner y Naum Gabo. Una variante fue el suprematismo de Kasimir Malevich.
Liberación de 1001 globos azules, “escultura aerostática” de Yves Klein. Las últimas tendencias han sido
propensas a un arte más desmaterializado, donde importa más el concepto, el mensaje, la acción.
Arte de acción: son diversas tendencias basadas en el acto de la creación artística, donde lo importante
no es la obra en sí, sino el proceso creador, en el que además del artista interviene a menudo el público,
con un gran componente de improvisación. Engloba diversas manifestaciones artísticas como el
happening, la performance, el environment, la instalación, etc. Entre sus figuras destacan Joseph Beuys,
Allan Kaprow, Wolf Vostell, Yōko Ono, Nam June Paik, etc.
Hiperrealismo: como reacción al minimalismo surgió esta nueva corriente figurativa, caracterizada por
su visión superlativa y exagerada de la realidad, que es plasmada con gran exactitud en todos sus
detalles, con un aspecto casi fotográfico. Destacan Chuck Close, Richard Estes, Antonio López García y,
en escultura, George Segal, famoso por sus figuras humanas en yeso.
Arte conceptual: tras el despojamiento material del minimalismo, el arte conceptual renuncia al sustrato
material para centrarse en el proceso mental de la creación artística, afirmando que el arte está en la
idea, no en el objeto. Incluye diversas tendencias: el arte conceptual lingüístico, el más purista de la
conceptualidad, centrado en la relación arte-lenguaje (Joseph Kosuth); el arte povera, centrado en las
instalaciones, generalmente de materiales detríticos (Mario Merz, Jannis Kounellis); el body-art, con el
cuerpo humano como soporte; el land-art, que utiliza la naturaleza como soporte, con un marcado
componente efímero; el bio-art, que usa técnicas biológicas; etc.
Arte postmoderno: por oposición al denominado arte moderno, es el arte propio de la postmodernidad.
Asumen el fracaso de los movimientos de vanguardia como el fracaso del proyecto moderno: las
vanguardias pretendían eliminar la distancia entre el arte y la vida, universalizar el arte; el artista
postmoderno, en cambio, es autorreferencial, el arte habla del arte, no pretenden hacer una labor social.
Destacan artistas individuales como Jeff Koons, David Salle, Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Julian
Schnabel, Miquel Barceló, etc.; o también diversos movimientos como la transvanguardia italiana, el
neoexpresionismo alemán, el neomanierismo, la figuración libre, etc.
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