Bruna (2015) 'El Fútbol Chileno Opera Como Una Mafia'

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“El fútbol chileno opera como una

mafia”
por Eduardo Bruna 11 julio, 2015

El personero, quien pidió expresa reserva de su nombre,


recordó el extraño caso de su institución, que jamás vio
los 500 mil dólares que iba a recibir como integrante de
la ANFP en 2012. Dineros que, pertenecientes a la
Federación Chilena de Fútbol por los derechos de la
transmisión televisiva de las Clasificatorias a Rusia
2018, fueron sin embargo a parar a los clubes
Sociedades Anónimas mediante una fórmula conocida:
el “Fútbol Joven”.

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Un ex dirigente de Puerto Montt, que pide expresamente


permanecer en el anonimato (“el fútbol está convertido en
una mafia, y todos sabemos cómo operan las mafias”), señala:
“Lo que dice El Mostrador respecto de que con la llegada de
las Sociedades Anónimas Deportivas el fútbol, al contrario de
ganar en transparencia, se transformó en algo muy turbio, es
una absoluta verdad. ¿Sabe la gente que a principios de 2013
la ANFP decidió repartir 16 millones de dólares que
pertenecían a la Federación Chilena de Fútbol entre los 32
clubes que la integran? ¿Y cuál cree usted que fue la fórmula
para que dineros pertenecientes a la Federación, y no a la
ANFP, llegaran a los clubes? La misma utilizada para
defraudar al Estado y ahora a las municipalidades: los
dineros, supuestamente, iban a los clubes Sociedades
Anónimas para el financiamiento de su “Fútbol Joven”. No
estamos hablando de una cantidad menor: cada club recibió
medio millón de dólares, excepto Puerto Montt. Lo que le
correspondía fue a parar a las arcas de Deportes Copiapó, que
al momento del acuerdo no estaba en los registros de la ANFP,
por competir en Segunda División”.

Consultado Patricio Corominas, presidente de Deportes Puerto


Montt en la época de dicho acuerdo de reparto de utilidades,
señaló que “le agradezco su preocupación, pero yo hace
tiempo que estoy retirado de las actividades directivas. Sí le
puedo decir que lo que usted me consulta es rotundamente
cierto: el club nunca recibió esos 500 mil dólares, que
efectivamente fueron a favorecer a Deportes Copiapó, que al
momento del acuerdo no pertenecía a la ANFP”.

Según pudo averiguar El Mostrador, el acuerdo, tomado en un


Consejo de Presidentes de la ANFP de principios de enero de
2013, era sin embargo taxativo para señalar-y así consta en
actas- que se repartirían en partes iguales 16 millones de
dólares entre los clubes integrantes del organismo que
hubieran competido en los Campeonatos correspondientes a
2012. Era la situación de Deportes Puerto Montt. Sin embargo,
ese mismo año el club sureño perdió su categoría y, junto con
ello, el valioso aporte que, se suponía, estaba destinado a sus
series menores.

El anónimo dirigente portomontino dice al respecto: “Pero


todos sabemos a dónde fueron a parar esos dineros: a los
bolsillos de los accionistas. De aquello han pasado dos años y
medio y, sin embargo, ¿se ha sabido de inversiones de las
Sociedades Anónimas en canchas o camarines para sus series
menores? No hay nada. Con suerte les compraron a los niños
camisetas nuevas”.

Consultado el dirigente acerca de si estaba enterado de dónde


habían aparecido esos 16 millones que, a razón de 500 mil
dólares por club, habrían ido a parar a los bolsillos de los
accionistas, señala: “Era dinero a cuenta de los que la
Federación iba a percibir por los derechos de transmisión
televisiva de las Clasificatorias para Rusia 2018, vendidos a
Mega en 106 millones de dólares, a los que había que sumar
otros 8 millones que pagó la cadena Fox Sports. Creo que a
Deportes Puerto Montt lo dejaron fuera porque el contrato
con Mega se firmó sólo a mediados de 2013, pero eso no
cambiaba el acuerdo del Consejo de Presidentes de que los
favorecidos iban a ser los clubes que formaban parte de la
ANFP durante 2012”.

Agrega: “Con los documentos pertinentes, acudí donde la


jueza de Puerto Montt, María Eugenia Concha, y ella, tras
examinarlos, me dijo que al club simplemente le habían
escamoteado ese dinero, independiente de que el contrato con
Mega se hubiera firmado sólo a mediados del 2013”.

Alex Rojas es gerente de Deportes Puerto Montt desde 2007.


Recuerda con claridad el caso. Dice: “En la comunidad
portomontina, como parece ser lógico, respecto de este hecho
surgieron todo tipo de sospechas. El directorio, encabezado
primero por Patricio Corominas y luego por Juan Jorquera, se
vio sometido a todo tipo de presiones y de acusaciones. El
socio, el hincha, y la gente en general, pensaban que los 500
mil dólares habían quedado en poder de los dirigentes del
club, uno de los pocos, junto con Curicó Unido y Cobresal, que
no son Sociedades Anónimas y que continúan siendo
Corporaciones de Derecho Privado sin fines de lucro”.

Agrega: “Fue tanto, que Juan Jorquera debió viajar a Santiago


y obtener, en la sede de la ANFP, un certificado que acreditaba
que el club no había recibido un peso de esos 500 mil
dólares”.

Pero, ¿por qué debería haber recibido Deportes Copiapó ese


medio millón de dólares si, al momento del acuerdo, no
formaba parte de la ANFP? El propio dirigente anónimo tiene
una posible explicación:

“El presidente de Deportes Copiapó es Felipe Muñoz, uno de


los principales socios del factoring Factor-One, que les presta
dineros a los clubes con un interés del 10 por ciento. Es muy
probable que se les haya cedido a ellos ese dinero para
cancelar alguna deuda. ¿Qué otra explicación puede haber?”.

Los dirigentes portomontinos en todo caso, no se fueron a


Segunda División en 2013 con las manos vacías: la ANFP, a
manera de indemnización por haber perdido la categoría, los
consoló con un generoso aporte de 25 mil UF. Pero la alegría
les duró poco: Deportes Puerto Montt vuelve este año a
competir en la Primera B y la ANFP le cobró, por “derecho de
llaves”, las mismas 25 mil UF, sólo que al precio actual el
monto corresponde a más o menos 625 millones de pesos,
cantidad sustancialmente mayor a la recibida hace ya tres
años.

¿De verdad es la ANFP una Corporación de Derecho Privado


sin fines de lucro?

En todo este problema que atañe a Puerto Montt no se puede,


sin embargo, perder de vista el hecho de que la ANFP haya
decidido, sin tener atribuciones para ello, repartir entre los
clubes 16 millones de dólares que pertenecían a la Federación
Chilena de Fútbol, toda vez que la Selección Chilena es un
“producto” que le pertenece. Dicho claramente, los dineros del
contrato firmado con Mega no podían ser manejados por la
ANFP, y mucho menos repartirlos para el beneficio de
privados, es decir, los accionistas de las Sociedades Anónimas
Deportivas.

No sólo eso: se repartieron utilidades “a futuro”, toda vez que,


cuando se llegó al acuerdo, el contrato con Mega aún no
estaba firmado. ¿No ha sido ese el principal “talón de Aquiles”
de los manejos del fútbol mundial, que han apurado la
corrupción de la FIFA y de sus organismos dependientes,
como la Concacaf y la Conmebol?

Ahora que el Ministerio de Justicia está investigando al fútbol


chileno, a raíz del escándalo que todavía sacude a la FIFA, y
que tuvo repercusiones en el país, luego que se supiera que la
empresa Datisa habría pagado al fútbol chileno 3 millones de
dólares en coimas para obtener los derechos de transmisión
televisiva de las próximas Copas Américas, cabe la pregunta:
¿Abordará la ministra Javiera Blanco este tipo de casos cuya
turbiedad brota por todos lados?

¿Le llamará la atención a la ministra el que la ANFP disponga


de la forma que se le antoje de dineros que no le pertenecen
para ser repartidos a beneficio de los accionistas de los clubes
Sociedades Anónimas? ¿Se preguntará por qué la Federación
Chilena de Fútbol es un ente inoperante, y que en los hechos
no existe, excepto cuando se trata de recibir dinero para luego
repartirlo?

Pero las preguntas son muchas y las respuestas no siempre


llegan. De partida, la ministra Blanco se apresuró en aclarar
que en su investigación del fútbol chileno, su cartera no tiene
plazos. A lo mejor le faltó agregar que se iba a investigar “sólo
en la medida de lo posible”, parafraseando a Patricio Aylwin
respecto del papel que le correspondía a la justicia en la
violación de los derechos humanos cometidos a destajo
durante una dictadura de triste recuerdo.

Consultada esa vez la ministra acerca del análisis que haría su


cartera de los balances de la ANFP, aclaró que “lo importante
es chequear que los ingresos y gastos estén asociados al objeto
de una Corporación sin fines de lucro. Y eso significa que no
haya utilidades. No puede haber retiros”.

Agregó: “Sí puede haber reinversión en actividades


vinculadas al giro”.

Frente a la pregunta acerca de si la ANFP, que en teoría no


tiene fines de lucro, podía transferir dinero a entidades con
fines de lucro, como los clubes Sociedades Anónimas, señaló
que sí, aclarando que “esas transferencias sólo pueden
hacerse para realizar actividades relacionadas con los fines
sociales de la respectiva SAD”.

La afirmación de la ministra, otra vez, provoca nuevas


interrogantes: ¿Cuáles podrían ser los fines sociales de una
Sociedad Anónima Deportiva que sólo persigue el lucro y no
el desarrollo del deporte? ¿Va a investigar su cartera si esos
500 mil dólares que percibieron las SAD para supuestamente
fortalecer su “Fútbol Joven” fue efectivamente invertido en los
fines que se anunciaron? ¿No le llama la atención que esta
triquiñuela del “Fútbol Joven” ha sido utilizada hasta el
hartazgo por las Sociedades Anónimas que buscaban que
fueran el Estado, y ahora último los municipios, quienes las
financiaran, puesto que en este plano, está claro, les resulta
extremadamente doloroso invertir ellos? ¿O es que las
Sociedades Anónimas privilegiaron invertir en
infraestructura por sobre sus series menores?

Respecto de esto último, ministra, usted, como personera


destacada del gobierno que nos rige, debe saber de sobra que
los flamantes estadios exhibidos durante la última Copa
América fueron construidos exclusivamente con dineros
estatales, a un costo cercano a los 200 millones de dólares, sin
que ninguna SAD haya puesto un peso por escenarios que, a
partir de ahora, van a ser utilizados exclusivamente por ellos.

Las Sociedades Anónimas Deportivas, presentadas como la


gran solución, están resultando todo un fiasco. Ni resultados
deportivos pueden exhibir.

Los tres últimos participantes nacionales en la Copa


Libertadores (Colo Colo, Universidad de Chile y Palestino)
fueron eliminados sin pena ni gloria en la fase de grupos. Las
divisiones inferiores son incapaces de producir jugadores de
nivel, y ahí están los continuos fracasos de las selecciones de
menores en las competencias internacionales para ratificarlo.

¿Dónde está la generación de recambio de los actuales


Campeones de América?

¿Cuál de estos clubes Sociedad Anónima (excepto O´Higgins y


Universidad de Chile) puede exhibir siquiera la construcción
de una nueva cancha, de nuevos vestuarios para sus chicos?

Curiosamente (o naturalmente), entre los regentes de los


clubes no se advierte mayor preocupación. Hasta ahora, no se
escucha ni un “mea culpa”.

¿Será que mientras para los accionistas los dividendos sean


atractivos todo lo demás carece de la más mínima
importancia?

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