Antonio Piñero LOS CRISTIANISMOS DERROTADOS Present
Antonio Piñero LOS CRISTIANISMOS DERROTADOS Present
Antonio Piñero LOS CRISTIANISMOS DERROTADOS Present
Introducción
LOS INICIOS
1. El nacimiento del cristianismo. Variedad de ideas y concepciones desde los
mismos comienzos
* Los inicios del grupo cristiano
* La figura y religión del Jesús histórico
* El concepto de “herejía” o heterodoxia
* La reinterpretación de los dichos y hechos de Jesús
* Necesidad de unidad entre los grupos cristianos. El intento de Lucas
* Eusebio de Cesarea, continuador de la perspectiva de Lucas
2. El judeocristianismo hasta el final de la composición de los escritos del Nuevo
Testamento: 50-120 d.C.
* La diversidad teológica del judeocristianismo desde el 50 hasta el 120 d.C.
aproximadamente
1. La naturaleza del Salvador
2. La naturaleza de la Iglesia
3. La naturaleza de la salvación
o El modo de la resurrección
* Avisos en el Nuevo Testamento contra las heterodoxias.
* La búsqueda de un consenso
LOS AGITADOS SIGLOS II Y III
1. De qué fuentes disponemos para conocer esta época
2. Principales grupos disidentes de la opinión mayoritaria
3. Primeros debates “trinitarios”. Cristianismos con notable componente judío: los
“judaizantes”
1. Primeros debates “trinitarios”
2. Ebionitas y judaizantes
3. Elcasaítas
4. Los milenaristas
4. Grupos gnósticos y afines: cristianos que se creían especiales
1. Los marcionitas
* La doctrina de Marción
* La primera lista de escritos sagrados cristianos: las Sagradas Escrituras
marcionitas
* La expansión de la Iglesia marcionita
2. La salvación por el conocimiento revelado: la gnosis
* Panorama general de la gnosis
* El nacimiento de la gnosis occidental
* Ideas básicas de la gnosis y del gnosticismo
o Algunos ejemplos de este cristianismo
3. Grupos gnósticos particulares o afines al gnosticismo
1. Simonianos
2. El bardesianismo
3. Fibionitas y Libertinos
* El aparente final del gnosticismo
5. Movimientos de renovación de la Iglesia en los siglos II y III
1. Cristianismos descontentos con el Antiguo Testamento o con su interpretación
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* El concepto de la salvación
* La iglesia maniquea y sus textos
* Vida religiosa de los maniqueos
LAS GRANDES DISPUTAS TEOLÓGICAS DE LOS SIGLOS IV Y V
1. Arrio y el arrianismo. El concilio de Nicea
* Vida de Arrio
* La doctrina de Arrio
* ¿Cómo se había llegado en el cristianismo a los planteamientos arrianos?
* El Concilio de Nicea (año 325)
* La continuación de las disputas
2. Una teología “moderna”: Pelagio y la controversia pelagiana
* La teología básica de Pelagio y sus discípulos
* Condenas de Pelagio y de sus seguidores
* Juliano de Eclana
3. Otras disputas teológicas de los siglo IV y V. Las escuelas de Alejandría y
Antioquía. Los “monofisitas” o defensores de una sola naturaleza de Jesucristo
* La escuela alejandrina
o Apolinar de Laodicea
o Eutiques
o Los monofisitas coptos y etíopes
* La escuela antioquena
4. Nestorio y las iglesias nestorianas
* Vida y doctrina de Nestorio
* Evolución del pensamiento de Nestorio
* Las iglesias nestorianas
5. El Concilio de Calcedonia del 451. La formación final del credo que dura hasta
hoy
* Las declaraciones cristológicas del Concilio de Calcedonia del 451
MOVIMIENTIOS DE RENOVACIÓN ECLESIÁSTICA DE LOS SIGLOS IV Y V
1. Prisciliano y su trágico destino
* Vida de Prisciliano
* Posibles obras de Prisciliano
* Las doctrinas de Prisciliano y de sus seguidores
2. La crisis donatista y sus antecedentes.
* Novaciano como antecedente del donatismo
* El donatismo
* Doctrinas de Donato
MOVIMIENTOS DE RENOVACIÓN EN LA EDAD MEDIA
1. Los bogomilos
* Antecedentes:
o Mesalianos
o Paulicianos
* Primeras noticias sobre los bogomilos
* Doctrina de los bogomilos
* Extensión del movimiento bogomilo. Su relación con los cátaros.
2. Los cátaros
* Origen de los cátaros
* Doctrina cátara
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luchar para poner fin a este movimiento; sus acciones nos manifiestan cómo la
autoridad eclesiástica vigilaba el problema de los herejes. He aquí la carta de
Serapión a los cristianos de Rosos a propósito del evangelio apócrifo de Pedro
que se presaba a defender las tesis de Satornilo:
Nosotros, hermanos míos, recibimos a Pedro y a los otros apóstoles como a
Cristo mismo; en cuanto a los escritos que algunos adjudican falsamente a su
nombre, la experiencia nos enseña a rechazarlas, porque tenemos conciencia de
no haberlos recibido por tradición.
A veces era difícil definir quiénes eran los herejes. La concordia entre las
comunidades se abría camino difícilmente a causa de la divergencia de las
doctrinas. Dionisio de Alejandría escribió a Esteban, obispo de Roma, hacia el
254, que por fin se había realizado la unidad de las iglesias. Éstas son sus
palabras:
Sabe ahora, hermano, que están unidas todas las iglesias de Oriente e incluso
las más lejanas, que antes estaban divididas; que todos sus dirigentes, en todas
partes, tienen los mismos sentimientos y se alegran, más de lo que se puede
figurar, de la paz alcanzada contra toda esperanza:
Sin embargo no reinaba la armonía tanto como Dionisio quería hacer creer.
Apenas dos años más tarde, en la carta que dirigió a Sixto II -sucesor de
Esteban- trata de las importantes divergencias que existían en el interior de las
comunidades de Cilicia, de Capadocia y de Galacia en relación con la validez del
bautismo otorgado por los herejes. El obispo de Roma lo consideraba válido,
pero los obispos que dependían de Antioquía estimaban que era preciso
reiterarlo. Era ésta una brecha en la unidad que dio ocasión a Antioquía para
hacer bloque con Cilicia, Capadocia y Galacia. Ya al final del siglo II en la época
de Serapión, encontramos un primer indicio de la independencia que quería
conquistar para sí en Oriente la iglesia de Antioquía.
Por último, los que no seguían la línea oficial contaron todavía en el siglo V con
la ayuda de algunos emperadores. Teodoreto de Ciro (393-hacia el 466), en su
Historia eclesiástica, proporciona detalles sobre las actuaciones del emperador
Valente (364-378) en Antioquía. Su texto pone de manifiesto cómo paganos,
judíos y cristianos (heterodoxos, según el historiador) se comportaban en el
universo heterogéneo de la ciudad a pesar de que el Imperio romano fuese ya
en esa época oficialmente cristiano:
Valente, que pasaba la mayor parte de tiempo posible en Antioquía, había dado
licencia a los paganos, a los judíos y a todos los que bajo la cobertura del
nombre de cristianos proclamaban dogmas contrarios a las máximas
evangélicas. De hecho, los servidores del error oficiaban sus misterios paganos;
Valente permitió que floreciese de nuevo la mentira que, después de Juliano, se
había extinguido bajo Joviano. Se celebraron de nuevo las diasias, las
dionisíacas, las festividades de Deméter y no a escondidas, como se hubiese
esperado en un imperio cristiano; las bacantes realizaban sus carreras en el
centro del ágora (Historia eclesiástica IV 24, 2-4).
No quiero cansarles más. Espero que disfruten con la lectura del libro, que
aprecien el esfuerzo de claridad y de síntesis, y que concluida la lectura tengan
en sus mentes como idea ya bien adquirida y asentada que la variedad es la
esencia del cristianismo y que un mejor conocimiento de las heterodoxias del
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