7 Listeria y Erysipelothrix
7 Listeria y Erysipelothrix
7 Listeria y Erysipelothrix
• LISTERIA MONOCYTOGENES
Patogenia e inmunidad
Otras internalinas (p. ej., In1B) pueden reconocer receptores en una gama de células
hospedadoras más amplia.
Los estudios con modelos animales han puesto de manifiesto que esta infección se inicia
en los enterocitos o en las células M de las placas de Peyer. Después de penetrar en las
células, el pH acido de) fagolisosoma que rodea a las bacterias activa una citolisina
formadora de poros (listeriolisina 0) y dos enzimas diferentes de fosfolipasa C, lo que
conlleva la liberación de las bacterias en el citosol de la célula.
Epidemiologia
Enfermedades clínicas:
Meningitis en adultos:
La meningitis es la forma más frecuente de infección por Listeria diseminada en
adultos.
Aunque los signos y síntomas clínicos de la meningitis producida por este
microorganismo no son específicos, se debe sospechar Listeria en todos los
pacientes con un Órgano trasplantado, cáncer o en mujeres embarazadas en las
que aparece meningitis.
La enfermedad se asocia a una elevada mortalidad (20-50%) y secuelas
neurológicas importantes en los supervivientes.
Bacteriemia primaria
Los pacientes con bacteriemia pueden tener unos antecedentes no llamativos de
escalofríos y de fiebre (frecuentemente observados en mujeres embarazadas) o
una forma de presentación más aguda con fiebre elevada e hipotensión.
Solo los pacientes con inmunodepresión grave y los recién nacidos de mujeres
embarazadas con sepsis parecen tener riesgo de muerte.
Diagnóstico de laboratorio
Microscopia
Las preparaciones del líquido cefalorraquideo (LCR) teñidas con Gram no suelen
revelar la presencia de estos microorganismos debido a que las bacterias están
generalmente presentes en concentraciones inferiores al límite de detección (p. ej.,
10 4 bacterias o menos por mililitro de LCR). Este rasgo los diferencia de la
mayoría de los restantes patógenos bacterianos del sistema nervioso central, los
cuales están presentes en concentraciones de 100 a 1.000 veces superiores.
Cuando la tinción de Gram muestra microorganismos, suele tratarse de
cocobacilos Gram positivos intracelulares y extracelulares. Se debe tener cuidado
para distinguirlos de otras bacterias, como S. pneumoniae, Enterococcus y
Corynebacterium.
Cultivo
Listeria crece en la mayoría de los medios convencionales de laboratorio,
formando pequeñas colonias redondas en los medios de agar después de 1 o 2
días de incubación. Puede ser necesario usar medios selectivos o un
enriquecimiento en frio (almacenar la muestra en la nevera durante un periodo
prolongado) para detectar listerias en muestras contaminadas con bacterias de
crecimiento rápido,
Identificación
Se utilizan pruebas bioquímicas seleccionadas para identificar de forma definitiva
al patógeno, lo que tiene su importancia porque L. monocytogenes, la única
especie responsable de enfermedad humana, debe ser diferenciada de otras
especies de Listeria que pueden contaminar los productos alimenticios. Se
emplean métodos serológicos y de tipado molecular en las investigaciones
epidemiológicas.
Se han descrito 13 serotipos; sin embargo, los serotipos 1/2a, 1/2b y 4b son
responsables de la mayoría de las infecciones en los neonatos y en los adultos,
por lo que el serotipado no suele ser de utilidad en las investigaciones
epidemiológicas. La electroforesis en gel de campo pulsado (PFGE), y más
recientemente el análisis de secuencia de la totalidad del genoma, son los
métodos moleculares utilizados con mayor frecuencia en las investigaciones
epidemiológicas de brotes sospechosos.
Microorganismo Enfermedades
Listeria monocytogenes Enfermedad neonatal (aborto espontaneo, abscesos y
granulomas diseminados, meningitis, septicemia);
enfermedad seudogripal en adultos sanos;
bacteriemia o enfermedad diseminada con meningitis
en mujeres embarazadas y en pacientes con defectos
de la inmunidad celular
Erysipelothrix rhusiopathiae Erisipeloide (lesión cutánea dolorosa y pruriginosa);
enfermedad cutánea generalizada: una infección
cutánea difusa con fiebre y artralgias; la septicemia se
asocia típicamente a endocarditis
Corynebacterium diphtheriae Difteria (respiratoria, cutánea): faringitis y endocarditis
(cepas no toxiqenicas)
C. jeikeium (grupo JK) Septicemia, endocarditis, infecciones de heridas,
infecciones de cuerpos extraños (catéteres,
derivaciones, pr6tesis)
C. urealyticum infecciones del tracto urinario (coma pielonefritis y
cistitis costrosa alcalina), sepsis, endocarditis,
infecciones de heridas
C. amycolatum Linfadenitis, linfangitis ulcerosa, formación de
abscesos, difteria respiratoria
C. pseudotuberculosis Linfadenitis, linfangitis ulcerosa, formación de
abscesos, difteria respiratoria
C. ulcerans Difteria respiratoria
Arcanobacterium Faringitis, celulitis, infecciones de heridas, formación
de abscesos, septicemia, endocarditis
Rothia Endocarditis, infecciones de cuerpos extraños
Tropheryma Enfermedad de Whipple
ERYSIPELOTHRIX RHUSIOPATHIAE
Fisiología y estructura
Los bacilos son delgados (0,2 a 0,5 X 0,8 a 2,5 µm) y, en ocasiones, pleomorfos, con tendencia a
formar filamentos de hasta 60 um de longitud («aspecto de pelo»).
Estos microorganismos son microaerofilos, por lo que prefieren una atmosfera pobre en oxígeno y
complementada con dióxido de carbono (5-10% CO2).
Patogenia
Se cree que la producción de neuraminidasa es importante para el anclaje y la entrada a las células
epiteliales y una capsula parecida a los polisacáridos protege a la bacteria de la fagocitosis.
Epidemiología
La enfermedad por Erysipelothrix en el ser humano es una zoonosis (diseminación desde animales
al ser humano) y constituye una entidad de tipo profesional. Los carniceros, los manipuladores de
carne, los granjeros, los que trabajan con las aves de corral, los manipuladores de pescado y los
veterinarios presentan un riesgo alto de adquirir la enfermedad.
Enfermedades clínicas:
La enfermedad animal, sobre todo en cerdos, está bien reconocida, pero la enfermedad humana
es menos frecuente. Se han descrito las tres formas siguientes de infección de! ser humano por E.
rhusiopathiae:
El erisipeloide es una lesión inflamatoria cutánea que se desarrolla en el lugar del traumatismo
tras un periodo de incubación comprendido entre 2 y 7 días.
La lesión, que generalmente se encuentra en los dedos o en las manos, es violacea y tiene un
borde elevado. Se extiende lentamente de forma periférica conforme desaparece la decoloración
de su zona central.
La forma septicemica de las infecciones por Erysipelothrix es infrecuente, pero cuando aparece se
suele asociar a endocarditis. La endocarditis por Erysipelothrix puede tener un inicio agudo,
aunque generalmente es subagudo.
Diagnóstico de laboratorio:
Por eso se deben tomar muestras de biopsia gruesas o aspirados profundos del margen de la
lesión.
La serología no resulta útil para el diagnóstico, dado que la respuesta de anticuerpos es debil en
las infecciones humanas.
CORYNEBACTERIUM DIPHTHERIAE
Palabras clave Toxina difterica, faringitis, cultivo selectivo, vacuna
Biología y virulencia • Bacilos pleomorttcos grampositivos.
• El principal factor de virulencia es la toxina dlfterica, una exotoxina A-B; inhibe
la síntesis de proteínas
Epidemiologia • Distribución mundial mantenida en portadores asintomáticos y pacientes
infectados.
• El ser humano es el único reservorio conocido en la orofaringe o sobre la
superficie cutarea.
• Propagación de persona a persona mediante exposición a gotitas respiratorias
o contacto cutáneo.
• La enfermedad se observa en niños no vacunados o vacunados parcialmente o
en adultos que viajan a países con enfermedad endémica.
• La difteria es muy frecuente en EE.UU. yen otros países con programas de
vacunación activos.
Enfermedades Germen etiológico de la difteria: formas respiratorias y cutáneas.
Diagnostico • La microscopia es inespecífica: se observan gránulos metacromancos en C.
diphtheriae y otras corinebacterias.
• El cultivo debe realizarse en medias no selectivos (agar sangre) y selectivos
(agar cisteína-telurite, media de Tinsdale, agar collstina-nalidixico).
• La supuesta identificación de C. diphtheriae puede basarse en la presencia de
cistinasa y en la ausencia de pirazinamidasa; identificación definitiva por pruebas
bioquímicas o secuencias génica específica de especies.
• La demostración de la exotoxina se l eva a cabo mediante la prueba de Elek o la
reacción en cadena de la polimerasa.
Tratamiento, • Las infecciones se tratan con antitoxina diftérica para neutralizar la exotoxina,
prevención y penicilina o eritromicina para eliminar a C. diphtheriae y finalizar la producción
control de toxina, y mediante vacunación de los pacientes convalecientes con toxoide
diftérico para estimular la producción de anticuerpos protectores.
• Administración de vacuna diftérica y dosis de recuerdo a la población
susceptible.
Las tinciones de Gram de estas bacterias revelan agrupaciones y cadenas cortas de bacilos de
formas irregulares (con forma de palo de golf).
Las corinebacterias son ubicuas en las plantas y los animales y normalmente colonizan la piel, las
vías respiratorias altas, el aparato digestivo y el tracto urogenital en los seres humanos. Aunque
todas las especies pueden funcionar coma patógenos oportunistas, relativamente pocas se asocian
a enfermedad en el ser humano.
Fisiología y estructura
C. diphtheriae es un bacilo pleomórfico que se tiñe irregularmente (0,3 a 0,8 x 1,0 a 8 µm).
Después de una noche de incubación se observan colonias grandes de 13 mm en un medio de agar
sangre. Pueden usarse medios diferenciales más selectivos para recuperar este patógeno de
muestras con otros microorganismos presentes, como las muestras faríngeas.
Belfanti
Gravis
Intermedius
Mitis
Patogenia e inmunidad
El gen tox que codifica la exotoxina se introduce en las cepas de C. diphtheriae mediante un
bacteriofago lisogenico, un β-fago. Para que el producto génico se segregue se necesitan dos
pasos de procesamiento:
1) Escisión proteolítica de la secuencia líder desde la proteína Tox durante la secreción a partir de
la célula bacteriana.
El receptor para la toxina es el factor de crecimiento epidérmico de unión a la heparina, que está
presente en la superficie de muchas células eucariotas, y en particular de células nerviosas y
cardiacas; su presencia explica los síntomas cardiacos y neurológicos observados en los pacientes
con difteria grave. Una vez que la toxina se une a la célula huésped, la región de translocación se
inserta en la membrana del endosoma, facilitando el movimiento de la región catalítica hacia el
citoplasma celular. A continuación, la subunidad A finaliza la síntesis de proteínas de la célula
huésped mediante la inactivación del factor 2 de elongación (EF2), un factor imprescindible para el
movimiento de las cadenas peptídicas nacientes en los ribosomas. Como el recambio de EF 2 es
muy lento y aproximadamente solo está presente en la célula una molécula por ribosoma, se ha
calculado que una molécula de exotoxina puede inactivar la totalidad de! contenido de EF2 en una
célula, finalizando por completo la síntesis proteica de las células huésped, La síntesis de toxinas
está regulada por un elemento codificado cromosómicamente, el represor de la toxina diftérica
(DTxR).
Esta proteína, activada en presencia de altas concentraciones de hierro, puede unirse al operador
de! gen de la toxina y prevenir la producción de toxina.
Epidemiología
La difteria es una enfermedad mundial, más prevalente en áreas urbanas pobres con hacinamiento
y cuando el nivel protector de la inmunidad inducida por la vacuna es bajo.
El brote más grande en el último tercio del siglo xx ocurrió en la antigua Unión Soviética, donde en
1994 se documentaron casi 48.000 casos con 1.746 fallecimientos. C. diphtheriae se mantiene en
la población mediante portadores asintomáticos en la orofaringe o en la pie! de personas
inmunes. Las gotitas respiratorias o el contacto cutáneo transmiten la enfermedad de una persona
a otra. Los seres humanos son el único reservorio conocido de este microorganismo. La difteria se
ha convertido en una enfermedad sumamente infrecuente en EE. UU. Gracias a un programa de
inmunización activa, coma lo demostró el hecho de que en 1921 se diagnosticas en más de
200.000 casos, mientras que desde 2003 no se ha notificado ninguno.
Un análisis de las infecciones por C. diphtheriae en Reino Unido entre 1986 y 2008 señalo que el
factor de riesgo más importante para la infección era el desplazamiento de individuos no
inmunes a países con enfermedad endémica (p. ej., subcontinente de India, África, Sudeste
Asiático), La difteria es principalmente una enfermedad pediátrica, pero la incidencia más alta se
ha desplazado hacia los grupos de mayor edad en áreas en las que hay programas de inmunización
activa para niños.
La infección cutánea con C. diphtheriae toxigénico (difteria cutánea) también es posible, pero no
constituye una enfermedad de declaración obligatoria en EE.UU., por lo que se desconoce su
incidencia.
Enfermedades clínicas
1) el foco de infección.
Difteria respiratoria:
Los síntomas de difteria que afectan al aparato respiratorio se desarrollan tras un periodo de
incubación de 24 días.
La seudomembrana se adhiere con firmeza al tejido subyacente y es difícil de despegar sin hacer
que sangre el tejido (algo peculiar de la difteria). A medida que el paciente se recupera
aproximadamente al cabo de 1 semana, la membrana se despega y se expectora.
Las complicaciones sistémicas en los pacientes con enfermedad grave afectan principalmente al
corazón y al sistema nervioso.
En la mayoría de los pacientes con difteria pueden detectarse indicios de miocarditis, que se
desarrollan típicamente en 12 semanas y cuando empiezan a mejorar los síntomas faríngeos. Los
síntomas pueden manifestarse de forma aguda o gradual, progresando a una enfermedad grave
con insuficiencia cardiaca congestiva, arritmias cardiacas y muerte.
Difteria cutánea
La difteria cutánea se adquiere a través de! contacto cutáneo con otras personas infectadas.
En primer lugar se desarrolla una pápula que evoluciona a una ulcera crónica que no cicatriza,
recubierta a veces de una membrana grisácea.
Diagnóstico de laboratorio
El tratamiento inicial de un paciente con difteria se instaura en función del diagnóstico clínico, no
de los resultados de! laboratorio, ya que los resultados definitivos tardan aproximadamente una
semana.
Microscopia
Los resultados del examen microscópico del material clínico son poco fiables. Se han descrito
granules metacromáticos en bacterias teñidas con azul de metileno, pero esta apariencia no es
especifica de C. diphtheriae.
Cultivo
El CTBA tiene una vida útil larga (lo cual resulta practica para los cultivos que se realizan con poca
frecuencia), pero inhibe algunas cepas de C. diphtheriae.
El medio de Tinsdale es el mejor para recuperar C. diphtheriae en muestras clínicas, pero su vida
útil es breve y necesita que se le añada suero de caballo. Como las infecciones causadas por C.
diphtheriae son infrecuentes o se sospechan en áreas no endémicas, los medias de CTBA y de
Tinsdale no suelen estar disponibles en la mayoría de los laboratorios.
El CNA suele usarse para la recuperación selectiva de bacterias Gram positivas; por tanto,
constituye un medio alternativo práctico. Con independencia del medio utilizado, deben
identificarse mediante pruebas bioquímicas todas las cepas que simulen un C. diphtheriae,
además de confirmar la presencia de exotoxina diftérica, ya que hay cepas no toxigénicas.
Identificación
Pruebas de toxigenicidad
Todas las cepas de C. diphtheriae deben someterse a pruebas para la producción de exotoxinas.
Una prueba alternativa consiste en la detección del gen de la exotoxina usando el método de
amplificación de ácidos nucleicos basada en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Este
método puede detectar el gen tox en cepas clínicas y directamente en muestras clínicas (p. ej.,
frotis de una membrana diftérica o material de biopsia), Aunque esta prueba es rápida y
específica, las cepas en las que no se expresa el gen tax (presumiblemente porque se expresa el
represor de la toxina diftérica) pueden dar una señal positiva. Las cepas de C. diphtheriae no
toxigénicas no producen la difteria clásica: sin embargo, no deberían ignorarse, ya que estas cepas
se han asociado a otras enfermedades significativas, como sepsis, endocarditis, artritis séptica,
osteomielitis y formación de abscesos.
Las personas en contacto íntimo con los pacientes con difteria documentada están expuestas al
riesgo de adquirir la enfermedad. Deben recogerse muestras nasofaríngeas para cultivo de todos
los contactos íntimos e instaurar la profilaxis antimicrobiana con eritromicina o penicilina lo antes
posible. Cualquier contacto que no haya completado la serie vacuna de la difteria o que no haya
recibido la dosis de recuerdo en los 5 años previos debe recibir una dosis de recuerdo de toxoide.
Las personas expuestas a difteria cutánea deben tratarse de la misma forma, ya que son más
contagiosas que los pacientes con difteria respiratoria. Cuando la infección respiratoria o cutánea
se debe a una cepa no toxigénico, es innecesario instaurar la profilaxis a los contactos.