Bernal 2006
Bernal 2006
Bernal 2006
195
CIENCIAS DE LA TIERRA
PATRONES DE VARIABILIDAD
DE LAS TEMPERATURAS SUPERFICIALES
DEL MAR EN LA COSTA CARIBE COLOMBIANA
por
Resumen
Bernal G., G. Poveda, P. Roldán & C. Andrade. Patrones de variabilidad de las temperaturas
superficiales del mar en la Costa Caribe Colombiana. Rev. Acad. Colomb. Cienc. 30 (115): 195-
208. 2006. ISSN 0370-3908.
Palabras clave: temperatura superficial del mar (TSM), El Niño/Oscilación del Sur (ENSO),
Caribe Colombiano, Chorro superficial de San Andrés, Chorro superficial del Chocó.
Abstract
The space – time variability of sea surface temperature (SST) along the Colombian Coastal
Caribbean Zone was analyzed with monthly time series spanning the period 1982- 2000. Analyses
included the spatial variability associated with the annual cycle, and interannual timescales associated
with El Niño Southern Oscillation (ENSO), the North Atlantic Oscillation (NAO), as well as long-
term trends. Analysis were included to study two tropical low-level atmospheric jets affecting the
climatology of the north western corner of South America (the so-called “Choco” and “San Andres”
low level jets). Two separate regions have been found along the Caribbean Sea to exhibit quite
different climatic behavior: the southwestern region with a warm pool directly related to Panamá
Colombia Gyre, and the northeastern region with a cold pool related to the Guajira upwelling system.
1 Escuela de Geociencias y Medio Ambiente, Facultad de Minas, Universidad Nacional de Colombia. AA. 1027, Medellín. Correo
electrónico: [email protected]
2 Grupo de Investigación en Oceanología, Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”.
196 REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXX, NÚMERO 115-JUNIO DE 2006
debilitan y dominan vientos del SW que son más débiles decir, las anomalías positivas de temperatura en el Caribe
pero pueden traer fuertes borrascas hacia la región del se presentan con un retraso respecto a los eventos de El
Caribe. (Vernette, 1985; Andrade & Barton, 2000). Es- Niño en el Pacífico.
tos períodos anuales coinciden con máximos en el chorro
de San Andrés y del Chocó respectivamente. Sin embar- Las asociaciones de la TSM con patrones climáticos y
go, el segundo máximo del chorro de San Andrés, que se oceanográficos a escala anual e interanual permiten su-
presenta en julio-agosto asociado con el llamado poner que la definición de patrones temporales y espacia-
les de las series de TSM a lo largo de la costa Caribe
“veranillo”, no está relacionado directamente con la ZCIT
Colombiana puede revelar o destacar puntos clave en el
sino con una intensificación temporal del sistema de alta
sistema climático de la esquina SW de Sudamérica. En el
presión del Atlántico Norte (Giannini et al., 2000). Algu-
presente estudio se hace un análisis de las características
nos autores en Centroamérica han asociado el origen del
de las TSM a lo largo de la costa Caribe colombiana con
“veranillo” (o canícula) con cambios de los vientos sobre
el fin de mostrar su variabilidad espacio temporal en rela-
la piscina caliente del Pacífico oriental (Magaña et al.,
ción con el sistema climático y oceanográfico de la re-
1999a y b; Waylen & Quesada, 2001). Estos autores in-
gión y buscar su relación con los dos chorros de la
dican que el proceso para explicar el “veranillo” sobre
climatología colombiana. Para esto se presentan análisis
México y Centroamérica podría ser diferente del meca-
de series mensuales a lo largo de la costa para los años
nismo en el Caribe.
comprendidos entre 1982 y 2000. Se muestran el ciclo
En la circulación general del mar Caribe colombiano anual y su variabilidad del SW al NE, así como un análi-
se destacan la corriente Caribe, el centro de surgencias de sis de la variabilidad interanual y sus diferencias espacia-
la Guajira y el giro ciclónico de Panamá Colombia, loca- les SW-NE.
lizado en el Golfo del Darién (Fajardo, 1979; Dillon et
al., 1988; Andrade & Barton, 2000, 2005; Andrade et Datos y métodos
al., 2003). La contracorriente del Darién ha sido conside-
rada como la porción costera del giro ciclónico de Pana- Se usaron las series de temperatura superficial del
má – Colombia. Constituye un contraflujo semi-continuo “Comprehensive Ocean-Atmosphere Data Set” (COADS),
a lo largo de la margen continental desde Panamá hasta base de datos 277 (Reynolds & Smith, 1994), con resolu-
Venezuela. Esta contracorriente disminuye en intensidad ción mensual, correspondientes al período 1981- 2000. Se
hacia el E, desde 6 sv (1 sverdrup = 106m3/s) en Panamá extrajeron las series mensuales de TSM para cuadrantes de
hasta 1 sv en la Guajira. Esto es debido a que la mayor 1º x 1º sobre la costa colombiana, tal como se muestra en la
parte del transporte de la corriente recircula en el Giro Figura 1. A cada cuadrante se le asignó un nombre de acuer-
ciclónico de Panamá-Colombia. En la Guajira, la contra- do con su ubicación geográfica continental más cercana:
corriente se sumerge para ser una corriente subsuperficial Panamá, Morrosquillo, Cartagena 1, Cartagena 2, Ciénaga,
bajo el centro de surgencias, con el núcleo de máxima Sierra, Baja Guajira y Alta Guajira. En los casos de Panamá,
velocidad a 200 m de profundidad. La dinámica de la Morrosquillo y Baja Guajira se hicieron promedios de los
contracorriente – corriente subsuperficial está controlada datos de dos cuadrantes, previa comprobación de su con-
principalmente por los vientos. Durante la época en la sistencia espacial, ya que la línea de costa en estos sectores
que los alisios del NE son máximos la surgencia de la deja fragmentos de cuadrante poco representativos. Se efec-
Guajira es máxima y la contracorriente es subsuperficial, tuaron análisis estadísticos descriptivos de las series, se
mientras que en la época húmeda sucede lo contrario y la calcularon las medias de cada mes para obtener un ciclo
contracorriente puede manifestarse en superficie a lo lar- anual promedio en cada localidad, se estimaron las correla-
go de toda la costa Caribe colombiana. (Andrade & ciones con índices de variabilidad climática globales tales
Barton, 2000, 2005). como el SOI (índice de la Oscilación Sur, Bjerknes, 1969),
el MEI (índice multivariado del ENSO, Wolter & Timlin,
Sobre la variabilidad interanual de la TSM se ha mos- 1993; Wolter & Timlin, 1998) y la NAO (oscilación del
trado que el Atlántico Nortropical y el Caribe experimen- Atlántico Norte, Hurrel, 1995; Jones et al., 1997) y se
tan anomalías positivas débiles durante los eventos El compararon los ciclos estacionales de años de ocurrencia
Niño (Curtis & Hastenrath, 1995; Nobre & Shukla, 1996, de El Niño, La Niña y normales. Los índices de variabili-
Enfield & Mayer, 1997), mucho más fuertes en los meses dad climática fueron obtenidos de la página web de la
de marzo a mayo. Según Poveda & Mesa (1997) la TSM National Oceanic and Atmospheric Adiministration,
del Caribe tiene correlación con el SOI (Indice de la Osci- (NOAA; www.noaa.gov/, www.cdc.noaa.gov/, www.cpc.
lación del Sur), máxima con un desfase de 5 y 6 meses. Es ncep.noaa.gov/ ). Además se obtuvieron series de tiempo
198 REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXX, NÚMERO 115-JUNIO DE 2006
Figura 1. Series de tiempo de temperatura superficial del mar (TSM) y cuadrantes correspondientes. (1) Panamá (2) Morrosquillo (3) Cartagena
1 (4) Cartagena 2 (5) Ciénaga (6) Sierra (7) Baja Guajira (8) Alta Guajira. Las series se presentan con un filtro de 12 meses y la tendencia lineal.
de los vientos a 925 hPa del Reanalisis de NCEP-NCAR (Figura 2) muestra una variabilidad consistente con la cli-
(Kalnay et al., 1996) en regiones representativas del cho- matología y oceanografía de la región. Las temperaturas
rro de San Andrés (15ºN, 72ºW) y del chorro del Chocó son bajas en la época seca, de diciembre a abril, cuando los
(5ºN, 80ºW), que fueron correlacionadas con las series de vientos alisios y la surgencia en la Guajira son más fuertes.
TSM del Caribe colombiano. Las TSM son altas en la época húmeda, de mayo a noviem-
bre, cuando los vientos alisios se encuentran débiles y la
Análisis de resultados contracorriente del Darién al nivel superficial está más de-
sarrollada. En la época húmeda hay un mínimo relativo
Según las series analizadas, el ciclo anual de la TSM en centrado en agosto que coincide con el “veranillo” y que
los distintos cuadrantes de la costa Caribe colombiana denominaremos enfriamiento de julio-agosto.
BERNAL G., G. POVEDA, P. ROLDÁN & C. ANDRADE. PATRONES DE VARIABILIDAD DE LAS TEMPERATURAS. . . 199
Figura 4. Correlaciones cruzadas entre las series de TSM y el SOI. El rezago de la máxima correlación fue menor para las series del NE (5
meses) y mayor para las series extremas del SW (6 meses).
las TSM las mayores correlaciones de las series trimestra- un comportamiento intermedio. En las series del SW fue
les se obtuvieron para MAM del NAO con JJA de las TSM, evidente una tendencia creciente en la temperatura me-
con valores entre -0.4 y -0.5, estadísticamente significati- dia anual, estimada del orden de 0.6ºC en los 19 años
vas (95%), con excepción de la serie de la Alta Guajira y estudiados. Esta tendencia no se presentó en las series
Morrosquillo (Figura 6). del NE. Además de la evidencia gráfica, tres pruebas es-
Las tendencias de largo plazo se visualizaron en las tadísticas de tendencia lineal (prueba T para detección
tendencias lineales de las series (Figura 1) y en la gráfi- de tendencias lineales, prueba de Mann-Kendall y prue-
ca de las medias anuales (Figura 7). Se encontró nueva- ba de Sen) indicaron una tendencia de largo plazo signi-
mente la agrupación de las series del SW, más cálidas, ficativa al 95% en las series Panamá, Morrosquillo y
las series del NE, más frías, y la serie de Cartagena 2 con Cartagena 1.
202 REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXX, NÚMERO 115-JUNIO DE 2006
Figura 5. Correlaciones trimestrales entre el MEI y las series de TSM. El tamaño del círculo representa el valor de la correlación, desde 0.4 el
más pequeño, hasta 0.7 el mayor. Círculos rellenos indican valores significativos al 95%, los círculos vacíos indican valores no significativos.
La comparación entre los ciclos anuales de TSM con altas para el chorro del Chocó y negativas y más bajas
las series de la componente zonal de la velocidad del vien- para el chorro de San Andrés, el cual no mostró ninguna
to de los dos chorros superficiales de viento en el Caribe relación con las temperaturas del SW. La misma correla-
colombiano (Figura 8) mostró que el ciclo anual del cho- ción entre las series estandarizadas por el ciclo anual in-
rro de San Andrés es inverso al ciclo anual de las TSM en dicó que la única correlación significativa se presenta
las series del NE para los meses entre julio y diciembre. inversa entre el chorro de San Andrés y las TSM del NE.
En cambio el ciclo anual del chorro del Chocó correspon-
de de manera directa con las TSM, especialmente en las Las correlaciones de los promedios trimestrales (DEF,
series del NE. Cuando no se considera el ciclo anual, la MAM, JJA, y SON) de los vientos en los núcleos de los
relación entre las series de vientos en el núcleo de los chorros y las TSM extremas de la Guajira, y Panamá (Ta-
chorros y las TSM es diferente (Tabla 2). Por ejemplo, las bla 3) revelaron que las TSM en la piscina cálida SW
correlaciones de las series de vientos y temperaturas com- tienen más relación con el chorro del Chocó que con el de
pletas (incluido el ciclo anual) fueron positivas y muy San Andrés. Cuando el chorro del Chocó fue más intenso,
BERNAL G., G. POVEDA, P. ROLDÁN & C. ANDRADE. PATRONES DE VARIABILIDAD DE LAS TEMPERATURAS. . . 203
Figura 6. Correlaciones trimestrales entre el NAO y las series de TSM. El tamaño del círculo representa el valor de la correlación, desde -0.2 el
más pequeño, hasta -0.4 el mayor. Círculos rellenos indican valores significativos al 95%, los círculos vacíos indican valores no significativos.
Tabla 2. Coeficientes de correlación entre las series de TSM y rapidez de los vientos zonales en el núcleo de los chorros del Chocó y
San Andrés. Los valores resaltados son estadísticamente significativos en un 95%. Las dos primeras columnas corresponden a las
series originales y las dos últimas a las series estandarizadas por el ciclo anual.
en JJA y SON, el agua en la esquina SW del Caribe fue más intensidad del chorro de San Andrés en DEF afectó la TSM
fría en SON. La intensidad del chorro del Chocó en DEF de la piscina cálida del SW en DEF y MAM. Esta parece
también tuvo relación con las TSM en toda la costa (JJA y ser la única influencia de este chorro en el extremo SW.
SON en el extremo SW, MAM y JJA en el extremo NE). La En cambio, la influencia sobre la piscina fría de la Guajira
204 REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXX, NÚMERO 115-JUNIO DE 2006
Figura 8. Comparación entre el ciclo anual de la intensidad de los Chorros del Chocó y San Andrés (representados por el ciclo anual de la velocidad
zonal de los vientos en 925 hPa, coordenadas 15ºN, 72W para el chorro de San Andrés y 5ºN, 80W para el chorro del Chocó) y el ciclo anual de
las TSM en Panamá y Alta Guajira.
BERNAL G., G. POVEDA, P. ROLDÁN & C. ANDRADE. PATRONES DE VARIABILIDAD DE LAS TEMPERATURAS. . . 205
Ahora bien, la variabilidad interanual fue mayor para Precisamente de julio a septiembre se presenta el mí-
los meses de la estación seca que para los meses de la nimo relativo, acorde con el llamado “veranillo”, mucho
estación húmeda. Asimismo, en la estación húmeda se más pronunciado en las series del NE. Esta es la época de
hacen homogéneas las TSM a lo largo de la costa, mien- mayor energía rotacional del viento en el Caribe (Nystuen
tras que en la estación seca el gradiente se hizo más mar- & Andrade, 1993). Asimismo, la mayoría de los huraca-
cado. Este comportamiento concuerda con la supresión nes más intensos en el Atlántico y el Caribe ocurren en
de las surgencias, intensificación del giro Panamá Co- agosto, septiembre y octubre (Landsea et al., 1999) y en
lombia y superficialización de la contracorriente del Colombia, en septiembre y noviembre se presentan con
Darién en la época húmeda y con las surgencias del NE mayor intensidad los llamados “mares de leva” (Vernette,
durante la época seca (Andrade et al., 2003; Andrade & 1985). Lo que se observó en las series de TSM del Caribe
Barton, 2005). colombiano es que durante años de El Niño el enfriamiento
debido al “veranillo” es más intenso en las series del NE
Los años de El Niño y la Niña se manifestaron en las que durante años de La Niña (año 0 y +1). Se ha compro-
series con anomalías positivas y negativas, tal como se bado que durante los años de El Niño la generación de
esperaba según trabajos anteriores (e.g. Poveda & tormentas tropicales en el Caribe disminuye con respecto
Mesa, 1997). El rezago en las TSM del Caribe con res- a los años Niña o normales (Gray & Sheaffer, 1991; Ma-
pecto a ENOS fue mayor en las series del SW, es decir, gaña et al., 1999b). Es curioso, que si los huracanes están
la señal debida al ENOS se comenzó a sentir primero en asociados con altas temperaturas del mar, no se intensifi-
las series del NE. También las anomalías positivas de quen durante años de El Niño, cuando hay anomalías po-
TSM sólo se encontraron en la estación seca y fueron sitivas de TSM. Posiblemente la respuesta está en la
mucho más claras en las series del NE. Como vimos, energía del viento. Los trimestres JJA y SON coinciden
esta estación es la más susceptible a cambios intera- con la época de mayor intensidad del chorro de San An-
nuales. En las series del NE también se observó un en- drés (JJA) y del Chocó (SON). De acuerdo con Poveda
friamiento característico en la estación húmeda durante (1998) en JJA y SON ambos chorros se debilitan en años
años de El Niño (año 0), posiblemente causado por la El Niño con respecto a años La Niña. Esta menor energía
intensificación del viento. del viento durante años Niño en el trimestre del “veranillo”
206 REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXX, NÚMERO 115-JUNIO DE 2006
puede ser responsable de la menor ocurrencia de huraca- su respuesta a ENOS fue más tardía (rezago de 6 meses), las
nes en el Caribe. Lo que no está claro es por qué, si duran- anomalías positivas de TSM no fueron marcadas y se pre-
te el Niño se debilita el chorro de San Andrés en JJA, se sentaron principalmente en el trimestre MAM del año +1.
presenta un enfriamiento más marcado en el agua. La correlación trimestral con el MEI fue mucho más baja
que para el grupo del NE y fue mayor en MAM y JJA.
La tendencia de calentamiento de largo plazo sólo fue
evidente en las series del SW. Estas series fueron las más Las aguas del NE fueron más frías, presentaron un in-
cálidas y las de menor variabilidad en el ciclo anual tervalo anual menor con mayor variabilidad interanual,
estacional e interanual (entre eventos El Niño y La Niña). un enfriamiento de julio-septiembre más marcado y sin
Un calentamiento de largo plazo de esta zona ha sido tendencia de calentamiento de largo plazo. Las TSM es-
señalado por otros investigadores con respecto al aumen- tuvieron inversamente relacionadas con el chorro de vien-
to del nivel del mar. Pabón (2003) indica aumentos del to bajo de San Andrés y respondieron a la intensidad del
nivel del mar para el Caribe colombiano del orden de 1-2 viento de manera inmediata. Tuvieron mayor relación con
mm por año, mayor para el SW. González et al. (1997) los eventos ENOS del Pacífico, con un rezago de 5 meses
analizaron un total de 80 estaciones de mareógrafos en el y altas correlaciones trimestrales (0.7 con MEI), especial-
mar Caribe y Golfo de México y encontraron que el as- mente para el trimestre MAM.
censo máximo del nivel del mar en el Caribe se presenta-
Las anomalías de TSM durante eventos El Niño tuvie-
ba en Cartagena, con un valor de 5.3 ± 0.1 mm por año en
ron un comportamiento espacial diferenciado. Para las
una serie de 42 años (registran la media para el Caribe en
series del SW sólo se presentan ligeras anomalías positi-
2 mm por año). Sin embargo, el hecho de que este calenta-
vas en MAM del año +1, mientras que para las series del
miento no fuera evidente en las series del NE puede indi-
NE se presentan anomalías negativas al principio del año
car que este proceso de largo plazo tiene su origen en la
hidrológico (JJA y SON del año 0) y positivas al final
esquina SW del Caribe, asociado con la piscina cálida y
(DEF y MAM año 0 y +1). En las series del NE se encontró
el giro ciclónico de Panamá Colombia.
que el enfriamiento de julio-septiembre fue más marcado
Hay que considerar que los resultados fueron obtenidos durante años El Niño. Este enfriamiento al principio del
a partir de datos de viento producidos por un Reanálisis año hidrológico no pudo ser explicado por la rapidez del
Climático que no tuvo en cuenta datos del Caribe y Pacífi- viento en el núcleo de los chorros. Las anomalías de años
co colombianos, porque no se han realizado estas medicio- Niño en las series del SW pueden explicarse por la rela-
nes. Asimismo, los datos de TSM provienen de mediciones ción con los chorros, no así las de las series del NE.
satelitales calibradas con observaciones in situ de boyas y
La correlación de las series con el índice NAO mostró
barcos. En Colombia no se han implementado sistemas de
que aunque baja, hay relación entre ellas. Mayor en el
medición continuos de variables oceanográficas, por lo cual
trimestre JJA para las series del NE y en SON para las
la calibración en nuestras aguas es más pobre que en otras
series del SW. La mayor correlación en estos trimestres y
localidades. El hecho de que los resultados sean consisten-
la relación de la climatología del Atlántico Norte en la
tes y comparables con otras investigaciones indica que si
ocurrencia del “veranillo” reveló que la NAO puede ser
existen los patrones encontrados en los datos. Sin embar-
clave en el entendimiento de las anomalías de TSM en
go, estos podrían ser mucho más precisos y exactos si se
años Niño no explicadas y en la ocurrencia de huracanes
implementan sistemas de medición adecuados en el siste-
en el Caribe.
ma Océano – Atmósfera del territorio colombiano.
El aumento sostenido de la TSM en el SW del Caribe
Conclusiones colombiano parece estar relacionado con la persistencia
de la circulación ciclónica del giro Panamá-Colombia en
El análisis de las TSM de la costa Caribe colombiana ese sector.
entre 1982 y 2000 reveló una diferenciación espacial en
las escalas anual e interanual entre dos componentes extre-
Agradecimientos
mos: la piscina cálida en el SW y la piscina fría en el NE.
Las aguas del SW fueron más cálidas, con un intervalo A la NOAA, NCEP/NCAR, y COADS por las bases de
anual menor, no presentaron enfriamiento de julio-septiem- datos que hicieron posible este análisis. Especialmente al
bre, tuvieron una marcada tendencia de largo plazo al ca- Scientific Computing Division’s Data Support Section,
lentamiento y mostraron mayor relación con el chorro de National Center for Atmospheric Research, Boulder, Co-
viento bajo del Chocó que con el de San Andrés. Además lorado, por las series de temperatura superficial del mar
BERNAL G., G. POVEDA, P. ROLDÁN & C. ANDRADE. PATRONES DE VARIABILIDAD DE LAS TEMPERATURAS. . . 207
de Reynolds, Stoke and Smith. A las Ingenieras Paola Jones, P.D., Jonsson, T. & Wheeler, D. 1997. Extension to the North
Andrea Arias y Catalina Goez por su colaboración con la Atlantic Oscillation using early instrumental pressure
observations from Gibraltar and South-West Iceland. Int. J.
obtención de las series de velocidad del viento del Climatol. 17, 1433-1450.
Reanálisis NCEP-NCAR y los análisis de tendencias li-
neales. A todos los colegas y amigos que colaboraron con Kalnay E., M. Kanamitsu, R. Kistler, W. Collins, D. Deaven, L.
Gandin, M. Iredell, S. Saha, G. White, J. Woollen, Y.
sus comentarios y sugerencias. Zhu, M, Chelliah, W. Ebsuzaki, W. Higgins, J. Janowiak,
K. C. Mo, C. Ropelewski, J. Wang, A. Leetma, R.
Bibliografía Reynolds, R. Jenne & D. Joseph. 1996. The NCEP/NCAR
40-year reanalysis project. Bull. Amer. Meteor. Soc., 77:
Amador, J. A., & V. Magaña. 1999. Dynamics of the low level jet 437-470.
over the Caribbean, 23th Conference on Hurricanes and Tro-
Landsea, C.W., R.A. Pielke Jr., A.M. Mestas-Nuñez & J.A. Knaff.
pical Meteorology, AMS., Dallas, 868-869.
1999. Atlantic basin hurricanes: indices of climatic changes.
Andrade, C.A. & Barton, E.D. 2005. The Guajira Upwelling System, Climatic Change, 42: 89-129.
Continental Shelf Research, 25, (9), 1003-1022.
Liebmann, B., G. Kiladis, G., C. Vera, A. C. Saulo & L. M. V.
. 2000. Eddy development and motion in Carvalho. 2004. Subseasonal Variations of Rainfall in South
the Caribbean Sea. Journal of Geophysical Research, 105(C11): America in the Vicinity of the Low-Level Jet East of the Andes
26,191-26,201. and Comparison to Those in the South Atlantic Convergence
Zone. J. Climate, 17 (19): 3829–3842.
Andrade, C.A., E.D. Barton & C.N.K. Mooers. 2003. Evidence for an
eastward flow along the Central and South American Caribbean Magaña, V., J.L. Pérez, J.L. Vázquez, E. Carrisoza & J. Pérez.
Coast. Journal of Geophysical Research, 108(C6), 11 p. 1999a. El Niño y el clima. En: Magaña V. (ed). Los impactos
de El Niño en México. UNAM. pp 23-66.
Arias, P. A. 2005. Diagnóstico y predicción de la variabilidad intra-
anual de la hidrología colombiana. Tesis de grado, Magíster Magaña, V., J.A. Amador & S. Medina. 1999b. The Midsummer
en Ingeniería – Recursos Hidráulicos. Universidad Nacional drought over México and Central America. Journal of Climate,
de Colombia, Medellín. 192 p. 12(6): 1577-1578.
Bjerknes, J. 1969. Atmospheric teleconnections from the Equatorial Montoya, G.J., J. Pelkowski & J.A. Eslava. 2001. Sobre los alisios
Pacific. Mon. Wea. Rev. 97: 163-172. del noreste y la existencia de una corriente en el piedemonte
oriental Andino. Revista de la Academia Colombiana de Cien-
Curtis, S. & S. Hastenrath. 1995. Forcing of anomalous sea surface
cias Exactas, Físicas y Naturales, 25(96): 363-370.
temperature evolution in the Tropical Atlantic during Pacific
warm events. Journal of Geophysical Research, 100 (C8): Mesa S, O., G. Poveda J & L.F. Carvajal S. 1997. Introducción al
15835-15847. Clima de Colombia. Universidad Nacional de Colombia,
Posgrado en Aprovechamiento de Recursos Hidráulicos,
Dillon, W.P., N.T. Edgar, K.M. Scanlon & K.D. Klitgord. 1988.
Medellín. 390 p.
Geology of the Caribbean. Oceanus, 30 (4): 42-52.
Nobre, P. & J. Shukla. 1996. Variations of sea surface temperature,
Enfield, D.B. & D.A. Mayer. 1997. Tropical Atlantic sea surface
wind stress and rainfall over the Tropical Atlantic and South
temperature variability and its relation to El Niño –
America. Journal of Climate, 9: 2464-2479.
Southern Oscillation. Journal of Geophysical Research, 102
(C1): 929-945. Nystuen, J.A. & C.A. Andrade. 1993. Tracking mesoscale ocean
features in the Caribbean Sea using geosat altimetry. Journal
Fajardo, E.G.G. 1979. Surgencia costera en las proximidades de la
of Geophysical Research, 98(C5): 8389-8394.
Península colombiana de la Guajira. Boletín Científico del
CIOH. p. 7-19. Pabón, J.D. 2003. El aumento del nivel del mar en las costas y área
Giannini, A., Y. Kushnir & M.A. Cane. 2000. Interannual variability insular de Colombia. En: Montañez G., G., N.H. Campos, F.
of Caribbean rainfall, ENSO and the Atlantic Ocean. Journal Avella y J. Polanía (eds). El Mundo Marino de Colombia:
of Climate, 13: 297-311. Investigación y Desarrollo de Territorios Olvidados. Universi-
dad Nacional de Colombia, REMAR. pp 75-82.
González, J.I., J. Ochoa & P. Ripa. 1997. Variación estacional del
nivel del mar en el Golfo de México y Mar Caribe. GEOS. Poveda, G. 1998. Retroalimentación dinámica entre el fenómeno El
Unión Geofísica Mexicana, 17 (33): 168-171. Niño-Oscilación del Sur y la hidrología de Colombia. Tesis
como requisito para el título de Doctor en Ingeniería en Apro-
Gray, W.M. & J.D. Sheaffer. 1991. El Niño and QBO influences on vechamiento de Recursos Hidráulicos. Universidad Nacional
Tropical Cyclone Activity. From: Glantz et al. (eds): de Colombia.
Teleconnections linking worldwide climate anomalies.
Cambridge University Press, 257-284. & O.J. Mesa. 1997. Feedbacks between hydrological
processes in tropical South America and large scale ocean –
Hastenrath, S. 1991. Climate dynamics of the tropics. Kluwer atmospheric phenomena. Journal of Climate, 10(10): 2690-
Academic Publishers, Netherlands. 488 p. 2702.
Hurrell, J.W., 1995: Decadal trends in the North Atlantic Oscillation & .1999. La corriente de chorro super-
and relationships to regional temperature and precipitation. ficial del Oeste (“DEL CHOCÓ”) y otras dos corrientes de
Science 269, 676-679. chorro en Colombia: Climatología y variabilidad durante las
208 REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXX, NÚMERO 115-JUNIO DE 2006
fases del ENSO. Revista de la Academia Colombiana de Cien- Importance du diapirisme argileux sur la morphologie et la
cias Exactas, Físicas y Naturales, 23(89): 517-528. sedimentation. Thèse de doctorat d’etat ès Sciences presentee
a l’Université de Bordeaux I. 381 p.
Poveda, G. & O.J. Mesa. 2000. On the existence of Lloró (the rainiest
locality on earth): enhanced ocean land atmosphere interaction Waylen, P.R. & M.E. Quesada. 2001. Anomalías en las Temperaturas
by a low level jet. Geophysical Research Letters, 27(11): 1675- Superficiales en los Océanos Pacífico y Atlántico y su Relación
1678. con las Lluvias de Julio y Agosto en Costa Rica. Avances en
Pujos, M. & J.Y. Le Tareau. 1988. Hydrogeologie de la plateforme Recursos Hidráulicos, 8: 55-64.
continentale Caraibe colombienne au large du delta du Dique Wolter, K., & M.S. Timlin. 1993: Monitoring ENSO in COADS with
en saison des pluies: Consequence sur la circulation a seasonally adjusted principal component index. Proc. of the
(Hydrogeology of the Colombian Caribbean continental 17th Climate Diagnostics Workshop, Norman, OK, NOAA/N
platform around the Dique Delta in the rainy season: MC/CAC, NSSL, Oklahoma Clim. Survey, CIMMS and the
Consequences on circulation. Bulletin de l’Institut de Geologie School of Meteor., Univ. of Oklahoma, 52-57.
du Bassin d’Aquitaine, 44: 97-107.
. 1998: Measuring the strength of ENSO -
Reynolds, R.W. & T.M. Smith. 1994. Improved global sea surface how does 1997/98 rank? Weather, 53, 315-324.
temperature analysis. Journal of Climate, 1:75-86.
Stensrud, D. J. 1996. Importance of low level jets to climate: A
review. Journal of Climate, 9: 1698-1711.
Vernette, G. 1985. La plata-forme continentale Caraibe du Colombie Recibido el 15 de febrero de 2005.
(du débouché du Magdalena au golfe de Morrosquillo). Aceptado para su publicación el 10 de abril de 2006.