La Narrativa Cinematográfica y El Montaje

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

A la hora de ver cualquier tipo de contenido audiovisual, haciendo especial

referencia al ámbito profesional, nos encontramos con un tratamiento de diferentes


imágenes, sonidos y efectos (entre otros) que han sido tratados de una
determinada manera para construir un todo que nos cuente algo.

En los diversos contenidos audiovisuales, ya sean en televisión, cine, internet, o


cualquier tipo de soporte, nos encontramos con una sucesión de planos que han
sido colocados estratégicamente por el montador, ya sea desde su propio criterio y
conocimiento, o bajo las órdenes del director, guionista, productor…

Esta sucesión de planos, como digo, no es arbitraria, si no que ha sido


especialmente diseñada y pensada para llegar a transmitir el argumento o historia
de una determinada forma, esto es logrado a través del montaje audiovisual.

Un montaje audiovisual es la unión de los distintos trozos de película para crear


una cinta final. No debe confundirse con la edición, aunque pueden ser similares
su diferencia radica en que el proceso de edición trata sobre mejorar la imagen,
retoques de color, saturación, contraste, transiciones, etc.

Mientras que el montaje audiovisual se basa en el orden narrativo, por lo que el


guión es lo principal para realizar este proceso con sentido y toda la coherencia
que el espectador necesitará para captar el mensaje fácilmente.

De todas formas, la necesidad de organizar las imágenes captadas, de acuerdo


con un plan prefijado y un guión, es tan antigua como el cine. Además de este
trabajo de montaje y/o edición, también se hizo necesario el corregir y modificar
alguno de los materiales obtenidos. Todos estos procesos se realizan después de
la producción, y por ello su conjunto se denomina postproducción.

Como la televisión nace en directo, al principio no existe postproducción. La


organización y secuencia de las imágenes captadas en el estudio o en exteriores
con unidades móviles, se realizaba en directo, según se producían, mediante la
conmutación y transiciones disponibles en el conmutador/mezclador de imagen. Si
había errores o fallos, no era posible corregirlos.

Antes de empezar con los procesos de montaje/edición y postproducción de


audiovisuales, hay que realizar una distinción entre los términos “on-line”, “off-line”,
“lineal” y “no lineal”.

La edición lineal significa adherirse al principio de ensamblar un programa de


principio a fin, y aceptar que una vez se ha colocado la segunda toma, ya no se
puede recolocar o alterar fácilmente la primera, incluso aunque sólo sea añadir o
quitar un único fotograma.
Cualquier cambio introducido en mitad de una secuencia editada implica que
habrá que re-grabar todo el material sucesivo. La naturaleza del medio magnético
condiciona la manera en que se ha de reordenar el material, que no se puede
cortar físicamente y recolocar a nuestro antojo. El montaje en cinta de vídeo es
lineal.

Por el contrario, tanto el montaje de cine como la edición y postproducción de


vídeo basada en software, son una edición no lineal.

En la edición off-line se ensaya el montaje a efectuar, con copias de las cintas


originales y se toman las decisiones para la edición online. El concepto de montaje
on-line se refiere al último montaje de una producción para el cual, dependiendo
de la complejidad de ésta, ha sido necesario un mayor o menor número de
procesos previos de preparación, entre los cuales uno de ellos puede ser el
montaje off-line.

A partir de los primeros años de la década de los ochenta, se desarrollaron


numerosos sistemas de edición no lineal. A diferencia de la tecnología que
necesita fundamentalmente de circuitos electrónicos, hardware, que exige grandes
inversiones económicas, el desarrollo de tecnologías de aplicaciones informáticas,
software, está al alcance de muchas compañías de diferente tamaño.

Todos estos programas se estructuran en dos grandes modernos conceptos que


rigen la postproducción elaborada de los programas para televisión: la edición
(«editing») que incluye el montaje tradicional de una imagen detrás de otra, y la
composición («compositing»), que son programas de postproducción profunda,
que trabajan con múltiples capas de unas imágenes sobre otras,con importante
aplicación de efectos (DVEs ) y correcciones de imagen y color.

En la época actual, los sistemas de composición son la herramienta más común


de las compañías de postproducción y están presentes en la mayoría de las
organizaciones nacionales de televisión.

A pesar de que el proceso de montaje ha evolucionado con el tiempo, durante la


producción hay varios aspectos que se mantienen en ambos. Como lo son: el
color, la iluminación, sonido, planos y el ritmo.

Actualmente, podemos hablar de varios usos del color en el cine:

El color pictórico: intenta reproducir los colores propios de los cuadros, e incluso
en determinados casos su composición. Su finalidad es puramente estética.
El color histórico: intenta reproducir la atmósfera cromática característica de una
época concreta. Esta metodología es muy útil para conseguir ambientaciones que
no se pueden representar con los escenarios del momento.

El color simbólico: se utilizan determinados colores en planos muy seleccionados


para sugerir y subrayar efectos determinados.

El color psicológico: cada color genera efectos anímicos diferentes. Los colores
fríos como el verde, el azul, el violeta... tienden a entristecer al espectador; los
cálidos como el rojo, el naranja, el amarillo... a exaltarlo. Según el efecto que
quiera conseguir el director en la escena, se servirá de unos o de otros colores.

Cuando se habla de iluminación fílmica, son tres los aspectos a valorar. Los
diferentes elementos que la condicionan son el movimiento de los actores y de los
objetos dentro de la escena, la continuidad de la luz en la sucesión de planos y,
por último, la rapidez de esta, que exige a la luz el papel de dar a conocer con
precisión aquello que se acontece. Podemos diferenciar entre luz natural o
artificial, y dentro de esta clasificación, difusa o directa.

La luz difusa es aquella que no produce sombras y hace falta de difusores para
su producción. Se distribuye de manera uniforme y se utiliza para imitar o reforzar
los efectos naturales de la luz ambiente. Por otra parte, la luz directa es la que se
incide sin ningún tipo de filtro que la suavice. Gracias a esta capacidad, los
directores pueden manipular y jugar con la luz para conseguir determinados
efectos.

También podemos diferenciar entre diferentes estilos de iluminación:

De manchas: consiste en proyectar por las superficies y los perfiles del decorado,
iluminados con una débil luz difusa, toda una serie de manchas luminosas.

De zonas: consiste en dividir la iluminación de la escena en diferentes zonas que


van de mayor a menor luminosidad. Esta iluminación es muy útil para focalizar,
expresar distancia y crear ambientes.

De masas: consiste al recrear el efecto que produce la luz natural. En este caso,
no es necesario que el motivo esté constantemente iluminado.

Según la dirección de la luz a la hora de iluminar un personaje o elemento de la


escena, también podemos encontrar varias clasificaciones:

Cenital: cuando el punto lumínico se sitúa por encima del motivo.


Enfática: si la luz nace de un punto situado en una zona baja.

Lateral: la luz proviene del lateral, por uno de los lados.

Frontal: cuando el punto lumínico se sitúa ante el motivo.

Contraluz: cuando el punto lumínico queda colocado detrás del motivo.

El sonido de una película o banda sonora también es un elemento importante que


puede modificar el ritmo de la película. Dependiendo del ritmo musical y los
instrumentos que participen, el resultado puede expresar diferentes sensaciones.

Encontramos varias clases de ritmo:

Sintético: planos largos y en poca cantidad. Generan un ritmo lento que aporta
sensualidad, monotonía, etc.

"In crescendo": cada vez más breves (aporta tensión) / cada vez más largos
(aporta serenidad y calma).

El plano es el conjunto de imágenes que constituyen una misma toma. Según la


apertura del encuadre podemos diferenciar entre varios tipos de plano: gran plano
general, plano general, plano americano, plano medio largo, plano medio corto,
primer plano, plano detalle.

El ritmo cinematográfico se define como una unidad compuesta por tres ritmos
diferentes: el ritmo visual, el ritmo auditivo y el ritmo narrativo. Además, es la
impresión dada por la duración de los planos, la intensidad dramática y el efecto
del montaje.

El Documental y su estética audiovisual

Dziga Vertov y Robert Flaherty fueron los primeros en adoptar el género


documental naciente y postular su esencia cinematográfica. Sus productos todavía
estaban lejos de lo que años más tarde se identificaría como reportaje, pero
algunos de sus recursos narrativos y expresivos siguen usándose actualmente en
los reportajes televisivos, siendo vendidos incluso como “innovadores”.

Pero el término “documental” propiamente dicho fue atribuido unos años después
a otro autor, John Grierson, quien dirigió varias obras y teorizó sobre este género.
Mientras, el reportaje nacido en la prensa escrita había sido exportado al cine,
evolucionando hasta el llamado noticiero fílmico (Newsreel).
Si el reportaje se basa en la realidad, su discurso narrativo es totalmente contrario
a la misma ya que, durante el montaje, la realidad se fragmenta y se manipula
según criterios previamente establecidos.

Los reportajes informativos de corte más clásico suelen presentar una estructura
narrativa que responde a una secuencia lógica de la información donde se
desarrolla el argumento de un tema con el orden de introducción desarrollo-
conclusión. Se limitan a organizar los datos o ítems informativos, redundando en el
mensaje principal. Las imágenes y sonidos son mayoritariamente tomadas del
mundo real. Este es el caso de los reportajes

El realizador de documentales, desde el comienzo de su trabajo, se enfrenta al


reto de representar una cierta realidad de un modo que sea fiel a ella, o al menos,
fiel a lo que él cree es esa realidad. Para ello el documentalista se plantea su
trabajo como una formulación de problemas a resolver, siempre desde dos puntos
de vista.

El interno, que es el propio de la obra, en su estructura y su discurso; y el externo,


alude al posible impacto ejercido por el documental sobre el público y sobre las
instituciones para generar medidas orientadas a ofrecer soluciones al problema
planteado en el documental.

El montaje como proceso en la creación audiovisual merece un enfoque holístico


al momento de teorizar sobre el mismo. Siendo la etapa en la que se concreta el
material audiovisual tal cual lo verá el público y gozando de un potencial creativo y
experimental muy propio de sus funciones narrativa y estética, el montaje adquiere
una hegemonía especial en la producción audiovisual.La forma es sentido más
que nunca. El montaje puede comunicar estética, filosofía, ideología y estados de
ánimo. Puede ser coherente o no con su contenido explícito y así significar más
desde la forma. El montaje permite una exploración constante en el campo de la
semiótica.
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1815-
02762011000100008

https://www.mincultura.gov.co/areas/cinematografia/publicaciones/Documents/El
%20Cine%2C%20An%C3%A1lisis%20y%20Est%C3%A9tica.pdf

https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/14093/TESINA%20PDF.pdf

https://campusvirtualuba.net.ve/convenios/mod/page/view.php?id=2869

https://filmeventos.com/cual-es-la-diferencia-entre-edicion-y-montaje-audiovisual/

También podría gustarte