Marvin Harris-Cap 19

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Introducci6n a la antropología general


( ;npitulo 19
discriminación
f · y la, explotación · Cabe argu"iºr· que el chauv1msmo
· · ·1 y
' · b racta l)l ~SARROLLO Y SUBDESARROLLO
etmcod ene ic!a n:as a la clase dirigente que a los miembros ordinarios
tanto e !a n:1.nona c~mo de la mayoría.
'f L~s llenuf1cos sociales suelen identificar un tercer tipo de grupo estra-
u. tea, o amado ca~ta. Epítome del sistema de castas es el caso de la India
h1~du. Las. con~epc.1ones tradicionales de las castas indias han estado domi-
na js por idealizac1ones, basadas en una visión «desde arriba» del sistema
en as qbe s7 representaba a las castas inferiores como si aceptaran s~
"
t

status su º.rdmado. Los estudios que parten de la visión que se obtiene


«dedde aba¡o» muestran qu~ las castas indias luchan por la movilidaEI as-
ee? e~te de un modo _flexible y adaptativo y se asemejan m uch o a las
mmonas culturales, étmcas y raciales de otras sociedades.

Fs1 c capítulo aborda las desigualdades que se producen en el mundo actual


1 omo consecuencia de los niveles de desarrollo y subdesarrollo económicos.
l 111cntaremos analizar las causas del desarrollo y subdesarrollo en relación
1 on la herencia de los imperios coloniales. Trataremos de describir y evaluar
111¡.¡unas de las proposiciones para estimular el desarrollo, así como soluciones
1il1crnativas que ex·igen tecnologías «apropiadas». Los antropólogos tienen mucho
1¡uc aportar al estudio del subdesarrollo debido a su experiencia de primera
11111110 con campesinos, clases bajas urbanas y otros grupos pobres y explotados
de todo el mundo. Los antropólogos también pueden hacer una importante
10ntribución a la evaluación de planes que pretenden acabar con el subdesarrollo
y In pobreza mostrando cómo afectan tales planes a las vidas de gente normal.

l)cfinición de desarrollo y subdesarrollo

El desarrollo es una característica de los estados nacionales contemporá-


11cos cuyas culturas h an sido transformadas por la revolución industrial.
Lns sociedades desarrolladas gozan de altos niveles de salud y bienestar
íísico medidos en términos de consumo per cápita de energía y bienes y
servicios industriales y agroindustriales, y de esperanza de vida al nacer. Las
nociones subdesarrolladas son sociedades contemporáneas de nivel estatal
que han estado en estrecho contacto con las naciones en proc_eso de indus-
1riolización, pero que no han alcanzado los modernos niveles de consumo
y bienestar físico. Los habitan tes de las naciones subdesarrolladas tienen
una salud deficiente y esperanzas de vida más cortas (cf. Bairoch, 1975;
J Iellburn y otros, 1976).

363
364 Introducción a la antropología general 1)csnrrollo y subdesarrollo 365
TABLA 19.l
El producto nacional bruto (PNB) de bienes y serv1c1os per cápita
Estadísticas del subdesarrollo v año nos proporciona una medida aproximativa de la forma desigual en
Esperan-
PNB per índice de Kilovatios q11e se ha producido el desarrollo postindustrial. Como muestra la ta-
Número za de vida crecimien- %de
cápita de energía
alfabe-
hi n 19 .1, el PNB medio per cápita de 34 países de renta baja asciende a
de países al nacer to anual
(años) (dólares)
del PNB
per cápita
y aíio tizados 150 dólares, comparado con los 6.200 de los 19 países indus trializado~ de
Renta baja 34 44
libre mercado. La esperanza media de vida al nacer en los países más póbres
150 0,9 52 23
Renta media 58 68 750 2,8 524 63
1·s de cuarenta y cuatro años, comparada con los setenta de los países indus-
Industrializados 19 70 6.200 3,4 5.016 t rinlizados. Sólo el 23 por 100 de los habitantes de los países más pobres
Exportadores de 99
petróleo 3 1·s 1 i~ alfabetizado. La población en estas naciones de renta baja alcanza los
66 6.310 7,0 1.398 ?
De planificación 1 .200 millones de habitantes . Lo que más llama la atención en esta situa-
central 11 45 2.280 3,5 3.264 ? 1 16n es que la tasa de crecimiento económico de los países desarrollados
1111pera la de los países subdesarrollados, creando un desequilibrio cada vez
125 PAISES CLASIFICADOS SEGUN SU STATUS DE DESARROLLO
rnuyor entre las naciones más ricas y las más pobres, como también cabe
Países de renta Países de renta 68 Malasia observar en la tabla 19.l. Especialmente alarmante a este respecto es el
baja 102 Países Bajos
media 69 Argelia 103 Francia
70 Turquía
hecho de que, durante el quinquenio 1970-75, el output agrícola en los
1 Bután 35 Togo 104 Bélgica
2 Camboya 36 Egipto 71 Costa Rica 105 Alemania, pníses más pobres se incrementó a una tasa anual media del 7,6 por 100
3 Laos, RDP 37 Yemen, RDP 72 Chile Rep. Fed. y nño, mientras que la población de estos países lo hizo a una tasa anual
4 Etiopía 38 Camerún 73 China (Taiwán) 106 Noruega media del 2,4 por 100, produciendo un deterioro absoluto en sus niveles
5 Mali 39 Sudán 74 Jamaica 107 Dinamarca
6 Bangladesh 40 Angola 75 Líbano 108 Canadá de vida (tabla 19.2).
7 Ruanda 41 Mauritania 76 México 109 EE.UU.
8 Somalia 42 Nigeria 77 Brasil 110 Suecia
9 Alto Volta 43 Tailandia 78 Panamá 111 Suiza
10 Birmania 79 Iraq ' l'Al3 LA 19.2
44 Bolivia
11 Burundi 45 Honduras 80 Uruguay Exportadores de 1:1 1imaciones de. la población mundial
12 Chad 46 Senegal 81 . Rumania petróleo con exce-
13 Nepal 47 Filipinas 82 Argentina dentes de capital
14 Benín 48 Zambia 83 Yugoslavia Poblaci6n
84 Portugal 112 Arabia Saudí Poblaci6n actual Tasa de crecimiento
15 Malawi 49 Liberia 113 Libia en el año 2000
16 Zaire 85 Irán (miles de millones) (%anual)
50 El Salvador 114 Kuwait (miles de millones)
17 Guinea 51 Nueva Guinea 86 HongKong
18 India Papúa 87 Trinidad y
Tobago Economías de pla-
19 Vietnam 52 Congo, Rep. nificación central Mundo 4,4 2,0 6,5
20 Afganistán Popular 88 Venezuela
21 Níger 53 Marruecos 89 Grecia 115 Rep. Pop. M~ s desarrollados 1,2 0,8 1,4
22 Lesotho 54 Rhodesia 90 Singapur China
23 Mozambique 55 Ghana 91 España 116 Rep. Dem. Menos desarrollados 3,2 2,4 5,1
24 Pakistán 56 Costa de Marfil 92 Israel de Corea
25 Tanzania 57 Jordania 117 Albania
26 Haití 58 Colombia Países 118 Cuba Fur.NTE: Fondo Ambiental, 1978.
27 Madagascar 59 Guatemala industrializados 119 Mongolia
28 Sierra Leona 60 Ecuador 93 Sudáfrica 120 Hungría
29 Sri Lanka 61 Paraguay 121 Bulgaria
30 Imperio Cen-
94 Irlanda
122 URSS Pero la renta per cápita sólo nos cuenta una parte de la historia. La
62 Rep. de Corea 95 Italia
tro-africano 63 Nicaragua 96 Reino Unido 123 Polonia renta en la mayoría de los países subdesarrollados se distribuye de la mis-
31 Indonesia 64 R . Dominicana 97 Nueva Zelanda 124 Checoslo- ma manera desequilibrada que la renta mundial. Esto significa que muchos
32 Kenia 65 Rep. Arabe 98 Japón vaquia países, como Brasil o México, que muestran tasas relativamente altas de
33 Uganda de Siria 99 Austria 125 Rep. Dem
34 Rep. Arabe 66 Perú Alemana crecimiento per cápita, tienen, sin embargo, un número cada vez mayor de
100 Finlandia
del Yemen 67 Túnez 101 Austra.lia habitantes que están casi totalmente privados de los beneficios sanitarios
y sociales de la era industrial. ¿Cuál es la causa de este desequilibrio en el
FUENTE: Informe sobre el Desarrollo del Banco Mundial, 1978.
desarrollo mundial?
366 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 367

Las causas de la revolución industrial artículos de lujo que no podían producir ellos mismos. Pero cuando los
comerciantes europeos llegaron finalmente a China ( «Cathay») a través
Aunque la industrialización se produjo por primera vez en Europa, del cabo de Buena Esperanza, descubrieron que los chinos no querían co-
no se trata de un logro exclusivamente europeo. La base de la moderna merciar con ellos. En el siglo xvm, Inglaterra envió delegaciones para pe-
tecnología se sent~ hace millones de años cuando los homínidos prehistóri- di r a los chinos concesiones de comercio. La expedición más famosa. fue
cos tallaron los primeros choppers olduvaienses a partir de cantos rodados. llevada a cabo por George Macartney, quien llegó a Pekín en el año F9.3.
Una secuencia ininterrumpida de evolución tecnológica conecta nuestras La expedición de Macartney gozó del espectáculo que se le ofrecía a la
máquinas más complejas con los primeros útiles de piedra, madera y hueso vista, pero la misión terminó en un fracaso total. El emperador Ch'ien-lung
del Paleolítico . El lento crecimiento y los esfuerzos combinados de miles explicó que no había ninguna necesidad de desarrollar el comercio entre
de pueblos actualmente extintos y olvidados y de inventores anóniR1os China y el pueblo «bárbaro de tez rubicunda» de Inglaterra. China ya es-
de.sarrollaron, en el transcurso de milenios, los útiles, técnicas y conoci- rnba bien dotada de todo lo que posiblemente podría ofrecerle Europa. Las
mientos que han proporcionado la base de la era industrial. El ritmo de palabras de Ch'ien-lung, dirigidas a Jorge III, rey de Inglaterra, merecen
innovación tecnológica fue al principio sumamente lento· al comienzo del un estudio cuidadoso:
Neolítico este ritmo empezó a acelerarse; y cuando apar~cieron las prime-
ras grandes ciudades, en los milenios IV y m a. C., el ritmo se hizo to- En cuanto a vuestra súplica de enviar uno de vuestros compatriotas para acre-
davía más rápido. ditarlo ante mi Corte Celestial y controlar el comercio de vuestro país con
Desde el 9000, al 500 a. C., Europa era una región tecnológicamen- China, esta petición es contraria a todos los usos de mi dinastía y no es posi-
te atra~ada; los centr?s del progreso tecnológico se encontraban en Egipto, ble considerarla ...
Nuestra dinastía Celestial posee vastos territorios, y las misiones tributarias
Anafolia, Mesopotamia, el Valle del Indo y China. El inventario de cultivos de las dependencias son estipuladas por el Departamento de Estados Tributarios,
básicos de Europa -trigo y cebada- fue importado de pueblos no euro- que atiende a sus necesidades y ejerce un estricto control sobre sus movimien-
peos. Asimismo, los animales de transporte y tiro de Europa -caballos, tos ...
?ueyes, ~snos-: fuero? domesticados por primera vez fuera de Europa. El Yo, que gobierno el ancho mundo, sólo tengo un objetivo, a saber, mante-
mventano arquitectónico de Europa -ladrillos cocidos piedra tallada el ner un gobierno perfecto y cumplir los deberes del Estado: los objetos extraños
arco- también se componía de importaciones. Todas la's técnicas metaÍúr- y costosos no me interesan. Si he ordenado aceptar las ofrendas de tributos
gicas y químicas básicas de Europa tuvieron su origen en el Oriente Medio. enviados por vos, Oh Rey, sólo fue en consideración al espíritu que os impul-
Tanto los r:cipientes de cerámica y vidrio,' como los útiles de bronce, hierro só a mandarlas desde tan lejos. La virtud majestuosa de nuestra dinastía ha
y acero se inventaron fuera de Europa. Lo mismo cabe decir de ruedas en- penetrado en todos los países bajo el cielo, y reyes de todas las naciones han
enviado su costoso tributo por tierra y mar. Como puede ver vuestro embajador
granajes, tornillos, palancas, poleas, bombas, taladros, pistones, pre~sas, por sí mismo, poseemos todas las cosas (Schurmann y Schell, 1967: 105-113).
fuelles, hornos y telares. También las carretas, los carros y los barcos de
vela fueron inventos no europeos. Y, por supuesto también lo fueron el
En el campo de la mecánica, la China del siglo xv igualaba los princi-
al~abet~, la escritura, los libros, el calendario y lo; principios básicos de
aritmética, álgebra, geometría y astronomía (véase capítulo 9). pales adelan tos de la Europa de este siglo. Los chinos fueron responsables
Con los griegos y romanos, Europa empezó por primera vez a aportar del desarrollo de un elemento crucial del reloj, a saber, el escape, pieza que
importantes innovaciones técnicas y científicas; durante la Edad Media impide que el resorte se desenrolle más deprisa cuando está estrechamente
tuvo. especial importancia la perfección gradual de molinos engranados'. nrrollado. Irónicamente, fueron los chinos los que inven taron la pólvora,
~ovidos ~or el viento y el agua. Los progresos en la metalurgia y la mecá- que los europeos utilizarían en su conquista del Oriente. Debido a su
nica culmi~aron ~n la .invención del reloj: la máquina más compleja del inversión en presas, canales y sistemas de regadío controlados por el
mundo preindustrial. Sm embargo, hasta el siglo XVI, Europa todavía no 11obierno, los chinos aven tajaban a los europeos en muchos tipos de molinos
había alcanzado una ventaja tecnológica decisiva sobre Persia India y de agua. Joseph Needham, el gran historiador de la ciencia y tecnología chi-
China. ' nas, considera el fuelle metalúrgico chino accionado por agua como el ante-
pasado directo de la máquina de vapor. Los chinos inventaron también la
primera calculadora mecánica, las compuertas de esclusa en canales, el
La tecnología en China puente colgante con cadenas de hierro, la primera auténtica manivela me-
cánica, el timón de codaste y la cometa capaz de levantar hombres (Need-
Los europeos realizaron un esfuerzo prodigioso para mantener el co- ham y Ling, 1959; Needham, 1970). En el año 1.31.3 d . C., los chinos esta-
mercio con el Oriente. Necesitaban las especias, sedas, cerámicas y otros ban experimentando con máquinas de hilar accionadas por agua que fueron
368 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 369
los prototipos directos de las primeras máquinas de hilar europeas (Elvin, In formación de una burocracia agraria centralizada. Todo parece indicar
1974: 196). que la ausencia de una burocracia centralizada que gobernase sobre una
En el último cuarto del siglo xvm, el imperio manchú se extendía vosta población preparó el escenario para el desarrollo del capitalismo y su
desde el Círculo Artico hasta el Océano Indico y 3 .000 millas hacia el udjunto político, la democracia parlamentaria.
interior. Tenía una población de 300 millones bajo el control de una única
burocracia centralizada. Era el imperio más grande y poderoso que jamás
había visto el mundo. ('opitalismo y tecnología
Sin embargo, menos de cincuenta años después del arrogante rechazo
de los «bárbaros de tez rubicunda» de Inglaterra por parte de Ch'ien-lung, La economía política de Europa fue dominada por «compañías» compe-
el poder imperial chino fue destruido, sus ejércitos humillados, sus puettos lidorns que disponían de existencias acumuladas de dinero. Este «capital»
de mar dominados por los comerciantes ingleses, franceses, alemanes y nor- rw nplicaba libremente a las tareas productivas o distributivas que los em-
teamericanos, sus masas campesinas presas del hambre y la peste. En estos 1wcsarios consideraban más rentables. A medida que aumentaba el número
cincuenta años (1775-1825), Europa logró por primera vez una ventaja dl· compañías que concurrían en el mercado, aumentaron también las nece-
militar y tecnológica decisiva sobre el resto del mundo. Con el gobierno ~ idudes de mano de obra. Ahora bien, Europa carecía de las vastas. pobla-
central bajo el control de intereses comerciales europeos y las provincias ' iones que son características del Asia meridional y oriental. Por eso, mu-
convertidas en un hervidero de rebeliones, China se transformó en una ' hns veces resultaba más rentable sustituir a los obreros por máquinas. La
atrasada colonia política y económica. ' 1cncia y la ingeniería se aplicaron a la tarea de diseñar estas máquinas,
lográndose espectaculares avances en la tecnología industrial desde el si-
¡do xv en adelante.
Despotismo oriental e industrialización En China en cambio el capitalismo no fue la forma dominante de
'
1·1 onomía política. '
Los chinos tenían una economía monetaria; vend'ian sus
Si los chinos eran tan inventivos, ¿por qué no ocurrió la revolución hll'nes agrícolas e industriales en mercados para obtener un beneficio; ha-
industrial en China en vez de en Europa? Hoy por hoy, no se puede dar lil11 numerosos comerciantes ricos y una red de bancos y asociaciones de
una respuesta definitiva a esta pregunta. Sin embargo, las diferencias· en 111merciantes. Por lo demás, las unidades domésticas campesinas participa-
las economías políticas de las dos regiones tal vez fueran el factor decisivo. 111111 en los mercados locales y trataban de obtener los máximos beneficios
China fue un ejemplo primordial de lo ·que Karl Wittfogel (1957) ha de• sus haciendas familiares. La tierra podía comprarse y venderse. Pero en
llamado «civilización hidráulica» . Su riqueza y enorme población, tan fa- ( :hina la rentabilidad en gran escala era función de la burocracia, no de la
bulosas a los ojos .de los observadores europeos del Renacimiento, se , l lricncia. Sin las adecuadas conexiones imperiales, los beneficios eran inse-
basaban en una agricultura de regadío intensiva. Esta agricultura era po- 1111ros y no podía acumularse capital. El capital podía esfumarse en los im-
sible gracias a un sistema nacional de diques, presas, canales, lagos arti- puestos que recaudaban funcionarios corruptos; las licencias al comercio
ficiales y embalses que controlaban las crecidas de los ríos Amarillo (Hwang p11dfan ser suspendidas arbitrariamente, y el emperador y sus funcionarios
Ho) y Yangtze, y abastecían de agua a los campos de millones de agricul- 1 ~ propiaban y absorbían constantemente los negocios más lucrativos. Exis-
tores campesinos . La construcción y el mantenimiento de las instalaciones if1m compañías, pero competían entre sí principalmente por el acceso a la
hidráulicas requerían enormes contingentes de mano de obra. Una de las 1111dicncia de algún burócrata, no por precios más bajos. Se estimulaban las
principales funciones de la burocracia imperial china era organizar, coordi- 11111ovaciones científicas y tecnológicas, pero sólo en relación con las necesi-
nar y dirigir estas obras públicas. Al igual que los imperios de los valles del dmlcs del poder imperial. La burocracia imperial estaba realmente interesa-
Indo, Tigris-Eufrates y Nilo, China estaba sumamente centralizada (Ulman, d11 en incrementar la rentabilidad y la eficiencia del trabajo. Pero como
1979). , 11ntrolaba enormes masas de campesinos, rara vez sentía la necesidad de
Por contraposición, la Europa anterior a la industrialización era feudal 1111tituir a las personas por máquinas . China estaba atrapada en lo que
y descentralizada. Los cultivos de Europa dependían de las lluvias, la ade- M11rk Elvin (1974) ha llamado una «trampa de equilibrio de alto nivel». El
cuada rotación de los campos y el ajustado equilibrio entre ganadería, in- •iMICma de artesanía, agricultura, transporte y administración funcionaba a
dustria lechera y agricultura . La mejor aportación que el Estado podía 11110 escala tan enorme que era difícil mejorar su eficiencia sustituyendo a
hacer era construir carreteras e, incluso en esta tarea, los reyes feudales l11N obreros por máquinas.
europeos destacaron por lo poco que realizaron. La agricultura europea no Así en China el crecimiento de la industria y el comercio privados si-
podía igualar a la china en lo que a la productividad por acre se refiere 111iió al' crecimiento de la estructura política y permaneció supeditado ~ la
(Cooter, 1978). Sin embargo, esta debilidad ocultaba una fuerza: impidió politíca imperial (Chu'u, 1964) . P or el contrario, en Europa el comemo y
370 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 371
la in~ustria privados se desarrollaron simultáneamente con el surgimiento lu frugalidad y la reinversión no constituyen por sí mismas garantía alguna
de re~n.os tales como Inglaterra, Francia y Prusia. El rey y el comerciante de desarrollo empresarial. Si estas actitudes se expresan en una economía
compitieron por el control de la economía política postfeudal. Si se les com- política que impide sistemáticamente la formación de capital y que no
~ara con los emp~radores chinos, los reyes europeos eran príncipes insigni- premia ni siquiera los esfuerzos más enérgicos, tendrán poco efecto en jn-
f1eantes. Cuando. intentaron reivindicar mandatos divinos y una autoridad rrcmentar la renta per c~pita (cf. Hoeslitz, 1977).
a?soluta, las nac1~ntes clases capitalistas en Francia e Inglaterra se les opu-
sieron. Los «~spirantes a emperadores» de la Europa de los siglos XVII
Y ~VII! .o cedieron sus derechos divinos al parlamento o acabaron en la ('olonialismo y subdesarrollo
guillotina. Por tanto, la experiencia de Europa con el derecho divino de los
reyes no es comparable a lo que Wittfogel (1957) llama el «pode1- total» En buena medida, el desigual desarrollo de las naciones industriales y
de los déspotas orientales . 1w industriales de hoy en día es una herencia del reciente imperialismo
político . y económico, causado por la búsqueda incesante de nuevas fuentes
de ma terias primas para las industrias de las naciones capitalistas (Wallers-
El capitalismo y la ética protestante ll'Ín, 1974). Los beneficios de estas remotas empresas favorecieron a las
poLcncias coloniales y contribuyeron a acelerar su desarrollo; pero, en ge-
Al comparar las naciones desarrolladas y subdesarrolladas se ha escrito lll'ral, tuvieron un efecto negativo para las naciones dependientes. Por
mucho sobre el «espíritu» de empresa europeo. Los intent¿s de vincular r j<:mplo, desde el siglo XVI, las colonias tropicales y semitropicales fueron
este «espí:itu» a creencias religiosas han sido numerosos. Según el soció- 1 onsagradas a cultivos de plantación tales como azúcar, algodón, té, tabaco,

logo. ~leman M~x Weber , el protestantismo, especialmente en sus formas 11Nnl, cáñamo y copra. Aunque estos cultivos rendían grandes beneficios a
cal~1msta Y puntana, ?i.o sanción religiosa a formas d~ conducta social que los extranjeros que controlaban las plantaciones, los obreros recibían sala-
teman .muchas probabilidades de conducir al éxito en los negocios . El pro- 1 los muy bajos en relación con el costo de los artículos manufacturados y no
tes~ant1smo pone. el. énfasis en la iniciativa y responsabilidad individuales; podían acumular capital alguno. En vez de sustituir la mano de obra por
estimula la. 1.a,bonos1d_ad y el ahorro al hacer del éxito mundano un signo 111~quinas, los empresarios defendían su competitividad manteniendo los
de la b~nd~c1on de ?.10s y un presagio de salvación. Así, el protestantismo t oslos de la mano de obra en los niveles más bajos posibles . Los terrate-
proporciono .una «~t1~a» adm1rableme1!te adaptada a los objetivos vitales 11il·ntes coloniales no necesitaban invertir en la modernización de los me-
del. e.mpresan o capitalista: trabajo duro y prudente reinversión de los be- di os de producción para mantener el negocio . Con la asistencia de fuerzas
nef1c1os. mliciaco-militares, podían rebajar el precio de la mano de obra. Cuando
En cualquier caso, las teorías que vinculan el éxito empresarial a los l t1K salarios descendían hasta el nivel de subsistencia o por debajo de éste,
valores pr_?testantes han a~canzado gran popularidad (Eisenstadt, 1968). lt'rlutaban toda la mano de obr a que necesitaban para producir beneficios .
Es.tas teonas tr atan de explicar no sólo por qué el capitalismo se desarrolló l .1 1 esclavitud fue un medio de alcanzar este resultado. Sin embargo, llegó
pnme~o en Europa, sino también por qué tantos países del mundo han per- 1111 tiempo en que incluso el costo del mantenimiento de esclavos se hizo
manecido subdesarrollados. Así, un estereotipo popular de los países sub- p1 ohibitivo. Una solución alternativa bastante extendida fueron los siste-
desarro~ados consiste en que sus pueblos son holgazanes y carecen de la 11111s de corvea. La .ti1ano de obra sujeta a corvea dedicaba la mayor parte
propensión a ahorrar, lo que les impide acumular capital. di· su tiempo a trabajar para su propia subsistencia en pequeñas granjas.
Esta explicación del subdesarrollo tiene poco valor científico. El mismo 1.os medios de conseguir mano de obra barata para la producción de artícu-
Weber no afirmó que la ética protestante fuera la causa del desarrollo del l11N de exportación eran la imposición de un impuesto sobre el número de
capitalismo. Sencillamente, sugirió que, al adoptar el protestantismo lo·s ¡u•rsonas en una unidad doméstica (capitación), que había que pagar en
europeos d~l norte. a~quirier?n una ve_:i~aja empresarial sobre los europeos 1 l1•ctivo; la promulgación de leyes que especificaban que todos los hom-
?el sur, quienes s1gu1e~on siendo catolicos. Pero Weber no respondió al litt'S debían trabajar tantos meses del año por salarios, o la requisa incon-
interrogante de por que fue la Europa del norte la qué adoptó el protes- d ldonal para equipos de trabajo (Amín, 1976).
tantismo (Samulsson, 1964). Este tipo de sistemas predominó especialmente en Afric? durante el
. La antropología no respalda la noción de que la raíz causal del sub- prrfodo comprendido entre el fin de la esclavitud y la independencia, flo-
d.e,sarrollo sea la ausencia de una ética de trabajo duro, frugalidad y reinver- 1r 1 icron en el pasado más inmediato en las colonias portuguesas de Mo-
s10n. ~e hecho, como se mostrará en el capítulo siguiente, esta ética está 1111lbique y Angola y todavía se hallan en las reser vas y bantustans * de
en realidad presente en muchas de las regiones no protestantes en las que
* Territorios sometidos a un régimen de autonomía interna, reservados a la po-
el subdesarrollo es más patente. El problema estriba en que el trabajo duro, l•lud ón africana. [N. del T.]
372 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 373

la República de Sudáfrica. En Mozambique, los africanos q.ue no podían Muy pronto se establecieron relaciones comerciales regulares entre Ja-
demostrar que habían trabajado como asalariados en plantac10nes europeas pón y España a través de Nagasaki y Manila, y entre Japón y Portugal a
o en otros negocios controlados por los europeos, eran reclutados para través de Nagasaki y Macao. Los portugueses lograron introducirse en los
brigadas de trabajo y obligados a trabajar en puertos y carreteras. Los mercados japoneses gracias a la obra misionera de la orden jesuita bajo la
salarios que se les asignaba eran todavía más bajos que los salarios, ya por dirección del español Francisco Javier. Por otra parte, la vanguardia de la
debajo del nivel mínimo de subsistencia, que habrían percibido si se hubie- penetración española estaba constituida por misioneros de la orden francis-
ran ofrecido sumisamente «como voluntarios» para trabajar. Otra solución cana . Misioneros, comerciantes europeos, príncipes feudales rivales y cam-
colonial frecuente al problema de hacer rentable una agricultura tropical pesinos rebeldes empezaron a luchar unos con otros hasta que en 1614
ineficiente consistía en otorgar concesiones de compra a compañías prote- los europeos fueron expulsados del país. (Volveremos 'sobre este Ímportant~
gidas y después obligar a todos los «nativos» de un área determill'!lda a acontecimiento más adelante.)
plantar un mínimo fijo de un cultivo señalado. En Mozambique y Angola En Java la difusión del islamismo entorpeció la primera obra misione-
se obligó a millones de personas a dedicar una parte de sus parcelas de ra de los portugueses, y pareció durante algún tiempo que los europeos
subsistencia al cultivo del algodón, incluso en áreas en las que tal cultiv? también iban a ser expulsados de las Indias orientales. Bajo la influencia
era ecológicamente arriesgado y propenso a un fracaso total. Estos experi- islámica, una vigorosa clase de comerciantes y hombres de negocios indo-
mentos nada costaban a los concesionarios; sólo la familia campesina paga- nesios se man tuvo firme en la competencia con los portugueses . Sin embar-
ba en forma de desnutrición y trabajo esclavizador (Harris, 1958; 1972; go, los holandeses, recién emancipados de la tutela española, formaron la
1974a; Mondlane, 1969). Compañía Holandesa de las Indias Orientales en el año 1602 y practicaron
una política de conquista armada enderezada a asegurar un control mono-
polizador sobre todo el área comercial de las Indias orientales. Maniobran-
Indonesia y Japón do entre los reinos de javaneses rivales, los holandeses ampliaron continua-
mente su dominación político-económica de Java y las islas circundantes
P odemos comprender mejor la magnitud del desastre económico inhe- (Sumatra, Borneo, las Célebes).
rente al colonialismo comparando áreas que estuvieron sometidas a un Cuando se extendió la conquista, las familias dirigentes derrotadas se
gobierno colonial con otras que se libraron, total o parcialmente, del mis- convirtieron en agentes de la Compañía. Los beneficios se obtenían de
mo. A este respecto resulta especialmente elocuente la comparación entre diferentes maneras: mediante la plantación forzosa de cultivos para la ex-
J apón y Java, iniciada por el antropólogo Clifford Geertz (1963). portación (índigo, café, azúcar) sobre los que la Compañía ejercía privile-
Java, la isla más populosa de la actual República de I ndonesia, se gios monopolizadores; la recaudación de tributos en especie (arroz madera
parece a las islas japonesas más grandes en algunos importantes aspecto.s algodón, hilo, judías); los impuestos monetarios, y las exportacio~es desd~
ecológicos y políticos . Cuando los europeos entraron en contacto por pn- plantaciones de azúcar y café explotadas con trabajadores forzados. Esta
mera vez con Japón y Java, ambas islas tenían organizaciones feudales ba- fase del gobierno colonial holandés duró desde 1602 a 1798. Su principal
consecuencia económica· fue la destrucción de la clase comerciante javanesa
sadas en una agricultura de arroz de regadío. El regadío era esencial para
que casi había conseguido aventajar a los portugueses . '
ambas, pero las redes hidráulicas eran pequeñas en comparació~ con el Entre 1798 y 1825, hubo un intervalo en el que la Compañía de las
sistema chino. T anto Java como J apón tienen masas terrestres relativamente Indias Orientales quebró por pagar dividendos a un interés anual del 40
pequeñas, divididas en valles relativamente pequeños por numerosas mon- por 100. Los ingleses la sustituyeron tempor almente durante las Guerras
tañas y volcanes. A principios del siglo XVI, cuando la influencia europea. Napoleónicas. Los holandeses regresaron en 1816, pero entre los campesinos
empezó por primera vez a propagarse hacia el Pacífico occidental, Java era javaneses reinaba un profundo descontento, y en 1825 estalló una sangrien-
el objetivo colonial más atr activo debido a sus productos tropicales. Ade- ta guerra de independencia en la que 200.000 javaneses perdieron inútil-
más, la conquista de Java era más fácil que la de Japón. J ava estaba frag- r~ente, la vida. (Por contraste, bastaron 4 .000 muertos para asegurar la
mentada en reinos que guerreaban entre sí, subdivididos a su vez en fe u- libertad de las 13 colonias norteamericanas.) Al finalizar esta guerra, en
dos . Japón, en cambio, era nominalmente un único reino, encabezado por 1830, los holandeses intensificaron sus esfuerzos para obtener beneficios
un emperador; las subdivisiones feudales japonesas tendían, pues, a ser imponiendo contingentes obligatorios de determinados cultivos. Mediante
más grandes y a estar mejor organizadas, desde un punto de vista militar, corveas masivas plantaron café en gran parte de las restantes tierras sin
que las de los reinos javaneses independientes. Los primeros inte.n tos de regar de Java: 300 millones de árboles entre 1~37 y 1850 (los suficientes
penetración europea · los llevaron a cabo, en ambos casos, comerciantes y como par a convertir la expresión «una taza de Java» en sustituto casero de
sacerdotes portugueses y españoles. «una taza de café» en muchas partes del mundo). Al mismo tiempo, para
374 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 375

estimular a los aldeanos a plantar caña de azúcar en sus arrozales, las au to- En 1614, bajo el victorioso señor de la guerra Tokugawa Ieyasu, se
ridades holandesas emprendieron una vasta expansión de las instalaciones aceleró el proceso de consolidación de la nación japonesa. Los intereses co-
de regadío, recurriendo de nuevo al trabajo obligatorio. La política oficial merciales extranjeros toparon con una vigorosa resistencia; pronto se pro-
exigía que los campesinos rotaran la plantación de azúcar y de arroz .en sus hibió incluso a los japoneses construir barcos para el comercio exterior.
propios arrozales. La producción de azúcar se incrementó constantemente , Hacia 163 7, Japón cortó totalmente la «asistencia» de los administi,"ado-
pero también la población. Al aprovecharse del agua extra que los proyectos res, misioneros y hombres de negocios europeos, salvo un pequeño grupo
azucareros ponían a su disposición, y trabajando de modo intensivo en sus de comerciantes holandeses mantenidos en cuarentena en una isla del puer-
arrozales, los campesinos javaneses produjeron el suficiente arroz para incre- to de Nagasaki, «la ventana al Occidente» del Japón. Este estado de co-
mentar su población en un 700 por 100 durante el siglo XIX (de 4 a 30 mi- sas duró hasta 1853. Sin embargo, durante los 250 años de «aislamiento»,
llones). A pesar de este crecimiento demográfico, se produjo una ~gran la organización social japonesa evolucionó en una dirección convergente
acumulación de capital gracias al azúcar y el café; pero estas instalaciones con la de la transición europea del feudalismo al capitalismo (Bloch, 1961,
y fondos permanecieron totalmente bajo el control de empresarios holande- 1964; J acobs, 1958). La actividad empresarial se expansionó a costa de
ses en vez de indonesios. En 1870, el gobierno cedió el control directo de los privilegios feudales, y cuando el Commodoro Perty llegó en 1853 para
la industria azucarera a compañías privadas que eran todas holandesas. obligar al Japón a abrir sus puertas al comercio internacional, las puertas
Como los holandeses deseaban preservar la economía campesina y ga- estaban a punto de saltar por sí mismas debido a la presión de los empre-
rantizar al mismo tiempo los beneficios de sus compañías, el gobierno pro- sarios capitalistas japoneses (Hanley y Yamamura, 1977).
hibió la venta de los arrozales de las aldeas. El cultivo del azúcar se llevó Además, a pesar de su «aislamiento», los japoneses habían estado estu-
a cabo en tierras arrendadas por las compañías privadas. Dado el enorme diando asiduamente el desarrollo de la tecnología occidental, tal como se
incremento de población, a las sociedades anónimas azucareras nunca les describfa en libros holandeses pasadÓs por la «ventana» del puerto de Na-
faltó mano de obra para plantar y cortar la caña; sin embargo, el sistema gasaki. An tes incluso de la llegada de P erry, habían hecho experimentos
de arrendamiento preservó la ilusión de la propiedad y, así, redujo los
con todo, desde el telégrafo hasta las acerías, siguiendo las directrices de
riesgos políticos de crear una clase de jornaleros agroindustriales sin tierras.
El resultado neto de todo este «desarrollo» es que, cuando se alcanzó estos libros. Se habían creado laboratorios especiales par a explorar la apli-
finalmente la independencia en 1949, los campesinos javaneses se encon- cación práctica de todas las ramas de los conocimientos «holandeses»: fo-
traban en una situación palpablemente . peor que al principio de los 3 50 tografía, hilado· de algodón, refinado de azúcar, chapado de metal y fabri-
años de dominación holandesa. La industrialización no había realizado nin- cación de áddos, alcohol y vidrio (T. Smith, 1955: 3).
gún progreso significativo; la población había aumentado desde 4 a 60 mi- Lo que todavía es más importante, la apertura de J apón al Occidente
llones; el consumo de calorías nunca había sobrepasado las 2.000 calorías sólo se inició después que J apón había conseguido fabricar su propio ca-
por día; la isla entera, con sus millones de minifundios, se había conver- ñón de gran calibre en sus propias fundiciones. Na turalmente, después del
tido en «un vasto barrio bajo rural». Prácticamente todo su capital había restablecimiento del comercio internacional, los hombres de negocios y los
sido esquilmado para construir la economía de Holanda y Europa (Geertz, funcionarios del gobiérno japonés recurrieron cada vez más al asesora-
1963 ). miento tecnológico. extranjero. I mportaron técnicos e ingenieros y realiza-
ron incontables viajes de inspección por el extranjero . Pero la diferencia
decisiva entre este tipo de asistencia tecnológica y muchos programas mo-
Japón dernos de ayuda a naciones subdesarrolladas radica en que los beneficia-
rios eran industrias japonesas protegidas por un gobierno japonés que con-
Momentáneamente, hacia finales del siglo XVI, pareció que Japón no fiaba en sus propias armas . Con el establecimiento del gobierno Meiji en
escaparía al destino de J ava. En efecto, la actividad misionera emprendi-
1868, la protección de la actividad empresarial japonesa fue garantizada
da por Francisco J avier había tenido un éxito destacable; pero el feudalis-
mo japonés era más centralizado que su homólogo javanés. Bajo la ame- por el surgimiento de un Estado centralizado comprometido con una rá-
naza de una ocupación europea, los señores feudales japoneses cerraron fi- pida industrialización y el fomento de todas las formas de acumulación de
las con su emperador y se dedicaron a la tarea de expulsar a los misione- capital mientras los beneficiarios fueran japoneses.
ros, acabar con el cristianismo y controlar su propio comercio. Los jesuitas En la actualidad, Japón es la tercera potencia industrial del mundo.
y sus aliados japoneses se defendieron, pero fueron derrotados; gran nú- Sus industrias navales, automovilísticas, siderúrgicas, ópticas, electróni-
mero de cristianos fueron asesinados y el comercio con los diferentes paí- cas, textiles y de plásticos son envidiadas en el mundo enteró. Cuando se
ses europeos quedó interrumpido. compara el surgimiento de Japón como nación desarrollada con lo que
376 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 377

Geertz ha llamado la «antología de oportunidades malogradas» y el «con- una economía socialista, pero sólo a cambio de una nueva relación de de-
servatorio de posibilidades perdidas» representados por Java es difícil pendeñcia con la Unión Soviética.
evitar la conclusión de que la diferencia entre ambos casos estriba en la Por lo demás, no está del todo claro que, una vez completada la tran-
exención única del Japón de los lazos coloniales. Como concluye Geertz: sición a una economía socialista, puede o deba lograrse el desarrollo in-
«La existencia de un gobierno colonial fue decisiva porque significaba que dustrial a costa, exclusivamente, del ahorro y tecnología nacionales~ La
el potencial de crecimiento inherente en la economía javanesa tradicional. .. decisión del gobierno chino de establecer relaciones comerciales extensivas
se utilizó no para el desarrollo javanés (o indonesio), sino para el ho- con Occidente, por ejemplo, puede interpretarse como una admisión del
landés.» fracaso del más importante experimento autárquico en la historia.
Una solución alternativa consiste en abrir de par en par las puertas a
las compañías multinacionales y otorgarles concesiones fiscales y monopo-
Alternativas al subdesarrollo en la era postcolonial lísticas para fomentar una máxima tasa de inversión. Aunque se reconoce
generalmente que las empresas privadas benefician a las clases alta y me-
¿Por qué ha persistido el subdesarrollo e incluso ha empeorado en dia más que a la gran masa de gentes pobres, los economistas capitalistas
el momento en que tantos países han alcanzado su independencia? No se sostienen que si la tasa de desarrollo económico es lo suficientemente ele-
puede esperar que ninguna fórmula general explique todos los problemas
vada, los beneficios acaban «goteando» sobre las clases más pobres. El
de la era postcolonial. Las diferencias en el potencial de desarrollo están
mejor ejemplo de desarrollo capitalista postcolonial es, probablemente, el
asociadas con los siguientes factores: ( 1) las diferentes dotaciones de re-
cursos naturales; (2) el tamaño y densidad de la población; (3) el grado de Taiwan. Pero, al igual que Cuba, Taiwan tenía un valor geopolítico
de e.xplotación bajo el colonialismo; ( 4) el grado en que la independencia sumamente estratégico y recibió desde el exterior enormes sumas en con-
es simplemente una palabra para designar una forma más sutil de sub- cepto de ayuda militar y económica. En otras partes, como en Brasil, dos
ordinación política y económica; (5) las condiciones bajo las que se obtu- décadas de inversiones extranjeras en gran escala han beneficiado a las
vo la libertad (por ejemplo, mediante guerras unificadoras de liberación clases alta y media, pero dejado a las masas de pobres en una situación
o abandono voluntario de una administración en bancarrota), y (6) gra- tan mala como la de antes, o incluso peor (Pastore y Haller, 1977).
do de unidad cultural y lingüística. Una de las razones de esto es que el tipo y cantidad de la inversión
Uno de los problemas básicos de los. países en vías de desarrollo es el está limitado por lo que conviene a las multinacionales respecto a sus
handicap que supone haber tomado la salida tarde. Se parecen al fabri- empresas ya establecidas. Por lo demás, los beneficios de las multinaciona-
cante de bicicletas que desea empezar a fabricar automóviles o al fabri- les se retiran como dividendos y costos a la casa central. Como los países
cante de cometas que desearía construir aviones. Como indica el sociólogo subdesarrollados suelen ser políticamente inestables, invertir demasiado
sueco Gunnar Myrdal (1957: 26), una vez alcanzado cierto nivel de com- capital en un país resulta claramente imprudente para la compañía.
petencia tecnológica y organizativa en un sector concreto de la industria, Así la cantidad de capital retirado de los países subdesarrollados en
a los últimos en llegar les resulta cada vez más difícil competir. forma de beneficios, pagos de préstamos y déficits comerciales es mayor
Una solución obvia a este problema consiste en que los países sub- que la cantidad invertida. Además, desde 1970, los precios de los pro-
ductos exportados · por la mayoría de los países en vías de desarrollo han
desarrollados rompan la relación entre sus industrias nacientes y las fuer-
experimentado un constante deterioro en relación con el valor de los bie-
zas des tructivas del mercado mundial capitalista. Ahora bien, una deci- nes exportados por los países desarrollados y con el precio del petróleo
sión de este tipo supone transformar una economía política esencialmente (Naciones Unidas, 1974a). Entre 1955 y 1972 estos términos comerciales
capitalista en una economía política esencialmente socialista. A su vez, se han deteriorado en un 15 por 100, equiv-alente:
esto implica una transición revolucionaria y llena de tensiones para some-
ter a las clases cuya riqueza y medios de vida están firmemente ligados a una pérdida, en 1972, de alrededor de 10.000 millones de dólares, o más del
a mercados capitalistas internacionales y empresas privadas nacionales. 20 por 100 de las exportaciones totales de estos países, que excede considera-
Además, los movimientos socialistas en países dominados por potencias blemente a la asistencia oficial total al desarrollo prestada por los países desarro-
llados de economía de mercado a los que están en vías de desarrollo en Africa,
del bloque occidental están sujetos a una represión política y militar más Asia y Latinoamérica (unos 8.400 millones de dólares en 1972). En otras
o menos directa . Tal es especialmente el caso de Latinoamérica donde los palabras, hubo, en efecto, durante este período una transferencia neta de re-
Estados Unidos han intervenido para impedir transformacione; socialistas cursos reales desde los países en vías de desarrollo a los desarrollados, siendo
en la República Dominicana, Brasil, Cuba y Chile (Souza, Alfonso y Jun- más que compensado el flujo de ayuda por la corriente adversa en los términos ·
geira, 1976: 27-29). De este grupo, Cuba es la única que ha logrado crear comerciales de los países en vías de desarrollo (Naciones Unidas, 1974b: 4).
378
Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 379
Es, pues, comprensible por é 1 ·
en la actualidad d .d qu d as nac10nes subdesarrolladas tratan las variedades de alto rendimiento dan resultados no mucho mejores, y en
primas. esespeia amente e elevar los precios de sus materias ocasiones peores, que las variedades nativas, especialmente bajo condicio-
En la prácti · 1 ·r nes adversas de suelo y clima.
lismo de puert~sª' c~~~lest~%~~st;o b?mpletamentedautárquic~ ni el capita- Cómo obtener estos inputs y cómo y entre quién distribuirlos son
ninguno de los países en vías de ad~:~~·~s gozan e la. con~ranza de casi pregun tas que suscitan inmediatamen te profundas cuestiones ecológicas
parte aceptan la necesidad de alguna for~~od de mdes t1os ~1as. La mayor y político-económicas. Las tierras de regadío únicamente forman fil 30
algunas compr as y ventas en el . d e. ayu a exterior, de realizar por 100 de las tierras cultivadas de Asia (Wade, 1973). La mayoría de
intervención estatal en el proces:d~c~e~a~~~.1al y de una buena dosis de los campesinos del mundo subdesarrollado no sólo no tienen acceso a can-
tidades adecuadas de agua para regar, sino que no p ueden pagar los cos-
tosos abonos y los demás inputs químicos. Esto significa que, a
La revolución verde menos que los gobiernos de los países que recurren a las semillas mila-
grosas hagan esfuerzos extraordinarios para impedirlo, los principales be-
neficiarios de la revolución verde serán los comerciantes y agricultores
más ricos que ya poseen tierras de regadío y que están en mejor situación
de pagar los inputs químicos.
Richard Franke (1973, 1974) estudió la revolución verde en la Java
central. Describe tres fases diferentes del intento por parte del gobierno
indonesio de distribuir el arroz milagroso.
La fase III se inició en 1970. A pesar de que se estaban obteniendo
incrementos en los rendimientos de hasta el 70 por 100, en la aldea es-
tudiada por Franke sólo el 20 por 100 de las unidades domésticas cam-
pesinas se habían unido al programa. Los principales beneficiarios eran
agricultores que ya eran más ricos que la media, poseían la mayor parte
de las tierras y tenían abastecimientos adecuados de agua. Las familias
más pobres no· adoptaron las n uevas semillas. Se las arreglaban para sub-
sistir trabajando a jornada parcial en las haciendas de los agricultores ri-
cos, quienes les prestaban dinero para comprar alimentos. Los agriculto-
res ricos impidieron a sus jornaleros adoptar las nuevas semillas . Los
·agricultores ricos temían perder su abastecimiento de mano de obra ba-
rata, y los pobres que, si se independizaban de sus patronos, no tendrían
a nadie a quien recuüir en caso de enfermedad o sequía. Franke conclu-
ye que las teorías que están detrás de la revolución verde son principal-
mente racionalizaéiones para las élites dirigentes, que tratan de encon-
trar la forma de alcanzar el desarrollo económico sin la transformación
social y política que sus sociedades requieren.
¿Por qué han despertado tanto entusiasmo público unas semillas mila-
grosas que no pueden usar la gran masa de los campesinos? Desde el pun-
to de vista de los campesinos pobres, estas semillas, con sus ingentes ne-
cesidades de agua e inputs químicos, son todo lo contrario de los mila-
gros. Si lo fueran, requerirían menos agua y abonos, no más. Pero las
autoridades y técnicos responsables de promover la revolución verde tra-
taban de transformar la agricultura campesina conforme al modelo de la
agricultura con alto consumo de energía predominante en los países des-
arrollados. Se esperaba q ue al estimular el c;lesarrollo de la agricultura
mecanizada en los trópicos, la productividad se elevaría con la rapidez
suficien te como para poder alcanzar la tasa de crecimiento demográfico.
....

380
Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 381
E~i~entei_nente, es.ta transformación exige la virtual destrucción de los exportado» (Paddock y Paddock, 1973: 218). Lo que caracteriza, según
1
~m1~~nd10s, lo mism~ que e.n los Estados Unidos ha significad.(\ la des- Cynthia Hewitt de Alcántara (1976: 320), a la revolución verde de Mé-
Jruccion de la pequen~ gran1a familiar. Hasta en las naciones industrfa- xiq> es el despilfarro de recursos naturales y humanos y de la riqueza
es,. e.n 1as que la antigua población agrícola puede emplearse como ca- creada por las inversiones públicas en instalaciones de regadío. «La ca-
mareros, envasa~ores de carne y mecánicos de tractores (véase p. 208) pacidad del grueso de la población rural para satisfacer sus necesidades
esta .t.ransformación comporta graves penalidades. Pero en los países sub~ básicas sigue siendo, después de treinta años de moderni.:ación agrícoJ'a,
desau ?l!ados, en !os '-!ue hay poco trabajo en los sectores de la industria extraordinariamente limitada» (Hewitt de Alcántara, 1976: 135).
~ srvici.os, la emigr.ación a las ciudades no puede elevar el nivel de vida Recientemente, gobiernos y fundaciones han reconocido la importan- '
e os cientos de i_nillones de campesinos subempleados. cia de concentrarse en la ayuda a los campesinos pobres que dependen de
E? bdeni medid~, el. entusiasmo por la revolución verde nació err los la agricultura de lluvias. Así, por ejemplo, el I CRISAT * de H yderabad,
co~se1~s . e as !11ultmac~onales que venden los inputs químicos y la ma- India, ha emprendido un programa para incrementar la producción de
quma~ia mdustrial esenciales para la agricultura mecanizada E FT · cultivos de secano, como sorgo, mijo, garbanzos y cacahuetes, que son
por c:!~mplo, la Esso Standard Fertilizer and Agricultura! Co~pain~~:~~ alimentos básicos de 500 millones de personas en Asia y Africa (ICRI-
~mp1no undpa.pel clave en la introducción y comercialización del arroz
he tod rln imiento. Esta compañía instaló 400 almacenes a lo largo y
SAT, s. f.). Queda ver si es posible obtener mejoras sustanciales en los
rendimientos de estos cultivos sin inversiones costosas.
dnc 0 e país Y contrató un equipo de ventas compuesto por cientos
e ~?entes-representantes-empresarios que servían como agentes de ex-
tension para promover el progra d di 1 Los límites de la tecnificación y el crecimiento industrial
(US-AID 1971) p . ma e. arroz Y.ª. estrar a os agricultores
con 1 ' 1 . or. su parte, el gobierno filipmo facilitó los préstamos
b os que os agricultores compraban los envases que contenían los Durante la últimas dos décadas muchos antropólogos y sociólogos han
ª ~nos by ot1:os productos químicos fabricados por la Esso en una fae- dejado de creer que alcanzar un desarrollo mediante tecnologías indus-
tona su venc10nada por el gobierno. triales y métodos de producción avanzados sea posible o deseable. En
d L~ asociación entre las semillas milagrosas y la agricultura mecani- vez de emular la experiencia de las naciones industriales, hoy en día se
za a a .~stado '.presente en, el mismo inicio del experimento mexicano otorga más importancia a elevar los niveles de vida por medio de tec-
con e~ tngo. Ci~dad Obregon en Sonori:t era el centro de enormes ex- nologías de tipo .«intermedio» o «apropiado». Estas tecnologías emplean
flot~cionesd?e trigo que dependían de extensos proyectos gubernamenta- las materias locales y las habilidades existentes, tienen una alta demanda
~s e rega 10 en el Valle ?el.río Yaqui. Los antiguos habitantes cam e- de mano de obra y bajos presupuestos energéticos, y elevan la eficiencia
s~n?.s de este Val!e - los mdios yaqui- habían sido expulsados de ;us de la producción sin destruir la continuidad de la cultura local.
tt~~ras en una sene de encuentros militares, el último de los cuales ocu- Esta forma de enfocar el problema se ha visto estimulada por el re-
~n en 1926,. cuando los yaqui intentaron sin éxito secuestrar al presi- conocimiento de que la prosperidad de los países desarrollados se encuen-
ent~ de México, Obregón. ~~eron sustituidos por agricultores de media tra amenazada por los .efectos laterales de la industrialización, como la
Y gran escala que se beneficiaron de inversiones públicas que sólo en contaminación, y el rápido incremento de los costos de los combustibles
p~esas alcanz~ban los ?5 millones de dólares. Como en el caso de Fili- fósiles (Lovins, 1976). Sólo por consideraciones energéticas, resulta im-
prnas,, e~ gobierno mexi~ano subvencionó el desarrollo de la industria e- posible exportar intacta la agricultura mecanizada norteamericana al res-
trbqmm~ca que proporcionaba los abonos para las nuevas semillas Ot~as to del mundo. Este sistema, como se analiza en el capítulo 11, es el modo
fu. ven~one~ ~e concedieron a los productores del trigo milagr~so en de producción alimentaria más caro, en términos energéticos, que jamás
ori_na J p~ec10s apoyados por el gobierno, fijados un 33 por 100 'por se haya inventado. De emplearse para alimentar al mundo entero, absor-
enc~ma e s pr~~1os en el i_nercado mundial. Cierto es que el tri 0 mi- bería casi el 80 por 100 del consumo energét'ico anual total del globo
la~roso ha {onve.ltldo a I:'Iéxico ~n una nación exportadora de tri:o. No (Steinhart y Steinhart, 1974: 312). Según cálculos de David Pimentel y
º. stante, e precio del tngo m~xicano es tan alto que no hay más reme- sus colaboradores, si el petróleo fuera la fuente de energía de un sistema
dio 9ue exportar!?; el campesmo mexicano medio no puede permitirse agrícola mundial según el modelo norteamericano, las reservas mundiales
el lu10 .de consumirlo. Los mexicanos pobres comen maíz y · d' · conocidas se agotarían en trece años (Pimentel y otros, 1975: 758).
gu.en .siendo los ~u1ttvos
. bá . d 1u tas, que si-
s1cos el país. Entretanto, en 1969 el tri 0 Se dispone, además, de elementos de juicio que indican que, debido
milagroso, producido a un costo de 73 dólares la tonelada el precio ~e a la sobreexplotación de los recursos naturales y la falta de tierras cul-
ª~~o.' se vdr:día a 49 dólares la tonelada a los comprador~s extranjeros * Internacional Crops Research Institute for the Semi-Arid Tropics (Instituto de
« exico per ta así 30 dólares por tonelada, ó 80 centavos por cada bushel Investigación de Cultivos para los Trópicos Semiáridos).
382 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 383

tivables adicionales, el sistema de producción industrializada de alimentos en vez de alto, materiales reciclables en vez de nuevos y recursos renova-
en su totalidad es cada vez menos eficiente. Lester Brown (1978) ha de- bles en vez de no renovables. Ejemplo de tecnología apropiada es la utili-
mostrado que la ley de rendimientos decrecientes (menos producción con zación de la fuerza de bueyes en lugar de tractores, que está siendo con-
idéntico esfuerzo) afecta hoy en día a actividades tan dispares como la siderada hoy en día como posible alternativa a la tecnificación en la India.
producción de cereales, las pesquerías oceánicas y la producción de pe- En la actualidad, se emplean ya cerca de 83 millones de bueyes. Se los ali-
tróleo (véase p. 201). Ejemplo alarmante es la curva de respuesta cerea- menta, fundamentalmente, a base de subproductos agrícolas renovables,
les-fertilizantes, que describe el incremento anual medio en la producción como paja complementada con tortas de aceite de semilla de algodón o
de cereales por unidad de fertilizante empleado en la misma. Pese a la re- sésamo. Al contrario de los tractores, los bueyes reciclan su combustible
volución verde, éste ha sufrido un constante descenso: de 14,8 en 1948-52 al producir estiércol que se emplea como abono. Y mientr as que el man-
a 5 ,8 en 197 4-76 . La razón es que prácticamente todas las tierras con- con- tenimiento y reemplazamiento de los primeros obliga al agricultor a de-
diciones óptimas, en cuanto a suelo y clima, para aplicar fertilizantes ya pender de factorías distan tes y especialistas urbanos de la India y el ex-
han sido puestas en explotación; lo que quedan son tierras marginales des- tranjero, a los bueyes se les puede producir y mantener por métodos tra-
de un punto de vista agrícola (Jensen, 1978). Análogamente, el tonelaje dicionales y en el propio campo. Pero, ¿cuál es su eficiencia por compa-
bruto total de las principales flotas pesqueras del mundo aumentó en ración con los tractores? Por sorprendente que parezca, resulta en extremo
más del 50 por 100 entre 1970 y 197"5, pero las capturas totales de pes- difícil demostrar que la sustitución de bueyes por tractores pueda mejo-
cado permanecieron estables, lo que significa que la captura por dólar rar la situación del campesino medio. Aunque un tractor de 35 caballos
invertido cayó en picado. Esto se debe a que todos los bancos de pesca puede arar un campo diez veces más rápido que un par de bueyes, la in-
cercanos a costas y de mares poco profundos ya han alcanzado niveles de versión inicial en el tractor es veinte veces más elevada que la inversión
rendimiento máximos o han sido completamente agotados. De hecho, la en los bueyes. Además, el costo por hora del trac tor supera al del buey,
producción mundial de pescado per cápita ha empezado incluso a dis- salvo que se utilice el primero más de 900 horas al año. Esto significa
minuir. Por último, como todo el mundo comprende hoy en día, el pe- que los tractores sólo resultan más económicos que los bueyes en granjas
tróleo, que antes brotaba del suelo prácticamente solo, hoy es buscado de gran tamaño. Ahor a bien, la mayoría de las granjas indias son minúscu-
a un costo enorme en medio de los eriales árticos y a cientos de metros lns y el empleo de tractores sólo estaría justificado si se tomaran comple-
de profundidad en los océanos . jas medidas para facilitar el arrendamiento o alquiler de la maquinaria.
Otra consideración de peso contra la tecnificación de la producción Sin embargo, con · medidas similares también se podría rebajar fácilmente
es que, en economías dependientes de fa mano de obra asalariada, la sus- el costo de utilizar bueyes. Por ende, dado el enorme desembolso inicial
titución del trabajo humano por máquinas no hace sino engrosar las filas ~¡ue representa la conversión de los bueyes en tractores, tal vez sea más
de los vastos ejércitos de parados. Por ejemplo, según Collin Norman cconómico concentrarse en los modos de mejorar la fuerza de los bue-
(1978), cuando el Banco Mundial concedió a Pakistán un crédito para yes mediante programas de selección genética y cambios en las pautas de
comprar 18.000 tractores, la demanda de mano de obra descendió en un cultivo y tenencia de tierras, que a su vez permitirían aumentar el nú-
40 por 100, causando gran sufrimiento entre los pequeños agricultores mero de horas de trabajó de los bueyes y continuar rebajando los costos
que dependían del trabajo en grandes haciendas para nivelar su presupues- 1Subrahmanyan y Ryan, 1975; Binswanger, 1977).
to familiar. Con la introducción de maquinaria agrícola e industrial en Este ejemplo sugíere que, en países mal dotados con fuentes de ener-
los países en vías de desarrollo no sólo se despilfarra energía y esquilma Hfa industriales, el proceso de desarrollo tendrá que llevarse a cabo, en
el medio ambiente, sino que resulta imposible dar empleo a una fuerza buena medida, mediante una administración más equitativa y eficiente de
de trabajo en rápida expansión. Norman estima que son necesarios 30 mi- lns infraestructuras existentes y no mediante la introducción de una base
llones de nuevos puestos de trabajo cada año simpl~mente para seguir el 1ccnológica nueva. La reciente decisión de los chinos de intentar una mo-
paso del crecimiento demogr áfico del Tercer Mundo y que, antes del año dernización total de la producción refleja la esperanza de que en un fu-
2000, deben crearsi;! mil millones de puestos de trabajo a fin de alcanzar 1uro próximo el pueblo chino pueda disponer de vas tas e inexplotadas
el pleno empleo. 1cscrvas de petróleo y gas . La India no abriga es ta esperanza.

Bueyes frente a tractores Población y desarrollo

El desarrollo basado en tecnologías intermedias o apropiadas impli- La penetrante influencia del rápido crecimiento demográfico (véase ta-
ca un compromiso con procesos de producción de consumo energético bajo hin 19 .2) asoma tras todos los esfuerzos de desarrollo fracasados tanto en
384 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 385

países socialistas como capitalistas. Pese al lastre que supone la pobreza, Otra explicación de la actual explosión demográfica que ha perdido
la población de los países subdesarrollados se incrementó en un 92 por 100 gran parte de su credibilidad consiste en que la elevada tasa de crecimien-
entre 1950 y 1978. Si el crecimiento continúa al presente ritmo del 2,4 to se debe a la introducción de una mejor asistencia sanitaria. Las técnicas
por 100 anual, su población se duplicará en menos de treinta años, pa- médicas modernas, se dice a menudo, han reducido la mor talidad infartil
sando de los 3.200 millones de hoy en día a 6.400 millones. Según pro- y fomentado la longevidad. La gente continúa teniendo hijos según la ta-
yecciones medias de las Naciones Unidas, hacia el año 2000, cuatro de sa anterior y la diferencia cada vez mayor entre los índices de natalldad
cada cinco seres humanos vivirán en las actuales regiones subdesarrolladas y de mortalidad produce la explosión. Esta explicación olvida el hecho de
(Fondo Ambiental, 1978). Es indudable que el rápido crecimiento demo- que la explosión demográfica se inició en la mayoría de los países antes
gráfico dificulta enormemente la tarea de elevar los niveles de consumo de la introducción de una asistencia médica de mejor calidad . Por ejem-
per cápita . Si la población mundial se hubiera estabilizado en las -cifras plo, las poblaciones de India, Indonesia, Egipto y México empezaron a
de 1950, los alimentos que actualmente se producen en el planeta basta- crecer fuer temente durante el siglo XIX, y el incremento puede incluso ha-
rían para elevar el consumo de calorías y proteínas de cada uno de sus ber estado asociado a una esperanza media de vida más corta y a un de-
habitantes hasta niveles estadounidenses . (Como es lógico la producción terioro de las condiciones sanitarias . Aun hoy en día, algunas de las ta-
alimentaria es sólo una de las caras del problema; la otra es conseguir que sas de crecimiento y natalidad más altas corresponden a áreas que tienen ·
se distribuya con justicia.) los índices de mortalidad más elevados y las peores condiciones sanitarias.
H asta hace poco la solución al problema de la explosión demogr áfica De hecho, se dispone de numerosos elementos de juicio que indican que,
era buscada, primordialmente, en el desarrollo y difusión de técnicas anti- cuando otros factores son favorables, la mejora de los sistemas sanitarios
concep tivas baratas . El uso de estas técnicas se ha solido dejar a la discre- públicos produce un rápido descenso en el número de nacimientos por
mujer. Esto obedece al hecho de que el nivel de nacimientos suele ir
ción de las unidades domésticas y los llamados programas de planificación
unido al nivel de super vivencia . Los padres quieren asegurarse que, al
familiar. Sin embargo, hoy en día todo el mundo reconoce que los pro-
menos, algunos de sus hijos vivirán el tiempo suficiente para cuidar de
gramas de planificación familiar, por sí solos, son un medio ineficaz de ellos en la vejez (Polga r, 1972: 211). También está documentado que,
control demográfico. Como previó Kingsley Davis : cuando los índices de mortalidad descienden lo suficiente y hay grandes
probabilidades de que la mayor parte de los hijos sobrevivan hasta la ma-
Los programas actuales no permitirán a un gobierno controlar el tamaño de la
población. En los países en los que las parejas tienen una prole numerosa que
durez, tendrán menos hijos . Así, en contra de la opinión popular, la me-
no desean, tales programas posiblemente puedan acelerar un descenso del índice joría de la dieta y salud de las criaturas y niños no es, necesariamente,
de natalidad que, en cualquier caso, se produciría, pero las condiciones que una actividad contraproducente que da por resultado un mayor sufrimien-
hacen que los nacimientos sean o no deseados escapan al control de la planifi- Lo para todos (Brown y Wray, 1974).
cación familiar y, por tanto, al de cualquier nación cuya política demográfica se Se dispone, asimismo, de datos que indican que las familias en mu-
base exclusivamente en ella (1967: 734). chos países subdesarrollados desean tener más hijos a fin de mejorar su posi-
- ción económica o impédir su deterioro. El hecho de que esta conducta
El énfasis en las técnicas anticonceptivas no tiene en cuenta el he- provoque, en conjui;ito, un descenso de la renta per cápita desconcierta
cho de que, a lo largo de la prehistoria y la historia, los seres humanos han a muchos observadores extraños. Parece irracional que los pobres tengan
sido capaces de elevar y disminuir sus tasas de crecimiento demográfico tantos hijos. No ·obstante, desde el punto de vista de cada unidad do-
(véase cap. 12). Sin recurrir al infanticidio (reprimido de un modo gene- méstica, la única esperanza de mejorar el nivel de vida, o incluso de afe-
ralizado durante el período colonial), el tr ato negligente de los hijos no rrarse a lo que se tiene, por exiguo que sea, depende a menudo de in-
deseados es suficiente para desacelerar el ritmo de crecimiento. De hecho, crementar el tamaño de la fuerza de trabajo doméstica (Mamdani, 1973).
numerosos casos de elevada mortalidad temprana e infantil del mundo Al buscar una explicación de la desastrosa decuplicación de la pobla-
actual pueden interpretarse como formas etic de control demográfico ción de Java entre 1820 y 1920, Benjamin White (1973) ha sugerido
(cf. Scrimshaw, 1978). También ha de tenerse presente que el descenso que las familias campesinas respondieron a necesidades y oportunidades
de la tasa de crecimiento europea comenzó a mediados del siglo XIX, es impuestas de aumentar el input de trabajo agrícola por unidad doméstica.
decir, antes de que se abarataran las técnicas anticonceptivas lo suficiente Los holandeses, tal como se describe en un apartado anterior, establecie-
como para permitir su uso generalizado. Un descenso análogo subyace en el ron plantaciones de azúcar, ampliaron los canales de regadío y la esfera
desarrollo de la economía japonesa en el siglo XIX (véase supra). En Ja- de la agricultura comercial. Al mismo tiempo, impusieron diferentes for-
pón, sin embargo, el infanticidio se pr acticaba abier tamente (H anley y mas de rentas, impuestos y corvea . La reacción de los campesinos consis-
Yamamura, 1977). tió en tener más hijos y ponerlos a trabajar a una temprana edad. Y con-
386 Introducción a la antropología general Desarrollo y subdesarrollo 387
tinuaron teniéndolos mientras el costo de su crianza se vio más que com- y los países no industrializados subdesarrollados o menos desarrollados.
pensado por el valor de la comida y artículos ar tesanales que cada hijo Para comprender las causas de esta situación desde una perspectiva an-
producía. E n un estudio sobre la aportación laboral de los niños javane- tropológica, hay que entender por qué la revolución industrial ocurrió
s~s. a la economía doméstica, White (1975) ha mostrado de forma pro- antes en Europa y Japón que en lugares como Java, India o China.
v1~1onal que el costo de la crianza J e los hijos es, todavía hoy, un deter- Hace quinientos años, Europa no estaba tecnológicamente más avan-
mmante importante del tamaño de la familia en la Java rural. Cuantos zada que las regiones más populosas de Asia. En concreto, China había
más hijos posee una familia, más puede liberar de las faenas domésticas alcanzado un nivel de refinamiento científico y tecnológico comparable
y ponerlos a trabajar tejiendo esteras o como asalariados en los campos al de Europa. Una explicación plausible de la subsiguiente disparidad en
(Nag, W hite y P eet, 1978). las tasas de desarrollo es la que sugiere la teoría del despo tismo oriental
Esta teoría ayuda a explicar por qué es más probable que las familias de Karl Wittfogel. Las diferencias cruciales están relacionadas con las eco-
de clase media en Europa, Japón y Estados Unidos prefieran tener me- nomías políticas de las dos regiones y éstas, a su vez, con las diferentes
nos hijos que las familias campesinas de las regiones subdesarrolladas del condiciones ecológicas. Europa tuvo un sistema de economía política de cor-
mundo. Cuantos más hijos tiene una pareja moderna de clase media más te feudal y descentralizado, con una densidad demográfica relativamente
próximos a la bancarrota han de vivir. En los países desarrollados s~ pro- baja y un modo de producción dependiente de las lluvias; China una buro-
híbe trabajar a los niños hasta que no alcanzan los catorce o dieciséis años cracia agrogerencial sumamente centralizada, una población densa y un
de edad; la apor tación económica que a lo largo de sus vidas hacen a sus modo de producción basado en el regadío. Bajo condiciones descentrali-
padres consiste, en gran parte, en alguna q ue otra tarea doméstica y pe- ;mdas y de densidad relativamente baja, el intento de incrementar la pro-
queñas deducciones fiscales. El mantenimiento del hijo puede durar in- ducción adoptó la forma de una acentuación de la iniciativa privada en
c~u~o hasta los t~einta años, en el caso de estudiantes educados para espe- fuer te competencia, acumulación de capital privado y susti tución del tra-
cialidades profes10nales, y la mayoría de los padres modernos no abrigan bajo humano por máquinas. De· ahí el desarrollo del capitalismo en Eu-
esperanza alguna de obtener un flujo de compensación en su vejez. Vol- ropa y la transición a una economía Je tipo industrial. En cambio, bajo
veremos sobre el descenso de las tasas de natalidad en los países desarro- condiciones centralizadas y de alta densidad, la acumulación de capital
llados cuando, en el capítulo 25, analicemos los cambios en los roles se- privado y la sustitución de trabajo humano por máquinas se realizaron
xuales. más lentamente y ateniéndose a las conveniencias de la burocracia imperial;
Sobre la base de los datos que aportan los estudios antropológicos de de ahí la «trampa» de alto nivel en la que se encontraba China.
las tendencias demográficas, un programa para reducir rápidamente la tasa Una vez que los europeos cruzaron el umbral que separa al feudalismo
de crecimiento demográfico debería incluir, para ser máximamente efecti- del capitalismo, sus máquinas les proporcionaron una ventaja militar
vo (y humanitario), las siguientes disposiciones: decisiva y pudieron conquistar y dominar la mayor parte del resto del
mundo. En su incesante búsqueda de ma terias primas, mano de obra ba-
1. Mejora de la asistencia sanitaria pública, especialmente por lo que ra ta y nuevos mercados para sus productos, crearon vastos sistemas de
a neona tos y niños se refiere. países colonizados y dependientes. Debido a las res tricciones político-eco-
2. Un sistema nacional de seguridad social para los ancianos. nómicas y a la explotación, estos países no pudieron acumular capital ni
3. Educación obligatoria hasta los dieciséis años y leyes contra el desarrollar sus propias formas de producción industrial y, como en el
trabajo infantil.
caso de China muchos incluso retrocedieron a niveles anteriores de pro-
4. Acceso barato y fácil a anticonceptivos, abortos médicos y esteri- ductividad. '
lización médica.
Podemos observar, en el caso del Japón, que gran parte del fenómeno
Como concluye Steven Polgar (1975: 22): «El crecimiento demográfico del subdesarrollo es un legado del colonialismo y del imperialismo. La
se nivelará cuando las oportunidades para la supervivencia y progreso eco- comparación del Japón con Java es especialmente reveladora puesto que,
nómicos dejen de estar encadenadas a tener cuatro o cinco hijos por fa. en la época precolonial, ambos países tenían condiciones políticas y e.co-
milia.» nómicas feudales descentralizadas adecuadas para el desarrollo del capita-
lismo y la industrialización. El Japón, que se aisló de la influencia europea
directa, logró una transición con éxito al capitalismo industri.al, ,mi~ntras
Resumen que Java, gobernada directamente por los holandeses, contmuo siendo
ru ral, agraria y pobre.
Una importante fuente de desigualdad en el mundo actual es la d is- Con el próximo fi nal de la era del gobierno colonial d irecto, los paí-
paridad en los niveles de vida entre los países industrializados desarrollados ses subdesarrollados tienen que encontrar una vía fácil o segura para me-
388 Introducción a la antl'opología general
Capítulo 20
¡orar su destino. 'ranto la alternativa capitalista co1no la socialista po-
seen ventajas y desventajas, y hasta ahora no hay evidencia de que cual- POBREZA Y CAMBIO CULTURAL
quiera de ellas sea practicable en su forn1a extren1a. La 1nayor parte de
los esfuerzos actuales de desartollo con1binan ele1nentos de arnbos sis-
te1nas.
Es cada vez inayor la tendencia a ver en el proceso de desarrollo una
interacción con1pleja entre co1nponentes infraestructurales y estructurales.
Las soluciones tecnológicas estrechas, con10 la que encarna la revolución
verde, han caído en el desprestigio. Co1no en el caso de Java y México,
en general se reconoce que las nuevas y costosas técnicas de ptoducciGn
tienden a beneficiar n1ás a los agricultores ricos que a los pobres.
Por lo de1nás, la desilusión con la n1era tecnificación obedece también
a las consecuencias adversas que la sustitución del trabajo hu1nano pot
máquinas ha provocado en la situación del einpleo.
Tanto en los países desarrollados co1no en los que lo son menos, crece
el reconocüniento de que una parte considerable del proceso de desarrollo
tendrá que depender de tecnologías apropiadas, como la basada en la
fuerza de los bueyes, que utilizan habilidades y recursos locales en com-
binaci~.~ con una política de ad1ninistración social inás eficiente y equi-
tativa. La transferencia del actual siste1na de agricultura industrial al
resto del mundo no parece posible o deseable a la luz del ritmo de ago-
Este ca~í~ulo añade otra diincnsión al estn<lio de la desigualdad. Se centra
ta1niento de los co1nbustibles fósiles, la alta tasa de crecin1iento de1no- en las ~lif1cultades ele los ]~obres rurales y urbnnos y en pequcñ;:ls sociedades,
gráfico 1nundial y los ingratos efectos secundarios de la industrialización. con~un1dades y grupos étnicos que expcri1nentan un rápido ca1nbio en una
No cabe duda de que, en general, las altas tasas de crechniento de- vaucdad de contextos econón1icos y políticos característicos de los tíe1npos
1nográfico surten un efecto adverso sobre. el proceso de desarrollo. Sin inodernos. Prestarc1nos especial atención al papel 1nediador de los valores
en1bargo, no se dispone de una solución puran1ente tecnológica al proble- y de la ideología en los ajustes a las tensiones de la vida inodcrna.
1na den1ográfico. I.,as actuales tasas de natalidad reflejan la in1portancia Los antropólogos han _vivído y estudiado junto a grupos pobres y oprinüdos
de los hijos para la seguridad y progreso econó1nicos bajo condiciones en de todo el 1nundo, registrando las luchas, esperanzas y te1nores asociados
las que la supervivencia es insegura, no existen instituciones alternativas a la pobreza y a los pctíodos. de tensión y de rápido can1bio cultural.
para la protección de los ancianos y los niños dese1npeüan un in1portante
papel en la fuerza de trabajo. J_,as técnicas anticonceptivas econón1icas no
reducirán sustancialinente la tasa de crecin1iento en tanto prevalezcan estas La imagen de la limitación de lo bueno
condiciones sociales, políticas y econó1nicas.
Una pregunta recurrente en lo que atañe a las dificultades de las n1oder-
nas co1nuni<ladcs can1pesinas es hasta qué punto son víctin1as de sus pro-
pios valores. l)or eje1nplo, se ha observado a inenudo que los can1pesinos
son n1uy desconfiados de las innovaciones y se aferran a sus viejos estilos
de hacer las cosas. Partiendo de su estudio del n1unicipio de Tzintzuntzan
en el estado de Michoacán, México, George Foster (1967) ha desarrollado
una teoría general ele la vida ca1npesina basada en el concepto de la «Ílnaaen
de la linütación de lo bueno,>. Según Foster, las gentes de Tzintzuntz~n,
con10 1nuchos ca1npesinos del n1undo entero, creen que la vida es una lucha
1non¿tona, que n1uy poca gente puede «triunfar» y que sólo pueden 1ncjorar
su vida a costa de los den1ás. Si.alguien intenta algo nuevo y lo consigue,
:I ~e~to de la co1n~nidad lo to1na a 111al, se vuelve envidiosa y desptecia al
1nd1v1duo «progresista». De ahí que 1nuchos ca1npesinos que desean can1-
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