La Ortografía de Los Numerales

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ORTOGRAFÍA DE LAS EXPRESIONES NUMÉRICAS

Los números pueden representarse en la escritura a través de símbolos,


denominados cifras, o de palabras, denominadas numerales. Existen dos modos de
representación de los números mediante cifras: la numeración romana y la numeración
arábiga.

LOS NÚMEROS ROMANOS

La numeración romana emplea siete letras del alfabeto latino a las que corresponde un
valor numérico fijo:

I V X L C D M
1 5 10 50 100 500 1000

El valor debe restarse o sumarse al de la cifra colindante para calcular el valor total del
número representado.

1 I 1 XV 2 XXIX 4 XLIX 114 CXIV


5 9 9
2 II 1 XVI 3 XXX 5 L 115 CXV
6 0 0
3 III 1 XVII 3 XXXI 6 LX 116 CXVI
7 1 0
4 IV 1 XVII 3 XXXII 70 LXX 149 CXLIX
8 I 2
5 V 1 XIX 3 XXXII 8 LXXX 150 CL
9 3 I 0

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6 VI 2 XX 3 XXXI 8 LXXX 44 CDXLIX
0 4 V 9 IX 9
7 VI 2 XXI 3 XXXV 9 XC 45 CDL
I 1 5 0 0
8 VI 2 XXII 3 XXXV 91 XCI 999 CMXCIX
II 2 6 I
9 IX 2 XXII 3 XXXV 9 XCIX 100 M
3 I 7 II 9 0
1 X 2 XXI 3 XXXV 10 C 100 MI
0 4 V 8 III 0 1
1 XI 2 XXV 3 XXXI 10 CI 198 MCMLXX
1 5 9 X 1 4 XIV
1 XI 2 XXV 4 XL 10 CIX 199 MCMXCI
2 I 6 I 0 9 9 X
1 XI 2 XXV 4 XLI 11 CX 20 MM
3 II 7 II 1 0 00
1 XI 2 XXV 4 XLII 11 CXI 30 MMM
4 V 8 III 2 1 00

Ortografía de los números romanos

Los signos de la numeración romana se escriben siempre con mayúscula. En textos no


manuscritos, se recomienda escribir los números romanos en letra versalita (letra de
forma mayúscula, pero del tamaño aproximado de la minúscula): siglo XXI; en cambio,
si van asociadas a palabras escritas con mayúscula inicial, se escribirán en tamaño
habitual de la mayúscula: II Internacional Obrera, Juan XXIII.
La escritura de romanos en minúscula solo se admite en la numeración de apartados o
elementos de listas: artículo 36, letra b), incisos vi) y vii).

Uso actual de los números romanos

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En monumentos o placas conmemorativas, para indicar los años, publicaciones
periódicas, para señalar el año al que corresponde cada ejemplar desde que comenzó su
edición: El País, Año XXXV, ara indicar los siglos, siempre pospuestos al
sustantivo: siglo XXI. Para indicar las dinastías en ciertas culturas, normalmente
antepuestos al sustantivo: los faraones de la XVIII dinastía. En las series de papas y reyes
de igual nombre, siempre pospuestos: Juan XXIII, Felipe IV.
En la denominación de congresos, campeonatos, certámenes, festivales, etc., siempre
antepuestos al nombre correspondiente: IV Congreso de Biogenética. Si el número
resulta excesivamente complejo, se prefiere el uso de las abreviaturas de los numerales
ordinarios: 78.0 Campeonato Mundial de Ajedrez.
En la numeración de volúmenes, tomos, libros, capítulos de una obra: tomo III, capítulo
IX, escena VII. Se escriben siempre pospuestos al sustantivo.
Los números romanos usados con valor ordinal no deben escribirse nunca acompañados
de letras voladas: *IV.0 Congreso de Bioética.
Para enumerar las páginas de las secciones preliminares de una obra, con el fin de
distinguirlas de las del cuerpo central: Las advertencias de uso comienzan en la página
XIII.
Para indicar el mes en la expresión abreviada de las fechas: 13-XII-1999. Hoy es habitual
el uso de números arábigos.

LOS NÚMEROS ARÁBIGOS

Este sistema es el más extendido y su variante europea es la utilizada por todos los
estándares internacionales.

Ortografía de los números arábigos: las cifras enteras

Las cifras que componen un número se escriben seguidas: 3479. Aquellas que
representan números elevados pueden dividirse en grupos de tres dígitos, de derecha a
izquierda: 28 450 857. Esta separación no se aplica en los números de cuatro cifras.
No debe utilizarse ni el punto ni la coma para separar los grupos de tres dígitos en la parte
entera de un número. Para ello se admite el uso de un pequeño espacio en blanco.

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Los bloques de cifras no deben aparecer en líneas diferentes, ya que eso dificultaría la
identificación del conjunto como un único número: *27 315 / 857.
No debe realizarse la separación cuando el número no indica cantidad, sino que sirve para
identificar un elemento dentro de una serie:
1. En los números que designan los años: el año 2010, el 40000 a. C.
2. En los números que indican paginación o numeración de versos,
columnas, etc.: página 14889, verso 1667.
3. En la numeración de textos legales o sus divisiones: Ley 1778, del
30 de octubre de 1966; artículo 1655 del Código Civil.
4. En la numeración de vías urbanas, códigos postales o apartados de
correos: código postal 29448, apartado de correos 19000.
5. En los números que forman parte de códigos o identificadores,
signaturas, números de registro, etc.: Reg. 99339, CIF 489839-B.

Ortografía de los números arábigos: las cifras decimales

En las lenguas que utilizan el alfabeto latino, el signo utilizado como separados decimales
es el punto o la coma, con distinga distribución geográfica.
Los organismos internacionales de normalización se inclinan por dar preferencia a la
coma en todos los documentos de difusión internacional. No obstante, la Conferencia
General de Pesos y Medidas decidió reconocer ambos signos como igualmente válidos en
2003.
Con el fin de promover un proceso de unificación en español, se recomienda el uso del
punto como separador decimal, pero ambos se consideran válidos; así pues, según las
zonas, podrá escribirse π = 3.1416 o π = 3,1416.
Es incorrecto el uso del apóstrofo en lugar de la coma para separar la parte entera de la
decimal en la escritura de números: *28’57.

Ortografía de los numerales cardinales

Los cardinales de cero a quince, todas las decenas (veinte, treinta, cuarenta...), cien(to),
quinientos y mil son palabras simples. El resto de los números cardinales son complejos
y se forman por fusión, yuxtaposición o coordinación de cardinales simples.

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De los cardinales complejos, se escriben en una sola palabra los correspondientes a los
números 16 a 19 y 21 a 29, así como todas las centenas: dieciséis, dieciocho, veintiuno,
veintidós, doscientos, cuatrocientos, etc.
Cuando un numeral tiene su origen en una expresión coordinada, la y copulativa
etimológica se convierte en i en la grafía unitaria: dieciséis (de diez y seis).
A partir de treinta, los cardinales complejos se escriben en varias palabras. Los
correspondientes a las series de las decenas se forman por coordinación mediante la
conjunción y: treinta y uno, cuarenta y cinco, noventa y nueve; el resto se forma por
mera yuxtaposición: ciento dos, mil cuatrocientos treinta, trescientos mil veintiuno, etc.
«A partir de treinta, todos los cardinales complejos que corresponden a cada serie se
escriben tradicionalmente en varias palabras y se forman, bien por coordinación, bien por
yuxtaposición de cardinales simples; así, los correspondientes a la adición de unidades a
las decenas se escriben interponiendo entre los cardinales simples la
conjunción y: treinta y uno…; el resto se forma por mera yuxtaposición: ciento dos, mil
cuatrocientos treinta, trescientas mil veintiuno, etc.

Ortografía de los numerales ordinales

Son palabras simples los ordinales correspondientes a los números del 1 al 9: primero,
segundo, tercero, etc.; los correspondientes a todas las decenas (de 10 a 90): décimo,
vigésimo, trigésimo, etc.; y los correspondientes a todas las centenas (de 100 a
900): centésimo, ducentésimo, tricentésimo, etc. También son simples los ordinales
correspondientes a 1000 y a las potencias superiores: milésimo, millonésimo,
billonésimo, etc.
El resto de los ordinales son complejos y se generan por yuxtaposición o por fusión de
formas simples: decimotercero, vigesimocuarto, ducentésimo segundo, tricentésimo
cuadragésimo noveno.
Para los ordinales 11 y 12 son tan válidas las formas undécimo y duodécimo, preferidas
por el uso culto, como decimoprimero y decimosegundo.

Ortografía de los numerales fraccionarios

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Los numerales fraccionarios, también llamados partitivos, designan las varias fracciones
o partes iguales en que se divide la unidad.
Todos los numerales fraccionarios se escriben en una sola palabra, con independencia de
la longitud del compuesto resultante: onceavo, cincuentaiseisavo. Son incorrectas las
grafías con separación entre sus componentes: *diez milésimo.
A excepción de los que corresponden a los números dos (doble) y tres (triple), todos los
multiplicativos son formas esdrújulas, por lo que deben escribirse con tilde: cuádruple,
décupla, céntuplo, etc.

USO DE CIFRAS O PALABRAS EN LA ESCRITURA DE


EXPRESIONES NUMÉRICAS

En textos científicos y técnicos es más normal el empleo de cifras por su concisión y


claridad, y resulta obligado cuando los números se utilizan en operaciones matemáticas
o en fórmulas de cualquier índole, o cuando se emplean en cómputos estadísticos,
inventarios, tablas.
En obras literarias y textos no técnicos, resulta preferible y más elegante, salvo que se
trate de números muy complejos, el empleo de palabras en lugar de cifras.

Escritura con palabras

Se escribirán preferentemente con palabras:


1. Los números que pueden expresarse en una sola palabra:
del cero al veintinueve, las decenas (treinta, cuarenta, etc.) y las
centenas (cien, doscientos, etc.): Tiene cinco hijos; Habrá más de
trescientos invitados.
2. Los números redondos que pueden expresarse en dos palabras
(trescientos mil, dos millones, etc.).
3. Los números inferiores a cien que se expresan en dos palabras
unidas por la conjunción y (hasta noventa y nueve). No es
recomendable mezclar en un mismo enunciado números escritos
con cifras y números escritos con palabras.

Escritura con cifras

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Se escribirán con cifras:
1. Los números que exigirían el empleo de cuatro o más palabras en su
escritura con numerales: Se recibieron 32 423 solicitudes. En
documentos como cheques bancarios, contratos o letras de cambio,
para evitar alteraciones, la expresión en palabras acompaña
normalmente a la cifra.
2. Los números que forman parte de códigos o identificadores: C. P.
89765; DNI: 3789087.
3. Los números que indican año: El año 2000.
4. La numeración de vías urbanas y carreteras: avenida Libertadores,
35.
5. Los números formados por una parte entera y otra decimal: La
deuda asciende a 1.5 (o 1,5) millones de euros.
6. Los números que aparecen en documentos técnicos y en
formulaciones matemáticas, físicas o químicas: 9x = y.
7. Los números referidos a unidades de medida, cuando van seguidos
del símbolo correspondiente: una central solar de 42 kW; una
temperatura de 35 °C.
8. Los números seguidos de abreviatura: 45 págs.
9. Los números pospuestos al sustantivo al que se refieren, o a su
abreviatura, usados para identificar un elemento concreto dentro de
una serie: página 3 (o pág. 3).

LA EXPRESIÓN DE PORCENTAJES

Para la expresión de porcentajes debe utilizarse la fórmula por ciento o el símbolo


correspondiente a esta locución (%), separado por un espacio de la cifra a la que
acompaña: Comparten tareas al cincuenta por ciento; Contiene un 50 % de vitamina C.
El símbolo se lee siempre «por ciento». Solo en la expresión 100 %, que expresa totalidad,
son igualmente válidas las expresiones ciento por ciento (preferida en América), cien por
ciento y cien por cien (preferida en España).

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La locución por ciento debe escribirse siempre en dos palabras. La escritura en una sola
palabra es válida únicamente para el sustantivo masculino porciento (‘porcentaje’), usado
sobre todo en el español caribeño: un elevado porciento de interés.
La locución por ciento puede acompañar tanto a cifras como a palabras: 9.2 (o 9,2) por
ciento, veinte por ciento. En cambio, el símbolo % solo debe emplearse cuando el
porcentaje se escribe con cifras: el 13 % de los encuestados, pero no *el trece % de los
encuestados. En cualquier caso, lo más aconsejable es escribir los porcentajes
enteramente con palabras (el trece por ciento) o con cifras acompañadas del símbolo (el
13 %).

Uso de palabras o cifras en la escritura de porcentajes

Cuando el porcentaje corresponde a un número inferior a diez, puede escribirse tanto con
cifras como con palabras: Aprobó un 8 % de los alumnos o Aprobó un ocho por ciento de
los alumnos.
El uso de cifras es más frecuente en los textos de carácter científico o técnico.
En cambio, los porcentajes superiores a diez se escriben casi exclusivamente con
cifras: Solo el 38 % de la población participó en los comicios.
Los porcentajes decimales deben escribirse con cifras: La factura de la luz subirá un 8.5
% (o un 8,5 %).

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