Tlaloc

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Tlaloc?

(1903) de Leopoldo Batres

“TLALOC”?

1903
IMPRENTA GANTE
México.

SECRETARÍA DE JUSTICIA É INSTRUCCIÓN PÚBLICA


INSPECCION Y CONSERVACION
DE MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS

Exploración Arqueológica
del Oriente del Valle de
México por

LEOPOLDO BATRES
AÑO DE 1903

INTRODUCCION.

esde hace muchos años que se conoce el gran monolito del arroyo de Santa Clara, cerca del
pueblo de Coatlinchán, en terrenos de la Hacienda de Tepetitlán, distrito de Texcoco, y aun se
ha dado ya á la estampa en varias publicaciones, designándolo con distintos nombres
inspirados en la fantasía de los sencillos campesinos de la comarca, que le llaman la Zocaca,
la Esquila y la piedra de los Tecomates, y en la de los aficionados á la arqueología.

Las exploraciones que por orden de la Secretaría de Justicia é Instrucción Pública he


emprendido en el Oriente del Valle de México, dieron principio en el lugar en donde está el
monolito que motiva esta monografía. El monumento había permanecido casi oculto, hasta
que el zapapico oficial lo vino á acabar de descubrir y á enseñarnos su verdadera forma y
tamaño, y lo que junto á él se hallaba sepultado como consecuencia del fanatismo religioso.

Voy á desprender del primer tomo de "México á Través de los Siglos" la hoja que encierra el
cap. XIV, págs. 663 y 664, para señalar los errores y contradicciones en que ha incurrido el
señor Chavero, autor de ese voluminoso libro, al clasificar y describir el monolito de
Coatlinchán, y rectificarlos para bien de nuestra arqueología.

Oigamos al señor Chavero: "simbolizóse esto de Coatlinchán levantando en la cañada del


agua, que se forma por dos altas montañas entre las cuales corre la que baja de los altos
montes que por ese lado rodean el Valle, siendo el principal el de Tlaloc, y que dirige su
curso al lago de Texcoco, una estatua colosal de Chalchiuhtlicue, de 7 metros de altura, 3'80
de ancho y 1'50 de espesor, que es el ídolo antiguo más grande que conocemos.
Desgraciadamente tiene destruidas las manos y estropeado el rostro, y yace tirada en la
barranca, maltratada por las mismas aguas de que en otro tiempo fué deidad. Tiene el tocado
que de costumbre se pone á la diosa, y que el señor Butler compara á la calantica de alguna
estatua egipcia, pero cuyo origen entre nosotros debe tomarse de los dos monolitos que
sostenían la plataforma del templo de la Cruz: lo que confirma la significación de esto como
deidad de las lluvias. La parte superior del adorno de la cabeza presenta una escavación en
forma de tina, de unos 50 centímetros de profundidad, que servía para depositar las aguas
pluviales, como la taza superior del Tajín de Papantla. Tiene además el inmenso monolito en
las manos un instrumento, que parece debía sonar soplando en él, y semejante á la estatua de
Palemke. Lleva maxtli sencillo, mientras que la Palemkana presenta en su ex un instrumento
que en su figura acusa un empleo para medir profundidades y que da idea del Nilómetro."

Como se ve, el señor Chavero llama Chalchiuhtlicue (diosa de las aguas) al monolito de
Coatlinchán, es decir, trastorna los sexos, pues la estatua de Coatlinchán pertenece al sexo
masculino y no al femenino como asegura el señor Chavero. Tan es así que la figura que el
monolito representa es masculina, que el mismo autor que la clasificó femenina, asegura que
lleva el maxtli, ó sea el maxtlatl como le llama Molina en su diccionario, quien traduciendo
del vocabulario mexicano la palabra maxtlatl, dice que significa en español, bragas, y según
el Diccionario de la Lengua Castellana última edición de la Academia, bragas quiere decir
especie de cal zones anchos; y las autoridades en materia de historia antigua de México,
como Torquemada, Sahagún y otros, al describirnos á la diosa Chalchiuhtlicue, no dicen que
llevara calzones, sino enaguas ó camisón de color azul;(1) el monumento de que nos
ocupamos no tiene más que el maxtlatl usado por los hombres(2) y visto por el señor Chavero,
pero no enaguas. Por consiguiente, si aceptamos, como tenemos que aceptar, con los
fundamentos indicados, que la estatua es de hombre y no de mujer, la designación que hace
del monumento el señor Chavero, llamándole diosa de las aguas, viene por tierra.

Sigue diciendo el señor Chavero en la pág. 663, segunda columna: "desgraciadamente tiene
destruídas las manos y estropeado el rostro," y al fin de la página 663 y principio de la 664,
dice: "tiene además el inmenso monolito en las manos un instrumento que parece debía sonar
soplando en él." He aquí una contradicción palmaria. ¿Si no tenía manos, porque están
destruidas, cómo puede tener en ellas un instrumento?

Hablando el señor Chavero del origen del monolito dice: "pero cuyo origen entre nosotros
debe tomarse de los monolitos que sostenían la plataforma del templo de la Cruz: lo que
confirma la significación de ésta como la deidad de las lluvias." En esta obscura declaración
no fija el señor Chavero á qué templo de la Cruz se refiere; aunque haciendo un esfuerzo
adivinatorio me figuro que se trata de algunos de los templos de la Cruz de Palemke, y en ese
caso, debo de hacer constar que los templos de la Cruz de Palemke no tienen monolitos
simbólicos que sustenten sus plataformas, pues son simples piedras de construcción
(morrillos).

Queda otro detalle, entre las afirmaciones del señor Chavero, que por su importancia no
puedo dejar pasar inadvertido, y es el referente á las medidas que da del monolito,
asegurando que tiene 7 metros de altura, 3'80 de ancho y 1'50 de espesor. Esto no es exacto,
pues su altura es de 7 metros, su ancho máximo es de 4'41 y su espesor de 3'92.

El recipiente que tiene en la parte superior de la cabeza, de uno á otro borde exterior,
longitudinalmente mide 3 metros 18 centímetros, de ancho 1'88 y de profundidad 54
centímetros.

El señor Chavero no sólo ha clasificado y descrito mal el monolito de Coatlinchán, sino que
la estampa que ilustra su artículo es infiel á la verdad, pues reprodujo la que está representada
en la página 27 del tomo III de los anales del Museo Nacional, dibujada por el dibujante del
mismo Museo D. José M. Velasco, profesor de paisaje en la Academia de Bellas Artes, y la
mencionada reproducción
Medidas tomadas del Monolito, por el Señor Arquitecto Dn. Guillermo de Heredia.—Mes de
Octubre de 1903.

No. 1. Costado Norte. No. 2. Costado Sur.

Frente

No. 3. Costado Oriente. No. 4. Costado Poniente.


LÁMINA I.

IDOLO DE COATLINCHAN.

Esta estampa es copia fiel de la que se publicó en el tomo 3º de los "Anales del Museo Nacional" y después en
la pág. 664 de "México á Través de los Siglos."

El dibujo de esta ilustración es meramente fantástico, obra del señor D. José María Velasco, profesor de dibujo
del Museo Nacional y de pintura en la Academia de Bellas Artes.

LÁMINA II.
POSICION DEL IDOLO RESPECTO DEL ARROYO DE SANTA CLARA.
hecha por el aludido pintor no es una copia sino un dibujo

fantástico, impropio de una publicación seria como eran los Anales del Museo. Véase lám. 1.

Para que los hombres de estudio en particular, y los lectores en general, conozcan la
inexactitud de la figura hecha por el señor Velasco, la reproduzco fielmente á fin de que mis
lectores la comparen con las copias fotográficas del monumento y vean la diferencia tan
enorme que existe entre la producción del lápiz del dibujante y el original.

La arqueología es una ciencia que exige, en todas sus manifestaciones, la comprobación


científica y repele el empirismo que tantos males ha causado y causa á la historia. Hay
autores de libros de este género que, abusando de su facilidad literaria han escrito más que el
Tostado, llenando centenares de páginas con relatos verdaderamente dignos de los cuentos de
LAS MIL Y UNA NOCHES. Para desbaratar los errores que en tales escritos se asientan, se
necesitaría el transcurso de muchos años y la desaparición de algunas generaciones que
habrán vivido nutridas con falsos conceptos.

Es necesario convencerse de que para ser arqueólogo es indispensable perder el miedo, salir
de casa y hacer estudios sobre el terreno, pero que estos estudios sean precedidos de
competencia en la materia, para no tomar lo apócrifo por el original, como sucede casi
siempre.

El monolito de Tepetitlán.

El día 10 de Junio próximo pasado, con una cuadrilla de operarios y el empleado de la


Inspección señor Salvador Batres, dí principio á los trabajos de exploración del Oriente del
Valle de México, comenzando en el arroyo de Santa Clara, perteneciente á la Municipalidad
de Coatlinchán, Distrito de Texcoco, ubicado en terrenos de la Hacienda de Tepetitlán, muy
cerca del rancho de Tecoac.

La altura de este lugar es de 2,600 metros sobre el nivel del mar, y 175 sobre el de la ciudad
de México. El arroyo de Santa Clara nace en las vertientes de la montaña de Tlaloc, y en un
recodo del arroyo se encuentra tirado horizontalmente el enorme monolito de figura de ídolo
con la cabeza puesta hacia el Poniente. El cauce del arroyo sigue la misma dirección en que
está la estatua y pasa á 9 metros de distancia de su costado Norte. Véase lám. 2.

El monolito se encontraba sepultado antes de hacer mis excavaciones á un metro debajo del
nivel del plano de la cara del ídolo. Véase lám. 3.

Después de cavar 120 metros cúbicos en derredor del monumento, encontré el piso donde
está sentada la piedra. Véanse láms. 4 y 5.

A la profundidad de dos metros, respecto del plano superior de la piedra y frente á los pies
del ídolo, descubrí varias osamentas de niños, acompañadas de algunos pequeños juguetillos
de barro. Véanse láms. 6 y 7.

LÁMINA III.

COMO ESTABA EL IDOLO ANTES DE MIS ESCAVACIONES.


LÁMINA IV.

COSTADOS SUR Y ORIENTE DEL IDOLO.


LÁMINA V.
COSTADO NORTE Y PONIENTE DEL IDOLO.
Estudio.

El ídolo de la barranca de Santa Clara, rudimentalmente labrado, no presenta en su estructura


nada que lo asemeje á las esculturas que conocemos de los pobladores precolombinos del
Valle de México.

El monumento tiene mutilado el brazo izquierdo, la parte delantera del pie del mismo lado, y
el sitio en donde probablemente tenía el rostro. A la altura del cuello se halla un cilindro con
dos hileras de perforaciones poco profundas: cada una de estas hileras consta de seis
agujeros. Véase lám. 8.

La piedra de que está hecho el monolito es de color gris obscuro, con muy poca mica y
cristalizaciones y de consistencia dura. Los cuatro costados del monumento se hallan
devastados. Véanse figs. 1, 2, 3, 4, y el devaste de la piedra está hecho por secciones
rectangulares.

No. 1.—Costado Norte. No. 2.—Costado Sur.

No. 3.—Costado Oriente. No. 4.—Costado Poniente.


La única pieza que de su indumentaria tiene bien caracterizada, es el maxtlatl. Esa esfinge
toscamente labrada se halla envuelta en el más profundo misterio, y por lo mismo es muy
difícil, de un modo científico, hacer su clasificación; sin embargo, nuestros descubrimientos
han rasgado parte del velo que lo cubría y nos han proporcionado algunos documentos que
podrán dar luz en el terreno de la conjetura.

Los cronistas antiguos nos dicen que el dios Tlalos era deidad de las lluvias y del trueno y
que en su honor sacrificaban inocentes niños. Como hemos dicho en otro lugar el enorme,
monolito tenía enterrados á sus pies esqueletos de niños.(3) ¿Este descubrimiento nos dará el
derecho de creer que se trata de un Tlaloc, puesto que junto á él se encontraron ejemplares del
tipo del género de víctimas que le sacrificaban?....

Torquemada nos dice que el dios Tlaloc se hallaba colocado en lo más alto de las serranías
del Oriente de Texcoco, llamándose Tlaloc el cerro en que estaba ese dios. Dice también que
este Tlaloc era de piedra blanca, liviana, parecida á la piedra pómez; su forma era la de un
hombre sentado sobre una losa quebrada, en cuya parte anterior había un vaso, á manera de
lebrillo, labrado en la misma losa, y que en este recipiente colocaban los indios hule
derretido, muy parecido á la brea, y muchas semillas de las que consumían para su
mantenimiento, como el maíz de todos colores, frijoles, calabazas y otras legumbres.

Esta ofrenda que hallaron los primeros que vieron el ídolo, después de los toltecas, á quienes
se cree que pertenecía, la renovaron cada año, terminada la cosecha, como una demostración
de agradecimiento por haberles dado agua para sus sementeras.

La deidad miraba al Poniente, dando la cara á Tlaxcala. Huexotzingo y Cholula, y la espalda


á Texcoco.

El Júpiter americano de que nos ocupamos, es decir el de pómez, era como hemos dicho, de
la época tolteca, y admirado por ellos. Mucho tiempo después el rey acolhua
Nezahualpiltzintli, monarca tezcucano, mandó hacer otro de mayor magnitud, esculpido en
piedra muy grande, negra y dura para que durase muchos años, y quitó de su lugar el de
pómez, sustituyéndolo por el nuevo; pero como cayera un rayo el mismo año de la
sustitución, haciéndolo pedazos, los acolhuas se asustaron creyendo que la descarga eléctrica
había sido una manifestación de desagrado de Tlaloc, porque no era su voluntad que se
hubiese cambiado su imagen blanca por otra; repusieron en su primitivo sitio la blanca y
quitaron la que había mandado labrar Nezahualpiltzintli, poniéndolola en el lugar en que
estuvo provisionalmente la de pómez. Como al transladar la estatua de piedra negra y dura le
quebraron un brazo, procedieron á soldárselo con tres gruesos clavos de oro.(4)

Cuando el cristianismo vino á imponerse en estas tierras, el obispo Zumárraga mandó bajar la
diabólica piedra, como la llamaban los misioneros, y la hizo quebrar en su presencia,
quitándole al mismo tiempo los ricos clavos de oro.

El ídolo de la barranca de Tepetitlán tiene el vaso ó lebrillo formado en piedra, pero no lo


tiene colocado en la parte anterior de la losa quebrada, como lo tenía el de piedra pómez, sino
que éste lo tiene en la parte superior ó vértice de la cabeza. Véase fig. 4. El franciscano nos
dice que Nezahualpiltzintli mandó hacer un Tlaloc muy grande, de piedra negra y muy dura,
y el de Tepetitlán es de piedra gris negra, muy dura y muy grande.
Más adelante nos dice el mismo misionero que al trasportarlo de uno á otro sitio le quebraron
un brazo, y el ídolo del arroyo de Santa Clara tiene el brazo izquierdo quebrado. ¿Será acaso
el monolito de que nos ocupamos el Tlaloc que mandó hacer Nezahualpiltzintli maltratado
por el rayo, mutilado por sus cargadores y después destruido su rostro por Zumárraga, lo
mismo que los geroglíficos que haya tenido esculpidos en los planos que formaban los cuatro
costados de la deidad y que hoy en parte están devastados? He aquí la resolución del
problema. Yo, por mi parte, me inclino á creer que el monumento que hemos explorado es el
mismo Tlaloc que en un tiempo substituyó al de blanquecina pómez.

Medidas y Observaciones
DE LOS HUESOS HUMANOS

REPRESENTADOS EN LA LAMINA VI.

Cara externa de la mandíbula inferior.

PARTE HORIZONTAL DE LA MANDÍBULA.—El agujero de la barba lo tiene situado entre los dos
premolares y no presenta ninguna anomalía.—La porción alveolar del cuerpo de la mandíbula
es enteramente plana, apenas si se nota una ligera excavación entre el agujero de la barba y el
alveolo del primer molar ó muela de los seis años.—La porción basilar presenta en su cara
anterior una ligera excavación que después viene á formar dos bosas casi insensibles que se
pronuncian más á la altura de la base del alveolo de la muela de los seis años.—La línea
mylodiana externa no tiene ninguna anomalía.—La eminencia de la barba está muy poco
pronunciada, y mirándola de frente presenta una anomalía bastante curiosa, que consiste en
una pequeña eminencia huesosa de forma triangular.—La rama ascendente de la mandíbula
presenta algunas anomalías respecto de la del europeo, el condilio está menos alargado y más
ancho, el apófisis coronoide mucho más curvo y ancho, y la sesgadura formada entre el
apófisis coronoide, el punto sigmoide y el condilio es mucho más angulosa.—El punto del
gonium, llamado ángulo de la mandíbula, está enteramente curvo.—El arco dentario tiene el
lugar donde estaban implantados sus cuatro incisivos normales, sus dos caninos y sus dos
primeros premolares y primeros molares, ó sean las muelas de los seis años.

MEDIDAS DE LA MANDÍBULA.—Parte horizontal, distancia entre el gonium y el punto


synfysiano, 70 milímetros; distancia entre el punto alveolar inferior y el synfysiano, 20
milímetros; distancia entre el gonium y el condilio, 42 milímetros; distancia entre el apófisis
coronoide y el condilio, 23 milímetros; distancia entre el apófisis coronoide y el borde
anterior de este apófisis, 11 milímetros; distancia entre el borde anterior del apófisis
coronoide y el agujero de la barba, 41 milímetros; diámetro del cuello del condilio 9
milímetros; distancia entre los dos condilios en su parte interna, 71 milímetros; altura de los
premolares, 5 milímetros: longitud de la mesa de los segundos premolares, 9 milímetros y de
ancho 8 milímetros. El apófisis coronoide es más alto que el condilio; la distancia que hay
entre la parte superior del condilio y el synfysiano es de 42 milímetros, y del apófisis
coronoide al synfysiano es de 44 milímetros. El ángulo de la mandíbula es de 134 grados.

MEDIDAS DEL FÉMUR.—Largo del fémur, 19 centímetros. Según Orfila, cuando un fémur
tiene 32 centímetros de largo, la talla del individuo á quien perteneció alcanza 1 metros 38
centímetros , y por consiguiente, el fémur de 19 centímetros tendría de talla 1 metro 01
centímetros, talla de niño.

MEDIDAS DEL HUMERO.—Largo del húmero 14 centímetros. A un húmero de 24 centímetros,


Orfila da una talla de 1'38, y buscando la proporción, uno de 14 centímetros debe tener de
talla 87 centímetros, talla de niño.

MEDIDAS DEL CUBITO.—Largo del cúbito, 12 centímetros. Orfila da á un cuúito de 19


centímetros una talla de 1'38: buscando la relación, un cubito de 12 centímetros deberá dar
una talla de 87 centímetros, también talla de niño.

Estas medidas de los huesos largos nos han dado por resultado que confirmemos que los
esqueletos encontrados enterrados en los pies de la estatua de Coatlinchán son de niños.

MEDIDA DEL FRONTAL.—El diámetro bi-orbitario de la ptera del esfenoide es de 86


milímetros.—Distancia entre el apófisis orbitario interno del frontal y el punto de
intersección entre la sutura sagital y la coronal es de 96 milímetros, cráneo de niño.

Vértebra dorsal, muy singular por ser asimétrica, de niño; y la costilla, también es de niño.

LÁMINA VI.

HUESOS DE NIÑO ENCONTRADOS DEBAJO DE TIERRA FRENTE Á LOS PIES DEL IDOLO.
LÁMINA VII.
A LA MITAD DE LOS ORIGINALES.
LÁMINA VIII.

POSICION EN QUE DEBE DE HABER ESTADO EL IDOLO CUANDO FUÉ ADORADO

NOTAS
(1) Torquemada, Segunda parte, libro sexto, pág. 46, col. 1ª—á la Diofa Chalchihuitlycue,
aunque los Tlaxcaltecas le llamaron Matlalcueye; que quiere decir Veftida, ó Ceñida de vn
Faldellin, ó Naguas azules, del color de la flor Matlalin.—En la 2ª columna dice; Llamaron á
efta Diosa, Matlalcueye, que quiere decir, Encamifada de azul.—En la 3ª columna sigue
diciendo: Otros muchos nombres dieron eftos Indios á efta Diofa; pero el de
Chalchihuitlycue, era el mas común, y viado, que quiere decir, Nahuas, ó Faldellín de las
aguas.

(1) Sahagun, tomo I, cap. XI, pág. 9.—Esta Diosa llamada Chalcliiulitlycue, diosa de la agua,
pintábanla como á muger &&, y en la pág. 10 siguiendo la descripción dice: Tenía sus
orejeras labradas de turquesas de obra mosayca, estaba vestida de un vipil y unas enaguas
pintadas de la misma color azul claro, con unas franjas de que colgaban caracolitos mariscos.

(2) Torquemada, segunda parte, libro nono, pág. 182, col I.—Llamabanfe eftos Capellanes
Monauhxiuhcauhque, que quiere decir: Hombres dedicados al aiuno, y aftinencia de quatro
años. Eftos entraban en el Templo de la manera que nueftros Sacerdotes entran en
treintenario cerrado, á cada vno de los quales, daban vna manta fola de algodón, delgada, y
vn maxtlatl, que firve de pañetes, con que fe cubren las partes verendas.

(2) Torquemada, segunda parte, libro doce, pag. 396, col. 1ª y 2ª—La mujer que acufaba, ó
algún Hombre, de alguna culpa, que con ella hubiefe cometido, pretendiefe cometer, con
violencia, y fuerza, no era creida, ni por fu fola, y fimple palabra condenaban al acufado; pero
para conocer de efta caufa, havia de haver teftigos.

Si no havia teftigos, ni los podía prefentar la querellante, pedíanle feñas, eftas no havian de
fer cualefquiera (por razón de que el cafo era de muerte) fino mui conocidas, y averiguadas
prendas, eftas havian de fer del veftuario del reo y acufado afi como el maxtlatl, que les
fervia de zaragueles, ó calzones &&, fer real, y verdaderamente del dicho acufado.

(2) Torquemada, segunda parte, libro catorce, pág. 580, col. 2ª—afta que la Reina Serairamis
inventó el calzón, ó zaraguel, con que algunos, que fupieron, vfaron de él, y dejaron los
paños, con que cubría aquellas partes, que debían de fer como los Maxtlatl, que eftos Indios
vfaban.

(3) Fray Diego Durán. Historia de las Indias de Nueva España &&, tomo II, pag. 137 (al
referirse á los sacrificios que hacían al dios Tlaloc en su gran fiesta) en amaneciendo salían
todos estos reyes y señores con toda la demás gente y tomaban un niño de seis ó siete años y
metíanlo en vna litera por todas partes cubierto que nadie no le biese y poníanlo en los
honbros de los principales y puestos todos en ordenanza yban como en procesión asta el lugar
del patio al qual lugar llamaron tetzacualco y llegados allí delante la ymagen del ydolo tlaloc,
mataban aquel niño dentro en la litera que nadie no lo bia al son de muchas bocinas y
caracoles y flautillas mataban este niño los mismos sacerdotes deste ydolo.

En las págs. 138 y 139 dice: Acauado de poner la comida benían los sacerdotes que auian
degollado aquel niño con la sangre en vn lebrillejo y el principal dellos con un ysopo en la
mano el qual lo remojaba en aquella sangre ynocente y roceaba al ydolo y a toda ofrenda y
toda la comida y si alguna sangre sobraua ybase al ydolo Tlaloc y lauauale la cara con ella y
el cuerpo y todos aquellos ydolillos sus compañeros y el suelo y dicen que sí aquella sangre
de aquel niño no alcanzaua que matauan otro o otros dos para que se cumpliese la cerimonia
y se supliese la falta.

En las págs. 141. y 142 dice: sacauan vna niña de siete ó de ocho años metida en un pauellon,
que no la bia nadie tapada en todas partes a la manera que los señores hauian lleuado el niño
que diximos al monte. A la mesma manera estos sacerdotes sacauan esta niña en honbros
metida en aquel pabellon toda bestida de azul que representaba la laguna grande y todas las
demás fuentes y arroyos: puesta vna guirnalda en la caueza de cuero colorado y al remate vna
lazada con vna borla azul de plumas la qual niña metian en aquel pabellon en aquel bosque y
sentauanla debajo de aquel gran árbol buelta la cara hacia donde el ydolo estaua y luego
trayan vn atanbor y sentados todos sin baylar teniendo la niña delante le cantauan muchos y
diversos cantares. Turaba este canto hasta que benia nueba que los señores hauian concluido
con la ofrenda y sacrificio en el monte y que uajaban a se embarcar. Tenida la notocia
tomaban la niña en su pabellón y enbarcauanla en vna canoa y juntamente quitauan el árbol
grande tornandole a liar las ramas poniendolo en vna balsa en el agua y sin cesar de tañer y
cantar con ynumerables canoas que iban acompañando de mugeres y honbres y niños para ber
la fiesta la llevaban al medio de la laguna con toda la priessa possible y llegados a aquel lugar
aquellos llaman Pantitlan donde la laguna tiene su sumidero y donde hace vn remolino
notable de quando en quando se sume el agua peligrando allí muchas canoas que por
descuido e ynadvertencia pasan por encima del llegados pues a aquel lugar los grandes
señores por vna parte y los de la ciudad por otra tomaban luego aquel arbol grande tota y
hincauanlo en el cieno junto al ojo de agua o sumidero tornandole a desatar las ramas y al
acoparse y luego tomaban la niña asi dentro de su pabellón y con vna fisga de matar patos la
degollauan y escurrian la sangre en el agua acauada de escurrir la arrojauan en el agua en
derecho de aquel sumidero la cual dicen que se la tragaua de suerte que nunca mas parecia.

(4) Torquemada, Segunda parte, libro sexto, pág. 44.

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