Vía Crucis de Sombras

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El Señor nos envía señales en nuestra vida donde nos muestra que siempre está presente, en su palabra nos

dice que su
misión fue perdonarnos de las ataduras del pecado, aunque muchas veces nosotros nos volvemos a atar, Él no se cansa
nunca de ofrecernos ese perdón y nos invita a perdonar.

 ¿Cómo puedo remediar mis errores del pasado una vez vivida esta catequesis?
 ¿Qué acciones pondré en mi vida a parte del Perdón para poder generar una amistad más profunda con el Señor?
 ¿Cómo responderé al llamado que Él me hace?

Oración

Cristo, Tú nos acoges con nuestro corazón, tal como es hoy. ¿Por qué deberíamos esperar que nuestro corazón cambie
para ir a ti? Tú lo cambias, cada día de nuevo, sin que sepamos cómo. Tú haces todo, para curar las heridas de nuestros
corazones, tú, amigo y hermano nuestro, Jesucristo.

Amén.

Se recomienda de ser posible, invitar a los adolescentes a disculparse con las personas a las que les pudieron hacer daño
en algún momento de sus vidas.

VÍACRUCIS JÓVENES “UN CÁMINO DE AMOR” 65

Objetivo: Que el adolescente medite la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo mediante una experiencia de reflexión
para que tenga un encuentro con cristo resucitado

Personal necesario o Staff:


1. Maestro de ceremonia. - Encargado únicamente de mencionar las estaciones, las frases y las reflexiones
marcadas en cada estación.
2. Narrador. Encargado únicamente de los textos de lectura y citas bíblicas.
3. Director. Encargado de que los personajes salgan a tiempo.
4. Encargado del reflector. Encenderlo y apagarlo en tiempo.
5. Encargado de los sonidos. - Hacer los sonidos correspondientes donde se indique.
6. Maquillista. Encargado del maquillaje de Jesús y de que los vestuarios estén en forma para la presentación.
7. Coro. Encargados de los cantos en tiempo y forma.

Personajes:
1. Jesús
2. María Santísima
3. María magdalena
4. Juan
5. La Verónica.
6. Soldados de preferencia 5-6.
7. Pilato
8. Cirineo Simón de Cirene (El que le ayudo a Jesús).
9. Barrabas
10. Casius

Materiales:
 Hule o tela negra. (Lo suficiente para cubrir de ambos lados del salón la misma cantidad).
Ejemplo: El radio del salón es de 8 metros, para cubrir la misma cantidad de ambos lados se necesitan 3 metros
de un lado y 3 metros del otro lado lo cual suman 6 metros. El resto es de tela blanca.
 Tela blanca. (Dependiendo del radio del salón donde se vaya a interpretar).
Ejemplo: Continuando con lo anterior, si el total del radio del salón son 8 metros, y ya vimos que es necesario 6
metros de hule o tela negra, nos faltarían 2 metros de tela blanca en medio del salón para ahí reflejar las sombras.
Entonces necesitaríamos 2 metros de tela blanca.
 1 Reflector.
 2 Bocinas.
 1 Cruz grande.
 1 Corona de espinas
 Túnicas para el vestuario de cada participante.
 Periódico o cartulinas para tener ventanas tapadas (toda entra de luz tapada). La cantidad depende de cuantas
entradas de luz tenga en sitio donde se llevará a cabo él vía crucis de sombras.
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 1 Tronco o barrote para las caídas de la presentación.
 1 Martillo (para hacer la simulación de cundo clavan a Jesús en la cruz).
 1 Cacho de tabla (para golpearla con el martillo al momento de la crucifixión)
 2 Extensión múltiple.
 Un celular o memoria con música de fondo (recomendaciones de música: de la Pasión de Cristo de Mel Gibson).

Maestro de Ceremonia: PRIMERA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte.


1. Se enciende el reflector,
El narrador da lectura al siguiente texto, mientras se interpreta.
Narrador: Llega Jesús afligido a donde se encontraba Pilato y este
le pregunto
Pilato: ¿Eres tú el rey de los judíos?
Narrador: Jesús respondió
Jesús: Así es, como tú lo dices
Narrador: como los jefes de los sacerdotes acusaban a Jesús de
muchas cosas, Pilato volvió a preguntarle
Pilato: ¿No contestas nada? Mira de cuantas cosas te acusan
Narrador: Jesús ya no respondió, de manera que Pilato no sabía que pensar
Narrador: Cada año, con ocasión de la Pascua, Pilato solía dejar en libertad a un preso, a elección del pueblo. Había uno
llamado Barrabas que había sido encarcelado con otros revoltosos por haber cometido un asesinato en un motín
Pilato les pregunto
Pilato: ¿Quieren que ponga en libertad al rey de los judíos?
Narrador: Pilato veía que los jefes de los sacerdotes le entregaban a Jesús por una cuestión de rivalidad, pero los sumos
sacerdotes incitaron a la gente a que pidiera la libertad de Barrabas
Pilato les dijo
Pilato: ¿Que voy a hacer con el que ustedes llaman rey de los judíos?
Narrador: La multitud grito
Multitud: ¡Crucifícalo!
Narrador: Pilato les pregunto
Pilato: Pero, ¿qué mal ha hecho?
Narrador: Pero la multitud grito con más fuerza ´
Multitud: ¡Crucifícalo!
Narrador: Pilato quiso dar satisfacción al pueblo: dejo, pues, en libertad a Barrabas y sentencio a muerte a Jesús. Lo hizo
azotar, y después lo entrego para que fuera crucificado
2. Se apaga el reflector y se le da lectura a la siguiente reflexión (Maestro de ceremonia)
No sigas condenando al inocente.
El Juez del mundo, que un día volverá a juzgarnos, está allí, humillado, deshonrado e indefenso delante del juez terreno.
Pilato no es un monstruo de maldad. Sabe que este condenado es inocente; busca el modo de liberarlo. Pero su corazón
está dividido. Y al final prefiere su posición personal, su propio interés, al derecho. También los hombres que gritan y piden
la muerte de Jesús no son monstruos de maldad.
Pero en aquel momento están sometidos a la influencia de la muchedumbre. Gritan porque gritan los demás. Y así, la
justicia es pisoteada por la maldad, por miedo a la prepotencia de la mentalidad dominante. La sutil voz de la conciencia
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es sofocada por el grito de la muchedumbre. La indecisión, el respeto humano dan fuerza al mal.

Maestro de Ceremonia: SEGUNDA ESTACIÓN: Jesús con la cruz a cuestas


1. Se enciende el reflector.
2. El narrador da lectura al siguiente texto, mientras se
interpreta
Narrador: Jesús, cargando con la cruz se encuentra ante unos
soldados que creen tener todo el poder sobre él.
Soldado 1: ¡Toma fuerte tu cruz!
Soldado 2: ¡Muévete!
Soldado 3: ¡Camina más rápido!
Soldado 4: ¿Dónde están los que te seguían?
3. Se simulan latigazos a Jesús junto con burlas y golpes por parte de los soldados.
Se golpea al representante de Jesús, con un listón amarrado de una vara simulando el látigo.
4. Mientras el encargado de sonido, da latigazos de verdad al suelo o a cualquier superficie que cause sonido, debe
recalcarse que debe estar perfectamente coordinado con el movimiento de las personas que representan a los
soldados.
5. Se apaga el reflector.
6. Se lee la siguiente cita bíblica. (Narrador).
“Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de el a toda la compañía, lo desnudaron
y pusieron un manto color purpura y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en
la mano derecha.
Y doblando ante él la rodilla se burlaban de él diciendo: SALVE, REY DE LOS JUDIOS. Luego lo escupían, quitaban la caña
y le golpeaban la cabeza. Y terminada la burla le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar”. Mateo
27, 27-31.
7. Se enciende el reflector.
8. Se lee el siguiente texto (Narrador), mientras se interpreta.
Aparece Jesús sentado, encorvado. Luego, todos los soldados se acercan a quitarle la ropa y lo dejan completamente
desnudo. Posterior a esto, le ponen un manto color purpura.
Soldado 6: (Le pone la corona de espinas y hace una reverencia). Oh mi rey. (Tono burlón).
Soldado 1: (Le pone una caña en la mano derecha). Oh, mi gran rey. (Tono burlón).
TODOS LOS SOLDADOS: (Doblando la rodilla ante él y diciendo en tono burlón). SALVE, REY DE LOS JUDIOS.
Soldado 2: Le escupe a Jesús. (Simula escupirle a Jesús).
Soldado 3: Le quita la caña a Jesús y le golpea fuertemente la cabeza. (Simula golpearlo con la caña).
9. Encargado de sonido. - Debe golpear una superficie que cause sonido, simulando el golpe en la cabeza.
10. Se lee el siguiente texto. (Narrador).
Cuando le golpean la cabeza, la corona de espinas se cae.
Soldado 4: Jajajaja, le escupe. (Simula que le escupe a Jesús).
Soldado 5: (Recoge la corona de espinas y se la vuelve a poner a Jesús de manera brusca).
Soldado 6: Quítenle el manto, pónganle la ropa y llévenselo.
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11. Se lee la siguiente frase. (Narrador).
Los soldados hacen caso a la orden. Levantan a Jesús y se lo llevan.
12. Se apaga el reflector.
13. Se lee la siguiente reflexión (Maestro de ceremonia).
Jesús nos enseña que.
 En todas las épocas, el hombre ha creído poder sustituir a Dios y determinar por sí mismo el bien y el mal
(cf. Gn 3,5), sin hacer referencia a su Creador y Salvador. Se ha creído omnipotente, capaz de excluir a Dios de
su propia vida y de la de sus semejantes, en nombre de la razón, el poder o el dinero.
 Hoy el mundo se somete a realidades que buscan expulsar a Dios de la vida del mundo.

Maestro de Ceremonia: TERCERA ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez.


1. Se le da lectura al siguiente texto (Narrador), mientras se va
interpretando:
Nuestro Salvador, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la
flagelación, debilitado por la acritud de los sufrimientos físicos y
morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido,
apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz.
Fue ahí cuando los golpes, burlas y risas de soldados y del pueblo,
sonaron nuevamente.
Soldado 1: JAJAJA y dice ser el Rey.
Soldado 2: ¡Levántate! Inútil.
Soldado 3: Salve al rey de los judíos. (Tono burlón).
Soldado 4: El que dice ser el salvador no puede ni con una cruz.
Jesús, con toda la fuerza de su voluntad, logró levantarse para seguir su camino.
2. Se apaga el reflector. Se le da lectura a la siguiente frase. (Maestro de ceremonias)
Aquél que ha traído la paz al mundo, herido por nuestros pecados, cae bajo el peso de nuestras culpas.
3. Se enciende el reflector nuevamente donde se observa a Jesús sufriendo. Se encuentra hincado agachando la
cabeza.
4. Se le da lectura a la siguiente cita bíblica. (Narrador)
“Pero eran nuestras rebeldías las que lo traspasaban, y nuestras culpas las que lo trituraban. Sufrió el castigo para
nuestro bien y con sus heridas nos sano” Isaías 53,5.
5. Se apaga el reflector.
6. Una vez que se apague el reflector, se les dirá a los jóvenes vivientes la siguiente reflexión. (Maestro de
Ceremonias)

 Debemos tomar conciencia del peso de los pecados que cometemos.


 Cada quien carga con su cruz, no debemos rendirnos, podemos caer, y debemos comprender a los que caen, pero
todos podemos levantarnos, llenos de humildad y confianza.
7. Se mantiene el reflector apagado.

CUARTA ESTACIÓN. Jesús encuentra a su Madre.


1. Se enciende el reflector y en esta estación empezaremos
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con un diálogo.
 Se escucha el grito entre la multitud.
María: (Desesperada por ver a su hijo). Déjenme pasar, quiero ver a
mi hijo.
Soldado 2: Detengan a esa mujer.
Juan: Déjala pasar, es su madre.

2. Se lee el siguiente texto (Narrador), mientras se interpreta:


La madre María se encuentra con su Hijo en la cruz. Herido y sufriendo, llevando la cruz de todos los hombres. María se
encuentra con Jesús que está en el suelo.
María: Jesús hijo mío, te han martirizado horriblemente.
Jesús: Madre, el mayor de mis sufrimientos es el dolor tan fuerte que te causo.
María: Yo sufro todo lo que tú sufres.
Jesús: Mi sacrificio y el tuyo han de cumplirse.
-Jesús hace un esfuerzo para levantarse con ayuda de los soldados.
Jesús: Levántate tú madre y dame un último abrazo.
María lo abraza.
Soldado 5: Marchemos adelante.
3. Se apaga el reflector y se lee la siguiente cita bíblica. (Narrador)
«Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción, y a ti misma
una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Lucas 2,
34-35.
4. Se enciende el reflector y se aprecia a Jesús abrazando a su madre.
Creía ser ella quien lo buscaba, pero, en realidad, era él quien la buscaba a ella.

5. Se apaga el reflector nuevamente y se lee la siguiente reflexión. (Maestro de Ceremonias)


 También nosotros sentimos en nuestras familias los sufrimientos que los padres causan a sus hijos y los hijos a
sus padres.
 Señor, haz que en estos tiempos difíciles nuestras familias sean lugar de tu presencia, de modo que nuestros
sufrimientos se transformen en alegría. Sé tú la fuerza de nuestras familias.

QUINTA ESTACIÓN. Jesús es ayudado por el cirineo.


1. Se enciende el reflector
2. Se le da lectura al siguiente texto (Narrador), mientras se
interpreta.
Jesús salió del pretorio llevando a cuestas su cruz, camino del Calvario;
pero su primera caída manifestó su agotamiento. Temerosos los
soldados de que la víctima muriese antes de la hora, pensaron en
buscarle un sustituto.
Soldado 1: Se nos va a morir antes de la hora.
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Soldado 2: Encuentren un sustituto.
3. Se lee una la siguiente cita bíblica. (Narrador)
“Cuando lo llevaban para crucificarlo detuvieron a un tal Simón de Cirene que venia del campo y le cargaron la cruz para
que la llevara detrás de Jesús.” Lucas 23,26-27.
4. A continuación, se interpreta lo siguiente y después se lee el texto. (Narrador)
Soldado 3: TÚ, acércate a ayudarle a este hombre. (Apuntando fuertemente).
Soldado 4: (Latigazos a Jesús).
Soldado 5: No puede con una cruz.
Simón, camina enojado acercándose a la cruz. Cuando ve aquel rostro, lleno de dolor. Tal vez Simón tomó la cruz de mala
gana y a la fuerza, pero luego, movido por el ejemplo de Cristo y tocado por la gracia, la abrazó con resignación y amor y
fue para él y sus hijos el origen de su conversión.
5. Se apaga el reflector.
6. Se lee la siguiente reflexión. (Maestro de Ceremonias)
Jesús nos enseña que:
 En los que más sufren hemos de ver a Cristo cargado con la cruz que requiere nuestra ayuda amorosa y
desinteresada.
 El Cireneo ha venido a ser como la imagen viviente de los discípulos de Jesús, que toman su cruz y le siguen.
SEXTA ESTACIÓN. La Verónica enjuga el rostro de Jesús, Vía
dolorosa.
1. Se le da lectura a la siguiente cita bíblica. (Maestro de
Ceremonias)
Dice el profeta Isaías: «No tenía apariencia ni presencia; lo vimos y no
tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de
hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante
quien se oculta el rostro, despreciable, y no lo tuvimos en cuenta». (is
52, 14; 35-3).
2. Se enciende el reflector. Aparece Jesús cargando la cruz.
3. Se le da lectura al siguiente texto mientras se interpreta. (Narrador)
Jesús, camino del Calvario, con el rostro desfigurado por el sufrimiento, la sangre, los salivazos, el polvo, el sudor...
Entonces, una mujer del pueblo, Verónica de nombre, se abrió paso entre la muchedumbre llevando un lienzo con el que
limpió piadosamente el rostro de Jesús. El Señor, como respuesta de gratitud, le dejó grabada en él su Santa Faz.
4. Se apaga el reflector.
5. Se lee la reflexión. Jesús nos enseña que. (Maestro de Ceremonias)
 Lo que hagas en presencia de tus hermanos o con uno de ellos, harás lo mismo con el Señor.
 Imita la compasión de aquella mujer, si de Cristo el rostro santo quieres en tu corazón.

SEPTIMA ESTACIÓN. Jesús cae por segunda vez.


1. Se enciende el reflector.
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2. Se le da lectura al siguiente texto (Narrador), mientras se
interpreta.
Jesús había tomado de nuevo la cruz y con ella a cuestas llegó a
la cima de la empinada calle que daba a una de las puertas de la
ciudad. Allí, exhausto, sin fuerzas, cayó por segunda vez bajo el
peso de la cruz. Faltaba poco para llegar al sitio en que tenía que
ser crucificado, y Jesús, empeñado en llevar a cabo hasta la meta
los planes de Dios, aún logró reunir fuerzas, levantarse y proseguir
su camino.
Jesús: “Todos los que me ven se ríen de mí, hacen muecas, menean la cabeza. ¡No te quedes lejos, pues se acerca la
angustia y nadie me socorre!”
3. Se apaga el reflector.
4. Se lee la siguiente reflexión. Jesús nos enseña que. (Maestro de Ceremonias)

OCTAVA ESTACIÓN: Jesús consuela a las piadosas mujeres


Objetivo: Que el joven vea la llamada de arrepentimiento, de un
verdadero arrepentimiento porque las mujeres buscaban
consuelo para Jesús y realmente son ellas las que salen
consoladas por el mismo que está sufriendo. Y enseñarles que
deben tener paciencia para ver hacia donde van.
1. Se enciende el reflector
2. El narrador dará lectura al evangelio de San Lucas 23, 27-31
“Lo seguía a Jesús muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él”. Jesús,
volviéndose hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos;
porque llegaran días en que se dirá “felices las que no dieron a luz ni amamantaron”; porque si así tratan al árbol verde,
¿Qué no harán con el seco?”
3. Mientras se lee el evangelio de San Lucas 23, 27-28 se tiene que escuchar el llanto exagerado de las mujeres
hasta cuando él les diga: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus
hijos…”
4. Se apaga el reflector
5. Se lee la siguiente reflexión sobre la enseñanza que Jesús nos da. (Maestro de Ceremonias)
“Ustedes han oído que se dijo ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero ahora Jesús nos dice que el amemos a nuestro
enemigo y oremos por quien nos persigue porque si solo amamos a quien nos aman ¿Qué recompensa tendríamos?
 Llorar es una gracia, por lo que debemos pedir a Nuestro Señor que nos conceda lágrimas que llorar, como Él las
lloró ante su amigo Lázaro y ante Jerusalén.
 Debemos pedir a Jesús que podamos llorar los suficiente, no sólo por la tristeza de saber que hoy hay muchos
enfermos y muertos a causa de la pandemia, sino también por nuestros pecados, que tanto daño hacen al mundo.
Nada tiene de extraño que Jesús cayera si se tiene en cuenta cómo había sido castigado desde la noche anterior, y cómo
se encontraba en aquel momento.
 Este paso nos muestra lo frágil que es la condición humana, aun cuando la aliente el mejor espíritu, y que no han
de derribarnos las debilidades ni las caídas cuando seguimos a Cristo cargados con nuestra cruz.
 Jesús, por los suelos una vez más, no se siente derrotado ni abandona su cometido. Para Él no es tan grave el
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caer como el no levantarnos. Y pensemos cuántas son las personas que se sienten derrotadas y sin ánimos para
reemprender el seguimiento de Cristo, y que la ayuda de una mano amiga podría sacarlas de su postración.

NOVENA ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez


1. Se da lectura a la siguiente cita bíblica de la Segunda
Carta del apóstol San Pablo a los Corintios 5, 19-21 (Maestro de
ceremonias)
“Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin
pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado el
mensaje de la reconciliación… En nombre de Cristo os pedimos
que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado, Dios lo hizo
expiar nuestros pecados, para que nosotros, unidos a él,
recibamos la salvación de Dios.
2. Se enciende el reflector
3. Se comienza a escuchar ruido de la multitud mientras Jesús camina con la cruz en su espalda
4. El hombre que viene ayudándole a Jesús con la cruz (El Cirineo) lo toma de la mano para que no caiga, pero no
lo puede evitar y Jesús cae de espaldas y cuando lo hace se escucha un quejido
Soldados: Gritan ATRÁS (2 veces)
El cirineo: Ya estamos cerca, resiste, falta poco, muy poco (lo ayuda a levantarse, jamás suelta la mano de Jesús)
5. Jesús logra ponerse de pie y queda frente a frente del cireneo
Cireneo: Casi termina, falta poco (mirándolo a los ojos)
6. Se apaga el reflector
7. Se lee la siguiente reflexión (Maestro de ceremonias)
Por tercera vez, Jesús cae bajo la cruz cargado con nuestros pecados, y por tercera vez intenta alzarse con todas las
fuerzas que le quedan, para proseguir el camino hacia el Gólgota, evitando dejarse aplastar y sucumbir a la tentación.
Desde su encarnación, Jesús lleva la cruz del sufrimiento humano y del pecado. Ha asumido la naturaleza humana de
forma plena y para siempre, mostrando a los hombres que la victoria es posible y que el camino de la filiación divina está
abierto.

DÉCIMA ESTACIÓN: Jesús es despojado de sus vestiduras


1. Se enciende el reflector.
2. Se da lectura al siguiente texto (Narrador), mientras se
interpreta:
“Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos
e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también
su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo”
(Jn 19, 23).
Soldado 1: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver
de quién será. (Jn 19, 24).
No dejaron ni un trozo de tela que cubriera el cuerpo de Jesús. Lo despojaron. No tenía manto ni túnica, ningún vestido.
Lo desnudaron como un acto de humillación extrema. Sólo le cubría la sangre, que borbotaba de sus numerosas heridas.
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3. Se apaga el reflector
4. Se lee la siguiente reflexión. Jesús nos enseña que: (Maestro de Ceremonias)
El vestido confiere al hombre una posición social; indica su lugar en la sociedad, le hace ser alguien. Ser desnudado en
público significa que Jesús no es nadie, no es más que un marginado, despreciado por todos.
 El momento de despojarlo nos recuerda también la expulsión del paraíso: ha desaparecido en el hombre el
esplendor de Dios y ahora se encuentra en mundo desnudo y al descubierto, y se avergüenza.
 Jesús asume una vez más la situación del hombre caído. Jesús despojado nos recuerda que todos nosotros
hemos perdido la «primera vestidura» y, por tanto, el esplendor de Dios.

UNDÉCIMA ESTACIÓN: Jesús es clavado en la cruz


1. Se enciende el reflector
2. El Maestro de Ceremonias dará lectura al siguiente pasaje del
Evangelio de San Mateo 27, 37-42, mientras se interpreta:
“Encima de la cabeza colocaron un letrero con la acusación: «Este es
Jesús, el Rey de los judíos». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la
derecha y otro a la izquierda.
Los que pasaban, lo injuriaban y decían meneando la cabeza: «Tú que
destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si
eres Hijo de Dios, baja de la cruz».
Los sumos sacerdotes con los letrados y los senadores se burlaban también diciendo: «A otros ha salvado y él no se puede
salvar. ¿No es el Rey de Israel? Que baje ahora de la cruz y le creeremos».
3. Mientras se da lectura al del Evangelio de San Juan 19, 16-19 el hombre que representa a Jesús deberá ya estar
en el suelo (encima de la cruz) listo para hacer la simulación de cuando es clavado, dos hombres que representen
a los soldados deberán acercarse a Jesús y arrodillarse uno de cada lado, toman el martillo y el clavo y lo colocan
en la mano de Jesús (mientras esto se hace la persona encargada de los sonidos deberá golpear una tabla para
simular esta acción), al momento de clavar sus pies y manos se debe escuchar un quejido del que representa a
Jesús, mientras los solados ríen. Junto a él deberán ir dos personas (ladrones) uno de cada lado. Ya estando
clavados levanta a Jesús y a los dos ladrones al mismo tiempo.
4. Se apaga el reflector.
5. Se lee la siguiente reflexión (Maestro de Ceremonias)
 Clavaron a Jesús en la cruz, el dolor es infinito. Ni siquiera logramos imaginarlo; sin embargo Jesús lo resiste
con valor y humildad, en un ejercicio sublime de voluntad y de amor. Lo clavamos a Jesús en la cruz no solamente
cuando pecamos personalmente ni cuando somos indiferentes. Y él no se cansa, siempre está atento y dispuesto
a ayudarnos.
 Esto nos llama a la reflexión, así como un ladrón recibió su perdón en el momento de su muerte, su
arrepentimiento fue tan grande, que Jesús no dudo ni por un momento de cumplir con la promesa del Reino
Eterno para los justos, un reino que espera por todos nosotros.

DUODÉCIMA ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz


Se da lectura al siguiente Evangelio San Mateo 27, 45-50. 54
Evangelio de San Mateo 27, 45-50. 54
Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda
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aquella región. A media tarde Jesús gritó: «Elí, Elí lamá sabaktaní»,
es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Al
oírlo algunos de los que estaban por allí dijeron: «A Elías llama
éste».
Uno de ellos fue corriendo; enseguida cogió una esponja empapada
en vinagre y, sujetándola en una caña, le dio de beber. Los demás decían: «Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo». Jesús, dio
otro grito fuerte y exhaló el espíritu. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba
dijeron aterrorizados: «Realmente éste era Hijo de Dios».
1. Se enciende el reflector
2. Se da lectura al siguiente texto mientras se interpreta
3. Narrador: Jesús expira y mira hacia arriba y pronuncia las siguientes palabras con poco aliento:
Jesús: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
Narrador: Jesús se queda en silencio un breve tiempo y deja caer su cabeza repentinamente. Cae una gota de agua en
suelo y empieza a hacer viento, los soldados comienzan a hacer escándalo y correr ahí mismo
4. Narrador: Los soldados le quiebran las rodillas a un ladrón y se queja de dolor, corre hacia Jesús y al momento
de dar el golpe sucede un temblor y un soldado grita
Soldado: Casius, apúrate”
Narrador: Casius responde
Casius: “Esta muerto”
Narrador: le avientan una lanza y el soldado le dice
Soldado: “Asegúrate”
Narrador: luego le entierra la lanza en un costado, en cuanto esto sucede comienza a salir agua, el soldado se tira de
rodillas al suelo bruscamente y se le queda mirando y los otros soldados corren del lugar.
5. Se apaga el reflector
6. Se da lectura a la siguiente reflexión: (Maestro de Ceremonias)
 Señor Jesucristo, Tú que en el momento de la agonía no has permanecido indiferente a la suerte del hombre y
con tu último respiro has confiado con amor a la misericordia del Padre a los hombres y mujeres de todos los
tiempos con sus debilidades y pecados, llénanos a nosotros y a las generaciones futuras de tu Espíritu de amor,
para que nuestra indiferencia no haga vanos en nosotros los frutos de tu muerte.

DECIMOTERCERA ESTACIÓN: Jesús es bajado de la cruz y entregado a su Madre


1. Se enciende el reflector, aparecen María y Juan,
abrazados viendo a Jesús en la cruz (Simulan que ven a Jesús).
2. Se lee la siguiente cita bíblica (Narrador).
“Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba,
dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al
discípulo: Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19, 26-27).
3. Cuando se termina de leer la cita bíblica, se escucha
fuertemente la voz de Jesús.
Jesús: Mujer ahí tienes a tu hijo. Y Tú, ahí tienes a tu madre.
4. Se lee el siguiente texto, (Narrador).
María y Juan de abrazan y lloran juntos.
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5. Se apaga el reflector.
6. Se lee la siguiente reflexión (Maestro de ceremonia).
 Aquellos que aman, permanecen junto a ti y conservan la fe. La fe no decae en la agonía y de la muerte, cuando
el mundo cree que el mal triunfa y que la voz de la verdad y del amor, de la justicia y de la paz calla.

DECIMOCUARTA ESTACIÓN: Jesús es sepultado.


1. Se enciende el reflector.
2. Se da lectura al siguiente texto (Narrador), mientras se
interpreta:
Después de todo esto, José, rogó a Pilato que le permitiese llevarse
el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se
llevó el cuerpo de Jesús. También Nicodemo, el que antes había
visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y
de áloes, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo
envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Y en el lugar donde había
sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Ahí, pues,
por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús. (Jn 19, 38-
42).
3. Se apaga el reflector
4. Se lee la siguiente reflexión. Jesús nos enseña que: (Maestro de Ceremonias)

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