Así Es La Vida, Tal Como Es La Vida

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OBRAS DEL AUTOR DE ESTA ANTOLOGIA

Poemas
"Nos poblamos de muertos en el tiempo", inciuido en
-
el volrimen "Entre sombras y Arco-iris". Ed. Aconca-
gua, 1976.
"Alguien hablará por mi silencio". Edias. Nueva Lí-
nea, 1978.
"Las horas en el tiempo". Ed. Nascimento, 1979.

Ensayos
"Pepita Turina o la vida que nos duele" 5.Nasci-
mento, 1980.

Prosa
"Lo que el tiempo me ha dicho" ( 2 Quién es quién en
las letras chiienas?), Agrupacidn amigos del libro,
1978.

Antologías
Fray Luis de León, O.S.A,: "Poemas originales" (se-
lección y prólogo). Edics. Agustinianas, 1981.
"Francisco de Quevedo y Villegas: Reino del espan-
to" (selección y prólogo) Ed. Nascimento, 1981.
C E S A R V A L L E J O

tal como es la vida


Selección y prólogo de
...
Juan Antonio Massone

E D I T O R I A L N A S C I M E N T O
SANTIAGO 1982 CHILE
Portada: Javier Ortiz S.
Tiraje: 1.500 ejemplares
Impreso en los talleres de
la Editorial Nascimento S. A.
- Amro Prat 1428 -
Santiago de Chile, 19F 1
ADVERTENCIA PRELIMINAR

El conocimiento y difusión de ia poesía de César Valle-


jo es una necesidad y una deuda permanentes para todos los
lectores de habla española y con mayor razón. para los sud-
americanos. N o creo poder satisfacer en plenitud a esas dos
palabras antes dichas, pero no me niego la seriedad con que
fui haciendo este trabajo. Indudablemente me queda la nos-
talgia de haber inciuido más textos o quizás de haberme
atrevido con la poesía completa del autor peruano. Eso no
fue y no deseo quejarme.
Las cuidadosas investigaciones d: más de un vallejista
me han asistido a tiempo Dara no repetir errores en algunos
datos importantes. Así, por ejemplo, siguiendo a Alcides Spe-
lucín, aceptamos como fecha de publicación de "Los heral-
dos negros" ei año 1919 y no 1918 como se h a insistido. Las
pruebas del investigador son concluyentes como para negar-
les veracidad. Asimismo, el libro "César Vallejo: vida y obra"
de Luis Monguió, nos ha servido de base para elaborar la
cronología que se ofrece al final del volumen.
Junto al nombre de cada uno de los libros poéticos de
Vallejo se indica en paréntesis el año de pubIicación; más
abajo, los años de composición de los mismos.
Referente a Ia bibliografía, ofrecemos únicamente aque-
lla que conocemos o que, por referencia, se puede considerar
fundamentai. La lista de textos acerca de la vida y obra del au-
tor de "Trilce" es extensísima y sobrepasa en mucho nuestra
~osibilidadde citarla íntegra.
Finalmente, e1 nombre de esta antología se debe a un
verso de Vallejo. Pensé que ei de antología es muy lacónico
y alguno
- de mi invencijn, d~:lasiado improcedente y ambi-
cioso.
1.A. M.
Santiago, marzo de 1952.
CESAR VALLEJO: sufrimiento corporal del alma

La poesía es acción y reacción sobre el mundo. Acción


y reacción de alguien sobre quien pesa la vida con una fre-
cuencia ineludible de implenitud y, por lo mismo, de apre-
miante anhelo por superar la distancia entre 524 propio ser
respecto del ideal entrevisto. Tácita o explícita la poesia de-
clara en su expresión dos aspectos insoslayables: no estar con-
forme con los hechos, con la zrida, con la suerte; y el segun-
do, no someterse a la fatalidad anónima, por que el hombre
no es pzro acontecer, sino, sobre todo, consciencia. Detección
dolorida de una realidad que tiene tanto que ver con el poeta
que éste acusa su influjo inescusable; declaración volunta-
ria bajo la presión de una sensibilidad que no puede desoír
su llamado a ser voz para otros. Por ello, toda gran poesja
es un modo de iuestionamiento y un modo de respuesta.
Cuando los aspectos evidenciados de las obras permiten al
lector una experiencia más rica que el simple recouocimierz-
to de una verdnd anotada por otros medios, es el momento y
ocasión de decirnos que estamos ante una visión coherente,,
original, zínica. La obra lírica de César Vallejo constituye
esa rara experiencia. B

Bastaron sólo pocos libros del poeta peruano para quc


emergiera su voz reveladora. "Los heraldos negros" (1919);
"Trilce" (1922); "Poemas humanos" (1939) y "Espaiia, apar-
ta de mi este cáliz" (1938)) los dos últimos publicados pós-
tumamente. Bastaron, digo, mas nunca podrá decirse que
sobran. La obra poética de Vallejo es sustancial, heterogénea,
nunca repetida por sí misma y dificilísima de seguir a ma-
nera de paradigma. Es inimitable en su factura y en su ins-
piración, pues lo original de toda ella deviene de un fondo
y trasfondo del ser Vallejo. He ahí su centro neurálgico y
su corazón: la experiencia concreta y transfiguradora de ella
1 misma entregada en una conmoción que se hace visible o in-
sinuante en la palabra. Parece que naciera con tal naturali-
dad que podría estarse uno algo tentado de creerla fácil o
producto de una bien elaborada fórmda. Lo primero es
cierto: es natural, mejor aún, connatural, porque no preten-
de ni la pose, ni el discurso, ni la propaganda. Pervive siem-
pre en un ensimismamiento que, sin embargo, no se confun-
de con indiferencia, porque su actitud es la de vigilia que
no olvida las zonas subterráneas. Por eso el magnetismo que
libera a partir de su concentración desasosegada.
Podemos hablar con seguridad de poesia en este caso,
y no únicamente de poemas o de versos. Vallejo trasciende
las palabras y +éstas vienen a constituir la semejanza y, en
muchos casos, la identidad del aspecto más próximo de una
condición humana más patética que nunca, porque jamás
se unieron tantas variables para gritar la orfandad del hom-
bre. En sus lihos está él y también una época; se derrumba
la historia personal y también la historia universal. Cuerpo
y nzetafísica son el blanco. Mucho más que temas: una ex-
periencia de la vida como tragedia sin remisión, como pro-
funda condena que sabe herir medzdarmente, en el nzícleo
mismo de lo más sensible: el corazórz que apura a la boca,
porque al silencio es imposzble contener tanta desolación.
Vallejo escribió una poesía consigo mismo, ente~amente.
Retó a la lógica tanto com9.a la retórica con la naturalidad
patética del que está solo, del que habla a so7as. Ronco de
predestinaciones, la raza, los avatares biográficos, la miseria
Jisica de la extrema pobreza y de la enfermedad, la época
que se cayó a pedazos violentos, dieron con él en la más
a7ta muestra de dolor ancesnal: el fatalismo. Sentir al mun-
do y a la vida arrancada completamente a alguna ocasión
de esperanza. Es su enseíia a paftir de la cual inicia la cruzada
en contra de la intolerancia para cuanto pudiera significar
presencia victimaricl. Su audacia verbal le fue inherente para
combatir a la predestinación algo de su poder. Fue szd acción
y su reacción; su negativa y su respuesta; aceptación de su lu-
gar y de su posibilidad: ser distinto escogido por "Los he-
JJ

raldos negros" con todos los golpes de la vida y el cósmico


odio de Dios.
Poesía del d e ~ r u m b eque no se olvida del confrnternizar
con quienes viven en la desgracia. Si no halla esperanza pa-
ra si, jamás la m e z q u i ~ apara otros. Es la voz heroica del
hombre crucificado en la tragedia de lo oscuro, la que, sin
embargo, no se niega a una suerte distinta parn los demás.
Profundamente solidaria, entonces, la obra lírica vallejiana
es plenamente conmiserativa hacia los hombres y hacia él mis-
mo. Y es que en szt desgracia no dejará de experimentarse
responsable. Desde "Los heraldos negros" hasta los "Poemas
l~rdmanos"su voz escarmienta u n aterrador problema de cons-
cicnciiz: el amor que desea casi inmaculado y lo que para él
resulta~n'calda en el deseo satzsfaciéndose en la prontitud de
20s cuerpos; el conocimiento de las desgracias de los más des-
amparados y !a impotencia irrefutable que le atañe a su es-
cgso pgderi'o; la iadependencia mental que desea del mun-
d o infantil y la comprobación de las razones profundas de
la madre. quien reza por los encarcelados y los cuminantes,
mientras el poeta confiesa que ya no reirá de dicha a c t i t ~ d ;
la qrrelumbl-e personal qzre le reclama creciente y su perca-
tarse de que nunca el sufrimiento es demasiado como para
creer ser Unica víctima. En fin, una obra que sabe resumirse
c7z la intención de torcer a ln suerte y malasuerte el impzclso
prinz c~.d,cl de! alarido:

-
"Quiero escribir, pero m e sale espuma,
quleio escribir m7~lzhimcly me atollo"
-
(Intensidad jz altura)

C i ~ i t a ~ 2 r n que
t e zada le exime jamks de si mismo, de la
inszta adscripción a su naturaleza agónica; nada puede ha-
cerlo efzcazmente, el anhelo mismo de liberarse, de decir
. otra5 cosas en distintos tonos, 120 le son posibles. Una vez
más e1 deseo no bordea siquiera el poder mínimo de la sn-
tisfacción. La vida es mezquindad para los sueños, necesi-
dades fisic~s y metafísicas de este ángel, caído, desterradr
ilzfernalizado que es el hombre. Coa fogosidad viril, el p9ei
es perentorio en cuanto diga, inquiera, se duela y condrrc?~.
Sus poemas resultan ser bofetada que snfre su tosquedad o su
tenebrosa acción y en ellos la ironía trágzca lleva el peso del
más alto sentido crítico que abrasa al universo y al creador del
universo. Instantaneidad desconcertante la palabra de Vallejo;
explosión desde el núcleo humano nada queda lnmune a la
corrosión del absurdo. Dios es indiferencia cruel en el pi-
mer libro hasta el vacio ivnominado dcl Mltimo, aunque
deba reconocerse que siempre es un pesar y un pensar. Como
toda la litci-atura de nuestro siglo -como casi toda-, los li-
bros del poeta peruano exhiben la via dolorosa del máximo
ext~av'li:el hombre sin Dios que a mces asume la bel~geran-
t-iu de rcr Lombre contra Dios. Sobre esa ausencia o encima
de tanzafia otiosición, e! espíritu del siglo muestra la carne
zfiva por mú~tl'p!esheridar, pe;-O que, al fin y a7 cnbo. obe-
decen a 2171 abszrrdo radica': el hombre sin soportes, el hom-
E-e a prfato de desaparicibn a maqos de otros hombres, aquel
qrde 2ebe ,nt.ltnr pma no ser confar>didocon lns cosa{. En
sfZma,14- ser aqzcejado de 1.0 ser.
.'(
rMurid mi eternidad y ertojVv~lándoln"

Derrumbe que nunca se sacia, la uida humana ha cono-


cido durante el siglo X X tos refinamientos más increíbles
de conservación y también de su contrario. Las condiciones
han puesto en entredicho los cimientos y el dolor se ha vuel-
to amargura, sufrimiento agresivo. Casi la mayorta de las
muestras sociales de acción, de quehacer, de planificación tan-
to como las más creativas e intelectuales se recctzocen en esa
violencia que señala a los demás como cutpab1t-r. cr mal vie-
ne de fuera, nos han querido convencer mediante su impo-
sición más brutal las máximas aberraciones ideo2ógicus: el
nazismo y el marxismo-leninismo. El dolor del hombre pro-
vocado por miles de fueras no he eximido jamás razones inte-
riores o respomaMidades intransferibles. Despojada de str
dignidad, la vida humana ha recibido el influjo satánico de
confundir los términos elementales. El absurdo le crece en
todas partes. La subversión del sentido de cuanto existe no
ha hecho sino enervar constantemente: la paz es apenas una
endeble tregua o llamada por el nombre de gucrra fria o
más recientemente como dzstensión. LAS liberaczones de los
pueblos resultan a poco andar un cambio de tiranlas, la a%-
tonfirmación proclamada y vendida por las mitologías po-
brisimas de ahora hurtaron la posibilidad de confiar e12 los de-
más, pues al fin todo consiste en un voluniarismo sin mRs
arbitrio que el propio interés y la ingestión de "remedior"
que no traerán la dicha. Los limites están rotos y, sin embar-
go, nunca ha existido tal desgarro existencia!. Es el abjurdo
culpable de una libertad atrapada en sus propias consigngs
y delirios. La vida humana sufre en todas las especies. Tal es
el alarido más permanente de la literatura del siglo: el hom-
bre disminuido, el hombre avasallado, el hombre a purto de
extinción: la hora 25 de Gheorghiu, el Proceso kafkiano, ese
"Mundo feliz" de Huxrey, la "Tierra Baldiíz" dr Eliott, su-
m a y sigue.
Vallejo proclama todo ello. La subz~ersión verbal suya
es un gesto desesperado por tocar más de cerca la humanidad
de los hombres en todas las direcciones posibles: conmisera .
ción, solidaridad, afecto, espíritu combativo y experanza. Ha-
ce falta aliviar este destino aunque sea en el mutuo conocr
miento, aunque no se tenga el poder para transformarlo to
do y deba confesarse que:

. .. , desgraciadamente,
II

el dolor crece en el mundo a cada roto,


crece a treinta minutos .por segundo,. , ."

(Los nueve n2onstruos)

Desgraciadamente, no hay ocasión para detenerse en las


fórmulas tristes de las alegrias banales. La poesia de Ifal(ejo
asume la gravedad de los hechos y jamás, ni en los trances
de mayor severidad positiva, de mayor incumbencia de la
acción, dejará su realismo acerado para proferir adverton-
cias, el esbozo de un programa para no quedarse simplemente
en la completa derrota. Siempre intentará reaccior?ar me-
diante un violentamiento de los deseos o de los impulsos qrse
le son más naturales; siempre entre un querer y uv deber,
entre un poder y un ser.

"Quisiera hoy ser feliz de buena gana,


ser feliz y portarme frondoso dr preguntas,
abrir por temperamento de par en par m i cuar v, como loco,
y reclamar. en fin,.
en m i confianza fisica acostado,
sólo por ver si quieren,
sólo por ver si quieren probar de m i espo7::knecí posición.
reclamar, voy diciendo.
por qué me dan asi tanto en el alma".
(Quisiera ser feliz ...)
Pero el m:,nzaje racial-cultural que le define no hace
más que exacerbar los rasgos e z?zciirzaciones propendlen-
tes al dolor y a la derrota. Heredero de una ancestral
aflicczón comprende qzce .ru voz debe contener cuanto le sca
próximo a sus días primeros. Es así como el mundp de la
infanna, de una infancza que pierde la dicha, correspmde
a su zmperatzvo inznal al que regresará siempre como mun-
do en comparación, como lapso referencial, como su paraiso
perdzdo. El prójimo familiar le será un hueco sdbito y de
oscztíos !amentos. Todos se le mueren con "La violencia de
1 ~ shoras", titulo que recuerda a Quevedo y que, como el
españcl, recibe a cada paso el aguijón del tiempo disminui-
dor. Y luego, el Perd, su tierra prorrinciana rte Santicgo de
Chuco y Trzcjilto, los componentes de fauna y flora, la at-
mósfera v ha.cta el mando sencillo de las cosas animad~s
siempre por la miseria extranjera, apuran en su5 pDernas
impasible escarmiento de resuello. Pero ya desde antes a:
su uida europea, el poeta ua sien23 ti7cspolado de ese todo
y
que significa la pertenencia afectiua a los demás y a lo p o -
pio. Una condena metafísica le es inherente a cuanto pueda
vivir. La soledad se le atiborra de imposibles, la falencia de
finalidad no le deja ánimo ni día, el nacer es casi un delito
totalizador, como si fuera un nuevo Segismundo: " y nuestro
haber nacido así sin causa". Vallejo es el poekz en quien se
retzlercen toda: las ovfnndades posibles, y en ese modo de
sentir, que es al mismo tiempo una manera de decir, vocifera
con ldgica vital en contra de la lógica mortecina por do quier.
Y como lo único que pdríg ausentarse a la cita de la mtlerte
es el hálito conmovido de la palabra, urge al idioma despo-
jándolo de todo artificio. Diriase que en la desnudez de una
inflexión que recuerda mucho a la voz inicial, acultu,al del
niño, encuentra una oportunidad incontaminada que se re-
xee¿ve cen t;Bqy&d aBz>mlrte de a~ociacialre-rde , adfetit)~~
engmerados, en asimilación de tiempos que se congregan con
la máxima potencia para liberar un uivir desfallecievte. "Tril-
ce" es un doclrmento trágico 31 un emblema de lzbcrtad crea-
dora, palabra creada ex-profeso, como otras muchas, pues no
puede pretender más que una uzctoria: el exorcismo de! mal
para que, comunicándolo, le l~berealgo y pueda co!?ze;.ti,.reen
testimo?zzo.La ~oesínen Tlnllejo es un acordnr.re eiz !o ~ncírten-
SCI de lo tenue como de lo brtdcco, cercnza n Ir! bofetada 11 nl
puntapié, jamás se conuie~teen instrumento, y mucho men2s
en odio. Es memoria atingente a los trasfondos de la vida y
de la muerte, englobn
- la naturaleza como la condición hu-
manas, sabedora y sentidora auténtica de cuanto exi-t, como
P

perfil o direccióíz de l!aga para el .hombre. Siendn mucho


más que expresión o impresión, su gran edor reside en la
unidad desconcertante de lo fisico y lo espiritual: su experien-
cia única que revela en el sobresalto algo misterioso que es
cercanía y que, no obstante. no consigue atrapnrsc, porque.
es como uno de sus versos: "la letra en que nació la pena!".
La consideración esencial del poeta-es la suerte- huma-
na y de ella, la circunstancia del vivir muriénd~sede heridas,
especiatmente por la ofensa prematura de un destino que en-
dilga los pasos del hombre a través de un camino que lo mal-
trata siempre. Sólo la solidaridad y el constante dolerle en el
propio cuerpo las inclementes desdichas del alma. Lo fisico re-
cibe en Vallejo el arrtciar de todos los sufrimientos. Alma y
.cuerpo están igualados por la quejumbre y el permanente es-
tado de colapso. Lo que suele diferenciarse en categorias
abstractas, en el poeta se unifzca en la patética fraternidad
.del sufrimiento. Y la vida alcanza a manifestarse en la pre-
cisión de su sombra, así como el alma sufre corporalmente
la acción de los hados incisivos.

-"'En suma, no poseo para expresar m i vida sino m i muert:".


Juan Antonio Massone
5 de marzo, 1982.
LXVIII
Estamos a'catorce de julio.
Son las cinco de la tarde. Llueve en toda
una tercera esquina de papel secante.
Y llueve más de abajo ay para arriba.
Dos lagunas las manos avanzan,
de diez en fondo,
desde un martes cenagoso que ha seis días
está en los lagrimales helado.

Se ha degoliado una semana


con las más agudas caídas: hace hecho
todo lo que pueda hacer miserable genial
en gran taberna sin rieles. Ahora estamos
bien, con esta lluvia que nos lava
y nos alegra y nos hace gracia suave.
Hemos a peso bruto caminado, y, de un solo
desafío,
r~ONOI OGJA DE CESAR Y-4LLEJO

1892.- 15 ó 16 de marzo nace en Santiago dc Chuco, norte


del Ped.
1905.- Ingresa al Colegio Nacional de Huamachuco para
cursar su enseñanza media o secundaria
1907.-Debido a estrechez económica de Ia familia vuelve
a la casa paterna de Santiago de Chuco, lugar donde
realizó sus primetos estudios de infancia.
1908.-En marzo de este año rinde exámenes en Huama-
chuco y se matricula en el curso de cuarto año se-
cundario.
1909.- 1913.- Epoca muy desconocida de la vida del poeta.
Quizás se desempeñó en diversos trabajos remunera-
dos para solventar, en parte, la aflictiva situación per-
sonal y familiar. Habría trabajado como ayudante de
cajero en la Hacienda Azucarera Roma, cn la ciudad
de Trujillo.
1911 6 1912.-Estuvo en Lima. Enviado por $u hermano Víc-
tor para cursar estudios de ciencias o medicina en la
Universidad de San Marcos, estudios que no prosi-
guió.
1912.-Estuvo ocho meses como preceptor de los hijos del
dueño de una hacienda del Departamento de Huau-
co. Dicha estada le proporcionó una visión de gran
importancia en el conocimiento de las condiciones
del campesino peruano.
1913.- Se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad de La Libertad, en Trujillo.
1915.- Se gradúa de bachiller en Letras. Presenta como te-
sis para optar a dicho grado el estudio titulado: "El
romanticismo en la poesía castellana", que Iuego se
publicó en 'forma de folleto dedicado al profesor de
13 Uíliv~isidaddoctor Eieazar Boloña y a su herma-
no Víctor "en prueba de cariño y gratitud".
1915.-Simultáneamente al último año de Letras cursa en
la misma universidad el primer año de Derecho, ca-
rrera que seguirá hasta 1917. '

1913.- 15.-Trabaja como profesor en el Centro Escolar de


Varones N" 241, situado en la Plaza de Armas.
1915.-17.-Dicta clases de primer año en el Colegio Nacio-
nal de San J,wn, en Trujillo.
1915.- 1917.- Publica sus primeros versos en dicha ciudad
a través de las páginas de los siguientes periódicos y
revistas: Cultura infantil, del Centro Escolar 241, La ,
Industria (periódico), La Reforma (diario) y Bal-
nearios, revista limeña.
1915.- Se incorpora a un grupo de literatos jóvenes de Tru-
jillo. Entre elíos destacan: Antenor Orrego Espinoza,
José Eulogio Garrido, Alcides Speluún, Juan Espejo,
Oscar Imaña, Macedonio de la Torre y luego, El07
Espinosa, Federico Esquerra, Leoncio Muñm, Alfon-
so Sánchez Arteaga, Francisco Sandoval, Juan Sote-
ro, Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de1 Apra.
Las actividades del grupo causaron detractores y de-
fensores. El propio Vallejo interrumpió su vida bohe-
mia después de un desaguisado sentimental y partió
a Lima a fines de 1917.
1918.-E1 poeta Parra del Riego será el primero en recono-
cer la alta calidad poética de ésa; Abraham Vallejo.
Por esa misma época se funda en la capital peruana
la revista "Nuestra época", dirigida por José Carlos
Mariátegui. Dicha revista no pasó del segundo nú-
mero, pero se dice que colaboró Val!ejo, el propio
Mariátegui, César Falcón, César A. Rodriguez, Cé-
sar Ugarte, Percy Gibson, Félix del Valle y otros.
1918.- Fallece su madre en Santiago de Chuco el 8 de agos-
to. No pudo asistir al se-pelio.
1918.- Se desempeña como preceptor de enseñanza prima-
ria en el Colegio Barros, escuela particular.
1919.-Publica su primer libro: "Los heraldos negros".
1919.-Profesor interino de cuarto y quinto años de ense-
ñanza primaria en el Colegio Nacional de Guadalu-
pe, Lima. Al año siguiente quedó cesante.
1918.-9.-Se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras
en Ia..Universidad Mayor de San Marcos de Lima.
1920.- Emprende un viaje a sus tierras a mediados del mes
de julio.
1920.- Un incidente del lo de agosto entre guardias beodos
y amigos de Vallejo, ocasionó muertes y deten-
ciones. E1 31 de ese mes un juez nombrado en
Trujillo ordenó la detención del poeta, de su herma-
no Manuel y de otros 19 participantes.
1920.-E1 día 6 de noviembre de ese año César Vallejo es
detenido junto a otros amigos cuando se encontraban
en casa del amigo y doctor Andrés Ciudad. Esto su-
cedió en Trujillo.
1921.- El día 26 de febrero fue puesto .en libertad condici*
nai luego de ciento trece días de prisión.
1921.-E1 día 21 de octubre se dictó el fallo del Tribunal.
Con respecto al poeta dice: "Está probada la presen-
cia, pero no la participación en los mismos deli-
tos,. ..". Sin embargo, el caso quedó finalmente con-
cluido sólo el año 1929.
1921.-Luego de ser liberado marcha a Lima, lugar donde
inicia un período de bohemia, de vagancia, alcohol,
aparejada con gran preocupación por imprimir sus
obras.
1921.-El 15 de diciembre obtiene el premio del cuento na-
cional otorgado por la sociedad "Entre Mous", con
su relato "Más allá de la vida y la muerte". Meses
más tarde se publica en revista "Variedades" (junio
de 1922).
1922.-Con el importe del premio anterior publica su se-
gundo libro de poemas: "Trilce", prologado por An-
tenor Orrego.
1923.- Se publica "Escalas", libro de relatos, y "Fabla salva-
je", novela breve de cuarenta y nueve páginas.
1923.-A mediados de este año se dirige a Francia. Se establz-
ce en el Barrio Latino y entabla amistad con el músi-
co Alfonso de Silva, Julio Gálvez, Ernesto y Gonzalo
More, Belisario Calle, Macedonio de la Torre, a quien
ya conocía, Percy Gibson, René Mossisson el doctor
Lizarzaburu.
1 9 2 5 ~ L u e g ode dos años de miseria, pudo mejorar un tanto
su aflictiva situación al trabajar en la Empresa de los
Grandes Periódicos Iberoamericanos (Bureu des
Grands Journaux Latino - Américains) . A mediados
del mismo año comenzó a colaborar en la revista
Mundial, de Lima, actividad que será proiongada
hasta 1930.
1925.-A fines de año se dirige a España. Al año siguiente
renunciará a una beca para estudiar en la Academia
de San Fernando. Tanto él como su amigo Xavier
Abril se abstuvieron de hacerlo por oposición al am-
biente existente bajo la dictadura de Primo de Rivera.
1926.- Luego de renunciar a lo antes dicho, vuelve a París.
Ha conocido ya a una joven llamada Henriette, con
quien convive. Además publica con el poeta español
Juan Larrea dos números de una revista literaria ti-
tulada "Favorables París Poema". En ésta colabora-
ron Vicente Huidobro, Gerardo Diego, Pablo Neru-
da y otros.
1927.- 8.-Son años de crisis profunda en Vallejo. Vida mi-
serable en lo económico y gran tormento espiritual.
Por ese tiempo adscribe a la ideología Marxista-Leni.
nista soviética.
1928.- Primer viaje a Unión Soviética. Recorre además otras
ciudades europeas: Buda~esty Beriín.
1929.-Durante el mes de enero contrae matrimonio con
Georgette, con quien viajará nuevamente a Unión I
Soviética y también a Berlín, Praga, Viena, Budapest,
Venecia, Florencia, Roma, Pisa, Génova y Niza.
1930.- Visita Madrid durante el mes de mayo. La revista Bo-
lívar publica poemas, reportajes de sus dos viajes a
Unión Soviética. Se publica también la segunda edi-
ción de "Trilce" con prólogo de José Bergamín, cu-
yas palabras figuran entre las mejores que se le ha-
yan tributado a1 poeta y a ese libro, según Luis Mon-
guió.
1931.-De regreso a París es expulsado junto a su esposa por
su ya reconocida militancia comunista. Vuelven a Ma-
drid luego de pasar por Barcelona.
1931.- Participa en los "Ahora", "Estampa" y "La
- Vm".
1931.-La Editorial Cenit de Madrid le publica "El Tungs-
teno", novela ideológica.
1931.-Después de reeiaborar sus artículos de viajes, algu-
nos de los cuales ya habían sido publicados en "Mun-
dial" de Lima y en "Bolívar" de Madrid, le impri-
men un libro de ellos bajo el título de "Rusia en 1931,
Reflexiones al pie del Kremlin".
1931.-32.-Frecuenta a José Bergamín, Rafael Alberti, Pe-
dro Salinas, Federico García Lorca, Juan Larrea, An-
tonio Marichalar y a sus compatriotas los Abril y
Juan Luis Velásquez.
1932.-A fines de año regres'a a Francia. Ese año se le ha
traducido su novela "El Tungsteno" al ruso y al
ucranio.
1933.- 36.- Vida pobrísima. Escribe un drama titulado pri-
meramente como "Moscú contra Moscú" y luego "En-
tre las dos orillas corre el río"; otro de ambiente incási-
co: "Piedra cansada"; una comedia de la vida política
peruana: "Los hermanos Colacho o Colacho herma-
nos" y la organización de dos voiúmenes de estudios ,

y ensayos titulados "El arte y la revolución" y "Con- .


tra el secreto profesional".
1936.- Al estallar la Guerra Civil Española, se pronuncia en
favor de Ios Republicanos. Durante el conflicto visi-
tará dos veces el territorio Republicano durante el
año 1937.
1937.-Participa en el Segundo Congreso Internacional de
Escritores para la Defensa de la Cultura, acaecido en
\ diversa? ciudades: Valencia, Madrid, Barcelona y con-
cluyó en París.
1937.-En París fue uno de los fundadores del Comité Ibe-
roamericano para la Defensa de la República Españo-
la y organizador de "Nuestra España", boletín órga-
no de dicho comité.
1937.-Los meses de septiembre, octubre, noviembre y di-
ciembre escribe los poemas que compondrán el volu-
men "Poemas humanos".
1938.-El día 13 de marzo cayó enfermo para no levantarse
ya más. Le internan en una clínica. Durante un mes-
sufre altas temperaturas.
1938.-E1.día 7 de abril le sobreviene una grave crisis de la
que, sin embargo, se sobrepone por unos días. EI jue-
ves 14 de abril pierde el conocimiento y comenzó a
delirar. F

1938.-El día 15 de abril, Viernes Santo, entró en coma y


asistido de su mujer y de amigos, tal el caso del ar-
tista chileno Cuto Oyarzún y el escritor español Juan
Larrea, fallece a las nueve y veinte. Su cadáver fue
trasladado hasta la Casa de la Cultura, donde fue ve-
lado hasta el 19 de abril. En el cementerio hablaron
Louis Aragón, Antonio Ruiz Vilaplana y Gonzalo
More.
1938.- Edición mimeografiada de "España, aparta de mí es-
te cáliz", homenaje póstumo de la revista "Nuestra
España".
1939.- El día 15 de julio se publica "Poemas Humanos", en
París.
BIBLIOGRAFIA FUNDAMENTAL

A.) Obras del autor

"El romanticismo en la poesía castellana", Trujillo, 1915 (Te-


sis de bachillerato).
"Los heraldos negros", Lima, 1919 (la edición lleva por fecha
1918).
"Trilce", Lima, 1922.
"Escalas", Lima, 1923.
"Fabla salvaje", Lima, 1923.
"Rusia en 1931, reflexiones al pie del Kremlin", Madrid, 1931.
"El Tungsteno", Madrid, 1931.
"España, aparta de mí este cáliz", España, 1938 (edición
póstuma).
xmas humanos", París, 1939 (edición póstuma).
na tragedia inédita", en Letras Peruanas, N? 6, Lima,
1952 pp. 37-8 y 7, pp. 81 - 108.
"Colacho Hermanos", en Letras No 56- 7, Lima, 1956,
pp. 618.
"Artículos olvidados", Asociación Peruana -por la Libertad
de la Cultura, Limaj 1960.
"Rusia ante el Segundo Plan Quinquenal", Lima 1965 (edi-
ción póstuma).

B.) Libros sobre valléjo y stl obra


*
Abril, Xavier: "César Vallejo o 1a.teuría poética". Ed. Taurus,
Madrid, 1962.
Aula Vallejo: "Unive'rsidad Nacional de Córdoba", Córdoba,
Argentina, No 1, 1961; Nos. 2-3-4, 1961 -62; Nos. 5-6-7,
1967.
Bazán, Armando: "César Vallejo: dolor y poesía". Edics.
Mundo América, Bs. Aires, 1958.
Coyné, André: "César Vallejo y su obra poética". Ed. Letras
Peruanas, Lima, 1958.
Espejo A., Juan: "César Vallejo. Itiner,ario del hombre". Ed.
Mejía Baca, Lima, 1965.
-
Garcilaso N1. : ("Dedicado a Vailejo") , TLima,
f
1940.
Higgins, J,ames: "Visión del hombre y de la vida en las últi-
mas obras poéticas de César Vallejo". Éd. Siglo Veintiuno,
México, 1970.
Indice N? 134: ("Dedicado a Vallejo"). Año XIV, Madrid,
1960.
Izquierdo R., Fio.: "Vallejo y su tierra". Ed. Selva, Lima, 1946.
Larrea, J,uan: "César Vallejo o Hispanc en la cruz de
su razón". Universidad Nac. de la, Argentina,
1958.
Lellis, Mario J. de: "César Vallejo". Ed. La Mandrágora,
Buenos Aires, 1960.
Lora Risco, Alejandro: "Hacia la voz del hombre". Ed. An-
drés Bello, Stgo. de Chile, 1971.
Monguió, Luis: "César Vallejo: vida y obra". Ed. Perú Nue-
vo, Lima, 1960.
More, Ernesto: "Los pasos de Valle versidad de San
Marcos. Lima, 1966.
. -
Ortega, Julio: Vallejo (antología). Ed. Univcrbirxm, Lima,
.-----La-

sin fecha.
Samaniego, Antenor: "César Vallejo, su poesiía". Mej
Lima, 1954.
Sánchez, Luis Alberto: "Escritores representativos de Amé-
rica". Ed. Gredos, Madrid, 1957.
Tamayí> Vargas, Augusto: "Literatura peruana". Universi-
dad Nac. Mayor de San Marcos, Lima, 1965.
VaEejo Georgette de: "Apuntes biográficos sobre 'Poemas en
prosa' y 'Poemas humanos"'. Moncloa Editores, Lima,
1968.
Valverde, José -María: "Estudios sobre la palabra poética".
Edic. Rialp, Madrid, 1952.
Villanueva, Elsa: "La poesía de César Valiejo". Compañía de
Impresiones y publicidad, Lima, 1951.
Yurkeivich, Saúi: "Fundadores de la nueva poesía latino-
americana". Ed. Barral, Barcelona, 1970.

Nota-Por ser demasiado extensa la bibliografía acerca de Vallejo apare-


cida en revistas y en la imposibilidad de conocer gran parte de
ella, nos abstenemos de incor-mrarla aquí. Por lo demás, nuestra
l a b r no persigue, en esre caso, un seguimiento exhaustivo de aqué-
lla, sino apenas recordar algunos títu!os ejemplares existentes que
muestran la preocupación admirativa y crítica que el poeta ha des-
pertado, es-oecialhente después de su muerte.
INDICE

Advertencia preliminar . . . . . . . e
César Vallejo: sufrimiento corporal del alma . .

SELECCION DE TEXTOS

LOS HERALDOS NEGROS (1919) . .

'Los heraldos negros . .. . . . . . . . 17


El poeta a su amada . . . . . . . . 19
Heces . . . . .
, . . . . 20
Nostalgias imperiales (111) . . 22
Idiiiomuerto . . . . . . 23
?A
kgape . . . . . . . . . . . - .
La de a mil . . . . . . . . . . . .
El pan nuestro . . . . . . . . . . . .'
Desnudo en barro . . . . .
La cena miserable . . . . .
Los dados eternos . . . .
Los anillos fatigados . . . . . . . . . 35
Dios . . . . . . . . . . . . . . 36
Unidad . . . . . . . . . . . . . 38
Los pasos lejanos . . . . . . . . . . 39
A mi hermano Miguel (In memoriam) . . . 41
Enereida . . . . . . . . . . . . . 43
Espergesia . . . . . . . . . . . . 45

TRILCE (1922) . . . . . . . . 47

11 . . .
111 . .
XVIII .
XXVII .
XXVIII
XXXIII
XXXIV
XLVI .
1 .

LA1 . .

LXIII :

LXV .
LXVI .
LXVIII
LXXVI
ESPAÑA, APARTA DE MI ESTE CALIZ (1938)

111 . . . . . . . . . . . . . .
XI . . . . . . : . . . . . . .
Masa (XII) . . . . . . . . . . . .
Redoble fúnebre a los escombros de Durango
(XIII). . . . . . . . . . . .
España, aparta de mí este cáliz (XIV) . . . .

POEMAS HUMANOS (1939) . . . . . . . .

He aquí que hoy saludo.. . . . . . . . .


Por último, sin ese buen aroma.. . . . . . .
Al cavilar en la vida.. . . . . . . . . .
Salutación.angélica . . . . . . . . . .
La rueda del hambriento . . . . .
Fue domingo en las claras.orejas . . .
Hoy me gusta la vida mucho . . . . .
Intensidad y altura . . . .
Los nueve monstruos . . .
París, octubre 1936 . . . .
Sermón sobre ia muerte . .
Quisiera ser feliz de buena gai
Considerando en frío, . . . . .
Tengo un miedo terrible. ;. .
Traspié entre dos estrellas .
Hoy le ha entrado una astilla. .
Piedra negra sobre una piedra blanca .
Un hombre pasa con un pan.. . . . . . .
Otro poco de calma,. . . . . . . . . .
Me viene. hay días. una gana . . . . . . . . . 129
Y si después de tantas palabras . . . . . . 131
A lo mejor. soy otro . . . . . 133
Despedida recordando un adiós . . . . . . . 135
Escarnecido. aclimatado al bien. . . . . 137
Algo tc identifica . . . . . . . . . . . 139
No vive ya nadie en la casa . . . . . . . 141
En suma. no poseo para exprehar . . . . . . . 143
Voy a hablar de la esperanza . . 145
La violencia de las horas . - . . 147

IGIA DE CESAR VALLEJO . . . . 149

BIBLIOGRAFIA FUNDAMENTAL . . . . . 157


Portada: JAVIER ORTIZ S.

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