Revista Pedagogica Argentina 1889
Revista Pedagogica Argentina 1889
Revista Pedagogica Argentina 1889
,
PEDAGOGICA ARGENTINA.
TOltiO 11.
Año 1889.
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REVISTA
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PEDAGOGICA ARGENTINA.
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CENTRO UNION NORMALISTA.
TOMO II.
CORRESPONDIENTE AL AÑO 1889 .
BUENOS AIRES.
IMPRENTA oE JuAN A. ALSINA, M"Exroo 1422 ( ÁNTES 634-).
1889.
,
REVISTA PEDAGOGICA ARGENTINA.
ÓRGANO DEL OEN'rttO UNIÓN ~ORniALISTA.
LA DIRECCIÓN.
Señoritas alumnas:
Señores profesores:
Tengo la gratísima satisfacción de haceros entrega en acto ptíblico
de los certificados que acreditan vuestra suficiencia y consagración al
Señor Director.
Señores Profesores.
Señores: Las alumnas ele esta escuela no podemos guardar estos
certificados, sobrada recompensa de nuestras fatigas, sin presentaros
el testimonio de gratitud que vengo á expresar en su nombre y en el
mio propio.
Sentiríamos el peso de un remordimiento, si al acep tar este titulo
en silencio, lográramos infundir en algún ánimo, la sospech a de que
lo recibimos para ostentarlo con orgullo como una vanidosa conquista
de nuestros propios esfuerzos.
No, señores; muy lejos estamos de abrigar esa idea.
No ignoramos el depósito precioso que se nos acaba de confiar , Y
no quiero disimular tampoco, que este pequeño papel que tanto gran-
de encierra, sin embargo levanta en nuestros corazones las emocio-
nes más gratas.
¿Pero dónde está, señores, la causa de ese placer que sentimos nacer
confundido entro los impulsos invencibles de amor propio y lo.· del
agradecimiento? ¿Está acaso en nosotros?
Ah! No, señores profesores, y sería necesario dejarse cegar por la
más obsecada pretensión para desconocer, que si somos felices en este
momento soís esclusivamente vosotros los autores de esa dicha, que
si hay gloria en este acto, debe recaer toda ella sobre vuestras ca-
bezas, no sobre las nuestras.
Los premios que llevamos nos representarán siempTe de vuestra
parte los vastos conocimientos, l:l. paciencia inquebrantable, la ím-
proba tare;t cuotidiaua, los desvelos, la fatiga. De la nuesü·a apenas
la satisfacción uel deber cnmplillo; y digo apenas, porque cuántas
exhortaciones c<u·iñosas habremos necesitauu para llenarlo¡;!
Hay tanta diferencia entro vue;;tro mérito, y el nuestro que si yo
concibo que séamos nosotras las premiadas, e tan sólpoo rque pienso
que para la grandeza de vuestra ruisión n o encontrm·íamos nosoh·os
bast:nte recompensa en el Universo.
Apóstoles y atletas de la educación, os hemos vi. to como Anteo al
tocar la tierra, recobrar más fuerzas cada vez que t.ropezábais con
dificulhtlles en nuestro espíritu ó en nuestra voluntad, como si á se-
mejanza de e¡;e se midios mitológico, esos obstáculos fnenin la madre
que prestara nueva vida y nuevos brios á nuestros alientos este-
nuados.
-- 12-
\
Y de esa interminable lucha renovada día á día, durante un año
Y durante muchos años más, ¿qué provecho queda para vosotros?
Nada; ni siquiera la del modesto labrador, que, surcando la tierra
del alba á la oración, experimenta al :fin del año el placer de recojer
por fruto la dorada espiga.
Vosotros no obtenéis ni esa recompensa positiva. Sembráis en nuestro
espú·itu la simiente rle la ci ncia y de la virtud; nos abl"Ís las puer-
tas de la sociedad para que podamos entrar en ella alta la frente, y
venh á compartir con nuestras madres la tarea de enseñarnos el go
bierno del hogar.
Esa es vuestra generosa misión: desparramar á manos llenas la
preciosa semilla para que nosotros solamente recojamos el fruto!
De tan grandiosa obra no contáis vosotros con más premio que el
de vuestra conciencia y el de nuestra gratitud. En cuanto á ésta,
señores profesores, estad seguros de que tenemos embebida en el es·
píritu la noción de los beneficios adquiridos y que hemos palpado
demasiado en cada hora de enseñanza, vuestra contracción pru·a no
conservru· en todos los momentos de nuestra vida el recuerdo de la
obra que acabáis de cumplir.
No sé si ha podido existir ele nuestra parLe, algún empeño por
sermndaros, pero estoy cierta de que en tal caso, jamás pudo llegar
á la altura de vuestro celo.
Á nosotros sólo nos queda la fácil tarea de aprovechar ele vues-
tros sacrificios, y esperan:os no defraudar las esperanzas que os hayan
alentadv á practicarlas.
Después de haberos agradecido á vosotros, nuestros inmediatos ue·
nefactores, se me impono ru1 deber, un recuerdo para terminar.
No sé cómo podría hablarse de los beneficios que conseguimos
bajo vuestra dirección, sino traer á nuestra mente la memoria de
aquello que nos cuseü'lste á tener siempre presente á venerar y á
respetar.
No se puede asistir á esfos actos sin que surja espontáneamente :í
nuestro espíritu el genio augusto de Dn. D. F. Sarmiento, el apóstol
decidido ó incansable obrero de la educación, cuya sombra veneranda
fiotará eternamente en el recinto ele la enseñanza argentina.
Gracias á él, gracias al C. N. de Educación que no omite csfuer
zos por que se esparzan los ópimoa frutos ele la educación de un es·
tremo á otro ele la República, y á vosotros, amables profesores, otra·
vez, gracias.
He dicho.
Adela Florinda.
Diciembre 22 de 1888.
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SEÑOR DIRECTOR:
SEÑORES PROFESORES:
SEÑORES: Al elevar mi débil voz ante un público tan ilustrado y coro·
petentc como el que me escucha, lo hago en la seguridad de que sabreis
disculpar los muchos errores que, ya ele concepto, ya de forma, pudiera
cometer.
Pecaría de ingrata si en este instante solemne para nosotras no roa.
nifestase públicamente en nombre de mis compañeras y en el mio, el
agradecimiento sincero hacia nuestros distinguidos profesores, que con
una abnegación sin ejemplo ocupan el tiempo que les dejan libres sus
pesadas tareas en proporcionarnos el pan del alma como alguien ha Jla.
mado á los conocimientos que fortalecen la mente y á las virtudes que
ennoblecen el corazón.
El título que acabamos de recibir como premio á nuestros afanes será
el lazo material que simbúliza la vinculación de nuestros afectos de nues.
tros sentimeintos á los de los Sres- profesores que forman el personal de
este establecimiento y que nos recordará siempre el origen de cualquier
triunfo que podamos llegar á obtener en la carrera que hemos abra
zado.
Voy ahora, á permitirme unas ligeras consideraciones, manifestación
ingenua de mi observación personal.-¿Qué era yo cuando entré á for-
mar parte del clemente educa<lo por el Centro U1úón Normalista? ¿Quó
me siento en la actualirlád?
He ahí los dos ptmtos que voy á tocar.
Empleada en una de nuestras escuelas comunes encontrábame per-
pleja ante cualquiera dificultad, cualquier ob táculo en el desempefio de
mis delicadas fnnciones.-¡Vergüenza me daba constantemente molestar
á mis superiores por estas causas, tanto más cuanto que ellos tenían
tantas ocupaciones, tantos niños que atender 1 Sufría moralmente y me
debatía buscando en los libros las soluciones de tantos problemas que
día á rlía se me presentaban en el círculo de mi acción-Confieso que
no lo conseguía y que eran inútiles mnchos de mis esfuerzos y vanos
mis l¡abajos aposar de mi buena voluntad y decisión por los niños que
me estaban confiados.
Estudiaba pues, sin orden, sin método, sin preparación y era ese el
resultado lógico de mis desvelos.
Oí un feliz día para mí, nombi·ar al «Centro Unión Normalista y cono-
cedora de sus propósitos me inicié en su enseñanza.
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1Cuanto agrarler.co el haber venido aquí 1 Dos años há que concurro
á sus aulas y 1cuánto bien me hn proporcionado esta escuela!
Han desaparecido en parte, esas dificultades de que he hablado, hoy
algo sé, hoy dirijo á mis tiernas criaturas con más resultado que antes
y, en una palabra, estoy satisfecha de mí misma.- IIe oír~o como
vosoh·as en las lecciones de pedagogía las tristes consecuencias que
provoca un mal maestro y aquel que sienta un poco ele amor á la niñez
como debemos entirlo en alto grado las que nos dedicamos á esta
nobilísima profesión, no podemos escuchar sin temor esas reflexiones
que llaman la atención sobre la gran responsabilidarl que los maestros
encarnamos.-Es necesario pues no desmayar en la lucha empezada;
démosnos tiempo para estudiar en la forma en que lo hacemos aqní
con órden, con método y tlíreceión acertada y no entregándonos á nues-
tras inespert:a. manos ya que no porlemos conseguirlo en los establecí_
mientos destinado exclusivamente á este objeto.
Col\IPAÑERAS: No se si á vosotras os ha pasado esto mismo pero
confieso aquí, em este momento olemne, que hoy me siento mucho
mejor maestra 6 menos mala, no se como decir, <lehido en gran parte
á las leeciones recil idas en el "Centro Unión Normalista"
Y á vosotros, señores profesores ¡Qué podré deciros que no rPsulte
pálido y pequeño en razón ele los beneficios l¡ue r ecibimos? Nada, si
no asegm·aros nuevamente que si la gratitud os el galardon que reciben
los maestros de corazón generoso y desinteresado, vosotros lo mereceis
plenamente: ese es el veredicto de las alumnas en · cuyo nombre he
hablado.
He dicho señores.
Diciembre 22 ele 1888.
.Tosefa Mer~clozct.
SEÑORES:
Tócame la bomosa y agradable tarea de clausurar esta simpática
reunión que ha revestido todos los caracteres el una sencillez y solem-
nidad tocantes.
SencilJa reunión, digo, porque ella no ha sido sino lo que debía ser¡
solemne porque ha puesto en ju go los resortes rle nuestra alma produ_
ciendo en todos nosotros, alumnos, profesores y concurrentes, emo_
ciones que dejarán impresión vívida y duradera.-¿ Y cuál es la causa
del estado ,'iolentamente agradable de nuestro espíritu? Vosotras, lo
babeis dicho, señoritas oradoras, permiticlme daros este nombre, es
la resultante ele esa influencia recíproca, ele esa simpatía expontánea
-15-
lo que se refiere á nuestra escuela; y aqueJJa.s que tanto hacen por me-
jorar, por beber los buenos principios, 1 como puedo ct·eet· vayan á la
práctica y no los realicen 1 No, sería un absurdo creerlo y por eso
he dicho que de vosotras nada temo.
El "Centro Unión Normalista" mira con intérés :vuestros deseos
por intruiros y os agradece al mismo tiempo que lo admira y publica
los sacrificios que os imponeis por concurrir á sus aulas robando al
descanso y al solaz infinitas horas para dedicarse al noble y virtuoso
ejercicio del estudio.
Sed constantes, sofioritas, porque no es mero refran aquello de que
la débil é inofensiva gota de agua horada la piedra. Formaos el há-
bito del estudio porque de ello dependerán vuestl·os triunfos escolares
el dia que os retireis de esta escuela.
Voy á terminar, sefiores, haciendo votos porque pronto, muy en
breve, desaparezca ó se le dé otro carácter á esta escuela, porque ese
dia habremos alcanzado á esto, que todos los maestros de cor~'zón de-
bemos aspirar: que en la Capital de la República no haya escuelas
con maestros sin título, sin preparación profesional; mientl·as exista
uno solo en estas condiciones, e te establecimiento debe funcionar-
Sefioritas: Id, tranquilas y placenteras á vuestros bogares y mostrad
con orgullo sí, el título que se os va a discernir porque es él el justo
aunque mode. to premio que vuestt·os esfuerzos, nwlCa suficientemente
ensalzados, han logrado alcanzar. Conservadlo con amor, con carifio
porque es un hijo de vuestras obras, segnn expresión de algtúen,
porque lo habéis en un momento feliz y porque materializado es el
vinculo que os une á esta escuela y á cada una de sus maest.ros.
G. Sisto.
Diciembre de 1888.
-
Se repartieron los certificados á las siguientes señoritas:
PRIMER AÑO.-Sobresalientes: -Arlela Florinda, María G. Gu-
tiérrez, Ventura Picarel, Angela Mascietti, .Julia Mascietti,
Carmen Guenero, Micaela Chichisola y Otilia Alvarez.
Distinquidas:-Emilia Cruz, Elena Tul'duri, Emilia Villarií'io,
Catalina Giappone, Emma Piñeiro. Lidia Muñoz, Emma Pc-
renger, Agustina Brevand, Mercedes Veira, Isabel Percil·a,
Colomba Bezalú, Carmen Zolezzi, Matilde Carneiro. Juliana
-17-
Robelo, Octavia Maldonado, Isabel J. Molina, Concepción
.Alvarez, Dorincla Olivera y Natalia Pereira.
Bttenas:-María L. Rodríguez y Concepción Filipón.
SsGUNDO .AÑO.-Sobresalientes:-Jesefa Mendoza, Clara Larghi,
Emilia Gorbea.
Distinguidas:- María Sivori, El vira Casabona, Sofía Casabona,
María Sande y Rita Perez.
(Continuará.)
-2/J-
CORRESPONDENCIA DE DOLORES.
SUMARto .-Los ox:l.menes.-Espero.nzas en el año que viene.- Las vacaciones largas.-
Los programas de las oscllelas comttnes.-Viaje á Ranchos : la "Asociación
Sarmiento"- Interesan tos datos á eso respecto .
MUSEOS ESCOLARES.
Al visitar algunas escuelas, hemos tenido la grata impresión
de ver en casi todos los salones donde se dictan las clases,
un armario 6 pequeña biblioteca comerticla en un principio
de museo, conteniendo infinitas variedades de objetos natura-
les y artificial::'s.
-27-
ECOS DE TUCUMAN.
El Director de la E cuela Normal de Maestros ha enviado
al Ministerio de Instwcción Pública el informe sobre el nuevo
Plan de Estutlios de las Escuelas Normales. Es un interesante
escrito, que honra al señor Lopez y al personal de su Escuela.
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VARIEDADES.
El reinado del aluminio.-Según refiere The Joumal of
Comerce, parece que dentro de poco tiempo tendremos al alu-
minio reemplazando al hierro. Las ventajas que se sacarían
de este cambio son innumerables, pues teniendo en cuenta que
este metal es tres veces menos pesado que el hierro y que
tiene igualó mayor maleabilidad que éste, le hacen mayor-
mente preferible para emplearle en las artes y en las indus-
trias. Gran partido sacarían de él la arquitectura, la electri-
cidad, la construcción de los caminos de hierro, el arte naval,
el arte de la guerra y quizás hasta se llegaría á conseguir con
él la realización de la navegación aérea.
Confiamos en que dentro de poco tiempo la inteligencia del
hombre nos pondrá en la edad del aluminio.
El peso del pensamiento.-(< Más leve que el pensamiento »
era hasta ahora la expresión que se usaba para significar lo
sutil y lo imponderable, pero ahora tenemos que recurrir á
otra imagen porque la ciencia con sus investigaciones incan ·
sables, acaba de inutilizar aquélla.
Un profesor italiano, Mosso, acaba de construir una balanza
para verificar el peso del pensamiento humano. Extiéndese
una persona hm·izÓutalmente y coloca su cabeza en la balanza.
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3
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ALEMANIA.- La ciudad ele Berlín contaba bastn fines del afio 1888 con
175 escuelas comunales, comprendiendo 2 918 clases.
El personal docente se hallaba formado por 17 4 directores, 1 830 ins-
tructores, 914 instructoras y más ele 39 suplentes. El número ele niños
inscriptos ascendía á 163 263, lo que da c0mo término medio 56 alum-
nos por clase. El mínimo de horas de clases era de 24 á 28 horas
semanales para los instructores y de 22 á 24 para las instructoras. El
presupuesto de gastos do 1888-1889 asc~enclen á 1 880 488 $.
-La prensa de Berlín encarece la necesidad de aumentar el sueldo
1tl personal de las escuelas, destinando para ello una parte del exce-
dente del presupuesto que asciende á la importante smna do 11 845 000
pesos fuertes .
-Se resolvió el año pasado (1888) en Prusia que desde el 1.• de
Octubre se hacía grattúta la enseñanza primaria, clllllplieudo así un
precepto de la Consiitucción del 31 de Enero de 1850.
-El Emperador Federico III antrs de morir, acordó una pensión
de 3 000 marcos á la viuda do Frcebel, que raside on Hamburgo.
-Muchos amigos ele los principios del célebre pedagogo Frcebel, pien-
san erigir una torre, que se llamará Frobelthtwm, en la cima de una
colina (Kirchberg) á la que visitaba Frcebel con frecuencia en sus
paseos.
En el séptimo congreso de institutores que tuvo lugar en Francfort
del Mein, en las vacaciones de Pentecostés, se resolvió lo siguiente:
e Abolición de la distinción existente entre las escuelas superiores ó
de la burguesía (gekobene Volkssclmlen ocler Bu¡·gue1·schule) y las
escuelas del pueblo, es decir, de los pobres (gowohnliche Volskshulen,
d. h. Armenschulen);-Abolición de las escuelas preparatorias y de las
clases elementales de los establecimientos de enseñanza sectmdaria y
mcdia;-.A.bolición de la retribución escolar.
-En Prusia se ha constituido una sociedad para los cuidados del
cuerpo y que hace lo posible por fomentar en la juventud el gusto por
los ejercicios físicos.
El Ministro de instrucción pública del imperio, M. Gossler, aplaudió
la formación de dicha sociedad y le ha prestado su adhesión por medio
de una carta en que dice:
«La escuela y la familia no pueden bastar por sí solas á llenar las tareas
que les imponen los cuidados del cnerpo, esa parle tan iruportante de
la educación. Ellas tienen necesidad del concurso de las comunas y
de las asociaciones. Se trata en primer lugar de la creación de plazas
- 35-
2.• Con tal objeto procurarán, por todos los medios, el contribuir á
la cultura pedagógica del cuerpo humano.
3. • Introducir en Jos establecimientos ele instl'llcción primaria, se-
cundaria y superior, al lado ele los ejercicios gimnásticos de la mecánica
clásica, los juegos al aire libre y las recreaciones activas que son su
complemento.
4.• De fomentar el que se consigne un número de horas suficiente
á los juegos, en la vida escolar de todas las edades.
6! Estudiar, formular y hacer conocer los medios prácticos que
puedan conducir á ese resultado, determinando en qué medida ellos son
aplicables á las nifias ».
EsPAÑ.A .-En el Congreso Pedagógico que tuvo lugar en Agosto
último en la ciudad de Barcelona, con motivo de la Exposición Uui
versal, se tomru·on las siguientes resoluciones:
•La ensefianza debe ser obligatoria desde la edad de 6 á 12 afios.
La actual organización ele las escuelas es defectuosa y no permite
la aplicación de los progresos pedagógicos.
Es de desear que las escuelas se hallen subdivididas en grupos de
40 alumnos.
Una vez las escuelas organizadas de esta suerte, conviene agregar
á su programa la enseñanza del dibujo y del canto.
Conviene establecer en cada distrito un museo portátil que pueda
sucesivamente transportru·se á cada una de las escuelas del distrito.
Es necesario dar más extensión á los estudios pedagógicos en las
Escuelas Normales.
Hay conveniencia en agregru· al programa de las Escuelas Normales
la ensefianza de la gimnasia, de la música y de la lengua francesa.
En las Escuelas Normales de instructoras la enseñanza debe estar
exclusivamente á cargo de profesoras.
Las funciones de Inspector provincial deben ser inamovibles.
Para que todas las escuelas públicas llenen eficallmente su cometido,
es necesario aumentar el número de Inspectores.
Los recursos destinados al pago de sueldos de los instructores deben
incluirse en el presupuesto del Estado.
-Uno de los miembros de la Sociedad Barcelonesa de «Amigos de
la Instrucción», el profesor señor Pedro Arnó, ha presentado varias
conclusiones mostrándose contrario á la vacunación de los nifios por
creerla más bien peligrosa que benéfica para übnnse de la \>imela.
-37-
BIBLIOGRAFÍA.
Acusamos recibo de Jos siguientes folletos llegados de Costa--Rica:-
<Apuntamientos geog1·ájicos, estadísticos é históricos>, por J . B, Calvo; Bo-
tánica, por Paul Biolley; Ejercicios gramaticales, por A. Brenes; Nociones
de Teoria MusicaL, por M . J _Nuñez.
El primero de estos folletos, es una obra laboriosa, nutrida de abun-
dantes y preciosos datos tanto geográficos como históricos sumamente
útiles; y dá á conocer la República de Costa Rica en sus diversas ma-
nifestaciones.
Los diferentes capítulos en que se divide, tratan del aspecto general
del país, población, producciones, industrias y artes, comercio, vías de
comunicación, instituciones políticas y principales poblaciones. En la
segunda parte hace una descripción histórica desde el descubrimiento
basta nuestros días.
El primer folleto de los elementos de Historia Natural, la Botánica
consta de 61 pág. bien impreso y con excelente papel.
El autor la dedica para el uso de las escuelas primarias.
Tiene w1a introducción en la cual hace algunas indicaciones muy úti-
les á los maestros.
La parte didáctica está escrita en un estilo fácil conciso y sumamente
ndaptable á la inteligencia infantil.
Aunque sin tiempo para leerlo detenidamente, creemos no equivocar-
nos al asegurar que este folleto hasta podría servir de texto para las
escuelas argentinas, con la única variación en los ejemplos, pues todos
ellos han sido tomados de la nación para la que fué confeccionado, lo
- 39 -
NOTICIAS
A NUESTROS AGENTES.
- --=-e-e>==--
CARTA CERRADA.
L!t Plata, Febrero de 1889.
II
A. GARCÍA APARICIO.
(Continuará,.)
OORHESPONDENClA
INA S ISTENCIA DE ALUMN O S
3." Remedios.- Si todos los maestros llevásemos en nuestro
pecho ese amor á la niñez que tanto alabamos en Pestalozzi,
Froebel, Bnscdow, Giran!, etc.; si en virtud de ello convirtié-
semos la escuela en un verdadero sitio agradable, lleno de
atractivos para los alumnos y al cual se viesen irresistiblemen_
te arrastrados, podríamos afirmar que pronto veriamos declinar
notablemente esa enfermedad hereditaria y hasta diríamos
contagiosa que sufren tantas escuelas: la crecida inasistencia de
alumnos.
-65-
III.
1Si yo fuese maestro de escuela l. .. Desde que empecé á
entrar en tentaciones de ver si obtengo un título de tal, he
acopiado datos preciosos acerca de tan augusto ministerio, y
debo meditar, apoyándome en ellos.
-69-
Si yo fuese maestro de escuela, empezaría á desempeñar
mi honrosa y dulce misión aplicando mi ciencia y mi vir-
ud á mi propio hogat·, ó sea á mi personalidad y la de m i
mujer y mis hijos, pensando que los deberes de todo ciu-
dadano empiezan en su propio hogar.
Fot·mat·ía mi pL'esupuesto de ingl'esos y gastos, y expet·i-
mentaria un gran dolor al encontrarme con que los prime·
rr>s eran infel'iores á los segundos; pero este encuentro no me
desalentaría, al contrario, me infundiría rna;vor fe para de-
sempeñar mi misión, pensando que ésta ni siquiera carecería
de la santidad del sacrificio que, como yo, aceptarían gusto-
sos mi mujer y mis hijos iJentificado.s con mis sentimientos
é. ideas en todo, sin esceptuar lo concerniente á mi pt·ofe-
sión. Pensaríamos que todo se reduciría á comer pan more-
no eu vez de pan blanco, y en vestir tela burda en lugar
de tela fina.
Pasaría luego á visitar por primera vez la escuela, con la
emoción y el respeto del sacerdote que visita al templo don-
de va á ~jercer su santo ministet·io, y el dolot· y la indig-
nación pugnarían por apoderarse de mí al encontrar nn es-
tablo falto de toda decencia, de toda comodidad, de toda sa-
lubridad y de toda alegría, en lugar del santuario de la
ciencia que yo me había imaginado; pero echando la culpa
de ello, no al pueblo, no á las autoridades, no á los veci·
nos, sino á los que me habían precedido allí en el magiste-
rio, que no ha.bian tenido dignidad para rechazar tal igno-
minia, ni talento para hacer comprender á las autoridades,
al pueblo en general, y á los vecinos en particular, el de_
coro que el magisterio de primera enseñanza requiere; in.
dicaría á la autoridad municipal la necesidad de proceder
inmediatamente á dar á la escuela la decencia, la ·comodidad,
la salubridad, la alegría que en ella faltaban, .v mi dolor
y mi indignación subirían de punto al oir al señor alcalJe
esta contestación:
- « Señor maestro, por ahora es imposible pensar en
-70-
eso, porque todavía no se ha podido acabar de pagar
lo qne el año pasado se gastó en las novilladas, etc.,
etc._, y hay que ir pensando en las de este año. Ande us.
ted, que los chicos de aquí para des tri par terrones han de
servir y no conviene enseñarles á malas mañas. Tan bue-
nos como ellos éramos sus padres, y unos aprendimos escue-
la en el pórtico de la iglesia, donde no sé cómo quedamos
uno vivo para contarlo, y otros no lo aprendieron en ningu-
na parte ».
En vano trataría de convencer al señor Alcalde y á los de-
más seiiores de justicia de que su contestación era una bar-
baridad, y entonces me resignaría á empezar en aquel es-
tablo el ejercicio de mi hermosa profesión, diciendo con pro
funda seguridad de no equivocarme: « Todo es efecto de
que mis predecesores se creen indignos de pertenecer al ma-
gisterio. Yo educaré á la par á los niños y á los grandes.
y r:o tardaré en recnjer el fruto de esta doble educación,
viendo, con ayuda de unos y otros, realizado el bello ideal
que me ha traído al magisterio ».
IV.
Consolado y resignado y con esta reflexión y esta espe-
ranza, me recogería aquella noche en mi hogar, preparándo.
me con la meditación y el descanso, á empezar la mañana
siguiente mis fecundas y nobles tareas; pero gritos desafo-
dos ele ¡vivan los novillos 1 turbarán mi sueño, y en vano
tratada de adivinar lo que significaban aquellos gritos lan-
zados por personas mayores y menores, como si se dirigiesen
á mí.
Y al encaminarme la mañana siguiente á la escuela, se me
presentaría el alguacil diciéndome qne iba á escoltarme para
que nadie se metiese conmig·o, pues el pueblo estaba indig
nado, con motivo de haber corrido la voz de que yo pe<'lia
que se gastase en mejorar la escuela lo que se había de
gastar en las novilladas, etc., etc.
-71-
Iustalnríame al fin en la escuela, y esperaría á que los ni-
ños fueran concurriendo á ell:c>, pero esperaría poco menos
que en vano, que sólo unos cuantos niños descarados, in-
quietos, con mas trazas de ir por curiosidad que por deseos
de aprender, irían á oír mis lecciones, y al preguntarles si
sabían por qué no iban los demás, me contestarían como
chungándose conmigo:
- • Han hecho novillos, porque sabiendo que á usted no
le gustan, han dicho que al que no quiera caldo, la taza
llena. »
Al salir de la escuela los chicos, se entretendrían en tirar
piedras á las golondrinas que anidasen en las ventanas de
la iglesia y en los aleros de los tejados, y en clavar alfileres
en formae de flechas á las caballerías que pasasen por la
carretera, y en atar cacharros viejos ó manojos de paja
encendida á la cola de los perros, y en pegar fuego en
los matona1es de las afueras del pueblo, y en derribar á pe-
dradas la fruta verde y las ramas de los frutales, y en magullar
la corteza de los árboles, golpeando sin piedad al tronco, y
eñ buscar nidos para sacar los ojos á los pajaritos con una
espina.
Y como en la escuela y fuera de ella les reprocharía yo tales
entretenimientos. amenazándoles con el castigo si rei01:idían
en ellos, los padres de los niños, y aún los señores de jus-
ticia exclamarían:
-'' Miren en qué chochadas se entretiene el maestro 1 ¡Có_
mo si no hubiéramos sido todos chicos y traviesos, y cómo
si no hubiera qué dar á cada edad lo que le corresponde 1
1Si ese maestro no sabe nada! ¡Lástima que los vecinos del
pueblo echemos el cuajo en el campo para llenarle la tripa
mientras él está muy descansado y orondo resguardado del
sol y de la lluvia! •
Luego no sabría como componerme con los dos ó tres ban-
dos en que estaría dividido el pueblo, como en casi todos los
pueblos es uso y costumbre, aún prescindiendo de los ban
-72-
dos políticos. Los del bando de la Plaza me acusarán de
partidario de los del bando d•>. la Plazuela; v los del ban-
do de la Plazuela, de los del bando de la Plaza. Y cuan-
do llegasen los exámenes, corno por mas que me hubiese
descrimado por hacer unos sabios y unos santos á todos mis
discípulos, estos resultarían hechos unos tunos, no habría pa-
dre ni madre que no dij eH e:
-• Que esté hecho un tuno el hijo de fulano ó mengano
apesar de lo que el rnaesh·o ha sudado vara enseñarle, na-
da extraño es, porque el chico de suyo es tuno, por here-
dado de sus padres; pero si lo está mi chico, que gracias
á Dios viene de gente lista, es pol'que el maestro no le ha
enseñado nada, l por ser sus padres del bando que al maes-
tro no le gusta 1 Es lástima que nos maternos para. que se
regale un maestro como ese t.
Y á todo esto, el maestro y la maestra y los maestrillos
rabiaríamos de hambre y andaríamos con un trapo delante
y otro detrás, porque ni nosotl'os, ni el Gobemador Civil, ni
la Junta Provincial, ni la Dit·ecc:ón General de Instrucción
pública, ni el lucero del alba, habríamos logrado que el pueblo
los diese á cuenta, siquiera una mensualidad de las doce
ó más que nos deberían, porque el pueblo tendría un gran
padrino para estas picardías y otras en el aspirante á mi
voto en las próximas elecciones.
Si yo fuese maestro de escuela, aún sería mas desdichado
que siendo esct·itor que es casi lo más desdichado 4ue se
puede ser en España 1 •
C. 'l'RUEBA.
-73-
BIBLIOGRAFIA.
VARIEDADES
NOTICIAS.
EL TRABAJO 1\IANUAJ, EN CoRRIENTEs.-El sefíor Pitz Simón, Rector
del Colegio Nacional de Corrientes, ha elevado un informe al Minisiro
de Instrucción Pública, que versa especialmente sobre la implantación
que se hará en ese establecimiento y en el presente año, de la ense-
ñanza manual.
He aquí algunos párrafos del citado informe:
« Siendo la mano, dice, el instrumento principal en el trabajo, debe
ser esta educada para que efectúe con exactitud y rapid éz todos los
-80--
movimientos necesruios en las cosas de uso ordin ario en la vida. Solo
una estrecha alianza entre la mente y la mano, continua, puede produ-
cir un carácter simétrico.
La instrucción manual promueve el altruismo, por quees obje!.i.va;
al contrmio, el viejo sistema de educación, consistente en procedi-
mientos subjetivos, promueve el egoísmo.
Mucho hemos adelantando sobre las ideas de nuestros antepasados,
que creían rebajado su orgullo de castellanos al alzar el pañuelo que
se les caía de las manos; una prueba es que no desdeñamos ya la e1 se-
fianza industrial, que cada día va ganando posiciones.
Es de alta conveniencia social difundir el amor al trabajo desde la
niñez, por medio de la enseñanza de artes y oficios que proporcio-
narán á los jóvenes pobres, ecupación más sana y más segura que la
de los empleómanos ó desocupados.
"ecesitamos trabajadores argentinos instrnidos, que serán buenos
ciudadanos. ,
La iniciativa y el ejemplo del señor Pitz Seinon, son digno~ de
aplauso y de imitación.
II
¿Qué han hecho los pueblos salvajes de las diferentes par_
tes del mundo en· el sentido de la educación?- Basta considerar
su vida vegetativa y holgazana, sus costumb~·es rústicas, sus
hábitos instintivos, para contestar de una manera negativa á
nuestra interrogación. Muchos historiadorf\s siguiendo el hilo
de las investigaciones, han buscado en las hordas nómades del
Asia y otras tribus errantes, nociones rudimentarias de educación
física y moral; nosotros, sin desconocer el mérito de esos espíritus
dis~uisidores, robustos de erudición y pródigos en anécdotas
curiosas, prescindiremos de penetrar con nuestra pluma, donde
el progreso no dejó el menor vestigio de su acción transformado_
ra y fecundante para comenzar nuestra reseña con el Imperio
Chino, que nos presenta las primeras manifestaciones de las socie-
dades primitivas y nos muestra cou indelebles caracteres las
primeras revelaciones de la vida civilizada eri los tiempos más
remotos.
Ningún pueblo de la antigüedad ofrece como éste un espec-
táculo tao curioso y atrayente. Su uniformidad ha permane-
cido inmóvil por más de tres mil años y su espíritu absoluto le
ha apartado del resto de la civilización oriental.
El Imperio Chino constituye una gran fam!lin. cuya cabeza
-88-
es el emperador y sus demás miembros los mandarines. altos
funcionarios púulicos, padres de familia y otras personas mayo-
res; todos ellos ejercen una autoridad sagrada nacida del régi-
men patriarcal. Una fuerza superiGr y universal domina la
naturaleza y el emperador (Hijo del Cielo), que pretende tener
relación directa con esta fuerza, ejerce también el poder legislati-
vo. ¡Cuidado que alguien se atreva á criticar la ley ni á pene-
trar siq niera en el espíritu de tan irrevocables mandatos! Y no
es de extrañarse, cuando la obediencia ciega y autómata tü=me
por fuente de origen el hogar doméstico; los pac'!res disponen de
tantos medios autoritarios sobre sus hijos, que hasta pueden ma-
tarles, sin incurrir en pena ni profanar costumbres.
Considérese que este medio brutal de disciplina ha predo-
minado muchos siglos, y que en el VIII de In era cristiana se
vendía en los mercados la carne humana, y será fácil suponer
que la cultura del Celeste Imperio jamás llegó á conquistar el
rango elevado qne se le concede. Es imposible concebir un
progreso positivo donde no hay libertad de pensamiento y donde
la voluntad es t~na, soberana, despótica, y los individu()s es-
clavos de esta voluntad. Sin embargo, nos sorprenderá el saber
que existía un gran número de escuelas (la villa más miserable
no careció de la suya); pero no fueron ellas, por cierto, la salva-
guardia de los chinos, no, los templos augustos de la civilización
antigua, fueron las cárceles donde se remachaban las cadenas
del pueblo oprimido.
El niño asistía á la escuela desde la edad de seis años y la ins-
trncei!Sn comprendía principalmente los proverbios y máximas
de sns creencias religiosas y Jos ceremoniales del culto. La
en seüanza de la lectura y escritura era simultánea y empleaban
colllo texto de primeras letras el Wang-po-hong ó libro de las
tres palabras, escrito en sentencias que sintetizaban sus dogmas
y reasumían la ciencia. La aritmética, nociones de litet·atura é
historia, y ejercicios de composición complementaban la instruc-
ción primaria.
En la escritura no empleaban letras alfabéticas; cada idea ú
-89 --
objeto tenía UD signo representativo y estos alcanzaban á ochenta
miL En cuanto al Jengunje, puede decirse que era confuso y
difícil; el vocabulario tenía cerca de cuatrocientas palabras mo_
nosilábicas ó engendradoras, las cuales combinadas entre sí, for-
maban dicciones compuestas, que cambiaban de significacié!l
según el tono de voz con que eran expresadns.
Los ejercicios gimnásticos y atléticos, que tanto han llamado
la atención entre los griegos y los romanos, eran completamente
descuidados. Ningún niño podía correr ó saltar en la calle, tam-
poco en el colegio, cuyas puertas le esperaban abiertas al ama-
necer, y cuando regresaba á su casa debia leer á sus padres, en
alta voz, las lecciones recibidas en el día y aprender luego una
buena dosis de preceptos, para que el látigo del maestro no caye-
ra de improviso sobre su achatada cabeza.
La educació[¡ pública de las niñas uo era conocida; desde la
edad de diez años no debían salir de su casa y las madres tenían
el deber moral de enseñarles á ser afables, hablar con gracia y
trabajar la seda. A los veinte abriles era necesario casarlas.
En ninguna parte del mundo los exámen~s han sido tan
severos y minuciosos como en la China. Para tener opción á
los empleos públicos, lo cual es digno de imitarse entre nosotros,
era necesario haber pasado por muchas pruebas hasta obtener
el titulo de Ki-Nien (licenciado ), superiol' al grado de Sin tshioi,
equivalente á nuestro bachillerato.
El estado costeaba en las grandes ciudades la instrucción
elemental, la cual si bien DO era oblig·atoria, constituía el patrimo-
nio de todas las clases sociales, que la miraban como una ne-
cesidad ó, más bien dicho, una conveniencia á los intel'eses
individuales. Los pueblos pequoños y villorrios sostenían sus
escuelas con independencia de la acción oficial.
Los estudios superiores, que presentan la particularidad de ha-
ber sido costeados con la protección de los mismos graduarlos,
eran considerables con relación á la época. Confucio, el filósofo
más sabio que tn vo la China, había declarado 1500 años a. J. que
el fin del hombre es la perfección, y la consideraba corno un medio
-90-
d'e r~conquistar la pureza que el cielo había dado á los mor·
tales, pero que estos perdieron por su culpa é ignorancia. Con
estas ideas se de<lícó á la enseñanza y expresó sus doctrinas en
diversos escritos, los cuales reunidos con los de Mentzio, han
dado lugar á cuatro libros: el Int-Kien, Shu-Kien Li-Ki y el
Ohun-Ohin.
Para dedicarse á un estudio superior era necesario ser muy
contrafdo, y el que aspiraba al titulo de Ki-Nien, equivalente al
bachillerato, debía estudiar los mencionados libros y conocer
la retórica, versificación, historia, etc.
El último examen hacia del doctor un académico, y para
conquistar el nombre de sabio era preciso conocer los ochenta
mil cal'acteres con ideas y voces correspondientes. Ello hace pen·
sar que habría muy p0cos, por más que aseguren los escri-
tores chinos que Tas-Hu-Ti fundó con 3000 sabios, tres siglos
a. J., una escuela superior.
La literatura abarcaba cuatro mil años, y entre otros cono-
cimientos superiores se contaba la brújula, la imprenta y la
fauricaeión de la pólvora.
A. GARCÍA APARICIO.
( Continuará. )
Angela Vaccaro.
LECTURA Y ESCRITURA.
CALIGRAFÍA.
ARITMÉTICA.
GJWME'l'RÍA.
MORAL Y URBANIDAD.
GEOGRAFÍA.
HISTORIA.
CIENCIAS NATURALES.
DIBUJO.
MÚSICA Y CANTO.
--- o Q><;Q"""'==---
-96-
LECCIONES DE COSAS.
Que la educación edética contribuye poderosamente al me-
jor desarrollo de la percepción, no cabe duda: que las lecciones
de cosas facilitan y robustecen la compensión de los objetos,
es indudable. Llámanse lecciones de cosas esos ejercicios de
instrucción intelectiva ó material que se usan en la enseñanza
de la niñez.
Att"ibúyese á Pestalozzi el empleo primitivo de las lecciones de
cosas, y la elevación de estos procedimientos al rango de proce-
dimientos pedagógicos racionales; pero nos parece d~jnr eu muy
mal lugar á los Maestros de todas las edades; quitándoles el buen
juicio que tuvieron, como atestigua la Historia.
Infinitos son los medios qu e puede disponer el Maestro para
en eñnr á sus discf puJos; entre los mas renombrados, y cuya
garantía es tan notoria, aparecen el métoclo intituivo y el
socrático .
Nada hay en el mundo más á propósito para dar á conocer
un objeto, que el objetn mismo, ni nada hay que imprima más
consistencia en el alma, que el alma, que la adc¡uision de u na
idea, que el objeto <lue representar.
Los buenos Maestros uo dejan de ilustrar á sus alumnos por
medio de viñetas ó representaciones, y auxiliados de un bnen
método de preguntas, consegu ir no solo desarrollar la inteli-
gencia de sus alumnos sino grabar pedectamente en su tierna
alma la idea que pretenden enseñar.
Al efecto, hay que tener en cuenta las condiciones de las
mismas preguntas, Ja manera particular de hucerlas, la capacidad
del alumno y su altura tle conocimientos.
Respecto de uno de estos extremos, ¿cuántos esfuerzos nm·
logrados y cuántos di gustos reciben no pocos Profesores ? Los
-fJ7-
VARIEDADES.
CoNSUMO DE PA t'EL.-Calcúlase que hay en el mm1do unas 4,000
fábricas de papel, que prodneen anualmente 980 millones de kilogramos
do papel de todas clases, de las cuales el periodismo consmne 300 mi-
lloMs; los libros Hll mi11ones; el comercio 100 millones; los gobiernos
otros 100 millones; las industrias 75 millones; las escuelas 95 millones
y la correspondencia particular las restantes 119 millones de kilogramos.
l?ECúNDIDAD DE J,As 1\IOSCAs.-¿Una mosca á cuántas otras puede
dar la vida en el espacio de un año?-Está probado que en condiciones
atmosféricas favorables, cada mosca produce generalmente seis genera-
-102-
ciones anuales, poniendo cada vez, por término medio, ochenta huevos
Suponiendo que la mitad de éstas producen 40 hembras y así sucesiva-
mente, llegaremos á la terrihle conclusión de que una mosca, al fin de un
afio, tendrá 8,192 millones de descendientes.
ÜONSERV.ACÓIN DE SUSTANCIAS ANiliJALES.-Para los estudios zooló-
gicos se hace indispensable la conservación por algún tiempo de cuerpos
enteros ó de restos de animales; al efecto, úsanse varios líquidos cuyas
fórmulas son bien conocidas por los naturalistas. Pero, he aquí que un
nuevo profesor de historia natural, el Sr. Gravita, propone una nueva
fórmula, que se compone de:
Clorato de sodio (sal común.). 260 gr.
Nitro. 20 <
Acido bórico . so <
Agua . 1,000 <
Toda clase rle materia orgánica bafiada con este líquido, conserva por
largo tiempo el color, la forma y la consistencia ordinaria.
EL ALCOHOL DESPUÉS DE LAS COMIDAS.-El sabio fisiólogo Claudio
Bernard reprobaba con frecuencia á su amigo, el célebre químico Ba·
lard, el uso de las bebidas alcohólicas después de las comidas como un
medio de facilitar la digestión.
-«Voy á demostrarte cuál es la acción del alcohol en el estómago»,
dijo un día á Belard.
Éhizo la siguiente experiencia: Después de haber dado á comer
á. algunos perros diversas sustancias alimenticias, ingirióles alcohol;
pasadas algunas horas, abrióles el estómago, y r econoció que las sustan·
cías no habían sido digeridas y que muchas de ellas no estaban aún
modificadas por el jugo gástrico.
-• ¿Qué deduces de esto?»
-<Deduzco, respondió Balard con toda gravedad, que el alcohol no
ha sido hecho para los perros•.
EL FONÓGRAFO Y LA TIPOGRAFÍA.-Desde que se vulgarizó el COnO-
cimiento del fonógrafo de Edisón, no pasa semana alguna sin que de
este ingenioso invento se descubra alguna nueva y útil aplicación.
Una de las más curiosas y última de ellas, es el utilizar el fonógrafo
como auxiliar de la tipografía. Por medio de este aparato, un compo·
sitor del Wadd, de Nueva York, compuso nn artículo que había sido
dictado poT el redactor.
Este medio novísimo trae un perfeccionamiento importante á los
servicios periodísticos¡ por él puede el r edactor, el cronista ó el r<,porter
dar verbalmente y con mayor facilidad al personal tipográfico, todas
las informaciones relativas á cualquier aconteciiniento notable.
El resultado será ventajoso para el periódico, que así obtendrá infor-
maciones más rápidas y completa~; para el periodista que sin gran moles-
tía tra'Smit'e de viva voz á la ti'[lografía todas las noticias que desea pu·
- 103 -
blicar, y también para los compositores, qne por este medio se verán
libres de descifrar loa garabatos verdaderamente cabalísticos de algunos
escritores.
ORQUESTA AUTOMATrcA.-En la torre de Eiffel se piensa instalar una
orquesta cuyas músicas serán reemplazadas por Eolo.-Scguramente
que esto constituirá la octava maravilla del mundo.
AYACUCHO Y TANDIL.
RIMEMBRANZA.
(Continuará).
NOTICIAS .
TRANSORTPOIÓ~ . -Nuestro colega «Revista de la Educación », de la
ramento que prestan los alumnos de cierta Escuela Normal ele la Repú-
blica, al recibir sus diplomas:
-107-
«$Juráis po~· Dios y por la Patria desempef!ar con fidelidad y patriotis.
mo cualquie1· cargo que en el ~jercicio ele vuestra profesión se os confíe;
ahogar los sentimientos mezquinos y las mi1·as egoísta8 que rebajan la dig
nidad del maestro; poner cuidadoso empellio en desarrollar ¡·acionalmente
las fac!!ltades físicas, intelectu,ales y morales de los niños confiados á
vuestra di?·ección; enseflarles á acatar y respetar la Con~titución y las
Leyes de la República Argentina, proponeros que ellos sean hijos cariftosos-
y obedientes, y lleguen á ser después padres prevism·es y amorosos, ciuda-
danos patriotas y abnegados, hombres bttenos y hábiles obreros del progreso :
. consagrar todr;~ vuestroi esfuerzos á enaltece¡· el Magisterio y el mejora
miento de la ed~tcacción en la Nación A~·gentina? .... Si así no lo hiciereis,
Dios y la Patria os lo demanden.
e En nombre del Excmo. Gobierno de la Nación os confiero el título
de .. . . etc. >
PoBRES MAESTROS !-Hace tres meses que no se les abona los suel-
dos á los maestros del partido de Balcarce, obligándolel!l así á guardar un
ayuno forzoso. Tenemos entendido que esto no es por culpa de la Di-
rección General de Escuelas, sino del Consejo de la localidad, que dis·
pone de fondos tan sagrados.
puntualidad: y ¿qué dirán los maestros de Merlo, que ven pasar meses
y meses sin recibir un solo centavo, y que nadie levanta una voz de
protesta ó reclamo, que nadie intercede en su favor?
Es una vergüenza que esto suceda en la primera provincia de la Re_
pública y en la que actualmente gasta tantos millones en levantar sun-
tuosos palacios escolares en su capital.
Es necesario convencerse que los maestros no pueden conformarse con
que se les llame los abnegados obreros del progreso, los mártires de
la humanida<l, los apóstoles del bien, los valientes soldados de la educa
ción, etc., cte.; saben muy bien que son mortales, y sujetos á las mismas
imperiosas neces idades que cualquier prójimo.
Espero que Vd., señor Director, levantará u autorizada palabra pi-
diendo un poco más de consi<leración pam aquellos que se dedican á las
nobles funciones de educadores de la juventud.
Saludo respetuosamente al señor Director.
H.
Febrero 25 de 1889.
Francisco A. Tamin·i.
500000 00
PE.r S.A.MIENTOS.
MÁXIMAS.
1' Distrito-Gradu. de Niñas-11 empleadas (5 de ellas preceptoras) para 350 tliñas-31 por empl.
» » » de Varones 13 » 6 » » 850 » 65 »
2' de Niñas 8 4 400 50
de Varones 11 6 400 44
3' » de Niñas 12 5 500 41
» de Varones 9 4 400 44
5' de Niñas 22 8 » 1000 45
» de Varones 13 7 700 53
6' » de Niñas 15 7 800 53
7' » » de Niñas 8 3 450 56
» de Varones 11 6 500 45
8• » de Niñas 8 4 400 50
de Varones 7 4 400 57
9' de Niñas 22 8 800 36
10' de Varones 8 4 400 50
11' de Niñas 13 5 800 61
12' de Niñar 12 5 600 50
I2' de Varones 12 5 600 50
13' » de Niñas 6 2 300 » 50
» de Varones 6 3 350 58
14' de Niñas 12 4 '100 58
de Varon t s 11 4 600 M
'
NOCIONES DE METODOLOGIA
ORDENADAS CON ARREGLO Á LOS PROGRAMAS VIGENTES
PttENSA ExrrBANJERA
ECONOMIA DOMÉSTICA
APUNTES REDACTADOS DE ACUERDO CON E L PROGRAMA DE ESTA ASIG-
NATURA, VIGENTE PARA EL EXÁMEN DE MAESTRAS, EN LA PRO-
VINCIA DE BuENOs AIRES, POR JosÉ Ma . .A.uBIN.
(Continuara).
-137-
EJERCICIOS INTUITIVOS
(Programas de 1o y zo grado)
V AR'IEDADES
Arboles de lluvia
El Egoísmo
LIMBANO CoRRii:A.
BIBLIOGRAFÍA
PRO SCUOLA
INSTRUCCION CIVICA
Por Ricardo Jimenez, Costa Rica.
Hemos sido obsequiados por el último tomo del Censo de Santa Fé.
Como los anteriores está elegantemente impreso é ilustrado con va-
rias láminas. Tiene además como portada el retrato del ilustre go-
bernador de la Provincia, Dr. D. José Galvcz.
La obra completa consta de 1 tomos con 784 páginas, 16 cartó-
gramas, 23 páginas fotolitografiadas, conteniendo 55 vistas de ciu-
dades y edificios de la provincia y un plano general de la misma.
Este trabajo ha costado á la Provincia 56,G36 pesos; el de Bue-
nos Aires en 1881 costó 70,000 .
Resulta que la obra cuesta O. 25 por cada habitaute; esta canti-
dad es relativam"'nto el doble de la que costó por habitante el Censo
de Buenos Aires de 1881 (duce cer)tavos),y cuatro veces más que el
de Estados Unidos de 1880; en que se invirtieron 3,200 .000 pesos.
El Censo del municipio de la Cavital Federal costó 300,000 pesos
m. n. ó sea cerca di) 47 centavos por habitante.
Este último tomo contiene la descripción fisica, política y admi-
nistrativa de la provincia, con los menores detalles.
Concluye con una relación histórica que comprende desde su
devescubrimiento y conquista hasta nuestl'os días.
Concluimos estas lineas agradeciendo la fineza del obsequio y fe-
licitando sinceramente al director del Cen~o por su esmerado tra-
bajo y al Gobernador por el honor que le cabe en esta magna obra
;¡ue honra á la Provincia de Santa Fé y á la República toda.
Si las demás provincias hBrmanas imitaran a esta, dejaríamos de
Sflf extranjeros ignorantes de nuestro propio suelo.
- 144 -
NOTICIAS
Nuevos edificio• e s colttres-Han quedado ya terminados los
nuevos edificios escolares que se construían en el 14• distrito, situados
uno en la calle Cuyo y el otro en la de Anchorena.
El Consejo Nacional de Educación ha dispuesto que la inauguración
de dichos edificios tenga lugar en el próximo mes de Mayo.
Acaba de adquirirse tambien la propiedad sita en la calle de Vene-
zuela número 753 (u) parroquia de Monserrat, con el objeto de construir
un edificio para escuela que llene las necesidades que hace tiempo se
dejan sentir en dicho distrito.
- 145 --
_ _ _,O,.-<>O...,__ ..___ _
'
REVISTA PEDAGOGICA ARGENTINA
ÓRGANO DEL CENTRO UNIÓN NORMALISTA
NO TAS É IMPRESIONE S
La Prensa del28 del pasado Abril, publicó un suelto redactado
en los siguientes términos:
No ha lugar-El Consejo Escolar del 12° distrito de la Ca-
pital se dirigió al Consejo Nacional de Educación, proponiendo al sub-
preceptor de la Escuela n° 1, D. Placido Oliva, para ser ascendido á
precel?tor en virtud de su buen comportainiento y voluntad decidida por
el maJisterio.
El Consejo resolvió no hacer lugar á la propuesta mencionada en vir-
tud de qua el Sr. Oliva carece de titulo.
Nada tendríamos que objetar á la resolució:1 del Consejo Nacio-
nal, si siempre que se propone ascender á personas no diploma-
das procediera como lo ha hecho en el caso del Sr. Oliva, muy al
contrario, aplaudiríamos sin reservas su proceder.
Pero sucede que on la mayoría de los casos el Consejo se guia
por un criterio muy distinto del que por esta vez le ha inspirado.
Más de diez Señoritas, en lo que vá de ai'io, han sido ascendidas
de sub-preceptoras á maestras infantiles sin que ninguna de ellas
posea un diploma ni un certificado que acredite su competencia.
Como no podemos ni siquiera sospechar que el Consejo haya que-
rido mostrarse injusto con el Sr. Oliva, concediéndole lo que á otros
ha concedido en igualdad de circunstancias, creemos que justa-
mente alarmada la primera autoridad escolar por el gran número
de promociones propuestas por los C. E. de Distrito , promociones
que favorecen generalm&nte á personas inhábiles, ha resuelto ha-
cer cumplir el artículo 24 de la ley de Educación Común que dice :
Nadie podrá ser director, sub-director ó ayudante de una escuela
-- 152 -
*
**
- 153-
*
••
El Consejo Nacional de Educación ha publicado un aviso en El
Monitor pidiendo que los maestros diplomados que estén sin ocupa-
ción y aspiren á ocupar un puesto en las Escuelas Comunes, así
como los que estando empleados aspiren á mejorar su posición,
remitan á la dirección dellJtonitor un conocimiento de sus uombres,
títulos que poséen, puestos que ~esempeñan, en qué distritos y es-
cuelas (si estuviesen en ejercicio de la ens8ñanza) años de servicios
y cuantos antecedentes pudieran servir de testimonio para demos-
trar sus aptitudes.
Dicho aviso tieM por objeto el facilitar á los Consejos Escolares
-154-
II
Decíamos en nuestro número anterior que nos restaba ocuparnos
de las personas á quienes se confía la difícil tarea de educar á la
juventud argentina, es decir, de la calidad de nuestro personal
docentl:l, que, tal como está constituido en el día, no está á la altura
de su misión.
Los programas vigentes son extensísimos, y si se considera que
además de un perfecto desarrollo de los mismos, se nos exige (con
justa razón) que en la escuela no sólo se enseñe sinó que l!e eduque,
se comprenderá que aquellos sobre quiones pesa tan grande res-
ponsabilidad tenemos derechv á pedir los elementos necesarios para
salir airosos de nuestro compromiso.
Nada más justo por parte de los poderes públicos que el deseo de
obtener para el pueblo una educación verdadera: en paí!>es como el
nuestro, regidos por instituciones libérrimas, la conservación y el
desarrollo de la nacionalidad sólo se obtiene contando con el concur-
-155- .,
so de una opinión, de una fuerza, del pueblo, en fin. Cuando esta
fuerza, esta opiuión, ese pueblo siguen una ruta segura iluminados
por la antorcha de la ilustración, el de3arrollo del sentimiento na-
cional es continuo y magestuoso; cuando la antorcha se apaga el
caos sobreviene y sociedades é instituciones están á merced de lo
desconocido, de fuerzas tanto más brutales cuanto más ci':lgas.
Es pues de incuestionable importancia la misión del edurador,
exigiendo por lo tanto condiciones no comunes de reunir.
Cuando un institutor suizo de universal renombre decía «hab1·á al
frente de cada escuela un buen maestro» reasumía en una frase
concisa y profunda el pensamiento de todos los que saben medir las
dificultades conqu~ el maestro tropieza á cada hora y las condicio-
nes morales é intelectuales que debe reunir para vencerlas ó
evitarlas.
Parafraseando la sentencia á que nos hemos referido podemos
decir nosotros: habrá al servicio de cada escuela un buen personal,
y, tson buenos los personales que prestan sus servicios en nuestras
escuelas1
En su mayoría inmensa ¡No!
Para qu¡.¡ un personal sea bueno, debe ser homogéneo, debe ins-
pirarse en idénticas doctrinas y sentir un mismo ideal, debe conocer
muy bien el carácter de la infancia, debe tener amor á su profesión,
y sobre todo, conocer muy bien lo que enseña, los medios de tras-
mitirlo y tener por último el tino y el poder observador necesario
para comprender el alcance, el poder receptor de aquellos á quienes
debe enseñar y educar.
Cuando un personal reune estas circunstancias, la escuela ventu-
rosa que lo posée ofrece un aspecto profundamente simpático, se
respira en ella el órden, la bondad, la alegria; en el rostro de los
niños se ve impresa la vivacidad, la placidéz, la inocencia, la alegría
en fín, esa santa alegría que constituye el encanto de la niñez.
tSe vé esto, presentan tal aspecto nuestras escuelas?
En la generalidad, en las que sobre 10 6 12 empleados sólo hay
dos ó tres maestros y ocho ó nueve empleados sin preparación
alguna Nó, en una ó dos cuyos Directores han tenido la suerte de
poder reunir un personal selecto s1.
Se nos dirá que la mayoría de las escuelas, mejor dicho, que
todas cuentan con Directores expertos, escogidos entre los más
hábiles.
Convenido; pero no basta un buen Director para hacer una buena
- 156-
**.¡¡.
Cuando se trata de conseguir que todos lo que enseñan sean
maestros, hay que recordar una faz de la cuestión, la económica.
Se objetará quizá que es {á lo menos por ahora) imposible conseguir
quelos600 ó 700 empleados, que prestan su servicios en la Capital
sean maestros A causa del enorme gasto que ocasionarían.
Aparte de que los frutos cosechados compensarían con creces lo~
sacrificios hechos, vamos á demostrar que sinó todo, mucho podría
-- 159-
hacerse en pró de nuestra idea sin que los gastos fuesen in~osteni
bles.
Empiécese por suprimir las licencias no fundadas y los empleados
innecesarios, y se verá que con lo que se economiza se obtienen
recursos suficientes para mejorar la composición del personal
actual.
Y qué, se nos dirá tsobran maestros7 ¡,No resultaba del articulo
publicado por Vd. on el n• XVI de esta Revista que el personal era
pocot
Contestaremos á estas dos preguntas: á la primera que en reali-
dad sobra personal, á la segunda que nosotros no hemos dicho que
faltara personal, sinó que estaba mal distribuido.
Hecha esta salvedad, vamos á probar cómo es posible reducir el
número de empleados.
Empecemos nuestro exámen por un Concejo que sólo tiene tres
escuelas diurnas y una nocturna, siendo de las tres primeras, dos
graduadas y una elemental.
Según datos oficiales publicados en «El Monitor» el número de
niños matriculados en dichas escuelas en el año pasado y en el
corriente, como asimismo el de maestros dedicados á su instrucción
está contenido en el cuadro siguiente:
tiene, las ama como verdaderos bienes que posée, que está or-
gulloso de ellas y dice con cierta justificada vanidad: estas son mis
escuelas!
Al contrario: qué desagradable es ver á otro pueblo que1hace de sus
escuelas pasto de la maledicencia, que sólo le merecen desprecio y
que son origen de rencillas y divisiones que tan mal se avier.en con
el carácter augusto y sagrado de la educación!
Feliz del primero que ha sabido comprender los grandes beneficios
y preciosos resultados que les ofrecerá la educación difundida en
sus hijos; que ha profundizado y hecho práctico aquel inolvidable
pensamiento del famoso estadista argentino: << La escuela es el se-
creto de la prosperidad de los pueblos.»
Desgraciadas aquella.s poblaciones que miran con frialdad cuánto
se refiere á su educación; la luz no penetrará jamás en ellas, y el
oscurantismo, por más que esté disfrazado bajo la apariencia de
una mal comprendida civilización, será siempre el dios á quién
rendirán culto.
Para el progreso de la escuela en cualquier parte que sea, es
necesario conseguir el mayor número de afecciones á ella; rodearla
del fuerte prestigio que le da el apoyo de las famillias; por esto
débese trabajar para convertir á las que se muestran rebeldes.
Los que tenéis alguna influencia sobre las familias, que forman
esa colectividad denominada pueblo, empleadla en consiguir sus
voluntades en favor de la educación; los que os habéis encarg&.-
do de propagar la religión de Cristo, poned al servicio de esa gran
causa, el poder moral de que estais investidos, y así cumpliréis co-
mo buenos ministros de Dios; las familias que estáis penetradas de
la bondad innegablé de la escuela, no desperdiciéis ninguna opor-
tunidad en dar vuestros saludables consejos á quienes falta la fé y
la convicción en ella: sed otros tantos focos que irradien constante-
mente el calor que fecunde ~1 sentimiento de amor á la educa-
ción.
A vosotras, en p~~orticular, madres de familia que sabéis toda la
importancia que revisten esos templos donde vuestros tiernos hijos
van á recibir el desarrollo que el Creador ha encomendado al hom-
bre, á vosotras correponde hacer partlcipes á aquellas madres des-
preocupadas de esto, los verdaderos fines de !la escuela, y conver-
tirlas en nuevos y fuertes apoyos suyos. ¿Quiénes, sino vosotras,
está con mejores aptitudes para realizar estas transformaciones? Esos
- 163-
F. BRUNET.
Merlo.
•
-164-
INSTRUCCIÓN PÚBLICA
Reproducimos del último mensaje presentado al Congreso por S.
E. el señor Presidente de la República, la parte referente al estado
de la instrucción pública; en él se dá una idea de lo mucho que he-
mos adelantado en la edncación del pueblo y nos hace presentir, que
venciendo algunos defectos radicales que aún subsisten, pronto lle-
garemos á un fiil satisfactorio ,v b1J,Btante 1JJJJJ1gü.eño_?3J'3 la_ 'tuJ
· Ao
Argeotíoa, en matería de edaeaeíóa.
<<Creo que uno de los primeros deberes ?e un gobierno ~s me~or~r
y difundir la instrucción pública, sin om1tir esfuerzo m sacrrfic10
alguno para conseguirlo. .
El órden, el bienestar, la libertad y el progreso de los pueblos
están en razón directa de su instrucción; la instrucción dá al hombre
'-"- e<H'"';\'>'<\é\'ll. t\<> "'ú "'"~ '<fi<>'<"o>. ':í <>.>'\ <:.<Y\'\<:><:.\tn\~"-\.0 ~<!. b'll... ~!!,~~~()';!¡ J
ñ<>\><:l:<>s u <o \torrlbTe y de ciudadano, redoblando á la vez sus fuerzas
productoras.
Los cientos· de miles de hombres que cada año vienen al país,
atraídoS' por la dulzura de nuestro climn y por nuestro progreso ya
realizado, no sólo necesitan tierras feraces para dar empleo á sus ro-
bustos brazos, necesitan tambien escuelas para educar sus hijos y
prepararles á la vida civilizada.
Por mi parte he hecho cuanto ha sido posible para ver multi-
plicadas las escuelas, y no estaré satisfecho de mis afanes hasta que
no quede un solo rincón en la República, que no esté alumbrado por
la luz que proyecte una escuela, por modesta que sea.
Instrucción superior.
Las do!': Universidades Nacionales siguen su camino de progreso,
anmentando la enseñanza que se da á los jóvenes que las frecuentan
y enriqueciendo sus bibliotecas, sus gabinetes y laboratorios, ha-
biéndome sido agradable prestarles todo el concurso que de mi ha
dependido.
Sin embargo creo es conveniente que las universidades armoni-
cen sus planes de estudio y que tomen como punto de partida, los
qne se hacen en los colejios de la Nación .
•
........ 165-
Instrucción primaria
El desenvolvimiento que se ha dado á la instrucción primaria
satisface los deseos del patriotismo y hace esperar fundadament~
que bien p1·onto no habrá niños desheredados de la instrucción que
dá la escuela.
Me complazco en reconocer que en gran parte este progreso se
debe al Consejo Narional de Educación, cuya dedicación al cumpli-
miento de su altisma misión, es verdaderamente ejemplar.
Los gobiernos de provincia con celo patriótico se dedican á difun-
dir la instrucción primaria y hoy cuentan el progreso que realizan
por las escuelas que fundan.
En la capital de la República han funcionado en 1888, 133 escue-
las públicas, lo que da un aumento de 17 escuelas sobre las que
funcionaron en 1887.
Ha habido en el mismo año mencionado un aumento de 79 maes-
tros y de 2983 alumnos.
El Consejo Nacional de Educación posée sesenta y tres edificios
propios y seis ter1·eoos, en los que pr onto se construirán otros
tantos edificios mas, consagrados igua.lmente á las escuelas.
Cincuenta y cinco de esos edificios fueron avaluados en Julio
de 1888 en la suma de 9. 506.948 pesos.
No es aventurado suponer que los sesenta y tres que ah01·a tiene,
más los S<;Ji3 terrenos, valgan once millones de pesos, suma. casi igual
á la que ha recibido hasta el presente, para costear todos los gastos
de la instrucción que le está encomendada.
Este fenómeno se explica por la honrosa economía con que esos
fondos han sido manejados y por el prodigioso aumento en el valor
de la propiedad raíz.
Las provincias poseen trescientos sesenta y nueve edificios pro-
pios, destinados á las escuelas comunes, distribuyéndose esta suma
en la siguiente forma:
Buenos Aires posée 200, CorrienttJs 12, Córdoba 18, Cattl-
marca 10, Entre-Ríos 15, Jujny9, La Rioja 13, Mendoza 17, Salta8,
San Luis 9, Santa Fé 18, San Juan 5, Santiago 14 y Tucumán 22.
En los territorios nacionales existen, construidos ya 6 grandes edifi-
cios de propiedad pública y ocupados por escuelas mixtas.
- 167-
LA M ORAL EN LA ESCUELA
-Hé aqui las bases para una Ley de Instrucción primaria que se
presentará en breve al Parlamento italiano:
1"' Las Escuelas depenclert.n de la provincia bajo la dependencia
del Consejo escolástico debidamente reformado.
2" El nombramiento de Maestros se hará después de un período
de prueba y el pago por lo::; oficiales del Gobierno.
3" El ascenso ¡;e hará de clase á clase, de pueblo menor á mayor
y de provincia á provincia.
4.. Los pueblos que tengan la enseñanza ó grados completos se
encargarán de nombrar al Director ó Profesor-Jefe entre los Maes-
tros del pueblo, retribuyéndole con una gratificación.
5" Se establecerán circunscripciones escalare~ para facilitar la
asistencia de niñ os á las Escuelas.
6"' Se aumentará el número de [nspectores.
7.. Todos los Maestros podrán recorrer todos los grados de la
carrera, desde Maestro de Escuela rural hasta Director de Escuela
Normal é Inspector.
8" Los pueblos entregarán en las Cajas del Estado las cantidades
para el sostenimiento de la enseñanza, y éstas harán el reparto á los
Maestros.
Ejercicios intuitivos
(Programas de lo y 2o Grado)
El cuero
M. Vean ustedes esto ... ¿saben qué es~-N. Sí, señor, un pedazo
de cuero. -M. Muy bien ... ¿Y ustedes saben qué es el cuero~ ....
¡cómo~ nadie contesta~... es posible que ustedes no se hayan
fijado!.. . veamos, Carlos, ¿de dónde se saca el cuerll?-De los
animales.-ilf. ¡,De qué parte, Enrique1-De la pieL-M. Perfecta-
mente; entonces ¡,qué es el cuero?-N. Es la piel de lus animales.-
M. Dilo Angel. .. repite Horacio ... Bien. Nombren ahora algunos ani-
males cuya piel sirva para hacer cuero.-N. La vaca, la oveja, el
caballo) la cabra .... -M. Basta con esos; pero yo quisiera saber si
la piel de todos esos animales que ustede.s acaban de citar, es lú
mismo que este pedazo de cuero.-N. No, no, señor.-M. ¡,Por qué~
-N. Porque tiene pelos, grasa ... -M. Qué se ha hecho entonces
para convertirlo así,-N. Le han quitado el pelo ... lo han raspado ...
lo han limpiado.-M. ¡,Y quién ha hecho esto~-N. El hombre.-
M. Será. entonces materia prima ó elaborada?-N. Elaborada.-M.
Sí, es una materia elaborada; ustedes van á. decirme ahora algo
más sobre esta cuero, ¿qué ven aqui? . . -N. Está pintado de color
negro.- M. ¿Y de este otro lado~-N. Es amarillo.- -M. Un ama-
rillo oscuro ¡,no es ciertoV-N. Si, señor.-M. Y no han visto uste-
des cueros de otro color?-N. Sí, señor ... Yo he visto verde ...
rojo ... blanco .. .-M. Muy bien; al cuero se le puede dar el color
-178-
que uno quiere; ven aquí, Manuel; toma este pedazo de cuero y
colócatelo delante dtl los ojos ... perfectamente, mira ahora á donde
está tu compañero Carlos Alo ves~-No, señor.-M. ¿Por qu é no lo
puede ver, Carlos~-Porque es opaco~-M. ¿Cómo es el c uero~-N.
Opaco.-M. Ten ga ahora Luis; voy á t aparle los ojos con este
pañuelo; no ve nada tvo rdad~ ... (los niños reirán, ¡mejor! .. )i,q ué es
esto? (aproximándol e el cuero á la nariz). Luis.-Cuero.-M. ¿,Y cómo
ha sabido que era cuero, si no lo ha visto~-N. Por el olor.-.M. En-
tonces el cuero estambién ... -N. Oloroso.-M. YL.-N. Opaco.
-M. Repita:1. .. Bien. Toquénlo ¿qué notan~-N. Es liso.-M. ¿Y
por cual de las dos superficies lo es más1-N. Por la que está pintada.
-M. A esta le llamaremos superior y á esta otra in(erio1· ¿cómo? ...
repita Carlos, Luis, Juan ... bien. Tómenlo otra vez en la mano y vean
si le hallan algo más.-N. Es delgado, liviano .. . -M. Tiren ustedes
dos con fuerza ... ¿,se rasga~- N. No, señor .-M. tPor qué~.-N.
Porque es fuerte.-M. Qué hago ahoraL. N. Lo dobla.-M. Y
los cuerpos que se doblan fácilmente, Acómo se llaman1-N. Flexi-
bles. -M. Muy bien; veamos si recuerdan usteaes todo lo que
hemos dicho del cuero; dí galo Enrique. -El cuero se saca de la
piel de los animales; es una materia elaborada, opaca, olorosa, lisa,
delgada, liviana, fuerte y flexible.-M. Está bien; repítalo otro ...
todos ustedes sabdn para que se emplea el cuero ¡,no es cierto?-N.
Sí, señor, se h<1cen botines, zapatos, carteras, guantes, sillas Je
montar, frenos . .. -M. Bien, bien; vamos á ver otras propiedades
del cuero; toma, Carlos, este pedaz0; voy á echarle aquí encima un
poco de agua ... /¡qué sucede1 ¿deja pasar el agua1-No, señor, no
pasa.-M. Por qué?-N. Porque es impermeable.-M. ¿,Cómo, Ar-
turo, Luis, Esteban, ... APorqué es bueno, pues, el cu.,ro para
hacer zapatos~-N. Porque es fuerte é impermeable .. . -M. Es
cierto, y como también es flexible, se amolda perfectamente á la
forma de nuestros piés. Repite, ahora, Angel, todo lo que has
aprendido sobre el cuero. -A. El cuero es fuerte, oloroso, imper-
meable ... -M. A ver otro que lo diga mejor ... tú, Luis. El
cuero es una materia elaborada que se saca de la piel de los anima-
les; el cuero es opaco, oloroso, liso, delgado, liviano, fuerte, flexible
é impermeable.-M. No podríamos agregar algo más?-N. Si, señor;
sirve para hacer botines, carteras, correas, etc.-M. Repita Juan ...
Luis ... etc.
- 179-
A. LAMMERS-BREl\lEN.-D r G. GOTZE.
E. GRuxou BERMIN, etc.
- 184-
VARIEDADES
A los niños del R í o de la P lat a
·X·
·:i- *
Sí, á todos; cada vez que suena en mi mente 6 eu mi oído esta
palabra:-Navidad-mi pensamiento vuela hácia vosotros y me pa-
rece veros r eunidos todos en incomens nrable pelotón de mil colores,
semejante á inmenso jardín de las tierras del trópico que se agita al
-185-
PE NSAM 1 ENTOS
CURIOSIDADES
El día de los árboles
Supersticiones
Un hecho curioso ha ocurrido hace poco en China.
Hay en la ciudad de Fu-chou un templo, en el cual se hallan ex-
puestos á la adoración de los fieles unos !dolos, dedicados especial-
mente á ayudar á sus devotos en sus venganza~!!.
Últimamente murió casi repentinamente el comandante militar de
Fu-clwu, siendo su muerte atribuida por el pueblo á maleficios de
los veugativos ídolos, en vista de lo cual el gobernador mandó for-
marles causa.
En cumplimiento de lo ordenado, el gobernador provisto de un
mandamiento de prisión en toda regla, arr&stó á los ídolos, que eran
todos de madera y ::!e cinco piés de altura.
Antes de someterlos á juicio, el virey les hizo sacar los ojos para
que no vieran á Jos jueces y no pudieran vengarse de la sentencia
que se pronunciase contra ellos.
Juzgados y reconocidos culpables, fueron decapitados y arrojados
á un estanque.
son las piernas las que reciben el choque y no la cabeza, y como las
piernas se doblan y resisten como un muelle, el peligt•o es siempre
menor.
NOTICIAS
Dl•eolpa-Pedimos disculpa á nuestros lectores por la irregulari-
dad con que han apar,ecido los dos ultimo~:~ numeras de nuestra "Re-
vista."
Un cambio necesario de imprenta, ha sido causa de ello; esperamos
que en lo sucesivo seremos más puntuales. Reasumimos hoy en un solo
número los correspondientes á Mayo y Junio.
-193-
RESUELVE:
,
-203-
NOTAS É IMPRESIONES
En el N• 158 de «E l Monitor de la Educación Común)) hemos leído
el siguiente aviso:
BIBL IOTECA PED,\GÓGICA
Prevenimos á todos los miembros del personal docente de las Es-
cuelas Públicas de la Capital, e¡ u e la Biblioteca Pedagógica estará
en adelante abierta de 12 á 4 de la tarde, á donde pueden co ncurrí J'
á leer ó consultar obras de toda naturaleza.
El catálogo :le la Biblioteca está publicado en el número 118 de
EL MoNJTOR DE LA EDUCACIÓN CoMÚN, cuya publicación podrá con-
sultarse y adr¡uil'irse de los empleados de la Biblioteca, establecida
en la calle Talcahuano esquina á General Viamonte, teniendo su
entrada á la primera de dichas calles.
Buenos Aires, Junio 14 de 1889.
Fernando D . Guer1·ico,
Director.
No nos parecen muy á propósito las horas fijalas por el St'. Direc-
tor, ni creemos que puedan los empleados, por bt,ena que sea su
voluntad, consultar las obt•as que figuran en Jos catálogos de la Bi-
blioteca Pedagógica.
Los ~mplel.l.dos todos de las Escuelas públicas deben ocupar su
puesto á las once menos quince minutos, y cuando salen, son siem.
pre, por lu menos lag cuatro y cuarto.
¡,De qué les sirve pues que haya una biblioteca pedagógica , si ésta
sólo permanece abierta en horas durante las cuales es imposible fre-
cuentarla1
-206-
·X· ·~
-------------.~~!3~------
PRENSA EXTRANJERA
El movimento pedagógico francés en 1888
GEOGRAFIA ARGENrfiNA
N o es raro encontrar con frecuencia á niños arge:1tinos que igno-
ran hasta lo más elemental del país en que vieron la luz primera, y
esto, en algunos casos, á pesar de asistir á escuelas públicas donde
se enseña la geogt•afía nacional.
Si tratamos de indagar los m<• ti vos de esa ignorancia, bien pror~to
los hallaremos: dos causas principales ejercen su acción en el sen -
tido de mantener privados de esos conocimie(ltos rudimentales á mu-
chos niños. La pt·imera y principal es la calidad cosmopolita de la
población; la segunda, triste es decirlo, es la enseñanza poco racio-
nal que se da aún en algunos establecimientos de educación.
El elemento extranjero obrero, que pisa nuestras playas y se ra-
dica en el país, no posée generalmente conocimientos geográficos
acerca de la nación que será patria de sus hijos. Sabemos bien qu e
en el hogar se reciben multitud de nociones que se perfeccionan en
la escuela, y los conocimientos que se adquieren de este modo suel'3 n
sflr más duraderos. El niño argentino, hijo de extranjero, se en-
cuentra por lo que respecta á la geografía de su país, en peores c¡n·
diciones que el niño francés, italiano, etc., en sus patrias respecti -
v&s . Estos últimos, en las conversaciones Intimas de la familia, oyen
constantemente hablar á sus padres y amigos de cosas que se re la- ·
cionan con su país natal, mientras que el primero es extraño al suyo,
pues se encuentra en un círculo que no puede suministrarle lo que
debiera saber. Así, no tiene nada de particular que haya niños ar-
gentinos que conozcan más de París que de Buenos Aít·es, ó que
sepan lo que es la Sicilia pero ignoren lo que es la Tierra del Fuego·
A este mal, nacido de una causa natural y poderoRa, no le en-
contramos más que un remedio: la buena y sólida enseñanza de la
geografía nacional en las escuelas . Pero en las escuelas, tq ué su-
cede~ Los argentinos tenemos la pt·etensión de formar pequeños
geógrafos que conozcan el globo terráqueo por compl eto, y sino
examínense algunos programas y se verá el recargo que tiene la
materia en cuestión, en los diferentes grados; de donde resulta lo
quet.an sábiamente dice el refrán: quien mucho abarca, poco aprieta .
Obligado el maestro á llenar un extenso programa, se ve en la ne-
cesidad de pasar superficialmente sobre todo, y se encuentra á final
- 219-
de a.ño con alumnos que le dicen que los cor,lobeses no son argen-
tinos, ó que el Paraguay es una provincia de la República.
Ahora, si Be añad'l á la extensión del programa un mal método de
enseñanza, se completa el resultado absolutamente negativo del
estudio de la geografía.
Levantamos á menudo la voz contra las escuelas extranjeras
establecidas en el país, pidiendo que se dé en ellas educación argen-
tina, y nos descuidamos demasiado con las nuestras, no dando ma-
yor importancia á una materia que unida á la historia patria son el
pedestal de toda educación nacional.
Antes que enseñar la habitación ajena, enseñemm; la nuestra, pero
hagámosla conocer t'ldo lo que es posible de las tiernas intelijen-
cias que la estudian; no qu,:;rramos hacer geógrafos universales,
conformémonos con modestos geógrafos argentinos, que no dejen
tamp0co de tener si m pies nocion101s generales sobre los demás paises.
Por · otra parte es necesario desterrar completamente de las
escuelas ese método, si es que merece tal nombre, antiguo y ruti-
nario, que se reduce á la simple onumerf1ción de los ríos, monta-
ñas, etc., del país que se estudia; esto no hace sino convt:rtir al
alumno en un <doro parlante de figura humanan, como dice el emi-
nente Dr. Barra. Pero, plagiaríamos al indicar el método apropiado
para el caso, pues no somos inventores, y creemos inútil repetir
aquí Jo que en tantos buenos textos se enseña.
Ningún niño argentino debe ignor¡-¡r las beilezas fí~icas de su país,
así como sus producciones naturales; todos deb an tener una id ea
aprc•ximada de los principales centros de comercio y causas que han
motivado en ellos el desarrollo de esa rama de la actividad humana;
deben conocer sus vías de comunicación, y estar en condiciones
de poder indicar los medios de trasladarse de un punto á otro de la
República; y en fin deben poseer todos aquellos conocimientos quo
sean de utilidad real, y que no es permitidú á un argentino el igno-
rarlos.
Encantemos al niño describiéndole nuestros majestuosos ríos, su
lonjitud y anchu:a extremadas, sus barrancas, sus islas hermosí-
simas, sus puertos donde se nota febril movimiento y vida, sus aguas
surcadas por innumerables embarcaciones; saquémosles del error tjJ1
que estará n muchos de ellos figurándose que el Paraná, por ejem ..
plo, sea como algún pequeño río ó arroyo que conozcan; llevemos
á su imaginación á forjarse en su mente esas moles inmensas de los
Andes, trepadas por nuestros padres para libertar á medio conti-
-220-
LA EDUCACIÓN ENELPARAGUAY
Un movimiento enérgico en pró de la Educación Popular, que
indudablemente dará abundantes frutos, se está operando en el Pa-
raguay.
No necesitamos decir cuánta simpatla nos inspira; para nosotros,
significa el despertar de un pueblo generoso á quien las desgracias
continua das han tenido por muchos años abatido.
Si, la euucnción del pu eblo, carn Liando el espíritu de las masas,
r emoviendo 91 modo de ser social, separando todo lo atrasado y ru-
tinario para suplirlo con fórmulas iniSpiradas en modernos ideales,
es la única que puede colocar al Paraguay en el lugar que merece
y deb~ ocupar en el conderto de las naciones sud-americanas.
Saben t ·>dos Jos que las han visitad o, qua las escu elas paraguayas,
salvo raras excepciones, eran hasta hace poco la imagen del más
profundo atraso; pues bien, hoy. estn~ escuelas anti-científicas, estas
escuelas de la palm e~ a, ~ ~tú.~ [J• úxiJIJaS á pasar i'l la Historia.
Se ha organizado en la Asunción un Consejo Superior de Educa-
ción, cuyos miembros imbuid(JS en las ideas corrientes en matet·ia de
Educación están dando muestras de una actividad notabilísima.
Merced á sus esfuerzos, se han creado Escuelas Graduadas en la
Asunción, se ha reorganizado la inspección, y se han establecido
las Conferencias de Maestros, cuyo reglamento, nos parece calcado
sobre el que con igual objeto rige entre nosotros.
Además, convencido el Consejo Superior de lo conveniente que es
inculcar y fomentar en los niños el amor patrio, ha ordenado que
en lo suJesivo, los alumnos de las escuelas públicas concurt·an, el
día 14 de Mayo en que el Paraguay conmemora la fecha de su Inde-
pendencia, á la plaza de la Constitución á cantar el Himno Nacional.
Publica tambien dicha corporación un periódico «La Escuela
Moderna», que dirige el Profesor Sr. Cávia, y que por lo hien
escrito, por las ideas que sostiene y por su entusiasmo en pró de la
cultura popular merece ocupar un lugar distinguido en las filas de
la prensa pedagógica, estando destinado sin duda alguna á prestar
grandes servicios al magisterio paraguayo.
-222-
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NOTICIAS
lnaocoradón de lal!ll t':onferenda8 Pedagógica• doc-
tPlnalei!II.-Han sido, por fin, solemnemente inauguradas las confe-
rencias pedagógicas uoctrinales, de las cuales esperamos, no sin r ~zón,
notables beneficios pa1:a la enseñanza primaria.
En la sesión preparatoria, que tuvo lugar el 22 de Junio próximo pa-
sado en el local de la Escuela Gradua la de N!ñas del 5. 0 Distrito y que
fué presidida por el Vocal del Consejo N. de Educación, Dr. Félix Mar-
tín y Herrera, se procedió á la elección de los vice-presidentes y secre-
tarios que han de actuar en el período del presente año.
Fueron proclamados vice-presidentes por mayoría de votes la señor1•
Albina Garcia dd Ryan y el señor Andrés Ferreira, y para el cargo de
secretarios la señora Ursula Lapuente y el señor Esteban Lamadrid.
Terminada la elección, el señor Presidente fijó como tema para ser di-
lucidado en la próxima conferencia: ENSEÑANZA INTUITIVA.
No habiendo quien pidiera desarrollar el punto señalado, el señor Pre-
sidente, de acuerdo con lo que prescribe el Reglamentó, designó á la se-
ñora Albina G. de Ryan como conferenciante.
-229-
I
Los que suscriben, miembros del personal docente de la capital, tienen
el honor de dirigirse al señor Presidente y por su intermedio a; H.
Consejo que preside, solicitando un aumento en sus honorarios actuales
que no les pnmiten subsistir.
Debido al progreso extraordinario de esta ciudad. se han aumentado
consid.e rablemeute los alquileres y lvs artículos ele primera necesidad de
dos años á esta parte y se ha 'producido un cambio tan ratical en Jas cos-
t•:rmbres de la colectividad, que la vida no puede hacerse llevadera eu
empleados como los suscritos, cuyos sueldos son tan exiguos y relati-
vamente insignificantes comparados con los ele empleados de menor
ca~egoría de otras reparticiOnes y con la condición social que por decoro
deben ocupar.
No es poaible, por tanto, señor Presidente, que el maestro correspon-
da dignamente álos fines de la educación, si su posicióu es inferior {1.
las aspiraciones legitimas para que han sido erigidos esos suntu(,sos
edificios donde las e cuelas funcionan, pues esto les pone forzosamente
eu el caso de buscar ot1 os medios de subsistencia.
Esta a everación, señcr P•·esidente, está evid&nciada por la escasez
de personal, 110 obstante producir las escuelas normales un crecido nÍ\-
mero de profesores, pues una parte de ellos se vé privad!\ de ingresa,· al
magisterio y otra obligada á aband0narlo, en vista de la notable des-
proporciún entre Jos sacrificios que se le imponen y la remuneración quP
re,.iben.
El artesano gana más y gasta menos porque la sociedad no le
exige lo que al maestro; decencia personal, representación y e~:>
tudio.
Verdades son estas que no necesitan mayores comentarios, pues el se-
ñor Presidente Jas ba reconocido y proclamado en el último informe ole-
vado al Ministerio de I. Pública, en uno de les párrafos del capitulo V
titulado "Personal docente", en que dice:
"Pero los ascensos y conforenr.ias no bastan para que mejore el ma-
gisterio; es necesario asimismo mejorar la suerte y ;:osición del maestro,
ya que en sus ma1,1os está también la suerte y porvenir de nuestra pá-
tria. Es necesario, en una palabra, aumentar su dotación, desde que su
vida es más precaria, d:ia á día, "en razón ele haberse duplicado el valor
de los vestidos, triplicado el de los alimentos, cuadruplicado el de ios al-
quileres de las casas" y siendo cada día mas dificil la vida del que no
cu.,nta con otros recursús que los que le proporciona su honesta profe-
sión".
"Para qne r l ;'rogreso d9nuestras escuPla,; siga su movimiento inicial,
n¡¡ debemos olvidar al maestro: necesario es principiar mejorando su
suerte; entonces los jóvflnes diplomados en las escuelas normales no
abandonarán ya una carrera que tan pocos alicientes les J:>resenta para el
porvenir".
--231-
II
Ya el año anterior se había suscitado en los consejos escolares, que
mas de cerca tocan las necesidades de los desamparados maestros, el
apremio con que deba rehabilitárseles material y socialmente, acordán-
doles sueldos que mereciesen ese nombre, y el Consejo Nacional fuá teJ·-
minante en la manera de recomendar al P. E. aquella premiosa necesi·
dad, si bien se retrajo en la aplicación de un remedio verdaderamente
e:ficáz.
Y puesto que nos limitamos aquí á historiar hechos, preferimos á nues-
tra redac<'ión la enérgicamente empleada en el Informe del Consejo Es-
colar del 7 o distrito. que lleva la :firma c!el doctor Miguel Navarro Vio-
y fné publicado en el número 139, tomo V, página 751 de "El Mo,itor".
"Es obvio, (Jice, al dirigirse á V. como presidente del C. N. de Educ~t·
ción), que en la creciente prosperidad de nuestro país y en el desarrollo
progresivo de toaas las carreras y ocupaciones útiles paTa los homores,
el magisterio figura en la última escah, salvo el caso de verdadera voca-
ción por la enseñanza. "Los su~ Idos·', no digo de empleados y de depen-
dientes de comPrcio y de industrias, "sino hasta de los oficios más bajos,
si los hay, son superiores, en la generalidad de los casos, á los de los po-
bres maestros", y desgraciadamente, la cruzada que se inició en el año
pasado en su favor, y que tanto ho•1or hace á los consejos del distrito, só-
lo ha llegado á obtener una verdadera exígüedad. Es de lamentarse J.IOr
todos los amigos de la educación un hecho que, sin embargo, había te·
nido tan buenos fundamentos en contra, en las palabras del mismo Con·
sejo acional, que no podía menos de rendirse á la evidencia de la ju ·.
cia con que se anhP.laba has/a la neta duplicación de los sueldos ac.
tuales. "Desde hace 15 años, (decía V. con exactitud, en su nota oleva-
da al Ministerio de Instrucción Públli..:a los !JresupuPstos escolares par11.
1888" desde hace 15 afios no se mejoran los sueldos del personal docena
te, y no pnede negarse "que en ese periodo la renumeración de los ser
vicios públicos y privados se ha duplicado en el munir.ipio de la capi-
tal" ... Las necesidades de la vida han aumentado gPneralmente, y
más en pl personal docente, que siendo hoy más ilustrado, tiene mayores
exigenCias morales y ma.t<:-riales. ·'
Pew como toda reforma (continúa el "Informe del C. E. del 7· distri-
to), la de los sueldos de los maestros no ha podido hacer camino de una
vez contra las preocupaciones y la más f11erte de ellas que es la rutina.
Quedan sin embargo, echados sus fundamentos en las palabra¡;: trascri-
tas que comprometm la insistencia do todos los Consejos Escolares y la
más e:fica:.! del Consejo Nacional die' Educación; á quienes, y al Ministerio
y al Congreso que realicen esa "imorescindibleduplicación de l(ls sueldos
escolares", cabrá una gluria tan modesta como humanitaria y pura.
III
El mismo Consejo Escolar haciéndose este año, con el eco de todos los
Consejos ele Distrito, en el "Informe" que acaba de publicar el número
últ.imo ele "El Monitor" bajo la la firma del doctor don Isaac P. Areco,
dice categóricamente:
"Es 11.nte todo indispensable rodear de consideraciones y de prestigi,•s
al magisterio, cuya abnegada consagración y cuyos trascendentales re-
sult.'l.dos en provecho de la humanidad nunca se encarecerán bastante.
'~No se co!lcibe cómo el maestro de esouela, este apóstol tan humani-
tano, <¡';le p1erde temprano su salud y abrevia su existencia en la con·
sagracwn de sus esfuerzos á una causa tan grande y fecunda, permanece
- 2~2-
AVISO IMPORTANTE
----------------CñF--~~~~~-------------
el 5 de Agosto de 1889
Hippeau y nuestras escuelas -Hankock: precioso juicio sobre la importancia del maestro- Es el mejor
vulga rizador de las ciencias- S,u influencia entre los inmigrantes escolares con rel aci~n á la uni-
dad nacional y al amor al pa~s. - Sabto decreto del gobterno del Dr. Lopez, 18b2: notables
considerandos. - -Palabras del Dr. Wilde sobre los sueldos de los maesuos. - Juicio del empe-
rador del Brasil , quien desearía haber podido ser maestro. - Importancia de los sueldos escolares
en Estados Unidus, sobre todo en Nueva York y Chicago, donde aún así se asptra á su du-
plicación y cripcicactón .-Esos sueldos y los de Buenos Atres hace 37 años son más del triple
de los actuales. - Cuatriplicación de los sueldos de los jueces en Buenos Aires en 1852. - Se
quita en 1873 á los maestros el 1 ¡ '/, y no se les vuelve á aumentar sinó en parte. - Actitud
de lo' consejos escolares a:daudida por el Dr. Zorrilla en 1887. -Aumento en este año del 10
y 20 '/, equivalente al 15 '/. que ~e les cercenó en t879: - Aumento igual á 33 1/3 centavos
diarios para unos maestros, y 63 2/3 para otros. - Conferencia de la comisión de los consejos
escolares con el Dr. Zorrilla en Julio de 1889, y lo que se convino . -Nota de 6ste al P. E. N.
haciendo un pcqueñfsimo aumento en su presupuesto y pidiendo algo mds. - Su distinta ma nera
de juzgar la situación de los maest ros en sus Memorias de 1887 y 1888. - Suma infer ioridad
de los sueldos de la educación primaria, cotejados con los de la secundaria y superior. -
- ~41-
Maestros muertos antes ó á los pocos meses de recibir la tardia jubilación de los 20 años.
Comparación de ésta con la del liberal decreto de 6 de Abril de 1852 que la concedía á ios1 raños.
-·Discu"o de Laboulaye publicado en El Monitor: arguye con 1 la higiene. - La tibieza del
Consejo nacional de educación . -Juicio del Dr . ú. luan lgnac•o Gurriti sobre los mae,tros
y ous sueldos. -Eiocuente filípica del Dr. Adolfo Dávi.a.- Mezquindad de los sueldos actua-
les.-Los maestros con casa, á quienes no alcanza para comer, tienen que ~.br de comer á los
porteros. -Lecciones particulares y costuras, único modo de subsistir, d': acortarse la vida y de
empeorar la educación: - Ni en las colonias de Asia y Africa.-Proyecto de aumentos proviso-
rios, como de uu 70 '/,para 1890, importante 32.660 nacionales al mes. - El p~esupuesto
debe ser detallado y no hermético como hasta aquf.- M.estros, y porteros de los ministerios y
sirvientes de las dos cámaras- ¡Edificación, ó lo necesario para comer?- Proyecto de edifica-
ción del antiguo secretario del' consejo de educación, D. Juho A. Costa,-Más facil hoy.
-Al Consejo nacionaL de educación le bastan para todo los ucursos que k da La L<y de 8 de
Julio de t884.-1' El no ha cobrado la tercera parte del 1•alor de los terrenos que ha com-
prado y que le adeuda la municipalidad. - 2' Esta debe entregarle además los que sirvan paro
edificios escolares.-S' No ha cobrado al ministerio del interior el 20 '/, de la venta de tierras
nacionales.-4' No ha cobrado á la municipalidad el15'/, del impuesto de patentes de la capi-
tal. - 5' No ha cobrado <inó una parte del derecho de matrfcula escolar. -6' Apltcación en este
año, del inciso 15 art. 44, para que el congreso destine la suma anual que el Consejo nacional
de educación no ha podido proporcionar. - Próxima necesidad de duplicar el número de los 850
maestros, con la duplicación de los 40,000 niños que asisten á las escuelas de l;, capital. -Im-
posibilidad de conseguirlo. -Abandono que hacen del magisterio los normalistas.- Emigración
~e maestros á la provincia de Bueno> Aires: ubi bene, 1bt patria. - Entrega de este pobre ¡remio
á la eficacia de la protección del ministro .
II
III
IV
VI
•
Pero, aunque p"rezca estr<~fio, los maestr:>s no han pedido tanto,
no han pedido eso, que vendría á ser la triplicación de su sueldo. y
no porque medidas de esa clase carezcan de ejemplo entre nosotros:
-246-
consejos de distrito, con todos los padres de .familia y ahor~ con to-
da la prensa de la Capital:-que,como él dew1 e~1 su Memona de 1887
p. CCXXX-«desde hac11 1.5 años no se meJoran _los sueldos del
personal docente, y no puede negarse que en ese pe nodo ln: remune-
ración de los servicios públicos y priv.odos se ha nuP:.rcADO en ~1
municipio de la capital»; y en la Memorta de 1888 p.l24:- « Es
necesario aumentar SU dc:taCÍÓD DESDE QUE SU VIDA ES MAS PRECARIA
DIA Á DIA, en razón de haberse duplicado el valm· de los v.estidos,
triplicado el de los alimentos, cuadruplicado el de los alquderes de
laz casas ... ~
Y para no molestar tanto la atención de V .. E., le .recordaré, que
la misma nota última del presidente del conse¡o, envrando el pres~
puesto, dice : « A pesar de este aumento, los sueldos son ba;os
todavía.»
VIII
muy poco de ella los pobres maestros, que como los conductores de
las máquinas de los ferrocarriles, tienen sus años contados por lo
malsano, por lo mortífero de la profesión . A Jo que se agrega la im-
posibilidad, por falta de recursos, de llevar una vida higiénica, como
lo aconseja el mismo Monito1·, que sale del Constljo nacional, al pu-
blicar en su núm. 155, c0n el rubro la ciencia de la vida., un precioso
discurso de Laboulaye, dirigido á los niños de un colegio.
<< Es cosa estraña que en Francia (dice, y otro tanto podía decir de
Buenos Aires donde tenemos una celosa Sociedad protectora de ani-
males ) se ocupen tanto de la salud de los e~ ballos, de las vacas, de
ros bueyes ... pero no nombraré más animales ... y que se ocupen
tan poco de la salud del hombre.» «Se pueie reducir todo esto á
cuatro preceptos: -alimentarse bien,respirar aire puro, bañarse y ha-
cer ejercicio ... »¡Dichosos los maestros que, con los sueldos presupues-
tados por el C. N. de educación, puedan hacer tanto!
IX
XI
XII
Sr. ministro: el presidente del Consejo de educación se lamentó
á la Comisión de nuestro consejo, de que el presupuesto del ramo
no se sancionase como los demás, partida por partida; y en nom-
bre de la cGmisión me adhiero á aquel justo deseo para que el pre-
supuesto sea detallado. Son Jos maestros quienes tienen que ganar
con ello: de otro modo seguirán pasando indiscutidos, desapercibi-
dos sus bochornosos sueldos. Si se vota, por ejemplo, un millón de
pesos, el Consejo nacional podrá aplicar quinientos mil á los mismos
ridículos sueldos que ahora propone, á lo que no se ve, á las angus-
tias de los maestros en su lucha sorda por la vida; y quinientos mil
para edificación suntuosa; para el boato de los peristilos y vestíbu-
los, para todo lo que se ve y que relumbra; podrá aplicar verbi-gra-
cia más de 3000 pesos á la sola pintura al óleo con que en este
momento se hermosea el palacio de la calle Callao,etc. Tal es el peli-
gro del presupuesto en globo, del presupuesto hermético.
Pero si se leen en pleno Congreso estas partidas propuestas por el
C.N.-«Un ayudante de escuela 40 pesos, un sub-preceptor 60 •> y
en la misma sesión acaba de leerse:-((Un portero del ministerio 50,
un sirviente del Senado ó de la C. de D. D. 70,- entonces no po-
drá pasar inapercibida la chocante diferencia con el hombre que ha
pasado varios años de estudios costaados por el Estado, para ganar
menos de lo que gana aquel á quien basta saber barrer y cebar
mate.
La Comisión espera, pues, de la ilustración de V. E. que se ser-
virá acceder á esta unánime solicidud en que coinciden el consejo
general y los de distrito. Asi el Congreso, que no porque las es~ue
Jas tengan un departamento hasta cierto punto independiente, de.
jade legislar para ellas lo mismo que para cualquier otro ramo de
Ja administración, resolverá esta que es una de tantas cuestiones
que afectan hasta el decoro del país:-si á espensas de la salud y de
1ft vida de les maestros, debe continuarse una edificación que, al
fin, no es ya tan premiosa y su falta se reduce á seguir pagando to-
davia los alquileres de algunvs edificios particulares.
-253-
XIII
Ni aún eso, porque una administración tien e los medios de hacer·
lo todo á la vez, si todo es igualmente requerido.
Cuando el país era relat.ivamente pobre y no podía pensarse · en
esa vasta edificación de escuelas, que honr;~ indudablemente al Con-
sejo nacional, entre cuyas manos se ha quintuplicado en pocos a ños
el valor de ellas; cuando la fortuna pública era tan reducida, com-
parativamente con la de hoy; ahora nueve ó diez años, el distingui-
do secretario del Consejo de educación, don Julio A. Costa, publicó
un interesante opúsculo resolviendo el probl ema ya desdo entonces
perseguido, de dotar de casas propias á las escuelas, por medio de
un sencillo préstamo hipotecario, cuya amortización y réditos im-
portaban menos que Jos alquileres que á la sazón se pagaban.
Y todo esto que era entonces incomparablemente más difícil de
ejecutar, lo podl'ía hacer hoy el Consejo nacional con el banco hipo-
tecario, afectando sólo una cuarta parte de sus propiedades, para
edificar en un año la totalidad de las escuelas, haci endo el servicio
de la amortización y rédito con Jo que hoy paga por alquileres, y
quedando dueño de terrenos y edificios en pocos años.
Pero véamos cómo le bastan los rec urso~ que le da la ley. Ni la
totalidad de los terrenos tendría que pagar, según lo qu9 dispone el
articulo 48 de la ley de educación de 8 de julio de 1884.
«Las municipalidades de la capital, colonias y territorios nacio-
nales, p1·op orcionardn los ?"erursos necesarios pm·a los edificios de
las escuelas p1·imarias, y en caso de carecer de ellos ó de no poseer-
los en sitios convenientes, contribui?·cín d su adquisición con ttna
te1·ceraparte de su valor.»
'Todo terreno, pues, hoy en púder de la municipalidad y que sea
ad ecuado para edificio escolar, debe ser r eclamado por el Consejo
nacional, y la municipalidad está obligada á entregárselo. Todo te-
treno que no sea municipaly que el Consejo necesite comprar para
el mismo destino, debe ser pagado,las dos terceras partes de su pre-
cio por el Consejo, y u na tercera parte por la municipalidad.
Más todavía: la municipalidad recalcitrante, sea por cau sa de ella
misma ó del Consej o, poco importa, tieue una antigua cuenta pen-
diente con éste, que bay que liquidar, y es el import,e de la tetce?'ú
pa1·te del precio de todos los terrenos comprados ya para escuelas
de lu capital.
Por manera que con sólo los recursos que proporciona al Cunsejo
el art. 48 de la ley, puede asegurarse que tiene ya todos los recur.
sos que necesita, y todavía un exceso en dinet•o para e dificio.~, con
el elevado saldo que resultará de aquel arregh de cuentas atrasado.
XIV
Sorprende, señor ministro, que 11n la nota que el presidente del
Consejo acaba de dirigir á V. E., en la que hace un cuadro minu-
- 254 -
cioso Je los recursos con que cuenta.. omita ést~, que es tari conside-
rable, y c.tros varios de entee las 15 fuentes que constituyen el
tesoro común de las escuelas, según el art. 44, fuentes anuales y va-
liosas en su mayor parte.
Así el inciso 1• de ese articulo menciona-« E l20 •¡0 de la ven-
tade tie1·ras en los ter1'itO?·io:s y colonias de la nación, siempre que
no exceda el producto de doscientos mil pesos.
Esta es cuenta pendientll con el P. E. N., que Jebe liquidarse por
el ministerio del interior.
El inciso 4• incluye- El15 ··¡. del impuesto de patentes de la
capital ...
Otro crédito pasivo de la municipalidad á favor del C. N. de
Educación.
Inciso 7• « El importe del derecho de mairicula escolar estable-
cida por el art. 16, á 1·azón de un peso moneda nacional anual
por cada niño en edad escola1·, con escepción de los indigentes.»
Lfl. nota del presidente del Consejo hace figurar el importe de l:lSe
derecho, por la suma de 7. 759.55: debe haber err0r: dos solos con-
sejos han percibido al rededor de esa cantidad; las matriculas de
más d& 40.000 niños producen 40.000 nacionales al año.
Omito otros recursos que no aparecen percibidos por el Consejo
nacional en la nota á V. E., para fijarme especialmente en el últi-
mo que establece la ley:
Inciso 15. « Las sumas que el Congreso destine anualmente en el
presupuesto general para pago de sueldos y gastos de l Consejo na-
cional de educación, y especirtlmente prtra el sostén de las escttelas
públicas de la, wpital, territorios y colom:as nacionales, costo de edi.
ficios, mobiliarios, útiles y lib¡·os. »
Lo de tallado del at•ticulo demn cstt•a qne él CAtá reclamando que
n~í también lo sea el p1·esupuesto para la ilducación primaria. De-
muestra aJemas,cuánb calo ha puesto el legislador para que jamás
falten los recursos y no pueda llegar el caso de malos ~uelc!os, ni de
carencia de niPguno de los diversos resortes de la en~ehanza.
Cuando parecía impolible que con los 14 recur os anteriores pu-
diese llegar ut . momento en que todavía faltase n.lgo, sanciona la
concurrencia del Congreso mismo: es la 15.. partida de las que cons-
tituyen el tesoro común de las escuelas.
XV
- .. •"'
-~55-
XVI
XVII
Me es a.grabable, señor ministro. sobre todo siéndolo V. E., en
cuya vida pública he reconocido desde hace tantos años ilustración
y acierto, terminar esta r:otaentregando á la eficacia do su protección
ese gremio,al que no solamente no alcanzan las munificencias de una
época tan próspera, pero n í siquiera los recursos que bastan al últi-
mo empleado, al último conchavado; ese gremio cuya lamentable
existencia, si no todos la ven, es porque el rubor que ha faltado á
los que pudiendo no la han remediado, obliga á Jos desheredados de
las consideraciones hasta humauitarias, á ocultarse de los ojos de
todos, con el legítimo orgullo de la virtud deprimida.
Tengo el honor de saludar á V. E. con la es presión de mis m{ls
distinguidos sentimientos de siempre.
Total...... 5.537.853190:$
Se ve, pues, que dividida esta suma por los siete años en~que ha sido
260-
Total..... $ 1.162.811,71
y hay que atender al pago del sueldo de 850 empleados que aumentan
siempre ; á la construcción de edificios; á la renovación y dotación de
mueblaje escolar, formación de bibliotecas, provisi0n de Utiles y tantas
otras necesidades viejas y nuevas de que no es posible prescindir, si se
quiere que el progreso escolar sea continuo y armónico.
No debo terminar la presente nota sin manif<'star á V. E. una vez más,
cumpliendo el encargo recibido del consejo, que el aumento proyectado
para los sueldos del personal docente lo reputo justo, neceE'ario y equi-
tativo, considerado en relación á los recursos que la ley ha puesto bajo
la administración y guarda del Consejo nacional de educación.
Por su parte podrá V. E. proporcionar algo más, si lo estima conve-
niente, pero debe tenerse en cuenta que en ese caso habrá necesidad de
crear nuevas fuentes de renta para atender las mayores erogaciones que
serán necesarias.
Dejando cumplido el encargo que he recibido del consejo que presido,
tengo el honor de saludar á V. E. con mi más distinguida consideración
y aprecio.
BENJAMIN ZoRRILLA.
- ~61-
81 BLIOGRAFÍA
Educación de los sentidos, por Don J ulián Lo pez Catalán
CURIOSIDADES
Las ranas en los EstadosUnidos.
Las ranas, de pt·eciadas en otros tiempos por los americanos, son
objeto desde hace algunos años de un consumo tan extraordin ari o,
que los estanques y las balsas del estado de New-York y los de Mil-
wankee, se han agotado enteramente por ser el l:onsumomayor qu e
la producción.
Los mercad os nev-yorkinos deben pu es proveerse en el Canadá
y en los ostadvs cuyos habitantes no tienen e n mucho á estos ani-
males.
A fin de evitar la total extin ción de l a ~ ranas se han hecho y sigu en
hacié ndose importantes estudios acerca de la cría y r eproducción de
la misma.
Sin embargo, parece que no se esperan de ellas grandes re-
sultados.
Hay quien cree que siendo la rana un animal glotón por excelen-
cia, será imposible procurarse la immensa cantidad de moscas é
insectos que necesitarían los viveros.
Además, las évoluciones y metamórfosi s de las ranas son muy
lentas, lo cual indica qu e los gastos de su cultura serían muy con i-
derables, dificultando su venta.
Nal'anjos enanos.
En Veracrúz lucian hace poco tiempo en un balcón de la avenida
de la Independencia, unos naranjitos enanos colocados en macetas
no muy grandes y que ostentaban ya naranjas maduras.
Es facil obtener los primorosos arbolitos; cuando un naranjo está
en flor se escoge una rama bien carg~.r!a de azahares; con un alam-
bre de hi erro recocido y dulce S::l le hace en este ramo una atadura,
y torciendo con una tenacílla se deja el alambre bien apretado al
rededor de dicha rama, de manera que quedc:J estrangulado en ese
punto, impidiendo el paso de la savia; á los pocos días se forma más
arriba del alambre y en todo el rededor una fuerte hinchazón de la
cortbza; en este rodete, con un instrumento bien cortante, se hacen
cuatro ó seis ir.ci s ione~ qu e penetren la corteza y en sentido ó direc·
ción paralela al eje de la rama; al día siguiente se recubre toda esta
parte ya abierta con una buena cantidad de tierra fértil de jardín que
se manti e ne en su lugar por medio de nna pequer:a maceta de barro
que se asierra con facilidad en dos mitades de arriba ab~jo por me-
dio de un serrucho de costilla. Se sostiene esta maceta por medio de
un estante y se conserva la tierra con moderada, pero constan te hu-
medad.
A los dos meses se corta la rama por debajo de la maceta con una
sierra bien cortante y sin bruscas sacudidas á fin de que no caigan
las naranjitas ya cuajadas; se abren las secr,ioaes de la macetita y se
coloca cor::. !'U tierra en la maceta más grande y también con buena
tierra, donde sigue vegetando hasta la maduréz de sus hermosos fru-
tos. Conviene suprimir algunas naranjitas si son muchas y dejar
sólo cinco 6 seis de las más desarrolladas.
Bárbaro espectáculo.
Los habitantes de Satkstead, á cuatro leguas de Manchester, no
se conmoverán cuando oigan referir corridas de toros. Hé aqul el es-
pectáculo que con gran satisfacción y aplauso contemplaron hace
pocos días.
Un titiritero llamado el hombre gato daba una representación al
aire libre. Su habilidad consistía en correr á cuatro piés tres gran-
des ratas y hacer con ella; lo qn .J ~ u e len hacer los gatos.
En medio de la función salta dentru del circulo un enorme bull-dog
y al verle, exclama el titiritero: apuesto á que sin valerme tle mis
manos le mato á dentelladas.
¡Bravo 1 gritaron los espectadores, y al punto comionzan las
apuestas. Atan las manos al hombre gato y puesto de rodillas, espera
la acometida del perro, .que el público cuidó de excitar á pedra-
das.
-264-
NOTICIAS
t:onferenelas Dodrlnale•.- El Sábado 17 del corriente tuvo
lugar la segunda Conferencia Doctrinal en el local de costumbre, bajo la
presidencia del Dr. Felix Martín y Herrera, vocal del C. N. dfl Educa-
ción, y con la asistencia del señor Ministro de Instrucción Pública,
Dr. Posse ; del señor Gonzalez Garaño, miembro del Consejo Escolar
del lo Distrito; de los Inspectores técnicos, señores Vedia y Diez Morí;
de los Sub-Inspectores y gran número de Directores y preceptores de
las Escuelas Comunes de la Capital.
El señor Esteban Lamadrid, que con anterioridad había sido designa-
do para exponer sus ideas sobre "Métodos de lectura" lo hizo con bas-
tante acierto, sentando principios y sanas doctrinas que fueron elogiadas
y aceptadas por todos sus oyentes.
Su conclusión final fué: que en la enseñanza de la lectura no debe
usarse otro método que el de palabras y que de entre 6stos , el que me-
recia especial preferencia, era el ideado por el profesor Andrés Ferreira
y que se titula: "El Nene."
Hicieron uso de la palabra los señoras Aubin, Scarpa, Farreira (Al-
fredo), Sisto, Mataez y Ved.ia apoyando las ideas sostenidas por el
conferenciante.
Fué designada para la próxima conferencia la Sta. Adminda Santillán,
quien deberá Ju;;arrolla.r el siguiente tema: ''Método para la enseñanza de
la Aritmética."
El señor Ojeda, que no pudo dar su conferencia. por falta de tiempo, lo
hará en la próxima sesión.
- 265-
LEGISLACIÓN ESCOLAR
La publicación de Reglamentos que determinaran de un
modo claro las atribuciones de los C. E. de Distrito, de los In~
pectot·es y de los Maestros, señalando al propio tiempo los
deberes que á cada uno corresponden y las responsabilidades
que pueden caber· les, erade.impl'escindible necesidad.
Puede decirse que sin ellos era punto menos que imposible
log!'ae que el organismo escolar llenara de una manet·a regu-
la!' y armónica las funciones que le son propias.
Merece, pues, el Consejo Nacional de Educación el aplauso
de los maestros y de los amigos de la Educación, por habet·
dado cima á la obra de nuestra legislación escolar, la más
completa y conforme con los principios pedagógicos modernos
de cuantas en vigencia, no sólo en América, sinó en muchos
paises europeos.
Redactado por el estudioso y entendido autor de Jos
Antecedentes históricos á nuestra legislación escolar, los
Reglamentos recientemente aprobados, son, por decit·lo asl,
eminentemente p1·ácticos.
Prevén todo-s los casos, y presentan soluciones claeas y
precisas paPa todas las cuestiones·que puedan su egir.
No han de faltal'les opositoees, pero recordat•emos que lo
mismo sucedió con el «Plan de estudios>> vigente, debido al
mismo autor, y que sin embargo, no sólo se ha abierto camino
sinó que ha merecido los más lisongeros juicios de parte de los
más reputados pedagogistas nacionales y extranjet·os.
- ~10-
*
**
Del Reglamento para la Inspección Escolar en la Capibl y
Territorios Nacionales, nos hemos ocupadoyaen números an-
tel'iores, >"~.si es que no lo mencional'iamos si no quisiéramos
contestat• una observación que se le ha hecho.
Se ha sostenido que para el Inspectot· no debiera haber más
pena que la destitución.
No lo ct·eemos: pensamos que este extremo es demasiado
absoluto.
Está fuera de duda que lo que caracteriza un delito es la in-
tención que ha originado su comisión, y pal'tiendo de este
principio, forzoso es concedet• que hay faltas que, cometidas
con pi.3no conocimiento, sólo se pagan con la pél'dida del em-
pleo; mientr·as que la misma falta puede ser cometida en cir-
cunstancias que aminoren su importancia, y por consecuencia
la rigurosidad de la pena.
Pondremos un ejemplo.
La trasmisión de datos falsos, según las leyes vigentes es
causa suficiente, no sólo para destituit· á un funcionario, sinó
para reti?•arle el diploma.
Un Inspector visita. una Escuela cuyo Director goza de exce-
lente fama.
Pregunta el número de alumnos, y el Dieectol', por conve-
nir asi á sus intereses, le da un númeeo mayor del que en
realidad expresa cuantos son los niños matriculados.
Ellnspector, que no desconfía del maestro, admite el dato
sin comprobarlo debidamet~te, y lo trasmite á la superioridad.
Más tarde se descubre que la cifr·a no es verdadera, que hay
menos niños de los que en su informe ha consignado el Inspec-
tor, resultando que éste ha r emitido un dato falso, y que, por
lo tanto, debe ser castigado.
¿Es gl'ave la falta del Inspector? En sí lo es, en las circuns-
tancias apuntadas no tanto.
-271-
*
**
En cuanto al «Reglamento General para las Escuelas Comu-
nes de la Capital y Territorios Nacionales))' diremos que en
nuestro sentir es una obra verdaderamente digna de aplauso (1).
Es completísimo y muy práctico.
Puesto en vigencia con energia, ha de cortar muchos abusos
y ha de corregir muchas deficiencias.
Dividese en diez capitulos que tratan respectivamente de las
escuelas, de la enseñanza, del personal 1ocente, de las confe-
rencias, de los alumnos, exámenes, disciplina, biblioteca y
estadisti ca.
Como se vé, nada ha sido olvidado; muy al contrario, todo lo
que concierne á la enseñanza ha sido tratado con amplitud y
gran criterio.
Al tratar de las escuelas se ha tenido muy en cuenta la
higiene y comodidad de los niños, a cada uno de los cuales se
asigna un metro cuadrado de superficie y cinco de capacidad
cúbica, es decir, algo mas de lo que pide el mas exigente de
los higienistas escolares, el ])r. Riant.
No nos cansaremos de aplaudir esta medida, como no nos
cansaremos tampoco de incitar á los consejos escolares de
Distrito á que la hagan cumplir.
Si el alto precio que alcanzan los alquileres obliga á lama-
yoría de las familias á vivir en habitaciones siempre estrechas,
y en muchísimos casos húmedas y oscuras, remediemos en lo
posible este mal, haciendo que los pobres niños a esta vida
sometidos, hallen en la escuela todo el aire que necesitan sus
pulmones.
(1) El Diario, mal informado sin duda, atribuyó al Sr. Vedia, el proyec-
to de este R eglamento, qu e, como todos saben, ha sido ideado por el
Dr. Martín y Herrera. Lo hacemos constar así, para dar á cada uno lo
suyo.
-272-
----==~~==-·--
bien podría recoger espigas una nueva Ruth y ser atendida por los
pacíficos colonos que se ocupaban solamente en conducir el a1•ado
y recoger la cosecha.
Los artesanos y mercaderes eran muy laboriol':os en la India .
Las clases superiores fomentaban, por medio de un lujo desmedido
la industria y el comercio.
Las castas de los sud7'0s, que es la cuarta clase, componianla
individuos no regenerados y obligados moral ó religiosamente á
sel'vir á los braminos, guerreros y negocian tés para trasmigrar
su alma des pué,-, de la muerte á una casta superior. Les estaba
prohibido, bajo pena. de muerte, leer los Vedas, pero gozaban de
derechos h ereditarios y no debian ser empleados en servicios im-
pums, ni ser vendidos en calidad de mercancía
L t clase mis et·ab'e y apartada de las anteriores pot· su infe liz
condición, era la de los párias, procedentes como los ilotas de
Esparta de algún pueblo vencido. Eran mirados como malditos ele
Dios y condenados por consigui t~nte á espiar sus enormes faltas
cometidas en la vida anterior. Sufrlan las mayores }IUmillaciones
y se les alejaba como á l~prosos temiéndose qne fueran á infestat·
lo que tocasen. De esta manera vi vian retirados en merJio de la
degradación y entregados al culto inmundo ele sus propios dioses.
Fácil es, pues, darse una idea de lo qu e podría ser la educación
en la India. La enseñanza s ~ dividía en elemental y superior
comprendiendo la primera, principi os da moral, lec¿ura y esct·i-
lura.
Las lecciones de lectura se daban simultáneamente con escri-
tura, pa1·a lo cual el maestro trazaba las letras, primet·o
en la arena, luego en hojas de papiro y por último en el papel. Los
niiíos le imitaban.
Como en la China, no se daba explicación á la fease, bastando
que el maestro lo dij era para que nadie osase dudar por un instan-
te so pena de incut'I'Íl' en grave falta. Cuando la . clase era nume-
rosa, se empl eaba entonce5'! el sist•' ma mútuo.
Pocas veces el órd n se veía perLUI'bado por impruden cia de los
alumnos, porque peet cneci endo el rnae::;Lro á la casta sup erior y
si endo consid erado como padt·e espit•itual, debía empl eat· pal a br11s
dulces. La disciplina, 6 mejor dicho el silencio, era tan común que
el castigo corporal se hacia innecesario.
La enseñanza superior, destinada especialmente para el bramino
com prendla matemáticas, astrología, jurisprudt> ncia, poesía, his-
toria, filosofía y medicina. La Universidad de Benares, en el In-
-- 286-
-----o- - -
EL MOVIMIENTO PEDAGOGICO FRANCÉS EN 1888
POR DON RICARDO RUBIO
(Conclusión)
L'art et la poésie chez l'en{ant, par Bernard Perez. (l vol. in-8•
Paris, Alean 1888). --Es un libro interesante, cuyo fondo no consta
de teorías generales y construcciones doctrinales sintéticas, sinó
que es una cuidadosa reco~ección de notas tomadas, en su mayor
parte, directamente de las impresiones y observaciones espontá-
neas de los niños, y en parte también de las memorias y autobio-
grafías de algunos personajes y de los estud ios hechos por otros
psicólogos.
Esta clase de tl'ahajos están en su comienzo, casi r aducidos aún
á allegar materiales para la construcción, y su valor es tanto ma-
yor, cuanto más d¿Jicada y más sincera sea la observación, y
cuanto mejor arte presida á la agrupación de los hechos observa-
dos. Skorsky, Preyer, Bernard Pérez, son hoy los grandes traba-
jadores en esta obra.
- ~87-
CONVERSACIONES CIENTÍFICAS
LA LUCHA POR LA VIDA
1
Julián abrió violentam ente la puerta de mi estudio, y sin cere-
monia ninguna penetró en él, anojando sobre la mesa en donde
yo escribía, un libro que hacía poco le había prestado para en-
tretenet' el ócio, según él mismo me dijo.
-Es una barbaridad tu libro, exclamó, sentándose indolentE--
mente en una butaca; debiste indicármelo pam no perder el
tiempo leye•1do esas majaderias. Ya sabes que soy poco afec-
to á digerir esus platillos indigestos que los 2abios confeccionan
-294-
-¡Y dále! ¿Por qué lucha? Será en todo caso una conversación
amistosa.
-Admitido; pero en el fondo hay un choq11e de ideas, un com-
bate, para ver quién vence á quién; hace pocos momentos se te
rleslizó una palabr·a terrible para Jos que como tú, no admiten
ciertas teorías; hablaste de desafió•, ¿no es cierto~
-Literario, debí añadir.
-Bueno, sea lo que fuere, pero también esa p<1.labra hace na-
cer· la idea de lucha, de esfuerzo por· vencer, y de resistencia te-
náz y obstinada contra lo c¡ue nos per·turba de algún modo.
-Aún concediendo lo que dices, tén en cuenta que yo no he di-
cho, ni lucha por la vida, ni desafío por la vida, ó ::omo qUien
dice: duelo á muet·te.
-Luego veremos e6o, y para no extraviarnos, procederemos
con órden y método. Aunque no posées los conocimientos nece-
sarios en ciencias naturales prtra hacerme entend r con facilidad,
procuraré ser lo más claro posible, y puedes preguntar cuanto
quieras pal'a que en tu espíritu no quede duda alguna.
Me preparaba á hacerle á J ulián una exposición didáctica so-
br·e el tema de nuestra conversación, cuando la casualidad me
hizo cambiar repentinamente de modo de pensar, pues me pro-
porcionó un buen principio para exponerle lo que él llamó una
barbaridad, al mismo tiempo que er:1 como el primer eslabón de
una cadena que nos conduciría quizá felizmente hasta el fin :
Sobre mi mesa había un primor-oso bouquet de dores cor·tadas
en la mañana de aquel mismo día. De la corola de un hermoso
pensamiento (viola tricolor), salía una arañita de color gris, que
poco á poco y con mucha cautela se deslizó hasta la extremidad
de un pétalo, permaneció allí un momento como si explorara el
campo que le rodeaba, y luego se balanceó en el aire suspendida
por un hilillo casi invisible. Abajo en la base del porta-bouquet,
se paseaba. distraídamente un mosquito, sin inquietarse al parecer
del peligro que en aquellos momentos corría.
-Mira, le dije, ¿ves esa arañita que se desprende del pétalo
de ese pensamiento, y se columpia en el aire como el más ágil
funámbulo?
-Sí, me respondió, ¿y qué?
-Espera un momento y verás lo que sucede.
Efectivamente, pocos instantes después, la pequeña mtgdala
peg0 un salto terrible y cayó de plano sobre al infeliz mosquito;
-296-
REVISTA AMERICANA
. .. ..
Hay en la América del Norte 23.000 bibliotecas escolares, que
poseen en conjunto 45.000,000 de volúmenes, que con las delEs-
tacto, en número de 38, y las de Nueva-York, FíladE:tlfia, Boston y del
Congreso de Washington, forman un total de 49.000,000.
Suponiendo que estos 49 millones de volúmenes,dice la Revisita de
la . cual tomamos estos datos, tengan un espesor medio de tres cen-
tímetros, constituirían, colocá ndolos uno sobre otro, una altura de
1.470,000 metros. Tendidos en el suelo ocuparían 1,470 kilómetros,
y suponiendo que un hombre pudiese andar diez leguas diarias mu-
chos días seguidos, tardaría 27 en ver el fin de sus volúmenes.
Y á propósito de bibliotecas. Se ha abierto al servicio público la
Nacional de Maestros de Buenos Aires, instalada en un elegante
edificio ad hoc, acerca de cuyo acontecimentv leemos en un periódico
deaq uella capital: <<Hoy que la reforma de nuestras Escuelas se ha ini·
eiado sériamente, es necesario que los Maeatros que no se hallen
bien preparados, recurran á toda clase de fuentes que puedan mejorar
sus condiciones profesionales. »-<~ Las conferencias pedagógicas son
un medio, pero que por si sólo no basta: la lectura de buenas obras
es otro medio: ya lo tienen los preceptores á su disposición ... Ten-
drán allí un ejemplar por lo menos de todas las obras pedagógicas
que existen en la capital, y se han pedido á Europa colecciones com-
pletas de obras importantes del mismo género» .
.. .. ..
Notable es el incremento qne toma en la República del Paraguay
la primera enseñanza, como lo deducirán nuestro lectores de los si-
guientes datos estadísticos:
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EJERCICIOS INTUITIVOS
(PR OGRAMAS DE 1° Y 2° GRADO)
Alimentos.
Al. lloy vamos á ocupamos, queridos niños, de una cosa suma-
mente importante para nosotros, tan importante que sin ella no
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VARIEDADES
EL VALLE DE JOSAFAT
(ESTUDIO ESTADÍSTICO DE ULTRATUMBA)
r.
¡,Dónde está el valle d3 J osafat1
¡,Dónue e!tá ese punto de cita, al cual debemos concurl'ir forzosa-
mente el día del juicio?
Algunos cándidos nos han dicho que esa famoso Valle está en
Palestína.
Pero entendámosnos; si en Palestina hay un valle de ese nombre,
absolutamente que sea el valle á donde, según el dogma religioso
hemos de ir, con los mismos cuerpos y almas que tuvimos, á ser
juzgados por el Supremo juez y á recoger la boleta de nuestro defi-
nitivo alojamiento, voy á demostt·ar con guarismos la imposibilidad
de que ese valle de P alwstina, ni ninguno de los que existGn eu !a
ti e era, pueda sor el valle donde se ha de celebrar el postrer j uicío
consabido.
II.
Supongamos que la vida de nuestro plaueta no sea más de cua-
trocientos siglos, período cortísimo, que la ci(jncia modorna, basán-
dose en cálculos muy racionales, asegura que todn.via lucirá uuestro
sol diez millones de años y mi&ntras el sol alumbra, no hay peligro
de r¡ue la vida so extiñga en nuestro esferoide,
- 305-
III.
IV.
tPor qué nos dicen que el <<dÍa>l del juicio vendrá Jesucrist::> á
j uzgarnosi
Ese «dían no puede ser <<dínn, porque también habrá imposibilidad
absoluta de que lo sea.
Damos de barato que en este juicio final no haya ni interrogato-
rios, ni defensa de acusados, ni nada de lo que se acostumbra en los
juicios terrestres.
Pero , en fin, no se juzga á nadie sin verle, sin pasarle siquiera
· revista, para decir: e ¡tú por aquil ¡tú por allá!» Digo, se me figura.
quo es lo menos, que se puado hacer.
306-
Pues bien; eri primer lugar, es muy problemático que para .m-
toncas esté nuestro sol encendido, y no estándolo, no hay día posi-
ble, todo es noche continuada.
En segundo lugar, aún suponiendo que el sol ardiera, la operación
del juicio no podría hace!'se en vein ticuatro miserables horas.
Y si no, vamos á verlo.
V.
Repetimos que va á haber, lo menos, «un billón y seisci'lntos
ochenta mil millones» de resucitados.
Pues supongamos que nos formen en columnas de cuatro en fonclo
para pasarnos siquiera revista, para vernos la cara.
ACuánto tiempo necesitaríamos marchando á paso acelerado para
destilar frente á ese juez?
Como la columna tendría cuatrocientos veinte millones de kiló-
metros, porque no se puede marchar si no hay siquiera un metro
entre fila y fila, a un que anduviéramos á razón de 120 metros por
minuto, quo es muy buen andar, tardaríamos en el desfile e¡¡ta pe-
queiiez: ¡5,068,000 días de 12 horas, ó sea en años 13.8001
Y digo de doce horas, porque no me parece justo que no se nos
concedie!'a algún descanso después de haber tirado un cole to de
84 kilómetros, ó sean 22 leguas kilométricas.
Conque tenemcs que el «día» del juicio, aunque ese juicio sea un
simple destile, va. á constar de 13.000 alios.
VI.
Ahora recordamos que la citada colu:nna de seres humanos, pues-
tos de cuatro en fondo como hem os dicho, tendrá 429.000.000 de
kilómetros. Y como la circunferencia de la tierra es de 40.000kiló-
metros, poco masó menos, resulta que la columníta de resucitados
dará la vuelta al mundo 10.500 veces: han leído ustedes bien, «¡diez
mil quinientas veces!:.
Pues supongamos que para. evitar.10s el dolor de tantas vuelt&.S
al rededor del mismo globo, el Padre Eterno tendiera un puente en
el espacio para que camináramos por ése puente. ¿A dónde habría
llegado la cabeza. de la columna cuando la cola estuviera todavía en
el famoso valle de J osafat!
Pues Cllminando en dirección al solla cabeza de la columna, pa-
sando de largo juot<• á nuestro gran luminar, la dejaría por la
espalda á 68.000.000 de leguas.
6Y la cola de la columna estaría todavía en la tierra?. , .
-307 -
VII.
De todo lo cual resulta, que el valle de J osafat no va á ser un vallo
sino una inconmensurable estepa.
Que el día del juicio no va á ser día, sino un período de ... 13.800
años.
Y esto suponiendo que en esa gran ceremonia final se haga todo
á la carrera, porque si hay ciertas formalid¡¡,des que exijan siquiera
un minuto por individuo, plazo bien corto para uli hombre ser juz-
gado, el período se elevaría á la friolera de 2.000.158 años.
Se me dirá que eso es nada comparado con la eternidad; conve-
nido. Pero ¡.no les parece á ustedes un poco dEmasiado emplear
2.000.158 añoe en juzgar á los que sólo han vivido algunos instantes
en este mundo perecedero~
VIII.
Otra duda.
Si las mujeres resucitan con el mismo cuerpo y alma que tuvieron
¿resucitarán también con la misma lengua~
En caso afirmativo; ¡,quién se entiende con 800.000 millones de
mujeres charlando tonas á la vez1
Si cuando aquí se reunen siquiera una docena, hay que taparse
los oídos, ¡qué iamenso guirigay va á ser &quél!
&Podrá el Juez Supremo, a pesar de toda su autoridad, dominar el
bullicio que produzcan 800.000.000.000 de lengJias sueltas á todo
trapo1
¡Digo, y después del largo silencio que les impuso el hielo de la
muertel
Al verse resucitadas sentirán una comezón de charlar ••.
&Y si saben idiomas distintos1 ·
Vamos, que á mí se me abren las carnas sólo de pensar en esta
inmensa grillera.
UN CALCULISTA.
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NOTICIAS
-311-
res inspectores, parece que han dado por terminada su misión, de-
fraudando así los fines y las aspira,ciones del gobierno de In. Nación,
a que me he referido antet'ioemente, y de los cuales es intérprete
genuino el Consejo que tengo el honor de presidie.
Impuesto, pues, el seííor inspectot• del reglamento que le remito,
verá que él tiende, á la vez que ít dat· vida propia á la inspección na-
c.ional, á hacee desaparecer este desequilibrio de acción, que no
ttene razón á existir en un pa,is como el nuestro, d·onde el pueblo y
los demás elementos de progl'eso, insinüan, puede decirse, cada
tlía, las mejoras que deben realizarse.
Recomiéndote, pot• consiguiente, el mas estricto cumplimiento de
sus deberes y atribuciones, C•Jmo pl'incipalmente la organización y
buena marcha, de su oficina, ba,jo las condiciones que se establecen.
Quiero dar carácter, rept'esentación (> independencia á la inspec-
ción nacional de las provincias, y siem¡ re que el señor inspector pro-
ceda dentro de las prescripciones reglar1enta.rias, puede estar seguro
del feliz éxito de sus actos.
Llámole la atención sobre las notas naciomdes que debe enviar
á la inspección general, como muy especialmente la mayor pun-
tualidad en la remisión de los informes cuatrimestrales á este
Consejo.
Todas las disposiciones y circulares anteriores quedan en vigen-
cia, y no debe olvida!'las el Sr. InspectOI', ni tampoco exonerarlas
del lugar preferente que deben ocupar en su al'chiYo, así como las
colecciOnes de «El Monitor>), las memorias ele este Consejo y los ele-
más documentos oficiales que recibe ó remita.
Una reglamentación, como comprenderit el seíior Inspector, no in-
clica un límite en la esfera de acción tle un funcionario público, sinó
una guia para el mejoe cumplimiento de sus debeees más primot·-
di.ales; por consiguiente, dentro ele sn oficina, ó fuera ele ella, que-
da suficientemente autorizado para iniciae ó hacel' todo lo que im-
porte un adelanto para la educación ele la sección á su cargo, pero
siempre que no hiera las peescripc10nes reglamentaeias que la ca-
racte r·izan, ni ultrapasen las disposiciones locales.
Por lo demás, debo hacerle peéviamente presente al señor inspec-
tor, que la Inspección General queda organizada en los términos del
reglamento que se acompaña, y autorizada para ejercer u na acción
inmediata sobre el fiel cumplimiento de sus resoluciones, as! como
también de dar cuenta al superiDl' ele cualquier parte de ella que
sea vio:ada ócleje de cumplirse, sin causa suficiente que la j usti-
fiq ue.
Podrá así mismo dicho funcionario recabar del Sr . Inspector todos
aquel'os elatos ó informes parciales que tiendan á esclarecer algún
asunto, ó en su def'ecto pasárselo á in forme especial de Vd.
Bien, pues, hoy ha entrado este Consejo en un .nuevo período ele
administración, y espero que, como en el anterior, ó más aún, coo-
perara el señor Inspectol' en la causa ele la educación con el mismo
interés y patriotismo con que hasta aqui ha peocedido, para volver
á llegar· al mismo ó mejol' resultado que el que hemos alcanzado.
Apeovecho nuevamente esta ocasión para ¡·eiterar al Sr. Inspector
la expresión de mi más distinguida consicleeación y aprecio.
B enjamín Zm·¡·illa.
Las e8cnelas arg enti n a8 en En••opa - En la escuela nor-
mal tle Niiti-s (Suecia) que se halla bajo la sabia clireceión del pro-
fesor Otto Salomón, que ha sido instructor y propagandista del tra-
-312-
Ilé ar¡u! á granr!es rasgos, la. historia del movimiento de la~ id en~
ped¡,gógicas en Bélgicn..
La Revolución de 1830 separó la Bélgica de la Iloland;l.
l.a Constitución Belga proclama la libertad de e11seiianza : todo
el que quiere puede abrir una escuela sin tene1· que sujetarse á
ninguna garantía de morillidad y do capacidad; ios padr·es sc~n li-
bres de enviar sus hijos á la escuela, d~ enseñarles en el ltogal' ó
de dejarles en la ignorancia. Es la liberr.Rcl más absoluta, sin
garantía alguna para ia conservación social, in defellsa de Jos
intereses del niño cqntra la ignorancia ó la l'<tpacidad dtl lo8
pad1·es.
De 1830 á 1842, el Gobierno se desentendió compleLamente de
la instrucción publica. Casi todas las escuelas, que e1·an unenas
en general, fundadas de 1815 á 18:30, bajo el régimen holandés,
cayeeon; los maestros y profesores peneteados do libeeali m o,
fueron arrojados' de sus puesto3, los unos abr'azal'on otr:1s cal're-
ras, los otros se expll.tl'iaron, abandonando un país entl'eg·ado á la
reacción ultramontana.
La. libertad absoluta ·y el com¡¡leto desinterés del Estadv ha-
bían en doce años sumido al país en la ignorancia y el fana-
natism.:;. Ya no teníamos más que escuelas fundadas por el
clero católico, en las cuales centenares do nÍI'íos oran amonto-
nados en locales cualesquiera, bfljo Ell cuidado de un sacri,stá 11
casi analfabeto y á menudo también bajo el de un criminal rein-
- 31~-
- 31\J --
,
adultos, escuelas modelos, curso¡:¡ norma les;-esparcir pnblicacid"
nes relativas á la educación y á la instrucción;- organizar reu-
niones públicas para !a propaganda de sus principios.
L r. Liga luchó con energía de 1875 á 1878 pant prep~r;1r la
opinión pública y obcener: la instrucción obligatoria laica y gra-
tuita; la mejora de los métodos de enseñanza; la supresión de
la ley escolar de 1842. Ella estableció ·un número considerable de
bibliotecas públicas en las ciudades y aldeas; se encargó de clefen-
der á los institutores víctimas de las intolerancias del clero; agiló
en todas partes la cuestión de las reformas escolares, interesó á l<1.
mayoría r!AI público en esas cuestiones, publicó boletines de propa-
gan da, prot!ujo una agitación incesante, por la plumu, por la pa-
labra, ht acción.
Ella fuf. el blanco de los ataques más violentos de p'arte del clero.
La lucha retempló las energías, alentó más l0s ánimos, activó la
propaganda.
La Liga, para vencer todas las preocupaciones y afirmar con
brillo sus principios, creó, por suscrición, en 1875, la escuela mo-
delo, en Bruxelas.
M. Ch. Buls fué director de ella 'do 1875 a 1878; M. Sluys te
sucedió cuando M. Buls fué elegido consejero comunal y nom-
brado director de la instrucción pública en Bruxelas.
La escuela modelo rompió francamente con las viejas rutinas y
levantó frente al retroceso clerical y pedagógi1 o la bandera del
progreso.
M. Tempels, , presidente del comité escolar había afirmado desde
1875 en un libro quo tuvo inmensa resonancia, la necesidad de
las reformas pedagógicas.
La Escuela modelo las realizó.
Ella fué esencialmente laica: nada de enseñanza religiosa en 1;,~
escuela; esa es tarea que incumbe al padre de familia; pero respeto
absoluto por las convi~ciones r eligiosas de todos.
La enseñanza fné basada en la ciencia, in tegr~tl men te. .El pri n-
cipio fundamental de la pedagogía era el desarrollo espontaneo do!
niño; se puso á los niños divididos en grupos de 33 como maxi-
mum bajo la dirección de maestros cvya misión era, ante todo,
enseñar á pensar, á juzgar, á ra'Zonar, provocar la iniciativa per-
sonal, formar caracteres enérgicos y rectos.
Se n ecesit·~ban para estb in~talaciones y útiles especiales.
El local fué preparado segun las reglas de la higiene; clases
1
biPII iluminadas. bien ventiladas, de alegre aspecto, un patio cen-
LJ·al cubierto muy vasto y gr•andes patios para permitir á los
;llumnps juga¡• libremente dnrante lo~ recreos que cortaban los
estudios do hora en hora: un gimnasio con numerosos aparatos
pat'a fortifical' lo· músculos, desarrollar todas las energías.
La enseñanza se basó en la pe1·cepcidn sensiblP.: la escuela ad-
'L"i¡·ió i:wumern.bles cole ciones, mineraJe~, rocas, fósiles para ha-
eHr comprender los hechos ele la mineralogía y de la geologia; u a
gabinete de física, un l~.bol'atoi'io de química p'\t'a hacer bien com-
prensible las lej'es de la naturaleza, una colección de animales
disecados, esqueletos, reproducciones en cartón-piedra (l ) de todos
los órganos del cuerpo, herbarios, cuadros figurando los órgnnos do
los animales y· de las plantas, mapas geográficos, globos, telurios,
para figurar los movimientos de los astros, estampas, fotografías.
grabados para la enseñanza por la vista de la historia, de la geo-
g¡•afía, del arte, etc. El vasto patio cubierto de la -escuela y las doce
clases se trasformaron ea un museo donde se concentraron las mejores
colecciones ·de todo el paí~, para asegurar una enseñanza viva, ha-
hlando á los sentidos, penetrando profundamenle en el espíritu de los
niños.
Otro principio que cortaba las costumbres inveteradas de los
maestros, fué el principio rle acción: no más maestr9 exponiendo
e:vprofesso lo que ha aprendido, ha•liendc copiar resúmenes ó
recital' el texto de libros; no más ciencia rle palabras (( ciencia li-
bresca»; el niño debe ver, experime!ltar. juzgar, discutir por :si
mismo; no es un recipiente que recibe las esencias de los otro ;
es un gérmen que debe desenvolverse· libremente en un medio fa-
vorable á la expansión de todas sus facultades. Desde en ton ces
el alumno, cosa inaudita que hizo poner el grito en el cielo, fué
ol principal actor en la vida escolar era él quien señalaba las imá-
genes, los ar.imales, coleccionaba las plantas, quien manejaba
los aparatos , quien hacía fnncion<~.r los de física y qui-
:nica, guiado por el in titutor; era el altmlno quien interro-
gaba y el maestr•o quien explicaba; era el niño quien ex-
ponia sus ideas, sus dudas, y el maestro quien rectificaba no por
el «magistir dixil'» prohibido absolutamente, sinó por el método ac-
tivo el que hace ve1', tocar con el dedo la verdad, camino á menudo
muy largo, difícil, pero seguro; método en extremo difícil de aplicar
3~5-
.a. .
- 3~X-
NoTA DE REDAcc t óN.-A g rad ec~ mos á nu estr o distin g uido co lega el Sr.
Pereyra, la a tención que co n nosotros ha tenido facili tánd onos el bl'i-
ll ante art ícul o qu e precede á estas lin eas, y q ue, por lo interesante del
as unto, y por la autM1 dad de s u autor , cr ee mos qu e ser á leído con agr ado
por todos los qu e sig uen con interés los prog resos escolares aquí y en
Europa.
-332-
,
,
'
- :38ti-
- 337-
tos particulares, hay qne admitir un quid especial que los explique .
De antiguo se comprendía que debo esto consi tiren una disposición
individnaJ; pero 110 se sabía bien el por qué; hasta que aquí, corno
•r• tanto · otros problemas de la ciencia natural, han venido fl dar
lnz las investigaciones de Darwin, merced á las cuales, a1 habbr
hoy de ((con lición pet·soual», unlazamos ya con esta palabra un
concepto determinauo.
En efe to, de nuestros padres heredamos, no sólo las riquezas que
ellos adquirieron ó recibieron á su vez por herencia, in o también cuan-
tos bienes espil'ituales acumuluon ellos y sus mayores, así como
sus cualidades corporale,. Al decir Güthe: «de mi padre recibí la es-
tatura y la seria dirección de mi vida; de mi madre el carácter jo-
vial y el gusto por la poesía», indica su doble here ia físira y mo-
ral. Por desgracia, en esta clase de herencia no calle el beneficio
de inventario, tenemos que recibirla tal cual es; y como no s6lo s e
transmiten á los hijos las buenas, sino las lll¡a.las cualidades de l o~
padres, se expían en aquéllos los pecados de éstos .
Así se observa sobre todo en las enfermedades mentales y nervio-
·as. Una misma enfermedad pasa á veces en idéntica forma de pa-
dr·es á hijos; familias enteras han fenecido por medio del suicidio;· y
á todo alienista de regular clientela ocurre tener que trataren el hijo
ó en la hija síntomas de la dolencia IDbntal ó nerviosa que ya había
Lratado antes en el padre ó la madre. La enfermedad de éstos ejer-
ce un nocivo infiujo en los descendientes, no sólo al causar en
ellos de modo directo una dolencia propiamente dicha, sino también
una debilidad nerviosa ingénita y con ella una disminución de la
resistencia con que el hombre normal cuenta para hacer frente á
á los desgastes de la vida.
El hnmrre sano soporta una gran porción de daños sin enfer-
mar, mientras que sucede muy otra cosa cuando recaen sobre una
persona enfermiza de nacimiento . Lo que aquél v6nce impunemen-
te, conduce á éste á segura ruina; aquí es donde debemos buscar la
acción de la herencia, que juega tan importante papel. Cuando el
.huracán e desencadena, parece que va buscando en el bosque, ar-
bitrae!amette, el árbol que arranca; pero, observando bien, se ve
que estaba mal enterrado y que su radicación era defectuosa: el ca-
pricho aparente no es más que un hecho ajustado á ley. Una misma
causa., la tempe!ltad, aniquila á los que son incapapes de resistencia
y deja á los demás impune .. Pues lo mismo sucede con las borrascas
de la vida : el hombre sano puede hacerles frente sin detri mento; los
más débiles perecen en la lucha.
- :341 -
-···es:
~¡ la edu~a~ión de las niñas de~e ó no ser la misma ~ue la de los varones
/
-
-344-
futuro lejano, nos consuela saber que el gran objeto de todos ll)s
si temas de educación es en resúmen, la fm·mación del carácter .
Con tal perspectiva en vista nos cuesta comprender por qué la edu-
cación de los sexos debe ser diferénte.
Cre•) que tan necesario es á los varones como á las niñas el ser·
moderados, reflexivos, cariñosos y virtu(•sos. Creo también que las
niñas corno Jos varones, deben ser honrados, ti eles á su palabra,
independientes de carácter y útiles en todo la¡, cosas posibles. Creo
que una educación clásica ha de dar los mismos elevados gustos li-
terarios, la cultura y desar:-ollo mental á las unas como á los otros.
Creo así mismo que el estudio de las matemáticas ha de disciplinar e 1
espíritu y desarrollar igualmente el sentido práctico en los estudiau-
tes de ambos sexos; y no veo pot• qué se había de privar á las niñas
de los beneficios de la experiencia y de la adquisición de los hábitos
de' exactitud, fruto del estudio de las ciencias naturales en sus diver-
sos ramos. No veo por qué los varones no habían df:l ser tan buenos
miembros de la sociedad y tan prácticos en los diversos n·egocios de
la vida bajo la benéfica influencia cle refinamiento que proporciona
la-música, el dibujo, la pintur·a, los idiomas modernos y otras mu-
chas cosas que estamos acostumbrados ;l mirar c0mo tan importan-
tes en la educación de una señorita.
La única objeción plausible que se nos puede hacer es que las ni-
ñas no tienen resistencia necesaria para seguir una educación com-
pleta de colegio. Esta no deja de ser sin embargo una sujestión
del sentimentalismo, y que en el fondo es enteramente ficticia, pues
la experiencia diaria nos muestra la mujer, desplegando el más alto
grado de resistencia física, y no es otro, creo, el género especial de
fuerza que se requiere para adquirir los conocimientos por medio
del Estudio.
(Del Educatión A. Monthley Magazíne ).
LA CIENCIA EN EL HOGAR
uno de los juegos que ellos conozcan, así como los que yo vaya en-
señándoles serán un tema de estudio. De este modo se va ilustrando
la inteligencia sin olvidar la parte práctica de la vida. Para los niños
es el juego lo que á los hombres el trabajo. Unos y otros deben sa-
ber el por qué de las cosa< para ir educando sus aptitudes físicas y
desarrollando al mismo tiempo sus facultades intelectuales. El juego
en los niños está en relación con una de las necesidades más impe-
riusas del organismo: el crecimiento. Su movilidad, su algarabía
constante es la revelación de la plenitud de energías que se desarro-
llan constantemente en su organismo. Desgraciadamente, en el mo-
do de ser actual de nuestra sociedad, esos impulsos naturales se aho-
gan, y sin estudiar las leyes del desarrollo físico, se deja á la natu-
raleza obrar como mejor le place. Hasta el órden, la cultura estética
de los juegos deben caer baje> la inspección y dirección del verdade-
rG pedagogo. Los niños que nu saben jugar son muy desgraciados.
Toda su actividad se pierde en g-ritos desaforados, en carrEiras sin
objeto, en golpes impulsivos, hasta que el organismo entra en una
completa reh>Jación. Sus juegos se reducen á. una deforme imitación
de lo que ven en Ja vida pública practicado por los grandes. En las
haciendas los muchachos pasan el día lazando perros 6 tirando pe-
dradas á ios pájaros; ¿qué otros ejemplos tienen que imitar? En las
ciudades s& divierten haciendo toros, en disfrazarse de payasos ó en
jugar á la gallina ciega. Esta rep6tici6n de los mismos juegos acaba
por· fastidiarles, tY despues? .... hay energías que tienen que gas-
tarse en algo, y se gastan, sí, pero ¡con cuántos sinsabores para los
padres! Pero hablaré con franqueza, bien mel'ecidos ....
-Sóis muy injusto al juzgar acreedores á los padres de los dis-
gustos que les causen sus hijos; creo CJ.Ue os equivocáis, porque no
habiendo tenido familia no podéis medir la grandeza de los senti-
mientos paternales.
-Que muchas veces son tan exagerados que rayan en fanatismo
y es la causa de la mala educación de los hijos. He dicho que los
sinsabores que sufren muchos padres, ellos mismos se los acarrean y
voy á probarlo señalando los defectos más comunes de la educación
doméstica. En primer lugar, se acostumbra á bs niños a un mimo
inmoderado; sus caprichos se les fomentan en lugar de corregirlos,
pues para evitar que lloren se les conceden hasta los mayores absur-
dos. Los padres en luga.r de ser los directores de aqubllos séres que
deben ir corrigiendo en sus malos hábitos y tendencias, se les asusta
con el coco, se castiga á la silla donde se han es~ropeado y se les
•
•
•
-351-
1
-~52-
BIBLIOGRAFIA
Nociones de Anatomía, Fisiología é Higiene
Adaptadas al nuevo ,programa de las escuelas comunes, por D. Emi-
lio R. Olivé, Profesor Normal-1889-Coll, Madrid y Ca. editores.
La batalla de la vida
Poema en cinco cantns por D. Tomás A . Gallissá-1889-l' nustino
Palu:>.zié-Barcelona.
Fábulas de Gallessá
1889-Faustino Paluzzi é-Barcelona.
Hemos recibido las dos obritas que con los títulos que en-
cabezan este suelto ha publicado el literato barcelonés Se. Ga-
llissá.
Las dos están muy bien escritas, y dan buena muestra del
exquisito gusto y claro talento d~ su labol'ioso autor.
Sin embargo, cl'eemos que el poema, por su índole y aun su
forma, no es muy api·opiado para sel'vir de texto de lectuea en
las escuelas públicas.
Mejor infinitamente nos parece para tal objeto la colección
de fábulas, que contiene algunas, El caballo prudente, La
mentira y la trompeta, 13las el ladrón, y La liber·tad mal
usada especialmente,que pueden pasar por vet•daderos mo-
delos en tan dificil género.
¡·
-~57-
REVlST A EXTRANJERA
REPÚBLICA ORIENTAL
Esctf-elaNol'malpamvarones.-Estaimpol'tante institución,
que n<J habia podido funcionat· aún poP no halla,·se un local
que reuniel'a lac condiciones necesal'ias á su objeto, se insta-
laPa en el edificio que actualmente ocupa la Escuela Nac1onal
de Arte y Oficios, apenas ésta se traslade ú su nuevo local. lle
aqul la resolución que sobre este asunto dictó el Gobiel'no :
J\JrNTS'fERTO DE JUSTHJ!A
\ uuro j.; INSTRUCCIÓN PúBLICA.
CHILE
INAUGURACIÓN DEL CONGRESO PEDAGÓGICO
El 20 del mes próximo pasado se inauguParon las sesiones
del Congreso Pedagógico, con asistencia de los miembros del
despacho y gran númer-o de pr·ofesores y preceptores:
Después del discurso del Minist1•o de Justicia alusivo al ca-
so, se procedió a 13. adjudicación de los premios en el certá.-
men abiel'to ante los pt•eceptores y ayudantes de las escuelas
públicas y pPivadas de la República.
He aqui los temas sobt•e los que se presentaron diversas me-
morias y que mePecieron pPemios.
1° Proyecto de un reglamento interno de escuelas prima-
rias .
2• Proyecto de un plan de estudios apropiado á Chile, con
sus respectivo programas, etc.
3° Mejot• método para la enseñanza de la historia patria en
la escuela primada del punto de vista de la foemación del ca-
r·actee del niño y de la preparación de la vida cívica.
4 o Medio de :subsanaP los inconvenientes del actual sistema
de inscl'ipción con matdcula .abierta todo el año .
5° ConveniAncia y modo l)t'áctico de aplicat• el sistema con-
céntl'ico en la enseñanza primaria, aceptando la escuela gra-
duada. ·
6 o Medios de mejoJ•ar la condición económica del precep-
torado, sea por ascensos, por premios, etc .
7 ° Forma y medio de estimular el ahorro escolar y esta-
blecer en todas las escuelas del país cajas de ahorro .
Primera sesión del Congreso.
Las bases de discusión formuladas fuet·on las siguientes:
I
«La enseñanza normal debe figurar en el programa de las
escuelas primaria$ como un ramo que contribuye poderosa-
mente á la educación del niño y hace adquirit· conocimientos
y hábitos útiles)); fué aprobada casi sin discusión.
II
Esta ~nseñanza debe perseguir fines pueamente educadores
porque el fin primordial de la escuela primaria debe ser edu-
car al niño en general por las grandes dificultades que habría
para convet·tiela en enseñanza de oficio. Suscitóse con esto
un prolongado debate en que unos sostuviePon la convenien-
cia de implantar en las escuelas la enseñanza de oficios, aceP-
ca de lo cual fot'maron diversas indicaciones, mientras que
otros "ostuvieron de llevat• á las escuelas pl'imarias la ense-
ñanza industrial-. Sometidos a votación estos pat·eceres, fué
aprobada la base propuesta por· la Comision por todos los vo-
tos, menos 10.
-259-
III
En los primeros años debenenseñarsett·abajos de papel, car-
tón ymodelaje,que son adecuados paPa niños de tie1·na edad,
y en los siguientes, trabajos en madel'a, según el sistema de
Naas, que requieren mayor desareollo flsico.
IV
Cada sección de alumnos debe tener po l' lo menos dos clase·
de una á dos horas poe semana. Las ho1·as más opoetunas pau
la enseñanza manual son las que pl'eceden á la terminación de
las clases de la tarde. Es de desear que en las escuelas nuevas
se consulte una sala especial para la enseñanza manual; en
las existentes debe adoptarse a este fin, cualquiera de que
pueda disponerse.
V
La enseñanza debe darla el preceptor ordinario, lo mismo
que la de los oteos ramos.
VI
Para o1·ganizar la enseñanza manual en las escuelas norma-
les y foemat· preceptores que puedan darla, conviene enviat·
a EUI'Opa institutores que se dediquen esclusivamente al estu-
dio de esta enseñanza duPante uno ó dos años, y vengan des-
pués á implantarla en dichos establecimientos.
VII
Ni aún provisionalmente conviene conUar la enseñanza ma-
nual á obt•eros, pues careciendo estos de toda peepáración
pedagógica, es muy difícil que puedan darla sin desnaturali-
zar los fines pedagógicos que ella debe per·seguil·.
ESCUELA DE ~~AS
VIII
La enseñanza de labot·es de mano debe organizarse de una
mane1·a sistemátic~t.
Estas deben ofr·ecer una dificultad pl'ogf'esiva y compt·ender
todo aquello que puede ser de utilidad, más ó menos inmedia-
ta, paea las niñas. Debe excluirse todo objeto de luJo.
Todas estas bases se aprobaron íntegeas después de debates
mas 6 menos sostenidos en que tomaron paete casi todos los
asistentes) menos la tet•cera que se modificó asl:
«En los primeros años deben enseñarse ti·aba,jos de papel,
cartón y modelaje que son adecuados para niños de tieena
edad, y en los sigui(futes se continuarán, si es posible, los tea-
bajos de cartoneda y modelajes y se principial'á los ti·abajos
en madera, según el sistema de N~i.as, que requiet•e mayor de-
sarrollo fisico.))
(DE EL GLOBO.)
260 -
NOTICIAS
¡No hay de que, c:olega!-En el número rle nuesteo queeidisi-
mo colega In. Ravislrt de Enseñanza enconteamosel siguiente suelto
que nos ha sor·prendldo en extremo:
<<G1·acias, colc.r;as!- Nuestt·o querido colega la Revista Pedagógica
.ii',IJI'!Liinrt publica en el número 18 (Julio) un artículo «Cultivo de
los sontimien tos» tomado, según lo indica, de otro coleg:t aprecia-
ble, J!,'t J.11a.r;iste1'io Espaíiol de Madrid. Ouanrlo r ecibimos la Revista
..
no leimos ese articulo y recién allora nos apercibimos, gracias á.
una indicacióp de su autor, de que nuestro colega ha ido inú-
tilmente hasta España, pues «Culti.vo de los sentimientos», original
rle uno de nuestros redactores, ha sitlo tomado (spponemos) directa-
mente de la REVISTA DE LA ENSEÑANZA, en cuyo numero 15, pag. 108
(1\farzo) lo publicamos. Lo hacemos asi constar no porque nuestro
!tmor• propio se halle herido (al contrario), .·ino porque nos hizo
gracia la X.»
De que hemos tomado el articulo del "ll1agisle1·io Espafíol», puede
conYencerse el colega registrando la colección del referido perió-
dico.
Nuestro colega nos conoce bien, y sabe que somos incapaces de
apropiarnos un trabajo agcno ocultando su oríg·en, muy al contra-
t•io; con mayor gusto hubiéramos puesto al pié del articulo el nom-
bre del Sr. Pizzurno (que se nos ha manifestado es el autor del tra-
bajo en cuestión) que no una simple X, porque somos de los que
no gustan de incó.r;nitas m~ts qt:e en el terreno de las matemáticas.
Se nos podt•á decir que es indisculpable en nosotros, el no haber-
nos enterado de lo que publica un colega de tanta autoridad y va-
lía como lo es la <<Revista de Enseñanza», pero, cabalmente nos sú-
cedi(i á nosotros lo mismo que a nuestro colega.
Segün su confesión, no leyó el artículo por nosotros publicado h¡¡.s-
ta que el autor, (el Sr. Pízzurno) le indicó el error por nosotros co-
metido, y nosotroR no leimos el numero 15 de nuestro carisimo
comp<tñero en la pren 'a, hasta después de habernos enterado del
suelto á que contestamos, porque, si antes hubiéramos notado el
error en que, gt•acias al Magisterio Español, incurrimos, crea la
«Revista de Enseiian:::a>) que con el mayor placer hubiéramos rec-
tificado.
Pero, á nosotros, lo mismó que á nuestro apreciabilísimo coft•ade,
11os ha llamado 1(.1, atención la X (la incógnita), y como es n::ttut•al, le
hemos buscado una solución, y ésta ha servido 'para enseñarnos
una cosa que no cspeeábamos, y es, c¡ue nuestro querido amigo Piz-
zur-no nos lee con mayor atención que sus compaiíeros de redac-
ción, puesto que desue Suecia, (según declaración de nuestro cale-
- 361-
ga) lla visto y hecho notar á sus:colaboradores, lo que ellos, sin esta ad-
vertencia, quizá no hubieran notado jamás.
1 f::auje. - Jlan empezado á vis;tarnos los siguientes colegas con
Jos cuales establecemos el correspondiente canje:
Revista de la Biblioteca de la Rioja, Revista Escolar de Carta-
g·ena; Il nuovo educatore de Roma; Britsh & Colonial p¡·inte?· &
, 'talione¡· and BooksellC'l'S Ci1·cular, de Londres; El Instt·ucto? ',
Ag•ascalien tes; La Palestra, de Palermo. Lt'z y Verdad, de La.
Plata y La Vo::-, de Santa Marta.
e La Estloela Prlmarla.• - Este periódico, uno de los mejores,
no sólo de Méjico sinó de la América entera, ha entrado en el cuarto
año de su publicación. Enviámosle con 't al motivo un ardiente voto
de simpatía, del cual es en extremo merecedor por sn fé, por la altura
con que discute y por el empeño tenáz con que persigue para su pa-
tria un sólido y rápido progreso escolar.
•O ltlovlmeuto•.-Agradecemos á este distinguido colega brasi-
leño los honrosos conceptos que nos ha dedicado y que no transcribi-
mos por absoluta carencia de espacio.
Rasgo heróleo.-No eE> posible leer sin profunda emoción lo
que vamos á copiar de un diario de Madrid del veinte y tres de
Agosto:
«LA NOVICIA PABI.A SARRABLO.-Un oficial de hojalatería, llamado
Fr.ancisco Navarro, vecino de Zaragoza y habitante en una casa de
la calle Verónica de aquella ciudad, se presentó hace cinco días á la
superiora de la congregación de Siervas de Maria, pidiendo la asis-
tencia de una hermana para su esposa enferma. La superiora ma-
nifestó que todas las ]¡e ~·manas estaban de servicio; pero que, si era
grande la necesidad de la asistencia, la prestaría una novicia, hasta
que pudiera ser sustituida por una hermana. Agradeció el favor
Frangisco Navarro y momentos después estaba á la cabecera de la
enferma la novicia Pabla Sarrablo y Bagüete, de quince años de
~ edad, natural de Sesa (Huasca) é hija de un profesor de primera en-
señanza.
Pabla cumplia sus deberes de enf<:Jrmera con cariñosa solicitud.
Antean che después de acostar á los niños de Navarro y de lograr
que éste se retirara á descansar, se tlirigió á la cocina de la habita-
ción para calentar alimento para la enferma.
El alcohol de la vasija que contenía la que iba á tomar la mujer
de Navarro, derramóse sobre las i·opas de la novicia enfermera, é
instantes después se incendiaron. La novicia se dirigió á la escale-
ra, sin duela para pedir auxilio á los vecinos. No quiso llamar á na-
die en la habitación, para no producir alarma que pudiera impresio-
nar á la enferma y para no despertar á los que estaban descansando,.
-362-
A LA PRENSA.
Al entrar en el terce¡· año de su publicación la RE-
VISTA DEL CENTRO UNIÓN NoRMALISTA saluda afectuosa-
mente á sus colegas de la prensa nacional y e(l}trangera.
A NUESTlROS SUS'ClRITORES.
Pedimos dísculpa á nuestros suscritores por la invo-
luntaria interrupción que ha e{1}perimentado la publi-
cación de nuestra REVISTA, debido á causas superiores
á nuestra voluntad.
Lrr, vida de una publicación p6dagcígica, está, por
d~sgracia, sugeta siempre á mil contrariedades que no
siempre pueden vencer el desinterés y coílstancia de
de los que las redactan.
Esperamos que de hoy en adelante, 1westra publi-
cación aparecerá regularmente y que no tendremos
necesidad de apelar nuevamante á ta benevolencia de
nuestros favorecedores.
LA REDACCIÓN.
366 -
NOTAS E IMPRESIONES®
La regularidad es una condición indispensable para la buen·t
marcha de una Escuela, y en nombre de ella es que vamos á per-
mitirnos hacer una observación al C. N. de Educación.
Según los Reglamentos vigeutes, las clases deben durar torios
los días cinco horas; de las 11 de la mañana á las 4 de la tarde.
Pet·o, sucede que durante más de seis meses se convoca al per-
sonal docente de uuestras escuelas para celebrar conferencias,
doctrinales unas veces y prácticas las otras.
Cuando esto sucede, es costumbre despedir á los niños á la una
pasado meridiano; de modo que, de los cuatro sábados que ordina-
riamente tiene el mes, sólo en uno se dá clase hasta las cuatro de
la tarde.
¿No cree el C. N. que sería mejoe ordenar que durante el perío-
do de las conferencias las clases terminaran todos los Sábado!> á
la l de la tarde?
Así se evitaría el disgusto de los padres de .familia que ven con
malos ojos que un día se salga á la una y otro á las cuatro, y se
abonarían á los maestros disgustos y malos rato-s.
*
* *
Parece que el C. N. de Educación ha r·esuelto obligat· á todos
los maestros, sub-preceptores y ayudantes que no tengan diploma,
i rendir exámen, á fin de legalizar la situación de los buenos, se-
parando al propio tiempo á los inservibles.
Creemos digna de aplauso la resolución del C. N. pero erre-
mos que sería mejot• que los exámenes se vet·ificaran en Di-
ciembre.
Los empleados tenddan más tiempo para prepararse, y se evi-
taría el desórden que se sentirá en nuestros establecimientos de
educación con la obligada ausencia de 3 00 ó 400 empleados, ya
que, según se dice, este es el número de los que carecen de
título.
*
* *
Es sensible lo que sucede, pet·o hay que decirlo.
Es el caso que en muchos distritos, hay un número rle maestros
que han tomado la costumbre de no concurrit· á las conferencias
pt•ácticas .
Como es de suponer, este ejemplo dá resultados poco lisonjeros,
al extremo de haber distrito en que, sobre PO empleados, solo 15
ó 20 asisten á las rE>uniones.
-367-
n08, q ne sepan morir por la patria bendiciendo sus leyes, no, este
sot·ia uno da los fin es, pero no el único; la educación cívica debe
f,rmar el corazón de los ciudadanos, para que amantes de su suelo
1.:1 tal tt•abajen por su engrandecimiento. Las gt•andes mejoras,
las obras monumentales de ornato ó de ntili<hl.d pública, sólo se ha11
i"ealizado por amor á la distinción y á la gloria, ó por el convencí-
miento de las ventajas que a1uellas prop·>rcionaban á l<~. sociedad.
La educació:1 moral forma al hombt·e virtuoso; si á esta se le agrega
la educación cívica, se tendrá un ciudadano honrad~ y laborioso
que tra.bajará siempre por el progreso de su pnis natal.
La educación considerada como arte, es el conjunto de reglas qno
debe seguir el maestro ó los padres de familia, para. rlespertr.r y
c11ltivar las facultades in tele rtuales, las inclinaciones afectivas, guillt'
ul desenvolvimiento del carácter .V favorecer el desar: ollo físico del
niño, pan\ concurrir al perfecci onfl.miento simultáneo de las facul-
taJes física~. morales é Intelectual es.
Cnando alguna de estas partes prepondera en la educMión, se re-
si enten las facultada'! que se han descnidado. Así In educación
física sola, puede producir hombres robustos, listos en los ejercicios
corporales, pero incultos é ignorantes, como un salvaje que no ha
t'l'cibido el ba'ntismo de la civilizaciór., la sola educación intelectual
da lugar á hombres débiles corporalm ente, poderosos por su cultura
y terribles por su inmoralidad; por último, la educación moral sola,
pt·oduce hombres ineptos para todo trabajo que pneda ser iltil á su
propio bienesta1· y al de sus semejantes; son seres inofensivos pero
perfectamente inútiles. De aqui la conveniencia de dir·igir ia edu-
cación en el sentido de formar al hombre completo como Jo exige su
propia naturaleza y la misión social que tiene que llenar.
Como ciencia, la educación tiene que astudiar profundamente la
organización y sus leyes fisiológicas, la forma de su desenvolvi-
miento y las relacione~ tan intimas que tiene con el espíritu. Así
mismo considera el espíritu y sus facultades, la evolurión del ca-
rácter y las modalidades que imprime el desarrollo físico é intelec-
tual. Tiene que considerar In influencia de la raza, la organización
de la familia, las aptitudes individuales y otras muchas circunstan-
cias accesorias que debe tener en cuenta el pedagogo, para ir adap-
tfl ndo las leyes generala¡; de la educación á cada caso particular.
Por lo tanto, la ciencia de la educación est'á basada en el conoci-
miento del ser humano y la.s leyes que presiden á su desarrollo na-
tural, para aprovechar las fuenas psiquicas y fisiológicas y armoni-
zadas, guiándolas hacia el mayor perfeccionamiento del individuo,
de la familia y de la sociedad.
La educación uniforme en la escuela y en la familia, imprime á
las costumbres un carácter especial que sirve de termómetro á la
sociología para medit• el grado de cultura que una sociedad ha ~~ol
canzado. Una colectividad que no tiene costumbres detinidaR,
uonde el gusto egoísta impera sobre las reglas de conducta social,
puede asegurarse que caraca de educación uniforme, y ni la instruc-
ción pública ni la educación privada pueden formar ciudadanos cul-·
-374-
llliiiiiiiO ...
1-El leng uaje de los ges tos, movimi ento de los ojoa. accion es etc., etc.,
es sintético y no puede es tar s uj eto al análisrs g ramatica l.
2-Desde 1492, que Antonio de Ne_brij a p~blicó la primer.a _gr amir.tica
españo la hasta la fecha, se ha n pubhcado mrllares de g ra matl(·as caste-
llanas, y' nin g una ll ena su cometido según las ex igencias del idioma.
3-Una len g ua muere c uando pie1·de s u fon éti ca, y los que apren.den
una leng ua muerta, no pueden habl_arla, por más qu~ e pan .su g ramáti ca ·
Muchos hay qu e conocen muy b1e n _una leng ua v1va, y Sl!l emba rgo ~ o
a hablan. ¿Cuántos españole,;¡ y amcr rcanos co noca n muy b1en la g rama-
tH:a fran cesa, ingl esa, alemana, etc., y srn embar go no hablan nrn g una de
estas lenguas 1
4-Cada perso na ti ene su forma de lenguaje y qua no es posible suj_e~ar
á r eglas g ramati cales, porque seria tanto como hacer un a gram atrca
para cada individuo.
-377-
A.UUSACIONES DE LA li:STA.DISTICA.
-----------
OSERV AOIONES
SOBRE EL TRATAMIENTO DE UN TROZO DE LECTURA.
III.-Ler:tura ele los alumnos y esplicaciones ele las palabras que oft·ezcan
dificttltetd.
Al hacer leer á los alumnos, me fijaré mucho en el modo de pararse
y de tomar el libro, sobre lo que se refiere á las (lderentes faltas que
pueden cometer, y para no repetir lo que dejo dicho OH ~1 segundo pun·
to, bástame decir que 1110 esforzaré por que todos lt'S alumno!> imiten
mi lectura lo más fiel que sea posible. En caso que el tiempo me lo per-
mita, haré que todos los niños lean, aúnque sea un pensamiento bas-
tante corto cada uno, porque es de advertir que estt> detalle es nna de
las cosas importantes que todo maestro debe tener presente en el trata-
miento de un trozo de lectura.
A medida que los alumnos vayan encontrando las palabras que ofre-
cen alguna dificultad, pediré la esplicación de su significado, pero sólo
cuando se haya leído todo el pensamiento en el cnal se encuentra incluí-
Ja cada una de estas palabras. Esto tiene sn razón de ser, porque como
sabemos, existen en castellano va1·ias palabras que tienen distintas acep-
ci~Jnes, y el autor puede usar estas en una ú otra, según el pensamiento
que quiera expresar.
Las palabras cuya esplicación de su significado pediré, son la que se
encueatran comprendidas en las siguientes preguntas:
M.- ·A quiénes se llaman condiscípulos(
A. -~e llaman condiscípulos á los que han estudiado juntos en una
escuela .
M.- ·A qué se da el nombre de golosinas?
A.-§e da el nombre de golosinas á ciertas cosas de comestibles que
más bien son perjudiciales gue alimenticias.
M.-¿_9ué es una mariposa?
A.-Una mariposa es un insecto muy bonito que generalmente vuela
por los huertos y jardines.
M.-¿Qué es un estanque?
A.-Un estanque es nn gran po~o ó fuente que sirve para mantener
agna por un largo tiempo.
M.-·Qué quieren decir las palabras nadaba medianamente?
A. -Las palabras nadaba medianamente quieren decir que sabia nadar
muy poco.
M.- ¿Qué otras palabras podemos usar en lugar de arrojó?
A. -En lugar de arrojó podemos usar las palabras botó, lanzó, etc.
-386-
ner muy presente que este punto bien pensado y desarrollado por el ins-
titutor, influye considerab:emente de una manera muy notable en el cu l-
tivo de los buenos sentimie 1tos y en la fonn.ación del corazón de los edu-
cando$.
Antes de poner término á este pequeño articulo, hubiera querido dar
una explicación sobre la importancia que tienen cada uno de los pLmtos
que menciona nuestra disposición en el presente trozo desarrollado, pero
el poco tiempo de que dispongo 110 me lo permite; por eso mismo sólo
me concreto á decir qne todos ellos son necesarios é indispensables para
alcanzar y saborear los sazonados y abundantes frutos que está llamada
á producir la enseñanza del ramo de lectura.
Si el presente trabajo fuera acojido favorablemente por nuestros inte-
lijentes instit.utores. si él ejerciera alguna influencia en el mejor resulta-
d o ole la enseñanza del importante ramo de lectura, podría decu· que
había alcanzado mi objeto, y, por consiguiente, me congratulada sobre -
manera al ver Hatisfec!Jos mis deseos y cumplidas rais aspiraciones.
NICANOR TRONCOSO C.
Alumno de la Escuela Normal ele Santi ago.
VARIEDADES
El GRAN MAESTRO.
IMPRESIONES DE ARTISTA·
Como dos horas haría que estaba pintando, y bien que mal em-
pezabnn las casas y la higuera á trasladarse á la hoja del álbum,
cuando me llegó á los oldos un concierto de voces delgadas y des-
templadas que destrozaban el Ave Maria; oyóse cantar UI'IOS cuan-
tos gallos, y una catervfl. de mu}hachos desa1·ropados, los más des-
calzos, sin gorra casi todos y gritando al unísono, salió de la puerta
pintad a de almagre, que era la de la escuela, y de una corrida se
plantó donde yo pintaba.
De pronto cesó el griterío, y un solemne silencio se hizo en mi
rededor, sólo interrumpido por tal cual chichisveo á mi espalda.
-Un señor que mapa.
-Quiál que pinta.
-Chico, qué bien lo hace.
-Mira qué tintes que tiene en esta caja.
-Son colores.
Y todo volvió á quedar en un silencio aumentado todavía por el
canturreo de las cigarras de la higuera.
Poco á poco los espectadores se me fueron lit•~ralmente pegando
como moscas; cada uno se acomodaba del mejor modo, y un roce de
calzones ó una rodilla que crugla me indicaban que uno se sentaba y
otro se arrodillaba.
-Ahora pone el azul! decía una voz con verdadero asombro.
-Si es verde!
-Vaya, que es azul, tverdad Paquito1
-Es azul. .. pero verdea.
Y todo esto volvió al silencio, no oyéndose sinó el gemido de los
grasi•mtos cuellos de camisa al levantarse todas las cabezas según
yo levantaba lu mía y al bajarse cuando yo volvía á clavar la vista
en el álbum.
En esto llE>gó un espectador de más peso que los anteriores: era
un zángano de 14 ó 15 años, macizo y fornido, que con aire de pro-
tección se unió al grupo abriéndose paso hasta tocarme el codo.
Miró atentamente lo que yo pintaba, no menos atentamente miró
las casas, volvió á examinar la copia, examinó de nuevo el original ,
y después de mucho repetir esta comparación, exclamó:
-Te juro que retrata bien.
-¡Verdad que retrata bien~ le preguntó envalentonado uno de
los chicuelos.
-Muy bien, repitió el zángano con aire sentencioso; lo hace
ugual, ugual.
Y todos los circunstantes repitieron en voz baja: Uguall uguall-
y Apor qué ocultarlo1 una ráfaga de satisfacción batió mi semblante
y parecióme ver que en efecto, lo hacía igual.
Al cabo de un buen rato el muchachote se incorpflrO como para
marcharso, y echando al álbum una última mirada murmuró otra
vez:
-Ugual, ugual, talmente se mueve. Confiésoos que ésta última
observación me sorprendió de tal modo, que, levantando la cabeza,
miré al crítico y le pregunté:
390-
MUY INGENIOSO.
día, sin armar ruido, sin divertirse ni jugar. ¡Dichosos los maestros que
han de lidiar con semejantes discipnlns!
Un chino duerme perfectamente en cualquier parte, sin que le perju-
dique el estruendo de las máquinas, ni los gritos de los niños, ni el cla-
moreo de los adultus.
Duermen sin interrupción, lo mismo en su cama que en el suelo.
En una palabra: los chinos no tienen nervios, ó mejor dicho, desco-
nocen la enfermedad moderna de los européos: la neurosis.
¡Dichosos ellos!
LA ENSEÑANZA AGRÍCoLA . -De una correspondencia dirijida desde Ma-
drid por el Sr. Enrique Ortega, á La Prensa de esta CaFital, transCJ·ibi-
mos lo siguiente.
((La enseñanza agrícola elemental, dada en las escuelas primarias, es
principio apatlrinado por el Congreso pedagógico celebrado en París y
que se trata de aplicar en España, con muy buen acuerdo.
Es claro que no se trata de hacer agricultores en esos primeros años:
pero completando el pensamiento de Froebel, conviene dar á los niño!>
de seis á trece años y por los medios escolares, el gusto de las cosas
agrícolas y el espíritu de observación que les ponga en aptitud de com-
prender lo que sobre ese tema escriben los vulgarizadores de la
ciencia.
En la escuela superior debe la enseñanza agrícola tomar desenvolvi-
miento mayor, estableciéndose curso especial de agricultura con mani-
pulaciones y ejercicios prácticos en la huerta y en el campo de experi-
mentación.
Y en la N ormH.l seria el curso de agricultura de la extensión necesaria
para poderle á su vez dictar y enseñar prácticamente en las escuelas ele-
mentales y superiores.
Por si no recuerdan ustedes las conclusiones á que se llegó en el Con-
greso pedagógico las reproduciré en seguida:
¡a La enseñanza agrícola de la escuela primaria, auxiliada con fre-
cuencia por las lecciones, trabajos personales (deberes), lecturas, y, so-
bre todo, por ol museo, la huerta y los paseos escolares, se apoyará es-
pecialmente sobre experiencias sencillas relativas al desanollo <le los
vegetales.
2a En la escuela primaria superict·, el curso especial de agricultura y
las demostraciones en el campo de expedmentación, seran particular-
mente apropiadas á las necesidades locales y regionales.
3a Eu la escuela normal, los alumnos serán puestos en estado de dar
la enseíianza agricola en las condiciones enunciadas en los dos párrafos
precedentes.
Como en la República Argentina ha tomado la agricultura el alto
vuelo á que le dán jnsto dert che• sus inmensos y fértiles campos, esa
- 390-
AVISO IMPORTANTE
= QQ"iiiiiií - -- -
1
-398-
*
* *
No somos de aquellos que suponen que ,¡J maeetro ha de tener
una coustisución física incapáz de alterarse y de verse libre de las
enfermedades que asedian á la pobre humanidad, pero tampoco po-
demos creer en muchos casos de en('ermedad por conveniencia que
tanto perjudican á la enseñanza.
Pensando P-n estos abusos se nos ocurr~ preguntar: te! Cuerpo
Médico Escolar no podría cortarlos de una vez para siempre?
A nuestro parecer, creemos que sí.
En vez de aceptar el certificado médico que presenta el interesado
á dicha corporación, y qu~ tan fácil es de conseguir sin haber estado
enfermo ni una hora, creémos más acertado exigir de cada Director
de escuela un aviso de la falta del maestro que le haya comunicado
hallarse enfermo para que á su vez el Cuerpo Médico envíe á su do-
micilio á nno de sus empleados para cerciorarse y hacer constar que
realmente es la enfermedad a ó b la que le imposibilita de asistir á
clase.
Desearíamos que esta corporación dependiente del Consejo Na-
cional de Educación, tomara al respecto alguna medida como la que
apuntamos ú otra cualquiera que hiciera desaparecer de nuestras
escuelas los enfermos de pereza.
*
* *
Digna de aplauso es la nota pasada por el Consejo Nacional de
Educación á la Inspección Técnica. Por ella se trata de cortar para
siempre ciel'bs abusos ir.justificables que hasta ahora se venían co-
metiendo en algunaR escuelas, especialmente en las de niñas, exi-
giendo á las alnmnas trajes más ú meno,¡ lujosos, útiles supérfluos
y costosos y hasta cuadernos cuyas tapas tuvieran el mismo color.
Esas exigencias son completamente absurdas y ridículas en un
país como el nuestro, esencialmente democrático, y son hasta con-
trarias á la Ley y á toda idea de economía y orden.
Bueno es que se acostumbre á la mujer argentina, desde niña á
la humildad y á la modestia y no á la. vanidad, al lujo y al orgullo
que conducen á la fa.milia y á la sociedad por el camino de la des-
mor&lización.
I.
ENSEÑANZA DE LA GRUIATICA.
CARTA ABIERTA.
Mi q,u1Jrido Cárlos:
por eso menos cierto que hay que tenerlas en cuenta y acatarlas
siernpr6 que se trate de conseguit· ese máximun de función cere-
bral que reclama la elocuencia. Esa costumbre mod ~ rna de cele-
brar festines como protexto para pronunciar discursos es una
práctica reñida con las leyes fisiológicas de la oratoria;· todas las
exc:taciones cerebral es del momento, todo el cúmulo del calor es-
piritual despertado por el vino, por el café y por la animación rui-
dosa de los comensales, n•J son baslaute á impedir que el estóma-
go &e lleve para su función una gran parte de la energia viva del
orador, que á la vez se t·esta en su pet-fllcto equivalente de ia luz
sublime de su espíritu.
DR. MARTIN DE SALAZAR.
ORIGEN DE LA FABULA.
La Fábula ha sido un factor muy importante en la enseñanza de
la juventud y de los hombres) desde las más remotas edades, pero
a penas habrá un fabulista que haya investigado el oi'Ígen de ese
modo casi instiotivo de disfrazar la verdad para corregir los vicios
y los defectos humanos sin herir la susceptibilidad de quien este car-
gado de aquellos.
Es verdad que hay fabulas llamadas Milesias que nada enseñan, y
sólo sirven para entretener á los niños (,deleitar a los adultos, pero
siempre se encuentt·a en ellas la inventiva de la r.arraci.)n, la agu-
deza del espíritu y son útiles porque proporcionan un medio de dis-
traer el ócio cuando ha.y necesidad de dejar á un lado los trabajos
serios.
La verdadera fábula lleva el nombre de Apólogo, como su nom.
bre lo indica, es un cuento qua tiene por objeto dar una lección
moral é instructiva.
A penas habrá una escuela en todo el mundo donde uc• so ponga en
manos de los niños un libro de fábulas para que se enseñen a leer 6
para que a!lrendan á recitarlas. La aceptación u ni versal do la fá-
bula como elemento pedagógico, prueba suficientemente su ~tilidad
sancionada ya por la experiencia do muchas generaciones.
Por lo mismo que el fin práctico de estos cuentecitos es despel'tar
la curiosidad de los niños o el iuterés de los hombres, para causar
una impresión saludable según \;:t enseñanza moral que la fábula
-416-
•
-418-
-
y de un rubio sucio; rostros quemados por el sol, color de patata ó
de torta echada á perder; muchos sin medias, con los piés metidos
en zuecos ó en zapatones sin cintas; envueltos ~n camisas burdas
abiertas, que dejaban al descubierto el pecho y el vientre, vestido~
pon chat1 uetas de f1tstán desteñido; que todos jnfitos exhalaban un
olor irresistible de heno. La m!lyor partf' llevaban blusas y cuader-
nos metidos en talegog de trapo viejo, pendientes de una c11erda,
que conservaban coma tahalí durante la clase. Iban con escamas en
la cara y en el pescuezu; con l11s ropas manchadas de lodo y llenas
de paja, y se disputaban los sitios á cod!lzos y patadas; poníanse des-
pués las manos en la boca ó en la cabeza, rascábanse el pecho y Jo~
sobacos lo mismo que si tuvieran sarna, ó se enjugaban los rostros
sudorosos con las manos llenas de tinta, y quedaban negros como
lleneros; uno se levantaba los pantalones hasta media pierna, como
para vadear un arroyo; otro levantaba la rodilla 'desnuda ha>ta el
horde del banco; éste mascaba como hambriento la correa de cuero:
nquél perdía un zneco, cuya caída producía ruido espantoso, y el
de más allá se arreglaba las uñ::ts de los pits. El maestro experi-
mentó la primera vez cierto sentimiento de disgusto, como el qun
lmbría experimentado ante un!! piara de marranillos. Eran estos Jo~
tipejos de los aldeanos de mañana, I'otosos, desconfiados, arteros,
a lgunos con hocicos de macacos, que á primera vis la le pareció que
debían haberse tenido enjaulados un mes, antes de dejarlos sueltos
- 121 -
fANTÓGRAFO ECONÓMICO.
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-426-
EL CUBIERTO.
MODELO DE UNA LECCIÓN D E COSAS.
D.-Realmente ninguno.
(Si se dispone de algún cuchillo de trinchar, puede aprovecharse
para una comparación de su forma y dimensiones en sus usos. Pue ·
den también presentarse algunos otros instrumentos cortantes,
como cortaplumas, navaja de barba, etc., y hac'ó!i' comparaciones
análogas.)
M.-1,C6mo se llilma 1& parte cortante del cuchillo~
D.-La hoja.
M.-tDe quá es1
D.-De acero.
(Podria aprovecharse la oportunidad para d dr á conocer las pro-
pietlades del fierro y del acero, valiéndose, por ejemplo, de un pe-
dazo de aro de barril; esto si el niño no distingue uno de otro; en
este caso hágase uotar por preguntas adecuadas, que el fierro servi-
ría poco para hacer hojas cortantes, por su poca dureza y elasti-
cidad.
MANUEL FLORES.
-···1! ! 1
(1) Tomamos estos datos del '' Boletú1 de Enseña11zoa p,•ima1'ia " .
-431-
ESPAÑA.
El Ministerio de Fomento ha pasado una nota á la Direc..:ión
General de Instrucción Pública, ordenando que se recomiendE> á
los maestros y maestras de las escuelas rurales la adopción de
ca•·teles~ muestras, cartillas y libros de lectura en que, al lado de
aquellas máximas y enseñanzas que la experiencia ha demostrado
deben inculcarse á los !t.lumnos, figuren utras relacionadas con la
agricultura, mejora del cultivo, protección á los animales útiles,
etc.; « especialmente, dice, tratándose de los hijos de nuest1·os
hombt•es de campo, conviene que desde la más tierna edad miren
con respeto y afición la profesión de sus padres, y aún, que apren-
dan aquellas máximas sencillísimas que pueden contribuir á rom-
per con la rutina, que es el mayor obstáculo con que tropieza el
prog•·eso del cultivo.
-432-
------- -- ---j - ~-
8 años 35 29 35 8 años 25 20 27
9 )) 41 39 50 9 )) 28 27 32
10 )) 4.5 59 56 10 )) 31 34 37
11 >> 48 GO 67 11 )) 35 38 46
12 )) 52 71 76 12 )) 39 46 50
13 )) 63 80 84 13 )) 43 54 60
14 )) 71 90 94 14 )) 47 62 67
15 )) 80 104 105 15 )) 51 67 80
1G )) 1 95 112 110 1G )) 57 69 80
17 )) 110 118 122 17 )) 63 70 79
18 )) 118 1 122 126 18 )) 67 70
19 )) 125 129 19 )) 71
1
SEXO MASCULINO
SEXO FEMENINO
(2) Bruselas.
(3) 'l 'urin.
(4) Boston.
(5) Francia.
(6) Suecia.
-439-
PESO EN KILÓGRAMOS
SEXO MASCULINO
-
EDAD Qut~telet Pagliaui Bowditch Sappey
1
SEXO FEMENINO
FRANCIA..
I GLATERRA.
La educación primaria es en Inglater1·a obligatoria desde los
cinco hasta los trece años de edad, debiendo el alumno contin11ar
un año mas cuando no habie1·e alcanzado el grado de instrucción
que la ley determina, á los trece años.
El programa general de estudios, establecido por el Departa-
mento de Educación, comprende: lectura, esct·itut·a, att·iméticas,
inglés, geogt·afía. y ciencia elemental; para las ninas, t1·abajos de
aguja.
La obligación puede cumplit·se en las escuelas del <<Boal'Cl
Schools», en las sostenidas por las comunidades religiosas, en
otl'O número de escuelas privadas ó en familia. Pero aunque
exi~>ten visitadores q¡.te llevan un t·egistt·o en el que insertan a
todos los niiios del respectivo distrito, la obli·gación no es uu
hecho más que en las disposiciones escl'itas, reinando igualmente
mucha libertad en las materias que son objeto de ··studio y en la
extensión con que se desarrollan.
Los directo1·es de las escuelas pueden y suelen también, en
múltiples circunstancias, extcndet' los estudios y agregar, pot·
ejemplo, álgebm, historia naci0nal, química, mecác.ica, h·ancés,
latín, economía dom éstica, etc.
MÉJICO
Reproducimos un extt·aclo del discurso p1•onunciado po1· el señal'
Baranda, Mintstt·o de Insteucción Pública, al inaugural' las sesio-
nes del Congreso P edagógico Mejicano.
Manifestó que, pa ~ad:.:. ya la época de disc••rdias civiles y con-
solidada la pn. era Y<t tiempo du ocuparse de la en:>eñanza pú-
bil ca; que la in s tmccióo es la ua e de la sociedad, particulannente
en las R upública&; que el Estado no puede de;;enteuJerse de la
educación e nteramente, corno¡,¡ demue~ll'a el ejemplo de Lodas
las naciones, inclusa la lnglatet·t·a, que es la má;; liue ral <i c. le
respecto. AJiadió r¡u0 en todoi:l lo::; Estados se u·abaja pot• la di-
fusi, '• n y mejol'amienLo de la instrucción publica, y que e1·a con-
veniente y oportuno adunat· eso esfuet·zos dispersos pat·a darle
ma<;; eficacia y honwgeneidad, á cuyo fin había convocado el
Cougt·eso de Instrucción pat·a uniforma1· en Loda la República la
enscii.anza p1·irnaria, prepat·atoria y profesional. Después de asen-
tal' que el Estado Lieue Ller ,~ cho para irnpouet· la instl'ucción obli-
- 442-
Nociones de fisiología.
Segundo curso de idioma ingles.
Primer curso de pedagogía, comprendiendo: elementos de psic6
logia, lógica, moral y metodología, con especialidad el sistemA
FrreLel.
Gramática española y ejercicios de composición.
Ejercicios ele caligrafía y dibujo aplicado a la enseñanza.
Canto coral.
Ejercicios militares.
Práctica de la ensel1anza en las escuelas anexas.
Cuarto año.-Nociones de medicina doméstica y de higiene
doméstica y escolar, comprendiendo la práctica de la vacuna.
Elementos de Det·echo Constitucional.
Elementos de Economía Política.
Segundo curso de padagogía,comprendiendo: metolodología (con-
tinuación de la anterior), organización y disciplina escolar,historia
de la pedagogía.
Ejercicios de caligrafía y dibujo aplicado á la enseñanza.
Gimnástica.
Canto coral.
Ejercicios militares.
Práctica de la enseñanza en la escuela anexa y ejercicios de
crítica pedagógica.
RESOLUCIONES.
Ernolurnen/os ele los maestro$.
ta Se retribuirá de una manera digna al profesorado y en pro-
porción con las exigencias de cada localidad, apreciadu por las
autoridades 1·especti vas.
2a Las autoridades procurarán distinguir· á los profesores dán-
doles puestos, comisiones, ó cargos honorificos, que sean compa-
tihles con sus ocupaciones.
3a Se exceptuará al profesorado.
1. Del servicio de guardia nacional.
li. De cualquier cargo consejil.
lll. De toda contl'Íbucián personal.
4° Al profesor que hubiera llenado su cometido satisfactoria-
mente, diatinguiéndose por su dedicación y el buen aprovecha ·
miento de sus alumnos, se adjudica•·á como premio á sus méritos
y servicios :
-446-
PERÚ.
A fin de estimulat· y despertar el interés por las cuestiones de
enseñanza, la dirección de nuestro colega La Instrucción, intere-
sante revista pedagógica que se publica en Lima, ha convocado
para el mes de Junio próximo á los maestros y á todas las perso-
sonas que se interesen por la educación popular, á un certamen
pedagógico.
Las disertaciones versarán sobre estos tres temas:
-447-
PRUSIA.
SUECIA.
El número de maestros suecos era en 1885 de 4.9~3, lo que
constituye un aumento de 94 sobre la estadística de 1880; el nú-
mero de maestras, que era de 6. 748 en el mismo año, aumentó
en 1.210 sobre las de año 1880.
Con:rario a lo que se manifiesta eon otros Estados, las mujeres
forman la mayoría del personal enseñante.
-El 17 de Diciembre terminó el curso número 48 de trabajo
manual en la Escuela Normal de Naa.s, con las fiestas de estilo.
El discurso del DirPctor Dr. Salomón, fué magnífico, lleno de
expresiones cariñosas y de simpatía hacia los alumnos.
A este curso asistieron 51 alumno, divididos así: 46 suecos,
1 nuruego, 1 filandés, 2 norteamericanos y 1 chileno. - De
este total18 eran mujeres .
Los cursos de este año tendrán lugar en la siguientes épocas:
número 49, de Enero 8 á Febrero 9 (só lo par·a señorita"); número
50, de Mayo 29 á Julio 8; número 51, de Julio 30 á Setiembre 9;
número 52, de Novi embre 5 á Diciembre 16.
GUATEMALA.
Según el últimq censo escolar e l numero de niños en edad de
recibir instrucción asciende á 130.738.
IJurante el año escolar de 1889 funcionat·on en la República 643
escuelas de niños, 338 de niñas, 50 mixtas, 65 de obreros y 7 de
olwet·as, lo que dá un total de 1.103 escuelas regenteadas por
86~ maestros y 494 maestras, que forman un total de 1.356 em-
pl eados. El tesoro de la Nación gastó 306.108 pesos, las Munici-
palidades 29.902 pesos y los pat·ticulares 5.811 pesos: total de
gastos 341.821 pesos. La asistflncia á las escu·31as públicas arroja
un total de 54.114, dividida de la man era siguiente: 52.522 niños,
18.025 niñas y 3.567 adultos. Las escuelas privadas figuran en
número de 49, con una asistencia de 954 niños y 747 niñas. El
mismo año graduáronse 45 alumnos de lns diversas facultades y
los que obtuvieroll el título de Ma.estr·osdelnstrucción primaria fué
de 40.
La memoria prescn tada por el Ministro de Instrucción Pública, de
la yue tomamos los datos que anteceden, demuestra de una ma-
nera evidente que la República de Guatemala lJ•ata de coloearse,
en materia de instrucción, á la par de las naciones americanas
más adelantadas.
-450-
Presentes. a
En Buenvs Aires, 29 ele Mayo de 1890, el señor
Lui s Su::trez , presirlente del Centro, declaró abierta
~~!~:~ k: l::t sesión á las 9 p. m., estando pre~entes lor.> miem-
Lamadrid. bros al margen inscriptos.
Pizzurno. Leída y aprobada el acta de la anterior, se pasó á
Garbea. la orden del dia, que la constituía el nombramiento
~~~;lsr.a. de P1·esidente, Secretario, Tesorero y un Vocal.
Aubin. La votación fué como de costumbre, escrita y se-
Oiivé. rreta,dando el siguiente resultado: Presidente, Sr.To-
~~~~~~ini. más¡Piñero ; Secretario, Sr. Felipe Sanchez Mendoza;
Schuster. Vocal, Sr. Lui s Suar•·z; siendo reelecto por unanimi-
Meggy. dad para Tesorero, el señor Emilio R. Olivé.
Piñero. l11tegr:v\a la C0mi~ión Directiva, el seño1' Aubín
Fernandez.
Po•· hetu. toma l::t palabra y prese nta, de vivn voz, su renuncia
Ojeda. indeclinable de rodactor de la Revista órgano del
Amarilla. Centro; el señor Olivé que también era redactor de
Jicha publicación, pidió se agregase su ;•enuncia a la del señor Au-
bín. La ARamblca r eso lvió aceptarlas en vista de su carácter ind e-
clinable, aplazando para otra sesión el nombramiento de las perso-
nas que puedan reemplazarles.
El señor Pizzumo leyó una nota del pedagogo italiano seña¡· de
Gabriulli, en la cual manifiesta aceptar el nc~n;bramiento de miem-
bro corresponsal del Centro Normalista, agradeciendo en términos
muy corteses la distinción de que era objeto. Se resolvió publicarla
y archivarla.
En seguida, el senor Suarez invitó al Tesorero señor Olivé, para
que diera cuenta á la asamblea del estado pecuniario del Centro;
1¡uién una vez t erminada la lectura de su balance, hizo presente que
había mnchos socios morosos, pidiendo a la Asamblea que tomara
una medida al respecto. Se resolvió pasarles una nota circular por
secretaría.
El señor Luis Suarez, después de leer su memoria reglamentaria
invitó al Presidente electo á que tomase pos P.sión de su puesto .
Acto continuo, el senor Lamadrid pide la palabr·a y presenta su
renuncia indeclinable de Pro-Secretario del Centro. Después de
discutida fué aceptada.; pero se resolvió dejar para la próxima sesión
el nornbrami'3nto de quiénocupase dicho puesto.
Se levantó la sesión á las 10 y 10 p. m.
ToMÁs PIÑERO.
Manuel A. Amarilla.
-451-
-------~~--------
-452-
tercera y cu~rt~ parte del sueldo q.ue gozaba el causante y siempre que
haya contnbmdo con sus erogacwnes á la formación de la caja del
Monte Pío Escolar". ,
La Ligislatura debe acojer el proyecto de bases de que damos una ligera
reseña y prestarle su mas deci~da cooperación,á fin de que si es posible,
antes de que concluyan las seswnes ordinarias, cuentn el magisterio co11
~na ley de Monte Pío qu~ lo ponga á salvo, aunque sea en algo, de la
mgrata tarea á que :;e dedrcan como lo es la de la educación ::omún.
DIRECTOR:
*
Establecidas como están las *-.;onl'er·encias
* Prácticas, las qu e se
realizan los ¡)l'imer·os y últimos Sábados de cada mes, y esto, dado
que por cualquier entorpecimiento no tenga lugar alguna de las
-463-
dad de tomar parte en los cursos arreglados con este objeto, y se-
ñalando el plan según el cuál este ramo debe ejercitarse en la es-
cuela. P edagogos, médicos, hombres técnicos y otros, han pres-
tado grandes servicios 8. esta causa, d:~.ndo instrucciones y consejos
importantes r elativos á sus diversos detalles sin que haya faltado
po•· esto la iniciativa privada que, animados de un vivo interés, la
ha socorrido pec1miariamente. De esta manera la enseñanza del
slojd sueco ha llegddo á ser un tema favorecido y sostenido por
muchos y útil no sólo para la generación que se levanta, sino tam-
bién para hacer conocer y estimar la escuela sudca en el extran-
jero.
Hace más ó menos diez años que los maestros extranjeros han
fijado su atención en el slojd escolar. A pro¡)Uesta del conocido
capitán de caballería dinamarquesa Clausen Kaas, el ministro de
instrucción pública de Prullia. envió á Dinamarca y Sutlcia, en No-
viembre de 1880 una comisión compuesta de ocho personas con el
objeto de informarse del estado en que se encontraba la ensef!.anza
manual en las escuelas.
Los jefes de esa comisión eran los consejet•os de estado doctores
Schneider y Lüders, encontrándose entre los demás, dos que fueron
más tarde campeones vigorosos para la introducción del trabajo
manual en Alemania, V. Sckenchendorff y Brandi. El 15 de Di-
ciembre de 1880, el Dr. Schneider presentó á la cámara de diputa-
dos prusiana una memoria sobre sus observaciones durante el
viaje. En ella la comisión hacía ver que mientras Rus observacio-
nes en Dinamarca no eran satisfactorias, la enseñanza del slojd
sueco les dejaba una buena impresión.
«Es necesario reconocer, decía, que la enseñanza tal como se dá
en NA11s, es en realidad formal y educativa. Cuando se obliga al
niño á no entregar un trabajo inconcluso y sin haber resuelto el
problema según las reglas señaladas para ello y cuando no se abusa
de las fuerzas intelectuales y corpol'ales de los niños, es de esperar,
por este orden de cosas, un resultado puramente educativo.•
Resultado inmediato de la visita que hizo esta comisión á Suecia
fué que varios maestros alemanes siguieron un curso en la Escuela
de N4ii.s y que en muchos lugares, especialmente en Osnabrüch (por
iniciativa del consejero consistorial Brandi) y en Pose•~ (por inicia-
tiva del maestro W. Gartig) se e~tablecieron escuelas de slojd á se-
mejanza de las suecas. Esas escuelas han progresado y se han
considerado siempre como las más importante~ de Alemania~ En
-467-
JN~TRUCClóN PÚBLICA.
Bello por demás es el espectáculo que ofrece toda l11. América; pued'l
decirse sin t<:lm•>r de equivocarse, que todas las naciones que forman
el continente americano, grandes y pequeñas, se preocupan con
verdadero insterés de la educación del pueblo y olvidando añejas
preocupaciones y costumbres, se opera en ellas una revolución bené-
fica y trascendental en todos los ramos del saber humano.
La rutina ha desaparecido, en gran parte, de las escuelas; los
reE>agados no tienen otro recurso que seguir la corriente de refcrma
qus todo lo invade y modifica; los tiempos del libro y de la palmeta
son ya prehistóricos, las opiniones se han cambiado de una manera
favorable en bien de la educación y lo J principios de la Pedagogía
moderna se abren paso á través de los pu eblos beneficiándolos, como
el arado que abre la tierra inculta y deja en ella el surco, que dando
abrigo á la qimiente, produce más tarde cuantiosos y valiosos
frutos.
El niiloya no es considerado como un recipiente inconsciente ó
automático; no se acumulan en él conocimientos porque $Í; ya no
se le dice esto es asi, 8ino que cultivando gradualmente todas su s
facultades se le encamina, se le dirige, se le estimula y se le hace
experimentar el inefable placer de que por si solo halle la solución
de lo que eran antes para él indescifrables enigmas.
Ya no se considera la mujer instruida como un peligro para la s
sociedades, por el conteario, su educación ha sido el fruto de gran-
des pen s adora~ y se le han abi erto nuevos horizontes para quo
cumpla conTenien'temente la delicada misión quo le ha sido con-
fiada-
-469-
Un libro pal'a niños no puede ser escrito por cualquiera por más
ilustración é ingenio que posea; digo si se quiere ~¡ue él sea un
auxiliar poderoso para obt':lner el fin de toda buena educación: for-
mar individuos COnSCientes, inteligencias que conozcan pOI' SÍ solas,
que piensen con indeJ.Jendencia, juzguen con criterio propio y ten-
g-an incru~tados en su naturaleza moral los elt:Jmentos del bien en
su más lata expresión.
De manera que esta síntesis hermosa es la incógnita que debe
despejarse antes de escribir un libro para niños; y esa ecuación
sólo puede ser solucionada por gente del Rrt•, vale decir po1· educa-
r.ionistas, por maestros, por esos apóstoles que lurhan valientemen-
te por dar á. la educacióe de la nií'Iez base racional y fr·uctife:·a, de
la que aún carece en este país, en su mayor parte,
Es también nuestra opinión que los textos escolar~s deben reunir
en sus páginas los elementos necesario!! para elevar en el corazón
de los educandos un culto ferviente por la ¡¡atria y sus grandezas;
como lo hemos dicho en otra ocasión al condenaar nue:tro pensa-
miento sobre los verdaderos objetivos de la educación nacional.
Pero ¿qué clases de textos son preferibles para que esta idea se
destaque con la luz esplendorosa é inextinguible que en nurstro
concepto debe tener?
Todos, absolutametlÍ'l todos, pueden llenar r•ste objetivo; pero en
particular los libros de lectura, que son el arma más poderosa que:.
puede esgrimir un maestro para tl'iunfar de la ignoranci!l., del de~
creimiento, de las preocupaciones y del cnor. Por cie1·to que no
hablamos aqui de Jos métodos para enseñar á leer, sino de los libros
de lectura corriente, au1.que t~~ombién en aquellos se puede consig-
n!lr el mismt fin.
«La lectura es una ensei'Ianza enciclopádica)), bajo este punto de
vista es óbvio asegurar qu~ un buec. liLro de lectura puede susti-
tuir con ventajas á los textos sobre diversas materias, como geogra-
fía, historia nacional, lengu¡¡je, ciencias naturales é instrucción
cívica.
Un libro consta de partes, c:tda una de ellas puede tratar de una
materia única, ya enlazandola con aquellas que son análogas ó bien
sin este enlace, que dicho sea de paso es elemento que el institutor
deb3 aprovechar.
Pnes bien, la historia y la geografía nacional, pueden amomi-
zarse; la historia n~tural puede ser estudiada en sus tres rei uos al
estudiar la geografía física de la República Argentina; el lenguaje,
como base que es de todos los ~onodmientos, se armoniza con cual-
quiera de las asignaturas citadas y la instrucción cívica y la histo·
ria nacional se dan la mano, se eulazan en e~trecho abrazo, forroau
un solo grupo inseparable.
Un libro d{' lectura que facilita al maestro su tarea educativa é
instructiva es una joya inapreciable. Cuando una lectura está de
tal modo pre1"9.rada que pueda provocar las preguntas direetas del
alumno 6 lo que AS lo mismo despurtar su observación y e~timular
110 curiosidad; ó bien si el niñu no pregunta ú observa {lOr sí solo,
-471-
...
*
En las salas indicadas es donde se verifican los ~uegos y trabajos
manuales. Son cuatro, según queda dicho, correspondientes á los
cuatro periodos en que se divide la edad de los niños, admitidos en
la escuela.
Forman la primera sección, niños de ambos sexos de 3 á 4 años;
la segunda los de 4 á 5; los de 5 á 6 la tercera, y los de 6 á 8 la
cuarta, á Jos que se prepara ya pat·a ingresar en instrucción pri-
marifl.
Basta enb·ar en una de estas salas para comprender que el niño
ha de encontrar en ellas nna rorción de elementos que exciten sn
curiosidad y le distraigan y entretengan, enseñándole sin que ó l
mismo se entere.
Los muros es tán cubiertos de láminas, r ecordando mil cosas ins-
tructivas y útiles todas: al lado, por ejemplo, de los más notab!es
pasajes de la historia, un gran cartón, donde se encuentran mue>:-
tras del trigo y de todos los productos que de él s~ van obtenienJo
(harina, salvado, almidón, gluten) hasta el pan y t:Jda clase de pas-
tas. También se ~en muestras de minerales y plantas, y figuritas
y láminas de animales.
En el centro de cada sala se hallan colocadas las mesitas de los
niños. Estas son pupitres sueltos en unas clases, unidos en las de
los más pequeños.
El tapete, pued ~ col,,caese hot·izontal ú oblicuo, y está cuadeieu -
lado, pues subre él ejecuta el alumno muchos trabajos manual1Js,
sencillos ejercicios do construcción, combinacioues de tJguras y
piezas de maJ ura . etc. Estas mesitas tienen sus bancos con res-
paldasen las secciones superio t·e~, sin él pam los peqneños, y dejan
entre sí una calle central por donde pueuen pasat' perfecta mente los
alumnos en dos filas. En el testero de cada salon, lev<'1ntase el
estrado con ía mesa de la profesora, y un gran encerado cuadricu-
lado, y á una y á otra parte armarios, donde se encíerean los mocle-
los¡¡ materiales para. los teabajos ma·tualcs.
- -179-
El niño, dice Froebel, es una planta que, como &1 vegetal, nece-
sita oxígeno, luz, movimiento.
Por el contraste, por el cambio, por la comunicación de ideas y
de impresion¿s de la enseñanza en común aprende, y todo el funda-
mente de la educación se basa en la colaboración del niño.
La necesidad que sienten los pequeñu elos de ocuparse en algo,
ese afán de destr~<ir que les ca1·acteriz~, lo aprovechan maravillosa-
mente los pedagogos modernos, principalmente en lo que llaman
enseñanzas de cosas introducida y practicada en gran escala en las
Repúblicas norte-americanas é introducida con gran fruto en la
escuela Jardines de la infancia de Madrid. En~éñanse á los niños
los muebles y objetos más indispensables de la vida, se les explica
su composición, el mod0 de construirlos, se le" muestra las primeras
industrias comunes, indicándoles las transformaciones que sufren.
El niño aprende á no estar nunca ocioso, á no despreciar el detalle,
á conocer lo que le rodea y á saber pasarse sin el auxilio d9 los
industriales en ocasion es en que no puede recurrirse á ellos.
Estas lecciones ayudan al niño á pensar y á sentir los primeros
elementos de cultura que en otras escuAlas se desarrollan, porque
en esta clase de instr11cción que los pedagogos califican de maternal,
la enseñanza no sólo es un fin, sino un medio; es decir, es edu-
cadora.
Los niños aprenden á leer por medio de letras de madera, que
cogen y forman con ellas sílabas y aun palabras. Escriben al prin-
cipio picando las letras y luego pasando el lápiz por los agujeri tos
que ha hecho el alfiler, convirtiendo así en deleite lo que en otras
partes es trabajo.
El material destinado á estos objetos es notabilísimo; todo él cons-
truído en España, y si sale á mayor precio que el que se hace dll
Alemania es porque, no habiendo consumo, el producto no se
abarata.
Los trabajc,s se intarrumpen de tiempo en tiempo y se sustitu-
yen por el canto y la marcha. For~J~ados en dos filas niños y niñas
marchan A.Cempas r, damente, entonando un himno. El encanto r¡ne
produce aquella multitud de voces atipladas ensalzando la patria
que los educa y los proteje, es indescriptible. Nada tan curi oso
como aquellos séres en miniatura que con armoniosos cantos pro-
meten con energía defender este territorio donde
Cada pueblo recuerda una hazaña,
Cada piedra algún hecho inmortal;
como dice una estrofa que escuché. Esta especie de culto á la
patria en las escuelas públicas, no debe parecer á. nadie exagerado.
En los Estados Unidos ningún niño ignora las instituciones que
han hecho grande á su país, y á todos se les enseña á amar a la
madre común, que tiempo tier.en de d~silusionarse por desgracia.
Italia . - Por el Ministerio de Instrucción Pública se ha ordena-
do que en el mes de Setiemb:-e en cada capital de provincia se den
conferenci&.s sobre historia moderna desde 1815 hasta la muerte de
Víctor Manuel, y también otras sobre principios de higiene, apli-
cadas á las necesidades de la vida escolar y doméstica.
482-
-.ae• e~
- 484-
PROYECTO DE REG~AMENTO
PARA EL
CAPÍTULO I.
Bases.
Bajo la denominación de «Centro Unión Normalista» fúndase en
la Capital Federal de la República, una asociación que pl'openderá
al progreso y perfeccionamiento de laEd ucación At·jentina, :J.rmoni-
zándola con nu estras necesidades y forma de gobiern••, tratando de
estudiar y rliscutir todo aquello que se refiera a enseñanza, hacien-
do practicar sus resoluciones, con fu cnlt ·· d para formar centros con
análogos propósitos en otros puntos de la República, y sus fines son
los siguien tes: .
Art. 1.• Hacer todos los esfuerzos que estar. á su alcance para
dignificar el profesorado y usar de su lejítima influencia para que los
miembros que lo componen ocupen los puestos que les corresponden
según sus t;tulos y méritos en la enseñanza.
Art. 2.• Cultivar y estrechar los vínculos de amistad entre sus
miembros.
Art. 3. o Socorrer á sus miembros moral y materialmente.
Art. 4. • Convocar ó promover la formación de Congresos peda-
gógicos.
Art. 5. 0 Establecer concursos pedagógicos, premiando los mejo-
l'es trabajos presentados.
Art. 6.• Sostener una Escuela Nocturna gratuita para ayudan-
tes y sub-preceptores con el objeto de mejorar 11us condiciones actua,
les.
- 487 --
CAPITULO II.
De la Comisión Directiva.
'
Art. U.• El Centro será dirijido y administrado por una Comisión
Directiva compuesta de 114eve miembros activos: Un presidente, un
vice-presidente, un secretario, un pro-secretario, un tesorero y
cuatro vocales.
Art. 10. Los deberes y atribuciones de la Comisión Directiva sorí:
l." Velar por el cumplimiento de estos estatutos.
~-· Ejecutar todas las resoluciones del Centro.
3. • Citar á sesionL q <Jrdinarias y extraordinarias .
4. • Confeccionar las bases de los concur!'os y la organiza-
ción de los congresos :::Jctagógicos.
5.• Reunirse ordinariamente dos veces por mes y extra-
ordinariamente por orden del presidente.
6.• Arbitrar los medios para cumplir las obligaciones con-
traídas por el Centro.
7.• Satisfacer las interpelaciones que se hagan de acuerdo
con lo dispuesto en el art. 28 inciso 4. •
8.• Entend er en la admisión, renuncia y expulsión de Jos
miembros del Centro. y con..tituirse en Tribunal arbitr:li
á ]c>s efectos del art. 27 inciso 6•.
9.• Pre"rar y pr :r1.10ner proyectos tendentes A la conse-
cución de 1~ fines del Centro.
10. Presentar anualmente una memoria detallada de la
marcha del Centro.
11. Autorizar la adquisición y gastos que fuesen nece-
sarios.
12. Resolver por sí todos Jos casos no previstos en el pre-
sente Reglamento é interpretar sus artículos en caso d:::
duda.
13. Fallar sin apelación en lo que se refiere el art. 27 in-
ciso 7•.
1-l. Mantener relaciones y canges con las corporaciones na-
cionales y extrangeras, cuyos propósitos sean análogos á los
del Centro .
15. Designar anualmente la Comisión encargada de la di-
reccióny redacción de la Revista.
16. Nombrar las comisiones especiales que á su juicio sean
necesarias para ejecutar sus resoluciones.
17. Recibir el balance trimestral del Tesorero y las cuentas
de recaudación é inversión de. fondos.
-488-
CAPÍTULO III.
D e 1 P res id en te.
Art. 11. El Presidente es el representante del Centro.
Art. 12. Sus deberes y atribuciones son:
1. o Presidir todas las sesiones, guiar Ja discusión y decidir
en caso de empate.
!.° Citar la Comisión Directiva.
3. ° Firmar con el Secretario los diplomas, actas y demás
resoluciones del Centro y de la C. D.
4. o Redactar la memoria anual de acuerdo con el art. 9. o
inciso 10 de la C. :!) •
5. 0 Recibir y presentar á la U. D. ó al Centro las comuni-
caciones que reciba.
6. 0 Resolver en casos urgentes, tomando las medidas que
crea convenientes, dando cuenta á la C. D en su primera
reunión.
7. 0 Vigilar la observancia de lo~ reglamentos y dedsiones
de la C. D. y del Centro.
8. 0 Nombrar comisiones especiales del seno de la Asam-
blea.
9. 0 Tomar parte en las discusiones, cediendo su puesto de
presidente.
y a
lO. Dirigir la discusión, llamar al orden los rntembros
qua lo alteren.
11 . Otorgar la palabra.
CAPÍTULO IV.
Del Vice-Presidente.
Art. 13. Reemplazar al Presidente cuando sea necesario y en
este caso ejerce las mismas funciones de aquél.
-489-
CAPlTULO V.
Del Secretario.
Art. 14. Son deberes del Secretario:
1.• Preparar todos lclS asuntos que hayan de someterse á
la consideración de la Asamblea y C. D.
~.· Convocar á la C. D. á sesiones ordinarias yextra-
ordinarías, síempr¡;¡ que el presiden te lo ordene.
3.• Llevar un libro de actas de la C. 11. y otro, de las
Asambleas ordinarias y extraordinarias.
4.• Llevar un rejistro exacto, :m orden de número y fecha
del movimiento de los socios activos, corresponsales, hono-
rarios y [Jrotectores.
5." Redactar y firmar las actas, notas, diplomas y demás
documentos del Centro.
6• Copiar en un libro especial todos aquellos trabajos que
hayan sido premiados por el Cdntro ó que merezcan el
accesit.
7.• Conservar en bu¡;¡n orden los documentos, libros, ano-
taciones, etc., que forman el Mchivo.
8. • Dar los datos que el Presidente pidiere para el cum-
plimiento del art. l0%inciso 9• como igualmente los que le
fuesen solicitados por los socios del Centro.
9.• Hacer una reseña ó resúmen de las sesiones ordina-
rias y extraordinarias ó de la C. D. para publicarla en la
Revista.
CAPÍTULO VI.
Del Pro-Secretario.
Art. 15. En ausencia del Secretario desempeñará las funciones
de aquél.
CAPÍTULO VII .
Del Tesorero.
Art. 17. Las obligaciones del Tesmero son:
1.• Percibir las cuotas de los socios, otorgándoles el corres·
pondiente recibo.
2.• Es responsable de los fond•>s que tuviere en su poder.
3:" Llevar un libro de entradas y salidas de los fondos del
Centro.
4.• Hacer notar á la C. D. aquellos socios que sean moro·
sos en el pago de sus respectivas cuotas.
-490-
CAPiTULO VIII.
De los Vocales.
Art. 18. Los Vocales por su orden, deben suplir en sus funcio-
nes :,.1 Vice-Presidente, Pro-secretario y Tesorero.
CAPÍTULO IX.
De los miembros en general.
Art. 19. PuedBn ser miembros <le! Centro Unión Normalista los
profesores y maestros graduados en las Escuelas Normales de la Re-
pública.
Art. 20. Los socios del Centro, además de Jos fundadores se divi-
den en activo¡¡, honorarios, protectores y corresponsales.
Art. 21. Todo socio es aceptado por la C. D. á propuesta por es-
crito de tres de sus socios activos.
Art. 22. Todo socio recibirá un diploma que le acredite comv
tal, firmado por el Presidente,.Sec!'etario y timbrado con el sello del
Centro.
Art. 23. Todo miembro que no desée continuar formando
parte del Centro,está obligado á hacer dimisión motivada des u pues-
to, presentando su r enuncia por escrito, dirijida al Presidente,
sobre cuy~t admisión ó r echazo l'esolverá la C. D.
Art. 24. Todos los socios ti enen el deber de trabajar por
la prosperidad del Centro y prope!lder á la realización de sus fines .
Art. :.:.5 . Todos los miembros del Centro .tienen el derechode exij ir
un ejemplar de «La Revista>> y damas publicaciones.
I.
II.
De los socios honorarios.
Art. 29. Pertenecen á esta clase las personas de méritos relevan-
tes, que se hubiesen hecho acreedoras á tal titulo por cualquiera de
los motivos siguientes:
1.• Haberse distínguido en algún ramo de las ciencias que
se relacionan con las bases y fines del Centro.
~. • Reconocida honorabilidad y marcado interés, clara-
mente manifest.ado porel progreso del Centro.
Art. 30. Los socios honorarios, en lo concerniente a la dirección
y gobierno de la sociedad careceu de voz y voto deliberativo.
III.
De los socios protectores.
Art. 31. Pertenecen á esta clase aquellas personas que por ser-
viciCJs prestados al Centro ó por cualquier otra circunatancia,
merezcan esta distinción.
Art. 32. Los socios protectores gozan de las prerrogativas de
los socios activos acordadas en el art. 28.
IV.
CAPÍTULO X.
CAPiTULO XI.
CAPÜ'ULO XII.
De la Revista.
Art. 39 . Para la publicación de la Rev:st~. habrá una Comisión
compuesta de nn Director, un Secratario, un Admini trador y
dos socios nombrados por la Asamblea, los que durarán un año en
!'US funciones.
Art. 40. Sus deberes y atribuciones, son:
l. o Encargarse de la pn blicación de la Revista.
2. 0 Juzgar los trabajos que han de componerla.
3. 0 No publicar traba.Jo alguno que no haya merecido la
aprobación de la mayoría de sus miembros.
4. • No publicar trabajos que hayan sido publicados con
anterioridad, salvo que se trate de autores extrAnjeros.
5. 0 R >unirse por Jo menos dos veces en el me~ en sesión
secreta, no pudiendo ningun miembro revelar lo que en ella
se haya tratado.
6. o Exponer ante la Asamblea las razones que haya tenj-
do para recha~ar cualquier trabajo siempre que el autor lo
solicit.e. •
7. o Supiir con sus propias producciones la falta de mate-
rial y arbitrar todos los medios para el sostenimiento de la
Revista.
8. 0 La C. de la R. queda autorizada para proponer á la
C. D. los nomb1·amientos de los colaboradores que estime
convdniente y ésta los someterá á decisión de la Asam-
blea.
9. o T odo colaborador está. obligado á envía1' é. la dirección
de la R evista un articulo mensual que trate de cualquiera
de los fines que se propone el Centro.
10. El Director dividirá la Revista en las secciones que
estime convenientl'ls de acuerdo con los demás miembros,
pudiendo encargarlos de la ¡·edacción de cada una de ellas .
11. Queda autO't'izada la C. de la R. para ofrecer sus
columnas á los autores de trabajos de notoria importancia·.
CAPITULO XIII.
De la Escuela Nocturna.
Art. 41. De acuerdo con el art. 6• el Centro sostendrá. una Es-
cuela Nocturna mixta, gratuita, para Sub-preceptor&s y Ayudantes.
Art. 4~. La E:;cuela sera di1·ijida por el Presiden te como director,
un secretario y tantos profesores como materias >Je dicten.
-495-
CAPiTULO XIV.
De la Biblioteca.
Art . 48 . .El Centr·o tendrá una Biblioteca para el usn y con-
sulta de su!'l miembros.
¡,a Bibloteca se formar·á con las obras donadas por los socios,
las qne compr•l el Centro y las que obtuviere por donación.
Los socios podrán hacer uso de los libros, folletos, etc., de acuer-
do con el Reglamento interno de la Biblioteca.
Art. 49. Para los fines precedentes habrá un director que desig-
nará la Asamblea y durará un año en sus funciones y un bibliote-
cario 4 ue será remunerado.
Art. 50. El Director será el responsable de las obr·as que forman
la Biblioteca y presentará mengualmente un estado del movimiento
de la Biblioteca.
Art. 51. Corresponde al Director de la Biblioteca dictar su Regia-
mentu interno.
Disposiciones generales.
Art. 5~. El presente Reglamento no podrá 3er medificado, sinó
hasta los dos años de su promulgación y con una mayoría de tres
cuartas partes de sus miembros presentes en la Asamblea.
Art. 53. El Centro no podrá ser disuelto mientras formen parte
de él ocho de sus miembros activos y en caso de serlo, sus fondos
se destinarán á un fin útil.
Art. 54. Mientras el Centro no tenga local propio sus sesí<mes
tendrán lugar en donde resolviere el Presidente.
Art. 55. La Comisión Dircctivli. solicitará de quien corresponda
la aprobación de estos Estatutos y el reconocimiento del Centro
como persona jurídica.
-496-
-- -···- --
-501-
t0do que carece de la perfecta a.aalogía que debe existir entre los dife-
rentes grados de la instrucción, efecto de la falta de unidad producida
por los decretos, reformas, etc., que sucesivamente se han aictado, y
comprendiendo tambi:n la necesidad de dotar á cada uno de los estable-
cimientos de enseñanza que se escalonan desde la escuela elemental
hasta las facultades superiores, de los elementos más perfeccionados de
estudios y los sistemas más adelantados de enseñanza, ha resuelto dic-
tar un decreto encomendando á una comisión cientifica la revisión de
los planes de estudio existentes y de los reglamentos que rigen los cuatro
grados de la instrucción pública, á saber: primaria, secundaria, normal
y superior.
Formarán la citada comisión el rector de la universidad, los decanos
. de las facultades, rectores de colegios nacionales y directores de escue-
las normales, pedagogos de reputacion, méd.icos, ingenieros, juriscon -
sultos.
Los propósitos del señor Ministro son dignos de aplauso por tan tras-
cendental reforma, pero lo único que es de sentir, es que en la comisión
no figuren algunos ilustrados maestros de instrucción primaria, los ver-
daderamente interesados, á nuestro parecer, para señalar los defectos en
lo que á nuestras escuelas se refiere.
FELU GONZ-"LEZ,
'
REVISTA PEDAGOGICA ARGENTINA
ÚRGANO DEL CENTRO UNIÚN DE NORMALISTAS.
'
ESPUUTU DI ASOCIACIQI.
.
Parece que con el primer hombre que surgió sobre la tierra, hu-
bie~a aparecido el espíritu de asociarsu; que un soplo de unión hu-
biera flotado sobre el sér humano con su advenimiento, que un im-
pulso de orecaución mútua hubiese traído on sí, para resguardarse
y luchar ·con mayor denuedo en la batalla de la vida.
El trascurso del tiempo arraigó más y más esa prope!lsión innata,
y á medida que la civiltzación ha ido penet1·ando en las lobregueces
de l a ignorancia que en un principio tenia acorralada á la huma-
nidad, ese deseo tornase en necesidad que fué haciéndose impe-
riosa cuando sus saludables resultados y benéficos frutos se pal-
paron.
La asociación de los hombres, implica suma más potente de fuer-
zas. La reunión de elementos ais]¡¡.dos, conspiran á formar un todo
contra el que os más dificil puedan embestir con probabilidad de
éxito , intereses encontrados de la envidia y la perversidad que en-
gendra la ambición desmedida.
La unidad es la base , pero la reunión de ellas, aumenta el valor,
la energía; dá prgponderancia, aliento y estímulo para realizar, lo
que aislados, ta.rde ó nunca podría conseguir el individuo.
Además, el aislamiento , produce la desconfianza, el desfalleci-
miento, la cobardía ó falta de aliento para continuar con persisten·
cia la misión que nos ha cabido en suerte como factores de un con-
junto en que cada uno de sus compontmtes tione una suma de de-
beres que cumplir.
La marcha por el sendero del deber, supone conciencia clara de
las obligaciones que nos ha impuesto el hecho de vivir en sociedad.
No es el hombre una máquina que cumple ciegamente una cantidad
de labor má s ó menos complicada, en tanto que todas las piezas que
la eon~tituyen no se desgasten.
Sér libre y pensante, lleva en sí una chispa divina, emanación
celeste q~e lo acerca al Todo, lo eleva y dignifica, si sabiendo su
- 5i8-
CONGRI~SO PI~DAG(lGlCO.
La idea de convocar utt Congt·eso Pedagógico en esta Capital ,
sugerida y encomiada por la prensa animada de sanos y claros
propósitos, abrese paso y conquistase ader:Jtos en las regiones edu-
cacionales. o es nueva, pero es simpática por sus bondades y
está en casi todos los cerebt·os.
En el ramo de instrucción pública, desde la escuela infantil has-
ta los curs"s universitarios, hafnumerosasdeficienciasquesubsa-
nar y no menos vacíos que llettar, porque á ello nos obligan la
fuerza de las necesidades y las exigencias del progreso á que han
ll egado los pueblos.
La República cuenta ya con muchos profesores y maestros y no
pocos ensayos se han hecho dentro de los dominios de la complica-
da ciencia y arte de enseñat•, desde el 80 á esta parte, año en que
se inicia una saludable evolución educacional en todo el país.
El magisterio tiene, pues, un deber moral que cumplir: empren-
der una l'eforma educaciona l, basada en la ensei'lanza de la expe-
t•iencia, que corrija nuestt·os et·ror es y salve nuestras omi:.iones. Y
nadie puede operat·la con m ás acierto, que un Con~reso Pedagó-
gico compuesto ,d e todos los maestros de la Repúbhca.
Y qué puntos cornprendet·ía esa reforma1
Hé aquí algunos: 1" La enseña nza que s e suministt'9. en nues-
tros establecimientos de educación, responde á las necesidades de
los pueblos1 Los planes de estudio, programas y hol'arios oficiales
tienen algunos errores, l'especto de la racionalidad d11 la enseiian··
za y de la práctiC'.a de la vida1 Comprenden todas las asignaturas
en que debe iniciarse nuestra juventud, dadas las industrias que
-519-
I.
La historia de la evolución de las ideas morales en la conciencia
infantil es de las más complicadas y delicadas. Los .sicólogos que
estudian la conciencia adulta, que no consideran más que las formas
superiores de la moralidad, que, en una palabra, empiezan pJr el fin,
tienen una labor relativamente fácil. Distinguen dos ó tres ideas,
nítidas y claras: el bien, el deber, la responsabilidad; describen los
sentimientos que acompañan esas ideas: y hecho eso, está dicho
todo. Todo pa1·ece simple en la conciencia de un Sócrat.es, de un
Franklin ó de cualquier hombre reflexivo: de id énti:!a manera es
todo luminoso y como allanado en la última meseta de las monta-
ñas, aún cuando haya sido necesario, para escalarla, atravesar nie-
blas y nubes, recorrer tortuosos sende1·os y trepar pendientes es-
carpadas.
Pero si, al llegar á la luz de u na razón madurada por la edad y
por la esperiencia, la conciencia moral se destaca .Jon caracteres
claramente distintos, qué dificultades no surgen para el observador
que ha de s3guir, en el periodo tle crecimiento y formación, la lenta
evolución moral, el oscuro trabajo efectivo é intele:ctnal de donde
surgirá poco á poco la verdadera moralidad~ .
Aunqu'l estemos dispuestos á acordar mucho a lo innato ó heren-
cia, para las facul tade~ moral e;¡ como para todas las demás, nunca
':J,Uizá se muestra mejor que aquí la :nfiueitcia de la educación y del
medio socil\1.
La conciencia moral no es un ouro dón de la naturaleza, una
fuerza natural organizada instant?tnea.mente, como lo pretenden
Jos racionalitas absolutos ó los filósofos de la escuela evolutiva.
Herbe1•t Spencer, por ejemplo, admite verdaderas intuiciones mo-
rales; habla de emociones que corresponderían inrPediatanente á
una conducta buena ó mala, que sería el resultado de modificacio-
nes nerviosas, protlucidas por los esperimentos de nuestros antece-
sores, y lentamente consolidado3 á travé3 de las gtlneraciones pasa-
das de la raza humana. A lo que M. Renouvier responde con razón:
«Sabemos por la observación de la infancia y la esperiencia de )os
efectos de la educación que la herencia no ofrece al hombre naci'3nte
ninguna determinación fija de los actos buer.os y malos)). La concien ·
cía moral es en gran parte una facultad adquil'ida, que crece poco á
poco, qne no se desarrolla que en condiciones determinadas, por
toda variedad de metamórfosis á precio de un alumbramiento !abo·
rioso, y que en sus comienzos no semeja en todo á lo qu e será. en su
estado final.
No es por otra parte una adquisición exclusivamente personal, en
-521-
PENSIÓN. ....,
A las personas quEl hasta aquí hayan seguido con atención los tra-
bajos realizados por el «Centro Unión Normalista», no les serán des-
conocidos todos los que ha llevado á cabo en obsequio de la educa-
ción común.
Ahora que el Centro ha abierto sus puertas á todo el magisterio
Normal, es de oportunidad que se ocupe de algo que le interesa di-
rectamente, cual es la de poder asegurar la subsistencia á su familia,
mediante los beneficios de una pensión en vez de una jubilación á
que actualmente tiene derecho.
El art. 31 de la Ley de ~dncación vigente, establece que concede-
rá la jubilación á todo maestro que después de 10, 15 6 20 años de
servicios no interrumpidos quiera retirarse de la enseñanza . Esto
importa desde luego, un paso más dado en el sentido de mejorar su
bienestar·; pero no debe ser esto á nuestro juicio, la retribución que
le corresponde al que ha dedicado sus mejot'es años, ó toda su exis-
tencia á la ingrata tarea de la enseñanza.
Debe tenerse en cuenta que la jubilación, es la relevación del tra-
bajo en algún empleo, conservando el que lo desempenll. el sueldo
íntegro ó parte de él, según sus años de servicios.
Si bien es cierto que esta medida, es por demás plausible, puesto
que acuerda una primicia al que después de tantos años necesita un
descanso, ella es, sin embargo, incompleta.
El Q-obierno necesita esta medi(ia sobre todo para aquellos que s~
- 5~3-
CUESTIÓN NACIONAL (l )
(l } De La Premta.
-·· 525 -
LA COMPOCISIÓN EN LA ESCUELA.
SU IMPORTANCIA-NECESIDAD DE DIFUNDIRLA.
Hacerla real.
LUCHAS DE LA INTELIGENCIA.
Muy grato es a mi alma saludar á la juventud ilustrada, desde las
columnas de esta importante Revista.
Nunca es más feliz un pueblo que cuando la ilustración marcha al
par de la moralidad: sin la primera condición se hace feroz, y á fal-
tarle la segunda se afemina y corrompe; Lacedemonia naufragó en
al primer escollo y de aqui que sólo produjese brutales guerreros y
mujeres sin corazón; el Atica, la refinada Atica, tropezó en el se-
gundo nefasto di a, y desde entónces sólo fue un pueblo de sofistas y
cortesanas. Velar pues, para que á la. par que se sustenta indes-
tructible el edificio de las costumbres, flalllee siempre viva la antor-
cha de la ilustración, es en verdad una grande y á rdua misión, pero
de la cu;d pende la conservación de las sociedades.
Cultivar la literatura, las ciencias, las nobles artes, vivir de la
vida de la inteligc:ncia y del espíritu, ea dar nn gran paso para !la-
nar en parte aquel cometido.
No son simplememente los ócios de un pueblo los que con estas
ocupaciones se alimentan; es su entendimiento que se perfecciona,
es su vida á la que se dá provechoso E>j ercicio, son sus costumbres
que se dulcifican, es su moralidad que se custodia, inspirándole ele-
vados sentimientos y distrayendo su actividad de inútiles ó perjudi-
ciales expansiones .
Por eso cuando una :Nación fu¿ verdaderamente fuerte, verdadera-
mente civilizada, no se contentó con estender su renombre con el
fragor de las armas, sino que lo ilustró á la vez con el espl endor de
las letras: Grecia en el apogeo de su gloria, presenta al mismo tiem-
po que un Temistocles, un Sócrates, un Platón, un Aristóteles; Ro-
ma alía los Césares y los Pompeyos con los Cicerones, los Quintilia-
nos y los Virgilios.
Y siempre que, en las modernas edades del mundo un dominador
se alza cual nuevo sol brillante y esplendoroso e:~ el Zenit de las na-
ciones, le preceden, le circuyen y le siguen á semejanza de radian-
tes satélites, los genios de la inteligecia, al par de los Leones y lo&
Julios brillan Miguel Angel, Rafael, el Tasso; con Isabel, Shak.s-
peare; Cervantes, Lope de Vega, Calderón, Quevedo dan nuevo
fulgor á los Carlos y los Felipes; en el siglo de Luis XIV fl.orencen
Corneille, Moliere, Racine; y cuando finalmente la época contem-
poránea produce un. coloso émulo de César y Alej andro, los anales
literarios registran al propio tiempo en caractE~re s de oro los nom-
bres inmortales de Byron y Chateaubriand.
Por el contrario, las épocJ.s de decadencia, aquellas en que Jos pue-
blos se ven languidecer en la abyección 6 en la esclavitud, son es-
tériles para las letras; cuando la cerviz aherrojada por el yugo de
- 531-
E. TosoADA.
(Continuara.)
como término del plazo en que deben remitir los pedidos de útiles,
á fin de que sean provistos en los meses de vacaciones y de que las
escuelas &stén listas para abrir sus clases en Marzo.
*
**
Se han remitido por el Depósito del Consejo Nacional, varins úti-
les para las escuelas mixtas de Victorica y Ushuaia.
*
**
Habiéndose ausentfl.do de Rawson, por motivos de salud, el
maestro de la escuela mixta, S. E. el Sr. Fontana, Gobernador del
Territorio del Chubut, hase hecho cargo de ella provisoriamente,
diciendo: «es lo único y lo más que puedo hacer en favor del ade-
lanto intelectual y material de este Territorio.))
Es digno de aplauso el proceder patriótico del Sr. Gobernador
Fontana. ·
*
**
El Consejo Nacional se ha dírigido al Ministerio de la Guerra
pidiendo se le donen los cuarteles de Victorica que se hallan aban-
donados ll.ctud.lmente y los de los otros fortines, que se encuentren
en igualas condiciones, con el objeto de aprovechar el material en
la edificación de casas-escuela~:'.
La idea no puede ser más justa y acertad a.
Pensamos, pues, anticipadamente, que el Ministerio de la Guerra
a
se expedir de conformidad.
* «·
Cumpliendo con lo prometido en nuestro número anterior, da-
mos á continuación algunos datos estadísticos tomados del infor-
me elevado al Consejo Nacional por el Inspector, soñor Raul B.
Diaz:
Funcionan en Misiones 2 escuela¡;; de varo nas, 2 de niñas y 2 mix-
tas; en Formosa 1 mixta y en el Chaco Austral 1 de varones, 1 de
niñas y 6 mixtas.
Los alumnos inscriptos en las escuelas de Misiones son 343, en
la de Formosa 111 y en las del Chaco Aústral 380.
La.s escuelas de Misiones y Formosa están atendidas pc•r 14 maes-
tros y por 17 las o1 ras.
Existen P-n esos territorios, 8 consejos escolares.
Hay 2 edificios fiscales, por construirse 1, en construcción 1, al-
quilados 8 y 4 que se ceden gratuitamente.
Existen terrenos donados para la construcción de edificios esco-
lares, en los siguientes puntos: Concepción de la Tierra (Misiones),
Formosa, Puer10 Bermejo (Chaco Austral) y Resistencia.
-536-
-------=~~·~~~=------
EJERCICIOS INTUITIVOS.
( PROGRAMAS DE l" Y 2• GRADO.)
El Pan.
crecer, para ser fuertes.-Y sólo por esto comen ustedes todos los
alimentos? ;,No lo hacen por algo más?- Sí, señor. porque son
buenos, :'lOS gustan .... {Y cómo sabe, Picasso, qué esto es pan? ....
-Porque lo veo. -Es cierto; lo sabe ó lo 0onoce por la vista -.y
qué sabe, Penas, por la vista del pan? - Qué es blanco ó moreno.-
¿Qué más, Santiago?-Que tiene miga y corteza.-¿Y qué más?-
Que está lleno de agujeros chiquitos.-¿No recuerda qué nombr .~
damos á esos agujeritos, Rubio?-Sí, señor, se llaman .... --¡Có-
mo! tno recuerda?; a ver usted Vilariño.-Se llaman poros, señor.
-De modo que este pan está lleno de poros, es poroso. Repitan.-
EI pan es poroso. -¿De qué otra manera podríamos CJnocer algo
más del pan, Buverch?--Podemos saberlo por el olor.-- ¿Qué clase
de olor tiene este pan, Uranotich?-Este pan tiene un olor agrada-
ble.- Les parece á ustedes que el pan tiene el mismo olor cuando
sale del horno que cuando está seco?-No, señor.-¿Qué podría
decirnos, Folle~-Que cuando sale del horno su olor es más pro-
nunciado y agrable, y que cuando está duro apenas tiene olor.-
Muy bien. -
El maestl'o continuará de la misma manera con el gusto hacien-
do que los niños digan que el pan tiene buen gusto, que su sabor
es agradable, etc.; se les hará aprender el significado de las pala-
bras sápido, instpido, etc. Otro tanto se debe hacer con el tacto.
-Deberá. hacerse observar también a los niños que el pan absorbe
el agua como la esponja. Se terminará hablando de su inaprecia-
ble valor, utilidad, etc. y se harán repetir las propiedades ya dichas
pOi' uno 6 varios alumnos. En otras lecciones subsiguientes el
maestro les hablara del trigo, la h<:Jrina y de las operaciones nece-
sarias para obtener el pan tal cual le hallamos en nuestras mesas.
El cuero.
como era natural, "La Educación" no sólo suspendió sus ataques contra
la expresada escuela sino que el mismo Dr. Zubiaur rindió pleito home-
naje á aquella direccié>n tan ultrajada y vilipendiada hoy.
Siguiendo nuestrR. narración, diremus á nuestros lectores que el doc-
tor Zubiaur, daba también su clase de Aritmética con el libro delante,
(detalle sin importancia), que no supo ó no pudo hacerse querer de los
alumnos, los que le tenían franca antipatía y lo conocían con el apod0
de "Rápido" porque el Sr. De Zubiaur se reducía á decir en clase:
''Rápido, rápido" probablemente porque creería que en la rapidez estril-a
la ciencia de la Aritmética. Los continuos via.;es de inspec·~ión que el
Dr. Zubiaur, por razón de su empleo, se veía obiigado á hacer le pusieron
en el caso de faltar á sus clases . con harta frecuencia, y el entonces Di-
recto Sr. Van Gelderen, en mérito de esta razón solicitó y obtuvo del
Ministerio la separación del Dr. Zubiaur del puesto de Profeo;;or de
Aritmética.
Consecuencia lógica: "La Edu \ación·' decla,.ó guerra a muerte á la Es-
cuela Normal de Varones de la capital.
La misma razón existen hoy: el Dr. Zub.i aur era enemigo personal del
Dr. Leguizamón, desde mucho antes de ser éste Director de la Escuela
Normal.
Respecto á lo de menguaclos resultados que ha dado la Escuela, si
con esto se ha querido significar que los profesores normales salidos de
de ella no sirven, ó no han dado res.ultado, francamente es algo que 110
merece contestación. La misma "Edncallión" ha tributado á algunos de
e~os profesores los elojios más grandes que ellos hayan recibido y por
otra parte, aunque asi no hubiera sucedido, no b.\sta la opinión individual
de nuestro pétit Boulanger pedagógico para que la afirmación valga como
verdad.
Fmalmente, resumiendo, diremos: 1° que no ha sido nuestro propó-
sito de (ender al señor doctor Leguizamón, á quién ni siquiera conocemos.
2o que el señor Van Gelderen valía y vale mucho más de lo que creen
ciertas gentes y 3• que si hemos contestado á la "Educación" hn. sido
solamente para reírnos cultamente de aquello de menguados t·esultados.
Escuelas públicas de la Capital.-Durante el pa-
sado mes funcionaron en la Capital federal136 escuelas públicas de las
cuales 30 son graduadas, 71 elementales, 23 infantiles, 7 nocturnas, 3
militares y 2 correccionales.
El personal docente €'stuvo representado por 823 maestros: 642 mn-
jeres y 18:;_ varones.
~l número de alumnos mscriptos fué de 30745: varones 15186 y 11559
muJeres.
La asistencia media alcanzó á 22986 alumnos.
La suma invertida en el sustenimiento de las e.>cuelas fué de $
101.925-60 di vi rUdos en esta forma: sueldo de maestros 87370, alquileres
11620 y gastos varios \::925-60.
Escuelas correccionales-Dice "El Boletín de la S ,·
ciedad Protectora de la Infancia" de Madrid, que hay en N Llt~Va York un
edificio destinado para recibir á los niños incQrregibl~s, en donde se
procura encaminarlos á la virtud acosttlmbrándolos al trabajo, y some-
tiéndolos á un género de vida sabio y arreglado.
Al prrsente se cuentan cnarenta niñas y ·.iento veinte muchn.chos en
el expresado establecimiento: e.;tos últimos CLllti van por sí miswos en
un gt:an jardín, los vegetales que sirven para su alime11to, y habitan' en
cuartttos separados, que se vigilan con el mayor cuidado. Veiutidnco
-546
hacen zavatos: tienen un chelín diario de jornal durante el primer afio!
y 18 pemques durante el segundo. Olros veinticinco niños aprenden el
oficio de tejedores, y uno de est0s está encargado de cocer el pan para
todo el establecimiento. Trabajan nueve horas diarias.
Las niñas están en otra habitación separada. Unas se ocupan en co·
ser, otras en las cocinas, y otras, &n fin, en varias labores propias de su
sexo: siendo de advertir que todos los muebles que adornan su celda
son obra de sus propias manos, excepto unas cartas geográficas, que las
explican los maestros en sus 'uoras de estudio.
Lo bien cimentado que se halla dicho establecimiento ha llamado
extraorrlinanamente la atención de todos los viageros.
Los efectos que produce y ha producido son maravillosos; y tanto,
que millares de padres de familia bendic'=!n al Gobierno que de hijos
indómitos y que los hubieran deshonrado, les procuran dulces y tiernos
vástagos que colman las dichas paternales, siendo el apoyo de sus ta-
milias y súbditos útiles al E!ltado.
Muy conveniente seria que se imitase entre nosotros la creación de un
establecimiento semejante donde se pudieran regenerar cientos de cria-
turas que vagan por nuestras calles, aprendiendo todas las picardfas po-
sibles y preparándose un porvenir bien tnste por cierto.
Apuntamos la idea sin pe1:juicio de volver á ocuparnos de este asunto
con mayor extensión.
Cambios de domicilio -Se suplic>~. á los señores socios
del cCentro Unión de Normalistas», que cuando cambien de domicilio
se sirvan comunicarlo á la Secretaria, Rivadavia 2612.
El Seoretario.
Igual pedido hace nuestro administrador a los suscritores de la "Re-
vista", debiendo P.Stos hacerlo á la calle Rodríguez Peña 747, para evitar
extrav!os del periódico,
Nuevo s s o cios . r-Han entrado á formar parte del <<Centro
Unión de Normalistas>> los siguientes señores: August•> F. Argaño, Félix
F . Gonzalez Faustino Palavecino, Camilo Salinas, José Bianco, Se-
bastián A. Vera, Luis J . Duclós , Manuel S. E scobar, Alejandro Russo,
Francisco Romay, Gustavo Ferrari, Enrique Codino y Victor M. Herrera.
o o :nt rastes.-Recomendamos la lectura del siguiente tele-
grama:
"Villa de Mercedes (San Luis) Setiem!>re 29. - Las escuelas fiscales se
siguen cerrando en las campañas.
No se paga á los maestro&, á algunos de los cuales se les adeuda un
año de sueldos.
Al mismo tiempo el gobierno de la provicia acaba de donar al Club
Social de Sa'l Luis, la suma de diez rnil pesos para sostener el teatro
anexo al euificio de ese centro. "
En este caso lJUelgan los comentarios.
Disposición acertada. - De tal puede calificarse la orden
pasada por el señor Gete de Policía á todos los comisarios , disponiendo
qua establezcan vigilanr\ia en las escuelas á la hora de salida de las cla·
ses, á fin de evitar '1 u e se estacio:Gen allí comerciantes que vendan á
los niños pastas y dulces nocivos Á. la salud.
Esta disposición evitará las aglomeraciones de niños en las esquinas
y el que ingieran en sus estómagos los llamados helados que comienzan
á vendPrse en nuestras calles al empezar la época de los calores en de-
trimento de la salud de los niños.
- rw7 -
BÍblioteca nacional. --Intorme oficial del director de esta
establecimiento, hace saber que durante el pasado mes de Setiembre
fueron consultadas 1132 de obra:;: de derecho, ciencias, historia, litera-
rat.ura, por 612 argeutinos y 434 extrageros.
Por compra adquirió la biblioteca, en el mismo mes 163 obras, 34 vo-
lúmenes, 308 entregas sueltas; y por donación 122 obras, 64 volúmes y
109 entregas.
En la secri0n de depósito, cange y reparto de publicacionEIS 1 había
una existencia de 176.616 piezas el día 30 de Setiea.bre.
Visita de lnspección..-El Ministro de Justicia Culto é
Instrucción Pública, ha dispuesto que el inspector de secClÓn D. José_B.
Zubiaur se traslade á la provincia de 'rucurnán con el objeto de ver1fi-
car las denuncias que un diario, de esa localidad hiciera respecto de la.
Escuela Normal de maestros de esa provincia.
Las imputaciones que se hacen por dicho suelto parecen de cará.cter
g1·nve, por cuanto el Director ha resuelto acusar al diario alu-
did0.
san Luis. -Los vecinos más caractériz¡¡,dos de la provincia de
San Luis, se ha dirigido al Mi.nisterio de Instrucción Pública pidiendo
la exoneración del1·ector del Colegio Nacional de esa.
Los peticionantes fundan su pedido, un la falta de preparación de di-
cho señor para. el desqmpeño de dicho cargo, y la de padecer de una en-
termedad que 1., inhabilita para presentarse en público.
El ministerio respectivo ha dispuesto que el Dr. Zubiaur á su regreso
de Tucumán se dirija á esa provincia á fin de constatar la exactitud de
lo aseverado por los peticionantes.
Separaclones.--A pedido del director de la escuela normal
de Río IV, han sido separados de sus puestos los protesores de Idiona
Nacional, Historia y Gegrafia Argentina.
Las causas que han motivado esta medida es la falta de competencia
para el desempeño de dichos cargos.
Escuela Normal de profesores. --El Inspector se-
ñot· Suarez, ha sido encargado por el Ministro de instrucción pública,
para que practique una prolija visita de inspección en la escuela Normal
de protesores de la capital.
El móvil que ha inducido al Sr. Ministro al tomar esta resolusión ha
sido las denuncias que recibió de parte de algunos profesores que se
guejan de la falta de disciplina de dicuo establecimiento como también
de abusos y concesiones r.speciales que decían muy poco en favor de
dicho instituto.
Literatura americana.-Hemos recibido un folleto de
unas 36 páginas conteniendo la notable conferencia sobre Literatura
americana dada á los socios del centro literario "Cast.ro B ... rros" de In
Rioja en la noche del20 de Julio último por el dü,tinguido escritor se-
ñor Pedro Delheye.
El trabajo que nos ocupa honra ,~¡ nombre de su autor por lo bien me-
ditado y lo galano de su estilo.
c:árlos L. Massa.-Este jóven é inteligente profesor normal
acaba de ser nombrado Inspector en comisión por el Consejo General de
Educación de la Provincia de Buenos Aires.
La Dirección de Escuelas ha hecho una elección oportuna en el com-
pafiero á quien enviamos nuestro parabién' y le deseamos el mayor
acierto en su nelicada misión.
.- 548-
DIRECTOR:
( ve·ase el N° 23.)
u.
Conferencias Práeticas.
Ser . PERÍODO.
maestro pueda echar mn.no, como también los niños del . grado
en que debe darse la conferencia. Con esto se conseguirá:
1°.-Que todos ~e encuentren preparados y dispuestos para
dar las conferencias.
~ 0 .-Que reine aquella animación conveniente en las observa-
ciones y discusiones á que dé lugar la marcha de la lección.
3°.-Que se destierre _para siempre ese recelo infundado que
tenemo.;; para de,empeñar semejante acto, convirtiéndolo en la
cosa más natural y fácil de ll e var á cabo, máxime tratándose de
persona'> que diariamente tienen. la oportunidad de dar tales lec-
ciones.
No desconozco ctue la presente opinión, si hubiera de llevarse á
la práctica, import¡.ría una r·eforma al Reglamento. Sin embar-
go, si ella tomara cuerpo, si los maestros mas caracterizados la
prohijaran, si n lgu nos consejos escolares la propusieran á la.
Corporación Nacional, no dudo que ésta animada como S!' halla
de la mejor voluntad p&ra todo lo que impo1ta una iniciativa de
progreso respecto á la 1•ducación, ordenarli la reforma de ese ar-
1 ículo, introduciendo así una mPjora en la marchf\ de nu estras con-
fer encias. -Pero si, lo que es probable, estuviese equivocarlo, si
se adujeran razones que pusieran de relieve los inconveniente"
que res ultarían de poner en práctica semejante innuvación, se1·é
el primero en confesarme destituído de sentido común y ped1ré que
se tenga por no escritas estas líneas, puesto que ellas sólo ha-
brán servido para poner de manifiesto la sin razón de la mejora
proyectada.
UN CONFERENCIANTE
COLEGIOS PARTICULARES.
La Comisión encargada de rt>cibir los exámenes de los alumnos
libres que desean ingresar al Colegio N<~cional, ha terminado su
co metido, elevando á la superioridad el cuadro demostrativo del
resultado de dicho acto.
Por él se nota1 á que de 105 que se presentaron á ex!'lm!'n, sólo
han !;ido aprobados 43; procedienrlo la mesa con la benignidad que
en estos casos se impone, tratándose de niños que se educan en
las escuelas particulares, donde como se sabe, la preparación qu e
reciben es incompleta, debido á que ~~n ellos se alberg.otn las prác-
ticas viciosas y resabios de la escuela antigua. Del resultado
general de las pruebas rendidas, se ha podido co¡¡statar, desde lue-
go, que la enseñanza que en ellos se da, no responde en manera
alguna al objeto y propósitos de la instrucción primaria. ·
- 554-
CONSIDERACIONES
SOBRE EL MÉTODO PARA ENSEÑAR LOS PRINCIPIOS DE LAS MATEMÁ:rr-
CAS Y DEL DIBUJO.
Leyes fundamentales.
La ensefianza en la ciudad de Pa:rís está sometida á las leyes funda-
mentales que rijen la instrucción pública en Francia.
Dos leyes fueron votadas en 16 d., Junio de i881: una de ellas deter-
mina. los títulos de capacidad exigidos á los institutora~ y suprime e~
- 55S-
Escuelas maternales .
Examinemos, ante todo, el rol de las Escuelas maternales. Estas
comprenden tres divisiones: la primera compuesta por niños á los que
se les inculca solamente bu enas costumbres; la segunda y la tercera
forman una clase miniatura: los ejercicios ct•rtos y variados se hacen
sobre lectura, dibujo, escritur:>., lenguaje enseñado por redtaciones y
lecciones sobre cosas usuales. Se cumple con su necesidad de movi-
miento por medio de trabajos de pli egue y de tejido hechos con la ayuda
del papel 6 de paja, y por medio de construcciones hechas, con los bas-
toncitos y los cubos.
Se agregan á estos algunos cantos fáciles y ejercicios gimnás-
ticos,
El objeto de la enseñanza es más bien de Rbrir la inteligencia y de
ejercitar la observaci,\n que de cargar la memoria con nociones vagas.
La educación moral tiene, naturalmente, el lugar de preferencia.
Estas escuelas están provis1as de un mobiliado especial y de útiles
complet.os: cartas geográficas, láminas representando hechos históricoR,
cuadros de historia naturRl, etc.
Las 430 maestras han s;do íorrnadas, en su mayor parte en un curso
normal; éste ha sido suprimido porque la Escuela Normal de Maestra s
de la Seine puede en Jo sucesivo proveer de maestras á las escuelas pri-
marias elementales y á las escuelas maternales; hay que observar que
los títulos de capacidad exigidos y los sueldos son idénticos.
-559-
superficie de un metro cuadrado y las 9alas de clase deben tener una al-
tura ue cuatro metros.
Estas condiciones se hallan realizadas en todas las construcciones
modernas, particularmente en las escuelas provisorias que se han es-
tablecido en el espacio de algunos meses para permitir la ejecución de
la ley sobre enseñan:¿a obligatoria.
Debemos hacer presente que estas escuelas son sanas, muy convenien-
tes, y que su instalación poco costosa permite modificarlas siguiendo las
necesidades.
Mobiliario escolar.- En París, el banco escolar es de dos asientos fijos
y con respaldo: el pupitre está ligeramente inclinado.
Estas mesas comprenden cinco tiros de tamaños diferentes, están dis-
pue!'tns en filas paralelas, perpendiculares á las ventanas, de manera
que los alumnos reciban la luz por la izquierda.
Al frente se halla la tarima y el escritorio del maestro.
De las paredes se hallan colgados los mapas y los cuadros destinados
á la enseñanza, como también mapas-pizarras y pizarras murales para
los divdrsos ejercicios escolares.
La mayor parte de las escuelas poséen también colaciones de objetos
naturales ó artificiales para ser empleados en las lecciones de cosas.
Los útiles escolares, libros y cuadernos son puestos gratuitamente á
la disposición de loJ alumnos.
La nómina de los textos se hace por los institutores en una con-
ferencia especial y es aprobada por una comisión compuesta de inspec-
tores primarios y de profesores de la Escuela Normal bajo la presiden-
cia del Inspector de Academia (este último dirige la enseñanza del De·
partA mento).
Adamas de los libros de clase, se prestan también á los alumnos libros
de lectura que compnmden obras históricas, literarias, científicas ó sim-
plemente morales qne penetran en el seno de la familia.
Cada biblioteca poseía en 1885 cerca de 600 volúmenes.
No r:os extenderemos S<'bre la organización administrativa, qu& tiene
por objeto dirigir el empleo de los fondos acordados para los útiles de
150.000 alumnos que frecuentan las escuelas de París.
Diremos solamente que, la elección de !os libros y objetos de p!!pele-
ría, se deja á los directores y directoras bajo la sola condición de no ex-
tralimitarse del crédito fijado, que está calculado á razón de 3 frs. 80
por año y por cada alumno.
Ramos Especiales.-Además de Jos institutol'es, hay en cada escuela
profesore'l especiales para ciertos ramos t~tles como el dibujo, el canto y
la gimnástica.
DibUJO.-Entre estos ramos, pondremos en primer lugar al dibujo, que
es la base de toda enseñanza profesional y que no sería suficientemente
desarrollado en una ciudad como la de Pari s.
Ante todo, el dibujo es útil para la educación de la vista y de la mano,
lo que explica el lugar que se le acuerda hasta en nuestras escuelas ma-
ternales.
El dibujo está confiado á los maestros y maestras para Jos principian-
tes y á los profesores especiales para los alumnos del curso superior.
La pedagogia de esta enseñanza ha quedado establecida: la lección oral
precede á lu material; la inteligencia del niño presencia el trabajo antes
que la mano lo ejecute.
La cuestión de los modelos es también ba.;tante importante; se dejan
las figuras por los modelos en relieve, muy bien graduados y en número
de 72.
-563-
Servicios especiales.
CajatJ de las escuetas.-Actualmente la asistencia á las escuelas es bas-
tan te buena: los auxilios acordados por las cajas de las escuelas á los ni-
ños pobres (calzado, alimentos, etc.) a~:oeguran la asiduidad de los alum-
nos cuyos padres fueran negligentes, puesto que los socorros no se acuer-
dan sino á aquellos que frecuentan la escueh con regularidad. Los
exámenes y los premios excitan la asiduidad y la emulación en todos
los niños.
Por otra parte la ley dEil 21 de Mayo de 1882 impone la asistencia
regular; se no ran además comisiones encargadas de perseguir á los
rec:ücitrantes. Pero es sabido que vale más la suavidad que la violen-
cia. También la influencia ue.las cajas escolares sobre la asiduidad es
muy considerable.
Las cajas escolares son independientes en cada Jistrit.o; centralizan
los donativos, las suscriciones voluntarias á favor da las escuelas.
Depositan además el producto de las colectas, de las conferencias, de
las fiestas de beneficencia, etc.
Estos fondos se emplean en suministrar vestidos y alimentos á los
niños pobres y libretas de la caja de ahorros.
Viajes de vacaqjr.nes, colonias escola1·es .- Estas cajas facilitan también
los mE~dios de ofganiznr cada año, en la época de vacaciones, un viaje
en el que toman parte los m~jores alumno.s: este viaje es favorable á
su salud como á su instrucción.
Std han organizado también recientemente colonias de vacaciones
destinadas á rehacer la salud alterada de los alumnes pobres, los mái
dignos de interés. ·
La primera categoría de viajes se hacen á los pueblos industriales, á
un puerto de mar, á una región montañosa, algunas veces al extranjero;
las colonias escolares se establecen en sitios salubres; los alumnos son
bien cuidados y ejercitados por paseos graduados que se hacen á los
alrededores.
Inspección. médica.
Esta última tentativa demue!3tra la solicitud de la ciudad de París por
la salud de la niñez. Desde hace mucho tiempo (1843) se había esta-
blecido la inspección módica de todas las escuelas para asegurar la
higiene de los alumnos y para alejar á aquellos que parecieran estar
atacados de enfermedad contagiosa,
On médico esta encargado de visitar cada semana las escuelas de un
distrito determinado.
--: 566 -
Para velar con mayor eficacia sobre la salud de los u niños pobres, se
han creado en Paris varios establecimientos, bajo el nombre de dispen-
sarios, donde los niños reciben gratuitamente consejds; cuidados y me-
dicamentos.
cantinas escolares.
Clases de espera.
C o nclusión .
N o trataremos de fatigar á nuestros lectores eon largas estadísticas:
indicaremos solamente el numero de alumnos que frecuentan las escue-
las públicas: éstas reciben a<\tualmeute 66,621) varones y 54,775 niñas.
El gasto anual asciende á veinte millones, lo que da 162 francos por
alumno; esta suma no comprende el presupuesto extraordinario para
construcción de nuevos locales escolares.
La mayor parte de los alumnos dejan la escuela antes de los trece
años; lo.3 que pasan de esta edad forman la excepción: cerca de 3,000
varones y otras tantas niñas.
Debemos observar que todos los alumnos nc llegan al curso superior:
las diferencia-> de inteligencia y de aplicación conducen naturalmente á
este resultado.
Pen> como la enseñanza es concéntrica, los inconvenientes son ate-
nuados en lo posible.
La enseñanza en cada uno de los cursos es completa, recibe todo su
deseuvolvimieuto en el curso superior; pero un niüo qut> deja el curso
medio á los trece años posée sobre todas las partrs del programa, cono-
cimientos proporcionados á sus facultades iutelectuales.
Con afecto ¡;incero lo saludo y me repito Sll atento seguro servidor
y a1nigo.
L. VESSIGAULT.
CURSO DE DIBlJJO
PAR,A E~ PRIMER AÑO DE ESCUELA.
(Tr3ducido del i1glíJ upmamente para la "Revilla Pedagigica Argcu tio u")
PRIMER GRA DO .
El dibujo debe formar una parte indispensable de la enseñanza
primaria, por cuai•to proporciona valiosa disciplina á los sentidos y
á las facultades perceptivas; desempeña un rol importl\llte en el cul-
tivo de la atención, observación, memoria, imaginacióu y juicio.
-568-
( Conr:lusirh1 ) •
(
-574-
ToMÁS PIÑERO.
ron como pudieron los 5,300 comensales. Para. tener una. idea. del buen
apetito de aquella gente, sépase que en las tres horas que duró el festín
se con!<umieron los víveres siguientes: 100 l'uentes de pollos y picho-
nes, 160 de patos y ánades, 160 de chuletas, 160 de carnero asado, 160
de fi!etes de buey, 160 de pescado, 160 de tajada.!! de lengua, 160 de
ánades ahumados, 160 de jamón, 160 de pastel de hígado de pato, 160
de langostinos, 320 de rabanillos, 160 de sardinas en aceite, S:.i> fuentes
grandes de em•a.lada, 320 de curtidos y conservas, 160 de que v Roque-
furt, 80 de langosta y 80 de cangrejos de mar.
Para. rellenar los huecos se despacharon 15,840 panecillos, 11,200
sandwiches y una. tono,lada. de manteca. Respecto á b ~ bidas, vale más
que no.3 callemos ó que resumamos diciendo que se tragaron una. cister-
na. de cerveza., otra de ponche sueco, y para los má.s desmayados 300
botellas de aguardiente doble, llamado en lengua de aquel p:.ís ,
schnapps.
La letra gótica corno causa de la mtopia en
la Infancia - La mayor parte de los alumnos de 11 á 13 años que
concurren á las escuelas de Alemania. se ven en la. necesidad de usar
lentes. La miopía. va haciendo estragos entre aquella juventud, att·ibu-
yéndoso la causa de tal enfermedad al tipo de letra gótica. en qne van
impresos los libros de lectnra y los de texto que se ponen en las manos
de los tiernos educa'ndos.
El usclentlflc A merlcancc en. español- El
Scientific American dEl Nueva York, está udversahnente acreditado co-
mo la publicación más interesante y la más antigna de las que se publi-
can en América. Sns actuales editores-propietarios la vienen pnbli·
<'ando desde hace cerca de medio siglo, durante cuyo largo período ha
tenido inmensa influencia sobre el progr<:~so científico é industrial, dise·
minando los conocimientos útiles, y coadyuvando al desarrollo de nue-
vas industrias; pudiendo considerarse como los verdaderos anales de
los maravillosos descubrimientos que caracterizan de tan marcada ma-
nera nuestra moderna época de pro~reso.
Sus editorP.s empezaron á principto de este año á publicar en caste-
llano una edición de su periédico ilustrado, con el titulo de: La Amé1·i·
ca Científica J Industrial, cuy.:> número diez tenemos á la vista. Es uua
interesante publicación mensual, de 24 páginas de á folio, impresa con
gusto y esmero, con pNfusión de ilustraciones y primorosos grabados.
~~- precio de la suserición en este país es de 3 pesos por un año.
El con~enido del presente número. es interesantísimo, mereciendo es-
pecinl mencióu un artículo ilustrado con grandes lámina.!:' sobre los
aparatos eléctricos, inventndos para. hacer el padron ds la. actual po-
bla.cion de los Estaños U nidos. En otro, acompañado de un retrato y
de una. lámtna que ocupa easi una página entera, se· da. cuenta. del tras-
lado á Suecia. del cadáver de Ericsson, célebre mecántco á quien deben
los Estados Unidos la invención de los Monitores, bu<J.ue de guerra. que
les ~;>ermitieron destruir la. marina. del l::lur y salvar la. 1degrida.d de sus
instituciones y de sn territorio.
A un acaudalado dq Saratoga, Estado de Nueva. York, se le ocurrió '
levantar en aquel punto de verano un palacio, imitación de los que te-
nían los ricos de Pompeya, cittda.d destruiña por una. erupción del
Vesuvio el año 79 de nuestra. era. Este artículo va. acompañado de unli.
magnífica. ilustración. En cuanto á erupciones no es ménos sorpren- .
dente la. de "un pozo de gas" efectuada. en otra ald"a del mismo esta-
do. Este accidente va descl'ito minuciosamente é ilustrailo muy bien.
582 - ·
DIRECTOR:
EJM!:J:LJ:O R. OLJ:'V"±.
AÑO ESCOLAR.
Las circunstancias más 6 menos concretas porque ha pasado
el pa\s con motivo de la crisis económica y luchas ardientes
de la politica nos inducía á creer que el estado de la educación
en la Capital se hubiera resentido un tantQoo en su marcha, y
que los resultados de fio de año dej3:ran mucho que desear. Por
suerte, las causas apuntadas no han wfiuido en manera alguna,
al contrario, la labor ha sido fecunda, porque ha sido llenada
ampliamente, con brillo po_co común, según se desprende de lo.s
·brillantes resultados obtemdos en las pruebas de fin de año. El
Consejo Nacional en sus constantes visitas que ha verificado
como l:::.s que llevó á cabo, en el acto mismo del exámen, ha po-
dido constatar este hecho por demás halagador de que el maestro
de 'nuestra escuela común, en medio de la tirantez en que vive,
y privaciones que se impone, no ha de,;cuidado un solo instante
los intereses de la escuela que le están confiados, contribuyen- ·
do con esto, á cimentar dignamente el buen .nombre que nues-
tras escul:llas han alcanzado en el extrangero.
El Consejo Nacional ha tenido ocasión en este año, de poder
aquilatar el mérito de nuestros maestros, por cuanto que los
resultados de su labor han superado á Jos que realmente tenía
derecho á esperar.
La Escuela de !;o-y, no es seguramente la de ahora cuatro
años, ella se ha transformado de tal manera que los r esultados
que de ella se obtienen, son la consecuencia de la evolución que
han producido las practicas modernas y concepto actual de la
enseñanza.
Esta evolución, que se ha infiltrado en nuestras escuelas, es
el punto de ptirtida de otras no . menos saludables que dentro de
poco se harán sentir e~ la marcha regular de las mismas.
-586-
¡
. den alcanzar á expresar _con 13Xactitud . El exá.m CJn es un medio, y
no un fin. Por eso se ha de tener siempre pre;ente, q uJ el exa -
men se ha instituido para la escuela, y no la e~cuela para el exá-
men •
.
-587-
11.
D:CSCUESO
PRONUNCIADO EN EL INSTITUTO NAC 1ONAL POR EL
599
l
conquistamos la entera confianza, más aun, dejadme decirlo «el
cariño de vosotros, padres de familia, y de todos los que acercándo-
se á esta casa se convenzan de que es casa de trabajo útil, honrado,
consciente y entusiasta !
Venid, venid siempre! Las paredes de una escu_ela deben ser de
cristal, se ha dicho, y con mucha razón; deben ser de cristal para
que todo el mundo pueda ver lo que pasa dentro: los padres porque
dentro están sus hijos y el pueblo y el estado, porque esos hijos se-
rán mañana ciudadlt:lo~. Por eso dijimos en nuestro Programa al
inaugurar las clases, que el Instituto no tendrla ni días ni horas se-
ñaladas pam ser visitado por los padres: entendemos que ellos tie-
nen el derecho d"e entrar en todos los momentos y presenciar todos
los ejercicios. No tememos ni temeremos nunca que se nos visite,
lo desearemos .siempre para satisfacción propia, para que conste que
cumplimos nuestro deber; lo solicitaremos á menudo de quienes pue-
- 601-
CURSO DE DIBUJO
PARA EL PRIMER AÑO DE ESCUELA.
. ( Oontinuar:ión).
.F~. -2.
/// //////
· Otros métotlos.
Dibujo de prdctica.-Además de los métodos a>ignados para los
diferentes días de la semana, hay otros que deben usarse según la _
necesidad de lá clase.
Cuando las lineas ó fig-uras no sean bi en hechas (i uzgando por lo
r¡ue se debe esperar de alumnot> de poca ed L\d ) la clase necesita prác-
tica en hacerlas.
Se les debe mandar á la pizarra mural, á todos los alum:10s quo
sea posible, y los demás trabajal'án e n sus asi.., ntos. _
A la órden, posición, todas las manos r!eben e3ta~ en posición e;l
la pizarra mural prontas para trazar la lin ea. A la órden, tracen,
todos deben trazar la línea. Siguiendo asi sin perd er tiempo hast:t
que hayan hecho de 5 á lO líneas. ·
Entnuces se suspenderá el trabajo para critical'lo.
En seguida deben borrar y repet:r el trabajo del mismo
modo.
Para estos ejercicios se ocuparán por lo menos cinco mi-
nutos.
En otro día se practica en dibujar lineas curvas.
Estos ejercicios son interesantes para los alumnos y pu eden intro-
ducirlos tambi én en las clases de forma.
-605-
Lineas perpendiculares .
Angulas rectos, agudos y obtusos.
División de líneas en tres partes iguales.
Triárigulos.-Triángulo rectangulo, acutángulo, obtusángulo.
Representaciones por medio del dibujo.
Objetos que pueden dibujar los alumnos:
Un papelón de alfileres.- Una ventana.-Una pu11rta ._-U ita cruz.
-Los alambres del teléfono.- Las tapas de un libro.-Triá ngulos
hechoe de alamhrey de cartón.-Un cuadrado de papHl.-Un pliego
de papel.-La cara de un·a caja.- Un -yaso.-Un balde. - Una taza.
-Una regla.-Una regla articulada.- Un plato.- El circulo de la
cara de un reloj.- Una bandflra.-Las esquinas de una pizarra.-
Figuras hechas de palitos .-Un abanico er. diferentes posiciones.-
Ur.a cometa.- Una pantalla.-Un carretel.-Una botella.-Estre-
llas hechas de papel. etc. ·
( (, ontinuará).
ITALIA.
La Direcciqp General de Estadística ha publicado una reseña intere-
s ante, sobre la aplicación de la ley de enseñanza obligatoria y que
a braza un periodo de diez años. De esta reseña tomamos los siguiente¡¡
datos estadísticos:
Existían en 1885-1886 pa1 a la e11señanza elemental del grado inferi01
eu perior, 35,904 escuelas entre públicas y privadas; 33,628 locales de
escuela.s y 55,286 maestros y maestras, comprendidos los suplentes y
ayudantes.
En las escuelas inferiores diurnas, el n-6.mero de alumnos inscriptos
al J>rincipio <.el año era de 1.949,038; 77,217 en las escuelas rurales
(44.417 ni:ños y 32,800 niñas); y l. 871,821 en las regulares ó completlts
(clases pre!laratorias: 21288 niños, 20,972 niñas: clases infenores:
983,935 ninos, 845,626 niñas).
La asistencia media fué la siguiente: escuela rumies, 54,446: escue-
las regulares, 1,301. 346. De este número 30,721 pertenecían á la clases
preparatorias (15,154 niños y 15,567 niñas), y 1.270,625 á las clases in-
feriores (682,21>1 niños y 588,374 niñas).
Las escuelas elementales del grado superior ascendían á 2.910 con
6,663 clases y 4, 493 maestros de ambos sexos (1,802 escuelas para niños
con 4,037 clases y 2,629 maestros, y 1,108 escuelas para niñas con
2,626 clases 1,864 maestras).
De 126,903 alumnos inscriptos al principio del año escolar (85,3~2
niños y 4-1,521 niña~), 105,663 se hallaban pres!intes al finalizar el pe-
riodo escolar.
Los establecimientos partlculates para la enseñanza elemental ascen-
dían á 3, 344: 955 escuelas para niños, 1,646 para niñas y 743 mixtas.
'Estas escuelas ocupaban 7,555 locales de cla~e y contaban con un
personal de 8,620 maestros de ambos sexos.
El número de alumnos inscriptos en escuelas al principio del año fué
de 176,957 (62,044 niños y 114,913 niñas); al finalizar el año existían
154,259 niños.
Después de la promulgación de la ley de enseñanza obligatoria, al nú-
mero de escuelas privadas disminuyó rápidamente. Con todo, existe una
escuela privada por cada 10,000 habitantes.
Las escuelas primarias del grado superior han funcionado en 1,862
distritos. En 928 sólo existen escuelas completas (que comprenden 3a
y 4a clases) para varones y niñas.
Las e!!cuelas privadas han funcionado en 821 distritos.
BELGICA.
La culta ciudad de Bruselas acaba de aumenta¡: 11us ys. nllltleros es-
-611-
P1·otección de la infancia.
Primera cuestión.-Qué régimen puede asegurar mejor el C'.esenvol-
vimiento físico, intelectual y moral de los jóvenes que, por diferentes
conce.Ptos, deban ser colocados bajo la tutela de la autoridad pública,
especialmente:
Los jóvenes delincuentes ó que hayan cometido un acto que la ley
califique de crimen <} delito:
Los jóvenes vagabundos;
Los jóvenes moralmente abandonados.
Segunda ettestión.-¿El sistema de colocación en las familias ofrece
ventajas para los jóvenes?
¿Cómo debe ser organizado este sistema? .
Tercera cuestión.-¿En qué casos prescribe la autoridad paterna?
En caso de prescripción, ¿cómo se debe establecer la cuestión del
jóven?
Cuarta ettestión.-¿A qué reglas lebe ser sometida la detención de
los jóvenes impuesta como corrección paternal?
-612-
SEGUNDA SECCIÓN.
Mendicidad y vagancia.
Primera cu.estión.-¿Que medidas preventivas se deben tomar comra
la mendicidad y contra la vagancia?
Segunda cnestión .-iCuálefl son en esta materia las relaciones que ~<e
deben establecer-entre las instituciones de asistencia y los Comités de
patronate>?-(Gaceta dell9 de ~eptiembr,).
NOTICIAS
Advertencia á nuestros suscritores. Debe-
mos hacer presente, con el fin de evitar confusiones, que el número an-
terior era el correspondiente al mes de Noviembre y no al de Diciembre
como por error de imprenta, apareció en aquel.
Fiestas escolares.-'-Con motivo de la distribución de los
certificados á los alumnos de las escuelas comunes de la Capital, ha u
tenido lugar en algunos distritos fiestas bastante lucidas-en las que
maestros y alumnos han rivalizado por obtener el aplauso del nu-
meroso público que siempre asiste á esta clase de actos.
Damos á continuación el discurso pronunciado por el Presidente del
Consejo Escolar del 5° distrito, Dr . .Andrés Ugarriza, con motivo de la
fiesta que tuvo lugar en ese distrito, y el del Inspector técnico, señor
.Juan M. de Vedia, que asistió al acto de la distribución de certificados
•inauguración de la Biblioteca en el4° distrito.
Discurso del Dr. Ugarriza:
Señoras y señores: '
Cábeme el placer de saludar á todos los preser tes reunidos para so-
lemnizar una edificante y simpática fiesta El Consejo me e::carga ma-
nifestar en esta ocasión a los Directores y Profesores que los adellmtos
realizados en el presente año que vá pronto á terminar, satisfacen las
aspiraciones de actualidad y prometen en el futuro mantener al menos
el alto puesto conquistado para la educación común en esta culta capital.
-613-
AÑO II.
(18 89)
ÍNDICE
DE LA
AÑO 1.1.
Pfl~.
VARIEDADES.
Pág.
El día de los arboles.-Sup r~ieiones.-La monarquía en~re las hor-
migas.-La velocidad de las palotnas.-
Cómo se debe dormir en el tren. La cirujía entre los pajaros, .. 189,
190, 191 y........ . ....... .. . . . .. . .. . . . . . . .. . .. .. . .. .. . . .. . .. . . .. 192
Las ranas en los Estados Unidos.-Cómo ha dvido un centenario
Naranjos enanos . -Barbaro espectitcu lo... . ..... 262 y .63
El valle de Josafat...... .. .. .. .. .. .. .. . .. . 304
NOT ICiAS
Pág.
Centro Estímulo Literario.-EI busto del profesor Torrejón.-Re-
probados.-Direc.tor de la enseñanza normal.- ReglamentCI inter-
no de las Escuelas Normales.- Mala noticia .-Escuela Normal de
Profesores de la Capitnl.-Educación co mún de Tucumán .. 79 á 85
Transcripción.-Perezosos!--Jur11mento singular.-Pobres maestros. -
Merlo.-Sociedad, esc uela y fa milia. - Medalla que honra.-El
Escolar ilustrado. -Nombr~mi e ntos. -U n maestro en la Exposi-
ción.- Higiene en las esc uelas.-Otro edific io para escuelas.-20.000
niños sin educarse.-EI EscolarArge ntino.-Foll etos recibidos.-
Maestras de Jujuy.-AsiloSan .José .-Dos pedagogos menos - Es-
cuela Centro Unión Normnlista.-EJ profesor D. Luis Suarez.-
lnstrucción primaria.-Nombramientos- Primer a Escuela Gradua-
da .-Escuelas Normales. -Escue lade Artes y oficios en Santa Fé.
Sa cerdote mc>delo. - Asilo de niñ os desvalidos.-La EnseñanzR.-
Corrcsponsai.-Presupuesto Escolnr de Santa Fé... . . . . . 106 á IIG
Nuevos editl cios Escola res .-Inform e bo hornoso.-Liga francesa de
la enseñanza .-Faltan escuelas públicas .-Jac into Fernandez.-
Busto de Sarmiento.-Escuela Normal de Mercede . Co nfer encias
pedagóg icas .-La educación. -Nuevas esc uelas. Contra Jos niños
que fuman.-Dir ectora del Ja rdín de lnfa ntes .-E rror. -En bien
de Jos niños.-Mig uel Eugenio Chevreul. La enseñanza religiosa
en Salta.............. . . .. .. .. . . .. . .. .. .. • .. .. . .. .. .. .. 1~4 Í\ 14\)
Disculpa. ---Ordena nzas y porteros.-Escuela Normal del Azui.-Dr.
Carlos M. Uri en.-CosRs de todos los dias.-Donativo.-Viaje de
una carta alrededor del mundo .- Medid a acertada .- Maestra sui-
cida.-Nombramientos. -" Escuela Sarmiento" en el Paraguay.-
Cálculo interesante.- Las escuelas en las fiesta& patrias.-Escue-
las italianas.-Estátuaá Rivadavia. -Valiosadonación. - i\'l as con-
tra los fumad or es precoces.-Certam en S armi ento .-Reglarnento
de la Inspección Nacional de escuelas .-Consulta.-Nuevos co le-
gas.-Fiestas Mayas-Centro Unión Normalist~ - El Escolar
Argentino-Cuestión sérta.-Demostración de s impatla. - Escuela
Normal de Dolores .-A um ento de sueldos.-Federico J. Espi no-
sa.-Conferencias pedagógicas.-Doctora Ceci lia Grierson.-Jai-
me N. Agüero. - Renun cia... .. .. . . .. . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . 192 it. 20~
Inaug uración de las co nfer enci as pedagógicas doctrinales.-La so-
licitud de los mae stros .- La mujer médico e n los E. Unidos.-
Biblioteca pedagógica.-Nuevos inspec:tores .- EI N ene.-Mas es-
cuelas.-lnspector de la Rioj a .- ld Pa digna de ap lauso. - Más so-
bre aumento de s ueld o s.- ln spé~< .•· 1. ú Escuelas-Consejo N. de
Educación.-Un libro úti 1.- Nueva visita.-Una maestra poeti-
sa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . : . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . 228 á 236
Con t'erencias doctrinales.-U na institució n benéfica .-Los J ardmes de
la Infanc ia en la Plata. - Libro graduado de lectura.-Biblioteca
popular del municipio.-Revalidación ele diplomas extrangeros.-
:\lateriales suspendidos. - Nu evo Sub-lnspe<.;tor.-Compañías tea-
trales de niños. ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264 á 268
VIl •