Ejemplos Predicables
Ejemplos Predicables
Ejemplos Predicables
A PPROVIDENCIA
AAMISTAD
Q
B R
Bbeaitud RRECTA INTENCIÓN / VVANAGLORIA:
C S
CCIELO SSANTOS
CCRUZ SSACRAMENTOS
CCULTURA
- Decadencia actual T
TTIEMPO
Caducidad del tiempo / peregrinos
D U
E V
F WXYZ
FFIN DEL HOMRE
G
GGENEROSIDAD
H
I
J
K
L
M
MMISERICORDIA DIVINA
MMUNDO
N
Ñ
O
OOBEDIENCIA
OORACIÓN
P
PPECADO
-A-
AAMISTAD
- Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre. Un día, mientras intentaba ganarse la
vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano.
Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano. Allí,
encontró hasta la cintura en el estiércol húmedo y negro a un muchacho
aterrado, gritando y esforzándose por liberarse.
El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una
lenta y espantosa muerte.
Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un
noble, elegantemente vestido, salió y se presentó como el padre del
muchacho al que el granjero Fleming había ayudado.
"Yo quiero recompensarlo", dijo el noble. "Usted salvó la
vida de mi hijo". "No, yo no puedo aceptar un pago por lo que hice", el
granjero escocés contestó.
En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña.
"¿Es su hijo?" el noble preguntó.
"Sí", el granjero contestó orgullosamente.
"Le propongo hacer un trato. Permítame proporcionarle a su
hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se
parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del
que nosotros dos estaremos orgullosos".
Y el granjero aceptó. El hijo del granjero Fleming asistió a las
mejores escuelas y, al tiempo, se graduó en la Escuela Médica del St.Mary's Hospital en Londres, y
siguió hasta darse a conocer en el mundo como
el renombrado Dr. Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.
Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del
pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvo su vida esta vez? La
penicilina.
El nombre del noble? Sir Randolph Churchill.
El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill.
Alguien dijo una vez: Lo que va, regresa.
Trabaja como si no necesitaras el dinero.
Ama como si nunca hubieses sido herido.
Baila como si nadie estuviera mirando.
Canta como si nadie escuchara.
Vive como si fuera el Cielo en la Tierra.
-B-
Bbeaitud
- Voy a adivinaros que tenéis en el pensamiento: “omnes vos beatis esse vultis” (ej.
predicable n 289)
Se cuenta de San Virila, abad de un monasterio en España, que tenía muchas tentaciones acerca de
la eternidad del cielo (estar toda la eternidad sólo viendo a Dios). Y un día salió de paseo por fuera
del monasterio y se quedó escuchando el canto de un pájaro. Luego volvió al monasterio y cuanto
tocó la puerta para entrar ya no conocía a ningún monje y ninguno lo conocía a él. Él dijo que era
Virila, el abad, y le respondieron que algunos siglos atrás había habido en ese monasterio un abad
llamado Virila que un día se fue a pasear y no volvió más. Y entonces un voz le reveló a Virila: si
pudiste estar tanto tiempo escuchando a un pájaro, cuánto más viendo a Dios?... La monasterio se
encuentra dentro del camino a Santiago.
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CCRUZ
Amor a la Cruz
- A San Ignacio se le solían unir jóvenes cuando predicaba… por eso la inquisición dudaba y
3 veces lo pusieron en prisión. La última vez lo fue a visitar el inquisidor Frias junto con el Obispo
Mendoza, quien brilló mucho después en el conc. de Trento como cardenal de Burgos; el inquisidor
le preguntó ironicamente:
- me tiene rabia a mí por estos grillos y cadenas?;
- Respondió: Dr. Frías sepa que no hay en toda salamanca tantos grillo y cadenas como yo quisiera
sufrir por Jesucristo”.
P. Castellani. Sermón del 30 de julio.
Y andando un poco más, le llamó San Francisco por segunda vez diciendo:
¡Oh, fray León! Aunque el fraile Menor de vista a los ciegos y sane a los tullidos y arroje los
demonios y haga oír a los sordos, andar a los cojos, hablar a los mudos, y, lo que es más,
resucite al muerto de cuatro días; escribe que no está en eso la perfecta alegría.
Caminando algo más, San Francisco llamó otra vez en alta voz:
¡Oh, fray León, ovejuela de Dios! Bien que el fraile menor hable la lengua de los ángeles, y
sepa el curso de las estrellas y las virtudes de las hierbas, y le sean descubiertos todos los
tesoros de la tierra, y conozca la naturaleza de las aves y de los peces y de todos los animales y
de los hombres y de las propiedades de los árboles, piedras y raíces de las aguas; escribe que no
está en eso la perfecta alegría.
Y continuando este modo de hablar por espacio de más de dos millas, le dijo fray León muy
admirado:
Padre, te ruego en nombre de Dios que me digas en qué está la perfecta alegría.
Supón, le respondió San Francisco, que al llegar nosotros ahora a Santa María de los Ángeles,
empapados dela lluvia, helados de frío cubiertos de lodo y desfalleciendo de hambre, llamamos
a la puerta del convento y viene el portero incomodado y pregunta: ¿Quiénes sois vosotros? Y
diciendo “somos dos hermanos vuestros” responde él: “No decís verdad, sois dos bribones que
andáis engañando al mundo y robando las limosnas de los pobres, marchaos de aquí”; y no nos
abre, y nos hace estar fuera a la nieve y a la lluvia, sufriendo el frío y el hambre hasta la noche;
si toda esta crueldad, injurias y repulsas las sufrimos nosotros pacientemente sin alterarnos ni
murmurar, pensando humilde y caritativamente que aquel portero conoce realmente nuestra
indignidad y que Dios le hace hablar así contra nosotros; escribe, oh hermano León, que en esto
está la perfecta alegría.
Y si perseverando nosotros en llamar, sale él afuera airado y nos echa de allí con villanías y a
bofetadas, como a unos bribones importunos, diciendo: “Fuera de aquí ladronzuelos vilísimos; id
al hospital, que aquí no se os dará comida ni albergue”; si nosotros sufrimos esto pacientemente y
con alegría y amor; escribe, oh fray León, que en esto está la perfecta alegría.
Y si nosotros obligados por el hambre y por el frío y la noche, volvemos a llamar y suplicamos
por amor de Dios y con grande llanto, que nos abran y metan dentro; y él, más irritado, dice:
“¡Cuidado si son importunos estos bribones! Yo los trataré como se merecen”, y sale afuera con
un palo nudoso, y asiéndonos por la capucha, nos echa por tierra, nos revuelca entre la nieve y nos
golpea con el palo; si nosotros llevamos todas estas cosas con paciencia y alegría, pensando en las
penas de Cristo bendito, las cuales nosotros debemos sufrir por su amor; escribe, fray León, que en
esto está la perfecta alegría.
Y ahora oye la conclusión, hermano León. Sobre todos los bienes, gracias y dones del Espíritu
Santo que Cristo concede a sus amigos, está el vencerse a sí propio y sufrir voluntariamente, por
amor de Cristo, penas, injurias, oprobios y molestias; ya que de todos los otros dones de Dios no
podemos gloriarnos, porque no son nuestros sino de Dios; y por esto dice el Apóstol: ¿Qué tienes tu
que o lo hayas recibido de Dios? Y si lo has recibido, de Él, ¿por qué te glorías como si fuese tuyo?.
Pero en la cruz de las tribulaciones y aflicciones podemos gloriarnos; porque es cosa nuestra; y
así dice el Apóstol: Yo no quiero gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Al cual sea
siempre honra y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”(Florecillas de San Francisco de Asís,
cap. I, VIII.).
- Santa Juana de Arco dentro de la hoguera pedía al sacerdote dominico que la auxilió en sus
últimos momentos que levantase el crucifijo. Como el humo y las llamas molestaban para ver pedía
insistentemente que lo levantase más.
Salva
- Un sacerdote católico, al darse cuenta de que los universitarios de color eran atraídos y
conquistados por sectas no católicas y por masones, comprendió la necesidad de una labor exquisita
y se dio a ella con todas sus fuerzas y con todos los medios a su alcance.
Muchísimo logro el sacerdote en este sentido. Tanto, que sus adversarios se alarmaron y
escogieron un chino muy inteligente para que destruyera toda la labor del sacerdote.
El chino fue a este para que le instruyera en la religión cristiana, pero fue sincero desde un
principio y le dijo claramente que el quería instruirse para así poderle atacar mejor y así poder
destruirlo.
Puesta la confianza en Dios, se avino el sacerdote a este contrato. Pero en seguida fue a
ver a una joven enferma y le suplico que ofreciera todos sus dolores a favor de un chino. Cada
día este iba a instruirse en la religión cristiana, cada día el sacerdote telefoneaba a la enferma y cada
día aumentaba los dolores de esta. Un día, a una hora desacostumbrada, presentóse el chino y dijo:
- Padre, no puedo más. Quiero recibir el Bautismo.
En seguida telefoneo a la casa de aquella enferma para comunicarle esta grata noticia, pero recibió
esta contestación: “Acaba de morir”. Eso es ser verdadera luz del mundo y sal de la tierra.(Del libro
Ejemplos Predicables, Mauricio Rufino, Barcelona, Ed. Herder,1962, pag 807, nº 1992)
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CCULTURA
Decadencia actual
…. En una de las familias a las que fui, me pidieron que por favor permitiera que el perro de la señora que
había fallecido, estuviera presente… me dijeron que cuando no se que activista holandés murió, en la misa
el pastor había permitido que sus dos perros estuvieran presentes en el servicio religioso (eran protestantes)
y que le había puesto agua bendita para que tomasen. Por suerte no me costó mucho convencerlos de que
mejor el perro se quedara en la casa. (Victor Deminaczuk, 5/6/06)
-D-
-E-
-F-
FFIN DEL HOMRE
-- “La generosidad es la gran arma para aceptar la ley y para ir más lejos en el servicio de
Dios. Los Ejercicios están hechos para almas generosas... que quieran mucho afectarse en todo
servicio de sus Señor.
Hubo un gorrión que se gloriaba de ser filósofo, había estudiado lógica y armaba excelentes
silogismos. “He descubierto –les dijo a los gorriones reunidos en congreso- que a medida que
aumenta nuestro peso se dificulta nuestro vuelo: cuando la lluvia empapa nuestras alas casi no
podemos alzarnos. ¡Muy cierto, chirriaron los gorriones! “Ahora bien, es muy cierto que nuestras
alas representan un peso; sin nuestras alas vamos pesar menos”.
¡Cierto, conforme, conforme, chirriaron los gorriones todos!. “Vean pues la solución, el
silogismo es perfecto: cuando pesamos menos, volamos mejor; sin nuestras alas pesamos menos;
luego, si nos quitamos las alas vamos a volar como un cohete...”. Los gorriones enmudecieron
todos, hasta que al fin un viejo gorrión se arriesgó a decir: “Señor Doctor, no sé qué contestar; pero
tengo mis dudas... Haga primero la experiencia. Córtese las alas y luego vemos”. Tenía razón el
viejo gorrión, porque a pesar de la paradoja, las alas que lleva el pájaro, lo llevan también a él. Es
un peso que ayuda a llevar el peso; un peso que en vez de aplastar, levanta.
Lo mismo acontece con la generosidad. La gente que regatea con los mandamientos los hace
pesados... cortan dos, tres, o cuatro, y no pueden cargar ni con el resto. En cambio hay muchos que
encima de todos sus mandamientos han colocado sobre sus hombros toda su generosidad. Hacen
mucho más que el frío deber. Agregan a sus obligaciones comunes todas las obras que les inspira el
amor, caminan alegres donde los demás arrastran y afirman que es hermosos servir a Dios. El
generoso que hace más que lo obligado quita a la obligación su carácter áspero. El santo es el único
que hace siempre lo que quieres”1
1
SAN ALBERTO HURTADO, Un disparo a la eternidad, pp. 155-156 (Ejercicios predicados quizás a sacerdotes)
-I-
-J-
-K-
-L-
-M-
MMISERICORDIA DIVINA:
El Crucificado lo abrazó
En una de las más hermosas iglesias de Würzburgo, en Baviera, hay un crucifijo que es muy
distinto a todos cuantos hayamos podido ver en nuestra vida, pues allí tiene el Salvador las manos
desprendidas de los clavos, juntas encima del pecho, como si quisiera sujetar algo y estrecharlo
contra su corazón... Este ademán tan extraordinario de la imagen de Cristo lo explican las crónicas
así:
Una noche había penetrado un ladrón en aquel santuario codiciando la valiosa corona que almas
piadosas habían ofrendado al crucifijo. Ya había subido el ladrón a la altura necesaria para alcanzar
la joya, ya tocaban sus manos sacrílegas la corona, cuando vio que las manos del crucifijo se
desprendían de los clavos para abrazarle... El espanto hacía temblar el cuerpo del criminal. Sus ojos,
desmesuradamente abiertos por el terror, se miraron con los ojos de Cristo... Los brazos de Cristo le
tenían abrazado... Tres horas se miraron así: Jesús y el pecador..., tres horas se hablaron... Pronto
lloraron los ojos del ladrón lágrimas de sincero dolor, y prono se pusieron también sus brazos
alrededor del cuerpo de Cristo con dolor y con amor. Y el Sumo Sacerdote en la cruz oyó de sus
labios una confesión sincera que terminó con una oración de amor y gratitud.
Y el amanecer de aquel día halló en la cruz no sólo al Redentor, sino también a un redimido...
vencido por aquel “que nos amó primero” (1 Jn 4,19). EE.PP. 1631
MMUNDO
- “De nuestro Padre Francisco de Borja, leemos (Vida, 1.1, c.7) que cuando llegó a Granada con el
cuerpo de la emperatriz, al tiempo que hubo de hacer la entrega de él, destaparon la caja de plomo
en que iba y descubrieron su rostro, el cual estaba tan trocado, tan feo y desfigurado, que ponía
horror a los que le miraban. Causó esto en él tanto sentimiento, que trocándole Dios el corazón con
aquel desengaño tan grande del mundo, propuso firmemente: Yo os ofrezco, Dios mío, de no servir
más a Señor que se me pueda morir”. EPVC, 463
-N-
-O-
OOBEDIENCIA
OORACIÓN
FE
“Le preguntaron a Don Orione porqué la ayuda de la Providencia se manifiesta en forma
menos evidente cuando se trata del sostenimiento del hogar por parte de un padre de familia y si
esto se debe a la obra que se cumple en el Cottolengo es superior a la ordinaria carga de una familia.
-No- respondió-. La obra del padre de familia es superior a la del Cottolengo, porque la
carga que asume es enviada por Dios mismo, mientras que la del Cottolengo es elegida por los
religiosos. Estos obtienen siempre el socorro providencial porque piden con más fe, todo está en
eso. La fe con que pedimos es la que nos garantiza la ayuda.
Es curioso- agregó-. A menudo les pregunto a las personas que me viene a pedir oraciones:
¿Avete pregato? La mayoría de las veces responden que no... y se extrañan de no conseguir lo que
necesitan
-P-
PPECADO
- Cierto día, en una carreta, el conde de Stolberg se tropieza con un anciano que llora.
Se acerca a él y le pregunta acerca de su tristeza.
El pobre viejo señala las ruinas de su casa, recién destruida por un incendio, y dice sollozando:
- Me quedo solo; tenía una familia, pero todos perecieron.
- ¡Oh, cuán desdichado es usted! –exclama el conde, dándole una importante limosna.
De pronto, recobrando la energía de su fe, se levanta el anciano frente al hidalgo y, mirándole de
arriba abajo dice:
- Desdichado no, no lo soy. ¡Mi madre me enseñó que en la tierra sólo hay una desgracia: el
pecado mortal! Como yo, gracias a Dios, nunca lo cometí, jamás he sido desdichado.
Ejemplos Predicables n. 2069
San Alfonso, obispo de Santa Águeda de los Godos, cerca de Nápoles (+1787), hizo venir
junto a él a un pecador escandaloso para exhortarle a cambiar de vida.
Al entrar en la habitación del obispo, aquel pecador vio arrojado en el suelo, en el umbral de
la puerta, un gran crucifijo y no quiso entrar quedándose afuera... Pero el santo obispo le dijo: “Pase
por encima del cuerpo de Jesús; no es la primera vez que le maltrata; lo ha hecho muchas veces con
sus pecados...”! Estas palabras conmovieron a aquel escandaloso, que rompió a llorar de dolor, y
desde entonces cambió de vida. (EE.PP. 614)
La cara de Judas
Se cuenta de Leonardo da Vinci. Estaba trabajando para su famosa “Última Cena”, y tomó
como modelo de nuestro Señor a un joven que cantaba en el coro de la catedral de Milán, llamado
Pietro Bandinelli. Años después, el pintor buscaba un modelo para llevar a cabo la cara de Judas.
Un día, en las calles de toma, vio a un hombre de mirada oscura y de semblante que denotaba una
vida viciosa. “Este es mi modelo”, pensó. Y así fue.
Mientras trabajaba en el estudio, algo característico en los modales de aquel hombre indujo a
Leonardo a preguntarle:
- ¿Cómo se llama usted?
Respondió el otro:
- Usted ya me pintó en otra ocasión. Soy Pietro Bandinelli.
El pecado mortal puede producir también tristes cambios en el exterior de las personas. El
espejo del alma es la cara, suele decirse…, y muchas veces se cumple esta aseveración.
Anécdotas y Virtudes, n.547
PPROVIDENCIA
Don Bosco estaba muy enfermo, escupía sangre, apenas se alimentaba, se había desmayado
ya dos veces en público; hacía poco él mismo anunciaba su muerte...
Pusieron la piedra fundamental, DB estaba muy contento. “Ha prometido pagar algo a
cuenta al empresario de las obras, que tiene que abonar la quincena a sus albañiles.
- ¡Bravo, Carlos Buzzeti! Hoy es un gran día. Voy a darte lo prometidol. No será mucho,
pero te aseguro que es todo lo que tengo.
DB extrae pausadamente de su faltriquera, aquel viejo bolsillo donde junta el donativo de los
magnates y el óbolo de la viuda, y lo vuelca enteramente en la mano extendida del ilusionado
Buzzetti. ¡Ocho sueldos! ¡Cuarenta céntimos!
- Está tranquilo! Esto e s lo mío, pero la Madonna va enviar los suyos para pagar su
iglesia. Yo no seré más que el cajero.
Los que escuchan hallan un poco fuerte la escena. ¡Don Bosco es un temerario! ¡DB no tiene
sentido común! ¡Quebrantará! ¡Acabará en la cárcel!
DB sonríe con aquella característica sonrisa suya, hecha de confianza en Dios y, ¿por qué no
decirlo?, de conocimiento de las cosas futuras, y respondía:
No temáis; es necesario que nosotros comencemos, después, Dios nos ayudará. Ya veréis
cómo los quatrini (dinero) vienen solos...” Hugo Wast, Don Bosco y su tiempo,pp 3433-332
- “Cuando se le ocurre (a Don Bosco) empezar a construir su primera iglesia, que llamará
San Francisco De Sales y que será la verdadera porciúncula de su Orden no posee más que deudas.
Debe al panadero, al sastre y al proveedor de víveres, y hasta al barbero. Debe, además, 20.000 liras
al abaste Rosmini.
A pesar de todo, encarga los planos. Se los hacen, los modifica, los aprueba. Llama a un
constructor y le señala el terreno vacío de casa Pinardi.
- ¿Se anima a edificarme esta iglesia?
- Con todo gusto.
- Le advierto que no estoy sobrado de dinero...
- Eso no importa.
- Más bien... escaso. Quiero decir que hay días en que no tengo un céntimo...
- Pero al día siguiente, sin duda, tendrá la bolsa llena.
- Ni al día siguiente, ni al otro. Me acontece pasar una semana y más viviendo de la caridad.
El constructor se pone frío.
- Entonces iremos despacio.
- ‘No, no! Yo quiero que vayamos aprisa, y que antes de un año inauguremos la iglesia.
El constructor mira aquel rostro entusiasta y radiante , aquellos ojos negros que parecen
penetra el provenir.
¡Así lo haremos! ¡Antes que una año bendecirá su iglesia!”. HUGO WAST, Don Bosco y su tiempo,
p. 224
-Q-
-R-
RRECTA INTENCIÓN / VVANAGLORIA:
* Un hermnao había leído un libro del que era autor otro religioso de la misma orden. Al
encontrar al autor, le dijo:
- Padrfe, un día Dios le dará una gran recompensa por lo que escribe.
- Hermano –repuso el padre con humildad-, en el día del juicio mis libros y la escoba que
ustd tiene entre sus manos tendrán el mismo valor; y, si su intención al barrer ha sido mejor que la
mía al escribir, su sitio en el cielo será, sin duda, mejor que el mío. EEPP 1795
-S-
SSANTOS
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SSACRAMENTOS
Decía Orígenes que los cristianos somos como pezcaditos. A estos no se los puede sacar del agua
porque mueren... a nos. no nos pueden sacar de la atmósfera sacramental. (Cit. Por Mons. Aguer en
curso de formación para sacerdotes, sem. Diocesano, san Rafael, 6-6-06
-T-
TTIEMPO
Estamos de paso
Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la
finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un
cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un
banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
-¿Y dónde están los suyos...?
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
- Yo también... concluyó el sabio.
La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse
aquí eternamente y se olvidan de ser felices".
El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la
intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas
incomparables."
1. Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en
ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a
vestirse.
4. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para
obtenerlo.
5.Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu
capacidad.
6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
7. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
8. Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación;
te llevará con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.
10. Dios no te preguntará a cuántas personas enviaste este mensaje; te preguntará si te dio
vergüenza hacerlo.
-U-
-V-
-Y-
-Z-