Resumen-Oszlak y Tambien Roffman y Romero
Resumen-Oszlak y Tambien Roffman y Romero
Resumen-Oszlak y Tambien Roffman y Romero
Prologo
El Estado Argentino fue articulador esencial de los patrones de relación social que permitieron instituir un
orden capitalista en la sociedad argentina. Construir el Estado fue agrandar la Nación. Fue imponer el orden.
Fue impulsar el progreso. La construcción del Estado permitió el desarrollo de la sociedad argentina. (Todo
esto en contra de la concepción de los 90estado pasivo)
Dicha construcción no fue a expensas de la sociedad civil fue instrumental para su crecimiento.
Una nueva frontera comenzó a dibujarse entre el dominio legitimo del Estado y de la sociedad. Nunca fue
una frontera rígida o nítidamente marcada. Más bien fue siempre una frontera irregular, porosa y cambiante,
cuyos contornos fueron resultado de procesos en los que la confrontación y la negociación, la fijación
arbitraria o el acuerdo de límites, la captura de nuevos espacios y la deliberada resignación de competencias
movieron alternadamente en una u otra dirección: El resultado neto fue una persistente expansión estatal.
El concepto “capitalismo de Estado” –matrimonio entre el capitalismo y el Estado-, es decir la intervención
estatal para reproducir o garantizar la reproducción de las relaciones sociales y el orden necesario para la
acumulación capitalista; es un concepto acuñado en el siglo XX. Pese a ello, es innegable en el caso
latinoamericano, de la intervención estatal en la promoción del proceso de acumulación durante el siglo
XIX. Es necesario a fines de no caer en determinismos, realizar un adecuado tratamiento de la relación entre
economía y política, en un periodo en que se estaban conformando, influyéndose mutuamente en su
despliegue histórico, un sistema de producción, un mercado, una estructura de clases y un Estado nacional.
Así vemos que dicha relación resulta insoslayable.
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dominantes, la única instancia capaz de movilizar los recursos y crear las condiciones que permitieran
superar el desorden y el atraso. Si consideramos la diversidad y simultaneidad de manifestaciones de
“desorden” que el Estado nacional debía afrontar; si tenemos en cuenta que la tradición conspiraba contra la
centralización en el Estado de ciertos instrumentos de control social; y que unidades subnacionales
continuaban manteniendo fuerzas regulares, su propia moneda y constituciones y justicia; salta a la vista
que: Como imponer el orden implicaba regularizar el funcionamiento de la sociedad, hacer previsibles las
transacciones, regular los comportamientos; el “orden” aparecía entonces, paradójicamente, como una
drástica modificación del marco habitual de relaciones sociales. No implicaba el retorno a un patrón normal
de convivencia sino la imposición de uno diferente, congruente con el desarrollo de una nueva trama de
relaciones sociales de producción y de dominación social. Durante la primera etapa del período
independentista los esfuerzos estuvieron dirigidos a eliminar todo resabio contestatario. La reiterada y
manifiesta capacidad de ejercer control e imponer mando efectivo y legítimo sobre territorio y personas, en
nombre de un interés superior material e ideológicamente fundado en el nuevo patrón de relaciones sociales,
es lo que definía justamente el carácter nacional de esos estados. Así se entiende que durante la primera
etapa los nuevos estados exteriorizaran su presencia fundamentalmente como aparatos de represión y control
social. Resolver la cuestión del “orden” constituía no sólo una condición de supervivencia para el propio
Estado, sino que constituía una premisa elemental para el establecimiento de formas estables de relación
social; por eso la cuestión “del progreso” aparecía como la contratara del “orden”, como su natural corolario.
# A lo largo de un proceso en el que los términos de esta ecuación fueron modificando alternativamente sus
valores, el Estado se convirtió en eje para la consolidación de las nuevas modalidades de dominación
política y económica. De aquí que tomar activa parte en el proceso de resolución de estas cuestiones
represento para el Estado el medio de adquirir “estatidad”. Este es el sentido de la simbiótica constitución de
Estado y sociedad como esferas distinguibles de un único y nuevo orden social capitalista. En general, los
estados que emergieron del proceso de internacionalización de la economía mostraron una débil capacidad
extractiva y una fuerte dependencia del financiamiento externo. La acción del Estado resultó crucial a través
de la inversión directa, crédito oficial, legislación y creación de unidades administrativas a cargo de la
producción de bienes, regulaciones y servicios, el Estado pudo ofrecer seguridad a personas, bienes y
transacciones, facilitó las condiciones para el establecimiento de un mercado interno, extendió los beneficios
de la educación y la preservación de la salud y contribuyó a poblar el territorio y a suministrar medios de
coacción extraeconómica para asegurar el empleo de una fuerza de trabajo a mentido escasa. Los estados
latinoamericanos, en su etapa formativa, fueron desarrollando sucesivamente sus aparatos de represión,
regulación y acumulación de capital.
Recapitulación:
En su origen, la formación de los estados nacionales latinoamericanos implico la sustitución de la autoridad
centralizada del Estado colonial y la subordinación de los múltiples poderes locales que eclosionaron, luego
de la independencia, como consecuencia de fuerzas centrifugas desatadas por el proceso emancipador. La
identificación con la lucha emancipadora, precario componente idealista de la nacionalidad, fue insuficiente
para producir condiciones estables de integración nacional. La base material de la nación recién comenzó a
conformarse con el surgimiento de oportunidades para la incorporación de las economías locales al sistema
capitalista mundial y el consecuente desarrollo de intereses diferenciados e interdependientes generados por
tales oportunidades. Al margen de las complejas mediaciones que intervinieron en cada caso nacional, la
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articulación de los mercados internos y su eslabonamiento con la economía internacional, se vieron
acompañados por la consolidación del poder de aquella clase o alianza de clases que controlaba los nuevos
circuitos de producción y circulación de bienes en que se basó la economía exportadora. Pero las nuevas
formas de dominación económica, a cuya sombra se consolidaban nuevas relaciones sociales, requerían
políticamente la paralela constitución y control de un sistema de dominación capaz de articular, expandir y
reproducir el nuevo patrón de relaciones sociales. # Este sistema de dominación –el Estado Nacional- fue a
la vez determinante y consecuencia del proceso de expansión del capitalismo iniciado con la
internacionalización de las economías de la región (RECÍPROCO PROCESO
CONSTITUTIVO).Determinante, en tanto creó las condiciones, facilito los recursos, y hasta promovió la
constitución de los agentes sociales, que favorecerían el proceso de acumulación. Consecuencia, en tanto a
través de estas múltiples formas de intervención se fueron diferenciando su control, afirmando su autoridad
y, en última instancia, conformando sus atributos. La identificación en la experiencia argentina de las
cuestiones mas desagregadas, permitirá circunscribir un campo analítico e histórico en el que, recrear el
proceso de resolución de las mismas, servirá a la vez para reconstruir los hitos fundamentales y las
modalidades específicas del proceso formativo del Estado. Tres aspectos fundamentales de este proceso: la
organización nacional, la institucionalización del Estado y la política de recursos que permitió su
viabilización. Empieza con Pavón y termina en crisis de 1890.
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identificación de los pueblos que componían esa vasta unidad política, la separación de algunas partes del
viejo virreinato demostró los débiles sentimientos nacionales y creo una conciencia en los lideres
revolucionarios sobre la necesidad de defender la integridad del territorio heredado, si las luchas de
independencia creaban alguna forma de identidad colectiva y de sentimiento de destino común estos se
diluían en la materialidad de una existencia reducida a un ámbito localista con tradiciones, intereses y
liderazgo propios.
El rigen esencialmente local del movimiento independentista y su clara asociación con los intereses de
BSAS, de hechos, BSAS se constituyó en capital de la organización política surgida del movimiento
revolucionario y como tal en la verdadera nación, no obstante los diversos órganos políticos y proyectos
constitucionales estos fueron ineficaces, separados por la distancia la agreste geografía o las franjas
territoriales bajo dominio indígena, estos centros de poder se integraron en torno a la figura carismática de
caudillos locales, el acceso al poder paso a depender del control de las milicias y los partidos que surgieron
como una simple pantalla para legitimar la renovación de las autoridades, el destierro, el asesinato político,
la venalidad, el nepotismo y la coacción física se incorporaron como instrumentos de dominación llamado a
tener larga vida en las prácticas políticas del país, los caudillos pugnaron por reivindicar el marco provincial
como ámbito natural para el desenvolvimiento de las actividad social y política, la provincia paso a
constituirse casi en símbolo de resistencia frente a los continuados esfuerzos de BSAS por concentrar y
heredar el poder político del gobierno imperial, la idea de patria no podía sustraerse al asilamiento, a la
virtual inexistencia de vínculos materiales o morales. La idea de nación no se funda únicamente en
referentes abstractos ni adquiere materialidad simplemente a través de un hecho revolucionario o una
formalidad constitucional, es decir, que la nación Argentina dio forma y personalidad a las provincias siendo
anterior a estas, obtenida su personalidad las provincias pactaron entre su y organizaron la nación no la
formaron. Al equiparar entidades esencialmente diferentes este tipo de interpretaciones pierde de vista losa
atributos que permiten reconocer la existencia y formación histórica de las nación y el estado, ya que no
puede hablarse de un estado nacional al hacer referencia a las precarias coaliciones y han más débiles
instituciones nacionales existentes, tampoco puede afirmarse que existiera una nación antes de haberse
desarrollado tanto los atributos ideales de la nacionalidad como sus fundamentos materiales, es decir, la
pertenencia a una organización económica capaz de articular y satisfacer los intereses de los integrantes de
una comunidad en tanto agentes económicos.
El localismo no era una forma aberrante de organización social destinada a perpetuar el poder a los caudillos
voluptuosos, sino que respondía sobre todo a la modalidad que habían adquirido las relaciones de
producción y los circuitos económicos en el territorio de las Provincias Unidas, los sentidos localistas se
hallaban teñidos por el diferente carácter que tenían los intereses materiales de las fuerzas sociales radicadas
en las diversas regiones del territorio, en cada una de ellas la organización nacional asumía significados
diferentes en función de su respectiva articulación dentro del esquema económico que se venía estructurando
desde fines del siglo anterior. La expansión económica de la región pampeano-litoraleña durante la primera
mitad del siglo XIX estuvo estrechamente ligada a su inserción en el mercado internacional como
exportadora de dime pecuarios e importadora de productos industrializados, la concentración del
intercambio externo en el puerto de BSAS desde fines del siglo XVIII y el progresivo incremento de la
exportación de bienes pecuarios permitieron que la provincia de BSAS se diferenciara como unidad política
económica con respecto al resto del territorio, ello se vio favorecido por la formación de un circuito
económico dinámico y el desarrollo de un sistema institucional diversificado y ampliamente superior a
cualquiera de los existentes en las demás provincias. Los intereses del sector mercantil portuario y de los
terratenientes exportadores se homogeneizaron en torno al fortalecimiento del circulo económico y al a
consolidación del sistema de instituciones de la provincia que garantizaba la estabilidad política interna, esta
homogeneidad de intereses era relativamente y sobre todo fue variando según las alternativas que presento la
relación político económico de BSAS con las provincias del interior, las clases dominantes porteñas
coincidían en sostenes la estabilidad política de la provincia y el predominio de BSAS en sus relaciones con
el resto del territorio.
El desarrollo de la producción pecuaria se basó en el uso extensivo de la tierra y en la racionalidad de la
explotación en las estancias, la estancia era la unidad productiva y al mismo tiempo la unidad político social
como un núcleo organizativo de la vida en la campaña, abarcaba desde la organización militar necesaria para
defenderse de los indios y para actuar como policía rural, hasta la producción de la mayor parte de los
consumos internos, su carácter se hallaba definido por la producción para el mercado y la difusión de
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relaciones salariales, estas unidades productivas tenía escasa vinculaciones economías fuera de la línea que
las una con el mercado externo y por lo tanto la producción de bienes exportables no se beneficiaba con el
dinamismo que el incremento continuo de las exportaciones permitía a la economía urbana. Para los
terratenientes el fortalecimiento del circuito se centraba en garantizar las condiciones de producción de
bienes pecuarios a través del control de la frontera con los indio y desarrollar las vías de comunicación entre
el puerto y las unidades productivas, el predominio de BSAS sobre el interior debía restringirse a mantener
el control de la aduana en mano locales y participar indirectamente en la porción del excedente extraída a
través de la aduana porteña , la organización nacional significaba para la burguesía terrateniente perder el
control local de las rentas aduaneras y destinar recursos e instituciones provinciales a la unificación político
económica de un vasto territorio.
El interés del sector mercantil portuario en el fortalecimiento del circulo económico de BSAS mercado
externo se combina con el propósito de expandir el mercado para las importaciones hacia el interior del
territorio, el premunió de BSAS sobre las demás provincias se ligaba en este caso a la integración de todas
las regiones a la economía portuaria bajo un régimen liberal, la apertura de todo el territorio como mercado
ora las importaciones y el potencial incremento de las exportaciones requerían uniformar el sistema
monetario, abrir las barreras aduaneras internas y garantizar el trafico interprovincial tarea que solo podrían
encararse a partir del desarrollo de un sistema de instituciones nacionales basado en los recursos de la
provincia de BSAS, la región mediterránea que abarca las provincias de centro, norte y oeste comprendía
varios sistemas productivos con desiguales características y grados de desarrollo, la zona central y norteña se
configuro durante el periodo colonial, vinculada al circuito formado por las minas potosinas y el puerto de
Lima como proveedora de carretas, tejidos y animales de carga, la zona de cuyo compartía estos rasgos pero
vinculado a la economía chilena, las provincias de Catamarca y La Rioja marginales a la los circuitos
económicos del centro noroeste y del cuyo formaban la zona económicamente más atrasada de toda la
región, el interior mediterráneo entre en un largo periodo de estancamiento con la paulatina disolución del
circuito que lo unía a la economía limeña, luego del agotamiento de las miasma potosinas y la posterior
interrupción del tráfico con Perú debida a la ocupación española, la región pampeano litoraleña estaba
obstaculizado por barreras aduaneras internas por las restricciones a la salida de oro desde BSAS y por la
competencia del comercio de importación, las posibilidades de expansión de los sistemas económicos de la
región mediterráneo dependían en gran mediad e la constitución de una instancia institucional que enajenara
a BSAS el control de la aduana local, lo que limitara las importaciones y destinara una porción importante
de las rentas aduaneras a subsidiar a los gobiernos provinciales y a cerrar las condiciones político
económicas para una vinculación más dinámica entre el interior y la región pampeano litoraleña.
La región del Litoral tuvo un desarrollo de la actividad ganadera anterior al de BSAS, participo de los
impulsos derivados de la exportación de productos pecuarios del comercio de importación lo cual la
diferencia claramente del interior mediterráneo, pero se vio relegada a una segundo plano por la supremacía
del puerto de BSAS y el acceso directo al mismo que tenía la producción de estas provincia, tienen la
posibilidad de establecer un comercio directo con el mercado internacional, la organización de la nación
significaba para el litoral terminas con el exclusivismo portuario e BSAS mediante la sanción de la libre
navegación de los ríos interiores, se creaba la posibilidad de que el litoral aprovechando la menos distancia
que lo unía con el interior mediterráneo llegara a competir con BSAS en la intermediación del comercio
externo. Nacionalizada la aduna de BSAS, abiertos los ríos interiores a la libre navegación y organizado el
trafico comercia en todo el territorio con una participación importante de las provincias del litoral, sería
posible neutralizar la gravitación política de la provincia de BSAS y residir el control económico , estas
diferencias regionales eras más importantes que la filiaciones políticas, que aún no habían llega a
homogeneizar intereses fuera de los limites regionales-provinciales, el conflicto entre federalismo y
unitarismo que una influyente corriente de la literatura identifica con el origen y desarrollo de las guerras
civiles argentinas no fue sino una equivocada expresión política de una contradicción economía mucho más
profunda.
Como destaca Halperin rescatando reflexiones de Sarmiento, la última etapa del rosismo no solo había
creado posibilidades de institucionalización del orden sino que había generado a consolidar una red de
intereses a la sombre de la moderna prosperidad alcanzada gracias a la dura paz que Rosas impuso al país, la
posibilidad de acelera el ritmo de este progreso requería sin embargo disputar las características que tendría
in proyecto nacional en la etapa posrosista, dese esta perspectiva, la guerra civil que sobrevino algunos años
después de Caseros debe entenderse como la manifestación político militar de un enfrentamiento entre
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proyectos alternativos de unidad nacional, congruentes con intereses económicos opuestos, también triunfo
de Rosas debe entenderse no tanto como la derrota de una concepción política, sino como la creación de
nuevas condiciones para la articulación de los interese de los sectores dominantes del interior al circuito
económica que tiene por eje al puerto de BSAS.
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sector mercantil dependían directamente de la capacidad de exportar es decir del aumento de la producción
agropecuaria y de su ventajosa colocación en el mercado mundial. En estas condiciones no cabe duda de
que el enfrentamiento que durante una década separo a BSAS de la Confederación Argentina luego de
Caseros tenia profundas raíces económicas, haber terminado con Rosas no significo acabar con la política
federalista de BSAS que de la independencia fue la manera más inteligente de mantener la posición
privilegiada de la provincia, evitando la adopción de una política de alcances nacionales que hubiese
permitido una gradual integración de la economía nacional y una distribución más equitativa de los ingresos
fiscales, como en el interior se originaba y destinaba apenas un 10% del comercio exterior, la reivindicación
porteña de mantener el control de la aduana y la recaudación impositiva producida por la misa, tenía sólidos
fundamentos en un situación de hecho. Pero la solución propiciada por el interior al discutirse las bases de la
organización nacional pretendía imponer a BSAS un política proteccionista que asegurara la colocación de
su producción en el expansivo mercado del litoral así como asegurar una participación más equitativa en la
recaudación de la aduna bonaerense, esta propuesta había restringido no solamente la floreciente actividad
introductora monopolizada desde BSAS sino también la fuente fundamental de recursos que permitía el
mantenimiento de un aparato burocrático militar crucial para la viabilidad institucional de la provincia
escindida y para respaldar su pretensión de constituirse en el eje articulados de un modelos nacional.
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encarnada en el estado, dar vida a el estado implicaba como condición necesaria que un sector o alianza de
sectores sociales estuviera en condiciones de movilizar recursos suficientes para instituir un sistema de
dominación estable capaz de resolver las múltiples manifestaciones de desorden. Luego de varias décadas de
guerras civiles los atributos del estado argentino el conjunto de propiedades que le otorgaban que le
otorgaban su condición de tal solo tenía vigente en la letra de la ley, de hechos, la Confederación Argentina
compartida con BSAS el reconocimiento externo de su soberanía política, este duopolio en la
externalización del poder de estado se hacía verdadera una competencia oligopólica cuando se trataba de la
institucionalización de la autoridad o más concretamente del control sobre los medio organizados de
violencia, atributo que por entonces los 14 gobiernos provinciales aún se reservaban celosamente, a esta
dispersión de la autoridad se contraponía a la inexistencia o precariedad de un aparato administrativo y
jurídico con alcances nacionales otra de las formas en que se materializa la existencia de una estado
nacional, tampoco podía esperarse que el estado confederado ejercía un efectivo control ideológico de la
dominación esencial de la estatidad. La soberanía externa indisputada, la autoridad institucionalizada en
todo el ámbito territorial respaldada por el control monopólico de la coerción, diferenciación e integración
del aparato institucional y centralización jurídico legislativa, la creación simbólica de consenso como
fundamento legitimados de la supremacía del estado por sobre toda instancia de poder alternativo, el fracaso
de la Confederación en organizar definitivamente la nación y asegurar la vialidad del estado debe
interpretarse a la luz de las condiciones existentes para plasmar un pacto de dominación estable y disponer
de los recursos institucionales para materializar su existencia, el examen histórico de esta experiencia
permitirá en las secciones que siguen reconocer las causa de este fracaso.
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de que las provincia debían contribuir a los gastos del gobierno nacional proporcionalmente con sus
recursos. No obstante el acuerdo de San Nicolás casi todo los recursos con que conto en un comienzo el
Director Provisorio provinieron de la federalizada provincia de Entre Ríos. A casi dos años de los acuerdos
la existencia del gobierno nacional era aún precaria , ya que contaba solamente con las recaudaciones de la
provincia de Entre Ríos, el ingreso proveniente de unas pocas operaciones de crédito interno y las pequeñas
contribuciones de los gobiernos de Salta, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, por lo que la centralización de la
conducción militar solo se daba realmente en los casos de acuerdos bilaterales , la única fuerza que dependía
directamente del gobierno nacional era el ejército de Entre Ríos, por lo que según Urquiza en 1854 el
gobierno nacional solo actuaba a través de las instituciones locales de cada provincia. La construcción de las
instituciones nacionales no pudo superar los lazos que ligaban la existencia del gobierno nacionaliza los
recursos de Entre Ríos y se atrofio en el estrecho marco del litoral, las bases materiales para llevar a cabo la
efectiva unificación del territorio nacional se hallaban en BSAS donde se consolidaba un gobierno
independiente, uno de los principales problemas que enfrento el gobierno de la Confederación fue la
organización de un aparato recaudador, por la falta de un medio de circulación uniforme, de renta y crédito,
de un banco, de una organización aduanera y portuaria, los experimentos de creación de un banco nacional y
de emisión de papel moneda fueron seguidos por la rápida depreciación de este último y el ulterior cierre del
primero, el papel moneda en general no fue aceptado y su circulación se limita a pagos hechos por el
gobierno y posteriores transacciones de los particulares con el fisco, la rápida depreciación de la monda
fiduciaria llevo a que se suprimiera su circulación en 1854. El intento de las aduanas, casa de monada y
correos provinciales, mediante un sistema de administración de hacienda y crédito, también resulto en un
rotundo fracaso, el sistema debía centralizar el funcionamiento de las aduanas y correos y la emisión de
giros bancarios, a través de la administración de hacienda y crédito que se crearían en cada localidad, hacia
1855 las adunas se encontraban aun en manos de los gobiernos locales a pesar de que reconociera su
dependencia del gobierno nacional ante esta situación se decretó la sujeción de toda oficina nacional de
recaudación a las administraciones de rentas nacionales, se designaron dos inspectores de aduna con la
misión de centralizar las aduanas y administraciones unificar el sistema de recaudación de rentas y mejorar
la información sobre gastos y recursos nacionales.
Sin la centralización de la recaudación aduanera es la única fuente de recursos genuinos del gobierno
nacional no se podía organizar el sistema de rentas nacionales, ya que no era posible controlar la
recaudación, ni los gastos de cada oficina receptora, además a pesar de los esfuerzos la aduna más
importante que es la del puerto de Rosario continuo atendiendo indistintamente los libramientos del
gobierno provincial, del nacional y de un administrador que actuaba independientemente atendiendo los
gastos de guerra que ocasionaba el enfrentamiento con BSAS, en definitiva el gobierno de la Confederación
nunca alcanzo una situación económica mínimamente estable y permanente se vio acosado por los gastos de
guerra. La actividad del gobierno nacional destinada a regular y desarrollar las relaciones económicas
tampoco tuvo mayores alcances, el objetivo central fue facilitar las relaciones comerciales entre las
provincias y con el exterior, se obtuvo un éxito relativo en la abolición de los impuestos aduaneros internos,
pero se fracasó en el intento de introducir una moneda uniforme y crear un sistema crediticio, mediante
tratados de libre comercio y navegación con Inglaterra, Francia, USA y la aplicación de derechos
diferenciados a las mercancías entradas por BSAS la confederación tarta de incentivar el comercio del
puerto de Rosario, pero el resultado de estas medidas fue muy limitado debido a la escasa capacidad de los
comerciantes con asiento en esa ciudad, que en general no podían absorber el cargamento completo de un
buque proveniente del extranjero, además las leyes de derechos diferenciales tuvieron una vigencia efectiva
corta, durante varios años se negoció con Europa la construcción de un ferrocarril que uniría Córdoba con
Rosario pero las obras se iniciaron recién en la década siguiente, los únicos servicios de transporte y
comunicaciones que se inauguraron durante la Confederación fueron las mensajerías nacionales y el servicio
de navegación a vapor entre las ciudades de Santa Fe y Paraná. El correo oficial reorganizado por el
gobierno de la Confederación fue muy poco usado por los particulares, a pesar de los esfuerzos del gobierno
que rebajo las tarifas, aseguro la inviolabilidad de la correspondencia y trato de regularizar los servicios, los
pasajeros particulares continuaron siendo el principal vehículo de la correspondencia privada, el gobierno de
la Confederación logro centralizar el servicio de correos, la reorganización se llevó a cabo en forma similar a
la adaptación para centralizar la recaudación tarea que se había realizado anteriormente. Las provincias al
ser abolidas las adunas internas y nacionalizadas las externas se vieron privadas de los recursos necesarios
para atender los gastos de las exiguas administraciones locales, el gobierno nacional debía subsidiar el
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déficit que esto causaría a las administraciones provinciales, subsistieron diversos gravámenes contrarios a
la prescripción constitucional y el gobierno nacional que no se hallaba en condiciones de prestar ningún
auxilio económico se limitó a prestar su protesta ante las respectivas legislaturas provinciales. A finales de la
década del 50, la Confederación se hallaba estrangulada económicamente, su deuda era desproporcionada
con respecto a sus recursos genuinos y el gobierno se hallaba imposibilitado de continuar recurriendo al
endeudamiento público, pero la Confederación tuvieron algún éxito ya que su endeble situación financiera
esterilizo todo esfuerzo organizativo, una vez centralizada la aduna las rentas nacionales estaban gastadas
antes de su ingreso los sueldos militares y civiles sufrieron un trazo crónico y varias reducciones, en vísperas
a Pavón el lamentable cuadro de recursos y la acumulación de créditos impagos anticipaban el colapso de
este intento de construir el aparato institucional del estado sin el concurso de los recursos bonaerenses. En
cuanto a la organización militar el gobierno no llego a contar con un ejército nacional en sentido propio, la
formación de una fuerza militar bajo el mando directo del gobierno nacional y ostensiblemente superior a
cualquier coalición potencial de fuerzas provinciales se produjo recién en ocasión de la Guerra del Paraguay,
durante este periodo la única fuerza militar a disposición del gobierno nacional fue el ejército de la provincia
de Entre Ríos, así como el carácter de comandante en jefe que la constitución de 1853 acordó al presidente
de la Confederación, solo transcendieron el plano formal a través de las alianzas entre el ejecutivo nacional y
los distintos gobernadores provinciales.
El grueso de las fuerzas militares permanentes se hallaba destinado a custodiar las fronteras internas con los
indios en la región chaqueña y en el sur del país, en cada caso se hallaban bajo el mando del respectivo
gobierno provincial, la organización del ejército nacional tomados en 1854 ordenaba la organización de
batallones para custodiar los límites de Santa fe y BSAS y cubrir las fronteras con los indios en las otras
provincias, pero estos batallones debían crearse a través de los gobiernos provinciales lo cual acarreo dos
consecuencias, en un primer lugar la mayor parte de las fuerzas no pudo reunirse por falta de recursos hasta
varios años más tarde y las que efectivamente se organizaban permanecieron bajo la conducción directa de
los poderes provinciales. Además de los ejércitos de línea destinados a custodiar las fronteras interiores los
gobiernos provinciales contaban con las milicias locales denominadas guardias nacionales, si bien el nucleo
organizativo de estos cuerpos estaba constituido por una fuerza permanente, el grueso de los mismo lo
formaba la población civil que se enrolaba por orden del gobierno local, cuando desaparecían las
circunstancias que habían motivado la reunión de la guardia nacional las tropas eran licenciadas, en 1854 se
dispuso la creación de la inspección general del ejército y guardias nacionales con el objeto de
centralización la conducción del ejército y la reglamentar el funcionamiento de las milicias de cada
provincia, el organismo inicio sus funciones en 1856 pero sus objetivos no pudieron llevarse a cabo bajo el
gobierno de la Confederación. El aparato militar en ningún momento estuvo de acuerdo con las necesidades
enfrentadas, ni por su número, ni por su organización, ni por su pertrecha miento, la permanente
desorganización del ejército y el gran número de bajas sufrido durante la campaña que culminó en los
enfrentamiento de Cepeda y Martin García redujo considerablemente su potencial bélico, además, las
diferencias políticas seguidas por los gobiernos provinciales no proveían la colaboración entre las diversas
fuerzas y el gobierno de la Confederación tuvo poco éxito en poner algún orden en este sentido. En el estado
de BSAS se enfrentaban dificultades similares, bajo el gobierno de Alsina se ofrecían fuertes sumas a
quienes sirviesen como voluntarios en los cuerpos de línea por el termino de cuatro años ya que había
dificultades de reclutamiento, al mismo tiempo se reorganiza la Guardia Nacional de la campaña en 17
regimientos mandados por jefes de línea poco más tarde se creó por decreto una compañía de marina para el
servicio de la escuadra y por enganche dos legiones extranjeras, se intentó superar las dificultades de
enrolamiento mediante el establecimiento de severas sanciones a los desertores, a pesar de esto el estado de
BSAS conto en todo momento con la posibilidad de movilizar recursos financieros para la organización y
sostenimiento del ejército, para lo que utilizo el crédito del banco de la provincia, la afectación de rentas
aduaneras y el producto de la venta y arriendo de tierras públicas. Si bien la capacidad de convocatoria de
fuerzas militares por parte de la Confederación y BSAS asegura al cabo de una década de enfrentamientos
cierta paridad numérica muy diferente era la situación de sus respectivas finanzas, a pesar de las vicisitudes
de la guerra civil y del asedio que le impusieron las tropas confederadas luego de la secesión de BSAS esta
dispuso en todo momento del control de su aduana y el apoyo de su banco que son los pilares de la vialidad
institucional del estado provincial, el monopolio comercial ejercido de hecho por el puesto de BSAS hacía
de su adunan un poderoso instrumento de apropiación de recursos, al tiempo que el banco no solo recurría
habitualmente a saldar el déficit presupuestario del gobierno sino que a temas, atreves de la emisión
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monetaria creaba una encubierta de imposición que resolvía las situaciones de mayor apremio, solo así pudo
la provincia escindida sostener el extraordinario presupuesto militar que exigió la defensa de su territorio y
las campañas que permanentemente debió librar ante el avance indígena.
Durante el lapso que dura la secesión de BSAS su bien no se llegó siquiera a sentar las bases del aparato
estatal, se produjo avances decisivos en la consolidación de vínculos nacionales entre las provincias, BSAS
permaneció durante diez años con un gobierno independiente peor no dejo de ser reconocida como parte
integrante de la nación, a su vez, el resto del territorio dio los primeros pasos hacia la formación de un
mercado único con la desaparición de las barreras aduaneras internas y la nacionalización de las externas,
dada el escaso desarrollo de las relaciones económicas interregionales, la coexistensividad del territorio y
mercado nacionales fue mucho más una formal expresión de acuerdo entre las provincias que un sistema de
relaciones sustantivas. Por lo que pese a las limitaciones y fracasos el territorio se mantuvo formalmente
bajo la jurisdicción de instituciones que facultaban a sus titulares a tomar decisiones de carácter nacional,
pero la estabilidad de sus instituciones estuvo supeditada a que no se restringiera la autonomía de los
gobiernos provinciales, la capacidad efectivo del gobierno nacional para tomar decisiones que afectaran al
conjunto de la población fue escasa o nula, la provincia siguió constituyendo el marco de referencia de las
relaciones sociales y la autonomía provincial, la condición de legitimidad de los actos del gobierno nacional,
la construcción de un aparato institucional que trastrocar la relación entre provincias y gobierno nacional y
permitía hacer efectivo el poder formalmente otorgado a las autoridades nacionales era aún tarea iniciarse,
pero mientras el gobierno nacional permaneció privado de la contribución de la aduana y el banco porteño,
el sistema tributario y el aparato militar no pudieron arraigarse como instituciones nacionales.
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objetivos entre cualquier fracción política de BSAS y Urquiza, tal incompatibilidad provenía del rol
ambivalente jugado por el jefe entrerriano ya que por una parte había conducido una alianza antirosista que
le quitaba la estima de los federales bonaerenses y por otra su victoria sobre rosas fue un triunfo del interior
sobre BSAS.
Lejos de servir como nexo de la política urquisista en BSAS, estas fuerzas se aliaron frente a los intentos de
Urquiza de controlar la provincia y finalmente se apoderaron del gobierno provincial en septiembre de 1852
a solo 7 meses de la batalla de Caseros, las diferencias entre las fuerzas políticas que habían participado en
la revolución de septiembre cobraron relevancia una vez que se estableció un gobierno autónomo en la
provincia y especialmente al desaparecer la amenaza inmediata de las topas entrerrianas que fueron retiradas
de Palermo, el nuevo gobierno provincial reunía a antiguos federales y unitarios que a partir de entonces
lucharon por el predominio en el ámbito provincial, los federales buscaron el apoyo del litoral pero sin
adherir a su política de organización nacional, los unitarios aprovecharon la amenaza de una guerra con la
Confederación para consolidar su situación en el gobierno provincial, la Confederación presiono
constantemente para incorporar a BSAS sin lograr ningún apoyo importante en el ámbito local. A lo largo de
la lucha por el predominio interno que se dio en el marco del conflicto con la Confederación se fue
configurando una nueva fuerza política, el partido unitario que paso a llamarse liberal permaneció unido y
en el control del gobierno provincial a lo largo de casi todo el periodo que duro ese conflicto, pero al mismo
tiempo se fue desprendiendo la fracción liberal nacionalista conducida por Mitre, opuesta al sector liberal
que posteriormente se denominaría autonomismo, el liberal nacionalismo si bien postulaba la defensa y
fortalecimiento de los intereses locales de la provincia tenía como objetivo central crear las condiciones para
iniciar un nuevo proceso de organización nacional que conducido por el litoral fue liderado por BSAS, la
otra fracción liberal se distinguió por seguir una política de conflicto abierto con la Confederación, aun
cuando defendía el autonomismo provincial como cuestión central de su política lo que la caracterizo
principalmente mientras duro el conflicto entre el gobierno nacional y la provincia fue su posición
antiurquicista extrema y el considerar la unidad nacional más como algo a ser negociado que como objetivo
político fundamental. La política de organización nacional alternativa fue intentada inicialmente desde el
gobierno provincial pero el conjunto de las fuerzas que habían participado en la revolución de septiembre,
pero la escasa repercusión que tuvo este intento de extender al plano nacional la revolución de BSAS llevo
en lo inmediato a la consolidación de una política antagónica al proceso de organización nacional que sería
liderada por el sector radicalizado de la revolución de septiembre, con la participación de una fracción
federalista, este viraje de la política del gobierno de BSAS produjo una ruptura de la alianza que lo
sustentaba escindiéndose un sector del federalismo condicionado por el coronel Lagos, este organizo fuerzas
rurales y en diciembre de 1852 sitio la ciudad de BSAS exigiendo la concurrencia al congreso constituyente
y el conocimiento del gobierno nacional. El litoral había encontrado nuevamente un punto de apoyo en el
interior de la provincia de BSAS pero la unidad de la alianza urbana que reunía al partido liberal con la
fracción más poderosa del federalismo permitió al gobierno de Alsina entablar negociaciones desde un
posición de fuerza. La solidez económica del gobierno de BSAS y la importancia que tenía la provincia para
el proyecto de organización nacional impulsado por el litoral hicieron que las negociaciones se dilataran a lo
largo de los seis primeros meses de 1853, finalmente el gobierno de BSAS a mediado de julio el
levantamiento del sitio, el fortalecimiento de su soberanía y el retiro de las fuerzas de la Confederación que
se hallaban en territorio provincial.
Los federales prourquisisstas obtuvieron garantías de índole individual pero ningún reconocimiento de orden
político por parte del gobierno de la provincia, posteriormente estas fuerzas disidentes del movimiento de
septiembre realizaron esporádicas e infructuosas invasiones a la provincia, por su parte, el gobierno de la
Confederación que económicamente no se hallaba en las mejores condiciones para apoyar estas invasiones
estaba mucho más interesado en negociar la incorporación de la provincia ala Confederación con sus
autoridades que en desatar una guerra abierta cuyo resultado era imprevisible, el federalismo disidente de
BSAS constituyo así más que un aliado del litoral un mero elemento de presión sobre el gobierno provincial.
En 1854 se sanciono la constitución provincial declarando a BSAS como un estado independiente, el
carácter de la constitución la conformación de Pastor Obligado como gobernados por 3 años y la política
exterior tendiente a obtener el reconocimiento de BSAS como estado independiente, muestran el predominio
del sector radicalizado de la revolución de septiembre en el gobierno de la provincia, la fracción liderada por
Mitre participa minoritariamente, perfilándose como una tendencia diferenciada, este sector se había opuesto
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
a declarar a BSAS estado independiente apoyando la sanción de la constitución como primer paso para la
organización nacional bajo la conducción del partido liberal, por su parte, el sector federal adherido a la
política autonomista había perdido peso en el gobierno provincial luego del levantamiento del sitio el retiro
de las tropas de la Confederación en julio de 1853 y las persecuciones realizadas contra los federales
nacionales durante 1854. En diciembre de 1854 y enero de 1855 BSAS y la Confederación firmaron dos
convenios más a ellas de las promesas de reunificación reafirmaban la situación autónoma de la provincia,
este ablandamiento de la política de la Confederación respondía al fracaso de las invasiones realizadas por
los federales disidentes, la sólida situación de las autoridades provinciales en los planos internos e
internacional y las dificultades que afrontaba el gobierno nacional a dos años de su existencia.
Ante esta evidencia la política de BSAS consistía en estirar al máximo posible los plazos para la
reincorporación, el progresivo deterioro del gobierno de la Confederación favorecía a BSAS, cualquiera que
fuera la política en ella predominante, por otra parte, la agobiante situación de su administración impulsaba
al gobierno de la Confederación a lograr la unificación nacional con urgencia. A mediados de marzo de 1856
el ministerio del interior comunico a BSAS la caducidad de los pactos de diciembre y enero, BSAS
respondía que toda negociación debería hacerse entre iguales, entre 1856 y 59 el gobierno de la
Confederación fue endureciendo su político hacia BSAS, en 1857 su aplicaron leyes de derechos
diferenciales y se conminó a la provincia a que estudiara la constitución de 1853 a fin de su pronta
incorporación, al mismo tiempo se intentó apoyar el federalismo de BSAS ya separado del gobierno, todo
esto no hizo más que consolidar la unidad del partido liberal cuyas tendencias políticas internas se
homogeneizaban ante cualquier intento de debilitar su posición en el gobierno de la provincia, la agresiva
política de la Confederación fue hasta entonces capitalizada por el sector radicalizado de la revolución de
septiembre, la fracción liberal nacionalista recién ocupo el centro de la escena política de BSAS cuando el
endurecimiento de la Confederación llego al extremo de la guerra y fue necesario entablar nuevas
negociaciones con el gobierno nacional.
Entre 1858 y 59 el litoral consiguió cierta unidad de los gobiernos provinciales en contra de la política
secesionista de BSAS y en torno a la figura de Urquiza cuya gravitación provenía fundamentalmente de ser
jefe del partido federal del interior, los preservativos de una guerra contra BSAS no hicieron variar la
política de sus autoridades, luego de la batalla de Cepeda BSAS se comprometió a revisar la Constitución de
1853 mediante una convención provincial, si bien esta convención no surgían objeciones a la constitución
nacional, la provincia se incorporaría de inmediato a la Confederación, en caso contrario, la incorporación
serie posterior a la reunión de una convención nacional que consideraría las reformas propuestas, BSAS se
comprometía a hacer entrega de su aduana a las autoridades nacionales quienes garantizarían el presupuesto
provincial de 1859 por 5 años, el resto de las instituciones provinciales seguirían bajo jurisdicción de la
autoridad local, por otras cláusulas del acuerdo, la provincia se comprometía a no ejercer un papel
independiente en relaciones exteriores, a dar una total amnistía política y a rehabilitar a los funcionarios
civiles y militares desplazados desde 1852, la Confederación retiraría de inmediato su ejército del territorio
provincial. El gobierno de BSAS hizo todas las concesiones mencionadas pero no se desprendió
efectivamente de ningún recurso de poder y mantuvo la estabilidad política característica de toda esta etapa
de vida independiente y virtual soberanía provincial, el partido liberal, que permanecía en el gobierno de la
provincia continuo siendo el principal interlocutor de las autoridades de la Confederación Argentina, los
federales disidentes aliados de las fuerzas del litoral obtuvieron concesiones y garantías de carácter
individual pero no accedieron a una situación más prominente en el plano político. El gobierno de BSAS
hizo todas las concesiones mencionadas pero no se desprendió efectivamente de ningún recurso de poder y
mantuvo la estabilidad de ningún recurso de poder y mantuvo la estabilidad política característica de toda
esta etapa de vida independiente y virtual soberanía provincial, el partido liberal que permanecía en el
gobierno de la provincia continuo siendo el principal interlocutor de las autoridades de la Confederación
Argentina, igual que en 1853 los federales disidentes aliados de las fuerzas del litoral, obtuvieron
concesiones y garantías de carácter individual pero no accedieron a una situación más prominente en el
plano político.
La variación en la correlación de fuerzas luego de la batalla de Cepeda se dio en el interior de la alianza que
sustentaba el gobierno de la provincia desde 1852, los intereses mercantiles vinculados a la expansión del
mercado interno a través de la unificación política del territorio nacional fueron favorecidos por los
resultados del pacto de noviembre con la desaparición de los obstáculos opuestos por la Confederación al
tráfico comercial con BSAS y por la perspectiva de una cercana incorporación de la provincia, los intereses
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
terratenientes y mercantiles identificados con el fortalecimiento interno del circuito económico formado por
la provincia y el mercado internacional si bien habían continuado consolidando su situación a los largo de la
década del 50 lo cual perdía terreno en el plano político debido a la presión ejercida por el gobierno de la
Confederación. El sector liberal nacionalista paso a desempeñar un rol crucial en tanto era el interlocutor
más apropiado para negociar con la Confederación en un momento en que la misma había llevado al
extremo sus esfuerzos por incorporar a BSAS, la correlación de fuerzas entre BSAS y la Confederación era
de un equilibrio inestable y hasta entonces no había puesto en peligro la estabilidad del gobierno de la
provincia ejercido por el partido liberal, el hecho de que no existiera un peligro externo inmediato siempre
daba margen para la lucha entre las fracciones políticas dominantes en la provincia, pero la amenaza de un
futura reactivación del conflicto con la Confederación fue capitalizada por el nacional liberalismo. A
principios de 1860, Mitre inicio una ofensiva política contra el sector radicalizado de la revolución de
septiembre que preocupaba la mayor parte de los cargos políticos y predominaba en la legislatura provincial,
en las elecciones de marzo de 1860 para la renovación de la legislatura la fracción mitrista obtuvo la
mayoría y posteriormente Mitre fue elegido gobernador, Mitre propuso a hombres del rector radicalizado
integrar su gabinete pero estos lo rechazaron, por lo que recurrió entonces a sus colaboradores más allegados
y de inmediato anuncio su propósito de incorporar la provincia a la Confederación, el gabinete fue
duraderamente criticado y también acuso al gobierno de haber traicionado a la revolución de septiembre.
La redistribución de fuerzas en el interior del partido liberal creo en el litoral expectativas de una alianza con
el sector liberal nacionalista para unificar el territorio y reiniciar la organización nacional sobre nuevas bases
política, a fines de 1859 había sido electo presidente Derqui que era represéntate hasta entonces de una
política intransigente para con la provincia de BSAS, por su parte Urquiza seguía siendo la figura política
clave de la Confederación como gobernador de Entre Ríos, jefe del partido federal y comandante en jefe del
ejército, a pesar de su apoyo a Derqui para que accediera a la presidencia, Urquiza era partidario de una
política más flexible con respecto a BSAS y seguía viendo en la posibilidad de una alianza del litoral con la
provincia disidente la base fundamental para la organización definitiva del gobierno nacional. En mayo de
1860 a pocos días de haber asumido Mitre el gobierno de la provincia se iniciaron tratativas entre las
autoridades de la confederación y un representante de BSAS, Vélez Sarfield para reformular y ampliar las
disposiciones del pacto de noviembre de 1859 relativas a la incorporación de BSAS a la Confederación, en
junio de 1860 la provincia ratifico sus compromisos e hizo nuevas concesiones acordando la entrega
mensual de un millón y medio de pesos m/c al gobierno nacional y comprometiéndose a solventar los gastos
que ocasionara la convención nacional convocada para discutir las reformas constitucionales propuestas por
BSAS. Pero al mismo tiempo la provincia continua prolongando los plazos de la incorporación reafirmo el
reconocimiento de su soberanía y reaseguro el control sobre sus principales instituciones, continuara
ejerciendo la administración directa de la aduana y la conducción del ejército de BSAS hasta que sus
representantes se unieran al congreso nacional.
Por otra parte, fortaleció su influencia económica sobre la Confederación pues como contrapartida del
subsidio mensual, el papel moneda de BSAS seria aceptado en las oficinas de recaudación de todo el
territorio nacional y las mercancías entradas por BSAS serían libres de derechos en toda la Confederación,
BSAS pagaba un subsidio al gobierno nacional pero centralizaba de hecho la percepción de las rentas
nacionales pues casi la totalidad de las importaciones consumidas en todo el territorio se introducían a través
del puerto, posteriormente cuando la aduana paso a corresponder formalmente a la jurisdicción del gobierno
nacional, BSAS siguió ejerciendo la administración directa y la tesorería general solo recibió los excedentes
de la recaudación una vez deducidos los gastos provinciales a que se hallaban afectadas las rentas aduaneras,
la Confederación continuo recibiendo de BSAS aproximadamente la misma suma que hasta entonces había
percibido en concepto de subsidio. Que la tesorería nacional recibiera solo el excedente de la recaudación
aduanera evidenciada que seguían coexistiendo dos poderes independientes en la nación, la consolidación de
BSAS la posición de fuerza frente al gobierno nacional que aquel fue adoptando hacia fines de 1860 y el
reagrupamiento del partido liberal de BSAS producido en los primeros meses de 1861 con la incorporación
de miembros del sector radicalizado al gabinete provincial fueron desvaneciendo las expectativas litoraleñas
de una alianza con el liberal nacionalismo. Por su parte Mitre estableció lazos con los gobiernos del interior
mediterráneo en un intento semejante al de los primeros meses de la revolución de septiembre para lograr el
desconocimiento de las autoridades nacionales y crear desde BSAS las condiciones para una organización
nacional alternativa. El enfrentamiento de las relaciones con la Confederación influía favorablemente para
que el partido liberal de BSAS estrechara sus filas, al mismo tiempo, la incorporación al gobierno de
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hombres del sector radicalizado de la revolución imponía un mayor endurecimiento de la política de BSAS
hacia la Confederación, a lo largo de 1861 se fueron agotando las instancias de conciliación entre BSAS y el
gobierno nacional. El gobierno de la Confederación había llegado al límite de su crítica situación económica
y para cada paso debía recurrir a una mediada de emergencia, no le quedaba ya otro recurso que la guerra a
esta altura, la alianza del litoral conducida por Urquiza no se identificaba plenamente con el gobierno
nacional, seguía siendo su principal base de sustentación pero al mismo tiempo las autoridades nacional
buscaban entablar alianzas colaterales que contrapesaban la influencia del litoral, por estas razones la guerra
iniciada a mediado de 1861 no contaba con la concurrencia incondicional del litoral a lo cual se sumaba la
cada vez más estrecha vinculación de gobiernos del interior mediterráneo con BSAS. Después del dudoso
triunfo militar de BSAS en Pavón, Mitre desplego un plan que comprendía la ocupación militar de Santa Fe,
el fortalecimiento de los partidos liberales en el interior con el apoyo de los gobiernos provinciales
vinculados a BSAS y la pacificación del litoral a través de un acuerdo con Urquiza, a pesar de la oposición
del sector radicalizado que participaba en el gobierno de BSAS y propugnaba extender la guerra a todo el
territorio, Mitre llevo a cabo su plan apoyado en la receptividad mostrada por Urquiza ante sus propósitos de
reorganización nacional. Los gobiernos provinciales quitaron su apoyo al gobierno nacional que dejo de
existir en diciembre de 1861 y delegaron en el gobernador de BSAS el ejercicio provisorio de las funciones
del ejecutivo nacional y la facultad para convocar a un nuevo congreso sobre las bases de la constitución de
1853 reformada en 1860, Corrientes y La Rioja limitaron la delegación al ejercicio de las relaciones
exteriores y Entre Ríos a la convocatoria del congreso. Durante los primeros meses de 1862 se estableció en
la ciudad de BSAS un gobierno nacional provisorio estrechamente ligado a las instituciones locales, las
provincias habían delegado funciones nacionales en la persona de Mitre como jefe de las fuerzas vencedoras
y no en su carácter de gobernador de BSAS, no obstante mitre coloco el ejercicio de las funciones que le
habían delegado bajo la dependencia del gobierno provincial y no trato de establecer instituciones nacionales
claramente diferenciadas de las instituciones de la provincia. Luego de obtener de la legislatura de BSAS
autorización para aceptar la delegación hecha por las demás provincias y a su vez la respectiva delegación
de BSAS dispuso que las resoluciones que tomara como encargado del poder ejecutivo fueran sometidas a la
aprobación de los ministros del gobierno de BSAS, para atender los problemas de esta índole se creó la
secretaria general de asuntos nacionales y adjunto un registro nacional para consignar las disposiciones del
poder ejecutivo hasta que se establecieran las autoridades nacionales de acuerdo con la constitución de 1853
reformada en el 60. La estructura organizativa que había quedado luego de la disolución del gobierno de la
Confederación no fue modificada por el gobierno nacional provisorio, Mitre centro su actividad en la
negociación política con las fuerzas opositoras de BSAS, concerniente a las condiciones en que se
instauraría el futuro gobierno nacional, además procuro la pacificación del interior a través de los aliados
del liberal nacionalismo.
Al mismo tiempo que la provincia de BSAS lograba imponer con el apoyo de los sectores liberales del
interior una política semejante a la intentada en septiembre de 1852, cobraron importancia mayor en las
diferencias entre el liberal nacionalismo y el sector radicalizado ahora decididamente autonomista, a
mediado de febrero de 1862 esta fracción del partido liberal dejo de participar en el gabinete de Mitre y
estableció a través de una declaración pública, una condición básica para la reorganización, la preservación
de la integridad territorio y la autonomía de la provincia de BSAS. Mitre si bien reafirmo su situación en el
gobierno provincial mediante un gabinete formado por hombres de su partido, debido a las presiones del
autonomismo tendientes a obtener prerrogativas para la provincia de BSAS y garantías de su integridad
territorial y autonomía política. Luego de las negociaciones Mitre obtuvo autorización de la legislatura de
BSAS para convocar al congreso nacional para el 25 de mayo de ese año, una vez reunido el congreso, Mitre
propuso la federalización de la provincia de BSAS, la mediad fue rechazada por la legislatura provincial
cuya conformidad era una requisito constitucional a partir de la reforma de 1860, lo mismo ocurrió con el
posterior intento de federalizar la ciudad de BSAS, el acuerdo a que se llegó permitió la coexistencia de las
autoridades nacionales y provinciales en esa ciudad, con jurisdicción de la primera sobre el municipio
durante 5 años, la legislatura sanciono el proyecto y el congreso lo transformo en ley nacional el 1 de
octubre de 1862.
Consideraciones finales.
Las condiciones en que se arribó a la instauración de un nuevo gobierno nacional en 1862 sintetizaron 10
años de lucha a través de los cuales ni el proceso de organización nacional iniciado en San Nicolás pudo
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materializarse en un efectivo aparato institucional, ni la provincia de BSAS pudo resolver el conflicto entre
sus funciones internas en torno al problema de la organización nacional, no fue la falta de vocación
hegemónica de la burguesía litoraleña que controlaba el gobierno de Paraná lo que produjo el fracaso del
proyecto confederal, más allá del hecho de armas y la derrota militar, Pavón demostró la inviabilidad de la
confederación como estado nacional, las fortuitas circunstancias que rodearon el enfrentamiento armado no
cambian un hecho esencial, sin BSAS la confederación habría continuado siendo un conglomerado acéfalo,
pero con BSAS el gobierno nacional difícilmente podría haberle impuesto un política que contrariara sus
poderoso intereses. En consecuencia imponer la solución porteña a la vieja cuestión de la nacionalidad
argentina fue posible no tanto por el desenlace de una batalla sino más bien porque con este episodio
culminaba un largo proceso de fracasos y frustraciones sin que la confederación hubiera conseguido
proponer o imponer una solución alternativa viable un estado capaz de asegurar condiciones de estabilidad y
proceso material, lejos de todo determinismo o fatalismo histórico, esta interpretación es coherente con la
visión de los propios protagonistas del proceso. Las facciones políticas de BSAS mantuvieron una
conflictiva alianza cuya distribución de fuerzas interna estuvo estrechamente ligada a los enfrentamientos y
eventuales acuerdos con el gobierno de la Confederación, el liberal nacionalismo se apoyó en el
autonomismo provincial para ceder a la conducción del proceso de organización nacional, su triunfo
significo que la reorganización de la nación fuera conducida por fuerzas bonaerenses, no fue la imposición
política de una clase económicamente predominante sino el triunfo de una facción que halla la clave de su
existen la posibilidad de tomar la vadera nacional e invocar en su favor la unidad de la nación. Pudo de este
modo legitimar su política en nombre de la unidad nacional e imponerla en base a los recursos de la
provincia de BSAS, la presión ejercida por el litoral con un relativo apoyo de interior mediterráneo, fue
colocado al liberal nacionalismo en un situación de ventaja con respecto a sus rivales locales y le permitió al
agotarse las posibilidades de supervivencia de la Confederación conducir la reorganización nacional con
BSAS unida al resto del territorio. BSAS paso a ser entonces la escena y el principal agente de la política
nacional, las negociaciones en torno a la incorporación de la provincia y establecimiento de las autoridades
nacionales en su territorio, realizadas durante 1862 se dieron casi exclusivamente entre las fuerzas políticas
de esa provincia aun cuando el congreso nacional se hallaba funcionando en BSAS, si bien el liderazgo por
Mitre sobre los gobiernos del interior le daba un amplio margen de maniobra en la conducción del gobierno
nacional, de este, el gobierno nacional estableció en octubre de 1862 nació cautivo de las fuerzas políticas
porteñas y dependiendo institucional y financieramente de la administración provincial, no obstante durante
las dos décadas siguientes tendría lugar la formación y consolidación de un sistema de instituciones
nacionales relativamente independiente de alianzas actuales o potenciales con poderes locales, este sistema
paulatinamente desplazaría a la relación entre provincias como eje y escenario del proceso político, para dar
lugar a otros mecanismo de representación, negociación y control, tales como el congreso nacional, los
partidos de la oligarquía y el ejército nacional, pero al consolidación de este nuevo orden llegaría otra
conflictiva etapa histórica del país.
Introducción:
El derrumbe de la Confederación Argentina se produjo luego de la victoria de las fuerzas de Bs. As. en la
Batalla de Pavón (1862), tras la cual se despejó el camino para la definitiva organización nacional sobre las
bases impuestas por Bs. As. Mantener el movimiento iniciado por esta, requería la centralización e
institucionalización del poder estatal en el nuevo gobierno nacional surgido después de Pavón.
Centro de escena política coalición de fracciones de una burguesía en formación (actividades mercantiles
y agroexportadoras de economía bonaerense) a las que se vinculaban: a) por origen social, un grupo de
intelectuales y guerrerosautentica clase política; b) por lazos comerciales, diversas fraccpiones burguesas
del Litoral fluvial y del interior. Sin embargo, el grupo de los vencedores distaba mucho de ser una coalición
fuerte o estable por estar integrada por sectores sociales muy variados que pronto comenzarían a mostrar
marcadas diferencias. De aquí que el liderazgo inicial de Bs. As. Pronto se diluiría en un complejo proceso
de recomposición de la coalición dominante. Así, transcurrirían recién 18 años hasta que se consolidara un
“pacto de dominación” relativamente estable. El presente capítulo está dedicado a examinar el proceso de
imposición del orden y de institucionalización del Estado nacional durante ese lapso histórico (1862-1880).
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c) Penetración material: presupuso diversas formas de avance del Estado nacional, a través de la
localización en territorio provincial de obras, servicios y regulaciones indispensables para su progreso
económico.
d) Penetración ideológica: consistió en la creciente capacidad de creación y difusión de valores,
conocimientos y símbolos reforzadores de sentimientos de nacionalidad que tendían a legitimar el sistema de
dominación establecido. La penetración ideológica tuvo diversas expresiones: el derecho, la religión y la
cultura.
Penetración represiva:
Institucionalización de ejército nacional. Correspondió a Mitre la organización de un ejército regular
problemas: simultaneidad o sucesiva alternancia de frentes de lucha (rebeliones internas, frontera interna,
externa); falta de profesionalización. No eliminó automáticamente a las guardias nacionales mantenidas por
las pcias poder nacional no tenía poder suficiente para atacar autonomía y de ahí salían aportes pa ejército
nac. Durante + de una década, las presidencias de Mitra y Sarmiento, gob nac debió enfrentar rebeliones
pciales. Un último y definitorio enfrentamiento 1880insurrección Bs As contra autoridades nac, cerraría
ciclo de guerra civil ahora ejercito era otro: Tenía exclusiva responsabilidad de la act militar
(licenciamiento de Guardia Nac en 1876) formado por tropas enganchadas voluntariamente. Su protagónica
actuación en los hechos decisivos que eslabonan el nuevo orden había favorecido su profesionalismo e
institucionalización. Su estricta subordinación al poder civil. La prospera situación económica del país
durante Sarmiento les permitió normalizar el aprovisionamiento y pago.
Penetración cooptativa:
Ni las clases dominantes porteñas constituían un bloque homogéneo, ni el interior se hallaba amalgamado
sin fisuras contra Bs As. Se trataba de incorporar a los sectores dominantes del interior, no tanto como
representantes de intereses regionales o locales, sino + bien como componentes de un nuevo pacto de
dominación a nivel nacional. Estado Naca veces usó la fza y los recursos de Bs As para someter a las
pcias interiores; otras, valiéndose de pactos y coaliciones con las burguesías pciales, buscó contrarrestar la
influencia de la burguesía porteña. Mecanismos de cooptación: otorgamiento de subsidios y auxilios a las
pcias (tendió a decrecer); utilización de cargos públicos; intervención federal. La incompleta decantación de
una fórmula política, en circunstancias contextuales desfavorables, impidieron a Mitre y Sarmiento imponer
su sucesor. Correspondería a Avellaneda, mucho menos comprometido en las contiendas partidarias y
mucho + presionado por la necesidad de crear una fza política propia, sentar las bases de un nuevo pacto de
dominación. Pero una vez en el gobierno, apeló a todos los recursos para consolidad un mecanismo político-
partidario, que, mediante el control de la sucesión presidencial, permitiera al ejecutivo la continuidad del
régimen.
Penetración material:
Formas de avances del Estado Nacional sobre el interior, expresados en obras, servicios, regulaciones y
recompensas destinados fundamentalmente a incorporar las act productivas desarrolladas a lo largo del
territorio nacional al circuito dinámico de la economía pampeana. Consecuencias: 1) ampliaba el mercado
nacional (multiplicando oportunidades y volumen de negocios) 2) extendía la base social de la alianza que
sustentaba al nuevo Estado apoyo de sectores económicos del interior beneficiados por dicha
incorporación. La formación de un mercado nacional, o economía de mercado exige convergencia y
ensamble de clásicos factores de producción: Aquí había tierras, para que su ocupación fuera efectiva y
puesta en producción eran necesarios trabajo y capitales.
Penetración ideológica:
Junto con la cooptación y la penetración material base consensual pa construir sistema de dominación.
Creación de consciencia nacionalsentido arraigado de pertenencia a una soc territorialmente delimitada.
Internalización de sentimientos adhesión “natural” al orden social vigente y que, al legitimarlo, la
dominación se convierta en hegemonía. Educación vehículo privilegiado. Durante su proceso formativo,
busco sencillamente controlar Iglesia (reconocía sus funciones sociales) Ley de matrimonio civil
1888institución básica para darle hijos al Estado. Institución de servicio militar obligatoriopoderoso
mecanismo de socialización y adoctrinamiento. La idea de un destino común, la sacralización de la flia
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como célula básica y ámbito natural de convivencia, la construcción de un disciplinado “nosotros”, la
adhesión a los símbolos patrios.
Cristalizaciones institucionales:
Desde 1862, el aparato burocrático y normativo del Estado experimentó permanentes transformaciones.
Estas cristalizaciones de la penetración estatal no eran más que momentos en el proceso de adquisición de
uno de los atributos esenciales de la estatidad: la emergencia de un conjunto funcionalmente diferenciado de
instituciones públicas relativamente autónomas respecto de la sociedad civil, con cierto grado de
profesionalización de sus funcionarios y de control centralizado sobre sus actividades. El aparato
institucional que surgía en esos primeros años era, esencialmente, militar. Se debe tener en cuenta que, al
reconstituirse en 1862, el gobierno nacional debió afrontar una situación inédita: continuar atendiendo el
funcionamiento de organismos -de la Confederación y Buenos Aires- cuya responsabilidad asumía,
tratando de crear al mismo tiempo un andamiaje institucional sin cuya existencia resultaba poco menos que
imposible asegurar su gestión. Durante los años 60 y 70 comenzaría a manifestarse la influencia de modas y
modelos extranjeros en la organización y procedimiento burocráticos, imitación cuyas repercusiones
trascendieron el plano de la mera creación institucional. La clase dirigente argentina miró hacia Europa y los
EEUU, adoptando sus modelos de organización social y funcionamiento institucional. Esta adopción de
conceptos y modelos foráneos sobre los estándares apropiados del comportamiento institucional no siempre
se ajustó a las reales necesidades de la gestión estatal, teniendo en cuenta el grado de desarrollo de las
fuerzas productivas en la sociedad argentina de la época. El aparato burocrático que se concibe e intenta
desarrollar en esta etapa armazón formal que sólo muy gradualmente irá adquiriendo contenido. Ello le
permitirá no sólo afianzar su autoridad sino también mejorar su imagen como garante de un nuevo orden, en
circunstancias en que el país comenzaba a convertirse en potencial plaza para la inversión extranjera.
Relación Nación-Provincia:
Las diferentes formas de penetración estatal produjeron sustanciales cambios en el carácter de las relaciones
Estado-sociedad. Por una parte dieron lugar a una nueva división del trabajo y por otra, el Estado se fue
haciendo visible a través de un aparato burocrático y normativo crecientemente especializado, en el que se
condensaban y cristalizaban los atributos de la “estatidad”. Naturalmente, estos procesos tendieron, al
alterarse la relación de poder entre el gobierno nacional y las provincias, a desplazar los ejes de articulación
social e integración política. En menos de dos décadas, no sólo cambió globalmente la correlación de fuerzas
entre el Estado y las provincias, sino también la situación de cada una de éstas con respecto al primero. En
cierto sentido, el proceso de formación del Estado implicó la gradual sustitución del marco institucional
provincial como principal eje articulador de relaciones sociales. Transformación de diversos secores
dominantes del interior en integrantes de una coalición dominante a nivel nacional. Sin embargo, la
provincia continuó siendo -al menos hasta 1880- el otro término de la contradicción que planteaba la
existencia de un Estado nacional. Esta circunstancia justifica el empleo de categorías “institucionales” –
como “la provincia”- en lugar de categorías que aluden a “fuerzas sociales”. Más que los partidos, fueron los
gobiernos provinciales los que continuaron siendo los interlocutores políticos del Estado nacional y el
ámbito en le que se gestaron las alianzas, oposiciones y conflictos en torno a la organización nacional. La
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relación nación-provincia sufrió así diversas vicisitudes en función de las resistencias y apoyos que el
proyecto liberal halló tanto en las provincias que habían pertenecido a la Confederación como en la propia
Bs. As. Así, el Estado nacional interiorizó en su seno el conflicto que durante décadas había dividido a Bs.
As. Y el interior. Sólo cuando este “tercer personaje” entró en escena, cuando el Estado pudo definir su
propia personalidad y convertirse en árbitro de la situación nacional, fue posible resolver el secular conflicto
definitivamente.
# El periodo que va desde la definitiva organización nacional (1862) y la revolución de 1890 coincide con la
etapa de formación y consolidación del Estado nacional y la vigencia de una concepción de cambio social
permeada por la idea de progreso material indefinido. El “progreso” fue la fuerza impulsora de las
transformaciones de la sociedad y el Estado su palanca.
# La existencia, legitimación y expansión del Estado argentino dependió en gran medida del crucial papel
desempeñado en lo que entonces se llamo la superación de la barbarie y el atraso, la tarea de civilización. Se
vio materializada una realidad que fue anticipado lucidamente por la generación del 37´, que la Constitución
de 1853 había señalado como meta.
# La formación y expansión del Estado argentino fue a la vez un factor coimpulsor y un epifenómeno del
progreso material alcanzado. Durante el periodo estudiados se asiste a un verdadero proceso de construcción
social, en el que no sólo se creó un aparato institucional del Estado –como hemos visto en los capítulos
anteriores-, sino que además se fueron conformando los actores que estructuraban las nuevas pautas de
relación social. Sin embargo, la vertiginosidad de los cambios no consiguió transformar el instrumento
básico empleado por el Estado par la apropiación de sus recursos; ello se debió a la intima relación entre este
instrumento y la índole de la actividad económica constituida en motor de la expansión : La producción
agropecuaria no modificó su carácter mayormente, lo que cambió fue la superficie explotada y el volumen
de la producción exportada; el Estado se apropiaba de una parte de esa renta diferencial a escala
internacional través de gravámenes al comercio exterior y al consumo. Pero a la vez, la creciente
disponibilidad de recursos le permitió al Estado desarrollar múltiples actividades tendientes a afianzar las
condiciones de progreso material, particularmente las vinculadas con la expansión del sector dinámico por
excelencia. Para este capitulo el autor se pregunta como puede ser que con tantos cambios y una continua
diversificación de la economía, la estructura tributaria permaneció relativamente inalterada. Se pregunta
quienes pagaron el “costo” del progreso.
Hipótesis preliminares:
Durante el siglo XIX en algunos países latinoamericanos tuvo lugar un proceso de acumulación originaria
sobre la base de la convergencia de algunos de los factores que impulsaron tal proceso en las experiencias
europeas “clásicas”: desarrollo del comercio; proteccionismo, tributación aduanera y deuda pública. Tal fue
el caso de Argentina al producirse su plena incorporación al sistema capitalista mundial; con ciertos rasgos
particulares: 1) La mayor parte del excedente se produjo en el ámbito de la producción agropecuaria, dadas
las características de la inserción en el mercado mundial. 2) El Estado se constituyó en el principal
mecanismo de articulación entre los diferentes sectores que participaban del proceso de producción y
circulación. Así, es insostenible la interpretación que otorga al Estado argentino un papel relativamente débil
frente a la iniciativa privada, durante la primera fase expansiva que se extiende hasta fines de siglo XIX. #
Viabilizar el Estado supuso optar por ciertas pautas de extracción y asignación de recursos que, observadas
retrospectivamente, señalan una estrategia. Oszlak tira algunas hipótesis que permiten dar cuenta de los
parámetros más globales que condicionaron la estrategia de viabilización del Estado:
1) Con la creciente incorporación al mercado mundial se acentuó una tendencia que, insinuada desde la
colonia, convirtió a las rentas aduaneras en el principal recurso fiscal del Estado Argentino.
2) La Constitución Nacional le brindó al Estado nacional la capacidad de imponer únicamente
contribuciones indirectas salvo situaciones especiales de emergencia que fueron claramente estipuladas. Esta
limitación no significó una restricción insuperable durante la etapa formativa del Estado, y en cierta medida
resultó coherente con el proceso de expansión económica.
3) Con la plena apertura de la economía se hizo evidente que la acumulación de capital podía
impulsarse a partir de una política tributaria neutra hacia el sector agropecuario. Muy pronto los ingresos
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
derivados de los gravámenes a la exportación perdieron importancia dentro del cuadro de recursos
tributarios.
4) Dicha apertura tornó sumamente inestables los gravámenes aduaneros como fuente regular de
recursos genuinos. La posibilidad de recurrir a fuentes de financiamiento extraordinario permitió cubrir los
apremios presupuestarios.
5) La neutralidad tributaria frente a la burguesía agroexportadora era una verdadera apuesta del Estado:
la “reproducción ampliada” de su capital permitiría extender las fuentes de imposición.
6) En consecuencia, el sistema tributario tendió a constituir al consumo de los distintos sectores de la
sociedad y a la importación de ciertas materias primas en las principales fuentes de recursos del Estado
nacional.
7) Basar la imposición en los gravámenes sobre las importaciones representaba una solución racional
frente al conjunto de restricciones apuntado: Resultaba neutra frente a los sectores económicos dominantes;
distribuía “a ciegas” en toda la sociedad; y enfrentaba al Estado a los sectores populares sobre los que recaía
el mayor peso de la imposición (desplazando a un segundo plano los conflictos entre burguesía y
proletariado que caracterizaron las experiencias europeas de desarrollo capitalista) .
8) El Estado asignó sus recursos fundamentalmente a llenar los intersticios críticos del sistema
productivo. # El esquema de apropiación resultó congruente con el esquema de asignación de recursos, en
tanto tendió a preservar la principal fuente productora de excedentes y activar el proceso de acumulación.
De Mayo a Caseros
La revolución de Mayo produjo cambios profundos en la economía y las finanzas de la región; la aduana y
puerto de Bs. As se convirtieron en el mecanismo generador de la mayor parte de los ingresos fiscales. A
ello también contribuyeron los cambios que a partir de 1809 se habían producido en la organización del
comercio. Burgin: La revolución transformo el ámbito político y geográfico que había permitido el progreso
económico del la economía del interior, abolió el mercantilismo como instrumento de política económica,
enlazó la economía del país con los mercados de ultramar y separó el interior de zonas de las que era parte
integrante en la época colonial. A su vez el monopolio portuario de Bs As consolidó su hegemonía
económica y política frente al interior. Al no contar con financiamiento extraordinario se debieron buscar
nuevos recursos de otros modos. Empréstitos internos –voluntarios algunos, forzosos en su mayoría- y la
expropiación directa de bienes eran mecanismos presentes. Esta política de recursos fue irregular y sobre
todo incierta. En general, mantuvo impuestos aduaneros bajos en consonancia con la predica del libre
comercio, pero apeló a otras formas de contribución que coadyuvaron a la desorganización comercial y a la
intranquilidad de los poseedores de capital De todas formas esta política favoreció el surgimiento de nuevos
sectores sociales y aceleró la decadencia de otros. La finalización de las guerras de independencias y la
disolución del gob nacional ante el recrudecimiento de las guerras civiles dio un perfil + definido a la
organización pcial de las finanzas públicas. Fue la pcia de Bs As la primera en introducir novedosos
mecanismos financieros y presupuestarios que se constituirían en modelo para las demás. La política
arancelaria impuesta a partir de 1822 conservó la orientación librecambista de los primeros gobiernos post
revolucionarios; las restricciones a la libertad de comercio se fundaban en estrictas necesidades fiscales. Las
demás provincias siguieron el ejemplo de Bs. As y establecieron aduanas y las convirtieron en fuente
principal de ingresos fiscales imponiendo gravámenes sobre importaciones exportaciones y mercaderías en
tránsito cierto proteccionismo. Durante su 1° gob, Rosas había mantenido tarifas pa beneficiar a
ganaderos. Tarifa de 1935 rompía con tradición librecambista protegieron a artesanos de Bs As,
agricultores, producciones del interiorcorta vigencia efectivabloqueos. 2 tendencias se señalan en este
periodo: a) Bs. As su poderío fue suficiente como para promover un modelo de organización económica que
subordino el desarrollo del resto del país a los intereses de la provincia porteña (el federalismo
paradójicamente seria su aliado natural); B) se refiere a la distribución de la carga tributaria entre los
diferentes sectores sociales intención de tratamiento fiscal privilegiado a hacendados.
De Caseros a Pavón
La derrota de Rosas en Caseros inauguró una experiencia institucionalizadota que intento reducir la
hegemonía de Bs. As y asentar sobre nuevas bases un desarrollo mas armónico del país. Una década más
tarde el triunfo de Bs. As en Pavón confirmó en el terreno militar la inviabilidad de esa experiencia. Bs. As y
el Litoral condensaban el 85% de las exportaciones y allí se originaba y destinaba el 90% del comercio
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
exterior. Las provincias interiores bregaron por imponer a BS As una política proteccionista (como lo
muestra el artículo 4 de la constitución de 1853 sobre derechos de aduana). La imposición indirecta aplicada
a través de los tributos sobre el comercio exterior era identificada como la más congruente con el sistema
democrático, por distribuir la carga proporcionalmente entre todas las clases de la sociedad. La secesión de
Bs As le restó al gob de la Confederación de los recursos de la aduana porteña. Esta circunstancia decidió la
suerte del experimento institucional al comprometer de entrada su viabilidad. El lamentable cuadro de
recursos de la Confederación fue, indirectamente, una de las causas principales de su derrumbe.
Orden y progreso
A partir de Pavón comenzó un lento proceso de recuperación de las finanzas estatales. No se trataba
solamente de un problema de recursos fiscales, que sí eran escasos, sino sobre todo de cuestiones político-
administrativas que los largos años de guerra civil había exacerbado al punto de disolver, prácticamente,
toda forma de organización institucional de carácter nacional. El aparato recaudador era débil y disperso,
contaba con recursos físicos insuficientes e inadecuados, con personal inepto y otras…La fuente de recursos
mas apropiada siguió siendo la aduana. Presidencia de Mitre transformaciones. En este período fue claro
el liderazgo de BS As porque sobre la base de sus instituciones se fue organizando el nuevo aparato estatal.
En este período es notable como empiezan a tener significación dentro del cuadro de los recursos estatales
los ingresos provenientes de la contratación de empréstitos. Cabe aclarar que la posibilidad de acceder a
estos créditos fue consecuencia directa del extraordinario auge de la actividad económica y, del fuerte
incremento de las rentas tributarias que acompaño este proceso. La Argentina redescubría así uno de los
mecanismos fundamentales de la acumulación. El país aparecía desdoblado en dos escenarios: 1) conflicto
armado: que comprometía esfuerzos y recursos del estado nacional en la instauración de un orden que
hiciera posible el pleno desarrollo de las fzas productivas. 2) el de la producción, donde la expansión de la
act económica se veía facilitada por el continuo incremento de la demanda externa y las nuevas condiciones
que el Estado creaba en las relaciones sociales de producción. Dos escenarios que se alimentaban
mutuamente asegurando, la viabilidad del Estado que los vinculaba. #Para Oszlak, la posibilidad de acceder
regularmente al financiamiento extraordinario que se concreta en este periodo representa el reconocimiento
de la nueva realidad económica y de que el Estado nacional constituía su eje vertebrador. Se hizo innecesaria
una drástica modificación de la estructura tributaria que habría afectado sin duda a los sectores
económicamente dominantes. Por el contrario, el mayor peso de la imposición se trasladó a los gravámenes
sobre las importaciones. Pronto las provincias, especialmente Bs. As. Imitarían al Estado nacional e
incorporarían a los empréstitos como recurso de creciente significación. Sin embargo, el destino
escasamente productivo de los empréstitos creó muy pronto una situación financiera insostenible (una parte
saldó los déficit por el extendido aparato militar, otra se colocó en el Banco de la Pcia de Bs As y en el
Banco Nacionalprestamos que fueron usados especulativamente) La creciente pauperización de las
provincias interiores si bien facilitó la subordinación económica y política de las provincias y la creciente
penetración institucional del Estado nacional, también le impuso a éste una pesada carga y fue un factor mas
de la vulnerabilidad de las finanzas publicas frente a la continuidad del flujo de capitales externos.
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
Ante estas circunstancias, las presiones de la burguesía rural consiguieron paralizar un proyecto de
impuestos a la ganadería, mientras el Poder Ejecutivo proponía a su vez la reducción de aranceles APRA
artículos de consumo general. # En estos años, se incorporó como recurso de cierta significación el
producido por la venta de tierras publicas (algo previsto en la Constitución Nacional pero que recién en este
periodo empieza a arder).
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
origen a la cuestión de la ciudadanía y a la “cuestión social”, que en el 90 se expresarían en la revolución de
la Unión Cívica (que provocaría la caída de Juárez Celman) y en los movimientos obreros durante ese año.
El 90 marca el comienzo de la lucha por la democratización de la vida política y la reforma social. La Paz
Roquista había conseguido superar o sepultar los conflictos regionales, pero el enfrentamiento reemergería a
partir del clivaje ocasionado por la instauración del régimen oligárquico y la creciente desigualdad social. En
el 90 se echa la simiente de una nueva alianza política que sólo prosperará un cuarto de siglo más tarde. El
país se recuperó muy pronto de esa “crisis del progreso”. Los cambios en la estructura de la producción
agropecuaria desde fines de los 80, se tradujeron en importantes modificaciones en el volumen y la
composición de las exportaciones. Aunque los precios internacionales durante este período se mantuvieron
deprimidos, la intensa desvalorización monetaria que se venía verificando desde mediados de los años 80
produjo una paralela reducción de los salarios. Estas circunstancias permitieron a las exportaciones agrícolas
competir favorablemente con las norteamericanas, lo cual mantuvo el nivel de exportaciones argentinas a
pesar de la crisis.
Los importantes desplazamientos de la producción agrícola-ganadera derivados de la expansión del
ferrocarril, la habilitación de nuevas tierras y la afluencia de fuerza de trabajo inmigrante produjo un
espectacular crecimiento de la producción agropecuaria. Los excedentes sobre las exportaciones derivados
de una balanza comercial persistentemente positiva a partir de 1895, se afectaron al pago de la enorme deuda
pública acumulada durante los años previos a la crisis. Entre 1890 y 1900, el incremento de la deuda externa
fue el resultado de diversos arreglos para el refinanciamiento de las obligaciones contraídas en la década
anterior. A partir de 1890 las preferencias del capital extranjero se dirigieron hacia las inversiones en lugar
del financiamiento estatal. Hasta 1914, no se verificarían nuevos préstamos al gobierno nacional. El gran
incremento de las inversiones tuvo un fuerte impacto sobre la balanza de pagos. El extraordinario aumento
de las exportaciones y la continuidad del flujo de capitales del exterior permitieron que la balanza de pagos
mantuviera saldos positivos hasta 1910. La multiplicación potencial de fuentes de imposición que acompañó
el proceso expansivo que registra la economía argentina, no se tradujo en cambios en la estructura tributaria
del país. Se estructuró un sistema impositivo regresivo y dependiente del comercio de importación. La
riqueza en sus manifestaciones de propiedad o consumo suntuario; el ingreso en la forma de intereses y renta
especulativa; las transacciones inmobiliarias y financieras; las exportaciones, sostén de la aceleración del
progreso económico, todas fuentes posibles de recursos fiscales que habrían modificado las modalidades de
apropiación de excedentes del Estado y la estructura social. El autor analiza las consecuencias de esta
paradójica inercia del sistema tributario. Entre 1862 y 1875, las leyes de aduana que fijaban gravámenes a
las importaciones mantuvieron derechos ad valorem relativamente reducidos. Entre 1876 y 1877 se
registraron algunos cambios en los productos de consumo masivo que llegaron a duplicar a los anteriores
gravámenes. Hasta 1891, cuando se introdujeron los impuestos internos, el sostenido incremento de las
rentas ordinarias estuvo determinado por el movimiento verificado de los gravámenes a las importaciones.
Ambas formas representaron entre el 70 y el 80% de los ingresos ordinarios del Estado, ascendiendo la
contribución por habitante desde unos $ oro 7 a $ oro 15. Esta voraz aduana se alimentaba por su boca de
entrada. Los gravámenes a las exportaciones habían sido objeto de una errática política de variaciones, sin
alcanzar cifras significativas en su recaudación. Ello tuvo obvias repercusiones sobre otros sectores sociales.
Un sistema impositivo tan sesgado hacia la desgravación de los sectores propietarios y tan neutros a la
acumulación privada, contemplaba armoniosamente los intereses de las diversas ramas de la producción y el
comercio. Los hacendados se hallaban prácticamente marginados de la imposición, salvo en sus insumos
importados. El comercio de importación podía trasladar con relativa facilidad los gravámenes a los precios,
haciendo recaer el peso de la imposición sobre los consumidores. Los fabricantes locales, hallaban en las
barreras arancelarias una cierta protección para el desarrollo de sus industrias. El tema de la protección
efectiva a estas industrias ha sido objeto de una intensa polémica. Los problemas que mayor preocupación
causaba a los fabricantes eran los derivados de las constantes modificaciones que sufrían las leyes de
aduana. Si los efectos de la política arancelaria sobre el sector industrial fueron inciertos, no hay lugar a
dudas sobre su impacto con relación al consumo de los sectores populares. Hasta la Primera Guerra
Mundial, los artículos de consumo tuvieron una participación importante, aunque decreciente, en el conjunto
de las importaciones. Además de tratarse de bienes sujetos a gravamen, la incidencia del mismo sobre los
valores de importación fue creciente. Si tomamos en cuenta los gravámenes sobre artículos de consumo
masivo, su contribución al total de ingresos ordinarios fue realmente significativa. Abrumadoramente, la
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
evidencia coincide en señalar que el “precio de la civilización”, el costo de alimentar la “máquina del
Progreso” había recaído sobre los sectores sociales más excluidos de sus beneficios.
Consideraciones finales:
El examen cronológico de la política fiscal y sus condicionantes sociales ha mostrado un alto grado de
continuidad histórica.En general, el nivel de la imposición y la estructura tributaria dependieron
estrechamente de las exigencias financieras planteadas por la viabilización del Estado, y de la capacidad de
los diferentes sectores sociales para oponer resistencias a acciones estatales que afectaran su posición
económica. Ello creaba una contradicción fundamental: # El estrecho control de la política estatal por parte
de los sectores sociales potencialmente perjudicados por un esquema tributario de naturaleza progresiva
coarto de hecho toda iniciativa en tal sentido. Por otra parte, tal cambio de orientación no parecía siquiera
conveniente en una etapa que reclamaba alentar el proceso de acumulación en manos privadas. La clave para
resolver esta contradicción radicaba en hallar una formula que conciliara la extracción y asignación de
recursos estatales de modo que: 1) la extracción no redujera sensiblemente la capacidad de acumulación de
los sectores constituidos en ejes dinámicos; y 2) que la asignación redistribuyera o canalizara recursos de
modo tal de promover, aquel proceso acumulativo. Frente a una tributación interna incapaz de proporcionar
los recursos necesarios (respetando las anteriores premisas), la solución se halló en el financiamiento
extraordinario. #El financiamiento extraordinario abrió nuevos rumbos, sirvió para afrontar proyectos antes
no intentados, fue un instrumento de condensación de tiempo histórico. Es fundamental tener en
consideración el papel que jugaron los derechos aduaneros en la reproducción del Estado y el desarrollo
capitalista de la sociedad. Del Estado, en tanto dicha política fijo parámetros al ritmo y extensión del gasto
publico, a la periodicidad de las crisis fiscales y, en alguna medida, a la legitimidad de ciertas pautas de
asignación de recursos. De la sociedad, en la medida en que contribuyo a otorgarle una determinada
conformación, al privilegiar la acumulación de ciertos sectores, el sacrificio tributario de otros y la
promoción de determinadas líneas de actividad económica. La multiplicación del número de gravámenes a
lo largo del periodo estudiado no modifico significativamente la simplicidad de la estructura impositiva,
apoyada en todo momento en la tributación indirecta. En general, se vieron particularmente afectados los
bienes de consumo popular, lo cual contribuyó a darle a la estructura tributaria un carácter marcadamente
regresivo. # La normal exención de bienes de consumo intermedio y de capital, o su sujeción a tasas mas
reducidas, tendió a beneficiar en primer término a los productores agropecuarios, que vieron disminuidos sus
costos de explotación. La situación de los industriales y artesanos pasó a depender, aun mas estrechamente,
del tipo y severidad de derechos aduaneros aplicados sobre las importaciones. Esta estructura sobrevivió a la
Primera Guerra Mundial, hasta la Gran Depresión.
Nación y Estado
Así como la formación del Estado argentino no resultó de la guerra emancipadora, tampoco la Nación
Argentina fue su necesario correlato. Varios fueron los factores que impidieron la organización nacional una
vez roto el vínculo colonial con España. El Virreinato del Río de la Plata se extendía sobre un territorio
prácticamente despoblado, cuyos dispersos habitantes conformaban una población sedentaria dedicada a
actividades ganaderas y a una agricultura primitiva. Los pueblos no se fracturaron de inmediato luego de la
revolución. La estructura política heredada de la colonia, y su aparato burocrático, continuaron
proporcionando un elemento aglutinante. Romper con las Provincias Unidas requería tener opciones: ser
viable política y económicamente, tener ventajas comparativas en elegir la autonomía. Paraguay pronto halló
la conveniencia. Su posición geográfica no le había creado sólidos vínculos con el resto del territorio
virreinal. Aunque en el caso de la Banda Oriental la separación se debió a un compromiso político, también
sus recursos y estratégica ubicación geográfica hacían posible la secesión. En cambio, fue un tanto fortuito
que se autonomizara el Alto Perú, al quedar desmembrado. Buenos Aires aspiró desde la Revolución a
constituir un Estado unificado bajo su hegemonía. Si otros intentos separatistas no prosperaron se debió a la
diferencia de fuerzas entre la provincia porteña y cualquier otra coalición. La Confederación ilustra el caso
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
límite: la coalición de todas las provincias no consiguió imponerse a Buenos Aires. Estas circunstancias no
deben ser interpretadas en el sentido de que ningún otro tipo de configuración hubiera sido posible. Lo que
sí señalan es una diferencia fundamental con otras experiencias. La experiencia argentina no se caracteriza
por la necesidad de una determinada unidad política de absorber otras unidades. Los constructores del
Estado argentino no buscaron formar una unidad política mayor, sino evitar la disgregación de la existente y
producir una transición estable de un Estado colonial a un Estado nacional. Aspiraron a extender un
movimiento revolucionario local a la totalidad de las provincias y a heredar de la colonia el control
territorial y político.
Si, como plantearon Hegel, Hobbes, Weber y otros, la “sociedad civil” se constituye a partir de grupos cuya
solidaridad depende de la convergencia de intereses materiales e ideales, ¿qué intereses fundamentales
mantuvieron la unidad formal de la sociedad argentina? ¿Por qué no operaron en toda su potencial
consecuencia las tendencias centrífugas? ¿Qué significado tuvo la “provincia” como instancia de
articulación de relaciones sociales y a qué se debió que no pudieran llegar a constituir estados autónomos?
La unidad nacional argentina durante las primeras décadas de vida independiente se asentó más en
elementos expresivos y simbólicos que en vínculos materiales plenamente desarrollados. Pero a cada uno de
sus atributos era posible oponer otros que contradecían la unidad: prolongados interregnos de aislamiento y
absoluta independencia provincial, pactos de unión interrumpidos, viejas tradiciones municipales, formas
caudillistas de ejercicio de dominación. El territorio “nacional” distaba de ser una unidad inseparable.
También los intereses económicos regionales eran contradictorios. El interior, con sus viñas y tejidos,
competía con productos extranjeros que importaba el Litoral. Inclusive el vínculo del idioma no era tal en
varias provincias, donde se preferían los lenguajes indígenas. Tampoco existía una total homogeneidad
étnica. Ni siquiera perduró un andamiaje institucional colonial suficientemente desarrollado. En el Río de la
Plata, el aparato administrativo colonial no llegó a desarrollar un eficaz mecanismo centralizado de control
territorial. Más aún, subsistieron en las diversas localidades órganos político-administrativos coloniales que
tendieron a reforzar el marco provincial como ámbito natural para el desenvolvimiento de las actividades
sociales y políticas. No alcanzaron de todos modos a conformar un verdadero sistema institucional, en tanto
su autoridad y representatividad fueron reiteradamente desnaturalizados por el caudillismo y la lucha
facciosa. Así como la provincia fue una creación del proceso independentista, el caudillismo fue un sustituto
de la democracia asociada al movimiento libertario. Fue la modalidad que asumió localmente la
representación del pueblo, en un pueblo que desconocía la práctica democrática. Paradójicamente, el
aislamiento y el localismo impidieron el total fraccionamiento de esas unidades provinciales en Estados
nacionales soberanos. La formalización de un funcionamiento autónomo no aparejaba mayores ventajas. La
constitución de un Estado nacional resultaba siempre más atractiva y conveniente. Sobre todo, existiendo
plena conciencia de que la superación de ese estado de cosas pasaba por establecer alguna forma de
vinculación estable al circuito económico que tenía por eje al puerto de Buenos Aires. Estas posibilidades se
vieron reforzadas en la medida en que la intensificación del comercio exterior produjo el debilitamiento de
algunas economías regionales. El paulatino mejoramiento de las comunicaciones y la consecuente creación
de un mercado interno para ciertas producciones del interior que antes se orientaban hacia los países
limítrofes, también contribuyeron al proceso de lenta homogeneización de los intereses económicos. No
parece desdeñable como factor coadyuvante a la integración nacional, la experiencia comparada. Ejemplos
como EEUU o las naciones europeas no pasaban inadvertidos para la elite intelectual que asumió el
liderazgo del proceso de organización nacional argentino.
Resistencias
Si bien la oposición de los españoles en el terreno militar fue doblegada en breve, los líderes revolucionarios
porteños muy pronto debieron experimentar la resistencia de sectores sociales sometidos a levas,
expropiaciones o contribuciones diversas; de autoridades locales no resignadas a perder o compartir su
poder; y de aspirantes rivales a monopolizar la soberanía del Estado. En general, las provincias interiores se
mostraron indiferentes a los intentos de Buenos Aires por dar un alcance nacional al movimiento
revolucionario. El largo período anárquico creó la ilusión de un empate entre Buenos Aires y el interior.
Buenos Aires prosperaba mucho más aceleradamente que el resto del país. A la caída de Rosas, el conflicto
latente se hizo explícito. El Litoral, con el apoyo del interior, intentó asumir el liderazgo del proceso de
organización nacional en circunstancias en que Buenos Aires no había resignado sus pretensiones
hegemónicas. El conflicto asumió la forma de un enfrentamiento entre unidades políticas, cuando en
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realidad constituía el choque de dos concepciones diferentes sobre el modo de organizar políticamente una
nación. El triunfo de Buenos Aires abrió otras líneas de conflicto. A los que se resistían desde mucho antes,
empezaron a agregarse fracciones de las clases dominantes de Buenos Aires, para las cuales de un Estado
nacional comenzaba a crear contradicciones y enfrentamientos en una instancia institucional que no
controlaban. En primer lugar, un importante número de legisladores y funcionarios oriundos del interior,
comenzó a sostener frente a cuestiones en debate, posiciones no siempre favorables a los intereses porteños.
Sin su concurso, resultaba difícil asegurar la sucesión del régimen, ya que aún no se había logrado
consolidar un firme pacto de dominación. En segundo lugar, buena parte de las posiciones de poder fueron
ocupadas por miembros de una casta político-militar, un verdadero patriciado burocrático, que a pesar de sus
lazos de parentesco y amistad con integrantes de los sectores terratenientes y mercantiles, no se manifestaron
dispuestos a satisfacer pasivamente todas sus reivindicaciones y demandas. Las exigencias de
financiamiento y expansión de las actividades estatales resultaban a menudo contradictorias con los intereses
de la incipiente burguesía porteña, por lo que muchas de las iniciativas del gobierno nacional lo enfrentaban
a ese sector. Englobar estas complejas situaciones en la noción de “autonomía relativa del Estado”, no
parece aportar demasiado. Quizá corresponda decir algo acerca de las resistencias sociales que no
existieron. La gran concentración de la propiedad fundiaria, la ausencia de un extendido sector campesino, el
poder ejercido por los grandes propietarios y la temprana y peculiar inserción del país en el mercado
mundial, permitió reducir la presión tributaria directa sobre el capital, trasladando el mayor peso de la
imposición sobre los sectores populares. La dispersión, reducido tamaño y escasa organización de los
sectores obreros y rurales impidieron el surgimiento de movimientos contestatarios de importancia. El
pueblo no se alzó. Sirvió más bien como instrumento de jefes ocasionales. No fue sólo la escasa educación
o el estado de guerra casi permanente lo que facilitó el control de las clases subalternas y explica la falta de
movilización popular. Las características que asumió la explotación agrícola-ganadera, los altos
rendimientos, la feracidad y bajo precio de la tierra, la imposibilidad o dificultad de exportar cereales o
carne permitieron que las clases populares tuvieran acceso a una alimentación barata y abundante.
Estado y clases
El análisis precedente pone de manifiesto la vinculación entre el proceso de formación estatal y la
constitución de clases sociales. El autor destaca dos aspectos diferentes: 1) la composición y transformación
de la clase dominante; 2) el papel del Estado en la estructuración de clases sociales. Históricamente, la clase
dominante argentina se constituyó y reconstituyó a partir de miembros de diversos y cambiantes sectores de
actividad. Durante la etapa de las guerras de la independencia, fue visible el liderazgo ejercido por la casta
militar en los esfuerzos de centralización del poder. Sin embargo, los comerciantes criollos también tuvieron
un papel destacable dentro del cambiante escenario político. Tampoco fue desdeñable la influencia de los
hacendados y de los intelectuales. La terminación de las guerras de emancipación nacional redujo la
significación del mérito militar y el comando de efectivos como base de poder. Guerreros desocupados y en
disponibilidad, se enrolaron en uno u otro bando durante la larga etapa de lucha facciosa, desdibujándose el
papel de los militares como presencia corporativa dentro de la clase dominante. Fueron surgiendo grupos
cuyo poder económico llevó a muchos de sus miembros a ejercer influencia o asumir un papel protagónico.
Hacia 1880 se consolidaría un “pacto de dominación” relativamente estable. Durante el período previo, la
existencia de un Estado nacional no sólo contribuiría a transformar la composición de la clase dominante,
sino también a transformar la propia estructura social. Frente a una estructura social de las características
descriptas, cabe preguntarse por el problema del papel del Estado en la construcción de la sociedad y el
desarrollo del capitalismo argentinos. La evaluación del papel del Estado en la formación de sectores
económicos y sociales exige considerar aspectos cualitativos: la apertura de oportunidades de explotación
económica, la creación del valor, la provisión de insumos críticos para el perfeccionamiento de la relación
capitalista o la garantía, material o jurídica. Estas diversas formas de intervención del Estado contribuyeron
a la configuración estructural de la sociedad argentina. Subsidiando a las provincias, el Estado promovió la
formación de un importante sector de profesionales y burócratas provinciales, a cargo de actividades
docentes, legales, administrativas y religiosas. Mediante la contratación directa y/o la garantía de las
inversiones, contribuyó a conformar un estrato de contratistas del Estado dedicados a la construcción o la
prestación de servicios. A través de la creación y afianzamiento de un ejército nacional, favoreció el proceso
de institucionalización de las fuerzas armadas, componente esencial en cualquier pacto de dominación.
Abriendo nuevas oportunidades económicas a través de la conquista de nuevas tierras; la atracción y
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garantía del capital extranjero; la promoción de la inmigración y el establecimiento de colonias creó las
condiciones propicias para el desarrollo y homogeneización de una burguesía implantada en diversos
sectores de actividad, y hasta propició la formación de sus organizaciones corporativas. Y mediante el
disciplinamiento y capacitación de la fuerza de trabajo, elevó las calificaciones técnico-profesionales de
diversos estratos de la clase asalariada.
Reflexiones finales
La guerra de la independencia argentina fue el primer capítulo de un largo proceso, caracterizado por
cruentos enfrentamientos y variadas fórmulas de transacción, mediante los cuales los sectores que
propugnaban por prevalecer en la escena política intentaron sustituir el orden colonial por un nuevo sistema
de dominación social. El origen local del movimiento emancipador y las resistencias halladas por Buenos
Aires para constituirse en núcleo de la organización nacional, pronto dieron lugar a movimientos separatistas
y guerras civiles que impidieron la formación de un Estado nacional. El resurgimiento de la provincia como
ámbito de lucha por la dominación local y actor institucional en el escenario político más amplio que
integraban las Provincias Unidas, tendió a otorgar a los enfrentamientos un carácter “territorial”. Las
precarias coaliciones de provincias, fueron desbaratas por disidencias internas y fracasos militares. Por
inspiración y acción de Rosas, Buenos Aires alentó durante dos décadas esta organización federal del
sistema político-institucional, postergando la constitución de un Estado nacional que, poco había beneficiado
a los intereses de los sectores terratenientes pampeanos que sostenían el régimen rosista. Lo coalición de
fuerzas del Litoral, que con apoyo extranjero y de sectores disidentes de Buenos Aires derrotó a Rosas en
Caseros, se constituyó en circunstancias en que las oportunidades de progreso económico abiertas por el
sostenido aumento de la demanda externa y los nuevos avances tecnológicos disponibles al promediar el
siglo, ponían crudamente de manifiesto las restricciones a que se hallaban sometidos la producción y el
intercambio de las provincias litoraleñas. Sobre las cenizas de Caseros se realizó entonces el primer intento
orgánico de creación de un Estado nacional, que al no contar con la adhesión legítima ni los recursos de la
autoexcluida provincia porteña, sobrevivió tan sólo una década. La Confederación Argentina resignó en
Pavón su efímero liderazgo del proceso de organización nacional. Sobre las cenizas de Pavón se hizo un
nuevo intento, a partir del apoyo de las instituciones y recursos de Buenos Aires y la subordinación
económica y política de las provincias interiores. A partir de allí, el nuevo pacto de dominación se basó en
cambiantes coaliciones intraburguesas, en las que se alternaban las fracciones políticas dominantes de
Buenos Aires y a las que gradualmente se incorporaban sectores de las burguesías del interior. La falta de
acuerdo se manifestó en la persistencia de la lucha entre facciones. El Estado nacional pudo consolidar su
presencia institucional a través de diversos mecanismos de penetración en la sociedad que, aumentaban su
legitimidad y poder y tendían a la institución de un nuevo orden. A través de la represión y control de las
situaciones provinciales, la cooptación de aliados políticos, la articulación y garantía de las actividades
económicas o la difusión de mecanismos de control ideológico, el Estado se fue apropiando de nuevos
ámbitos operativos, redefiniendo los límites de la acción individual e institucional, desplazando a la
provincia como marco de referencia de la actividad social y la dominación política. El Estado fue afianzando
su aparato institucional y ensanchando sus bases sociales de apoyo, desprendiéndose de la tutela de Buenos
Aires. La consolidación definitiva sobrevino cuando el Estado consiguió “desporteñizarse”. Sobre las
cenizas de Puente Alsina y los Corrales, el presidente Roca intentaría una “tercera fundación” del Estado.
La unidad nacional fue siempre el precio de la derrota de unos y la consagración de privilegios de otros. Y el
Estado nacional, símbolo institucional de esa unidad, representó el medio de rutinizar la dominación
impuesta por las armas.
ROFMAN Y ROMERO
Objetivo: describir las formas de estructuración espacial en la Arg, a través de su desarrollo histórico. En un
principio el autor critica a modelos que con análisis parciales de la realidad eluden las observaciones de la
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
realidad integral del fenómeno espacial y no evalúan los condicionamientos sociales y políticos, de
indudable peso en los procesos locacionales. En su trabajo se propone abordar la estructura del proceso
histórico de formación urbano regional en la Argentina contando previamente con un marco teórico integral;
en otras palabras, pretende referir las cambiantes formas espaciales a un determinado comportamiento de la
sociedad global en sus distintas etapas históricas.
Las variables a utilizar y las dimensiones de análisis que las han de integrar son:
El sistema internacional, que vincula los distintos sistemas nacionales.
El sistema nacional
Las relaciones de poder, como expresión de las jerarquías de dominación social, tanto en el sistema
internacional como en el nacional, entendiendo por poder “la capacidad de una clase social para
realizar sus intereses objetivos específicos”.
Los sistemas decisionales, que constituidos por los encargados de tomar decisiones operan como
ejecutores de las relaciones de poder vigentes en cada sistema.
El sistema urbano-regional, basado en la jerarquía de sistemas de centros urbanos y que resulta de
las decisiones tomadas por las respectivas estructuras de poder.
Las etapas históricas en la evolución del sistema internacional y nacional
1-El sistema internacional y su real funcionamiento Generalmente se lo presentan como una estructura
funcional que relaciona unidades independientes entre sí y cuyo poder de negociación es homogéneo. Esto
no es así nono. El enfoque clásico afirma la independencia de cada sistema nacional. La supuesta igualdad
jurídico-política no se manifiesta a nivel económico; por debajo de las simples relaciones formales de
equilibrio internacional subyacen procesos que provocan y conservan una situación de desequilibrio de
persistente efecto en el tiempo –desnivel dado por los factores existentes en la constitución y desarrollo del
sistema internacional de relaciones económico-sociales capitalistas-.
2-Factores constitutivos y condiciones del funcionamiento del sistema internacional Aquí nombra los
factores más relevantes para definir la formación y perdurabilidad del proceso constitutivo de las
desigualdades económico-sociales entre los sistemas nacionales:
a- Adopción del modo capitalista de producción en los inicios del desarrollo industrial moderno. El
mayor potencial económico de un grupo de sistemas nacionales productivamente desarrollados se
origina en un determinado tipo de relaciones de producción vigentes en las etapas históricas en que la
desigualad internacional se estructura. El sistema capitalista de relaciones de producción posibilita la
rápida acumulación del capital en las naciones hoy más desarrolladas, es la capacidad de apropiación
del excedente generado lo que permitió a un grupo de sistemas económicos nacionales desarrollar un
mercado financiero de gran expansión y generar una acelerada tasa de innovación tecnológica. Los
que se incorporan en forma creciente al marco de internacionalización de la economía se enfrentan a
una estructura cristalizada y sólo pueden actuar como socios menores. En este proceso de
transferencia internacional del modo de producción capitalista desde los centros de irradiación inicial
hacia las nuevas áreas aparecen nuevos actores, especialmente capacitados para los mecanismos de
capacitación de los mercados. Cuando el proceso requiere la incorporación de nuevos mercados en la
segunda mitad del siglo XIX, surgen combinaciones empresariales bajo la forma de unidades de
comportamiento monopólico u oligopólico que lideran la irrupción del capital europeo y
norteamericano en las economías latinoamericanas, asiáticas y africanas. La sustracción de excedente
económico a escala internacional se funda en las relaciones de explotación inherentes al
funcionamiento del sistema capitalista que se implanta (transferencias de excedente se da entre
empresas de la región dominada y empresas de la región dominante).El principio de considerar a las
relaciones de dominación y sus correspondientes efectos como generadas por quienes operan dentro
del sistema capitalista, tanto en el centro como en la periferia, difiere del que postula vinculaciones
entre países o regiones. La desigualdad está inserta en un determinado comportamiento del modo de
producción capitalista.
b- La desigualdad distribución de las ventajas derivadas del proceso de intercambio comercial entre los
integrantes del sistema internacional. dadas las limitaciones en la dotación de materias primas y
alimentos, funciona un mecanismo de división internacional del trabajo. Se asignó así a algunos la
función de proveer de productos primarios al mercado mundial y a otros la de ofrecer bienes
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
manufacturados en cambio. Esto produjo históricamente una transferencia de excedente en un solo
sentido.
c- El tercer factor radica en la desigual tasa de acumulación de recursos económicos y técnicos por cada
sistema nacional (a una estructura productiva eficiente para competir internacionalmente le
correspondió una mayor parte de los recursos a distribuir)aptitud comparativa superior para captar
el excedente a escala internacional
d- Se produce asimismo una desigual difusión internacional de los frutos del progreso tecnológico. En
los países receptores de inversiones externas, la introducción de tecnologías benefició a áreas o
sectores productivos muy específicos. Quienes se benefician con el sistema de desigualdad entre los
sistemas nacionales crean instrumentos indispensables para asegurar su perdurabilidad. El sistema
mundial es un sistema interdependiente pero con distinto nivel de participación en las naciones que
lo integran. O sea, los que perciben mayores beneficios son las naciones centrales, mientras que los
socios menores en la distribución de los recursos que se generan a escala internacional son las
llamadas naciones periféricas o dominadas. el autor vuelve a relevar la importancia de los procesos
sociopolíticos en este contexto y a los procesos de dominación en las economías periféricas ni a los
procesos y estructuras de dominación y subordinación en el contexto internacional. Propone, para
considerar este proceso en términos de dominación social, variables nuevas a introducir:
El modo de producción de la formación social especifica.
El sistema de poder, que opera tanto a escala nacional como internacional.
El sistema de toma de decisiones, que está condicionado por las formas de participación de
sus integrantes en la articulación de mecanismos decisionales.
Incorpora, entonces, estas variables a conclusiones previas, afirmando en definitiva que la relación de
centro-periferia en que se desenvuelve el sistema internacional para su funcionamiento económico supone
una jerarquización de los roles de sus componentes, se desarrolla en un plano de subordinación. Ésta surge
como corolario lógico de un sistema que la necesita para asegurar su continuidad. Es en el análisis de la
estructura del sistema capitalista y de su comportamiento a escala internacional donde se puede reconocer en
amplitud el modo como tiene lugar l ordenamiento jurídico entre sistemas nacionales. Para ello dice Rofman
que es importante señalar cómo se ejerce el poder, a través de qué estructuras y mediante qué sistema de
toma de decisiones se lo lleva a la práctica.Este sistema de dependencia opera a nivel de cada país y sus
vinculaciones internacionales son las que transmiten decisiones conformadoras de las relaciones de
dependencia. En el país central, la clase social dominante posee intereses comunes con los de la clase social
dominante del país periférico. Así se da visiblemente la bipolaridad del mecanismo de jerarquización del
poder a escala internacional. Es así como el grupo dominante del país central está vinculado al del país
periférico, existe una conducción de reciprocidad necesaria para la perdurabilidad del esquema de
dependencia. La dependencia se convierte en un fenómeno específico de la sociedad capitalista inherente a
su propio funcionamiento. Sin embargo pueden existir disidencias o contradicciones en la articulación de
dichos grupos.
4. Las modalidades de la vinculación entre las estructuras de poder y decisionales en las relaciones de
dependencia Se ha partido en el modelo presentado desde la hipótesis de que las decisiones elaboradas en
los sistemas centrales se adoptan a nivel de una estructura de poder cuyos límites de acción son coincidentes
con los del sistema nacional dominante. Quienes deciden a nivel del sistema internacional, poseen una
jurisdicción espacial para actuar que trasciende el límite del sistema nacional dominante, a saber aquéllas de
tipo no-nacional (o multinacional) y aquéllas de tipo supranacional como empresas y corporaciones.
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
El autor hace referencia a las fronteras como existencia ideal, propia de un sistema nacional dependiente.
Una decisión desde afuera debe trasponer un cierto límite para ser efectiva dentro del sistema más allá del
cual ya opera la estructura del poder interna. La función de esta estructura de poder interna ya se ha dicho, es
incorporar la decisión al sistema nacional y actuar como mecanismo de respuesta al proceso generado desde
afuera. Este límite del sistema nacional será más o menos transitable para las decisiones externas según sea
la capacidad de la estructura de poder interna de incrementar o reducir el grado de influencia que pueden
ejercer dichas decisiones, Se puede hablar de permeabilidad de la frontera nacional. Si dicho grado de
permeabilidad es muy alto se estará frente al caso de un sistema nacional cuya estructura de poder no ofrece
resistencia a las decisiones externas, es altamente permisivo a las mismas y las incorpora internamente sin
ningún tipo de modificación. Una frontera del sistema totalmente impermeable dirá de una total ruptura del
proceso de canalización de las decisiones externas. Cabe aclarar que es muy difícil que hoy por hoy los
sistemas sean totalmente permeables, sí quizás lo fueron en tiempos de imperio-colonia; en la actualidad el
grado de permeabilidad de la frontera depende de gran número de factores estructurales y coyunturales. Por
definición no hay ruptura del proceso de dependencia aun cuando la frontera sea muy alta. A lo sumo
existirían cambios en la modalidad de la dependencia pero esta subsiste en tanto no se alteren las bases del
sistema económico-social que la crearon. La pretendida autonomía o independencia nacional no es sino una
instancia más en el proceso de vinculación con las estructuras del capitalismo dependiente. Si este no es
superado, la citada independencia no es más que el resultado coyuntural de acontecimientos exógenos o
encogeos transitorios en tanto la subsistencia de las estructuras de poder de las sociedades dominantes les
exigiría reasumir las vinculaciones externas que le dieron nacimiento y le aseguran continuidad.
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
6. Conclusiones
1-El sistema mundial de relaciones, en el área del modo de producción de tipo capitalista, se expresa a través
de dominación en los sistemas nacionales que lo componen. A su vez, los sistemas nacionales se relacionan
internacionalmente a través de las vinculaciones de los sectores económicos en los que se concentra el poder
dentro de cada sociedad.
2- La vinculación se manifiesta a través de estructuras de poder resultantes de la inserción de la relación de
dominación dentro del sistema capitalista,
3-La relación de dominación se materializa por medio de estructuras de poder localizadas en el centro en
correspondencia con estructuras ubicadas en los sistemas nacionales de la periferia que tienen objetivos
convergentes. Las clases y grupos propietarios en las sociedades dependientes poseen intereses propios,
cuya articulación y correspondencia con las estructuras centrales integran el fenómeno mismo de la
dependencia.
4-Las fronteras del sistema nacional marcan el grado de respuestas que las estructuras de poder nacional
ejercen respecto a la estructura externa dominante. A mayor endurecimiento de la frontera, menor ha de ser
el efecto de esta relación exógena endógena. La ruptura total, sin embargo, de la vinculación externa-interna
no supone la desaparición de la relación de dependencia en tanto esta se inserta y se nutre en el modo
capitalista de producción.
5- Uno de los aspectos de esta relación es su efecto sobre la conformación del espacio en los sistemas
dominados. Los inversores seleccionan ciertos puntos en el espacio y desechan otros.
6- El condicionamiento político que existe en cada sistema nacional dependiente debe ser evaluado como
una variable fundamental para la comprensión global del proceso. Si dicho condicionamiento opera como
barrera ante la dominación externa, actúa como catalizador del proceso de endurecimiento de la frontera del
sistema.
7- La formación de una determinada estructura de poder, acorde con los mecanismos de dominación propios
del sistema capitalista es la resultante de las relaciones de producción vigentes en dicho sistema.
8- Los encargados de tomar decisiones conscientes principales estructuradores del espacio pertenecen a la
clase dominante de tal sistema de poder.
9- Los encargados de tomar decisiones independientes fortifican o reorientan el esquema espacial
predeterminado por los grupos inversores consientes que pertenecen a la clase dominante.
10- El Estado se vincula a la clase dominante en cuanto es expresión, en su nivel, de las cambiantes alianzas
de clases o grupos que integran aquella. Además el Estado posee una capacidad relativa de autonomía
decisional, por sobre tales alianzas, a los efectos de arbitrar o dirigir los conflictos o contradicciones que se
plantean entre dichas clases o grupos. –como por ejemplo cuando el Estado se encarga de ordenar el
funcionamiento de las instituciones para tornarlas compatibles con los objetivos de los inversores.
1. El sistema Internacional
Hacia 1852 el sistema internacional correspondiente al capitalismo industrial está ya estructurado y son
evidentes las jerarquías y primacías que funcionarán a lo largo de todo el siglo XIX y buena parte del XX.
España y Portugal, primero; Inglaterra, Francia y Holanda después, habían afianzado su supremacía
comercial. Las relaciones de dependencia a escala internacional se organizaron según las formas económicas
del capitalismo comercial, que obtenía los beneficios en el área de circulación, aprovechando las diferencias
de precios entre las regiones productoras y consumidoras, sin incidir directamente en el área de producción.
Este esquema funcionó hasta fines del S. XVIII. Desde 1770 comenzó a predominar en Inglaterra un nuevo
tipo de relaciones de producción- las capitalistas- caracterizadas x la apropiación del excedente bajo la
forma de plusvalía y coincide con el proceso de Rev. Industrial. Ya desarrollado plenamente en Inglaterra en
1852. La Rev. Industrial implicó en Inglaterra una aceleración de la división interna del trabajo. La
especialización de la producción exige una expansión del mercado. Pero el mercado inglés no pudo seguir el
ritmo de la expansión productiva. Los mercados coloniales adquirieron así una trascendencia decisiva y
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
también la formación de un área mercantil colonial. La colonia representaba para Inglaterra un mercado que
debía absorber la producción industrial, acrecentada en particular en la rama textil (las demandas de mat
primas y alimentos no eran urgentes, los sist de transporte no estaban demasiado desarrollados, las
disponibilidades de capitales en Inglaterra no eran muy grandes)
2.1- El papel económico del Sistema Nacional El sistema internacional asigna al sistema nacional una cierta
función económica. La Arg, se integró al área mercantil inglesa para absorber su producción, en buena parte
industrializada, permitiendo que siguieran funcionando los mecanismos del capitalismo comercial que
posibilitaban (a través de las diferencias de precios) la concentración de los beneficios en las metrópolis.
Simultáneamente fue operándose en la llanura pampeana un desarrollo ganadero que se ajustaba a la
necesidad de abrir el área a la oferta y la de formar un área de monocultivo según las necesidades de la
demanda. La adaptación de las distintas regiones a este sistema fue diferente. El Litoral realizó este cambio
más rápido que el Interior, que desde entonces inició un período de decadencia. La apertura de la Arg., del
Litoral en especial, a los requerimientos del mercado mundial se produjo a lo largo del S. XVIII. Buenos
Aires se convirtió en el punto de conexión con el exterior y a partir de allí se estructuró una red de
intercambios organizada de modo tal que los beneficios q se originaban quedaran en el puerto. El Interior,
ocupó un lugar secundario en la red, que incluso desapareció luego de 1810, cuando se perdió contacto con
el Alto Perú; su producción se vio arrasada por la competencia de los productos extranjeros. Muy
lentamente, en algunas regiones del Interior pudo desarrollarse la ganadería, sustituyendo en parte a los
demás productos. En conjunto, predominó en el país la producción pecuaria, de características simples,
mientras que el comercio exterior proveyó de la mayoría de los restantes artículos.
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
Hacia 1852 no se ha constituido un estado nacional, su lugar es ocupado por la estructura laxa de la
Confederación, en la que las provincias permanecen unidas, manteniendo la autonomía y delegando en el
gob de Bs. As solo el manejo de los asuntos exteriores. Las relaciones entre los estados internacionales
fueron conflictivas. Litoral e Interior discrepaban en aspectos básicos. Mientras el Interior, con una
economía diversificada, debía defender su industria de los productos importados, el Litoral ganadero era
partidario del libre cambio. Puesto que la zona más pujante del país era ganadera y a ella le convenía el libre
cambio, el resto del país debía aceptar esa situación. Se enfrentaban con la ciudad porteña en 3 aspectos: la
libre navegación de los ríos, el puerto único y las rentas de aduana. En torno a las rentas se había formado
una verdadera camarilla de financistas que prestaban dinero al Estado sobre la base de los futuros ingresos
aduaneros, pero esto solo podía subsistir si la Aduana de Bs. As seguía siendo la única habilitada en el país.
Los grupos dominantes de Bs. As pudieron imponer su hegemonía a las provincias a causa de su mayor
solidez económica. Esto provenía de las rentas aduaneras y la expansión ganadera. La crisis final de los
gobiernos nacionales de Bs. As 1820 coincide con el comienzo de la expansión interior porteña, basada en la
ganadería, en contraste con la decadencia de las provincias esto le dio gran solidez económica. El lugar que
ocupa en el movimiento de las corrientes de importadoras y exportadoras le aseguró un respaldo tácito del
sistema internacional. De ahí q Bs. As pudiera articular un dominio de hecho e imponerlo a las provincias.
Todo el litoral se unió a Bs. as en función de intereses comunes básicos para mantener dominado y
fraccionado el interior.
3. La configuración espacial
3.1- El Litoral
La evolución del Litoral en los 100 años que van desde mediados del S. XVIII hasta mediados del S. XIX
está caracterizada por dos aspectos: el primero es el desarrollo del puerto y la configuración, a partir de él,
de una vasta área comercial, y el segundo es la formación de una zona productiva ganadera en torno al
mismo.
a. El Sector Comercial
El sector comercial controló hasta 1810 el grueso de las inversiones. La acción de los sectores comerciales
fue decisiva en la configuración espacial argentina. Esa acción se desarrolló en etapas. Para comprender la
situación tal como se dio en 1852, es necesario analizar esquemáticamente su evolución.
A. hasta 1776 Buenos Aires era puerto cerrado. Toda la región Litoral se desenvolvía con una cierta
tendencia a la autosuficiencia, mientras que la región dinámica era la del Alto Perú, por la plata
potosina, que encontraba salida por Lima y que se conectaba con el Interior Argentino. Tb 1776 fue
la fecha de la sanción del Reglamento de Libre Comercio.
B. A lo largo del S. XVIII, la presión de los países imperiales, especialmente Inglaterra comenzó a
hacerse sentir en el Río de la Plata; esta es la primera vinculación con el mercado mundial. Buenos
Aires, se convirtió en el punto de entrada de los productos europeos y de salida, principalmente de la
plata potosina.
Hacia fines del Siglo la plata representaba el 80% de las exportaciones, a partir de un centro productor
minero, Potosí, hay una traslación de excedente al sector comercializador y exportador. Bs As reemplazó al
antiguo centro que era Lima.
C. Este reemplazo contribuyó la acción de Estado metropolitano español, fue decisiva la creación del
Virreinato, que incluyó a los territorios de Argentina, Paraguay, Uruguay y Potosí, productor de
plata. Esta medida liberó a Bs As del control de Lima y dio vigencia administrativa al Hinterland
comercial porteño, incluyendo en él a Potosí. Luego el Reglamento de Libre comercio otorgó una
mayor flexibilidad a los contactos comerciales de las Colonias con Europa.
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OSZLAK, OSCAR: La Formación Del Estado Argentino: Orden, Progreso y Organización Nacional, Planeta, Bs. As., 1997
D. Las inversiones se produjeron en el sector comercial y los capitales se concentraron en las casas
comerciales, que eran filiales de las casa Españolas. Estas casas articularon un sistema destinado a
trasladar el total de los excedentes económicos al exterior, a través del encarecimiento de los
artículos, pero pese a esto, una parte de los excedentes quedó en Bs As.
El virreinato se organizó a lo largo de una ruta central, la del Alto Perú A través de la cual salió la plata
potosina hacia el exterior, y al mismo tiempo el virreinato fue un área comercial que a través de Bs As se
abrió a los productos manufacturados Europeos. Este efecto secundario se completó con la formación de una
serie de economías de aglomeración. Los beneficios comerciales crearon una gran demanda, dando lugar a
una concentración del comercio y el consumo de artículos de importación y también de productos
regionales.
E. Esta situación básica se modificó parcialmente durante la coyuntura ocasionada por las guerras
Europeas de la Rev. Francesa y de Napoleón (1790-1815); durante esos años se debilitaron y se
rompieron los lazos que unían a Bs As con su metrópoli y no se notó aún la presencia de la q a la
larga, reemplazaría a España. La gran libertad de que gozaron los comerciantes porteños hizo que
una parte importante de los beneficios q se enviaban al exterior quedaran en Bs As, el comercio local
se expandió y se vinculó con el mundo entero.
F. 1810 inauguró una nueva coyuntura que alteró esa preeminencia de los comerciantes porteños.
Disminuyó el Hinterland por los sucesivos desmembramientos, el más importante fue la pérdida del
Potosí. Por otra parte el dominio inglés sobre las áreas coloniales comenzaba a reafirmarse a partir de
1810. En Bs As la libertad de comercio estuvo acompañada por la radicación de un grupo de
comerciantes británicos que terminaron desplazándolos.
G. A través de este proceso, que llego a un punto de equilibrio que se mantuvo hasta 1852, se produjo la
formación, el crecimiento y la crisis del grupo comercial porteño, primer sector inversor en
actividades mercantiles, y su desplazamiento por un grupo extranjero, en directo contacto con las
metrópolis comerciales
b. La Ganadería
Las exportaciones de productos pecuarios ocupan desde 1820 el lugar dejado por la producción altoperuana.
El cuero ocupa el primer lugar. Esta expansión de las exportaciones pecuarias se origina en un fenómeno
nuevo, la expansión de la ganadería bonaerense, que se inicia en 1820 y se desarrolla sin cambios hasta
1850. Ciertas facetas de ese proceso se relacionan con la estructura urbano-regional.
A. La expansión ganadera se ajusta a una decisión muy general del sistema internacional, que presiona
de diversos modos para estimular el desarrollo de zonas de monocultivo. El vehículo fue la demanda
de productos pecuarios, en especial el cuero. Esta demanda fue el único medio de acción.
B. Caractericemos ahora al agente inversor, el núcleo es la nueva clase ganadera, surgida de la entraña
del grupo comercial porteño desplazada luego de 1810 por los ingleses. Este grupo encontró en la
ganadería la salida de esa situación. La expansión ganadera no fue sólo la solución para el declínate
grupo porteño; permitió también la integración de los dos grupos hasta entonces rivales.
El Estado no actúa en esta etapa como inversor directo; está controlado por los ganaderos y su acción es
decisiva como anticipo y ayuda del proceso inversor.
C. El punto seleccionado para la inversión ganadera es la campaña de Bs As. La coyuntura desfavorable
de 1810 había descapitalizado a los comerciantes y ganaderos porteños. La acción de Estado fue
decisiva para superar estos inconvenientes.
En primer lugar era necesaria tierra pues la que existía en Bs As era escasa. La campaña del desierto
de Martín Rodríguez y la de Rosas, muestran la acción del Estado para incorporar una gran porción
de tierra.
La tierra debía ser barata para los ganaderos, y sobre todo no debía producirse la especulación que
suele acompañar a los procesos expansivos. En este segundo aspecto, la acción del Estado posibilitó
la expansión ganadera y sentó las bases de la oligarquía terrateniente bonaerense.
A la escasa inversión en tierras correspondió una escasa inversión en instalaciones y adelantos
tecnológicos.
Los fondos del Estado, cuyos gastos en buena parte se dirigían a facilitar la expansión ganadera,
provenían casi exclusivamente de impuestos aduaneros a las importaciones.
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La carencia de mano de obra representaba una posible limitación a la expansión ganadera (no solo
por la escasez crónica sino por los hábitos laborales) El Estado luego de suprimir los cabildos,
concentró el poder judicial y de policías rural en manos de los jueces de paz que eran personas
allegadas a los hacendados. Estos agregaron a su predominio local el uso del aparato represivo para
impulsar coactivamente al trabajo a la mano de obra.
El rígido orden que la organización de la estancia y el apoyo del Estado aseguran a los ganaderos garantiza
que los beneficios queden repartidos exclusivamente entre los hacendados y los sectores comercializadores.
Esta expansión ganadera se concentró en la provincia de Bs As. Una serie de problemas coyunturales,
especialmente la guerra civil detuvieron el desarrollo ganadero del Litoral. El control que Bs As tenía del
aparato comercializador aseguró que el grueso del excedente quedara allí. Hacia 1840 empieza a producirse
una acelerada modernización en Entre Ríos, que a la larga se convierte en el centro de la oposición al
predominio porteño.
3.2- El Interior
El proceso de incorporación al mercado mundial que provocó el desarrollo comercial y productivo del
Litoral produjo una simultánea decadencia del Interior que comenzó a superarla a fines del período.
A. situación inicial: la producción del Interior, se colocaba en un mercado de gran capacidad adquisitiva,
como era el del Alto Perú. Se comunicaba por medio del contrabando con los centros comerciales
portugueses del Brasil.
B. El desarrollo comercial de Bs. As dio vida a los centros urbanos a lo largo de la ruta al Alto Perú, zona
de tránsito entre el viejo polo altoperuano y el nuevo polo porteño. Córdoba, Santiago, Tucumán y Salta
prosperaron en virtud de este intercambio.
En Salta se realizaba anualmente una feria de mulas. Tucumán se especializaba en cambio en la
construcción y transporte por carretas. En Córdoba la actividad comercial se favorecía por la ubicación
estratégica de la ciudad, tenía una intensa vida religiosa y educacional con una de las universidades más
antiguas. Convertía a la ciudad en una de las capitales culturales de Virreinato. En la región de Cuyo
afectada por la competencia de los productos provenientes del Mediterráneo Europeo, los productores
cuyanos realizaban personalmente la larga travesía hacia los distantes mercados consumidores para vender
sus productos se originó así una temprana y premonitoria decadencia de la vida urbana. Dentro del sistema
comercial, mediante el cual se operaba la transferencia de excedentes a la metrópoli y secundariamente a Bs
As, los centros intermediarios del Interior lograban absorber una pequeña parte del mismo.
C. Esta misma apertura económica provocó la primera consecuencia negativa sobre la producción local, que
sufrió la competencia de los productos europeos.
D. Mucho más importante fue la fragmentación del antiguo virreinato, luego de 1810; al separar a uno de
los polos del sistema, el Alto Perú, dejó la ruta que los unía sin función económica.
E. Perdidos los beneficios para los inversores privados, la acción del Estado multiplicó los efectos
negativos.
F. La simplificación de la administración estatal desplazó a los sectores que ocupaban cargos del gob.
G. Todos estos factores provocaron efectos secundarios de desglomeración que trasladaron y
multiplicaron las consecuencias. Se refleja la decadencia de las ciudades del interior.
H. Muy lentamente se empieza a superar la situación cuando algunos sectores inician una reorientación
hacia la ganadería.
I. Los costos del transporte y la ventajosa competencia de la ganadería del Litoral hacen que
generalmente la producción ganadera del Interior no se vuelque a Bs As. Su destino suele ser el
mercado chileno o Bolivia.
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crecimiento notable y se convierte en el puerto de salida de la producción de metales preciosos provenientes
del Alto Perú. El establecimiento de ruta activa entre Bs As y el Alto Perú, estructura un esquema regional
ahora centrípeto, con centro en Bs As, integrando y organizando a las distintas regiones en su Hinterland. La
ruta Potosí – Bs As determinó un cambio importante en la economía del Interior, cobran importancia las
funciones comerciales de transporte y administrativas. Las distintas ciudades y regiones ven subordinado su
crecimiento a la actividad del comercio porteño. Con la Revolución se inicia una nueva etapa, el período de
1810 a 1830 muestra alteraciones del esquema anterior. La pérdida del Alto Perú rompe el eje que integraba
las diferentes regiones al cortar el camino Potosí- Bs As. Período de desorganización de las economías
regionales. Destrucción de riquezas como consecuencia de las campañas militares y guerras civiles. Se da la
decadencia de los grupos de comerciantes urbanos y funcionarios de la antigua administración y el Gob.
Provinciales, profundamente afectados. Los saqueos, la venta indiscriminada de ganados y el cierre de los
ríos por el monopolio portuario de Bs As traen aparejada la decadencia de la ganadería del Litoral. En el
período de 1830- 1850 se produce un resurgimiento de las economías regionales y de las ciudades en
función de los nuevos mercados periféricos y en general basadas en la ganadería. Este esquema centrípeto
concluye cuando se reconstruye la unidad sobre la organización nacional del País, la supresión de las
aduanas interiores, establecimiento de la libre navegación de los ríos, mejoras de la comunicación y los
nuevos caminos. Todos estos factores al final del período configuran el mercado interno nacional.
1. El sistema Internacional
A lo largo de este período, la producción industrial, la textil y la metalúrgica, se generalizó como modo de
producción dominante en Europa Occidental y en Estados Unidos. Se afianza así el núcleo de los países
centrales. Las relaciones capitalistas se extendieron también al sector agrícola. Cambia la situación de las
áreas marginales respecto del período anterior. El proceso de crecimiento económico rebasó la frontera de
los países centrales y se proyectó hacia el resto del mundo. Estos países se convirtieron en imperialistas; la
concentración y centralización impusieron la necesidad de organizar la economía mundial, incorporando al
sistema económico capitalista vastas regiones hasta entonces no ocupadas. Esta organización se basó en la
especialización funcional de las distintas áreas y en la división internacional del trabajo en función de las
necesidades de los países centrales. Uno de los cambios fue el aumento de la población, excedentes
demográficos, aumento en la demanda de los alimentos, acrecentada demanda de materias primas para la
industria. Fue necesario entonces para los países centrales organizar en la periferia economías primarias,
productoras de alimentos y materias primas para la exportación y consumidoras de las manufacturas
europeas. Las áreas coloniales pasan a ser productoras y su nueva función: recibir las inversiones de
capitales de los países centrales. Sobre la base de la circulación de productos primarios de la periferia al
centro y manufacturas de este a aquella, quedaron asentados los intercambios internacionales, posibilitados
por la modernización de los transportes. Los excedentes demográficos de los países centrales se volcaron a
las áreas periféricas. El desarrollo capitalista trajo aparejado en los países centrales un proceso de
concentración y centralización económica que llevo a la integración de las distintas ramas de la producción,
el comercio y el financiamiento. Aparecieron para Inglaterra nuevos competidores: Alemania y Estados
Unidos.
2. El Sistema Nacional
La relación de la Arg con los países centrales se modificó en esta etapa. El crecimiento reveló un alto grado
de integración de la economía Arg al mercado mundial frontera muy débil.
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extranjero, inmigrantes y gran cantidad de capitales. Los inmigrantes se instalaron masivamente en el Litoral
y en los centros urbanos portuarios. Las inversiones extranjeras se dirigieron a la creación de una
infraestructura de transporte (ferrocarriles y puertos) y al control del sistema de comercialización y al
financiamiento del Estado nacional. Mientras q la actividad productiva directa quedó a cargo de inversores
locales. La acción de las inversiones locales y extranjeros y el eficaz funcionamiento del Estado, permitieron
una rápida expansión de la producción Litoral: que se tradujo en un constante incremento del comercio
externo y una modificación de las relaciones con la metrópoli. La extensión del Litoral se amplió, por el
avance de la frontera indígena y la incorporación de Entre Ríos y el sur de Córdoba. El aumento de las
importaciones y el establecimiento de la red ferroviaria acercaron los mercados del Interior a Bs As,
modificaron la situación de dispersión del mercado nacional existente hacia el comienzo de la etapa.}
b. La modernización Institucional
La función de la oligarquía en el plano político fue organizar el Estado Nacional. Esta acción, que acompaño
a todo el proceso de modernización y racionalización de la actividad económica, correspondió a un
programa coherente, iniciado en 1852 y acelerado luego de la pacificación roquista de 1880.
a. el primer paso fue la consolidación de la unidad nacional. Unificación económica y de conformación
del mercado interior.
b. La unificación se prolongó en la tarea de dotar al país de un armazón político-institucional que
comprendió básicamente la sanción de la Constitución y la creación de los poderes nacionales, la
obra codificadora y la organización del Estado.
c. El estado nacional se apoyó en la fuerza militar, garantía del mantenimiento del orden interno. El
ejército permitió pacificar el país; sirvió para expandir y defender la frontera, ganando tierra a los
indios y asegurando el reparto de las mismas dentro de la clase dominante.
d. El estado actuó como intermediario de la inversión extranjera (prestamos al mismo)- La política
adoptada fue liberal, salvo en sectores que por su carácter deficitario, no eran absorbidos por lo
privado.
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e. La obra de modernización estatal incluyó importantes realizaciones en la promoción de la educación.
El funcionamiento del Estado todo fue modernizado siguiendo criterios de eficacia y agilidad, pero
manteniendo su control intacto en manos de los sectores tradicionales.
f. La clase dominante trató como tarea política fundamental de lograr un cierto consenso del conjunto
de la población para los valores y objetivos de los grupos dirigentes. El periodismo y la educación se
organizaron para difundir entre la población esos valores.
3. La configuración espacial
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al Estado fueron utilizados para la realización de obras públicas. El grueso de los gastos del estado
correspondió a la ceración y sostenimiento de la administración y al mantenimiento del orden interno.
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que la parte comercial y financiera de la economía exportadora requería, y el propio aparato burocrático de
la administración pública, que creció a medida que el Estado aumentó su desarrollo.
Desarrollo manufacturero incipiente.
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