Creo en Jesucristo
Creo en Jesucristo
Creo en Jesucristo
La revelación en Jesús y su obra salvífica son trinitarias 2. Nuestra salvación en Jesucristo, centro de la fe cristiana
La fe se dirige a un “Otro” antes de dirigirse a una verdad. Es la “respuesta 1. El testimonio de la Escritura. La Sagrada Escritura no nos ofrece una
del hombre a la automanifestación y autodonación de Dios en Cristo”. ontología de Jesucristo independiente de su misión salvadora; pero
Supone la autodonación del hombre, la sumisión libre a la gracia divina, y tampoco nos ofrece una salvación que no esté basada en lo que ES
la confianza en las promesas divinas. Jesucristo. Jesucristo es, pues, Salvador, porque ES Dios. Pero si es
también hombre Jesucristo, su encarnación se debe A SU MISIÓN
La fe supone: a) un sujeto personal y un término personal; éste es salvífica, por la que nos hace también a nosotros hijos (adoptivos) de Dios.
Jesucristo, y por la Trinidad, b) Se mantendrá siempre en un cierto
misterio, ya que toda persona es en sí un misterio, aun para sí misma; nos 2. Conocemos a Jesucristo a partir de su misión. Pero ésta nos lleva a
conocemos a nosotros mismo (y a Jesucristo) lo suficiente para conocer lo que ÉL ES. La misma pedagogía sigue la Sagrada Escritura
aceptarnos, para querernos, pero siempre permanece una cierta para darnos a conocer al Padre y al Espíritu Santo: no hay enunciados
penumbra en nuestro conocimiento, c) La fe tiene, por consiguiente, un que sean primeramente sobre la esencia del Dios Trinitario; sino de las
contenido subjetivo y a la vez objetivo: el Otro, y cuanto a Él pertenece, d) misiones; y sólo a través de ellas llegamos a vislumbrar un poco el
Siendo tan personal, su objetivo sólo puede ser conocido por misterio de Dios en su vida íntima. Por ejemplo, San Juan dice: "Dios es
autorrevelación libre de parte de Dios y libre también, en su aceptación (y Amor" (1Jn 4,16). Dios ES amor. Pero lo conocemos por dos actos de
por tanto responsable) de nuestra parte. Amor fundamentales: La creación y nuestra salvación. En el Amor de Dios
(Trinitario) conocemos lo que Dios es, y su relación con nosotros; ya que
1. La fe en Jesucristo "tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo, para que el mundo no
perezca, sino que por Él se salve (Jn 3,16).
A). Supone un conocimiento de Jesucristo. Porque el conocimiento se
extiende a su objeto, que en este caso es Jesucristo; pero sólo así Así, pues, concluimos que la Escritura nos da a conocer el obrar salvífico
podemos tomar una opción libre ante Él. Siendo Jesucristo un ser de Dios en Cristo, y a partir de aquí podemos reconocer su constitución
personal, descubre su interioridad solamente a nuestra fe. ontológica, al menos en sus rasgos fundamentales.
B). Es una fe libre. Según la teología clásica, el motivo de la fe es la 3. Conclusiones. Esto nos lleva a varias conclusiones obvias:
“autoridad de Dios que se revela a sí mismo”. El acto de fe es por lo
mismo totalmente libre de parte del hombre, pues encuentra la firmeza de 1. Según la Sagrada Escritura, Jesús es Dios y hombre para ser Salvador.
la verdad no en datos que se le imponen, sino que libremente de parte de Pero es nuestro Salvador precisamente por ser Dios y hombre.
Dios se le proponen. Por eso el hombre mismo encuentra su pleno
significado humano y su plenitud en la aceptación de ese "Tú" trascedente La divinidad de Jesús es el presupuesto de su significado salvífico para
al que libremente se abre todo su ser. Por ese motivo la fe es al mismo nosotros, y, al revés, la significación salvífica de la divinidad de Jesús
tiempo cierta (supone una entrega total y libre) y oscura (porque siendo fundamenta el interés que nosotros tenemos al plantear la pregunta
Jesucristo una persona, nunca llegamos a conocerlo totalmente). Por lo acerca de su divinidad.
tanto, no nos admiremos, lo mismo pasa en toda fe verdaderamente
2. Dentro del plan de economía salvífica no podemos tener una fe
humana.
ahistórica (y por tanto no podemos tampoco teologizar bajo este
C). La fe se refiere también a hechos comprobables. Porque tiene un presupuesto), como si se hubiese dado una salvación fuera de la historia
desarrollo histórico. Más aún, se refiere a la historia misma, como historia que hubiese venido sólo de un Verbo eterno. El hecho de la encarnación
de salvación. Pero no se basa en la comprensión humana de la historia, ni no es algo sobreañadido. Ni podemos pensar en Jesucristo como si fuese
en las comprobaciones positivas de los hechos históricos, por más que le simplemente otro nombre de la divinidad: "El camino al Padre va a través
sirvan de valiosos auxiliares. Ciertamente Dios se nos ha revelado por de la naturaleza humana del Hijo".
Jesucristo de manera histórica, pero su revelación va más allá de la
3. Jesucristo es el Salvador no sólo por ser el Hijo del Padre. Ni sólo por
historia y de toda manifestación histórica. Por lo mismo la fe no se detiene
los misterios de su encarnación y su resurrección. Sino por ser el Hijo de
en la comprobación de datos históricos; sino que también los otros
Dios hecho hombre, y que como tal participa de la historia humana, a la
enunciados (por ejemplo, sobre el valor redentor de su muerte) tienen un
que "desde dentro" le da un significado nuevo para convertirla en Historia
valor objetivo (aunque no comprobable por ciencias históricas) para la fe.
de Salvación. Por lo tanto, son salvíficos todos y cada uno de los hechos y
La fe no contradice la historia; pero va más allá de ella:
palabras de Jesucristo; aun cuando la encarnación y el misterio pascual
El Nuevo Testamento es unánime: la salvación ya apareció y se llama sean las cumbres. Hoy, exaltado a la diestra del Padre, como cabeza de la
Jesucristo; es él el nuevo hombre, el primero que llegó al término. Iglesia, y por ella de toda la creación, sigue dirigiendo toda nuestra historia
Nosotros lo seguiremos. hasta que ésta llegue a su significado total en la parusía.