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En ocasiones, nos encontramos con la mirada atónita de los padres que aparecen no
encontrar sentido a las preguntas del admisor. Mientras que ellos acuden a consultar
porque su hijo/a tiene dificultades para apropiarse de los contenidos escolares,
nosotros indagamos cuestiones tales como ¿en que momento del embarazo
comenzaron los controles médicos?, ¿con que frecuencia se realizaron?, entre otras.
Estas preguntas adquieren particular relevancia, puesto que a partir de los datos recabados
y de una jerarquización de estos, podremos realizar inferencias tendientes a hipotetizar .
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Jerarquizar, acción a partir de la cual ordenamos, organizamos cosas, siguiendo un
determinado criterio y yendo de los mas a lo menos trascendente.
La propuesta es en definitiva, alejarnos de las certezas que nos brindan las explicaciones
simplistas y reduccionistas.
Ejemplos:
• La consulta acerca de que un niño “no habla bien”, como suelen decir los padres,
es importante indagar como fue la incorporación de sólidos, si hubiera
dificultades para tragar los alimentos. Estos datos nos orientaran acerca de sus
primeras praxias orofaciales.
• La tardanza en la adquisición de las pautas madurativas iniciales ya nos esta
otorgando indicios de un posible descenso cognitivo, que quizás pudo haber
resultado desapercibido para padres y pediatras y que salen a la luz frente a las
exigencias de apropiarse de los contenidos propuestos por la escuela.
Es importante también realizar un recorrido por la historia escolar del niño que incluya
edad de inicio de su escolaridad, condiciones de adaptación a las mismas, permanencias
realizadas, cambios de escuela si los hubo, etc.
• Consideraciones finales
Por último, consisten en señalar por escrito nuestras primera impresiones, realizando una
puntuación de las observaciones mas relevantes obtenidas en la entrevista, que quedaran
como documento inicial en la historia clínica del paciente.
En este documento, adquiere singular importancia la forma en que ordenaremos los datos
obtenidos y que consideramos serán útiles al profesional al que se le asignara el tratamiento
del paciente. Se ordenarán los datos respetando un ordenamiento por temáticas
relacionadas a partir de un esquema general que podría enunciarse de la siguiente forma:
Acerca de la demanda
Reevaluar las características de la población que preveíamos, concurriría al Servicio. La
población que acude a nuestro servicio proviene de zonas altamente pauperizadas y con
enormes déficits socioeconómicos y culturales.
Derivación de servicios de neurología de hospitales de la zona sur del conurbano
bonaerense. Fue así que debimos actualizarnos rápida y muy seriamente en distinto tipo
de afecciones genéticas, diversos cuadros no frecuentes de epilepsias y muchos otros
trastornos con base orgánica. Cada vez más pacientes con serios disturbios psíquicos,
gralmente rotulados con el diagnóstico de TGD (trastorno generalizado de desarrollo)
Criterios teórico-clínicos
Se constituye como eje central de la labor terapéutica. Se trata de evitar las hegemonías
teóricas. De tal modo, se incorporaron a la formación y a la tarea propiamente clínica
saberes provenientes de las neurociencias, los estudios del lenguaje, la genética y de
neuropediatría.
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No se trata de importarlas acríticamente, sino de utilizar ciertos recortes de sus desarrollos
que pueden resultar muy útiles en la tarea de comprender a un niño que puede padecer
dificultades de variada índole, que se reflejan en sus dificultades.
La indagación analítica muestra que la libido de los neuróticos esta ligada a sus vivencias
sexuales infantiles. La libido ha vuelto a ellas regresivamente después que fue expulsada
de sus posiciones mas traídas. Y esto nos sugiere con fuerza la inferencia reciproca, a saber,
que las vivencias libidinales no tuvieron en su momento importancia alguna, y solo la
cobraron regresivamente.
Las vivencias infantiles tienen una importancia que les es propia y que ya han probado en
los años de la niñez. Es que también existen neurosis infantiles en las que el factor del
diferimiento temporal desempeña necesariamente un papel muy reducido o falta por
completo, pues la enfermedad se contrae como consecuencia directa de las vivencias
traumáticas.
En segundo lugar,debemos admitir que seria inconcebible que la libido regresase con tanta
regularidad a las épocas de la infancia si ahí no hubiera nada que pudiera ejercer una
atracción sobre ella.
Hay casos en que todo el peso de la causación recae en las vivencias sexuales de la infancia;
en ellos estas, impresiones ejercen un seguro efecto traumático y no necesitan de otro apoyo
que el que puede ofrecerles la constitución sexual promedio y su inmadurez.
Favorezca una represión sexual desmedida en el niño, la cual resultara después dañina.
Un sustituto para la satisfacción frustrada; lo hacen por medio de una regresión de la libido
a épocas anteriores, a la que va indisolublememnte ligado el retroceso a estadios anteriores
del desarrollo en la elección de objeto o en la organización. El neurotico quedo adherido a
algún punto de su pasado. El síntoma repite de algún modo aquella modalidad modalidad
de satisfacción de su temprana infancia, desfigurada por la censura que nace del conflicto,
por regla general volcada a una sensacion de sufrimiento y mezclada con elementos que
provienen de la ocasión que llevo a contraer la enfermedad. Esta mudanza es parte del
conflicto psíquico bajo cuya presión debió formarse el síntoma. Lo que otrora fue para el
individuo una satisfacción esta destinado, en verdad, a provocar hoy su resistencia o su
repugnacia.
El retroceso al principio de placer, empero, es también un retroceso a una suerte de
autoerotismo ampliado, como el que ofreció las primeras satisfacciones a la pulsión sexual.
El síntoma figura algo como cumplido: una satisfacción a la manera de la infantil; pero por
medio de la mas extrema condensación esa satisfacción puede comprimirse en una
sensación o inervacion únicas, y por medio de un extremo desplazamiento puede
circunscribirse a una pequeño detalle de todo el complejo libidinoso. Los síntomas son,
entonces, ora la figuración de vivencias que realmente se tuvieron y a las que puede
atribuirse una influencia sobre la fijación de la libido, ora la figuración de fantasías del
enfermo, impropias desde luego para cumplir un papel etiológico. Un primer punto de apoyo
lo hallamos quizás en un descubrimiento parecido, a saber: los recuerdos infantiles aislados
que, desde siempre y antes de todo análisis, los hombres han llevado en su interior con
conciencia pueden estar igualmente falseados o, al menos , mezclar mucho lo verdadero
con lo falso .
El niño se compone esa amenaza sobre la base de indicios, ayudado por su saber de que la
satisfacción autoerótica esta prohibida, y bajo la impresión de su descubrimiento de los
genitales femeninos.
La ganancia de placer se hace independiente de la aprobación de la realidad. Sabemos que
esos sueños diurnos son el núcleo y los modelos de los sueños nocturnos. Estos, ene el
fondo, no son sino sueños diurnos que se han vuelto utilizables por la liberación que
durante la noche experimentan las mociones pulsionales, y que son desfigurados por la
forma nocturna de la actividad anímica. Los sueños diurnos son concientes; existen
también sueños diurnos inconscientes. Estos últimos son la fuente tanto de los sueños
nocturnos cuanto… de los síntomas neuróticos.
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Este aflujo de investidura energética de las fantasía se eleva tanto que ellas se vuelven
exigentes, desarrollan un esfuerzo, orientado hacia la realización. Ahora bien, esto hace
inevitable el conflicto entre ellas y el yo. Si antes fueron preconscientes o conscientes, ahora
son sometidas a la represión por parte del yo y libradas a la atracción del inconsciente.
Desde las fantasía ahora inconscientes. Desde la fantasías ahora inconcientes, la libido
vuelve a migrar hasta sus orígenes en el inconsciente, hasta su propios lugares de fijación.
La retirada de la libido a la fantasía es un estadio intermedio del camino hacia la formación
de síntoma.
CONFERENCIA N° 23: LOS CAMINOS DE LA FORMACION DE SINTOMA
A juicio de los legos, los síntomas constituyen la esencia de la enfermedad; para ellos, la
curación equivale a la supresión de los síntomas.
Los síntomas son actos perjudiciales o inútiles para la vida en su conjunto; a menudo la
persona se queja de que los realiza contra su voluntad y conllevan displacer o sufrimiento.
Si la formación de síntomas es extensa, estos dos costos pueden traer como consecuencia
un extraordinario empobrecimiento de la persona en cuanto a energía anímica disponible y
por tanto, su parálisis para todas las tareas importantes de la vida.
Ya sabemos que los síntomas neuróticos son el resultado de un conflicto que se libra en
torno de una nueva modalidad de la satisfacción pulsional. Las dos fuerzas que se han
enemistado vuelven a coincidir en el síntoma. Por eso el síntoma es tan resistente; está
sostenido desde ambos lados. Sabeos también que una de las dos partes envueltas en el
conflicto es la libido insatisfecha, ahora tiene que buscar otros caminos para su
satisfacción. En el camino de la regresión, la libido es cautivada por la fijación que ella ha
dejado tras si es esos lugares de su desarrollo.
Cuando en su reflujo la libido inviste estas posiciones reprimidas, se sustrae del YO y de
sus leyes; pero al hacerlo renuncia también a toda la educación adquirida bajo la influencia
de ese yo. Era dócil mientras la satisfacción le aguardaba; bajo la doble presión de la
frustración (denegación) externa e interna, se vuelva rebelde y se acuerda de tiempos
pasados que fueron mejores.
El sueño genuino el que quedo listo en el inconsciente y es el cumplimiento de una fantasía
inconsciente de deseo, entra en una transacción. Con un fragmento de actividad (pre)
consciente; esta, que ejerce la censura, permite, lograda la avenencia, la formación de su
sueño manifiesto en calidad de compromiso. Del mismo modo, la subrogación de la libido
en el interior del inconsciente tiene que contar con el poder del yo preconsciente.
Cuando ustedes ven, la escapatoria de la libido bajo las condiciones del conflicto es
posibilitada por la preexistencia de fijaciones. La investidura regresiva de estas lleva a
sortear la represión y a una descarga –o satisfacción- de la libido en la que deben respetarse
las condiciones del compromiso. Por el rodeo a través del inconsciente y de las antiguas
fijaciones, la libido ha logrado por fin abrirse paso hasta una satisfacción real.
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¿Dónde halla la libido las fijaciones que le hacen falta para quebrantar las represiones? En
las prácticas y vivencias de la sexualidad infantil, en los afanes parciales abandonados y
en los objetos resignados de la niñez. Hacia ellos, por lo tanto, revierte la libido. La
importancia de este periodo infantil es doble: por un lado, en el se manifestaron por primera
vez las orientaciones pulsiones que el niño traía consigo en su disposición innata; y en
segundo lugar, en virtud de influencias externas, de vivencias accidentales, se le
despertaron y activación por vez primera otras pulsiones.
La fijación libidinal del abuso, que hemos introducido en la ecuación etiológica de las
neurosis como representante del factor constitucional se nos descompone ahora, por tanto,
en otros dos factores: la disposición heredada y la predisposición adquirida en la primera
infancia.
La obsesión muestra que las vivencias infantiles tienen una importancia que les es propia
y que ya han probado en los años de la niñez.
El estudio de estas neurosis infantiles nos precave de caer en más de un peligroso
malentendido acerca de las neurosis de los adultos. Así como los sueños de los niños nos
han dado la clave para comprender los de los adultos. Las neurosis de los niños son muy
frecuentes. A menudo no se las ve, se las juzgas signos de maldad o de malas costumbres
y aun son sofrenadas por las autoridades por las autoridades encargadas de la crianza. En
la mayoría de los casos se presentan en la forma de una histeria de angustia.
En segundo lugar, debemos admitir que sería inconcebible que la libido regresase con tanta
regularidad a las épocas de la infancia si ahí no hubiera nada que pudiera ejercer una
atracción sobre ella.
Entonces, un sustituto para la satisfacción frustrada, lo hacen por medio de una regresión
de la libido a épocas anteriores.
Hay todavía algo más que hace que los síntomas nos parezcan asombrosos e
incomprensibles como medio de la satisfacción libidinosa. En manera alguna nos recuerdan
nada de lo que solemos normalmente esperar de una satisfacción.
Casi siempre prescinden del objeto y significan, por lo tanto, el vínculo con la realidad
exterior. Entendemos esto como una consecuencia del extrañamiento respecto del principio
de realidad, y del retroceso al retroceso al principio de placer. Retroceso a una suerte de
autoritarismo. Remplazan una modificación del mundo exterior por una modificación del
cuerpo; vale decir, una acción exterior por una interior.
Les anuncié que nos enteraríamos de algo nuevo
Tras breve reflexión comprendemos con facilidad lo que tanto nos confunde en este estado
de cosas. Es el menosprecio por la realidad. El descuido por la diferencia entre ella y la
fantasía. Cuando él nos
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Presenta aquel material que, por detrás de los síntomas, lleva hasta las situaciones de deseo
calcada de las vivencias infantiles, al comienzo no podemos menos que dudar sobre si se
trata de realidades o de fantasías.
Saben ya que el yo del hombre es educado poco a poco para apreciar la realidad por
influencia del apremio exterior. En ese proceso tiene que renunciar de manera transitoria
o permanente a diversos objetos y metas de su aspiración de placer –no solo sexual-. Pero
siempre es difícil para el hombre la renuncia al placer; no la lleva a cabo sin algún tipo de
resarcimiento.
Las producciones de la fantasía más conocidas son los llamados “sueños diurnos”, de los
que ya hemos hablando: una satisfacción imaginada de deseos eróticos, de ambición y de
grandeza, que florecen con tanto más exuberancia cuando más llama la realidad a
moderarse o a ser paciente. La dicha de la fantasía muestra en ellos su esencia de manera
inequívoca: de nuevo la ganancia de placer se hace independiente de la aprobación de la
realidad.
En el caso de la frustración la libido inviste regresivamente las posiciones que había
abandonado, pero a las que quedó adherida con ciertos montos. ¿Cómo encuentra la libido
el camino hacia esos lugares de fijación? Todos los objetos y orientaciones de la libido
resignados no lo han sido todavía por completo. La libido no tiene más que volver a las
fantasías para hallar expedito desde ellas el camino a cada fijación reprimida. Estas
fantasías gozan de cierta tolerancia y no llega al conflicto entre ellas y el yo, por grandes
que sean las oposiciones, mientras se observe una determinada condición. Es una
condición de naturaleza cuantitativa, infringida ahora por el reflujo de la libido a las
fantasías.
La retira de la libido a la fantasía es un estadio intermedio del camino hacia la formación
de síntomas, que merece sin duda una denominación particular. Jung acuño para ella el
nombre muy apropiado de introversión; ´por nuestra parte, nos atenemos a esto: la
introversión designa el extrañamiento de la libido respecto de las posibilidades de la
satisfacción real, y la sobreinvestituras de las fantasías que hasta ese momento se toleraron
por inofensivas. Un introvertido no es todavía un neurótico, pero se encuentra en una
situación lábil; al menor desplazamiento de fuerzas se verá obligado a desarrollar síntoma,
a menos que haya hallado otras salidas para su libido estancado.
Todo lo dicho aquí se refiere sólo a la formación de síntomas en el caso de la histeria.
Diagnósticos en la infancia
Un niño es una persona que se encuentra en proceso de constitución de su subjetividad,
entramado con los Otros y atravesado por la época histórica que le toca vivir. Cuando los
Padres de un pequeño realizan una consulta esto puede establecer un hito relevante en su
historia, y con frecuencia hay un antes y un después no sólo en la vía de que ese niño sino
también en la de los Padres.
Los diagnósticos tendrián que funcionar como brújulas orientadoras para los profesionales,
siempre tomando en cuenta que se construyen en un devenir que va modificándose, ya que
por un lado el proceso de maduración propio del crecimiento, y por el otro, que el trabajo
mismo que el profesional va realizando con el niño, su familia y a veces la escuela, van
cambiando las condiciones, lo cual podra posibilitar movimiento fundantes en esa
subjetividad en ciernes.
Los diagnósticos se construyen en el espacio transferencial, y pueden sufrir
transformaciones a medida que el trabajo se realiza.
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Determinar por la observación de conductas y el completamiento de cuestioné a tiros que
un niño es…. TDAH, es no entender la vida en su sentido dinámico, tanto como confundir
consecuencias observables con causas múltiples que sus hacen a un malestar.
Herramientas diagnósticos
Como recibimos la consulta por un niño nos encontramos con distintos actores en cubos:
el niño, su Padres y con frecuencia la escuela. Será necesario indagar en cada una de estas
instancias lo que está sucediendo, por entender qué le ocurre a este sujeto por el cual nos
convocan. Podemos recurrir a diversos herramientas, las mismas nunca serán fijas y
tendremos que decidir en cada instancia cuales utilizaremos.
Este proceso demanda tiempo y disponibilidad, tanto por parte del terapeuta, como de la
familia. Asumir el compromiso de entender que está sucediendo es abrirse a lo diverso, a lo
múltiple, a lo imprevisto, es construir el camino a medida que vamos transitando.
-el trabajo con los Padres en la clínica con niños
El trabajo clínico con los Padres, pero no estar tan claros que escuchar como para que,
hasta dónde y qué hacer con ese material en relación con el trabajo con el niño.
Rojas, propone pensar en las transferencias múltiples
Wettengel, explica el trabajo de y la parentalidad como un trabajo psíquico que va mucho
más Alla de tener un hijo y que se relaciona con contenidos psíquicos que producen
movimientos subjetivos tanto en el adulto como en su descendencia. Indagar la modalidad
de ese proceso permite entender parte de los vínculos libidinales que se establecen en la
crianza.
El niño se encuentra inmerso en un medio determinado, al cual Rodulfo denominó mito
familiar. Es necesario indagar cómo y de que elementos está compuesto uno ese mito o que
lo atraviesa, lo determina y lo constituye como sujeto.
En el trabajo con los Padres es necesario indagar cuáles son los mecanismos defensivos
predominantes, según las temáticas que se aborden. Sin embargo, en alguna cuestión
puntual con este hijo prevalezcan otras defensas.
El modo en que reaparece en los hijos lo desestimado, lo desmentido o lo reprimido de los
Padres marca diferencias en la constitución subjetiva. Lo reprimido parental suele retornar
desde el niño en forma de síntomas, o funcionamiento síntomales. Cuando predomina la
represión se transmitan las representaciones reprimidas así como las normas y
prohibiciones que impulsaron la represión, tanto como las fallas veo los mecanismos
defensivos.
Cuando se presentifica los desmentido en los ancestros, esto puede aparecer como una
defensa a ultranza del narcisismo y se puede repetir a mecanismos de actuación
permanente. Para sostener la desmentida, el niño muchas veces tiene que desconocer la
realidad.
Cuando lo que prevalece es la desestimación, el niño puede pasar a ser la presentificación
de lo rechazado.
A. Anzieu, el niño puede pensar en tanto este inverso en un mundo de pensamientos, en
el que es pensado, el trabajo con los Padres como posibilitador de un espacio en el que
el niño se ha pensado, permiten la construcción del aparato para pensar pensamientos
en el hijos.
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R. kaes propone que en la repetición de una generación a otra puede ser repetitiva o
transformadora. Toma de Bion el concepto de objetos transformables y no transformables,
que supone que la trasmisión de objetos transformables posibilita al que los recibe, ejercer
sus modificaciones, lo cual le permite la incorporación en su actividad psíquica. Lo subjetivo
no transformables son como “ cosas en sí”, y inertes que atacan el aparato de pensar y
permanecen enquistados. Se presentan como objetos no metabolizado, ni metabolizables, e
que se transmiten en forma brusca, en una repetición idéntica. Estos trozos de vida ajena
quedan enquistados en los hijos. Faimberg propone pensar a estos sujetos que se presentan
como vacío, como aquellos que, en realidad, están demasiado se nos caen historias no
procesadas de otros.
Cuando lo que predomina los Padres es la conflictiva narcisista, tienden a identificarse con
el hijo, a considerarlo como parte de sí mismo.
El problema se presenta cuando el niño se distanció del ideal, de lo que se espera de él,
entonces pasa a ser ese extraño, ese no-yo rechazado. La lógica narcisista es una lógica
dual, pero que en realidad conforma una unidad indisoluble, lógica del amor-odio, del
existir-no existir, cuando algo ataca la unidad todo se desmorona. La lógica narcisista
también puede expulsar lo rechazado de los propios aspectos, con lo cual a ese hijo que
convoca los peores aspecto de su Padre, le será muy difícil encontrar un lugar.
Si el niño se constituye a través de los decires y las acciones de sus progenitores, en realidad
fundamental con el niño es la realidad psíquica de sus Padres, por lo tanto se hace
absolutamente necesario trabajar con los Padres.
Es la primera vez que estos Padres tienen un espacio para preguntase acerca de qué le
ocurre a su hijo y que le sucede a esos con esto que acontece con su hijo. Indagar cuáles
son las suposiciones de los Padres, los Padres consultan, que los preocupa en relación a
este hijo, porque consideran que en sus estrategias no funcionan con este niño particular,
cuáles son los significantes que utilizan para presentarlo, a quien considera que le parece
este niño. Observaremos cómo se vinculan entre ellos, cuál es la dinámica de la pareja y
como se posiciona cada uno en la relación de pareja, con respecto a su hijo y con el
profesional.
Se van a la consulta psicológica con el diagnostico, estas circunstancias pueden favorecer
que se pierdan de vista las particularidades de este niño y se reemplaza en el sujeto por
etiquetas clasificatorias que suelen tomar en cuenta sobre las conductas observables.
-historia libidinal
Freud plantea que la historia es siempre historia libidinal como cartográfia de esos
encuentros y desencuentros, historia de deseos, fantasmas, temores, que constituyen el
niño incluso mucho antes de su nacimiento.
En el encuentro con los Padres, tendremos que introducirnos en cómo recortan,
significan, demarcan e incluso construyen esa historia al momento de relatarsela a
un tercero: la constitución de la pareja parental, o las circunstancias de que no la
haya, el momento de la llegada de este niño, las modalidades de crianza, la
instalación de ritmos, rutinas y límites, el sostén del niño, el apoyo de los Padres en
su familia de origen o no, las historias como hijos de los Padres, sus vínculos
fraternos, lo que cuentan de su historia y fundamentalmente lo que callan de ella,
los silencios y los significantes que eligen para transmitir, todos estos elementos
conforman la argamasa que compone al niño, inserto en un entramado
transgeneracional.
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Los hechos no son en sí mismos traumáticos, aquello que lo transforma en
traumático es el impedimento para procesarlos.
No hay casualidad niño al entre el acontecimiento y en síntoma, como tampoco lo hay
entre la estructura de Edipo y la emergencia de una modalidad específica de
funcionamiento en el sujeto quiénes está inserto. Esto quiere decir que entre el
acontecimiento y en síntoma, entre la estructura del Edipo y la constitución psíquica
infantil, se producen complejos procesos de metabolización que dan lugar a las formas
fantasmáticas específicas de instalación de los sistemas deseantes y defensivo.
Es importante destacar que un niño no es sólo un hijo, no es sólo la resultante hoy la
sumatoria de una Madre y un Padre, sino que es un ser con su propio bagaje genético,
histórico que procesan las vivencias de un modo singular como un sujeto activo que
trabaja en su constitución, con elemento de su mundo interno y aquellos que leyeran
del mundo externo, y que realiza su propio procesamiento ser los mismos.
-los encuentros con un niño
Para entender qué le ocurre a un niño,Rodulfo, cuáles son los trabajos psíquicos que ha
realizado y cuáles son los que todavía no ha podido efectuar y porque se encuentra detenido,
inhibido o imposibilitado de realizarlos
Bleichmar proponía pensar en funcionamiento psíquico “ a predominio de” a predominio de
la representación, de la escisión, de la renegación. Por supuesto que en la infancia no
esperamos que ni mecanismo ni estructuras estén cerrados, y con frecuencia el trabajo
clínico mismo posibilitarán que se construyan otros devenires.
Una primera gran distinción entre síntoma y trastornos, a modo en que lo presenta
Bleichmar. Al síntoma lo piensa de la manera clásica como formación del inconsciente,
fracaso de la represión y retorno de lo reprimido; con respecto al trastorno lo define como:
la emergencia los manifiestos de un conflicto en el marco de lo que es dominado tópica
intersubjetiva, es decir en el interior se las relaciones primordiales con el semejante, en los
momentos previos a la instauración de la neurosis infantil.
Desde esta perspectiva, se mantiene proceso diagnóstico como un proceso de simbolización
es en el cual ser bordan los vínculos primordiales con las figuras originales que participan
de este proceso.
Es preciso indagar cuáles son las determinaciones histórico-singulares que producen esa
emergencia del padecimiento.
En el encuentro con el niño es fundamental, darle tiempo y espacio a su expresión. Por lo
General ellos tienen algunas hipótesis de su puede ser que será fundamental desplegar,
pero para esto necesitan construir un vínculo de confianza. Los dibujos y los juegos pueden
ser modos de acceso al mundo infantil y vías de elaboración de las problemáticas
-jugar en el espacio terapéutico
El juego habla, dice los conflictos del niño, así como el soñar en el adulto es la vía regia al
inconsciente.
-dibujar en el espacio terapéutico
Rodulfo realiza un análisis profundo del dibujar en el espacio terapéutico. Compara el
dibujo con el sueño y dice que habría que e interpretar los dibujos a modo de los sueños.
En primera instancia plantea que sueño y dibujo comparte una zona común: la
consideración por la figurabilidad.
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No se trata de encontrar lo simbólico del dibujo, es decir que así como no existe una
interpretación única de los sueños, y la interpretación depende fundamentalmente de las
asociaciones del soñante y cada gráficos será interpretado en transferencia con las a
asociaciones que el niño realice de su producción, las mismas pueden ser asociaciones
verbales, u otros gráficos, o un juego que se enlace al dibujo.
M. Rodulfo desarrolla el estatuto metapsicológico del dibujar. espacio y cuerpo se constituye
mutuamente, siendo la hoja de papel el lugar donde el niño reproducir a las visicitudes mas
arcáicas del cuerpo en el espacio. La hoja tiene un Valor constituyente para el armado de
su subjetividad.
El dibujo no sería sólo un medio de expresión de un estado de cosas, sino modo propio de
elaboración simbólica.
Rodulfo definen el plano grafico común espacio proyectivo del cuerpo propio. El niño pasa
de habitar el cuerpo materno, habitar el propio, para luego poder proyectarse en el espacio
exterior. El trazo traza su propia subjetividad.
El niño dibuja y en ese gráfico puede representar su cuerpo y la historia libidinal, historia
de encuentros y desencuentros con el otro. Observando cómo el niño organiza el espacio
gráfico tendremos una aproximación a cómo organiza su espacio psíquico.
Tosquelles, la primera modalidad representación al la denomina “cuerpo Magma”,alli
encontramos una proliferación de círculos y trazos y diferenciados que encarnan, según el
autor, una sucesión de vacíos y llenos, experiencias sensoriales en el contacto con la Madre.
En ese momento no existe una diferenciación entre el cuerpo materno y entre el niño, entre
yo , no-yo, la experiencia vincular debería propiciar la unificación subjetiva
Una imagen que podría representar esta etapa es la banda de moebius.
Luego comienza el armado intra psíquico de la representación tubular del cuerpo con la
conjunción de las zonas erogenas oral y anal, cuerpo digestivo, que va a dar lugar a la
construcción de una interioridad, un continente que alberga contenidos. A partir de aquí al
niño está en condiciones de fantasmatizar objetos. Objetos buenos que se internalizar
objetos malos que se expulsan, construyen al armado de la diferenciación yo, no-yo.
El jugar constituye lo infantil de la infancia, entonces ¿qué sucede cuando un niño no puede
construir el jugar? Desde esta perspectiva, no se trata simplemente de una actividad lúdica
que no se despliega. Cuando un niño no puede jugar tiene dificultado el acceso a lo
simbólico, por lo tanto tiene obstaculizadas sus posibilidades de constituirse como sujeto,
ya que el jugar es una actividad esencial de la infancia que hace posible que las coordenadas
de subjetivación se desplieguen. Esta actividad solo podía engendrasrse en tanto y en
cuanto exista otro en disposición del libidinal qué la habilite, que posibilite su producción,
que realice su propia apuesta subjetivante sobre ese cachorro humano.
3. Síntesis
Reformular el paso en función del presente es entender la realidad histórica como una
construcción que se da por el encuentro entre la estructura psíquica y el acontecimiento.
Las rememoración es una de reordenación del pasado que adquiere un nuevo estatuto de
verdad en función de su relación con el presente.
La relación entre transmisión, identificación y formulación de objetos psíquicos apunta a
mostrar los diferentes aspectos que convergen sobre la demarcación narcisista con la que
el sujeto se ve a sí mismo imaginariamente unificado. La identificación(como uno de los ejes
de constitución del yo y de sus objetos psíquicos) junto a las mociones pulsionales y los
modos de defensa frente a la pérdida, la separación, la angustia, la culpa, dan cuenta de
las condiciones de simbolización posible y las modalidades singulares que estas adquieren
para cada sujeto.
Capitulo 2
Los niños que no aprenden
Conflicto psíquicos y restricciones simbólicas
La donación de un caudal libidinal y simbólico inicial por parte de los referentes primarios
resulta entonces uno de los requisitos necesarios para promover posteriormente el
despliegue de procesos psíquicos mas complejos.
“La complejizacion de la actividad psíquica no tiene que ver exclusivamente con las ofertas
sociales sino con un espacio suficiente para que el afecto pueda circular por caminos
desconocidos entre los cuales las expectativas de futuro suelen ser también un atractivo para
la búsqueda de objetos de satisfacción que enriquezcan al psiquismo” (Schlemenson)
En los niños con problemas de aprendizaje a menudo las relaciones con los objetos
primarios carecen de un entramado de confianza y seguridad necesario para explorar el
mundo con entusiasmo.
En estas complicadas situaciones intersubjetivas, los deseos de entrelazamiento libidinal
no se instituyen, el psiquismo se constituye con niveles de precariedad simbólica
significativos y los objetos sociales adquieren aspectos hostiles o amenazantes que se
resuelven en retracciones o movimientos de dessinvestimiento que comprometen las
oportunidades de inscripción social y el acceso a novedades y conocimientos.
La historia de un niño situaciones que producen un sufrimiento psíquico inelaborable, ya
sea por el exceso afectivo comprometido como por la carencia de los recursos simbólicos
necesarios para su tramitación.
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Las características de sus gráficos, narraciones y escritos, ya que son precisamente las
formas de presentación de la producción simbólica las que dan cuenta de estas capturas a
partir de ciertos indicios figurales y/O de sentido que permiten deducir los diferentes
momentos en los cuales se concetraron estas situaciones conflictivas no resueltas, con
distintas consecuencias en los procesos de simbolización.
Aquellos conflictos padecidos mas tempranamente, durante la organización de lo originario
, dan como resultado fuertes tendencias a la descarga, a la ausencia de esperas y
postergaciones, a veces acompañadas de un significativo vacio representacional.
Se trata de modalidades acuñadas en los primeros tiempos de estructuración del psiquismo,
en los que la precariedad de una transferencia simbólica suficiente en las funciones de
sostén, configura modalidades de intensa destructividad en niños que no logran poner freno
a sus reacciones, ni encontrar vías mas mediadas a la irrupción del afecto.
Cuando tiempo mas tarde se abandona el propio cuerpo como único medio de acceso al
placer y comienzan a tener lugar las desilusiones y las separaciones con las figuras
parentales, comienza a emerger la fantasía como representación característica del proceso
primario.
Existen conflicto en los momentos de constitución del proceso primario en donde el
despliegue de la fantasía no representa una intencionalidad elaborativa sino el resguardo
defensivo en las propias representaciones, lo cual empobrece las oportunidades de
intercambio con los otros a partir de significaciones sociales compartidas. En estos casos,
las producciones simbólicas de los niños muestran una excesiva preeminencia de aspectos
fantasmáticos observables.
Con posterioridad a la organización del proceso primario, el psiquismo se complejiza ante
la necesidad de entrelazar las fantasía a ciertos elementos ordenadores que brindan
condiciones de transmisibilidad y comunicabilidad a producciones que de otra manera
permanecerían cerradas sobre si y ajenas al intercambio con los otros. El acesso al proceso
secundario exige entonces la organización de estas representaciones en relación a las layes
del lenguaje y le pensamiento, lo cual dinamiza el intercambio con la realidad externa y los
objetos allí existentes
También aquellas conflictivas padecidas mas tardiamente, rigidizan el funcionamiento de
este proceso, produciendo sobreinvestimientos excesivos de la estabilidad y el ordenamiento
de sentidos, los que en ocasiones aparecen desligados de componentes subjetivos y
referentes singulares. A su vez, la precariedad previa en la constitución de la fantasía hace
que el lenguaje y las representaciones de palabra no puedan asociarse con ductilidad a
representaciones singulares.
En los niños con problemas de aprendizaje, la carencia de recursos simbólicos adecuados
conlleva la interpretación sufriente de este tipo de situacio, que con frecuencia se asimilan
a aspectos hostiles o traumáticos de las experiencia con los objetos primarios, y se resuelven
con la recurrencia anacrónica a formas tempranas de elaboración que resultan pobres e
inadecuadas para la resolución de las conflictivas actuales.
Se instalan modalidades representativas estancas que llevan a la falta de equilibrio y
combinatoria dinámica entre diferentes gradientes representacionales, lo que caracteriza el
acceso a los procesos terciarios. Por el contrario, las distintas formas de productividad
simbólica de estos niños, muestran la prevalencia de modalidades representativas
correspondientes a uno solo de los momentos de organización psíquica, el cual se vuelve
exclusivo, perdiendo la relación gradual con los otros y la posible articulación entre niveles
de complejidad psíquica diferentes. Cuando la actividad representativa se parcializa y
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rigidiza, tiende a disiparse la heterogeneidad de los procesos de simbolización, reforzándose
entonces la saturación de los procesos secundarios sobre los primarios o viceversa, o bien
consolidándose excesos de modalidades originarias y precarias de satisfacción cuando estas
conflictivas impactan sobre momentos de la constitución psíquica mas temprana.
Proceso Proceso
originario primario
Proceso Proceso
terciario secundario
• Perdida de • Aprendizaje
heterogeneidad y desubjetivados
plasticidad • Sobreadaptacion
La magia de jugar
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Si pudiésemos situar el primer lugar del sujeto, lo haríamos en lo que se ha dado en
llamar mito familiar. Es el lugar que preexiste al bebé antes de su nacimiento, lo que
llamamos prehistoria personal. Este antecedente está hecho de deseos y tiene la forma
que asume la falta para esos padres. Este será el material del “baño significante” que lo
acunará desde sus inicios.
El niño vendrá a un lugar narcisista en tanto que completa ilusoriamente a los padres, a
partir de ser sujetos deseantes. Tiene como antecedentes necesario ese mito, pero deberá
advenir en el como “aprendiz de historiador”, al decir de Piera Aulagnier, apropiándose de
sus marcas y escribiendo su propia historia a partir del texto del fundamento.
Al niño se le adjudican todas las virtudes y es llamado a realizar los deseos incumplidos
de ambos padres . ”En el hijo renace y se reproduce el narcisismo parental”. Se produce
aasi una anticipación que hará posible que, “si las cosas funcionan bien”, advenga un
sujeto.
Freud (1914), en Introducción al narcisismo, acuña la inolvidable expresión “Su majestad
el bebé”, afirmando que al niño se le adjudican todas las virtudes y es llamado a realizar
los deseos incumplidos de ambos padres.
Las acciones motrices inciviles no tienen intencionalidad en el recién nacido.
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Es fundamental suponer una subjetividad naciente para que efectivamente, en un
segundo momento, pueda constituirse un gesto, es decir, un movimiento dado a ver a
otro. Se genera así un “diálogo loco”, en tanto es una ficción, donde el Otro materno se
ubica en la posición del recién nacido e interroga allí su posición de madre, siendo ella
misma la que responde a su propia demanda, pasando por el bebé. Supuestos diálogos se
entretejen entre madre e hijo, donde uno pregunta y el otro supuesto responde, armando
una subjetividad allí donde todavía falta. Pero en la distribución de las cartas, a algunos
niños no les toca el ancho de espada, y en vez de existir en los sueños de sus padres,
están en sus pesadillas.
El cuerpo como subjetividad participa en la creación del juego. La descarga motora sin
inhibición, característica de la hiperactividad, cede su lugar a la representación, que se
ordena en una escena que tiene limites. Pero este limite no lo expulsa, por lo contrario, lo
aloja. Este juego, claramente del lado del Fort-Da, le permite atravesar el momento de
encuentro con un vacio. Pero para poder faltarle al otro, tiene que haber sido alojado,
deseado, y en este punto, en nuestro pequeño paciente, algo de la falla se había
producido. La transferencia permite que jugando, se relance aquella operación en el punto
de su detenimiento, produciéndose una torsión que permite una nueva inscripción.
Tosquelles, dice que el primer modo de representación del niño no es lo que denominamos
cuerpo magma. Se trata de una proliferación de círculos en el papel que expresa el nivel de
representación psíquica fusional con la madre. Cada uno de estos círculos expresan las
micro síntesis, unificaciones que el bebe fue haciendo en base a cada una de las
experiencias sensotrialesen el contacto con la mama.
Una representación tubular que une lo que representa la zona oral con la anal. Aquí,
psíquicamente, lo que esta empezado a procesarse es lo digestivo. A partir de aquí
podríamos decir que intrapsiquicamente el chiquito esta en condiciones de poder empezar
a fantasmatizar objetos.
Primero tiene que construir una interioridad para que esos objetos puedan estar
representados en el interior. Entonces vamos a ver que en los gráficos empiezan a dibujar
cositas dentro de ese tubo o venos dibujar el cuerpo gusanito. Esa idea de interioridad, de
tener algo dentro se va plasmado de ese modo en los dibujitos.
Trataremos de pensar a nível diagnostico em el trazo que el niño plasma, es en que nivel de
organización esta, el tipo de representación que promueve, si es fusional, si está trabajando
la separación y la diferenciación yo-no yo, si estamos frente a un nivel neurotico de
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organización o con fallas en la subjetividad, mas allá de los que después podamos ver como
rasgos o contenidos del dibujo.
Aquellos elementos que nos llaman la atención, que se van repitiendo a lo largo de las
produciiones graficas, sin darles un sentido.
Dolto le preguntaba a los niños donde se ubicarían en el dibujo que realizaron y hace hablar
al niño desde el lugar en que se proyecto. Toma al dibujo como un enigma. Testimonuui de
una historia a descifrar entre el niño y su analista.
El niño va a estar representado en todo y cada uno de esos dibujos. Se puede pensar que
ese elemento que el recorta en ese trazo, esta empezando a plasmar algo de su lugar como
sujeto. También es importante prestar atención a la cadena asociativa que sigue a ese
dibujo.
Como enseño dolto, nuestra función analítica con los niños se centra en un “decir
simbolizante”, ya sea para promover las inscripciones fallidas o para develar el inconsciente
reprimido.
El dibujo es la marcaque deja el movimiento. Lo que en un principio podía ser hecho con
los dedos, como marca en la pared, huella del pasaje del niño, pasa a ser huella del
movimiento y a al vez algo que queda y puede ser mirado.
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Es una actividad placentera, en un placer que no esta ligado al producto como estético o
por sus significado, sino ligado al placer del movimiento, al dominio del instrumento
(lápiz,marcador o tiza) y al registro de su propuo acto. En un principio, el niño se sorprende
por el resultado y luego, hay placer en el acto de mirar el resultado.
El niño va demarcando un territorio. Con sus trazos , con sus heces y con su orina, delimita
un espacio propio que a la vez, constituye un espacio.otro, funda un lugar fuera de si.
La pulsionde dominio es una pulsión objetal que tiende a la anulación del objeto. Es
destructividad al servicio del goce narcisista
El garabateo tiene aquí mucho de apropiacio, tanto del movimiento como del espacio y de
la superficie sobre la que se garabatea. Pero en principui, el niño traza líneas, espirales,
movimientos centrifugos o centrípetos sin preocuparse por si eso significa o no algo.
Los que podemos in terpretar es : el tipo de movimiento, si este esta dirigido hacia si o hacia
el aguera, el modo en que el niño presiona le lápiz, si repite muchas veces el mismo
movimiento, si utiliza diferentes materiales y colores.
Del garabato el niño va pasando al dibujo de figuras, primero sueltas, luego organizadas
como escenas y mas adelante, al relato de secuencias al estilo de las historietas.
Los niños comienzan a ligar dibujo y palabra alrededor de los tres años. En esta etapa es
que el dibujo es fundamentalmente expresivo. El dibujo aquí es otro modo de representar
la ausencia, modo en que se expresan las fantasías, los entimientos y las vivencias a las
que este quedo asociado. Lo fundamental es intentar encontrar lo particular de la expresión.
El registro de las diferencias sexuales la construcción de fantasías y de teorías sexuales
infantiles reorganizan las inscripciones previas y permiten así esta puesta en juego.
Como trasformacion del contexto y de uno mismo. Una forma mas elaborada son las
historietas, que pueden implicar una secuencia o una escena con personajes.
En la latencia el niño intenta que lo que dibuja tenga cierta analogía con el modelo. El niño
sabe que hay normas, que el compartir supone respetar ciertos códigos, a la vez que
establece en el dibujo una especie de código personal.
Hay que tener en cuenta que el dibujo es una producción suya, de la que al apropiarse,
quiere disponer.
Conclusiones