Perrée y Diéguez - Cuerpos Memorables

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CUERPOS MEMORABLES

Caroline Perrée e Ileana Diéguez


Coordinadoras
Cuerpos memorables /
Caroline Perrée e neana Diéguez, coordinadoras.

Ciudad de México: CEMCA, 2018.

Número de páginas: 248 ; medidas: 17x23 cm

Primera edición, 2018

D. R. © 2018 CEMCA
Río Nazas #43, Cuauhtémoc, 06500 Ciudad de México, México
www.cemca.org.IDX

ISBN 978-2-11-152851-2

Coordinación editorial: Caroline Perrée


Corrector de estilo: Jorge Luis Sánchez Morlett Lasaro
Diseño editorial y forros: Patricia Reyes
Imagen de portada: Fabiola Rayas Chávez, "Familia Ortíz Ruiz", de la serie
Caminar el cuerpo desaparecido, 2016 © Fotografía cortesía de la artista. ~!:
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de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía INTEJ.NAT IONAL

y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin previa autorización


por escrito de los titulares de los derechos de esta publicación.

Impreso y hecho en México/Printed and made in México

íNDICE

Prefacio. Los cuerpos y las memorias. Vivir y pensar


en contextos de violencia 9
¡leana Diéguez y Caroline Perrée

Sudarios del Tzompantli 27


Hugo Plascencia

CORPORALIDADES URBANAS EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA

Liquidados. Cuerpos abyecta dos y vidas precarias


en la megalópolis 31
Rigoberto Reyes Sánchez

La materialización del poder hacia corporalidades trans*


en un reclusorio varonil: análisis de la violencia sexual
y la violencia lingüística 53
Chloé Constant

La piel protectora en entornos urbanos violentos.

Acerca de los tatuajes religiosos en México 71

Julie-Anne Boudreau y Rodrigo Olvera

PRÁCTICAS ARTíSTICAS DE VISIBILIZACIÓN y MEMORIA

La ropa como valor indicial de la violencia


en el arte contemporáneo 93
Caroline Perrée
Muerte, desaparición y violencia: dispositivos estéticos
de la globalización neoliberal 115
PREFACIO

Marcos Bernal

Apostillas a un apocalipsis anunciado 133


Los cuerpos y las memorias.

César Martinez Vivir y pensar en contextos de violencia

Documentar loes) olvidado(s): entre registro de lo ausente


y resistencia a la desaparición 147
Ludovic Bonleux

ACCIONES COLECTIVAS ILEANA DIÉGUEZ y CAROLINE PERRÉE

Entre el silencio y la memoria. Familiares organizados LDESBORDE DE LA VIOLENCIA Yde las atrocidades cometidas sobre los
de personas desaparecidas en México
Jaqueline Garza Placencia
169 E cuerpos, determina nuestras prácticas y formas de vida en México,
el modo en que comunicamos nuestro pensamiento y el modo en que
se producen formas simbólicas y poéticas. Diversos artistas exponen la
La performatividad de los afectos 191 avalancha de las pérdidas. ¿De qué otra cosa podríamos hablar?, fue
Ileana Diéguez la pregunta que enmarcó la obra de Teresa Margolles que representó
a México en la Bienal de Venecia de 2009. En Europa, el título creó un
Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria. Bordado horizonte de suposiciones y expectativas. En México, la cuestión no tiene
y acción colectiva en las protestas contra los asesinatos y expectativas ni sorpresas, porque obviamente se trata de la violencia que
las desapariciones en México 207 ha estado asolando al país desde 2007, cuando la guerra abierta contra el
Katia Olalde narcotráfico condujo a una situación de crisis sin precedentes. Si la vio­
lencia no es un fenómeno nuevo en México -¿en qué parte del mundo
La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 229 lo será?- su crecimiento y diseminación expone a la población civil a un
Alfonso Díaz Tovar y Lilian Paola Ovalle constante peligro, mientras que el país no está "oficialmente" en guerra.
De hecho, en México la gente sigue viviendo casi "normalmente",
aunque la violencia sea omnipresente, ampliamente retransmitida e
ilustrada por la prensa sensacionalista, creando una visibilidad que
trivializa el horror. Mientras que los medios de comunicación revelan
el' descubrimiento de fosas comunes y el desbordamiento de cadáve­
res en los Semefos; se multiplican las marchas de las familias buscan­
do a sus desaparecidos; se generaliza el feminicidio, las prácticas de
homofobia e intolerancia hacia la diversidad sexual y el asesinato
de periodistas. La exposición pública de los cuerpos mutilados se ha

lA,

vuelto un espectáculo común, a la vez que crece la siniestra desa­ como ha quedado de manifiesto a través del proyecto Bordando por
parición de miles de personas. ¿Es posible que pueda continuar la la Paz, La movilización existe, pero debería ser masiva, colectiva,
vida como si casi nada hubiera ocurrido? Es esta brecha entre la nor­ y ampliamente mediática, para que no siga creciendo la larga lista
malidad de la violencia en la vida cotidiana y la dura realidad de la de desaparecidos. En México se vive, pero con miedo, y el silencio
violencia lo que preocupa y atormenta para quienes viven en México desciende como plomo sobre la población porque hablar expone en
hoy. ¿Cómo entender esta dicotomía entre una vida normalizada bajo algunos contextos, ni siquiera hablemos de actuar.
el ritmo del trabajo, la precariedad de la vida, el cuidado de la familia, La idea de este libro colectivo, nació contra este silencio compren­
y las atrocidades que tienen lugar en paralelo, apenas un poco más sible pero inquietante. Fue pensado al término de un coloquio inter­
lejos, o incluso a nuestro lado? Mientras algunas regiones parecen nacional sobre "El cuerpo de la violencia", que tuvo lugar los días 22,
vivir en estado de guerras informales o no declaradas (Segato, 2014), 23 Y24 de mayo de 2018 en el Museo Universitario Arte Contempo­
enfrentando distintos tipos de violencia y oponiendo diversas for­ ráneo (MUAC) y en el Museo de Memoria y Tolerancia en la Ciudad
mas de resistencia, como lo subraya Miriam Bautista (2017), la gran de México. 1 Este encuentro se centró entonces en el cuerpo de la vio­
mayoría de la población se está habituando a este horror cotidiano, lencia, porque el cuerpo es a la vez, el receptáculo de esta violencia
acostumbrándose a esta banalidad de lo atroz, ilustrada por la prensa y el instrumento de su visibilidad a través de la macabra y sórdida
sensacionalista a la venta en cualquier puesto de revistas de la calle puesta en escena a la que está sometido. El coloquio fue resultado de
o del metro. Los números y las imágenes macabras hacen la portada, un largo proceso de reflexión iniciado con Camlie Foulard y Sabrina
los cuerpos descuartizados y ametrallados salpican con su sangre a Melenotte, en el marco de las jornadas de estudio sobre Los Cuerpos
los ojos de los espectadores, que leen los titulares familiarizados con Violentos organizadas en el CEMCA, en la Ciudad de México, en octu­
las imágenes de lo insostenible. bre de 2016, donde se reunieron investigadores de América Latina. 2
En la Ciudad de México se concentra la vida política del país; es el En este momento de reflexión, la problemática en torno al cuerpo
lugar al que hay que llegar para ser visible a nivel nacional e inter­ y la violencia, nos sigue pareciendo muy relevante. Con el dramático
nacional (debido a la centralización que aún existente en diferentes acontecimiento de la masiva desaparición de estudiantes de la Escue­
ámbitos). Es una ciudad agitada por manifestaciones que denuncian la Normal de Ayotzinapa, el26 de septiembre de 2014, la cuestión de la
los números de muertos y desaparecidos, y en las que se levantan los desaparición forzada de personas en México salió abruptamente
puños para recordarnos lo que está sucediendo en todo el territorio. a la luz, se ha vuelto un leitmotiv, y la búsqueda, una necesidad y una
Mientras que las grandes marchas encabezadas por el poeta Javier obsesión. Ayotzinapa fue como el acmé -o el iceberg- que permitió
Sicilia -a raíz del asesinato de su hijo- en nombre del Movimiento hablar de todas las demás desapariciones. Paralelamente, en ene­
por la Paz con Justicia y Dignidad, reunieron a miles de personas en ro y noviembre de 2015, surgen los atentados de los periodistas de
2011-como también lo hicieran en 2014 las primeras marchas por "Charlie Hebdo" y luego los de la sala de conciertos del Bataclan y de
los estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa-, los cafés cercanos. Poco tiempo después continúan otros atentados
hoy en día las manifestaciones continúan pero es visible cómo se ha en Europa, provocando matanzas masivas de civiles que transitaban
reducido la participación ciudadana. En la mayoría de los casos, estas por el espacio público o disfrutaban de furtivos momentos de ocio.
manifestaciones reúnen a los más afectados por la violencia, especial­
mente a las familias que buscan a sus desaparecidos y a sus muertos.
Algunos colectivos de artistas, escritores, investigadores, estudian­ 1 Programa en línea: http://cemca.org.mx/files_biblio/files/CuerpoViolencia_
Programa_WebFranc%C3%A9s.pdf
tes y ciudadanos, se unen para trabajar mano a mano, buscando con­ 2 Jornadas que dieron lugar a un artículo en Proceso: https://www.proceso.com.
cienciar a la sociedad civil sobre el destino de los miles que faltan, mx/459335/la-violencia-en-mexico-costara-anos-dolor-social-expertos
Prefacio 13
12 Cuerpos memorables

proceso de memorialización pública, necesario en una sociedad que


A un lado del Atlántico, se lamenta y se llora la ausencia del cuerpo, esconde sus males y sus muertos, carente de interlocutores confiables
mientras del otro lado, el cuerpo visible sirve de blanco frente al mun­ a quien recurrir.
do entero. En los dos casos, lo que está en el centro de la violencia es La complejidad de la violencia en México, a diferencia de otros
un cuerpo, de proporciones casi monumentales porque es el cuerpo terrores orquestados por los fascismos europeos del siglo xx, radica
civil y social en su conjunto, y esta es la víctima de la violencia que en la ausencia de reconocimiento oficial respecto a las masacres y
nos asola. desapariciones en curso, incidiendo en el silencio de buena parte de
El coloquio del MUAC era una manera de reaccionar a la impoten­ la población civil. No hace falta decir que esta ausencia de reconoci­
cia que se siente ante la tragedia que nos rodea, tratando de contestar miento suspende el duelo porque la memoria individual, en términos
a la pregunta: ¿qué se puede hacer ante esto, las y los intelectuales, generales, no coincide con la memoria colectiva y no cuenta con su
científicos y ciudadanos? Los intelectuales y académicos tienen un pa­ respaldo. Existe una brecha entre la memoria individual de las vícti~
pel fundamental pues se pretende que sean científicos que buscan la mas de la violencia y la memoria colectiva, porque el trauma no está
verdad ante la confusión general causada por la expansión del terror. compartido en absoluto de la misma manera por todos, ni es recono­
Pero sobre todo, los intelectuales, como bien ha dicho Edward Said, cido oficialmente como un problema nacional que implica a todos.
"son de su tiempo" y nada los rebaja más que el silencio oportunista Esta falta de intercambio empático socava la construcción de una
y cauteloso (Said, 1996: 38). identidad -lo que según Halbwachs permite la memoria colectiva
Se supone que el trabajo científico tiene como meta establecer un (1997) - que revelaría la memoria herida de una nación. En las ma­
diagnóstico, en el intento por aclarar la realidad y la verdad de los nifestaciones en las que se ha agitado la bandera (negra) mexicana
hechos. ¿Pero acaso no debería ser este el propósito de todo pensa­ como señal de luto, no hay un pueblo entero reunido. Mientras el
miento comprometido con la necesidad de aportar un poco de luz y 16 de septiembre, día de la Independencia de México, toda la na­
de verdad en tiempos en que falta la justicia? En el caso de este co­ ción compra y ondea las pequeñas banderas tricolor: verde, blanco
loquio multidisciplinario, donde nos reunimos físicos, arqueólogos, y rojo. Dos banderas distintas (y de diferentes colores) levantadas
antropólogos, sociólogos, filósofos, historiadores del arte, fue posi­ en el viento, símbolos de una población escindida. Imposibilitada
ble pensar desde distintos lugares las problemáticas que atraviesa la de unirse en el dolor, la memoria herida es una memoria impedida
vida social en México. Y lo hicimos no solo como miembros de una (Ricreur, 2000).
comunidad artística y académica, sino también y muy especialmente,
Los crímenes actuales forman una herida abierta desde la cual es
como ciudadanos.
imposible pensar el duelo colectivo. El cuerpo social mexicano es un
Participamos en el proceso de visibilización de un fenómeno que
cuerpo acribillado, que sufre la violencia y su estigmatización, sin
no se puede comentar fácilmente, y pensamos que este tipo de en­ posibilidades para hacer el duelo.
cuentro propició la sensibilización de los asistentes allí reunidos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el "deber de memoria"
El coloquio finalizó con la presentación de propuestas por parte de
que Primo Levi demandó para hacer justicia a las víctimas, incidió
investigadores, artistas, consultores y actores de la sociedad civil,
ampliamente en la memoria colectiva internacional. Ricreur recono­
que con proyectos peculiares y precisos desarrollan iniciativas para
ce esta necesidad, pero elige hablar de "trabajo de memoria", noción
prevenir la violencia a nivel local. En este encuentro, rico en inter­
que retoma de Freud, porque implica una dimensión activa; mien­
cambios y propuestas, salieron a la luz diversos procesos de visibili­
tras Primo Levi impone una obligación moral para las generaciones
zación y memorialización. En un contexto donde el silencio se vuelve

l.
angustiante. visibilizar es quizás una primera acción para combatir
.1 olvido col.ctivo, porque a través del relato y la acción inicia un
futuras.
14 Cuerpos memorables
Prefacio 15

¿Qué implica construir memoria en una sociedad tan fracturada explanada del Zócalo capitalino, el dedicado a los jóvenes estudiantes
como la mexicana? ¿Cómo podría México construir su porvenir si que en 1968 fueron masacrados en México.
la violencia de su presente no es asumida oficial y colectivamente? En este espacio público se ha escenificado la fractura de la memo­
¿Quién tiene el poder de definir el contenido de la memoria? Nadie ria social, muy especialmente cuando se creó una conmemoración
se pregunta y responde Pilar Calveiro (2012, 22). "Las memorias son del orden de la "caza furtiva" (Certeau, 1990), con la instalación del
siempre plurales porque comportan interpretaciones plurales de lo primer "memorial", por los padres de los 43 estudiantes de Ayotzi­
vivido" (21). Seguirán existiendo, nos advierte Calveiro: napa frente a la Procuraduría General de la República. Construido
con materiales tomados de las marchas -pancartas suspendidas por
[oo,] relatos múltiples, encontrados y contradictorios; prevalecerán
cuerdas en las que se imprimen las fotos de cada estudiante y eslóga­
aquellos que sean más acordes con las relaciones de poder actuan­ nes escritos a mano-, conforman un conjunto cubierto por un toldo
tes en la sociedad. Este no es un asunto que se define académica­ de plástico que recuerda las tiendas de campaña de los mítines, a
mente, sino en la lucha política, que comprende la lucha por la ''Ver­ modo de collage memorial. Esta instalación creada por los familiares
dad" social, de la que la academia forma parte. Por ello, es necesario y que alberga sus protestas, huelgas y plantones ante las puertas de la
estar atentos a las acciones dirigidas desde el Estado, que como tan institución, ofrece la paradoja de inscribir una huella duradera con
demostrado ha quedado en América Latina, apuesta siempre por un material efímero, frágil, que contrasta con los cuerpos rebeldes
una opción conveniente "en relación con las políticas de la memo­ que marchan en las manifestaciones. A esta primera "caza furtiva"
ria" (Calveiro, 2012: 22). le ha seguido una segunda, la del antimonumento "+ 43", una escul­
tura en metal de color rojo, que utilizando el vocabulario certaliano,
¿Cómo puede habitar y visibilizarse la memoria fracturada y heri­ da testimonio de una táctica en respuesta a la estrategia de poder
da en los espacios públicos y entender que esta memoria fracturada (Certeau, 1990).
expresa nuestra fracturada memoria colectiva? En la avenida Paseo Los llamados "antimonumentos" implican una respuesta crítica
de la Reforma, arteria central de la Ciudad de México, existen dos y señalizadora a la impunidad, buscando interpelar la memoria ofi­
tipos de monumentos, los instalados por las instituciones del Estado cial. Los antimonumentos testimonian el uso de la "astucia" (Certeau,
y los instalados por los grupos de familiares de las víctimas. Por un 1990) en la práctica cotidiana de la resistencia colectiva. Son como un
lado, las estatuas de próceres libertarios que ya han sido interveni­ Caballo de Troya, porque parecen tomar la forma del monumento al
das, recubiertas de negro con las cuerdas que la artista visual Laura retomar los códigos inherentes a este género, en especial el carácter
Valencia 3 creó junto a los familiares, para imaginar la extensión lineal escultórico y altamente simbólico, como la cifra que todos los mexi­
de los cuerpos desaparecidos. Y por otro lado, los antimonumentos, canos identifican para nombrar -+ 43- la desaparición de los estu­
que recuerdan críticamente las masacres impunes: "+ 43", por los diantes de Ayotzinapa. Sin embargo, este particular antimonumento
estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa; "ABe", por los niños que fue colocado en plena luz del día en el espacio público por familiares,
murieron en el incendio de la guardería "ABe"; "+ 65" por la víctimas activistas y ciudadanos solidarios con el propósito de que nunca olvi­
de las minas de Pasta de Conchos, y más recientemente, próximo a la demos lo ocurrido en Ayotzinapa. y su resonancia está articulada a la
serie de antimonumentos instalados en la misma avenida. Frente al
edificio del Instituto Mexicano del Seguro Social, se erige "49 ABe" en
3 r:n mfercmcln 11111 uhru Cuencllls. de la artista visual Laura Valencia. realizada recordatorio de los 49 nif\os fallecidos en el incendio de la guardería
C'I\tl'~ ZOll y 2m 2 fumo Irltc'I'vc'IlC'lon de lus (~sculturHS l!1l In uvenlda Paseo de ARe. Y ante la Bolsa Mexicana de Valores otra escultura levanta la
In Rnt'orml1. ~1I t~olllhurnt'lon ('on t'nml1lurcK y llctlvlstm'l.
16 Cuerpos memorables Prefacio 17

cifra "+ 65" e~giendo justicia por los mineros que perdieron la vida basadas en la acción relacional con la sociedad civil, una contribución
en Pasta de Conchos. al trabajo de memoria, al implicar la visibilidad del trauma colectivo
Estos antimonumentos sobre la avenida Paseo de la Reforma, se en el espacio público y un proceso de sensibilización social? Interac­
intercalan con monumentos oficiales, que excepto el Ángel de la Inde­ tuar y visibilizar puede ser entonces un arma contra el silencio. Hacer
pendencia, encuentran poca resonancia entre la población, o incluso visible comienza por externalizar lo que se esconde dentro de uno
son denunciados como obras resultantes de la corrupción. La Este­ mismo, ponerlo ante los otros es compartirlo, iniciar un proceso de
la de Luz, que conmemora el Bicentenario de la Independencia, ha remembranza, que implica un punto necesario en el reconocimiento
sido incluida en el circuito del proyecto "Corruptour",4 una iniciativa del duelo. El trabajo artístico implica una distancia crítica que más
ciudadana que enumera en su página web los edificios construidos que representar directamente la violencia, explora otras formas de
con dinero de dudosa procedencia. Frente a esta elevada columna perturbación. Es un "trabajo de memoria" que posibilita luchar con­
y sobre la explanada que da a la avenida Paseo de la Reforma, los tra el olvido, porque perturba, atormenta y opera, "trabaja". 5 Hacer
familiares organizados en el Movimiento por la Paz con Justicia y colectivo este trabajo vinculándonos con aquellas personas que su­
Dignidad que encabezara Javier Sicilia, han instalado un memorial fren de manera directa la violencia, quizás permitiría prácticas de
para las víctimas colocando placas de acero que recuerdan algunas remembranza más integradoras y amplias.
de las personas desaparecidas y asesinadas en estos años de supuesta Pero más allá de idealizar la práctica artística, necesitamos ser
guerra al narcotráfico, así como nombres de activistas, familiares conscientes de su alcance limitado, sobre todo cuando se trata de
y luchadores sociales -como Nepomuceno Moreno Núñez- que han un arte que se despliega en galerías y museos -más que en la plaza
sido asesinados por defender la memoria de sus desaparecidos. Este pública-, para una población limitada a los espectadores de arte. El
espacio es para varios familiares el único lugar donde públicamente trabajo de visibilización de la violencia y sus consecuencias, es tam­
pueden ir a llorar y recordar a sus seres queridos. bién el trabajo de grupos de ciudadanos, vinculados a las familias
La dicotomía monumento/antimonumento, refleja la memoria de víctimas, a las organizaciones sociales, y a todos los que quieran
fracturada de una nación y nos permite preguntarnos a quién perte­ participar en estas iniciativas. Estos grupos recurren a trabajos de
nece el espacio público y cómo se construye el territorio de la memo­ memorialización, buscando incidir en la posible reconstrucción del
ria. Sobre todo porque la fragmentación es múltiple. No es suficiente tejido social.
oponer una memoria institucional a una memoria de las víctimas, Por eso, más que referirnos al trabajo artístico y colectivo, preferi­
porque esta última también está diseminada en los diversos aconte­ mos utilizar el término "prácticas creativas" porque puede dar cuenta
cimientos: cada antimonumento en la avenida Paseo de la Reforma de la capacidad de imaginación, de las posibilidades de experimentar
se refiere a distintos acontecimientos trágicos. No existe un único varios modos de visibilización de la pérdida para generar procesos de
antimonumento, no es posible reunir en un solo lugar la diversidad memorialización. En esta noción de "prácticas creativas", es posible
de memorias que integran la compleja lucha por la justicia en México. .'" también pensar el trabajo de "investigación participativa" realizado
Las islas de la memoria marcan el espacio público, revelando cómo por investigadores y estudiantes. Si bien su alcance puede parecer
la memoria impedida es también el resultado de una fragmentación más limitado desde el marco reflexivo académico, estos espacios de
nacional en varios niveles. investigación y creación inciden en la formación de jóvenes estudian­
Entonces, ¿cómo podemos dar una visibilidad a esta memoria he­
rida? ¿Serán las prácticas creativas de los artistas y los colectivos,
5 El verbo "trabajar" en francés contiene varias connotaciones, entre otras:
obsesionar, atormentar, preocupar, no dejar de pensar en algo. Yes en e!ite
4 Link hncln ('1 Millo: http://corruptour.mx/recorrldo sentido que utilizamos la expresión "trabajo de memoria".
18 Cuerpos memorables
Prefacio 19

tes, que sistemáticamente son el blanco de las desapariciones, como los sujetos y los cuerpos. No podemos acotar la vida violenta única­
son también los cuerpos que integran las acciones de protestas. mente a las pedagogías de terror expandidas en México desde que el
Este tipo de práctica queda expuesta en el texto de Rigoberto Re­ Estado declarara la guerra al narcotráfico y propiciara una situación
yes, en el cual expone acciones que intentaron dar cuerpo a proyec­ de indefensión de la que es responsable por omisión.
tos colectivos desarrollados con estudiantes en las zonas oriente y Los procesos críticos en torno a la violencia, desplegados desde
extremo norte de la Ciudad de México. En estos proyectos se busca­ las prácticas artísticas y estéticas, realizadas en algunos casos por
ba comunicar los resultados a través de medios lúdicos y didácticos, artistas y familiares que buscan a sus seres queridos, se enmarcan
que a la vez operan como formas de rememorar. Se privilegiaron en los apartados "Prácticas artísticas de visibilización y memoria" y
los mapeos colectivos de la inseguridad y la violencia realizados por "Acciones colectivas". Los procesos creativos que implican operacio­
estudiantes de Criminología, así como la creación colectiva de un nes de relación y diálogo con personas directamente afectadas por
glosario-fanzine elaborado por estudiantes de Derecho recluidos en la violencia, comprometen sin duda, de un modo más complejo e
el Centro Varonil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, en Iz­ intenso el trabajo de memoria, porque perturban incluso a los que
tapalapa. A modo de "estampas etnográficas", Reyes presenta una no están directamente afectados. De hecho, a diferencia de un memo­
elaboración literaria de lo que llama "escenas de abyección" en esce­ rial estático, la práctica creativa diseñada para interactuar con otros,
narios marginales urbanos. puede conmover en el sentido etimológico de "mover", y lo que lo
Julie-Anne Boudreau y Rodrigo Olvera documentan y reflexionan conmueve puede generar acción.
los marcos que propicia la "religiosidad popular" para convivir con El afecto como "gramática de la potencia" (Lardan, 2017: 37) es
la muerte. Desde un enfoque etnográfico y artístico, abordan los mar­ reflexionado por Ileana Diéguez para pensar las performances de
cajes religiosos y altares callejero~ en tres barrios de la Ciudad de Mé­ Fabiola Rayas como acompañamiento a las familias y como señala­
xico: repito, Santa Martha Acatitla y Roma Sur. En una segunda fase miento de la hondura de la pérdida y la ausencia que moviliza a quie­
se desplazaron hacia áreas periféricas y populares como Iztapalapa, nes buscan a sus seres queridos. La autora se propone reflexionar la
Ecatepec, Valle de Chalco, además de incluir el Centro Histórico de la potencia de las prácticas artísticas realizadas desde la complicidad
Ciudad de México, interesados en los tatuajes como producciones de afectiva y poética, particularmente cuando los artistas trabajan "con"
altares corporales y en "el rol de la piel como membrana protectora y "no sobre" las personas afectadas por circunstancias de violencia.
en entornos urbanos" marcados por la violencia. El texto de Katia Olalde también se plantea pensar desde el po­
Chloé Constant aborda las violencias sexuales y simbólicas que se tencial emotivo, concentrándose en la iniciativa Bordar por la paz y
ejercen sobre los otros cuerpos que escapan al modelo sexual hege­ la memoria: una víctim~ un pañuelo, que ha dado cuerpo textil a las
mónico y que son definidos por su declarada identidad femenina: los personas asesinadas y desaparecidas en México desde que el Estado
cuerpos trans* que conviven con la población masculina reclusa en la mexicano declarara la guerra al narcotráfico. A manera de un memo­
Penitenciaría de la Ciudad de México. La autora reflexiona el dispo­ rial ciudadano, estos pañuelos visibilizan en el espacio público la in­
sitivo de la sexualidad para discutir formas de dominación social que mensa pérdida que socava a México. Los pañuelos son estudiados por
se imponen en los cuerpos, muy especialmente en las instituciones Olalde en su calidad de prendas que se ofrecen y se portan, en su condi­
disciplinarias basadas en la imposición de un modelo de normalidad ción objetual, pero también como imágenes-textos. La autora reflexio­
que someta y pondere la docilidad de los cuerpos. na el "acercamiento entraf\able" que implica una práctica como la
Estos textos integran el primer apartado dedicado a pensar las -f­ de bordar, que pone el cuerpo de los vivos en total proximidad con
')
uCorporalidades urbanas en contextos de violencin n. y en ellos se la tela donde se busca visibilizar los cuerpos ausentes. Y propone
abordan las implicaciones de la violencia estructurnl. y rultural, sobre pensar esta iniciativa como acción no violenta del consuelo.
20 Cuerpos memorables
Prefacio 21

En México, no son muchos pero sí son significativos los artistas que en elaborar formas singulares que devienen alegorías luctuosas. La
colaboran con las familias directamente afectadas por la violencia, obra de César Martínez, El amor es eterno mientras dure -cuyo proce­
utilizando las estrategias artísticas para construir procesos de visi­ so es reflexionado en el texto "Apostillas a un apocalipsis anunciado"­
bilización y memoria. Las iniciativas del colectivo Reco, analizadas es propuesta por el artista como una especie de cenotafio, es decir,
por Alfonso Díaz y Lilian Paola Ovalle, se proponen colaborar en la una especie de monumento funerario sin cuerpo/cadáver. Desde la
reconstrucción del tejido social con intervenciones comunitarias que distancia poética, esta obra abre un diálogo inevitable con la realidad
buscan transformar el dolor colectivo en acciones por la memoria. de un país que se ha convertido en una inmensa fosa común y en
Las prácticas de acompañamiento realizadas por el Colectivo RECO el que miles y miles de los cuerpos no tienen un lugar donde poder
con los familiares de las personas secuestradas y desaparecidas en descansar ni ser llorados por sus deudos. Pero este proyecto también
julio de 2013 en Lagos de Moreno, posibilitaron que un espacio de se plantea como "operativos o señalamientos vivaces" que invitan a
muerte violenta fuera marcado, habitado y resignificado por el con­ pensar "la grandeza de lo que significa estar vivo" (Martínez). Desde
junto de acciones comunitarias en las que se integraron el muralismo, la idea de un "trabajo de jardinería poética", César Martínez propone
el grafiti, el esténcil, el bordado, el arte textil y la documentación vi­ el uso metafórico de espacios públicos para revertir el malestar ante
sual. Renombrar el propio lugar, nombrar y visibilizar los rostros de la muerte violenta que acecha nuestras vidas. Así también, desde una
las personas -cuyas identidades se pretendieron borrar- a través de mirada sarcástica, el artista entierra a los partidos políticos mexi­
un mural y una placa, son formas de conjurar el miedo, el silencio y canos. Esta obra opera como una mise en abyme de la muerte que
la barbarie, y de apelar al ejercicio de una "pedagogía de la memoria" atormenta a la sociedad mexicana, señalando y sepultando simbóli­
(Díaz y Ovalle). camente a los responsables, muy puntualmente a todos los partidos
El texto de Jacqueline Garza está centrado en las acciones por la políticos, para denunciar la complejidad de la maquinaria estatal
memoria de los familiares que buscan a sus seres queridos, víctimas incapaz de propiciar digna muerte, y sin duda tampoco digna vida.
de desapariciones forzadas. Y analiza cómo la memoria es un "espa­ En la idea de pensar la pérdida desde la dialéctica ausencia/pre­
cio de disputas y dilemas en torno a la preservación de un pasado sencia, el texto de Caroline Perrée aborda las prendas y vestidos que
reciente de represión y violencia en México". La autora analiza la desde su carácter antropométrico y metonímico, por estar en contacto
labor de los activistas y familiares que han hecho visible el silencio, con el cuerpo, tienen un poderoso valor testimonial y documental
la inacción y complicidad de las autoridades, como de buena parte respecto a los cuerpos que vistieron. Desde un análisis comparativo,
de la sociedad civil. Como se ha estudiado en los procesos dictatoria­ la autora estudia el valor indicial y casi sagrado de las prendas y
les del cono sur, la imposición de regímenes de violencia y extermi­ se concentra en las obras de Teresa Margolles, Christian Boltanski,
nio también se sostienen con el silencio de los civiles. En México, las Marie-Ange Guilleminot, Ernest Pignon-Ernest para pensar las ela­
desapariciones forzadas sistematizadas en el marco de la supuesta boraciones metafóricas que sustentan los "cuerpos fantasmales", así
lucha al narcotráfico han sido criminalizadas, sus víctimas han sido como las estrategias metonímicas que implica el arte cuando trabaja
estigmatizadas por buena parte de la sociedad y de las autoridades, con vestimentas que, a modo de una segunda piel, recubrieron los
bajo el mismo criterio de supuesta "culpabilidad" condensado en la cuerpos y que desde el arte asumen la supervivencia representacio­
expresión que tomó cuerpo en el cono sur: "Por algo será". nal de esas ausencias.
Ante una realidad en la que se han evidenciado las fosas comu­ El texto de Marcos Bernal se propone indagar en "las condicio­
nes que dan cuenta de la masificación de la barbarie, de la muerte nes de posibilidad de la representación de la violencia por medio de
violenta y la deshumanización de las víctimas -tal y como relatan las prácticas artísticas". El autor buscar pensar el "dispositivo de mos­
experiencias de la Shoah y RWllnda-, la práctica artisticu HC interesa tración" en las obras de tres artistas latinoanlericanas que implican
22 Cuerpos memorables
Prefacio 23

vestigios y huellas de la violencia: Doris Salcedo, Teresa Margolles


en que vivimos, pensamos y trabajamos. Los artistas e investigado­
y Erika Diettes. En los tres casos las operaciones artísticas explici­ res ejercen una práctica cuya posibilidad máxima, en lo relativo a
tan la estrategia metonímica al poner los objetos que estuvieron en la posibilidad de incidir socialmente, apunta a la disposición para
contacto con los cuerpos, en lugar de los cuerpos. Es casi superfluo acompañar y aprender de aquellos que están poniendo directamente
decir que "Los objetos no muestran a la víctima sino la ausencia de el cuerpo para defender la vida digna, después de perder y buscar
esta". Como lúcidamente ha dicho Eduardo Grüner al pensar la pro­ a sus seres queridos. Justamente en este contexto, en el que el arte
blemática del arte que trabaja con la desaparición, no se trata simple­ y el pensamiento son formas de colaboración, interesa la pregunta
mente de representar "lo ausente", puesto que "por ~efinición, toda sobre qué implica plantear la construcción de "narrativas textuales
representación lo es de un objeto ausente" (Grüner, 2008: 294). El y visuales que sanan", o de "elaborar colectivamente el duelo tras la
problema está en cómo representar lo violentamente ausentado, en experiencia traumática de la masacre", o la "elaboración del duelo
cómo exponer "la representación de los cuerpos desaparecidos por social" (Díaz y Ovalle).
una política sistemática" sin reducirlo a la clásica problemática de ¿Es posible afirmar que el arte puede sanar a una persona o a una
ausencia/presencia que atraviesa la práctica artística, y que se den­ comunidad a través de acciones simbólicas y en ocasiones efímeras?
sifica desde una perspectiva aporética cuando intentamos pensar lo La polémica en torno a la idea de que el arte pueda sanar a una
que representa la desaparición forzada y no sólo el arte que trabaja sociedad, ha sido planteada en el contexto del conflicto colombiano
con esta problemática. por una artista como Doris Salcedo, cuando en el Simposio sobre la
En las prácticas de acompañamiento y visibilización contra la des­ situación social política y artística en Colombia, realizado en 2005 en
parición forzada en México también se ha implicado el cine docu­ Zúrich, expresó que su trabajo era definido por la palabra "impoten­
mental. El documentalista Ludovic Bonleux recorre momentos funda­ cia": "El arte es impotente, el arte no arregla nada, el arte no puede
mentales de su producción cinematográfica -Las señoras del Ticui, El solucionar problemas, el arte no puede devolverle la vida a nadie, el
crimen de Zacarías Barrientos, Acuérdate de Acapulco, Guerrero- para
arte no puede remendar la realidad" (Salcedo, 2006: 132). Sin duda,
exponer lo que ha sido y sigue siendo para él un propósito esencial: el arte puede colaborar, ayudar a continuar caminando, respirar, re­
que constituyan un registro de la pérdida y la ausencia como una for­ tomar fuerzas y aliento. Pero eso no es lo mismo que sanar.
ma de resistir y de persistir en la vida y en la construcción de relatos El trabajo con la memoria es una labor polémica, inestable, es más
que nos sobrevivan. En Guerrero, Bonleux declara su propósito de
que nada una apuesta a construir para conjurar el olvido. Latinoa­
"excavar la verdad" y filma a tres activistas sociales, entre los cuales mérica es inevitablemente un espacio de disputas, como ya ha dicho
destaca Mario Vergara que busca a su hermano Tomás, pero busca Pilar Calveiro (2012: 21). Y en México trabajar con y por la memoria
también a los miles que faltan. A raíz de la desaparición forzada de implica asumir los dilemas en torno a las maneras de preservar un
los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, los familiares pasado reciente y un presente de sucesivas violencias, como plantea
comenzaron a buscar en los cerros, exponiendo sus propias vidas. en su ensayo Jacqueline Garza. Necesitamos seguir pensando si estas
De allí surgió el colectivo "Los otros desaparecidos de Iguala" que disputas representan nuestros diversos relatos, así como el abismo
visibilizó las numerosas fosas clandestinas en el estado de Guerrero,
que separa políticas de Estado y anhelos, necesidades y derechos de
pero que también impulsó la salida de otros colectivos a excavar y las y los civiles en estas tierras.
buscar en terrenos para que los cuerpos sean regresados a los deudos
Pensar la terrible paradoja que siginificaria plantear la construc­
y puedan tener digna sepultura.
ción de una memoria colectiva como resultado de un trabajo de en­
Consideramos que son varias las preguntas que nos dejlln los tex­
tendimiento y negociación con los poderes cómplices de la tragedia
tos aquf reunidos, cuyo alcance está acotado por las clrcullNtancias
que n08 atraviela. Pensar silo más coherente el leluir evidenciando
24 Cuerpos memorables Prefacio 25

a través de los procesos de resistencia y memorialización, la abis­ Segato, R. L. (2014). Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de
mal separación entre los propósitos de los proyectos de Estado y las las mujeres. En Sociedade e Estado, 29 (2). Disponible en: http://
necesidades de todos los que formamos parte de ese cuerpo social dx.doLorg/l0.1590/S0102-69922014000200003
-incluyendo a la "academia"-nombrado como sociedad civil. Pensar
en México, lo que Nelly Richard planteó en el contexto chileno como
"una memoria activa y disconforme" (2007: 109).
Pensar, muy especialmente, la inmensa deuda con las muchísi­
mas comunidades y personas cuyas historias han sido trágicamente
horadadas. Pensar nuestro porvenir implica pensar la irreversible
fractura social, humana y afectiva con la cual vivimos en México.

BIBLIOGRAFÍA

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Prefacio 27

SUDARIOS DEL TZOMPANTLI

HUGO PLASCENCIA6

1
En esta tierra yerma de zanjas sin tumba
abandonados cuerpos esperan
el rostro desollado de la muerte,
y el sacrificado perfume de lirios y crisantemos
en un país sobrepoblado de madres que lloran
la llegada ausente de sus mesías.

En esta tierra yerma de zanjas sin tumba


la brisa olvidada y el aire de los ríos
develan en la geografía de su cuerpo
una herida abierta
donde sucumben devota y saciadamente
el excremento y la putrefacción de los asesinos.

II
La memoria tiene ira
es puesta en abismo,
semilla de león agazapada
implantada por la fuerza,
la esperanza es una luz abrigadora
al final del hondo y oscuro pasillo.

Los verdes campos de cielo azul,


los frondosos árboles de frutos voluptuosos
y el blanco y pasivo olor de la lavanda

6 Hugo Plascencia es escritor y poeta. Su poesía asocia de manera visual y so­


nora las referencias precolombinas y contemporáneas. Actualmente forma
parte del proyecto de música y poesía experimental Cabaret Mictlán. Autor
de Ahogar el Grito (2005): Todo es Babel (2006); Calandrias Underground. bl­
IIngOe fronc~H-C!,put\ol (2007); y Rnzón de RestlCl (200M). Purte de !tu obru hu
sldo traducldo allnll~1 y al f'ranc~s.
28 Cuerpos memorables

contrastan con el desnudo paisaje rojo

del cuerpo tendido al fondo,

-Aquí, hay algo que no va-o

La ira de la memoria es manto mancillado,

su lengua el crimen de los ahorcados,

cosecha infectada por la peste del silencio;

la bandera negra es un trapo sublime

que ha dejado de cultivar respeto,

falso cobijo y ropaje

entre el olvido, la muerte y el duelo, no hay luto.

CORPORALIDADES URBANAS

La ira tiene memoria

es raíz de miseria que crece,


EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA

plaga y composta,

trepadora grieta

de una tierra fértil que no supura.

lIT
La ira de la memoria
es tierra yerma de zanjas sin tumba.
Su sudario, una segunda piel
reliquia y réplica de su cuerpo perdido
en sus surcos la sombra del crimen
encarna los estigmas de la ausencia

-Anónimos somos y en anónimos nos convertiremos-o

Bajo las vértebras de esta sábana blanca


yacen los pliegues fragmentados de tu cuerpo.
LIQUIDADOS
Cuerpos abyectados

y vidas precarias en la megalópolis

RIGOBERTO REYES SÁNCHEZ 1

HACER COSAS CON DESHECHOS

SOBRE LAS FUENTES Y OBJETIVOS DE ESTE ENSAYO

PRESENTE ES UN ESCRITO elaborado con deshechos. Su materia


E L
prima son los registros descartados o pasados por alto en inda­
gaciones colectivas previas. Se trata de un ensayo desarrollado a par­
tir de una lectura "a contra pelo"2 de notas de campo y resultados
de dos proyectos colectivos que realicé en conjunto con estudiantes
universitarios entre los aftas 2016 y 2017. En un principio estos pro­
yectos fueron pensados como una manera de poner en práctica los
contenidos trabajados teóricamente en clase, en ese sentido tenían

1 Rigoberto Reyes es candidato a doctor en Estudios Latinoamericanos y


profesor en el departamento de Sociología en la UAM-Iztapalapa, además de
formar parte del Seminario de Investigación Avanzada Estudios del Cuerpo
(ESCUE) con sede en el CEIICH de la UNAM. SUS investigaciones se centran en
los estudios de la memoria colectiva, las prácticas culturales y los estudios
críticos sobre cuerpos y violencia en América Latina. Última publicación:
Reyes, R 2018 «Enmudecer, acallar, guardar. Violencia y silencio en el México
contemporáneo». En el libro colectivo Los Silencios de la Guerra editado por
CamUa de Gamboa y María Victoria Uribe.
2 Aquí recojo una conocida imagen de Walter Benjamin, quien recomendaba
cepUlar la historia a contrapelo para hallar acontecimientos ocultos o
lepultados por los discursos dominantes sobre el pasado. Un ejercicio similar
lobre los propios archivos de investigación (notas de campo, reflexiones
escritas, entrevistas descartadas, recuerdos y emociones desdef\adas) puede
ler un método fructífero para explorar problemáticas que en su momento
quizá le quedaron sólo en intuiciones o sospechas.
32 Cuerpos memorables
Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megal6polis. 33

fines meramente formativos y son resultado de mi propia labor como Tras revisar notas de campo y de clase, así como algunas entrevis- '
profesor pluriempleado en trabajos docentes precarios en las zonas tas y ejercicios etnográficos (propios y de las y los estudiantes) noté
oriente y extremo norte de la Ciudad de México, una megaciudad (Da­ que estas violencias solían ser perpetradas contra ciertos cuerpos
vis, 2014: 15) que se extiende a lo largo de dos entidades federativas específicos que habitan o se desplazan en espacios marginalizados
(Ciudad de México y Estado de México). y estigmatizados de la megalópolis, corporalidades que aún entre la
Cada proyecto tenía objetivos diferentes, pero compartían un en­ masa de cuerpos agobiados (en las periferias urbanas o en las cárce­
foque centrado en la construcción de un conocimiento enraizado en les hacinadas) se destacan como presencias consideradas infamantes.
el contexto a partir de procesos de investigación participativa. Ade­ Vistos en conjunto, los fragmentos etnográficos que nos hablan de
más, estas indagaciones colectivas también compartían un interés estas presencias en la urbe parecen configurar una suerte de cons­
(sin duda, una fijación personal) por comunicar los resultados a tra­ telación en la que las micro-violencias, aparentemente aisladas, se
vés de medios lúdicos y didácticos; por un lado, el mapeo colectivo y revelan como expresiones punzantes de un fenómeno mayor, de un
por otro, la elaboración grupal de un glosario-fanzine. ambiente o un ánimo social violento, crispado y violentado.
El primer trabajo colectivo de indagación fue un mapeo grupal Con esta idea (o sospecha) como guía y recurriendo al material
sobre inseguridad y violencia realizado en 2017 por estudiantes de descartado, el objetivo de este ensayo es indagar y reflexionar en la
criminología en una universidad privada, ubicada en Santo Tomás violencia que estas presencias desprenden, así como el sentido de los
Chiconautla, Ecatepec. El segundo trabajo fue un glosario{anzine ela­ ataques que reciben en contextos urbanos que además de precarios y
borado en el año 2016 por estudiantes de derecho de la Universidad marginalizados están atravesados por múltiples formas de violen­
Autónoma de la Ciudad de México recluidos en el Centro Varonil de cias estructurales como son la desigualdad económica, el racismo,
Reinserción Social Santa Martha, en Iztapalapa. Ambos trabajos tu­ el machismo y el ambiente de guerra no convencional (Segato, 2014:
vieron como punto de partida un diálogo a través del cual las y los 20) que surca el país desde hace, al menos, doce años. Para intentar
participantes ponían de manifiesto sus intereses y preocupaciones en acercarme y nombrar estos fenómenos hecho mano de las nociones
relación a su carrera, la materia impartida y su vida cotidiana; a los de vida precaria de Judith Butler y de abyección de Julia Kristeva, así
estudiantes de criminología les preocupaba ante todo la inseguridad y como de la idea de cuerpos liquidados que acuño a partir de una rein­
el diseño de estrategias de prevención, mientras que a los estudiantes terpretación de las metáforas hídricas de Zygmunt Bauman (2013). En
de derecho en reclusión les interesaba compartir algo de su mundo el apartado siguiente ahondaré en estos conceptos guía y propondré
con otros internos y con personas "en libertad". una manera en que, pienso, se pueden relacionar para ponerse en
Mi labor fue acompañar y a veces guiar las inquietudes, así como juego en estudios sobre cuerpos, violencia y ciudad. Por su parte, el
colaborar en el trabajo de campo y proporcionar herramientas teóri­ tercer apartado está dedicado a la narración de las figuras y las es­
cas y metodológicas que, desde mi punto de vista, pudieran ser de uti­ cenas recabadas en los dos espacios estudiados, finalmente incluyo
lidad para el desarrollo de las indagaciones. No todas las indagaciones un breve aparato de cierre en el que lanzo algunas interpretaciones
estaban enfocadas en estudiar las distintas expresiones de violencia y especulaciones resultantes de lo presentado.
que se producen en los espacios estudiados, sin embargo, en todas
ellas se traslucía una gama de violencias cotidianas aparentemente
fortuitas, caprichosas e incluso insignificantes. Violencias que que­
daron registradas, pero pasadas por alto o miradas periféricamente,
en función de los intereses grupales y de los acelerados tiempos de la
docencia.
34 Cuerpos memorables Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 35

VIDAS PRECARIAS, ABYECCIÓN Y CUERPOS no-vidas que permiten al perpetrador y a una parte de la población
LIQUIDADOS EN LOS MÁRGENES DE LA MEGALÓPOLIS cómplice, afirmar frente a la atrocidad que "allí nunca hubo nada
humano, nunca hubo una vida y, por lo tanto, no ha ocurrido ningún
A comienzos de este siglo Judith Butler orientó sus preocupaciones asesinato" (Butler, 2006: 183).
y su arsenal teórico a estudiar las maneras en las que los gobiernos, Judith Butler estaba pensando en específico en los enemigos exter­
de la mano con los medios de difusión masiva, configuraban una di­ nos que obsesionaban a la administración de George W. Bush (pién­
visión política y emocional entre vidas dignas y vidas indignas (por sese, por ejemplo, en el rostro deshumanizado de Osama Bin Laden
lo tanto, aniquilables) en el marco de la llamada guerra contra el que circulaba masivamente), 3 pero su análisis bien puede servir para
terrorismo. Es al calor de estas reflexiones que acuña la idea de vida abordar la manera en que al interior mismo de las metrópolis emer­
precaria, para la filósofa en la actualidad la aniquilación de cientos gen grupos y cuerpos clasificados como subhumanos o no humanos,
o miles de vidas suele ser aceptada por amplios grupos de población vidas infames que "no valen la pena" o que "se han perdido", cuer­
porque previamente se ha operado un profundo proceso de desvin­ pos sin rostro que son repugnados ya no sólo por los aparatos del
culación con respecto a la vida de esos otros asesinados. Así, los ase­ Estado o las organizaciones criminales, sino por grupos de "buenos
sinados no encienden la indignación pues se trata de vidas ya no ciudadanos" que, debido a su propia situación de precariedad, se ven
reconocidas como tales, vidas borradas simbólicamente aún antes obligados a coexistir con estas vidas no deseadas.
de ser arrasadas físicamente. Dicho de otro modo, en estos casos el ¿Cómo son percibidas estas vidas precarias en el espacio públi­
asesinato va precedido d~ un proceso radical de desafección respecto co? Sin duda en ocasiones son invisibilizadas, sin embargo, en otros
a la vida de ciertos otros (en aquél caso, los iraquíes metamorfoseados casos se trata de presencias perturbadoras cuya irrupción repugna,
en terroristas abstractos). El rostro de las víctimas es ignorado, no por indigna, aterra o seduce, en fin, afecta a quienes se asumen como
falta de visualidad, sino porque se ha vuelto irreconocible. parte de una normalidad. Son presencias que por sus propias condi­
Siguiendo la filosofía de Levinas, para Butler contemplar el rostro clones corporales (Figari, 2009) o por la exhibición de ciertos actos
del otro significa reconocer su humanidad, y más aún, "responder (Santiesteban, 2013) son abyectadas. La abyección, en el sentido en
por el rostro, comprender lo que quiere decir, significa despertarse que la describe Julia Kristeva, es una relación, una respuesta ante
a lo que es precario de otra vida o, más bien, a la precariedad de la "algo" que es "arrojado alIado de lo posible y de lo tolerable, de lo
vida misma" (2006: 169). Desde luego no se trata simplemente de ver pensable" (2010: 7). Lo abyecto es aquello que es expulsado para que
el semblante de otra persona, sino de ser tocado por su humanidad la vida pueda seguir; los deshechos hediondos, los alimentos podri­
(de la que yo formo parte), en ese sentido, continúa Butler, "el rostro dos, las excrecencias y otros fluidos, pero también el cadáver humano
puede hallarse en la espalda y la nuca, pero no es exactamente un y todas aquellas presencias que impugnan una determinada forma
rostro. El sonido que proviene del rostro o que lo atraviesa es de ago­ de vida, en este sentido, precisa Kristeva, "no es (...) la ausencia de
nía, de sufrimiento" (2006: 168). Quien realmente está en relación con limpieza o de salud lo que vuelve abyecto, sino aquello que perturba
el otro cara a cara es incapaz de matarlo pues ha desarrollado una una identidad, un sistema, un orden. Aquello que no respeta los limi­
empatía que emerge del reconocimiento de la precariedad compar­ tes, los lugares, las reglas" (2010: 11). En este sentido, las reacciones
tida de la vida. Pero este proceso es políticamente manipulable pues
en contextos de guerra suelen configurarse esquemas de inteligibi­
lidad que borran o manipulan el rostro del enemigo, es decir, que lo 3 Paro Butler. determinadas maneras de exhibición mediátlca de una cara
podian contribuir o deshumanlzar al "otro" al crear "rostros deshumanlzados"
despojan de su humanidad. Esto permite establecer divisiones entre cm 10M que Me bUNcn concentrar el mol. y que sirven n los regimenes de poder
las vidas dignas y llquellus no dignas de ser vividu!i, un .. Muerte de para mostrar cÓmo lo lnhumano se "oculto" en lo aparentemente humano,
36 Cuerpos memorables
Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 37

comunes ante lo abyecto son primordialmente corporales, la arcada


de repugnancia, ojos llorosos, la crispación del cuerpo y a veces la Estas presencias repugnadas son efecto de un entramado de vio­
violencia defensiva o el rechazo lapidario, y tienen la intención de lencias sutiles que afectan la entereza de los cuerpos hasta liquidar­
expulsar aquello que desordena y trastorna la vida. los. Violencias que, como gotas de agua, van erosionando lentamente
Que la respuesta a lo abyecto esté tan pegada al cuerpo y los afec­ la fuerza vital de los cuerpos; los quiebran, los someten o los reducen.
tos, no significa que no se encuentre elaborada culturalmente; en Tales violencias no siempre adquieren forma de agresiones físicas
palabras de Carlos Figari, las emociones que suscita lo abyecto se­ directas, a veces se expresan elocuentemente a través de gestos, ape­
rían más bien un "efecto discursivo de las particulares formaciones lativos, empujones, miradas e incluso tonos de voz. Dichas micro­
ideológicas que sustentan las diversas regulaciones culturales y so­ violencias parecen tener efectos devastadores sobre los cuerpos y
ciales" (2009: 134). Siguiendo esta idea, es evidente que los procesos las subjetividades, a esto le llamo "liquidar los cuerpos"; los cuerpos
de abyección adquieren un carácter político cuando el objeto que liquidados no son los cuerpos destrozados por la violencia de alto
produce el asco o la repugnancia es un cuerpo humano en situación impacto, sino aquellos acabados por efecto de violencias difusas y
de precariedad extrema que es expulsado física o simbólicamente fluidas, propias de lo que Zygmunt Bauman ha llamado "modernidad
para que algún orden o alguna identidad desesperada, prevalezca. líquida".
Enlazando las propuestas de Butler y Kristeva, pienso que en am­ Desde luego, los sujetos abyectados no siempre son receptores
bientes de guerra difusa e informalizada,4 la abyección de ciertos pasivos de la violencia, sino que también la ejercen, en ocasiones
cuerpos suele estar relacionada con los procesos políticos y econó­ asumiendo la identidad negativa impuesta por otros, de modo que
micos que configuran vidas precarias o no dignas de ser vividas, las se configura una espiral de violencias que los atraviesa y moldea
cuales suelen ser arrojadas a ~os numerosos márgenes que se van constantemente. Crimen y abyección están relacionados íntimamen­
abriendo en torno a los centros de poder enquistados en las mega­ te, para Kristeva un abyecto podía ser:
lópolis, espacios como los que Mike Davis ha denominado "áreas ur­
banas hiperdegradas" que funcionan como "un vertedero para una el criminal con la conciencia limpia, el violador desvergonzado, el ase­
población excedente" (2014: 24). En estos casos, los abyectados no sino que pretende salvar (... ). Todo crimen, porque señala la fragilidad
se encuentran de ningún modo fuera de los intereses de los poderes de la ley, es abyecto, pero el crimen premeditado, la muerte solapada,
estatales o para estatales, por el contrario, se trata de vidas "saturadas la venganza hipócrita lo son aún más porque aumentan esta exhibición
de poder" (2009: 49). de la fragilidad legal (Kristeva, 2010: 11).

En el apartado siguiente mostraré algunas escenas de abyección so­


bre los cuerpos registradas en dos espacios marginalizados de la Ciu­
4 Rita Laura Segato recurre a la idea de "guerras informales" o informatizadas
para referirse a los nuevos conflictos bélicos de alto impacto que ya no dad de México: la periferia urbana al norte de la ciudad y la cárcel.
se caracterizan por el enfrentamiento de dos ejércitos pertenecientes a Me centraré en los cuerpos, las emociones y el lenguaje pues es en
estados en conflicto, sino por el enfrentamiento entre fuerzas del estado y ellos que se expresan elocuentemente las diversas formas y sujetos
una variedad de grupos armados violentos que operan dentro del mismo de la abyección. El recurso de la exposición será fundamentalmente
territorio nacional. Son guerras no declaradas y muy poco reguladas en las
que los actores no-armados también son agredidos, en particular las mujeres, narrativo, a modo de estampas etnográficas, pero también echaré
los migran tes, los pobres, los niños y otros grupos vulnerables. Estos conflictos mano de las categorías conceptuales expuestas para afinar el análisis.
no sólo se componen de enfrentamientos armados, sino que crean "escenarios
difusamente béllcos" (2014: 22), en los que grandes grupos dI! pobludón viven
tm vlrtuules estudos de excepción.
38 Cuerpos memorables Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 39

CARTOGRAFÍAS y GLOSARIOS
la zona. Este ambiente de violencias desbordadas está presente en
ESTAMPAS DE LA ABYECCIÓN
Santo Tomás Chiconautla, así como en los fraccionamientos de Los
Héroes Tecámac. Como puede intuirse, este fenómeno, aunado a las
Chiconautla: una cartografía de miedos y deseos pugnas territoriales y a la desigualdad económica, ha configurado una
frontera interna conflictiva, atravesada por diversas expresiones de
Santo Tomás Chiconautla fue un pequeño pueblo agricultor situado violencia que se desbordan ante la indolencia de las autoridades
al norte de lo que ahora es el municipio mexiquense de Ecatepec de de ambos municipios
Morelos. Ubicado justo en la frontera con el municipio de Tecámac, En 2013 una universidad privada abrió sus puertas en el pueblo de
su economía se sostenía hasta hace poco de la producción agrícola de Santo Tomás, justo a una cuadra de la frontera con Tecámac. La escue­
propiedad ejidal. A comienzos de este siglo la comunidad fue final­ la, que ofrece diez licenciaturas y cuenta con siete planteles en el Es­
mente absorbida por la expansión de la megalópolis, un fenómeno tado de México, edificó su plantel Ecatepec en el Camino Principal de
particularmente acentuado por el desarrollo del conjunto urbano de Santo Tomás Chiconautla, que es en realidad un camino de terracería
Los Héroes Tecámac Fracción VI, un conglomerado de 18 mil vivien­ bordeado de terrenos baldíos, asentamientos irregulares y un centro
das de interés social erigidas sobre parte de los terrenos ejidales per­ de reciclaje de PET (Imagen 1). Durante ocho meses trabajé en dicha
tenecientes a Santo Tomás. universidad con un grupo de nueve estudiantes de la licenciatura
El conjunto urbano fue inaugurado en el año 2008, atrayendo a en Criminología, todos residentes de las zonas aledañas. 5 El objetivo
miles de personas provenientes sobre todo de otros municipios del de las materias que impartí era desarrollar proyectos de indagación
Estado de México, así como de distintas delegaciones de la Ciudad vinculados a la prevención del delito en la zona. Después de nume­
de México, esto produjo una profunda e irrevocable modificación del rosas sesiones de reflexión sobre el entorno y sus problemáticas, de­
paisaje y la vida cotidiana en la zona. Del lado de Tecámac el paisaje cidimos recurrir a la herramienta de los Talleres de Mapeo Colectivo,
cambió diametralmente al arrasar por completo con el anterior para concebidos por el colectivo Iconoclasistas de Argentina (Pablo Ares
establecer un conjunto habitacional de decenas de lotes de casas pro­ y Julia Risler) como un instrumento para visibilizar "las problemá­
ducidas en serie, aprovisionadas por plazas comerciales, escuelas y ticas más acuciantes del territorio identificando a los responsables,
tiendas. Mientras que en la zona perteneciente al antiguo pueblo de reflexionando sobre conexiones con otras temáticas y señalizando
Chiconautla el cambio ha sido paulatino y complejo; el pueblo ex­ las consecuencias. Esta mirada es complementada con el proceso de
perimentó transformaciones más o menos negociadas en su paisa­ rememorar y señalizar experiencias y espacios de organización y
je, extensión, arquitectura y usos de suelo, actualmente en la parte transformación" (Icono clasistas, 2013: 12).
central del pueblo se han construido casas de grandes dimensiones, Los estudiantes impartieron una serie de talleres a sus compañe­
mientras que en su periferia abundan las viviendas precarias, los ros y compañeras de distintas carreras en julio de 2017. En términos
terrenos baldíos, algunas tierras de cultivo y pequeños tiraderos de generales, la estructura del taller fue la siguiente: en un primer mo­
basura, finalmente, sus márgenes se encuentran rodeados de grandes mento se explicaba la dinámica y los objetivos del mapeo, posterior-
avenidas, una ruta del sistema de transporte público Mexibus, así
como otros tantos conjuntos habitacionales.
Paralelamente a esta transformación, se ha producido un acele­ S Noel Abdi Fuentes Lau, Lesli Abril Martinez Pérez, Berenice Carranza Coraza,
Andrea Téllez Garda, Diana Ivette Gómez Garda, Andrea Janette Ramírez
rado aumento de la delincuencia organizada y la violencia asesina Hernández, Denise Martinez Jiménez, Jessica Cecilia Garda Coronudo y
tanto en Ecatepec como en Tecámac 10 que ha traído ('()n~IMo lo ac­ Gernrdo Rrnyom Gordu Mnturnno, n quieneH ngrndezco el trnbulo renllzndo
tivación de la Alerta de Género y la militarización intttrlnUente de y sus constnnte8 reflexiones sobre el mlNmo.
40 Cuerpos memorables
Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 41

mente se repartían etiquetas, plumas y otro material necesario para recordar, al mirar las bolsas de basura hedionda brillando con la luz
que señalaran las violencias que habían sufrido o presenciado en sus de la mañana, los cuerpos se crispan turbados, se acongojan y se en­
trayectos escolares desde su ingreso a la universidad. Finalmente se cojen. Esa es la marca que la violencia ha inscrito en sus cuerpos y en
hacía una reflexión colectiva que permitía enriquecer la información sus emociones: la vida cotidiana fue rasgada por la muerte violenta,
cuantitativa con la interpretación cualitativa. En total participaron 71 la luz de la mañana y la basura evocan al cadáver abandonado, como
estudiantes cuyo rango de edad oscilaba entre los 18 y los 23 años. El el de muchos animales domésticos que frecuentemente son arrojados
resultado fue una cartografía alarmante: se registraron 29 casos de a los basureros clandestinos de la zona.
acoso sexual, 16 de robo a mano armada, 13 de atropellamiento, seis
hallazgos de cadáveres, cinco casos de robo de auto, cuatro casos de 2) Acosadores sexuales y la fantasía del exterminio. La mayoría
robo de autopartes, cuatro riñas y tres casos de abuso policial. Así de las participantes relató experiencias aterradoras de acosos y agre­
como casos aislados de saqueos, robo a casa-habitación, secuestros siones sexuales en las calles aledañas a la universidad. Los casos eran
con fines de explotación sexual y linchamientos (Imagen 2). En algu­ estremecedoramente similares, automovilistas que las seguían a baja
nas de las marcas, relatos e interpretaciones, quedaron registrados velocidad haciéndoles comentarios lascivos, silbidos y comentarios
sucesos y presencias abyectas apenas delineadas sobre las que quiero obscenos sobre sus cuerpos o vestimentas a su paso por la calle e in­
abundar. cluso algunos tocamientos. El perfil de los agresores también era simi­
lar, hombres pobres de distintas edades que desempeñaban trabajos
1) Cadáveres y basura. La mayoría de los participantes califica­ precarios como recicladores de basura o choferes de taxis y combis.
ron al entorno como "feo" y "desagradable". En buena medida debido Las agresiones eran tan constantes que configuraban un temor
a los pequeños tiraderos de basura que abundan en la zona, en los generalizado (y generizado) al espacio público y un desprecio estig­
que de vez en cuando son hallados también cadáveres humanos. Por matizante a ciertos tipos de masculinidades subalternas. El miedo, la
lo regular se trata de restos de hombres asesinados con instrumentos rabia y el asco se mezclaban en sus reacciones e interpretaciones; los
rudimentarios como sogas, bolsas o cuchillos. El caso más recordado agresores llegaron a ser descritos como "viejos asquerosos", "feos",
fue el de un hombre estrangulado con una bolsa que apareció tendido "mugrosos", "puros pepenadores asquerosos", entre otros adjetivos
entre basura una mañana, a las afueras de la universidad. Su cuer­ de lo abyecto, mientras que las soluciones imaginadas a veces llega­
po delgadísimo aún ataviado con unas ropas sucias y desgastadas, ron a tornarse en fantasías de exterminio con fines profilácticos. Por
permaneció varias horas a la intemperie, expuesto a la mirada de otro lado, si bien las participantes se sabían vulnerables y agredidas,
los estudiantes que llegaban a clases. Algunos dijeron que se trataba no estaban dispuestas a abandonar el espacio público ni a modifi­
de un pepenador, pero nadie reconoció ni nombró al cuerpo. Este car su vestimenta por lo que lograron desarrollar una diversidad
cadáver generó una multitud de emociones abigarradas y contradic­ de tácticas de seguridad y resistencia; se desplazaban en grupos, se
torias que iban de la tristeza a la repugnancia, pasando por el miedo cambiaban de ropa dentro de la escuela, utilizaban audífonos para
y la meticulosa curiosidad (miradas que escudriñaban los restos, que no escuchar las agresiones e incluso llegaban a confrontar a sus agre­
quisieran tocar el cuerpo). sores que invariablemente se mostraban intimidados.
Finalmente, tras más de tres horas, el cuerpo fue recogido por las
autoridades, pero su presencia se quedó en la memoria colectiva de la 3) Desear saquear. La liberación del precio de las gasolinas imple­
comunidad estudiantil. Este cadáver no identificado ni llorado aque­ mentada por el gobierno de Enrique Peña Nieto a inicios de 2017 y co­
lla maf\ana irrumpió en un territorio que se pensaba seguro, generan­ nocida popularmente como el "gasolinazo", produjo una multitud de
do una huella mném1ca compartida; al caminar por lutl cure.ni.l, al reacciones violentas entre las que destacó una ola de saqueos a tien­
42 Cuerpos memorables Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 43

das departamentales y negocios locales que afectó particularmente sumo de la que habían sido expulsados, fue la ocasión imperdible
a los municipios de Ecatepec y Tecámac. Algunos de los saqueos más de acceder a sus objetos de deseo: pantallas planas, videojuegos o
grandes registrados en el Estado de México fueron perpetrados en celulares.
las cercanías de la universidad, por lo que varios estudiantes fueron Gracias a los mapeos colectivos, el grupo propuso algunas estra­
testigos directos de los acontecimientos. Las experiencias comparti­ tegias de prevención del delito que fueron socializadas con el resto
das comprobaron que en muchos casos se trató de actos planeados e de la comunidad universitaria. Pero la revisión a contra pelo de la
instigados por policías municipales y asociaciones de transportistas información recabada permite también observar las maneras en que
vinculadas a ciertos sectores del Partido Revolucionario Institucional la violencia generada en esta zona periférica opera sobre los espacios,
(PRI) mexiquense, quienes alentaban a las personas a participar y les los cuerpos y los procesos de subjetivación configurando formas de
ofrecían impunidad. socialización violentas en las que algunos cuerpos son agresivamente
La mayoría de las y los estudiantes reaccionaron con enojo o miedo separados física o simbólicamente del resto.
ante los saqueos, una joven relató una escena perturbadora: "Había
una señora ya grande que cuando empezaron a saquear el Coppelles Santa Martha Acatitla: los nombres de lo abyecto
gritaba que eran unos rateros y los insultaba, luego volví a pasar por
ahí en la noche y ya estaba la señora también saqueando". Pareciera Como observó Michel Foucault en su afamado estudio sobre el naci­
que los saqueos produjeron un ambiente de permisividad que puso miento de la prisión, las cárceles son el dispositivo de control, disci­
al orden de cabeza, como en una suerte de carnaval de consumo, las plinamiento y castigo por excelencia de los Estados modernos. Más
normas y los roles establecidos se suspendieron por la noche entre que espacios de reinserción o de penitencia, las cárceles operan so­
apagones, vidrios rotos y alarmas. bre todo como laboratorios cuyos habitantes viven despojados de su
Hubo también estudiantes deseosos de participar, una joven es­ legitimidad y visibilidad como sujetos. En el caso mexicano el siste­
tudiante de pedagogía nos confió: "Todos, todos mis amigos salieron ma carcelario compuesto por 379 centros penitenciarios6 presenta
a saquear, yo los veía pasar por la ventana, traían cosas bien chidas, algunas particularidades que lo diferencian del modelo europeo de
yo quería ir con ellos, pero mi mamá no me dejó salir ese día". Un es­ dispositivo disciplinario, con base en el minucioso estudio de Pilar
tudiante afirmó orgulloso que él sí había participado en los saqueos, Calveiro (2012: 233-257) destaco algunas de estas especificidades: la
sin culpa ni haciendo demasiado alarde relató sus actos: burocratización, la sobrepoblación y precarización de las condiciones
íbamos caminando y unos policías nos dijeron que si no quería­ de vida en el interior de las prisiones, la organización de toda una
mos ir a saquear, que ellos nos llevaban en su patrulla. Pus dije '¡va!', red de comercio informal dentro de los centros, la intimidación y la
nos llevaron a la Bodega y nos dijeron que nomás teníamos quince tortura como prácticas sistemáticas por parte de las autoridades,
minutos y si nos tardábamos más, nos iban a agarrar. Estuvo chido, la corrupción generalizada y la coexistencia de redes legales e ilegales
aunque no me saqué tantas cosas. de poder que derivan en una paulatina pérdida de control estatal al
La sinceridad impune del joven generó desagrado en algunas de interior de penales, fenómeno que en sus extremos permite que algu­
sus compañeras que le reclamaron por sus actos, algo que, al pare­ nos centros estén virtualmente gobernados por el crimen organizado.
cer, no le creó mucha incomodidad. Vistos de cerca, estos saqueos no Por otro lado, la inmensa mayoría de los internos son varones jó­
parecían una respuesta política al aumento de precios de la gasolina, venes no-blancos con poca escolaridad, detenidos por robos de poca
sino laboratorios de desorden diseñados por ciertas fuerzas del Esta­
do a los que se sumaban personas que veían en estos carnavales de 6 De los cuuloK quinc(~ se encuentran en In Ciudad de México y ulberl(un u 25
impunidad una oportunidad de participar en una sociedad d, con- mU 505 hombrell y mU 399 mujeres (VUelcaa. 2018: 40).
Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 45
44 Cuerpos memorables

El glosario permitió además conocer de cerca algunas de las vio­


monta, por lo que puede afirmarse que la cárcel recluye principal­ lencias que se viven al interior del centro, así como la existencia de
mente a los más pobres, a contramano de los estratos más ricos que prácticas y grupos de internos que por diversos motivos eran rele­
pueden valerse de abogados, fianzas y sobornos para evitar ser pro­ gados o abyectados por el resto. La manera en que se hacían visibles
cesados. Todo ello configura un dispositivo penitenciario en cuyo in­ estas presencias era a partir de cómo eran nombradas; siempre a
terior se estructuran también jerarquías, poderes y cuerpos abyectos. través de metáforas de lo sucio, lo bajo, pero sobre todo de lo animal,
En el año 2016 impartí una materia a un grupo de estudiantes in­ por lo que a veces el glosario adquiere la forma de un "bestiario".
ternos en el Centro Varonil de Reinserción Social (Cevareso) de Santa En lo que sigue, describo algunos casos agrupados en tres figuras de
Martha Acatitla (Iztapalapa), en el marco del Programa de Educación lo abyecto: el cuerpo racializado, el cuerpo animalizado y el sexo no
Superior para Centros de Readaptación Social (PESCER) de la Univer­ heterosexual.
sidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). El Cevareso es una
prisión inaugurada en el año 2003, destinada a mantener en reclusión 1) Racializaciones. En el Cevareso cumple condena un pequeño
a primodelincuentes o reincidentes detenidos y sentenciados por de­ grupo de internos indígenas monolingües. Su presencia es muy visi­
litos catalogados como medios o bajos y cuyas sentencias no superen ble puesto que, a pesar de sus diferencias, suelen reunirse para poder
los 15 años (Yllescas, 2018: 43). La materia que impartí tuvo una dura­ platicar, además comparten espacio en el segundo nivel del ala "N'
ción de seis meses con una sesión de tres horas por semana, el grupo del dormitorio "C", el llamado "edificio de los vulnerables", donde
comenzó siendo de ocho personas y terminó integrado sólo por tres. conviven con personas con alguna discapacidad física o trastornos
Uno de los resultados del curso fue la elaboración de un glosario en mentales leves, así como con personas de orientación homosexual,
el que se compendiaron la mayoría de palabras y expresiones propias bisexual, travestis y personas transgénero (Imagen 3).

de ese centro de detención.


Se les suele llamar "chirimiquis", al parecer una onomatopeya,
El objetivo pedagógico era analizar cómo cualquier espacio de una imitación del sonido que producen al hablar en su idioma, in­
socialización produce cultura, la que se suele expresar a través del comprensible para el resto. Su situación en el centro es ambivalente,
lenguaje (la manera en que se nombra un mundo), era además una en principio se les cataloga como un grupo homogéneo, lo cual barre
forma de iniciar a los estudiantes en los procesos de investigación las particularidades de sus culturas; por otro lado, son segregados y
social cualitativa. Alo largo de tres meses de trabajo, tres comprome­ vistos como "otros" con quienes es difícil tratar, sin embargo, en oca­
tidos estudiantes internos (Alexis Ochoa "El Menona", "Dany Boy" y siones son protegidos o para muchos son intocables, presencias tan
Julio César Huertar anotaron palabras y definiciones que luego eran abyectadas que parecen poseer una suerte de frágil inmunidad, son,
discutidas en clase. Finalmente reunimos 102 palabras o expresiones como en la cultura nacional, los no integrados y los marginalizados
junto con sus definiciones dando como resultado el Glosario canero. del Estado-nación que se recrea dentro de los muros.

Definiciones desde los niños de oro, un breve fanzine que fue distri­

buido de mano en mano con otros internos, en total se repartieron 2) Animalidades. Desde una mirada antropocéntrica, el ser huma­
apenas unas veinte copias. no no sólo es concebido como sustancialmente diferente al animal,
sino como su opuesto. Lo animal es lo que está pegado al orden na­
tural, al aturdimiento y finalmente, a lo irremediablemente frágil y
perecedero, por lo que animalizar al enemigo a través de apelativos
7 Los tres estudiantes dieron autorización de reproducir y distribuir el glosario
dentro y fuero del Cevareso, siempre y cuando no tuvieru fll\l'M de lucro ni
y representaciones ha sido una práctica de abyección común a lo
'u~ entregara 8 los autoridades con fines represivos. AMhnlMlllu, "Ilnny Hoy"
largo de la historia.

preftrió re.ervlr su identidad.

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46 Cuerpos memorables Liquidados. Cuerposabyectados y vidas precarias en la megalópolis. 47

Los cuerpos animalizados con mayor insistencia al interior del embargo, también viven una serie de violencias y estigmatizacio­
Cevareso son los de los traidores ("soplones") y las figuras de auto­ nes permanentes, se les asocia siempre con la prostitución lo cual
ridad, los primeros son llamados "borregas", "cabras" o "chivas", en se hace patente en expresiones como "ir a corte y mamadón", que se
alusión a la sumisión que, se supone, caracteriza a tales animales. usa para referirse a quienes acuden a cortarse el cabello y a recibir
Resalta también que siempre son nombrados como hembras: "eres sexo oral pagado en las peluquerías improvisadas en los dormitorios
una borrega, una chiva", con lo que la bestialización se enlaza con de este grupo de personas en reclusión. Los "afeminados" y "gays"
el género, el chismoso es expulsado de la fraternidad de hombres, es (dos expresiones que suelen usarse para englobar un abanico de
arrojado a lo patriarcalmente significado como débil y sumiso: el ga­ orientaciones sexuales e identidades de género) son también sospe­
nado y las mujeres. Por otro lado, los custodios son los "cerdos" (per­ chosos de ser aliados de las autoridades ("que los protegen y se los co­
vertidos, sucios) o "monos" (torpes, escandalosos). Están también los gen") y de cometer ciertos hurtos relacionados con las drogas ilegales.
seres pertenecientes a lo bajo y a lo acuoso, como los "sapos" (espías) Se encuentran también las figuras ambiguas como los "cacorros",
o los que "andan erizos" (pobres). En contraposición también hay hombres que se identifican como heterosexuales pero se colocan en
presencias animales a las que se les atribuyen significados positivos, la función "pasiva" del sexo anal. "Cacorro" alude al enmierdamien­
como los "leones" (internos fuertes y agresivos), los "perros" (amigos) to por el sexo anal, son los repugnados por la fraternidad hombres
y los "cachorros" (jóvenes o con quienes se práctica el apoyo mutuo), que penetran, puesto que no es igualmente'estigmatizado aquél que
de hecho, muchos internos se llaman orgullosamente a sí mismos los cumple la parte activa, es decir, quien penetra, el que "se chinga"
"cachorros de Santa Martha". al otro. Lo pasivo se ubica en las antípodas de la construcción de la
El bestiario a veces se extiende hasta el reino de lo monstruoso; masculinidad hegemónica en contextos de violencias desbordadas: el
quienes roban sigilosamente son llamados "nahuales", como aquellos auténtico hombre debe ser activo, penetrante, nunca un receptor de
seres endemoniados que bajo formas animales perpetraban el pillaje otros vigores y fluidos. Generalmente las charlas sobre las prácticas
en las rancherías del centro del país. sexuales no heterosexuales derivaban en reflexiones humorísticas en
las que la heterosexualidad quedaba puesta en entredicho; "sólo es
3) Sexualidades. El espectro de la diversidad sexual y de las iden­ puto al que se la meten", "pero no es cacorro siempre, tiene esposa",
tidades de género no binarias recorre la prisión. Deseo y repulsión. "si parece mujer, se vale", seguidas de una explosión de carcajadas.
Goce callado, placer y culpa. Lo abyecto. Las personas travestis y Vale recordar una aguda observación de Julia Kristeva: "reír es una
transgénero que habitan junto a personas de orientación homosexual manera de situar o de desplazar la abyección" (2010: 16).
en el tercer nivel del ala "N' del dormitorio "C" (Imagen 3), son una No sé cuál haya sido el destino ni la repercusión de aquel glosario
minoría visible que ha logrado territorializar (hacer propios) ciertos que algunos internos leían entre risas en los patios. Releerlo, junto
espacios de la prisión gracias a los distintos servicios que ofrecen, en a mis notas de clase, desde una mirada distanciada y crítica me per­
particular el de peluquería. Además, suelen participar en actividades mitió hallar los rastros de cruentos procesos de abyección, así como
artísticas y, en particular, en la organización de las festividades por desesperadas estrategias para no caer en la inhumanidad que habita
el Día de Muertos. En el año 2016 un par de ellos se caracterizaron dentro de la prisión. Pero también fue notorio que los procesos de ab­
de catrinas que daban la bienvenida a una enorme ofrenda erigida yección están en un flujo constante; a veces el racismo y la hamo fobia
en uno de los patios principales. parecen frenarse en instantes de solidaridad defensiva frente al prin­
A veces, según me contaron los internos, se establecen relaciones cipal abyecto que es el propio dispositivo carcelario, una autoridad
de pareja con hombres que no se identifican como homosexuales, cruel y abusiva ante la que las diferencias entre internos se diluían
relaciones que en ocasiones se prolongan fuerll dt' In prlalón, Sin brevemente, en una suerte de lIesencialismo estratégico" frente a un
48 Cuerpos memorables Liquidados. Cuerpos abyectados y vidas precarias en la megalópolis. 49

poder sin rostro, densamente burocrático, casi maquinal. Sin embar­ como apunta Kristeva, la abyección es una relación entre un sujeto y
go, luego de estos instantes de tregua, vuelve la pulverización de las una presencia que perturba una identidad, un sistema o un orden, en­
redes de solidaridad con los abyectos. tonces escudriñar en estos procesos de abyección permite especular
sobre los poderes que se ocultan detrás de reacciones aparentemente
COMENTARIO DE SALIDA. GUERRA y POLÍTICA
íntimas y apolíticas. Vistos así, parece claro que estos procesos de
EN LOS PROCESOS DE ABYECCIÓN
abyección son efectos viscerales de discursos de identificación jerar­
quizada y jerarquizante. No se trata de prácticas de discriminación
En la megalópolis atravesada por dinámicas de guerra informal, la racionalizada y articulada en un discurso, sino de algo previo que
prisión y la periferia urbana hiperdegradada adquieren rostros pare­ afecta las entrañas, como si un discurso atravesara primero el cuerpo
cidos. Delimitadas con fronteras físicas y simbólicas, albergan pobla­ antes de ser procesado racionalmente por el sujeto. El que abyecta
ciones enormes en situación de precariedad económica sobre las que está poseído por un discurso espectral que le jalonea las vísceras, pero
se practican diversas violencias físicas y simbólicas. A veces parecen también está expresando su irrefrenable deseo por sobrevivir en un
laboratorios en los que el Estado, las corporaciones o las distintas tiempo bélico pues, en palabras de Kristeva, lo abyecto indica "lo que
expresiones de crimen organizado practican formas de control y ex­ yo descarto permanentemente para vivir" (2010: 10).
plotación que más tarde se aplican, diluidas, en otros espacios menos
precarizados. Quienes habitan estos lugares no son los olvidados, sino
que son colocados en dicha situación por distintos poderes formales BmLIOGRAFÍA
e informales. Son cuerpos a los que, aún en situaciones de extrema
precariedad, se les puede extraer alguna ganancia. Bauman, Z. (2013). Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus
En este sentido, las violencias que se experimentan en estos es­ temores. Ciudad de México: Paidós.
pacios no son casos excepcionales, dispersos o anómalos, sino que Butler, J. (2006). Vida precaria, el poder del duelo y la violencia. Buenos
se trata de expresiones puntuales de violencias mayores que operan Aires: Paidós.
detrás, en redes de poder opacas. En otras palabras, pienso que las Butler, J. y Spivak, G. C. (2009). ¿Quién le canta al Estado-Nación? Len­
violencias como las aquí estudiadas son esquirlas de un ambiente de guaje, política, pertenencia. Buenos Aires: Paidós, espacios del sa­
guerra y crispación generalizada que ha modificado las dinámicas ber.
sociales, incluidas la creación de empatía y el desarrollo de afectivi­ Calveiro, P. (2012). Violencias de estado. La guerra antiterrorista y la
dades colectivas en una ciudad ya de por sí desigual, fragmentada y guerra contra el crimen como medios de control global. Buenos
desbordada. En consonancia con Rita Laura Segato, considero que Aires: Siglo XXI Editores.
estas estampas no son más que "irrupciones violentas en las cuales Davis, M. (2014). Planeta de ciudades miseria. Madrid: Akal.
un circuito profundo de vínculos se asoma a la superficie y deja el Figari, C. E. (2009). Las emociones de lo abyecto: repugnancia e in­
rastro, deja indicios de su existencia" (2014: 78). dignación. En A. Scribano y C. Figari. (Comps.). Cuerpo(s), sub­
Una observación más cercana permite advertir además que quie­ jetividad(es) y con/licto(s). Hacia una sociologia de los cuerpos y
nes habitan y laboran en estos espacios marginalizados no son (so­ las emociones desde Latinoamérica (pp. 141-151). Buenos Aires:
mos) igualmente controlados, oprimidos ni violentados. Al interior CICCUS, CLACSO.

de éstos, las personas construyen también jerarquías y "otros" con­ Iconoclasistas. (2013). Manual de Mapeo Colectivo. Recursos cartográ­
siderados inferiores o incluso repulsivos e indignos, en HU extremo ficos criticos para procesos territoriales de creación colahorativa.
inferior se hallan los abyectos, los repugnados, 10H no uIlmUables. Si, Buenos Aires: Tintu Limón.
50 Cuerpos memorables

Kristeva, J. (2010). Poderes de la perversión. Ciudad de México: Siglo


XXI Editores.
Segato, R. 1. (2014). Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las ~ Imagen 1. Primera
mujeres. Puebla: Pez en el árbol y Tinta Limón. hilera: imágenes
Silva Santistevan, R. (2013). El tele-pobre como abyecto: El caso del tomadas por el
show de Laura Bozzo. En E-misférica, No. 6.1 Contagion. Recupe­ autor. Segunda
rado de: http://hemisphericinstitute.org/hemi/es/e-rnisferica-61/ hilera: alrededores
de la Universidad,
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YIlescas lliescas, J. A (2018). Ver, oír y callar. Creer en la Santa Muerte de Google Street
durante el encierro. Ciudad de México: UNAM. View. Tercera
hilera: frontera
entre Ecatepec y
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Prindpales hechos violentos registrados por estudiantes (2016-2017)


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SO Cuerpos memorables

Kristeva, J. (2010). Poderes de la perversión. Ciudad de México: Siglo


XXI Editores.
Segato, R. L. (2014). Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las ~ Imagen 1. Primera
mujeres. Puebla: Pez en el árbol y Tinta Limón. hilera: imágenes
Silva Santistevan, R. (2013). El tele-pobre como abyecto: El caso del tomadas por el
show de Laura Bozzo. En E-misférica, No. 6.1 Contagion. Recupe­ autor. Segunda
rado de: http://hemisphericinstitute.org/hemi/es/e-misferica-61/ hilera: alrededores
de la Universidad,
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Yllescas Illescas, J. A. (2018). Ver, oír y callar. Creer en la Santa Muerte de Google Street
durante el encierro. Ciudad de México: UNAM. View. Tercera
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Principales hechos violentos registrados por estudiantes (2016-2017)


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La materialización del poder hacia

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dormitorio "C"
corporalidades trans* en un reclusorio varonil:

realizado por análisis de la violencia sexual

"Danny Boy",
2016. Cortesía
y la violencia lingüística1

del autor.

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A a 2 mil 698 internos, todos clasificados como hombres (CNDH,


2017: 101). Sin embargo, algunos sujetos de la población reclusa no
-~ el 2.- ';;;j' ~ "'~ ;;~ .kJ;;--ki,~J~~;¿-;'~;':"J. t­ se identifican como tal, sino que se definen como mujeres, mujeres

~
-" , ',"';:;"a: ~t':: _±::...r"tl. ~ .~"":' : ~~~~J~~ transexuales o mujeres transgénero. Según la estimación que rea­
".J 3Jl llivel ~ eI~t1IrD": Id;'" W ,erf4JTAJ (01'1 ;r~~l(',ttJ lizaron cinco de ellas a finales del año 2016, en esta cárcel habría
Ic~"t:(IQ por k,"""'I'~r " '''_CJ lom"",,,,~fe R Id llamA
.,"9()VS" t .J.t.te../M_ ir~J , ele. r/Ipru,k ¡'ct"'A rr:.ItIl'I'DI't:I{¡t.lc leY. aproximadamente veinte internas trans*.

1 Los primeros análisis que efectué sobre este tema, sensiblemente diferentes a
los que presento aquí, fueron publicados en Escobedo Martínez, J. E, Arriaga
Ortiz, R. y Méndez Muñoz, M. Trayectos encarnados. Exclusión, vigilancia y
violencias corporales. México: La Cifra Editorial, en prensa.
2 Chloé Constant es doctora en Sociología por la Universidad Paris 111, diplo­
mada en Estudios Latinoamericanos y en Estudios del Cuerpo. Es profeso­
ra investigadora de la FLACSO México, investigadora asociada al CEMCA, y
miembro de la Red Temática de Estudios Transdisciplinarios sobre el Cuerpo
y las Corporalidades de CONACYT. SUS temas de investigación se centran en
los sistemas penitenciarios latinoamericanos, el género, la sexualidad y la
violencia de género. Desde 2014, analiza las trayectorias de vida de mujeres
trnns mexicanas y los cuerpos trnns'" encarcelados y excarcelados. Última
publlcnclón: 2017. uremlnismos en Abya Yilla. P('nsnr y hnct1r ('1 género", P('n­
.~Clrt's y Q,whClct'res, 4.
54 Cuerpos memorables La materialización del poder hacia corporalidades trans* 55

Mauro Cabral es quien propuso el término trans*, con asterisco, encuentran sometidos a un poder que rige la sexualidad y la subjeti­
para "destacar la variabilidad y pluralidad de experiencias situadas vidad (Foucault, 1976).
cultural y políticamente que se pueden enmarcar dentro de lo trans" Retomando a Foucault, la dominación social se ejerce a través de
(Pons y Garosi, 2016: 312). En el contexto estudiado, hablar de las dispositivos, entre los cuales rescato, para fines del presente análisis,
internas trans* me permite justamente recalcar la variabilidad de el dispositivo de la sexualidad, que funciona "según técnicas móviles,
sus procesos identitarios y corporales, así como dar cuenta de las dis­ polimorfas y conjeturales de poder [y] engendra (. ..) una extensión
tintas maneras que tienen de auto-nombrarse. Mientras una declara permanente de los ámbitos y de las formas de control" (Foucault,
estar "empezando el proceso de definir(se) como chica", otra afirma: 1976: 140). En el ámbito penitenciario, así como en el conjunto de
"Soy la señora Alessa, porque soy casada". Algunas han ingerido hor­ instituciones reglamentadas, el modelo de normalidad basado en el
monas desde la adolescencia, otras se han inyectado los glúteos, otras sistema sexo genérico hegemónico, justifica la búsqueda de modela­
afirman no haber querido someterse jamás a ninguno de estos pro­ ción de los cuerpos según un ideal disciplinario: no se trata sólo de
cesos de modificación corporal. El punto en común entre los cuerpos disciplinar y castigar a los sujetos presumidos o reconocidos como
trans* de la Penitenciaría radica en su declarada identidad femenina. delincuentes o criminales, se trata de construir nuevos sujetos, no
La cárcel es una institución de disciplinamiento y, en tanto orga­ sólo dóciles sino también correspondientes a las normas sociales sexo
nización reglamentada, busca ejercer el poder sobre ciertas catego­ genéricas. Este poder disciplinario se ej erce, entre otros, a través del
rías de cuerpos, en este caso los que infringieron la ley penal. Según dispositivo de la sexualidad, entendido como un tejido de normas,
Foucault, el poder puede entenderse como escritas o no, explícitas o no, que incluye la estructura arquitectónica,
la institución penitenciaria en sí, los reglamentos, pero también las
la multiplicidad de las relaciones de fuerza que son inmanentes al ám­ normas sociales que rigen la cotidianidad carcelaria.
bito en el que se ejercen, y son constitutivas de su organización; (...) su El dispositivo de la sexualidad encuentra su razón de ser en la
cristalización institucional se encarna en los aparatos estatales, en la for­ penetración de los cuerpos y el control de las poblaciones, precisa
mulación de la ley, en las hegemonías sociales. 3 (Foucault, 1976: 121-23). Foucault (1976: 141). Este dispositivo tiene una función estratégica y
se materializa a través del ejercicio de la violencia y particularmente
Así, el poder "no es una institución, y no es una estructura, no es cierta la violencia de género hacia las trans*.
potencia de la que algunos estarían dotados", sino un esquema de En los extensos trabajos de este filósofo sobre las relaciones de
inteligibilidad de lo social, "una situación estratégica compleja en una poder, encontramos como elemento central no sólo el cuerpo, sino
sociedad dada", que se ejerce por el cuerpo y en el cuerpo (Foucault, también la subjetividad (Foucault, 1988), la cual fue, posteriormente,
1976: 123). conceptualizada y resignificada de manera particular desde el femi­
El sistema sexo genérico hegemónico, basado en la idea de un nismo (De Lauretis, 1992; Braidotti, 2015; entre otras). En este punto,
orden natural que gira en torno a dos sexos y a la heterosexualidad me parece fundamental resaltar que los presentes análisis compren­
obligatoria (Guillaumin, 1978; Wittig, 2006), rige nuestros cuerpos den el cuerpo como producto de la intersección entre lo biológico, lo
y fundamenta un orden sociopolítico que oprime a las mujeres y al psicológico Ylo social. Si, como bien lo define Csordas (1990), lo cor­
conjunto de los cuerpos que no se inscriben dentro del modelo he­ poral es un proceso material de interacción social, parece entonces
gemónico. Insertos en esquemas sociales que buscan regularizar los esencial analizar las experiencias de las trans'" encarceladas desde
cuerpos a partir del género (Butler, 2002), los cuerpos oprimidos se la subjetividad, desde su propia voz, reconociéndolas como agentes
de discurso (Haraway, 1995). Hablar de cuerpos vividos, de los cuer­
:4 I.UK tl'uducdOlll's son mfus. pos desde sus experiencias. es hablar de corporalldades. es decir, de
56 Cuerpos memorables La materialización del poder hacia corporalidades trans* 57

"realidad subjetiva, vivenciada o experimentada" (Montenegro et al., en la realización de entrevistas a profundidad con un total de nueve
2006: 166): este concepto permite dejar de tratar a los cuerpos como internas trans*, y dos talleres de escritura vivencial, habiéndose lle­
"objetos" de estudio para reconocerlos como "sujetos", ya que la cor­ vado a cabo el primero con diez internas trans* y gays durante cinco
poralidad es constitutiva del conjunto de las prácticas sociales, entre meses, y el segundo con cinco internas trans* durante poco más de
ellas, el poder y la violencia. dos meses, cada vez tres días por semana durante tres a cuatro horas.
Butler, entre otras teóricas de lo queer que evidencian los binaris­
mos sexo genéricos y sus efectos en términos sociales y de poder, con­
ceptualizó la performatividad de género, la cual permite cuestionar LA VIOLENCIA SEXUAL: ARMA DE GUERRA

las normas genéricas excluyentes (Butler, 1990) y entender que los DE LAS MAFIAS Y DE LA INSTITUCIÓN CARCELARIA

sistemas de opresión no funcionan en torno al sex0 4 sino al género.


Estos sistemas se ejercen particularmente sobre el conjunto de los La violencia sexual, y particularmente la violación, se ha constituido
cuerpos socialmente reconocidos como femeninos, es decir, las mu­ como una nueva arma de guerra en contra de las mujeres (Segato,
jeres, algunos gays y las trans*, y se materializan de distintas formas, 2013), y en contra de todos los cuerpos que salen del marco sexo ge­
pudiendo éstas ser agrupadas bajo el concepto de violencia de género. nérico hegemónico. Como argumenta Segato, esta forma de violencia
En una institución y un espacio androcéntrico como la Peniten­ no sólo es practicada por los ejércitos y los miembros de las guerrillas,
ciaría, la violencia de género afecta particularmente a los cuerpos sino también por las pandillas y las mafias, siendo estas últimas estre­
que, más que de hombre a mujer, transitaron de lo masculino a lo chamente vinculadas con los grupos de poder estatales. Ya veremos
femenino (García Becerra, 2009). ¿Cómo se materializa el poder ha­ cómo estas alianzas se materializan dentro del reclusorio.
cia las corporalidades no hegemónicas que encarnan las trans* en la La violencia sexual en los penales de hombres es más conocida
Penitenciaría de la Ciudad de México? Propongo analizar aquí dos por "lo que se dice" que por los estudios, escasísimos, que analizan
tipos de violencia: la violencia sexual, particularmente cuando se ma­ específicamente este tema (Schifter, 2002; Sempé y Bodin, 2015; Wel­
terializa en violación, y la violencia simbólica, cuando se concreta zer-Lang et al. 1996). En el contexto carcelario varonil mexicano, lo
específicamente a través de la lingüística. que sí se analizó fue justamente la performatividad de género (Pa­
rrini, 2007). A mi entender, en las cárceles, la producción y la repro­
ducción de un orden masculino regido por una idea de normalidad
PRECISIÓN METODOLÓGICA encuentra un eco particular en la masculinidad viril y violenta que
se construye no sólo desde el modelo hegemónico sino también desde
Los análisis presentados a continuación se fundamentan en una in­ las mafias del crimen organizado (Núñez y Espinoza, 2017). En este
vestigación de corte socioantropológico realizada en la Penitenciaría sentido, la performatividad de género de la población penitenciaria
de la Ciudad de México entre 2015 y 2016. 5 El trabajo ha consistido varonil debería supuestamente tender hacia el modelo de norma­
lidad que reza "tú-serás-heterosexual-o-no-serás" (Wittig, 2006: 52).
4 Por más que la distinción entre sexo y género no sea el propósito de este texto, Serás hombre y varonil o no serás.
sólo quisiera recordar que el sexo también es una construcción (Laqueur, J:I objetivo aquí no consiste en analizar qué pasa con el conjun­
1992) que implica violencias, siendo la primera la asignación del sexo al mo­ to de los cuerpos que no caben dentro de los límites del modelo de
mento de nacer.
5 Esta investigación se realizó en el marco de una estancia posdo('lorul en la masculinidad carcelaria, sino en examinar particularmente Ins expp­
Universidad Autónoma Metropolitnnn-unidnd Xochimil('(). A~I'II(lt'z('() pnrtl­ riendas <1(, viol('IH'ia s('x\lal el" las rorporalida(\('s f'('IlWnillaS Irillls+.
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58 Cuerpos memorables La materialización del poder hacia corporalidades trans* 59

dominación y la opresión que se ejerce sobre esos cuerpos desde un funcionar de la cárcel, donde los que acuden a las autoridades para
ideal de orden masculino. denunciar alguna irregularidad, abuso, violencia u otro, son mal vis­
En la Penitenciaría, las condiciones de hacinamiento,6 los altos tos por el resto de los internos y se exponen a represalias por de par­
niveles de corrupción y el poder que tienen ciertos internos sobre te de la población penitenciaria y hasta de los mismos trabajadores
la organización de la cotidianidad carcelaria, posibilitan un amplio penitenciarios. Cuenta Marta:
margen de movimiento de parte del conjunto de la población. Entre
otras cosas, ello implica que lxs internxs puedan circular en el con­ Ves mucho la forma, o el estereotipo de la gente que va y se poncha
junto de las instalaciones, entrar y salir de casi todas las zonas de como decimos aquí, vaya y acuse a la gente, pues está mal vista ¿no?
dormitorios, lo cual facilita el ejercicio de la violencia sexual. Entonces dije no, yo no vaya ser así. A lo mejor por esta tonta idea igual
La violencia sexual entre internos cobra distintas formas, siendo me quedé callado.
la violación su mayor expresión. Marta fue contagiada de VIH después
de haber sido violada dentro de otro reclusorio de la Ciudad de Mé­ Vemos que el mantenimiento en estado de temor también ocurre por­
xico durante quince días de manera repetida y sistemática. Luego de que ella interiorizó las normas propias del lugar. En segundo lugar,
haber sido trasladada a la Penitenciaría por su condición de salud, 7 Marta no denuncia la violación por miedo a que no le crean: "por ser
volvió a sufrir repetidas violaciones por parte de un interno: lo que eres [trans], mucha gente piensa que tú provocas situaciones".
En su caso, este miedo le había sido infundido desde hacía muchos
Fueron cinco meses, aquí adentro, con la misma persona. (...) Una de años, pues durante la infancia había sufrido repetidas violaciones
las personas aquí, que fue mi pareja, él es su peor enemigo, entonces yo por parte de un familiar, quien le "vendió la idea de 'por ser lo que
siento que, para él, en su forma-tonta, por desquitarse de él, pues fue a eres nada más sirves para esto"'. Esta parte de su discurso remite
través de mí. a un elemento fundamental del problema de la violencia sexual:
las autoridades podrían pensar que ella fue quien la provocara. Así
Como en el caso de los conflictos armados, los internos utilizan el como ocurre fuera de los muros, en la Penitenciaría las víctimas de
cuerpo de las mujeres como armas de guerra (Segato, 2013; Franco, violación son culpabilizadas y responsabilizadas de lo que sufrieron
2008; Villelas, 2010), y la violación constituye "un proceso consciente (Montero et al., 2004). Este es uno de los mecanismos de operación
de intimidación por medio del cual todos los hombres mantienen a de la biopolítica y tiene consecuencias devastadoras en los cuerpos
todas las mujeres en un estado de temor" (Brownmiller, citada en trans.... Por ejemplo, a raíz de las múltiples violaciones sufridas en la
Franco, 2008: 16). Penitenciaría, Marta intentó "quitarse la vida". El discurso de Fran,
Efectivamente, Marta no buscó apoyo de las autoridades, en pri­ otra interna trans"', ilustra claramente el tema de las consecuencias
mer lugar por un miedo institucionalizado: "Te meten mucho miedo de la violencia sobre los cuerpos trans"':
para que no digas nada, para que, como dicen aquí, aflojes, para que
te quedes callado. Te amenazan, te golpean, muchas cosas". El silen­ Llegas a ser tan permisivo, no nada más la violencia física, sexual, emo­
cio impuesto se encuentra íntimamente vinculado con el modo de cional, psicológica, no nada más eso, sino que te empiezas a descuidar,
te empiezas a hacer daño a ti mismo, empiezas a pensar cosas que no
debes pensar, o empiezas a decir: "es tu culpa".
6 La Penitenciaría tiene una capacidad de albergue de 2 mil J5(¡ inlernos (CNDH .

2017).

7 r.ste n~r1usorio nlb<,rgn 11 todos los intl'rnos de In Ciuclad dI' Me"xlrll '1111' vlv('n
l:ste sentimiento de culpa infundido por el sistema social normativo
con vlll -sldn PlU'S nll'nlll fon los nwcllos plI rII su 1ral 11 111 11111111.
en los cuerpos feminizados. es un elemento constitutivo de) biopo­
60 Cuerpos memorables La materialización del poder hacia corporalidades trans * 61

der, que disciplina y violenta el propio cuerpo, como lo muestran las tre las autoridades y las mafias carcelarias, que buscan disponer de
palabras de Fran: sus prácticas corporales son normadas y perfor­ los cuerpos no hegemónicos, imponer sus propias reglas y su propio
mativizadas según el eje cuerpo-organismo-disciplina-instituciones orden, y muchas veces logran sus propósitos.
(Muñiz, 2014: 28), y se materializan en violencia, descuido y daño.
La violencia sexual sobre los cuerpos trans* también es ejercida
por otra categoría de detentares de poder: los trabajadores peniten­ LA VIOLENCIA LINGüíSTICA: NO ERES QUIEN DICES SER
ciarios. "Cuando yo llegué aquí, allí en el dormitorio, un custodio me
quiso violar", relata Alessa. Considerando la posición de poder que Una de las formas de materialización de la violencia de género es,
ocupa el violenta dar dentro de la institución, 8 este tipo de crimen según Fernández Pon cela, la violencia simbólica que se concreta en
suele quedar impune, puesto que las víctimas no denuncian los he­ la lingüística. Esta autora especifica que la violencia del lenguaje no
chos por desconfiar de las autoridades, por temor a las represalias y sólo tiene que pensarse por medio de los insultos sino también por
porque muchas veces integraron su condición de detenidx, la cuallxs la exclusión gramatical: "El lenguaje crea y recrea prejuicios y des­
relega a ser consideradxs como sujetos de menos derechos que cual­ valorización, no sólo de forma directa con una palabra ofensiva, sino
quier ciudadanx. 9 Retomando a Segato (2013), este tipo de situación también con la exclusión del género gramatical, entre otras cosas"
ilustra las guerras informales en las que, algunas veces, los sujetos (Fernández Poncela, 2012: 41).
pertenecen a efectivos estatales, los cuales pueden asociarse con las En materia de ofensas verbales, en la Penitenciaría algunos inter­
mafias y otros sujetos de poder, y emplean el cuerpo de las mujeres nos les gritan "puto" o "perra" a las trans*, éstos "nunca faltan", dice
como objetos estratégicos en sus escenarios bélicos. una de las integrantes del taller; pero ellas consideran que usualmen­
Así, esta misma interna trans*_ fue víctima de otro intento de vio­ te aquéllos son verbalmente respetuosos: "te dicen por tu nombre
lación por parte de un custodio, cuando su esposo salió en libertad. [elegido]", "me dicen 'chiquita' o 'bonita"'. Sin embargo, sorprenden­
Resulta que, durante los días de visita, ella tiene un puesto donde ven­ temente, los insultos pueden provenir de las mismas trans*. En una de
de varios productos que su esposo trae de afuera y ambos se pasan las sesiones del taller, mientras una interna trans*, externa al grupo
el día juntos ahí, trabajando. De ello sacan la mayor parte del dinero de trabajo, se asomaba por la puerta, una de las asistentas le gritó:
que Alessa necesita para su sustento cotidiano. Por negarse a tener "¡Aquí no queremos putas!". La sorpresa me dejó muda: esta mujer
relaciones sexuales con algún interno, éste pactó con dicho custodio estaba reproduciendo una de las formas de violencia de las que está­
una forma de castigo que este último ejecutaría. Si bien la violación bamos hablando. El insulto me pareció más violento aún, pues ema­
no tuvo lugar, definitivamente el propósito de infundir temor y mie­ naba de una ex trabajadora sexual que también había padecido este
do se cumplió. Alessa se quejó ante las autoridades penitenciarias, tipo de ofensas. La violencia verbal ejercida por esta mujer muestra
y estas dictaminaron que ella era la muy problemática: a modo de la encarnación del biopoder y del modelo hegemónico pues, en cierta
castigo, se impidió que su esposo entrara de visita durante un mes. medida, la normatividad social sigue rigiendo su corporalidad.
Esta situación ilustra, a mi parecer, los pactos que pueden existir en- Examinemos ahora la exclusión del género gramatical. El lenguaje
constituye uno de los lugares de afirmación de la identidad y, por ello,
R Esta es muy relativa, sin embargo el estudio de las jerarquías propias de esta me parece muy importante resaltar el paso lingüístico de lo mascu­
institución no son el foco de atención de este artículo. Podrían ser objeto de lino a lo femenino, así como la forma cómo se autodesignnbnn las
otros análisis.
() I:ste es un tema fundamental para los Derechos Humall()s. VI'I' ('III1\lslólI I:je­
trnns'" durante los encuentros que hl'mos tenido. "Yo soy In señora
('lItiva <1(' Atpnción a Víctimas (n:Av). COll1it(· d(' Villl('III'in SI'X 1111 1. ilfllJ{I/(t..Um Alpssa", i1fil'nlil unél de pilas, "1\0 1lH' n'('ollozco ('1) ('SO de lo tnll\s
,..ohn' la a('I/d()I/ (/(' la v;olt'I/{'ia ,,,('xI/al ('ti M(IXico. /.() I (i, tI lH ' din's". Así, I\H' daha él ('III('IHh'J' qlll' dt'jill'íl dI' hilhlíll' dI' tl'illlS+
62 Cuerpos memorables
La materialización del poder hacia corporalidades trans'" 63

refiriéndome a ella, pues no solamente era mujer, sino que además ésta masculina. 10 A continuación, relataré una conversación breve que
era "señora", porque estaba casada y, según cuenta, la mayoría de los también ilustra esta negación. Cuando llegué a la Penitenciaría para
internos se dirigen a ella como tal. Por otro lado, como bien lo recono­ empezar una segunda etapa de trabajo de campo e impartir el segun­
ció Fran, ocurre que algunas trans* mezclen los géneros gramaticales do módulo del taller, me recibió en la puerta un funcionario que no
cuando hablan de sí; en su caso, sucede muy probablemente porque conocía. Me presenté: "Vengo con las chicas transgénero", dije para re­
se encuentra al inicio del proceso de transición y no termina de rea­ tomar la terminología que usa la administración. "Debió equivocarse,
lizar el desarraigo lingüístico referente a la masculinidad que le fue señorita, aquí es un centro varonil". El malentendido se disipó cuando
impuesta: "A veces me refiero a mi persona como ella, y a veces como corregí mi discurso: "Sí, vengo con los internos transgénero, sí". La
él, entonces sí está habiendo esta transición". manera cómo este funcionario recalcó mi error remarca la percepción
Paralelamente, la posibilidad de recurrir a lo gramaticalmente de los cuerpos trans* en este espacio: en un reclusorio varonil, no hay
femenino para referirse a sí mismas -así como la posibilidad de des­ "chicas" ni "mujeres", hay "chicos" u "hombres", y punto.
envolverse con cierta gestualidad- se encuentra limitada por algunos Al acabar cada taller, tuve que redactar las constancias de partici­
espacios de interacción dentro del reclusorio y varía en función de pación de las trans* con su nombre oficial para que pudieran gozar de
quienes se encuentran al frente, como lo relata Fran: los beneficios relativos a ése. Para mí fue muy perturbador redactar
constancias a nombre de personas que sentía que no conocía. Cuando
Con mis amigas hablo como si nos conociéramos de muchos años atrás se las entregué, nunca pronuncié el nombre inscrito en el papel. Para
(.. .), nos podemos decir "hermana", y nos hablamos de "ella". Es diferen­ retomar las palabras de Wittig, por medio de las palabras, habladas y
te, por ejemplo, en un salón de clases o cuando voy al servicio médico. escritas, ellas se habían mostrado libremente ante mí e hicieron que
Ahí, por ejemplo, me paro en un lugar y ya no me muevo, precisamente ello fuera posible también para mí. Desde mi punto de vista, recono­
porque me ha tocado muchas veces ... se siente su homofobia. Yo siento cer su identidad y su corporalidad, es nombrarlas, decir quiénes son,
que por eso muchas veces me retengo un poco. no lo que se les dice que son.
En materia de lenguaje, la exclusión del género gramatical cons­
Resulta fundamental prestar atención al lenguaje puesto que "existe tituye, a mi parecer, la forma menos visible y más insidiosamen­
como ese lugar común en el que uno puede mostrarse libremente, te violenta que afecta a la población trans* en reclusión. Niega su
de una vez, por medio de las palabras, y pone al alcance de los otros identidad y su cuerpo entendiendo éste como el lugar de afirmación
esa misma posibilidad, sin la cual no habría sentido" (Wittig, 2006: de la identidad. Finalmente, el lenguaje constituye un mecanismo
120-121). Es decir, para las trans*, hablar de sí en femenino permite
poner al alcance de los sujetos en presencia, la afirmación del ser
femenino. Por ende, una forma de violencia radica en no dar crédito
10 En la Ciudad de México, la ley que permite el cambio oficial de identidad
a esta afirmación y la cita anterior demuestra justamente que ésta sin necesidad de diagnóstico psicológico, abre la posibilidad de castigar con
no siempre es posible. privación de libertad a una persona con identidad oficial varonil que por
Encontramos esta negación de la feminidad en cómo el personal ende será recluida en un reclusorio varonil- cuando ésa quizás tenga vagina
penitenciario percibe, designa o se dirige a las trans*. "Nos dicen 'se­ (hombre trans), y viceversa. A la fecha, no he tenido conocimiento que tal
situación se haya presentado, pero ello abre la necesidad de una reflexión
fior', 'joven"', cuentan cinco de ellas durante el taller. Se dirigen a acerca de los protocolos de seguridad a adoptar en los reclusorios. parn el
ellas por medio de la identidad bajo la cual fueron condenadas. siendo conjunto de In población penitenciaria trans'" que ya es particularmente vul­
IWl'llhh! y t'XpUl'stll II lu viohmdn detrfts dc! los mllros. Un particular trllhajo
1'11 P!'\h' s('ntldo SI' I'stn rt'lIlIzlIndo (\psrl" 111 Comlsiún Nllriolllll el" \)('rt'l'hos
I hlmlln()~ y Ul\ conjllnto (\(' mmdlldollt's dvll('s.
64 Cuerpos memorables La materialización del poder hacia corporalidades trans. 65

de disciplinamiento, es parte integrante del dispositivo de la sexuali­ académico feminista, el presente ejercicio evidencia los intereses he­
dad y de su relativa búsqueda de modelación de los cuerpos. gemónicos (Salinas, 2016: 385) de un sistema -social, sexual y político­
que busca moldear y, en caso de no poder, erradicar, los cuerpos que
no confluyen con estos intereses. El estado heteropatriarcal, a través
REFLEXIONES FINALES de sus instituciones y pactos con el crimen organizado, confirma que,
en el sistema actual algunos cuerpos son considerados más valiosos
La violencia de género es, en el sentido foucaultiano, una de las ma­ que otros.
terializaciones del dispositivo de la sexualidad, un dispositivo de con­ Los cuerpos de las mujeres, de lxs trans* y del conjunto de los
trol de las poblaciones que penetra los cuerpos y particularmente los sujetos que no permiten el mantenimiento del orden relativo a este
que no caben dentro del marco normativo sexo genérico hegemónico. sistema, y hasta lo desafían, son desechables. El sistema penitenciario
La violencia de género hacia las trans* se manifiesta de diversas ma­ funciona como uno de los brazos ejecutores de este orden a través
neras y me he centrado aquí sobre la violencia sexual y la violencia del ejercicio de una violencia cuyos límites parecen ampliados cada
lingüística que viven algunas de las que se encuentran recluidas en la día. En este contexto, me parece fundamental que las investigaciones
Penitenciaría de la Ciudad de México, pues considero que constituyen feministas y particularmente las que examinen el tema de la violen­
dos facetas complementarias de las materializaciones de la violencia: cia de género, tomen en cuenta las experiencias del conjunto de las
la primera, la sexual, y particularmente la violación, aparece como el corporalidades vulnerables y vulneradas. Sólo así podremos forjar y
arma de guerra que se usa dentro del dispositivo carcelario, donde reforzar alianzas para la conformación de conocimientos que eviden­
se reflejan las batallas que se libran fuera de los muros; la segunda, cien los pactos del poder hegemónico que nos violenta.
la lingüística, podría parecer mucho más sutil-lo cual es propio de la
violencia simbólica en general- pero afecta de manera muy insidiosa
la afirmación de las identidades trans*, además de conformar uno de BIBLIOGRAFÍA
los estandartes de la agenda feminista actual.
Abordar el tema de las trans* en la cárcel permite dar a conocer Braidotti, R. (2015). Feminismo, diferencia sexualy subjetividad nóma­
realidades muy poco exploradas desde las ciencias sociales. Desde de. Barcelona: Gedisa.
una metodología feminista, pretendí abrir aquí un espacio para trans­ Butler, J. (2002). Cuerpos que importan: Sobre los límites materiales y
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11 Pienso en algunas revistas en línea que han publicado artículos o video repor­
men tos/primer-diagnostico-sobre-la -atencion -de-la -violencia -se­
tajes sobre mujeres trans en reclusión en los cuales, si bien se da a conocer
cierta cara del sistema penitenciario con respecto a las trans, el periodista o xual-en-mexico
reportero (siempre hombre) acaba apareciendo como una SlIl'rte de héroe CNIHI (2017). Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria. Re­
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dos/201 H/Com _201 H._ 117.pdf
las 1'il'Ill'illS sol'iall's V dl'slll' 1'1 1'1'111 illiSlllo. SI' podri;\ 1'1111'.1111'1111 qlll' I··~tl' tipo
dI' l1u'dlo I'lIl'tlril'1I dl'llI "l'usl'ÍlHllltl' violl'lu'ia" (Vall'llI 'liI y ~llll'lIlvtidjl, ~()lIi),
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La piel protectora

en entornos urbanos violentos.

Acerca de los tatuajes religiosos en México

}ULIE-ANNE BOUDREAU 1 y RODRIGO OLVERA 2

INTRODUCCIÓN

UANDO DOÑA QUETA EXPUSO SU estatua de la Santa Muerte en la


C fachada de su casa en repito en 2001, reveló un culto secreto. El
culto en sí mismo, y particularmente a través de su iconografía de
la muerte y la marginación legal y social de sus devotos, es lo que
captó la atención del público. Sin embargo, la verdad revelada por

1 Julie-Anne Boudreau es Investigadora Titular B en el Instituto de Geografía de


la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es doctora en Estudios
Urbanos de la School of Public Policy and Social Research de la University
of California en Los Ángeles (ueLA). Forma parte del Sistema Nacional de
Investigacion, nivel III. Dirigiendo el proyecto TRYSPACES: Jóvenes y espacios
de transformación, su trabajo se ha desarrollado fundamentalmente en las
áreas de Geografía Urbana y Sociología Política. Trabaja con actores como
migrantes, trabajadoras domésticas, vendedores ambulantes y jóvenes. Ella
explora cómo la ciudad tiene influencia en la formación de subjetividades
políticas y prácticas ciudadanas. Su último libro es Global Urban Politics:
Informalisation ofthe State, Polity Press, 2018.
2 Rodrigo Olvera es artista multimedia y docente, sus temas de trabajo son
la periferia de la ciudad, espacio público, la videovigilancia y el trabajo
transdisciplinario, sus últimos proyectos son Amarillo Público: Arte Público
al servicio del espacio urbano e Instituto Mexicano de Intersticiología:
I:xploración y Experimentación de intersticios entre lo vivo y no vivo .
. Recientemente obtuvo el Premio I:stntul de la Juventud 201 R. en la modalidad
Truy~t'torlll Artls1\clI y Culturnl. Su trnhnjo no 1\('IW IIn ITlI'ctlo o térnlrll ('n
t,~,)t'r"kn. sino "'~h~ ('S llnll vllrlllbh' elt'I)('IHIIt'"t~ elt'l ('nll1c'xto l\t'tlllIl.
72 Cuerpos memorables
La piel protectora en entornos urbanos violentos 73

doña Queta va más allá del culto visible, sus objetos y sus devotos. Do­ liarse. Existen también avances significativos del evangelismo y otras
ña Queta evidenció cómo las personas marginadas han aprendido a adaptaciones institucionalizadas del catolicismo y el protestantismo.
vivir con la muerte y a encontrar protección en medio de la violencia Finalmente, la matriz cultural de "ecosofía", basada en flujos globa­
extrema. Sangre, sexo, drogas, cuerpos indigentes racializados y sa­ les y cosmopolitas, da lugar a prácticas religiosas inspiradas en la
crificios paganos. Doña Queta ha mostrado lo que la Iglesia y el Estado reencarnación, el cosmos, las energías y otras creencias ecológicas
trataron de ocultar en la transición de México a una "democracia" y (Suárez, 2015). Mientras estas prácticas coexisten fácilmente en el
su apertura a los mercados mundiales "legales". Tales momentos de mismo individuo, sirven también para otorgar protección y alivio
descubrimiento transgresor hacen visible el orden que ya no vemos. frente a la violencia cotidiana (Boudreau, 2018).
Cuando doña Queta reveló la extrema violencia criminal, simbólica, Esta es la hipótesis que hemos trabajado con un enfoque etnográ­
económica y estructural que regula las calles de la Ciudad de Méxi­ fico-artístico desde 2016. En primer lugar, hemos trabajado sobre los
co, descubrió cómo funcionaba el Estado democratizador y neolibe­ altares de la calle y otras marcas religiosas (murales, carteles) en tres
ralizador (Lomnitz, 2016). Desfiguró este nuevo Estado democrático barrios: el barrio de Tepito, situado en el centro histórico y conocido
(Taussig, 1999). por la intensidad y diversidad de sus prácticas religiosas "transgre­
Casi dos décadas después, la Ciudad de México es tan violenta soras" (como el culto a la Santa Muerte o la santería afrocubana); el
como cuando apareció la Santa Muerte en la calle Alfarería, en Tepito. barrio de Santa Martha Acatitla, localizado en las afueras de la ciudad
Varios investigadores están trabajando en el tema de la inseguridad y caracterizado por la auto construcción y la urbanización de un pue­
y la violencia en ciudades latinoamericanas conocidas como las más blo indígena; y el barrio Roma Sur, un barrio hípster y cosmopolita
violentas del mundo (Jones y Rodgers, 2009; Alvarado Mendoza, 2014; de mayores ingresos.
Kessler, 2018). También es una cuestión que ocupa un lugar destacado Para esta primera fase, caminamos por cada calle y callejón de
en el debate público. Nuestro trabajo tiene una perspectiva diferente. estos tres barrios para registrar las señales materiales de protección.
No pretendemos medir la violencia, ni evaluar las medidas puestas en Grabamos todo lo que pudiera indicar alguna forma de protección sin
marcha para contrarrestarla, ni analizar el sentimiento de inseguri­ usar categorizaciones previas. Empecemos con edificios instituciona­
dad experimentado individualmente o en el discurso público. Nuestra les públicos y organizaciones cívicas porque indican la presencia del
pregunta inicial es la siguiente: ¿Cómo podemos seguir viviendo nor­ Estado o de grupos organizados que están activos en alguna forma de
malmente con esta violencia que mata, literal y simbólicamente? Ésta protección social. También grabamos la presencia policial (patrullas,
puede parecer una pregunta ingenua. Ciertamente hay un discurso quioscos) y las cámaras de vigilancia. Ver carteles caseros advirtien­
sobre "la crisis", pero la vida cotidiana sigue su curso, implacable y do que los grupos de autodefensa del vecindario están activos nos
sin excepción. ¿Cómo vivimos con la muerte en la Ciudad de Méxi­ recordó que también debíamos grabar anuncios gubernamentales,
co? En nuestra opinión, parte de la respuesta está en la religiosidad cívicos o de partidos que hicieran visibles los programas sociales o
popular que envuelve a esta megalópolis. legales. Lo que más llamó la atención en nuestra base de datos es la
El panorama religioso en la Ciudad de México es muy diverso y vi­ presencia de artefactos religiosos, incluidas iglesias, pero también
sible en la calle. Las prácticas "rurales-populares" del catolicismo fu­ carteles, murales y, sobre todo, santuarios y altares en los dos barrios
sionado con las culturas indígenas dan control a los habitantes para la más pobres. Estos objetos han sido categorizados y localizados en ma­
distribución de poderes, dinero y prestigio en prácticas religiosas, en pas que sirvieron al trabajo visual de Rodrigo. A partir de sus fotos,
tensión con el catolicismo institucional (Suárez, 2015). l.os procesos realicé collages que representaban lo que consideraba una protección
de urbanización y digitalización, explica Suárez, no hiln dpsplllzado en cada barrio. Estos collages fueron entregados a Daniel Vilchis, un
esta mutriz; por el contrario, le han permitido <'xpillHllnu- y dosurro-
74 Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 75

pintor de exvotos, 3 quien pintó un resumen de las prácticas de pro­ EL TATUAJE COMO GESTO ESCRITURAL
tección en cada barrio (Imagen 1).
Una segunda fase de este trabajo artístico y etnográfico comenzó El trabajo sobre los tatuajes tiende a enfatizar el aspecto transgresor
en 2018 cuando nos interesamos especialmente por el tatuaje religio­ de la práctica, especialmente en contextos católicos ya que el tatuaje
so. En este punto, salimos de las tres áreas que habían sido el foco de está prohibido por la Biblia. El Levítico (19: 28) y el Deuteronomio (14:
la primera fase, para hablar con diez personas tatuadas y artistas del 1) indican que el cuerpo debe guardarse tal y como Dios lo concibió,
tatuaje en áreas periféricas y populares como Iztapalapa, Ecatepec sin modificaciones humanas. Así lo recordó en una entrevista el re­
y Valle de Chalco, así como en el centro histórico. 4 Estas entrevistas presentante del templo de San Hipólito, que organiza una fiesta men­
estuvieron acompañadas de una sesión de fotos en la que Rodrigo sual para San Judas Tadeo a la que asisten en promedio veinte mil
capturó el lugar elegido por la persona para la entrevista, su rostro devotos cada mes. En el Nuevo Testamento, el bautismo se convierte
y sus tatuajes. También realizamos otras cinco entrevistas con infor­ en una señal suficiente para marcar la fe católica, sin necesidad de
mantes clave que nos dieron la oportunidad de discutir prácticas reli­ marcar el cuerpo. El cuerpo creyente desaparece y la fe se convierte
giosas en general (un representante de la iglesia, un artista de tatuajes en pura interioridad. En este contexto, el tatuaje representa la trans­
especializado en la Santa Muerte y maestro de la Escuela Nacional gresión del cuerpo creado por Dios.
de Bellas Artes, el director de una casa de desintoxicación dedicada En una sociedad de cultura católica como México, la dimensión
a San Judas Tadeo, y dos residentes de una casa de desintoxicación). transgresora del tatuaje persiste, aunque con los procesos de globa­
En este capítulo reflexionamos sobre el rol de la piel como mem­ lización cultural la estigmatización del tatuaje tiende a disminuir.
brana protectora en entornos urbanos. Intentamos articular objetos Sin embargo, Ganter (2005) sugiere que en una sociedad efímera y
de la calle -y su representación a través del trabajo visual de Rodri­ consumista, por su permanencia el tatuaje es una forma de resistir a
go-, tatuajes, y notas de campo en las que se describen mis observa­ la lógica del sistema de producción capitalista. Esto sería la resisten­
ciones y las de mis estudiantes, conversaciones informales con los cia a la "serialización" de las identidades. Pérez (2006) interpreta el
habitantes sobre santuarios, santos, tatuajes o violencia, y en general, tatuaje como una nueva alternativa estética y cultural que transgrede
quince entrevistas semiestructuradas. los códigos estéticos dominantes. Ferreira (2007) señala que el tatuaje
La piel se concibe como frontera entre el yo y el entorno urbano, expresa una ética de divergencia y disenso ya que ejerce una función
pero también se entiende como el puente entre la intimidad y lo pú­ simbólica desconcertante. Representa un acto emancipatorio de lu­
blico. La práctica del tatuaje religioso no es novedosa pero tiene una cha por la propiedad privada, personal e inalienable de la herencia
presencia más y más visible en los cuerpos que habitan la Ciudad de de la carne. Asimismo, varios de los estudios sobre la religiosidad
México. Ofrecemos algunos elementos de interpretación a la luz popular en México la interpretan como prácticas de resistencia a la
de la ola de violencia que caracteriza la ciudad. modernidad capitalista y colonialista (Osés, 2015; Suárez, 2015; Her­
nández, 2017).
En la práctica del tatuaje, el cuerpo es comprendido como un vín­
culo que permite la exteriorización de la realidad interna del sujeto.
3 Los exvotos son pinturas populares en México desde el siglo XVI. Cuentan un Ferreira (2007) sugiere que el cuerpo es un lugar de inscripción sim­
milagro y por lo general, se encargan a un artista local como ofrenda a bólica, un "operador social" donde se revela la eficacia de lo social
un santo que ha concedido un favor a alguien. Normalmente se pintan sobre
chatarra. sobre el individuo. Por medio del cuerpo, el sujeto aprende a reprodu­
4 Queremos agrndecer El Altllna Vlllllmar y Laura )'('ffO pOI' ,u, purllclpaclón cir el orden del mundo. Cuando uno se tatúa, rompe con esta estruc­
activu en estus entrcvlstns y l'l nnállsls de los dntos. turación de reproductlbllldad de la sociedad dominante. El tatuaje
J
76 Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 77

es la forma en que los sujetos revelan su presencia en el mundo, sus No se trata sólo de una lectura cognitiva del dibujo representado en
visiones de sí mismos y que ayudan a afirmar su singularidad. Cifuen­ la piel. Un tatuaje es un dibujo vivo; no es fijo. Puede estar cubierto
tes (2011) nota que el tatuaje simboliza la fuerza de una convicción de sudor, tapado por la ropa, estirado por un músculo, expuesto en
y el compromiso de sí mismo sellado en la piel. El tatuaje es un arte una situación íntima cuando esta parte del cuerpo suele estar oculta
vivo que alude a temas particulares de la vida de los sujetos, a sus en público. Para Ana, esto es muy importante:
personas, vínculos o valores significativos.
El tatuaje consiste en decir quién soy, quién quiero ser. Por ejem­ Hay unos tatuajes más privados ¿no?, así, éste no me lo ve todo el mun­
plo, Jorge Luis explica su decisión para su primer tatuaje: do, ¿no? Hay muy poca gente que sabe que lo tengo porque es muy alto.
Hay ciertos tatuajes que nada más se ven cuando estás desnuda. (...) Me
Pues quería tener algo muy representativo de mí, no algo cualquiera, gusta mucho que estén en lugares como estratégicos que se ven desde
algo con un gran significado, porque yo sabía que lo iba a tener el resto ciertos ángulos.
de mi vida. Aparte siempre fui fan de pintarme las manos y andar así.
Quiero tener algo muy bonito para el resto de mi vida y dije: "¡me voy
A través del cuerpo tatuado, uno se ubica en el mundo. Muchos estu­
a tatuar!".
dios sobre culturas juveniles y tatuajes enfatizan el tatuaje como una
forma de que los jóvenes pertenezcan al grupo. Tatuarse para señalar
El tatuaje permite construir su subjetividad a través del gesto escri­
afiliación social o bajo una función imitativa no fue un motivo muy
tural. Por medio de la exteriorización de la vida interior, el cuerpo
presente en nuestras entrevistas. Al contrario, nuestros entrevistados
cuenta no sólo su identidad (lo que el sujeto quiere presentar al mun­
hablan de una necesidad íntima, de la voluntad de cambiar y afectar a
do), sino también su espiritualidad (su ser, sus secretos, sus prohibi­
su ser. El tatuaje representa una búsqueda de sentido íntimo que está
ciones y sus aspiraciones). Esta revelación es a menudo inconsciente.
relacionado con la imagen, lo estético, el gusto personal, la relación
Por ejemplo, Arboleda y Hernández (2017: 162) muestran cómo los
con las figuras escogidas (Pérez, 2006). Si bien las imágenes hacen
cuerpos marginados de un distrito central de Medellín, Colombia,
parte de repertorios masivos iconográficos, cada persona les recrea
dicen más sobre este territorio de lo que podríamos captar con sólo
de acuerdo con sus formas de interpretar el mundo. La imagen cobra
escuchar la palabra. Las corporeidades enuncian formas singulares
sentido en la historia individual de cada persona. Paola explica que
del territorio que no se pueden leer desde la oralidad: "rasgos de
.uno se tatúa para "dar a conocer tu ser, tus pensamientos, el hecho
la apariencia, prácticas, acentos, maneras de estar, hacen que sea
de mostrarles a todos". Para Javier, el tatuaje es un gesto muy íntimo
factible acercarse a tal\densidad, la que va conformando un espacio
en su biografía:
público en el cual surge la idea de territorio".
Pero a través del tatuaje, la revelación del cuerpo puede ser más:
Yo hacia mal, no cuidaba muchas cosas o, pues, desperdiciaba mi tiempo
consciente, provocativa y empoderada. El gesto de escribir su historia en cosas que no me gustaban, [me tatúo] en ese enfoque de pedir perdón
en su cuerpo es un acto de "redibujamiento de los perfiles, otrora ame­ a mis padres, a lo que he hecho mal, [para] pedir perdón a toda la gente
nazados de invisibilidad y estigmatización" (Arboleda y Hernández, que dañé.
2017: 162). En otras palabras, el tatuaje es a la vez una estrategia léxica
(con sintagmas verbales, números y códigos), y una estrategia somá­ Más que la pertenencia al grupo, el tatuaje, particularmente el tatuaje
tica (que connota despliegue corporal, gestos, posturas, humedad, espiritual, se convierte en una relación entre el exterior y el interior
olor, talla, etcétera). Así que estamos hablando del "gesto escritura}" y del sujeto. Le Breton (2013: 8) explica que:
no sólo del dibujo. Un gesto implica un movimiento ffslro y Aomático.
78 Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 79

La piel es lugar a la vez de apertura y de cierre ante el mundo, según "Dame tus ideas y yo creaba lagos con cosas ocultas, y a la gente le
decida el individuo. Frontera simbólica entre los adentros y el afuera, gustaba mucho. Esa fijación de poder ocultar cosas en simbología,
entre el interior y el exterior, entre uno mismo y el otro, es una especie me encanta". Fue así que poco a poco empezó a tatuar las ideas y
de intervalo: marca el límite cambiante de la relación del individuo con creencias de la gente en su piel (Imagen 2). León es de los tatuado res
el mundo. que sí forman sacralidad con la gente que tatúa:

De manera general sus trabajos buscan entender el gusto de los ado­ Lo que sabes y conoces no sirve de nada si no lo compartes. Comparto
lescentes para el riesgo. Lo explica por su necesidad de sentir su cuer­ de lo que sé, de lo que he descubierto y pienso que ésa es una manera de
po (Le Breton, 2004). Ubicar su cuerpo como el anclaje entre el mundo llegar a la gente. Bueno yo grafiteaba, entonces al final descubres que el
grafiti no es tuyo y comienza a pertenecerle a alguien más. Tú no pasas
y el yo es una manera de sentirse vivo en una sociedad dominada por por ahí diario, hay gente que diario pasa, que va por su hijo y a la torti­
lo simbólico: llería. Al final también es la imagen que le das a la sociedad. Entonces
eso es lo que yo trataba de enseñarle, como el "no es tan mal ver las cosas
El repliegue sobre el cuerpo, sobre la apariencia y los afectos, es una malas, [lo] que te han hecho creer que es malo".
manera de reducir la incertidumbre mediante la búsqueda de unos lí­
mites simbólicos que sean lo más cercanos a uno mismo. Es como si sólo
quedara creer y confiar en el cuerpo. La interioridad del sujeto es un EL TATUAJE COMO AGRADECIMIENTO
esfuerzo constante de exterioridad. Hay que verse desde fuera para ser
uno mismo (Le Breton, 2013: 48). La piel protege elyo y empodera al sujeto en su decisión de revelar,
o no, su intimidad interior. El cuerpo y su piel permiten al sujeto
En un contexto tan violento como México, la piel actúa como mem­ existir en un mundo dominado por lo simbólico. Esto es aún más
brana protectora. Se concibe como frontera entre el yo y el entorno importante en cuerpos marginalizados que no cuentan con el capital
urbano. El empoderamiento viene con la posibilidad que tiene el su­ cultural necesario para existir en la sociedad dominada por lo simbó­
jeto de exponer su interioridad o no. Esto es el gesto escritural: lico. En entornos violentos, la corporeidad se vincula con la religio­
sidad popular en la gama de estrategias de protección desarrolladas
El tatuaje es un relato de sí mismo a través de la piel. Pocas son las per­ por los habitantes.
sonas que callan sus marcas. Los tatuados suelen hablar con gusto de La religiosidad popular consiste en una serie de prácticas de sa­
ellas, evocar sus recuerdos, compartir sus experiencias, dar consejos. El cralización, son "los diversos modos de hacer sagrado, de inscribir
tatuaje es una forma de fabricar sacralidad (Le Breton, 2013: 46). personas, lugares, momentos, en esa textura diferencial del mundo
habitado". (Martín, 2007: 77). Lo que predomina en la práctica reli­
Para León, tatuador, es muy importante escribir historias, ideas, giosa mexicana es lo que Mancini (2012) llama la cultura de la re­
creencias en la piel. A los 14 años leyó a Nietzsche, fue su entrada paración. La piedad moralmente gobernada se refiere a la idea de
en un camino constante de descubrimiento por las lecturas: la alqui­ tratar conscientemente de vivir una buena vida sobre la base de un
mia, Epicuro, Jorge Luis Borges, la quija, la física, etcétera. Quería código de conducta para evaluar si un comportamiento es correcto o
representar esas ideas en dibujos y empezó con el grafiti: "Me llamó incorrecto. Por el contrario, en un mundo de reparación, el compor­
la atención el hecho de cómo se podían hacer simbologías de ideas. tamiento y el tejido de la ciudad no se evalúan sobre la base de una
¿Cómo puedes encapsularlo? A mí me gustaba crear todo cso". León norma moral del bien o del mal. No se trata de buscar la perfección,
estudió Ciencias de la Comunicación y de esa eXJlt!rlundü apunta: sino de reparar constante y repetidulnente lo que no funciona. I:s
80 Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 81

un universo pragmático que pretende hacer funcionar, mucho más santo. La manda representa una relación "contractual" con el santo.
que la perfectibilidad propia de la moral católica tradicional. Esto no El devoto pide algo y promete pagarlo si el santo se lo concede. Es un
significa, por supuesto, que la moralidad sea inexistente en la Ciudad pacto. Enredados en las diversas cadenas de fidelidad que gobiernan
de México. Pero en las prácticas religiosas urbanas, no está en pri­ la ciudad, desde el patronazgo hasta el caudillismo, el santo ofrece
mer plano. Lo que está a la vanguardia de estas prácticas religiosas protección a cambio de reconocimiento. Los tatuajes sirven para ha­
urbanas es una relación personalizada con una variedad de santos. cer visible esta gratitud cuando un favor es concedido por el santo.
Suárez (2015) ofrece una tipología muy útil de las prácticas reli­ Marco explica su tatuaje de la Santa Muerte:
giosas en la ciudad. Hay los "innovadores institucionales" quienes
tienen un vínculo sostenido y regular con la institución religiosa y con Ajá, entonces dije: "ahora sí ya creo, ¿sí?". Son señales que a lo mejor
esta base son capaz de reinterpretar a su gusto las recomendaciones para ti, a lo mejor puedes ser escéptica y no crees, pero muchas veces la
gente, así como podría haber sido el Sagrado Corazón, Jesús, Alá, Buda,
oficiales. Hay el "modelo intermedio" de religiosidad popular, en el
alguna señal, pues vas a hacerte más devoto o más fiel. A mí eso fue lo
cual el santo es de origen rural y sus devotos tienen una relación que me pasó. Por eso dije: "me voy a poner [un tatuaje de la Santa Muer­
diferenciada con la institución. Finalmente, existe un "modelo autó­ te] aquí, en el pecho, porque fue la que me salvó".
nomo" que corresponde a una "empresa unipersonal de salvación
cuyo principal capital es la posesión de la imagen; la agenda, el ritmo Marco se tatuó en el pecho a la Santa Muerte, quiere agradecerle por
y el contenido depende estrictamente de su dueño" (Suárez, 2015: haber salvado su vida (Imagen 3). Ahora ella lo acompaña en su piel
223). El tatuaje religioso se practica en los tres tipos de religiosidad y en su taxi. Su devoción es más una acción de agradecimiento; es
popular. No se considera el tatuaje como práctica prohibida porque también una protección contra la muerte que está siempre tan cerca.
los devotos desplieguen una relación flexible y personalizada a los El religioso en México tiene ante todo una relación personalizada con
códigos de la institución religiosa. un santo, sea o no canonizado por la Iglesia católica. Este santo cobra
Por ejemplo, un responsable en el Templo Hipólito, nos comen­ vida en altares, estatuas y tatuajes. Si las prácticas instituidas por la
tó que son "las mismas personas quienes se imponen las mandas", Iglesia católica y la moral que las acompañan están presentes y si los
aclarando además, que "los padres no les dicen que hagan eso". Las sacerdotes están en la vida de las personas, la práctica religiosa se
personas voluntariamente están dispuestas a entregar o donar cosas. vive en primer lugar a través de una relación encarnada con un santo
El responsable explicó que existen "cadenas", que son cartas-oracio­ .al que se le habla. La primera función de estos santos que pueblan
nes con peticiones hacia quienes la portan, como su reproducción y la ciudad es protegerse contra la muerte. Yluego contra todas las
divulgación para evitarles males a los portadores. Se constituye por "averías" que hacen de la Ciudad de México una megalópolis en cons­
una oración e incluye los "antecedentes" es decir, lo que puede pa­ tante reparación: infraestructura deficiente, precariedad económica,
sarles. El responsable del templo describió que crean "caos o como contaminación, enfermedad y violencia.
pánico", porque la gente lo empieza a sentir desde que lo leen: "se La tatuadora Paola recuerda un cliente a quien le tatuó la Santa
ven sus caras de miedo", y eso afecta porque en principio "llegan a Muerte:
la iglesia como una necesidad".
Para la mayoría de los participantes de nuestra muestra, tatuarse Le dolía demasiado. La gente con la que venía le decía: "ay, no duele tan­
una imagen de la Santa Muerte, las manos de perdón, San Judas Tadeo to", y él decía: "es que sí me duele, no pues, todo por tardarme". Su dolor
o la Virgen de Guadalupe es una manera de cumplir una manda. Por lo representaba el hecho de que se tardó en pagar su manda. Y si no les
cada milagro cumplido la gente pone un rosario. un nrreglo de flores duele. pues están tranquilos con su parte espiritual y por su creencia.
o un tatuaje, o al contrario, por cada favor pedido .1 1, adorna al
82 Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 83

protegido del peligro, un lugar para descansar, para bajar a los guar­
De ciertas maneras, el cuerpo se convierte en un altar o depósito dias. Le Breton (2013: 54) explica:
ritual que permite establecer una conexión con lo sagrado. Como
tatuador, José se dibujó un cosechador (reaper) en la mejilla porque En lo cotidiano, el tatuaje se convierte en un objeto de transición. Se toca,
ve su trabajo como un apoyo espiritual: se palpa insistentemente, sobre todo en los momentos de tensión. Car­
gado de significados, ayuda a calmarse, a tomar distancia, a recuperar
Esta es sí es una de mis creencias, en este negocio es como cuando vas la confianza. A veces se convierte en un escudo simbólico que protege
al confesionario de las iglesias. A veces nosotros estamos tatuando y de las amenazas del día a día.
de repente la gente empieza a hablar, a contarte, porqué se tatuaron,
porqué esto, en qué trabajan, qué hacen y si te quedas así de wow. Éste Yllescas (2018: 133-4) lo describe así en su estudio en una cárcel de
se les llama reaper, es como la Santa Muerte cuando vienen y recoge, varones:
así me siento yo, como un reaper, como un comedor de pecados, porque
vienen y te cuentan todo, se descosen. En algunas entrevistas con los internos se les preguntó sobre sus tatua­
jes, y cuando platicaban sobre el significado o la historia de su tatuaje,
lo hacían mientras se lo tocaban o lo acariciaban, dirigiendo su mano
EL TATUAJE COMO PROTECCIÓN y su mirada hacia éste. El gesto corporal era como el del resguardo de
algo de valor, con movimientos sutiles de las manos y la vista, como si
Ya que entre los devotos se dice que si la Guadalupe hace milagros, recordaran algo.
"un paro" sólo lo puede hacer la Santa Muerte.

Alberto Hernández Laura tiene unas letras de la Santa Muerte en su espalda. Ella nos
contaba algo parecido:
La Virgen de Guadalupe -escribe Alfonso Hernández haciendo eco
de un dicho popular- ofrece milagros en un futuro desencarnado. La Julie-Anne: Entonces es algo que le prometiste y después cumpliste con
Santa Muerte, por el contrario, ofrece "el paro" en el presente encar­ el tatuaje, ¿pero también te protege o solamente es agradecimiento, tiene
nado. Entonces, ¿cómo lo hace ella? En su trabajo en una cárcel de una función protectora?
mujeres, Lerma (2004: 128) analiza las creencias en la Santa Muerte: Laura: En mí está presente siempre, porque en mi día a día es ella, en­
tonces los logros o los tropiezos que a lo largo de mis días existen, son
Las presas creen en ella como un refugio, sobre todo porque, asegu­ gracias a [ella]. Yo siempre he dicho que cuando caigo, agradezco, y
ran, es la única que 'cumple caprichos', y es que estar en un lugar lleno cuando me levanto, agradezco de alguna forma. Ella siempre, yo soy
de incertidumbre, donde la liminaridad absorbe y vivir es como estar pues fiel devota de ella, entonces de alguna forma si está en mi día [a]
muerto, creer en la Santa Muerte es aferrarse a quien sí las comprende. día, a pesar de que lo traigo en un lugar que no es visible y que podría
ser que con los días se me olvide, no es así.
Un tatuaje religioso no es sólo el resultado de un agradecimiento por
un milagro o favor obtenido. También sirve para proteger, es decir, Jorge Luis se tatuó las manos de Fátima en su antebrazo derecho.
anticipar el peligro. La piel se convierte así en un escudo. La imagen Explica que escogió esta imagen:
del santo sobre su piel construye un refugio. Un refugio CH un lugar
Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 85
84

Como símbolos de protección, yo soy muy miedoso a que me pasen las heterotopías callejeras, los altares materializan una frágil frontera
cosas. Estuve mucho tiempo en riesgos potenciales y dije eso sí [las ma­ entre la vida y la muerte, la presencia y la ausencia, la pobreza y la
nos de Fátima], eso lo usan en la cultura hindú en las entradas, es sím­ riqueza. El simple hecho de cruzar estas heterotopías por la acera
bolo de protección ante malas vibras, esas cosas. atrae la atención de los peatones, sean creyentes o no.
De manera comparable, los cuerpos tatuados por imágenes re­
Cuando le pregunté si lo tocaba, si tiene miedo, respondió: "Pues ligiosas actúan como heterotopías. El tatuaje deposita en el cuerpo
siempre lo traigo presente, por eso elegí el antebrazo. Es la parte un lenguaje diferente, enigmático, codificado y sagrado. Los tatuajes
más visible, como sea sientes que de alguna forma, mentalmente, acompañan a los individuos en su día a día, como objetos de transi­
psicológicamente sí te ayuda un poco. Tú le das el poder". Al tatuador ción. Procuran alivio y refugio. En ambientes violentos, los tatuajes
José, quien practica la santería, son sus collares los que lo protegen religiosos tienen una función protectora en la vida diaria.
todos los días. Hablando de sus collares, cuenta: Adicionalmente, tienen una función de empoderamiento. El em­
poderamiento proviene de dos fuentes. En primer lugar, los tatuajes
Hasta te previenen de peligros. Es chistoso porque se empieza a oír así religiosos se hacen a menudo para agradecer a un santo por un favor.
(ruidos de collares), como si estuvieran jugando con ellos, o te empie­ La religiosidad popular urbana es ampliamente reconocida como em­
zan a pesar mucho, y hay veces que los traes todo el día y como si nada,
poderadora porque desafía la obediencia apática a las instituciones.
como si ni siquiera los trajeras puestos. Es muy, como ahorita por decir,
lo siento pesado, pero pues es lo mismo, ahora ando todo crudo de ayer, En cambio, después de Suárez (2015) y Martín (2007), la religiosidad
me agarré la jarra con mi hermano, pues sí. Es te digo, muy padre, muy popular se expresa a través de la reapropiación, la creatividad y la
bonito todo esto y pues te digo hay veces hasta los mismos Santos te flexibilidad con los textos y las autoridades religiosos. Es una ma­
mandan tatuarte, lo que son ya sea su signo o tu signo, lo que te salga nera de llevar la fe muy cerca del hogar y al cuerpo. La religiosidad
en la consulta. popular funciona a través de procesos de materialización de la fe, en
la decoración del hogar, de la calle o del cuerpo, en la producción de
Con una imagen espiritual, la piel protege, acompaña, cuida y calma. exvotos, en la compra o el intercambio de objetos como estatuas, sus
Los tatuados muestran una gran satisfacción al poseer el santo en su vestidos, aceites, velas, etcétera.
cuerpo. Lo habita. Es una forma de recordar, de perpetuar el pasado Los tatuajes son a menudo pagos de favores generados por una
vivido y trascender este plano (Imagen 4). relación personalizada y contractual con el santo. Estas cadenas de
fidelidad y relaciones contractuales de protección están profunda­
mente arraigadas en zonas marginadas donde el clientelismo y pa­
CONCLUSIÓN tronazgo forman parte de la organización de la realidad cotidiana. Si
estas cadenas de fidelidad producen abusos de poder, a menudo dan a
Los tatuajes son manifestaciones visibles de la violencia urbana. Al los marginalizados un espacio de negociación donde las instituciones
revelar cómo las personas aseguran amparo y protección, visibilizan formales (religiosas u otras) no permiten la autonomía de sus sujetos.
la violencia. Al igual que los altares callejeros, los tatuajes pueden En segundo lugar, los tatuajes religiosos son empoderadores por­
considerarse heterotopías. Las heterotopías son lugares que acogen que son el resultado de un gesto escritural. El gesto escritural es un
lo imaginario, lugares donde la "magia" se materializa en ruptura con concepto que enfatiza el acto encarnado de escribir sobre la piel.
el pragmatismo cotidiano de la reparación. Es precisamente la pre­ Ungesto involucra al cuerpo de manera visible: vómitos, escalofríos,
sencia de tantas heterotopías en la Ciudad de México lo que permite sentirse atraído o asqueado, sangrado, sentir el dolor de la aguja,
que los habitantes vivan con la muerte, tan cerca y tun u dlnrlo. Como sudor en el tatuaje. En lugar de centrarse únicamente en lo que se
86 Cuerpos memorables La piel protectora en entornos urbanos violentos 87

representa en la piel (la imagen y su iconografía), analizar los tatuajes (desciframiento). Se tiene más bien que entender con y por los sen­
como gestos escriturales implica ser sensible al elemento somático de tidos que revela.
los tatuajes (cómo vive la imagen a través del cuerpo: las posturas, los
estiramientos, el sudor, la ropa, el color de la piel, los vellos, el tocar­ BIBLIOGRAFÍA
se el tatuaje con el dedo). A través de este concepto, se entiende que
los tatuajes representan la propia identidad en la piel, es decir, una Alvarado Mendoza, A. (2014). Los jóvenes, la violencia y la interacción
representación léxica para un público externo. También se entiende con la policía en la Ciudad de México. En A. Alvarado Mendoza
que exterioriza la intimidad, la espiritualidad, el yo. Es un concepto (Coord.), Violencia juvenil y acceso a la justicia en América Latina.
que trabaja sobre el doble registro de lo cognitivo (representaciones) Tomo II México (pp. 223-295). Ciudad de México: El Colegio de
y lo pre-cognitivo (encarnado). México.
Los tatuajes son gestos escriturales en los que la piel revela su Arboleda Gómez, R. y Hernández, L. M. (2017). En Medellín, una isla
interior. La decisión de producir tal revelación es poderosa porque llamada Centro: posibilidad para corporeodades otras. En Nóma­
es transgresora. En nuestras entrevistas, muchos hablaron de los das, 47, 153-171.
persistentes efectos discriminatorios de los tatuajes, que siguen es­ Boudreau, J. A. (2018). State theory from the street altar. The muscles,
tando asociados con la prisión, las clases bajas y los herejes. Pero the Saint and the amparo. En International Journal o[ Urban and
todos coincidieron en que la estigmatización estaba disminuyendo, Regional Research. DOI:10.1111/1468-2427.126~4
aunque de manera desigual. Un hípster de clase media puede tener Cifuentes, A. S. (2011). Cuerpos que narran: la práctica del tatuaje y el
tantos tatuajes como quiera y esto no le impedirá encontrar trabajo. proceso de subjetivación. En Diversitas, 7(1), 179-191.
Pero para las personas marginadas, los tatuajes pueden seguir siendo Ferreira, V. S. (2007). Politica do carpo e política de vida: a tatuagem
una barrera para el trabajo o una razón para sentir miradas de des­ e o body piercing como espressao corporal de urna ética da dissi­
aprobación en el metro. Esta discriminación se inscribe en una larga dencia. En Etnografica. Revista do Centro em Rede de investiga~ao
historia de control del cuerpo. Desde la época finisecular en México, em Antropologia, 11(2), 291-326.
los tatuajes generaron los primeros registros de individualización Foucault, M. (2010). El cuerpo utópico: las heterotopías. Buenos Aires:
delincuencial. Eso produjo un dispositivo de comparación visual uti­ Nueva Visión. Traducción de Le corps utopique; suivi de Les hété­
lizado por los médicos legales y los criminólogos. Pero como bien lo rotopies, París: Éditions Lignes.
concluye Luévano (2016: 126): Ganter, R. (2005). De cuerpos, tatuajes y culturas juveniles. En Espacio
abierto, 14(1), 25-51.
El tatuaje como gesto escritural y como gesto estético resulta más un Hernández, A. (Coord.). (2017). La Santa Muerte: espacios, cultos y
lenguaje de comprensión que de desciframiento, advierte las relaciones devociones. Tijuana: El Colegio de la Frontera Norte y El Colegio
entre la memoria sentimental y emocional con los deseos de figurar o
de San Luis.
desfigurar en tinta un evento del pasado traído al presente desde la piel.
Es la historia del cuerpo, su territorialidad y su habitación. Jones, G. A. Y Rodgers, D. (Coords.). (2009). Youth violence in Latin
America. Gangs andJuvenile Justice in Perspective. New York: Pal­
Si los médicos, criminólogos y otros representantes de las autoridades grave Macmillan.
pueden clasificar los tatuajes buscando información y control de los Kessler, G. (2018). Muertes que importan. Una mirada sociohistórica de
transgresores, el tatuaje no solamente se puede leer cognltlvamente casos que marcaron la Argentina reciente. Buenos Aires: Siglo XXI.
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Llbros.
88 Cuerpos memorables

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Imagen 1. Exvoto del barrio bravo de repito. Daniel Vilchis, 201 7.


~ Imagen 2 .
Tríptico
8. Escáner de
antebrazo der echo
(imagen izquierda);
retrato de León
(arriba derecha);
colonia Progresista
en Iztapalapa
(abajo der echa).

~ Im age n 3 .
Tríptico
1. Escáner de br azo
izquier do (imagen
izquierda); retrato
de Mar co (arriba PRÁ CTICAS ARTÍSTICAS

derecha); sitio de
taxis en Ciudad DE VISIBILIZACI ÓN y MEMORIA

Azteca, Ecatepec
de Morelos (abajo
derecha).

~ Imagen 4. Tríptico
4. Escáner de
pantorrilla
derecha (imagen
izquierda); retrato
de Paola (arriba
derecha); calle a las
afueras de la UAM
Iztapalapa (aba jo
derecha).
La ropa como valor indicial de la violencia

en el arte contemporáneo

CAROLINE PERRÉE 1

ARA EL PASEANTE FLANEANDO POR el campo, el descubrimiento de


P una prenda abandonada al rodeo de un camino constituye sólo un
objeto residual perdido. Para los miembros de una familia mexicana
que buscan a uno de sus parientes desaparecidos en el contexto de la
violencia actual, esta prenda toma la forma de un vestigio, un rastro
de presencia, una reliquia del ausente. Restaura la esperanza porque
es la señal de que la persona buscada ha pasado por este lugar, que
quizás no esté muy lejos. Pero al mismo tiempo, su abandono preocu­
pa porque señala la ausencia del cuerpo, ya que la prenda arrojada
al suelo está vacía, sin forma, sin vida para animarla.
La vestimenta en la búsqueda de los desaparecidos establece una
dialéctica presencia-ausencia, que reviste un valor testimonial de la
desaparición. En la visibilización de la violencia, la ropa nos enfrenta
a la paradoja de un elemento creado para cubrir el cuerpo pero de­
nuncia su ausencia. De hecho, la ropa aislada, sin usar y abandonada
adquiere en ciertos contextos un valor índicial de la violencia ejercida

1 Caroline Perrée es doctora e investigadora en Historia del Arte en el CEMCA


(UMIFRE 16 MEAE CNRS. Ciudad de México). Sus investigaciones se inscriben
en el campo de la antropología de la imagen, en el análisis de las prácticas e
imágenes religiosas, sus interacciones con la creación artística contemporánea
a través del cuerpo, sobre todo en México. Es especialista del objeto votivo, su
preservación y su museografía como objeto no litúrgico ni estético. Trabaja en
general sobre la cuestiones de temporalidad en el arte a través del análisis de
las continuidades y de las subversiones en la creación de las imágenes. Última
publicación: Perrée, C. 2018 "«De l'exposition au bazar: les pérégrinations
de I'ex-voto a San Juan de los Lagos, Mexique», Techniques & Culture 70
"MLlt~rlallser les déslrs".
94 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 95

contra el cuerpo, porque señala su desaparición. Como la foto es un último, el índice se define como un signo que se refiere a un objeto
certificado de presencia, ya que también tiene un valor testimonial que denota, porque se ve afectado por este objeto. Si los elementos
de "eso-fue" (Barthes, 1970), la prenda sin cuerpo es un certificado de comunes unen el objeto y el índice, de modo que es posible que el
ausencia de una presencia que ha sido. Es el signo de una presencia y primero modifique al segundo, su relación no se basa en su única
al mismo tiempo de su ausencia. Es porque encarna esta ambivalen­ semejanza, que es el caso del ícono peirciano, sino en el hecho de
cia que se utiliza en el arte contemporáneo, cuando está interesado que el índice se modifica físicamente por el objeto. Ésta no existe
en las tragedias de la historia y sus heridas colectivas. independientemente del cuerpo, excepto cuando se pone a la ven­
¿Dónde está el cuerpo que antes usaba esta prenda? Esta pregunta ta. Posteriormente, debido a que está hecho para ser usado, toma la
está martilleada por las familias que se interrogan sobre el destino forma del cuerpo que lo viste. En contacto con el cuerpo, la prenda
de sus desaparecidos: "¿Dónde están?". Esta brecha es el punto de es antropométrica porque moldea en sus pliegues la impresión de la
partida para una reflexión de los artistas, quienes usan la ropa para forma del cuerpo.
denunciar la violencia hecha al cuerpo social, a través del cuerpo Una de las condiciones de la indicialidad según Peirce reside en
individual, víctima de tragedias colectivas. Las obras de Christian la relación de contigüidad entre el signo y su objeto. En el caso de la
Boltanski en torno a la Shoah, Marie-Ange Guilleminot en Hiroshima ropa, esta relación es metonímica porque la forma evoca al cuerpo en
y Ernest Pignon Ernest en la Resistencia durante la Segunda Guerra su totalidad. Incluso separados, el cuerpo y la ropa siguen mantenien­
Mundial ponen en juego esta dimensión visual que resulta de un con­ do un vínculo, porque estuvieron en contacto una vez. La prenda sola
tacto con un cuerpo físicamente ausente pero presente en un modo convoca la imagen de todo el cuerpo y conserva su huella táctil. Es
fantasmal. una reliquia del cuerpo perdido. Es en este sentido que su presencia
Mientras que en el México contemporáneo, el trabajo de Teresa señala una ausencia.
Margolles utiliza el símbolo del sudario para presentificar la violencia Hecha a semejanza del cuerpo y ligada a ella por la contigüidad, la
actual. Todas estas obras plantean la siguiente pregunta: ¿cómo el va­ prenda comparte muchos puntos en común con la imagen religiosa
lor índicial de estos tejidos corporales permite visibilizar la violencia hecha en la imagen de la divinidad, en los usos que se hacen de ésta.
que se hace al cuerpo? Responderemos enfocándonos primero en el De hecho, al centrarse en el propósito del objeto prenda, uno se da
estatus de la prenda que, como el cuerpo crístico, se presenta como la cuenta de que es en los estudios religiosos que adquiere importancia,
encarnación de una ausencia. Luego veremos cómo la prenda impone mientras que su estudio se limitaba con demasiada frecuencia a su
la presencia de un cuerpo fantasmal en el trabajo de Boltanki y Ernest única función social (Barthes, 1957). El estudio que Gil Bartholeyns
Pignon Ernest. Su relación de contigüidad con el cuerpo lo convierte dedica a la ropa de los siglos XIII al XIV (2007) Yel trabajo de Marlene
en una segunda piel para tejer una estética del malestar en la obra Albert Llorca sobre prácticas devocionales alrededor de las estatuas
de Teresa Margo~}es, mientras que su objetivo es proteger y sanar en de vírgenes (Albert Uorca, 1995), recuerdan cómo se relaciona la ropa
la obra de Marie-Ange Guilleminot. con la encarnación. Debido a que funciona como un duplicado del
cuerpo, constituye un operador privilegiado, al menos como un ele­
mento energético en la dinámica de la interdependencia entre el alma
LA PRENDA, LA PRESENCIA TÁCTIL y el cuerpo del individuo (Bartholeyns, 2007). Esta energía funciona
Y VISUAL DEL CUERPO AUSENTE en el sentido propio cuando la vestimenta, la del creyente como la de
lo divino, está en contacto con el cuerpo que se considera sagrado,
;.Por qué atribuir a la prenda un valor de índice all't'I't'l'inw a la ter­ porque la tela se convierte en un vector de su poder milagroso de
minología de Peirce (197H)? r:n la semiologín dcsnrroU"du por este acuerdo con un principio de contigüidad. De hecho, no hay nada que
96 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 97

ver en estas telas pero, por contacto, están "cargadas" con el mismo tiempo que atestiguan su realidad. Por lo tanto, el estudio de Georges
poder que contiene el cuerpo (Belting, 2007). Didi-Huberman (1997) de la huella como el contacto de una ausencia,
Debido a que el cristianismo se basa en el misterio de la encarna­ que establece una relación con el tiempo en el modo de la obsesión,
ción, da lugar a una cultura material, a partir de la cual se desarrollan es esclarecedor del valor de la prenda.
las prácticas devocionales, lo que nos permite comprender mejor el De hecho, conserva en su forma y en sus pliegues la huella de un
uso de la ropa en el arte. Antropométrico, la prenda está hecha a la cuerpo irremediablemente perdido bajo la influencia de la violencia
imagen del cuerpo, se parece a él; puesto, se mantiene en contacto con que se le hace. Un cuerpo que nos hace una señal desde su ausencia a
el cuerpo. Su uso en el arte se basa en este doble principio de similitud través de un objeto que oscila entre la solapa, el vestigio y la reliquia.
y contigüidad, que acerca la prenda a la imagen-objeto descrita por y es este carácter residual el que diferencia la prenda de la huella,
Jéróme Baschet para explicar los usos de la imagen religiosa (Baschet, ya que ésta logra un resultado que perdura y "una marca duradera"
2008). Como se parece a una figura divina y teje una red de relaciones, (Didi-Huberman, 1997: 22), mientras que la materialidad de la prenda
que pasa por diferentes manipulaciones corporales táctiles, la imagen es vulnerable. Está sujeto a desintegración orquestada por el trabajo
está dotada de una agencia para hablar como Gell (1998). del tiempo. Es el momento en que interviene la práctica artística para
La prenda del cuerpo violentado también es activa porque perma­ preservar la presencia de la ausencia del cuerpo, cuya vestimenta
nece "cargada" con la violencia de la que es el índice. No es casuali­ es el índice. Boltanski compra ropa usada, Marie-Ange Guilleminot
dad que en México las familias de las víctimas no se queden con esta rehace ropa nueva en el modelo de la ropa atomizada de Hiroshima,
ropa cuando las autoridades policiales las devuelven. 2 Todavía está Ernest Pignon Ernest dibuja sudarios laicos que son tantas presencias
"cargada" hasta el punto de que no desean mantenerlos como si algo fantasmales. Por otro lado, cuando ella trabaja sobre la actualidad, la
del crimen todavía estuviera actuando. Las familias, al contrario, con­ práctica artística integra los vestigios de los muertos, que son tantos
servan los objetos y la ropa antes de la desaparición, los del cuerpo ready-mades para presentificar la violencia. Así Teresa Margolles usa
sano, dejados en sus habitaciones tal como están, mientras esperan las telas usadas para envolver los cadáveres encontrados en la escena
el regreso de los desaparecidos. 3 de ajustes de cuentas del narcotráfico. El arte conserva las huellas de
La semejanza inducida por el contacto de la prenda recuerda a la lo que el tiempo destruirá irremediablemente. La práctica artística
huella iconográfica de la cultura cristiana occidental, la del sudario toma la forma de un relicario exhibiendo lo memorable. Pero lejos
de Turín: el tejido en el que aparece un rostro atribuido a Cristo antes de una práctica que petrifique la memoria, la instalación la activa
de su crucifixión y su suposición. La materialidad textil de los sufri­ tejiendo una estética relacional (Bourriaud, 2001) con el receptor.
mientos del Cristo exhibe una violencia hecha al cuerpo, que también La ropa, aún frágil, lleva las marcas de violencia, por lo que las
tiene un valor testimonial, la de la encarnación. El cuerpo violentado familias no quieren conservarla. Retiene en sus pliegues el crimen
del siglo xx se impone en un modo crístico: es un cuerpo marcado que ha hecho desaparecer el cuerpo, imponiendo una presencia que
por la violencia infligida por otros y que ha desaparecido, pero cuya nunca deja de recordar un pasado doloroso. Exhibe una imagen dia­
presencia continúa en forma de vestigios, que señalan su ausencia al léctica en el sentido de Benjamin porque configura tiempos hetero­
géneos (Didi-Huberman, 1997: 17). Es un "presente reminiscente",
como dice Pierre Fédida (Fédida, 1985), de un pasado a flor de piel
2 Gracias a Emilie Barraza (periodista) y Ludovic Bonleux (cineasta) por la que "trabaja" y que lo mira, porque lo obsesiona.
información sobre las familias de los desaparecidos en México.
3 Gracias a Fabiola Rayas Chávez (artista) por esta informacle/m 1'C'('opllndn como
La ropa ordinaria, incluso trivial, tiene un poderoso poder de evo­
pnrte de su obrn Performance del caminar con las fnl1\lIln~ de' dC'Nullun'ddos caCión, por 10 cual la práctica artística la utiliza para dar cuerpo a la
del culectlvo "F'nmlllnres cumlnundo por Justldu" de' MldICUH'AIl, violencia. Captura la mirada del espectador, porque está "cargada"

- -------- -- - ---- --- -_______ __ __ __ _ ___ _ __ _--L_


98 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 99

con una presencia sufriendo, de la cual emana un aura que, como lo tiva que le dedica el Grand Palais de París en 2010. Personnes (Imagen
numinoso, inspira misterio y terror (Otto, 1968), y que engendra una 1) reúne acumulaciones de cientos de ropas, como tantos desapare­
relación de contacto y de distancia. A diferencia de la huella fija y cidos convocados por el único poder metonímico de la vestimenta
circunscrita, la prenda evoca una presencia intermitente, una som­ capaz de hacer regresar a los muertos entre los vivos.
bra del pasado en la actualidad, una ondulación inquietante porque La instalación así puesta en escena remite al visitante a la Shoah,
se mueve, no tiene forma y está viva, aunque haya desaparecido. no al evento, sino a sus consecuencias: la muerte y la desaparición de
Es esta desaparición fantasmal que los artistas tratan de fijar en su millones de personas, que atormentan el periodo de posguerra y la
presentificación de los estigmas de la violencia. infancia del artista. Como lo relata su sobrino Christophe Boltanski,
el padre del artista escapa de las redadas de judíos en París gracias
a un espacio acondicionado dentro del apartamento familiar, en el
EL CUERPO FANTASMA:
que se esconde durante la guerra (Boltanski, 2015). Al final de ésta, la
VESTIMENTA, UNA PRESENCIA OBSESIVA
familia Boltanski recibe visitas de quienes sobrevivieron a los campos
CHRISTIAN BOLTANSKI: ACTIVAR LA MEMORIA SENSORIAL
de exterminio y cuentan historias de sombras. Estos cuerpos ausentes
son omnipresentes en la obra del artista, bajo la forma de fotografía
Christian Boltanki (París, 1944) es un artista visual francés que, desde y vestimenta:
finales de la década de 1960, abandonó la pintura para crear a partir
de otros materiales pobres, como el cartón, las bombillas y los obje­ A menudo he usado miles y toneladas de ropa usada. Veo una gran re­
tos no estéticos dispuestos en forma de instalaciones. Su trabajo se lación entre una prenda usada, una fotografía y un cadáver. En los tres
centra en el individuo, lo que quedará después de la muerte ya que casos, hubo alguien y cada vez el objeto se refiere a una ausencia, a un
la historia no recordará los nombres de los anónimos que somos. El sujeto ausente (Boltanski, 2002: 267)4.
artista luego se involucra en un trabajo contra el olvido al preservar
objetos conmemorativos como fotografías y ropas, que son tantos los La intención del artista es explícita: la foto o la prenda reemplaza al
residuos catalizadores de recuerdos. cadáver definitivamente ausente, son sustitutos eficaces de su carác­
La práctica artística los salva del olvido al exponerlos a los espa­ . t er metonímico que ponen en juego una semejanza y un contacto con
cios y dispositivos museográficos. Boltanski comienza reinventando el cuerpo que ya no existe. Como la foto que atestigua a un "eso-fue"
su biografía y esta oscilación entre la verdad y la ficción lo impone (Barthes, 1980), la prenda abandonada adquiere el valor testimonial
como uno de los representantes de la corriente de las "mitologías de algo que ya no es: "La fotografía de alguien, una prenda o un ca­
individuales" en los años setenta. Luego se interesa por los objetos dáver son casi equivalentes: había alguien, hubo alguien, pero ahora
de las personas desaparecidas, que expone en una especie de museo se ha ido".5 La foto y la ropa establecen una dialéctica ausencia/pre­
personal retomando los dispositivos específicos para la colección y la sencia para evocar las sombras de la Shoah.
museografía, como escaparate, archivo, reservas. Estos modos de ex­ Si la ropa como las fotos son las de anónimos no relacionados con
posición presentan objetos que, incluso de manera individual, tienen el genocidio, es porque Boltanski no trabaja sobre el Holocausto sino
un fuerte impacto emocional porque se encuentran con la memoria
colectiva gracias al dispositivo de la instalación, que es central porque
participa plenamente en la elaboración y la recepción del trabajo. 4 Las traducciones son mías.
S .Christian Boltanski, Dossiers pédagogiques -Collections du Musée, Centre
Gradualmente, la desaparición, asociada con la muerte, ocupa un Pompidou. Recuperado de: http://mediation.centrepompidou.fr/educatlon/
lugar preponderante en su creación, como lo demuestra la retrospec- ressources/tNS-DOI;rANsKI/ENs-boltansk1.htm

~-------_._--------_. _ - ----------- - - .. -.. . -_......-... _.. _-- ­


100 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 101

en lo que queda de él, es decir, en las reliquias de muertes que trata en plural designa en francés a varias personas vivas, pero en singu­
recordarnos con un trabajo de memoria. Esto no debe tomarse en lar significa ausencia. Por otro lado, los altavoces están colocados en
el sentido de Freud (2004) como una separación progresiva con el postes que enmarcan cada cuadrado de ropa y emiten la grabación de
objeto perdido aceptando su desaparición y desprendiéndose de los ruidos de los latidos del corazón. El espectador escucha el ritmo
él, sino como un dispositivo concebido para trabajar al espectador de la vida al observar la vestimenta que es el índice de la muerte,
en el sentido de atormentarlo, obsesionarlo. El artista no experimentó como si al escucharlo rehace vivo lo que irremediablemente ha desa­
el Holocausto, su memoria es incompleta, fragmentaria e indirecta, parecido. La dialéctica presencia-ausencia está organizada por toda
luego solicita la del receptor a través de una instalación, que activa la instalación, incluido el título y la recepción. El artista teje con su
una memoria imaginativa y reactiva al perseguir lo que sólo evoca receptor una estética relacional del malestar, que lo obliga a recordar
la obra. Es una memoria sensorial individual, que se pone en movi­ estos miles de anónimos por un trabajo de memoria, solicitando todo
miento al desencadenar un conjunto de sensaciones corporales y que su cuerpo mediante el despertar de las sensaciones de la memoria.
se encuentra con la memoria colectiva atormentada por imágenes de El arte de la posguerra permite pasar de un deber de memoria a un
archivos históricos. trabajo de memoria, no concebido como un trabajo sobre el modelo
Como son visuales, las prendas apiladas evocan las que quedaron de Ricreur (2000), sino como la implementación de un tormento y
en la entrada de las cámaras de gas. El título Réserve Canada (1988) se una obsesión.
refiere explícitamente a los almacenes de ropas llamados "Kanada" El artista es el creador de monumentos no conmemorativos pero
por los nazis. Por su textura material y su olor a rancio, la prenda memoriales, porque el trabajo de la memoria invita a una meditación
solicita el sentido del olfato y el tacto, acompañados por la sensación activa. Los lugares son esenciales en esta puesta en escena de la me­
de frío que experimenta el espectador al vagar entre los pasillos de la moria, al artista le gusta exponer en capillas, su madre era católica,
instalación de ropa Personnes de 2010 (Imagen 1) en el Grand Palais. sus referencias también lo son. El Holocausto no tiene tumbas para
Dispuestas en cuadrados en el suelo, las ropas recuerdan a una vasta recogerse, sólo monumentos conmemorativos. A diferencia de los mo­
fosa común, en la que el espectador está inmerso, confrontando su numentos a los muertos que osifican la memoria en un pasado inerte,
cuerpo vivo con la presencia palpable de la muerte encarnada por la el arte de Boltanski despierta este pasado, lo vuelve accesible, por no
ropa. Es el contacto que diferencia la foto de la prenda: "El objeto está decir, palpable. Y la prenda es un "actante" (Greimas, 1976) mayor
del lado de la intimidad, el tacto, la fotografía del campo de represen­ en este trabajo de rememoración porque está del lado de la muerte
tación", dice el artista (Blistene, 1984)6. Por el poder metonímico de la y la vida, es un vector de presencia que actualiza la ausencia gracias
contigüidad con el cuerpo, la ropa hace aparecer la presencia de los al dispositivo de la instalación.
desaparecidos en medio de los vivos. Cientos de ropas son tantas reli­
quias que no tendrían más poder que luchar contra el paso del tiempo
activando un recuerdo y una imaginación dirigida por los sentidos. ERNEST PIGNON ERNEST:

En la obra de Boltanski, la ropa multiplicada por cientos evoca la EL TIEMPO DE LOS CUERPOS DE FANTASMAS

muerte masiva y mecánica, orquestada por los nazis, representada


por la grulla que amontona la ropa en Personnes. Sin embargo, la Ernest Pignon-Ernest (1942) es un artista francés que a veces es pre­
instalación realiza una recepción en el modo dialéctico de ausencia y sentado como un pionero del arte callejero, porque sus dibujos invier­
presencia, y esto en varios niveles. Por un lado, el título Personnes, que ten en las paredes de las calles de todo el mundo. Pero su trabajo está
más cerca del dibujo que del graffiti porque no trabaja en la pared
6 1.0R traducciones son m'os. sino en papeles que están pegados, después de haber sido trabajados
102 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 103

con carbón o lápiz, en una ciudad. Un lugar, una imagen, el encuen­ sual se forma entre las paredes y los transeúntes a través del cuerpo
tro es recíproco. La imagen inscrita en el dispositivo de la ciudad se de las imágenes.
manifiesta en la esquina de una calle como una aparición. El trabajo El trabajo de Ernest Pignon-Ernest ofrece la paradoja para nuestro
del artista es del orden de una revelación latente pero no visible, propósito de una práctica que no usa la materialidad de la prenda,
la desvela mostrando las Verónicas urbanas de personas famosas y pero sus siluetas vestidas o envueltas con jirones son tantas presen­
seculares, "íconos paganos" como los llama Michel Onfray (Onfray, cias vivas, como si la prenda trajera vida nuevamente a estas sombras
2003). Invertido por su presencia, el muro es el lugar de una epifanía de un extraño y familiar realismo. Su poder metonímico establece un
efímera que se manifiesta en una relación visual pero también táctil. contacto tanto visual como táctil: la persona está, podemos tocarla.
El suave papel blanco entra en contacto con la pared. Se adhiere a Los napolitanos no se equivocan cuando abrazan la imagen de esta
su espesor epidérmico comulgando con las escorias y las fallas de las anciana muerta, guardiana de una imagen del artista dibujada en
piedras. A su contacto, se deshilacha como una piel que está desinte­ una mesa. A su muerte, Ernest Pignon-Ernest dibuja a la mujer y pega
grándose, la de la imagen que será devorada por el trabajo del tiempo. su retrato en la pared. "La televisión alemana me envió una película
La imagen se revela como un cuerpo frágil, que nos conmueve donde vemos a la gente en la calle que pasa y besa el dibujo de la
porque nos devuelve a nuestra condición de mortales condenados a anciana".7 En medio de las imágenes piadosas de la ciudad, el dibujo
desaparecer. Semejante y escultural, la imagen del artista recuerda de la anciana también se convierte en un ícono activado por rituales
al imago romano, estas máscaras mortuorias impresas en el rostro del tacto, que lo transforman en un objeto-imagen (Baschet, 2008).
de los muertos y que les sobreviven (Belting, 2007). Está dotado de una eficacia de acciones sobre quien lo mira tejiendo
El artista hace regresar entre los vivos la presencia de los desapa­ entre él, la ciudad y el flaneur un conjunto de relaciones sensoriales,
recidos, que son tantas sombras de la ciudad, de sombras encarna­ corporales y emocionales. La obra del artista inicia una obra física
das de la ciudad: Caravaggio es indisociable de Nápoles, Rimbaud de en su realización, "fundir físicamente la imagen en ellugar"8, dice,
Charleville, Pablo Neruda de Santiago, Pasolini de Roma, Mahmoud como en su recepción.
Darwich de Palestina, etcétera. La ciudad pone en escena una deam­ El trabajo, efímero pero notable, evoca la epifanía de imágenes reli­
bulació n de imágenes memoriales que cobran vida, ya que generan giosas cuyo modo de ser involucra una dialéctica ausencia-presencia.
recepción activa: ver a Rimbaud o a Neruda, es escuchar sus versos. El Pero la imagen de Ernest Pignon-Ernest coquetea con la apariencia
artista es aficionado a los poetas y creadores singulares, cuyas voces religiosa. Está más cerca de la huella del manto crístico marcado por
se escuchan desde las grietas de las paredes. Ernest Pignon-Ernest la semejanza y la materialidad táctil del sufrimiento del cuerpo cru­
también exhibe a anónimos, que son todas las víctimas de los horro­ cificado. Su trabajo es una epifanía de un cuerpo encarnado extinto,
res de la historia, sus omisiones, sus violencias sociales y su indiferen­ que regresa entre los vivos en el modo de dolor. Y esta presencia
cia: los muertos por sida en Soweto, los desalojados, los inmigrantes, parece aún más efectiva cuando la imagen oculta la semejanza para
los abortos ilegales, los desempleados. Su obra está obsesionada por dejar lugar a la sola huella del cuerpo, que puede adivinarse a través
una memoria histórica y social, que se manifiesta bajo la forma de un de la materialidad de los pliegues de una tela dibujada. La huella,
cuerpo que sufre. Son hordas de siluetas que emergen de sus manos en trompe-l'oeil, adquiere su valor metonímico en la serie Linceul de
e invaden los muros de las ciudades por su presencia lancinante, su 2012 (Imagen 2).
figura obsesiva. Sus serigrafías son de un realismo impactante, que
el artista busca al convocar la potencia de la semejanza: la de una
7 Entrevista del artista sobre el sitio siguiente: https://www.lcem-pedagogie­
figura repetida de una calle a otra, un paso de pared qu., nos fija. y freinet.org/node/22670. I.n~ traducciones son m{n~.
nos hace levantar la vista por su presencia auráticu. Una relación vi- 8 Ibidtm.
104 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia lOS

En 2012, Ernest Pignon-Ernest está invitado junto con otros artis­ vas pegadas sobre lugares inmemoriales, el artista crea monumentos
tas a invertir la prisión de Saint-Paul en Lyon, que será destruida. El movedizos que atormentan la memoria del espectador.
lugar está poblado por sombras, las de los resistentes de la Segunda
Guerra Mundial, Jean Moulin, Raymond Aubrac y Berthy Albrecht,
por nombrar algunos, y sus torturadores, entre otros, Klaus Barbie. El EL CUERPO POR CONfACTO: LA TELA A FLOR DE PIEL

artista rinde homenaje a los anónimos de este Ejército de las sombras UNA ESTÉTICA DEL MALESTAR: TERESA MARGOLLES

que fue la resistencia, y cuya película de Jean-Pierre Melville presenta


no como figuras heroicas individuales, sino como seres enfrentándo­ Teresa Margolles (1963) es una artista visual mexicana que creció en
se con decisiones de circunstancias, a menudo inhumanas, que hay Culiacán, Sinaloa. Esta capital del narcotráfico ha afectado su obra
que tomar en nombre de una lucha colectiva, la única condición para tanto temática como plásticamente. Su trabajo trata con la violencia
recuperar una libertad común. Esta es la razón por la cual los suda­ actual y todo su vocabulario plástico es metonímico de la materiali­
rios no muestran ninguna cara, recordando también que muchos de dad a través de la cual se manifiesta: vidrios rotos de coches acribi­
los resistentes de la prisión de Saint-Paul fueron guillotinados. La llados, sangre, órganos, cadáveres, líquido utilizado para lavarlos,
imagen está dotada de un poder sugerente que invita a la imaginación sábanas que los cubren en los lugares de ajustes de cuenta, etcétera.
del espectador a completarla. El dibujo de tela moldeando un cuerpo Todo su vocabulario plástico es una metonimia de la materialidad de
sin cabeza impone una presencia fantasmal y fantástica, inquietante la violencia. En 1990 fundó el colectivo SEMEFO (Departamento de Me­
y fascinante. dicina Forense) con el que trabajó hasta 1999. Fue en este momento
Actuar sobre la memoria individual es activar una historia de cuando transladó el estudio del artista a la margue sin vacilar en ex­
las imágenes en el receptor: las mortajas del artista son tantos su­ poner cadáveres de caballos en Carousel Lavatio Corporis (1994), un
darios para mártires laicos, y entran en un arte palimpsesto, una feto de un niño recién nacido muerto en un cubo de cemento "Burial"
imagen recordando a otra retomada del repertorio de una historia del (1999), un lengua de un punk heroinómano muerto en Lengua (2000),
arte religioso. Pero el artista, como hemos dicho, coquetea con la ima­ etcétera. Lejos de multiplicar y documentar las escenificaciones de
gen religiosa. Sus mortajas, incluso si evocan un sudario, no son ni el cuerpos acribillados como lo hace la prensa amarillista, la exposi­
Santo Sudario ni la Verónica porque no presentan una figura, lo que ción del solo cuerpo funciona como una prueba deslumbrante de la
es raro en la producción del artista. Estas mortajas presentan un cuer­ ,violencia que se le hace al cuerpo. La notoriedad de la artista crece
po fantasma, cuya huella está dibujada por los pliegues, pero que está al ritmo de la violencia que asola el país. El proyecto que exhibió en
encarnada, como lo demuestran las manos que aparecen en los lados. la Bienal de Venecia en 2009, donde representa a México, declina
Constituyen una mise en abyme de las manos de quien las dibuja. acciones y objetos indiciales de la violencia, que son tantos síntomas
El resultado es una impresión eminentemente táctil de un cuerpo de su trabajo como del clima de un país que se hunde en el terror.
esculpido, como el velado del Cristo de la capilla de Sansevero en A petición de la artista, la obra Cleaning (2009) se lleva a cabo
Nápoles. Pero es un cuerpo sin rostro y este sentimiento de extrañeza en un antiguo palacio veneciano abandonado. Se invita al visitante
se ve reforzado por el aspecto fantasmal de estos vestidos de morta­ a entrar en un espacio vacío con paredes en mal estado y decrépi­
ja, habitados por un cuerpo que es escultural, por lo cual pesa, pero tas. El silencio reina, roto por los golpes en un cubo en medio de la
que parece flotar. La imagen crea un vestido antropométrico, que habitación. Una persona saca agua para lavar el piso, como si una
resiste al tiempo como un fantasma. El motivo de la prenda participa senara de la limpieza hubiera permanecido en este lugar desierto. El
entonces en esta encarnación de un cuerpo ausente, modelado por visitante camina por la sala, pisotea el suelo cada vez más limpio sin
una gestual del sufrimiento. A través de estas siluetas conmemoratl- ver ninguna obra. Está bajo sus pies, la toca con su cuerpo, porque

~--
106 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 107

ella es más sensible que visual. Leer la explicación causa molestias: el los cuerpos en la escena de su asesinato. Todos los días, se humedecen
líquido de lavado es una mezcla de sangre yagua. Es la sangre de una y por lo tanto exudan la muerte. El cuerpo crístico de las víctimas está
víctima de la violencia recogida en la escena del crimen en Sinaloa clavado en las paredes, físicamente ausente, presente por la sangre de
y Baja California, mezclada con agua que un familiar de los muertos su sufrimiento, prueba material de la existencia de un cuerpo violen­
está extendiendo. tado. La artista basa su trabajo en una recepción visual y táctil, evita
El visitante queda perplejo. ¿Estaría la artista orquestando una la aparición de los rostros para preferir sus impresiones, porque cons­
podonipsia ritual como Jesús lavando los pies de los apóstoles? ¿O de tituyen una prueba (Belting, 2007: 78). El uso de la tela, y no de la ropa,
una María Magdalena que redimiría sus pecados lavando los pies de no es una coincidencia: la tela del sudario, recuerda Hans Belting, es
Jesús con sus lágrimas y limpiándolos con su cabello? El familiar que un medio de contacto y un medio visual (Belting, 2007: 85). Si da testi­
sigue limpiando el piso se ve como un penitente que expía una falta monio de una presencia desaparecida, la sangre que la artista usa en
familiar. ¿Pero sería una acción redentora? ¿El fluido extendido una oleadas completas da testimonio de una violencia mortal. La sangre
y otra vez no será un medio para hacer que la sangre derramada sea se usa por su valor dicotómico de la vida y la muerte: fluido, simboliza
visible y, por lo tanto, para presentificar al muerto al acercarlo a los la vida que corre por las venas de un ser, cuando gotea es la sangre
vivos? La artista implementa la violencia en su obra por la contigüi­ que fluye del cadáver aún fresco. La exposición repite esta puesta
dad, poniendo al espectador en contacto con la sangre, que él pisa en escena como una obsesión inquietante que acapara varios senti­
sin saberlo. Teresa Margolles puede usar agua para purificar, pero dos: la vista, el olfato y el tacto sumergen el cuerpo del receptor en
no para lavar la memoria de los muertos. Por el contrario, la acción el cuerpo de la violencia. El espectador no sólo debe sumergirse
de la limpieza tiene como objetivo registrar su presencia mediante el en esta violencia caminando en la sangre de los muertos, sino que
movimiento repetitivo de la escoba, como una idea obsedante que se también la respira a través de todos los poros de su piel.
imprime en la memoria del receptor sobre un modo táctil. Esto, al poner al cuerpo vivo del espectador en contacto con la
A medida que avanza la exposición, las telas ensangrentadas son muerte, despierta el mismo sentimiento que lo numinoso: terror y
bordadas con hilos de oro por el público durante las acciones en la susto. A diferencia de Boltanski, cuyas instalaciones de ropa traen
ciudad de Venecia. Las oraciones son los mensajes de advertencias presencias de manera fantástica, Teresa Margolles crea un electro­
y amenazas dejadas por los narcotraficantes cerca de sus víctimas. choque en su espectador al obligarlo a tocar y sentir la muerte. Esta­
Oro sobre rojo granate, son sudarios de sangre que la artista pide al blece así una cadena de contactos por elementos de violencia inter­
público que cree confiándole un material impregnado con el cuerpo puestos y metonímicos, que engendran una promiscuidad entre la
que sufre. Están expuestos en uno de los salones del palacio. La obra muerte y la vida, entre el cadáver y el visitante. La estética relacional
así creada se caracteriza por su minimalismo, porque es el material así establecida nos hace codearnos con la muerte, poniéndonos en la
en bruto de la violencia lo que hace contacto al mismo tiempo que se situación de quienes experimentan la violencia diariamente. Hay en
exhibe como una prueba impactante. Al cuerpo muerto por la violen­ la obra de la artista una estética relacional real del tacto y el roce pa­
cia, responde el cuerpo vivo del visitante, cuyos sentidos están en el ra crear un malestar: hay que hacer tocar la muerte al espectador
proceso de recepción y creación: pisotea la mezcla de sangre yagua, para despertar un sentimiento, no un recuerdo. En México la imagen
borda en lonas impregnadas de sangre, respira el olor de la muerte del cuerpo violentado está ampliamente transmitida por la prensa
que supura de las telas, dispuestos como sudarios (Perrée, 2014), que (Perrée, 2014). Ya no es tiempo de ver la violencia sino de sentirla
son tantas presencias convocadas más allá de la muerte ({slca. para actuar.
La última sala se abre sobre un pasillo de colKodurol manchadas
de sangre y barro (Imagen 3). Estos tejidos se uUUzlron para recoger
108 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 109

LA PRENDA COMO PIEL PROTECTORA: 1945-1998. Como en la obra de Boltanski, la prenda se usa por su se­
MARIE-ANGE GUlLLEMINOT mejanza y su poder metonímico de evocación del cuerpo ausente. La
ropa tampoco es la que se llevaba en la tragedia, lo que establece una
Marie-Ange Guilleminot (1960) es una artista visual francesa expues­ distancia con ésta. Sin embargo, la prenda creada por Guilleminot
ta en la Bienal de Venecia en 1997, y desde entonces declina sus accio­ se puso en contacto con el original, la cual estuvo en contacto con la
nes e intervenciones con videos, performances y esculturas a través piel del atomizado.
de una experiencia sensorial de la transformación que comparte con La artista percibe estas prendas originales como "testigos" porque
el público. Para Marie-Ange Guilleminot, la práctica artística se basa conservan la "ausencia permanente" del cuerpo (Guilleminot, 2002:
en una relación de contacto con el otro y para el otro a través de un 54). Como el sudario del Cristo, la ropa expuesta al museo es la prueba
objeto. Este está en el centro de su trabajo, pero lejos del monumento de un "eso-fue" de la encarnación de una presencia que ya no existe,
ready-made, es elegido por su material maleable: nylon, miel, tela, pero cuya vestimenta conserva la huella de una intimidad sufriendo.
lana, etcétera; aptos para ser metamorfoseados por la interacción Tiene un valor probatorio, testimonial y documental. Después de la
con el cuerpo de la artista y el espectador. Obras como Oursin (1997­ bomba nuclear, la borradura y la erradicación de la población afecta­
1999), Cauris (1995) o Chapeau-vie, toman forma y significado sólo por da hacen que la prenda sea un archivo textil, un documento visual y
el gesto que les da una impresión siempre cambiante. Al contrario formal, y una reliquia al sentido etimológico de "descanso (s), cenizas
del carácter fijo de la escultura, los objetos de la artista se mueven de de una persona muerta", pero también en el sentido específico de
acuerdo con los contactos que el cuerpo les imprime. Son vectores "sobrevivientes". Estos son los únicos elementos que han sobrevivido.
tanto visuales como táctiles. La artista a menudo usa la tela de la Las ropas del museo son donaciones de las familias de las víctimas.
prenda, especialmente para cubrir el cuerpo mientras les deja ver. Puestas bajo un escaparate, se conservan y se sacralizan, y toman el
En Mes Robes (1992-1995), los modelos hechos a medida reve­ esta tus de reliquia, lo que facilita el proceso de duelo según Pierre
lan características de la piel como el ombligo y los lunares. Si cubre Fédida: "la reliquia toma sentido en el deseo de conservar algo de lo
el cuerpo, el objeto quiere ser profiláctico como la vida el Chapeau-vie, que uno se separa, sin embargo, tener que renunciar a separarse de
creado para proteger a un amigo de golpes. En cuanto al cauris, se él"9 (Fédida, 1978: 53). Para las familias, el museo se convierte en un
usa en África occidental en el arte de la adivinación y para hacer relicario: permite distanciarse del muerto sin perder el objeto que lo
talismanes. La obra Oursin se viste como una crisálida en la que se reemplaza, lo que les ayuda a hacer su duelo, al tiempo que abre la
refugia pero, desplegado, se parece al hongo atómico que destruyó posibilidad de establecer un culto público. La museografía hace acto
Hiroshima y Nagasaki, el gesto y la forma hacen pasar el objeto de la de memoria exponiendo la ropa y genera un trabajo de memoria
protección a la angustia y viceversa. colectivo.
En 1998, la artista visitó por primera vez el Museo Memorial de Este trabajo está retomado por el gesto de la artista. Ella percibe
la Paz de Hiroshima. Ella descubrió la Colección Hiroshima de Hi­ las ropas expuestas como cuerpos heridos "para ser curados". "Se
romi Tsuchida, que contiene fotografías de la ropa de las víctimas constituye un diálogo con las propias víctimas", escribe Guilleminot
y su exposición en el museo. Estos descubrimientos se encuentran (2002: 54), que atestigua el poder de la personificación y la presen­
en el origen del proyecto Les Vétements blancs de Hiroshima de 1998 tación de los muertos que tienen sus ropas. Ella se siente conmovida
(Imagen 4). Estas son siete prendas hechas de las que se guardaron por "estos cuerpos lesionados y deteriorados"lo, por lo que propone
en el Memorial de la Paz, y hechas de tela blanca en el modelo de los
originales como se usaban antes de la explosión. Dentro de cada uno 9 Los traducciones son míos.
de ellas está el nombre de la persona que lo llevaba y do. fechas: 10 Idtm.
110 Cuerpos memorables La ropa como valor indicial de la violencia 111

reconstituirlos porque el cuidado está en el centro de su práctica. sufrimiento profano como en el cuerpo de mártir santificado, yexpli­
Más que una simple exposición de la prueba, ella pide que el arte se can el uso que se hace de la ropa en el arte para explicar la violencia.
dedique a un trabajo de reparación. Ella habla de su responsabilidad de A través de esta dialéctica de distancia y contigüidad, podemos ver
actuar para transmitir aquello que escapa a la memoria (Guilleminot, las complejas relaciones del arte con las temporalidades históricas
2002: 54). La ropa que crea luego se convierte en reliquias sustitutivas y las tragedias que las marcan. Cuando están distantes en el tiempo, la
que, en contacto con la ropa del cuerpo que sufre, tienen el poder de memoria colectiva tiende a encerrarlas en prácticas conmemorativas,
curarlo gracias a la intervención, ¿milagrosa?, de la artista. Su gesto que osifican el deber de memoria.
creativo reemplaza el del santo sanador al colocar una nueva tela en Por otro lado, la práctica artística juega en otros resortes de la
el cuerpo, porque puede curar al cuerpo colectivo que aún sufre el memoria que pueden generar incomodidad y obsesión, en todos los
trauma de Hiroshima, tanto en lo moral como en lo físico, ya que las casos para atormentar al espectador. La vestimenta sustitutiva del
radiaciones siguen generando enfermedades genéticas. cuerpo, interviene ya sea en el modo del regreso al traer de vuelta
Las reliquias secundarias, como se llaman las prendas usadas para entre los vivos amnésicos las sombras que sufren; ya sea intentando
este propósito desde el siglo IV (Belting, 2007: 85), reparan, regeneran, curar los cuerpos vivos afectados por los dramas colectivos. Seamos
sanan como si fueran una segunda piel adherida al cuerpo enfermo. lúcidos: ningún arte, por desgracia, curará las heridas infligidas, ni
La piel afectada del pasado busca curar la piel del presente a través las evitará. El exterminio de millones de seres humanos durante la
del contacto de una prenda cuidada por el gesto creativo de la artis­ Segunda Guerra Mundial sigue siendo una herida abierta, Hiroshima
ta, que es un gesto terapéutico. No es casualidad que la artista elija continúa causando enfermedades genéticas, en México los cuerpos no
el blanco: si impone una distancia crítica y confiere un sentimiento dejan de ser violados y desaparecen ante nuestros ojos estupefactos de
de unidad al indicar que la ropa tuvo una experiencia común el 6 de que la historia se repite. Pero la indiferencia y el olvido ampliarían
agosto de 1945, también es el color de luto en Japón. Al mismo tiempo, la herida, acentuarían la brecha, el arte interviene entre la tragedia
la reliquia secundaria crea un trabajo de memoria en el espectador y la comunidad de los hombres como un trabajo contra la amnesia.
en el sentido de que lo atormenta, lo pone mal en el sentido propio
porque la ropa que lleva no es del tamaño adecuado, lleva el nom­
bre de una persona muerta y mantiene el contacto de una persona BmuoGRAFÍA
atomizada. La ropa de la artista constituye monumentos memoriales
portátiles porque su contacto molesta. El cuidado de Marie-Ange Gui­ Albert-Llorca, M. (1995). La Vierge mise a nu par ses chambrieres.
lleminot es ambiguo, ya que alivia los cadáveres poniendo incómodo En Clio. Histoire, femmes et sociétés, 2. 001: 10.4000/clio.494
a su receptor. Sus ropas componen "un ejercicio de memoria" (Giquel Barthes, R. (1980). La Chambre claire. París: Le Seuil.
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violencia porque contiene un valor de índice visual y táctil del cuer­ Bartholeyns, G. (2007). L'enjeu du vetement au Moyen Áge: de l'an­
po ausente, con el que permanece metonímicamente en contacto. El thropologie ordinaire a la raison sociale (XllIe-XIV e siécles). En
paradigma de la encarnación católica, debido a que implica una dia­ Micrologus. Nature, Sciences and Medieval Societies xv, 219-257.
léctica ausencia/presencia, es esencial para comprender lo que está Baschet, J. (2008). L'Iconographie médiévale. París: Gallimard (Folio
en juego con la violencia infligida al cuerpo a 10 largo de los siglos histoire).
xx y XXI. De hecho, las nociones de sustituto, metonimia y contacto Belting, H. (2007). La Vraie image. Croire aux images?París: Gallimard
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112 Cuerpos memorables

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J:rne!-it, UIlt'(lU[ H, :>0 I ~
t'()llesí~l elel dllt ::, ld y di­
1.1 g.tltl'i:1 r.I)II.111~: & {~ n
Muerte, desaparición y violencia:

dispositivos estéticos de la globalizacion

neoliberal

MARCOS B ERNAL 1

(. ..) lo inquietante es quizá la única palabra que pareciera dar


cuenta de un cierto desasosiego de época en el que la crispación
de los cuerpos, son el síntoma equívoco e indefinido en la que el
infinito y la indeterminación aparecen como las pulsiones abs­
Inlilge n 4. Marie-Ange Guilleminot, Imagen 3. Teresa Margolles, Telas, 2009 U'actas del poder en la modernidad globalizada.
l ,('s Vctements blancs de H iroshima, 1998. Exposición ¿De qué otra cosa
Vi>.; l;l de la exposición, Museo de arte podríamos hablar?, 2010. (Barrios, 2016: 15)
CO /l temporáneo de Hiroshima, 2005. Pabellón de México, Bienal de Venecia
Corll's ía de la artista y de la galería Cortesía de la artista y de la galería
Cada día son mllchos más los desaparecidos, los masacrados,
r':"l\tl IIccey Luxem burgo. Labor.
los asesinados y desplazados. Las cifras nos enmarcan en una
situación de exterminio. Andamos sumergidos entre fantasmas.
y hacemos como si nada sucediera.

(Diéguez,2016: 13)

1 Marcos Bernal es maestro en Estudios de Arte por la Universidad


Iberoamericana Ciudad de México. Su trabajo se desarrolla entre los estudios y
teoría de la imagen y el arte contemporáneo latinoamericano, centrándose en
la relación violencia, poder y representación. Ha realizado crítica y curadurin
de arte contemporáneo además de organizar el Encuentro Internacional {h~
f.studios Críticos de la Imagen: Mirada en Fuga en el cual se pretende abril
un espacio de crítica y saber en torno a las imágenes contemporiilw':IS en
América .J..llinn y el Caribe. Su última curaduría Fronteras y Uesistellóos,
!~ ulljllg~l 1:1 01>1';¡ de dos jóvenes nrtistas Marisoll{njílS Oliveros (gal1i1dl,ll'óI ck
In 'I ¡J I'll lIi(tlWI tlc'lil pOqlH!I)il csttllllJlil dI! J\1llI'!1'it::1 1..:1lillfl y el C¡111111' '!OlA) y
IIJinl"t (1i'lltr'Jifl t'lt] Cfl8'ílfll~dn ue ~li d(:IIGill W(JIiIL~lI'~: 1\1'1 trr ~:lillllt~ ~I. Cdlhcrilll
() 1(1
116 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 117

INTRODUCCIÓN del dispositivo que utilizan refieren temas que tienen que ver con
la creciente exposición del cuerpo a entidades de poder económico
obligados a entrar en las articuladas en el linde de la legalidad y la ilegalidad. Mi interés se
C OMO CUERPOS SOCIALES ESTAMOS CUASI
dinámicas del capital que rigen la existencia en la contempora­
neidad, El modelo de globalización neoliberal nos ha sumergido en
concentra en aquellas obras artísticas que intentan evidenciar las
diferentes formas de violencia y expropiación del cuerpo que se en­
dinámicas poco ortodoxas para la obtención de capital -aunque cuentran ligadas al funcionamiento de entidades de poder como el
este no tenga ningún fin inmediato más que el de la acumulación-o narcotráfico en países con economías emergentes, como México y Co­
Asistimos a procesos de mercantilización y precarización de la vida lombia, donde la impunidad, la explotación, la densidad de población,
humana, en los cuales, múltiples entidades de poder económico se la debilidad de la institución jurídica, y el claro posicionamiento de
alzan como jueces que deciden el rumbo de los que se han quedado ambos países en las rutas de producción y exportación de narcóticos
al margen del capital. hacia Estados Unidos, convierte a estos en territorios singulares para
Dicha violencia que ejerce el capital en los cuerpos como máxima articular fenómenos como la desaparición forzada, el secuestro, la
estructura de poder en nuestra contemporaneidad, perpetúa fenó­ ej ecución, etcétera,
menos como la explotación laboral, el desplazamiento forzado, la
desaparición forzada, el secuestro, la ejecución, etcétera, múltiples
modos de expropiación de los cuerpos de sus condiciones humanas PENSAR LA REPRESENTACIÓN
de existencia,
La violencia sistémica que se ejerce sobre los cuerpos disfrazada Si bien a lo largo de la historia siempre han existido obras artísticas
de violencia subjetiva2 ha sido fuente de partida para la creación de permeadas por su contexto, pocos momentos de la historia del arte
múltiples producciones artísticas que buscan representar, problema­ en ambos países (México y Colombia), han estado tan ligados y en­
tizar o criticar los diversos tipos de vulnerabilidad y violencia a los raizados en una problemática particular como la de la violencia en
que están expuestos los cuerpos en la contemporaneidad, la que nos encontramos hoy en día, A su vez, nunca habíamos estado
La tarea entonces es pensar cuáles son las condiciones de posi­ sumergidos en un contexto en el que la información fluye a tal ve­
bilidad de la representación de la violencia por medio de prácticas locidad que sobrepasa la capacidad del individuo de tomar acción o
artísticas contemporáneas, ¿qué estrategias tanto físicas como sim­ por lo menos, de analizar lo que sucede.
bólicas pueden ayudar a enunciar aquello que no somos capaces de De igual forma la incesante propagación de imágenes en la que vi­
mirar?, ¿cómo y de qué manera ayudar al individuo a enfrentarse al vimos, adormece nuestra razón crítica y nos aleja de una observación
complejo entramado de violencia de la realidad? analítica para convertirnos en consumidores de imágenes, en donde
Quiero articular estas preguntas refiriéndome a diversas prácticas hemos normalizado, gracias al influjo de los medios de comunicación
artísticas que han surgido en las últimas décadas, 3 que por medio masiva, cualquier tipo de imagen y su contenido. Así, imágenes de
violencia que resultarían extraordinarias han sido normalizadas y
2 Me refiero a los términos ofrecidos por Slavoj Zizek en Sobre la violencia (2008),
alienadas de su potencia crítica (Chávez, 2016: 63). La cuestión es,
donde se nombra a la violencia subjetiva como aquella fácilmente imputable en todo caso, buscar aquellos dispositivos artísticos, que, si bien se
a un sujeto identificable, en la lectura que ofrezco sigo estas consideraciones preocupan por dialogar acerca de la violencia que acontece, no la
para argumentar la violencia del narcotráfico como una violencio perpetuada muestren, para así buscar una forma de confrontación con la violen­
de forma sistémica y no como casos aislados de violencin subletlva,
3 Refirléndonos o prácticas artísticas contemporttlH'IIS fln'lIlHll'I'UnN de In cia que lejos tenga que ver con la visualización de ésta; estudiar las
década de los noventn n lo fechn, posibilidades que tiene el arte nnte estos hechos y, a In vez, extraer
118 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 119

las categorías de análisis que nos permitan entender qué es lo que "re". Si la representación es una presencia presentada a partir de una
articula a dichos dispositivos artísticos. ausencia, puesto que no hay re-presentación si hay presencia, en todo
En esta ocasión me centraré en acompañar mi argumento con el caso estaríamos ante un imposible si quisiéramos centrarnos en algu­
estudio de tres obras que mantienen dichos parámetros, es decir, nin­ nos casos de violencia donde la clausura del hecho, la cancelación del
guna obra muestra por sí misma la violencia sino que operan bajo la registro o la imposibilidad de reconstrucción surgen como problemas
articulación de un dispositivo de mostración de la problemática que primigenios de la representación misma.
abordan, en el cual lo que se busca es visibilizar lo que no podemos Es claro que no podemos centrarnos en la representación de la
mirar: Atrabiliarios (1992-1997), de Doris Salcedo; Ajuste de cuentas totalidad del acontecimiento puesto que resultaría imposible re-pre­
(2007), de Teresa Margolles; y Relicarios (2011-2016), de Erika Diettes, sentar el momento mismo de violencia, aniquilación o desaparición,
se han escogido por ser representativas cada una de las tres últimas que son los temas de los que se ocupan las obras a estudiar en este
décadas acontecidas y a la vez por contener un potencial de mostra­ artículo. En todo caso, la cuestión es hacer presencia de la ausencia,
ción en torno a las víctimas, la ausencia y la violencia respectivamen­ hacer visible lo ausente, lo invisible, lo que no podemos mirar. La
te. Para de esta forma, dilucidar la problemática de la violencia y la violencia debe entenderse como una multiplicidad de eventos que
desaparición de los cuerpos como un continuum temporal y espacial en conjunto conforman una totalidad, empero, la forma de acceder
en México y Colombia. Estas obras comparten dos características que a ese universo es a través del fragmento sin recurrir a intentos de
las correlacionan: se trata de composiciones seriadas que incorporan representación totalizadores, no hipertrofiar la imagen o reducirla,
diversos vestigios, huellas o fragmentos como memoria de la violen­ Didi-Huberman lo plantea en Imágenes pese a todo de la siguiente
cia en su composición. forma:
Estas características ayudan a ~onsolidar dispositivos estéticos de
la violencia en forma de metonimia que interpela a los espectadores, (...) a menudo se le pide demasiado o demasiado poco a la imagen. Si
y que a manera de relámpago benjamineano (Benjamin, 2008: 307), le pedimos demasiado -es decir, "toda la verdad"- sufriremos una
dilucidan e incitan a preguntar por lo que hay más allá de la constitu­ decepción: las imágenes no son más que fragmentos arrancados, restos de
ción física de estas. Dichas aproximaciones artísticas que dentro de sí películas. Son, pues, inadecuadas: lo que vemos es todavía demasiado
mismas activan mecanismos intersubjetivos afectivos que persuaden poco en comparación con lo que sabemos. O quizás es que pedimos de­
para investigar acerca de las causas de dichas creaciones, serán en masiado poco a las imágenes: al relegarlas de entrada a la esfera del
todo caso las que nos proporcionen información acerca de la posibi­ simulacro (...), las excluimos del campo histórico como tal (Didi-Huber­
lidad de un arte crítico de nuestro contexto político-histórico-sociaL man, 2004: 59).
Ahora bien, ¿por qué representar la violencia?, considero que es
de suma importancia administrar este cuestionamiento junto con el La clave consiste en realizar la fenomenología, arqueología y antro­
cómo y el para qué de la representación de la violencia. Y en todo pología de la imagen para construir la memoria de ésta, como un
caso, preguntarnos por la posibilidad de representación de ésta. Por fragmento que nos señale "minúsculas muestras de una realidad tan
lo tanto, lo primero que habría de abordar sería el término repre­ compleja" (Didi-Huberman, 2004: 65).
sentación, al respecto Jean-Luc Nancy escribe en La representación La complejidad que guarda la violencia del capital en la contempo­
prohibida que la representación es "una estructura de ahuecamiento raneidad, se articula e instrumentaliza de distintas formas a nivel glo­
reiterado de la presencia, presencia, presentada, expuesta o exhibi­ bal, donde la llamada globalización neoliberal, como la articulación
da" (Nancy, 2007: 37), es decir, la representación es una operación del mundo a mecánicas de liberación de barreras en pro de la libre
que representa una y otra vez, según el sentido intensivo del prefijo circulación de mercancías y dinero para la acumulación de capital,

. --------------~ .. ~~-_.~-~ -_.- ._--~" - .


120 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 121

ha generado diversas formas de violencia que se perpetúan y profun­ desarrollo permiten que se estructuren y afiancen grupos al margen
dizan más allá de una modernidad capitalista, de ahí que surja la ne­ de la ley como los cárteles, que aprovechan las fisuras comerciales del
cesidad de articular aunque sea de manera breve, cómo la violencia neoliberalismo y las condiciones sociopolíticas, así como la vulnera­
se ha convertido en parte medular del desarrollo capitalista actual. bilidad de las poblaciones, que, carentes de oportunidades laborales
o académicas encuentran en ellos una fuente de empleo.
Ahora bien, para entender las lógicas de los cárteles no podemos
GLOBALIZACION NEOLIBERAL y VIOLENCIA estudiarlos únicamente como contra-entidades clandestinas de poder
sino como grandes y poderosos conglomerados con socios y clientes
Desde la caída del muro de Berlín en 1989 y del hundimiento de la en todo el mundo, dichas contra-entidades siguen las mismas lógicas
Unión Soviética en 1991 se dio paso a un régimen histórico en el que de acumulación que cualquier empresa transnacional, sin embargo,
las fronteras en diversas dimensiones del quehacer humano como la modifican las relaciones de poder y fuerza en tanto que esta estructura
cultura y la política quedaron diluidas para favorecer la hegemonía clandestina, dada su naturaleza, no puede asegurar la recaudación de
del capital. Así el proceso globalizador ligado a la ideología neoliberal sus beneficios económicos, ni la eficaz producción y distribución
pone en marcha diversos procesos para el libre flujo de mercancías y de su mercancía, por ello muchas veces requieren de la instrumenta­
capital, en virtud de la acumulación y la plusvalía. Provocando una lización de la fuerza a través de la violencia. Así, el funcionamiento
instrumentalización de los sujetos, las instituciones y los Estados, de­ de estas contra-entidades de poder se articula entre la acumulación,
jando de lado las consideraciones de un bien común para sobrepo­ la incertidumbre, la violencia y la superviviencia.
nerlas por intereses individuales. Así, en tanto se optimizan los me­ Esta globalización neoliberal que perpetúa sistemas de exclusión
canismos y procesos en pro de la acumulación, globalmente procesos y dominación instrumentaliza los cuerpos que ella misma ha rele­
de exclusión social, cultural y económica se profundizan, en ellos los gado (Amin, 1999), en donde figuras como el desposeído, el inmi­
límites y fronteras entre los binomios legal-ilegal, justicia-injusticia grante y el desplazado son instrumentalizados bajo la imposibilidad
o soberanía-dependencia, se erosionan al punto de posibilitar diver­ de una exclusión total del sistema -puesto que ello sólo supondría
sos fenómenos ligados a la clandestinidad: inmigración, explotación, la muerte-, así, aquellos que sólo tienen su cuerpo como forma de
desplazamiento forzado, trata, venta de drogas, etcétera. Todos estos mercantilización para su supervivencia encuentran en estas organi­
fenómenos originados no por fuera de las dinámicas neoliberales y de zaciones clandestinas la posibilidad distópica de competir dentro de
la acumulación de capital, sino arraigados profundamente dentro un mercado laboral que les promete el empoderamiento necesario
de las mismas. para salir del estado de indefensión en el que se encuentran. Por
En países económicamente emergentes como México y Colombia ello, los que en algún momento fueron excluidos puestos en acción
en los cuales la presión del capital desarticula las funciones institucio­ en organizaciones clandestinas buscarán librarse de su posición de
nales y gubernamentales en beneficio de unos cuantos, la presión de subalternos y afirmar su identidad, a costa incluso de cometer actos
los grandes poderes económicos ha alterado el modo de vida de mi­ criminales. A la par, el deseo de supervivencia y superación bloquea­
llones de personas, vulnerando sus derechos humanos e infringiendo rá las consideraciones éticas en el sujeto y elevará sus impulsos de
múltiples formas de explotación y exclusión social, económica e inclu­ forma ilimitada, así el ejercicio de la violencia será el medio para la
so educativa. Asistimos a la mercantilización de la biodiversidad, la sobrevivencia dentro de dicha estructura. Byung-Chul Han lo plantea
tierra, el agua y dicho sea de paso, de la vida humana. La desigualdad de la siguiente forma:
y corrupción que fomenta esta globalización neoliberal junto con las
mecánicas de erosión de la soberanía que sufren los IHlísC's lm vías de
122 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 123

El mundo globalizado no está habitado por singularidades que plan­ término hierofanía, proveniente de hieros: sagrado y de faneia: mani­
tean una resistencia colectiva decidida contra el capital, sino por egos festarse, para nombrar a aquellos objetos cotidianos que nos aproxi­
aislados en sí mismos que se comportan de un modo antagonista entre man a una experiencia o manifestación de lo sagrado (Eliade, 1998).
ellos. Todos aquellos que están integrados en el proceso de producción Así, aquel objeto cotidiano, llámese piedra, zapato, playera o anillo,
capitalista son víctimas y verdugos a la vez. Y cuando la víctima y el nos presentan una realidad inaccesible a través de los medios coti­
verdugo coinciden ya no es posible resistencia alguna. (...) La falta de dianos de conocimiento. Las reliquias pueden ser leídas como hiero­
un contra-poder perpetúa el orden económico neoliberal. Este despliega fanías, es decir, como objetos que se abren a interpelar e interrogar
una intensa energía de apropiación que lo absorbe todo y le da forma la existencia humana, mostrando el hiato de la realidad de la que se
capitalista (Han, 2016: 181-182). desprenden múltiples significados. Los objetos al ser suspendidos en
la capa de trípolimero de caucho pasan de lo profano a lo sagrado,
Más adelante el propio Han expondrá que a falta de un contra-poder manifestándose como hierofanías, múltiples objetos cotidianos que
que ponga en peligro al sistema, la única posibilidad de desestabili­ se revelan sagrados.
zarlo ocurre dentro del mismo ~puesto que todo ha sido absorbido a Los Relicarios de Diettes se constituyen como objetos sagrados en
favor del capital-, el rechazo y la violencia se generan profundamente donde el vestigio da cuenta de una relación a ras de piel entre el ob­
dentro del propio sistema. jeto y quien lo poseyó, haciendo preguntar al espectador por aquello
De ahí que las contra-entidades clandestinas de poder articulen que rara vez cuestionamos, por aquello más allá de lo visible. Cada
dentro de sus operaciones, sistemas de violencia de lo que signifique uno de los Relicarios, a pesar del propio espectador, evoca una pre­
una amenaza a su funcionamiento, originando formas extremas de sencia, la obra se activa como un espacio material de aquel que ya
expropiación del cuerpo como la q.esaparición forzada o la ejecución, no está, pues el vestigio como portador de significaciones pareciera
y que son las que dan pie a las diversas formas de representación que dar cuenta del ausente.
articulan esta investigación. La instalación de los Relicarios hace su parte, ante la enorme serie,
uno a uno, cada relicario -dispuesto encima de un cubo negro en el
piso con un haz de luz directo que proyecta de forma vertical una
DE LO SAGRADO A LA DENUNCIA RELICARIOS aureola alrededor del mismo, tal como las aureolas coronan a los
seres sagrados- nos obliga a agachar la mirada, a seguir la procesión
La obra Relicarios, de Erika Diettes, está compuesta por 165 cubos de a través de una gran necrópolis, presencias ausentes, epifanías de
30 centímetros de ancho por 30 centímetros de largo, por 12 centíme­ otro, un cuerpo ausente víctima de la violencia. Parece que aquellas
tros de alto, realizados con tripolímero de caucho, un tipo de plástico ausencias apuntaran a nosotros los vivos, los corpóreos, los presentes,
traslúcido, en el que se colocan diversos objetos de víctimas de la hacia nuestros silencios e indiferencia. Una estética de la ausencia
violencia en Colombia donadas por familiares a la artista (Imagen 1). que se articula en la tensión del ver y el saber; Didi-Huberman refiere
Para la puesta en marcha de este proyecto, Erika Diettes, quien se la existencia de una condición doble e ineludible de la mirada: una
había dedicado a la fotografía, se dio a la tarea de experimentar con escisión entre el verylo que en ella nos mira (Didi-Huberman, 2014),
diferentes materiales hasta llegar al tripolímero de caucho; los ob­ percibir lo que aquel cubo ámbar nos muestra y asistir al mismo
jetos que se encuentran dentro de dicho cubo asemejan a los fósiles tiempo a la interrogación y pérdida de aquello evanescente que se
que se conservan y guardan suspendidos en el ámbar. escapa, que se desplaza y que produce preguntas.
Según el tilósofo Mircea [liade lo sagrado es iHplC'llo 'Iu(, ('stn re­ El Relicario, contenedor de vestigios, devela un dispositivo omi­
lacionado con la vl'rdad y lo real, asimismo ('1 1Ilc')snfo propone el noso (I'reud, 1919) que se abre en múltiples cuestiona mientas, aquel
124 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 125

objeto cotidiano emerge ante nuestros ojos entre lo siniestro y lo sa­ ayuda a la conformación de una representación-irrepresentable, no
grado. ¿Por qué hay una foto dentro de ese cubo?, ¿quién es la per­ hay ante nosotros angustia, melancolía, barbarie, dolor expuesto y
sona de esa foto? (Imagen 2), son cuestionamientos sintomáticos de sin embargo, está ahí: latente.
aquello que hay más allá de lo evidente. La obra no nos increpa con imágenes macabras, sino que devela
un código ético para establecer un diálogo solemne sobre la violencia.
El dispositivo estético dilucida los límites de la violencia sin sobre­
SUTURAR LO IRREPRESENTABLE ATRABILIARIOS pasarlos, evocando una sensación de pérdida, melancolía y ausencia
que genera en el espectador el síntoma de que algo acontece.
En la obra Atrabiliarios, Doris Salcedo utiliza zapatos usados y des­
gastados que recibió de familiares de mujeres desaparecidas en dife­
rentes zonas rurales de Colombia, estos zapatos son puestos dentro No TODO LO QUE BRILLLA ES••• TRAUMA
de nichos (huecos) en la pared de las galerías como si una caja de Ajustes de cuentas
zapatos se encontrara empotrada, suspendida dentro de la pared. Los
nichos son sellados con membrana de vejiga de vaca cosida con hilo Los Ajustes de cuentas de Teresa Margolles son brazaletes, anillos,
quirúrgico, creando una especie de velo sobre la imagen de los za­ pulseras y collares realizados en oro de 18 quilates que, en lugar de
patos (Imagen 3). La iluminación que acompaña al montaje de dicha diamantes, portan pequeños fragmentos de cristal que fueron ex­
instalación es de suma importancia puesto que abona a la asepsia del traídos de un cuerpo asesinado en un ajuste de cuentas entre narco­
espacio sin revelar por completo la imagen de lo que contienen los traficantes mexicanos. 4 Todas las piezas que componen los llamados
nichos, creando una atmosfera austera y "fantasmal".
El espacio en el cual se exhiben los "relicarios" asemeja a los es­
4 Al realizar la presente investigación se encontraron diversos documentos y
pacios donde se colocan los restos de los muertos cremados en una trabajos académicos que mencionan los fragmentos de cristal como restos
parroquia, espacios pulcros e incólumes; así, el dispositivo opera que quedaron en las escenas de los ajustes de cuentas, y no como fragmen­
mientras se observa la obra y se hacen relaciones entre el espacio, la tos extraídos de los cuerpos hallados en los ajustes de cuentas. Por lo cual
imagen que se genera, la atmósfera y el nombre. me circunscribo a lo enunciado por la Galería Labor de Ciudad de México,
que representa a Teresa Margolles en México y que puede ser consultada en
El dispositivo de Salcedo al igual que el de Diettes, opera de forma línea en: http://www.labor.org.mx/artistas/teresa-margolles/ (ruta: imágenes
metonímica, es decir, la potencialidad de los objetos-vestigios ocurre de obra I die imagen de Ajuste de cuentas o 21)
cuando estos se resimbolizan por un todo, en este caso un cuerpo En la página se mencionan los fragmentos como "pedazo de cristal extraído
de un cuerpo asesinado de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes mexi­
ausente. Los objetos no muestran a la víctima sino la ausencia de ésta.
canos".
No tenemos la sustancia del ser, sólo la materia en tanto zapato; los De la misma forma en el catálogo del Pabellón de México, 53 Exposición
zapatos, sin embargo, son la condición de posibilidad del ser ausente, internacional de Arte, Bienal de Venecia, editado por RM, se hace alusión dos
pues s610 ante la huella del uso entenderemos al ser como faltante. veces dentro de la conversación entre Taiyana Pimentel, Cuauhtémoc Medina
y Teresa Margolles, sobre los fragmentos de cristal como residuo proveniente
Los componentes de los Atrabiliarios, el zapato, el hilo quirúrgico de un cuerpo.
y la membrana de vejiga de vaca, al formar parte de un dispositivo En la página 86, Teresa Margolles menciona a propósito de la Bienal de
artístico se re significan, así el hilo quirúrgico sellando el nicho de la Liverpool, donde pavimentó una calle peatonal con cristales rotos de parabri­
pared. sutura la herida abierta, una ausencia como herida que se in­ sas provenientes de ejecuciones: "Eso me llevó a reflexionar el resto: pedazos
de vidrio que fueron sacados de un cuerpo muerto y depositados en una bolsa
tenta proteger para cicatrizar. en un espacio que t'vldl'lwln In llsepsia o.. plftst ieo. Vidrios que tocaron y se introdujeron dentro del cuerpo y que al
u semcjnnzll d(~ un hospital. 1:1 uso de los malt'rllll(,H y fUI lnstulnclón salir O" <"1. IIl'vnn sllngre () grasa".
126 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 127

Ajustes de cuentas, fueron ejecutados en el estado natal de Margolles: DISPOSITIVOS ESTíTICOS:

Sinaloa. Cada una de las piezas expuestas se exhibe sobre una vitrina LA AFECCIÓN COMO POSIBILIDAD CRÍTICA

de pedestal negra con la joya al centro de ésta (Imagen 4). La sala,


totalmente obscura, dejaba lucir las piezas con luz halógena coloca­ El brevísimo análisis de obra que hemos hecho hasta el momento
da para reflectar el brillo del cristal, centrando la luz únicamente sirve para dilucidar los diversos dispositivos estéticos que conforman
en las piezas y en el relato que se encuentra detrás de las mismas, y las piezas, es decir, el conjunto de elementos físicos y conceptuales
que contiene la historia de cada uno de los Ajustes de cuentas. ASÍ, que en su engranaje conforman un discurso que sirve para compren­
el espectador pasa por dos estados; el primero de atracción ante la der, visualizar o articular ideas dentro de otro sistema. Estos dispo­
exposición de las joyas como objetos de deseo y el segundo de repudio sitivos estéticos, no son sólo la obra, sino la articulación de todos
y anonadamiento al leer las historias de cada una de las piezas. sus rasgos, su construcción o técnica, su instalación, sus elementos
Teresa Margolles trata de esta forma de evidenciar la violencia físicos, y como ya lo hemos visto en algunos casos hasta el lenguaje
que surge a raíz de los diversos enfrentamientos entre cárteles del que acompaña a las obras.
narcotráfico, en donde el vestigio intenta articular la historia de los Cada uno de estos dispositivos posibilita una crítica hacia el siste­
vencidos. Los Ajustes de cuentas son entonces dispositivos que acti­ ma de violencia en el que nos encontramos. Ya sea de forma sutil en
van mecanismos intersubjetivos de indagación y expresión de una donde el dispositivo ayuda a la articulación de una lectura sagrada
problemática, por medio de la mostración de un mecanismo político de la obra en la que emerge la figura de un gran camposanto, o un
estético. Dicho de otra forma, el dispositivo presentado por Margolles dispositivo que articule cuestionamientos políticos y éticos entre la
indica el atesoramiento del elemento de desecho como aquel vestigio artista y los objetos que utiliza. Si bien ninguno de estos dispositivos
que participa de la memoria de un acontecimiento, pero al mismo es igual, y cada uno cuenta con sus particularidades, lo cierto es que
tiempo lo cubre de algo siniestro. invitan al cuestionamiento de aquello a lo que se refieren más allá
Hal Foster sostiene que hay cierto tipo de arte que rasga la pantalla de una contemplación estética.
tamiz que se encuentra entre el sujeto y la mirada y que, por medio Las obras evidencian una historia política-económica de neo-ex­
de este rasgamiento, es que lo real penetra y se hace presente (Foster, plotación en donde la precariedad de la vida y la acumulación glo­
2001). Las obras a las que se refiere Hal Foster son en mayor medida bal neoliberal permiten el funcionamiento de contra-entidades de
las que trabajan con la abyección, lo obsceno y el trauma, una esté­ poder -llámese narcotráfico, grupo paramilitar, guerrilla, etcétera-,
tica basada en el realismo traumático. Obras que nos provocan una que contribuyen a la pauperización de la vida de forma cotidiana.
especie de encuentro traumático, puesto que al hacerles frente hay Estas contra-entidades de poder junto con las entidades de poder le­
choques e incomodidades que no podemos controlar. Los Ajustes de galmente articuladas -transnacionales, gobierno, bancos, etcétera­
cuentas de Margolles son objetos que muestran dicho rasgamiento, siguen mecánicas en las que someten a los individuos a diversos tipos
joyas que producen un destello traumático. de violencia desarticulando la promesa de progreso y democracia, en
donde el único que goza es el capital.
Las tres obras que hemos estudiado forman parte de historias
singulares que, gracias al dispositivo que utilizan, activan un acer­
camiento a los acontecimientos circunscritos a las dinámicas de vio­
Asimismo, en In púgina 96, Taiyana Pimentel a propósito ell' 111 ohl'lI "Ajuste
lencia y poder que la globalización neoliberal ha generado en países
ctt' l'IH'ntlls" menciona: "(oo.) hoy propones qut' t'Xistt'1I 1'1111'0 o "f'IN l1\Octf'los dI' como México y Colombia. Así como en cada territorio se instrumen­
JOYlls rPlIlIzncllls COIl vidrios rpcup"f'IIc\OS dI' 111 "'\II'I'lc' el.., 1111 IlIIll'O ,,,•..,,dnlHlo", taJizélrú d(' variadas y singulares formas la violencia, también surgi­
128 Cuerpos memorables Muerte, desaparición y violencia 129

, rán distintos tipos de dispositivos que se encarguen de evidenciarla. Diéguez, 1. (2016). Cuerpos sin duelo: Iconograflas y teatralidades del
Obras que señalan una historia. Dichas obras se suscriben en lo que dolor. Nuevo León: Universidad Autónoma de Nuevo León.
podemos entender como una poética del vestigio en donde los rastros, Eliade, M. (1998). Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Planeta.
las huellas y los indicios, se condensan más allá de las consideracio­ Foster, H. (2001). El artista como etnógrafo. En H. Foster, El retorno
nes estéticas irrumpiendo en el espectador y en el contexto políti­ de lo real (pp. 175-207). Madrid: Akal.
co-social que éste habita. Freud, S. (1919). Lo ominoso. Recuperado e13 de octubre de 2016, de
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tres obras, van más allá del horizonte estético para posicionarse como Han, B.-e. (2016). Topología de la violencia. Barcelona: Herder.
un recurso que activa relaciones afectivas que se inscriben en hechos Labor Galeria (2017, noviembre 28). LABOR. Recuperado de: http://
y situaciones que tienen que ver con el orden histórico y político de www.labor.org.mx/artistas/teresa-margolles/ (ruta: imágenes de
los países emergentes. obra I dic imagen de Ajuste de cuentas o 21)
La creación estética que surge como una potencia de conocimien­ Medina, e. (2009). Teresa Margolles ¿De que otra cosa podríamos ha­
to, genera un síntoma que atrae al espectador a reflexionar acerca de blar? Ciudad de México: RM.
los hechos de un mundo no tan lejano a su realidad inmediata. Así lo Nancy, J.-L. (2007). La representación prohibida. Buenos Aires: Amo­
que intento poner a consideración del lector es el modo en el que las rrortu.
creaciones artísticas pueden afectar de forma crítica al espectador
y generar un aturdimiento necesario para preguntar acerca de lo
irrepresentado, pensar la posibilidad de un arte crítico en donde las
geografías de creación no limiten l~ oportunidad de develar la violen­
cia a la que están sometidos los cuerpos en la globalización neoliberal.

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res: Bordes Manantial.
Imagen 1. Perspectiva de
Relicarios, Erika Diettes,
Museo de Antioquia;
Medellín, 2016. (30 x 30 cm
x 12 cm). Objetos donados
por familiares de personas
víctimas de la violencia en
Colombia en trípolimero de
caucho. Fotografía: Eliana
MC'dina. Cortesía de la artista.

Imagen 2. Relicarios ~
Frika Diettes, 2016 (30 x 30
x 12 cm). Objetos donados
por familiares de personas
desaparecidas y víctimas
d(\ la violencia durante el
"'111111(10 armado ('n Colombia
Detalle,
• Imagen 3.
Atrabiliarios, Doris Apostillas a un apocalipsis anunciado1

Salcedo, 1992-2004.
Vejiga de vaca, zapatos
e hilo quirúrgico.
Instalación de
dimensiones variables.
Fotografía: Museum
of contemporany Art
Chicago.

QUÉ HERIDO LAPIDIARlO:

dure I Tumbas filosofales I La­

Perspectiva
• Imagen 4.
E L AMOR ES ETERNO MIENTRAS
pidiarios y epitadesafios, es una proApuesta de cementerio
romántico apocalíptico, pero sin inquilinos. Podríamos mencionar
Ajuste de Cuentas, que también es un cenotafio, es decir, una especie de monumentos
Teresa Margolles, 2008.
Galería Salvador Díaz.
fune rarios en los cuales no se encuentran los cadáveres de los per­
Fotografía: Mario Cana sonajes a quienes se dedican estas esculturas planas o placas conme­
para ASVOF. morativas, es decir, a nos-otros.

Los IMPUESTOS Y LAS DEUDAS

El origen de este aforismo - si le podemos llamar así- fue esculpido


por el francés Henri de Régnier, un importante escritor simbolista
de principios del siglo xx. Su línea "L'amour est éternel tant qu'il
dure" pertenece a una serie de reflexiones sobre la mujer incluidas
en Demi-Vérités, que son parte de Lu~ ou les femmes et l'amour - se­
guidos por Done. ..et Par-d, par-liL.., publicados en París por Mercure
de France, en el año 1929.
Posteriormente, en una lúcida tarde de efímera pasión carioca, en
el año 1939, el poeta y cantante brasileño Vinicius de Moraes, figura

Esle en sn yn fu e retomado y readaptado de un primer texto publicado ('11


1'1 1 dl,llng o de l11i ohril ('scullórica tituladn L'I amor es eterno mientras dlfre
('JO 1",), C) II el n 1111 en dI' un apoyo del Fondo NndOlHlI Pilr;¡ la ('ullmo y 111 :-'
A III ' /,Il II'IIV¡IW d (' IIII'og l':l IJl,1 S ISICI1HI Nill:i olull dn C l'l.:: Íldul'f~~ 2 01 , 1 ·2 01 ~I , IJlU '
nihi l' lit (11)1':1 1.' 11 M:u.1l'irl , l; t1p tliüI
134 Cuerpos memorables Apostillas a un apocalipsis anunciado 135

capital de la música popular brasileña, escribió el poema "Soneto de muerte le dio posada. Sus esqueletos dibujados como seres vivos son
fidelidade", comentando en uno de sus fragmentos (Moraes, 1946):2 un baile a la vida. Una irónica forma de reírse frente a los temores
de la muerte dando un sí a la vida por dibujar vida a la muerte de
Eu possa me dizer do amor (que tive): una forma tan divertida. Por los huesos se escurre la vida, pero estos
Que nao seja inmortal, posta que é chama mismos esqueletos son los que nos permiten estar de pie, son el sostén
Mas que seja infinito enquanto dure. de la vida, asegurando que nuestra ración de paraíso está en lo que
hagamos por la vida, en esta vida y no más allá, parece que nos dice
Con la ayuda del artista catalán Antoni Abad, una probable traduc­ José Guadalupe.
ción sería: Por ello, la idea de Octavio Paz que "reza y propaga" en su libro La
llama doble (Paz, 1993), de que amar es aprender a morir, es una sen­
Podría decirle sobre el amor (que tuve): tencia que sostiene vínculos muy amplios y estrechos entre palabras
Que no sea inmortal, puesto que es llama y/o conceptos que funcionan como posibles sinónimos, que por ello
Pero que sea infinito mientras dure. me he atrevido llamar a la suma del amor entre la vida y la muerte:
la A-muerte, la existencia es una suerte. 3
La traducción simplificada es como la que propongo: El amor es eter­ Aunque esta vez su distribución y consumo se ha presentado en
no mientras dure. Y éste es el punto de partida que me ha llevado a espacios destinados para las artes, este proyecto sugiere ubicar sus
crear esculturas planas de otra manera. Sin embargo, ésta no es la planteamientos en un espacio del dominio público, como una calle
única deuda conceptual que tengo con este ciclo de esculturas. "Déci­ o pared urbana, un jardín, plaza o parque. Para que éstas funcionen
ma muerte" y "Nocturno en que nada se oye", poemas publicados en como "operativos o señalamientos vivaces" y distintos que generen
Nostalgia de la muerte (1953) del poeta mexicano Xavier Villaurrutia, reflexiones e inquietudes sobre la grandeza de lo que significa estar
son poemas que han grabado sobre mi existencia el sentir de la vida vivo. El amor es eterno mientras dure 4 es un trabajo de jardinería
a través de una reflexión poética sobre el fin de la existencia. Y más, poética y sepulcro; estética y dilema, que desea replantear ciertos
¿qué decir de Muerte sinfin (Gorostiza, 1939): "Lleno de mí, sitiado en espacios públicos con la ayuda de figuras poéticas o énfasis en el más
mi epidermis por un dios inasible que me ahoga ... "?; así que, tan lleno allá, para llenar a estos espacios de retórica en la sencillez natural de
de mí, he logrado ver otra tonalidad en el sentido de la vida misma. un jardín vivo, callejón u espacio urbano de olvido, pasaje o parque,
Ellos me indicaron nuevas rutas de lenguaje para comprender la vida según fuesen ubicados. Crear sitios vivos con la paradójica idea de
a través del sentido de la palabra muerte y cómo ésta, nos da otro
sentido en la existencia. Pero también los poetas visuales españoles,
3 A-muerte, la existencia es una suerte fue el título que utilicé para nombrar
como Eduardo Scala y Joan Brossa, me han ayudado a subir sendas mi muestra individual celebrada en la Galería Saro León en los meses de
escaleras lingüísticas y vislumbrar desde sus poemas de orientación septiembre y octubre de 2007, La Palma de Gran Canaria, España.
visual nuevos horizontes conceptuales. 4 Esta muestra se ha realizado en varios espacios expositivos. Por primera
vez en la Galería México-Madrid, en Madrid, España, durante octubre
Tampoco me olvido de uno de los padres del arte moderno mexi­ y noviembre de 2012. En el Festival Internacional Cervantino, Galería
cano, el genial José Guadalupe Posada, quien con sus grabados, a la Polivalente de la Universidad de Guanajuato en 2013 y recientemente en la
Galería Le Laboratoire, Ciudad de México, en la muestra titulada Memento
Mori / Ave Fenix, del 17 de abril al 4 de julio de 2018. Cada una de estas
2 Poema completo en línea: http://www.viniciusdcmorncN.(.om.br/pt-br/ muestras ha integrado en su momento nuevas lápidas, o mejor dicho, nuevas
poesla/poeslas-avulsas/soneto-de-fidelidade; https://www.youlube.com/ esculturas conceptuales. Véase: http://martinezsilva.com/obra/escultura/csc ..
wntch?v'i' p.flgU41:RC7Nc nmon~h~rno.hlml
136 Cuerpos memorables Apostillas a un apocalipsis anunciado 137

que al mismo tiempo, estarán vinculados con la compleja acepción accionando directamente en el mundo real, el de ellos, fuera ya, del
de la muerte. mundo del arte. Destinadas a la ineptitud, en conjunto operan como
En las ocasiones en que El amor eterno mientras dure se ha expues­ un solo monolítico dedicado a la materialización concreta de ayudar­
to en estos espacios, se ha planteado ambientarlos como un cemen­ nos a recordar que el futuro de este país somos la sociedad civil. La
terio particular, colocando flores y veladoras con aromas de copal negligencia es otro parámetro de medición incluido en estas lápidas,
e inciensos de lavanda y canela. Sin embargo, fueron más que eso, pero también abarcan a la ausencia y al vacío, al desprovisto cerebro
fueron un cementerio vivo por todo el público que asistió a convivir de los dirigentes, poniendo en evidencia el monólogo reiterativo de
en un lugar lleno de esculturas planas que revelaron a la vida muerta la clase política que nos bobierna en este país.
y su periferia. Pero más que nada, lo reitero, intentan ser una acción México lindo y qué herido, te han convertido en un PANteón (2012),
concreta que busca contextos específicos y el uso público de ciertos dedicada al Partido de Acción Nacional.
espacios más allá de estos lugares. APRIcalipsis never again (2012), que puede interpretarse de varias
Siempre me han impresionado las tumbas espontáneas alzadas maneras, así como el final del Partido Revolucionario Institucional,
en lugares públicos de las ciudades o carreteras que remiten a civiles así como las consecuencias que éste generó (Imagen 1).
anónimos que han muerto en ese lugar. Atropellados, accidentados o No PRDeré mi tiempo con una esquina que se autodestruye (2012),
asesinados, los monumentos alzados in situ como cruces que rinden dedicada al Partido de la Revolución Democrática.
homenaje y memoria a la existencia de un ser, han sido uno de los MUERDE: Ni partido, ni verde ni ecologista (2018), dedicada al Par­
motivos que me llevan a que estas lápidas puedan encontrarse de tido Verde Ecologista.
otra manera como lugares de honestidad en nuestra propia cotidia­ Morena Ex PRIeta (2018), dedicada al Movimiento de Regenera­
nidad, "puntualmente inesperados~' (Paz, 1981: 9) serían un intento ción Nacional que cuenta entre sus allegados a cientos de ex priistas
por interactuar dentro de un contexto diferente por el uso público trasnochados.
de ese espacio. Para hacer un énfasis en estas "teorías", durante la inauguración
Por ejemplo, destiné a cada uno de los principales partidos po­ de la muestra "Memento Mori", celebrada el17 de abril de 2018 en la
líticos mexicanos su propia lápida, expuestos en plena campaña galería Le Laboratoire, ubicada en la Ciudad de México, se realizó la
presidencial durante el año 2018. 5 Serían operativas por completo si performance Democracia discriminadora, que consistió en la realiza­
éstas pudieran ubicarse en la sala de entrada del Senado mexicano, ción de un pastel en forma de lápida de mármol que tenía grabada
o bien, adentro de un pasillo o sala abierta en la Cámara de Diputa­ en relieve la palabra "democracia". Por supuesto que no alcanzó para
dos. Así que, "lo que se ha cenado en nuestra clase política ha sido todos, es decir, que no hubo rebanadas del pastel para todo el público,
todo disputado". Así, estas lápidas mismas serían elocuentes con la tan sólo hubo migajas para quienes pudieron acercarse al final. 6
realidad política mexicana y con quienes nos bobiernan. Entonces sí,
la obra que está destinada a ciertos espectadores, encontraría otra
elocuencia: la de devolverle a los políticos la bofetada a su ineptitud, LA LUZ CONDENSADA COMO CINCEL

Para mí, este lenguaje verbal grabado y esculpido en láser sobre


5 Anteriormente durante la muestra Visible invisibilización. curada por Gabriela la piedra de mármol u ónix tiene la intención de ser un puente entre
Martínez y Said Dokins celebrada de agosto a septiembre de 2013, en el Museo una existencia y la otra. Busco que cada palabra nos permita en su
de la Ciudad de Querétaro se expusieron sólo tres lápidas ctedlrllctns ni JlAN, al
I'IU y al Plm y n otros asuntos políticos que acontecieron ('11 ('HOM momentos,
consecuencia d('1 mili Jl;ohlerno mex!cllno. (i P\wctt' vttnU' ('1 vld(!o dt' In {wr/,ormwlC'(' en: https://vlmeo,com/2(i(i4:\:i4(i1

- ._~"--:::::--... '
138 Cuerpos memorables Apostillas a un apocalipsis anunciado 139

lectura realizar un recorrido imaginario por la vida, proponiendo con la ayuda de una imagen verbal, -en este caso, los lapidiarios-, se nos
estos enunciados cortos una especie de vehículos sensibles que nos permite visualizar un lugar en este mundo que ayuda a que nuestro
trasladen a otro "no lugar". Ypor esta senda breve de palabras poder recuerdo sea una materialización concreta: abajo está el pasado. Pero
avanzar o retroceder, explicando al mundo que desde aquí, hay otro en este caso, la muestra entera también nos da avisos de lo que estará
"no lugar". Y en las palabras encuentro escondites que me permiten por llegar como un memento mori o mirada al futuro gracias al brillo
expandirme a otra frontera, cruzar a otro limbo de los sentidos lin­ del mármol y, quizás, en ese breve y tenue reflejo, encontremos a Dios
güísticos. Por eso, CADA VEZ QUE SIENTO QUE SIENTES QUE SINTIERAS como espejo. Del amármol8 por resistir del tiempo, su paso y trayecto,
QUE TE SIENTO ME SIENTO JUNTO A TI EN UN CIENTO POR CIENTO, (2012).7 los sepulcros serán el de un lugar acontecido. Amar a pesar de que
Según los poetas, las palabras están vivas. Ypor ello somos y eres, uno ya no esté, en la ausencia también se ama.
fuiste y pasaste de un lado a otro. Palabras van, palabras vienen, La ambigüedad de la tumba es el destino final de los cuerpos muer­
llegan y se van, nos llevan para estar allá desde el más acá. Pero las tos. Es un contenedor y poseedor de una existencia que culminó en
palabras ya estaban allí cuando despertamos desde antes: había de­ un monumento y concluyó como presagio de un destino. Se guardan
rretido seres humanos, escala uno a uno, hechos de cera para jugar los instantes. La tumba es testimonio de un vacío inmediato que res­
con el acto lingüístico de no ser(á), con la ayuda de la cera que ardía guarda a la eternidad provisora de un momento extendido.
emanando aromas de copal frente a los espectadores en una trans­ Se muere, y el instante de uno hacia la nada será perpetuo: Nada
formación a fuego lento. Después llené de aire a esculturas antropo­ es para siempre: 9 estaremos más tiempo muertos que vivos.
morfas a nuestra escala para inflar y desinflar el ánimo y el tedio de However, a veces podemos calcular y elegir dónde queremos que­
seres humanos que fueron esculpidos y vulcanizados en hule látex darnos para siempre y elegimos como última morada a una cripta de
que, con la ayuda de propulsores de aire y sensores de presencia mármol porque ésta permanece, es durable en el tiempo, y nos per­
sensibles al público presente, generaron nuevos ritmos respiratorios mite amaneSER en otros (no) lugares trascendiendo hasta en nuevas
derivando en sucesos escultóricos, apareciendo y desvaneciéndose, épocas. Así son algunas tumbas memorables de algunos de nuestros
viviendo frente a los espectadores cuando fuese necesario. ancestros. En el por venir ellos cuidaron estar para siempre, al menos
En elAmor es eterno mientras dure (2012-2018) ya no hay cuerpos, hasta nuestros días, sus restos son presencia y admiración. Cierto que
estos desaparecieron por completo, ya no están, sólo se "mira" su muertos ya no seremos nadie, pero sí un recuerdo vivo en quienes
periferia. De forma semejante sucedía en mis rituales caníbales: el nos conocieron, un breve latido de intensidad o suspiro de energía
público devoraba seres humanos de gelatina o chocolate y los hacían en la humanidad de otras personas. "La muerte es una vida vivida.
suyos a través de la digestión en una suerte de antropofagia gourmet La vida es una muerte que viene" (Borges, 1971).
(desde 1997). Pero en esta ocasión, ya ni cuerpos presentes hay, sólo Lo irreductible de la muerte ante la vida también puede ser un
una invocación o evanescencia y el sabor del vacío. Los muertos no acto de contemplación, pero para ello necesitamos ayuda de un lugar
hablan, ya no dicen nada. donde consagrar el rito de que recordar a los otros sea un beneplácito.
De esta manera, el lenguaje es entonces una mirada, un telescopio Para ello, son creados los mausoleos, funcionan como un epitadesafio
que nos acerca al lejano mundo en otro hábitat de la vida: el de la
tumba. Sin materia, sin cuerpo, las tumbas son imaginación, pero con

8 Amármol, resultado de la suma de dos conceptos: amar y mármol. El plus es


7 Escultura lápida grabada a mano por artesanos d" MllrlllOh r'n San José,
1
lo que multiplica retóricamente.
Ciudad de México, en mnrmol blanco de Carrnl'él. :lO(,./. 1 llIt'tro por 70 x 2 9 Nada ('S para si('mpre. escultura lápida grabada en láser sobre mármol dorndo
centímetros. Teppxl. (iO x t1() x 2 c(~ntímetros. 2012.
140 Cuerpos memorables Apostillas a un apocalipsis anunciado 141

arquitectónico. Resistiendo al olvido nos dan cuenta de la grandeza Gerardo Mosquera en Ex Teresa Arte Actual en la Ciudad de México.
vivida, fueron creados para ser testigos del futuro: ahí fue enterrado. Al ser testigo vivencial en México de esta instalación, lo primero que
Este ciclo de obras es una investigación en torno a la periferia del pensé fue que el "mundo está de luto" y mi emoción se gratificaba por
cuerpo. Por ser el cuerpo nuestra morada durante la vida, la tumba haber estado afuera de un templo que antes rendía culto a la religión
será la última morada de nuestro cuerpo, donde descansarán para católica y que ahora se ha convertido en el Templo de la Performance:
siempre nuestros residuos que se convertirán en átomos. ¿Futuro Ex Teresa Arte Actual.
de la memoria o memoria del futuro? ¿Estas tumbas hablan del hoy En mi caso, la obra titulada Me dueles, México (2012), que consiste
mismo como el mañana de un pasado? Es la historia de nuestras vidas en una bandera mexicana grabada en láser sobre mármol negro Mon­
vivas, ¿seremos los testigos de nuestra muerte? Porque como decía terrey, pasa de ser bandera ondeando tranquila en el espacio, a ser
Walter Benjamin: "cuando se atiende al objeto histórico, el método un sepulcro inamovible (Imagen 2). México es ahora una tumba que
no es interpretarlo a la luz del presente, sino más bien, investigar en ha sido gestionada por seis años de estrategias equivocadas que sólo
qué medida él, desde su pasado, que está reclamándonos un rescate, generó más pÁNico y barbarie: Me dueles, México, y peor aún por la
interpreta precisamente a nuestro tiempo" (Benjamin, 1934). Por ello, suma lograda en el más reciente sexenio que hizo prolongar el crimen
mis tumbas pretenden ser un recuerdo del futuro. y la impunidad como métodos de traición a la patria y tortura política.
Inclusive, para este ciclo de esculturas, se ha creado un cementerio En la instalación titulada Fosa común, inter-heces fiscales o capi­
a escala, se trata de un Sementerio dedicado a la pequeña muerte que talismo funerario (2012-2018), presento como resultado fragmentos
tan vivos nos hace y que tanto nos ayuda a sentir el amor provisorio. de mármol con emblemas financieros incompletos o alterados. Son
¿Qué tan vivo se siente uno con un orgasmo seguro? Ahora usted po­ restos visuales emblemáticos de empresas y bancos responsables de
drá encontrar adentro de un estuc~e muy mono que funciona como una crisis económica mundial. Están rotas e incompletas porque se
contenedor, un pequeño ataúd de hule látex guardado en un sarcófa­ visualizan como ruinas de una violencia económica articulada, es una
go tan coqueto, un anillo de compromiso. Se trata de un preservativo biopolítica del poder, del dominio de las tinieblas que determinan
presentado como si éste fuese una joya. sobre nuestros comportamientos gestos inhumanos. Los bancos son
templos de la violencia y de aquí sus restos que operan como expre­
siones visibles de una relojería que mata en nombre de unos cuantos,
OTRAS DEUDAS EXISTENCIALES por sus créditos a plazo: créditos, luego no existimos (Imagen 3).
En las obras tituladas Tratado de libre comerse en América del Nor­
En 2001, el artista cubano Wilfredo Prieto produce la obra Apolítico, te (Imagen 4), Dibujando el futuro y Nos-otros (2012), he tomado como
que consiste en varias banderas (cerca de 300) de diferentes países sin referencia recortes de los grabados que representan los crímenes de
color, todas en blanco y negro. A primera vista, este artista les extirpa los españoles durante la llamada "Conquista" de México y que fueron
la identidad nacionalista propia a cada bandera, reduce los rasgos de publicados en el libro escrito por Bartolomé de las Casas, Brevísima
individualidad y emblemáticos de cada país. El símbolo universal que relación de la destrucción de las Indias (1598). Estas iconografías, fue­
representa a las naciones es controvertido y suscita varias interpre­ ron realizadas por Theodor De Bry, citado por Miguel Rojas Mix, en
taciones según el contexto donde ha sido exhibido. La obra ha dado su maravilloso libro titulado América imaginaria (1992). A su vez, el
la vuelta al mundo, se ha presentado en sedes como la VIII Bienal de resultado de estas imágenes proviene de los conceptos emancipados
La Habana en 2003, hasta las afueras del museo del Louvre en París, por Tzvetan Todorov, en su libro La Conquista de América. El proble­
en 2006; en 2011 Apolítico se presentó en el marco de In ('xpos1ción ma del otro (19R7); así como diversos textos publicados por Noam
Crisisss... América/,atina, Arte y Confrontación. 191 ()-:.!(J I (JI ('urada por
142 Cuerpos memorables Apostillas a un apocalipsis anunciado 143

Chomsky sobre las semejanzas que se guardan entre la colonización BmLIOGRAFÍA


y la globalización en América Latina (Chomsky, 2003).
También, dedico algunas de estas obras, con todo mi amor y dolor, Benjamin, W. (2003). La obra de arte en la época de su reproductibili­
respeto y discreción a las víctimas de esta guerra narcomexicana, que dad técnica. Libro I, vol. 2. Madrid: Abada editores.
hasta el momento de escribir este texto, ya contaba con más de 70 Borges, J.1. (1987). El Aleph, Buenos Aires: Alianza-Emecé.
mil muertos, plus los del sexenio del aPRlcalipsis. Por ejemplo, la obra Chomsky, Noam. En conversación con Dieterich, Hanz, (2003). Améri­
titulada Rápido y furioso (2013, The Fast and the furious, en inglés) ca Latina, de la colonización a la globalización. Madrid: Ediciones
se une a la demanda civil en México contra el procurador general Cátedra.
norteamericano Eric Holder, y su polémico operativo que permitió el Gorostiza, J. (1996). Poesía completa. México: Letras Mexicanas, Fondo
trasiego ilegal de armas desde el "Imperio yanqui" a México. Al igual de Cultura Económica.
que muchas de las guerras africanas que fueron patrocinadas por Las Casas, B. de (1991). [1598]. Brevíssima relación de la destruyción de
países europeos cambiando armas por diamantes de sangre, Barack las Indias. Introducción, edición y comentarios de Andrés More­
Obama invocó un "privilegio ejecutivo" para toda la información re­ no Mengíbar, con los grabados originales de la edición latina de
lativa a comunicaciones internas del gobierno federal sobre "Rápido Jean Théodore y Jean Israel de Bry. Sevilla: Revista de Filosofía/
y furioso". Instituto Italiano per gli Studi Filosofici.
Como última morada he elegido por destino final un reloj de arena, Moraes, V. (1946). Poemas, sonetos e baladas. Sao Paulo: Edic;5es Ga­
en donde reposarán mis cenizas, y con ello, lograr una movilidad de veta.
breve temporalidad: seguir en movimiento a pesar de estar muerto. Paz, O. (1981). ¿Águila o sol? México: Fondo de Cultura Económica
Pero esta obra no se expone todavía, mi sarcófago está, aún, en plena (Colección Popular).
producción. Paz, O. (1999). La llama doble. Amor y erotismo. México: Biblioteca
Al final del día, por no decir al final de los tiempos, después de Breve, Seix Barral.
mucho trabajo, uno llega y se tumba a descansar en paz. Recordemos Régnier, H. de (2018). [1929]. Lui ou les femmes et l'amour. París: Ha­
ello, aunque en el caso de esta muestra, será el para siempre nunca. chette Livre BNF.
Rojas Mix, M. (1992). América Imaginaria. Barcelona: Lumen.
CÉSAR MARTÍNEZ 10 Todorov, T. (1987). La Conquista de América. El problema del otro.
Terrortitlán, 2012-2018 México: Siglo XXI.
Villaurrutia, X. (1984). Nostalgia de la muerte. México: Fondo de Cul­
tura Económica, Lecturas Mexicanas.
10 César Martínez Silva (1962) es artista indisciplinario, su trabajo como artista
ha transitado por diferentes aportes conceptuales y soportes técnicos, desde
la dinamita hasta la gelatina. Su obra se ha presentado alrededor del mundo
y actualmente es doctor en Arte e Investigación por la Universidad de Castilla­
La Mancha, en España. Su trabajo más reciente se presentó en La Casa de
Francia a finales de 2018, muestra individual titulada Gracias por todo /
Diálogos interculturales y trasatlánticos que comparte con el artista francés
Nicolas Milhé. Durante la inauguración realizó la performance na Monumentos,
héroes y gastronomía que ofreció a degustación del público comensal 70
esculturas comestibles a escala que representaron a mOIl11 11lt'ntmi históricos
mundlnles con una fuerte carga simbólica por la 1'111'11111 1'1\ 'IUI' fUl'ron
codnndos. P\l(~dl' v('rs(' ('n: hllps://vIr1\('o.(:om/2'n2041:n

\,
~ Imagen 1. aPRIcalipsis
never again (2 012).
Mármol blanco Bego.
1 ro x 70 cms x 2 cm

... Imagen 2. Me dueles


México (2012). Grabado
en láser sobre mármol
negro Monterrey.
70 cm x 1 m x 2 cm
Documentar loes) olvidado(s):

~~.~~.p ..
entre registro de lo ausente y resistencia

a la desaparición

II~~ _.~JtIl~
... .·.i
..
~
":
...--­- .. ~
~
..
LUDOVIC BONLEUX 1

mí, una práctica tanto artísti­


H ACER CINE DOCUMENTAL ES, PARA
ca como de registro. La película obtenida al final del proceso
creativo tiende a tener su propia estética, su propia dramaturgia.
Sin embargo, sigue siendo una captación de la realidad, el recuerdo
de un momento vivido por personas reales en un espacio temporal
particular. Esta ambivalencia me apasiona y es la razón por la cual
me he dedicado al oficio de documentalista los últimos quince años.
La mayoría de mis películas tienen una relación con la desapari­
~ /' ... Imagen 3. Fosa común, ción de gente o de culturas. Creo que se ha vuelto una obsesión para
inter-heces fiscales o mí. Esta obsesión viene en parte de mi formación de historiador, la
.--.". capitalismo funerario . cual me hizo entender la importancia de las fuentes, de las huellas
...... (2012-18). Instalación para el trabaj o histórico. Sé que lo que filmo se volverá un testimonio,
, con fragmentos
residuales de una crisis.
una fuente) para los historiadores del futuro. El momento preciso que

TLCAN ~
Medidas variables.

Imagen 4. Tratado
de libre comerse en
se registra gracias a mi cámara después desaparecerá del espacio
temporal de la vida cotidiana para volverse un archivo de la realidad.
Quizá se convertirá en una obra de arte, pero en un primer tiempo,

América del Norte


" (2012). Grabado en láser
sobre mármol negro
Monterrey. 50 x 40 x cms
.1 Ludovic Bonleux es cineasta documentalista. Trabaja desde 2002 sobre el
tema de la desaparición en América Latina y más específicamente en
el estado me'xicano de Guerrero donde ha realizado tres películas. Su tlll ill1(1
cloe 1Illlcntill, GII/! I /'('m (2017), hu sido prpsl'ntilClo lln una vt'in 1('1111 de rpst lV.tlIJ~;
I 11 1en,,, cj01l{1les y .~, II.IIt1(JII,HIIl con Vt1I ios pn!1llim: t;lnlO ('11 M" Júl:1l 1:1111111 ( ~ II
1' 1 ('X 1jl[llYj f q ' I"1
148 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 149

es registro. El fotógrafo Henri Cartier-Bresson escribía, sobre el con­ PRIMEROS INTENTOS "DOCUMENTANDO": DAR LA PALABRA,

cepto de l'instant décisif.2 DAR LA IMAGEN

De todos los medios de expresión, la fotografía es el único que fija el ins­ He descubierto el valor de la fuente y la necesidad de registrar, de
tante preciso. Jugamos con cosas que desaparecen y que, una vez desa­ "documentar" mientras estaba realizando mi tesina de licenciatura
parecidas, es imposible revivir (. ..). Para nosotros, lo que desaparece, en Historia, en 1998. Dicho trabajo estaba enfocado en el estudio del
desaparece para siempre jamás: de ahí nuestra angustia y también la movimiento anarquista en la ciudad francesa de Burdeos durante
originalidad esencial de nuestro oficio (Cartier-Bresson, 2003: 18). el siglo xx. Además de encontrarme con un verdadero gusto por la
investigación histórica, descubrí también "el poder de la palabra":
El documental es cine. El cine es fotografía en movimiento, con una fui a entrevistar a los testigos del anarquismo bordelés, para que me
velocidad de veinticuatro cuadros por segundo. En este sentido, el contaran su versión de la historia. Encontré a unos españoles de la
documentalista registra, como el fotógrafo, un instante antes de su tercera edad que habían luchado contra Franco durante la Guerra
desaparición y lo vuelve, en cierta medida, inmortal. El documental Civil y que se habían refugiado en Francia. Escuchar a esos veteranos
se vuelve, de alguna manera, una forma de resistir a la desaparición. que nunca habían renunciado a sus ideales a pesar del dolor, de la
Sin embargo, aunque sienta la misma angustia que Cartier-Bresson pérdida, de la derrota, se volvió una experiencia única para mí. Me
por registrar los instantes antes que desaparezcan, me dedico tam­ di cuenta en este momento que estaba grabando en audio unos tes­
bién a grabar las huellas que han dejado en este mundo los que han timonios esenciales, dejando para la posteridad una huella de esas
desaparecido: los rastros que han dejado entre sus familiares o en la vidas azarosas antes de que callen para siempre sus protagonistas.
memoria colectiva. En este sentido; mis documentales son una mezcla En este momento entendí el valor del registro de la transmisión
entre resistencia a la desaparición y registro de lo ausente, de lo(s) oral. En ese momento, estos testimonios no fueron editados y estaban
olvidado(s). Si trato de enfocarme en mis experiencias académicas, destinados sólo a historiadores, no a ser parte de una obra creativa.
fotográficas y cinematográficas de esos últimos veinte años, tengo Creo que fue la primera vez que "di la palabra" a la gente, cosa que
la impresión que están ligadas, porque las historias de la gente que suelo hacer en mis documentales. "Dar la palabra" a los que no están
filmo tienen algo en común aunque vivan a decenas de miles de kiló­ escuchados se volvió, efectivamente, a lo largo de los años, una de
metros unos de otros: ¿Cuál es el punto común entre los desapareci­ mis metas. Me titulé y, poco convencido por mis horizontes laborales
dos de la guerra fría en el estado mexicano de Guerrero y los últimos en Francia, tal vez emocionado por los testimonios de los veteranos
momentos de la cultura Aonikenk en la Patagonia argentina? ¿Que de la Guerra Civil española, decidí, a finales de 1998 viajar a Chia­
tienen que ver los buscadores de cuerpos de la región de Iguala, los pas, en México, para ser voluntario en unas comunidades indígenas.
anarquistas españoles en el exilio y los pescadores pesh de Honduras? Pasé largos meses en esas comunidades, conviviendo con la gente,
Trataré de contestar estas preguntas en este texto. experiencia que me cambió totalmente la vida. Un día llegué a una
casa y propuse a la señora que vivía allí tomarle una fotografía con
sus hijas. La señora aceptó. En realidad, tenía en la mente solamente
enseñar esas fotos a mis amigos de regreso a Francia, pero tomaron
otra importancia.
En esta región, cuando se fotografía a sus habitantes, se acostum­
2 l/instant décisif: el instante decisivo o momento preciso segú n las I rad ucciones.
Consiste en captar en una fotogrnfía, de manera ('slc-I ira y hllltlUnlstll, un bra a dejarles una copia. Es una manera de compartir un objeto al
JllOml'nto ('f{mpro (Colorllclo, 2011). cual, nI menos hasta los aftos noventn, ellos no tenían acceso. l:sta
..a..;..L
150 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 151

fotografía que hice en Chiapas, se volvió la primera de una larga serie randa, perdiendo la cordura por el hecho de no haber podido cumplir
de retratos. Una vez que los vecinos vieron que había entregado la su duelo. La desaparición forzada impide que se haga el duelo del ser
foto a la señora, quisieron también la suya. No podía rechazarles ese querido. Esa doble tortura, tanto para la persona eliminada como
favor porque no tenían cámaras fotográficas y entonces no tenían para su familiar, fue teorizada por primera vez y puesta en práctica
imágenes de ellos cuando eran niños, de sus antepasados fallecidos, como parte de la táctica de contrainsurgencia que desarrolló el ejérci­
no tenían recuerdos visuales de su existencia y orígenes. Y yo tenía to francés en Argelia para luchar contra los independentistas del FLN 3
el extraordinario poder de darles estos recuerdos. De alguna manera, a finales de los años cincuenta en el siglo pasado. Después, la desa­
les "di la imagen" que tanto necesitaban, de la misma manera, tal vez parición forzada fomentada desde Washington, fue parte central de
que había "dado la palabra" a los veteranos de la Guerra Civil espa­ las operaciones de lucha contra el comunismo en América Latina,
ñola. A partir de este momento decidí registrar el mundo por medio de Chile a Brasil y de Argentina a México (Robin, 2008).
de la fotografía. Hoy, las señoras del Ticui deben haber fallecido. Murieron sin sa­
ber nada de sus hijos, no hubo justicia, ni siquiera reparación mate­
rial del daño o disculpa oficial por parte del Estado mexicano.
LAS SEÑORAS DEL TICur. RETRATOS DE LA AUSENCIA La fotografía de esta serie que mejor logra enseñar la ausencia del
ser querido es el retrato de una señora que posa frente a la cámara
Las señoras del Ticui es una serie de cuatro retratos, parte de un en­ con un retrato de su esposo enmarcado. Ella está afuera de su casa, se
sayo fotográfico llamado La herencia de los guerreros (Bonleux, 2003), observa la pared de adobe, un número, 173, que equilibra la composi­
que realicé en Guerrero, México, entre 2002 y 2003. Son fotografías ción y se puede discernir unos muebles y cuadros adentro de la sala.
analógicas en blanco y negro. Las 'cuatro señoras son madres o es­ El hecho de que la foto del esposo esté timbrada, nos hace entender
posas de desaparecidos de los setenta, de la llamada "guerra sucia", que es la reproducción enmarcada de una imagen de identificación
cuando el ejército, para luchar contra los movimientos de subversión, oficial y nos puede hacer pensar que ésta eS la única imagen de la
emprendió una guerra de contrainsurgencia cuyo resultado fue la cual dispone esta señora, quien vive en una zona muy pobre donde
desaparición forzada de por lo menos 293 personas en el estado de las fotografías eran muy poco comunes hace 40 años (Imagen 1).
Guerrero (Bonilla, 2015). Visité a cada una de ellas en su casa, en el Además de darnos una pista sobre su estatus socioeconómico y su
pueblo del Ticui, situado alIado de la ciudad de Atoyac de Álvarez. En acceso a la fotografía en general, nos hace reflexionar sobre el cinis­
cada casa me ofrecían una taza de café, una galleta y platicaba con mo de dicha escena: la única opción de esta señora para encontrar a
ellas de su vida y de la ausencia de su familiar. Una de las señoras me su ser querido y reclamar justicia por su secuestro, es utilizar una foto
contó la historia de su hijo desaparecido treinta años atrás, y con los que fue generada para identificarlo por el mismo Estado que después
ojos en el vacío, me dijo: "Cada mañana le hago de desayunar, por­ lo ha secuestrado y "desaparecido".
que sé que va a regresar algún día". Esta frase resume el sufrimiento Esos retratos son el registro de un instante que ahora no existe.
de las madres de los desaparecidos. La doble tortura que consiste Ellas no existen más en el Ticui. Están ausentes. Esas fotografías se
en eliminar a una persona en condiciones atroces, y atormentar a volvieron un registro de lo ausente, "ce qui a été" ("lo que ha sido")
sus parientes con la incertidumbre de su paradero; el no saber si su como lo define Barthes (Barthes, 1980). Se volvieron memoria y, de
familiar está muerto o está siendo maltratado. alguna manera, son una forma de resistencia a la desaparición. Gra­
En el caso específico de la señora del Ticui, no había razón para
creer que su hijo aún vivía, ninguna esperanza C!" ve'rlo reaparecer :~ n.N: Frcmt ele Uhérutio" NatiOf/(/lt'. orgilllizilrión político-militar que estructuró
luego de treinta afios de su secuestro. Sin emhurHo. "Un .eguta espe- In lucha por In illdel·wnuelll:iil clt' ¡\1'~(l'1I11 (,Olltru el )(obit'l'Ilo fl'llllrl's.
152 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 153

cias a ellas podemos saber que hubo señoras que esperaron el regreso daño, nunca se disculpó oficialmente el Estado mexicano por el caso
de sus familias durante más de treinta años. Grabar ese dolor es una del El Quemado.
prueba de que este drama existió, aunque no se haya hecho justicia. Gracias al testimonio de don Evaristo, que pude registrar para
Es una lucha contra el olvido, contra la desaparición. la posteridad, para "hacer historia", puedo abordar la dicotomía de
Guerrero: de un lado el campo, marginado y reprimido constante­
mente por las autoridades; del otro, el puerto de Acapulco, ventana
EL CRIMEN DE ZACARÍAS BARRIENTOS,
glamurosa del país hacia fuera, refugio para las estrellas de cine de
ACUÉRDATE DE ACAPULCO: LA DICOTOMÍA DE GUERRERO
Hollywood, puerto moderno y atractivo que trata con sus atributos
de hacer olvidar la pobreza que lo rodea (Imagen 2).
En El Crimen de Zacarías Barrientos, sigo explorando el tema de los Esta secuencia está basada en la oposición entre la imagen de la
desaparecidos de los años setenta en Guerrero. Gracias al itinerario plaza principal de El Quemado donde nos da su testimonio don Eva­
de Zacarías Barrientos, quien fue en esta época un informante del risto, paisaje rural y "tradicional", caracterizado por el ocre de las
ejército, puedo enseñar el drama humanitario que se conoció en la casas de adobe, y las tomas del puerto de Acapulco, donde se recono­
región, así como los intentos fallidos, a principios del siglo XXI, por cen hoteles modernos y un crucero que atraviesa una bahía con do­
juzgar a los responsables de esta masacre. 4 En el minuto 22 del do­ minante azul. El testigo comenta que fue llevado a Acapulco donde se
cumental, aparece don Evaristo Castañón, de El Quemado, quien re­ lo torturó. Trato de generar una emoción, de romper los códigos, con
cuerda cómo fue, junto a un centenar de hombres del mismo pueblo, este discurso y estás imágenes. En general, la gente no va a Acapulco
detenido por el ejército: "Se nos detuvo casi todo el pueblo (...). Nos para ser torturada, va a Acapulco de vacaciones para disfrutar de la
llevaron en helicóptero a Atoyac, al ~uartel militar. De ahí en la noche playa. Sin embargo, también se ha torturado gente en el puerto. Poco
nos llevaron a Acapulco en convoyes militares. Allá se nos torturó" a poco, suceden a las tomas de los hoteles unas imágenes de la base
(Bonleux, 2008, minuto 22, 23). Esos campesinos fueron llevados a naval donde la Marina tiene sus cuarteles y que podría ser el lugar
Acapulco donde fueron torturados, algunos fueron sentenciados y donde don Evaristo estuvo secuestrado. 6
otros fallecieron. 5 Nunca se hizo justicia, nunca hubo reparación del Trato de desenmascarar el mito que rodea el puerto: un mito de
paraíso terrenal donde la paz y la diversión serían lo cotidiano. En
este sentido mi documental se vuelve una obra de resistencia a la
desaparición, porque hace justicia, por lo menos históricamente, a
4 Zacarías Barrientos se había convertido en un testigo clave de la FEMOSPP los que fueron torturados y eliminados en este lugar. De cierta ma­
(Fiscalía Especial de los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado), que
existió entre 2002 y 2007 Y tenía como meta hacer luz sobre la época de nera, opone el testimonio oral de una víctima a la creencia común, a
la guerra de contrainsurgencia. No logró juzgar ningún responsable, sin la memoria colectiva "oficial", la primera cuestionando la veracidad
embargo, la fiscalía publicó un informe general sobre las acciones de la de la segunda, por lo menos la veracidad del hecho "para todos". Con
"guerra sucia" ("Informe general. 6. La Guerra Sucia en Guerrero").
este testimonio, ya no podemos decir que Acapulco representa un
S "Entre e128 de agosto y el S de septiembre de 1972 fueron detenidos más de
noventa gentes en El Quemado, acusados todos de participar el18 de agosto lugar de diversión "para todos". Para ciertas personas fue un lugar
de 1972 en la emboscada al Ejército (...). Es necesario destacar que la tortura
a la que fue sometida esta gente fue tan brutal que no solamente todos los
detenidos aceptaron los cargos que les imputaron, sino fJlIl' sil'tl' dI' pilos (...) 6 La base aérea de Pie de la Cuesta, en Acapuleo, fue usada por las fuerzas
no aguantaron el tormento y murieron asesinados por 1'1 1'1('rl'ito ('11 sesión armadas pura detener, torturar y eliminar (a veces por medio de "vuelos de la
0(' tortura, o a consecuencia inmediata de ella. 1111'01'1111' ~f1""1'1I1 I'I:MOSJlI' nllU'rtt''') n los supuestos guerrilleros (informe generall'l:MOSPJI, 6, La Guerra
("lnfornw )(('nl'fIIl. (j, I.n (illt'rfil SUcill ('n (;U('rT('r"", I'p. !itl ~iH), Sudll ('11 (il",rrcro, pp. 36-3H,.49, 57, 109, 120, 130).
154 Cuerpos memorables
Documentar loes) olvidado(s) 155

de exterminio en el mismo momento que la mayoría se divertía. Así, bien de Acapulco", se volvió una obligación para poder sobrevivir en
El Crimen de Zacarías Barrientos se vuelve una obra de resistencia una ciudad que considero como el ejemplo perfecto de la "sociedad
contra la desaparición de una realidad histórica: enseña, recuerda del espectáculo" descrita por Guy Debord en su libro epónimo (De­
que en Acapulco no siempre todo fue glamuroso, que también se tor­ bord, 1967). Lo siento por los defensores de la imagen mítica de Aca­
turaron y desaparecieron personas en los setenta, época que marca, pulco, que verán en mis trabajos un obstáculo al desarrollo turístico,
además, su auge como destino turístico de masa. pero mi tarea es, al contrario, proponer otra visión que no ignore los
En el marco del documental Acuérdate de Acapulco, que empecé conflictos sociales, políticos y ecológicos de la región. Una visión que
en 2007 cuando la guerra entre cárteles 7 se declaró de manera ex­ trate de identificar los problemas en lugar de eludirlos.
tremadamente violenta en el puerto, estuve indagando más sobre El mismo título de la película, además de recordar la canción que
la negación de la historia y la creación de un mito sobre el Acapul­ escribió Agustín Lara para María Félix,lO lleva en sí una ambivalencia:
co paradisiaco. Me interpelaba el hecho que muchos acapulqueños cuando uno decide "acordarse de Acapulco", se puede acordar del
hablaban con nostalgia de un tiempo de paz y bonanza del puerto, Acapulco paradisiaco y mítico o del Acapulco violento. Sin duda, el
oponiéndolo a los tiempos violentos que estaban viviendo en ese verdadero Acapulco, si existe, debe encontrarse entre esas dos con­
entonces y que siguen viviendo mientras escribo esas líneas. 8 Para cepciones, violento y acogedor a la vez.
mí, esa concepción era más una construcción mental que un estudio Un momento muy especial de este documental reside en la se­
objetivo del pasado. En efecto, la violencia y la pobreza siempre han cuencia que empieza en el minuto 59: mientras estoy filmando una
existido en el puerto como lo demuestran la detención clandestina junta entre el ex alcalde Félix Salgado Macedonio y unos ejidatarios
de los vecinos de El Quemado o la masacre de los copreros en 1967 amenazados por el crecimiento de la zona hotelera Diamante, el tema
(Briseño, 2011).9 de los desaparecidos de los setenta surge, sin que lo haya previsto.
Pienso que el recuerdo de un pasado bonito y virgen de crímenes, Las lenguas se desatan y comentan el descubrimiento de 247 cráneos
de pecados de alguna manera, es la única forma de sobrevivir en un debajo del campo de golf del Mayan Pala ce, un hotel de lujo, símbolo
lugar turístico en crisis que necesita tanto de su imagen para poder del éxito turístico del puerto:
salir adelante. Mientras la imagen de Acapulco se está desagregando
bajo los golpes de la guerra entre los cárteles, es cada día más im­ 247 cabezas, de un pozo. Yo era comisario en este tiempo. Fue en el 1976

portante para sus habitantes enseñar una fachada atractiva. "Hablar (... ). En el archivo de la comisaría debe de haber el acta que se levantó

...
( ).

- ¿De quién eran las cabezas (sic)?

7 También llamada guerra contra el narcotráfico, conflicto entre fuerzas del - 1 don't know! (risas)

Estado y grupos delincuenciales, que ha azotado a México de 2006 a la fecha. - ¿Y ahorita que hay en este lugar?

Se acepta comúnmente que estalló después del anuncio oficial del presidente
Felipe Calderón de luchar contra los cárteles en diciembre de 2006. Ha - El Mayan Pala ce, el campo de golf del Mayan.

provocado enfrentamientos sin precedentes entre los cárteles por el control


del territorio que dejaron como consecuencia cientos de miles de muertos, Esta secuencia es muy simbólica ya que supone que la misma ciudad
desaparecidos y desplazados. turística fue fundada sobre fosas clandestinas, que los desaparecidos,
8 En 2017, se registraron 834 homicidios en el puerto, 150 en enero y febrero
de 2018 ("La violencia aterroriza Acapulco", 2018). más que los cimientos, son los que hacen que la estructura de los
9 En 1967, productores de coco en huelga, originarios prindplllmente de la
Costa Grande del Estado, son masacrados por unos piSIOh'l'o!4 ('1\ In!4 rolles de
Acnpulco. r.1 saldo fue de 35 muertos y decenas dE' Iwrlclm4. S.. h"c'" mrnc\ón 10 AC/I('rclat(' cJc> Acapulco. es la primera estrofa de la canción "Maria bonita",
(,()Il\"UC'~tll por Al(lI~t(n I.nru para In uctrlz Mariu I'éllx.
de mitll mntnnzlI (m el minuto :iO del doclImentllllHolllt:tllx. ~n1 :t).

_ ' _ ~_k ., __ •.". _ __o . ._-- _ .. . . -­


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156 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 157

hoteles de lujo se mantenga. Este momento fue una suerte de instant de ellos seguían hablando el idioma materno. Los tres tenían más de
décisify me recuerda que la gran fuerza del documental reside en el 80 años. Se puede notar que un idioma está por desaparecer cuando
registro de la vida, en la captación del momento preciso que no puede los niños ya no lo hablan y cuando los únicos interlocutores son los
ser planeado. Edité está secuencia de la misma manera que la de mi ancianos. Los adultos habían dejado de hablarlo por tratar de evadir
documental anterior. Pasamos del testigo que nos comenta el maca­ la discriminación, y sus hijos, escolarizados en el sistema monolingüe
bro descubrimiento, en un contexto rural, al moderno y acogedor argentino, ni tenían la opción de recuperarlo.
campo de golf del Mayan Pala ce, donde la gente está jugando sin pre­ Hoy en día el idioma aonikenk ya no existe. Tampoco la reserva de
ocuparse por estar pisando una antigua fosa clandestina (Imagen 3),11 Kamusu Aike, por la sencilla pero eficiente razón de que sus habitan­
tes huyeron a la ciudad, amenazados por las grandes petroleras que
encontraron en su territorio un jugoso yacimiento de gas y petróleo
EL LEGADO DEL VIENTO, SALIÓ DE NOSOTROS
(Camusu Aike, 2014). La película retrata los aonikenk como si estuvie­
Y REGRESÓ YA ESCRITO: RESISTENCIA A LA DESAPARICIÓN
ran en constante peligro en el paisaje donde viven, la planicie patagó­
nica. Esas tierras casi desérticas, inhóspitas y extremadamente frías
En el marco de mi actividad como documentalista no sólo he registra­ en invierno, omnipresentes en cada plano, siempre están compartien­
do casos de desaparición forzada de personas, también he registrado do el cuadro con el cielo de manera que provoquen una sensación de
los últimos momentos de culturas en vías de extinción. Tuve la suerte vacío. Este vacío recuerda la memoria olvidada del pueblo tehuelche.
de participar como director de fotografía en el documental El legado El viento, que ha dado su nombre al documental, está también
del viento, dirigido por Martín Subirá y cuya propuesta era registrar presente en cada toma, visualmente o auditivamente. Nos da la
los últimos momentos de una cultura que se estaba muriendo: la cul­ impresión de que ese viento podría borrar en un instante lo que que­
tura aonikenk, también llamada tehuelche, de la Patagonia argentina. da de esta milenaria cultura. A lo lejos, inquietantes en la noche, se
Estuvimos filmando durante varios meses a tres familias que vivían observan las llamas de los pozos de extracción de gas, otro peligro
en la reserva de Kamusu Aike. Eran los últimos descendientes de un para la cultura indígena.
pueblo nómada que fue hasta el siglo XIX el único grupo humano de Once años después de filmar El legado del viento, tuve la suerte
la fría e indómita planicie patagónica. de colaborar en el documental Salió de nosotros y regresó ya escrito,
Después de la llamada "campaña del desierto", durante la cual los . que codirigí con la lingüista Claudine Chamoreau. Estuvimos varias
pueblos indígenas de la zona fueron literalmente masacrados por ca­ semanas en unas comunidades pesh de Honduras, filmando los es­
zadores de cabezas al beneficio de unos empresarios recién llegados fuerzos de algunos de ellos por rescatar su lengua y no perder su cul­
de Europa con la complicidad del estado argentino, los últimos aoni­ tura amenazada. Los pesh tienen la suerte de tener aproximadamente
kenk sobrevivientes fueron condenados al sedentarismo, algo similar unos 500 hablantes, entre ellos muchos niños, lo que los diferencia de
al encierro para esos hijos del viento y de la pampa (Pérez, 2011). En los aonikenk, quienes tenían tres hablantes en 2006. Todavía pueden
2006, cuando filmé este documental, eran treinta en total y sólo tres rescatar su cultura. Además, se benefician de un sistema de enseñan­
za bilingüe en las escuelas públicas que, aunque deficiente a muchos
niveles, permite enseñar a los niños que el idioma maternal no se
11 Dicha fosa se recuerda como Copacabana por el nombre del lugar donde limita al hogar y que puede ser hablado en la esfera pública, algo muy
fue encontrada. No he encontrado prueba de su existencia, sin embargo, importante en la preservación de un lenguaje.
muchos testimonios de acapulqueños la mencionan. 1:1 I'Nnltor Carlos
Mont('mnyor hubla de ella en su novela histórica C;/If"TtI "" ,.',lUru{so
r.l hpcho de que unos miembros de la comunidad pesh estén tratan­
(Monll'lnuyor, 1991: 4:47). do dp I'l'l'ulwrnr su idioma es, en si, un ncto de resistencia a la desapa·
158 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 159

rición. Hacer este documental significa apoyarlos en su intento. Si la alejándose del mar y de los conquistadores (Vargas, 2006, p 6). Quizás
lengua, a pesar de este esfuerzo -amenazada por el deseo de asimila­ este cuento no sólo relate un mito fundador, sino que también sea
ción, el Internet y el American Way oflife- fuera a desaparecer, estoy una advertencia para las futuras generaciones sobre los peligros de
orgulloso de haber participado en su documentación, volviéndola de vivir cerca del mar.
cierta manera inmortal, gracias a su registro. El documental retrata Esa dualidad del mar, entre peligro y vida, está presente en otros
la llegada de un libro o, más bien, su regreso, a la comunidad pesh de mis trabajos. El mar omnipresente de Acuérdate de Acapulco, tiene
(Chamoreau, 2017a). Este libro es una recopilación de cuentos tradi­ el mismo papel. Puede dar la vida como quitarla. Recuerda la madre
cionales hechos por un equipo de hablantes y de investigadores, coor­ -la mere en francés cuya pronunciación es la misma que la mer, el
dinados por Claudine Chamoreau. El documental muestra cómo el mar- quien nos hace aparecer (nacer) pero puede también impedir­
objeto se volvió un vector de interacción en la comunidad y cómo nos vivir plenamente, puede hacernos desaparecer de cierta manera
puede volverse un apoyo en la preservación del idioma. en caso de ser demasiado posesiva o ausente, en caso de ser en defi­
Durante la filmación, me llamó la atención la omnipresencia de un nitiva una mauvaise mere (mala madre / mar malo).12 Esta analogía
cuento tradicional en la cultura pesh. Se trata de la historia de Wichéi la encuentro en el mismo cuento Wicha A kaki donde la criatura fan­
Akaki (Chamoreau, 2017a), la madre de los peces. Este relato, consi­ tástica que vive en el agua es, nada más y nada menos, que la madre
derado a veces como el mito fundador de la etnia, cuenta cómo un de los peces (¿la madre de los pesh?).
pescador está secuestrado por una suerte de sirena, mitad pez y mitad
mujer, llamada la madre de los peces. Este cuento habla de un pesca­
dor que no regresa a su casa por culpa de una criatura extraordinaria GUERRERO: EXCAVANDO LA VERDAD
que vive en el mar, al fin y al cabo,.se trata de una desaparición.
Al final del documental, doña Juana, decana de la comunidad, lee Guerrero cuenta la historia de tres activistas que luchan contra la
en voz alta este cuento. Su cara desaparece de la imagen mientras su impunidad en el estado de Guerrero, sin importar los riesgos que
voz sigue contándonos la historia del pescador. Aparece, de espaldas, sus peleas implican. Cada una de esas personas que filmo intenta, a
un hombre con un arpón que se interna en el agua y se desvane­ su manera y con sus convicciones propias, restablecer democracia,
ce, como el personaje del cuento. Esta escena es una interpretación justicia y seguridad en su comunidad, su estado y su país. Las luchas
visual de Wichéi Akaki, recreada gracias a una práctica tradicional de Coni, Juan y Mario están, si no centradas, por lo menos provocadas,
todavía usada por los indígenas de Honduras, la pesca con arpón. por la crisis de desapariciones en el estado y los acontecimientos de
Sirve de conclusión al documental. Sin embargo, la desaparición del Iguala del 26 de septiembre de 201413 • Sin embargo, esos secuestros
pescador esta vez no significa extinción de la cultura, ya que si se no sólo se dan en Guerrero sino en todo el país y las estadísticas ofi­
sigue contando esta historia la cultura sobrevivirá, de igual forma
que si se sigue pescando, de manera tradicional, con arpón. El agua 12 Esta analogía se encuentra también en la película de Truffaut, Les 400 coups
juega un papel muy importante en esta imagen ya que representa a (Truffaut, 1959): el protagonista, Antoine Doinel, confrontado durante toda
la vez la vida, la fuente de peces de los pesh y también el peligro, el la película a la negación del amor filial por parte de su madre, encuentra en
su escape hacia el mar una suerte de liberación emocional.
lugar donde vive la sirena que se lleva a los pescadores para siempre.
13 Ese día estudiantes de la Escuela Normal Rural de Aytozinapa sufren una
Me llama la atención que los pesh fueron, a partir del siglo XVI, emboscada por parte de las fuerzas de seguridad en la ciudad guerrerense
secuestrados en masa por los españoles que llegaban a la costa de la de Iguala. Al menos nueve personas fallecen y 27 resultan heridas, 43 de los
actual Honduras para llevarlos como esclavos a las islns del Caribe. estudiantes son secuestrados y siguen, cuatro af\os después, considerados
('omo desnpnrecidos. Este evento provocó un movimiento de protesta a nivel
Los miembros de la etnia. para sobrevivir. se internul'OIl t'n lu selva. mundlnl.
160 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 161

ciales mencionaban alrededor de 36 mil personas cuyo paradero no


era identificado en abril de 2018. 14 Desde hace veinte años, me dedico a grabar los testimonios antes
Mario es familiar de desaparecido: busca a su hermano en todos que las personas se desvanezcan, a registrar la ausencia, a mostrar
los cerros de la región, arriesgando su vida en cada instante por en­ el impacto de una desaparición sobre los familiares que se quedan,
contrar un cadáver que pueda identificar. El hecho de encontrar un a filmar las culturas que se están extinguiendo. La imagen, los soni­
cuerpo, aunque sea sin vida, ayuda a los familiares a hacer el duelo. dos, no impiden la desaparición en sí, pero guardan una huella para
Dice en el minuto 01:10 del documental: "Ahora que ya se le entregó la posteridad. Luchan contra el olvido gracias a la conservación. Sin
a su hijo, aunque sean puros huesos, el semblante de la familia como embargo, este proceso representa algo más, algo necesario para mi
que ya cambió. Como que ya llegó una paz ... en ellos. Yo le llamo un propio (des)equilibrio emocional. Hacer ese tipo de documentales se
milagro" (Bonleux, 2017, minuto 01:10). Esa es una de las tareas de ha vuelto una necesidad para mí. Tal vez porque siento compasión
las personas que buscan hoya sus familiares. Un pariente de desapa­ por los otros, porque siento indignación frente a la injusticia.
recido busca a su ser querido, pero busca también hacer el duelo. A Supongo que me atormenta saber que otros sufren y, frente a mi
lo largo del documental, vemos a Mario excavar en varias ocasiones. imposibilidad para ayudarlos, para lograr la justicia, me dedico a
Solo o en grupo, pasa sus ratos libres buscando cuerpos en los alre­ apoyarlos a mi manera, documentando, registrando. Cuento esas
dedores de la ciudad de Iguala. Como suele decir en las presentacio­ historias para que no se olviden, pero más que todo lo hago para no
nes públicas del documental, excavando cuerpos, está "excavando la olvidarlas yo mismo y no sentirme entonces tan culpable. Cuando
verdad" ya que gran parte de su trabajo es, además de "regresarles la "doy la palabra", "doy la imagen", "registro lo ausente" o enseño al
paz" a unos parientes, enseñar a la sociedad el drama que viven esas mundo los que "excavan la verdad", me pongo en una posición bas­
familias que perdieron a su ser querido (Imagen 4). tante altruista, además de peligrosa en ciertos momentos. El exceso de
En la secuencia final de Guerrero, Mario sigue escarbando, como altruismo siempre me ha resultado sospechoso. Por esta razón podría
un campesino que cosechará cadáveres en lugar de legumbres. Coni ahora preguntarme a mí mismo: ¿Qué es lo que gano a cambio? ¿Por
planta unos árboles para reforestar la zona donde vive y Juan educa qué tantos sacrificios? ¿Por qué seguir este camino tan azaroso? ¿Cuál
unos niños, sembrándoles confianza en sí mismos y otra idea de país es mi interés secreto?
que no sea basado en las relaciones de explotación, de violencia. Esta Tal vez ese interés resida en el cultivo de una obsesión muy per­
edición paralela de los tres personajes, recurrente en toda la película, sonal, omnipresente. Tal vez trate de enfrentar (o evadir) mi propio
nos lleva a un último momento de reflexión: ¿Qué podemos hacer, miedo a desaparecer. Citaré a Laurent Véray, quien a su vez cita al
cada uno de nosotros, para resistir a la desaparición de nuestros fa­ historiador Jules Michelet, figura insoslayable de la historiografía
miliares, de nuestros ideales, de nosotros mismos? francesa:

Jules Michelet creía que el historiador debía defender la memoria y ha­


cer justicia a los hombres que habían sido ignorados intencionalmente:
CONCLUSIÓN "Jamás en mi carrera -solía decir- me he olvidado de este deber del
historiador. Di a muchos muertos demasiado olvidados la asistencia que

14 Según el Registros Nacional de Datos de Personas Extraviadlls y J)"Nupurccidas


del Sistema Nacional de Seguridad Pública. 36 mil 2(iS ('liSOS cltl clt!M"purlclón
hublun sido declarados ante una autoridad al :W de' 11111'11 11" :W1H (Uutos
Abh'rtus dl'll~l~J(lstr() Nacional. 201 fi).

~~ ~1
162 Cuerpos memorables Documentar loes) olvidado(s) 163

yo mismo necesitaré en el futuro. Los he exhumado para una segunda musu-aike-reclama -por-paso-de-servidumbre-y-pasivo-ambien­
vida" (Véray, 2003).15 tal-petrolero
Cartier-Bresson, H. (2003). Fotografiar del natural. Barcelona: Edito­
Podríamos sin duda considerar a Michelet un tanto egocentrista cuan­ rial Gustavo Gilí.
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fesión cuando menciona "la asistencia que [él] mismo [necesitará] Colorado, O. (2011, noviembre 19). El significado del instante de­
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carriere, disait-il, je n'ai perdu de vue ce devoir de l'historil'n. rní donné a
bpaucollp de morts trop oubliés l'assistance dont moi 11I{\ l1l l' I'lIurnl besoin.
J(' \('S ni ('XhllI1U"S pour 1I1H' second(' vit·". (Midw\('1, I HHO, J!l'rrnrlo),
164 Cuerpos memorables

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Bonleux, L., Altuna, E., Rossini, c., Graullera, T. (Productores) y Bon­
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y Bambú Audiovisual.
Chamoreau, C. (Productora), Bonleux, 1. y Charnoreau, C. (Directores).
(2017b). Documentación de la lengua pesh (Honduras). Salió de
nosotros y regresó escrito. Francia, México y Reino Unido: ELDP,
CNRS, CEMCA y Cadalpiotz.
Colaux S., Furth, R., Lorvao, B. (Productores) y Subira, M. (Director).
(2007). El legado del viento. Francia y Argentina: Bonne Compag­
nie, Mateina, Tuttle Films y Equidia.
Truffaut, F. (Productor y Director). (1959). Les 400 coups. Francia: les
Films du Carrosse, SEDIF Productions.
.....
Imagen 1. Familiar de desaparecido de
ICONOGRAFÍA El Ticui, Guerrero. Fotografía extraída del
documental fotográfico La herencia de
Bonleux, 1. (2003). La herencia de los guerreros. Documental fotográ­ los guerreros de Ludovic Bonleux (2003).
fleo. México.

Imagen 2. Don ~
Evaristo Castañon
de El Quemado,
Guerrero.
ACCIONES COLECTIVAS
....
Imagen 3. Campo de golf del ... Imagen 4. Mario Vergara,
Mayan Palace en Acapulco. buscador de desaparecidos en
I'otograma extraído de Iguala, Guerrero. Fotograma
Acuérdate de Acapulco de extraído de Guerrero de
.1 ¡udovic Bonleux (2013). Ludovic Bonleux (2013) .
Entre el silencio y la memoria.

Familiares organizados de personas

desaparecidas en México

JAQUELINE GARZA PLACENCIA1

Si no se habla, si no se escribe y no se cuenta, se olvida y poco a poco se va tapando


bajo el miedo. (...) Como nadie habla de lo que pasó, nada ha pasado. Entonces bien, si
nada ha pasado, pues sigamos viviendo como si nada.

Testimonio de habitante de Trujillo, Colombia


(GMH,2013)

N TODA HISTORIA O NARRATIVA sobre un pasado de violencia y re­


E presión existen una multiplicidad de situaciones en las que se
manifiestan expresiones de memoria, silencio y olvido (J elin, 2012).
Mientras que activistas, organizaciones de derechos humanos y fa­
miliares de las víctimas han logrado negociar y acordar con los Esta­
dos ciertos procesos sociales de memoria en los países que vivieron
periodos de dictaduras en el Cono Sur, en México se han privilegiado

1 Jaqueline Garza es doctora en Antropología por el CIESAS, (Centro de


Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Ciudad
de México); y profesora visitante en el programa de Estudios Políticos e
Internacionales de El COLSAN (El Colegio de San Luis, A.C). Desde el campo
de la antropología política se ha enfocado al estudio de las interacciones
sociedad-Estado. Sus investigaciones versan en torno a los movimientos
sociales, la acción colectiva, la organización y participación de la sociedad
civil en políticas públicas; así como en temas relacionados con violencia,
derechos humanos y desigualdad social. Última publicación: Garza, J. 2017
"«Familiares organizados en la vigilancia y defensa de los derechos humanos
frente a la dE'SClparldón de personas en México,., Redhes. Revista de Derechos
HumeUlos y t'!Ctudt()~ Sociales. At\o IX, número 17, enero-junio, pp. 81-99.

" ~
170 Cuerpos memorables Entre el silencio y la memoria 171

las políticas de silencio y olvido ante las múltiples violaciones a los políticas y acciones gubernamentales se constituyen como los relatos
derechos humanos. oficiales, mientras que las respuestas a esas políticas gubernamen­
Por ejemplo, las víctimas de desaparición (forzada) han recibido tales, por parte de algunos familiares de las víctimas, colectivos de
poco o nulo reconocimiento por parte de los gobiernos mexicanos en artistas y activistas de derechos humanos conforman las versiones
turno y de la población en general. Basta mencionar que durante el alternas de verdad y memoria. En la tercera sección se exponen los
gobierno de Felipe Calderón Hinojosa a las personas desaparecidas se memoriales y actos de memoria que representan un empoderamien­
les mencionaba en el espacio público como "levantados", "cobijados" to simbólico de las víctimas y sus familiares, pero también se han
o eran definidos como "daños colaterales" del conocido "combate con­ convertido en lugares de conflictividad y disputa por recordar o dejar
tra el narcotráfico". De este modo, la historia de las personas desapa­ en olvido ciertos hechos del pasado. En la última sección se reúnen
recidas se ha desvanecido como producto del propio devenir históri­ las notas finales derivadas de las reflexiones expuestas a lo largo de
co, pero también de la voluntad política por parte de los funcionarios todo el documento.
públicos que han ocultado o destruido documentos e información con
el propósito de suprimir o seleccionar ciertos recuerdos del pasado.
Sin embargo, la memoria es el resultado de un complejo traba­ LA ORGANIZACIÓN DE LOS FAMILIARES

jo de recuperación del pasado que es re-elaborado sobre la base de DE LAS víCTIMAS DE DESAPARICIÓN (FORZADA)

una pluralidad de relatos, similares y contradictorios (Forneris, 2011;


Calveiro, 2012). En esa reconstrucción activa del pasado intervienen Ser activista y familiar de una víctima es más una
circunstancia, uno no decide cuándo hacerlo. Quien te convierte
actores con intereses y perspectivas distintas, por lo que coexisten
en víctima de violaciones a los derechos humanos es el Estado
relatos oficiales que son cuestionados y reinterpretados por versio­ que por estar una situación de vulnerabilidad, te pasa a
nes alternas. En este sentido, las memorias de los familiares de las arrollar sin importarle mucho. En este caso, yo me integro a la
personas desaparecidas no son fáciles de borrar o manipular aún movilización social a raíz de la desaparici6n de mi hermano,
con los silencios impuestos por el miedo y los relatos oficiales (Jelin, pero nunca antes había participado en nada de política, mucho
2012). En México, como una forma de resistencia a las políticas del menos habla gritado en una marcha.
silencio y el olvido, desde los años setenta los familiares de las perso­
Miguel, comunicación personal, 24 de octubre de 2012
nas desaparecidas y asesinadas junto con colectivos de artistas han
venido organizando diversos actos políticos y simbólicos en memoria
de las víctimas. La desaparición de personas es un acto de violencia que atenta di­
Este texto examina los procesos de construcción social de memoria rectamente contra el principio básico de los derechos humanos: la
en torno a las víctimas de desaparición (forzada) en el pasado recien­ dignidad. También es una expresión de crueldad ya que cuando una
te y de extrema violencia en México. persona es arrestada, detenida o sustraída por agentes estatales, gru­
El argumento se desarrolla en cuatro secciones. En la primera se pos organizados o particulares queda sujeta a ser sometida a la tortu­
indagan las formas en que han sido evocadas las personas desapa­ ra, a la realización de trabajos forzosos e incluso a la privación de la
recidas en la esfera pública, así como se exponen brevemente los vida. No obstante, todas estas situaciones son sólo conjeturas ante
motivos que llevaron a los familiares de las víctimas a involucrarse la incertidumbre del paradero de una persona.
en las manifestaciones masivas y organizarse en colectivos. La segun­
da sección presenta las disputas por la verdad y lu lnemorta de las
personas desaparecidas en los últimos cuarentn ano.. en M.xlco. Las
172 Cuerpos memorables Entre el silencio y la memoria 173

Los casos de desaparición (forzada)2 nunca han dejado de existir tado en las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa
debido a que la impunidad ha sido un incentivo para que este cri­ humanidad que se estaban cometiendo. Así, se cambiaban conceptos del
men se siga cometiendo en México. Pero hay épocas en las que se derecho internacional humanitario como "desaparición forzada" por
ha acentuado considerablemente el problema como en el periodo el de "levantones", quitando la legalidad al concepto y la responsabilidad
de la llamada "guerra contra el narcotráfico". En este contexto, los del Estado mexicano (Ana, comunicación personal, 8 de enero de 2013).
familiares de las víctimas no cuentan con información sobre cómo
sucedieron exactamente los hechos en que la persona desapareció y Los familiares de las personas desaparecidas sostienen que la integri­
quiénes son los responsables de la desaparición, ya que como posibles dad moral de sus víctimas se vio plenamente afectada porque fueron
perpetradores participan diversos actores violentos como la delin­ señalados como criminales o directamente relacionados con el nar­
cuencia común, los paramilitares, el crimen organizado, las fuerzas cotráfico, a pesar de que las autoridades no tenían las pruebas para
de seguridad o una mezcla de todos ellos. Asimismo, el problema se demostrarlo. La criminalización y el estigma por parte de los funcio­
mantuvo invisible tanto por el gobierno federal como por los medios narios públicos, los medios masivos de comunicación y gran parte de
masivos de comunicación, debido a que las personas desaparecidas la sociedad generó en los familiares de las víctimas un sentimiento
eran llamadas con eufemismos como "levantados", "no localizados" de agravio e injusticia que se conjugó con el enojo y la humillación.
o "extraviados". Ana, integrante del colectivo de familiares en Mi­ Estos sentimientos llevaron a los familiares a involucrarse cada vez
choacán, afirma: más en manifestaciones públicas y organizarse entre ellos para de­
mandar verdad, justicia y memoria por las personas desaparecidas.
Otro de los objetivos del Estado fue crear una cortina de humo para Para el año 2009, los familiares de las personas desaparecidas se
comenzar a confundir a la población, creando un enemigo interno que habían articulado en colectivos en diversas ciudades del país como
es el narcotráfico con el objetivo de quitar toda responsabilidad al Es­ Guerrero, Michoacán, Coahuila y Nuevo León. Tales organizaciones
agruparon a madres, padres, hijos y hermanos que decidieron rea­
2 Las desapariciones forzadas de personas ocurridas de manera sistemática lizar un trabajo colectivo para buscar a sus seres queridos, iniciar
durante las dictaduras militares en los años sesenta en Guatemala y los acciones de protesta contra la impunidad y por la memoria de las per­
setenta en Argentina y Chile, dieron pauta para que el Comité de Derechos sonas desaparecidas. En estos núcleos sociales se generaron lazos de
Humanos de la Asamblea General de ONU emitiera la Resolución 33/173, el
20 de diciembre de 1978. Esta resolución no era un instrumento jurídico solidaridad y lealtad entre los familiares y propiciaron habilidades
pero sentaba las bases para caracterizar la desaparición forzada como una de cooperación, así como un sentido de responsabilidad compartida
situación continua de grave y flagrante violación a los derechos humanos. para llevar a cabo distintas tareas que aseguraban la acción colectiva.
Con la declaración sobre la protección de todas las personas contra las Por ejemplo, Cristina, integrante del colectivo de familiares en Chil­
desapariciones forzadas se reconoce que la desaparición forzada constituye
un crimen de lesa humanidad y estipula la obligación de tipificar el delito pancingo, Guerrero, afirma:
en las leyes nacionales. Sin embargo, es hasta 1994 con la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (CIDFP) cuando se Al unirme al Comité siento que tomé más fuerza, más valor también para
formula la definición sobre desaparición forzada al señalar que es: (...) la
seguir en esta lucha. Antes me sentía sola o incapaz de enfrentar esta
privación de la libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma,
cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas que situación y ahora mis compañeros del comité están al pendiente de lo
actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado. seguida que me pasa. Me preguntan "¿cómo estás? ¿Cómo te sientes?", incluso, a
de la falta de información o de la negativa a reconocer dlchu privación de veces cooperamos para comer juntos (Cristina, comunicación personal,
libertad o de informar sobre el paradero de la personll. ron lo nllll Me Impide
el ejercicio de los recursos legales y de las garantfns prorrMHlttM pnrtlnentes 7 de enero de 2013).
((11>1"1', Articulo 11. 1994).
174 Cuerpos memorables Entre el silencio y la memoria 175

Los familiares de las personas desaparecidas entre "tropezones y mu­ Calderón y llevó a cabo múltiples actos simbólicos en memoria de las
chas equivocaciones" -como ellos mismos lo han señalado-, lograron víctimas de la violencia (Imagen 1), tal como se aborda en la tercera
convertirse en actores colectivos capaces de emprender múltiples parte de este texto.
formas de intervención política (protestas callejeras, conferencias
de prensa, huelgas de hambre, actos simbólicos en memoria de las
personas desaparecidas); al tiempo que aprendieron a dialogar con DISPUTAS POR VERDAD Y MEMORIA
las autoridades de cada estado del país, incidir en política pública y
Tal vez vamos a encontrar a nuestros familiares muertos,
proponer procesos en memoria de sus desaparecidos, a pesar de que
quizás nos van a presentar cadáveres, pero nuestra consigna
la gran mayoría no eran activistas, no contaban con una tradición polí­ siempre va a ser: "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!".
tica y tampoco tenían formación en derechos humanos (Garza, 2017b). Aunque nos digan: "Locas, siya pasó mucho tiempo, ¿cómo van
En el año 2011, una serie de transformaciones ocurrieron en el a estar vivos?", esa consigna es un reclamo de dignidad al Esta­
contexto político con el surgimiento del Movimiento por la Paz con do por la memoria de nuestros familiares.
Justicia y Dignidad (MPJD), también conocido como el movimiento del
Alicia, comunicación personal, 8 de enero de 2013
poeta Javier Sicilia. Los colectivos de familiares de víctimas de desa­
parición (forzada) respondieron a la convocatoria de este movimien­
to social para integrarse a la mayor protesta contra la violencia en ese
Tras la movilización social que fue brutalmente reprimida el 2 de
periodo (2006-2012). Los antecedentes del MPJD pueden situarse en las
octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, vino
expresiones de protesta tras el asesinato del hijo del poeta Javier Sici­
un periodo de intensa represión política desde finales de los años
lia. El 28 de marzo de 2011, Juan Francisco Sicilia Ortega fue hallado
setenta hasta principios de la década de los ochenta. En este periodo,
sin vida en el interior de un automóvil junto con otras seis personas 3
las fuerzas de seguridad llevaron a cabo actos represión y múltiples
en Las Brisas, localidad situada en el municipio de Temixco cerca de
violaciones a los derechos humanos contra cualquier manifestación
la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Los amigos y familiares del poeta
considerada disidente o subversiva, incluyendo movimientos y orga­
Sicilia junto con organizaciones de derechos humanos e integran­
nizaciones de la sociedad civil y la oposición armada. 4 Fue en este con­
tes de la comunidad intelectual y artística colocaron una ofrenda
texto en el que surgieron las primeras organizaciones de familiares
de flores y veladoras como un acto para honrar la memoria de Juan
de las víctimas de la violencia y la represión (Garza, 2017a). En 1979,
Francisco y la de sus amigos que fueron asesinados junto con él. Este
se integró el Comité pro Defensa de los Presos, Perseguidos, Desapare­
grupo de la sociedad civil se manifestó frente a las puertas del Pala­
cidos y Exiliados Políticos, después conocido como el Comité Eureka,
cio de Gobierno de Morelos para exigir a las autoridades resultados
bajo la dirección de Rosario Ibarra de Piedras (Álvarez Icaza, 2010;
consistentes sobre el asesinato de las siete personas y demandaron el
cese de la violencia que se había desatado en la entidad y en todo
el país (Garza, 2015). El Movimiento por la Paz con Justicia y Digni­ 4 En ese tiempo surgieron movimientos guerrilleros dirigidos por Lucio
Cabañas, Genaro Vázquez, Arturo Gámiz y Rubén Jaramillo. Otro importante
dad también exigió la creación de un memorial al gobierno de Felipe movimiento armado es la Liga Comunista 23 de Septiembre. Además, en la
Universidad Autónoma de Sinaloa un grupo tomó las armas en contra de
la instauración del capitalismo en México (Flores, 2014).
3 Los nombres de las otras seis personas que fueron aseRlnadas junto con Juan 5 Rosario Ibarra de Piedra comienza su activismo político a partir de la
Francisco SicUia, son: Julio César Romero Jaimes, I.ul" Antonio Romero Jaime. desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra en 1974, quien es acusado de
Jaime Gabriel Alejo Cadena, Álvaro Jaimes Avrhu. J""'~. Chávnz Vl\zquez y pertenecer a Liga Comunista 23 de septiembre. Ibarra de Piedra se convirtió
María del Socorro Estrada. en Senadora y en la primera candiduta mujer a la Presidencia de la República
176 CUerpos memorables Entre el silencio y la memoria 177

Saltalamacchia, 2009). El Comité Eureka demandaba la presentación simbólica del tiempo social de la violencia, de las formas en que se
con vida de sus familiares y representó su situación como algo equi­ ejecutaba la desaparición de personas y la ausencia de cuerpos (In­
parable a lo que estaba sucediendo en otros países latinoamericanos clán, 2012).
como Chile, Argentina y Guatemala, contextos de represión que el Por otra parte, en Argentina, la organización HIJOS también se
propio gobierno mexicano condenaba enérgicamente en su política sumó a las discusiones sobre la memoria e identidad de los desa­
exterior. Aquí es importante mencionar que las organizaciones de parecidos a través de la intervención político-artística-cultural del
familiares de víctimas en Argentina, como las conocidas Abuelas espacio público. Se destaca su plataforma de acción conocida como
de Plaza de Mayo e HIJOS (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia el escrache palabra que en el lunfardo (el habla popular rioplatense)
contra el Olvido y el Silencio), han sido de gran influencia para las designa "evidenciar" o "hacer público algo que estaba oculto". El es­
organizaciones en México por sus estrategias de movilización y ex­ crache tuvo como sentido fundamental producir una condena social
presiones simbólicas en memoria de los desaparecidos. en los casos de violaciones a los derechos humanos donde no había
La "ronda" fue una de las estrategias más emblemáticas de las posibilidades de justicia. Por lo que este colectivo intervenía en los ba­
Abuelas de Plaza Mayo, ésta tiene sus orígenes en el año 1977 cuando rrios para denunciar la represión de la dictadura e involucrar a más
las mujeres con un pañuelo blanco sobre la cabeza comenzaron a habitantes en sus visiones sobre el pasado, la violencia y sus víctimas.
caminar en círculo alrededor del obelisco de la Plaza de Mayo como Con un escrache se daba conocer la vida o biografía de un represor
respuesta a su desesperación y ante la orden policial que impedía la y se cuestionaba su acción al ser parte de una dictadura; también se
concentración de personas por disposiciones del Estado de excepción denunciaba el comportamiento de los que callaron o colaboraron con
(Inclán, 2012) (Imagen 2). En México, los pañuelos blancos van tener los militares (Dri, 2008).
un fuerte significado para mantener vigente la memoria de las vícti­ En 1999 se fundó HIJos-México, organización hermana de HIJOS-Ar­
mas de la violencia en la llamada "guerra contra el narcotráfico". Por gentina. Esta agrupación se integra principalmente por los hijos de
ejemplo, la Red Nacional de Bordados por la Paz es una actividad que los desaparecidos, exiliados, asesinados y presos políticos de los años
se realiza en las plazas públicas con el propósito de que familiares, setenta en México. HIJOS-México se ha "C..) planteado usar el espa­
amigos, activistas y transeúntes borden sobre pañuelos los nombres cio público como un espacio simbólico de la memoria" (2012: 157), y
de las víctimas. Con hilo de color rojo se bordan los nombres e histo­ tiene como consigna "hacer de la memoria un verbo", al recuperar
rias de las personas asesinadas y con hilo de color verde las historias la historia de lo sucedido en 1968 y en los años que siguieron con el
de los desaparecidos. propósito de no sólo conmemorar los hechos sino también para des­
El "siluetazo" es otra de las estrategias de lucha más importantes legitimar una memoria oficial (Huffschmid, 2012). Entre sus acciones
para la denuncia e intervención en el espacio púbico que propusie­ puede mencionarse el renombramiento simbólico de las calles6 y la
ron los artistas Rodolfo Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel colocación de fotografías con los rostros de las víctimas de desapari­
en los años ochenta. Los artistas crearon masivamente siluetas con ción forzada en un corredor de la Ciudad de México, justo frente a la
forma humana para ser colocadas en edificios, plazas públicas y como Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) (HIJos-México, 2012).
acompañantes en las marchas de las madres y las abuelas (Garza,
2017a). De acuerdo con los artistas, las siluetas serían una expresión
6 Para el renombramiento simbólico de las calles, los integrantes de HI}OS­
México localizan las calles que llevan los nombres de aquellos que consideran
por el Partido Revolucionario de los TrabajadorcH, tanto en 1982 como en perpetradores de violaciones a los derechos humanos sustituyéndolos por el
1988 (Flores, 2014). de lus víctlmus de tules violaciones. r:se ha sido el cuso de nombres como
el de "uls t:cheverrla Álvarez y GUHtllvo Diaz OrdllZ (1IIIos-Méxlco, 2(12).
178 Cuerpos memorables Entre el silencio y la memoria 179

También propusieron la campaña fotográfica "Los desaparecidos nos tuvieron en sus manos la decisión de seleccionar, guardar, destruir
faltan atados", en la que han participado artistas, intelectuales, acti­ o modificar información para no dejar rastros "comprometedores"
vistas y ciudadanos que deseen tomarse una fotografía con la imagen ligados a algo que se buscaba borrar o manipular del pasado (Da Silva
de algún detenido-desaparecido. Para HIJos-México, esta campaña y Jelin, 2002).
tiene como intención hacer notar en el espacio público la ausencia Así, la fiscalía especial se demoró once meses en subir al portal
de todos los desaparecidos, haciéndolos presentes. de la Procuraduría General de la República (PGR) la nueva versión.
El año 2000 suponía cambios fundamentales con el primer gobier­ En tanto, en esta nueva versión tuvo modificaciones al original, en
no federal controlado por el Partido Acción Nacional (PAN). Supuesta­ principio fue llamado "El informe histórico a la sociedad mexicana
mente se terminaba una época de régimen autoritario e iniciaba un 2006" y a la "desaparición forzada" se le reclasificó como "privación
periodo de rendición de cuentas sobre los abusos y violaciones siste­ ilegal de la libertad" (Montemayor, 2010). En marzo de 2007, la fiscalía
máticas a los derechos humanos ocurridas durante los años sesenta y sería abrogada por el presidente Felipe Calderón bajo el argumento
setenta, aunque no fue precisamente así como ocurrieron los hechos. de que ya se había presentado un informe sobre las investigaciones
Para el año 2001, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos históricas y por tanto su misión había sido cumplida. Fue así que en
(CNDH) presentó un informe sobre los abusos cometidos por las fuer­ los dos periodos presidenciales panistas, tanto en el de Vicente Fax
zas de seguridad durante los años setenta en México. El informe era Quesada (2000-2006) como en el de Felipe Calderón Hinojosa (2006­
el resultado de diez años de investigación en torno a 537 expedientes 2012), se perpetuó la cultura de la impunidad y el olvido (Aguayo y
de queja referentes a las desapariciones de personas. Pero la mayor Treviño, 2010).
parte de la información provenía de los casos de desaparición que los
integrantes del Comité Eureka habían documentado y presentado a la
CNDH cuando fue creada por el presidente Carlos Salinas de Gortari MEMORIALES y ACTOS SIMBÓLICOS DE MEMORIA
en los años noventa. De modo que era evidente el incesante trabajo
realizado por parte de los familiares para buscar información sobre
Que el memorial sea un pretexto para el trabajo de
el destino de las personas desaparecidas en comparación con el tra­ recuperación del pasado. El memorial podría ser un ejemplo de que la
bajo casi nulo realizado por parte del Estado. sociedad se puede organizar, de que tiene memoria y que no se puede
Más tarde, el informe de la CNDH dio origen al acuerdo de creación callar al pueblo. Que el memorial sea un
de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasa­ símbolo de nuestra lucha.
do (FEMOSPP). Esta Fiscalía se había propuesto trabajar desde dos pers­
pectivas: la jurídica y la historiográfica. Las tareas de investigación Erik, comunicación personal, 20 de agosto de 2012
histórica concluyeron con el informe "¡Que no vuelva a suceder!",
titulado así en homenaje al informe "Nunca más" que preparó la
Comisión de la Verdad sobre la dictadura en Argentina. Durante Para los familiares de las vÍCtimas y activistas de derechos humanos
la elaboración del informe "¡Que no vuelva a suceder!", se obtuvo un empoderamiento simbólico de su lucha es a través del memorial.
información sobre la actuación del Ejército frente a la guerrilla en Los activistas y familiares se han dedicado a construir y ocupar es­
la década de los setenta, ya que más del 80% de las personas deteni­ pacios públicos que preserven la historia de sus vÍCtimas (Imagen 3).
das-desaparecidas estaban en su poder. Este informe fue entregado Este es el caso del Museo Casa de la Memoria Indómita (MCMI) que se
por un grupo de historiadores el 15 de diciembre de 2005 nI fiscal
especial. No obstante, los órganos e instituciones lIubornlmentales

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180 Cuerpos memorables Entre el silencio y la memoria 181

fue inaugurado el 14 de junio de 2012. El edifici0 7 fue concedido en por la cual argumentan sentir miedo y temor de ser confrontados o
comodato por el Gobierno del Distrito Federal a la fundación Por la reprimidos por las fuerzas de seguridad del Estado.
Vida y la Libertad de los Desaparecidos que preside Rosario Ibarra. Por su parte, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad
El nombre del museo hace referencia a la "lucha de las familias de los (MPJP), en los diálogos que sostuvo con el presidente Felipe Calderón
desaparecidos políticos mexicanos". El espacio cuenta con dos áreas en el Castillo de Chapultepec, exigió la creación de un memorial para
centrales, una de carácter testimonial en la que se exhiben documen­ las víctimas de la violencia en la llamada "guerra contra el narcotrá­
tos, fotografías y objetos relacionados con el periodo de represión y fico". Como respuesta a esos diálogos, el presidente Calderón impulsó
violencia en los años setenta. La otra área está destinada a la reali­ la creación de un "Memorial a las víctimas de la violencia en Méxi­
zación de actividades y expresiones artísticas que contribuyan a la co" que no representó una solución satisfactoria a las demandas del
construcción de memoria viva, promover la movilización social y MPJD . Los familiares de las personas desaparecidas y activistas del
la defensa activa de los derechos humanos. movimiento argumentaban que el memorial ubicado a un costado del
En ese mismo año (2012), surge Fuerzas Unidas Por Nuestros Desa­ Campo Marte no era un espacio adecuado para honrar a las víctimas
parecidos en Nuevo León (FUNDENL) con la articulación de los fami­ de las agencias de seguridad del Estado, y el mensaje principal de ese
liares de trece personas desaparecidas. Pero este colectivo no había espacio se sustenta en "conmemorar la guerra" y no a las víctimas
logrado tener un diálogo o una reunión con el gobernador estatal y de la violencia. Cabe decir, que este memorial se creó en un espacio
tampoco existían mesas de seguimiento en torno a sus casos de desa­ que estaba bajo la jurisdicción de la Secretaría de la Defensa Nacio­
parición. Por ello, esta organización de familiares decidió hacerse na1. 8 El lugar tiene una superficie de 15 mil metros cuadrados donde
visible en el espacio público y evocar a sus desaparecidos. Una de sus se colocaron placas de acero con frases sobre la justicia y la muerte
estrategias consistió en nombrar de manera simbólica "Plaza de la de autores como Martin Luther King, Octavio Paz y Gabriel García
Transparencia de la Víspera" a una plaza pública que tiene una fuente Márquez.
con una escultura de cristal. Según los integrantes de este colectivo, Ante las nulas respuestas gubernamentales a la demanda por pre­
su objetivo era re-significar la plaza al convertirla en un "lugar de servar la historia de las víctimas y los pocos recursos económicos
esperanza y reencuentro de todas esas personas desaparecidas". con los que contaba el MPJD, los activistas y familiares encontraron
Elll de enero de 2014, los familiares colocaron en la escultura de formas alternas para construir espacios de memoria para recordar
cristal los nombres completos de las personas desaparecidas con la a los muertos, los desaparecidos y el dolor que se padeció en el país
leyenda "desaparecido" o "desaparecida" y la fecha en que se perdió durante el periodo de violencia 2006-2012. En noviembre de 2012, el
su rastro. De esta forma, los desaparecidos se encontraban presentes MPJD pronunció una declaratoria en la que se definió al monumento
y los familiares esperaban que cada uno de ellos a su regreso quitará conmemorativo del Bicentenario de la Independencia Mexicana y del
su nombre del cristal (Martínez, 2014). Tres meses después, los nom­ Centenario de la Revolución Mexicana, conocido como la Estela de
bres fueron removidos de la escultura de cristal por funcionarios Luz, "Memorial para las Víctimas de la Violencia y Estela de la Paz".
públicos. Para los familiares esto significó una ofensa muy grande Este monumento fue conocido como un símbolo de la corrup­
por lo que regresaron a colocar nuevamente los nombres. Sin bien ción del sexenio presidencial de Felipe Calderón porque su construc­
los familiares volvieron a apropiarse de la escultura de cristal, lo
hicieron sin llegar a un acuerdo con las autoridades estatales, razón
8 Además, el presidente Calderón inauguró el 20 de noviembre de 2012 en
Campo Marte la llamada "Plaza al Servicio de la Patria", un memorial para los
7 Una casa antigua ubicada en la calle de Reginn ('11 c'l C't'ntro hh,tÓrico de la miembros del Ejército y la Marina que perdieron su vida durante el "combate
Ciudad de México. al narcotr'flco".
182 Cuerpos memorables Entre el silencio y la memoria 183

ción estuvo plagada de irregularidades, por ejemplo, en sus inicios de reunión cultural y social abierto a las diferentes expresiones del
tenía contemplado un costo total de 339 millones 215 mil pesos que arte y la promoción de una cultura de paz (MPJD, 30 de noviembre
luego se elevó a más de mil 300 millones de pesos (Proceso, 2013). de 2012). Sin embargo, esta iniciativa ciudadana no prosperó, ya
La estela es una estructura de acero con dos planchas armadas por que la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de
paneles de cuarzo que tiene 104 metros de altura. De forma oficial, la la Secretaría de Gobernación rechazó la propuesta, y al día siguien­
Estela de Luz no es un memorial para las víctimas, pero a este espacio te, las placas que habían sido colocadas por el MPJD para recordar a
se le ha dotado de un sentido de resistencia porque se convirtió en un las víctimas fueron retiradas por personal del Consejo Nacional para la
lugar de encuentro para el MPJD y otras manifestaciones de protesta Cultura y las Artes (Conaculta) (SinEmbargo.mx, 2013).
(Garza, 2015). Aunque en el periodo 2006-2012 había un consenso entre autorida­
Una de las manifestaciones públicas más simbólicas de ese periodo des gubernamentales y el movimiento conformado por activistas de
de protesta fue el llamado "Recuento de los daños: sexenio de la muer­ derechos humanos y familiares de las personas desaparecidas sobre
te", que se realizó el día 28 de noviembre de 2012 en la explanada la necesidad de conversar y recuperar la memoria de las víctimas,
de la Estela de Luz. Para los integrantes del movimiento, esta acción también existían múltiples disputas sobre los modos y procesos so­
representaba la última oportunidad de protesta que el MPJD tenía en ciales para recordarlas. El memorial situado a un costado de Campo
el sexenio del presidente Calderón, y por esta razón, se requería de Marte y el monumento de la Estela de Luz son ejemplo de esos espa­
mucha organización. Durante varios días se llevaron a cabo múltiples cios de conflictividad y disputa entre actores con distintas voluntades
reuniones donde había una pluralidad de opiniones sobre las accio­ e intereses que lucharon por recordar o dejar en olvido ciertos hechos
nes y el lugar en el que se realizaría este acto de protesta. La principal del pasado (Husffschmid, 2012).
disyuntiva versaba en que el movimiento ya no tenía la capacidad
para convocar masas, sin embargo, todavía podía influir en la opinión
pública y quizás en la siguiente administración federal (2012-2018). NOTAS FINALES: ENTRE MEMORIA, SILENCIO Y OLVIDO
La fecha y el lugar eran el único consenso en torno a la organiza­
ción del acto de protesta. Los asistentes a las reuniones coincidían Sin bien la principal demanda de los familiares ha sido que aparezcan
en que la protesta sería el día 28 de noviembre en la explanada de las personas desaparecidas, obtener información sobre lo que pasó
la Estela de Luz porque ese día se cumplía un año del asesinato con ellas y justicia, también ha sido muy importante para su lucha
de Nepomuceno Moreno Núñez en Hermosillo, Sonora. Don Nepo social y política mantener vigente la historia de las víctimas en el
-como le decían sus compañeros-, se integró al MPJD para exigir jus­ espacio público (Imagen 4). Activistas en derechos humanos y familia­
ticia por la desaparición de su hijo, pero sus denuncias habían cau­ res de las personas desaparecidas y asesinadas se han convertido en
sado gran impacto en la opinión pública. Esto debido a que el propio "emprendedores de memoria" (Jelin, 2002) al documentar los casos
Nepomuceno narraba cómo su hijo Jorge Mario Moreno había sido de las víctimas y recuperar información sobre los hechos del pasado
detenido el1 de julio de 2010 por policías del estado de Sonora cerca de que fueron silenciados o negados.
Ciudad Obregón y desde entonces nunca lo volvieron a ver. Durante A los colectivos de familiares de personas desaparecidas junto con
el acto de protesta fueron proyectados en el monumento de la Estela el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), se les puede
de Luz diversos audiovisuales que contaban la historia de Don Nepo adjudicar una notable influencia en la agenda gubernamental para la
y la de su hijo Jorge Mario. creación de nuevos espacios institucionales destinados a garantizar
También se colocaron placas de acero en memorlu de lus vfctlmas de los derechos humanos y la memoria de las víctimas. Pero el gobierno
la violencia y se propuso que la Esteln de l.u1. •• ri. un espacio de Felipe Calderón respondió con la formulación de políticas públicas
•• " _ , _ _ " • • _ _ _ _ .• _ _ • . ,•. _ . • , _ ,", __ · ,,_~,_, _ _ ,_,"' • • r.
Entre el silencio y la memoria 185
184 Cuerpos memorables

que más bien legitimaban su enfoque de seguridad y poco tomaban en Da Silva, L. y Jelin, E. (Comps.). (2002). Los archivos de la represión:
cuenta las demandas e ideas que habían surgido en el diálogo con los Documentos, memoria y verdad: Madrid: Siglo XXI.
Dri, R. (2008). Movimientos sociales: La emergencia del nuevo espíritu.
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Campo Marte, significó un agravio para las familias de las víctimas Forneris, C. (2011). La narración como influencia formativa sobre la
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Así, la memoria se ha configurado como un espacio de disputas y
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ENTREVISTAS

Ana, integrante del Comité de Familiares de Personas Detenidas y


Desaparecidas en México (Cofaddem) "Alzando voces", 8 de enero
de 2013.
Alicia, integrante del Comité de Familiares de Personas Detenidas y
Desaparecidas en México (Cofaddem) "Alzando voces", 8 de enero
de 2013.
Cristina, integrante del Comité de Familiares y Allllgo~ (h~ Secuestra­
dos, Desaparecidos y Asesinados en GuetTl'rO, ., de' e'lwro de 2013.
.....
Manifestación en
Imagen 1.
memoria de la víctimas de
la \iolencia. Jornada 10 días
por la Paz y los Derechos
Humanos. Embajada de
los EVA, Ciudad de México,
2012. Fotografía de Jaqueline
Garza. Cortesía de la autora .

La ronda de In
• Imagen 2.
memoria. Ln .Plaza de Mayo.

• Cnrle.,lcI elI.'1
01111(11
La performatividad de los afectos

IL EANA DIÉ GUEZ 1

Considero que hay que formar colectivos múltiples de


pensamiento y acción, corazonar y pensar en común, para
poder enfrentar lo que se nos viene.

Silvia Rivera Cusicanqui

en México se instala en los afectos, en


E L PROBLEMA DE LA PÉRDIDA
primerísimo lugar, y se instala en la dimensión social de la falta,
en la inmensa población que ha sido asesinada o que está forzosa­
mente desaparecida, que ya no está en la vida pública ni en la vida
... familiar. 2 Cuando la pérdida sucede, horada el tejido de afectos, no
Imagen 3. Ausencia. Acto
simbólico en memoria de
las personas desaparecidas.
Explanada de la Estela de 1 lleana Diéguez. Profesora investigadora en el Departamento de Humanidades
Luz. Ciudad de México, 2013. de la uAM-Cuajimalpa, México, DF . Miemb r o del Sistema Nacional de
Investigadores Nivel 11. Doctora en Letras (2006) con estancia posdoctoral en
Fotografía de Jaqueline
Historia del Arte, UNAM, apoyada por el CONACYT (2008-2009). Trabaja sobre
Garza . Cortesía de la autora. problemáticas del arte, la m emoria, las representaciones de la violencia,
el duelo, las teatralidades y perfo r matividades expandidas y sociales. Es
curadora independiente de exposiciones vinculadas a estas problemáticas y
en particular a las relaciones entre el arte, la muerte violenta y la desaparición
forzada en Latinoamérica. Última publicación: (2017) Poéticas del dolor. lIacer
del trabajo de muerte un trabajo de mirada. Santiago de Chile: Oxímoron.
2 Según el Semáforo Delictivo Nacional de la violencia en México, un proyecto
social ciudadan o, sustentado en las denuncias ciudadanas presentadas ante
Jmagen 4. Los "otros" • cada Procuraduría General de Justicia en todos los estados del país, desd
cI('sil parecidos. Instalaciones el año 2008 se han producido en México 139 mil 99 ejecuciones del crimen
organizado. Sólo desde enero a septiembre de este año, la cifra de homicidos
de la Com isión de Atención
que in rorma este semáforo es de 21 mil 383. I:n este mismo periodo. cJ
" VlrlilllilS «('rAv). Ciudad de
IHII' ('('ltl:tjt' ¡le' tllIlllC'nto en ejecuciones es de! 26 1Y¡" cl<.' homicidios IH'}'c!. ele
Ml\~d( ' o, 201 S. J'nlografia de
h~ lIll1lludl'J\ H%, cll' violitrinnl's Wl'h, elr violpnei¡\ 1';lIllilldl H%. tW..,rll' l~.., I;I S
M Igw') 1II'llllÍ IHlp/. . ('orWc.;{é\ r ll"'f'!i UP , !IIIIIII1,1 L[11t· 1'1 20tH ~a~li' "IIH"" di'" (:nll \llól'. rll' ;!H 1I1111111111I ci dlll·.
dl ~ 1 "11101 . linil Víflllll,I .. , 1111 JI 111\ lII'd i O 111' 'lO " ~ f!S il\ :'HI, S pcn tlld . 1ll1ljcl'e$, oH)" .. v
192 Cuerpos memorables
La performatividad de los afectos 193

sólo el vínculo entre los que están y los que se ha llevado a la fuerza, tisiete heridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre
sino incluso entre los que quedan desolados por el tamaño de la ta­ de 2014 en Iguala, Guerrero, el dolor y la rabia se instaló visiblemente
rea de buscar y desear encontrar a los suyos, vencidos a veces por el en la protesta pública. El 15 de noviembre de 2014 en el caracol de
miedo, la desesperación y la intimidación. Oventik, estado de Chiapas, al terminar el acto con los familiares
De una u otra manera, hace algún tiempo se viene hablando de de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el Subcomandante
la performatividad de las emociones. Didi-Huberman retoma, desde Insurgente Moisés expresó:
Bergson, las emociones como gestos activos, para preguntar: "¿No es
una e-moción, vale decir, una moción, un movimiento que consiste Han sido ustedes, los familiares y compañeros de los estudiantes muer­
en ponernos fuera de (e-, ex), fuera de nosotros mismos?"; y concluye tos y desaparecidos quienes han conseguido, con la fuerza de su dolor,
que "si la emoción es un movimiento, en consecuencia, es realmen­ y de ese dolor convertido en rabia digna y noble, que muchas, muchos,
te una acción" (2016: 31) que sucede "en mí", pero también "fuera en México y el mundo, despierten, pregunten, cuestionen.
de mí". Según Deleuze, "la emoción no es del orden del yo, sino del
acontecimiento" (1981). Estas ideas han potenciado las reflexiones de Este enunciado de "la digna rabia" acompañó las acciones, marchas
Didi-Huberman en torno a la dialéctica del abatimiento y el levan­ y representaciones en torno al reclamo contra las desapariciones de
tamiento, y muy especialmente la problematización en torno a los los estudiantes de Ayotzinapa. Ytres años antes también hizo emerger
levantamientos y a la energía que los potencia. el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, una plataforma de
Ciertamente, las emociones nos han levantado, han puesto en pie acciones, aprendizajes, afectos y solidaridades en la que pudieron
de lucha a multitudes. Pero instigada por otros pensadores, me in­ encontrarse y acompañarse muchísimas familias que públicamente
teresa reflexionar la potencia de los afectos, la performatividad de exigieron al Estado un alto a tanta acumulada barbarie.
los afectos. Pensar el tejido de afectos que una vez roto implica una Retomo entonces la reflexión de Frédéric Lardan cuando propone
herida de la que brota un dolor capaz de tomar nuestro cuerpo y el no pensar los afectos como "perturbación emocional" (2017: 37) en
de muchos otros cuerpos implicados en ese tejido de afectividades. tanto "distorsiones emocionales de la racionalidad comunicacional"
El dolor no como una emoción sino como aquello que movilizan las (2017: 45), sino como aquello por lo que un cuerpo se pone en movi­
roturas de los afectos, como la consecuencia de una afección. Que el miento (2017: 37-38). Afecto como plantea Lardan, siguiendo a Spi­
dolor nos levanta, es algo que hemos ido constatando en México por noza, es "el concepto central de una gramática de la potencia" (2017:
las acciones de quienes efectivamente se han levantado para gritar la 34) que da cuenta del encadenamiento entre las causas y los efectos
rabia de sus dolores y por ello mismo, buscar a sus vivos como a sus capaces de perturbarnos y de implicar variaciones en la capacidad
muertos. de actuar. Lardan parte de entender la reflexión de Spinoza en la
Del dolor y la rabia hablaron las comunidades autónomas zapatis­ primera parte de su Ética, para pensar el afecto como el nombre que
tas, cuando en sus comunicados manifestaron que "fueron el dolor y se le da al efecto derivado del ejercicio de una potencia (2017: 34).
la rabia los que nos hicieron desafiarlo todo y a todos hace 20 años" Las afecciones se registran en el cuerpo, pero están mediadas por
(Subcomandante Marcos, mayo 2014). Apartir de la desaparición for­ las relaciones sociales, por ello, afirma Lardan, los afectos "son la
zada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, materia misma de lo social y concretamente el tejido de la política"
de Ayotzinapa, el asesinato de otras seis personas y un saldo de vein­ (2017: 33). Me interesa explicitar ese marco o escenario social en el
que se teje la afectividad, porque desde allí es posible pensar lo que
nirtos, !\ombr(ls jóvenes, muy especialrncntt' IH'I'SlIlIm¡ I'l'odurtlvas, en ('dad Brian Holmes propone cuando dice que: "La sociedad es el teatro del
lahornl. urte llfectivista" (2010: s/p).
194 Cuerpos memorables La performatividad de los afectos 195

Pienso que cuando el ejercicio de cierta política -necropolítica­ las que se fueron sumando paulatinamente otras, daban vueltas a la
cercena los afectos, en el ámbito de algunas prácticas emergen formas plaza "para que la gente nos pregunte qué nos pasa, por qué dábamos
de politicidad y visibilidad, en las que superviven los afectos perdi­ vuelta"3 (Madres de Plaza de Mayo, 2014: 62). Dado el estado de sitio
dos. Pero por qué deviene político actuar desde los tejidos de la afecti­ existente, la policía les exigió circular, no detenerse, caminar apenas
vidad. Recurro a una reflexión de Ana Longoni, a propósito de pensar de dos en dos, sin hacer grupos. Desde entonces, cada jueves a las
lo que en el contexto argentino se enunció como "la politicidad de lo 3:30 de la tarde, las madres realizan las rondas que hicieron visible
íntimo": "No es la política la que incorpora lo íntimo, sino la intimi­ la desaparición de sus hijos y de treinta mil argentinos.
dad, la subjetividad, la que se carga potencialmente de revulsividad El profesor colombiano Gustavo Moncayo caminó durante cua­
política" (2001: 18). Ana Longoni se refería a la ya notable expansión renta y seis días, desde Sandoná, Nariño, al sur de Colombia, hasta
de la esfera de lo público hacia cuestiones que anteriormente habían la Plaza Bolívar en Bogotá. Allí llegó el primero de agosto de 2007,
estado recluidas al mundo de lo privado o lo doméstico, como las encadenado, para exigir la liberación de su hijo, el suboficial del ejér­
problemáticas de género o los vínculos afectivos. Y lo planteaba a cito Pablo Emilio Moncayo, secuestrado por las FARC desde 1997. El
propósito de ejercicios de memorias personales realizados por artis­ profesor Montoya, en su largo caminar, devino un luchador por la
tas en el contexto de la postdictadura argentina. liberación de los más de tres mil colombianos que entonces estaban
¿Cómo acompaña el arte las luchas de los familiares que en Méxi­ secuestrados.
co buscan a sus seres queridos? ¿Qué puede hacer el arte por la vida En nuestras circunstancias, caminar ha sido una acción sostenida
hoy, en un contexto de emergencia nacional? ¿Qué pueden hacer las en marchas y caravanas de paz. Desde las caravanas zapatistas (2001
prácticas artísticas para ir más allá de las .intervenciones simbólicas? y 2006) hasta las caravanas del Movimiento por la Paz con Justicia y
¿Cómo ir más allá de producir escrituras de memorias y formas en Dignidad, precedidas por la gran "caminata" de cuatro días (Ameglio,
las que sobrevivan las afectividades perdidas? 2013: 30) que avanzó desde Cuernavaca el5 de mayo de 2011 y llegó
Vaya referirme a dos proyectos construidos en vínculo con los al Zócalo de la Ciudad de México el8 de mayo: "Caminamos porque es
familiares, es decir: trabajar con ellas y ellos, y no sobre ellas o ellos. necesario, porque no había ruta, no había otro camino, tuvimos que
Realizados desde los vínculos afectivos o desde un "activismo afec­ hacer el camino" (Álvarez Gándara, 2013: 35). Caminar para encon­
tivo", como ha dicho Brian Holmes, y a partir de las experiencias trarse con otros, con las muchas familias que buscan. Caminar para
de caminar y buscar; que no fueron realizados con el propósito de hacer pública la ausencia, para protestar. Caminar para imaginar la
ingresar a los circuitos de exhibición y circulación artística, y que se posibilidad del reencuentro.
plantearon dar formas sensibles a la ausencia, instalando la singula­ Huellas de la memoria, el proyecto iniciado por Alfredo López Ca­
ridad de la pérdida a través de relatos con nombres propios. Huellas sanova con la colaboración de familiares que buscan a sus seres que­
de la memoria y Caminar el cuerpo desaparecido, se implican en la ridos, y sostenido hasta hoy por el Colectivo Huellas de la Memoria,
realización de recorridos con las familias y devinieron acciones de ha colocado el andar y la búsqueda de las familias en el centro de una
acompañamiento que implican también modos de hacer señaliza­ reflexión poética en la que se cruzan estrategias estéticas y políticas.
ciones. Desarrollan el andar como práctica y el andar como huella. Es un proyecto que nace de acompañar y caminar junto a las fa­
El acto de caminar ha sido un arma muy potente en la visibili­ milias:
zación de la injusticia, la pérdida y el dolor en América Latina. Las
rondas iniciadas y sostenidas por las Madres d(' Pinza de Mayo des­
de abril de 1977 son, sin duda, una parlldiJ(m(ltln, ruft~rencia. Las :i Trstimonio de (firmen J.oréflce. Madre dp Pinza de Mayo I.fneél rundlldorll
primeras catorce mujeres reunldus frente u In t.:"I" de Gobierno. y u (2014: (2).
196 Cuerpos memorables La performatividad de los afectos 197

Surge durante la marcha del 10 de mayo de 2010 del Monumento a la Ma­ sobre papel. Se trata de un proceso gráfico y artesanal en el que el
dre al Ángel de la Independencia en la capital. Era un día especialmente color de la tinta aporta información: el verde da cuenta de la búsque­
caluroso, íbamos caminando y empecé a sentir los pasos que resonaban. da de personas desaparecidas; en rojo se entintan los nombres de
Se lanzaban consignas y había momentos de silencio. En estos momentos personas asesinadas en el proceso de búsqueda; el negro da cuenta
oía los pasos. Era una marcha nacional, la más importante del país, en de las personas que son localizadas sin vida.
donde se juntaban familiares procedentes de todas partes para denun­ El conjunto de zapatos con las siluetas de sus huellas, represen­
ciar su caso. Empecé a fijarme en los zapatos, especialmente en la parte ta una especie de cartografía de las luchas políticas en México y en
de atrás, donde estaban más desgastados. Esos zapatos eran parte de la parte de América Latina, y en particular del ejercicio sistemático de
identidad de las personas y de la región de la que venían. Lo único que la desaparición forzada. La práctica de la desaparición forzada se ha
les conectaba, de Tijuana a Guerrero, de Oaxaca a Monterrey, era tener instalado en México desde la llamada "guerra sucia", que algunos
un familiar desaparecido (López Casanova, 2016). activistas prefieren nombrar como terrorismo de Estado. Si bien los
primeros zapatos fueron aportados por madres y hermanas que per­
El cuerpo y los zapatos de quienes buscan a sus seres queridos es el dieron a sus seres queridos a partir de la guerra desatada por Felipe
punto de reunión con los ausentes, con la vida y los afectos que les Calderón contra el narcotráfico, en Huellas -de la Memoria hay zapatos
fueron robados. Como expresan las huellas de Tania, que busca a su que llegaron desde otros países, entre ellos Guatemala, Colombia y
padre Rafael Ramírez Duarte desaparecido desde el 9 de junio de Argentina; y que acumulan la carga de tiempos diversos.
1977: "Seguir tu huella es querer tocar tus pies con los míos como el Hay zapatos que datan de 1969, cuando Braulia Jaimes inició la
juego de madriguera tibia que nos robaron, papá". Las siluetas de las búsqueda de su esposo Epifanio Avilés Rojas, desaparecido desde el
huellas de los zapatos están marcadas con trazos enunciantes, con 19 de mayo de 1969 en Ciudad Altamirano y ubicado como el primer
frases que relatan las acciones en las que se aproximan ausentes y caso de desaparición forzada en México. Hay zapatos de niños como
dolientes. Emiliano, que camina junto a su madre Cristina, buscando a su abuelo
Los zapatos aportados por varios de los que han buscado y siguen José Francisco Paredes Ruiz; o de José Ángel Abrajan de la Cruz, que
buscando a sus seres queridos, llegan directamente, o a través de desde los nueve años busca a su padre Adán Abrajan, estudiante de
amigos y colaboradores, o incluso son enviados por correo. Hablo en la Escuela Normal de Ayotzinapa y desaparecido la noche del 26
presente pues se trata de un proyecto que sigue en proceso. Cientos de septiembre de 2014. De hijos como Guadalupe que busca a su pa­
son los zapatos y las siluetas de sus huellas, integrados al proyecto: dre Tomás Pérez Francisco, desaparecido desde el1 de mayo de 1990
huaraches, zapatillas, chancletas, botines, tenis que han sostenido en Puebla. Zapatos -y siluetas de sus huellas- de hermanas, padres,
a los cuerpos de quienes pese al dolor han recorrido y siguen reco­ esposas y madres de distintas regiones del país, como los de María He­
rriendo caminos, buscando encontrar y procurar justicia a sus seres rrera Magdaleno, de Michoacán, que no sólo busca a sus cuatro hijos
queridos (Imagen 1). Gustavo, Jesús Salvador, Luis Armando y Raúl Trujillo, sino "a todos y
El proceso de intervención documental se realiza sobre las suelas cada uno de nuestros seres queridos que faltan en nuestros hogares",
que, en ocasiones, debido a tanto desgaste, necesitan cubrirse con linó­ como dicen las palabras grabadas en las suelas de sus zapatos. Los de
leo. Sobre estas superficies son grabados con gubia o con Mototul, los Letty Hidalgo, que busca a su hijo Roy Rivera desaparecido el11 de
nombres de quien busca y de quien es buscado, fechas y lugares de las enero de 2011 en Monterrey. Los de Araceli Rodríguez que busca a su
desapariciones, pero también pequeños y amorosos mensajes escritos hijo Luis Ángel León, desaparecido desde el16 de noviembre de 2009.
por los familiares en las cartas que hacen llegar jUl\to n los zapatos. Se junto a otros seis policías federales y un civil en Zitácuaro. Michoacán.
ent intun las superficies grabadas y se impril\\t'l\ n IU'PMh\n lus huellas Los zapatos de Luda y Alfol\sO que buscan a su hijo Alejandro Moreno
198 Cuerpos memorables La performatividad de los afectos 199

Baca, desaparecido e127 de enero de 2011 y que instalaron las silue­ El proceso implicó el acompañamiento a tres familias, en tres lo­
tas de sus huellas en un muro junto a la foto de Alejandro, (Imagen calidades de Michoacán: la familia Corona Banderas en los Llanitos
2) en la zona donde fue desaparecido al cruzar la caseta de Sabinas de Cucha, que buscan a Patricio Barrera, a Simón Corona y Rigoberto
Hidalgo, Nuevo León. Donde han desaparecido cientos de personas, Mejía, desaparecidos desde el 23 de septiembre de 2009; la familia
y donde entre 2011 y 2013 se reportaron 103 fosas comunes. Orozco Medina de Nuevo Zirosto, que busca a Leonel Orozco Ortiz
Las implicaciones entre arte, memoria y política, manifiesta un desaparecido e13 de julio de 2008, a Leonel Orozco Medina desapare­
extenso recorrido. La idea del artista como propiciador o impulsor cido el18 de abril de 2009, y a Moisés Orozco Medina, desaparecido
de acciones que se realizan "con" y "no sobre" los otros, deviniendo e122 de mayo de 2012; y la familia Ortiz Ruiz, de Morelia, que busca
prácticas est/éticas políticas, nos remonta a El siluetazo realizado en a Guillermo Alejandro Ortiz Ruiz y Vianey Heredia, desaparecidos el
Argentina como propuesta de tres artistas visuales -Rodolfo Aguerre­ 29 de noviembre de 2010.
berry, Julio Flores y Guillermo Kexel- y bajo la convocatoria de las Fabiola sostuvo largas conversaciones con las familias, visitó sus
Madres de Plaza de Mayo durante la III Marcha de la Resistencia, en espacios habituales, recorriendo con ellas sitios por los que camina­
septiembre de 1983. Hacia finales de ese mismo año, tuvo lugar ban a diario sus seres queridos. Pidió permiso para volver a habitar
en Chile el potente "NO+" impulsado por el Colectivo Acciones de Arte sus zapatos, para poner su cuerpo en la forma de los zapatos, para
(CADA) que en plena dictadura de Pinochet escribieron clandestina­ darle un cuerpo efímero a la ausencia, para caminar con ellos (Ima­
mente sobre los muros un "NO+" que era completado anónimamente, gen 3).
formando lo que Ana Longoni enuncia como "una red textual de gra­ Uno de los muchísimos problemas que generan las desapariciones
fiti contra dictatorial" que ha recorrido América Latina. forzadas, es el desmantelamiento de las familias, por miedo y por las
En este registro es imprescindible evocar las lavadas de banderas ocupaciones de tiempo completo en que se implican quienes buscan.
en la Plaza Mayor de Lima, convocadas por el Colectivo Sociedad Las acciones y caminatas realizadas, generaron el reencuentro de las
Civil y apropiadas por la ciudadanía en mayo de 2000, retomadas familias, el regreso a los espacios donde antes trabajaban y vivían,
como escraches contra la represión y el asesinato de manifestantes la escucha de relatos, la recuperación de informaciones afectivas. El
en Buenos Aires, en julio de 2002. andar hizo visible el estado real de los vínculos, quizás el deseo de
La contribución de estas prácticas, de marcado acento artivista, imaginar la familia, aún cuando fuera una fugaz posibilidad. El an­
no sólo ha sido en el campo de la lucha simbólica contra el poder, o dar implicó estar atenta al despliegue de percepciones suscitadas al
en su capacidad de generar marcos para "poner el dolor en la esfera atravesar esos espacios, re actualizando los relatos vinculados a ellos.
pública" (Blair, 2002: 9). También han sido propiciadoras de formas Como si fuera posible encontrar un trazo o darle aliento al ánima
de organización social en la lucha por los derechos humanos -como atrapada en los caminos. Caminar e invocar, llamar a la ausencia
lo propicia el trabajo de Fabiola Rayas, por ejemplo-, y de estrategias desde la presencia de quienes los añoran y buscan. Una especie de
para la documentación y la visibilización de la desaparición forzada. conjuro, de caminata del deseo.
Fabiola Rayas, en Michoacán, hace parte del colectivo Familiares Son recorridos de hasta nueve y quince kilómetros. Desplazamien­
Caminando por Justicia, con más de veinte mujeres que desde el año tos sobre terrenos marcados por la memoria de los otros, y por una
2006 buscan a padres, hijos, tíos, hermanos, desaparecidos forzosa­ especie de errabundeos mentales entre el recuerdo y la ausencia.
mente, en su mayoría por fuerzas del Estado. Ese colectivo nació en Las acciones priorizan la caminata de las familias avanzando con los
el afto 2016 como resultado de las acciones y caminatas realizadas objetos (Imagen 4), y sólo después Fabiola camina hacia atrás con
durante el desarrollo de las Performance cid Camilla,. y (~speclalmen­ los zapatos puestos, imaginando el peso de los cuerpos por las defor­
te, Caminar el Cuerpo Desaparecido. maciones de los zapatos. El andar parece condicionar su mirada. o
200 Cuerpos memorables La performatividad de los afectos 201

su mirada condiciona el andar, hasta parecer que sólo los pies miran, se ha ido produciendo la politicidad del dolor? ¿Cómo el dolor ha atra­
como pensaba Roberth Smithson. vesado nuestras puertas y nos ha sacado a las calles, permitiéndonos
Camina hacia atrás como desandando el tiempo, como si deshiciera reconocernos como una communitas movida también por la ira? ¿Por
sus hilos, deseando regresar a aquel momento que todas las madres qué entonces hay una politicidad que generan los afectos? ¿Qué es la
han narrado: el tiempo del nacimiento de los hijos. Mercedes, María politicidad de las prácticas que trabaja con la afectividad y el dolor
Elena y Bertha, las madres de estos relatos, siempre se extienden a de nuestro tiempo, de nosotros, aquí y ahora?
los días en que sus hijos eran bebés, como si conjuraran la pérdida. La performatividad de los afectos no es la de los artistas perfor­
Una frase se ha instalado entre ellas: a partir de las caminatas dicen mers. Es sobre todo, la agencia de los afectos o el afecto como agencia
que sus hijos caminan con ellas en su "nuevo cuerpo político"; que desde la experiencia de las familias que buscan a sus seres queridos.
el recuerdo instalado en esas caminatas, toma lugar en sus nuevos No creo que sólo debemos abordar, o en todo caso no sólo me interesa
cuerpos políticos. Insisto en esta frase porque considero explícita la abordar el problema de cómo se articulan los afectos en las tramas
transformación de estas madres y, en general de los familiares, en espacio-temporales de la imagen y de la acción artística. Situados más
luchadores sociales. allá del arte, me interesa el tejido de acciones de largo alcance, capa­
El acto de andar ha sido experimentado desde las primeras dé­ ces de imaginar algo que sea reconocido como "un nuevo cuerpo po­
cadas del siglo xx, como una forma de anti-arte (Careri, 2002: 21). lítico", precisamente a partir de las rupturas de las tramas de afectos
Primero como expansiones de las experimentaciones dadaístas y su­ y de la necesidad de imaginar (no de recomponer ni restaurar) otras
rrealistas hacia el campo de las artes visuales. Y en los años sesenta, formas de tejidos, otras posibilidades de (a)corazonado accionar.
como consecuencia de artistas interesados en el espacio escénico de
las performances y los happenings urbanos, como también en la ex­
pansión del campo escultórico, la arquitectura y el paisaje (125). Ca­ BIBLIOGRAFÍA
minar el Cuerpo Desaparecido activa el andar como práctica estética
de intervención de espacios y de conexión de afectos, como trabajo de Ameglio, P. (2013). Caminar y luchar: acción y espiritualidad no vio­
la experiencia. lentas. En Las caravanas del Movimiento por la paz con Justicia y
Prácticas como ésta, activan una dimensión est/ética. Son mucho Dignidad: itinerarios de una espiritualidad en resistencia. Ciudad
más "actos" (en la dimensión bajtiniana, ética) que prácticas para de México: Centro de Estudios Ecuménicos; Movimiento por la
ser visibles en los marcos del arte. La estética como ámbito para la Paz con Justicia y Dignidad; Iglesias por la Paz.
manifestación de lo sensible, en el actual y sistemático marco social Ahmed, S. (2015). La política cultural de las emociones. Ciudad de Mé­
de las desapariciones, es todo un campo de problematizaciones. La xico: uNAM-Programa Universitario de Estudios de Género.
ausencia define la presencia. Como definió el nacimiento del arte y Álvarez Gándara, M. (2013). Las caravanas del MPJD, un peregrinaje
la memoria. La frase desaparición forzada denomina una acción que inacabado. En Las caravanas del Movimiento por la paz con Jus­
precisa de otro, de alguien que ejecute el borramiento de la visibili­ ,ticia y Dignidad: itinerarios de una espiritualidad en resistencia.
dad de otro. Como será necesario también que sea otra u otro quien Ciudad de México: Centro de Estudios Ecuménicos; Movimiento
ejecute la representación memorable de esa ausencia. por la Paz con Justicia y Dignidad; Iglesias por la Paz.
En su libro sobre la política de los afectos, Sara Ahmed se plan­ Blair, E. (2002). Memoria y narrativa. La puesta del dolor en escena
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Quisiera subvertir las relaciones que nctivHn ('sllls prt~MlIntus: ¿Cómo
202 Cuerpos memorables La performatividad de los afectos 203

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~ \

..

.A.

Imagen 1.Huellas de Imagen 2. Lucía Bacca y Alfonso Moreno
la memori(4 Casa de buscando a su hijo Alejandro Moreno
la memoria indómita, Baca, desaparecido el 27 de enero de
mayo 2016. Fotografía 2011 en Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
Ileana Diéguez. Fotografía Mónica González.
Dar cuerpo y poner en movimiento

a la memoria. Bordado y acción colectiva

en las protestas contra los asesinatos

y las desapariciones en México1

KAT IA O LAL DE 2

EL CONSUELO COMO EXPRESIÓN

DE UNA ESPIRITUALIDAD EN RESISTENCIA

12 DE ABRIL DE 2011 el poeta y periodista mexicano Javier Si­


E L
cilla se presentó en las instalaciones del Palacio de Gobierno de
Morelos para exigir la investigación del asesinato de su hijo Juan
...
Imagen 3. Francisco, quien había sido secuestrado la noche del 27 de marzo y
Caminar el cuerpo
desaparecido, de
Fabiola Rayas. 1 El proyecto que condujo a esta publicación fue financiado por el Consejo
Registro Ceniza Europeo de Investigación (ERC) , como parte del Programa Marco de
Pura. Fotografía Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 ("Memorias
digitales", acuerdo de subvención nO 677955).
cortesía de la
2 Katia Olalde es doctora en Historia del Arte por la Universidad Nacionnl
artista. Autónoma de México (UNAM). Actualmente realiza una estancia postdoctur;l'
en el departamento de Estudios Culturales de la KU Leuven (University ni
Leuven. Bélgica). Sus investigacion es exploran los vínculos que aJgtl",¡ ~
formas de arte y de activismo cultural tienen con las acciones de resistcncin
civil, los duelos y la configuración de memorias disidentes en conlcxt()~
marcados por la violencia y la impunidad. Sus principales áreas de interés
~ Imagen !J. son: la dimensión estética y sensorial de la lucha política, el vínculo entre (:1
('a",¡,Ulr ('/ CIWI"pO espacio público y el ejercicio de la ciudadanía así como los debates alrededo¡
¡"',(llwn·cl(/(I. rlf> de la esrera pública transnacional y la ciudadanía global crítica. Últimn
r',dllUld 1{.. y:I ....
pllblil:at:iOIl : Olaldr. K. 201 R"Construir objetos de estudio desde la" tensiollPs
(!llll'cl:, IIÍSIIIJ'i;, 11(:1 tlr II.! y d ;lctivlsmo polítito". en Pulido M. (Coorcl.). 1)(' la
lal('fjl'i fl (\ lit f ltu w !l\ein . lliflJ()go::. dell\l!->ltHI.lclor e1el ¡1)'le con 111 11l1,lgt'1I (pp.
O) , M
208 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 209

hallado muerto al día siguiente. Además de pronunciar en voz alta su ta del dolor- se convirtió en una acción no violenta clave de la espiri­
reclamo, Sicilia instaló con ayuda de un taladro siete placas metálicas tualidad en resistencia. Algunas de las formas en que el consuelo se
sobre la fachada del edificio. La primera llevaba inscrito el nombre puso en práctica fueron, por ejemplo, abrazar, escuchar, caminar y
de su hijo, las seis restantes los nombres de las otras seis personas guardar silencio juntos (Ameglio, 2013).
quienes, junto con él, fueron asesinadas durante la madrugada del
28 de marzo.
A principios de mayo, Sicilia encabezó una caminata de Cuernava­ "USTEDES LOS LLAMAN DAÑOS COLATERALES,
ca a la Ciudad de México. El recorrido duró cuatro días, en el transcur­ NOSOTROS LOS LLAMÁBAMOS AMIGOS"3
so otras personas cuyos familiares o amigos habían sido asesinados o
desaparecidos se sumaron a la comitiva conformando lo que Ileana Ante a un discurso gubernamental que reivindicaba su política de
Diéguez conceptualizó -inspirada en la lectura del antropólogo VÍC­ seguridad como una "guerra justa" (Illades y Santiago, 2014: 96) en
tor Turner- como "communitas del dolor" (Diéguez, 2016: 47-54). La la que 9 de cada 10 muertos eran criminales (Miller, 2009, agosto 9) y
consolidación de algunos de los lazos de solidaridad que se estable­ el resto de los asesinados, lamentables "daños colaterales" (Ballinas,
cieron durante aquella primera caminata dio lugar el surgimiento del 2010, abril 13) el rescate de la memoria de las víctimas de violencia
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJO). adquirió un papel preponderante en las exigencias de verdad y jus­
Desde la posición de quienes -hasta ese momento- habían sobre­ ticia (Sicilia, 2011, mayo 11). Nombrar, escuchar y recordar fueron
vivido a la violencia perpetrada y hacían frente a las expresiones entonces acciones clave en la movilización civil: nombrar a las per­
del poder ejercido por agentes estatales y no estales -expresio­ sonas que estaban siendo asesinadas y desaparecidas, escuchar con
nes conceptualizadas por Pilar Calveiro como las gestiones de una gu­ oído atento a los familiares que habían salido del anonimato para
bernamentalidad oligárquico-neoliberal (Calveiro, 2017: 136-37) y por narrar sus historias; recordar a todas las personas asesinadas y desa­
Ileana Diéguez como "el despliegue escénico de un necropoder que parecidas sin hacer distinción entre inocentes y criminales (Olalde,
decide soberanamente no sólo la muerte, sino los modos de sufrir y de 2015: 66). En el Pacto Nacional por la Paz, publicado en mayo de 2011,
reducir la condición humana" (Diéguez, 2016: 137)- el MPJD articuló el MPJD expresó con claridad la relevancia de los actos de rememo­
la figura colectiva de los familiares de las personas asesinadas y desa­ ración: "Convocamos a la sociedad civil a rescatar la memoria de las
parecidas como víctimas de la violencia desde un enfoque ecuménico víctimas de la violencia, a no olvidar y exigir justicia colocando en
que buscaba poner en práctica una "espiritualidad en resistencia", la cada plaza o espacio público placas con los nombres de las víctimas".
cual Pietro Ameglio (2013: 23), ha definido como: (Sicilia, 2011 mayo 11).
La Iniciativa Bordando por la Paz y la Memoria: una víctima, un
un conjunto de acciones concretas inspiradas por la verdad, la justicia y pañuelo (IBPM) se gestó en el transcurso de junio-agosto de 2011 al
la memoria, que para algunos nacen de la solidaridad con las víctimas interior de un grupo de artistas, investigadores, periodistas, promoto­
y de seguir ciertas enseñanzas milenarias de tradiciones llamadas espi­ res culturales, activistas sociales y ciudadanos, quienes en solidaridad
rituales por la relación que establecen con un cierto espíritu, fuerza o con Sicilia y el recién surgido MPJO, se habían dedicado a pintar de
divinidad trascendentes (Ameglio, 2013: 32-33).

Así, en el contexto del MPJO, "el consuelo" -entendido como el "acer­ 3 En el libro Nuestra aparente rendición, Lolita Bosch (2011: 15) relata que en
la primera de las marchas convocadas por Javier Sicilia en 2011, una joven
cnmiento entrañable" y cuerpo a cuerpo (Sánchez Suárez. 2013: 72) sostenía una pancarta en la que la estaba escrita la frase que sirve de título
motivlldo por la conexión amorosa que surge ante In expresión abier- a este npnrtndu. Ver también Flavio Meléndez (2011).
210 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 211

color rojo el agua de algunas fuentes en la Ciudad de México (Avilés, El modo en que los bordados se exhiben y se manejan también
2011 mayo 8). Si bien, en un principio el grupo adoptó el nombre de ha sido diverso. Aunque suelen colgarse en tendederos, los pañuelos
las iniciativas que impulsó -Paremos las balas, pintemos las fuentes se han mostrado extendidos horizontalmente al interior vitrinas y
y más tarde Bordando por la Paz y la Memoria-, tras la partida de urnas de acrílico o bien ensamblados en una suerte colchas de reta­
algunos de sus integrantes -quienes se separaron durante el verano zos (quilts) que se despliegan sobre el piso. En la Ciudad de México,
para conformar la Plataforma de Arte y Cultura del MPJD- el grupo se por ejemplo, las integrantes de Fuentes Rojas suelen participar en
auto denominó finalmente colectivo Fuentes Rojas. las marchas y protestas públicas con un pañuelo extendido sobre el
Como su nombre lo indica, la IBPM -aún vigente hasta el otoño pecho y/o la espalda (Imagen 1).
de 2018- propone bordar un pañuelo en memoria de cada persona Esta diversidad se ha reflejado además en los textos que los pa­
asesinada o desaparecida. En coincidencia con las prácticas artísticas ñuelos llevan inscritos. Si bien, en un inicio la idea era bordar la
que a mediados del siglo xx buscaron incidir en la vida cotidiana descripción de un cuerpo hallado sin vida o la narración de un ho­
mediante acciones que transformaran al público-espectador en una micidio en tono neutral -esto es, sin emitir ningún juicio u opinión
audiencia-participante (Olalde, 2016: 77; Olalde, 2018a: 197), la IBPM acerca de la calidad moral de la víctima-\ gradualmente comenzaron
se propuso transformar temporalmente un pedazo de parque, plaza o a incorporarse otros textos, como por ejemplo, la denuncia de una
explanada en un taller de bordado al aire libre abierto a toda persona desaparición forzada, consignas, mensajes amorosos dirigidos a las
interesada en acercarse a observar los pañuelos y leer los textos que víctimas o palabras de aliento dedicadas a los familiares de las per­
llevan inscritos o bien, en colaborar con el bordado de algún caso. sonas asesinadas y desaparecidas.
Tras su lanzamiento a mediados de 2011, la IBPM dio pie al surgi­
miento de alrededor de veinte grupos de bordado en México y otro
par de decenas en el extranjero. En un principio, el objetivo común de PONER EN MOVIMIENTO, MOVERSE Y CONMOVER
todos ellos era completar la mayor cantidad posible de pañuelos
y desplegarlos todos juntos en la plancha del Zócalo el1 de diciembre La presentación pública de los pañuelos, tanto en espacios abiertos
de 2012, día de la transición presidencial. Con el ensamblaje de este como cerrados ha sido un aspecto constitutivo de la IBPM. Esto sig­
memorial ciudadano -que conferiría a las cifras extensión espacial­ nifica que durante las jornadas abiertas organizadas desde 2011 en
la IBPM buscaba exponer a la mirada pública la cantidad de asesinatos México y el mundo, los bordadores no sólo se han reunido para llevar
y desapariciones perpetradas durante el periodo presidencial de Feli­ a cabo su actividad a plena luz e invitar a otras personas a colaborar,
pe Calderón (Olalde, 2018b) y, de esa manera, hacer frente al discurso sino también para mostrar los pañuelos que han completado, lo re­
oficial que se obstinaba en defender la política de seguridad imple­ levante aquí es que en la mayoría de estas presentaciones públicas
mentada al inicio del sexenio (Gargallo, 2014a: 94; Marrón, 2014: 90 -incluyendo, por supuesto, la del 1 de diciembre de 2012-5 se han
y 93; García, 2014: 38; Robledo, 2015; Torres, 2016: 71).
Pese a compartir un objetivo común, cada grupo de bordado
adaptó la acción de acuerdo con sus necesidades y propósitos más
especificos. En el norte de México, por ejemplo, las agrupaciones de
familiares de personas desaparecidas se rehusaron a evocar la sangre 4 La búsqueda de neutralidad proviene de una acción previa -titulada
derramada por medio de hilos de color rojo, en su lugar, decidieron inicialmente "Cartas de paz" y más tarde "Sobre vacío"- que sirvió de
bordar en color verde y, de esa manera, evocar la esperanza de hallar inspiración a la 18MP (Harmodio, 2011 abril 15; Olalde: 2016).
5 Un desplh'J(llr. Interrumpido por los enfrentamientos que se produjeron en
con vida a sus seres queridos. las cullme del Contro Histórico aquel día (Turati. 2012, diciembre 1).
................

- ~
212 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 213

congregado a su vez bordados provenientes de una multiplicidad de Estas figuras toman forma en una multiplicidad de productos cul­
localidades y países.6 turales, los cuales a su vez circulan, se re-mediatizan y -habría que
En "Moving Testimony: Human Rights, Palestinian Memory, and añadir- tienden a reproducir y consolidar el consenso mediante el
the Transnational Public Sphere", Rosanne Kennedy reflexiona so­ cual han adquirido significación y relevancia colectiva. Por lo tan­
bre los testimonios palestinos incluidos en El Reporte Goldstone (The to, más que el resultado un acuerdo sobre la manera en que habrá
Goldstone Report [Asamblea General de las Naciones Unidas, 2009]) y de conformarse el repertorio limitado de figuras que fungirán como
subraya que, en el marco de su análisis, los dos significados posibles marcadores de posición en el intercambio y la transmisión de recuer­
del adjetivo moving son relevantes: moving as travel, que describe dos privilegiados, la memoria colectiva, vista a través de la lente de
algo que se encuentra en movimiento o que viaja, y moving as affect las dinámicas de rememoración cultural, aparece como un proceso
que se refiere a algo que "afecta o conmueve" (Kennedy, 2014: 53). en constante devenir. Dicho proceso supone a su vez la convergen­
En línea con el énfasis puesto por Kennedy en la capacidad de los cia recurrente de una serie de prácticas mnemónicas que mantienen
testimonios para viajar y afectar -o, dicho en otras palabras, para abierta la discusión acerca del modo en que estas figuras privilegia­
moverse y conmover- (2014: 53) el punto de partida del presente das han sido seleccionadas y la manera en que el significado les ha
artículo es que, al igual que los testimonios palestinos incluidos en sido conferido.
The Goldstone Report, los pañuelos "bordados por la paz en México" En síntesis y, recuperando de nuevo las palabras de Rigney: "Tal
han tenido impacto en audiencias alrededor del mundo -entre otras cual sugiere el aspecto performativo del término rememoración, la
cosas- debido a su capacidad para moverse y conmover. memoria colectiva está siempre 'en obras' y, al igual que un nadador,
Ahora bien, desde el enfoque de los estudios sobre las dinámi­ necesita mantenerse en movimiento, aunque sea tan sólo para per­
cas de rememoración cultural, Ann Rigney ha señalado que: "Pese manecer a flote" (Rigney, 2008: 345).
a haber comprobado su utilidad como herramienta conceptual, la En el presente artículo la IBMP es concebida como un proceso que
metáfora del 'lugar de memoria' puede resultar confusa si de ella se involucra la ejecución reiterada de una multiplicidad de actos de re­
deduce que la rememoración colectiva termina meramente atada a memoración que incluyen tanto las jornadas de bordado, durante
determinadas figuras, íconos o monumentos"7 (Rigney 2008: 345). De los cuales se da forma a objetos de memoria (pañuelos bordados y
acuerdo con Rigney, aunque ensambles de pañuelos), como la puesta en circulación de estos obje­
tos y su empleo recurrente en otras formas de protesta (Olalde, 2015:
los lugares de memoria no siempre asumen la forma de una ubicación 65).8 Al colocar el énfasis en los procesos más que en los productos
específica, lo que todos ellos tienen en común es que al encapsular una (Rigney, 2008: 348) el enfoque del artículo coincide con los estudios
variedad de experiencias en un repertorio limitado de figuras, [los luga­ sobre las dinámicas de rememoración cultural y, en ese sentido, se
res de memoria] proveen de marcadores de posición que sirven para el inscribe también dentro del giro "dinámico" en los estudios de me­
intercambio y la transmisión de recuerdos tanto entre contemporáneos moria (Rigney, 2008: 348).
como de una generación a otra (Rigney 2008: 345). Tomando en cuenta que en la metáfora del nadador propuesta por
Rigney, el movimiento tiene una cualidad creativa -pues al "mantener
a flote" la memoria la conserva también en continua construcción- el
6 Un par de ejemplos: Memoria y verdad (Laboratorio Arte y Variedades.
Guadalajara, Jalisco. 2 a 4 noviembre de 2013); Movimiento por la Paz con
Justicia y Dignidad. Tres afias (Museo Memoria y Tolerancia, Ciudad de R Durante mi investigación doctoral profundicé en la manera en que la IRMP
México. 2R de marzo al30 de mayo de 2014). se ha articuludo con la lucha política librada por otras organizaciones civiles
7 Las traducciones de las citas que aparecen en el articulo son m(as. (Olaldlt 201Sb; OIalde, 2016).

ih
214 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 215

análisis desarrollado en estas páginas busca vincular esta cualidad desgaste y los riesgos que esto implica. En este sentido, es necesario
creativa del movimiento con el carácter perfomativo y procesual de tener presente que varios de los padres y las madres que buscaban a
la IBPM -en este sentido, la importancia de la palabra "iniciativa" y sus hijos e hijas desparecidos han sido asesinados. 9
de la conjugación del verbo "bordar" en gerundio no es menor-o El
foco del análisis recae entonces en la manera en que el cuerpo y los
pañuelos de tela se mueven, mueven y conmueven. DAR CUERPO

Como señalé con anterioridad, para desplegar los pañuelos en la vía


EL PAÑUELO DE TELA EN CUANTO PRENDA pública, la IBPM propuso el armado de tendederos. En la Ciudad de
México, el colectivo Fuentes Rojas ha empleado seguritos y punta­
Hacia finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, los das para unir los bordados por las esquinas, formando una suerte
Pañuelos de Amistad (Friendship Handkerchiefs) fueron muy popu­ de tableros o lienzos que por lo general intercalan un pañuelo y un
lares en Canadá y Estados Unidos. En esencia, se trataba de obsequios espacio vacío. Armados de esta manera, los pañuelos han avanzado
que podían hacerse por diferentes motivos y que llevaban bordados en marchas y acompañando plantones, mítines y huelgas de hambre
nombres y mensajes. Así por ejemplo, en las comunidades huteritas (Imagen 1). La desventaja es que se trata de ensambles sumamente
-grupos anabaptistas que habitan en el noroeste de Estados Unidos complicados de manejar, pues carecen de un soporte rígido que man­
y Canadá y que viven bajo un esquema de propiedad comunal (Me­ tenga los pañuelos extendidos -durante las marchas, por ejemplo, las
rriam Webster Dictionary)-, las jóvenes solían obsequiar "pañuelos personas que sostienen los lienzos deben caminar al mismo ritmo y
de amistad" a sus novios, provenientes de otras colonias, cuando las mantener las manos a una misma altura-o Mientras el lienzo está col­
visitaban. En estos pañuelos las jóvenes bordaban nombres, iniciales, gado o es sostenido por los manifestantes, todo marcha bien porque
fechas significativas, poemas o mensajes amorosos con el propósito el conjunto tiene coherencia.
de sellar el vínculo especial entre ambos (Cope, 2001, marzo 12). En Sin embargo, la historia cambia por completo cuando se desatan
caso de que la relación se terminara, "se esperaba que el hombre los cordones que mantienen el lienzo desplegado en posición verti­
devolviera el pañuelo" (Shaughnessy, 2013). calo cuando los participantes que lo sostienen por los extremos, los
En México, los bordados que los familiares de las personas desapa­ sueltan (Imagen 2). Lo que sucede entonces es que las telas se arrugan
recidas dedican a sus seres queridos ausentes, cumplen también esta y, lo que momentos antes se desplegaba como un conjunto coheren­
función de detentar y preservar el vínculo afectivo con una persona te, pierde su forma por completo, y se transforma en una suerte de
que no está. Al igual que en los pañuelos de amistad, estos bordados rompecabezas que debe manejarse con extremo cuidado, pues de lo
suelen llevar escritos mensajes amorosos. La diferencia radica en contrario, los pañuelos se enredan con los cordones (Olalde, 2016:
que el obsequio destinado al ser querido ausente permanece con la 239; Olalde, 2018c). En otras palabras, estos ensambles no constitu­
persona que lo ofrece. La imposibilidad de completar el regalo -pues­ yen, por sí mismos, una unidad integrada, sino que se unifican tem­
to que el destinatario no puede recibirlo- es justamente una de las
particularidades de los paftuelos dedicados a las personas desapa­
recidas y también uno de los rasgos que confiere a estos objetos de 9 Recordemos, por ejemplo, los asesinatos de tres integrantes del MPJD que
memoria su poderosa carga afectiva y política, pues cado uno de ellos Sicilia denunció a finales de 2011: Daniel Leyva, Nepomuceno Moreno y
Tri n lono de lo Cruz. (Ballinas 2011, diciembre 12); así como los homicld los
da cuenta del vínculo que los familiares siguen cultivando con sus
O" Snnorn Luz el12 de mayo de 2014 y de Cornella Guevorn Guerrero el15 de
seres queridos y de la búsqueda incesante qucUlvln I clbo, pese al unctru do 2016.
216 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 217

poralmente mediante el esfuerzo meticuloso y la acción coordinada A diferencia del hijab de las mujeres iraníes y de los pañuelos
de los participantes. de las Madres de Plaza de Mayo, los bordados por la paz en México
En el apartado anterior hablaba de los pañuelos como prendas no se amarran sobre la cabeza ni se agitan sostenidos por una de
que simbolizan o detentan el vínculo afectivo entre la persona que lo sus esquinas. Cuando se portan sobre el cuerpo, se llevan extendidos
obsequia y la persona que lo recibe. En el caso de los ensambles que sobre el pecho o la espalda; y cuando se sostienen con las manos, se
acabo de describir, los pañuelos se portan como vehículos de expre­ despliegan en posición vertical (Imagen 1). Podría entonces decirse
sión política. Cabe destacar, sin embargo, que estas dos funciones no que los bordados por la paz se comportan como prendas que pueden
son mutuamente excluyentes. Atesorar el pañuelo en cuanto prenda sostenerse y llevarse puestas siempre y cuando no pierdan su cuali­
que detenta y preserva un vínculo afectivo y al mismo tiempo estar dad de imágenes-texto. Como sugerí en otro momento (Olalde, 2016)
dispuesto a sacarlo a las calles para participar en una manifestación o la necesidad de que las palabras transcritas en los pañuelos se mues­
protesta pública es ya un acto de valentía en la medida en que supone tren en su cabalidad proviene del parentesco que los bordados por
comprometer la integridad física de este objeto/prenda de memoria. la paz tienen con las placas conmemorativas instaladas por el MPJD
El1 de diciembre de 2012 en el centro histórico de la Ciudad de Mé­ (imagen 3) e incluso, con las baldosas por la memoria en Argentina
xico los disturbios que se produjeron mientras los colectivos de bor­ (La Retaguardia, 2013, mayo 10).
dado ensamblaban el memorial sobre avenida Juárez ocasionaron la Consideremos ahora lo siguiente, el bordado es una actividad que
pérdida de decenas de bordados. Durante una plática que sostuvimos puede interrumpirse y retomarse con entera libertad en distintos lu­
en Guadalajara en noviembre de 2013, Leticia Hidalgo me comentó gares y momentos: sus materiales son ligeros y fáciles de transportar;
que los integrantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en no es una técnica determinada por tiempos de secado, como la pin­
Nuevo León (FUNDENL) regresaron a Monterrey sin un solo pañuelo. tura, o de cocción, como la cerámica, y además no ensucia las manos
Sin embargo, gracias al esfuerzo conjunto de las personas que resca­ (Kirshenblatt-Gimblett, 2005: 48; Olalde, 2016; Olalde, 2018b; Olalde,
taron los bordados el 1 de diciembre y de las redes de colaboración 2018c). Durante las sesiones de bordado organizadas por Fuentes Ro­
que se habían establecido con anterioridad, estos pañuelos dedicados jas y algunos otros colectivos los participantes no estaban obligados
a víctimas de desaparición consiguieron regresar a casa en el trans­ a bordar un pañuelo de principio a fin, sino que podían sumarse a la
curso de algunas semanas (Olalde, 2016). acción por un periodo breve de tiempo. El resultado de esta forma de
Emplear un pañuelo blanco como forma de expresión política no colaboración fue el establecimiento de un esquema de relevos bajo
es algo nuevo. Imaginemos a las madres de Plaza de Mayo en 1977 el cual los pañuelos se completaban a varias manos. La evidencia de
-todavía en tiempos de la dictadura cívico-militar argentina- agi­ estas participaciones múltiples en un mismo pañuelo puede obser­
tando sus pañuelos blancos durante el homenaje a San Martín en el varse por ejemplo en el cambio de puntada, en la variación del color
que se encontraba presente el entonces secretario del Departamento y grosor de los hilos, así como en las rúbricas que los participantes
de Estado norteamericano Cyrus Vance (Vázquez, 2002, abril 7). Vi­ escribían a mano alzada en la esquina inferior izquierda del pañuelo
sualicemos también -aunque no se trate exactamente de la misma antes de retirarse (Imagen 4).
prenda- a aquella mujer iraní que en 2017 se descubrió la cabeza en Lo que aquí me interesa subrayar es que la flexibilidad y porta­
plena calle y agitó la mascada blanca que un momento antes lleva­ bilidad del bordado hicieron posible una modalidad de acción colec­
ba puesta; un acto con el cual transgredió momentáneamente la ley tiva en la cual los participantes no necesariamente se reúnen en un
que impone a las mujeres iraníes el uso obligatorio del hiJab en los mismo lugar al mismo tiempo, pero sí confluyen en un mismo objeto
espacios públicos. los resultados de las acciones que todos llevaron a cabo de mane­
ra coordinada. As'. mientras que en los bordados a varias manos,
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218 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 219

convergen un solo pañuelo los fragmentos de texto que cada uno en la sala del museo, (ii) enmarcado y (iti) en la calle sostenido por
de los participantes bordó por separado; en los tendederos se reúnen Leticia Hidalgo y sus colaboradoras.
los pañuelos que distintas personas y grupos completaron en una
multiplicidad de momentos, localidades o países. En este sentido, los
bordados a varias manos y los ensambles de pañuelos interpelan a su BORDAR PAÑUELOS COMO UNA FORMA
audiencia como si dijeran: "a estas personas las desaparecieron o las DE ACCIÓN NO VIOLENTA
asesinaron, quienes bordamos estos pañuelos, no (necesariamente)
nos conocemos unos a otros, pero sí compartimos nuestra inquietud A diferencia de las críticas feministas, quienes como Mary Woll­
por la violencia perpetrada en contra de estas personas a quienes stonecraft, concibieron el bordado como una forma de mantener a
no (necesariamente) conocimos (Dlalde, 2016; Dlalde, 20188; Dlalde, las mujeres confinadas en sus hogares y con la atención puesta en
2018b)". pequeñeces (Wollstonecraft, 1792: cap. XII; Dlalde, 2018c), los impul­
La participación múltiple en el bordado de un mismo pañuelo sores de la IBPM concibieron la temporalidad, quietud y minuciosidad
también se hace manifiesta en la polifonía de voces que quedan re­ del bordado a mano, así como la postura corporal que involucra -con
gistradas. Mediante los textos bordados en los pañuelos, algunas de el torso inclinado sobre la labor y la mirada puesta abajo- como dis­
las personas que no conocen o conocieron a las víctimas han buscado posiciones favorables para el cultivo de estados de calma, empatía
establecer algún tipo de conexión más explícita con ellas o con sus fa­ y apertura a los demás (Fuentes Rojas Paremos las Balas, 2012, 10
miliares. Así se observa, por ejemplo, en el pañuelo que Teresa Sordo de septiembre; Gargallo, 2014: 61). En un país donde la aparición de
dedicó a Roy Rivera Hidalgo, un joven estudiante de Monterrey que cuerpos insepultos y de miembros amputados en las calles y carre­
fue sustraído de su domicilio e111 de enero de 2011 por un coman­ teras se había convertido en una práctica común (Diéguez, 2016: 29),
do armado cuyos elementos vestían chalecos de la policía rnunicipal el grupo salió a bordar a las calles con el propósito de alentar a los
de Escobedo y que desde entonces permanece desaparecidO. En este participantes a interactuar unos con otros bajo formatos de inspi­
bordado, Teresa Sordo reunió las palabras enunciadas por tres voces ración comunitaria, distintivos por su naturalidad, ~stabilidad, ca­
diferentes: la de Ricky, el hermano de Roy: "No sé qué será de ti, cómo lidez y fuerte carácter afectivo (de Marinis, 2011: 136; Dlalde, 2016;
estás, cómo te traten ... pero ojalá y hasta donde estás te llegue este Dlalde, 2018a: 198; Dlalde, 2018b; Dlalde, 2018c). De esta manera, la
beso que te mando"; la de Leticia Hidalgo, la madre de ambos: "Se IBPM buscaba hacer frente a las políticas del miedo instigadas por
vale llorar, pero rendirse jamás. Si nosotras no buscamos a nuestros la "gubernamentalidad oligárquico-neoliberal" (Calveiro 2017: 136­
hijos, nadie más lo hará", y la de la propia Sordo, quien envía a los 37; Staravides, 2016, febrero 16).
tres un mensaje solidario: "Están en nuestra memoria yen nuestros Además de fomentar la proximidad y la camaradería, los impul­
corazones. Con todo mi cariño, mi Letty... ¡Fuerza, Roy!". sores de la IBPM -en aquel momento agrupados todavía como Inicia­
Podría decirse entonces que así como las jóvenes huteritas obse­ tiva Paremos las Balas, Pintemos las Fuentes- buscaron "propici[ar]
quiaban a sus novios pañuelos de amistad como prenda del amor Y la articulación de la sociedad, desde la sociedad misma. [Con la in­
el compromiso mutuo, Teresa Sordo ofreció este pañuelo a Leticia tención de] que se auto organi[zara] en ejercicio de sus derechos y
Hidalgo como prenda de su reconocimiento y apoyo solidario. se constituy[ era] como actor de cambio, en sentido democrático y
En 2014 este bordado viajó a Londres para formar parte de la libertario" (Fuentes Rojas Paremos las Balas, 2011, 29 de abril). Así
exposición Disobedient Objects en el Victoria and Albert Museum. lo comunicaron en el manifiesto público con el que respaldaron la
Durante su estancia en Inglaterra, el paftuelo se presentó al público convocatoria de Sicilia a la marcha nacional que tendría lugar el 8
al menos de tres maneras: (1) resguardado alinterlor de una vitrina de mayo de 2011, día en que la caminata proveniente de Cuernavnca
--- ........~---_.._ ---_ . . .. _. - .­
218 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 219

convergen un solo pañuelo los fragmentos de texto que cada uno en la sala del museo, (ii) enmarcado y (iii) en la calle sostenido por
de los participantes bordó por separado; en los tendederos se reúnen Leticia Hidalgo y sus colaboradoras.
los pañuelos que distintas personas y grupos completaron en una
multiplicidad de momentos, localidades o países. En este sentido, los
bordados a varias manos y los ensambles de pañuelos interpelan a su BORDAR PAÑUELOS COMO UNA FORMA

audiencia como si dijeran: "a estas personas las desaparecieron o las DE ACCIÓN NO VIOLENTA

asesinaron, quienes bordamos estos pañuelos, no (necesariamente)


nos conocemos unos a otros, pero sí compartimos nuestra inquietud A diferencia de las críticas feministas, quienes como Mary Woll­
por la violencia perpetrada en contra de estas personas a quienes stonecraft, concibieron el bordado como una forma de mantener a
no (necesariamente) conocimos (Dlalde, 2016; Dlalde, 2018a; Dlalde, las mujeres confinadas en sus hogares y con la atención puesta en
2018b)". pequeñeces (Wollstonecraft, 1792: cap. XII; Dlalde, 2018c), los impul­
La participación múltiple en el bordado de un mismo pañuelo sores de la IBPM concibieron la temporalidad, quietud y minuciosidad
también se hace manifiesta en la polifonía de voces que quedan re­ del bordado a mano, así como la postura corporal que involucra -con
gistradas. Mediante los textos bordados en los pañuelos, algunas de el torso inclinado sobre la labor y la mirada puesta abajo- como dis­
las personas que no conocen o conocieron a las víctimas han buscado posiciones favorables para el cultivo de estados de calma, empatía
establecer algún tipo de conexión más explícita con ellas o con sus fa­ y apertura a los demás (Fuentes Rojas Paremos las Balas, 2012, 10
miliares. Así se observa, por ejemplo, en el pañuelo que Teresa Sordo de septiembre; Gargallo, 2014: 61). En un país donde la aparición de
dedicó a Roy Rivera Hidalgo, un joven estudiante de Monterrey que cuerpos insepultos y de miembros amputados en las calles y carre­
fue sustraído de su domicilio el 11 de enero de 2011 por un coman­ teras se había convertido en una práctica común (Diéguez, 2016: 29),
do armado cuyos elementos vestían chalecos de la policía municipal el grupo salió a bordar a las calles con el propósito de alentar a los
de Escobedo y que desde entonces permanece desaparecido. En este participantes a interactuar unos con otros bajo formatos de inspi­
bordado, Teresa Sordo reunió las palabras enunciadas por tres voces ración comunitaria, distintivos por su naturalidad, ~stabilidad, ca­
diferentes: la de Ricky, el hermano de Roy: "No sé qué será de ti, cómo lidez y fuerte carácter afectivo (de Marinis, 2011: 136; Dlalde, 2016;
estás, cómo te traten ... pero ojalá y hasta donde estás te llegue este Dlalde, 2018a: 198; Dlalde, 2018b; Dlalde, 2018c). De esta manera, la
beso que te mando"; la de Leticia Hidalgo, la madre de ambos: "Se IBPM buscaba hacer frente a las políticas del miedo instigadas por
vale llorar, pero rendirse jamás. Si nosotras no buscamos a nuestros la "gubernamentalidad oligárquico-neoliberal" (Calveiro 2017: 136­
hijos, nadie más lo hará", y la de la propia Sordo, quien envía a los 37; Staravides, 2016, febrero 16).
tres un mensaje solidario: "Están en nuestra memoria y en nuestros Además de fomentar la proximidad y la camaradería, los impul­
corazones. Con todo mi cariño, mi Letty... ¡Fuerza, Roy!". sores de la IBPM -en aquel momento agrupados todavía como Inicia­
Podría decirse entonces que así como las jóvenes huteritas obse­ tiva Paremos las Balas, Pintemos las Fuentes- buscaron "propici[ar]
quiaban a sus novios pañuelos de amistad como prenda del amor y la articulación de la sociedad, desde la sociedad misma. [Con la in­
el compromiso mutuo, Teresa Sordo ofreció este pañuelo a Leticia tención de] que se auto organi[zara] en ejercicio de sus derechos y
Hidalgo como prenda de su reconocimiento y apoyo solidario. se constituy[era] como actor de cambio, en sentido democrático y
En 2014 este bordado viajó a Londres para formar parte de la libertario" (Fuentes Rojas Paremos las Balas, 2011, 29 de abriD. Así
exposición Disobedient Objects en el Victoria and Albert Museum. lo comunicaron en el manifiesto público con el que respaldaron la
Durante su estancia en Inglaterra, el paf\uelo se presentÓ al público convocatoria de Sicilia a la marcha nacional que tendría lugar el 8
al menos de tres maneras: (1) resguardado nI Interior de una vitrina de mayo de 2011, día en que la caminata proveniente de Cuerna vaca
, . lb ' . ; ,
220 Cuerpos memorables Dar cuerpo y poner en movimiento a la memoria 221

-a la cual hice referencia al inicio de este artículo- haría su entrada ocasión quiero proponer es que en la IBPM, la temporalidad, quietud
a la Ciudad de México para concluir finalmente con un mitin en la y minuciosidad del bordado a mano, así como la postura corporal que
plancha del Zócalo. involucra lejos de presentarse como factores que reproducirían las
"[L]a voluntad de establecer nuevas formas de acción colectiva diferencias de género (Torres-Septién, 2001; Parker, 2010; Gonzalbo,
igualitaria" (Stavrides, 2014: 231) es un rasgo que la IBPM comparte 2010: 64) y desalentarían la participación de las mujeres en la vida
con los "movimientos de las explanadas" que tuvieron lugar entre política (Wollstonecraft, 1792: cap. XII) fueron vistos como atributos
2011 y 2013 (Giovanopoulos y Mitropoulos, 2011 [en Stavrides, 2014: de una modalidad de acción no violenta que haría frente a la es­
231])10 lo son también: "el principio de inclusión transversal, (oo.) la pectacularidad del "necroteatro" (Diéguez, 2016). Lo que propongo
negativa a subordinarse a una ideología particular u organización entonces es concebir el carácter discreto, minucioso y entrañable del
preestablecida, (oo.) la puesta en práctica del rechazo al neolibera­ movimiento que ha dado vida a las jornadas abiertas de bordado y
lismo, (oo.) [así como] la importancia del papel de las emociones y el que ha mantenido a flote a la IBPM como expresión concreta de la
afecto" (Fernández-Sabater et al, 2016: 119). espiritualidad en resistencia.
Sin embrago, en lo que se refiere a la escala de la ocupación, su Para terminar, me aventuro a sugerir que (1) si el tiempo, la aten­
duración y el "volumen" de la atmósfera afectiva la IBPM muestra ción y la calma que se invierten al bordar pueden ser vistos como una
algunas peculiaridades. Las jornadas de bordado al aire libre no abar­ analogía de la presencia silenciosa de quien reconoce al doliente y lo
can las explanadas en su totalidad y no son masivas; duran solamente acompaña; (2) si el hecho de alentar a los espectadores a leer por sí
algunas horas y son periódicas (mismo lugar, día y horario). Si bien es mismos los textos que los pañuelos llevan inscritos puede interpre­
cierto que en estos talleres efímeros los participantes se reúnen para tarse como una invitación a la escucha; (3) si tomar el pañuelo entre
actuar conjuntamente (Butler, 2011); el bordado, en cuanto actividad las manos, portarlo sobre el pecho o la espalda u ofrecerlo como ob­
corporal, es más bien sutil. De ahí que la energía de contacto físico sequio pueden concebirse como modalidades de un "acercamiento
que establecen los participantes permanezca modulada por la actitud entrañable" (Sánchez Suárez, 2013: 72) y cuerpo a cuerpo en las que
de recogimiento que induce la atención puesta en la labor. Durante la cercanía no proviene de la copresencia, sino el contacto de los cuer­
estas jornadas, las personas no gritan, ni agitan banderas (Stavrides, pos con las telas, entonces participar en la IBPM podría concebirse
2014: 238) y tampoco pronuncian en voz alta las narraciones que como una forma de poner en práctica local y globalmente la acción
bordan, lo cual obliga a los espectadores a acercarse a los pañuelos no violenta de consuelo.
para leer los textos que llevan inscritos.
En trabajos anteriores sostuve que la IBPM formaba parte de una
trayectoria de proyectos colaborativos que, tras rehusarse a repre­ BIBLIOGRAFÍA
sentar la violencia perpetrada, optaron por movilizar y conmover al
público o a los participantes mediante acciones en las que la escritura, Ameglio, P. (2013). Caminar y luchar: acción y espiritualidad novio­
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10 Pensemos, por ejemplo, en la explanada Tahrir, en I:glpto; Syntagma en
Asamblea General de las Naciones Unidas (2009, septiembre 25).
Grecia; Rossio en Portugal; el Parque Gezi en Turqufll: t\ll!iM en la Puerta
del Sol en r.~pana u Occupy Wall Street en E!\tado!4 tJnh1nM (l'I'rn"ndez·Soboter Human Rights in Palestine and other Occupied Arab Territories.
et al.• 2016: 119).
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...
Imagen 1. Fuentes
. . Roj as marchando al
cumplirse un año de la
desaparición forz ada
de los 43 estudiantes
normalistas en
Ayotzinapa. Avenida
Paseo de la Reforma,
Ciudad de México,
26 de septiembre de
2015. Fotografía: Katia
Olalde.

Imagen 2. Lienzos de ~
Fuentes Rojas durante
'Bordada dominguera'.
Coyoacán, Ciudad
de México, 19 de
noviembre de 2017.
rotogrn n.l: 1<[11 in
Olnlde.
Imagen 3. Placas •
y pañuelos La ley de la verdad:

resguardados en
urnas de acrílico arte comunitario ante el horror

instalados por
el MPJD el 28 de
marzo de 2013 en
la Explanada de
la Estela de Luz,
Ciudad de México.
Fotografía: Katia ALFONSO DiAZ TOVAR1 y LILIAN PAOLA OVALLE 2
Olalde, 17 de agosto
de 2013.
N JULIO DE 2013, LOS familiares de siete jóvenes y un adulto del
E municipio de Lagos de Moreno, Jalisco, se enfrentaron al dolor e
incertidumbre de desconocer el paradero de sus seres quelidos que
fueron privados de su libertad por un comando armado. Semanas
después, en una finca que funcionaba como casa de seguridad y cen­
tro de exterminio, se encontraron los restos desintegrados de cuatro
de ellos, los demás siguen en calidad de desaparecidos. En agosto de
2017, después de una jornada de memoria que se extendió por una
Imagen 4. Bordado.
semana, la finca ubicada en Lagos de Moreno, Jalisco, conocida como
a varias manos en "La ley del monte" fue renombrada como "La ley de la verdad". Con
memoria de Jorge esta fuerte acción, la de renombrar, se cerró una jornada de colabo­
lván Holguín Meta,
asesinado en 201l.
Fuentes Rojas. 1 Alfonso Díaz Tovar es candidato a doctor en Antropología por la UNAM. En su
Coyoacán, Ciudad labor profesional integra equilibradamente proyectos de investigación y d
de México, 19 de creación: sus trabajos se centran en prácticas sociales de conmemoración y
noviembre de 2017. lugares de recuerdo, en especial sobre el tema de la "desaparición forzada"
Fotografía: Katia en México. Miembro del Colectivo RECO. Algunas de sus publicacione5
Olalde. son: "Pensar la memoria desde la frontera: Recuerdo, reconstrucción _
reconciliación en el caso del pozolero" (2014) Revista Contracorriente Vol
12, No. 1, así corno el libro "RECO. Arte comunitario en un lugar de memoria"
(2016) UABC, Mexicali, en coautoría con Paola Ovalle.
2 Lilian Paola Ovalle es doctora en Estudios del Desarrollo Global por la UABC
Trabaja corno docente e investigadora en la UABC Campus Ensenada. Desde
hace 5 años es miembro del colectivo RECO. Se ha especializado en el estudie
del daño social de las políticas de drogas y actualmente coordina la línea dE
invt'<,t igdción en Violencias, postviolencia y reparación. LS autora junto co
1\11111' t~ fI I)í:tí~ 'J'IIVíll' d<!llibro arbitrado: "HLCO. Arte cOll1unital'in en UIl IUgill
230 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 231

ración entre el Colectivo RECO y otros colectivos de víctimas que tenía mente como "La ley del monte" se mantiene como una herida abier­
como objeto marcar y gestionar una herida abierta en el territorio ta para la comunidad. Después de su aseguramiento, la finca, cuyos
de la comunidad. dueños se mantienen en anonimato, figura como abandonada y en
En este capítulo se describen y analizan una serie de acciones de descuido. No fue sino hasta el año 2015 que los familiares acudieron
conmemoración que, apelando a técnicas como el muralismo, el bor­ al recinto, acompañados del Ejército, para dejar fotografías, flores y
dado, el grafiti y el esténcil, se realizaron con el objetivo de recordar veladoras en memoria a sus hijos.
lo que pasó y elaborar colectivamente el duelo tras la experiencia En pos de la memoria y la justicia, los familiares de las víctimas
traumática de la masacre. ¿De qué manera la experiencia de lucha han luchado por obtener la extensión de dominio del predio, con el
y reparación en Lagos construye narrativas textuales y visuales que objetivo de construir un lugar que honre la memoria de los jóvenes,
sanan? ¿Cuando ante el horror, el lenguaje se desborda, la experien­ que reconstruya el tejido social y que sirva como recordatorio de que
cia creativa y estética puede convertirse en dispositivo para la elabo­ lo que pasó no debe repetirse. Por ello, en 2015 establecieron contacto
ración del duelo social y la resistencia ante el miedo y la impunidad? con nosotros como colectivo RECO en búsqueda de acompañamiento
Son las preguntas que guían la presentación. para cumplir su objetivo de transformar la finca en un lugar que sea
apropiado por la comunidad, fortaleciendo los lazos colectivos que
generen el cierre de este episodio y que cese la criminalización de
ANTECEDENTES: ACOMPAÑAMIENTO
las víctimas.
E INVESTIGACIÓN MILITANTE
En 2016 estuvimos en posibilidad de atender el llamado, y con
el apoyo de la Fundación Heinrich Boll, la RED Retoño convocó a un
La mal llamada "guerra contra las drogas", iniciada en México duran­ evento denominado "Encuentro: lugares de memoria en México" en
te el sexenio 2006-2012, y continuada en el actual periodo presiden­ el que participaron colectivos de víctimas de Baja California y de
cial (2012-2018), tiene un impacto visible en el clima de violencia que Jalisco, así como miembros de la comunidad de Maclovio Rojas en
se vive en México. Las muertes violentas y desapariciones forzadas se Tijuana. Se armaron mesas de trabajo donde se establecieron metas y
incrementaron durante estos años. La teatralización de la violencia se planearon acciones para encaminar la necesidad de los familiares
en el espacio público, sufrió una escalada. Lo acontecido en el mu­ de las víctimas de marcar este espacio como forma de reparación del
nicipio de Lagos de Moreno, es uno de los tantos episodios producto daño.
de la narcoviolencia e impunidad que azota a nuestro país. En 2013, La finca "La ley del monte", es como muchas otras, una herida
familiares de siete jóvenes y un adulto de este municipio jalisciense abierta en la piel social de México. Sin embargo, en este capítulo les
se enfrentaron al dolor e incertidumbre de desconocer el paradero de presentamos una experiencia que no se detiene específicamente en
sus seres queridos, quienes fueron privados de su libertad por un co­ el recuento del horror. Su énfasis está en el recuerdo que protege,
mando armado la madrugada del 7 de julio. Semanas después, en una repara y narra la forma en que los familiares de las víctimas vienen
finca que funcionaba como casa de seguridad y centro de exterminio construyendo narrativas textuales y visuales que sanan. Esperamos
llamada "La ley del monte", se encontraron los restos únicamente de que con el siguiente recuento detallado de esta experiencia de acom­
cuatro de ellos, los demás siguen en calidad de desaparecidos. pañamiento psicosocial y arte comunitario pueda apreciarse nítida­
A cinco años de la tragedia, y a pesar de que se presume haber mente la forma en que estos se convierten en dispositivos para la
detenido a algunos implicados, los familiares siguen en la espera del elaboración del duelo social, la resistencia y la acción no violenta.
castigo a los culpables y el esclarecimiento de los hechos. La violencia Presentamos la forma en que los familiares de las víctimas en México
en Lagos de Moreno sigue en aumento y el predio conocido antigull- vienen I'pivil\ctlcundo la vida y la experiencia estética, puru construir
232 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 233

comunitariamente posibilidades diferentes a las propuestas por el positivos para la elaboración del duelo social y la resistencia ante el
narcomundo en la región. miedo y la impunidad. Especialmente en contextos como éste, donde
La experiencia que se analiza en este capítulo fue coordinada por el horror de la masacre, la tortura y la desintegración de los cuerpos
el Colectivo de acompañamiento psicosocial y de investigación mili­ desborda las posibilidades del lenguaje para reconstruir la dignidad
tante RECO, al que pertenecemos los dos autores. 3 Nuestra estrategia ontológica de las víctimas, las siguientes cinco piezas nos invitan a
pedagógica y de acompañamiento puede enmarcarse como una peda­ pensar en el papel del arte comunitario en el proceso de reconstruc­
gogía de la memoria. Está centrada en la construcción de narrativas ción y reconciliación que deberá emprender México para salir del
de resistencia al olvido y a la violencia, a partir de los testimonios y actual conflicto.
relatos que construyen los actores sociales para explicar la realidad
en la que están inmersos. Se apoya en la palabra y en los datos tex­
tuales, derivados de entrevistas, conversaciones e investigación do­ APROPIACIÓN y RESIGNIFICACIÓN DE UN LUGAR

cumental. Sin embargo, la imagen resulta un elemento fundamental DE EXTERMINIO: SIEMBRA POR LA PAZ

en nuestra estrategia metodológica.


En líneas generales nuestra metodología propone un ejercicio de "La ley del monte", un espacio configurado para la tortura, el asesina­
arte comunitario en el que se integran el muralismo, el grafiti, el es­ to y la desaparición de personas, no es un caso inédito en el territorio
téncil, el bordado, el arte textil y la video-documentación, entendidos mexicano. Cuando se supo de la existencia de este lugar en 2013,
como ejercicios creativos y colaborativos con la comunidad de fami­ ya era del conocimiento público el hallazgo de "La gallera", predio
liares de las víctimas y con la comunidad de vecinos. Dicha estrategia ubicado en Tijuana, donde el personaje conocido como el pozolero
metodológica podría ubicarse en las "corrientes epistemológicas del construyó una rústica estructura para desintegrar cuerpos en serie y
sur" (De Sousa, 2010), aquellas que intentan hacer visibles y modificar depositar sus restos en fosas subterráneas. También se tenía ya cono­
las asimetrías de poder en las formas tradicionales y occidentales del cimiento del "Rancho huichazal", lugar donde en 2010 se encontraron
arte y el conocimiento. Se trata de posibilitar una relación dialógica los cuerpos de 72 migrantes que fueron asesinados en ese lugar.
con los sujetos y la necesidad de un compromiso con el cambio social Esos predios quizá son la punta del iceberg que se llega a conocer,
que favorezca a las subalternidades. Este enfoque, supone la acción de entre los miles de lugares que funcionan como "tienditas", "casas de
y participación de los facilitadores en el transcurso de la intervención y seguridad", ranchos abandonados, moteles, entre otros. Didi-Huber­
unos ajustes particulares en el diseño de la investigación, de tal forma man nos recuerda que ante estos lugares de exterminio y masacre
que se incorpore de manera simétrica y colaborativa a miembros de siempre se filtra, junto al silencio que se impone, un discurso recí­
la comunidad durante todo el proceso creativo. proco que Arendt definió como la "elocuencia del diablo" (Didi-Hu­
A continuación se presentan cinco apartados en los que se analiza berman, 2009: 39). Un discurso que se alimenta del rumor, las menti­
la potencia del arte comunitario y de la experiencia creativa como di s- ras, las exageraciones, las retóricas, los eufemismos. Lo cierto es que
lugares como "La ley del monte" hacen parte de la espacialización
3 Esta intervención fue coordinada por el Colectivo RECO y se realizó gracias de las estrategias de terror. Con ello no sólo se busca la impunidad,
al patrocinio de la CONACYT, Fundación Heinrich BaH, La Red Retoño y el también se busca atemorizar y paralizar a las comunidades donde se
Instituto de Investigaciones Culturales-Museo de la Universidad Autónoma asientan para garantizar la permanencia de su proyecto económico.
de Baju California. Para el cumplimiento de estas metas contó además con el
apoyo de asociaciones e instituciones como Colectivo Por Amor a I:llxs. Radio
Lugares como "La ley del monte" son altamente funcionales ya que
lIniv"rsldnn lIne(; Lagos. I:tno.mx y Mrxico por la Paz. La jornada s(' IIpv() a permiten ndministrar el miedo de la comunidad donde se asientan.
cllho tI,,1 hllws 21 d" agoslo al súhIHlo 2(i dp IIgoslo el(' 2017. Marina lclc'ntlllcu unos rasgos comunes del miedo como sentimiento.
234 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 235

Según este autor, el miedo permite realizar un "balance consciente rretera secundaria en medio de una zona epicentro fundamental del
de nuestra situación" (Marina, 2006: 14-17). Por ejemplo, ante luga­ trasiego de drogas ilegales. Estar en medio del conflicto y conocer
res como estos la comunidad de vecinos puede reconocerse en la del control territorial de la zona por parte del crimen organizado,
indefensión, en la desconfianza ante las autoridades, inermes ante no los detuvo en su intención de reunirse comunitariamente para
la violencia que se solapa tanto como se expresa. Marina también presentarse a sembrar paz.
señala que el miedo es una "experiencia cifrada" (Marina, 2006: 15),
es a la vez críptica. "Una cosa es la claridad de la experiencia y otra
muy distinta la claridad del significado de la experiencia" (Marina, BORDADA COLECTIVA PARA RECONSTRUIR

2006: 16). Ante el miedo y mucho más ante el terror, la reflexión se NUESTRA CAPACIDAD DE CONDOLENCIA

opaca y la confusión gana terreno. Por último, este autor nos señala
que el miedo "inicia una nueva tendencia" (Marina, 2006: 17). Nos En México, las víctimas están prácticamente solas. Aunque existe el
paraliza, activa nuestros mecanismos de evasión y huida o, quizá en acompañamiento de periodistas, defensores de derechos humanos,
el menor de los casos, nos moviliza y nos activa para la autodefensa académicos, estudiantes y artistas, son pocos los cuerpos solidarios
y la protección. que se suman a sus vigilias, plantones, marchas, mítines y demás ac­
Con estos antecedentes, podemos entender la potencia de una ac­ ciones de lucha por la justicia y la memoria. La imposibilidad de un
ción social ética y estética que surge con la pretensión de resignificar "sentimiento solidario" es la confirmación de la lesión, nos recuerda
este lugar de horror, donde se concentra el profundo dolor de las Ahmed (2015: 76). La soledad de las víctimas en México reafirma la
víctimas y sus familiares. En este caso, los familiares directos de ruptura en el tejido social. El discurso de que "en algo andaban", como
las víctimas son quienes logran vencer las cadenas paralizantes del si eso justificara las dimensiones que ha tomado en México la muerte
miedo, para habitar un lugar que sin duda los descompone. Estar violenta, la desaparición y el desplazamiento forzado por violencia,
allí es una experiencia corporal fuerte, incluso para quienes no per­ sostiene la indolencia que se constata socialmente.
dimos a un ser querido en su espacio. Estos familiares se plantan Pero lo cierto es que el dolor de las víctimas requiere una res­
con toda su fortaleza y dignidad en el predio conocido como "La ley puesta colectiva. No existe posibilidad de reconstrucción del tejido
del monte" para resignificarlo con una actividad muy simbólica: una social si no podemos vernos en el dolor de las víctimas, si seguimos
siembra por la paz. Sembrar vida en este lugar de muerte, enunciar diferenciando tipos de víctimas o identificando sólo a las "víctimas
un escenario de paz posible, que surja como alternativa a la violencia inocentes". El taller de "bordado por la memoria" se creó precisa­
y la destrucción. mente para pensar juntos, en la plaza pública, sobre esta lesión en
Como en otros casos de muertes violentas y desapariciones en el tejido social. Durante esta actividad participaron familiares de las
México, las víctimas fueron criminalizadas y despojadas primero de víctimas y miembros de la sociedad civil, quienes decoramos con hilo,
su dignidad y luego de su identidad. Ante el trauma que dejan en la pañuelos blancos. La instrucción era que dibujáramos y bordáramos
comunidad la tortura, el asesinato, la desaparición de los cuerpos y mensajes personales de amor hacia las víctimas. Adicionalmente, se
la impunidad de los hechos, es común identificar la degradación de la decoraron algunos pañuelos inscritos con las preguntas: ¿Qué pasó
dignidad y de la imagen de las víctimas, sus familiares y de la misma aquí? ¿Cómo pudo suceder? Estas preguntas han estado presentes
comunidad. Sin embargo, en este caso, en medio del conflicto, madres, en diferentes intervenciones que ha coordinado nuestro Colectivo
padres. hermanas, hermanos, amigas y amigos de las víctimas, nos RECO en diferentes lugares de recuerdo a lo largo de México. Nos pa­
ofrecen un importante ejemplo de resistencia y valentía. El predio que recen importantes porque especialmente la pregunta "¿cómo pudo
se conocí" como "Lu ley del monte" está ubicado u lu ver" de unn en- suceder'?", nos Interpela a todos y nos cuestiona sobre nuestra propia
236 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 237

indiferencia e indolencia que sostiene la posibilidad de estos actos Acompañar las prácticas de conmemoración que los mantienen vi­
atroces (Imagen 1). vos, puede derivar en interacciones que reactiven nuestra capacidad
El bordado entonces se retoma como un dispositivo creativo, con de condolencia. Estar en estos lugares y acompañar el llanto, observar
dimensiones éticas, estéticas, performativas y políticas; mucho más las fotos de los rostros de los ausentes, las velas, hermanos, hermanas,
cuando se realiza como se viene realizando en diferentes partes de padres y madres portando camisetas con consignas o con el rostro de
México y el mundo, en el espacio público. Bordamos entonces en sus familiares, es una forma social de ponerle cuerpo a la memoria
la plazoleta central de Lagos de Moreno, instalándonos en el centro y junto con otros, hacer realidad el vínculo contingente de ser con
rodeados de pancartas y fotografías de las víctimas de la masacre otros a partir de una ética que comienza con el reconocimiento de las
acompañadas de lonas de otras víctimas más de desaparición forza­ víctimas, con la posibilidad de habitar y acompañar el dolor del otro.
da que se han sumado en los últimos años. Tal y como esperábamos, "Lo que se denomina memoria colectiva no es un recuerdo sino
nuestra presencia llamó la atención de los transeúntes, quienes se una declaración: que esto es importante y que esta es la historia de
acercaban a saludar, preguntar y dialogar. E incluso, en algunos casos lo ocurrido, con las imágenes que encierran la historia en nuestra
se sumaron a bordar. mente", nos recuerda Sontang (2010: 74). Los pequeños grupos de
En el espacio público pensamos juntos sobre el proceso y las im­ personas que, en espacios públicos, bordan los nombres, las histo­
plicaciones de la indolencia. Como lo señala Ahmed, la condolencia rias y los rostros de las víctimas, sin duda ya hacen parte de nuestro
en contextos históricos como el que vive actualmente México es un archivo colectivo de las imágenes a través de las cuales se narra este
camino ético: momento histórico y doloroso para México. Estos pañuelos, con es­
tas preguntas, nombres y afectos bordados en hilo, hacen parte del
La imposibilidad de sentir dolor 4e otros no significa que sea simplemen­ repertorio visual que narra este momento de conflicto y que apela a
te suyo, o que no tenga que ver conmigo, una ética de respuesta al dolor otras maneras de confrontarlo y vivirlo, diferentes a la indiferencia
involucra estar abierta a verse afectada por aquello que una no puede y la indolencia. Construyen narrativas visuales que permiten hacer
conocer o sentir. Una ética de este tipo está, en este sentido, ligada a la verdad esa consigna de que en realidad las víctimas de esta absurda
socialidad o al "vinculo contingente" del mismo dolor (Ahmed, 2015: 63). política de drogas #nosfaltanatodxs.

A partir del diálogo que allí se generó, podemos reconocer que en un


contexto de indolencia y de indiferencia, es reconfortante poner el RUTA DE LA MEMORIA

cuerpo para acompañar a las víctimas. Es reconfortante y construc­ NARRATIVAS VISUALES Y TEXTUALES QUE REPARAN

tivo tanto para el que acompaña o como para el que es acompañado.


Hemos constatado la importancia que para las víctimas tiene el acom­ En la madrugada del 7 de julio de 2013 un comando armado arribó
pañamiento de la sociedad civil, los estudiantes y la prensa. Los fami­ al municipio de Lagos de Moreno y detuvo ("levantó", decían las noti­
liares de las víctimas esperan por cuerpos que los acompañen para cias) a por lo menos seis jóvenes y un adulto en diferentes puntos de
escuchar y gritar con ellos sus consignas: "Castigo a los culpables", su geografía. Como siempre, las primeras declaraciones oficiales
"ni perdón ni olvido", "¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!", del presidente municipal fueron que se trataba de personas involu­
"¡justicial" "¡verdad!" "¡hasta encontrarles!", "¡nos faltan miles!", "¡no cradas con el crimen organizado, aunque dos años después pidió una
son 43, somos todos y todas!". Son mantras que deberían convocarnos disculpa pública y reconoció la "inocencia" de las víctimas.
a todos, consignas con las que se combate cotidianamente la indolen­ La pieza Rutas de la memoria se propuso recorrer y marcar con los
cia y la indiferencia. fanlilian~s los últimos pasos de sus seres queridos, específicamente
238 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 239

los lugares en los que se sabía, fueron privados de su libertad. El ma­ perpetradores o con vecinos que permanecieron omisos e indolentes
terial con el que se marcaron estos puntos es sumamente efímero: cuando sucedió la masacre, y que ese día tuvieron la oportunidad de
los pañuelos blancos que fueron bordados por los propios familiares acercarse, disculparse y brindar un abrazo.
y un esténcil con la leyenda "Memoria que resiste". Entendemos esta Observamos que este doloroso ejercicio de caminar y marcar los
experiencia de conmemoración en el espacio público como una espe­ pasos de las víctimas, acompañando a sus familiares, es un acto que
cie de memoria desde abajo, autogestiva y sobre todo autoreparadora repara y activa nuestra capacidad de condolencia. Esos diálogos
(Imagen 2). que se establecieron en el camino con los vecinos, transeúntes, due­
Se relaciona con aquello que menciona James Scott sobre los espa­ ños de negocios aledaños, nos hicieron pensar en el tejido social,
cios públicos, los espacios sociales del discurso oculto, que según el en nuestra interdependencia, en la necesidad de cuidado y acompa­
autor se caracterizaban por ser lugares donde ya no es necesario ca­ ñamiento de las víctimas. Así lo explica Vega:
llarse, reprimir la cólera, morderse la lengua, guardarse las lágrimas
ni hablar con vehemencia (Scott, 2000: 147). Puede afirmarse que en El cuidado es una actividad compleja que siempre ha estado, a pesar
México los familiares de las víctimas de desaparición o muerte vio­ de su aparente invisibilidad, en el centro de nuestra existencia. No es,
lenta, encuentran pocos espacios para expresar su dolor, clamar por como quieren algunos, "lo que sobra", conceptualizado como dependen­
verdad y justicia, articular sus testimonios. En este sentido, a cuenta cia cotidiana, sino "lo que hay", nuestra vida de todos los días, que es una
de la criminalización y la indolencia, en México la memoria de las vida atravesada por la autonomía y la dependencia o, por los vínculos
vÍCtimas es una memoria subalterna y acallada. de apoyo y atención en nuestros quehaceres. Cuando contemplamos el
Al reconocerla, sobresale la gran conquista que significan estas cuidado desde una perspectiva más amplia, no deja de sorprendernos
modestas marcas en el espacio públic~. Marcar estos espacios permite todo lo que conlleva. (Vega, 2009: 18)
no una donación de los mismos, sino el acto de arrebatárselos a los po­
deres que apuestan al terror, la impunidad y el olvido. "Ese espacio no
era ningún don; era creado por la gente que luchaba para crearlo", MEMORIA QUE RESISTE.

nos recuerda Scott y también apunta: "Pensar que el discurso anti­ NOMBRAR y DAR ROSTRO A LAS VÍCTIMAS

hegemónico se contenta con ocupar el espacio social abandonado


por la dominación, significa ignorar la lucha necesaria para conquis­ Como ya se ha señalado, en el predio que se conocía como "La ley
tar, ocupar, construir y defender esos lugares" (Scott, 2000: 153). "Se del monte" se constata ese terrible proceso mediante el cual se "des­
trata de experimentar modalidades de autogobierno liberadas de la ciudadaniza" y se desacredita la identidad de las víctimas, se cons­
forma-Estado", apunta Esteva (2013: 26). De allí la fragilidad de sus truyen enemigos, se administra el miedo y se paraliza a la sociedad
materiales, lo efímero de su permanencia, la fortaleza de su reclamo. civil. De allí la importancia de esta jornada, donde la pieza colectiva
Jaramillo (2016) señala que la memoria es un deber, pero también central es un mural colectivo. En este apartado se narra brevemente
es un derecho ciudadano. Lo que propone este autor es la apuesta la experiencia de los familiares de las víctimas, quienes gracias al
por memorias integradoras y dialogantes de distintos sectores -in­ acompañamiento del muralista Fernando Corona, lograron cumplir
cluyendo perpetradores, víctimas, entre otros actores. "No es posible su propósito de marcar este espacio como un lugar de resistencia ante
construir una memoria, sino memorias plurales", coincide Calveiro el miedo y la impunidad.
(2007: 58). La multiplicidad de voces es palpable en este recorrido por Aunque la propuesta por la resignificación de este espacio puede
el "Pueblo Mágico" de Lagos de Moreno. Al caminarlo, por ejemplo. parecer una acción puntual, en el horizonte de la estrategia peda­
los familiares de las víctimas se encontraron con familiares de los gógica del Colectivo RECO, está el acompañamiento psicosocial para
240 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 241

la construcción de lugares de memoria y conciencia vivos, que den rostro, que proporciona identidad, el hombre no existe. El horror de
espacio a una pedagogía de la memoria y a la ética de la no repetición. la desaparición y del acto de desintegrar los cuerpos, radica justo
Es por esto que una de las principales actividades planeadas fue un en la desfiguración, por ello se considera un crimen de lesa humani­
taller titulado "Memoria que resiste". En este espacio formativo y dad, un crimen ontológico que nos destruye como colectivo. Al recu­
reflexivo se presentó una experiencia paradigmática "La argentina" perar sus rostros, se visibiliza a la víctima.
recorriendo, por medio de videos y relatos, diferentes lugares de me­ Reivindicación de la vida. En el proceso de diálogo y reflexión
moria que hoy funcionan como potentes espacios para el recuerdo junto con los familiares de las víctimas, el último elemento de con­
del pasado y la proyección de un futuro donde la violencia no tenga senso fue la representación de sus seres amados en vida, sonrientes,
lugar. También se aprovechó este taller para realizar una mesa de rodeados de objetos o imágenes que reflejaran sus gustos y las cosas
trabajo y de planeación de actividades y estrategias para consolidar que los hacían felices. La vida, el amor y la alegría como formas ra­
el predio que se conocía como "La ley del monte", como un lugar de dicales de resistencia ante el horror que se vivió tras esa fachada.
memoria con vida y respaldo comunitario. La primera estrategia fue Recordamos la reflexión de Pardo sobre la "estética de lo peor" (Par­
marcar la fachada con un mural en el que se destacó el consenso en do, 1998: 68) en la que se pregunta sobre las posibilidades de hacer
tres elementos que según su perspectiva debería tener (Imagen 3). un arte "adecuado" de cara a la inhospitalidad del mundo. Nos invita
entonces a:
Nombrar. En Lagos de Moreno el clima es de miedo, las personas
con familiares de desaparecidos no se sienten con la confianza para abandonar la perniciosa idea de que la obra de arte tiene que simbolizar
acudir y hacer sus denuncias o para unirse y exigir la aparición de la verdad que a menudo es solidaria de un mundo inhóspito y de una tie­
sus seres queridos. En este contexto, es muy significativo que para rra inhabitable, para experimentar con otra vieja idea de la obra de arte:
esta jornada se haya logrado integrar una lista de varias decenas de aquella que la describe como símbolo de la libertad (Pardo, 1998: 68).
víctimas de desaparición en el municipio, algunas de ellas muy re­
cientes. La fachada de la finca conocida anteriormente como "La ley
del monte", ubicada al pie de carretera en el camino secundario, hoy RENOMBRAR. RESISTENCIA ANTE EL MIEDO Y LA IMPUNIDAD
tiene una placa conmemorativa donde pueden leerse los nombres
de las víctimas. En México, la impunidad es la constante que se identifica tras cada
Los rostros. El primer elemento que los familiares señalaron al muerte violenta, cada masacre y cada desaparición. El silencio, el ol­
muralista Colunga para trabajar la pieza colectiva, fue el deseo de vido, la desinformación y la imposición de "verdades históricas" en
que los rostros de sus seres queridos quedaran plasmados en el mu­ las que pocos creen, son los métodos que se usan para favorecer el
ral. Marcar con el rostro de las víctimas el mismo lugar donde se les clima de miedo y coacción. Sin embargo, los familiares de Lagos de
pretendió borrar la identidad, es sin duda un acto potente. Le Breton Moreno, al habitar y marcar este espacio deciden enfrentar el silencio
afirma que el rostro es la marca de una persona, es el lugar de la y la impunidad que impone una de las principales agrupaciones del
geografía corporal en el que se deposita el signo de su singularidad crimen organizado en México; ellos son un excelente ejemplo de lo
(Le Breton, 1994: 26). que Lichtenberg denomina "aprensión alerta" (Lichtenberg, 2012: 35).
Cabe preguntarse entonces por el significado de las narrativas de Según esto, un escenario donde se sobreexpone a los sujetos a la
violencia en las que los rostros no aparecen. ¿qué pasa cuando éstos ansiedad y el dolor, puede resultar provechoso y llevar al liderazgo
son ocultados tanto por los victimarios como por quienes recons­ a personas que vivencian, toleran y contienen su propio dolor y an­
truyen los relatos visuales de In actual violenl'lu en México? Sin el gustia para movilizarse a sí mismos y a otras. Sin duda, esto es lo que
242 Cuerpos memorables La ley de la verdad: arte comunitario ante el horror 243

sucede en México actualmente. Son las víctimas y sus familiares, las Espacios como éste, donde a través del arte comunitario, el mura­
comunidades más golpeadas por el miedo, la masacre, la desapari­ lismo y el bordado, se insiste en poner rostro a las víctimas, en decir,
ción y el desplazamiento, quienes nos ofrecen una lección de forta­ que esas vidas que fueron despojadas y borradas como si no valieran,
leza, resistencia y reconciliación. eran fundamentales para sus seres queridos, resguardan el recuer­
Un ejemplo de ello es la última meta que se incorporó a la jornada: do. Son espacios en los que se configura y se conserva la memoria
el renombramiento de esta finca. A partir del ejercicio de reflexión colectiva del horror. Es una memoria dolorosa. Es una memoria que
colectiva se decidió cambiar el nombre con el que se conocía a este indigna. Es una memoria que como vemos, puede ser aplastada en
predio y que estaba marcado en sus paredes: "La ley del monte", cualquier momento. Sin duda los poderes que enfrentan son gigantes
que fue nombrado "La ley de la verdad". Se decidió este nuevo nom­ y están armados. Es probable que la impunidad y el olvido triunfen.
bre porque familiares de las víctimas y miembros de la comunidad, Actualmente el clima de impunidad no favorece la construcción y
coincidían en la importancia de combatir el miedo, el silencio y la articulación de relatos como éstos.
impunidad. Al designar a este lugar como "La ley de la verdad", están Es todavía prematuro nombrarlo como un lugar de memoria, pero
reivindicando su lucha por la verdad y la justicia (Imagen 4). por ahora este espacio y sus prácticas vivas de conmemoración son
De esta manera, los familiares de las víctimas se apropian del una herida abierta en el territorio mexicano. Un lugar en el que se
espacio público para construir relatos y significados divergentes de evidencia el enorme potencial de la experiencia artística comunitaria
las versiones oficiales que nos quieren imponer. Quizá uno de sus para reparar el tejido social, para resistir a las verdades impuestas
méritos, es precisamente que al marcar este espacio con la denuncia como narrativas únicas, y sobre todo, para dar aliento, brindar com­
de los hechos, se visibiliza la crueldad de un sistema y la omisión o pañía y para la elaboración del duelo social.
inoperancia del Estado. La confianza es la fuente decisiva del poder,
nos dice Castells (2009: 33), y precisamente, a través de la difusión de
las voces que se concentran en esta apropiación y re significación BmLIOGRAFÍA
de un espacio de horror, lo que se pone en duda es la confianza en
las instituciones que deberían garantizar los derechos de todos los Ahmed, S. (2015). La política cultural de las emociones. Ciudad de Mé­
ciudadanos. Con estas acciones, se resiste al silencio y al olvido que xico: Universidad Autónoma de México.
nos quieren imponer, y se abre un espacio para la denuncia y la ar­ Calveiro, P. (2012). Violencias de Estado. La guerra antiterrorista y la
ticulación de múltiples y diversas memorias. guerra contra el crimen como medios de control global. Buenos
Cerramos con la descripción de esta última pieza el presente capítu­ Aires: Siglo XXI Editores.
lo. Para nosotros es imposible proponer una conclusión. Hoy "La ley de Castells, M. (2009). Comunicación y poder. Madrid: Alianza.
la verdad" es un espacio habitado y apropiado por los familiares Da Silva, 1. (2000). De eso no se habla. En Historia, antropología y
de las víctimas. Actualmente, están esperanzados en el procedimiento fuentes orales, 26, pp. 69-75.
que supuestamente está llevando la Fiscalía General del Estado para Didi-Huberman, G. (2004). Imágenes pese a todo. Memoria visual del
realizar la extinción de dominio y donar este predio a los familiares. holocausto. Barcelona: Editorial Paidós.
Ese espacio que antes fue de muerte, terror y desaparición, ha sido Esteva G., Baschet, J. et al. (201°). Rebelarse desde el nosotrxs. Colectivo
marcado como uno de vida, donde celebraciones, festejos y cumplea­ zapateando al mal gobierno. Querétaro: sin editorial. Recupera­
f\os han generado una serie de prácticas que lo convierten en un lugar do de: http://www.librerialalibre.org/sites/default/files/archivos/
para conmemorar y reivindicar la identidad de sus hijos: la identidad ebook-rebelarse.pdf
que intentaron borrar, desaparecer, criminulizar, negar y olvidar.
244 Cuerpos memorables

]aramillo, J. (2016). La importancia de las memorias en Colombia. Bre­


ve balance de una década de apuestas y retos para el porvenir.
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phy. London: Routledge.
...
Imagen 3. Nombrar y dar rostro Renombrar.
Imagen 4.
a las víctimas. Trabaj o de Trabajo de campo
campo Colectivo RECO. Colectivo RECO.
~
Este libro se compuso con la familia tipográfica Noto .
Sem Se terminó de imprimir en diciembre de 2018
en los talleres de Ediciones del Lirio S.A. de c.v., ubi­
cados en Azucenas 10, col. San Juan Xalpa, Iztapa­
lapa, c.P. 09850. El tiraje consta de 500 ejemplares.

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