Chipana Flores Marisela - Afrontamiento - Espiritualidad
Chipana Flores Marisela - Afrontamiento - Espiritualidad
Chipana Flores Marisela - Afrontamiento - Espiritualidad
ESPECIALIDAD DE PSICOLOGÍA
Tesis para optar el título de Licenciada en Psicología con mención en Psicología Clínica
que presenta la Bachiller:
LIMA- PERÚ
2016
Agradecimientos
Abstract
The aim of this research is to identify the relationship between coping and
spirituality in a sample of 34 men between 25 and 60 years old from Alcoholics
Anonymous. It was administrated the Coping Inventory (COPE) developed by Carver et al.
(1989) and the Spirituality Questionnaire developed by Parsian and Dunning (2009).
Significant direct correlations were found between some of the coping strategies and the
four dimensions of spirituality. Similarly, there was found a greater presence of positive
reinterpretation strategy and spiritual beliefs. It was also found that the time of withdrawal,
the residence time in AA and the accompaniment seemed to influence some of the scales.
Introducción……………………………………………………………………………... 1
Método……………….………………………………………………………………….. 11
Participantes……………………………………………………………............. 11
Medición………………………………………………………………………... 11
Procedimiento…………………………………………………………………... 15
Análisis de datos……………………………………………………………….. 15
Resultados……………………………………………………………………………….. 17
Discusión………………………………………………………………………………… 21
Referencias bibliográficas……………………………………………………………….. 31
Apéndices……………………………………………………………………………....... 37
Apéndice A: Consentimiento informado………………………………….......... 37
Apéndice B: Ficha sociodemográfica……………………….……….…………. 38
Apéndice C: Cuestionario de Espiritualidad………………………….………… 39
Apéndice D: Análisis de confiabilidad……………………….…………………. 42
Apéndice E: Los doce pasos de Alcohólicos Anónimos………………………... 43
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA |1
Introducción
[CEDRO], 2014; OPS, 2010). Los resultados de esta investigación realizada por CEDRO
(2014) sobre consumo de sustancias en nuestro país indican una mayor prevalencia en
hombres (85.4%).
Pedrero, Rojo y Puerta (2008) señalan que un concepto que se relaciona con el
consumo abusivo de sustancias es el afrontamiento. Este concepto es definido como
aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales que se desarrollan para manejar las demandas
externas o internas que son evaluadas como desbordantes de los recursos del individuo
(Lazarus y Folkman, 1984). El afrontamiento puede enfocarse en el problema, lo cual
implica que la persona intente solucionar o modificar la situación de alguna forma; o
enfocarse en la emoción, donde se busca reducir el malestar emocional ocasionado por un
problema; o puede orientarse a la evitación que consiste en distanciarse de la situación y los
sentimientos que la acompañan (Calvete y Connor- Smith, 2006; Hutchinson, Baldwin y
Oh, 2006; Skinner y Zimmer-Gembeck, 2007). Otra postura enfatiza el carácter situacional
y dinámico de las estrategias (Carver, Scheier y Weintraub, 1989).
Carver et al. (1989) proponen quince estrategias para su evaluación: el
afrontamiento activo (confrontar una situación estresante), la planificación (pensar
estrategias y seguir un plan de acción), la supresión de actividades competentes (dejar de
lado otras actividades para concentrarse en el problema), la postergación del afrontamiento
(evaluar la situación para no actuar precipitadamente), el soporte social instrumental
(buscar en los demás información y consejo), el soporte emocional (buscar en los demás
apoyo moral y comprensión), la reinterpretación positiva y crecimiento (aprender y
otorgarle un significado positivo a las experiencias), la aceptación (aceptar lo sucedido), la
negación (no aceptación del problema), el acudir a la religión (buscar apoyo en la religión),
enfocar y liberar emociones (expresar emociones de manera intensa), el uso de sustancias
(consumir alcohol o drogas), el desentendimiento conductual y cognitivo (evitar
comprometerse ya sea en lo conductual y/o cognitivo frente a una situación estresante) y el
humor (bromear sobre la situación estresante).
En un estudio realizado por Pugo (2012) sobre el afrontamiento de pacientes
alcohólicos de un Hospital de Ecuador se encontró que las estrategias más predominantes
fueron el afrontamiento de evitación cognitiva y búsqueda de guía y soporte. Estos
resultados sugieren que la evitación cognitiva podría relacionarse con evitar pensar en lo
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA |3
que implica ser un alcohólico. Asimismo, que los participantes tengan una tendencia a
utilizar la búsqueda de guía y soporte sería una manera de generar redes de apoyo en su
recuperación evitando recaídas y generando una recuperación eficaz (Pugo, 2012).
En otro estudio realizado por Guevara, Hernández y Flores (2001) en Comunidades
Terapéuticas de Lima, se encontró que la estrategia acudir a la religión fue una de las más
usadas por los drogodependientes. Asimismo, se halló que los drogodependientes con
menos tiempo de abstinencia prefieren usar las estrategias enfocar y liberar emociones y el
desentendimiento conductual. De igual manera, en este estudio se reportó que las personas
alcohólicas usaban más las formas de afrontamiento activo y la supresión de actividades
competentes (Guevara et al., 2001).
Otro estudio realizado por Rodríguez (2012) con pacientes de una comunidad
terapéutica de un hospital psiquiátrico de Lima obtuvo como resultado que las estrategias
de mayor uso fueron la reinterpretación positiva, acudir a la religión, búsqueda de soporte
social emocional y búsqueda de soporte social instrumental.
Diversos autores afirman que las personas tienden a consumir alcohol en un intento
de enfrentar o manejar las experiencias subjetivas de sus afectos (Holahan, Moos, Holahan,
Brenman y Schutte, 2005). En relación a esto, Wills y Hirky (1996) explican que la
tendencia al abuso de sustancias se incrementará cuando los individuos perciban grandes
demandas del ambiente y cuenten con recursos de afrontamiento insuficientes para hacerles
frente. Es por ello que el manejo del estrés a través del afrontamiento ha sido identificado
como un mecanismo eficaz para impedir el regreso al consumo de alcohol después de
obtener la sobriedad (Jones, 2013).
Se ha encontrado que mejorar las estrategias de afrontamiento generales puede
reducir el empleo de drogas. De esta manera, mientras más aumente el despliegue de
estrategias de afrontamiento, la frecuencia de uso de sustancias decrece (Sugarman, Nich y
Carroll, 2010). En relación a ello, Maisto, Connor y Zywiak (2000) llevaron a cabo un
estudio con personas con problemas de abuso de alcohol, en el que encontraron que los
sujetos con un mayor despliegue de estrategias de afrontamiento frente a demandas
situacionales tenían más probabilidades de mantener un buen funcionamiento después de
recibir tratamiento. Al respecto, Cabrera (2000) menciona que luego de haber superado los
6 meses de abstinencia el individuo se encuentra en una etapa de mantenimiento, en la cual
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA |4
trabaja para prevenir recaídas usando una variedad de estrategias de afrontamiento. De esta
manera, las personas tienen cada vez menos deseos por volver al comportamiento que se
modificó y aumenta su confianza en la capacidad para mantener los cambios obtenidos
(Cabrera, 2000).
Otro constructo estudiado en población con abuso de alcohol en los últimos años es
la espiritualidad. Cabe señalar que se debe distinguir la Religiosidad de la Espiritualidad, ya
que aluden a realidades distintas, encontrándose cada vez más argumentos a favor de
diferenciarlos (Paloutzian y Park, 2005; Pargament, 1999). En el primer caso se trata de
personas que siguen ciertos dogmas, creencias, valores y prácticas propuestas por una
institución en la búsqueda de lo divino; mientras que la Espiritualidad está relacionada con
experiencias subjetivas, con una visión más amplia de Dios, un estado de armonía, valores
y principios que le dan un sentido a la vida (Díaz, Muñoz y Vargas, 2012; Hill et al., 2000;
Pargament y Mahoney, 2002). La espiritualidad es entendida como la experiencia interna
del ser humano que se evidencia a través de 4 dimensiones: la autoconciencia (conexión
con el yo interno, la forma de pensar y sentimientos), prácticas espirituales (acciones que
ponen de manifiesto la espiritualidad como meditar, orar, cuidar la naturaleza, entre otros),
creencias espirituales (importancia de la espiritualidad en la vida) y necesidades espirituales
(implican seguir un propósito en la vida basado en el perdón, amor y vínculos con otros)
(Díaz, 2012; Parsian y Dunning, 2009).
Diversas investigaciones demuestran la importante asociación entre la vida
espiritual y la salud física y mental de las personas (Díaz et al., 2012; Navas y Villegas,
2006; Rivera y Montero-López, 2007). La religiosidad y la espiritualidad otorgan un
sentido a la vida e influyen de manera positiva en el bienestar psicológico de la persona, en
su satisfacción con la vida y en su afecto positivo (Wnuk y Marcinkowski, 2014). Además,
la espiritualidad favorece a que el adicto pueda cambiar su comportamiento y adopte
nuevas conductas alternativas al consumo de drogas, así como también, puede ayudar a
modificar estrategias de afrontamiento relacionadas a la adicción (Borras et al., 2010).
Navas y Villegas (2006) señalan que la espiritualidad puede convertirse en una fuente de
fortaleza que capacita al individuo a hacer cambios positivos en su estilo de vida y a tomar
conciencia de cómo las creencias, actitudes y comportamientos pueden influir en la salud.
Se atribuye gran importancia a la espiritualidad en relación al alcoholismo, ya que protege a
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA |5
ayuda a otros alcohólicos ante dificultades (Alcohólicos Anónimos, 2013). De esta manera,
el padrino fortalece su sobriedad, ya que al ayudar a otros descubre que se ayuda a él
mismo (Alcohólicos Anónimos, 1984). Al respecto, Washton y Zweben (2008) señalan que
encontrar un padrino es un elemento clave para que el miembro de AA se involucre en la
comunidad de manera exitosa debido a que está asociado a resultados positivos. En cuanto
a los requisitos para ser un padrino, no solo va a depender del tiempo de sobriedad, sino
también, de la capacidad de escucha y paciencia del individuo, del empeño y dedicación al
brindar su tiempo para ayudar a los principiantes y del ejemplo que dé como representante
de AA (Alcohólicos Anónimos, 1984).
Suire y Bothwell (2006) realizaron un estudio en Estados Unidos con 100 miembros
de AA de los cuales la mitad ya había completado los doce pasos, mientras que la otra
mitad recién estaba empezando a trabajar en el programa. El objetivo de esta investigación
era evaluar las actitudes de alcohólicos hacía sí mismos y hacia otros después de practicar
el programa de los doce pasos, encontrándose niveles más bajos de inseguridad
interpersonal en el grupo que había practicado los doce pasos (Suire y Bothwell, 2006).
Este estudio sugiere que AA puede lograr un cambio relevante en aquellos miembros que
son capaces de permanecer en el programa y practicar los doce pasos, mejorando su
capacidad de relacionarse con otros y su calidad de vida (Suire y Bothwell, 2006).
En base a lo expuesto, el afrontamiento tiene un rol importante en el proceso de
rehabilitación de personas drogodependientes y en sus resultados tanto a corto como largo
plazo (Pedrero et al., 2008). Asimismo, se ha evidenciado que tanto la espiritualidad como
el soporte social son trascendentales para el mantenimiento de la abstinencia en población
alcohólica (Ham y Hope, 2003; Navas y Villegas, 2006). En relación a ello, existe la
alternativa de grupos de autoayuda como la que ofrece AA, que plantea la práctica de la
espiritualidad y la ayuda mutua entre sus miembros a través de su programa de los 12 pasos
(Alcohólicos Anónimos, 1992; Polcin y Zemore, 2004). Resulta relevante estudiar este
tema debido a la importancia que está cobrando la espiritualidad en la recuperación del
alcoholismo (Díaz et al., 2012; Navas y Villegas, 2006; Rivera y Montero-López, 2007), ya
que podría ayudar a identificar fortalezas y debilidades para la implementación de
tratamientos en el trabajo con adicciones y, además, ayudaría a que los pacientes
redescubran sus propósitos y valores, explorando consecuencias negativas de su adicción y
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA |9
Método
Participantes
La presente investigación contó con la participación de 34 varones adultos
pertenecientes a A.A. de la zona sur de Lima, cuyas edades fluctuaron entre los 25 y los 60
años (M = 42.59, DE = 9.25). Originalmente, se evaluó a 38 miembros de AA, pero se
eliminaron 4 casos, ya que eran varones que aún consumían alcohol y su presencia alteraba
los resultados de la investigación.
El mayor porcentaje de la muestra tiene un grado de instrucción superior (35.3%),
seguido de secundaria completa (32.4%), secundaria incompleta (20.6%) y primaria
completa (11.8%). El 60% no pertenece a ninguna religión, mientras que el 40 % de los
participantes, pertenece a alguna religión (31.2% es de religión católica y 8.8% es de
religión cristiana); de los cuales, sólo el 11.8% participa de actividades religiosas y el
88.2% no participa.
La edad media de inicio de consumo de alcohol fue de 17.35 años (DE=5.98) con un
rango entre 9 y 40 años. Asimismo, el tiempo de abstinencia tuvo una media de 7.47 años
(DE=7.33), con un rango de 4 meses a 25 años. El tiempo de permanencia en AA, obtuvo
una media de 7.88 años (DE=7.12), con un rango de 4 meses a 25 años. Respecto a la
variable acompañamiento, un 42.7% es padrino de algún miembro.
Medición
Cuestionario de Estimación de Afrontamiento (COPE)
El afrontamiento fue medido a través del Cuestionario de Estimación de
Afrontamiento-COPE desarrollado por Carver et al. (1989), el cual tiene como objetivo
conocer las formas en que las personas responden a situaciones estresantes. El COPE está
compuesto por 60 ítems organizados en 15 sub-escalas que aluden a 15 estrategias
diferentes: afrontamiento activo, planificación, contención del afrontamiento, supresión de
actividades competentes, re-interpretación positiva y crecimiento, aceptación, enfocar y
liberar emociones, soporte social instrumental, soporte social emocional, desentendimiento
mental, desentendimiento conductual, negación, afrontamiento religioso, uso del humor y
uso de sustancias. Cada escala está conformada por 4 ítems, los cuales se puntúan mediante
un formato Likert del 1 al 4, donde 1 equivale a casi nunca, 2 a veces, 3 usualmente y 4 con
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 12
mucha frecuencia. Los resultados de cada escala se obtienen sumando los puntajes de los
ítems correspondientes a cada una de ellas. Se obtienen 15 puntajes que permiten
caracterizar un perfil de afronte en el individuo.
La versión original del COPE (53 ítems) obtuvo alfas de Cronbach para cada
estrategia que oscilaron entre .45 y .92, mientras que las mediciones test-retest dieron
rangos entre .46 y .86 a las 8 semanas. Por su parte, la validez de constructo fue calculada
mediante un análisis factorial de rotación oblicua, obteniendo 12 factores con eigenvalues
mayores a 1.0, de los cuales 11 fueron fácilmente interpretados y los otros no llegaron a una
carga factorial de .30 (Carver et al., 1989).
En el Perú, Casuso (1996) realizó la adaptación del instrumento con universitarios,
encontrando una correlación ítem-test con factores superiores a .29, demostrando puntajes
significativamente altos; la confiabilidad mediante el alfa de Cronbach para cada una de las
estrategias fluctuó entre .40 y .86. En cuanto a la validez, el análisis de rotación varimax
arrojó 13 escalas con eigenvalues mayores a 1.1 y adecuadas cargas factoriales, aunque la
estructura factorial no coincidió totalmente con la original. Investigaciones posteriores han
confirmado que la prueba funciona adecuadamente en nuestro contexto, encontrando
puntuaciones alfa de Cronbach similares a los de Casuso (Cassaretto, Chau, Oblitas y
Valdés, 2003; Chau, 1999, 2004; Gastelumendi, 2010; Lostaunau y Torrejón; 2013;
Paredes, 2003; Romero, 2009; Torrejón, 2011).
La investigación realizada por Cassaretto y Chau (2013) con estudiantes
universitarios utiliza la versión del COPE 60 traducida al español, la cual agrupa 46 ítems
traducidos por Calvete, 9 ítems traducidos por Casuso y 5 nuevos ítems que se basaron en
un fraseo acorde a la población de estudio. Los puntajes alfa de Cronbach obtenidos oscilan
entre .54 y .91. En lo referente a la validez, el análisis factorial exploratorio con rotación
oblicua obtuvo un KMO DE 0.80 (P<0.001) y una varianza de 65% que explica 15 factores.
Otro estudio realizado por Becerra (2013) con estudiantes universitarios, obtuvo valores del
alfa de Cronbach para cada una de las estrategias entre .45 y .96.
En relación a las propiedades psicométricas del COPE con población adicta en
nuestro contexto, Rodríguez (2012) encontró valores altos para acudir a la religión (.90),
para búsqueda de soporte social emocional (0.77) y para búsqueda de soporte social
instrumental (.77). Las demás estrategias obtuvieron coeficientes entre .58 y .75, a
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anterior. Esto debido a que se evaluó de manera teórica y con los expertos en el área la
pertinencia de este cambio y se decidió que era mejor dejar los ítems donde se planteaban
originalmente. La consistencia interna obtenida a través del alfa de Cronbach para la escala
total fue de .91, mientras que para las sub-escalas oscilaron entre .75 y .91 (Prácticas
espirituales = .75, necesidades espirituales = .78, autoconciencia = .83 y creencias
espirituales = .91). Asimismo, el análisis factorial exploratorio dio como resultado que el
56.4% de la varianza está explicada por los 4 mismos factores de su investigación anterior.
En el presente estudio el cuestionario de espiritualidad obtuvo un alfa de Cronbach
total de .90 y para las subescalas de .88, .87, .81 y .80 (necesidades espirituales, creencias
espirituales, prácticas espirituales y autoconciencia respectivamente).
Procedimiento
Se contactó a un miembro activo de AA a quien se le explicó los objetivos del
estudio. Cuando se obtuvo el permiso de acceder a la muestra, se procedió a ir a los grupos
de AA los fines de semana. Al finalizar las reuniones, se informó grupalmente sobre los
objetivos de la investigación y se solicitó la colaboración de los asistentes en el estudio.
Todos accedieron a participar de manera voluntaria. Luego de ello, se les explicó el
consentimiento informado (Anexo A) y procedieron a firmarlo. Posteriormente, se
entregaron los cuestionarios, cuya aplicación duró aproximadamente entre 20 y 30 minutos.
La recolección de datos duró 2 meses.
Análisis de datos
Los resultados se analizaron a través del sistema SPSS versión 22. Una vez
recolectados los datos teniendo en cuenta que solo 4 varones en el grupo consumían
alcohol, se optó por hacer un análisis de estos casos comparándolos con el grupo que ya no
bebía con la finalidad de observar si su presencia podría afectar a los resultados del grupo.
Se encontró que mostraban diferencias significativas, por lo que se decidió no incluirlos en
la investigación. Asimismo, se aplicó el alfa de Cronbach para analizar la confiabilidad de
los instrumentos, sus factores y los reactivos en relación a la escala total. En seguida, se
efectuaron los análisis de normalidad con el estadístico Shapiro Wilk, encontrándose
distribuciones no normales en el COPE y el SQ. Posterior a ello, se realizaron análisis
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 16
Resultados
7.8 7.9
8 7.4
6.9
6.6
6.1
5.8
6 5.4
4.6
4.3
3.8 3.9 4.0
4 3.4
0
0
Tabla 1
Resultados descriptivos de las dimensiones de SQ
M/ítems Mdn/ítems DE Mín Máx
Creencias espirituales 3.4 3.5 .54 2.25 4.00
Necesidades espirituales 3.23 3.23 .48 1.5 4.00
Autoconciencia 3.11 3 .42 2.3 4.00
Prácticas espirituales 2.78 2.63 .49 1.8 4.00
N=34
Tabla 2
Correlaciones entre afrontamiento y espiritualidad
Tabla 3
Estrategias de afrontamiento de acuerdo al tiempo de abstinencia
Tiempo de abstinencia
Hasta 6 meses Más de 6 meses
(n=16) (n=18)
M Me DE M Me DE U P
Enfocar y liberar emociones 8.9 8 2.68 7.45 6 2.92 92 0.03
Desentendimiento conductual 9.1 9 2.1 7.8 7 2.34 98 0.04
N=34
Tabla 4
Estrategias de afrontamiento de acuerdo al tiempo de permanencia en AA.
Permanencia en AA
Hasta 6 meses Más de 6 meses
(n=15) (n=19)
M Me DE M Me DE U P
Soporte social emocional 10.94 11 3.05 8.5 8 2.89 91 0.01
N=34
que los miembros que ocupan otros roles dentro del grupo. En la escala autoconciencia, los
miembros con el cargo de padrino presentaron puntajes mayores que los miembros que
ocupan otros roles.
Tabla 5
Comparación de grupos de COPE y SQ de acuerdo al acompañamiento
Acompañamiento
Padrino No padrino
(n=16) (n=18)
M Me DE M Me DE U P
Planificación 11.93 12 2.17 10 10 2.93 79 0.02
Autoconciencia 3.26 3.2 .36 2.97 2.95 .43 104 0.03
N=34
Discusión
Asimismo, según Taylor (2007) las personas que emplean este tipo de estrategia
(desentendimiento mental) no realizan los suficientes esfuerzos cognitivos para anticipar y
manejar los problemas a largo plazo, ya que reducen la cantidad de esfuerzos para resolver
un problema y actúan como si nada hubiera pasado.
En relación a lo anterior, es importante considerar que la muestra estuvo
conformada por miembros que tienen más de 4 meses de abstinencia, lo que implicaría que
ya no usen el alcohol como una estrategia de afrontamiento. Este resultado podría
relacionarse con lo que postula Sugarman et al. (2010) quien afirma que mientras aumente
el despliegue de estrategias de afrontamiento, la frecuencia de uso de sustancias decrece.
De esta manera, sería posible suponer que el grupo evaluado ha dejado de tener como
estrategia principal el consumo de alcohol para pasar a utilizar estrategias que posibilitan su
abstinencia frente a eventos estresantes.
Dichos resultados llevan a postular que el grupo estudiado en la presente
investigación ha reemplazado estrategias inadecuadas de afrontamiento como el
desentendimiento mental o el consumo de alcohol por otras que resultan ser más eficientes
frente a situaciones estresantes. En relación a ello, es importante mencionar que el abuso de
sustancias se incrementa en los individuos cuando estos cuentan con recursos escasos para
afrontar las demandas del ambiente (Wills y Hirky, 1996). Esto lleva a suponer que el
grupo evaluado cuenta con recursos para hacer frente a las situaciones de estrés y que está
haciendo uso de estrategias de afrontamiento que resultan ser más adaptativas como la
reinterpretación positiva y crecimiento y el acudir a la religión. Esto podría ser un indicador
que revelaría cierto nivel de asertividad ante las dificultades, lo cual podría representar un
dato de buen pronóstico para el grupo en su proceso de rehabilitación.
En relación a la espiritualidad, es importante mencionar que este es un constructo
poco estudiado en nuestro contexto, sobre todo en población con abuso de sustancias. Sin
embargo, puede resultar sumamente útil para entender a las personas en proceso de
rehabilitación. En relación a ello, se encontró que, si bien la diferencia entre 3 de las áreas
evaluadas son mínimas, hay una tendencia hacia la importancia de creencias espirituales en
el grupo evaluado. Esto es entendible, ya que AA es un grupo de autoayuda que plantea un
vínculo entre la espiritualidad y rehabilitación del alcoholismo (Gutiérrez et al., 2007;
Washton y Zweben, 2008). Este resultado podría explicarse gracias al estudio realizado por
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 23
van a ir desarrollando herramientas adecuadas que les servirán para hacer frente a eventos
estresantes. De esta manera, prácticas como la oración y la meditación ayudarían a que los
miembros puedan darse un espacio para reflexionar acerca de las estrategias que emplearán
y el plan de acción que seguirán en una situación estresante. Esto ayudaría a que puedan
evaluar la situación y a escoger el momento más indicado para actuar de una manera
asertiva sin la necesidad de recurrir al consumo de alcohol.
Por último, quienes tendrían mayores necesidades espirituales, tienden a recurrir
más a la estrategia soporte social emocional. De esta manera, los miembros que tengan una
mayor necesidad de entablar relaciones con otras personas y la naturaleza, tendrán una
tendencia a buscar más apoyo moral y afectivo de otras personas para aliviar la tensión
producida por una situación estresante. Esto es entendible, debido a que en AA, hay figuras
importantes como los padrinos a los cuales se puede recurrir en la búsqueda de consejo o
guía (Cunillera i Forns, 2006). Además, en estos grupos se fomenta mucho una cultura de
apoyo y escucha, donde todos los miembros tienen en común el deseo sincero de dejar de
beber (Washton y Zweben, 2008). Eso haría que los miembros de AA, tengan una
necesidad de vincularse con otras personas que puedan brindarles soporte y contención en
su lucha por mantener la sobriedad, constituyendo así un recurso para el grupo evaluado.
Si bien podría sorprender que la estrategia acudir a la religión del COPE no
correlacionó con ninguna de las dimensiones de la prueba de Espiritualidad, esto es
entendible, ya que la literatura señala que la Religiosidad hace referencia a las creencias y
prácticas propuestas por una institución en la búsqueda de lo divino; mientras que la
Espiritualidad hace referencia a experiencias subjetivas, a un estado de armonía y
principios que le dan sentido a la vida (Díaz et al., 2012; Hill et al., 2000; Pargament y
Mahoney, 2002). Además, en este punto es importante considerar que la mayoría de los
participantes (60%) no pertenece a ninguna religión; sin embargo reportan una alto puntaje
de creencias espirituales, lo cual corroboraría que no es necesario pertenecer a alguna
religión para tener creencias espirituales.
Como se mencionó anteriormente, existe una relación entre las estrategias de
afrontamiento que resultan ser adaptativas y la espiritualidad en el grupo evaluado. En
concordancia con este hallazgo se encuentra, en una revisión de la literatura realizada por
Hernandez et al. (2010) y Jones (2013), sobre el rol de la espiritualidad y recuperación del
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 26
alcoholismo, que la espiritualidad actúa como un amortiguador del estrés, regula emociones
negativas y está asociada con más satisfacción en general y estrategias de afrontamiento
adecuadas. Al respecto, es interesante el punto de entrada que abre este hallazgo, ya que
orienta a fortalecer el compromiso de las personas con la espiritualidad como una estrategia
efectiva y motiva a seguir explorando la importancia de otras formas también provechosas
para potenciarla.
Además de analizar los datos descriptivos y relaciones, también se establecieron
comparaciones en función al tiempo de abstinencia, tiempo de permanencia y
acompañamiento.
Para ello, es importante hacer referencia al modelo transteórico del proceso de
cambio, descrito por Prochaska y DiClemente (1982), quienes proponen que el proceso de
cambio en un individuo se desarrolla a través de seis fases, que van desde la total falta de
conciencia hasta la conciencia del problema: precontemplación (los adictos no son
conscientes del problema), contemplación (los adictos son conscientes de que hay un
problema, pero aún no hay un compromiso firme de cambio), la preparación (donde el
adicto toma la decisión de cambiar y tiene un plan para actuar en un futuro inmediato), la
acción (se realizan cambios que se exteriorizan en el comportamiento), y el mantenimiento
(donde se trata de conservar y consolidar los cambios realizados). En relación a lo anterior,
diversos autores plantean que la etapa de acción puede durar hasta 6 meses luego de haber
dejado de consumir la sustancia y es un periodo caracterizado por inestabilidad, mientras
que la fase de mantenimiento se da luego de 6 meses de haber logrado el cambio efectivo,
en la cual el individuo experimenta mejor autoeficacia (Becoña et al., 2008; Miller, 1999;
Weller, 2013). Por tal motivo, resulta interesante analizar si en el grupo evaluado existen
diferencias a partir de los 6 meses de haber dejado de consumir alcohol.
En el grupo evaluado, las estrategias de afrontamiento resultaron diferentes según el
tiempo de abstinencia. Los miembros de AA que tienen hasta 6 meses de abstinencia
presentaron un mayor uso de las estrategias enfocar y liberar emociones y desentendimiento
conductual en comparación a los que tienen más de 6 meses de abstinencia. Esto implica
que frente a situaciones estresantes los miembros que tienen hasta 6 meses de abstinencia,
tiendan a utilizar estrategias centradas en descargas emocionales y se rindan antes de lograr
sus objetivos. Estos resultados coinciden con un estudio realizado por Guevara et al. (2001)
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 27
en el que se halló que los drogodependientes con menos tiempo de abstinencia preferían
usar más estas estrategias. Lo anterior podría relacionarse con la baja tolerancia a la
frustración, ya que las investigaciones realizadas sobre la personalidad de los adictos
mencionan que es un rasgo consistente en ellos (Muñoz, 2005). Entonces, es esperable que
ante situaciones estresantes los miembros de este grupo que tengan hasta 6 meses de
abstinencia presenten un mayor uso de estrategias centradas en descargas emocionales
(enfocar y liberar emociones) y se rindan antes de alcanzar sus metas (desentendimiento
conductual). Si bien es cierto, ya están realizando cambios en su estilo de vida, aún no han
desarrollado en su totalidad estrategias adecuadas de afrontamiento y por ende, son más
propensos a sufrir recaídas, lo que implica que estarían entrando a la etapa de acción. Esto
permite entender que los miembros del grupo con una abstinencia mayor a 6 meses, se
encontrarían en la fase de mantenimiento y por ello, estarían presentando una mayor
autoeficacia y confianza en el uso de pautas saludables (distintas al consumo de alcohol)
como una forma de afrontar conflictos (Cabrera, 2000).
Por otra parte, también se encontró que los miembros que pertenecen a AA como
máximo 6 meses, reportaron hacer más uso de la estrategia soporte social emocional; en
comparación de aquellos miembros que tienen más de 6 meses. Esto significaría que los
miembros que tienen como máximo 6 meses siendo parte de AA, tienen una tendencia a
buscar apoyo moral, afectivo y comprensión de otras personas para aliviar la tensión
producida por situaciones estresantes. Al respecto, Prochaska y DiClemente (1992) señalan
que la búsqueda de soporte social emocional e instrumental son de vital importancia en el
proceso de cambio de la conducta adictiva, especialmente en la primera fase de este
proceso. Por su parte, Ham y Hope (2003) manifiestan que el apoyo social y las redes son
importantes en el mantenimiento de la abstinencia. En esta línea, diversos estudios sobre
comunidades de AA, encuentran que estos grupos ayudan a la recuperación de sus
miembros a través del desarrollo de la autoeficacia, las estrategias de afrontamiento y
facilitando redes de soporte más adaptativas (Washton y Zweben, 2008). De ahí que se
entienda la importancia del grupo en el proceso de rehabilitación y que los miembros que
tienen hasta 6 meses de permanencia utilicen más la estrategia soporte social emocional. Es
importante recalcar, entonces, que en este grupo se estaría dando la ayuda mutua a través de
diversas actividades como el compartir sus historias y recibir a nuevos miembros a los
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 28
cuales se apadrina con la finalidad de que puedan recurrir a ellos en cualquier momento y
sea una fuente de ayuda para sobrellevar sus problemas (Polcin y Zemore, 2004).
El cargo de acompañamiento es una variable en la que se han observado diferencias
en el grupo evaluado, según la estrategia de afrontamiento planificación y la
autoconciencia. Los miembros de AA que ocupan el cargo de padrino resuelven problemas
pensando más en estrategias de solución y siguiendo un plan de acción en comparación a
quienes ocupan otros roles dentro del grupo como coordinadores, asistentes, entre otros.
Ello se explicaría debido a que los padrinos cumplen un papel fundamental en el proceso de
rehabilitación, pues son personas en recuperación que se encuentran en abstinencia y que
son modelos a seguir para otros miembros en su proceso de rehabilitación (Cunillera i
Forns, 2006). En estos grupos los que ocupan cargos como coordinadores, secretarios,
asistentes, entre otros, suelen acudir a un padrino para que los oriente sobre qué hacer
frente a un problema y los guíe en la resolución de conflictos. Esto sugiere que aquellas
personas que no son padrinos se encuentran desarrollando la estrategia de planificación, ya
que aún necesitan de la guía de un padrino para afrontar situaciones estresantes.
Esto además se podría vincular también con la autoconciencia, entendida como la
relación con el mundo interno, que fue significativamente mayor para los miembros que
ocupan el cargo de padrino. Esto significaría que los padrinos tienen una mayor conexión
consigo mismo en la medida que son capaces de reconocer sus fortalezas, en comparación
de los otros miembros del grupo. Este resultado se podría relacionar con la responsabilidad
que asumen al ayudar a otros alcohólicos a mantenerse sobrios, ya que para lograr eso
necesitan haber desarrollado su capacidad de comprensión, autoconfianza, paciencia, entre
otras (Alcohólicos Anónimos, 1984). Al respecto, Garrido (2000) plantea que el
compromiso con uno mismo ayuda a que la persona recupere el control y la responsabilidad
de sus actos. Todo ello sugiere que ser padrino dentro de AA, involucra el desarrollo y
reconocimiento de capacidades y, por ende, una mayor conexión con su mundo interno, las
cuales van a ser puestas a disposición de otros miembros del grupo para así poder ayudarlos
en su recuperación. En este punto es importante resaltar que estas fortalezas se han ido
logrando a través de su experiencia como alcohólico, ya que el padrino fue antes un
principiante que ingresó al programa de AA para poder lidiar con problemas parecidos a los
que tienen otros miembros del grupo.
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 29
Referencias Bibliográficas
Apéndice A
Consentimiento Informado
Apéndice B
Ficha Sociodemográfica
Apéndice C
Cuestionario de Espiritualidad (SQ)
Para los propósitos de este estudio, se define espiritualidad como la experiencia única de los
individuos que influencia su pensamiento y sus percepciones acerca de la salud, la familia y la vida.
Se refiere a las creencias acerca del significado de la vida que puede encontrarse a través de la
relación con el yo interno y las relaciones armoniosas con las otras personas y con la naturaleza.
Por favor indique qué tanto está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones
marcando la casilla apropiada que mejor se ajuste a su respuesta.
Por favor, elija una sola respuesta.
Sección Uno. Auto-conciencia: Esta sección busca información acerca de cómo se ve usted a usted
mismo.
Muy en En De Muy de
Afirmación
desacuerdo desacuerdo acuerdo acuerdo
Sección 2 Importancia de las creencias espirituales en la vida. Esta sección busca conocer su
opinión acerca de la importancia de la espiritualidad en su vida.
Muy en En De Muy de
Afirmación
desacuerdo desacuerdo acuerdo acuerdo
Muy en En De Muy de
Afirmación
desacuerdo desacuerdo acuerdo acuerdo
Muy en En De Muy de
Afirmación
desacuerdo desacuerdo acuerdo acuerdo
Apéndice D
Análisis de confiabilidad
Tabla 1
Confiabilidad de la prueba COPE
Alpha de
N° de ítems
Cronbach
Supresión de actividades
0.77 4
competentes
Soporte social instrumental 0.55 4
Planificación 0.61 4
Afrontamiento activo 0.55 4
Enfocar y liberar emociones 0.79 4
Acudir a la religión 0.73 4
Soporte social emocional 0.77 4
Reinterpretación positiva y
0.61 4
crecimiento
Aceptación 0.61 4
Negación 0.57 4
Uso de humor 0.63 4
Desentendimiento mental 0.73 4
Desentendimiento conductual 0.48 4
N=34
Tabla 2
Confiabilidad la prueba SQ
Alpha de
N° de ítems
Cronbach
Autoconciencia 0.80 10
Creencias espirituales 0.87 4
Prácticas espirituales 0.81 6
Necesidades espirituales 0.88 9
N=34
Afrontamiento y espiritualidad en miembros de AA | 43
Apéndice E
1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto
ingobernables.
2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo
concebimos.
4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de
nuestros defectos.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos.
7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos
dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo
implicaba perjuicio para ellos o para otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos
inmediatamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios,
como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con
nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el
mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.