Revista Técnica de La Guardia Civil. 3-1919, No. 109
Revista Técnica de La Guardia Civil. 3-1919, No. 109
Revista Técnica de La Guardia Civil. 3-1919, No. 109
IR DE LH UUM CIVIL
1 Fundador: MIQUEL GISTAU FERRANDO P U B L - I C A C I Ó I V I V I E I M S U A L .
Declarada d e utilidad por
I A ñ o X. — N ú m . 109. R . O . d e 1 8 d e m a y o d e 1916.
y MARZO O E 1919.
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E^lE
iS DE 6UARDA
ÍS PARA CABOS
MG tenido ocasión de seguirlos muy de menos impuestos y con menos vetei'.anía c[ue
cerca, tanto los veriñcados a primeros t!el la de aquellas otras en que los aspirantes
aüo 1918 .como..lo? realizados al final del eran muchcs y estaban míus preparados.
mismo \ comienzos de 1919. He oído opiniom s ''0curría también que guardias aprobados
encontradas .sobre si el sistema es bueno '.. co-n plaza y con puntuación def;erminada en"
malo, y .si era mejor o peor el i)rocedim).anio un tercio, era esta puntuación más baja que
antigiuo.- He desechado las que me han pa- los aprobados sin plaza, isn otros.
recido muy exageradas o íiiei'a de realidad. Ocurría íiambiéii que lois gutu-dias que que-
He leído el pi'ográma más de una vez; be . rían ser calaos andaban e« constante pere-
leído cl prontuai-io texto contesitación ,al pro- grinación de cambios de tercio, buscando
grama. He presenciado muchos de- esos exá- probar fortuna; p.ues d'e seguir ear los su-
menes, por'no decir todos. Los ejercicios no yos, en los que quKlaron sin plaza, en dos,
lian sido para mí un secreto. tres o cuatro años no habría exámenes, y
Estas imones y otras creo son suficientes les urgía, con grandísima razón, ponerse
para haber llegado a formar una opinión en condiciones para retirairse de sargentos.
propia, basada en hechos, que me considero Y ocurría también, y e.sto es humajio e irrc-
en el deber do da.r a la publicidad para que íutable, porque quien diga que no .se debe
nos vayamos dando cuenta de la importtin- proteger a los que nos han servido con leal-
cia que tiene llegar a un sistema de hacer tad no vive en la realidad, o es un ecpiivo-
cabos que cause menos perjiuioios al servicio cado o un pretencioso, qu« los buenos esca-i-
y.que sirva de garantía para asegurar- qtie bientes, los fieles ordena-nzas, los que per
los que aprueben serán buenas clases, ftnte- un hecho o servicio aislado habían tenido la
•radas de sus obligaciones y con bagaje de suerte de caer en gracia del cajiitán o del
conocimientos suficiente para, sobre la base jefe, aprobaban siempre, en tanto que ;iue-
' de ellos, irlos preparando peco a poco, basta daban eliminados los incógnitos.
conseguir que los oficiales procedentes de Que esto ha pasado es irrebatible; qne ha
ias clases de tropa del Cii¡erpo sean honra ' dado margen a muchos disgustos e inciden-
del mismo y puedan desempeiiar su misión tes desagradables, también;, que las reola-
^u la aureola de prestigio y competencia miEjcioncs veladas y las campañas de Prensa
tan necesarios al mando y al concepto D Ú - contra las desigualdades del sistema erfm
blico. constantes, también. Y que la modificación,
. por eso, por ser modifica.ción, se acogió con.
El sistema antiguo.
;! arado en los de abajo y en los de arriba.
•'"a deficiente, No hay duda sobre ello,
'-os cabos que elija la Guardia civil deíisn El sistema actual.
^ r entre los guai-dias mejores de toda lís- Consideran rmos que es un eiTov y vn
l^afia. Hay .pi-ovinoias que, por razones del perjuicio grave para el servicio lo de que
'^*t'vicio o por sor las Comandancias bande- un guardia que en Sc-frilla ascienda a cabo
i'ines de enganche, son muy pocos los axie se le destine a Barcelona. Dicen que se le
•¡••studian, y muy joven, en años de servicio, otíginaii gastos, que va a cJüga.¿ a la nueva
^1 personal. En ellas los aspirantes a cabos • provincia, y que lo qne comi^ene es tener
, -^^n pocos y no 6í5tán bien preparados. Ha- chases conocedoi-as de la Comandancia y det
eiendo cabos de tercio, salen de las mismius r-jeno.
fabos flojos de la Guardia civil, bastiute Otros, poi- el contra.rio, encuentran per-
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REVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVIL
fectamente el cambio, porque el nuevo ca- año, y de CabaUería, que vinieron a exa-
bo, sin compromisos, con más libertad, con men por la ampliación que hubo en alg"''
más respeto puede ejercer el mando. nos tercios de quq mandasen los que
Nn comento talos cosas. Hablo sólo de exá- daron aprobados con exceso del número
menes, de procedimientos. Porque los (.>ro- ñalado, en vista de que otros' no se pi'^;
cedtmientos y la forma de examinar y hacsr sentaron o se presentaron pocos, y a 1°^
cabos lo mismo debe aplicarse, queden o no que se suponía flojítos... Pues bien; coD
en las Comandancias. Las conveniencias del gran asombro se vio -que los que quedaba»
servicio son las que mandan; porque, modi- exceptuados de venir estaban mejor, mucb"
fiqúese o no lo de les traslados por.¡¿censo, mejor preparados que algunos números
siempre h a de "'haber aspirímtss sobrados de otros tercios.
para ser cabos, que lleva consigo ser sar-
Los e/xámenes se verificaban siempre »
gentos, suboficiales u oficiales.
presencia, por lo menos, de seis u ocho exa-
La irapla-níación del Tribunal único es un minandos. Cuatro sacaban bolas que seña-
acierto, y era una aspiración general entre laban 6 1 número de la papeleta que habíais
los individuos de tropa. Todos deben pasar de explicar, y, sentados en un banco, ante
pior las mismas pruebas y ser sometidos al el Tribunal, repasaban la papeleta; otroí-
mismo juicio y al mismo criterio de pun- en otro banco, esperaban el turno de ser
tuar. llamados uno a uno. *
Prueba la bondad del procedüniento que ' Explicaban la papeleta, no toda; y si P"''
no se ha visto ni nn solo artículo de perió- haber estado muy' bien se presumía que P<''
dico, ni se sabe de anónimos, ni de cart-is, día aspirar a nota alta, se le hacían dos o
ni de nada, que censuren desigualdades. Si tres preguntas del programa, y a casa.
algo ha habido 'ba sido precisamente ipie- Todos los señores del Tribunal calificaban
jándose d e lo que queda e n el actual siste- en todas las materias. Al final del examen'
ma que tiene relación c o n el antiguo. Me se leían las cer.^m-as, y a quien Dios se 1
refiero a que limitándose por tercios el nú- diera, San Pedro se la bendijese; es decii'i
mero de los que han de venir a Madrid, di- que no se sabía quiénes podrían obtener o n^
cen que no vienen a Madrid precisameute plaza; pues como se presentaban el ^
l o s mejores, y que, arm pasan gato por por 100 más de aspirantes que de plaza^'
liebre. algunos-habrían ds quedarse fuera, y éstos
Tal vez sea cierto en algún caso aislado; serían los de menos nota.
pero puede evitarse. Ya diremos cómo. En muy pocos casos se ha reprobado.
sido ánrvitable. Se tuvo siempre muy
El Tribunal único. cuenta que ya habían pasado por otros Tri-
En los .dos exámenes que se llevan hechos bunales; pero sin duda tuvieron suerte
ha estado formado por el general secreta- la papeleta que les tocó en su tercio, y P^'
río, como presidente, y por un coronel, un saron, y aqui, no sólo no la tuvieron, siK^
teniente coronel, un comandante y un capi- que demostraron desconocimiento en algui^'^
tán, todos del cuadro eventual y distintos, o varias materias; y como todo era púbüc"
menos el capitán, las dos veces. y se hacía absoluta justicia, justicia ord^'
En honor a la verdad; ni el general'Ari- naba reprobar, y se reprobaba. ¿Habría eJi
zón, ni el general Zubia, ni el general Ama- éstos algún gato de los intentados pasar
yas, ni el general De Francisco, directores liebre?
yjsecretarios, respectivamente, ejercieron la Al examen escrito se le dio gran impoí'
más mínima coacción ni recomendaron a tancia. Consistía este examen en, reunido*
NADIE. Jefes y oficiales que se i n t e r e s a T o n iodos los de la tanda, doce o catorce en 1°^
por Fulano o Zutano hubo muchos; pero fué exámenes de febrero y veintitantos en 1"''
criterio unánime prescindir de recomenda- de diciembre-enero, dictar en alta voz n^
ciones, que se contestaban luego de exami- vocal, el secretario, oraciones sueltas, en 1^9
riados con las consabidas fórmulas de «ten- que figuraban palabras de dudosa ortogí*'
g o el gusto» o, «tengo el sentimiento». fía sí, pero de uso corriente y al alcance d^
Hubo casos que,se dijo «ahí, de mi tercio, todas las inteligencias.
va Zutano, a quien se lo ha dado el número La duración de este ejercicio sería de me-
uno; apriétenle, porque debe ser de los pri- dia hora, y la extensión, catorce o diecisé'-
meros»; y a Zutano, para darle númaro, se líneas.escritas en papel de barba.
le medio apretó un poquitín y fué a salir Después se les ponía una cuenta de diví'li''
de los últimos... Hubo otros, y ha sido este y haliar la prueba, un número para escribí''
HEVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVIL 83
en cifras romanas y que dibujasen un par de ber y conviene conozca toda clase del
figuras geométricas. Cuerpo.
De liaber un poquitín de rigoi', no más, en La táctica está con gran extensión. Daba
este ejercicio no pasan la mitad. El número pona ver ei giran esfuerzo'de los veteranos,
romano, por excepción ¿c ponía bien— es que a lo lorito repetían, sin saber lo que de-
del programa—; las figuras geométricas, un cían, párrafos y párrafos.
cono, un paralelogramo—del programa tam- En servicio de guarnición se habla de san-
bién— 'igualmente eran mal dibujadas y to, de seña, de contraseña, y no se dice qué
confundidas; de' ortografía no hablemos. es esto, y no sabían, por lo tanto, en el exa-
Cometer veintitantas' faltas, y aun trein- men qué era ello.
ta y taintas, sucedía en alguno casi a diario; En Código dé Justicia militar hablaban de
veinilitantas, muchos. Lo general oscilaba penas, y no sabían, porque no se leis exigía,
entre doce y veinte; de ninguna, hubo ei pa- la duración de las mismas.
sado año dos; éste, ninguno. En aritmética y geometría, casi nulos prác-
Según el número de faltas de ortografía, ticamente, y a que nada para enseñar la
porque de las de puntuación se prescindía, práctica se les dice.
tai era la nota. Se decía, por ejemplo: los En atestados y partes, los casos rutina-
que cometan una falta, 18; los de dos, 17; de rios, que decían de corrido^..
nueve a once, 12; catorce o quince, 10; etcé- El prontuario no es un libro pedagógico,
tera, etc.; más de veinte, 7... En un solo caso y debiera serlo.
se ha suspendido era escrito, y fué porque
en once lineas había 39 faltas de ortografía; Lo que se impone.
¡y qué clase de faltas! Ebro con hache, ayer
con hache también, hastosia por autopsia, Con ailgunas modificaciones,' el sistema de
bago, bagainudo, vevedor, bicioso, hora, es- hacer cabos en la Guardia-civil me parece
lava, etc., etc. bien.
Ahí va en lo que creo debe consistir, a gran-
En ortografía hay muciho abandono. La
des rasgos.
ortografía indica cultura, haber leído; más
que por reglas, entra la ortografía por ta re-' Al guardia debe examinarlo siempre ol jeíe ;
tina. de su Comandancia, y, a ser posible, el ca-
pitán de su compañía... Es idlecir, que creo
Por eso se ha dado el caso de quienes con
bribante ejercicio escrito jian hedió regular que dos representaciones del tercio de los
examen teórico, y dtiros qire sabiendo de me- examinandos deben formar parte del Tribu-
moria todo el programa, y estando, por tati- na¡l; los otros tres serán los fijos, los que
to, bien, en el escrito daba lástima ver su impondrán el criterio único, los que darán
ejercicio; de estos últimos venían varios la pauta de examen. De modo quo el Tribu-
tinos. nal único puede formarlo con un coronel,
En los ejercicios teóricos, con poca dif.f- un comandante y el secretario, designados
rencia, todos venían bien preparados; quie- por la Dirección, el jefe de provincia y ca-
ro decir que repetían lo que pone el.prontua- . pitan de comipafiía del examinando.
rio; dado que por razones de premura no En vez de venir a Madrid y tener en movi-
podían detenerse mucho los examinadores, miento a tantos hombres, pudiera este Tri-
se hizo difícil distinguir los buenos buenos, bunal actuar en las cabeceras de región o en
d€ los buenos. determinadas poblaciones centrales -jue se
De modo qiuie como los puntos en el exa- señalasen.
men oral venían a ser iguales, era la dife- Así, los ejercicios escritos serían iguales
rencia en el escrito lo que determinaba la para todos; no se determinarían número de
mayor puntuación, y, por consiguiente, la examinandos en las comandancias; ante este
prelación. Tribunal desfilarían todos, absolutamente to-
dos los qire quisieran ser cabos, a los cuales
El prontuario. sólo se les exigiría el informe favorable del
capitán de su compañía, y evitaríamos que-
No sirve para preparar a los que carecen jas y rumores de parcialidad.
de Academia y profesores. Es un libro en • Si hacían íalta, por ejemp,lo, 150 cabos, les
el que se aprende de memoria, que no es 150 d e ' m á s puntuación serían los apro-
aprender. Hecho a la ligera, es muy extenso bados.
<«i algunas cosas, se queda corto en otras y
contiene otras, ein nociones, que debe sa- El Tribunal constituido de tal forma, iibre
de preocupaciones, sin la coacción moral, da
84 REVISTA TÉCKICA DE LA. GUARDIA CIVIL
D e s d o q u e p o r C i r c u l a r del e x c e l e n t í - do u n o s c o n o t r o s on e s t e t a n - e s e n c i a l s''
. s i m o s e ñ o r d i r e c t o r g e n e r a l del C u e r p o , ministro.
f e c h a 10 de j u n i o a n t e r i o r , s e o r d e n ó q u e H a y t e r c i o s q u e al r e c i b i r c a r g o s c o n -
quedasen sin efecto los contratos con los t r a s u s i n d i v i d u o s p o r el t o t a l v a l o r de l a s
i n d u s t r i a l e s , p r o v e e d o r e s de p r e n d a s do prendas adquiridas los retienen en su p o -
v e s t u a r i o y equipos, y que por las m a y o - der, s o m e t i d o s al d e s c u e n t o o r d i n a r i o ,
r í a s de l o s t e r c i o s n o s e p a g a r a car!5-o a l - hasta su total amortización, ingresando
guno referente a este servicio sin previo l o s d e s c u e n t o s m e n s u a l e s e n el f o n d o de
d e s c u e n t o de s u i m p o r t e al i n d i v i d u o c a u - d e p ó s i t o s , y a l s e r b a j a e n el m i s m o el
sante, existe entre los distintos tercios i n d i v i d u o , p a s a n el r e c i b o al q u e h a s i d o
u u a d i s p a r i d a d de c r i t e r i o q u o o b l i g a a a l t a , p a r a q u e p o r ol m i s m o p r o c e d i m i e n -
cada uno a seguir procedimientos tan to s e amortice su deuda, en cuyo m o n i o n '
o p u e s t o s q u e h a c e n i m p o s i b j e la r e l a c i ó n t o s e e f e c t ú a el g i r o al i n d u s t r i a l p r o -
REVISTA TÉCKICA DK LA GUARDIA CIVIL 85
í Formulario núm. 2 .
Formulario núm. 3 .
C3-TT^B,3DI.A. CIVIL
13." T E R C I O
En la casilla de observaciones de la adjunta relación, donde constan los descuentos que va a hacer en el
próx;iiio mes esta Mayoría a los individuos de esa unidad, por prendas, ccnsgr ara usted, con lápiz pre-
cisamente, su conformidad o reparos, devolviéndomela con urgencia.
DESCUENTOS
Clases. OBSERVACIONES
NOMBRES.
Pesetas. Cents.
Formulario núm. 4 .
a-XT^i?,r>i.A. CIVIL
13." T E R C I O
Estado de cuentas con arreglo al movimiento de recibos en esía Mayoría del industrial D. Fidel Gil.
Existencia anterior.
Carpeta enviada por usted en diciembre
Sama
í Vizcaya 47 50
Cobrado a los individuos, según el giro ad- ) Álava ,
junto j Guipúzcoa 7 50
arra¿
( Nav;
I
tural que supone andaír unos 18 kilómetros, más de la mitad de las desgracias ocurri-
contando la distancia ail cuartel, bajo la das; pues sí todos los vehículos marcharan
acción del calor en el verano, y del frío , llu- llcvatido su mano, siendo las bestias de car-
via o nieve, o todo junto, en invierno; en ol ga y arrastre debidamento gaiiadas por sus
sefgundo, la •"atiga del jinete que en análo- conductores, no dejándolas abandonadas los
gas condiciones recorre unos 28 kilómetros,. imos y yendo los otros dormidos dentro dsl
más la distancia al cuartel; PÍ dicha pareja carro, como con frecuencia sucode, y sin tn-
• á í k marcha en motocicleta con side-car, podrá cender las liuces reclamontarias después de
w K ' hacer este mismo recorr.ido seís veces, tres •obscurecido; si todos los automóviles mar-
de ida y tves de relgreso, en el mismo tiempo, chasen en las condiciones que respecto a ve-
n
EEVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVIL 89
locidad, maiua y luces determina su regla- cias que a veces llegan y aun p.ciean de los
mento; si los piasos a nivet estuvieran debi- 10 kilómetros—, prestara su servicio en mo-
damente vigilados,-, sólo a 'una inevitable tocicleta coai side-car, que a más de facilitar-
fatalidad debieran atribuirse ios aocidentes le su misión en las condicioiues ya dichas, le
ocurridos, y no a una criminal negligencia permitiría revistar, no una, sino dos o tres
de todos y cada uno que puede y debe ser veces su línea al mes, llevando consigo ai
evitada a toda costa. ordenanza, y sin necesidad de pernoctar fue-
En la forma, que hoy so presta ei servicio ra de su residencia, con economía para el
fes imposible exigir más. Ahora bien; no cabe Estado, pior lo que a los pluses se refiere, y
diida que el contraventor a la policía de ca- por ser más económico el oñtrctenimienío
.rreteras confía siempre en apei'cibir con de la motocicleta que el del solípedo, aun
tiempo de cc-rregirse momentáneamente, los para el doble de distancia recorrida.
tricornios de la pareja que marcha por la Dicha máquina permitiría al oflcial tras-
polvorienta o enfangada carretera; sí, conlia ladarse desde su residencia al punto en que
en apercibirla a tiempo, y una A'CZ pas^í-'da, su presencia fuese requerida, sin necesidad
ya puede descuidarse nuevamente, entre- de someterse'a hora/rios de ti'encs o diligen-
gándose al sueño unos, a su capriohio otros, cias,'ni a las de tiempo que la marcha a ca-
seguros de tardar en encontrar otra pareja, baUo lleva en sí; a.sünismo el uso del teléfo-
y dejando a 'os pobres animales el cuidado no portátil le pondría en rápida comunica-
de apaTta.rse por instiiito a la presencia de ción oon sus jefes, o al menos con la estación
un automóvil, siendo aqtiellos irracionales telefónica más próxima.
los encargados áñ evitar al azaa- una desgra- Las mayores ventajas de esta nueva forn a
cia que debe y puede ser evitada con segu- de prestar el servicio se pondrían de mani-
ridad. fiesto eai acpicUas líneas cuyo.'í piuestos están
También confía el automovilista en la ra- muy distantes entre sí, y, sobre todo, on La
pidez de su vehículo para contravenir el re- vigilancia de vías férreas, cuando ésitas si-
•glamento; sabe que si encuentra a la pare- guen el trazado de las carreteras (de •Vaila-
ja, bastante hará ésta con a.pantarse, hin dolid a Burgos, por ejemiplo).
-tpuie la imbe de polvo que acompafxa sn pa.^o A oada cabecera de Comandancia dieberia
! 's permita ni aun distinguir la matrícula asignárseie u n camión automóvil, con ber-
:ra hacer la denuncia correspondiente. lina en lá parte delantera y forma, de órmn-
Poi'o unos y otros, ya marchen en carros bus la trasera, capaz de transportar a una
o automóviles, a pie o a caballo, pondrían velocidad de -'jO kilómetros por hora ires je- .
más cuidado en el cumplimiento de sus obli- fes Tí oP.ciales y 20 guardias, quo en un nio-
' ga.ciones al saber que vigila una parej.a do- mento dado se trasladarían al sitio en que
iaJa> « t e medius do traslación supea-iores o fuese necesaria su presencia, llegando en
análogos a los suyos, que la permitan pa- pei'fectias condiciones de servicio y no -dspea-
•-ar, no una vez, sino cuantas desee por el dos o fatigados por una rápida y penoso
mismo sitio; qne no le dará tierhpo al des- miárcha.
'•iiidado carretero para prevenirse, sino que
Dicho camión se utilizaría también en l a
la. teaiidrá encima cuando menos lo pi?nse;
práctica de muchos servicios piopios del
iiu:e no pea-miitirá al auitomovilista burlar su
Instituto, tales como trasliado de caudales,
.loción, sino qua lucliará de igual a igual;
presos de consideración o calidad hasta el
n.ue no dejará al guardabarrera oreer que
próximo relevo o OKtación del feíTocarril.
imede dormir tranquilo desp\iés de dar las
servicios rápidos de auxilios en accideut'ií--,
Iraenas noches a la pareja, seguro de que i-o
c a i l a m i d i R d e s , epidemi.as, etc., etc.
vuelve, sino qu© la vea-á reaparecer cuando,
monos lo espere, lo que le forzará a estar Torio ello, debidamente organizado, pon-
con Va debida vigilancia; y el prófugo y el dría al Cuerpo en condiciones de. prestar uii
S r e n ' V L c i o que podría ser igualado, pero jamás
malhechor huirán de la carretera, donde en
un momento lyuedeii ser aprohendidos y tras- superado por JÍadie. .
lad-ados con toda seguridad a sitio conve- Tratándose de un servicio cuya ipiplanta-
niente. ción supone para el Estado un desembolso
considerable, podría ser organizado de un
Existen tanTbién muchas líneas donde l a modo progresivo, procediéndose por vía de
vigilancia se duplicaría y aun se triplicaría, ensayo a la creación de una Sección mixta
si en vez del caballo para el cflcial—que se de automóviles y motocicletas, base de toda
"^'e forzado a llevar al ordenanza a pie, detrás, la implantación dpl servicio automovilista
•'•'bli,í4ndole a niarchar al naso en distan- en el Cuerpo.
90 REVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA ClVIt
Con los dos cociies pnra el servicio de Su recorrida durante ol mes, etc.; cuidaría de
Majestad, que hoy se encuentran en el Par- presentar los dias 15 do cada mes, al '••a-
que Electrotécnico; el de la Dirección gone- pitán de la sección, los presupuestos '^°^"''''f„
ivral del Cuerpo y el del Colegio Infanta pendientes a cada coche, v con cargo a
María Teresa, más el ómnibus del mismo, deipieñdencia donde presta sus servicios, se-
se podría constituir una Sección mixta de rían remitidos por el capitán al jefe respec-
automóviles > motocicleias de la Guarlia tivo. Dicho oficial vigitaría muy especia^
civil, al mando de uri capitán jefe de la sec- mente que todos los coches estuviesen^ ^
ción, dos tenientes de la escala activa tuno perfectas condiciones de pi-estar f;ewi"'°'
jete de coelies y otro jefe de máquinas), un previniendo con anticipación a los Centr ^
alférez encariñado del detall, el personal de correspondientes las reparaciones que <^^^
tropa hoy asignado a los mencionado* ve- sen necesarias a dichos vehículos, r e c i b i C i '
hículos, más un sargento encargado de co- do de la Dirección general de Seguridad .a
ches, en lugar del niécáníoo de Ingenieros órdenes referentes a los dos coches afcci^
encargado hoy día de uno de los coches al al s e i - v i c i o de S. M., el c u a l le mereceri|
servicio de S. M., y las clases e individuos especial atención, vigilando personalmeni
siguientes, para las máquinas con side-car, siempre que le f u e s e posible o se lo ord-'n»'
que se adquirirán en número de 20. se el capitán.
Cuatro sargentos jefes de zona v de má- El t e n i e n t e jefe de máquinas estaría í^^'
quina. cargado d e l servicio de vigilancia de las c¡^'
Seis cabos instructores y jefes de máquina. i T e t e r a s de Madrid en t o d o su perímetro ^
Seis guardias de primera jefes de máquina. en un r a d i O ' de u n o s 30 kilómetros, a paí"*""
Un sargento jefe de taller. del centro de la capital. Para facilitar s-"'^
"Veintiún guardias de segrmda: 16 auxilia- servicio, en un plano de Madrid, y con
res do máquinas, cuatro ordenanzas de ios radío que en la escala d e l m i s m o represen-
cuatro oficiales, y un vigilante de taller. t a s e dicha longitud, se trazaría una cii'cn^í
nfis a las órdenes del teniente jefe de ellas, dra ni de los cuidados que exige el solípodo,
y con las otras ocho al mando del capitán, sino que le basta un pequeño rincón de la
más los dos coches automóviles, constituir casa dé .srr duefio, y no corre los riesgos de
un sei-vioio de vigilancia de j ornada a-la in- enfermedad y fáciles accidentes a que están
mediación de SS. MJ\I. sometidos los animales. •
No hay para qué encarecer la extraordi- Podríamos exponer aquí datos suficientes
naria importancia de este servicio; la natu- para demostrar que tanto^ la adquisición
ral-y gran frecuencia con que los automóvi- como el entretenimiento de la máquina y sü
les de, la Casa Real transitan en el verano side-car, capaz para tres y aun cuatro per.
por las carreteras dei Norte, ya de suyo pe- sonas, es más económico que el del cobalto
ligrosas por sus rnuy acentuadas curvas, con que hoy se dota al oficial de la Guardia
y mucho más en época de tanto tránsito, civil; pero las circunstancias actuales del
lo justifica pilienamente. mercado permiten asegurar que todos los
Otra de las misiones de esta slección seria precios han de experimentar en breve pla'/o
la preparación de personal apto para cuan- una disminución que harán más factible la
do en su día se procediese a dotar las líneas realización de este proyecto.
en que este siervicio se considere convenien- Si este modesto trabajo mereciese la anro-
te, de máquinas, y las c a l D e c e r a s de las Co- bación de la superioridad, sería llegado el
mandancias, de los camiones automóviles; caso de un estudio completo en que no so-
pura ello el capitáai estaría autorizado para lamento se atendiese a la parte económica,
declarar, en vista del resultado de la ins- ainio a la téeniea, con la exposición y estu-
trucción, aptos para la conducción de coches dio de aquellos modelos cpre, e^cperimsnta-
o máquimas a, los oñciaüíes y clases que d e - dos ya por Centros panticulares y oficiales,
seen ad<i!uirir dicha aptitud, y que por turno presentan una sólida garantía para el ser-
conCTiri'an en la forma que designase la 'Di- vicio a que están destinados.
rección general del Cuierpo. En los Estados Unidos y en varias Repú-
Dichos títulos tendrían la misma validez'' blicas americanas haoe ya tiempo que se
que los que en la actualidad concade el ha implantado, con inmejo'rables resultados,
Centro Electrotécnico, - y sólo se concede- un .servicio de policía on motocicleta, ^ la
rían en condiciones de verdadera garantía; Policía do Londres dispone también de gran . ^
iploir ejemplo: sólo sería declarado apto para número de máquinas y de ómnibus automó- ;
conducir máquinas el oficial o clase que, viles, que faxálitan extraordinariamente >u
después de practicar un mínimum die quince misión.
días, lograse armar una máquina que se le La marcha rápida del progreso ha dota<lo
presentara desmontada, la que tendría que a la Humanidad de grandes medios útiles a
mointa-r de nuevo y mairchar con ella. los diversos órdenes de la vida, pero que no
La perfección lograda por la indusíriá son patrimonio exclusivo del hombre de
hoy día es tal, que ha conseguido producir bion, sino quo son utilizados, y cada vez en
máquinas que, como los tipos Indian y Har- mayor escala, por cl delinouente; la Guar-
ley Dawisson, son de una seguridad que üia civil, exclusivamente encargada de ga-
cualquier avería ocurrida en servicio p:uede r.antir el orden, la propiedad y la vida de
ser reparada por su conductor, bien impues-
las personas honradas, ha de poseer medios,
to de su manejo; de modo que se tiene ia
í?.decuados que le permitan cumplir su sa-
completa seguridad de llegar siempre al pun-
to de destino, a menos de choque o. destrozo grada misión.
de la máqnina o algunas de sus piezas vi- A facilitar ésta, a que alcance rm nivel de
tales. organización qne la mantenga a la .'lUura
Su entretenimiento hoy, y con mucha iná-s a que por sus virtudes cívicas y militares
T'azón cuando las circunstancias se norm.ali- y por su Iradición es acreedora, tienden las
cen, y la gasolina, a,ceites, gomas, etc., -id- ideas expuestas, muy a la ligera, por q:uien,'
qu,iemti otra vez los precios de ante.giuerra, teniendo el honor de pertenecer a, tan bene-
resulta muoho más económico-qu© el caba- mérita Ins.'.itución, tiene la esperanza de v r
llo de que hoy está dotado él oficial; nó nc- en plazo no lejano realizado lo que hoy mns-
císita, una vez acabado el servido, de cua- tituye sólo un deseo loable.
Alfredo Semprijn.
REVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVH-
• (Anverso.) (Reverso.) i
Seccióa á 8 Motocicleias de ia Guardia civil, vigilancia ¿e carreteras.
KILÓMETROS RECORRIDOS
El guardia primero A, acompaña- —s
do del guardia segundo B, vigilará Marcaba. Marca. Recorrido.
en la mafnn?. de lioy ia carretera de
, Madrid a La Coruña tiasta Las Ro-
zas, saiieiido de la capital por la
cuesta de San Vicente y rígresando
por la Dehesa de la VÍUM, Cuatro
Camiiios y carretera de enlace con
IM de Chamartin, al cuartel.
Madrid, de ^de 191...
El sargento eíe de zona,
V.o B.°:
Hora de salida: idsm de llegada: .
El teniente ¡eíe del servicio, ,
Cumplimentado e! servicio.
El encargado de pareja,
NECESID.AD SENTIDA
La carestía de l a s , subsistencias per- •12 guardias tienen 3 hijos.
siste después do la guerra europea. Los 38 — — 2 -
precios de algunos artículos de primera oO — 1 — •
necesidad tienden al alza, y los restantes
permanecen inconmovibles. Los 52 restantes guardias son recién ca-
El remanente de las tiltimas cosechas, sados, salvo rara excepción, o bien solteros
el estado floreciente de los campos y la ó viudos sin hijos.
intervención del Estado no han podido
No es comparable la situación econóiní'
contrarrestar los efectos de la codicia de
los traficantes en géneros alimenticios y ea d'el guardia con la de los empleados ci-
en los de vestir y calzar. viles de igual sueldo, porque mientras és-
Entre los quo con más intensidad s u - tos gozan de libertad para recabar trabajo
fren las consecuencias de la carestía de en la esfera privada que les jiroduzca algún
la vida se encuentra el guardia civil, tan- beneficio pecuniario, aquél tiene vedada
to por la razón de su corto sueldo como toda ocupación particular.
por la de poseer numerosa prole. Por otra parte, el servicio peculiar de!
Es un fenómeno para nosotros inex- guardia. civil implica gastos, toda vez que
plicable, pero muy cierto, que el guardia de ordinario se desempeña fuera de la ha-
civil produce más hijos a la patria que bitual íesídemíia, y sólo en contados casos
los demás españoles. se obtiene indemnización. El empleado civü
La siguiente nota, sacada de los ante- lleva siempre pagados los gastos que el ser-
cedentes de una Comandancia elegida al vicio le origine.
.íizar, demuestra nuestro aserto: La penuria económica del guardia ha
llegado, pues, a un extremo lamentable po*'
Nota de los hijos que tienen los (juardias consecuencia de las circunstancias presen-
casados de la Comandancia de Avila. tes. Sus ahorros, si alguno los tuvo, se ago-
1 guardia tiene 9 hijos. tai'on durante los pasados años, y el crc-
5 guardias tienen 8 — dito personal en el comercio ha desapareci-
3 - - 7 - dip para el consiunidor insolvente.
11 - — 6. - El guardia está empeñado lo mismo en
19 — — 5 — las capitales que los pueblos; su haber lí-
32 — i _ — quido es el siguiente:
HKViaXA TÉCNICA DS LA CUAKDIA CIVIL 93
tria, no sólo contra los enemigos exterio- aquella sangre se ha perdido lastimosa-
res, sino contra los del interior, que la cer- mente entre las frondosidades de la mani-
cenan y la denigran y la envilecen! gua. No parece sino que somos como los
¿Hay, por ventura, algún Gobierno que toros, que embisten al tra.po y no al bulto.
pueda prescindir de la fuerza? ¿Ha de ser Ahora en Granada se ha inmolado la
el libertinaje, el matonismo individual, lo vida de un estudiante y otros han vertido
que prive en nuestro desdichado suelo? sü sangre.
¿Podemos acaso consentir que nuestro te- Es y a cosa secundaria, que debe no obs-
rritorio se convierta en una inmensa dehe- tante averiguarse, si la Guardia civil se
sa, destinada a pasto de bandoleros? excedió o no en la represión; lo principal
, Desde los Estados constituidos a base de es que aquella sangre no se pierda, para
.una Monarquía .'xbsoluta hasta los moder-, lo cual hemos de dirigir la puntería con-
nos bolchevikis, todos han hecho usoi de la tra los primeros y' principales responsaibles,
fuerza armada, y a sea. la Guardia civil o contra la inmoralidad, contra el caciquis-
la Guardia roja, para imponerse a las tur- mo que el pueblo toleraba en la ciudad de
bas, para hacer efectiva la soberanía de Granada y que tolera aún en toldas las
las disposiciones emanadas de las autora-, / ciudades de España.
dades constituidas. Lo que lia.y es que nues-
tros revolucionarios de estos tiempos son Caiga, pues, sobre los caciques de toda
seres afeminados que no saben, que no ralea aquella sangre juvenil: sobre La Chi- -
quieren jugarse la vida, y pretenden que- ca y sobre los que aquí y aUá sostienen la
la fuerza ipública claudique... sólo por bre- inmensa bacanal de la política española.
ves momentos, los nccesai-ios para dar un La bacanaKde la política cubana inmoló
golpe de Estado y encaramarse en la cum- centenares de miles de víctimas—como Ue-
bre, donde querrán conservarse luego al vó dicho—y pe,ndimos las colonias y man-
amparo de aquella fuerza contra la que tuvimos en la impunidad a todos los res-
hoy se grita, al mismo tiempo que se pre- ponsables.
gona la supremacía del poder civil. La muerte del estudiante granadino ha
hecho rodar a un alcalde, y a un gober-
La supremacía idel poder civil quiere de- nador, y acabará seguramente con La Chi-
cir la disciplina ciega de la fuerza pública ca y con el Ayuntamiento: de aquella capi-
a las disposiciones emanadas de las auto- tal, habiendo producido, además, una s a - j
ridades constituidas, y no parece sino que ludable conmoción en toda España. |
nuestros revolucionarios, al mismo tiempo ¡Bendita sea la sangre vertida, la vícti-
, que pregonan aquella .supremacía, quieren m a inmolada para la salud del pueblo, cu-
que la fuerza pública: teiiga la facultad de yos despojos habrá recogido sin duda el
juzgar en cada caso el grado de bonidad o Í)ios de la justicia y de la misericordia!
ma.lda,d de aquellas disposiciones, para aca- Esto de ir principalmente contra la fuer-
tarlas o n.o, según su propio criterio, con za pública para pedir responsabilidades de
lo que quedaríamos sometidos a' la fuerza estos sucesos es hacer infecunda la san-
armada y vendría el imperio, la suprema- gre vertida, es desenfocar el problema, co-
cía del militarismo. mo h a sido durante muchos años—^y auii
Cultivemos el amor a la disciplina de la perdura el mal — desenfocar La cuestión so-
fuerza pública, principalmente los partida- cial el señalar como causa de los males
rios de la supremacía del poder civil, y que afligen al proletariado a Ta religión
ocupémonos de que éste se dignifique, para cristiana, mil veces bendita y siempre de-
lo cual tiene el pueblo medios de sobr.a, y, mocrática, que otros muchos han falseado,
.si preciso fuera, todos hemos de jugarnos haciéndola servir ;de medio para satisfacer
la vida para la consecución de este ideal.; .ambiciones y egoísmos.
Toda obra redentora, todo avance de lai La cuestión de Granada ha de servimos,
||ciencia, requiere víctimas, requiere gm^ no para ir .contra la benemérita, sino con-
raímente derramamiento de sangre, y si • tra los que con desprecio del pueblo, y
no queremos ofrecer la nuestra, no nos que- abrazados a los acapai-adores y contraban-
jemos de la abyección en que vivimos. distas, a quienes exprimen en provecho pro-
En Cuba inmolaron, generosamente su pio, usurpan la representación del pueblo
vida 200.000 jóvenes, a cuyas familias adeu- . y nos imponen autoridades que quizá nos
da todavía l a nación sus menguados alcan- obliguen a ofrecer y derramar nuestra san-
•^s, y por el empeño que tenemos los es- gre para ahogar sus demasías.
pañoles de desenfocar todos los problemasa
Jerónimo Massanet.
Dirección general de ia 6üard¡a cimí
NOTAS (1) (2) (3). —Estos oficiales se encuentran examinados; pero el orden de prelación está pendiente de consulta-
OTRA.— Los indicados con un .aunque se em-.uentran colocados en e! orden que figuran en esta relación, lo están
provisionaimente, puesto que aun no han llenado el requisito del examen prevenido.
Lg, instnioción táctica debe ser dirigida Filopemen era sabio, como la mayor par-
de euerte que todas las maniobras se apli- te de los grandes capitanes, y se dedicaba,
quen al terreno y a lo que sucede en la gue- sobre todo, al estudio de la filosofía y de la
rra, de modo que en todos sus movimientos, Historia, tan necesario a las gentes de QW-
en todas las órdeneá que reciba, vea una rra.-^Folard.
tropa siempre enfrente al enemigo. Así, des-
pués de una larga paz, oficiales y soldados ¿Tememos, pueis, no ¡poder aprender lo
tendrán la experiencia y la costumbre de que otros han aprendido de nosotros? En los
la guerra; la mstrucción de nn jefe de ba- libros es donde hay que estudiar lo que ee
tallón bastará a un general, y xm jefe de practicaba en otras épocas; pero nadie, des-
batallón sabrá y no podrá obrar sino como de hace largo tiempo, se ha tomado el tra-
debe hacerlo un buen general.—Generaí bajo de buscar esas prácticas descuidadas;
Mor and. porque en el seno de una paz floreciente no
se ve la guerra sino muy distante.—Vejccio.
En tiempo de paz es cuando se hacen los
soldados; pero es preciso hacerlos para la La instrucción está en el estudio de las
guerra por medio de ejercicios variados e campañas más memorables. La enseñanza
inteligentes y no de paradas.—Coroiicl dogmática se apoya en hechos, que se pue-
Cournanidt. den escoger en los triunfos, como en los re-
veses, concediendo su parte al azar en el re-
Para foi-marse la ojeada militar, todo ofi- lato de cada suceso.—Marmoní.
cial debe hacer trabajar constantemente su
imaginación y su reflexión' en lá guerra, en Leed, releed las campañas de Alejandro,
la caza, en los viajes y en sus paseos a pie o -Aníbal, César, Gustavo-Adolfo, Turena, Eu-
a caballo.—Folard. genio y Federico, y modelaos sobre ellos. He
Entre loe conocim.ientos necesarios a un ahí el único medio de llegar a ser gran ca-
jeíe de ejército, uno de los más importan- pitán y de sorprender los secretos del arte
tes es el de los países y localidades, porque de la guerra. Vuestro genio, iluminado por
sin ese conocimiento no es posible combi- ese estudio, os hará rechazar las máximas
nar ninguna sólida empresa de guerra. Esta opuestas a las de aquellos grandes hombree.
práctica de las localidades se adquiere por Napoleón.
medio de la caza, mejor que por cualquier
otro ejercicio. Los historiadores de la anti- Si Wurmser hubiese aprovechado -las lec-
güedad refieren que aquellos héroes que en ciones de Federico, no cabe duda que no ha-
su tiempo gobernaron el mundo pasaban bría formado de su ejército dos cuerpos se-
su vida en los bosques, cazando, porque tal parados por un lago, qu.e fueron batidos uno-
distracción, aparte del conocimiento parti- después de otro. Sabido es que Alvinzi, Co-
cular de las localidades, da otra infinidad burgo, el Príncipe de Lorena y Brov/n fue-
de nociones indispensables en la guerra.— ron derrotados en detalle por haber faltado
Uaquiavelo (discurso sobre la primera dé- a los priníeros principios de) arte de la gue-
cada de Tito-Livio). rra.—J omini.
El estudio es el arsenal de donde tomaréis '
El joven Bonaparte, dotado de ese genio vuestras armas en el día de la acción. Es-
universal que hace aptos a los hombres para tudiar con cuidado ayuda a pensar y a obrar
todos los empleos, poseía, además, una dis- con prontitud, y ese es todo el secreto del.
posición que le era peculiar, a saber: l a oficial modelo.—De Brack.
aplicación al estudio sobre el plano y la in-
clinación a buscar en él la solución de los Cuando el Emperador Napoleón salía pitra
fenómenos de la política como de los pro- el ejército se llevaba una biblioteca de via-
blemas de la guerra. Sin cesar, tendido so- je, compuesta, en pequeños volúmenes, de
bre los .mapas, cosa que raramente hacen lo mejor que existia en literatura, en histo-'
los militares, y que hacían menos antes de ria, y en libros y mapas relativos a los paí-'
^. níftditába continuamente acerca de l a ses que iba a recorrer.—Noíicííí sohre M. Bar-
configuración del terreno en que entonces bier, ex administrador de. la Biblioteca ReaL
se desarrollaba la lucha.—Tíuers, «Historia
«el Consulado». •La unidad de mando es lo más importan-
te en la guerra.—Napoleón.
D. Antonio Vázquez deAldana, el reputadisimo coronel de Infantería tan aficionado a ^
cuanto con las armas portátiles de fuego tiene relación, y autor de libros muy leídos y '
elogiados, ha ideado una nueva arma cuyas condiciones relata en un artículo publicado]
en El Tiro Nacional de España, y que reproducimos muy gustosos. <
cano, huoiese dispuesto de una mauser «As- más, die la playa en donde estaba, vi un
tur», se huibiese visto e l o s o obligado a re- bando como de 40 gaviotas. Los simpáti-
capacitar, y el resultado hubiera sido muy cos palmípedos descansaban flotando sobre
otro. el rizado ma^'. Gradué el alza del modo que
Con una «Astur» como ééta y cartuchos juzgué conveniente, y la primera bala que-
dundun en abundancia, yo desafío a todos dó corta. Había más de 800 metros.
los osos de las montañas Cantábricas y ca- El segundo cartucho, y con alza a 900
Ues de las ciudades españolas; y ¡cuidado (pocas personas se dan cuenta de la dis-
que hay osos muy osados! tancia que ésta es), puse la bala en medio
del bando, y de donde surgió el chorro de
A las dos horas de tren Uegué al ñnal de agua consiguiente al choque del proyectil.
mi viaje, a más de la una del día, y como Percatados los flotantes volátiles de que
no quita la carabina el apetito, me metí en mis aviesas intenciones se circunscribían a
el primer restaurante que vi al salir de ejercer la hegemonía en aquellos parajes,
la estación y ocupé asiento en una de las ahuecaron, poseídas de una gran dosis de
ó 30 mesíUas, de a cuatro cubiertos, que panicotipia, a juzgar por el rumbo y ve-
había. locidad...
A üempo lo hice, pues cinco minutos más (¡Qué majo me salió este parran to!) Y yo
tai-de estaban ocupados todos los sitios, y no hice menos, tan pronto di fin de mis 50
sobró gente para segunda mesa. cartuchos.
Siempre que he viajado, algo nuevo he -A las seis y media tomé*: el tren de regre-
aprendido o he visto cosa nueva.- so a la capital de Asturias, y cerca de las
En todos los restaurantes conocidos, y creo nueve de la noche entraba en Oviedo, oron-
contarlos por varios centenares, sirven en do, con su carabina debajo del brazo, el se-
fuentes de uno, dos o cuatro culjiertos, o ñor Ambrosio. , ' ' •
raciones, a lo sumo- En San Esteban, no. Cuarenta y ocho horas después la cara-
El primer plato era un arroz con impac- bina hacía repetidos y certeros disparos en
tos de gallina, y venía para l o s 120 comen- el Campo de Tiro de la Moncloa, ganando
sales -en una sola cazuela, de 92 centíme- la medaUa de maestro tirador, de oro de
tros de diámetro, según a o j o pude apre- ley, con esmalte de cinco colores, cuyo cos-
ciar y me permitió el abundante, denso y te es de 110 pesetas, y da un diámetro de
a i T o m á t i c o vaho que de eUa salía, que casi tres centímetros. Hoy es el distintivo de
asfixiaba al mozo portador. sport más bonito que hay en Europa. Con
¡Parecía un cráter ambulante! . satisfacción rayana en orguUo se puede Ue-
Todo el servicio era igual. La fuente de var en la cadena del reloj. Por el precio, a
bisteks (ya s,^ que no se escribe así) era una que salen, la Sociedad) no puede prodigar-
carnicería bien surtida. La fuente de ensa- las; las hace- sudar. Es la más alta recom-
lada parecía un prado, etc., etc. pensa que se otorga en los concm-sos de
Uno de los postres fué flan. Un flan para tiro, aunque no excluye las otras, consis-
120 personas; abultaba como irnos nueve tentes en copas, armas, joyas, metálico y
decímetros cúbicos (también a ojo), y cal- objetos .de arte o uso.
culando, aunque sólo fuese a huevo y me- Con armas deficientes o de escasa preci-
dió- por ración (aquí el Sr. Ambrosio car- sión no se' logran nunca tiradas buenas.
gó la mano), estaría hecho con 180 huevos, Esta carabina, en lo tocante a precisión,
que alrora cuestan ¡a real! Uegó al límite de la perfección.
¿No les parece a ustedes que son dema- ¡Hay que ver qué arma!
siados huevos? Pues no tendría menos. Con ella, asomada apenas al balcón, en-
La comida s e compuso de cuatro platos filando a lo largo de la calle, sea ari'iba
fuertes, de los que cada ((quisque» se ser- o abajo, impediré siempre que se levante
vía a placer, y, en total, cuatro pesetas. una barricada o se cometa desafuero algu-
¡¡Si casi de fian me comí 2,501! no en 300 metros de radio; porque en la
Pagué, propiíné, cogí mi carabina y, ahito caUe, en casos de tal índole, y Uegado el
de manjaa-es nutritivos, me marché a la • momento de jugarse la epidermis, no habrá
entrada de la ría, completamente despoblar más... cartudros que los míos, y por lo que
da, para consumir mis 50 cartuchos. se ve, el instante de la prueba se aproxima.
En el maír, y a unos 800 metros, o' quizá A. Vázquez de Aldana.
En The Times, y con referencia a una car- con la bandera de combate izada, se le res-
ta escrita a su padre por un oflcial de Ma- pondió que saliera él solo, y a partir de en-
rina alemán, se consignan curioeos deta- tonces- se desbordó la violencia. De la pri-
lles relativos a dicha rebelión. mera escuadra se desarrolló, principalmen-
Decía así el marino: te en el Thüringen y el Helgolandt. Los amo-
«Nuestra flotilla había permanecido algún tinados se atrincheraron a proa, y en el
tiempo cruzando por el mar del Norte y en Helgoland se apoderaron de tres cañones.
varias ocasiones estuvo en contacto con las Me es imposible dar un relato ñel de la
fuerzas británicas. arenga del comandante de la media floti-
Necesitados de entrar en puerto algunos lla de que formábamos parte. Nos ad\-irtió,
días, tuvimos ocasión de apreciar la totali- sin rodeos, que si lo ordenaba el comandan-
dad de la flota alemana, con todos sus gran- . te de nuestro torpedero nombrado pajra di-
des buques y torpederos, fondeados y listos cha comisión, el cumplimiento del deber po-
para zarpar. dría exigir que disparásemos contra nues-
Era general el asombro y nadie sabía tros camaradas.
nada deflnitivo. Súbitamente se dijo que el Listos mrestros oafiones, ametralladoras
almirante en jefe deseaba hacer ejercicios y torpedos, avanzamos hasta unos 200 me-
en alta mar; pero se reputaba absurdo em- tros del Thüringen. Mientras tanto, y para
prender grandes maniobras navales en ple- reducir a los rebeldes, Uegaron en un va-
na crisis. por 250 soldados de infantería de marina,
La primera orden de salida se fijó paa'a los cuales se resistieron a trasbordar al sa-
ei miércoles por la noche, y luego se de- ber que ei B-97 podía intervenir con su ar-
moró hasta el jueves. Nosotros, fondeados tillería.
a corta distancia, ignorábamos lo que suce- ¡Si hubiera podido medirse mi sentimien-
día. Oíamos rumores de motines y alboro- to al apuntar con los cañones a nuestros
tos, pero nos resistimos a creerlo. Ayer or- compañeros! ¡Qué impotente rabia me em-
denó el almirante de la primera escuadra bargaba! Pero ¿qué hacer? Se nos envió rá-
que los destroyers B-97 y B-112 se pusieran pidamente, sin tener tiempo de cambiar im-
a su disposición a las ocho. A dicha hora presiones con los tripulantes de otros bu-
atracamos al Osfrieifland, y el almirante ques.
pasó a bordo. Todavía confiábamos en que tan grave
No nos dimos cuenta exacta de lo ocurri- asunto tuviera un final satisfactorio. Al cabo
do hasta que el comandante de nuestra flo- de una hora los rebeldes desplegaron la
tilla arengó a la dotación en cubierta. Sus bandera de la Cruz Roja y permitieron, sin
palabras no se me olvidarán nunca. hostilizarlos, que subieran a bordo 600 hom-
Algo muy deplorable sucedía. Las dota-' bres Uegados en un vapor.
cienes de diversas unidades, en todas las Quedaron nuestros corazones libres de una
escuadras, rehusaban obedecer. Cuando la angustia mortal, después de estar a punto
flota se disponía a salir, los marineros em- de ser aniquilados; porque, de haber dispa-
pleaban los aparatos extintores de incendios rado nosotros un solo tiro, las tres piezas
en apagar las calderas, repitiendo la fae- de 15 centímetros de que disponíai}/loe re-
na cuantas veces se intentó abandonar los beldes hubieran destrozado sin rerpédio el
fondeaderos, y preguntados por la razón de B-97. • ! ":
su extrafio proceder, contestaron que no que- En mi vida olvidaré el 31 de ..octubre
rían tomar parte en ningún combate de de 1918. Fué mil veces más terrible gue los
desesperación de la flota alemana. días de Oesel y el Canal.
Por el alto mando se les dijo: En el Helgoland y otros barcos fueron,
«Permitidme que antes de rendir la flota entretanto,, dominados provisionalmente les
juguemos la única carta; dejadnos inten- tumultos; poro lograron su finalidad.
tar el último esfuerzo antes de entregar La flota no saldrá a la mar en fecha pró-
i^U^stros hermosos buques a los ingleses.» xima, y si es preciso Uegar a la paz, l a ha-
Al comandante del Thüringen, que pro- remos por nosotros mismos. La Marina no
ponía emplear contra e r enemigo los 2.000 será un obstáculo si el Ejército y el pueblo
proyectiles en parlóles para hundirse luego desean concertarla inmedliatamente.»
En los principales países Bl ilustre y competentísimo es-
del mundo se ha debatido critor, tan aficionado a curiosas Otro publicista, también re-
grandemente el problema de estadísticas españolas, D. Eduar- putado, M. Ángel Marvaud,
los capitales aportados por do Navarro Salvador trata autor del de un buen libro titu-
los extranjeros, y hasta se ha capital extranjero en nuestra na- L'Espayne au XX siecie,
lado
llegado a la reglamentación ción, en i i n articulo interesan- • ciiya segunda edición que. co-
te por demás, en E l C o r r e o E s - nocemos es del año 1915, saca
más o menos severa de éstos p a ñ o l , que nos honramos en^rc-
por diversos Gobiernos nació- a luz algunos cuadros esta-
producir. dísticos, y de ellos se deduce
nales, celosos, como és su de- •-^'TI,'-
ber, de los respectivos intereses de sus ciu- que el conjunto de las accio--
dadanos. nes y obligaciones de e.sos capitales de fue-
ra, que nos ceden a préstamo los que se ti-
Para algunos Estados y técnicos no puede tulan amigos de los españoles, suma más
menos de aconsejarse, como medida justi- de 3.705 millones de francos. Este cálculo es
ciera y equitativa, que se establezca un ré- algo más bajo que el anteriormente exhibi-
gimen de reciprocidad internacional. Ni fa- do. De todas suertes, los réditos anuales
vor ni aislamiento en materia económica son también de centenares de millones.
de capitales extraños al país.
¡Una sangría suelta que pagamos los pen-
En España también el tema ha llamado insulares expiando culpas de gentes de años
la atención de nuestros economistas, soció- atrás, optimistas del tipo de Pangloss, pero
logos y de algunos gobernantes. Actualmen- admiradoras de,l dulce far nienle!
te, es seguro que la joven Sociedad de Eco- Finalmente, la Dii'ección General del Tim-
nomía Nacional, establecida en Madrid, co- bre, por delegación del ministerio de Ha-
mo saben nuestros lectores, y quo está des- cienda, ha elaborado una útilísima e inte-
arrollando crecientes y plausibles iniciati- resante relación nominal y estadística, que
vas, ha'^de tratar a fondo tan importante arroja ún valor de 1.277 millones de pese-
cuestión, puesto que ésta es muy compleja.. tas por el capital-de las Sociedades extran-
• Se han expuesto en diversas ocasioueB jeras conocidas, que afecta a la tributación,
cálculos y ensayos estadísticos más o me- aunque ésta es modesta. A los abandonos de
nos verosímiles acerca de la cuantía, na- tiempos pasados ha sucedido algo de preocu-
cionalidad, destino y otras circunstancias pación, aunque no en la intensidad y otras
de los capitales del exterior traídos por los circunstancias que necesitamos. La Direc-
extranjeros a la península hispana. Las re- ción seguramente que desearía llegar más
vistas técnicas, que no son escasas y que allá, como todos los Ijuenos patriotas.
laboran mucho y bien, como algunos pro- Esta investigación oñcial complementa
fesionales publicistas, se han preocupado otra circulada por la Dirección de los Re-
de este tema, digno de la mayor atención gistros y del Notariado, que nos interesó
y estudio. mucho y la hicimos i^ública en uno de nues-
Entre las investigaciones más conocidas tros estudios. Además, en estos momentos
se destacan tres de ellas, de las cuales va- este laborioso Centro directivo del ministe-
mos a tratar, siquiera sea someramente. • rio de Gracia y Justicia ha solicitado de
Monsieur Neymarok, economista francés, todos los registradores de España otra in-
publicista importante y director de la revis- formación más detallada que la antigua y
ta Le Reníier, ha evaluado en más de 4.000 que dé idea más perfecta del problema del
millones de francos, porque son 4.080, el ca- capital extranjero.
pital de los extranjeros invertido en nego- El A 7 i u a r i o Financiero y de Sociedades
cios dentro de España. Anónimas de España, de D. Daniel P.íu,
Según este cálculo, ya ven los lectores los en su tercer año, que corresponde a 1918, y
centenares de millones de francos que anual- que es un tomo muy meritoiio, voluminoso
mente se llevan los capitalistas del ex- y repleto de estudios, aparece gran parte de
terior como intereses por sus capitales pres-, él dedicado a las Sociedades anónimas que
tados. laboran en la Península, sean nacionales
o extranjeras. Este libro refleja en cuidado-
¡Es una colosal suma uisuraria, que paga- sos resúmenes anuales lo que con más de-
mos a ingleses, franceses, belgas y otroiS
prestamistas exóticos! talles y periódicamente aparece en la ííe-
visla Nacional de Economía y la Revista d£
iíEVISXA TÉCNICA Dli I.A r.UAHDIA CIVIL 1031
Econonda y Hacienda; pulilicaciones que no más del 4 por 100 pertenece al grupo inde-
es necesario elogiar y que dirigen D. Emilio terminado Uamado de Sociedades vai'ias.
Ríu y D. Daniel Ríu. Según las regiones, predominan los nego-
Con sujeción, no a los 4.080 millones d,e cios.
M. JSfeymarok,- ni a los 3.703 miUones de Terminamos esta breve exposición con an-
M. Marvaud, sino solamente a los 1.277 mi- helos de que el Gobierno español acometa
Uones de la Dirección General del Timbre, pronto un trabajo estadístico e informativo
la distribución geográfica de estos capitales más detaUado y perfecto. Además, desea-
extranjeros da las siguientes cifras redon- mos que se establezca para todas las Com-
deadas:- pañías en España una inspección constanle
CastiUa la Nueva tiene 546 miUones de pe- del ministerio de Hacienda; que sean incom-
setas de capitales exóticos; Andalucía, 318; patibles con eUas en Consejos de Adminbj-
Cataluña, 236; las provincias vascongadas tración, gerencias, etc., así como eii las
y Navarra, 75; Levante (Valencia y Mur- asesorías jurídicas, los políticos militau-
cia), 43; CastiUa la Vieja y León, 25; Astu- tes o que lo hayan sido pocos años atiás,
rias y Galicia, 20; Canarias, 9; Aragón, 4; y que las Empresas publiquen quincenal-
Extremadura, 1.000.000 de pesetas escasa- mente en la Gacefa de Madrid los balances,
mente. . según modelos claros, científicos y detaUa-
Este es el reparto de las 1.277.137.399,80 dos. Es decir: aspiramos a lo que, hasta
pesetas en que la üireción del Timbre ha cierto punto, tienen legislado para las So-
podido valorar esos préstamos del exterior. ciedades de seguros. Esta última legislación
Cerca del 43 por 100 del total pertenece a nos pai-ece todavía mezquina ante la quB
Gastiha la Nueva, 25 a Andalucía, algo man debe pedirse a los Bancos y restantes Em-
del 18 a Cataluña y cerca del 6 por 100 a la presas de los países extranjeros que aqui
i'egión vasconavarra. operan, como dejamos mencionado.
Las Sociedadies inglesas que explotan nues- Cuando los cíipitalistas españoles tienen
tros negocios, con intereses muy crecidos, inmovilizados, y gran parte de eUos en ple-
absorben más de la mitad del "capital de na situación ímprodiuctiva, ceaitenares y aun
fuera de España. Frente a ese 54 por 100 miles de millones de pesetas, es absurdo de-
británico, los franceses han dado el 35 jar abandonado el campo de las luchas mer-
por 100; los belgas, el 4. Siguen, con propor- cantiles, industriales, agrícolas, bancaaáas,
ciones más modestas, las Compañías ameri- de transportes y demás a las gentes de más
canas del Norte y del Sur. Mucho después aUá del Pirineo y de nuestros mares, por-
' van en Espaiia las Empresas alemanas, ita- que, mercad' a esta apatía de nuestros abú-
lianas y portuguesas. licos compatriotas, nos Uevan aquéllos a la
Es curioso que el ministro de Hacienda mayor esclavitud y miseria económica y es-
tenga que declarar que cerca de 50 miUones piritual.
de pesitas pertenecen a valores de Socie- Con estas inopias y vergonzosas servidum-
dades del Extranjero que son desconocidas. bres vienen, corno complemento, los desas-
Realmente merecía explicar más las cau- tres patrióticos, los de biología nacional.
fias de esta ignorancia oflcial. Quienes pueden y deben resolver, que pres-
Las Sociedades mineras y metalúrgicas to lo hagan. Los instantes son trascendenta-
acaparan- el 58 por 100 del capital; las de les cuando las auroras rojas asoman en to-
gas y electricidad, el 16; las de ferrocarri*» das las latitudes. Los países conflados.y
les y tranvías, ol 10; las de aguas y de cré- propensos a no trabajar sufrirán la expia-
dito, el 4 cada una de estas agrupacio- ción debida.
nes; las de fabricación, el 3,30. Finalmente, Eduardo Navarro Salvador.
LA DEFENSA C O N T R A LA NAVAJAj
Leímos el otro día que, en no recordamos p<>r su propio impulso la navaja o esto-
ahora qué población, un matón de oficio, que. Es un movimiento-que-ofrece cierta
con la navaja empmlada, puso en un serio remota semejanza con la estocada en la es-
api'ieto a unos militares y paisanos que in- grima de florete, a lo cual debe precisa-
tentaban detenerlo. mente su nombre.
A propósito de la defensa contra la nava- Desde luego, esta defensa es imposible
ja, recordaremos que el abuso que de ella cuando el criminal empieza con un floreta-
hace en nuestro país cierta clase de gente, zo, es decir, cuando desde el primer mo-
ha hecho que esta arma, considerada por mento tira a dar en el p'edio. En este caso,
los extranjeros como adminículo indispen- el asaltado debe levantar bruscamente el
sable para todo buen español, haya venido brazo izquierdo y desviar con él el brazo
a" ser despreciada y abon-ecida por todo armado del asaltante, mientras con la otra
aquel que se precia de educado. Hay que mano procurará herirle en el vientre. Am-
convenir, sin embargo, en que muchos de bos movimientos deben ser simultáneos;
los crímenes de la navaja se deben a que su cuando se trata de defenderse de un vir-
manejo es hoy privilegio de los que hacen tuoso de la navaja hay que procurar, no
mal uso de ella. Si los secretos de su esgri- sólo evitar sus golpes, sino inutiüzaa'le
ma fuesen más conocidos, matones y bara- cuanto antes. Téngase presente que al cri-
teros se pararían a pensarlo un poco antes minal hay que combatirle como a una fiera.
de; cometer una de sus hazañas. Algunos matones son aficionados a dar
Lo que realmente interesa al hombre hon- sus golpes por medio de un movimiento es-
rado no es, claro está, el verdadero asalto pecial, llamado molinete, que consiste en
a navaja, sino el modo de defenderse, en levantar dei suelo un pie, girar sobre el
cdso de ser asaltado. Ante todo, hay que otro con mucha velocidad, y, parando de
distinguir dos casos: que el atacado lleve pronto, estirar el brazo armado y dar un
consigo navp(ja,, estoque o cualquier otra floretazo. Contra este golpe, y en general
arma punzante, o que vaya desarmado, lle- contra todos los dirigidos al pecho, la me-
vando todo lo más un bastón. jor defensa consiste en dejarse caer al sue-
Concretémonos por ahora al primar caso. lo sobre una rodilla, bajar la cabeza y ten-
En él las defensas tendrán que ser diferen- der hacia delante el brazo armado para que
tes, según como ataque el asaltante. el asaltante se clave el arma en el vientre.
Un guapo que por rivalidades del oficio No hay que decir que todos estos movi-
o por otra cuestión cualquiera riñe con un mientos de defensa deben ser rapidísimos.
igual, podrá contentarse con hacerle un ja- Otra recomendación que debe tenerse pre-
beque, es decir, un corte en la cara, que sente es la de no hacer caso de ninguna ad-
deshonrará al vencido para toda la vida a vertencia o súplica que pueda hacer el cri-
los ojos de la gente maleante; pero el que minal. Hay matones que, al ver que el asal-
emplea la navaja con propósitos criminales tado se defiende, le advierten: "¡Cuidado,
preñeire tirar un viaje o dar un -jloretazo, que se cae usted!», o bien le gritan que se
términos con que se designan, respectiva- aproxima la policía, con el ñn de distraerle
mente, los golpes en el vientre y en el pe- jx-dar más sobre seguro.
cho. El buen tirador de navaja se pone siem- Vamos ahora a exponer los diferentes me-
pre dg frente al atacado, y no de lado, como dios de defensa a que puede recurrir el
el esgrimista de florete o de sable. Esto le iionrado transeúnte que, yendo desprovisto
facilita el cambiar el anna de mano con de armas, se ve atacado por un criminal o
gran rapidez; pero facilita también la de- un borracho navaja en mano. Aunque dis-
fensa al que está iniciado en ella. te mucho de estar tan popularizada en nues-
Supongamos prímero que el criminal in- tro país como se cree al otro lado de los
tenta un viaje y que el asaltado ha tenido Pirineos, la navaja sigue siendo, por des-
tiempo para sacar un arma blanca cual- gracia, el arma clásica de la gente malean-
quiera. Este debe, en tal caso, evitar el gol- te, y arma de temer, especialmente en las
pe con un floretazo, retirando el vientre ha- noches de imñerno y cuando se vive en ba-
cía atrás, echando adelante el pecho y ten- rrios un tanto extraviados.
diendo horizontalmente el brazo armado, de Lo primero que hace falta paira defen-
modo que el qae ataca venga a clavarse derse de un ataque con navaja es mucha
REVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVIL 105 i
sangre fría. Por lo demás, las tretas que Pudiera también darse el caso de que la
ileben emplearse son tan sencillas que pa- persona que se ve asaltada no llevase bas-
rece deben ocuxrírsele a cualquiera; pero, tón. Ello no es conveniente, ni mucho me-
lejos de esto, lo general es que el que se nos, cuando se sale a horas y por sitios
ve atacado haga precisamente lo contrario poco seguros; pero repetimos que puede su-
de lo que debe hacer. ceder. En tal caso, teniendo un poco de
Supongamos, por ejemplo, que el asalta- serenidad, aun queda un recurso, al cual
do lleva bastón. Aunque le sobre valor para apelan a veces los guapos de profesión cuan-
defenderse, lo primero que hará, instinti- do, con navaja y todo, se ven comprome-
vamente, será levantar el palo para descar- tidos.
garlo sobre la cabeza del atracador o del
Consiste el tal recurso, que bien puede lla-
l)orracho. Esto es lo más natural; pero no
marse desesperado, en tirarse al suelo a los
sirve para nada, porque da tiempo a que
pies mismos del que ataca, y con la mayor
el de la navaja, mientras se desvía a un
lado y, se ¡libra del golpe, haga tiso del fuerza posible asestarle con ed tacón del
arma. Mucho mejor es descargar un bas- pie derecho un golpe en el bajo vientre. Por
tonazo, con la mayor rapidez posible, en. regla general, este procedimiento basta para
la mano que coge la navaja. Raro será que hacer soltar la navaja al adversario, y aun
al golpe no caiga ésta al suelo, y entonces se han conocido casos en que un golpe de
es cuando puede apelarse al palo en la ca- estos, bien aplicado, ha privado a un hom-
beza, el cual, dicho sea de paso, mejor que bre forzudo del conocimiento para unas
de arriba abajo, debe darse horizontal- cuantas horas.
mente, como si se fuese a decapitar al ene- Otro medio de defensa, que en ocasiones
migo de un saiblazo. da muy buen resultado y que no exige el
Si el de la navaja tira a dar \ m floreta- tener que echarse al suelo, consiste en dar
zo, es decir, un golpe en el pecho, puede una patada al asaltante en la mano con
desviársele la mano dándole sobre ésta un que sostiene la navaja. En una riira entre
bastonazo. Para esto se necesita, sin em- dos matones, de los cuales sólo uno tenía
bargo, una destreza que no a todos es dado navaja, se ha visto al que estaba desarma-
poseer. do emplear este procedimiento, obligar asi
Para todos estos medios de defensa sir\-e a su adversario a soltar el arma y, apo-
cualquier bastón, con tal que no sea de los derándose de ella, hacerse dueño de la si-
que se rompen al primer golpe. Los mis- tuación. Sin embargo, es un sistema que no
mos resultados se obtienen con un palasan debe recomendarse sino a aquellos que es-
de los más gordos que con un bastonciUo tén dotados de una agilidad maravillosa y
flexible de esos que s,e dfíen al pegar. Sin de extraordinaria sangi-a iría, pues, como
embargo, el bastón grueso y fuerte es prefe- exige aproximarse mucho al que ataca, en
i'ible. En el momento mismo en que el asal- caso de que falle la patada queda uno ex-
^tante avanza, sea para dar en el pecho o puesto a un golpe seguro.
en el vientre, se tiende bruscamente el bra- No es necesario advertir que estos últi-
zo hacia adelante, con el bastón horizontal mos modos de defenderse son también muy
y bastante alto, de modo que aquél recibe útiles cuando, llevando navaja o bastón,'
necesariamente un golpe violento en medio queda uno desarmado por cualquier treta
de la cara. de su adversario. '
LA DISCIPLINA Y LA JUSTICIA
l'no de los problemas morales de la Jus- confianza en los abogados defensores de -stí
ticia militar es el de la eficacia de la de- regimiento puede encargar de sus intereses
fensa. ¿Es posible—nos preguntamos—que a la persona que mejor le convenga. No se
un oficial designado de oficio tome su mi-' requiere ningtin título para ser defensor,
sión tan en serio que, olvidándose de que y Planhol nos habla, no sin cierta ironía,
los juecesi ante los cuales se presenta, son de un gendarme iletrado que, gracias a su
sus superiores, les dispute, palmo a palmo, elocuencia natural, llegó a crearse.una ver-
el terreno de la lucha jurídica?... ¿Qué ali- dadera fama como defensor.
ciente puede, por otra parte, sentir el de-
fensor militar? Material, ninguno, puesto «Mí coronel—decía siempre—, yo conozco
que está establecido que el abogado de ofi- a los criminales; yo estoy acostumbi-ado a
cio no cobre nada. Moral, tampoco, puesto tratar con crimínales; yo no me dejo enga-
que las audiencias se celebran a puertas ce- ñar por ningtin criminal... Pues bien; este
rradas. Es un ministerio pues el que ejer- hombre no es un criminal... No hay mas qne
ce quien se encarga de los intereses de un verlo, no hay mas que oirlo, no hay nías
acusado en el Ejército. Y en ciertos paí- que examinar su existencia, para compren-
ses, donde la disciplina y la jerarquía se der que si ha delinquido es en un momento
sobreponen a la idea del derecho, es un mi- de locura... ¡Ved sus lágrimas de arrepen-
nisterio peligroso. ¿Os figuráis, por ejem- timiento!...»'
plo, a tm teniente prusiano designado para El buen gendarme decía siempre io mis-
defender a un soldado y teniendo que con- mo. El Tribunal, cansado de oírlo, sonreía.
tradecir a un fiscal con galones de coman- Pero el acusado acababa por llorar, y sus
dante? En Francia el reo puede escoger a lágrimas conmovían a todo el mundo.
su abogado fuera de las listas de detenso- Un abogado nos refería poco ha, eu casa
res de oficio. Si no lo hace, en general, es de Maeterlinck, un caso extraordinario de
porque sabe que no hay-ni grados, ni galo- abnegación femenina:
nes, ni prestigios capaces de intimidar al Celoso de su querida, un sargento corso
hombre encargado de salvar a un inocente habíala sorprendido una tarde en cbmpa-
o de disculpar a un culpable. i"iía do un amigo suyo. Para castigarla, y ,
<íPuedo afirmar—dice un abogado—que sobre todo, para desfigurarla, le había cor-
'jamás he tenido queja de la justicia itiili- tado la nariz. Ante el Consejo de guerra
tar y que nunca un presidente de Consejo negó su crimen, diciendo: «No he sido yo;
de guerra me ha cortado la palabra o se yo no soy capaz de un acto tan odioso.»
ha opuesto a la audición de mi testigo, como Todo el mundo, sin embargo, sabía la ver- i
suelen hacerlo los presidentes de las .au- dad de la historia. Dos testigos declararon j
diencias ordinarias. Con jni uniforme de que habían presenciado la escena. El Tribu- \
simple soldado he entablado debates rudos nal hizo, al fin, comparecer a la víctima, •»
contra los capitanes relatores, y más dq una que hasta entonces, a causa de su esílado,
vez los he obligado a callar o a reconocer no había podido salir del hospital.
sus errores; lo que digo de mí puedo decir- —¿Reconoce usted a este hombre?—pre-
lo de todos mis colegas.» guntóle el fiscal.
El mecanismo do estos Tribunales do cam- —Sí, señor; lo i-econozco; es mi amigo.
paña es de una gran sencillez. Como jefe —¿Es el mismo que le, cortó a usted la
supremo de sector, el general de la división nariz?
recibe las denuncias y las quejas de las di- —No, señor; no... La nariz me la corlé yo
versas compañías y las commitca al comi- misma...
íiario relator para que instruya la sumarta. Y por más que los jueces hicieron, no
En caso de delito probado, el comisario re- hubo medio de que aquella mujer consintie-
lator, que ejerce las funciones de juez ins- ra en confesar la verdad. Diez, veinte ve-
nuctor y de fiscal, sostiene ante el Consejo ces juró que era ella, y nadie mas que ella,
permanente la acusación. Este comisario es
la que, en un momento de locura, se halna
siempre un magistrado de carrera. Los cin-
cortado la nariz.
co jueces, que no forman sino un Jurado,
un Tribunal de conciencia, son: un coronel, El abogado que nos cuenta esta aventura
un comandante, un capitán, un teniente y termina diciendo:
un sargento. Cuando e.l acusado no tiene —Era absurdo aceptar la tesis de la ino-
cencia... Pero ¿qué iban a hacer los jue-
tíEVlSTA TÉCNICA Dli LA GUARDIA CIVIL 107
ees?... Mostrarse más severos que la vícti- tuna, en Francia los oflciales piensan de
ma hubiera sido contrario a la justicia. Por otro modo y sienten con más humanidad.
piedad hacia la mujer, el Consejo absolvió En las 200 causas analizadas por Planlaol
al sargento. Uno de los más nobles princi- sólo dos veces las condenas a muerte fue-
pios de la justicia marcial consiste en pre- ron ejecutadas.
ferir caer en el error, perdonando a rm cul- «Lo impoitante—agrega este escritor—es
pable, que condenando a un inocente... , que el mecanismo exista y que se sepa que,
•Es cierto. Todas las crónicas de las au- en casos de urgencia,. sus ruedas se mue-
diencias de guerra reunidas por Rene do ven con un rigor y una rapidez extraordi-
Planhol demuestran el mismo escrúpulo, la narios. El miedo quedos Consejos de gue-
misma incertidumbre ante los casos difíci-
rra inspiran es muy necesario. El honor,
les; el mismo deseo de no negar a la defen-
el patriotismo, el sentimiento del deber, la
sa ninguno de los medios de acción que
\ pueden serle útiles. religión; todo eso existe, sin duda, aias con-
tar con ello para mantener la disciplina en
La severidad del Código militar, que no una masa de varios millones sería una lo-
conoce sino penas graves y a veces excesi- cura. La bestia humana necesita el temor
•vas, impone a los que tienen el deber de apli- para no desencadenarse. Así como no exis-
car sus reglas un sentido muy fino de los te la moral sin sanción, no existe tampoco
matices. Que en la jurisprudencia de tiem- el orden sin el castigo. Toda la eficacia del
pos normales un juez no pierda el sueilo Ejército leposa en el funcionamiento de los^.
después de haber impuesto algunas- multas Consejos de guerra y en el terror que ins-
o algunas semanas de detención, se íxim- piran.»'
prende. Poro cuando se trata de sentencias Que este terror exiete es indudable. Los
de las cuales depende la honra y la vida, hombres que exponen todos los dias su vida-
es preciso tener un alma de acero para pro- sin la menor emoción, ante la perspectiva
nunciarlas, si existe siquiera una sombra de una sentencia de la corte marcial, tiem-\
de duda. Ya sé que ciertos jefes del Ejérci- blan.' ¿Por qué, puesto que no hay jueces
to ponen por encima de todo la necesidad más clementes que los militares? Esta pre-
de conservar, gracias a los ejemplos crue-
gunta, que acudió a mi mente al comenzar
les, la disciplina.
a leer la obra de Planhol, vuelve ahora,
«Es preferible cometer una injusticia que termino mi lectura, a preocuparme. ¿Por
—dice Goethe—que dejar peligrar el orden.» qué tal miedo ante la más svrave y la más
Con teorías así se llega a excusar los crí- humana de las justicias?... Nadie logra ex-
iií^enes cometidos en Bélgica, donde los al- plicárselo, y menos que nadie los abogados
caldes eran condenados a muerte por deli- defensores, que saben por las estadíslicni^
tos imaginarios, con el solo objeto de ate- cuan platónica es en el fondo la dureza
rrorizar a las poblaciones y de evitar las implacable de la Temis guerrera.
dificultades de las requisas. Pero, por for- E. Gómez Carrillo.
Cuando se habla de que los guardias de Es el caso que la policía londinense ave-
Seguridad debieran recibir cierta educá- riguó que en cierto club se jugaba a jue-
^'ón, aun en cosas ajenas a sus servicios, gos prohibidos, e inmediatamente, a las al-
•^ay quien lo toma a risa. Léase lo que ha tas horas de la noche, unos cuantos poU-
ocurrido en un barrio del Norte de Londres, cemcn se encaminaron al local. Lo primero
V se verá sí no es conveniente que cada que encontraron al entrar en el primer piso
^pnte de pollera sea tma especie de enci- fué um cabaUoro que tocaba tranquilamente
el piano. Fué detenido, y los agentes se dis-
^'oiPedía con uniforme.
i!2;
REVISTA TÉCNICA DE LA GUARDIA CIVIL
SEIS MIL FRANCOS POR EL ALQUILER BE ÜM VENTANA U N BUEN SISTEMA PARA ROBAR
CLASES DE T R O P A
Este Félix García Rico Sur. Lérida... Pedro Tomás Burguera Baleares.
Álava...
Lérida... Antonio Hernández Martín.. Sur. Oeste.... Andrés Guerao Cánovas— Málaga.
José Aguilar Guilló Alicante.
Tarrag. Alicante.
Léridl. . Antonio López Velasco Caballería.
Pablo Amat Verdú Alicante.
Sur Murcia. GUARDIAS SEGUNDOS -
, Navarra.. Pedro Turpin Pérez
Francisco Sola González Murcia. C.2 14.0 t. Salvador Serrano Buendia.. Madrid.
Canarias. Juan Sánchez Vergara Málaga. C.^* 21.0 t. José Mata Tejón
Sevilla... Sevilla.
Juan Antequera Estévez Málaga. C.^ 21.0 t. Manuel Espinosa del Pino... Sevilla.
Barcelona Rafael Toro Mata Málaga. C.a 5.0 t.. Pedro Benítez Rebollo
Cádiz.... Sevilla.
Gabriel López Amate Almeria. C.a 21.0 t. Francisco Núñez Vigara.. Córdoba.
Gerona.. Juan Murcia Márquez Almería. C.a 21.0 t. Antonio Camacho Cabezas. C.a 5.01.
Barcelona Ángel Navarro Reina Almeria. C.a 21.0 t. Antonio Alcalde Navarro... C.a 5.°t.
Lérida... Tomás Ruiz Fernández (1.°). Lérida. C.a 21.° t Salvador Ribes Benajes C.a 5.01.
Guipúzc. José Linares Almagro Cádiz. C.a 21.° t. Quintín López Mota
C.a 21.0 t. C.a 5.0 t.
Málaga.. Cayetano Vega Rivero Cádiz. Pedro González López (6.°) c.a 5.0 t.
Sevilla... Rodrigo Báez Podadera Cádiz. C.a 21.0 t.
C.a 14.0 t.
Fernando Sánchez García... C.a 5.0 t.
Oeste.... Antonio Guzmán Gutiérrez. Cádiz. Leoncio Hernando MartíneZi Coruña.
HuelVa... Eduardo Torres Shakery C.a 21.0 t.
Cádiz. José Pérez Gigán Coruña.
Cád.-Afr. C.a 21.0 t.
Juan Vadillo Cano Cád.-Afr. Alejandro Barroso Gil , Zaragoza.
Cád.-Afr. José Guzmán Borrego (2.°).. Huelva. Córdoba.. Miguel Bernal Sancho
Huesca .. Zaragoza.
Antonio Regalado Márquez Huelva. Coruña.. Casto Royo Rey Badajoz.
Barcelona Lorenzo Gómez Benítez.... Huelva. C.a 21.0 t. Domitilo Pampliega García. Burgos.
Oviedo .. Ricardo García (2.°) Zamora. Coruña José Herrera Herrera
Oeste.... Burgos.
Julián Núñez Rodríguez Zamora. 21.0 t. Eduardo Rodríguez Navarra.
Vizcaya.. Alejandro Moreno Gallo.... Logroño. C.a 21.0 t. Anselmo Catalán Herruz
Burgos... Ignacio del Rio Palenzuela.. Este. Navarra.
C.a 21.0 t. José Ajero Martínez Navarra.
Canarias. Alberto Castillejo Muelas... Guadalaj, C.a 21.0 t. Mariano González Carmona Málaga.
Huesca... Eusebio Poves Mateo , Guadalaj, C.a 5.0 i . Francisco Ortigosa Cárceles Cád.-Afr.
Navarra.. José Garzarán Gálvez Teruel. c.a 5.0 t.
Lérida... Lucio Aivarez Ramos ^ Cád-Afr.
Juan Carod Gómez Teruel. Navarra.. José Marcos Iglesias : Salaman.
Santand.. Serafín Nuez Martín Teruel. Navarra..
Lérida... Florentino Martín Benito... Salaman.
Francisco Navarro Fornás... Teruel. Zaragoza. Miguel Rey González
• Gerona.. José Guasch Mari Logroño.
Baleares. Guadalaj. Andrés Lahera Galicia 21.° t.
Gerona.. Antonio Campins Morey Baleares. Zaragoza. Nicolás Pía Argudo Guadalaj.
Comandan- Comandan-
Comandan- cias a que se Comandan-I
les concede cias a que se
cias en que 'cias e n q u e les concede
NOMBRES prestan sus dereclio a NOMBRES derecho a
pasar o re-| prestan sus pasar o re-
servicios. nunciar. servicios. nunciar.
VINO D E P E P T Q N A ORTEGA
Para convalecientes y personas débiles es el mejor tónico y nutritivo.
Inapetencia, malas digestiones, anemia, tisis, raquitismo, etc.
Los anémicos deben emplear el vino ferruginoso, que tiene las pro-
piedades del anterior, más lo reconstituyente del hierro.
Primera y única fabricación en grande escala de ¡as peptonas y sus
preparados por medio del vapor y con todos los aparatos más modernos-
Medalla de oro en el IX Congreso internacional de Higiene y en las Expo-
siciones universales de Bruselas, 1910, y Buenos Aires, 1910.
Faraiacia: calle del León, n ú m e r o 13.
ORTEGA Laboratorio-Fábrica; Pte. de Vallecas., MADRID