La carta es de Dios, quien cuenta cómo en el principio la Tierra estaba sola y triste, así que decidió hacerle un gran regalo llenando una caja con el Sol, el agua, plantas, flores, árboles y animales para alegrar la Tierra. Ahora Dios envía esa caja de regalos cada año a todas las personas y niños para que jueguen con ellos, pero los cuiden con cariño.
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La carta es de Dios, quien cuenta cómo en el principio la Tierra estaba sola y triste, así que decidió hacerle un gran regalo llenando una caja con el Sol, el agua, plantas, flores, árboles y animales para alegrar la Tierra. Ahora Dios envía esa caja de regalos cada año a todas las personas y niños para que jueguen con ellos, pero los cuiden con cariño.
La carta es de Dios, quien cuenta cómo en el principio la Tierra estaba sola y triste, así que decidió hacerle un gran regalo llenando una caja con el Sol, el agua, plantas, flores, árboles y animales para alegrar la Tierra. Ahora Dios envía esa caja de regalos cada año a todas las personas y niños para que jueguen con ellos, pero los cuiden con cariño.
La carta es de Dios, quien cuenta cómo en el principio la Tierra estaba sola y triste, así que decidió hacerle un gran regalo llenando una caja con el Sol, el agua, plantas, flores, árboles y animales para alegrar la Tierra. Ahora Dios envía esa caja de regalos cada año a todas las personas y niños para que jueguen con ellos, pero los cuiden con cariño.
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Leer la carta:
“Queridos amigos. Hace mucho tiempo, la tierra y el mundo
estaban muy solos. No había nada de luz, todo estaba triste y silencioso, como cuando ustedes están solos en casa. Entonces se me ocurrió una idea estupenda: dar una gran sorpresa a la tierra, ¡hacerle un regalo!, algo que ella jamás hubiera podido soñar. Preparé una caja muy grande, la pinté de colores: rojo, verde, azul. Metí en ella un sol muy redondo y amarillo, lleno de rayos muy brillantes, con su cara sonriente dando calor y luz a todos. Luego cogí con mis manos el agua refrescante y deliciosa y también la metí en mi caja de regalos. Después se me ocurrió otra cosa más, me inventé muchas plantas, muchas flores, muchos árboles y los fui preparando para el gran regalo que iba a hacer a la tierra. Cuando estaba a punto de cerrar la caja-sorpresa, ¿A qué no sabes qué se me ocurrió? .Pensé en todos. Los animalitos que a la tierra le gustaría tener y, antes de pensarlo dos veces, ya estaban en la caja-regalos. Sólo me quedaba cerrar bien, luego le puse un lazo grande de colores y la mandé a la tierra. Cada año se la envío a todas las personas, a todos los niños. Este año he pensado mucho en ustedes y... aquí tienen mi caja y mis regalos. Espero que les guste mucho, pueden jugar con todos ellos, pero cuídenlos con cariño, no dejen que se malogra ninguno de mis regalos. Un beso y un abrazo muy fuerte. ATTE, DIOS.