Cometas y Asteroides
Cometas y Asteroides
Cometas y Asteroides
Aprendizaje esperado: Describe algunos avances en el estudio de las características y la composición del
universo (estrellas, galaxias y otros sistemas).
¿Qué hacemos?
Inicia con las siguientes preguntas:
Mirar el cielo nocturno es algo que los humanos han hecho siempre, y estas observaciones nos ha llevado
a cuestionarnos varios aspectos sobre la naturaleza de los fenómenos que ocurren fuera de nuestro planeta.
Existe uno muy famoso, el cometa Halley. Recibe el nombre del astrónomo británico Edmund Halley, que
en 1705 calculó el periodo de su órbita. Este cometa tarda un promedio de 75 años en completar su órbita
alrededor del sol, y se tiene registro de observaciones desde la Tierra que datan del año 239 antes de
nuestra era.
En el pasado lejano los cometas hacían que la gente se sintiera intimidada e inquieta. Eran considerados
estrellas con cabello largo que aparecían en el cielo de forma imprevista. Para algunos observadores de la
edad media, un cometa alargado parecía una espada ardiente que atravesaba el cielo nocturno y eso
causaba miedo.
Los cometas están conformados por pequeñas partes congeladas llamadas núcleo, que usualmente miden
algunos kilómetros. También contienen trozos de hielo y gases congelados con rocas y polvos incrustados.
Los cometas son objetos que tienen unas trayectorias elípticas muy grandes. Estas trayectorias están
regidas principalmente por las fuerzas gravitacionales que ejercen tanto el sol, como júpiter.
Algo que debes saber, es que existe una franja de cuerpos congelados más allá de Neptuno, llamada
cinturón de Kuiper. El cinturón de Kuiper se encuentra en la zona más externa del sistema solar.
Los objetos que se encuentran en el cinturón de Kuiper algunas veces son atraídos por la gravedad del sol,
recorriendo orbitas donde les lleva menos de 200 años terminar su vuelta alrededor de la estrella, y se les
conoce como cometas de periodo corto.
También existen los cometas de periodos largos, que son menos predecibles. Muchos de ellos provienen
de una región llamada nube de Oort. La nube de Oort envuelve nuestro sistema solar como si se tratara de
una cáscara. Se encuentra casi a un año luz de distancia del Sol y está formada por millones de cuerpos
helados. Recibe su nombre en honor al astrónomo neerlandés Jan Hendrik Oort, quien teorizó sobre su
existencia.
Al estar tan alejados del sol, los cuerpos que orbitan en estas zonas pueden conservar elementos volátiles
congelados, como agua, dióxido de carbono, amoníaco y metano, así como elementos orgánicos. Se piensa
que los cometas contienen información importante acerca de la formación de nuestro sistema solar.
Se encontró también que el cometa 67P no poseía un campo magnético propio. Pero quizá el
descubrimiento más importante fue que en el cometa se encontraron algunas sustancias consideradas como
primordiales para el origen de la vida en la Tierra. Se lograron identificar restos del aminoácido glicina, y
de fósforo que es esencial para el ADN y las membranas celulares.
Otro tipo de cuerpo celeste que también contiene mucha información son los asteroides. Los asteroides
son una serie de objetos con composición rocosa o metálica. Al igual que los cometas, los asteroides
también orbitan alrededor del Sol. Pero en este caso, la mayoría lo hace en el cinturón de asteroides,
situado entre Marte y Júpiter. El cinturón de asteroides empieza aproximadamente a 2 unidades
astronómicas y se extiende hasta un radio de 4 unidades astronómicas.
Hay una hipótesis que sostiene que los asteroides son restos de la nube de gas y de polvo que se condensó
hace unos 4,600 millones de años, cuando se empezó a formar nuestro sistema solar. Parte de la materia
derivada de esa nube se agrupó en el centro y formó un núcleo que dio origen al Sol.
El resto de la materia, que giraba alrededor del nuevo núcleo, formó pedazos de diferentes tamaños
conformando a los planetas y sus satélites. Los asteroides provienen de parte de esa materia que no se
incorporó al Sol ni a los planetas del Sistema Solar. Se piensa que esto se debió a la interacción
gravitacional que ejerce Júpiter.
Como se mencionó, si bien casi todos los asteroides se encuentran contenidos dentro del cinturón de
asteroides, existen otros que orbitan fuera de él. Se conocen con el nombre de asteroides troyanos, a un
grupo de objetos que comparten órbita con algún planeta.
El planeta que más asteroides tiene compartiendo su órbita es Júpiter, esto se debe a su gran atracción
gravitacional. Sin embargo, también se han observado asteroides troyanos en las órbitas de Venus, Marte,
Urano y Neptuno.
Se sabe que nuestro planeta comparte órbita con al menos un asteroide, puede ser que existan más
troyanos de la Tierra, pero al compartir la misma trayectoria es muy difícil su observación.
En la siguiente imagen, puedes observar la trayectoria que sigue este asteroide, llamado 2010 TK7,
mientras se desplaza en la misma órbita de nuestro planeta alrededor del sol.
Por otro lado, se les llama asteroides centauros a aquellos que se mueven en una trayectoria ubicada entre
las órbitas de dos planetas. Este tipo de asteroide se puede observar entre las órbitas de los planetas
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En la siguiente imagen, puedes observar las posiciones de los objetos
conocidos hasta ahora.
En el centro, de color amarillo está representado el Sol. Mientras que en color rojo se encuentran los
planetas externos, es decir, Júpiter Saturno, Urano y Neptuno.
En gris se encuentran los troyanos de Júpiter, y en color verde se observa a los asteroides centauros que
siguen trayectorias que se encuentran entre las órbitas de los planetas externos.
Los puntos azules más lejanos representan a los objetos que conforman el cinturón de Kuiper. Las
unidades que se muestran en los ejes corresponden a unidades astronómicas.
Los asteroides tienen una fuerza gravitacional muy débil, que no les permite alcanzar una forma
completamente esférica. No tienen atmósfera y algunos poseen al menos un satélite. Su diámetro puede
variar desde los 50 metros, hasta los 900 kilómetros.
Están compuestos de metales como el níquel y el hierro, por rocas compuestas de arcilla y de silicatos, los
más cercanos al sol están constituidos casi totalmente por carbono.
Tanto los asteroides como los cometas pueden interactuar e incluso colisionar con otros cuerpos celestes.
Por ejemplo, en el año 1994 se pudo observar como el cometa Shoemaker-Levi colisionó con Júpiter.
Debido a la fuerza gravitacional del planeta, el cometa se rompió en 26 fragmentos, que impactaron en la
superficie de Júpiter.
Este evento recalcó la gran importancia que tiene ese planeta para evitar que objetos como estos puedan
llegar a impactar a los planetas internos del sistema solar, entre ellos la Tierra.
Durante su recorrido, existe la posibilidad de que pequeños fragmentos de cometas o asteroides se
desprendan. A los objetos que se encuentran en el intervalo comprendido entre los 50 metros y un
milímetro de longitud se les llama meteoroides. Algunos se han visto capturados por la gravedad de
nuestro planeta.
Cuando un objeto proveniente del exterior del planeta Tierra atraviesa la atmósfera, su fricción genera
altas temperaturas y provoca un desgaste. Al desintegrarse estas rocas, aunque sea parcialmente, generan
una estela luminosa conocida como meteoro. Son lo que coloquialmente se conoce como estrellas fugaces.
Si el meteoro no se desintegra por completo al entrar en la atmósfera de la Tierra, y una parte logra llegar
a la superficie, este trozo de material recibe el nombre de meteorito
Las similitudes de los cometas y los asteroides son, por mencionar algunas, que ambos son cuerpos
celestes, compuestos de roca, hielo, polvo y una serie de gases; y están relacionados con la formación del
sistema solar.
Sus dimensiones oscilan entre los 50 metros y los 900 kilómetros. Suelen orbitar a gran distancia de la
Tierra, pero se pueden ver desde ella cuando están cerca de nuestro planeta o cuando entran en su
atmósfera en forma de meteoro.
Los cometas son objetos principalmente conformados por hielo y tienen periodos de traslación alrededor
del sol mayores a los de los asteroides. Los cometas provienen de dos regiones que se encuentran al límite
exterior del sistema solar, el cinturón de Kuiper y la nube de Oort.
Mientras que la mayoría de los asteroides se encuentran en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter.
Cuando se acercan al sol, algunos de sus componentes se subliman, lo que genera una cauda o cola.
Los cometas pueden ser observados aunque se encuentren relativamente lejos de la Tierra, mientras que
los asteroides solo se observan si están cerca.
El Reto de Hoy:
Para concluir, anota y responde las siguientes preguntas: