Bendición Del Shabat en La Familia

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BENDICIÓN DEL SHABAT EN LA FAMILIA ex.

31:12
Introducción:

Comenzar con las 3 bendiciones que tenemos en shabat:

1- El portal que conecta la tierra con el cielo por donde recibimos un conocimiento
especial para interpretar la torah con mayor facilidad.
2- La visita de los ángeles que recibimos en nuestra casa.
3- Dios bendijo el shabat? En shabat la persona recibe una especial fuerza
procreadora.

Una de las más grandes aportaciones y bendiciones que Hashem trajo al mundo fue el
concepto de tener un día de descanso a la semana. La trascendencia de esto es tan grande
que en la actualidad prácticamente toda las culturas han implementado en sus leyes
laborales días de descanso obligatorio. Si se habla con un rabino, sin duda dirá que el
shabbat es uno de los elementos centrales de la fe judía.

El descansar un día a la semana tiene muchos beneficios para el ser humano. Ayuda a que
los días laborales sean más productivos, permite recuperarse del cansancio acumulado así
como un disfrute que no se puede obtener en la tarde de un día de trabajo. Ayuda a la
convivencia familiar y con los amigos, y permite un espacio de reflexión donde las
personas pueden poner las cosas en perspectiva y tomar mejores decisiones de largo y corto
plazo.

Es por eso que el hogar judío ha sido visto, a lo largo de la historia, como objeto de
admiración por su belleza y espiritualidad; por su influencia, que ennoblece los
componentes de la familia y a toda la colectividad.

Aunque cada familia es como un mundo distinto, un mundo en el que rigen leyes
especiales, características y en cierta manera muy propia, la familia es el mundo de la
protección mutua, del amor y del cariño verdadero.

En el Judaísmo la familia ha sido siempre una institución de carácter muy importante. Cecil
Roth, historiador contemporáneo, afirma: “El Judaísmo –en contraste con el
Cristianismo– es la religión del hogar y no del templo”.

Para los judíos el hogar ha sido siempre un santuario, donde se observa y practica la
tradición y al que regresan los miembros de la familia después de su actividad diaria, para
reanimarse y renovar fuerzas con el fin de continuar la lucha por la vida; donde los padres
educan a sus hijos para ser buenas personas y buenos creyentes.

El Shabat, las festividades, las leyes la torah y todo el marco de la vida judía han
encontrado siempre su baluarte en el hogar. El ritual del shabat intenta santificar todas las
actividades hogareñas, y convierte la morada más humilde en un santuario de Dios. El amor
y la lealtad ligan a marido y mujer con lazos virtualmente indisolubles. Los hijos,
receptores de afecto y abnegación sin límites, aprenden a demostrar amor y respeto hacia
sus padres.

Shabat es un momento para reconectarte con tu familia y amigos, un tiempo para traer
santidad y paz a nuestra vida. Pero el secreto verdadero de Shabat es que puedes trasladar y
aplicar sus regalos al resto de la semana. Presento aquí seis enseñanzas de Shabat que
tienen el poder de transformar nuestra semana:

1. Primero lo primero. Shabat nos recuerda lo más importante de nuestra vida: pasar tiempo
con la familia, brindarles atención a nuestros hijos, hablar con nuestra pareja, reconectarnos
con Dios.

2. Eleva lo físico. Cuando decimos kidush en la noche del viernes santificamos el tiempo,
aprendemos a elevar el mundo físico y a reconocer lo infinito dentro de lo finito. Podemos
utilizar los recursos naturales que recibimos cada día para penetrar más allá de la superficie
y revelar la profundidad y el significado del mundo.

3. Comparte con los demás. Shabat es un regalo que extendemos a los demás, invitándolos
a comer con nosotros y compartiendo la preciosa paz y calidez del día. Podemos continuar
haciéndolo toda la semana, compartiendo la sabiduría que aprendimos, extendiendo una
mano a alguien en necesidad, ofreciendo un oído atento y teniendo el coraje para ser el
primero en sonreír.

4. Vive en el presente. Shabat nos da una oportunidad única para dejar nuestros teléfonos
de lado y eliminar las distracciones y ruidos que nos asedian toda la semana. Nos da la
oportunidad para estar presentes, para dar un paso atrás y pensar en lo que realmente
queremos en la vida. Podemos aprender a hacerlo todos los días, podemos tomar un
momento para estar presentes y pensar en la razón de nuestra vida, eliminar el ruido y
escuchar a nuestro corazón, y sobre todo escuchar a nuestra familia.

5. Gratitud. Shabat nos enseña a ser agradecidos por la creación del mundo, por los
miembros de nuestra familia, por los amigos con quienes compartimos las comidas y por
las bendiciones que tenemos en la vida. Traslada esta gratitud a la semana y aprecia que
Dios no sólo nos dio vida, sino que continúa dándonosla cada día. Enfócate en toda la
bondad. Contempla el amanecer. Aprende a ver las bendiciones todos los días.

6. Estudio. Shabat nos da tiempo para estudiar y buscar respuestas, para apreciar la
sabiduría de la Torá y la forma en que da dirección y sentido a nuestra vida.

A través de la historia, el sábado ha sido considerado el eje de la vida familiar por


excelencia: “Entre Mí y los hijos de Israel será señal eterna” (Shemot, 31:17).
Desde los tiempos bíblicos hasta nuestros días, el sábado es observado como un día de
descanso dedicado a cultivar el espíritu y el sentimiento familiar: “Porque en seis días hizo
Dios los cielos, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y reposó el séptimo día; por
tanto bendijo Dios el día sábado y lo santificó” (Shemot, 20:11).

Ese día las familias se reúnen, padres e hijos comen juntos, estudian la Torá y entonan
cánticos, afirmando así semanalmente el significado y la trascendencia de lo que es la
familia de creyentes.

Es necesario detenerse a pensar en el mundo actual, con sus urgencias materiales y sus
presiones diarias, sus ansias y sus tensiones, que nos mantienen distanciados de los valores
espirituales y de la comunicación familiar, y llegaremos a la conclusión de que el Shabat es
contar con un privilegio, de tener un día a la semana para detenernos a reflexionar sobre la
agitada vida que llevamos y hallar así paz, seguridad y bienestar en el hogar.

El Shabat fue creado para santificar la vida, instituido como un día de devoción e
instrucción religiosa. Trabajamos largas y fatigosas horas durante la semana, y el Shabat es
el día en que hacemos un alto y nos reunimos con la familia en un ambiente de felicidad y
de regocijo.

El shabat es un día familiar. Como está escrito en el libro de Exodo 16:29

“Permanezca entonces cada cual en su lugar en el séptimo día”. Quiere decir está
prohibido salir fuera de la limitación sabática: que es el límite en el cual vivimos, que son
2000 amot (1200 metros en la periferia de nuestro poblado). En este versículo se encuentra
otra idea: el Shabat está destinado a ser un día de familia: durante toda la semana estamos
ocupados con nuestros quehaceres detrás del sustento, estudios, y etc y por lo general no
tenemos la posibilidad de reunirnos con nuestros familiares, comer juntos y dialogar: pero
al acercarse el Shabat se nos presenta una oportunidad para reunirnos con nuestra familia
sin presiones y en un ambiente tranquilo.

Hablar sobre kabalat shabat

El shabat nos da la oportunidad de los padres bendecir a los hijos en la mesa del shabat.

El shabat nos da la oportunidad del esposo bendecir a la esposa en la mesa del shabat y
viceversa.

Nos da la oportunidad de poder compartir de la torah sin ninguna presión externa.

El shabat también trae a la familia:

Salud

Prosperidad
Armonía

Sustento

Cuidado

Unidad familia

Etc…

Conclusión

Cuando Yeshua declaró: “El sábado se hizo para el hombre” (Marcos 2:27), quiso decir
que este fue hecho con el fin de ayudarnos y de que fuera una bendición para todos los
seres humanos como parte del plan de beneficios de Dios para todo el mundo. ¡Él quiere
que “escojamos” su día especial, y que disfrutemos plenamente de todas sus ventajas!

La mayor herramienta con la que cuentan los padres es el Shabat. Es un día de conexión
interpersonal; 25 horas desconectadas de los medios que pueden ayudar a crear un hogar
radiante con relaciones profundas e inquebrantables. La mesa de Shabat puede convertirse
en un momento clave de la vida familiar, pero para eso es necesario preparación y
estrategia. Crear una mesa de Shabat inspiradora y estimulante lleva trabajo, pero vale la
pena. Hay pocas oportunidades que permitan llegar a nuestros hijos y transmitirles nuestros
valores mejor que la mesa de Shabat.

A continuación están los pasos básicos para convertir la noche del viernes en Shabat.

1) Encendido de Velas. La imagen de una mujer encendiendo sus velas de Shabat es un


eterno símbolo del Judaísmo. Dieciocho minutos antes de la puesta de sol, prendemos las
velas, invitando paz y armonía al hogar, infundiendo el ambiente con luz física y espiritual.

El encendido de velas trae paz, calidez y un resplandor especial de Shabat a la casa. Prende
las velas antes de la puesta de sol – revisa el horario en el diario, o pide un calendario en tu
sinagoga local. Puedes comprar una caja de velas blancas de Shabat en cualquier
supermercado. Sólo tienes que prender una, aunque la costumbre es prender dos.

2) Servicio de la Noche. Las melodías de los rezos de Kabalat Shabat le dan la bienvenida
al Shabat con profunda reverencia y con alegría. Con frecuencia se baila como parte del
espíritu de cercanía con nuestros prójimos en un día de descanso, santidad, buena comida y
canciones.
3) Shalom Aleijem. Cuando ya estamos sentados en la linda mesa de Shabat, cantamos
"Shalom Aleijem". Ésta canción le da la bienvenida a los ángeles que escoltan a la persona
a su casa desde la sinagoga, mientras buscamos su "bendición" para un buen Shabat.

4) Eshet Jail. Hay muchos niveles de significado para esta canción que alaba a la mujer
judía quien es íntegra y se preocupa por su familia, es amable con el pobre y el necesitado,
y es temerosa de Dios. El Shabat es también comparado con una novia o una reina, así que
la canción también es una alabanza al Shabat.

5) La Bendición de los Hijos. Justo antes del Kidush, muchos padres bendicen a cada uno
de sus hijos para que sigan con salud y fortaleza el camino de nuestros venerables
ancestros.

6) Kidush. Todos se ponen de pie mientras el conductor sostiene una copa llena de vino o
jugo de uva, para santificar el Shabat, recordando que "en seis días, Dios creó el cielo y la
tierra – y en Shabat Él descansó".

Nuestra semana está llena de trabajo y creación, pero Shabat es el día de descanso y
reflexión. "Kidush" literalmente significa hacer una distinción, elevar algo material y
hacerlo espiritual. Al recitar el Kidush, no elevamos solamente la copa de vino, sino que al
día de Shabat en sí mismo.

7) Lavado de Manos. Lavamos nuestras manos para purificarnos antes de comer pan.
Primero, sácate todos los anillos para que el agua pueda cubrir tus manos completamente, y
después di la bendición.

8) Ha-Motzi. Dos jalot son puestas en una tabla o un plato, cubiertas con un paño
decorativo en la mesa. Los dos panes conmemoran la doble porción de maná que caía del
cielo cada viernes mientras los judíos estaban en el desierto. Después de la bendición, el
conductor corta jalá para todos y la sirve. Le ponemos sal al pan porque es un preservante,
simbolizando que esta comida no es simplemente una experiencia transitoria, sino que un
momento que durará por la eternidad.

9) Comida Festiva. Una comida tradicional de viernes en la noche usualmente incluye


varios platos: pescado, sopa, plato principal y postre. Este es un momento para disfrutar de
la buena compañía mientras se toma parte de la deliciosa comida de Shabat. Cada familia o
grupo de amigos hacen sus propias tradiciones de viernes por la noche que incluyen
canciones de Shabat, palabras de Torá, historias para niños, y tiempo para que los niños
compartan lo que aprendieron en el colegio sobre la porción semanal de la Torá. En algunas
casas, uno a uno comparte con el resto por qué está agradecido, o cuenta una historia sobre
un pequeño milagro.
10) Dvar Torá. Literalmente "una palabra de Torá", el Dvar Torá es lo que realmente
separa a la mesa de Shabat de cualquier otra "cena entretenida". Elige un tema que sea
profundo y apropiado, y discútanlo juntos.

11) Canciones. Todos recordamos algunas canciones de los días en el colegio judío o en
los campamentos de verano. Los sabios dicen que "el cantar es la expresión de un alma
emocionada". El canto te relajará y te acercará a la experiencia de Shabat. Además, si hay
niños, les encantará. Y no te preocupes si no puedes seguir la letra – la melodía y el ritmo
son los que te elevarán.

12) La Bendición Después de la Comida. Después de la exquisita comida de Shabat


agradecemos a Dios recitando la Bendición Después de la Comida. Nos preparamos para la
bendición lavando nuestros dedos con agua, llamada Maim Ajaronim, que usualmente se
pasa alrededor la mesa.

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