Rescate Vehicular
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Rescate Vehicular
RESCATE VEHICULAR
Ocurren miles de accidentes automovilísticos todos los años y la cantidad de asistencia por parte
de los servicios de bomberos ha venido incrementándose significativamente.
El rescate en vehículos es tarea compleja y exigente, que requiere conocimientos sobre el diseño
del automóvil, habilidades para el uso de las herramientas manuales, de potencia y cuidado del
paciente.
Además, el que realiza el rescate debe estar mentalmente preparado para el trauma psicológico de
mirar a víctimas de todas las edades que estén quemadas, mortalmente lesionadas o histéricas. La
planificación y adiestramiento en situaciones simuladas pueden preparar a los bomberos para
afrontar estos problemas de una manera profesional y eficiente.
El uso frecuente y cotidiano de las herramientas utilizadas para el rescate aumentará la confianza
de los rescatistas.
Las sesiones de adiestramiento permiten al personal de rescate aprender cómo y por qué una
herramienta funciona, cuándo utilizarla, lo que ésta es capaz de hacer, y lo mas importante, sus
limitaciones.
El adiestramiento debe enfocar los riesgos especiales mientras perfecciona las destrezas básicas.
La cooperación con otras instituciones en practica de desastre en masa, mejorara las relaciones de
trabajo y brindará una oportunidad para el intercambio de informaciones.
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La seguridad en las operaciones es esencial. Sin las precauciones de seguridad apropiadas,
ninguna operación puede ser exitosa. Los miembros de la brigada de rescate que desatiendan lo
concerniente a la seguridad, exponen a las víctimas a más riesgos y se exponen ellos mismos al
peligro de lesiones.
Esto es valido, tanto en las labores de entrenamiento como en situaciones de emergencia reales. En
el caso particular de accidentes de vehículos, nos encontramos que estos involucran peligros
diversos tales como :
El incendio y sus producto
Fragmentos de vidrios
Bordes de metal puntiagudos
Vidrios y metales desprendidos
Productos químicos y radiaciones peligrosas
Fallas de las herramientas
Vehículo inestable
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La información que se obtiene cuando se recibe una llamada de emergencia, es muy importante en
el éxito de la operación. La información recibida debe incluir :
Lugar del accidente
Clases de vehículos involucrados
Número de vehículos
Condición o posición de los vehículos
Cantidad de personas lesionadas y tipo de lesiones
Nombre de la persona que llama y número telefónico
Una vez en el escenario, pueden ser identificados con mayor detalle los riesgos mayores para así
tomar las medidas correctivas que sean pertinentes. Sí se requiere recursos adicionales, los mismos
deben ser solicitados por el oficial a cargo de las operaciones.
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El personal de rescate encuentra a menudo un vehículo de lado o volteado en una zanja o ladera.
Se debe resistir a la tentación de balancearlo o empujarlo. Muchas veces esta presión es todo lo
que se necesita para volcar definitivamente el vehículo, produciendo resultados desastrosos a la
víctima así como a los miembros del grupo de rescate.
La estabilización puede lograrse por diversos medios, tales como armazones de apoyo o cuñas,
gatos y cojines de aire. Bajo ninguna circunstancia un vehículo debe ser volcado mientras las
víctimas se encuentran en su interior.
CUÑAS
En una emergencia, la estabilización puede ser improvisada con un gato para cambios de
neumáticos, cuerdas o abriendo la tapa de la maleta y la capota y apuntalándolas.
Seleccione la ruta de acceso más fácil para lograr la entrada al vehículo. Trate de abrir las puertas
normalmente, pero si están trabadas, las ventanas serán la siguiente opción lógica.
Si las ventanas se rompen en el accidente y los marcos no se doblan, el personal de rescate tendrá
una ruta directa hacia la víctima.
Sino, se prueba por la ventana trasera. Así se dispondrá de una abertura más grande y los vidrios
no caen sobre la víctima tan fácilmente como desde una ventana lateral.
Recuerde que el objetivo principal es lograr el acceso en forma segura para luego estabilizar y
proteger la víctima de lesiones adicionales por chispas, vidrios, metales y herramientas de rescate.
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Una vez que se haya logrado el acceso al vehículo, el miembro más calificado de la dotación de
rescate debe concentrarse en lograr el bienestar de víctima.
Para estabilizar a la víctima, el personal debe realizar, ante todo, un examen previo para
identificar las lesiones y determinar la gravedad de las mismas. Para este fin se recomienda seguir
los siguientes pasos :
Examinar a la víctima (ver Sección 13.3.)
Mantener abierto el conducto respiratorio (ver Sección 13.5.1.)
Efectuar el R C P si es necesario (ver Sección 13.14.)
Controlar la hemorragia (ver Sección 13.10.)
Inmovilizar la columna vertebral (ver Sección 13.4.4.)
Inmovilizar las fracturas (ver Sección 13.9.)
Colocar en la posición adecuada (ver Sección 13.3.)
En casos donde se presenten lesiones en la espalda, cuello, o medula espinal, se sugiere que la
víctima sea debidamente inmovilizada.
Una vez que se haya entrado al vehículo y las lesiones de la víctimas hayan sido identificadas, se
pueden iniciar las actividades tendientes a lograr el rescate de la víctima.
El punto más importante a recordar es que el vehículo sea removido de alrededor de la víctima y
no lo contrario.
Se debe tener presente que algunas partes del vehículo tales, como volante, asiento, pedales y
tableros pueden estar aprisionando a los ocupantes. El rescate debe realizarse teniendo en cuenta
que lo primero es la seguridad de la víctima.
El estar familiarizado con todas la herramientas de rescate disponible y contar con la habilidad
para improvisar, impedirá que el personal se vea “obligado” al uso de una sola herramienta o
técnica.
Antes de que el personal pueda comenzar a remover o trasladar una víctima, el responsable del
cuidado de ella debe estar seguro de que está lista.
Si la víctima esta conciente coherente o levemente lesionada, entonces esta no necesitará mayores
cuidados.
“El empaquetamiento” es un termino que significa que las heridas han sido curadas y vedadas, las
fracturas han sido estabilizadas y el cuerpo de la víctima ha sido inmovilizado para reducir la
posibilidad de más lesiones.
Cuando la víctima halla sido empaquetada adecuadamente y este lista para su traslado, se
cubrirán los bordes agudos que pudieran cortar al personal y a las víctimas.
Las aberturas deben ser ensanchadas y los bordes acolchados con mantas o con mangueras de
incendios que hallan sido preparadas con antelación para tal fin.
Las aberturas deben ser bastantes anchas para que la víctima pueda ser trasladada tan fácilmente
como sea posible sin sacudirse y sin movimientos bruscos.
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Existen tres dificultades que deben ser superadas par cumplir con el objetivo principal: la Muerte
de las personas en el lugar, el Agravamiento de sus lesiones y la Demora en el rescate, deriva
esta última de haber quedado la víctima, atrapada dentro del vehículo accidentado.
Para enfrentar la demora, el rescatista debe aplicar correctamente las “Técnicas de Extricación
Vehicular”, es decir, “el conjunto de procedimientos que le permiten liberar a la persona atrapada”.
La Extricación no es el objetivo del rescate, sino un medio para lograr ese objetivo.
La Extricación tiene riesgos, su mala ejecución puede ser dañina no sólo para las víctimas del
accidente, sino que también para los miembros del grupo de rescate u otras personas presentes en
el lugar.
UNIDADES DE APOYO
POLICÍA
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VÍCTIMAS
AMBULANCIAS
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En un accidente real se pueden dar infinidades de circunstancias, como por ejemplo, ser uno o más
los vehículos involucrados en el accidente, estar volcados, con equilibrio inestable, uno sobre otro,
con personas atrapadas en diversas posiciones, etc.
Por lo tanto, siempre será necesario realizar una Evaluación Inicial para determinar la forma en
la que se realizará el proceso de rescate y, dentro de él, los procedimientos de extricación que
deban aplicarse.
A modo de ejemplo para explicar el método, se utilizará una situación básica, aparentemente
simple (aunque muy frecuente y grave),un solo vehículo, en posición normal, con su conductor
atrapado.
Sin embargo, este caso permite desarrollar todas las técnicas necesarias para la extracción en el
orden correcto, y desarrollar las habilidades para adaptarlas a otras circunstancias.
El dominio de las técnicas básicas que se aplican en este ejemplo permite, enfrentar situaciones
más complejas siempre que se tenga claro el objetivo que se persigue con cada una de ellas.
Una ves cumplido lo anterior, y mientras se delimita el círculo interior, se comienza el proceso de
estabilización.
Deben colocarse cuñas debajo de las partes laterales del vehículo empujándolas hasta que topen
sin mover el vehículo, prestando particular atención que estas no interfieran con la apertura de las
puertas.
Esto estabilizará el vehículo lateralmente, pero aún será necesario evitar el balanceo longitudinal.
Para ello se deberá utilizar una tercer cuña en la parte delantera, y quizás hasta una cuarta en la
parte trasera, de modo de lograr una base sólida y eliminar cualquier movimiento. De existir daños
en la parte delantera, se debe tener cuidado con el posible “paragolpe deformado”. Este puede
saltar violentamente si es forzado o si el vehículo es movido.
El proceso completo para estabilizar un vehículo debe llevar menos de cuarenta y cinco segundos.
Para ello se debe llegar a la víctima, en primer lugar, tratando de abrir normalmente las puertas.
En muchos casos será necesario abrir un acceso especial mediante la extracción de los vidrios.
Para romper un vidrio se debe tener en cuenta que en un vehículo existen dos tipos de estos y
ambos se rompen de manera distinta:
TEMPLADOS los laterales.
LAMINADOS los parabrisas.
La herramienta más práctica para romperlo es un “Punzón Automático”, con lo que bastará
presionarlo contra la esquina inferior para que se quiebre. De no contar con un punzón, se podrá
utilizar un destornillador largo, con el cual se deberá golpear con su borde filoso repetidamente en
el mismo punto hasta que se quiebre el vidrio.
Los vidrios laterales, deben sacarse antes de forzar las puertas con herramientas hidráulicas, ya
que de otra manera estallarán bajo la presión de éstas.
Una forma de remediar esto es, bajar el vidrio dejando unos centímetros afuera, cubrirlo con una
lona y golpearlo con un hacha o con un martillo, logrando que este se quiebre y caiga dentro de la
puerta.
El método más seguro y rápido para romperlo, es cubrir a la víctima y cortarlo con el filo de un
hacha. Con esto se logrará que el vidrio se astille completamente, pero es 100% eficaz tomando
menos de 1 minuto.
Lo ideal para realizarlo es, que haya un rescatista a cada lado del vehículo, después de asegurarse
de que la víctima esta protegida, se comienza a cortar por el centro en la parte superior, siguiendo
hacia su lado y luego hacia abajo.
Una vez que termino, sujeta el parabrisas para que no caiga hacia dentro del vehículo y el otro
rescatista repite el procedimiento por su lado.
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Si se dispone de un equipo hidráulico, con herramienta combinada que puede cortar y expandir, y
se ha previsto el plegado del techo, puede ser utilizado otro método igualmente práctico.
Este método consta en cortar los parantes laterales delanteros cerca del borde inferior, incluyendo
el corte en parte del vidrio. Luego se separa los extremos de los parantes verticalmente
desprendiendo el vidrio de su fijación inferior.
Esto permitirá que al levantar el techo del vehículo, se levante también el vidrio.
Una vez retirado el parabrisas, se debe colocar debajo del vehículo o fuera del circulo interior en
un lugar seguro.
Es importante seleccionar, para este objetivo, la vía de acceso más adecuada, considerando como
mantener al accidentado lo más seguro posible. Esta vía, debería ser en lo posible, una puerta o
ventana distante.
Una vez en el interior del vehículo, se deben realizar varias operaciones prácticas que facilitan el
cuidado de la espina cervical del accidentado.
Esto debe hacerse con rapidez, pero con extremo cuidado para no mover a la persona.
En primer lugar, debe tratarse de abrir la ventana más próxima de la víctima por medio de sus
mecanismos normales para permitir que sea atendida desde afuera, mientras que desde el interior
debe hacerse lo siguiente:
1. Sacar el seguro de todas las puertas.
2. Si es posible, bajar los vidrios.
3. Sacar las llaves de contacto.
4. Cubrir en forma apropiada a la víctima para protegerlo de vidrios si es necesario romperlos.
5. Iniciar los procedimientos ABC del trauma, mediante la operación de llevar manualmente la cabeza a su posición
normal. A partir de ese instante y mientras no se halla colocado el “Cuello Cervical” deberá mantenerla asegurada
con las manos, sin soltarla por ningún motivo. Recordar que se debe tener las manos protegidas por guantes
quirúrgicos.
6. Informar de la condición del accidentado al Jefe de Operaciones.
Si se cubre al accidentado, el rescatista que esta en el interior del vehículo, deberá permanecer con
él debajo de la lona o frazada, para monitorear su condición física y proporcionarle apoyo moral y
emocional.
Hay que recordar que tal vez es el primer accidente de la víctima y por lo tanto los ruidos de los
equipos hidráulicos, los golpes y la gente que esta en el lugar aumenten su temor, lo que puede
alterarlo y retrasar el proceso de rescate. Por esa razón, es mejor explicarle con voz clara y serena
que está siendo preparado para ser trasladado a un hospital en forma segura.
Antes de plegar el techo, se debe verificar la ubicación del accidentado. En efecto el techo se pliega
para poder atenderlo mejor y facilitar su extracción. Los pasos a seguir para plegar el techo son
los siguientes:
1. Cubrir adecuadamente a la víctima.
2. Efectuar un corte en el techo. Se debe empezar a cortar por el lado del accidentado, esto permitirá, que una vez
cortado se pueda seguir trabajando con él. Hay que ubicar muy bien el punto de corte en el techo, encima del
marco de la ventana. Para hacer este corte, que será uno de los extremos del pliegue, se debe ubicar el cinturón de
seguridad ya que este viene, generalmente, insertado en una chapa reforzada de acero, y cortar delante o detrás
de este.
3. Liberar el techo de los parantes que lo sujetan. En los vehículos con parantes laterales centrales, córtelos en la
mitad. Nuevamente, evite la placa reforzada donde va insertado el cinturón de seguridad. Luego se corta el parante
delantero, también a la mitad donde se encuentra generalmente su punto más débil. Hay que asegurarse de que se
sostenga el techo por los lados para evitar que caiga sobre la víctima.
4. Repetir los pasos anteriores en el otro lado del vehículo.
5. Crear un pliegue o dobles a lo ancho del techo. Este pliegue ira del corte de un lado hasta el corte opuesto. Si se
trata de levantar el techo sin haber creado antes este pliegue transversal, se formará una hendidura longitudinal
que hará imposible el doblado del techo hacia atrás.
6. Para hacer este pliegue existen dos métodos:
7. El primer método, es el más simple, requiere de una barra que cruce el techo a lo ancho, por donde se hicieron los
cortes. Dos rescatistas deben sostenerla y presionarla hacia abajo mientras otros dos levantan el techo y lo doblan
hacia atrás.
8. El segundo método es con un cincel neumático o amoladora. Este procedimiento es más lento y ruidoso. Se corta el
techo dejando una tira de metal de 8 cm. a cada lado para que oficien de bisagras, luego dos rescatistas, deben
levantar y doblar el techo hacia atrás.
9. Asegurar el techo ya doblado. El techo debe asegurarse mediante cuerdas, ya que una ráfaga de viento podría
llevarlo súbitamente al lugar y caer sobre los rescatistas y la víctima.
10. Cubrir los parantes expuestos.
11. En los vehículos con puerta trasera, no se debe cortar los parantes, debido a que por lo general, éstas puertas tiene
un sistema de cilindros hidráulicos para que la puerta se abra automáticamente al accionarse la cerradura. Si la
puerta está cerrada y se cortan los parantes, estos cilindros harán que la puerta salte violentamente, lo que podría
resultar en serias lesiones para el rescatista que esta operando la herramienta de corte o para sus compañeros que
lo ayudan.
FORMA DE CORTE
CORECTO
INCORRECTO
En el lugar del accidente y mientras se forma el circulo interior, los rescatistas encargados de
sacar las puertas deben examinarlas, sin estorbar el resto del proceso de rescate, para decidir la
mejor forma de proceder.
De cualquier modo, después que el rescatista al mando a dado la orden de proceder, se debe
intentar abrir las puertas por sus mecanismos normales tanto de adentro como de afuera del
vehículo, confirmándose con esto si realmente están trabadas.
En el caso de que sea necesario forzar las puertas, las herramientas manuales son muy útiles, si se
sabe la forma correcta de usarlas. En efecto, con ellas se puede realizar cualquier tarea con un
grado aceptable de eficacia.
Sin embargo, en las puertas demasiado atascadas, las herramientas manuales significan una
demora, ya que el trabajo se vuelve lento y se requiere de bastante habilidad para lograr el
objetivo.
En tales casos, la herramienta más eficaz, es la Mandíbula Hidráulica. Sin embargo, se requiere
mucha práctica antes de que un grupo de rescate pueda obtener de ella todo el provecho que puede
brindar.
M AL
BIEN
M AL
Se debe tener en cuenta, que si la abertura es pequeña, se pueden quebrar las puntas de la
mandíbula, lo que sería una grave demora en el rescate.
En lo posible, solo un rescatista debe operar la mandíbula, sí es operada por dos, uno de ellos se
expone innecesariamente, además, tampoco se debe colocar a un rescatista sujetando la puerta con
la espalda, ya que se está aplicando una fuerza de 6.000 kilos (aprox.) en ella.
Con esto, se evitará un accidente en caso de que la herramienta salte o se abra violentamente la
puerta. Dependiendo del tipo de necesidad, se utilizan dos métodos para forzar las puertas, el
método de la “Cerradura” cuando solamente hay que abrir la puerta y el método de la “Bisagra”
cuando se hace necesario sacar completamente la puerta.
MÉTODO DE LA CERRADURA
Su objetivo es tratar de replegar la cerradura de modo a que se libere el pasador pero sin
quebrarlo. En caso de romperse el metal alrededor de la cerradura, conviene utilizar un corta
hierros o un cincel.
MÉTODO DE LA BISAGRA
Recordando que la carrocería del vehículo puede estar deformada o debilitada, se debe mantener
el área de la puerta despejada.
Para sacar la puerta, se debe colocar las puntas de la mandíbula horizontalmente sobre la bisagra
superior y abrirlas hasta que se rompa y repetirlo con la bisagra inferior.
Se recomienda colocar un bloque debajo del vehículo a la altura de la puerta que se va a sacar
para que ésta no caiga hacia adentro mientras se está trabajando.
Sí el vehículo sufrió muchos daños y no se puede trabajar por fuera, se debe realizar el
procedimiento por dentro de la puerta. Para ello será necesario, previamente abrirla o forzarla, en
este caso se debe tener especial cuidado en que la herramienta no salte hacia el interior sobre el
accidentado o sobre un rescatista.
Hay que recordar, que la herramienta seguirá el camino de menor resistencia, y siempre se debe
estar alerta a su posible reacción.
Si las bisagras no se rompieran, habrá que cortarlas con la cizalla hidráulica, para ello se corta
por el lado largo de la bisagra, pues ofrecerá menos resistencia y el corte será más parejo. En todo
caso, siempre que posible, se debe proteger al accidentado colocando una tabla entre éste y la
herramienta.
14.1.6.7. DESPLAZAMIENTO DE LA BARRA DE DIRECCIÓN
En la mayoría de los accidentes vehiculares, se encuentra que el conductor quedó atrapado entre la
barra de dirección y el asiento. Para poder sacarlo, se debe reubicar la barra de dirección.
Para hacerlo, se debe tener en cuenta, que este puede saltar y golpear a la víctima, especialmente
sí está bajo presión. Por ello el corte solo podrá efectuarse una vez eliminada esa presión.
El método más apropiado es, cortar uno de los rayos del volante y luego doblarlo. Para ello se
podrá utilizar una cierra o la cizalla hidráulica.
En caso de ser necesario cortar el aro del volante, primero se debe cortar su parte superior y luego
girarlo.
Entonces, además de sacar la barra de dirección, se hace necesario desplazar el panel frontal
interior para crear más espacio alrededor de la víctima.
Para esto se podrá utilizar un “Gato Hidráulico” lo que permitirá desplazar el panel frontal
interior unos 60cm. aproximadamente. Esto es especialmente útil sí la víctima se encuentra caída
sobre el piso.
Esto proporcionara un lugar donde se romperá el metal cuando comience a estirarse el gato
hidráulico. Se debe presionar el gato hidráulico contra el parante vertical donde esta la bisagra
superior, teniendo cuidado de que no se resbale la herramienta.
Esto hará que el parante comience a levantarse y a llevar consigo el panel frontal interno. En
algunos casos será necesario cortar el metal con un cincel o con la cizalla hidráulica para
controlar el desplazamiento del panel.
Finalmente, se obtendrá un buen espacio entre el panel frontal, el asiento delantero y el área del
piso. Es recomendable colocar en el lado opuesto un puntal, para evitar que todo el panel gire al
aplicar presión.
EL SEGUNDO MÉTODO
Consiste en usar un “Saca Peludos” o dispositivo similar conectado a una cadena enganchada al
marco del vehículo.
La cadena deberá pasarse a través de las aperturas del desempañador y amarrarlas alrededor del
tablero.
Se deberán colocar bloques de madera sobre el tablero para lograr que la cadena lo levante.
Además, deberá colocarse un bloque largo entre la cadena y el tablero para que éste no se rompa
en el punto de contacto. Luego se tracciona.
Para esto, se hacen dos cortes en el parante vertical de la puerta, uno en la parte superior y otro
cerca del piso.
Luego se efectúa un tercer corte vertical partiendo del ángulo inferior derecho de la ventana
trasera.