Parker Tema e Imagen Égloga I
Parker Tema e Imagen Égloga I
Parker Tema e Imagen Égloga I
D1rip la colección
Elias L . Rivers, ed.
FllANCISCO Rico
LA POESÍA DE GARCILASO
ENSAYOS CRÍT ICOS
EDITORIAL ARIEL
Esplugues de Llobregat
B arcelona
Cubierta: Alberto Coraz6n
ABREVIATURAS
canc1on de
:'tª!,,;.;~• «no natu:.i:·~;a
infitelidlaad o i?'.1iferencia
n Salido
el t a . a
n del dí~ y de la noche da a la naturaleza un rit-
~ que estan acordados todos los seres vivos. Ama-
nía que debe existir en el u111· ema es la ordenada arm spiertan y marchan a sus acostumbradas tareas.
norm . . , verso La o. noche, y regresan al sueño. Las imágenes no son
a. es mtrtnseca a ella 1 1 d . naturaleza es 1
ta armoniosa
· correspondenci aeyel L
~ ª
. n armonioso Y·de
nte pictóricas. El establecido «oficio» de hombres
en 1as re1ac1ones
. a. a misma 1 d b
humanas· lo h b ey e e existir
ales, ejercido dentro del ritmo fijo de la natura-
des con 1a naturaleza L a ·f lt s d om res deben estar acor- stituye la idea dominante de la ordenada armo-
·
y 1a hembra introduce la d1·
ª a ¿·e armon1a '
entre el varón
alidad de la vida. Pero Salido no pertenece ya a
. , seor 1a en el uni día y la noche no significan nada para él:
Las tmagenes establecen al . verso.
d comienzo ·del
ta e correspondencia em . 1 poema 1a no. 'empre está en llanto esta ánima mesquina,
naturaleza: oc1ona entre el hombre Y la ando fa sombra el mundo va cubriendo
la luz se avecina.
[ · · · ] en fa verdura Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
por donde un agua clara con sonido' (81-84)
atravesaba el fresco y verde prado
él, con oanto acordado ' ado ejercicio» ha acabado; ha desaparecido su fin
a-1 rumor que sonaba, vida: está al margen; su dolor y sus lamentaciones
del agua que pasaba, tuyen una nota extraña y discordante en la armonía
se quejaba tan dulce y blandamente naturaleza.
(46-52 ) a armonía, basada en la correspondencia entre el
Y e st0 es desarrollado después : re y la naturaleza, depende del amor, y el mismo
debe obedecer la ley de la armoniosa corresponden-
El sol tiende los rayos de su lumbre ley natural que el amor corresponda al amor. La ar-
por montes y por valles, despertando entre el hombre y la naturaleza depende del amor
las aves y animales y la gente: ·oso entre el hombre y la mujer: sólo donde esta
cuál por el aire claro va volando pondencia exista podrá el hombre, siendo entera
cuál .p or el verde valle o alta cu~bre de ella, amar la ' naturaleza; tan sólo entonces sera,
paciendo va segura y libremente, ~ta.
cuá'l con el sol presente
va de nuevo al oficio Por ti el -silencio de fa selva umbrosa,
y -al usado ejercicio ' por ti la esquivídad y apartamiento
do su natura o menester le inclina. del soHtario monte me agradaba;
(71-80) por ti la verde hierba, el fresco viento,
202 LA POESÍA DE GARCILASO ÉGLOGA I 203
el blanco lirio y colorada rosa
arrestar el calor. Esta violación del orden natu-
y dukc primavera deseaba.
entonces expresada en términos de arrancamien-
(99-104) plante,
. ues ¡a mu¡er
Pero añade, « ¡Ay, cuánto m e engañaba' » p
h ech ad .
viendo mi amada hiedra,
a r az o su amor. No solamente ella ha arruin d0 1 de mí arrancada, en otro muro a5Í<:ia,
armonía de la vida de Salicio , y hecho que la belleª ª y mi parra en otro olmo entretejida,
. d 'd za na-
tura1 p1er a sent1 o para él, sino que, al hacer fracasar la (135-137 )
ley de la armoniosa correspondencia , h a trastornado el
orden de los valores naturales, idea expresada concisa y ente desarrollada de forma más general. . .
emotivamente en los dos versos : traición de Galatea amenaza la entera estabilidad
El amor no ha correspondido al amor; la ley del uni- o ¿ qué d1scordia no sera ¡untada? (141-143 )
verso ha sido violad a; el desorden se instaura y el equili-
brio de la naturaleza se desbarata. Las imágenes acuden . .
discordia» es no sol amente negati'va --el negarse
.,
a desarrollar este concepto de desorden. Antes que nada, el amor con el amor-, constituye una aceptactn
simbólicamente, en el sueño de Salido : a del desorden por amar lo que no deb~ ser am~ ~
unión de los contrarios -no lo seme1ante co
f
Soñaba que en el tiempo del estío . y 1 · ' genes natura1es
llevaba, por pasar allí la sies,ta, ante sino con lo dispar-. as ima . h
, a idea· a ora no
a beber en el Tajo mi ganado; a repetirse adaptadas a esta nuev '. d
' f '' ) ieuna
y después de llegado, de evadir la unión ( «agua ugiuva» ' n ., ·
. d una umon anti-
sin saber de cuál arte, rota ( «hiedra arrancad a» ), smo e
por desusada parte
y por nuevo camino el agua se iba; La cordera paciente
ardiendo ya con la calor estiva, con el lobo hambriento
el curso, enajenado, iba siguiendo had su ayuntamiento, .
del agua fugitiva. Y con fas simples aves sin nudo 'd
(116-1 25) m o·
harán las bravas sierpes 'f"il su d '
. ba. el río ya que mayor diferencia c_omprehen o
La natura1eza deJa de obrar como se espera ' la de ti al que has escogido. (161-167)
no cumple su fin 8 natural de proveer agua para apagar
do ejercicio».
3. «Por desusada parte» repite y contrasta con «usa
204
LA POESÍA. DE
V . GARCILASO
olv1endo al p
em ·
, ot1va simplicidad
unto d ·
e origen, el oe
A E I MAGEN DE LA ÉGLOGA I 205
r1a r e sponder con las razones por l~s ma desarrolla con está expresada como la comunión con la be-
tural equivalencia ~u atnor al amor de éiue Galatea debe. , y las imágenes expresan la idea de unión y
la not . e ella- y 1 . -que es l to de paz: los árboles que miran su propio
a inaugural d 1 ' a primera p a na.
la melodía del d 1 e dacotnpañarniento de rte da fin con el agua; la sombra del prado que refresca el
o or e Salicio: a naturaleza a suelo que acepta, como si fuera semilla, el canto
Queriendo el mont 1 jaros; los árboles que admiten la caricia de la
de -aquel dolor e Ia grave sentimiento r su seno; todo esto es el escenario del amor
con la pesada en a go ser propicio,
voz retumba
La blanca F'l Y suena.
. 1 omena, Corrientes aguas, pura-s, cristalinas;
casi como dO'Iida
oles que os estáis mirando en ellas,
y a compasión movida de prado de fresca sombra lleno,
d ulcemente responde al' són lloroso. que aquí -sembráis vuestras querellas,
(228-234) ·edra que por los árboles caminas,
rciendo el paso por su verde seno;
Aunque 1a causa de su pena le aparte de la armonía de la me vi tan ajeno
n atu~aleza, su misma pena sigue siendo música natural; la grave mal que siento,
:fidelidad de Salido a la ley natural mueve la compasión de de puro contento
la naturaleza. n vuestra soledad me recreaba,
La identificación de G alatea con doña Isabel Freire, clonde con dulce sueño reposaba,
con el pensamiento discurría
a unque interesante en sí, no añade nada a nuestro enten- por donde no hallaba
dimiento del poema como tal poema. Al expresar su tema lino memorias llenas de alegría.
en términos de discordia en la naturaleza, Garcilaso nos (239-252 )
comunica, no un dolor personal, sino la tristeza inhere~tc
a la vida· y a esta tristeza universal se le concede un ami· que Nemoroso alcance la unión total con la na-
' . ., d N al mostrar a el destino que Je aguarda es el mismo que ha
b ito más amplio en la canc1on e emoroso,
. d 1 , . d la dicha humana. d.ido a Salicio. Porque la naturaleza es imper-
carcom1e n o e corazon mismo e
E l amor de Nemoroso fue correspoo d id;
.
La noche es el . 010-315)
f . aviso que da la n
per ecc16n' el presagio de 1
1 No me podrán quitar el dolorido
atura :za de su propia i - sentir, si ya del ,todo
a muerte irremediable: m
primero no me quitan el sentido.
tal es J,a tenebrosa (349-351 )
noche de tu par,tir, en que oe
L
quedado
d e somb ra Y de temor huida, salvo en la esperanza de que más allá de
atormentiado. do hay un lugar donde la belleza es inmaterial e
(318-320)
Esta tristeza está expresada de nuevo mediante imá- por no ver hecha tierra tal belleza.
gelnes natu:ales. La armonía de la comunión con la natu- (385)
ra e za ha sido destruida:
no está ligado a la materia; se alza triunfante de
Después que nos dejaste, nunoa pace sobre la imperfección de la naturaleza, creán-
en hartura el g-anado ya, ni acude nuevo en una forma, por imperecedera, perfecta:
el campo al labrador con mano llena.
(296-298) contigo mano a mano
busquemos otro llano,
Porque la naturaleza es imperfecta no sólo por poseer la busquemos otros montes y otros ríos,
noche, sino también por tener malas hierbas y espinas. otros valles floridos y sombríos,
donde descanse y siempre pueda verte
No hay bien que en mal no ,se convierta Y mude: ante los ojos míos
. '
sm miedo y sobresalto de perderte.
la mala hierba al trigo ahoga, y nace (401-407)
en lugar suyo fa infelice avena;
,fa tierra, que de buena 2gloga I desarrolla, por lo tanto, un asunto cohe-
gana nos prcx:lucía por medio de correspondientes imágenes. Deducir
flores con que solía sía de Garcilaso como ciertos críticos han hecho
qui,t-ar en -sólo vdlas nm enojos, . , el tipo de paisaj; más acorde con él, no tiene in-
produce agora en cambio estos abroJOS, a su arte. Sus «paisajes» no son, esencialmente,
ya de rigor de espinas intratable. (299-.307)
208
LA POESÍA DE GARCILASO
· 110-111.
e Blanco, op.l cit., pií~- de Boscán-
traducc16n
A
4 Cf· Margot p reVII. Cito par a
5.. Lib. IV, ca .