Ensayo de Ética Final Etica y Responsabilidad Social
Ensayo de Ética Final Etica y Responsabilidad Social
Ensayo de Ética Final Etica y Responsabilidad Social
Anteriormente las organizaciones orientaban sus esfuerzos con un enfoque interno para
lograr alcanzar los objetivos organizacionales e incrementar sus ingresos. Ahora las
empresas modernas, en un mundo globalizado, deben reconocer un enfoque externo
específicamente de carácter social.
a. El Administrador es un estratega que busca satisfacer los grupos de interés con criterios éticos,
dicho directivo balancea la efi cacia y la efi ciencia, soluciona problemas y capitaliza
oportunidades, reconoce que la administración debe integrar la ciencia, el arte y la práctica, incita
cambios fundamentales, hace rupturas con el pasado, acepta el mejoramiento continuo pero
impulsa el cambio radical, “creer para ver”, asume el reto de “hacer que las cosas sucedan”. Por lo
tanto, la gerencia estratégica armoniza la efi ciencia general con la creación y mantenimiento de
ventajas competitivas, es decir, el cuerpo (organización fl exible y de rápida respuesta) se integra
con el cerebro (Dirección Estratégica) para alcanzar el éxito (Prahalad y Hamel, 1994; Hamel,
2009).
Ética empresarial
El comportamiento ético, el cumplimiento de ese contrato moral y el desarrollo de esas virtudes infunden,
en los distintos grupos de interés, confianza y reputación. Esto genera numerosos beneficios económicos
tangibles pues permite reducir los costes de coordinación externos o internos, disminuye las supervisiones y
aumenta el rendimiento y la eficacia.
Dicho de otra manera la ética no es una parte de la responsabilidad social sino justo al revés: la
responsabilidad social es una dimensión de la ética empresarial (Cortina, 2004, 2006; García Marzá, 2006). Y
no es una cuestión de hacer muy voluminosos Códigos Éticos, que dan cierta publicidad pero muchas veces
no se cumplen. Solamente desde una perspectiva ética profunda, basada en los contratos morales, en
entender que los comportamientos de la empresa tienen consecuencias, poniendo en juego los principios de
“responsabilidad” y “responsividad” frente a las expectativas legitimas de los grupos de interés, y generando
la cultura (carácter) y las virtudes necesarias para tomar decisiones justas y prudentes la empresa podrá
desarrollar una RSC autentica.
Aquí es donde surge el planteamiento ético: en la medida en que las decisiones de las empresas afectan a
terceros tiene sentido plantearse su validez o justicia. Las empresas, por lo tanto, no son amorales, ya que
todas sus decisiones están sometidas a una valoración moral pudiendo llevar a cabo sus actividades moral o
inmoralmente
"Si no está roto, no lo arregles: Porter y Kramer sobre RSE", en el que comentaba el artículo
de los profesores Michael Porter y Mark Kramer bajo el título "Creating Shared Value: How to
reinvent capitalism and unleash a wave of innovation and growth"
Porter y Kramer los autores argumentan que existen numerosos campos donde los intereses de la
sociedad y la empresa coinciden, apareciendo muchas oportunidades donde “crear valor compartido” (valor
social y económico). Por tanto las compañías deberán detectar aquellas actividades de la cadena de valor
que más impacto social tengan, tratando de mejorarlas consiguiendo el máximo valor social, reforzando su
estrategia y generando posibles ventajas competitivas al mismo tiempo.
Se trataría de pasar de una RSC reactiva (que se limita a atender las necesidades de los stakeholders y
mitigar las consecuencias negativas de los diferentes negocios) a una RSC estratégica (donde las empresas
trataran de identificar aquellas iniciativas donde la creación de valor compartido pueda ser mayor y más
relevante).
Para ello la propuesta es superar el concepto de RSC por el concepto de CVC, ya que la mayoría de las
empresas siguen pegadas a una mentalidad de RSC donde los problemas sociales están en la periferia y no
en el centro.
El segundo trata de mejorar el uso de los recursos, de la energía, de la logística, de la cadena de distribución,
GCG GEORGETOWN UNIVERSITY - UNIVERSIA SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2013 VOL. 7 NUM. 3 ISSN: 1988-7116 la productividad de
los empleados, reconfigurando las actividades de la cadena valor desde la perspectiva del valor
compartido. El tercero trata de identificar deficiencias en áreas como logística, proveedores,
canales de distribución, capacitación, instituciones educativas, etc. que contribuyan el desarrollo de
nuevos clusters (o a la mejora de los existentes) en comunidades locales donde operan las
empresas.
Una vez más la ética no puede ser un añadido, sino una condición necesaria dentro de las actuaciones
empresariales que de otro modo aunque creen valor compartido o tengan acreditados estándares de
sostenibilidad pueden verse sometidas a escándalos que socavan su legitimidad y ponen en entredicho su
propia existencia.
Como hemos podido ver en este trabajo, creemos que, la RSC cuenta con una armadura institucional potente
(quizás existe sobreproducción de normas y estándares) y suficientemente versátil como para incorporar todas
estas nuevas aportaciones y el problema fundamental no es la falta de conceptualización teórica sino la mala
aplicación de la misma
La sociedad abierta y global en el que vivimos exige de las empresas comportamientos cada vez más
responsables, lo que ha llevado a que muchas de ellas hayan adoptado políticas de RSC.