Emanuel Kant - Biografía
Emanuel Kant - Biografía
Emanuel Kant - Biografía
Se crió siguiendo los principios del pietismo, que había surgido en Alemania a finales del siglo
XVII.
De sus padres aprendió la importancia del trabajo duro, como forma de adquirir independencia
personal, y la honestidad en las relaciones humanas. Normalmente, se ha hablado de una especial
importancia del pietismo en la familia de Kant, lo que habría tenido una notable influencia en la
educación de éste. Frente a tal influencia resalta Kuehn que la moral de Kant rechaza tajantemente
la falta de autonomía que comportaba el sentido de sumisión en la educación pietista. Con
independencia de que sus padres se movieran de hecho en un ambiente marcado por esa orientación
religiosa, él mismo habló después de forma muy negativa de la moral y actitud pietistas como
opuestas a la «ilustración», a la mayoría de edad, a valerse por sí mismo, en una palabra: a ser
crítico. En el Collegium Fridericianum, en el que ingresó a los ocho años, recibió una educación
pietista, la que imperaba en el colegio, pero más tarde repudiará abiertamente la mentalidad servil
que esa educación fomentaba en los niños. Kant estuvo siempre muy interesado en la educación.
Cuando Johann Bernhard Basedow (1723-1790) fundó en Dessau el Philanthropinum, una escuela
de orientación muy «progresista», alejada del espíritu pietista, Kant la apoyó elogiándola y
recomendándola calurosamente. El Philanthropinum proponía una educación menos memorística,
contacto con la naturaleza, experimentación directa, fomento de la independencia de pensamiento,
todo ello con vistas a formar ciudadanos con ideas propias.
La educación religiosa, sobre todo la oración, quedaba muy restringida en el programa de esta
escuela, en cuyo espíritu ilustrado veía Kant una base indispensable para transformar la educación
tradicional.
Los pietistas, claro está, tuvieron que interpretar este apoyo al Philanthropinum como una crítica
frontal a su forma de educar . En el Fridericianum, con una enseñanza centrada en las humanidades
y la religión, obtuvo Kant una buena formación en lenguas clásicas, especialmente latín y griego.
En 1740, Kant entró en la universidad de Königsberg, donde recibió lecciones de Teología y estudió
filosofía, matemáticas y ciencias. Igualmente, en dicha universidad fue iniciado gracias al profesor
M. Knutzen en las obras de Wolff.
Kant estudió Filosofía . La que imperaba entonces en Königsberg era la de Leibniz y Wolff, frente
al aristotelismo que había dominado hasta entonces. La Filosofía constituía una de las cuatro
facultades: teología, medicina, derecho, Filosofía. Pero esta última era la facultad «inferior», muy
sometida a la teología, que era la facultad reina, la que podía ofrecer puestos bien retribuidos a los
graduados. En sus últimos años, en El conflicto de las Facultades , Kant ironizará de forma
magistral sobre la condición de la Filosofía como sierva de la teología. En Königsberg vivió
intensamente las controversias entre pietistas, wolfianos, leibnizianos y luteranos ortodoxos, que a
veces desembocaban en la expulsión de algún profesor por cuestiones religiosas. Igualmente, en
dicha universidad fue iniciado gracias al profesor M. Knutzen en las obras de Wolff, defensor del
racionalismo. Sin embargo, Kant también se informó de las creencias empiristas de Inglaterra y de
los ideales de la Revolución francesa y de la Ilustración. Así Hume se convirtió para Kant en un
adversario que él mismo había de refutar mientras que empezó a admirar a Rousseau. El
conocimiento de dicho empirismo y a su vez, del racionalismo, le abrieron los ojos frente al llamado
"problema crítico", la cuestión del origen y límites del conocimiento humano, de la epistemología.
De esta manera, se reunieron en Kant la corriente empirista y la cartesiana.
En 1747 ejerció como profesor privado en Judschen, Osteroden y su propia ciudad natal. Ocho años
más tarde, obtuvo el doctorado de Filosofía en la universidad de Königsberg y consiguió el permiso
para ejercer como profesor auxiliar en el mismo lugar, en el que enseño durante la segunda mitad
del siglo XVIII. Las universidades de Erlangen y Jena le ofrecieron en 1769 cátedras que Kant
rehusó187. Sin embargo, un año después, el alemán fue nombrado profesor ordinario de lógica y
metafísica en la Universidad en la que él mismo había estudiado; tomando posesión de dicho cargo
con la Disertación Sobre la forma y principios del mundo sensible e inteligible, considerada como
inicio de la llamada "época critica", en la que Kant desarrollaría su filosofía.
En 1778 la universidad de Halle le ofreció una cátedra que rechazó, pese a que le hubiera
proporcionado beneficios más cuantiosos que los de su puesto en la Universidad de Königsberg.
Kant se sentía ligado a su ciudad natal y a sus conocidos por lo que no aceptó nunca ninguno de los
llamamientos procedentes de otras ciudades que se le ofrecieron. Su oportunidad en esta ciudad, la
cual se presentó, por fin, en 1770, a sus 46 años. En esta fecha obtuvo la plaza de profesor ordinario
de lógica y metafísica, ocasión para la cual escribió la disertación De mundi sensibilis atque
intelligibilis forma et principiis. Esta obra suele considerarse el comienzo del llamado periodo
crítico, para diferenciarlo del anterior, el precrítico.
El periodo crítico propiamente dicho es el que comienza con la Crítica de la razón pura, publicada
11 años después de la disertación, a sus 57 años. Durante esos 11 años estuvo centrado en la
elaboración de este libro, el más leído y debatido de los suyos, el que más representa a Kant como
filósofo de la Ilustración.
En 1796, abandonó la enseñanza debido a los achaques propios de la vejez. Dos años después, los
síntomas de la decrepitud fueron empeorando hasta conducirle a padecer demencia senil, motivo
por el que pereció el 12 de febrero de 1804.
Kant pasó su vida entregada en su interés hacia los estudios y el conocimiento, por lo que su obra
fue numerosa y contribuyó notablemente en el avance, especialmente, de la filosofía.
1. La filosofía es la respuesta
Tras iniciarse en el conocimiento del mundo gracias a su interés por la física, Kant se consagró a la
filosofía en todas sus facetas: a su enseñanza, su revisión y crítica, su incesante cultivo. Pero ¿qué
fue para él la filosofía? ¡Todo!, sería una respuesta simplista, pero verdadera. Para Kant, la filosofía
engloba la relación de todos los acontecimientos con los fines esenciales a los que tiende la razón
humana. De ese modo se distinguen tres apartados, tres preguntas cuya respuesta es la misma: la
filosofía.
¿Qué puedo conocer? La filosofía establece los límites y los principios que hacen posible
un conocimiento científico de todo lo que existe, de los seres físicos y de la naturaleza.
¿Qué debo hacer? La filosofía determina los principios de las acciones del hombre y las
condiciones de su libertad.
¿Qué puedo esperar? A la filosofía corresponde delinear el destino del ser humano y
evaluar las condiciones y posibilidades de su realización.
A cada una de las tres preguntas, Kant dedicó una de sus obras capitales. A la primera, la Crítica de
la razón pura; a la segunda, la Crítica de la razón práctica; a la última, la Crítica del juicio. A la
respuesta, a la filosofía, le entregó su vida entera.
2. Giro copernicano
El ser humano en el centro del universo. Se anuncia de alguna manera en el punto anterior. En la
filosofía anterior a Kant se aceptaba la realidad de un sujeto que conoce y de otra, ajena a él, que es
conocida. Bien. Esto puede ser válido en todo caso para un conocimiento empírico. La operación de
Kant es situar al ser humano en el centro del tablero y decir que ese sujeto que conoce lo hace de
una manera activa y que, de alguna manera, filtra, se imbrica y hasta modifica la realidad que está
conociendo. Reivindica, para hacer su idea más comprensible, el hallazgo de Copérnico,
desmintiendo que el sol y los demás astros giraran alrededor de la Tierra y colocando al sol en el
centro. Siglos más tarde es Kant el que coloca al ser humano en esa posición central.
Kant examinó y criticó los argumentos tradicionales que demostraban la existencia de Dios en
la Crítica de la razón pura. En ese mismo libro había puesto de manifiesto la imposibilidad de la
metafísica como ciencia y, se entiende, de las materias de las que esta se ocupa: el alma, la
inmortalidad, Dios… Pues bien, Kant parece decir a continuación que «con Dios hemos topado» y
nunca negó su existencia ni la de la inmortalidad del alma. Sostuvo que ambos conceptos no son
cognoscibles por la razón teórica, pero que se imponen en la razón práctica como postulados, es
decir, como algo indemostrable, pero necesario para la moral. En el caso de Dios entiende que una
separación tan grande entre el ser y el deber ser como la que aqueja a este mundo hace necesaria la
existencia de Dios como entidad en la que ser y deber ser se unifican por fin en una unión perfecta
de virtud y felicidad.
APORTES DE KANT
1. Ciencia
La hipótesis nebular fue propuesta, efectivamente, por Kant en su obra “Historia Natural
Universal y Teoría de los Cielos” (1755), y dice que la formación del sistema solar se debe al
colapso gravitatorio de una nube gaseosa que gira lentamente, y que llega a formar el Sol y los
planetas. El giro de una nebulosa por efecto de la gravedad, que la aplanaría en forma de disco,
serviría para explicar el nacimiento de los sistemas planetarios y estelares que darían lugar a las
galaxias como la Vía Láctea.
2. Filosofía
Teoría del conocimiento
Kant afirmó que el área de conocimiento se limita al mundo de la experiencia y que
es inevitable que una persona no intente saber cosas que son desconocidas. Kant
presenta esta línea de pensamiento en su libro Crítica de la razón pura, estableciendo
que los tres grandes problemas de la metafísica son Dios, la libertad y la
inmortalidad, ya que no pueden resolverse mediante el pensamiento especulativo.
Según Kant, la existencia de Dios y los conceptos de libertad e inmortalidad no
pueden afirmarse ni negarse en el campo teórico, ni pueden demostrarse
científicamente.
La filosofía de Kant no niega la existencia de Dios, ni un orden moral, ni la realidad
pensable de un mundo físico. Lo que niega es que la razón humana pueda trascender
y llegar a esos entes en sí mismos: sean el "mundo", "Dios" o el "alma".
3. Pedagogía
Gracias a Kant, nos da la oportunidad de pensar, que la necesidad de educar a cada niño que
nace es un efecto de la especificidad humana: si el hombre ha de ser educado, es porque se ha
desnaturalizado (y, entonces, la educación es algo radicalmente distinto de ciertas actividades
animales que se quieren hacer pasar por educativas). Es una criatura distinta. Por eso, Kant dice
que el hombre es la única criatura que requiere educación.