INFORME
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Aunque hace tiempo, buena parte del mundo académico occidental veía la cuestión de
la existencia de Dios como un tema intocable o un pseudo problema, esta cuestión ha
vuelto a suscitar debates vivos en filosofía. Se ha llegado a escribir: "En el mundo
académico, Dios no está muerto (en referencia a la muerte de Dios descrita por
Nietzsche): volvió a la vida a finales de los años sesenta".
Las religiones politeístas utilizan la palabra «dios» para múltiples seres con
diversos grados de poder y habilidades, que en relatos como los de la mitología
grecorromana (Homero, Hesíodo, Virgilio, Ovidio) aparecen antropomorfizados,
con vicios y virtudes humanas (luchando, engañando, discutiendo, etc.).
Sin embargo, la vida y obra de Jesús, las experiencias de diversos santos, los
milagros como el de Alexis Carrel con la estatua de María en Lourdes (Francia),
las apariciones marianas y otros muchos fenómenos que se derivan de esta
revelación son y han sido objeto de estudio de numerosos escritores ateos y
apologistas cristianos.
“Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que
gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración,
siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como
para ser vista incluso por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que,
puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una
presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda
razón que estoy diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se
afirmara en libros antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada,
si se instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación para creer en
su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara merecería la
atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos
anteriores”.
Bertrand Russell, en el artículo «Is there a God?» (‘¿Hay un Dios?’)
Aunque en la práctica sí se puede demostrar la inexistencia de algo cuando
existe una hipótesis planteada, ya que en matemáticas es muy común desmentir
postulados de afirmaciones a priori, ya que su método de comprobación es
numérico y el resultado es concreto (por ejemplo, la imposibilidad de la
cuadratura del círculo o el teorema de incompletitud de Gödel); la prueba para la
no existencia de Dios que se supone es atemporal, espacial y espiritual, se
vuelve casi imposible por métodos numéricos o empíricos. De esta manera, es
común exigir la carga de la prueba sobre los teístas.
a. Argumentos empíricos
• Dependen de datos empíricos o demostrables para ejemplificar
sus conclusiones.
• El argumento de las revelaciones inconsistentes se opone a la existencia de
la deidad llamada "Dios", como se describe en los libros sagrados (tales como
el Tanaj judío, la Biblia cristiana o el Corán islámico) mediante la identificación
de contradicciones entre las distintas escrituras, dentro de una misma
escritura, o entre la escritura y los hechos conocidos. Para ser eficaz, este
argumento requiere confrontarse con la llamada infalibilidad o inerrancia
bíblica. La Biblia no es demostración de la existencia de Dios, ya que
implicaría un argumento circular: «Dios existe porque dice en este libro que
existe», asegura el creyente. «Pero, ¿tal libro lo escribió Dios?», puede
preguntar el ateo. A lo que contesta el creyente: «No, lo escribió el hombre,
pero fue revelado por Dios», lo que supone un nuevo círculo continuo
argumental. Sin embargo, los musulmanes presentan el Corán como prueba
empírica de la existencia de Dios, no tanto por lo que el Corán afirme que sea
revelado por Dios (que sería un argumento circular) sino por su belleza
(falacia ad consequentiam). En este sentido, cuando a Mahoma se le
solicitaban referencias sobre algún milagro, él respondía que su único milagro
había sido el Corán.
• El argumento del diseño se opone a la idea de que Dios creó la vida. Recurre
para ello a los múltiples ejemplos biológicos que parecen exhibir un mal
diseño, así como a la innumerable evidencia de adaptaciones como
consecuencia de la evolución biológica. Esta viene regulada por la selección
natural y no es resultado del creacionismo o de un diseño inteligente. Este
razonamiento se opone al argumento teleológico y a otras teorías.
b. Argumentos deductivos
c. Argumentos inductivos
d. Argumentos subjetivos
Al igual que los argumentos a favor de la existencia de Dios, los
argumentos subjetivos en contra de la divinidad sobrenatural se basan
principalmente en el testimonio o la experiencia de testigos, o bien en las
proposiciones de las religiones reveladas en general.
• El argumento testimonial da crédito a los testigos personales
contemporáneos y del pasado, que, o bien no creen, o bien dudan de
la existencia de Dios, por la simple razón de que nunca se les ha hecho
visible.
• El argumento del conflicto de religiones aduce que cada una de estas
da una versión diferente de lo que Dios es y de lo que Dios quiere. Ya
que todas las versiones contradictorias no pueden ser correctas,
muchas, si no todas las religiones, deben ser erróneas.
• El argumento de la decepción sostiene que, cuando se le pide, no hay
ninguna ayuda visible de Dios, por lo tanto, no hay ninguna razón para
creer que hay un Dios que provee.
e. Argumentos hinduistas
El ateísmo hinduista esgrime diversos razonamientos para rechazar un
Dios creador o Íshwara. Hay que tener en cuenta que en el hinduismo
hay dos corrientes distintas: una que es impersonal (no hay dios) y la otra,
que promueve Krishna que rechaza la anterior y señala que hay un dios
personal. En la línea impersonal está por ejemplo el budismo.
Nuestro autor es considerado como una de las grandes figuras del siglo XX (1905-
1997) que más ha influido en el pensamiento antropológico y en las prácticas
psicoterapéuticas. A los 15 años desarrolló dos de sus pensamientos
fundamentales: que no debemos preguntar por el sentido de la vida porque somos
nosotros los interrogados. El otro pensamiento dice, que el sentido último
trasciende nuestra capacidad de comprensión.
Ahora bien, es necesario destacar que la obra de Frankl sigue vigente en todos
los continentes, y cada vez con más fuerza, a través de sus seguidores y
seguidoras. Y esto es así porque él eligió apostarle a la vida y al ser humano,
dándose a la tarea de rehumanizar la medicina y la psicoterapia. Eligió la senda
del compromiso, del amor, del perdón, de la paz y del servicio plenificante.
a. Valores de Creación
Se refieren a lo que el ser humano forja en forma de trabajo, creación,
transformación. En la labor lo que cuenta es la entrega concreta, la
intensidad con la que se aplica a la tarea y no el tipo de trabajo que se
realiza. No es tan importante el qué cosa, sino el cómo. ”Lo que hace de
la vida algo insustituible e irremplazable, algo único, algo que sólo se vive
una vez, depende del hombre mismo, depende de quién lo haga y de
cómo lo haga, no de lo que se haga.”
b. Valores de Experiencia
Se refieren a lo que el ser humano recibe gratuitamente del mundo, en
forma de vivencia artística, filosófica, literaria, etc. Contemplar la belleza
de la naturaleza es uno de los mejores modos de encontrar el sentido de
la vida. Pero la experiencia más profunda en este segundo camino es el
encontrarse con otro ser humano y descubrir en él su unicidad, su
irrepetibilidad, su ser ahora y todas sus potencialidades que pueden
llevar a convertirle en una persona más plena. “Esta es la experiencia
trascendente del encuentro humano, que admite diversos niveles que
recorren todos los tipos de amistad hasta llegar al amor profundo.”
c. Valores de Actitud
Se da ante la situación en la cual el ser humano se ve imposibilitado de
llevar a cabo los Valores de Creación y los Valores de Experiencia,
entonces está en el umbral de los Valores de Actitud. Encontrar sentido
al trabajo, a la creación, al arte, es más fácil. En cambio, encontrarle el
sentido al sufrimiento no lo es. Para los valores de creación necesitamos
aptitudes, capacidad creadora; para los valores de experiencia,
capacidad de sentir y vivenciar; para los valores de actitud, capacidad de
sufrimiento. Y no la poseemos naturalmente, no se trae consigo al nacer,
tenemos que adquirirla, conquistarla en el padecimiento mismo de la vida.
citado por Julia Hinde en Las grandes preguntas de la ciencia. Ed. Crítica - Barcelona,
2011. ISBN 978-84-9892-231-8 p. 17
Coward, Harold: The perfectibility of human nature in eastern and western thought (pág.
114). Publicado en Google Libros.
Eliot, Charles: Hinduism and buddhism, volumen II, pág. 243. Publicado en Google
Libros.
Harriet Swain, ed.: Las grandes preguntas de la ciencia. Ed. Crítica - Barcelona, 2011.
ISBN 978-84-9892-231-8 pp. 24-25
Hebbar, Neria Harish. «El Upanishad principal». Archivado desde htm el original el 8 de
marzo de 2009. Consultado el 12 de enero de 2007.
La cita original es: «God is not 'dead' in academia; he returned to life in the late 1960s»,
citado por Quentin Smith en The Rationality of Theism. Habla del cambio
experimentado desde la hostilidad hacia el teísmo en la Encyclopedia of
Philosophy de Paul Edwards (1967) hacia una mayor simpatía hacia el teísmo
en la Routledge Encyclopedia of Philosophy, más reciente.
Lukas, Elizabeth, Una vida fascinante, Ed. San Pablo, Buenos Aires, 1994, p. 24
op. cit., p. 20
Pascal Boyer: Religion Explained: The Evolutionary Origins of Religious Thought. Basic
Books, 2001.
Pearlman, Myer (1992): Teología bíblica y sistemática (pág. 23). Madrid: Vida, 1992.
ISBN 0-8297-1372-7.
Sāṁkhyapravacanasūtra I.92.
The six systems of Indian philosophy (‘los seis sistemas de la filosofía india’), publicado
en Google Libros.
Ver los artículos sobre estos autores, y sobre todo el artículo de Einstein de 1940 en la
revista Nature.
EL PROBLEMA METAFÍSICO. ¿EXISTE DIOS?
LO TRASCENDENTE Y EL SENTIDO DE LA VIDA
El argumento moral
El argumento trascendental