B VCM 019725

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 179

PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES

DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939)


DE LA COMUNIDAD DE MADRID
COMUNIDAD DE MADRID

PRESIDENTE
Pedro Rollán Ojeda

CONSEJERO DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTES


Jaime M. de los Santos González

VICECONSEJERO DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTES


Álvaro César Ballarín Valcárcel

DIRECTORA GENERAL DE PATRIMONIO CULTURAL


Paloma Sobrini Sagaseta de Ilurdoz

SUBDIRECTOR GENERAL DE PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN


Miguel Ángel García Valero

SUBDIRECTORA GENERAL DE DIFUSIÓN Y GESTIÓN


Alicia Durántez de Irezábal

comunidad.madrid/publicamadrid

COMITÉ ASESOR DEL PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES


DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD
DE MADRID

María Isabel Baquedano Beltrán Alfredo González Ruibal


Dirección General de Patrimonio Cultural. Instituto de Ciencias del Patrimonio.
Comunidad de Madrid Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Francisco Javier Pastor Muñoz David Loriente Ortiz


Dirección General de Patrimonio Cultural. Ayuntamiento de Morata de Tajuña
Comunidad de Madrid
Antonio Morcillo López
Ricardo Castellano Ruiz de la Torre GEFREMA (Grupo de Estudios del Frente de Madrid)
Colectivo Guadarrama. Asociación TAJAR
entre el Tajuña y el Jarama Óscar Navajas Corral
Universidad de Alcalá
José Manuel de Arnaiz Seco
Instituto de Historia y Cultura Militar. Manuel Pradillo López
Ministerio de Defensa Ayuntamiento de Brunete

Miguel Fernández Díaz Belén Rodríguez Nuere


Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía Instituto del Patrimonio Cultural de España.
y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid Ministerio de Cultura y Deporte

Juan Pablo Fusi Aizpurúa Octavio Ruiz-Manjón


Real Academia de la Historia Universidad Complutense de Madrid

Rafael García González Pablo Schnell Quiertant


Ayuntamiento de Puentes Viejas Asociación Española de Amigos de los Castillos
EDICIÓN
Consejería de Cultura, Turismo y Deportes
Dirección General de Patrimonio Cultural

AUTORES
María Isabel Baquedano Beltrán
Ricardo Castellano Ruiz de la Torre
José Manuel de Arnaiz Seco
Julián González Fraile
Alfredo González Ruibal
Eduardo Lillo Fernández
Óscar Navajas Corral
Francisco Javier Pastor Muñoz
Pablo Schnell Quiertant

COORDINACIÓN CIENTÍFICA
Miguel Ángel García Valero
Isabel Baquedano Beltrán
Francisco Javier Pastor Muñoz

COORDINACIÓN EDITORIAL
David Rejano Peña
Mariela Beltrán García-Echániz
Sara Cuenca Sánchez

Con la colaboración de: Miguel Ángel Camón Cisneros,


Ana María Gil Prieto, Cristina Pérez-Marín Salvador,
Fernando Sanz García

ILUSTRACIONES
Arturo Asensio Moruno
Albert Álvarez Marsal

MAQUETACIÓN
Rubén Espada Fernández

IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN
Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid

I.S.B.N.: 978-84-451-3786-4
D.L.: M–10374-2019

© de la edición: Dirección General de Patrimonio Cultural


© de los textos: sus autores
© de la fotografía: sus autores

Cualquier forma de reproducción, distribución,


comunicación pública o transformación de esta obra
solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares,
salvo excepción prevista en la ley
Esta obra representa la culminación de una de las pri- estructuras para las generaciones venideras. En segun-
meras necesidades que el estudio de las fortificaciones do lugar la ingente cantidad de restos materiales de este
de la Guerra Civil demandaba, la creación de un Libro periodo localizados que hacía imprescindible implemen-
Blanco que ofreciera las claves de cómo debemos acer- tar una planificación integral de este vasto patrimonio
carnos a este patrimonio contemporáneo. Tenemos pre- que ayudase a conocerlo y ponerlo en valor.
sente que hay otras formas, otras dialécticas, pero con
esta publicación se ha pretendido describir el enfoque Nuestra región posee uno de los mejores conjuntos de
que la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la fortificaciones de la Guerra Civil de toda la península.
Comunidad de Madrid y el Comité Asesor, creado para Destacan tanto por su abundancia como por su variedad
el desarrollo de este Plan, han adoptado como método tipológica y en general por su buen estado de conser-
de estudio y conservación del patrimonio bélico cons- vación. La Dirección General de Patrimonio Cultural está
truido en la región. trabajando para inventariar, documentar y preservar
estas estructuras militares. Los datos a día de hoy son
Cumplidos 80 años del inicio del terrible episodio que abrumadores: 105 términos municipales con vestigios de
representó la Guerra Civil, la Comunidad de Madrid se la Guerra Civil; 82 con estructuras militares defensivas;
propuso en 2016 desarrollar un plan para poner en valor 12 con aeródromos. 450 estructuras militares de hormi-
los restos de fortificaciones de este período. gón documentadas; 1.450 de otros materiales y varios
cientos de kilómetros lineales de trincheras.
Se cuentan por miles los libros y artículos sobre este
tema en la literatura científica; la guerra española está Este Plan de Fortificaciones permite al Gobierno de la
explicada por historiadores nacionales y extranjeros Comunidad de Madrid, además de su gestión y conser-
desde casi todos los enfoques posibles. Desde la Direc- vación, dotar a estos restos patrimoniales de usos com-
ción General de Patrimonio Cultural se ensaya un enfo- patibles y respetuosos que rescaten sus valores per-
que distinto, se «deja de lado» este discurso histórico didos para darlos a conocer a la sociedad. Uno de sus
tradicional para, usando terminología militar, situar en objetivos prioritarios es revitalizar el patrimonio local; el
primera línea a la arqueología y la comprensión del terri- haber localizado restos de la guerra en tantos munici-
torio. Así, partiendo de la materialidad de los restos loca- pios ha permitido hacer un proyecto cultural común que
lizados en las excavaciones arqueológicas, pretendemos se está comenzando a visualizar en gran parte del terri-
visualizar esa parte cotidiana del conflicto que, a nuestro torio de la Región. Es un hecho que en el siglo XXI las
juicio, es la más desconocida y puede aportarnos una propuestas de ordenación territorial de mayor interés
visión diferente y complementaria de la contienda. En estarán basadas en un nuevo binomio: naturaleza y cul-
este enfoque el territorio está concebido como paisaje, tura. Naturaleza (paisaje) y cultura (arqueología) como
pues hablamos de un territorio que percibimos con los partes de un concepto único: el Patrimonio.
sentidos. Es una percepción individual, y a la vez social
y colectiva, apreciada por un grupo que se reconoce a Esta publicación es el resultado del intenso trabajo de
sí mismo y que por ello está lleno de significados y con- un grupo de profesionales que han pensado y entendi-
notaciones compartidas. Esto es lo que más me interesa do este patrimonio bélico contemporáneo de una forma
de la definición (Art. 1.a) que da el Convenio Europeo novedosa. En algo más de 160 páginas (divididas en sie-
del Paisaje, al igual que su carácter «dinámico», que no te capítulos) está recogida la filosofía del Plan Regional
persigue la fijación del paisaje en un estado determinado de Fortificaciones de la Guerra Civil (1936-1939) de la
sino, sobre todo, que la evolución inherente a su condi- Comunidad de Madrid, un enfoque único por numerosos
ción cambiante tenga lugar de manera consciente armó- motivos, por el hecho de que, partiendo de la materia-
nica y social, que incluye como componente esencial del lidad de la fortificación construida y su paisaje, se ha
paisaje la sociedad y los efectos de sus actuaciones. pensado y se ha comenzado a concebir otra manera de
aproximación a esta realidad cultural. Por primera vez,
Quizá resulta inevitable que en Madrid, que padeció el de manera íntegra en una comunidad autónoma, se re-
sitio más largo de la Guerra Civil, surgiera la necesidad conoce la trascendencia de estas fortificaciones y su en-
de crear un plan que de manera integral se plantease el torno, se pone el énfasis en la necesidad de inventariarlas
estudio y conservación de este patrimonio. Los casi tres y conservarlas y también de acercarlas a los ciudadanos
años de guerra dejaron incontables huellas materiales, de una forma sencilla y didáctica a partir de una serie de
unas veces evidentes y otras más sutiles. rutas arqueológicas y centros de interpretación ya pla-
nificados por nuestro territorio que ayudarán a explicar
¿Qué motivó la creación de este Plan? En primer lugar este lamentable conflicto bélico desde la arqueología.
la inclusión de las fortificaciones de la Guerra Civil como
elementos que forman parte del Patrimonio Histórico A lo largo de estas páginas el lector ira tomando con-
de la Comunidad (Disposición Transitoria 1ª de la Ley ciencia de la importancia del patrimonio material de la
3/2013 del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Ma- Guerra Civil existente en la Comunidad de Madrid y el
drid). Su inserción en el marco legislativo vigente obliga enorme potencial que éste posee en sus múltiples ver-
a los poderes públicos a inventariar y conservar estas tientes. La publicación muestra también el esfuerzo
humano y material desarrollado por la Dirección Gene- teatral; desde aquí trascendió al mundo; aquí fue libre.
ral de Patrimonio Cultural para su principal encomienda: Desde aquí, un 16 de julio de 1936, partía para Granada
inventariarlo, conservarlo y gestionarlo adecuadamente. «a escribir y estar con sus padres». Le aterraba aque-
lla guerra incipiente que, tan solo un mes después, el
No puedo finalizar esta presentación sin señalar que el 18 de agosto, se cobraba una de sus primeras víctimas:
mayor logro conseguido ha sido aunar los esfuerzos y el poeta, el músico, el artista, el más grande dramaturgo
aportaciones de las personas que participan en el Comi- del S. XX era asesinado. Lorca se convertía en el primer
té para la redacción del Plan Regional de Fortificaciones mártir de aquella injusta guerra, en la leyenda que ahora
en representación de diferentes organismos y colecti- (y siempre) celebramos.
vos. A todos ellos quiero expresarles mi agradecimiento
y el de la institución a la que represento.

Se cumplen 100 años de la llegada de Federico García Jaime M. de los Santos


Lorca a la ciudad de Madrid. Aquí se convirtió en autor Consejero de Cultura, Turismo y Deportes
ÍNDICE
11 PRESENTACIÓN
Paloma Sobrini Sagaseta de Ilurdoz

15 EL MARCO LEGAL DE LOS VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL


Eduardo Lillo Fernández

25 INTRODUCCIÓN HISTÓRICA. LA GUERRA CIVIL EN MADRID


José Manuel de Arnaiz Seco y Francisco Javier Pastor Muñoz

35 EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID


María Isabel Baquedano Beltrán y Francisco Javier Pastor Muñoz

79 ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES


DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Alfredo González Ruibal

99 MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES


DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID
Pablo Schnell Quiertant y José Manuel de Arnaiz Seco

131 UNA MIRADA PARTICULAR: EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES


EN LA TOMA DE CONCIENCIA, SALVAGUARDA Y DIFUSIÓN
DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Ricardo Castellano Ruiz de la Torre

139 INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO


DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. HERRAMIENTAS Y METODOLOGÍAS
PARA APLICAR EN LA COMUNIDAD DE MADRID
Óscar Navajas Corral y Julián González Fraile
PRESENTACIÓN

PALOMA SOBRINI SAGASETA DE ILURDOZ


Directora General de Patrimonio Cultural
de la Comunidad de Madrid
13

El libro Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Ci- Este Libro Blanco se ha estructurado en varios capítulos:
vil (1936-1938) de la Comunidad de Madrid se ha pensa-
do como un Libro Blanco. La primera de las acepciones • En el primero se expone la legislación existente
que da la Real Academia de la Lengua en su definición a sobre el Patrimonio de la Guerra Civil. Nos pare-
este tipo de documento “es aquel que publican los go- cía fundamental puesto que es nuestra Ley 3/2013
biernos en determinados casos para informar a los órga- de Patrimonio Histórico la que obliga a las distin-
nos legislativos o a la opinión pública”. El objetivo que tas administraciones de la Comunidad de Madrid
ha llevado a la Dirección General de Patrimonio Cultural a proteger estos bienes al incluirlos como parte
a su publicación no es otro que mostrar ante los profe- consustancial de nuestro patrimonio cultural. Ade-
sionales, investigadores y a los ciudadanos interesados más había que hacer un pequeño resumen com-
por este tema las fórmulas que, desde sus competen- parativo con otras legislaciones.
cias, ha adoptado la Dirección General de Patrimonio • El segundo es una síntesis histórica del conflicto y
para inventariar, estudiar, conservar y poner en valor lo que supuso para el territorio de la Comunidad.
este patrimonio tan singular. Es un tema del que existen miles de publicaciones
acorde con su importancia histórica pero no po-
La obra nace como un instrumento para ayudar a los díamos renunciar a incorporar un texto histórico
técnicos locales que tienen que preservar y tomar con- que explicase el por qué de la necesidad del Plan.
ciencia de que los restos de la Guerra Civil, a pesar de • En el tercer capítulo se explica la filosofía del Plan
su cercanía en el tiempo, son vestigios patrimoniales de de Fortificaciones, los datos conocidos a fecha de
gran valor y así lo entendió el legislador cuando los re- hoy y las actuaciones de investigación arqueoló-
cogió en la Ley 3/2013 del Patrimonio Histórico de la gica y puesta en valor de diferentes enclaves de
Comunidad de Madrid. El Libro Blanco se gestó con vo- la Guerra Civil, tanto la musealización de espacios
cación de ayudar a los técnicos de las administraciones estudiados con metodología arqueológica como
locales con competencias en Patrimonio Cultural. Por un la implementación en el territorio de varios cen-
lado, a comprender el tema y, por el otro, a afrontar los tros de interpretación.
problemas derivados de su conservación ayudándoles • El cuarto capítulo trata la arqueología de la Gue-
en la toma de la decisión adecuada. rra Civil. Nos ha parecido fundamental incluir este
texto optando por la salvaguarda y difusión de los
El Plan es, por tanto, una herramienta de gestión su- restos construidos durante el conflicto bélico a
pramunicipal con el objetivo de documentar, proteger través de la arqueología y el paisaje como méto-
y conservar la arquitectura defensiva edificada durante do ideal de estudio.
la Guerra Civil. Se han elegido la arqueología y el paisaje • El quinto capítulo es un diccionario que recoge
como fórmula para acercarse a este tipo de restos pa- las definiciones e imágenes de cada estructura
trimoniales y se han involucrado en el diseño todos los construida que podemos localizar: bunker, nido de
interesados que han querido formar parte del proyecto: ametralladora, refugio, trincheras, etc. Esta parte
profesionales de la Dirección General, ayuntamientos del Libro Blanco es un proceso intelectual de vi-
interesados en este tema, arqueólogos, profesores de sualización y discernimiento de cada tipo de obra
universidad o del CSIC, Reales Academias y a miembros bélica con el fin de que los técnicos o personas
de la sociedad civil con una trayectoria y publicaciones interesadas, no especialistas, puedan diferenciar
sobre estos contenidos que los convierten en auténticos en cada momento qué tipo de arquitectura tienen
especialistas, trabajando en solitario o con asociaciones delante de ellos y cuál fue su utilidad.
ciudadanas implicadas en la protección y revalorización • El sexto capítulo trata sobre la difusión de este
de esta etapa de la historia española. patrimonio bélico. Además de exponer las accio-
nes llevadas a cabo hasta la fecha por esta Direc-
Para centralizar todas estas sensibilidades en 2016 la Di- ción General en la divulgación de este tipo de bie-
rección General de Patrimonio Cultural creó una comi- nes patrimoniales nos interesaba recoger aquí la
sión de expertos para la redacción del Plan. Sin el esfuer- visión de los demás implicados.
zo y compromiso desinteresado de todos ellos no habría • El Libro Blanco finaliza con una visión desde la
sido posible llevar a buen puerto este trabajo, lo que les sociedad civil, a quien también va dirigido. Para
agradezco públicamente en estas líneas. ello hemos dado voz a una de las personas que
en nuestra Comunidad Autónoma ha estado invo-
El Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil lucrado en este tema desde el origen y a quien
(1936-1939) es un proyecto ambicioso que precisa de una agradecemos sobremanera su aportación.
amplia documentación de estas singulares construccio-
nes a fin de tener representada de forma geoespacial la En estos dos años de desarrollo del Plan de Fortificacio-
línea del frente y los sistemas de fortificación de ambos nes nos ha sorprendido gratamente la gran cantidad de
contendientes. El conocimiento y la georreferencia de ciudadanos, a título individual, interesados en conocer
esta arquitectura defensiva es el objetivo fundamental estos vestigios de la Guerra Civil, así como de diversos
del Plan, pues es básica en su protección patrimonial in- colectivos, profesionales y otras administraciones. Per-
tegral. La prospección de todo el territorio de la Comu- mítanme presumir de nuestros logros pues, en apenas
nidad ofrece datos impactantes sobre la cantidad y la dos años de vida, a este Proyecto se le han concedido
calidad de restos patrimoniales de este acontecimiento dos importantes distinciones: el Plan Regional de Forti-
bélico que se hallan distribuidos en 105 municipios con ficaciones de la Guerra Civil (1936-1939) de la Comuni-
más de 1.450 estructuras y cientos de km de trincheras dad de Madrid quedó finalista del Premio Internacional
documentados. AR&PA 2018 de intervención en el Patrimonio Cultural,
14 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

celebrado en Valladolid el 8 de noviembre de 2018, y, en Jarama. Colectivo Guadarrama y Asociación Española


marzo de 2019, recibió la medalla de plata de la Asocia- de Amigos de los Castillos), así como los Ayuntamientos
ción de Amigos de los Castillos, una de las asociaciones de Brunete, Morata de Tajuña y Puentes Viejas.
civiles españolas más veteranas y de mayor prestigio en
temas de Patrimonio. Aprovecho estas páginas para ha- Agradezco también la fantástica aportación de todos
cer pública mi gratitud a ambas instituciones. los autores del libro y por supuesto doy las gracias a
mi equipo de la Dirección General de Patrimonio Cultu-
Quiero expresar mi agradecimiento a los miembros del ral por la materialización de este importante proyecto
Comité Asesor para la redacción del Plan en represen- patrimonial, personalizado en el Subdirector General de
tación de diferentes organismos y colectivos: Consejo Protección y Conservación, Miguel Ángel García Valero,
Superior de Investigaciones Científicas, Instituto del cuya subdirección ha ideado e implementado este Plan
Patrimonio Cultural de España, Instituto de Historia y y en la Subdirectora de Difusión y Gestión, Alicia Durán-
Cultura Militar, Reales Academias de la Historia y Bellas tez de Irezábal, desde cuya subdirección se ha desarro-
Artes de San Fernando, Universidad Complutense de llado la identidad corporativa del Plan y la coordinación
Madrid, Universidad de Alcalá, Colegio Oficial de Doc- editorial de este volumen, haciéndolo extensivo a todos
tores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, los técnicos de ambas subdirecciones. Sin el entusiasmo
asociaciones culturales (Grupo de Estudios del Fren- de este equipo, la publicación de este libro no hubiera
te de Madrid (GEFREMA), TAJAR, entre el Tajuña y el sido posible.
EL MARCO LEGAL
DE LOS VESTIGIOS
DE LA GUERRA CIVIL

EDUARDO LILLO FERNÁNDEZ


Dirección General de Patrimonio Cultural
de la Comunidad de Madrid
17

En las últimas décadas hemos asistido en nuestro país a la tiene la colectividad como instrumentos de cultura. Par-
implantación y asunción de un nuevo concepto del Patri- tiendo de esta base, la Ley consagra una nueva defi-
monio Histórico y, en general, de los fenómenos culturales, nición del Patrimonio Histórico y amplía notablemente
que han promovido y favorecido el desarrollo del conoci- su extensión respecto a las legislaciones anteriores, ac-
miento y la conservación como vehículos para la valora- tuando sobre un conjunto de bienes considerados patri-
ción y difusión de nuestro Patrimonio Histórico y Cultural. moniales debido a su función cultural, que representan
la acción del hombre en sentido amplio en referencia a
El inicio de este fenómeno, que ha marcado en gran me- la Historia de la civilización, sin establecer limitaciones
dida la gestión que sobre nuestros bienes culturales se derivadas de su propiedad, uso, antigüedad o valor eco-
está llevando a cabo en la actualidad, se encuentra en la nómico.
Constitución de 1978. En un Estado Social, Democrático
y de Derecho como el nuestro, los objetivos de desarrollo Al amparo de la distribución competencial establecida
de la cultura se revelan manifiestamente indispensables. en la legislación estatal, y bajo los preceptos recogi-
dos en diversas sentencias del Tribunal Constitucional
Desde el mismo Preámbulo de la Constitución se pro- al respecto, el legislador de cada Comunidad Autóno-
clama la voluntad de proteger a todos los españoles y ma fue promulgando leyes que, siguiendo inicialmente
pueblos de España en sus culturas y tradiciones y de el esquema de la Ley 16/85, y la regulación del régimen
promover el progreso de la cultura. de protección establecido en la misma, han ido desarro-
llando nuevas perspectivas, ampliando y enriqueciendo
Los principios o valores constitucionales relacionados el concepto de Patrimonio Histórico establecido en la
con la cultura se establecen en los artículos 44.1, y 46 norma estatal, a través de la inclusión de nuevas figuras
del Capítulo III del Título I, De los Principios Rectores de de protección más allá de los Bienes de Interés Cultural,
la Política Social y Económica. El artículo 44.1 de la Cons- y definiendo y perfilando la noción jurídica de diversos
titución consagra la obligación por parte de los poderes Patrimonios especiales (industriales, inmateriales, pai-
públicos de promover y tutelar el acceso a la cultura a la sajísticos, y actualmente, el patrimonio fortificado de la
que todos tienen derecho. Por su parte el art. 46 recoge guerra civil).
el deber de los poderes públicos de garantizar la con-
servación y promover el enriquecimiento del Patrimonio Debemos destacar la contribución realizada en este
Histórico, Cultural y Artístico de los pueblos de España campo, por los trabajos de distintos organismos nacio-
y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su nales e internacionales. Las reuniones sobre el Patrimo-
régimen jurídico y su titularidad. nio etnográfico, inmaterial, industrial o el patrimonio
arqueológico de la UNESCO han supuesto referencias
El contenido del artículo 46 de la Constitución marca para su posterior aplicación legal entre los distintos es-
un camino que constituye el inicio efectivo de un nuevo tados firmantes.
concepto sobre la importancia del Patrimonio Cultural
en nuestro país, entendiendo el mismo, y los bienes que Asimismo debemos destacar la labor del Consejo de
lo componen, como instrumentos y elementos genera- Europa en el campo de la protección del Patrimonio
dores de cultura al servicio de la comunidad, condición Cultural. El Convenio para la Protección del Patrimonio
en la que se basa el sentido público de los bienes que Arqueológico de La Valetta, en 1992, constituye un im-
componen el Patrimonio Histórico y su concepto instru- portante apoyo en la valoración de este patrimonio, es-
mental al servicio de la sociedad. pecialmente en lo referente a la adopción de medidas
conducentes a la preservación, conservación y gestión
Tras la promulgación de la Carta Magna se inicia un pe- de los restos arqueológicos exhumados.
riodo postconstitucional, caracterizado por la aparición
de un modelo altamente descentralizado de gestión cul- De igual manera, el Convenio Europeo del Paisaje, del
tural que materializa el contenido de la Constitución y año 2000, representa el reconocimiento del valor cul-
la trasposición de las previsiones constitucionales a los tural del paisaje y su relación con los bienes cultura-
Estatutos de Autonomía que, en este marco, se fueron les, así como su carácter histórico y patrimonial, como
aprobando, recogiendo de una manera u otra este de- muestra de la evolución del territorio, sirviendo de punto
recho a la competencia sobre el Patrimonio Histórico de partida para la protección, no solamente de los ele-
y el “Patrimonio Monumental”. El de la Comunidad de mentos materiales sino del ámbito paisajístico en que se
Madrid recoge en su artículo 26, entre otras, la compe- encuentran, así como las huellas dejadas en el territorio
tencia exclusiva sobre el Patrimonio Histórico, Artístico, por los diferentes acontecimientos históricos que se han
Monumental, Arqueológico, Arquitectónico y Científico sucedido en el mismo.
de interés para la Comunidad.
El marco conceptual y normativo desarrollado en las lí-
Este periodo culmina con la publicación en el año 1985 neas anteriores constituye la base para el reconocimien-
de la Ley 16 / 85 de 25 de junio de Patrimonio Histórico to y la valoración, como bienes culturales, de aquellos
Español, que establece un nuevo concepto del Patrimo- elementos que constituyen las huellas de nuestra histo-
nio Histórico como una riqueza colectiva que contiene ria más reciente, como ocurre con la arquitectura defen-
las expresiones más dignas de aprecio en la aportación siva de la Guerra Civil, cuya regulación y protección jurí-
histórica de los españoles a la cultura universal . dica es relativamente reciente. El reconocimiento de su
carácter cultural, que enlaza directamente con el espí-
Los bienes que integran el Patrimonio Histórico Espa- ritu de la Ley de Patrimonio Histórico estatal, ha permi-
ñol (PHE) adquieren su valor en el aprecio que de ellos tido la adopción de medidas de gestión para promover
18 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

su conocimiento, su conservación y a través de éstas su La Ley 10/98 de 9 de julio de Patrimonio Histórico de la


valorización y difusión. Comunidad de Madrid, actualmente derogada, estable-
cía en su disposición adicional segunda el sometimiento
En este sentido, y entrando a considerar los elementos al mismo régimen de protección previsto para los bienes
de la Guerra Civil como bienes culturales, en el marco incluidos en el Inventario de Bienes Culturales de Madrid
del desarrollo y la ampliación del concepto del Patri- para los “castillos, casas fuertes, torreones, murallas, re-
monio Cultural, debemos destacar la labor desarrollada cintos fortificados, estructuras militares y defensivas,...
por el actualmente denominado Instituto del Patrimonio con más de doscientos cincuenta años de antigüedad.”
Cultural de España.
Como hemos mencionado, este concepto ampliaba la
Este organismo, dependiente del Ministerio de Cultura, protección legal a otros elementos, más allá de los re-
se crea a mediados de los años 80 del siglo pasado tras cogidos en la disposición adicional segunda de la ley
la promulgación de la Ley 16 / 85 y del Real Decreto 565, 16/85 (castillos), al hacer referencia expresa a otro tipo
de 24 de abril de 1985, por el que se crea el por entonces de elementos fortificados, si bien el establecimiento de
denominado “Instituto de Conservación y Restauración un límite cronológico a dicha protección, suponía dejar
de Bienes Culturales”. En su decreto de creación, y en los fuera numerosos elementos patrimoniales de indudable
posteriores decretos que han ido modificando la estruc- valor, incluyendo los que nos ocupan del periodo de la
tura y la denominación del Instituto hasta nuestros días, Guerra Civil.
se ha mantenido entre sus fines “la elaboración de pla-
nes para la conservación y restauración del Patrimonio La Carta de Baños de la Encina ha venido a reparar, al
Histórico Español”. El desarrollo de estos Planes Nacio- menos desde el punto de vista conceptual, que no jurídi-
nales, fruto de reuniones científicas, han permitido mar- co, las ya mencionadas lagunas que plantea el contenido
car las directrices y unificar criterios en la catalogación, de la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985 y
la protección y conservación del patrimonio fortificado. de la normativa autonómica de 1998. Este documento
define la arquitectura defensiva como parte del “legado
En esta línea, y en el marco del Plan Nacional de Arqui- monumental heredado y de la mayoría de los paisajes
tectura Defensiva, se han desarrollado numerosos tra- culturales del país”, y marca una serie de recomenda-
bajos que culminan, en este campo, en un documento ciones relacionadas con el conocimiento mediante una
de consenso, novedoso en sus planteamientos y direc- metodología científica, la difusión, y la relación de este
trices, como es la denominada Carta de Baños de la En- tipo de patrimonio con el territorio, la memoria histórica
cina para la Conservación de la Arquitectura Defensiva y el poblamiento.
en España de 2006.
La definición aportada por el documento del Plan Na-
La Carta de Baños de la Encina, amplia el concepto de cional de Arquitectura Defensiva sirve para marcar una
la arquitectura defensiva, al margen de las consideracio- línea metodológica que estudia estos bienes como los
nes cronológicas o monumentales que tradicionalmente restos arqueológicos o monumentales que hoy contem-
han definido estos bienes culturales, ampliando las tipo- plamos:
logías y sentando las bases de la protección de aquellos
elementos que constituyen las huellas de nuestro pasa- “Forman parte de la arquitectura defensiva, todas
do histórico más reciente. Como punto de partida del aquellas estructuras construidas a lo largo de la
desarrollo y la ampliación del concepto y el valor cultu- historia para la defensa y el control de un determi-
ral de la arquitectura defensiva, debemos mencionar la nado territorio, sea terrestre o marítimo, formando
Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, que parte del mismo de manera indisoluble. En su con-
declaraba de Interés Cultural por ministerio de la Ley, a junto destacan singularmente murallas, castillos,
todos aquellos bienes recogidos en el Decreto de 22 de torres vigía, fortificaciones de la Edad Moderna y
abril de 1949, en referencia específica a “todos los cas- Contemporánea, y arsenales.”
tillos de España, cualquiera que sea su estado de ruina”,
estableciendo para los mismos la aplicación del régimen Asimismo, recoge específicamente la Arquitectura de
jurídico previsto en la Ley para los Bienes de Interés Cul- defensa del siglo XX, distinguiendo en sus categorías
tural. El contenido de la Disposición Adicional Segun- entre “fortificación ligera, fortificación permanente, de-
da, al remitirse al literal del Decreto de 22 de abril de fensa pasiva, fortificaciones de campaña (nidos de ame-
1949, planteaba en su aplicación una serie de “lagunas” tralladora, nido fusilero, observatorio blindado, fortín,
respecto al régimen de protección de otro tipo de ma- casamata para artillería, emplazamiento artillero a bar-
nifestaciones de arquitectura defensiva, incluso perte- beta, parapeto fusilero / trinchera de obra, refugio, trin-
necientes a nuestro pasado histórico, salvo que puedan chera, muro anticarro, barracón, blocao, etc.”
entenderse como parte misma de la propia fortificación
de un castillo, todo ello sin entrar en el debate historio- Este listado se encuentra hoy en día en revisión, pero su
gráfico sobre lo que se puede entender hoy en día como redacción en 2006 suponía una novedosa aportación al
castillo, alcazaba, hisn, etc. patrimonio arqueológico, que además estaba redactado
por numerosos agentes, tanto de la administración re-
Algunas legislaciones autonómicas, como la de la Comu- gional como por varios expertos externos.
nidad de Madrid, partiendo de lo dispuesto en la legis-
lación estatal, introducen determinaciones tendentes a Estas bases, han permitido ir rompiendo los anteriores
ampliar la banda de protección de elementos ligados a la clichés sobre la temporalidad, el origen y los materiales
arquitectura defensiva, dado su relevante valor cultural. constructivos del patrimonio fortificado, contribuyendo
EL MARCO LEGAL DE LOS VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL 19

en gran medida a la consideración de restos materiales, Arqueológico se fundamenta, frente al resto de los bie-
relativamente recientes, como dignos de protección y nes con valor cultural, no ya por las características o la
conservación no sólo por parte de algunos particulares naturaleza mueble o inmueble de sus bienes, sino por la
volcados en su pasión por el patrimonio de la Guerra metodología aplicada a su estudio. Así, el art. 40.1 de la
Civil, sino que han conseguido que el legislador siga esta norma estatal establece: “Conforme a lo dispuesto en el
senda que culmina con la protección legal de bienes artículo 1 de esta Ley, forman parte del Patrimonio Histó-
construidos durante la Guerra Civil. rico Español los bienes muebles e inmuebles de carácter
histórico susceptibles de ser estudiados con metodolo-
Pese a la importante aportación del Plan Nacional de Ar- gía arqueológica (...)”.
quitectura Defensiva, el documento carece de valor jurí-
dico, limitándose a abrir un camino que debe plasmarse En esta línea, la legislación de la Comunidad de Madrid,
en las diferentes normativas autonómicas. Hoy por hoy, en su Título V, introduce el Patrimonio Arqueológico en
la inserción de estos bienes culturales en el régimen ju- los Regímenes especiales de protección, basando su de-
rídico y de protección que establece la normativa sobre finición, según se determina en el artículo 28.1, en el em-
Patrimonio Cultural, se basa fundamentalmente, en su pleo para su estudio e interpretación de las “técnicas de
adscripción al Patrimonio Arqueológico. investigación arqueológica”.

En este sentido, la clasificación que opera en la Ley La adscripción de la arquitectura defensiva de la Guerra
16/1985 de Patrimonio Histórico Español, reproducida Civil a dicha masa patrimonial, permite la aplicación del
en su base por el resto de las normativas autonómicas, régimen jurídico de protección que la Ley de Patrimonio
se establece en primer lugar en torno a la naturaleza de Histórico Español reserva para los bienes arqueológicos,
los bienes, muebles o inmuebles. La segunda clasifica- establecida en los artículos 42 y 43, y que supone el
ción establecida por la norma estatal se configura en punto de partida para la protección de este tipo de ma-
base a la declaración como Bienes de Interés Cultural nifestaciones, y su desarrollo en las distintas normativas
de aquellos más relevantes del Patrimonio Histórico Es- autonómicas, promoviendo su documentación y estudio,
pañol, que en el caso de los inmuebles, pueden adscri- vinculados, en especial en los últimos años, a la inter-
birse a alguna de las cinco categorías enumeradas en el vención arqueológica ligada a obras públicas y privadas.
artículo 15.1 de la Ley, determinándose asimismo, en el
artículo 9.1, que gozaran de especial protección y tutela. En la Comunidad de Madrid, la consideración de las ma-
En sentido estricto, la ley 16/1985, apenas presenta una nifestaciones materiales de la Guerra Civil como yaci-
regulación para aquellos bienes inmuebles que no se en- mientos arqueológicos ha promovido su inclusión en el
cuentran declarados BIC, únicamente el artículo 25, es- Catálogo Geográfico de Bienes Inmuebles del Patrimo-
tablece la posibilidad de intervención de la administra- nio Histórico, regulado en el artículo 4 de la Ley 3/2013, y
ción en caso de demolición, parcial o total, de inmuebles que se constituye como el instrumento básico de gestión
no declarados de Interés Cultural. y protección de los bienes culturales de la Comunidad.

Tomando como punto de partida la legislación estatal, El esfuerzo realizado en estos últimos años por parte de
la mayoría de las normativas autonómicas han ampliado la Consejería competente en materia de Cultura en la
y mejorado el régimen de protección de los bienes con elaboración de dicho Catálogo, ha permitido realizar no-
valor cultural, introduciendo en su norma regímenes ge- tables avances en el conocimiento del Patrimonio For-
nerales de protección que amparaban a aquellos bienes tificado de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid,
inmuebles que, presentando valor cultural, no reunían las ligado asimismo a la realización de estudios de impacto
características sobresalientes que justificaban su declara- sobre el Patrimonio Arqueológico y estudios globales
ción de Interés Cultural, reparando de esta manera, algu- sobre este periodo de nuestra histórica. Como ejemplos
nas de las lagunas de la legislación estatal. En el caso de destacados en nuestra Comunidad, podemos citar las
la Comunidad de Madrid, la Ley 3/2013, en su artículo 2.3, excavaciones en Casas de Murcia, en la Villa de Vallecas,
establece una nueva categoría, la de Bienes de Interés en el Blockhaus 13 de Colmenar de Arroyo y más recien-
Patrimonial para aquellos que “formando parte del Pa- temente en el Campamento de La Peña y la Posición
trimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, sin tener Calvario de Navalagamella, así como los fortines de la
valor excepcional, posean una especial significación his- Dehesa de Navalcarbón en Las Rozas o la línea de nidos
tórica o artística y en tal sentido sean declarados”. Por su de ametralladora del término municipal de Los Molinos,
parte, el Titulo II de la Ley, regula el Régimen general del entre otras intervenciones.
Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, esta-
bleciendo en los artículos 12 a 16, los parámetros de pro- Hasta ahora, en las páginas anteriores, hemos llevado a
tección de los bienes con valor cultural a través, funda- cabo un recorrido en retrospectiva, del punto de partida
mentalmente, del mandato de acciones que promuevan y los cambios conceptuales y jurídicos que han promo-
su estudio y documentación, su inserción en el Catálogo vido en los últimos años el estudio, la documentación y
Geográfico de Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico la protección de los restos de la Guerra Civil, y el notable
de la Comunidad, y su trasposición a los instrumentos avance que en este campo supuso la publicación de la
urbanísticos, con el adecuado nivel de protección. Ley 3/2013, cuyas determinaciones han permitido con-
solidar de manera efectiva, la protección y la valoriza-
Mención aparte merece el Patrimonio Arqueológico, ción cultural de dichos bienes.
que constituye la única masa patrimonial diferenciada
en la normativa estatal y en general, en la legislación El tratamiento y el régimen jurídico establecido para las
autonómica. La regulación específica del Patrimonio Fortificaciones de la Guerra Civil Española, constituye
20 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

uno de los puntos más novedosos de la Ley 3/2013, de generales, cuentan con menos recursos, técnicos, huma-
18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de nos y económicos, tendrían mayores dificultades a la
Madrid. Dicha norma, en su Disposición Transitoria Pri- hora de realizar o actualizar los mismos.
mera, establece la obligación por parte de los Ayunta-
mientos de completar o elaborar sus Catálogos de Bie- Los estudios arqueológicos realizados al amparo de esta
nes y Espacios Protegidos (CEBP) en el plazo de un año, nueva legislación han deparado interesantes datos. Por
vinculando claramente la protección de los bienes per- ejemplo, muchas de las fortificaciones fueron objeto de
tenecientes al Patrimonio Histórico de la Comunidad de diversos actos que supusieron su deterioro en los mo-
Madrid a los instrumentos urbanísticos de aplicación por mentos posteriores al final del conflicto bélico, ya que
los Ayuntamientos, que constituyen de manera efectiva, resultaba habitual que se buscasen materiales para su
los organismos con un nivel de control más cercano so- achatarramiento y reutilización, principalmente los me-
bre su territorio y los elementos a proteger en el mismo. tálicos, tanto los que formaban parte de las estructuras
internas (ferrallas, hierros de todo tipo, etc) como los
Es importante señalar, que esta Disposición Transitoria restos abandonados en el interior y entorno de los mis-
Primera prescribe la aplicación del régimen de protec- mos (casquillos, balas, y cualquier objeto que pudiera
ción previsto para los Bienes de Interés Patrimonial de tener algún valor en la posguerra), habiéndose consta-
la Comunidad de Madrid, a una serie de bienes de valor tado este fenómeno principalmente en las zonas más
cultural significativo, entre los que se incluyen las “Forti- cercanas a núcleos poblacionales.
ficaciones de la Guerra Civil española”, hasta la efectiva
aprobación de los citados instrumentos de planeamien- Posteriormente, numerosos lugares que fueron obje-
to. En este sentido, la intención de la norma presenta to de las batallas más significativas de la Guerra en la
una doble vertiente: por un lado, fomentar la redacción Comunidad de Madrid, como son el sector Somosierra
o revisión de los CBEP por parte de los Ayuntamientos, - Buitrago (Frente del Agua) o los parajes en los que
introduciendo las fortificaciones de la Guerra Civil como tuvieron lugar las batallas de Jarama y Brunete, han per-
bienes de valor cultural en los instrumentos de gestión dido parte de la cultura material que albergaban por la
urbanística del municipio; por otro lado, hacer efectiva la actuación sin control de coleccionistas y aficionados,
protección de dichos bienes mediante la aplicación del que expoliaron estos lugares utilizando, en muchos ca-
régimen previsto para los Bienes de Interés Patrimonial sos, detectores de metales.
de la Comunidad, que establece una serie de condicio-
nantes sobre las actuaciones a realizar sobre los mis- Desde la entrada en vigor de la ley 3/2013, se ha produ-
mos, y la preceptiva autorización de la Consejería com- cido un notable cambio en este panorama y la conside-
petente. ración de los restos de la Guerra Civil como elementos y
bienes de valor cultural, ha extendido la práctica del es-
De cara a la elaboración de los CBEP, y de acuerdo con lo tudio arqueológico, con metodología y técnica científica
dispuesto en el artículo 16 de la Ley 3/2013, estos debe- al conocimiento de las fortificaciones de la Guerra Civil.
rán incorporar los bienes incluidos en el Catálogo Geo-
gráfico de Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico de Otro de los puntos a destacar como novedoso en la Ley
la Comunidad de Madrid, como los bienes que, reunien- 3/2013, es que el uso de detectores de metales, según
do los requisitos del artículo 2.1, puedan tener relevan- establece el artículo 32, requerirá autorización expresa
cia para el Municipio. Esto, de acuerdo con lo dispuesto de la Consejería competente en materia de Patrimonio
en el artículo 4.2 de la Ley 3/2013, supone la inclusión Histórico, algo que resulta especialmente significati-
en los instrumentos de planeamiento de los Bienes de vo por su utilidad en los yacimientos de la Guerra Civil.
Interés Cultural, los Bienes de Interés Patrimonial y los Actualmente, el empleo de los detectores de metales,
yacimientos arqueológicos presentes en cada término siempre debidamente autorizado, se produce en mayor
municipal, y la asignación, para aquellos bienes que no número en las intervenciones arqueológicas que se de-
se encuentren específicamente declarados (BIC y BIP) sarrollan en este tipo de enclaves arqueológicos, prin-
y por lo tanto cuenten con un régimen de protección cipalmente por cuestiones de seguridad, ya que es re-
propio de los previstos en la Ley de Patrimonio de la lativamente frecuente localizar durante los trabajos de
Comunidad, de un régimen jurídico de protección de los remoción del terreno distintos tipos de municiones, que
previstos en la normativa urbanística, quedando así la en algunos casos con su carga explosiva intacta, cuya
gestión de su salvaguarda, por parte de los organismos manipulación debe reservarse exclusivamente a los ex-
municipales en primera instancia. pertos en desactivación de los cuerpos y fuerzas de la
seguridad del estado.
Respecto al régimen jurídico de protección de los restos
de la Guerra Civil, incluidos en los Catálogos de Bienes No podemos terminar este capítulo sin examinar, de for-
y Espacios Protegidos municipales, y dada su pertenen- ma breve, el tratamiento y la regulación legal de este tipo
cia al Patrimonio arqueológico, se articula en torno a la de bienes, en algunas de las normativas autonómicas del
aplicación de lo dispuesto en los artículos 16, 28.3 y 30 panorama nacional. Así, los restos y bienes pertenecien-
de la Ley 3/2013. tes a la Guerra Civil, aparecen contemplados en diver-
sas leyes autonómicas publicadas con posterioridad a
Desde la aprobación de la ley, la Dirección General en la 3/2013. Nos referimos en concreto a las Comunidades
materia de Patrimonio Histórico ha llevado a cabo los Autónomas de Andalucía y Valencia, que hacen referen-
catálogos geográficos de la totalidad de municipios de cia a elementos de la Guerra Civil, si bien, su tratamiento
menos de 2.500 habitantes de la Comunidad de Madrid, legal difiere en ambos casos de la norma madrileña, bien
al entender que estos municipios, al ser los que, en líneas por centrarse en otras facetas históricas, recogidas en
EL MARCO LEGAL DE LOS VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL 21

una norma específica, sobre la Memoria Histórica, como trincheras simuladas, parapetos, polvorines, zanjas de
es el caso de la normativa andaluza, bien, como en el tirador y para mortero, canales de comunicación, ob-
caso de la Comunidad Valenciana, por ampliar el reper- servatorios, lugares de mando, elementos de resistencia
torio de elementos a inventariar y proteger, más allá del blindados (nidos de ametralladoras, lugares de tirador,
patrimonio fortificado. casamatas, búnkeres o fortines), balsas para refrigera-
ción, abrigos para tropa, almacenes subterráneos, gale-
La ley 2 / 2017, de 28 de marzo de la Memoria Histórica rías subterráneas, refugios, memoriales y todos aquellos
y Democrática de Andalucía, crea las figuras de luga- elementos constructivos relacionados con la arquitectu-
res de memoria histórica y democrática de Andalucía, ra militar de este conflicto.”
recogiéndolos (art.23) “como sección del Inventario de
Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz “ La modificación de la disposición adicional quinta de la
y definiéndolos, en su artículo 21 como “aquel espacio, Ley 4 /1998 incluye la consideración como “bienes in-
inmueble o paraje que …revele interés para la Comuni- muebles de relevancia local”, “el patrimonio histórico y
dad Autónoma como patrimonio Histórico de Andalucía, arqueológico civil y militar de la Guerra Civil... además
por haberse desarrollado en él hechos de singular rele- de los espacios singulares relevantes e históricos de la
vancia por su significación histórica, simbólica o por su capitalidad valenciana... además de los espacios rele-
repercusión con la memoria colectiva vinculados con la vantes que utilizaron personajes importantes de nuestra
lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades historia durante el período de guerra de 1936 a 1939”,
democráticas, así como con la represión y violencia so- que deberán ser inscritos en los “catálogos de bienes y
bre la población como consecuencia de la resistencia al espacios protegidos”.
golpe de Estado de 1936, la dictadura franquista y por la
lucha por la recuperación de los valores democráticos Resulta notoria la extensión de la protección a un gran
hasta la entrada en vigor del estatuto de Andalucía el 11 número de elementos y lugares, si bien la utilización de
de enero de 1982 .” algunos conceptos jurídicos indeterminados, como el de
“personajes importantes”, que deja a los encargados de
Esta legislación, que constituye una norma paralela a realizar el inventario específico una ardua labor desde
la Ley autonómica sobre Patrimonio Cultural, presenta el punto de vista técnico, ya que la propia norma indica
varias novedades en el concepto y tratamiento de los que será la Consejería competente la encargada de de-
bienes pertenecientes a nuestro pasado histórico más cidir que bienes serán protegidos y cuales serán única-
reciente: mente objeto de documentación “conforme a su relativa
importancia patrimonial”.
• Por un lado crea una nueva categoría de bienes
para su inclusión en el Inventario de Bienes Reco- Esto supone un ingente trabajo técnico para justificar,
nocidos del Patrimonio Histórico de la comunidad sin caer en la arbitrariedad, que elementos serán obje-
autónoma, vinculando su régimen de protección a to de protección legal y cuáles no. En cualquier caso,
estos últimos. y más allá de las diferencias enumeradas, nos encon-
• Introduce como concepto en los bienes a prote- tramos ante un evidente cambio en la perspectiva a la
ger, el espacio (inmuebles o parajes), y por lo tan- hora de percibir, concebir y proteger el patrimonio más
to por extensión, establece una clara relación en- reciente.
tre este tipo de patrimonio y el paisaje, vinculando
los restos más a la memoria colectiva, que a una Resulta importante esta evolución de concepto que ya
masa patrimonial diferenciada por sus caracterís- se había operado en otras áreas como la arquitectura,
ticas formales o la metodología de su estudio. la escultura o la pintura, y que ahora se está asentando,
• Amplia el marco temporal llevando mucho más también en el reconocimiento de la existencia de yaci-
allá del final de la guerra, hasta el año 1982, el pe- mientos arqueológicos de cronología relativamente re-
riodo de posible declaración de estos bienes. ciente que deben ser tratados con el mismo respeto y
• La introducción de conceptos como su “significa- conciencia que los lugares arqueológicos pretéritos.
ción simbólica o su repercusión con la memoria
colectiva”, parece enlazar con la identificación de En ambos casos se trata de leyes aprobadas en concu-
“hechos o acontecimientos” que se remiten con- rrencia o para modificar parcialmente algunos artícu-
ceptualmente al Patrimonio Inmaterial. los de las legislaciones de Patrimonio Histórico de las
comunidades andaluza y valenciana respectivamente,
Distinto es el caso de la Ley 9/2017, de 7 de abril, de mientras que la de la Comunidad de Madrid ha inclui-
modificación de la Ley 4/1998, del patrimonio cultu- do este nuevo concepto patrimonial en una ley de nue-
ral valenciano, que ya en su preámbulo reconoce que vo cuño.
los “vestigios arqueológicos de la Guerra Civil son una
herramienta fundamental de recuperación de los acon- Queremos también hacer referencia a la reciente Declara-
tecimientos del pasado” para la “consolidación de una ción del Cinturón de Hierro y defensas de Bilbao (Álava y
cultura de la paz”, e introduce también el concepto de Bizkaia), como Bien Cultural en la categoría de Conjunto
“patrimonio bélico”. Monumental por parte de la Consejería competente en
materia de Patrimonio Cultural del País Vasco.
La norma valenciana hace también un desglose de los
elementos cuya protección considera necesaria “por La declaración de este elemento que recorre más de
su importancia histórica y cultural”, como son los “ae- una treintena de municipios, ha supuesto un verdade-
ródromos, refugios, trincheras simples o compuestas, ro reto, tanto por las dimensiones y localización de la
22 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

misma, como por otorgar protección a la denominada Entendemos que este debate, que también puede plan-
“Línea 0”, como línea imaginaría proyectada, incluyendo tearse en España entre los partidarios de los dos bandos
los tramos en los que se está “construida, destruida, o de la Guerra Civil, queda en un segundo plano al foca-
nunca ejecutada”. lizar la protección de los elementos, no en su origen ni
en su papel durante la guerra, ni al vincularlo a victorias
El decreto incluye también un exhaustivo listado de ac- o derrotas de uno u otro bando, sino al carácter de sus
tividades y usos prohibidos y permitidos, así como las manifestaciones como representantes de nuestro pasa-
condiciones para la intervención, quedando siempre al do histórico más reciente, y en último extremo, a su valor
amparo de la administración competente. como instrumentos de cultura.

En este mismo sentido, desde la Comunidad de Madrid Creemos que el gran acierto de la ley 3/2013 es el de
se están dando pasos para la declaración singularizada obviar ese posible debate, que ha supuesto y todavía
de elementos con valor excepcional como el Blockhaus supone, en muchas áreas de nuestra sociedad, un ele-
de Colmenar de Arroyo, el Campamento de La Peña de mento de conflicto ideológico, ligado al acontecimiento
Navalagamella o el trazado del Tren de los 40 días que más traumático de nuestro pasado más próximo, pero
recorre varios municipios, que representan notables carece de sentido a la hora de proteger y conservar
ejemplos de arquitectura fortificada e infraestructura nuestro legado histórico, y tal y como se establece en la
de la Guerra Civil. Las declaraciones individualizadas Ley estatal respecto a su transmisión a las generaciones
permitirán ampliar el régimen jurídico de protección de futuras, sobre la firme creencia de que los pueblos que
estos bienes, y algo que consideramos de gran impor- no protegen, y por tanto pierden su historia, están con-
tancia, vincular los restos a los enclaves paisajísticos en denados a repetirla.
los que se encuentran, a través de la definición de los
entornos de cada uno de los mismos en sus respectivas Como conclusión, podemos decir que no sólo hace falta
declaraciones, e introduciendo el paisaje como elemen- una regulación normativa favorable, sino que, una vez
to de valor cultural, indiscutiblemente ligado a las mani- que el legislador establece las pautas para la protección,
festaciones de la Guerra Civil. conservación restauración y puesta en valor de estos
elementos, el ejecutivo debe dotar de contenido a ese
No queremos finalizar este estudio sobre la protección marco legal, apostando por la recuperación de un patri-
del patrimonio fortificado de la Guerra Civil sin hacer monio que, hasta hace relativamente poco tiempo, era
una breve referencia a lo que está ocurriendo en los escasamente reconocido y valorado, para convertirlo en
países de nuestro entorno respecto a las fortificaciones un recurso con un innegable y creciente atractivo turís-
de la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuya tipolo- tico y cultural, más allá de otras muestras de la arquitec-
gía y percepción social puede resultar muy similar a la tura civil y religiosa u otros yacimientos arqueológicos
que tienen los elementos a los que estamos haciendo que ya han calado más profundamente en el imaginario
referencia. colectivo de la sociedad como parte del Patrimonio cul-
tural a reconocer y valorar.
El caso más paradigmático tanto por su extensión como
por su significación histórica, es el de la denomina- La ley 3 / 2013 ha sido pionera a la hora de proteger
da Muralla Atlántica, que recorre la costa y cuenta con el patrimonio de la arquitectura defensiva de la Guerra
cientos de elementos fortificados a lo largo de varios Civil, y la aplicación de esta ley ha resultado también
países. Fue construida por el régimen alemán durante la importante por el tratamiento de estos bienes como
Segunda Guerra Mundial para protegerse de un posible patrimonio arqueológico, aplicando las técnicas y mé-
desembarco aliado desde el Reino Unido. todos de esta disciplina al estudio y recuperación de los
mismos. Es de esperar que, siguiendo el camino abierto
Desde que Paul Virilio refiriera su interés por estas mo- por la legislación madrileña y la normativa autonómica
les de hormigón en el año 1975, mucho se ha trabajado de alguna de las comunidades citadas en este texto, se
desde los diversos países que recorre el Muro del At- empiece a recoger en la normativa legal encargada de
lántico para su protección y recuperación, llevándose a la Protección patrimonial, referencias que sirvan para
cabo actuaciones desiguales a la hora de poner en valor reconocer e incluir los bienes muebles e inmuebles de
estas fortificaciones. En Francia, por ejemplo, la zona una cultura material relativamente cercana en el tiem-
de Normandía, probablemente al abrigo de un enorme po, pero de gran importancia para entender nuestro
“turismo bélico” creciente en los últimos años, ha sabi- presente.
do recuperar numerosos elementos, algunos de cuyos
máximos exponentes serían las defensas alemanas de Sirva también este artículo como un pequeño homenaje
la “playa Omaha” o las baterías de Longues - Sur - Mer. a todas aquellas asociaciones, estudiosos, historiadores
y arqueólogos que durante muchos años han valorado
Sin embargo, existen también problemas a la hora de y considerado relevantes los restos de la Guerra Civil y
legislar sobre la protección de los elementos fortificados han realizado esfuerzos para su recuperación y puesta
de la Muralla Atlántica, debido a su origen alemán, y a en valor. La colaboración de todos estos agentes, gran-
que fueron construidas en muchos casos por prisione- des conocedores del territorio, ha sido indispensable a la
ros, y en otros por colaboracionistas, existiendo grandes hora de llevar a cabo la inclusión de las fortificaciones de
sectores de la sociedad que no están de acuerdo en que la Guerra Civil en el Catálogo Geográfico de bienes del
deban protegerse legalmente elementos que recuerdan Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, y por
a la división que existió entre franceses durante la Se- tanto han jugado un papel fundamental en la protección
gunda Guerra Mundial. de este legado para las generaciones futuras.
EL MARCO LEGAL DE LOS VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL 23

LEGISLACIÓN BARRERO RODRÍGUEZ, C. (2009): Las contradicciones


entre la Ley estatal y las Leyes autonómicas en
Decreto de 22 de abril de 1949 sobre protección de materia de Patrimonio Histórico y Cultural, sus
los Castillos Españoles. posibles soluciones en vía normativa, en “Patrimonio
Constitución Española, 1978. cultural y derecho”, nº 13, págs. 35-53.
Ley Orgánica 3/1983, de 25 de febrero, de Estatuto BARRERO RODRÍGUEZ, C. (2007): La legislación
de Autonomía de la Comunidad de Madrid. española y andaluza, en “Patrimonio cultural y
Ley 16/ 85, de 25 de junio de Patrimonio Histórico derecho”.
Español. BUGELLA ALTAMIRANO, M. (2017): La protección
Real Decreto 565, de 24 de abril de 1985, por el que jurídica del patrimonio arqueológico de la real
se crea el “Instituto de Conservación y Restauración cédula de 1803 a la guerra civil, en “Patrimonio
de Bienes Culturales”. Cultural y Derecho”, nº 21, pág. 319- 334.
Recomendación sobre la protección y conservación CARRIÓN GÚTIEZ, A. - Coord. (2015): Plan Nacional de
del patrimonio industrial, técnico y de ingeniería Arquitectura Defensiva.
de Europa. Consejo de Europa. (Año 1990 / 20). CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
Sentencia del Tribunal Constitucional de 31 de enero QUIERTANT, P. (2012): Arquitectura militar de la
de 1991 (número 17/1991). Guerra Civil en la Comunidad de Madrid. Sector de la
Recomendación sobre la conservación integral Batalla de Brunete. Serie Arqueología, Paleontología
de paisajes culturales como parte de las y Etnografía. Comunidad de Madrid.
políticas paisajísticas. Consejo de Europa. ESCOLÁ MARTÍNEZ, M., MORÍN DE PABLOS, J.,
(Año 1995 / 9). BARROSO CABRERA, R., SÁNCHEZ, F., AGUSTÍ
Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural GARCÍA, E., LÓPEZ, M., PÉREZ-JUEZ GIL, A. (2004):
Valenciano. El patrimonio arqueológico de la guerra civil. La
Ley 10/98, de 9 de julio de Patrimonio Histórico protección de los espacios asociados a la guerra
de la Comunidad de Madrid (derogada). civil española. Bolskan: Revista de arqueología del
Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Instituto de Estudios Altoaragoneses, nº 21.
Cultural Inmaterial. 32ª reunión de la UNESCO. GARCÍA FERNÁNDEZ, J. (2004): La acomodación del
Paris, octubre de 2003. PH al Estado Autonómico. Normativa, jurisprudencia
Convenio marco del Consejo de Europa sobre el valor constitucional y doctrina (1978-2004) en “Debate e
del patrimonio cultural para la sociedad. Faro, 27 Investigación”. PH48, pág. 36 - 49.
de junio de 2005. GONZÁLEZ FRAILE, J. Y NAVAJAS CORRAL, O.
Convenio Europeo para la protección del patrimonio (2011): Ley de Memoria Histórica: Estrategias para
arqueológico (revisado), hecho en La Valeta el 16 recuperar y comunicar el Patrimonio de la Guerra
de enero de 1992. Ratificado por España el 1 de Civil Española, en EBRE 38, n º 6, págs. 185-201.
marzo de 2011. (BOE 20 de julio de 2011). MARTÍNEZ - MEDINA, A. (2012): Dibujando la
Ley 3/ 2013, de 18 de junio de Patrimonio Histórico arquitectura olvidada: las defensas militares de la
de la Comunidad de Madrid. guerra de 1936-39, en “XI Congreso Internacional
Ley 2 / 2017, de 28 de marzo de la Memoria Histórica de Expresión Gráfica aplicada a la Edificación,
y Democrática de Andalucía. Valencia”, págs. 268-274.
Ley 9/2017, de 7 de abril, de modificación de la Ley PÉREZ-JUEZ, A., MORÍN, J., BARROSO, R. ESCOLÀ,
4/1998, del patrimonio cultural valenciano. M., AGUSTÍ E., y SÁNCHEZ, F. (2003): El patrimonio
DECRETO 195/2018, de 26 de diciembre, por el que arqueológico de la guerra civil: la necesidad de su
se califica como Bien Cultural, con la categoría conservación como testimonio de una época, en
de Conjunto Monumental, el Cinturón de Hierro “Pátina”, nº 12, pág. 125-133.
y defensas de Bilbao (Álava y Vizcaya). SCHNELL QUIERTANT, P. (2013): Fortificaciones de la
Guerra Civil Española en la Comunidad de Madrid,
BIBLIOGRAFÍA en “Castillos de España” nº 173-174. Asociación
Española de Amigos de los Castillos, Madrid.
ALONSO IBÁÑEZ, R. (2014): La tercera generación SCHNELL QUIERTANT, P. y BALTUILLE MARTÍN, J.M.
de Leyes del Patrimonio Histórico, en “Patrimonio (2017): Arqueología de la fortificación de la Guerra
Cultural y Derecho”, nº 18. Civil y asociacionismo en los frentes de Madrid,
ATANASIO GUISADO, A. (2017): Arquitectura en “Trabajos de Arqueología Navarra (TAN)”, nº 29
defensiva del siglo XX en el campo de Gibraltar. pág. 169-202.
Implantación territorial, análisis tipológico y SERRANO DE HARO MARTÍNEZ, C. (2017): Protección
valor patrimonial de los búnkeres. (Tesis Doctoral de la arquitectura reciente, en “Patrimonio cultural y
Inédita). Universidad de Sevilla. Derecho” nº 21.
BARRERO RODRÍGUEZ, C. (1990): La ordenación VIRILIO, P. (1994): Bunker Archaeology. Princeton
jurídica del patrimonio Histórico, Madrid. Architectural Press.
INTRODUCCIÓN
HISTÓRICA.
LA GUERRA CIVIL
EN MADRID

JOSÉ MANUEL DE ARNAIZ SECO


Instituto de Historia y Cultura Militar
Ministerio de Defensa

FRANCISCO JAVIER PASTOR MUÑOZ


Dirección General de Patrimonio Cultural
de la Comunidad de Madrid
27

1. INTRODUCCIÓN ambos intentaron expandir su control, esforzándose


por incorporar aquellos sectores que aún permanecían
La Guerra Civil española (1936-1939) ha sido tratada en indecisos o neutrales, dando comienzo a la fase de la
infinidad de obras, tanto en España como en el extranje- contienda que ha sido denominada “la Guerra de Co-
ro. Basta consultar el catálogo de la Biblioteca Nacional lumnas”. Estas formaciones actuaban prácticamente
para constatar el ingente espacio que ocupa lo publi- igual en ambas zonas, avanzando lo más rápidamente
cado hasta la fecha. Todo lo escrito analiza, con mejor posible para ocupar poblaciones, en las que establecían
o peor fortuna, objetividad y veracidad, los anteceden- autoridades y guarniciones afectas antes de continuar
tes, la sublevación y la paulatina conversión en guerra su progresión.
abierta de lo que al principio fue considerado como un
enfrentamiento que apenas duraría unos pocos días o a En Madrid, tras la caída del Cuartel de la Montaña el go-
lo sumo unas pocas semanas. bierno republicano creó las denominadas “Columnas Gu-
bernamentales” con el objetivo de impedir el avance de
El desarrollo de las batallas más importantes y la actua- los sublevados hacia la capital, mediante la defensa de los
ción concreta de las unidades de tierra, mar y aviación pasos de montaña del Sistema Central (Guadarrama, Na-
militar que intervinieron se ha descrito en multitud de vacerrada o Somosierra) así como para anular los focos
publicaciones más o menos especializadas. Mucho me- de rebelión de Alcalá de Henares, Toledo y Guadalajara.
nor ha sido, sin embargo, la atención prestada durante
mucho tiempo al tema de la arquitectura defensiva de En el entorno de los principales puertos de montaña
este periodo, situación que ha cambiado sensiblemente hubo al principio de la guerra una feroz lucha, que se
en los últimos años.

En el presente trabajo se describe, a grandes rasgos, el


contexto histórico en el que se materializó el ingente
programa de fortificación desarrollado en la región de
Madrid durante la guerra civil.

2. LA SUBLEVACIÓN MILITAR EN MADRID

Antes de entrar de lleno en el tema, resulta conveniente


recordar, de forma somera, las circunstancias y los re-
sultados de la sublevación en la capital de España. El
llamado bando nacional1 tenía como principal objetivo
estratégico conseguir el control militar de la ciudad lo
más rápidamente posible. Desde el principio los orga-
nizadores de la sublevación constataron las dificultades
de alcanzar el triunfo en Madrid, no decidiendo hasta
el último momento el plan a seguir. Finalmente optaron
por una acción externa sobre la capital, combinada con
otra interna desde el Cuartel de la Montaña, que sería
apoyada por unidades procedentes de otros acuartela-
mientos madrileños.

El control de la mayor parte de las fuerzas de la guarni-


ción de Madrid, de las fuerzas de Seguridad y Asalto y
de la Aviación por parte del gobierno de la República,
así como la decisión de armar a las organizaciones po-
líticas y sindicales afines, determinaron la rendición de
las fuerzas del Cuartel de la Montaña, lo que decantó la
situación a favor del gobierno legítimo, dándose por so-
focada la sublevación en Madrid. No obstante, la capital
seguirá siendo durante muchos meses el principal foco
de atracción del bando nacional.

3. LA GUERRA DE COLUMNAS

A finales del mes de julio de 1936 quedaron aproxima-


damente definidas las zonas de la península inicialmente Fig. 1 Posición nacional en el Puerto del León. Sierra de Guadarrama
(Madrid). Fotografía fechada el 28 de mayo de 1937.
controladas por cada bando. Desde el primer momento, Colección privada

1. Los dos bandos han sido llamados de diferentes formas. En este trabajo utilizaremos en general la denominación “nacional”
para la zona sublevada y “gubernamental” para la zona controlada por el gobierno de la República.
28 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

pasos de la sierra madrileña se destacaron varias colum-


nas armadas que ocuparon los puertos de Somosierra,
Guadarrama y Navacerrada, algunos de los cuales aca-
barían pasando en días sucesivos a manos del enemigo.
El 21 de julio de 1936 otra columna gubernamental se
dirigió a Alcalá de Henares y Guadalajara para reprimir
la sublevación, lo que consiguió, quedando el frente es-
tabilizado en este sector en la línea Atienza - Sigüenza -
Molina de Aragón.

En el suroeste la República trató de frenar el avance na-


cional hacia Madrid organizando una serie de posicio-
nes defensivas que primeramente fueron establecidas
en los cruces de carreteras como solución urgente y
posteriormente en tres líneas concéntricas: la primera y
más exterior de vigilancia, la segunda (posición avanza-
da) en la línea Santa Olalla - Maqueda - Escalona - río
Guadarrama y la tercera (posición de resistencia) cen-
Fig. 2 Detalle de recortable de la marca “La Tijera” editado en trada en Navalcarnero. Esta última consistía en una línea
Madrid en la posguerra en el que aparece un carro de combate defensiva con triple alambrada, incluso electrificada, y
soviético T-26, modelo que estuvo presente en los campos de
batalla madrileños. Colección particular. numerosos emplazamientos de armas automáticas, en
algunos casos de hormigón armado. Posteriormente se
construirían otras tres líneas en torno a la capital, una
en el sector Brunete - Villaviciosa - Fuenlabrada - Pinto,
otra desde Leganés al Cerro de los Ángeles (Getafe) y
una tercera que desde Pozuelo de Alarcón pasaba por
Campamento y finalizaba en Villaverde. Se tratará de un
esfuerzo prácticamente inútil, ya que estas líneas serán
superadas sin esfuerzo durante el rápido avance de las
columnas nacionales.

5. LA DEFENSA DE LA CAPITAL.

Las defensas de Madrid no se limitaron a las posiciones


construidas en campo abierto en aquellas zonas donde
se estimaba que se produciría el contacto con el enemi-
go. Eran complementadas con estructuras situadas en la
periferia y en el interior de la capital, que básicamente
consistían en líneas de trincheras, alambradas y posicio-
Fig. 3 Materiales de la Guerra Civil recuperados durante las nes de resistencia.
prospecciones arqueológicas realizadas en 1998-2000 en el
puerto de Somosierra (Madrid). Museo Arqueológico Regional.
Madrid fue una ciudad poderosamente fortificada. Des-
de el oeste las defensas saltaban a la margen izquierda
del río Manzanares a la altura del Estadio Metropolitano
y se prolongaban por Puerta de Hierro y la Dehesa de la
Villa. Una extensa trinchera fue excavada a lo largo de la
prolongó hasta alcanzar un equilibrio de fuerzas que fi- calle Guzmán el Bueno y en las de Isaac Peral y Cea Ber-
nalmente determinó la estabilización del frente y el co- múdez se construyeron posiciones de resistencia con
mienzo de las obras de fortificación, muy elementales parapetos de sacos terreros. En el Paseo de Moret se
al principio y mucho más elaboradas después, pasán- excavaron trincheras y se prepararon emplazamientos
dose de las sencillas trincheras y asentamientos al aire para armas automáticas. En todo el Paseo de la Florida
libre a estructuras más reforzadas y estables. El frente se creó un sistema atrincherado completo, cuyo punto
quedo así definido como una doble línea continua con clave era la Ermita de San Antonio y desde el Paseo de
separación variable, muy próxima en las cercanías de la Virgen del Puerto hasta el Paseo Imperial se excava-
las carreteras, poblaciones y puntos estratégicos de las ron trincheras y se construyeron asentamientos de ar-
montañas. mas automáticas. Las defensas continuaban Manzanares
abajo desde las proximidades del Puente de Toledo a lo
largo del Paseo de Yeserías hasta la antigua estación de
4. LOS PLANES DE DEFENSA REPUBLICANOS. ferrocarril de Peñuelas y desde el Paseo de la Chope-
ra hasta Legazpi. Justo enfrente, al otro lado del río, se
La prioridad del gobierno republicano durante los prime- había fortificado igualmente el barrio de Usera, donde
ros compases de la guerra fue detener o al menos retra- también se construyeron parapetos, líneas de trincheras
sar el avance de los sublevados hacia Madrid, mientras y posiciones de resistencia aprovechando a menudo las
se organizaba la defensa de la capital. Para controlar los edificaciones existentes.
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA. LA GUERRA CIVIL EN MADRID 29

Fig. 4 Frente de la Ciudad Universitaria. Carlos Muñoz Laborde y Mariano Álvarez Núñez.
Revista de Obras Públicas (1940).

6. LA LUCHA EN LA CASA DE CAMPO numerosos refugios en el subsuelo y se construyeron


Y LA CIUDAD UNIVERSITARIA fortines para controlar los puntos críticos. El sector na-
cional se extendía desde el Hospital Clínico hasta la Casa
A principios de noviembre de 1936, tras una marcha de de Campo, donde también se construyeron numerosas
dos meses, las fuerzas nacionales alcanzaron finalmente defensas de las que aún hoy se conservan vestigios en
los arrabales de la capital. El día 8 se internaban en la los cerros Morán, Canteras, Garabitas y Covatillas entre
Casa de Campo y el 15 lograban cruzar el Manzanares otros lugares.
y ocupar algunos edificios de la Ciudad Universitaria.
En las siguientes jornadas y a costa de fuertes pérdidas Los edificios de la Ciudad Universitaria fueron utilizados
conseguirán ampliar su posición hasta quedar deteni- asimismo por ambos bandos como reductos de defensa,
dos a la altura del Hospital Clínico y el Parque del Oeste destacando entre ellos las facultades de Medicina y Filo-
debido a la tenaz defensa de los combatientes republi- sofía y Letras, las Escuelas de Agrónomos, Arquitectura
canos. Aquellos días de cruenta lucha han pasado a las y Odontología, así como la Casa de Velázquez y el pala-
páginas de la historia como la Batalla de Madrid. cio de La Moncloa.

El día 23 de noviembre el mando nacional tuvo que ad-


mitir que el ataque frontal a la capital había fracasado. 7. LAS OFENSIVAS NACIONALES PARA TOMAR
El número de bajas era muy elevado y sus tropas esta- LA CAPITAL
ban extenuadas, por lo que era necesario un cambio de
táctica. Se ordenó entonces mantener las posiciones y Una vez fracasado el asalto a Madrid a través de la Casa
proceder a la fortificación de las mismas para asegurar de Campo y la Ciudad Universitaria, el mando nacional
el terreno conquistado a tan alto precio. decidió rectificar la estrategia y pasar de una acción
frontal a intentar un envolvimiento de la capital desde
El sector ocupado por los sublevados consistía en una zonas más alejadas para cortar sus comunicaciones. Las
cuña de forma irregular limitada al norte por la Dehesa primeras operaciones se efectuaron por el oeste, con el
de la Villa, al este por las primeras edificaciones de la objetivo de alcanzar la carretera de La Coruña y avan-
capital y al sur por el Parque del Oeste. La comunicación zar a continuación a través del monte de El Pardo hasta
con su retaguardia se efectuaba a través del cauce del la carretera de Burgos. Posteriormente se intentaría por
río Manzanares, por la llamada “Pasarela de la Muerte”. el este, para cortar las comunicaciones con Valencia y
progresar seguidamente hasta la carretera de Barcelona
Progresivamente toda la Ciudad Universitaria se vio coordinados con otro esfuerzo convergente a cargo del
surcada por extensas líneas de trincheras, se excavaron Corpo Truppe Volontarie, CTV, italiano). Estos ataques
30 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

En consecuencia, sus mandos decidieron desencadenar


una operación ofensiva sobre la Carretera de la Coruña,
cuyo objetivo principal era cortar la comunicación entre
la capital y la Sierra de Guadarrama. Los combates se
desarrollaron entre el 29 de noviembre de 1936 y el 15 de
enero del año siguiente y en el transcurso de los mismos
los sublevados ocuparon Villafranca del Castillo, Las Ro-
zas, Pozuelo, Humera y Aravaca, así como la Cuesta de
las Perdices y el Cerro del Águila, y aunque rectificaron
el frente a su favor, no consiguieron interrumpir las co-
municaciones entre las fuerzas enemigas desplegadas
en la sierra y la ciudad de Madrid ni tampoco mejorar
sensiblemente la situación de sus posiciones de la Casa
de Campo y la Ciudad Universitaria.

Una vez concluido el enfrentamiento, los sublevados


comenzaron a fortificar la línea alcanzada en previsión
de posibles contraataques republicanos. Esta línea de-
fensiva estaba jalonada por la cota 700, situada al este
del Ferrocarril del Norte, el km. 20 de la Carretera de La
Coruña, el km. 4 de la Carretera de Las Rozas y el km. 2
de la Carretera de Villanueva del Pardillo.

7.2. La Batalla del Jarama

La batalla librada en la zona de Morata de Tajuña - Ciem-


pozuelos - La Marañosa, más tarde conocida como la
Batalla del Jarama, se prolongó desde el día 6 al 27 de
febrero de 1937 y fue la más cruenta de las que habían
tenido lugar hasta entonces.

Fig. 5 Observatorio blindado. Parque del Oeste (Madrid). El sector citado era considerado como primordial por
Dirección General de Patrimonio Cultural los gubernamentales, ya que por allí discurría la comu-
nicación con Valencia, vital para el abastecimiento de la
capital. Las fuerzas republicanas habían fortificado en
profundidad una primera línea defensiva que cubría Pe-
rales del Rio, La Marañosa (con posiciones de resistencia
de hormigón unidas por galerías subterráneas), el Puen-
te de Pindoque, la finca Siete Villas, el Pingarrón (con
numerosos nidos de ametralladoras), el Vértice Pajares
(trincheras y posiciones de resistencia), Vaciamadrid, La
Poveda y Casa Eulogio. La segunda línea defensiva, apo-
yada en el margen izquierdo del rio Manzanares, estaba
formada por una larga trinchera con abrigos y asenta-
mientos de armas automáticas excavados en el terreno.

La batalla ocasionó un tremendo desgaste en ambos


bandos, pero sus resultados fueron escasos desde el
punto de vista estratégico, ya que la carretera Madrid-
Valencia se mantuvo abierta, dejando incompleto el cer-
Fig. 6 Casamatas tipo CGIS en el entorno de la Carretera co que atenazaba a la capital.
de La Coruña. Colonia Camarines (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural
Al finalizar el enfrentamiento las fuerzas nacionales úni-
camente realizaron pequeñas rectificaciones de las lí-
se conocen como la Ofensiva de Pozuelo, la Batalla de neas del frente con el objetivo de hacer más sólida la
la Niebla, la tercera Batalla de la Carretera de La Coruña, defensa. El sector del Jarama se convertirá así en un
la Batalla del Jarama y la Batalla de Guadalajara, con frente estabilizado en el que se producirán escasas alte-
ninguna de las cuales consiguieron los sublevados sus raciones hasta el final de la guerra.
objetivos primordiales.
7.3. La Batalla de Guadalajara
7.1. Los combates de la Carretera de la Coruña
Al no conseguir sus objetivos mediante asalto frontal y
La situación de las fuerzas nacionales que ocupaban los los ataques de la Carretera de La Coruña y el Jarama, el
sectores de la Casa de Campo y la Ciudad Universitaria bando nacional decidió intentarlo en el sector que falta-
era precaria, especialmente por su débil flanco izquierdo. ba, la Carretera de Barcelona.
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA. LA GUERRA CIVIL EN MADRID 31

La denominada Batalla de Guadalajara fue un enfrenta-


miento desarrollado en torno a la ciudad de Guadalaja-
ra con el objetivo de alcanzar Madrid desde el este. El
ataque fue protagonizado por fuerzas italianas, el CTV,
enviadas por Mussolini para apoyar a los sublevados.

La ofensiva italiana comenzó el 8 de marzo y concluyo


pocos días más tarde. Los republicanos tuvieron que re-
troceder inicialmente, perdiendo algunas localidades y
enclaves defensivos, pero después enviaron unidades de
refuerzo y el avance italiano fue detenido cuando ya se
habían adentrado 40 km en territorio enemigo.

La posterior contraofensiva republicana, contando con


la participación de las Brigadas Internacionales, se desa-
rrolló entre el 15 y 23 de marzo, recuperando en el trans-
curso de la misma gran parte del territorio perdido. La
Batalla de Guadalajara representó el último intento del
bando nacional por conquistar Madrid.

8. LAS OFENSIVAS REPUBLICANAS


PARA INTENTAR ROMPER EL CERCO
Ante el estancamiento de las operaciones en Madrid y
en general en la zona centro, el interés de los sublevados
se desplazará hacia el norte de la península. Es entonces
cuando el bando republicano planteará diferentes tenta-
tivas, con el objetivo de aliviar la presión sobre el citado
frente norte y la propia capital: las batallas de La Granja
y Brunete.
Fig. 7 Trinchera al borde del valle del Manzanares. La Salmedina.
8.1. La Batalla de la Granja T.M. de Madrid. Dirección General de Patrimonio Cultural

La Batalla de La Granja tuvo como objetivo foguear a las


unidades del recién creado Ejército Popular, atraer las
reservas nacionales dislocando su despliegue y, si ello capital, embolsando y destruyendo a las fuerzas que la
fuera posible, ocupar la ciudad de Segovia. asediaban, obteniendo además un éxito que reforzara la
moral del Ejército Popular y la imagen internacional de
El escenario de la Batalla de La Granja se extendió por la República.
un corredor muy amplio, desde las alturas que dominan
el valle del Eresma hasta más allá de la localidad de La La batalla se desarrolló durante el tórrido mes de julio
Granja de San Ildefonso. Desde los citados puntos do- de 1937 y aunque inicialmente las fuerzas republicanas
minantes partieron las acometidas republicanas, que se consiguieron significativos avances, la resistencia de los
enfrentaron a un difícil avance entre la espesura de los sublevados, los errores de estrategia y los contraataques
pinares y la feroz resistencia de las fuerzas nacionales posteriores determinaron que ésta finalizara sin que se
desplegadas en la zona. produjeran cambios sustanciales en la disposición gene-
ral de este frente.
La batalla tuvo lugar entre el 30 de mayo y el 4 de junio
de 1937 y de la misma no se derivaron cambios signifi-
cativos en la disposición del frente. En la actualidad se 9. LA ESTABILIZACIÓN Y FORTIFICACIÓN
conservan en la zona numerosos vestigios de carácter DEL FRENTE
militar como recuerdo de aquellos días.
Tras las ofensivas nacionales y republicanas anterior-
8.2. La Batalla de Brunete mente mencionadas y la definitiva renuncia por parte
del mando nacional a la toma de la capital, se mantuvo
La Batalla de Brunete, considerada como una de las una guerra de posiciones en la que los contendientes
batallas decisivas de la Guerra Civil Española, acon- se limitaron a mantener las líneas de frente, que que-
teció al cumplirse un año del inicio de la contienda, darán ya prácticamente estabilizadas hasta el final del
cuando el interés del bando nacional por la capital se conflicto. Esta situación permitió a ambos bandos de-
había estancado, desplazando su atención al norte de sarrollar una importante labor de fortificación en bue-
la península. na parte de la región. En la zona de la sierra se multi-
plicaron y mejoraron las posiciones de resistencia y se
El objetivo del mando republicano era, nuevamen- ampliaron las líneas de trincheras. En el entorno de la
te, conseguir aliviar el frente norte y el cerco sobre la Carretera de la Coruña, la Casa de Campo, la Ciudad
32 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 8 Línea del frente tras la Batalla de Brunete (julio de 1937). Dirección General de Patrimonio Cultural.

Universitaria y las áreas urbanas de la periferia sur, se 10. CRONOLOGÍA DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID
consolidó asimismo una maraña de líneas de trincheras
y alambradas, apoyadas por obras de hormigón arma- Señalamos a continuación los principales hitos de la
do y las construcciones preexistentes que habían sido contienda en la región madrileña:
incorporadas a las defensas. También se fortificaron los
parajes donde habían tenido lugar las batallas del Ja- • 19 - julio - 1936
rama, Guadalajara y Brunete, adaptando las defensas a Sublevación del Cuartel de la Montaña. Ese
las características topográficas y geológicas de estos mismo día tienen lugar los primeros combates en
escenarios. la Sierra de Guadarrama (Puerto de Somosierra).

Pese a que las directrices de fortificación fueron simila- • 20 - julio - 1936


res en ambos bandos, se aprecia una sensible diferen- Alcalá de Henares es tomada por oficiales
cia entre las posiciones republicanas y las nacionales. sublevados. Las fuerzas republicanas asaltan
Mientras que las primeras tienden a los largos y densos el Cuartel de la Montaña. Rendición de los
entramados de trincheras, al estilo de las ejecutadas du- cuarteles de Campamento y Vicálvaro.
rante la Primera Guerra Mundial, las segundas abundan
en las posiciones aisladas unidas sólo por el fuego, más • 21 - julio - 1936
en consonancia con el espíritu dictado en las normas. En Fuerzas republicanas recuperan Alcalá
los frentes del Jarama o Las Rozas esta diferenciación se de Henares
percibe claramente.
• 25 - julio - 1936
El frente acabara siendo una banda de anchura variable Los puertos de Somosierra y Guadarrama
en la que trincheras, emplazamientos de armas automá- son conquistados por los nacionales.
ticas y fusilería, refugios y caminos dibujaban un autén-
tico laberinto. Con el paso del tiempo el trazado de las • 7 - agosto - 1936
trincheras adquirió formas más complejas, huyendo de Primera acción de la aviación nacional sobre
los tramos largos y rectos de los primeros momentos, Madrid. A lo largo de ese mes se producen
mientras que los elementos defensivos independientes nuevos bombardeos.
tenderán progresivamente a apoyarse mutuamente con
su fuego. También mejoraran las técnicas de enmascara- • 17 - septiembre - 1936
miento y ocultación de las posiciones. Los sublevados toman el Puerto de Navafría.
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA. LA GUERRA CIVIL EN MADRID 33

• 8 - octubre - 1936
Toma de San Martín de Valdeiglesias.

• 15 - octubre - 1936
Las fuerzas nacionales ocupan Navas del Rey
y Chapinería.

• 21 - octubre - 1936
Las vanguardias nacionales ocupan
Navalcarnero.

• 27 - octubre - 1936
Toma de Torrejón de Velasco, Torrejón
de la Calzada y Griñón.

• 30 - octubre - 1936
Caen Villamantilla, Villanueva de Perales
Fig. 9 Fortificación denominada Blockhaus 13. Colmenar de Arroyo
y Brunete. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural

• 2 - noviembre - 1936
Toma de Pinto, Fuenlabrada, Móstoles
y Villaviciosa de Odón.

• 4 - noviembre - 1936
Caen en manos nacionales las localidades
de Alcorcón, Leganés y Getafe con su
aeródromo.

• 6 - noviembre - 1936
Las columnas rebeldes alcanzan los suburbios
de la capital y toman posiciones en zonas de
Carabanchel y Villaverde. Intenso bombardeo
aéreo de la ciudad.

• 7 - noviembre - 1936
Se inicia la batalla de Madrid, con fuertes
combates en la Casa de Campo. Las columnas
rebeldes avanzan hacia el rio Manzanares.

• 15 - noviembre - 1936 Fig. 10 Nido de ametralladora. La Serna del Monte (Madrid).


Fuerzas nacionales consiguen atravesar Dirección General de Patrimonio Cultural
el Manzanares y establecer posiciones en
la Ciudad Universitaria.

• 23 - noviembre - 1936
El mando nacional asume el fracaso del ataque • 8 - marzo - 1937
frontal a Madrid y ordena la suspensión de las Inicio de la Batalla de Guadalajara, que finaliza
operaciones y el mantenimiento de la línea diez días después.
del frente.
• 6 - julio - 1937
• 29 - noviembre - 1936 Da comienzo la Batalla de Brunete.
Da comienzo la ofensiva nacional hacia la Los combates se suceden hasta finales
Carretera de La Coruña. de ese mes.

• 15 - enero - 1937 • 23 - diciembre 1937


Finaliza la batalla de la Carretera de la Coruña. Se cancela la ofensiva nacional prevista sobre
Madrid debido a la conquista de Teruel por
• 6 - febrero - 1937 fuerzas republicanas.
Ofensiva nacional al sureste de la capital,
que se transformará en la Batalla del Jarama. • 28 - marzo - 1939
Tenía como objetivo completar el cerco Entrega de la ciudad de Madrid a las fuerzas
de Madrid y cortar la comunicación de la nacionales.
ciudad a través de la Carretera de Valencia.
El enfrentamiento se prolongará hasta el 23 • 1 - abril - 1939
de febrero. Se anuncia el final de la guerra.
34 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

11. CONCLUSIONES lado republicano. Se ejecutó en un lapso temporal muy


reducido y no cabe duda de que cumplió un importante
Varios hitos jalonan la guerra civil en Madrid: los prime- papel disuasivo.
ros combates en la sierra y en la capital, el asalto frontal
a la ciudad, las batallas de envolvimiento de la carretera En líneas generales puede afirmarse que el bando nacio-
de La Coruña, del Jarama y de Guadalajara y, finalmente, nal fue inicialmente menos propenso a la fortificación,
la ofensiva republicana de Brunete. Las fuerzas naciona- ya que su objetivo era la conquista de la capital. El ban-
les fracasaron en la toma y en el cerco de Madrid y las do republicano por el contrario adoptó desde el princi-
republicanas no lograron el objetivo de liberar Madrid pio una actitud defensiva.
del asedio mediante acciones ofensivas.
A lo largo de la contienda algunos dispositivos defensi-
En el primer año y medio de guerra, el objetivo funda- vos republicanos fueron sobrepasados debido al rápido
mental para ambos bandos fue la ciudad de Madrid, avance de los sublevados y perdieron totalmente su fun-
dado el valor estratégico de la capital, cuyo dominio por ción. Otros enclaves fortificados quedaron muy alejados
parte de los sublevados podía suponer el fin de las hosti- del teatro de operaciones, sin que se registrara en ellos
lidades y la victoria. Con el paso del tiempo su interés se actividad militar alguna. También se dio la circunstancia
fue difuminando y la conquista de Madrid se transformó de posiciones que cambiaron de manos, en algunos ca-
en un objetivo secundario. sos hasta en varias ocasiones.

Madrid no fue una ciudad sitiada sino asediada. El bando En definitiva, en Madrid se desarrolló una dinámica de
nacional solo pudo establecer un cerco parcial, ya que la guerra de movimientos y de posiciones durante el pri-
capital siempre tuvo comunicación con Levante, desde mer año de guerra que derivó en un frente que se man-
donde recibía toda clase de suministros. tuvo fundamentalmente estabilizado hasta el final de la
contienda.
El esfuerzo fortificador de ambos bandos en la región de
Madrid fue inmenso y profesional, especialmente en el
EL PATRIMONIO
DE LA GUERRA CIVIL
EN LA COMUNIDAD
DE MADRID

MARÍA ISABEL BAQUEDANO BELTRÁN


FRANCISCO JAVIER PASTOR MUÑOZ
Dirección General de Patrimonio Cultural
de la Comunidad de Madrid
37

INTRODUCCIÓN

La Comunidad de Madrid posee uno de los mejores con-


juntos de fortificaciones de la Guerra Civil de toda la pe-
nínsula. Destacan éstas por su extraordinaria variedad
tipológica, el empleo en su construcción de diferentes
materiales, su amplia dispersión y, en general, la buena
conservación que presentan. Fueron las características
del terreno, la disponibilidad de materias primas y las
circunstancias de cada momento las que determinaron
la adopción de la extensa gama de soluciones construc-
tivas documentadas en la región. Se ejecutaron obras de
fortificación en todo tipo de ambientes, desde aquellos
situados en las cotas más elevadas de la Sierra de Gua-
darrama, hasta las llanuras de sur de la provincia que se
asoman al valle del Tajo, pasando por el medio urbano
y periurbano. Encontramos obras defensivas realizadas
en zonas donde predominan el granito, el neis, el esquis-
to, las calizas, las arenas silíceas, los yesos o las gredas. Fig. 1 Vista del Blockhaus 13. Colmenar de Arroyo. Comunidad
Estas estructuras se ejecutaron a veces empleando ex- de Madrid. Dirección General de Patrimonio Cultural.

clusivamente los recursos naturales de la zona. En otros


casos las fortificaciones incorporan o están realizadas
íntegramente con materiales de construcción como ce-
mento, ladrillos y armaduras metálicas. En unos casos
las defensas se construyeron en zonas alejadas del fren-
te, sin la presión del enemigo, mientras que otras de-
bieron ejecutarse en condiciones de máxima urgencia y
peligro. Unas fueron diseñadas por ingenieros militares
y llevadas a cabo por unidades especializadas, mientras
que otras contaron con gran precariedad de medios ma-
teriales y humanos. Todo ello dio lugar a una extensa
representación de obras de carácter militar (líneas de
trincheras, parapetos, puestos de tirador, fortines, nidos
de ametralladoras, emplazamientos artilleros, observa-
torios, caminos cubiertos, refugios para la tropa, puestos
de mando, polvorines o almacenes) que están distribui-
das por buena parte del territorio madrileño.

La importancia de este legado histórico y su inclusión en


la Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico de la Comunidad
de Madrid, justifican sobradamente la puesta en marcha
del Plan de Fortificaciones de la Guerra Civil (1936-1939)
implementado por la administración autonómica.

Fig. 2 Portada de la obra de Severiano Montero “Paisajes de la


Guerra. Nueve itinerarios por los frentes de Madrid” editada
LA INVESTIGACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA en 1987
GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID
Aunque el interés por los restos materiales de la Gue- enclaves de la Guerra Civil detectados en el transcurso
rra Civil de Madrid podría rastrearse hasta obras como de las prospecciones realizadas en diversos sectores del
“La guerra de minas en España (1936-1939)”, editada territorio madrileño, vestigios que definitivamente to-
en 1948 por el Servicio Histórico Militar, que describe maron carta de naturaleza en el año 2000 con la prime-
la guerra desarrollada en el subsuelo de la capital, con- ra intervención arqueológica realizada en los escenarios
sideramos que el verdadero punto de partida de este de la Batalla del Jarama durante la construcción de la
fenómeno se sitúa en la segunda mitad de los años 80, línea ferroviaria de Alta Velocidad.
con la exposición “Madrid en guerra”, celebrada en el
Museo Municipal de Madrid y la publicación del libro de La recopilación de información sobre este tipo de vesti-
Severiano Montero “Paisajes de la Guerra. Nueve itine- gios militares en los archivos de la Dirección General de
rarios por los frentes de Madrid”, editado en 1987 por Patrimonio comenzó como hemos indicado a mediados
el Gabinete de Presidencia de la Comunidad de Madrid, de los años 80, pero no fue hasta 2013 cuando se abor-
que despertaron gran interés por el tema a la vez que daron las primeras labores de sistematización global de
certificaban el cambio de percepción sobre este tipo de la misma, coincidiendo con la entrada en vigor de la Ley
testimonios materiales de nuestra historia reciente. Por 3/2013 de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Ma-
esas mismas fechas comenzaron a incorporarse también drid, en la que por primera vez se contemplan expre-
a la Carta Arqueológica de la Comunidad de Madrid los samente las fortificaciones de la Guerra Civil española
38 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 3 Nidos de ametralladora de la Mata Espesa (distrito municipal Fig. 4 Folleto de la Jornada dedicada a las Fortificaciones del siglo
de Hortaleza, Madrid). Área Sociedad Cooperativa. XX celebrada en 2016 en el Museo del Traje (Madrid).

(Disposición Transitoria Primera. Catálogos de bienes y publicaciones específicas (Arquitectura militar del sec-
espacios protegidos). Ese año se realizaron los primeros tor de la batalla de Brunete) o la organización de en-
trabajos para reunir y sistematizar los datos contenidos cuentros monográficos (Jornada dedicada a las Fortifi-
en diversas fuentes y volcarlos en la base de datos de la caciones del siglo XX celebrada en el Museo del Traje)
Dirección General de Patrimonio Cultural, tarea que per- mientras se continuaban promoviendo las labores de
mitió cumplimentar un total de 323 fichas en las que se inventariado y documentación en diferentes zonas de
recogían 725 estructuras de carácter militar repartidas la Comunidad de Madrid, algunas de ellas escasamente
por un total de 50 términos municipales de la Comuni- investigadas hasta la fecha, lo que se tradujo en la in-
dad de Madrid. corporación durante 2017 de 143 nuevas fichas de ele-
mentos del sector noroeste de la Comunidad de Madrid
La labor realizada en 2013 incluyó la revisión de las fi- o las 130 nuevas fichas resultantes de los trabajos rea-
chas de vestigios de la Guerra Civil depositadas a lo lar- lizados en el área de Aranjuez, San Martín de la Vega y
go del tiempo en la Dirección General de Patrimonio, la Titulcia.
documentación aportada por diferentes asociaciones
culturales madrileñas (Tajar, Espacios para la Memo- A lo largo del año 2018 han continuado los trabajos en
ria), los trabajos de inventario promovidos por algunos esta línea, completando las labores de identificación e
ayuntamientos (Los Molinos, Guadarrama, Las Rozas, inventariado de estructuras de la contienda en un total
Rivas-Vaciamadrid, Pinto), así como la información con- de 28 municipios de la región e incorporando nuevos
tenida en las publicaciones de diferentes investigadores elementos detectados desde el Área de Protección de
y asociaciones privadas comprometidas en el estudio y la Dirección General de Patrimonio gracias al estudio de
promoción de este patrimonio: Grupo de Estudios del imágenes aéreas del territorio madrileño y otros vesti-
Frente de Madrid —GEFREMA—, Colectivo Guadarrama, gios que no habían sido debidamente valorados hasta la
Fortines, Frente de Batalla (Ver en este volumen el ca- fecha, como es el caso de los aeródromos de campaña y
pítulo dedicado a las asociaciones culturales y su papel las grandes infraestructuras directamente vinculadas al
en la salvaguarda y difusión del patrimonio de la Guerra esfuerzo bélico.
Civil española).

En los últimos años el número de estructuras militares LA LEY 3/2013 DE PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA
documentadas no ha dejado de incrementarse gracias COMUNIDAD DE MADRID
al avance de la investigación, las intervenciones ar-
queológicas oficiales realizadas en la región y las apor- La Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico de la Comunidad
taciones procedentes de diferentes ámbitos. Por parte de Madrid (18 de junio de 2013) en su Disposición Tran-
de la administración autonómica las actuaciones se han sitoria Primera estableció la obligación para los Ayunta-
extendido a la puesta en valor de diversos enclaves sin- mientos de completar o elaborar sus catálogos de bienes
gulares como los del Frente del Agua o el denomina- y espacios protegidos en el plazo de un año, pormeno-
do Blockhaus 13, que han sido acondicionados para las rizando una serie de bienes que quedaban sometidos a
visitas, a la divulgación de este patrimonio mediante la protección específica de la Ley hasta la aprobación
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 39

de dichos catálogos. En tanto no se apruebe por parte


de cada ayuntamiento su Catálogo de Espacios y Bienes
Protegidos y se otorgue una adecuada protección a este
nuevo tipo de bienes, quedaron sometidos al régimen
previsto para los Bienes de Interés Patrimonial (BIP), los
siguientes inmuebles:

• Palacios, casas señoriales, torreones y jardines


construidos antes de 1900.
• Inmuebles singulares construidos antes de 1936
que pertenezcan a alguna de las siguientes tipo-
logías: iglesias, ermitas, cementerios, conventos,
molinos, norias, silos, fraguas, lavaderos, bodegas,
teatros, cinematógrafos, mercados, plazas de to-
ros, fuentes, estaciones de ferrocarril, puentes, ca-
nales y “viajes” de agua.
• Fortificaciones de la Guerra Civil española.

De acuerdo con esa Disposición, las fortificaciones de la Fig. 5 Estructuras del aeródromo republicano de Talamanca de
Guerra Civil española están sujetas al régimen de pro- Jarama. Dirección General de Patrimonio Cultural.

tección previsto para los Bienes de Interés Patrimonial


de forma transitoria, hasta que se produzca su incorpo-
ración a los catálogos de bienes y espacios protegidos
de los ayuntamientos. Por ello y hasta la aprobación de
estos catálogos, serán considerados BIP y, por tanto,
formarán parte del Catálogo Geográfico de Bienes In-
muebles del Patrimonio Histórico de la Comunidad de
Madrid (INPHIS).

El hecho de que la Ley 3/2013 incluya las fortificaciones


de la Guerra Civil española en esta disposición es tras-
cendental por varios motivos. El primero, es que la in-
corporación en una ley convierte a estas fortificaciones
en “patrimonio legal” (es decir, incluido en el corpus
legislativo español), diferenciándolo de otros tipos de
patrimonio “consolidados”, que son todos aquellos que
los técnicos, especialistas, o los ciudadanos, conside-
ramos como bienes patrimoniales integrantes de nues-
tro patrimonio, reconociéndolos así su valor heredado,
pero que todavía no han sido incluidos en la legislación
vigente de forma expresa, por lo que gozan de un me-
nor grado de protección o están sin proteger a pesar de
poseer unos valores comúnmente reconocidos y acep-
tados por todos, pudiéndose dar, en algunos casos, la
paradoja de que el mismo elemento patrimonial tenga
grados diferentes de protección según sea la normativa
autonómica en vigor en el lugar donde se encuentra.
Madrid es, por el momento, la única Comunidad Autó-
noma que incluye los restos de la Guerra Civil españo-
la como parte de su “patrimonio legal”. Quizás podría Fig. 6 Foso antitanque identificado en la Carretera de Burgos
aproximarse a esta consideración una modificación en (CN-I). Término de San Sebastián de los Reyes (Comunidad
la ley valenciana aunque no es tan objetivable. En el de Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

resto de las Comunidades Autónomas formarían parte


por el momento de los bienes patrimoniales que hemos
denominado “consolidados” (ver en esta publicación el
capítulo dedicado al marco legal de los vestigios de la El Artículo 4.2 de la Ley 3/2013 señala que se crea el
Guerra Civil). Catálogo Geográfico de Bienes Inmuebles del Patrimo-
nio Histórico de la Comunidad de Madrid como instru-
El segundo motivo, emanado de lo anterior, es el hecho mento para la salvaguarda, consulta y divulgación de
de que su expresa mención en la legislación obliga a la los bienes en él inscritos. Este catálogo lo conforman
Administración (tanto local como autonómica) a incluir el conjunto de bienes inmuebles declarados o sobre los
estos vestigios en sus respectivos inventarios dándoles que se haya incoado expediente de declaración de Bien
un grado de protección, de manera transitoria, hasta de Interés Cultural o de Interés Patrimonial, así como
que finalicen los catálogos como Bienes de Interés Pa- por los yacimientos arqueológicos y paleontológicos
trimonial. cuya existencia esté debidamente documentada por
40 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

dos anualidades se han finalizado los Catálogos de los


80 municipios que en la Comunidad de Madrid tienen
menos de 2500 habitantes. Aunque, como es obvio,
estos catálogos exceden con mucho el patrimonio béli-
co, también es cierto que su realización ha aumentado
considerablemente el número de enclaves conocidos
de este periodo que han pasado a formar parte del ca-
tálogo de la Dirección General.

Para actualizar los catálogos ha sido necesario, al me-


nos, realizar la consulta de la bibliografía especializada,
de archivos históricos y de las Administraciones Esta-
tal, Autonómica y municipal sobre estudios históricos
realizados en la zona, consultas en las Administraciones
autonómica y municipal sobre elementos de carácter
inmueble declarados Bien de Interés Cultural, inventa-
riados y catalogados y una vez finalizadas las consultas
verificar los datos con el trabajo de campo.
Fig. 7 Parapeto aspillerado situado en el término de Madarcos
(Comunidad de Madrid). Dirección General de Patrimonio
El contenido documental y sustantivo del Catálogo de
Cultural.
Bienes y Espacios Protegidos, en lo que se refiere a los
Bienes del Patrimonio Histórico deberá procurar la iden-
tificación diferenciada de los bienes integrantes del Pa-
trimonio Histórico y los criterios para su protección (art.
16.2), distinguiendo entre:

Protección específica: Bienes de Interés Cultural (BIC) y


sus entornos, Bienes de Interés Patrimonial (BIP) y sus
entornos y Yacimientos Arqueológicos y/o Paleontoló-
gicos documentados. Especificándose también los usos,
criterios de intervención y principios:

• Los usos no deben poner en peligro los valores


que justifican su protección legal.
• Mínima intervención: se actuará lo imprescindible
para la conservación, restauración o puesta en uso
del bien, evitando tratamientos o actuaciones in-
necesarias que pongan en peligro su integridad.
• Diferenciación: Los elementos destinados a re-
emplazar las partes que falten deberán integrarse
Fig. 8 Fortín cruciforme conservado en el término municipal de armoniosamente en el conjunto, pero distinguién-
Quijorna. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. dose a su vez de las partes originales, con el ob-
jeto de evitar la falsificación tanto histórica como
artística.
• Cualquier intervención en estos bienes deberá ser
la Dirección General competente en materia de patri- autorizada con carácter previo por la Dirección
monio histórico. Dicho catálogo será gestionado por la General de Patrimonio Cultural.
Consejería competente, que deberá tenerlo actualiza-
do. Por ello, desde 2017 la Dirección General de Patri- Protección general: Bienes del Patrimonio Histórico a
monio Cultural está desarrollando dos programas que los que se les reconozca un interés histórico, artístico,
afectan de forma directa a este patrimonio bélico: el arquitectónico, arqueológico, paleontológico, paisajísti-
primero es de localización y documentación sistemáti- co, etnográfico o industrial.
ca de estas fortificaciones por todo el territorio madri-
leño y el segundo, la redacción de los Catálogos de Es- El planeamiento municipal asignará un nivel de protec-
pacios y Bienes Protegidos en los municipios de menos ción urbanística concreto en función de los valores que
de 2.500 habitantes Éramos conscientes de que estas han de conservarse, ya sean arquitectónicos, urbanísti-
poblaciones no disponen de la capacidad técnica ni cos, históricos, artísticos, culturales, ambientales, pai-
económica para afrontar la creación/actualización de sajísticos, etc., y las determinaciones de planeamiento
sus catálogos. Entendiendo, por ello, que la Dirección serán compatibles con la Ley de Patrimonio Histórico de
General de Patrimonio Cultural estaba facultada, por la Comunidad de Madrid (LPHCM). Serán admisibles las
el Estatuto de Autonomía, a funcionar, en estos casos, actuaciones y usos no contrarios a la conservación del
como equipo redactor. El esfuerzo económico realiza- bien (según los valores protegidos). Las obras y los usos
do desde la administración autonómica en el desarro- en inmuebles bajo la protección de Bien del Patrimo-
llo de ambas iniciativas ha sido muy importante desde nio Histórico de régimen general, deberán ajustarse a la
la perspectiva patrimonial, hasta el punto de que en Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 41

Fig. 9 Red de trincheras del Cerro de la Oliva. Término de Rivas Fig. 10 Observatorio blindado ubicado en el Parque
Vaciamadrid (Madrid). Imagen del programa Google del año del Oeste (Madrid). Dirección General
2000. de Patrimonio Cultural.

Comunidad de Madrid (arts. 2.1, 12, 14, 16.1, 16.2, 38, 39, Fortificaciones se constituyó en 2016 una comisión en la
40, 41, 42, 43, 44 y 45). que está representada la Dirección General de Patrimo-
nio Cultural de la Comunidad de Madrid, los Ministerios
Ya hemos señalado que la Ley protege de forma tran- de Cultura y Defensa, las Reales Academias de Bellas
sitoria el patrimonio bélico madrileño con la categoría Artes de San Fernando y de la Historia, el Consejo Su-
de Bien de Interés Patrimonial (BIP). En aquellos mu- perior de Investigaciones Científicas, las Universidades
nicipios que ya han actualizado sus respectivos catálo- Complutense y de Alcalá de Henares, varios municipios
gos las fortificaciones han pasado a estar consideradas madrileños que albergan vestigios de interés y algunas
de forma definitiva como yacimiento arqueológico. Lo de las principales asociaciones culturales privadas ma-
que no es contradictorio con que para algunas de las drileñas cuyas actividades giran en torno a este tipo de
estructuras más sobresalientes se estén incoando expe- elementos (Grupo de Estudios Frente de Madrid-GE-
dientes específicos de declaración de BIP, e incluso de FREMA, Colectivo Guadarrama y Tajar).
BIC (como es el caso del Blockhaus 13 de Colmenar de
Arroyo o el Campamento de La Peña en Navalagame- La redacción de un Plan Regional de Fortificaciones de
lla) ya que la Ley 3/2013 no distingue categorías entre la Guerra Civil de la Comunidad de Madrid se justificaba
las fortificaciones y se refiere a ellas de forma genérica por varios motivos:
como fortificaciones de la Guerra Civil Española.
• La inexistencia de un inventario completo y nor-
malizado de las numerosas fortificaciones vincu-
EL PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA ladas a la Guerra Civil que existen en nuestro te-
GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD rritorio.
DE MADRID • La necesidad de identificarlas y documentarlas
para profundizar en el estudio de este periodo
crucial de nuestra historia reciente.
Recientemente se ha avanzado en el proceso de reva- • La oportunidad de implicar y coordinar a las di-
lorización de este patrimonio mediante el desarrollo del ferentes administraciones públicas en el estudio,
Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil (1936- conservación y puesta en valor de los escenarios y
1939) de la Comunidad de Madrid, iniciativa que surge fortificaciones asociadas a la Guerra Civil.
como una herramienta de gestión cuya finalidad, objeto • La obligación por parte de la administración de
y marco competencial gira en torno a la definición de señalar aquellos espacios y elementos patrimo-
políticas y programas de actuación supramunicipal para niales que debido a su valor simbólico, relevancia,
la documentación, protección, conservación y difusión singularidad y estado de conservación sean sus-
de las fortificaciones asociadas con esta etapa de nues- ceptibles de ser declarados Bien de Interés Cultu-
tra historia reciente. Para redactar este Plan Regional de ral o Patrimonial.
42 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

• Valorar las líneas de trabajo planteadas en el Plan


de Fortificaciones de la Guerra Civil, así como pro-
poner otras que se consideren oportunas.
• Tener conocimiento de los proyectos de conserva-
ción y puesta en valor de sitios y fortificaciones de
la Guerra Civil que se estudie llevar a cabo.
• Analizar y evaluar los indicadores de seguimiento
del Plan.

Se ha establecido un período de cinco años para la vi-


gencia y aplicación del Plan Regional de Fortificaciones
de la Guerra Civil, realizándose una revisión de los obje-
tivos cumplidos una vez transcurrido ese plazo.

EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL


EN LA COMUNIDAD DE MADRID.
DISTRIBUCIÓN Y CUANTIFICACIÓN

Durante el año 2018 se realizó en el Área de Protección


del Patrimonio Histórico una revisión general de la infor-
mación sobre los vestigios materiales de la Guerra Civil
Fig. 11 Folleto de Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra contenida en las fichas del Inventario de Patrimonio His-
Civil (1936-1939) de la Comunidad de Madrid editado por
la Dirección General de Patrimonio Cultural.
tórico existentes en los archivos de la Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Las fichas del Inventario de Patrimonio Histórico, idén-


ticas para los vestigios de cualquier cronología conser-
vados en la Comunidad de Madrid, incluyen, entre otros
datos, información sobre la ubicación del bien, su topó-
nimo, denominación clave, morfología, estado de con-
servación, investigaciones realizadas, así como diversa
documentación gráfica (plano de situación, fotografía
general y de detalle, croquis). También disponen de un
apartado sobre los posibles materiales muebles asocia-
dos a los mismos y el lugar donde están depositados.
La inclusión de los bienes en esta base de datos es im-
prescindible para gestionar cualquier actuación sobre el
patrimonio cultural de la región.

El filtrado de la información correspondiente exclusiva-


mente a los vestigios de la Guerra Civil de la Comunidad
de Madrid permitió seleccionar aproximadamente unas
800 fichas, a las que deberán sumarse las derivadas de
los trabajos en curso, con las que se superarán amplia-
mente las 1.000 fichas. Hasta el momento tenemos in-
ventariados, y por ende bajo protección, cientos de km
de trincheras y más de 2000 construcciones de muy
diversas tipologías y utilidades construidas durante la
Fig. 12 Folleto de la exposición Entre fortines y trincheras
organizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural. contienda.

Esta revisión abarcó la totalidad del territorio, es decir


las 179 unidades administrativas que componen la Co-
munidad de Madrid. La mayor parte corresponde a los
La comisión del Plan Regional de Fortificaciones de la términos municipales históricos, siendo el resto manco-
Guerra Civil (1936-1939) de la Comunidad de Madrid tie- munidades que agrupan varios municipios, como es el
ne como principales cometidos: caso, por ejemplo, de Puentes Viejas, que engloba los
territorios de Paredes de Buitrago, Serrada de la Fuente,
• Asesorar a la Dirección General Patrimonio Cultu- Mangirón y Cinco Villas. De ellas, 105 presentan algún
ral sobre diferentes aspectos relacionados con la tipo de vestigio vinculado al periodo de la Guerra Ci-
Guerra Civil Española. vil, mientras que en 74 no se han documentado hasta la
• Proponer medidas para la protección y conserva- fecha restos de interés de este periodo. Dentro de los
ción del patrimonio histórico vinculado a la con- términos o unidades administrativas en los que si se han
tienda en nuestro territorio. identificado y documentado evidencias cabe distinguir,
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 43

Fig. 13 Vista del interior de un


fortín cruciforme de Brunete
(Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Fig. 14 Observatorio blindando situado


en el Cerro de La Sevillana.
Término de Guadarrama
(Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

por un lado, aquellos que cuentan con estructuras mili- fundamentalmente gracias al estudio de imágenes aé-
tares de carácter defensivo tales como nidos de ametra- reas del territorio y seguidamente se incorporarán al in-
lladora, fortines o trincheras, que suman un total de 82. ventario.
En 12 municipios se ha señalado la presencia de aeró-
dromos utilizados o creados durante la guerra (aunque La revisión ha permitido constatar, una vez más, la im-
probablemente se puedan señalar más en el futuro) y portancia de las estructuras militares de la Comunidad
en otros 15 existen vestigios del llamado “Ferrocarril de de Madrid, tanto en lo que se refiere a su número y dis-
los 40 días” o “Ferrocarril de Negrín”, obra directamente persión como a la extraordinaria variedad tipológica que
vinculada a este periodo. En varios municipios madrile- presentan, pudiendo señalarse incluso estilos construc-
ños coincide la presencia de los distintos tipos de restos tivos característicos en diversas comarcas.
mencionado.
Entre los datos globales que se pretendía obtener cabe
Cabe señalar que en el transcurso de esta revisión he- señalar el número de obras de hormigón armado docu-
mos identificado además un total de 36 nuevos enclaves mentadas en la región, el número de obras realizadas
inéditos, algunos tan singulares como fosos antitanque con otros materiales (piedra, ladrillo), la entidad de las lí-
o emplazamientos artilleros, que han sido detectados neas de trincheras excavadas en el terreno y la superficie
44 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 15 Nido de ametralladora del término de


Los Molinos (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Fig. 16 Trincheras con las paredes reforzadas en


el paraje Las Retineras. Término de Santa
María de la Alameda (Madrid). Dirección
General de Patrimonio Cultural.

abarcada por los polígonos que engloban las áreas for- en el inventario, aunque su número real debe ser, sin
tificadas. La cifra obtenida en el caso de las obras de duda, mucho mayor, ya que en muchas fichas no se han
hormigón armado es una de las más fiables, al tratarse contabilizado pormenorizadamente y será necesario in-
de elementos de fácil identificación, que ya alcanzan las cluir además las que se documenten en los trabajos en
450 unidades y probablemente superarán las 500 una curso. En cuanto a los polígonos, éstos superan ya los
vez finalizados los trabajos en curso, si bien hay que se- 20.000.000 m2., cifra que también podría aumentar sus-
ñalar que un porcentaje significativo, quizás hasta una tancialmente.
quinta parte, se encuentra en un estado de conservación
malo o regular debido a la extracción de sus armadu- Respecto a las trincheras, obras que sin ningún género
ras metálicas durante la posguerra, las demoliciones y de duda conformaron la espina dorsal de la fortificación
otras circunstancias. Mucho más abundantes son las es- en la región madrileña, podemos afirmar que a pesar de
tructuras levantadas con materiales con distintos tipos la ingente cantidad de estos elementos documentados
de piedra, con o sin mortero o el ladrillo de diferentes hasta ahora (se citan en más de 400 fichas del catálogo
calidades, que actualmente superan las 1.450 unidades de la Comunidad de Madrid), falta aún por incorporar
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 45

Fig. 17 Núcleo de trincheras del paraje La Salmedina. Distrito Villa de Fig. 18 La gran trinchera del Plan 69B marcada sobre plano
Vallecas (Madrid). Vista aérea del programa Google parcelario de Villanueva del Pardillo.

una porción significativa, señalando además sus carac-


terísticas, ya que contrariamente a lo que podría pen-
sarse, éstas presentan también una tipología muy va-
riada. Como botón de muestra de la gran entidad que
alcanzaron las trincheras en la región madrileña ofrece-
mos los datos de tres términos en los que ha sido posi-
ble cuantificarlas con precisión:

• Villanueva del Pardillo 10.000 m.


• Buitrago de Lozoya 12.000 m.
• Rivas-Vaciamadrid 20.950 m.

En un elevado porcentaje de casos las descripciones


de los vestigios de las fichas son muy someras y gene-
rales, de tal manera que no definen con precisión las
características y la verdadera función que tuvieron las
estructuras militares (nidos de ametralladora, casama- Fig. 19 La trinchera del Plan 69B marcada sobre vista aérea reciente
tas, fortines, parapetos, galerías fusileras, puestos de de Villanueva del Pardillo.
tirador, observatorios, puestos de mando, barracones,
polvorines, refugios…), por lo que será importante dis-
poner del Manual descriptivo de obras militares elabo-
rado por miembros de esta comisión que presentamos
en este volumen, ya que este documento constituirá
sin duda una herramienta de gran utilidad a la hora de
identificar y documentar con mayor precisión este tipo
de bienes. En ocasiones varios elementos de diferen-
te carácter aparecen reunidos en un espacio concreto,
siendo necesario entonces un estudio pormenorizado
de sus características y disposición para señalar la fi-
nalidad concreta que tuvieron estas posiciones com-
plejas.

Será necesario también documentar con mayor detalle


estructuras y enclaves a los que aún no se ha prestado
todavía la atención necesaria. Es el caso, por ejemplo, de
Fig. 20 La trinchera del Plan 69B de Villanueva del Pardillo marcada
determinados emplazamientos de armas pesadas (caño- sobre vista aérea de los años 60.
nes, morteros), los muros y fosos anticarro (mucho más
abundantes de lo que refleja la documentación dispo-
nible), los aeródromos de campaña, apenas estudiados
o infraestructuras tan singulares como el denominado
46 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 21 Muro anticarro conservado en el término municipal de Quijorna. (Madrid).


Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 22 Barracón construido con piedra local en la cuerda de las Cebolleras.


Término de Somosierra. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

“Ferrocarril de los 40 días” de importancia vital para el materiales que habitualmente se vinculan a los ambien-
abastecimiento de la capital durante la guerra. Tampoco tes en los que hubo actividad militar. Nos referimos a los
se ha valorado convenientemente, salvo excepciones, el restos de munición, armas y equipamiento, que debida-
nutrido conjunto de inscripciones y símbolos presentes mente clasificados e interpretados pueden aportar in-
en las estructuras militares que identifican a los cons- formación de gran interés. Este manual serviría además
tructores de las mismas y fechan el momento de su eje- para alertar a los investigadores sobre el potencial peli-
cución. gro de algunos de los materiales presentes en los cam-
pos de batalla. Es necesario concienciar además a los
Consideramos igualmente imprescindible elaborar un aficionados que se dedican a la búsqueda de este tipo
manual dedicado a la identificación y descripción de los de restos, utilizando a veces detectores de metales, del
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 47

Fig. 23 Inscripción conservada


en una estructura de la
Guerra Civil del término
de Las Rozas (Madrid).
Dirección General de
Patrimonio Cultural.

riesgo que supone esta actividad para su integridad físi-


ca, al existir todavía gran cantidad de artefactos con su
carga explosiva intacta y también de que se trata de una
actividad ilegal de prospección en yacimientos arqueo-
lógicos de la Guerra Civil, incurriendo por tanto en un
delito de expolio (Art. 23.de la Ley 3/2013. Actuaciones
no permitidas), además de otros delitos contemplados
en el Código Penal debido a la naturaleza de los mate-
riales recolectados.

Debido a la entidad y duración del conflicto se cons-


truyeron en la región de Madrid miles de estructuras de
carácter militar y se excavaron cientos de kilómetros de
trincheras. Gran parte de este dispositivo defensivo ha
llegado prácticamente intacto hasta nuestros días, pero
otra parte ha desaparecido parcial o totalmente debi-
do a las labores agrícolas, la urbanización del terreno, la
construcción de infraestructuras, el vertido de escom-
Fig. 24 Fragmento de cargador con tres cartuchos percutidos del
bros e incluso por causas naturales. Tenemos, además, calibre 7x57 utilizado en la ametralladora francesa Hotchkiss.
la certeza de que probablemente existen una cantidad Recuperado en las ruinas del refugio del Ventisquero de la
indeterminada de elementos aún por localizar. Condesa. Término municipal de Navacerrada (Comunidad
de Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

Otro aspecto a considerar es el de las estructuras ac-


tualmente desaparecidas pero de las que se tiene cons-
tancia a través de diferentes documentos (fotografías,
vistas aéreas, descripciones), cuya existencia es necesa-
rio conocer para reconstruir con precisión los sistemas
defensivos. Los espacios en blanco que se detectan a
veces en los planos de dispersión se explican a menudo
por la destrucción o enmascaramiento de las obras mili-
tares que existían en esos lugares.

Capítulo aparte es el de los vestigios militares conser-


vados en el interior de fincas particulares, en algunos
casos de gran extensión, que a menudo únicamente son
conocidos a partir de vistas aéreas.

A pesar del ingente esfuerzo realizado hasta la fecha


para identificar y documentar los vestigios de la Gue-
rra Civil en la Comunidad de Madrid, queda aún labor
por delante, tanto en lo que se refiere a las labores de
inventariado, debido principalmente a la gran cantidad
de restos existentes y a su amplia dispersión por el te- Fig. 25 Granada polaca modelo 31. Término municipal de Quijorna
rritorio madrileño, como al estudio de las evidencias de (Comunidad de Madrid). Dirección General de Patrimonio
Cultural.
este periodo. Entre las tareas que deberán abordarse en
48 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 26 Nido de ametralladora republicano descubierto al efectuar Fig. 27 Nido de ametralladora descubierto al desmantelar un núcleo
movimientos de tierras en el distrito de Vicálvaro (Madrid). de infraviviendas en el distrito de Latina (Madrid). Dirección
Imagen de la Asociación “Vicus Albus”. General de Patrimonio Cultural.

Fig. 28 Estructura militar de piedra seca en la cuerda meridional Fig. 29 Núcleo de trincheras en el término municipal de Villanueva
del valle del Lozoya (Madrid). Dirección General de del Pardillo (Madrid). Dirección General de Patrimonio
Patrimonio Cultural. Cultural.

Fig. 30 Huella dejada en el cemento fresco por uno de los Fig. 31 Marcas de una vaina del calibre 7,92x57 Mauser fabricada en
constructores de un fortín cruciforme situado en 1935 por la Metallwarenfabrik Treuebrietzen Werk Rödenhof/
el término de Quijorna (Madrid). Dirección General Belzig (Alemania). Recuperada durante las excavaciones
de Patrimonio Cultural. arqueológicas realizadas en el Frente del Agua (Paredes
de Buitrago).
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 49

el futuro podemos mencionar, por ejemplo, la revisión


del inventario de vestigios de la Guerra Civil del término
municipal de Madrid, que aún es muy incompleto; el es-
tudio de las líneas de defensa de la periferia de la capital,
que son prácticamente desconocidas, el estudio de las
numerosas fortificaciones de alta montaña de la Sierra
de Guadarrama o la identificación de las estructuras mi-
litares situadas en espacios de acceso restringido como
fincas privadas o el Monte de El Pardo. Consideramos
necesario también prestar especial atención a las estruc-
turas excavadas en el terreno, obras que conformaron el
grueso de las estructuras de defensa, a la catalogación
de inscripciones de la época y a la identificación y valo-
ración de los materiales asociados a las estructuras mili-
tares, entre otros aspectos.

EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA


COMUNIDAD DE MADRID. CARACTERÍSTICAS Fig. 33 Reducto de piedra seca (neiss) de 1.400 m2 denominado
“Nevero B”. Situado a una altitud de 2.150 m.
GENERALES aproximadamente en el término de Lozoya (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.

En las áreas más elevadas de la sierra madrileña las es-


tructuras más características son los reductos de dife-
rentes formas y superficies (hasta de 1.500 m2 en algu-
nos casos) levantados con piedra local, normalmente en
seco. En su interior suelen contar con algún barracón
para la tropa construido con piedra y a veces con morte-
ros pobres. Cuentan con puestos de tirador y pequeñas
garitas de vigilancia en las esquinas, así como de para-
petos y trincheras en su entorno. En estas cotas no exis-
ten obras de hormigón armado, dada la imposibilidad
de transportar los materiales de construcción necesarios
para levantarlas.

A menudo las estructuras militares de la sierra incorpo-


ran parte de los afloramientos rocosos para ahorrar es-
fuerzo y mimetizar las construcciones con el entorno, lo
que puede dar lugar a diseños de gran originalidad.
Fig. 34 Construcción militar de lajas de esquisto levantada en el Pico
Picozo, a 1.400 m de altitud aproximadamente. Término de
Berzosa de Lozoya. Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 32 Reducto de piedra seca (neiss) de 950 m2 denominado Fig. 35 Construcción militar de roca local (neiss) situada en el
“El Trincherón”. Situado a una altitud de 1.800 m. entorno del Puerto de la Hiruela (Madrid). Dirección General
aproximadamente en el término de Lozoya (Madrid). de Patrimonio Cultural.
Dirección General de Patrimonio Cultural.
50 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 36 Observatorio construido en la cima de Las Machotas. Término municipal de Zarzalejo (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 37 Observatorio instalado en un berrocal próximo al pueblo de Zarzalejo. Término municipal de Robledo
de Chavela. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 51

Otra particularidad de estos ambientes serranos es la


ocasional presencia de grabados pertenecientes a am-
bos bandos en las rocas situadas en las proximidades de
las estructuras militares.

En cotas inferiores se incorporan a la arquitectura mi-


litar nuevos materiales de construcción y medios auxi-
liares, que combinados con las materias que ofrece el
entorno dan lugar también a enclaves de gran entidad y
originalidad. Buenos ejemplos de ello los encontramos
en términos como Fresnedillas de la Oliva, Santa María
de la Alameda, Valdemaqueda o Navalagamella, donde
se encuentran posiciones erigidas sobre afloramientos
rocosos y berrocales y también en el sector oriental de
Madrid, en la llamada Sierra del Rincón, donde las cons-
trucciones más típicas son los parapetos con aspilleras.
Fig. 38 Grabado en una posición de la Peña del Cuervo.
Término de Los Molinos (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Fig. 39 Vista de la Posición Calvario. Navalagamella (Madrid). Fig. 40 Construcción militar en el Cerro de la Peña Manotera.
Dirección General de Patrimonio Cultural. Santa María de la Alameda (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Fig. 41 Parapeto aspillerado. Madarcos. Sierra del Rincón (Madrid). Fig. 42 Parapeto aspillerado de la Sierra del Rincón (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural.
52 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 43 Fortín del Plan 2A. Término municipal de Los Molinos Fig. 44 Fortín del Plan 2A situado en La Porqueriza. Término
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. municipal de Guadarrama (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Fig. 45 Fortín del Plan 69B situado en La Hidalga. Término Fig. 46 Fortín situado junto a la Carretera de Burgos. Término
municipal de Valdemorillo (Madrid). Dirección General municipal de Piñuecar (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural. de Patrimonio Cultural.

También se encuentran en estas zonas situadas al pie número variable de troneras. En su día contaban con una
de la sierra las primeras líneas defensivas caracterizadas cubierta blindada que desapareció en la práctica totali-
por un número significativo de estructuras estandariza- dad de los casos durante la posguerra para recuperar las
das de hormigón armado, como es el caso de los conjun- armaduras metálicas.
tos de pequeños nidos de ametralladora de planta cir-
cular del sector Guadarrama-Los Molinos (Plan 2A), del En la zona occidental de la Comunidad de Madrid encon-
sector Valdemorillo-Villanueva del Pardillo (Plan 69B) o tramos otros notables ejemplos de estructuras militares
del frente de Somosierra-Buitrago. entre los que cabe destacar los grandes fortines crucifor-
mes de hormigón de Brunete, Quijorna y Villanueva de
La estandarización se extiende igualmente a las obras Perales, las singulares obras de fortificación de la Loma
erigidas con otros materiales, dando lugar a estructu- de San Pablo en Quijorna, el campamento falangista de
ras tan características como los fortines circulares de La Peña en Navalagamella o el llamado Blockhaus 13 de
mampostería del Quinto Regimiento, de los que encon- Colmenar de Arroyo, máxima expresión de la arquitectura
tramos numerosos ejemplares en la zona occidental de militar desarrollada en Madrid durante la Guerra Civil.
la Comunidad de Madrid, distribuidos por los términos
municipales de Santa María de la Alameda, Robledo de Son también característicos de la zona occidental de
Chavela, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella, Valde- Madrid algunos elementos como los nidos de ametra-
morillo y El Escorial. Tienen un diámetro de unos 5 o 6 lladora semiesféricos de Brunete, las denominadas ca-
metros y muros de gran espesor en los que se abren un samatas CGIS que se extienden hasta la periferia de la
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 53

Fig. 47 Típico fortín de mampostería del Quinto Regimiento Fig. 48 Fortín de mampostería del Quinto Regimiento situado en el
situado en el Callejón de los Cacharreros. Término Cerro del Águila. Término municipal de El Escorial (Madrid).
municipal de Navalagamella. (Madrid). Dirección General Dirección General de Patrimonio Cultural.
de Patrimonio Cultural.

Fig. 49 Fortín cruciforme de hormigón armado situado junto a Fig. 50 Fortín cruciforme de hormigón armado del término de
la Carretera de Brunete a Villanueva de la Cañada (Madrid). Quijorna (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Dirección General de Patrimonio Cultural.

capital o las viviendas catenarias, que abundan en los


términos de Fresnedillas de la Oliva, Guadarrama, Na-
valagamella, Robledo de Chavela y Santa María de la
Alameda.

Encontramos fortificaciones originales y exclusivas en


otras zonas de la Comunidad de Madrid. En la comarca
de Buitrago de Lozoya, por ejemplo, son muy caracte-
rísticos unos nidos de ametralladora de hormigón de un
tipo que únicamente se encuentra en el llamado Frente
del Agua. En ese mismo ámbito existen además estruc-
turas tan excepcionales como el Puesto de Mando de El
Pinar (en cuya fachada aún son visibles diversos motivos
grabados de la época) o la posición Loma Quemada 4,
obra de ladrillo de gran calidad.

En el entorno de la capital existen igualmente mode- Fig. 51 Detalle del Blockhaus 13 del término de Colmenar de Arroyo
los de estructuras cuya distribución se limita a zonas (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
concretas. Es el caso de los nidos de ametralladora de
54 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 52 Puesto de escuadra de hormigón. Término de Brunete Fig. 53 Casamatas tipo CGIS de la Colonia Camarines. Aravaca
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 54 Ejemplo de vivienda catenaria. Navalagamella (Madrid). Fig. 55 Nido de ametralladora de hormigón armado del Frente
Dirección General de Patrimonio Cultural. del Agua. Paredes de Buitrago (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.

Fig. 56 Fachada del Puesto de Mando de El Pinar. Frente del Fig. 57 Vista de la posición Loma Quemada 4. Frente del Agua.
Agua. Paredes de Buitrago (Madrid). Dirección General Paredes de Buitrago (Madrid) durante los trabajos de
de Patrimonio Cultural. acondicionamiento. Imagen de la empresa Reno Arqueología.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 55

Fig. 58 Pareja de nidos de ametralladora de hormigón armado Fig. 59 Nido de ametralladora de hormigón armado del Cerro del
del paraje La Mata Espesa. Distrito municipal de Hortaleza Castillo en la Alameda de Osuna. Distrito municipal de
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. Barajas (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 60 Vista del acceso del nido de ametralladora de la Colonia Fig. 61 Detalle de tronera con derrame de nido de ametralladora
Las Nogueras. Distrito municipal de Canillejas (Madrid). del término municipal de Ciempozuelos (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural.

hormigón con planta en D y acceso a través de un cuer-


po trasero, de los que existen buenos ejemplos en el tér-
mino de Las Rozas.

Mucho más extendidos están los nidos de ametralladora


republicanos de planta cuadrada con tronera frontal y
acceso en el testero que a veces presentan un bisel en la
fachada delantera, de los que es posible que se constru-
yeran más de cincuenta ejemplares. Este tipo de nido de
ametralladora, que ocasionalmente aparece en parejas,
se encuentra en multitud de localizaciones alrededor de
la capital (Pozuelo, Fuencarral, Hortaleza, Barajas, Cani-
llejas, Vicálvaro) y también por el valle del Jarama des-
de Arganda hasta Aranjuez. Varios han desaparecido en
las últimas décadas debido a la expansión de la ciudad,
aunque esa misma circunstancia también ha provocado
la reciente aparición de algún ejemplar que se daba por
perdido, como es el caso del que estaba cubierto por
Fig. 62 Nido de ametralladora de hormigón armado del distrito escombros en el distrito de Vicálvaro.
municipal de Vicálvaro (Madrid). Imagen de la asociación
cultural “Vicus Albus”.
56 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 63 Vista aérea de la gran estructura de hormigón descubierta en las afueras de Alcorcón (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Programa Google Maps.

Fig. 64 Nido de ametralladora de hormigón armado del paraje Los Yesares. Término municipal de Pinto
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 57

Fig. 65 Línea de trincheras excavada al borde del valle del río Manzanares. La Salmedina. Distrito municipal de Vallecas (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 66 Estructura excavada en el terreno calizo puesta al descubierto durante la intervención arqueológica realizada por la empresa
ArqueoMedia en La Atalayuela. Distrito municipal de Vallecas (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 67 Posición recreada en el término de Rivas-Vaciamadrid (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 68 Estructura subterránea excavada en el terreno en La Salmedina. Distrito municipal de Vallecas (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.

Muy reciente también es la incorporación al inventario que no tienen paralelos en otras zonas de la Comunidad
de vestigios de la Guerra Civil de la gran estructura de de Madrid. También son típicos del sector meridional de
hormigón de planta curva documentada en el término la provincia los parapetos escalonados, de los que exis-
de Alcorcón. Hay constancia además de que existieron ten ejemplos en diferentes términos.
otros dos ejemplares similares en la zona cuyos restos
podrían conservarse aún bajo áreas actualmente pavi- En las zonas centro y sur de la Comunidad de Madrid
mentadas. buena parte de las defensas construidas durante la
contienda se realizaron excavando en el terreno, cons-
En la zona sur de la región los elementos tipológicamen- tituido básicamente por arenas, arcillas, yesos y gre-
te más originales que conocemos son sin duda los nidos das, creando toda clase de estructuras, desde líneas de
de ametralladora conservados en el término de Pinto, trincheras de gran longitud y complejidad a nidos de
58 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 69 Edificación del aeródromo republicano de Talamanca de Jarama. Madrid. Dirección General de Patrimonio Cultural.

ametralladora, puestos de mando, refugios para la tro- Griñón estaba realmente situado en terrenos pertene-
pa, polvorines, almacenes, etc. Buenos ejemplos de este cientes a la provincia de Toledo.
tipo de fortificaciones podemos encontrarlos desde el
distrito de Vallecas hasta Rivas-Vaciamadrid, Arganda, El nivel de las instalaciones de estos lugares fue muy
San Martín de la Vega, Morata de Tajuña, Ciempozuelos, dispar. Los que disponían de mejores condiciones eran
Titulcia, Chinchón, Colmenar de Oreja y Aranjuez. los aeródromos civiles y militares que ya existían antes
de la contienda, mientras que los aeródromos creados
Entre los enclaves de la Guerra Civil española menos es- durante la misma a menudo apenas disponían del equi-
tudiados hasta la fecha en el territorio de la Comunidad pamiento más básico. De algunos de los enclaves ma-
de Madrid se encuentran aquellos directamente vincula- drileños citados existen publicaciones que recogen de
dos con la lucha aérea, que tuvo sin embargo gran tras- forma más o menos pormenorizada su historia, mientras
cendencia durante toda la contienda. Actualmente se que de otros apenas si contamos con información muy
está procediendo a incluir dichos enclaves en el Catálo- superficial e imprecisa. Por otra parte, en ningún caso se
go de Bienes de Patrimonio Histórico de los municipios han realizado intervenciones arqueológicas ni se han do-
madrileños. cumentado los vestigios que pudieran conservarse con
el detalle y rigor deseable.
Los aeródromos republicanos más importantes de la
región fueron sin duda los de Barajas, Alcalá de Hena- Una de las infraestructuras más singulares de este perio-
res, Algete, Talamanca y Campo Real. Los dos primeros do fue el llamado “Ferrocarril de los 40 días” o “Ferrocarril
ya existían antes de la guerra y tenían uso civil y militar de Negrín”, construido para mantener el abastecimiento
respectivamente, mientras que los siguientes se crearon de la capital durante la contienda. Su construcción es-
durante la contienda y fueron abandonados poco des- tuvo motivada por el corte de la línea Madrid-Alicante,
pués. A los campos de aviación citados habría que su- que a finales del año 1936 quedó al alcance de la artille-
mar una serie de aeródromos secundarios que tuvieron ría enemiga, comprometiendo la resistencia de la ciudad
una actividad mucho menor o sirvieron únicamente de por falta de suministros. Para solventar esta circunstan-
puntos de aterrizaje de emergencia. En territorio contro- cia se proyectó la construcción de un nuevo ramal de
lado por el bando nacional pronto quedaron los campos algo más de 90 kilómetros para conectar Madrid con la
de Cuatro Vientos y Getafe, mientras que el llamado de localidad de Tarancón, en la provincia de Cuenca. Los
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 59

Fig. 70 Nido de ametralladora en el frente de Somosierra - Buitrago (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

trabajos dieron comienzo a principios de junio de 1937 existen gran cantidad de restos que testimonian la gran
y se prolongaron a lo largo de diez meses, a pesar del entidad de esta obra, que permitió mantener la resisten-
nombre atribuido por la propaganda republicana a di- cia de la capital hasta el final de la guerra.
cha obra. La línea funcionó durante un año aproximada-
mente y fue desmontada al concluir la contienda.
PUESTA EN VALOR DE LOS VESTIGIOS
En la construcción de este ramal intervinieron alrededor DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD
de 10.000 trabajadores entre militares, presos y trabaja- DE MADRID. PROYECTOS DE MUSEALIZACIÓN.
dores voluntarios, muchos de los cuales fueron alojados
en campamentos provisionales a lo largo de su trazado. RUTAS. ESPACIOS VISITABLES. CENTROS
En la prensa republicana de la época existen numerosas DE INTERPRETACIÓN
imágenes que ilustran el desarrollo de los trabajos.
A lo largo de este capítulo ya hemos comentado que
El tramo correspondiente a la provincia de Madrid suma- clasificamos las fortificaciones de la Guerra Civil como
ba unos 70 kilómetros. El trazado partía de la estación yacimientos arqueológicos, pues al igual que éstos, no
de ferrocarril de Torrejón de Ardoz y discurría o tenía se pueden entender estas estructuras sin considerar el
instalaciones en terrenos pertenecientes a San Fernando paisaje donde se ubican. El concepto de paisaje, y por
de Henares, Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio, ende su definición, se caracteriza por utilizarse en con-
Loeches, Campo Real, Pozuelo del Rey, Nuevo Baztán, textos muy diversos, asociado a las distintas disciplinas
Villar del Olmo, Orusco, Carabaña, Ambite, Valdarace- científicas que aportan sus propias definiciones. A esto
te, Estremera y Fuentidueña. Aunque su nivel de aca- hay que añadir la percepción que la población en ge-
bados e instalaciones se vio afectado por la premura de neral tiene de su entorno inmediato. La suma de estas
su construcción y la carencia de materiales, este ramal visiones múltiples y diversas hace que sea un concepto
llegó a contar con un total de 15 túneles, en algún caso extremadamente difícil de definir, al ser portador de un
de más de 200 metros de longitud, varias estaciones (al- significado polisémico y por tanto, muy impreciso. Por
gunas eran simples apeaderos) y gran número de obras otro lado la utilización, incluso en los mismos textos, de
auxiliares. Buena parte del trazado ha desaparecido o las palabras “paisaje”, “territorio” o “medio ambiente”
se encuentra alterada por el paso del tiempo, pero aún como sinónimos cuando se quiere definir el marco físico,
60 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 71 Nido de ametralladora en el término de Fresnedillas de la Oliva (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.

hace que su definición sea aún más compleja; desde aquí directamente relacionadas con la contienda, fue la gue-
entendemos que lo que diferencia el paisaje de los otros rra de la juventud, en la que jóvenes nacionales y extran-
términos es la “humanización”, pues hablamos de un te- jeros lucharon por sus ideales, hechos que a partir de
rritorio que percibimos con los sentidos, con emociones entonces se han reproducido como procedimientos nor-
personales y culturales que la población entiende como malizados en las estrategias militares contemporáneas.
propias. Es una percepción individual y a la vez social y
colectiva, percibida por un grupo que se reconoce a sí La duración y circunstancias que caracterizaron la Gue-
mismo, y que por ello está lleno de significados y conno- rra Civil en Madrid explican el abundante y variado reper-
taciones compartidas. Esto es lo que destacamos de la torio de obras militares construidas en su territorio, que
definición (Art. 1.a) que da el Convenio Europeo del Pai- hacen de esta área geográfica un punto esencial para la
saje (CEP), al igual que su carácter “dinámico”, que no comprensión de los conflictos bélicos modernos. Estos
persigue la fijación del paisaje en un estado determinado vestigios constituyen un patrimonio de indudable valor,
sino, sobre todo, que la evolución inherente a su condi- que a todas luces debía ser estudiado y preservado de
ción cambiante tenga lugar de manera consciente, ar- igual modo que los testimonios materiales de otras eta-
mónica y social, que incluye como componente esencial pas de nuestra dilatada historia. Por ello, en los últimos
del paisaje la sociedad y los efectos de sus actuaciones. años desde la Dirección General de Patrimonio Cultural
hemos desarrollado una estrategia de prospecciones sis-
Quizás se considere un exceso retórico si definimos la temáticas para documentar e inventariar este patrimo-
Guerra Civil Española como la última guerra homéri- nio, que en un elevado porcentaje está ya catalogado.
ca, en el sentido de que aquella fue donde las lides de
los combates se realizaron a la manera hasta entonces Los trabajos promovidos por el Área de Protección de
tradicional, histórica (casi prehistórica) y, a la vez, tam- la Dirección General de Patrimonio para la catalogación
bién una de las primeras guerras modernas, ya que sir- de las fortificaciones han permitido obtener un conoci-
vió como campo de experimentación de armamento miento global y mucho más preciso de las estructuras de
y tácticas recién gestadas que después se emplearon la Guerra Civil dispersas en el territorio madrileño. El in-
masivamente durante la II Guerra Mundial. En España se ventario realizado no solo nos permite identificar los ele-
ensayó el bombardeó a gran escala sobre la población mentos de forma pormenorizada (al estar geo-referen-
civil, se destruyeron infraestructuras sin que estuviesen ciarlos en nuestros Sistemas de Información Geográfica,
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 61

descritos y fotografiados) sino también y más importan- euros en los presupuestos generales de la Consejería
te, proteger estos bienes patrimoniales al asignarles la de Cultura, Turismo y Deporte (ejercicios 2017 a 2019).
categoría de yacimiento arqueológico. Esta información Teniendo en cuenta la ingente cantidad de estructuras
permite, además, señalar aquellos espacios y elementos militares conservadas en Madrid, se ha establecido que
patrimoniales cuyo valor simbólico, relevancia, singula- los enclaves seleccionados debían cumplir los siguientes
ridad y estado de conservación los hacen susceptibles requisitos: estar situados en terrenos públicos; tener una
de ser declarados Bien de Interés Cultural o Patrimonial. entidad constructiva lo suficientemente importante que
lo justificara; que se incluyeran en un paisaje bien delimi-
El trabajo sistemático de campo desarrollado ha servido tado, de tal forma que se pudieran realizar cada una de
además para constatar el estado en que se encuentran las rutas programadas de forma individualizada; y que
las estructuras. Este dato es bastante relevante de cara estuvieran distribuidos de la manera más equitativa po-
a plantear su conservación y puesta en valor. El aspecto sible por el territorio madrileño. De esta manera los en-
general que ofrecen estas estructuras es de solidez; sin claves seleccionados contribuirán a dar a conocer la di-
embargo las condiciones de premura de su construc- versidad del patrimonio bélico de la región, creando una
ción, la frecuente escasez de materiales de calidad y el red que brinda la oportunidad de elaborar un proyecto
paso del tiempo hacen que en muchos casos estas es- de difusión extendido por todo el territorio madrileño,
tructuras sean relativamente frágiles. contribuyendo además a visibilizar otros elementos pa-
trimoniales de carácter cultural (arqueológico, arquitec-
Las administraciones tienen como primera obligación tónico, religioso, natural, etnológico…) con los que com-
conocer el patrimonio que tienen a su cargo a fin de parten espacio físico.
protegerlo adecuadamente. En el ámbito que nos ocu-
pa esa labor ya está realizada en un alto porcentaje. Es Para complementar la Historia con mayúsculas de la
entonces el momento de gestionar adecuadamente este Guerra Civil en la Comunidad de Madrid y aprovechando
patrimonio y promover su protección para que pueda la existencia de testimonios de la época se están progra-
ser legado de la mejor manera posible a las generacio- mando además una serie de “rutas sentimentales” vincu-
nes futuras. Estos planteamientos son incuestionables ladas al paisaje descrito por los protagonistas. Durante
para los técnicos que gestionan el patrimonio, pues no el año 2019 se inaugurará en la localidad de Piñuecar la
debemos olvidar que éste nos pertenece a todos por ruta basada en el diario de Juan Acosta Jurado, soldado
herencia y que tenemos por una parte el privilegio de republicano destinado en el frente de Somosierra-Bui-
disfrutarlo y por otra la obligación de custodiarlo ade- trago que describió pormenorizadamente sus vivencias
cuadamente para garantizar su futuro. durante la contienda.

La gran cantidad de restos patrimoniales documentados Se está programando también para 2019 otra “ruta sen-
hasta el momento (en los últimos años se ha duplicado timental” en Fresnedillas de la Oliva, donde se podrá en
el número de términos municipales en los que se han valor la trama urbana de la localidad y las pervivencias
inventariado estructuras de la Guerra Civil, pasándose etnográficas de aquella época todavía presentes en la
de 50 a 105, lo que da idea del esfuerzo realizado) ha memoria de la localidad, como la de las alfombras con
llevado a la Dirección General de Patrimonio a desarro- pétalos de flores en ciertas festividades del año, cos-
llar un plan de conservación y puesta de valor de ámbito tumbre que trajeron los soldados canarios del bando na-
regional que una vez finalizado se convertirá, sin duda, cional durante la guerra. Se está trabajando igualmente
en una seña de identidad cultural de la Comunidad de en otra ruta en Alcalá de Henares, basada en un diario
Madrid. Los aspectos que caracterizan este proyecto de Azaña. Esta es una propuesta que humaniza y ayuda
son los siguientes: a comprender la magnitud de los conflictos bélicos. El
concebir e implementar este tipo de iniciativas es cier-
• Es un Plan estructurado para abarcar la totalidad tamente novedoso e innovador en la región. Su utilidad
del territorio madrileño. como como recurso didáctico es además indudable,
• Los enclaves militares intervenidos han de servir tanto para el público en edad escolar como para otros
de punto de referencia para narrar la historia del segmentos de la población.
paisaje en el que se ubican y también para inter-
pretar su funcionalidad y singularidad arquitectó- Las actuaciones de mayor calado dentro del capítulo
nica. de puesta en valor son sin duda aquellas que implican
• Se trata de un plan que considera estos vestigios el acondicionamiento de determinados enclaves de la
como yacimientos arqueológicos, lo que está per- Guerra Civil para hacerlos visitables y la creación de ru-
mitiendo a la Dirección General de Patrimonio tas por una serie de parajes que albergan abundantes
proceder a la adecuación y puesta en valor de los vestigios de la contienda. En la actualidad ya están a
más relevantes. disposición del público o en preparación alrededor de
una docena de ellos situados en distintos puntos de la
Los proyectos de musealización son ineludibles, pues región, unos habilitados por iniciativa de los propios
entendemos que son el último eslabón del trabajo de- municipios, otros en los que las intervenciones han sido
sarrollado al permitir que la sociedad disfrute de su pa- financiadas y supervisadas por la Dirección General de
trimonio de forma adecuada y comprensible. Estas ac- Patrimonio Cultural y finalmente aquellos en los que las
tuaciones están sustentadas dentro de los presupuestos intervenciones han sido llevadas a cabo mediante co-
y en este sentido cabe señalar que el Plan de Fortifi- laboración entre la Comunidad de Madrid y los ayun-
caciones de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid tamientos respectivos (Pinto, Las Rozas, Brunete, Los
ha dispuesto de una dotación propia anual de 100.000 Molinos, Navalagamella, Rivas-Vaciamadrid….)
62 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 72 Plano del frente de Somosierra - Buitrago elaborado por Juan Acosta Jurado
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 63

Fig. 73 Alfombra de flores ejecutada por los soldados canarios destinados en Fresnedillas durante la Guerra Civil,
para la Procesión del Corpus Christi de 1938. Imagen publicada en la obra Pablo Alonso Hernández Memoria
Histórica de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) editada en 2005.

ESPACIOS VISITABLES DE LA GUERRA CIVIL


EN LA COMUNIDAD DE MADRID
• Ruta Frente del Agua (Paredes de Buitrago. Man-
comunidad de Puentes Viejas).
• Blockhaus - 13 (Colmenar de Arroyo).
• Ruta Tras las huellas de la guerra (Guadarrama).
• Cerro Melero (Arganda del Rey).
• Posición Los Yesares (Pinto).
• Cerro de la Iglesia. Ruta La Batalla del Jarama
(Morata del Tajuña).
• Ruta Fortines de la Dehesa de Navalcarbón (Las
Rozas).
• Ruta Frente de Somosierra 1936-1939 (Piñuecar).
• Fortines y campamento (Navalagamella).
• Fortines (Brunete).
• Ruta de los Fortines (Los Molinos).

El denominado FRENTE DEL AGUA fue uno de los pri-


meros espacios con elementos de la Guerra Civil acon-
dicionado en la Comunidad de Madrid y probablemente
el que mejores resultados está obteniendo, debido sin
duda a la conjunción de diversos factores favorables.
Está situado dentro del término de Paredes de Buitrago,
en la Mancomunidad de Puentes Viejas (integrada por Fig. 74 Folleto del Frente del Agua editado por la Mancomunidad de
Cincovillas, Mangirón, Serrada de la Fuente y Paredes Puentes Viejas.
64 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Figs. 75-79 Detalle del plano de la Ruta por el Frente del Agua. Señalización instalada a lo largo de la ruta. Fachada e interior del Centro
de Interpretación. Nido de ametralladora del Frente del Agua. Dirección General de Patrimonio Cultural.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 65

Figs. 80-84 Vista general del Blockhaus 13 de Colmenar de Arroyo. Detalle de la escalera de acceso a la cubierta. Vista de la parte
superior de la estructura. Placa descubierta durante los trabajos de acondicionamiento. El Blockhaus 13 en la portada de la
publicación sobre arquitectura militar editada por la Dirección General de Patrimonio Cultural.

de Buitrago). Se encuentra a una distancia de 65 km de El BLOCKHAUS-13 es una imponente fortificación de


Madrid capital. Se trata de un área de unos tres kilóme- hormigón armado situada a unos dos kilómetros al no-
tros cuadrados, situada en su mayor parte dentro de un reste del casco urbano de Colmenar de Arroyo, en las
espeso pinar, en la que se ha diseñado una ruta a lo largo inmediaciones del km 33,670 de la carretera M-510 que
de la cual pueden visitarse una decena de estructuras de comunica Colmenar de Arroyo con la localidad de Na-
hormigón armado, ladrillo y mampostería, así como va- valagamella. Dista unos 50 km de Madrid capital. Esta
rios tramos de trincheras, pertenecientes a ambos ban- estructura constituye la máxima expresión de la arqui-
dos. Todo ello conforma un recorrido circular de unos 8 tectura militar de la Guerra Civil de la Comunidad de Ma-
km que cuenta con la correspondiente señalización y el drid y recientemente ha sido declarada Bien de Interés
apoyo de un pequeño centro de interpretación situado Cultural. Consta de un cuerpo principal de 10 metros de
en el casco urbano de Paredes de Buitrago, en el que se diámetro desde el que se accede a otros cuatro nidos de
facilita información y un folleto-guía. La intervención fue menor tamaño, todos ellos con troneras que le permiten
financiada y supervisada por Dirección General de Patri- controlar la totalidad del terreno circundante. El fortín
monio Cultural de la Comunidad de Madrid. tiene unos 160 m2 de planta y una altura sobre rasante
66 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

de algo más de dos metros. Los trabajos de acondicio-


namiento y señalización han sido financiados y supervi-
sados por la Dirección General de Patrimonio Cultural de
la Comunidad de Madrid.

En Guadarrama, localidad situada a 50 km de Madrid ca-


pital, se han diseñado un total de 10 rutas con el título
genérico de TRAS LAS HUELLAS DE LA GUERRA en las
que se recorren los vestigios de la contienda conserva-
dos en el sector occidental del término municipal, exten-
sa zona boscosa en la que se han documentado alrede-
dor de 500 estructuras de carácter militar, la mayor parte
de ellas realizados con piedra local. La extensión de estas
rutas, equipadas con cartelería y otros elementos de se-
ñalización, superan en conjunto los 70 km. Como com-
plemento se han editado folletos y una monografía en la
que se describen los recorridos. Se trata de una iniciativa
promovida por el Ayuntamiento de Guadarrama.

El CERRO MELERO es una pequeña elevación situada


Fig. 85 Publicación sobre las rutas por los vestigios de la Guerra Civil en las proximidades del casco urbano de Arganda del
editada por el Ayuntamiento de Guadarrama (Madrid). Rey, localidad situada a 25 km de Madrid, en la que por
iniciativa del ayuntamiento se han documentado y acon-
dicionado varios tramos de trincheras, pozos de tirador,
asentamientos de armas automáticas, refugios y otras
estructuras excavadas en el terreno a lo largo de un re-
corrido de 350 m. El lugar está equipado con elementos
de información y señalización complementado con un
folleto explicativo. En el cerro existe además un monu-
mento conmemorativo dedicado a los caídos de la Ba-
talla del Jarama realizado por Juan Antonio Chamorro.

La posición del paraje LOS YESARES se encuentra a


unos 4 km al noreste del casco urbano de Pinto y a 25
km de la capital. Se trata de un paraje fortificado de unos
8.000 m2, próximo a la Cañada de ganados La Galiana,
en el que se conservan cuatro nidos de ametralladora
de hormigón en excelente estado de conservación, así
como tramos de trincheras y otras obras auxiliares ex-
cavadas en el terreno. El lugar cuenta con señalización
y un espacio cubierto (antiguo puesto de mando) habi-
litado para instalar elementos informativos. Los trabajos
de acondicionamiento han sido promovidos por la Di-
Fig. 86 Cartelería de las rutas por los vestigios de la Guerra Civil rección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad
instalada por el Ayuntamiento de Guadarrama (Madrid).
de Madrid y el Ayuntamiento de Pinto.

El CERRO DE LA IGLESIA es una elevación situada a


unos cuatro kilómetros del casco urbano de Morata de
Tajuña, cuyo ayuntamiento ha promovido el estudio y
acondicionamiento de las obras de fortificación de la
contienda allí conservadas, que consisten en líneas de
trincheras y elementos auxiliares excavados en el terre-
no y diversas obras de hormigón, ladrillo y piedra que
ocupan un área de 10.000 m2 aproximadamente. El lu-
gar, que se encuentra a 35 km de Madrid capital, cuenta
con diversos elementos informativos y de señalización,
así como de un monumento conmemorativo dedicado a
las Brigadas Internacionales creado por el escultor Mar-
tín Chirino. En el municipio se realizan además rutas por
diferentes parajes vinculados a la Batalla del Jarama en
los que se ha instalado cartelería informativa.

La DEHESA DE NAVALCARBÓN es un espacio verde si-


Fig. 87 Estructura de hormigón. Término de Guadarrama. tuado a tres kilómetros al noroeste de la población de
Dirección General de Patrimonio Cultural. Las Rozas en el que se conservan multitud de vestigios
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 67

Fig. 88 Plano las fortificaciones del Cerro Melero.


Folleto editado por el Ayuntamiento de
Arganda del Rey (Madrid).

Fig. 89 Recreación del Puesto de Mando de la


posición “Los Yesares” (Pinto). Dirección
General de Patrimonio Cultural.

Fig. 90 Folleto sobre rutas por los parajes de


la Batalla del Jarama editado por los
ayuntamientos de la zona.

Fig. 91 Folleto sobre rutas por los parajes de


la Batalla del Jarama editado por el
ayuntamientos de San Martín de la Vega.
68 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

seca, así como varias líneas de trincheras y sus elemen-


tos auxiliares por las que han diseñado una serie de ru-
tas señalizadas. Se trata de una iniciativa promovida por
el Ayuntamiento de Piñuecar, localidad que dista 65 km
de la capital.

En el término de NAVALAGAMELLA, situado a 45 km de


la capital, se han realizado diversas intervenciones rela-
cionadas con los vestigios de la Guerra Civil conservados
en el municipio, incluyendo la elaboración de un exhaus-
tivo inventario de las estructuras y el acondicionamiento
de algunos enclaves singulares para facilitar las visitas:
la denominada Posición Calvario y el Campamento de la
Peña. El primero es un conjunto de obras defensivas si-
tuado a 400 m del casco urbano de Navalagamella que
domina la carretera a Valdemorillo. Está mimetizado con
las rocas de un berrocal granítico, ocupando una super-
ficie de 300 m2 aproximadamente. El segundo es un sin-
gular conjunto de estructuras de hormigón situado en la
retaguardia de frente, en el que actualmente se realizan
trabajos de documentación y limpieza. En ambos casos
se trata de iniciativas promovidas y financiadas por la
Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comuni-
dad de Madrid.
Fig. 92 Folleto sobre los vestigios de la Dehesa de Navalcarbón
(Las Rozas) editado por la Dirección General de Patrimonio El municipio de BRUNETE cuenta asimismo con un in-
Cultural.
teresante conjunto de estructuras de la Guerra Civil re-
partidas por su territorio. Son muy característicos y co-
nocidos los pequeños fortines en bóveda situados en la
periferia del casco urbano y también los grandes fortines
cruciformes que se conservan en varios lugares. En uno
de estos últimos, ubicado junto a la Urbanización Valle
de los Rosales, se han llevado a cabo recientemente ex-
cavaciones arqueológicas promovidas por la Dirección
General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Ma-
drid con vistas a su musealización. Brunete se encuentra
a 30 km de Madrid capital.

En la actualidad se están realizando los trabajos necesa-


rios para la puesta en valor de parte de las estructuras
militares existentes en LOS MOLINOS, término municipal
situado a los pies de la Sierra de Guadarrama, a 50 km
de Madrid. Se trata de la creación de una ruta de unos
dos kilómetros y medio que se desarrolla en las proximi-
dades del casco urbano, a lo largo de la cual se localizan
Fig. 93 Señalización de las rutas del Frente de Somosierra un total de seis fortines que en general se encuentran
1936-1939 (Sector Piñuecar-Gandullas). Dirección General en buen estado de conservación. Todos presentan una
de Patrimonio Cultural. tipología similar, con un frente circular en el que se si-
túan dos amplias troneras y un acceso posterior. La in-
tervención ha sido promovida por Dirección General de
Patrimonio Cultural. Comunidad de Madrid.
de la Guerra Civil (tramos de trincheras, nidos de ame-
tralladora, puestos de tirador, un observatorio blindado, En respuesta al enorme potencial cultural de este patri-
un puesto de mando y otros elementos), parte de los monio y el creciente interés que despierta, se ha consi-
cuales han sido acondicionados por iniciativa de la Di- derado apropiada la creación de una serie de centros de
rección General de Patrimonio Cultural. El ayuntamiento interpretación repartidos por la Comunidad de Madrid
de la localidad, que dista 15 km de la capital, prepara ac- que complementen las actuaciones anteriormente des-
tualmente una publicación monográfica sobre los restos critas y permitan profundizar en el conocimiento y ex-
de la contienda conservados en el municipio. plicación del conflicto. Uno de los principales hilos con-
ductores de este proyecto será el de las grandes batallas
El espacio denominado FRENTE DE SOMOSIERRA que tuvieron lugar en el territorio madrileño y su entorno.
1936-1939 (SECTOR PIÑUECAR-GANDULLAS) com-
prende un área situada entre las localidades de Buitrago El Centro de Interpretación de la Batalla de Brunete
del Lozoya, Piñuecar y Gandullas en la que se encuen- se instalará, obviamente, en la famosa localidad que dio
tran diversas estructuras de hormigón armado y piedra nombre a este enfrentamiento. Gracias a la colaboración
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 69

Fig. 94 Vista de la Posición Calvario. Navalagamella (Madrid). Fig. 95 Vista de la Posición Calvario. Navalagamella (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural.

Fig. 96 Detalle de una estructura de la Posición Calvario. Fig. 97 Fortín en bóveda de Brunete (Madrid). Dirección General
Navalagamella (Madrid). Dirección General de de Patrimonio Cultural.
Patrimonio Cultural.

Fig. 98 Fortín cruciforme (Brunete, Madrid). Dirección General Fig. 99 Fortín del Plan 2A situado en la Urbanización Balcón de
de Patrimonio Cultural. la Peñota incluido en la Ruta de los fortines del término
municipal de Los Molinos (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.
70 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 71

y el apoyo de la corporación municipal a este proyecto el


centro se ubicará en su emblemática Plaza Mayor, buen
ejemplo de la arquitectura desarrollada en la posgue-
rra por la Dirección General de Regiones Devastadas,
que recientemente ha sido declarada Bien de Interés
Cultural. Se instalará en un espacio de 180 m2 situado
junto al ayuntamiento y la oficina de turismo. Ya se han
elaborado, con financiación de la Dirección General de
Patrimonio Cultural, los preceptivos proyectos museo-
lógico y museográfico y se encuentran en fase de lici-
tación el montaje expositivo, que correrá a cargo del
Ayuntamiento de Brunete. Está prevista su inauguración
a lo largo del presente ejercicio. Este es el mecanismo
mediante el cual se desarrollarán la mayor parte de los
centros de interpretación de la región.

Se han redactado ya igualmente los anteproyectos mu-


seográficos de las batallas de Somosierra, Guadarrama
y Jarama y se colabora con los ayuntamientos de cada
zona para conseguir que los centros de interpretación
de dichos espacios se hagan realidad en un futuro próxi-
mo. También se estudian las opciones para la instalación
del centro correspondiente a la Batalla de Madrid.

Las iniciativas mencionadas no sólo no agotan las po-


sibilidades que ofrece el patrimonio histórico vinculado
al conflicto, sino que pueden considerarse el inicio de
un proyecto global diseñado por la Dirección General de
Patrimonio Cultural en el que junto a aspectos estricta-
mente militares se tratarán además otros temas igual-
mente relevantes como las vivencias de la población ci-
vil, la cultura, la sanidad, el abastecimiento, etc.

En la localidad de Navalagamella está prevista la crea-


ción de un Centro de Interpretación dedicado al papel
de las Mujeres durante la Guerra Civil que cuenta con
pleno apoyo de la corporación municipal. Para su instala-
ción el ayuntamiento ha destinado para tal fin el edificio
de las antiguas escuelas de niñas, construido a finales
del siglo XIX, que cuenta con una superficie de 120 m2
repartidos en dos plantas. Se estima que podría entrar
en funcionamiento a finales del presente año. Se trata de
un proyecto lleno de simbolismo debido a su ubicación
y la función concreta que tendrá. La Ley de Instrucción
Pública de 1857, conocida como Ley Moyano, impuso por
primera vez la obligatoriedad de la enseñanza elemental
para niños y niñas entre los seis y los nueve años. Esta
Ley constituyó un importante impulso para las mujeres
al considerar obligatoria su formación elemental. Algu-
nos años más tarde dos Reales Decretos permitieron a
las mujeres estudiar en los institutos públicos y en la uni-
versidad y poder concurrir en igualdad competitiva con
los varones a ciertos puestos de la administración pú-
blica. Al comenzar la Guerra Civil ya había mujeres ocu-
pando puestos de responsabilidad en distintos ámbitos
de la sociedad que al estallar el conflicto se vieron invo-
lucradas de una u otra manera en los acontecimientos.
Con la creación del centro de Navalagamella se persigue
que se visualice y se de protagonismo a una parte de la
población que frecuentemente ha pasado desapercibida
al tratar este periodo de nuestra historia.

Figs. 100 y 101 Ilustraciones de Albert Álvarez Marsal para el Centro


de Interpretación de la Batalla de Brunete.
72 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 102 Ilustraciones de Arturo Asensio Moruno para el Centro de Interpretación de Navalagamella.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 73

Otros proyectos que están actualmente en diferentes BIBLIOGRAFIA


fases de planificación y ejecución abordarán el papel
de Las Brigadas Internacionales, centrado en el mu- AGULLÓ Y COBO, M. (1986): “Madrid en Guerra”.
nicipio de Rivas-Vaciamadrid; la situación de La reta- Gaceta del Museo Municipal de Madrid
guardia y los suministros, en Pinto; la historia de La ALONSO HERNÁNDEZ, P. (2013): “La Guerra Civil en
aviación en la Guerra Civil en la ciudad de Alcalá de la sierra de Madrid: los fortines de Fresnedillas de
Henares, y El Tren de los Cuarenta Días o Tren de Ne- la Oliva”. Actas de las VII Jornadas de Patrimonio
grín, en Estremera. Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Dirección
Gral. de Patrimonio Histórico
Se encuentra asimismo en estudio la posibilidad de de- ANTÓN BURGOS, F. J.; TURÓN GARCÍA, S. y
sarrollar otros proyectos centrados en aspectos tales PALACIOS GARCÍA, J. R. (2017): “El frente de
como Los dos ejércitos del centro; Personajes y litera- Navafría durante la guerra civil española: una
tura; La sanidad en la Guerra Civil o El salvamento del aproximación desde la geografía y la arqueología”.
Tesoro Artístico Nacional. Comunicación presentada en el Congreso de
Arqueología de los campos de batalla (27 y 28 de
Cabe destacar dentro de este capítulo la exposición iti- octubre de 2017, Real Sitio de San Ildefonso).
nerante promovida por las Áreas de Protección y Difu- ARÉVALO MOLINA, J. (2006): “El Batallón Alpino del
sión de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que Guadarrama”. Ediciones La Librería. Madrid.
bajo el título “Entre Fortines y Trincheras. El Plan de For- ARÉVALO MOLINA, J. y GONZÁLEZ FRAILE, J. (2007):
tificaciones de la Guerra Civil” muestra la arquitectura “Frente del Jarama”. Frente de Madrid. Revista de
militar conservada en la región a través de una extensa GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
representación fotográfica Núm. 9. Madrid.
ARÉVALO MOLINA, J. (2008): “Senderos de Guerra.
Finalizamos este apartado señalando que para los fines 20 rutas históricas por la Sierra de Guadarrama”.
señalados se ha diseñado una imagen corporativa que Ediciones La Librería. Madrid.
haga al Plan de Fortificaciones fácilmente reconocible. ARÉVALO MOLINA, J. (2008): “El cinturón de Madrid,
Esta imagen tiene una doble vertiente, por un lado se una fortificación olvidada”. Frente de Madrid.
ha creado una señalética común a todas las rutas y por Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente
otro una imagen gráfica común a todas las publicacio- de Madrid. Núm. 12. Madrid.
nes, con tres niveles de información para díptico, folle- ARÉVALO MOLINA, J. (2012): “Rutas por el frente sur
to y monografía (de la que este volumen es su primer de Madrid”. Ediciones La Librería.
ejemplo). ARÉVALO MOLINA, J. (2014): “Los fortines del
Quinto Regimiento”. Frente de Madrid. Revista de
A lo largo de estas páginas hemos incidido una vez más GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
en la importancia del patrimonio material de la Guerra Núm. 12.
Civil existente en la Comunidad de Madrid y el enorme Madrid.
potencial que este posee en múltiples vertientes. He- ARÉVALO MOLINA, J.M. (2016): “La línea de detención
mos querido mostrar también el esfuerzo desarrollado Los Molinos-Guadarrama”. Frente de Madrid. Revista
desde la Dirección General de Patrimonio a fin de ges- de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de
tionarlo adecuadamente, los objetivos alcanzados y las Madrid. Núm. 30. Madrid.
perspectivas de futuro a la vista de los proyectos actual- ARÉVALO MOLINA, J., GARCÍA SOTO, P., SCHNELL
mente en marcha. QUIERTANT, P. (2017): “La Casamata de la
Serranilla”. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA,
Consideramos, no obstante, que el mayor logro conse- Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Núm. 31.
guido hasta el momento ha sido el aunar los esfuerzos y Madrid.
aportaciones de las personas que participan en la Comi- ARÉVALO MOLINA, J. (2017): “La segunda posición
sión para la redacción del Plan Regional de Fortificacio- del frente del Jarama”. Frente de Madrid. Revista de
nes en representación de diferentes organismos y colec- GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
tivos (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Núm. 32. Madrid.
Instituto de Patrimonio Cultural de España, Instituto de ARÉVALO MOLINA, J. (2018): “Rutas por el Frente
Historia y Cultura Militar, Real Academia de la Historia, Oeste de Madrid”. Ediciones La Librería.
Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Al- ARÉVALO MOLINA, J (2018): “Los blocaos de Madrid”.
calá, Colegio Oficial de Doctores y Licenciados, asocia- Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de
ciones culturales Gefrema, Tajar, Colectivo Guadarrama Estudios del Frente de Madrid. Núm. 33. Madrid.
y Asociación Española de Amigos de los Castillos, así ARÉVALO MOLINA, J. (2019): “Rutas por el Frente de la
como los ayuntamientos de Brunete, Morata de Tajuña y Sierra de Guadarrama”. Ediciones La Librería.
Puentes Viejas) a los que deseamos expresar aquí nues- ARMERO, J.M. y GONZÁLEZ, M. (1984): “Armas y
tro reconocimiento. pertrechos de la Guerra Civil”. Ediciones Poniente.
Madrid.
No queremos finalizar este capítulo sin dejar de agrade- BAQUEDANO BELTRÁN, Mª. I. (2017): “Gestión y
cer también la libertad de acción y el decidido apoyo de políticas de protección de la arquitectura militar:
los máximos responsables de la Consejería de Cultura, El Plan de Fortificaciones de la Guerra Civil
Turismo y Deportes a la labor desarrollada. (1936/1939) de la Comunidad de Madrid”. Ponencia
74 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

impartida en el Congreso de Arqueología de los en el Frente de Madrid. Ejército Nacional”. Almena


campos de batalla (27 y 28 de octubre de 2017, Ediciones. Madrid.
Real Sitio de San Ildefonso (Segovia). CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2007): “Los
BARROSO CABRERA, R., CARROBLES SANTOS, J., restos del asedio. Fortificaciones de la Guerra Civil
MORÍN DE PABLOS, J. y otros (2011): “Arqueología en el Frente de Madrid. Ejército Republicano”.
de la guerra civil en Toledo. El frente sur del Tajo Almena Ediciones. Madrid.
y el Cigarral de Menores: un escenario de guerra”. CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2008): “La
Archivo Secreto, 5: 330-48. recuperación de vestigios arqueológicos de la
BENAYAS ÁLVAREZ, D. A. (2005): “Fortificación de Guerra Civil Española. Experiencia y método: el caso
campaña en la Guerra Civil Española 1936-1939 (1ª de Guadalajara”. Complutum, nº 19, pgs. 33-46
parte). El perímetro fortificado de Madrid”. Castillos CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2008):
de España nums. 137-138-139. Asociación Española “El legado de la Guerra Civil en Madrid y sus
de Amigos de los Castillos – Dirección Gral. de alrededores”. Religión y Cultura, LIV. 1049-1062
Patrimonio. Consejería de Cultura y Deporte de la CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
Comunidad de Madrid. QUIERTANT, P. (2010): ”Arquitectura militar
BENAYAS ÁLVAREZ, D. A. (2005): “Fortificación de de la guerra civil en Madrid (Navalagamella y
campaña en la Guerra Civil Española 1936-1939 (2ª Quijorna)”. Actas de las VII Jornadas de Patrimonio
parte). Sector Ciempozuelos”. Castillos de España nº Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Dirección
137-138-139. Asociación Española de Amigos de los Gral. de Patrimonio Histórico. Comunidad de Madrid.
Castillos – Dirección Gral. de Patrimonio. Consejería CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid. QUIERTANT, P. (2011): ”Arquitectura militar de
BESOLÍ MARTÍN, A. (2004): “Los refugios antiáereos la Guerra Civil en Madrid. Sector de la Batalla de
de Barcelona: pasado y presente de un patrimonio Brunete”. Colección Arqueología, Paleontología y
arcano”. Ebre 38, 2: 181-202. Etnografía nº 12. Dirección General de Patrimonio
BESOLÍ MARTÍN, A. y PEINADO CUCARELLA, J. Histórico. Comunidad de Madrid.
(2008): “El estudio y puesta en valor de los CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2012): “La línea
refugios antiaéreos de la guerra civil española: El de defensa del Monte del Pardo. Nuevas evidencias”.
caso del Refugio-Museo de Cartagena”. Revista Actas del IV Congreso de Castellología: Madrid 7
ArqueoMurcia, 74. a 10 de marzo de 2012. Coord. Por Amador Ruibal
CALVO GONZÁLEZ-REGUERAL, F. (2014): “La Guerra Rodríguez. Págs. 327-330
Civil en la Ciudad Universitaria”. Ediciones La CONTE LABORDA, M. y MARTÍNEZ VAL, J. Á. (2008):
Librería. “Patrimonio y Guerra Civil en los Monegros”. En
CALVO MARTÍNEZ, J. M. (2010): “La posición Rubio VV.AA. 2008. Guerra y patrimonio en el frente
(Las Rozas)”. Frente de Madrid. Revista de extremeño. 70 aniversario del cierre de la “Bolsa de
GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid. La Serena”. Badajoz: Centro de Desarrollo Rural La
Núm. 17. Madrid. Serena.
CALVO MARTÍNEZ, J. M. y URQUIAGA CELA (2016): CRESPO FRAGUAS, Á., DÍAZ MORENO, M. Á., ISABEL
“La protección del patrimonio arqueológica de LUDEÑA, S. y QUEJIGO GARCÍA, Mª. (2017): “La
la Guerra Civil: el Catálogo de Bienes y Espacios fortificación de campaña en el frente sur del Tajo. Un
Protegidos de Las Rozas de Madrid”. Frente de proyecto de investigación arqueológica de la guerra
Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del civil”. Comunicación presentada en el Congreso
Frente de Madrid. Núm. 29. Madrid. de Arqueología de los campos de batalla (27 y 28
CANO MARTIN, J.J., JOKIN ASIAIN IRAETA, J. y de octubre de 2017, Real Sitio de San Ildefonso,
MENDOZA TRABA, M.J. (2014): “El Frente del Agua. Segovia).
Acondicionamiento de un yacimiento arqueológico DEL CAMPO, A. (1974): “Los heridos del Sector del
de la Guerra Civil Española (1936-1939) en Paredes Basurero”. Testimonios de la Guerra de España.
de Buitrago (Madrid)”. Actas de las X Jornadas Revista Historia y Vida. Extra 4
de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de DÍAZ MORENO, M. A.; CRESPO FRAGUAS, A; FARJAS
Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio Histórico. ABADÍA, M. y otros (2015): “Aplicación de nuevas
Comunidad de Madrid. tecnologías en la Arqueología de la Guerra Civil:
CANTALAPIEDRA JIMÉNEZ, V., ÍSMODES EZCURRA, Los Yesares, Pinto (Madrid)”. Virtual Archaeology
I. y CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2013): Review: 122-136.
“Patrimonio Arqueológico de la Guerra Civil. DÍAZ MORENO, M. A. (2014): “Estructuras bélicas
Resultados de la Prospección del Plan Parcial del de la guerra civil en Los Yesares, Pinto”. Póster
Polígono 7 en Navalagamella (Madrid)”. Actas de presentado en el I Congreso Internacional de
las VII Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Arqueología de la Guerra Civil Española (Vitoria-
Comunidad de Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio Gasteiz, 9-13 de diciembre de 2014).
Histórico. Comunidad de Madrid. DÍAZ MORENO, M.A. y CRESPO FRAGUAS, A. (2014):
CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2003): “El “Vestigios de la Guerra Civil en el término municipal
blockhaus 13. Un centro de resistencia en un de Pinto (Madrid)”. Actas de las IX Jornadas de
cruce de caminos”. Frente de Madrid. Revista de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de
GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio Histórico.
Núm. 6. Madrid. Comunidad de Madrid.
CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2004): “Los ESCOLÁ MARTINEZ, M., LÓPEZ RECIO, M., MORÍN DE
restos del asedio. Fortificaciones de la Guerra Civil PABLOS, J., PÉREZ-JUEZ GIL, A., AGUSTÍ GARCÍA,
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 75

E. y BARROSO CABRERA, R. (2004): “Recuperando Espesa. Parque de Valdebebas. Distrito de


el pasado: arqueología e infraestructuras lineales. Hortaleza”.
Los trabajos de arqueología en la L.A.V. [Línea HERNANZ RAMOS, P., y FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, O.
de Alta Velocidad] Madrid-Frontera Francesa”. (2005): “Memoria de la intervención arqueológica
Primeras Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la en el yacimiento del Cerro de los Perros – De la
Comunidad de Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio Cabaña”. Ámbito Parque de Valdebebas. Distrito de
Histórico. Consejería de Cultura y Deportes. Hortaleza”.
Comunidad de Madrid. LÓPEZ, L., ALDECOA QUINTANA, A., OBREGÓN, T.,
ESPINOSA ORTEGA, M. (2017): “Conservación y ORTÍZ, J. R., PASTOR MUÑOZ, F. J., SÁNCHEZ,
divulgación del patrimonio histórico militar. La A. J., ADÁN POZA, M.J. (2005): “Estructuras
Musealización de la guerra civil española, de la militares de la guerra civil española (1936-1939)
trinchera al centro de interpretación”. Comunicación en los municipios de Seseña y Borox (provincia de
presentada en Congreso de Arqueología de los Toledo)”. Congreso de Espacios fortificados de la
campos de batalla (27 y 28 de octubre de 2017, Real provincia de Toledo
Sitio de San Ildefonso, Segovia). LÓPEZ FRAILE, F. J., LÓPEZ RECIO, M., MORÍN
FALQUINA APARICIO, A., FERMÍN MAGUIRE, P., DE PABLOS, J., TAPIAS GÓMEZ, F., ALARCÓN
GONZÁLEZ RUIBAL, A., MARÍN SUÁREZ, C., HERNÁNDEZ, A., DONES GARCÍA, V., ESCOLÀ
QUINTERO MAQUA, A., ROLLAND CALVO, J. MARTÍNEZ, M., y GOROSARRI, J. (2007):
(2008): “Arqueología de los destacamentos penales “Enfoques metodológicos para prospecciones
franquistas en el ferrocarril Madrid-Burgos: El caso geoarqueológicas y arqueopaleontológicas en
de Bustarviejo”. Complutum, nº 19, pgs. 175-195 infraestructuras lineales de la Comunidad de Madrid:
GARCÍA MARTOS, M., PÉREZ TELLO, V., MORÍN DE los proyectos de cierre de la M-50 (El Pardo) y de
PABLOS, J., y LÓPEZ FRAILE, F. J. (2006): “Estudio Línea de Alta Velocidad Madrid-Levante (Tramo
histórico-arqueológico de un refugio de la Guerra Torrejón de Velasco-Seseña)”. Cuartas Jornadas
Civil Española en el barrio madrileño de Vallecas”. de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de
Terceras Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio Histórico.
Comunidad de Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deporte y
Histórico Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Portavocía de Gobierno. Comunidad de Madrid.
Deporte y Portavocía de Gobierno. Comunidad de LÓPEZ FRAILE, F. J., MORÍN DE PABLOS, J.,
Madrid. RODRIGUEZ FERNÁNDEZ, A. (2008): “La batalla de
GARCÍA RAMIREZ, J. M. (2007): “La Batalla del Jarama. Madrid (1936-39): excavaciones en las defensas de la
Febrero 1937”. Almena Ediciones. Madrid. capital”. Complutum, nº 19, pgs. 47-62
GARCÍA, E. y ZARZA LÓPEZ, J. A. (2016): “Madrid bajo MARTÍN DEL MORAL, J. M. (2003): “Un monumento a
las bombas”. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, los héroes de la libertad caídos en el Jarama”. Frente
Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Núm. 30. de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios
Madrid. del Frente de Madrid. Núm. 1. Madrid.
GONZÁLEZ ALCALDE, J. (2001): “Madarcos, Piñuecar MARTÍN DEL MORAL, J. M. (2007): “La trinchera
y la Serna del Monte”. Estudios de Prehistoria y circular de los Lincoln”. Frente de Madrid. Revista
Arqueología Madrileña nº 11 de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de
GONZÁLEZ CÁRCELES, J..A. (2008): “La Facultad Madrid. Núm. 9. Madrid.
de Filosofía y Letras de Madrid en la Segunda MARTÍN DEL MORAL, J. M. (2009): “El cerro de los
República. Desolación de la quimera. La Facultad Siete Vientos (Arganda del Rey)”. Frente de Madrid.
sacudida por la guerra civil. El frente de la Ciudad Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente
Universitaria”. En La Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. Núm. 17. Madrid.
de Madrid en la Segunda República. Arquitectura y MARTÍN DEL MORAL, J. M. (2010): “Si te dicen que
Universidad durante los años 30. Sociedad Estatal caí…”. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA,
de Conmemoraciones Culturales, Ayuntamiento de Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Núm. 17.
Madrid, Fundación Arquitectura COAM, Madrid. Madrid.
GONZÁLEZ FRAILE, J., NAVAJAS CORRAL, Ó. y MARTÍNEZ BANDE, J. M. (1968): “La Lucha en torno a
ENRIQUE VILLALOBOS, J. (2008): “La recuperación Madrid”. Monografías de la Guerra de España num.
del patrimonio de la Guerra Civil en el municipio de 2. Servicio Histórico Militar. Editorial San Martín,
Rivas Vaciamadrid: presente y futuro”. En VV.AA.: Madrid.
Guerra y patrimonio en el frente extremeño. 70 MARTÍNEZ BANDE, J. M. (1972): “El infierno de
aniversario del cierre de la “Bolsa de La Serena”. Brunete”. Revista Historia y Vida, num. 50.
Badajoz: Centro de desarrollo rural La Serena. MARTÍNEZ BANDE, J. M. (1982): “La Marcha sobre
GONZÁLEZ RUIBAL, A. (2008): “Arqueología de la Madrid”. Monografías de la Guerra de España num.
Guerra Civil Española”. Complutum, nº 19, pgs. 11-20 1. Servicio Histórico Militar. Editorial San Martín,
GONZÁLEZ RUIBAL, A. (2018): “El expoliar se va a Madrid.
acabar: uso de detectores de metales y arqueología: MARTÍNEZ BANDE, J. M. (1985): “El final de la Guerra
sanciones administrativas y penales”. Coord. Por Civil”. Monografías de la Guerra de España num.
Ana Yáñez Vega y otros. ISBN 978-84-9169-846-3, 17. Servicio Histórico Militar. Editorial San Martín,
págs. 25-38 Madrid.
HERNANZ RAMOS, P., y FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, O. MONTERO BARRADO, S. (1987): “Paisajes de la
(2005): “Memoria de la intervención arqueológica Guerra. Nueve itinerarios por los frentes de Madrid”.
en el yacimiento del Cerro del Castillo – La Mata Gabinete de Presidencia. Comunidad de Madrid.
76 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

MONTERO BARRADO, S. (2001): “Arqueología de la Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de


Guerra Civil en Madrid”. Historia y Comunicación Estudios del Frente de Madrid. Núm. 27. Madrid.
Social, 6, pp 97-122. MORCILLO LÓPEZ, A. (2015): “Los refugios
MONTERO BARRADO, S. (2009): “La batalla de subterráneos del Jardín de El Capricho (Alameda
Brunete”. Editorial Raíces. Madrid. de Osuna): un recorrido por el polvorín”. Frente de
MONTERRUBIO SANTÍN, H. y JUAREZ VALERO, E. Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del
(2008): “La Batalla de la Granja”. Librería Ícaro. Frente de Madrid. Núm. 27. Madrid.
Segovia. MORCILLO LÓPEZ, A. (2015): “Los refugios
MORCILLO LÓPEZ, A. (2003): “Fortines del Cerro de la subterráneos del Jardín de El Capricho (Alameda
Mica, sector Lucero-Carretera de Extremadura”. Las de Osuna): un recorrido por la galería de escape”.
guías de GEFREMA. Núm. 1. Madrid. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de
MORCILLO LÓPEZ, A. (2007): “La posición Jaca”. Estudios del Frente de Madrid. Núm. 27. Madrid.
Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de MORCILLO LÓPEZ, A. (2017): “Investigación acerca de
Estudios del Frente de Madrid. Núm. 11. Madrid. la Guerra Civil: sobre arqueología y otras ciencias”.
MORCILLO LÓPEZ, A. (2007): “El Frente de la Casa de Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de
Campo”. Las guías de GEFREMA. Núm. 2. Madrid. Estudios del Frente de Madrid. Núm. 31. Madrid.
MORCILLO LÓPEZ, A. (2008): “La Cueva de Rivas- MORCILLO LÓPEZ, A. (2017): “Las compras de material
Vaciamadrid”. Frente de Madrid. Revista de bélico en el extranjero: “unos pobres descamisados”.
GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de
Núm. 8. Madrid. Estudios del Frente de Madrid. Núm. 32. Madrid.
MORCILLO LÓPEZ, A. (2008): “La pista del MORCILLO LÓPEZ, A. (2018): “La desaparición de
Generalísimo”. Frente de Madrid. Revista de huellas de la Guerra Civil en los edificios de Madrid”.
GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de
Núm. 14. Madrid. Estudios del Frente de Madrid. Núm. 34. Madrid.
MORCILLO LÓPEZ, A. (2008): “Fortines desaparecidos MORÍN DE PABLOS, J., et al, (2001), “El yacimiento
en Pozuelo de Alarcón pertenecientes al cinturón de de Casas de Murcia (Villa de Vallecas). Un fortín
fortificaciones de Madrid”. Frente de Madrid. Revista republicano en la segunda línea de defensa de
de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid capital”. XXVI Congreso Nacional de
Madrid. Núm. 14. Madrid. Arqueología, Zaragoza.
MORCILLO LÓPEZ, A. (2009): “Los restos de la Guerra MORÍN DE PABLOS, J., PÉREZ-JUEZ GIL, A., AGUSTÍ
Civil en Madrid setenta años después”. Frente de GARCIA, E., ARENAS YBARRA, G., BARROSO
Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del CABRERA, R. y ESCOLÁ MARTÍNEZ, M. (2001):
Frente de Madrid. Núm. 16. Madrid. “Arqueología y Obra Civil. Trabajos arqueológicos
MORCILLO LÓPEZ, A. (2010): “Inscripciones de la en la Línea de Alta Velocidad Madrid-Frontera
Guerra Civil en el sector Casa de Campo – Ciudad Francesa”. Revista Restauración y Rehabilitación
Universitaria”. Frente de Madrid. Revista de núm. 55, Madrid.
GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid. MORÍN DE PABLOS, J., ESCOLÁ MARTINEZ, M.,
Núm. 17. Madrid. AGUSTÍ GARCÍA, E., BARROSO CABRERA, R,
MORCILLO LÓPEZ, A. (2011): “La guerra de minas”. y PÉREZ-JUEZ GIL, A. (2002): “Excavación
Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de arqueológica de un fortín republicano en la
Estudios del Frente de Madrid. Núm. 19. Madrid. segunda línea de defensa de Madrid capital
MORCILLO LÓPEZ, A. (2011): “El fortín de la Puerta (1936-1937)”. Revista del Ilustre Colegio Oficial
del Dante (Casa de Campo): si te dicen que caí…”. de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras.
Frente de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Num. 138.
Estudios del Frente de Madrid. Núm. 19. Madrid. MORÍN DE PABLOS, J., ESCOLÁ MARTINEZ, M., AGUSTÍ
MORCILLO LÓPEZ, A. (2012): “La penetración nacional GARCÍA, E., BARROSO CABRERA, R, y PÉREZ-JUEZ
en la Casa de Campo del 8 de noviembre de 1936”. GIL, A. (2002): “El yacimiento de “Casas de Murcia”
Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente (Villa de Vallecas). Excavaciones arqueológicas en un
de Madrid. Núm. 22. Madrid. fortín republicano en la segunda línea de defensa de
MORCILLO LÓPEZ, A. (2013): “El frente del barrio del Madrid capital”. Militaria. Revista de Cultura Militar nº
Lucero a la terminación de la Guerra Civil”. Frente de 16. pp. 137-162
Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del MORÍN DE PABLOS, J., ESCOLÁ MARTINEZ, M.,
Frente de Madrid. Núm. 23. Madrid. AGUSTÍ GARCÍA, E., BARROSO CABRERA, R,
MORCILLO LÓPEZ, A. (2013): “La Casa de Campo: los PÉREZ-JUEZ GIL, A. SÁNCHEZ HIDALGO, F., y
Centros de Resistencia, organización defensiva al URBINA MARTÍNEZ, D. (2005): “La ocupación
final de la guerra”. Frente de Madrid. Revista de contemporánea. La Guerra Civil española y el hábitat
GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid. en cuevas”. En “El Cerro de la Gavia”. Catálogo de
Núm. 24. Madrid. la exposición celebrada en el Museo de San Isidro 14
MORCILLO LÓPEZ, A. (2014): “El frente de la Ciudad junio-25 septiembre de 2005,
Universitaria: los centros de resistencia”. Frente de MORTERA PÉREZ, A. (2007): “Las tres Batallas de
Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del Guadalajara”. AF Editores. Madrid.
Frente de Madrid. Núm. 26. Madrid. MURILLO CASTILLEJO, J., PÉREZ AMORÓS, J. P.
MORCILLO LÓPEZ, A. (2015): “Los refugios y RODRÍGUEZ MUÑOZ, N. (1999): “La Sierra de
subterráneos del Jardín de El Capricho (Alameda de Guadarrama. 12 Itinerarios a pie”. Ediciones Tierra de
Osuna): el refugio principal, aspectos constructivos”. Fuego. Madrid.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 77

MUÑOZ DE LABORDE, C. y ÁLVAREZ NÚÑEZ, M. MARTINEZ GRANERO, A. B., ALONSO GARCÍA,


(2010): ”De la pasarela de la muerte al puente del M. (2008): Arqueología de la batalla del Jarama”.
Generalísimo: como se mantuvo el paso de la Ciudad Complutum, nº 19, Pags. 63-87
Universitaria”. Revista del Grupo de Estudios del PEREZ-JUEZ GIL, A., MORÍN DE PABLOS, J., BARROSO
Frente de Madrid. Num.18 CABRERA, R., ESCOLÁ MARTINEZ. M., AGUSTÍ
OLAYA, VICENTE, G. (1994): “La historia aparcada. GARCIA, E. (2002), “Arqueología de la Guerra Civil.
La constructora de un aparcamiento entierra en Excavaciones arqueológicas en las trincheras de
hormigón el bunker donde se refugiaban los vecinos Madrid”. Revista de Arqueología. Nº 250, pgs.22-31
en la guerra”. Diario “El País”. 14-mayo-1994 PEREZ-JUEZ GIL, A., MORÍN DE PABLOS, J.,
PASTOR MUÑOZ, F. J. (1995): “Arqueología para una BARROSO CABRERA, R., ESCOLÁ MARTINEZ. M.,
guerra”. Periódico de Hortaleza, núm. 50 AGUSTÍ GARCIA, E., LÓPEZ, M., y SÁNCHEZ, F.
PASTOR MUÑOZ, F. J. (1996): “Recuerdos de la Legión (2004), “El patrimonio arqueológico de la Guerra
Cóndor”. Boletín del Museo del Aire de Cuatro Civil. La protección de espacios asociados a la
Vientos. núm. 23. guerra civil española”. Bolskan nº 21.
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2000): “Recuerdos de la Batalla PIÑUELO FERRERO, J.I. (2010): “Ruta por el Alto del
del Jarama”. Revista de la Asociación Batalla de León: rutas del frente”. Frente de Madrid. Revista de
Teruel, num. II. GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
PASTOR MUÑOZ (2001): “Recuerdos de la Guerra Civil Núm. 3-4. Madrid.
española (1936-1939) en la Sierra de Guadarrama PLIEGO, D. (2010): “Caminando por los escenarios de la
(Sector Navacerrada-La Granja). Revista de la Guerra Civil.” Vol. II. Sierra del Rincón, Guadarrama y
Asociación Batalla de Teruel, num. IV. Malagón. Ediciones Desnivel.
PASTOR MUÑOZ (2001): “El campo de batalla POVEDA, A, y SERRANO, L. (2001): “El Parque
de Somosierra”. Arqueología, Paleontología y Histórico del Jarama rendirá homenaje a la
Etnografía nº 10. Consejería de las Artes. Comunidad memoria”. Revista Este de Madrid nº 116
de Madrid. RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, J. (2008): “Fortines.
PASTOR MUÑOZ (2003): “Recuerdos de la Guerra Civil Centinelas de Hormigón en el Frente de Madrid”.
en el Puerto de Somosierra (Madrid). Revista de la Ediciones La Librería. Madrid.
Asociación Batalla de Teruel, nº. IX. RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, J. (2008): “Fortines de
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2004): “Arqueología de la Guerra Guerra”. Revista Madrid Histórico, nº 17, sept-oct.
Civil. Hallazgos de la Colonia Valdemarín”. Revista del ROJO, V. (1987): “Así fue la defensa de Madrid”.
Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Nº. 4 Consejería de Presidencia. Comunidad de Madrid.
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2007): “La batalla del Jarama ROMERO, E. (2001): “Itinerarios de la Guerra Civil
(febrero de 1937)”. Diario de Teruel. Domingo 6 Española. Guía del viajero curioso”. Edit. Laertes.
mayo 2997. Pág. 16 Barcelona.
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2013): “Aportaciones al estudio ROSADO TEJERIZO, E., GORBEA PÉREZ, M.
de la línea de defensa republicana del sector oriental y RODRIGUEZ FERNÁNDEZ, A. (2008):
de Madrid. Primera parte: Fuencarral y Hortaleza. “Documentación de dos fortines de la Guerra Civil
Revista Frente de Madrid, nº 24. española en Colmenar de Arroyo y Navalagamella”.
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2013): “El patrimonio V Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la
arqueológico de la Guerra Civil en la Comunidad de Comunidad de Madrid. Dirección Gral. de Patrimonio
Madrid”. Actas de las VII Jornadas de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Dirección SÁNCHEZ HIDALGO, F., MORÍN DE PABLOS, J.,
Gral. de Patrimonio Histórico. Comunidad de Madrid. BARROSO CABRERA, R., ESCOLÁ MARTÍNEZ, M.,
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2014): “Aportaciones al estudio LÓPEZ RECIO, M., AGUSTÍ GARCÍA, E., FERNÁNDEZ
de la línea de defensa republicana del sector oriental CALVO, C., LÓPEZ FRAILE, F.J. y GONZÁLEZ
de Madrid. Segunda parte: Barajas, Canillejas, CARRASCO, L. (2005): “El Patrimonio arqueológico
Vicálvaro y Vallecas. Revista Frente de Madrid, nº 25. de la Guerra Civil”. Segundas Jornadas de Patrimonio
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2015): “Las líneas de defensa Arqueológico en la Comunidad de Madrid. Dirección
del sector oriental de la ciudad de Madrid durante la Gral. de Patrimonio Histórico. Consejería de Cultura y
Guerra Civil (1936-39)”. Cuadernos de Arquitectura y Turismo. Comunidad de Madrid.
Fortificación, nº 2. La Ergástula Ediciones. SÁNCHEZ HIDALGO, F., MORÍN DE PABLOS, J.,
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2015): “Descubrimiento de la ESCOLÁ MARTÍNEZ, M., LÓPEZ RECIO, M.,
segunda línea de defensa de la ciudad de Madrid FERNÁNDEZ CALVO, C., YAVEDRA SÁNZ DE
durante la Guerra Civil. El cinturón norte: Algete, San LOS TERREROS, J. (2005): “Plan de Depuración
Sebastián de los Reyes, Alcobendas y Fuencarral-El de aguas residuales de la Comunidad de Madrid”.
Pardo. (Primera parte). Revista Frente de Madrid, nº Segundas Jornadas de Patrimonio Arqueológico
28. en la Comunidad de Madrid. Dirección Gral. de
PASTOR MUÑOZ, F. J. (2016): “Descubrimiento de la Patrimonio Histórico. Consejería de Cultura y
segunda línea de defensa de la ciudad de Madrid Turismo. Comunidad de Madrid.
durante la Guerra Civil. El cinturón norte: Algete, San SCHNELL QUIERTANT, P. (2005): “Fortificaciones de la
Sebastián de los Reyes, Alcobendas y Fuencarral-El Guerra Civil en la sierra de la Comunidad de Madrid”.
Pardo. (Segunda parte). Revista Frente de Madrid, Castillos de España núms. 137-138-139. Asociación
nº 29. Española de Amigos de los Castillos - Dirección Gral.
PENEDO COBO, E., SANGUINO VÁZQUEZ, J., de Patrimonio. Consejería de Cultura y Deporte de la
RODRIGUEZ MORALES, J., MARAÑON LÓPEZ, J., Comunidad de Madrid.
78 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

SCHNELL QUIERTANT, P. (2014): “Un modelo de en la Comunidad de Madrid. Dirección Gral. de


fortificación de 1938 en la línea defensiva de la Patrimonio Histórico Vicepresidencia, Consejería
división 8 republicana”. Actas de las novenas de Cultura y Deporte y Portavocía de Gobierno.
jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid.
Comunidad de Madrid 321331. VEGA CRUZ, F. (2017): “La Batalla por el Cerro de los
SCHNELL QUIERTANT, P. (2014): “El inventario de Ángeles: los relatos de sus protagonistas”. Frente de
arquitectura defensiva de la AEAC, un ejemplo de Madrid. Revista de GEFREMA, Grupo de Estudios del
ciencia ciudadana en España”. Patrimonio cultural Frente de Madrid. Núm. 32. Madrid.
de España. Nº 9. Págs. 81-94 VICENTE MONTOYA, L. (2000): “La Casa de Campo.
SCHNELL, QUIERTANT, P. y BALTUILLE MARTIN, J. Parque Histórico”. Ecologistas en Acción.
M. (2017): “Arqueología, inventario y catalogación VICENTE MONTOYA, L. (2003): “Fortines de
de las fortificaciones de la guerra civil española”. Valdemarín”. Frente de Madrid. Revista de
Comunicación presentada en el Congreso de GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
Arqueología de los campos de batalla (27 y 28 Núm. 2. Madrid.
de octubre de 2017, Real Sitio de San Ildefonso, VICENTE MONTOYA, L. (2006): “Fortificación de
Segovia). Usera”. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA,
SCHNELL, QUIERTANT, P. y BALTUILLE MARTIN, J. M. Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Núm. 7.
(2017): “Arqueología de la fortificación de la Guerra Madrid.
Civil y asociacionismo en los frentes de Madrid”. VICENTE MONTOYA, L. (2008): “Localización de la
Trabajos de arqueología Navarra. Nº 29, págs. 169- Pasarela de la Muerte”. Frente de Madrid. Revista de
202 GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
SERRANO, L. y POVEDA, A. (2001): “La Batalla del Núm. 12. Madrid.
Jarama”. Revista Este de Madrid nº 115 VICENTE MONTOYA, L. (2013): “Barrio del Lucero,
URQUIAGA CELA, D., FLORES FERNÁNDEZ R., escenario bélico”. Frente de Madrid. Revista de
MORALES GARCÍA, L., GENICIO LORENZO, S. GEFREMA, Grupo de Estudios del Frente de Madrid.
(2007): “Patrimonio Arqueológico de la Guerra Núm. 23. Madrid.
Civil. Prospecciones en las Zonas afectadas ZARZA LÓPEZ, J.A. (2018): ”La Guerra en el Parque
por la Revisión-Adaptación del P.G.O.U. del del Oeste”. Frente de Madrid. Revista de GEFREMA,
término municipal de Las Rozas (Madrid)” Grupo de Estudios del Frente de Madrid. Núm. 34.
Cuartas Jornadas de Patrimonio Arqueológico Madrid.
ARQUEOLOGÍA DE
LAS FORTIFICACIONES
DE LA GUERRA CIVIL
ESPAÑOLA

ALFREDO GONZÁLEZ RUIBAL


Instituto de Ciencias del Patrimonio
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
81

INTRODUCCIÓN: es el caso de la historia del arte, es que a los arqueólo-


LA ARQUEOLOGÍA MÁS ALLÁ DE LA ANTIGÜEDAD gos nos interesa todo, no solo los elementos dotados de
valor estético: también las latas oxidadas o las fortifica-
Arqueología significa, etimológicamente, el estudio de ciones de hormigón.
las cosas antiguas (archaia) o lo antiguo (archaios). Esta
definición sin embargo representa cada vez menos la La idea que subyace a la arqueología contemporánea
actividad real de los arqueólogos. La disciplina conoci- es que los elementos materiales son una fuente de in-
da como arqueología histórica o posmedieval lleva seis formación valiosa sobre la sociedad y distinta (comple-
décadas estudiando los restos de la era moderna. En Es- mentaria) de otras (escritas, orales o audiovisuales). Los
paña este tipo de arqueología se ha desarrollado mucho arqueólogos, como expertos que son en documentar e
desde los años 80 en el marco de la arqueología urbana, interpretar la cultura material, pueden también por tanto
en la cual los arqueólogos tienen que enfrentarse a res- abordar la materialidad del período contemporáneo y
tos de períodos muy recientes, que sepultan las fases quizá decir algo original sobre este.
medievales, romanas y prehistóricas de las ciudades.
Una especialidad dentro de este campo es la arqueolo-
gía industrial, que estudia las fábricas, las viviendas de CONOCER EL PASADO A TRAVÉS
los obreros y otros elementos relacionados con el traba- DE LA ARQUEOLOGÍA CONTEMPORÁNEA
jo y la vida cotidiana a partir de la Revolución Industrial.
Por lo general este tipo de estudios extienden el marco ¿Es posible realmente decir algo original a cerca del si-
temporal de la disciplina hasta inicios del siglo XX. glo XX a partir de los restos arqueológicos? Depende
de qué estemos estudiando, porque no siempre es fácil.
A partir de los años 90, sin embargo, se fue fraguando Salvo en casos excepcionales, la arqueología difícilmen-
una arqueología que aborda tiempos aún más recientes. te podrá contar una historia radicalmente nueva o des-
Se trata de la que se conoce como arqueología del pa- conocida, como sucede para los períodos más remotos.
sado contemporáneo o del pasado reciente y que tiene Pero existen contextos en los cuales puede tener mucho
por objeto de análisis los siglos XX y XXI, incluido, por que decir. Pensemos en el caso de una catástrofe o un
lo tanto, el presente. Aunque existen experiencias desde ataque terrorista. Muchas veces o no contamos con tes-
los años 70, como los estudios sobre basura contem- tigos o bien están tan traumatizados que es difícil que
poránea de William Rathje (Rathje y Murphy 1992), el puedan ofrecer un relato preciso de los hechos. Resulta
momento fundacional de este campo se puede situar en muy difícil observar algo más que una parte concreta de
el año 2001, que es cuando se publica el libro Archaeolo- un evento, más allá cuando este es por definición mul-
gies of the Contemporary Past (“Arqueologías del pasa- tiforme y confuso. Los arqueólogos y arquitectos que
do contemporáneo”), editado por Víctor Buchli y Gavin estudian catástrofes han demostrado la utilidad de las
Lucas. El volumen se basaba en reflexiones teóricas y herramientas de sus disciplinas respectivas para recons-
trabajo de campo llevados a cabo durante los años 80 truir eventos como el incendio de una discoteca o un
y 90 e incluye desde las exhumaciones de represaliados ataque secreto con drones en el Próximo Oriente (Gould
por la dictadura en Argentina a la documentación de 2007; Forensic Architecture 2014). La arqueología del
un apartamento de protección social en Londres recién conflicto, a la que me referiré en el siguiente apartado,
abandonado, pasando por la excavación de un bombar- se basa en esta misma premisa. Un soldado tiene una
dero de la Segunda Guerra Mundial. visión muy parcial del campo de batalla. Se entera bási-
camente de lo que pasa frente a él y en su entorno más
El límite temporal de la arqueología queda por lo tanto inmediato. En el caso de una emboscada o un golpe de
abolido ¿Pero no era la antigüedad lo que la definía? En mano la visión resulta todavía más limitada y confusa.
realidad, no. Por lo general se dice que la arqueología Por otro lado, los oficiales que se encuentran alejados
es el estudio de las sociedades humanas del pasado a de la primera línea disponen de una perspectiva más ge-
través de sus restos materiales o el estudio del pasa- neral del movimiento de las tropas, pero no saben muy
do a través de la cultura material. Los conceptos clave bien por lo que está pasando el soldado de a pie. La
son, por lo tanto, el pasado y la materialidad. Pero no arqueología tiene la posibilidad de trabajar tanto a nivel
existe ninguna definición de arqueología que proponga macro (el de los generales) y micro (el de los soldados) y
una frontera temporal (por ejemplo, “la arqueología es el además puede comprender lo que sucede entre ambos.
estudio de las sociedades anteriores al siglo XIX”). El pa- Naturalmente, al investigar principalmente con restos
sado es un término mucho más amplio. Cuando Buchli materiales, gran cantidad de aspectos permanecen inac-
y Lucas estudian los objetos abandonados en un piso cesibles, pero a cambio disfruta de la posibilidad de mo-
de protección social se puede decir que investigan el verse entre distintas escalas y de documentar con gran
pasado, porque se trata de un contexto arqueológico, detalle microeventos que se le escapan al historiador—e
aunque solo tenga unos pocos días de antigüedad. Y lo incluso a los propios protagonistas de la historia.
mismo sucede con el cubo de la basura: los restos en su
interior han estado en uso hace unos minutos u horas, En otros casos, la arqueología contemporánea puede
pero ya no lo están. También son pasado. Algunos auto- suministrar información muy valiosa e inaccesible con
res van más allá y sugieren que hagamos una arqueolo- otros métodos. Es el caso del estudio de la violencia
gía del presente, en la que el elemento clave ya no sea el estatal. Las dictaduras hacen todo lo posible por ocul-
tiempo, sino la materialidad. Los objetos, los paisajes o tar sus crímenes. Los campos de exterminio nazis, por
las arquitecturas serían desde este punto de vista lo que ejemplo, fueron desmantelados sistemáticamente, al
define la disciplina. La diferencia con otras ciencias que menos cuando hubo tiempo para hacerlo. A los rivales
también estudian la materialidad contemporánea, como políticos se los asesina y se los entierra en fosas comunes
82 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

la cama a ir comprar en el supermercado, las llevamos a


cabo, por así decir, en piloto automático. Si nos pregun-
tan al respecto responderemos de forma vaga, no porque
queramos ocultar nada, sino porque es difícil verbalizar
las actividades que realizamos sin prestarles atención.
Cuando esas actividades dejan un rastro material, pue-
den documentarse e interpretarse arqueológicamente.
En esto se basan los estudios de la basura que mencio-
né más arriba. William Rathje descubrió que muchas de
las cosas que la gente respondía en las entrevistas no se
correspondían con la realidad, bien porque no llevaban
registro, por ejemplo, de la cantidad de determinado pro-
ducto o alimento que consumían, bien porque pretendían
dar una imagen de sí mismos acorde con los valores do-
minantes en la sociedad. Esto es lo que explica que en las
encuestas basadas en entrevistas normalmente todo el
mundo diga que ve documentales en la televisión, cuando
en realidad lo que sigue son los programas del corazón.
En el caso de la arqueología de las guerras contemporá-
neas, los testigos muchas veces son incapaces de hablar
de cosas de la vida cotidiana, normalmente porque no
quedaron registradas en su memoria, pero también por-
que algunas de ellas les pueden producir pudor porque
saben que la sociedad no las mira con buenos ojos.

Otra cuestión importante tiene que ver con las discre-


pancias que hallamos entre lo que dicen los documentos
y la realidad material que documentamos los arqueólo-
gos. Por ejemplo, si uno se fiara de los manuales milita-
res de la Guerra Civil que describen (o más bien prescri-
ben) las obras de fortificación que se deben realizar en
el frente, uno se llevaría una idea bastante equivocada
del aspecto que tenían realmente los campos de bata-
Fig. 1 Esquema de una trinchera según el manual de Capdevila lla. Tras más de una década estudiando los frentes de la
(1938). Si se llegó a construir este tipo de fortificaciones, debió
de ser de manera muy excepcional.
Guerra Civil, apenas he encontrado elementos que se re-
lacionen con algún grado de fidelidad con el manual de
fortificación republicano de Capdevila (1938). La mayor
sin ningún tipo de identificación, para que sea difícil en- parte de las estructuras no se realizaron como figura en
contrarlos. Además, en ocasiones se destruyen las fosas los planos del libro o si se hicieron fueron excepcionales
y se trasladan los cadáveres, como sucedió durante la (fig. 1). La documentación disponible en los archivos mi-
dictadura uruguaya (Marín 2016) o en la Guerra de los litares y redactada por ingenieros suele ser más precisa,
Balcanes (Skinner et al. 2002). La arqueología contem- pero no infalible. Muchas obras se planean pero no se
poránea no solo permite recuperar los cuerpos de los ejecutan, o bien sufren cambios durante su realización
asesinados o las trazas de los campos de exterminio, para adaptarse a la realidad del terreno o a los recursos
sino también las huellas de los intentos de hacer des- disponibles (materiales y humanos).
aparecer las pruebas. Para ello se utilizan una serie de
técnicas como la excavación, la prospección de super- Finalmente, los restos del pasado contemporáneo y par-
ficie con y sin detector de metales, el análisis de datos ticularmente aquellos que están vinculados a episodios
LIDAR (un escáner láser aerotransportado que barre el clave en la Historia—como las guerras o las dictaduras—
terreno y atraviesa la cobertura forestal), las fotografías deben preservarse independientemente de su estatus
satelitales y los métodos geofísicos (que crean mapas como objeto de estudio arqueológico. Se trata de testi-
del subsuelo sin necesidad de excavarlo). Estas técnicas monios muy valiosos que ayudan a que la sociedad com-
han llevado a descubrir fosas comunes y hornos crema- prenda el pasado. Las cuestiones relacionadas con el as-
torios en los campos de exterminio nazis, por ejemplo pecto patrimonial tienen que ver con cuánto debemos
(Theune 2014; Colls 2015). En ocasiones, la arqueología conservar y de qué manera y dónde y cómo se deben
es la principal fuente de información porque los docu- presentar al público los restos, entre otras cosas. Para
mentos escritos han desaparecido (no necesariamente a poder tomar estas decisiones, en cualquier caso, es im-
propósito) o porque son secretos. Esto afecta, por ejem- prescindible conocer lo que hay y para ello los arqueólo-
plo, a las construcciones militares de la Guerra Fría, lo gos realizan prospecciones e inventarios de restos.
que ha llevado a un investigador a decir que este tipo de
arqueología está más cerca de la prehistórica que de la
histórica (Schofield 2005). ARQUEOLOGÍAS DEL CONFLICTO
Una tercera cuestión a tener en cuenta es el inconsciente. Una de las arqueologías contemporáneas que más ha
Muchas de nuestras actividades cotidianas, desde hacer crecido durante los últimos años y que ha sido, de hecho,
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 83

clave en el desarrollo de la subdisciplina es la arqueo-


logía del conflicto. Este campo aborda los restos rela-
cionados con la violencia en las sociedades contempo-
ráneas: tanto los que deja la guerra propiamente dicha
(los campos de batalla), como los de las guerrillas, las
construcciones militares que no se llegaron a emplear
(como la Línea Maginot o las estructuras de la Guerra
Fría), la infraestructura relacionada con la violencia ins-
titucional (fábricas, hospitales, cuarteles), los campos de
prisioneros, de concentración y de trabajos forzados y
diversos elementos asociados con las dictaduras (cen-
tros clandestinos de detención, monumentos), que son
regímenes en sí mismos conflictivos. El primer conflic-
to en ser estudiado arqueológicamente fue la Primera
Guerra Mundial, concretamente en Francia y Bélgica. Y
tuvo que esperar a los años 90 (Desfossés et al. 2008).
La mayor parte de las intervenciones se han realizado
como parte de proyectos de corrección de impacto, en
el marco de grandes obras de infraestructura lineal, así
como de iniciativas de colectivos de aficionados con
apoyo de arqueólogos (Saunders 2007). Los medios
también han subvencionado en ocasiones la realización
de excavaciones arqueológicas. En la actualidad, dispo-
nemos de un importante volumen de información publi-
cado y que aborda temas tan diversos como la construc-
ción de fortines o la medicina de guerra, pasando por
el consumo de refrescos en el frente y los campos de
prisioneros (Schnitzler y Landolt 2013). La arqueología
se desarrolló en paralelo a un interés popular creciente
por los vestigios de la Gran Guerra. Los campos de ba-
talla más famosos, como los de Ypres o Verdún, reciben
a millones de visitantes. Para atender a esta demanda Fig. 2 Fuerte Belvedere, una fortificación austríaca en el norte de
se han creado numerosos museos y centros de interpre- Italia de antes de la Primera Guerra Mundial. Desempeñó
un importante papel en este conflicto y hoy es un espacio
tación, se han restaurado búnkeres y se han señalizado
patrimonial muy visitado.
trincheras (fig. 2). La arqueología de la Segunda Gue-
rra Mundial ha cobrado importancia más recientemente,
aunque algunos aspectos específicos, como la aviación, de la guerra (Penedo et al. 2008, López Fraile et al.
vienen siendo estudiados desde hace tiempo (Legendre 2008). Con la crisis, estas intervenciones se interrum-
2001). Nuevamente, destaca aquí la labor realizada por pieron. Al mismo tiempo crecieron las realizadas en el
los franceses en el marco de la arqueología preventi- marco de programas de investigación (González Ruibal
va, liderada por el INRAP (Institut National de Recher- 2016), aunque su número sigue siendo muy escaso en
che Archéologique Préventive). Los arqueólogos han comparación con las que abordan cualquier otro perió-
analizado sistemáticamente los campos de batalla de dico histórico. Hasta la fecha, se han llevado a cabo ex-
Normandía y han explorado aspectos poco conocidos, cavaciones y prospecciones sistemáticas en frentes de
como las experiencias de los civiles bajo los bombar- guerra de Asturias, Vizcaya, Álava, León, Palencia, Zara-
deos aliados (Carpentier y Marcigny 2014). goza, Huesca, Castellón, Teruel, Tarragona, Guadalajara,
Madrid y Badajoz. Los estudios de prospección y cata-
La arqueología del conflicto contemporáneo en España logación son mucho más numerosos y se han realizado
solo tiene un pequeño desfase temporal en relación con en prácticamente todas las provincias afectadas por la
otros países. La arqueología de la Guerra Civil Española guerra.
nace en el año 2000 con dos hechos clave. Por un lado,
se lleva a cabo la primera excavación sistemática en una
posición atrincherada de la Guerra Civil (Pérez-Juez et ARQUEOLOGÍA DE LOS FORTINES
al. 2001; Morín de Pablos et al. 2005), que, de hecho, co-
mienza en diciembre de 1999. Por otro lado, ese verano Los elementos de fortificación más característicos de la
se inicia la campaña de exhumaciones con metodología Guerra Civil son las estructuras de hormigón armado y
científica de fosas de represaliados durante la guerra y más concretamente los fortines. Decenas de miles de es-
la posguerra (Silva y Macías 2003). Por lo que aquí nos tas estructuras se construyeron a lo largo de la guerra,
atañe, que es la arqueología bélica, las investigaciones pero también en la inmediata posguerra, que es cuan-
han tenido una trayectoria irregular. Durante la primera do se crea la denominada Línea P para detener en los
década del siglo XXI se llevaron a cabo muchas inter- Pirineos una posible invasión desde Francia durante la
venciones en el marco de la arqueología de gestión que Segunda Guerra Mundial (Zuazúa et al. 2017). El fortín
creció enormemente con el impulso del boom inmobilia- constituye lo que podríamos denominar un fósil guía del
rio. En la Comunidad de Madrid, en concreto, se llevaron siglo XX, es decir, un elemento material que sirve para
a cabo amplias excavaciones en diferentes escenarios definir una época. Lo es por su ubicuidad y abundancia.
84 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

primera vez, al menos tal y como los conocemos ahora.


Antes existían estructuras análogas, como los blocaos
empleados en las guerras coloniales de fines del siglo
XIX e inicios del XX (Cuba, Marruecos, Sudáfrica). Pero
estos blocaos normalmente se construían de madera,
tierra y sacos terreros.

Los fortines de hormigón, como los que nos encontra-


mos en la Guerra Civil Española, aparecen en el frente
occidental en 1915 como una reacción al fuego de arti-
llería masivo (Schnell 2012: 253-254; Dubail 2013). Los
primeros fortines son simplemente sacos de cemento
petrificados, pero pronto se generalizan las estructuras
de bloques de hormigón prefabricados (Dubail y Jacqui-
net 2011; Dubail 2013), que permiten una construcción
muy rápida—algo esencial en primera línea. En los fren-
tes estables de la Primera Guerra Mundial, los fortines se
añaden a las construcciones de tierra que habían predo-
Fig. 3 Fortín para una ametralladora en la República Checa. Se minado hasta entonces. Los usos de estas estructuras
construyó antes de la Segunda Guerra Mundial en prevención de cemento son variados: puestos de observación, nidos
de un posible ataque alemán. Al final no llegaron a usarse y la
República Checa fue anexionada a Alemania sin violencia.
de ametralladora, parapetos aspillerados para fusileros,
puestos de tirador, refugios de tropa. La facilidad y ra-
pidez de construcción explica su proliferación a lo largo
de todo el mundo e incluso en situación de paz, como
Los tenemos desde los bosques del Chaco en Paraguay medida preventiva ante una posible invasión (fig. 3). Es
hasta el Ártico, pasando por Micronesia. Evidencian una el caso de la Línea P mencionada o de los fortines de
nueva forma de hacer la guerra, muy distinta a la que ha- Albania: entre finales de los años 60 y 1986 se constru-
bía predominado antes de la Primera Guerra Mundial. De yeron entre 400.000 y 800.000 fortines en todo el país
hecho, fue durante este conflicto cuando aparecen por (Glass 2016: 146).

Fig. 4 Fortines camuflados en un berrocal del término de Fresnedillas de la Oliva (Madrid).


ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 85

Fig. 5 Modelo tridimensional de un fortín en el Olivar de Veliso (Brunete) realizado mediante fotogrametría digital con imágenes tomadas desde
un dron.

Los estudios de fortificaciones de la Guerra Civil Espa- INTERVENCIONES EN LAS ESTRUCTURAS


ñola se ha centrado hasta la fecha sobre todo en labores
de catalogación y descripción de los restos (Castellano La intervención arqueológica sobre una estructura no
Ruiz de la Torre 2004, 2007; Schnell 2005, 2012; Cas- implica necesariamente su excavación. En la actualidad
tellano Ruiz de la Torre y Schnell 2011; Naranjo 2014), disponemos de técnicas de registro y análisis que no
una tarea fundamental que nos está permitiendo saber requieren retirar la tierra. Por ejemplo, las prospeccio-
de cuántos bienes históricos disponemos, su estado de nes geofísicas pueden ser muy útiles para documentar
conservación y sus características, que muchas veces las estructuras subterráneas asociadas a obras defen-
(como vimos) contradicen lo que figura en la documen- sivas en cemento o tierra, como pueden ser galerías y
tación o simplemente no se han registrado. Así, los es- refugios antibombardeo, así como para descubrir ele-
tudios arqueológicos dan a conocer estructuras bélicas mentos que ya no son visibles porque se han visto col-
inusuales y de las que apenas tenemos datos. Un buen matados tras la guerra (Passmore et al. 2014). En los
ejemplo de ello es el fortín republicano camuflado como campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, que
granero en Quintanilla de las Torres (Palencia) que han suelen encontrarse sellados bajo el terreno cultivado, se
estudiado Schnell y Moreno (2016). Desde fuera pare- trata de una herramienta imprescindible (Brown y Os-
ce un edificio civil, pero en su interior se construyó una good 2008: 74-77; Stichelbaut et al. 2017). En el caso
galería de hormigón con aspilleras. Aunque en los ma- de la Comunidad de Madrid, el gran desarrollo urbanís-
nuales de ingenieros se indica la necesidad de enmas- tico e industrial de las últimas décadas ha llevado a la
carar las fortificaciones, la realidad es que sabemos muy colmatación del entorno de numerosos fortines, cuan-
poco de este tipo de obras a partir exclusivamente de la do no de los fortines mismos, donde la geofísica puede
documentación (fig. 4). Las labores de catalogación de suponer un aporte de primer orden. También se puede
restos, en cualquier caso, las han llevado a cabo sobre recurrir a la documentación fotogramétrica digital para
todo colectivos de aficionados, que suelen poseer cono- documentar estructuras. Se trata de un procedimiento
cimientos técnicos profundos sobre la materia (Castella- rápido y muy preciso (cuando se realiza en combina-
no Ruiz de la Torre 2004, 2007, 2008; Schnell y Baltuille ción con aparatos topográficos), que tiene la ventaja
2018). La arqueología, sin embargo, puede llevar a cabo de facilitar el levantamiento de planos exactos de las
otro tipo de estudios, que es en los que nos centraremos estructuras, incluidas las alteraciones que hayan podi-
en lo que queda de este capítulo: intervenciones en las do sufrir y las huellas de combate, y al mismo tiempo
estructuras (excavación, prospección sistemática y re- producir recursos visuales tridimensionales que pueden
gistro tridimensional) y estudios del paisaje bélico. utilizarse en la divulgación (fig. 5).
86 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

cabo las obras y también la ideología de los soldados


(fig. 7). Un excelente ejemplo de ello es el reciente es-
tudio publicado sobre los fortines republicanos de Ke-
tura (Álava), donde se registraron decenas de grafitis
(Santamarina et al. 2018). En este caso la mayor parte
no eran visibles a simple vista: aparecieron al excavar la
estructura. Las inscripciones incluyen gran número de
nombres personales, en un par de casos precedidos de
rango (“Capitán A. Álvarez”), que han podido ser cote-
jados con los nombres de militares conocidos por las
fuentes y que formaron parte del batallón que ocupaba
los fortines. También aparecieron numerosos símbolos
políticos (“UGT”, hoz y martillo, “Viva el Ejército Rojo”)
y fechas y denominaciones de unidades (“Batallón Ma-
drid”, “4ª Compañía”). Los grafitis de zapadores nos
permiten relacionar las estructuras que nos encontra-
mos sobre el terreno con la información de los archivos.
En algunos casos, de hecho, ayudan a cubrir vacíos en
la información, porque hay zonas para las que la docu-
mentación escasea o solo nos informa genéricamente
de las obras. Así sucede, por ejemplo, en el caso de
las fortificaciones construidas en octubre de 1936 para
defender Madrid. Las construcciones fueron erigidas rá-
pidamente por una multitud de sindicatos, colectivos y
Fig. 6 Plano de una fortificación alemana de la Primera Guerra partidos y no poseemos información detallada de cada
Mundial en Alsacia de la que forman parte varias estructuras una de ellas ni de los planes de fortificación por secto-
de hormigón. A partir de Landolt (2009).
res. En este caso las inscripciones nos permiten saber al
menos qué colectivos realizaron cada obra: la FAI, por
ejemplo, se encargó de los fortines del Cerro de Bularas
Un buen ejemplo de las posibilidades de los métodos no y la UGT y la UHP de los del Cerro de los Gamos, am-
invasivos es el estudio llevado a cabo en una muralla an- bos en Pozuelo de Alarcón (Castellano Ruiz de la Torre
titanque construida por los alemanes en la isla de Alder- 2007: 179).
ney (Gran Bretaña) durante la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo de la investigación era analizar la calidad del Uno de los aspectos a los que puede contribuir la ar-
cemento empleado en distintos tramos de la estructura, queología de la Guerra Civil sin necesidad de excavar
para lo cual se utilizó un esclerómetro. Se trata de un es a estudiar la influencia de la arquitectura vernácula
instrumento que permite medir las propiedades elásti- en las construcciones bélicas. En las zonas más rurales,
cas o la fuerza del cemento y la roca, sobre todo la dure- en frentes secundarios y dónde resultaba más difícil ac-
za superficial y la resistencia a la penetración. El estudio ceder a material de construcción industrial se utilizaron
identificó una disminución en la calidad del hormigón con frecuencia los recursos del terreno y las habilidades
entre las secciones del muro construidas en 1942 y 1943, de los soldados, muchos de los cuales provenían de en-
lo cual se puede relacionar con cambios en las condi- tornos campesinos u obreros. Así, no es raro encontrar
ciones de trabajo en la isla: los prisioneros condenados estructuras de mampostería que recuerdan más a la ar-
a trabajos forzados estaban exhaustos y el material de quitectura vernácula que a la militar, una situación que
construcción se estaba volviendo cada vez más escasos resulta particularmente frecuente en zona republicana,
(Meredith 2016: 12). Se trata de una técnica todavía no donde la situación económica fue cada vez peor, según
empleada en España, pero que podría ofrecer resultados avanzaba la guerra (fig. 8). Además, en frentes estáticos
interesantes. En Francia, se han llevado a cabo varios los soldados dedicaron mucho tiempo a mejorar sus for-
estudiados también sobre los métodos constructivos tificaciones, lo que dio lugar a estructuras sorprenden-
de los fortines de la Primera Guerra Mundial, que nos temente creativas. Algunos de los mejores ejemplos en
están ayudando a comprender mejor sus características la Comunidad de Madrid se encuentran en Fresnedillas
(Dubail 2013; Dubail y Jacquinet 2013) y también cómo de la Oliva.
se integraban en complejos de fortificación más amplios
(Landolt 2009) (fig. 6). El examen superficial de los for- En cualquier caso, lo ideal es combinar la limpieza y do-
tines también nos puede decir mucho sobre su historia cumentación de paredes con la excavación y la prospec-
de combate. Las huellas de impactos de balas o artillería ción con detector de metales—todo ello apoyado en el
en sus paredes permite reconstruir de qué forma fueron estudio de la documentación de archivo y la historia oral.
atacados y cómo resistieron (o no) el fuego enemigo Cuatro ejemplos de las posibilidades de la arqueología
(Davies et al. 2015). bélica nos los ofrecen las intervenciones en un fortín de
los requetés que defendían Belchite en agosto de 1937,
Tampoco es estrictamente necesaria la excavación para un fortín republicano que protegía la bolsa republicana
documentar inscripciones y grafitis en las paredes de las en el Ebro en noviembre de 1938, un parapeto aspillera-
fortificaciones. Los grafitis proporcionan información do franquista en Guadalajara del final de la guerra y un
de primer orden sobre las unidades que levantaron los complejo de fortificaciones en Rivas Vaciamadrid tam-
fortines, sus integrantes, las fechas en que se llevaron a bién de los últimos meses del conflicto.
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 87

Fig. 7 Placa de cemento con el yugo y las flechas en un fortín de la sierra de Guadarrama.

Fig. 8 Fortín de mampostería en Fresnedillas de la Oliva.


88 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 9 Excavación de un fortín defendido por los requetés durante la Fig. 10 Plano del fortín con dispersión de los materiales de la Guerra
Batalla de Belchite (24 de agosto - 6 de septiembre de 1937). Civil documentados durante la intervención.

El primero de los fortines es una estructura con forma de Las huellas de combate que documentamos en La Fata-
galería dotada de numerosas aspilleras en su perímetro rella (Tarragona), en el último cinturón republicano del
que cayó durante los primeros días de la Batalla de Bel- Ebro, son bien distintas (González Ruibal 2016: 205-208).
chite (24 de agosto - 6 de septiembre de 1937) (fig. 9). Se trata en este caso de un fortín de planta cuadrada,
Cuando procedimos a su estudio, en 2015, se encon- dos aspilleras y pequeñas dimensiones, conectado con
traba completamente colmatada por piedras arrojadas una trinchera en su retaguardia a través de dos galerías
desde los campos de labor circundantes, con lo que era semisubterráneas. La construcción es de hormigón de
imposible hacerse una idea, a simple vista, de cuál había gran calidad, lo que llama la atención en un momento
sido la suerte que había corrido durante la Guerra Civil. avanzado de la guerra—la posición cayó el último día de
La excavación sacó a la luz una inscripción en la que se la Batalla del Ebro, el 15 de noviembre—pero es cohe-
podía leer “Los Barbis 1937”, que era como se conocía a rente con su importancia estratégica (fig. 11). El fortín se
la unidad de ingenieros que trabajó en la zona a media- encontraba totalmente colmatado y oculto bajo una te-
dos de 1937(en realidad la Compañía de Zapadores nº5). rraza agrícola, por lo que fue necesario excavarlo prime-
También dejaron testimonio de su presencia los usuarios ro con una excavadora y posteriormente a mano. La lim-
de la obra: en otro grafiti se lee: T del C (Tercio del Car- pieza puso al descubierto numerosas trazas de combate
lismo). El fortín muestra una construcción muy original, tanto en el interior como en el exterior. En el interior de
en la que se alternan bloques de hormigón e hiladas de las paredes descubrimos trazas de sendos impactos de
ladrillo macizo, un tipo de construcción característica de artillería de pequeño calibre, cada una alineada con una
la arquitectura tradicional de la región (si sustituimos el aspillera (fig. 12). El pequeño calibre encaja bien con el
hormigón por la piedra). Apenas documentamos restos proyectil de 45 mm que disparaba el tanque ruso T-26.
de metralla, mientras que los casquillos y las balas sí re- Muchos carros soviéticos habían sido capturados por el
sultaron ser abundantes. Todo indica que los republica- ejército sublevado y puestos a su servicio. Los Pánzer I
nos tomaron el fortín al asalto y que los requetés no lo alemanes carecían de artillería, por lo que los T-26 eran
abandonaron fácilmente: encontramos dos casquillos de más útiles. Todo parece indicar que el carro en cuestión
pistola junto a la entrada, prueba de combate a corta se acercó lo suficiente al fortín para efectuar disparos a
distancia, y huellas de impactos de bala en la cara in- través de cada aspillera. Sabemos además que la estruc-
terna de las paredes, lo que indica que es posible que tura recibió fuego de fusil y seguramente de ametralla-
cuando los republicanos llegaron al fortín todavía hubie- dora. Evidencia de lo primero son varias balas de Máuser
ra algún requeté en el interior (fig. 10). de 7 mm que aparecieron encajadas en las planchas de
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 89

madera de las aspilleras. Esta es una interesante innova-


ción de la Guerra Civil. La madera hacía que se incrus-
taran los proyectiles entrantes, en vez de rebotar en el
interior y herir o matar a los defensores. La arqueología,
en este caso, demuestra su efectividad. En la excavación
del interior del fortín encontramos además restos de
granadas Laffite, que quizá se relacionen con el asalto
final. Los atacantes las habrían lanzado al interior para
rematar a cualquier defensor que pudiera seguir vivo en
el fortín o las galerías de acceso. Se trata de un buen
ejemplo de lo que se conoce como “armas combinadas”,
una táctica que prevalecería en la Segunda Guerra Mun-
dial y que consiste en ataques coordinados de distintas
fuerzas (como infantería y blindados) (Rubio-Campillo y
Hernández 2015).

El tercer ejemplo es un parapeto aspillerado del final de Fig. 11 Excavación de un fortín republicano en La Fatarella
la guerra (González Ruibal et al. 2010). Se trata de uno (Tarragona).
de los elementos defensivos de El Castillo (Abánades,
Guadalajara), levantado por las tropas franquistas a fina-
les de 1938. Los restos que documentamos en su interior
y alrededores tienen que ver con los últimos momentos
del conflicto, probablemente el invierno de 1939. La es-
tructura es básicamente una trinchera construida en pie-
dra y cemento (fig. 13). El sitio en el que se ubica, un gran
afloramiento rocoso, impidió que se excavara en el sue-
lo. El parapeto se situó en paralelo a la carretera que lle-
va al pueblo de Abánades y dispone de varias aspilleras
para fusil y una para ametralladora. El trabajo arqueoló-
gico en este caso consistió en la excavación completa de
la estructura, que fue rellenada intencionalmente tras la
guerra, y una prospección con detector de metales del
entorno. En el interior localizamos una gran cantidad de
vainas percutidas, fundamentalmente de 7 mm y fabri-
cación española, aunque también recogimos abundante
munición de Máuser alemán de 7,92 mm (la mayor parte
sin utilizar) (fig. 14). En cambio, no encontramos ninguna
bala disparada desde las trincheras republicanas, ni en la
excavación ni en la prospección. Tampoco aparecieron
restos de metralla. En toda la intervención en el Castillo Fig. 12 Plano de una de las paredes del fortín con huellas de
apenas aparecieron tres o cuatro fragmentos de proyec- impactos de artillería.
tiles de artillería. En cambio recuperamos multitud de
elementos de mortero Valero de 81 mm, incluidos suple-
mentos de carga, seguros, fundas de trasporte y diver-
sas piezas de la granada. La intervención arqueológica rodeaba la capital. Se erigieron en un momento en el
dejó claro que desde las fortificaciones franquistas se cual la economía de la República estaba en crisis, tras la
realizó fuego con cierta regularidad (de ametralladora, pérdida de amplios territorios, recursos y hombres. Las
fusil y mortero), mientras que los republicanos prácti- fortificaciones del Campillo no llegaron a utilizarse en
camente no respondieron. La debilidad del Ejército Po- ninguna acción bélica. La arqueología no ha descubierto
pular a finales de la guerra explica seguramente esta si- trazas de combate, ni siquiera de golpes de mano. Pero
tuación, que se repite en otros escenarios de guerra que ello no significa que no proporcionen información inte-
hemos investigado. La prueba definitiva de la (relativa) resante, aunque de otro cariz. Las excavaciones saca-
tranquilidad con que se vivieron las últimas semanas de ron a la luz un tramo de trincheras, dos fortines y media
la contienda en El Castillo la suministran varios restos docena de abrigos de tropa. Los fortines en particular
relacionados con la vida cotidiana que aparecieron en el son muy representativos del difícil momento por el que
interior del parapeto aspillerado: tazas de café, un vasito pasaba la República. En vez de levantar las estructuras
de licor, un molinillo de café y huesos de cordero, ade- sobre el suelo, lo que hicieron los zapadores fue excavar-
más de varias latas. Pese a encontrarse la estructura en las. De esta forma se ahorraron mucho material de cons-
una posición muy expuesta de primera línea, parece que trucción. Uno de los fortines, que se planeó como nido
los soldados llevaban a cabo sus actividades cotidianas de ametralladora, estaba casi íntegramente realizado en
sin mucho temor. tierra y piedra. El único cemento se empleó en reforzar
la aspillera y construir una plataforma para colocar la
En la zona del Campillo, en Rivas Vaciamadrid, se cons- ametralladora (fig. 15). El nido, además, pronto perdió su
truyeron a partir de octubre de 1938 una serie de for- función original y se convirtió en un refugio más: se cegó
tificaciones para reforzar el perímetro defensivo que la entrada, se construyó una chimenea y se unió a otro
90 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

que es donde más se ha progresado en la arqueología


de los refugios, el estudio de estas estructuras ha permi-
tido conocer mejor cómo estaban construidas y cómo
era la vida en su interior, porque han aparecido elemen-
tos relacionados con la vida cotidiana, como utensilios,
latas e incluso carteles pintados en las paredes con ins-
trucciones de uso (Miró y Ramos 2011).

EL PAISAJE DE LAS FORTIFICACIONES

La arqueología del paisaje se viene desarrollando des-


de los años 80 y tiene por objetivo analizar la forma en
que cualquier espacio se encuentra construido social-
mente (Criado-Boado 1999): lo mismo si se trata de un
paisaje funerario del Neolítico o de un campo de batalla
Fig. 13 Parapeto aspillerado del Ejército sublevado excavado en del siglo XX. El paisaje dice mucho de quiénes somos,
Abánades (Guadalajara). de nuestra ideología, de nuestras creencias y de la or-
ganización económica de nuestra sociedad. En las últi-
mas tres décadas, además, se ha prestado cada vez más
atención a la forma en que experimentamos un paisaje—
lo que se denomina una aproximación fenomenológica
(Tilley 1993). Es decir, qué sensaciones producen deter-
minados espacios, tanto aquellos donde lo construido
tiene un papel predominante como otros en los que pa-
rece predominar el elemento natural. La aproximación
fenomenológica es muy importante en el caso del patri-
monio de la guerra contemporánea, porque no se pue-
de comprender un paisaje bélico sin tener en cuenta las
emociones de los soldados que lo habitaron: el miedo, la
soledad, el aburrimiento, la ansiedad, la confusión...

Para el estudio del paisaje disponemos actualmente de


Fig. 14 Plano de dispersión de los materiales del parapeto aspillerado técnicas avanzadas de gran utilidad. Por ejemplo, los da-
de Abánades.
tos de LIDAR (escáner láser aerotransportado), que se
encuentran disponibles libremente para toda la Comuni-
dad de Madrid, permiten crear imágenes muy detalladas
abrigo de tropa mediante unas escaleras talladas en el del terreno. El LIDAR tiene la ventaja sobre la fotografía
afloramiento. En el segundo fortín, de mayores dimen- aérea o satelital de que ve a través de la vegetación,
siones, se utilizó un hormigón de muy mala calidad—te- porque el láser emite tantas señales que aunque algunas
nía más cantos rodados y grava que cemento—y este rebotan en las hojas de los árboles, otras consiguen lle-
únicamente en el refuerzo de las paredes y la cubierta. gar hasta el suelo. Los programas informáticos eliminan
La pared frontal, donde se sitúa la aspillera, se levantó los puntos más elevados que se corresponden con la cu-
con bloques de mampostería y troncos (fig. 16). bierta forestal y reconstruyen la topografía del terreno.
Esto resulta particularmente útil en aquellos entornos en
No podemos poner fin a esta sección sin hacer referen- los que las fortificaciones de la Guerra Civil han queda-
cia al estudio de las fortificaciones en la defensa pasiva. do ocultas por las repoblaciones, como en la Sierra de
Aquí se incluyen todos los refugios antibombardeo que Madrid o en la Casa de Campo. El método resulta espe-
se construyeron en Madrid, Alcalá de Henares y otras cialmente apropiado para documentar trincheras y otras
ciudades de la región para hacer frente a un nuevo tipo estructuras negativas a gran escala (Hesse 2014; Gheyle
de guerra en la que no se distinguía a civiles de mili- et al. 2018). Estas imágenes deben contrastarse, natu-
tares y los medios aéreos y la artillería desempeñaron ralmente, con las fotografías aéreas tomadas durante la
un papel cada vez más importante. En los últimos años propia Guerra Civil y la posguerra (los “vuelos america-
ha progresado enormemente nuestro conocimiento de nos” de 1945 y 1956).
los refugios antiaéreos en España gracias al trabajo de
arqueólogos, historiadores y aficionados. En el caso de El LIDAR no produce fotografías, como las que toma la
Madrid, sin embargo, la documentación, el estudio y— cámara de un avión o un satélite, sino una nube de pun-
sobre todo—la puesta en valor de este patrimonio se en- tos tridimensionales. Esta nube de puntos se usa para
cuentra todavía por detrás del de otras ciudades, como construir modelos digitales del terreno (MDT), algo pa-
Cartagena, Alicante, Valencia, Murcia o Barcelona (Be- recido a un plano topográfico tridimensional. Estos MDT
solí 2004; Besolí y Peinado 2008; Lozano y Lumbreras se pueden procesar con software SIG (Sistemas de In-
2015; Peinado 2015), pese al gran número de estructuras formación Geográfica). El SIG es una herramienta clave
con que cuenta la capital y su entorno y la importancia para comprender los campos de batalla y los frentes de
que tuvieron en la guerra (Castellano Ruiz de la Torre guerra: nos dice el campo visual que cubre cada fortifi-
2007: 105-142; Schnell y Moreno 2010). En Barcelona, cación, desde dónde es más accesible a pie, hasta donde
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 91

pueden disparar sus usuarios o desde dónde les pueden


disparar, con armas ligeras o artillería, entre otras cosas
(fig. 17). Cuando se combinan los datos de fotografías
satélite e históricas, los planos de fortificaciones reali-
zados con GPS y los datos de prospección, es decir, los
hallazgos de materiales bélicos registrados con GPS o
estación total, los resultados son espectaculares: tene-
mos una anatomía precisa y dinámica de un campo de
batalla (Rodríguez Simón y Franco Fernández 2017).

En relación con el paisaje se encuentran además las ca-


racterísticas geológicas del terreno, que es necesario te-
ner muy en cuenta. Estas han determinado con frecuen-
cia el tipo de fortificaciones que se han podido construir
(Naranjo 2014). No son iguales los suelos profundos de
las terrazas del Manzanares, por ejemplo, donde se pue-
den cavar trincheras y refugios fácilmente, que la sierra
madrileña, donde el granito aflora en la superficie. En es- Fig. 15 Nido de ametralladora excavado en la tierra y posteriormente
tos casos, es más fácil levantar muros de mampostería. convertido en un refugio de tropa en Rivas Vaciamadrid.

Incluso en las guerras industriales, los soldados tienen


que adaptarse al medio.

La arqueología también puede contextualizar el paisaje


de las fortificaciones en un marco histórico y geográfico
más amplio. Así por ejemplo, se han señalado las simi-
litudes entre la fortificación de campaña de la Guerra
Civil y la de la Guerra de Marruecos (Schnell 2012: 253).
El caso de la guerra de África es particularmente inte-
resante, porque mientras la influencia de la ingeniería
militar de la Primera Guerra Mundial se hace explícita en
los manuales de la época (Capdevila 1938), la experien-
cia de Marruecos parece más inconsciente y de hecho
muchas veces supone un problema, más que una ven-
taja, porque las condiciones bélicas en el Rif eran muy
diferentes a las de la Península: la ocupación de lugares
en alto, por ejemplo, tenía lógica ante un enemigo que
carecía de aviación y disponía de poca artillería, pero
era poco apropiada en un contexto de guerra industrial.
Fig. 16 Plano de un fortín excavado en tierra y con paredes de
mampostería y troncos en Rivas Vaciamadrid.
MÁS ALLÁ DEL FORTÍN:
UN EJEMPLO DE INTERVENCIÓN EN BRUNETE
Para ilustrar la importancia del paisaje en el estudio y
puesta en valor de las fortificaciones de la Guerra Civil
Española utilizaré el caso de una intervención que mi
equipo y yo llevamos a cabo en el término municipal
de Brunete en el marco del plan de fortificaciones de la
Comunidad de Madrid. El estudio se llevó a cabo en el
otoño de 2017 y consistió en la documentación fotogra-
métrica de las fortificaciones de hormigón existentes en
el municipio y la excavación y prospección de un fortín
en el lugar del Olivar del Veliso. A este último es al que
me referiré a continuación.

El fortín del Olivar de Veliso, en el Valle de los Rosa-


les, es una estructura de hormigón en forma de T con
acceso subterráneo (fig. 18). La intervención consistió
en la limpieza y excavación del fortín y su entorno in-
mediato. La limpieza de las aspilleras reveló una inscrip- Fig. 17 Visibilidades combinadas en un rango de un kilómetro de
ción de zapadores en la que se lee “Viva la 21 Cñia” y se los tres fortines documentados en el Campillo de Rivas
intuye el año de construcción (1939). La 21 Compañía Vaciamadrid. El fuego se concentra en un tramo del Jarama.
estaba al cargo de la erección de fortificaciones en el
sector de Brunete desde octubre de 1938. El decapado
del exterior reveló una capa de arena muy homogénea
92 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 18 Sección del fortín sublevado excavado en el Olivar de Veliso, Brunete.

y de origen claramente artificial, muy parecida a la que una pieza en un complejo sistema defensivo que incluía
servía de enmascaramiento al búnker. Esta capa cubría numerosas estructuras de tierra actualmente colmata-
una amplia superficie de hormigón formada a parches das (fig. 20).
de escaso grosor en distintos momentos. El parche de
mayores dimensiones cubría la galería subterránea de Para completar nuestro conocimiento de este paisaje
acceso al búnker, que solo pudimos sondear porque al bélico llevamos a cabo además una prospección inten-
estar excavada en la arena corría riesgo de hundirse. So- siva y sistemática con detector de metales en un área
bre el cemento se recuperaron numerosos materiales de de 50 por 50 metros situada en la vanguardia del fortín
época, incluida abundante munición, la mayor parte cas- (es decir, la que da hacia el enemigo). Si la zona de re-
quillos percutidos de Máuser de 7 y 7,92 mm. La situa- taguardia es donde se pueden encontrar restos de vida
ción de los cartuchos y vainas indica que tuvieron que cotidiana (como de hecho sucedió), en la de vanguar-
ser usados después de la construcción de la estructura, dia es donde es más probable que aparezcan huellas de
es decir en 1939. Volveremos a ello en breve. combate, si es que se produjo alguno en la zona. Para
nuestra sorpresa, la parte delantera del fortín suminis-
Para comprender mejor la fortificación de hormigón tró una gran cantidad de material de la Guerra Civil. El
sondeamos también en varios puntos al sur de la es- conjunto está compuesto casi exclusivamente por mu-
tructura. En las fotografías aéreas de la época se ve que nición y metralla (fig. 21). Entre la primera se cuentan 46
hay un complejo de trincheras, ramales de comunica- casquillos, en su mayor parte disparados, y 17 balas. Las
ción y abrigos. De hecho, es aquí donde los soldados vainas se corresponden a munición de Máuser de 7 y
pasarían la mayor parte del tiempo. Durante la prospec- 7.92 mm y en menor medida de Lebel, Mannlicher-Car-
ción superficial localizamos un abrigo y con el detector cano e incluso de Mosin Nagant. Las balas son mayori-
de metales algo de munición de Máuser y un proyectil tariamente de Máuser español (usada por ambos con-
completo y sin detonar de 75 mm disparado desde las tendientes) y de Mosin (usado por los republicanos). La
líneas republicanas—otra prueba de un combate apa- pieza más destacada es una medalla religiosa de plata.
rentemente tardío. Realizamos varios sondeos mecáni- En ella se puede observar, en una cara, a Jesucristo ben-
cos para tratar de identificar el ramal que comunicaba diciendo a un grupo de soldados que visten corazas al
el fortín y la retaguardia pero no tuvimos suerte porque estilo del siglo XV o XVI y en la otra a dos soldados
la topografía fue alterada sustancialmente en los últi- ataviados de la misma manera frente a una estatua de
mos años por el vertido de escombros. En cambio, si la Virgen con el niño flanqueada por dos ángeles. En la
dimos con la entrada al complejo de fortificaciones de primera cara se lee Labora sicut bonus miles Jesu Christi
tierra, en concreto con una bifurcación de una trinchera, y en su reverso Imitatores Dei estote sicut et ego Chris-
en la que aparecieron botones, una placa de cinturón, ti. Son palabras de San Pablo. Las primeras proceden de
restos de una cartuchera y otros elementos relaciona- la segunda epístola dirigida a Timoteo (2:3): “Esfuérzate
dos con una zona de vida. También excavamos el abrigo como un buen soldado de Jesucristo”; las segundas se
que era visible en superficie y vimos que se trataba de encuentran en la primera carta a los corintios (11:1): “Sed
una cocina, pues se conservaba perfectamente un resal- imitadores de mí, como yo de Cristo”. El mensaje de
te de tierra quemado donde se prepararía el rancho (fig. la medalla tiene que ver con el sacrificio que se espera
19). El fortín, que hoy vemos aislado, no era más que a los que defienden la fe, que aparecen representados
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 93

como guerreros medievales. Esos soldados del catoli-


cismo eran el ideal de José Antonio. El fundador de la
Falange esperaba de sus seguidores que fueran “mitad
monjes, mitad soldados”.

Un casquillo percutido de Máuser español con marcaje


de 1938 confirmó la fecha tardía de los combates, que
dedujimos por la aparición de restos bélicos sobre la su-
perficie encementada del entorno del fortín. La cuestión
es ¿se trata de huellas de fuego de hostigamiento, de
un golpe de mano o de una batalla propiamente dicha?
La gran cantidad de materiales hace pensar que se tra-
ta más bien de esto último ¿Una batalla en Brunete en
1939? Pues sí. Existió una.

El Olivar de Veliso fue el epicentro de una ofensiva muy


poco conocida que tuvo lugar el 13 de enero de 1939.
El fortín que estudiamos es solo un elemento más en el
paisaje de esta batalla. Los últimos meses de la guerra
fueron más que nada un anticlímax de ejércitos republi-
canos en desbandada, traiciones, luchas internas y ata-
ques sin ímpetu. El último gran enfrentamiento bélico
del conflicto fue la Batalla de Valsequillo o Peñarroya,
una ofensiva republicana que se desarrolló en la pro-
vincia de Córdoba y Badajoz entre el 5 de enero y el
4 de febrero de 1939. Los republicanos sufrieron unas
12.000 bajas totales y no lograron su objetivo: frenar o
retrasar el avance franquista sobre Cataluña, que cayó
seis días después del final del ataque. Valsequillo, sin
embargo, no fue la única maniobra ofensiva del Ejérci-
to Popular en aquellos momentos. Otra la protagonizó
el Ejército del Centro en el sector de Brunete. Bajo las
órdenes del Coronel Segismundo Casado, el día 13 de
enero de 1939 comienza el asalto contra la 20 División
franquista de un cuerpo de ejército de maniobra, crea-
do expresamente para la ocasión (Martínez Bande 1985: Fig. 19 Cocina excavada en el entorno del fortín del Olivar de Veliso.

81-84). La ofensiva se inaugura a las 7:30 de la mañana


con un intenso bombardeo de las posiciones enemigas
por parte de las baterías republicanas de 75 mm (de
ahí la granada artillera sin detonar que encontramos en
la retaguardia del fortín). A continuación, los soldados
republicanos salen de sus trincheras y avanzan hacia el
enemigo con el apoyo de tanques.

Sabemos por una orden emitida dos días antes del co-
mienzo de la ofensiva que el cuerpo de ejército de ma-
niobra disponía de 10 T-26 y otros tantos autos blinda-
dos. Ocho de los tanques atacan las posiciones 18, 19 y
19bis que forman parte del centro de resistencia II, que
se encuentra en el Olivar de Veliso, es decir la zona en
la que se desarrolló nuestra intervención arqueológica.
Pero se encuentran dos problemas: el primero es que
se escoran demasiado hacia la izquierda, probablemen-
te por la espesa niebla que cubre el campo de batalla,
y dejan totalmente desprotegida a la infantería que los
acompaña. El segundo es que en la posición 18 se ubica
un cañón antitanque particularmente letal. Aunque algu-
nos T-26 consiguen aplastar las alambradas que rodean
las posiciones sublevadas, el fuego del Pak 36 y las bo- Fig. 20 En el sondeo de la fotografía descubrimos una bifurcación
de las trincheras que conectaban los fortines de hormigón
tellas de líquido inflamable acaban con siete de los ocho de primera línea y las estructuras de retaguardia (cocinas y
carros que iniciaron el ataque. El protagonista de la jor- abrigos).
nada es el cabo artillero Elicio Correa Correa, que reci-
birá la medalla militar individual por sus acciones duran-
te este día. Según la descripción que recoge el BOE en
que se condecora a Correa, el artillero, en ausencia del
94 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 21 Plano de dispersión de


materiales documentados
durante la excavación del
fortín del Olivar de Veliso y su
entorno inmediato.

sargento que debía comandar la pieza, “logró destruir pongan “en cuarentena”. No obstante, el número real
cinco tanques rojos entre el gran número de los que em- por parte republicana no es muy lejano, pues el informe
pleaba el enemigo, gracias a su rápido y certero fuego, de un comisario cifra en 190 los muertos propios y en
contribuyendo de esta manera a evitar la ocupación de 680 los heridos, la mayor parte de los cuales, sino todos,
la posición número 18 y a la desmoralización del enemi- debieron caer el día 133.
go por tan gran desastre. La pieza que disparaba estaba
localizada por los carros rojos, como lo demuestra el nú- La razón del fracaso no se debe seguramente solo a la
mero de disparos que cayeron alrededor de la misma”1. baja moral republicana, al mal planeamiento y a la difi-
En el resto de las posiciones franquistas (20 a 22bis) el cultad de tomar unas posiciones inexpugnables. El Ejér-
avance republicano, en este caso sin apoyo de tanques, cito de Franco está perfectamente al día de los planes
lo frenan en seco las ametralladoras, que causan un gran de sus enemigos, seguramente porque se había filtrado
número de bajas. información (quizá el propio Casado, que acabaría dan-
do el golpe definitivo a la República). De ahí que la 20
La ofensiva duró dos días. El día 16 de enero Casado co- División se viera reforzada con tres batallones de la Di-
munica su finalización. La infantería republicana ha rea- visión 14, un batallón de ametralladoras y dos secciones
lizado dos intentos fallidos de avance y no ha consegui- de morteros.
do ocupar ni un palmo de terreno. Tampoco ha logrado
atraer un número significativo de tropas enemigas. Ha Para poder entender el paisaje de esta batalla decidi-
sido un nuevo fracaso sangriento: los partes de los de- mos ampliar el marco de la prospección (fig. 22). Para
fensores consignan 570 muertos2, frente a 18 propias. ello llevamos a cabo una prospección intensiva en dos
Los números que parecen exagerados por ambos lados puntos del entorno: el arroyo del Molinilllo, situado en
llevan a Martínez Bande (1985: 84) a aconsejar que se el límite de Villanueva de la Cañada y un área situada

1. BOE, 22 de mayo de 1939.


2. 97/7-IHCM.
3. 193/14-IHCM.
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 95

Fig. 22 Prospección general del frente en la


zona situada entre el Olivar de Veliso y
Villanueva de la Cañada. Zona 1: primera
línea republicana y zona de ataque; Zona
2: posición avanzada franquista, posible
ubicación de batería antitanque; Zona 3:
retaguardia franquista.

a 450 metros al oeste del fortín en dirección a la ca- También es posible que pertenezcan a los movimientos
rretera de Villanueva de la Cañada. El arroyo Molinillo, de tropas de la primera batalla de Brunete, particular-
afluente del Guadarrama, forma un pequeño valle que mente la Quinto Regimiento, una granada casera muy
se encuentra fuera del campo de visión de las trincheras usada en los primeros meses de la guerra. También se
franquistas. Partimos de la hipótesis de que el valle y el recogieron balas de 7.92 mm, 7 mm y Lebel, que se co-
propio cauce del río pudieron haber sido utilizados por rresponden con fuego realizado por los franquistas, se-
los republicanos para avanzar hacia el frente el día 13 de guramente tirado a bulto o balas perdidas, porque, como
enero de 1939 y para evacuarlo. Una primera inspección indicamos, el vallejo está fuera del ángulo de visión del
visual permitió observar modificaciones antrópicas en Olivar de Veliso.
el cauce: se había excavado y regularizado, se crearon
parapetos en los laterales y en la cabecera se excavaron La segunda zona de prospección controla un amplio
tres zanjas quizá para facilitar el movimiento de tropa, tramo del camino viejo de Móstoles, que es uno de los
actuar como pozos de tirador para cubrir la evacuación elementos definitorios del campo de batalla durante la
de la trinchera o para ambas funciones. ofensiva de enero de 1939. De hecho, en sus inmedia-
ciones se situaba el cañón antitanque que destruyó cin-
La prospección a lo largo del cauce registró un elevado co T-26. La hipótesis es que el cañón podía ubicarse en
número de fragmentos de metralla y otros elementos de algún punto de esta zona. La presencia de un posible
artillería. Entre estos cabe destacar un 77 mm alemán abrigo apuntaba también en esa dirección. Además, un
casi completo y una cola de mortero de 81 mm (fig. 23). proyectil disparado por esta pieza apareció a 50 metros
Los hallazgos más significativos confirman el uso del río al norte del fortín que excavamos (nos lo entregó un
por tropas republicanas: se trata de cartuchos de Mosin vecino de la urbanización). La prospección en la zona
Nagant que debieron de perder los soldados durante el deparó numerosos hallazgos, incluidos dos percutores
avance hacia la tierra de nadie y sobre todo tres grana- de sendas granadas Laffite. La aparición de las granadas
das, dos Ferrobellum y una del Quinto Regimiento, en es coherente con la destrucción de dos de los carros re-
excelente estado de conservación (fig. 24). Aparecieron publicanos, según un informe que dice que fueron neu-
todas en el mismo punto, al norte del arroyo, que qui- tralizados con botellas inflamables y granadas de mano
zá esté indicando un punto de descanso o agrupación desde las posiciones 18 y 194, que es justamente entre
de tropas republicanas antes de avanzar hacia el frente. las que se encuentra la zona prospectada. Además se
96 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 23 Proyectil de artillería disparado por un cañón alemán de 77 mm sobre las líneas
republicanas durante la ofensiva sobre Brunete de enero de 1939.

Fig. 24 Granadas Ferrobellum y Quinto regimiento descubiertas en el punto donde comenzó el


avance republicano sobre el Olivar de Veliso.

registró numerosa munición y un proyectil metrallero de CONCLUSIONES


75 mm que todavía tenía en su interior las bolas de plo-
mo (fig. 24). Los vestigios materiales de la Guerra Civil Española son
restos arqueológicos y como tales susceptibles de ser
¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos limitado a exca- estudiados con la metodología y las aproximaciones
var solo el fortín, sin tener en cuenta el paisaje en el que teóricas de la arqueología. En la Comunidad de Madrid
se inserta? Sencillamente, se nos habría escapado por contamos con un riquísimo patrimonio arqueológico de
completo su relevancia histórica. De ser un búnker como la guerra, tanto por el número de restos, como por su
tantos otros en el frente madrileño pasó a ser protago- diversidad y su importancia histórica. En este capítulo
nista de una de las últimas batallas que tuvieron lugar en he pasado revista a algunas de las posibilidades que
Madrid, una batalla trágica e inútil donde las haya. ofrece la disciplina tanto para documentar los restos del

4. 98/7-IHCM.
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 97

conflicto, como para interpretarlo. En la actualidad dis- CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
ponemos de numerosas herramientas, como el LIDAR, QUIERTANT, P (2011): Arquitectura militar de la
la fotogrametría digital o los drones, que permiten lle- Guerra Civil en la Comunidad de Madrid: sector de la
var a cabo un registro óptimo de las trazas de la Guerra Batalla de Brunete. Madrid. Comunidad de Madrid,
Civil. Tan importante como el uso de nuevas técnicas y Consejería de Cultura.
una alta resolución en el registro es abordar el contexto COLLS, C.S. (2015): Holocaust Archaeologies:
general en que se enmarcan las fortificaciones. Es ne- Approaches and Future Directions. Nueva York:
cesario realizar un estudio integral de los fortines que Springer.
incluya la superficie y el subsuelo, las estructuras de CRIADO-BOADO, F. (1999): Del terreno al espacio:
hormigón y las de tierra, el fortín en sí y todos los ele- planteamientos y perspectivas para la arqueología
mentos asociados (trincheras de evacuación, de resis- del paisaje. CAPA: Cadernos de Arqueoloxía e
tencia, abrigos, caminos cubiertos, pistas). De otra ma- Patrimonio 6. Santiago de Compostela: Laboratorio
nera, ofreceremos una visión errónea de las estructuras de Arqueoloxia da Paisaxe.
de hormigón como atalayas aisladas. Por otro lado, la DAVIES, S.N.G., LAI, L.W.C., CHING, K.S.T., TAN, Y.K.
labor de la arqueología no debería reducirse a la mera (2015): The Japanese Assault on Pillbox 3. Surveying
documentación sistemática e intensiva o a la cataloga- and Built Environment 24(1): 95-108.
ción de restos. En este capítulo he tratado de demos- DESFOSSÉS, Y., JACQUES, A., & PRILAUX, G. (2008):
trar el potencial que posee la disciplina para interpretar L’archéologie de la Grande Guerre. Rennes : Ouest
campos de batalla y fortificaciones. La interpretación es France/INRAP.
fundamental no solo desde un punto de vista científico, DUBAIL, E. (2013): Le Béton. En À l’Est, du nouveau.
sino también patrimonial. Si queremos que los fortines Archéologie de la Grande Guerre en Alsace et en
se conviertan en espacios históricos atractivos que la Lorraine, editado por B. Schnitzler, M. Landolt, S.
gente esté dispuesta a visitar, es imprescindible cons- Jacquemot, J.P. Legendre, & J.C. Laparra, 133-134.
truir un relato interesante y original basado de forma Estrasburgo: Éditions des Musées de Strasbourg.
rigurosa en los hechos materiales y documentales. Este DUBAIL, E., and JACQUINET, G. (2011): La construction
es el gran reto de la arqueología del conflicto: encontrar de campagne. En Vestiges de guerre en Lorraine.
la singularidad de cada espacio bélico y transmitirla al Le patrimoine des conflits mondiaux, editado
público. por S. Jacquemot & J-P. Legendre, 64-69. Metz:
Serpenoise.
FORENSIC ARQUITECTURE, ed. (2014): Forensis: The
REFERENCIAS Architecture of Public Truth. Berlin: Sternberg.
GHEYLE, W., STICHELBAUT, B. et al. (2018) : Scratching
BESOLÍ, A. (2004): Los refugios antiaéreos de the surface of war. Airborne laser scans of the
Barcelona: pasado y presente de un patrimonio Great War conflict landscape in Flanders (Belgium).
arcano. Ebre 38: revista internacional de la Guerra Applied Geography 90: 55-68.
Civil, 1936-1939 2: 181-202. GLASS, E. (2016): Concrete Memories: Cultural
BESOLÍ, A., & CUCARELLA, J. P. (2008): El estudio Production in an Albanian Communist Factory. En
y puesta en valor de los refugios antiaéreos de la Reanimating Industrial Spaces: Conducting Memory
guerra civil española: el caso del refugio-museo Work in Post-industrial Societies, editado por H.
de Cartagena. Revista ArqueoMurcia: Revista Orange, 138-157. London: Routledge.
Electrónica de Arqueología de la Región de Murcia GONZÁLEZ RUIBAL, A., FRANCO, M.A., FALQUINA,
3 (3). Á., FERNÁNDEZ BLANCAFORT, I., LAIÑO, A., &
BRONWN, M. y OSGOOD, R. (2009): Digging up HIDALGO, P. (2010): Excavaciones arqueológicas en
Plugstreet. The archaeology of a Great War el Frente de Guadalajara: una posición franquista en
battlefield. Yeovil: Haynes. Abánades (1937-1939). Ebre 38. Revista Internacional
BUCHLI, V. y LUCAS, G. eds. (2001): Archaeologies of de la Guerra Civil 1936-1939 5: 217-244.
the contemporary past. Londres: Routledge. GONZÁLEZ RUIBAL, A. (2016): Volver a las trincheras.
CAPDEVILA, J. (1938): La fortificación de campaña. Una arqueología de la Guerra Civil Española. Madrid:
Barcelona: Sindicato de la Industria de la Edificación, Allianza.
Madera y Decoración. GOULD, R. (2007): Disaster archaeology. Salt Lake City:
CARPENTIER, V. & MARCIGNY, C. (2014) : Archéologie University of Utah Press.
du débarquement et de la bataille de Normandie. HESSE, R. (2014): Geomorphological traces of conflict
Rennes: Éditions Ouest-France/Inrap. in high-resolution elevation models. Applied
CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2004): Los Geography 46: 11-20.
restos del asedio: fortificaciones de la Guerra Civil LANDOLT, M. (2009): L’archéologie de la Première
en el Frente de Madrid: ejército nacional. Madrid: Guerre Mondiale en Alsace: organisation défensive
Almena Ediciones. et aspects inédits de la vie quotidienne du
CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2007): Los combattant. En 10 000 ans d’histoire ! Dix ans
restos de la defensa: fortificaciones de la Guerra Civil de fouilles archéologiques en Alsace, editado
en el Frente de Madrid: ejército republicano. Madrid: por B. Schnitzler, 178-183. Estrasburgo Musées
Almena Ediciones. d’Estrasbourg.
CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2008): La LÓPEZ FRAILE, F. J., MORÍN DE PABLOS, J., &
recuperación de vestigios arqueológicos de la RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, A. (2008): La Batalla de
Guerra Civil Española. Experiencia y método: el caso Madrid (1936-39). Excavaciones en las defensas de
de Guadalajara. Complutum, 19 (2): 33-46. la capital. Complutum, 19 (2): 47-62.
98 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

LOZANO OLIVARES, F., & LUMBRERAS VOIGT, M. SANTAMARINA OTAOLA, J., HERRERO ACOSTA, X.,
(2015): Refugios antiaéreos de la Guerra Civil en RODRÍGUEZ SIMÓN, P., y MARTÍN SEÑORÁN, J.
Alicante: intervenciones arqueológicas en las plazas (2018): Graffitis de guerra. Un estudio arqueológico
de Séneca y Dr. Balmis. Lucentum, 34: 363-400. de los fortines republicanos de Ketura (Araba/
MARTÍNEZ BANDE, J.M. (1985): El Final de la Guerra Álava). Ebre 38: revista internacional de la Guerra
Civil. Madrid: Editorial San Martín. Civil, 1936-1939, 8: 177-210.
MARÍN, C. (2016): A 80 cm de la superficie. Once años SAUNDERS, N. (2007): Killing time. Archaeology and
de arqueología de la dictadura en Uruguay. Revista the First World War. The History Press.
de Arqueologia 29 (2): 36-54. SCHNELL QUIERTANT, P. (2005): Fortificaciones de
MEREDITH, M. S. (2016): Hitler’s channel fortress: la Guerra Civil en la Sierra de Madrid. Castillos de
testing an experimental method on a Nazi España: publicación de la Asociación Española de
Megastructure. Journal of Conflict Archaeology 11 Amigos de los Castillos 137: 91-100.
(2-3): 192-206. SCHNELL QUIERTANT, P. (2012): La arqueología en
MIRÓ I ALAIX, C. M., & RAMOS I RUIZ, J. (2011): Els el estudio de la fortificación de la Guerra Civil
refugis antiaeris de Barcelona (1936-1973) Una nova Española: Algunos ejemplos. En Actas del IV
visió des de l’arqueologia d’intervenció. Ex Novo: Congreso de Castellología: Madrid 7 a 10 de marzo
Revista d’Història i Humanitats 7: 55-79. de 2012, 93-100.
MORÍN DE PABLOS, J.M., AGUSTÍ, E., BARROSO, SCHNELL QUIERTANT, P. y MORENO GARCÍA, R.
R. & PÉREZ-JUEZ, A. (2005): La ocupación (2010): Refugios antibombardeo de la Guerra Civil
contemporánea: la guerra civil española y el hábitat Española en el Valle del Henares. En Actas del XII
en cuevas. En El Cerro de La Gavia: el Madrid que Encuentro de Historiadores del Valle del Henares,
encontraron los romanos: Museo de San Isidro, 14 351-364. Alcalá de Henares: Institución de Estudios
junio-25 septiembre 2005, 233-254. Madrid: Museo Complutenses.
de San Isidro. SCHNELL QUIERTANT, P. y MORENO GARCÍA, R.
NARANJO-SÁNCHEZ, A.M. (2014): La Guerra Civil en el (2016): Quintanilla de las Torres (Palencia). Un
frente oriental de Córdoba. Las trincheras de Fuente fortín republicano de la Guerra Civil Española
Tójar y Lopera. Una visión arqueológica comparada. con singular enmascaramiento. En Actas de las
Anagramas 1: 290-343 segundas jornadas sobre historia, arquitectura y
PASSMORE, D. G., HARRISON, S., & TUNWELL, D. C. construcción fortificada: Madrid, 6-7 de octubre
(2014): Second World War conflict archaeology de 2016, 637-653.
in the forests of north-west Europe. Antiquity, 88 SCHNELL QUIERTANT, P. y BALTUILLE MARTÍN, J.M.
(342): 1275-1290. (2018): Arqueología de la fortificación de la Guerra
PEINADO CUCARELLA, J. (2016): La defensa de la Civil y asociacionismo en los frentes de Madrid.
ciudad de Valencia 1936-1939. Una aproximación Trabajos de Arqueología Navarra 29: 169-202
arqueológica de la Guerra Civil Española (Doctoral SCHOFIELD, J. (2005): Combat Archaeology.
dissertation, Universitat de València). Ducksworth.
PENEDO COBO, E., SANGUINO VÁZQUEZ, J., Silva, E., & Macías, S. 2006. Las fosas de Franco.
Rodríguez Morales, J., Marañón, J., Martínez, M.B., Barcelona: RBA.
Alonso, M. 2008. Arqueología de la Batalla del SKINNER, M., YORK, H. P., & CONNOR, M. A. (2002):
Jarama. Complutum, 19 (2): 63-87. Postburial disturbance of graves in Bosnia-
PÉREZ-JÚEZ, A., MORÍN DE PABLOS, J., BARROSO, Herzegovina. En Advances in Forensic Taphonomy:
R. y ESCOLÁ, M. (2002): Arqueología de la Guerra Method, Theory, and Archaeological Perspectives,
Civil: Excavaciones arqueológicas en las trincheras. editado por W.D. Haglund & M.H. Sorg, 293-308.
Revista de Arqueología 250: 22–31. Boca Raton, FL: CRC.
RATHJE, W. and MURPHY, C. (1992): Rubbish! The STICHELBAUT, B., NOTE, N. et al. (2017): Non-invasive
archaeology of garbage. New York: HarperCollins. research of tunneling heritage in the Ypres Salient
RODRÍGUEZ SIMÓN y FRANCO FERNÁNDEZ, M.A. (1914–1918) – research of the Tor Top tunnel system.
(2017): Lanscapes of War. GIS applications in the Journal of Cultural Heritage 26: 109-117.
study of the Spanish Civil War. En Archaeology THEUNE, C. (2014) : Archäologie an Tatorten des 20.
& Geomatics. Harvesting the benefits of 10 years Jahrhunderts. Darmstadt: Theiss.
of training in the Iberian Peninsula (2006-2015), TILLEY, C. (1994): A phenomenology of landscape:
editadto por V. Mayoral, C. Parcero-Oubiña, C. y P. places, paths and monuments. Oxford: Berg.
Fábrega. 247-260. Leiden: Sidestone Press. ZUAZÚA WEGENER, N., ZUZA ASTIZ, C., MENDIOLA
RUBIO-CAMPILLO, X., & HERNÁNDEZ, F. X. (2015): GONZALO, F. (2017): Arqueología y memoria:
Combined Arms Warfare in the Spanish Civil War: las fortificaciones de frontera en Navarra bajo
The Assault on the Republican Defence Line at el franquismo (Auritz/Burguete y Orreaga/
Fatarella Ridge. Journal of Conflict Archaeology 10 Roncesvalles) Trabajos de Arqueología Navarra 29:
(1): 52-69. 97-123
MANUAL DESCRIPTIVO
DE OBRAS MILITARES
DE LA GUERRA CIVIL
EN LA COMUNIDAD
DE MADRID

PABLO SCHNELL QUIERTANT


Asociación Española de Amigos de los Castillos

JOSÉ MANUEL DE ARNAIZ SECO


Instituto de Historia y Cultura Militar
Ministerio de Defensa
101

En este apartado tratamos de dar solución a un proble- Sí tenemos certeza respecto al término genérico
ma recurrente con el que nos encontramos cada vez que “bunker” o “búnquer” empleado en alguna bibliografía
nos aproximamos a la fortificación de la Guerra Civil, que moderna. Esta palabra no era utilizada en los años de
es cómo referirnos con propiedad a las obras que esta- la Guerra Civil y no la hemos encontrado reflejada en
mos estudiando. Para ello contamos con dos fuentes de ningún libro ni documento, tampoco en la prensa ni en la
conocimiento: la bibliografía y los documentos de época literatura escrita durante esos años. Al parecer ese tér-
donde encontramos qué términos se emplearon en los mino no comenzó a utilizarse en España hasta los años
años de la guerra y las propias fortificaciones conocidas 40, por lo que debe ser considerado ajeno al contex-
por medio de su estudio arqueológico. to y no tiene sentido emplearlo. Como término general
podemos usar “obras de fortificación” o bien “obras” o
Veremos que la primera de las fuentes no es muy re- “fortificaciones” y para elementos más concretos “refu-
solutiva, ya que no se utilizó un vocabulario común e gios”, “fortines” o “casamatas”, etc. todos estos térmi-
inequívoco, y algunos términos variaron a lo largo de nos tienen amplio soporte documental y se utilizaron
la guerra, según las zonas geográficas y los bandos. durante el conflicto.
Además la fortificación evolucionó mucho durante los
tres años que duró el conflicto y se generaron nuevos Hemos partido de la bibliografía militar en uso en los
modelos. años 30 para identificar unos denominadores comunes
y a partir de ellos y tras cotejarlos con los datos arqueo-
Debemos tener presente además que muchas veces lógicos, elaborar una tipología fácil, intuitiva y de apli-
no vamos a contar con el soporte documental para sa- cación universal que exponemos en el último apartado.
ber cómo llamaron sus constructores a las obras que
estudiamos. Las prospecciones que está desarrollando Los libros habitualmente empleados para la enseñanza
la Comunidad de Madrid en el marco del Plan Regional militar en la época y las publicaciones editadas durante
de Fortificaciones de la Guerra Civil están permitien- la guerra con este fin tratan poco la denominación con-
do localizar un gran número de fortificaciones de las creta de las obras. En ellos se habla de tipos de fortifi-
que no tenemos a menudo referencias documentales cación y se incluyen modelos genéricos (observatorio,
concretas. Este hecho nos pone ante una duda que se asentamiento para piezas de artillería, etc.) y el espacio
ha presentado casi siempre que hemos localizado una dedicado a la teoría y a la fortificación excavada en tierra
obra defensiva de la guerra, consistente en cómo de- suele ser mayor que el dedicado a las obras blindadas.
nominar correctamente a ese elemento, que además a
menudo está parcialmente destruido y/o cubierto de Aunque podríamos remontarnos más atrás, el punto de
escombros. Si en lugar de ser un fortín de la Guerra partida bibliográfico puede ser el Reglamento de orga-
Civil de 1936-39 fuese una fortificación prehistórica nización y preparación del terreno para el combate de
lo estudiaríamos arqueológicamente, le aplicaríamos 1927 que fue reeditado varias veces, incluso durante la
una clasificación científica y generaríamos una de- guerra.
nominación específica. Aquí tenemos el soporte y el
punto de partida documental y bibliográfica, pero la El “Manual de fortificación de campaña” de la Academia
arqueología nos ofrece la herramienta necesaria para militar de Zaragoza de 1930 es otro punto básico. Más
cubrir los huecos o suplir lo que no podamos abarcar extensas son la “Fortificación permanente” de Luis Sán-
con ellos. chez-Tembleque y Fernando García-Rodríguez (1933) y
la “Fortificación de Campaña” de Luis Sánchez-Temble-
Lo que nos interesa no es hacer una clasificación teóri- que y Juan Gámpora de 1936.
ca, que podemos cubrir con el estudio bibliográfico, sino
desarrollar un instrumento para trabajar sobre las obras Durante la guerra fueron editadas algunas instrucciones
que encontramos en el campo y eso nos lo va a propor- de interés. En el bando republicano se publicaron nu-
cionar, como queda dicho, la adecuada conjunción de merosos folletos por parte de los sindicatos y partidos
ambas fuentes, documental y arqueológica. explicando a sus milicianos cómo fortificar. Son obras
directas y sencillas, simplificaciones de los manuales
en uso. También en los periódicos de las unidades y en
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES los periódicos murales se incluían artículos sobre forti-
ficación que son de mucho interés porque llegaban di-
La denominación con la que identificar a cada obra es rectamente hasta los soldados. Entre ellas destaca un
un asunto controvertido, pues no existe un consenso a diccionario incluido en diversos números de “La Voz del
la hora de aplicar un vocabulario concreto a las fortifica- Combatiente”. Más completas son las obras editadas por
ciones de la Guerra Civil y si bien las fuentes solucionan el Ejército de la República y los gobiernos regionales o
algunos casos, no ocurre así toda la variedad de obras autónomos. El teniente coronel Dueso escribía su “For-
que encontramos. Las definiciones generales sí quedan tificación de Campaña” en 1938, editada por la Escuela
claras (qué es una posición, un frente, un sector o un Popular de Guerra de la Región Oriental. La Generalidad
punto de apoyo, etc.). Lo que no hay es un diccionario de Cataluña publicaba en 1937 “Elementos de fortifica-
de términos para indicar cómo llamar a cada obra en ción”. La obra más importante fue recopilada por Juan
concreto (Fortín, Nido de Ametralladora, etc.) A veces Capdevila y tuvo dos ediciones en Barcelona, una en
las fuentes resultan confusas en este aspecto y así, por 1938 y otra en 1939. La veremos más adelante.
ejemplo en un documento se puede denominar a una
obra como Nido de Ametralladora y unos renglones más Por el bando nacional se editaron las “Directivas de For-
abajo aparece como casamata. tificación” en 1938 y los “Datos prácticos para trabajos
102 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

algunos tipos concretos de obras (por ejemplo modelos


“Jarama”, ”CGIS”, “Tricore”, etc.). En ellos se incluye su
denominación como “fortín”, “Nido de Ametralladora”,
“casamata”, etc. y con ello confirmamos la inexistencia
de un glosario común.

Los libros de la década de 1940 resultan también útiles


por su proximidad cronológica y por basarse en todo lo
anterior, incluyendo la experiencia obtenida en la Gue-
rra Civil. Podemos citar el “Manual de Fortificación de
Campaña” del comandante Molina de 1942 o el “Manual
práctico de la Fortificación de Campaña” de los capita-
nes Portillo y Egea. La traducción en 1942 del manual
alemán “Los zapadores en el combate” del general Tie-
mann y el capitán Woerz demuestra el interés por incor-
porar las enseñanzas de la guerra mundial.

Podríamos citar más obras, pero esta selección es sufi-


ciente como respaldo para lo que se dice en este capítulo.

FUENTES ARQUEOLÓGICAS

El estudio directo de los restos materiales nos facilita el


complemento necesario para la información proporcio-
nada por la documentación. La arqueología ofrece diver-
sas técnicas que podemos emplear para este fin. La pros-
pección depara la localización de las diferentes obras, la
arqueología espacial y del paisaje las pone en contexto,
la arqueología de la arquitectura nos permite identificar
los procesos constructivos y destructivos, la excavación
proporciona también valiosa información, etc.

Las fortificaciones ofrecen por sí mismas muchos datos


que podemos obtener de su observación: dimensiones,
Fig. 1 Portada de la obra de Juan Capdevila “La Fortificación de sistema constructivo, blindaje, identificación de formas
Campaña”. características, orientación de las troneras, etc. Con es-
tos datos podemos elaborar clasificaciones o tipologías
para cotejar con las obtenidas por medio de las fuen-
de fortificación de campaña comunes a todas las ar- tes documentales y complementarlas cuando no cubran
mas”. El capitán Adrada publicó en 1939 su “Manual del nuestras necesidades.
sargento de zapadores. Especialista en fortificación”
que recoge la experiencia durante la campaña del bata-
llón llamado de “los Barbis”, uno de los mejores y más CUESTIONES PREVIAS
especializados que hubo.
Las fortificaciones construidas entre 1936 y 1939 en la Co-
En el Ejército es habitual la redacción de publicaciones munidad de Madrid se inscriben en el contexto general de
colectivas en las que se van agrupando trabajos de dis- la historia de la arquitectura defensiva en el periodo de
tintos autores a las que se unen resúmenes o notas saca- entreguerras, por lo que para comprenderlas debemos
das de otras publicaciones, nacionales e internacionales. conocer una serie de conceptos referentes a este tema.
Ese compendio de saber militar a veces era editado en
manuales de los que desconocemos el autor o era com- La Primera Guerra Mundial supuso un cambio en la forma
pilado por una persona en concreto. Este fue el caso de de fortificar. Los avances experimentados por el arma-
“La fortificación de Campaña” de Juan Capdevila, edita- mento a finales del siglo XIX (fusiles de cerrojo, ametra-
do en Barcelona en 1938 o la más tardía “Fortificación” lladoras, freno hidráulico en artillería, explosivos de gran
del comandante Antonio Pando, editada en 1967 pero potencia, alambre de espino) condujeron a un nuevo tipo
que mantiene muchos de los textos empleados duran- de guerra en el que la fortificación de campaña tuvo una
te la Guerra Civil. Estas obras colectivas son muy útiles, importancia desconocida hasta entonces. Las posicio-
pero en ellas tampoco encontramos un glosario de tér- nes podían ser defendidas por pocos hombres, siendo
minos como desearíamos. necesario bordearlas, por lo que en los primeros meses
de la I Guerra Mundial se produjo una carrera entre con-
Conocemos también por medio de documentos de archi- tendientes intentando flanquear posiciones que para evi-
vo algunas instrucciones concretas con los modelos de tarlo iban extendiéndose de forma que se iba creando
obras diseñados por los Estados Mayores (divisionarios una larga línea fortificada. El resultado fueron dos filas
o de cuerpo de ejército) y con ellas podemos identificar kilométricas de trincheras que pronto se duplicaron y
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 103

Fig. 2 El dibujo de las fortificaciones es más útil que las fotografías para su estudio, identificar tipologías, etc. (Pablo Schnell Quiertant).

triplicaron, una maraña de fortificaciones de campaña, La fortificación consiste en la modificación de las carac-
que por su naturaleza debía ser de duración breve y pun- terísticas del terreno y de las condiciones en que puede
tual, convertida en indefinida. Al final de la guerra se ha- ser utilizado, para proteger a las tropas propias de los
bía evolucionado hacia un concepto de defensa distinto, efectos del enemigo, dificultar sus movimientos y en su
abandonando las interminables líneas de trincheras para- caso la mejora de las condiciones de vida propias.
lelas para adoptar un sistema de puntos fuertes perpen-
diculares al frente, establecidos en profundidad. Fortificación permanente es la que se construye en
tiempo de paz, estudiando el terreno para elegir los lu-
En el caso español tenemos que contar también con otra gares más adecuados, empleando el tiempo que sea ne-
experiencia bélica previa, principalmente de la guerra de cesario para su planificación y ejecución y los medios
África (1909-1926), aunque en este conflicto se emplea- constructivos necesarios. Respecto a la Guerra Civil, se-
ron tácticas heredadas de la de Cuba. La defensa carac- rían los campos atrincherados pirenaicos o las defensas
terística africana fueron las líneas de blocaos, que eran de las bases navales (Cartagena, Mahón, Ferrol) todas
fortines situados en posición dominante, con defensa en ellas diseñadas y construidas antes de 1936. En la Comu-
todas direcciones y rodeados de alambre de espino. Su nidad de Madrid no tenemos documentadas defensas
tamaño era variado, desde los más pequeños para unos contemporáneas de este tipo.
pocos soldados hasta los enormes para varios miles de
hombres. Buena parte de los combatientes de la Guerra La fortificación de campaña es la que construyen los
Civil eran veteranos de la Guerra de África, tanto los ofi- ejércitos sobre el campo de batalla, adaptándose a las
ciales de ambos bandos como milicianos y soldados. No necesidades de la lucha y al terreno en el que se desa-
debe extrañarnos por ello encontrar aspectos africanis- rrolla, empleando los medios y el tiempo disponibles.
tas en las fortificaciones construidas por cualquiera de
los contendientes. Debido a que durante la Guerra Civil se generaron lar-
gos frentes estabilizados, como el de Madrid, en los que
se construyeron defensas retrasadas a las que se pue-
CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE FORTIFICACIÓN den atribuir algunas características de la fortificación
permanente, hay autores que hablan de fortificación
Llegados a este punto hemos manejado ya algunos con- semipermanente para aplicar en esos casos. En nuestra
ceptos que en una obra como esta debemos aclarar. De- Comunidad su mejor ejemplo sería el fortín circular de
bemos empezar por el propio concepto de qué es for- Colmenar de Arroyo. No obstante esta clasificación es
tificación. discutible, pues su localización no se debe a la defensa
104 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 3 El proceso de artillado de las bases navales se estaba finalizando cuando estalló la Guerra Civil. Eran obras de fortificación
permanente, como esta batería de Castillitos, en Cartagena (Pablo Schnell Quiertant).

de una frontera estable y definida, como es la interna- fortificaciones, pues, como veremos, su organización se
cional, sino a una situación temporal y nunca pudieron adapta a los encuadramientos de estas unidades.
emplearse más que los recursos disponibles en la eco-
nomía de guerra. En lo referente a las fortificaciones de los frentes de Ma-
drid nos interesa la organización del Ejército de Tierra.
Esta fortificación de campaña está compuesta por una El personal combatiente de distribuía en armas (infante-
serie de elementos que garantizan que esta pueda cum- ría, artillería, caballería) y no combatiente, pero que rea-
plir su misión (obstáculos, observatorios, obras de pro- lizaba labores necesarias para el combate, en servicios y
tección de personal o armamento, comunicaciones…). especialidades (sanidad, veterinaria, transportes…). Por
Con estos elementos se crean posiciones con las que su importancia en la fortificación dedicamos un espacio
se organiza o prepara el terreno, generando un frente a los ingenieros y zapadores.
defensivo.
Las unidades no fueron exactamente iguales en ambos
En fortificación se emplean toda clase de materiales dis- bandos ni tampoco los empleos de los mandos milita-
ponibles, tanto naturales como artificiales, procedentes res, así que los simplificaremos. Tampoco eran siempre
de la cadena logística o de la explotación de recursos igual que como los conocemos ahora y por todo ello lo
naturales. que exponemos es solamente una simplificación para su
mejor comprensión.
La organización del terreno para el combate, implica una
serie de trabajos entre los cuales están los denominados Grandes unidades
trabajos de fortificación, los cuales incluyen obras, obs-
táculos y destrucciones. Los trabajos de organización Grupo de Ejércitos
del terreno siempre se pueden perfeccionar y normal- Fue la mayor agrupación, constituida por todos los ejér-
mente se inician desde el primer momento tras la ocu- citos de cada bando. En el nacional, mandado por el ge-
pación del terreno por la fuerza combatiente. neralísimo Franco desde el día 1 de octubre de 1936. El
conjunto de las fuerzas republicanas se denominaba ofi-
cialmente Ejército Popular de la República (E.P.R) desde
ORGANIZACIÓN MILITAR octubre de 1936.

Debemos conocer siquiera someramente los términos Ejército


relativos a las unidades en las que se encuadraban las Organización compuesta por varios cuerpos de ejérci-
tropas que construyeron y defendieron en su caso las to, que operaba en una zona o región al mando de un
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 105

general. Por ejemplo Ejército del Centro, de Levante, de Pelotón, compuesto por dos escuadras al mando de un
Extremadura, etc. Madrid estaba incluida en el Ejército sargento, diez o doce soldados
Centro.
Escuadra. Unidad militar de encuadramiento básica,
Cuerpo de Ejército compuesta por entre cuatro y seis soldados al mando
Organización compuesta por varias divisiones, al mando de un cabo.
de un general. El frente madrileño republicano estaba
defendido por tres Cuerpos de Ejército. Artillería

División En este caso podemos tener un problema de identifica-


Unidad compuesta por varias brigadas o regimientos, ción de unidades cuando trabajemos con documentos,
baterías de artillería, caballería, zapadores, Estado Ma- pues recibían el mismo nombre los conjuntos de solda-
yor… al mando de un general. Al finalizar la guerra, en los dos que los de piezas de artillería, pudiendo generar
frentes de Madrid estaban desplegadas seis divisiones equívocos.
nacionales que se enfrentaban a nueve republicanas, or-
ganizadas en los tres cuerpos de ejército citados. Batería. Agrupación de piezas de artillería que operan
conjuntamente. El mínimo de piezas es de dos, aunque
Brigada generalmente son tres. Durante la GCE las baterías na-
Compuesta por varios batallones, generalmente entre cionales solían ser de tres piezas y las republicanas de
dos y cuatro, al mando de un general. Durante la GCE cuatro.
hubo brigadas en ambos bandos, pero fueron más im-
portantes en el E.P.R., que basó su organización en es- Grupo. Conjunto de dos o más baterías.
tas, bajo la forma de brigadas mixtas, más que en las
divisiones. Ingenieros y zapadores

Brigada Mixta Las Fuerzas Armadas han tenido diferentes organiza-


Unidad característica del E.P.R, que combinaba en ellas ciones y la que había en tiempos de la Guerra Civil era
y a menor escala los elementos y servicios propios de diferente en algunos aspectos a la actual, con variacio-
las divisiones (artillería, caballería, zapadores…). Ya se nes también entre los dos bandos. Resumiendo y ge-
había empleado anteriormente en el ejército español en neralizando mucho, podemos decir que la actual arma
las campañas de África. de Ingenieros era entonces un cuerpo facultativo, que
incluía zapadores y transmisiones. Los zapadores tenían
Unidades a su vez diferentes especialidades (caminos, puentes,
explosivos…)
Regimiento (similar a Tercio en la Legión)
Unidad compuesta por varios batallones, generalmente A lo largo de la guerra hubo varios cambios en la orga-
entre dos y cuatro, al mando teórico de un coronel o nización y las denominaciones, cuya enumeración sería
teniente coronel. Generalmente era la mayor unidad de larga y poco provechosa para una publicación con la
combate compuesta por personal de la misma arma (in- finalidad que tiene esta, además buena parte de esos
fantería, artillería, caballería…) detalles están pendientes de investigación. Podemos
generalizar diciendo que cada brigada tenía una unidad
Batallón y similares: Bandera (Legión y Falange Espa- de zapadores asignada (una compañía que durante un
ñola). Tabor (Ejército de África). Tercio (Requeté). En tiempo fue una sección). Lo mismo ocurría con las divi-
artillería, Grupo. siones y Cuerpos de Ejército, a las que se les asignaban
compañías o batallones de zapadores según los traba-
Unidad compuesta por tres compañías al mando teórico jos que tuviesen que realizar. En los meses finales de la
de un comandante. En la GCE el número de compañías guerra se organizaron los Batallones de Obras y Fortifi-
integrantes variaba mucho, entre tres y seis, así como cación (B.O.F.)
los efectivos, con batallones entre 400 y 800 hombres.
En el EPR el comandante podía ser un mayor, que es su Las compañías de zapadores se complementaban
equivalente en milicias. con las compañías de trabajadores y las de prisione-
ros. Las primeras estaban integradas por personal no
Compañía y similares: Centuria (Falange y unidades movilizable, que por edad u otros motivos físicos se
anarquistas), Mia (Ejército de África). En caballería se encuadraba en estas unidades militarizadas. Las se-
llamaba escuadrón y en artillería, batería. gundas las integraban prisioneros de guerra o civiles
desafectos y las hubo en ambos bandos. Por motivos
Unidad compuesta por tres secciones al mando de un de seguridad, estas compañías de prisioneros no se
capitán, de 100 a 200 hombres. Era la unidad básica de empleaban en primera línea, sólo en obras retrasadas,
empleo en combate, es decir capaz de luchar de forma infraestructuras de retaguardia, etc. También se recu-
aislada. Las unidades inferiores combatían dentro de la rrió en ocasiones a la subcontrata de empresas civi-
acción conjunta de la compañía. les de obras públicas para el trabajo en retaguardia
(mantenimiento de pistas, etc.). El mando superior
Sección, unidad compuesta por dos o tres pelotones correspondía a la Comandancia General de Ingenie-
al mando de un teniente, con un total de 30 a 40 hom- ros, a la que estaban subordinadas las demás coman-
bres dancias.
106 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 4 Esta magnífica placa, firmada por


los ingenieros de la 108 Brigada
Mixta, fecha la terminación de la obra
en marzo de 1939 (Pablo Schnell
Quiertant).

Fig. 5 El vandalismo va destruyendo esta placa


adornada con el castillete de ingenieros
en Las Rozas (Pablo Schnell Quiertant).

Las labores que realizaban los zapadores eran variadas: en anchura y profundidad cuya defensa está encomen-
construcción de fortificaciones, puentes y vías de co- dada a una División. El sector se divide en sub-sectores.
municación, tendido de obstáculos, preparación de des- El sub-sector es la zona cuya defensa incumbe a una
trucciones y obstrucciones, etc. En el caso que estamos Brigada.
tratando nos interesa su trabajo en las fortificaciones,
pistas y puentes, ya que fueron los constructores de mu- Desde el punto de vista de la organización del terreno, el
chas de las obras defensivas que encontramos. En oca- frente defensivo es una zona de terreno en la que se ins-
siones las dejaron firmadas con vistosas placas decora- tala un conjunto de posiciones distribuidas en escalones
das con el característico castillete de ingenieros. para dar profundidad a la defensa: posición avanzada,
posición de resistencia y segunda posición. Cada una
de ellas compuesta a su vez por varias líneas (de obstá-
ORGANIZACIÓN DE UN FRENTE DEFENSIVO culos, de vigilancia, de resistencia…).

Una vez conocidas las unidades militares podemos ver A pesar de llamarse líneas, las posiciones en realidad
la organización del frente, que se adaptaba a estos en- eran más bien puntos fuertes, aunque eso también varió
cuadramientos. a lo largo de la guerra y en cada bando. Podemos gene-
ralizar diciendo que el republicano tendía más hacia las
Desde el punto de vista del Mando, el frente defensivo posiciones con trincheras alargadas y el nacional hacia
está dividido en sectores. El sector es la zona limitada una forma de araña en el trazado de las suyas. En los
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 107

Fig. 6 Organización de un frente


defensivo según el libro de J
Capdevila “La fortificación de
campaña”.

últimos meses ambos habían conseguido una distribu- que los trabajos deben continuar mientras el enemigo
ción escalonada en profundidad adecuada. lo permita.

Puede ampliarse este tema consultando la bibliografía Veremos a continuación los diferentes tipos de posicio-
apuntada, bastando para el caso que nos ocupa que se- nes, teniendo en cuenta que lo que explicamos es desde
pamos que las obras que encontramos no estaban solas, un punto de vista teórico y el resultado final de la evo-
sino que formaban parte de vastos sistemas defensivos lución que se produjo a lo largo de la guerra. El frente
en los que las trincheras excavadas en tierra (a menudo defensivo descrito es el ideal y en la realidad hubo otras
desaparecidas o colmatadas) eran las más abundantes. organizaciones. En algunos casos se adoptó el sistema
Por ese motivo cada elemento comparte la importancia de trinchera continua por arcaísmo o por necesidad,
de los demás y no pueden entenderse de forma aislada. como en el frente urbano de Madrid, Ciudad Universi-
taria, Casa de Campo. Por el contrario, en la sierra las
organizaciones eran muy ligeras y dispersas. Debemos
POSICIONES DEFENSIVAS tener esto presente igualmente en el frente teórico cu-
bierto por cada posición. Por ejemplo, el frente republi-
La posición defensiva es una organización de campa- cano que defendía el Madrid asediado entre Las Rozas y
ña para pequeñas unidades, de fortaleza variable, en Vallecas estaba cubierto por el II Cuerpo de Ejército con
función del tiempo y de los materiales disponibles para tres divisiones, mientras que la 1 división cubría más de
su organización. Se adapta al terreno y despliega sus 60 Km en la cuerda de la Sierra de Guadarrama.
elementos tanto en el sentido del frente como en pro-
fundidad, cerrando las posibles vías de penetración del La siguiente organización constituye la solución adop-
enemigo, con la finalidad de anular lo antes posible su tada por el ejército nacional al final de la guerra y fue
capacidad ofensiva. empleada como normativa a partir de entonces:

Puede alcanzar diferentes niveles de organización, des- Posicion Defensiva de Peloton


de una posición en condiciones mínimas de defensa, a (Islote de Resistencia, sub-elemento de resistencia)
una posición con organización ligera, media o fuerte.
Cada nivel de organización se caracteriza por el número Ocupa un frente aproximado de 100 por 50 metros de
y tipo de sus obras y obstrucciones de forma que cada profundidad. Está constituida por pozos de tirador, in-
uno incluye las suyas específicas y las del nivel anterior. dividuales o dobles, asentamientos para armas colecti-
En ningún caso debe considerarse que la organización vas de Sección o Compañía; un abrigo para personal;
del terreno ha alcanzado un nivel idóneo, sino que, por los ramales de comunicación necesarios y un obstáculo
el contrario, siempre es perfectible y, en consecuencia, perimetral de alambradas y minas.
108 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

DIVISIÓN

Sector

BRIGADA BRI- BRI-


GADA GADA
Subsector

BATALLÓN (BON) BON BON B B B B B B


O O O O O O
Centro de Resistencia CR CR N N N N N N

COMPAÑÍA COMPAÑÍA COMPAÑÍA

Punto de Apoyo Punto de Apoyo Punto de Apoyo

SECCIÓN SECCIÓN SECCIÓN

Elemento de resistencia Elemento de resistencia Elemento de resistencia ER ER ER ER ER ER

PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN PELOTÓN

Islote o Islote o Islote o Islote o Islote o Islote o


sub- sub- sub- sub- sub- sub-
elemento elemento elemento elemento elemento elemento
de resis- de resis- de resis- de resis- de resis- de resis-
tencia tencia tencia tencia tencia tencia

1 DIVISIÓN 1 SECTOR

3 BRIGADAS 3 SUBSECTORES

9 BATALLONES 9 CENTROS DE RESISTENCIA

27 COMPAÑÍAS 27 PUNTOS DE APOYO

81 SECCIONES 81 ISLOTES DE RESISTENCIA

Fig. 7 Correspondencia teórica entre las unidades y las posiciones defensivas.

Posición Defensiva de Sección trabajo, tiene, en todos los casos, carácter excepcional
(Elemento de resistencia) en función de una situación táctica y un terreno que
no pueden ser generalizados. Además, cada obra ten-
Ocupa un frente aproximado de 400 por 200 metros de drá unas características determinadas, dependiendo del
profundidad. Se compone normalmente de tres posicio- grado de protección a proporcionar.
nes de pelotón, dispuestas dos en primer escalón y una
en segundo, enlazadas por ramales de comunicación y En combinación de las obras siempre irán asociados una
un obstáculo perimetral de alambradas y minas. El Pues- serie de obstáculos.
to de Mando de la Sección se ubica en la posición más
retrasada. Nos centraremos prioritariamente en la fortificación de
campaña, que se suele concretar en la construcción de
Posición defensiva de Compañía (Punto de Apoyo) asentamientos o abrigos de carácter temporal, sin tener
en cuenta las obras de fortificación que podrían realizar-
Ocupa un frente de 200 a 1400 metros y un fondo apro- se en el combate en zonas urbanas.
ximado de 700 metros. Se compone normalmente de
tres posiciones de Sección dispuestas dos en primer es- Los elementos que constituyen la fortificación son:
calón y una en segundo, enlazadas por ramales de co-
municación y un obstáculo perimetral de alambrada y • Obstáculos.
minas. El Puesto de Mando de la Compañía se incluye • Protecciones, para el personal o las armas (trin-
normalmente en la posición más retrasada de Sección. cheras, abrigos, asentamientos, mando…)
• Vistas, para conocer los movimientos del enemigo
Zona de Responsabilidad de Batallón y corregir el tiro. Son los observatorios.
(Centro de Resistencia) • Comunicaciones, tanto en el interior de la posi-
ción como de ésta con la retaguardia. Si están al
Al Batallón o Grupo Táctico se le encomienda la defensa alcance del fuego enemigo deben ser a cubierto
de una Zona de Responsabilidad ocupada por Posicio- (zanjas, túneles…) El frente se une con la retaguar-
nes de Compañía. El frente normal es de 3 a 4 kilómetros dia por medio de pistas, puentes, teleféricos, etc.
por 2,5 kilómetros de fondo, con dos posiciones de com- • Camuflaje y enmascaramiento, para que las obras
pañía en primer escalón y una en segundo, pasen desapercibidas a la observación enemiga.

Pasamos a desarrollar estos elementos por medio de la


OBRAS DE FORTIFICACIÓN definición de sus características y con ejemplos.

Son obras de fortificación todas aquellas que tienen por Obstáculos


objeto favorecer directamente el fuego propio y difi-
cultar la eficacia del fuego enemigo. La naturaleza de Las fortificaciones se complementaban siempre con
las obras, que se muestran a modo de ejemplo en este obras accesorias para aumentar su eficacia. Entre ellas
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 109

están los obstáculos, cuya función era detener o entor-


pecer el avance del enemigo y encauzar su progresión
hacia los lugares batidos por el fuego propio. Podían ser
naturales (ríos o arroyos, barrancos, etc.) o artificiales
(alambradas, campos de minas, talas, muros, fosos, etc.).
La mayor parte de los obstáculos artificiales se han re-
tirado completamente, como las alambradas o los cam-
pos de minas, pero podemos encontrar alguno de los
otros ocasionalmente.

Alambradas
Tramas de alambre de espino sujeto por postes llamados
piquetes. Las había de varios tipos (piquetes de madera o
metal, de una o varias filas, en forma de muelle, montadas
en caballete etc.) Es relativamente frecuente encontrar
piquetes de alambrada reutilizados en las vallas de ga-
nado de las fincas donde hubo fortificaciones de la GCE.

Foso anticarro Fig. 8 Muro anticarro (Navalagamella) (Colectivo Guadarrama).


Zanja alargada con anchura y profundidad suficiente
para que no la pueda cruzar un carro de combate. Fue-
ron obstáculos relativamente frecuentes, rellenados en
su mayor parte al acabar la guerra, por lo que son raros
los ejemplares conservados.

Muro anticarro
Largo muro con anchura y altura suficiente para que no
la pueda sobrepasar un carro de combate. Fueron obs-
táculos poco frecuentes y son muy raros los ejemplares
conservados.

Masas cubrientes o de protección

Son los elementos que se disponen para resguardar al


personal, el armamento o los suministros. Lo más senci-
llo es excavar zanjas utilizando el propio terreno como
protección, pero también pueden ser acumulaciones de
piedra, tierra u otros materiales formando muros o pa-
rapetos. En los casos más complejos se construyen de
fábrica (hormigón, mampostería, ladrillo…).
Fig. 9 Piquete de alambrada incrustado en la roca en Zarzalejo.
El alambre es moderno (Pablo Schnell Quiertant).
Trinchera
Zanja larga y estrecha excavada en el terreno que per-
mite a sus ocupantes ocultarse de la vista del enemigo,
protegerse de su fuego, moviéndose por ella a cubierto
y poder disparar desde ella. Frecuentemente se com-
pletaban con un terraplén, parapeto o muro de sacos
terreros.

En el léxico teórico militar una trinchera es una obra


activa, es decir, pensada para combatir desde ella. Las
zanjas construidas sin ese papel activo, únicamente para
facilitar la comunicación a cubierto reciben el nombre
de través o camino cubierto.

Durante la Guerra Civil este concepto evolucionó, pasan-


do ese papel activo que originalmente tenía la trinche-
ra a los pozos de tirador, galerías, puestos de escuadra,
etc. empleándose las trincheras para las funciones de
comunicación a cubierto. También evolucionó su dise-
ño, desde los largos tramos hacia los pequeños reductos
defensivos propios de los últimos meses. Fig. 10 Zanjón empleado como foso contra carro (Morata de Tajuña).
(Pablo Schnell Quiertant).

El trazado siempre debía ser en zigzag, para evitar el


fuego de enfilada, pero hubo algunas obras republicanas
110 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 11 El zigzag apenas queda marcado en esta trinchera de primera


época de Collado Mediano en la que tampoco se aprecian
pozos de tirador (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 12 Trinchera con el característico trazado en zigzag en Fig. 13 Diferentes tipos de trinchera según el libro de J Capdevila
RivasVaciamadrid (Pablo Schnell Quiertant). “La fortificación de campaña”.

del primer momento de trazado recto, más conocidas Puede ser una acumulación de piedra y tierra, un muro
por las fotografías de época que por los escasos restos de piedra en seco o de sacos terreros y más raramente
documentados. de fábrica. En ocasiones y en terrenos duros llega a sus-
tituir a la trinchera, formando un largo muro sin zanja o
En la red de trincheras, además de las zanjas se incluían con una excavación muy somera.
otros elementos cuya función no siempre podremos
identificar: abrigos de distinto tipo, letrinas, cocinas, etc. Pozos de tirador (o puesto de tirador)
Los pozos de tirador deben construirse de forma que el
Los diferentes tipos de trincheras excavadas en tierra o tiro desde ellos pueda efectuarse con igual facilidad en
roca son con diferencia las fortificaciones más abundan- cualquier dirección, por lo cual para los individuales, la
tes. Ocasionalmente las encontramos también revesti- planta ideal es la circular y, para los dobles, la rectangular.
das de fábrica e incluso cubiertas. Si bien habitualmente eran elementos excavados en tierra,
también encontramos ejemplares construidos de fábrica,
Trinchera aérea o en relieve incluso cubiertos y excepcionalmente labrados en la roca.
En los sitios donde excavar el terreno era difícil por la
presencia de roca, como en las montañas de la Sierra de En el transcurso de la Guerra Civil se generalizó el em-
Guadarrama, las trincheras se construían sobre el sue- pleo de los pozos de tirador adelantados a la trinchera,
lo, por medio de dos muros paralelos de mampostería a privando a ésta de su función original activa y dejándola
hueso o de fábrica. como elemento diseñado para la comunicación, pasan-
do la misión de combate a los pozos de tirador.
Parapeto
Muro o terraplén que se construye delante de la trinche- Puesto o fortín de escuadra
ra, en el frente que mira al enemigo para aumentar la Fortín adecuado para una escuadra, que mantiene a sus
protección de sus ocupantes. Sirve también para dismi- ocupantes a cubierto y les permite combatir desde su
nuir la profundidad a la que se debe excavar la trinchera. interior.
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 111

Fig. 14 trinchera en relieve (Santa María de la Alameda). (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 15 Parapeto aspillerado (Robledo de Chavela) (Pablo Schnell Quiertant).


112 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 16 Pozos de tirador adelantados a la trinchera y unidos por un Fig. 17 Puesto de tirador en “T” construido con mampostería y
corto ramal en Morata de Tajuña (Pablo Schnell Quiertant). argamasa de cemento (Valdemaqueda) (Pablo Schnell
Quiertant).

Fig. 18 Puesto de escuadra en Ciempozuelos) (Pablo Schnell Fig. 19 Puesto de escuadra labrado en la roca en Arganda del Rey
Quiertant). (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 20 Puesto de escuadra hemisférico con el que se estaba Fig. 21 Pozo granadero flanqueando un puesto de escuadra en Rivas-
experimentando al acabar la guerra en el frente nacional Vaciamadrid (Pablo Schnell Quiertant).
(Brunete) (Pablo Schnell Quiertant).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 113

Este elemento se genera durante la Guerra Civil, evolucio-


nando desde un tramo de trinchera habilitada para escua-
dra hasta generar un asentamiento específico para este
tipo de unidades. Hubo diferentes modelos, a veces cons-
truidos blindados de fábrica (hormigón, ladrillo, mampos-
tería) y cubiertos, siendo más habituales en el frente repu-
blicano. En cierta forma pueden considerarse una galería
fusilera corta, adaptada para el personal de una escuadra.

Puesto de escucha
Pozo adelantado a la primera línea de trincheras de un
frente donde se sitúa un centinela por la noche para que
descubra por el oído la posible aproximación del enemigo.

Pozo granadero
Pozo adelantado a la trinchera y unido a ella por un cor-
to ramal, diseñado para que el soldado pueda lanzar Fig. 22 Interior de un Nido de Ametralladora en el que se aprecia el
granadas de mano contra el asaltante. En el frente repu- banco para el arma y los armarios para munición y repuestos
(Pablo Schnell Quiertant).
blicano es habitual encontrarlos flanqueando los pues-
tos de escuadra y formando con ellos una fortificación
característica.
el tiro sea posible en las mejores condiciones en una
Asentamientos para armas de Infantería determinada dirección o sector, que queda reducido al
En general, estos asentamientos se componen de una delimitado por la tronera. El correcto diseño de estas
excavación adecuada para el arma y número de sir- barreras de tiro es lo más importante, hasta el punto
vientes, una banqueta para apoyo del arma, acorde con de que la localización de las ametralladoras es la que
sus características y empleo, y un parapeto en su caso, determina todo el despliegue defensivo del frente. Por
que puede ser de tierra compactada, de mampostería ello es una de las obras que más habitualmente de
a hueso o sacos terreros. Si el terreno es propicio esta construía de fábrica, generalmente en asentamientos
preparación se complementa con obras subterráneas o acasamatados.
semisubterráneas.
Estas obras deben tener en su interior la amplitud sufi-
Junto al asentamiento, y comunicadas con él, puede ser ciente para alojar el arma, a sus servidores (dos o tres
necesario excavar zanjas para protección de los sirvien- personas) y la munición. Es habitual que tengan banque-
tes en determinadas fases del combate, así como los de- ta de fábrica para soportar la ametralladora (rectangular
pósitos de municiones precisos. o circular) o rebajes en la pared interior para el trípode,
adaptados a las características del modelo de arma em-
En ocasiones estas obras se construyen con fábrica pleado.
(hormigón, mampostería, ladrillo…) generando los ejem-
plares más vistosos. Conocemos varios modelos estandarizados, diseñados
por los ingenieros de ambos bandos para estos asen-
Asentamiento para ametralladora ligera (Nido de tamientos (modelo “Jarama”, modelo del I Cuerpo de
Ametralladora) o asentamiento para fusil-ametrallador Ejército, modelo C.G.I.S. etc.)
Este asentamiento debe posibilitar fundamentalmente el
fuego del arma, bien en tiro rasante en una determinada Asentamiento para morteros
dirección para colaborar con las ametralladoras medias Por las características de tiro de estas armas, estos asen-
en las formaciones de barreras, bien en tiro concentra- tamientos no necesitan banqueta, pero si un despeje
do, abierto o de siega en un amplio sector, sin descartar complementario, para ejecutar la puntería sobre la refe-
la posibilidad de poder hacer fuego eficaz en cualquier rencia situada, por exigencias del procedimiento de tiro,
otra dirección. en su exterior.

Como casi todas las obras, pueden ser excavados en tie- Corraleta para mortero
rra (cubiertos o a barbeta), construidos de fábrica o la- Se trata de un asentamiento específico formado por una
brados en la roca. Sin la documentación original es difícil excavación circular en cuyo centro se ubica el mortero
diferenciarlos de los asentamientos para ametralladora sobre un soporte igualmente circular. Conocemos pocos
media, aunque sus dimensiones pueden resultar indi- ejemplos de este tipo de obra, que pudo ser más abun-
cativas. Si la cámara de combate es estrecha y no hay dante, habiendo desaparecido sus elementos o pasar
banco para el arma puede ser este tipo de asentamiento. desapercibidos al confundirse con otras excavaciones.
Ante la duda podemos recurrir al nombre genérico de
Nido de Ametralladora. Asentamiento para Artillería de campaña
Los asentamientos para Artillería de campaña clásica se
Asentamiento para ametralladora media componen de una amplia plataforma de tiro, condicio-
(Nido de Ametralladora) nada por las dimensiones de la pieza en posición, la ne-
Este asentamiento debe permitir, fundamentalmente, cesaria libertad de movimiento de sus sirvientes, y que
el fuego del arma para formar barreras. Ello exige que permita la rápida entrada en posición de la pieza.
114 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 23 Nidos modelo “Jarama” (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 24 Dos Nidos modelo “Jarama” en Aranjuez (Pablo Schnell Quiertant).


MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 115

Fig. 25 Uno de los modelos de casamata empleados por el I Cuerpo Fig. 26 Corraleta para mortero en Guadarrama (Pablo Schnell
de Ejército del EPR con su banco circular en el centro de Quiertant).
la cámara para asentar la ametralladora (Pablo Schnell
Quiertant).

Figs. 27 y 28 Las casamatas de La Serranilla (Guadarrama), uno de los pocos ejemplares de asentamiento artillero acasamatado que se conserva en
la Comunidad (Pablo Schnell Quiertant).

Durante las operaciones, la artillería frecuentemente dis- Asentamiento para blindados


paraba sin ninguna preparación del terreno o con una La protección de los carros de combate y de los vehí-
preparación mínima. Cuando se construían los asenta- culos blindados de transporte de personal se confía,
mientos primero eran excavaciones en el terreno o a en general, a su coraza, a su movilidad y al enmasca-
base de parapetos de mampostería y sólo en los frentes ramiento. No obstante, en determinadas ocasiones,
estabilizados se construían asentamientos de fábrica, puede ser necesario construirles asentamientos ade-
siendo más raros los acasamatados. cuados que, permitiendo el fuego de sus armas, incre-
menten de forma sensible su protección contra las ar-
Por el contrario, la artillería instalada en obras de for- mas enemigas.
tificación permanente tiene siempre sus asentamien-
tos construidos de fábrica, a barbeta o acasamatados. Fortín
Fueron frecuentes en las bases navales, algunas de las Término poco concreto con el que se designa en los do-
cuales se estaban artillando al estallar la guerra. En la cumentos y en la literatura a una fortificación pequeña
Comunidad de Madrid no tenemos ese tipo de fortifica- con pocos defensores. Generalmente eran obras exca-
ción permanente. vadas, con parapetos de piedra en seco o blindajes de
tierra soportada por rollizos, aunque también se deno-
Asentamiento para cañón antiaéreo minan con esta palabra a otras obras construidas de fá-
La artillería antiaérea ocupa asentamientos a barbeta, brica (hormigón, ladrillo, mampostería)
nunca acasamatados, alineados o dispersos. Estos asen-
tamientos son frecuentes en fortificación permanente y Blocao (blockhaus)
los encontramos construidos de fábrica en las bases na- Del alemán casa (construida con) bloques. El uso del tér-
vales de Cartagena, Ferrol, etc. Por lo que sabemos, son mino es antiguo en el léxico militar, pues ya se empleó
excepcionales los construidos durante la Guerra Civil. En en las guerras de Cuba y África. En el primer caso eran
la Comunidad de Madrid no conocemos ningún caso do- pequeños fortines de tierra y madera ligados a la defen-
cumentado. sa de las trochas.
116 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 29 El fortín de Fuentelámpara (Robledo de Chavela) es el mejor de la serie del Quinto Regimiento, una obra de “tipo blockauss”
según lo definieron sus constructores (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 30 El “Blockhaus 13” (Colmenar de Arroyo) es una de las mejores fortificaciones de la Comunidad (Pablo Schnell Quiertant).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 117

En África eran fortines construidos frecuentemente con


elementos prefabricados de distinto tamaño. Los había
desde muy pequeños, para una escuadra hasta otros
enormes, que albergaban cuarteles enteros.

En la Guerra Civil se aplica este término a un tipo de


fortín semejante a los blocaos africanos en su función,
suficiente para una pequeña guarnición aislada y con
capacidad de defensa en todas direcciones.

Reducto
Pequeña posición fuertemente defendida con obras de
fortificación

Abrigos
Los abrigos son aquellas obras que disponen de cubier-
ta. Pueden ser ligeros o a prueba. Los primeros poseen Fig. 31 Polvorín subterráneo en el puerto de la Cruz Verde (Santa
una cubierta que les protege de los impactos de fusilería María de la Alameda) (Pablo Schnell Quiertant).
y metralla de las explosiones próximas. En los segun-
dos, su cubierta es capaz de resistir impactos aislados
de proyectiles convencionales de artillería de un deter-
minado calibre. La cubierta puede ser desde una capa
de rollizos de madera cubierta de tierra hasta una losa
de hormigón armado o la roca madre cuando son obras
excavadas.

Existe una gran variedad de tipos de abrigos: asenta-


mientos para armamento, de descanso, para personal,
para material, individuales, colectivos, activos, pasivos, a
cielo abierto, en galería, etc.

En general, los abrigos deben estar situados fuera de las


líneas y trincheras y muy diseminados.

Almacén de munición – polvorín


Abrigo específico para almacenar municiones o armas
a salvo de los bombardeos. Al igual que otros abrigos,
pueden ser excavados en caverna, semiexcavados con Fig. 32 Batería de refugios en caverna (Majadahonda) situados a
contrapendiente (Pablo Schnell Quiertant).
techo de rollizos o blindados.

Refugio
Cuando el abrigo se construye para personal se deno-
mina refugio y en su interior se garantiza su seguridad
durante los bombardeos. La protección puede lograrse
excavando la obra completamente en el terreno a pro-
fundidad suficiente, excavando sólo la cámara y cubrien-
do el techo con rollizos y tierra o construyéndolo todo
de fábrica, generalmente con hormigón armado.

Puesto de Mando
Lugar donde está situado el mando de una unidad, sec-
tor o subsector. Puede ser un sitio elegido de forma oca-
sional, durante las operaciones militares (una casa, una
iglesia, bajo un puente…) pero en los frentes estabiliza-
dos se hacían obras específicas para ellos, siendo en ese
caso abrigos específicos para esa función de mando.

Viviendas
En los largos frentes defensivos característicos de la
Guerra Civil era necesario albergar adecuadamente a
los combatientes. Como en otras facetas, a las improvi-
saciones del primer momento se sucedieron soluciones
cada vez más adaptadas y específicas para su función, Fig. 33 Interior de uno de los refugios excavados (Majadahonda)
aunque siempre convivieron con los alojamientos más (Pablo Schnell Quiertant).
sencillos, las populares y omnipresentes chabolas.
118 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 34 Excepcional Puesto de Mando blindado en Loma Verde. Paredes de Buitrago (Mancomunidad de Puentes Viejas) (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 35 Excepcionales barracones de hormigón encofrado en Navalagamella (Miguel Ángel Bru Castro).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 119

Fig. 36 Dos viviendas catenarias, una con la curva completa y chimenea francesa exenta y otra con el 60% de la curva (Navalagamella)
(Pablo Schnell Quiertant).

Chabola o chavola
Vivienda sencilla, realizada con los materiales disponi-
bles, generalmente pobres. A menudo estaban semiex-
cavadas en el terreno y han dejado unos característicos
cráteres rodeados de lo que fueron sus muros. Se cu-
brían con ramas, materiales obtenidos en las poblacio-
nes cercanas (teja, uralita, chapas…) o aquello de lo que
se pudiese disponer.

Garibolo o garigolo
Término coloquial de la jerga militar ya empleado en la
Guerra de África con el que se referían a las viviendas
de campaña. Según escribe Rafael García Serrano en su
obra “Diccionario para un macuto”, viene a ser un sinó-
nimo de chabola.

Barracón
Edificación rectangular generalmente de una sola planta
y cubierta con los materiales disponibles, habitualmente
sin blindar. Las funciones de estas obras eran múltiples:
alojamiento de personal, almacenes, establos… Al final
de la guerra se aprecia una estandarización en las di-
mensiones de estos edificios, que siguen unos módulos
constructivos determinados por la cubierta. Lo más fre-
cuente es que sean obras de piedra en seco, pero tam-
bién las hay de fábrica, incluso de hormigón.

Catenaria
La catenaria es la curva que forma una cadena suspen-
dida entre dos puntos que no están en la misma vertical.
Se empleó en el trazado de las bóvedas de las vivien-
Fig. 37 Vivienda catenaria con chimenea francesa (Navalagamella)
(Pablo Schnell Quiertant).
das construidas en el frente por las divisiones 71 y 72
del ejército nacional (sierra de Guadarrama). Las hay de
diversas formas y dimensiones: con curva completa o
120 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 38 Campamento de Cueva Grande (Chinchón) (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 39 El campamento de Milano (Arganda del Rey) aprovecha una cantera abandonada (Pablo Schnell Quiertant).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 121

parcial, blindadas o no, de hormigón o ladrillo a pande- Obras de comunicación


rete, etc. Servían como alojamiento, botiquín, puesto de
mando, etc. Frecuentemente tienen sistema de calefac- Ramales de comunicación
ción incluido en su estructura (gloria, chimenea francesa Las comunicaciones en trinchera constituyen el medio
o tubo para estufa). más seguro de enlace entre las diversas obras.

Campamento en caverna Dos son los trazados posibles: en zigzag y ondulado. El


Campamento construido para el alojamiento de tropas primero es más adecuado para terrenos llanos, y el se-
en retaguardia pero próximo al frente, por lo que se bus- gundo para terrenos accidentados.
ca el abrigo subterráneo como protección. Las viviendas
en este caso se excavan en la roca. Son más frecuentes Través
en el sureste de la Comunidad, donde el sustrato geoló- Zanja de comunicación entre las distintas líneas de trin-
gico de yeso facilita la excavación. Las cavernas consti- cheras que permite a sus ocupantes circular a cubierto
tuyen en ocasiones agrupaciones notables. Esta obra es del fuego y las vistas enemigas. En las primeras fases de
a la vez vivienda y refugio. la guerra las trincheras se excavaban paralelas al frente
y sus diferentes líneas defensivas se comunicaban con
Vistas traveses perpendiculares a la línea de frente.

Observatorio Camino Cubierto


Abrigo para personal situado en una posición con vistas Zanja de comunicación entre distintas organizaciones
adecuadas sobre el campo enemigo, de forma que se defensivas que permite a sus ocupantes circular a cu-
puedan observar sus movimientos o dirigir el fuego pro- bierto del fuego y las vistas enemigas. A diferencia de
pio. No son obras activas, para alojar armas, sino para los traveses no están integradas en las posiciones y sir-
personal y aparatos de observación. Están conectados ven de comunicación entre ellas. Por esta razón su tra-
con otros órganos de mando y observación general- zado es recto, de forma que si encontramos una trinche-
mente por línea telefónica. ra recta de decenas o cientos de metros, generalmente

Fig. 40 Observatorio de Cantos Negros (Torrelodones). Su amplio vano no es una tronera para ametralladora, sino una visera de
observación (Pablo Schnell Quiertant).
122 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 41 La pista del Generalísimo facilitó el suministro a la cabeza Fig. 42 Inscripción de zapadores en el pretil de un paso de agua en
de puente de la Ciudad Universitaria en los meses finales de una pista militar en Majadahonda(Pablo Schnell Quiertant).
la guerra. Casa de Campo (Madrid) (Pablo Schnell Quiertant).

perpendicular a la línea de frente, podemos identificarla


como camino cubierto.

Infraestructuras viales
La organización de un frente defensivo genera unas ne-
cesidades logísticas continuadas que rara vez pueden
ser atendidas por las infraestructuras viales existentes.
Por ello en un frente estabilizado los ingenieros adaptan
y arreglan las comunicaciones existentes y las comple-
mentan realizando las obras nuevas que son necesarias.
Estas obras, poco estudiadas y conocidas fueron muy
frecuentes en la Guerra Civil, de forma que en la reta-
guardia de los frentes se construyeron numerosas pistas
militares con puentes y pontones, teleféricos y hasta al-
guna vía férrea, como el famoso Tren de los 40 días para
abastecer al Madrid asediado.
Fig. 43 Apoyo de un puente militar fechado por una inscripción
en 1937 (Majadahonda) (Pablo Schnell Quiertant).
Pista militar
Vía cuya construcción se adecua a las necesidades del
tráfico rodado pesado motorizado. Tienen unas caracte-
rísticas específicas, propias del diseño que para ese fin
les dieron los ingenieros: anchura adecuada para el trá-
fico en ambos sentidos, desmontes para la caja, muros
de contención, curvas peraltadas y de radio amplio, pen-
dientes continuadas y nunca excesivas, pavimentación,
etc. A veces están amojonadas y en algunos sitios se
conservan inscripciones de las unidades constructoras.

Puente
Los medios de paso circunstanciales (pasarelas, ponto-
nes) eran mejorados con la instalación de puentes en
las pistas militares. El más famoso de Madrid fue la “Pa-
sarela de la Muerte” que abastecía a la cuña de la Ciu-
dad Universitaria, sustituida al final de la guerra por el
“puente del Generalísimo”, protegido con recios muros
de hormigón.

Aeródromo militar (campo de aviación)


Fig. 44 Refugio antiaéreo en el aeródromo Barberá y Collar, en Campo para el aterrizaje y despegue de aeronaves dotado
Alcalá de Henares (Pablo Schnell Quiertant).
de instalaciones para su mantenimiento y el alojamiento
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 123

Fig. 45 Techo camuflado con piedras en un Nido de Ametralladora Fig. 46 Fortificaciones enmascaradas para aparentar ser las rocas
en Braojos (Pablo Schnell Quiertant). redondeadas propias de la zona (Fresnedillas de la Oliva)
(Pablo Schnell Quiertant).

y protección del personal destinado en él. Los aeródro-


mos militares estaban regulados en categorías y tenían
un personal y unos servicios normativos determinados,
incluyendo un número de abrigos subterráneos.

Camuflaje y enmascaramiento

Camuflaje u ocultación
Ocultación de las obras, vehículos, personal, etc de
modo que queden disimulados con su entorno

Enmascaramiento
Transformación de la obra de forma que no pueda ser
apreciada o sea tomada por otro elemento distinto del
que en realidad es.

Según Sánchez-Tembleque y Gámpora (1936), la diferen- Fig. 47 Alternancia de aspilleras para fusil y tronera para
ametralladora en un fortín de El Escorial (Pablo Schnell
cia entre ocultación y enmascaramiento es la siguiente: Quiertant).

“La ocultación es la adaptación de los medios de lucha


al ambiente que los rodea, desenfilándose, entonándose
con él por el color, la forma y el relieve. El enmascara-
miento es la transformación de los elementos caracte-
rísticos de los medios de lucha, forma, color, de relieve,
con medios adecuados para impedir la observación de
aquellos, o engañar al enemigo acerca de su naturaleza
y misión que desempeñan”.

Otros términos

Aspillera
Apertura en el vano de un muro que permite disparar a
través de ella con un fusil.

Acasamatada
Asentamiento para arma protegido en el interior de una
obra blindada (casamata). Fig. 48 Troneras con derrame escalonado (Aranjuez) (Pablo Schnell
Quiertant).

Barbeta
Obra descubierta, sin techo.
124 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 49 Nido de Ametralladora de hormigón armado (Pinto) (Pablo Fig. 50 La penuria de materiales llevaba en ocasiones a sustituir la
Schnell Quiertant). ferralla por chatarra en la armadura del hormigón, como
en el techo de este nido de Valdemorillo) (Pablo Schnell
Quiertant).

Fig. 51 El revoco del techo ha caído y la armadura interior del Fig. 52 Corte en el techo blindado de una obra en Getafe que deja
techo de hormigón ha quedado a la vista en esta obra de ver la composición del hormigón (Pablo Schnell Quiertant).
Paracuellos del Jarama (Pablo Schnell Quiertant).

Bunker (bunquer, búnquer) Defensa pasiva (obra)


Barbarismo que en origen designaba una fortificación Obra para proteger al personal, armamento o material
subterránea, generalmente para defensa pasiva. Entró cobijado en ella, pero desde la que no se combate.
en el léxico español en los años 40 y hasta el momento
no se ha encontrado ningún ejemplo de su uso duran- Mina - contramina
te la Guerra Civil. Debido a la polisemia del referente y 1. Galería subterránea que se excava con intención de
dada la existencia de términos específicos es recomen- colocar un explosivo bajo una obra enemiga y volarla.
dable evitar su empleo, designando a cada elemento por La medida más efectiva contra esta amenaza es locali-
su nombre. zar la mina por el sonido que hace el enemigo durante
los trabajos y excavar otra galería a mayor profundidad,
Contrapendiente haciendo volar su obra antes de que la acabe. Esta se-
Disposición de las obras en la ladera contraria a donde gunda excavación se llama contramina.
está el enemigo, quedando de esa forma protegido de
sus vistas y su fuego. 2. Dispositivo ideado para que haga explosión cuando
es pisado por una persona o un vehículo. Las minas se
Defensa activa (obra) disponen dispersas en campos formando parte de las
Obra desde la que se puede combatir, que generalmente obras accesorias (obstáculos) de la fortificación.
también protege al combatiente.
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 125

Rediente o derrame escalonado


Escalonamiento que se hace en la pared interior de una
tronera para evitar que penetren en el interior de la obra
los disparos o la metralla que reciba el embudo de dicha
tronera.

Tronera
Apertura en el vano de un muro que permite disparar a
través de ella con un arma pesada (ametralladora, ca-
ñón, etc.)

VOCABULARIO DE CONSTRUCCIÓN

Sin intención de ser exhaustivos, recogemos algunos de


los términos más usuales empleados en construcción,
cuyo conocimiento es recomendable para describir e
identificar adecuadamente las obras de fortificación.
Fig. 53 Nido de Ametralladora encofrado de hormigón (Pozuelo)
(Pablo Schnell Quiertant).
Hormigón
Material de construcción formado por una mezcla de ce-
mento, árido (arena, grava) y agua. Su empleo habitual
es dándole forma por medio de un encofrado. El hormi-
gón puede ser armado o en masa. En el primer caso se
refuerza su estructura interna con un emparrillado me-
tálico realizado con ferralla llamado armadura, mientras
que en el segundo sólo se encofra la masa.

Encofrado
Sistema constructivo por el cual se da forma a una masa
de hormigón por el método de dejarla fraguar dentro
de un molde (generalmente de madera) con la forma
deseada. Una vez endurecida la masa, el molde se retira.

Encofrado perdido
Se dice cuando los materiales del encofrado no se reti-
ran al fraguar el hormigón, sino que quedan integrados
en la masa. Así se pueden construir los muros exterio-
res con ladrillo o mampostería generando el molde que Fig. 54 El muro exterior de ladrillo de este Nido de Ametralladora
en Valdemorillo no cumple una función estructural ni de
se rellena con la masa de forma que al fraguar la obra blindaje; es el encofrado de la masa de hormigón armado
queda con el ladrillo o la mampostería vista, aunque en que lo conforma (Pablo Schnell Quiertant).
realidad es un encofrado de hormigón.

Mampostería
Sistema de construcción por el cual los muros se cons-
truyen con piedra sin labrar o con una talla muy tosca.
Estas piedras pueden sujetarse con un ligante (argama-
sa) o disponerse en seco.

Sillería
Sistema de construcción por el cual los muros se cons-
truyen con piedra labrada con sus ángulos y sus caras
lisas. Estas piedras reciben el nombre de sillares y pue-
den sujetarse con ligante (argamasa) o disponerse en
seco.

Sillarejo
Sistema de construcción por el cual los muros se cons-
truyen con sillares labrados toscamente Estos sillarejos
pueden sujetarse con ligante (argamasa) o disponerse
en seco. Fig. 55 Asentamiento para cañón antitanque de mampostería con
argamasa de cemento en Morata de Tajuña (Pablo Schnell
Quiertant).
Ladrillo
Bloque de arcilla cocida de forma prismática rectangular
que se emplea en la construcción, unida con argamasa.
126 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 56 Nido de Ametralladora con encofrado perdido de sillares. Se le ha dado Fig. 57 Abrigo para personal en galería subterránea
un acabado muy cuidado con el llagueado de las juntas y la estrella roja forrada de ladrillo (Alameda de Osuna,
esgrafiada, colocada boca abajo (Pablo Schnell Quiertant). Madrid) (Pablo Schnell Quiertant).

Fig. 58 Fortificaciones de mampostería a hueso (Lozoya) (Pablo Fig. 59 Los enlucidos son superficies aptas para realizar inscripciones
Schnell Quiertant). y también debemos estar atentos a los posibles graffiti
de época, como en este nido de Aranjuez (Pablo Schnell
Quiertant).

Hay ladrillos macizos o huecos, pudiendo ser estos de aplicadas una sobre la otra con el árido cada vez más
varios tipos (hueco sencillo, doble, rasilla, rasillón…). fino hasta la superficial.
Pueden colocarse de varias formas (de canto, de plano)
conformando numerosos aparejos (a tizón, inglés, pan-
derete…) CLASIFICACIÓN
Argamasa Con finalidad únicamente práctica podemos clasificar
Mezcla de un ligante con un árido para obtener una masa las fortificaciones de la Guerra Civil en una serie de apar-
empleada en construcción para reforzar la unión de las tados, basados como hemos dicho en la bibliografía y
piedras o ladrillos de un muro. El ligante puede ser cal, documentación y cotejados con la información arqueo-
cemento, yeso, etc. y el árido suele ser arena. lógica obtenida directamente de los elementos materia-
les conservados.
A hueso o en seco
Sistema por el cual las piedras de un muro se mantie- La primera característica de estas fortificaciones es que
nen en su posición sin empleo de argamasa. Es uno de no fueron diseñadas en tiempo de paz, eligiendo el te-
los que más encontraremos en nuestras fortificaciones. rreno adecuado, el modelo de obras, etc. Fueron cons-
truidas en medio de una guerra, realizando las prepara-
Enlucido - revoco ciones defensivas del terreno frecuentemente en sitios
Acabado que se le da a un muro para que su superfi- aún disputados con el enemigo o bajo su observación y
cie quede lisa. Suelen ser varias capas de argamasa fuego. Por eso la mayor parte de las fortificaciones de la
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 127

OBRAS CONSTRUIDAS DE FÁBRICA

I. Obras de cobertura Parapeto


horizontal
Trinchera

II. Asentamiento blindado Ametralladora (Nido de Ametralladora- N.A.)


para
A barbeta
Fusil Ametrallador (A.F.A.)
o casamata

Cañón (Casamata si es techado)

Mortero

III. Obras para fusileros Puesto de Tirador (P.T.)


A barbeta
o cubiertos
Puesto de Escuadra (P.E.) barbeta o cubierto

Trinchera aérea aspillerada

Galería fusilera

IV. Grandes obras Reducto


o combinadas
Fortín

V. Obras de mando Observatorio

Puesto de Mando (P.M.)

VI. Viviendas Barracón

Catenaria

VII. Abrigos Almacén de munición / víveres

Refugio para personal (sección, compañía…)

VIII. Comunicación Pista Militar

Paso de agua

Puente

IX. Varios Obstáculo (muro anticarro, alambrada…)

Otros
128 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

OBRAS EXCAVADAS EN EL TERRENO (EN ZANJA O EN CAVERNA)

Trinchera

1. Zanjas Través

Camino Cubierto

Ametralladora (Nido de Ametralladora- N.A.)

Fusil Ametrallador (A.F.A.)


A barbeta
2. Asentamiento para o cubierto
Artillería

Mortero

Puesto de Tirador (P.T.)


3. Obras para fusileros
Puesto de Escuadra (P.E.) barbeta o cubierto

Observatorio
4. Obras para mando
Puesto de Mando (P.M.)

5. Viviendas Chabola Cubierto

Almacén de munición / víveres


6. Abrigos
Refugio para personal

Obstáculo (foso anticarro, etc.)


7. Otros
Otros elementos

Guerra Civil se construyeron excavándolas en el terreno La identificación del tipo concreto de obra no es siem-
y ese factor lo debemos tener siempre en cuenta para su pre posible por el estado de conservación u otros mo-
estudio y denominación. tivos, y en todo caso para ello es necesario un conoci-
miento básico de la fortificación del periodo. Si no se
La fortificación que vemos hoy es el resultado final de ha podido identificar exactamente el tipo de obra, re-
casi tres años de guerra, el resultado de un proceso de currimos a las denominaciones genéricas como “asen-
perfeccionamiento de las obras. Primeramente se hicie- tamiento para arma automática” o “asentamiento blin-
ron trincheras, asentamientos para armas y chabolas dado para arma automática”. Si por el contrario sí se
excavadas en el terreno, sin techar o con blindajes de puede reconocer el modelo concreto se podrá indicar
rollizos de madera, tierra y piedras. Con el tiempo estas si es un Puesto de Tirador, un Asentamiento para Fusil
organizaciones se fueron endureciendo con obras blin- Ametrallador, etc.
dadas cada vez más complejas, lo que no quiere decir
que no se emplease la excavación y los parapetos hasta Como hemos dicho, las zanjas y otras excavaciones eran
el último momento. las fortificaciones más numerosas construidas durante
la guerra, además de ser habitualmente las primeras que
Por ello la primera clasificación que podemos realizar se hacían, aunque luego se fuesen perfeccionando con
es por la forma de construcción; si son excavaciones en obras de fábrica. Por ello podemos encontrar en ellas
el terreno o si son obras de fábrica (hormigón, ladrillo, casi todos los elementos que hemos descrito para las
mampostería) ya que casi todas pudieron construirse obras construidas.
por ambos sistemas, diferenciándose en una primera
clasificación no por su funcionalidad sino por su forma Respecto al blindaje, el lateral lo proporcionaba el propio
de elaboración. La funcionalidad será el segundo criterio terreno en el que estaban excavadas o amontonamien-
entre estas dos grandes familias. tos de tierra, sacos terreros, etc. Los techos blindados se
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 129

conseguían con troncos (rollizos) que soportaban una ADRADA, R. (1939): Manual del sargento de zapadores.
capa de piedra y tierra. Especialista en fortificación. Libro segundo,
Zaragoza.
Un caso especial de este tipo de obras son las excavadas ARÉVALO MOLINA, J. (2004): “Con el pico y con la
íntegramente en la roca, llamadas en ese caso en caverna. pala”. Memorial del Arma de Ingenieros nº 71, junio,
pg. 41-50.
El nombre genérico de trincheras, técnicamente sólo ARÉVALO MOLINA, J. (2005): “La fortificación de
debería aplicarse cuando la zanja tenía una función de campaña en la GCE”. Revista de Historia Militar nº
combate, aplicándose a las demás calificativos como 98. p 181-221 (I.H.C.M.).
través, trinchera de comunicación o camino cubierto. ARÉVALO MOLINA, J. (2008): Senderos de guerra.
Dado que frecuentemente no nos será posible hacer esa Madrid (Ed. La Librería).
distinción funcional, aplicaremos el nombre de trinche- ARÉVALO MOLINA, J. (2011): “El pelotón, la sección y
ra como genérico para cualquier zanja excavada en una otras compañías”. Frente de Madrid nº 19 (mayo de
posición construida para que el personal destinado en 2011) p.29-34.
ella quedase resguardado del fuego y la observación ARÉVALO MOLINA, J. (2012): Senderos de guerra, 2.
enemiga. Cuando sea posible determinar su función así, Rutas por el frente sur de Madrid. Madrid (Ed. La
lo haremos. Por ejemplo ante una zanja que discurre rec- Librería).
ta en un largo tramo hasta llegar a la red de trincheras ARÉVALO MOLINA, J. (2018): Senderos de guerra,
de una posición, podemos suponer que estamos ante un 3. Rutas por el frente de Madrid. Madrid (Ed. La
camino cubierto. Librería).
ARÉVALO MOLINA, J. (2018): Senderos de guerra, 4.
Rutas por el frente oeste de Madrid. Madrid (Ed. La
CONCLUSIÓN Librería).
ARÉVALO MOLINA, J. y SCHNELL QUIERTANT, P.
“Mientras el combate no lo impida, las tropas no deben (2018): “Asentamientos para armamento en la Guerra
de cesar en mejorar las condiciones defensivas del terre- Civil Española (1936-1939”. Armamento y Equipo para
no, atendiendo también a las de comodidad e higiene”. la Guerra. Cátedra Extraordinaria Complutense de
Historia Militar. Madrid. Págs. 613-646.
Esta máxima resume la esencia de la fortificación y ex- CAPDEVILA, J. (1938): Nociones de fortificación de
plica el rico y variado conjunto de obras defensivas de campaña. Barcelona. (Sindicato de la Industria de la
la Guerra Civil que conserva la Comunidad de Madrid. Edificación, Madera y Decoración).
Su construcción se inició en los primeros meses del CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2004): Los
conflicto, se continuó generando a lo largo del mismo restos del asedio: fortificaciones de la Guerra Civil
y tuvo un verdadero florecimiento tardío en los últimos en el frente de Madrid. Ejército nacional. Madrid (Ed.
meses, cuando ambos contendientes construyeron Almena).
abundantes obras hormigonadas. Aplicaban con ello CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2007): Los
un principio básico de la fortificación, que es la perfec- restos de la defensa: fortificaciones de la Guerra
tibilidad, según el cual las obras deben ser útiles desde Civil en el frente de Madrid. Ejército republicano.
el primer momento, para perfeccionarse después cuan- Madrid (Ed. Almena).
to sea posible. Los zapadores de ambos ejércitos se CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
emplearon a fondo y construyeron un excepcional con- QUIERTANT, P. (2011): Arquitectura militar de la
junto de fortificaciones que ahora empezamos a cono- Guerra Civil en la Comunidad de Madrid. Sector
cer y valorar. de la batalla de Brunete. Colección Arqueología,
Paleontología y Etnología, nº 12. Comunidad de
Las circunstancias históricas de la guerra y la variedad Madrid.
paisajística de la Comunidad generaron uno de los con- CUARTEL GENERAL DEL GENERALÍSIMO
juntos de obras más ricos y variados de España. Como (INGENIEROS) (s.d. 1938?): Datos prácticos para
bienes integrantes del Patrimonio Histórico madrileño y trabajos de fortificación de campaña comunes a
español que son tienen la protección legal correspon- todas las armas. Logroño (Cerezo).
diente desde 2013 y merecen la misma consideración DIRECCIÓN GENERAL DE PREPARACIÓN DE CAMPAÑA
que sus antecedentes los castillos medievales y otras (1927): Reglamento de organización y preparación del
muestras de arquitectura defensiva. Las generaciones terreno para el combate (3 tomos). Madrid.
futuras tienen derecho a conocer este Patrimonio y su DUESO LANDAIRA, J. (1938): Fortificación de Campaña
entorno y nosotros tenemos el derecho a disfrutarlas y del Ejército de la República. Barcelona, Escuela
también el deber de permitir que esas generaciones las Popular de Guerra (región oriental).
puedan conocer. EJÉRCITO DE TIERRA (1938): Casamata para
ametralladora; fortín para escuadra y refugio;
observatorio. (Talleres del Ejército de Tierra).
BIBLIOGRAFÍA ESCUELA POPULAR DE GUERRA (1938): Tratado de
Fortificación.
ACADEMIA GENERAL MILITAR (1930): Manual de GARCÍA SERRANO, R. (1979): Diccionario para un
fortificación de campaña. Zaragoza (Tipografía de la macuto. Barcelona (Ed. Planeta)
Academia General Militar). GRUPO DE UNIDADES DE FORTIFICACIÓN Y OBRAS
ADRADA, R. (1937): Defensa antitanque. Zaragoza (1937): Elementos de fortificación. Barcelona -
(Talleres El Noticiero). Generalidad de Cataluña (Graficas Agustí Bastard).
130 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

JEFATURA DE MOVILIZACIÓN, INSTRUCCIÓN Y SCHNELL QUIERTANT, P. (2012): “La arqueología en


RECUPERACIÓN (1938): Directivas de fortificación. el estudio de la fortificación en la GCE, algunos
Directivas circunstanciales relativas a la organización ejemplos”. Actas IV Congreso de Castellología
del terreno. Burgos (Imprenta Aldecoa). (Madrid 7,8 y 9 de marzo de 2012). Madrid, Ed.
MOLINA, V. (1942): Fortificación de Campaña. Madrid, A.E.A.C.
(Ed. Ejército). SCHNELL QUIERTANT, P. (2017): “El frente de Madrid
PANDO FERNÁNDEZ, A. (1967): Fortificación. Burgos durante la Guerra Civil Española”. I Seminario
(Imprenta San Fernando). internacional de la cátedra extraordinaria de Historia
PORTILLO TOGORES y EGEA GONZÁLEZ (1936?): Militar de la Universidad Complutense de Madrid
Manual práctico de fortificación para todas las Frontera y Fortificación. 21-23 octubre de 2014.
armas y cuerpos. Madrid (Ejército). Madrid. Actas. Pgs. 425-443.
SÁNCHEZ-TEMBLEQUE, L. y FERNANDO GARCÍA- SCHNELL QUIERTANT, P. y BALTUILLE MARTÍN;
RODRÍGUEZ (1933): Fortificación permanente. J.M. (2017): “Arqueología de la Guerra Civil y
Segovia asociacionismo en los frentes de Madrid”. Trabajos
SÁNCHEZ-TEMBLEQUE, L. y CÁMPORA RODRÍGUEZ, de Arqueología Navarra nº 29, p. 169-202.
J. (1936): Fortificación de Campaña. Segovia TIEMANN-WOERZ (1942): Los zapadores en combate.
(Imprenta Academia de Artillería e Ingenieros) Madrid, (Hidalgo).
UNA MIRADA PARTICULAR:
EL PAPEL DE LAS
ASOCIACIONES EN LA
TOMA DE CONCIENCIA,
SALVAGUARDA Y DIFUSIÓN
DEL PATRIMONIO DE LA
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

RICARDO CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE


Colectivo Guadarrama. Asociación TAJAR entre el Tajuña y el Jarama
133

INTRODUCCIÓN española dejó sobre y debajo del terreno de combate, al


menos en la zona centro de España.
Empezaremos este texto con un brochazo de autocríti-
ca: mirando hacia atrás, uno no puede evitar que el juris- A esta aparente incongruencia se le pueden aplicar las
ta flote como el aceite sobre las turbulentas aguas de la mismas explicaciones inductivas que se han usado de
historia reciente de España. Intentamos hacer memoria cotidiano para otras cuestiones enmarcadas dentro del
de por qué ahora estamos en la situación en la que es- mismo hecho histórico: heridas abiertas, deseo de no re-
tamos, y para tratar de explicarlo surge del inconscien- cordar lo traumático, evitar el terreno pantanoso de la
te del historiador la cantinela legal de “antecedentes de lucha entre hermanos, etc., etc. El caso es que, sin que-
hecho, fundamentos de derecho”. Tics de leguleyo, claro rer caer en los tópicos, resultaba sorprendente a ojos de
está, que en alguna medida deben ayudar a poner orden cualquier caminante de fin de semana la nula posibilidad
en este pequeño desorden de fechas, hechos y buenas de obtener información acerca de todas esas construc-
intenciones. ciones, refugios, trincheras o muros de ladrillo o mam-
puesto que aparecían de repente en cualquier esquina
No abordaremos esta recensión/sinopsis (permítase- de la geografía madrileña.
nos usar términos literarios y cinematográficos) como si
se tratara de una sentencia, pero sí estableceremos un Como dijo en su momento George Mallory a propósi-
orden cronológico, de manera que se pueda entender to de la razón que le movía a querer subir al Everest
qué dio pie a qué, y por qué los hechos se sucedieron (‘porque está ahí’), algo parecido experimentábamos
de una determinada forma. Por suerte o por desgracia quienes no entendíamos que nadie hasta entonces se
los hay que hemos estado metidos en el fregado desde hubiera preocupado en serio de dar una explicación
mediados de la última década del siglo XX, y eso ayuda fundamentada a esas obras de fortificación que motea-
incuestionablemente a situar las cosas, en el tiempo y ban por completo el trazado de los frentes madrileños.
en el espacio. Resultaba cuanto menos extraño saber que cualquiera
podía ir al castillo de Batres y aprender que el arcipreste
Lo que a continuación se narra es consecuencia de las de Hita había estado allí, o visitar el de Manzanares el
esperanzas de muchos, las voluntades de algunos me- Real conociendo su origen, su historia y sus remodela-
nos y el esfuerzo de unos pocos. Pero todos ellos, en ciones; incluso era posible recorrer la plaza de la Villa
alguna medida, han sido decisivos para que algo que en empapado de la historia de los torreones que la rodean,
1985 no existía, que diez años después era una plani- del antiguo alcázar pasto de las llamas o de las viejas
cie yerma, que a partir de 2005 se empezó a consolidar, cavas anexas a la Plaza Mayor, originadas por los cami-
captar la atención y compromiso de los responsables nos que cruzaban las murallas de Madrid. Todo eso era
políticos, cercanos ya a la segunda decena del siglo XXI posible. Pero saber qué era el Blockhaus 13 de Colmenar
constituye una realidad pujante y con visos de ser pa- del Arroyo, no.
rangonable a los principales referentes mundiales en la
materia. Ante este desierto informativo comenzaron a surgir pe-
queñas iniciativas, que poco a poco configurarían un pe-
destal sobre el que en la actualidad construimos Histo-
UNA GUERRA. 70.000 LIBROS. Y NINGUNO ria. Y esta es su historia, valga la redundancia.
SOBRE PATRIMONIO CONSTRUCTIVO
Se dice que la guerra civil española es el segundo acon- 1986. EN MÉXICO, BUTRAGUEÑO
tecimiento bélico sobre el que más obras han sido edi- Y MARADONA. AQUÍ, SEVERIANO
tadas, tras la Segunda Guerra Mundial y por delante de
la Primera. Recordamos que en su día existía un primer El verano de 1986 fue muy intenso. En algunos casos,
catálogo desarrollado por la editora de Marcial Pons, en dramático. Se opusieron los fogonazos de brillantez de-
el cual venían recogidas más de 40.000 referencias. La portiva que en el mundial de fútbol tuvieron Emilio Bu-
cifra de por sí es imponente, pero más lo es decir que tragueño, a tiempo parcial, y Maradona y su mano divi-
hace casi veinte años un estudio sobre la cuestión tute- na, a tiempo completo, con los zarpazos del terrorismo
lado por la profesora Alicia Alted Vigil elevaba el núme- en la capital de España.
ro a 70.000.
Mientras tanto, un profesor de Instituto, Severiano Mon-
Es natural imaginar que buena parte de ese acervo do- tero, organizaba una actividad pionera en la materia que
cumental está dedicado al análisis político del conflicto; nos ocupa. De acuerdo con la Comunidad de Madrid, en-
otra enorme porción, a las memorias de los protagonis- tonces presidida por Joaquín Leguina, el profesor Mon-
tas de los hechos; también hay lugar para la vertiente tero Barrado empleó los meses de julio y septiembre
militar, sociológica, moral, periodística o simplemente para organizar con sus alumnos diversos recorridos por
novelística. Y así es1. Lo que resulta en verdad paradójico la, hasta entonces, virginal línea de frente madrileña, en
es que durante más de medio siglo no se dedicara una una especie de primer acercamiento a la cuestión cuyo
sola línea al análisis patrimonial de lo que la guerra civil estado, en aquel momento, era de gráfica plana.

1. A este respecto es más que recomendable la consulta del libro “Guerra civil española. Los libros que nos la contaron”,
de Fernando Calvo. Editorial Almuzara, Madrid, 2017.
134 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

El objetivo de la loable iniciativa era claro: dibujar sobre andaban dándole vueltas a la posibilidad de iniciar estu-
el plano una geografía del vestigio, tanto desde una óp- dios sistematizados sobre todo el legado arquitectónico
tica modestamente cartográfica como ilustrativa, a base de la guerra civil en el llamado “teatro de operaciones
de fotografías y referentes literarios, que permitiera al del centro”. Ciertamente se trataba de individuos con
lego (en aquel momento, todo el mundo, salvo conta- inquietudes comunes, curiosidad rayana en la obsesión
dos y muy sesudos intérpretes del aparato gráfico de las y decisión para abordar algo que, incomprensiblemente
monografías de Bande) hacerse una idea cabal de lo que a su entender, ninguna institución, pública o privada, ha-
podía encontrar cincuenta años después de la lucha, al bía tratado aparentemente hasta ese momento.
recorrer la Comunidad de Madrid.

Este trabajo de campo, con un presumible esfuerzo ini- LOS ESFUERZOS INDIVIDUALES
cial en la consulta de los archivos militares —aparte de
la inmensa bibliografía temática atesorada por Juan Be- Sin querer centrar el análisis en una sola persona pode-
net, estimada en más de 4000 volúmenes— constitui- mos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que la sensación
ría finalmente la base para el catálogo de la exposición de vértigo al abordar una materia sobre la que no exis-
que al año siguiente (‘Escenarios de la guerra. Madrid ten estudios previos es similar a la emoción de poder
1936-1939’. Sala de exposiciones del Canal de Isabel II. hacerlo sin cortapisas, dejando a la intuición y al celo
Abril-mayo de 1987) permitió a los madrileños observar científico la creación de una metodología propia, adap-
por primera vez la realidad de los restos de la guerra tada a la tecnología de la época y a las limitaciones del
civil española en nuestra región. La obra del mismo au- esfuerzo unipersonal.
tor editada poco después, Paisajes de la guerra. Nueve
itinerarios por los frentes de Madrid constituye, por tan- Así las cosas, y no siendo el objeto de este repaso cro-
to el primer aldabonazo en la conciencia protectora de nológico referir sistemas de investigación, se fue desa-
nuestro pasado bélico más reciente2. rrollando por parte de quien en aquel momento sólo
quería acopiar, ordenar e interpretar científicamente una
materia sujeto de tesis doctoral, una paciente actividad
QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA… ¿Y DIEZ? que combinaba archivo militar, máquinas de lectura de
MÁS MOVIMIENTO EN LOS INSTITUTOS microfilms, fotocopiadora, escáner, digitalización carto-
gráfica, gestión de señal GPS (10 años antes de que los
De 1987 a 1997 trascurren diez años sin que —salvo esca- móviles dispusieran de tal facilidad), fotografía, medi-
sas iniciativas aisladas— particulares o instituciones den ción sobre el terreno y trabajo informático, con la fina-
mayor importancia al conjunto de obras silenciosas que lidad última de retener en un soporte perdurable lo que
sobrevivían, unas alejadas, otras pegadas (y algunas in- aún quedaba de los sufridos trabajos de fortificadores y
cluso deglutidas) por Madrid y sus alrededores. España, zapadores.
y ciertamente su capital, experimentaban cambios im-
portantes. De fisonomía urbana, de alternancia política En paralelo, existían otras personas que habían enfoca-
y de mentalidad. do su labor a la recogida del testimonio oral, del legajo
municipal o del archivo del cementerio local para, del
En estas estábamos cuando, como consecuencia del mismo modo, poder reconstruir distintas facetas del ci-
crecimiento poblacional y del realojo de colectivos ubi- tado episodio histórico. Igualmente había quienes reco-
cados en infraviviendas, salieron a la luz en 1997 un cu- rrían los terrenos de batalla buscando en superficie res-
rioso e interesante conjunto de construcciones militares tos de la lucha; o quienes se atrevían a aventurarse por
situado en el llamado “Cerro de la Mica”, en Aluche, jun- las cimas de las montañas y los fondos de los barrancos
to a la Casa de Campo. En aquel momento esta serie de a la caza de inscripciones o grafitos que dieran testimo-
fortines era ocupada por un grupo de familias de etnia nio de la presencia de los combatientes.
gitana procedente de Extremadura, y llamó la atención
no sólo a la televisión local, sino a un conjunto de profe- Unos y otros acabaríamos conociéndonos, intercam-
sores del instituto “Ntra. Sra. De Lourdes”, situado frente biando experiencias, vivencias, información. Y en algu-
al cerro, quienes manifestaron a la sociedad de entonces nos casos se generarían lazos de amistad y camaradería
la importancia de preservar e interpretar adecuadamen- para siempre.
te esta clase de testigos de hormigón.

Este grupo de maestros será decisivo a la hora de en- LA UNIÓN HACE LA FUERZA. NACE GEFREMA
cabezar, cinco años después, el primer movimiento aso-
ciativo serio orientado a la preservación del patrimonio Es evidente que existía un caldo de cultivo adecuado
constructivo de la guerra civil. Pero no adelantemos para unificar esfuerzos en esta empresa. Hacer la gue-
acontecimientos… rra por cuenta propia siempre permite apretar mucho
pero, evidentemente, abarcar poco. Por ello, y después
Mientras tanto, algunas personas a título particular de unas cuantas iniciativas restringidas al ámbito aca-
(entre los que se incluye el redactor de esas líneas) ya démico y con un radio de acción limitado a la zona de

2. “Paisajes de la Guerra. Nueve itinerarios por los frentes de Madrid”. Severiano Montero Barrado. Comunidad de Madrid.
Madrid, 1987.
UNA MIRADA PARTICULAR: EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES EN LA TOMA DE CONCIENCIA, SALVAGUARDA Y DIFUSIÓN 135

influencia del centro de enseñanza, el grupo de profe- ya iniciado a través de un simple libro. Conferencias en
sores del instituto “Lourdes” decidió dar un paso ade- diversos lugares, singularmente en Fresnedillas de la Oli-
lante. Junto a este embrión inicial aparecieron personas va, nos permitieron ponernos cara y ojos, hablar, debatir
de muy distinta procedencia e intereses; personas cuyo y valorar la posibilidad de consolidar y ampliar lo hecho
vínculo común era su preocupación por el estudio de la hasta entonces, a través de la creación de una estructura
guerra civil en nuestra comunidad. asociativa en la que la existencia de diversos integrantes
permitiría abordar proyectos de catalogación más am-
De esta forma, en una suerte de ceremonia conmemora- biciosos.
tiva plena de significado alegórico, la noche del 7 de no-
viembre de 2002 se constituyó oficialmente el Grupo de El grupúsculo fundador del posteriormente denominado
Estudios del Frente de Madrid, siendo sus socios funda- “Colectivo Guadarrama” era de apenas cuatro personas:
dores e integrantes de la primera junta directiva Antonio Jesús Vázquez, Ernesto Viñas, Ángel Rodríguez y quien
Morcillo, Luis de Vicente, Carlos Díez (todos del instituto esto escribe. A la hora de pensar en un nombre se vio
“Lourdes”), Juan García (de ‘Ecologistas en Acción’) y que el vínculo común a los cuatro era el Guadarrama, en
Ricardo Castellano, quien por aquel entonces aún anda- un caso como cadena montañosa (los de la sierra) y en
ba enfrascado en su tesis doctoral. el otro como río (los de la llanura), así que la cosa quedó
fijada de esa manera en junio de 2005.
GEFREMA es, incuestionablemente, el motor que pro-
voca el movimiento de la maquinaria asociativa en este Hay que decir que aunque nominalmente éramos “Co-
ámbito comunitario. Llega con vocación para quedarse, lectivo Guadarrama” la primera intentona de registro se
y pronto se demuestra que con un terreno tan propicio e vio rechazada, pues la administración lo consideró de-
inexplorado, vientos tan favorables y las enormes ganas masiado genérico, así que hubo que añadirle un “ape-
de sus miembros por aportar, su actividad va a exce- llido”, hasta completar su nombre oficial, “Colectivo
der con mucho la de mero canalizador para el posible Guadarrama, Grupo de Preservación Histórica”. Tenien-
análisis de vestigios, abarcando desde entonces un sin- do nombre, sede y gente con ganas de hacer cosas, el
número de facetas relativas a la divulgación de la GCE asunto echó a andar.
en Madrid: la edición de la revista “Frente de Madrid”,
las rutas guiadas, las presentaciones de libros, las jor- Merced a esas conferencias de las que hablábamos an-
nadas anuales… esta asociación, decana en su ámbito, tes hubo un peregrinar constante de personas que mos-
ha alcanzado una base de integrantes y un abanico de traban su interés por acercarse a lo que propugnába-
actividades enorme. Dejemos, no obstante, que sean sus mos, a saber, la realización de proyectos individuales de
responsables en la actualidad quienes glosen más en de- inventario limitados a un territorio físico (terrenos priva-
talle los años de andadura exitosa de GEFREMA. Y para dos) o administrativo. Poco a poco nuestra asociación
ello remitimos al lector al capítulo específico. fue creciendo, siempre con las ideas muy claras de no
dedicar ningún esfuerzo a cuestiones que se alejaran de
la catalogación de restos de la GCE.
POR SIERRA, BAR Y AIRE.
EL COLECTIVO GUADARRAMA En aquellos primeros dos/tres años contamos con un
aliado extraordinario: Ricardo Cabrero, alcalde de Fres-
Entre 2002 y 2004, con GEFREMA arrancando vigoro- nedillas de la Oliva, quien nos permitía reunirnos en el
samente, se produjeron algunos hechos relevantes para ayuntamiento los sábados que lo requeríamos, para así
el narrador de esta pequeña panorámica. Cuestiones de programar nuestras actividades. Fresnedillas, aparte de
índole estrictamente personal impedían su aportación constituir un referente único en la materia por la canti-
neta al esfuerzo de la anterior asociación, razón por la dad y calidad de vestigios que atesora el municipio, era
cual, coincidiendo prácticamente con la finalización del un punto de razonable equidistancia entre “la sierra” y
primer tomo monográfico sobre los vestigios de la GCE “el llano”, razón por la cual fue fácil y cómodo adoptar-
en Madrid3, abandonó aquella para dedicar su escaso lo como “cuartel general”. Aparte de eso, por razones
tiempo libre a la elaboración de un segundo tomo, que puramente logísticas solíamos terminar de discutir los
vería la luz tres años después. asuntos más allá de las 13:00, en alguno de los excelen-
tes bares del pueblo. Las costumbres carpetovetónicas,
Sin embargo, de forma totalmente inesperada, la edi- ya se sabe…
ción del citado libro causó una pequeña sacudida entre
los aficionados a la materia, quienes de inmediato y en El primer proyecto serio que abordó el Colectivo Guada-
número muy superior a lo imaginado usaron los —en- rrama salía, curiosamente, de los límites territoriales de
tonces— incipientes nuevos canales de comunicación la Comunidad de Madrid. Capitaneado por el profesor
(internet, correo electrónico) para remitir de forma es- Rodríguez Pascua, en 2006 se llevó a cabo un trabajo
pontánea sus impresiones al autor. conjunto entre Pablo Schnell, Emilio Usaola, Rafael Mo-
reno, Jesús Vázquez y Ricardo Castellano, fruto del cual
Esta reacción de personas afines provocó que un peque- se entregó a la Junta de Comunidades de Castilla-La
ño núcleo de apasionados decidiera dar continuidad a lo Mancha el primer catálogo de vestigios de la provincia

3. “Los restos del Asedio. Fortificaciones de la guerra civil en el frente de Madrid”. Ejército nacional. Ricardo Castellano.
Editorial Almena, Madrid. 2003.
136 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

de Guadalajara, del cual beberían en el futuro desde ex- legado material originado por la batalla de Brunete; libro
cavaciones arqueológicas de CSIC hasta museísticas o que finalmente vería la luz en 20114.
divulgativas (Abánades), y que se vería complementado
por un segundo dossier en 2008, además de la incor- A la par que desarrollábamos esta actividad, hurtando
poración de todo el acervo constructivo a las bases de horas a nuestros fines de semana y a nuestras familias,
datos de Patrimonio de la Junta (programa Amadis). desde la asociación se proyectó generar notoriedad
abriendo la cuestión al público en general, y lo hizo en
Ya se sabe que una cosa suele llamar a otra, y entre 2007 forma de jornadas anuales: el celo y empeño de Rubén
y 2008 el Colectivo Guadarrama volcó sus esfuerzos en de la Mata permitieron que durante cinco ediciones
ampliar sus inventarios (Navalagamella, Quijorna) y po- (2006-2010) la casa consistorial de Quijorna recogiera
tenciar la extensión del conocimiento sobre la materia una muestra de vestigios materiales, complementada
allá donde se solicitaran sus servicios. A tal efecto, en por las primeras recreaciones que tuvieron lugar en la
2007 se inició una fructífera relación de colaboración Comunidad, gracias a la colaboración de la entonces
con el CIGC (Centro de Investigación de la Guerra Civil), balbuceante (y hoy plenamente consolidada) asociación
promovido en el Real Sitio de San Ildefonso por el profe- de recreadores “Frente de Madrid”, así como ciclos de
sor universitario Eduardo Juárez, y en cuyas instalacio- conferencias temáticas y rutas guiadas.
nes de Valsaín y La Granja (ayuntamiento) dirigimos va-
rias conferencias a alumnos de secundaria, universidad En 2012 abordamos una nueva actividad catalogadora,
y público local. Cabe indicar que, diez años después, la en este caso en la vecina provincia de Segovia. Gracias a
relación simbiótica continúa, de lo cual daremos cuenta la relación que teníamos con el CIGC estuvimos durante
más adelante. tres fines de semana recorriendo las posiciones que se
fijaron tras la batalla de La Granja, y fruto de ese esfuer-
Creemos que es de justicia dedicar un pequeño espa- zo vio la luz una publicación inspirada por el mismo es-
cio aclaratorio a nuestra relación con Navalagamella. píritu que la de Brunete: dar a conocer el hecho histórico
Cuando en 2008 entregamos el trabajo de inventario al y el vestigio contemporáneo5.
alcalde, Enrique López, no nos imaginábamos que este
hecho proyectaría de forma definitiva a nuestra asocia- Al año siguiente (2013) pasamos de los terrenos de
ción dentro de las esferas culturales y patrimoniales de combate a la porfía informática. La Comunidad de Ma-
la Comunidad. Y explicamos por qué: a diferencia de lo drid, visto el ahínco con que peleábamos cada centíme-
que sucede en el estudio de otras facetas de los conflic- tro de trinchera, consideró oportuno que volcáramos
tos bélicos (y más si se trata de luchas civiles) el análisis a sus sistemas todo el conocimiento acumulado en los
patrimonial del mismo permite mantener una distancia quince años anteriores, de manera que se incorporó a
notable con los factores políticos desencadenantes, ya la herramienta INPHIS no sólo el fruto de todos nues-
que el cemento, el ladrillo o la ferralla son inertes, no tros esfuerzos previos, sino también las localizaciones
matan (si acaso, protegen). que habiendo llegado a poder de la Comunidad a través
de distintos conductos (intervenciones sobre el terreno,
Por ello es máxima asociativa la exquisita asepsia ideo- catálogos locales, etc) complementaban el trabajo del
lógica en el planteamiento y resolución de los trabajos. Colectivo Guadarrama.
Y este distanciamiento, que no supone la renuncia a las
creencias individuales pero sí la evitación de su plasma- En 2014, coincidiendo con un cierto parón de actividad
ción en los entregables, nos permitió a su vez relacionar- asociativa, y tras una ya larga experiencia en la publi-
nos de forma cordial por igual con ayuntamientos gober- cación de obras en muy distintas condiciones (con
nados por IU, PSOE o PP, de manera indistinta. Es más: editoriales privadas, públicas, privadas sostenidas con
en el caso de Navalagamella se dio la feliz circunstancia proyectos públicos, etc) decidimos lanzarnos a la autoe-
de que su alcalde, de IU, fue quien espontáneamente dición de nuestro primer trabajo de campo. Con las ma-
presentó a la Comunidad de Madrid, gobernada por el nos completamente libres, la monografía sobre los res-
PP, el catálogo, para que pudiera ser recogido de manera tos de Guadalajara6, de la que hablábamos al principio,
oficial en los sistemas de almacenamiento digital. permitió al público general tener conocimiento de un le-
gado que hasta ese instante había quedado circunscrito
Esta colaboración entre administraciones gobernadas al estricto ámbito académico y técnico.
por partidos de sesgo diferente es, de seguro, una ga-
rantía de mejor servicio al ciudadano, y por ello, y ante la Y al igual que sucedió con las iniciativas previas, la re-
entidad del material proporcionado, la Dirección Gene- acción superó con mucho lo esperado. En un mundo en
ral de Patrimonio Histórico decidió encargar al Colectivo el que las nuevas tecnologías (caray con la expresión…
Guadarrama la elaboración de un libro que recogiera el no sabemos si dentro de cien años se hablará de nuevas

4. “Arquitectura militar de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid. Sector de la batalla de Brunete”. Ricardo Castellano y Pablo Schnell.
Comunidad de Madrid. Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deporte y Portavocía de Gobierno. Dirección General de Patrimonio
Histórico, Madrid, 2011.
5. “El corredor de la batalla de La Granja. De campo de campo de batalla a Sitio Histórico”. Castellano Ruiz de la Torre, R.,
Juárez, E., Portero, J., Ramos, R. y Schnell, P. HG editores. Collado Mediano (Madrid), 2012.
6. “Guadalajara y la guerra civil, frente a frente”. Ricardo Castellano y Miguel Ángel Rodríguez. Colectivo Guadarrama.
Madrid, 2014.
UNA MIRADA PARTICULAR: EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES EN LA TOMA DE CONCIENCIA, SALVAGUARDA Y DIFUSIÓN 137

tecnologías refiriéndose a las que vieron alborear el si- la zona, decide crear un hilo en la sección “guerra civil”
glo XXI, de la misma forma que llamamos modernismo de la plataforma “forumup.es” a la busca de voluntarios
a algo que sucedió a comienzos del XX) han acortado que, en el marco de la batalla del Jarama, tuvieran inte-
dramáticamente la distancia que separa al emisor y al rés por potenciar la recuperación de los vestigios físicos
receptor de un mensaje, el facultar al lector para contac- de la lucha, con la idea última de llegar a crear un parque
tar con el escritor de forma inmediata es una garantía de temático, que sobrepase los límites municipales e inclu-
respuesta; de resolución de la duda sobre el efecto que ya rutas por los principales puntos de la batalla.
la obra haya podido causar en el público.
Este intrépido buscador de almas dispuestas, este pro-
Presentaciones en el Palacio del Infantado de Guadala- sélito de la causa, era Carlos del Castillo. Madrileño e
jara, en Sigüenza, en Abánades, en Madrid… la realidad idealista, llevaba ya algunos años instalado en Morata.
mostraba de forma evidente que existía una importan- A su llamada respondieron de inmediato unos cuan-
te demanda de conocimiento sobre este aspecto de la tos interesados, que al poco de conocerse físicamente
guerra civil que, por evidente, prácticamente no se había constituirían la asociación. Se trataba, además del pro-
tratado hasta entonces. En terminología arqueológica, la pio Carlos, de David Velilla y José Manuel Martín, tam-
cata estaba ofreciendo resultados muy prometedores; bién morateños, y los forasteros Javier Rodríguez, Jesús
en terminología estadística, la muestra daba pruebas de González de Miguel y —cómo no— quien esto escribe,
la existencia de un interés generalizado; en palabras de que no se ha perdido una. Luego vendrían David Lorien-
mercadotecnia, el potencial del producto/servicio intro- te, Roberto Blanco, Javier Junyent… pero no adelante-
ducido era enorme. mos acontecimientos.

Y así llegamos hasta 2016, momento en que la presen- A diferencia de lo que sucedía al hablar de GEFREMA o
tación de las jornadas sobre Fortificaciones del Siglo el Colectivo Guadarrama, en el caso de TAJAR el terre-
XX, auspiciadas por la Comunidad de Madrid y a las no estaba, digámoslo así, favorablemente abonado en el
que concurrimos como asociación presentando sendas momento de su constitución. No es que las cosas fueran
ponencias, supusieron un nuevo impulso al tema. Coin- a discurrir por raíles desde el minuto 0, pero hay que
cidimos en el acto muchos de quienes, tanto a título reconocer que los buenos contactos que los promotores
particular como oficial, la cuestión interesa, preocupa y locales tenían o, cuanto menos, el acceso a los centros
agrada. Ejército, administraciones, asociaciones, univer- de decisión facilitaron enormemente abordar con éxito
sidad, particulares… cada uno con un papel a desempe- las dos primeras actividades planificadas.
ñar; cada uno con una responsabilidad a asumir.
En 2009 se pudo instalar una cartelería completa, con
2017 se presenta como el año de la consolidación, de paneles indicadores de 9 rutas por los vestigios más sig-
la apertura definitiva a todos los públicos concernidos. nificados de la comarca. Una partida presupuestaria mu-
Como se dice de un tiempo a esta parte, la puesta en nicipal, una altruista aportación de conocimientos por
valor de los restos de la GCE puede ser, debe ser, un parte de TAJAR, y el primer aldabonazo para reivindicar
acicate para acercarnos de forma tranquila y sosegada a de forma activa el patrimonio bélico se logró de forma
nuestra historia contemporánea; la manera de que aque- inmediata. Hay que tener en cuenta que hasta ese ins-
llos lugares vinculados a la contienda puedan, al menos, tante ningún ayuntamiento de la zona, salvo Rivas, había
dar cuenta de su pasado al visitante con un nuevo enfo- mostrado el más mínimo interés por potenciar ese as-
que, pacífico y divulgativo. pecto histórico, cultural y turístico.

Con el cierre del inventario para la Comunidad de Ma- En 2010 el proyecto fue, si cabe, mucho más ambicioso:
drid y las participación en una nueva edición y catalo- merced a la concesión por parte del Ministerio de la Pre-
gación del curso Arqueología de los conflictos, junto al sidencia de ayudas enmarcadas en la recuperación de la
CIGC, la UNED, el Ministerio de Defensa y la Universidad memoria histórica, TAJAR abordó desde una doble ópti-
de Toledo, el Colectivo Guadarrama muestra su deter- ca la tarea de recordar y exponer los sucesos de febrero
minación de seguir investigando, aportando intensidad de 1937. Y lo hizo a lo largo del primer semestre del año
y compromiso a la apasionante historia de descubrir lo siguiente de una manera ciertamente original: por una
que la lucha dejó en frentes y campos de batalla. parte, editando una tirada de 1000 ejemplares con la
monografía correspondiente7, obra en la que miembros
de TAJAR y el Colectivo Guadarrama explicaban distin-
ENTRE EL TAJUÑA Y EL JARAMA: TAJAR tos aspectos de la batalla. Por otra, en colaboración con
Gecko Audiovisuales y Frente de Madrid, TAJAR produ-
Si en el caso del Colectivo Guadarrama el detonante jo otros 1000 ejemplares del DVD La batalla del Jarama.
para crear la asociación fue un libro, en el caso de TA- Una mirada histórica.
JAR (2008), por lógica evolutiva, se trató de un foro de
internet. Retrocedamos en el tiempo… La singularidad de dicha iniciativa estriba en que 600
de los 1000 ejemplares editados, tanto del libro como
Morata de Tajuña. Enero de 2008. Un vecino de la lo- del audiovisual, se reservaron para su envío a los cer-
calidad, muy comprometido con la actividad política en ca de 600 Institutos de Enseñanza Secundaria de la

7. “La batalla del Jarama. Un recorrido histórico por los escenarios de la lucha”. Asociación TAJAR, entre el Tajuña y el Jarama. Madrid,
2011.
138 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Comunidad de Madrid, de manera que todos los estu- Rey, son deudoras directas del fomento de conciencia
diantes madrileños pudieran tener acceso a una copia protectora que nuestra asociación inició en la zona hace
del trabajo divulgativo de TAJAR. ya diez años.

Coincidiendo con dicha actividad, TAJAR organizó en


febrero de 2011 las primeras Jornadas de la batalla del ¿Y A PARTIR DE AHORA, QUÉ?
Jarama, que al igual que había sucedido con el Colectivo
Guadarrama en Quijorna durante los cinco años prece- La respuesta a esta pregunta retórica se puede encon-
dentes, incluyeron ponencias, rutas guiadas y recreacio- trar con facilidad en cualquier folleto de arenga a las
nes. Desde entonces hasta la fecha nunca han faltado a tropas, en cualquier cartel propagandístico de los que
su cita anual, añadiendo a su apretado calendario algu- tanto uso se hizo durante nuestra pasada guerra fra-
nas actividades complementarias, como concursos de tricida: a partir de ahora, ni un paso atrás. Es labor de
fotografía y relatos, y procurando en todo caso que el todos los estamentos mencionados en estas líneas, de
evento se celebre entre febrero y marzo, para dar más todos los colectivos implicados, de todas las adminis-
verosimilitud a las recreaciones y al ambiente, al hacerlo traciones involucradas tomar conciencia de los hechos
coincidir con la época del año en que tuvo lugar la ba- que sucedieron y de los lugares donde se produjeron
talla. para así potenciar las actuaciones conservacionistas, y
lograr que lo que fue un capítulo negro de nuestro pasa-
En los últimos años la actividad de TAJAR ha permeado do más reciente se mantenga firme en la memoria de las
hasta otras localidades, y esfuerzos como la recupera- generaciones venideras, contribuyendo de esta manera
ción de los vestigios del cerro Melero, en Arganda del a la construcción de un futuro mejor para los madrileños.
INTERPRETACIÓN
Y COMUNICACIÓN
DEL PATRIMONIO
DE LA GUERRA CIVIL
ESPAÑOLA.
HERRAMIENTAS
Y METODOLOGÍAS
PARA APLICAR EN LA
COMUNIDAD DE MADRID

ÓSCAR NAVAJAS CORRAL


Universidad de Alcalá

JULIÁN GONZÁLEZ FRAILE


Espacios para la Memoria
141

1. INTRODUCCIÓN los espacios en los que se ubica este patrimonio y las


cualidades y características de dichos bienes, las pautas
Siempre que la memoria cultural cae en el olvido, un gru- para elaboración de mensajes estarán diseñadas funda-
po de personas desaparece (…). La presencia o la ausen- mentalmente para las visitas (guiadas) y para la carte-
cia, la vida o la decadencia de un pueblo no depende de lería y/o paneles interpretativos. No obstante, tanto las
la supervivencia biológica de un grupo étnico, sino de la
teorías y metodologías que se expondrán, pueden ser
supervivencia de la memoria cultural compartida (Heller,
2003: 7).
utilizadas para otros medios interpretativos (personales
o no personales) y museográficos.

El pasado es una sucesión de pasajes que quedan re- En la organización del presente capítulo el/la lector/a
gistrados de tres formas diferentes. Por un lado, en las se encontrará tres partes estructuradas en 8 secciones.
investigaciones, estudios y análisis que se enmarcan En la primera parte (capítulo 2), se hace una introduc-
dentro de campos de conocimiento como la Historia, la ción a la nomenclatura más acertada para tratar estos
Arqueología, la Antropología, etc. Esto crea fundamen- vestigios desde el punto de vista turístico, así como la
talmente lo que consideramos como macrohistoria. Por definición y taxonomía de quién o quiénes son los públi-
otro lado, en la memoria de la sociedad que se transmite cos actuales y potenciales interesados en estos bienes y
de generación en generación y que es donde tienen ca- lugares, sus motivaciones; los impactos que genera este
bida la microhistoria o intrahistoria. Y, por último, en los tipo de turismo; y la problemática ética de su puesta en
bienes resultantes de la producción material e inmaterial valor. En la segunda parte (capítulos 3 y 4), se presen-
que el ser humano va dejando a su paso. tarán las teorías y metodologías de la Interpretación y
Comunicación del Patrimonio, y de la Difusión Preven-
La memoria histórica, individual y colectiva, es –o de- tiva; todas ellas esenciales para la puesta en valor sos-
bería ser– una interconexión de esos tres registros. Una tenible de los recursos patrimoniales. La última parte
de las cualidades y responsabilidades del ser humano (capítulos 6, 7 y 8) está enfocada en ofrecer recursos
es, por tanto, la de mantener esos registros, revisarlos y que puedan ser de utilidad para profesionales, académi-
continuar (re)descubriendo otros nuevos. cos, administraciones, instituciones, sociedad civil, etc.,
que se embarquen en la puesta en valor de este tipo de
Esta memoria, en el fondo, «está conformada por ob- patrimonio.
jetivaciones que proveen significados de una manera
concentrada, significados compartidos por un grupo de Por último, en este trabajo se han omitido aspectos refe-
personas que los dan por asumidos. Éstos pueden ser rentes a tipologías de vestigios, contexto histórico, etc.,
textos, (…) pueden ser monumentos, (…) fiestas, cere- puesto que, aunque sean relevantes, ya han sido trata-
monias, ritos. Finalmente, la memoria cultural igual que dos en otros capítulos de este mismo libro.
la memoria individual está asociada a los lugares. Lu-
gares donde ha ocurrido algún suceso significativo y
único o lugares donde un suceso significativo se repite 2. TURISMO OSCURO Y TURISMO EN ESPACIOS
regularmente» (Heller, 2003: 6-7). Lo que nos lleva a un DE MEMORIA «TRAUMÁTICA»
concepto de patrimonio híbrido y paradójico, ya que es
capaz de mostrarnos la fractura con el pasado, la nostal- Hoy la guerra ha terminado. Y se visitan los lugares pri-
gia del recuerdo y, al mismo tiempo, nos enfrenta a su vilegiados. El turismo es la forma acabada de la guerra.
(re)construcción en un intento de superarla, sublimarla (Augé, 1998: 13).
y compensarla, siempre pensado en el presente y en el
futuro (Hernández i Martí, 2008: 33). Desde el inicio del nuevo milenio el turismo en espacios
relacionados con genocidios, contiendas bélicas, desas-
Es en este punto donde encontramos dos complejida- tres naturales o industriales, etc., se ha multiplicado de
des de la memoria cultural: (1) la selección de esos bie- forma exponencial. Este turismo no es algo nuevo como
nes y/o lugares, (2) y la atribución de significados. En el veremos, pero sí que ha entrado a formar parte de una
primer caso, la rigurosa investigación es la que determi- de las motivaciones principales del turista contemporá-
nará esa «selección». En el segundo caso, y es el motivo neo (Cohen, 2011).
de este capítulo del presente libro, estará en la interpre-
tación y difusión social del patrimonio. Esto nos lleva a El denominado ‘turismo oscuro’ o aquel que se genera
que toda puesta en valor del patrimonio es una sucesión en lugares con un considerable valor simbólico, en teo-
de toma de decisiones que nos conducen a un proceso ría, negativo, traumático y/o doloroso, es la simbiosis de
de planificación y gestión de recursos con un objetivo las visitas de un público no cautivo y la multiplicidad de
concreto (López-Menchero, 2012: 18). interpretaciones de hechos acaecidos en el pasado de
esos bienes y espacios patrimoniales (Niemelä, 2010).
Teniendo en cuenta estas premisas, en este capítulo se No obstante, el primer objetivo de este capítulo es aco-
van a desarrollan estrategias para el accionamiento del tar qué entendemos por Turismo Oscuro o Turismo en
patrimonio de la Guerra Civil Española de la Comunidad Espacios de Memoria Traumática, y su diferencia con
de Madrid de cara a los actuales y potenciales visitantes. otras designaciones.
Se hará hincapié en el fenómeno del turismo en espa-
cios de memoria traumática o lo que se conoce como En la literatura especializada podemos encontrar deno-
Turismo Oscuro. Asimismo, se otorgarán premisas para minaciones que hacen referencia a un turismo enfocado
la elaboración de un plan de difusión interpretativa y en momentos y puntos concretos donde han ocurrido
para la construcción de mensajes. Teniendo en cuenta acciones negativas (Black Spot Tourism), o un turismo
142 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

enfocado en el dolor y la pena (Grief Tourism) (Ro- El auge de alguna de estas modalidades entre los tu-
jek, 1993); un turismo macabro (Milking the macabre) ristas ha producido una serie de productos comercia-
(Dann, 1994); tanaturismo (Thanatourism) (Seaton, 1996 lizados que comienzan a clonarse en diferentes partes
y 2006); Turismo Negro (Dark Tourism) (Lennon y Foley, del mundo. Podríamos hablar incluso del comienzo de
1996); turismo mórbido (Morbid tourism) (Blom, 2000); una tendencia a la estandarización de los productos
turismo atroz (Atrocity tourism) (Ashworth, 2002); tu- emanados de este turismo. Uno de los productos, por
rismo de nostalgia (Stone y Sharpley, 2008); turismo en ejemplo, que se han comenzado a multiplicar son los
espacios patrimoniales difíciles (Difficult heritage) (Lo- tours relacionados con la historia de fantasmas, la lite-
gan & Reeves, 2009); turismo de tristeza (Kurnaz, Çeken ratura de terror, la historia de asesinos del pasado, etc.;
y Kiliç, 2013); turismo en espacios de memoria traumá- así sucede con el tour de Jack el Destripador de Londres
tica (Arrieta, 2016); y en menor medida podemos en- o el London Dungeon (Stone, 2006). Por otro lado, en-
contrar las denominaciones de turismo bélico y turismo contramos las necrópolis contemporáneas, sobre todo
militar. aquellos cementerios dentro o cercanos a las ciudades y
donde prima la mirada estética de lápidas y mausoleos,
¿Cuál es la denominación más acertada? En la actualidad las tumbas de personas famosos, o el halo espectral del
el término que se está imponiendo –o se ha impuesto– a mismo, como sucede con el cementerio del Père-Lachai-
la hora de definir esta tipología es el de Turismo Oscuro se de París o el cementerio de Whitby en el Reino Unido,
(Dark Tourism). El vocablo ‘oscuro’ ha conseguido ge- donde Bram Stoker se inspiró para escribir Drácula. Los
neralizar una actividad motivada por lugares donde ha museos y campos de batalla son los productos que más
ocurrido un hecho considerado socialmente como nega- se han puesto en valor en las últimas décadas y más co-
tivo y en el que se han producido pérdidas de seres hu- nocidos a nivel popular; entre ellos fundamentalmente
manos. ¿Esto quiere decir que dentro del turismo oscuro los relacionados con la Primera y Segunda Guerra Mun-
tiene cabida toda visita a un lugar con connotaciones dial y la Guerra Civil estadounidense, aunque cada vez
negativas?, es decir, ¿esta tipología se puede conside- más países recrean este tipo de lugares con historias
rar que aglutina las visitas, por ejemplo, a las casas del de su propio entorno. Junto a estos, espacios con un
terror, los museos de la tortura medievales, de la inqui- marcado sentido de dolor y sufrimiento son los campos
sición, a mazmorras, a espacios en los que ha ocurrido de concentración y/o exterminio; en la mayoría de los
un desastre natural, un campo de concentración o un casos socialmente asociados a la Shoah, aunque otros
campo de batalla? países han comenzado a poner en valor espacios simi-
lares en los que sucedieron acontecimientos atroces en
2.1. Clasificación su propia historia, como es el caso de España, Argentina
o Chile. Relacionados con los dos anteriores, otros pro-
Para intentar acotar aún más las fronteras entre las di- ductos que han surgido son los lugares conmemorati-
ferentes denominaciones y poder optar por una deno- vos, que no dejan de tener simbología hacia un pasado
minación común para las visitas a estos lugares y, en traumático y doloroso, y si bien, algunos como los de la
nuestro caso, a las que se producen en territorios con Primera y Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, están
bienes patrimoniales de la Guerra Civil Española, realiza- socialmente asimilados y son lugares para el recuerdo,
remos una categorización en función de la oferta, junto otros se encuentran a día de hoy en pleno debate social,
con las motivaciones de la demanda existente; puesto como es el caso del Valle de los Caídos en España. Como
que la puesta en valor de diferentes espacios son los se apreciará en la Tabla 2 este turismo es una práctica
que están determinando el tipo de público que acude cada vez más generalizada en todo el mundo (Carrasco,
y las características del mismo. Esto último, es crucial Padilla y Melgar, 2015).
para este libro, pues nos ayudará a intentar conocer el
perfil y las motivaciones de los actuales visitantes y de Debemos ser conscientes, más allá de valoraciones mo-
los potenciales. rales, éticas y/o culturales, que algunos de estos desti-
nos superan cifras de millones de visitantes, como Pom-
El turismo en espacios con algunas de las características peya con dos millones de visitantes, Auschwitz con el
apuntadas se asocia a un deseo por parte de la deman- millón visitantes, el Bosque de Aokigahara con cerca de
da de tener un trato cercano con aspectos relacionados 200.000 turistas o Chernóbil con 30.000; este último,
con la muerte. Así, podemos comprobar la existencia de también es cierto, con un número más reducido por la
una variedad de modalidades que entran en este. Si se- contaminación radiactiva.
guimos a Dann (2000) y a Lennon y Foley (2000) po-
demos clasificar estas modalidades entre los lugares de Sin embargo, el debate no se encuentra tanto en este
asesinatos en masa y genocidios (holocausto), museos epígrafe en las posibilidades de atracción de estos luga-
relacionados directamente con la muerte, cementerios, res, sino en si es posible poner en el mismo «cajón» una
mazmorras y prisiones, campos de batalla, espacios e visita a un campo de batalla de la Guerra Civil Española,
itinerarios relacionados con la esclavitud, lugares de un itinerario por las mazmorras de Edimburgo, una ruta
desastre naturales, y relacionados con fenómenos es- por los espacios de rodaje de películas como Drácula
pectrales y paranormales. En esta lista, también podrían basada en la obra de Bram Stoker o un campo de exter-
incluirse los lugares en los que ha sucedido un desastre minio como el de Auschwitz.
producido por la tecnología humana, como Chernóbil;
los espacios de delincuencia; la visita a lugares de con- Para algunos autores, como Lennon y Foley (2000),
flictos armados activos; y los lugares en los que se han existe una clara distinción en lo que se debe considerar
realizado rodajes de películas o series relacionadas con Turismo Oscuro con respecto a otras denominaciones.
hechos delictivos, asesinatos, etc. (Tabla 1). Para ellos el turismo oscuro está vinculado a eventos
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 143

TABLA 1. MODALIDADES DE TURISMO RELACIONADO CON LA MUERTE, LO TRAUMÁTICO Y LO OSCURO

Modalidades Descripción

Espacios donde se han producido asesinatos en masa o genocidios, como


Holocausto
campos de concentración, lugares como la Zona Cero de Nueva York, etc.

Museos relacionados
Museos conmemorativos o relacionados con diferentes conflictos bélicos
con la muerte

Cementerios Visitas a necrópolis

Prisiones y mazmorras Lugares en los que se han producido detenciones, torturas, etc.

Campos de batallas Espacios relacionados directamente con batallas.

Entrarían en esta modalidad tanto lugares en los que se produjeron actos


Turismo de esclavitud
de esclavitud, como los itinerarios relacionados con ellos.

Lugares en los que se ha producido una catástrofe natural


Desastres
y ha afectado a vidas humanas y bienes materiales.

Fenómenos paranormales Turismo relacionado con fantasmas y elementos espectrales.

Aquellos que han sido producidos por la tecnología y que suelen estar
Desastres humanos
relacionados con las actividades industriales.

Espacios, normalmente urbanos, que se producen actos delictivos o son


Delincuencia
famosos por ello en la actualidad, como las visitas a las favelas brasileñas.

A diferencia de los campos de batalla en este caso se trata de la


Conflictos armados
organización de visitas turísticas a lugares actuales de conflictos armados.

Visitas a lugares donde se han rodado series de televisión o películas con


Rodajes un marcado aspecto de delincuencia o muerte, como el caso del turismo
producido por la serie Narcos.

Fuente: elaboración propia.


144 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

TABLA 2. EJEMPLOS DE LUGARES DESTACADOS DE TURISMO CON LA MUERTE, LO TRAUMÁTICO Y LO OSCURO

Continente País Producto

Asia China Nanking. 300.000 muertos tras el ataque del ejército japonés (Viana, 2013).

Vietnam Killing Fields of Cambodia.

Japón Hiroshima Peace Memorial Park.


Nagasaki Atomic Bomb Museum.
Osaka Museum. Dedicado a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial
y a las prisiones de aquellos años.
Aokigahara o Bosque de los Suicidas en Tokio. Lugar conocido popularmente
para suicidarse. El turista puede encontrarse con restos humanos.

África Sudáfrica Isla Robben, isla que se utilizó como cárcel para políticos (Strange y Kempa, 2003).

Ruanda Murambi Genocide Memorial Centre (Ruanda). Relacionado con genocidio.

Europa Francia Pont de l’Alma (París), recuerdo a la batalla del Almá en 1854 en Crimea.
Normandía y los campos de batalla asociados a la Primera
y Segunda Guerra Mundial.
Lugar del accidente de Diana de Gales.
Catacumbas de París. Minas romanas convertidas en cementerio
durante el siglo XVIII, con restos de seis millones de parisinos.

Inglaterra Castillo de Lancaster. Usado como prisión para los esclavos y brujería.

Las mazmorras de y el Cementerio Greyfriars (conocido como Mausoleo Negro)


Escocia
en Edimburgo.

Ucrania Chernóbil. Murieron 25.000 personas (Araújo, Duque, Franch y Durán, 2014).

Polonia Auschwitz. Campo de concentración y de exterminio.

Bulgaria Monumento al ejército soviético en Sofía del periodo de la Segunda Guerra Mundial.

Italia Pompeya y Herculano. Relacionada con desastre natural.

Alemania Einsenman: monumento al Holocausto de Berlín (Zabalbeascoa, 2014).

Lituania El Parque Grutas. 171 estatuas de personajes pertenecientes al régimen soviético comunista.

El Osario de Sedlec. Capilla bajo la iglesia del Cementerio de Todos los Santos, Contiene cerca
República Checa
de 40.000 esqueletos humanos.

España Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza). Pueblo destruido durante la guerra civil española en la
que murieron más de 5000 personas.
Momias de Toledo. Sesenta momias pertenecientes al siglo XIX ubicadas en los sótanos de la
iglesia de San Andrés.
Terremoto en Lorca: el terremoto de Lorca (Murcia) se produjo en 2011.
Museo de las Brujas de Zugarramundi (Navarra).
Cementerio playa Cofete (Fuerteventura)
Valle de los Caídos (Madrid)

América del Norte EEUU Prisión de Alcatraz.


Campos de batalla de la Guerra Civil.
Asesinato de JFK y MLK.
Zona Cero de Nueva York.

Fuente: elaboración propia a partir de Lennon y Foley, 2000; Stone, 2006; Carrasco, Padilla y Melgar, 2015 y Barón Mosquera, 2017.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 145

contemporáneos, fundamentalmente aquellos que se utilizará, con mayor insistencia, y como sinónimo en
acontecieron desde principios del siglo XIX hasta la ac- numerosos casos, el concepto de ‘Espacios de Memoria
tualidad. Estos autores argumentan que esto se debe a Traumática’ (con la coletilla de ‘turismo’ precedente si
que a eventos anteriores a estas fechas «existe la simple fuera necesario)1. La razón principal para esta decisión se
cuestión de la distancia cronológica. Estos eventos no debe a que gran parte del patrimonio de la Guerra Civil
tuvieron lugar dentro de los recuerdos de aquellos que Española, fundamentalmente el que tiene posibilidades
aún están vivos para validarlos», y porque «los aconte- en estos momentos de ponerse en valor en la Comunidad
cimientos de las batallas antiguas y medievales, etc., no de Madrid, se encuentra diseminado por el territorio de la
plantean preguntas ni introducen ansiedad y duda sobre Comunidad. Además, esta denominación, sin el vocablo
la modernidad y sus consecuencias. Es este elemento ‘turismo’, nos permite hacer referencia a estos bienes en
particular de mercantilización de la ansiedad y la duda momentos en el que ese sector, encargado de la oferta y
dentro de las interpretaciones ofrecidas y el diseño de la demanda, no es el principal y único objetivo, sino que
los sitios como productos y experiencias (incluida la co- se equipara con los sociales y culturales.
mercialización y la generación de ingresos) que introdu-
ce el “turismo oscuro”» (Lennon y Foley, 2000: 12). 2.2. Perfil de visitantes

El concepto «Turismo Oscuro» fue introducido en el año Viendo esto, ¿quiénes son los públicos que visitan este
2000 por John Lennon y Malcolm Foley (2000) para tipo de lugares y bienes patrimoniales? Es indiscutible
aglutinar el creciente interés de una parte de los turis- que el turismo es uno de los sectores más importantes
tas por visitar lugares relacionados con la muerte y los de la actual economía global y se ha convertido en esen-
desastres recientes. Stone lo definió como «el acto de cial para algunos de los países del mundo. Esta industria
viajar a sitios asociados con la muerte, el sufrimiento y genera cerca del 10% del Producto Interior Bruto (PIB)
lo aparentemente macabro» (2000: 146). La literatura a nivel mundial, superando en volumen de negocio a
especializada fue relacionando esta tipología con visitas sectores como el alimentario o la automoción (WTTC,
a campos de batalla, sitios de asesinatos, desastres, an- 2016). Para España supone 75,3 millones de visitantes
tiguas prisiones, y lugares donde ocurrieron genocidio (turismo internacional) y un gasto de 77.000 millones
(Hodgkinson, 2013: 22). de euros. El peso de este sector a nivel general alcanzó
los 125.529 millones de euros en 2016, es decir, un 11,2%
En este sentido consideramos que ese tiempo histórico del PIB (INE, 2016).
puede acotarse aún más. Las características que unen
lugares desde el punto de vista turístico como Aus- Pero el Turismo, como industria o como actividad eco-
chwitz, Nanking, Hiroshima, la Batalla del Ebro o la Bata- nómica, no ha sido, o es, importante únicamente por su
lla y Frente del Jarama son: valor de mercado, sino que su impacto e influencia a lar-
go plazo se encuentran en los aspectos sociales y cul-
• Han acontecido en una cronología histórica re- turales. Cada año millones de viajeros se desplazan a lo
ciente, no más de 100 años, y están presentes en largo y ancho del Planeta, ya sea por ocio o por negocio,
el imaginario social y colectivo. lo que supone que numerosos territorios transformen
• Están conectados con personas que los vivieron o sus actividades económicas, sociales y culturales, ya sea
que indirectamente han tenido contacto por algu- para crear unas nuevas o para «enseñar», al menos, las
na razón (familiar, académica, investigación, etc.) últimas dos. Una de las metas fundamentales de este
con ellos. proceso es apelar a los impactos positivos y a los benefi-
• Continúan siendo de gran importancia para la cios de desarrollo que trae el sector, con el resultado de
construcción identitaria de un país/región o, en su poner en el mapa de la globalización la idiosincrasia de
defecto, son parte de una historia contemporánea la identidad de un país/región. Este sistema genera en
de la que todavía no se han producido una asi- los visitantes una serie de motivaciones que son las que
milación y consenso, incluso son parte de la pro- fomentan la elección entre un destino u otro y, por tanto,
blemática de la propia contemporaneidad política, los flujos de viajes.
social y cultural de dicho país/región.
• Los sucesos que representan estos espacios y bie- Las motivaciones en el sector turístico se pueden definir
nes patrimoniales atañen a una colectividad, no a como «la red global integradora de fuerzas biológicas
una individualidad. El imaginario que representan y culturales que da valor y dirección a las opciones de
alude a un conjunto de personas, más que perso- viaje, el comportamiento y la experiencia» (Pearce, Mo-
nificar una memoria colectiva bajo grandes nom- rrison y Rutledge, 1998). Las motivaciones son una parte
bres de la historia. fundamental a la hora de la planificación del turismo y,
en nuestro caso, para conocer qué y cómo interpretar. El
Con estas variables, consideramos que el patrimonio de turismo tiene numerosas formas de clasificarse, desde
la Guerra Civil Española y los espacios que son parte del el origen de la demanda, el tipo de oferta o desde va-
mismo encajan dentro de lo que denominaremos a partir riables socio-económicas y culturales. En nuestro objeto
de ahora como ‘Turismo Oscuro’. No obstante, y hacien- de estudio analizaremos el perfil del visitante, pero tam-
do referencia a la última variable: el territorio, también bién tendremos presente, de forma muy exclusiva, las

1. Espacios de Memoria Traumática es una denominación que ya se ha usado en otras publicaciones científicas más recientes, como
ejemplo véase en la bibliografía: ARRIETA, I. (ed.) (2016): Lugares de memoria traumática. Bilbao: Universidad del País Vasco.
146 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

TABLA 3. MOTIVACIONES DE LA DEMANDA DE TURISMO OSCURO

Motivación Descripción Autores/as

Búsqueda de la novedad, cambio de rutina y Crompton, 1979; y Mayo


Novedad
escapar del aburrimiento y Jarvis, 1981

Aventura asociada a novedad, incertidumbre,


Aventura Crompton, 1979, Krippendorf, 1986
excitación, etc.

Aficionados a la historia y a las estrategias


Aficionados historia Smith, 1996
militares

Lennon, 1996, Moufakkir


Aprendizaje Aprender lecciones del pasado y no repetirlas
y Burns, 2012

Experiencia Buscar experiencias Dann, 1998

Percepción
Cambiar la percepción de la mortalidad O’Rourke, 1998; Pelton, 2003
mortalidad

Satisfacer la curiosidad por lo inusual y el


Curiosidad Ashworth, 2002
entretenimiento por las apariciones horribles

Educación Valores pedagógicos Yuill, 2003

Conservación Conservar el patrimonio y la identidad colectiva Yuill, 2003

Contribuir financieramente a la conservación de


Economía Yuill, 2003
la historia de un lugar

Placer en la desgracia ajena y en la


Sadismo Seaton y Lennon, 2004
contemplación de la muerte

Búsqueda de identidad, encontrarse consigo Ashworth y Hartmann, 2005, Stone,


Identidad
mismo 2006; Chang, 2014; Korstanje, 2014

Violencia Interés en la violencia y sufrimiento Ashworth y Hartmann, 2005

Relaciones Afiliación personal con el evento, lugar o con Norrild, 2007, Biran, Poria y Oren,
personales alguien que participó en él 2011; Korstanje, 2014

Morbidez Necesidad de mirar cara a cara a la muerte Stone y Sharpley, 2009; Chang, 2014

Respuestas a preguntas del pasado y a


Respuesta Carrasco, Padilla y Melgar, 2015
asesinatos o catástrofes inexplicadas del pasado

Fuente: elaboración propia


INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 147

motivaciones, puesto que en este caso concreto el valor • Sector educativo. El público en etapas educati-
simbólico del patrimonio es de extraordinaria relevancia vas dentro de la educación formal y no-formal es
(Tabla 3). quien asegura una afluencia continua de público
a lo largo del tiempo, pero también debe verse
Revisando las motivaciones de la Tabla 3 nos encontra- como los que portan la esencia de la transforma-
mos con una serie de tipologías de turistas. Según Hod- ción social y el cambio de pautas de cara al futuro
gkinson (2013: 27-29)2 podemos clasificarlos entre: del patrimonio y de la propia sociedad.
• Sector académico y profesional. Este sector es más
• Aquellos que visitan para recordar. En esta cate- limitado en cuanto a volumen y más especializado.
goría entrarían principalmente parientes, seres Reclama una atención especializada en cuanto a
queridos cercanos, amigos, etc. contenidos, pero es fundamental a la hora de desa-
• Aquellos que se relacionan con un grupo específi- rrollar investigaciones y acciones en el futuro.
co de víctimas, ya sea por una conexión de identi-
dad o espiritualidad. Asociaciones y colectivos. En el caso del patrimonio de
• Aquellos grupos que aglutinan a sobrevivientes la Guerra Civil Española este sector de público no se
que acuden a confrontar su memoria, individual y debe olvidar. Por un lado, fueron el germen para inves-
colectiva, a reflexionar y, a menudo, compartir sus tigar, recuperar y poner en valor estos bienes. Por otro
experiencias. lado, son una fuente de recursos (humanos, documen-
• Aquellos que se desplazan por motivos educati- tales y conocimientos) imprescindible. Por último, es un
vos, generalmente enmarca a grupos escolares en público activo en cuanto al interés que poseen por visi-
viajes organizados. tar estos espacios en sucesivas ocasiones (fidelización),
como por la capacidad de atraer otros públicos.
El último grupo de visitantes son los turistas que no po-
seen una conexión directa (personal) con este tipo de Turismo cultural-patrimonial nacional e internacional. Es
bienes. el público no-cautivo tradicional dentro del sector tu-
rístico, es decir, a diferencia del resto de subcategorías
Para clasificar al público en nuestro caso concreto nece- presentadas este sector corresponde con aquellas per-
sitamos realizar una clasificación más amplia, que tenga sonas que se encuentran en su momento íntegramente
en cuenta al mismo tiempo a los que serán los visitantes y de ocio. Este sector es amplio y complejo. Su atracción
posibles visitantes, puesto que en España la puesta en va- hacia los bienes patrimoniales de la Guerra Civil tendrá
lor del patrimonio de la Guerra Civil y el acercamiento del que tener en cuenta los objetivos de conservación y di-
público al mismo de forma generalizada es un fenómeno fusión del lugar concreto en el que se quieren recuperar,
reciente, comparado con otros lugares y bienes patrimo- los objetivos de desarrollo cultural, social y económicos,
niales en otras partes del mundo donde está actividad la capacidad de carga del lugar y del bien (o bienes), y
está más desarrollada. Así, diferenciaremos, en un primer el tipo concreto de turista (edad, intereses, escala terri-
momento, entre público directo y público indirecto3. torial, etc.) que se desee atraer.

2.2.1. Público directo 2.2.2. Público indirecto

Esta categoría estaría integrada por aquellos sectores El patrimonio debe estar a disposición de toda la socie-
de la población que: (1) ya conocen este tipo de patri- dad; esta es una de las principales tareas de las políticas
monio y lo visitaban, (2) son parte del territorio en el que culturales y patrimonio y, al mismo tiempo, una de las
se encuentra el patrimonio, (3) para aquellos que supo- tareas más complejas. Al igual que se hacen esfuerzos
ne un recurso de aprendizaje, (4) y para los potenciales por mantener y acrecentar las audiencias, se deben im-
públicos que conforman de facto la actividad turística. plementar estrategias para aquellos sectores que nunca
Dentro de esta categoría de público directo debemos acuden a lugares patrimoniales. En esta categoría se in-
diferenciar los siguientes segmentos: cluyen esas audiencias y se han dividido en:

• Comunidad o comunidades. La vinculación de la • Los no-públicos. Aquellos que no consumen pro-


población y las acciones que se lleven a cabo con ductos turístico-culturales, no ya relacionados con
el patrimonio del territorio debe ser una de las lí- la Guerra Civil, sino en general4.
neas estratégicas. La comunidad no debe ser úni- • Público reacio. Aquellos públicos que, por razones
camente parte de los visitantes potenciales, sino ideológicas, emocionales, personales, etc., son
también, y más importante, debe ser parte del reacios a visitarlos. En este último grupo también
proceso en la puesta en valor. estarían incluidos/as aquellos/as que no están de

2. Clasificación realizada para el público que visita campos de concentración.


3. Para detallar esta parte consideramos recomendables las publicaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia y del
Museo Nacional de la memoria de Bogotá. Una de las más recientes es Museo Nacional de la Memoria: un lugar para el encuentro.
Lineamientos conceptuales y guion museológico (2017).
4. Un ejemplo de estudio para este sector se puede encontrar en la Subdirección General de Museos Estatales donde se hizo una
investigación sobre los no-públicos, para detectar qué era lo que les motivaba a no ir nunca a un museo. El Laboratorio Permanente
de Museos y el estudio pueden consultarse en: https://www.mecd.gob.es/cultura/areas/museos/mc/laboratorio-museos/que-es-el-
laboratorio/presentacion.html
148 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

acuerdo con la puesta en valor de este tipo de pa- dad cívica, etc. En este aspecto debemos apuntar
trimonio. que la educación no la entendemos únicamente
dentro de las etapas educativas formales, sino
2.3. Potencialidad de los bienes patrimoniales que consideramos que este patrimonio (como
de la Guerra Civil Española cualquier otro) posee un componente de concien-
ciación y de aprendizaje para cualquiera de las
Actualmente el número de museos y lugares conme- etapas del ser humano, enmarcándose dentro de
morativos está creciendo, lo que está aumentando ese la pedagogía global apuntada por autores como
interés por parte del público (Hughes, 2008), convir- Paulo Freire (2009 y 2012).
tiéndose en uno de los atractivos principales de algunos • Impacto mediático. El potencial de este tipo de tu-
destinos y con una capacidad de transformación conti- rismo y de la puesta en valor de patrimonio como
nua (Liebermann y Alejandro-Medina, 2012). Esto está el de la Guerra Civil Española hace que tenga un
provocando que se esté produciendo un cambio en la impacto en los medios de comunicación, tanto por
mentalidad, tanto al elegir el lugar de ocio, como a la las cuestiones éticas y morales que implica, como
hora de acercarse a este tipo de memoria y a sus bienes por el interés que suscita (Barón Mosquera, 2017).
patrimoniales asociados, llegando a ser algo determi- El uso de los medios de comunicación con este tipo
nante en la elección del viaje (Bowman y Pezzulo, 2009). de patrimonio es un arma de doble filo, puesto que
tienen la fuerza de generar imaginarios en la socie-
En España este tipo de turismo está teniendo cada vez dad y en el individuo. A la hora de generar públicos
mayor acogida. Quedan aún numerosos retos por afron- que visiten este patrimonio la imagen proyectada
tar, tanto desde la puesta en valor, como de la atracción por los medios tendrá una influencia sobre ellos
de demanda nacional e internacional. No obstante, sí (Woodside y Lyonski, 1989; Blom, 2000).
que podemos afirmar que constituye un foco de aten- • Impacto socio-cultural. Estos impactos en cier-
ción de la industria (cultural y turística) y, por supuesto ta medida están relacionados con los anteriores,
y ante todo, de la recuperación de parte de la identidad puesto que de forma transversal se complemen-
y la memoria individual y colectiva. tan. Nos referimos a las posibilidades que posee
la puesta en valor de este tipo de patrimonio para
Los impactos, ya sean positivos y/o negativos, que se áreas como el audiovisual (fotografía, cine, serie,
han analizado sobre el potencial de la puesta en valor de anuncios), la implementación del conocimiento
estos espacios y bienes patrimoniales son: académico en la industria cultural y patrimonial,
etc. Al mismo tiempo, el impacto social y cultural
• Impacto económico. Desde el punto de vista eco- de la activación de este patrimonio supone que se
nómico, el impacto que genera este tipo de turismo pueda acometer una de las «metas» o misiones de
está vinculado directamente a las actividades turís- toda intervención y planificación en política cul-
ticas y, en nuestro caso, asociado a la dinamización tural: la transformación de la sociedad, generan-
de territorios, lo que posibilita un impacto econó- do una concienciación en todos los niveles sobre
mico más amplio. Nos obstante, debemos recordar la importancia de detenerse a investigar cualquier
que este patrimonio no es «aceptado» por algunos huella de nuestro pasado independientemente del
sectores de la población, una realidad que también momento y contexto en el que aconteció o se creó.
se ha producido con otros patrimonios similares
en otras partes del mundo (Ashworth y Hartmann, 2.4. Conflictos éticos y morales del turismo oscuro y
2005). Estas variables afectan a la comercialización de los espacios de memoria traumática
de productos asociados al mismo, pudiendo caerse
en la tendencia de la unidireccionalidad a la hora «(…) para aquellos campamentos que permanecieron,
de dirigirse a un único público objetivo, es decir, el siempre ha habido un elemento de curiosidad y turismo
fidelizado; a la exclusividad de los sectores educa- (…) desde la década de 1950 (…). Con el tiempo, esta
voyeurista exigencia de presenciar los sitios reales del
tivos (Lennon y Foley, 2000); o bien, a una excesiva
Holocausto ha crecido exponencialmente. Esto refleja la
comercialización y/o banalización (Lennon y Foley, fascinación mediada por el público con el Holocausto,
2000; Neuraska, 2010). desde la explosión de conciencia pública posterior a la
• Impacto educativo. Uno de los valores más impor- emisión televisiva del juicio de Eichmann en 1961, hasta el
tantes de la sociedad es poder transmitir la me- impacto de la película de Hollywood de Steven Spielberg
moria colectiva de generación en generación. El La lista de Schindler en 1995 y el subsecuente ‘turismo
contacto de las nuevas generaciones con bienes de Schindler’ a Polonia. Esta fascinación con el Holocaus-
to en la conciencia pública continúa creciendo, tal vez a
patrimoniales como los de la Guerra Civil Españo-
medida que las atrocidades más recientes hacen que la
la supone activar la memoria vivida y la memoria relevancia del Holocausto se centre más y más en deta-
aprendida de las generaciones del futuro (Hal- lles» (Hodgkinson, 2013: 22).
bwachs, 2004) con la intención de que construyan
un pensamiento constructivo sobre el pasado. Por
lo tanto, la puesta en valor de estos bienes supone ¿Ofensivo? ¿Irrespetuoso? ¿No es ético? ¿Comercializa-
poseer una herramienta de primera mano para la ción? ¿Etnocéntrico? Uno de los aspectos más arduos de
educación formal y no-formal con la que trabajar tratar en este tipo de turismo es el de los aspectos éticos
temas históricos, culturales y sociales (modos de y morales. Aunque los dilemas que suscitan la puesta
vida, costumbres, ideologías, etc.), pero también en valor son de carácter social y cultural que dependen
temas de actualidad: valores y derechos humanos, de la sociedad que lo pone en valor o lo visita, existe un
cooperación, educación para la paz, responsabili- componente de orden global que afecta a todos estos
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 149

lugares y a sus visitantes: en todos ellos la memoria trau- La realidad moral y ética de la puesta en valor de los es-
mática, independientemente de la cultura que se trate, pacios con un pasado contemporáneo traumático, como
se encuentra presente, lo que supone que, ante todo, los de la Guerra Civil Española, se encuentra en la disolu-
se debe ser cauto y tremendamente respetuoso con su ción y simplificación del mensaje, la pérdida de autentici-
activación patrimonial pública. dad y enfocar las estrategias en el aumento de visitantes;
cuando en realidad nos encontramos ante la mayor opor-
Elementos como la angustia, el miedo, la culpa, la rabia, la tunidad que nos ha legado la Historia: poder reflexionar
revancha, etc., están presentes en cada uno de los espacios sobre nuestro pasado con sus cenizas aún candentes. La
en los que se recupera patrimonio con este valor simbóli- historiografía plantea una interpretación del pasado por
co. Si bien es cierto, estos sentimientos no tienen la misma medio de documentos, objetos e imágenes que distan al
intensidad en función de si se está visitando las catacum- menos centurias de nuestro presente. Este patrimonio,
bas de París o el campo de concentración de Auschwitz. en cambio, nos da la oportunidad de dialogar con él de
La diferencia sustancial es la «perspectiva histórica». El forma directa, incluso viva, entendiendo vivo por la me-
paso del tiempo y de las generaciones hace que algunos moria social aún presente en el imaginario colectivo5.
espacios queden lejos de la memoria cultural presente.
Lennon y Foley (2000), hablaban de cómo el holocaus- Si seguimos los planteamientos de Halbwachs «para ob-
to que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial nos tener un recuerdo, no basta con reconstruir pieza a pie-
legó un territorio con campos de concentración y extermi- za la imagen de un hecho pasado. Esta reconstrucción
nio que han creado ambigüedades morales a la hora de su debe realizarse a partir de datos o nociones comunes
activación turística. Por otro lado, Hodgkinson (2013) nos que se encuentran en nuestra mente al igual que en la
recuerda como Cole se refiere al dilema moral que sintió al de los demás» (2004: 34). Esto es justo lo que nos en-
visitar Auschwitz: experimentando un sentimiento de cul- contramos con el patrimonio de nuestra contienda civil
pabilidad que se convertía en un sentido «casi pornográfi- contemporánea. En ocasiones ocurre que un recuerdo
co de expectativa ante el voyeurismo adelante», como Keil o una memoria colectiva se ve influido por diversas for-
y Dalton reaccionaron ante la reconstrucción de Auschwitz mas de pensamiento, intereses (culturales, artísticos,
I y Auschwitz II (Birkenau) donde se ha permitido que el etc.), comportamientos, ideologías, etc., que acaban di-
sitio decline y los turistas deambulen por el sitio y hagan vidiendo la idea del recuerdo o de esa memoria en dife-
sus propias interpretaciones. rentes formas de interpretarlas, que acaba apegándose
a esa forma de pensamiento, guardando el recuerdo de
Yúdice (2005) ha sido testigo de cómo el turismo oscu- una parte de ese pasado, así «que muchas descripciones
ro refleja en algunos casos un pensamiento de dolor ren- de un pasado común no coincidan y que ninguna sea
table desde el punto de vista económico, convirtiendo al realmente exacta» (Halbwachs, 2004: 35). Cuando «(…)
visitante en un «consumidor de sufrimiento». Aunque la dos de estos grupos entran de nuevo en contacto, lo que
«explotación» del dolor o el sufrimiento no es algo nue- les falta precisamente para comprenderse, llevarse bien
vo. Tras de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en y confirmar mutuamente los recuerdos de aquel pasado
Nueva York, el alcalde declaró que la Zona Cero como un en común, es la facultad para olvidar las barreras que
espacio sagrado, lo que lo suponía no volver a construir los separan en la actualidad» (Halbwachs, 2004: 35). Es
en él nada que no fuese un «memorial» (Carrasco, Padilla necesario esa puesta en común transversal y liberada de
y Melgar, 2015). Esta visión contenía (y de hecho así ha imaginarios impuestos por el tiempo histórico.
sido) la posibilidad de convertir ese espacio, como otros
similares, en un lugar para el consumo turístico, funda- Cuando hablamos de olvidar y pasar página en temas
mentalmente porque una parte de los visitantes poseen la como la Guerra Civil Española, hemos confundido qué
motivación de la «moda de la nostalgia» (Jameson, 1991). es lo que teníamos que olvidar. No era lo que pasó, sino
las barreras que nos impiden a diferentes grupos o per-
La memoria histórica colectiva es una construcción so- sonas escuchar y comprender la otredad.
cial que, en el fondo, cuando padece sufrimiento ante
estos espacios en realidad es la exteriorización de un
sentimiento de culpa que como apuntaba Rieff: «La me- 3. COMUNICAR EL PATRIMONIO DE LA GUERRA
moria histórica colectiva tal como las comunidades, los CIVIL ESPAÑOLA
pueblos y las naciones la entienden y despliegan (…) ha
conducido con demasiada frecuencia a la guerra más Hay algunas áreas en la interpretación del patrimonio
que a la paz, al rencor y al resentimiento (…) más que la que tienen un fuerte impacto afectivo y emocional en las
reconciliación» (Rieff, 2017: 56-57). Por lo que debemos personas. Esto podría deberse a que la interpretación
atender que los problemas morales y éticos nos plantean toca recuerdos personales, por ejemplo, en los campos
estos espacios son una oportunidad para la reflexión y el de batalla donde los seres queridos fueron asesinados
autopsicoanálisis social. (McGuire, 1985).

5. El peligro de la focalización de las políticas de estos lugares en el turismo es patente, pudiendo provocar que el mensaje que se
quiera transmitir se diluya, transforme en todo lo contrario o pase prácticamente desapercibido. En Sachenhausen, a fines de 1992,
hubo un ataque de extremistas destruyendo dos antiguos cuarteles judíos; En Dachau, en 2001, los algunos edificios aparecieron con
pintadas antisemitas, antiisraelíes y antiamericanas. En Mauthausen, en 2009, los muros exteriores fueron cubiertos con grafitis racistas,
antisemitas. En Dachau algunos de los edificios han llegado a la masificación de visitantes que se agolpan para hacer fotos de la puerta
de entrada, las cámaras de gas y el crematorio. (Hodgkinson, 2013: 29-30).
150 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

La Interpretación del Patrimonio podemos definirla ¿Dónde se revela, se provoca y se relaciona? En la mente
como «una actividad educativa que pretende revelar del visitante, en lo que autores como Sam Ham o Jorge
significados y relaciones a través del uso de objetos ori- Morales, entre otros, denominan los ‘mapas cognitivos’;
ginales, por experiencia propia, y por medios ilustrati- esos espacios cerebrales en los que el ser humano alma-
vos, en lugar de simplemente comunicar información» cena, procesa y organiza la información pasada, consti-
(Tilden, 1977). El campo de conocimiento de la Inter- tuida por las experiencias y vivencias (educación infor-
pretación trata de establecer una situación de comuni- mal), desde el punto de vista social y medioambiental; y
cación y, a la vez, de descubrimiento. Se intenta que la por las enseñanzas y aprendizajes recibidos (educación
narración que se transmite se convierta en un diálogo formal y educación no-formal).
bidireccional, produciendo una reacción cognitiva en
el visitante. Con lo que las premisas que afrontamos en Esta disciplina nació hace ya casi un siglo y siempre
esta parte del capítulo y que son la clave a la hora de ha estado enfocada en el público no-cautivo (turistas
enfrentarse a la puesta en valor de bienes patrimoniales fundamentalmente) y público en etapas educativas. Su
son (López-Menchero, 2012: 39): (1) preguntarnos qué vinculación con campos como la comunicación, la mu-
es lo que queremos transmitir, es decir, qué mensaje es seografía, la psicología y la lingüística, hacen que sea
el más adecuado para el bien patrimonial, para la socie- el medio preferente a la hora de plantear la puesta en
dad y para el público visitante; (2) y planificar cómo se valor de bienes patrimoniales tanto en espacios cerra-
va a llevar a cabo, es decir, la elección del medio inter- dos como en contextos territoriales. De hecho, la visión
pretativo más eficaz para desarrollar la primera premisa. holística del patrimonio en su interrelación entre lo na-
tural y lo cultural a la hora de presentar a ese público
Freeman Tilden (1957), uno de los padres de la Interpre- no-cautivo, así como el surgimiento de elementos e in-
tación y difusión del patrimonio, propuso que para llegar fraestructuras como, por ejemplo, los centros de visitan-
a desarrollar estas premisas se deben tener en cuenta tes o de interpretación se deben a este campo del co-
seis principios: nocimiento. Estas particularidades es lo que hace de ella
la herramienta perfecta para el accionamiento de bienes
• Cualquier forma de interpretación que no relacio- patrimoniales de la Guerra Civil Española.
ne los objetos que presenta y describe con algo
que se encuentre en la experiencia y la personali- 3.1. La Importancia de una comunicación efectiva
dad de los visitantes, será totalmente estéril.
• La información, como tal, no es interpretación. Es ¿Cómo nos enfrentamos los profesionales que planifica-
una revelación basada en la información. Son dos mos la comunicación e interpretación del patrimonio a
cosas diferentes. Sin embargo, toda interpretación los espacios de memoria traumática? Como afirma Fy-
incluye información. son: «Nuestras preocupaciones habituales con las tác-
• La interpretación es un arte que combina muchas ticas y habilidades de los soldados, la magnitud de su
artes para explicar las materias presentadas; y éxito (o fracaso) y la importancia histórica de lo que
cualquier forma de arte, hasta cierto punto, puede ocurrió de hecho sirven para oscurecer las preguntas
ser enseñada. más amplias sobre la guerra como medio para resol-
• La interpretación persigue la provocación, no la ver las diferencias y la guerra como recurso de gran su-
instrucción frimiento humano» (1982: 3). Esto hace que se deban
• Debe ser la presentación del todo y no de las buscar otras estrategias de comunicación que hagan de
partes aisladamente, y debe dirigirse al individuo estos bienes una forma de trabajar el pasado para cons-
como un todo y no sólo a una de sus facetas. truir el futuro.
• La interpretación destinada a niños/as requiere un
enfoque radicalmente diferente. En el mejor de los La Interpretación, como herramienta comunicacional, es
casos necesitará programas específicos. un elemento clave en el turismo oscuro, pero por norma
general los mensajes que se construyen sobre los bie-
Estos seis principios se pueden resumir en tres puntos nes patrimoniales de conflictos bélicos son deficientes
fundamentales: provocar, relacionar y revelar. en los siguientes aspectos (Wallace, 1987; Uzzell, 1989;
Howard, 2003; Stone y Sharpley, 2009):
• Por un lado, toda interpretación debe ‘provocar’,
es decir, debe despertar el interés y la curiosidad • Los visitantes pueden perder la perspectiva de
en el visitante, para ello se deben crear vínculos aquello que están visitando, sobre todo los as-
entre el patrimonio y el visitante por medio de la pectos relacionados con lo cruel, lo doloroso, lo
temática elegida, el lenguaje que usemos, las es- respetuoso, etc., y convertirlo en una actividad tu-
trategias para suscitar la reflexión, etc. rística más.
• Por otro lado, toda interpretación debe ‘relacio- • Es necesario realizar una relación pasado, presen-
nar’, intentando hacer que ese vínculo se rela- te y futuro de los bienes interpretados. Numero-
cione con las experiencias y las vivencias de los sos de los mensajes que se construyen se quedan
visitantes, a través de analogías y metáforas que en la narrativa del pasado. Es necesario superar la
puedan servir de nexo de unión entre sus cono- mera idea de «nostalgia» del pasado, para conver-
cimientos previos y los conceptos que pretende- tirlos en una oportunidad para el futuro.
mos introducir. • Se deben realizar mensajes tomando en conside-
• Por último, debe ‘revelar’, en otras palabras, trans- ración que los momentos históricos son procesos
mitir mensajes que el visitante no solo no olvide, globales y transversales, no hechos puntuales
sino que, además, le inviten a reflexionar. para un espacio determinado.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 151

Fig. 1 Ejemplo de panel no interpretativo. Fuente: elaboración propia.

• Gran parte de las narraciones de estos espacios imaginario del visitante en comparación con otras
están vinculadas a una determinada ideología po- épocas de la historia.
lítica, acabando con toda objetividad y evitando • Las experiencias y vivencias. Estos lugares pueden
que el turista pueda hacer su propia interpreta- haber sido habitados por familiares, amigos, cono-
ción de los hechos. cidos, personas cercanas.
• Los turistas, por norma general, desean experi- • La capacidad de abstracción. Al ser una memoria
mentar de primera mano lo que allí aconteció. La reciente desde el punto de vista del tiempo histó-
autenticidad es uno de los valores más demanda- rico la abstracción emocional y sensorial que debe
dos en este tipo de espacios patrimoniales. Los realizar el visitante es menor con respecto a otros
argumentos que se construyan deben ser fiables y momentos de la historia, lo que supone un poten-
estar contrastados, fomentando la objetividad y la cial a la hora de interpretar y de realizar un vínculo
credibilidad en el público. empático entre patrimonio y visitante.

En líneas generales, la mayor parte de los autores re- Aquellos responsables de la interpretación de este pa-
conocen que estas variables llevan a una pérdida de trimonio y de los espacios en los que se encuentran de-
oportunidades para que los visitantes tengan una expe- ben ser conscientes de la complejidad de intentar llegar
riencia global de procesos y acontecimientos históricos, a conceptos como ‘veracidad’, puesto que entrarán en el
que fueron claves en el devenir histórico más allá de un debate inacabado de las diferentes narraciones y los sen-
territorio concreto y que han afectado a sus vidas con- timientos como: la lástima, el perdón, la rabia, el olvido,
temporáneas. la ofensa, la resistencia, puesto que como nos recuerdan
algunos autores «En las guerras, la gente se lastima, muti-
Para subsanar esto y realizar una «comunicación efec- la y mata de la manera más espantosa. Los niños quedan
tiva» partimos de la base de que la mente de los profe- huérfanos y los cónyuges son viudos. Esto es parte de la
sionales, como la de los visitantes o futuros visitantes, verdad» (Uzzell y Ballantyne, 2007: 509). Y esto, puede
no son territorios vírgenes, sino que por el contrario se entrar en un debate no solo con la memoria social, sino
encuentran plenos de variables que se almacenan en el también con los intereses de «atracción» de los visitantes.
bagaje personal, es decir, educación, experiencias, inte-
reses, etc. (Morales, 2001; Uzzell y Ballantyne, 2007). De No existe, ni existirá, una «buena» o «mejor» interpreta-
aquí, que debamos ser conscientes de que los factores ción y comunicación del patrimonio de la Guerra Civil
que influyen en la interpretación de estos espacios y de Española, sino que lo que habrá será un correcto proce-
los bienes patrimoniales que albergan, y que se deben te- so de planificación interpretativa que nos llevará a una
ner en cuenta son (Uzzell y Ballantyne, 2007: 503-509): «oportunidad» de interpretar, es decir, de crear una co-
municación efectiva capaz de hacer que el visitante se
• El tiempo histórico. Los espacios foco de la in- implique, conozca, sienta, empatice y reflexione sobre
terpretación poseen unas características geo- los bienes que está visitando y la memoria que contie-
gráficas, históricas y emocionales recientes en el nen. En las siguientes páginas, desarrollaremos pautas
152 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Fig. 2 Esquema para una Planificación Interpretativa. Fuente: elaboración propia a partir de Morales (2001).

para realizar dicha planificación e intentar crear oportu- • Salvaguardar y gestionar el recurso. La interpre-
nidades de interpretación mediante la construcción de tación y comunicación del patrimonio no es solo
mensajes efectivos. crear mensajes para visitas guiadas o medios in-
terpretativos (como paneles, por ejemplo), sino
3.2. Tener un buen plan. Pautas para elaborar un plan que su efectividad se encuentra en que la toma de
de comunicación e interpretación del patrimonio decisión de poner en valor supone un compromi-
so de conservación y gestión de los bienes, y los
Según lo apuntado anteriormente, toda interpretación mensajes que el público recibe suponen, al mismo,
debe ser: pertinente, amena, temática y organizada. Ese una concienciación para su respecto, es decir, ges-
decir, debe ser relevante para la vida y vivencias del vi- tión y conservación indirecta.
sitante (pertinente), debe ser atractiva y entretener sin
caer en la banalización (amena), debe tener un tema La planificación debe entenderse, por tanto, como un
clave (temática), y debe estar estructurada (organiza- proceso continuo de análisis que no está cerrado y se
da). Esto es lo que se conoce como PATO (Fernández muestra a cambios para su evolución y perfecciona-
Balboa, 2007; Ham, 2007). El último punto de estas pre- miento. Para comenzar una planificación interpretativa
misas es la que nos lleva a un punto esencial: la Planifi- debemos plantearnos tres cuestiones (Johnson y Scho-
cación Interpretativa. les, 1998; Morales, 2001; Miró, 2009):

La planificación es un proceso de análisis de medios, • La relación entre patrimonio e identidad: de qué


servicios, programas, recursos, y cualquier otra variable manera el patrimonio puede actuar o actúa como
conducente a transmitir mensajes. En definitiva, una for- elemento generador de imagen y de identidad te-
ma de planificar y organizarse que nos permite: rritorial.
• La relación entre patrimonio y economía: cómo
• Comunicar de forma interesante y efectiva. La or- garantizamos la rentabilidad de las inversiones en
ganización estructurada y meditación de los men- patrimonio.
sajes que se pueden construir es fundamental para • La relación entre patrimonio y sociedad: en qué
que dichos mensajes sean realmente efectivos. medida el desarrollo de una oferta patrimonial va
• Contribuir a la satisfacción de las necesidades del a contribuir a mejorar la calidad de vida de la po-
visitante. La correcta planificación nos permite re- blación.
flexionar sobre quién o quiénes visitan o pueden
visitar estos bienes patrimoniales, sus intereses, La elaboración de mensajes efectivos para el visitan-
necesidades, ideas, etc. te por medio de una planificación rigurosas es lo que
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 153

TABLA 4. VARIABLES INTERPRETATIVAS PARA VALORACIÓN DE RECURSO

Variable Descripción

La frecuencia con la que aparece ese rasgo en el área.


Singularidad
El grado de rareza y de representatividad.

Atractivo Capacidad para despertar curiosidad.

Capacidad de carga del lugar. La fragilidad de los recursos es algo


Resistencia al impacto
a tener muy en cuenta a la hora de la interpretación.

Acceso a diversidad
Posibilidad de acceso físico a una diversidad de público amplia.
de público

El grado de permanencia de los rasgos de un recurso (flora y fauna) así como


Estacionalidad
las condiciones climáticas que pueden provocar la estacionalidad de la visita.

Comprobar y notificar la cantidad de público que acude en la actualidad y


Afluencia actual de público
a qué espacios y recursos. Intentar justificar la demanda por visitar el mismo.

Disponibilidad de información Existencia de información fidedigna del recurso.

Es la facilidad que ofrece el lugar y su significado para ser explicado


Facilidad de explicación
en términos comprensible.

Oportunidad que ofrece el recurso para ser interpretados


Pertinencia de contenidos
en temas generales relacionados con los usuarios y el lugar.

Seguridad La seguridad personal de los usuarios.

Facilidad del lugar para recibir visitas tanto en accesibilidad


Facilidad de instalación
como en medios e infraestructuras.

Fuente: elaboración propia a partir de Morales (2001), Fernández Balboa (2007)


y Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para la Memoria (2009).

permite que un «simple» cartel o una «simple» visita y los bienes, así como de todo lo que los englo-
guiada se conviertan en una parte fundamental en la ba: tipo de espacio, problemáticas, población en
gestión patrimonial como los que se han apuntado en el que se encuentra, visitantes actuales, entorno
los tres puntos anteriores. Con estas premisas la plani- cultura y económico, etc. Una vez comprobado el
ficación se fundamentará, por tanto, en el trabajo sobre espacio y el recurso y sus peculiaridades más vi-
el destinatario + el intérprete + las capacidades del re- sibles es cuando se puede formar un equipo mul-
curso; o lo que se puede traducir en la ecuación inter- tidisciplinar con el que poder trabajar de forma
pretativa CR + CP + TA = OI (Conocimiento del Recur- transversal.
so + Conocimiento del Público + Técnicas apropiadas = 2. Formulación de objetivos. Una vez diagnosticado
Oportunidades de Interpretación) (Morales, 2001). y con la «radiografía» global del lugar se pueden
formular los objetivos. Estos se dividirán en objeti-
Para Jorge Morales (2001) en la elaboración de una pla- vos de planificación y objetivos de interpretación.
nificación interpretativa se deben tener en cuenta las si- • Objetivos de planificación (Generales). Estos
guientes fases (ver Ilustración 1): objetivos tienen que hacer mención a la pues-
ta en valor a largo plazo, es decir, cuestiones
1. Anticipación o situación de partida. En esa fase se como: ¿cuál es la misión y visión de gestionar
debe realizar un diagnóstico del lugar patrimonial por medio de la puesta en valor?, ¿qué valores
154 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

de desarrollo (económico, social y cultural) se los mensajes específicos y seleccionar los medios
pretenden conseguir?, ¿cómo va a repercutir interpretativos más adecuados para transmitir
en la conservación del bien o el territorio?, o ese mensaje.
¿cuál va ser la implicación con la población o 6. El Plan. Es la tangibilización por escrito del traba-
las sinergias con otros recursos y actividades? jo realizado hasta este momento. Todas las fases
• Objetivos de Interpretación (específicos). Es- anteriores van a cobrar «vida» en este documen-
tos objetivos están destinados íntegramente al to que se convertirá en el elemento con el que
visitante y al mensaje concreto que se quiere se ejecutará la interpretación. Este documento no
transmitir. Hay tres objetivos específicos fun- es una herramienta estática, sino que es el pilar
damentales: para la toma de decisiones y el objeto de referen-
- Objetivos educativos, lo que podemos tra- cia para las mismas o para las dudas que surjan.
ducir en: ¿qué queremos que los visitantes Así mismo es una herramienta que quedará para
(cualquiera que sea su tipología) sepan? aquellos que continúen con el programa y, por lo
- Objetivos emocionales, es decir, ¿qué que- tanto, debe ser modelable y evolutiva. Se puede
remos que los visitantes (cualquiera que sea dividir en el siguiente índice: El equipo técnico
su tipología) sientan? (breve descripción), introducción (o anteceden-
- Objetivos actitudinales, transformado en tes), la justificación de la planificación. Orígenes
cuestión sería: ¿qué queremos que los vi- de la iniciativa, necesidades detectadas y el al-
sitantes (cualquiera que sea su tipología) cance de la intervención, metodología(s), bienes
hagan? patrimoniales objeto de estudio, destinatarios,
3. Inventario y recopilación de información. Una vez objetivos para la interpretación, el mensaje que
concretado los objetivos es cuando se debe co- se va a transmitir (su elaboración), los servicios
menzar a recopilar fuentes documentales, o a ge- interpretativos, seguimiento y evaluación, necesi-
nerarlas si no existieran, con la finalidad de tener dades de investigación complementaria, referen-
el mayor grado de información rigurosa que nos cias y anexos.
ayude a construir el mensaje. Entre la información 7. Ejecución. Es la puesta en marcha del plan.
relacionada con el recurso estarían: documentos, 8. Evaluación y seguimiento. Es la evaluación de lo
bibliografía, fotos, mapas, entrevistas, etc. que se ha realizado y la revisión del plan inter-
4. Análisis. En la fase de análisis se realizará una pretativo.
criba de la información recopilada, seleccio-
nando aquella que más ayude al conocimiento Ante todo, el objetivo de la planificación y del plan resul-
del público (actual y potencial), los conceptos tante tiene que ser el de hacer que el visitante entre en
y bienes esenciales o interesantes para la in- un proceso de aprendizaje que le lleve a comprender y
terpretación, los espacios y las infraestructuras preservar un bien patrimonial de forma autónoma.
existentes o con posibilidades. En este aparta-
do se debe tener algunas consideraciones con 3.3. Guía para confeccionar mensajes para
respecto al bien patrimonial que se va a accio- el patrimonio de la Guerra Civil Española
nar desde el punto de vista interpretativo (Mo-
rales: 2001, 178-188). Se deben buscar aquellos Una vez organizado el trabajo de planificación, donde
elementos que sean los más representativos o tendremos un diagnóstico completo de la sociedad, el
que permitan unas oportunidades de interpre- público, el territorio y los bienes patrimoniales a inter-
tación evidentes, para ello se ponderarán los pretar, tenemos que proceder a la construir el mensaje
recursos en función de unas variables (Tabla más efectivo posible. Este mensaje se puede construir
4 y 5). Para ello es fundamental que en estos en referencia a elementos puramente informativos o a
puntos 3 y 4 se realice un inventario interpre- aquellos que añaden componentes creativos. La nece-
tativo de los recursos para poder seleccionar sidad del recurso o los objetivos del propio emisor pue-
aquellos que con mayor efectividad van a ser el den decantar la decisión de utilizar uno u otro mensaje.
vehículo del mensaje que queremos transmitir. Nosotros siempre nos decantaremos por un mensaje
Otra de las fases importantes de este análisis es creativo que consiga la sensibilización a largo plazo que
que en este momento es cuando se seleccionan deseamos, es decir que se convierta como vimos en un
los temas principales y los tópicos6 más adecua- elemento provocador cognitivo y que ayude a la conser-
dos para la interpretación del bien o los bienes vación y gestión del bien y el espacio (territorial) en el
en cuestión, puesto que es en ese momento del que se ubica.
proceso cuando todo el trabajo documental y
de campo empieza a definirse. Así mismo, es el No es sencillo intentar construir mensajes para un perio-
momento para discernir si los posibles equipa- do de la historia tan dramático para una sociedad como
mientos y medios interpretativos. lo fue el de la Guerra Civil Española. Lo primero es inten-
5. Síntesis. En esta fase el equipo ya tiene todo el tar saber quién visita estos lugares; algo complejo, pues
material y el análisis de los más relevante. Es aquí ni en las publicaciones al respecto hasta el momento7
cuando se puede diseñar tanto el mensaje global, pueden atisbar el público objetivo.

6. La explicación de los diferentes niveles de lectura y la elaboración de tópicos y mensajes se tratará en el punto 3.3.1.1. Niveles de lectura
a la hora de crear mensajes.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 155

TABLA 5. EJEMPLO DE FICHA INVENTARIO INTERPRETATIVO DE RECURSOS

Proyecto Recuperado e interpretado el Patrimonio de la Batalla del Jarama


de la Guerra Civil Española

Recurso Trincheras

Ficha Número 3

Puntuación matriz 49

Localizacion Se encuentran en todo el frente. Rodeando el cerro de los Migueles y continuando su


silueta hacia el pueblo de Rivas y hacía Madrid en sentido opuesto.

Descripción La base de la defensa la constituye la trinchera lineal. En este caso se trata de una
gran trinchera que recorre la base del cerro y se prolonga en distancia hacia el Oeste
llegando a Madrid capital por la zona de Legazpi, aún visible en gran parte, y hacia el
Este a enlazar con la trinchera del Cerro de El Piul, actualmente casi desaparecidas.
Nos encontramos en una trinchera relativamente amplia, de un metro o más de
ancho, con una altura variable de 1’5 a más de 2 metros, según zonas, normalmente
con parapeto en el frente y de la que salen tanto a vanguardia como a retaguardia
los distintos elementos auxiliares de la trinchera y que más adelante se detallan.
Su estructura es de un perfil zigzagueante, pero mantiene una serie de curvas en su
desarrollo para adaptarse al terreno, con lo que resulta sensiblemente horizontal,
apenas tiene cuestas, al menos en la zona de “Los Miguelitos”.

Estado En función del lugar en el que se encuentren se pueden encontrar algunas en


perfecto estado y otras se han degradado casi hasta desaparecer.

Claves interpretativas Importancia Tópicos Temas


Muy relevantes para Insalubridad, vida La vida cotidiana
explicar la vida en el cotidiana, muerte, en la tierra
frente y para acceder a desconsuelo, rutina, Vivir como topos
diferentes vestigios supervivencia Sentir el paso del tiempo
Esconderse para sobrevivir

Imagen
156 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

MATRIZ PARA LA EVALUACIÓN DEL POTENCIAL INTERPRETATIVO. TRINCHERAS

Criterios Explicación Valoración

Singularidad Es un recurso bastante abundante 7

Atractivo Transitar por las trincheras supone un aliciente para el visitante 8

Resistencia al impacto Se puede utilizar sin demasiado peligro para el propio recurso 8

Acceso a la diversidad Tiene complejidad de acceso para personas con movilidad


4
de públicos reducida

Alta. Es un recurso muy cercano a un público universal


y que permite relaciones de contenidos con el entorno.
Temática coherente Es un recurso que técnicamente se puede explicar con 4
facilidad, pero su morfología hace complicada la explicación en
grupo

Representatividad Es uno de los recursos donde se potencian las competencias


6
Didáctica procedimentales primando la vivencialidad.

Disponibilidad
Existe información abundante de este recurso 5
de información

Afluencia actual Como en el resto de los recursos éstas se visitan siempre


2
de público que se realizan actividades

Como en el resto de los recursos no es de uso fácil los días


Estacionalidad 3
de lluvia

Seguridad Se debe tener prudencia con la fragilidad del suelo 2

Facilidad de
No evaluable 0
infraestructuras

Totales 49

Fuente: Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para la Memoria (2009).

Si recordamos las pautas que apuntábamos en el apar- • Tener un guion lógico. Debe poseer una línea ar-
tado de comunicación efectivas, todo mensaje debe gumental estructurada en secuencias lógicas, con
contener las siguientes pautas: ideas limitadas, contextualizadas e importantes
para la memoria individual y colectiva del visitante.
• Atractivo. El mensaje y el soporte deben atraer al • Tema interpretativo. Es la idea central del mensaje.
visitante. Lo que el público debería poder recordar.
• Comprensible. Los mensajes han de tener un sig-
nificado para el público. Que un mensaje sea com- Esto sirve para elaborar mensajes para la realización de
prensible dependerá de la educación, la cultura y visitas guiadas, teatralizadas audioguías, folletos, pa-
los intereses del sujeto. Debemos conocer a nues- neles, videos, etc. En los siguientes subapartados nos
tro público para saber cuál es su universo y la can- centraremos en la construcción de mensajes para sopor-
tidad de significados que es capaz de recibir. tes físicos que puedan estar ubicados al aire libre o en
• Relevante al ego. La información debe tratar de recintos cerrados como centros de interpretación, mu-
empatizar con las experiencias pasadas del recep- seos, etc.; y se expondrán pautas para la creación y rea-
tor que permanecen en su memoria, con sus in- lización de visitas guiadas, puesto que para este tipo de
quietudes e intereses. patrimonio se desaconseja la visita autoguiada, excepto

7. No existen estudios de públicos específicos en España para esta tipología. Véase NAVAJAS CORRAL, O., y GONZÁLEZ FRAILE, J.
(2017). Turismo en espacios de conflicto. Análisis de la puesta en valor del patrimonio de la Guerra Civil Española en la Comunidad de
Madrid. methaodos.revista de ciencias sociales, 2017, 5 (1): 155-172.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 157

Fig. 3 Ejemplo de niveles de lectura en paneles interpretativos. Fuente. Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para
la Memoria (2009).

que las condición de gestión y preservación sean las e interpretativo el ideal sería poder contar con infor-
idóneas. mación básica del visitante, así como edad, formación
académica, etc. Sin embargo, conocer la edad, el tipo
3.3.1. Características lectoras de los visitantes de grupo, sus conocimientos, el lenguaje que usan o sus
intereses específicos, entre otras variables, no suele es-
El público, como vimos en el análisis de la demanda del tar ni al alcance de quien confecciona paneles interpre-
turismo oscuro, no es universal, sino que se circunscribe tativos ni de quien hace visitas guiadas, por lo que, a
a diferentes sectores en función de sus intereses, viven- la hora de elaborar mensajes, fundamentalmente si se
cias, valores, etc. Con el patrimonio de la Guerra Civil, confeccionan para soportes materiales, se debe tener en
esto se complica por los estereotipos que revolotean en cuenta que los/las visitantes:
él. El objetivo, en cualquier caso, es hacer prescriptores,
aliados y protectores del patrimonio y la memoria. El pa- • Están en medio de un paseo en el que el acto de
trimonio no tiene la culpa de las decisiones e ideologías, leer es una interrupción.
pretéritas o presentes, del ser humano. • Probablemente hayan asignado una cantidad limi-
tada de tiempo para esta experiencia.
A nivel general las características del público que visita • Están leyendo mientras están de pie, con lo que se
recursos patrimoniales con información escrita son las incrementa el cansancio.
siguientes: • Se frustran fácilmente, especialmente si el posicio-
namiento y la iluminación de lo que leen significa
• Los visitantes leen un promedio del 20 por ciento que tienen que agacharse, forzar la vista, etc.
del texto y pasan una media de 2 segundos leyen- • Se (suelen) distraer con lo que acontece a su alre-
do cualquier texto para un espacio patrimonial. dedor, incluida la interacción social con sus com-
• Los textos que más se leen son los títulos y sub- pañeros/as.
títulos y lo que menos se leen son aquellos que
tratan sobre ideas. De aquí que los mensajes que vayamos a construir deban
• Si se detienen a leer, los visitantes leen una media ser: impactantes, entendibles, persuasivos, convincentes
de 20 a 30 palabras durante 2-3 segundos. y emocionales (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 106). En
conclusión, los textos resultantes deberían seguir la fór-
Estas tres características hacen que nuestro trabajo de mula apuntada por Santos Mateos: A+B+C+D=E, es de-
elaboración de mensajes tenga que estar bien planifi- cir: Atractivos + Breves + Claros + Directos = Efectivos)
cado y meticuloso para que sea efectivo y consiga sus (Mateos, 2012: 86-87).
objetivos.
3.3.1.1. Niveles de lectura a la hora de crear mensajes
Los textos elaborados, ya sea para soportes materia-
les o bien para visitas guiadas o autoguiadas, tiene la El primer paso para preparar este tipo de mensajes se
función esencial de ayudar al visitante a comprender debe distinguir entre diferentes niveles de mensaje (Ta-
un bien o espacio patrimonial e intentar provocar en él bla 5 y 6, e Ilustración 4) a la hora de poder planificar
una conexión de aprendizaje y reflexión crítica (Rigat, y llevar a cabo una interpretación de calidad (Morales,
2005: 154). En la elaboración de un mensaje de calidad 2001; Fernández Balboa y Taubenschlag, 2007):
158 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

TABLA 6. EJEMPLO DE NIVELES DE LECTURA EN LA CONSTRUCCIÓN DE MENSAJES INTERPRETATIVOS

Aspectos En este cartel se apela al ego (pertinencia del visitante) y a la autoreferencia personal.
interpretativos Se trata de que el visitante viva la experiencia de la trinchera después de haber
cruzado por ella y llegar hasta este lugar de línea de frente.

Objetivos de
Qué el visitante sea capaz de Sentir
Interpretación

Niveles de mensaje Tópico


Guerra Civil Española
Subtópico
Vida en las trincheras
Frase-Tema
La trinchera…, un duro lugar para vivir
Mensaje (texto)
«Lo único que hay en las trincheras es miedo y mal olor» (León Marugán,
excombatiente).
La trinchera era el espacio donde el soldado pasaba más tiempo. Fumar, escribir a la
familia, las bromas con los compañeros y la disciplina eran las armas para sobrellevar
una larga e inhóspita estancia.
Texto específico
Si quieres saber más: Las trincheras debían poseer una cualidad de ocultación
procurando que su trazado siguiese la configuración del terreno emulando a la
naturaleza, un buen campo de mira y fuego, buen desagüé y fácil higienización,
permitir el ataque y las reacciones ofensivas, de rápida construcción, facilitar las
comunicaciones, y… proporcionar todas las comodidades posibles a los soldados.

Imagen

Referencias Texto e imagen extraídas de «Elementos de Fortificación», editado por el Grupo de


Unidades de Fortificaciones y Obras, Sección Técnica, hacia 1937

Tamaño del cartel 86 x 38

Fuente. Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para la Memoria (2009).
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 159

• Tópico. Es una materia, generalmente descriptiva. principal, los objetivos comunicativos, la audiencia
No da valor a la comunicación. En nuestro caso y los requisitos del tono y la voz.
podría ser, por ejemplo: la Guerra Civil. • Anécdotas, frases hechas y humor (especialmente
• Tópico específico. Es un paso más, algo que des- en los museos o las colecciones donde la historia
tacar del tópico; por ejemplo: la Guerra Civil sería tenga un papel significante). De este modo, tras-
el tópico; y el tópico específico: la vida en la Gue- ladamos al visitante al pasado y atraemos su cu-
rra Civil. riosidad. Eso sí, no se trata de escribir chistes ni
• Tema (frase-tema). Es el enunciado. A diferencia abusar de frases hechas o del humor, puesto que
del tópico, el tema o la frase-tema es una oración podríamos provocar efectos contraproducentes y
con sujeto, verbo y predicado. Por ejemplo: los rechazo en el lector. No todos tenemos el mismo
hombres que vivían como topos8. sentido del humor ni los mismos conocimientos
• Mensaje. Es el texto específico, completo, con ini- lingüísticos.
cio y final que comunica algo a alguien y que sirve • Las citas son una forma de presentar diferentes
como la frase-tema para responder a: ¿y qué es voces a sus etiquetas (Tabla 7). Ellos pueden agre-
eso?, ¿qué quieres transmitirme?, ¿y qué quieres gar deleite. Pero evita el plagio. Tenga cuidado de
que haga?, etc. copiar literalmente las palabras de otras personas
en sus notas sin insertar comillas. Si incluye citas
3.3.2. Características del lenguaje y el formato en sus materiales, asegúrese de anotar los detalles
de los mensajes de la fuente. También verifique que haya copiado
la cita correctamente.
Para conseguir textos efectivos hay que tener presente • Se debe incluir información importante al comien-
una máxima: «si se trata de un elemento de mediación zo de la oración (Bitgood, 1986, Loomis, 1991). En
cuyo objetivo es decodificar la información intrínseca este sentido, es importante la repetición de con-
de una artefacto o espacio patrimonial, ayudando a su ceptos que deseamos queden claros y sean fun-
comprensión (en pocas palabras, facilitar la vida al visi- damentales.
tante), nunca debería ser algo que complicase aún más • Enumerar las cosas que se pueden hacer o no,
el mensaje como ocurre más de lo que sería deseable» tachando o enfatizando aquellas que se estimen
(Asensio & Pol, 2002: 125). Una vez que se tiene claro más importantes (Mateos, Marca y Attardi, 2016:
este principio, hay dos esferas que se deberían trabajar 74-86).
correctamente: el contenido y el formato. • Agradecer al visitante su visita (Mateos, Marca y
Attardi, 2016: 74-86).
3.3.2.1. Contenido • Recordar su importancia en la conservación del
patrimonio (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 74-86).
Con respecto a la lectura de estos textos encontraremos • Escribirlos con oraciones cortas, divididas en pe-
a los visitantes que no leen nada y aquellos que leen queños párrafos (Poli, 1996: 10). Mientras más lar-
todo, estos últimos son extremadamente poco frecuen- go sea el texto, es menos probable que se lea. Las
tes (Poli, 2001). Por norma general, la mayoría de ellos oraciones largas con muchos calificadores frus-
leen declaraciones cortas, algunos pasajes que eligen al tran la comprensión rápida.
azar de sus lecturas (Poli, 2001). Por lo tanto: • Usa en ocasiones un tono humorístico (depen-
diendo de la temática y el mensaje a transmitir),
• El lenguaje utilizado no debería ser críptico, mar- personal, teatral, solemne, sobrio, informal, ale-
ginando el vocabulario especializado y los térmi- gre, festivo, poético, austero, amable, provocativo,
nos técnicos con los que no están familiarizados burlón (Poli, 1996: 10-11).
los visitantes (Bitgood, 1986, Loomis, 1991, Mora-
les, 2001). Cuando se considere absolutamente 3.3.2.2. Tipografía
necesario incluir vocabulario especializado, como
deferencia al visitante se debería contextualizar Algunas recomendaciones con la tipografía a utilizar po-
de modo que se explique su significado. No obs- drían ser:
tante, hay que tener cuidado con el uso excesivo
del lenguaje coloquial e informal si los visitantes • Letra: es preferible no utilizar una letra más pe-
internacionales constituyen una parte importante queña de 20-22 puntos.
de su audiencia. En resumen, debería ser un len- • Fuente: no hay un tipo de letra en concreto que se
guaje claro, conciso y directo, rasgos que no están utilice siempre en estos casos. Es recomendable
reñidos con el rigor científico. utilizar siempre el mismo tipo de fuente para to-
• El visitante suele quedarse con ideas y emociones dos los textos.
más que con fechas o hechos detallados. A menu- • Cursiva y negrita: la cursiva, según la Real Acade-
do, la cartelería está tan cargada de nombres, fe- mia de la Lengua Española, se tiene que utilizar
chas y lugares que el mensaje principal se pierde. para palabras de otras lenguas o no normativas
Antes de redactar, debemos tener presente la idea y títulos de obras, libros o exhibiciones, y la ne-

8. Frase de Carlos Fernández Balboa, elaborada para el Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles (Espacios para la Memoria,
2009).
160 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

TABLA 7. EJEMPLOS CITAS PARA TEXTOS INTERPRETATIVOS

Autor Cita Tema pertinente

Saint-Exupéry, 2016: 17. «En una guerra civil, la frontera es invisible y atraviesa el corazón Educación para la paz,
del hombre» consecuencia de una
guerra

(Saint-Exupéry, 2016: 25). «En la guerra civil el enemigo está en el interior, uno prácticamente Sentido de una guerra
lucha contra sí mismo»

(Saint-Exupéry, 2016: 26). «De ahí sin duda que esta guerra adopte una forma tan cruel: se Muerte, destrucción,
fusila más que se combate. Aquí la muerte es como una cuarentena. ideología
Purga a los portadores de gérmenes. Los anarquistas hacen sus
visitas domiciliarias y se llevan a los contagiosos en sus carretas. Y
al otro lado de la barrera Franco puede pronunciar esta frase atroz:
“Aquí ya no hay comunistas”. […].
» En cal viva o con gasolina, queman a los muertos en campos
abandonados. No tienen ningún respeto por los hombres. Cada
bando persigue el más mínimo cambio en sus conciencias como
si se tratara de enfermedades. ¿Por qué habrían de respetar sus
urnas de piel? Esos cuerpos habitados por la audacia juvenil, esos
cuerpos que sabían amar, sonreír, sacrificarse, nadie se acuerda de
enterrarlos siquiera»

(Saint-Exupéry, 2016: 25). «(…) en esa arboleda alguien acaba de morir. El silencio imperante Sentidos, emociones,
dice más que el tiroteo: si se ha callado es porque ha dejado de familia
tener objeto.
» Un hombre, una familia entera quizás, acaba de dejar este mundo.
Se escurre bajo la hierba. Pero el viento del atardecer, la vegetación,
el humo ligero… Junto a los muertos, la vida sigue»

Saint-Exupéry, 2016: 60 «Yo sólo escucho. He aprendido a reconocer la tos sorda de las Sentidos, emociones
baterías que escupen su acero sobre Madrid. He aprendido a leer el
camino de ese borboteo en las estrellas (…). He aprendido a contar,
despacio, esos cinco segundos. De modo que escucho. No sé qué
árbol cede al relámpago, no sé qué catedral se está derrumbando,
no sé qué niño acaba de morir»

Saint-Exupéry, 2016: 61 «Y si me preguntan por el interés militar de esta suerte de Miedo, muerte,
bombardeos diré que tampoco he sido capaz de descubrirlo. He destrucción,
visto a amas de casa destripadas; he visto a niños desfigurados; he
visto a una vieja vendedora ambulante enjugar con su esponja unos
sesos que habían salpicado sus tesoros; he visto a una portera salir
de su garita y purificar la acera con un cubo de agua; pero sigo sin
entender qué papel pueden tener, en una guerra, estas humildes
faenas»

Saint-Exupéry, 2016: 68 «Pienso, pienso lo mismo que los demás. No quiero, no quiero… Miedo, batalla,
No quiero que la noche se ponga sobre los hombros, tras el salto a vivencia
la trinchera (…) No quiero que me cosechen hoy para los grandes
mausoleos de piedra»

Saint-Exupéry, 2016: 91 «(…) sabíamos que la guerra, desde que se hacía con obuses y gas Educación para la Paz
mostaza, sólo podía desembocar en el hundimiento de Europa»

Saint-Exupéry, 2016: 97 «No os preguntéis qué medidas salvaron al hombre de la guerra. Educación para la Paz
Preguntaos: “¿Por qué hacemos la guerra si sabemos que es
absurda y monstruosa? ¿Dónde se halla la contradicción, dónde la
verdad de la guerra, esa verdad tan imperiosa que domina el horror
y la muerte?”»

Fuente: elaboración propia


INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 161

Fig. 4 Exposición sobre la vida


cotidiana durante la
Segunda Guerra Mundial
en el Imperial War Museum
(Londres). Fuente:
elaboración propia (2018).

grita para destacar o crear contrastes. Se tienen a tener en cuenta, tanto por su valor intrínseco con la
que usar de forma moderada ya que un exceso de memoria traumática y colectiva, como por la transversa-
cursiva o negrita puede cansar la vista y dificultar lidad que poseen. La división temática principal en este
la lectura. sentido es: el cuerpo y el territorio.
• Interlineado: Se aconsejable un interlineado de al
menos 1,3 y 1,5 puntos. 3.4.1. Cuerpo
• Justificación: Es imprescindible justificar el texto,
para evitar un efecto descuidado a nivel visual. El cuerpo se entiende como una entidad física, subjetivas
y sensoriales. Es la que almacena la evolución biológica,
3.3.2.3. Cantidad la memoria individual y colectiva, así como las sensoria-
les y cognitivas. Esto podemos traducirlo en variables
La dimensión que tenga el texto es una de las «luchas» como: género, ideología, roles sociales, jerarquías, dolor,
de todo accionamiento patrimonial. Es recomendable daño, maltrato, belleza, comportamiento, etc.
tener en cuenta:
Las contiendas bélicas se quedan plasmadas en los cuer-
• Como regla general, un párrafo en un texto inter- pos de todos/as aquellos/as que las sufren sean comba-
pretativo no debe tener más de 50 palabras. Una tientes o no. ¿Cómo refleja esto el cuerpo? Se pueden
solución es dividirlo en 2 o 3 oraciones de dife- hacer referencia a una infinidad de temas:
rentes longitudes. Una oración individual no debe
tener más de 25 palabras. • Las cifras de una guerra. La violencia en las cifras
• Las oraciones y párrafos tendrán que ser cortos de muertos o heridos, que va más allá de los caí-
y simples. Las oraciones largas y complejas y los dos en el frente o en la retaguardia, sino que hace
párrafos densos pueden dificultar la lectura y la referencia a las muertas como entidad social de
comprensión del contenido, sobre todo teniendo relaciones: amigos, familia, etc.
en cuenta que el público está en constante movi- • Los estigmas y represión producidos con relación
miento. Por esta razón se recomienda: al género, identidad sexual, liderazgo, militancia
- Panel introductorio: 150-180 palabras. política, etc.
- Panel temático: 100-130 palabras. • El cuerpo como instrumento de control, castigo,
- Etiquetas de conjuntos: 70-80 palabras. intimidación. Así como un control en otros aspec-
- Etiquetas de objetos: 50-60 palabras. tos transversales: modos de vestir, lenguaje, nor-
mas de comportamiento, liturgias, etc.
3.4. Temas referentes • Deshumanización. El cuerpo en este sentido se
convierte para momentos de conflicto en un espa-
Para trabajar con el Patrimonio de la Guerra Civil Espa- cio que sufre física y psicológicamente. Se ejerce
ñola en la creación de mensajes destacamos los siguien- sobre él una serie de acciones que se convierten
tes temas que siempre están presentes en cualquier na- en imaginario para la tortura, la desaparición, la
rrativa de este tipo y que consideramos fundamentales violación sexual, la «limpieza social», o la instru-
162 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

mentalización (reclutamiento forzado y adoctri- • El exilio interior. Trabajar los conflictos internos
namiento) (Porcel, 2014; Volpatto y Andrighetto, de los individuos, la soledad interior, la falsedad
2015). ideológica, la represión de sentimientos como ira,
dolor, venganza, etc.
En conclusión, pensar en el tema del cuerpo es tratarlo • Patrimonio y arte (creación, recuperación, conser-
como un vehículo de comunicación para trabajar temas vación, destrucción, expolio, etc.). Preocupación
transversales relacionados con el imaginario simbólico por las manifestaciones patrimoniales del pasado,
del patrimonio de la Guerra Civil Española. su conservación, destrucción (directa o indirecta) y
puesta en valor. Y la creación artística: nuevos mé-
3.4.2. Territorio todos, temas, materiales, condición del artista, etc.
• Literatura. La pluma y el libro como herramientas
La tierra, como el cuerpo, posee varias densidades, una de evasión del conflicto, de divulgación ideológica
es la física y la otra es la que le otorga el ser humano y de comunicación: cartas, telegramas, etc.
como espacio de supervivencia, de relaciones y de iden- • El cómic y la actividad gráfica como elementos
tidades, conformando pertinencias, límites y fronteras instructivos y de adoctrinamiento.
tanto espaciales como imaginadas y relaciones de po- • La vida más allá del frente, como el ocio. Durante
der (Tapia, 2004). un conflicto armado, el tiempo también supone
momentos de ociosidad, tanto en el frente como
Estas densidades se ven alteradas de forma sustancial fuera de él.
en algunos casos durante los conflictos bélicos, pero no • Vida cotidiana. La vida diaria en el frente, pero
solo por la acción de las confrontaciones armadas, sino sobre todo en los espacios en los que no existía:
también por las narraciones políticas, sociales y cultura- cotidianeidad, rutinas, construcción de refugios,
les que se producen. Pensemos, por ejemplo, en: normativas, roles y organización social, etc.
• Género. Importancia de la mujer durante los dife-
• Las manifestaciones patrimoniales en forma de rentes aspectos de la vida y momentos de un con-
construcciones que modifican el paisaje. flicto armado.
• Durante un conflicto armado, el territorio se con- • La infancia, la educación, el juego y todo lo relati-
vierte en un espacio de disputa y de tránsito. Con- vo al imaginario anterior a la edad adulta.
quistas, retiradas, migraciones. • Edad adulta. El papel de la tercera edad en un
• El territorio también se puede medir en cifras: nú- conflicto armado.
meros de personas desplazadas, tierras usurpa- • Animales. En este aspecto sería interesante traba-
das, pueblos arrasados, bienes abandonados, etc. jar tanto el uso de animales domésticos, como los
que fueron usados para el conflicto.
Entendemos que el territorio tiene el potencial de expli- • Gastronomía. Uno de los aspectos más importan-
carse desde una perspectiva atemporal y anacrónica, lo tes es la alimentación, la adquisición de alimentos
que quiere decir que debe ser entendido como una rea- y la adaptabilidad de recetas tradicionales a tiem-
lidad cambiante, modificada constantemente, que con- pos inciertos: el racionamiento, la alimentación en
juga en un mismo momento pasado, presente y futuro, y el frente, las diferentes clases sociales y su poder
que es construida por la acción social, cultural y política para adquirir alimentos, la restauración, etc9.
de los que lo habitaron y de quienes lo interpretan en la • La sanidad y la higiene. Aspectos relacionados
contemporaneidad. con el tratamiento de heridos, enfermos, preven-
ción, etc.
3.4.3. Otros temas • Tecnología e innovación. Las guerras contienen un
componente de creatividad para las sociedades,
Otros temas que pueden ser tratados de forma directa o pues les hace generar productos innovadores para
en relación a los anteriores podrían ser: los tiempos en los que se encuentran, en ocasio-
nes con mayor fluidez y volumen que en épocas
• Transmitir conocimientos sobre hechos produci- de paz. En este apartado también podrían entrar
dos en relación a la responsabilidad, intentando temas de armamento, comunicaciones, o temas
evitar división social. transversales como el comercio de armas, etc.
• Utilizar el conflicto armado para realizar una com- • Actualidad y auge de extremismos. Sería muy in-
prensión crítica, trabajando la legitimidad de la teresante la idea de una exposición con las figu-
misma en comparación y contraposición con ele- ras de los partidos y movimientos radicales que
mentos como: la violación de los derechos huma- están surgiendo en todo el mundo (Brasil, Holan-
nos, desigualdades, etc. da, Francia, etc.) y cómo estamos repitiendo la
• Pautas socio-culturales y cambio y permanencia historia.
que se produce en ellas durante un conflicto ar- • Turismo durante la guerra. Los recorridos progra-
mado. Adaptabilidad, rechazo y transformación mados durante el conflicto para visitar los escena-
de la sociedad. rios bélicos.

9. En este punto es interesante acudir a publicaciones como The Trench Cookbook 1917, editado por Hannah Holman (2016) en la editorial
Amberley, o Cocina de Recursos (deseo mi comida), de Ignacio Doménech (2011, primera edición de 1941) en la editorial Trea.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 163

TABLA 8. TABLA RESUMEN TEMÁTICA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Temáticas básicas Cuerpo


Territorio

Temáticas específicas Transmitir conocimientos


Derechos humanos y educación para la paz
Transformación socio-cultural y territorial
Exilio interior
Arte y patrimonio
Literatura y lingüística
Cómic y actividad gráfica
El «ocio» en el frente y fuera del frente
Vida cotidiana
Género
Infancia
Edad adulta
Animales
Gastronomía
Sanidad e higiene
Tecnologías e innovación científica
Actualidad política e ideologías
Turismo durante la guerra
Minorías
Refugiados, evacuados y exiliados
Festividades
Diplomacia, espionaje e interculturalidad

Fuente: elaboración propia

• Guerra Civil y minorías. Uno de los temas aún poco 3.5. Interpretación personalizada
tratados son las etnias y minorías culturales du-
rante el conflicto, como el colectivo gitano, por Una interpretación de calidad es una interpretación que
ejemplo. engancha a la audiencia, se relaciona con la vida coti-
• Refugiados, evacuados y refugiados. La temática diana del público, provoca una reacción en sus corazo-
nes y en sus mentes, y quizá influya en sus actitudes
de los emigrantes y exiliados han sido tratados,
y comportamientos (tal vez cambiando algo en sus vi-
pero queda también profundizar en colectivos das). En suma: es inspiradora y memorable (Freeman
como los evacuados durante el conflicto. Tilden, 1957).
• Festividades. En España durante el conflicto,
como en otros a nivel internacional, se produ-
jeron situaciones que fueron más allá de lo es- Las visitas guiadas son el otro elemento en el que se
trictamente bélico, no referimos al aspecto hu- puede acercar el patrimonio al público cautivo o no-cau-
manos y social que pueden recrease en eventos tivo. Como se explicará al final del capítulo se desacon-
culturales como la Navidad en el frente y otras seja cualquier tipo de visita autoguiada, excepto que
festividades. el patrimonio en el que se vaya a realizar se encuentre
• Diplomacia, espionaje e interculturalidad. Ele- debidamente protegido y con los mecanismo de protec-
mentos transversales del conflicto y que rozan las ción y gestión adecuados.
fronteras de lo cultural y lo estrictamente bélico
como son las conspiraciones políticas, el espiona- A la hora de planificar una vista guiada se deben te-
je, la interculturalidad producida por el ambiente ner en cuenta las estrategias básicas de la estructura
internacional implicado, etc. de los grupos, las estrategias de interrelación que se
164 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

fundamentan en preguntar y responder (Fernández Bal- debe decir que su respuesta es errónea de for-
boa y Taubenschlag, 2007). ma positiva. No se debe herir su amor propio.

3.5.1. Estrategias para organizar y guiar visitas 3.5.2. Pautas para construir y comunicar mensajes
para visitas guiadas
A la hora de comunicar mensajes a un público durante
visitas guiadas se deben tener en cuenta la conducta ver- El mensaje se debe entregar a todas las facetas de la
bal y no-verbal tanto del visitante como la propia. Por ello persona: al cerebro, las emociones, o lo sensorial, la fan-
se debe organizar y estructurar al grupo, y utilizar meca- tasía y el disfrute, es decir: debe estar destinado al cere-
nismo para interactuar con él basados en esa forma de bro y al corazón.
organizarles, y en las estrategias de preguntas y de cómo
vamos a responder (Morales, 2001; Fernández Balboa, Al igual que sucedía con el mensaje escrito, el mensaje
2007). Estas dos últimas son las más efectivas a la hora que se elabore para una visita guiada debe, además de
de dialogar con el visitante, hacerle protagonista de la vi- lo que se apuntó en los epígrafes anteriores, tener en
sita y que el mensaje cumpla los objetivos interpretativos. cuenta:

• Organizar. Se trata de dar instrucciones al gru- • Al inicio de la visita debemos crear expectativas,
po para conseguir algún propósito y que permita unas desvelarlas otras jugando con la intriga, que
además tener el grupo controlado y receptivo al debemos cumplir durante o al final de la visita.
satisfacer su necesidad de seguridad cubierta. • El público responde mejor cuando percibe que el
- Estructura verbal. Se exponen los propósitos de tono del mensaje es como si lo hubiese preparado
la visita, las normas fundamentales y toda la in- un vecino o un amigo, es decir, utilizar un lenguaje
formación que ayude al visitante a saber qué es sencillo.
lo que quiere el guía • Utilizar preguntas estimula y motiva al visitan-
- Estructura no verbal. Es la utilización por parte te. Las respuestas las debe proporcionar él, o las
del guía del lenguaje no verbal y que normal- debe encontrar sin dificultad.
mente acompaña a las explicaciones, las intro- • En cualquier tipo de mensaje hay que incluir invi-
duce o las acompaña. taciones a hacer algo y a utilizar los sentidos
• Preguntar. Es una de las formas más efectivas de • Un mensaje interpretativo es un poema. Debe ser
hacer partícipe al visitante. Las preguntas deben sencillo, corto, impactante, metafórico y reflexivo.
estar relacionadas con el tema y deben ser posi- • El final de la visita siempre debe retomar el tema
bles a sus capacidades cognitivas, deben ser de planteado al principio.
fácil solución. • Intriga y suspense. Un uso secuencial de pautas y
- Preguntas de recordar. Son preguntas que re- mensajes que van desvelándose unos a otros.
firman la explicación y sirven para afianzar los • Gráficos e ilustraciones. Ayudan a ilustrar aspec-
significados que se desean transmitir. tos de la información.
- Preguntas de analizar. Sirven para que el pú- • Uso del humor, la ironía, todo lo que hace que se
blico establezca relaciones. El público analiza, logre que el visitante reaccione intelectualmen-
distingue, clasifica, deduce, se vuelve parte del te ante algo. Por ejemplo, el melodrama da pie a
lugar pensando sobre él. crear diferentes estados anímicos, la sorpresa se
- Preguntas de aplicación. Estas preguntas esti- usa con objeto de provocar agrado, satisfacción,
mulan el juicio crítico ya que parten de concep- recompensa o ilusión.
tos explicados por el intérprete y que el público • Analogías. Compara y analiza. Mostrar causa-
debe aplicar. Normalmente estas preguntas se efecto.
realizan en tiempos verbales condicionales. • Se debe dar rienda suelta al público y darle un
• Responder. La forma en la que el guía acoge las momento de soledad (intimidad personal) al visi-
respuestas del público es fundamental para el tante para que se involucre con el entorno.
mantenimiento del interés y su atención. Así la es- • Conviene hablar individualmente con cada miem-
trategia de respuestas se refiere a la actitud con bro del grupo si el tiempo lo permite para cono-
que el intérprete recibe las respuestas que el pú- cerle y generar empatía. El público debe sentir
blico le otorga tras determinada pregunta. que recibe una atención personal.
- Aceptar. Se acepta sin juzgar ni dar más indi- • El intérprete debe fijarse en el lenguaje no verbal
cios. Se crea un ambiente de seguridad en el de cada visitante para descubrir sus pautas de
visitante y el intérprete no juzga si está bien o comportamiento y cómo actúa (si quiere pregun-
mal. tar, intervenir, etc.).
- Aceptar pasivo. El/la intérprete presta atención • El intérprete debe intuir los sentimientos del pú-
a la respuesta y responde sin juzgar la calidad. blico. Debemos captar y mantener la atención
- Aceptar activo. El/la intérprete amplía, repite, del público. La visita debe ser divertida y agra-
añade o da ejemplos. Se demuestra que se ha dable. El visitante debe percibir el mensaje con
recibido el mensaje y se ha comprendido. Esto facilidad. El mensaje debe tocar las vivencias de
favorece la relación visitante-intérprete y al in- la gente.
térprete le sirve de apoyo para sus explicacio- • No debemos suponer que el visitante esté siempre
nes y enfatizarlas. interesado en aquello que contemos.
- Facilitar información. Tras una respuesta inco- • Romper la distancia entre el intérprete y el grupo.
rrecta el guía facilita más información. Eso sí se Involucrarse. Hacer sentir al visitante protagonista.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 165

4. DIFUSIÓN PREVENTIVA

«¿Qué sentido tiene, de hecho, invertir recursos econó-


micos y humanos para un bien falto de interés, que no
sirve para nada? ¿Pero, a la vez, cómo defender el patri-
monio del desgaste producido por demasiados visitan-
tes?» (Ardemagni, 2003: 99-100).

Llegará un momento en el que las «invasiones» sobre


el patrimonio de la Guerra Civil Española significarán la
muerte de la ruina, su estado puro. «Contemplar unas
ruinas no es hacer un viaje en la historia sino vivir la ex-
periencia del tiempo, del tiempo puro» (Augé, 2003:
45-46). La sociedad contemporánea está rompiendo las
fronteras del tiempo social y de la creación pausada de
memorias, lo que lleva a una superficialidad de la mirada
sobre nuestro pasado patrimonial, convirtiendo la idea
de ruina o bien en un espectáculo (turístico), o bien en
parpadeo nihilista, es decir, un escombro. ¿Qué supone Fig. 5 Ejemplo mensaje protección patrimonio (I).Fuente. Espacios
para la Memoria (2019).
esto? Que se pierda la noción de por qué se protegen los
bienes, el sentido común a la hora de visitarlos y que las
políticas patrimoniales no distingan la línea moral y ética
entre una puesta en valor sostenible y una con réditos a
corto plazo y nefasta a largo plazo ¿El patrimonio de la
Guerra Civil es escombros o ruinas?

La interpretación y comunicación del patrimonio no es


únicamente poner en valor bienes patrimoniales, sino que
supone uno de los pilares de la gestión de cualquier recur-
so cultural y/o patrimonial. Un aspecto fundamental para
asegurar el disfrute para las generaciones futuras es su
conservación. El patrimonio es un recurso frágil, y el patri-
monio de la Guerra Civil Española, lo es, además, en cuan-
to que se encuentra expuesto en la mayoría de los casos
a dos agentes importantes. Por un lado, la exposición a
las variaciones climáticas y, por otro, la visita libre. Es ne-
cesario hacer al público consciente de la importancia del
patrimonio y de su fragilidad (Ardemagni, 2003). Se trata
de una cuestión que va más allá de los profesionales y de
las políticas culturales y patrimoniales. El patrimonio son Fig. 6 Ejemplo mensaje protección patrimonio (II).Fuente. Espacios
bienes comunes y públicos, ya sea desde el punto de vista para la Memoria (2015).
material o simbólico, por lo que necesitamos sociedades
concienciadas con su protección y conservación.

¿Cómo podemos encontrar un equilibrio para que el


tiempo y el ser humano puedan conservarlo, de la desi-
dia y del vandalismo, y sea útil para la sociedad? La res-
puesta a esta cuestión puede ser múltiple. Si revisamos
la literatura patrimonial y museográfica podríamos acu-
dir a, por supuesto, la Interpretación del Patrimonio de
Tilden, Ham, Morales o Martín, o las experiencias de la
nueva museología o la museología critica, sobre todo,
las exposiciones de Hainard. Pero en este caso nos he-
mos decantado por una «nueva» acepción: la difusión
preventiva, acuñada por Santos Mateos, Guillem Marca
y Oreste Attardi (2016). La difusión preventiva toma el
componente práctico de la conservación preventiva y se
configura como «una estrategia (…) por medio de men-
sajes independientes o integrados en el relato de difu-
sión cultural» (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 45).

La difusión preventiva se considera como: Fig. 7 Ejemplo mensaje protección patrimonio (III).Fuente. Espacios
para la Memoria (2015).
(…) la estrategia de sensibilización para informar y per-
suadir al público visitante de la extrema fragilidad de los
166 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

recursos patrimoniales, con la intención de incidir en su de parte de nuestro pasado, debida más a causas
actitud y fomentar así comportamientos respetuosos y humanas que naturales.
colaborativos (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 56).
• El patrimonio posee un valor que va más allá de su
existencia concreta; es portador de mensajes que
La difusión preventiva es una evolución de los modelos tienen para nosotros diversos significados, y que
interpretativos como el PATO del cual hablamos en epí- pueden variar a lo largo de los años.
grafes anteriores, o también denominado TORA (tema + • El patrimonio es único e insustituible. Una vez que
organización + relevancia + amenidad), donde el «tema» un bien es destruido, es para siempre.
es la variable que marca el resto de la oportunidad in-
terpretativa (Ham, 2007); la aplicación de una ecuación, Sensibilizar quiere decir modificar la actitud del público
OI = (CR + CD) x TA, donde CR es el conocimiento del en lo que respecta al patrimonio, a través de un enor-
recurso, CD el conocimiento del destinatario, TA las téc- me esfuerzo de comunicación. No debemos olvidar que
nicas apropiadas, y el resultado, OI, son oportunidades toda política patrimonial y cultural, y que toda puesta en
para interpretar (Morales, 2006); o su relectura en otra valor de bienes patrimoniales debe perseguir una ‘trans-
ecuación figurada, A + R + T = E, donde A es el conoci- formación’, es decir, que suceda algo en el público, en
miento de la audiencia, R es el conocimiento del recurso, la sociedad, para que ese pasado se convierta en una
T es el conocimiento y aplicación de las técnicas apro- forma de seguir caminando hacia el futuro y de innovar
piadas, y E, el resultado, es la efectividad comunicativa social y culturalmente.
(Mateos, Marca y Attardi, 2016: 52).
¿Cómo puede ayudar una difusión preventiva en este
La aplicación de esta fórmula cumpliría algunos de los caso? Esta estrategia de conocimiento diseña mensajes
objetivos por los que se planifica y se aplica la Inter- (‘píldoras’) que sensibilizan sobre la fragilidad de un pa-
pretación del Patrimonio, como, por ejemplo, atraer trimonio y fomentan un comportamiento sostenible del
la atención del visitante, proporcionarle una experien- mismo (Périer-D’Ieteren, 1998; Nardi, 1999; Ardemagni,
cia (sensorial, emocional y/o cognitiva) relevante, etc., 2008; Mateos, Marca y Attardi, 2016). Estas píldoras de-
pero, lo que nos interesa es que la aplicación de alguno ben contener los aspectos más relevantes para que el
de estos modelos se traduzca en un cambio permanen- público tenga la esencia para la conservación de un bien
te de comportamiento hacia el patrimonio, fundamen- patrimonial.
talmente, cuando tratamos con patrimonios dolorosos
y vivos en la memoria de la sociedad y del individuo La construcción de estos mensajes dentro de la teoría de
que, además, están cargados de ideologías y estereoti- la difusión preventiva se articula en base a una pirámide,
pos que en ocasiones llevan al vandalismo, a la desidia en cuya base se encontrarían los aspectos divulgativos y
política hacia su puesta en valor o que la memoria del educativos, construidos sobre un relato sólido y científi-
silencio haga que desaparezca tanto en el tiempo como co, que convergen en la cúspide donde se encuentra la
en el ser humano. sensibilización (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 57). En las
ilustraciones 5, 6 y 7 se muestran tres ejemplos de mensa-
4.1. Proteger el Patrimonio de la Guerra Civil Española. jes para la protección de bienes y de los visitantes. En rea-
Difundir para prevenir lidad todos han dejado de ser efectivos para las visitas,
puesto que el mensaje en nuestra contemporaneidad ha
La tutela del patrimonio, y de los valores que transmite, sido ya interiorizado y, fundamentalmente, no ha sido asi-
no puede otorgarse solamente a los profesionales de la milado en la importancia que posee. Es visto más como
conservación. Es una responsabilidad que atañe a cada un mensaje impositivo que como un mensaje colabora-
uno/a de nosotros/as, con lo que supone un esfuerzo tivo. Los mensajes que entran dentro de la denominada
colectivo. La puesta en valor del patrimonio lleva implí- difusión preventiva intentan llegar más allá de la efectivi-
cito el uso y acceso del público. Por lo que: dad puntual, se articulan para que generen «conciencia».

• El uso del patrimonio por parte del público justifi- Los mensajes que realmente quieran prever, suscitar, des-
ca su conservación. pertar y, sobre todo, sensibilizar deberán (Ardemagni,
• La conciencia de los esfuerzos, y de la profesiona- 2003: 101-102):
lidad necesaria para la conservación del patrimo-
nio, contribuye al reconocimiento de la profesión • Sensibilizar a los visitantes sobre la fragilidad del
del conservador/restaurador. patrimonio cultural» (Mateos, 2012: 85).
• La información, impulsando una actitud más ade- • Explicar las razones de algunas prohibiciones o
cuada por parte del público, reduce sensiblemen- limitaciones, ilustrando las consecuencias de un
te los costes de mantenimiento y asegura una me- simple gesto, cuando esta acción se repite y por
jor conservación. diferentes tipos de visitantes.
• Poner en evidencia, siempre que sea posible, los
Esto supone que sea necesaria la participación de los/ aspectos de deterioro y/o conservación del patri-
as visitantes. Para conseguir la colaboración del público monio.
hay que implicarlo, también emotivamente, transmitien- • Informar al público de la naturaleza y el coste de
do los siguientes mensajes: las actuaciones de restauración y de manutención.
• Pedir siempre la colaboración del público.
• El patrimonio es frágil. El hecho de que haya so- • Subrayar la vulnerabilidad del patrimonio, a través
brevivido por tantos años no quiere decir que sea de todos los medios de información dirigidos al
eterno. Cada año, presenciamos la desaparición público.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 167

4.2. Peculiaridades para la protección ca. Y esto no se puede, o no se debería, realizar sin
de un patrimonio en «peligro de extinción». un plan integral de desarrollo consensuado entre
administraciones (locales y regionales, al menos),
Investigar, recuperar, conservar y poner a disposición de profesionales y diversos agentes.
la sociedad (y del turismo) este patrimonio es algo ne-
cesario, pero se debe ser responsable de cómo se hace Estas recomendaciones no están redactadas con la in-
y en qué condiciones. Algunas recomendaciones tanto tención de que se rechace la difusión y puesta valor de
para su visita como para «reflexionar» a la hora de accio- este patrimonio, todo lo contrario, sobre todo porque
nar su puesta en valor: somos conscientes del potencial que tiene: social, cultu-
ral y turístico, y porque somos consciente, también, de
• Riesgos y peligros. Gran parte de este rico patri- que nuestra sociedad está en camino de poder disfru-
monio se encuentra sobre el territorio y se com- tarlo y visitarlo, con lo que es el momento de hacer las
pone de construcciones hechas en la propia tierra, cosas con responsabilidad.
suelos que normalmente son degradables, lo que
supone que un simple descuido pueda conllevar, Las construcciones de las imágenes del pasado que se
por un lado, un daño irreparable a nuestra heren- realizan en el presente siempre están expuestas a po-
cia patrimonial y, por otro, una posible lesión para sibles decisiones partidistas y/o interesadas. Por ello,
el propio visitante. Por esta razón, las visitas libres debemos ser conscientes de que patrimonializar y mu-
o autoguiadas deben estar bien estructuradas y sealizar la historia por medio de su cultura material e
los bienes correctamente protegidos y señaliza- inmaterial significa compartir socialmente una memo-
dos. Como norma general se desaconsejan las vi- ria, instituyendo un discurso y una imagen simbólica de
sitas autoguiadas, excepto que el patrimonio y el ella. La responsabilidad para llevar a cabo este tipo de
territorio en cuestión estén debidamente protegi- acciones es muy alta. La apuesta por poner en valor el
dos (según la legislación vigente y las directrices patrimonio de la Guerra Civil es una magnífica noticia,
de profesionales y académicas) y se tenga un plan aún tenemos una «deuda» con esa página de nuestra
estratégico y de gestión. historia. Convertir, además, los vestigios en un producto
• Visión integral. Así mismo, al estar en el propio en- turístico para el disfrute de todos/as es una gran iniciati-
torno, en muchos casos en zonas naturales prote- va, pero no deberíamos convertirlos en «parques disne-
gidas, el respeto por el medio debe ser aún mayor. yficados» (Macdonald, 2011; Neuraska, 2013; Naef, 2015)
Las políticas hacia este tipo de bienes tendrían no se debe hacer a cualquier precio, no deberíamos.
que ir encaminada hacia la visión global.
• Privacidad. Algunas de las rutas que se han puesto
en valor son autoguiadas y contenían geolocali- 5. CONCLUSIONES
zaciones en GPS para que el visitante pueda en-
contrar los recursos. Numerosos vestigios que se Las ganas de pasado constituyen hoy en día el impulso
encuentran en nuestra Comunidad Autónoma se primordial que mueve el interés de tanta gente por des-
encuentran en propiedades privadas. Esto impli- cubrir y conservar retazos del pasado (Ballart, 202: 37).
ca que tengamos que tener la certeza de que el
propietario/ está informado/a, y que la visita no El discurso académico apunta que lugares como Aus-
repercuta en el daño de ese espacio. Con esto in- chwitz-Birkenau, se han convertido en espacios de re-
sistimos en desaconsejar las visitas autoguiadas. levancia histórica que incluyen discursos moralistas,
• Expolio. Siguiendo el punto anterior, el patrimonio políticos y de consumo, puesto que son espacios que
de la Guerra Civil ha comenzado a suscitar interés han sido recreados, en muchos casos reconstruidos, que
en los últimos diez años en el mundo académico, juegan con el impacto y cautivan al visitante.
profesional y turístico, pero ya tenía un gran in-
terés en el mercado de objetos «preciados» (me- Hay historiadores que consideran que el horror de ese
dallas, balas, etc.). Geolocalizar cada espacio sin asesinato masivo no podrá ser nunca asumido, convir-
las mínimas medidas de protección y seguridad, tiéndolo en algo abstracto. Esto hace, para estos investi-
es una puerta abierta a batallones expoliadores gadores, que se le configura una singularidad «mágica»,
equipados con detectores de metales. dotarlo de un aura especial y misteriosa como el hecho
• Protección. Toda acción sobre el patrimonio debe histórico más significativo de la barbarie humana del si-
estar sustentada en planes estratégicos, tanto des- glo XX, al menos. Por el contrario, otros autores, afirman
de el punto de vista turístico como desde la con- que si este genocidio fue realizado por seres humanos
servación patrimonial. Salvo excepciones puntua- puede ser comprendido por otros seres humanos.
les y los que se están llevando ahora a cabo, no
se conoce que se hayan realizado estudios exhaus- Uno de los supervivientes, Yehiel De-Nur, escribiría que
tivos (no parciales) de inventariado, arqueología, «Auschwitz era otro planeta, cuyos habitantes respi-
interpretación y comunicación y gestión turística. raban bajo diferentes leyes de la naturaleza». Es de-
• Política turístico-cultural. Hablar de turismo no es cir, Auschwitz se hacía una imagen, era trascendente.
simplemente querer que nos visiten, supone ha- Pero se sabe que De-Nur tenía pesadillas con este sitio
blar de usuarios (clientes) con necesidades, de durante los treinta años siguientes a su liberación. En
pernoctaciones, infraestructuras, flujos, profesio- ellas otorgaba a sus verdugos un alma humana y unos
nales formados, competitividad, precios, empleos sentimientos, pasando de «otro planeta» a humani-
directos e indirectos. Toda una lógica que va más zarlo: «allí donde esté la humanidad, allí se encuentra
allá de la patrimonial para acercarse a la económi- Auschwitz».
168 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Auschwitz se ha convertido actualmente en un lugar MATEOS RUSILLO, S. (coord.) (2008): La comunicación


de peregrinaje y en un lugar de turismo de masas. La global del patrimonio cultural, Gijón: Trea.
mayoría de expertos (de las humanidades como del tu- MATEOS RUSILLO, S.; MARCA FRANCÉS, G.; y
rismo) piensan que la visita es un tour manipulado que ATTARDI COLINA, O. (2016): La difusión preventiva
afirma ser auténtico y que, sin embargo, debe mucho al del patrimonio cultural, Manuales de Museística,
símbolo construido en torno a Auschwitz. Los nazis des- Patrimonio y Turismo Cultural. Gijón, Trea.
truyeron las cámaras de gas y crematorios para borrar MORALES MIRANDA, J. (2001): Guía práctica para la
pruebas al final de la guerra. Estas fueron reconstruidas, interpretación del patrimonio. el arte de acercar el
creando un discurso que para muchos es la construc- legado natural y cultural al público visitante. Junta
ción de un «Auschwitz mítico» un «Auschwitz para tu- de Andalucía.
ristas», que puede distorsionar la realidad del Auschwitz MORALES MIRANDA, J. (2006): «El sentido y
histórico. La disposición de los bienes, las salas, las re- metodología de la interpretación del patrimonio».
construcciones, las cifras de víctimas, apuntan la mayo- Artículo no publicado, basado en un texto del autor
ría de expertos, no tienen la finalidad del análisis de los para la Revista Galego-Lusófona AmbientalMENTE
acontecimientos, sino que son fruto de intereses que en sustentable. Xuño-Decembro 2006, Volume I,
algunos casos exponen una visión banal de la historia y, números 1-2.
sobre todo, buscan producir el efecto impactante. No PÉREZ VALENCIA, P. (2012): Manual de la exposición
existe autocrítica, ni reflexión, ni análisis, únicamente sensitiva y emocional, Manuales de Museística,
mostrar el horror de los acontecimientos como reclamo Patrimonio y Turismo Cultural. Gijón, Trea.
turístico: el Holocausto como espectáculo y como pro- STEPHANIE, M. Y. (2003): Dark Tourism: Understanding
ducto de consumo. Pensemos que los sucesos históricos Visitor Motivation at Sites of Death and Disaster.
que se presentan a los turistas suelen ser tratamientos A Thesis by Submitted to the Office of Graduate
literarios, cinematográficos, etc., es decir, imágenes pro- Studies of Texas A&M University in partial fulfillment
ducidas para un público que en la mayoría de los casos of the requirements for the degree of MASTER OF
no tiene un conocimiento previo y personal para poder SCIENCE, December 2003.
contrastar lo «representado». UZZELL, D. L. (1989): «The Hot Interpretation of
War and Conflict», in Uzzell, D. L. (edit.): Heritage
La puesta en valor del patrimonio de la Guerra Civil Es- Interpretation. Volume 1. The Natural and Built
pañola y su comunicación e interpretación tiene que Environment, London and New York, Belhaven Press,
perseguir una educación (global) que nos lleve a una pp: 33-47.
concienciación sobre su importancia, lo que producirá FYSON, A. (1982): «The Interpretation of War», Heritage
una responsabilidad de los agentes y los/as ciudadanos/ Interpretation, 25 (Summer), pp: 3-4.
as o visitantes sobre esta herencia. Tomar esta respon-
sabilidad es la que permite crear una cultura crítica y 7. RECURSOS Y LUGARES PARA VISITAR
conduce, igualmente, a que el pasado se convierta en un
útil para el futuro, es decir, a la innovación. Necesitamos Los espacios que han recuperado patrimonio de la Gue-
ciudadanos/as críticos/as y responsables; y necesitamos rra Civil Española en España se han extendido por toda
sociedades socialmente innovadoras. la geografía nacional. En este apartado únicamente se
facilitan algunas muestras de ello y de dónde se pueden
extrapolar ideas y experiencias de cara a la interpreta-
6. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA ción y comunicación.

En el apartado 8 se encuentran las referencias bibliográ- 7.1. Espacios patrimoniales internacionales


ficas y documentales utilizadas para la elaboración de
este capítulo, pero hemos considerado que existen al- No se ha constatado un espacios o museo concreto de-
gunos documentos imprescindibles para la planificación dicado a la Guerra Civil Española. No obstante, facilita-
y elaboración de estrategias y mensajes para el patri- mos algunos espacios que pueden ilustrar la puesta en
monio en general y, fundamentalmente, para el que nos valor de patrimonios de este tipo, puesto que la tradi-
ocupa en este capítulo del Libro Blanco. ción en este campo es más longeva fuera de nuestras
fronteras.
ARDEMAGNI, M. (2003): «¿Público predador o
público protector? Cómo involucrar al público en la • Existen numerosos espacios para visitar la Prime-
conservación del patrimonio», en mus-A, año I, nº 2, ra y Segunda Guerra Mundial. Algunos de los más
pp: 99-103. emblemáticos son, por ejemplo, Verdun o Galípoli.
CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA (2017), En el siguiente enlace se pueden encontrar la ma-
Museo Nacional de la Memoria: un lugar para el yor parte de los espacios para visitar: https://www.
encuentro. Lineamientos conceptuales y guion escenariosdeguerra.com; el sitio histórico de Pearl
museológico, CNMH, Bogotá. Harbor: http://www.pearlharborhistoricsites.org/;
LÓPEZ-MENCHERO BENDICHO, C. C. (2012): Manual el Museo de la batalla de las Ardenas: http://va-
para la puesta en valor del patrimonio arqueológico loniabelgicaturismo.es/es/content/museo-de-la-
al aire libre, Manuales de Museística, Patrimonio y batalla-de-las-ardenas; o las costas francesas que
Turismo Cultural. Gijón, Trea. poseen numerosos vestigios y espacios con re-
MARTÍN PIÑOL, C. (2013): Manual del centro de cursos puestos en valor: http://www.musee-arro-
interpretación, Manuales de Museística, Patrimonio y manches.fr; http://es.normandie-tourisme.fr. Una
Turismo Cultural. Gijón, Trea. de las últimas incorporaciones ha sido el Museo
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 169

Fig. 8 Sala general del Imperial War Museum


(Londres). Fuente. Espacios para la
Memoria (2018).

Memorial de la Segunda Guerra Mundial en Falasie museos de este tipo por todo el territorio, sino
(http://www.memorial-falaise.fr). No obstante, es que la memoria de la Primera y Segunda Guerra
interesante salir de las grandes patrimonializacio- Mundial está muy presente en las políticas socia-
nes y acudir a otras de carácter micro como las les, culturales y patrimoniales y, por tanto, en la
que se han elaborado en la zona italiana de los población. Tal es así que existen numerosos me-
Dolomitas que trabajan la comunidad, la guerra y moriales a lo largo de todo el territorio (http://
el territorio. www.ukwarmemorials.org), la involucración con
• La museografía y la interpretación anglosajona la identidad y la memoria de los que combatieron
poseen una cantidad considerable de activaciones (https://www.britishlegion.org.uk), el dedicado a
patrimoniales en este sentido y con interesantes los animales (http://www.animalsinwar.org.uk),
recursos para crear mensaje. Podemos destacar el así como una gestión casi integral de los espacios,
Museo de Historia de Nueva Zelanda, o los Museos paisajes y campos donde acontecieron alguno de
del Holocausto en EE.UU. estos hechos históricos bélicos (https://histori-
• En el Reino Unido existe una experiencia longe- cengland.org.uk).
va en cuanto a la recuperación de una memoria • Tirpitz Museum. Museo ubicado dentro de un an-
bélica contemporánea. El Imperial War Museum tiguo búnker nazi en la costa oeste de Dinamarca
(Londres) (https://www.iwm.org.uk), ha museo- (https://vardemuseerne.dk/museum/tirpitz/).
grafiado todos los aspectos de una Guerra: arma- • El museo dedicado a la Segunda Guerra Mundial
mento, tácticas, vida familiar, gastronomía, etc. en Polonia (https://muzeum1939.pl/en) es tam-
Los más característicos son los dedicados al ho- bién una de las últimas incorporaciones al panora-
locausto y a la vida cotidiana y familiar, es decir, a ma museológico. Su interés radica en un plantea-
la retaguardia. Pero el Reino Unido, no solo posee miento museográfico global y por haber superado
170 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

la insistencia del gobierno estatal por querer que • Museo de Morata de Tajuña (Madrid).
fuese más «patriótico». • Museo de la Guerra Civil (Teruel). En proyecto. Fe-
• Para tratar el tema de patrimonio, conflicto y me- cha comienzo ejecución: finales de 2018.
moria dos recomendaciones son el Museo Nacio- • Museo Etnográfico de Grado (Asturias). Posee
nal de la Memoria de Bogotá (http://museode- una sala dedicada a la Guerra Civil Española.
memoria.gov.co), que narra el conflicto armado. • Centro de Interpretación de la Guerra Civil Espa-
El otro es el Nagasaki Atomic Bomb Museum ñola y Cementerio de los Italianos (Campillo de
(https://nagasakipeace.jp/english/abm.html), que Llerena, Badajoz). http://www.campillodellerena.
trabaja temas contemporáneos desde la perspec- es
tiva de lo sucedido en su propia sociedad. • Museo Refugio de la Guerra Civil (Cullera, Valen-
cia). http://www.culleraturismo.com/guia/el-refu-
7.2. Espacios patrimoniales en España gio-de-la-guerra-civil/
• Museo Refugio de la Guerra Civil (Cartagena,
En la actualidad, prácticamente todas las comunidades Murcia). https://www.cartagenapuertodeculturas.
autónomas presentan espacios recuperados con vesti- com/ficha_refugios.asp
gios de la Guerra Civil Española. Destacan, entre ellos, • Colecciones del Museo de Gijón. Un excelente
Cataluña, Aragón, Asturias, Extremadura, País Vasco, espacio en el que se han trabajado temas trans-
Valencia, Murcia y Andalucía. La cantidad de lugares vi- versales de la Guerra Civil Española. https://www.
sitables supera la centena; en las líneas siguientes única- gijon.es/multimedia_objects/download?object_
mente se muestran algunos ejemplos. type=document&object_id=90075

Antes de mostrar una lista de lugares patrimonializa- 7.2.2. Rutas e itinerarios


dos y musealizados tenemos que hacer mención a tres
documentos que son de gran utilidad y sirven para re- Entre la proliferación de itinerarios y rutas que existen
flejar el camino para la interpretación y comunicación en España, recomendamos las siguientes como espacios
del patrimonio de la Guerra Civil Española. Por un lado, en los que inspirarse:
el CENEAM publicó un itinerario autoguiado para co-
nocer los vestigios cercanos a Valsaín; una guía impres- • Comarca del Arco Noreste de la Vega de Granada
cindible donde se trabajan las pautas para la construc- (Granada). A través de las trincheras, itinerarios del
ción de mensajes interpretativos de cara a un público patrimonio defensivo en las Sierras del Arco No-
no-cautivo10. Por otro lado, en Andalucía se ha publi- reste de la Vega de Granada, salieron del proyecto:
cado una guía para conocer vestigios de la zona gra- «Patrimonio Alfanevada 1936, Lugares de Encuen-
nadina11. En este caso, supone una buena opción para tro». http://www.alfanevada.info/trincheras/
trazar estrategias en el desarrollo de itinerarios sobre • Atrincherarte (Aragón). Proyecto que une las lo-
el territorio. Por último, también destacamos el trabajo calidades de Alfambra, Argente, Celadas, Corba-
llevado a cabo en Guadarrama, donde se han recupe- lán, El Pobo, Torrelacárcel y Villel, por medio de
rado espacios de la Guerra Civil de forma holística con once paneles. www.turismocomarcateruel.com
el territorio12. • Espacios de la Batalla del Ebro. Itinerarios donde
se ha recuperado y musealizado patrimonio de la
7.2.1. Museos y centro de interpretación13 Guerra Civil Española. http://www.batallaebre.org
• Itinerario por el Frente de Elgeta (Guipúzcoa). Re-
Existen numerosos centros de interpretación e itinera- corrido que fusiona la historia del frente de Elge-
rios, pero no tantos museos dedicados a este momento ta, otros bienes patrimoniales y el paisaje. http://
histórico. Algunos que consideramos interesantes, fun- www.elgetamemoria.com/intxorta/intxortaList.
damentalmente por las colecciones que poseen, son: html
• Línea XYZ (Comunidad Valenciana). Uno de los iti-
Museo del Ministerio de Defensa. Tanto Defensa como nerarios más completos e importantes de la con-
Interior tienen la gestión de espacios museístico inte- tienda bélica que se conservan. https://liniaxyz.
resantes desde el punto de vista interpretativo: Museo com
de la Academia de Ingenieros, Museo Naval, Museo del • Itinerario por el «Frente del agua» (Puentes Viejas,
Ejército, etc. Madrid). Itinerario por las inmediaciones de Somo-

10. MIGUEL CALVO, C. F., de. (2009): Paisajes de Guerra. CENEAM. Itinerario autoguiado, Valsaín, Segovia: CENEAM - Organismo
Autónomo Parques Nacionales. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino.
11. ALFANEVADA (2012): A través de las trincheras. Itinerarios del Patrimonio Defensivo en las Sierras del Arco Noreste de la Vega de
Granada, Granada, Asociación para la Promoción Económica del Arco Noreste de la Vega de Granada “Alfanevada”.
12. REDONDO ARANDILLA, M.; y AVISÓN MARTÍNEZ, J. P. (2012): Guadarrama: tras las huellas de la guerra, Guadarrama: Ayuntamiento de
Guadarrama.
13. Para este apartado se aconseja acudir a las instituciones y asociaciones que desde hace años se han por la recuperación y puesta en
valor del patrimonio de la Guerra Civil como, por ejemplo: Asociación para el estudio de la Guerra Civil en Euskadi, Associació per
l’Estudi del Patrimoni Arqueológic i Històric de les Terres de l’Ebre, Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana
1936-1937 (ARAMA 36/37), Grupo de estudios sobre la historia contemporánea de Extremadura (GEHCEX), o Asociación Memoria
Histórico Militar Ebro 1938 (MHMEBRO 1938).
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 171

sierra en el que se han instalado paneles. https:// frente de Madrid, de David Mathieson (La Librería,
www.puentesviejas.org/frentedelagua 2016), Arquitectura Militar de la Guerra Civil en la
• Rutas de Guadarrama (Madrid). El Ayuntamiento Comunidad de Madrid. Sector de la Batalla de Bru-
de Guadarrama ha realizado varias rutas en las que nete, de Ricardo Castellano Ruiz de la Torre y Pablo
se recupera y se señaliza el patrimonio de la Guerra Schnell Quiertant, Senderos de Guerra (4 volúme-
Civil. http://www.guadarrama.es/Rutas/Tras%20 nes) de Jacinto Arévalo Molina, Los lugares de la
las%20huellas%20de%20la%20guerra.pdf Brigadas Internacionales en Madrid (4 volúmenes)
• Ruta de los Yesares (Pinto, Madrid). Espacio con de la Asociación de Amigos de las Brigadas Inter-
fortificaciones y trincheras recuperado y con mu- nacionales (AABI), o Los lugares de la memoria,
sealización con cartelería en las inmediaciones de editado por el Gobierno de Aragón en 2010.
Pinto. http://patrimonioarquelogicoguerracivilpin- • En cuanto a los recursos digitales se pueden en-
to.blogspot.com contrar aplicaciones (APP) para teléfonos móviles
(smartphones) que pueden ser útiles para la pues-
7.2.3. Otros espacios patrimoniales ta en valor patrimonial y la generación de mensa-
jes interpretativos. Una de ellas Trench Experience
• Refugio Antiaéreo de la Plaza de Tetuán (Caste- VR, una app educativa en la que se puede visitar e
llón). Existen cerca de 350 refugios antiaéreos, interactuar dentro de una trinchera de la Primera
este ejemplifica su historia e importancia. https:// Guerra Mundial. En un sentido similar Digging In,
www.castellonturismo.com/que-ver/museos/refu- es otra app educativa creada por medio de testi-
gio-antiaereo-de-la-plaza-tetuan/ monios de supervivientes; su finalidad es acercar
• Blockhaus nº 13 (Colmenar del Arroyo, Madrid). la experiencia humana durante la Primera Guerra
Espacio recuperado y musealizado. http://www. Mundial14. Somme Trench, es un juego que permi-
madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobhe te protagonizar y tomar decisiones durante una
ader=application/pdf&blobkey=id&blobtable=Mu estancia en la trinchera. Por mencionar un último
ngoBlobs&blobwhere=1352809688714&ssbinary= ejemplo, en Italia se ha desarrollado una aplica-
true ción para trazar itinerarios y visitar espacios de la
• Recuperación del Cerro Melero (Arganda el Rey, Primera Guerra Civil: Tracce 1915-1918.
Madrid). En una colina de las inmediaciones del
casco urbano se ha recuperado y musealizado
mediante dispositivos fotográficos y paneles. 8. BIBLIOGRAFIA
https://www.ayto-arganda.es/portalArganda/Re-
cursosWeb/DOCUMENTOS/1/0_17755_1.pdf ARDEMAGNI, M. (2008): «El público y la conservación
del patrimonio», en Mateos Rusillo, Santos (coord.):
7.2.1. Recursos de interés La comunicación global del patrimonio cultural,
Gijón: Trea, pp: 111-129.
En este apartado se muestran recursos bibliográficos ARDEMAGNI, M. (2003): «¿Público predador o
que marcan itinerarios de la Guerra Civil en el territorio y público protector? Cómo involucrar al público en la
que son básicos a la hora de construir mensajes, o apli- conservación del patrimonio», en mus-A, año I, nº 2,
caciones informáticas que suplen estos aspectos. pp: 99-103.
ARRIETA, I. (ed.) (2016): Lugares de memoria
• La editorial británica Schoolastic ofrece una serie traumática. Bilbao: Universidad del País Vasco.
de libros de divulgación en el que se puede en- ASENSIO, M.; y POL, E. (2002): Nuevos escenarios en
contrar recursos para transmitir mensajes de con- educación. Aprendizaje informal sobre el patrimonio,
flictos bélicos. Estos libros están diseñados para los museos y la ciudad. Buenos Aires: Aique.
estudiantes de etapas educativas preuniversita- ASHWORTH, G. J. (2002): «Review of Dark Tourism:
rias; no obstante, la forma en la que tratan las di- The Attraction of Death and Disaster». By J. Lennon
ferentes temáticas los hacen fuente de recursos and M. Foley’, Tourism Management, 23, pp 190–91.
pedagógicos de primer orden. Algunos de los tí- ASHWORTH, G., y HARTMANN, R. (2005): Horror and
tulos publicados son: Woeful Second World War, human tragedy revisited: the management of sites
Frightful First World War, Trenches, o Blitzed Brits. of atrocities for tourism. Cognizant Communication
• En España se han multiplicado las publicaciones di- Corporation.
vulgativas y científicas, tanto de artículos como de AUGÉ, Marc (2098): El viaje imposible. El turismo y sus
monografías, de la Guerra Civil Española. En ellos imágenes, Barcelona: Gedisa.
se pueden encontrar investigaciones históricas, BALLANTYNE, R. (2003): «Interpreting Apartheid:
ampliación de los estudios temáticos y proyectos Visitors’ Perceptions of the District Six Museum».
de puesta en valor, educativos, etc. Para la elabora- Curator: The Museum Journal, 46(3), pp: 279-292.
ción de mensajes interpretativos, aparte de revisar BARÓN MOSQUERA, J. L. (2017): El turismo oscuro:
las anteriores, es interesante consultar: Volver a las análisis de sitios web como herramienta de
trincheras. Una arqueología de la Guerra Civil Espa- marketing. Trabajo Fin de Grado no publicado.
ñola, de Alfredo González Ruibal (Alianza, 2016); El Cartagena.

14. El panorama anglosajón ha generado herramientas digitales para enseñar y conmemorar periodos bélicos con una fuerte presencia en
la memoria colectiva. Se recomienda visitar: WW1 Trenches VR, Somme 100 – Remember the Batlle, Wales at War, entre otras.
172 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

BIRAN, A., PORIA, Y., y OREN, G. (2011): «Sought http://www.interpretaciondelpatrimonio.com/boletin/


experiences at (dark) heritage sites». Annals of index.php/boletin/article/viewFile/165/165. [Consulta:
Tourism Research, 38(3), 820-841. 20 de octubre de 2016].
BITGOOD, S., NICHOLS, G. (1986): Effects of labels HODGKINSON, S (2015): «The concentration camp as
characteristics on visitor behavior. Technical Report. a site of ‘dark tourism’», Témoigner. Entre histoire
Jacksonville State University. et mémoire [En ligne], 116, 2013: http://journals.
BLOM, T. (2000): «Morbid Tourism: A Postmodern openedition.org/temoigner/272. [Consulta: 10 de
Market Niche with an Example from Althorpe». septiembre de 2016].
Norwegian Journal of Geography, 54, 29–36. HUGHES, R. (2008): Dutiful tourism: Encountering the
BOWMAN, M. S., y PEZZULLO, P. C. (2009): «What’s Cambodian genocide. Asia Pacific Viewpoint, 49(3),
so ‘dark’ about ‘dark tourism’? Death, tours, and pp: 318-330.
performance». Tourist Studies, 9(3), pp: 187-202. INTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE) (2016):
CARRASCO SANTOS, Mª. J; PADILLA MELÉNDEZ, A.; «Encuesta de Turismo de Residentes (ETR/
y MELGAR MADSEN, S. (2015): «Dark tourism como FAMILITUR)». Instituto Nacional de Estadística:
innovación en producto turístico. Concepto y casos http://www.ine.es/daco/daco42/etr/etr0415.pdf.
de estudio». Subdirección General de Conocimiento [Consulta: 20 de diciembre de 2016].
y Estudios Turísticos. Instituto de Turismo de España KRIPPENDORF, J. (1986): «The new tourist-turning
Estudios Turísticos, nº 205 (3er T., 2015), pp. 95-118. point for leisure and travel». Tourism Manage- ment,
CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA (2017), 7(2), pp: 131-135.
Museo Nacional de la Memoria: un lugar para el KURNAZ, H. A.; ÇEKEN, H.; y KILIÇ, B. (2013): De-
encuentro. Lineamientos conceptuales y guion termination of Dark Tourism Participants’ Travel
museológico, CNMH, Bogotá. Motivations. Journal of Business Research Turk, 5/2,
COHEN, E. H. (2011): «Educational dark tourism at an in 57-73.
popular site: The Holocaust museum in Jerusalem». LENNON, J.; y FOLEY, M. (2000): Dark Tourism: The
Annals of Tourism Research, 38(1), pp: 193- 209. attraction of Death and Disasters. London, Thomson
CROMPTON, J. (1979): «Motivations of pleasure Learning.
vacations». Annals of Tourism Research, 6(4): pp: LIEBERMANN, F., y ALEJANDRO-MEDINA, A. (2012):
408- 424. Turismo cultural y Dark Tourism: la inclusión de
DANN, G. M. (2000): «Differentiating Destinations la arqueología del conflicto como nueva oferta al
in the Language of Tourism: Harmless Hype or visitante en destinos maduros. Coloquios de Historia
Promotional Irresponsibility?» Tourism Recreation Canario Americana.
Research, 25(2), pp: 63-75. LÓPEZ-MENCHERO BENDICHO, C. C. (2012): Manual
DUNKLEY, R.; MORGAN, N.; Y WESTWOD, S. (2011): para la puesta en valor del patrimonio arqueológico
«Visiting the trenches: Exploring meaning and al aire libre, Manuales de Museística, Patrimonio y
motivations in battlefield tourism». En Tourism Turismo Cultural. Gijón, Trea.
Management 32, 2011. Pp. 860-868. MATEOS RUSILLO, S. (2006): «Corderos con piel de
FERNÁNDEZ BALBOA, C. (Comp.) (2007): La lobo: estrategias comunicativas para desenmascarar
interpretación del patrimonio en la Argentina: a los usuarios del patrimonio cultural», en Congreso
estrategias para conservar y comunicar bienes Internacional sobre Gestión Turística de Patrimonio
naturales y culturales. Buenos Aires: Administración Cultural. Marchena (Sevilla). Texto no publicado.
de Parques Nacionales. MATEOS RUSILLO, S. (coord.) (2008): La
FERNÁNDEZ BALBOA, C.; y TAUBENSCHLAG, R. comunicación global del patrimonio cultural, Gijón:
(2007): «Metodología y práctica de la interpretación Trea.
del patrimonio. Con especial referencia a la MATEOS RUSILLO, S.; MARCA FRANCÉS, G.; y
interpretación personalizada». En FERNÁNDEZ ATTARDI COLINA, O. (2016): La difusión preventiva
BALBOA, C. (Comp.): La interpretación del del patrimonio cultural, Manuales de Museística,
patrimonio en la Argentina: estrategias para Patrimonio y Turismo Cultural. Gijón, Trea.
conservar y comunicar bienes naturales y culturales. MATEOS RUSILLO, S. (2012): «Difusión cultural. La
Buenos Aires: Administración de Parques Magdalena de los productos patrimoniales», en
Nacionales, pp.: 25-54. E-rph: Revista electrónica de Patrimonio Histórico,
FOLEY, M., y LENNON, J. J. (1996a): «JFK and Año 2012, Número 10, pp.: 69-89.
dark tourism: A fascination with assassination». MACDONALD, S. (1997). «The politics of display:
International Journal of Heritage Studies, 2(4), pp: museums, science, culture». En MacDonald, Sharon
198- 211. (Ed.). Exhibitions of power and powers of exhibition:
FOLEY, M., Y LENNON, J. J. (1996b): «Special issue: an introduction to the politics of display. London:
dark tourism». En International Journal of Heritage Routledge, pp.: 1-21.
Studies, 2(4). Pp. 194-244. MAYO, E. J.; y JARVIS, L. P. (1981): The psychology of
FREIRE, P (2009): La educación como práctica de la leisure travel. Effective marketing and selling of
libertad. Madrid: Siglo XXI. travel services. CBI Publishing Company, Inc.
FREIRE, P (2012): Pedagogía del oprimido. Madrid: MIRÓ ALAIX, M. (2009): «¿Cómo planificar una oferta
Siglo XXI. patrimonial? La dinamización del territorio a partir
HAM, S. (2007): «¿Puede la interpretación marcar de la puesta en valor de los recursos patrimoniales».
una diferencia? Respuestas a cuatro preguntas de En Mataplana: http://mataplana.files.wordpress.
psicología cognitiva y del comportamiento». Boletín com/2008/06/the-way-of-interpretation3.jpg
de Interpretación no 17, octubre 2007. Pp. 10-16.: [Consulta: 9 de septiembre de 2016].
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 173

MORALES MIRANDA, J. (2001): Guía práctica para la STONE, P. (2012): «Dark tourism and significant other
interpretación del patrimonio. El arte de acercar el death: Towards a Model of Mortality Mediation».
legado natural y cultural al público visitante. Junta Annals of Tourism Research. 39(3): 1565-1587.
de Andalucía. STONE, P., y SHARPLEY, R. (2008): «Consuming dark
MORALES MIRANDA, J. (2006): «El sentido y tourism: A thanatological perspective». Annals of
metodología de la interpretación del patrimonio». tourism Research, 35(2), pp: 574-595.
Artículo no publicado, basado en un texto del autor STRANGE, C., y KEMPA, M. (2003): «Shades of dark
para la Revista Galego-Lusófona AmbientalMENTE tourism: Alcatraz and Robben Island». Annals of
sustentable. Xuño-Decembro 2006, Volume I, Tourism Research, 30(2), pp: 386-405.
números 1-2. TILDEN, F. (1957): Interpreting our Heritage. (Edición
NAEF, P. (2014). «Disneylandisation des horreurs en español: La interpretación de nuestro patrimonio.
de la guerre». En https://visionscarto.net/ Asociación para la Interpretación del Patrimonio,
disneylandisation-guerre. [Consulta: 5 de diciembre 2006.
de 2016]. UZZELL, D. L. (1989): «The Hot Interpretation of
NARDI, R. (1999): «Implicar al público: un nuevo War and Conflict», in Uzzell, D. L. (edit.): Heritage
enfoque de la educación para la conservación», en Interpretation. Volume 1. The Natural and Built
Museum International, núm. 201 (1999): pp: 44-50. Environment, London and New York, Belhaven Press,
NEURASKA, E. (2013): «Auswitchpark». En pp: 33-47.
https://repositorio.uam.es/bitstream/ UZZELL, D.; y BALLANTYNE, R. (2007): «Heritage that
handle/10486/11863/58410_18.pdf?sequence=1. Hurts. Interpretation in a postmodern world». In
[Consulta: 15 de noviembre de 2016]. Fairclough, G.; Harrison, R.; Jnr, J.J.; and Schofield,
NIEMELÄ, T. (2010): Motivation Factors in Dark J (edits.): The Cultural Heritage Reader, London,
Tourism: Case: House of Terror. Lahti University of Routledge, pp. 502-513.
Applied Sciences. FYSON, A. (1982): «The Interpretation of War», Heritage
NORRILD, J. A. (2007): «Patrimonio del horror: Interpretation, 25 (Summer), pp: 3-4.
Gestión turístico de los sitios donde hubo tragedias WORLD TRAVEL AND TOURISM COUNCIL. (2016).
humanas». Estudios y perspectivas en turismo, 16(1), «Travel & Tourism Economic Impact 2016 World».
121-125. World Travel and Tourism Council: http://www.wttc.
PEARCE, P.; MORRISON, A.M.; y RUTLEDGE, J.L. (1998): org/-/
«Tourism: Bridges across continents». En PEARCE, media/files/reports/economic%20impact%20
P.; MORRISON, A.M.; y RUTLEDGE, J.L.: Tourism: research/regions%202016/world2016.pdf. [consulta:
Bridges across continents. Sydney: McGraw-Hill. 16 de junio de 2017].
PÉRIER-D’IETEREN, C. (1998): «Turismo y conservación:
un equilibrio necesario», en Museum International, 9. BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
vol. 50, núm. 200 (4) (1998): pp: 5-14.
POLI, M. (1996): «Le texte dans un musée d’histoire AGNES HELLER, A. (2003): «Memoria cultural,
et de société». In: Publics et Musées, n°10, identidad y sociedad civil», en In≈daga (2003) 1:pp:
1996. pp. 9-27; https://www.persee.fr/doc/ 5-17.
pumus_1164-5385_1996_num_10_1_1076. [Consulta: BALDWIN, F.; Y SHARPLEY, R. (2009). «Battlefield
9 de septiembre de 2016]. tourism: bringing organised violence back to life».
RIGAT, F. (2005): «Les textes expographiques: pour une En Sharpley, R.; y & P. Stone (Eds.). The darker side
approche de la langue- culture dans les expositions of travel: The theory and practice of dark tourism.
d’art moderne», Ela. Études de linguistique Bristol: Channel View. Pp. 186-207.
appliquée 2005/2 (nº 138), p. 153-170. BILLIG, M.; y EDWARDS, D. (1994): «La construction de
RIEFF, D. (2017): Elogio del olvido, Barcelona: Debate. la mémoire sociale». La Recherche, 267, vol. 25.
SAINT-EXUPÉRY, A. de (2016): Saint-Exupéry en la BIRAN, A., y PORIA, Y. (2014): «Reconceptualising
guerra de España, Navarra: Ken. dark tourism». Contemporary tourist experience:
SEATON, A. V. (1996): «Guided by the dark: from Concepts and consequences, 27, 59.
thanatopsis to thanatourism». En International BRAITHWAITE, D., y LEE, Y. L. (2006): «Dark tourism,
Journal of Heritage Studies, 2(4). Pp. 234-244. hate and reconciliation: The Sandakan experience».
SEATON, A. V. (2000): «Another weekend away looking IIPT Occasional paper, 8, pp: 1-22.
for dead bodies». En Tourism Recreation Research, BRANDIS, D., Y DEL RÍO, I. (2016): «Turismo y paisaje
25(3). Pp. 63-77. durante la Guerra Civil Española, 1936-1939» En
SHARPLEY, R., y STONE, P. (2014): Contemporary Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía
tourist experience: Concepts and consequences (Vol. y Ciencias Sociales. Barcelona: Universidad de
27). Routledge. Barcelona, 15 de febrero de 2016, vol. XX, nº
SMITH, V. (1996). «War and its tourist attractions». 530. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-530.pdf>.
In A. Pizam and Y. Mansfield (eds) Tourism, Crime [Consulta: 10 de noviembre de 2016].
and International Security Issues (247–264). CARNEGIE, E., y MCCABE, S. (2008): «Re-enactment
Chichester: Wiley. events and tourism: Meaning, authenticity and
STONE, P. (2006): «A dark tourism spectrum: Towards identity». Current Issues in Tourism, 11(4), pp: 349- 368.
a typology of death and macabre related tourist DAVALLON, J. (1986): «Gestes de mise en exposition»,
sites, attractions and exhibitions». Tourism: An in Davallon, J. (dir.), Claquemurer pour ainsi dire tout
Interdisciplinary International Journal, 54(2), pp: l’univers, Paris, Centre Georges- Pompidou, Centre
145-160. de Création industrielle, 1986.
174 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID

DAVALLON, J. (1989): «Peut-on parler d’une langue de PIKE, S. (2002): «Destination image analysis a
l’exposition scientifique ? » in Schiele, B., Faire voir, review of 142 papers from 1973 to 2000». Tourism
Faire savoir. La muséologie scientifique au présent, Management, 23(5), pp: 541-549.
Québec, Musée de la Civilisation, 1989. PRIDEAUX, B. (2007): «Echoes of war: battlefield
DAVALLON, J. (2011): «Le pouvoir sémiotique tourism». En Ryan, C. (Ed.). Battlefield tourism: History,
de l’espace. Vers une nouvelle conception de place and interpretation. Oxford: Elsevier. Pp. 17-28.
l’exposition?», Hermès, La Revue 2011/3 (n° 61), SERRELL, B. (1996): Exhibit Labels: An Interpretative
pp : 38-44. Approach. Walnut Creek, CA: AltaMira Press.
FRIEDRICH, M., y JOHNSTON, T. (2013): «Beauty versus SEVILLANO CALERO, F. (2003): «La construcción de la
tragedy: thanatourism and the memorialisation of memoria y el olvido en la España democrática». En
the 1994 Rwandan Genocide». Journal of Tourism Ayer, nº 52, 2003. Pp. 297-319
and Cultural Change, 11(4), pp: 302-320. SINGH, S. (2004): «Religion, heritage and travel: Case
GLOVER, M. (1987): A New Guide to the Battlefields of references from the Indian Himalayas». Current
Northern France, London, Michael Joseph Issues in Tourism, 7(1), pp: 44-65.
GRÄFIN DEYM, I. (2007): «La memoria de la Guerra SLADE, P. (2003): «Gallipoli Thanatourism: The
Civil Española en la literatura infantil y juvenil». En Meaning of ANZAC». Annals of Tourism Re- search,
Estudios Históricos, nº 25, 2007, pp. 181-190. 30(4), 779-794.
HENDERSON, J. C. (2000): War as a tourist attraction: SMITH, V. (1989): Anfitriones e invitados. Antropología
the case of Vietnam. The International Journal of del turismo. Madrid: ediciones Edymion.
Tourism Research, 2(4), 269. SMITH, V. (1998): «War and tourism: an American
HERNÁNDEZ CARDONA, F. X. (2011): «Conflictos ethnography». Annals of Tourism Research, 25 (1),
contemporáneos, estrategias de musealización pp: 202-227.
crítica». En Dossier, museo y territorio, no 4, 2011. STEPHANIE, M. Y. (2003): Dark Tourism:
Pp. 79-86. Understanding Visitor Motivation at Sites of Death
KANG, E. J.; SCOTT, N.; LEE, T. J.; y BALLANTYNE, R. and Disaster. A Thesis by Submitted to the Office of
(2012): «Benefits of visiting a ‘dark tourism’ site: Graduate Studies of Texas A&M University in partial
The case of the Jeju April 3rd Peace Park, Korea.» fulfillment of the requirements for the degree of
Tourism Management, 33(2), 257-265. MASTER OF SCIENCE, December 2003.
KENTLEY, E.; y NEGUS, D. (1989): Writing on the wall: TIMOTHY, D. J., y BOYD, S. W. (2006): «Heritage
A guide for presenting exhibition text. London: tourism in the 21st century: Valued traditions and
National Maritime Museum. new perspectives». Journal of heritage tourism, 1(1),
MOSCARDO, G. (2010). «The shaping of tourist pp: 1-16.
experience: the importance of stories and TARLOW P. E. (2005): «Dark Tourism: The appealing
themes». En The tourism and Leisure Experience: ‘dark side’ of tourism and more». In: Novelli M. (ed)
Consumer and Managerial Perspectives. Aspects Niche Tourism – Contemporary Issues, Trends and
of Tourism. Channel View Publications, Buffalo, NY. Cases. Oxford: Butterworth-Heinemann, pp: 47-58.
Pp. 43-58. WALTER, T. (1993): «War grave pilgrimage». En
MOWATT, R. A., y CHANCELLOR, C. H. (2011): «Visiting READER, I.; Y WALTER, T. (Eds.). Pilgrimage in
death and life: Dark tourism and slave castles». popular culture. Basingstoke: Macmillan. Pp. 63-91.
Annals of Tourism Research, 38(4), pp: 1410-1434. YENAWINE, P. (1997): «Cómo escribir para los
PÉREZ-JUEZ GIL, A. (2006): «Los campos de batalla. visitantes adultos de los museos». New York: Visual
Nuevos espacios de turismo arqueológico». En Understanding in Education. http://www.vtshome.
PÉREZ-JUEZ GIL, A (ed.). La gestión del Patrimonio org/system/resources/0000/0047/WritingAdult.
Arqueológico. Barcelona, Ariel. Pp. 267-274. espanol.pdf. [consulta: 22 de diciembre de 2011].

También podría gustarte