B VCM 019725
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B VCM 019725
PRESIDENTE
Pedro Rollán Ojeda
comunidad.madrid/publicamadrid
AUTORES
María Isabel Baquedano Beltrán
Ricardo Castellano Ruiz de la Torre
José Manuel de Arnaiz Seco
Julián González Fraile
Alfredo González Ruibal
Eduardo Lillo Fernández
Óscar Navajas Corral
Francisco Javier Pastor Muñoz
Pablo Schnell Quiertant
COORDINACIÓN CIENTÍFICA
Miguel Ángel García Valero
Isabel Baquedano Beltrán
Francisco Javier Pastor Muñoz
COORDINACIÓN EDITORIAL
David Rejano Peña
Mariela Beltrán García-Echániz
Sara Cuenca Sánchez
ILUSTRACIONES
Arturo Asensio Moruno
Albert Álvarez Marsal
MAQUETACIÓN
Rubén Espada Fernández
IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN
Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid
I.S.B.N.: 978-84-451-3786-4
D.L.: M–10374-2019
El libro Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Ci- Este Libro Blanco se ha estructurado en varios capítulos:
vil (1936-1938) de la Comunidad de Madrid se ha pensa-
do como un Libro Blanco. La primera de las acepciones • En el primero se expone la legislación existente
que da la Real Academia de la Lengua en su definición a sobre el Patrimonio de la Guerra Civil. Nos pare-
este tipo de documento “es aquel que publican los go- cía fundamental puesto que es nuestra Ley 3/2013
biernos en determinados casos para informar a los órga- de Patrimonio Histórico la que obliga a las distin-
nos legislativos o a la opinión pública”. El objetivo que tas administraciones de la Comunidad de Madrid
ha llevado a la Dirección General de Patrimonio Cultural a proteger estos bienes al incluirlos como parte
a su publicación no es otro que mostrar ante los profe- consustancial de nuestro patrimonio cultural. Ade-
sionales, investigadores y a los ciudadanos interesados más había que hacer un pequeño resumen com-
por este tema las fórmulas que, desde sus competen- parativo con otras legislaciones.
cias, ha adoptado la Dirección General de Patrimonio • El segundo es una síntesis histórica del conflicto y
para inventariar, estudiar, conservar y poner en valor lo que supuso para el territorio de la Comunidad.
este patrimonio tan singular. Es un tema del que existen miles de publicaciones
acorde con su importancia histórica pero no po-
La obra nace como un instrumento para ayudar a los díamos renunciar a incorporar un texto histórico
técnicos locales que tienen que preservar y tomar con- que explicase el por qué de la necesidad del Plan.
ciencia de que los restos de la Guerra Civil, a pesar de • En el tercer capítulo se explica la filosofía del Plan
su cercanía en el tiempo, son vestigios patrimoniales de de Fortificaciones, los datos conocidos a fecha de
gran valor y así lo entendió el legislador cuando los re- hoy y las actuaciones de investigación arqueoló-
cogió en la Ley 3/2013 del Patrimonio Histórico de la gica y puesta en valor de diferentes enclaves de
Comunidad de Madrid. El Libro Blanco se gestó con vo- la Guerra Civil, tanto la musealización de espacios
cación de ayudar a los técnicos de las administraciones estudiados con metodología arqueológica como
locales con competencias en Patrimonio Cultural. Por un la implementación en el territorio de varios cen-
lado, a comprender el tema y, por el otro, a afrontar los tros de interpretación.
problemas derivados de su conservación ayudándoles • El cuarto capítulo trata la arqueología de la Gue-
en la toma de la decisión adecuada. rra Civil. Nos ha parecido fundamental incluir este
texto optando por la salvaguarda y difusión de los
El Plan es, por tanto, una herramienta de gestión su- restos construidos durante el conflicto bélico a
pramunicipal con el objetivo de documentar, proteger través de la arqueología y el paisaje como méto-
y conservar la arquitectura defensiva edificada durante do ideal de estudio.
la Guerra Civil. Se han elegido la arqueología y el paisaje • El quinto capítulo es un diccionario que recoge
como fórmula para acercarse a este tipo de restos pa- las definiciones e imágenes de cada estructura
trimoniales y se han involucrado en el diseño todos los construida que podemos localizar: bunker, nido de
interesados que han querido formar parte del proyecto: ametralladora, refugio, trincheras, etc. Esta parte
profesionales de la Dirección General, ayuntamientos del Libro Blanco es un proceso intelectual de vi-
interesados en este tema, arqueólogos, profesores de sualización y discernimiento de cada tipo de obra
universidad o del CSIC, Reales Academias y a miembros bélica con el fin de que los técnicos o personas
de la sociedad civil con una trayectoria y publicaciones interesadas, no especialistas, puedan diferenciar
sobre estos contenidos que los convierten en auténticos en cada momento qué tipo de arquitectura tienen
especialistas, trabajando en solitario o con asociaciones delante de ellos y cuál fue su utilidad.
ciudadanas implicadas en la protección y revalorización • El sexto capítulo trata sobre la difusión de este
de esta etapa de la historia española. patrimonio bélico. Además de exponer las accio-
nes llevadas a cabo hasta la fecha por esta Direc-
Para centralizar todas estas sensibilidades en 2016 la Di- ción General en la divulgación de este tipo de bie-
rección General de Patrimonio Cultural creó una comi- nes patrimoniales nos interesaba recoger aquí la
sión de expertos para la redacción del Plan. Sin el esfuer- visión de los demás implicados.
zo y compromiso desinteresado de todos ellos no habría • El Libro Blanco finaliza con una visión desde la
sido posible llevar a buen puerto este trabajo, lo que les sociedad civil, a quien también va dirigido. Para
agradezco públicamente en estas líneas. ello hemos dado voz a una de las personas que
en nuestra Comunidad Autónoma ha estado invo-
El Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil lucrado en este tema desde el origen y a quien
(1936-1939) es un proyecto ambicioso que precisa de una agradecemos sobremanera su aportación.
amplia documentación de estas singulares construccio-
nes a fin de tener representada de forma geoespacial la En estos dos años de desarrollo del Plan de Fortificacio-
línea del frente y los sistemas de fortificación de ambos nes nos ha sorprendido gratamente la gran cantidad de
contendientes. El conocimiento y la georreferencia de ciudadanos, a título individual, interesados en conocer
esta arquitectura defensiva es el objetivo fundamental estos vestigios de la Guerra Civil, así como de diversos
del Plan, pues es básica en su protección patrimonial in- colectivos, profesionales y otras administraciones. Per-
tegral. La prospección de todo el territorio de la Comu- mítanme presumir de nuestros logros pues, en apenas
nidad ofrece datos impactantes sobre la cantidad y la dos años de vida, a este Proyecto se le han concedido
calidad de restos patrimoniales de este acontecimiento dos importantes distinciones: el Plan Regional de Forti-
bélico que se hallan distribuidos en 105 municipios con ficaciones de la Guerra Civil (1936-1939) de la Comuni-
más de 1.450 estructuras y cientos de km de trincheras dad de Madrid quedó finalista del Premio Internacional
documentados. AR&PA 2018 de intervención en el Patrimonio Cultural,
14 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
En las últimas décadas hemos asistido en nuestro país a la tiene la colectividad como instrumentos de cultura. Par-
implantación y asunción de un nuevo concepto del Patri- tiendo de esta base, la Ley consagra una nueva defi-
monio Histórico y, en general, de los fenómenos culturales, nición del Patrimonio Histórico y amplía notablemente
que han promovido y favorecido el desarrollo del conoci- su extensión respecto a las legislaciones anteriores, ac-
miento y la conservación como vehículos para la valora- tuando sobre un conjunto de bienes considerados patri-
ción y difusión de nuestro Patrimonio Histórico y Cultural. moniales debido a su función cultural, que representan
la acción del hombre en sentido amplio en referencia a
El inicio de este fenómeno, que ha marcado en gran me- la Historia de la civilización, sin establecer limitaciones
dida la gestión que sobre nuestros bienes culturales se derivadas de su propiedad, uso, antigüedad o valor eco-
está llevando a cabo en la actualidad, se encuentra en la nómico.
Constitución de 1978. En un Estado Social, Democrático
y de Derecho como el nuestro, los objetivos de desarrollo Al amparo de la distribución competencial establecida
de la cultura se revelan manifiestamente indispensables. en la legislación estatal, y bajo los preceptos recogi-
dos en diversas sentencias del Tribunal Constitucional
Desde el mismo Preámbulo de la Constitución se pro- al respecto, el legislador de cada Comunidad Autóno-
clama la voluntad de proteger a todos los españoles y ma fue promulgando leyes que, siguiendo inicialmente
pueblos de España en sus culturas y tradiciones y de el esquema de la Ley 16/85, y la regulación del régimen
promover el progreso de la cultura. de protección establecido en la misma, han ido desarro-
llando nuevas perspectivas, ampliando y enriqueciendo
Los principios o valores constitucionales relacionados el concepto de Patrimonio Histórico establecido en la
con la cultura se establecen en los artículos 44.1, y 46 norma estatal, a través de la inclusión de nuevas figuras
del Capítulo III del Título I, De los Principios Rectores de de protección más allá de los Bienes de Interés Cultural,
la Política Social y Económica. El artículo 44.1 de la Cons- y definiendo y perfilando la noción jurídica de diversos
titución consagra la obligación por parte de los poderes Patrimonios especiales (industriales, inmateriales, pai-
públicos de promover y tutelar el acceso a la cultura a la sajísticos, y actualmente, el patrimonio fortificado de la
que todos tienen derecho. Por su parte el art. 46 recoge guerra civil).
el deber de los poderes públicos de garantizar la con-
servación y promover el enriquecimiento del Patrimonio Debemos destacar la contribución realizada en este
Histórico, Cultural y Artístico de los pueblos de España campo, por los trabajos de distintos organismos nacio-
y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su nales e internacionales. Las reuniones sobre el Patrimo-
régimen jurídico y su titularidad. nio etnográfico, inmaterial, industrial o el patrimonio
arqueológico de la UNESCO han supuesto referencias
El contenido del artículo 46 de la Constitución marca para su posterior aplicación legal entre los distintos es-
un camino que constituye el inicio efectivo de un nuevo tados firmantes.
concepto sobre la importancia del Patrimonio Cultural
en nuestro país, entendiendo el mismo, y los bienes que Asimismo debemos destacar la labor del Consejo de
lo componen, como instrumentos y elementos genera- Europa en el campo de la protección del Patrimonio
dores de cultura al servicio de la comunidad, condición Cultural. El Convenio para la Protección del Patrimonio
en la que se basa el sentido público de los bienes que Arqueológico de La Valetta, en 1992, constituye un im-
componen el Patrimonio Histórico y su concepto instru- portante apoyo en la valoración de este patrimonio, es-
mental al servicio de la sociedad. pecialmente en lo referente a la adopción de medidas
conducentes a la preservación, conservación y gestión
Tras la promulgación de la Carta Magna se inicia un pe- de los restos arqueológicos exhumados.
riodo postconstitucional, caracterizado por la aparición
de un modelo altamente descentralizado de gestión cul- De igual manera, el Convenio Europeo del Paisaje, del
tural que materializa el contenido de la Constitución y año 2000, representa el reconocimiento del valor cul-
la trasposición de las previsiones constitucionales a los tural del paisaje y su relación con los bienes cultura-
Estatutos de Autonomía que, en este marco, se fueron les, así como su carácter histórico y patrimonial, como
aprobando, recogiendo de una manera u otra este de- muestra de la evolución del territorio, sirviendo de punto
recho a la competencia sobre el Patrimonio Histórico de partida para la protección, no solamente de los ele-
y el “Patrimonio Monumental”. El de la Comunidad de mentos materiales sino del ámbito paisajístico en que se
Madrid recoge en su artículo 26, entre otras, la compe- encuentran, así como las huellas dejadas en el territorio
tencia exclusiva sobre el Patrimonio Histórico, Artístico, por los diferentes acontecimientos históricos que se han
Monumental, Arqueológico, Arquitectónico y Científico sucedido en el mismo.
de interés para la Comunidad.
El marco conceptual y normativo desarrollado en las lí-
Este periodo culmina con la publicación en el año 1985 neas anteriores constituye la base para el reconocimien-
de la Ley 16 / 85 de 25 de junio de Patrimonio Histórico to y la valoración, como bienes culturales, de aquellos
Español, que establece un nuevo concepto del Patrimo- elementos que constituyen las huellas de nuestra histo-
nio Histórico como una riqueza colectiva que contiene ria más reciente, como ocurre con la arquitectura defen-
las expresiones más dignas de aprecio en la aportación siva de la Guerra Civil, cuya regulación y protección jurí-
histórica de los españoles a la cultura universal . dica es relativamente reciente. El reconocimiento de su
carácter cultural, que enlaza directamente con el espí-
Los bienes que integran el Patrimonio Histórico Espa- ritu de la Ley de Patrimonio Histórico estatal, ha permi-
ñol (PHE) adquieren su valor en el aprecio que de ellos tido la adopción de medidas de gestión para promover
18 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
en gran medida a la consideración de restos materiales, Arqueológico se fundamenta, frente al resto de los bie-
relativamente recientes, como dignos de protección y nes con valor cultural, no ya por las características o la
conservación no sólo por parte de algunos particulares naturaleza mueble o inmueble de sus bienes, sino por la
volcados en su pasión por el patrimonio de la Guerra metodología aplicada a su estudio. Así, el art. 40.1 de la
Civil, sino que han conseguido que el legislador siga esta norma estatal establece: “Conforme a lo dispuesto en el
senda que culmina con la protección legal de bienes artículo 1 de esta Ley, forman parte del Patrimonio Histó-
construidos durante la Guerra Civil. rico Español los bienes muebles e inmuebles de carácter
histórico susceptibles de ser estudiados con metodolo-
Pese a la importante aportación del Plan Nacional de Ar- gía arqueológica (...)”.
quitectura Defensiva, el documento carece de valor jurí-
dico, limitándose a abrir un camino que debe plasmarse En esta línea, la legislación de la Comunidad de Madrid,
en las diferentes normativas autonómicas. Hoy por hoy, en su Título V, introduce el Patrimonio Arqueológico en
la inserción de estos bienes culturales en el régimen ju- los Regímenes especiales de protección, basando su de-
rídico y de protección que establece la normativa sobre finición, según se determina en el artículo 28.1, en el em-
Patrimonio Cultural, se basa fundamentalmente, en su pleo para su estudio e interpretación de las “técnicas de
adscripción al Patrimonio Arqueológico. investigación arqueológica”.
En este sentido, la clasificación que opera en la Ley La adscripción de la arquitectura defensiva de la Guerra
16/1985 de Patrimonio Histórico Español, reproducida Civil a dicha masa patrimonial, permite la aplicación del
en su base por el resto de las normativas autonómicas, régimen jurídico de protección que la Ley de Patrimonio
se establece en primer lugar en torno a la naturaleza de Histórico Español reserva para los bienes arqueológicos,
los bienes, muebles o inmuebles. La segunda clasifica- establecida en los artículos 42 y 43, y que supone el
ción establecida por la norma estatal se configura en punto de partida para la protección de este tipo de ma-
base a la declaración como Bienes de Interés Cultural nifestaciones, y su desarrollo en las distintas normativas
de aquellos más relevantes del Patrimonio Histórico Es- autonómicas, promoviendo su documentación y estudio,
pañol, que en el caso de los inmuebles, pueden adscri- vinculados, en especial en los últimos años, a la inter-
birse a alguna de las cinco categorías enumeradas en el vención arqueológica ligada a obras públicas y privadas.
artículo 15.1 de la Ley, determinándose asimismo, en el
artículo 9.1, que gozaran de especial protección y tutela. En la Comunidad de Madrid, la consideración de las ma-
En sentido estricto, la ley 16/1985, apenas presenta una nifestaciones materiales de la Guerra Civil como yaci-
regulación para aquellos bienes inmuebles que no se en- mientos arqueológicos ha promovido su inclusión en el
cuentran declarados BIC, únicamente el artículo 25, es- Catálogo Geográfico de Bienes Inmuebles del Patrimo-
tablece la posibilidad de intervención de la administra- nio Histórico, regulado en el artículo 4 de la Ley 3/2013, y
ción en caso de demolición, parcial o total, de inmuebles que se constituye como el instrumento básico de gestión
no declarados de Interés Cultural. y protección de los bienes culturales de la Comunidad.
Tomando como punto de partida la legislación estatal, El esfuerzo realizado en estos últimos años por parte de
la mayoría de las normativas autonómicas han ampliado la Consejería competente en materia de Cultura en la
y mejorado el régimen de protección de los bienes con elaboración de dicho Catálogo, ha permitido realizar no-
valor cultural, introduciendo en su norma regímenes ge- tables avances en el conocimiento del Patrimonio For-
nerales de protección que amparaban a aquellos bienes tificado de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid,
inmuebles que, presentando valor cultural, no reunían las ligado asimismo a la realización de estudios de impacto
características sobresalientes que justificaban su declara- sobre el Patrimonio Arqueológico y estudios globales
ción de Interés Cultural, reparando de esta manera, algu- sobre este periodo de nuestra histórica. Como ejemplos
nas de las lagunas de la legislación estatal. En el caso de destacados en nuestra Comunidad, podemos citar las
la Comunidad de Madrid, la Ley 3/2013, en su artículo 2.3, excavaciones en Casas de Murcia, en la Villa de Vallecas,
establece una nueva categoría, la de Bienes de Interés en el Blockhaus 13 de Colmenar de Arroyo y más recien-
Patrimonial para aquellos que “formando parte del Pa- temente en el Campamento de La Peña y la Posición
trimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, sin tener Calvario de Navalagamella, así como los fortines de la
valor excepcional, posean una especial significación his- Dehesa de Navalcarbón en Las Rozas o la línea de nidos
tórica o artística y en tal sentido sean declarados”. Por su de ametralladora del término municipal de Los Molinos,
parte, el Titulo II de la Ley, regula el Régimen general del entre otras intervenciones.
Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, esta-
bleciendo en los artículos 12 a 16, los parámetros de pro- Hasta ahora, en las páginas anteriores, hemos llevado a
tección de los bienes con valor cultural a través, funda- cabo un recorrido en retrospectiva, del punto de partida
mentalmente, del mandato de acciones que promuevan y los cambios conceptuales y jurídicos que han promo-
su estudio y documentación, su inserción en el Catálogo vido en los últimos años el estudio, la documentación y
Geográfico de Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico la protección de los restos de la Guerra Civil, y el notable
de la Comunidad, y su trasposición a los instrumentos avance que en este campo supuso la publicación de la
urbanísticos, con el adecuado nivel de protección. Ley 3/2013, cuyas determinaciones han permitido con-
solidar de manera efectiva, la protección y la valoriza-
Mención aparte merece el Patrimonio Arqueológico, ción cultural de dichos bienes.
que constituye la única masa patrimonial diferenciada
en la normativa estatal y en general, en la legislación El tratamiento y el régimen jurídico establecido para las
autonómica. La regulación específica del Patrimonio Fortificaciones de la Guerra Civil Española, constituye
20 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
uno de los puntos más novedosos de la Ley 3/2013, de generales, cuentan con menos recursos, técnicos, huma-
18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de nos y económicos, tendrían mayores dificultades a la
Madrid. Dicha norma, en su Disposición Transitoria Pri- hora de realizar o actualizar los mismos.
mera, establece la obligación por parte de los Ayunta-
mientos de completar o elaborar sus Catálogos de Bie- Los estudios arqueológicos realizados al amparo de esta
nes y Espacios Protegidos (CEBP) en el plazo de un año, nueva legislación han deparado interesantes datos. Por
vinculando claramente la protección de los bienes per- ejemplo, muchas de las fortificaciones fueron objeto de
tenecientes al Patrimonio Histórico de la Comunidad de diversos actos que supusieron su deterioro en los mo-
Madrid a los instrumentos urbanísticos de aplicación por mentos posteriores al final del conflicto bélico, ya que
los Ayuntamientos, que constituyen de manera efectiva, resultaba habitual que se buscasen materiales para su
los organismos con un nivel de control más cercano so- achatarramiento y reutilización, principalmente los me-
bre su territorio y los elementos a proteger en el mismo. tálicos, tanto los que formaban parte de las estructuras
internas (ferrallas, hierros de todo tipo, etc) como los
Es importante señalar, que esta Disposición Transitoria restos abandonados en el interior y entorno de los mis-
Primera prescribe la aplicación del régimen de protec- mos (casquillos, balas, y cualquier objeto que pudiera
ción previsto para los Bienes de Interés Patrimonial de tener algún valor en la posguerra), habiéndose consta-
la Comunidad de Madrid, a una serie de bienes de valor tado este fenómeno principalmente en las zonas más
cultural significativo, entre los que se incluyen las “Forti- cercanas a núcleos poblacionales.
ficaciones de la Guerra Civil española”, hasta la efectiva
aprobación de los citados instrumentos de planeamien- Posteriormente, numerosos lugares que fueron obje-
to. En este sentido, la intención de la norma presenta to de las batallas más significativas de la Guerra en la
una doble vertiente: por un lado, fomentar la redacción Comunidad de Madrid, como son el sector Somosierra
o revisión de los CBEP por parte de los Ayuntamientos, - Buitrago (Frente del Agua) o los parajes en los que
introduciendo las fortificaciones de la Guerra Civil como tuvieron lugar las batallas de Jarama y Brunete, han per-
bienes de valor cultural en los instrumentos de gestión dido parte de la cultura material que albergaban por la
urbanística del municipio; por otro lado, hacer efectiva la actuación sin control de coleccionistas y aficionados,
protección de dichos bienes mediante la aplicación del que expoliaron estos lugares utilizando, en muchos ca-
régimen previsto para los Bienes de Interés Patrimonial sos, detectores de metales.
de la Comunidad, que establece una serie de condicio-
nantes sobre las actuaciones a realizar sobre los mis- Desde la entrada en vigor de la ley 3/2013, se ha produ-
mos, y la preceptiva autorización de la Consejería com- cido un notable cambio en este panorama y la conside-
petente. ración de los restos de la Guerra Civil como elementos y
bienes de valor cultural, ha extendido la práctica del es-
De cara a la elaboración de los CBEP, y de acuerdo con lo tudio arqueológico, con metodología y técnica científica
dispuesto en el artículo 16 de la Ley 3/2013, estos debe- al conocimiento de las fortificaciones de la Guerra Civil.
rán incorporar los bienes incluidos en el Catálogo Geo-
gráfico de Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico de Otro de los puntos a destacar como novedoso en la Ley
la Comunidad de Madrid, como los bienes que, reunien- 3/2013, es que el uso de detectores de metales, según
do los requisitos del artículo 2.1, puedan tener relevan- establece el artículo 32, requerirá autorización expresa
cia para el Municipio. Esto, de acuerdo con lo dispuesto de la Consejería competente en materia de Patrimonio
en el artículo 4.2 de la Ley 3/2013, supone la inclusión Histórico, algo que resulta especialmente significati-
en los instrumentos de planeamiento de los Bienes de vo por su utilidad en los yacimientos de la Guerra Civil.
Interés Cultural, los Bienes de Interés Patrimonial y los Actualmente, el empleo de los detectores de metales,
yacimientos arqueológicos presentes en cada término siempre debidamente autorizado, se produce en mayor
municipal, y la asignación, para aquellos bienes que no número en las intervenciones arqueológicas que se de-
se encuentren específicamente declarados (BIC y BIP) sarrollan en este tipo de enclaves arqueológicos, prin-
y por lo tanto cuenten con un régimen de protección cipalmente por cuestiones de seguridad, ya que es re-
propio de los previstos en la Ley de Patrimonio de la lativamente frecuente localizar durante los trabajos de
Comunidad, de un régimen jurídico de protección de los remoción del terreno distintos tipos de municiones, que
previstos en la normativa urbanística, quedando así la en algunos casos con su carga explosiva intacta, cuya
gestión de su salvaguarda, por parte de los organismos manipulación debe reservarse exclusivamente a los ex-
municipales en primera instancia. pertos en desactivación de los cuerpos y fuerzas de la
seguridad del estado.
Respecto al régimen jurídico de protección de los restos
de la Guerra Civil, incluidos en los Catálogos de Bienes No podemos terminar este capítulo sin examinar, de for-
y Espacios Protegidos municipales, y dada su pertenen- ma breve, el tratamiento y la regulación legal de este tipo
cia al Patrimonio arqueológico, se articula en torno a la de bienes, en algunas de las normativas autonómicas del
aplicación de lo dispuesto en los artículos 16, 28.3 y 30 panorama nacional. Así, los restos y bienes pertenecien-
de la Ley 3/2013. tes a la Guerra Civil, aparecen contemplados en diver-
sas leyes autonómicas publicadas con posterioridad a
Desde la aprobación de la ley, la Dirección General en la 3/2013. Nos referimos en concreto a las Comunidades
materia de Patrimonio Histórico ha llevado a cabo los Autónomas de Andalucía y Valencia, que hacen referen-
catálogos geográficos de la totalidad de municipios de cia a elementos de la Guerra Civil, si bien, su tratamiento
menos de 2.500 habitantes de la Comunidad de Madrid, legal difiere en ambos casos de la norma madrileña, bien
al entender que estos municipios, al ser los que, en líneas por centrarse en otras facetas históricas, recogidas en
EL MARCO LEGAL DE LOS VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL 21
una norma específica, sobre la Memoria Histórica, como trincheras simuladas, parapetos, polvorines, zanjas de
es el caso de la normativa andaluza, bien, como en el tirador y para mortero, canales de comunicación, ob-
caso de la Comunidad Valenciana, por ampliar el reper- servatorios, lugares de mando, elementos de resistencia
torio de elementos a inventariar y proteger, más allá del blindados (nidos de ametralladoras, lugares de tirador,
patrimonio fortificado. casamatas, búnkeres o fortines), balsas para refrigera-
ción, abrigos para tropa, almacenes subterráneos, gale-
La ley 2 / 2017, de 28 de marzo de la Memoria Histórica rías subterráneas, refugios, memoriales y todos aquellos
y Democrática de Andalucía, crea las figuras de luga- elementos constructivos relacionados con la arquitectu-
res de memoria histórica y democrática de Andalucía, ra militar de este conflicto.”
recogiéndolos (art.23) “como sección del Inventario de
Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz “ La modificación de la disposición adicional quinta de la
y definiéndolos, en su artículo 21 como “aquel espacio, Ley 4 /1998 incluye la consideración como “bienes in-
inmueble o paraje que …revele interés para la Comuni- muebles de relevancia local”, “el patrimonio histórico y
dad Autónoma como patrimonio Histórico de Andalucía, arqueológico civil y militar de la Guerra Civil... además
por haberse desarrollado en él hechos de singular rele- de los espacios singulares relevantes e históricos de la
vancia por su significación histórica, simbólica o por su capitalidad valenciana... además de los espacios rele-
repercusión con la memoria colectiva vinculados con la vantes que utilizaron personajes importantes de nuestra
lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades historia durante el período de guerra de 1936 a 1939”,
democráticas, así como con la represión y violencia so- que deberán ser inscritos en los “catálogos de bienes y
bre la población como consecuencia de la resistencia al espacios protegidos”.
golpe de Estado de 1936, la dictadura franquista y por la
lucha por la recuperación de los valores democráticos Resulta notoria la extensión de la protección a un gran
hasta la entrada en vigor del estatuto de Andalucía el 11 número de elementos y lugares, si bien la utilización de
de enero de 1982 .” algunos conceptos jurídicos indeterminados, como el de
“personajes importantes”, que deja a los encargados de
Esta legislación, que constituye una norma paralela a realizar el inventario específico una ardua labor desde
la Ley autonómica sobre Patrimonio Cultural, presenta el punto de vista técnico, ya que la propia norma indica
varias novedades en el concepto y tratamiento de los que será la Consejería competente la encargada de de-
bienes pertenecientes a nuestro pasado histórico más cidir que bienes serán protegidos y cuales serán única-
reciente: mente objeto de documentación “conforme a su relativa
importancia patrimonial”.
• Por un lado crea una nueva categoría de bienes
para su inclusión en el Inventario de Bienes Reco- Esto supone un ingente trabajo técnico para justificar,
nocidos del Patrimonio Histórico de la comunidad sin caer en la arbitrariedad, que elementos serán obje-
autónoma, vinculando su régimen de protección a to de protección legal y cuáles no. En cualquier caso,
estos últimos. y más allá de las diferencias enumeradas, nos encon-
• Introduce como concepto en los bienes a prote- tramos ante un evidente cambio en la perspectiva a la
ger, el espacio (inmuebles o parajes), y por lo tan- hora de percibir, concebir y proteger el patrimonio más
to por extensión, establece una clara relación en- reciente.
tre este tipo de patrimonio y el paisaje, vinculando
los restos más a la memoria colectiva, que a una Resulta importante esta evolución de concepto que ya
masa patrimonial diferenciada por sus caracterís- se había operado en otras áreas como la arquitectura,
ticas formales o la metodología de su estudio. la escultura o la pintura, y que ahora se está asentando,
• Amplia el marco temporal llevando mucho más también en el reconocimiento de la existencia de yaci-
allá del final de la guerra, hasta el año 1982, el pe- mientos arqueológicos de cronología relativamente re-
riodo de posible declaración de estos bienes. ciente que deben ser tratados con el mismo respeto y
• La introducción de conceptos como su “significa- conciencia que los lugares arqueológicos pretéritos.
ción simbólica o su repercusión con la memoria
colectiva”, parece enlazar con la identificación de En ambos casos se trata de leyes aprobadas en concu-
“hechos o acontecimientos” que se remiten con- rrencia o para modificar parcialmente algunos artícu-
ceptualmente al Patrimonio Inmaterial. los de las legislaciones de Patrimonio Histórico de las
comunidades andaluza y valenciana respectivamente,
Distinto es el caso de la Ley 9/2017, de 7 de abril, de mientras que la de la Comunidad de Madrid ha inclui-
modificación de la Ley 4/1998, del patrimonio cultu- do este nuevo concepto patrimonial en una ley de nue-
ral valenciano, que ya en su preámbulo reconoce que vo cuño.
los “vestigios arqueológicos de la Guerra Civil son una
herramienta fundamental de recuperación de los acon- Queremos también hacer referencia a la reciente Declara-
tecimientos del pasado” para la “consolidación de una ción del Cinturón de Hierro y defensas de Bilbao (Álava y
cultura de la paz”, e introduce también el concepto de Bizkaia), como Bien Cultural en la categoría de Conjunto
“patrimonio bélico”. Monumental por parte de la Consejería competente en
materia de Patrimonio Cultural del País Vasco.
La norma valenciana hace también un desglose de los
elementos cuya protección considera necesaria “por La declaración de este elemento que recorre más de
su importancia histórica y cultural”, como son los “ae- una treintena de municipios, ha supuesto un verdade-
ródromos, refugios, trincheras simples o compuestas, ro reto, tanto por las dimensiones y localización de la
22 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
misma, como por otorgar protección a la denominada Entendemos que este debate, que también puede plan-
“Línea 0”, como línea imaginaría proyectada, incluyendo tearse en España entre los partidarios de los dos bandos
los tramos en los que se está “construida, destruida, o de la Guerra Civil, queda en un segundo plano al foca-
nunca ejecutada”. lizar la protección de los elementos, no en su origen ni
en su papel durante la guerra, ni al vincularlo a victorias
El decreto incluye también un exhaustivo listado de ac- o derrotas de uno u otro bando, sino al carácter de sus
tividades y usos prohibidos y permitidos, así como las manifestaciones como representantes de nuestro pasa-
condiciones para la intervención, quedando siempre al do histórico más reciente, y en último extremo, a su valor
amparo de la administración competente. como instrumentos de cultura.
En este mismo sentido, desde la Comunidad de Madrid Creemos que el gran acierto de la ley 3/2013 es el de
se están dando pasos para la declaración singularizada obviar ese posible debate, que ha supuesto y todavía
de elementos con valor excepcional como el Blockhaus supone, en muchas áreas de nuestra sociedad, un ele-
de Colmenar de Arroyo, el Campamento de La Peña de mento de conflicto ideológico, ligado al acontecimiento
Navalagamella o el trazado del Tren de los 40 días que más traumático de nuestro pasado más próximo, pero
recorre varios municipios, que representan notables carece de sentido a la hora de proteger y conservar
ejemplos de arquitectura fortificada e infraestructura nuestro legado histórico, y tal y como se establece en la
de la Guerra Civil. Las declaraciones individualizadas Ley estatal respecto a su transmisión a las generaciones
permitirán ampliar el régimen jurídico de protección de futuras, sobre la firme creencia de que los pueblos que
estos bienes, y algo que consideramos de gran impor- no protegen, y por tanto pierden su historia, están con-
tancia, vincular los restos a los enclaves paisajísticos en denados a repetirla.
los que se encuentran, a través de la definición de los
entornos de cada uno de los mismos en sus respectivas Como conclusión, podemos decir que no sólo hace falta
declaraciones, e introduciendo el paisaje como elemen- una regulación normativa favorable, sino que, una vez
to de valor cultural, indiscutiblemente ligado a las mani- que el legislador establece las pautas para la protección,
festaciones de la Guerra Civil. conservación restauración y puesta en valor de estos
elementos, el ejecutivo debe dotar de contenido a ese
No queremos finalizar este estudio sobre la protección marco legal, apostando por la recuperación de un patri-
del patrimonio fortificado de la Guerra Civil sin hacer monio que, hasta hace relativamente poco tiempo, era
una breve referencia a lo que está ocurriendo en los escasamente reconocido y valorado, para convertirlo en
países de nuestro entorno respecto a las fortificaciones un recurso con un innegable y creciente atractivo turís-
de la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuya tipolo- tico y cultural, más allá de otras muestras de la arquitec-
gía y percepción social puede resultar muy similar a la tura civil y religiosa u otros yacimientos arqueológicos
que tienen los elementos a los que estamos haciendo que ya han calado más profundamente en el imaginario
referencia. colectivo de la sociedad como parte del Patrimonio cul-
tural a reconocer y valorar.
El caso más paradigmático tanto por su extensión como
por su significación histórica, es el de la denomina- La ley 3 / 2013 ha sido pionera a la hora de proteger
da Muralla Atlántica, que recorre la costa y cuenta con el patrimonio de la arquitectura defensiva de la Guerra
cientos de elementos fortificados a lo largo de varios Civil, y la aplicación de esta ley ha resultado también
países. Fue construida por el régimen alemán durante la importante por el tratamiento de estos bienes como
Segunda Guerra Mundial para protegerse de un posible patrimonio arqueológico, aplicando las técnicas y mé-
desembarco aliado desde el Reino Unido. todos de esta disciplina al estudio y recuperación de los
mismos. Es de esperar que, siguiendo el camino abierto
Desde que Paul Virilio refiriera su interés por estas mo- por la legislación madrileña y la normativa autonómica
les de hormigón en el año 1975, mucho se ha trabajado de alguna de las comunidades citadas en este texto, se
desde los diversos países que recorre el Muro del At- empiece a recoger en la normativa legal encargada de
lántico para su protección y recuperación, llevándose a la Protección patrimonial, referencias que sirvan para
cabo actuaciones desiguales a la hora de poner en valor reconocer e incluir los bienes muebles e inmuebles de
estas fortificaciones. En Francia, por ejemplo, la zona una cultura material relativamente cercana en el tiem-
de Normandía, probablemente al abrigo de un enorme po, pero de gran importancia para entender nuestro
“turismo bélico” creciente en los últimos años, ha sabi- presente.
do recuperar numerosos elementos, algunos de cuyos
máximos exponentes serían las defensas alemanas de Sirva también este artículo como un pequeño homenaje
la “playa Omaha” o las baterías de Longues - Sur - Mer. a todas aquellas asociaciones, estudiosos, historiadores
y arqueólogos que durante muchos años han valorado
Sin embargo, existen también problemas a la hora de y considerado relevantes los restos de la Guerra Civil y
legislar sobre la protección de los elementos fortificados han realizado esfuerzos para su recuperación y puesta
de la Muralla Atlántica, debido a su origen alemán, y a en valor. La colaboración de todos estos agentes, gran-
que fueron construidas en muchos casos por prisione- des conocedores del territorio, ha sido indispensable a la
ros, y en otros por colaboracionistas, existiendo grandes hora de llevar a cabo la inclusión de las fortificaciones de
sectores de la sociedad que no están de acuerdo en que la Guerra Civil en el Catálogo Geográfico de bienes del
deban protegerse legalmente elementos que recuerdan Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, y por
a la división que existió entre franceses durante la Se- tanto han jugado un papel fundamental en la protección
gunda Guerra Mundial. de este legado para las generaciones futuras.
EL MARCO LEGAL DE LOS VESTIGIOS DE LA GUERRA CIVIL 23
3. LA GUERRA DE COLUMNAS
1. Los dos bandos han sido llamados de diferentes formas. En este trabajo utilizaremos en general la denominación “nacional”
para la zona sublevada y “gubernamental” para la zona controlada por el gobierno de la República.
28 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
5. LA DEFENSA DE LA CAPITAL.
Fig. 4 Frente de la Ciudad Universitaria. Carlos Muñoz Laborde y Mariano Álvarez Núñez.
Revista de Obras Públicas (1940).
Fig. 5 Observatorio blindado. Parque del Oeste (Madrid). El sector citado era considerado como primordial por
Dirección General de Patrimonio Cultural los gubernamentales, ya que por allí discurría la comu-
nicación con Valencia, vital para el abastecimiento de la
capital. Las fuerzas republicanas habían fortificado en
profundidad una primera línea defensiva que cubría Pe-
rales del Rio, La Marañosa (con posiciones de resistencia
de hormigón unidas por galerías subterráneas), el Puen-
te de Pindoque, la finca Siete Villas, el Pingarrón (con
numerosos nidos de ametralladoras), el Vértice Pajares
(trincheras y posiciones de resistencia), Vaciamadrid, La
Poveda y Casa Eulogio. La segunda línea defensiva, apo-
yada en el margen izquierdo del rio Manzanares, estaba
formada por una larga trinchera con abrigos y asenta-
mientos de armas automáticas excavados en el terreno.
Fig. 8 Línea del frente tras la Batalla de Brunete (julio de 1937). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Universitaria y las áreas urbanas de la periferia sur, se 10. CRONOLOGÍA DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID
consolidó asimismo una maraña de líneas de trincheras
y alambradas, apoyadas por obras de hormigón arma- Señalamos a continuación los principales hitos de la
do y las construcciones preexistentes que habían sido contienda en la región madrileña:
incorporadas a las defensas. También se fortificaron los
parajes donde habían tenido lugar las batallas del Ja- • 19 - julio - 1936
rama, Guadalajara y Brunete, adaptando las defensas a Sublevación del Cuartel de la Montaña. Ese
las características topográficas y geológicas de estos mismo día tienen lugar los primeros combates en
escenarios. la Sierra de Guadarrama (Puerto de Somosierra).
• 8 - octubre - 1936
Toma de San Martín de Valdeiglesias.
• 15 - octubre - 1936
Las fuerzas nacionales ocupan Navas del Rey
y Chapinería.
• 21 - octubre - 1936
Las vanguardias nacionales ocupan
Navalcarnero.
• 27 - octubre - 1936
Toma de Torrejón de Velasco, Torrejón
de la Calzada y Griñón.
• 30 - octubre - 1936
Caen Villamantilla, Villanueva de Perales
Fig. 9 Fortificación denominada Blockhaus 13. Colmenar de Arroyo
y Brunete. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural
• 2 - noviembre - 1936
Toma de Pinto, Fuenlabrada, Móstoles
y Villaviciosa de Odón.
• 4 - noviembre - 1936
Caen en manos nacionales las localidades
de Alcorcón, Leganés y Getafe con su
aeródromo.
• 6 - noviembre - 1936
Las columnas rebeldes alcanzan los suburbios
de la capital y toman posiciones en zonas de
Carabanchel y Villaverde. Intenso bombardeo
aéreo de la ciudad.
• 7 - noviembre - 1936
Se inicia la batalla de Madrid, con fuertes
combates en la Casa de Campo. Las columnas
rebeldes avanzan hacia el rio Manzanares.
• 23 - noviembre - 1936
El mando nacional asume el fracaso del ataque • 8 - marzo - 1937
frontal a Madrid y ordena la suspensión de las Inicio de la Batalla de Guadalajara, que finaliza
operaciones y el mantenimiento de la línea diez días después.
del frente.
• 6 - julio - 1937
• 29 - noviembre - 1936 Da comienzo la Batalla de Brunete.
Da comienzo la ofensiva nacional hacia la Los combates se suceden hasta finales
Carretera de La Coruña. de ese mes.
Madrid no fue una ciudad sitiada sino asediada. El bando En definitiva, en Madrid se desarrolló una dinámica de
nacional solo pudo establecer un cerco parcial, ya que la guerra de movimientos y de posiciones durante el pri-
capital siempre tuvo comunicación con Levante, desde mer año de guerra que derivó en un frente que se man-
donde recibía toda clase de suministros. tuvo fundamentalmente estabilizado hasta el final de la
contienda.
El esfuerzo fortificador de ambos bandos en la región de
Madrid fue inmenso y profesional, especialmente en el
EL PATRIMONIO
DE LA GUERRA CIVIL
EN LA COMUNIDAD
DE MADRID
INTRODUCCIÓN
Fig. 3 Nidos de ametralladora de la Mata Espesa (distrito municipal Fig. 4 Folleto de la Jornada dedicada a las Fortificaciones del siglo
de Hortaleza, Madrid). Área Sociedad Cooperativa. XX celebrada en 2016 en el Museo del Traje (Madrid).
(Disposición Transitoria Primera. Catálogos de bienes y publicaciones específicas (Arquitectura militar del sec-
espacios protegidos). Ese año se realizaron los primeros tor de la batalla de Brunete) o la organización de en-
trabajos para reunir y sistematizar los datos contenidos cuentros monográficos (Jornada dedicada a las Fortifi-
en diversas fuentes y volcarlos en la base de datos de la caciones del siglo XX celebrada en el Museo del Traje)
Dirección General de Patrimonio Cultural, tarea que per- mientras se continuaban promoviendo las labores de
mitió cumplimentar un total de 323 fichas en las que se inventariado y documentación en diferentes zonas de
recogían 725 estructuras de carácter militar repartidas la Comunidad de Madrid, algunas de ellas escasamente
por un total de 50 términos municipales de la Comuni- investigadas hasta la fecha, lo que se tradujo en la in-
dad de Madrid. corporación durante 2017 de 143 nuevas fichas de ele-
mentos del sector noroeste de la Comunidad de Madrid
La labor realizada en 2013 incluyó la revisión de las fi- o las 130 nuevas fichas resultantes de los trabajos rea-
chas de vestigios de la Guerra Civil depositadas a lo lar- lizados en el área de Aranjuez, San Martín de la Vega y
go del tiempo en la Dirección General de Patrimonio, la Titulcia.
documentación aportada por diferentes asociaciones
culturales madrileñas (Tajar, Espacios para la Memo- A lo largo del año 2018 han continuado los trabajos en
ria), los trabajos de inventario promovidos por algunos esta línea, completando las labores de identificación e
ayuntamientos (Los Molinos, Guadarrama, Las Rozas, inventariado de estructuras de la contienda en un total
Rivas-Vaciamadrid, Pinto), así como la información con- de 28 municipios de la región e incorporando nuevos
tenida en las publicaciones de diferentes investigadores elementos detectados desde el Área de Protección de
y asociaciones privadas comprometidas en el estudio y la Dirección General de Patrimonio gracias al estudio de
promoción de este patrimonio: Grupo de Estudios del imágenes aéreas del territorio madrileño y otros vesti-
Frente de Madrid —GEFREMA—, Colectivo Guadarrama, gios que no habían sido debidamente valorados hasta la
Fortines, Frente de Batalla (Ver en este volumen el ca- fecha, como es el caso de los aeródromos de campaña y
pítulo dedicado a las asociaciones culturales y su papel las grandes infraestructuras directamente vinculadas al
en la salvaguarda y difusión del patrimonio de la Guerra esfuerzo bélico.
Civil española).
En los últimos años el número de estructuras militares LA LEY 3/2013 DE PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA
documentadas no ha dejado de incrementarse gracias COMUNIDAD DE MADRID
al avance de la investigación, las intervenciones ar-
queológicas oficiales realizadas en la región y las apor- La Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico de la Comunidad
taciones procedentes de diferentes ámbitos. Por parte de Madrid (18 de junio de 2013) en su Disposición Tran-
de la administración autonómica las actuaciones se han sitoria Primera estableció la obligación para los Ayunta-
extendido a la puesta en valor de diversos enclaves sin- mientos de completar o elaborar sus catálogos de bienes
gulares como los del Frente del Agua o el denomina- y espacios protegidos en el plazo de un año, pormeno-
do Blockhaus 13, que han sido acondicionados para las rizando una serie de bienes que quedaban sometidos a
visitas, a la divulgación de este patrimonio mediante la protección específica de la Ley hasta la aprobación
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 39
De acuerdo con esa Disposición, las fortificaciones de la Fig. 5 Estructuras del aeródromo republicano de Talamanca de
Guerra Civil española están sujetas al régimen de pro- Jarama. Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 9 Red de trincheras del Cerro de la Oliva. Término de Rivas Fig. 10 Observatorio blindado ubicado en el Parque
Vaciamadrid (Madrid). Imagen del programa Google del año del Oeste (Madrid). Dirección General
2000. de Patrimonio Cultural.
Comunidad de Madrid (arts. 2.1, 12, 14, 16.1, 16.2, 38, 39, Fortificaciones se constituyó en 2016 una comisión en la
40, 41, 42, 43, 44 y 45). que está representada la Dirección General de Patrimo-
nio Cultural de la Comunidad de Madrid, los Ministerios
Ya hemos señalado que la Ley protege de forma tran- de Cultura y Defensa, las Reales Academias de Bellas
sitoria el patrimonio bélico madrileño con la categoría Artes de San Fernando y de la Historia, el Consejo Su-
de Bien de Interés Patrimonial (BIP). En aquellos mu- perior de Investigaciones Científicas, las Universidades
nicipios que ya han actualizado sus respectivos catálo- Complutense y de Alcalá de Henares, varios municipios
gos las fortificaciones han pasado a estar consideradas madrileños que albergan vestigios de interés y algunas
de forma definitiva como yacimiento arqueológico. Lo de las principales asociaciones culturales privadas ma-
que no es contradictorio con que para algunas de las drileñas cuyas actividades giran en torno a este tipo de
estructuras más sobresalientes se estén incoando expe- elementos (Grupo de Estudios Frente de Madrid-GE-
dientes específicos de declaración de BIP, e incluso de FREMA, Colectivo Guadarrama y Tajar).
BIC (como es el caso del Blockhaus 13 de Colmenar de
Arroyo o el Campamento de La Peña en Navalagame- La redacción de un Plan Regional de Fortificaciones de
lla) ya que la Ley 3/2013 no distingue categorías entre la Guerra Civil de la Comunidad de Madrid se justificaba
las fortificaciones y se refiere a ellas de forma genérica por varios motivos:
como fortificaciones de la Guerra Civil Española.
• La inexistencia de un inventario completo y nor-
malizado de las numerosas fortificaciones vincu-
EL PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA ladas a la Guerra Civil que existen en nuestro te-
GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD rritorio.
DE MADRID • La necesidad de identificarlas y documentarlas
para profundizar en el estudio de este periodo
crucial de nuestra historia reciente.
Recientemente se ha avanzado en el proceso de reva- • La oportunidad de implicar y coordinar a las di-
lorización de este patrimonio mediante el desarrollo del ferentes administraciones públicas en el estudio,
Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra Civil (1936- conservación y puesta en valor de los escenarios y
1939) de la Comunidad de Madrid, iniciativa que surge fortificaciones asociadas a la Guerra Civil.
como una herramienta de gestión cuya finalidad, objeto • La obligación por parte de la administración de
y marco competencial gira en torno a la definición de señalar aquellos espacios y elementos patrimo-
políticas y programas de actuación supramunicipal para niales que debido a su valor simbólico, relevancia,
la documentación, protección, conservación y difusión singularidad y estado de conservación sean sus-
de las fortificaciones asociadas con esta etapa de nues- ceptibles de ser declarados Bien de Interés Cultu-
tra historia reciente. Para redactar este Plan Regional de ral o Patrimonial.
42 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
por un lado, aquellos que cuentan con estructuras mili- fundamentalmente gracias al estudio de imágenes aé-
tares de carácter defensivo tales como nidos de ametra- reas del territorio y seguidamente se incorporarán al in-
lladora, fortines o trincheras, que suman un total de 82. ventario.
En 12 municipios se ha señalado la presencia de aeró-
dromos utilizados o creados durante la guerra (aunque La revisión ha permitido constatar, una vez más, la im-
probablemente se puedan señalar más en el futuro) y portancia de las estructuras militares de la Comunidad
en otros 15 existen vestigios del llamado “Ferrocarril de de Madrid, tanto en lo que se refiere a su número y dis-
los 40 días” o “Ferrocarril de Negrín”, obra directamente persión como a la extraordinaria variedad tipológica que
vinculada a este periodo. En varios municipios madrile- presentan, pudiendo señalarse incluso estilos construc-
ños coincide la presencia de los distintos tipos de restos tivos característicos en diversas comarcas.
mencionado.
Entre los datos globales que se pretendía obtener cabe
Cabe señalar que en el transcurso de esta revisión he- señalar el número de obras de hormigón armado docu-
mos identificado además un total de 36 nuevos enclaves mentadas en la región, el número de obras realizadas
inéditos, algunos tan singulares como fosos antitanque con otros materiales (piedra, ladrillo), la entidad de las lí-
o emplazamientos artilleros, que han sido detectados neas de trincheras excavadas en el terreno y la superficie
44 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
abarcada por los polígonos que engloban las áreas for- en el inventario, aunque su número real debe ser, sin
tificadas. La cifra obtenida en el caso de las obras de duda, mucho mayor, ya que en muchas fichas no se han
hormigón armado es una de las más fiables, al tratarse contabilizado pormenorizadamente y será necesario in-
de elementos de fácil identificación, que ya alcanzan las cluir además las que se documenten en los trabajos en
450 unidades y probablemente superarán las 500 una curso. En cuanto a los polígonos, éstos superan ya los
vez finalizados los trabajos en curso, si bien hay que se- 20.000.000 m2., cifra que también podría aumentar sus-
ñalar que un porcentaje significativo, quizás hasta una tancialmente.
quinta parte, se encuentra en un estado de conservación
malo o regular debido a la extracción de sus armadu- Respecto a las trincheras, obras que sin ningún género
ras metálicas durante la posguerra, las demoliciones y de duda conformaron la espina dorsal de la fortificación
otras circunstancias. Mucho más abundantes son las es- en la región madrileña, podemos afirmar que a pesar de
tructuras levantadas con materiales con distintos tipos la ingente cantidad de estos elementos documentados
de piedra, con o sin mortero o el ladrillo de diferentes hasta ahora (se citan en más de 400 fichas del catálogo
calidades, que actualmente superan las 1.450 unidades de la Comunidad de Madrid), falta aún por incorporar
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 45
Fig. 17 Núcleo de trincheras del paraje La Salmedina. Distrito Villa de Fig. 18 La gran trinchera del Plan 69B marcada sobre plano
Vallecas (Madrid). Vista aérea del programa Google parcelario de Villanueva del Pardillo.
“Ferrocarril de los 40 días” de importancia vital para el materiales que habitualmente se vinculan a los ambien-
abastecimiento de la capital durante la guerra. Tampoco tes en los que hubo actividad militar. Nos referimos a los
se ha valorado convenientemente, salvo excepciones, el restos de munición, armas y equipamiento, que debida-
nutrido conjunto de inscripciones y símbolos presentes mente clasificados e interpretados pueden aportar in-
en las estructuras militares que identifican a los cons- formación de gran interés. Este manual serviría además
tructores de las mismas y fechan el momento de su eje- para alertar a los investigadores sobre el potencial peli-
cución. gro de algunos de los materiales presentes en los cam-
pos de batalla. Es necesario concienciar además a los
Consideramos igualmente imprescindible elaborar un aficionados que se dedican a la búsqueda de este tipo
manual dedicado a la identificación y descripción de los de restos, utilizando a veces detectores de metales, del
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 47
Fig. 26 Nido de ametralladora republicano descubierto al efectuar Fig. 27 Nido de ametralladora descubierto al desmantelar un núcleo
movimientos de tierras en el distrito de Vicálvaro (Madrid). de infraviviendas en el distrito de Latina (Madrid). Dirección
Imagen de la Asociación “Vicus Albus”. General de Patrimonio Cultural.
Fig. 28 Estructura militar de piedra seca en la cuerda meridional Fig. 29 Núcleo de trincheras en el término municipal de Villanueva
del valle del Lozoya (Madrid). Dirección General de del Pardillo (Madrid). Dirección General de Patrimonio
Patrimonio Cultural. Cultural.
Fig. 30 Huella dejada en el cemento fresco por uno de los Fig. 31 Marcas de una vaina del calibre 7,92x57 Mauser fabricada en
constructores de un fortín cruciforme situado en 1935 por la Metallwarenfabrik Treuebrietzen Werk Rödenhof/
el término de Quijorna (Madrid). Dirección General Belzig (Alemania). Recuperada durante las excavaciones
de Patrimonio Cultural. arqueológicas realizadas en el Frente del Agua (Paredes
de Buitrago).
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 49
Fig. 32 Reducto de piedra seca (neiss) de 950 m2 denominado Fig. 35 Construcción militar de roca local (neiss) situada en el
“El Trincherón”. Situado a una altitud de 1.800 m. entorno del Puerto de la Hiruela (Madrid). Dirección General
aproximadamente en el término de Lozoya (Madrid). de Patrimonio Cultural.
Dirección General de Patrimonio Cultural.
50 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 36 Observatorio construido en la cima de Las Machotas. Término municipal de Zarzalejo (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 37 Observatorio instalado en un berrocal próximo al pueblo de Zarzalejo. Término municipal de Robledo
de Chavela. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 51
Fig. 39 Vista de la Posición Calvario. Navalagamella (Madrid). Fig. 40 Construcción militar en el Cerro de la Peña Manotera.
Dirección General de Patrimonio Cultural. Santa María de la Alameda (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.
Fig. 41 Parapeto aspillerado. Madarcos. Sierra del Rincón (Madrid). Fig. 42 Parapeto aspillerado de la Sierra del Rincón (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural.
52 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 43 Fortín del Plan 2A. Término municipal de Los Molinos Fig. 44 Fortín del Plan 2A situado en La Porqueriza. Término
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. municipal de Guadarrama (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.
Fig. 45 Fortín del Plan 69B situado en La Hidalga. Término Fig. 46 Fortín situado junto a la Carretera de Burgos. Término
municipal de Valdemorillo (Madrid). Dirección General municipal de Piñuecar (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural. de Patrimonio Cultural.
También se encuentran en estas zonas situadas al pie número variable de troneras. En su día contaban con una
de la sierra las primeras líneas defensivas caracterizadas cubierta blindada que desapareció en la práctica totali-
por un número significativo de estructuras estandariza- dad de los casos durante la posguerra para recuperar las
das de hormigón armado, como es el caso de los conjun- armaduras metálicas.
tos de pequeños nidos de ametralladora de planta cir-
cular del sector Guadarrama-Los Molinos (Plan 2A), del En la zona occidental de la Comunidad de Madrid encon-
sector Valdemorillo-Villanueva del Pardillo (Plan 69B) o tramos otros notables ejemplos de estructuras militares
del frente de Somosierra-Buitrago. entre los que cabe destacar los grandes fortines crucifor-
mes de hormigón de Brunete, Quijorna y Villanueva de
La estandarización se extiende igualmente a las obras Perales, las singulares obras de fortificación de la Loma
erigidas con otros materiales, dando lugar a estructu- de San Pablo en Quijorna, el campamento falangista de
ras tan características como los fortines circulares de La Peña en Navalagamella o el llamado Blockhaus 13 de
mampostería del Quinto Regimiento, de los que encon- Colmenar de Arroyo, máxima expresión de la arquitectura
tramos numerosos ejemplares en la zona occidental de militar desarrollada en Madrid durante la Guerra Civil.
la Comunidad de Madrid, distribuidos por los términos
municipales de Santa María de la Alameda, Robledo de Son también característicos de la zona occidental de
Chavela, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella, Valde- Madrid algunos elementos como los nidos de ametra-
morillo y El Escorial. Tienen un diámetro de unos 5 o 6 lladora semiesféricos de Brunete, las denominadas ca-
metros y muros de gran espesor en los que se abren un samatas CGIS que se extienden hasta la periferia de la
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 53
Fig. 47 Típico fortín de mampostería del Quinto Regimiento Fig. 48 Fortín de mampostería del Quinto Regimiento situado en el
situado en el Callejón de los Cacharreros. Término Cerro del Águila. Término municipal de El Escorial (Madrid).
municipal de Navalagamella. (Madrid). Dirección General Dirección General de Patrimonio Cultural.
de Patrimonio Cultural.
Fig. 49 Fortín cruciforme de hormigón armado situado junto a Fig. 50 Fortín cruciforme de hormigón armado del término de
la Carretera de Brunete a Villanueva de la Cañada (Madrid). Quijorna (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Dirección General de Patrimonio Cultural.
En el entorno de la capital existen igualmente mode- Fig. 51 Detalle del Blockhaus 13 del término de Colmenar de Arroyo
los de estructuras cuya distribución se limita a zonas (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
concretas. Es el caso de los nidos de ametralladora de
54 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 52 Puesto de escuadra de hormigón. Término de Brunete Fig. 53 Casamatas tipo CGIS de la Colonia Camarines. Aravaca
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 54 Ejemplo de vivienda catenaria. Navalagamella (Madrid). Fig. 55 Nido de ametralladora de hormigón armado del Frente
Dirección General de Patrimonio Cultural. del Agua. Paredes de Buitrago (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.
Fig. 56 Fachada del Puesto de Mando de El Pinar. Frente del Fig. 57 Vista de la posición Loma Quemada 4. Frente del Agua.
Agua. Paredes de Buitrago (Madrid). Dirección General Paredes de Buitrago (Madrid) durante los trabajos de
de Patrimonio Cultural. acondicionamiento. Imagen de la empresa Reno Arqueología.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 55
Fig. 58 Pareja de nidos de ametralladora de hormigón armado Fig. 59 Nido de ametralladora de hormigón armado del Cerro del
del paraje La Mata Espesa. Distrito municipal de Hortaleza Castillo en la Alameda de Osuna. Distrito municipal de
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural. Barajas (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 60 Vista del acceso del nido de ametralladora de la Colonia Fig. 61 Detalle de tronera con derrame de nido de ametralladora
Las Nogueras. Distrito municipal de Canillejas (Madrid). del término municipal de Ciempozuelos (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 63 Vista aérea de la gran estructura de hormigón descubierta en las afueras de Alcorcón (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Programa Google Maps.
Fig. 64 Nido de ametralladora de hormigón armado del paraje Los Yesares. Término municipal de Pinto
(Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 57
Fig. 65 Línea de trincheras excavada al borde del valle del río Manzanares. La Salmedina. Distrito municipal de Vallecas (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 66 Estructura excavada en el terreno calizo puesta al descubierto durante la intervención arqueológica realizada por la empresa
ArqueoMedia en La Atalayuela. Distrito municipal de Vallecas (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 67 Posición recreada en el término de Rivas-Vaciamadrid (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 68 Estructura subterránea excavada en el terreno en La Salmedina. Distrito municipal de Vallecas (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural.
Muy reciente también es la incorporación al inventario que no tienen paralelos en otras zonas de la Comunidad
de vestigios de la Guerra Civil de la gran estructura de de Madrid. También son típicos del sector meridional de
hormigón de planta curva documentada en el término la provincia los parapetos escalonados, de los que exis-
de Alcorcón. Hay constancia además de que existieron ten ejemplos en diferentes términos.
otros dos ejemplares similares en la zona cuyos restos
podrían conservarse aún bajo áreas actualmente pavi- En las zonas centro y sur de la Comunidad de Madrid
mentadas. buena parte de las defensas construidas durante la
contienda se realizaron excavando en el terreno, cons-
En la zona sur de la región los elementos tipológicamen- tituido básicamente por arenas, arcillas, yesos y gre-
te más originales que conocemos son sin duda los nidos das, creando toda clase de estructuras, desde líneas de
de ametralladora conservados en el término de Pinto, trincheras de gran longitud y complejidad a nidos de
58 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 69 Edificación del aeródromo republicano de Talamanca de Jarama. Madrid. Dirección General de Patrimonio Cultural.
ametralladora, puestos de mando, refugios para la tro- Griñón estaba realmente situado en terrenos pertene-
pa, polvorines, almacenes, etc. Buenos ejemplos de este cientes a la provincia de Toledo.
tipo de fortificaciones podemos encontrarlos desde el
distrito de Vallecas hasta Rivas-Vaciamadrid, Arganda, El nivel de las instalaciones de estos lugares fue muy
San Martín de la Vega, Morata de Tajuña, Ciempozuelos, dispar. Los que disponían de mejores condiciones eran
Titulcia, Chinchón, Colmenar de Oreja y Aranjuez. los aeródromos civiles y militares que ya existían antes
de la contienda, mientras que los aeródromos creados
Entre los enclaves de la Guerra Civil española menos es- durante la misma a menudo apenas disponían del equi-
tudiados hasta la fecha en el territorio de la Comunidad pamiento más básico. De algunos de los enclaves ma-
de Madrid se encuentran aquellos directamente vincula- drileños citados existen publicaciones que recogen de
dos con la lucha aérea, que tuvo sin embargo gran tras- forma más o menos pormenorizada su historia, mientras
cendencia durante toda la contienda. Actualmente se que de otros apenas si contamos con información muy
está procediendo a incluir dichos enclaves en el Catálo- superficial e imprecisa. Por otra parte, en ningún caso se
go de Bienes de Patrimonio Histórico de los municipios han realizado intervenciones arqueológicas ni se han do-
madrileños. cumentado los vestigios que pudieran conservarse con
el detalle y rigor deseable.
Los aeródromos republicanos más importantes de la
región fueron sin duda los de Barajas, Alcalá de Hena- Una de las infraestructuras más singulares de este perio-
res, Algete, Talamanca y Campo Real. Los dos primeros do fue el llamado “Ferrocarril de los 40 días” o “Ferrocarril
ya existían antes de la guerra y tenían uso civil y militar de Negrín”, construido para mantener el abastecimiento
respectivamente, mientras que los siguientes se crearon de la capital durante la contienda. Su construcción es-
durante la contienda y fueron abandonados poco des- tuvo motivada por el corte de la línea Madrid-Alicante,
pués. A los campos de aviación citados habría que su- que a finales del año 1936 quedó al alcance de la artille-
mar una serie de aeródromos secundarios que tuvieron ría enemiga, comprometiendo la resistencia de la ciudad
una actividad mucho menor o sirvieron únicamente de por falta de suministros. Para solventar esta circunstan-
puntos de aterrizaje de emergencia. En territorio contro- cia se proyectó la construcción de un nuevo ramal de
lado por el bando nacional pronto quedaron los campos algo más de 90 kilómetros para conectar Madrid con la
de Cuatro Vientos y Getafe, mientras que el llamado de localidad de Tarancón, en la provincia de Cuenca. Los
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 59
Fig. 70 Nido de ametralladora en el frente de Somosierra - Buitrago (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
trabajos dieron comienzo a principios de junio de 1937 existen gran cantidad de restos que testimonian la gran
y se prolongaron a lo largo de diez meses, a pesar del entidad de esta obra, que permitió mantener la resisten-
nombre atribuido por la propaganda republicana a di- cia de la capital hasta el final de la guerra.
cha obra. La línea funcionó durante un año aproximada-
mente y fue desmontada al concluir la contienda.
PUESTA EN VALOR DE LOS VESTIGIOS
En la construcción de este ramal intervinieron alrededor DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD
de 10.000 trabajadores entre militares, presos y trabaja- DE MADRID. PROYECTOS DE MUSEALIZACIÓN.
dores voluntarios, muchos de los cuales fueron alojados
en campamentos provisionales a lo largo de su trazado. RUTAS. ESPACIOS VISITABLES. CENTROS
En la prensa republicana de la época existen numerosas DE INTERPRETACIÓN
imágenes que ilustran el desarrollo de los trabajos.
A lo largo de este capítulo ya hemos comentado que
El tramo correspondiente a la provincia de Madrid suma- clasificamos las fortificaciones de la Guerra Civil como
ba unos 70 kilómetros. El trazado partía de la estación yacimientos arqueológicos, pues al igual que éstos, no
de ferrocarril de Torrejón de Ardoz y discurría o tenía se pueden entender estas estructuras sin considerar el
instalaciones en terrenos pertenecientes a San Fernando paisaje donde se ubican. El concepto de paisaje, y por
de Henares, Mejorada del Campo, Velilla de San Antonio, ende su definición, se caracteriza por utilizarse en con-
Loeches, Campo Real, Pozuelo del Rey, Nuevo Baztán, textos muy diversos, asociado a las distintas disciplinas
Villar del Olmo, Orusco, Carabaña, Ambite, Valdarace- científicas que aportan sus propias definiciones. A esto
te, Estremera y Fuentidueña. Aunque su nivel de aca- hay que añadir la percepción que la población en ge-
bados e instalaciones se vio afectado por la premura de neral tiene de su entorno inmediato. La suma de estas
su construcción y la carencia de materiales, este ramal visiones múltiples y diversas hace que sea un concepto
llegó a contar con un total de 15 túneles, en algún caso extremadamente difícil de definir, al ser portador de un
de más de 200 metros de longitud, varias estaciones (al- significado polisémico y por tanto, muy impreciso. Por
gunas eran simples apeaderos) y gran número de obras otro lado la utilización, incluso en los mismos textos, de
auxiliares. Buena parte del trazado ha desaparecido o las palabras “paisaje”, “territorio” o “medio ambiente”
se encuentra alterada por el paso del tiempo, pero aún como sinónimos cuando se quiere definir el marco físico,
60 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 71 Nido de ametralladora en el término de Fresnedillas de la Oliva (Madrid). Dirección General de Patrimonio Cultural.
hace que su definición sea aún más compleja; desde aquí directamente relacionadas con la contienda, fue la gue-
entendemos que lo que diferencia el paisaje de los otros rra de la juventud, en la que jóvenes nacionales y extran-
términos es la “humanización”, pues hablamos de un te- jeros lucharon por sus ideales, hechos que a partir de
rritorio que percibimos con los sentidos, con emociones entonces se han reproducido como procedimientos nor-
personales y culturales que la población entiende como malizados en las estrategias militares contemporáneas.
propias. Es una percepción individual y a la vez social y
colectiva, percibida por un grupo que se reconoce a sí La duración y circunstancias que caracterizaron la Gue-
mismo, y que por ello está lleno de significados y conno- rra Civil en Madrid explican el abundante y variado reper-
taciones compartidas. Esto es lo que destacamos de la torio de obras militares construidas en su territorio, que
definición (Art. 1.a) que da el Convenio Europeo del Pai- hacen de esta área geográfica un punto esencial para la
saje (CEP), al igual que su carácter “dinámico”, que no comprensión de los conflictos bélicos modernos. Estos
persigue la fijación del paisaje en un estado determinado vestigios constituyen un patrimonio de indudable valor,
sino, sobre todo, que la evolución inherente a su condi- que a todas luces debía ser estudiado y preservado de
ción cambiante tenga lugar de manera consciente, ar- igual modo que los testimonios materiales de otras eta-
mónica y social, que incluye como componente esencial pas de nuestra dilatada historia. Por ello, en los últimos
del paisaje la sociedad y los efectos de sus actuaciones. años desde la Dirección General de Patrimonio Cultural
hemos desarrollado una estrategia de prospecciones sis-
Quizás se considere un exceso retórico si definimos la temáticas para documentar e inventariar este patrimo-
Guerra Civil Española como la última guerra homéri- nio, que en un elevado porcentaje está ya catalogado.
ca, en el sentido de que aquella fue donde las lides de
los combates se realizaron a la manera hasta entonces Los trabajos promovidos por el Área de Protección de
tradicional, histórica (casi prehistórica) y, a la vez, tam- la Dirección General de Patrimonio para la catalogación
bién una de las primeras guerras modernas, ya que sir- de las fortificaciones han permitido obtener un conoci-
vió como campo de experimentación de armamento miento global y mucho más preciso de las estructuras de
y tácticas recién gestadas que después se emplearon la Guerra Civil dispersas en el territorio madrileño. El in-
masivamente durante la II Guerra Mundial. En España se ventario realizado no solo nos permite identificar los ele-
ensayó el bombardeó a gran escala sobre la población mentos de forma pormenorizada (al estar geo-referen-
civil, se destruyeron infraestructuras sin que estuviesen ciarlos en nuestros Sistemas de Información Geográfica,
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 61
descritos y fotografiados) sino también y más importan- euros en los presupuestos generales de la Consejería
te, proteger estos bienes patrimoniales al asignarles la de Cultura, Turismo y Deporte (ejercicios 2017 a 2019).
categoría de yacimiento arqueológico. Esta información Teniendo en cuenta la ingente cantidad de estructuras
permite, además, señalar aquellos espacios y elementos militares conservadas en Madrid, se ha establecido que
patrimoniales cuyo valor simbólico, relevancia, singula- los enclaves seleccionados debían cumplir los siguientes
ridad y estado de conservación los hacen susceptibles requisitos: estar situados en terrenos públicos; tener una
de ser declarados Bien de Interés Cultural o Patrimonial. entidad constructiva lo suficientemente importante que
lo justificara; que se incluyeran en un paisaje bien delimi-
El trabajo sistemático de campo desarrollado ha servido tado, de tal forma que se pudieran realizar cada una de
además para constatar el estado en que se encuentran las rutas programadas de forma individualizada; y que
las estructuras. Este dato es bastante relevante de cara estuvieran distribuidos de la manera más equitativa po-
a plantear su conservación y puesta en valor. El aspecto sible por el territorio madrileño. De esta manera los en-
general que ofrecen estas estructuras es de solidez; sin claves seleccionados contribuirán a dar a conocer la di-
embargo las condiciones de premura de su construc- versidad del patrimonio bélico de la región, creando una
ción, la frecuente escasez de materiales de calidad y el red que brinda la oportunidad de elaborar un proyecto
paso del tiempo hacen que en muchos casos estas es- de difusión extendido por todo el territorio madrileño,
tructuras sean relativamente frágiles. contribuyendo además a visibilizar otros elementos pa-
trimoniales de carácter cultural (arqueológico, arquitec-
Las administraciones tienen como primera obligación tónico, religioso, natural, etnológico…) con los que com-
conocer el patrimonio que tienen a su cargo a fin de parten espacio físico.
protegerlo adecuadamente. En el ámbito que nos ocu-
pa esa labor ya está realizada en un alto porcentaje. Es Para complementar la Historia con mayúsculas de la
entonces el momento de gestionar adecuadamente este Guerra Civil en la Comunidad de Madrid y aprovechando
patrimonio y promover su protección para que pueda la existencia de testimonios de la época se están progra-
ser legado de la mejor manera posible a las generacio- mando además una serie de “rutas sentimentales” vincu-
nes futuras. Estos planteamientos son incuestionables ladas al paisaje descrito por los protagonistas. Durante
para los técnicos que gestionan el patrimonio, pues no el año 2019 se inaugurará en la localidad de Piñuecar la
debemos olvidar que éste nos pertenece a todos por ruta basada en el diario de Juan Acosta Jurado, soldado
herencia y que tenemos por una parte el privilegio de republicano destinado en el frente de Somosierra-Bui-
disfrutarlo y por otra la obligación de custodiarlo ade- trago que describió pormenorizadamente sus vivencias
cuadamente para garantizar su futuro. durante la contienda.
La gran cantidad de restos patrimoniales documentados Se está programando también para 2019 otra “ruta sen-
hasta el momento (en los últimos años se ha duplicado timental” en Fresnedillas de la Oliva, donde se podrá en
el número de términos municipales en los que se han valor la trama urbana de la localidad y las pervivencias
inventariado estructuras de la Guerra Civil, pasándose etnográficas de aquella época todavía presentes en la
de 50 a 105, lo que da idea del esfuerzo realizado) ha memoria de la localidad, como la de las alfombras con
llevado a la Dirección General de Patrimonio a desarro- pétalos de flores en ciertas festividades del año, cos-
llar un plan de conservación y puesta de valor de ámbito tumbre que trajeron los soldados canarios del bando na-
regional que una vez finalizado se convertirá, sin duda, cional durante la guerra. Se está trabajando igualmente
en una seña de identidad cultural de la Comunidad de en otra ruta en Alcalá de Henares, basada en un diario
Madrid. Los aspectos que caracterizan este proyecto de Azaña. Esta es una propuesta que humaniza y ayuda
son los siguientes: a comprender la magnitud de los conflictos bélicos. El
concebir e implementar este tipo de iniciativas es cier-
• Es un Plan estructurado para abarcar la totalidad tamente novedoso e innovador en la región. Su utilidad
del territorio madrileño. como como recurso didáctico es además indudable,
• Los enclaves militares intervenidos han de servir tanto para el público en edad escolar como para otros
de punto de referencia para narrar la historia del segmentos de la población.
paisaje en el que se ubican y también para inter-
pretar su funcionalidad y singularidad arquitectó- Las actuaciones de mayor calado dentro del capítulo
nica. de puesta en valor son sin duda aquellas que implican
• Se trata de un plan que considera estos vestigios el acondicionamiento de determinados enclaves de la
como yacimientos arqueológicos, lo que está per- Guerra Civil para hacerlos visitables y la creación de ru-
mitiendo a la Dirección General de Patrimonio tas por una serie de parajes que albergan abundantes
proceder a la adecuación y puesta en valor de los vestigios de la contienda. En la actualidad ya están a
más relevantes. disposición del público o en preparación alrededor de
una docena de ellos situados en distintos puntos de la
Los proyectos de musealización son ineludibles, pues región, unos habilitados por iniciativa de los propios
entendemos que son el último eslabón del trabajo de- municipios, otros en los que las intervenciones han sido
sarrollado al permitir que la sociedad disfrute de su pa- financiadas y supervisadas por la Dirección General de
trimonio de forma adecuada y comprensible. Estas ac- Patrimonio Cultural y finalmente aquellos en los que las
tuaciones están sustentadas dentro de los presupuestos intervenciones han sido llevadas a cabo mediante co-
y en este sentido cabe señalar que el Plan de Fortifi- laboración entre la Comunidad de Madrid y los ayun-
caciones de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid tamientos respectivos (Pinto, Las Rozas, Brunete, Los
ha dispuesto de una dotación propia anual de 100.000 Molinos, Navalagamella, Rivas-Vaciamadrid….)
62 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 72 Plano del frente de Somosierra - Buitrago elaborado por Juan Acosta Jurado
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 63
Fig. 73 Alfombra de flores ejecutada por los soldados canarios destinados en Fresnedillas durante la Guerra Civil,
para la Procesión del Corpus Christi de 1938. Imagen publicada en la obra Pablo Alonso Hernández Memoria
Histórica de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) editada en 2005.
Figs. 75-79 Detalle del plano de la Ruta por el Frente del Agua. Señalización instalada a lo largo de la ruta. Fachada e interior del Centro
de Interpretación. Nido de ametralladora del Frente del Agua. Dirección General de Patrimonio Cultural.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 65
Figs. 80-84 Vista general del Blockhaus 13 de Colmenar de Arroyo. Detalle de la escalera de acceso a la cubierta. Vista de la parte
superior de la estructura. Placa descubierta durante los trabajos de acondicionamiento. El Blockhaus 13 en la portada de la
publicación sobre arquitectura militar editada por la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 94 Vista de la Posición Calvario. Navalagamella (Madrid). Fig. 95 Vista de la Posición Calvario. Navalagamella (Madrid).
Dirección General de Patrimonio Cultural. Dirección General de Patrimonio Cultural.
Fig. 96 Detalle de una estructura de la Posición Calvario. Fig. 97 Fortín en bóveda de Brunete (Madrid). Dirección General
Navalagamella (Madrid). Dirección General de de Patrimonio Cultural.
Patrimonio Cultural.
Fig. 98 Fortín cruciforme (Brunete, Madrid). Dirección General Fig. 99 Fortín del Plan 2A situado en la Urbanización Balcón de
de Patrimonio Cultural. la Peñota incluido en la Ruta de los fortines del término
municipal de Los Molinos (Madrid). Dirección General
de Patrimonio Cultural.
70 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 71
Fig. 102 Ilustraciones de Arturo Asensio Moruno para el Centro de Interpretación de Navalagamella.
EL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 73
Fig. 5 Modelo tridimensional de un fortín en el Olivar de Veliso (Brunete) realizado mediante fotogrametría digital con imágenes tomadas desde
un dron.
Fig. 7 Placa de cemento con el yugo y las flechas en un fortín de la sierra de Guadarrama.
Fig. 9 Excavación de un fortín defendido por los requetés durante la Fig. 10 Plano del fortín con dispersión de los materiales de la Guerra
Batalla de Belchite (24 de agosto - 6 de septiembre de 1937). Civil documentados durante la intervención.
El primero de los fortines es una estructura con forma de Las huellas de combate que documentamos en La Fata-
galería dotada de numerosas aspilleras en su perímetro rella (Tarragona), en el último cinturón republicano del
que cayó durante los primeros días de la Batalla de Bel- Ebro, son bien distintas (González Ruibal 2016: 205-208).
chite (24 de agosto - 6 de septiembre de 1937) (fig. 9). Se trata en este caso de un fortín de planta cuadrada,
Cuando procedimos a su estudio, en 2015, se encon- dos aspilleras y pequeñas dimensiones, conectado con
traba completamente colmatada por piedras arrojadas una trinchera en su retaguardia a través de dos galerías
desde los campos de labor circundantes, con lo que era semisubterráneas. La construcción es de hormigón de
imposible hacerse una idea, a simple vista, de cuál había gran calidad, lo que llama la atención en un momento
sido la suerte que había corrido durante la Guerra Civil. avanzado de la guerra—la posición cayó el último día de
La excavación sacó a la luz una inscripción en la que se la Batalla del Ebro, el 15 de noviembre—pero es cohe-
podía leer “Los Barbis 1937”, que era como se conocía a rente con su importancia estratégica (fig. 11). El fortín se
la unidad de ingenieros que trabajó en la zona a media- encontraba totalmente colmatado y oculto bajo una te-
dos de 1937(en realidad la Compañía de Zapadores nº5). rraza agrícola, por lo que fue necesario excavarlo prime-
También dejaron testimonio de su presencia los usuarios ro con una excavadora y posteriormente a mano. La lim-
de la obra: en otro grafiti se lee: T del C (Tercio del Car- pieza puso al descubierto numerosas trazas de combate
lismo). El fortín muestra una construcción muy original, tanto en el interior como en el exterior. En el interior de
en la que se alternan bloques de hormigón e hiladas de las paredes descubrimos trazas de sendos impactos de
ladrillo macizo, un tipo de construcción característica de artillería de pequeño calibre, cada una alineada con una
la arquitectura tradicional de la región (si sustituimos el aspillera (fig. 12). El pequeño calibre encaja bien con el
hormigón por la piedra). Apenas documentamos restos proyectil de 45 mm que disparaba el tanque ruso T-26.
de metralla, mientras que los casquillos y las balas sí re- Muchos carros soviéticos habían sido capturados por el
sultaron ser abundantes. Todo indica que los republica- ejército sublevado y puestos a su servicio. Los Pánzer I
nos tomaron el fortín al asalto y que los requetés no lo alemanes carecían de artillería, por lo que los T-26 eran
abandonaron fácilmente: encontramos dos casquillos de más útiles. Todo parece indicar que el carro en cuestión
pistola junto a la entrada, prueba de combate a corta se acercó lo suficiente al fortín para efectuar disparos a
distancia, y huellas de impactos de bala en la cara in- través de cada aspillera. Sabemos además que la estruc-
terna de las paredes, lo que indica que es posible que tura recibió fuego de fusil y seguramente de ametralla-
cuando los republicanos llegaron al fortín todavía hubie- dora. Evidencia de lo primero son varias balas de Máuser
ra algún requeté en el interior (fig. 10). de 7 mm que aparecieron encajadas en las planchas de
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 89
El tercer ejemplo es un parapeto aspillerado del final de Fig. 11 Excavación de un fortín republicano en La Fatarella
la guerra (González Ruibal et al. 2010). Se trata de uno (Tarragona).
de los elementos defensivos de El Castillo (Abánades,
Guadalajara), levantado por las tropas franquistas a fina-
les de 1938. Los restos que documentamos en su interior
y alrededores tienen que ver con los últimos momentos
del conflicto, probablemente el invierno de 1939. La es-
tructura es básicamente una trinchera construida en pie-
dra y cemento (fig. 13). El sitio en el que se ubica, un gran
afloramiento rocoso, impidió que se excavara en el sue-
lo. El parapeto se situó en paralelo a la carretera que lle-
va al pueblo de Abánades y dispone de varias aspilleras
para fusil y una para ametralladora. El trabajo arqueoló-
gico en este caso consistió en la excavación completa de
la estructura, que fue rellenada intencionalmente tras la
guerra, y una prospección con detector de metales del
entorno. En el interior localizamos una gran cantidad de
vainas percutidas, fundamentalmente de 7 mm y fabri-
cación española, aunque también recogimos abundante
munición de Máuser alemán de 7,92 mm (la mayor parte
sin utilizar) (fig. 14). En cambio, no encontramos ninguna
bala disparada desde las trincheras republicanas, ni en la
excavación ni en la prospección. Tampoco aparecieron
restos de metralla. En toda la intervención en el Castillo Fig. 12 Plano de una de las paredes del fortín con huellas de
apenas aparecieron tres o cuatro fragmentos de proyec- impactos de artillería.
tiles de artillería. En cambio recuperamos multitud de
elementos de mortero Valero de 81 mm, incluidos suple-
mentos de carga, seguros, fundas de trasporte y diver-
sas piezas de la granada. La intervención arqueológica rodeaba la capital. Se erigieron en un momento en el
dejó claro que desde las fortificaciones franquistas se cual la economía de la República estaba en crisis, tras la
realizó fuego con cierta regularidad (de ametralladora, pérdida de amplios territorios, recursos y hombres. Las
fusil y mortero), mientras que los republicanos prácti- fortificaciones del Campillo no llegaron a utilizarse en
camente no respondieron. La debilidad del Ejército Po- ninguna acción bélica. La arqueología no ha descubierto
pular a finales de la guerra explica seguramente esta si- trazas de combate, ni siquiera de golpes de mano. Pero
tuación, que se repite en otros escenarios de guerra que ello no significa que no proporcionen información inte-
hemos investigado. La prueba definitiva de la (relativa) resante, aunque de otro cariz. Las excavaciones saca-
tranquilidad con que se vivieron las últimas semanas de ron a la luz un tramo de trincheras, dos fortines y media
la contienda en El Castillo la suministran varios restos docena de abrigos de tropa. Los fortines en particular
relacionados con la vida cotidiana que aparecieron en el son muy representativos del difícil momento por el que
interior del parapeto aspillerado: tazas de café, un vasito pasaba la República. En vez de levantar las estructuras
de licor, un molinillo de café y huesos de cordero, ade- sobre el suelo, lo que hicieron los zapadores fue excavar-
más de varias latas. Pese a encontrarse la estructura en las. De esta forma se ahorraron mucho material de cons-
una posición muy expuesta de primera línea, parece que trucción. Uno de los fortines, que se planeó como nido
los soldados llevaban a cabo sus actividades cotidianas de ametralladora, estaba casi íntegramente realizado en
sin mucho temor. tierra y piedra. El único cemento se empleó en reforzar
la aspillera y construir una plataforma para colocar la
En la zona del Campillo, en Rivas Vaciamadrid, se cons- ametralladora (fig. 15). El nido, además, pronto perdió su
truyeron a partir de octubre de 1938 una serie de for- función original y se convirtió en un refugio más: se cegó
tificaciones para reforzar el perímetro defensivo que la entrada, se construyó una chimenea y se unió a otro
90 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
y de origen claramente artificial, muy parecida a la que una pieza en un complejo sistema defensivo que incluía
servía de enmascaramiento al búnker. Esta capa cubría numerosas estructuras de tierra actualmente colmata-
una amplia superficie de hormigón formada a parches das (fig. 20).
de escaso grosor en distintos momentos. El parche de
mayores dimensiones cubría la galería subterránea de Para completar nuestro conocimiento de este paisaje
acceso al búnker, que solo pudimos sondear porque al bélico llevamos a cabo además una prospección inten-
estar excavada en la arena corría riesgo de hundirse. So- siva y sistemática con detector de metales en un área
bre el cemento se recuperaron numerosos materiales de de 50 por 50 metros situada en la vanguardia del fortín
época, incluida abundante munición, la mayor parte cas- (es decir, la que da hacia el enemigo). Si la zona de re-
quillos percutidos de Máuser de 7 y 7,92 mm. La situa- taguardia es donde se pueden encontrar restos de vida
ción de los cartuchos y vainas indica que tuvieron que cotidiana (como de hecho sucedió), en la de vanguar-
ser usados después de la construcción de la estructura, dia es donde es más probable que aparezcan huellas de
es decir en 1939. Volveremos a ello en breve. combate, si es que se produjo alguno en la zona. Para
nuestra sorpresa, la parte delantera del fortín suminis-
Para comprender mejor la fortificación de hormigón tró una gran cantidad de material de la Guerra Civil. El
sondeamos también en varios puntos al sur de la es- conjunto está compuesto casi exclusivamente por mu-
tructura. En las fotografías aéreas de la época se ve que nición y metralla (fig. 21). Entre la primera se cuentan 46
hay un complejo de trincheras, ramales de comunica- casquillos, en su mayor parte disparados, y 17 balas. Las
ción y abrigos. De hecho, es aquí donde los soldados vainas se corresponden a munición de Máuser de 7 y
pasarían la mayor parte del tiempo. Durante la prospec- 7.92 mm y en menor medida de Lebel, Mannlicher-Car-
ción superficial localizamos un abrigo y con el detector cano e incluso de Mosin Nagant. Las balas son mayori-
de metales algo de munición de Máuser y un proyectil tariamente de Máuser español (usada por ambos con-
completo y sin detonar de 75 mm disparado desde las tendientes) y de Mosin (usado por los republicanos). La
líneas republicanas—otra prueba de un combate apa- pieza más destacada es una medalla religiosa de plata.
rentemente tardío. Realizamos varios sondeos mecáni- En ella se puede observar, en una cara, a Jesucristo ben-
cos para tratar de identificar el ramal que comunicaba diciendo a un grupo de soldados que visten corazas al
el fortín y la retaguardia pero no tuvimos suerte porque estilo del siglo XV o XVI y en la otra a dos soldados
la topografía fue alterada sustancialmente en los últi- ataviados de la misma manera frente a una estatua de
mos años por el vertido de escombros. En cambio, si la Virgen con el niño flanqueada por dos ángeles. En la
dimos con la entrada al complejo de fortificaciones de primera cara se lee Labora sicut bonus miles Jesu Christi
tierra, en concreto con una bifurcación de una trinchera, y en su reverso Imitatores Dei estote sicut et ego Chris-
en la que aparecieron botones, una placa de cinturón, ti. Son palabras de San Pablo. Las primeras proceden de
restos de una cartuchera y otros elementos relaciona- la segunda epístola dirigida a Timoteo (2:3): “Esfuérzate
dos con una zona de vida. También excavamos el abrigo como un buen soldado de Jesucristo”; las segundas se
que era visible en superficie y vimos que se trataba de encuentran en la primera carta a los corintios (11:1): “Sed
una cocina, pues se conservaba perfectamente un resal- imitadores de mí, como yo de Cristo”. El mensaje de
te de tierra quemado donde se prepararía el rancho (fig. la medalla tiene que ver con el sacrificio que se espera
19). El fortín, que hoy vemos aislado, no era más que a los que defienden la fe, que aparecen representados
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 93
Sabemos por una orden emitida dos días antes del co-
mienzo de la ofensiva que el cuerpo de ejército de ma-
niobra disponía de 10 T-26 y otros tantos autos blinda-
dos. Ocho de los tanques atacan las posiciones 18, 19 y
19bis que forman parte del centro de resistencia II, que
se encuentra en el Olivar de Veliso, es decir la zona en
la que se desarrolló nuestra intervención arqueológica.
Pero se encuentran dos problemas: el primero es que
se escoran demasiado hacia la izquierda, probablemen-
te por la espesa niebla que cubre el campo de batalla,
y dejan totalmente desprotegida a la infantería que los
acompaña. El segundo es que en la posición 18 se ubica
un cañón antitanque particularmente letal. Aunque algu-
nos T-26 consiguen aplastar las alambradas que rodean
las posiciones sublevadas, el fuego del Pak 36 y las bo- Fig. 20 En el sondeo de la fotografía descubrimos una bifurcación
de las trincheras que conectaban los fortines de hormigón
tellas de líquido inflamable acaban con siete de los ocho de primera línea y las estructuras de retaguardia (cocinas y
carros que iniciaron el ataque. El protagonista de la jor- abrigos).
nada es el cabo artillero Elicio Correa Correa, que reci-
birá la medalla militar individual por sus acciones duran-
te este día. Según la descripción que recoge el BOE en
que se condecora a Correa, el artillero, en ausencia del
94 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
sargento que debía comandar la pieza, “logró destruir pongan “en cuarentena”. No obstante, el número real
cinco tanques rojos entre el gran número de los que em- por parte republicana no es muy lejano, pues el informe
pleaba el enemigo, gracias a su rápido y certero fuego, de un comisario cifra en 190 los muertos propios y en
contribuyendo de esta manera a evitar la ocupación de 680 los heridos, la mayor parte de los cuales, sino todos,
la posición número 18 y a la desmoralización del enemi- debieron caer el día 133.
go por tan gran desastre. La pieza que disparaba estaba
localizada por los carros rojos, como lo demuestra el nú- La razón del fracaso no se debe seguramente solo a la
mero de disparos que cayeron alrededor de la misma”1. baja moral republicana, al mal planeamiento y a la difi-
En el resto de las posiciones franquistas (20 a 22bis) el cultad de tomar unas posiciones inexpugnables. El Ejér-
avance republicano, en este caso sin apoyo de tanques, cito de Franco está perfectamente al día de los planes
lo frenan en seco las ametralladoras, que causan un gran de sus enemigos, seguramente porque se había filtrado
número de bajas. información (quizá el propio Casado, que acabaría dan-
do el golpe definitivo a la República). De ahí que la 20
La ofensiva duró dos días. El día 16 de enero Casado co- División se viera reforzada con tres batallones de la Di-
munica su finalización. La infantería republicana ha rea- visión 14, un batallón de ametralladoras y dos secciones
lizado dos intentos fallidos de avance y no ha consegui- de morteros.
do ocupar ni un palmo de terreno. Tampoco ha logrado
atraer un número significativo de tropas enemigas. Ha Para poder entender el paisaje de esta batalla decidi-
sido un nuevo fracaso sangriento: los partes de los de- mos ampliar el marco de la prospección (fig. 22). Para
fensores consignan 570 muertos2, frente a 18 propias. ello llevamos a cabo una prospección intensiva en dos
Los números que parecen exagerados por ambos lados puntos del entorno: el arroyo del Molinilllo, situado en
llevan a Martínez Bande (1985: 84) a aconsejar que se el límite de Villanueva de la Cañada y un área situada
a 450 metros al oeste del fortín en dirección a la ca- También es posible que pertenezcan a los movimientos
rretera de Villanueva de la Cañada. El arroyo Molinillo, de tropas de la primera batalla de Brunete, particular-
afluente del Guadarrama, forma un pequeño valle que mente la Quinto Regimiento, una granada casera muy
se encuentra fuera del campo de visión de las trincheras usada en los primeros meses de la guerra. También se
franquistas. Partimos de la hipótesis de que el valle y el recogieron balas de 7.92 mm, 7 mm y Lebel, que se co-
propio cauce del río pudieron haber sido utilizados por rresponden con fuego realizado por los franquistas, se-
los republicanos para avanzar hacia el frente el día 13 de guramente tirado a bulto o balas perdidas, porque, como
enero de 1939 y para evacuarlo. Una primera inspección indicamos, el vallejo está fuera del ángulo de visión del
visual permitió observar modificaciones antrópicas en Olivar de Veliso.
el cauce: se había excavado y regularizado, se crearon
parapetos en los laterales y en la cabecera se excavaron La segunda zona de prospección controla un amplio
tres zanjas quizá para facilitar el movimiento de tropa, tramo del camino viejo de Móstoles, que es uno de los
actuar como pozos de tirador para cubrir la evacuación elementos definitorios del campo de batalla durante la
de la trinchera o para ambas funciones. ofensiva de enero de 1939. De hecho, en sus inmedia-
ciones se situaba el cañón antitanque que destruyó cin-
La prospección a lo largo del cauce registró un elevado co T-26. La hipótesis es que el cañón podía ubicarse en
número de fragmentos de metralla y otros elementos de algún punto de esta zona. La presencia de un posible
artillería. Entre estos cabe destacar un 77 mm alemán abrigo apuntaba también en esa dirección. Además, un
casi completo y una cola de mortero de 81 mm (fig. 23). proyectil disparado por esta pieza apareció a 50 metros
Los hallazgos más significativos confirman el uso del río al norte del fortín que excavamos (nos lo entregó un
por tropas republicanas: se trata de cartuchos de Mosin vecino de la urbanización). La prospección en la zona
Nagant que debieron de perder los soldados durante el deparó numerosos hallazgos, incluidos dos percutores
avance hacia la tierra de nadie y sobre todo tres grana- de sendas granadas Laffite. La aparición de las granadas
das, dos Ferrobellum y una del Quinto Regimiento, en es coherente con la destrucción de dos de los carros re-
excelente estado de conservación (fig. 24). Aparecieron publicanos, según un informe que dice que fueron neu-
todas en el mismo punto, al norte del arroyo, que qui- tralizados con botellas inflamables y granadas de mano
zá esté indicando un punto de descanso o agrupación desde las posiciones 18 y 194, que es justamente entre
de tropas republicanas antes de avanzar hacia el frente. las que se encuentra la zona prospectada. Además se
96 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 23 Proyectil de artillería disparado por un cañón alemán de 77 mm sobre las líneas
republicanas durante la ofensiva sobre Brunete de enero de 1939.
4. 98/7-IHCM.
ARQUEOLOGÍA DE LAS FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 97
conflicto, como para interpretarlo. En la actualidad dis- CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
ponemos de numerosas herramientas, como el LIDAR, QUIERTANT, P (2011): Arquitectura militar de la
la fotogrametría digital o los drones, que permiten lle- Guerra Civil en la Comunidad de Madrid: sector de la
var a cabo un registro óptimo de las trazas de la Guerra Batalla de Brunete. Madrid. Comunidad de Madrid,
Civil. Tan importante como el uso de nuevas técnicas y Consejería de Cultura.
una alta resolución en el registro es abordar el contexto COLLS, C.S. (2015): Holocaust Archaeologies:
general en que se enmarcan las fortificaciones. Es ne- Approaches and Future Directions. Nueva York:
cesario realizar un estudio integral de los fortines que Springer.
incluya la superficie y el subsuelo, las estructuras de CRIADO-BOADO, F. (1999): Del terreno al espacio:
hormigón y las de tierra, el fortín en sí y todos los ele- planteamientos y perspectivas para la arqueología
mentos asociados (trincheras de evacuación, de resis- del paisaje. CAPA: Cadernos de Arqueoloxía e
tencia, abrigos, caminos cubiertos, pistas). De otra ma- Patrimonio 6. Santiago de Compostela: Laboratorio
nera, ofreceremos una visión errónea de las estructuras de Arqueoloxia da Paisaxe.
de hormigón como atalayas aisladas. Por otro lado, la DAVIES, S.N.G., LAI, L.W.C., CHING, K.S.T., TAN, Y.K.
labor de la arqueología no debería reducirse a la mera (2015): The Japanese Assault on Pillbox 3. Surveying
documentación sistemática e intensiva o a la cataloga- and Built Environment 24(1): 95-108.
ción de restos. En este capítulo he tratado de demos- DESFOSSÉS, Y., JACQUES, A., & PRILAUX, G. (2008):
trar el potencial que posee la disciplina para interpretar L’archéologie de la Grande Guerre. Rennes : Ouest
campos de batalla y fortificaciones. La interpretación es France/INRAP.
fundamental no solo desde un punto de vista científico, DUBAIL, E. (2013): Le Béton. En À l’Est, du nouveau.
sino también patrimonial. Si queremos que los fortines Archéologie de la Grande Guerre en Alsace et en
se conviertan en espacios históricos atractivos que la Lorraine, editado por B. Schnitzler, M. Landolt, S.
gente esté dispuesta a visitar, es imprescindible cons- Jacquemot, J.P. Legendre, & J.C. Laparra, 133-134.
truir un relato interesante y original basado de forma Estrasburgo: Éditions des Musées de Strasbourg.
rigurosa en los hechos materiales y documentales. Este DUBAIL, E., and JACQUINET, G. (2011): La construction
es el gran reto de la arqueología del conflicto: encontrar de campagne. En Vestiges de guerre en Lorraine.
la singularidad de cada espacio bélico y transmitirla al Le patrimoine des conflits mondiaux, editado
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MANUAL DESCRIPTIVO
DE OBRAS MILITARES
DE LA GUERRA CIVIL
EN LA COMUNIDAD
DE MADRID
En este apartado tratamos de dar solución a un proble- Sí tenemos certeza respecto al término genérico
ma recurrente con el que nos encontramos cada vez que “bunker” o “búnquer” empleado en alguna bibliografía
nos aproximamos a la fortificación de la Guerra Civil, que moderna. Esta palabra no era utilizada en los años de
es cómo referirnos con propiedad a las obras que esta- la Guerra Civil y no la hemos encontrado reflejada en
mos estudiando. Para ello contamos con dos fuentes de ningún libro ni documento, tampoco en la prensa ni en la
conocimiento: la bibliografía y los documentos de época literatura escrita durante esos años. Al parecer ese tér-
donde encontramos qué términos se emplearon en los mino no comenzó a utilizarse en España hasta los años
años de la guerra y las propias fortificaciones conocidas 40, por lo que debe ser considerado ajeno al contex-
por medio de su estudio arqueológico. to y no tiene sentido emplearlo. Como término general
podemos usar “obras de fortificación” o bien “obras” o
Veremos que la primera de las fuentes no es muy re- “fortificaciones” y para elementos más concretos “refu-
solutiva, ya que no se utilizó un vocabulario común e gios”, “fortines” o “casamatas”, etc. todos estos térmi-
inequívoco, y algunos términos variaron a lo largo de nos tienen amplio soporte documental y se utilizaron
la guerra, según las zonas geográficas y los bandos. durante el conflicto.
Además la fortificación evolucionó mucho durante los
tres años que duró el conflicto y se generaron nuevos Hemos partido de la bibliografía militar en uso en los
modelos. años 30 para identificar unos denominadores comunes
y a partir de ellos y tras cotejarlos con los datos arqueo-
Debemos tener presente además que muchas veces lógicos, elaborar una tipología fácil, intuitiva y de apli-
no vamos a contar con el soporte documental para sa- cación universal que exponemos en el último apartado.
ber cómo llamaron sus constructores a las obras que
estudiamos. Las prospecciones que está desarrollando Los libros habitualmente empleados para la enseñanza
la Comunidad de Madrid en el marco del Plan Regional militar en la época y las publicaciones editadas durante
de Fortificaciones de la Guerra Civil están permitien- la guerra con este fin tratan poco la denominación con-
do localizar un gran número de fortificaciones de las creta de las obras. En ellos se habla de tipos de fortifi-
que no tenemos a menudo referencias documentales cación y se incluyen modelos genéricos (observatorio,
concretas. Este hecho nos pone ante una duda que se asentamiento para piezas de artillería, etc.) y el espacio
ha presentado casi siempre que hemos localizado una dedicado a la teoría y a la fortificación excavada en tierra
obra defensiva de la guerra, consistente en cómo de- suele ser mayor que el dedicado a las obras blindadas.
nominar correctamente a ese elemento, que además a
menudo está parcialmente destruido y/o cubierto de Aunque podríamos remontarnos más atrás, el punto de
escombros. Si en lugar de ser un fortín de la Guerra partida bibliográfico puede ser el Reglamento de orga-
Civil de 1936-39 fuese una fortificación prehistórica nización y preparación del terreno para el combate de
lo estudiaríamos arqueológicamente, le aplicaríamos 1927 que fue reeditado varias veces, incluso durante la
una clasificación científica y generaríamos una de- guerra.
nominación específica. Aquí tenemos el soporte y el
punto de partida documental y bibliográfica, pero la El “Manual de fortificación de campaña” de la Academia
arqueología nos ofrece la herramienta necesaria para militar de Zaragoza de 1930 es otro punto básico. Más
cubrir los huecos o suplir lo que no podamos abarcar extensas son la “Fortificación permanente” de Luis Sán-
con ellos. chez-Tembleque y Fernando García-Rodríguez (1933) y
la “Fortificación de Campaña” de Luis Sánchez-Temble-
Lo que nos interesa no es hacer una clasificación teóri- que y Juan Gámpora de 1936.
ca, que podemos cubrir con el estudio bibliográfico, sino
desarrollar un instrumento para trabajar sobre las obras Durante la guerra fueron editadas algunas instrucciones
que encontramos en el campo y eso nos lo va a propor- de interés. En el bando republicano se publicaron nu-
cionar, como queda dicho, la adecuada conjunción de merosos folletos por parte de los sindicatos y partidos
ambas fuentes, documental y arqueológica. explicando a sus milicianos cómo fortificar. Son obras
directas y sencillas, simplificaciones de los manuales
en uso. También en los periódicos de las unidades y en
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES los periódicos murales se incluían artículos sobre forti-
ficación que son de mucho interés porque llegaban di-
La denominación con la que identificar a cada obra es rectamente hasta los soldados. Entre ellas destaca un
un asunto controvertido, pues no existe un consenso a diccionario incluido en diversos números de “La Voz del
la hora de aplicar un vocabulario concreto a las fortifica- Combatiente”. Más completas son las obras editadas por
ciones de la Guerra Civil y si bien las fuentes solucionan el Ejército de la República y los gobiernos regionales o
algunos casos, no ocurre así toda la variedad de obras autónomos. El teniente coronel Dueso escribía su “For-
que encontramos. Las definiciones generales sí quedan tificación de Campaña” en 1938, editada por la Escuela
claras (qué es una posición, un frente, un sector o un Popular de Guerra de la Región Oriental. La Generalidad
punto de apoyo, etc.). Lo que no hay es un diccionario de Cataluña publicaba en 1937 “Elementos de fortifica-
de términos para indicar cómo llamar a cada obra en ción”. La obra más importante fue recopilada por Juan
concreto (Fortín, Nido de Ametralladora, etc.) A veces Capdevila y tuvo dos ediciones en Barcelona, una en
las fuentes resultan confusas en este aspecto y así, por 1938 y otra en 1939. La veremos más adelante.
ejemplo en un documento se puede denominar a una
obra como Nido de Ametralladora y unos renglones más Por el bando nacional se editaron las “Directivas de For-
abajo aparece como casamata. tificación” en 1938 y los “Datos prácticos para trabajos
102 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
FUENTES ARQUEOLÓGICAS
Fig. 2 El dibujo de las fortificaciones es más útil que las fotografías para su estudio, identificar tipologías, etc. (Pablo Schnell Quiertant).
triplicaron, una maraña de fortificaciones de campaña, La fortificación consiste en la modificación de las carac-
que por su naturaleza debía ser de duración breve y pun- terísticas del terreno y de las condiciones en que puede
tual, convertida en indefinida. Al final de la guerra se ha- ser utilizado, para proteger a las tropas propias de los
bía evolucionado hacia un concepto de defensa distinto, efectos del enemigo, dificultar sus movimientos y en su
abandonando las interminables líneas de trincheras para- caso la mejora de las condiciones de vida propias.
lelas para adoptar un sistema de puntos fuertes perpen-
diculares al frente, establecidos en profundidad. Fortificación permanente es la que se construye en
tiempo de paz, estudiando el terreno para elegir los lu-
En el caso español tenemos que contar también con otra gares más adecuados, empleando el tiempo que sea ne-
experiencia bélica previa, principalmente de la guerra de cesario para su planificación y ejecución y los medios
África (1909-1926), aunque en este conflicto se emplea- constructivos necesarios. Respecto a la Guerra Civil, se-
ron tácticas heredadas de la de Cuba. La defensa carac- rían los campos atrincherados pirenaicos o las defensas
terística africana fueron las líneas de blocaos, que eran de las bases navales (Cartagena, Mahón, Ferrol) todas
fortines situados en posición dominante, con defensa en ellas diseñadas y construidas antes de 1936. En la Comu-
todas direcciones y rodeados de alambre de espino. Su nidad de Madrid no tenemos documentadas defensas
tamaño era variado, desde los más pequeños para unos contemporáneas de este tipo.
pocos soldados hasta los enormes para varios miles de
hombres. Buena parte de los combatientes de la Guerra La fortificación de campaña es la que construyen los
Civil eran veteranos de la Guerra de África, tanto los ofi- ejércitos sobre el campo de batalla, adaptándose a las
ciales de ambos bandos como milicianos y soldados. No necesidades de la lucha y al terreno en el que se desa-
debe extrañarnos por ello encontrar aspectos africanis- rrolla, empleando los medios y el tiempo disponibles.
tas en las fortificaciones construidas por cualquiera de
los contendientes. Debido a que durante la Guerra Civil se generaron lar-
gos frentes estabilizados, como el de Madrid, en los que
se construyeron defensas retrasadas a las que se pue-
CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE FORTIFICACIÓN den atribuir algunas características de la fortificación
permanente, hay autores que hablan de fortificación
Llegados a este punto hemos manejado ya algunos con- semipermanente para aplicar en esos casos. En nuestra
ceptos que en una obra como esta debemos aclarar. De- Comunidad su mejor ejemplo sería el fortín circular de
bemos empezar por el propio concepto de qué es for- Colmenar de Arroyo. No obstante esta clasificación es
tificación. discutible, pues su localización no se debe a la defensa
104 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 3 El proceso de artillado de las bases navales se estaba finalizando cuando estalló la Guerra Civil. Eran obras de fortificación
permanente, como esta batería de Castillitos, en Cartagena (Pablo Schnell Quiertant).
de una frontera estable y definida, como es la interna- fortificaciones, pues, como veremos, su organización se
cional, sino a una situación temporal y nunca pudieron adapta a los encuadramientos de estas unidades.
emplearse más que los recursos disponibles en la eco-
nomía de guerra. En lo referente a las fortificaciones de los frentes de Ma-
drid nos interesa la organización del Ejército de Tierra.
Esta fortificación de campaña está compuesta por una El personal combatiente de distribuía en armas (infante-
serie de elementos que garantizan que esta pueda cum- ría, artillería, caballería) y no combatiente, pero que rea-
plir su misión (obstáculos, observatorios, obras de pro- lizaba labores necesarias para el combate, en servicios y
tección de personal o armamento, comunicaciones…). especialidades (sanidad, veterinaria, transportes…). Por
Con estos elementos se crean posiciones con las que su importancia en la fortificación dedicamos un espacio
se organiza o prepara el terreno, generando un frente a los ingenieros y zapadores.
defensivo.
Las unidades no fueron exactamente iguales en ambos
En fortificación se emplean toda clase de materiales dis- bandos ni tampoco los empleos de los mandos milita-
ponibles, tanto naturales como artificiales, procedentes res, así que los simplificaremos. Tampoco eran siempre
de la cadena logística o de la explotación de recursos igual que como los conocemos ahora y por todo ello lo
naturales. que exponemos es solamente una simplificación para su
mejor comprensión.
La organización del terreno para el combate, implica una
serie de trabajos entre los cuales están los denominados Grandes unidades
trabajos de fortificación, los cuales incluyen obras, obs-
táculos y destrucciones. Los trabajos de organización Grupo de Ejércitos
del terreno siempre se pueden perfeccionar y normal- Fue la mayor agrupación, constituida por todos los ejér-
mente se inician desde el primer momento tras la ocu- citos de cada bando. En el nacional, mandado por el ge-
pación del terreno por la fuerza combatiente. neralísimo Franco desde el día 1 de octubre de 1936. El
conjunto de las fuerzas republicanas se denominaba ofi-
cialmente Ejército Popular de la República (E.P.R) desde
ORGANIZACIÓN MILITAR octubre de 1936.
general. Por ejemplo Ejército del Centro, de Levante, de Pelotón, compuesto por dos escuadras al mando de un
Extremadura, etc. Madrid estaba incluida en el Ejército sargento, diez o doce soldados
Centro.
Escuadra. Unidad militar de encuadramiento básica,
Cuerpo de Ejército compuesta por entre cuatro y seis soldados al mando
Organización compuesta por varias divisiones, al mando de un cabo.
de un general. El frente madrileño republicano estaba
defendido por tres Cuerpos de Ejército. Artillería
Las labores que realizaban los zapadores eran variadas: en anchura y profundidad cuya defensa está encomen-
construcción de fortificaciones, puentes y vías de co- dada a una División. El sector se divide en sub-sectores.
municación, tendido de obstáculos, preparación de des- El sub-sector es la zona cuya defensa incumbe a una
trucciones y obstrucciones, etc. En el caso que estamos Brigada.
tratando nos interesa su trabajo en las fortificaciones,
pistas y puentes, ya que fueron los constructores de mu- Desde el punto de vista de la organización del terreno, el
chas de las obras defensivas que encontramos. En oca- frente defensivo es una zona de terreno en la que se ins-
siones las dejaron firmadas con vistosas placas decora- tala un conjunto de posiciones distribuidas en escalones
das con el característico castillete de ingenieros. para dar profundidad a la defensa: posición avanzada,
posición de resistencia y segunda posición. Cada una
de ellas compuesta a su vez por varias líneas (de obstá-
ORGANIZACIÓN DE UN FRENTE DEFENSIVO culos, de vigilancia, de resistencia…).
Una vez conocidas las unidades militares podemos ver A pesar de llamarse líneas, las posiciones en realidad
la organización del frente, que se adaptaba a estos en- eran más bien puntos fuertes, aunque eso también varió
cuadramientos. a lo largo de la guerra y en cada bando. Podemos gene-
ralizar diciendo que el republicano tendía más hacia las
Desde el punto de vista del Mando, el frente defensivo posiciones con trincheras alargadas y el nacional hacia
está dividido en sectores. El sector es la zona limitada una forma de araña en el trazado de las suyas. En los
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 107
últimos meses ambos habían conseguido una distribu- que los trabajos deben continuar mientras el enemigo
ción escalonada en profundidad adecuada. lo permita.
Puede ampliarse este tema consultando la bibliografía Veremos a continuación los diferentes tipos de posicio-
apuntada, bastando para el caso que nos ocupa que se- nes, teniendo en cuenta que lo que explicamos es desde
pamos que las obras que encontramos no estaban solas, un punto de vista teórico y el resultado final de la evo-
sino que formaban parte de vastos sistemas defensivos lución que se produjo a lo largo de la guerra. El frente
en los que las trincheras excavadas en tierra (a menudo defensivo descrito es el ideal y en la realidad hubo otras
desaparecidas o colmatadas) eran las más abundantes. organizaciones. En algunos casos se adoptó el sistema
Por ese motivo cada elemento comparte la importancia de trinchera continua por arcaísmo o por necesidad,
de los demás y no pueden entenderse de forma aislada. como en el frente urbano de Madrid, Ciudad Universi-
taria, Casa de Campo. Por el contrario, en la sierra las
organizaciones eran muy ligeras y dispersas. Debemos
POSICIONES DEFENSIVAS tener esto presente igualmente en el frente teórico cu-
bierto por cada posición. Por ejemplo, el frente republi-
La posición defensiva es una organización de campa- cano que defendía el Madrid asediado entre Las Rozas y
ña para pequeñas unidades, de fortaleza variable, en Vallecas estaba cubierto por el II Cuerpo de Ejército con
función del tiempo y de los materiales disponibles para tres divisiones, mientras que la 1 división cubría más de
su organización. Se adapta al terreno y despliega sus 60 Km en la cuerda de la Sierra de Guadarrama.
elementos tanto en el sentido del frente como en pro-
fundidad, cerrando las posibles vías de penetración del La siguiente organización constituye la solución adop-
enemigo, con la finalidad de anular lo antes posible su tada por el ejército nacional al final de la guerra y fue
capacidad ofensiva. empleada como normativa a partir de entonces:
DIVISIÓN
Sector
1 DIVISIÓN 1 SECTOR
3 BRIGADAS 3 SUBSECTORES
Posición Defensiva de Sección trabajo, tiene, en todos los casos, carácter excepcional
(Elemento de resistencia) en función de una situación táctica y un terreno que
no pueden ser generalizados. Además, cada obra ten-
Ocupa un frente aproximado de 400 por 200 metros de drá unas características determinadas, dependiendo del
profundidad. Se compone normalmente de tres posicio- grado de protección a proporcionar.
nes de pelotón, dispuestas dos en primer escalón y una
en segundo, enlazadas por ramales de comunicación y En combinación de las obras siempre irán asociados una
un obstáculo perimetral de alambradas y minas. El Pues- serie de obstáculos.
to de Mando de la Sección se ubica en la posición más
retrasada. Nos centraremos prioritariamente en la fortificación de
campaña, que se suele concretar en la construcción de
Posición defensiva de Compañía (Punto de Apoyo) asentamientos o abrigos de carácter temporal, sin tener
en cuenta las obras de fortificación que podrían realizar-
Ocupa un frente de 200 a 1400 metros y un fondo apro- se en el combate en zonas urbanas.
ximado de 700 metros. Se compone normalmente de
tres posiciones de Sección dispuestas dos en primer es- Los elementos que constituyen la fortificación son:
calón y una en segundo, enlazadas por ramales de co-
municación y un obstáculo perimetral de alambrada y • Obstáculos.
minas. El Puesto de Mando de la Compañía se incluye • Protecciones, para el personal o las armas (trin-
normalmente en la posición más retrasada de Sección. cheras, abrigos, asentamientos, mando…)
• Vistas, para conocer los movimientos del enemigo
Zona de Responsabilidad de Batallón y corregir el tiro. Son los observatorios.
(Centro de Resistencia) • Comunicaciones, tanto en el interior de la posi-
ción como de ésta con la retaguardia. Si están al
Al Batallón o Grupo Táctico se le encomienda la defensa alcance del fuego enemigo deben ser a cubierto
de una Zona de Responsabilidad ocupada por Posicio- (zanjas, túneles…) El frente se une con la retaguar-
nes de Compañía. El frente normal es de 3 a 4 kilómetros dia por medio de pistas, puentes, teleféricos, etc.
por 2,5 kilómetros de fondo, con dos posiciones de com- • Camuflaje y enmascaramiento, para que las obras
pañía en primer escalón y una en segundo, pasen desapercibidas a la observación enemiga.
Alambradas
Tramas de alambre de espino sujeto por postes llamados
piquetes. Las había de varios tipos (piquetes de madera o
metal, de una o varias filas, en forma de muelle, montadas
en caballete etc.) Es relativamente frecuente encontrar
piquetes de alambrada reutilizados en las vallas de ga-
nado de las fincas donde hubo fortificaciones de la GCE.
Muro anticarro
Largo muro con anchura y altura suficiente para que no
la pueda sobrepasar un carro de combate. Fueron obs-
táculos poco frecuentes y son muy raros los ejemplares
conservados.
Fig. 12 Trinchera con el característico trazado en zigzag en Fig. 13 Diferentes tipos de trinchera según el libro de J Capdevila
RivasVaciamadrid (Pablo Schnell Quiertant). “La fortificación de campaña”.
del primer momento de trazado recto, más conocidas Puede ser una acumulación de piedra y tierra, un muro
por las fotografías de época que por los escasos restos de piedra en seco o de sacos terreros y más raramente
documentados. de fábrica. En ocasiones y en terrenos duros llega a sus-
tituir a la trinchera, formando un largo muro sin zanja o
En la red de trincheras, además de las zanjas se incluían con una excavación muy somera.
otros elementos cuya función no siempre podremos
identificar: abrigos de distinto tipo, letrinas, cocinas, etc. Pozos de tirador (o puesto de tirador)
Los pozos de tirador deben construirse de forma que el
Los diferentes tipos de trincheras excavadas en tierra o tiro desde ellos pueda efectuarse con igual facilidad en
roca son con diferencia las fortificaciones más abundan- cualquier dirección, por lo cual para los individuales, la
tes. Ocasionalmente las encontramos también revesti- planta ideal es la circular y, para los dobles, la rectangular.
das de fábrica e incluso cubiertas. Si bien habitualmente eran elementos excavados en tierra,
también encontramos ejemplares construidos de fábrica,
Trinchera aérea o en relieve incluso cubiertos y excepcionalmente labrados en la roca.
En los sitios donde excavar el terreno era difícil por la
presencia de roca, como en las montañas de la Sierra de En el transcurso de la Guerra Civil se generalizó el em-
Guadarrama, las trincheras se construían sobre el sue- pleo de los pozos de tirador adelantados a la trinchera,
lo, por medio de dos muros paralelos de mampostería a privando a ésta de su función original activa y dejándola
hueso o de fábrica. como elemento diseñado para la comunicación, pasan-
do la misión de combate a los pozos de tirador.
Parapeto
Muro o terraplén que se construye delante de la trinche- Puesto o fortín de escuadra
ra, en el frente que mira al enemigo para aumentar la Fortín adecuado para una escuadra, que mantiene a sus
protección de sus ocupantes. Sirve también para dismi- ocupantes a cubierto y les permite combatir desde su
nuir la profundidad a la que se debe excavar la trinchera. interior.
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 111
Fig. 16 Pozos de tirador adelantados a la trinchera y unidos por un Fig. 17 Puesto de tirador en “T” construido con mampostería y
corto ramal en Morata de Tajuña (Pablo Schnell Quiertant). argamasa de cemento (Valdemaqueda) (Pablo Schnell
Quiertant).
Fig. 18 Puesto de escuadra en Ciempozuelos) (Pablo Schnell Fig. 19 Puesto de escuadra labrado en la roca en Arganda del Rey
Quiertant). (Pablo Schnell Quiertant).
Fig. 20 Puesto de escuadra hemisférico con el que se estaba Fig. 21 Pozo granadero flanqueando un puesto de escuadra en Rivas-
experimentando al acabar la guerra en el frente nacional Vaciamadrid (Pablo Schnell Quiertant).
(Brunete) (Pablo Schnell Quiertant).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 113
Puesto de escucha
Pozo adelantado a la primera línea de trincheras de un
frente donde se sitúa un centinela por la noche para que
descubra por el oído la posible aproximación del enemigo.
Pozo granadero
Pozo adelantado a la trinchera y unido a ella por un cor-
to ramal, diseñado para que el soldado pueda lanzar Fig. 22 Interior de un Nido de Ametralladora en el que se aprecia el
granadas de mano contra el asaltante. En el frente repu- banco para el arma y los armarios para munición y repuestos
(Pablo Schnell Quiertant).
blicano es habitual encontrarlos flanqueando los pues-
tos de escuadra y formando con ellos una fortificación
característica.
el tiro sea posible en las mejores condiciones en una
Asentamientos para armas de Infantería determinada dirección o sector, que queda reducido al
En general, estos asentamientos se componen de una delimitado por la tronera. El correcto diseño de estas
excavación adecuada para el arma y número de sir- barreras de tiro es lo más importante, hasta el punto
vientes, una banqueta para apoyo del arma, acorde con de que la localización de las ametralladoras es la que
sus características y empleo, y un parapeto en su caso, determina todo el despliegue defensivo del frente. Por
que puede ser de tierra compactada, de mampostería ello es una de las obras que más habitualmente de
a hueso o sacos terreros. Si el terreno es propicio esta construía de fábrica, generalmente en asentamientos
preparación se complementa con obras subterráneas o acasamatados.
semisubterráneas.
Estas obras deben tener en su interior la amplitud sufi-
Junto al asentamiento, y comunicadas con él, puede ser ciente para alojar el arma, a sus servidores (dos o tres
necesario excavar zanjas para protección de los sirvien- personas) y la munición. Es habitual que tengan banque-
tes en determinadas fases del combate, así como los de- ta de fábrica para soportar la ametralladora (rectangular
pósitos de municiones precisos. o circular) o rebajes en la pared interior para el trípode,
adaptados a las características del modelo de arma em-
En ocasiones estas obras se construyen con fábrica pleado.
(hormigón, mampostería, ladrillo…) generando los ejem-
plares más vistosos. Conocemos varios modelos estandarizados, diseñados
por los ingenieros de ambos bandos para estos asen-
Asentamiento para ametralladora ligera (Nido de tamientos (modelo “Jarama”, modelo del I Cuerpo de
Ametralladora) o asentamiento para fusil-ametrallador Ejército, modelo C.G.I.S. etc.)
Este asentamiento debe posibilitar fundamentalmente el
fuego del arma, bien en tiro rasante en una determinada Asentamiento para morteros
dirección para colaborar con las ametralladoras medias Por las características de tiro de estas armas, estos asen-
en las formaciones de barreras, bien en tiro concentra- tamientos no necesitan banqueta, pero si un despeje
do, abierto o de siega en un amplio sector, sin descartar complementario, para ejecutar la puntería sobre la refe-
la posibilidad de poder hacer fuego eficaz en cualquier rencia situada, por exigencias del procedimiento de tiro,
otra dirección. en su exterior.
Como casi todas las obras, pueden ser excavados en tie- Corraleta para mortero
rra (cubiertos o a barbeta), construidos de fábrica o la- Se trata de un asentamiento específico formado por una
brados en la roca. Sin la documentación original es difícil excavación circular en cuyo centro se ubica el mortero
diferenciarlos de los asentamientos para ametralladora sobre un soporte igualmente circular. Conocemos pocos
media, aunque sus dimensiones pueden resultar indi- ejemplos de este tipo de obra, que pudo ser más abun-
cativas. Si la cámara de combate es estrecha y no hay dante, habiendo desaparecido sus elementos o pasar
banco para el arma puede ser este tipo de asentamiento. desapercibidos al confundirse con otras excavaciones.
Ante la duda podemos recurrir al nombre genérico de
Nido de Ametralladora. Asentamiento para Artillería de campaña
Los asentamientos para Artillería de campaña clásica se
Asentamiento para ametralladora media componen de una amplia plataforma de tiro, condicio-
(Nido de Ametralladora) nada por las dimensiones de la pieza en posición, la ne-
Este asentamiento debe permitir, fundamentalmente, cesaria libertad de movimiento de sus sirvientes, y que
el fuego del arma para formar barreras. Ello exige que permita la rápida entrada en posición de la pieza.
114 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 25 Uno de los modelos de casamata empleados por el I Cuerpo Fig. 26 Corraleta para mortero en Guadarrama (Pablo Schnell
de Ejército del EPR con su banco circular en el centro de Quiertant).
la cámara para asentar la ametralladora (Pablo Schnell
Quiertant).
Figs. 27 y 28 Las casamatas de La Serranilla (Guadarrama), uno de los pocos ejemplares de asentamiento artillero acasamatado que se conserva en
la Comunidad (Pablo Schnell Quiertant).
Fig. 29 El fortín de Fuentelámpara (Robledo de Chavela) es el mejor de la serie del Quinto Regimiento, una obra de “tipo blockauss”
según lo definieron sus constructores (Pablo Schnell Quiertant).
Fig. 30 El “Blockhaus 13” (Colmenar de Arroyo) es una de las mejores fortificaciones de la Comunidad (Pablo Schnell Quiertant).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 117
Reducto
Pequeña posición fuertemente defendida con obras de
fortificación
Abrigos
Los abrigos son aquellas obras que disponen de cubier-
ta. Pueden ser ligeros o a prueba. Los primeros poseen Fig. 31 Polvorín subterráneo en el puerto de la Cruz Verde (Santa
una cubierta que les protege de los impactos de fusilería María de la Alameda) (Pablo Schnell Quiertant).
y metralla de las explosiones próximas. En los segun-
dos, su cubierta es capaz de resistir impactos aislados
de proyectiles convencionales de artillería de un deter-
minado calibre. La cubierta puede ser desde una capa
de rollizos de madera cubierta de tierra hasta una losa
de hormigón armado o la roca madre cuando son obras
excavadas.
Refugio
Cuando el abrigo se construye para personal se deno-
mina refugio y en su interior se garantiza su seguridad
durante los bombardeos. La protección puede lograrse
excavando la obra completamente en el terreno a pro-
fundidad suficiente, excavando sólo la cámara y cubrien-
do el techo con rollizos y tierra o construyéndolo todo
de fábrica, generalmente con hormigón armado.
Puesto de Mando
Lugar donde está situado el mando de una unidad, sec-
tor o subsector. Puede ser un sitio elegido de forma oca-
sional, durante las operaciones militares (una casa, una
iglesia, bajo un puente…) pero en los frentes estabiliza-
dos se hacían obras específicas para ellos, siendo en ese
caso abrigos específicos para esa función de mando.
Viviendas
En los largos frentes defensivos característicos de la
Guerra Civil era necesario albergar adecuadamente a
los combatientes. Como en otras facetas, a las improvi-
saciones del primer momento se sucedieron soluciones
cada vez más adaptadas y específicas para su función, Fig. 33 Interior de uno de los refugios excavados (Majadahonda)
aunque siempre convivieron con los alojamientos más (Pablo Schnell Quiertant).
sencillos, las populares y omnipresentes chabolas.
118 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 34 Excepcional Puesto de Mando blindado en Loma Verde. Paredes de Buitrago (Mancomunidad de Puentes Viejas) (Pablo Schnell Quiertant).
Fig. 35 Excepcionales barracones de hormigón encofrado en Navalagamella (Miguel Ángel Bru Castro).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 119
Fig. 36 Dos viviendas catenarias, una con la curva completa y chimenea francesa exenta y otra con el 60% de la curva (Navalagamella)
(Pablo Schnell Quiertant).
Chabola o chavola
Vivienda sencilla, realizada con los materiales disponi-
bles, generalmente pobres. A menudo estaban semiex-
cavadas en el terreno y han dejado unos característicos
cráteres rodeados de lo que fueron sus muros. Se cu-
brían con ramas, materiales obtenidos en las poblacio-
nes cercanas (teja, uralita, chapas…) o aquello de lo que
se pudiese disponer.
Garibolo o garigolo
Término coloquial de la jerga militar ya empleado en la
Guerra de África con el que se referían a las viviendas
de campaña. Según escribe Rafael García Serrano en su
obra “Diccionario para un macuto”, viene a ser un sinó-
nimo de chabola.
Barracón
Edificación rectangular generalmente de una sola planta
y cubierta con los materiales disponibles, habitualmente
sin blindar. Las funciones de estas obras eran múltiples:
alojamiento de personal, almacenes, establos… Al final
de la guerra se aprecia una estandarización en las di-
mensiones de estos edificios, que siguen unos módulos
constructivos determinados por la cubierta. Lo más fre-
cuente es que sean obras de piedra en seco, pero tam-
bién las hay de fábrica, incluso de hormigón.
Catenaria
La catenaria es la curva que forma una cadena suspen-
dida entre dos puntos que no están en la misma vertical.
Se empleó en el trazado de las bóvedas de las vivien-
Fig. 37 Vivienda catenaria con chimenea francesa (Navalagamella)
(Pablo Schnell Quiertant).
das construidas en el frente por las divisiones 71 y 72
del ejército nacional (sierra de Guadarrama). Las hay de
diversas formas y dimensiones: con curva completa o
120 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 39 El campamento de Milano (Arganda del Rey) aprovecha una cantera abandonada (Pablo Schnell Quiertant).
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 121
Fig. 40 Observatorio de Cantos Negros (Torrelodones). Su amplio vano no es una tronera para ametralladora, sino una visera de
observación (Pablo Schnell Quiertant).
122 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 41 La pista del Generalísimo facilitó el suministro a la cabeza Fig. 42 Inscripción de zapadores en el pretil de un paso de agua en
de puente de la Ciudad Universitaria en los meses finales de una pista militar en Majadahonda(Pablo Schnell Quiertant).
la guerra. Casa de Campo (Madrid) (Pablo Schnell Quiertant).
Infraestructuras viales
La organización de un frente defensivo genera unas ne-
cesidades logísticas continuadas que rara vez pueden
ser atendidas por las infraestructuras viales existentes.
Por ello en un frente estabilizado los ingenieros adaptan
y arreglan las comunicaciones existentes y las comple-
mentan realizando las obras nuevas que son necesarias.
Estas obras, poco estudiadas y conocidas fueron muy
frecuentes en la Guerra Civil, de forma que en la reta-
guardia de los frentes se construyeron numerosas pistas
militares con puentes y pontones, teleféricos y hasta al-
guna vía férrea, como el famoso Tren de los 40 días para
abastecer al Madrid asediado.
Fig. 43 Apoyo de un puente militar fechado por una inscripción
en 1937 (Majadahonda) (Pablo Schnell Quiertant).
Pista militar
Vía cuya construcción se adecua a las necesidades del
tráfico rodado pesado motorizado. Tienen unas caracte-
rísticas específicas, propias del diseño que para ese fin
les dieron los ingenieros: anchura adecuada para el trá-
fico en ambos sentidos, desmontes para la caja, muros
de contención, curvas peraltadas y de radio amplio, pen-
dientes continuadas y nunca excesivas, pavimentación,
etc. A veces están amojonadas y en algunos sitios se
conservan inscripciones de las unidades constructoras.
Puente
Los medios de paso circunstanciales (pasarelas, ponto-
nes) eran mejorados con la instalación de puentes en
las pistas militares. El más famoso de Madrid fue la “Pa-
sarela de la Muerte” que abastecía a la cuña de la Ciu-
dad Universitaria, sustituida al final de la guerra por el
“puente del Generalísimo”, protegido con recios muros
de hormigón.
Fig. 45 Techo camuflado con piedras en un Nido de Ametralladora Fig. 46 Fortificaciones enmascaradas para aparentar ser las rocas
en Braojos (Pablo Schnell Quiertant). redondeadas propias de la zona (Fresnedillas de la Oliva)
(Pablo Schnell Quiertant).
Camuflaje y enmascaramiento
Camuflaje u ocultación
Ocultación de las obras, vehículos, personal, etc de
modo que queden disimulados con su entorno
Enmascaramiento
Transformación de la obra de forma que no pueda ser
apreciada o sea tomada por otro elemento distinto del
que en realidad es.
Según Sánchez-Tembleque y Gámpora (1936), la diferen- Fig. 47 Alternancia de aspilleras para fusil y tronera para
ametralladora en un fortín de El Escorial (Pablo Schnell
cia entre ocultación y enmascaramiento es la siguiente: Quiertant).
Otros términos
Aspillera
Apertura en el vano de un muro que permite disparar a
través de ella con un fusil.
Acasamatada
Asentamiento para arma protegido en el interior de una
obra blindada (casamata). Fig. 48 Troneras con derrame escalonado (Aranjuez) (Pablo Schnell
Quiertant).
Barbeta
Obra descubierta, sin techo.
124 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 49 Nido de Ametralladora de hormigón armado (Pinto) (Pablo Fig. 50 La penuria de materiales llevaba en ocasiones a sustituir la
Schnell Quiertant). ferralla por chatarra en la armadura del hormigón, como
en el techo de este nido de Valdemorillo) (Pablo Schnell
Quiertant).
Fig. 51 El revoco del techo ha caído y la armadura interior del Fig. 52 Corte en el techo blindado de una obra en Getafe que deja
techo de hormigón ha quedado a la vista en esta obra de ver la composición del hormigón (Pablo Schnell Quiertant).
Paracuellos del Jarama (Pablo Schnell Quiertant).
Tronera
Apertura en el vano de un muro que permite disparar a
través de ella con un arma pesada (ametralladora, ca-
ñón, etc.)
VOCABULARIO DE CONSTRUCCIÓN
Encofrado
Sistema constructivo por el cual se da forma a una masa
de hormigón por el método de dejarla fraguar dentro
de un molde (generalmente de madera) con la forma
deseada. Una vez endurecida la masa, el molde se retira.
Encofrado perdido
Se dice cuando los materiales del encofrado no se reti-
ran al fraguar el hormigón, sino que quedan integrados
en la masa. Así se pueden construir los muros exterio-
res con ladrillo o mampostería generando el molde que Fig. 54 El muro exterior de ladrillo de este Nido de Ametralladora
en Valdemorillo no cumple una función estructural ni de
se rellena con la masa de forma que al fraguar la obra blindaje; es el encofrado de la masa de hormigón armado
queda con el ladrillo o la mampostería vista, aunque en que lo conforma (Pablo Schnell Quiertant).
realidad es un encofrado de hormigón.
Mampostería
Sistema de construcción por el cual los muros se cons-
truyen con piedra sin labrar o con una talla muy tosca.
Estas piedras pueden sujetarse con un ligante (argama-
sa) o disponerse en seco.
Sillería
Sistema de construcción por el cual los muros se cons-
truyen con piedra labrada con sus ángulos y sus caras
lisas. Estas piedras reciben el nombre de sillares y pue-
den sujetarse con ligante (argamasa) o disponerse en
seco.
Sillarejo
Sistema de construcción por el cual los muros se cons-
truyen con sillares labrados toscamente Estos sillarejos
pueden sujetarse con ligante (argamasa) o disponerse
en seco. Fig. 55 Asentamiento para cañón antitanque de mampostería con
argamasa de cemento en Morata de Tajuña (Pablo Schnell
Quiertant).
Ladrillo
Bloque de arcilla cocida de forma prismática rectangular
que se emplea en la construcción, unida con argamasa.
126 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 56 Nido de Ametralladora con encofrado perdido de sillares. Se le ha dado Fig. 57 Abrigo para personal en galería subterránea
un acabado muy cuidado con el llagueado de las juntas y la estrella roja forrada de ladrillo (Alameda de Osuna,
esgrafiada, colocada boca abajo (Pablo Schnell Quiertant). Madrid) (Pablo Schnell Quiertant).
Fig. 58 Fortificaciones de mampostería a hueso (Lozoya) (Pablo Fig. 59 Los enlucidos son superficies aptas para realizar inscripciones
Schnell Quiertant). y también debemos estar atentos a los posibles graffiti
de época, como en este nido de Aranjuez (Pablo Schnell
Quiertant).
Hay ladrillos macizos o huecos, pudiendo ser estos de aplicadas una sobre la otra con el árido cada vez más
varios tipos (hueco sencillo, doble, rasilla, rasillón…). fino hasta la superficial.
Pueden colocarse de varias formas (de canto, de plano)
conformando numerosos aparejos (a tizón, inglés, pan-
derete…) CLASIFICACIÓN
Argamasa Con finalidad únicamente práctica podemos clasificar
Mezcla de un ligante con un árido para obtener una masa las fortificaciones de la Guerra Civil en una serie de apar-
empleada en construcción para reforzar la unión de las tados, basados como hemos dicho en la bibliografía y
piedras o ladrillos de un muro. El ligante puede ser cal, documentación y cotejados con la información arqueo-
cemento, yeso, etc. y el árido suele ser arena. lógica obtenida directamente de los elementos materia-
les conservados.
A hueso o en seco
Sistema por el cual las piedras de un muro se mantie- La primera característica de estas fortificaciones es que
nen en su posición sin empleo de argamasa. Es uno de no fueron diseñadas en tiempo de paz, eligiendo el te-
los que más encontraremos en nuestras fortificaciones. rreno adecuado, el modelo de obras, etc. Fueron cons-
truidas en medio de una guerra, realizando las prepara-
Enlucido - revoco ciones defensivas del terreno frecuentemente en sitios
Acabado que se le da a un muro para que su superfi- aún disputados con el enemigo o bajo su observación y
cie quede lisa. Suelen ser varias capas de argamasa fuego. Por eso la mayor parte de las fortificaciones de la
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 127
Mortero
Galería fusilera
Catenaria
Paso de agua
Puente
Otros
128 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Trinchera
1. Zanjas Través
Camino Cubierto
Mortero
Observatorio
4. Obras para mando
Puesto de Mando (P.M.)
Guerra Civil se construyeron excavándolas en el terreno La identificación del tipo concreto de obra no es siem-
y ese factor lo debemos tener siempre en cuenta para su pre posible por el estado de conservación u otros mo-
estudio y denominación. tivos, y en todo caso para ello es necesario un conoci-
miento básico de la fortificación del periodo. Si no se
La fortificación que vemos hoy es el resultado final de ha podido identificar exactamente el tipo de obra, re-
casi tres años de guerra, el resultado de un proceso de currimos a las denominaciones genéricas como “asen-
perfeccionamiento de las obras. Primeramente se hicie- tamiento para arma automática” o “asentamiento blin-
ron trincheras, asentamientos para armas y chabolas dado para arma automática”. Si por el contrario sí se
excavadas en el terreno, sin techar o con blindajes de puede reconocer el modelo concreto se podrá indicar
rollizos de madera, tierra y piedras. Con el tiempo estas si es un Puesto de Tirador, un Asentamiento para Fusil
organizaciones se fueron endureciendo con obras blin- Ametrallador, etc.
dadas cada vez más complejas, lo que no quiere decir
que no se emplease la excavación y los parapetos hasta Como hemos dicho, las zanjas y otras excavaciones eran
el último momento. las fortificaciones más numerosas construidas durante
la guerra, además de ser habitualmente las primeras que
Por ello la primera clasificación que podemos realizar se hacían, aunque luego se fuesen perfeccionando con
es por la forma de construcción; si son excavaciones en obras de fábrica. Por ello podemos encontrar en ellas
el terreno o si son obras de fábrica (hormigón, ladrillo, casi todos los elementos que hemos descrito para las
mampostería) ya que casi todas pudieron construirse obras construidas.
por ambos sistemas, diferenciándose en una primera
clasificación no por su funcionalidad sino por su forma Respecto al blindaje, el lateral lo proporcionaba el propio
de elaboración. La funcionalidad será el segundo criterio terreno en el que estaban excavadas o amontonamien-
entre estas dos grandes familias. tos de tierra, sacos terreros, etc. Los techos blindados se
MANUAL DESCRIPTIVO DE OBRAS MILITARES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMUNIDAD DE MADRID 129
conseguían con troncos (rollizos) que soportaban una ADRADA, R. (1939): Manual del sargento de zapadores.
capa de piedra y tierra. Especialista en fortificación. Libro segundo,
Zaragoza.
Un caso especial de este tipo de obras son las excavadas ARÉVALO MOLINA, J. (2004): “Con el pico y con la
íntegramente en la roca, llamadas en ese caso en caverna. pala”. Memorial del Arma de Ingenieros nº 71, junio,
pg. 41-50.
El nombre genérico de trincheras, técnicamente sólo ARÉVALO MOLINA, J. (2005): “La fortificación de
debería aplicarse cuando la zanja tenía una función de campaña en la GCE”. Revista de Historia Militar nº
combate, aplicándose a las demás calificativos como 98. p 181-221 (I.H.C.M.).
través, trinchera de comunicación o camino cubierto. ARÉVALO MOLINA, J. (2008): Senderos de guerra.
Dado que frecuentemente no nos será posible hacer esa Madrid (Ed. La Librería).
distinción funcional, aplicaremos el nombre de trinche- ARÉVALO MOLINA, J. (2011): “El pelotón, la sección y
ra como genérico para cualquier zanja excavada en una otras compañías”. Frente de Madrid nº 19 (mayo de
posición construida para que el personal destinado en 2011) p.29-34.
ella quedase resguardado del fuego y la observación ARÉVALO MOLINA, J. (2012): Senderos de guerra, 2.
enemiga. Cuando sea posible determinar su función así, Rutas por el frente sur de Madrid. Madrid (Ed. La
lo haremos. Por ejemplo ante una zanja que discurre rec- Librería).
ta en un largo tramo hasta llegar a la red de trincheras ARÉVALO MOLINA, J. (2018): Senderos de guerra,
de una posición, podemos suponer que estamos ante un 3. Rutas por el frente de Madrid. Madrid (Ed. La
camino cubierto. Librería).
ARÉVALO MOLINA, J. (2018): Senderos de guerra, 4.
Rutas por el frente oeste de Madrid. Madrid (Ed. La
CONCLUSIÓN Librería).
ARÉVALO MOLINA, J. y SCHNELL QUIERTANT, P.
“Mientras el combate no lo impida, las tropas no deben (2018): “Asentamientos para armamento en la Guerra
de cesar en mejorar las condiciones defensivas del terre- Civil Española (1936-1939”. Armamento y Equipo para
no, atendiendo también a las de comodidad e higiene”. la Guerra. Cátedra Extraordinaria Complutense de
Historia Militar. Madrid. Págs. 613-646.
Esta máxima resume la esencia de la fortificación y ex- CAPDEVILA, J. (1938): Nociones de fortificación de
plica el rico y variado conjunto de obras defensivas de campaña. Barcelona. (Sindicato de la Industria de la
la Guerra Civil que conserva la Comunidad de Madrid. Edificación, Madera y Decoración).
Su construcción se inició en los primeros meses del CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2004): Los
conflicto, se continuó generando a lo largo del mismo restos del asedio: fortificaciones de la Guerra Civil
y tuvo un verdadero florecimiento tardío en los últimos en el frente de Madrid. Ejército nacional. Madrid (Ed.
meses, cuando ambos contendientes construyeron Almena).
abundantes obras hormigonadas. Aplicaban con ello CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. (2007): Los
un principio básico de la fortificación, que es la perfec- restos de la defensa: fortificaciones de la Guerra
tibilidad, según el cual las obras deben ser útiles desde Civil en el frente de Madrid. Ejército republicano.
el primer momento, para perfeccionarse después cuan- Madrid (Ed. Almena).
to sea posible. Los zapadores de ambos ejércitos se CASTELLANO RUIZ DE LA TORRE, R. y SCHNELL
emplearon a fondo y construyeron un excepcional con- QUIERTANT, P. (2011): Arquitectura militar de la
junto de fortificaciones que ahora empezamos a cono- Guerra Civil en la Comunidad de Madrid. Sector
cer y valorar. de la batalla de Brunete. Colección Arqueología,
Paleontología y Etnología, nº 12. Comunidad de
Las circunstancias históricas de la guerra y la variedad Madrid.
paisajística de la Comunidad generaron uno de los con- CUARTEL GENERAL DEL GENERALÍSIMO
juntos de obras más ricos y variados de España. Como (INGENIEROS) (s.d. 1938?): Datos prácticos para
bienes integrantes del Patrimonio Histórico madrileño y trabajos de fortificación de campaña comunes a
español que son tienen la protección legal correspon- todas las armas. Logroño (Cerezo).
diente desde 2013 y merecen la misma consideración DIRECCIÓN GENERAL DE PREPARACIÓN DE CAMPAÑA
que sus antecedentes los castillos medievales y otras (1927): Reglamento de organización y preparación del
muestras de arquitectura defensiva. Las generaciones terreno para el combate (3 tomos). Madrid.
futuras tienen derecho a conocer este Patrimonio y su DUESO LANDAIRA, J. (1938): Fortificación de Campaña
entorno y nosotros tenemos el derecho a disfrutarlas y del Ejército de la República. Barcelona, Escuela
también el deber de permitir que esas generaciones las Popular de Guerra (región oriental).
puedan conocer. EJÉRCITO DE TIERRA (1938): Casamata para
ametralladora; fortín para escuadra y refugio;
observatorio. (Talleres del Ejército de Tierra).
BIBLIOGRAFÍA ESCUELA POPULAR DE GUERRA (1938): Tratado de
Fortificación.
ACADEMIA GENERAL MILITAR (1930): Manual de GARCÍA SERRANO, R. (1979): Diccionario para un
fortificación de campaña. Zaragoza (Tipografía de la macuto. Barcelona (Ed. Planeta)
Academia General Militar). GRUPO DE UNIDADES DE FORTIFICACIÓN Y OBRAS
ADRADA, R. (1937): Defensa antitanque. Zaragoza (1937): Elementos de fortificación. Barcelona -
(Talleres El Noticiero). Generalidad de Cataluña (Graficas Agustí Bastard).
130 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
1. A este respecto es más que recomendable la consulta del libro “Guerra civil española. Los libros que nos la contaron”,
de Fernando Calvo. Editorial Almuzara, Madrid, 2017.
134 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
El objetivo de la loable iniciativa era claro: dibujar sobre andaban dándole vueltas a la posibilidad de iniciar estu-
el plano una geografía del vestigio, tanto desde una óp- dios sistematizados sobre todo el legado arquitectónico
tica modestamente cartográfica como ilustrativa, a base de la guerra civil en el llamado “teatro de operaciones
de fotografías y referentes literarios, que permitiera al del centro”. Ciertamente se trataba de individuos con
lego (en aquel momento, todo el mundo, salvo conta- inquietudes comunes, curiosidad rayana en la obsesión
dos y muy sesudos intérpretes del aparato gráfico de las y decisión para abordar algo que, incomprensiblemente
monografías de Bande) hacerse una idea cabal de lo que a su entender, ninguna institución, pública o privada, ha-
podía encontrar cincuenta años después de la lucha, al bía tratado aparentemente hasta ese momento.
recorrer la Comunidad de Madrid.
Este trabajo de campo, con un presumible esfuerzo ini- LOS ESFUERZOS INDIVIDUALES
cial en la consulta de los archivos militares —aparte de
la inmensa bibliografía temática atesorada por Juan Be- Sin querer centrar el análisis en una sola persona pode-
net, estimada en más de 4000 volúmenes— constitui- mos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que la sensación
ría finalmente la base para el catálogo de la exposición de vértigo al abordar una materia sobre la que no exis-
que al año siguiente (‘Escenarios de la guerra. Madrid ten estudios previos es similar a la emoción de poder
1936-1939’. Sala de exposiciones del Canal de Isabel II. hacerlo sin cortapisas, dejando a la intuición y al celo
Abril-mayo de 1987) permitió a los madrileños observar científico la creación de una metodología propia, adap-
por primera vez la realidad de los restos de la guerra tada a la tecnología de la época y a las limitaciones del
civil española en nuestra región. La obra del mismo au- esfuerzo unipersonal.
tor editada poco después, Paisajes de la guerra. Nueve
itinerarios por los frentes de Madrid constituye, por tan- Así las cosas, y no siendo el objeto de este repaso cro-
to el primer aldabonazo en la conciencia protectora de nológico referir sistemas de investigación, se fue desa-
nuestro pasado bélico más reciente2. rrollando por parte de quien en aquel momento sólo
quería acopiar, ordenar e interpretar científicamente una
materia sujeto de tesis doctoral, una paciente actividad
QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA… ¿Y DIEZ? que combinaba archivo militar, máquinas de lectura de
MÁS MOVIMIENTO EN LOS INSTITUTOS microfilms, fotocopiadora, escáner, digitalización carto-
gráfica, gestión de señal GPS (10 años antes de que los
De 1987 a 1997 trascurren diez años sin que —salvo esca- móviles dispusieran de tal facilidad), fotografía, medi-
sas iniciativas aisladas— particulares o instituciones den ción sobre el terreno y trabajo informático, con la fina-
mayor importancia al conjunto de obras silenciosas que lidad última de retener en un soporte perdurable lo que
sobrevivían, unas alejadas, otras pegadas (y algunas in- aún quedaba de los sufridos trabajos de fortificadores y
cluso deglutidas) por Madrid y sus alrededores. España, zapadores.
y ciertamente su capital, experimentaban cambios im-
portantes. De fisonomía urbana, de alternancia política En paralelo, existían otras personas que habían enfoca-
y de mentalidad. do su labor a la recogida del testimonio oral, del legajo
municipal o del archivo del cementerio local para, del
En estas estábamos cuando, como consecuencia del mismo modo, poder reconstruir distintas facetas del ci-
crecimiento poblacional y del realojo de colectivos ubi- tado episodio histórico. Igualmente había quienes reco-
cados en infraviviendas, salieron a la luz en 1997 un cu- rrían los terrenos de batalla buscando en superficie res-
rioso e interesante conjunto de construcciones militares tos de la lucha; o quienes se atrevían a aventurarse por
situado en el llamado “Cerro de la Mica”, en Aluche, jun- las cimas de las montañas y los fondos de los barrancos
to a la Casa de Campo. En aquel momento esta serie de a la caza de inscripciones o grafitos que dieran testimo-
fortines era ocupada por un grupo de familias de etnia nio de la presencia de los combatientes.
gitana procedente de Extremadura, y llamó la atención
no sólo a la televisión local, sino a un conjunto de profe- Unos y otros acabaríamos conociéndonos, intercam-
sores del instituto “Ntra. Sra. De Lourdes”, situado frente biando experiencias, vivencias, información. Y en algu-
al cerro, quienes manifestaron a la sociedad de entonces nos casos se generarían lazos de amistad y camaradería
la importancia de preservar e interpretar adecuadamen- para siempre.
te esta clase de testigos de hormigón.
Este grupo de maestros será decisivo a la hora de en- LA UNIÓN HACE LA FUERZA. NACE GEFREMA
cabezar, cinco años después, el primer movimiento aso-
ciativo serio orientado a la preservación del patrimonio Es evidente que existía un caldo de cultivo adecuado
constructivo de la guerra civil. Pero no adelantemos para unificar esfuerzos en esta empresa. Hacer la gue-
acontecimientos… rra por cuenta propia siempre permite apretar mucho
pero, evidentemente, abarcar poco. Por ello, y después
Mientras tanto, algunas personas a título particular de unas cuantas iniciativas restringidas al ámbito aca-
(entre los que se incluye el redactor de esas líneas) ya démico y con un radio de acción limitado a la zona de
2. “Paisajes de la Guerra. Nueve itinerarios por los frentes de Madrid”. Severiano Montero Barrado. Comunidad de Madrid.
Madrid, 1987.
UNA MIRADA PARTICULAR: EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES EN LA TOMA DE CONCIENCIA, SALVAGUARDA Y DIFUSIÓN 135
influencia del centro de enseñanza, el grupo de profe- ya iniciado a través de un simple libro. Conferencias en
sores del instituto “Lourdes” decidió dar un paso ade- diversos lugares, singularmente en Fresnedillas de la Oli-
lante. Junto a este embrión inicial aparecieron personas va, nos permitieron ponernos cara y ojos, hablar, debatir
de muy distinta procedencia e intereses; personas cuyo y valorar la posibilidad de consolidar y ampliar lo hecho
vínculo común era su preocupación por el estudio de la hasta entonces, a través de la creación de una estructura
guerra civil en nuestra comunidad. asociativa en la que la existencia de diversos integrantes
permitiría abordar proyectos de catalogación más am-
De esta forma, en una suerte de ceremonia conmemora- biciosos.
tiva plena de significado alegórico, la noche del 7 de no-
viembre de 2002 se constituyó oficialmente el Grupo de El grupúsculo fundador del posteriormente denominado
Estudios del Frente de Madrid, siendo sus socios funda- “Colectivo Guadarrama” era de apenas cuatro personas:
dores e integrantes de la primera junta directiva Antonio Jesús Vázquez, Ernesto Viñas, Ángel Rodríguez y quien
Morcillo, Luis de Vicente, Carlos Díez (todos del instituto esto escribe. A la hora de pensar en un nombre se vio
“Lourdes”), Juan García (de ‘Ecologistas en Acción’) y que el vínculo común a los cuatro era el Guadarrama, en
Ricardo Castellano, quien por aquel entonces aún anda- un caso como cadena montañosa (los de la sierra) y en
ba enfrascado en su tesis doctoral. el otro como río (los de la llanura), así que la cosa quedó
fijada de esa manera en junio de 2005.
GEFREMA es, incuestionablemente, el motor que pro-
voca el movimiento de la maquinaria asociativa en este Hay que decir que aunque nominalmente éramos “Co-
ámbito comunitario. Llega con vocación para quedarse, lectivo Guadarrama” la primera intentona de registro se
y pronto se demuestra que con un terreno tan propicio e vio rechazada, pues la administración lo consideró de-
inexplorado, vientos tan favorables y las enormes ganas masiado genérico, así que hubo que añadirle un “ape-
de sus miembros por aportar, su actividad va a exce- llido”, hasta completar su nombre oficial, “Colectivo
der con mucho la de mero canalizador para el posible Guadarrama, Grupo de Preservación Histórica”. Tenien-
análisis de vestigios, abarcando desde entonces un sin- do nombre, sede y gente con ganas de hacer cosas, el
número de facetas relativas a la divulgación de la GCE asunto echó a andar.
en Madrid: la edición de la revista “Frente de Madrid”,
las rutas guiadas, las presentaciones de libros, las jor- Merced a esas conferencias de las que hablábamos an-
nadas anuales… esta asociación, decana en su ámbito, tes hubo un peregrinar constante de personas que mos-
ha alcanzado una base de integrantes y un abanico de traban su interés por acercarse a lo que propugnába-
actividades enorme. Dejemos, no obstante, que sean sus mos, a saber, la realización de proyectos individuales de
responsables en la actualidad quienes glosen más en de- inventario limitados a un territorio físico (terrenos priva-
talle los años de andadura exitosa de GEFREMA. Y para dos) o administrativo. Poco a poco nuestra asociación
ello remitimos al lector al capítulo específico. fue creciendo, siempre con las ideas muy claras de no
dedicar ningún esfuerzo a cuestiones que se alejaran de
la catalogación de restos de la GCE.
POR SIERRA, BAR Y AIRE.
EL COLECTIVO GUADARRAMA En aquellos primeros dos/tres años contamos con un
aliado extraordinario: Ricardo Cabrero, alcalde de Fres-
Entre 2002 y 2004, con GEFREMA arrancando vigoro- nedillas de la Oliva, quien nos permitía reunirnos en el
samente, se produjeron algunos hechos relevantes para ayuntamiento los sábados que lo requeríamos, para así
el narrador de esta pequeña panorámica. Cuestiones de programar nuestras actividades. Fresnedillas, aparte de
índole estrictamente personal impedían su aportación constituir un referente único en la materia por la canti-
neta al esfuerzo de la anterior asociación, razón por la dad y calidad de vestigios que atesora el municipio, era
cual, coincidiendo prácticamente con la finalización del un punto de razonable equidistancia entre “la sierra” y
primer tomo monográfico sobre los vestigios de la GCE “el llano”, razón por la cual fue fácil y cómodo adoptar-
en Madrid3, abandonó aquella para dedicar su escaso lo como “cuartel general”. Aparte de eso, por razones
tiempo libre a la elaboración de un segundo tomo, que puramente logísticas solíamos terminar de discutir los
vería la luz tres años después. asuntos más allá de las 13:00, en alguno de los excelen-
tes bares del pueblo. Las costumbres carpetovetónicas,
Sin embargo, de forma totalmente inesperada, la edi- ya se sabe…
ción del citado libro causó una pequeña sacudida entre
los aficionados a la materia, quienes de inmediato y en El primer proyecto serio que abordó el Colectivo Guada-
número muy superior a lo imaginado usaron los —en- rrama salía, curiosamente, de los límites territoriales de
tonces— incipientes nuevos canales de comunicación la Comunidad de Madrid. Capitaneado por el profesor
(internet, correo electrónico) para remitir de forma es- Rodríguez Pascua, en 2006 se llevó a cabo un trabajo
pontánea sus impresiones al autor. conjunto entre Pablo Schnell, Emilio Usaola, Rafael Mo-
reno, Jesús Vázquez y Ricardo Castellano, fruto del cual
Esta reacción de personas afines provocó que un peque- se entregó a la Junta de Comunidades de Castilla-La
ño núcleo de apasionados decidiera dar continuidad a lo Mancha el primer catálogo de vestigios de la provincia
3. “Los restos del Asedio. Fortificaciones de la guerra civil en el frente de Madrid”. Ejército nacional. Ricardo Castellano.
Editorial Almena, Madrid. 2003.
136 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
de Guadalajara, del cual beberían en el futuro desde ex- legado material originado por la batalla de Brunete; libro
cavaciones arqueológicas de CSIC hasta museísticas o que finalmente vería la luz en 20114.
divulgativas (Abánades), y que se vería complementado
por un segundo dossier en 2008, además de la incor- A la par que desarrollábamos esta actividad, hurtando
poración de todo el acervo constructivo a las bases de horas a nuestros fines de semana y a nuestras familias,
datos de Patrimonio de la Junta (programa Amadis). desde la asociación se proyectó generar notoriedad
abriendo la cuestión al público en general, y lo hizo en
Ya se sabe que una cosa suele llamar a otra, y entre 2007 forma de jornadas anuales: el celo y empeño de Rubén
y 2008 el Colectivo Guadarrama volcó sus esfuerzos en de la Mata permitieron que durante cinco ediciones
ampliar sus inventarios (Navalagamella, Quijorna) y po- (2006-2010) la casa consistorial de Quijorna recogiera
tenciar la extensión del conocimiento sobre la materia una muestra de vestigios materiales, complementada
allá donde se solicitaran sus servicios. A tal efecto, en por las primeras recreaciones que tuvieron lugar en la
2007 se inició una fructífera relación de colaboración Comunidad, gracias a la colaboración de la entonces
con el CIGC (Centro de Investigación de la Guerra Civil), balbuceante (y hoy plenamente consolidada) asociación
promovido en el Real Sitio de San Ildefonso por el profe- de recreadores “Frente de Madrid”, así como ciclos de
sor universitario Eduardo Juárez, y en cuyas instalacio- conferencias temáticas y rutas guiadas.
nes de Valsaín y La Granja (ayuntamiento) dirigimos va-
rias conferencias a alumnos de secundaria, universidad En 2012 abordamos una nueva actividad catalogadora,
y público local. Cabe indicar que, diez años después, la en este caso en la vecina provincia de Segovia. Gracias a
relación simbiótica continúa, de lo cual daremos cuenta la relación que teníamos con el CIGC estuvimos durante
más adelante. tres fines de semana recorriendo las posiciones que se
fijaron tras la batalla de La Granja, y fruto de ese esfuer-
Creemos que es de justicia dedicar un pequeño espa- zo vio la luz una publicación inspirada por el mismo es-
cio aclaratorio a nuestra relación con Navalagamella. píritu que la de Brunete: dar a conocer el hecho histórico
Cuando en 2008 entregamos el trabajo de inventario al y el vestigio contemporáneo5.
alcalde, Enrique López, no nos imaginábamos que este
hecho proyectaría de forma definitiva a nuestra asocia- Al año siguiente (2013) pasamos de los terrenos de
ción dentro de las esferas culturales y patrimoniales de combate a la porfía informática. La Comunidad de Ma-
la Comunidad. Y explicamos por qué: a diferencia de lo drid, visto el ahínco con que peleábamos cada centíme-
que sucede en el estudio de otras facetas de los conflic- tro de trinchera, consideró oportuno que volcáramos
tos bélicos (y más si se trata de luchas civiles) el análisis a sus sistemas todo el conocimiento acumulado en los
patrimonial del mismo permite mantener una distancia quince años anteriores, de manera que se incorporó a
notable con los factores políticos desencadenantes, ya la herramienta INPHIS no sólo el fruto de todos nues-
que el cemento, el ladrillo o la ferralla son inertes, no tros esfuerzos previos, sino también las localizaciones
matan (si acaso, protegen). que habiendo llegado a poder de la Comunidad a través
de distintos conductos (intervenciones sobre el terreno,
Por ello es máxima asociativa la exquisita asepsia ideo- catálogos locales, etc) complementaban el trabajo del
lógica en el planteamiento y resolución de los trabajos. Colectivo Guadarrama.
Y este distanciamiento, que no supone la renuncia a las
creencias individuales pero sí la evitación de su plasma- En 2014, coincidiendo con un cierto parón de actividad
ción en los entregables, nos permitió a su vez relacionar- asociativa, y tras una ya larga experiencia en la publi-
nos de forma cordial por igual con ayuntamientos gober- cación de obras en muy distintas condiciones (con
nados por IU, PSOE o PP, de manera indistinta. Es más: editoriales privadas, públicas, privadas sostenidas con
en el caso de Navalagamella se dio la feliz circunstancia proyectos públicos, etc) decidimos lanzarnos a la autoe-
de que su alcalde, de IU, fue quien espontáneamente dición de nuestro primer trabajo de campo. Con las ma-
presentó a la Comunidad de Madrid, gobernada por el nos completamente libres, la monografía sobre los res-
PP, el catálogo, para que pudiera ser recogido de manera tos de Guadalajara6, de la que hablábamos al principio,
oficial en los sistemas de almacenamiento digital. permitió al público general tener conocimiento de un le-
gado que hasta ese instante había quedado circunscrito
Esta colaboración entre administraciones gobernadas al estricto ámbito académico y técnico.
por partidos de sesgo diferente es, de seguro, una ga-
rantía de mejor servicio al ciudadano, y por ello, y ante la Y al igual que sucedió con las iniciativas previas, la re-
entidad del material proporcionado, la Dirección Gene- acción superó con mucho lo esperado. En un mundo en
ral de Patrimonio Histórico decidió encargar al Colectivo el que las nuevas tecnologías (caray con la expresión…
Guadarrama la elaboración de un libro que recogiera el no sabemos si dentro de cien años se hablará de nuevas
4. “Arquitectura militar de la Guerra Civil en la Comunidad de Madrid. Sector de la batalla de Brunete”. Ricardo Castellano y Pablo Schnell.
Comunidad de Madrid. Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deporte y Portavocía de Gobierno. Dirección General de Patrimonio
Histórico, Madrid, 2011.
5. “El corredor de la batalla de La Granja. De campo de campo de batalla a Sitio Histórico”. Castellano Ruiz de la Torre, R.,
Juárez, E., Portero, J., Ramos, R. y Schnell, P. HG editores. Collado Mediano (Madrid), 2012.
6. “Guadalajara y la guerra civil, frente a frente”. Ricardo Castellano y Miguel Ángel Rodríguez. Colectivo Guadarrama.
Madrid, 2014.
UNA MIRADA PARTICULAR: EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES EN LA TOMA DE CONCIENCIA, SALVAGUARDA Y DIFUSIÓN 137
tecnologías refiriéndose a las que vieron alborear el si- la zona, decide crear un hilo en la sección “guerra civil”
glo XXI, de la misma forma que llamamos modernismo de la plataforma “forumup.es” a la busca de voluntarios
a algo que sucedió a comienzos del XX) han acortado que, en el marco de la batalla del Jarama, tuvieran inte-
dramáticamente la distancia que separa al emisor y al rés por potenciar la recuperación de los vestigios físicos
receptor de un mensaje, el facultar al lector para contac- de la lucha, con la idea última de llegar a crear un parque
tar con el escritor de forma inmediata es una garantía de temático, que sobrepase los límites municipales e inclu-
respuesta; de resolución de la duda sobre el efecto que ya rutas por los principales puntos de la batalla.
la obra haya podido causar en el público.
Este intrépido buscador de almas dispuestas, este pro-
Presentaciones en el Palacio del Infantado de Guadala- sélito de la causa, era Carlos del Castillo. Madrileño e
jara, en Sigüenza, en Abánades, en Madrid… la realidad idealista, llevaba ya algunos años instalado en Morata.
mostraba de forma evidente que existía una importan- A su llamada respondieron de inmediato unos cuan-
te demanda de conocimiento sobre este aspecto de la tos interesados, que al poco de conocerse físicamente
guerra civil que, por evidente, prácticamente no se había constituirían la asociación. Se trataba, además del pro-
tratado hasta entonces. En terminología arqueológica, la pio Carlos, de David Velilla y José Manuel Martín, tam-
cata estaba ofreciendo resultados muy prometedores; bién morateños, y los forasteros Javier Rodríguez, Jesús
en terminología estadística, la muestra daba pruebas de González de Miguel y —cómo no— quien esto escribe,
la existencia de un interés generalizado; en palabras de que no se ha perdido una. Luego vendrían David Lorien-
mercadotecnia, el potencial del producto/servicio intro- te, Roberto Blanco, Javier Junyent… pero no adelante-
ducido era enorme. mos acontecimientos.
Y así llegamos hasta 2016, momento en que la presen- A diferencia de lo que sucedía al hablar de GEFREMA o
tación de las jornadas sobre Fortificaciones del Siglo el Colectivo Guadarrama, en el caso de TAJAR el terre-
XX, auspiciadas por la Comunidad de Madrid y a las no estaba, digámoslo así, favorablemente abonado en el
que concurrimos como asociación presentando sendas momento de su constitución. No es que las cosas fueran
ponencias, supusieron un nuevo impulso al tema. Coin- a discurrir por raíles desde el minuto 0, pero hay que
cidimos en el acto muchos de quienes, tanto a título reconocer que los buenos contactos que los promotores
particular como oficial, la cuestión interesa, preocupa y locales tenían o, cuanto menos, el acceso a los centros
agrada. Ejército, administraciones, asociaciones, univer- de decisión facilitaron enormemente abordar con éxito
sidad, particulares… cada uno con un papel a desempe- las dos primeras actividades planificadas.
ñar; cada uno con una responsabilidad a asumir.
En 2009 se pudo instalar una cartelería completa, con
2017 se presenta como el año de la consolidación, de paneles indicadores de 9 rutas por los vestigios más sig-
la apertura definitiva a todos los públicos concernidos. nificados de la comarca. Una partida presupuestaria mu-
Como se dice de un tiempo a esta parte, la puesta en nicipal, una altruista aportación de conocimientos por
valor de los restos de la GCE puede ser, debe ser, un parte de TAJAR, y el primer aldabonazo para reivindicar
acicate para acercarnos de forma tranquila y sosegada a de forma activa el patrimonio bélico se logró de forma
nuestra historia contemporánea; la manera de que aque- inmediata. Hay que tener en cuenta que hasta ese ins-
llos lugares vinculados a la contienda puedan, al menos, tante ningún ayuntamiento de la zona, salvo Rivas, había
dar cuenta de su pasado al visitante con un nuevo enfo- mostrado el más mínimo interés por potenciar ese as-
que, pacífico y divulgativo. pecto histórico, cultural y turístico.
Con el cierre del inventario para la Comunidad de Ma- En 2010 el proyecto fue, si cabe, mucho más ambicioso:
drid y las participación en una nueva edición y catalo- merced a la concesión por parte del Ministerio de la Pre-
gación del curso Arqueología de los conflictos, junto al sidencia de ayudas enmarcadas en la recuperación de la
CIGC, la UNED, el Ministerio de Defensa y la Universidad memoria histórica, TAJAR abordó desde una doble ópti-
de Toledo, el Colectivo Guadarrama muestra su deter- ca la tarea de recordar y exponer los sucesos de febrero
minación de seguir investigando, aportando intensidad de 1937. Y lo hizo a lo largo del primer semestre del año
y compromiso a la apasionante historia de descubrir lo siguiente de una manera ciertamente original: por una
que la lucha dejó en frentes y campos de batalla. parte, editando una tirada de 1000 ejemplares con la
monografía correspondiente7, obra en la que miembros
de TAJAR y el Colectivo Guadarrama explicaban distin-
ENTRE EL TAJUÑA Y EL JARAMA: TAJAR tos aspectos de la batalla. Por otra, en colaboración con
Gecko Audiovisuales y Frente de Madrid, TAJAR produ-
Si en el caso del Colectivo Guadarrama el detonante jo otros 1000 ejemplares del DVD La batalla del Jarama.
para crear la asociación fue un libro, en el caso de TA- Una mirada histórica.
JAR (2008), por lógica evolutiva, se trató de un foro de
internet. Retrocedamos en el tiempo… La singularidad de dicha iniciativa estriba en que 600
de los 1000 ejemplares editados, tanto del libro como
Morata de Tajuña. Enero de 2008. Un vecino de la lo- del audiovisual, se reservaron para su envío a los cer-
calidad, muy comprometido con la actividad política en ca de 600 Institutos de Enseñanza Secundaria de la
7. “La batalla del Jarama. Un recorrido histórico por los escenarios de la lucha”. Asociación TAJAR, entre el Tajuña y el Jarama. Madrid,
2011.
138 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Comunidad de Madrid, de manera que todos los estu- Rey, son deudoras directas del fomento de conciencia
diantes madrileños pudieran tener acceso a una copia protectora que nuestra asociación inició en la zona hace
del trabajo divulgativo de TAJAR. ya diez años.
El pasado es una sucesión de pasajes que quedan re- En la organización del presente capítulo el/la lector/a
gistrados de tres formas diferentes. Por un lado, en las se encontrará tres partes estructuradas en 8 secciones.
investigaciones, estudios y análisis que se enmarcan En la primera parte (capítulo 2), se hace una introduc-
dentro de campos de conocimiento como la Historia, la ción a la nomenclatura más acertada para tratar estos
Arqueología, la Antropología, etc. Esto crea fundamen- vestigios desde el punto de vista turístico, así como la
talmente lo que consideramos como macrohistoria. Por definición y taxonomía de quién o quiénes son los públi-
otro lado, en la memoria de la sociedad que se transmite cos actuales y potenciales interesados en estos bienes y
de generación en generación y que es donde tienen ca- lugares, sus motivaciones; los impactos que genera este
bida la microhistoria o intrahistoria. Y, por último, en los tipo de turismo; y la problemática ética de su puesta en
bienes resultantes de la producción material e inmaterial valor. En la segunda parte (capítulos 3 y 4), se presen-
que el ser humano va dejando a su paso. tarán las teorías y metodologías de la Interpretación y
Comunicación del Patrimonio, y de la Difusión Preven-
La memoria histórica, individual y colectiva, es –o de- tiva; todas ellas esenciales para la puesta en valor sos-
bería ser– una interconexión de esos tres registros. Una tenible de los recursos patrimoniales. La última parte
de las cualidades y responsabilidades del ser humano (capítulos 6, 7 y 8) está enfocada en ofrecer recursos
es, por tanto, la de mantener esos registros, revisarlos y que puedan ser de utilidad para profesionales, académi-
continuar (re)descubriendo otros nuevos. cos, administraciones, instituciones, sociedad civil, etc.,
que se embarquen en la puesta en valor de este tipo de
Esta memoria, en el fondo, «está conformada por ob- patrimonio.
jetivaciones que proveen significados de una manera
concentrada, significados compartidos por un grupo de Por último, en este trabajo se han omitido aspectos refe-
personas que los dan por asumidos. Éstos pueden ser rentes a tipologías de vestigios, contexto histórico, etc.,
textos, (…) pueden ser monumentos, (…) fiestas, cere- puesto que, aunque sean relevantes, ya han sido trata-
monias, ritos. Finalmente, la memoria cultural igual que dos en otros capítulos de este mismo libro.
la memoria individual está asociada a los lugares. Lu-
gares donde ha ocurrido algún suceso significativo y
único o lugares donde un suceso significativo se repite 2. TURISMO OSCURO Y TURISMO EN ESPACIOS
regularmente» (Heller, 2003: 6-7). Lo que nos lleva a un DE MEMORIA «TRAUMÁTICA»
concepto de patrimonio híbrido y paradójico, ya que es
capaz de mostrarnos la fractura con el pasado, la nostal- Hoy la guerra ha terminado. Y se visitan los lugares pri-
gia del recuerdo y, al mismo tiempo, nos enfrenta a su vilegiados. El turismo es la forma acabada de la guerra.
(re)construcción en un intento de superarla, sublimarla (Augé, 1998: 13).
y compensarla, siempre pensado en el presente y en el
futuro (Hernández i Martí, 2008: 33). Desde el inicio del nuevo milenio el turismo en espacios
relacionados con genocidios, contiendas bélicas, desas-
Es en este punto donde encontramos dos complejida- tres naturales o industriales, etc., se ha multiplicado de
des de la memoria cultural: (1) la selección de esos bie- forma exponencial. Este turismo no es algo nuevo como
nes y/o lugares, (2) y la atribución de significados. En el veremos, pero sí que ha entrado a formar parte de una
primer caso, la rigurosa investigación es la que determi- de las motivaciones principales del turista contemporá-
nará esa «selección». En el segundo caso, y es el motivo neo (Cohen, 2011).
de este capítulo del presente libro, estará en la interpre-
tación y difusión social del patrimonio. Esto nos lleva a El denominado ‘turismo oscuro’ o aquel que se genera
que toda puesta en valor del patrimonio es una sucesión en lugares con un considerable valor simbólico, en teo-
de toma de decisiones que nos conducen a un proceso ría, negativo, traumático y/o doloroso, es la simbiosis de
de planificación y gestión de recursos con un objetivo las visitas de un público no cautivo y la multiplicidad de
concreto (López-Menchero, 2012: 18). interpretaciones de hechos acaecidos en el pasado de
esos bienes y espacios patrimoniales (Niemelä, 2010).
Teniendo en cuenta estas premisas, en este capítulo se No obstante, el primer objetivo de este capítulo es aco-
van a desarrollan estrategias para el accionamiento del tar qué entendemos por Turismo Oscuro o Turismo en
patrimonio de la Guerra Civil Española de la Comunidad Espacios de Memoria Traumática, y su diferencia con
de Madrid de cara a los actuales y potenciales visitantes. otras designaciones.
Se hará hincapié en el fenómeno del turismo en espa-
cios de memoria traumática o lo que se conoce como En la literatura especializada podemos encontrar deno-
Turismo Oscuro. Asimismo, se otorgarán premisas para minaciones que hacen referencia a un turismo enfocado
la elaboración de un plan de difusión interpretativa y en momentos y puntos concretos donde han ocurrido
para la construcción de mensajes. Teniendo en cuenta acciones negativas (Black Spot Tourism), o un turismo
142 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
enfocado en el dolor y la pena (Grief Tourism) (Ro- El auge de alguna de estas modalidades entre los tu-
jek, 1993); un turismo macabro (Milking the macabre) ristas ha producido una serie de productos comercia-
(Dann, 1994); tanaturismo (Thanatourism) (Seaton, 1996 lizados que comienzan a clonarse en diferentes partes
y 2006); Turismo Negro (Dark Tourism) (Lennon y Foley, del mundo. Podríamos hablar incluso del comienzo de
1996); turismo mórbido (Morbid tourism) (Blom, 2000); una tendencia a la estandarización de los productos
turismo atroz (Atrocity tourism) (Ashworth, 2002); tu- emanados de este turismo. Uno de los productos, por
rismo de nostalgia (Stone y Sharpley, 2008); turismo en ejemplo, que se han comenzado a multiplicar son los
espacios patrimoniales difíciles (Difficult heritage) (Lo- tours relacionados con la historia de fantasmas, la lite-
gan & Reeves, 2009); turismo de tristeza (Kurnaz, Çeken ratura de terror, la historia de asesinos del pasado, etc.;
y Kiliç, 2013); turismo en espacios de memoria traumá- así sucede con el tour de Jack el Destripador de Londres
tica (Arrieta, 2016); y en menor medida podemos en- o el London Dungeon (Stone, 2006). Por otro lado, en-
contrar las denominaciones de turismo bélico y turismo contramos las necrópolis contemporáneas, sobre todo
militar. aquellos cementerios dentro o cercanos a las ciudades y
donde prima la mirada estética de lápidas y mausoleos,
¿Cuál es la denominación más acertada? En la actualidad las tumbas de personas famosos, o el halo espectral del
el término que se está imponiendo –o se ha impuesto– a mismo, como sucede con el cementerio del Père-Lachai-
la hora de definir esta tipología es el de Turismo Oscuro se de París o el cementerio de Whitby en el Reino Unido,
(Dark Tourism). El vocablo ‘oscuro’ ha conseguido ge- donde Bram Stoker se inspiró para escribir Drácula. Los
neralizar una actividad motivada por lugares donde ha museos y campos de batalla son los productos que más
ocurrido un hecho considerado socialmente como nega- se han puesto en valor en las últimas décadas y más co-
tivo y en el que se han producido pérdidas de seres hu- nocidos a nivel popular; entre ellos fundamentalmente
manos. ¿Esto quiere decir que dentro del turismo oscuro los relacionados con la Primera y Segunda Guerra Mun-
tiene cabida toda visita a un lugar con connotaciones dial y la Guerra Civil estadounidense, aunque cada vez
negativas?, es decir, ¿esta tipología se puede conside- más países recrean este tipo de lugares con historias
rar que aglutina las visitas, por ejemplo, a las casas del de su propio entorno. Junto a estos, espacios con un
terror, los museos de la tortura medievales, de la inqui- marcado sentido de dolor y sufrimiento son los campos
sición, a mazmorras, a espacios en los que ha ocurrido de concentración y/o exterminio; en la mayoría de los
un desastre natural, un campo de concentración o un casos socialmente asociados a la Shoah, aunque otros
campo de batalla? países han comenzado a poner en valor espacios simi-
lares en los que sucedieron acontecimientos atroces en
2.1. Clasificación su propia historia, como es el caso de España, Argentina
o Chile. Relacionados con los dos anteriores, otros pro-
Para intentar acotar aún más las fronteras entre las di- ductos que han surgido son los lugares conmemorati-
ferentes denominaciones y poder optar por una deno- vos, que no dejan de tener simbología hacia un pasado
minación común para las visitas a estos lugares y, en traumático y doloroso, y si bien, algunos como los de la
nuestro caso, a las que se producen en territorios con Primera y Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, están
bienes patrimoniales de la Guerra Civil Española, realiza- socialmente asimilados y son lugares para el recuerdo,
remos una categorización en función de la oferta, junto otros se encuentran a día de hoy en pleno debate social,
con las motivaciones de la demanda existente; puesto como es el caso del Valle de los Caídos en España. Como
que la puesta en valor de diferentes espacios son los se apreciará en la Tabla 2 este turismo es una práctica
que están determinando el tipo de público que acude cada vez más generalizada en todo el mundo (Carrasco,
y las características del mismo. Esto último, es crucial Padilla y Melgar, 2015).
para este libro, pues nos ayudará a intentar conocer el
perfil y las motivaciones de los actuales visitantes y de Debemos ser conscientes, más allá de valoraciones mo-
los potenciales. rales, éticas y/o culturales, que algunos de estos desti-
nos superan cifras de millones de visitantes, como Pom-
El turismo en espacios con algunas de las características peya con dos millones de visitantes, Auschwitz con el
apuntadas se asocia a un deseo por parte de la deman- millón visitantes, el Bosque de Aokigahara con cerca de
da de tener un trato cercano con aspectos relacionados 200.000 turistas o Chernóbil con 30.000; este último,
con la muerte. Así, podemos comprobar la existencia de también es cierto, con un número más reducido por la
una variedad de modalidades que entran en este. Si se- contaminación radiactiva.
guimos a Dann (2000) y a Lennon y Foley (2000) po-
demos clasificar estas modalidades entre los lugares de Sin embargo, el debate no se encuentra tanto en este
asesinatos en masa y genocidios (holocausto), museos epígrafe en las posibilidades de atracción de estos luga-
relacionados directamente con la muerte, cementerios, res, sino en si es posible poner en el mismo «cajón» una
mazmorras y prisiones, campos de batalla, espacios e visita a un campo de batalla de la Guerra Civil Española,
itinerarios relacionados con la esclavitud, lugares de un itinerario por las mazmorras de Edimburgo, una ruta
desastre naturales, y relacionados con fenómenos es- por los espacios de rodaje de películas como Drácula
pectrales y paranormales. En esta lista, también podrían basada en la obra de Bram Stoker o un campo de exter-
incluirse los lugares en los que ha sucedido un desastre minio como el de Auschwitz.
producido por la tecnología humana, como Chernóbil;
los espacios de delincuencia; la visita a lugares de con- Para algunos autores, como Lennon y Foley (2000),
flictos armados activos; y los lugares en los que se han existe una clara distinción en lo que se debe considerar
realizado rodajes de películas o series relacionadas con Turismo Oscuro con respecto a otras denominaciones.
hechos delictivos, asesinatos, etc. (Tabla 1). Para ellos el turismo oscuro está vinculado a eventos
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 143
Modalidades Descripción
Museos relacionados
Museos conmemorativos o relacionados con diferentes conflictos bélicos
con la muerte
Prisiones y mazmorras Lugares en los que se han producido detenciones, torturas, etc.
Aquellos que han sido producidos por la tecnología y que suelen estar
Desastres humanos
relacionados con las actividades industriales.
Asia China Nanking. 300.000 muertos tras el ataque del ejército japonés (Viana, 2013).
África Sudáfrica Isla Robben, isla que se utilizó como cárcel para políticos (Strange y Kempa, 2003).
Europa Francia Pont de l’Alma (París), recuerdo a la batalla del Almá en 1854 en Crimea.
Normandía y los campos de batalla asociados a la Primera
y Segunda Guerra Mundial.
Lugar del accidente de Diana de Gales.
Catacumbas de París. Minas romanas convertidas en cementerio
durante el siglo XVIII, con restos de seis millones de parisinos.
Inglaterra Castillo de Lancaster. Usado como prisión para los esclavos y brujería.
Ucrania Chernóbil. Murieron 25.000 personas (Araújo, Duque, Franch y Durán, 2014).
Bulgaria Monumento al ejército soviético en Sofía del periodo de la Segunda Guerra Mundial.
Lituania El Parque Grutas. 171 estatuas de personajes pertenecientes al régimen soviético comunista.
El Osario de Sedlec. Capilla bajo la iglesia del Cementerio de Todos los Santos, Contiene cerca
República Checa
de 40.000 esqueletos humanos.
España Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza). Pueblo destruido durante la guerra civil española en la
que murieron más de 5000 personas.
Momias de Toledo. Sesenta momias pertenecientes al siglo XIX ubicadas en los sótanos de la
iglesia de San Andrés.
Terremoto en Lorca: el terremoto de Lorca (Murcia) se produjo en 2011.
Museo de las Brujas de Zugarramundi (Navarra).
Cementerio playa Cofete (Fuerteventura)
Valle de los Caídos (Madrid)
Fuente: elaboración propia a partir de Lennon y Foley, 2000; Stone, 2006; Carrasco, Padilla y Melgar, 2015 y Barón Mosquera, 2017.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 145
contemporáneos, fundamentalmente aquellos que se utilizará, con mayor insistencia, y como sinónimo en
acontecieron desde principios del siglo XIX hasta la ac- numerosos casos, el concepto de ‘Espacios de Memoria
tualidad. Estos autores argumentan que esto se debe a Traumática’ (con la coletilla de ‘turismo’ precedente si
que a eventos anteriores a estas fechas «existe la simple fuera necesario)1. La razón principal para esta decisión se
cuestión de la distancia cronológica. Estos eventos no debe a que gran parte del patrimonio de la Guerra Civil
tuvieron lugar dentro de los recuerdos de aquellos que Española, fundamentalmente el que tiene posibilidades
aún están vivos para validarlos», y porque «los aconte- en estos momentos de ponerse en valor en la Comunidad
cimientos de las batallas antiguas y medievales, etc., no de Madrid, se encuentra diseminado por el territorio de la
plantean preguntas ni introducen ansiedad y duda sobre Comunidad. Además, esta denominación, sin el vocablo
la modernidad y sus consecuencias. Es este elemento ‘turismo’, nos permite hacer referencia a estos bienes en
particular de mercantilización de la ansiedad y la duda momentos en el que ese sector, encargado de la oferta y
dentro de las interpretaciones ofrecidas y el diseño de la demanda, no es el principal y único objetivo, sino que
los sitios como productos y experiencias (incluida la co- se equipara con los sociales y culturales.
mercialización y la generación de ingresos) que introdu-
ce el “turismo oscuro”» (Lennon y Foley, 2000: 12). 2.2. Perfil de visitantes
El concepto «Turismo Oscuro» fue introducido en el año Viendo esto, ¿quiénes son los públicos que visitan este
2000 por John Lennon y Malcolm Foley (2000) para tipo de lugares y bienes patrimoniales? Es indiscutible
aglutinar el creciente interés de una parte de los turis- que el turismo es uno de los sectores más importantes
tas por visitar lugares relacionados con la muerte y los de la actual economía global y se ha convertido en esen-
desastres recientes. Stone lo definió como «el acto de cial para algunos de los países del mundo. Esta industria
viajar a sitios asociados con la muerte, el sufrimiento y genera cerca del 10% del Producto Interior Bruto (PIB)
lo aparentemente macabro» (2000: 146). La literatura a nivel mundial, superando en volumen de negocio a
especializada fue relacionando esta tipología con visitas sectores como el alimentario o la automoción (WTTC,
a campos de batalla, sitios de asesinatos, desastres, an- 2016). Para España supone 75,3 millones de visitantes
tiguas prisiones, y lugares donde ocurrieron genocidio (turismo internacional) y un gasto de 77.000 millones
(Hodgkinson, 2013: 22). de euros. El peso de este sector a nivel general alcanzó
los 125.529 millones de euros en 2016, es decir, un 11,2%
En este sentido consideramos que ese tiempo histórico del PIB (INE, 2016).
puede acotarse aún más. Las características que unen
lugares desde el punto de vista turístico como Aus- Pero el Turismo, como industria o como actividad eco-
chwitz, Nanking, Hiroshima, la Batalla del Ebro o la Bata- nómica, no ha sido, o es, importante únicamente por su
lla y Frente del Jarama son: valor de mercado, sino que su impacto e influencia a lar-
go plazo se encuentran en los aspectos sociales y cul-
• Han acontecido en una cronología histórica re- turales. Cada año millones de viajeros se desplazan a lo
ciente, no más de 100 años, y están presentes en largo y ancho del Planeta, ya sea por ocio o por negocio,
el imaginario social y colectivo. lo que supone que numerosos territorios transformen
• Están conectados con personas que los vivieron o sus actividades económicas, sociales y culturales, ya sea
que indirectamente han tenido contacto por algu- para crear unas nuevas o para «enseñar», al menos, las
na razón (familiar, académica, investigación, etc.) últimas dos. Una de las metas fundamentales de este
con ellos. proceso es apelar a los impactos positivos y a los benefi-
• Continúan siendo de gran importancia para la cios de desarrollo que trae el sector, con el resultado de
construcción identitaria de un país/región o, en su poner en el mapa de la globalización la idiosincrasia de
defecto, son parte de una historia contemporánea la identidad de un país/región. Este sistema genera en
de la que todavía no se han producido una asi- los visitantes una serie de motivaciones que son las que
milación y consenso, incluso son parte de la pro- fomentan la elección entre un destino u otro y, por tanto,
blemática de la propia contemporaneidad política, los flujos de viajes.
social y cultural de dicho país/región.
• Los sucesos que representan estos espacios y bie- Las motivaciones en el sector turístico se pueden definir
nes patrimoniales atañen a una colectividad, no a como «la red global integradora de fuerzas biológicas
una individualidad. El imaginario que representan y culturales que da valor y dirección a las opciones de
alude a un conjunto de personas, más que perso- viaje, el comportamiento y la experiencia» (Pearce, Mo-
nificar una memoria colectiva bajo grandes nom- rrison y Rutledge, 1998). Las motivaciones son una parte
bres de la historia. fundamental a la hora de la planificación del turismo y,
en nuestro caso, para conocer qué y cómo interpretar. El
Con estas variables, consideramos que el patrimonio de turismo tiene numerosas formas de clasificarse, desde
la Guerra Civil Española y los espacios que son parte del el origen de la demanda, el tipo de oferta o desde va-
mismo encajan dentro de lo que denominaremos a partir riables socio-económicas y culturales. En nuestro objeto
de ahora como ‘Turismo Oscuro’. No obstante, y hacien- de estudio analizaremos el perfil del visitante, pero tam-
do referencia a la última variable: el territorio, también bién tendremos presente, de forma muy exclusiva, las
1. Espacios de Memoria Traumática es una denominación que ya se ha usado en otras publicaciones científicas más recientes, como
ejemplo véase en la bibliografía: ARRIETA, I. (ed.) (2016): Lugares de memoria traumática. Bilbao: Universidad del País Vasco.
146 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Percepción
Cambiar la percepción de la mortalidad O’Rourke, 1998; Pelton, 2003
mortalidad
Relaciones Afiliación personal con el evento, lugar o con Norrild, 2007, Biran, Poria y Oren,
personales alguien que participó en él 2011; Korstanje, 2014
Morbidez Necesidad de mirar cara a cara a la muerte Stone y Sharpley, 2009; Chang, 2014
motivaciones, puesto que en este caso concreto el valor • Sector educativo. El público en etapas educati-
simbólico del patrimonio es de extraordinaria relevancia vas dentro de la educación formal y no-formal es
(Tabla 3). quien asegura una afluencia continua de público
a lo largo del tiempo, pero también debe verse
Revisando las motivaciones de la Tabla 3 nos encontra- como los que portan la esencia de la transforma-
mos con una serie de tipologías de turistas. Según Hod- ción social y el cambio de pautas de cara al futuro
gkinson (2013: 27-29)2 podemos clasificarlos entre: del patrimonio y de la propia sociedad.
• Sector académico y profesional. Este sector es más
• Aquellos que visitan para recordar. En esta cate- limitado en cuanto a volumen y más especializado.
goría entrarían principalmente parientes, seres Reclama una atención especializada en cuanto a
queridos cercanos, amigos, etc. contenidos, pero es fundamental a la hora de desa-
• Aquellos que se relacionan con un grupo específi- rrollar investigaciones y acciones en el futuro.
co de víctimas, ya sea por una conexión de identi-
dad o espiritualidad. Asociaciones y colectivos. En el caso del patrimonio de
• Aquellos grupos que aglutinan a sobrevivientes la Guerra Civil Española este sector de público no se
que acuden a confrontar su memoria, individual y debe olvidar. Por un lado, fueron el germen para inves-
colectiva, a reflexionar y, a menudo, compartir sus tigar, recuperar y poner en valor estos bienes. Por otro
experiencias. lado, son una fuente de recursos (humanos, documen-
• Aquellos que se desplazan por motivos educati- tales y conocimientos) imprescindible. Por último, es un
vos, generalmente enmarca a grupos escolares en público activo en cuanto al interés que poseen por visi-
viajes organizados. tar estos espacios en sucesivas ocasiones (fidelización),
como por la capacidad de atraer otros públicos.
El último grupo de visitantes son los turistas que no po-
seen una conexión directa (personal) con este tipo de Turismo cultural-patrimonial nacional e internacional. Es
bienes. el público no-cautivo tradicional dentro del sector tu-
rístico, es decir, a diferencia del resto de subcategorías
Para clasificar al público en nuestro caso concreto nece- presentadas este sector corresponde con aquellas per-
sitamos realizar una clasificación más amplia, que tenga sonas que se encuentran en su momento íntegramente
en cuenta al mismo tiempo a los que serán los visitantes y de ocio. Este sector es amplio y complejo. Su atracción
posibles visitantes, puesto que en España la puesta en va- hacia los bienes patrimoniales de la Guerra Civil tendrá
lor del patrimonio de la Guerra Civil y el acercamiento del que tener en cuenta los objetivos de conservación y di-
público al mismo de forma generalizada es un fenómeno fusión del lugar concreto en el que se quieren recuperar,
reciente, comparado con otros lugares y bienes patrimo- los objetivos de desarrollo cultural, social y económicos,
niales en otras partes del mundo donde está actividad la capacidad de carga del lugar y del bien (o bienes), y
está más desarrollada. Así, diferenciaremos, en un primer el tipo concreto de turista (edad, intereses, escala terri-
momento, entre público directo y público indirecto3. torial, etc.) que se desee atraer.
Esta categoría estaría integrada por aquellos sectores El patrimonio debe estar a disposición de toda la socie-
de la población que: (1) ya conocen este tipo de patri- dad; esta es una de las principales tareas de las políticas
monio y lo visitaban, (2) son parte del territorio en el que culturales y patrimonio y, al mismo tiempo, una de las
se encuentra el patrimonio, (3) para aquellos que supo- tareas más complejas. Al igual que se hacen esfuerzos
ne un recurso de aprendizaje, (4) y para los potenciales por mantener y acrecentar las audiencias, se deben im-
públicos que conforman de facto la actividad turística. plementar estrategias para aquellos sectores que nunca
Dentro de esta categoría de público directo debemos acuden a lugares patrimoniales. En esta categoría se in-
diferenciar los siguientes segmentos: cluyen esas audiencias y se han dividido en:
acuerdo con la puesta en valor de este tipo de pa- dad cívica, etc. En este aspecto debemos apuntar
trimonio. que la educación no la entendemos únicamente
dentro de las etapas educativas formales, sino
2.3. Potencialidad de los bienes patrimoniales que consideramos que este patrimonio (como
de la Guerra Civil Española cualquier otro) posee un componente de concien-
ciación y de aprendizaje para cualquiera de las
Actualmente el número de museos y lugares conme- etapas del ser humano, enmarcándose dentro de
morativos está creciendo, lo que está aumentando ese la pedagogía global apuntada por autores como
interés por parte del público (Hughes, 2008), convir- Paulo Freire (2009 y 2012).
tiéndose en uno de los atractivos principales de algunos • Impacto mediático. El potencial de este tipo de tu-
destinos y con una capacidad de transformación conti- rismo y de la puesta en valor de patrimonio como
nua (Liebermann y Alejandro-Medina, 2012). Esto está el de la Guerra Civil Española hace que tenga un
provocando que se esté produciendo un cambio en la impacto en los medios de comunicación, tanto por
mentalidad, tanto al elegir el lugar de ocio, como a la las cuestiones éticas y morales que implica, como
hora de acercarse a este tipo de memoria y a sus bienes por el interés que suscita (Barón Mosquera, 2017).
patrimoniales asociados, llegando a ser algo determi- El uso de los medios de comunicación con este tipo
nante en la elección del viaje (Bowman y Pezzulo, 2009). de patrimonio es un arma de doble filo, puesto que
tienen la fuerza de generar imaginarios en la socie-
En España este tipo de turismo está teniendo cada vez dad y en el individuo. A la hora de generar públicos
mayor acogida. Quedan aún numerosos retos por afron- que visiten este patrimonio la imagen proyectada
tar, tanto desde la puesta en valor, como de la atracción por los medios tendrá una influencia sobre ellos
de demanda nacional e internacional. No obstante, sí (Woodside y Lyonski, 1989; Blom, 2000).
que podemos afirmar que constituye un foco de aten- • Impacto socio-cultural. Estos impactos en cier-
ción de la industria (cultural y turística) y, por supuesto ta medida están relacionados con los anteriores,
y ante todo, de la recuperación de parte de la identidad puesto que de forma transversal se complemen-
y la memoria individual y colectiva. tan. Nos referimos a las posibilidades que posee
la puesta en valor de este tipo de patrimonio para
Los impactos, ya sean positivos y/o negativos, que se áreas como el audiovisual (fotografía, cine, serie,
han analizado sobre el potencial de la puesta en valor de anuncios), la implementación del conocimiento
estos espacios y bienes patrimoniales son: académico en la industria cultural y patrimonial,
etc. Al mismo tiempo, el impacto social y cultural
• Impacto económico. Desde el punto de vista eco- de la activación de este patrimonio supone que se
nómico, el impacto que genera este tipo de turismo pueda acometer una de las «metas» o misiones de
está vinculado directamente a las actividades turís- toda intervención y planificación en política cul-
ticas y, en nuestro caso, asociado a la dinamización tural: la transformación de la sociedad, generan-
de territorios, lo que posibilita un impacto econó- do una concienciación en todos los niveles sobre
mico más amplio. Nos obstante, debemos recordar la importancia de detenerse a investigar cualquier
que este patrimonio no es «aceptado» por algunos huella de nuestro pasado independientemente del
sectores de la población, una realidad que también momento y contexto en el que aconteció o se creó.
se ha producido con otros patrimonios similares
en otras partes del mundo (Ashworth y Hartmann, 2.4. Conflictos éticos y morales del turismo oscuro y
2005). Estas variables afectan a la comercialización de los espacios de memoria traumática
de productos asociados al mismo, pudiendo caerse
en la tendencia de la unidireccionalidad a la hora «(…) para aquellos campamentos que permanecieron,
de dirigirse a un único público objetivo, es decir, el siempre ha habido un elemento de curiosidad y turismo
fidelizado; a la exclusividad de los sectores educa- (…) desde la década de 1950 (…). Con el tiempo, esta
voyeurista exigencia de presenciar los sitios reales del
tivos (Lennon y Foley, 2000); o bien, a una excesiva
Holocausto ha crecido exponencialmente. Esto refleja la
comercialización y/o banalización (Lennon y Foley, fascinación mediada por el público con el Holocausto,
2000; Neuraska, 2010). desde la explosión de conciencia pública posterior a la
• Impacto educativo. Uno de los valores más impor- emisión televisiva del juicio de Eichmann en 1961, hasta el
tantes de la sociedad es poder transmitir la me- impacto de la película de Hollywood de Steven Spielberg
moria colectiva de generación en generación. El La lista de Schindler en 1995 y el subsecuente ‘turismo
contacto de las nuevas generaciones con bienes de Schindler’ a Polonia. Esta fascinación con el Holocaus-
to en la conciencia pública continúa creciendo, tal vez a
patrimoniales como los de la Guerra Civil Españo-
medida que las atrocidades más recientes hacen que la
la supone activar la memoria vivida y la memoria relevancia del Holocausto se centre más y más en deta-
aprendida de las generaciones del futuro (Hal- lles» (Hodgkinson, 2013: 22).
bwachs, 2004) con la intención de que construyan
un pensamiento constructivo sobre el pasado. Por
lo tanto, la puesta en valor de estos bienes supone ¿Ofensivo? ¿Irrespetuoso? ¿No es ético? ¿Comercializa-
poseer una herramienta de primera mano para la ción? ¿Etnocéntrico? Uno de los aspectos más arduos de
educación formal y no-formal con la que trabajar tratar en este tipo de turismo es el de los aspectos éticos
temas históricos, culturales y sociales (modos de y morales. Aunque los dilemas que suscitan la puesta
vida, costumbres, ideologías, etc.), pero también en valor son de carácter social y cultural que dependen
temas de actualidad: valores y derechos humanos, de la sociedad que lo pone en valor o lo visita, existe un
cooperación, educación para la paz, responsabili- componente de orden global que afecta a todos estos
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 149
lugares y a sus visitantes: en todos ellos la memoria trau- La realidad moral y ética de la puesta en valor de los es-
mática, independientemente de la cultura que se trate, pacios con un pasado contemporáneo traumático, como
se encuentra presente, lo que supone que, ante todo, los de la Guerra Civil Española, se encuentra en la disolu-
se debe ser cauto y tremendamente respetuoso con su ción y simplificación del mensaje, la pérdida de autentici-
activación patrimonial pública. dad y enfocar las estrategias en el aumento de visitantes;
cuando en realidad nos encontramos ante la mayor opor-
Elementos como la angustia, el miedo, la culpa, la rabia, la tunidad que nos ha legado la Historia: poder reflexionar
revancha, etc., están presentes en cada uno de los espacios sobre nuestro pasado con sus cenizas aún candentes. La
en los que se recupera patrimonio con este valor simbóli- historiografía plantea una interpretación del pasado por
co. Si bien es cierto, estos sentimientos no tienen la misma medio de documentos, objetos e imágenes que distan al
intensidad en función de si se está visitando las catacum- menos centurias de nuestro presente. Este patrimonio,
bas de París o el campo de concentración de Auschwitz. en cambio, nos da la oportunidad de dialogar con él de
La diferencia sustancial es la «perspectiva histórica». El forma directa, incluso viva, entendiendo vivo por la me-
paso del tiempo y de las generaciones hace que algunos moria social aún presente en el imaginario colectivo5.
espacios queden lejos de la memoria cultural presente.
Lennon y Foley (2000), hablaban de cómo el holocaus- Si seguimos los planteamientos de Halbwachs «para ob-
to que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial nos tener un recuerdo, no basta con reconstruir pieza a pie-
legó un territorio con campos de concentración y extermi- za la imagen de un hecho pasado. Esta reconstrucción
nio que han creado ambigüedades morales a la hora de su debe realizarse a partir de datos o nociones comunes
activación turística. Por otro lado, Hodgkinson (2013) nos que se encuentran en nuestra mente al igual que en la
recuerda como Cole se refiere al dilema moral que sintió al de los demás» (2004: 34). Esto es justo lo que nos en-
visitar Auschwitz: experimentando un sentimiento de cul- contramos con el patrimonio de nuestra contienda civil
pabilidad que se convertía en un sentido «casi pornográfi- contemporánea. En ocasiones ocurre que un recuerdo
co de expectativa ante el voyeurismo adelante», como Keil o una memoria colectiva se ve influido por diversas for-
y Dalton reaccionaron ante la reconstrucción de Auschwitz mas de pensamiento, intereses (culturales, artísticos,
I y Auschwitz II (Birkenau) donde se ha permitido que el etc.), comportamientos, ideologías, etc., que acaban di-
sitio decline y los turistas deambulen por el sitio y hagan vidiendo la idea del recuerdo o de esa memoria en dife-
sus propias interpretaciones. rentes formas de interpretarlas, que acaba apegándose
a esa forma de pensamiento, guardando el recuerdo de
Yúdice (2005) ha sido testigo de cómo el turismo oscu- una parte de ese pasado, así «que muchas descripciones
ro refleja en algunos casos un pensamiento de dolor ren- de un pasado común no coincidan y que ninguna sea
table desde el punto de vista económico, convirtiendo al realmente exacta» (Halbwachs, 2004: 35). Cuando «(…)
visitante en un «consumidor de sufrimiento». Aunque la dos de estos grupos entran de nuevo en contacto, lo que
«explotación» del dolor o el sufrimiento no es algo nue- les falta precisamente para comprenderse, llevarse bien
vo. Tras de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en y confirmar mutuamente los recuerdos de aquel pasado
Nueva York, el alcalde declaró que la Zona Cero como un en común, es la facultad para olvidar las barreras que
espacio sagrado, lo que lo suponía no volver a construir los separan en la actualidad» (Halbwachs, 2004: 35). Es
en él nada que no fuese un «memorial» (Carrasco, Padilla necesario esa puesta en común transversal y liberada de
y Melgar, 2015). Esta visión contenía (y de hecho así ha imaginarios impuestos por el tiempo histórico.
sido) la posibilidad de convertir ese espacio, como otros
similares, en un lugar para el consumo turístico, funda- Cuando hablamos de olvidar y pasar página en temas
mentalmente porque una parte de los visitantes poseen la como la Guerra Civil Española, hemos confundido qué
motivación de la «moda de la nostalgia» (Jameson, 1991). es lo que teníamos que olvidar. No era lo que pasó, sino
las barreras que nos impiden a diferentes grupos o per-
La memoria histórica colectiva es una construcción so- sonas escuchar y comprender la otredad.
cial que, en el fondo, cuando padece sufrimiento ante
estos espacios en realidad es la exteriorización de un
sentimiento de culpa que como apuntaba Rieff: «La me- 3. COMUNICAR EL PATRIMONIO DE LA GUERRA
moria histórica colectiva tal como las comunidades, los CIVIL ESPAÑOLA
pueblos y las naciones la entienden y despliegan (…) ha
conducido con demasiada frecuencia a la guerra más Hay algunas áreas en la interpretación del patrimonio
que a la paz, al rencor y al resentimiento (…) más que la que tienen un fuerte impacto afectivo y emocional en las
reconciliación» (Rieff, 2017: 56-57). Por lo que debemos personas. Esto podría deberse a que la interpretación
atender que los problemas morales y éticos nos plantean toca recuerdos personales, por ejemplo, en los campos
estos espacios son una oportunidad para la reflexión y el de batalla donde los seres queridos fueron asesinados
autopsicoanálisis social. (McGuire, 1985).
5. El peligro de la focalización de las políticas de estos lugares en el turismo es patente, pudiendo provocar que el mensaje que se
quiera transmitir se diluya, transforme en todo lo contrario o pase prácticamente desapercibido. En Sachenhausen, a fines de 1992,
hubo un ataque de extremistas destruyendo dos antiguos cuarteles judíos; En Dachau, en 2001, los algunos edificios aparecieron con
pintadas antisemitas, antiisraelíes y antiamericanas. En Mauthausen, en 2009, los muros exteriores fueron cubiertos con grafitis racistas,
antisemitas. En Dachau algunos de los edificios han llegado a la masificación de visitantes que se agolpan para hacer fotos de la puerta
de entrada, las cámaras de gas y el crematorio. (Hodgkinson, 2013: 29-30).
150 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
La Interpretación del Patrimonio podemos definirla ¿Dónde se revela, se provoca y se relaciona? En la mente
como «una actividad educativa que pretende revelar del visitante, en lo que autores como Sam Ham o Jorge
significados y relaciones a través del uso de objetos ori- Morales, entre otros, denominan los ‘mapas cognitivos’;
ginales, por experiencia propia, y por medios ilustrati- esos espacios cerebrales en los que el ser humano alma-
vos, en lugar de simplemente comunicar información» cena, procesa y organiza la información pasada, consti-
(Tilden, 1977). El campo de conocimiento de la Inter- tuida por las experiencias y vivencias (educación infor-
pretación trata de establecer una situación de comuni- mal), desde el punto de vista social y medioambiental; y
cación y, a la vez, de descubrimiento. Se intenta que la por las enseñanzas y aprendizajes recibidos (educación
narración que se transmite se convierta en un diálogo formal y educación no-formal).
bidireccional, produciendo una reacción cognitiva en
el visitante. Con lo que las premisas que afrontamos en Esta disciplina nació hace ya casi un siglo y siempre
esta parte del capítulo y que son la clave a la hora de ha estado enfocada en el público no-cautivo (turistas
enfrentarse a la puesta en valor de bienes patrimoniales fundamentalmente) y público en etapas educativas. Su
son (López-Menchero, 2012: 39): (1) preguntarnos qué vinculación con campos como la comunicación, la mu-
es lo que queremos transmitir, es decir, qué mensaje es seografía, la psicología y la lingüística, hacen que sea
el más adecuado para el bien patrimonial, para la socie- el medio preferente a la hora de plantear la puesta en
dad y para el público visitante; (2) y planificar cómo se valor de bienes patrimoniales tanto en espacios cerra-
va a llevar a cabo, es decir, la elección del medio inter- dos como en contextos territoriales. De hecho, la visión
pretativo más eficaz para desarrollar la primera premisa. holística del patrimonio en su interrelación entre lo na-
tural y lo cultural a la hora de presentar a ese público
Freeman Tilden (1957), uno de los padres de la Interpre- no-cautivo, así como el surgimiento de elementos e in-
tación y difusión del patrimonio, propuso que para llegar fraestructuras como, por ejemplo, los centros de visitan-
a desarrollar estas premisas se deben tener en cuenta tes o de interpretación se deben a este campo del co-
seis principios: nocimiento. Estas particularidades es lo que hace de ella
la herramienta perfecta para el accionamiento de bienes
• Cualquier forma de interpretación que no relacio- patrimoniales de la Guerra Civil Española.
ne los objetos que presenta y describe con algo
que se encuentre en la experiencia y la personali- 3.1. La Importancia de una comunicación efectiva
dad de los visitantes, será totalmente estéril.
• La información, como tal, no es interpretación. Es ¿Cómo nos enfrentamos los profesionales que planifica-
una revelación basada en la información. Son dos mos la comunicación e interpretación del patrimonio a
cosas diferentes. Sin embargo, toda interpretación los espacios de memoria traumática? Como afirma Fy-
incluye información. son: «Nuestras preocupaciones habituales con las tác-
• La interpretación es un arte que combina muchas ticas y habilidades de los soldados, la magnitud de su
artes para explicar las materias presentadas; y éxito (o fracaso) y la importancia histórica de lo que
cualquier forma de arte, hasta cierto punto, puede ocurrió de hecho sirven para oscurecer las preguntas
ser enseñada. más amplias sobre la guerra como medio para resol-
• La interpretación persigue la provocación, no la ver las diferencias y la guerra como recurso de gran su-
instrucción frimiento humano» (1982: 3). Esto hace que se deban
• Debe ser la presentación del todo y no de las buscar otras estrategias de comunicación que hagan de
partes aisladamente, y debe dirigirse al individuo estos bienes una forma de trabajar el pasado para cons-
como un todo y no sólo a una de sus facetas. truir el futuro.
• La interpretación destinada a niños/as requiere un
enfoque radicalmente diferente. En el mejor de los La Interpretación, como herramienta comunicacional, es
casos necesitará programas específicos. un elemento clave en el turismo oscuro, pero por norma
general los mensajes que se construyen sobre los bie-
Estos seis principios se pueden resumir en tres puntos nes patrimoniales de conflictos bélicos son deficientes
fundamentales: provocar, relacionar y revelar. en los siguientes aspectos (Wallace, 1987; Uzzell, 1989;
Howard, 2003; Stone y Sharpley, 2009):
• Por un lado, toda interpretación debe ‘provocar’,
es decir, debe despertar el interés y la curiosidad • Los visitantes pueden perder la perspectiva de
en el visitante, para ello se deben crear vínculos aquello que están visitando, sobre todo los as-
entre el patrimonio y el visitante por medio de la pectos relacionados con lo cruel, lo doloroso, lo
temática elegida, el lenguaje que usemos, las es- respetuoso, etc., y convertirlo en una actividad tu-
trategias para suscitar la reflexión, etc. rística más.
• Por otro lado, toda interpretación debe ‘relacio- • Es necesario realizar una relación pasado, presen-
nar’, intentando hacer que ese vínculo se rela- te y futuro de los bienes interpretados. Numero-
cione con las experiencias y las vivencias de los sos de los mensajes que se construyen se quedan
visitantes, a través de analogías y metáforas que en la narrativa del pasado. Es necesario superar la
puedan servir de nexo de unión entre sus cono- mera idea de «nostalgia» del pasado, para conver-
cimientos previos y los conceptos que pretende- tirlos en una oportunidad para el futuro.
mos introducir. • Se deben realizar mensajes tomando en conside-
• Por último, debe ‘revelar’, en otras palabras, trans- ración que los momentos históricos son procesos
mitir mensajes que el visitante no solo no olvide, globales y transversales, no hechos puntuales
sino que, además, le inviten a reflexionar. para un espacio determinado.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 151
• Gran parte de las narraciones de estos espacios imaginario del visitante en comparación con otras
están vinculadas a una determinada ideología po- épocas de la historia.
lítica, acabando con toda objetividad y evitando • Las experiencias y vivencias. Estos lugares pueden
que el turista pueda hacer su propia interpreta- haber sido habitados por familiares, amigos, cono-
ción de los hechos. cidos, personas cercanas.
• Los turistas, por norma general, desean experi- • La capacidad de abstracción. Al ser una memoria
mentar de primera mano lo que allí aconteció. La reciente desde el punto de vista del tiempo histó-
autenticidad es uno de los valores más demanda- rico la abstracción emocional y sensorial que debe
dos en este tipo de espacios patrimoniales. Los realizar el visitante es menor con respecto a otros
argumentos que se construyan deben ser fiables y momentos de la historia, lo que supone un poten-
estar contrastados, fomentando la objetividad y la cial a la hora de interpretar y de realizar un vínculo
credibilidad en el público. empático entre patrimonio y visitante.
En líneas generales, la mayor parte de los autores re- Aquellos responsables de la interpretación de este pa-
conocen que estas variables llevan a una pérdida de trimonio y de los espacios en los que se encuentran de-
oportunidades para que los visitantes tengan una expe- ben ser conscientes de la complejidad de intentar llegar
riencia global de procesos y acontecimientos históricos, a conceptos como ‘veracidad’, puesto que entrarán en el
que fueron claves en el devenir histórico más allá de un debate inacabado de las diferentes narraciones y los sen-
territorio concreto y que han afectado a sus vidas con- timientos como: la lástima, el perdón, la rabia, el olvido,
temporáneas. la ofensa, la resistencia, puesto que como nos recuerdan
algunos autores «En las guerras, la gente se lastima, muti-
Para subsanar esto y realizar una «comunicación efec- la y mata de la manera más espantosa. Los niños quedan
tiva» partimos de la base de que la mente de los profe- huérfanos y los cónyuges son viudos. Esto es parte de la
sionales, como la de los visitantes o futuros visitantes, verdad» (Uzzell y Ballantyne, 2007: 509). Y esto, puede
no son territorios vírgenes, sino que por el contrario se entrar en un debate no solo con la memoria social, sino
encuentran plenos de variables que se almacenan en el también con los intereses de «atracción» de los visitantes.
bagaje personal, es decir, educación, experiencias, inte-
reses, etc. (Morales, 2001; Uzzell y Ballantyne, 2007). De No existe, ni existirá, una «buena» o «mejor» interpreta-
aquí, que debamos ser conscientes de que los factores ción y comunicación del patrimonio de la Guerra Civil
que influyen en la interpretación de estos espacios y de Española, sino que lo que habrá será un correcto proce-
los bienes patrimoniales que albergan, y que se deben te- so de planificación interpretativa que nos llevará a una
ner en cuenta son (Uzzell y Ballantyne, 2007: 503-509): «oportunidad» de interpretar, es decir, de crear una co-
municación efectiva capaz de hacer que el visitante se
• El tiempo histórico. Los espacios foco de la in- implique, conozca, sienta, empatice y reflexione sobre
terpretación poseen unas características geo- los bienes que está visitando y la memoria que contie-
gráficas, históricas y emocionales recientes en el nen. En las siguientes páginas, desarrollaremos pautas
152 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Fig. 2 Esquema para una Planificación Interpretativa. Fuente: elaboración propia a partir de Morales (2001).
para realizar dicha planificación e intentar crear oportu- • Salvaguardar y gestionar el recurso. La interpre-
nidades de interpretación mediante la construcción de tación y comunicación del patrimonio no es solo
mensajes efectivos. crear mensajes para visitas guiadas o medios in-
terpretativos (como paneles, por ejemplo), sino
3.2. Tener un buen plan. Pautas para elaborar un plan que su efectividad se encuentra en que la toma de
de comunicación e interpretación del patrimonio decisión de poner en valor supone un compromi-
so de conservación y gestión de los bienes, y los
Según lo apuntado anteriormente, toda interpretación mensajes que el público recibe suponen, al mismo,
debe ser: pertinente, amena, temática y organizada. Ese una concienciación para su respecto, es decir, ges-
decir, debe ser relevante para la vida y vivencias del vi- tión y conservación indirecta.
sitante (pertinente), debe ser atractiva y entretener sin
caer en la banalización (amena), debe tener un tema La planificación debe entenderse, por tanto, como un
clave (temática), y debe estar estructurada (organiza- proceso continuo de análisis que no está cerrado y se
da). Esto es lo que se conoce como PATO (Fernández muestra a cambios para su evolución y perfecciona-
Balboa, 2007; Ham, 2007). El último punto de estas pre- miento. Para comenzar una planificación interpretativa
misas es la que nos lleva a un punto esencial: la Planifi- debemos plantearnos tres cuestiones (Johnson y Scho-
cación Interpretativa. les, 1998; Morales, 2001; Miró, 2009):
Variable Descripción
Acceso a diversidad
Posibilidad de acceso físico a una diversidad de público amplia.
de público
permite que un «simple» cartel o una «simple» visita y los bienes, así como de todo lo que los englo-
guiada se conviertan en una parte fundamental en la ba: tipo de espacio, problemáticas, población en
gestión patrimonial como los que se han apuntado en el que se encuentra, visitantes actuales, entorno
los tres puntos anteriores. Con estas premisas la plani- cultura y económico, etc. Una vez comprobado el
ficación se fundamentará, por tanto, en el trabajo sobre espacio y el recurso y sus peculiaridades más vi-
el destinatario + el intérprete + las capacidades del re- sibles es cuando se puede formar un equipo mul-
curso; o lo que se puede traducir en la ecuación inter- tidisciplinar con el que poder trabajar de forma
pretativa CR + CP + TA = OI (Conocimiento del Recur- transversal.
so + Conocimiento del Público + Técnicas apropiadas = 2. Formulación de objetivos. Una vez diagnosticado
Oportunidades de Interpretación) (Morales, 2001). y con la «radiografía» global del lugar se pueden
formular los objetivos. Estos se dividirán en objeti-
Para Jorge Morales (2001) en la elaboración de una pla- vos de planificación y objetivos de interpretación.
nificación interpretativa se deben tener en cuenta las si- • Objetivos de planificación (Generales). Estos
guientes fases (ver Ilustración 1): objetivos tienen que hacer mención a la pues-
ta en valor a largo plazo, es decir, cuestiones
1. Anticipación o situación de partida. En esa fase se como: ¿cuál es la misión y visión de gestionar
debe realizar un diagnóstico del lugar patrimonial por medio de la puesta en valor?, ¿qué valores
154 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
de desarrollo (económico, social y cultural) se los mensajes específicos y seleccionar los medios
pretenden conseguir?, ¿cómo va a repercutir interpretativos más adecuados para transmitir
en la conservación del bien o el territorio?, o ese mensaje.
¿cuál va ser la implicación con la población o 6. El Plan. Es la tangibilización por escrito del traba-
las sinergias con otros recursos y actividades? jo realizado hasta este momento. Todas las fases
• Objetivos de Interpretación (específicos). Es- anteriores van a cobrar «vida» en este documen-
tos objetivos están destinados íntegramente al to que se convertirá en el elemento con el que
visitante y al mensaje concreto que se quiere se ejecutará la interpretación. Este documento no
transmitir. Hay tres objetivos específicos fun- es una herramienta estática, sino que es el pilar
damentales: para la toma de decisiones y el objeto de referen-
- Objetivos educativos, lo que podemos tra- cia para las mismas o para las dudas que surjan.
ducir en: ¿qué queremos que los visitantes Así mismo es una herramienta que quedará para
(cualquiera que sea su tipología) sepan? aquellos que continúen con el programa y, por lo
- Objetivos emocionales, es decir, ¿qué que- tanto, debe ser modelable y evolutiva. Se puede
remos que los visitantes (cualquiera que sea dividir en el siguiente índice: El equipo técnico
su tipología) sientan? (breve descripción), introducción (o anteceden-
- Objetivos actitudinales, transformado en tes), la justificación de la planificación. Orígenes
cuestión sería: ¿qué queremos que los vi- de la iniciativa, necesidades detectadas y el al-
sitantes (cualquiera que sea su tipología) cance de la intervención, metodología(s), bienes
hagan? patrimoniales objeto de estudio, destinatarios,
3. Inventario y recopilación de información. Una vez objetivos para la interpretación, el mensaje que
concretado los objetivos es cuando se debe co- se va a transmitir (su elaboración), los servicios
menzar a recopilar fuentes documentales, o a ge- interpretativos, seguimiento y evaluación, necesi-
nerarlas si no existieran, con la finalidad de tener dades de investigación complementaria, referen-
el mayor grado de información rigurosa que nos cias y anexos.
ayude a construir el mensaje. Entre la información 7. Ejecución. Es la puesta en marcha del plan.
relacionada con el recurso estarían: documentos, 8. Evaluación y seguimiento. Es la evaluación de lo
bibliografía, fotos, mapas, entrevistas, etc. que se ha realizado y la revisión del plan inter-
4. Análisis. En la fase de análisis se realizará una pretativo.
criba de la información recopilada, seleccio-
nando aquella que más ayude al conocimiento Ante todo, el objetivo de la planificación y del plan resul-
del público (actual y potencial), los conceptos tante tiene que ser el de hacer que el visitante entre en
y bienes esenciales o interesantes para la in- un proceso de aprendizaje que le lleve a comprender y
terpretación, los espacios y las infraestructuras preservar un bien patrimonial de forma autónoma.
existentes o con posibilidades. En este aparta-
do se debe tener algunas consideraciones con 3.3. Guía para confeccionar mensajes para
respecto al bien patrimonial que se va a accio- el patrimonio de la Guerra Civil Española
nar desde el punto de vista interpretativo (Mo-
rales: 2001, 178-188). Se deben buscar aquellos Una vez organizado el trabajo de planificación, donde
elementos que sean los más representativos o tendremos un diagnóstico completo de la sociedad, el
que permitan unas oportunidades de interpre- público, el territorio y los bienes patrimoniales a inter-
tación evidentes, para ello se ponderarán los pretar, tenemos que proceder a la construir el mensaje
recursos en función de unas variables (Tabla más efectivo posible. Este mensaje se puede construir
4 y 5). Para ello es fundamental que en estos en referencia a elementos puramente informativos o a
puntos 3 y 4 se realice un inventario interpre- aquellos que añaden componentes creativos. La nece-
tativo de los recursos para poder seleccionar sidad del recurso o los objetivos del propio emisor pue-
aquellos que con mayor efectividad van a ser el den decantar la decisión de utilizar uno u otro mensaje.
vehículo del mensaje que queremos transmitir. Nosotros siempre nos decantaremos por un mensaje
Otra de las fases importantes de este análisis es creativo que consiga la sensibilización a largo plazo que
que en este momento es cuando se seleccionan deseamos, es decir que se convierta como vimos en un
los temas principales y los tópicos6 más adecua- elemento provocador cognitivo y que ayude a la conser-
dos para la interpretación del bien o los bienes vación y gestión del bien y el espacio (territorial) en el
en cuestión, puesto que es en ese momento del que se ubica.
proceso cuando todo el trabajo documental y
de campo empieza a definirse. Así mismo, es el No es sencillo intentar construir mensajes para un perio-
momento para discernir si los posibles equipa- do de la historia tan dramático para una sociedad como
mientos y medios interpretativos. lo fue el de la Guerra Civil Española. Lo primero es inten-
5. Síntesis. En esta fase el equipo ya tiene todo el tar saber quién visita estos lugares; algo complejo, pues
material y el análisis de los más relevante. Es aquí ni en las publicaciones al respecto hasta el momento7
cuando se puede diseñar tanto el mensaje global, pueden atisbar el público objetivo.
6. La explicación de los diferentes niveles de lectura y la elaboración de tópicos y mensajes se tratará en el punto 3.3.1.1. Niveles de lectura
a la hora de crear mensajes.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 155
Recurso Trincheras
Ficha Número 3
Puntuación matriz 49
Descripción La base de la defensa la constituye la trinchera lineal. En este caso se trata de una
gran trinchera que recorre la base del cerro y se prolonga en distancia hacia el Oeste
llegando a Madrid capital por la zona de Legazpi, aún visible en gran parte, y hacia el
Este a enlazar con la trinchera del Cerro de El Piul, actualmente casi desaparecidas.
Nos encontramos en una trinchera relativamente amplia, de un metro o más de
ancho, con una altura variable de 1’5 a más de 2 metros, según zonas, normalmente
con parapeto en el frente y de la que salen tanto a vanguardia como a retaguardia
los distintos elementos auxiliares de la trinchera y que más adelante se detallan.
Su estructura es de un perfil zigzagueante, pero mantiene una serie de curvas en su
desarrollo para adaptarse al terreno, con lo que resulta sensiblemente horizontal,
apenas tiene cuestas, al menos en la zona de “Los Miguelitos”.
Imagen
156 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Resistencia al impacto Se puede utilizar sin demasiado peligro para el propio recurso 8
Disponibilidad
Existe información abundante de este recurso 5
de información
Facilidad de
No evaluable 0
infraestructuras
Totales 49
Fuente: Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para la Memoria (2009).
Si recordamos las pautas que apuntábamos en el apar- • Tener un guion lógico. Debe poseer una línea ar-
tado de comunicación efectivas, todo mensaje debe gumental estructurada en secuencias lógicas, con
contener las siguientes pautas: ideas limitadas, contextualizadas e importantes
para la memoria individual y colectiva del visitante.
• Atractivo. El mensaje y el soporte deben atraer al • Tema interpretativo. Es la idea central del mensaje.
visitante. Lo que el público debería poder recordar.
• Comprensible. Los mensajes han de tener un sig-
nificado para el público. Que un mensaje sea com- Esto sirve para elaborar mensajes para la realización de
prensible dependerá de la educación, la cultura y visitas guiadas, teatralizadas audioguías, folletos, pa-
los intereses del sujeto. Debemos conocer a nues- neles, videos, etc. En los siguientes subapartados nos
tro público para saber cuál es su universo y la can- centraremos en la construcción de mensajes para sopor-
tidad de significados que es capaz de recibir. tes físicos que puedan estar ubicados al aire libre o en
• Relevante al ego. La información debe tratar de recintos cerrados como centros de interpretación, mu-
empatizar con las experiencias pasadas del recep- seos, etc.; y se expondrán pautas para la creación y rea-
tor que permanecen en su memoria, con sus in- lización de visitas guiadas, puesto que para este tipo de
quietudes e intereses. patrimonio se desaconseja la visita autoguiada, excepto
7. No existen estudios de públicos específicos en España para esta tipología. Véase NAVAJAS CORRAL, O., y GONZÁLEZ FRAILE, J.
(2017). Turismo en espacios de conflicto. Análisis de la puesta en valor del patrimonio de la Guerra Civil Española en la Comunidad de
Madrid. methaodos.revista de ciencias sociales, 2017, 5 (1): 155-172.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 157
Fig. 3 Ejemplo de niveles de lectura en paneles interpretativos. Fuente. Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para
la Memoria (2009).
que las condición de gestión y preservación sean las e interpretativo el ideal sería poder contar con infor-
idóneas. mación básica del visitante, así como edad, formación
académica, etc. Sin embargo, conocer la edad, el tipo
3.3.1. Características lectoras de los visitantes de grupo, sus conocimientos, el lenguaje que usan o sus
intereses específicos, entre otras variables, no suele es-
El público, como vimos en el análisis de la demanda del tar ni al alcance de quien confecciona paneles interpre-
turismo oscuro, no es universal, sino que se circunscribe tativos ni de quien hace visitas guiadas, por lo que, a
a diferentes sectores en función de sus intereses, viven- la hora de elaborar mensajes, fundamentalmente si se
cias, valores, etc. Con el patrimonio de la Guerra Civil, confeccionan para soportes materiales, se debe tener en
esto se complica por los estereotipos que revolotean en cuenta que los/las visitantes:
él. El objetivo, en cualquier caso, es hacer prescriptores,
aliados y protectores del patrimonio y la memoria. El pa- • Están en medio de un paseo en el que el acto de
trimonio no tiene la culpa de las decisiones e ideologías, leer es una interrupción.
pretéritas o presentes, del ser humano. • Probablemente hayan asignado una cantidad limi-
tada de tiempo para esta experiencia.
A nivel general las características del público que visita • Están leyendo mientras están de pie, con lo que se
recursos patrimoniales con información escrita son las incrementa el cansancio.
siguientes: • Se frustran fácilmente, especialmente si el posicio-
namiento y la iluminación de lo que leen significa
• Los visitantes leen un promedio del 20 por ciento que tienen que agacharse, forzar la vista, etc.
del texto y pasan una media de 2 segundos leyen- • Se (suelen) distraer con lo que acontece a su alre-
do cualquier texto para un espacio patrimonial. dedor, incluida la interacción social con sus com-
• Los textos que más se leen son los títulos y sub- pañeros/as.
títulos y lo que menos se leen son aquellos que
tratan sobre ideas. De aquí que los mensajes que vayamos a construir deban
• Si se detienen a leer, los visitantes leen una media ser: impactantes, entendibles, persuasivos, convincentes
de 20 a 30 palabras durante 2-3 segundos. y emocionales (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 106). En
conclusión, los textos resultantes deberían seguir la fór-
Estas tres características hacen que nuestro trabajo de mula apuntada por Santos Mateos: A+B+C+D=E, es de-
elaboración de mensajes tenga que estar bien planifi- cir: Atractivos + Breves + Claros + Directos = Efectivos)
cado y meticuloso para que sea efectivo y consiga sus (Mateos, 2012: 86-87).
objetivos.
3.3.1.1. Niveles de lectura a la hora de crear mensajes
Los textos elaborados, ya sea para soportes materia-
les o bien para visitas guiadas o autoguiadas, tiene la El primer paso para preparar este tipo de mensajes se
función esencial de ayudar al visitante a comprender debe distinguir entre diferentes niveles de mensaje (Ta-
un bien o espacio patrimonial e intentar provocar en él bla 5 y 6, e Ilustración 4) a la hora de poder planificar
una conexión de aprendizaje y reflexión crítica (Rigat, y llevar a cabo una interpretación de calidad (Morales,
2005: 154). En la elaboración de un mensaje de calidad 2001; Fernández Balboa y Taubenschlag, 2007):
158 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Aspectos En este cartel se apela al ego (pertinencia del visitante) y a la autoreferencia personal.
interpretativos Se trata de que el visitante viva la experiencia de la trinchera después de haber
cruzado por ella y llegar hasta este lugar de línea de frente.
Objetivos de
Qué el visitante sea capaz de Sentir
Interpretación
Imagen
Fuente. Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles, Espacios para la Memoria (2009).
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 159
• Tópico. Es una materia, generalmente descriptiva. principal, los objetivos comunicativos, la audiencia
No da valor a la comunicación. En nuestro caso y los requisitos del tono y la voz.
podría ser, por ejemplo: la Guerra Civil. • Anécdotas, frases hechas y humor (especialmente
• Tópico específico. Es un paso más, algo que des- en los museos o las colecciones donde la historia
tacar del tópico; por ejemplo: la Guerra Civil sería tenga un papel significante). De este modo, tras-
el tópico; y el tópico específico: la vida en la Gue- ladamos al visitante al pasado y atraemos su cu-
rra Civil. riosidad. Eso sí, no se trata de escribir chistes ni
• Tema (frase-tema). Es el enunciado. A diferencia abusar de frases hechas o del humor, puesto que
del tópico, el tema o la frase-tema es una oración podríamos provocar efectos contraproducentes y
con sujeto, verbo y predicado. Por ejemplo: los rechazo en el lector. No todos tenemos el mismo
hombres que vivían como topos8. sentido del humor ni los mismos conocimientos
• Mensaje. Es el texto específico, completo, con ini- lingüísticos.
cio y final que comunica algo a alguien y que sirve • Las citas son una forma de presentar diferentes
como la frase-tema para responder a: ¿y qué es voces a sus etiquetas (Tabla 7). Ellos pueden agre-
eso?, ¿qué quieres transmitirme?, ¿y qué quieres gar deleite. Pero evita el plagio. Tenga cuidado de
que haga?, etc. copiar literalmente las palabras de otras personas
en sus notas sin insertar comillas. Si incluye citas
3.3.2. Características del lenguaje y el formato en sus materiales, asegúrese de anotar los detalles
de los mensajes de la fuente. También verifique que haya copiado
la cita correctamente.
Para conseguir textos efectivos hay que tener presente • Se debe incluir información importante al comien-
una máxima: «si se trata de un elemento de mediación zo de la oración (Bitgood, 1986, Loomis, 1991). En
cuyo objetivo es decodificar la información intrínseca este sentido, es importante la repetición de con-
de una artefacto o espacio patrimonial, ayudando a su ceptos que deseamos queden claros y sean fun-
comprensión (en pocas palabras, facilitar la vida al visi- damentales.
tante), nunca debería ser algo que complicase aún más • Enumerar las cosas que se pueden hacer o no,
el mensaje como ocurre más de lo que sería deseable» tachando o enfatizando aquellas que se estimen
(Asensio & Pol, 2002: 125). Una vez que se tiene claro más importantes (Mateos, Marca y Attardi, 2016:
este principio, hay dos esferas que se deberían trabajar 74-86).
correctamente: el contenido y el formato. • Agradecer al visitante su visita (Mateos, Marca y
Attardi, 2016: 74-86).
3.3.2.1. Contenido • Recordar su importancia en la conservación del
patrimonio (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 74-86).
Con respecto a la lectura de estos textos encontraremos • Escribirlos con oraciones cortas, divididas en pe-
a los visitantes que no leen nada y aquellos que leen queños párrafos (Poli, 1996: 10). Mientras más lar-
todo, estos últimos son extremadamente poco frecuen- go sea el texto, es menos probable que se lea. Las
tes (Poli, 2001). Por norma general, la mayoría de ellos oraciones largas con muchos calificadores frus-
leen declaraciones cortas, algunos pasajes que eligen al tran la comprensión rápida.
azar de sus lecturas (Poli, 2001). Por lo tanto: • Usa en ocasiones un tono humorístico (depen-
diendo de la temática y el mensaje a transmitir),
• El lenguaje utilizado no debería ser críptico, mar- personal, teatral, solemne, sobrio, informal, ale-
ginando el vocabulario especializado y los térmi- gre, festivo, poético, austero, amable, provocativo,
nos técnicos con los que no están familiarizados burlón (Poli, 1996: 10-11).
los visitantes (Bitgood, 1986, Loomis, 1991, Mora-
les, 2001). Cuando se considere absolutamente 3.3.2.2. Tipografía
necesario incluir vocabulario especializado, como
deferencia al visitante se debería contextualizar Algunas recomendaciones con la tipografía a utilizar po-
de modo que se explique su significado. No obs- drían ser:
tante, hay que tener cuidado con el uso excesivo
del lenguaje coloquial e informal si los visitantes • Letra: es preferible no utilizar una letra más pe-
internacionales constituyen una parte importante queña de 20-22 puntos.
de su audiencia. En resumen, debería ser un len- • Fuente: no hay un tipo de letra en concreto que se
guaje claro, conciso y directo, rasgos que no están utilice siempre en estos casos. Es recomendable
reñidos con el rigor científico. utilizar siempre el mismo tipo de fuente para to-
• El visitante suele quedarse con ideas y emociones dos los textos.
más que con fechas o hechos detallados. A menu- • Cursiva y negrita: la cursiva, según la Real Acade-
do, la cartelería está tan cargada de nombres, fe- mia de la Lengua Española, se tiene que utilizar
chas y lugares que el mensaje principal se pierde. para palabras de otras lenguas o no normativas
Antes de redactar, debemos tener presente la idea y títulos de obras, libros o exhibiciones, y la ne-
8. Frase de Carlos Fernández Balboa, elaborada para el Plan Interpretativo Paisaje Cultural de los Migueles (Espacios para la Memoria,
2009).
160 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Saint-Exupéry, 2016: 17. «En una guerra civil, la frontera es invisible y atraviesa el corazón Educación para la paz,
del hombre» consecuencia de una
guerra
(Saint-Exupéry, 2016: 25). «En la guerra civil el enemigo está en el interior, uno prácticamente Sentido de una guerra
lucha contra sí mismo»
(Saint-Exupéry, 2016: 26). «De ahí sin duda que esta guerra adopte una forma tan cruel: se Muerte, destrucción,
fusila más que se combate. Aquí la muerte es como una cuarentena. ideología
Purga a los portadores de gérmenes. Los anarquistas hacen sus
visitas domiciliarias y se llevan a los contagiosos en sus carretas. Y
al otro lado de la barrera Franco puede pronunciar esta frase atroz:
“Aquí ya no hay comunistas”. […].
» En cal viva o con gasolina, queman a los muertos en campos
abandonados. No tienen ningún respeto por los hombres. Cada
bando persigue el más mínimo cambio en sus conciencias como
si se tratara de enfermedades. ¿Por qué habrían de respetar sus
urnas de piel? Esos cuerpos habitados por la audacia juvenil, esos
cuerpos que sabían amar, sonreír, sacrificarse, nadie se acuerda de
enterrarlos siquiera»
(Saint-Exupéry, 2016: 25). «(…) en esa arboleda alguien acaba de morir. El silencio imperante Sentidos, emociones,
dice más que el tiroteo: si se ha callado es porque ha dejado de familia
tener objeto.
» Un hombre, una familia entera quizás, acaba de dejar este mundo.
Se escurre bajo la hierba. Pero el viento del atardecer, la vegetación,
el humo ligero… Junto a los muertos, la vida sigue»
Saint-Exupéry, 2016: 60 «Yo sólo escucho. He aprendido a reconocer la tos sorda de las Sentidos, emociones
baterías que escupen su acero sobre Madrid. He aprendido a leer el
camino de ese borboteo en las estrellas (…). He aprendido a contar,
despacio, esos cinco segundos. De modo que escucho. No sé qué
árbol cede al relámpago, no sé qué catedral se está derrumbando,
no sé qué niño acaba de morir»
Saint-Exupéry, 2016: 61 «Y si me preguntan por el interés militar de esta suerte de Miedo, muerte,
bombardeos diré que tampoco he sido capaz de descubrirlo. He destrucción,
visto a amas de casa destripadas; he visto a niños desfigurados; he
visto a una vieja vendedora ambulante enjugar con su esponja unos
sesos que habían salpicado sus tesoros; he visto a una portera salir
de su garita y purificar la acera con un cubo de agua; pero sigo sin
entender qué papel pueden tener, en una guerra, estas humildes
faenas»
Saint-Exupéry, 2016: 68 «Pienso, pienso lo mismo que los demás. No quiero, no quiero… Miedo, batalla,
No quiero que la noche se ponga sobre los hombros, tras el salto a vivencia
la trinchera (…) No quiero que me cosechen hoy para los grandes
mausoleos de piedra»
Saint-Exupéry, 2016: 91 «(…) sabíamos que la guerra, desde que se hacía con obuses y gas Educación para la Paz
mostaza, sólo podía desembocar en el hundimiento de Europa»
Saint-Exupéry, 2016: 97 «No os preguntéis qué medidas salvaron al hombre de la guerra. Educación para la Paz
Preguntaos: “¿Por qué hacemos la guerra si sabemos que es
absurda y monstruosa? ¿Dónde se halla la contradicción, dónde la
verdad de la guerra, esa verdad tan imperiosa que domina el horror
y la muerte?”»
grita para destacar o crear contrastes. Se tienen a tener en cuenta, tanto por su valor intrínseco con la
que usar de forma moderada ya que un exceso de memoria traumática y colectiva, como por la transversa-
cursiva o negrita puede cansar la vista y dificultar lidad que poseen. La división temática principal en este
la lectura. sentido es: el cuerpo y el territorio.
• Interlineado: Se aconsejable un interlineado de al
menos 1,3 y 1,5 puntos. 3.4.1. Cuerpo
• Justificación: Es imprescindible justificar el texto,
para evitar un efecto descuidado a nivel visual. El cuerpo se entiende como una entidad física, subjetivas
y sensoriales. Es la que almacena la evolución biológica,
3.3.2.3. Cantidad la memoria individual y colectiva, así como las sensoria-
les y cognitivas. Esto podemos traducirlo en variables
La dimensión que tenga el texto es una de las «luchas» como: género, ideología, roles sociales, jerarquías, dolor,
de todo accionamiento patrimonial. Es recomendable daño, maltrato, belleza, comportamiento, etc.
tener en cuenta:
Las contiendas bélicas se quedan plasmadas en los cuer-
• Como regla general, un párrafo en un texto inter- pos de todos/as aquellos/as que las sufren sean comba-
pretativo no debe tener más de 50 palabras. Una tientes o no. ¿Cómo refleja esto el cuerpo? Se pueden
solución es dividirlo en 2 o 3 oraciones de dife- hacer referencia a una infinidad de temas:
rentes longitudes. Una oración individual no debe
tener más de 25 palabras. • Las cifras de una guerra. La violencia en las cifras
• Las oraciones y párrafos tendrán que ser cortos de muertos o heridos, que va más allá de los caí-
y simples. Las oraciones largas y complejas y los dos en el frente o en la retaguardia, sino que hace
párrafos densos pueden dificultar la lectura y la referencia a las muertas como entidad social de
comprensión del contenido, sobre todo teniendo relaciones: amigos, familia, etc.
en cuenta que el público está en constante movi- • Los estigmas y represión producidos con relación
miento. Por esta razón se recomienda: al género, identidad sexual, liderazgo, militancia
- Panel introductorio: 150-180 palabras. política, etc.
- Panel temático: 100-130 palabras. • El cuerpo como instrumento de control, castigo,
- Etiquetas de conjuntos: 70-80 palabras. intimidación. Así como un control en otros aspec-
- Etiquetas de objetos: 50-60 palabras. tos transversales: modos de vestir, lenguaje, nor-
mas de comportamiento, liturgias, etc.
3.4. Temas referentes • Deshumanización. El cuerpo en este sentido se
convierte para momentos de conflicto en un espa-
Para trabajar con el Patrimonio de la Guerra Civil Espa- cio que sufre física y psicológicamente. Se ejerce
ñola en la creación de mensajes destacamos los siguien- sobre él una serie de acciones que se convierten
tes temas que siempre están presentes en cualquier na- en imaginario para la tortura, la desaparición, la
rrativa de este tipo y que consideramos fundamentales violación sexual, la «limpieza social», o la instru-
162 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
mentalización (reclutamiento forzado y adoctri- • El exilio interior. Trabajar los conflictos internos
namiento) (Porcel, 2014; Volpatto y Andrighetto, de los individuos, la soledad interior, la falsedad
2015). ideológica, la represión de sentimientos como ira,
dolor, venganza, etc.
En conclusión, pensar en el tema del cuerpo es tratarlo • Patrimonio y arte (creación, recuperación, conser-
como un vehículo de comunicación para trabajar temas vación, destrucción, expolio, etc.). Preocupación
transversales relacionados con el imaginario simbólico por las manifestaciones patrimoniales del pasado,
del patrimonio de la Guerra Civil Española. su conservación, destrucción (directa o indirecta) y
puesta en valor. Y la creación artística: nuevos mé-
3.4.2. Territorio todos, temas, materiales, condición del artista, etc.
• Literatura. La pluma y el libro como herramientas
La tierra, como el cuerpo, posee varias densidades, una de evasión del conflicto, de divulgación ideológica
es la física y la otra es la que le otorga el ser humano y de comunicación: cartas, telegramas, etc.
como espacio de supervivencia, de relaciones y de iden- • El cómic y la actividad gráfica como elementos
tidades, conformando pertinencias, límites y fronteras instructivos y de adoctrinamiento.
tanto espaciales como imaginadas y relaciones de po- • La vida más allá del frente, como el ocio. Durante
der (Tapia, 2004). un conflicto armado, el tiempo también supone
momentos de ociosidad, tanto en el frente como
Estas densidades se ven alteradas de forma sustancial fuera de él.
en algunos casos durante los conflictos bélicos, pero no • Vida cotidiana. La vida diaria en el frente, pero
solo por la acción de las confrontaciones armadas, sino sobre todo en los espacios en los que no existía:
también por las narraciones políticas, sociales y cultura- cotidianeidad, rutinas, construcción de refugios,
les que se producen. Pensemos, por ejemplo, en: normativas, roles y organización social, etc.
• Género. Importancia de la mujer durante los dife-
• Las manifestaciones patrimoniales en forma de rentes aspectos de la vida y momentos de un con-
construcciones que modifican el paisaje. flicto armado.
• Durante un conflicto armado, el territorio se con- • La infancia, la educación, el juego y todo lo relati-
vierte en un espacio de disputa y de tránsito. Con- vo al imaginario anterior a la edad adulta.
quistas, retiradas, migraciones. • Edad adulta. El papel de la tercera edad en un
• El territorio también se puede medir en cifras: nú- conflicto armado.
meros de personas desplazadas, tierras usurpa- • Animales. En este aspecto sería interesante traba-
das, pueblos arrasados, bienes abandonados, etc. jar tanto el uso de animales domésticos, como los
que fueron usados para el conflicto.
Entendemos que el territorio tiene el potencial de expli- • Gastronomía. Uno de los aspectos más importan-
carse desde una perspectiva atemporal y anacrónica, lo tes es la alimentación, la adquisición de alimentos
que quiere decir que debe ser entendido como una rea- y la adaptabilidad de recetas tradicionales a tiem-
lidad cambiante, modificada constantemente, que con- pos inciertos: el racionamiento, la alimentación en
juga en un mismo momento pasado, presente y futuro, y el frente, las diferentes clases sociales y su poder
que es construida por la acción social, cultural y política para adquirir alimentos, la restauración, etc9.
de los que lo habitaron y de quienes lo interpretan en la • La sanidad y la higiene. Aspectos relacionados
contemporaneidad. con el tratamiento de heridos, enfermos, preven-
ción, etc.
3.4.3. Otros temas • Tecnología e innovación. Las guerras contienen un
componente de creatividad para las sociedades,
Otros temas que pueden ser tratados de forma directa o pues les hace generar productos innovadores para
en relación a los anteriores podrían ser: los tiempos en los que se encuentran, en ocasio-
nes con mayor fluidez y volumen que en épocas
• Transmitir conocimientos sobre hechos produci- de paz. En este apartado también podrían entrar
dos en relación a la responsabilidad, intentando temas de armamento, comunicaciones, o temas
evitar división social. transversales como el comercio de armas, etc.
• Utilizar el conflicto armado para realizar una com- • Actualidad y auge de extremismos. Sería muy in-
prensión crítica, trabajando la legitimidad de la teresante la idea de una exposición con las figu-
misma en comparación y contraposición con ele- ras de los partidos y movimientos radicales que
mentos como: la violación de los derechos huma- están surgiendo en todo el mundo (Brasil, Holan-
nos, desigualdades, etc. da, Francia, etc.) y cómo estamos repitiendo la
• Pautas socio-culturales y cambio y permanencia historia.
que se produce en ellas durante un conflicto ar- • Turismo durante la guerra. Los recorridos progra-
mado. Adaptabilidad, rechazo y transformación mados durante el conflicto para visitar los escena-
de la sociedad. rios bélicos.
9. En este punto es interesante acudir a publicaciones como The Trench Cookbook 1917, editado por Hannah Holman (2016) en la editorial
Amberley, o Cocina de Recursos (deseo mi comida), de Ignacio Doménech (2011, primera edición de 1941) en la editorial Trea.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 163
• Guerra Civil y minorías. Uno de los temas aún poco 3.5. Interpretación personalizada
tratados son las etnias y minorías culturales du-
rante el conflicto, como el colectivo gitano, por Una interpretación de calidad es una interpretación que
ejemplo. engancha a la audiencia, se relaciona con la vida coti-
• Refugiados, evacuados y refugiados. La temática diana del público, provoca una reacción en sus corazo-
nes y en sus mentes, y quizá influya en sus actitudes
de los emigrantes y exiliados han sido tratados,
y comportamientos (tal vez cambiando algo en sus vi-
pero queda también profundizar en colectivos das). En suma: es inspiradora y memorable (Freeman
como los evacuados durante el conflicto. Tilden, 1957).
• Festividades. En España durante el conflicto,
como en otros a nivel internacional, se produ-
jeron situaciones que fueron más allá de lo es- Las visitas guiadas son el otro elemento en el que se
trictamente bélico, no referimos al aspecto hu- puede acercar el patrimonio al público cautivo o no-cau-
manos y social que pueden recrease en eventos tivo. Como se explicará al final del capítulo se desacon-
culturales como la Navidad en el frente y otras seja cualquier tipo de visita autoguiada, excepto que
festividades. el patrimonio en el que se vaya a realizar se encuentre
• Diplomacia, espionaje e interculturalidad. Ele- debidamente protegido y con los mecanismo de protec-
mentos transversales del conflicto y que rozan las ción y gestión adecuados.
fronteras de lo cultural y lo estrictamente bélico
como son las conspiraciones políticas, el espiona- A la hora de planificar una vista guiada se deben te-
je, la interculturalidad producida por el ambiente ner en cuenta las estrategias básicas de la estructura
internacional implicado, etc. de los grupos, las estrategias de interrelación que se
164 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
fundamentan en preguntar y responder (Fernández Bal- debe decir que su respuesta es errónea de for-
boa y Taubenschlag, 2007). ma positiva. No se debe herir su amor propio.
3.5.1. Estrategias para organizar y guiar visitas 3.5.2. Pautas para construir y comunicar mensajes
para visitas guiadas
A la hora de comunicar mensajes a un público durante
visitas guiadas se deben tener en cuenta la conducta ver- El mensaje se debe entregar a todas las facetas de la
bal y no-verbal tanto del visitante como la propia. Por ello persona: al cerebro, las emociones, o lo sensorial, la fan-
se debe organizar y estructurar al grupo, y utilizar meca- tasía y el disfrute, es decir: debe estar destinado al cere-
nismo para interactuar con él basados en esa forma de bro y al corazón.
organizarles, y en las estrategias de preguntas y de cómo
vamos a responder (Morales, 2001; Fernández Balboa, Al igual que sucedía con el mensaje escrito, el mensaje
2007). Estas dos últimas son las más efectivas a la hora que se elabore para una visita guiada debe, además de
de dialogar con el visitante, hacerle protagonista de la vi- lo que se apuntó en los epígrafes anteriores, tener en
sita y que el mensaje cumpla los objetivos interpretativos. cuenta:
• Organizar. Se trata de dar instrucciones al gru- • Al inicio de la visita debemos crear expectativas,
po para conseguir algún propósito y que permita unas desvelarlas otras jugando con la intriga, que
además tener el grupo controlado y receptivo al debemos cumplir durante o al final de la visita.
satisfacer su necesidad de seguridad cubierta. • El público responde mejor cuando percibe que el
- Estructura verbal. Se exponen los propósitos de tono del mensaje es como si lo hubiese preparado
la visita, las normas fundamentales y toda la in- un vecino o un amigo, es decir, utilizar un lenguaje
formación que ayude al visitante a saber qué es sencillo.
lo que quiere el guía • Utilizar preguntas estimula y motiva al visitan-
- Estructura no verbal. Es la utilización por parte te. Las respuestas las debe proporcionar él, o las
del guía del lenguaje no verbal y que normal- debe encontrar sin dificultad.
mente acompaña a las explicaciones, las intro- • En cualquier tipo de mensaje hay que incluir invi-
duce o las acompaña. taciones a hacer algo y a utilizar los sentidos
• Preguntar. Es una de las formas más efectivas de • Un mensaje interpretativo es un poema. Debe ser
hacer partícipe al visitante. Las preguntas deben sencillo, corto, impactante, metafórico y reflexivo.
estar relacionadas con el tema y deben ser posi- • El final de la visita siempre debe retomar el tema
bles a sus capacidades cognitivas, deben ser de planteado al principio.
fácil solución. • Intriga y suspense. Un uso secuencial de pautas y
- Preguntas de recordar. Son preguntas que re- mensajes que van desvelándose unos a otros.
firman la explicación y sirven para afianzar los • Gráficos e ilustraciones. Ayudan a ilustrar aspec-
significados que se desean transmitir. tos de la información.
- Preguntas de analizar. Sirven para que el pú- • Uso del humor, la ironía, todo lo que hace que se
blico establezca relaciones. El público analiza, logre que el visitante reaccione intelectualmen-
distingue, clasifica, deduce, se vuelve parte del te ante algo. Por ejemplo, el melodrama da pie a
lugar pensando sobre él. crear diferentes estados anímicos, la sorpresa se
- Preguntas de aplicación. Estas preguntas esti- usa con objeto de provocar agrado, satisfacción,
mulan el juicio crítico ya que parten de concep- recompensa o ilusión.
tos explicados por el intérprete y que el público • Analogías. Compara y analiza. Mostrar causa-
debe aplicar. Normalmente estas preguntas se efecto.
realizan en tiempos verbales condicionales. • Se debe dar rienda suelta al público y darle un
• Responder. La forma en la que el guía acoge las momento de soledad (intimidad personal) al visi-
respuestas del público es fundamental para el tante para que se involucre con el entorno.
mantenimiento del interés y su atención. Así la es- • Conviene hablar individualmente con cada miem-
trategia de respuestas se refiere a la actitud con bro del grupo si el tiempo lo permite para cono-
que el intérprete recibe las respuestas que el pú- cerle y generar empatía. El público debe sentir
blico le otorga tras determinada pregunta. que recibe una atención personal.
- Aceptar. Se acepta sin juzgar ni dar más indi- • El intérprete debe fijarse en el lenguaje no verbal
cios. Se crea un ambiente de seguridad en el de cada visitante para descubrir sus pautas de
visitante y el intérprete no juzga si está bien o comportamiento y cómo actúa (si quiere pregun-
mal. tar, intervenir, etc.).
- Aceptar pasivo. El/la intérprete presta atención • El intérprete debe intuir los sentimientos del pú-
a la respuesta y responde sin juzgar la calidad. blico. Debemos captar y mantener la atención
- Aceptar activo. El/la intérprete amplía, repite, del público. La visita debe ser divertida y agra-
añade o da ejemplos. Se demuestra que se ha dable. El visitante debe percibir el mensaje con
recibido el mensaje y se ha comprendido. Esto facilidad. El mensaje debe tocar las vivencias de
favorece la relación visitante-intérprete y al in- la gente.
térprete le sirve de apoyo para sus explicacio- • No debemos suponer que el visitante esté siempre
nes y enfatizarlas. interesado en aquello que contemos.
- Facilitar información. Tras una respuesta inco- • Romper la distancia entre el intérprete y el grupo.
rrecta el guía facilita más información. Eso sí se Involucrarse. Hacer sentir al visitante protagonista.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 165
4. DIFUSIÓN PREVENTIVA
La difusión preventiva se considera como: Fig. 7 Ejemplo mensaje protección patrimonio (III).Fuente. Espacios
para la Memoria (2015).
(…) la estrategia de sensibilización para informar y per-
suadir al público visitante de la extrema fragilidad de los
166 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
recursos patrimoniales, con la intención de incidir en su de parte de nuestro pasado, debida más a causas
actitud y fomentar así comportamientos respetuosos y humanas que naturales.
colaborativos (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 56).
• El patrimonio posee un valor que va más allá de su
existencia concreta; es portador de mensajes que
La difusión preventiva es una evolución de los modelos tienen para nosotros diversos significados, y que
interpretativos como el PATO del cual hablamos en epí- pueden variar a lo largo de los años.
grafes anteriores, o también denominado TORA (tema + • El patrimonio es único e insustituible. Una vez que
organización + relevancia + amenidad), donde el «tema» un bien es destruido, es para siempre.
es la variable que marca el resto de la oportunidad in-
terpretativa (Ham, 2007); la aplicación de una ecuación, Sensibilizar quiere decir modificar la actitud del público
OI = (CR + CD) x TA, donde CR es el conocimiento del en lo que respecta al patrimonio, a través de un enor-
recurso, CD el conocimiento del destinatario, TA las téc- me esfuerzo de comunicación. No debemos olvidar que
nicas apropiadas, y el resultado, OI, son oportunidades toda política patrimonial y cultural, y que toda puesta en
para interpretar (Morales, 2006); o su relectura en otra valor de bienes patrimoniales debe perseguir una ‘trans-
ecuación figurada, A + R + T = E, donde A es el conoci- formación’, es decir, que suceda algo en el público, en
miento de la audiencia, R es el conocimiento del recurso, la sociedad, para que ese pasado se convierta en una
T es el conocimiento y aplicación de las técnicas apro- forma de seguir caminando hacia el futuro y de innovar
piadas, y E, el resultado, es la efectividad comunicativa social y culturalmente.
(Mateos, Marca y Attardi, 2016: 52).
¿Cómo puede ayudar una difusión preventiva en este
La aplicación de esta fórmula cumpliría algunos de los caso? Esta estrategia de conocimiento diseña mensajes
objetivos por los que se planifica y se aplica la Inter- (‘píldoras’) que sensibilizan sobre la fragilidad de un pa-
pretación del Patrimonio, como, por ejemplo, atraer trimonio y fomentan un comportamiento sostenible del
la atención del visitante, proporcionarle una experien- mismo (Périer-D’Ieteren, 1998; Nardi, 1999; Ardemagni,
cia (sensorial, emocional y/o cognitiva) relevante, etc., 2008; Mateos, Marca y Attardi, 2016). Estas píldoras de-
pero, lo que nos interesa es que la aplicación de alguno ben contener los aspectos más relevantes para que el
de estos modelos se traduzca en un cambio permanen- público tenga la esencia para la conservación de un bien
te de comportamiento hacia el patrimonio, fundamen- patrimonial.
talmente, cuando tratamos con patrimonios dolorosos
y vivos en la memoria de la sociedad y del individuo La construcción de estos mensajes dentro de la teoría de
que, además, están cargados de ideologías y estereoti- la difusión preventiva se articula en base a una pirámide,
pos que en ocasiones llevan al vandalismo, a la desidia en cuya base se encontrarían los aspectos divulgativos y
política hacia su puesta en valor o que la memoria del educativos, construidos sobre un relato sólido y científi-
silencio haga que desaparezca tanto en el tiempo como co, que convergen en la cúspide donde se encuentra la
en el ser humano. sensibilización (Mateos, Marca y Attardi, 2016: 57). En las
ilustraciones 5, 6 y 7 se muestran tres ejemplos de mensa-
4.1. Proteger el Patrimonio de la Guerra Civil Española. jes para la protección de bienes y de los visitantes. En rea-
Difundir para prevenir lidad todos han dejado de ser efectivos para las visitas,
puesto que el mensaje en nuestra contemporaneidad ha
La tutela del patrimonio, y de los valores que transmite, sido ya interiorizado y, fundamentalmente, no ha sido asi-
no puede otorgarse solamente a los profesionales de la milado en la importancia que posee. Es visto más como
conservación. Es una responsabilidad que atañe a cada un mensaje impositivo que como un mensaje colabora-
uno/a de nosotros/as, con lo que supone un esfuerzo tivo. Los mensajes que entran dentro de la denominada
colectivo. La puesta en valor del patrimonio lleva implí- difusión preventiva intentan llegar más allá de la efectivi-
cito el uso y acceso del público. Por lo que: dad puntual, se articulan para que generen «conciencia».
• El uso del patrimonio por parte del público justifi- Los mensajes que realmente quieran prever, suscitar, des-
ca su conservación. pertar y, sobre todo, sensibilizar deberán (Ardemagni,
• La conciencia de los esfuerzos, y de la profesiona- 2003: 101-102):
lidad necesaria para la conservación del patrimo-
nio, contribuye al reconocimiento de la profesión • Sensibilizar a los visitantes sobre la fragilidad del
del conservador/restaurador. patrimonio cultural» (Mateos, 2012: 85).
• La información, impulsando una actitud más ade- • Explicar las razones de algunas prohibiciones o
cuada por parte del público, reduce sensiblemen- limitaciones, ilustrando las consecuencias de un
te los costes de mantenimiento y asegura una me- simple gesto, cuando esta acción se repite y por
jor conservación. diferentes tipos de visitantes.
• Poner en evidencia, siempre que sea posible, los
Esto supone que sea necesaria la participación de los/ aspectos de deterioro y/o conservación del patri-
as visitantes. Para conseguir la colaboración del público monio.
hay que implicarlo, también emotivamente, transmitien- • Informar al público de la naturaleza y el coste de
do los siguientes mensajes: las actuaciones de restauración y de manutención.
• Pedir siempre la colaboración del público.
• El patrimonio es frágil. El hecho de que haya so- • Subrayar la vulnerabilidad del patrimonio, a través
brevivido por tantos años no quiere decir que sea de todos los medios de información dirigidos al
eterno. Cada año, presenciamos la desaparición público.
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 167
4.2. Peculiaridades para la protección ca. Y esto no se puede, o no se debería, realizar sin
de un patrimonio en «peligro de extinción». un plan integral de desarrollo consensuado entre
administraciones (locales y regionales, al menos),
Investigar, recuperar, conservar y poner a disposición de profesionales y diversos agentes.
la sociedad (y del turismo) este patrimonio es algo ne-
cesario, pero se debe ser responsable de cómo se hace Estas recomendaciones no están redactadas con la in-
y en qué condiciones. Algunas recomendaciones tanto tención de que se rechace la difusión y puesta valor de
para su visita como para «reflexionar» a la hora de accio- este patrimonio, todo lo contrario, sobre todo porque
nar su puesta en valor: somos conscientes del potencial que tiene: social, cultu-
ral y turístico, y porque somos consciente, también, de
• Riesgos y peligros. Gran parte de este rico patri- que nuestra sociedad está en camino de poder disfru-
monio se encuentra sobre el territorio y se com- tarlo y visitarlo, con lo que es el momento de hacer las
pone de construcciones hechas en la propia tierra, cosas con responsabilidad.
suelos que normalmente son degradables, lo que
supone que un simple descuido pueda conllevar, Las construcciones de las imágenes del pasado que se
por un lado, un daño irreparable a nuestra heren- realizan en el presente siempre están expuestas a po-
cia patrimonial y, por otro, una posible lesión para sibles decisiones partidistas y/o interesadas. Por ello,
el propio visitante. Por esta razón, las visitas libres debemos ser conscientes de que patrimonializar y mu-
o autoguiadas deben estar bien estructuradas y sealizar la historia por medio de su cultura material e
los bienes correctamente protegidos y señaliza- inmaterial significa compartir socialmente una memo-
dos. Como norma general se desaconsejan las vi- ria, instituyendo un discurso y una imagen simbólica de
sitas autoguiadas, excepto que el patrimonio y el ella. La responsabilidad para llevar a cabo este tipo de
territorio en cuestión estén debidamente protegi- acciones es muy alta. La apuesta por poner en valor el
dos (según la legislación vigente y las directrices patrimonio de la Guerra Civil es una magnífica noticia,
de profesionales y académicas) y se tenga un plan aún tenemos una «deuda» con esa página de nuestra
estratégico y de gestión. historia. Convertir, además, los vestigios en un producto
• Visión integral. Así mismo, al estar en el propio en- turístico para el disfrute de todos/as es una gran iniciati-
torno, en muchos casos en zonas naturales prote- va, pero no deberíamos convertirlos en «parques disne-
gidas, el respeto por el medio debe ser aún mayor. yficados» (Macdonald, 2011; Neuraska, 2013; Naef, 2015)
Las políticas hacia este tipo de bienes tendrían no se debe hacer a cualquier precio, no deberíamos.
que ir encaminada hacia la visión global.
• Privacidad. Algunas de las rutas que se han puesto
en valor son autoguiadas y contenían geolocali- 5. CONCLUSIONES
zaciones en GPS para que el visitante pueda en-
contrar los recursos. Numerosos vestigios que se Las ganas de pasado constituyen hoy en día el impulso
encuentran en nuestra Comunidad Autónoma se primordial que mueve el interés de tanta gente por des-
encuentran en propiedades privadas. Esto impli- cubrir y conservar retazos del pasado (Ballart, 202: 37).
ca que tengamos que tener la certeza de que el
propietario/ está informado/a, y que la visita no El discurso académico apunta que lugares como Aus-
repercuta en el daño de ese espacio. Con esto in- chwitz-Birkenau, se han convertido en espacios de re-
sistimos en desaconsejar las visitas autoguiadas. levancia histórica que incluyen discursos moralistas,
• Expolio. Siguiendo el punto anterior, el patrimonio políticos y de consumo, puesto que son espacios que
de la Guerra Civil ha comenzado a suscitar interés han sido recreados, en muchos casos reconstruidos, que
en los últimos diez años en el mundo académico, juegan con el impacto y cautivan al visitante.
profesional y turístico, pero ya tenía un gran in-
terés en el mercado de objetos «preciados» (me- Hay historiadores que consideran que el horror de ese
dallas, balas, etc.). Geolocalizar cada espacio sin asesinato masivo no podrá ser nunca asumido, convir-
las mínimas medidas de protección y seguridad, tiéndolo en algo abstracto. Esto hace, para estos investi-
es una puerta abierta a batallones expoliadores gadores, que se le configura una singularidad «mágica»,
equipados con detectores de metales. dotarlo de un aura especial y misteriosa como el hecho
• Protección. Toda acción sobre el patrimonio debe histórico más significativo de la barbarie humana del si-
estar sustentada en planes estratégicos, tanto des- glo XX, al menos. Por el contrario, otros autores, afirman
de el punto de vista turístico como desde la con- que si este genocidio fue realizado por seres humanos
servación patrimonial. Salvo excepciones puntua- puede ser comprendido por otros seres humanos.
les y los que se están llevando ahora a cabo, no
se conoce que se hayan realizado estudios exhaus- Uno de los supervivientes, Yehiel De-Nur, escribiría que
tivos (no parciales) de inventariado, arqueología, «Auschwitz era otro planeta, cuyos habitantes respi-
interpretación y comunicación y gestión turística. raban bajo diferentes leyes de la naturaleza». Es de-
• Política turístico-cultural. Hablar de turismo no es cir, Auschwitz se hacía una imagen, era trascendente.
simplemente querer que nos visiten, supone ha- Pero se sabe que De-Nur tenía pesadillas con este sitio
blar de usuarios (clientes) con necesidades, de durante los treinta años siguientes a su liberación. En
pernoctaciones, infraestructuras, flujos, profesio- ellas otorgaba a sus verdugos un alma humana y unos
nales formados, competitividad, precios, empleos sentimientos, pasando de «otro planeta» a humani-
directos e indirectos. Toda una lógica que va más zarlo: «allí donde esté la humanidad, allí se encuentra
allá de la patrimonial para acercarse a la económi- Auschwitz».
168 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Memorial de la Segunda Guerra Mundial en Falasie museos de este tipo por todo el territorio, sino
(http://www.memorial-falaise.fr). No obstante, es que la memoria de la Primera y Segunda Guerra
interesante salir de las grandes patrimonializacio- Mundial está muy presente en las políticas socia-
nes y acudir a otras de carácter micro como las les, culturales y patrimoniales y, por tanto, en la
que se han elaborado en la zona italiana de los población. Tal es así que existen numerosos me-
Dolomitas que trabajan la comunidad, la guerra y moriales a lo largo de todo el territorio (http://
el territorio. www.ukwarmemorials.org), la involucración con
• La museografía y la interpretación anglosajona la identidad y la memoria de los que combatieron
poseen una cantidad considerable de activaciones (https://www.britishlegion.org.uk), el dedicado a
patrimoniales en este sentido y con interesantes los animales (http://www.animalsinwar.org.uk),
recursos para crear mensaje. Podemos destacar el así como una gestión casi integral de los espacios,
Museo de Historia de Nueva Zelanda, o los Museos paisajes y campos donde acontecieron alguno de
del Holocausto en EE.UU. estos hechos históricos bélicos (https://histori-
• En el Reino Unido existe una experiencia longe- cengland.org.uk).
va en cuanto a la recuperación de una memoria • Tirpitz Museum. Museo ubicado dentro de un an-
bélica contemporánea. El Imperial War Museum tiguo búnker nazi en la costa oeste de Dinamarca
(Londres) (https://www.iwm.org.uk), ha museo- (https://vardemuseerne.dk/museum/tirpitz/).
grafiado todos los aspectos de una Guerra: arma- • El museo dedicado a la Segunda Guerra Mundial
mento, tácticas, vida familiar, gastronomía, etc. en Polonia (https://muzeum1939.pl/en) es tam-
Los más característicos son los dedicados al ho- bién una de las últimas incorporaciones al panora-
locausto y a la vida cotidiana y familiar, es decir, a ma museológico. Su interés radica en un plantea-
la retaguardia. Pero el Reino Unido, no solo posee miento museográfico global y por haber superado
170 PLAN REGIONAL DE FORTIFICACIONES DE LA GUERRA CIVIL (1936-1939) DE LA COMUNIDAD DE MADRID
la insistencia del gobierno estatal por querer que • Museo de Morata de Tajuña (Madrid).
fuese más «patriótico». • Museo de la Guerra Civil (Teruel). En proyecto. Fe-
• Para tratar el tema de patrimonio, conflicto y me- cha comienzo ejecución: finales de 2018.
moria dos recomendaciones son el Museo Nacio- • Museo Etnográfico de Grado (Asturias). Posee
nal de la Memoria de Bogotá (http://museode- una sala dedicada a la Guerra Civil Española.
memoria.gov.co), que narra el conflicto armado. • Centro de Interpretación de la Guerra Civil Espa-
El otro es el Nagasaki Atomic Bomb Museum ñola y Cementerio de los Italianos (Campillo de
(https://nagasakipeace.jp/english/abm.html), que Llerena, Badajoz). http://www.campillodellerena.
trabaja temas contemporáneos desde la perspec- es
tiva de lo sucedido en su propia sociedad. • Museo Refugio de la Guerra Civil (Cullera, Valen-
cia). http://www.culleraturismo.com/guia/el-refu-
7.2. Espacios patrimoniales en España gio-de-la-guerra-civil/
• Museo Refugio de la Guerra Civil (Cartagena,
En la actualidad, prácticamente todas las comunidades Murcia). https://www.cartagenapuertodeculturas.
autónomas presentan espacios recuperados con vesti- com/ficha_refugios.asp
gios de la Guerra Civil Española. Destacan, entre ellos, • Colecciones del Museo de Gijón. Un excelente
Cataluña, Aragón, Asturias, Extremadura, País Vasco, espacio en el que se han trabajado temas trans-
Valencia, Murcia y Andalucía. La cantidad de lugares vi- versales de la Guerra Civil Española. https://www.
sitables supera la centena; en las líneas siguientes única- gijon.es/multimedia_objects/download?object_
mente se muestran algunos ejemplos. type=document&object_id=90075
10. MIGUEL CALVO, C. F., de. (2009): Paisajes de Guerra. CENEAM. Itinerario autoguiado, Valsaín, Segovia: CENEAM - Organismo
Autónomo Parques Nacionales. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino.
11. ALFANEVADA (2012): A través de las trincheras. Itinerarios del Patrimonio Defensivo en las Sierras del Arco Noreste de la Vega de
Granada, Granada, Asociación para la Promoción Económica del Arco Noreste de la Vega de Granada “Alfanevada”.
12. REDONDO ARANDILLA, M.; y AVISÓN MARTÍNEZ, J. P. (2012): Guadarrama: tras las huellas de la guerra, Guadarrama: Ayuntamiento de
Guadarrama.
13. Para este apartado se aconseja acudir a las instituciones y asociaciones que desde hace años se han por la recuperación y puesta en
valor del patrimonio de la Guerra Civil como, por ejemplo: Asociación para el estudio de la Guerra Civil en Euskadi, Associació per
l’Estudi del Patrimoni Arqueológic i Històric de les Terres de l’Ebre, Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana
1936-1937 (ARAMA 36/37), Grupo de estudios sobre la historia contemporánea de Extremadura (GEHCEX), o Asociación Memoria
Histórico Militar Ebro 1938 (MHMEBRO 1938).
INTERPRETACIÓN Y COMUNICACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 171
sierra en el que se han instalado paneles. https:// frente de Madrid, de David Mathieson (La Librería,
www.puentesviejas.org/frentedelagua 2016), Arquitectura Militar de la Guerra Civil en la
• Rutas de Guadarrama (Madrid). El Ayuntamiento Comunidad de Madrid. Sector de la Batalla de Bru-
de Guadarrama ha realizado varias rutas en las que nete, de Ricardo Castellano Ruiz de la Torre y Pablo
se recupera y se señaliza el patrimonio de la Guerra Schnell Quiertant, Senderos de Guerra (4 volúme-
Civil. http://www.guadarrama.es/Rutas/Tras%20 nes) de Jacinto Arévalo Molina, Los lugares de la
las%20huellas%20de%20la%20guerra.pdf Brigadas Internacionales en Madrid (4 volúmenes)
• Ruta de los Yesares (Pinto, Madrid). Espacio con de la Asociación de Amigos de las Brigadas Inter-
fortificaciones y trincheras recuperado y con mu- nacionales (AABI), o Los lugares de la memoria,
sealización con cartelería en las inmediaciones de editado por el Gobierno de Aragón en 2010.
Pinto. http://patrimonioarquelogicoguerracivilpin- • En cuanto a los recursos digitales se pueden en-
to.blogspot.com contrar aplicaciones (APP) para teléfonos móviles
(smartphones) que pueden ser útiles para la pues-
7.2.3. Otros espacios patrimoniales ta en valor patrimonial y la generación de mensa-
jes interpretativos. Una de ellas Trench Experience
• Refugio Antiaéreo de la Plaza de Tetuán (Caste- VR, una app educativa en la que se puede visitar e
llón). Existen cerca de 350 refugios antiaéreos, interactuar dentro de una trinchera de la Primera
este ejemplifica su historia e importancia. https:// Guerra Mundial. En un sentido similar Digging In,
www.castellonturismo.com/que-ver/museos/refu- es otra app educativa creada por medio de testi-
gio-antiaereo-de-la-plaza-tetuan/ monios de supervivientes; su finalidad es acercar
• Blockhaus nº 13 (Colmenar del Arroyo, Madrid). la experiencia humana durante la Primera Guerra
Espacio recuperado y musealizado. http://www. Mundial14. Somme Trench, es un juego que permi-
madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobhe te protagonizar y tomar decisiones durante una
ader=application/pdf&blobkey=id&blobtable=Mu estancia en la trinchera. Por mencionar un último
ngoBlobs&blobwhere=1352809688714&ssbinary= ejemplo, en Italia se ha desarrollado una aplica-
true ción para trazar itinerarios y visitar espacios de la
• Recuperación del Cerro Melero (Arganda el Rey, Primera Guerra Civil: Tracce 1915-1918.
Madrid). En una colina de las inmediaciones del
casco urbano se ha recuperado y musealizado
mediante dispositivos fotográficos y paneles. 8. BIBLIOGRAFIA
https://www.ayto-arganda.es/portalArganda/Re-
cursosWeb/DOCUMENTOS/1/0_17755_1.pdf ARDEMAGNI, M. (2008): «El público y la conservación
del patrimonio», en Mateos Rusillo, Santos (coord.):
7.2.1. Recursos de interés La comunicación global del patrimonio cultural,
Gijón: Trea, pp: 111-129.
En este apartado se muestran recursos bibliográficos ARDEMAGNI, M. (2003): «¿Público predador o
que marcan itinerarios de la Guerra Civil en el territorio y público protector? Cómo involucrar al público en la
que son básicos a la hora de construir mensajes, o apli- conservación del patrimonio», en mus-A, año I, nº 2,
caciones informáticas que suplen estos aspectos. pp: 99-103.
ARRIETA, I. (ed.) (2016): Lugares de memoria
• La editorial británica Schoolastic ofrece una serie traumática. Bilbao: Universidad del País Vasco.
de libros de divulgación en el que se puede en- ASENSIO, M.; y POL, E. (2002): Nuevos escenarios en
contrar recursos para transmitir mensajes de con- educación. Aprendizaje informal sobre el patrimonio,
flictos bélicos. Estos libros están diseñados para los museos y la ciudad. Buenos Aires: Aique.
estudiantes de etapas educativas preuniversita- ASHWORTH, G. J. (2002): «Review of Dark Tourism:
rias; no obstante, la forma en la que tratan las di- The Attraction of Death and Disaster». By J. Lennon
ferentes temáticas los hacen fuente de recursos and M. Foley’, Tourism Management, 23, pp 190–91.
pedagógicos de primer orden. Algunos de los tí- ASHWORTH, G., y HARTMANN, R. (2005): Horror and
tulos publicados son: Woeful Second World War, human tragedy revisited: the management of sites
Frightful First World War, Trenches, o Blitzed Brits. of atrocities for tourism. Cognizant Communication
• En España se han multiplicado las publicaciones di- Corporation.
vulgativas y científicas, tanto de artículos como de AUGÉ, Marc (2098): El viaje imposible. El turismo y sus
monografías, de la Guerra Civil Española. En ellos imágenes, Barcelona: Gedisa.
se pueden encontrar investigaciones históricas, BALLANTYNE, R. (2003): «Interpreting Apartheid:
ampliación de los estudios temáticos y proyectos Visitors’ Perceptions of the District Six Museum».
de puesta en valor, educativos, etc. Para la elabora- Curator: The Museum Journal, 46(3), pp: 279-292.
ción de mensajes interpretativos, aparte de revisar BARÓN MOSQUERA, J. L. (2017): El turismo oscuro:
las anteriores, es interesante consultar: Volver a las análisis de sitios web como herramienta de
trincheras. Una arqueología de la Guerra Civil Espa- marketing. Trabajo Fin de Grado no publicado.
ñola, de Alfredo González Ruibal (Alianza, 2016); El Cartagena.
14. El panorama anglosajón ha generado herramientas digitales para enseñar y conmemorar periodos bélicos con una fuerte presencia en
la memoria colectiva. Se recomienda visitar: WW1 Trenches VR, Somme 100 – Remember the Batlle, Wales at War, entre otras.
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