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Barbitúricos
El comienzo de este grupo de fármacos cambio de manera drástica la forma en que se
emplearon las terapias a tratamientos que acogían a personas con trastornos meramente relacionados con el sistema nervioso central, y que les ocasionaban episodios de discrepancias, epilepsias, desordenes de cordura, etc. Para el siglo XX Adolf von Baeyer sintetizo el primer barbitúrico, lo que origino una serie de descubrimientos posteriores con una amplia gama de usos, que poco a poco fueron reemplazados por otro tipo de fármacos con menos dependencia y menos efectos yatrogénicos. El primer barbitúrico fue el ácido dietilbarbitúrico, el cual era indicado para pacientes que se encontraban en manicomios, y así pudieran contrarrestarse los síntomas como epilepsias, esquizofrenias, ataques de locura y sintomatologías similares. A partir de este momento se comenzaron a desarrollar isómeros de esta estructura, dando lugar a más de 2500 análogos, que finalmente solo se consolidaron algunos. Una de las moléculas que salió primero fue el mayor éxito de los barbitúricos y que aun se emplea en algunos tratamientos, el fenobarbital, el cual su función principal fue como hipnótico, pero posteriormente seria empleado hasta el día de hoy como antiepiléptico, incluso es el más empleado en los países con recursos no tan propicios, ya que cabe señalar que el talón de Aquiles de este grupo de fármacos es principalmente su predecida dependencia , por ende a medida que se encontraban derivados de barbitúricos se encontraban en competencia con fármacos que tenían su misma acción y efectos pero sin el temor de generar una dependencia o alguna intoxicación relacionada a su mal manejo. Por ejemplo, tenemos a los bromuros que eran empleados para las mismas acciones hipnóticas o anestésicas, pero, en caso excepcional o aislado fue reemplazado por el barbitúrico principal, el fenobarbital. Debemos aclarar que los barbitúricos poseen diferentes propiedades entre ellos como su acción y predisposición de cada uno de sus análogos, por ejemplo, tenemos barbitúricos de acción corta que son empleados generalmente como anestésicos, los de acción intermedia empleados como hipnóticos y los de acción prolongada usados como sedantes. Otro punto es que en algunos puntos se les encontraron otros usos a los barbitúricos como el tratamiento de neuropatías y migrañas, también empleados para la reversión de la catatonia en los pacientes con esquizofrenia y el empleo también del “suero de la verdad”, para manipular opiniones de las personas. Un punto importante es que también fueron y han sido empleados para inducir la muerte, como en el caso de suicidio o muerte inducida por inyección letal, cuando se llegaba a ocupar. Esto debido a la capacidad de toxicidad de los barbitúricos de forma general para inducir un estado de coma, generar problemas cardiorrespiratorios y problemas en la función cardiaca. Esto debido a la polarización de los canales iones de Cl-, además de la acción sobre los receptores de GABA y por ende una supresión de las funciones vitales del SNA. Aunque posiblemente se puedan ver de una forma negativa a los barbitúricos, la verdad no es así ya que se han encontrado útiles en indicaciones como anestésicos en operaciones específicas, mejorar el transporte hepático de bilirrubina, como indicador en una neurocirugía, así como auxiliar en la isquemia cerebral y cardiaca.