V2 Lenguaje y Comunicacion p157 163
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CLAVE
Para la educación integral
Lenguaje
y comunicación
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Lenguaje y comunicación
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El aprendizaje del lenguaje
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Cuando se adquieren simultáneamente en la infancia temprana y en
las mismas condiciones dos lenguas, resulta difícil establecer cuál de ellas
es la primera o la segunda. En casos como este, se dice que se produce un
bilingüismo inicial. Sin embargo, si se ha adquirido ya una lengua o el pro-
ceso de su adquisición se encuentra avanzado cuando se entra en contacto
intensivo con otra, entonces la última se considera una segunda lengua.
La distinción es importante porque durante el proceso de adquisición de
la segunda lengua pueden generarse problemas que requieren soluciones
específicas y que, si no se atienden, merman la capacidad para entenderla
y producirla.
El segundo factor relevante en la elaboración del concepto de segun-
da lengua, y que repercute decisivamente en su adquisición, se refiere a las
situaciones y condiciones en que se aprende. Cuando la segunda lengua se
aprende en un país donde coexiste como oficial u originaria con otra(s) len-
gua(s), se considera una auténtica segunda lengua; por ejemplo, el español
para aquellos niños cuya lengua materna es cualquiera de las lenguas origi-
narias, o bien, el náhuatl o el maya para aquellos niños cuya lengua mater-
na es el español. Cuando la segunda lengua se aprende en un país donde no
es ni oficial ni originaria, se considera una lengua extranjera; por ejemplo, el
inglés o el francés en México.
El espacio geográfico y social que ocupa la segunda lengua (por ejem-
plo, la cantidad de hablantes, la extensión de las regiones donde se habla, la
dispersión o concentración de sus hablantes, la composición y función de
sus variedades, usos y modos de circulación, etcétera), así como el prestigio
que posee en una determinada sociedad y época, son variables que también
pesan en su difusión y aprendizaje. De ahí que valga la pena preguntarse
qué variedades y usos de una segunda lengua se aprenden de facto y cuá-
les se deberían aprender, y si para lograr su adquisición basta solamente
la inmersión en la comunidad de sus hablantes o se necesitan mecanismos
instruccionales formales.
El concepto de bilingüismo, lo mismo que el de plurilingüismo, hace refe-
rencia a situaciones diferentes. La primera tiene que ver con la capacidad de un
individuo para comunicarse de forma alterna en dos o más lenguas, dependien-
do del contexto comunicativo. La segunda se refiere a la coexistencia de dos o
más lenguas en el mismo territorio. En consecuencia, se darán diferentes tipos
de bilingüismo, según el grado de dominio de cada lengua, por un lado, y el uso
y estatus social de cada lengua, por el otro.
La relación entre las lenguas que coexisten en un país influye en la valo-
ración que les confiere la sociedad, de modo que se pueden generar actitudes
positivas o negativas hacia la adquisición de una segunda lengua. El bilingüis-
mo aditivo y el bilingüismo sustractivo son consecuencia de tales actitudes. El
primero ocurre cuando en el entorno social se piensa que el bilingüismo implica
el enriquecimiento cultural; como consecuencia, los niños desarrollan en armo-
nía el conocimiento y uso de ambas lenguas. El segundo aparece cuando, en el
contexto social, se percibe que el bilingüismo pone en riesgo la identidad del
grupo, o cuando la segunda lengua se valora más porque su funcionalidad y
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prestigio social son mayores; entonces, los niños entran en conflicto y pueden
abandonar el uso de alguna de ellas. El bilingüismo o plurilingüismo ideal es
aquel en el que tanto el dominio de las lenguas como su valoración en una de-
terminada sociedad resultan equilibrados.
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la consulta médica, la sala de conferencias, el juzgado, la comida familiar, la
transmisión televisiva de noticias, etcétera) y el tema que se trate. Todas
estas variables determinan el grado de formalidad y especialización del len-
guaje, la planificación del discurso y la selección de los géneros textuales
o discursivos.
El bilingüismo o plurilingüismo de los mexicanos es muy variado. Por
ejemplo, están quienes hablan español como primera lengua y una o más
lenguas extranjeras como segundas; quienes hablan una lengua originaria
como primera y español como segunda, o hablan una lengua originaria como
primera e inglés como segunda. Hay también muchos extranjeros residen-
tes en México que hablan español como segunda lengua. Del mismo modo,
hay quienes tienen un bilingüismo equilibrado, esto es, una competencia alta
y similar en las dos lenguas en circunstancias diversas; otros pueden hablar
eficazmente en ambas lenguas, pero solo leer y escribir en una de ellas; hay
quienes son competentes en su primera lengua, y muestran capacidad para
leer en la segunda, pero no así para hablarla ni escribirla; otros manifiestan
una alta dependencia de su lengua materna para entender y expresarse en
la segunda.
Los programas de estudio de las asignaturas del campo de formación
Lenguaje y Comunicación reconocen la diversidad lingüística de México y
la riqueza que implica el plurilingüismo, tanto en el plano sociolingüístico y
cultural como en el individual y psicológico. Los bilingües y plurilingües de-
sarrollan una conciencia metalingüística más elaborada, pues tienen a su
alcance la posibilidad de distanciarse de su lengua materna y comparar sus
formas, significados y usos con los de las otras. Asimismo, el bilingüismo y
la enseñanza bilingüe desarrollan capacidades de abstracción y de análisis
que contribuyen a entender mejor el lenguaje, las diferencias lingüísticas y
sus funciones; amplían las competencias de tratamiento de la información,
porque vuelven la escucha, atención y observación del lenguaje más afina-
das; incrementan la adaptabilidad, pero también la creatividad, y tornan el
pensamiento más abierto y divergente.
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la lengua de la que sea hablante, sin restricciones en el ámbito público o pri-
vado, en forma oral o escrita, en todas sus actividades sociales, económicas,
políticas, culturales, religiosas y cualesquiera otras”.109
Acorde con esta normativa, la Secretaría de Educación Pública ha em-
prendido la tarea de preservar e impulsar el uso de las lenguas originarias na-
cionales. Para ello, se han creado las asignaturas Lengua Materna. Lengua Indíge-
na y Segunda Lengua. Lengua Indígena; así como sus variantes. Por otra parte,
dada la preminencia del español como lengua de la mayoría de los mexicanos y
su importancia en la administración pública y privada, en los medios de comu-
nicación, la enseñanza y difusión de la ciencia en todos los niveles educativos,
así como de la cultura nacional e internacional, se ha decido apoyar su apren-
dizaje como segunda lengua, con la asignatura Segunda Lengua. Español, para
hablantes de lengua indígena. La enseñanza del español como segunda lengua
a la población indígena se respalda en el Artículo 11º de la Ley general de los
derechos lingüísticos de los pueblos indígenas, que dispone la obligación de
las autoridades educativas federales y de las entidades federativas de garanti-
zar que la población indígena tenga acceso a la educación obligatoria, bilingüe
e intercultural.
Asegurar el acceso a una lengua de comunicación internacional consti-
tuye otra prioridad de la educación básica. Una de esas lenguas es el español,
pues es utilizada por casi 470 millones de hispanohablantes en el continente
americano y europeo. La otra es el inglés, que se ha convertido en la lengua de
comunicación predominante en el mundo, no solo en el plano del turismo y los
negocios, sino de la comunicación cultural y científica. Con el fin de acercar a
los estudiantes mexicanos a la comprensión de la lengua inglesa, se propone su
enseñanza a todo lo largo de la educación básica.
México, “Ley general de los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas”, en Diario
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