Suspensión de Derechos Humanos y Garantías
Suspensión de Derechos Humanos y Garantías
Suspensión de Derechos Humanos y Garantías
● 13.1.1. Definición:
Es la posibilidad de suspender los derechos fundamentales en determinadas
circunstancias en las que la supervivencia del Estado mismo se puede ver
comprometida por graves alteraciones de su seguridad interior o exterior, del normal
funcionamiento de las instituciones o del normal ejercicio de los derechos y
libertades, así como seriamente amenazada por una lacra social como la del
terrorismo, sin que los instrumentos normativos ordinarios resulten suficientes para
dar respuesta a dichas situaciones.
● 13.1.2. Causas:
En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro
que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto.
● 13.2.1 Definición
Acto del ejecutivo por el que se dejan sin efecto temporalmente las garantías
establecidas constitucionalmente en los casos de invasión, perturbación grave de la
paz pública o de cualquiera otro que ponga a la sociedad en grave peligro o
conflicto.
● 13.2.2 Causas
Las mismas que nos presentan al inicio del artículo 29 constitucional:
En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro
que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto.
● 13.3 Procedimientos
La restricción o suspensión del ejercicio de los derechos y garantías debe
estar fundada y motivada en los términos establecidos por esta Constitución y
ser proporcional al peligro a que se hace frente, observando en todo
momento los principios de legalidad, racionalidad, proclamación, publicidad y
no discriminación.
CONTENIDO DE LA SOLICITUD:
La solicitud de suspensión deberá realizarse mediante prevenciones
generales, es decir, tendrá las características de una iniciativa de ley a efecto
de que el decreto de suspensión sea una norma jurídica materialmente
legislativa. En dicho contexto, el decreto de suspensión de garantías será una
norma jurídica de carácter general, abstracta e impersonal.
● 13.4 Modalidades
Sólo pueden restringirse ciertos derechos: aquellos que sean necesarios
limitar para hacer frente a la situación. Dependiendo de la magnitud y
extensión de la situación de emergencia, la suspensión puede darse en todo
el territorio nacional o solamente en parte de este. El tiempo de la suspensión
debe ser limitado.
● 13.7 Limitaciones
Se encuentran contempladas en el mismo artículo 29 con el siguiente párrafo: No
podrá restringirse ni suspenderse el ejercicio de los derechos a la no
discriminación, al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la vida, a la
integridad personal, a la protección a la familia, al nombre, a la nacionalidad; los
derechos de la niñez; los derechos políticos; las libertades de pensamiento,
conciencia y de profesar creencia religiosa alguna; el principio de legalidad y
retroactividad; la prohibición de la pena de muerte; la prohibición de la esclavitud
y la servidumbre; la prohibición de la desaparición forzada y la tortura; ni las
garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos. La
restricción o suspensión del ejercicio de los derechos y garantías debe estar
fundada y motivada en los términos establecidos por esta Constitución y ser
proporcional al peligro a que se hace frente, observando en todo momento los
principios de legalidad, racionalidad, proclamación, publicidad y no
discriminación.
● 13.8 Juicio de amparo
La interpretación que en su momento otorgó el Ejecutivo de la Unión en la
época de suspensión de garantías dada en nuestro país dentro del marco de
la actual Constitución, fue la de considerar la improcedencia del juicio de
amparo en contra de leyes o actos derivados de la suspensión de garantías,
sin importar que éstos fueran violatorios de garantías individuales no
suspendidas.
● 13.9.1 Tramitación
El precepto sobre la suspensión de garantías, señala que la Suprema Corte de
Justicia de la Nación debe revisar el decreto de suspensión de derechos del
Ejecutivo de oficio e inmediatamente con el fin de evaluar su constitucionalidad y
validez.
Lo previsto en el último párrafo del artículo ha dado la facultad de que el Ejecutivo
está sometido a dos controles: por un lado, el control del Poder Legislativo, que
debe aprobar el Decreto de suspensión respectivo y deberá hacer un «control de
constitucionalidad» ex ante: para que el decreto pueda entrar en vigor, y por lo tanto,
puedan suspenderse los derechos correspondientes, el Poder legislativo debe
cerciorarse de que las circunstancias existentes en verdad ameritan la suspensión
respectiva y que cumpla con el principio de proporcionalidad. Por otro lado, el
control de constitucionalidad ex post, bajo la responsabilidad de la Suprema Corte
de Justicia, que, en caso de que decidiera
que no se cumplen con los alcances previstos en la constitución, podría anular el
Decreto mediante la declaratoria de inconstitucionalidad y, por lo tanto, determinar
su invalidez.