Tarasow - La Tarea de Planificar
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A.
LA TAREA DE PLANIFICAR
Paola Tarasow
¿Qué es planificar?
Durante mucho tiempo se sostuvo en las escuelas una idea dominante:
la planificación era una instancia burocrática que consistía en llenar unos papeles (en
muchos casos, con formatos prearmados) para que controlaran los directivos, y no un
instrumento al servicio del docente.
Desde otra perspectiva, se podría pensar la planificación como una herramienta del
maestro, una instancia de reflexión acerca de qué quiere enseñar y cómo vale la pena
hacerlo.
En este sentido, planificar es un proceso de anticipación. Es una hipótesis de trabajo que
trata de organizar un tiempo, pensar actividades que puedan funcionar con los alumnos,
seleccionar o adaptar aquello más conveniente para enseñar y, decidir cómo hacerlo. La
planificación posibilita ajustar permanentemente la enseñanza, ofrece al maestro una
plataforma segura, le permite prever, en parte, lo que ocurrirá en la clase y, por lo tanto,
reducir la incertidumbre.
Es un espacio privilegiado para valorar y transformar la práctica en tanto se la piense
como un conjunto de anticipaciones, de bosquejos flexibles que permiten orientar las
clases y analizar lo sucedido tras su desarrollo.
El diseño de la enseñanza no puede considerarse como un acto estrictamente privado.
Pensar la planificación como una producción colectiva, admite la inclusión del intercambio
y el debate con los colegas como una parte importante del proceso. “La pregunta, pues,
no es solo ¿qué haremos?, sino también ¿por qué eso y no otra cosa? [...] con respecto a
la segunda, se hace necesario teorizar la propia acción y eso, o se realiza desde el
debate colectivo y de forma regular, o hay grandes posibilidades de que la planificación,
quizás como otros aspectos de nuestra enseñanza, derive en actividad rutinaria a
expensas de los grandes diseñadores de las modas pedagógicas.”1
Las decisiones respecto de lo que se hará en el aula inciden en lo que los alumnos van a
aprender. Recordemos que, las opciones de enseñanza no son diferentes caminos para
enseñar los mismos conocimientos. Por el contrario, diferentes enseñanzas configuran
distintos objetos de conocimiento y, por lo tanto, posibilitan aprendizajes muy diversos.
Por este motivo la planificación, al momento de decidir qué harán los alumnos, se vuelve
indispensable.
¿Por qué se exige una planificación anual cuando no se conoce al grupo y hay un
diseño curricular?
Si bien los diferentes diseños curriculares establecen contenidos para cada grado de la
escuela primaria, éstos no equivalen a la planificación anual del docente. En una
planificación anual, el maestro organiza los tiempos del año, decide cuánto tiempo le
dedicará a cada contenido, por dónde va a empezar, qué va a priorizar, etcétera.
También puede tomar algunas decisiones acerca de, por ejemplo, si enseñará en paralelo
Geometría y Aritmética, o alternará entre ambos, o bien, si destinará una semana al mes
a la Geometría. Si no se planifica, es posible que queden contenidos fuera del programa
por una deficiente distribución del tiempo. La planificación anual permite, además, elegir
1
Salinas, Dino (1990).
un libro de texto: el que mejor se adapte a una planificación determinada. En muchos
casos, es el libro de texto, y no el docente, el que termina organizando el trabajo.
Es cierto que en el devenir del año se van produciendo modificaciones, pero es la
planificación anual la que permite tener un marco, es decir, seguir una línea coherente. En
este sentido, ese esfuerzo inicial contribuye luego a tener más organizado el ciclo lectivo.
Para hacer la planificación uno podría preguntarse, entre otras cosas:
¿Qué contenido es conveniente para empezar? ¿Qué aprendieron mis alumnos el año
anterior? ¿Cuánto tiempo en horas voy a otorgar a cada tema? ¿Qué materiales voy a
usar? ¿En cuáles libros hay problemas interesantes? ¿Hay documentos curriculares que
abordan cada uno de los contenidos?.
Un párrafo aparte merece la planificación del primer mes de clase, generalmente
destinado a hacer un diagnóstico del alumnado.
A veces se planifica una actividad destinada a cuatro o cinco clases y resulta que en una
o dos se termina, o al revés. Esto sucede porque, como decíamos al comienzo de este
artículo, la planificación es una hoja de ruta que debe ser revisada constantemente. En
este sentido, el diagnóstico es permanente y permite ajustar las planificaciones en función
de lo que va ocurriendo en las clases.
Por otra parte, es difícil suponer que en marzo los alumnos puedan dar cuenta de todos
los conocimientos aprendidos el año anterior, cabría preguntarse ¿cuál es la utilidad de
averiguar al comienzo lo que saben los alumnos de algunos contenidos que se prevé dar
a mitad de año?
Por último quisiera agregar que no es posible, en la práctica, separar la tarea de
diagnosticar y la de enseñar.
1ra. parte. Se proponen situaciones de repartos equitativos en los cuales hay un resto
que, a veces, no es posible seguir repartiendo y otras sí, por lo que se requieren
particiones de la unidad.
Son situaciones en las que los números naturales resultan insuficientes para hallar la
solución y, entonces, es necesario recurrir a las fracciones.
Algunos problemas pueden ser los siguientes.
• Tres jugadores se reparten las 40 cartas de un mazo. ¿Cuántas cartas recibe cada
jugador?
• Manuel repartió 49 globos entre 4 niños dándoles a todos la misma cantidad.
¿Cuántos globos le dio a cada uno?
• Cuatro amigos deciden repartirse entre ellos los $ 45 que han obtenido en un premio de
lotería de modo tal que cada uno reciba la misma cantidad. ¿Cuánto le corresponde a
cada uno?
a. cortar cada chocolate en cuatro y darle un pedazo de cada chocolate a cada niño;
b. cortar dos chocolates al medio y el tercero en cuatro.
Los niños pueden expresar las cantidades que le corresponde a cada uno de diferentes
maneras: 3 de ¼ para el primer reparto y ½ y ¼ para el segundo. Este es un buen
momento para que el docente introduzca que 3 de ¼ se nombra también 3/4
.
3ra. parte. Una vez que los niños han ensayado alguna solución, se anotan todos los
procedimientos en el pizarrón y se discuten colectivamente.
La cuestión central de esta discusión es analizar si 3 de ¼ es o no equivalente a ½ y ¼.
Es importante tener presente que es la primera vez que los alumnos observan el hecho de
que la misma cantidad puede expresarse con “números diferentes”.
En esta secuencia no solo se prevé el problema que se les dará a los alumnos, sino que
se anticipan posibles resoluciones y aquellas cuestiones que al docente le interesa
discutir.
4ta. parte. El docente puede proponer nuevos problemas en el mismo contexto que el
anterior, pero con números diferentes, por ejemplo:
• ¿Cómo podría repartirse si ahora fueran 6 chocolates y 4 niños?
• ¿Cómo podría repartirse si los chocolates fueran 23 y los chicos, 5?
2
Ejemplo extraído de una secuencia elaborada por Sadovsky, Patricia , Ponce, Héctor y Quaranta,
María Emilia, (2004).
Podrá notarse que, si bien los dos problemas giran en torno de la misma situación, las
relaciones que se establecen son diferentes. Mientras que el primero de ellos permite
relacionar los medios y los cuartos, el segundo pone en escena conexiones entre quintos
y décimos.
5ta. parte. Se proponen problemas orientados a componer una cantidad a partir de otras
expresadas en fracciones. Por ejemplo:
• Necesito comprar dos kilos y cuarto de café. En la góndola del supermercado solo
queda un paquete de 1 kilo y paquetes de ½ y ¼ kg.
a. ¿Qué paquetes puedo comprar? ¿Hay una sola posibilidad?
b. Si quiero llevar la menor cantidad posible de paquetes, ¿cuáles debo elegir?
3
Chevallard, Yves, Bosch, Marianne y Gascón, Joseph (1997)
4
Recomendamos la lectura del documento curricular de la Secretaría de Educación del GCBA: “La
formación de los alumnos como estudiantes. Estudiar Matemática, serie: Apoyo a los alumnos de
primer año en los inicios del nivel medio.” Puede consultarse en la página web:
http://www.buenosaires.esc.edu.ar/areas/educacion/curricula/d2web01.pdf.