Capítulo II Conducta José Bleger

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Capítulo II

Conducta

1. La conducta en psicología

El término conducta o comportamiento ha sido incorporado a la psi-


cología desde otros campos del conocimiento; fue ya anteriormente
empleado en la química —y lo sigue siendo aún— para referir o dar cuenta
de la actividad de una sustancia, un cuerpo, un átomo, etcétera. Posterior-
mente, Huxley lo introduce en biología para referirse también a las mani-
festaciones de la sustancia viva: célula, núcleo, etcétera; y Jennings, en
psicología animal. En todos estos campos, el término se refiere al conjunto
de fenómenos que son observables o que son factibles de ser detectados, lo
cual implica la consigna metodológica de atenerse a los hechos tal cual
ellos se dan, con exclusión de toda inferencia animista o vitalista. Se busca,
por lo tanto, que su descripción y estudio sean una investigación libre -o lo
más libre posible— de adiciones antropomórficas. Esta posición antime-
tafísica y antivitalista tiende en todas las ciencias a un mayor rigor cientí-
fico, describiendo y explicando todos los fenómenos en función de los
fenómenos mismos, sin tener necesidad de recurrir a potencias o fuerzas
ajenas y distintas a los sucesos naturales. En el estudio del ser humano
también se aplicó el término a todas las reacciones o manifestaciones
exteriores, tratando así de que la investigación psicológica se convirtiera
también sistemáticamente en una tarea objetiva, y —por lo tanto- la
psicología en una ciencia de la naturaleza.
El término conducta, aplicado a las manifestaciones del individuo,
tiene siempre la connotación de estar dejando de lado lo más central o
principal del ser humano: los fenómenos propiamente psíquicos o menta-
les. Estos últimos serían realmente los fenómenos más importantes, dado
que originan la conducta; y si estudiamos únicamente esta última, nos
estamos ocupando sólo de productos y derivados, pero no del fenómeno
central. Etimológicamente la palabra conducta es latina y significa condu-
cida o guiada; es decir, que todas las manifestaciones comprendidas en el
término de conducta son acciones conducidas o guiadas por algo que está
fuera de las mismas: por la mente. De esta manera, el estudio de la conduc-
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ta, considerada así, asienta sobre un dualismo o una dicotomía cuerpo- vamente comprobables o factibles de ser sometidos a registro y verificación
mente, sobre la tradición del más puro idealismo, en el que la mente tiene v que son siempre respuestas o reacciones del organismo a los estímulos
existencia de suyo y es el punto de origen de todas las manifestaciones cor- aue sobre él actúan. Intentó asentar la psicología sobre el modelo de las
porales; según esta perspectiva, el cuerpo es solamente un instrumento o ciencias naturales, con una sólida base experimental, y por ello presentó
un vehículo del que se vale la mente (alma) para manifestarse. La raíz una sistemática oposición a dos postulados fundamentales de la psicología
religiosa de este esquema es fácil de deducir. clásica: a la introspección como método científico, y a la conciencia como
En la historia del concepto de conducta en psicología, tiene importan- objeto de la psicología. Sobre esto último, sin embargo, tal como lo sugiere
cia el artículo de Watson publicado en 1913, que inicia la corriente o Tilquin, quedan dudas de si la exclusión de la conciencia, por parte de
escuela llamada Conductismo o Behaviorismo, en el que sostiene que la Watson, es de carácter ontológico o metodológico.
psicología científica debe estudiar sólo las manifestaciones externas Koffka incluye una división tripartita de la conducta, que presenta
(motoras, glandulares y verbales); aquellas que pueden ser sometidas a como muy semejante a la de McDougall; denomina procesos a la suma de
observación y registro riguroso, tanto como a verificación. Ya antes que movimientos observables, distinguiéndola del comportamiento y de las
Watson, Pillsbury había definido la psicología como la ciencia de la vivencias. El comportamiento incluye los procesos que denomina efectivos
conducta y Angelí —integrante de la escuela funcionalista- anticipaba el o reales y para los que se emplean conceptos funcionales, mientras que
reemplazo de la mente por la conducta como objeto de la psicología. Posi- para los fenómenos o vivencias se utilizan conceptos descriptivos.
blemente entre los más importantes, en lo que respecta a la conducta como
Explica estos conceptos con ejemplos sencillos. Si se observa un
objeto de la psicología, haya que contar los estudios de P. Janet y los de H.
leñador y se determina que el número de leños que parte por minuto va
Piéron. Este último formuló desde 1908, una psicología del comporta-
disminuyendo, se está haciendo una observación del comportamiento, es
miento, y P. Janet hizo importantes aportes al tema de la psicología de la
decir, de procesos efectivos o reales; si sobre esta base se determina la
conducta, en la que incluía la conciencia, considerada como una conducta
fatiga del leñador, se está describiendo su comportamiento con un con-
particular, como una complicación del acto, que se agrega a las acciones
cepto funcional. En otro ejemplo similar, una persona desconocida pierde
elementales. El mismo autor estudió la evolución de la conducta, descri-
algo en la calle y yo lo recojo y se lo entrego; si al día siguiente vuelvo a
biendo una jerarquía de operaciones, compuesta de cuatro grupos: conducta
encontrarla, esa persona reacciona de otro modo; describo su comporta-
animal, intelectual elemental, media y superior.
miento diciendo que me ha reconocido o que me recuerda, utilizando un
Pero aun con estos anticipos, el behaviorismo de Watson fue una concepto descriptivo.
verdadera proclama, consecuente y abierta, de una posición materialista Las vivencias o fenómenos están constituidos por los pensamientos u
en psicología; lo es, aun considerando todas sus limitaciones mecanicistas opiniones que cada sujeto puede expresar. El leñador puede decir que está
y los reparos puestos por diferentes autores a la verdadera paternidad de fatigado, y el desconocido de ayer, que me reconoce. Pero puede haber
Watson sobre el concepto de conducta y —entre otros— las objeciones de contradicción o una falta de paralelismo entre la descripción funcional de
H. Piéron, para quien el behaviorismo, como psicología específicamente su comportamiento y las vivencias que realmente tienen esos individuos.
norteamericana, sólo tiene de específico "sus exageraciones frecuentemen- La conducta extema y la conducta interna están "no sólo acopladas por
te pueriles". fuerza y accidentalmente, sino emparentadas por esencia y unidas
Sin entrar en esta polémica de la prioridad sobre el concepto de objetivamente".
conducta en psicología, interesa saber que fue Watson el que promovió Según Koffka, Thorndike también emplea la palabra conducta de la
una de las escuelas que hicieron tambalear, aun más, el edificio de la psico- misma manera o con la misma extensión, es decir, incluyendo el aspecto
logía clásica y que —de distintas maneras y con diferentes valores— aportó fenoménico.
elementos que conducen a nuevas posibilidades de la psicología. Tolman Jaspers es otro de los autores que intentó unificar los fenómenos que
dice que, indiscutiblemente, se habló de la psicología como ciencia de la estudia la psicología, ordenándolos en cuatro grupos, según el grado de
conducta antes de Watson, pero este último transformó la conducta en perceptibilidad de los mismos; el primero es el de los fenómenos viven-
"ismo". ciados; el segundo, el de las funciones o rendimientos objetivos (memoria,
Watson incluyó en la conducta todos los fenómenos visibles, objeti- inteligencia, trabajo, etcétera); el tercero, el de las manifestaciones cor-
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porales concomitantes; y el cuarto, el de las objetividades significativas cualquier ciencia; este atenerse a los hechos, tal cual se dan y tal como
(expresiones, acciones, obras). existen, permite confrontación de observaciones, verificación de teorías y
Lagache ha dedicado mucha atención a este tema y define la conducta corT1prensión unitaria de aportaciones ubicadas en distintos contextos o
como la totalidad de las reacciones del organismo en la situación total. encuadres teóricos.
Reconoce en ella: 1) la conducta exterior, manifiesta; 2) la experiencia Nuestro estudio de la conducta se hace en función de la personalidad
consciente, tal como ella es accesible en el relato, incluyendo las modifica- y del inseparable contexto social, del cual el ser humano es siempre inte-
ciones somáticas subjetivas; 3) modificaciones somáticas objetivas, tal grante; estudiamos la conducta en calidad de proceso y no como "cosa",
como ellas son accesibles a la investigación fisiológica; 4) los productos de es decir, dinámicamente. Mowrer y Kluckhohñ enumeran cuatro proposi-
la conducta; escritos, dibujos, trabajos, tests, etcétera. ciones "mínimas esenciales" de una teoría dinámica de la personalidad, a
El término conducta se ha convertido así, en la actualidad, en patri- saber:
monio común de psicólogos, sociólogos, antropólogos, sin que por este
solo empleo se esté filiado en la escuela del behaviorismo; inclusive se ha
convertido en un término que tiene las ventajas de no pertenecer ya a nin-
guna escuela en especial y de ser lo suficientemente neutral como para 1. La conducta es funcional. Por funcional se entiende que toda con-
constituir o formar parte del lenguaje común a investigadores de distintas ducta tiene una finalidad: la de resolver tensiones.
disciplinas, campos o escuelas. 2. La conducta implica siempre conflicto o ambivalencia.
De esta manera, el empleo que vamos a hacer nosotros del término 3. La conducta sólo puede ser comprendida en función del campo o
está fuera de los límites de la escuela conductista o de alguna de sus varian- contexto en el que ella ocurre.
tes, aunque por otra parte resume y recoge las consecuencias, para la psi- 4. Todo organismo vivo tiende a preservar un estado de máxima inte-
cología, de la revuelta watsoniana, tanto como las de la Gestalt y el psicoa- gración o consistencia interna.
nálisis. Incluimos así bajo el término conducta, todas las manifestaciones
del ser humano, cualesquiera sean sus características de presentación, Coinciden en estos cuatro puntos el psicoanálisis, la antropología
ampliando de esta manera el concepto a sectores mucho más vastos que los social y la psicología del learning. El psicoanálisis ha demostrado la conti-
que caracterizan al conductismo. Es lo que han hecho, entre otros, Koffka, nuidad entre los fenómenos normales y patológicos de conducta; la antro-
Janet, Lagache y —entre nosotros— E. Pichón Riviére. Al conjunto de pología social tuvo una gran influencia en esta aceptación de la conducta,
manifestaciones del ser humano que llamamos conducta, está dedicado el como estructura unitaria, al romper la distinción categórica entre socieda-
presente estudio. des "civilizadas" y "salvajes"; la psicología del learning ha contribuido a
Adoptamos, como punto de partida, las definiciones que da Lagache integrar nuestra comprensión de los atributos y capacidades, vistos como
sobre conducta, como "el conjunto de respuestas significativas por las únicamente "humanos", y las características de conducta manifestadas por
cuales un ser vivo en situación integra las tensiones que amenazan la el mundo "animal".
unidad y el equilibrio del organismo"; o como "el conjunto de operaciones Los aportes con que se cuenta en la psicología contemporánea son
(fisiológicas, motrices, verbales, mentales) por las cuales un organismo en copiosos y contradictorios. Aquí desarrollamos nuestra perspectiva de que
situación reduce las tensiones que lo motivan y realiza sus posibilidades". la conducta es la unidad de estudio de toda la psicología y de todas las
En el ser humano este conjunto de operaciones tiene una estructura muy escuelas; no que lo será, sino que ya lo ha sido. Sean cuales fueren los
compleja que iremos distinguiendo en el curso de nuestra exposición. fundamentos teóricos y los "modelos" de pensamiento empleados, todas
las corrientes y todos los campos psicológicos han estado estudiando
consciente o inconscientemente la conducta. Esa unidad de la cual todos
han partido es multiforme y contradictoria, en constante devenir. Por ello,
2. La conducta como fenómeno central en la psicología 1° que intentamos en nuestro estudio presente es una dialéctica de la con-
ducta, de la que las distintas escuelas han tomado sólo fragmentos diferen-
Trabajar en psicología con el concepto de conducta es una especie de tes y con ello han distorsionado las relaciones reales entre los momentos
retorno a "los hechos mismos", en la medida en que esto es factible en del proceso dialéctico único.
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3. Unidad y pluralidad fenoménica de la conducta cribía no como fenómenos, sino como una lucha entre el dios del rayo y el
dios del trueno.
Desde antiguo se reconocen en el ser humano dos tipos distintos de Para nosotros, la pluralidad fenoménica tiene su unidad en el fenó-
fenómenos, a los que pueden reducirse todas sus manifestaciones. Uno es
concreto, aparece en el cuerpo y en actuaciones sobre el mundo externo;
aunque nunca puede existir una acción sobre un objeto sin que concomi-
tantemente ocurra una modificación o movimiento del cuerpo, puede
suceder que uno u otro sean, en momentos distintos, le más importante.
Así, consideramos una conducta concreta corporal cuando se trata, por
ejemplo, del enrojecimiento o palidez de la cara, mientras que calificamos
de conducta concreta en el mundo extemo a, por ejemplo, concurrir a
un sitio, conducir un automóvil, aunque para ello se necesite lógicamente
de las modificaciones corporales. Otro tipo de conducta incluye todas
aquellas manifestaciones que no se dan como acciones materiales y concre-
tas sino de manera simbólica; estas ultimas son los fenómenos reconocidos
como mentales.
Estos son los fenómenos de conducta de los que siempre se ha partido
en el estudio psicológico. Las diferencias doctrinarias derivan todas, no de
la psicología misma, sino de aplicar a la psicología doctrinas científicas
e ideologías que toman selectiva y preferentemente sólo algunos de estos
fenómenos y los relacionan de una manera dada, o bien olvidan o poster-
gan los fenómenos reales reempazándolos por abstracciones o entes de los
que hacen depender los fenómenos menos reales (alma, espíritu, etcétera); Fig. 1. Áreas de la conducta: 1) área de la mente; 2) área del cuerpo; 3) área del
en esta última forma se procede no ya sólo en el campo religioso o metafí- mundo externo
sico, sino en el mismo campo científico. Por ejemplo, existen fenómenos
que llamamos mentales; de ellos se deriva el concepto abstracto de "men-
te", que pasa muy pronto a tener independencia y vida propia, de tal
manera que el fenómeno concreto está contenido o resulta de un hipoté- meno de la conducta misma, en el funcionamiento altamente perfeccio-
tico funcionamiento de una abstracción, instituida en entelequia. Para nado del sistema nervioso central, y en el ser humano considerado siempre
nosotros hay fenómenos mentales, pero no hay una "mente"; hay fenóme- como persona en cada una de sus manifestaciones, vinculado en su con-
nos y valores espirituales, pero ello no implica que haya un espíritu. dición humana al medio social.
Siguiendo a Pichón Riviére, representamos los tres tipos de conducta
En esta forma, los dos tipos de fenómenos (concretos y simbólicos)
como tres círculos concéntricos y los enumeramos como uno, dos y tres,
dieron lugar a un dualismo sustancial, de la pluralidad fenoménica se hizo
que corresponden respectivamente a los fenómenos mentales, corporales y
una trasposiciór a un dualismo sustancial. Es como si se describieran, por
•os de actuación en el mundo externo. El mismo autor, estudiando muy
ejemplo, el rayo y el trueno no como fenómenos ligados a un mismo
detalladamente este esquema y su dinámica en psicología y psicopatolo-
suceso, sino dependiente cada uno de ellos de una especial y particular
8ia, ha llamado a estos círculos tes Áreas de la conducta.
categoría sustancial, entre las cuales se postulan correlaciones muy comple-
Mowrer y Kluckhohn refieren que los psicólogos se hallan polarizados
jas y discutidas. Este tipo de trasposición idealista procede de la religión (y
undamentalmente en dos grupos: los mecanicistas y los finalistas (teleo-
de la organización social que la sustenta); tiene una línea de evolución que
ogistas); para los primeros los estímulos producen movimientos y centran
está ligada a la mitología, donde se hacía depender el rayo y el trueno
estudio en esta relación, mientras que los finalistas están interesados por
cada uno de un dios particular, y la aparición de los fenómenos se des-
estudio de la relación entre los movimientos del cuerpo y los efectos
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resultantes. Los autores nombrados integran esta divergencia en un esque- 4. Coexistencia y preponderancia de
ma único de estudio: las áreas de la conducta

La conducta siempre implica manifestaciones coexistentes en las tres


áreas; es una manifestación unitaria del ser total y no puede, por lo tanto,
Estimulación ------------- ► Movimiento * Efectos aparecer ningún fenómeno en ninguna de las tres áreas sin que implique
necesariamente a las otras dos; por lo tanto, las tres áreas son siempre
coexistentes. El pensar o imaginar —por ejemplo— (conductas en el área de
Pero, además, entre la estimulación y el movimiento intercalan la la mente) no pueden darse sin la coexistencia de manifestaciones en el
existencia de los procesos simbólicos (razonar, planificar, imaginar, consi- cuerpo y en el mundo externo y —respectivamente- también a la inversa.
derar, pensar, etcétera), con lo que el esquema es el siguiente.

Un estudio de la conducta debe abarcar todos los momentos de este


proceso, agregando que los efectos también pueden ser divididos, según
recaigan sobre el sujeto mismo, sobre otros o sobre el medio impersonal: Fig. 2. Preponderancia y coexistencia de las áreas de la conducta

Esta permanente coexistencia de las tres áreas no excluye el predomi-


nio de alguna de ellas en un momento dado, predominio que permite
calificar a la conducta como perteneciente a cada una de las tres áreas.

Estimulación--------------------------- * Movimiento---------- ► Efectos ------ ► 0tros


5. Ciencias de la conducta
^» Medio
impersonal Conviene desde ya adelantar que constituye un error suponer que a
cada área de conducta corresponda una ciencia particular, a saber: la
psicología para el área de la mente, la biología para la conducta en el área
Este último esquema se aclarará más adelante cuando nos ocupemos de del cuerpo y la sociología para las manifestaciones en el área del mundo
las opiniones de Murray, que tienen cierta similitud con los conceptos en externo. Este criterio tan erróneo ya no puede ser en la actualidad seria-
que se basan Mowrer y Kluckhohn. Desde ya anotemos que la estimulación mente sustentado por nadie. Estas tres ciencias se pueden y deben aplicar
no es independiente del sujeto y de su conducta, y que tanto los procesos a todas las manifestaciones del ser humano, sea cual fuere el área de predo-
simbólicos como los movimientos y los efectos, son todos conductas. La minio o de manifestación, de la misma manera que un mismo objeto puede
división en efectos sobre el sujeto, sobre otros y sobre el medio ser estudiado tanto por la física como por la química; no hay, por lo tanto,
e
impersonal, queda sustituida con ventaja por el esquema de las Áreas de la n el ser humano sucesos que deban ser estudiados exclusivamente por una -
conducta, según lo ha formulado E. Pichón Riviére; forma parte además de lencia o que sean del dominio exclusivo de un solo campo científico.
nuestras tesis principales el no reconocer la existencia psicológica de un Toda manifestación del ser humano se da siempre en el nivel psicoló-
medio impersonal, tanto como el hecho de que los movimientos y los
efectos son conductas entre las que hay diferencias muy significativas que
tocan al concepto básico de conducta y que desarrollaremos más adelante.
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gico, y es por lo tanto factible de ser estudiada por la psicología, tanto si se toda la serie animal y s°l° la tercera es peculiar y privativa del hombre. Esta
trata de una manifestación mental como corporal (movimiento, gesto, tic, división de Aristóteles es la que se sigue en toda la Edad Media, y su
etcétera) o en el mundo externo. De la misma manera, en cualquier área la influencia perdura aún en nuestros días.
conducta implica siempre la participación indefectible del cuerpo y del Kant, basado en Tetens y Mendelssohn, dividió las actividades psíqui-
mundo externo. Una conducta en el área de la mente, por ejemplo el cas en: conocimiento, sentimiento y voluntad, y esta división predomina
pensar, debe ser estudiada tanto por la psicología como por la biología y la aún en la actualidad: intelecto, afecto y voluntad.
sociología: hay una psicología del pensamiento, una biología y una Si se examina con cierto detenimiento, veremos que cada una de esas
sociología del pensamiento. Una conducta en el área del cuerpo también partes del alma, del psiquismo, no significan otra cosa que las distintas
debe ser estudiada por las tres ciencias; así, hay una psicología del gesto, áreas de la conducta. Y no puede ser de otra manera, porque todas estas
una biología del gesto y una sociología del gesto. Una conducta en el divisiones han partido siempre de la conducta real y concreta, de la expe-
mundo externo sigue las mismas exigencias; hay —por ejemplo— una riencia del ser humano y de su quehacer social.
sociología de la movilidad social, tanto como una psicología y una bio- Este volver a los fenómenos reales de donde se han originado las abs-
logía. tracciones, ha insumido siglos del progreso científico; ha necesitado del
Por lo tanto, reiteramos que cada área de la conducta no se correspon- desarrollo del materialismo en forma cada vez más consecuente y —para
de con una distinta entidad sustancial y que tampoco Cada área es priva- ello- del desarrollo de las condiciones de vida de los seres humanos (orga-
tiva de una ciencia en particular. Todas las conductas son objeto de todas nización social), que permite la formación y emergencia de estructuras con
las ciencias. Al respecto, el equívoco fundamental proviene en gran parte las que se puede tomar conciencia de la subversión en que se ha incurrido
de la biología de laboratorio, en la cual se estudia fisiológicamente el movi- al tomar las abstracciones como entes, de los cuales se hace depender, a su
miento de un músculo, de una glándula o de un órgano, pero esta biología vez, los fenómenos reales (idealismo).
no es la de la realidad, sino la de condiciones artificiales, muy reducidas en La afirmación de que se hallan presentes siempre las tres áreas en toda
su complejidad original. manifestación de conducta, corresponde al hecho de que no se pueden dar
Para el estudio de la psicología, queda con esto anotado un dato fenómenos afectivos sin los intelectuales y volitivos, y viceversa. Aclara-
fundamental que queremos ahora subrayar: la psicología no es solamente mos, nuevamente, que no se trata de los mismos hechos con diferente
la ciencia de los fenómenos mentales, la psicología abarca el estudio de
todas las manifestaciones del ser humano y éstas se dan siempre, en reali-
dad, en el nivel psicológico de integración. La psicología no excluye nin-
guna otra ciencia, sino que las implica necesariamente. Sin psicología no
hay un conocimiento total del ser humano. Tampoco lo hay con la psi-
cología sola.

6. Áreas de la conducta y las "partes del alma"

Platón distinguió tres partes del alma, y en esta forma designó, en


realidad, tres tipos de fenómenos psíquicos: la parte concupiscente, la
irascible y la racional, cada una de las cuales tenía un lugar propio en el
cuerpo: el vientre, el corazón y la cabeza, respectivamente. Al respecto, ya
Demócrito había creído que el pensamiento asienta en la cabeza, la ira en
el corazón y los apetitos en el hígado.
Aristóteles reconoce también tres partes en el alma: vegetativa, sensi-
tiva e intelectiva; la primera es común a todos los seres vivos, la segunda a
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lenguaje. El idealismo no se diferencia del materialismo por el empleo de otros autores. En todo caso, lo que interesa no es una nueva tipología, ■ 0
un lenguaje distinto, sino que se trata en un caso de conocer los objetos y señalar nuevamente cómo, con mayor o menor consecuencia, en psi-
los seres humanos tal cual se presentan en la realidad, mientras que en otro cología se ha tomado siempre como un punto de partida la observación y
caso se trata en parte de conocer y en parte de seguir desconociendo los estudio de la conducta.
hechos y objetos reales. Las personas clasificadas como esquizoides tienen un predominio
estable del área de la mente, en la que se manifiesta toda su conducta en
forma preponderante, con escasa o nula intervención de reacciones o mani-
7. Predominio sucesivo o alternante festaciones corporales, tanto como de actividad o actuación en el mundo
de las áreas de la conducta externo. Tal vez sería mejor decir que los que presentan esta modalidad de
expresión de la conducta han sido clasificados como esquizoides, introver-
La conducta es una unidad que tiene una triple manifestación fenomé- tidos. En contraposición a éstos se hallan los "hombres de acción", en
nica, en cuanto se da al mismo tiempo en las tres áreas, que son así siempre quienes todo transcurre en el área tres, con intervención escasa o nula de
coexistentes, aunque con un predominio relativo en alguna de ellas, lo que las manifestaciones mentales y corporales. Un tercer tipo está constituido
nos permite calificar la conducta como mental, corporal o en el mundo por aquellos en quienes predomina el área corporal: tienen palpitaciones si
externo. Pero este predominio es relativo, en el sentido de que puede alter- tienen miedo, apetito si están contentos, constipación si están frustrados,
nar o sucederse con el predominio en otra de las áreas. Se puede, por ejem- acidez estomacal si se enojan, etcétera. Constituyen el grupo reconocido
plo, reaccionar con ansiedad frente a una situación dada (área de la men- como el de las personalidades infantiles.
te); posteriormente, en otro momento, puede ceder totalmente esta mani-
festación y aparecer en su lugar palpitaciones (área del cuerpo), o bien ser
ambas reemplazadas por una conducta inestable en una actividad (área del 9. Coincidencia y contradicción de
mundo externo). Esta alternancia puede hacerse en todas las direcciones y las áreas de la conducta
tener siempre el mismo significado, es decir, ser una misma reacción (ansie-
dad) a una situación dada. Pero en esa alternancia o sucesión de las áreas Hemos visto que en el predominio sucesivo o alternante de las áreas
puede haber una progresiva modificación del sentido de la conducta: a las de la conducta, estas manifestaciones pueden ser coincidentes, en cuanto a
manifestaciones en el área uno, puede suceder una conducta en el área tres, su significado o sentido, en respuesta a una situación dada; es el ejemplo
que modifica la situación y a su vez modifica, ulteriormente, la conducta que hemos dado de la ansiedad, percibida como tal (área 1),reemplazada
en el área uno. por palpitaciones (área 2), o por inestabilidad en una tarea (área 3). Este es
La alternancia del predominio puede significar un proceso estereoti- un tipo de coincidencias cuando el predominio alterna.
pado, como en el caso de que el significado de la conducta sea siempre el Otro tipo de coincidencia se da cuando las manifestaciones de las tres
mismo, o bien puede ser un proceso dialéctico, como en el caso del pensar áreas coexisten en forma relativamente equivalente y de tal manera que
y realizar en concordancia; a su vez la realización modifica el pensar, y así todas tienen el mismo sentido o constituyen una misma reacción a una
sucesivamente. situación dada. Es el caso en que se dan al mismo tiempo los tres tipos de
reacción del ejemplo antes anotado.
Un fenómeno de gran importancia es el de la contradicción entre las
manifestaciones de las distintas áreas de la conducta. Esta contradicción
8. Predominio estable de un área de la conducta puede ser sucesiva o coexisten te y en ambos casos puede ser en la misma o
en diferentes áreas.
Por otra parte, el predominio de una de las áreas puede ser permanente, La contradicción sucesiva se refiere a que conductas polares, por
en el sentido de que las otras dos están muy poGo desarrolladas o no se e
jemplo aceptación-rechazo, pueden aparecer sucesivamente como ma-
emplean como áreas de expresión de la conducta. Sobre esta base se puede nifestaciones en la misma o en diferentes áreas (sentir el rechazo y des-
estructurar o construir una verdadera tipología que, por otra parte, coinci- pués actuar aceptando).
de con tipologías o clasificaciones de la personalidad, ya desarrolladas por
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La contradicción coexistente en la misma unidad de la conducta en un supuesto, sin resolverlo, mediante una división y separación de los térmi-
mismo momento, es un fenómeno de enorme interés para la psicología y la nos opuestos o antinómicos.
psicopatología, que rompe necesariamente con los cuadros del formalismo
lógico y en el cual una cosa puede ser y no ser al mismo tiempo. Esto sólo
se puede comprender con la introducción del pensamiento dialéctico, que
reconoce como real la contradicción en la unidad. Como fenómeno fue
descripto y estudiado por Freud, aunque derivando de ello consecuencias Bibliografía
teóricas no del todo correctas por falta del instrumento necesario (el
pensamiento dialéctico). Freud se esforzó por hacer entrar sus descubri-
mientos en el cuadro del pensamiento formal, sin reparar en que lo que Bergeron, M. (a, b, c); Foulquié, P., y Delédalle, G., Geach, P., Janet, P. (a, b, c).
descubría rebasaba y hacía entrar en crisis, también en la psicología, al jaspers, R.; Koffka, K. (a, b); Lagache, D. (a, c, d, f, g); Mowrer, D.H., y Kluck-hohiij C;
pensamiento formal. Muenzinger, K.F.; Pichón Riviére, E. (a, b, c); Piéron, H., Postman, L.; Tolm'an, E.;
Schilder, P. (b, c);Schwartz, L.;Tilquin, A.; Watson, J. (a, b);Balint, M.
Respecto del fenómeno que reseñamos, la duda es un ejemplo de la
existencia de manifestaciones contradictorias en una misma área al mismo
tiempo; esto puede darse en el área del cuerpo y del mundo externo en
forma de vacilación e inseguridad, respectivamente.
La contradicción en distintas áreas ocurre, en un mismo momento,
también tanto en condiciones normales como patológicas, cuando por
ejemplo se desea concurrir a una entrevista y al mismo tiempo se llega
después de la hora fijada (contradicción entre áreas uno y tres); cuando se
desea ser cordial y al mismo tiempo se está tenso (áreas uno y dos), cuando
se actúa afectuosamente y al mismo tiempo se está con el cuerpo tenso
(áreas tres y dos).
Estas contradicciones entre las manifestaciones en las distintas áreas
de la conducta, que se presentan en forma simultánea, corresponden al
fenómeno más general de disociación de la conducta o división esqui-
zoide, cuyo grado o magnitud puede ser muy variable.
El carácter contradictorio o conflictivo de la conducta fue estudiado
muy detalladamente por Freud y constituye un aporte fundamental de la
escuela psicoanalítica, pero Freud, que no mantenía la teoría en el plano
de la conducta concreta, se vio llevado a la hipótesis de la existencia de una
segunda mente o una parte especial de la mente, que ya no era de carácter
consciente, sino inconsciente, y que estaba con la parte consciente en un
juego recíproco, de cuyos vaivenes dependía la conducta concreta. Esta-
mos, otra vez, ante el fenómeno del "mentalismo" que antes reseñamos
como una de las variantes o modalidades del idealismo en psicología.
Si la disociación o la división esquizoide no se mantiene, ocurre otro
fenómeno ya estudiado también atentamente por Freud; el de la conducta
como transacción entre ambos términos en conflicto. Una disociación de la
conducta (división esquizoide) evita la aparición del conflicto aunque, por

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